TEMA # 5 LA PRUEBA 1. INTRODUCCIÓN Los derechos subjetivos son generados, transformados o extinguidos como resultado de hechos de la vida, tendientes a regir las relaciones humanas entre los individuos que integran una comunidad. Al lesionarse o desconocerse los derechos subjetivos, la persona perjudicada está facultada para acudir a la jurisdicción, buscando ser tutelada; para dicho fin, debe narrarse hechos que originaron el detrimento del derecho. Sobre la base de hechos, el órgano Judicial resuelve derechos. Durante el transcurso de ciertos procesos civiles, las partes con intereses opuestos, se abocan a demostrar los hechos que fueron informados en los actos de proposición, con la intención de reconstruirlos tal como ocurrieron en el pasado, permitiendo formar un convencimiento en la autoridad judicial para que se pronuncie un fallo que dé solución al conflicto, aplicando el principio "dime el hecho y te diré el derecho". Expone Alsina, cuando el actor y el demandado están de acuerdo sobre la forma en que los hechos se han producido, el juez debe aceptarlos, a menos que sean inverosímiles o contrarios al orden natural de las cosas; se dice entonces que la cuestión es de puro derecho y el juez prescindirá de la prueba, limitándose aplicar el derecho. Pero cuando las versiones son distintas no puede dar crédito a una de ellas en detrimento de la otra; siempre que se hayan alegado hechos conducentes, acerca de los cuales no hubiese conformidad entre las partes, aunque éstas no lo pidan, el juez recibirá la causa a prueba. Para ello, la institución de la prueba, es el medio que conduce a saber si un hecho es real o falso, es el instrumento que permite al proceso judicial, confirmar que el derecho subjetivo fue lesionado o desconocido por terceros. 2. LA PRUEBA Es en las ciencias y en las actividades reconstructivas, donde la prueba adquiere un sentido preciso y especial, que en sustancia es el mismo que se tiene en el derecho procesal; la autoridad judicial, con la ayuda de las propias partes y terceros, reconstruye el pasado para conocer quién tiene la razón en el presente, y de esta manera con justicia, resolver la disyuntiva. 2.1. CONCEPTO La institución de la prueba, es la actividad procesal orientada a demostrar un hecho o conjunto de hechos, a través de los cuales se pueda lograr el reconocimiento o anulación de un derecho; dicha actividad no es arbitraria, se encuentra regulada por el ordenamiento adjetivo y sustantivo. Para Víctor De Santo, la prueba tiene diversas significaciones: tanto se refiere al procedimiento para probar, como al "medio" por el cual se intenta demostrar, cuanto al "resultado" de lo que se encuentra probado. Expandiendo el concepto de De Santo, la prueba es procedimiento, por las formas y momentos en que debe proponerse y producirse la misma (ritos); el ordenamiento adjetivo, impone que todos los medios de prueba se formulen al iniciarse el proceso (actos de proposición) y se produzcan durante el desarrollo de audiencias. Como medio, la prueba comprende los instrumentos que coadyuvan a reproducir los hechos que quedaron registrados en ciertas fuentes (personales o materiales); ellos, se encuentran establecidos en la norma adjetiva y sustantiva. Y como resultado, la prueba alcanza la actividad del órgano jurisdiccional, obteniendo el convencimiento sobre la realidad de los hechos, sintetizados a través de razonamientos, reflexiones y valoraciones que se concentran en la sentencia u otra resolución judicial. Ilustra Alsina, que la prueba es demostrar la verdad de una proposición, pero en su significación corriente expresa una operación mental de comparación. Desde ese punto de vista, la prueba judicial es la confrontación de la versión de cada parte con los medios producidos para abonarla. El juez trata de reconstruir los hechos valiéndose de datos que aquéllas le ofrecen o de los que puede procurarse por si mismo en los casos en que está autorizado para proceder de oficio. La misión del juez es por eso análoga a la del historiador, en cuanto ambos tienden a averiguar cómo ocurrieron las cosas en el pasado, utilizando los mismos medios o sea los rastros o huellas que los hechos dejaron. Por tanto, la prueba, es la actividad destinada a provocar un convencimiento en el órgano jurisdiccional, sobre hechos o actos de relevancia jurídica, con el fin de establecer el derecho que debe aplicarse al caso concreto, solucionando el conflicto. 2.2. FUNCIÓN Las partes (actor y demandado), a momento de interponer sus actos de proposición, narran diferentes historias y versiones mediante hechos, que muchas veces son contradictorios; para encontrar su verdad auténtica, la prueba judicial busca reproducir lo que ha ocurrido en el pasado, semejándose a la historia como ciencia retrospectiva y averiguatoria. A través de la prueba, el administrador de justicia descubre la realidad de los hechos registrados en diversas fuentes. La función de la prueba, es buscar la verdad de los hechos y la justicia, consiste en establecer un convencimiento en el juez o tribunal para que aplique el derecho que corresponda. Según Morales Guillén, aquella parte que no prueba, no obtiene el derecho pretendido, de qué sirve afirmar hechos si no se los demuestra; es lo mismo no probar que no existir para quien incumple su parte en la fatiga probatoria. En el proceso judicial, la búsqueda de la verdad de los hechos, se encuentra sujeta a una serie de reglas determinadas en el ordenamiento jurídico; si bien sigue al principio dispositivo, también se confiere al órgano judicial, la facultad de generar ciertas iniciativas para ejercitar esta función (medidas de mejor proveer). 3. EL OBJETO DE LA PRUEBA El objeto de la prueba, responde a la siguientes interrogantes: ¿qué se prueba? y su antítesis ¿qué no se prueba?. Falcón manifiesta, que los hechos son el objeto principal de la prueba, mientras que el derecho queda reservado a la actividad del juez. Los hechos, son sinónimo de acontecimientos y circunstancias de la vida, aquellas realidades que pasaron, que pasan o pasarán. El acto y el negocio jurídico, son especies de hechos jurídicos; se prueban hechos pero también actos y negocios jurídicos; los hechos incluyen una serie de situaciones de la vida. 3.1. CLASIFICACIÓN DE LOS HECHOS Al aseverar que los hechos son el objeto de la prueba, nos referimos a todo lo que pueda probarse en el transcurso del litigio, es decir, realidades en la vida del ser humano. De Santo indica, que los hechos comprenden: Todo lo que puede representar conductas humanas (sucesos o acontecimientos), los hechos y los actos humanos, voluntarios e involuntarios, individuales y colectivos, sus circunstancias en tiempo, lugar-y modo. La propia persona humana, como realidad material; en cuanto a su existencia como a sus condiciones físicas y mentales. Los estados psíquicos y físicos del hombre. Todos los hechos de la naturaleza, donde no interviene la voluntad del hombre. Las cosas, objetos y lugares como realidades materiales. Los hechos de la vida, abarcan un conjunto de situaciones: el ser humano (en su existencia física y psíquica); sus conductas (voluntarias, involuntarias, individuales o colectivas); la naturaleza, en laque no injiera conducta humana; los bienes (corpóreos e incorpóreos; presentes y futuros); y los lugares. No obstante a ello, y siguiendo la noción de la carga de la prueba, los hechos pueden catalogarse en: constitutivos, impeditivos, modificatorios y extintivos. 3.1.1. CONSTITUTIVOS Los hechos constitutivos, comprenden el fundamento de quien pretende; son las circunstancias o acontecimientos de la vida en que se apoya la pretensión de la parte actora o reconvencionista; los que simultáneamente deben coincidir o subsumirse en una determinada norma, generando un efecto jurídico. Según Palacio, atribuye carácter constitutivo, al hecho especifico del que surge, en formainmediata, el efecto jurídico pretendido. Si se trata por ejemplo de una pretensión por cumplimiento de un contrato de compra venta, será hecho especifico su celebración, y, por consiguiente, el conjunto de circunstancias que lo tipifican (cosa vendida, precio, plazos, etc.). Hállanse en cambio excluidas del ámbito del hecho específico otras circunstancias o modalidades del contrato, como la capacidad de las partes, la seriedad o la libertad con que fue expresado el consentimiento, etc., que constituyen, como dice Chiovenda, requisitos generales o comunes a todas las relaciones jurídicas, y cuya misma normalidad excusa la prueba de su existencia en cada caso concreto. Esta clase de hechos, se narran en la demanda o reconvención, como uno de los elementos de la pretensión; teniendo que ser demostrados durante el desarrollo de audiencias o mediante representaciones gráficas (documentos). 3.1.2.IMPEDITIVOS En cambio, los impeditivos, son aquellos que pretenden detener a un hecho constitutivo, eliminando todos o algún elemento de éste; impidiendo pero no extinguiéndolo. Siguiendo la idea y el ejemplo de Palacio, se expresa que al demandado incumbe, como regla, la prueba de los hechos impeditivos, los cuales comportan precisamente, la ausencia de cualquiera de esos requisitos generales o comunes. Serían hechos impeditivos, en el caso del ejemplo mencionado, la incapacidad de los contratantes, la existencia de un vicio del consentimiento (error, violencia). Si bien en consecuencia, el actor no debe probar la ausencia de los hechos impeditivos, al demandado corresponde la prueba de su presencia, cuando los afirma como fundamento de una defensa. Los hechos impeditivos, pretenden demostrar la ausencia de algún elemento de la pretensión o de los presupuestos del proceso. 3.1.3. MODIFICATORIOS Los hechos modificatorios, transforman el contenido de un hecho constitutivo, en vez de impedir o extinguir, alteran la versión del hecho que respalda la pretensión.· Continuando el ejemplo de Palacio, el hecho modificativo estaría en la simulación o en la existencia de un contradocumento sobre el contrato de compra venta. La parte demandada, a tiempo de contestar la pretensión del actor, tiene la aptitud de narrar hechos que modifican los establecidos en la demanda, siempre que se encuentren relacionados y dependientes con éstos. 3.1.4. EXTINTIVOS Los hechos extintivos, provienen exactamente de la extinción de las obligaciones; al deudor le corresponde como principio, exponer y probar la existencia de los hechos que demuestran el cese de su prestación; como ejemplos, citamos algunas instituciones que pueden contener hechos extintivos: el pago, la entrega del bien, la novación, la condonación, la compensación, la prescripción liberatoria, etc. El hecho extintivo, expondrá y pretenderá la disolución del vínculo de la obligación que unía al deudor y acreedor. En otro sentido, el objeto de la prueba, plantea otra interrogante: ¿se tendrán que probar todos los hechos?. La doctrina y la práctica, han dividido los hechos que deben probarse y los que no necesitan ser demostrados. 3.2. HECHOS QUE DEBEN PROBARSE El juez, a momento de fijar el objeto del proceso, no debe someter a prueba todos los hechos alegados por las partes; en algunos casos son innecesarios, inoportunos o prohibidos por ley. Sólo son objeto de prueba, los hechos expuestos por las partes de manera oportuna en los actos de postulación, es decir, los articulados con las peticiones y el derecho invocado, que conduzcan a la decisión del litigio. Los que precisan ser probados, son los hechos: relevantes, afirmados y contradictorios. 3.2.1. RELEVANTES Los hechos relevantes, son sucesos de la vida real que tienen la aptitud de subsumirse en una norma jurídica; la conducta del ser humano, es anunciada de antemano por la ley; no hay derecho sin hechos. En la pretensión de desalojo, el hecho trascendente puede ser la falta de pago de alquileres, la necesidad de demolición, remodelación, expropiación del bien otorgado en arrendamiento. Ortells, describe que los hechos relevantes son subsumibles en las normas que han de ser aplicadas para resolver, en sentido favorable o adverso, sobre la pretensión procesal, la verificación en su concurrencia en concreto influirá en ese pronunciamiento. En principio, los hechos relevantes son abstractos pero se transforman en realidades concretas, produciendo consecuencias jurídicas; acontecimientos con caracteres constitutivos, impeditivos, modificatorios o extintivos, los que concuerdan con el fundamento de una norma jurídica; por tanto, deben probarse. 3.2.2. AFIRMADOS Lo afirmado, es lo descrito positivamente por alguna de las partes; lo positivo se prueba, en cambio lo negativo no debe probarse; la negación es algo genérico y abstracto, pero cuando una negación es un elemento constitutivo consecuencia de una afirmación, sí debe probarse. El principio dispositivo, permite que las partes aporten los hechos que funden su pretensión o defensa, siendo facultad del juez la verificación de los hechos afirmados. Declara De Santo, para que un hecho necesite prueba y forme parte del tema de prueba de un proceso, se requiere su afirmación por alguna de las partes, en la oportunidad y con las formalidades que determine la ley procesal (salvo que se trate de hechos secundarios o accesorios). Si la afirmación de una de las partes no es resistida, no significa que quede fija al proceso; de todos modos, estos hechos deben estar sometidos a prueba. 3.2.3.CONTRADICTORIOS Los hechos contradictorios, son aquellos en los que no existe acuerdo entre los narrados por la parte actora y la demandada; comprenden historias diferentes sobre una misma circunstancia; el demandante expone ciertos hechos y el demandado los niega de manera simple o calificada. Lo negado, significa no admitir pero principalmente rechazar; lo no admitido, puede generarse por silencio (rebeldía u omisión) o por imprecisión en la contestación a la demanda. Si el hecho afirmado por una parte es negado por la otra o no es admitido, queda definitivamente determinada la necesidad de prueba. Se habla entonces, de hecho discutido o controvertido como tema concreto de prueba. Al rechazarse los hechos afirmados por el actor, son discutibles entre las partes; entonces, esta clase de hechos deben someterse a prueba. 3.3. HECHOS QUE NO DEBEN PROBARSE No todos los hechos son objeto de prueba, por más que hayan sido afirmados o negados, algunos se encuentran exentos de ser demostrados (Art. 137 NCPC). No pueden ser sometidos a prueba, los hechos que no fueron vertidos en los actos de proposición de las partes (demanda, reconvención, excepción y sus contestaciones); tampoco los impedidos por ley. Alsina describe, que puede también el juez negarse a recibir la prueba cuando estuviere expresamente prohibida por ley. Tal ocurre en la indagación de la maternidad, cuando tenga por objeto atribuir el hijo a una mujer casada; con la prueba de confesión en los juicios de divorcio; la prueba de testigos, cuando se impugna el contenido de un documento que se dio en blanco. Es igualmente inadmisible, y debe rechazarse de oficio, la prueba que se ofrece extemporáneamente. No obstante a esas situaciones, se presentan otros hechos que tampoco deben ser objeto de prueba, entre ellos se observan los: admitidos, notorios, imposibles, evidentes, presumidos y las máximas de experiencia. 3.3.1.ADMITIDOS Cuando la parte demandada acepta uno o más hechos afirmados, confirma la circunstancia; por ende, no necesitan ser demostrados. La admisión de hechos, puede ser expresa o tácita: la expresa, a su vez, adopta dos maneras: mediante la palabra escrita presentada en memorial, allanándose a los hechos de la demanda o reconvención; la otra manera, mediante la palabra hablada, aceptando los hechos espontáneamente en audiencia, sin haber sido deferido a confesión provocada. Es tácita la admisión de hechos, cuando el demandado a tiempo de contestar la demanda o reconvención, rechaza de manera evasiva los hechos afirmados por su adversario, o cuando omite pronunciarse sobre los mismos. La rebeldía del demandado, presume la admisión tácita de los hechos afirmados, mientras no los contradiga hasta antes de dictarse sentencia. Para De Santo, la admisión de hechos es expresa, cuando el demandado admite el hecho invocado o afirmado por el actor en términos claros y positivos y se divide, a su vez, en simple (admisión lisa y llana del hecho) y cualificado (cuando a la admisión del hecho se le agrega una causa de exculpación); en este caso existe una inversión de la carga de la prueba, correspondiendo al demandado probar la eximente. Es tácita cuando resulta de manifestaciones del demandado que serían incompatibles con sus afirmaciones. Pueden también constituir supuestos de admisión tácita el "silencio", ante la afirmación de un hecho por la contraparte, las "respuestas evasivas", o la "negativa meramente general", actitudes que pueden estimarse como reconocimiento de la verdad de los hechos pertinentes y lícitos. Los hechos, también pueden admitirse de forma total o parcial; si el allanamiento es total, el juez dicta sentencia sin necesidad de valorar medios de prueba y prescindiendo de imprimir otro trámite; si es parcial, se prosigue con el proceso, para averiguar los no admitidos. Resulta entonces, que hecho admitido, es aquel aceptado por una parte de manera expresa o tácita, no siendo consecuencia de confesión provocada, sino de manera espontánea en cualquier momento del proceso; situación que exime la práctica de la prueba. Los hechos admitidos, serán considerados en sentencia, estimando la pretensión. 3.3.2. NOTORIOS Son circunstancias que denotan el conocimiento general de alguna situación divulgada, siendo demostradas con facilidad por la abundante información. Para ser notorio el hecho, la autoridad judicial no precisa de un discernimiento privado o personal sobre el mismo, sino el conocimiento es común de cualquier persona de cultura media, teniéndose como verdad para toda una colectividad. El hecho notorio, emana de un saber colectivo, por la forma cómo ha ocurrido (tiempo y lugar), obteniendo importancia en sus consecuencias; por tanto, el juez, aplica ese saber colectivo del hecho, separándolo del objeto de prueba. Adolf Schonke descrito por De Santo, cita que los hechos de notoriedad general, son los conocidos con seguridad por todos, o al menos, por un gran círculo de personas y, pone como ejemplos los grandes acontecimientos históricos, la importancia en las ciudades, y también, según el Tribunal Supremo, los sucesos de actualidad reseñados uniformemente por todos los diarios. Por el contrario Rosenberg también citado por De Santo, establece que no es notoria una circunstancia, cuando es conocida únicamente por la propia experiencia, por uno de los miembros del Tribunal. Cuando existe una notoriedad general pero desconocida por el tribunal, la gestión probatoria no se excluye y se realiza por el común con testigos o peritos cuando se basa en convicción científica, como por ejemplo en los casos de cuestiones históricas o geográficas . No es necesario, que el juez o tribunal haya entrado en contacto directo con el hecho notorio, basta un conocimiento indirecto por el modo en que se haya producido y divulgado. 3.3.3. MÁXIMAS DE EXPERIENCIA A diferencia de los hechos notorios, las máximas de experiencia no son conocimientos generales, sociales o colectivos, sino más bien es un saber particular del juez o de un tribunal colegiado, que obtuvieron como hombres de la vida y del derecho, referidas a circunstancias abstractas. Mientras el hecho notorio forma parte del fundamento de la pretensión o resistencia, las máximas de experiencia sirven para verificarlo, sin que forme parte del material probatorio. En estos hechos, los conocimientos del juez suplen la actividad probatoria de las partes, quedando desvirtuada toda clase de prueba. Lino Palacio citado por De Santo, explica que las máximas de experiencia, son principios generales extraídos de la observación del corriente comportamiento de los hombres y, en tal carácter, sirven de apoyo para establecer una presunción o para efectuar la valoración de la prueba, funcionan por ende como reglas destinadas a esclarecer el sentido jurídico de la conducta. Nuevamente Schonke citado por De Santo, enseña que también se habla de máximas de experiencia para denotar aquellos juicios adquiridos a raíz de conocimientos técnicos especiales, son transmitidas al juez por peritos y quedan en definitiva, sometidas a la valoración de la prueba pericial. Para Devis Echandia, las máximas de experiencia le sirven al juez para rechazar: las afirmaciones del testigo, la confesión de la parte, lo relatado en un documento, las conclusiones que se pretende obtener de los indicios, e inclusive del dictamen de peritos, cuando advierte que hay contradicción entre ellas, ya porque la conozca y sean comunes, o porque las suministre el perito técnico. Al respecto, un ejemplo claro lo expone Couture, al enunciar que una máxima de experiencia habría hecho innecesaria para un juez romano del tiempo de Augusto, la prueba que una misma persona pudo haber estado presente el mismo dla en Atenas y en Roma; hoy habría que admitir una cosa distinta. La máxima de experiencia apoyada en la velocidad del automóvil. La experiencia o ·razonamiento de los administradores de justicia, alcanzan conclusiones sin requerir investigaciones; sólo la observación y las vivencias que ocurren cotidianamente, llevan a la certeza de ciertos hechos; por tanto, no se prueban. 3.3.4.IMPOSIBLES Los hechos imposibles, son aquellos que van contra las leyes de la ciencia y la naturaleza; probar lo imposible es un desajuste de la vida. El problema de la imposibilidad de un hecho, se encuentra en la relatividad de la realidad y del tiempo; en ocasiones pasadas, lo que era imposible es ahora para nosotros posible, en ese caso, se debe probar. La posibilidad alude a la realidad del hecho, es decir, su capacidad de acontecer o no en el mundo real. No debe confundirse el objeto de prueba y el medio de prueba imposibles; la imposibilidad del medio, se refiere al obstáculo de practicarlo por no estar permitido en la ley; en cambio, la imposibilidad del objeto de prueba, se puntualiza al afirmado, el cual posee una incapacidad de ser reproducido de forma real, sin arribar a un resultado útil. La imposibilidad del hecho, está relacionada con lo físico, lugares, tiempos o el desarrollo científico y tecnológico. 3.3.5. EVIDENTES Lo evidente, son circunstancias que por su naturaleza adquieren objetividad y certeza; son hechos que se han podido o se pueden ver (lo que está ahí), sin que necesite ser probado. Castellanos señala, que a nadie se le exigirla probar por ejemplo, el hecho que haya llegado primero ante sus sentidos los efectos de la luz que los efectos del sonido, que la luz del día favorece la visión de las cosas y la oscuridad la dificulta, etc. En esos casos, la mentalidad del juez suple la actividad probatoria de las partes y puede considerarse innecesaria toda tentativa de prueba que tienda a demostrar un hecho que surge de la experiencia misma del magistrado. Para algunos procesalistas, esta clase de hechos son consideradas máximas de experiencia, extraídas de otros casos de la misma especie. 3.3.6. PRESUMIDOS La presunción, es aquella conclusión que extrae la ley o en ocasiones las autoridades judiciales; a base de hechos preestablecidos. Los hechos que no ameritan ser probados, corresponden a las presunciones de orden legal (iure et de iure), y no las que emanan de los ejercicios mentales realizados por el juez o tribunal. Puntualiza Couture, que una presunción supone el concurso de tres circunstancias: un hecho conocido, un hecho desconocido y una relación de causalidad y, lo que en realidad queda fuera del campo del objeto de la prueba, son los dos últimos de esos elementos: el hecho desconocido y la relación de causalidad. Las presunciones legales, emanan del espíritu de la ley; el legislador (al igual que los hechos relevantes), se anticipa a ciertas conductas humanas, dividiéndose en dos clases: las que admiten prueba en contrario y las que rechazan cualquier hecho que las contradiga; las primeras, denominadas iuris tantum, son conclusiones obtenidas por la ley, pero permiten ser desvirtuadas por algún medio de prueba; las segundas, llamadas iure et de iure o presunciones absolutas, son aquellas que no consienten hechos que pueda transformar lo que presume la ley; (ejemplo, la cosa juzgada material). Couture288 manifiesta, que la presunción legal absoluta significa consagrar una exención de prueba de los hechos presumidos. No solo se declara inútil la prueba contraria, sino que también se declara inútil la prueba favorable. Cuando la ley presume que la cosa juzgada refleja la verdad, no solo priva de eficacia a la prueba dirigida a demostrar la mentira de la sentencia, sino que también consagra la inutilidad de la prueba dirigida a demostrar la verdad de la sentencia." "En consecuencia, los hechos presumidos por la ley (presunción legal) se encuentran exentos de comprobación (Art. 1318 par. II CC); con excepción de los que admiten prueba en contrario. 4. LA PRUEBA DEL DERECHO La mayoría de los países, entre ellos el nuestro, adoptan el sistema de legalidad; el legislador, al crear la ley, se anticipa a las conductas de las personas; en este sentido, nadie puede alegar ignorancia o desconocimiento de la ley y menos el juzgador, quien durante y posterior a su profesionalización del derecho, adquiere suficiente conocimiento sobre el contenido y el espíritu de las normas, presumiéndose su experticia en la ciencia jurídica. El principio iura novit curia (el juez conoce el derecho) nos lleva a determinar que no es necesario demostrar (al juez o tribunal) la existencia, vigencia y contenido de una ley; sin embargo, la regla tiene su excepción, debiéndose probar el derecho extranjero . 4.1. DEL DERECHO INTERNO El derecho interno o nacional, aplicado dentro del territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, comprende el ordenamiento jurídico, vale decir, la existencia y vigencia de normas, preceptos, reglas, decretos, etc., que mandan, prohíben o permiten algo que genera consecuencias jurídicas; son reglas de conducta emanadas por el Órgano Legislativo, divulgadas a toda la población y por ende, conllevan el conocimiento de todos los habitantes. Desde la división de poderes (Montesquieu), los legisladores generan leyes, y los órganos judiciales se abocan exclusivamente a interpretar y aplicar dichas leyes, asumiendo la autoridad judicial un completo dominio sobre ellas. Expresa Couture, que existe un estrecho vinculo entre la regla general que el derecho no se prueba y el principio que consagra la presunción de su conocimiento; no tendría sentido la prueba del derecho, en un sistema en el cual éste se presume conocido. El conocimiento, se ha dicho, trae la obligatoriedad de la aplicación de la norma, como la luz proyecta la sombra del cuerpo. El aforismo "dime el hecho y te diré el derecho", establece que las partes exponen sus hechos, pero en oportunidades equivocan el derecho invocado, situación que no provoca una demanda defectuosa; el juez admitirá la demanda y si los hechos son probados, aplicará el derecho. Los hechos narrados deben probarse, en cambio el derecho invocado por las partes no se prueba, por la sola razón que el administrador de justicia conoce el derecho. 4.2. DEL DERECHO EXTERNO El principio iura novit curia, no impone al juez que tenga un conocimiento sobre el derecho extranjero, considerándolo como un simple hecho. En litigios en los que se aplica el derecho externo, si debe demostrarse la norma que se subsume con los hechos. En ocasiones, la norma extranjera no es accesible al conocimiento del juez, por tanto, debe ser objeto de prueba. Couture manifiesta, que la doctrina y jurisprudencia están de acuerdo en que la ley extranjera puede ser objeto de prueba cuando resulta controvertida. Tal prueba, puede producirse por un dictamen de abogados, o por informes de carácter oficial. La parte que funda sus peticiones en leyes extranjeras, debe y tiene que aportarla en calidad de prueba; sin embargo, no accede a las reglas de la carga de la prueba, por ser una actividad accesoria y secundaria. De todos modos, el juez nacional, está en la obligación de indagar sobre el espíritu y contenido de la ley extranjera, por eso se habla de un poder y un deber del juez. En consecuencia, el derecho interno (nacional) no se prueba; en cambio, el extranjero y su costumbre, sólo precisa de prueba cuando el órgano jurisdiccional lo desconozca (Art. 141 NCPC). 5. CARGA DE LA PRUEBA Para una mejor comprensión de esta institución, es preciso diferenciar entre deber, obligación y carga procesal. El deber procesal, está destinado a satisfacer los intereses colectivos de las partes (ejemplo, el juez tiene el deber de velar la igualdad entre ellas Art. 25 NCPC); la obligación procesal, es la actividad que debe cumplirse por imperio de la ley (ejemplo, las sanciones de costas y costos, o las impuestas en ejecución de sentencia Arts. 223 y 401 NCPC); y la carga procesal, incumbe la actividad que beneficia a las partes (actor, demandado, tercero) protegiendo sus intereses en el proceso. El deber procesal, se atribuye al órgano jurisdiccional (Art. 25 NCPC); la obligación procesal, a la parte que no ejercita determinado acto bajo consecuencias procesales, beneficiando a su adverso; la carga procesal, también se atribuye a la parte, pero no implica sanción, sino una actitud de ir en contra de su propio interés a consecuencia de la inactividad sobre determinado acto procesal. La carga procesal, está librada al propio comportamiento de la parte (principio dispositivo); no se puede obligar o coaccionar a nadie a realizar actos en contra de su voluntad; de tal manera, que si el demandado no contesta la demanda, si la parte no propone ni produce prueba, o si el perdidoso no impugna la resolución; los resultados del proceso recaerán en su contra. El proceso civil y comercial, está supeditado al principio dispositivo; todo aquel que afirme un hecho, tiene la carga de probarlo. Esta institución, responde a dos cuestiones: ¿quién debe probar? y ¿para qué se prueba? 5.1.CONCEPTO Y FUNCIÓN La carga de la prueba, es la distribución equitativa establecida por ley, para que cada parte pruebe lo que le corresponde, en beneficio e interés propio. Palacio formula, que las reglas sobre la carga de la prueba son, pues, aquellas que tienen por objeto determinar cómo debe distribuirse, entre las partes, la actividad consistente en probar los hechos que son materia de litigio. Tales reglas, sin embargo, no imponen deber alguno a los litigantes. Quien omite probar, no obstante la regla que pone tal actividad a su cargo, no es pasible de sanción alguna. Sólo ocurre que se expone al riesgo de no formar la convicción del juez sobre la existencia de los hechos de que se trate, y por consiguiente, a la perspectiva de una sentencia desfavorable. La actividad probatoria constituye, pues, como toda carga procesal, un imperativo del propio interés. Ortells en cambio, articula a la carga de la prueba en un sentido formal y material; en sentido formal, en un proceso civil que responda al principio de aportación de parte esa carga la tienen las partes. Solamente a propuesta de ellas se acordará practicar pruebas en el proceso. La carga de la prueba en sentido material, no es una regla de derecho que pueda ser aplicada en el momento de practicarse la prueba, sino que su aplicación se produce en el momento de la sentencia. La lógica del autor español, establece que las consecuencias de la carga de la prueba, se proyectan al momento de dictar sentencia y no al tiempo de formular o desahogar la prueba. Su función, es dosificar y adjudicar las actividades probatorias entre las partes del litigio, para demostrar los hechos alegados o resistidos en sus actos. Al actor, se le adjudica la comprobación de los hechos constitutivos de su pretensión; al demandado, se le asigna la carga de probar los hechos negados, impeditivos, modificatorios o extintivos expuestos en la contestación y/o excepción (Art. 136 NCPC). Las reglas de la carga de la prueba, no sólo se atribuyen para la demostración de hechos sustentados en actos de proposición, sino también para otras peticiones que puedan surgir durante la sustanciación del proceso, como ser una medida cautelar o respaldar algún incidente (recusa, nulidades, tercerías, etc.). 5.2. CARACTERISTICAS E IMPORTANCIA Las reglas de conducta que impone la carga de la prueba, indican a cada parte los hechos que deben probar, identificando determinadas características: Constituye regla general para cualquier proceso. Establece pautas para la actividad probatoria de las partes. Determina quién asume el riesgo de que falte la prueba. Regulada por el ordenamiento jurídico. Su apreciación se efectúa con criterio objetivo. La falta o insuficiencia de prueba, recae sobre la parte que tenía que aportarla. Se trata de una regla sustitutiva de prueba. Su aplicación se limita a los hechos alegados y controvertidos. La autoridad judicial la aplica en oportunidad de decidir el conflicto, pero su influencia se extiende a todo el proceso. Es independiente del sistema de valoración de la prueba y de los deberes de veracidad, lealtad y probidad en el proceso. Se ejercita en cuestiones sustanciales como procesales (incidentes o medidas cautelares). La carga probatoria, es necesaria para la buena administración de justicia; se constituye en un indicador para la solución del conflicto, logra un convencimiento en el juez sobre los hechos discutidos que servirán de respaldo para la emisión de la sentencia. Su importancia, expone De Santo, cuestiona, ¿qué sucedería si no existiera esta regla de juicio que permite al juez evitar el non liquen, cuando falte la prueba?. Pues la respuesta es muy simple, el fracaso del proceso serla un hecho cotidiano, con la consiguiente pérdida de tiempo, trabajo y dinero tanto para el Estado como para las partes. Al no poder dictarse sentencia de mérito en innumerables casos, la justicia y la función jurisdiccional se verían entorpecidas y frustradas, fomentándose la incertidumbre jurídica en las relaciones sociales, la repetición indefinida de procesos por la misma cuestión, el ocultamiento de pruebas, etc. Para obtener los fines del proceso, se reclama seguridad jurídica; la distribución de la carga de la prueba es un principio de justicia y de igualdad entre las partes, otorgándoles una apropiada oportunidad para demostrar los hechos y una pauta segura para la defensa de los derechos subjetivos. 5.3. INVERSIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA Esta institución, modifica las reglas de la carga de la prueba; no se encuentra considerada de forma expresa por el Código Procesal Civil, aplicándola en determinadas circunstancias previstas en normas especificas. La inversión de la carga, significa el cambio en la distribución de la prueba, o sea, la alteración de las reglas fijadas en la norma. Su tratamiento, se encuentra regulado en la norma sustantiva; los acuerdos entre las partes que inviertan o modifiquen la carga de la prueba, son nulos. os hechos que normalmente debe probar el actor, se trasladan al demandado, quebrantando el principio de distribución de la prueba; la carga se transfiere de una parte hacia la otra, por imperio de la ley. Alguna de estas situaciones, generan la inversión de la carga de probar: Si la liquidación de capital, intereses y frutos fue presentada por el creedor, corresponderá al deudor probar su inexactitud. En materia laboral, los hechos vertidos por el trabajador en calidad de actor, serán desvirtuados por el empleador demandado, sin perjuicio que el demandante aporte las pruebas que crea conveniente. En materia de daños y responsabilidad extracontractual , la carga de la prueba se traslada al demandado (supuesto autor del daño), debiendo demostrar y acreditar que actuó con diligencia y cuidado para evitar el perjuicio ocasionado, eximiéndose al actor, la carga de probar los elementos de culpa y negligencia producidas por el causante. Si alguna de las partes no tiene la carga de probar, pero sin embargo tiene mayor acceso a la fuente de prueba, se invierte la regla de distribución. 6. MOMENTOS DE LA PRUEBA El presente capítulo, analizó hasta el momento dos instituciones vinculadas a la prueba: el objeto de la prueba, respondiendo ¿qué se prueba?; y la carga de la prueba ¿quién prueba?, concluyendo esta primera parte, examinando el procedimiento probatorio, es decir: ¿cuándo y cómo se prueba?. Del concepto de prueba descrito por De Santo, deducimos qúe existen diferentes momentos de la prueba: la proposición, la objeción, la admisión, la producción y la valoración de la misma. 6.1. PROPOSICIÓN La prueba como procedimiento, nos lleva a establecer el momento de proponer los medios que demostrarán los hechos de las partes, actividad que se desarrolla en la demanda, reconvención, excepción y sus respectivas contestaciones; comprenden situaciones prácticas y reguladas por la norma adjetiva. La enunciación y el ofrecimiento de los medios de prueba, es una manifestación voluntaria de las partes; el principio dispositivo, de contradicción, buena fe y lealtad procesal, encaminan a que todos los medios de prueba sean propuestos de forma escrita, explícita, oportuna y conjunta; no debe reservarse ningún medio probatorio para otras oportunidades, salvo los documentos con fecha posterior a la demanda o los desconocidos por la parte a momento de presentar el acto propositivo. No obstante, en audiencia preliminar, las partes podrán formular otros medios de prueba, relacionados exclusivamente a hechos nuevos alegados después de la presentación de la demanda y contestación. Los medios de prueba, son formulados en los actos de postulación, a través del otros!, de manera separada e individualizando los hechos que se pretenden demostrar. En esa oportunidad, es preciso identificar la fuente de la que proviene el medio, es decir, los registros personales o materiales que soportan los hechos relevantes y contradictorios. Los documentos, serán el primer medio de prueba propuesto por las partes, a través de un otrosí que contenga literales para individualizar cada uno de los instrumentos descritos según el desarrollo de la narración de hechos; estos pueden ser públicos, privados o especiales. Al especificarlos, se identificarán los hechos que intentan probarse. Los discos (CD's), memorias de almacenamiento masivo (pent drive), fotografías, planos, mapas, etc., son considerados documentos; por ende, tendrán que ser agregados al respectivo acto de proposición. Si los documentos no están a disposición de alguna de las partes, debe narrarse su probable contenido, indicando en poder de quién se encuentran (persona física o colectiva), con el fin de posibilitar su incorporación al proceso bajo ciertas formalidades. Esta situación, puede llevar a que la prueba documental se transforme en prueba por informe, solicitando la parte, oficio dirigido a la entidad poseedora, y de esta manera, se dé noticia sobre su contenido o se transcriba el mismo mediante testimonio. El ofrecimiento de testigos, se lo ejercita mediante un otrosí separado; reclama la descripción de las generales de ley de la o las personas que testificarán en audiencia, siendo necesario, que sean mayores de dieciséis años. El Código adjetivo, limita cinco personas para proponerlas en esta calidad, a no ser que existan motivos especiales para ofrecer un número mayor. La prueba pericial, será propuesta siempre y cuando se precise la participación de una persona con conocimientos especializados en alguna ciencia, arte, industria o técnica; se propone un solo perito, a no ser que los hechos sean muy complejos; en este caso, las partes, de común acuerdo, formulan más de un perito. Como todo medio de prueba, debe puntualizar los hechos que se procuren demostrar (puntos de pericia). La confesión provocada, exige, que la parte al proponer el medio de prueba, adjunte el interrogatorio en sobre cerrado, pliego rotulado a nombre del deferido; las preguntas serán redactadas en forma clara sobre los hechos afirmados y contradictorios. La inspección y reconstrucción de hechos, son formuladas con la intención de que el juez perciba mediante sus sentidos, lugares o cosas ubicadas fuera de la sede judicial; la parte que plantee el medio, especificará las características de la cosa o el lugar donde deba producirse el acto, detallando los hechos que intenta mostrar. Por último, la prueba por informe, corresponde proponerla cuando cierta información se encuentra en archivos de entes colectivos de naturaleza pública o privada; en un otrosí, la parte peticionará la facción de oficio para ser remitido a la entidad solicitada, definiendo los hechos o actos que necesiten informarse. La prueba por informe, no sustituye o amplía otro medio de prueba. Las pruebas de cargo y las de descargo, serán de conocimiento pleno de su adversario; en este sentido, las partes podrán ejercitar objeciones sobre algún medio de prueba, inclusive antes de ingresar a la fase de audiencia. Si no existe observación alguna y la prueba es conducente con los hechos del acto de proposición, el juez admitirá la misma para su posterior diligenciamiento, en audiencia preliminar o complementaria. Estas reglas de proposición, rigen más que todo en procesos ordinarios y extraordinarios; los de estructura monitoria (entre ellos el ejecutivo) y los de ejecución coactiva de sumas de dinero, solo acepta prueba documental; sin embargo, si la excepción interpuesta por el demanda es de hecho, irá acompañada y propuesta de los correspondientes medios de prueba. 6.2. OBJECIÓN Y ADMISIÓN A diferencia de la proposición, existen otros momentos en el proceso para el desarrollo de la prueba, nos referimos a la objeción y admisión de la misma. En principio, revisamos la objeción, puesto que antes de admitirse determinado medio de prueba, tanto el juez como las partes, ostentan la posibilidad de ejercitar controles fiscalizadores en cuanto a la proposición de medios probatorios. 6.2.1. OBJECIÓN Para objetar uno o varios medios de prueba, es preciso establecer sus requisitos; ellos se clasifican en: intrínsecos y extrínsecos. Los intrínsecos, comprenden tres contextos: la legalidad, la conducencia del medio de prueba y la pertinencia del hecho a probarse; los extrínsecos, integrados por: la legitimación de quien propone la prueba, la oportunidad y la competencia de la autoridad judicial ante quien se propone prueba. Para precisar la objeción, enfocamos nuestra atención en los requisitos intrínsecos de la prueba. El primero de ellos, impone que el medio de prueba sea legal, es decir, enunciado en el ordenamiento jurídico sustantivo y/o adjetivo; nuestro país, acoge los medios de prueba en dos cuerpos de leyes, el Código Civil (Arts. 1285 y ss.) y el Código Procesal Civil (Art. 144 par. 1). De todos modos, si algún medio de prueba no se encuentra determinado en la ley, la autoridad judicial puede admitir otros que sean hábiles para demostrar la verdad de los hechos, siempre que conduzcan a la demostración de los hechos relevantes del litigio. Por ejemplo, es ilegal un medio de prueba, cuando se presenta correspondencia personal, papeles privados, cartas, misivas o epístola que no son propuestas por el remitente (titular del contenido de esos documentos), o cuando se proponen grabaciones de voz sobre manifestaciones de voluntad privada (sin consentimiento de la persona); también es ilegal la prueba, al ofrecerse testigos para demostrar actos o negocios jurídicos (Art. 1328 CC). El segundo requisito, impone que el medio de prueba sea conducente, vinculando al hecho que se pretende demostrar con el medio; tiene que existir una relación entre medio, norma y hecho; implica que el medio, conduce a probar directamente el hecho relevante y/o controvertido. La legalidad del medio, no debe confundirse con la conducencia del mismo, esta última, es una situación concreta de relación entre el medio promovido y su aptitud para comprobar y verificar el hecho. Por último, el medio de prueba será pertinente, cuando está orientado a verificar un hecho afirmado; lo antagónico de la pertinencia es la impertinencia, procurando demostrar hechos que nunca fueron planteados ni formulados en los actos de postulación; entonces, la impertinencia pretende demostrar hechos ajenos a los afirmados. En cuanto a la admisión y pertinencia de la prueba, Falcón295 describe, que una prueba es admisible cuando la ley la permite y es pertinente cuando versa sobre un hecho que ha sido oportunamente articulado por la parte. La objeción (rechazo) a los medios de prueba, es atribuible en su ejercicio a la autoridad judicial (de oficio), o en su defecto a la parte. De oficio (Art. 24 num. 5 NCPC), se practica en tres momentos diferentes de la instancia: en el tiempo de control de los actos de postulación, en la fijación definitiva del objeto del proceso y a momento de dictar sentencia; a petición de parte, a tiempo de contestar la demanda, reconvención o excepciones; así como en audiencia, antes de fijarse el objeto del proceso. La oposición a la prueba documental, es oportuna al contestar la demanda, reconvención o excepciones; los documento presentados de forma posterior, son observados en el plazo de seis días, computable desde el dia siguiente de la notificación con el memorial en el que se agregaron los documentos; salvo los propuestos en audiencia, su objeción será expuesta en el mismo acto. .. El incumplimiento a los requisitos de la prueba, serán el fundamento para objetar la formulación de medios probatorios. 6.2.2. ADMISIÓN Una es la admisión de la demanda y otra es la admisión de la prueba; ambas son sometidas a controles por el juez y las partes. Para admitir los medios de prueba, el juez verificará si estos son legales y conducentes, observando que cada medio de prueba describa los hechos que se pretenden demostrar. Muchas veces, la función de juez, es relativa y casi omisiva, pasando de largo la fiscalización sobre la manera de proponer la prueba. Habitualmente, los jueces aceptan toda clase de hechos y medios de prueba, bajo el pretexto de que serán interpretados y valorados en sentencia; la admisión de la prueba, no tiene dependencia con la sentencia, es la etapa de control que se realiza antes o durante la audiencia (fijación definitiva del objeto del proceso). Los medios de prueba son admitidos, siempre que cumplan los requisitos intrínsecos y extrínsecos de la prueba; sin que ello implique, que el control del juzgador lo conduzca a un estado de certidumbre anticipada sobre los hechos. Si el juez, al admitir la demanda o a tiempo de fijar el objeto del proceso, no observa los requisitos esenciales de la prueba; entonces, será la parte adversa al proponente quien resalte la ausencia de dichas condiciones sobre la formulación de prueba, impugnación que deberá resolverse en audiencia preliminar; no en etapa de saneamiento, sino en la fijación definitiva del objeto del proceso. Es probable, que en audiencia preliminar, las partes aleguen nuevos hechos, en consecuencia, nuevos medios de prueba, permitiéndose su objeción o admisión en el mismo acto. 6.3. PRODUCCIÓN Establecidos los primeros momentos de la prueba, su desahogo se ejercita en audiencia preliminar y complementaria; no existe otro momento para diligenciar esta actividad, por más que la inspección judicial y reconstrucción de hechos se practiquen fuera de la sede judicial al; la producción de la prueba, es parte de alguna de las audiencias, dependiendo la naturaleza del proceso. El principio de concentración, impone que la mayoría de actos procesales se desenvuelvan en la audiencia preliminar, posibilitando la producción de ciertos medios de prueba; por ejemplo, la confesión provocada, se desahogara debido a que ambas partes se encuentran presentes en el acto, o la testifical (de cargo y descargo), diligenciando las declaraciones y el respectivo contrainterrogatorio. La práctica de la prueba pericial, también puede activarse en audiencia preliminar; siempre que el dictamen (informe) haya sido presentado de forma anticipada; el juez, ordenará su lectura y cuestionará libremente al perito sobre los puntos sujetos a experticia; en dicha oportunidad, las partes tienen la facultad de solicitar aclaraciones o ampliaciones al informe, situaciones que se llevarán a cabo en la misma audiencia o en el plazo que señale la autoridad judicial. Durante la audiencia complementaria, se diligenciarán los medios de prueba que aún no se han producido; es posible, que los testigos no hayan declarado, o si lo hicieron, exista la necesidad de careo. Puede ocurrir también, que las partes formularon nuevo peritaje, cuyo informe sea leído y aclarado en esta audiencia. El ejercicio de la inspección judicial y la reconstrucción de hechos, son actividades que se llevan a cabo fuera de la sede judicial, siendo diligenciados antes de la audiencia complementaria en procesos ordinarios. El ordenamiento procesal, establece que el juez que recibe la prueba es el juez que resuelve el conflicto; la autoridad judicial que conoce la causa, es la que debe presidir la audiencia. La diversa y flamante clasificación de los procesos, nos lleva a determinar que las pruebas se producen en audiencia bajo los principios de concentración, inmediación y publicidad; en consecuencia, toda la actividad de la audiencia y cada medio de prueba desahogado, será registrado en acta, documento añadido al expediente. Consumada la audiencia {complementaria o única en proceso extraordinario), se cierra la actividad de.las partes, impidiéndose cualquier proposición y producción de prueba; sin embargo, la autoridad judicial (excepcionalmente), posee la prerrogativa de ordenar la producción de algún medio de prueba, con la finalidad de forjar un mejor criterio sobre ciertos hechos que todavía suscitan duda, exponiendo las razones por las cuales no se produjo la prueba de forma anticipada; esta actividad propuesta de oficio, es denominada diligencias de mejor proveer. En procesos de estructura monitoria y ejecución coactiva de sumas de dinero, la prueba sobre excepciones también se desahoga mediante audiencia. En segunda instancia, la producción de prueba no varía en gran manera con relación a la abrogada legislación (Art. 233 del ACPC); dicho precepto, establecía que las partes podían solicitar apertura de prueba en los primeros cinco días de radicado el proceso ante el superior en grado. El Código Procesal Civil, establece que las partes, tienen la facultad de formular prueba en el escrito de apelación y el de contestación al recurso, diligenciándose la misma en audiencia de segunda instancia. El momento final de la prueba, se concentra en el acto de la sentencia, habiendo el juez adquirido la convicción de cómo ocurrieron los hechos; en dicho acto decisorio, la autoridad judicial considera cada uno de los hechos probados e improbados, ejercicio que lo realiza mediante la apreciación de la prueba, para que de forma posterior, los hechos demostrados sean subsumidos en una norma determinada. 6.4. APRECIACIÓN La apreciación de la prueba, es el momento culminante de la misma; el juez, al decidir el conflicto (sentencia), establece los hechos probados por las partes, interpretará los alcances de las fuentes de prueba y valorará cada medio probatorio, aplicando razonamientos de acuerdo a su entendimiento humano y jurídico. La apreciación de la prueba, comprende dos actividades intelectuales de parte del órgano judicial: la interpretación y la valoración de las fuentes y medios de prueba. 6.4.1. INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA La autoridad judicial, a tiempo de deliberar su decisión (fragua de la sentencia), interpreta el contenido de la producción de cada fuente y medio de prueba; estableciendo de forma independiente los resultados de cada uno de ellos. Las dudas o certezas sobre hechos controvertidos, serán la consecuencia de la interpretación realizada por la autoridad judicial, no son reglas legales o datos objetivos percibidos por los sentidos del juez, sino más bien, elementos subjetivos ejercitando deducciones o conclusiones sobre las fuentes y medios de prueba. Para Montero Aroca, la interpretación se trata (sin atender el valor probatorio), de establecer qué es lo que el testigo ha dicho, cuál es la conclusión a la que llega el dictamen pericial, qué es lo que realmente se dice en el documento. A esta operación puede llamarse interpretación de la prueba, puesto que partiendo de una forma de representación de los hechos, fijar lo que el testigo afirma, del documento se deduce y el perito concluye. La interpretación de la prueba, es la acción que realiza el juez a tiempo de motivar la sentencia; consiste en encontrar el verdadero significado de la producción de cada medio de prueba; esta percepción particular, se construye mediante deducciones, comprensiones y conclusiones sobre los registros personales o materiales (fuentes de prueba). 6.4.2. VALORACIÓN La valoración, es la otra actividad que ejercita el juez en la sentencia sobre los medios de prueba, determinando la credibilidad que se debe dar a cada uno de ellos; es la equivalencia que le otorga la ley o el juez a cada instrumento probatorio. Expresa Montero Aroca, que establecido el resultado de cada fuente-medio, el paso siguiente ha de consistir en determinar el valor concreto que debe atribuirse al mismo en la producción de certeza, lo que comporta una decisión sobre su credibilidad. Se trata ahora de decidir si el testigo merece crédito y puede concluirse que ha dicho la verdad, si el documento es auténtico y representa fielmente los hechos tal y como se produjeron, si el perito es creíble y sus razonamientos están apoyados en la lógica, etc. Valorar la prueba, representa la eficacia de cada fuente y medio de prueba, pueden ser reglas legales o de razonamiento que disponen la valía y el crédito que debe otorgarse a cada medio de prueba que se produjo en la audiencia o que se encuentra representado en el expediente. La valoración de la prueba, enseña Couture, que ya no se trata de saber qué es en sí misma la prueba, ni sobre qué debe recaer, ni por quién o cómo debe ser producida. Se trata de señalar, con la mayor exactitud posible, cómo gravitan y qué influencia ejercen los diversos medios de prueba, sobre la decisión que el magistrado debe expedir. La doctrina y otras legislaciones, reconocen la existencia de tres sistemas para valorar la prueba: 1) las pruebas con valor legal; 2) por sana crítica y; 3) por libre convicción. En nuestro país, la norma adjetiva y sustantiva, reconocen únicamente dos formas: valoración legal (prueba tasada) y por sana crítica. Al respecto, Falcón enuncia, que la prueba ha sido considerada por la doctrina y la jurisprudencia mediante dos sistemas (prueba legal y libre convicción) o tres (prueba legal, sana crítica y libre convicción). Estos sistemas son insuficientes, aunque debe decirse que, para el sistema dual, la libre convicción y la sana crítica son lo mismo, mientras que, para el otro sistema, la sana crítica y la libre convicción se diferencian, pues la primera asume un rigor científico y la segunda constituye un arbitrio incontrolado. El Código Civil, distingue dos sistemas de valoración de prueba: legal y por sana crítica (Art. 1286 CC). Por su parte, el Código Procesal Civil, determina que la valoración de la prueba podrá ser por sana crítica, salvo que la ley disponga expresamente una regla de apreciación diversa. Por tanto, nuestro sistema jurídico, establece dos formas de valorar la prueba: prueba legal o tasada y valoración por sana crítica. 6.4.2.1. LEGAL O TASADA Representa la eficacia de ciertos medios de prueba, cuyo valor se encuentra fijado por ley, estableciendo condiciones de plena prueba. El valor legal o· tasado, es el mandato establecido por el legislador, realizando una estimación previa a determinados medios de prueba, imponiendo de manera anticipada los criterios de la autoridad judicial. Es la ley, que prefija de antemano el valor de algunos medios de prueba, otorgando un total convencimiento en el órgano judicial; un medio probatorio con valor legal deja de considerar a otros medios de prueba que se produjeron en el proceso. Palacio, indica que la eficacia de los distintos medios probatorios, se halla fijada mediante reglas vinculantes para el juez, quien debe atenerse a ellas con prescindencia de su convicción personal. Los medios tasados por la ley, son: el documento público, que impone plena fe tanto entre las partes, entre sus herederos o sucesores; el documento privado reconocido, hace plena fe entre los otorgantes, herederos y causahabientes; y la confesión judicial, otorga plena fe contra quien la ha prestado. Según De Santo, por plena prueba, se entiende la prueba que por sí sola basta para decidir; es decir, se tiene en cuenta si con un solo medio se logra o no la convicción del juzgador, sin que se requiera recurrir a otros. La ley otorga fuerza probatoria plena o completa a determinados medios, tales como la confesión judicial, y la escritura pública respecto de ciertos actos o contratos. 6.4.2.2. SANA CRÍTICA Después de haber interpretado, el juez valorará la prueba; si el medio no se encuentra tasado de forma anticipada por la ley, la autoridad judicial aplicará su sana crítica con relación a los medios producidos en audiencia. La sana crítica , encuentra su fundamento en criterios subjetivos de convicción del juez o tribunal; son ejercicios intelectuales para apreciar los resultados de la prueba, en ella interviene la combinación de criterios lógicos, de experiencia (máximas de experiencia) y de ciertos conocimientos científicos. Para Falcón, la sana crítica, significa la apreciación científica con bases de la experiencia y en el método inductivo de razonamiento. Desde el punto de vista genérico del lenguaje natural, podemos decir que la sana crítica es "el conjunto de preceptos o reglas para juzgar la verdad de las cosas, libre de error y de vicio". Desde el punto de vista doctrinal, se ha considerado a la sana crítica como "reglas del correcto entendimiento humano", constituidas en un sentido formal ""por una operación lógica""; así son contingentes y variables con relación a la experiencia de tiempo y lugar, pero estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos; en síntesis, la lógica y la experiencia. Las máximas de experiencia, manifiesta Couture, contribuyen a los principios lógicos a la valoración de la prueba. El juez, no es una máquina de razonar, sino, esencialmente un hombre que toma conocimiento del mundo que le rodea y le conoce a través de sus procesos sensibles e intelectuales . La sana crítica es, además de lógica, la correcta apreciación de ciertas proposiciones de experiencia que todo hombre se sirve en la vida. Las reglas de la sana crítica, comprenden entonces, el entendimiento humano bajo la lógica y la experiencia del juez o tribunal, se aplican sobre los siguientes medios de prueba: testifical , pericial, inspección judicial, reconstrucción de hechos y en la confesión extrajudicial ; este ejercicio, se realiza a momento de estructurar los resultados (considerandos) de la sentencia o auto de vista (Arts. 1330, 1333, 1334 y 1322 CC). 7. LA PRUEBA EN El DERECHO CIVIL Y EN El PROCESAL CIVIL En nuestro país, la prueba se encuentra considerada en dos cuerpos de leyes: el Código Civil y el Código Procesal Civil. Morales Guillén, fundamenta la dualidad de esta posición, expresando que en algunas legislaciones como las de Alemania, Suiza, Perú, México, Brasil en lo que va del siglo y en las de Guatemala, no se regula en los códigos civiles la prueba, ni los medios probatorios, materia abandonada por completo a las leyes de procedimientos. Es cierto que la prueba supone una relación directa y constante - aunque no exclusiva ni excluyente- con los procedimientos litigiosos que derivan de los conflictos de derechos mencionados en el Art. 1281; y el arte del procedimiento dice Beneham (pruebas judiciales en Bonnier) no es otra cosa que el arte de suministrar las pruebas, el lugar de estas es el código de procedimientos, salvo algunos casos especiales en que las reglas sobre la prueba son complemento indispensable de las reglas sobre el fondo. El Código Civil, se dedica a conceptualizar, clasificar y calificar el valor de los medios de prueba; en cambio, el Código Procesal Civil, se ocupa de los ritos de la prueba, vale decir: ¿en qué momento debe formularse?; ¿qué se prueba y qué no se prueba?; ¿quién debe probar?; ¿cómo debe probarse?; ¿dónde se prueba?, etc. El tratamiento de la prueba en el Código Civil, se ubica en el Libro Quinto referido al ejercicio, protección y extinción de los derechos (Arts. 1283 y ss. CC); el Código Procesal Civil, considera a la prueba en el Libro Primero, normando los principios generales y las formas de cada medio de prueba. 8. FUENTES Y MEDIOS DE PRUEBA Los hechos, permiten describir las situaciones que ocurren en la vida, pueden ser originados por el ser humano o la naturaleza; los hechos pueden o no crear efectos jurídicos. Los hechos jurídicos, son acontecimientos relevantes (trascendentes) en el ámbito del derecho; toda norma jurídica se genera en mérito a determinados hechos, con el propósito de regular los efectos del derecho. Cuando los derechos son desconocidos o se lesionan las relaciones jurídicas, el sujeto perjudicado acude al Estado para ser tutelado, exponiendo hechos que sucedieron en el pasado y que permanecen registrados en fuentes de carácter personal o material. El registro en el que se asienta el hecho, constituye la fuente de prueba; ésta se genera fuera y antes de la existencia del proceso, reposando en la mente de las personas (partes o terceros) o en lugares o cosas. Dichos registros (fuentes de prueba), al activarse el proceso, deben ser insertados mediante un determinado medio de prueba; la fuente es extraprocesal y previa al proceso; en cambio, el medio de prueba, es una actividad íntegramente del proceso; por tanto, no puede proponerse medio de prueba sin antes existir fuente. Todos los medios de prueba tienen sus propias fuentes, generadas de manera anticipada y extraña al proceso; la fuente existe sin especular la objetividad de un futuro proceso judicial, si éste no se acciona, la fuente no obtendrá consecuencias de carácter procesal. La ciencia del derecho procesal, establece que la fuente de prueba adopta dos criterios: los actos y negocios jurídicos que tienen que ver con la manifestación de la voluntad, deben tener como fuente únicamente a los documentos o la confesión de alguna parte; por regla general, los actos jurídicos no pueden probarse por testigos, inspección o peritos. En cambio, los hechos jurídicos, que no emanan de la voluntad humana, activan medios en mérito a toda clase de fuentes, sean personales o materiales. Por tanto, los actos y negocios jurídicos, tienen como fuentes al documento o la confesión de la parte que ha suscrito dicho documento; por su parte, los hechos jurídicos, tienen como fuente a terceras personas (testigos o peritos), lugares o cosas (inspección judicial y reconstrucción de hechos). 8.1. FUENTES Las fuentes de prueba, son registros de hechos producidos por la naturaleza o el ser humano; estos tienen la posibilidad de ser incorporados y reproducidos en el seno del proceso, con la finalidad de formar convicción en el juez sobre lo acontecido. Falcón describe, que los sucesos pueden ser reproducidos en el juicio mediante los medios probatorios, porque los mismos se han alojado en un registro. Si no se registraren en algún lado no podrían ser probados. Estos registros pueden ser materiales (reales) o personales. Las fuentes de prueba, son padrones de realidades de la vida que sucedieron antes del proceso, susceptibles de fijar determinados hechos como ciertos, y producir convencimiento en el juez o tribunal. La fuente de prueba es personal, cuando un sujeto (persona humana) ha fijado en su mente acontecimientos de la vida, pudiendo reproducirlos por la palabra en el transcurso de las audiencias; la persona, puede ser o no parte del proceso; si es parte, el medio para reproducir los hechos será la confesión, si no lo es, el medio será el testimonio de un tercero (prueba testifical). La fuente es material, cuando el hecho no se encuentra registrado en el intelecto de. un ser humano, sino en una cosa: lugar o bien. Al respecto Guasp, expone, si la cosa que llena la función probatoria tiene naturaleza mueble, puede ser llevada a la presencia del juez y es susceptible de ser incorporada a las actuaciones; entonces se habla de documentos; si es inmueble y, por tanto, exige que el órgano jurisdiccional se desplace hasta el lugar en que esté situada, entonces esta prueba cabe denominarla inspección judicial. Las cosas, bienes y lugares como fuentes materiales, pueden también incorporarse al proceso por otro medio de prueba, el peritaje, en el que una persona experta en un arte, ciencia o profesión, informa al juzgador sobre las características que se distinguen en ellas. Por tanto, cada medio de prueba tiene sus propias fuentes de registro, como se puede apreciar en el siguiente cuadro: La prueba documental y por Informe, tienen como fuente el propio documento (privado o público); la prueba por confesión, tiene como fuente a la parte (actor o demandado); la prueba de declaración testifical, tiene como fuente a la persona (tercero) que no es parte en el proceso; las pruebas por inspección judicial y reconstrucción de hechos, tienen como fuente la observación de cosas, lugares y personas por parte de la autoridad judicial; por último, la prueba pericial (dictamen pericial), tiene como fuente lugares, cosas y personas sobre sus estados físico o psíquico. La fuente de prueba, como una realidad ajena y anterior al proceso, será obtenida de forma licita y de acuerdo a los derechos y garantías procesales; si alguna de las partes entiende que la obtención u origen de la fuente ha vulnerado los derechos fundamentales, podrá objetarla. 8.2. MEDIOS El medio de prueba, es el instrumento o vía por la que ingresa la fuente al proceso, comporta una actividad exclusivamente procesal que conduce a formar certeza en el juez o tribunal sobre la verdad o falsedad de hechos afirmados o negados en los actos de proposición. La fuente de prueba, tiene la posibilidad de ser insertada al proceso por diferentes vías (ejemplo, una cinta o disco que contenga declaraciones, puede ser incorporada mediante prueba documental o por confesión). Para Guasp, el medio de prueba es todo aquel elemento que sirve, de una u otra manera, para convencer al juez de la existencia o inexistencia de un dato procesal• determinado. Palacio ilustra, que el medio de prueba, son los modos u operaciones que, referidos a cosas o personas, son susceptibles de proporcionar un dato demostrativo de la existencia o inexistencia de uno o más hechos. Del concepto enunciado , se refiere que todo medio de prueba: 1) Entraña una actividad procesal (reconocimiento de cosas o lugares, examen de un documento; declaración de la parte, del testigo o del informante o dictamen de los peritos) referida a un instrumento real (cosa reconocida, documento examinado) o personal (parte, testigo, informante o perito) sobre el que recae la percepción judicial; 2) Actúa como vehículo para lograr un dato (fuente de prueba) a través del cual el juez determina la existencia o inexistencia de un hecho. Por tanto, los medios de prueba, consisten en la actividad procesal (en diversos modos), que sirven por si solos para que el juzgador adquiera un pleno convencimiento sobre la verdad o falsedad de los hechos alegados por las partes. 9. MEDIOS DE PRUEBA EN PARTICULAR Hemos venido manifestando, que los medios de prueba se encuentran regulados y considerados en la ley sustantiva y adjetiva, pero ellos no son únicos y absolutos (números clausus); las partes, pueden valerse de otras vías (medios de prueba) no prohibidos por la ley, con la intención de demostrar o desvirtuar los hechos que sustentan la pretensión. Los regulados por ley, son la prueba: documental, por confesión, las declaraciones de testigos, la inspección judicial y reconstrucción de hechos, la pericial, por informe y las presunciones. Con relación a la abrogada legislación, son medios nuevos: la reconstrucción de hechos y la prueba por informe, incorporadas al ordenamiento adjetivo como vías conducentes para la demostración de hechos. 9.1. PRUEBA DOCUMENTAL El documento, es toda representación gráfica que deja constancia de ideas, pensamientos, voluntades, sentimientos o hechos; es representación, ya que implica un elemento de orden material (ejemplo, papel, cintas, discos, etc.), pudiendo soportar en su contenido: palabra escrita, hablada o imágenes que describen hechos de la vida. Vicente y Caravantes citados por Sanchis, expresan que el documento tiene por misión representar, hacer presente algo distinto de sí mismo mediante su evocación. La etimología de la palabra es reveladora puesto que viene de la frase "docere mentem", declarar o demostrar la intención. El documento es, pues, algo que "docer", que enseña. Para Sanchis, desde un punto de vista exclusivamente físico, un documento es una cosa material, mueble, que lleva incorporado un código, un tipo de lenguaje. Es susceptible de aprehensión física y por lo tanto de ser llevado, si ello fuere necesario, a presencia judicial. Según Falcón, la prueba documental, comprende tanto documentos literales (instrumentos y otros papeles escritos), cuanto no literales (fotografías, planos, pruebas fonográficas, cinematográficas, videos, etc.), transportables. Ellos deben ser denunciados, y traídos al proceso directamente o ser elementos fuentes para ser demostrados por otros medios de prueba. Sin embargo, los objetos no transportables por dificultades físicas no se traen al proceso, y se los suele llamar monumentos. Los documentos, son considerados objetos muebles, capaces de representar gráficamente una constancia de voluntades, ideas, pensamientos o hechos; adquiriendo la aptitud de ser transportados de un lugar a otro; en el caso concreto, al conocimiento de la autoridad judicial. Rodríguez con apoyo de Devis Echandia, citados por De Santo, clasificaron a los documentos, separándolos en: simplemente representativos y declarativos. Son documentos simplemente representativos los planos, fotografías, dibujos: "no contienen declaración alguna" y "se limita a objetivar materialmente un pensamiento, una idea". Según su contenido, una declaración puede ser pura si se agota con la mera declaración y dispositiva o constitutiva si puede producir efectos jurídicos . Se denominan documentos declarativos confesorios los que "emanan de parte y contienen declaraciones desfavorables, y en caso contrario testimoniales". Si el documento no contiene ni testimonio ni confesión, es narrativo. Falcón, distingue a los documentos en literales y materiales. Los literales o declarativos, a su vez se clasifican en instrumentos (públicos o privados) y demás actos procesales. Los materiales, aquellos objetos que contienen imágenes o audio como ser: planos, fotografías, cintas, cds. etc. "Siguiendo el orden de la norma adjetiva, los documentos se clasifican en: públicos, privados, electrónicos y mercantiles. 9.1.1. DOCUMENTO PÚBLICO Esta clase de documentos, como su nombre lo indica, son representaciones que provienen de funcionarios públicos que participan en su otorgamiento; pueden ser consecuencia de la manifestación del funcionario público o de la voluntad de terceros particulares (escrituras públicas). El carácter público del documento, está determinado por la esfera en que se produce y por el sujeto u órgano del cual emana su formación; sea que éste actúe en función de creador del contenido del documento (funcionario del Órgano Ejecutivo, Legislativo, Judicial o Electoral), o del funcionario que otorga su autenticidad (Notario de Fe Pública). El documento público, es aquella representación por haberse incorporado contenidos escritos, hablados o gráficos; expresivos de ideas, pensamientos o voluntades jurídicamente relevantes de su autor. Al ser corpóreo (mueble), es susceptible de ser propiedad de alguien. Son documentos públicos, según Falcón, aquellos que la ley declara tales, redactados en la forma prescripta, por una autoridad pública o un depositario de la fe pública y dentro de su competencia. En otro sentido, De Santo aduce, existen documentos públicos que no son escritos, pero que provienen de funcionarios .públicos en el desempeño del cargo, de naturaleza representativa, pero no declarativa, como planos y dibujos. Posee calidad de público todo documento, escrito o no, que proceda de la actividad de un funcionario público en ejercicio del cargo; incluye, por lo tanto, planos, cuadros, dibujos, croquis, cintas magnetofónicas, películas, etc., que tengan esa procedencia y pertenezcan, por consiguiente, a una oficina o entidad pública. 9.1.1.1. REQUISITOS Para que el documento público sea válido y tenga efectos jurídicos, debe cumplir con los siguientes requisitos: Su autor sea un funcionario público. Que dicho funcionario tenga competencia (facultad para realizar el acto). Que el funcionario público, esté en pleno ejercicio de sus funciones (no debe estar suspendido y menos exonerado de su cargo). Que su contenido sea representativo o declarativo. Es inalterable y duradero. Consigna el lugar y fecha de su emisión. Llevar firma y sello del funcionario público. Otorga certeza de su contenido. 9.1.1.2. CLASIFICACIÓN El Código Civil, considera al documento público y al auténtico como si fuese uno solo, distinguiendo a la escritura pública (Art. 1287 CC). El Código Procesal Civil, sin realizar una distinción clara, categoriza los documentos públicos en: el otorgado por funcionario autorizado; la escritura pública más otros otorgados por o ante notario de fe pública; y los documentos auténticos. De Santo, clasifica los documentos públicos en: instrumentos públicos, escrituras públicas y documentos auténticos. El instrumento público constituye una especie de documento público, que consiste en un escrito emanado de un funcionario público en ejercicio de su cargo o autorizado por éste. Para que exista jurídicamente instrumento público, debe cumplirse el doble requisito de tratarse de un escrito y, emanar de un funcionario público en ejercicio del cargo o estar autorizado por éste (por ejemplo las actas judiciales). Se denomina escritura pública al instrumento otorgado por un escribano o de un funcionario que haga sus veces, que lo autoriza con su firma .e Interviene en su preparación material y luego lo incorpora al respectivo protocolo. Debe entenderse por documento auténtico, el que goza de certeza sobre su origen y su autor, lo mismo si esa peculiaridad la tiene desde su formación, que si la adquiere posteriormente; en el primer caso, por haber sido formado o autorizado, al crearse por un funcionario público; en el segundo, en un instrumento privado que se autentica, ante un funcionario público competente para ello, en el momento de ser suscripto por las partes. De la clasificación realizada por el autor argentino, establecemos que los documentos públicos se distinguen en: instrumento público, escritura pública y documento auténtico; sin embargo, consideramos también entre ellos: los testimonios y fotocopias legalizadas. Instrumento público, es el documento que contiene escritos o gráficos, emanado de funcionario público competente y en ejercicio de su cargo, en el que se expresa una manifestación de voluntad; son otorgados a nombre del Estado (ejemplo, los títulos ejecutoriales firmados y extendidos por el Presidente del Estado; los planos y otros documentos firmados y aprobados por Alcaldes; las cédulas de identidad extendidas por el Director de Identificación; la sentencia judicial emitida por juez; los registros y certificaciones de nacimiento, defunción y divorcio extendidas por el Director de Registro Civil, etc.). Escritura pública, es aquella que se genera por acto o negocio jurídico suscrito entre particulares, llevados a un funcionario denominado Notario 'de Fe Pública, quien da fe del documento mediante una representación gráfica llamada protocolo (ejemplo, el contrato de donación; la hipoteca voluntaria; la anticresis; la subrogación consentida por el deudor Art.491 CC). Documento auténtico, es el que adquiere certeza en cuanto a su contenido y autoría mediante el reconocimiento de firmas y rúbricas, realizado ante Notario de Fe Pública (reconocimiento voluntario) o el llevado a cabo en sede judicial y en presencia de juez competente (reconocimiento judicial); o aquel inscrito en registro público, a pedido de la parte contra quien se opusiere. 9.1.1.3. TESTIMONIOS Y FOTOCOPIAS LEGALIZADAS Otra modalidad del documento público, es el testimonio y la fotocopia legalizada, derivados de otros documentos cuyo contenido se transcribe o se obtiene por la tecnología; en la fotocopia, opera un medio tecnológico que reproduce exactamente el original; en el testimonio, la copia se genera transcribiendo el contenido total o parcial de otro documento, ejercicio realizado por funcionario público que tenga en su poder el original. La palabra testimonio tiene muchos significados, proviene del latín testir, significa atestiguar, reproducir exactamente algo que ya ha ocurrido; desde el punto de vista documental, el testimonio no es más que la fiel reproducción de otro documento (público, privado reconocido o auténtico), mediante transcripciones realizadas y autorizadas por funcionario público. Las fotocopias de documentos, serán reproducidas rigurosamente con el original, legalizadas por funcionario público. Para que ellas adquieran el valor de prueba, deben cumplir los siguientes requisitos: 1) ser nítida, 2) reproducción exacta con relación al original, 3) legalizada por funcionario público competente, 4) los originales deben encontrarse en poder de quien los autenticó (depositario o tenedor) y 5) ser legalizada previa orden judicial. La autoridad judicial, podrá conminar al funcionario que la extendió, a la exhibición del original. "El testimonio y la fotocopia legalizada, tienen el mismo valor qlie el documento original, cuando su otorgamiento cumple con los requisitos establecidos por ley (Arts. 1309, 1311 C.C.). 9.1.1.4. VALOR E/EL DOCUMENTO PÚBLICO El efecto más importante del documento público es su valor probatorio, referido al grado de certeza como pieza jurídica; su eficacia es mayor que los documentos privados, debido a las seguridades y formalidades en su otorgamiento, por la potestad que el Estado le ha conferido al funcionario que lo emite o extiende. El documento público goza de autenticidad, justifica y hace patente por sí mismo su contenido, sin que sea indispensable su reconocimiento, con excepción de los privados debidamente reconocidos. A los documentos públicos, se aplica la valoración legal o tasada, adquiriendo calidad de plena prueba entre las partes otorgantes y sus herederos o sucesores, incluso frente a terceros . La autoridad judicial , a momento de considerar un documento público en sentencia, no duda sobre su otorgamiento o existencia y autenticidad, su contenido es cierto y verdadero; en consecuencia, su validez y eficacia es indiscutible . Sólo carecerá de eficacia, cuando es declarado falso, mediante proceso penal o civil con sentencia ejecutoriada, de modo que, mientras no se pruebe la falsedad, el documento público hace plena prueba. Parafraseando a Palacio, el valor probatorio de los documentos públicos debe considerarse desde el doble punto de vista del documento en sí mismo y de su contenido. Respecto al documento público, existe la presunción de su autenticidad, vale decir, que ha sido realmente otorgado por el funcionario que lo suscribe. Con respecto al contenido, hace plena fe hasta que sea argüido de falso, por acción civil o criminal. Los instrumentos públicos hacen plena fe de las enunciaciones de hechos o actos jurídicos directamente relativos al acto jurídico que forma el objeto principal, no solo entre las partes, sino también respecto de terceros . 9.1.2. DOCUMENTO PRIVADO El documento privado, es la representación literal o gráfica que contiene hechos o actos jurídicos de carácter unilateral, bilateral o plurilateral; no gozan de fe pública por no intervenir funcionario público. Esta clase de documentos, soportan diferentes contenidos, la mayor parte son literales y declarativos (abarcan actos o negocios jurídicos); en cambio otros, incluyen representaciones gráficas o de sonido (fotografías, planos, cuadros, cintas, discos, pendrive, etc.); sus contenidos expresan ideas, pensamientos, voluntades o hechos. Los documentos privados, pueden identificarse por las siguientes características: Contienen declaraciones, imágenes o sonidos. Los declarativos, se constituyen en actos o negocios jurídicos. Pueden materializarse de manera manual, mecánica o por cualquier otra forma de impresión. Llevan constancia de fecha y firma de los otorgantes. La fecha del documento privado, controla el momento de su otorgamiento, determina si en ese tiempo los suscribientes gozaban o no de capacidad de obrar; la ausencia de la fecha en el documento, no le priva de validez. La firma, es el nombre de los otorgantes, y la rúbrica los grafismos de su mano; la firma deja constancia o fe del contenido del documento, generando en muchos casos derechos y obligaciones. Son también considerados documentos privados: las fotografías y otras análogas que reproducen imágenes y/o sonidos (films, micropelículas, microfilms, fonogramas, cds, etc.). Con el avance de la tecnología, pueden ser manipulados, alterando su contenido; hoy en día, la fotografía es solo principio de prueba, siempre que haya sido obtenida por medio legal. Estas reproducciones, tienen eficacia probatoria, cuando son consentidas por la parte contra quien se presenta con relación a hechos o situaciones vinculadas a la pretensión. La carta misiva, reconocida como documento privado, es la representación que comunica circunstancias de orden personalismo de un remitente a su destinatario; éste último, no puede presentarla en litigio, si no tiene el consentimiento expreso del autor remitente o sus herederos forzosos; sin embargo, puede ser exhibido en proceso judicial (sin el consentimiento del autor), cuando exista un interés personal serio y legítimo; si no tiene fecha o firma, no es prueba plena sino principio de prueba. El documento privado reconocido por la persona contra quien se opone o declarado por ley como reconocido, hace plena prueba entre las partes otorgantes y sus herederos (Art. 1297 CC); a no ser que se desconozca su contenido, la firma o autoría. Los documentos no reconocidos, solo alcanzan la calidad de principio de prueba. 9.1.3. DOCUMENTO ELECTRÓNICO Todos los documentos, comprenden representaciones materiales; los electrónicos, soportan su contenido en papel, cintas, discos, almacenamiento masivo (pendrive) o en las memorias de computadoras, teléfonos celulares, etc. El documento electrónico, contiene textos, imágenes o sonidos (o las tres cosas a la vez), generados por señales eléctricas, registrados en memorias (discos, pendrive, etc.), siendo observado mediante una pantalla u oírse en un sistema de reproducción de sonido. Su creación, es a través del pensamiento humano, que por un dispositivo electrónico introduce contenidos en un medio magnético u óptico. El Código Procesal Civil, permite que las partes puedan formular como medio de prueba firmas digitales y documentos generados mediante correo electrónico, siempre que sean conducentes con los elementos de la pretensión. Por su parte, el correo electrónico y las redes sociales, son servicios que permiten enviar y recibir mensajes, documentos, fotografías, sonidos mediante el Internet (forma de comunicación mundial) emitidos y recibidos mediante una computadora, teléfono celular, ipad u otro similar conectados en red. Para la conexión, cada usuario tiene su dirección electrónica, que se compone de un nombre que elegimos, seguido de un signo @ (arroba); el nombre de la computadora que recibe la comunicación (que puede ser propia, o un servidor general al que se puede acceder con una clave), un punto seguido de una sigla que indica la actividad (.com: comercial; edu: educación; org: organización; gov o gob: gobierno, etc.). El intercambio electrónico, puede ser para simples comunicaciones, para actos jurídicos o para el comercio. El documento electrónico se constituye en medio de prueba; el problema está en su reproducción; la autoridad judicial, a momento de comprobar el contenido en el soporte (firma digital, comercio, red social o correo electrónico), podría considerarlo como prueba documental o quizá como prueba por inspección judicial de documentos. Al presente, la normativa sobre documentos electrónicos es insuficiente, ocasionando dificultades en su aplicación probatoria. 9.1.4. DOCUMENTO MERCANTIL Las actividades económicas, han hecho que los simples acuerdos verbales se dejen de lado, debido a la constancia escrita que precisan los convenios celebrados entre comerciantes. El mundo de los negocios, exige que los actos mercantiles tengan un soporte documental, que respalde las transacciones económicas y financieras. Entre la variedad compleja de documentos mercantiles, se encuentran los negociables y los no negociables; los primeros son documentos que se pueden comercializar a través de endosos (transmisión del derecho de acreencia) o descuentos en una entidad financiera antes de su vencimiento; ellos garantizan la recuperación del valor de la prestación de un servicio o la venta de bienes (ejemplo, letra de cambio, pagaré, cheque, etc.); los segundos (no negociables), sirven de base para registros de contabilidad, pero no pueden intercambiarse (ejemplo, libros de comercio, recibos, facturas, vales de mercaderías, notas de remisión, de abono, planillas de sueldo, etc.). El documento mercantil, puede ser propuesto en calidad de prueba documental o por informe, legitimando el ejercicio de las transacciones; puede ser el título del proceso ejecutivo (monitorio) o de ejecución coactiva de sumas de dinero; o simplemente, la prueba que acredite ciertas operaciones mercantiles reguladas por el Código de Comercio u otras leyes (Art. 148 par. IV NCPC). 9.1.5. CONTRADOCUMENTO El contradocurnento, es aquel instrumento público o privado que contiene una declaración por el cual se modifica, altera o destruye el contenido de otro documento, pese a ser ostensible o público. Esta clase de documento, determina la verdadera voluntad de las partes; por tanto, hace plena prueba entre ellas, pero no frente a terceros. 9.2. PRUEBA POR CONFESIÓN Siguiendo el orden de importancia (después de los documentos), la confesión constituye prueba plena sobre toda clase de hechos jurídicos. Los registros de hechos en la mente del ser humano, son esenciales para encontrar la verdad histórica; en derecho procesal, provienen de las propias partes en litigio (fuente personal). La prueba por confesión, comprende la declaración de una de las partes del proceso, reproduciendo hechos propios o de los cuales tiene conocimiento. 9.2.1. CONCEPTO La prueba mediante confesión, es la declaración expresa y voluntaria que hace una de las partes del proceso, reconociendo total o parcialmente un hecho o un conjunto de hechos que pueden favorecer a la parte adversa. La confesión es la declaración judicial concurrente sobre hechos personales de alguna de las partes, relacionados con el objeto del proceso y que sirven como prueba, excluyendo la necesidad de demostrar tales hechos, si bien esos hechos perjudican a alguna de las partes. Por este medio de prueba, la parte confirma total o parcialmente la certeza de uno o varios hechos personales o de su conocimiento, que van en contra de alguno de los litigantes; hechos que dejan de ser objeto de prueba. 9.2.2. REQUISITOS Para que la confesión sea válida, debe reunir los siguientes requisitos: Su fuente es la parte procesal (actor o demandado). El confesante, debe ser capaz de obrar. Es expresa (escrita o verbal). Es voluntaria, libre de presiones. La declaración se refiere a hechos personales o conocidos de forma directa por la parte confesante. Se efectúa sobre derechos disponibles. El reconocimiento de hechos, desfavorece a uno de los litigantes. Si la confesión es extrajudicial, estará debidamente probada. Es irretractable. Releva a otros medios de prueba. 9.2.3. CLASES La legislación vigente, observa dos clases de confesión, la judicial y la extrajudicial. 9.2.3.1.JUDICIAL La confesión es judicial, cuando la parte declara en presencia de la autoridad judicial (fuera o dentro la sede judicial), de forma espontánea o provocada. La confesión fuera de la sede judicial, se produce cuando una de las partes acepta hechos durante la audiencia de inspección o reconstrucción; sin embargo, es más usual que se desahogue en sede judicial, durante la audiencia preliminar o complementaria. A su vez, la confesión judicial se clasifica en: espontánea y provocada. a) Espontánea.- Es aquella declaración de parte, realizada en cualquier momento del proceso, de forma escrita o verbal. Es escrita, cuando la declaración se la expresa a tiempo de contestar la demanda; si es total la confesión, alcanza el allanamiento de la demanda; si es parcial, se prosigue el proceso para la demostración de hechos no confesados. Adopta también esta forma, mediante memorial, en cualquier otro momento del proceso (que no sea la contestación a la demanda), incluso en ejecución de sentencia. Es verbal espontáneamente, durante el desarrollo de audiencias, sin que exista pliego con interrogatorio. b) Provocada.- Mediante esta forma, una o ambas partes (recíprocamente) se convocan a confesar en audiencia, añadiendo al acto de proposición, un interrogatorio expreso que contiene preguntas en sobre lacrado y rotulado; pliego que será abierto en audiencia y en presencia de las partes. También puede ser promovida a iniciativa de la autoridad judicial, en cualquiera de las audiencias, sin requerir emplazamiento previo. La parte deferida a confesión, presta sus declaraciones bajo juramento de expresar la verdad y cumpliendo ciertas formalidades de ley. Las preguntas del interrogatorio, deben ser claras y precisas, conducentes con los hechos objeto de prueba; si las cuestiones son incomprensibles, la autoridad formulará otras pertinentes con el tema de debate. El juez o el tribunal en su conjunto, a momento de preguntar y recibir fas respuestas, se forma criterios sobre la condición sociocultural del confesante. La persona colectiva deferida a confesión provocada, llevará a cabo sus declaraciones a través de sus personeros legales (directores, gerentes, etc.), siempre que el poder de representación, contenga facultades especiales para hacerlo, y conozca los hechos controvertidos. Si la parte deferida responde con evasivas o no concurre a la audiencia, la autoridad judicial en sentencia, interpretará la conducta de la parte inasistente, dando por respondidas de forma afirmativa las cuestiones presentadas en el pliego. 9.2.3.2. EXTRAJUDIC/AL Como señala su denominación, se practica sin presencia de autoridad judicial y en lugar distinto de la sede jurisdiccional; la parte en litigio, declara hechos en presencia de su adversario, su representante o de un tercero que viene a convertirse en testigo de lo escuchado y visto. La confesión sin presencia judicial, es la declaración verbal que realiza una de las partes, reconociendo ciertos hechos que son escuchados por su adversario, el representante de éste y/o un tercero. Para que la confesión alcance su perfección y tenga efectos jurídicos, las declaraciones vertidas por la parte, serán reproducidas (bajo juramento y en presencia del juez) por las personas que escucharon los hechos. Si la declaración fue realizada en presencia del interesado adverso o su representante, la reproducción de los hechos ante el juez tendrá el mismo valor que la confesión judicial, vale decir, plena prueba; si las declaraciones se llevaron a cabo frente a un tercero, el testimonio de dichos hechos, se considera indicio. 9.2.3.3. OTRAS CLASES DE CONFESIÓN A diferencia de la judicial y extrajudicial, existen otras formas de confesión, como la pura o simple, la calificada y la compleja; aunque en realidad, son estilos que provienen de la judicial y extrajudicial. Estas formas de confesión, son más comunes en la judicial. Es pura o simple, cuando el confesante se limita a reconocer como ciertos los hechos cuestionados; es calificada, cuando la parte reconoce los hechos añadiendo otras situaciones relacionadas y dependientes con la confesión simple, logrando modificar la declaración inicial; es compleja, cuando se reconocen hechos en favor del adverso, pero se adicionan otras circunstancias autónomas e independientes con la declaración inicial (hechos impeditivos, modificatorios o extintivos). La diferencia entre la calificada y la compleja, radica en que los hechos agregados a la admisión, pueden o no ser separados de la declaración simple. 9.3. PRUEBA TESTIFICAL La prueba testifical o por testigos, son declaraciones vertidas por terceras personas ajenas al proceso; es la palabra del ser humano reproducida ante la autoridad judicial, que ha presenciado ciertos hechos relevantes para el litigio; comprende otro instrumento para que el juez o tribunal obtenga la verdad de la historia. 9.3.1. CONCEPTO Es el medio de prueba por el cual, personas físicas que no son parte del proceso, reproducen hechos bajo juramento ante un juez o tribunal; siendo propuestas por alguna de las partes o convocadas de oficio por la autoridad judicial. La fuente de este medio, son personas extrañas a la relación procesal, quienes a través de sus sentidos o deducciones, registraron ciertos hechos en su mente, de manera circunstancial o premeditada. La regla establece, que los testigos no son eficaces para probar actos o negocios jurídicos; sin embargo excepcionalmente, se admite la prueba testifical cuando: (Art. 1329 CC). Se trata de hechos donde las partes no han podido procurarse un medio de prueba. Hay un principio de prueba escrita. Se ha extraviado o destruido un documento donde constaba un acto. 9.3.2. TESTIGOS El o la testigo, son personas físicas ajenas a la relación del proceso que tuvieron la posibilidad (por azar o premeditadamente), de percibir o deducir uno o varios hechos, situaciones que son reproducidas bajo juramento ante autoridad judicial. La abrogada legislación (Art. 444 ACPC), establecía que el testigo podía ser una persona mayor de catorce años; actualmente, la nueva, ha incrementado esta edad a dieciséis años, situación determinada para el momento de realizar las declaraciones y no en el tiempo de haber percibido el hecho; lo que significa, que el testigo puede reproducir hechos ocurridos antes de haber cumplido los dieciséis años. Las prohibiciones para testificar, no sólo son de carácter subjetivo, sino también legales; en los casos de no haberse propuesto esta prueba en la oportunidad legal, o por haberse omitido algún requisito de individualización del testigo propuesto o por tratarse de testigos excluidos (tachados). En los dos primeros casos, eljuez puede de oficio declarar la inadmisibilidad, por tratarse de requisitos legales inexcusables. En el tercer caso, su pertinencia es parte del pronunciamiento de sentencia. En caso que la autoridad judicial perciba indicios de falso testimonio u otro delito en las declaraciones del testigo, denunciará el hecho de forma inmediata al Ministerio Público. Por tanto, testigo es la persona extraña al juicio, que es llamada a declarar sobre hechos que han caído bajo el dominio de sus sentidos. Para unos la palabra testigo deriva de testando, que significa referir, narrar, etc., para otros viene de testibus, que equivale a dar fe de la verdad de un hecho. 9.3.3. TACHA DE TESTIGOS La palabra tacha, es sinónimo de impedimento de testigos, sean de cargo o de descargo; son obstáculos definitivos o limitados. Cualquiera de las partes, podrá tachar al testigo propuesto por su adverso, en el plazo de tres días, computable desde la citación con la demanda, reconvención, o desde la notificación con la contestación a dichos actos; fenecido el plazo, perece la oportunidad para impedir la declaración del testigo. La comprobación de la causal de tacha, se desahoga en audiencia. Aunque la norma adjetiva no es clara, la tacha debe proponerse vía incidental, los impedimentos serán probados en audiencia y resueltos en sentencia. Si la parte que ha propuesto tacha contra algún testigo, en audiencia, procede a interrogar al mismo, queda sin efecto la objeción. El Código Procesal Civil, admite dos clases de tachas: absolutas y relativas, ninguna de ellas impide la declaración del testigo; sin embargo, la autoridad en sentencia, tiene la posibilidad de prescindir o considerar la declaración de la persona, según las circunstancias de gravedad suficiente, aplicando la apreciación por sana critica. 9.3.3.1. ABSOLUTA La tacha absoluta, procede cuando la o el testigo no puede ser creído, privando toda eficacia al testimonio de quienes por sus condiciones físicas se encuentran incapacitados para apreciar el hecho a reproducirse. Las causales se fundan en deficiencias físicas o psíquicas de la persona, o en la condena por falso testimonio. La declaración testifical, es objetada de forma absoluta, cuando la persona: Padece enajenación mental o perturbación psicológica grave. Se encuentra en estado de embriaguez o bajo efecto de estupefacientes. Es ciega y sorda, y deba reproducir hechos perceptibles por esos sentidos. Fue condenada por falso testimonio. Probada la tacha del testigo, el juez considera si admite o no la declaración del testigo. 9.3.3.2. RELATIVA Las tachas relativas, son impedimentos por condiciones de idoneidad y de capacidad (edad testifical); supone circunstancias que comprometen o ponen en duda la imparcialidad de las declaraciones del testigo, razón por la cual, probada la causa de exclusión, el juez prescindirá de su declaración cuando no encontrare en ella elementos suficientes de juicio para convencerse de su veracidad. Se hallan entre estas causales: el parentesco, la dependencia o interés entre el testigo y la parte quien lo propuso; así como, quien tuviese litigio pendiente con la parte contraria a su presentante, o sea deudor o acreedor de alguna de las partes. 9.3.4. FORMULACIÓN Y PRODUCCIÓN DE LA PRUEBA TESTIFICAL Al formularse en los actos de proposición la prueba testifical, se describirán las generales de ley de cada uno de los testigos; si la parte desconoce algunos datos, basta individualizar a la persona que atestiguará. La norma adjetiva, impide proponer más de cinco testigos, a no ser que para la comprobación del o los hechos, la autoridad judicial precise un número mayor. Formulada oportuna y correctamente la prueba testifical (sin tacha), el juez al señalar día y hora para audiencia, ordenará simultáneamente la notificación y emplazamiento de testigos, con tres días de anticipación al acto de inmediación; su incomparecencia provoca que el juez ordene su presencia con intervención de la fuerza pública; y la negativa a declarar, causa el arresto por veinticuatro horas. El interrogatorio a los testigos, comprende un conjunto de preguntas formuladas por la parte proponente y adversa, cuestionando libremente por medio de los abogados y bajo la conducción de la autoridad judicial, refiriéndose a hechos vinculados con el objeto del proceso. En audiencia, la o el secretario del juzgado o tribunal, antes de producirse la prueba, tomará juramento o promesa de decir la verdad a todos los testigos (de forma conjunta) propuestos por una parte; sin embargo, la declaración de cada uno de ellos es individual y secreta con relación a los demás; vale decir, que un testigo no debe escuchar las manifestaciones del otro. Antes de atender a las declaraciones, el juez comprobará las generales de ley del testigo, interrogando de oficio: si es pariente por consanguinidad o afinidad con alguna de las partes, si es o ha sido dependiente de la parte que lo propuso, si tiene interés directo o indirecto en el asunto, si es amigo íntimo o enemigo de alguno de los litigantes o sus abogados y, si fue condenado en alguna ocasión por falso testimonio. De forma posterior, la autoridad judicial, ordena al testigo a realizar su exposición de los hechos que le consten o haya deducido con relación al tema de debate, describiendo y relacionando situaciones de tiempo, modo, lugar y protagonistas del hecho. Concluida la declaración, las partes de forma directa o usualmente mediante sus abogados, podrán interrogar libremente al testigo, bajo la dirección del juez o tribunal, quien podrá rechazar las cuestiones o respuestas que no sean conducentes con los hechos objeto de prueba. Las cuestiones realizadas por las partes, no deben referirse a más de un hecho; rechazándose además, las preguntas que sean vejatorias u ofensivas contra el testigo, partes o terceros. Los testigos, responderán al interrogatorio de manera clara y concreta, sin asesoramiento de abogado u otras personas; tampoco pueden leer notas o apuntes, a menos que el juez o tribunal lo permita, incidencias que serán registradas en acta. Producida la prueba, los testigos permanecen en sala, sin comunicación entre ellos, con el propósito de esclarecer algunos hechos declarados o de practicar careo entre ellos o con alguna de las partes. La prueba testifical, será apreciada en sentencia mediante las reglas de la sana critica, observando la credibilidad personal de cada uno de los testigos y las circunstancias de los hechos declarados, cotejando los hechos vertidos con otros medios de prueba. 9.3.5. CAREO El careo, comprende la confrontación de las declaraciones de un testigo con otro, o de éste con alguna de las partes, actividad que se desarrolla en la misma audiencia preliminar o en la complementaria; es una confrontación de situaciones que se realiza a base de un interrogatorio espontáneo, con el objeto de esclarecer las contradicciones halladas y percibidas entre las declaraciones de cada uno de ellos. La falsedad de testimonio, llevará al juez a remitir obrados al Ministerio Público, para el inicio de la acción penal. 9.4. PRUEBA POR INSPECCIÓN JUDICIAL Y RECONSTRUCCIÓN DE HECHOS La inspección judicial y la reconstrucción de hechos, son dos medios de pruebas diferentes, que siguen un mismo procedimiento pero con diverso contenido. 9.4.1. INSPECCIÓNJUDICIAL La inspección judicial, es aquel medio de prueba que a pedido de parte o de oficio, coloca al juez en contacto directo con bienes, lugares y personas vinculadas con la relación procesal considerado como la típica prueba directa, pone al juez en contacto inmediato con el objeto del proceso: el modo adecuado mediante el cual aquél alcanza convicción por la percepción, es decir, por los propios sentidos. La providencia que ordena, debe señalar concretamente su alcance, sea que se disponga su realización a petición de parte o de oficio, en observancia de las facultades que confieren al juez. A tiempo de formularse la prueba por alguna de las partes o dispuesta de oficio por el órgano judicial, se describirá el bien o lugar de inspección y cuál el alcance que se pretende conseguir con ella. Al fijarse el objeto del proceso, la autoridad judicial señala día y hora para inspección, permitiendo si es necesario, la presencia de testigos y/o peritos, con el fin de escuchar explicaciones técnicas o complementarias sobre el objeto de inspección. El decreto que señale la fecha del acto, será notificado a las partes con diez días de anticipación, salvo urgencia para su desarrollo. Instalada la audiencia en el lugar a inspeccionarse, la autoridad judicial solicitará de la o el secretario informe sobre la presencia de partes, abogados, testigos y/o peritos; la inconcurrencia de alguna parte o de ambas no suspenderá el acto. Seguidamente , el juez observará con detenimiento los hechos que se pretenden demostrar con el medio probatorio, concediendo la palabra a las partes y sus abogados para dejar constancia de algún hecho sujeto a prueba; de la misma manera, la autoridad judicial podrá interrogar a testigos y solicitar determinadas explicaciones técnicas al perito, quien podrá presentar de forma posterior, un informe sobre las ilustraciones. Las observaciones realizadas por el juez y las manifestaciones de las partes, abogados, testigos y peritos, son registradas por la o el secretario en grabaciones o notas que posteriormente deben ser transcritas en acta. La inspección judicial, es apreciada y considerada en sentencia, sometida a las reglas de la sana crítica; de manera que el juez, asumirá prudencia en sus evaluaciones, debido a que las partes, terceros o el transcurso del tiempo, pudieron alterar las cosas o lugares observados. 9.4.2. RECONSTRUCCIÓN DE HECHOS La reconstrucción de hechos, consiste, en reproducir las circunstancias de uno o varios hechos tal como ocurrieron en el pasado, de tal manera, que la autoridad judicial adquiera una percepción precisa de cómo se desarrollaron los eventos que suscitaron la controversia (lugares, tiempos, conductas de sujetos, instrumentos que pudieron producir o generar el hecho, etc.). La audiencia, podrá ser grabada en imágenes y audio para dejar constancia del acto de reconstrucción; sin embargo, la o el secretario del juzgado, tomará nota de las percepciones de la autoridad judicial así como las descripciones de los protagonistas del hecho, testigos, peritos, etc., para que en el plazo de cuarenta y ocho horas, se levante acta. De la misma forma que la inspección judicial, la reconstrucción debe llevarse a cabo fuera de la sede judicial, en el lugar donde acontecieron los hechos, bajo la dirección del juez y la participación de los protagonistas del hecho, sin perjuicio de la presencia de testigos y peritos (Art. 189 NCPC). Para la buena práctica del acto reconstructivo, las partes del proceso, testigos, vecinos, terceros, etc., están obligados a colaborar; si se rehúsan, podrán ser sujetas a medidas conminatorias; es más, si alguna de las partes obstaculiza de alguna manera el acto, el juez presumirá como verídicos los hechos sujetos a prueba. Esta manera de convencer a la autoridad judicial, es útil sobre todo en procesos extraordinarios de conservar y recuperar la posesión, verificando cómo se intentó o se produjo el despojo del bien; o cuándo se debe establecer, cómo se ocasionaron determinados daños y perjuicios. La reconstrucción, también será apreciada bajo las reglas de la sana crítica. Los gastos de producción de ambos medios de prueba (inspección y reconstrucción), son erogados por la parte que formuló el medio; si ella goza de beneficio de gratuidad, será el Tesoro Judicial quien corra con los costes para el desarrollo de la prueba. Si la inspección o reconstrucción de hechos fue asumida y señalada de oficio (mejor proveer), los gastos serán erogados a prorrata por ambas partes. 9.5. PRUEBA PERICIAL Con el transcurso de los años, las actividades del ser humano se van desarrollando con la aparición de nuevas ciencias y tecnologías, incrementándose la esfera de los hechos, los que muchas veces escapan al conocimiento de los administradores de justicia, a quienes sólo se exige el correcto entendimiento del derecho (iura novit curia). Es casi imposible, que un juez por más sabio que sea, tenga la posibilidad de conocer o apreciar un hecho por sus propios medios, cuando no se halle al alcance de sus sentidos o si precisa la aptitud técnica de un experto; estas situaciones, llevan a las partes y a la autoridad judicial, para acudir al auxilio de personas con conocimientos especializados, denominados peritos. 9.5.1. CONCEPTO La prueba pericial, se ejercita a través de un perito (persona física o colectiva), experto en determinado conocimiento de una ciencia, técnica o arte, con el propósito de comprobar, determinar o apreciar la existencia de un hecho controvertido entre las partes. La actividad pericial, es el examen y estudio que realiza el perito sobre·1as cuestiones encomendadas (bienes, lugares, cosas o personas), para luego, entregar un informe (dictamen) con sujeción a lo dispuesto en la ley. Su objeto, es ilustrar a la autoridad judicial sobre uno o varios hechos cuya existencia no puede ser demostrada ni apreciada sino por medio de conocimientos científicos o técnicos. 9.5.2. PERITO El perito es una persona natural que hace la declaración de ciencia y verdad; sin embargo, cuando ciertos hechos son de alta especialidad, el juez por si, o, a petición de alguna de las partes, solicita la intervención de instituciones científicas como ser: universidades, colegios profesionales, entidades públicas y privadas, culturales o técnicas. La parte formulará un solo perito, a no ser que ambas determinen señalar más de uno, por la diversidad y complejidad de los hechos. Perito, es el técnico que auxilia al juez en la constatación de hechos y en la determinación de su causa y efectos, cuando media una imposibilidad sobre conocimientos especiales de una determinada materia. La persona propuesta y designada como perito, aceptará el cargo en el plazo de tres días de su notificación, previo juramento realizado ante la o el secretario del juzgado o tribunal, asumiendo responsabilidad civil y penal; prometiendo desempeñar la función con fidelidad y de acuerdo a su saber y entender. Será una persona imparcial a las partes, de lo contrario, la ley permite su excusa o recusación; en esta última situación, la impugnación debe realizarse una vez conocida la designación. Si el perito, después de su juramento (aceptación), se rehúsa dar su dictamen o no lo presenta en el plazo legal, será removido de oficio, designando a otro experto en su lugar; el removido, será condenado a responsabilidad civil, erogando daños y perjuicios ocasionados a las partes. El perito separado de su función, pierde el derecho al cobro de honorarios. No podrán ser peritos, aunque tengan título, las personas privadas de libertad y los sujetos que desempeñen funciones públicas. 9.5.3. INFORME PERICIAL El informe o dictamen pericial, es el documento en el que constan las conclusiones del examen realizado por la o el experto; debe abocarse exclusivamente a informar sobre los hechos propuestos por las partes o por el juez, sus excesos son causa de nulidad. En situaciones determinadas y por la naturaleza del examen, el informe de perito puede ser evacuado de manera inmediata, de forma verbal (en audiencia) o por escrito. 9.5.4. PROCEDIMIENTO A momento de proponer la prueba pericial, la parte solicitante indicará con precisión los hechos objeto de experticia; cada parte puede formular un solo perito, pudiendo la parte adversa, solicitar la inclusión de otros puntos no descritos por el proponente. La actividad pericial, será admitida a momento de fijar el objeto del proceso (audiencia preliminar o única en procesos extraordinarios); el juez determinará con precisión los puntos de pericia de acuerdo a lo propuesto por la parte o añadirá otros que considere indispensables. En dicha oportunidad, la autoridad ratificará al perito y fijará un plazo judicial para la presentación del informe, tiempo que podrá ser prorrogado una sola vez y por razones justificadas. El perito, aceptará su cargo con el juramento prestado ante el secretario del juzgado o tribunal, en el término de tres días computable desde el día siguiente de la notificación con su designación; si el perito no se presenta en dicho plazo, se presume renuncia tácita al cargo, designando el juez de forma inmediata a otro experto. Las partes, al conocer el nombramiento de un perito, podrán recusarlo por falta de aptitudes para el cargo (incompetencia notoria en la materia), o invocar cualquiera de las causas de recusación previstas para autoridades judiciales. Elaborado y presentado el dictamen, el juez pondrá en conocimiento de las partes, para que en el plazo de tres días o en la propia audiencia, se solicite aclaraciones o ampliaciones sobre ciertas circunstancias del informe; de la misma manera, las partes podrán impugnar las conclusiones del dictamen, adjuntando las respectivas pruebas. Si no existe impugnación, o aclarados y ampliados algunos puntos del dictamen; en audiencia complementaria, el perito expondrá verbalmente el contenido de su dictamen y permanecerá en sala, con el propósito de solicitarle alguna otra explicación sobre lo informado (Art. 368 par. IV y 201 NCPC). Si el proceso es extraordinario, la exposición del contenido del dictamen se llevará a cabo en audiencia única. El juez, a momento de dictar sentencia, puede apoyarse o desestimar el dictamen pericial, considerando una serie de situaciones de acuerdo a los principios de sana crítica y otras pruebas que concuerden o contradigan el dictamen; por tanto, el juez o tribunal puede apartarse de las conclusiones a las que arribó el dictamen, previa fundamentación en el respectivo considerando de la resolución. El dictamen pericial, por más que contenga una gran credibilidad, no es prueba tasada por ley, será considerado de acuerdo a las reglas de la sana crítica. Los gastos y honorarios de esta actividad, corren por cuenta de la parte proponente; sin embargo, si el perito es de oficio o dirimidor, éstos serán prorrateados entre ambas partes. Los honorarios serán establecidos por la autoridad judicial, según la labor desempeñada por el perito. Si la parte que lo propuso goza de beneficio de gratuidad, los gastos y honorarios serán pagados por el Tesoro Judicial. 9.6. PRUEBA POR INFORME La prueba por informe, es otro medio que no se encontraba considerado por la legislación abrogada; aunque se practicaba peticionando oficio para que determinada entidad certifique, reproduzca o transcriba ciertos hechos registrados en documentos radicados con la persona colectiva. Al estudiar la prueba documental, expresamos que esta debe ser incorporada al proceso junto a los actos de proposición o de forma posterior bajo ciertas formalidades; de todos modos, existen situaciones en que algunos documentos se encuentran archivados o registrados en entidades públicas o privadas; contenidos que por su origen, naturaleza o seguridad, no pueden ser agregados al expediente. Este medio de prueba, tiene gran similitud con la documental, aunque es una prueba autónoma; en el fondo, los hechos que se tratan de hacer conocer al juez, tienen como fuente un documento. 9.6.1. CONCEPTO La prueba por informe, es el medio por el cual se aporta al proceso contenidos sobre hechos o actos existentes en registros o archivos de entidades públicas o privadas, a través de un documento de requerimiento denominado oficio. Cuando no existen otros medios o estos son ineficaces, la prueba por informe es útil para hacer conocer al juez o tribunal, la existencia de ciertos hechos o actos que no pueden añadirse al proceso, por encontrarse en posesión de personas colectivas. El Código Procesal Civil, no determina la vía por la cual se solicita el informe; es de suponer, que la parte lo realizará a través de la autoridad judicial peticionando la preparación de un oficio dirigido a la máxima autoridad de la entidad requerida; 9.6.2. OFICIO PARA INFORME La manera de peticionar el conocimiento de un registro radicado en un ente público o privado, es mediante oficio, documento que no debe confundirse con el informe ni con lo informado. El oficio, es el documento por el cual se solicita el informe a la persona colectiva, es el medio de comunicación entre la autoridad judicial requirente y la entidad requerida, preparado y elaborado por la o el secretario del juzgado, transcribiendo los puntos claramente individualizados por la parte peticionante. De acuerdo al oficio, la entidad requerida contestará la petición. La extensión del oficio contendrá el siguiente contenido: Lugar y fecha. Indicación precisa de a quién va dirigido. Encabezamiento (indicación del proceso, nombres y apellidos de las partes, y domicilio del juzgado donde se tramita el litigio). Transcripción de los puntos (hechos o actos) requeridos, más la resolución judicial que lo ordena. Explicación del objeto del oficio, si no surge del memorial que lo pide o del auto que lo ordena. Indicación del plazo en que la entidad debe informar. Cierre (firma y sello del juez o tribunal y del secretario). La legislación vigente, omite el plazo para que la entidad requerida conteste al oficio y presente el informe. documento que es entregado a la parte solicitante, quien traslada y presenta el documento a la entidad pública o privada exhortada. 9.6.3. FORMAS DE PRONUNCIAMIENTO DE LA ENTIDAD REQUERIDA Remitido el oficio, la entidad destinataria (pública o privada), debe pronunciarse al requerimiento judicial, pudiendo asumir varias formas de contestación. La entidad requerida, podrá contestar el requerimiento judicial mediante carta enviada a la autoridad exhortante, reproduciendo contenidos del registro o archivo, siempre que no sean muy extensos; si fuese así, emitirá testimonio. Otra manera de informar, es mediante certificados, en el que consten los puntos solicitados. También la entidad exhortada, podrá extender fotocopias debidamente legalizadas por la máxima autoridad del ente o por el encargado del registro o archivo. Ilustra De Santo,358 que si el informe se circunscribe a comunicar ""un testimonio"" o ""copia auténtica"" de un documento o pieza que obra en poder de la administración pública, se trata entonces lisa y llanamente de un instrumento público. Al contrario, los entes colectivos podrán argüir la reserva o secreto para no asistir el informe, aviso que deberá comunicarse a la autoridad judicial en el plazo de cinco días de notificado y recibido el oficio de requerimiento. La negativa de recibir el oficio, la no contestación, o la emisión del informe fuera de plazo, serán también actitudes de la oficina pública o privada requerida, dando lugar a sanciones judiciales contra la institución, sus funcionarios o dependientes. Entre las funciones jurisdiccionales, se observa las de imponer sanciones económicas y las de apremio corporal contra las personas que incumplan órdenes judiciales; en el caso de entidades, podrá acusarse la sanción a la máxima autoridad pública o al representante legal de la entidad privada. En el supuesto de solicitarse informes de un juez o tribunal a otra autoridad judicial, teniendo que remitirse el expediente (no en calidad de acumulación), se considera prueba documental y no de informe. 9.6.4. PROCEDIMIENTO La prueba por informe, es propuesta por la parte en el acto de postulación (demanda, reconvención, excepción o contestación); sin perjuicio, que la solicitud sea de forma directa a la entidad pública o privada, recalcando que el informe será presentado ante autoridad judicial en calidad de prueba. Este derecho de petición de forma directa, se extiende a los funcionarios del juzgado o tribunal donde se desarrolla el proceso. El oficio de petición para informe, describirá con exactitud los puntos que se precisan de los registros o archivos de la entidad pública o privada, solicitud que debe realizarla la autoridad judicial mediante oficio dirigido a la institución requerida, imponiendo plazo para su respuesta. Entregado el documento de petición (oficio), la entidad producirá el informe a través de sus funcionarios o dependientes responsables. Concluido el documento que contiene el informe, el responsable de la entidad requerida se dirigirá a la autoridad judicial requirente, mediante memorial o carta, en el que se estampará el respectivo cargo. Recibido el documento en la oficina judicial, el juez mediante providencia, incorpora el informe al expediente, disponiendo al mismo tiempo la notificación a las partes, quienes gozan de tres días para plantear ajustes o la impugnación de falsedad del documento. 9.7. PRESUNCIONES Muchas veces, la demostración de un hecho resulta difícil de probarlo o confirmarlo, debido a que los medios de prueba son insuficientes o ineficaces en un determinado litigio; para estos casos, la ley o la autoridad judicial de manera anticipada, llegan a deducir la verdad mediante razonamientos inductivos y deductivos. Para algunos autores, las presunciones no constituyen un medio de prueba, sin embargo, son instrumentos que coadyuvan a encontrar la verdad de ciertos hechos. La legislación civil sustantiva y adjetiva, considera a las presunciones como medio de prueba. Los hechos como objeto de prueba, siempre dejan ciertas huellas que armonizadas entre sí, hacen posible descubrir la verdad de los mismos. 9.7.1. CONCEPTO Las presunciones, son ejercicios mentales (razonamientos) que realiza el juez durante el proceso y en la sentencia; o el legislador, a momento de generar determinadas normas de naturaleza sustantiva o adjetiva; aplicando métodos inductivos y deductivos que llevan a establecer a base de indicios, la existencia de un hecho. 9.7.2. INDICIOS Y PRESUNCIONES Frecuentemente, la doctrina confunde al indicio con las presunciones, sosteniendo que el indicio es un denominativo en acciones penales y las presunciones en civiles; no obstante, ambos conceptos son diferentes pero se complementan entre sí, actúan dentro de los sistemas de apreciación de la prueba a momento de resolver el conflicto. Las presunciones son la consecuencia de las circunstancias comunes en los hechos (indicios); supone una doble operación mental inductiva y deductiva, porque por la primera nos elevamos de los hechos a un principio general y por la segunda aplicamos este principio a los hechos en particular, afirmando que en iguales circunstancias éstos se comportan de la misma manera. Por tanto, el indicio, es el punto de partida para ejercitar las presunciones, llegando a consecuencias jurídicas obtenidas de hechos que se los considera probados; muchas veces, es el legislador, que de forma antelada obtiene los resultados de acuerdo a determinados hechos conocidos. 9.7.3. CLASIFICACIÓN Como se ha manifestado, la legislación civil sustantiva y adjetiva considera a las presunciones un verdadero medio de prueba, distinguiéndolas de acuerdo a su origen en: judiciales y legales. 9.7.3.1. JUDICIALES Las presunciones judiciales, son razonamientos obtenidos por el juez o tribunal, que constituyen prueba cuando se fundan en el examen de indicios, considerando cantidades, precisiones, gravedades y concordancias de sucesos que provocan convicción, de acuerdo a la ciencia y conciencia de la autoridad judicial. "Este ejercicio judicial, es una manera indirecta de encontrar la verdad de los hechos, a través de raciocinios o deducciones obtenidos por el órgano judicial; se fundan, en una serie de indicios numerosos, inequivocos y precisos que tienen un alto grado de probabilidad y que concluyen insinuando una misma dirección en cuanto al hecho presumido. Para que un juez o tribunal ejercite presunciones; los indicios deben contener las siguientes características: Hallarse comprobados por medios de prueba directos. Catalogados de graves, medianos o leves. Deben ser varios, según las circunstancias de cada caso. Concordantes en cuanto a tiempo, lugar y circunstancias. Ser convergentes, que todos reunidos no conduzcan a conclusiones diversas. Las conclusiones indiciarias, sean inmediatas. Las conclusiones excluyan las hipótesis de la acción probable del azar o de la posible falsificación de la prueba. Los razonamientos del administrador de justicia, se aplican de acuerdo a las reglas de la sana crítica, es decir, operaciones lógicas y de máximas de experiencia. 9.7.3.2. LEGALES Las presunciones legales, son conclusiones que extrae la ley; el legislador de manera anticipada, establece algunas consecuencias sobre determinados hechos; son políticas, jurídicas y sociales que cada Estado sostiene de forma antelada, muy comunes en el derecho laboral y de familia. Esta clase de presunciones son necesariamente de derecho y no pueden existir sin norma legal expresa que las contemple y tampoco puede ser obra de la costumbre o la jurisprudencia. Las deducciones que obtiene la ley, son de dos clases: unas no permiten prueba en contrario y otras si admiten prueba contraria. Significa, que no ameritan una prueba que pueda desvirtuar la posición de la ley, vale decir, que no se puede demostrar lo contrario de lo que presume la ley (ejemplo, la cosa juzgada material, es una verdad judicial comprobada, por tanto, no admite prueba en contrario; así como los actos que la ley declara nulos, etc.). De todos modos, esta clase de presunciones han dejado de aplicarse, debido a la interpretación normativa que hace perder su esencia, o que el legislador de hace veinte años, ha ingresado en el campo anacrónico. La prueba aducida por uno de los litigantes de los hechos base de presunción, no obsta a que el contrario allegue al juicio otras pruebas con el objeto de desvirtuar aquélla y demostrar que tales hechos no han tenido ocurrencia. Si este objetivo se logra o por lo menos que el magistrado considere inciertos aquellos hechos, éste no podrá aplicar la presunción. ----------------------------------------------