Subido por yselacreyohaha

10 consejos para hacer crecer una empresa familiar

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10 consejos para hacer crecer una empresa familiar (y no morir en el intento)
Discrepancias entre parientes, recambio generacional en la conducción o crisis de gestión pueden
influir en la toma de decisiones e impedirle crecer a los family business. Claves para que las
emociones no impacten en los negocios.
Quienes trabajamos con empresas familiares en distintos contextos sabemos el desafío que
representa llevarlas adelante. Algunas, muy bien gestionadas, logran sobrellevar todos los
problemas propios de la dinámica impuesta por el parentesco, mientras que muchas quedan en el
camino.
Más allá del esfuerzo, la dedicación y la expectativa sobre cómo deberían ser las cosas, la realidad
es que liderar y hacer crecer este tipo de empresas es sumamente dificultoso; más, cuando se
presentan divisiones en la familia, recambio generacional en la conducción, o crisis de cualquier
tipo, que pueden tener su origen en el vínculo o en el negocio.
En las empresas familiares todo influye, puesto que existe una carga emotiva nacida al amparo de
la historia en común. Muchas veces, es justamente esto lo que interfiere en la toma de decisiones
y les impide crecer.
Cómo tener una mejor gestión
Del ensayo y error de millones de empresas familiares surgen estos consejos que pueden ayudar
para enmarcarlas:
Establecer con claridad el liderazgo desde el primer momento.
Constituir todos los pasos formales para darle entidad, y que no quede sólo en acuerdos verbales.
Poner por escrito las reglas de funcionamiento y sistema de transparencia.
La retribución de cada miembro debe quedar especificada igualmente por escrito.
Trabajar el concepto de “accionistas” en vez de empleados en la formalidad de compensaciones
para los familiares.
Principio de equidad (que no es lo mismo que igualdad): cada uno merece un salario lo más justo
posible por su trabajo, de acuerdo con la experiencia, desempeño, pero no necesariamente
deberán ser todos iguales.
Sería recomendable limitar la cantidad de parientes en la nómina. No es aconsejable llenar la
empresa de amigos y compromisos familiares porque pueden transformarla en una empresa lenta
y poco productiva, lo que atenta directamente contra el negocio.
Cada accionista deberá rendir cuentas, tal como lo hace cualquier empleado: tienen las mismas
obligaciones.
Establecer políticas de conformación de la participación en decisiones del directorio; reporte de
actividades a cargo de un accionista y cualquier otra formalidad en los procesos, tal como si no
fuese una empresa familiar.
Algo fundamental, y muchas veces obviado: tener un organigrama actualizado, y las descripciones
de puestos (incluidos los parientes).
Consejo de familia
Una figura sumamente efectiva es el Consejo de Familia, un espacio donde todos pueden
participar, pero sería ideal que un miembro elegido por mayoría asuma la coordinación (quizás
pueda ir rotando anualmente).
Este Consejo puede determinar constituir pequeñas comisiones con responsables claros para
decidir las cuestiones estratégicas en determinado plazo, rindiendo cuentas al cuerpo mayor.
Es sabido que la toma de decisiones en las empresas familiares suele implicar todo tipo de
problemas o conflictos entre sus miembros. Será este Consejo el encargado determinar lo más
conveniente para la marcha del negocio.
Además, marca el límite entre la empresa y la familia, para que no se mezcle todo como si
estuviesen compartiendo la pasta del domingo; profesionaliza las decisiones; evita reuniones
informales o entre miembros por fuera de este consejo; y facilita la creación de códigos,
procedimientos y un plan general que impactará no sólo en el negocio, sino en todo el clan.
No menos importante es su rol de planificar los temas de sucesión y protocolos familiares a
implementarse (si se los fijan desde el origen, mucho mejor), y ayudar a mantener el rumbo de
una cultura empresarial desarrollada por cada miembro de la familia que trabaja en la empresa; la
política de dividendos, retiros y participaciones; cómo se incorporarán las nuevas generaciones, y
mediará ante conflictos de cualquier tipo.
En muchas empresas se cuenta con un consultor externo especialista en empresas familiares para
ayudar a estructurarlas y acompañar su dinámica; así como con un coach empresarial con
conocimiento de estas dinámicas familiares, para contribuir al normal funcionamiento, mantener
el espíritu cohesionado y proponer espacios de reflexión y posterior acción para seguir avanzando.
La importancia de actualizar
el negocio de las llanteras
Editorial 12 septiembre, 2018 Autopartes, Distribuidores, Llanteras, Servicios 380 Vistas
El jalón de orejas para los que no quieren oír. El reto, romper paradigmas
* Hoy en dia, las ventas por la internet y los supermercados, roban parte de
los clientes a las llanteras, sin embargo, la respuesta está en el mismo
mercado, solo hay que dejar de lado la vieja escuela, nos orienta la
ANDELLAC
Karla S. LEÓN
Guadalajara, Jalisco.–Fue en el marco de la junta regional de la Asociación
Nacional de Distribuidores de Llantas y Plantas Renovadoras, A.C., ANDELLAC,
llevada a cabo en la bella Perla Tapatía, donde se tocaron fibras sensibles, por
parte de los charlantes invitados.
De la empresa Teneco, Jorge Ibarra, nos platicó sobre la necesidad de estar
vigentes en el mercado actual, la inclusión de mas servicios, en nuestros centros
de servicios llanteros, otorgando más valor y seguridad a nuestros clientes.
“Estamos preocupados por integrantes mejor capacitados, capaces de convertir a
un vendedor en capacitador para nuestros clientes”, por lo que se creó Expert
Plus, recopilando capacitaciones básicas ofrecidas a los inversionistas llanteros.
En esta importante junta como ya es costumbre, los temas son actualizados y
llegan a las necesidades de los llanteros, por lo que Raúl Castillo, consultor y
director de Grupo Soluciones Arca Automotriz, habló sobre importantes tips para
conseguir ampliar el mercado, dejando a un lado el paradigma de solo llantas.
“La importancia de la actualización de un mercado que ha evolucionado es crucial,
por la competencia, utilidad, disponibilidad, tecnología y complejidad. Si el
mercado está cambiando, tenemos que cambiar la forma de buscar a nuestros
clientes o hasta de nuestro producto”, acotó Raúl Castillo en la junta, aduciendo
que puesto que hoy en día existen más modelos de negocios llanteros que son
competencia, desde las ofertas de llantas en el supermercado, hasta las compras
en línea, por lo que el ofrecer más servicios y ampliar el catálogo de productos en
una llantera parece una posible y urgente solución.
JD POWER, anunció por su parte, que 86 de cada 100 mexicanos, quiere comprar
todo en el mismo lugar, lo que hace lo antes mencionado, algo factible para
recuperar parte de mercado, pues solo las agencias manejan un modelo de
negocio de este tipo, sin embargo cada dia la confiabilidad de éstas es menor, por
lo que esto seria un plus para las llanteras, el ofrecerle al cliente la confianza de
poder ver su auto mientras se repara y reducir el tiempo de entrega.
La pregunta obligada es: ¿sobrevivirá mi empresa a cadenas de autoservicio,
ventas por internet, entorno económico e incertidumbre? Y puede tener una
respuesta acertada, después de poner manos a la obra con la actualización
El organigrama de una empresa familiar, la
red que hay que cuidar
El organigrama representa la fotografía organizativa de una empresa
familiar en un momento concreto. Se trata de una herramienta de trabajo
importante, puesto que permite diferenciar roles y dotar a cada puesto de su
ámbito de actuación definido.
La importancia del consenso
Al contrario de lo que sucede en compañías no familiares, donde el organigrama
es impuesto a los trabajadores desde la dirección general – entras a trabajar en un
puesto de un departamento concreto, sin cuestionarte mucho más – en las
empresas familiares consensuar el organigrama es una tarea delicada. Como en
él aparecen las jerarquías, nadie quiere verse dibujado en un escalafón inferior
que el resto de los miembros de la familia, por lo que para eludir estas
sensibilidades a veces los resultados son una verdadera oda a la creatividad.
Ahora bien, cuanto mejor definido esté el organigrama, más transparentes y fáciles
de gestionar serán los conflictos relacionados con los centros de poder de la
compañía.
Un organigrama ayuda a las relaciones
familiares
Además, esta transparencia ayuda en gran medida a que los conflictos de poder
en la empresa no se trasladen al ámbito familiar. Cuando todos los miembros de la
familia conocen en qué lugar de la escala empresarial están colocados, pueden
debatir esta situación abiertamente y solucionar sus diferencias o subsanar
injusticias a través del protocolo familiar.
Cómo elaborar tu organigrama
A la hora de elaborar el organigrama de tu negocio familiar, tendrás que dibujar los
puestos existentes, sus dependencias jerárquicas y el nombre de la persona que
ocupa cada uno de esos puestos.
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La primera posición residirá en la Dirección general, ocupada normalmente por el
fundador o sus sucesores si la empresa tiene más de una generación de vida.
Las distintas direcciones de negocio, ocupadas o no por miembros de la familia,
donde se tendrán en cuenta, por ejemplo, la dirección de recursos humanos,
comercial y marketing, producción y financiera.
El tercer escalón jerárquico corresponde a la gestión operativa, compuesta por
una o varias personas que ejecutan las líneas de actuación definidas por la
dirección
Por último, la cuarta fila de esta estructura está compuesta por las posiciones
más técnicas y administrativas, personas especialistas que dan soporte a la
gestión.
La estructura suele tener forma piramidal o de árbol. Un error que ocurre
habitualmente en las empresas familiares de varias generaciones es un exceso de
puestos directivos, creados ad hoc para miembros de la familia pero que no tienen
un contenido específico real. Así, la estructura comienza a transformarse en una
forma ovalada, como un melón. Cuando esto suceda en tu organigrama, revísalo
porque de lo contrario estarás permitiendo situaciones de ineficacia que van en
contra del beneficio general de la compañía.
Seis estrategias para manejar conflictos
En muchas situaciones que surgen a diario en la empresa se pueden producir
conflictos. Ya sea en una negociación con un cliente o en una confrontación
entre dos miembros del equipo, los directivos deben estar preparados para
actuar ante ellos de la forma más ágil posible.
Los conflictos nunca son agradables para nadie, pero, si tú eres capaz de
gestionarlos adecuadamente, las ventajas de un conflicto bien resuelto son
enormes. Existen muchas formas de abordar este tipo de situaciones y las seis
estrategias que se presentan a continuación te ayudarán a estar preparado y a
dedicar menos tiempo y esfuerzo a la hora de hacerlo.
1. Afrontar la situación suavemente: Esta técnica se basa en una confrontación
directa de la situación en un tono diplomático. Para saber si un conflicto se ha
resuelto satisfactoriamente por medio de esta estrategia, debes ser capaz de
responder afirmativamente las siguientes tres preguntas:
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¿Ha cambiado el comportamiento de la otra persona?
¿Ha quedado intacta la autoestima de la otra parte?
¿Se ha conservado la relación tal como estaba o, incluso, ha mejorado?
Para prepararte con vistas a una confrontación de este estilo, observa los siguientes
consejos:
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Mantén el control de tus emociones y evita a toda costa reaccionar
exageradamente.
No expreses quejas. Quejarse sin cesar de la actitud de otra persona no sirve
para nada. Probablemente, terminará dividiendo al equipo en dos partes: los
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que te apoyan a ti y los que apoyan a la otra persona. Además, quejarse
dañará tu propia credibilidad. Una de las formas más sencillas de ganarse la
desconfianza y el resentimiento de los miembros del equipo es quejarse de
alguien delante de uno de tus compañeros.
Ensaya lo que vayas a decir en la conversación. Asegúrate de que mantienes
el control sobre tu tono de voz, tu cuerpo y tus expresiones faciales.
No sermonees. Pocas cosas molestan más a las personas que sentir que se
les habla desde una posición de superioridad.
Muéstrate deseoso de escuchar y no interrumpas a tu interlocutor.
Asimismo, hay cinco elementos para llevar a cabo una confrontación asertiva:
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Describe objetivamente el comportamiento indeseado que quieres cambiar.
Trata de no apelar a la subjetividad ni a cuestiones personales.
Identifica los efectos negativos para el equipo de ese comportamiento en
términos de costes, ya sea en tiempo o en dinero.
Escucha la respuesta de la otra persona.
Describe tus expectativas para el futuro en términos específicos. Consigue el
compromiso o el acuerdo con la otra persona. Puedes preguntarle
directamente si está de acuerdo con lo que se ha dicho o, si no, decir "Bueno,
esto parece una petición razonable, ¿no es así?".
2. Desarmar la oposición: A veces, es posible que la otra persona tenga algún
problema legítimo contigo (por ejemplo, que hayas incumplido alguna norma). Si
niegas la realidad y no prestas atención a esto, la otra persona se enfadará y el
problema seguirá ahí. Al reconocer que tu interlocutor tiene razón, estarás en el
camino de resolver la situación.
La forma de abordar esto es sorprender a la otra parte, que esperará que tú niegues
lo que tienes en tu contra. Admítelo y no des más explicaciones. Esta técnica es
muy útil, pero no abuses de ella, ya que, si tu comportamiento se vuelve predecible,
estarás perdiendo efectividad.
3. Gestionar la ira. Nunca digas a una persona que no se enfade. En lugar de ello,
anímala a que te diga qué es lo que causa su enfado. Hay cinco actitudes que se
pueden adoptar ante una persona enfadada:
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Escuchar. Es posible que tenga motivos para su enfado.
No discutir, aunque sea eso lo que la otra persona esté buscando.
Quizá su autoestima esté por los suelos, por lo que es conveniente que le
ofrezcas algún cumplido cuando sea posible.
Averiguar la causa del enfado. Haz preguntas abiertas, no del tipo que se
pueden responder con "sí/no".
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Mostrar empatía. Emplea técnicas de escucha activa y de vez en cuando
repite lo que la otra persona está diciendo.
Admitir los errores. Si tú estabas equivocado, no dudes en admitirlo.
Además, los siguientes consejos te ayudarán a prevenir las reacciones excesivas
de tu interlocutor:
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Cuando tengas que criticar a alguien, céntrate en los comportamientos que
hayas observado, no en la persona.
Evita avergonzar o humillar a la otra persona, especialmente ante los demás.
No le culpes de nada a no ser que sea imprescindible y estate seguro al 100%
de que tú tienes razón.
Promueve los comportamientos amables y emplea el humor ligero siempre
que puedas.
Si notas que tú estás a punto de estallar, observa las siguientes recomendaciones:

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Da un paseo para alejarte por unos momentos del problema. A veces esto
da lugar a un pensamiento más constructivo.
Escribe una carta enfadado, pero no la envíes. Esto hará que la ira salga de
tu "sistema" sin dañar a nadie.
Escribe una segunda carta, más racional y calmada. Esta carta tampoco
debes enviarla ni utilizar lo que redactes en el diálogo posterior.
4. Apelar a una tercera parte con autoridad: A veces un acercamiento suave a
los problemas no da resultado. Es posible que la otra persona no quiera
comprometerse o encontrar una solución al conflicto con la que todos salgan
ganando. Puede que quiera emplear cierto poder para resolverlo, por lo que, en tal
caso, tú deberás hacer lo mismo. Esta táctica sólo debe emplearse cuando ganar
es imprescindible, porque es seguro que dará lugar a malestar.
Un ejemplo de apelación a una tercera parte con autoridad o poder es una disputa
laboral en la que hay que acudir a un sindicato o a una autoridad judicial. Esta parte
ajena a la discusión impondrá una solución que, con toda probabilidad, no va a
satisfacer a ninguna de las dos partes.
5. Intercambiar imágenes con la otra parte: Para llevar a cabo esta estrategia, di
a la otra persona que entiendes su punto de vista. Escribe en un trozo de papel cuál
es tu posición en el conflicto y cuál crees que es la de la parte, y pídele que haga lo
mismo para ti. Entonces, intercambien las imágenes escritas y basad la discusión
sobre ellas.
6. Interpretar la jugada de la otra parte: ¿Cómo manejar las maniobras que tu
interlocutor lleva a cabo? Una manera de hacerlo es colocar a la otra persona ante
la interpretación que tú haces de lo que está ocurriendo. Esta táctica consiste en
hacerle ver que tú eres consciente de los movimientos que estás observando. La
otra persona probablemente se sentirá algo aturdida y tratará de negar lo que está
haciendo. En ese punto, simplemente repite lo mismo que te ha dicho en un tono lo
más profesional posible.
Si el comportamiento se repite, ve hacia la persona, mírala a los ojos, dile que sabes
lo que está haciendo y pídele que deje de hacerlo.
Tú debes ser tan firme y serio como te sea posible (si es necesario, señálale con el
dedo mientras está hablando). Este tipo de personas se sienten mal cuando notan
que alguien ha captado su juego, por lo que debes seguir enfrentándote a ellas de
esta manera hasta que se cansen.
Empresas familiares. Problemas,
errores y trampas en su
Administración
Tu empresa familiar puede pasar exitosa a las siguientes generaciones; pero cuidado con
errores que puedes llegar a cometer. Yo les llamo también “trampas”
Quienes fundaron y construyeron grandes empresas con su propio esfuerzo y sacrificio
personal, saben lo difícil que es dejar en manos de “particulares” ese negocio que vieron
nacer, criaron, alimentaron y vieron crecer.
Todo empresario desea que sean sus hijos quienes tomen la bandera y continúen la
empresa. Es más, desean ver que esa empresa crecer aún más en manos de ellos.
Sin embargo, quienes están por hacerlo, quiénes lo están haciendo y quienes ya lo hicieron
saben que esto es mucho más difícil, más complejo y más doloroso de lo que quisiéramos.
Sin duda hay muchas trampas en este proceso. Reconocerlas a tiempo te puede ayudar a que
esta transición sea exitosa.
Para empezar, debes aceptar que sí es cierto. Es una realidad y se han comprobado que la
tasa de fracaso es muy alta. Al pasar de una generación a otra, muchas empresas exitosas
fracasan o empiezan a decaer con el tiempo hasta desaparecer.
Una empresa de propiedad familiar, puede y debe pasar exitosa de primera a segunda
generación, igualmente de segunda a tercera generación.
Un artículo de este tamaño no puede abarcar la complejidad de este problema, tampoco
puede pretender presentar todas las trampas en que pueden caer los bien intencionados
empresarios que tantos deseos tienen de ver sus empresas en manos de sus hijos y
nietos. Aun así, les escribiré esto en dos partes y trataré de sintetizarlo lo más posible. Así
que no olvides leer la segunda parte, al final te dejo el link.
Les aseguro que he visto de todo en estos treinta años trabajando con
empresas familiares, pequeñas y medianas. Muchas experiencias, la
mayoría han sido muy positivas y tremendamente inspiradoras.
He tenido que escuchar a un “Arturito” diciéndole a su papá -el cual había
fundado un negocio hace 15 años, que le permitió a este muchacho estudiar
en las mejores universidades sin tener que trabajar-: “Papi, deja que hable
don Enrique, tú no sabes ni de lo que estás hablando”.
Pocos de esos casos he tenido que presenciar, pero sí muchos como el de
Kelly, “hija de papi”, que vivía una vida holgada sin mayores compromisos,
enfrenta una situación que cambia su vida completamente. Su padre fundó
una empresa comercial hacía 25 años, el negocio es pequeño, viene
creciendo, muy rentable, tanto como para crear una buena economía
familiar. El padre sufre una enfermedad terminal y Kelly, de pronto se
convierte “por necesidad” en empresaria. Pero detrás de esa jovencita
universitaria, había una líder impresionante. Tomó las riendas del negocio,
obtuvo una maestría y con gran vigor, liderazgo efectivo y buenas decisiones
logró que esa empresa llegara a ser diez veces más grande y exitosa que
aquella que había recibido por parte de su padre.
Retomando entonces el tema de las trampas, esos problemas y errores en
que caen las empresas familiares: Te entregaré ahora algunas de estas
trampas. En otros artículos más adelante te hablaré de otras y profundizaré
en algunos aspectos de estas.
TRAMPA #1: Empleo seguro para los hijos y su
familia
Uno de mis clientes más exitosos, es una empresa propiedad de tres
accionistas que NO son familia entre ellos, tomaron la decisión de NUNCA
permitir que algún de ellos trabajara en la empresa. Lo decidieron un fin de
semana cuando los niños, aún pequeños, corrían por el jardín y escucharon
a sus esposas “disponer” las profesiones de cada uno para que cuando
crecieran se incorporaron a la empresa.
Ellos visualizaron el panorama. Mantuvieron la decisión hasta el día en que
vendieron la empresa, casi 40 años después. Nunca trabajó un hijo de ellos
en la empresa, ni un familiar cercano.
No es lo que recomiendo a mis clientes, pero a ellos les sirvió.
Nosotros queremos que nuestros hijos sí trabajen en la empresa y que
agreguen valor, que la hagan crecer con sus talentos y habilidades. He
visto empresas heredadas a hijos que han sido mucho más grandes en la
segunda generación, gracias a que estos hijos se capacitaron y entrenaron
antes de incorporarse.
El problema de esta trampa comienza cuando los padres casi obligan a sus
hijos a trabajar en la empresa, aunque a esos hijos no les interese, no les
llama la atención o simplemente desean experimentar otras cosas.
Muchos padres incorporan a sus hijos “desempleados” en el puesto que
sea, con tal de que no estén en la casa haciendo nada o con sus amigos
gastando su dinero. Algunos de esos hijos simplemente, no consiguen
empleo, así que la opción más fácil es llegar y pedir un espacio en la
empresa.
Muchos de esos hijos crecieron en medio de riqueza que fue construida por
sus padres, cuando ellos eran muy pequeños. Así que algunos de esos
hijos no experimentaron las mismas carencias de sus padres. Estos hijos
tienen acceso a mejores universidades, a estratos sociales más solventes;
pero no todos ellos desarrollan los talentos que requieren asumir la
dirección de una empresa.
Muchas culturas han hecho que desde niños, éstos hagan tareas de todo
tipo, en los negocios, esa integración con el negocio hace que lo vayan
incorporando a su estilo de vida y cuando son grandes, para ellos es natural
trabajar en la empresa y asumir las tareas operativas o directivas de sus
padres.
Mi recomendación es: primero que los padres conozcan muy bien los
talentos y habilidades de cada uno de sus hijos. Que trabajar en la empresa
no sea considerado un derecho ya ganado, solo por ser hijo o familiar
cercano. Ese hijo debe ganarse el derecho a trabajar en la empresa,
porque tiene los talentos, el compromiso y las habilidades para asumir un
puesto.
Recuerdo a Jorge, débil de carácter e indulgente, cuando en la Junta
Directiva analizábamos los estados financieros y la pérdida mensual era de
veinte mil dólares ese mes, sus ojos denotaban menos preocupación, él
estaba en ese momento más preocupado pensando si su carro ya había
sido lavado, porque estaba a punto de salir a almorzar. ¿Quién es el
responsable de esto? No es el hijo, es el padre, quien lo coloca en un
puesto para el que no tiene talento. Él era un buen vendedor y, una buena
mañana, lo convierten en Gerente General.
Los hijos o familiares cercanos que deseen trabajar en la empresa deben
ser ubicados en los puestos para los cuales se hayan ganado el derecho,
por talento, por habilidad, por conocimientos o por entrenamiento.
TRAMPA #2: La empresa cubre los costos fijos de la
familia
He asesorado en estos 30 años dos empresas familiares que fracasaron. Le
llamo a esto “muerte anunciada”.
Una de ella había sido fundada unos 30 años atrás. Los tres hijos trabajaban
en las empresas. La mujer, excelente, muy trabajadora, como una hormiga,
desde temprano a cargo de la tesorería y el despacho. Los hijos, “bellísimos”
ellos. Uno llegaba temprano y se encerraba en su oficina trabajando con
programas de cómputo y bregando con sistemas, con impresoras que no
imprimen, buscando el mejor programa de contabilidad o el punto de
venta. Este tenía 45 años de edad, era el Gerente General y nunca lo vimos
reunido con su gente. Su esposa llegaba a la diez con una hija y sus dos
empleados, recogía su “vale” y salía de compras. El otro hijo, un
impresionante vendedor, pero él llegaba pasada las diez de la mañana, recién
bañado, toda la mañana la pasó en el Club jugando tenis. Siempre
bronceado. Hacía algunas llamadas y a las dos salía de nuevo porque tenía
que verse con sus colegas en la cafetería del club por la tarde para “hablar
de negocios”.
Entrenamiento que te recomendado
Para empresas familiares y para empresas con socios, recomendamos que
se consideren gran cantidad de asuntos que son igualmente necesarios y
obligaciones. Por ejemplo:
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¿Cómo se definen los aportes y la participación accionaria de
cada socio?
¿Cómo se distribuyen las ganancias entre los socios, sean o no
sea familia?
¿Cómo se elige la sociedad la sociedad mercantil más apropiada
para tu empresa?
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¿Quién representará la empresa ante terceros y cómo se
tomarán las decisiones?
¿Cuáles son los acuerdos más importantes en temas como:
entrada o salida de socios, traspaso de acciones entre socios,
venta de la empresa, si la empresa quiebra, si un socio fallece,
etc.?
Todos estos temas los abordamos, con mucho detalle y propiedad, en
nuestro curso «SOCIOS DE NEGOCIOS» que te lo recomendamos
ampliamente, porque te ahorrará miles de dólares y muchos dolores de
cabeza.
La empresa estaba perdiendo y la mitad de la pérdida la producía los gastos familiares de los
dos hijos varones.
El propietario era un gran hombre, un excelente padre y un amoroso abuelo. El valoraba los
fines de semana con toda su familia, esa era su opinión.
No quería mandar a sus hijos para la casa, ni con un salario de dos mil dólares para que se
entretuvieran. El señor me dijo: “Don Enrique, usted tiene razón en sus recomendaciones;
pero no lo vamos a hacer caso. A mis hijos no los saco de aquí. Lo tendrá que hacer el
banco”. Lamentablemente fue así, yo terminé mi proceso allí un mes después de esa última
reunión. Dos años después los bancos comenzaron a embargar propiedades y luego el
negocio tuvo que cerrar.
Muchas empresas familiares quiebran porque las ganancias no alcanzan para financiar el
estilo de vida de toda una familia. Inicialmente, la empresa financiaba solo la familia del
fundador. Era su esposa, su hipoteca y tres o más hijos. Pero ahora los hijos se casan, vienen
los nietos. Algunos de ellos no son financieramente independientes, entonces la empresa
tiene que “patrocinar” el presupuesto familiar de dos o tres familiares más. Es más, muchas
veces hasta los mismos vehículos de los hijos y los nietos los financia la empresa.
Pocas empresas pueden aguantar esta carga.
Si la empresa debe asumir un presupuesto familiar muy grande, debe producir más ganancias
para generar un flujo de caja que cubra sus propios costos fijos, sus deudas y un retiro de
utilidades que financie esos gastos crecientes.
Para obtener más ganancias, pues tendrá que expandirse, administrarse mejor, buscar nuevas
oportunidades, etcétera. Tendrá que hacer lo que promovemos en nuestras
consultorías: “Mas Ventas, Más Ganancias, Más Riqueza”
TRAMPA #3: Los niveles de incompetencia
Es muy lamentable, pero los criterios para valorar el rendimiento de los trabajadores en una
empresa -si es que existen- no son los mismos que se utilizan para medir el rendimiento de
los hijos o familiares muy cercanos.
Un hijo es nombrado Gerente de una tienda y se le permite llegar a las diez de la mañana,
salir antes que todos los demás o no asumir todas las funciones, todo esto que sí se le exigiría
a un Gerente de tienda que no es familiar.
Es más, las especificaciones, requerimientos y debido proceso que se sigue
para reclutar y seleccionar a un funcionario de una empresa, no se utiliza para
nombrar a un miembro de la familia.
De pronto la hija se convierta en la Gerente Financiera, aunque no tiene la
capacidad, ni los estudios, ni el interés para el puesto. Incluso a veces ni el
carácter.
Un hijo es el que llevará la Logística de Importaciones porque le gusta viajar,
no porque haya tenido el entrenamiento para el puesto, e incluso llega a
cargar los inventarios de la empresa, afectando la liquidez y la rentabilidad,
porque no tiene idea de cómo funciona. Compra y abastece porque a él le
gustó la mercancía o la vendedora “estaba muy guapa”.
Perdón, pero como consultor he tenido que enfrentar muchas veces estas
situaciones y he tenido que ver en peligro empresas de veinte o treinta años
porque los padres en su afán de que los hijos estén en las empresas, los
incorporan sin más ni más en algún puesto que les guste.
Muchos de ellos no quieren recibir órdenes, porque ellos son dueños. Es
más, los mismos gerentes y jefes los tratan como dueños y no como
trabajadores. Les rindes pleitesía, les ríen las gracias y las ideas de esos
muchachos son siempre maravillosas.
Hace unos días me tocó pasar por la amarga experiencia de tratar de
conversar con el auto-nombrado Gerente General de una empresa, bastante
grande, un negocio con ventas de casi dos millones de dólares mensuales y
cuatrocientos empleados. Gracias a sus berrinches y “avanzados” estudios
universitarios logró que su padre le dejara la Gerencia General. Este padre
que no es tan viejo le está dando la oportunidad de gerenciar y dentro de
unos dos años, verá si las cosas van bien o mal. Si van mal, él asumiría el
negocio nuevamente. Yo le dije: “Si es que aún existe la empresa.”. Pues
bien, el glamoroso gerente con quien yo tenía que tratar un tema, no quiso
levantar la mirada porque él estaba ahora en otras cosas. De todos modos,
sus mismos primos dicen de él que es de esas personas que nunca te miran
directamente a los ojos.
Como consultor, muchas veces tengo que ser bastante cruel con estos temas.
La buena noticia es que sí es posible pasar una empresa a la siguiente
generación. Muchos de estos hijos sí tienen la capacidad y el talento
necesario para tomar las riendas de la empresa. Muchos de ellos están
tomando cursos universitarios, aumentando su inteligencia financiera,
desarrollando habilidades gerenciales y habilidades sociales para hacerse
cargo de las empresas que crearon sus padres con ese innato espíritu
emprendedor que los caracteriza a todos ellos.
Cuando esos padres y esos hijos, logran trabajar sobre las fortalezas y sobre
los talentos, para reconocerlos, desarrollarlos e incrementarlos para
aprovechar en un área de la empresa donde pueda agregar valor, esas
empresas serán mejores, más grandes y asegurarán un crecimiento
sostenido.
A los hijos, les recomiendo respetar la experiencia acumulada por los padres
y eso que yo menciono mucho en las conferencias: “la malicia indígena” que
los hizo exitosos y prósperos.
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