Subido por harold ariel nuñez

Mujeres y MIPYME Diagnostico de la situacion de la MIPYME en Centroamerica y Republica Dominicana (1)

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Colonia San Benito, Calle Circunvalación, No. 294, San Salvador, El Salvador
Teléfono: (503) 2264-5207
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www.sica.int/cenpromype
Dirección General
Ingrid Figueroa Santamaría
Miosotis Rivas
Documento elaborado por
Mabelle Figueroa Ramos
Marcela Rodríguez González
Coordinación Editorial
Edgar Lara
Ligia Carmona
Grupo Líder, Proceso de Transversalización de la Perspectiva de Género en CENPROMYPE
Carolina Mónico
Deysi García
Alex Linares
Patricia Brezmes
Esta investigación es propiedad del Centro Regional de Promoción para la Micro y Pequeña Empresa en
Centroamérica (CENPROMYPE), el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA) y el Sistema
de la Integración Centroamericana (SICA), la cual se ha realizado en el marco de la Carta de Entendimiento
firmada en 2010 entre el COMMCA y CENPROMYPE y la Estrategia de Transversalización de la Perspectiva
de Género en CENPROMYPE, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo, a través del Fondo España-SICA.
Diseño y Diagramación
2HerrerosStudio
Impresión
Imprenta La Tarjeta
Tiraje: 150 ejemplares
Primera Edición, Abril 2013
Impreso y hecho en El Salvador
Impreso gracias al apoyo de la Organización de los Estados Americanos
ÍNDICE
página
INTRODUCCIÓN 3
Limitaciones de la Investigación
4
Organización de diagnóstico7
1. MARCO CONCEPTUAL DE REFERENCIA
8
1.1 El concepto de MIPYME9
1.1.1 MIPYME urbana-rural
12
1.1.2 Formalidad e informalidad del sector
12
1.1.3 Orientación e intensidad productiva
12
1.2 Enfoque de emprendimiento
13
1.3 Enfoque de género14
2. EL PROCESO DE INTEGRACIÓN REGIONAL Y LAS MIPYMES
18
2.1 Tendencias macroeconómicas
20
2.2 Brechas de desigualdad social
22
2.2.1. La incidencia de pobreza
22
2.3 El panorama laboral27
2.3.1 Las mujeres y el mercado laboral
29
2.3.2 El empleo formal y el empleo informal
33
2.3.3 Las mujeres y el mercado laboral38
3. LA REALIDAD DE LAS MIPYMES EN LA REGIÓN40
3.1 La empresariedad en las mujeres46
3.1.1 Características de las empresas de propiedad de las mujeres
3.1.2 El entorno de las mujeres rurales52
4. LA RESPUESTA PÚBLICA AL DESARROLLO EMPRESARIAL
4.1 La capacidad institucional puesta al servicio del sector MIPYME
49
54
59
4.2 El proceso de formalización operaciones61
4.3 La transversalización de género63
4.4 Los mecanismos regionales y nacionales para el adelanto de las
mujeres en la promoción de la empresa64
4.4.1 Costa Rica: Política Nacional de Igualdad y equidad de género 2007-201765
4.4.2 El Salvador: Política nacional de la mujer67
4.4.3 Guatemala: Política nacional de promociones y desarrollo de
las mujeres guatemaltecas67
4.4.4 Honduras: Política nacional de la mujer. II Plan de Igualdad y
Equidad de género de Honduras 2010-2022
68
4.4.5 Nicaragua: Líneas estratégicas y políticas de género69
4.4.6 República Dominicana: El Plan Nacional de equidad de género (PLANEG II)
4.4.7 Panamá: Instituto Nacional de la Mujer de (INAMU)70
4.4.8 Belice: La comisión nacional de Mujeres (NWC)71
70
5. LOS SERVICIOS DE APOYO FINANCIEROS Y NO FINANCIEROS73
5.1 Los servicios financieros74
5.1.1 El acceso de las mujeres a los servicios financieros76
5.2 Los servicios no financieros78
5.2.1 El acceso de las mujeres a los servicios no financieros80
5.2.2 La experiencia de los centros de servicios para los emprendimientos de las Mujeres-CSE 80
5.2.3 La experiencia del programa de reconstrucción y modernización rural (PREMODER)
81
5.3 El empoderamiento de las mujeres como requisito del éxito empesarial82
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES88
6.1 Sobre las conceptualización de las MIPYMES 88
6.2 Sobre la informalidad de las EMPRESAS89
6.3 Sobre los servicios de apoyo a las MIPYMES89
6.4 Sobre el fortalecimiento de los servicios de apyo con enfoque de género a las MIPYMES
90
6.4.1. Servicios financieros90
6.4.2 Gestión empresarial91
6.4.3 Fortalecimiento organizacional92
6.5 Sobre la creación de un sistema nacional de incubación de EMPRESAS
93
6.6 Sobre los emprendimientos de MUJERES 94
6.7 Sobre la georreferenciación de las empresas de MUJERES95
6.8 Sobre el acceso a mercados de las MIPYMES de mujeres95
6.9 Sobre la ausencia de datos de las MIPYMES de mujeres96
6.10 Sobre las grandes política públicas para el sector de las MIPYMES
97
BIBLIOGRAFIA98
ANEXOS
102
ÍNDICE
CUADROS
Cuadro No.1 DEFINICION INSTITUCIONAL DE MIPYME
Cuadro No.2 CLASIFICIACIÓN DE EMPRESAS DE ACUERDO CON LA OCDE
Cuadro No. 3 CENTROAMERICA Y REPÚBLICA DOMINICANA:
DEFINICIONES DE MICRO, PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA
Cuadro No. 4 PROYECCIONES DEL PIB PARA CENTROAMERICA Y REPÚBLICA DOMINICANA
cuadro No. 5 INCIDENCIA DE LA POBREZA POR INSUFICIENCIA DE IGRESOS EN
LOS HOGARES POR ZONAS 2000-2009
Cuadro No. 6 INDICE DE FEMINIDAD DE LA INDIGENCIA Y DE LA POBREZA,
SEGÚN ZONAS GEOGRÁFICAS
Cuadro No. 7 CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE SUBEMPLEO
POR PAÍS SEGUN ZONA Y SEXO
Cuadro No.8 Limitaciones de las Mipymes en Centroamérica
Cuadro No.9 Distribución por género del total de Mipymes en Honduras
Cuadro No.10 Empresas de mujeres por rama de actividad
Cuadro No.11 Obstáculos propios de género en las áreas de atención de las Mipymes
ÍNDICE
GRÁFICOS
página
13
13
14
24
27
28
35
47
51
52
80
página
Gráfico No.1. Centroamérica y Estados Unidos. El crecimiento de la actividad económica 2000-2018 23
Gráfico No. 2 Centroamérica y República Dominicana: Tasa de desempleo, subempleo,
actividad y ocupación, 2006-2010
31
Gráfico No. 3 Fuerza de trabajo femenina 2000 y 200932
Gráfico No. 4 Centroamérica y República Dominicana: Tasas de subempleo visible e
invisible según formalidad del empleo 2006-2010
38
Gráfico No. 5 Centroamérica y República Dominicana: Tasas de desempleo, subempleo,
actividad y ocupación entre las mujeres 2006-2010
40
Gráfico No. 6 Centroamérica y República Dominicana: Tasas de Desempleo, Subempleo,
actividad y ocupación entre las mujeres 2006-201042
Gráfico No.7 Estructura piramidal de las Mype de Mujeres en Costa Rica. Año 2008
50
PRESENTACIÓN
En la XXXV Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de
ambos géneros como se expone en el presente diagnóstico.
Gobierno de los países miembros del Sistema de Integración
No cabe duda que la MIPYME es un factor determinante
Centroamericana (SICA), los mandatarios adoptaron la
para la cohesión social, la igualdad, la generación de
Declaración sobre Género, Integración y Desarrollo, en
empleo y el empoderamiento económico de la mujer, pero
la que acuerdan “incorporar la igualdad y equidad de
para que esto sea así, es necesario que las políticas MIPYME
género en las políticas y planes de desarrollos nacionales
sean sensibles al género y aseguren la interlocución de las
y regionales como tema estratégico y de alta prioridad,
mujeres como actor económico.
tanto en el SICA como en los Estados que lo integran y
La región ha avanzado significativamente en la generación
elaborar una propuesta de lineamientos para la adopción
de políticas, instrumentos y herramientas de apoyo a la
de la Política Regional de Igualdad y Equidad de Género
MIPYME y a pesar de la importancia de las mujeres como
(PRIEG) para el SICA”. Como parte de esa disposición, el
empleadoras y empleadas dentro del sector, las políticas y
Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y
los programas están marcados por un sesgo de género que
República Dominicana (COMMCA) inició un proceso de
limita un empoderamiento real de las mujeres, la reducción
acompañamiento al Centro para la Promoción de la Micro
de la brecha de ingreso y la sostenibilidad de las iniciativas
y Pequeña Empresa en Centroamérica (CENPROMYPE) en la
económicas emprendidas por éstas, así como también
implementación de un proceso de transversalización de la
favorece a la permanencia de las relaciones desiguales
perspectiva de género en su quehacer institucional.
de poder y género dentro de las unidades productivas
La importancia de desarrollar este proceso en una instancia
familiares.
del SICA como CENPROMYPE reside en que la Micro,
Dar cuenta de esta situación, constituye un primer paso para
Pequeña y Mediana Empresa (MIPYME) juega un papel
promover un entorno de políticas que propicien la igualdad
importante en la generación de empleo e ingresos. Se
entre hombres y mujeres en el acceso de recursos pare el
estima que en la región se representa cerca del 90% de la
desarrollo empresarial y en la propiedad de las empresas.
estructura empresarial; según datos de la OIT, en la región,
Con este diagnóstico deseamos sentar las bases para una
el 60% de la población ocupada en la MIPYME está en la
nueva generación de recomendaciones y programas
microempresa, y muchos estudios en América Latina
de fomento de la MIPYME que busquen contribuir al
revelan que las mujeres tienen una mayor participación
adelanto de las mujeres y a la generación de oportunidades
en dicho estrato empresarial tanto como empleadas como
económicas inclusivas.
empleadoras.
CENPROMYPE es consciente de la importancia de introducir
A pesar del peso de la MIPYME en la estructura productiva
la perspectiva de género en su agenda de trabajo y por ello
y como medio que permite la inserción de muchas mujeres
da a conocer este diagnóstico, con el cual se espera contribuir
en la economía, éstas se encuentran en desventaja con
a una región SICA más igualitaria y de oportunidades para
respecto a los hombres y las políticas económicas no han
las mujeres.
sido neutrales en términos de sus impactos de género por
lo que aún persisten las desigualdades económicas entre
INTRODUCCIÓN
El diagnóstico busca conocer
la situación macroeconómica
de Centroamérica y República
Dominicana en los últimos años y en
ese contexto mostrar la importancia
del sector MIPYMES en la economía
de la región, el marco general de
estas empresas desde el ámbito
institucional y normativo, así como
su acceso a los servicios de apoyo
(financieros y no financieros),
analizado la situación desde el
enfoque de género.
El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en
el marco de sus objetivos de paz, libertad y desarrollo,
ha reconocido que en la lucha contra la pobreza y hacia
la construcción de una sociedad más inclusiva resulta
imperativo resolver el serio problema de la desigualdad
de género en la región; en tal sentido, reafirma que la
generación de riqueza y el crecimiento económico no
pueden ser objetivos independientes del bienestar de
los habitantes de una nación, hombres y mujeres, por lo
cual se hace necesario lograr la inclusión activa y plena
de las mujeres en el mundo educativo, del trabajo, en la
cultura y en la política. Frente a este reto ha demandado
el uso de nuevos paradigmas, como “impulsar un enfoque
de género que garantice una mayor participación de las
mujeres en todos los órdenes de la vida regional”.
Asimismo, el Consejo de Ministras de la Mujer de
Centroamérica (COMMCA) del SICA reconoce que los
avances hacia la igualdad entre los géneros no han sido
suficientes y que hay obstáculos que remover, mostrando
con ello una mayor contundencia de su voluntad de
facilitar la incorporación de las mujeres en igualdad y
equidad a la dinámica social, económica, política y cultural
de Centroamérica y República Dominicana.
El Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña
Empresa (CENPROMYPE), por otro lado, de acuerdo con
los lineamientos de su Plan Estratégico 2008-2013, la
planificación operativa bianual (2010-2011) se enfoca en:
a) la integración regional y a la promoción de políticas
públicas, b) el desarrollo competitivo empresarial, c) la
generación de un sistema de gestión del conocimiento e
información de la MIPYME, y d) el desarrollo estratégico
institucional de CENPROMYPE.
7
Así, consciente de la necesidad imperiosa de promover
y transformar la región hacia sociedades más equitativas
e igualitarias, el CENPROMYPE promueve el desarrollo
del siguiente diagnóstico de la situación de las
micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en
Centroamérica y República Dominicana, con el objetivo
de contribuir al fortalecimiento de las MIPYMES en la
región desde la perspectiva de género.
El diagnóstico busca conocer la situación macroeconómica
de Centroamérica y República Dominicana en los últimos
años y en ese contexto mostrar la importancia del sector
MIPYMES en la economía de la región, el marco general
de estas empresas desde el ámbito institucional y
normativo, así como su acceso a los servicios de apoyo
(financieros y no financieros), analizado la situación
desde el enfoque de género.
Para ello se ha utilizado una metodología basada en la
recopilación e interpretación de información secundaria
como estudios, ensayos, datos de observatorios
nacionales y regionales, memorias de talleres y seminarios
e investigaciones de organismos e instancias públicas y
privadas. Información que en algunos casos parece no
haber trascendido a pesar de mostrar la cara, muchas
veces oculta, de la desigualdad social y económica
de la región, y que para efectos de este diagnóstico es
reinterpretada desde la perspectiva de género. En tal
sentido se incorporan resultados de estudios que abonan
de manera particular al objetivo de mostrar una mirada
de la realidad de las MIPYMES de la región, que oculta
la situación y posición de las mujeres emprendedoras y
empresarias, sus demandas, anhelos y sueños propios,
como personas y como trabajadoras, que piden el apoyo
del Estado y en general de la sociedad para hacer crecer
sus negocios y lograr de esta manera una vida más digna
para ellas y sus familias.
8
Limitaciones de
la investigación
Centroamérica y República Dominicana la
disposición de los datos sobre el sector MIPYME es
todavía muy escasa y su calidad deficiente.
Aunque este diagnóstico fue planteado por CENPROMYPE
como un ejercicio de documentación de la realidad
de las MIPYMES desde una perspectiva de género,
entendido este como un trabajo de fundamentación
y demostración de esa realidad que deje patente las
condiciones diferenciales de mujeres y hombres, la
labor no fue sencilla, pues se enfrentaron limitaciones
metodológicas y prácticas a la hora de levantar la
información. En primer lugar, porque en Centroamérica
y República Dominicana la disposición de los datos
sobre el sector MIPYME es todavía muy escasa y su
calidad deficiente puesto que está desactualizada y no
se registra oficialmente en los países con la profundidad
demandada aun por organismos regionales como el
SICA y el propio CENPROMYPE, que impulsa el estudio; y
en segundo lugar, porque la aplicación de la perspectiva
género a registros administrativos oficiales, a encuestas y
censos, y en general a estudios, es casi ausente.
A continuación se informa sobre las principales fuentes de
información utilizadas y los problemas más críticos que
enfrentó el equipo consultor al realizar este diagnóstico:
a)
No todos los países centroamericanos cuentan con
estimaciones anuales sobre incidencia de la pobreza
que permitan dar un seguimiento adecuado al
tema. Los datos disponibles presentan problemas
de comparabilidad, ya que en algunas naciones los
cálculos se realizan considerando los ingresos de los
hogares y en otras se hace en función del consumo.
Los datos de pobreza tampoco son comparables,
aunque se parte de que en cada país se trabaja
con líneas de pobreza correctamente definidas y
estimadas. Asimismo, en algunos países las cifras
oficiales refieren a personas en situación de pobreza
y en otros a hogares. Además la información oficial
se encuentra dispersa.
b)
Por ello los gráficos y cuadros estadísticos utilizados
para sustentar el diagnóstico provienen de fuentes
secundarias, pues fueron valorados como útiles
para analizar las tendencias regionales de temas
centrales como el empleo para comprender el
entorno de las MIPYMES y la situación de las mujeres
en este sector. Por lo tanto, no todos los países son
incluidos por estas fuentes debido a problemas
de comparabilidad que enfrentan con respecto a
ciertas categorías de análisis que no se aplican en
todos los países. Al respecto se exponen algunas
consideraciones metodológicas que ayudan a
comprender esta limitante:1
El análisis se presenta para el conjunto de países
en función de los principales conceptos y criterios
para su medición. Es necesario destacar entonces
que se centra básicamente en fuentes secundarias,
como son el Observatorio Laboral de Centroamérica
y República Dominicana de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y del Estado de
la Región. Estas fuentes basan su investigación
en los cuestionarios aplicados al efecto, siendo
esta solamente una de las fuentes que tienen
impacto sobre la comparabilidad internacional
y las diferencias resultantes en la medición
de indicadores. Evidentemente, el total de las
divergencias de conceptos y metodologías entre los
países debe considerar todas las fuentes, muchas
de las cuales están aún lejos de ser evidentes, como
las diferencias en las características, procedimientos
de selección, tamaños, marcos y rotación de las
muestras, los ajustes por no respuesta, así como las
diferentes técnicas de recolección y procesamiento.
1
Los usuarios, y en particular los productores de
los datos, son conocedores de este conjunto de
diferencias no conceptuales, que también afectan la
comparabilidad internacional.
Las encuestas de hogares: fuente importante pero no
disponible para todos los países en mismos periodos.
Esta situación permitió hacer uso de las encuestas
de hogares que admitieron comparabilidad, las
cuales fueron analizadas según país y año: Costa
Rica, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples
(EHPM), 2009 (en Costa Rica, a partir de 2010, se está
realizando en forma paralela la Encuesta Continua
de Empleo); El Salvador, Encuesta de Hogares de
Propósitos Múltiples (EHPM), 2008; Guatemala,
Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo (ENED),
2007; Honduras, Encuesta Permanente de Hogares
de Propósitos Múltiples (EPHPM), septiembre 2007;
Nicaragua, Encuesta Continua de Hogares, 2009;
Panamá, Encuesta de Hogares, 2008; República
Dominicana, Encuesta Nacional de Fuerza de
Trabajo, abril 2007.
Periodos diferentes de cobertura y periodicidad de
las encuestas. En décadas pasadas las encuestas de
hogares contenían elementos no comparables en
términos de la cobertura geográfica, principalmente
debido a las diferencias en la inclusión o en la
exclusión de áreas rurales. En años recientes, gracias
a los esfuerzos realizados por los países, la totalidad
de los institutos de estadística de las naciones
analizadas llevan a cabo encuestas de hogares
con cobertura nacional; sin embargo, los distintos
periodos de elaboración limitan su comparabilidad.
El rango para la recolección de información varía
de un mes a 12 meses por año. Debido a que la
estacionalidad de varios tipos está indudablemente
presente en todas las economías, los indicadores
laborales pueden variar exclusivamente por esta
Werner Gárate (2011). Análisis consolidado de las metodologías de medición de la condición de actividad de
las Encuestas de Hogares de Centroamérica y República Dominicana. Sistema de Información y Análisis Laboral
de América Latina y el Caribe (SIALC/OIT).
9
razón. Así, por ejemplo, los indicadores laborales
de los países con menores períodos de recolección
de datos son claramente no comparables con los
países que recolectan información todo el año;
así las estimaciones pueden ser más altas o más
bajas, dependiendo de los períodos de tiempo que
cubrieron.
Se debe mencionar que en años anteriores algunos
países presentaron irregularidad en la elaboración
de sus encuestas, ya sea por la realización de
distintas encuestas o por diferentes períodos de
levantamiento, como Guatemala y Nicaragua;
también hubo en algunos países limitaciones
en la publicación de datos. El INE de Guatemala
realizó del 2002 al 2004 las Encuestas Nacionales
de Empleo e Ingresos (ENEI), excepto en 2005 y
2006, que no se ejecutaron. En 2007 se llevó a
cabo la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo
(ENED), que adoptó los aspectos metodológicos
puestos en práctica en las encuestas realizadas en
el marco del programa MECOVI; sin embargo, por
problemas metodológicos no se publicaron los
resultados. En 2009, Nicaragua realizó una nueva
encuesta de periodicidad continua (en el año 2011
no se habían publicado los resultados); en Costa
Rica se ha venido desarrollando un proyecto de
mejoramiento temático y operativo de la Encuesta
de Hogares, con especial énfasis en la medición de
empleo, desempleo e ingresos, contándose con
una Encuesta Continua de Empleo que fue aplicada
de forma experimental en 2009 y que se aplica de
manera definitiva a partir del 2010 con cobertura
nacional. De manera similar otros países como
El Salvador, Guatemala y Panamá, que realizan
encuestas puntuales con información de salida
una vez al año, están en procesos de tránsito hacia
encuestas continuas que permitirían indicadores
trimestrales o mensuales.
c)
10
Falta de información actualizada y fidedigna. El
diagnóstico arroja información y análisis de otras
variables que inciden en la dinámica de las MIPYMES
desde la perspectiva de género, aunque se carece
de información estadística fidedigna y actualizada
para reflejar con mayor exactitud las condiciones de
este sector y de las mujeres en especial. Las fuentes
de información cuantitativas encontradas, en su
mayoría, hacen referencia al período 2000-2006,
lo cual limita el análisis al carecer de datos más
actualizados.
En la situación particular de Belice, no en todos los
casos se logra registrar datos para comparar con el
resto de los países de la región debido a la ausencia
de información actualizada y fidedigna. El último
censo poblacional que registra este país es del año
2000, y los datos más actualizados provienen de
fuentes como el Banco Central de Belice, estudios,
informes de fuentes secundarias.
d)
No se desagrega información oficial por sexo. El tema
de la segregación oficial de datos por sexo, urbanorural, tamaño y tipo de emprendimiento a nivel de
Centroamérica, Belice y República Dominicana es
limitado o nulo. Por lo tanto, mucha de la información
se basa en ensayos, investigaciones o estudios
realizados por autores y autoras, investigadores e
investigadoras, organismos privados que registran
datos de mayor confiabilidad, tanto a nivel
cuantitativo como cualitativo.
Sin embargo, y pese a las limitaciones, el
documento es el producto de un serio esfuerzo
por ofrecer a lectoras y lectores una panorámica
de la situación de las MIPYMES en la región y sus
desafíos desde una perspectiva de género. Mucha
de la información utilizada para sustentar el
enfoque de emprendimiento, y otra empleada para
reflejar la situación especial de las mujeres de la
región, procede de investigaciones y publicaciones
realizadas por varios autores y organizaciones
públicas y privadas de reconocida trayectoria
regional. Entre ellas merecen especial mención
Parque Tec y RUTA, reseñadas en la bibliografía,
cuyas valiosas conclusiones en cuanto al estado
Se aspira a que este diagnóstico sea útil desde la visión
de género para continuar con esfuerzos importantes de
investigación en la materia que profundicen situaciones
particulares de las mujeres, de cara al fortalecimiento
de sus unidades económicas y frente al imperativo
de abrirles mayores oportunidades de desarrollo en
condiciones de igualdad y equidad de género.
Organización
de diagnóstico
Los contenidos del diagnóstico han sido organizados de
la siguiente manera: en el primer apartado se presenta un
marco conceptual que orienta los principales conceptos
y enfoques que ayudan a sustentar el abordaje del
mismo. El segundo describe y analiza el contexto de las
MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana,
destacándose indicadores macroeconómicos de la
región, brechas de desigualdad social y el panorama
laboral.
El tercer desarrollo temático se refiere a la respuesta de la
política pública al sector MIPYMES y al marco institucional.
En la cuarta sección se hace un balance del tema de los
servicios de apoyo, financieros y no financieros, para el
sector.
En el quinto acápite se plantean las conclusiones y
reflexiones a partir de los insumos desarrollados en los
apartados previos.
INTRODUCCIÓN
de la empresariedad de la región y el papel de las
mujeres, respectivamente, han sido remozadas
a la luz de la teoría de género para colocarlas en
una nueva dimensión de igualdad y equidad,
propugnando por una mayor inclusión social que
comprenda a las mujeres como sujetos de derechos
económicos y como actoras económicas.
11
MARCO
CONCEPTUAL
DE REFERENCIA
1
La creación de empresas es uno de los pilares
básicos para el desarrollo económico y social en
todo el mundo. Las personas emprendedoras,
al desarrollar nuevos negocios para satisfacer
las necesidades de la población, facilitan el
desarrollo de los mercados, los incrementos
de productividad y generan la mayor parte de
los empleos que se crean en las economías.
12
El desarrollo empresarial es un tema que está cobrando
cada vez más actualidad en Latinoamérica. Su creciente
interés se centra en la necesidad de generar más y
mejores empleos, optimizar la distribución del ingreso,
rejuvenecer el tejido productivo de los países y generar
una nueva riqueza social que contribuya al desarrollo
regional.
Adicionalmente, es importante visualizar la creación
de empresas como un proceso que permite el traslado
de actividades que se encuentran en la informalidad
económica a la economía formal, permitiendo de
1.1
esta manera la generación de recursos tributarios y
contribuciones a la seguridad social a través del pago de
impuestos.
Para entender este proceso es necesario contar con un
marco conceptual que admita comprender su significado
en la dinámica de desarrollo económico con equidad e
igualdad entre hombres y mujeres.
Desde tal perspectiva, este diagnóstico se basa en los
siguientes conceptos y enfoques:
EL CONCEPTO
DE MIPYME
Existe una diversidad de criterios para definir y clasificar las empresas en
micro, pequeña y mediana; esto varía según la realidad de cada país o
entidad que las defina. Hay características comunes a todo tipo de empresa,
independientemente de su tamaño, su proceso de producción o la naturaleza
mercadológica de sus productos y servicios.
Dentro de las principales aproximaciones conceptuales se distinguen aquellas
definiciones formuladas ad hoc, a fin de resolver problemas puntuales para
investigaciones dadas, lo cual limita el análisis, la rigurosidad de los resultados
y el seguimiento de los estudios. Una segunda aproximación es la de la Unión
Europea, que utiliza el criterio de los empleados, umbral con el que se pretende
establecer un corte transversal y de características universales, a fin de
determinar el máximo de empleados con los que puede contar una MIPYME. 2
Un tercer concepto es el institucional, donde destacan la del Fondo Monetario
Internacional, la del Banco Mundial y la de la Organización Internacional del
Trabajo.
2
Álvarez, M. y Durán, J. (2009). Manual de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Una contribución a la mejora
de los sistemas de información y el desarrollo de las políticas públicas. GTZ/CEPAL/CENPROMYPE, El Salvador.
13
INSTITUCIÓN
Fondo Monetario Internacional
CRITERIO DE DEFINICIÓN
Utiliza el criterio de empleo y define microempresa a aquella con hasta 5
empleados, pequeña empresa a la que tenga desde 6 hasta 20 empleados,
y mediana y gran empresa a la que tenga más de 21 personas empleadas.
Considera microempresa a las que cuenten con un máximo de 10 empleados,
Banco Mundial
activos por menos de 10.000 dólares y ganancias anuales menores a 100.000
dólares; pequeñas empresas serán aquellas con menos de 50 empleados y
activos o ventas anuales inferiores a los 3 millones de dólares; y medianas
empresas serán las que tengan menos de 300 empleados y cuyos activos o
ganancias anuales no superen los 15 millones de dólares.
Organización Internacional
del Trabajo
Utiliza dos criterios cualitativos:
1.Considera MIPYME a aquellas empresas donde exista una relación
directa entre propiedad y gestión.
2. La responsabilidad del propietario en todo lo que concierne a las
decisiones relevantes y conducción de la empresa.
No hace diferencia entre micro, pequeña y mediana empresa al interior del
sector.
CUADRO N.o 1. DEFINICIÓN INSTITUCIONAL DE MIPYME
No existe un índice único que caracterice la
dimensión de la empresa de manera adecuada.
Suele manejarse un espectro de criterios: número
de trabajadores que emplea; tipo de producto que
genera; tamaño de su mercado; inversión en bienes
de producción por persona ocupada; volumen de
producción o de ventas; valor de producción; trabajo
personal de socios o personas directivas; separación
de funciones básicas de producción, personal,
ventas, financieras; ubicación o localización; nivel de
tecnología o producción; orientación de mercados;
valor del capital invertido y consumo de energía.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OCDE), las empresas se
pueden clasificar en:
14
CRITERIO /
CLASIFICACIÓN
Número de trabajadores
MUY PEQUEÑAS
0-19
PEQUEÑAS
20 - 99
MEDIANAS
100 - 499
GRANDES
500 a +
CUADRO N.o 2. CLASIFICACIÓN DE EMPRESAS DE ACUERDO CON LA OCDE4
Este es un criterio de la Comisión Europea, el cual puede ser consultado también en: The new SME definition user guide and model declaration. http://ec.europa.eu/enterprise/policies/sme/facts-figures-analysis/sme-definition/index_en.htm
3 Ibíd., p. 24.
4 Saavedra, M. (2008). “Caracterización de las MIPYMES en Latinoamérica”, en Revista Internacional de la Nueva Gestión Organizacional, Año 4 n.o 7-2008. México.
En América Latina no existe homogeneidad al
definir a las MIPYMES, lo cual dificulta su estudio
y análisis. Es necesario señalar que muchos de los
países presentan más de un criterio para definirlas,
los cuales varían dependiendo del sector en que se
encuentren.
PAÍS
Costa Rica
Reglamento General a la
Ley n.o 8262
El Salvador
Política Nacional de
Apoyo Integral a la
MIPYME
Guatemala
Acuerdo Gubernativo
178-2001
Honduras
Decreto 135-2008
Nicaragua
Ley n.o 645
Panamá
Ley 33 de 2000/Decreto
Ejecutivo n.o 126
Rep. Dominicana
Ley 488 de 2008
Belice 6
(BZ$)
DEFINICIÓN
MICROEMPRESA
PEQUEÑA
EMPRESA
MEDIANA
EMPRESA
Empleados
De 1 a 10
De 11 a 35
De 36 a 100
Activos
Hasta 65,0
>65,1 <227,6
>227,7<650,3
Ventas brutas
Hasta 104,0
>104,1<364,2
>364,3>1.040,5
Empleados
De 1 a 10
De 11 a 50
De 51 a 100
Activos
---
---
---
Ventas brutas
Hasta 100
>100<1.000
>1.000 < 7.000
Empleados
De 1 a 10
De 11 a 25
De 26 a 60
Activos
---
---
---
Ventas brutas
---
---
---
Empleados
De 1 a 10
De 11 a 50
De 51 a 150
Activos
---
---
---
Ventas brutas
---
---
---
Empleados
De 1 a 5
De 6 a 30
De 31 a 100
Activos
Hasta 9,9
>9,9<73,9
>73,9<295,6
Ventas brutas
Hasta 49,3
>49,3<443,5
>443,5<1.970,9
Empleados
---
---
---
Activos
---
---
---
Ventas Brutas
Hasta 150
>150<1.000
>1.000 <2.500
Empleados
De 1 a 15
De 16 a 60
De 61 a 200
Activos
Hasta 83,1
>83,1 <332,5
>332,5<1.108,2
Ventas Brutas
Hasta 166,2
>166,2<1.108,2
>1.108,2<4.155,9
Empleados
De 1 a 10
De 11 a 20
De 21 a 50
Activos
Hasta 15.000
Hasta 50.000
Hasta 150.000
Ventas (por año)
Hasta 50.000
Hasta 100.000
Hasta 300.000
CUADRO N.o 3. CENTROAMERICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: DEFINICIONES DE MICRO, PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA
(PERSONAS Y MILES DE DÓLARES AMERICANOS)5
Si bien estos criterios sirven para recolectar datos
comparables en los países, no significa que se pueda trabajar
con una sola definición, dadas las particularidades de cada
país y las propias definiciones nacionales.
5 Op. Cit., p. 27.
Nota: Estos criterios son los utilizados también por las instancias que apoyan al sector MIPYMES en la región: DIGEPYME en Costa Rica, CONAMYPE en El Salvador, AMPYME en Panamá, CONAMIPYME en
Honduras, INPYME en Nicaragua, BELTRAIDE en Belice, Consejo Nacional PROMIPYMES de República Dominicana.
6 The Belize Chamber of Commerce & Industry (BCCI) (2011). Towards Greater Levels of Internationalization for Belizean SMEs: Recommendations for Improving Policy and Institutional Frameworks. Promoting
Economic Development through Partnership-Caribbean and European-PED. A project funded by the European Union through the PROINVEST Program.
15
1.1.1
MIPYME urbana-rural
La clasificación de MIPYMES rurales establece, según
Parra Escobar (2000), lógicas empresariales distintas y
dificultades que no son las mismas que enfrentan las
urbanas, por lo cual hay que analizarlas de acuerdo con
sus necesidades y modos de operación.
La subvaloración de lo rural ha contribuido al desarrollo
deficitario de los mercados laborales y a la baja
productividad rural. Todo esto tiende a mantener muy
baja la remuneración de la fuerza de trabajo rural,
especialmente en áreas afectadas por la insatisfacción de
necesidades y la falta de opciones.
1.1.2
Formalidad e informalidad del sector
La formalidad de una empresa es fundamental y
constituye una variable transversal en todas las
definiciones y clasificaciones. Su importancia radica en
varios aspectos7:
• El rendimiento productivo y la situación económica
que enfrenta: en tanto el costo de la formalidad sea
mayor a las ganancias, esto implica la imposibilidad de
abandonar el sector informal debido a que constituiría
el quiebre de la empresa.
• El grado de formalidad de la empresa es importante
al momento en que esta enfrenta la necesidad de
financiamiento; las firmas que no se encuentran
formalizadas no podrán acceder, en principio, a los
créditos bancarios tradicionales y recurrirán a otras
fuentes de financiamiento (prestamistas, bancos
comerciales, financieras, etc.) de muy alto costo,
muchas veces especulativo.
• Las políticas de apoyo o fomento a la MIPYME desde
el Estado deberán tener en cuenta el grado de
formalidad del público objetivo, a fin de contemplar
las posibles reticencias a la participación y considerar
qué requisitos se pueden solicitar. Se debe determinar
cuáles empresas son informales por necesidad y
cuáles por voluntad.
1.1.3
Orientación e intensidad productiva
Una clasificación importante es la actividad productiva
de las MIPYMES de acuerdo con el uso intensivo de
factores; de esta forma una empresa puede ser intensiva
en conocimiento, recursos naturales, trabajo o capital,
categorías que no son excluyentes entre sí.
16
Otra clasificación es la orientación productiva de la
MIPYME en función de su inserción en el mercado8:
• A través de productos diferenciados, por ejemplo
los bienes suntuarios o artesanías que apuntan a un
mercado selecto.
7 Álvarez, M. y Durán, J. (2009). Op. cit.
8 Ibíd., p. 34.
• A través de productos de alta segmentación del
mercado por ingreso, donde se elaboran bienes
orientados a distintos estratos socioeconómicos, es
decir, un mismo bien con características distintas
según los ingresos de la clientela.
• A través de productos de alta segmentación
geográfica, los cuales suelen colocarse en poblaciones
en las que por falta de demanda las grandes empresas
no encuentran propicio aventurarse.
• A través de una inserción mercantil subordinada,
ofreciendo sus servicios como subcontratados de una
empresa de mayor tamaño.
Además de las clasificaciones anteriores se identifican
otras que también han sido parte del debate teórico,
como el tamaño de las MIPYMES en relación a la
tecnología, los costos de transacción, el mercado y el ciclo
de vida de la empresa. Estas teorías no son por sí solas
determinantes para definir el tamaño de una empresa,
tampoco consideran factores sociales o evolutivos en sus
argumentos, por lo que resultan poco consideradas para
los estudios e investigaciones en el tema.
1.2 ENFOQUE DE
EMPRENDIMIENTO
El emprendimiento es uno de los mecanismos fundamentales para la creación
de empleo, innovación, riqueza y desarrollo económico y social de las naciones.
El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) resalta que el emprendimiento
está compuesto por actitudes, aspiraciones y actividades personales que
están directa e indirectamente involucradas en actividades emprendedoras.
De esta manera, a medida que una actividad económica se desarrolla, los
niveles de actividad emprendedora por necesidad declinan gradualmente
debido a que los sectores productivos crecen y generan más oportunidades
de empleo. Asimismo, el emprendimiento “por oportunidad” tiende a elevarse,
introduciendo un cambio cualitativo en la actividad emprendedora tomada en
su conjunto9.
Para GEM, hay economías basadas en factores productivos básicos, como el
caso de Nicaragua y Honduras. Es decir, son economías caracterizadas por
un bajo desarrollo institucional, educativo y de infraestructura; bajo costo
de mano de obra, con desplazamientos de fuerza de trabajo de los sectores
9 Lebendiker, M. et al (2010). Reporte Nacional 2010: La situación del emprendimiento en Costa Rica. Una perspectiva local sobre emprendimientos, retos y crecimiento en Costa Rica. Global
Entrepreneurchip Monitor. Parque Tec. Costa Rica.
17
primarios y extractivos al sector manufacturero. Los
emprendimientos en esta etapa producen poco valor
agregado.
Una segunda categoría son las economías basadas en la
eficiencia, como el caso de Costa Rica y Panamá; es decir,
economías con inversión en infraestructura y un marco
gubernamental que facilita el ambiente de negocios.
Conducen al incremento de la productividad a través de
economías de escala, generándose cadenas de valor y
eslabonamientos en algunos sectores.
La tercera categoría son las economías en transición,
como las de Guatemala y El Salvador, las cuales están en
una etapa que se fundamenta en factores productivos
1.3
básicos a la etapa de eficiencia.
Las condiciones nacionales relevantes para la actividad
económica basada en los recursos (el desarrollo
de instituciones, la infraestructura, la estabilidad
macroeconómica, la salud y la educación primaria) y la
eficiencia se han adoptado de las mismas que propone
el Global Competitiveness Report (CGR). Los tres tipos
de actividad económica, la basada en recursos, la basada
en eficiencia y la basada en innovación, están presentes
en todas las economías nacionales de diferente manera.
Para el CGR, cada fase está denominada de acuerdo
con la característica económica más significativa para la
fase, por lo que las condiciones del marco emprendedor
para un país pueden variar según la fase de desarrollo
económico10.
ENFOQUE
DE GÉNERO
El concepto de género se refiere a la construcción social de lo femenino y lo
masculino a partir de las diferencias biológicas entre los sexos y alude, de
manera más amplia, a la existencia de un sistema de relaciones de género.
Este implica un determinado orden institucional, basado en un conjunto de
normas y convenciones en las que se concretan concepciones y mentalidades
que afectan las visiones que hombres y mujeres tienen de sí mismos y sus
aspiraciones y que, además, condicionan su acceso a las oportunidades, al
mismo tiempo que limitan las elecciones a su alcance11.
El orden de género interactúa con otros, y esa interacción afecta a uno y a
otros. Es decir, cambios en la familia, en las políticas económicas o en la cultura
afectan el orden de género de distintas maneras y en diferente magnitud;
asimismo, los cambios en este último pueden contribuir a modificar aquellos.
18
10 Ibíd., p. 17.
11 Espino, A. (2005). Un marco de análisis para el fomento de las políticas de desarrollo productivo con enfoque de género. CEPAL, Santiago de Chile.
La base material del sistema de relaciones
de género es la división sexual del trabajo
entre la producción –actividades que generan
ingresos y están en la órbita del mercado– y la
reproducción social –actividades en el ámbito
doméstico y/o comunitario–. Así, las mujeres
realizan dos tipos de trabajos: uno remunerado,
para el mercado, y otro no remunerado,
dedicado a producir bienes y servicios para
el hogar y en ocasiones para la comunidad.
Por tal razón, este último resulta “invisible”
para la economía y, por lo tanto, no se valora
económicamente ni aparece registrado en las
estadísticas económicas.
La participación de las mujeres en el mercado
laboral ha crecido sostenidamente durante
las últimas décadas; su aporte económico
cobra cada vez más importancia fuera del
ámbito de la reproducción social. Además de
incorporarse como trabajadoras asalariadas,
están incursionando como ocupadas por cuenta propia
o cuentapropistas, optando muchas por el autoempleo y
por y los micro y pequeños emprendimientos productivos
y comerciales. No obstante, las diferencias de género
en las trayectorias laborales de ambos sexos continúan
subsistiendo, y las mujeres siguen negativamente
afectadas en términos de su inserción laboral, de la
permanencia y la calidad del empleo y, por lo tanto, en sus
posibilidades de acceso a la independencia económica
y a una mayor autonomía personal. En este sentido,
aunque se ha avanzado en el reconocimiento del aporte
del sector de las MIPYME a la generación de empleo y a
la producción, frecuentemente no considera todavía el
potencial que representan las mujeres empresarias en el
sector ni su contribución al desarrollo de las economías
familiar, local y nacional.
La contribución económica de las mujeres en la región
ha sido abordada desde diferentes perspectivas –la
La participación de las mujeres
en el mercado laboral ha crecido
sostenidamente durante las últimas
décadas; su aporte económico cobra
cada vez más importancia fuera del
ámbito de la reproducción social.
Además de incorporarse como
trabajadoras
asalariadas,
están
incursionando como ocupadas por
cuenta propia o cuentapropistas,
optando muchas por el autoempleo
y por y los micro y pequeños
emprendimientos
productivos
y
comerciales.
investigación académica, las políticas públicas–, pero la
atención se ha centrado principalmente en la categoría
de las asalariadas y autoempleadas. La situación de
las mujeres empresarias ha sido, en general, poco
considerada. Ello obedece, por una parte, al subregistro
de información que indica una relativa baja participación
en tal categoría, y también a que en la mayoría de
los estudios sobre empresas pequeñas y medianas
el tema se aborda especialmente desde el punto de
vista institucional o económico sin prestar demasiada
atención a las características de identidad de las personas
empresarias, entre ellas las relativas al género, como
variables explicativas del desempeño de hombres y
mujeres en las MIPYME.
En los países de la región las políticas económicas y
laborales dirigidas a las mujeres en su papel económico
son muy escasas o se limitan a programas focalizados
en segmentos específicos y restringidos de la población
femenina, como las jefas de hogares pobres. O bien se han
19
impulsado durante mucho tiempo políticas y programas
considerados “neutros en términos de género”, es decir,
que no afectan negativamente a las mujeres o a los
hombres en su condición de tales. Esa neutralidad es
cuestionable, puesto que desconocen las realidades
notablemente distintas en que se desenvuelven mujeres
y hombres como actores económicos y, al mismo tiempo,
ignoran que los efectos difieren según el sexo de las
personas que se benefician de estos programas.
Para promover un desarrollo nacional y regional productivo
eficiente y competitivo con equidad se requiere identificar
algunos factores de especial relevancia: el desigual
acceso de hombres y mujeres a los recursos productivos
–tierra, capital, crédito y oportunidades de capacitación–;
la concentración de las mujeres en emprendimientos
(muchas veces denominados grupos generadores de
ingresos), microempresas y los obstáculos que enfrentan
para acceder a servicios de desarrollo empresarial que
les lleve a acumular capital y a crecer; la falta de equidad
en el mercado laboral; la sobrerrepresentación femenina
en los sectores informales y de baja productividad, así
como las estructuras y los roles familiares que mantienen
a las mujeres como exclusivas responsables del trabajo
reproductivo.
Según Linda Majoux (2005), existen restricciones de
clase social que se cruzan y refuerzan con restricciones
de género que actúan como limitantes para el desarrollo
empresarial, como las siguientes:
Acceso a los recursos. Restricciones de clase: dificultades para establecer contactos con individuos o
agentes que puedan prestar fondos o bienes que hagan posible comenzar una empresa. Restricciones
de género: las mujeres tienen menos acceso a los recursos que los hombres de la misma clase social
debido a los sistemas discriminatorios de propiedad y empleo. Su grado de control, tanto de los ingresos
de los hogares como de sus propios ingresos y ganancias, también es limitado.
Tiempo disponible. Restricciones de clase: allí donde los salarios son bajos, las personas de los sectores
de menores ingresos tienen que ocuparse en una gama de actividades de supervivencia que no
pasan por el mercado. Generalmente cuentan con menos tiempo para dedicarlo a actividades que no
produzcan retornos inmediatos y beneficios tangibles. Restricciones de género: las mujeres disponen
de menos tiempo que los hombres, especialmente para dedicar a su actividad productiva, debido a la
desigual división del trabajo en actividades productivas y reproductivas.
Calificaciones. Restricciones de clase: las personas de menores recursos tienen mayores probabilidades
de ser menos educadas en términos de educación formal, aunque pueden contar con altos niveles de
calificación técnica en ocupaciones particulares. Restricciones de género: las mujeres pueden tener altos
niveles de calificación en ocupaciones femeninas, pero sus oportunidades de acceder a ocupaciones no
tradicionales y mejor remuneradas son menores.
Acceso a los mercados. Restricciones de clase: es muy difícil entrar en los mercados más lucrativos, en
los que tienen mayor presencia las organizaciones de los comerciantes y empresarios más prósperos.
Restricciones de género: las mujeres están frecuentemente excluidas de la mayoría de los mercados
lucrativos por razones de género. Incluso en muchas sociedades donde la exclusión no es explícita, las
mujeres están sujetas a restricciones en cuanto a su movilidad fuera del hogar y en áreas definidas como
espacios masculinos.
20
Ante estas restricciones, el tema de la educación
empresarial de las mujeres se vuelve relevante para
reducir sus niveles de pobreza y tener posibilidades
de empleo, potenciar sus capacidades y conocimiento
empresarial, y por esa vía mejorar las condiciones
de vida de sus familias. Especial referencia merece la
situación de emprendedoras analfabetas, para quienes la
lectoescritura y el manejo de operaciones matemáticas
básicas resultan indispensables para proyectar su
negocio.
En casi todos los casos, los programas de promoción
empresarial ponen como requisito, implícito o explícito,
ser alfabeta, aún en programas de compensación social
dirigidos a erradicar la pobreza extrema, lo cual es insólito
si una condición propia de estos segmentos de población
es su bajísimo nivel educativo. El reconocimiento de
esta situación debería a obligar a introducir programas
de alfabetización de adultos, con metodologías como
la de Paulo Freire, que, aunque puestas en boga en la
década de 1970 en América Latina, siguen teniendo
pertinencia, ya que proponen un enfoque pedagógico
donde los contenidos, el universo léxico, los ejemplos,
las imágenes giran en torno al mundo de las personas
que se alfabetizan. Para el caso que nos ocupa podrían
construirse alrededor del tema de la empresariedad de las
mujeres, a fin de recoger toda la riqueza de experiencias
que resulta de esos procesos cuando se utilizan criterios
de género.
La rápida feminización de la fuerza de trabajo en las últimas
dos décadas está vinculada con frecuencia al sector de
los servicios y a la producción para la exportación, con
resultados contradictorios en el sentido de que han
generado mayor número de puestos de trabajo para
las mujeres, pero la calidad de estos, los ingresos que
les generan y la relativa autonomía económica que
les proveen contribuyen poco al cierre de las brechas
históricas de género del mercado laboral.
Por otro lado, los datos estadísticos que captan las
brechas de género en las pequeñas empresas y la
información cualitativa sobre las mujeres empresarias
son escasos. Los análisis de tipo cuantitativo se basan, en
general, en las encuestas de hogares o de empleo que
brindan principalmente información para los sectores del
autoempleo y la microempresa. Son menos frecuentes
las encuestas diseñadas específicamente para conocer
la situación de las empresas de propiedad femenina o
para realizar estudios comparativos de los resultados
empresariales de hombres y mujeres y sus causas, que
abarquen diferentes tramos de tamaño de las unidades
productivas (pequeñas y medianas). No obstante, el
papel de las mujeres empresarias en el desarrollo social
y económico está comenzando a destacar y, aunque de
manera todavía incipiente, tiende a ser reconocido y a
requerir mayor atención, particularmente en el segmento
de las pequeñas y las medianas empresas12.
No hay duda de que la educación y la formación
empresarial propiamente dicha influyen para lograr el
acceso a nuevos mercados y financiamientos, a servicios
de apoyo y para alcanzar redes y grupos que fomentan
la cultura de negocios y la vinculación con programas
e iniciativas para el mejoramiento de la autonomía
económica de las mujeres, y por tanto son invaluables
para alcanzar su desarrollo empresarial; pero, se insiste,
para muchas emprendedoras es mayor prioridad resolver
el problema de su instrucción alfabética básica, sin lo
cual es casi seguro que sus negocios están condenados a
quedarse rezagados.
12 Ibíd.
21
La implementación de esta Agenda viene a ser un esfuerzo
regional para apoyar al sector MIPYME de cara a las tendencias
globales, las cuales obligan a las empresas centroamericanas
a competir en un entorno cambiante y complejo debido a la
liberalización de capitales y del comercio, la desregulación
de los mercados, la aceleración del progreso tecnológico, el
desarrollo de mercados en Asia, entre otros.
En julio del 2010, en San Salvador, durante la Cumbre Extraordinaria de
Presidentes denominada “Relanzamiento del Proceso de Integración
Centroamericana”, los jefes de Estado de la región establecieron
como prioridad el fomento de las MIPYMES en la región, para lo cual
acordaron13:
Instruir a las autoridades competentes para que se desarrollen
esfuerzos para promover el fortalecimiento de la competitividad
MIPYME, orientando con prioridad los recursos de la cooperación
para su desarrollo y fortalecimiento de la institucionalidad nacional y
regional y las políticas públicas relacionadas. En este sentido, se plantea
profundizar la integración regional articulando las iniciativas nacionales
de los máximos organismos rectores de las políticas MIPYME en cada país
y consolidar una agenda regional MIPYME14.
22
13 Agenda Regional MIPYME. Prioridades en políticas y programas para las MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana. CENPROMYPE-SICA.
14 Ibíd., p. 3.
Un año más tarde, los presidentes de la región se reúnen
nuevamente en San Salvador el 22 de julio del 2011, y en
su Plan de Acción acordaron, respecto al eje temático de
integración económica:
Ejecutar la Agenda Regional MIPYME, en la que se
han definido sus prioridades para lo cual se instruye al
Centro Regional de Promoción de la Micro, Pequeña
y Mediana Empresa (CENPROMYPE) que gestione los
recursos técnicos y financieros necesarios en función de
incrementar la competitividad de las mismas15.
Ambas declaraciones presidenciales tienen especial
relevancia porque generan un contexto en el que a las
MIPYMES se les da mayor importancia de la que se ha
venido otorgando y se brinda un voto de confianza sobre
la labor estratégica de CENPROMYPE con este respaldo
político. El Consejo Directivo de CENPROMYPE, integrado
por las instancias públicas de promoción de la MIPYME en
la región, en conjunto con un grupo de socios estratégicos
y cooperantes, han propiciado espacios para el diálogo
abierto que promuevan el intercambio de experiencias
de la cooperación en la región, el establecimiento de
mecanismos de coordinación y acciones de seguimiento
e implementación de una agenda regional para el
fortalecimiento de las MIPYMES y para orientar recursos
técnicos y financieros hacia su implementación16.
Lo anterior se cimenta en una plataforma institucional en
los países que facilitan el impulso de las políticas para las
MIPYMES, así como en la promulgación de nuevas leyes
y la revisión de los marcos legales vigentes, favoreciendo
la definición de políticas públicas diferenciadas para las
MIPYMES dentro del contexto de las políticas para el
fomento de los sectores productivos.
En este marco regional, se elabora la Agenda de
prioridades en políticas y programas para las MIPYMES
en Centroamérica y República Dominicana, con el fin
de fomentar las MIPYMES en las economías nacionales,
“ Revisar y fortalecer los marcos
institucionales y legales en los países y
perseguir mayor desarrollo empresarial a
través de la competitividad de las empresas
y la transferencia de conocimiento. ”
revisar y fortalecer los marcos institucionales y legales
en los países y perseguir mayor desarrollo empresarial
a través de la competitividad de las empresas y la
transferencia de conocimiento.
Esta Agenda es el resultado de un proceso de consulta
regional llevado a cabo en 2011 con la participación de
los sectores público y privado, lo cual permitió identificar
las prioridades del sector MIPYME y delinear una visión
estratégica para impulsar las MIPYMES en Centroamérica
y República Dominicana.
La visión de la Agenda a largo plazo es generar sinergia
entre los países para la articulación de políticas públicas,
de modo que se puedan transferir las mejores prácticas
y se fortalezca la estructura institucional de apoyo a las
MIPYMES con intervenciones adecuadas que fomenten
la cohesión social, la igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres y el desarrollo económico e inclusivo
en equilibrio con el medio ambiente.
El objetivo de la Agenda Regional MIPYME en
Centroamérica y República Dominicana es articular
esfuerzos y acciones desde el espacio regional, que
promuevan la gestión del conocimiento y multipliquen
los beneficios para las micro, pequeñas y medianas
empresas.
15 Ibíd.
16 Ibíd.
23
La aspiración de CENPROMYPE es que la estrategia se
constituya en la ruta crítica para la implementación
de las políticas de las MIPYMES y en la orientación y
focalización de los recursos de los Estados de la región y
de la cooperación, para el desarrollo de capacidades en la
MIPYMES que permitan un desempeño competitivo y su
sostenibilidad17.
las tendencias globales, las cuales obligan a las empresas
centroamericanas a competir en un entorno cambiante
y complejo debido a la liberalización de capitales y del
comercio, la desregulación de los mercados, la aceleración
del progreso tecnológico, el desarrollo de mercados en
Asia, entre otros.
La implementación de esta Agenda viene a ser un
esfuerzo regional para apoyar al sector MIPYME de cara a
TENDENCIAS
MACROECONÓMICAS
CENTROAMÉRICA Y ESTADOS UNIDOS
Crecimiento de la actividad económica a/. 2000-2010
10%
5%
0%
5%
Centroamérica
Jul-10
Jul-09
Ener-10
Jul-08
Ener-09
Jul-07
Ener-08
Jul-06
Ener-07
Jul-05
Ener-06
Jul-04
Ener-05
Jul-03
Ener-04
Jul-02
Ener-03
Jul-01
Jul-00
-15%
Ener-02
-10%
Ener-01
El ciclo económico 2004-2007 se define como un ciclo de
expansión de la economía de la región, incremento de
la inversión externa, dinamismo en las exportaciones y
del turismo, mayores flujos de remesas que propiciaron
oportunidades de crecimiento, producción y empleo.
No obstante, la crisis financiera 2008-2009 impactó
esas oportunidades, especialmente en aquellos países
con un menor ingreso per cápita por su dependencia
de las exportaciones de bajo nivel agregado y de las
remesas.
Ener-00
2.1
En Centroamérica existen grupos de países que se
encuentran en distintas fases respecto a su desarrollo
económico. Desde la perspectiva del Estado de la Región,
los altos niveles de crecimiento económico alcanzados
en el período 2004-2007 (en algunos países los mayores
desde la década de 1960), no lograron traducirse en niveles
proporcionales de progreso social y se revirtieron rápidamente,
debido a la fuerte contracción económica internacional de los años
2007-2010. Estos resultados confirman la persistente desigualdad
que tiende a concentrar las oportunidades productivas y los ingresos
en pocos segmentos de población (Gráfico 1).
Estados Unidos
a/Indice mensual de actividad económica en Centroamérica e índice de producción
industrial en Estados Unidos.
Fuente: Rosales. 2010b. con cifras del Consejo Monetario Centroamericano y del Bureau
of Economic Analysis de Estados Unidos
GRAFICO No.1
24
17 Ibíd., p. 7
CENTROAMÉRICA Y ESTADOS UNIDOS: El crecimiento
de la actividad económica 2000- 2018
La contracción de los precios internacionales del petróleo
y de los alimentos en el 2009, con una menor demanda
de los bienes importados, hizo que los desequilibrios
externos y la inflación se redujeran a niveles históricos.
A partir del 2010, el bajo crecimiento de la economía
mundial, los riesgos latentes de alzas en los precios
del petróleo y de los alimentos y las presiones fiscales
plantean grandes retos para la región, como el diseño de
políticas públicas que promuevan la competitividad y la
innovación, a partir de mayor inversión en infraestructura,
educación y empleo.
La alta volatilidad de la economía que afecta al crecimiento
económico y genera mayor pobreza ha sido un lastre
continuo para las economías de la subregión. Si bien esta
volatilidad tendió a disminuir en la década pasada, la crisis
mundial de 2009 mostró que muchos países enfrentan
aún serios riesgos debido a la veloz transmisión de los
choques externos, producto de la creciente globalización
y estrecha vinculación de los mercados. Asociado a
este problema, algunos marcos institucionales fiscales
inadecuados terminan por favorecer la presencia de una
política fiscal procíclica con sesgo deficitario y acentúan
aún más los efectos negativos del ciclo económico.
Este marco institucional fiscal, junto con los problemas
estructurales en las finanzas públicas típicos en estos
países, limita seriamente la posibilidad de que la política
fiscal cumpla una función contracíclica durante las fases
recesivas19 .
Los países de Centroamérica y la República Dominicana
tienen economías en las que estas dificultades se han
acentuado. Su alta dependencia de los flujos externos
de capital, derivados de sus exportaciones, inversión
extranjera y remesas, provoca que la volatilidad se
acentúe en las fases recesivas en la economía mundial
caracterizada por una reversión en dichos flujos. La
fragilidad en sus finanzas públicas profundiza el problema
y limita la capacidad de reacción contracíclica. Si bien la
necesidad de modificar y fortalecer el marco institucional
fiscal ha sido un tema presente en la discusión, en años
recientes se ha enfatizado la posibilidad de adoptar
instrumentos que contribuyan a este fin, ampliando la
capacidad contracíclica de la política fiscal sin poner en
riesgo los objetivos de sostenibilidad de largo plazo20.
A pesar de los factores mencionados anteriormente,
Centroamérica y República Dominicana continúan
avanzando en su recuperación económica; se proyecta que
el crecimiento será, en promedio, de aproximadamente
de un 4% para el año 2012. No obstante, persistirán
diferencias entre los países. Mientras Panamá continuará
creciendo con tasas sobre el 7%, El Salvador tendrá tasas
cercanas al 2%. (Cuadro n.o 4)
PROYECCIONES DEL PIB PARA CENTROAMERCIA Y REPUBLICA DOMINICANA
Fuentes:
Fitch Ratings.
En: http://
www.fitchca.
com/docs/
doc_4870.pdf,
marzo 2012.
CEPAL. Anuario
Estadístico
2011.
Cuadro No. 4.
PAÍS
2010
2011
2012
2013
Costa Rica
4.2
4.3
4.0
4.5
El Salvador
1.4
1.8
2.0
2.3
Guatemala
2.8
3.0
3.1
3.1
Honduras
2.8
3.5
3.5
4.0
Nicaragua
4.5
4.0
3.3
4.0
Panamá
7.6
8.5
7.0
6.5
República Dominicana
7.8
4.4
4.9
5.7
Belice
2.9
2.3
--
--
18 Cuarto Informe del Estado de la Región 2011.
19 Ibíd.
20 Fitch Ratings (2012). Perspectivas 2012: Centroamérica y Rep. Dominicana. Mejor Posicionamiento Frente a la Incertidumbre Externa
25
Sin embargo, las economías de la región no son inmunes
a los riesgos que puedan derivarse de una potencial caída
de las economías avanzadas, particularmente de Estados
Unidos, lo cual afectaría las proyecciones de crecimiento
por ser economías pequeñas y abiertas.
De acuerdo con las proyecciones de organismos e
instituciones financieras, se estima que habrá mayor
competencia dentro de los sistemas bancarios de la
región, combinado con tasas internacionales bajas, lo
cual mantendrá limitados los márgenes de maniobra de
los bancos. Además, la liquidez de los bancos de la región
seguirá siendo elevada, aunque tenderá a converger con
los niveles precrisis conforme la liquidez se utilice para
satisfacer la demanda del crédito.
BRECHAS de
DESIGUALDAD SOCIAL
2.2
Como se ha mencionado, la recesión económica
revirtió parcialmente los avances logrados en la
reducción de la pobreza durante los veinte años
anteriores, pero no los anuló. Hay menor desigualdad
en la distribución de los ingresos en varias naciones
del Istmo (no en todas), aunque las inequidades
siguen siendo muy elevadas. Persisten amplias
brechas sociales de carácter subnacional en todos los
países y no hay firmes progresos en los rezagos que
afectan a poblaciones indígenas, mujeres, jóvenes y
población con discapacidad.
26
Con los datos más recientes estimados por la
Comisión Económica para América Latina, CEPAL,
puede afirmarse que a lo largo de la primera década
del presente siglo prevaleció en Centroamérica una
fuerte desigualdad en la distribución de los ingresos.
Países como Nicaragua, Panamá y El Salvador han
experimentado en la última década una reducción
de la desigualdad de los ingresos. En cambio,
Guatemala y Honduras no registraron ningún
progreso, por lo que representan los dos países más
desiguales del Istmo y los más inequitativos a nivel
de América Latina. En el caso de Costa Rica, aunque
ha sido el más equilibrado, con la crisis del 2008-2009
aumentó su desigualdad. En República Dominicana,
el comportamiento también ha sido de aumento en
la desigualdad de los ingresos.
La incidencia de pobreza
2.2.1
Según el Cuarto Informe del Estado de la
Región, durante 2009-2010 se registraron
mayores niveles de incidencia de pobreza
que en los años anteriores. Los tres países, Costa Rica,
El Salvador y Honduras, lograron los menores niveles
de pobreza general y extrema entre los años 2006
y 2007, pero en 2008 y 2009 la incidencia volvió a
aumentar.
En Centroamérica –en términos generales–
no hay grandes diferencias de incidencia de
la pobreza entre hombres y mujeres, como sí
se ha documentado para otras regiones del
mundo donde la pobreza tiene rostro de mujer.
En el 2010, en Honduras la pobreza general afectaba al
60% de los hogares, y la pobreza extrema a un 39,1%; en
ambos casos se trata de magnitudes similares a las de
2006.
En Costa Rica, el fuerte incremento de la pobreza que
refleja la información disponible coloca la incidencia
en el mismo nivel registrado en los años 2004 y 2005.
Guatemala, Nicaragua y Panamá solo cuentan con
estimaciones puntuales para la década 2000-2009, por lo
que no es posible examinar los probables impactos de la
crisis económica de 2008-2009. Si se contrastan las cifras
del primero y del último de los años de ese período, en los
tres países se observa una reducción cercana a los cuatro
puntos porcentuales en la pobreza general; en la pobreza
extrema, los descensos son de 0,5 puntos porcentuales
en Guatemala y Nicaragua, y de 2,2 en Panamá.
Para el caso de República Dominicana, se registra que
34% de la población en 2009 vivía en estado de pobreza.
Esto quiere decir que de una población total de 9 700.000
personas para ese mismo año, unas 3 298.000 eran
pobres. En cuanto al nivel de pobreza extrema, en 2009
un 10,4% del total de la población vivía en esta condición,
es decir, 1 008.800 personas21.
En el caso de Belice, para el 2010 la incidencia de la pobreza
se registra en un 33,5%22. De acuerdo con datos del 2009,
los grupos con mayor predisposición a la pobreza son los
hogares rurales grandes (más de 5 personas), aquellos
con niños, y los encabezados por personas que no han
terminado la escuela primaria o que están desempleados.
En contraste, los grupos donde la pobreza es menor son
los hogares de 1-3 personas, los hogares encabezados
por mujeres y los ancianos. La relación entre la pobreza
y el hogar merece ser enfatizada: casi el 90% de la
población indigente y el 80% de la población pobre viven
en hogares con 5 o más personas; y hogares con 6 o más
personas tienen una tasa de indigencia de alrededor del
28%, 2,5 veces más que el total nacional23.
En Centroamérica –en términos generales– no hay
grandes diferencias de incidencia de la pobreza entre
hombres y mujeres, como sí se ha documentado para
otras regiones del mundo donde la pobreza tiene rostro
de mujer. En Costa Rica, para el año 2009, el 52,6% de la
población en situación de pobreza general la componían
mujeres; en niveles de pobreza extrema se registra un
53,5% de mujeres y de la población total representaron
un 50,4%.
En República Dominicana los hogares encabezados por
jefatura femenina alcanzan aproximadamente un 51% de
21 Informe de Seguimiento de 2010 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En: http://portal.onu.org.do/republica-dominicana/datos/pobreza/32
22 Consultado en: Indexmundi.com/es/belice
23 Evaluaciones de la pobreza 2009. Ministerio de Desarrollo Económico, Comercio e Industria, Protección al Consumidor. Belice, agosto 2010. En: http://www.belize.gov.bz/public/Attachment/131612515371.pdf
27
la población ubicada por debajo de la línea de pobreza,
frente a un 32% de los hombres24. En este caso sí hay que
evidenciar que la pobreza en este país está feminizada.
experimenta una acelerada urbanización, el flagelo de
la pobreza rural merece, por su marcada intensidad,
especial atención.
En cuanto a la pobreza en Centroamérica, se registra una
mayor concentración e intensidad en las áreas rurales,
lo cual muestra un defecto preocupante de los modelos
de desarrollo y por ende de las intervenciones de los
Estados. Hacia el 2006, la incidencia de este fenómeno
entre la población rural era de 62,6%, frente a 37,4% entre
la población urbana; para la pobreza extrema, las cifras
eran de 50,8% y 23%, respectivamente (Programa Estado
de la Nación, 2008). Hasta el año 2008 no se registraban
cambios significativos en esta situación. Aunque el Istmo
Cuando se analiza la evolución de la pobreza en Costa
Rica, El Salvador y Honduras (Cuadro n.o 5), se observa
una disminución de las brechas de pobreza territoriales
en el período 2000-2009. Aunque la pobreza general y
extrema se redujo, tanto en las zonas urbanas como en
las rurales, en estas últimas el descenso es mayor.
Aun así, con excepción de Costa Rica, las distancias
siguen siendo significativas. Lamentablemente no hay
información similar p ara Belice, Panamá, Nicaragua y
CUADRO N0. 5.25
INCIDENCIA DE LA POBREZA POR INSUFICIENCA DE INGRESOS EN LOS HOGARES POR ZONAS 2000-2009
Incidencia de la probeza por insuficiencia de ingresos en los hogares, por zona. 2000-2009
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
POBREZA TOTAL
Costa Rica
Urbana
Rural
El Salvador
Urbana
Rural
Honduras
Urbana
Rural
POBREZAEXTREMA
Costa Rica
Urbana
Rural
El Salvador
Urbana
Rural
Hondurasa/
Urbana
Rural
17,1
25,4
16,9
25,2
17,3
25,4
15,4
23,1
18,9
26,0
18,7
24,9
18,3
23,0
15,7
18,3
16,9
18,7
18,0
19,2
29,8
53,7
31,3
51,6
29,5
49,2
30,0
46,2
29,2
43,7
30,9
42,5
27,7
35,8
29,8
43,8
35,7
49,0
33,3
46,5
55,9
71,3
58,0
71,3
57,5
72,2
57,1
71,7
57,7
69,5
52,9
66,8
51,0
65,2
55,2
63,1
52,8
64,4
4,1
8,8
3,9
8,9
3,5
8,8
3,3
7,8
4,0
8,0
4,5
7,1
4,3
6,8
2,6
4,2
2,6
4,6
3,4
5,3
9,3
27,2
10,3
26,1
10,3
25,0
9,7
22,1
8,6
19,3
9,7
16,9
8,0
12,2
7,9
16,3
10,0
17,5
9,2
17,5
26,5
61,6
28,8
61,9
30,0
62,7
29,3
62,2
29,0
62,8
23,5
56,7
20,4
53,9
22,8
49,5
20,3
52,0
a/ Las estimaciones corresponden a Mayo. En el año 2000 no se realizaron estimaciones de la pobreza.
Fuente: Encuestas de hogares realizadas por las instituciones de Estadística de los tres países.
28
24 Las mujeres dominicanas en búsqueda de la igualdad. En: http://www.planrd.org/campanas/porque-soy-una-nina/236-las-mujeres-dominicanas-en-busqueda-de-la-igualdad.html. Marzo 2012.
25 Informe Estado de la Región 2011.
Guatemala –los dos últimos aquejados por una extendida
pobreza– que permita conocer si lo visto es una tendencia
regional.26
En el caso de República Dominicana, se estima que
alrededor del 36% de la población reside en zonas rurales.
El 56% de los hogares rurales son pobres y el 17% son
pobres extremos (medida a través del ingreso). Más del
doble de los hogares pobres del país se concentra en las
zonas rurales.27
Una inversión social fuerte y sostenida a lo largo del tiempo
es una condición para obtener altos niveles de desarrollo
humano. Hasta el año 2008, el gasto público social per
cápita aumentó en todos los países centroamericanos,
en un contexto económico relativamente favorable.
A diferencia de lo ocurrido en otras épocas de crisis, la
escasa información disponible sugiere que durante
la crisis de 2008-2009 los Gobiernos no recortaron la
inversión social, como medio para equilibrar las finanzas
públicas. No obstante, la incertidumbre sobre el vigor y el
alcance de la recuperación económica no permite prever
si los niveles actuales de inversión social se sostendrán
en el futuro.
Por otro lado, enfrentar el desafío de la pobreza y la
autonomía económica de las mujeres requiere ampliar la
perspectiva y cambiar la agenda del desarrollo. La pobreza
en las mujeres sigue siendo un tema de las políticas
públicas de género y de superación de la pobreza.
En el caso específico de las mujeres rurales, llevan la carga
pesada de su doble papel de trabajadoras, remuneradas
o no, y de proveedoras de cuidados familiares. Esto último
restringe su tiempo y movilidad para emprender un
trabajo productivo y limita su tiempo para la educación,
la capacitación y las actividades económicas.
La pobreza de las mujeres rurales se
ve afectada por su acceso limitado
a los recursos productivos, por
sus niveles educativos más bajos
y por las normas sociales acerca
de qué trabajos son considerados
como adecuados para ellas, y
por la tendencia a confinarlas
en
actividades
de
menor
remuneración y estatus, donde las
oportunidades de capacitarse y
avanzar son reducidas.
Un ejemplo de la incidencia de pobreza en las mujeres
rurales son los datos que se registran durante el periodo
2005-2010. (Cuadro n.o 6)
CUADRO N0. 6
ÍNDICE DE FEMINIDAD DE LA INDIGENCIA Y DE LA POBREZA, SEGÚN ZONAS GEOGRÁFICAS
País
Pobreza Extema
Nacional
Urbana
Costa Rica (2010)
119.0
Guatemala (2006)
101.9
El Salvador (2010)
104.4
Honduras (2010)
101.0
Nicaragua (2005)
101.0
Panamá (2010)
122.6
Rep. Dominicana (2010)
125.9
Fuente: CEPAL, Anuario Estadístico 2011.
120.2
102.8
107.8
108.1
102.0
137.2
128.7
Rural
118.4
101.7
102.8
99.3
103.5
119.4
122.9
Pobreza Indigencia
Nacional
Urbana
Rural
122.4
101.4
99.8
98.4
102.5
132.8
144.3
131.3
105.7
105.8
115.5
111.7
167.5
150.9
118.4
100.6
98.5
97.7
104.7
130.3
141.6
26 Ver Compendio Estadístico del Estado de la Región 2011: http://www.estadonacion.or.cr/index.php/estadisticas/centroamerica/compendio-estadistico/series-anuales/sociales
27 Rosario, P. et al (2009). Crisis y pobreza rural en América Latina: el caso de República Dominicana. Documento de trabajo n.o 42. Programa Dinámicas Territoriales Rurales RIMISP-Centro Latinoamericano para
el Desarrollo Rural. Chile.
29
De acuerdo con los datos de la CEPAL, hay una
feminización de la pobreza rural en la región que puede
estar determinada por varias causas: difícil acceso
a recursos, como tierra, crédito y capital, debido a
factores estructurales e institucionales que las limitan;
insuficiencia de ingresos para solventar necesidades
básicas; limitado acceso a educación y capacitación,
sobrecarga de tareas; una desvalorización cultural hacia
las mujeres y sus capacidades; y carencia de herramientas
para ser competitivas.
La pobreza es comúnmente abordada y explicada desde
el punto de vista de los ingresos monetarios de las
personas y los hogares, sus posibilidades de consumo y
de satisfacción de necesidades materiales básicas. Una
perspectiva más amplia agrega al análisis las carencias
en el campo de la educación y la salud como factores
determinantes. En ambos casos, el foco de atención y el
factor explicativo son las privaciones. Cuando al analizar
las condiciones de pobreza de la población se pone
el foco de atención en las mujeres, dicho abordaje es
claramente insuficiente. 28
La función democratizadora y (re)distributiva del
Estado es especialmente crítica para hacer avanzar los
derechos de las mujeres y particularmente su autonomía
económica. La estrategia de la igualdad de oportunidades
basada en el acceso equitativo a la educación, la salud
y la seguridad social no ha significado para las mujeres
igualdad de resultados en la distribución de los ingresos
y las oportunidades económicas, como tampoco en la
distribución del poder político. 29
Las políticas macroeconómicas deben replantearse y
reformularse para encontrar soluciones a la reducción
de la pobreza de las mujeres. Estas políticas deben
30
sustentarse en un análisis basado en el género y con
la participación democrática de hombres y mujeres
con miras a garantizar el acceso a los recursos, a las
oportunidades y a los servicios públicos en condiciones
de igualdad y equidad.
A lo anterior se suma la falta de información actualizada
y desagregada a nivel territorial (zonas rurales y a nivel
municipal); además, las limitaciones de acceso y falta de
estadísticas comparables entre los países generan vacíos
y asimetrías en los análisis e investigaciones, como se ha
señalado en la introducción de este diagnóstico.
No vamos a alcanzar la equidad de género sin equidad
social en la región, no vamos a alcanzar un mayor
bienestar de las mujeres, sin prosperidad. Así, políticas
sin Estado e igualdad en un contexto de desigualdad
y discriminación, constituyen el doble desafío de la
inclusión de género en las estrategias de desarrollo.
Tierra
Dificil
acceso
a
recursos:
28 Ibíd.
29 Lara. S. (2004). Costa Rica en la última década: políticas pobres, para los pobres, con pobres resultados. CEPAL-Consejo Nacional de Mujeres de Ecuador. Quito, Ecuador.
Crédito
y capital
EL PANORAMA
LABORAL
2.3
Según el Informe del Observatorio Laboral de
Centroamérica y República Dominicana 2011, a partir
de 2009 y con el advenimiento de la crisis todos los
indicadores de desempleo y subempleo30 sufrieron un
empeoramiento general en la subregión. Costa Rica fue
el país que experimentó el mayor incremento en la tasa
de desempleo, la cual pasó de 5% a 7.8% entre 2008 y
2009.
De no ser porque las tasas de actividad en este país han
venido decreciendo sostenidamente, pasando de 56,6%
en 2006 a 55,2% en 2010, el aumento del desempleo
pudo haber sido todavía mayor. El nivel de subempleo
visible también experimentó un deterioro, pasando de
10% a 12,5% en el período 2008-2009.
Dicho de otra forma, la crisis provocó un aumento de
la población ocupada que desea trabajar a tiempo
completo y que no lo puede conseguir. Curiosamente,
a diferencia de los anteriores indicadores, se produjo un
decrecimiento de la población ocupada con problemas
de subempleo invisible.
La caída del subempleo invisible fue todavía más fuerte
en El Salvador, que alcanzó 10 puntos porcentuales
(29,6% a 19,3% de 2008 a 2009). Esto podría indicar que
la estrategia de los empresarios de estos países para
contrarrestar los efectos adversos de la crisis estuvo más
enfocada hacia la reducción de jornadas laborales que
hacia la disminución de los salarios. (Gráfico n.o 2).
El efecto de la crisis todavía se hizo sentir durante
2010. En los países de los cuales se tiene información
disponible para ese año (Costa Rica, Panamá y República
Dominicana) se observa que, aun cuando se produjo una
pequeña caída de las tasas de desempleo y subempleo,
estas todavía siguen estando por encima de las que había
previo a la crisis.
Prácticamente todos los países de la subregión sufrieron
un incremento importante de la tasa de desempleo,
excepto Honduras, cuyo nivel sigue siendo sumamente
bajo. No obstante, el desempleo abierto es solo una
parte del problema en ese país, ya que la falta de acceso
30 Según la OIT, se entiende por subempleo cuando las personas ocupadas no han alcanzado su nivel de pleno empleo. El subempleo visible se refiere a las personas ocupadas que trabajan habitualmente menos
de una jornada completa en su ocupación principal (regularmente menos de un total de 47 horas por semana, pero esto varía según el país, la ocupación, etc.) o en su ocupación secundaria, y que además
desean trabajar más horas por semana de las que trabajan actualmente y están disponibles para hacerlo, pero no lo hacen porque no consiguen más trabajo asalariado o más trabajo independiente. En el caso
del subempleo invisible se refiere al conjunto de personas o a la persona que recibe como remuneración un ingreso muy bajo en relación con su productividad, o a la persona que realiza tareas que requieren
una preparación inferior a la suya. Refleja el bajo ingreso, la subutilización de las calificaciones y la baja productividad. Este tipo de subempleo afecta muy directamente a la mano de obra femenina, como
consecuencia de factores culturales de discriminación.
Otro concepto importante es el de autoempleo que refiere a todas aquellas personas que desarrollan una actividad económica bajo los parámetros habituales de un trabajo autónomo, es decir independiente y
no remunerado salarialmente (Paniagua, 2002).
31
a trabajo decente es imperante. Esto se aprecia, como
se mencionó, por la gran proporción de trabajadores y
trabajadoras que sufren de subempleo invisible. Este
último, precisamente, sufrió un fuerte incremento
durante la crisis, pasando de 28,7% en 2008 a 36,3% en
2009 (Gráfico n.o 2).
2007 (para ambos casos la fuente no registra información
del año 2008). En lo que respecta al desempleo abierto
31, para el año 2006 se registra un 6,2% de los hombres
del total de la población económicamente activa (PEA)32
masculina y en el caso de las mujeres un 15,0% del total
de la PEA femenina. 33
En el caso de Belice, para el año 2009 se registró un
38,1% de hombres desocupados y un 61,8% de mujeres
desocupadas, con respecto al total de población
desocupada; este porcentaje decreció para los hombres
en un 5% con relación al valor registrado para el año 2007.
Con respecto a la situación de las mujeres, y contrario a la
tendencia de los hombres, se presenta un aumento en el
desempleo de un 4,9% frente al valor registrado para el año
Es importante destacar el comportamiento de la PEA para
ambos sexos, pues en el caso de los hombres se registró
en 2009 un 60,8%, porcentaje que decreció en un 2,1%
con respecto al valor registrado para el año 2007. En el
caso de las mujeres, la PEA en el año 2009 registró un
39,2%, un aumento de un 2,1% con respecto al año 2007.
GRAFICO No.2
CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: Tasa de desempleo, Subempleo, Actividad y ocupación, 2006-2010 35
31 Desempleo abierto. Representa la proporción de la fuerza laboral que no tiene empleo aunque está disponible para trabajar y busca empleo. Compendio Estadístico. Estado de la Región 2011. En: http://www.
estadonacion.or.cr/index.php/estadisticas/centroamerica/compendio-estadistico/series-anuales/economicas
32
32 PEA. Conjunto de personas en edad de trabajar que se encuentran ocupadas o desocupadas en cada año y país. Ibíd.
33 Ibíd.
34 Ibíd.
35 OLACD (2011). Evolución de los principales indicadores del mercado de trabajo en Centroamérica y República Dominicana, años 2006-2010. OIT.
Las mujeres y el
mercado laboral
2.3.1
Como se ha indicado, la incorporación de las
mujeres al mercado de trabajo en la región en
estudio ha ido en aumento, y las diferencias
con respecto a los hombres se mantienen,
pues del total de personas que integran la
fuerza laboral, el 62% son hombres y el 38%
mujeres, lo cual sigue mostrando mayor
tendencia de los hombres a incorporarse al
mercado de trabajo.
GRAFICO No.3
FUERZA DE
TRABAJO
FEMENINA
2000 Y 2009 37
En todos los países del Istmo aumentó la
participación laboral de las mujeres. Sin
embargo, los avances fueron lentos, de
entre 1% (Nicaragua) y 5% (Belice y Costa
Rica). En consecuencia, el nivel regional
de participación femenina en la fuerza de
trabajo era cercano al 40% a la fecha de la
medición más reciente disponible, o sea 2009
(Gráfico n.o 3). 36
45%
40%
35%
36 Informe Estado de la Región 2011.
37 Ídem.
Belice
Costa Rica
El Salvador
GuatemalaH
onduras
Nicaragua
2009
2000
2005
2000
2009
2001
2010
2000
2009
2000
2009
2000
2009
2000
30%
Panamá
33
Esta situación es todavía el reflejo de la división sexual
del trabajo que determina que las mujeres estén a cargo
de la reproducción social y los hombres de las tareas
productivas. Por otro lado, como la entrada sostenida
de las mujeres al mercado de trabajo no ha venido
acompañada de la asunción por los hombres de una parte
del trabajo doméstico y de cuidado y las políticas públicas
de la subregión todavía no incorporan los cuidados de
las personas dependientes como parte fundamental de
los sistemas de bienestar, las mujeres se ven obligadas a
“conciliar” ellas solas ambos mundos.
Un estudio reciente de la CEPAL (Montaño, 2010) señala
que hubo una reducción significativa de la población
femenina sin ingresos propios en las zonas urbanas de
América Latina, lo cual es positivo, pues evidencia una
mayor independencia económica. En el período 19942008 la proporción de mujeres en esa condición disminuyó
de 42,8% a 31,6%. Aunque en Centroamérica también
se experimentó esa tendencia, Panamá es el único país
cuya tasa es similar al promedio latinoamericano (31,8%
en el 2009). El resto de la región está por encima de ese
Principales causas de
desempleo y bajos
ingresos en las mujeres
promedio, pues la proporción de mujeres sin ingresos
propios oscila entre 35,2% (El Salvador, 2009) y 41,2%
(Guatemala, 2007). 38
Si bien ello podría estar asociado a la maternidad y
al aumento en la cantidad de hogares con jefatura
femenina, también refleja la insuficiencia de mecanismos
institucionales y de mercado que permitan a las mujeres
combinar la procreación y el cuido de sus hijos e hijas con
la generación de ingresos propios.
En cuanto a República Dominicana, las mujeres
representan uno de los sectores más afectados por los
resultados del sistema sexo-género, tanto en su condición
de persona individual como en las de jefas de hogar, pues
son más vulnerables a la pobreza que los hombres. Hay
múltiples causas tanto políticas como culturales que
tienen efectos muy negativos en ellas: las mujeres ganan
un 50% menos dinero en comparación con los hombres
y les es más difícil encontrar un empleo, por lo que se
reporta un 25% de mujeres desempleadas. 39
40
Como consecuencia de la tradicional división del trabajo
según el sexo, la participación de las mujeres en el mercado
laboral es menor y, en general, en peores condiciones
que los hombres (mayor precariedad en el empleo,
segregación horizontal y vertical, desigualdad salarial,
etc.), lo que las coloca en una situación de debilidad social
respecto a su independencia socioeconómica y al acceso a
las prestaciones sociales y, por tanto, en una situación de
mayor riesgo de exclusión social.
38 Ibíd.
34
39 La pobreza tiene rostro de mujer. En: http://www.pobrezamundial.com/la-pobreza-tiene-rostro-de-mujer-en-republica-dominicana/)
40 Laseca, A. “Caracterización de la exclusión social: colectivos con dificultades de inserción laboral. Algunas repercusiones en Centroamérica y República Dominicana”. En Revista Apuntes del Mercado Laboral de
Centroamérica y República Dominicana, n.o II-2011. OLACD.
Difícil acceso al mercado laboral. Aunque
últimamente ha aumentado el número de mujeres
con trabajo asalariado, hay una serie de aspectos
que condicionan su entrada a mercado laboral: nivel
de estudios, experiencia previa y edad, estado civil,
número de hijos e hijas y disponibilidad horaria
limitada por las responsabilidades familiares, que
siguen siendo asumidas en un porcentaje muy alto
por las mujeres.
Asunción de responsabilidad del
núcleo familiar. Mujeres jefas de hogar que se
encuentran con la dificultad de tener que asumir
el sustento económico, el trabajo doméstico y el
cuidado de su familia, de tal forma que si no disponen
de independencia económica, se constituyen en un
grupo de alto riesgo de exclusión social.
Violencia de género.
Como una de las
manifestaciones más graves de la violación de los
derechos humanos, convierte a las mujeres víctimas en
un colectivo muy vulnerable debido a la dependencia
económica y afectiva que tienen con su agresor y que
les dificulta, en ocasiones, romper con esa situación.
Colocan a las mujeres víctimas en situación de
exclusión debido a la huida del hogar con sus hijos e
hijas, a la dificultad de movilidad, y si el negocio está
instalado en la casa, huir implica además el abandono
forzado de su actividad productiva.
Etnia. Las mujeres de los diferentes grupos étnicos,
debido a su situación racial y por ser mujeres, pueden
tener dificultades en el disfrute de derechos (salud,
educación, justicia, protección social), lo que se
traduce en limitantes para acceder a un empleo o para
instalar un negocio.
Extranjería.
Las mujeres migrantes, además del
sexo, debido a su situación pueden tener dificultades
como las de las minorías étnicas en relación al disfrute
de los derechos: salud, educación, justicia, protección
social. No solo la ilegalidad, sino la propia condición
de extranjera, conlleva dificultades para acceder a un
empleo digno y bien remunerado, factor determinante
de la exclusión social que viven algunos grupos de
mujeres extranjeras.
Discapacidad.
Las mujeres con discapacidad
pueden sufrir una doble discriminación que viene
dada por dicha condición y por su sexo. Además deben
enfrentarse a una serie de barreras que les limita su
desarrollo personal pleno y su participación social,
como alto nivel de desempleo, precariedad laboral,
salarios inferiores, carencias educativas o formativas,
aislamiento social debido a la estigmatización de la
discapacidad.
Edad.
Las mujeres en torno a los 40 años tienen
grandes dificultades para incorporarse al mercado
laboral, que se ven incrementadas si su escolaridad
es baja. Puede tratarse de mujeres que han
trabajado largas temporadas en la misma empresa,
normalmente realizando tareas muy específicas y de
baja cualificación, mujeres del sector informal o que
nunca trabajaron de forma regular, pero que por
diversas razones personales, sociales o económicas
pretenden incorporarse al mercado de trabajo. A
partir de los 40 años, la tasa de actividad y ocupación
de los hombres está por encima de la de las mujeres.
35
Con raras excepciones, la tasa de desempleo entre las
mujeres es muy superior a la de los hombres y, entre
las ocupadas, la proporción de subempleo visible es
mayor (Cuadro n.o 7). La incidencia más elevada de
subempleo visible entre las mujeres se explica por la
necesidad que tienen de “ajustar” sus jornadas laborales
para hacerlas compatibles con el trabajo doméstico y de
cuidado de las personas dependientes que todavía recae
mayoritariamente sobre ellas, produciendo la doble
jornada de muchas trabajadoras remuneradas y también
de las autoempleadas. Como se mencionó, a diferencia
del subempleo invisible, más presente entre los hombres,
Hombres
36
la crisis del sistema económico provocó un incremento
del subempleo visible, situación que implica un impacto
negativo mayor sobre la calidad del empleo femenino
comparado con el de los hombres.
La falta de políticas públicas que promuevan la
corresponsabilidad en el cuido de las personas
dependientes a lo interno de los hogares entre hombres
y mujeres y en la sociedad, entre Estado, empresas y
trabajadoras y trabajadores se convierte por tanto en un
obstáculo importante para lograr la igualdad real entre
mujeres y hombres en el mundo del trabajo.
Mujeres
Visible
Invisible
Urbana
Rural
8.8
14.3
10.0
16.3
Total
11.1
12.6
Urbana
Rural
Total
6.4
N.D
6.4
26.9
N.D
26.9
Urbana
Rural
Total
15.6
15.2
15.4
N.D
N.D
N.D
Urbana
Rural
Total
3.5
3.4
3.5
32.7
47.8
42.7
Urbana
Rural
Total
8.5
8.5
8.5
19.5
14.5
17.1
Urbana
Rural
Total
1.9
2.6
2.1
11.1
25.0
16.4
Urbana
Rural
Total
16.8
19.6
17.5
11.4
15.5
12.5
Visible
Invisible
Costa Rica (Jul. 2009)
12.6
8.4
20.0
10.4
14.9
9.0
El Salvador (Ene-Dic.2009) 1/
8.9
31.4
N.D
N.D
8.9
31.4
Guatemala (Set-Nov. 2006)2/
17.2
N.D
15.8
N.D
16.6
N.D
Honduras (Set. 2009)
5.6
29.0
6.3
22.7
5.9
26.4
Nicaragua (Nov. 2008)
12.8
26.2
15.1
30.9
13.4
27.6
Panamá (Ago. 2010)
1.8
10.1
1.7
15.4
1.8
11.5
República Dominicana (Oct. 2010)
17.3
15.4
17.1
22.1
17.3
16.7
Total
Visible
Invisible
10.4
16.1
9.3
14.5
12.5
11.3
7.6
N.D
7.6
29.0
N.D
29.0
16.3
15.4
15.9
N.D
N.D
N.D
4.4
4.2
4.3
31.1
40.9
36.3
10.4
10.2
10.3
22.6
18.9
21.0
1.9
2.3
2.0
10.7
22.1
14.6
17.0
18.9
17.4
13.0
17.4
14.0
41 OLACD (2011). Evolución de los principales indicadores del mercado de trabajo en Centroamérica y República Dominicana, años 2006-2010. OIT.
CUADRO No.7.
CENTROAMÉRICA
Y REPÚBLICA
DOMINICANA:
TASAS DE
SUBEMPLEO
POR PAÍS SEGÚN
ZONA Y SEXO41
(PORCENTAJES)
1/ La encuesta de El Salvador solamente reporta el
dato de subempleo en las
zonas urbanas.
2/ La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI)
de Guatemala solamente
reporta los datos de subempleo visible.
Fuente: Procesamiento del
OLACD con base en las
encuestas de hogares de los
países proporcionadas por
el Sistema de Información
laboral para América Latina
y el Caribe de la OIT (SIALC).
Como se viene señalando, en Centroamérica las tareas
domésticas y de cuido siguen estando fundamentalmente
en manos de mujeres, quienes las realizan en sus hogares
y comunidades en forma no remunerada y sin importar si
además tienen o no un empleo remunerado. Es evidente
que, a pesar de la creciente participación femenina en el
mercado laboral, la división del trabajo entre los géneros
ha permanecido inmutable (COMMCA-SICA, 2010).
La falta de políticas públicas que promuevan la
corresponsabilidad en el cuido de las personas
dependientes a lo interno de los hogares entre hombres
y mujeres y en la sociedad, entre Estado, empresas y
trabajadoras y trabajadores se convierte por tanto en un
obstáculo importante para lograr la igualdad real entre
mujeres y hombres en el mundo del trabajo.
Como se viene señalando, en Centroamérica las tareas
domésticas y de cuido siguen estando fundamentalmente
en manos de mujeres, quienes las realizan en sus hogares
y comunidades en forma no remunerada y sin importar si
además tienen o no un empleo remunerado. Es evidente
que, a pesar de la creciente participación femenina en el
mercado laboral, la división del trabajo entre los géneros
ha permanecido inmutable (COMMCA-SICA, 2010). 42
El empleo formal y
el empleo informal
2.3.2
“Es necesario
establecer
medidas que sigan
potenciando y
favoreciendo la
total igualdad con
el colectivo de
hombres.”
En general, pero especialmente en un contexto de crisis
económica, otro de los indicadores del mercado laboral muy
interesante de monitorear es el grado de formalidad del
empleo. Una variable que ayuda a dar una idea del grado de
formalidad de los empleos es la categoría ocupacional que
describe la relación del personal empleado con la empresa,
entidad u unidad de producción. Existe desequilibrio entre
hombres y mujeres en cuanto a la presencia en el mercado
de trabajo centroamericano, ya que las tasas de participación
de unos y otras son diferentes. Ello implica que es necesario
establecer medidas que sigan potenciando y favoreciendo la
total igualdad con el colectivo de hombres. La precariedad
laboral que viven muchas mujeres en Centroamérica y
República Dominicana incide de forma negativa en su
independencia económica y en sus condiciones de vida. Por
eso, el riesgo de exclusión social afecta de forma más acusada
a las mujeres que a los hombres (Anexo 1).
42 Citado en el Informe del Estado de la Región 2011, p. 389
37
La población con un empleo formal (asalariados en
pequeñas, medianas y grandes empresas, asalariados
en el sector público y patronos) se ha mantenido
muy estable, incluso durante la peor parte de la crisis
económica del 2008. El Gráfico 4 muestra la evolución
de la población ocupada por categoría ocupacional en
cuatro países de la subregión entre 2006 y 2010. En el
caso costarricense, la disminución de la participación de
las personas empleadoras se debe a una reclasificación de
algunas de estas, pues quienes contratan mano de obra
de forma ocasional a partir de 2010 se consideran como
trabajadores o trabajadoras por cuenta propia. Quizás en
donde se nota un mayor cambio es en El Salvador, ya que
la proporción de la población asalariada en pequeñas,
medianas y grandes empresas en 2009 descendió
respecto a 2008, pasando de 29% a 27% (porcentaje
aún dentro del margen de error de la encuesta). Pero, en
términos generales, se puede afirmar que la estructura
de la población ocupada por categoría ocupacional se ha
mantenido constante desde el 2006, y que no hubo un
movimiento masivo de trabajadores y trabajadoras hacia
la economía informal.
En la mayoría de los países de la subregión, la categoría
ocupacional predominante es la de cuenta propia;
prácticamente una de cada tres personas ocupadas
trabajan de manera independiente (Gráfico 4). Sobresale
particularmente República Dominicana, donde esta
categoría ha crecido desde el 2006, cuando abarcaba al
40% de toda la población ocupada, hasta llegar al 43,4%
en el 2010.
Si se considera a todas las personas ocupadas,
independientemente del tamaño de la empresa donde
se ubiquen, la categoría de cuenta propia sería la que
agrupa al mayor número de trabajadores y trabajadoras;
en el segundo puesto se encuentra la población ocupada
en pequeñas, medianas y grandes empresas (PMGE),
y, en tercer lugar, las que están incorporadas a las
microempresas. Otro grupo destacado es la población
ocupada no remunerada. De manera que si al grupo de
trabajadoras y trabajadores o cuenta propia se suma el
38 servicio doméstico, se detecta la existencia de un alto
porcentaje de personas involucradas en actividades
informales (aproximadamente un 60% de la mano de
obra registrada) en casi todos los países, salvo Panamá y
Costa Rica.
Naturalmente, la clasificación empleada en este ejercicio
incorpora una noción simplificada de la economía formal,
ya que no necesariamente todo el trabajo por cuenta
propia o en microempresas puede considerarse informal
y tampoco se puede suponer formal a todo aquel que se
lleva a cabo en pequeñas y medianas empresas.
En estas formas de inserción laboral, la posibilidad de que
la población trabajadora no tenga acceso a beneficios
como el seguro de desempleo, el seguro de salud o la
jubilación aumenta sustancialmente. En esa misma línea,
algunos indicadores de la calidad del empleo apuntan
a un empeoramiento de las condiciones laborales en el
sector informal con respecto al formal.
Aunque también existe subempleo en el sector formal
de la economía, la mayor parte de la población que se
encuentra en esta situación pertenece al sector informal,
razón por la cual el aumento del mismo tiene un gran
peso en la economía de un país, pero de manera especial
en la economía de la población con menores ingresos.
La diferencia es particularmente marcada en Panamá
(Gráfico n.o 4). Entre la población ocupada en el sector
formal casi no se presenta el subempleo visible, y se ha
mantenido en niveles bastante bajos durante el período
2006-2010. Por otro lado, a pesar de que el subempleo
invisible afecta a un pequeña parte de los trabajadores y
trabajadoras del sector formal panameño, todavía no se
compara con los niveles que se dan entre los del sector
informal, pese a que se nota un aumento de esta forma
de subempleo desde 2008 en el sector formal.
En Costa Rica, la cantidad de trabajadores y trabajadoras
del sector formal con problemas de subempleo visible
también se ha mantenido relativamente baja en
comparación con los que están en la informalidad,
aunque se produjo un incremento temporal en el 2009,
volviendo a los niveles normales en el 2010. El subempleo
invisible, por su lado, que alcanzaba a cerca de un 13%
de la población en el sector formal en el período de
referencia, se redujo sostenidamente hasta abarcar a
un poco menos del 9% del mismo grupo en el 2009. La
brecha de la incidencia del subempleo en ambos sectores
crece en el período.
En República Dominicana, la mayor diferencia entre las
personas trabajadoras del sector formal y las del informal
se presenta en el subempleo visible. El porcentaje de la
población ocupada en una relación laboral formal que está
afectado por esta forma de subempleo es, en promedio,
10 puntos porcentuales menos al de los que tienen una
relación laboral informal. La brecha es significativamente
menor en el caso del subempleo invisible.
GRAFICO No.4. 43
CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE SUBEMPLEO VISIBLE E INVISIBLE
SEGÚN FORMALIDAD1/ DEL EMPLEO, 2006-2010 (PORCENTAJES) 41
EL SALVADOR
40
COSTA RICA2/
25
37.7
34.9
35
21.6
20.7
20
21.0
31.5
30
17.0
17.1
15.6
15
16.0
28.1
25
15.2
20
10
5
7.4
5.9
5.8
8.8
19.1
5.5
4.1
8.4
5.9
5
Visible
2009
2010
Invisible
2008
Invisible
Visible
Invisible
Visible
Invisible
Visible
Visible
Invisible
2007
0
Visible InvisibleV isible InvisibleV isible InvisibleV isible Invisible
2006
2007
2008
2009
PANAMÁ
30
36.5
35
25
24.3
24.2
22.1
30.0
30
1.9
1.4
1.2
NICARAGUA
40
12.3
10.7
11.0
10
0
2006
18.6
15.6
15
20.9
19.2
20
24.4
25
15
20
2006
0.7
2007
43 OLACD (2011). Evolución de los principales indicadores del mercado de trabajo en Centroamérica y República Dominicana, años 2006-2010. OIT.
3.9
0.7
2008
5.7
0.6
2009
Invisible
Invisible
2008
0.8
4.0
3.6
Visible
isible
6.2
4.2
Invisible
InvisibleV
2007
0.9
6.4
Visible
isible
4.9
Invisible
InvisibleV
2006
7.4
Visible
Visible
0
4.0
3.1
Visible
0
3.3
6.3
5
10
5
10
Invisible
15.1
Visible
13.9
12.3
12.2
Invisible
16.5
16.0
15
2010
39
REPÚBLICA DOMINICANA
30
25
23.5
23.1
21.3
20
15
Para efectos del siguiene análisis, se considera como informal aquel
25.9
25.3
20.7
19.8
empleo cuyas categorías ocupacionales sean: cuenta propia, asalariado
10.2
18.9
16.3
14.7
14.5
14.0
12.9
13.8
14.3
12.1
10.6
10.1
10
11.1
en microempresas, trabajo en actividades no remuneradas y los(as)
empleados(as) domésticos(as), mientras que el formal comprende a
las personas asalariadas en el sector público, en pequeñas, medianas y
2010
Invisible
2009
Visible
Visible
Visible
2008
Invisible
2007
Invisible
2006
Invisible
A partir de 2010 el Instituto Nacional de Estadística y Censo de Costa Rica
Visible
0
Invisible
grandes empresas y los(as) patronos(as).
Visible
5
(INEC) sustituye la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM)
por la encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), la cual tiene un nuevo
marco muestral e incluye nuevas preguntas. Desde 2010 el dato de
Empleo informal
subempleo invisible se deja de publicar.
Fuente: Procesamiento del OLACD con base en las encuestas de hogares
de los países proporcionadas por el Sitema Información Laboral para
Empleo formal
América Latina y el Caribe de la OIT (SIALC).
Nota: En este gráfico no se presentan datos de Guatemala, Honduras y Belice porque la fuente citada no los registra; sin embargo, se considera
importante reseñar estos datos para el análisis del comportamiento laboral en la región. Además, es importante reiterar que las encuestas de
hogares varían a lo interno de cada país, tanto en temporalidad como en la definición de las preguntas, por lo que los cuestionarios utilizados
influyen en los criterios de análisis y la homologación de la información estadística, lo cual dificulta el análisis regional comparado.
Los niveles de subempleo, tanto visible como invisible,
son muy superiores en el sector informal.
Pese a que en Nicaragua y El Salvador la interpretación de
los datos es más difícil debido a los cambios tan bruscos
que se presentan año a año en estos indicadores, se
puede decir que, al igual que sucede en Panamá y Costa
Rica, contar con un empleo en el sector formal implica una
menor probabilidad de sufrir algún tipo de subempleo.
Según la OLACD, el subempleo en la región es superior
entre las mujeres que están ocupadas en el sector informal.
Llama la atención la situación de las mujeres en Costa Rica
(Gráfico n.o 5). Aquellas que están en el sector informal
reportan en mayor medida que les gustaría trabajar más
de 47 horas semanales y están disponibles para hacerlo
(subempleo visible según los parámetros definidos
en Costa Rica), lo que no es extraño. Pero los datos de
40 subempleo invisible cuentan una historia diferente:
independientemente del sector donde estén ocupadas,
ya sea formal o informal, la tasa de subempleo invisible
es muy similar en ambos sectores. La alta presencia del
subempleo invisible entre las mujeres costarricenses
en el sector formal se explica por los altos índices de
subempleo invisible reportados por las patronas (en su
mayoría patronas de microempresas) y por asalariadas en
pequeñas, medianas y grandes empresas.
La proporción de la población ocupada que se encuentra
en subempleo en el sector informal puede estar influida en
buena parte por la recesión y estancamiento económico
de un país, pero depende también de otros factores, muy
posiblemente de tipo estructural, porque en la subregión
también han existido importantes niveles de subempleo
en años sin crisis. En este sentido, con la ayuda del Gráfico
4 se puede apreciar que realmente no ha habido cambios
significativos en la estructura del empleo en ningún país.
Por ejemplo, en Costa Rica y Panamá la participación de
la población ocupada con un empleo formal —sector
público, empleado y empleado en pequeñas, medianas
y grandes empresas, y patronos— se ha mantenido entre
GRAFICO No.5.
CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE DESEMPLEO, SUBEMPLEO, ACTIVIDAD Y OCUPACIÓN ENTRE
LAS MUJERES, 2006-2010. (Porcentajes) 44
11.8
11.2
9.9
8
6.8
40
9.5
9.0
8.7
39
8.4
38
6.2
6
37
4
36
2
35
0
34
2006
2007 HONDURAS
2008
2009
23.5
36.1
26.4
37
36.6
36
35.3
35.0
35
34.6
10
5
7.8
34
5.5
4.2
4.2
3.7 4.1
2.9
40.5
20
40
15
39.5
10
5.9
7.1
6.2
3.9
3.7
39.8
2008
20
37.9
15
14.9
8
4.9
5
11.5
43.2
9.8
8.6
40.8
8.9
3.5
43.2
41.1
7.2
44
42
40.4
40
6.5
5.6
37.8
4
37.6
38
13.4
37
36
5.8
5.1
35
34
2007
38
2.7
2
2.2
2008
REPÚBLICA DOMINICANA
46
11.5
40
39
36.6
25
2.1
1.8
36
20
50
45.6
44.3
39.4
6
27.6
10
Desempleo y subempleo
41.6
28.3
2006
Actividad y ocupación
Desempleo y subempleo
10
41
40.4
31.2
10.3
2009
13.2
43.3
38.5
0
2007
12.0
39
6.7
38.6
PANAMÁ
12
3.5
25
32
14
5.0
38
30
33
0
2006
8.3
35
38
36.0
15
41
NICARAGUA
21.2
36.7
20
23.5
41.1
0
Desempleo y subempleo
25.3
25
42
42.1
41.5
25
5
39
38.2
42.5
32.5
30.5
30
2010
10
Desempleo y subempleo
35
41
39.9
10.7
10.4
10
42
43
42.6
36.5
Actividad y ocupación
13.2
42.1
42.7
45
20.1
18.8
37.0
33.9
15
14.6
36.7
17.9
34.1
34.1
36.2
15.4 16.9
19.1
17.1
14.9
38.2
32.9
16.1
40
35
30
25
10
8.2
7.8
7.3
6.2
20
6.8
15
10
5
Actividad y ocupación
41.7
Desempleo y subempleo
12 10.7
41.6
14.9
Actividad y ocupación
Desempleo y subempleo
14
14.9
40
Actividad y ocupación
14.8
EL SALVADOR2
43
Actividad y ocupación
COSTA RICA1
16
5
0
34
2006
2007
DesempleoV
2008
2009
isible
2010
InvisibleO
0
0
2006
2007
2008
cupaciónA
2009
2010
ctividad
NOTAS:
1/ A partir de 2010 el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica (INEC) sustituye la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) por la
Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) la cual tiene un nuevo marco muestral e incluye nuevas preguntas. Desde 2010 el dato de subempleo invisible se deja
de publicar.
2/ Se refiere a las tasas de subempleo en las zonas urbanas.
Fuente: procesamiento del CLACID con base en las encuestas de hogares de los países proporcionadas por el Sistema de Información Laboral para América
Latina y el Caribe del OIT (ISAILC).
44 Ibíd.
41
el 60% y 50%, respectivamente. Estos porcentajes incluso
aumentaron levemente durante 2009, el peor año de la
crisis; lo que no implica, sin embargo, una disminución
en la calidad del empleo porque, como se comprobó, aun
cuando la proporción de personas en el sector formal se
ha mantenido relativamente constante, otros indicadores
de calidad del empleo, como el subempleo visible,
sufrieron un deterioro.
En general, la región SICA cuenta con una gran cantidad
de mano de obra rural, donde las diferencias en la
participación de hombres y mujeres en el mercado de
trabajo son mucho más marcadas y la tasa de participación
masculina es de 78,9% (casi un 80 % del 100% de
hombres dispuestos a trabajar lo hacen), mientras que
la de las mujeres es de apenas un 33% (solamente
un tercio de mujeres dispuestas a trabajar lo logran),
situación que también responde a la asignación de roles
en la sociedad y al subregistro del trabajo de las mujeres
en las zonas rurales. La participación de las mujeres es
todavía más baja en relación al promedio regional en
países como República Dominicana y Nicaragua, con
28,6% y 30,2%, respectivamente, y con 31,4% en los
últimos dos países. Nuevamente, Guatemala muestra los
mayores niveles de participación femenina en esas zonas,
con aproximadamente un 37,6%, situación que puede
obedecer a una mayor migración de los hombres o de
mujeres jóvenes a otros polos de atracción en búsqueda
de mejores condiciones de vida y las que se quedan
deben asumir, además de las tareas reproductivas, sus
actividades económicas tradicionales. 45
Por el contrario, la participación de las mujeres en edad
activa en los centros urbanos llega casi a la mitad (46,2%),
lo cual puede estar relacionado con varios factores, entre
los cuales se pueden señalar: mayor nivel de escolaridad
y cualificación, principalmente de las mujeres jóvenes, lo
que les permite una mejor adaptación a las exigencias del
mercado laboral; y concentración en las ciudades de los
sectores (servicio e industria) que generalmente emplean
42
45 http://www.rlc.fao.org/es/desarrollo/mujer/situacion/pdf/guate.pdf.
46 Ibíd.
47 Ibíd.
más mujeres. Además, en las ciudades se concentran
los servicios públicos esenciales (agua, saneamiento,
salud, educación, etc.), lo cual libera tiempo del trabajo
doméstico que las mujeres pueden dedicar al trabajo
remunerado. 46
Las mujeres y el
mercado laboral
2.3.3
En la mayoría de los países de la
subregión, la categoría ocupacional
predominante es la de cuenta propia;
prácticamente una de cada tres
personas ocupadas trabaja de manera
independiente (Gráfico n.o 6). Sobresale
particularmente República Dominicana,
donde esta categoría ha crecido desde el
2006, cuando abarcaba al 40% de toda la
población ocupada, hasta llegar al 43,4% en el 2010. 47
Según el informe de OLACD, si se considera a todas las
personas asalariadas, independientemente del tamaño
de la empresa, esta categoría sería la más grande; sin
embargo, en el segundo puesto se encuentra la población
asalariada en pequeñas, medianas y grandes empresas
(PMGE), y, seguidamente, aquellas personas que están
incorporadas a las microempresas. Otro grupo destacado
es la población ocupada no remunerada. Excluyendo a las
PMGE, la suma de las anteriores partidas (más el servicio
doméstico) apunta la existencia de un alto porcentaje
de individuos involucrados en actividades informales
(aproximadamente un 60% de la mano de obra) en casi
todos los países, salvo Panamá y Costa Rica.
La clasificación empleada en este ejercicio incorpora
una noción bastante simplificada de economía formal,
ya que –como se ha indicado- no necesariamente
todo el trabajo por cuenta propia o en microempresas
puede considerarse informal y tampoco se puede
considerar formal a todo aquel que se lleva a cabo en
pequeñas, medianas y grandes empresas. Sin embargo,
la posibilidad de que la población trabajadora no tenga
acceso a beneficios como el seguro de desempleo, el
seguro de salud o la jubilación aumenta sustancialmente
en estas formas de inserción laboral. En esa misma línea,
algunos indicadores de la calidad del empleo apuntan
a un empeoramiento de las condiciones laborales en el
sector informal con respecto al formal. Aunque también
existe subempleo en el sector formal de la economía, la
mayor parte de la población que se encuentra en esta
situación pertenece al sector informal, razón por la cual la
evolución del mismo tiene un gran peso en la economía
de un país, pero de manera especial en la economía de la
población con menores ingresos. 49
GRAFICO No.6
CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE DESEMPLEO, SUBEMPLEO, ACTIVIDAD Y
OCUPACIÓN ENTRE LAS MUJERES, 2006-2010. (Porcentajes) 48
COSTA RICA1/
EL SALVADOR
100%
90%
100%
13.8
13.8
14.3
13.1
14.5
80%
70%
40%
19.5
18.0
7.2
7.7
14.0
14.6
18.3
18.8
7.5
7.3
3.5
14.2
15.7
15.3
19.4
70%
50%
30%
39.3
37.0
39.8
38.5
39.0
10%
2009
2010
5.7
5.2
5.4
4.9
5.7
5.7
5.9
4.7
5.1
80%
10.7
10.0
10.1
9.8
10.0
28.9
26.4
25.7
26.9
26.4
3.1
3.2
3.1
3.2
15.0
14.6
14.7
15.6
5.8
70%
3.0
14.5
16.9
27.3
28.5
28.5
30.1
4.5
4.2
8.1
8.9
7.7
4.2
7.7
28.0
29.3
29.1
26.7
2006
2007
4.5
34.6
31.4
35.3
90%
5.2
2.9
6.3
5.8
3.9
5.5
5.9
2.0
5.7
5.5
2.5
5.2
5.4
39.9
39.0
40.2
41.9
43.4
3.8
4.2
4.0
4.3
3.7
11.5
11.4
11.2
12.5
13.0
29.3
30.4
29.4
27.6
26.9
2007
2008
2009
2010
3.0
7.3
80%
70%
50%
40%
34.6
35.1
20%
10%
2007
2006
2008
2009
2010
0%
2006
Asalariado privado
(pemyg empresa)
Patrono
Asalariado privado
(microempresa)
Sector público
Cuenta propia
Trabajador auxiliar
no remunerado
(TANR)
49 Ibíd.
2009
2008
30%
10%
0%
100%
60%
30%
20%
16.5
REPÚBLICA DOMINICANA
90%
40%
4.6
17.3
17.4
PANAMÁ
50%
9.9
4.5
0%
2008
2007
2006
60%
9.4
20%
10%
0%
100%
6.9
4.7
5.2
60%
40%
30%
20%
9.5
80%
60%
50%
90%
Sector doméstico
Empleo formal
43
44
Las MIPYMES son actores importantes para el
desarrollo productivo de la región, contribuyen
a la generación de empleo y son un universo
heterogéneo que abarca desde, la micro y pequeña
empresa, hasta la mediana empresa competitiva y
con capacidad de exportación.
De acuerdo a con lo que se ha expresado en acápites anteriores,
al pretender construir un cuadro consolidado del número
de MIPYMEMIPYME en los países estudiados, se puede estar
intentando agrupar empresas que se corresponden a diferentes
categorías. Esto adquiere particular relevancia ya que las
diferencias entre las mMicro y las PYMEPYME no solo son
cuantitativas, sino cualitativas,ya quepues también tienen distinta
racionalidad económica y empresarial. Se reitera:, las Micro
micro son en su mayoría unidades económicas de subsistencia y
operan con escaso nivel de calidad de empleo, especialización y
productividad, mientras que las PYMEPYME tienden a funcionar
con criterios de acumulación de capital y de reinversión.
Los diferentes estudios realizados en los países de la región
enfocados a analizar la competitividad de las MIPYMESMIPYMES
llaman la atención sobre la existencia de dificultades para
cuantificar el estrato y estimar su peso en algunas macrovariables
(empleo, producción y exportaciones). Estas dificultades -que
tienen distinto grado de intensidad según el país- se vinculan
con las limitaciones de la información básica disponible, la
actualización y confiabilidad de registros para estas variables y,
también, a la gran divergencia que existe dentro de cada país y
entre los países sobre la definición del estrato empleada en las
distintas estimaciones. A esas dificultades debemos sumar la
ausencia de datos segregados por sexo que ayuden a demostrar
las diferencias de las empresas en términos de género.
Las escasas investigaciones disponibles
revelan cifras que resultan inconsistentes,
especialmente cuando la comparación
se hace entre países. En algunos casos se
registran como PYMEPYMEa los microemprendimientos (MIPYMEMIPYME) y
hasta el autoempleo (las personas que
dicen trabajar por cuenta propia). Según
un estudio de CENPROMYPE (2006), con
excepción de El Salvador, donde se está
montando un sistema de seguimiento a la
MIPYMEMIPYME, para el resto de la región
la información disponible está basada en
encuestas de hogares donde la unidad de
observación es el hogar y no la empresa,
además de que, las metodologías de
estimación mezclan censos económicos
bastante desactualizados.
Pese a las limitaciones apuntadas, las cifras
muestran para Centroamérica que un 95%
de las empresas regionales son micro,
pequeñas y medianas empresas y generan
el 54% del empleo y 34% de la producción
total de la región. 50
50 Banco Centroamericano Integración Económica, BCIE (2010). Proyecto Cambio. Estudio sobre el efecto de la crisis financiera
mundial en las MIPYME AB y el impacto de las medidas anticrisis en Centroamérica. FUNDEMOS Consultores, S. A.
45
En Centroamérica
las empresas regionales son micro,
pequeñas y medianas empresas y
generan :
95%
54%
del empleo
34%
Lo que sí es un hecho es que, en ninguno de los países se
registran las pequeñas y medianas empresas del sector
agropecuario, que, aunque limitadas en su grado de
desarrollo empresarial, cuentan con activos promedio,
incluso superiores a los pequeños emprendimientos
urbanos.
Pese a estas limitaciones de información, queda claro que
las MIPYMESMIPYME son relevantes, sobre todo, por ser
generadoras de empleo e ingresos para la población.
Si se considera que del producto bruto mundial solo
el 25% se exporta, se puede tener una clara visión de
la importancia de la actividad económica local en el
de la producción
de la región
desarrollo de los países para no sobredimensionar la
importancia de las actividades de exportación con todo
lo que ello conlleva. Si nos enfocamos en este indicador,
encontramos que es inferior a lo que comúnmente se
cree. Por ejemplo, en economías fuertes, como el Japón
o Estados Unidos, las exportaciones representan solo el
14,9% y 7,8% de su PIB, respectivamente. En economías
latinoamericanas altamente exportadoras, como Brasil y
México, sus exportaciones alcanzan el 12,8% y 29,8% de
su PIB, respectivamente. Según el Banco Mundial (2007),
en el caso de América Latina, solo el 22,5% del PIB de
la región se exporta, mientras que en Centroamérica y
República Dominicana este indicador (aunque variado
entre países) es solo del 20,4%. 51
Aporte económico de la actividad empresarial a nivel
nacional según datos de 2010-2011
• En El Salvador, el 95,9% de las empresas del parque empresarial son micro, pequeñas y medianas. En cifras
aproximadas, albergan 43% de la fuerza laboral y generan más del 22% del PIB. .
• La MIPYME guatemalteca representa en esa economía el 94% del andamiaje empresarial. Su relación con el
PIB es de aproximadamente el 45%. Para el fomento de estas se destina menos del 2% del presupuesto del
Ministerio de Economía de Guatemala.
• En Nicaragua la situación no varía mucho, pues las PYMES son el 93% del total de empresas de ese país.
Sin embargo, el 60% del presupuesto que se destina a su desarrollo proviene de cooperación, es decir, $80
46
51 Ibíd
52 Fuentes de información: Autoridad de la Micro, Pequeña y MEDIANA Empresa (AMPYME), Panamá; Banco Popular Dominicano; Observatorio Costarricense de
las MIPYMES; Ministerio de Economía de Guatemala; Red de Microfinanzas en Honduras (REDMICROH); Instituto Nicaragüense de la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME). Los datos comprenden el período 2010-2011.
millones que son aportados por el Banco Mundial, lLa UE y el BID 53.
• La economía costarricense, en su base empresarial, está compuesta en un 97% por micro y pequeñas
empresas. El Ministerio de Economía, Industria y Comercio las cataloga como el “dinamizador de la economía”.
La gran mayoría de empleos en ese país son generados por este sector.
• En Honduras, el cálculo de la incidencia de las pequeñas empresas es alto. Tanto, que existen entre 500,000 a
650,000 empresas constituidas en micro, pequeñas y medianas, según la Dirección de Fomento. Con relación
al PIB, su representación es de un 28%.
• La estimación de MIPYMESen Panamá es del 96% y su relación con el PIB es cerca de un 90%. Se han instituido
más de 60 mil empresasy éstasque representan el 31% de las ventas del país frente al 69% que realizan las
grandes industrias. 54.
• En Beliceel dato que se registra es que las MIPYMES constituyen más del 60% en el sector agrícola, lo cual es
fundamental para la economía del país 55.
• En República Dominicana, las ventas de las PYMESPYMES dominicanas representan el 58% del total,
y contribuyen con cerca del 45% al Producto Interno Bruto nacional (PIB), generando más de 1 millón
quinientos mil empleos.
Las microempresas de acumulación o con opción de
desarrollarse representan un porcentaje muy pequeño
con respecto al total. Según algunas estimaciones basadas
en estudios de organismos como la Organización de
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), se estima
que quizás solo un 25% de estos estratos productivos está
orientado al crecimiento y desempeña un importante
papel en la generación de dinamismo y flexibilidad en la
economía. 56
la identificación de ventajas competitivas, lo cual también
les permite más posibilidades de supervivencia por la
mayor facilidad de obtención de insumos, mano de obra,
capital, etc., respecto a regiones menos desarrolladas.
A pesar de ello, la microempresa es también la unidad
económica territorialmente más dispersa en términos
relativos y por tanto su contribución a la descentralización
del ingreso es mayor que el resto de unidades económicas
(como la PYMES o la gran empresa).
Otra característica de las microempresas que las asemeja
a las demás unidades económicas es que ellas se
encuentran ubicadas fundamentalmente en los grandes
centros urbanos (capitales y ciudades más importantes).
Esto se debe tanto a economías de aglomeración como a
Un estudio realizado por el Banco Mundial en el 2006 57
reveló la situación de las MIPYMES en algunos países de
la región 58 en términos de la productividad, la calidad y
la competitividad. Los principales hallazgos fueron:
53
54
55
56
Díaz, S. (2010). La grandeza de los pequeños en El Salvador. Diario Digital Contra Punto. En: www.Contrapunto.com.sv
Burillo, G. Ministra de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Panamá (AMPYME). Declaraciones martes 13 de abril de 2010, en: www.panamáamerica.com.pa
Harrison, R. Las MIPYMES, pilar fundamental en la economía de Belice. En: http://www.euram.com.ni/pverdes/entrevista/Roberto_Harrison_199.htm
Zevallos, Emilio (2003). Micro, pequeñas y medianas empresas en América Latina, Revista de la CEPAL, no. 79, abril, p.57
47
CUADRO No.8
LIMITACIONES DE LAS MIPYMES EN CENTROAMÉRICA
LIMITACIONES DE LA MIPYMES
PAIS
COSTA RICA
•
•
•
•
EL SALVADOR
•
•
•
•
•
GUATEMALA
HONDURAS
NICARAGUA
48
•
•
•
Informalidad de las MIPYME impide apoyo estatal.
Deficiencia en la educación y formación de las
personas empresarias y de las personas trabajadoras.
Diferencia en las MIPYMES, por lo que su tratamiento
debiera ser diferente.
Carencia de asociatividad.
Insuficiente calidad en las MIPYMES.
Problemas de cultura empresarial.
No inversión de tiempo en capacitación.Falta de inteligencia de
mercado.
Falta de inversión en tecnología.
Problemáticas de las micro, pequeña y mediana son diferentes
entre sí.
•
La calidad es un problema.
Sector MIPYMES no es homogéneo ni está caracterizado.
Problemas en la formación y capacitación del empresario y su
gente.
Prevalece la informalidad, lo que impide apoyo estatal.
•
•
•
•
•
•
Bajo nivel de calidad, productividad y competitividad.
Falta capacitación dentro de las MIPYMES.
MIPYME cumple un rol importante en la economía.
Falta de información.
Bajo nivel de tecnologías de información.
Dificultades legales para formalización de empresas.
•
•
•
Falta de tecnología e infraestructura.
No existe capacidad de demanda interna.
Mala formación y hace falta capacitación al personal de las
empresas.
Las limitaciones anteriormente señaladas y
relacionadas con la baja calidad, productividad y
competitividad de las MIPYMES en estos países se
atribuyen, de acuerdo con los resultados del estudio,
a estos aspectos:
a)
Bajo nivel de educación,
capacitación y formación,
particularmente de la persona
propietaria y de los trabajadores y
trabajadoras
Las personas propietarias y las que realizan funciones
gerenciales de las MIPYMES habitualmente no han
recibido educación formal y carecen de muchos
conocimientos que deben ser de uso común para
dirigir un negocio. Entre ellos está la contabilidad y los
manejos financieros, el establecimiento de precios, el
planeamiento estratégico y la visión de largo plazo,
temas de mercadeo, diversificación de productos,
idiomas y conocimientos técnicos relacionados con
su actividad.
Los proveedores de servicios de apoyo consideran
que son personas reticentes a cubrir ese déficit
de conocimiento e información por medio de la
capacitación, ya que tienden a estar muy ocupados
con labores operativas, tienen incapacidad de delegar
y aducen, permanentemente, falta de tiempo para
otras actividades.
provocada por un proteccionismo excesivo; otros
manifiestan déficits “históricos” evidentes en la oferta
de servicios de apoyo; y hay quienes sostienen que la
institucionalidad pública no se ha comprometido con
la MIPYME “como en otros lados”.
Los proveedores de servicios añaden que mucho
del problema está en la educación (Guatemala, El
Salvador y Honduras) tanto del empresario como de
las trabajadoras y los trabajadores, en la formación
empresarial del dueño o dueña y que las personas
empresarias de MIPYME no tienen visión de negocios.
b)
Tecnología: maquinaria, equipos,
infraestructura y tecnologías de
información
La MIPYME carece de la infraestructura que requiere
para ser competitiva. En el caso de El Salvador
ese fue uno de los factores que se señalaron como
primordiales para explicar por qué las MIPYME no
tienen más posibilidades. En ese rubro se incluyó la
maquinaria y la tecnología, que permiten aumentar la
productividad. En Honduras y Nicaragua también fue
considerado este problema, que no se limita solamente
a no poseer la tecnología, sino los conocimientos
técnicos para sacarle provecho. Es el caso de la
agroindustria, a la que no se ha podido incursionar y
que permitiría una oferta de mayor valor agregado y
con mejores posibilidades de comercialización.
Los empresarios enfatizan en que no se puede ser
competitivo en los mercados globalizados bajo las
condiciones actuales. Es de vital importancia superar
estas debilidades si se quiere ser competitivo, ya no
en el exterior, si no en el mercado de referencia.
Aunque no se ha logrado determinar qué tan difundido
es su uso, el acceso a Internet es otro aspecto que
se ha identificado como un factor primordial que
está impidiendo la difusión de información de todo
tipo, hecho destacado con mayor fuerza entre las
instituciones de apoyo.
Los proveedores de servicios de apoyo, por otro
lado, sostienen que muchos de los problemas
relacionados tienen su explicación en características
culturales del empresariado y de su propio mercado;
en tres países (Guatemala, Honduras y El Salvador) se
refieren a la pasividad de las personas empresarias
c)
Informalidad de las empresas
Un tema que causa gran preocupación es la
informalidad de las empresas, especialmente en el
segmento de las microempresas. Esta situación se
49
califica como prevaleciente y de carácter creciente
en algunos países, como Guatemala, Honduras y
Nicaragua, lo que provoca problemas a las empresas
que sí deben cumplir todos los requerimientos, por lo
cual se generan prácticas de competencia desleal y
desencuentros que no colaboran con la articulación
del empresariado.
Los proveedores de servicios de apoyo consideran,
como en el caso de Costa Rica y Guatemala, que ese
es uno de los factores que ha impedido brindar los
servicios y el acceso al crédito, sobre todo en el caso
de las instituciones gubernamentales. La informalidad
muchas veces está asociada al carácter familiar de las
pequeñas empresas, lo que hace que se atribuya una
asociación directa con la baja capacidad gerencial
en ellas. Además es vista como un producto de la
desmovilización laboral de otros sectores, como el
sector público, y el ejército, en el caso de Nicaragua.
3.1
LA
EMPRESARIEDAD
EN LAS MUJERES
La incursión en el empresariado otorga a la mujer mayor libertad para atender
sus labores domésticas y de
crianza, y a la vez constituye
una oportunidad para crecer y alcanzar mayor movilidad social, lo que no suele
darse en el sector privado
formal de algunos países de
la región.
50
Frente a la necesidad de tener mayor flexibilidad,
y afectadas por la brecha salarial y la falta de
oportunidades en el sector privado, las mujeres de la
región con frecuencia se vuelcan al sector informal y a
emprendimientos personales. Debido a que la economía
informal elude las estrictas regulaciones laborales,
ofrece a las mujeres algo de flexibilidad, aunque por
lo general a expensas de sus derechos laborales, de
pensión por jubilación y otros beneficios sociales. Por
otra parte, su incursión en el empresariado otorga
a la mujer mayor libertad para atender sus labores
domésticas y de crianza, y a la vez constituye una
oportunidad para crecer y alcanzar mayor movilidad
social, lo que no suele darse en el sector privado formal
de algunos países de la región.
60 Observatorio de MIPYMES (2008). Universidad Estatal a Distancia (UNED). San José, Costa Rica.
Sin embargo, sigue habiendo desigualdad de género
entre empresarios y empresarias. Los hombres
constituyen la mayoría de los propietarios de negocios
y sus empresas son, por lo general, de mayor tamaño
que las de las mujeres. De hecho, las empresarias
se concentran en la pequeña y en la microempresa.
Esta diferencia puede explicarse por el vínculo que
existe entre desigualdades de género y propiedad de
los bienes productivos, como la tierra y el capital, y
su impacto negativo sobre la capacidad de la mujer
de aprovechar las oportunidades que trae consigo
el desarrollo económico. Otra explicación es que la
mujer prefiere la flexibilidad que implica dirigir una
micro o pequeña empresa. Por ejemplo, en el caso
de Costa Rica, en el parque empresarial formal, dos
de cada diez empresas son propiedad de mujeres. A
mayor tamaño de la empresa, mayor porcentaje es
propiedad de hombres.60
Datos de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña
Empresa (CONAMYPE) indican que en El Salvador un
64% de la micro y pequeñas empresas están en manos
de mujeres. 61
GRAFICO No7
ESTRUCTURA PIRAMIDAL DE LAS MYPE DE
MUJERES EN COSTA RICA. AÑO 2008
Fuente original: Arroyo, PROMICRO-OIT.”La Microempresa en Centroamérica”. San José, 2000,
Estos datos fueron actualizados por el INAMU con
base en Encuestas de Hogares 2000-2008.
En Panamá, más del 57% de las microempresas están
lideradas por mujeres. Este dato fue revelado en
el Informe Económico y Social de julio de 2010 del
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) 62. En el caso
de República Dominicana, alrededor de un 45 % de la
micro, pequeñas y medianas empresas son dirigidas
por mujeres, según datos del Consejo Nacional de
Competitividad (CNC). 63
Según el Ministerio de Fomento e Industria y
Comercio de Nicaragua, el 55% de las MIPYMES
son administradas por mujeres 64. En Honduras, de
acuerdo con un estudio de investigación elaborado
en el año 2010, se identifica en el área rural los
siguientes datos de MIPYMES por departamento y por
género (se relevan estos datos de Honduras porque
es lo más diferenciado desde el punto de vista de
género y espacial que se ha encontrado en la región)
65:
0.5%
GRAN Y MEDIANA EMPRESA
3.6%
14.7%
PEQUEÑA EMPRESA
MICROEMPRESA
MICRONEGOCIOS
81.2%
AUTOEMPLEO
61 Revista Suma. El 64% de las pymes en El Salvador son propiedad de mujeres. Marzo 2011. En: http://www.revistasumma.com/economia/10089-el-64-de-las-pymes-en-el-salva-
dor-son-propiedad-de-mujeres.html
62 Revista Suma. Mujeres lideran el 57% de las microempresas panameñas. Noviembre, 2010. En: http://www.revistasumma.com/gerencia/6914-mujeres-lideran-el-57-de-las-micro-
empresas-panamenas.html
En: www.microfinanzas.blospot.com Enero de 2009
63 Díaz, T y Sánchez, G. Las MIPYMES como base de la economía nacional. En: www.elobservadoreconomico.com Julio de 2011.
64 Sánchez, R. Microfinanzas en Honduras. CEPAL, Nº223. Santiago, Chile. 2010
51
CUADRO No.9
DISTRIBUCIÓN POR GÉNERO DEL TOTAL
DE MIPYMES EN HONDURAS
Departameno
Total
Hombres
Atlánta
15 932
6 714
Colón
21 056
6 301
Comayagua
19 054
8 869
Choluteca
19 432
5 555
Francisco Morazán
84 345
35 683
El Paraíso
20 302
7 968
Olancho
30 317
6 639
Copán
15 755
5 118
Cortés
15 755
5 118
Gracias a Dios
3 648
1 358
Intibucá
8 506
2 329
Islas de la Bahía
1 161
835
La Paz
7 758
2 635
Lempira
9 001
1 982
Ocotepeque
8 274
1 128
Santa Bárbara
16 806
4 964
Valle
10 389
3 910
Yoro
18 404
8 506
Total
375 858
137 985
Fuente: Instituto nacional de Estadísticas. Septiempre 2007
Mujeres
9 218
14 755
10 185
13 8777
48 662
12 334
23 678
10 678
10 678
2 290
6 177
326
5 123
7 019
7 146
11 842
6 479
9 898
237 873
En el caso de Belice, al menos BELTRAIDE no
registra datos cuantitativos de la participación
de las mujeres en el sector MIPYME, lo único
que se registra es información periodística en
cuanto a que las mujeres están concentradas en
el sector de microempresa 66.
A nivel centroamericano, la tendencia de la
participación de las mujeres en el sector MIPYME
es a una mayor concentración en micronegocios
(autoempleo), con un 79.83%, un 14.94 en
microempresa y un 5.22 % en pequeña empresa
67.
52
Participación de las mujeres en el sector MIPYME
66 Esta información se puede ver en: http://www.ctv3belizenews.com/featured-news/1284-beltrade-host-workshop-with-owners-of-msme-.html
67 Estos datos son en base a 3.094.075 establecimientos. UNIFEM-MyDEL (2009), Mujeres y economías locales, territorios, saberes y poderes. Recogiendo las rutas del empren-
dimiento desde la geografía profunda de la América del Centro.
3.1.1
Características de las empresas
de propiedad de las mujeres
Son varias las características que distinguen a las
empresas de propiedad de mujeres de aquellas cuyo
dueño es un hombre. En general, las primeras usan
menos mano de obra y capital físico y, en algunos
países, registran niveles más bajos de capital humano.
Estas diferencias repercuten tanto en la productividad
como en la rentabilidad de un negocio.
Como se ha indicado, las empresarias de la región
se encuentran sobre todo en la pequeña y en la
microempresa y muy pocas están en grandes o
medianas. Los negocios encabezados por una mujer
también suelen concentrarse en un menor número
de sectores económicos (comercio, servicios y
manufactura) que las empresas de propiedad de
hombres. En Guatemala, por ejemplo, más del 70%
de las empresarias, que también son empleadoras,
pertenece al sector del comercio. Un ejemplo de
empresas de mujeres por rama de actividad lo
muestra el cuadro 10.
CUADRO No.10 Empresas de mujeres por rama de actividad69
PAÍS/DEPARTAMENTO
El Salvador
Sonsonate
Honduras
Valle
Guatemala
Chiquimula
TOTAL
RAMA DE ACTIVIDAD
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
6
7
8
Cosmetología natural
Conservas naturales
Dulces
Cerámica
Artesanías (tule y mimbre)
Turismo
Alimentación a base de granos (maíz)
Miel orgánica
Alfarería lenca
Alimentación (camarón cocinado)
Rosquillas
Industria artesanal textil
Reciclaje de desechos sólidos
1
2
3
4
5
Dulces típicos/turismo
Artesanía en fibra de maguey
Bordado mujeres de chortí
Artesanía mujeres de chortí
Maní salado
EMPRENDEDORAS
INVOLUCRADAS
29
10
16
22
12
21
10
15
10
15
10
33
08
42
06
30
40
80
08
68 Existen diferentes definiciones de capital humano en la literatura, aunque no hay una de general aceptación, y ello a pesar de que el capital humano es considerado uno de los
factores productivos clave. El capital humano hace referencia a la calidad, grado de formación y productividad de las personas involucradas en un proceso productivo. Estos
elementos van unidos al sistema de valores de los sujetos y de las aptitudes innatas de las personas, lo cual en conjunto define el rendimiento productivo de los sujetos en su
entorno laboral. En: Giménez, G., La dotación de capital humano en América Latina y el Caribe. CEPAL n.o 85, 2005.
69 UNIFEM-MyDEL. (2009). Mujeres y economías locales, territorios, saberes y poderes. Recogiendo las rutas del emprendimiento desde la geografía profunda de la América Centro.
53
Guatemala
Huehuetenango
Nicaragua
León
6
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
6
Hortalizas y plantas ornamentales
Producción de hongos
Maní garrapiñado
Plantas medicinales
Procesamientos de carnes y embutidos
Miel orgánica
Conglomerado cerámica de barro
Conglomerado de quesillos
Distrito textil
Producción y exportación de Jamaica
orgánica
Producción y comercialización de
cerdo indio
Ruta etnoturística León Poneloya
31
23
09
112
22
20
402
195
50
93
45
30
Dentro de los obstáculos que las mujeres empresarias de la región enfrentan pueden mencionarse: 70
a)
Las normas de regulación que afectan a
empresarios y empresarias por igual. Sin
embargo, las mujeres suelen sentirse menos
preparadas para realizar maniobras complejas en
este ámbito del negocio. Las empresarias reportan
no contar con información suficiente sobre los
procedimientos de registro de empresas y el
cumplimiento de otras reglas.
b)
Las empresarias tienen problemas para acceder
a redes y mercados para sus productos.
Es importante tener contactos que conozcan
los pasos que deben seguirse para empezar un
negocio y manejar el personal, particularmente
en el caso de empresarias que no disponen de
información adecuada y/o se sienten intimidadas por
procedimientos complejos. Además, las redes son, por
lo general, cruciales para acceder a financiamiento,
tecnología y canales comerciales.
54
c)
Existen diferencias considerables en el acceso a
crédito entre mujeres y hombres empresarios;
las primeras parecen tener mayor aversión al riesgo
o temor a solicitar un crédito. Asimismo, se muestran
menos familiarizadas y cómodas con instrumentos
de crédito de mayor envergadura. Las empresarias
suelen recurrir a créditos con menos frecuencia,
piden montos más pequeños y dependen de fuentes
de financiamiento más informales. Por ejemplo, el
análisis de los datos de la encuesta por hogares de
Guatemala 71 sobre el origen del crédito utilizado por
las empresas que recibieron un préstamo revela una
considerable brecha entre los géneros. Las empresas
de propiedad de un hombre disfrutan de más acceso
a fuentes formales/semiformales, en particular los
bancos privados, mientras que una mayor proporción
de empresas de propiedad de una mujer usa fuentes
informales de crédito, como la familia y los amigos.
Entre las empresas con cinco o más empleados, la
70 Espino, A. (2005). Un marco de análisis para el fomento de las políticas de desarrollo productivo con enfoque de género. CEPAL. Santiago, Chile.
71 Encuesta de Condiciones de Vida de Guatemala (2006).
principal fuente de crédito del 25% de los negocios
de mujeres es la familia y los amigos, mientras que
esto sucede solo en el 7% de las empresas del mismo
tamaño pertenecientes a hombres 72. Los activos de
las mujeres son sistemáticamente de menor valor y
tamaño que aquellos de los hombres. Sin embargo,
normalmente deben ofrecer muchísimas más
garantías que los hombres para acceder al crédito. La
capacidad de recurrir a los bienes personales, como
la casa propia, los bienes de consumo duraderos
o un vehículo es clave para permitir a las personas
emprendedoras la instalación de un negocio. Los
empresarios usan el doble de garantías hipotecarias
que las empresarias. Estas suelen recurrir más al uso
de fiadores (respaldo fiduciario) y menos a bienes
inmuebles como principal forma de garantía, situación
que las limita más para obtener financiamiento
bancario y otras fuentes formales de crédito.
d)
OBSTACULOS
Los roles de género tradicionales continúan
asignándole de manera desproporcionada
las responsabilidades familiares y domésticas a la
mujer. Ser jefa de hogar, tener hijos menores de cinco
años y un negocio en la casa, además de una menor
rentabilidad por el tiempo invertido en la empresa,
son todos factores relacionados con la necesidad
de las mujeres de combinar sus responsabilidades
familiares con actividades empresariales. Estos y
otros impedimentos siguen afectando en especial
a las empresarias del sector formal y dificultan en
extremo la liberación completa del potencial de estas
mujeres y el logro de su mayor aporte a las economías
de sus países.
e)
Las tecnologías de información y comunicación
(TIC) han provocado mayores desventajas
a las mujeres y ello implica que si no se realizan
intervenciones especiales la mayoría de las mujeres
se beneficiarán de la sociedad de la información
en muchísima menor medida que los hombres.
No se trata de superar la brecha de acceso a la
información sino también de adaptar los contenidos
de la formación de acuerdo con las condiciones de las
mujeres y promover la educación para facilitar el uso
de estos recursos. Igualmente, la construcción de las
conectividades, infraestructuras tecnológicas básicas,
como contar con computadoras, con conexión a
Internet, con suficientes líneas telefónicas y servicios
en general de bajo costo, y gozar de capacidades
básicas que permitan hacer uso de estos recursos
con eficiencia. Esto es especialmente importante
para conectar a las empresarias con información de
mercados, para la compra de materia prima, para
hacer encadenamientos productivos y para poner en
una mayor vitrina sus productos o servicios. La venta
por sistemas electrónicos para las mujeres puede
convertirse en una herramienta muy valiosa que le
favorece la conciliación de la vida laboral y familiar,
al menos mientras la sociedad en su conjunto no
logre superar las barreras que les impiden desarrollar
sus negocios en igualdad de condiciones que los
hombres.
Las normas de regulación que afectan a empresarios y
empresarias por igual.
Las empresarias tienen problemas para acceder a redes y mercados
para sus productos.
Existen diferencias considerables en el acceso a crédito entre mujeres y
hombres empresarios.
Los roles de género tradicionales continúan asignándole de manera
desproporcionada las responsabilidades familiares y domésticas a la
mujer.
Las tecnologías de información y comunicación (TIC) han provocado
mayores desventajas a las mujeres.
72 Banco Mundial (2010). Mujeres empresarias: barreras y oportunidades en el sector privado formal en América Latina. Washington, D.C., Estados Unidos, p. 50.
55
3.1.2
El entorno de las
mujeres rurales
En el caso de la ruralidad centroamericana, la
desigualdad se profundiza por las consecuencias
estructurales del sesgo urbano-céntrico de la
distribución de inversiones estratégicas para el
desarrollo nacional que ha prevalecido en la región.
De esta forma, el desarrollo deficitario de los mercados
laborales rurales, la persistencia del desempleo, el
subempleo, el autoempleo ligado a la “informalidad”
del trabajo rural y el estancamiento de juventudes en
economías rurales de baja productividad no pueden
explicarse totalmente sin recurrir a las prioridades
establecidas por los modelos nacionales de desarrollo
y sin reconocer la subvaloración de lo rural, una de
cuyas expresiones ha sido el abaratamiento sistémico
de la fuerza de trabajo rural, especialmente en
aquellos territorios más afectados por la pobreza
rural. En este sustrato se enclavan desigualdades aun
más profundas, como las desigualdades de género,
pues aunque el problema del desempleo lo sufren
tanto hombres como mujeres, el crecimiento del
desempleo y del subempleo de las mujeres rurales
es mayor comparativamente al de los hombres en
muchos países. (Anexo 1)
En 2010 las mujeres constituyeron aproximadamente
28% de la población económicamente activa (PEA)
rural tanto en Centroamérica como en México.
La mayoría de ellas trabajan tiempo parcial en
actividades de baja productividad como el cuidado
de ganado, la recolección de agua o el procesamiento
de productos agrícolas. Aunque las mujeres tienen
un ingreso menor, cuando se consideran las horas
trabajadas se observa que son tan productivas como
56
los hombres y, en algunos casos, como Costa Rica, El
Salvador y Honduras, su productividad es mayor.
Incrementar el ingreso de estas mujeres significa
elevar los recursos de más de 40% de los hogares
rurales pobres centroamericanos donde ellas
ostentan la jefatura. Esto se traduciría en mejoras en
educación y nutrición de los niños y las niñas y en
mayor crecimiento económico de los países.
Las limitaciones que enfrentan los territorios rurales
por la falta de definición y puesta en marcha de
estrategias de apoyo a las tareas domésticas y
de cuidado, que, como se ha reiterado, recaen
sistemáticamente en las mujeres, afectan su
inserción en los mercados de trabajo y producción
y las convierte en candidatas a la informalidad. Las
dificultades en el acceso al agua de uso doméstico,
la poca diversificación de las fuentes de energía para
preparar alimentos, la falta de infraestructura de
servicios, entre otros factores, inciden en el esfuerzo
y el tiempo que deben dedicar a estas tareas.
Por otro lado, hay que destacar la prevalencia de
factores estructurales que limitan a las mujeres a la
tenencia de la tierra y las convierten en herederas
residuales de este recurso.
En el mundo rural las diferencias de género se hacen
más evidentes. Existen preferencias masculinas en el
momento de heredar: el hombre se mantiene en el rol
de jefe de familia, mientras a la mujer le es designada
una función doméstica y pasiva frente al acceso y
mantenimiento real del territorio, a lo que se añade
que las leyes y la normatividad vigente no han sido
suficientes para romper estas barreras, manteniendo
los sesgos masculinos en las iniciativas de distribución
y titulación.
Existen además contradicciones entre las leyes
agrarias y las de derecho familiar, y aun cuando las
mujeres accedan a este recurso, con frecuencia se
enfrentan a que en la práctica esos derechos son
impugnados por valores tradicionales reflejados
también en estrategias institucionales de atención y
son pocas las mujeres que verdaderamente ejercen
ese derecho.
Por otra parte, los esfuerzos regionales para mejorar
los niveles educativos de la población, así como
el impulso de una respuesta local en el marco de
los procesos de descentralización del Estado, han
sido favorables al fortalecimiento del tejido social
territorial, severamente afectado por la guerra y las
migraciones. Una mayor participación de las mujeres
en las organizaciones y en la toma de decisiones es
evidente. Su compromiso de apoyar con su trabajo
organizado a la prestación de servicios de tipo social
y su mayor inserción en organizaciones productivas
las convierte en protagonistas del desarrollo de
los territorios, aunque continúan ocupando una
pequeña proporción de los puestos de liderazgo y
poder político que son ostentados en su mayoría por
los hombres.
De acuerdo con un proceso de consulta regional para
la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Rural
Territorial 2010-2030 (ECADERT) 76, uno de los temas
principales que se identificó y se desarrolló como
parte de sus líneas estratégicas es la necesidad de
fortalecer capacidades y competencias para acceder
a mayores y mejores oportunidades de desarrollo
económico desde la perspectiva de equidad de género
en los territorios rurales. Es decir, mejorar la calidad
de vida de los hombres y las mujeres significaría dar
una atención especial a la visibilización e inclusión
más equitativa de las mujeres en las economías
locales, generando oportunidades de empleo digno,
inserción en los encadenamientos productivos,
salarios equitativos y acceso a bienes y servicios
básicos.
El acceso a activos se concibe y propone de manera
amplia, incluyendo recursos y servicios, tales
como mecanismos y servicios de financiamiento
flexibles, asesoría y asistencia técnica para iniciativas
productivas y de empresariedad con igualdad de
género, que respondan a las necesidades de los
territorios. Además, se debe incluir el acceso a
recursos tecnológicos, información, uso sostenible y
distribución de los recursos naturales y productivos,
herramientas y prácticas productivas adecuadas
al trabajo y necesidades de las mujeres. Asimismo,
una mejor y mayor inserción de las mujeres en las
economías territoriales requiere de servicios de
apoyo a las tareas reproductivas, como guarderías,
comedores escolares, servicios de salud reproductiva,
que sean adecuados a los contextos culturales
específicos 77.
Es en el tejido social y productivo de los territorios
rurales donde se puede limitar o habilitar el camino
hacia nuevas relaciones de poder y de igualdad de
género, así como lograr una real inclusión de los
territorios de poblaciones campesinas, indígenas
y afrodescendientes, respetando y garantizando
sus derechos de ciudadanía plena y erradicando la
discriminación y el racismo.
76 Este proceso de consulta participativo fue realizado en el período 2008-2009 en cada uno de los países de la Región, incluyendo República Dominicana.
77 Informe Regional Taller de consulta para la construcción participativa de aportes para la equidad de género en la Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial
ECADERT. RUTA-IICA. 2009.
57
4.
LA RESPUESTA
PÚBLICA AL DESARROLLO
EMPRESARIAL
El Salvador, más que un marco regulatorio, ofrece desde su estrategia de competitividad
sostenible de la MIPYME un eje de desarrollo de la cultura empresarial y de apoyo a
emprendedores y emprendedoras cuyo fin es desarrollar e implementar acciones que
consideren todos los eslabones de la cadena del proceso emprendedor que contempla
la formación, motivación y competencias para realizar nuevos emprendimientos, la
existencia e identificación de oportunidades de negocios, la elaboración de proyectos, la
decisión de emprender, el acceso a los recursos y servicios y la gestión para el desarrollo
58
exitoso de las empresas
El tema del emprendimiento, entendido como la
fase generalmente previa al establecimiento de una
empresa así reconocida, como la micro, pequeña
o mediana empresa, en el caso de Centroamérica
refleja la presencia de algunas acciones aisladas en la
política MIPYME centroamericana -la cual no solo es
parte de la agenda pública en la subregión, sino que
está integrada al marco legal y de la institucionalidad
en casi todos los países. Aunque es positiva, su
tímida incursión en la política MIPYME no deja de ser
preocupante el poco entendimiento que se tiene aún
del emprendimiento como un eje estratégico en el
proceso de desarrollo de la subregión (Ver Anexo 3).
Por ello se observa con frecuencia que -tal como en
el caso de la política MIPYME- las acciones orientadas
hacia el emprendimiento adquieren un carácter
asistencial y sesgado hacia los segmentos más
“desvalidos” del empresariado, lo cual muestra la
ausencia de una comprensión integral del proceso
de desarrollo empresarial. La consecuencia de lo
anterior es que los responsables de las políticas
públicas enfatizan sus apoyos hacia las empresas ya
establecidas. Esta situación de facto es crítica en el
caso de las mujeres que, como se indica, carecen de
los haberes que la formalidad exige para financiar un
negocio, como capital de trabajo, posesiones como
tierra u otras propiedades muebles e inmuebles, etc.,
los cuales constituyen un soporte fundamental para
emprender una empresa, situación que cruza casi a
todos los estratos sociales afectando a las mujeres en
distinto grado.
Adicionalmente, problemas propios de las políticas
públicas como la débil institucionalidad en casi todos
los países, la competencia entre los entes públicos por
recursos, la desarticulación de la oferta de servicios,
entre otros, dificultan la coordinación y la cooperación
interinstitucional, elemento fundamental para el
fomento emprendedor.
Además, la globalización impone un contexto más
complejo en la medida en que las nuevas empresas
problemas propios de las
políticas públicas como la débil
institucionalidad en casi todos
los países, la competencia
entre los entes públicos por
recursos, la desarticulación
de la oferta de servicios,
entre otros, dificultan la
coordinación y la cooperación
interinstitucional, elemento
fundamental para el fomento
emprendedor.
locales competirán tanto entre ellas como con las
importaciones de productos generalmente de menor
precio, en un nuevo modelo que, aunque supone
el apoyo estatal para garantizar la supervivencia
de los negocios que sufren con mayor fuerza
las consecuencias de la apertura comercial, así
reconocido en los tratados y acuerdos de asociación
para el libre comercio suscritos por los países de la
región, sigue siendo todavía una buena intención
que choca de frente con las realidades de la apertura
comercial.
La mayoría de ellos cuentan con un marco normativo
-sea genérico de promoción de la competencia o
específico de fomento a las pequeñas empresas-,
así como con entes públicos responsables y rectores
de las políticas MIPYME: desde direcciones en los
59
Ministerios de Economía en Guatemala y Costa
Rica, hasta entes públicos como CONAMYPE en El
Salvador, CONAMIPYME en Honduras, INPYME en
Nicaragua, AMPYME en Panamá y el Consejo Nacional
PROMIPYME en República Dominicana.
En el caso de Belice, aunque existe Belice Trade and
Investment Development Service (BELTRAIDE) no
hay un marco normativo claro como en el resto de
los países, pero sí hay una Estrategia de Desarrollo
2012-2013 donde se incluye el tema de las pequeñas
y medianas empresas.
El desarrollo emprendedor no ha sido casi en ningún
país parte de las políticas públicas, a excepción de El
Salvador, que en su programa “El Salvador, generando
riqueza desde la base: políticas y estrategias para la
competitividad sostenible de las MIPYMES” introduce
el tema emprendedor en su agenda pública. De esta
forma, el tema se ha sido visto en ese país de manera
introductoria como parte de las acciones de fomento
empresarial.
Adicionalmente, y aunque a nivel macro se realiza un
esfuerzo sostenido y consistente de estabilización
macroeconómica, disciplina fiscal y monetaria en
todos los países, y se promueve una política comercial
de integración con otros mercados, no se aprecia un
esfuerzo para superar el enfoque PYME o MIPYME
de las políticas públicas de fomento empresarial
para llevar a los emprendimientos a un nuevo nivel
de “desarrollo emprendedor”, en el que la política
MIPYME sea parte de una propuesta más vasta que
amplíe la noción y la práctica de apoyo del ciclo
emprendedor.
Lo que sí se han encontrado son iniciativas de fomento
del emprendedurismo por parte del sector privado,
universidades, agencias internacionales, etc., pero
aún sin articularse institucionalmente. Con ello, el
enfoque desde el ámbito privado, aunque presente,
60
se encuentra muy poco consolidado aún.
Tales acciones no son explícitamente formuladas
como estrategias ni debidamente articuladas para
el fomento emprendedor y la creación de nuevas
empresas. En algunos países (como El Salvador) existen
políticas explícitas a favor del emprendimiento, las
cuales establecen con claridad la diferencia entre
ellas y las acciones a favor de las pequeñas empresas
establecidas (PYMES). Otro caso, el de Costa Rica,
muestra que se están realizando esfuerzos para
entrelazar acciones de diversas instituciones e
introducir el tema como parte de los lineamientos de
las políticas del Gobierno. Sin embargo, la ausencia
de un norte claro respecto del tipo de política pública
limita enormemente cualquier esfuerzo que se pueda
desarrollar desde el ámbito privado.
Es clara la falta de una articulación entre los
diferentes actores y políticas que se implementan
en la región. Por un lado, la ausencia de una política
de desarrollo emprendedor, y por otro, la debilidad
de las políticas de cohesión social promueven
conductas individualistas que no aportan hacia una
propuesta integral que beneficie a toda la población
emprendedora, pero sobre todo a las mujeres en
situación de vulnerabilidad social y económica, a
quienes afecta más la desigualdad social.
Desde esta perspectiva, las políticas públicas se
han orientado fundamentalmente a la etapa de
consolidación de los emprendimientos bajo la forma
de programas y acciones de fomento empresarial
(que van desde la formación, la asistencia técnica y
en algunos casos hasta el financiamiento a empresas
existentes y con al menos 2 o 3 años de creadas). Casi
toda la batería de servicios de desarrollo empresarial
(SDE), sean públicos o privados, se encuentra
orientada en esta etapa. Ello genera redundancia en
los programas, competencia por recursos y una lógica
de desperdicio de los mismos, atada a la costumbre de
La región
centroamericana
existe un
efervescente proceso
de promoción
de la cultura
emprendedora,
especialmente desde
las universidades.
muchos sectores públicos de retener los presupuestos
no invertidos de sus diferentes oficinas 78.
A pesar de lo anterior, también se ha observado que
en la región centroamericana existe un efervescente
proceso de promoción de la cultura emprendedora,
especialmente desde las universidades. Este es un
avance significativo en la dirección correcta, en la
medida en que la promoción del mismo reduce el
sesgo cultural a favor del asalariamiento y en contra
del emprendimiento. Las limitantes de este proceso
se encuentran en el abuso de los modelos de “planes
de negocios”, así como en el sesgo marcadamente
tecnológico de sus propuestas, que en muy pocos
casos incluyen la perspectiva de género.
De esta forma, en la gestación y creación de nuevas
de empresas es donde aún se observan vacíos
significativos. No se encuentra acompañamiento
asociado al proceso de gestación del negocio, mucho
menos fuentes de financiamiento, como podrían ser
el capital semilla o los fondos revolutivos. En esta
fundamental etapa del desarrollo empresarial, la
persona emprendedora con frecuencia se encuentra
sola.
Adicionalmente, los distintos niveles de desarrollo
relativo de los países centroamericanos indican
la necesidad de promover políticas públicas
consistentes con el estado de desarrollo de cada país.
Lo anterior, sin embargo, no resta la posibilidad de
generar procesos innovadores en nichos específicos
que pueden ser la punta de lanza de acciones que
detonen el desarrollo de nuevos sectores productivos
con potencial de crecimiento, tal el caso del sector
turismo en general y en particular el turismo rural
comunitario y el turismo sostenible.
Sin embargo, la ausencia de articulación en la
institucionalidad (sea pública y/o privada) es un
obstáculo de carácter general observado en toda
la región. A pesar de que la evidencia internacional
señala que no existe una estrategia única en el
desarrollo emprendedor, la ausencia de articulación
se convierte en un escollo importante en la medida
en que esta es una necesidad en todos los procesos
de desarrollo emprendedor. En ese sentido, la
presencia de redes es fundamental para el desarrollo
78 Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprendedurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica.
61
empresarial por la necesidad de articulación de
esfuerzos hacia una estrategia consensuada79, y
muy especialmente cuando se trata de estimular la
empresariedad de las mujeres, lo cual obliga a aplicar
una visión generosensitiva.
En el otro extremo se encuentran actividades aisladas
que se enfocan solamente sobre el microentorno de
un grupo escogido, usualmente de emprendedores
(no de emprendedoras), y bajo la forma de proyectos
a los que facilitan su materialización y supervivencia.
Una de las características de estos proyectos es su
carácter temporal y la ausencia de una perspectiva de
mediano-largo plazo que vaya más allá del momento
en que los fondos del proyecto (generalmente
provenientes de la cooperación internacional) se
terminan. Es decir, los proyectos -sean relevantes o
no-, en la mayor parte de los casos, no se transforman
en “programas” y, por tanto, no se observa estabilidad
en las acciones públicas de fomento. La causa principal
de esta conducta es el desinterés de los ejecutores
por darle sostenibilidad a los proyectos, por ejemplo
a través de reembolsos por los servicios prestados y
del establecimiento de mecanismos para crear fondos
rotatorios que permitan que nuevas emprendedoras
y emprendedores se favorezcan de los servicios.
Desde la perspectiva de las políticas públicas como del
proceso emprendedor, se puede decir que hay pocas
políticas de fomento de la cultura emprendedora y
de gestión del emprendimiento. Solo en Costa Rica,
Panamá y El Salvador se han dado avances en este
tema.
En el caso de Costa Rica, la administración Chinchilla
Miranda (2010-2014) adoptó la Política Pública
de Apoyo a la PYME y el Emprendedurismo 2010-
2014, y dicha política se plantea como uno de
los ejes estratégicos de su accionar el apoyo a
los emprendedores en el proceso de formación
y consolidación de sus proyectos empresariales,
reconociendo que la creación de nuevas empresas
es un elemento dinamizador de toda economía.
El Ministerio de Economía, Industria y Comercio
(MEIC), comprometido con estos lineamientos, se
propuso brindar un especial énfasis al fomento de
la cultura emprendedora y al espíritu emprendedor,
así como a la generación y consolidación de nuevos
emprendimientos80.
En cuanto a Panamá, la Ley n.o 33, en sus artículos
6 y 7, establece el fomento de la creación, desarrollo
y fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas
empresas, además de fomentar la articulación público
y privada para la elaboración de políticas sectoriales
dirigidas a este sector81.
El Salvador, más que un marco regulatorio, ofrece
desde su estrategia de competitividad sostenible de la
MIPYME un eje de desarrollo de la cultura empresarial
y de apoyo a emprendedores y emprendedoras
cuyo fin es desarrollar e implementar acciones que
consideren todos los eslabones de la cadena del
proceso emprendedor que contempla la formación,
motivación y competencias para realizar nuevos
emprendimientos, la existencia e identificación
de oportunidades de negocios, la elaboración de
proyectos, la decisión de emprender, el acceso a los
recursos y servicios y la gestión para el desarrollo
exitoso de las empresas. Vincular a los nuevos negocios
con el resto de programas y acciones de apoyo del
sistema dirigidos a las empresas en operación con el
fin último de incrementar sus posibilidades de éxito82.
79 Kantis, Hugo y con la colaboración de Angelelli, Pablo y Moori Koenig, Virginia (2003). “Desarrollo Emprendedor. América Latina y la Experiencia Internacional, BID Fundes Inter-
nacional, Washington”. En Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprendedurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica.
80 Política Nacional de Emprendimiento 2010-2014, Administración Chichilla Miranda. Ministerio de Industria, Economía y Comercio (MEIC). Diciembre, 2010.
62
Ley n.o 33, 25 de julio 2000. Normas para el fomento a la creación y desarrollo de Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Panamá.
81 Política Nacional de Apoyo Integral a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. “El Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sosteni-
ble de las MIPYMES. El Salvador, p. 146.
Así, desde la perspectiva del proceso de desarrollo
empresarial no se observan para la mayoría de
los países en estudio “políticas” con orientación al
emprendimiento, entendidas como acciones públicas
interconectadas, sobre la base de una senda de
largo plazo, donde interactúen programas, acciones,
normas, etc., aunque sí, políticas para empresas
existentes (política PYME o MIPYME).
El verdadero cambio en la visión estratégica de
los diferentes países de la región debe consistir
entonces en tomar en consideración políticas
públicas y enunciados estratégicos que visualizan al
emprendimiento como un modelo de desarrollo país
“basado en la generación de riqueza”, comprendiendo
que se trata de una riqueza social que genera empleo
4.1
e ingresos, pero a través de la creación de nuevas
empresas, priorizando el apoyo al emprendimiento
en las agendas nacionales de los entes rectores de
cada uno de los países.
Adicionalmente, y tal como se puntualizó en este
apartado, los enunciados estratégicos y las políticas
públicas deben abarcar todo el proceso emprendedor,
desde el marco educativo, pasando por la creación
de empresas y el apoyo a las PYMES existentes, y
estimular su consolidación o crecimiento hacia otros
estadios empresariales, de tal manera que la política
PYME se encuadre dentro o como parte de una
política emprendedora de amplias miras y colocada
como pieza de la estrategia de desarrollo nacional y
también de la región.
LA CAPACIDAD INSTITUCIONAL
PUESTA AL SERVICIO DEL
SECTOR MIPYME
Por otro lado, el tema institucional se vuelve relevante para promover y
fortalecer el sector MIPYME, en cuanto a fomentar la cultura emprendedora, la
cual, como se ha indicado, ha sido liderada por universidades y organizaciones
privadas, con importantes avances y oportunidades para las personas
beneficiarias. Sin embargo, se debe promover más la sensibilización y la
formación en edades tempranas, especialmente ampliar programas hacia la
juventud de una manera más inclusiva y equitativa desde el punto de vista de
género, pero también considerando el ámbito rural.
En la etapa de gestación de nuevas empresas, estas acciones son casi nulas.
Entre las razones principales que explican el vacío se encuentra lo riesgoso
63
de esta etapa, donde la idea de negocio empieza a
transformarse en empresa con toda la incertidumbre
que conlleva una experiencia de ese tipo. Esta podría
ser también una de las razones por las cuales los
Estado en la región no apoyan financieramente con
“capital de riesgo”, dado que al tratarse de recursos
públicos, no se utilizan en actividades que no tengan
un “fin cierto”.
Sin embargo, esta es también la razón principal por
la cual es necesario el apoyo y acompañamiento para
lograr superar con éxito esa fase. Aunque es probable
que la persona emprendedora tenga experiencia en
el producto o servicio a desarrollar, las limitaciones
en la gestión son generalmente el elemento crítico en
el proceso. Por ello en esta fase resulta más necesaria
la formación empresarial, la asistencia técnica y el
acompañamiento.
Finalmente, en la etapa “consolidación de empresas”
se encuentra la mayor cantidad de acciones de
apoyo, debido a que se trata de una fase donde ya se
encuentran las empresas formadas y en operación, por
lo que muchos de los riesgos se han ido reduciendo.
El apoyo institucional se da a través de capacitación,
asistencia técnica e incluso financiamiento. Aunque
la asistencia que se brida es muy necesaria para
las empresas en dicha etapa, se observa un claro
sesgo hacia este apoyo en detrimento de los de la
etapa anterior, fundamentales para establecer los
cimientos de la empresa como actividad individual,
pero también como conjunto de actividades que
representan a un sector estratégico para la economía
de todos los países de la región.
Y
64
83 Lebendiker, M. et al (2009). Óp. cit.
84 Ibíd.
En esta línea, se insiste en lograr una
visión integral del proceso emprendedor
por parte de la institucionalidad, es
decir, establecer un marco de políticas
coherentes y trabajar en coordinación
de esfuerzos (públicos, privados y
de cooperación internacional) para
obtener el mayor impacto posible de los
recursos, fortalecer la institucionalidad
pública,
generar
espacios
para
que las MIPYMES aprovechen las
oportunidades comerciales de los
mercados, insertar a la población más
vulnerable a las cadenas productivas,
entre otras acciones de reivindicación
social y económica.
4.2
EL PROCESO DE
FORMALIZACIÓN
OPERACIONES
En todos los países existe conciencia acerca de la necesidad de simplificar y
agilizar los trámites y procedimientos para el establecimiento y la operación
de empresas; no obstante, persiste una gran complejidad en los trámites en
los distintos niveles del Estado. Sin embargo, se han impulsado procesos de
simplificación para reducir los pasos de los trámites y el tiempo para establecer
y operar una empresa.
En la parte de registro de empresas es donde se
intenta avanzar más, dada la diversidad de requisitos
para instalar un nuevo negocio. El problema reside
en la gran cantidad de oficinas que deben intervenir
en la apertura de una empresa, lo cual se complica
adicionalmente si la unidad económica en su proceso
manipulará alimentos o involucra la salud de las
personas. Así, varios esfuerzos buscan centralizar el
proceso en un solo lugar (bajo la forma de ventanilla
única o one-stop-shop), o bien al menos una parte de
los mismos. En otros casos se parte de la confianza en
la declaración del ciudadano o la ciudadana.
Existen experiencias en esa dirección, como en el
caso de Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá
y Nicaragua.
• Ventanilla Ágil de Guatemala. Se integran todos
los trámites para registrar e inscribir empresas
en el Registro Mercantil, la Superintendencia
de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social.
• El Centro de Trámites Empresariales de El Salvador.
Concentra en un solo lugar 11 procesos que se
realizan en cinco instituciones: Ministerio de
Hacienda, Dirección General de Estadísticas y
Censos (DIGESTYC), Centro Nacional de Registros,
Instituto Salvadoreño de Seguro Social (ISSS) y
Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
• Crea Empresa de Costa Rica. Es un sitio virtual que
le permite al usuario efectuar todos sus trámites
desde una sola ventanilla facilitando la constitución
y puesta en operación de las empresas.
• Panamá Emprende de Panamá es un sistema que
busca fomentar la creación rápida de empresas,
tanto de capital nacional como extranjero, creando
así un clima de negocios adecuado mediante la
utilización de la tecnología, con base en una mayor
confianza ciudadana. El nuevo sistema permite que
las personas puedan abrir su empresa en unos pocos
minutos, de manera electrónica, sin necesidad de
filas, trámites y costos adicionales.
• Ventanilla Única de Inversiones de Nicaragua .
Esta ventanilla concentra a la Corte Suprema de
Justicia (Registro Público Mercantil de Managua),
la Dirección General de Ingresos y el Ministerio de
Fomento, Industria y Comercio.
65
persona emprendedora formalice su negocio.
Sin embargo, estos no se encuentran lo
suficientemente difundidos entre las personas
interesadas, por lo que debe incrementarse la
divulgación respecto de sus beneficios y mostrándolos
como una oportunidad que se ofrece para generar
mayor impacto en la población destinataria. También
es importante reparar que, aunque estos procesos
son complementarios e importantes para mejorar el
entorno de negocios y la institucionalidad, muchas
veces no son determinantes en la decisión de abrir
una empresa. Es la propia dinámica del mercado, el
proceso de crecimiento empresarial -asociado al
crecimiento de su clientela, ventas, ámbito de acción,
etc.- el que determina la necesidad de formalización.
Por ello la importancia de establecer procedimientos
sencillos y ágiles, basados en la confianza, para seguir
mejorando el entorno de negocios.
En adición a lo anterior, cuando la empresa ya se
encuentra establecida, su monitoreo y/o control -en
el buen sentido del término- por parte de la autoridad
es muy débil, cuando no inexistente. En esa dirección
existe cierta inconsistencia en lo que a la relación
del Estado con las empresas procede, porque por un
lado el iniciar un negocio supone un considerable
grado de complejidad, mientras que, por otro lado,
una vez establecida la empresa la probabilidad de ser
sujeta de inspección o control es mínima. Más bien
el proceso debiera ser a la inversa, es decir, confiar
en la persona emprendedora al inicio (y así maximizar
el número de empresas nuevas), y luego establecer
controles
que
promuevan
mayoritariamente
empresas socialmente responsables, amigables con
el ambiente y cumplidoras del ordenamiento jurídico
existente.
En lo relacionado con la legislación tributaria, no
se ha encontrado la presencia de tratamientos
preferenciales para el fomento de nuevas empresas
que faciliten su creación. Otra vez, no pensando en
ella como incentivo a la creación de empresas, sino
66 como herramienta complementaria para que la
Así, la ausencia de estas acciones tiene que ver con el
imperativo de las administraciones tributarias hacia la
recaudación, el cual muchas veces se superpone a las
políticas orientadas a la creación de empresas (visión
de corto plazo frente a la perspectiva de largo plazo).
Lo cuestionable de esta perspectiva es que en el afán
recaudatorio del Estado en el corto plazo se pierde la
posibilidad de creación de nuevas empresas que en
el largo plazo contribuirían de manera estable a las
arcas públicas. Este debe ser un llamado de atención
a los tomadores de decisiones para coordinar mejor
sus esfuerzos sobre la base de una visión de largo
plazo.
4.3
LA TRANSVERSALIZACIÓN
DE GÉNERO
Este enfoque no se contempla como un eje transversal de las políticas públicas
de fomento al desarrollo productivo, mucho menos en aquellas destinadas
al emprendimiento que, como se mencionó, son prácticamente inexistentes.
Como tema ha sido visto de diversas formas por los agentes involucrados, lo
cual demuestra por un lado su multidimensionalidad y, por el otro, la falta
de comprensión del enfoque de género por parte de la mayoría de actores
institucionales.
Desde la perspectiva pública, existen algunas
instituciones dedicadas a este tema (Ver anexo
4). En ellas se han gestado una serie de iniciativas
para visibilizar a la mujer empresaria y darle
las herramientas para su desarrollo personal y
empresarial. Sin embargo, el enfoque que se ha
asumido en muchos casos ha sido de una actividad
de subsistencia o complementaria en términos
de ingresos económicos y que contribuye a cierta
independencia económica, pero que no obstaculice
el rol social de las mujeres. En esta visión subyace la
idea de que el proveedor principal es el hombre jefe
de familia, por el que deben velarse sus intereses
y necesidades como trabajador, y en cambio los
ingresos de las mujeres, al conceptuarlos como el
segundo ingreso, y el que se destina a necesidades
superfluas de la mujer o de su familia, no merece
mayor intervención del Estado para su regulación
o estímulo. Esta visión obviamente es errada por
cuanto en la gran mayoría de hogares, y sobre
todo en los más pobres, los dos ingresos son
fundamentales para el sostén de la familia.
Por otro lado, la mayor participación de las mujeres
emprendedoras se encuentra en actividades
de sectores tradicionales como el comercio y
los servicios, donde destacan las artesanías, la
alimentación, entre otros, y menos en proyectos con
valor diferenciador y de rápido crecimiento como
el turismo y la producción limpia, por mencionar
algunos.
Asimismo se registra un muy pequeño número
de mujeres emprendedoras organizadas, con
mayor nivel educativo y cuya orientación es
marcadamente diferente en actividades económicas
que generan valor, y que mediante la organización
buscan desarrollar sus competencias, a la vez que
ayudar a su membresía. Ejemplo de ello son las
organizaciones de mujeres empresarias que existen
en Centroamérica, con gran fortaleza en Nicaragua y
Guatemala, y de creciente interés en Costa Rica. Este
es el tipo de esfuerzo que se debe construir a partir
de las iniciativas con orientación de subsistencia,
que son mayoritarias.
67
En este punto, la capacitación y el desarrollo de
metodologías basadas en el diálogo horizontal
y las experiencias de vida pueden generar
cambios significativos en el proceso de desarrollo
empresarial. Particularmente se destaca el trabajo
de empoderamiento de las mujeres para desplegar
esta capacidad de gestión, diálogo, negociación e
influencia en asuntos públicos de su competencia,
como las políticas públicas, de cara a conseguir un
mejor servicio en el campo empresarial, diferenciado
según criterios de género, con prerrogativa para las
emprendedoras en condiciones de vulnerabilidad
social y económica.
LOS MECANISMO REGIONALES Y
4.4
NACIONALES PARA EL ADELANTO
DE LAS MUJERES EN LA PROMOCIÓN
DE LA EMPRESA
Un tema importante que tiene que ver con la respuesta pública al desarrollo
empresarial de las mujeres son los mecanismos regionales y nacionales para el
adelanto de las mujeres.
La institucionalidad encargada de incluir la equidad
de género como criterio de política pública tiene,
en la mayoría de los países, un carácter nacional/
local; coexiste con otras instituciones, instancias y
programas que abordan el tema de la equidad de
género al interior de la administración pública y en
los poderes del Estado. Ciertamente las diferentes
instituciones forman una trama institucional que
muchas veces trasciende los Estados nacionales
proyectándose hacia espacios regionales, como
68
es el caso del Consejo de Ministras de la Mujer de
Centroamérica y el Caribe (COMMCA), el cual surge
por la necesidad de estrechar lazos de cooperación
entre los Mecanismos Nacionales para la Promoción
de la Mujer de la Región Centroamericana y el Caribe
y con un mandato claro de incluir la participación de
las mujeres en el creciente proceso de integración
centroamericana.
Como parte de su estrategia de fortalecimiento
institucional, el COMMCA se integra al Sistema de
Integración Centroamericana (SICA) durante la XXVI
Reunión Ordinaria de Jefes de Estado. Dos años
después -noviembre del 2007-, la Secretaria Técnica
es creada y se suma al conjunto de instancias dentro
de la SG-SICA.
En su Plan Estratégico 2009-2013, se plantea
posicionar los intereses de las mujeres en la agenda
de la integración centroamericana, priorizando
acciones y estrategias, bajo tres ejes: 1) la autonomía
económica; 2) la participación política de las mujeres
y 3) el fortalecimiento de la institucionalidad de
género en el SICA.
En cuanto a la autonomía económica, el COMMCA
consideró necesario retomar la visión de igualdad
y equidad de género reivindicando el enfoque
feminista de la economía desde una perspectiva
integral e integradora de corto, mediano y largo
plazo. Así concluye que los derechos económicos de
las mujeres carecen de mecanismos y herramientas
adecuadas de carácter político, jurídico y financiero
que generen condiciones de igualdad y equidad en
el acceso, uso y control de los recursos productivos.
Es por ello que COMMCA se propone como fin de su
plan estratégico 2009-2013 lograr la incorporación
de estrategias clave para crear oportunidades
económicas a las mujeres de la región SICA por medio
de la promoción de sus derechos económicos en
condiciones de igualdad y equidad, de la generación
de oportunidades económicas, así como mediante el
acceso, uso y control de los recursos productivos.
Por lo tanto, dentro del eje estratégico de autonomía
económica se incluyen temas como: derechos
económicos de las mujeres, economía del cuidado,
presupuestos con enfoque de género, crisis
económica, activos productivos y crédito, entre
otros de crucial importancia para la participación
económica de las mujeres como derecho.
En cuanto a mecanismos nacionales para el avance de
las mujeres, se han creado entidades gubernamentales
para tratar las políticas vinculadas a ellas bajo la
modalidad institucional de ministerios o institutos,
constituidos en los principales promotores de
políticas públicas, programas y planes de acción para
las mujeres empresarias en la región. A continuación
se mencionan brevemente algunas de las principales
políticas y programas establecidos por algunos de los
países de la región orientados a promover condiciones
de equidad de género en el desarrollo de la actividad
empresarial de las mujeres.
4.4.1
Costa Rica: Política Nacional
de Igualdad y Equidad de
Género 2007-2017
En abril de 1998, la Asamblea Legislativa de Costa
Rica aprobó la creación del Instituto Nacional de las
Mujeres, INAMU (Ley de la República n.o 7801) como
entidad autónoma y descentralizada. El Instituto
tiene el mandato de implementar políticas públicas
orientadas al logro de equidad entre los géneros,
buscando que los resultados se expresen en los
ámbitos regional y local del país.
Como parte de su mandato se establece la Política
Nacional de Igualdad y Equidad de Género 20072017, que tiene entre sus objetivos desarrollar una
infraestructura social para el 2017 que permita una
verdadera conciliación entre el cuidado de la familia
y las responsabilidades laborales de las mujeres. En
lo que toca al empleo, se considera a la empresa de
mujeres como una forma de crear nuevas fuentes de
trabajo y de reducir la brecha de género en cuanto a
empleo e ingresos.
69
El INAMU ha coordinado con otras instituciones
(Ministerio de Industrias y Comercio, Banco
Nacional, Instituto Mixto de Ayuda Social , entre
otros) programas y acciones en diferentes ámbitos
(capacitación, acceso al crédito, apoyo al mercadeo,
información de servicios empresariales, etc.) con el
fin de dar poder a la mujer empresaria en Costa Rica,
enfatizando en la formación humana de mujeres
en condiciones de pobreza. En lo que se refiere a
acceso al crédito y al sistema financiero estatal, la
Política Nacional para la Igualdad y la Equidad de
Género reconoce que la oferta de servicios de las
instituciones estatales (capacitación, crédito y acceso
a mercados), dirigidos a apoyar a mujeres jefas
de hogar pobres o microempresarias, ha operado
de manera desarticulada y no siempre responde
a sus necesidades y demandas, lo que afecta
significativamente las posibilidades de éxito de las
iniciativas para el mejoramiento de los ingresos
y calidad de vida de las mujeres. Para apoyar el
desarrollo de PYMES de mujeres promueve en sedes
regionales la articulación de la oferta de servicios
dirigida a estimular la empresariedad de las mujeres,
de tal manera que se logre un respaldo efectivo
y un encadenamiento real del ciclo capacitaciónfinanciamiento-comercialización a su favor y en
especial de las ubicadas bajo la línea de pobreza en
zonas urbanas y rurales.
Entre las atribuciones del INAMU destaca la de
promover y facilitar la creación y el funcionamiento
de un fondo para impulsar actividades productivas
y de organización de las mujeres (Art. 4). Para ello
el INAMU suscribió un Convenio de Cooperación
Interinstitucional con el Banco Nacional, el Banco
Popular y con el Instituto de Fomento Cooperativo,
INFOCOOP, a fin de permitir el acceso al crédito a
las mujeres dueñas de micro y pequeñas empresas
rurales y urbanas, incluidas las cooperativas de
70
mujeres. Específicamente, el Banco Popular inició
las operaciones en 2004 de su Programa Popular
Desarrollo mediante el cual comenzó un proceso de
sensibilización de sus ejecutivos de cuenta sobre
el tema de equidad de género y colocó alrededor
de un 20% de sus operaciones en empresas de
mujeres. En este mismo sentido, se estableció la
Directriz Presidencial n.o 015 (29 de enero de 1999)
orientada al sector bancario con el fin de alcanzar
la igualdad y equidad de género en el sector. En esa
administración de gobierno (1998-2002) se instaló
(2000) también una Comisión Interinstitucional para
impulsar la Empresariedad de las Mujeres, integrada
por 16 instituciones del sector productivo y liderada
por el INAMU. Con base en esta experiencia el INAMU
logró -en el marco del Acuerdo de Libre Asociación
con Centroamérica- el apoyo financiero de la Unión
Europea para 4 años, con una suma considerable
que se invertirá en desarrollar 900 empresas de
mujeres, impulsándolas hacia un mayor estadio de
desarrollo empresarial mediante fondos específicos,
transferencia tecnológica, constitución de cadenas
que generen valor agregado, capital semilla, insumos,
infraestructura, etc.
El INAMU viene realizando desde 2007 la Feria
Nacional de Mujeres Empresarias, cuyo lema es “Un
impulso al esfuerzo emprendedor de las mujeres”,
y que ha logrado mostrar al país y en especial a la
institucionalidad pública que existe una masa de
mujeres empresarias con muy buen producto que
requiere el apoyo del Estado para su fortalecimiento.
El MEIC, el Banco Nacional y el Banco Popular son
socios activos de esta iniciativa.
Por otra parte, el Ministerio de Economía, Industria y
Comercio de Costa Rica (Dirección General de Pequeña
y Mediana empresa-DIGEPYME) estableció en 2005
el Programa Creando Empresarias para atender y
orientar la demanda de capacitación de las mujeres
con ideas de negocios según sus necesidades y para
apoyar la elaboración de sus planes de negocios. No
obstante, queda como reto fortalecer este programa
con mayor recurso humano e institucionalizarlo en el
sentido amplio de la palabra.
4.4.2
El Salvador:
Política Nacional de la Mujer
En 1996 se creó el Instituto Salvadoreño para el
Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), que tiene como
responsabilidad diseñar, dirigir, ejecutar y vigilar
el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer
(PNM). En el ámbito del desarrollo económico
sustentable, dicha política prevé el desarrollo de
acciones para que la participación de las mujeres en
el mercado laboral se dé en condiciones de equidad.
También busca incrementar la preparación de las
mujeres en las distintas ramas y grupos ocupacionales
de la producción económica.
La PNM intenta mejorar la condición y elevar la posición
de las mujeres rurales mediante la actualización de
la normativa agraria para asegurar la igualdad de
derechos, el acceso a información, a los mercados, a la
educación formal y no formal con enfoque de género
y a propiciar su participación e incidencia en la toma
de decisiones para el desarrollo rural. Promueve un
acceso más igualitario a los recursos económicos y
productivos -entre ellos a mecanismos e instituciones
de ahorro y crédito-, así como a sus derechos de
propiedad y de acceso a la tierra, a la asistencia
técnica, al empleo, a los mercados, al comercio y a
la capacitación y actualizar la normativa agraria para
promover la seguridad jurídica de las mujeres sobre
los recursos naturales y productivos.
4.4.3
Guatemala:
Política nacional de promoción y
desarrollo de las mujeres guatemaltecas
La Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM)
fue creada en 2000 como dependencia directa del
Ejecutivo. SEPREM se encarga de asesorar y apoyar al
Presidente de la República en la promoción y adopción
de las políticas pública vinculadas al desarrollo
integral de las mujeres, propiciando condiciones de
equidad entre los géneros. Asimismo, promueve el
diálogo entre autoridades gubernamentales con las
ciudadanas o con organizaciones de mujeres o entre
sus organizaciones, para fortalecer su desarrollo
integral en los ámbitos económico, político y social.
El Gobierno de la República de Guatemala tiene dentro
de sus principales desafíos avanzar de forma sustantiva
en la aplicación de los derechos económicos, sociales,
políticos y culturales de las mujeres mayas, mestizas,
garífunas y xinkas, mediante la aprobación y puesta
en práctica de la Política Nacional de Promoción y
Desarrollo Integral de las Mujeres -PNPDIM- y el Plan
de Equidad de Oportunidades -PEO- 2008-2023.
El Gobierno, a través del SEPREM, tiene el compromiso
de implementar la Política Nacional de Promoción
y Desarrollo Integral de las Mujeres 2008-2023
-PNPDIM- y su Plan de Equidad de Oportunidades
-PEO-, como mecanismo general para aplicar medidas
que permitan a las mujeres alcanzar el desarrollo
integral. Estos instrumentos se dividen en doce (12)
ejes de política, uno de los cuales es el de Desarrollo
Económico y Productivo con Equidad, cuyo objetivo
es potenciar la autonomía económica y la capacidad
productiva y empresarial de las mujeres garantizando
su acceso a recursos, bienes y servicios. Este eje
71
contiene a su vez siete ejes políticos:
1. Garantizar la integración y aplicación del principio
de equidad para mujeres y hombres, y para
mujeres mayas, garífunas, xinkas y mestizas desde
sus fundamentos filosóficos, principios, valores y
prácticas económicas.
2. Crear políticas y programas que disminuyan el
impacto de las políticas macroeconómicas en la vida
de las mujeres mayas, garífunas, xinkas y mestizas.
3. Garantizar condiciones para la participación
autónoma de las mujeres mayas, garífunas, xinkas
y mestizas en la economía: local, nacional e
internacional.
4. Garantizar que las políticas, estrategias, planes,
programas y proyectos de desarrollo económico
para las mujeres promuevan su cooperación y la
articulación con respeto a su cultura.
5. Asegurar el reconocimiento y cuantificación de los
aportes del trabajo productivo y reproductivo de las
mujeres a la economía nacional.
6. Asegurar la creación, fomento, desarrollo y
sostenibilidad de iniciativas económicas y productivas
para las mujeres a nivel local, nacional e internacional.
7. Asegurar el desarrollo de investigaciones que
informen y orienten sobre el impacto de las políticas
macroeconómicas nacionales e internacionales en la
vida de las mujeres.
4.4.4
Honduras:
Política Nacional de la Mujer. II Plan
de Igualdad y Equidad de Género de
Honduras 2010-2022
El Instituto Nacional de la Mujer de Honduras (INAM),
como institución del Estado responsable de la
rectoría de las Políticas Públicas de Género, presenta
72
la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad
y Equidad de Género de Honduras 2010- 2022 (II
PIEGH), que contiene las principales necesidades y
demandas de las mujeres como titulares de derechos,
para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida
hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres.
La función del INAM es promover, brindar asistencia
técnica, monitorear y acompañar a las instituciones
responsables de ejecutar las acciones contenidas
en el II PIEGH, instando a crear mecanismos de
coordinación para establecer relaciones efectivas
entre las diferentes instituciones responsables de su
ejecución, seguimiento y evaluación de resultados.
El II PIEGH 2010-2022 se propone como un instrumento
técnico-político que permite incorporar los objetivos
y metas para el logro de la igualdad y equidad de
género en la Visión de País, Plan de Nación, en la
agenda pública y por tanto, en la corriente principal
de planificación y presupuestación del Estado en el
corto, mediano y largo plazo. La Agenda del II PIEGH
se estructuró a partir de seis ejes de derechos, uno
de los cuales está relacionado con la promoción,
protección y garantía de los derechos económicos,
trabajo, empleo, acceso, uso y control de los recursos
de las mujeres.
Dicho eje contiene 10 políticas, cada una con sus
objetivos estratégicos, entre los cuales figuran los
siguientes:
1. El Estado garantiza el cumplimiento de los
derechos laborales de las mujeres, asegurando su
incorporación al trabajo remunerado en igualdad
de condiciones y oportunidades, sin discriminación
por razones de maternidad y estado civil.
2. El Estado garantiza la erradicación de toda forma de
discriminación de género, edad, condición étnica
o discapacidad en el ámbito laboral, incluido el
3.
4.
5.
6.
7.
8.
trabajo precario de las mujeres, especialmente
horarios de trabajo extendidos, remuneraciones
inequitativas, salarios diferenciados por regiones,
acoso sexual y laboral, ausencia de condiciones de
salud, higiene, ambiente y flexibilización laboral
en todos los sectores de producción.
El Estado promueve e incentiva la generación y
desarrollo de iniciativas económicas alternativas,
innovadoras y solidarias, mediante el acceso, uso
y control de los recursos, los activos productivos,
información, capacitación, tecnología, asistencia
técnica, tierra, agua y crédito que contribuyan a
mejorar equitativamente las condiciones de vida
de las mujeres.
El Estado reconoce el trabajo reproductivo como
actividad económica que genera riqueza y
bienestar social y elabora un sistema de valoración
del trabajo de cuidado.
El Estado promueve políticas para fomentar la
corresponsabilidad del trabajo reproductivo no
remunerado realizado tanto en el ámbito del hogar
como en el comunitario que facilite el acceso de
las mujeres al trabajo remunerado.
El Estado garantiza el derecho de las mujeres a la
seguridad social, especialmente en el caso de las
que realizan labores de cuidado, dentro y fuera
del hogar, que trabajan en el sector informal,
realizan trabajo para el autosustento en el campo,
desempleadas, jefas de hogar, adultas mayores,
que se encuentran en estado de viudez, con
discapacidad y con enfermedades catastróficas y/o
degenerativas.
El Estado garantiza a las mujeres el acceso, uso y
control de los recursos económicos: crédito, tierra,
agua, tecnología y capacitación, para la generación
de ingresos en condiciones de igualdad y equidad.
El Estado promueve políticas económicas con
igualdad y equidad de género que permitan a las
mujeres integrarse en mejores condiciones a los
procesos de globalización, apertura comercial e
integración regional.
4.4.5
Nicaragua:
Líneas estratégicas y políticas de
género
En el caso de Nicaragua, y según el Instituto
Nicaragüense de la Mujer (INIM), se identifican líneas
estratégicas en materia de género y una propuesta
de políticas de género para incorporar el tema
en todas las instituciones públicas. Dentro de las
líneas vinculadas al tema económico de las mujeres,
promovidas por el INIM, se identifican las siguientes:
1. Promover y visibilizar el liderazgo de las mujeres en
todos los ámbitos de la vida.
2. Promover entre las mujeres la apropiación de un
modelo de derechos y desarrollo humano, en lo
cultural, social, político, económico y de relaciones
con el mundo, acorde con los principios y valores de
justicia, sostenibilidad, solidaridad, paz y bienestar
para todas las personas, sin discriminación por sexo,
raza, creencias, identificación política u otros.
3. Promover entre las mujeres una actitud vital
solidaria y comprometida en la lucha para erradicar
la pobreza y todas sus terribles consecuencias en la
sociedad que deseamos transformar.
Por otro lado, hay una propuesta sobre las Políticas
de Género del Gobierno que mandata a todas las
instituciones del Gobierno a la construcción de
condiciones positivas y a la remoción de los obstáculos
para que la igualdad de hombres y mujeres sea
efectiva y real. Igualmente es una obligación promover
dicha igualdad en todas las políticas y acciones
de los ministerios de Estado, entes autónomos y
descentralizados. El contenido de dicha propuesta
está relacionado con la importancia de la perspectiva
de género en el quehacer institucional y las acciones
que se deben emprender para transversar género y
aplicar un conjunto de acciones afirmativas en las
instituciones del Poder Ejecutivo para promover la
igualdad de hombres y mujeres.
73
4.4.6
República Dominicana:
El Plan Nacional de Equidad de Género
(PLANEG II)
La Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) es en
República Dominicana el organismo responsable de
establecer las normas y coordinar la ejecución de
políticas, planes y programas para la construcción
de la igualdad entre mujeres y hombres a nivel
del Estado y en sinergia con la sociedad civil. En el
marco de estos mandatos, desarrolló el Plan Nacional
de Equidad de Género (PLANEG 2000-2004), con
la finalidad de garantizar que las mujeres fueran
tomadas en cuenta en todas las políticas ejecutadas
por el Estado dominicano.
A principios del 2005, la SEM inició un proceso
colectivo de revisión y rediseño de ese Plan
continuado con lo que sería el PLANEG II, en el marco
de una estrategia orientada al fortalecimiento de su
liderazgo institucional en favor de la construcción de
la igualdad y equidad de género, cuyo fin último es
lograr el pleno ejercicio de la ciudadanía por parte de
las mujeres.
Este segundo Plan se rediseñó con una perspectiva
de mediano plazo, para ser ejecutado durante el
periodo 2006-2016, traspasando varios períodos
gubernamentales a fin de que sea asumido como
una política de Estado. Su enfoque se orienta al logro
de resultados que contribuyan a la solución de los
principales problemas que afrontan las mujeres por
razones de desigualdades e inequidades de género.
El Plan contempla siete grandes temas nacionales
prioritarios:
1. Promover una cultura de igualdad y equidad de
género.
74
2. Garantizar todos los derechos de las mujeres y el
pleno ejercicio de su ciudadanía.
3. Fortalecer el empoderamiento económico e
impulsar la superación de la pobreza de las mujeres.
4. Favorecer el control y acceso de las mujeres a
bienes y servicios de calidad.
5. Erradicar cualquier forma de violencia contra las
mujeres en todo su ciclo de su vida.
6. Promover la plena participación de las mujeres en
la sociedad de la información y el conocimiento.
Cada uno de estos temas propone cambios en la
cultura, en las instituciones, en los marcos jurídicos
nacionales e institucionales y en la organización de la
oferta de servicios públicos.
4.4.7
Panamá:
Instituto Nacional de la Mujer de
(INAMU)
El INAMU es una nueva entidad autónoma, cuya
base legal está respalda en la Ley n.o 71 del 23 de
diciembre de 2008, siendo su principal objetivo
promover la incorporación plena de las mujeres al
desarrollo sostenible del país, a través de una política
pública de igualdad de oportunidades que garantice
sus derechos. El INAMU está representado ante el
Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).
De acuerdo con el MIDES, Panamá atraviesa por un
proceso de reformas para modernizar sus instituciones
públicas. Una de las más importantes reformas de este
periodo es la que corresponde a la institucionalidad
social como eje y fundamento del desarrollo
humano sostenible, con el objetivo de fomentar
la organización y la participación social en la lucha
contra la pobreza, el hambre, las discriminaciones
y el desempleo; promover la inclusión social y la
solidaridad, teniendo como norte los distintos grupos
poblacionales y áreas geográficas que históricamente
han estado marginadas del desarrollo.
Desde hace más de una década, los esfuerzos por
alcanzar la igualdad y equidad para las mujeres han
sido constantes y persistentes. En la actualidad, el
país cuenta con una abundante legislación que así
lo establece, desde el punto de vista jurídico. Sin
embargo, esa igualdad y equidad formal requiere
de acciones realmente efectivas que involucren a
todas las instituciones públicas y privadas del Estado
panameño.
Existen desigualdades aún no superadas que no
permiten su incorporación efectiva en el desarrollo
nacional, tales como pobreza, analfabetismo,
desempleo, diferencias salariales, desigual acceso al
crédito y a la propiedad de la tierra, desigual acceso
a educación, salud y vivienda, y el no reconocimiento
del trabajo dentro del hogar, entre otras.
4.4.8
Belice:
La Comisión Nacional de Mujeres (NWC)
La Comisión Nacional de la Mujer es un ente
semiautónomo de consulta y defensoría designado
por el Gobierno para que funcione como mecanismo
estratégico para lograr la equidad e igualdad de
género, y el empoderamiento de las mujeres en
Belice. La NWC (sus siglas en inglés) trabaja bajo
la cartera del Ministerio de Desarrollo Humano y
Transformación Social.
Esta comisión tiene el mandato de servir como órgano
asesor en temas de género, monitorear y evaluar
la implementación de los principios y metas de
acuerdo con lo contemplado en la Convención para la
eliminación de toda forma de discriminación contra
la mujer (CEDAW), la Política Nacional de Género y
otras políticas relevantes.
De acuerdo con la información del sitio web oficial
de la NWC, se registra un documento de consulta
sobre la Política Nacional de Género del año 2009,
cuyo objetivo fue realizar una revisión y evaluación
de la Política Nacional de Género aprobada por
el Gobierno de Belice en 2002, la cual orienta los
proyectos y programas nacionales en materia de
igualdad de género. Las áreas críticas que esa Política
identifica son: salud; riqueza y generación de empleo;
condiciones que producen violencia; educación
y capacitación; poder y toma de decisiones. Este
documento encarga a la Comisión Nacional de la
Mujer asegurar que los compromisos fijados en la
Política se cumplan, abordando los problemas que
encaran las mujeres en materia de educación, salud,
violencia, toma de decisiones y riqueza y generación
de empleo.
La Agenda de la Mujer 2003-2008 compromete
al Gobierno de Belice a poner en práctica las
recomendaciones de la Política Nacional de Género;
a contemplar el género en la planificación del
desarrollo; a aumentar la sensibilidad de la población
con respecto al género, educándola acerca de la
necesidad de igualdad y respeto entre hombres y
mujeres en todas las facetas de su vida, y a asegurar
las asignaciones presupuestarias de programas
encaminados a terminar con la violencia de género.
También se asumen compromisos concretos en
materia de salud y servicios sociales, desarrollo
económico, protección jurídica, educación, vivienda
y participación política de la mujer.
Un tema importante en esta evaluación fue el del
75
bienestar y la generación de empleo para las mujeres,
que sugiere armonizar con otras políticas de desarrollo
a lo interno de Belice y también con las Metas del
Milenio. Además, hay una necesidad de fortalecer el
tema de los salarios mínimos, las oportunidades de
empleo con equidad de género y mejorar programas
de capacitación para beneficiar a las mujeres.
Entre las recomendaciones que se hacen para
actualizar dicha Política se menciona el tema de la
información en los siguientes aspectos:
1. Incorporar información actualizada de la situación
de género en Belice utilizando datos desagregados
y datos cualitativos mediante entrevistas y grupos
focales u otras fuentes relevantes.
2. Realizar un mapeo de servicios que sea útil para
obtener un inventario de los mismos e identificar
los vacíos existentes.
3. Elaborar un análisis situacional que incluya toda
la información recomendada pero también sobre
las prioridades a nivel macro e indicadores que
ayuden al monitoreo y evaluación del proceso.
Según la fuente consultada, a pesar de los avances
logrados en Belice, queda mucho más por hacer
para instrumentar la Política Nacional de Género. La
escasez de recursos humanos y financieros constituye
un problema de peso, especialmente cuando los
temas de la mujer se discuten actualmente a la luz de
lo que se percibe como riesgo o marginalización de
los hombres.
76
En Centroamérica y República Dominicana, el tema
del financiamiento empresarial es crucial para el
desarrollo y fortalecimiento de las MIPYMES. Las
personas empresarias deben recurrir a opciones de
endeudamiento bancario, condicionando los préstamos
a una garantía real. El estereotipo existente en los
diferentes países de la región es que solo la persona
que tiene recursos puede hacer su propia empresa. El
endeudamiento patrimonial de la persona empresaria
es uno de los principales obstáculos en la generación
y el desarrollo de nuevos emprendimientos, debido
principalmente al altísimo riesgo al que se exponen
(endeudándose desde el comienzo del proyecto),
cuando ni siquiera saben cuál es el potencial mercado
al que se enfrentan. En este sentido, muchas veces
la ausencia de suficiente capital para desarrollar la
empresa puede ocasionar inversiones subóptimas.
77
5.1
LOS SERVICIOS
FINANCIEROS
Aunque no se ha encontrado evidencia internacional
respecto del tamaño inicial óptimo de las empresas,
una inversión inicial subóptima puede ser una de las
razones importantes por las cuales muchas empresas
desaparecen antes de los dos años de creadas. Por
ello, una de las mayores dificultades que encuentran
las personas emprendedoras a la hora de poner en
marcha sus planes o propuestas de negocio es la falta
de recursos financieros para capital de trabajo, que
no conlleve a un endeudamiento patrimonial en la
fase inicial de la gestación de su empresa. Esa es la
razón por la cual en todos los países de la subregión
centroamericana el grueso de nuevas iniciativas
empresariales se autofinancia.
78
En Centroamérica y República Dominicana,
el tema del financiamiento empresarial es
crucial para el desarrollo y fortalecimiento
de
las
MIPYMES.
Las
personas
empresarias deben recurrir a opciones de
endeudamiento bancario, condicionando
los préstamos a una garantía real. El
estereotipo existente en los diferentes
países de la región es que solo la persona
que tiene recursos puede hacer su propia
empresa. El endeudamiento patrimonial
de la persona empresaria es uno de los
principales obstáculos en la generación y
el desarrollo de nuevos emprendimientos,
debido principalmente al altísimo riesgo al
que se exponen (endeudándose desde el
comienzo del proyecto), cuando ni siquiera
saben cuál es el potencial mercado al que
se enfrentan. En este sentido, muchas
veces la ausencia de suficiente capital para
desarrollar la empresa puede ocasionar
inversiones subóptimas.
Además, la mayoría de las entidades financieras en
la subregión prestan a partir de un año comprobado
de funcionamiento (en algunos casos dos años) y
contra garantías colaterales, por lo que las fuentes
tradicionales de financiamiento no son accesibles
para las nuevas empresas. Son contados los casos
donde la exigencia es inferior al año, pero por el
pequeño monto del préstamo es claro el tipo de
emprendimiento que se está financiando.
En Centroamérica el apoyo financiero -al igual que
los otros apoyos- está muy enfocado en la etapa de la
consolidación de la empresa o cuando la MIPYME ya
tiene un historial y sus productos se están vendiendo
en el mercado (en algunos casos, también el
antecedente -y aval- familiar ayuda en la construcción
del historial). Afortunadamente el sistema financiero
empieza a entender la lógica y las verdaderas
posibilidades de las MIPYMES luego de su gestación,
mas no tiene una idea clara de cómo abordar el tema
de los emprendimientos nacientes y que no son
sujetos de crédito. Más aun, el grueso del sistema
financiero aún pretende entregar financiamiento bajo
un modelo tradicional (en el que el analista recibe
la información y las garantías), cuando la evidencia
internacional muestra la importancia de cambiar
paradigmas en el acceso al financiamiento.104
En tal sentido es importante el desarrollo
de herramientas que apoyen a las personas
emprendedoras sin endeudarlas en niveles
inmanejables.
Herramientas
financieras
que
favorezcan y apoyen con recursos el surgimiento de
personas emprendedoras, como los fondos de capital
semilla (apoyan la gestación de la empresa), redes de
ángeles inversionistas y fondos de capital de riesgo
(ambos son recursos para ayudar a consolidar el
emprendimiento).
Muchas de estas herramientas no han sido
implementadas en la región, posiblemente debido
al sesgo que se tiene en la visualización de la banca
tradicional como el eje conductor del financiamiento
del emprendedor y la emprendedora. Para la
banca tradicional es muy difícil lidiar con el riesgo
emprendedor ya que lo que busca es cero riesgos
y, como se reitera, el emprendimiento potencia el
riesgo exponencialmente. En última instancia, son
dos extremos de una misma cuerda que jalan para
lados opuestos y que muchas veces conllevan a que
se rompa en alguna etapa del proceso. Por lo anterior,
la asignación de los recursos debe canalizarse a través
de intermediarios, preferiblemente no financieros,
y que estén debidamente acreditados ante el ente
rector. 105
Por otro lado, la situación de los pequeños y
medianos negocios, especialmente los vinculados
al procesamiento y comercialización de productos
agropecuarios, enfrentan la recurrente necesidad de
créditos de corto plazo para capital de trabajo, pero
además necesitan mantener un ritmo sostenible de
inversiones que favorezca producir con calidad para
competir en sus mercados meta y a la vez con una
eficiencia que les permita sobrevivir a los costos.
Además de créditos, estos pequeños negocios cada
vez más necesitan servicios de pagos y transferencias
que les ayuden a mantener sus operaciones
comerciales, servicios de seguros, fianzas y avales y a
manejar sus riesgos, servicios de depósito y ahorros
que les permita manejar su liquidez.
Las microfinanzas establecen
un puente entre sectores
previamente excluidos y
el proceso de creación de
riqueza, facilitan el acceso
a la inversión y al consumo
en
segmentos
de
la
población que al participar
crean valor social además
de valor económico y así
contribuyen a desplegar un
nuevo contrato social y a la
sostenibilidad del proceso
de desarrollo.
106
105 Óp. cit. p. 19.
106 Ver anexo 5.
79
5.1.1
El acceso de las mujeres a
los servicios financieros
El mundo empresarial en la región puede disponer en
muchas oportunidades de mecanismos de acceso a
información, pero en la mayor parte de los casos la
empresariedad no solamente requiere acceso, sino
también mecanismos de información sobre la oferta
de servicios, lo cual es mucho más importante que
disponer de un sistema de conectividad.
Otro conflicto refiere a los programas, proyectos e
iniciativas, tanto de la cooperación e instituciones,
que muestran dos vertientes de enfoque: una centrada
en apoyar la institucionalidad desconociendo las
demandas del mercado, otra enfatizando el mercado
y desconociendo la operatividad de las instituciones
y la cooperación en el territorio. Ambos enfoques no
son excluyentes, pero requieren que se armonice la
estrategia de intervención.
Las instituciones que brindan servicios financieros
normalmente prefieren promover servicios neutros
en cuanto a género; sin embargo, las prácticas
económicas y especialmente las estructuras de
tenencia de la tierra en la práctica hacen que
los servicios no sean neutros. Diseñar servicios
financieros que reduzcan las inequidades es un reto
que no siempre se asume por las instituciones.
Muchos actores que impulsan la empresariedad de
las mujeres parten del supuesto de que la promoción
de ese sector requiere un conjunto de acciones que
empieza con el empoderamiento, lo cual es cierto,
pero para lograr promover la empresariedad existente
se debe considerar que las mujeres empresarias
requieren asistencia a la medida de su problemática
y no solo procesos definidos de operatividad (Cuadro
n.o 11).
Adicionalmente, el dilema de lograr economías de
escala a nivel de empresariedad de las mujeres requiere
desarrollar mecanismos novedosos, no solamente de
asociatividad, sino también promover estrategias de
integración a las cadenas productivas que permitan
la apropiación de valor. Muchas experiencias logran
escala, vía sumatoria de acciones individuales, pero
descuidan grandemente el tema de la gobernanza de
las mujeres en los procesos de desarrollo económico
local.
En cuanto al acceso al crédito, muchos programas
e iniciativas pretenden que generar crédito a las
mujeres resuelve los problemas de empresariedad.
Las estrategias de financiamiento han utilizado
el escalonamiento, partiendo desde pequeños
préstamos hasta consolidar la clientela; sin embargo,
se hace poco énfasis en el desarrollo de la cultura de
pago y se subraya el escalonamiento financiero.
El tema del nivel educativo de las mujeres es
importante. Normalmente los técnicos que atienden
la empresariedad de las mujeres parten del supuesto
de que la escolaridad y el nivel educativo son los
factores de éxito, pero en muchos casos esa realidad
debe combinarse con el conocimiento o saber local,
y la formación de los profesionales en general no
80
reconoce esta particularidad del pensamiento y del
saber local.
Se cree también que el crédito barato es lo que
requieren las mujeres, pero muchas veces ese aspecto
limita el hecho de evaluar un mayor nivel de acceso,
vía incremento de la eficiencia financiera, que se
deriva de la capacidad de pago que puede generar
una actividad económica.
CUADRO No.11 OBSTÁCULOS PROPIOS DE GÉNERO EN LAS ÁREAS DE ATENCIÓN DE LAS MIPYMES
ÁREA
FINANCIERA
ECONÓMICA
NIVEL INDIVIDUAL
Falta de acceso a
servicios financieros
Los hombres
controlan ingresos
monetarios.
Las mujeres emprenden
actividades de bajo
rendimiento.
Negado acceso a y
control de recursos
productivos (tierra,
mano de obra e
insumos) desiguales.
Las mujeres tienen
alta carga de trabajos
domésticos.
Niveles bajos de
alfabetización y educación
formal.
SOCIALCULTURAL
POLÍTICA
LEGAL
NIVEL DE HOGAR
Capacidad limitada para
emprender transacciones
con hombres.
No es prioritaria la
educación de las niñas, lo
que genera rezago de las
mujeres a mediano plazo.
Las mujeres carecen
de autoconfianza para
reclamar derechos
económicos, sociales y
políticos.
División de trabajo
por sexo desigual
en actividades
productivas y
reproductivas
El sesgo de direccionar
recursos del negocio a
educación y salud de la
familia desfavorece a
las mujeres.
COMUNIDAD/PAÍS
Percepción de que
sólo los hombres
controlan dinero/
crédito.
Falta de acceso
a mercados más
convenientes de
insumos y producción.
Estereotipos de roles
“apropiados” para las
mujeres en la economía.
Remuneración
económica menor para
trabajos iguales.
Estancamiento
en trabajos mal
remunerados.
Bancos e instituciones
financieras formales no
perciben a las mujeres
como un mercado
financiero potencial.
Rol limitado para las
mujeres en la toma de
decisiones en el hogar.
Discriminación por
parte de los oficiales de
crédito por estereotipos
de género.
Violencia de género
hacia las
mujeres
Violencia suma
problemática y se liga a
factores de riesgo de los
negocios de las mujeres.
Las mujeres carecen
de derechos reales
sobre activos del
hogar que son
propiedad común.
Restricción de la
personalidad jurídica
de las mujeres (en
registro de tierra u
otras propiedades,
conclusión de contratos
financieros, obtención
de documentos de
identificación, etc.)
Falta de posiciones
políticas para establecer
leyes apropiadas.
Fuente: Taller de servicios de apoyo a las mujeres centroamericanas en el marco de cadenas de valor. RUTA / Fundación Arias.
San José, Costa Rica, 2007.
81
Por más que un programa se dirija a mujeres y
hombres con las mismas medidas y condiciones, la
capacidad de ambos para utilizar y responder a los
servicios ofrecidos no es igual. Una intervención, por
lo tanto, nunca puede ser neutral al género, como
bien se muestra.
Programas de microfinanzas sensibles a la perspectiva
de género tienen que asegurar que los servicios
financieros ofrecidos sean igualmente atractivos tanto
para las mujeres como para los hombres. Para lograr
este objetivo es necesario tomar en consideración las
necesidades y obstáculos que enfrentan las mujeres
en el momento de diseñar y proveer los servicios
financieros. Debido a las necesidades y obstáculos
disímiles, las empresarias pueden preferir términos
5.2
LOS SERVICIOS
NO FINANCIEROS
82
y condiciones de crédito diferentes, mecanismos de
provisión alternativos, temporadas de otorgamiento
del crédito distintas, entre otras.
Cada programa debe tomar en cuenta que las
necesidades y prioridades de ambos géneros pueden
variar con el tiempo, requiriendo un ajuste temprano
y adecuado en los servicios ofrecidos por parte del
programa o la entidad ejecutora. Pero especialmente
en el caso de las mujeres se hace necesario un nivel
de afinamiento de la política pública para el estímulo,
desarrollo y fortalecimiento de su empresariedad, si
se quiere hacer de esta vía una verdadera alternativa
de generación de riqueza, empleo y oportunidades
en la región para ambos sexos.
Los servicios no financieros comprenden
capacitación, consultoría y asesoramiento,
asistencia
en
comercialización,
información, desarrollo y transferencia de
tecnología y promoción de vinculaciones
entre empresas. A veces se hace una
distinción entre servicios empresariales
“operativos” y “estratégicos”. Los servicios
operativos son los que se necesitan para las
operaciones cotidianas, como información y
comunicaciones, administración de cuentas
y registros impositivos, cumplimiento de
leyes laborales y otras reglamentaciones.
En cambio, los servicios estratégicos son
utilizados por las empresas para abordar
cuestiones a mediano y largo plazo con el
fin de mejorar el desempeño de la empresa,
su acceso a mercados y su capacidad para
competir. 108
108 Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2001). Servicios de desarrollo empresarial para pequeñas empresas: principios rectores
para la intervención de los donantes. Washington, D.C., Estados Unidos.
El concepto de servicios no financieros es casi siempre
relacionado solo con capacitación. La asistencia
técnica no aparece como una posibilidad real de
apoyo. Quienes presentan estos servicios notan un
desinterés por parte de las personas empresarias de
MIPYME por recibirlos. En Nicaragua y en Honduras,
por ejemplo, se indica que generalmente existe
una demanda de capital, pero a la hora de buscar
asesoramiento y capacitarse en cómo utilizarlo se
muestra apatía. La capacitación muchas veces es vista
como un requisito para financiarse.109
Los esfuerzos de las organizaciones no son enfocados
a sectores específicos y les falta coordinación, ya
que muchas veces existe duplicidad en programas
que dos o más instituciones ofrecen, sobre todo
en el caso de las entidades públicas. Se observa
también la necesidad de que se integre en esta
estrategia a los servicios financieros, de manera que
se complementen.
Por otro lado, se revela que hay una persistente
deficiencia en la formación o preparación de los
asesores/consultores que llegan a prestar sus servicios
a las empresas, lo cual conlleva en repetidas ocasiones
a errores que generan altos costos para la empresa.
Incluso cuando estos servicios provienen del sector
público muchas veces se debe enfrentar procesos
lentos y burocráticos que hacen que se cuestione el
interés real por dirigir esfuerzos al mejoramiento del
sector.
Con la salvedad de Guatemala, parece que en la mayoría
de los países existe una abundante oferta de estos
servicios, pero los que hay disponibles no se ajustan a
las necesidades de las empresas. No existe uniformidad
en el criterio: mientras algunos empresarios opinan
que los apoyos deben concentrarse más en las áreas
de producción, asistencia técnica específica en el
área de cada uno de los negocios y menos en el área
estratégica, otros piensan que hay que enfatizar la
formación en áreas de mercadeo, comercialización y
planificación. La información básica de inteligencia de
mercados, precios, asistencia en la gestión de cobro
internacional, requerimientos de registro y normas se
consideran necesarios. 110
Faltan programas con un sentido más práctico, ya que
muchos de quienes los facilitan parecen no tener esa
experiencia y es notorio que la asistencia técnica y
el seguimiento se valoran de una forma más positiva
que la capacitación. Las agencias de cooperación
internacional colaboran en sesgar la asistencia hacia
ciertas áreas predeterminadas y eso es algo que
podría estar influyendo en la oferta actual.
Se percibe que está bastante difundida la idea de
que las MIPYMES centroamericanas carecen de
una cultura que les permita crear organizaciones
de empresas. A esto le llaman frecuentemente
asociatividad. Lo explican por el carácter individualista
y la desconfianza de las personas empresarias. Este
concepto está asociado a algunas de las soluciones
con las cuales podrían contar las empresas para
ser más competitivas. En Costa Rica y Guatemala
se mencionó que, por ejemplo, la asociatividad les
permitiría producir en mayor volumen, aumentar su
productividad y crear economías de escala.
En Honduras y Nicaragua se ligó la idea a la gestión
comercial, ya que permitiría combatir la acción de
los intermediarios en sectores como el agrícola,
que generalmente ponen a competir a pequeños
productores y productoras presionando los precios
hacia abajo, y permitiría a quienes actualmente
ni siquiera han transcendido sus departamentos,
provincias o regiones ampliar su cobertura en
comercialización.
En términos generales, no existe una integración de
los servicios financieros y los servicios no financieros,
lo que resulta en una dispersión de la oferta de apoyo
empresarial.
109 Paniagua, G. (2006). Desarrollo de la MIPYME, políticas de apoyo y CAFTA en América Central. Banco Mundial.
110 Ibíd.
83
5.2.1
El acceso de las mujeres a
los servicios no financieros
111
Muchas iniciativas enfrentan la disyuntiva de
lograr en forma armónica el fortalecimiento de las
organizaciones empresariales de las mujeres, pero al
mismo tiempo tienen impreso el objetivo de promover
una adecuada y sostenible gestión empresarial.
Algunas de las iniciativas dirigidas a las mujeres
representan algún costo monetario para ellas; no hay
un acompañamiento continuo, las metodologías no
se adaptan a sus necesidades (analfabetismo o baja
escolaridad que demanda adaptaciones de todo tipo),
no hay suficiente cobertura, especialmente en las
zonas rurales e incluso poco apoyo a la emprendedora
individual.
Estos dilemas generan escasa participación de las
mujeres en los talleres, cursos y otras actividades de
capacitación, motivada por la falta de tiempo, falta de
movilidad a causa de las prohibiciones socioculturales
y también por la triple carga de trabajo que enfrentan,
pero poco énfasis se hace en entender la triple
jornada que ellas cumplen para adecuar horarios de
capacitación, e incluso en muchos casos las iniciativas
cargan aún más de responsabilidades a las mujeres
en su accionar cotidiano.
La asociatividad en el caso de las mujeres,
tradicionalmente invisibilizadas en el mundo de
los negocios, representa una oportunidad de
fortalecerse empresarialmente y posicionarse
mejor en el mercado. Además, facilita el acceso a
capacitación, información, desarrollo de capacidades
de negociación e incidencia en espacios locales y de
toma de decisiones, lo mismo que en políticas para
el sector, temas especialmente sensibles para el
desarrollo de las dueñas de MIPYMES.
84
El papel de la cooperación internacional, de
organizaciones no gubernamentales y de actores
locales ha estado orientado a promover iniciativas
a través de proyectos y programas para generar
cambios en el entorno empresarial y asistencia
técnica especialmente dirigidos a empresarias, tanto
a nivel individual como grupal. La banca multilateral
(Banco Integración Centroamericana-BCIE, Fondo
Multilateral de Inversiones-FOMIN, Banco Mundial,
etc.) ha generado mecanismos de financiamiento a
las MIPYMES de mujeres en la región.
Por otra parte, organizaciones de cooperación y
desarrollo como GTZ, Banco Interamericano de
Desarrollo-BID, Programa de Naciones UnidasPNUD, Organización de Estados Americanos-OEA,
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola-FIDA,
entre otros, han generado programas de asistencia
técnica dirigidos a empresarias en la región. De
hecho hay experiencias muy concretas que deben
ser un referente para el intercambio de lecciones
aprendidas y para contribuir a la sistematización de la
información que visibilice el aporte de las mujeres a
la economía de los países.
5.2.2
La experiencia de los
Centros de Servicios para
los Emprendimientos de las
Mujeres-CSE
La experiencia de los Centros de Servicios para
los Emprendimientos de las Mujeres-CSE tiene el
propósito de incidir en las políticas nacionales de
desarrollo para que contemplen instrumentos que
favorezcan el acceso de las mujeres a recursos,
financieros y no financieros. Nacieron como un
mecanismo para el empoderamiento de las mujeres y
111 Es importante aclarar que el registro de información en este tema particular es muy poco a nivel de fuentes secundarias. Por ello los argumentos que se exponen en este apartado se
tomaron del taller de servicios de apoyo a las mujeres centroamericanas, quienes expusieron los dilemas en este tema en específico. Taller realizado por RUTA y Fundación Arias en el
2008. San José, Costa Rica.
la gobernanza económica en los territorios.
Los CSEM se insertan dentro de las Agencias de
Desarrollo Económico Local (ADEL) como herramientas
específicas para incrementar el impacto y la calidad
de la atención a las demandas de la población
femenina. Los CSEM que operan en Guatemala, El
Salvador, Honduras y Nicaragua son un interlocutor
para quien decida promover acciones de desarrollo
económico en los territorios y permiten llevar a nivel
local los programas nacionales y regionales de apoyo
a las micro, pequeñas y medianas empresas, dirigidos
a mujeres.
5.2.3
La experiencia del
Programa de Reconstrucción
y Modernización Rural
(PREMODER)
En el caso de El Salvador, hay una experiencia
importante alrededor del Programa de Reconstrucción
y Modernización Rural (PREMODER), que nace como
resultado de los esfuerzos conjuntos entre el Gobierno
de El Salvador (GOES) y el Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola-FIDA.
Las actividades del programa están dirigidas a las
áreas rurales de los departamentos de Santa Ana,
Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad y Chalatenango,
atendiendo a pequeños productores agropecuarios y
microempresarios sin tierra, mujeres y hombres, a las
comunidades rurales pobres y a la población joven
del área rural.
El objetivo es mejorar en forma sostenible las
condiciones sociales y económicas de la población
meta, aumentando su acceso a oportunidades
de negocios y mercados, también a los mercados
laborales, locales y nacionales.
El acceso a los recursos y servicios del PREMODER
está orientado por la demanda de los grupos
organizados de beneficiarios, quienes solicitan
asistencia técnica y/o financiera al Programa a través
de las Oficinas Técnicas Móviles. Todos los servicios
son proporcionados por medio de empresas,
organizaciones no gubernamentales o consultores
independientes, quienes reciben el marco conceptual
y metodológico con el que el Programa trabaja.
La Unidad Ejecutora del Programa (UEP) tiene un
rol normativo, facilitador y de apoyo a los grupos
socioeconómicos en su capacidad de identificar,
demandar, proponer y ejecutar proyectos y servicios
para la reconstrucción y modernización rural.
El PREMODER ofrece servicios de apoyo para atender
la demanda generada por las organizaciones a lo
largo de 4 etapas del ciclo de proyectos, que inicia
desde la identificación hasta la instrumentación de
estos: a) promoción y preselección, b) preinversión,
c) cofinanciamiento a partir de un fondo de inversión,
para establecer y ampliar las condiciones de
competitividad de los negocios, y d) implementación.
En general, la mayoría de las acciones de formación
y asistencia técnica repiten iniciativas y no se
armonizan; la duplicidad ha sido un hecho que se
reitera con frecuencia en la literatura, talleres, mesas
redondas; en ese sentido es importante -entre otras
medidas- adaptar los contenidos de la formación
como mecanismo para crear economías de escala que
masifiquen conocimiento.
85
5.3
EL EMPODERAMIENTO
DE LAS MUJERES COMO
REQUISITO DEL ÉXITO
EMPRESARIAL
La identidad de las mujeres se ha construido
desde o como reflejo de las necesidades de
los demás: procrear, atender, cuidar, educar,
proteger; y poco desde las necesidades
propias de crecer, proyectarse, visibilizarse, ser
reconocidaLas acciones hacia el empoderamiento
femenino se dan en el marco de una discusión
sobre la igualdad, la inclusión, y su contraparte
la exclusión, aceptándose que las mujeres
forman parte de una heterogénea masa de
sujetos sociales que aspiran a participar y tener
una identidad social, definida y reconocida
legítimamente en la compleja arena política, y
también en la complicada economía en tiempos
de globalización.
La demanda de poder para las mujeres se inscribe en
el ideario feminista de transformación de la sociedad
y en la crítica desde la ciencia social que señala que
el poder opera en todos los niveles de la sociedad,
desde los interpersonales e íntimos hasta los más altos
86
A lo largo de las experiencias de los diferentes
países, particularmente de las instituciones
oficiales que fomentan los derechos de las mujeres
y de organizaciones privadas de desarrollo que
promueven la empresariedad de las mujeres,
destaca como aprendizaje la necesidad de
desarrollar capacidades en las mujeres que se
traduzcan en poder personal para enfrentar
las dificultades que el contexto emprendedor
les presenta. Este es, al fin y al cabo, reflejo
de una cultura machista que ha invisibilizado
históricamente a las mujeres como sujetos
económicos, con derechos a todo aquello que les
permita acceder, usar y decidir sobre recursos,
activos y demás instrumentos facilitadores del
desarrollo de un negocio propio.
escalones del Estado. Y, como se sabe, en la operación
del poder, los sistemas social, político, económico
y cultural han determinado para las mujeres una
situación o condición (refiere a aspectos materiales
y prácticos requeridos para un adecuado nivel de
vida) y una posición (estatus de la mujer respecto
al hombre) distintas, cuyas consecuencias para las
mujeres han sido mucho más perjudiciales que para
los hombres.
En el plano de la empresariedad y asumiendo el
poder como la capacidad para que las mujeres
individualmente y como colectivo consigan éxito en el
desarrollo de los negocios, las intervenciones estatales
y privadas deben considerar el empoderamiento
como estrategia y condición necesaria para lograr
este objetivo. El empoderamiento como estímulo de
la autoconfianza y autoestima de las mujeres, que
les ayude a superar las dificultades impuestas por el
género, debe verse como proceso que cuente con
la cooperación, la solidaridad y el compromiso de
los hombres, la familia, la comunidad, la sociedad y
el Estado. Este poder, denominado el “poder para”,
se orientaría a producir los cambios que el sistema
económico y en particular el sistema de promoción
empresarial debe incorporar para que las mujeres
tengan acceso, uso y control de todos los recursos que
este ofrece, buscando superar todas las trabas que
enfrentan para integrarse al sistema. Asimismo, para
que usen el “poder desde dentro o el poder interior”
de las empresarias a fin de reconocer y corregir
permanentemente aquellos factores mediante los
cuales se mantienen y reproducen la subordinación
de las mujeres en la dinámica socioeconómica.
87
6.
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
6.1
Sobre las
conceptualización
de las MIPYMES
El término MIPYME alude a un concepto muy amplio
que configura una población empresarial demasiado
extensa con características no homogéneas; mas aún,
en los países centroamericanos y en República Dominicana tiene connotaciones y significados diferentes a la
hora de definirla. El tamaño es en sí misma una variable
importante; pero lo son también el sector empresarial
en el que se desempeñan, si son iniciativas manufactureras, de servicios o comercializadoras, si exportan o no
lo hacen, el nivel tecnológico, las competencias técnicas y humanas presentes y requeridas, y sobre todo una
segregación por sexo y geográfica para diferenciar las
condiciones reales de las empresas en el sector.
Lo que está en el centro de la discusión es el nivel de
desagregación de la definición. Si se aíslan todas las de88 más variables y se toma solo el tamaño como elemento
diferenciador se tiene que las preocupaciones prevalecientes en la micro es la supervivencia, en la pequeña la
subsistencia y la mediana es la única que “puede darse el
lujo de pensar” en la sostenibilidad y desarrollo. Esto significa que no deben tratarse todas con las mismas políticas,
estrategias e instrumentos o con una “receta general”, ya
que esto solamente producirá ineficiencia en el uso de esfuerzos y recursos, tanto de los proveedores privados de
servicios de desarrollo empresarial como de las instituciones de fomento y desarrollo en los países. Lo anterior obliga al diseño de programas y soluciones más relacionadas
con sus necesidades y preocupaciones específicas. Una
configuración estratégica de esa naturaleza aumenta las
probabilidades de éxito para que las MIPYME mejoren su
calidad, productividad y competitividad en un escenario
más globalizado y con mayor número y mayor exigencia
de los competidores.
6.2
Sobre la
informalidad
de las EMPRESAS
6.3
Un tema preocupante es la informalidad de empresas prevaleciente en los mercados, lo que se traduce en competencia
desleal con las legalmente constituidas y que paradójicamente
impide que los servicios de apoyo lleguen hasta ellas. Se considera que los Gobiernos no han hecho lo suficiente para aminorar esta realidad, y en algunos países “el sistema” más bien
incentiva que las empresas no se formalicen. Se necesita mejorar el sistema de registro y el cumplimiento de ciertas licencias
requeridas para darle seguridad a las personas consumidoras
pero también para estimular la formalización de empresas.
Sobre los
servicios de apoyo
a las MIPYMES
Este tema es preocupante, sobre todo desde las instituciones públicas. Los servicios financieros son de difícil
acceso, con garantías inalcanzables; los créditos son caros, poco monto de financiación y de corto plazo. Esto
tiene como consecuencia, en la práctica, que no hay capital para inversión de envergadura en aspectos tales
como infraestructura, tecnología y activos físicos. Los
mecanismos de financiamiento son los tradicionales,
por lo tanto el Estado debe intervenir primero solucionando el tema de las garantías, de plazos y de oportunidad del crédito y luego incentivando nuevos esquemas
de financiamiento como el de capital de riesgo.
Llama la atención que la conceptualización y aplicación
práctica de los servicios de apoyo empresarial se hayan
reducido a servicios de capacitación; esto evidencia
que en la región el mercado de estos servicios se encuentra con un limitado nivel de desarrollo, que existe
una falta de compatibilidad entre oferta y demanda y
que lo que se ofrece en mayor volumen es formación
y capacitación, que puede ser gratuita, de precio más
accesible y frecuentemente subsidiado pero restringi-
da en sus alcances. Lo concreto es que se debe mejorar el nivel de las consultorías y asesorías y fortalecer
las capacidades del personal que brinda este tipo de
servicios para evitar gasto y desperdicio de recursos.
Respecto a la capacitación empresarial, se considera
que hay una abundancia en temas genéricos de gestión y que esta es deficiente, de poco valor agregado
y que no se hace cargo de cuestiones técnicas de sectores específicos. Por otro lado, se debe sensibilizar sobre la importancia de asistir y recibir los conocimientos necesarios para mejorar la gestión empresarial
por parte de las personas beneficiarias. Para ello debe
adecuarse las metodologías conforme a las necesidades de los grupos, sectores o perfiles, incorporar contenidos que afiancen el desenvolvimiento de las mujeres en el negocio y proponer flexibilidad de horarios
e incentivos.
89
Sobre el fortalecimiento de
los servicios de apoyo con
6.4 enfoque de género a las MIPYMES
En cuanto al fortalecimiento de los servicios de apoyo con visión de género, se recomienda examinarlos en tres dimensiones y bajo los siguientes aspectos específicos en cada dimensión:
6.4.1 Servicios financieros
• Aunque el acceso de las empresarias a los servicios financieros se ha incrementado sustancialmente durante
los últimos años, su posibilidad de beneficiarse de este acceso está todavía limitada por las desventajas que
sufren debido a su género.
• Se encuentra que, en promedio, los montos de préstamos a mujeres son más pequeños que aquellos para
hombres, aun cuando pertenezcan al mismo programa de crédito, a la misma comunidad y al mismo grupo
de prestatarios.
• Algunas diferencias en el monto de los préstamos pueden ser el resultado de la mayor pobreza de las mujeres o la más limitada capacidad de sus empresas para absorber el capital. Pero pueden también indicar una
más amplia discriminación social hacia las mujeres, la cual limita las oportunidades disponibles para ellas,
cuestionando si los programas de desarrollo a través del microcrédito debieran esforzarse más en abordar
estos temas.
• Y cuando se rastrea su liderazgo vemos muy pocas mujeres. Sus contribuciones- ya sea para establecer la
visión de una mesa directiva, diseñar productos y servicios o implementar programas- hacen falta.
• Así, a medida que la industria adquiere mayor sofisticación en el desarrollo de productos y servicios enfocados, tiene sentido prestar atención tanto al enfoque en las mujeres como a su empoderamiento personal y
colectivo (redes de mujeres empresarias).
• Los servicios financieros tienen el potencial de contribuir a mejorar la diversificación de las actividades productivas con enfoque de cadena de valor, generar alianzas estratégicas entre organismos públicos y privados, fortalecer las organizaciones empresariales, con lo cual se promueven los mecanismos de asociatividad,
economías de escala y empoderamiento de las mujeres, participación en acciones que vinculan la empresarialidad femenina a los mercados, especialmente en el mercado de cadenas de valor.
• La articulación entre MIPYMES a través de puntos de redes debe considerar la actividad, territorio, sector y
conglomerado; acompañamiento técnico especializado para elevar la productividad de las actividades económicas; involucramientos en redes y organizaciones locales, sectoriales, nacionales y regionales; el aprovechamiento de las experiencias de las organizaciones para lograr incidencia en la generación de políticas de
desarrollo local.
90
6.4.2 Gestión empresarial
La mayor parte de las mujeres empresarias y en especial las rurales se encuentran con limitaciones, como un
inadecuado manejo técnico para la elaboración, acabado y presentación de sus productos; falta de financiamiento para el desarrollo de sus iniciativas; escaso manejo y conocimiento para la gestión y administración
empresarial; poca información y vínculo con canales de comercialización y escaso o nulo equipamiento para el
desarrollo de sus procesos productivos, entre otros.
A esta situación se suma el poco reconocimiento y valoración de su trabajo y aporte a la seguridad alimentaria,
así como la baja autoestima que aún persiste en muchas de ellas.
Mientras tanto, las políticas públicas hasta ahora han subvalorado su aporte a la producción nacional y han respondido a esta urgencia con un asistencialismo cuestionable ante alternativas viables y programas de desarrollo sostenibles y con igualdad social y de género. Esta situación demanda respuestas concretas, más aún en los
actuales momentos en que la mayoría de organizaciones de mujeres se propone pasar de la supervivencia a la
gestión de iniciativas empresariales generadoras de ingresos adecuados y permanentes según sus necesidades.
El desarrollo de iniciativas en gestión empresarial debe contribuir a la apropiación de los conocimientos y la
mejora de capacidades de las emprendedoras, la armonización de las intervenciones de la cooperación en los
territorios a fin de no duplicar acciones y hacer un uso eficiente de los recursos financieros y técnicos, fortalecer
las capacidades nacionales de operativización de políticas públicas con enfoque de igualdad de oportunidades,
conformar plataformas organizativas que faciliten la representatividad de la empresariedad de las mujeres en
redes, instancias de desarrollo económico local, y promover alianzas con las organizaciones de mujeres para
encausar el rol de la mujer como actor económico.
Esto podría lograse si los entes rectores de la política pública de MIPYME coordinan y articulan sus acciones
con los Mecanismos Nacionales para el Adelanto de las Mujeres, unos desde su rectoría en materia de empresariedad y otros en materia de género. Cuando esto se logra, la experiencia de potenciar a las emprendedoras
y empresarias deriva en un círculo virtuoso que genera ganancias a los actores institucionales, pero sobre todo
a las mujeres.
91
6.4.3 Fortalecimiento organizacional
Introducir el concepto de género en las organizaciones e identificar mujeres con potencial de dirección en las
mismas permite desarrollar nuevas dirigentes y que se visualice su trabajo en las cadenas de valor, tanto en la
producción como en la gestión organizacional y comercial.
Dentro de las oportunidades que se visualizan para brindar servicios en fortalecimiento organizacional están:
profundizar el conocimiento y aprovechamiento de las potencialidades y oportunidades que existen en el territorio, principalmente por medio de métodos que admitan mapear la empresariedad de las mujeres en los
territorios; identificar socios potenciales para coinvertir en iniciativas promovidas por la empresariedad de las
mujeres y aquellas que fomenten su participación en las cadenas de valor, y promover la gestión del conocimiento mediante procesos de intercambios sur-sur que faciliten aprovechar las lecciones aprendidas y crear
mecanismos de multiplicación del aprendizaje.
Promover programas nacionales en cada uno de los países de la región, para la articulación de todos los actores,
que abarque todo el proceso emprendedor y en todos aquellos aspectos que son garantes del éxito empresarial. Este programa debe contemplar las acciones programáticas que se requieran en las diferentes etapas del
proceso emprendedor, asignando herramientas y roles a diferentes instituciones que aseguren la continuidad
del proceso, desde la etapa del fomento a la cultura emprendedora, pasando por la gestación de empresas y
continuando con la etapa de consolidación empresarial. Aquí se convierte en un imperativo el desarrollo de programas de incubación de empresas, que para el caso de las mujeres deben ser extramuros a efecto de garantizar
su derecho a participar reconociendo sus potencialidades y limitaciones de género.
Es importante realizar un análisis sobre herramientas financieras que favorezcan y apoyen con recursos los emprendimientos de mujeres. Estas herramientas pueden ser:
• Fondos de capital semilla. Se refiere a los fondos necesarios para implementar una empresa y financiar
actividades clave en el proceso de iniciación y puesta en marcha de un determinado proyecto. Generalmente, este capital es solicitado por las personas empresarias para investigación y desarrollo, así como
para cubrir los gastos operativos iniciales hasta que el producto o servicio pueda empezar a generar
ingresos por ventas y para atraer la atención de otros inversores.
El objetivo del capital semilla es proporcionar apoyo financiero temporal siempre y cuando se demuestren
que es técnica, comercial y financieramente viable.
• Redes de ángeles inversionistas. 115 Son inversionistas que operan individualmente y en redes organizadas para darle nacimiento, impulso o simplemente aumentar las inversiones de emprendedores que lo
necesiten y que cumplan con ciertos requisitos de rentabilidad. Su forma de trabajo consiste en aportar
capital en empresas en etapa de formación o consolidación justamente durante la fase de organización
y, si se da el caso, ofrecer su experiencia en los negocios para apoyar a quienes lideran los proyectos que
están financiando; de allí su nombre de “ángeles”.
92
• Fondos de capital de riesgo. 116 La inversión en capital riesgo/inversión representa una alternativa de
financiación para aquellas empresas que se encuentran en las fases de crecimiento. La actividad inver-
sora la desarrollan compañías de inversión especializadas en esta actividad, ya que se trata de
una actividad con cierto riesgo. Esta herramienta permite a la empresa crecer y fortalecerse sin el
peso del endeudamiento. Además del aporte financiero, dan apoyo empresarial sobre la marcha
de la empresa y a la estructura financiera.
En el anexo 5 se presenta un marco de referencia para una estrategia de mejoramiento y articulación de servicios de apoyo con enfoque de género para Centroamérica y República Dominicana y para lo cual se requiere
impulsar un proceso de incidencia política con los actores involucrados, especialmente con los oferentes de los
servicios del sector público y privado, para implementar mecanismos de trabajo conjunto, tanto a nivel de los
países como a nivel regional. A su vez, se demanda realizar análisis de la demanda para incorporar las prioridades de las mujeres que lideran MIPYMES en la región, a fin de impulsar una estrategia consensuada, participativa
e inclusiva.
Sobre la creación de un sistema nacional
6.5 de incubación de EMPRESAS
117
La instauración de un sistema de esta naturaleza que
permita establecer incubadoras empresariales en las
diferentes regiones de cada uno de los países, incluyendo los espacios rurales, es una necesidad imperante y debe hacer parte de las políticas de descentralización o desconcentración de los servicios públicos
que se ofrecen en el campo empresarial. Para ello es
de suma importancia desarrollar el marco legal e institucional que propicie, incentive y regule la creación
de un sistema de cobertura nacional, debidamente articulado, financiado y proyectado como parte de una
política estatal de desarrollo económico.
Es interesante ver la gran cantidad de programas de
capacitación y formación de emprendedores que se
identifican, pero que no conducen a la creación de
nuevas empresas enrutadas en las líneas de desarrollo que el país haya definido. Centroamérica es muy
ineficiente en la creación de empresas; se pone mu-
cho énfasis en una forma de capacitación y formación de
emprendimientos (el plan de negocios) pero no se genera
una masa crítica equivalente de nuevas empresas. Es decir, se habla mucho de emprendimiento pero se hace muy
poco para crear empresas. Por ello, la incubación puede
ser una alternativa viable para la región.
Este sistema vendría a propiciar y a brindar el sustento político y técnico al surgimiento de nuevas empresas, negocios, proyectos e iniciativas productivas como eje central
de esta política. Al respecto se destaca la experiencia de
un proyecto piloto de incubación de empresas extramuros (2010-2011) que desarrolló el Instituto Nacional de las
Mujeres 118 de Costa Rica con Parque Tec, el cual deja muy
importantes enseñanzas desde la aplicación de la perspectiva de género a esta modalidad de impulso y desarrollo de negocio.
Consultado en: ww.estrategiaynegocios.net/2012/04/13/Ángeles-inversionistas/
Ibíd.
117 Ver: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica.
115
116
93
El sistema pondría especial énfasis en el diseño y aplicación de estímulos, incluyendo incentivos fiscales,
educativos y de asistencia técnica, de forma que los
emprendimientos puedan ser una opción que compita
con los niveles de remuneración salarial y condiciones
existentes ahí donde prevalezca el trabajo decente. De
la misma manera que los modelos de desarrollo país
se dieron a la tarea de incentivar la exportación de
productos y la inversión extranjera directa, debe ahora
abocarse a crear un sistema de incentivos para el emprendimiento.
El proceso de incubación de empresas de mujeres tendría que estar en el centro de las políticas de desarrollo
de PYMES, pues las incubadoras ofrecen un entorno
propicio para superar barreras de información, educación, acceso al crédito, a las tecnologías de la información, entre otros, que, como se ha señalado, son críticos para las mujeres.
Sobre los emprendimientos
6.6 de MUJERES
Si bien en todos los países existe conciencia acerca de la necesidad de motivar la creación y el desarrollo de nuevas
empresas, la visión de la política de fomento de las MIPYMES según esa perspectiva es incipiente. Ciertos elementos ya
se encuentran presentes en algunos países pero es necesario propagar y convencer que la política de promoción de las
MIPYMES abarque las tres etapas del fomento de la iniciativa emprendedora: el desarrollo de una cultura emprendedora, la gestión de nuevos emprendimientos y el fomento del crecimiento y la consolidación de los mismos.
Las políticas que se desarrollen y los instrumentos que se usen para su implementación deben tener un objetivo económico con perspectiva de género: hacer que las PYMES de mujeres crezcan, contando con un entorno de negocios que
les sea propicio para que estas sean un motor más dinámico del desarrollo local, nacional y regional.
Para el fortalecimiento de los nuevos emprendimientos y consolidación de la base empresarial existente, se debe establecer una articulación de los mecanismos de fomento, diferenciados, que abarquen incentivos fiscales y financiamiento no tradicionales.
118
94
INAMU. Área de Gestión de Políticas Públicas para la Igualdad de Género.
Para todo lo anterior es pertinente llevar a cabo acciones que profundicen la mejora regulatoria o la simplificación de
trámites y procedimientos como mecanismos para facilitar el establecimiento de nuevas empresas y la consolidación de
las existentes, reduciendo, entre otros, los costos de la formalización de empresas informales.
También es necesario avanzar en sistemas de coordinación interinstitucional, ya que por su naturaleza estos involucran
la participación de diversos sectores, especialmente de las redes, actores fundamentales en estos procesos porque son
instrumentos que promueven información y desarrollo empresarial.
Sobre la georreferenciación de
6.7 las empresas de MUJERES
Los mapas georreferenciados 119 permiten evidenciar conglomerados poblacionales según formas de participación en
la economía o en cualquier otro sistema y deben ser empleados en los países para elaborar diagnósticos territoriales
efectivos y tipificación de territorios que incluya el análisis de los sistemas de género presentes, como sustento para
formular políticas públicas diferenciadas.
Lo anterior incluye también las especificidades propias de la diversidad cultural y etaria, de manera que no se impongan
fórmulas generalistas a todos los territorios, pues muy posiblemente fórmulas que pueden ser de hecho muy efectivas,
como la promoción de PYMES, MIPYMES y pequeños negocios rurales, en algunos contextos y sin condiciones adecuadas, pueden generar más bien mayor sobrecarga de las mujeres.
Si bien canalizar el potencial del autoempleo de las mujeres hacia organizaciones empresariales con mayor capacidad
es una estrategia importante, 120 por sí misma puede ser insuficiente para estimular un cambio de las relaciones de género. Se requiere, a la par de éstas, impulsar una mayor corresponsabilidad entre los géneros, en términos del ejercicio
de derechos y compromisos económicos, sociales y políticos, tanto a nivel privado (familia) como a nivel estatal-público
(Estado, empresa privada, comunidad).
Sobre el acceso a mercados
6.8 de las MIPYMES de MUJERES
El acceso a mercados y la comercialización no solo permite dar a conocer y proyectar a las empresarias en el mercado
nacional e internacional, facilitar su acceso a mercados y buscar un mejor precio a sus productos, sino también reforzar
su capacidad productiva y organizativa así como apoyar la continuidad de sus relaciones comerciales, entre otros. Esto
puede lograrse mediante actividades paralelas, como ruedas de negocios que faciliten crear contactos comerciales
El proyecto Mujeres y Desarrollo Económico Local, MyDEL, ejecutado en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, ha desarrollado la ruta llamada del
“re-conocimiento” para el trabajo por la equidad de género en los territorios, evidenciando la cantidad
120 Portilla, Melania (2005). “Equidad de género en las micro y pequeñas empresas rurales”, en revista COMUNIICA, edición 4, II etapa, octubre-diciembre, pp. 3-10.
119
95
(encuentros con jefes de compras o proveedores de supermercados, almacenes, exportadores, dueños de pequeños
negocios comerciales como tiendas, boutiques, bazares o con demandantes de servicios varios que ofrezcan las empresarias) que les admita generar contratos de negocios en corto tiempo pero también establecer relaciones comerciales permanentes, y en general establecer encadenamientos productivos. Entre esas actividades paralelas pueden
organizarse ruedas de negocios, salón de proveedores, ruedas crediticias organizadas con bancos estatales y privados,
ONG, fideicomisos u otros programas que ofrecen servicios financieros y no financieros para facilitar opciones de financiamiento a las empresarias. También pueden promoverse encuentros con consultorías empresariales, reuniendo
a personas o empresas que ofrecen servicios de consultoría (capacitación, asistencia técnica u otros) que apoyan el
fortalecimiento empresarial de las participantes en estos espacios feriales. En este campo el Instituto Nacional de las
Mujeres de Costa Rica tiene una valiosa experiencia, 121 lo mismo que la Secretaría Presidencial de la Mujer de Colombia
y el Servicio Nacional de la Mujer de Chile.
Sobre la ausencia de datos de las
6.9 MIPYMES de MUJERES
A pesar de ser las MIPYME tan relevantes, la región carece de sistemas de información que permitan cuantificar su verdadero aporte y desempeño. La informalidad
del sector, la amplia gama de actividades que realizan,
el rezago de los sistemas estadísticos y la falta de homogeneidad en las definiciones y conceptos son las
principales limitaciones. Con información incompleta
y fragmentada resulta complejo el diseño de políticas
públicas y de estrategias para su fomento. Por ello es
fundamental que se realicen esfuerzos conjuntos entre
las instancias responsable vinculadas, a fin de lograr el
levantamiento de datos actualizados y segregados por
sexo, rural-urbano, composición de la empresa, actividad económica, entro otros, de tal manera que se pueda contar con información fiable y detallada, susceptible de comparar.
121
96
Al día de hoy los censos y encuestas nacionales de actividad económica se enfocan en el tema del empleo y la participación de la mujer en la fuerza laboral, pero se carece
de encuestas y censos económicos con información sobre
PYMES y género que permitan conocer con detalle los sectores económicos en donde las mujeres operan, tasas de
crecimiento de PYMES propiedad de mujeres, ubicación,
número de empleados, años de operación, monto de sus
inversiones, incorporación de instrumentos tecnológicos
a su negocio, nivel de escolaridad, uso del tiempo, etc.
En este sentido, se recomienda a partir de iniciativas como
el proyecto del Sistema Regional de Información MIPYME
en Centroamérica de CENPROMYPE, incentivar a las autoridades de Gobierno, instancias nacionales y redes a unir
esfuerzos para el levantamiento de datos e información
Objetivos y actividades contempladas en la Feria Nacional de Mujeres Empresarias de Costa Rica.
sobre la realidad de las mujeres en las MIPYMES con el
fin de innovar en el análisis y propuestas de investigaciones, proyectos, políticas y programas a partir de una
información confiable.
urgencia de que los países de la región realicen un esfuerzo
serio para compilar estadísticas en esta área con las características requeridas.
Si se quieren impulsar las políticas correctas para apoyar el desarrollo de las mujeres empresarias en la región, es fundamental contar con la información que
ofrezca un panorama acertado de su realidad. De ahí la
Sobre las grandes política públicas
6.10 para el sector de las MIPYME
El panorama regional de las MIPYME enfrenta grandes
desafíos para mejorar las condiciones del sector desde una perspectiva de igualdad y equidad de género.
Hay claridad de la importancia del tema, sin embargo
se detectan vacíos respecto a la construcción de políticas integrales que incluyan la cultura, las redes, los
servicios, la educación, las competencias, los recursos,
los mercados, la asistencia técnica, los insumos, las
características empresariales, el ambiente, entre otras
relacionadas con la transferencia cíclica y en espiral de
conocimiento. De igual manera, hay conciencia de que
el empoderamiento de las mujeres es condición indispensable como contenido de los programas, recogido
en política pública que le den calidad, rigurosidad y
sostenibilidad a acciones o medidas aplicadas en este
campo.
En general puede señalarse que los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres han puesto y
siguen poniendo su contribución para que los Gobiernos mantengan en su agenda las demandas económicas de las mujeres en general y en particular la de las
emprendedoras y empresarias. No obstante, parece
una constante presente en la realidad de los países que
los derechos económicos de las mujeres no son todavía reconocidos con la amplitud que requieren y menos aún que
se tengan todas las condiciones favorables para conseguir
su propia autonomía económica.
Esta situación se traduce en un reto para los Gobiernos, para
los organismos no gubernamentales, para la cooperación
internacional, entre otros actores clave, a fin de lograr mayores y más efectivos cambios en nuestra región. Asimismo,
se hace necesario continuar el proceso de reforma y revisión de leyes inadecuadas, a fin de que reflejen las nuevas
realidades y garanticen la igualdad jurídica y de facto de las
mujeres en materia de derechos económicos, de cara a su
autonomía económica.
Pero los limitados mecanismos de monitoreo y evaluación,
así como la disponibilidad y análisis de datos desagregados
por sexo, constituyen problemas adicionales de los Estados
y de los organismos regionales que los aglutina, que impiden a estas, a las instituciones públicas y en especial a los
mecanismos nacionales para el avance de las mujeres constatar los progresos logrados a favor de las mujeres en general, y en particular de las emprendedoras y las empresarias.
97
Por otro lado, se requiere de un aprovechamiento sostenible de los diferentes activos y sus combinaciones,
sean estos naturales, físicos, económicos, políticos,
humanos, sociales, institucionales, para un adecuado
crecimiento económico; reducir los índices de pobreza
en los países y promover verdaderas transformaciones
dirigidas a incluir a los grupos más vulnerables en las
sociedades y su acceso en condiciones de igualdad a
las oportunidades de desarrollo.
Para que exista un modelo de igualdad de oportunidades para todos los sectores productivos y sus terri-
98
torios, sea urbano o rural, agrícola o no agrícola, grandes
o pequeños, deben gestionarse diversos ajustes dirigidos
hacia un clima de competencia, un Estado eficiente, un grupo de reglas claras y menor burocracia en el trámite de los
buenos negocios, una mayor promoción de los emprendimientos, el incremento del conocimiento técnico-científico,
más y mejor infraestructura y la incorporación efectiva de
las MIPYMES existentes y las futuras en la economía global.
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101
ANEXOS
102
ANEXOS
1
ANEXO
CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: POBLACIÓN LOCAL POR CONDICIÓN DE ACTIVIDAD Y
PARTICIPACIÓN LABORAL,
SEXO Y ZONA DE RESIDENCIA, 2006-2008
(Cifras en miles de personas,
cifras brutas en porcentajes
de la población total y cifras
netas en porcentajes de la
población en edad activa
total)
122
Fuente: Observatorio Laboral de Centroamérica y República Dominicana. OIT. En: www.
empleo-foil.oit.or.cr/olacd/
TFNR: Trabajo Familiar No Remunerado.
103
2
ANEXO
Matriz: Marco institucional en el sector
MIPYMES en Centroamérica y República
Dominicana
PAÍS
COSTA RICA
104
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
La Ley de Fortalecimiento a la Pequeña y Mediana Empresa n.o 8262 de mayo del 2002 tiene por objeto crear un marco normativo que promueva un sistema estratégico integrado de desarrollo de largo
plazo que permita el desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas (aunque también
incluye a las microempresas) y posicione a este sector como protagónico, cuyo dinamismo contribuya
al proceso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
A través de esta ley se crea el Consejo Asesor Mixto de la Pequeña y Mediana Empresa, como órgano
asesor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Entre sus principales funciones está la
de analizar el entorno económico, político y social y su impacto en las PYME, contribuir con el MEIC en
el desarrollo de las políticas públicas para este sector y evaluar la aplicación de estrategias, programas,
proyectos y acciones para fortalecer el desarrollo y la competitividad de las PYME.
Por otra parte, la Dirección General de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (DIGEPYME) se crea
en el año 2004 y tiene como objetivo formular políticas específicas de fomento, desarrollo y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas en Costa Rica, fortaleciendo así, la competitividad de
las PYME por medio del estímulo, la promoción y el apoyo a la modernización. Asimismo, facilita la
ejecución de planes, programas, proyectos o acciones integrales orientados al fortalecimiento de áreas
estratégicas de desarrollo.
Asimismo, en el 2005, con el objetivo de asegurar que las PYME de las zonas rurales reciban los beneficios de las políticas de fomento, se abren los Centros Regionales de Atención PYME (CREAPYME), las
cuales son unidades descentralizadas que buscan conocer las condiciones de la PYME regional, para
atenderla con un enfoque de desarrollo local y con ello mejorar las condiciones socioeconómicas de
Costa Rica.
Por otra parte, en este mismo decreto en su artículo 22 se oficializa la Red de Apoyo a PYME. Esta es
una agrupación de instituciones y entidades públicas y privadas que tienen como común denominador su interés por responder a las necesidades de las micro, pequeñas y medianas empresas del país,
mediante la prestación de servicios.
Asimismo, de acuerdo con esta ley, en su capítulo tercero, artículo siete se establece que: “los bancos
del Estado y el Banco Popular y de Desarrollo Comunal podrán promover y fomentar programas de crédito diferenciados dirigidos al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas”. En ese sentido se
crea el Fondo Especial para el desarrollo de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (FODEMIPYME).
También está el Programa Nacional de Apoyo a la Pequeña y Micro Empresa (PRONAMYPE), creado
mediante Decreto Ejecutivo n.o 2 1455-MEIC-MTSS del 15 de julio de 1992 y adscrito al Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, el programa se encarga de diseñar, ejecutar y coordinar la administración
de un servicio integral de apoyo al desarrollo de la microempresa y otros grupos que forman parte del
sector informal de la economía.
A nivel de formación, está el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) 9 fue creado el 21 de mayo de
1965 por la ley No.3506 y reformado por la ley n.o 6868 del 6 de mayo de 1983. Es un ente público que
tiene como finalidad principal promover y desarrollar la capacitación y formación profesional de los
trabajadores, en todos los sectores de la economía, para impulsar el desarrollo económico y contribuir
al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo del pueblo costarricense. Cuenta con un Programa de Atención para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (conocido como Programa MIPYME) el
cuál fue establecido en el año 2000. El objetivo general de este programa es coadyuvar en el mejoramiento de la competitividad y productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante la
promoción, coordinación y evaluación de servicios de capacitación y formación profesional dirigidos a
dichas empresas, acordes con las necesidades del entorno económico nacional y mundial.
PAÍS
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
EL SALVADOR
La Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa-CONAMYPE de El Salvador es una institución
creada en 1996 mediante Decreto Ejecutivo n.o 48. A partir del mes de julio de 1999, mediante Decreto
Ejecutivo n.o 12, esta instancia pasó a formar parte del Ministerio de Economía, siendo su misión “proponer, promover, facilitar y coordinar la ejecución de políticas, estrategias, programas y acciones para
el desarrollo integral de las Micro y Pequeñas empresas salvadoreñas”.
En septiembre del 2007, se da el lanzamiento del Plan de Gobierno para las MIPYME denominada “El
Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sostenible de
las MIPYME”, la cual tiene como objetivo general “Apoyar y consolidar el desarrollo de las capacidades
competitivas de las MIPYMES salvadoreñas, a fin de facilitar su incursión ventajosa y posicionamiento
sostenido en los mercados nacional, regional e internacional, potenciando la rentabilidad de sus negocios y su importante aportación como fuente generadora de empleos de calidad e ingresos para sus
propietarios y trabajadores, traducidos en beneficios económicos y sociales para el país”.
El Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP) fue creado en junio 2 de 1993, por
medio de la Ley de Formación Profesional (Decreto Legislativo n.o 554) y tiene como objeto satisfacer
las necesidades de recursos humanos calificados que requiere el desarrollo económico y social del país
y propiciar el mejoramiento de las condiciones de vida del trabajador y su grupo familiar.
GUATEMALA
Según Acuerdo Gubernativo n.o 182-2000, de mayo de 2000, se incorpora el Viceministerio de Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, al Reglamento Orgánico Interno del Ministerio
de Economía, indicando que esta instancia será la encargada de facilitar el desarrollo competitivo de
la micro, pequeña y mediana empresa productora de bienes y de la prestación de servicios. La misma
tiene como misión “desarrollar el sector de manera competitiva facilitando el acceso a servicios de
desarrollo empresarial y financieros ágiles y oportunos dentro de un marco de fomento adecuado”.
Con el Acuerdo Gubernativo n.o 178-2001, se crea el Consejo Nacional para el Desarrollo de la
Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, que tiene como objetivos esenciales: planificar, dirigir,
coordinar, supervisar, controlar y evaluar los recursos financieros actuales y futuros, provenientes de
los sectores público y privado y de organismos nacionales e internacionales, destinados al Programa
Nacional para el Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, el cual es el encargado
de ejecutar los planes y proyectos relacionados con el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa, que apruebe el Consejo Nacional.
En noviembre del 2005, se da el lanzamiento de la Política Nacional para el Desarrollo de las Micro,
Pequeña y Mediana Empresa, cuyo objetivo general es mejorar la productividad y competitividad de
estas unidades productivas. Algunos de los principios que sustentan esta política son precisamente, ser
una propuesta de alcance nacional, que incluya a todos los sectores y rubros de actividad y considera
todas las áreas urbanas y rurales del país. Asimismo, en el diseño e implementación de la política se
mantiene un enfoque sistémico, de equidad social, integralidad, sostenibilidad y de participación ciudadana, donde sus ejes transversales deben enfocarse en la equidad de género; multiculturalidad y de
preservación y aprovechamiento del medio ambiente. La implementación de esta política tiene como
ente rector del sistema al Viceministerio de Desarrollo de la MIPYME.
Según Decreto n.o 17-72 de mayo de 1972, se crea el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad
(INTECAP), como una entidad descentralizada, técnica, no lucrativa, con patrimonio propio, fondos privativos y plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones. Tiene como misión, formar
y certificar trabajadores y personas por incorporarse al mercado laboral, así como brindar asistencia
técnica y tecnológica en todas las actividades económicas, para contribuir a la competitividad y al
desarrollo del país.
El Gobierno de la República de Guatemala, tiene dentro de sus principales desafíos avanzar de forma
sustantiva en el proceso de aplicación de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de
las mujeres mayas, mestizas, garífunas y xinkas, por medio de la aprobación, sanción y aplicación de la
Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres -PNPDIM- y el Plan de Equidad de
Oportunidades -PEO- 2008-2023: es el mecanismo general por medio del cual se busca la aplicación de
medidas que permitan a las mujeres alcanzar el desarrollo integral, para hacer efectivo el principio de
equidad real y efectiva entre mujeres y hombres, que a la vez viabilicen que Guatemala cumpla con los
Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, la Convención para Prevenir, Sancionar y Eliminar la Violencia contra la
Mujer, la Plataforma para la Acción Mundial y otras de ámbito nacional e internacional.
105
PAÍS
HONDURAS
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
Mediante Decreto Ejecutivo n.o 008-2000 se crea la Comisión Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa (CONAMIPYME) como una instancia interinstitucional de consulta y coordinación de los esfuerzos del sector público y privado en el campo del fomento de la micro, pequeña y mediana empresa.
Tiene como objetivo apoyar el desarrollo y fortalecimiento empresarial para aumentar la productividad
de estas unidades económicas, propiciando una mayor competitividad de sus productos o servicios,
en procesos eficientes de integración sectorial a fin de estabilizar y generar empleos, mejorar el nivel
de ingreso y la calidad de vida de la población vinculada a este sector de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa, prestando atención al enfoque de género.
Asimismo, mediante Decreto Ejecutivo n.o PCM-006-2001, se crea la Dirección General de Fomento a la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa y del Sector Social de la Economía (DIFOMIPYME-SSE), como una
dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio. Esta tiene como objetivo “fomentar la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas, mediante la creación de políticas y estrategias en
consulta con los diferentes actores del sector.
En abril del 2008, se da el lanzamiento de la estrategia de la Política Nacional de Fomento y Desarrollo
de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, en la que se propone generar un marco
legal regulatorio que permita armonizar la legislación económica nacional para impulsar un modelo
que corresponda al desarrollo de la MIPYME a través de una propuesta de ley presentada al Congreso
Nacional.
El Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) es una institución autónoma con personalidad
jurídica y patrimonios propios, creado bajo Decreto Ley n.o 10 del 28 de diciembre de 1972.Tiene por
objetivo “contribuir al aumento de la productividad nacional y al desarrollo económico y social del país,
mediante el establecimiento de un sistema racional de formación profesional para todos los sectores
de la economía y para todos los niveles de empleo, de acuerdo con los planes nacionales de desarrollo
económico y social y las necesidades reales del país.
NICARAGUA
La Dirección Nacional de PYME (DIPYME) del Ministerio de Fomento Industria y Comercio (MIFIC) es la
instancia gubernamental encargada del sector. Esta dirección tiene como propósito impulsar la productividad de las MYPE en una economía de mercado mediante la revisión continua de las políticas de
fomento, la coordinación, supervisión y divulgación de los esfuerzos de los actores públicos y privados
para su optimización.
También está el Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), creado por
el Decreto No. 6-94 del 8 de marzo de 1994, la cual tiene como misión buscar “el fortalecimiento de la
competitividad de las MIPYMES, el fomento y desarrollo de nuevos emprendimientos, ejecutando políticas, programas y proyectos orientados a ellos desde un compromiso social y ambiental.
Por otra parte, está el Programa PROMIPYME, el cual tiene como objetivos específicos, promover, facilitar
y contribuir a la creación y mejoramiento del marco regulatorio, de políticas y de estrategias que cree un
mejor clima de negocios favorable para el desarrollo integral del sector MIPYME y su adecuada inserción
en el comercio nacional e internacional.
En septiembre del 2004 se estableció el Plan Nacional de Desarrollo Operativo (SECEP-Gobierno de Nicaragua 2004), el cual contempla que para lograr el desarrollo empresarial competitivo de las micro-pequeños y medianos establecimientos se requiere hacer frente a una gama de restricciones tales como:
la informalidad de las empresas, la falta de políticas sectoriales concertadas, fuerte deficiencia en la
formación de recursos humanos tanto en aspectos gerenciales como técnicos productivos, un casi nulo
uso de la tecnología y sistemas de información, entre otras.
En enero del 2008, se aprobó la “Ley de Promoción, Fomento y Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ley MIPYME)”, la cual tiene como objeto fomentar y desarrollar de manera integral la micro,
pequeña y mediana empresa, propiciando la creación de un entorno favorable y competitivo para el
buen funcionamiento de este sector económico de alta importancia para el país. El órgano rector de esta
Ley es el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) por medio de su titular y con el INPYME
como instancia ejecutora.
106
PAÍS
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
NICARAGUA
El Instituto Nacional Tecnológico (INATEC), se crea bajo decreto n.o 3-91 del 10 de enero en 1991, como
ente autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propio, según decreto 40-94 de septiembre de
1994 se reconoce esta labor estableciendo entre sus fines y objetivos definir las políticas nacionales de
formación profesional, administrar, organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar las actividades del
Subsistema de Formación Profesional, así como impulsar el desarrollo coherente y armonioso de los
recursos humanos calificados y desarrollar la formación profesional en relación directa con los requerimientos de los sectores económicos nacionales y los intereses individuales de las personas.
PANAMÁ
La Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME) es una entidad autónoma del estado,
rectora en materia de micro, pequeña y mediana empresa y creada mediante Ley n.o 8, de mayo del
2000. Tiene la finalidad de fomentar el desarrollo de este sector, mediante la ejecución de la política nacional de estimulo y fortalecimiento del sector, para contribuir con la generación de empleos productivos, el crecimiento económico del país y una mejor distribución del ingreso nacional. Está representada
ante el Órgano Ejecutivo por conducto del Ministerio de Comercio e Industria.
Complementaria a esta ley, se creó la Ley n.o 33, del 25 de julio del 2000, la cual “Dicta normas para el
fomento a la creación y desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa” y establece un régimen
normativo para fomentar la creación, el desarrollo, y el fortalecimiento del sector, mediante políticas de
promoción orientadas a la consolidación, productividad y auto sostenibilidad del sector. Este régimen
es coordinado y dirigido por AMPYME.
El Instituto Nacional de Formación Profesional (INAFORP) creado mediante Ley n.o 18 de 1983 se reestructura, mediante Decreto Ley n.o 8 del 15 de febrero del 2006 bajo el nombre de Instituto Nacional
de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH). Este instituto tiene como objetivo
fundamental adoptar, dirigir, implementar y supervisar la ejecución de las políticas, estrategias y programas de formación profesional, capacitación laboral y capacitación en gestión empresarial, tanto para
el sector público como para el sector privado, así como administrar y distribuir los recursos públicos
asignados para tal fin.
REPÚBLICA
DOMINICANA
Se crea en mayo del 1997 mediante Decreto 238-97, el Programa de Promoción y Apoyo a la Micro,
Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), hoy Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro,
Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME). Este Consejo tiene como objetivos principales formular
políticas que orienten el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, promover el financiamiento
a empresas, estimular y fortalecer el espíritu empresarial, promover los sistemas tecnológicos y de gestión, así como proyectos de leyes, decretos y reglamentos que tengan la finalidad de crear un marco institucional acorde con el objetivo de apoyar, desarrollar, facilitar y expandir el financiamiento a la micro,
pequeña y mediana empresa.
Este Consejo elaboró el Plan Nacional de Competitividad sistémico (PNCS) y está impulsando la creación
de una “Ley que Establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas
Empresas (PYMES), la cual pretende crear un marco, regulatorio y un organismo rector que promueve estrategias integradas para el desarrollo de las MIPYMES. Ésta ya fue aprobada en el Senado y actualmente
se encuentra en la Cámara de Diputados a la espera de ser aprobado”.
El Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), es el organismo rector del Sistema
Nacional de Formación para el Trabajo Productivo, en República Dominicana y su función principal es
capacitar la mano de obra del sector productivo nacional, asesorar a las empresas y regular la formación
profesional a nivel nacional. Es una organización autónoma, investida de personalidad jurídica, de carácter no lucrativo y patrimonio propio, creado por la Ley 116, del 16 de enero de 1980, y regulado por
el reglamento 1894, del 11 de agosto del mismo año.
107
PAÍS
BELICE
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
Belice Trade and Investment Development Service (BELTRAIDE) es una institución de orden mixto que
fue creada por el Ministerio de Desarrollo Económico, con el objetivo de promover las exportaciones de
Belice. En el año 2000, Beltraide reorientó sus objetivos y ahora actúa no solamente en el ámbito de la
promoción de las exportaciones sino también en la facilitación de crédito a las exportaciones –mediante “networking” con las entidades financieras-, en la inversión en infraestructura para la exportación a
través de lo que tenga que ver con la logística de las exportaciones y en actividades de mercado, comercialización y desarrollo empresarial.
En el ámbito del mercadeo, la comercialización y el desarrollo empresarial, BELTRAIDE ha desarrollado
bases de datos con información de interés para las empresas exportadoras, tales como precios, productos y mercados de exportación, entre otros. También realiza investigación de mercados sobre oportunidades de negocios que difunde entre el sector exportador (mediante publicaciones en físico y en forma
digital). Los sectores que se están impulsando para la exportación son: muebles, artesanías y productos
agrícolas no tradicionales, acuacultura, industria de manufactura liviana, turismo y TIC (en lo que respecta a actividades de “outsourcing”). BELTRAIDE tiene también un programa de capacitación a MIPYMES
con potencial exportador, fomentando la asociatividad entre ellas para lograr volúmenes de exportación más altos.
Departamento de Cooperativas en el Ministerio de Agricultura: Las cooperativas reciben mucho estímulo en Belice: cooperativas de ahorro y crédito, cooperativas de taxi, cooperativas de artesanos, cooperativas de servicios turísticos, cooperativas de pesca y cooperativas en el sector agrícola.
El Departamento de Cooperativas del Ministerio de Agricultura trabaja en el fomento del cooperativismo en el sector agrícola como herramienta para la creación de empresas, brindando asistencia técnica a
grupos de agricultores en la formación de la cooperativa y en el desarrollo del negocio propiamente. El
Departamento de Cooperativas conformó una unidad de desarrollo emprendedor que permite asignarle un mentor a las cooperativas para generar Planes de Negocios y Planes de Mercadeo con su respectiva
estrategia de comercialización.
Cámara de Industria y Comercio de Belice: es considerada la Cámara más grande de Belice, con más de
400 miembros. Tiene como misión representar los intereses de los asociados y promover la importancia
de la empresariedad. La Cámara ofrece cursos de capacitación para MIPYME, que no tienen mayor énfasis en el tema emprendedor, y consideran que la principal limitante es el acceso al crédito. Lo principales
sectores con los que trabajan son turismo, agricultura, acuacultura, maderas y muebles. El tema de género no está entre sus prioridades.
108
3
ANEXO
Matriz: Políticas y programas con perspectiva de género en el
sector MIPYME
PAÍS
COSTA RICA
PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES
El MEIC, a través de DIGEPYME, cuenta con un programa de apoyo a mujeres emprendedoras (Creando
Empresarias), que se ejecuta por medio del área de la mujer de las municipalidades. Este programa surge
como alternativa económica a mujeres en riesgo social que buscan su independencia económica y se
enmarca más dentro de un esquema de asistencia social que dentro del contexto de un esquema de
fomento de la gestación, desarrollo y consolidación de nuevas empresas.
El Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) tiene mucho trabajo desarrollado sobre emprendimientos
de mujeres. En esa línea el INAMU desarrolló en el 2003 un diagnóstico sobre el perfil de riesgo de la
microempresa de mujeres. Ese estudio es la base para trabajar sobre el acceso al crédito como elemento
clave para el despegue de estas empresas.
Desde el año 2000 el INAMU promueve el emprendimiento de las mujeres urbanas y rurales y especialmente las indígenas. Mediante la ley PYME trabajan en coordinación con el MEIC, PROCOMER, y el
sistema financiero, entre otros, aunque reconoce que la ley PYME se orienta a la pequeña empresa y no a
la microempresa o al sector informal (donde se encuentra la masa crítica de sus acciones). Este también
es un indicador de la orientación de los emprendimientos que buscan apoyarse. Sin embargo, con la
organización de la Feria Nacional de Mujeres Empresarias (2007, 2008, 2009 y 2011 en proceso organizativo) y la creación del Registro Nacional de Mujeres Empresarias (2008) por parte de INAMU se logra
una mejor atención al sector empresarial de mujeres, buscando apoyarlas de manera más sistemática y
también desarrollar una clasificación de las mismas.
EL SALVADOR
El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) que tiene como objetivo: diseñar, dirigir,
ejecutar, asesorar y velar por el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer, promoviendo en tal
sentido el desarrollo integral de la mujer salvadoreña con igualdad y equidad y propiciando la efectiva
participación de las organizaciones de mujeres, de la comunidad y demás entidades de la sociedad civil,
en la prevención y la solución de los problemas que afronta la mujer.
Iniciativa de Technoserve, que fomentó el desarrollo de emprendedurismo en los años 2005-2006 en
sectores más vulnerables de El Salvador, con el objetivo de crear nuevas empresas, a través de la metodología NEFTI, y fortalecer las economías familiares con la participación de la mujer en las actividades
económicas.
Las iniciativas de FUNDEMAS, con el programa de Taller Mujer Emprendedora, que da inicio a finales del
2002, que surge de información recopilada en entrevistas a mujeres salvadoreñas y de una investigación
sobre mujeres empresarias y ejecutivas del área centroamericana.
109
PAÍS
GUATEMALA
PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES
Secretaria Presidencial de la Mujer-SEPREM, el Ministerio de Economía, el Viceministerio de Micro, Pequeña y Mediana Empresa, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar, y la Universidad San Carlos tiene por objetivo el apoyo a pymes en el sector femenino, y
promover herramientas para las mismas.
El programa CSEM-Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres- del Viceministerio de la Pequeña
y Mediana Empresa del Ministerio de Economía que es el Programa de Apoyo a Empresarialidad Femenina del Ministerio y que localmente está trabajando en desarrollo y promoción de la empresariedad de
las mujeres, en los departamentos de Huehuetenango Chiquimula y Sololá a través de los Asociaciones
de Desarrollo Económico Local y los Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres.
Red de Mujeres Emprendedoras, Woman into the new Entrepreneurial Reinforcement mNetwork, su
objetivo es facilitar el acceso a las Mujeres Guatemaltecas a las Tecnologías de Información y Comunicación TIC.
HONDURAS
Los proyectos de desarrollo empresarial por lo general contemplan como eje transversal la parte de
equidad de género, donde se especifica que los beneficiarios deben de ser equivalentes en números.
Por otra parte, la Ley de fomento y competitividad de las MIPYMES menciona de manera puntual el
tratamiento en relación al tema de género, por lo que si se desarrollaran programas de fomento del
emprendedurismo el tema de género debiera estar incluido.
El Instituto Nacional de la Mujer, como la institución del Estado responsable de la rectoría de las Políticas
Públicas de Género, presenta la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género
de Honduras 2010-2022 (II PIEGH), que contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres
como titulares de derechos, para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad plena
entre hombres y mujeres.
NICARAGUA
En el sector público, los servicios de desarrollo y asesoría empresarial del MIFIC-INPYME tienen un enfoque de género, por lo menos en la asistencia a empresas existentes.
El Congreso Permanente de Mujeres Empresarias de Nicaragua firmó con la Universidad Americana
(UAM) un convenio a través del cual los jóvenes egresados de las carreras de esta universidad pueden
hacer sus trabajos monográficos en las empresas de mujeres, lo que les fortalecería en aspectos relacionados a planes de negocios, estrategias de mercados, diseño de planta para la agroindustria, entre otros,
mismos que ayudarían en la parte técnica de las empresas en manos de mujeres.
En el marco del Convenio entre el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y
el PNUD e INATEC, se impartió el Curso “Metodológico de Gestión Empresarial con Enfoque de Género”
en el INATEC.
En el marco del Instituto de la Mujer (INIM) se promueven líneas estratégicas y la importancia de las
políticas de género en el quehacer institucional de Nicaragua, sin embargo no hay una política nacional
propiamente establecida.
PANAMÁ
110
En diciembre del 2007 se aprobó tripartidamente el Programa Nacional de Trabajo Decente de Panamá
2008-2011, en el cual uno de los temas era la promoción del empleo y el trabajo decente para jóvenes,
en especial para las mujeres.
PAÍS
REPÚBLICA
DOMINICANA
PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES
Régimen regulatorio para el desarrollo y la competitividad de las MIPYMES. Aprobado en el 2008. El objetivo de esta ley es contribuir al fortalecimiento del sector MIPYMES, impulsar nuevos empleos, mejorar
la distribución del ingreso, instaurar instrumentos que promuevan un desarrollo integral y participación
eficiente en la estructura productiva del país.
Esta ley crea el Consejo Nacional PROMIPYMES cuya misión es promover el fortalecimiento y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas como estrategias para incrementar el nivel de empleo y
combatir la pobreza poniendo a disposición de estas unidades productivas financiamiento y asistencia
técnica especializada, para facilitar su eficiencia y el incremento de su productividad y competitividad,
de forma tal que puedan acceder a nuevos mercados, locales e institucionales.
BELICE
Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and
Physical Vulnerabilities.
Tiene como líneas estratégicas el desarrollo empresarial; capacidad de intercambio comercial y competitividad; ambiente y manejo de riesgos naturales; desarrollo humano y seguridad nacional y ciudadanía.
Con estas líneas de acción se pretende mejorar la estructura económica y social así como las oportunidades para la ciudadanía.
Fuentes: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San
José, Costa Rica.
MENDOZA, P. (2010). Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and Physical Vulnerabilities. Ministerio de Economía, Industria y Comercio y Protección al Consumidor. Belice.
111
ANEXO
4
LAS MICROFINANZAS
DE CENTROAMÉRICA
Y EL CARIBE 2011
112
ANEXO
5
PROPUESTA DE ESTRATEGIA: INSUMOS
PARA EL MEJORAMIENTO Y ARTICULACIÓN DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS
Y NO FINANCIEROS
CON ENFOQUE DE
GÉNERO PARA LAS
MIPYMES EN CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA
La propuesta que se describe a continuación está basada en los resultados expuestos por las mujeres centroamericanas y proveedores de servicios de apoyo en la región, en el Taller sobre Servicios de Apoyo dirigidos
a Empresas Rurales de Mujeres, en el Marco de Cadenas de Valor realizado
por la Unidad de Asistencia Técnica Regional (RUTA), en el año 2009, en
San José, Costa Rica.
A partir de dichos resultados se sugiere considerar este como insumo para
la definición de una estrategia de apoyo a la empresariedad de las mujeres, orientada a armonizar los servicios financieros y no financieros dirigidos a las mujeres en la región según sus necesidades.
El alcance de la propuesta es generar un marco orientador con líneas estratégicas prioritarias y posibles acciones concretas; las mismas pueden
ser socializadas para trabajarlas a profundidad en un posible proceso de
consulta a nivel regional que sea participativo y equitativo en términos
del aporte de los actores respectivos o bien para impulsar una articulación institucional desde una entidad regional como CENPROMYPE.
1. LINEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES
Nivel estratégico: Servicios financieros
Línea estratégica 1.1. Diseñar programas de financiamiento dirigidos a mujeres o enfatizar acciones
positivas en las estrategias existentes
•
Las IMF enfaticen las acciones afirmativas que financien las mujeres que están involucradas en
procesos de cadena de valor para potenciar los vínculos y mejorar su posicionamiento dentro de las
mismas.
Incorporar el concepto de cadena de valor en el diseño e implementación de los programas de
•
las IMF (capacitación del personal, diseño de productos, educación de clientes, etc.).
Realizar estudios y diagnósticos que permitan caracterizar y medir el potencial productivo de la
•
mujer rural con un enfoque de género y apoyándose en el concepto de cadena de valor.
Mapear y diagnosticar los programas de IMF rurales existentes en cada país para documentar e
•
identificar áreas a ser fortalecidas.
•
Sistematizar experiencias de buenas prácticas y lecciones aprendidas para mejorar los servicios
dirigidos a las empresarias rurales.
•
Estimular prácticas para incorporar a la mujer en las operaciones de crédito como parte de un
proceso de creación de récord bancario.
•
Impulsar iniciativas como fondos de garantía especializados para lograr acceso a la tenencia de
la tierra.
•
Gestionar con los cooperantes y financiadoras el acceso a fondos especializados (montos, tasas,
plazos) que permitan atender el sector tomando en cuenta sus características.
Estimular la eficiencia operativa y la sana competencia entre las IMF para lograr una incidencia
•
en las tasas de interés.
113
Nivel estratégico: Servicios financieros
Línea estratégica 1.2. Facilitar el acceso de las mujeres a servicios financieros
•
Apoyar la generación de políticas públicas y concertadas con los actores vinculados al tema que sirvan
para orientar los programas que busquen como objetivo mejorar la incorporación de la mujer rural a servicios
MF.
•
Flexibilizar las políticas de acceso en aspectos de monto, centros de pago, facilidades para el análisis y
entrega, cobertura de garantía.
•
Establecer mecanismos e instrumentos de información y comunicación local y nacional que faciliten a
la mujer información sobre las diferentes ofertas y programas de los IMF a los que podría acceder.
•
Incorporar asistencia técnica con enfoque en el concepto de cadena de valor para mejorar la productividad de las actividades desarrolladas por estas.
•
Que las políticas de crédito rural incorporen a las mujeres en las operaciones de crédito a fin de incorporarlas al sistema financiero.
•
Estandarizar y proponer iniciativas a partir de la REDCAMIF para incorporar de manera efectiva los
conceptos de cadenas de valor y el enfoque de género en la actividad de las IMF a nivel regional.
•
Incluir junto a los programas IMF, temas de capacitación y formación dirigidos a mejorar la cultura y la
conciencia de género en las mujeres.
Línea estratégica 1.3. Promover vínculos entre instituciones, organizaciones y programas
•
Promover la consolidación de espacios para intercambio de información, concertación entre grupos de
mujeres rurales, IMF, organizaciones de desarrollo empresarial y Gobierno, con el fin de inducir la adopción de
mejores prácticas.
•
Vincular el enfoque de género y la cadena de valor apoyándose en la estructura de la REDCAMIF para
un mayor impacto regional, motivar en ese proceso el monitoreo de impacto de los procesos de financiamiento.
•
Generar e impulsar el establecimiento de alianzas y redes de apoyos integrales locales que involucren
la parte financiera, asistencia técnica, desarrollo empresarial, organización, y capacitación para apoyar y potenciar de manera articulada la empresarialidad de las mujeres en el marco de las cadenas de valor.
Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial
Línea estratégica 2.1. Desarrollar e implementar iniciativas en gestión empresarial dirigidas a mujeres
•
Sistematizar las experiencias exitosas de la región y establecer una estrategia conjunta integral con
enfoque de género.
•
Difusión masiva (televisión, radio, brochures, otros) de los programas de capacitación rural para las
mujeres.
•
Validación e implementación de un instrumento para la evaluación del desempeño de los prestadores
de servicios y así medir los efectos reales de las capacitaciones en las comunidades.
•
Intercambios sur-sur para potenciar alianzas e innovar iniciativas.
•
Crear fondos para incubación de empresas.
114
Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial
Línea estratégica 2.2. Fomentar el acceso de las mujeres a los servicios de gestión empresarial
•
Diseño de programas de capacitación y elaboración de materiales didácticos que faciliten el acceso de
la mujer a nuevos conocimientos sobre gestión empresarial, acordes con sus necesidades.
•
Proponer políticas de apoyo complementarias que faciliten la asistencia de las mujeres a las capacitaciones.
•
Concientizar a las prestadoras de servicios y a los grupos organizados para negociar la disponibilidad
de tiempo acorde a las jornadas de las mujeres.
•
Crear un fondo de becas y pasantías.
Línea estratégica 2.3. Promocionar la armonización entre instituciones, organizaciones y programas a nivel
territorial y nacional
•
Involucramiento de las instituciones gubernamentales y no gubernamentales para que apoyen los
procesos productivos en el marco de las cadenas.
Articular los servicios no financieros a los financieros para brindar asistencia integral.
•
Promover la armonización de acciones en los territorios.
•
Realizar encuentros, pasantías y otras formas de intercambio
•
Nivel estratégico: Servicios para fortalecimiento organizacional
Línea estratégica 3.1. Desarrollar estrategias y marcos de fortalecimiento organizacional centrados en la realidad de la empresariedad de las mujeres
•
Buscar alternativas para financiar el pago de servicios escalonado o incluirlo en el financiamiento.
•
Adecuar la modalidad o tipo de organización, metodologías y herramientas a la realidad de las mujeres
en los territorios.
•
Fomentar la metodología aprender haciendo.
•
Que las organizaciones de mujeres definan una agenda de trabajo que les permita organizar el apoyo
a los programas centrados en las cadenas de valor.
•
Que los programas de apoyo a las organizaciones y empresas de mujeres orienten sus esfuerzos en
desarrollar capacidades.
•
Definir un sistema de indicadores de buen gobierno de las organizaciones empresariales que orienten
su crecimiento y desarrollo.
•
Formar cuadros jóvenes y dar espacios en las organizaciones y empresas.
Línea estratégica 3.2. Fortalecer mecanismos que faciliten a las mujeres la articulación en redes
•
•
das.
•
Crear sistemas para la medición del impacto de los resultados de las capacitaciones
Orientar sobre las diferentes formas de organización, formales e informales, que pueden ser apropiaDesarrollar la cultura empresarial en las mujeres que manejan y dirigen las mujeres.
115
2. EJES DE INTERVENCIÓN
Los ejes de intervención de la estrategia son: documentación e intervención; gestión de proyectos e instituciones
y fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres. Estos ejes aportan a procesos de incidencia en políticas públicas para promover mayores niveles de armonización, información para toma de decisiones, coordinación
desde lo local hacia lo regional, documentación de experiencias, promoción de alianzas y articulaciones a nivel
regional y, finalmente desarrollo de un sistema de indicadores de impacto.
Documentación e información
•
Mapeo de las instituciones y la cooperación vinculadas al tema de servicios en los niveles estratégicos.
•
Sistematización y estudios sobre la participación de la empresariedad de las mujeres en las cadenas de
valor y el impacto de los servicios prestados.
•
Desarrollo de estrategias para validar y monitorear impacto.
•
Implementación de un sistema de indicadores sobre buen gobierno en la empresariedad de las mujeres y de la gobernanza en la cadena de valor.
•
Intercambio de experiencias, preferiblemente sur-sur.
•
Difusión de información sobre la empresariedad de las mujeres, los servicios existentes y otros (preferiblemente por medios masivos).
Gestión de proyectos e instituciones
••
Adaptabilidad y adecuación de los programas de formación en gestión empresarial.
•
Incorporación del enfoque de cadenas de valor en la práctica de los servicios prestados.
•
Promoción de alianzas y articulaciones entre actores y especialmente a nivel de los territorios.
•
Flexibilización de políticas de financiamiento.
•
Estimular la difusión y aplicación de buenas prácticas para lograr acceso a activos.
•
Diseño de incentivos apropiados para las mujeres incluyendo estrategias para posicionarse en la cadena, el mercado, lograr calidad, etc.
•
Desarrollo de mecanismos de evaluación de desempeño de las instituciones.
•
Combinación y articulación de estrategias territoriales y de cadenas de valor.
Fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres
116
•
Promoción de procesos de gestión y apropiación de conocimiento sobre el posicionamiento en cadenas de valor.
•
Consolidar organizaciones y plataforma organizativa territorial para la gobernanza.
•
Seguimiento al desempeño vía el acceso a información.
•
Fortalecimiento de alianzas y redes.
•
Socialización de información.
•
Estrategias para buen gobierno.
•
Desarrollo de estrategias para la incidencia en políticas que desarrollen incentivos para compatibilizar
la triple jornada.
117
118
6.
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
6.1
Sobre las
conceptualización
de las MIPYMES
El término MIPYME alude a un concepto muy amplio
que configura una población empresarial demasiado
extensa con características no homogéneas; mas aún,
en los países centroamericanos y en República Dominicana tiene connotaciones y significados diferentes a la
hora de definirla. El tamaño es en sí misma una variable
importante; pero lo son también el sector empresarial
en el que se desempeñan, si son iniciativas manufactureras, de servicios o comercializadoras, si exportan o no
lo hacen, el nivel tecnológico, las competencias técnicas y humanas presentes y requeridas, y sobre todo una
segregación por sexo y geográfica para diferenciar las
condiciones reales de las empresas en el sector.
Lo que está en el centro de la discusión es el nivel de
desagregación de la definición. Si se aíslan todas las de88 más variables y se toma solo el tamaño como elemento
diferenciador se tiene que las preocupaciones prevalecientes en la micro es la supervivencia, en la pequeña la
subsistencia y la mediana es la única que “puede darse el
lujo de pensar” en la sostenibilidad y desarrollo. Esto significa que no deben tratarse todas con las mismas políticas,
estrategias e instrumentos o con una “receta general”, ya
que esto solamente producirá ineficiencia en el uso de esfuerzos y recursos, tanto de los proveedores privados de
servicios de desarrollo empresarial como de las instituciones de fomento y desarrollo en los países. Lo anterior obliga al diseño de programas y soluciones más relacionadas
con sus necesidades y preocupaciones específicas. Una
configuración estratégica de esa naturaleza aumenta las
probabilidades de éxito para que las MIPYME mejoren su
calidad, productividad y competitividad en un escenario
más globalizado y con mayor número y mayor exigencia
de los competidores.
6.2
Sobre la
informalidad
de las EMPRESAS
6.3
Un tema preocupante es la informalidad de empresas prevaleciente en los mercados, lo que se traduce en competencia
desleal con las legalmente constituidas y que paradójicamente
impide que los servicios de apoyo lleguen hasta ellas. Se considera que los Gobiernos no han hecho lo suficiente para aminorar esta realidad, y en algunos países “el sistema” más bien
incentiva que las empresas no se formalicen. Se necesita mejorar el sistema de registro y el cumplimiento de ciertas licencias
requeridas para darle seguridad a las personas consumidoras
pero también para estimular la formalización de empresas.
Sobre los
servicios de apoyo
a las MIPYMES
Este tema es preocupante, sobre todo desde las instituciones públicas. Los servicios financieros son de difícil
acceso, con garantías inalcanzables; los créditos son caros, poco monto de financiación y de corto plazo. Esto
tiene como consecuencia, en la práctica, que no hay capital para inversión de envergadura en aspectos tales
como infraestructura, tecnología y activos físicos. Los
mecanismos de financiamiento son los tradicionales,
por lo tanto el Estado debe intervenir primero solucionando el tema de las garantías, de plazos y de oportunidad del crédito y luego incentivando nuevos esquemas
de financiamiento como el de capital de riesgo.
Llama la atención que la conceptualización y aplicación
práctica de los servicios de apoyo empresarial se hayan
reducido a servicios de capacitación; esto evidencia
que en la región el mercado de estos servicios se encuentra con un limitado nivel de desarrollo, que existe
una falta de compatibilidad entre oferta y demanda y
que lo que se ofrece en mayor volumen es formación
y capacitación, que puede ser gratuita, de precio más
accesible y frecuentemente subsidiado pero restringi-
da en sus alcances. Lo concreto es que se debe mejorar el nivel de las consultorías y asesorías y fortalecer
las capacidades del personal que brinda este tipo de
servicios para evitar gasto y desperdicio de recursos.
Respecto a la capacitación empresarial, se considera
que hay una abundancia en temas genéricos de gestión y que esta es deficiente, de poco valor agregado
y que no se hace cargo de cuestiones técnicas de sectores específicos. Por otro lado, se debe sensibilizar sobre la importancia de asistir y recibir los conocimientos necesarios para mejorar la gestión empresarial
por parte de las personas beneficiarias. Para ello debe
adecuarse las metodologías conforme a las necesidades de los grupos, sectores o perfiles, incorporar contenidos que afiancen el desenvolvimiento de las mujeres en el negocio y proponer flexibilidad de horarios
e incentivos.
89
Sobre el fortalecimiento de
los servicios de apoyo con
6.4 enfoque de género a las MIPYMES
En cuanto al fortalecimiento de los servicios de apoyo con visión de género, se recomienda examinarlos en tres dimensiones y bajo los siguientes aspectos específicos en cada dimensión:
6.4.1 Servicios financieros
• Aunque el acceso de las empresarias a los servicios financieros se ha incrementado sustancialmente durante
los últimos años, su posibilidad de beneficiarse de este acceso está todavía limitada por las desventajas que
sufren debido a su género.
• Se encuentra que, en promedio, los montos de préstamos a mujeres son más pequeños que aquellos para
hombres, aun cuando pertenezcan al mismo programa de crédito, a la misma comunidad y al mismo grupo
de prestatarios.
• Algunas diferencias en el monto de los préstamos pueden ser el resultado de la mayor pobreza de las mujeres o la más limitada capacidad de sus empresas para absorber el capital. Pero pueden también indicar una
más amplia discriminación social hacia las mujeres, la cual limita las oportunidades disponibles para ellas,
cuestionando si los programas de desarrollo a través del microcrédito debieran esforzarse más en abordar
estos temas.
• Y cuando se rastrea su liderazgo vemos muy pocas mujeres. Sus contribuciones- ya sea para establecer la
visión de una mesa directiva, diseñar productos y servicios o implementar programas- hacen falta.
• Así, a medida que la industria adquiere mayor sofisticación en el desarrollo de productos y servicios enfocados, tiene sentido prestar atención tanto al enfoque en las mujeres como a su empoderamiento personal y
colectivo (redes de mujeres empresarias).
• Los servicios financieros tienen el potencial de contribuir a mejorar la diversificación de las actividades productivas con enfoque de cadena de valor, generar alianzas estratégicas entre organismos públicos y privados, fortalecer las organizaciones empresariales, con lo cual se promueven los mecanismos de asociatividad,
economías de escala y empoderamiento de las mujeres, participación en acciones que vinculan la empresarialidad femenina a los mercados, especialmente en el mercado de cadenas de valor.
• La articulación entre MIPYMES a través de puntos de redes debe considerar la actividad, territorio, sector y
conglomerado; acompañamiento técnico especializado para elevar la productividad de las actividades económicas; involucramientos en redes y organizaciones locales, sectoriales, nacionales y regionales; el aprovechamiento de las experiencias de las organizaciones para lograr incidencia en la generación de políticas de
desarrollo local.
90
6.4.2 Gestión empresarial
La mayor parte de las mujeres empresarias y en especial las rurales se encuentran con limitaciones, como un
inadecuado manejo técnico para la elaboración, acabado y presentación de sus productos; falta de financiamiento para el desarrollo de sus iniciativas; escaso manejo y conocimiento para la gestión y administración
empresarial; poca información y vínculo con canales de comercialización y escaso o nulo equipamiento para el
desarrollo de sus procesos productivos, entre otros.
A esta situación se suma el poco reconocimiento y valoración de su trabajo y aporte a la seguridad alimentaria,
así como la baja autoestima que aún persiste en muchas de ellas.
Mientras tanto, las políticas públicas hasta ahora han subvalorado su aporte a la producción nacional y han respondido a esta urgencia con un asistencialismo cuestionable ante alternativas viables y programas de desarrollo sostenibles y con igualdad social y de género. Esta situación demanda respuestas concretas, más aún en los
actuales momentos en que la mayoría de organizaciones de mujeres se propone pasar de la supervivencia a la
gestión de iniciativas empresariales generadoras de ingresos adecuados y permanentes según sus necesidades.
El desarrollo de iniciativas en gestión empresarial debe contribuir a la apropiación de los conocimientos y la
mejora de capacidades de las emprendedoras, la armonización de las intervenciones de la cooperación en los
territorios a fin de no duplicar acciones y hacer un uso eficiente de los recursos financieros y técnicos, fortalecer
las capacidades nacionales de operativización de políticas públicas con enfoque de igualdad de oportunidades,
conformar plataformas organizativas que faciliten la representatividad de la empresariedad de las mujeres en
redes, instancias de desarrollo económico local, y promover alianzas con las organizaciones de mujeres para
encausar el rol de la mujer como actor económico.
Esto podría lograse si los entes rectores de la política pública de MIPYME coordinan y articulan sus acciones
con los Mecanismos Nacionales para el Adelanto de las Mujeres, unos desde su rectoría en materia de empresariedad y otros en materia de género. Cuando esto se logra, la experiencia de potenciar a las emprendedoras
y empresarias deriva en un círculo virtuoso que genera ganancias a los actores institucionales, pero sobre todo
a las mujeres.
91
6.4.3 Fortalecimiento organizacional
Introducir el concepto de género en las organizaciones e identificar mujeres con potencial de dirección en las
mismas permite desarrollar nuevas dirigentes y que se visualice su trabajo en las cadenas de valor, tanto en la
producción como en la gestión organizacional y comercial.
Dentro de las oportunidades que se visualizan para brindar servicios en fortalecimiento organizacional están:
profundizar el conocimiento y aprovechamiento de las potencialidades y oportunidades que existen en el territorio, principalmente por medio de métodos que admitan mapear la empresariedad de las mujeres en los
territorios; identificar socios potenciales para coinvertir en iniciativas promovidas por la empresariedad de las
mujeres y aquellas que fomenten su participación en las cadenas de valor, y promover la gestión del conocimiento mediante procesos de intercambios sur-sur que faciliten aprovechar las lecciones aprendidas y crear
mecanismos de multiplicación del aprendizaje.
Promover programas nacionales en cada uno de los países de la región, para la articulación de todos los actores,
que abarque todo el proceso emprendedor y en todos aquellos aspectos que son garantes del éxito empresarial. Este programa debe contemplar las acciones programáticas que se requieran en las diferentes etapas del
proceso emprendedor, asignando herramientas y roles a diferentes instituciones que aseguren la continuidad
del proceso, desde la etapa del fomento a la cultura emprendedora, pasando por la gestación de empresas y
continuando con la etapa de consolidación empresarial. Aquí se convierte en un imperativo el desarrollo de programas de incubación de empresas, que para el caso de las mujeres deben ser extramuros a efecto de garantizar
su derecho a participar reconociendo sus potencialidades y limitaciones de género.
Es importante realizar un análisis sobre herramientas financieras que favorezcan y apoyen con recursos los emprendimientos de mujeres. Estas herramientas pueden ser:
• Fondos de capital semilla. Se refiere a los fondos necesarios para implementar una empresa y financiar
actividades clave en el proceso de iniciación y puesta en marcha de un determinado proyecto. Generalmente, este capital es solicitado por las personas empresarias para investigación y desarrollo, así como
para cubrir los gastos operativos iniciales hasta que el producto o servicio pueda empezar a generar
ingresos por ventas y para atraer la atención de otros inversores.
El objetivo del capital semilla es proporcionar apoyo financiero temporal siempre y cuando se demuestren
que es técnica, comercial y financieramente viable.
• Redes de ángeles inversionistas. 115 Son inversionistas que operan individualmente y en redes organizadas para darle nacimiento, impulso o simplemente aumentar las inversiones de emprendedores que lo
necesiten y que cumplan con ciertos requisitos de rentabilidad. Su forma de trabajo consiste en aportar
capital en empresas en etapa de formación o consolidación justamente durante la fase de organización
y, si se da el caso, ofrecer su experiencia en los negocios para apoyar a quienes lideran los proyectos que
están financiando; de allí su nombre de “ángeles”.
92
• Fondos de capital de riesgo. 116 La inversión en capital riesgo/inversión representa una alternativa de
financiación para aquellas empresas que se encuentran en las fases de crecimiento. La actividad inver-
sora la desarrollan compañías de inversión especializadas en esta actividad, ya que se trata de
una actividad con cierto riesgo. Esta herramienta permite a la empresa crecer y fortalecerse sin el
peso del endeudamiento. Además del aporte financiero, dan apoyo empresarial sobre la marcha
de la empresa y a la estructura financiera.
En el anexo 5 se presenta un marco de referencia para una estrategia de mejoramiento y articulación de servicios de apoyo con enfoque de género para Centroamérica y República Dominicana y para lo cual se requiere
impulsar un proceso de incidencia política con los actores involucrados, especialmente con los oferentes de los
servicios del sector público y privado, para implementar mecanismos de trabajo conjunto, tanto a nivel de los
países como a nivel regional. A su vez, se demanda realizar análisis de la demanda para incorporar las prioridades de las mujeres que lideran MIPYMES en la región, a fin de impulsar una estrategia consensuada, participativa
e inclusiva.
Sobre la creación de un sistema nacional
6.5 de incubación de EMPRESAS
117
La instauración de un sistema de esta naturaleza que
permita establecer incubadoras empresariales en las
diferentes regiones de cada uno de los países, incluyendo los espacios rurales, es una necesidad imperante y debe hacer parte de las políticas de descentralización o desconcentración de los servicios públicos
que se ofrecen en el campo empresarial. Para ello es
de suma importancia desarrollar el marco legal e institucional que propicie, incentive y regule la creación
de un sistema de cobertura nacional, debidamente articulado, financiado y proyectado como parte de una
política estatal de desarrollo económico.
Es interesante ver la gran cantidad de programas de
capacitación y formación de emprendedores que se
identifican, pero que no conducen a la creación de
nuevas empresas enrutadas en las líneas de desarrollo que el país haya definido. Centroamérica es muy
ineficiente en la creación de empresas; se pone mu-
cho énfasis en una forma de capacitación y formación de
emprendimientos (el plan de negocios) pero no se genera
una masa crítica equivalente de nuevas empresas. Es decir, se habla mucho de emprendimiento pero se hace muy
poco para crear empresas. Por ello, la incubación puede
ser una alternativa viable para la región.
Este sistema vendría a propiciar y a brindar el sustento político y técnico al surgimiento de nuevas empresas, negocios, proyectos e iniciativas productivas como eje central
de esta política. Al respecto se destaca la experiencia de
un proyecto piloto de incubación de empresas extramuros (2010-2011) que desarrolló el Instituto Nacional de las
Mujeres 118 de Costa Rica con Parque Tec, el cual deja muy
importantes enseñanzas desde la aplicación de la perspectiva de género a esta modalidad de impulso y desarrollo de negocio.
Consultado en: ww.estrategiaynegocios.net/2012/04/13/Ángeles-inversionistas/
Ibíd.
117 Ver: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica.
115
116
93
El sistema pondría especial énfasis en el diseño y aplicación de estímulos, incluyendo incentivos fiscales,
educativos y de asistencia técnica, de forma que los
emprendimientos puedan ser una opción que compita
con los niveles de remuneración salarial y condiciones
existentes ahí donde prevalezca el trabajo decente. De
la misma manera que los modelos de desarrollo país
se dieron a la tarea de incentivar la exportación de
productos y la inversión extranjera directa, debe ahora
abocarse a crear un sistema de incentivos para el emprendimiento.
El proceso de incubación de empresas de mujeres tendría que estar en el centro de las políticas de desarrollo
de PYMES, pues las incubadoras ofrecen un entorno
propicio para superar barreras de información, educación, acceso al crédito, a las tecnologías de la información, entre otros, que, como se ha señalado, son críticos para las mujeres.
Sobre los emprendimientos
6.6 de MUJERES
Si bien en todos los países existe conciencia acerca de la necesidad de motivar la creación y el desarrollo de nuevas
empresas, la visión de la política de fomento de las MIPYMES según esa perspectiva es incipiente. Ciertos elementos ya
se encuentran presentes en algunos países pero es necesario propagar y convencer que la política de promoción de las
MIPYMES abarque las tres etapas del fomento de la iniciativa emprendedora: el desarrollo de una cultura emprendedora, la gestión de nuevos emprendimientos y el fomento del crecimiento y la consolidación de los mismos.
Las políticas que se desarrollen y los instrumentos que se usen para su implementación deben tener un objetivo económico con perspectiva de género: hacer que las PYMES de mujeres crezcan, contando con un entorno de negocios que
les sea propicio para que estas sean un motor más dinámico del desarrollo local, nacional y regional.
Para el fortalecimiento de los nuevos emprendimientos y consolidación de la base empresarial existente, se debe establecer una articulación de los mecanismos de fomento, diferenciados, que abarquen incentivos fiscales y financiamiento no tradicionales.
118
94
INAMU. Área de Gestión de Políticas Públicas para la Igualdad de Género.
Para todo lo anterior es pertinente llevar a cabo acciones que profundicen la mejora regulatoria o la simplificación de
trámites y procedimientos como mecanismos para facilitar el establecimiento de nuevas empresas y la consolidación de
las existentes, reduciendo, entre otros, los costos de la formalización de empresas informales.
También es necesario avanzar en sistemas de coordinación interinstitucional, ya que por su naturaleza estos involucran
la participación de diversos sectores, especialmente de las redes, actores fundamentales en estos procesos porque son
instrumentos que promueven información y desarrollo empresarial.
Sobre la georreferenciación de
6.7 las empresas de MUJERES
Los mapas georreferenciados 119 permiten evidenciar conglomerados poblacionales según formas de participación en
la economía o en cualquier otro sistema y deben ser empleados en los países para elaborar diagnósticos territoriales
efectivos y tipificación de territorios que incluya el análisis de los sistemas de género presentes, como sustento para
formular políticas públicas diferenciadas.
Lo anterior incluye también las especificidades propias de la diversidad cultural y etaria, de manera que no se impongan
fórmulas generalistas a todos los territorios, pues muy posiblemente fórmulas que pueden ser de hecho muy efectivas,
como la promoción de PYMES, MIPYMES y pequeños negocios rurales, en algunos contextos y sin condiciones adecuadas, pueden generar más bien mayor sobrecarga de las mujeres.
Si bien canalizar el potencial del autoempleo de las mujeres hacia organizaciones empresariales con mayor capacidad
es una estrategia importante, 120 por sí misma puede ser insuficiente para estimular un cambio de las relaciones de género. Se requiere, a la par de éstas, impulsar una mayor corresponsabilidad entre los géneros, en términos del ejercicio
de derechos y compromisos económicos, sociales y políticos, tanto a nivel privado (familia) como a nivel estatal-público
(Estado, empresa privada, comunidad).
Sobre el acceso a mercados
6.8 de las MIPYMES de MUJERES
El acceso a mercados y la comercialización no solo permite dar a conocer y proyectar a las empresarias en el mercado
nacional e internacional, facilitar su acceso a mercados y buscar un mejor precio a sus productos, sino también reforzar
su capacidad productiva y organizativa así como apoyar la continuidad de sus relaciones comerciales, entre otros. Esto
puede lograrse mediante actividades paralelas, como ruedas de negocios que faciliten crear contactos comerciales
El proyecto Mujeres y Desarrollo Económico Local, MyDEL, ejecutado en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, ha desarrollado la ruta llamada del
“re-conocimiento” para el trabajo por la equidad de género en los territorios, evidenciando la cantidad
120 Portilla, Melania (2005). “Equidad de género en las micro y pequeñas empresas rurales”, en revista COMUNIICA, edición 4, II etapa, octubre-diciembre, pp. 3-10.
119
95
(encuentros con jefes de compras o proveedores de supermercados, almacenes, exportadores, dueños de pequeños
negocios comerciales como tiendas, boutiques, bazares o con demandantes de servicios varios que ofrezcan las empresarias) que les admita generar contratos de negocios en corto tiempo pero también establecer relaciones comerciales permanentes, y en general establecer encadenamientos productivos. Entre esas actividades paralelas pueden
organizarse ruedas de negocios, salón de proveedores, ruedas crediticias organizadas con bancos estatales y privados,
ONG, fideicomisos u otros programas que ofrecen servicios financieros y no financieros para facilitar opciones de financiamiento a las empresarias. También pueden promoverse encuentros con consultorías empresariales, reuniendo
a personas o empresas que ofrecen servicios de consultoría (capacitación, asistencia técnica u otros) que apoyan el
fortalecimiento empresarial de las participantes en estos espacios feriales. En este campo el Instituto Nacional de las
Mujeres de Costa Rica tiene una valiosa experiencia, 121 lo mismo que la Secretaría Presidencial de la Mujer de Colombia
y el Servicio Nacional de la Mujer de Chile.
Sobre la ausencia de datos de las
6.9 MIPYMES de MUJERES
A pesar de ser las MIPYME tan relevantes, la región carece de sistemas de información que permitan cuantificar su verdadero aporte y desempeño. La informalidad
del sector, la amplia gama de actividades que realizan,
el rezago de los sistemas estadísticos y la falta de homogeneidad en las definiciones y conceptos son las
principales limitaciones. Con información incompleta
y fragmentada resulta complejo el diseño de políticas
públicas y de estrategias para su fomento. Por ello es
fundamental que se realicen esfuerzos conjuntos entre
las instancias responsable vinculadas, a fin de lograr el
levantamiento de datos actualizados y segregados por
sexo, rural-urbano, composición de la empresa, actividad económica, entro otros, de tal manera que se pueda contar con información fiable y detallada, susceptible de comparar.
121
96
Al día de hoy los censos y encuestas nacionales de actividad económica se enfocan en el tema del empleo y la participación de la mujer en la fuerza laboral, pero se carece
de encuestas y censos económicos con información sobre
PYMES y género que permitan conocer con detalle los sectores económicos en donde las mujeres operan, tasas de
crecimiento de PYMES propiedad de mujeres, ubicación,
número de empleados, años de operación, monto de sus
inversiones, incorporación de instrumentos tecnológicos
a su negocio, nivel de escolaridad, uso del tiempo, etc.
En este sentido, se recomienda a partir de iniciativas como
el proyecto del Sistema Regional de Información MIPYME
en Centroamérica de CENPROMYPE, incentivar a las autoridades de Gobierno, instancias nacionales y redes a unir
esfuerzos para el levantamiento de datos e información
Objetivos y actividades contempladas en la Feria Nacional de Mujeres Empresarias de Costa Rica.
sobre la realidad de las mujeres en las MIPYMES con el
fin de innovar en el análisis y propuestas de investigaciones, proyectos, políticas y programas a partir de una
información confiable.
urgencia de que los países de la región realicen un esfuerzo
serio para compilar estadísticas en esta área con las características requeridas.
Si se quieren impulsar las políticas correctas para apoyar el desarrollo de las mujeres empresarias en la región, es fundamental contar con la información que
ofrezca un panorama acertado de su realidad. De ahí la
Sobre las grandes política públicas
6.10 para el sector de las MIPYME
El panorama regional de las MIPYME enfrenta grandes
desafíos para mejorar las condiciones del sector desde una perspectiva de igualdad y equidad de género.
Hay claridad de la importancia del tema, sin embargo
se detectan vacíos respecto a la construcción de políticas integrales que incluyan la cultura, las redes, los
servicios, la educación, las competencias, los recursos,
los mercados, la asistencia técnica, los insumos, las
características empresariales, el ambiente, entre otras
relacionadas con la transferencia cíclica y en espiral de
conocimiento. De igual manera, hay conciencia de que
el empoderamiento de las mujeres es condición indispensable como contenido de los programas, recogido
en política pública que le den calidad, rigurosidad y
sostenibilidad a acciones o medidas aplicadas en este
campo.
En general puede señalarse que los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres han puesto y
siguen poniendo su contribución para que los Gobiernos mantengan en su agenda las demandas económicas de las mujeres en general y en particular la de las
emprendedoras y empresarias. No obstante, parece
una constante presente en la realidad de los países que
los derechos económicos de las mujeres no son todavía reconocidos con la amplitud que requieren y menos aún que
se tengan todas las condiciones favorables para conseguir
su propia autonomía económica.
Esta situación se traduce en un reto para los Gobiernos, para
los organismos no gubernamentales, para la cooperación
internacional, entre otros actores clave, a fin de lograr mayores y más efectivos cambios en nuestra región. Asimismo,
se hace necesario continuar el proceso de reforma y revisión de leyes inadecuadas, a fin de que reflejen las nuevas
realidades y garanticen la igualdad jurídica y de facto de las
mujeres en materia de derechos económicos, de cara a su
autonomía económica.
Pero los limitados mecanismos de monitoreo y evaluación,
así como la disponibilidad y análisis de datos desagregados
por sexo, constituyen problemas adicionales de los Estados
y de los organismos regionales que los aglutina, que impiden a estas, a las instituciones públicas y en especial a los
mecanismos nacionales para el avance de las mujeres constatar los progresos logrados a favor de las mujeres en general, y en particular de las emprendedoras y las empresarias.
97
Por otro lado, se requiere de un aprovechamiento sostenible de los diferentes activos y sus combinaciones,
sean estos naturales, físicos, económicos, políticos,
humanos, sociales, institucionales, para un adecuado
crecimiento económico; reducir los índices de pobreza
en los países y promover verdaderas transformaciones
dirigidas a incluir a los grupos más vulnerables en las
sociedades y su acceso en condiciones de igualdad a
las oportunidades de desarrollo.
Para que exista un modelo de igualdad de oportunidades para todos los sectores productivos y sus terri-
98
torios, sea urbano o rural, agrícola o no agrícola, grandes
o pequeños, deben gestionarse diversos ajustes dirigidos
hacia un clima de competencia, un Estado eficiente, un grupo de reglas claras y menor burocracia en el trámite de los
buenos negocios, una mayor promoción de los emprendimientos, el incremento del conocimiento técnico-científico,
más y mejor infraestructura y la incorporación efectiva de
las MIPYMES existentes y las futuras en la economía global.
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101
ANEXOS
102
ANEXOS
1
ANEXO
CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: POBLACIÓN LOCAL POR CONDICIÓN DE ACTIVIDAD Y
PARTICIPACIÓN LABORAL,
SEXO Y ZONA DE RESIDENCIA, 2006-2008
(Cifras en miles de personas,
cifras brutas en porcentajes
de la población total y cifras
netas en porcentajes de la
población en edad activa
total)
122
Fuente: Observatorio Laboral de Centroamérica y República Dominicana. OIT. En: www.
empleo-foil.oit.or.cr/olacd/
TFNR: Trabajo Familiar No Remunerado.
103
2
ANEXO
Matriz: Marco institucional en el sector
MIPYMES en Centroamérica y República
Dominicana
PAÍS
COSTA RICA
104
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
La Ley de Fortalecimiento a la Pequeña y Mediana Empresa n.o 8262 de mayo del 2002 tiene por objeto crear un marco normativo que promueva un sistema estratégico integrado de desarrollo de largo
plazo que permita el desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas (aunque también
incluye a las microempresas) y posicione a este sector como protagónico, cuyo dinamismo contribuya
al proceso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
A través de esta ley se crea el Consejo Asesor Mixto de la Pequeña y Mediana Empresa, como órgano
asesor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Entre sus principales funciones está la
de analizar el entorno económico, político y social y su impacto en las PYME, contribuir con el MEIC en
el desarrollo de las políticas públicas para este sector y evaluar la aplicación de estrategias, programas,
proyectos y acciones para fortalecer el desarrollo y la competitividad de las PYME.
Por otra parte, la Dirección General de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (DIGEPYME) se crea
en el año 2004 y tiene como objetivo formular políticas específicas de fomento, desarrollo y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas en Costa Rica, fortaleciendo así, la competitividad de
las PYME por medio del estímulo, la promoción y el apoyo a la modernización. Asimismo, facilita la
ejecución de planes, programas, proyectos o acciones integrales orientados al fortalecimiento de áreas
estratégicas de desarrollo.
Asimismo, en el 2005, con el objetivo de asegurar que las PYME de las zonas rurales reciban los beneficios de las políticas de fomento, se abren los Centros Regionales de Atención PYME (CREAPYME), las
cuales son unidades descentralizadas que buscan conocer las condiciones de la PYME regional, para
atenderla con un enfoque de desarrollo local y con ello mejorar las condiciones socioeconómicas de
Costa Rica.
Por otra parte, en este mismo decreto en su artículo 22 se oficializa la Red de Apoyo a PYME. Esta es
una agrupación de instituciones y entidades públicas y privadas que tienen como común denominador su interés por responder a las necesidades de las micro, pequeñas y medianas empresas del país,
mediante la prestación de servicios.
Asimismo, de acuerdo con esta ley, en su capítulo tercero, artículo siete se establece que: “los bancos
del Estado y el Banco Popular y de Desarrollo Comunal podrán promover y fomentar programas de crédito diferenciados dirigidos al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas”. En ese sentido se
crea el Fondo Especial para el desarrollo de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (FODEMIPYME).
También está el Programa Nacional de Apoyo a la Pequeña y Micro Empresa (PRONAMYPE), creado
mediante Decreto Ejecutivo n.o 2 1455-MEIC-MTSS del 15 de julio de 1992 y adscrito al Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, el programa se encarga de diseñar, ejecutar y coordinar la administración
de un servicio integral de apoyo al desarrollo de la microempresa y otros grupos que forman parte del
sector informal de la economía.
A nivel de formación, está el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) 9 fue creado el 21 de mayo de
1965 por la ley No.3506 y reformado por la ley n.o 6868 del 6 de mayo de 1983. Es un ente público que
tiene como finalidad principal promover y desarrollar la capacitación y formación profesional de los
trabajadores, en todos los sectores de la economía, para impulsar el desarrollo económico y contribuir
al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo del pueblo costarricense. Cuenta con un Programa de Atención para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (conocido como Programa MIPYME) el
cuál fue establecido en el año 2000. El objetivo general de este programa es coadyuvar en el mejoramiento de la competitividad y productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante la
promoción, coordinación y evaluación de servicios de capacitación y formación profesional dirigidos a
dichas empresas, acordes con las necesidades del entorno económico nacional y mundial.
PAÍS
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
EL SALVADOR
La Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa-CONAMYPE de El Salvador es una institución
creada en 1996 mediante Decreto Ejecutivo n.o 48. A partir del mes de julio de 1999, mediante Decreto
Ejecutivo n.o 12, esta instancia pasó a formar parte del Ministerio de Economía, siendo su misión “proponer, promover, facilitar y coordinar la ejecución de políticas, estrategias, programas y acciones para
el desarrollo integral de las Micro y Pequeñas empresas salvadoreñas”.
En septiembre del 2007, se da el lanzamiento del Plan de Gobierno para las MIPYME denominada “El
Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sostenible de
las MIPYME”, la cual tiene como objetivo general “Apoyar y consolidar el desarrollo de las capacidades
competitivas de las MIPYMES salvadoreñas, a fin de facilitar su incursión ventajosa y posicionamiento
sostenido en los mercados nacional, regional e internacional, potenciando la rentabilidad de sus negocios y su importante aportación como fuente generadora de empleos de calidad e ingresos para sus
propietarios y trabajadores, traducidos en beneficios económicos y sociales para el país”.
El Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP) fue creado en junio 2 de 1993, por
medio de la Ley de Formación Profesional (Decreto Legislativo n.o 554) y tiene como objeto satisfacer
las necesidades de recursos humanos calificados que requiere el desarrollo económico y social del país
y propiciar el mejoramiento de las condiciones de vida del trabajador y su grupo familiar.
GUATEMALA
Según Acuerdo Gubernativo n.o 182-2000, de mayo de 2000, se incorpora el Viceministerio de Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, al Reglamento Orgánico Interno del Ministerio
de Economía, indicando que esta instancia será la encargada de facilitar el desarrollo competitivo de
la micro, pequeña y mediana empresa productora de bienes y de la prestación de servicios. La misma
tiene como misión “desarrollar el sector de manera competitiva facilitando el acceso a servicios de
desarrollo empresarial y financieros ágiles y oportunos dentro de un marco de fomento adecuado”.
Con el Acuerdo Gubernativo n.o 178-2001, se crea el Consejo Nacional para el Desarrollo de la
Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, que tiene como objetivos esenciales: planificar, dirigir,
coordinar, supervisar, controlar y evaluar los recursos financieros actuales y futuros, provenientes de
los sectores público y privado y de organismos nacionales e internacionales, destinados al Programa
Nacional para el Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, el cual es el encargado
de ejecutar los planes y proyectos relacionados con el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa, que apruebe el Consejo Nacional.
En noviembre del 2005, se da el lanzamiento de la Política Nacional para el Desarrollo de las Micro,
Pequeña y Mediana Empresa, cuyo objetivo general es mejorar la productividad y competitividad de
estas unidades productivas. Algunos de los principios que sustentan esta política son precisamente, ser
una propuesta de alcance nacional, que incluya a todos los sectores y rubros de actividad y considera
todas las áreas urbanas y rurales del país. Asimismo, en el diseño e implementación de la política se
mantiene un enfoque sistémico, de equidad social, integralidad, sostenibilidad y de participación ciudadana, donde sus ejes transversales deben enfocarse en la equidad de género; multiculturalidad y de
preservación y aprovechamiento del medio ambiente. La implementación de esta política tiene como
ente rector del sistema al Viceministerio de Desarrollo de la MIPYME.
Según Decreto n.o 17-72 de mayo de 1972, se crea el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad
(INTECAP), como una entidad descentralizada, técnica, no lucrativa, con patrimonio propio, fondos privativos y plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones. Tiene como misión, formar
y certificar trabajadores y personas por incorporarse al mercado laboral, así como brindar asistencia
técnica y tecnológica en todas las actividades económicas, para contribuir a la competitividad y al
desarrollo del país.
El Gobierno de la República de Guatemala, tiene dentro de sus principales desafíos avanzar de forma
sustantiva en el proceso de aplicación de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de
las mujeres mayas, mestizas, garífunas y xinkas, por medio de la aprobación, sanción y aplicación de la
Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres -PNPDIM- y el Plan de Equidad de
Oportunidades -PEO- 2008-2023: es el mecanismo general por medio del cual se busca la aplicación de
medidas que permitan a las mujeres alcanzar el desarrollo integral, para hacer efectivo el principio de
equidad real y efectiva entre mujeres y hombres, que a la vez viabilicen que Guatemala cumpla con los
Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, la Convención para Prevenir, Sancionar y Eliminar la Violencia contra la
Mujer, la Plataforma para la Acción Mundial y otras de ámbito nacional e internacional.
105
PAÍS
HONDURAS
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
Mediante Decreto Ejecutivo n.o 008-2000 se crea la Comisión Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa (CONAMIPYME) como una instancia interinstitucional de consulta y coordinación de los esfuerzos del sector público y privado en el campo del fomento de la micro, pequeña y mediana empresa.
Tiene como objetivo apoyar el desarrollo y fortalecimiento empresarial para aumentar la productividad
de estas unidades económicas, propiciando una mayor competitividad de sus productos o servicios,
en procesos eficientes de integración sectorial a fin de estabilizar y generar empleos, mejorar el nivel
de ingreso y la calidad de vida de la población vinculada a este sector de la Micro, Pequeña y Mediana
Empresa, prestando atención al enfoque de género.
Asimismo, mediante Decreto Ejecutivo n.o PCM-006-2001, se crea la Dirección General de Fomento a la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa y del Sector Social de la Economía (DIFOMIPYME-SSE), como una
dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio. Esta tiene como objetivo “fomentar la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas, mediante la creación de políticas y estrategias en
consulta con los diferentes actores del sector.
En abril del 2008, se da el lanzamiento de la estrategia de la Política Nacional de Fomento y Desarrollo
de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, en la que se propone generar un marco
legal regulatorio que permita armonizar la legislación económica nacional para impulsar un modelo
que corresponda al desarrollo de la MIPYME a través de una propuesta de ley presentada al Congreso
Nacional.
El Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) es una institución autónoma con personalidad
jurídica y patrimonios propios, creado bajo Decreto Ley n.o 10 del 28 de diciembre de 1972.Tiene por
objetivo “contribuir al aumento de la productividad nacional y al desarrollo económico y social del país,
mediante el establecimiento de un sistema racional de formación profesional para todos los sectores
de la economía y para todos los niveles de empleo, de acuerdo con los planes nacionales de desarrollo
económico y social y las necesidades reales del país.
NICARAGUA
La Dirección Nacional de PYME (DIPYME) del Ministerio de Fomento Industria y Comercio (MIFIC) es la
instancia gubernamental encargada del sector. Esta dirección tiene como propósito impulsar la productividad de las MYPE en una economía de mercado mediante la revisión continua de las políticas de
fomento, la coordinación, supervisión y divulgación de los esfuerzos de los actores públicos y privados
para su optimización.
También está el Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), creado por
el Decreto No. 6-94 del 8 de marzo de 1994, la cual tiene como misión buscar “el fortalecimiento de la
competitividad de las MIPYMES, el fomento y desarrollo de nuevos emprendimientos, ejecutando políticas, programas y proyectos orientados a ellos desde un compromiso social y ambiental.
Por otra parte, está el Programa PROMIPYME, el cual tiene como objetivos específicos, promover, facilitar
y contribuir a la creación y mejoramiento del marco regulatorio, de políticas y de estrategias que cree un
mejor clima de negocios favorable para el desarrollo integral del sector MIPYME y su adecuada inserción
en el comercio nacional e internacional.
En septiembre del 2004 se estableció el Plan Nacional de Desarrollo Operativo (SECEP-Gobierno de Nicaragua 2004), el cual contempla que para lograr el desarrollo empresarial competitivo de las micro-pequeños y medianos establecimientos se requiere hacer frente a una gama de restricciones tales como:
la informalidad de las empresas, la falta de políticas sectoriales concertadas, fuerte deficiencia en la
formación de recursos humanos tanto en aspectos gerenciales como técnicos productivos, un casi nulo
uso de la tecnología y sistemas de información, entre otras.
En enero del 2008, se aprobó la “Ley de Promoción, Fomento y Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ley MIPYME)”, la cual tiene como objeto fomentar y desarrollar de manera integral la micro,
pequeña y mediana empresa, propiciando la creación de un entorno favorable y competitivo para el
buen funcionamiento de este sector económico de alta importancia para el país. El órgano rector de esta
Ley es el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) por medio de su titular y con el INPYME
como instancia ejecutora.
106
PAÍS
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
NICARAGUA
El Instituto Nacional Tecnológico (INATEC), se crea bajo decreto n.o 3-91 del 10 de enero en 1991, como
ente autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propio, según decreto 40-94 de septiembre de
1994 se reconoce esta labor estableciendo entre sus fines y objetivos definir las políticas nacionales de
formación profesional, administrar, organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar las actividades del
Subsistema de Formación Profesional, así como impulsar el desarrollo coherente y armonioso de los
recursos humanos calificados y desarrollar la formación profesional en relación directa con los requerimientos de los sectores económicos nacionales y los intereses individuales de las personas.
PANAMÁ
La Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME) es una entidad autónoma del estado,
rectora en materia de micro, pequeña y mediana empresa y creada mediante Ley n.o 8, de mayo del
2000. Tiene la finalidad de fomentar el desarrollo de este sector, mediante la ejecución de la política nacional de estimulo y fortalecimiento del sector, para contribuir con la generación de empleos productivos, el crecimiento económico del país y una mejor distribución del ingreso nacional. Está representada
ante el Órgano Ejecutivo por conducto del Ministerio de Comercio e Industria.
Complementaria a esta ley, se creó la Ley n.o 33, del 25 de julio del 2000, la cual “Dicta normas para el
fomento a la creación y desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa” y establece un régimen
normativo para fomentar la creación, el desarrollo, y el fortalecimiento del sector, mediante políticas de
promoción orientadas a la consolidación, productividad y auto sostenibilidad del sector. Este régimen
es coordinado y dirigido por AMPYME.
El Instituto Nacional de Formación Profesional (INAFORP) creado mediante Ley n.o 18 de 1983 se reestructura, mediante Decreto Ley n.o 8 del 15 de febrero del 2006 bajo el nombre de Instituto Nacional
de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH). Este instituto tiene como objetivo
fundamental adoptar, dirigir, implementar y supervisar la ejecución de las políticas, estrategias y programas de formación profesional, capacitación laboral y capacitación en gestión empresarial, tanto para
el sector público como para el sector privado, así como administrar y distribuir los recursos públicos
asignados para tal fin.
REPÚBLICA
DOMINICANA
Se crea en mayo del 1997 mediante Decreto 238-97, el Programa de Promoción y Apoyo a la Micro,
Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), hoy Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro,
Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME). Este Consejo tiene como objetivos principales formular
políticas que orienten el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, promover el financiamiento
a empresas, estimular y fortalecer el espíritu empresarial, promover los sistemas tecnológicos y de gestión, así como proyectos de leyes, decretos y reglamentos que tengan la finalidad de crear un marco institucional acorde con el objetivo de apoyar, desarrollar, facilitar y expandir el financiamiento a la micro,
pequeña y mediana empresa.
Este Consejo elaboró el Plan Nacional de Competitividad sistémico (PNCS) y está impulsando la creación
de una “Ley que Establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas
Empresas (PYMES), la cual pretende crear un marco, regulatorio y un organismo rector que promueve estrategias integradas para el desarrollo de las MIPYMES. Ésta ya fue aprobada en el Senado y actualmente
se encuentra en la Cámara de Diputados a la espera de ser aprobado”.
El Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), es el organismo rector del Sistema
Nacional de Formación para el Trabajo Productivo, en República Dominicana y su función principal es
capacitar la mano de obra del sector productivo nacional, asesorar a las empresas y regular la formación
profesional a nivel nacional. Es una organización autónoma, investida de personalidad jurídica, de carácter no lucrativo y patrimonio propio, creado por la Ley 116, del 16 de enero de 1980, y regulado por
el reglamento 1894, del 11 de agosto del mismo año.
107
PAÍS
BELICE
MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL
Belice Trade and Investment Development Service (BELTRAIDE) es una institución de orden mixto que
fue creada por el Ministerio de Desarrollo Económico, con el objetivo de promover las exportaciones de
Belice. En el año 2000, Beltraide reorientó sus objetivos y ahora actúa no solamente en el ámbito de la
promoción de las exportaciones sino también en la facilitación de crédito a las exportaciones –mediante “networking” con las entidades financieras-, en la inversión en infraestructura para la exportación a
través de lo que tenga que ver con la logística de las exportaciones y en actividades de mercado, comercialización y desarrollo empresarial.
En el ámbito del mercadeo, la comercialización y el desarrollo empresarial, BELTRAIDE ha desarrollado
bases de datos con información de interés para las empresas exportadoras, tales como precios, productos y mercados de exportación, entre otros. También realiza investigación de mercados sobre oportunidades de negocios que difunde entre el sector exportador (mediante publicaciones en físico y en forma
digital). Los sectores que se están impulsando para la exportación son: muebles, artesanías y productos
agrícolas no tradicionales, acuacultura, industria de manufactura liviana, turismo y TIC (en lo que respecta a actividades de “outsourcing”). BELTRAIDE tiene también un programa de capacitación a MIPYMES
con potencial exportador, fomentando la asociatividad entre ellas para lograr volúmenes de exportación más altos.
Departamento de Cooperativas en el Ministerio de Agricultura: Las cooperativas reciben mucho estímulo en Belice: cooperativas de ahorro y crédito, cooperativas de taxi, cooperativas de artesanos, cooperativas de servicios turísticos, cooperativas de pesca y cooperativas en el sector agrícola.
El Departamento de Cooperativas del Ministerio de Agricultura trabaja en el fomento del cooperativismo en el sector agrícola como herramienta para la creación de empresas, brindando asistencia técnica a
grupos de agricultores en la formación de la cooperativa y en el desarrollo del negocio propiamente. El
Departamento de Cooperativas conformó una unidad de desarrollo emprendedor que permite asignarle un mentor a las cooperativas para generar Planes de Negocios y Planes de Mercadeo con su respectiva
estrategia de comercialización.
Cámara de Industria y Comercio de Belice: es considerada la Cámara más grande de Belice, con más de
400 miembros. Tiene como misión representar los intereses de los asociados y promover la importancia
de la empresariedad. La Cámara ofrece cursos de capacitación para MIPYME, que no tienen mayor énfasis en el tema emprendedor, y consideran que la principal limitante es el acceso al crédito. Lo principales
sectores con los que trabajan son turismo, agricultura, acuacultura, maderas y muebles. El tema de género no está entre sus prioridades.
108
3
ANEXO
Matriz: Políticas y programas con perspectiva de género en el
sector MIPYME
PAÍS
COSTA RICA
PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES
El MEIC, a través de DIGEPYME, cuenta con un programa de apoyo a mujeres emprendedoras (Creando
Empresarias), que se ejecuta por medio del área de la mujer de las municipalidades. Este programa surge
como alternativa económica a mujeres en riesgo social que buscan su independencia económica y se
enmarca más dentro de un esquema de asistencia social que dentro del contexto de un esquema de
fomento de la gestación, desarrollo y consolidación de nuevas empresas.
El Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) tiene mucho trabajo desarrollado sobre emprendimientos
de mujeres. En esa línea el INAMU desarrolló en el 2003 un diagnóstico sobre el perfil de riesgo de la
microempresa de mujeres. Ese estudio es la base para trabajar sobre el acceso al crédito como elemento
clave para el despegue de estas empresas.
Desde el año 2000 el INAMU promueve el emprendimiento de las mujeres urbanas y rurales y especialmente las indígenas. Mediante la ley PYME trabajan en coordinación con el MEIC, PROCOMER, y el
sistema financiero, entre otros, aunque reconoce que la ley PYME se orienta a la pequeña empresa y no a
la microempresa o al sector informal (donde se encuentra la masa crítica de sus acciones). Este también
es un indicador de la orientación de los emprendimientos que buscan apoyarse. Sin embargo, con la
organización de la Feria Nacional de Mujeres Empresarias (2007, 2008, 2009 y 2011 en proceso organizativo) y la creación del Registro Nacional de Mujeres Empresarias (2008) por parte de INAMU se logra
una mejor atención al sector empresarial de mujeres, buscando apoyarlas de manera más sistemática y
también desarrollar una clasificación de las mismas.
EL SALVADOR
El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) que tiene como objetivo: diseñar, dirigir,
ejecutar, asesorar y velar por el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer, promoviendo en tal
sentido el desarrollo integral de la mujer salvadoreña con igualdad y equidad y propiciando la efectiva
participación de las organizaciones de mujeres, de la comunidad y demás entidades de la sociedad civil,
en la prevención y la solución de los problemas que afronta la mujer.
Iniciativa de Technoserve, que fomentó el desarrollo de emprendedurismo en los años 2005-2006 en
sectores más vulnerables de El Salvador, con el objetivo de crear nuevas empresas, a través de la metodología NEFTI, y fortalecer las economías familiares con la participación de la mujer en las actividades
económicas.
Las iniciativas de FUNDEMAS, con el programa de Taller Mujer Emprendedora, que da inicio a finales del
2002, que surge de información recopilada en entrevistas a mujeres salvadoreñas y de una investigación
sobre mujeres empresarias y ejecutivas del área centroamericana.
109
PAÍS
GUATEMALA
PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES
Secretaria Presidencial de la Mujer-SEPREM, el Ministerio de Economía, el Viceministerio de Micro, Pequeña y Mediana Empresa, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar, y la Universidad San Carlos tiene por objetivo el apoyo a pymes en el sector femenino, y
promover herramientas para las mismas.
El programa CSEM-Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres- del Viceministerio de la Pequeña
y Mediana Empresa del Ministerio de Economía que es el Programa de Apoyo a Empresarialidad Femenina del Ministerio y que localmente está trabajando en desarrollo y promoción de la empresariedad de
las mujeres, en los departamentos de Huehuetenango Chiquimula y Sololá a través de los Asociaciones
de Desarrollo Económico Local y los Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres.
Red de Mujeres Emprendedoras, Woman into the new Entrepreneurial Reinforcement mNetwork, su
objetivo es facilitar el acceso a las Mujeres Guatemaltecas a las Tecnologías de Información y Comunicación TIC.
HONDURAS
Los proyectos de desarrollo empresarial por lo general contemplan como eje transversal la parte de
equidad de género, donde se especifica que los beneficiarios deben de ser equivalentes en números.
Por otra parte, la Ley de fomento y competitividad de las MIPYMES menciona de manera puntual el
tratamiento en relación al tema de género, por lo que si se desarrollaran programas de fomento del
emprendedurismo el tema de género debiera estar incluido.
El Instituto Nacional de la Mujer, como la institución del Estado responsable de la rectoría de las Políticas
Públicas de Género, presenta la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género
de Honduras 2010-2022 (II PIEGH), que contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres
como titulares de derechos, para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad plena
entre hombres y mujeres.
NICARAGUA
En el sector público, los servicios de desarrollo y asesoría empresarial del MIFIC-INPYME tienen un enfoque de género, por lo menos en la asistencia a empresas existentes.
El Congreso Permanente de Mujeres Empresarias de Nicaragua firmó con la Universidad Americana
(UAM) un convenio a través del cual los jóvenes egresados de las carreras de esta universidad pueden
hacer sus trabajos monográficos en las empresas de mujeres, lo que les fortalecería en aspectos relacionados a planes de negocios, estrategias de mercados, diseño de planta para la agroindustria, entre otros,
mismos que ayudarían en la parte técnica de las empresas en manos de mujeres.
En el marco del Convenio entre el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y
el PNUD e INATEC, se impartió el Curso “Metodológico de Gestión Empresarial con Enfoque de Género”
en el INATEC.
En el marco del Instituto de la Mujer (INIM) se promueven líneas estratégicas y la importancia de las
políticas de género en el quehacer institucional de Nicaragua, sin embargo no hay una política nacional
propiamente establecida.
PANAMÁ
110
En diciembre del 2007 se aprobó tripartidamente el Programa Nacional de Trabajo Decente de Panamá
2008-2011, en el cual uno de los temas era la promoción del empleo y el trabajo decente para jóvenes,
en especial para las mujeres.
PAÍS
REPÚBLICA
DOMINICANA
PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES
Régimen regulatorio para el desarrollo y la competitividad de las MIPYMES. Aprobado en el 2008. El objetivo de esta ley es contribuir al fortalecimiento del sector MIPYMES, impulsar nuevos empleos, mejorar
la distribución del ingreso, instaurar instrumentos que promuevan un desarrollo integral y participación
eficiente en la estructura productiva del país.
Esta ley crea el Consejo Nacional PROMIPYMES cuya misión es promover el fortalecimiento y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas como estrategias para incrementar el nivel de empleo y
combatir la pobreza poniendo a disposición de estas unidades productivas financiamiento y asistencia
técnica especializada, para facilitar su eficiencia y el incremento de su productividad y competitividad,
de forma tal que puedan acceder a nuevos mercados, locales e institucionales.
BELICE
Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and
Physical Vulnerabilities.
Tiene como líneas estratégicas el desarrollo empresarial; capacidad de intercambio comercial y competitividad; ambiente y manejo de riesgos naturales; desarrollo humano y seguridad nacional y ciudadanía.
Con estas líneas de acción se pretende mejorar la estructura económica y social así como las oportunidades para la ciudadanía.
Fuentes: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San
José, Costa Rica.
MENDOZA, P. (2010). Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and Physical Vulnerabilities. Ministerio de Economía, Industria y Comercio y Protección al Consumidor. Belice.
111
ANEXO
4
LAS MICROFINANZAS
DE CENTROAMÉRICA
Y EL CARIBE 2011
112
ANEXO
5
PROPUESTA DE ESTRATEGIA: INSUMOS
PARA EL MEJORAMIENTO Y ARTICULACIÓN DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS
Y NO FINANCIEROS
CON ENFOQUE DE
GÉNERO PARA LAS
MIPYMES EN CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA
La propuesta que se describe a continuación está basada en los resultados expuestos por las mujeres centroamericanas y proveedores de servicios de apoyo en la región, en el Taller sobre Servicios de Apoyo dirigidos
a Empresas Rurales de Mujeres, en el Marco de Cadenas de Valor realizado
por la Unidad de Asistencia Técnica Regional (RUTA), en el año 2009, en
San José, Costa Rica.
A partir de dichos resultados se sugiere considerar este como insumo para
la definición de una estrategia de apoyo a la empresariedad de las mujeres, orientada a armonizar los servicios financieros y no financieros dirigidos a las mujeres en la región según sus necesidades.
El alcance de la propuesta es generar un marco orientador con líneas estratégicas prioritarias y posibles acciones concretas; las mismas pueden
ser socializadas para trabajarlas a profundidad en un posible proceso de
consulta a nivel regional que sea participativo y equitativo en términos
del aporte de los actores respectivos o bien para impulsar una articulación institucional desde una entidad regional como CENPROMYPE.
1. LINEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES
Nivel estratégico: Servicios financieros
Línea estratégica 1.1. Diseñar programas de financiamiento dirigidos a mujeres o enfatizar acciones
positivas en las estrategias existentes
•
Las IMF enfaticen las acciones afirmativas que financien las mujeres que están involucradas en
procesos de cadena de valor para potenciar los vínculos y mejorar su posicionamiento dentro de las
mismas.
Incorporar el concepto de cadena de valor en el diseño e implementación de los programas de
•
las IMF (capacitación del personal, diseño de productos, educación de clientes, etc.).
Realizar estudios y diagnósticos que permitan caracterizar y medir el potencial productivo de la
•
mujer rural con un enfoque de género y apoyándose en el concepto de cadena de valor.
Mapear y diagnosticar los programas de IMF rurales existentes en cada país para documentar e
•
identificar áreas a ser fortalecidas.
•
Sistematizar experiencias de buenas prácticas y lecciones aprendidas para mejorar los servicios
dirigidos a las empresarias rurales.
•
Estimular prácticas para incorporar a la mujer en las operaciones de crédito como parte de un
proceso de creación de récord bancario.
•
Impulsar iniciativas como fondos de garantía especializados para lograr acceso a la tenencia de
la tierra.
•
Gestionar con los cooperantes y financiadoras el acceso a fondos especializados (montos, tasas,
plazos) que permitan atender el sector tomando en cuenta sus características.
Estimular la eficiencia operativa y la sana competencia entre las IMF para lograr una incidencia
•
en las tasas de interés.
113
Nivel estratégico: Servicios financieros
Línea estratégica 1.2. Facilitar el acceso de las mujeres a servicios financieros
•
Apoyar la generación de políticas públicas y concertadas con los actores vinculados al tema que sirvan
para orientar los programas que busquen como objetivo mejorar la incorporación de la mujer rural a servicios
MF.
•
Flexibilizar las políticas de acceso en aspectos de monto, centros de pago, facilidades para el análisis y
entrega, cobertura de garantía.
•
Establecer mecanismos e instrumentos de información y comunicación local y nacional que faciliten a
la mujer información sobre las diferentes ofertas y programas de los IMF a los que podría acceder.
•
Incorporar asistencia técnica con enfoque en el concepto de cadena de valor para mejorar la productividad de las actividades desarrolladas por estas.
•
Que las políticas de crédito rural incorporen a las mujeres en las operaciones de crédito a fin de incorporarlas al sistema financiero.
•
Estandarizar y proponer iniciativas a partir de la REDCAMIF para incorporar de manera efectiva los
conceptos de cadenas de valor y el enfoque de género en la actividad de las IMF a nivel regional.
•
Incluir junto a los programas IMF, temas de capacitación y formación dirigidos a mejorar la cultura y la
conciencia de género en las mujeres.
Línea estratégica 1.3. Promover vínculos entre instituciones, organizaciones y programas
•
Promover la consolidación de espacios para intercambio de información, concertación entre grupos de
mujeres rurales, IMF, organizaciones de desarrollo empresarial y Gobierno, con el fin de inducir la adopción de
mejores prácticas.
•
Vincular el enfoque de género y la cadena de valor apoyándose en la estructura de la REDCAMIF para
un mayor impacto regional, motivar en ese proceso el monitoreo de impacto de los procesos de financiamiento.
•
Generar e impulsar el establecimiento de alianzas y redes de apoyos integrales locales que involucren
la parte financiera, asistencia técnica, desarrollo empresarial, organización, y capacitación para apoyar y potenciar de manera articulada la empresarialidad de las mujeres en el marco de las cadenas de valor.
114
Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial
Línea estratégica 2.1. Desarrollar e implementar iniciativas en gestión empresarial dirigidas a mujeres
•
Sistematizar las experiencias exitosas de la región y establecer una estrategia conjunta integral con
enfoque de género.
•
Difusión masiva (televisión, radio, brochures, otros) de los programas de capacitación rural para las
mujeres.
•
Validación e implementación de un instrumento para la evaluación del desempeño de los prestadores
de servicios y así medir los efectos reales de las capacitaciones en las comunidades.
•
Intercambios sur-sur para potenciar alianzas e innovar iniciativas.
Crear fondos para incubación de empresas.
•
Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial
Línea estratégica 2.2. Fomentar el acceso de las mujeres a los servicios de gestión empresarial
Diseño de programas de capacitación y elaboración de materiales didácticos que faciliten el acceso de
•
la mujer a nuevos conocimientos sobre gestión empresarial, acordes con sus necesidades.
Proponer políticas de apoyo complementarias que faciliten la asistencia de las mujeres a las capacita•
ciones.
Concientizar a las prestadoras de servicios y a los grupos organizados para negociar la disponibilidad
•
de tiempo acorde a las jornadas de las mujeres.
Crear un fondo de becas y pasantías.
•
Línea estratégica 2.3. Promocionar la armonización entre instituciones, organizaciones y programas a nivel
territorial y nacional
Involucramiento de las instituciones gubernamentales y no gubernamentales para que apoyen los
•
procesos productivos en el marco de las cadenas.
•
Articular los servicios no financieros a los financieros para brindar asistencia integral.
•
Promover la armonización de acciones en los territorios.
Realizar encuentros, pasantías y otras formas de intercambio
•
115
Nivel estratégico: Servicios para fortalecimiento organizacional
Línea estratégica 3.1. Desarrollar estrategias y marcos de fortalecimiento organizacional centrados en la realidad de la empresariedad de las mujeres
•
Buscar alternativas para financiar el pago de servicios escalonado o incluirlo en el financiamiento.
•
Adecuar la modalidad o tipo de organización, metodologías y herramientas a la realidad de las mujeres
en los territorios.
•
Fomentar la metodología aprender haciendo.
•
Que las organizaciones de mujeres definan una agenda de trabajo que les permita organizar el apoyo
a los programas centrados en las cadenas de valor.
•
Que los programas de apoyo a las organizaciones y empresas de mujeres orienten sus esfuerzos en
desarrollar capacidades.
•
Definir un sistema de indicadores de buen gobierno de las organizaciones empresariales que orienten
su crecimiento y desarrollo.
•
Formar cuadros jóvenes y dar espacios en las organizaciones y empresas.
Línea estratégica 3.2. Fortalecer mecanismos que faciliten a las mujeres la articulación en redes
•
•
das.
•
116
Crear sistemas para la medición del impacto de los resultados de las capacitaciones
Orientar sobre las diferentes formas de organización, formales e informales, que pueden ser apropiaDesarrollar la cultura empresarial en las mujeres que manejan y dirigen las mujeres.
2. EJES DE INTERVENCIÓN
Los ejes de intervención de la estrategia son: documentación e intervención; gestión de proyectos e instituciones
y fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres. Estos ejes aportan a procesos de incidencia en políticas públicas para promover mayores niveles de armonización, información para toma de decisiones, coordinación
desde lo local hacia lo regional, documentación de experiencias, promoción de alianzas y articulaciones a nivel
regional y, finalmente desarrollo de un sistema de indicadores de impacto.
Documentación e información
•
Mapeo de las instituciones y la cooperación vinculadas al tema de servicios en los niveles estratégicos.
•
Sistematización y estudios sobre la participación de la empresariedad de las mujeres en las cadenas de
valor y el impacto de los servicios prestados.
•
Desarrollo de estrategias para validar y monitorear impacto.
•
Implementación de un sistema de indicadores sobre buen gobierno en la empresariedad de las mujeres y de la gobernanza en la cadena de valor.
•
Intercambio de experiencias, preferiblemente sur-sur.
•
Difusión de información sobre la empresariedad de las mujeres, los servicios existentes y otros (preferiblemente por medios masivos).
Gestión de proyectos e instituciones
••
Adaptabilidad y adecuación de los programas de formación en gestión empresarial.
•
Incorporación del enfoque de cadenas de valor en la práctica de los servicios prestados.
Promoción de alianzas y articulaciones entre actores y especialmente a nivel de los territorios.
•
•
Flexibilización de políticas de financiamiento.
•
Estimular la difusión y aplicación de buenas prácticas para lograr acceso a activos.
•
Diseño de incentivos apropiados para las mujeres incluyendo estrategias para posicionarse en la cadena, el mercado, lograr calidad, etc.
•
Desarrollo de mecanismos de evaluación de desempeño de las instituciones.
•
Combinación y articulación de estrategias territoriales y de cadenas de valor.
Fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres
•
Promoción de procesos de gestión y apropiación de conocimiento sobre el posicionamiento en cadenas de valor.
•
Consolidar organizaciones y plataforma organizativa territorial para la gobernanza.
•
Seguimiento al desempeño vía el acceso a información.
•
Fortalecimiento de alianzas y redes.
•
Socialización de información.
•
Estrategias para buen gobierno.
Desarrollo de estrategias para la incidencia en políticas que desarrollen incentivos para compatibilizar
•
la triple jornada.
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