LUCAS 7:36 – 50

Anuncio
LUCAS 7:36 – 50
«Al Que Mucho Se Le Perdona, Mucho Ama»
INTRODUCCIÓN
En esta ocasión vamos a tratar una historia en la cual implican muchas cosas muy
importantes, tales como: La hipocresía, la envidia, la falta de respecto, el arrepentimiento,
el respecto y el amor.
I. UNA HISTORIA CONMOVEDORA (LUCAS 7:36–39)
A. Un Invitación De Un Fariseo Al Señor Jesús (7:36)
«Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa
del fariseo, se sentó a la mesa»
1. Hasta este momento todavía los fariseos no se volvían totalmente hostiles contra
el Señor Jesús, por ello vemos esta invitación.
2. Aunque este fariseo no creía en el Señor Jesús, le invita y Él acepta, esta
invitación que era más para el lado del fariseos para agarrar fama.
B. La Actitud De Una Mujer Pecadora (7:37-38)
«37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba
a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y
estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y
los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume»
1. Esta mujer no era una prostituta como muchos creen, era una pecadora,
reconocida, así como muchos pecadores.
2. No era la hermana de Lázaro.
3. Esta mujer enterada de que el Señor estaba sentado a la mesa del fariseo, vino a
expresarla su reconocimiento.
a. Regando los pies del Señor Jesús.
b. Secándolos con sus lágrimas.
c. Ungiéndolo sus pies con perfume.
d. Además se coloco atrás u no al frente.
4. Dos cosas importantes para observar de lo que hizo esta mujer:
a. Su profunda humillación y arrepentimiento por el pecado. Se echo a llorar detrás
de los pies del Señor.
b. Su profundo afecto al Señor. Había amado mucho al Señor.
C. La Reacción De Simón El Fariseo (7:39)
«Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera
profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora»
1. El fariseo se ofende por la actitud de la mujer, considerándola como algo bajo e
indigno.
2. Considera que Jesús no era profeta, ya que para él no se daba cuenta de la clase
de mujer que lo estaba tocando. Recordemos que para los fariseos todos eran
pecadores, excepto ellos.
II. LA ENSEÑANZA EN ESTA HISTORIA (LUCAS 7:40–50)
A. El Perdón Es Para Todos
(7:40-43)
«40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le
dijo: Dí, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos
denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a
ambos. Dí, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso
que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado»
1. Jesús conociendo los pensamientos del fariseo le presenta una la parábola de
los dos deudores.
2. En esta parábola vemos que estos dos deudores no podían pagar lo que debían.
3. Uno de ellos debía más que el otro: Uno Quinientos y el otro Cincuenta.
4. El acreedor teniendo misericordia, perdona a ambos la deuda.
5. El Señor Jesús hace la pregunta ¿cuál de ellos le amara más? Lógico al que se
le perdono más, esta fue la respuesta de Simón.
6. Podemos de esta parábola hacer una interpretación como la enseñanza de amor
de Dios hacia los pecadores que somos deudores:
a. El hombre por naturaleza nace en pecado, y conforme va creciendo va a
cumulando más pecado, se endeuda más con Dios.
b. Pero no importa cuanto pecado tenga la persona, es decir no importa cual se la
deuda, si se arrepiente Dios con la Sangre de Jesucristo la borrar.
B. Al Que Mucho Se Le Perdona, Mucho Ama (7:44-47)
«44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me
diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado
con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de
besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume
mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque
amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama»
1. El Señor Jesús aplica la parábola a la forma tan diversa como Simón y la mujer
se habían comportado con Él.
2. El Señor le da a entender a Simón que también a él le perdona, aunque tenga
que perdonarle menos.
3. Le da a entender que a esta mujer le ha perdonado más, por ello demuestra
más amor.
4. Le llama la atención también el hecho que él no le lavo los pies como era
costumbre, y mayor cuando era alguien importante.
5. Tampoco le dio beso, y la mujer no cesaba de besarle los pies.
6. No ungió su cabeza con aceite, más la mujer le ungió sus pies con perfume.
C. El Señor Jesús Tiene La Autoridad De Perdonar Los Pecados (7:48-50)
«48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban
juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que
también perdona pecados? 50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz»
1. El Señor Jesús las cavilaciones del fariseo y de los que estaban en la mesa con
Él. Como diciéndole: ¡Mira Simón, por lo que ella hizo, le son personados sus
pecados que son muchos!.
2. Y a los temores de la mujer el Señor Jesús responde: ¡Quedan perdonados tus
pecados, Vete en Paz!
3. Así vemos que Él tiene la autoridad también de personar pecado, por la grande
razón de que es Dios.
CONCLUSIÓN: APLICACIÓN PERSONAL.
1. Dios es un Dios perdonador, que perdona cualquier pecado, no importa cuan
grande o grandes sean.
2. La sangre de Jesucristo tiene el poder para borrar la multitud de pecados, no
importan que tan duros y arraigados sean.
3. Lo que el pecador debe de hacer es: Arrepentirse y acepta a Jesucristo como
Señor y Salvador.
4. Por lo tanto no importa cuando pecados senos hallan personado, sean muchos o
sean pocos, debemos procurar amar a Dios mucho.
5. Pero la verdad es: Que aquel a quien se le perdona más, ama más, y aquel que se
le perdona poco, ama poco.
6. Por ello cualquiera que sean nuestros pecados, Jesucristo nos lo persona cuando se
lo pedimos, y tenemos la seguridad y la paz por ello.
7. La única forma que podemos pagarle a Dios por habernos perdonado la deuda es:
Amándolo sobre todas las cosa, cumpliendo con su Voluntad.
Descargar