Micosis Prufundas

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Micosis profundas
Son micosis que asientan en la dermis, tejido celular subcutáneo, huesos, articulaciones y
diversos órganos diseminándose frecuentemente por vía linfohematica, lo que justifica la
denominación de micosis sistémica.
Los agentes patógenos son hongos microscópicos que habitan en el suelo y animales,
estos agentes tienen particularidades ecogeograficas condicionadas por el clima,
vegetación, régimen de lluvias y el pH del suelo, es por eso que su distribución regional es
bastante característica y suelen ser enfermedades endémicas.
Algunas pueden ser muy graves e incluso murtales y su tratamiento no es siempre
exitoso
Histoplasmosis: es una infección micótica ocasionada por las esporas del hongo
Histoplasma capsulatum, la cual afecta principalmente a los pulmones, aunque puede
diseminarse a otros órganos.
Causas, incidencia y factores de riesgo:
La histoplasmosis es una infección micótica de amplia diseminación que se presenta a
nivel mundial.
Los pulmones son el portal de entrada para esta infección, aunque también es probable la
que se dé por vía cutáneo mucosa. El histoplasma crece como un moho en el suelo y la
infección es ocasionada por la inhalación de partículas micóticas transportadas por el aire.
La histoplasmosis puede ser asintomática, es posible que se presente un corto período de
infección activa o que ésta se disemine por todo el cuerpo.
La mayoría de los pacientes con histoplasmosis sintomática desarrollan un síndrome
similar al de la influenza y enfermedades pulmonares relacionadas con una neumonía
subyacente o con otros compromisos del pulmón. Las personas con enfermedad pulmonar
crónica (como el enfisema o la bronquiectasia) pueden tener un riesgo mayor de ser
atacados por una presentación más severa de esta enfermedad. Si el cuerpo responde a la
infección con una inflamación extrema, hasta el 10% de los pacientes pueden sufrir
complicaciones inflamatorias que involucran la piel, los huesos/ articulaciones o el
revestimiento del corazón (pericardio).
En pocos pacientes, la infección puede llegar a diseminarse (histoplasmosis diseminada)
involucrando la sangre, las meninges, las glándulas adrenales y otros órganos. Las personas
muy jóvenes, muy ancianas o con trastornos subyacentes del sistema inmune, como el
SIDA, están en un alto riesgo de ser atacados por la histoplasmosis diseminada.
Se puede saber si una persona ha sido previamente infectada con H. capsulatum a través
de una prueba cutánea con histoplasmina. Esta prueba es similar a la prueba cutánea con
tuberculina. La infección previa puede otorgar inmunidad parcial contra la reinfección.
Dado que una prueba cutánea positiva no significa que una persona sea completamente
inmune a la reinfección, medidas apropiadas de protección contra la exposición deben ser
adoptadas, independientemente de la positividad de la prueba cutánea de los trabajadores,
en cualquier situación en que se manipule materiales que puedan estar contaminados con H.
capsulatum.
Coccidioidomicosis: es una enfermedad causada por un hongo que vive en el suelo.
Ocasionado por la inhalación de artrosporos de Coccidioides immitis. En general afecta los
pulmones, pero puede también afectar otras partes del cuerpo. También se lo conoce
comúnmente como cocci
Se puede infectar respirando el hongo mientras está acampando, trabajando o excavando
en el desierto. El hongo también puede ser transportado por el viento desde el desierto e
infectarlo en el área donde usted está viviendo. No se puede adquirir la enfermedad por
contagio o por contacto con un animal infectado.
Más de la mitad de las personas que toman contacto con el hongo cocci no tienen
síntomas. Sus propios sistemas inmunológicos combaten la infección. Otros contraen
síntomas parecidos a la gripe. Los síntomas comienzan a aparecer 1 ó 2 semanas después
haberse expuesto al hongo.
Los síntomas más comunes son:
• fiebre
• dolor de cabeza
• tos
• dolor de garganta
• escalofríos
• dolor del cuerpo
• fatiga
• dolor de pecho
• dolor en las articulaciones
• sarpullido enrojecido.
Su profesional médico le hará preguntas sobre sus síntomas y le efectuará un examen
físico. Sospechará que tiene cocci sí:
• Si vive o ha visitado zonas donde el hongo es muy frecuente.
• Presencia de síntomas más prolongados o más severos que los síntomas normales de
gripe, especialmente en los pulmones.
Los análisis de sangre son más confiables que los análisis de piel para detección de
anticuerpos específicos.
Si tiene tos o dolor de pecho, se puede solicitar una radiografía de tórax
Paracoccidioidomicosis:
Es la micosis sistémica endémica producida por el hongo dimorfo Paracoccidioides
brasiliensis. Su distribución geográfica es restringida a América Latina, en particular, a
Sudamérica y el Brasil es el país que muestra las más altas tasas de infección asintomática y
de enfermedad activa. También es el país más poblado de la región y el que padece el
número más elevado de infectados por el HIV.
La patogénia y los mecanismos defensivos en la infección por P. brasiliensis son
similares a los comentados para las otras micosis sistémicas endémicas. La inmunidad
celular resulta una pieza clave en el desarrollo de una defensa eficaz, frente a este hongo
patógeno.
La asociación entre SIDA y paracoccidioidomicosis no parece ser, sin embargo, muy
frecuente. En Brasil, hasta diciembre de 1999, se habían comunicado 44 casos de
asociación entre paracoccidioidomicosis y SIDA. Debe tenerse en cuenta que, en ese país,
entre agosto de 1980 y el mismo mes de 1999, se habían denunciado 164.065 casos de
SIDA en personas mayores de 15 años. Por lo tanto, la incidencia es estimada en 0.02 %.
En comparación, la incidencia de histoplasmosis en SIDA fue de 1.4 %, para el mismo
período. Esto demuestra que esta última micosis es 52.7 veces más frecuente en los
pacientes con SIDA que la paracoccidioidomicosis.
Las causas de este hecho no han sido aclaradas Se ha postulado, como explicación, el
empleo frecuente de cotrimoxazol para la profilaxis y el tratamiento de la neumocistosis,
así como el empleo frecuente de compuestos azólicos, como estas drogas son muy activas
frente al P. brasiliensis, podría disminuir la tasa de enfermedad. Otra explicación es que el
SIDA predomina en áreas urbanas, en tanto la paracoccidioidomicosis es una enfermedad
rural.
Los datos hasta ahora recogidos, indican que la asociación se presenta en enfermos que
tenían en su mayoría entre 20 y 40 años de edad, con un promedio de 31 años. Hubo 2,8
varones por cada mujer y 42 % de ellos fueron adictos a drogas por vía venosa. Estos datos
indican la fuerte influencia epidemiológica del SIDA en el estado de Sao Paulo sobre esta
asociación mórbida. La mayoría de los pacientes no eran ni habían sido agricultores, pero
todos vivían en la zona endémica.
La paracoccidioidomicosis se presentó como una complicación tardía de la infección por
el HIV y sólo en el 31 % de los casos fue la primer enfermedad marcadora. Sin embargo,
datos más recientes que incluyen aquellos casos observados en diversas áreas del Brasil,
Colombia, Venezuela y la República Argentina, indican que en el 74.3 % de los enfermos
fue la primera complicación potencialmente fatal del SIDA.
Clínicamente, casi la totalidad de los pacientes presentó la forma aguda o subaguda
diseminada de tipo juvenil. Ésta se caracteriza por el rápido deterioro del estado general,
fiebre prolongada, adelgazamiento, poliadenopatías prominentes, hepatosplenomegalia,
lesiones cutáneas múltiples de tipo pápulo-ulcerado, alteraciones pulmonares radiológicas
en menos del 60 % de los casos, anemia, disproteinemia, eosinofilia y leucocitosis. La
frecuencia del compromiso pulmonar fue menor que la encontrada habitualmente en esta
micosis, y el compromiso oral y laríngeo se registró en sólo el 23 % de los casos.
El diagnóstico puede ser realizado fácilmente por el hallazgo del P. brasiliensis en el
examen microscópico directo de la escarificación de las lesiones cutáneas o el material
obtenido por punción-aspiración ganglionar. Los estudios histopatológicos son también
muy útiles. La búsqueda de anticuerpos resultó positiva en el 80 % de los casos, empleando
contrainmunoelectroforesis y fijación de complemento. Los hemocultivos, aunque no
fueron practicados sistemáticamente, permitieron el aislamiento del P. brasiliensis en
varios casos.
Desde el punto de vista clínico-inmunológico la asociación de paracoccidioidomicosisSIDA, produce un tipo de micosis grave que corresponde al polo anérgico, con los
siguientes rasgos: forma clínica de evolución subaguda, ataque amplio al sistema
monocítico-histiocitario, deterioro grave del estado general, disproteinemia con
hipergammaglobulinemia, leucocitosis con eosinofilia, pruebas cutáneas negativas,
histopatología mostrando gran cantidad de elementos fúngicos con brotación activa,
granulomas epitelioides laxos con zonas de necrosis y supuración y alta proporción de
serologías positivas. Estas últimas reacciones no dan en el SIDA, títulos elevados como en
las formas clínicas graves en pacientes HIV negativos.
Criptococosis
Infección micótica rara, causada por la inhalación (vía inhalatoria) del hongo
Cryptococcus neoformans.
Causas, incidencia y factores de riesgo:
Este hongo se encuentra en el estiércol y en los excrementos de las palomas. Una
vez que se instala en los pulmones, la infección por criptococos puede curarse por sí
sola, permanecer localizada, o diseminarse por todo el cuerpo. En la mayoría de los
casos se presenta en personas con inmunidad comprometida (infección por VIH,
dosis altas de corticoesteroides, cáncer, quimioterapia, enfermedad de Hodgkin).
En las personas con un sistema inmunológico normal, es posible que la forma
pulmonar no presente síntomas, comportándose como reservorios
De las micosis oportunistas, el criptococo es la infección mortal más común que
se observa en los pacientes con SIDA.
Síntomas:
dolor en el tórax
tos seca
dolor de cabeza
náuseas
confusión
visión borrosa o visión doble (diplopía)
fatiga
fiebre
sudoración excesiva e inusual durante la noche
ganglios inflamados SIN que las áreas adyacentes luzcan infectadas (por
ejemplo, rojas, dolorosas, inflamadas)
•
tendencia a sangrado y magulladuras
•
puede aparecer erupción (rash) de la piel
•
manchas rojas punteadas (petequias)
•
sangrado debajo de la piel
•
magulladuras (equimosis)
•
pérdida de peso no intencional
•
pérdida del apetito
•
llenura abdominal prematuramente después de las comidas
•
dolor abdominal
•
abdomen inflamado
•
dolor o sensibilidad en los huesos del esternón
•
adormecimiento y hormigueo dolor en los nervios o dolor a lo largo del
trayecto de un nervio específico
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Exámenes complementarios:
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cultivo del esputo
biopsia de pulmón
broncoscopía
cultivo del LCR
Actinomicosis
Generalidades
Constituye una enfermedad infecciosa micótica, crónica, caracterizada por la presencia
de abscesos indurados y múltiples fístulas de drenaje, que puede localizarse en distintos
órganos o tejidos. Su distribución abarca el mundo entero.
Etiología
Las especies de género Actinomyces o Propionobacterium, son comensales habituales
en las encías, dientes y las amígdalas del hombre, y el A. israelii es el agente patógeno
causante de la micosis mas frecuentemente hallado. Es una enfermedad mucho mas común
en el hombre que en la mujer, y también es mas elevada la frecuencia en pacientes de áreas
rurales.
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones de la enfermedad en la forma cérvico-facial son generalmente
secundarias a dientes con caries, en la forma torácica a aspiraciones de secreciones orales y
en la forma abdominal puede deberse a fisuras en la mucosa intestinal, o secundarias a un
divertículo o procesos apendiculares. La actinomicosis adopta 3 formas principales de
localización: Cérvico-facial, Torácica, Abdominal
Forma cérvico-facial: Puede iniciarse como una masa fluctuante ubicada debajo de la
mandíbula o como un absceso doloroso de progresión más rápida ubicado en la misma
zona, o en la región parotídea o en el cuello. Esta forma de presentación se asocia en
general a patología bucodental crónica. Posteriormente aparecen exudados y fístulas que
contienen los “granos de azufre” característicos de esta micosis, de color amarillo, esféricos
o redondeados, que alcanzan hasta 1mm de diámetro. La actinomicosis se disemina por los
planos de clivaje que le ofrecen los tejidos, pudiendo afectar la lengua, glándulas salivales
huesos del cráneo, meninges, etc.
Forma Torácica: Comienza por una zona de necrosis que da lugar a la formación de
abscesos. En su desarrollo hace recordar a procesos de tuberculosis pulmonar. Los abscesos
pueden disecar la pleura y la parrilla costal y drenar al exterior una vez atravesada la piel.
Es frecuente la aparición de dolor torácico, fiebre, tos con abundante expectoración,
sudores nocturnos, pérdida de peso.
Forma Abdominal: Afectan el intestino y el peritoneo. Generalmente se presentan luego
de problemas apendiculares, lesiones perforantes del estómago o divertículos del intestino
grueso. Suele palparse una masa sólida abdominal, que se extiende por trayectos fistulosos
que tienden a abrirse en la zona inguinal.
En la forma pelviana la actinomicosis es en general localizada y puede ser consecuencia
del uso de ciertos dispositivos anticonceptivos (DIU).
Pueden presentarse algunas otras formas de la enfermedad, con localizaciones muy poco
frecuentes, como en las válvulas cardíacas, cerebro, zona ano-rectal o tejidos subcutáneos.
Es de mencionar una forma de actinomicosis generalizada como consecuencia de una
diseminación hematógena del germen, afectando entonces cualquier órgano: riñón, uréter,
cuerpos vertebrales, etc.
Suelen entonces presentarse numerosos y distintos síntomas de manera simultánea:
cefaleas, astenia, dolores torácicos, dolores abdominales, trastornos digestivos, renales,
fiebre, etc.
Diagnóstico:
El diagnóstico se basa en la sintomatología que presenta el enfermo, las alteraciones
radiológicas y fundamentalmente por la identificación del A. israelii en el esputo, el pus de
las fístulas o las muestras obtenidas por biopsia. No existen pruebas serológicas
específicas.
Micetomas:
Infección destructiva, crónica, en general localizada en el pié, que invade los
tejidos profundos hasta el esqueleto. Se observa en climas cálidos y afecta
generalmente a personas que hacen trabajos de campo con los pies descalzos.
Hay varias especies de hongos que pueden ocasionarlo entre ellos, Madurella
mycetomii, Pseudallescheria boydii y Leptosphaeria senegalensis, son responsables
del 90% de los casos, y actinomicetos (Nocardia spp. Strptomyces somaliensis,
Actinomadura spp.) Presentes en el suelo.
Los micetomas actinomicoticos son los producidos por los actinomicetes
aerobios, se presentan como enfermedades granulomatosasa, supuradas y crónicas
del TCS y oseo, manifestándose por pequeños gránulos pigmentados conocidos
como gránulos de azufre.
Clínica: La infección afecta casi siempre el pié o la pierna, menos frecuentemente
mano, brazo, tórax, y cuello. Aparece un nódulo, como pústula de masa indurada
indolora que se abre espontáneamente, apareciendo nuevos nódulos pústulas y
fístulas que secretaran, un exudado seroso o serosanguinolento en donde se puede
encontrar los gránulos pigmentados, esta infección puede invadir hueso. La
enfermedad persiste localizada sin compromiso del estado general no ocurriendo lo
mismo de haber una sobreinfección bacteriana
Los micetomas maduromicoticos producen una infección crónica con abscesos y
fístulas que se caracterizan por diseminarse por todo el organismo lesionando SNC
y órganos internos
La diferencia entre ambos es mínima, Los maduromicoticos se caracterizan por su
diseminación llevando a la destrucción lenta de los tejidos profundos.
Esporotricosis
Infección micótica crónica de la piel (cutánea) que se puede desarrollar como una
infección generalizada, diseminada, sistémica en pacientes inmunocomprometidos.
Causas, incidencia y factores de riesgo:
La esporotricosis es causada por el hongo Sporothrix schenckii que se encuentra
en la vegetación y se inocula en la piel cuando ésta se rasga mientras se están
manejando materiales de jardín como rosales, zarzas o tierra abonada. La
esporotricosis puede ser una enfermedad ocupacional para granjeros y horticultores
entre otros. La esporotricosis generalizada (diseminada) se desarrolla en personas
inmunocomprometidas cuando inhalan polvo cargado de esporas.
Los síntomas son: una protuberancia pequeña rojiza indolora en el sitio de
inoculación que se convierte en una úlcera. Las lesiones se presentan a menudo en
las manos y antebrazos porque son sitios frecuentes de trauma. El organismo
penetra en el flujo linfático ocasionando úlceras pequeñas que aparecen alineadas
en la piel a medida que la infección sube hacia el brazo (o pierna). Estas lesiones no
sanan a menos que se sometan a tratamiento, y pueden permanecer ulceradas por
años.
La esporotricosis sistémica puede causar problemas respiratorios y pulmonares,
osteomielitis, artritis y meningitis.
Síntomas:
•
protuberancia pequeña y rojiza que se desarrolla en el sitio de una lesión
reciente (hasta 3 meses después de la lesión)
•
hilera de úlceras que salen de la úlcera inicial
Signos y exámenes:
Un examen físico revela las lesiones típicas de esta enfermedad y la confirmación
del diagnóstico se hace a través de un cultivo de tejido obtenido en una biopsia que
muestre S. schenckii.
Prevención
La prevención de esta enfermedad no es práctica, ya que el hongo Sporothrix
schenckii se encuentra en todas partes del mundo y se le asocia con la vegetación
viva, muerta o en estado de descomposición; por esta razón las personas
inmunocomprometidas deben limitar su exposición en lo posible.
Clínica:
La clínica se puede dividir en unos diferentes grupos de manifestaciones:
1. Linfocutánea
2. Cutánea fija
3. Cutánea diseminada
4. Extracutánea
Esporotricosis linfocutánea es una forma clásica de esta enfermedad. Comprende el 75%
de todos los casos estudiados. La imagen clínica es tan característica que el diagnóstico
puede ser realizado con considerable confianza. En este tipo de infección, el primer signo
que aparece es un pequeño nódulo subcutáneo, no doloroso, móvil y duro en el lugar de la
herida, al cabo de 1 semana o varios meses después del daño sufrido. Este nódulo se ulcera
con posterioridad, formando así el llamado chancro esporotricótico.
En algunos casos, la lesión primaria puede desarrollarse como una lesión ulcerosa, que
indica que los microorganismos están localizados en el dermis superficial o epidermis. Al
cabo de algunas semanas, esta infección se disemina a lo largo de la cadena linfática y se
forman múltiples nódulos subcutáneos
El cuadro clínico de una úlcera en un dedo de la mano, que se acompaña de una cadena
de ganglios linfáticos inflamados hacia el brazo es típico de esporotricosis. Esta
enfermedad no tratada puede convertirse en crónica, pero algunos casos se resuelven
espontáneamente en cualquier fase del curso de la misma.
Existe la denominada esporotricosis “gomosa” que se caracteriza por el desarrollo de
múltiples ulceraciones bien definidas, en muñecas, piernas o antebrazos, profundas, que
ponen en peligro las aponeurosis, tendones y hueso. Se presenta similarmente al
Hypoderma gangrenoso, y se ha sugerido que pueda ser una forma rara de hipersensibilidad
La esporotricosis fija cutánea se circunscribe estrictamente al lugar de la infección
respetándose los linfáticos adyacentes. Se observa con frecuencia en zonas endémicas de la
enfermedad.
Estas lesiones pueden tomar cualquiera de estas formas: ulcerativa, verrugosa, papulosa,
acneiforme y en placa eritematosa. Este tipo de infección se ha incrementado desde los
años sesenta, siendo la forma más común observada en el Japón.
Tanto en la forma linfocutánea como en la cutánea fija, las zonas que suelen verse
afectadas son la cara (especialmente en niños) y las extremidades superiores.
El tipo cutáneo diseminado es raro. Esta forma se suele desarrollar como resultado de la
diseminación hematógena de lesiones primarias o linfáticas, pero también puede resultar de
una autoinoculación. Clínicamente se observan múltiples lesiones cutáneas en varias partes
del cuerpo.
La esporotricosis extrucutánea puede localizarse en huesos, membranas mucosas,
articulaciones, ojos, sistema nervioso central, pulmón y otros órganos internos.
La enfermedad del sistema esquelético es el tipo más común de infección, que sigue a las
formas cutáneas de esporotricosis.
Micosis oportunistas
Agentes etiológicos
Enfermedad
Clínica
Diagnóstico
Aspergilus
fumigatus, níger,
flavus
Aspergilosis
Alérgica,
bronquiectasias
centrales,
asma
grave,
tos
con
expectoración
sanguinolenta.
Aspergiloma.
Aspergilosis
invasiva
Rx,
esputo,
Histopatología
Cándida
Rhizopus
albicans,
Oryzaes
parapsilosis
Candidiasis
Mucormicosis
Cutáneomucosa:
Infección en senos
Muguet, esofagitis, paranasales, órbita,
vaginitis, balanitis, paladar, cerebro
otitis
Hisopado, esputo, Examen
exudado, examen en histopatológico
fresco, cultivo
(biopsia)
Bibliografía: Micosis profundas
http://pcs.adam.com
http://drrecommend.com
Microbiología médica P. R. Murray 2° Ed.
Manual de parasitología Médica H. L. Pizzi
Integrantes:
• Vogliotti, Ignacio.
• Canllo, Francisco.
• Malla, Franco.
• Acquavita, Marcos.
• Díaz, Cecilia.
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