Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Secretaria de Asuntos Académicos- Departamento de Educación Física. Teoría de la Educación Física 1 Trabajo Final La construcción social del cuerpo según el discurso medico Fecha de entrega: 27 de Junio de 2015 Alumno: Taus Agustín Numero de legajo: 01882/3 Profesor: Hernández, Néstor Comisión A. Días sábados. Introducción: Con el correr del tiempo el cuerpo y su concepción fue variando, los conceptos en torno a este son diversos y atravesados por el contexto socio-histórico determinado. En consecuencia podemos decir que el cuerpo es también considerado una construcción social, cada conceptualización dependiente de las corrientes de pensamiento que hablen de mismo. Con el constante progreso de la medicina, comenzó a formarse un modelo corporal en torno a los conceptos de salud y enfermedad. En el presente trabajo monográfico se desarrollan los conceptos antes mencionados, y se realizara un análisis de los mismos. Junto con otros conceptos afines que se irán detallando en el desarrollo de dicha monografía. Desarrollo: Podemos apreciar que el cuerpo es una construcción social, debido a que el hombre se desarrolla en una sociedad con una cultura determinada y en un ambiente especifico. Los autores Berger y Luckman sostienen que el ser humano en proceso de desarrollo se interrelaciona no solo con un ambiente natural determinado, sino también con un orden cultural y social. En este sentido podemos decir desde un punto de vista socio-cultural que no hay naturaleza humana desde un sentido biológico que determine una variabilidad en las formaciones culturales de cada individuo; por el contrario existe una naturaleza humana en relación con las variables antropológicas, las cuales determinan la formación social y cultural del hombre. Esto nos permite pensar que el hombre construye su propia naturaleza, o sencillamente se produce a sí mismo. Cabe aclarar que el organismo humano se sigue desarrollando biológicamente, al entrar en relación con el ambiente en el cual se desenvuelve. Estos autores también afirman que la humanidad especifica del hombre y su docilidad están entrelazadas íntimamente. El homo sapiens es siempre, y en la misma medida, homo socius. Es por ello que podemos afirmar, que tanto la naturaleza del hombre y el orden social se encuentran ligados constantemente; ya que el orden social es una construcción humana, que el hombre va realizando a medida que se va interrelacionando con su ambiente. El orden social no deriva de los datos biológicos, sino que son un complemento necesario para la producción del mismo. Es decir, el orden social no forma parte de la naturaleza, sino por el contrario es producto de la actividad humana, sin esta actividad el orden social no se seguiría produciendo. Al mismo tiempo que el hombre debe proporcionar un contorno estable a su comportamiento, es decir, que este debe dirigir y especializar sus impulsos naturales; estos como hechos biológicos sirven para la producción del orden social. Ningún orden social existente puede derivar de datos biológicos, la necesidad del orden social en cuanto tal surge del equipo biológico del hombre. A partir del texto de Ricardo Crisorio, podemos extraer otros conceptos necesarios para continuar con el análisis. Dicho autor, utilizando al constructivismo como base, sostiene que el desarrollo de la mente y todo lo que deriva de esto, es producto de un esfuerzo constructivo del sujeto social e individual; diferencia, a partir del psicoanálisis, lo que se encuentra por fuera de la acción constructiva del sujeto, es decir lo real, lo cual presenta la característica de ser objetivo; y el conocimiento humano construido a partir de aquello que se encuentra fuera de la mente, es decir la realidad, la construcción mental y subjetiva de lo real. El lenguaje es el que construye el cuerpo y nos ofrece la posibilidad de representar la realidad. En síntesis, el cuerpo se construye en base a lo real y pasa a ser realidad cuando lo real es nombrado. Y no de forma individual porque se construye a través de la sociedad y lo cultural. Con los conceptos real y realidad se relacionan las afirmaciones de Berger y Luckman en cuanto al hombre como alguien que es y al mismo tiempo tiene cuerpo. Es cuerpo en tanto existe objetivamente como ser biológico, y tiene cuerpo ya que es un ente ajeno al cuerpo, posee un registro del mismo y lo tiene a su disposición Según Crisorio, el individuo no nace con un cuerpo, sino con un organismo compuesto por diversos sistemas que trabajan en conjunto. El cuerpo es una construcción que pertenece a la realidad. Es así como puede sostenerse, según estos autores, que el cuerpo y su desarrollo son de características sociales, ya que biológicamente está no solo potenciado por y para algunos aspectos, sino también muy limitado. Por este motivo es que el individuo necesita de una cultura y una vida social, debe estar inserto en un orden simbólico para completar estas limitaciones biológicas. A partir del siglo XIX, la ciencia gana mucho protagonismo, y se empiezan a dejar de lado todos los controles por parte de la Iglesia. Sostenían que desde antes de nacer estamos en contacto con la medicina y ésta se ha transformado en una nueva reguladora de conductas sociales, y es una de las disciplinas que racionalizan y normalizan el cuerpo. Hay una relación incontestable que se ha establecido entre el ejercicio físico y la salud. Este es un claro ejemplo normalizador de las sociedades de consumo que somete a los individuos a través de distintos mecanismos. En un contexto meramente industrial, comenzó a tener fuerza el antes mencionado proceso mediante el cual el ejercicio físico y el concepto de salud empezaron a tener una relación casi natural. A dicho proceso el autor Miguel. V. Pedraz lo llamó normalización de las sociedades. El autor retoma el concepto de “aparatos ideológicos” de Althusser para responsabilizar a las instituciones estatales de la denominada “colonización” a la que los individuos se encuentran sometidos. Se utiliza la palabra colonización en el sentido de que hay una imposición de ideales que responden a las clases dominantes, las cuales buscan ejercer cierto poder y control social. Pedraz se centra principalmente en el discurso médico como institución responsable del proceso de normalización, ya que este discurso esconde intereses políticos. Es por ellos que, podemos afirmar que la medicina como “ciencia política” busca resolver un problema jurídico-político a partir de la actividad de los médicos en el ámbito. En este sentido podemos decir que, el avance de la tecnología creó un cuerpo constantemente enfermo. El concepto de salud o vida saludable no es más que el recurso de manipulación totalmente subjetivo del cual se alimenta la medicina para ejercer una vigilancia constante sobre las sociedades de consumo. Es así como la vida saludable trasciende en lo orgánico y lo biológico. Sin embargo este estricto autocontrol del cuerpo tiene implicancias aún mayores, las cuales están ligadas al concepto de moralidad. Es así que se sostiene que aquel que es saludable, que tiene un control de la forma y figura de su cuerpo es visto como una persona responsable, que se preocupa y ocupa de su salud, alguien que posee cierta integridad espiritual y orden personal y moral. Por el contrario se entiende a la enfermedad como un estado al que se llega cuando hay un desorden personal, falta de preocupación, por lo que se relaciona al individuo enfermo con la inmoralidad. Sin embargo, Pedraz refiere no uno, sino dos componentes valorativos en torno al concepto de salud. El primero, como ya fue mencionado, tiene relación con lo moral. El segundo, por su parte, recae en la subjetividad que el concepto adquiere en el discurso médico. Según el autor la salud y la enfermedad no son hechos, sino relaciones resultantes de diferentes clasificaciones, para poder así organizar la experiencia de forma satisfactoria. La definición de estos conceptos depende de la cultura y del paradigma científico que establece qué es “lo normal” y qué no lo es. Todo aquello que se aleja de los parámetros normales preestablecidos es sinónimo de enfermedad, por lo que lo normal sería entonces, el llevar una vida saludable en tanto tener un control estricto del cuerpo. Entendemos entonces a la salud y a la enfermedad como conceptos con límites difusos que recaen sobre un ideal imaginario y subjetivo, creados a partir de un marco conceptual construido y legitimado socialmente. Todo este proceso de medicalización y normalización que se da en las sociedades de consumo, se reproduce también, por medio de la educación física, en el ámbito deportivo. La ética obsesiva de autocontrol del cuerpo deriva en un constante trabajo en cuanto a proporcionalidad muscular, peso ideal, etc. También en el deporte suelen verse otros aspectos como la competencia en nombre de la excelencia física, la cual es una reproducción, y hasta promoción en cierto sentido, del capitalismo salvaje; la perseverancia y autorrealización que irónicamente dependen del reconocimiento de los demás. A lo largo de la historia, y con la expansión del capitalismo, la dieta se vuelve mas y mas secularizada, trayendo consigo el paso de la renuncia a la utilización. Por otro lado hay un viraje de los cuerpos aristocráticos hacia los cuerpos trabajadores. En este sentido podemos decir, que la dieta es uno de los componentes más antiguos del régimen medico. La dieta es tanto una regulación del cuerpo individual, como una regulación del cuerpo político. El termino régimen tiene también esta doble implicación. Tanto la dieta como el régimen se aplican al gobierno del cuerpo y al gobierno de los ciudadanos. Con esto podemos sostener que la salud y la enfermedad, también se encuentran continuamente ligadas a la organización social. En la antigüedad la dieta, fue también una característica recurrente de cualquier modo de vida religioso en el cristianismo. Fue uno de los elementos básicos del ascetismo, como un régimen para el control de los deseos. Por ejemplo, el ayuno era un elemento fundamental en el ascetismo católico romano. Las disciplinas ascéticas en el catolicismo y protestantismo, eran un sistema de reglas de conducta para controlar la carne a través del hambre y la negación. Por otro lado, las enfermedades suelen interpretarse como manifestaciones de un mal mas profundo en la estructura social. Así como el cáncer es con frecuencia considerado como una enfermedad de la civilización, la obesidad era observada como una manifestación física de la flaccidez del sistema social. Los desordenes alimenticios, eran considerados como malas costumbres. Por este motivo, es que se tomaba como solución a esta patología social, al gobierno del cuerpo por medio de la dieta y la disciplina. La dieta, sobre todo en las clases altas, era la principal garantía de la salud, la estabilidad mental y la razón. En este sentido, algunos autores, consideraban la dieta, el ejercicio y la regularidad como actividades morales que promovían el control de las pasiones desordenadas. Conclusión: Analizando cada visión del cuerpo, no dejo de afirmar que este es una construcción social. Tanto si vemos al cuerpo aislado del hombre, como si lo vemos totalmente ligado a él. Ya que la visión que se tiene del cuerpo, sea cual fuere, siempre se encuentra atravesada por un contexto socio-histórico determinado. Y es por ello la diversidad de concepciones que hay en cuanto al cuerpo; las mismas van variando a lo largo de la Historia, junto con los cambios que se producen en la sociedad y el orden social. Retomando el tema de las prácticas corporales y deportivas, podemos decir que estas reproducen la idea de vida saludable por medio de la Educación Física. Nuestra disciplina trabaja a través de parámetros universales en cuanto al cuerpo, buscando la mayor aproximación posible a un modelo que representa un ideal en relación a la salud y a la vida saludable. De esta forma también, promociona y alimenta el mercado del cuerpo, donde los únicos beneficiados son las clases dominantes. Conlleva una discusión y análisis más extenso, a mi entender, poder hablar de nuestra disciplina por fuera de los estándares actuales del cuerpo, la salud, vida y cuerpo saludable, etc., ya que la sociedad actual en la cual nos desarrollaremos como futuros educadores, esta signada por los cánones de belleza, cuerpo sano, y totalmente ligada la actividad física a la salud, lejos de la enfermedad. Bibliografía: Berger, P. y Luckman, T. (1998) La construcción social de la realidad. Amorrortu, Buenos Aires. Crisorio, R. (1998) “Constructivismo, cuerpo y lenguaje” en Revista Educación Física y Ciencia, año 4, Departamento de Educación Física, FHCE - UNLP, La Plata. Vicente Pedraz, M. (1997) “Poder y cuerpo. El (incontestable) mito de la relación entre ejercicio físico y salud”, en Revista Educación Física y Ciencia año 2, Departamento de Educación Física, FHCE - UNLP, La Plata. Turner, B. “El cuerpo y la sociedad”. Fondo de la Cultura Económica, México.