Colonia San Benito, Calle Circunvalación, No. 294, San Salvador, El Salvador Teléfono: (503) 2264-5207 [email protected] www.sica.int/cenpromype Dirección General Ingrid Figueroa Santamaría Miosotis Rivas Documento elaborado por Mabelle Figueroa Ramos Marcela Rodríguez González Coordinación Editorial Edgar Lara Ligia Carmona Grupo Líder, Proceso de Transversalización de la Perspectiva de Género en CENPROMYPE Carolina Mónico Deysi García Alex Linares Patricia Brezmes Esta investigación es propiedad del Centro Regional de Promoción para la Micro y Pequeña Empresa en Centroamérica (CENPROMYPE), el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA) y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la cual se ha realizado en el marco de la Carta de Entendimiento firmada en 2010 entre el COMMCA y CENPROMYPE y la Estrategia de Transversalización de la Perspectiva de Género en CENPROMYPE, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a través del Fondo España-SICA. Diseño y Diagramación 2HerrerosStudio Impresión Imprenta La Tarjeta Tiraje: 150 ejemplares Primera Edición, Abril 2013 Impreso y hecho en El Salvador Impreso gracias al apoyo de la Organización de los Estados Americanos ÍNDICE página INTRODUCCIÓN 3 Limitaciones de la Investigación 4 Organización de diagnóstico7 1. MARCO CONCEPTUAL DE REFERENCIA 8 1.1 El concepto de MIPYME9 1.1.1 MIPYME urbana-rural 12 1.1.2 Formalidad e informalidad del sector 12 1.1.3 Orientación e intensidad productiva 12 1.2 Enfoque de emprendimiento 13 1.3 Enfoque de género14 2. EL PROCESO DE INTEGRACIÓN REGIONAL Y LAS MIPYMES 18 2.1 Tendencias macroeconómicas 20 2.2 Brechas de desigualdad social 22 2.2.1. La incidencia de pobreza 22 2.3 El panorama laboral27 2.3.1 Las mujeres y el mercado laboral 29 2.3.2 El empleo formal y el empleo informal 33 2.3.3 Las mujeres y el mercado laboral38 3. LA REALIDAD DE LAS MIPYMES EN LA REGIÓN40 3.1 La empresariedad en las mujeres46 3.1.1 Características de las empresas de propiedad de las mujeres 3.1.2 El entorno de las mujeres rurales52 4. LA RESPUESTA PÚBLICA AL DESARROLLO EMPRESARIAL 4.1 La capacidad institucional puesta al servicio del sector MIPYME 49 54 59 4.2 El proceso de formalización operaciones61 4.3 La transversalización de género63 4.4 Los mecanismos regionales y nacionales para el adelanto de las mujeres en la promoción de la empresa64 4.4.1 Costa Rica: Política Nacional de Igualdad y equidad de género 2007-201765 4.4.2 El Salvador: Política nacional de la mujer67 4.4.3 Guatemala: Política nacional de promociones y desarrollo de las mujeres guatemaltecas67 4.4.4 Honduras: Política nacional de la mujer. II Plan de Igualdad y Equidad de género de Honduras 2010-2022 68 4.4.5 Nicaragua: Líneas estratégicas y políticas de género69 4.4.6 República Dominicana: El Plan Nacional de equidad de género (PLANEG II) 4.4.7 Panamá: Instituto Nacional de la Mujer de (INAMU)70 4.4.8 Belice: La comisión nacional de Mujeres (NWC)71 70 5. LOS SERVICIOS DE APOYO FINANCIEROS Y NO FINANCIEROS73 5.1 Los servicios financieros74 5.1.1 El acceso de las mujeres a los servicios financieros76 5.2 Los servicios no financieros78 5.2.1 El acceso de las mujeres a los servicios no financieros80 5.2.2 La experiencia de los centros de servicios para los emprendimientos de las Mujeres-CSE 80 5.2.3 La experiencia del programa de reconstrucción y modernización rural (PREMODER) 81 5.3 El empoderamiento de las mujeres como requisito del éxito empesarial82 6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES88 6.1 Sobre las conceptualización de las MIPYMES 88 6.2 Sobre la informalidad de las EMPRESAS89 6.3 Sobre los servicios de apoyo a las MIPYMES89 6.4 Sobre el fortalecimiento de los servicios de apyo con enfoque de género a las MIPYMES 90 6.4.1. Servicios financieros90 6.4.2 Gestión empresarial91 6.4.3 Fortalecimiento organizacional92 6.5 Sobre la creación de un sistema nacional de incubación de EMPRESAS 93 6.6 Sobre los emprendimientos de MUJERES 94 6.7 Sobre la georreferenciación de las empresas de MUJERES95 6.8 Sobre el acceso a mercados de las MIPYMES de mujeres95 6.9 Sobre la ausencia de datos de las MIPYMES de mujeres96 6.10 Sobre las grandes política públicas para el sector de las MIPYMES 97 BIBLIOGRAFIA98 ANEXOS 102 ÍNDICE CUADROS Cuadro No.1 DEFINICION INSTITUCIONAL DE MIPYME Cuadro No.2 CLASIFICIACIÓN DE EMPRESAS DE ACUERDO CON LA OCDE Cuadro No. 3 CENTROAMERICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: DEFINICIONES DE MICRO, PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA Cuadro No. 4 PROYECCIONES DEL PIB PARA CENTROAMERICA Y REPÚBLICA DOMINICANA cuadro No. 5 INCIDENCIA DE LA POBREZA POR INSUFICIENCIA DE IGRESOS EN LOS HOGARES POR ZONAS 2000-2009 Cuadro No. 6 INDICE DE FEMINIDAD DE LA INDIGENCIA Y DE LA POBREZA, SEGÚN ZONAS GEOGRÁFICAS Cuadro No. 7 CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE SUBEMPLEO POR PAÍS SEGUN ZONA Y SEXO Cuadro No.8 Limitaciones de las Mipymes en Centroamérica Cuadro No.9 Distribución por género del total de Mipymes en Honduras Cuadro No.10 Empresas de mujeres por rama de actividad Cuadro No.11 Obstáculos propios de género en las áreas de atención de las Mipymes ÍNDICE GRÁFICOS página 13 13 14 24 27 28 35 47 51 52 80 página Gráfico No.1. Centroamérica y Estados Unidos. El crecimiento de la actividad económica 2000-2018 23 Gráfico No. 2 Centroamérica y República Dominicana: Tasa de desempleo, subempleo, actividad y ocupación, 2006-2010 31 Gráfico No. 3 Fuerza de trabajo femenina 2000 y 200932 Gráfico No. 4 Centroamérica y República Dominicana: Tasas de subempleo visible e invisible según formalidad del empleo 2006-2010 38 Gráfico No. 5 Centroamérica y República Dominicana: Tasas de desempleo, subempleo, actividad y ocupación entre las mujeres 2006-2010 40 Gráfico No. 6 Centroamérica y República Dominicana: Tasas de Desempleo, Subempleo, actividad y ocupación entre las mujeres 2006-201042 Gráfico No.7 Estructura piramidal de las Mype de Mujeres en Costa Rica. Año 2008 50 PRESENTACIÓN En la XXXV Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de ambos géneros como se expone en el presente diagnóstico. Gobierno de los países miembros del Sistema de Integración No cabe duda que la MIPYME es un factor determinante Centroamericana (SICA), los mandatarios adoptaron la para la cohesión social, la igualdad, la generación de Declaración sobre Género, Integración y Desarrollo, en empleo y el empoderamiento económico de la mujer, pero la que acuerdan “incorporar la igualdad y equidad de para que esto sea así, es necesario que las políticas MIPYME género en las políticas y planes de desarrollos nacionales sean sensibles al género y aseguren la interlocución de las y regionales como tema estratégico y de alta prioridad, mujeres como actor económico. tanto en el SICA como en los Estados que lo integran y La región ha avanzado significativamente en la generación elaborar una propuesta de lineamientos para la adopción de políticas, instrumentos y herramientas de apoyo a la de la Política Regional de Igualdad y Equidad de Género MIPYME y a pesar de la importancia de las mujeres como (PRIEG) para el SICA”. Como parte de esa disposición, el empleadoras y empleadas dentro del sector, las políticas y Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y los programas están marcados por un sesgo de género que República Dominicana (COMMCA) inició un proceso de limita un empoderamiento real de las mujeres, la reducción acompañamiento al Centro para la Promoción de la Micro de la brecha de ingreso y la sostenibilidad de las iniciativas y Pequeña Empresa en Centroamérica (CENPROMYPE) en la económicas emprendidas por éstas, así como también implementación de un proceso de transversalización de la favorece a la permanencia de las relaciones desiguales perspectiva de género en su quehacer institucional. de poder y género dentro de las unidades productivas La importancia de desarrollar este proceso en una instancia familiares. del SICA como CENPROMYPE reside en que la Micro, Dar cuenta de esta situación, constituye un primer paso para Pequeña y Mediana Empresa (MIPYME) juega un papel promover un entorno de políticas que propicien la igualdad importante en la generación de empleo e ingresos. Se entre hombres y mujeres en el acceso de recursos pare el estima que en la región se representa cerca del 90% de la desarrollo empresarial y en la propiedad de las empresas. estructura empresarial; según datos de la OIT, en la región, Con este diagnóstico deseamos sentar las bases para una el 60% de la población ocupada en la MIPYME está en la nueva generación de recomendaciones y programas microempresa, y muchos estudios en América Latina de fomento de la MIPYME que busquen contribuir al revelan que las mujeres tienen una mayor participación adelanto de las mujeres y a la generación de oportunidades en dicho estrato empresarial tanto como empleadas como económicas inclusivas. empleadoras. CENPROMYPE es consciente de la importancia de introducir A pesar del peso de la MIPYME en la estructura productiva la perspectiva de género en su agenda de trabajo y por ello y como medio que permite la inserción de muchas mujeres da a conocer este diagnóstico, con el cual se espera contribuir en la economía, éstas se encuentran en desventaja con a una región SICA más igualitaria y de oportunidades para respecto a los hombres y las políticas económicas no han las mujeres. sido neutrales en términos de sus impactos de género por lo que aún persisten las desigualdades económicas entre INTRODUCCIÓN El diagnóstico busca conocer la situación macroeconómica de Centroamérica y República Dominicana en los últimos años y en ese contexto mostrar la importancia del sector MIPYMES en la economía de la región, el marco general de estas empresas desde el ámbito institucional y normativo, así como su acceso a los servicios de apoyo (financieros y no financieros), analizado la situación desde el enfoque de género. El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en el marco de sus objetivos de paz, libertad y desarrollo, ha reconocido que en la lucha contra la pobreza y hacia la construcción de una sociedad más inclusiva resulta imperativo resolver el serio problema de la desigualdad de género en la región; en tal sentido, reafirma que la generación de riqueza y el crecimiento económico no pueden ser objetivos independientes del bienestar de los habitantes de una nación, hombres y mujeres, por lo cual se hace necesario lograr la inclusión activa y plena de las mujeres en el mundo educativo, del trabajo, en la cultura y en la política. Frente a este reto ha demandado el uso de nuevos paradigmas, como “impulsar un enfoque de género que garantice una mayor participación de las mujeres en todos los órdenes de la vida regional”. Asimismo, el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA) del SICA reconoce que los avances hacia la igualdad entre los géneros no han sido suficientes y que hay obstáculos que remover, mostrando con ello una mayor contundencia de su voluntad de facilitar la incorporación de las mujeres en igualdad y equidad a la dinámica social, económica, política y cultural de Centroamérica y República Dominicana. El Centro para la Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (CENPROMYPE), por otro lado, de acuerdo con los lineamientos de su Plan Estratégico 2008-2013, la planificación operativa bianual (2010-2011) se enfoca en: a) la integración regional y a la promoción de políticas públicas, b) el desarrollo competitivo empresarial, c) la generación de un sistema de gestión del conocimiento e información de la MIPYME, y d) el desarrollo estratégico institucional de CENPROMYPE. 7 Así, consciente de la necesidad imperiosa de promover y transformar la región hacia sociedades más equitativas e igualitarias, el CENPROMYPE promueve el desarrollo del siguiente diagnóstico de la situación de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en Centroamérica y República Dominicana, con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de las MIPYMES en la región desde la perspectiva de género. El diagnóstico busca conocer la situación macroeconómica de Centroamérica y República Dominicana en los últimos años y en ese contexto mostrar la importancia del sector MIPYMES en la economía de la región, el marco general de estas empresas desde el ámbito institucional y normativo, así como su acceso a los servicios de apoyo (financieros y no financieros), analizado la situación desde el enfoque de género. Para ello se ha utilizado una metodología basada en la recopilación e interpretación de información secundaria como estudios, ensayos, datos de observatorios nacionales y regionales, memorias de talleres y seminarios e investigaciones de organismos e instancias públicas y privadas. Información que en algunos casos parece no haber trascendido a pesar de mostrar la cara, muchas veces oculta, de la desigualdad social y económica de la región, y que para efectos de este diagnóstico es reinterpretada desde la perspectiva de género. En tal sentido se incorporan resultados de estudios que abonan de manera particular al objetivo de mostrar una mirada de la realidad de las MIPYMES de la región, que oculta la situación y posición de las mujeres emprendedoras y empresarias, sus demandas, anhelos y sueños propios, como personas y como trabajadoras, que piden el apoyo del Estado y en general de la sociedad para hacer crecer sus negocios y lograr de esta manera una vida más digna para ellas y sus familias. 8 Limitaciones de la investigación Centroamérica y República Dominicana la disposición de los datos sobre el sector MIPYME es todavía muy escasa y su calidad deficiente. Aunque este diagnóstico fue planteado por CENPROMYPE como un ejercicio de documentación de la realidad de las MIPYMES desde una perspectiva de género, entendido este como un trabajo de fundamentación y demostración de esa realidad que deje patente las condiciones diferenciales de mujeres y hombres, la labor no fue sencilla, pues se enfrentaron limitaciones metodológicas y prácticas a la hora de levantar la información. En primer lugar, porque en Centroamérica y República Dominicana la disposición de los datos sobre el sector MIPYME es todavía muy escasa y su calidad deficiente puesto que está desactualizada y no se registra oficialmente en los países con la profundidad demandada aun por organismos regionales como el SICA y el propio CENPROMYPE, que impulsa el estudio; y en segundo lugar, porque la aplicación de la perspectiva género a registros administrativos oficiales, a encuestas y censos, y en general a estudios, es casi ausente. A continuación se informa sobre las principales fuentes de información utilizadas y los problemas más críticos que enfrentó el equipo consultor al realizar este diagnóstico: a) No todos los países centroamericanos cuentan con estimaciones anuales sobre incidencia de la pobreza que permitan dar un seguimiento adecuado al tema. Los datos disponibles presentan problemas de comparabilidad, ya que en algunas naciones los cálculos se realizan considerando los ingresos de los hogares y en otras se hace en función del consumo. Los datos de pobreza tampoco son comparables, aunque se parte de que en cada país se trabaja con líneas de pobreza correctamente definidas y estimadas. Asimismo, en algunos países las cifras oficiales refieren a personas en situación de pobreza y en otros a hogares. Además la información oficial se encuentra dispersa. b) Por ello los gráficos y cuadros estadísticos utilizados para sustentar el diagnóstico provienen de fuentes secundarias, pues fueron valorados como útiles para analizar las tendencias regionales de temas centrales como el empleo para comprender el entorno de las MIPYMES y la situación de las mujeres en este sector. Por lo tanto, no todos los países son incluidos por estas fuentes debido a problemas de comparabilidad que enfrentan con respecto a ciertas categorías de análisis que no se aplican en todos los países. Al respecto se exponen algunas consideraciones metodológicas que ayudan a comprender esta limitante:1 El análisis se presenta para el conjunto de países en función de los principales conceptos y criterios para su medición. Es necesario destacar entonces que se centra básicamente en fuentes secundarias, como son el Observatorio Laboral de Centroamérica y República Dominicana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del Estado de la Región. Estas fuentes basan su investigación en los cuestionarios aplicados al efecto, siendo esta solamente una de las fuentes que tienen impacto sobre la comparabilidad internacional y las diferencias resultantes en la medición de indicadores. Evidentemente, el total de las divergencias de conceptos y metodologías entre los países debe considerar todas las fuentes, muchas de las cuales están aún lejos de ser evidentes, como las diferencias en las características, procedimientos de selección, tamaños, marcos y rotación de las muestras, los ajustes por no respuesta, así como las diferentes técnicas de recolección y procesamiento. 1 Los usuarios, y en particular los productores de los datos, son conocedores de este conjunto de diferencias no conceptuales, que también afectan la comparabilidad internacional. Las encuestas de hogares: fuente importante pero no disponible para todos los países en mismos periodos. Esta situación permitió hacer uso de las encuestas de hogares que admitieron comparabilidad, las cuales fueron analizadas según país y año: Costa Rica, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), 2009 (en Costa Rica, a partir de 2010, se está realizando en forma paralela la Encuesta Continua de Empleo); El Salvador, Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), 2008; Guatemala, Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo (ENED), 2007; Honduras, Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM), septiembre 2007; Nicaragua, Encuesta Continua de Hogares, 2009; Panamá, Encuesta de Hogares, 2008; República Dominicana, Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo, abril 2007. Periodos diferentes de cobertura y periodicidad de las encuestas. En décadas pasadas las encuestas de hogares contenían elementos no comparables en términos de la cobertura geográfica, principalmente debido a las diferencias en la inclusión o en la exclusión de áreas rurales. En años recientes, gracias a los esfuerzos realizados por los países, la totalidad de los institutos de estadística de las naciones analizadas llevan a cabo encuestas de hogares con cobertura nacional; sin embargo, los distintos periodos de elaboración limitan su comparabilidad. El rango para la recolección de información varía de un mes a 12 meses por año. Debido a que la estacionalidad de varios tipos está indudablemente presente en todas las economías, los indicadores laborales pueden variar exclusivamente por esta Werner Gárate (2011). Análisis consolidado de las metodologías de medición de la condición de actividad de las Encuestas de Hogares de Centroamérica y República Dominicana. Sistema de Información y Análisis Laboral de América Latina y el Caribe (SIALC/OIT). 9 razón. Así, por ejemplo, los indicadores laborales de los países con menores períodos de recolección de datos son claramente no comparables con los países que recolectan información todo el año; así las estimaciones pueden ser más altas o más bajas, dependiendo de los períodos de tiempo que cubrieron. Se debe mencionar que en años anteriores algunos países presentaron irregularidad en la elaboración de sus encuestas, ya sea por la realización de distintas encuestas o por diferentes períodos de levantamiento, como Guatemala y Nicaragua; también hubo en algunos países limitaciones en la publicación de datos. El INE de Guatemala realizó del 2002 al 2004 las Encuestas Nacionales de Empleo e Ingresos (ENEI), excepto en 2005 y 2006, que no se ejecutaron. En 2007 se llevó a cabo la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo (ENED), que adoptó los aspectos metodológicos puestos en práctica en las encuestas realizadas en el marco del programa MECOVI; sin embargo, por problemas metodológicos no se publicaron los resultados. En 2009, Nicaragua realizó una nueva encuesta de periodicidad continua (en el año 2011 no se habían publicado los resultados); en Costa Rica se ha venido desarrollando un proyecto de mejoramiento temático y operativo de la Encuesta de Hogares, con especial énfasis en la medición de empleo, desempleo e ingresos, contándose con una Encuesta Continua de Empleo que fue aplicada de forma experimental en 2009 y que se aplica de manera definitiva a partir del 2010 con cobertura nacional. De manera similar otros países como El Salvador, Guatemala y Panamá, que realizan encuestas puntuales con información de salida una vez al año, están en procesos de tránsito hacia encuestas continuas que permitirían indicadores trimestrales o mensuales. c) 10 Falta de información actualizada y fidedigna. El diagnóstico arroja información y análisis de otras variables que inciden en la dinámica de las MIPYMES desde la perspectiva de género, aunque se carece de información estadística fidedigna y actualizada para reflejar con mayor exactitud las condiciones de este sector y de las mujeres en especial. Las fuentes de información cuantitativas encontradas, en su mayoría, hacen referencia al período 2000-2006, lo cual limita el análisis al carecer de datos más actualizados. En la situación particular de Belice, no en todos los casos se logra registrar datos para comparar con el resto de los países de la región debido a la ausencia de información actualizada y fidedigna. El último censo poblacional que registra este país es del año 2000, y los datos más actualizados provienen de fuentes como el Banco Central de Belice, estudios, informes de fuentes secundarias. d) No se desagrega información oficial por sexo. El tema de la segregación oficial de datos por sexo, urbanorural, tamaño y tipo de emprendimiento a nivel de Centroamérica, Belice y República Dominicana es limitado o nulo. Por lo tanto, mucha de la información se basa en ensayos, investigaciones o estudios realizados por autores y autoras, investigadores e investigadoras, organismos privados que registran datos de mayor confiabilidad, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Sin embargo, y pese a las limitaciones, el documento es el producto de un serio esfuerzo por ofrecer a lectoras y lectores una panorámica de la situación de las MIPYMES en la región y sus desafíos desde una perspectiva de género. Mucha de la información utilizada para sustentar el enfoque de emprendimiento, y otra empleada para reflejar la situación especial de las mujeres de la región, procede de investigaciones y publicaciones realizadas por varios autores y organizaciones públicas y privadas de reconocida trayectoria regional. Entre ellas merecen especial mención Parque Tec y RUTA, reseñadas en la bibliografía, cuyas valiosas conclusiones en cuanto al estado Se aspira a que este diagnóstico sea útil desde la visión de género para continuar con esfuerzos importantes de investigación en la materia que profundicen situaciones particulares de las mujeres, de cara al fortalecimiento de sus unidades económicas y frente al imperativo de abrirles mayores oportunidades de desarrollo en condiciones de igualdad y equidad de género. Organización de diagnóstico Los contenidos del diagnóstico han sido organizados de la siguiente manera: en el primer apartado se presenta un marco conceptual que orienta los principales conceptos y enfoques que ayudan a sustentar el abordaje del mismo. El segundo describe y analiza el contexto de las MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana, destacándose indicadores macroeconómicos de la región, brechas de desigualdad social y el panorama laboral. El tercer desarrollo temático se refiere a la respuesta de la política pública al sector MIPYMES y al marco institucional. En la cuarta sección se hace un balance del tema de los servicios de apoyo, financieros y no financieros, para el sector. En el quinto acápite se plantean las conclusiones y reflexiones a partir de los insumos desarrollados en los apartados previos. INTRODUCCIÓN de la empresariedad de la región y el papel de las mujeres, respectivamente, han sido remozadas a la luz de la teoría de género para colocarlas en una nueva dimensión de igualdad y equidad, propugnando por una mayor inclusión social que comprenda a las mujeres como sujetos de derechos económicos y como actoras económicas. 11 MARCO CONCEPTUAL DE REFERENCIA 1 La creación de empresas es uno de los pilares básicos para el desarrollo económico y social en todo el mundo. Las personas emprendedoras, al desarrollar nuevos negocios para satisfacer las necesidades de la población, facilitan el desarrollo de los mercados, los incrementos de productividad y generan la mayor parte de los empleos que se crean en las economías. 12 El desarrollo empresarial es un tema que está cobrando cada vez más actualidad en Latinoamérica. Su creciente interés se centra en la necesidad de generar más y mejores empleos, optimizar la distribución del ingreso, rejuvenecer el tejido productivo de los países y generar una nueva riqueza social que contribuya al desarrollo regional. Adicionalmente, es importante visualizar la creación de empresas como un proceso que permite el traslado de actividades que se encuentran en la informalidad económica a la economía formal, permitiendo de 1.1 esta manera la generación de recursos tributarios y contribuciones a la seguridad social a través del pago de impuestos. Para entender este proceso es necesario contar con un marco conceptual que admita comprender su significado en la dinámica de desarrollo económico con equidad e igualdad entre hombres y mujeres. Desde tal perspectiva, este diagnóstico se basa en los siguientes conceptos y enfoques: EL CONCEPTO DE MIPYME Existe una diversidad de criterios para definir y clasificar las empresas en micro, pequeña y mediana; esto varía según la realidad de cada país o entidad que las defina. Hay características comunes a todo tipo de empresa, independientemente de su tamaño, su proceso de producción o la naturaleza mercadológica de sus productos y servicios. Dentro de las principales aproximaciones conceptuales se distinguen aquellas definiciones formuladas ad hoc, a fin de resolver problemas puntuales para investigaciones dadas, lo cual limita el análisis, la rigurosidad de los resultados y el seguimiento de los estudios. Una segunda aproximación es la de la Unión Europea, que utiliza el criterio de los empleados, umbral con el que se pretende establecer un corte transversal y de características universales, a fin de determinar el máximo de empleados con los que puede contar una MIPYME. 2 Un tercer concepto es el institucional, donde destacan la del Fondo Monetario Internacional, la del Banco Mundial y la de la Organización Internacional del Trabajo. 2 Álvarez, M. y Durán, J. (2009). Manual de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Una contribución a la mejora de los sistemas de información y el desarrollo de las políticas públicas. GTZ/CEPAL/CENPROMYPE, El Salvador. 13 INSTITUCIÓN Fondo Monetario Internacional CRITERIO DE DEFINICIÓN Utiliza el criterio de empleo y define microempresa a aquella con hasta 5 empleados, pequeña empresa a la que tenga desde 6 hasta 20 empleados, y mediana y gran empresa a la que tenga más de 21 personas empleadas. Considera microempresa a las que cuenten con un máximo de 10 empleados, Banco Mundial activos por menos de 10.000 dólares y ganancias anuales menores a 100.000 dólares; pequeñas empresas serán aquellas con menos de 50 empleados y activos o ventas anuales inferiores a los 3 millones de dólares; y medianas empresas serán las que tengan menos de 300 empleados y cuyos activos o ganancias anuales no superen los 15 millones de dólares. Organización Internacional del Trabajo Utiliza dos criterios cualitativos: 1.Considera MIPYME a aquellas empresas donde exista una relación directa entre propiedad y gestión. 2. La responsabilidad del propietario en todo lo que concierne a las decisiones relevantes y conducción de la empresa. No hace diferencia entre micro, pequeña y mediana empresa al interior del sector. CUADRO N.o 1. DEFINICIÓN INSTITUCIONAL DE MIPYME No existe un índice único que caracterice la dimensión de la empresa de manera adecuada. Suele manejarse un espectro de criterios: número de trabajadores que emplea; tipo de producto que genera; tamaño de su mercado; inversión en bienes de producción por persona ocupada; volumen de producción o de ventas; valor de producción; trabajo personal de socios o personas directivas; separación de funciones básicas de producción, personal, ventas, financieras; ubicación o localización; nivel de tecnología o producción; orientación de mercados; valor del capital invertido y consumo de energía. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las empresas se pueden clasificar en: 14 CRITERIO / CLASIFICACIÓN Número de trabajadores MUY PEQUEÑAS 0-19 PEQUEÑAS 20 - 99 MEDIANAS 100 - 499 GRANDES 500 a + CUADRO N.o 2. CLASIFICACIÓN DE EMPRESAS DE ACUERDO CON LA OCDE4 Este es un criterio de la Comisión Europea, el cual puede ser consultado también en: The new SME definition user guide and model declaration. http://ec.europa.eu/enterprise/policies/sme/facts-figures-analysis/sme-definition/index_en.htm 3 Ibíd., p. 24. 4 Saavedra, M. (2008). “Caracterización de las MIPYMES en Latinoamérica”, en Revista Internacional de la Nueva Gestión Organizacional, Año 4 n.o 7-2008. México. En América Latina no existe homogeneidad al definir a las MIPYMES, lo cual dificulta su estudio y análisis. Es necesario señalar que muchos de los países presentan más de un criterio para definirlas, los cuales varían dependiendo del sector en que se encuentren. PAÍS Costa Rica Reglamento General a la Ley n.o 8262 El Salvador Política Nacional de Apoyo Integral a la MIPYME Guatemala Acuerdo Gubernativo 178-2001 Honduras Decreto 135-2008 Nicaragua Ley n.o 645 Panamá Ley 33 de 2000/Decreto Ejecutivo n.o 126 Rep. Dominicana Ley 488 de 2008 Belice 6 (BZ$) DEFINICIÓN MICROEMPRESA PEQUEÑA EMPRESA MEDIANA EMPRESA Empleados De 1 a 10 De 11 a 35 De 36 a 100 Activos Hasta 65,0 >65,1 <227,6 >227,7<650,3 Ventas brutas Hasta 104,0 >104,1<364,2 >364,3>1.040,5 Empleados De 1 a 10 De 11 a 50 De 51 a 100 Activos --- --- --- Ventas brutas Hasta 100 >100<1.000 >1.000 < 7.000 Empleados De 1 a 10 De 11 a 25 De 26 a 60 Activos --- --- --- Ventas brutas --- --- --- Empleados De 1 a 10 De 11 a 50 De 51 a 150 Activos --- --- --- Ventas brutas --- --- --- Empleados De 1 a 5 De 6 a 30 De 31 a 100 Activos Hasta 9,9 >9,9<73,9 >73,9<295,6 Ventas brutas Hasta 49,3 >49,3<443,5 >443,5<1.970,9 Empleados --- --- --- Activos --- --- --- Ventas Brutas Hasta 150 >150<1.000 >1.000 <2.500 Empleados De 1 a 15 De 16 a 60 De 61 a 200 Activos Hasta 83,1 >83,1 <332,5 >332,5<1.108,2 Ventas Brutas Hasta 166,2 >166,2<1.108,2 >1.108,2<4.155,9 Empleados De 1 a 10 De 11 a 20 De 21 a 50 Activos Hasta 15.000 Hasta 50.000 Hasta 150.000 Ventas (por año) Hasta 50.000 Hasta 100.000 Hasta 300.000 CUADRO N.o 3. CENTROAMERICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: DEFINICIONES DE MICRO, PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA (PERSONAS Y MILES DE DÓLARES AMERICANOS)5 Si bien estos criterios sirven para recolectar datos comparables en los países, no significa que se pueda trabajar con una sola definición, dadas las particularidades de cada país y las propias definiciones nacionales. 5 Op. Cit., p. 27. Nota: Estos criterios son los utilizados también por las instancias que apoyan al sector MIPYMES en la región: DIGEPYME en Costa Rica, CONAMYPE en El Salvador, AMPYME en Panamá, CONAMIPYME en Honduras, INPYME en Nicaragua, BELTRAIDE en Belice, Consejo Nacional PROMIPYMES de República Dominicana. 6 The Belize Chamber of Commerce & Industry (BCCI) (2011). Towards Greater Levels of Internationalization for Belizean SMEs: Recommendations for Improving Policy and Institutional Frameworks. Promoting Economic Development through Partnership-Caribbean and European-PED. A project funded by the European Union through the PROINVEST Program. 15 1.1.1 MIPYME urbana-rural La clasificación de MIPYMES rurales establece, según Parra Escobar (2000), lógicas empresariales distintas y dificultades que no son las mismas que enfrentan las urbanas, por lo cual hay que analizarlas de acuerdo con sus necesidades y modos de operación. La subvaloración de lo rural ha contribuido al desarrollo deficitario de los mercados laborales y a la baja productividad rural. Todo esto tiende a mantener muy baja la remuneración de la fuerza de trabajo rural, especialmente en áreas afectadas por la insatisfacción de necesidades y la falta de opciones. 1.1.2 Formalidad e informalidad del sector La formalidad de una empresa es fundamental y constituye una variable transversal en todas las definiciones y clasificaciones. Su importancia radica en varios aspectos7: • El rendimiento productivo y la situación económica que enfrenta: en tanto el costo de la formalidad sea mayor a las ganancias, esto implica la imposibilidad de abandonar el sector informal debido a que constituiría el quiebre de la empresa. • El grado de formalidad de la empresa es importante al momento en que esta enfrenta la necesidad de financiamiento; las firmas que no se encuentran formalizadas no podrán acceder, en principio, a los créditos bancarios tradicionales y recurrirán a otras fuentes de financiamiento (prestamistas, bancos comerciales, financieras, etc.) de muy alto costo, muchas veces especulativo. • Las políticas de apoyo o fomento a la MIPYME desde el Estado deberán tener en cuenta el grado de formalidad del público objetivo, a fin de contemplar las posibles reticencias a la participación y considerar qué requisitos se pueden solicitar. Se debe determinar cuáles empresas son informales por necesidad y cuáles por voluntad. 1.1.3 Orientación e intensidad productiva Una clasificación importante es la actividad productiva de las MIPYMES de acuerdo con el uso intensivo de factores; de esta forma una empresa puede ser intensiva en conocimiento, recursos naturales, trabajo o capital, categorías que no son excluyentes entre sí. 16 Otra clasificación es la orientación productiva de la MIPYME en función de su inserción en el mercado8: • A través de productos diferenciados, por ejemplo los bienes suntuarios o artesanías que apuntan a un mercado selecto. 7 Álvarez, M. y Durán, J. (2009). Op. cit. 8 Ibíd., p. 34. • A través de productos de alta segmentación del mercado por ingreso, donde se elaboran bienes orientados a distintos estratos socioeconómicos, es decir, un mismo bien con características distintas según los ingresos de la clientela. • A través de productos de alta segmentación geográfica, los cuales suelen colocarse en poblaciones en las que por falta de demanda las grandes empresas no encuentran propicio aventurarse. • A través de una inserción mercantil subordinada, ofreciendo sus servicios como subcontratados de una empresa de mayor tamaño. Además de las clasificaciones anteriores se identifican otras que también han sido parte del debate teórico, como el tamaño de las MIPYMES en relación a la tecnología, los costos de transacción, el mercado y el ciclo de vida de la empresa. Estas teorías no son por sí solas determinantes para definir el tamaño de una empresa, tampoco consideran factores sociales o evolutivos en sus argumentos, por lo que resultan poco consideradas para los estudios e investigaciones en el tema. 1.2 ENFOQUE DE EMPRENDIMIENTO El emprendimiento es uno de los mecanismos fundamentales para la creación de empleo, innovación, riqueza y desarrollo económico y social de las naciones. El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) resalta que el emprendimiento está compuesto por actitudes, aspiraciones y actividades personales que están directa e indirectamente involucradas en actividades emprendedoras. De esta manera, a medida que una actividad económica se desarrolla, los niveles de actividad emprendedora por necesidad declinan gradualmente debido a que los sectores productivos crecen y generan más oportunidades de empleo. Asimismo, el emprendimiento “por oportunidad” tiende a elevarse, introduciendo un cambio cualitativo en la actividad emprendedora tomada en su conjunto9. Para GEM, hay economías basadas en factores productivos básicos, como el caso de Nicaragua y Honduras. Es decir, son economías caracterizadas por un bajo desarrollo institucional, educativo y de infraestructura; bajo costo de mano de obra, con desplazamientos de fuerza de trabajo de los sectores 9 Lebendiker, M. et al (2010). Reporte Nacional 2010: La situación del emprendimiento en Costa Rica. Una perspectiva local sobre emprendimientos, retos y crecimiento en Costa Rica. Global Entrepreneurchip Monitor. Parque Tec. Costa Rica. 17 primarios y extractivos al sector manufacturero. Los emprendimientos en esta etapa producen poco valor agregado. Una segunda categoría son las economías basadas en la eficiencia, como el caso de Costa Rica y Panamá; es decir, economías con inversión en infraestructura y un marco gubernamental que facilita el ambiente de negocios. Conducen al incremento de la productividad a través de economías de escala, generándose cadenas de valor y eslabonamientos en algunos sectores. La tercera categoría son las economías en transición, como las de Guatemala y El Salvador, las cuales están en una etapa que se fundamenta en factores productivos 1.3 básicos a la etapa de eficiencia. Las condiciones nacionales relevantes para la actividad económica basada en los recursos (el desarrollo de instituciones, la infraestructura, la estabilidad macroeconómica, la salud y la educación primaria) y la eficiencia se han adoptado de las mismas que propone el Global Competitiveness Report (CGR). Los tres tipos de actividad económica, la basada en recursos, la basada en eficiencia y la basada en innovación, están presentes en todas las economías nacionales de diferente manera. Para el CGR, cada fase está denominada de acuerdo con la característica económica más significativa para la fase, por lo que las condiciones del marco emprendedor para un país pueden variar según la fase de desarrollo económico10. ENFOQUE DE GÉNERO El concepto de género se refiere a la construcción social de lo femenino y lo masculino a partir de las diferencias biológicas entre los sexos y alude, de manera más amplia, a la existencia de un sistema de relaciones de género. Este implica un determinado orden institucional, basado en un conjunto de normas y convenciones en las que se concretan concepciones y mentalidades que afectan las visiones que hombres y mujeres tienen de sí mismos y sus aspiraciones y que, además, condicionan su acceso a las oportunidades, al mismo tiempo que limitan las elecciones a su alcance11. El orden de género interactúa con otros, y esa interacción afecta a uno y a otros. Es decir, cambios en la familia, en las políticas económicas o en la cultura afectan el orden de género de distintas maneras y en diferente magnitud; asimismo, los cambios en este último pueden contribuir a modificar aquellos. 18 10 Ibíd., p. 17. 11 Espino, A. (2005). Un marco de análisis para el fomento de las políticas de desarrollo productivo con enfoque de género. CEPAL, Santiago de Chile. La base material del sistema de relaciones de género es la división sexual del trabajo entre la producción –actividades que generan ingresos y están en la órbita del mercado– y la reproducción social –actividades en el ámbito doméstico y/o comunitario–. Así, las mujeres realizan dos tipos de trabajos: uno remunerado, para el mercado, y otro no remunerado, dedicado a producir bienes y servicios para el hogar y en ocasiones para la comunidad. Por tal razón, este último resulta “invisible” para la economía y, por lo tanto, no se valora económicamente ni aparece registrado en las estadísticas económicas. La participación de las mujeres en el mercado laboral ha crecido sostenidamente durante las últimas décadas; su aporte económico cobra cada vez más importancia fuera del ámbito de la reproducción social. Además de incorporarse como trabajadoras asalariadas, están incursionando como ocupadas por cuenta propia o cuentapropistas, optando muchas por el autoempleo y por y los micro y pequeños emprendimientos productivos y comerciales. No obstante, las diferencias de género en las trayectorias laborales de ambos sexos continúan subsistiendo, y las mujeres siguen negativamente afectadas en términos de su inserción laboral, de la permanencia y la calidad del empleo y, por lo tanto, en sus posibilidades de acceso a la independencia económica y a una mayor autonomía personal. En este sentido, aunque se ha avanzado en el reconocimiento del aporte del sector de las MIPYME a la generación de empleo y a la producción, frecuentemente no considera todavía el potencial que representan las mujeres empresarias en el sector ni su contribución al desarrollo de las economías familiar, local y nacional. La contribución económica de las mujeres en la región ha sido abordada desde diferentes perspectivas –la La participación de las mujeres en el mercado laboral ha crecido sostenidamente durante las últimas décadas; su aporte económico cobra cada vez más importancia fuera del ámbito de la reproducción social. Además de incorporarse como trabajadoras asalariadas, están incursionando como ocupadas por cuenta propia o cuentapropistas, optando muchas por el autoempleo y por y los micro y pequeños emprendimientos productivos y comerciales. investigación académica, las políticas públicas–, pero la atención se ha centrado principalmente en la categoría de las asalariadas y autoempleadas. La situación de las mujeres empresarias ha sido, en general, poco considerada. Ello obedece, por una parte, al subregistro de información que indica una relativa baja participación en tal categoría, y también a que en la mayoría de los estudios sobre empresas pequeñas y medianas el tema se aborda especialmente desde el punto de vista institucional o económico sin prestar demasiada atención a las características de identidad de las personas empresarias, entre ellas las relativas al género, como variables explicativas del desempeño de hombres y mujeres en las MIPYME. En los países de la región las políticas económicas y laborales dirigidas a las mujeres en su papel económico son muy escasas o se limitan a programas focalizados en segmentos específicos y restringidos de la población femenina, como las jefas de hogares pobres. O bien se han 19 impulsado durante mucho tiempo políticas y programas considerados “neutros en términos de género”, es decir, que no afectan negativamente a las mujeres o a los hombres en su condición de tales. Esa neutralidad es cuestionable, puesto que desconocen las realidades notablemente distintas en que se desenvuelven mujeres y hombres como actores económicos y, al mismo tiempo, ignoran que los efectos difieren según el sexo de las personas que se benefician de estos programas. Para promover un desarrollo nacional y regional productivo eficiente y competitivo con equidad se requiere identificar algunos factores de especial relevancia: el desigual acceso de hombres y mujeres a los recursos productivos –tierra, capital, crédito y oportunidades de capacitación–; la concentración de las mujeres en emprendimientos (muchas veces denominados grupos generadores de ingresos), microempresas y los obstáculos que enfrentan para acceder a servicios de desarrollo empresarial que les lleve a acumular capital y a crecer; la falta de equidad en el mercado laboral; la sobrerrepresentación femenina en los sectores informales y de baja productividad, así como las estructuras y los roles familiares que mantienen a las mujeres como exclusivas responsables del trabajo reproductivo. Según Linda Majoux (2005), existen restricciones de clase social que se cruzan y refuerzan con restricciones de género que actúan como limitantes para el desarrollo empresarial, como las siguientes: Acceso a los recursos. Restricciones de clase: dificultades para establecer contactos con individuos o agentes que puedan prestar fondos o bienes que hagan posible comenzar una empresa. Restricciones de género: las mujeres tienen menos acceso a los recursos que los hombres de la misma clase social debido a los sistemas discriminatorios de propiedad y empleo. Su grado de control, tanto de los ingresos de los hogares como de sus propios ingresos y ganancias, también es limitado. Tiempo disponible. Restricciones de clase: allí donde los salarios son bajos, las personas de los sectores de menores ingresos tienen que ocuparse en una gama de actividades de supervivencia que no pasan por el mercado. Generalmente cuentan con menos tiempo para dedicarlo a actividades que no produzcan retornos inmediatos y beneficios tangibles. Restricciones de género: las mujeres disponen de menos tiempo que los hombres, especialmente para dedicar a su actividad productiva, debido a la desigual división del trabajo en actividades productivas y reproductivas. Calificaciones. Restricciones de clase: las personas de menores recursos tienen mayores probabilidades de ser menos educadas en términos de educación formal, aunque pueden contar con altos niveles de calificación técnica en ocupaciones particulares. Restricciones de género: las mujeres pueden tener altos niveles de calificación en ocupaciones femeninas, pero sus oportunidades de acceder a ocupaciones no tradicionales y mejor remuneradas son menores. Acceso a los mercados. Restricciones de clase: es muy difícil entrar en los mercados más lucrativos, en los que tienen mayor presencia las organizaciones de los comerciantes y empresarios más prósperos. Restricciones de género: las mujeres están frecuentemente excluidas de la mayoría de los mercados lucrativos por razones de género. Incluso en muchas sociedades donde la exclusión no es explícita, las mujeres están sujetas a restricciones en cuanto a su movilidad fuera del hogar y en áreas definidas como espacios masculinos. 20 Ante estas restricciones, el tema de la educación empresarial de las mujeres se vuelve relevante para reducir sus niveles de pobreza y tener posibilidades de empleo, potenciar sus capacidades y conocimiento empresarial, y por esa vía mejorar las condiciones de vida de sus familias. Especial referencia merece la situación de emprendedoras analfabetas, para quienes la lectoescritura y el manejo de operaciones matemáticas básicas resultan indispensables para proyectar su negocio. En casi todos los casos, los programas de promoción empresarial ponen como requisito, implícito o explícito, ser alfabeta, aún en programas de compensación social dirigidos a erradicar la pobreza extrema, lo cual es insólito si una condición propia de estos segmentos de población es su bajísimo nivel educativo. El reconocimiento de esta situación debería a obligar a introducir programas de alfabetización de adultos, con metodologías como la de Paulo Freire, que, aunque puestas en boga en la década de 1970 en América Latina, siguen teniendo pertinencia, ya que proponen un enfoque pedagógico donde los contenidos, el universo léxico, los ejemplos, las imágenes giran en torno al mundo de las personas que se alfabetizan. Para el caso que nos ocupa podrían construirse alrededor del tema de la empresariedad de las mujeres, a fin de recoger toda la riqueza de experiencias que resulta de esos procesos cuando se utilizan criterios de género. La rápida feminización de la fuerza de trabajo en las últimas dos décadas está vinculada con frecuencia al sector de los servicios y a la producción para la exportación, con resultados contradictorios en el sentido de que han generado mayor número de puestos de trabajo para las mujeres, pero la calidad de estos, los ingresos que les generan y la relativa autonomía económica que les proveen contribuyen poco al cierre de las brechas históricas de género del mercado laboral. Por otro lado, los datos estadísticos que captan las brechas de género en las pequeñas empresas y la información cualitativa sobre las mujeres empresarias son escasos. Los análisis de tipo cuantitativo se basan, en general, en las encuestas de hogares o de empleo que brindan principalmente información para los sectores del autoempleo y la microempresa. Son menos frecuentes las encuestas diseñadas específicamente para conocer la situación de las empresas de propiedad femenina o para realizar estudios comparativos de los resultados empresariales de hombres y mujeres y sus causas, que abarquen diferentes tramos de tamaño de las unidades productivas (pequeñas y medianas). No obstante, el papel de las mujeres empresarias en el desarrollo social y económico está comenzando a destacar y, aunque de manera todavía incipiente, tiende a ser reconocido y a requerir mayor atención, particularmente en el segmento de las pequeñas y las medianas empresas12. No hay duda de que la educación y la formación empresarial propiamente dicha influyen para lograr el acceso a nuevos mercados y financiamientos, a servicios de apoyo y para alcanzar redes y grupos que fomentan la cultura de negocios y la vinculación con programas e iniciativas para el mejoramiento de la autonomía económica de las mujeres, y por tanto son invaluables para alcanzar su desarrollo empresarial; pero, se insiste, para muchas emprendedoras es mayor prioridad resolver el problema de su instrucción alfabética básica, sin lo cual es casi seguro que sus negocios están condenados a quedarse rezagados. 12 Ibíd. 21 La implementación de esta Agenda viene a ser un esfuerzo regional para apoyar al sector MIPYME de cara a las tendencias globales, las cuales obligan a las empresas centroamericanas a competir en un entorno cambiante y complejo debido a la liberalización de capitales y del comercio, la desregulación de los mercados, la aceleración del progreso tecnológico, el desarrollo de mercados en Asia, entre otros. En julio del 2010, en San Salvador, durante la Cumbre Extraordinaria de Presidentes denominada “Relanzamiento del Proceso de Integración Centroamericana”, los jefes de Estado de la región establecieron como prioridad el fomento de las MIPYMES en la región, para lo cual acordaron13: Instruir a las autoridades competentes para que se desarrollen esfuerzos para promover el fortalecimiento de la competitividad MIPYME, orientando con prioridad los recursos de la cooperación para su desarrollo y fortalecimiento de la institucionalidad nacional y regional y las políticas públicas relacionadas. En este sentido, se plantea profundizar la integración regional articulando las iniciativas nacionales de los máximos organismos rectores de las políticas MIPYME en cada país y consolidar una agenda regional MIPYME14. 22 13 Agenda Regional MIPYME. Prioridades en políticas y programas para las MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana. CENPROMYPE-SICA. 14 Ibíd., p. 3. Un año más tarde, los presidentes de la región se reúnen nuevamente en San Salvador el 22 de julio del 2011, y en su Plan de Acción acordaron, respecto al eje temático de integración económica: Ejecutar la Agenda Regional MIPYME, en la que se han definido sus prioridades para lo cual se instruye al Centro Regional de Promoción de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CENPROMYPE) que gestione los recursos técnicos y financieros necesarios en función de incrementar la competitividad de las mismas15. Ambas declaraciones presidenciales tienen especial relevancia porque generan un contexto en el que a las MIPYMES se les da mayor importancia de la que se ha venido otorgando y se brinda un voto de confianza sobre la labor estratégica de CENPROMYPE con este respaldo político. El Consejo Directivo de CENPROMYPE, integrado por las instancias públicas de promoción de la MIPYME en la región, en conjunto con un grupo de socios estratégicos y cooperantes, han propiciado espacios para el diálogo abierto que promuevan el intercambio de experiencias de la cooperación en la región, el establecimiento de mecanismos de coordinación y acciones de seguimiento e implementación de una agenda regional para el fortalecimiento de las MIPYMES y para orientar recursos técnicos y financieros hacia su implementación16. Lo anterior se cimenta en una plataforma institucional en los países que facilitan el impulso de las políticas para las MIPYMES, así como en la promulgación de nuevas leyes y la revisión de los marcos legales vigentes, favoreciendo la definición de políticas públicas diferenciadas para las MIPYMES dentro del contexto de las políticas para el fomento de los sectores productivos. En este marco regional, se elabora la Agenda de prioridades en políticas y programas para las MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana, con el fin de fomentar las MIPYMES en las economías nacionales, “ Revisar y fortalecer los marcos institucionales y legales en los países y perseguir mayor desarrollo empresarial a través de la competitividad de las empresas y la transferencia de conocimiento. ” revisar y fortalecer los marcos institucionales y legales en los países y perseguir mayor desarrollo empresarial a través de la competitividad de las empresas y la transferencia de conocimiento. Esta Agenda es el resultado de un proceso de consulta regional llevado a cabo en 2011 con la participación de los sectores público y privado, lo cual permitió identificar las prioridades del sector MIPYME y delinear una visión estratégica para impulsar las MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana. La visión de la Agenda a largo plazo es generar sinergia entre los países para la articulación de políticas públicas, de modo que se puedan transferir las mejores prácticas y se fortalezca la estructura institucional de apoyo a las MIPYMES con intervenciones adecuadas que fomenten la cohesión social, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y el desarrollo económico e inclusivo en equilibrio con el medio ambiente. El objetivo de la Agenda Regional MIPYME en Centroamérica y República Dominicana es articular esfuerzos y acciones desde el espacio regional, que promuevan la gestión del conocimiento y multipliquen los beneficios para las micro, pequeñas y medianas empresas. 15 Ibíd. 16 Ibíd. 23 La aspiración de CENPROMYPE es que la estrategia se constituya en la ruta crítica para la implementación de las políticas de las MIPYMES y en la orientación y focalización de los recursos de los Estados de la región y de la cooperación, para el desarrollo de capacidades en la MIPYMES que permitan un desempeño competitivo y su sostenibilidad17. las tendencias globales, las cuales obligan a las empresas centroamericanas a competir en un entorno cambiante y complejo debido a la liberalización de capitales y del comercio, la desregulación de los mercados, la aceleración del progreso tecnológico, el desarrollo de mercados en Asia, entre otros. La implementación de esta Agenda viene a ser un esfuerzo regional para apoyar al sector MIPYME de cara a TENDENCIAS MACROECONÓMICAS CENTROAMÉRICA Y ESTADOS UNIDOS Crecimiento de la actividad económica a/. 2000-2010 10% 5% 0% 5% Centroamérica Jul-10 Jul-09 Ener-10 Jul-08 Ener-09 Jul-07 Ener-08 Jul-06 Ener-07 Jul-05 Ener-06 Jul-04 Ener-05 Jul-03 Ener-04 Jul-02 Ener-03 Jul-01 Jul-00 -15% Ener-02 -10% Ener-01 El ciclo económico 2004-2007 se define como un ciclo de expansión de la economía de la región, incremento de la inversión externa, dinamismo en las exportaciones y del turismo, mayores flujos de remesas que propiciaron oportunidades de crecimiento, producción y empleo. No obstante, la crisis financiera 2008-2009 impactó esas oportunidades, especialmente en aquellos países con un menor ingreso per cápita por su dependencia de las exportaciones de bajo nivel agregado y de las remesas. Ener-00 2.1 En Centroamérica existen grupos de países que se encuentran en distintas fases respecto a su desarrollo económico. Desde la perspectiva del Estado de la Región, los altos niveles de crecimiento económico alcanzados en el período 2004-2007 (en algunos países los mayores desde la década de 1960), no lograron traducirse en niveles proporcionales de progreso social y se revirtieron rápidamente, debido a la fuerte contracción económica internacional de los años 2007-2010. Estos resultados confirman la persistente desigualdad que tiende a concentrar las oportunidades productivas y los ingresos en pocos segmentos de población (Gráfico 1). Estados Unidos a/Indice mensual de actividad económica en Centroamérica e índice de producción industrial en Estados Unidos. Fuente: Rosales. 2010b. con cifras del Consejo Monetario Centroamericano y del Bureau of Economic Analysis de Estados Unidos GRAFICO No.1 24 17 Ibíd., p. 7 CENTROAMÉRICA Y ESTADOS UNIDOS: El crecimiento de la actividad económica 2000- 2018 La contracción de los precios internacionales del petróleo y de los alimentos en el 2009, con una menor demanda de los bienes importados, hizo que los desequilibrios externos y la inflación se redujeran a niveles históricos. A partir del 2010, el bajo crecimiento de la economía mundial, los riesgos latentes de alzas en los precios del petróleo y de los alimentos y las presiones fiscales plantean grandes retos para la región, como el diseño de políticas públicas que promuevan la competitividad y la innovación, a partir de mayor inversión en infraestructura, educación y empleo. La alta volatilidad de la economía que afecta al crecimiento económico y genera mayor pobreza ha sido un lastre continuo para las economías de la subregión. Si bien esta volatilidad tendió a disminuir en la década pasada, la crisis mundial de 2009 mostró que muchos países enfrentan aún serios riesgos debido a la veloz transmisión de los choques externos, producto de la creciente globalización y estrecha vinculación de los mercados. Asociado a este problema, algunos marcos institucionales fiscales inadecuados terminan por favorecer la presencia de una política fiscal procíclica con sesgo deficitario y acentúan aún más los efectos negativos del ciclo económico. Este marco institucional fiscal, junto con los problemas estructurales en las finanzas públicas típicos en estos países, limita seriamente la posibilidad de que la política fiscal cumpla una función contracíclica durante las fases recesivas19 . Los países de Centroamérica y la República Dominicana tienen economías en las que estas dificultades se han acentuado. Su alta dependencia de los flujos externos de capital, derivados de sus exportaciones, inversión extranjera y remesas, provoca que la volatilidad se acentúe en las fases recesivas en la economía mundial caracterizada por una reversión en dichos flujos. La fragilidad en sus finanzas públicas profundiza el problema y limita la capacidad de reacción contracíclica. Si bien la necesidad de modificar y fortalecer el marco institucional fiscal ha sido un tema presente en la discusión, en años recientes se ha enfatizado la posibilidad de adoptar instrumentos que contribuyan a este fin, ampliando la capacidad contracíclica de la política fiscal sin poner en riesgo los objetivos de sostenibilidad de largo plazo20. A pesar de los factores mencionados anteriormente, Centroamérica y República Dominicana continúan avanzando en su recuperación económica; se proyecta que el crecimiento será, en promedio, de aproximadamente de un 4% para el año 2012. No obstante, persistirán diferencias entre los países. Mientras Panamá continuará creciendo con tasas sobre el 7%, El Salvador tendrá tasas cercanas al 2%. (Cuadro n.o 4) PROYECCIONES DEL PIB PARA CENTROAMERCIA Y REPUBLICA DOMINICANA Fuentes: Fitch Ratings. En: http:// www.fitchca. com/docs/ doc_4870.pdf, marzo 2012. CEPAL. Anuario Estadístico 2011. Cuadro No. 4. PAÍS 2010 2011 2012 2013 Costa Rica 4.2 4.3 4.0 4.5 El Salvador 1.4 1.8 2.0 2.3 Guatemala 2.8 3.0 3.1 3.1 Honduras 2.8 3.5 3.5 4.0 Nicaragua 4.5 4.0 3.3 4.0 Panamá 7.6 8.5 7.0 6.5 República Dominicana 7.8 4.4 4.9 5.7 Belice 2.9 2.3 -- -- 18 Cuarto Informe del Estado de la Región 2011. 19 Ibíd. 20 Fitch Ratings (2012). Perspectivas 2012: Centroamérica y Rep. Dominicana. Mejor Posicionamiento Frente a la Incertidumbre Externa 25 Sin embargo, las economías de la región no son inmunes a los riesgos que puedan derivarse de una potencial caída de las economías avanzadas, particularmente de Estados Unidos, lo cual afectaría las proyecciones de crecimiento por ser economías pequeñas y abiertas. De acuerdo con las proyecciones de organismos e instituciones financieras, se estima que habrá mayor competencia dentro de los sistemas bancarios de la región, combinado con tasas internacionales bajas, lo cual mantendrá limitados los márgenes de maniobra de los bancos. Además, la liquidez de los bancos de la región seguirá siendo elevada, aunque tenderá a converger con los niveles precrisis conforme la liquidez se utilice para satisfacer la demanda del crédito. BRECHAS de DESIGUALDAD SOCIAL 2.2 Como se ha mencionado, la recesión económica revirtió parcialmente los avances logrados en la reducción de la pobreza durante los veinte años anteriores, pero no los anuló. Hay menor desigualdad en la distribución de los ingresos en varias naciones del Istmo (no en todas), aunque las inequidades siguen siendo muy elevadas. Persisten amplias brechas sociales de carácter subnacional en todos los países y no hay firmes progresos en los rezagos que afectan a poblaciones indígenas, mujeres, jóvenes y población con discapacidad. 26 Con los datos más recientes estimados por la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, puede afirmarse que a lo largo de la primera década del presente siglo prevaleció en Centroamérica una fuerte desigualdad en la distribución de los ingresos. Países como Nicaragua, Panamá y El Salvador han experimentado en la última década una reducción de la desigualdad de los ingresos. En cambio, Guatemala y Honduras no registraron ningún progreso, por lo que representan los dos países más desiguales del Istmo y los más inequitativos a nivel de América Latina. En el caso de Costa Rica, aunque ha sido el más equilibrado, con la crisis del 2008-2009 aumentó su desigualdad. En República Dominicana, el comportamiento también ha sido de aumento en la desigualdad de los ingresos. La incidencia de pobreza 2.2.1 Según el Cuarto Informe del Estado de la Región, durante 2009-2010 se registraron mayores niveles de incidencia de pobreza que en los años anteriores. Los tres países, Costa Rica, El Salvador y Honduras, lograron los menores niveles de pobreza general y extrema entre los años 2006 y 2007, pero en 2008 y 2009 la incidencia volvió a aumentar. En Centroamérica –en términos generales– no hay grandes diferencias de incidencia de la pobreza entre hombres y mujeres, como sí se ha documentado para otras regiones del mundo donde la pobreza tiene rostro de mujer. En el 2010, en Honduras la pobreza general afectaba al 60% de los hogares, y la pobreza extrema a un 39,1%; en ambos casos se trata de magnitudes similares a las de 2006. En Costa Rica, el fuerte incremento de la pobreza que refleja la información disponible coloca la incidencia en el mismo nivel registrado en los años 2004 y 2005. Guatemala, Nicaragua y Panamá solo cuentan con estimaciones puntuales para la década 2000-2009, por lo que no es posible examinar los probables impactos de la crisis económica de 2008-2009. Si se contrastan las cifras del primero y del último de los años de ese período, en los tres países se observa una reducción cercana a los cuatro puntos porcentuales en la pobreza general; en la pobreza extrema, los descensos son de 0,5 puntos porcentuales en Guatemala y Nicaragua, y de 2,2 en Panamá. Para el caso de República Dominicana, se registra que 34% de la población en 2009 vivía en estado de pobreza. Esto quiere decir que de una población total de 9 700.000 personas para ese mismo año, unas 3 298.000 eran pobres. En cuanto al nivel de pobreza extrema, en 2009 un 10,4% del total de la población vivía en esta condición, es decir, 1 008.800 personas21. En el caso de Belice, para el 2010 la incidencia de la pobreza se registra en un 33,5%22. De acuerdo con datos del 2009, los grupos con mayor predisposición a la pobreza son los hogares rurales grandes (más de 5 personas), aquellos con niños, y los encabezados por personas que no han terminado la escuela primaria o que están desempleados. En contraste, los grupos donde la pobreza es menor son los hogares de 1-3 personas, los hogares encabezados por mujeres y los ancianos. La relación entre la pobreza y el hogar merece ser enfatizada: casi el 90% de la población indigente y el 80% de la población pobre viven en hogares con 5 o más personas; y hogares con 6 o más personas tienen una tasa de indigencia de alrededor del 28%, 2,5 veces más que el total nacional23. En Centroamérica –en términos generales– no hay grandes diferencias de incidencia de la pobreza entre hombres y mujeres, como sí se ha documentado para otras regiones del mundo donde la pobreza tiene rostro de mujer. En Costa Rica, para el año 2009, el 52,6% de la población en situación de pobreza general la componían mujeres; en niveles de pobreza extrema se registra un 53,5% de mujeres y de la población total representaron un 50,4%. En República Dominicana los hogares encabezados por jefatura femenina alcanzan aproximadamente un 51% de 21 Informe de Seguimiento de 2010 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En: http://portal.onu.org.do/republica-dominicana/datos/pobreza/32 22 Consultado en: Indexmundi.com/es/belice 23 Evaluaciones de la pobreza 2009. Ministerio de Desarrollo Económico, Comercio e Industria, Protección al Consumidor. Belice, agosto 2010. En: http://www.belize.gov.bz/public/Attachment/131612515371.pdf 27 la población ubicada por debajo de la línea de pobreza, frente a un 32% de los hombres24. En este caso sí hay que evidenciar que la pobreza en este país está feminizada. experimenta una acelerada urbanización, el flagelo de la pobreza rural merece, por su marcada intensidad, especial atención. En cuanto a la pobreza en Centroamérica, se registra una mayor concentración e intensidad en las áreas rurales, lo cual muestra un defecto preocupante de los modelos de desarrollo y por ende de las intervenciones de los Estados. Hacia el 2006, la incidencia de este fenómeno entre la población rural era de 62,6%, frente a 37,4% entre la población urbana; para la pobreza extrema, las cifras eran de 50,8% y 23%, respectivamente (Programa Estado de la Nación, 2008). Hasta el año 2008 no se registraban cambios significativos en esta situación. Aunque el Istmo Cuando se analiza la evolución de la pobreza en Costa Rica, El Salvador y Honduras (Cuadro n.o 5), se observa una disminución de las brechas de pobreza territoriales en el período 2000-2009. Aunque la pobreza general y extrema se redujo, tanto en las zonas urbanas como en las rurales, en estas últimas el descenso es mayor. Aun así, con excepción de Costa Rica, las distancias siguen siendo significativas. Lamentablemente no hay información similar p ara Belice, Panamá, Nicaragua y CUADRO N0. 5.25 INCIDENCIA DE LA POBREZA POR INSUFICIENCA DE INGRESOS EN LOS HOGARES POR ZONAS 2000-2009 Incidencia de la probeza por insuficiencia de ingresos en los hogares, por zona. 2000-2009 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 POBREZA TOTAL Costa Rica Urbana Rural El Salvador Urbana Rural Honduras Urbana Rural POBREZAEXTREMA Costa Rica Urbana Rural El Salvador Urbana Rural Hondurasa/ Urbana Rural 17,1 25,4 16,9 25,2 17,3 25,4 15,4 23,1 18,9 26,0 18,7 24,9 18,3 23,0 15,7 18,3 16,9 18,7 18,0 19,2 29,8 53,7 31,3 51,6 29,5 49,2 30,0 46,2 29,2 43,7 30,9 42,5 27,7 35,8 29,8 43,8 35,7 49,0 33,3 46,5 55,9 71,3 58,0 71,3 57,5 72,2 57,1 71,7 57,7 69,5 52,9 66,8 51,0 65,2 55,2 63,1 52,8 64,4 4,1 8,8 3,9 8,9 3,5 8,8 3,3 7,8 4,0 8,0 4,5 7,1 4,3 6,8 2,6 4,2 2,6 4,6 3,4 5,3 9,3 27,2 10,3 26,1 10,3 25,0 9,7 22,1 8,6 19,3 9,7 16,9 8,0 12,2 7,9 16,3 10,0 17,5 9,2 17,5 26,5 61,6 28,8 61,9 30,0 62,7 29,3 62,2 29,0 62,8 23,5 56,7 20,4 53,9 22,8 49,5 20,3 52,0 a/ Las estimaciones corresponden a Mayo. En el año 2000 no se realizaron estimaciones de la pobreza. Fuente: Encuestas de hogares realizadas por las instituciones de Estadística de los tres países. 28 24 Las mujeres dominicanas en búsqueda de la igualdad. En: http://www.planrd.org/campanas/porque-soy-una-nina/236-las-mujeres-dominicanas-en-busqueda-de-la-igualdad.html. Marzo 2012. 25 Informe Estado de la Región 2011. Guatemala –los dos últimos aquejados por una extendida pobreza– que permita conocer si lo visto es una tendencia regional.26 En el caso de República Dominicana, se estima que alrededor del 36% de la población reside en zonas rurales. El 56% de los hogares rurales son pobres y el 17% son pobres extremos (medida a través del ingreso). Más del doble de los hogares pobres del país se concentra en las zonas rurales.27 Una inversión social fuerte y sostenida a lo largo del tiempo es una condición para obtener altos niveles de desarrollo humano. Hasta el año 2008, el gasto público social per cápita aumentó en todos los países centroamericanos, en un contexto económico relativamente favorable. A diferencia de lo ocurrido en otras épocas de crisis, la escasa información disponible sugiere que durante la crisis de 2008-2009 los Gobiernos no recortaron la inversión social, como medio para equilibrar las finanzas públicas. No obstante, la incertidumbre sobre el vigor y el alcance de la recuperación económica no permite prever si los niveles actuales de inversión social se sostendrán en el futuro. Por otro lado, enfrentar el desafío de la pobreza y la autonomía económica de las mujeres requiere ampliar la perspectiva y cambiar la agenda del desarrollo. La pobreza en las mujeres sigue siendo un tema de las políticas públicas de género y de superación de la pobreza. En el caso específico de las mujeres rurales, llevan la carga pesada de su doble papel de trabajadoras, remuneradas o no, y de proveedoras de cuidados familiares. Esto último restringe su tiempo y movilidad para emprender un trabajo productivo y limita su tiempo para la educación, la capacitación y las actividades económicas. La pobreza de las mujeres rurales se ve afectada por su acceso limitado a los recursos productivos, por sus niveles educativos más bajos y por las normas sociales acerca de qué trabajos son considerados como adecuados para ellas, y por la tendencia a confinarlas en actividades de menor remuneración y estatus, donde las oportunidades de capacitarse y avanzar son reducidas. Un ejemplo de la incidencia de pobreza en las mujeres rurales son los datos que se registran durante el periodo 2005-2010. (Cuadro n.o 6) CUADRO N0. 6 ÍNDICE DE FEMINIDAD DE LA INDIGENCIA Y DE LA POBREZA, SEGÚN ZONAS GEOGRÁFICAS País Pobreza Extema Nacional Urbana Costa Rica (2010) 119.0 Guatemala (2006) 101.9 El Salvador (2010) 104.4 Honduras (2010) 101.0 Nicaragua (2005) 101.0 Panamá (2010) 122.6 Rep. Dominicana (2010) 125.9 Fuente: CEPAL, Anuario Estadístico 2011. 120.2 102.8 107.8 108.1 102.0 137.2 128.7 Rural 118.4 101.7 102.8 99.3 103.5 119.4 122.9 Pobreza Indigencia Nacional Urbana Rural 122.4 101.4 99.8 98.4 102.5 132.8 144.3 131.3 105.7 105.8 115.5 111.7 167.5 150.9 118.4 100.6 98.5 97.7 104.7 130.3 141.6 26 Ver Compendio Estadístico del Estado de la Región 2011: http://www.estadonacion.or.cr/index.php/estadisticas/centroamerica/compendio-estadistico/series-anuales/sociales 27 Rosario, P. et al (2009). Crisis y pobreza rural en América Latina: el caso de República Dominicana. Documento de trabajo n.o 42. Programa Dinámicas Territoriales Rurales RIMISP-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural. Chile. 29 De acuerdo con los datos de la CEPAL, hay una feminización de la pobreza rural en la región que puede estar determinada por varias causas: difícil acceso a recursos, como tierra, crédito y capital, debido a factores estructurales e institucionales que las limitan; insuficiencia de ingresos para solventar necesidades básicas; limitado acceso a educación y capacitación, sobrecarga de tareas; una desvalorización cultural hacia las mujeres y sus capacidades; y carencia de herramientas para ser competitivas. La pobreza es comúnmente abordada y explicada desde el punto de vista de los ingresos monetarios de las personas y los hogares, sus posibilidades de consumo y de satisfacción de necesidades materiales básicas. Una perspectiva más amplia agrega al análisis las carencias en el campo de la educación y la salud como factores determinantes. En ambos casos, el foco de atención y el factor explicativo son las privaciones. Cuando al analizar las condiciones de pobreza de la población se pone el foco de atención en las mujeres, dicho abordaje es claramente insuficiente. 28 La función democratizadora y (re)distributiva del Estado es especialmente crítica para hacer avanzar los derechos de las mujeres y particularmente su autonomía económica. La estrategia de la igualdad de oportunidades basada en el acceso equitativo a la educación, la salud y la seguridad social no ha significado para las mujeres igualdad de resultados en la distribución de los ingresos y las oportunidades económicas, como tampoco en la distribución del poder político. 29 Las políticas macroeconómicas deben replantearse y reformularse para encontrar soluciones a la reducción de la pobreza de las mujeres. Estas políticas deben 30 sustentarse en un análisis basado en el género y con la participación democrática de hombres y mujeres con miras a garantizar el acceso a los recursos, a las oportunidades y a los servicios públicos en condiciones de igualdad y equidad. A lo anterior se suma la falta de información actualizada y desagregada a nivel territorial (zonas rurales y a nivel municipal); además, las limitaciones de acceso y falta de estadísticas comparables entre los países generan vacíos y asimetrías en los análisis e investigaciones, como se ha señalado en la introducción de este diagnóstico. No vamos a alcanzar la equidad de género sin equidad social en la región, no vamos a alcanzar un mayor bienestar de las mujeres, sin prosperidad. Así, políticas sin Estado e igualdad en un contexto de desigualdad y discriminación, constituyen el doble desafío de la inclusión de género en las estrategias de desarrollo. Tierra Dificil acceso a recursos: 28 Ibíd. 29 Lara. S. (2004). Costa Rica en la última década: políticas pobres, para los pobres, con pobres resultados. CEPAL-Consejo Nacional de Mujeres de Ecuador. Quito, Ecuador. Crédito y capital EL PANORAMA LABORAL 2.3 Según el Informe del Observatorio Laboral de Centroamérica y República Dominicana 2011, a partir de 2009 y con el advenimiento de la crisis todos los indicadores de desempleo y subempleo30 sufrieron un empeoramiento general en la subregión. Costa Rica fue el país que experimentó el mayor incremento en la tasa de desempleo, la cual pasó de 5% a 7.8% entre 2008 y 2009. De no ser porque las tasas de actividad en este país han venido decreciendo sostenidamente, pasando de 56,6% en 2006 a 55,2% en 2010, el aumento del desempleo pudo haber sido todavía mayor. El nivel de subempleo visible también experimentó un deterioro, pasando de 10% a 12,5% en el período 2008-2009. Dicho de otra forma, la crisis provocó un aumento de la población ocupada que desea trabajar a tiempo completo y que no lo puede conseguir. Curiosamente, a diferencia de los anteriores indicadores, se produjo un decrecimiento de la población ocupada con problemas de subempleo invisible. La caída del subempleo invisible fue todavía más fuerte en El Salvador, que alcanzó 10 puntos porcentuales (29,6% a 19,3% de 2008 a 2009). Esto podría indicar que la estrategia de los empresarios de estos países para contrarrestar los efectos adversos de la crisis estuvo más enfocada hacia la reducción de jornadas laborales que hacia la disminución de los salarios. (Gráfico n.o 2). El efecto de la crisis todavía se hizo sentir durante 2010. En los países de los cuales se tiene información disponible para ese año (Costa Rica, Panamá y República Dominicana) se observa que, aun cuando se produjo una pequeña caída de las tasas de desempleo y subempleo, estas todavía siguen estando por encima de las que había previo a la crisis. Prácticamente todos los países de la subregión sufrieron un incremento importante de la tasa de desempleo, excepto Honduras, cuyo nivel sigue siendo sumamente bajo. No obstante, el desempleo abierto es solo una parte del problema en ese país, ya que la falta de acceso 30 Según la OIT, se entiende por subempleo cuando las personas ocupadas no han alcanzado su nivel de pleno empleo. El subempleo visible se refiere a las personas ocupadas que trabajan habitualmente menos de una jornada completa en su ocupación principal (regularmente menos de un total de 47 horas por semana, pero esto varía según el país, la ocupación, etc.) o en su ocupación secundaria, y que además desean trabajar más horas por semana de las que trabajan actualmente y están disponibles para hacerlo, pero no lo hacen porque no consiguen más trabajo asalariado o más trabajo independiente. En el caso del subempleo invisible se refiere al conjunto de personas o a la persona que recibe como remuneración un ingreso muy bajo en relación con su productividad, o a la persona que realiza tareas que requieren una preparación inferior a la suya. Refleja el bajo ingreso, la subutilización de las calificaciones y la baja productividad. Este tipo de subempleo afecta muy directamente a la mano de obra femenina, como consecuencia de factores culturales de discriminación. Otro concepto importante es el de autoempleo que refiere a todas aquellas personas que desarrollan una actividad económica bajo los parámetros habituales de un trabajo autónomo, es decir independiente y no remunerado salarialmente (Paniagua, 2002). 31 a trabajo decente es imperante. Esto se aprecia, como se mencionó, por la gran proporción de trabajadores y trabajadoras que sufren de subempleo invisible. Este último, precisamente, sufrió un fuerte incremento durante la crisis, pasando de 28,7% en 2008 a 36,3% en 2009 (Gráfico n.o 2). 2007 (para ambos casos la fuente no registra información del año 2008). En lo que respecta al desempleo abierto 31, para el año 2006 se registra un 6,2% de los hombres del total de la población económicamente activa (PEA)32 masculina y en el caso de las mujeres un 15,0% del total de la PEA femenina. 33 En el caso de Belice, para el año 2009 se registró un 38,1% de hombres desocupados y un 61,8% de mujeres desocupadas, con respecto al total de población desocupada; este porcentaje decreció para los hombres en un 5% con relación al valor registrado para el año 2007. Con respecto a la situación de las mujeres, y contrario a la tendencia de los hombres, se presenta un aumento en el desempleo de un 4,9% frente al valor registrado para el año Es importante destacar el comportamiento de la PEA para ambos sexos, pues en el caso de los hombres se registró en 2009 un 60,8%, porcentaje que decreció en un 2,1% con respecto al valor registrado para el año 2007. En el caso de las mujeres, la PEA en el año 2009 registró un 39,2%, un aumento de un 2,1% con respecto al año 2007. GRAFICO No.2 CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: Tasa de desempleo, Subempleo, Actividad y ocupación, 2006-2010 35 31 Desempleo abierto. Representa la proporción de la fuerza laboral que no tiene empleo aunque está disponible para trabajar y busca empleo. Compendio Estadístico. Estado de la Región 2011. En: http://www. estadonacion.or.cr/index.php/estadisticas/centroamerica/compendio-estadistico/series-anuales/economicas 32 32 PEA. Conjunto de personas en edad de trabajar que se encuentran ocupadas o desocupadas en cada año y país. Ibíd. 33 Ibíd. 34 Ibíd. 35 OLACD (2011). Evolución de los principales indicadores del mercado de trabajo en Centroamérica y República Dominicana, años 2006-2010. OIT. Las mujeres y el mercado laboral 2.3.1 Como se ha indicado, la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo en la región en estudio ha ido en aumento, y las diferencias con respecto a los hombres se mantienen, pues del total de personas que integran la fuerza laboral, el 62% son hombres y el 38% mujeres, lo cual sigue mostrando mayor tendencia de los hombres a incorporarse al mercado de trabajo. GRAFICO No.3 FUERZA DE TRABAJO FEMENINA 2000 Y 2009 37 En todos los países del Istmo aumentó la participación laboral de las mujeres. Sin embargo, los avances fueron lentos, de entre 1% (Nicaragua) y 5% (Belice y Costa Rica). En consecuencia, el nivel regional de participación femenina en la fuerza de trabajo era cercano al 40% a la fecha de la medición más reciente disponible, o sea 2009 (Gráfico n.o 3). 36 45% 40% 35% 36 Informe Estado de la Región 2011. 37 Ídem. Belice Costa Rica El Salvador GuatemalaH onduras Nicaragua 2009 2000 2005 2000 2009 2001 2010 2000 2009 2000 2009 2000 2009 2000 30% Panamá 33 Esta situación es todavía el reflejo de la división sexual del trabajo que determina que las mujeres estén a cargo de la reproducción social y los hombres de las tareas productivas. Por otro lado, como la entrada sostenida de las mujeres al mercado de trabajo no ha venido acompañada de la asunción por los hombres de una parte del trabajo doméstico y de cuidado y las políticas públicas de la subregión todavía no incorporan los cuidados de las personas dependientes como parte fundamental de los sistemas de bienestar, las mujeres se ven obligadas a “conciliar” ellas solas ambos mundos. Un estudio reciente de la CEPAL (Montaño, 2010) señala que hubo una reducción significativa de la población femenina sin ingresos propios en las zonas urbanas de América Latina, lo cual es positivo, pues evidencia una mayor independencia económica. En el período 19942008 la proporción de mujeres en esa condición disminuyó de 42,8% a 31,6%. Aunque en Centroamérica también se experimentó esa tendencia, Panamá es el único país cuya tasa es similar al promedio latinoamericano (31,8% en el 2009). El resto de la región está por encima de ese Principales causas de desempleo y bajos ingresos en las mujeres promedio, pues la proporción de mujeres sin ingresos propios oscila entre 35,2% (El Salvador, 2009) y 41,2% (Guatemala, 2007). 38 Si bien ello podría estar asociado a la maternidad y al aumento en la cantidad de hogares con jefatura femenina, también refleja la insuficiencia de mecanismos institucionales y de mercado que permitan a las mujeres combinar la procreación y el cuido de sus hijos e hijas con la generación de ingresos propios. En cuanto a República Dominicana, las mujeres representan uno de los sectores más afectados por los resultados del sistema sexo-género, tanto en su condición de persona individual como en las de jefas de hogar, pues son más vulnerables a la pobreza que los hombres. Hay múltiples causas tanto políticas como culturales que tienen efectos muy negativos en ellas: las mujeres ganan un 50% menos dinero en comparación con los hombres y les es más difícil encontrar un empleo, por lo que se reporta un 25% de mujeres desempleadas. 39 40 Como consecuencia de la tradicional división del trabajo según el sexo, la participación de las mujeres en el mercado laboral es menor y, en general, en peores condiciones que los hombres (mayor precariedad en el empleo, segregación horizontal y vertical, desigualdad salarial, etc.), lo que las coloca en una situación de debilidad social respecto a su independencia socioeconómica y al acceso a las prestaciones sociales y, por tanto, en una situación de mayor riesgo de exclusión social. 38 Ibíd. 34 39 La pobreza tiene rostro de mujer. En: http://www.pobrezamundial.com/la-pobreza-tiene-rostro-de-mujer-en-republica-dominicana/) 40 Laseca, A. “Caracterización de la exclusión social: colectivos con dificultades de inserción laboral. Algunas repercusiones en Centroamérica y República Dominicana”. En Revista Apuntes del Mercado Laboral de Centroamérica y República Dominicana, n.o II-2011. OLACD. Difícil acceso al mercado laboral. Aunque últimamente ha aumentado el número de mujeres con trabajo asalariado, hay una serie de aspectos que condicionan su entrada a mercado laboral: nivel de estudios, experiencia previa y edad, estado civil, número de hijos e hijas y disponibilidad horaria limitada por las responsabilidades familiares, que siguen siendo asumidas en un porcentaje muy alto por las mujeres. Asunción de responsabilidad del núcleo familiar. Mujeres jefas de hogar que se encuentran con la dificultad de tener que asumir el sustento económico, el trabajo doméstico y el cuidado de su familia, de tal forma que si no disponen de independencia económica, se constituyen en un grupo de alto riesgo de exclusión social. Violencia de género. Como una de las manifestaciones más graves de la violación de los derechos humanos, convierte a las mujeres víctimas en un colectivo muy vulnerable debido a la dependencia económica y afectiva que tienen con su agresor y que les dificulta, en ocasiones, romper con esa situación. Colocan a las mujeres víctimas en situación de exclusión debido a la huida del hogar con sus hijos e hijas, a la dificultad de movilidad, y si el negocio está instalado en la casa, huir implica además el abandono forzado de su actividad productiva. Etnia. Las mujeres de los diferentes grupos étnicos, debido a su situación racial y por ser mujeres, pueden tener dificultades en el disfrute de derechos (salud, educación, justicia, protección social), lo que se traduce en limitantes para acceder a un empleo o para instalar un negocio. Extranjería. Las mujeres migrantes, además del sexo, debido a su situación pueden tener dificultades como las de las minorías étnicas en relación al disfrute de los derechos: salud, educación, justicia, protección social. No solo la ilegalidad, sino la propia condición de extranjera, conlleva dificultades para acceder a un empleo digno y bien remunerado, factor determinante de la exclusión social que viven algunos grupos de mujeres extranjeras. Discapacidad. Las mujeres con discapacidad pueden sufrir una doble discriminación que viene dada por dicha condición y por su sexo. Además deben enfrentarse a una serie de barreras que les limita su desarrollo personal pleno y su participación social, como alto nivel de desempleo, precariedad laboral, salarios inferiores, carencias educativas o formativas, aislamiento social debido a la estigmatización de la discapacidad. Edad. Las mujeres en torno a los 40 años tienen grandes dificultades para incorporarse al mercado laboral, que se ven incrementadas si su escolaridad es baja. Puede tratarse de mujeres que han trabajado largas temporadas en la misma empresa, normalmente realizando tareas muy específicas y de baja cualificación, mujeres del sector informal o que nunca trabajaron de forma regular, pero que por diversas razones personales, sociales o económicas pretenden incorporarse al mercado de trabajo. A partir de los 40 años, la tasa de actividad y ocupación de los hombres está por encima de la de las mujeres. 35 Con raras excepciones, la tasa de desempleo entre las mujeres es muy superior a la de los hombres y, entre las ocupadas, la proporción de subempleo visible es mayor (Cuadro n.o 7). La incidencia más elevada de subempleo visible entre las mujeres se explica por la necesidad que tienen de “ajustar” sus jornadas laborales para hacerlas compatibles con el trabajo doméstico y de cuidado de las personas dependientes que todavía recae mayoritariamente sobre ellas, produciendo la doble jornada de muchas trabajadoras remuneradas y también de las autoempleadas. Como se mencionó, a diferencia del subempleo invisible, más presente entre los hombres, Hombres 36 la crisis del sistema económico provocó un incremento del subempleo visible, situación que implica un impacto negativo mayor sobre la calidad del empleo femenino comparado con el de los hombres. La falta de políticas públicas que promuevan la corresponsabilidad en el cuido de las personas dependientes a lo interno de los hogares entre hombres y mujeres y en la sociedad, entre Estado, empresas y trabajadoras y trabajadores se convierte por tanto en un obstáculo importante para lograr la igualdad real entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo. Mujeres Visible Invisible Urbana Rural 8.8 14.3 10.0 16.3 Total 11.1 12.6 Urbana Rural Total 6.4 N.D 6.4 26.9 N.D 26.9 Urbana Rural Total 15.6 15.2 15.4 N.D N.D N.D Urbana Rural Total 3.5 3.4 3.5 32.7 47.8 42.7 Urbana Rural Total 8.5 8.5 8.5 19.5 14.5 17.1 Urbana Rural Total 1.9 2.6 2.1 11.1 25.0 16.4 Urbana Rural Total 16.8 19.6 17.5 11.4 15.5 12.5 Visible Invisible Costa Rica (Jul. 2009) 12.6 8.4 20.0 10.4 14.9 9.0 El Salvador (Ene-Dic.2009) 1/ 8.9 31.4 N.D N.D 8.9 31.4 Guatemala (Set-Nov. 2006)2/ 17.2 N.D 15.8 N.D 16.6 N.D Honduras (Set. 2009) 5.6 29.0 6.3 22.7 5.9 26.4 Nicaragua (Nov. 2008) 12.8 26.2 15.1 30.9 13.4 27.6 Panamá (Ago. 2010) 1.8 10.1 1.7 15.4 1.8 11.5 República Dominicana (Oct. 2010) 17.3 15.4 17.1 22.1 17.3 16.7 Total Visible Invisible 10.4 16.1 9.3 14.5 12.5 11.3 7.6 N.D 7.6 29.0 N.D 29.0 16.3 15.4 15.9 N.D N.D N.D 4.4 4.2 4.3 31.1 40.9 36.3 10.4 10.2 10.3 22.6 18.9 21.0 1.9 2.3 2.0 10.7 22.1 14.6 17.0 18.9 17.4 13.0 17.4 14.0 41 OLACD (2011). Evolución de los principales indicadores del mercado de trabajo en Centroamérica y República Dominicana, años 2006-2010. OIT. CUADRO No.7. CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE SUBEMPLEO POR PAÍS SEGÚN ZONA Y SEXO41 (PORCENTAJES) 1/ La encuesta de El Salvador solamente reporta el dato de subempleo en las zonas urbanas. 2/ La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) de Guatemala solamente reporta los datos de subempleo visible. Fuente: Procesamiento del OLACD con base en las encuestas de hogares de los países proporcionadas por el Sistema de Información laboral para América Latina y el Caribe de la OIT (SIALC). Como se viene señalando, en Centroamérica las tareas domésticas y de cuido siguen estando fundamentalmente en manos de mujeres, quienes las realizan en sus hogares y comunidades en forma no remunerada y sin importar si además tienen o no un empleo remunerado. Es evidente que, a pesar de la creciente participación femenina en el mercado laboral, la división del trabajo entre los géneros ha permanecido inmutable (COMMCA-SICA, 2010). La falta de políticas públicas que promuevan la corresponsabilidad en el cuido de las personas dependientes a lo interno de los hogares entre hombres y mujeres y en la sociedad, entre Estado, empresas y trabajadoras y trabajadores se convierte por tanto en un obstáculo importante para lograr la igualdad real entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo. Como se viene señalando, en Centroamérica las tareas domésticas y de cuido siguen estando fundamentalmente en manos de mujeres, quienes las realizan en sus hogares y comunidades en forma no remunerada y sin importar si además tienen o no un empleo remunerado. Es evidente que, a pesar de la creciente participación femenina en el mercado laboral, la división del trabajo entre los géneros ha permanecido inmutable (COMMCA-SICA, 2010). 42 El empleo formal y el empleo informal 2.3.2 “Es necesario establecer medidas que sigan potenciando y favoreciendo la total igualdad con el colectivo de hombres.” En general, pero especialmente en un contexto de crisis económica, otro de los indicadores del mercado laboral muy interesante de monitorear es el grado de formalidad del empleo. Una variable que ayuda a dar una idea del grado de formalidad de los empleos es la categoría ocupacional que describe la relación del personal empleado con la empresa, entidad u unidad de producción. Existe desequilibrio entre hombres y mujeres en cuanto a la presencia en el mercado de trabajo centroamericano, ya que las tasas de participación de unos y otras son diferentes. Ello implica que es necesario establecer medidas que sigan potenciando y favoreciendo la total igualdad con el colectivo de hombres. La precariedad laboral que viven muchas mujeres en Centroamérica y República Dominicana incide de forma negativa en su independencia económica y en sus condiciones de vida. Por eso, el riesgo de exclusión social afecta de forma más acusada a las mujeres que a los hombres (Anexo 1). 42 Citado en el Informe del Estado de la Región 2011, p. 389 37 La población con un empleo formal (asalariados en pequeñas, medianas y grandes empresas, asalariados en el sector público y patronos) se ha mantenido muy estable, incluso durante la peor parte de la crisis económica del 2008. El Gráfico 4 muestra la evolución de la población ocupada por categoría ocupacional en cuatro países de la subregión entre 2006 y 2010. En el caso costarricense, la disminución de la participación de las personas empleadoras se debe a una reclasificación de algunas de estas, pues quienes contratan mano de obra de forma ocasional a partir de 2010 se consideran como trabajadores o trabajadoras por cuenta propia. Quizás en donde se nota un mayor cambio es en El Salvador, ya que la proporción de la población asalariada en pequeñas, medianas y grandes empresas en 2009 descendió respecto a 2008, pasando de 29% a 27% (porcentaje aún dentro del margen de error de la encuesta). Pero, en términos generales, se puede afirmar que la estructura de la población ocupada por categoría ocupacional se ha mantenido constante desde el 2006, y que no hubo un movimiento masivo de trabajadores y trabajadoras hacia la economía informal. En la mayoría de los países de la subregión, la categoría ocupacional predominante es la de cuenta propia; prácticamente una de cada tres personas ocupadas trabajan de manera independiente (Gráfico 4). Sobresale particularmente República Dominicana, donde esta categoría ha crecido desde el 2006, cuando abarcaba al 40% de toda la población ocupada, hasta llegar al 43,4% en el 2010. Si se considera a todas las personas ocupadas, independientemente del tamaño de la empresa donde se ubiquen, la categoría de cuenta propia sería la que agrupa al mayor número de trabajadores y trabajadoras; en el segundo puesto se encuentra la población ocupada en pequeñas, medianas y grandes empresas (PMGE), y, en tercer lugar, las que están incorporadas a las microempresas. Otro grupo destacado es la población ocupada no remunerada. De manera que si al grupo de trabajadoras y trabajadores o cuenta propia se suma el 38 servicio doméstico, se detecta la existencia de un alto porcentaje de personas involucradas en actividades informales (aproximadamente un 60% de la mano de obra registrada) en casi todos los países, salvo Panamá y Costa Rica. Naturalmente, la clasificación empleada en este ejercicio incorpora una noción simplificada de la economía formal, ya que no necesariamente todo el trabajo por cuenta propia o en microempresas puede considerarse informal y tampoco se puede suponer formal a todo aquel que se lleva a cabo en pequeñas y medianas empresas. En estas formas de inserción laboral, la posibilidad de que la población trabajadora no tenga acceso a beneficios como el seguro de desempleo, el seguro de salud o la jubilación aumenta sustancialmente. En esa misma línea, algunos indicadores de la calidad del empleo apuntan a un empeoramiento de las condiciones laborales en el sector informal con respecto al formal. Aunque también existe subempleo en el sector formal de la economía, la mayor parte de la población que se encuentra en esta situación pertenece al sector informal, razón por la cual el aumento del mismo tiene un gran peso en la economía de un país, pero de manera especial en la economía de la población con menores ingresos. La diferencia es particularmente marcada en Panamá (Gráfico n.o 4). Entre la población ocupada en el sector formal casi no se presenta el subempleo visible, y se ha mantenido en niveles bastante bajos durante el período 2006-2010. Por otro lado, a pesar de que el subempleo invisible afecta a un pequeña parte de los trabajadores y trabajadoras del sector formal panameño, todavía no se compara con los niveles que se dan entre los del sector informal, pese a que se nota un aumento de esta forma de subempleo desde 2008 en el sector formal. En Costa Rica, la cantidad de trabajadores y trabajadoras del sector formal con problemas de subempleo visible también se ha mantenido relativamente baja en comparación con los que están en la informalidad, aunque se produjo un incremento temporal en el 2009, volviendo a los niveles normales en el 2010. El subempleo invisible, por su lado, que alcanzaba a cerca de un 13% de la población en el sector formal en el período de referencia, se redujo sostenidamente hasta abarcar a un poco menos del 9% del mismo grupo en el 2009. La brecha de la incidencia del subempleo en ambos sectores crece en el período. En República Dominicana, la mayor diferencia entre las personas trabajadoras del sector formal y las del informal se presenta en el subempleo visible. El porcentaje de la población ocupada en una relación laboral formal que está afectado por esta forma de subempleo es, en promedio, 10 puntos porcentuales menos al de los que tienen una relación laboral informal. La brecha es significativamente menor en el caso del subempleo invisible. GRAFICO No.4. 43 CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE SUBEMPLEO VISIBLE E INVISIBLE SEGÚN FORMALIDAD1/ DEL EMPLEO, 2006-2010 (PORCENTAJES) 41 EL SALVADOR 40 COSTA RICA2/ 25 37.7 34.9 35 21.6 20.7 20 21.0 31.5 30 17.0 17.1 15.6 15 16.0 28.1 25 15.2 20 10 5 7.4 5.9 5.8 8.8 19.1 5.5 4.1 8.4 5.9 5 Visible 2009 2010 Invisible 2008 Invisible Visible Invisible Visible Invisible Visible Visible Invisible 2007 0 Visible InvisibleV isible InvisibleV isible InvisibleV isible Invisible 2006 2007 2008 2009 PANAMÁ 30 36.5 35 25 24.3 24.2 22.1 30.0 30 1.9 1.4 1.2 NICARAGUA 40 12.3 10.7 11.0 10 0 2006 18.6 15.6 15 20.9 19.2 20 24.4 25 15 20 2006 0.7 2007 43 OLACD (2011). Evolución de los principales indicadores del mercado de trabajo en Centroamérica y República Dominicana, años 2006-2010. OIT. 3.9 0.7 2008 5.7 0.6 2009 Invisible Invisible 2008 0.8 4.0 3.6 Visible isible 6.2 4.2 Invisible InvisibleV 2007 0.9 6.4 Visible isible 4.9 Invisible InvisibleV 2006 7.4 Visible Visible 0 4.0 3.1 Visible 0 3.3 6.3 5 10 5 10 Invisible 15.1 Visible 13.9 12.3 12.2 Invisible 16.5 16.0 15 2010 39 REPÚBLICA DOMINICANA 30 25 23.5 23.1 21.3 20 15 Para efectos del siguiene análisis, se considera como informal aquel 25.9 25.3 20.7 19.8 empleo cuyas categorías ocupacionales sean: cuenta propia, asalariado 10.2 18.9 16.3 14.7 14.5 14.0 12.9 13.8 14.3 12.1 10.6 10.1 10 11.1 en microempresas, trabajo en actividades no remuneradas y los(as) empleados(as) domésticos(as), mientras que el formal comprende a las personas asalariadas en el sector público, en pequeñas, medianas y 2010 Invisible 2009 Visible Visible Visible 2008 Invisible 2007 Invisible 2006 Invisible A partir de 2010 el Instituto Nacional de Estadística y Censo de Costa Rica Visible 0 Invisible grandes empresas y los(as) patronos(as). Visible 5 (INEC) sustituye la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) por la encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), la cual tiene un nuevo marco muestral e incluye nuevas preguntas. Desde 2010 el dato de Empleo informal subempleo invisible se deja de publicar. Fuente: Procesamiento del OLACD con base en las encuestas de hogares de los países proporcionadas por el Sitema Información Laboral para Empleo formal América Latina y el Caribe de la OIT (SIALC). Nota: En este gráfico no se presentan datos de Guatemala, Honduras y Belice porque la fuente citada no los registra; sin embargo, se considera importante reseñar estos datos para el análisis del comportamiento laboral en la región. Además, es importante reiterar que las encuestas de hogares varían a lo interno de cada país, tanto en temporalidad como en la definición de las preguntas, por lo que los cuestionarios utilizados influyen en los criterios de análisis y la homologación de la información estadística, lo cual dificulta el análisis regional comparado. Los niveles de subempleo, tanto visible como invisible, son muy superiores en el sector informal. Pese a que en Nicaragua y El Salvador la interpretación de los datos es más difícil debido a los cambios tan bruscos que se presentan año a año en estos indicadores, se puede decir que, al igual que sucede en Panamá y Costa Rica, contar con un empleo en el sector formal implica una menor probabilidad de sufrir algún tipo de subempleo. Según la OLACD, el subempleo en la región es superior entre las mujeres que están ocupadas en el sector informal. Llama la atención la situación de las mujeres en Costa Rica (Gráfico n.o 5). Aquellas que están en el sector informal reportan en mayor medida que les gustaría trabajar más de 47 horas semanales y están disponibles para hacerlo (subempleo visible según los parámetros definidos en Costa Rica), lo que no es extraño. Pero los datos de 40 subempleo invisible cuentan una historia diferente: independientemente del sector donde estén ocupadas, ya sea formal o informal, la tasa de subempleo invisible es muy similar en ambos sectores. La alta presencia del subempleo invisible entre las mujeres costarricenses en el sector formal se explica por los altos índices de subempleo invisible reportados por las patronas (en su mayoría patronas de microempresas) y por asalariadas en pequeñas, medianas y grandes empresas. La proporción de la población ocupada que se encuentra en subempleo en el sector informal puede estar influida en buena parte por la recesión y estancamiento económico de un país, pero depende también de otros factores, muy posiblemente de tipo estructural, porque en la subregión también han existido importantes niveles de subempleo en años sin crisis. En este sentido, con la ayuda del Gráfico 4 se puede apreciar que realmente no ha habido cambios significativos en la estructura del empleo en ningún país. Por ejemplo, en Costa Rica y Panamá la participación de la población ocupada con un empleo formal —sector público, empleado y empleado en pequeñas, medianas y grandes empresas, y patronos— se ha mantenido entre GRAFICO No.5. CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE DESEMPLEO, SUBEMPLEO, ACTIVIDAD Y OCUPACIÓN ENTRE LAS MUJERES, 2006-2010. (Porcentajes) 44 11.8 11.2 9.9 8 6.8 40 9.5 9.0 8.7 39 8.4 38 6.2 6 37 4 36 2 35 0 34 2006 2007 HONDURAS 2008 2009 23.5 36.1 26.4 37 36.6 36 35.3 35.0 35 34.6 10 5 7.8 34 5.5 4.2 4.2 3.7 4.1 2.9 40.5 20 40 15 39.5 10 5.9 7.1 6.2 3.9 3.7 39.8 2008 20 37.9 15 14.9 8 4.9 5 11.5 43.2 9.8 8.6 40.8 8.9 3.5 43.2 41.1 7.2 44 42 40.4 40 6.5 5.6 37.8 4 37.6 38 13.4 37 36 5.8 5.1 35 34 2007 38 2.7 2 2.2 2008 REPÚBLICA DOMINICANA 46 11.5 40 39 36.6 25 2.1 1.8 36 20 50 45.6 44.3 39.4 6 27.6 10 Desempleo y subempleo 41.6 28.3 2006 Actividad y ocupación Desempleo y subempleo 10 41 40.4 31.2 10.3 2009 13.2 43.3 38.5 0 2007 12.0 39 6.7 38.6 PANAMÁ 12 3.5 25 32 14 5.0 38 30 33 0 2006 8.3 35 38 36.0 15 41 NICARAGUA 21.2 36.7 20 23.5 41.1 0 Desempleo y subempleo 25.3 25 42 42.1 41.5 25 5 39 38.2 42.5 32.5 30.5 30 2010 10 Desempleo y subempleo 35 41 39.9 10.7 10.4 10 42 43 42.6 36.5 Actividad y ocupación 13.2 42.1 42.7 45 20.1 18.8 37.0 33.9 15 14.6 36.7 17.9 34.1 34.1 36.2 15.4 16.9 19.1 17.1 14.9 38.2 32.9 16.1 40 35 30 25 10 8.2 7.8 7.3 6.2 20 6.8 15 10 5 Actividad y ocupación 41.7 Desempleo y subempleo 12 10.7 41.6 14.9 Actividad y ocupación Desempleo y subempleo 14 14.9 40 Actividad y ocupación 14.8 EL SALVADOR2 43 Actividad y ocupación COSTA RICA1 16 5 0 34 2006 2007 DesempleoV 2008 2009 isible 2010 InvisibleO 0 0 2006 2007 2008 cupaciónA 2009 2010 ctividad NOTAS: 1/ A partir de 2010 el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica (INEC) sustituye la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) por la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) la cual tiene un nuevo marco muestral e incluye nuevas preguntas. Desde 2010 el dato de subempleo invisible se deja de publicar. 2/ Se refiere a las tasas de subempleo en las zonas urbanas. Fuente: procesamiento del CLACID con base en las encuestas de hogares de los países proporcionadas por el Sistema de Información Laboral para América Latina y el Caribe del OIT (ISAILC). 44 Ibíd. 41 el 60% y 50%, respectivamente. Estos porcentajes incluso aumentaron levemente durante 2009, el peor año de la crisis; lo que no implica, sin embargo, una disminución en la calidad del empleo porque, como se comprobó, aun cuando la proporción de personas en el sector formal se ha mantenido relativamente constante, otros indicadores de calidad del empleo, como el subempleo visible, sufrieron un deterioro. En general, la región SICA cuenta con una gran cantidad de mano de obra rural, donde las diferencias en la participación de hombres y mujeres en el mercado de trabajo son mucho más marcadas y la tasa de participación masculina es de 78,9% (casi un 80 % del 100% de hombres dispuestos a trabajar lo hacen), mientras que la de las mujeres es de apenas un 33% (solamente un tercio de mujeres dispuestas a trabajar lo logran), situación que también responde a la asignación de roles en la sociedad y al subregistro del trabajo de las mujeres en las zonas rurales. La participación de las mujeres es todavía más baja en relación al promedio regional en países como República Dominicana y Nicaragua, con 28,6% y 30,2%, respectivamente, y con 31,4% en los últimos dos países. Nuevamente, Guatemala muestra los mayores niveles de participación femenina en esas zonas, con aproximadamente un 37,6%, situación que puede obedecer a una mayor migración de los hombres o de mujeres jóvenes a otros polos de atracción en búsqueda de mejores condiciones de vida y las que se quedan deben asumir, además de las tareas reproductivas, sus actividades económicas tradicionales. 45 Por el contrario, la participación de las mujeres en edad activa en los centros urbanos llega casi a la mitad (46,2%), lo cual puede estar relacionado con varios factores, entre los cuales se pueden señalar: mayor nivel de escolaridad y cualificación, principalmente de las mujeres jóvenes, lo que les permite una mejor adaptación a las exigencias del mercado laboral; y concentración en las ciudades de los sectores (servicio e industria) que generalmente emplean 42 45 http://www.rlc.fao.org/es/desarrollo/mujer/situacion/pdf/guate.pdf. 46 Ibíd. 47 Ibíd. más mujeres. Además, en las ciudades se concentran los servicios públicos esenciales (agua, saneamiento, salud, educación, etc.), lo cual libera tiempo del trabajo doméstico que las mujeres pueden dedicar al trabajo remunerado. 46 Las mujeres y el mercado laboral 2.3.3 En la mayoría de los países de la subregión, la categoría ocupacional predominante es la de cuenta propia; prácticamente una de cada tres personas ocupadas trabaja de manera independiente (Gráfico n.o 6). Sobresale particularmente República Dominicana, donde esta categoría ha crecido desde el 2006, cuando abarcaba al 40% de toda la población ocupada, hasta llegar al 43,4% en el 2010. 47 Según el informe de OLACD, si se considera a todas las personas asalariadas, independientemente del tamaño de la empresa, esta categoría sería la más grande; sin embargo, en el segundo puesto se encuentra la población asalariada en pequeñas, medianas y grandes empresas (PMGE), y, seguidamente, aquellas personas que están incorporadas a las microempresas. Otro grupo destacado es la población ocupada no remunerada. Excluyendo a las PMGE, la suma de las anteriores partidas (más el servicio doméstico) apunta la existencia de un alto porcentaje de individuos involucrados en actividades informales (aproximadamente un 60% de la mano de obra) en casi todos los países, salvo Panamá y Costa Rica. La clasificación empleada en este ejercicio incorpora una noción bastante simplificada de economía formal, ya que –como se ha indicado- no necesariamente todo el trabajo por cuenta propia o en microempresas puede considerarse informal y tampoco se puede considerar formal a todo aquel que se lleva a cabo en pequeñas, medianas y grandes empresas. Sin embargo, la posibilidad de que la población trabajadora no tenga acceso a beneficios como el seguro de desempleo, el seguro de salud o la jubilación aumenta sustancialmente en estas formas de inserción laboral. En esa misma línea, algunos indicadores de la calidad del empleo apuntan a un empeoramiento de las condiciones laborales en el sector informal con respecto al formal. Aunque también existe subempleo en el sector formal de la economía, la mayor parte de la población que se encuentra en esta situación pertenece al sector informal, razón por la cual la evolución del mismo tiene un gran peso en la economía de un país, pero de manera especial en la economía de la población con menores ingresos. 49 GRAFICO No.6 CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA: TASAS DE DESEMPLEO, SUBEMPLEO, ACTIVIDAD Y OCUPACIÓN ENTRE LAS MUJERES, 2006-2010. (Porcentajes) 48 COSTA RICA1/ EL SALVADOR 100% 90% 100% 13.8 13.8 14.3 13.1 14.5 80% 70% 40% 19.5 18.0 7.2 7.7 14.0 14.6 18.3 18.8 7.5 7.3 3.5 14.2 15.7 15.3 19.4 70% 50% 30% 39.3 37.0 39.8 38.5 39.0 10% 2009 2010 5.7 5.2 5.4 4.9 5.7 5.7 5.9 4.7 5.1 80% 10.7 10.0 10.1 9.8 10.0 28.9 26.4 25.7 26.9 26.4 3.1 3.2 3.1 3.2 15.0 14.6 14.7 15.6 5.8 70% 3.0 14.5 16.9 27.3 28.5 28.5 30.1 4.5 4.2 8.1 8.9 7.7 4.2 7.7 28.0 29.3 29.1 26.7 2006 2007 4.5 34.6 31.4 35.3 90% 5.2 2.9 6.3 5.8 3.9 5.5 5.9 2.0 5.7 5.5 2.5 5.2 5.4 39.9 39.0 40.2 41.9 43.4 3.8 4.2 4.0 4.3 3.7 11.5 11.4 11.2 12.5 13.0 29.3 30.4 29.4 27.6 26.9 2007 2008 2009 2010 3.0 7.3 80% 70% 50% 40% 34.6 35.1 20% 10% 2007 2006 2008 2009 2010 0% 2006 Asalariado privado (pemyg empresa) Patrono Asalariado privado (microempresa) Sector público Cuenta propia Trabajador auxiliar no remunerado (TANR) 49 Ibíd. 2009 2008 30% 10% 0% 100% 60% 30% 20% 16.5 REPÚBLICA DOMINICANA 90% 40% 4.6 17.3 17.4 PANAMÁ 50% 9.9 4.5 0% 2008 2007 2006 60% 9.4 20% 10% 0% 100% 6.9 4.7 5.2 60% 40% 30% 20% 9.5 80% 60% 50% 90% Sector doméstico Empleo formal 43 44 Las MIPYMES son actores importantes para el desarrollo productivo de la región, contribuyen a la generación de empleo y son un universo heterogéneo que abarca desde, la micro y pequeña empresa, hasta la mediana empresa competitiva y con capacidad de exportación. De acuerdo a con lo que se ha expresado en acápites anteriores, al pretender construir un cuadro consolidado del número de MIPYMEMIPYME en los países estudiados, se puede estar intentando agrupar empresas que se corresponden a diferentes categorías. Esto adquiere particular relevancia ya que las diferencias entre las mMicro y las PYMEPYME no solo son cuantitativas, sino cualitativas,ya quepues también tienen distinta racionalidad económica y empresarial. Se reitera:, las Micro micro son en su mayoría unidades económicas de subsistencia y operan con escaso nivel de calidad de empleo, especialización y productividad, mientras que las PYMEPYME tienden a funcionar con criterios de acumulación de capital y de reinversión. Los diferentes estudios realizados en los países de la región enfocados a analizar la competitividad de las MIPYMESMIPYMES llaman la atención sobre la existencia de dificultades para cuantificar el estrato y estimar su peso en algunas macrovariables (empleo, producción y exportaciones). Estas dificultades -que tienen distinto grado de intensidad según el país- se vinculan con las limitaciones de la información básica disponible, la actualización y confiabilidad de registros para estas variables y, también, a la gran divergencia que existe dentro de cada país y entre los países sobre la definición del estrato empleada en las distintas estimaciones. A esas dificultades debemos sumar la ausencia de datos segregados por sexo que ayuden a demostrar las diferencias de las empresas en términos de género. Las escasas investigaciones disponibles revelan cifras que resultan inconsistentes, especialmente cuando la comparación se hace entre países. En algunos casos se registran como PYMEPYMEa los microemprendimientos (MIPYMEMIPYME) y hasta el autoempleo (las personas que dicen trabajar por cuenta propia). Según un estudio de CENPROMYPE (2006), con excepción de El Salvador, donde se está montando un sistema de seguimiento a la MIPYMEMIPYME, para el resto de la región la información disponible está basada en encuestas de hogares donde la unidad de observación es el hogar y no la empresa, además de que, las metodologías de estimación mezclan censos económicos bastante desactualizados. Pese a las limitaciones apuntadas, las cifras muestran para Centroamérica que un 95% de las empresas regionales son micro, pequeñas y medianas empresas y generan el 54% del empleo y 34% de la producción total de la región. 50 50 Banco Centroamericano Integración Económica, BCIE (2010). Proyecto Cambio. Estudio sobre el efecto de la crisis financiera mundial en las MIPYME AB y el impacto de las medidas anticrisis en Centroamérica. FUNDEMOS Consultores, S. A. 45 En Centroamérica las empresas regionales son micro, pequeñas y medianas empresas y generan : 95% 54% del empleo 34% Lo que sí es un hecho es que, en ninguno de los países se registran las pequeñas y medianas empresas del sector agropecuario, que, aunque limitadas en su grado de desarrollo empresarial, cuentan con activos promedio, incluso superiores a los pequeños emprendimientos urbanos. Pese a estas limitaciones de información, queda claro que las MIPYMESMIPYME son relevantes, sobre todo, por ser generadoras de empleo e ingresos para la población. Si se considera que del producto bruto mundial solo el 25% se exporta, se puede tener una clara visión de la importancia de la actividad económica local en el de la producción de la región desarrollo de los países para no sobredimensionar la importancia de las actividades de exportación con todo lo que ello conlleva. Si nos enfocamos en este indicador, encontramos que es inferior a lo que comúnmente se cree. Por ejemplo, en economías fuertes, como el Japón o Estados Unidos, las exportaciones representan solo el 14,9% y 7,8% de su PIB, respectivamente. En economías latinoamericanas altamente exportadoras, como Brasil y México, sus exportaciones alcanzan el 12,8% y 29,8% de su PIB, respectivamente. Según el Banco Mundial (2007), en el caso de América Latina, solo el 22,5% del PIB de la región se exporta, mientras que en Centroamérica y República Dominicana este indicador (aunque variado entre países) es solo del 20,4%. 51 Aporte económico de la actividad empresarial a nivel nacional según datos de 2010-2011 • En El Salvador, el 95,9% de las empresas del parque empresarial son micro, pequeñas y medianas. En cifras aproximadas, albergan 43% de la fuerza laboral y generan más del 22% del PIB. . • La MIPYME guatemalteca representa en esa economía el 94% del andamiaje empresarial. Su relación con el PIB es de aproximadamente el 45%. Para el fomento de estas se destina menos del 2% del presupuesto del Ministerio de Economía de Guatemala. • En Nicaragua la situación no varía mucho, pues las PYMES son el 93% del total de empresas de ese país. Sin embargo, el 60% del presupuesto que se destina a su desarrollo proviene de cooperación, es decir, $80 46 51 Ibíd 52 Fuentes de información: Autoridad de la Micro, Pequeña y MEDIANA Empresa (AMPYME), Panamá; Banco Popular Dominicano; Observatorio Costarricense de las MIPYMES; Ministerio de Economía de Guatemala; Red de Microfinanzas en Honduras (REDMICROH); Instituto Nicaragüense de la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME). Los datos comprenden el período 2010-2011. millones que son aportados por el Banco Mundial, lLa UE y el BID 53. • La economía costarricense, en su base empresarial, está compuesta en un 97% por micro y pequeñas empresas. El Ministerio de Economía, Industria y Comercio las cataloga como el “dinamizador de la economía”. La gran mayoría de empleos en ese país son generados por este sector. • En Honduras, el cálculo de la incidencia de las pequeñas empresas es alto. Tanto, que existen entre 500,000 a 650,000 empresas constituidas en micro, pequeñas y medianas, según la Dirección de Fomento. Con relación al PIB, su representación es de un 28%. • La estimación de MIPYMESen Panamá es del 96% y su relación con el PIB es cerca de un 90%. Se han instituido más de 60 mil empresasy éstasque representan el 31% de las ventas del país frente al 69% que realizan las grandes industrias. 54. • En Beliceel dato que se registra es que las MIPYMES constituyen más del 60% en el sector agrícola, lo cual es fundamental para la economía del país 55. • En República Dominicana, las ventas de las PYMESPYMES dominicanas representan el 58% del total, y contribuyen con cerca del 45% al Producto Interno Bruto nacional (PIB), generando más de 1 millón quinientos mil empleos. Las microempresas de acumulación o con opción de desarrollarse representan un porcentaje muy pequeño con respecto al total. Según algunas estimaciones basadas en estudios de organismos como la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), se estima que quizás solo un 25% de estos estratos productivos está orientado al crecimiento y desempeña un importante papel en la generación de dinamismo y flexibilidad en la economía. 56 la identificación de ventajas competitivas, lo cual también les permite más posibilidades de supervivencia por la mayor facilidad de obtención de insumos, mano de obra, capital, etc., respecto a regiones menos desarrolladas. A pesar de ello, la microempresa es también la unidad económica territorialmente más dispersa en términos relativos y por tanto su contribución a la descentralización del ingreso es mayor que el resto de unidades económicas (como la PYMES o la gran empresa). Otra característica de las microempresas que las asemeja a las demás unidades económicas es que ellas se encuentran ubicadas fundamentalmente en los grandes centros urbanos (capitales y ciudades más importantes). Esto se debe tanto a economías de aglomeración como a Un estudio realizado por el Banco Mundial en el 2006 57 reveló la situación de las MIPYMES en algunos países de la región 58 en términos de la productividad, la calidad y la competitividad. Los principales hallazgos fueron: 53 54 55 56 Díaz, S. (2010). La grandeza de los pequeños en El Salvador. Diario Digital Contra Punto. En: www.Contrapunto.com.sv Burillo, G. Ministra de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Panamá (AMPYME). Declaraciones martes 13 de abril de 2010, en: www.panamáamerica.com.pa Harrison, R. Las MIPYMES, pilar fundamental en la economía de Belice. En: http://www.euram.com.ni/pverdes/entrevista/Roberto_Harrison_199.htm Zevallos, Emilio (2003). Micro, pequeñas y medianas empresas en América Latina, Revista de la CEPAL, no. 79, abril, p.57 47 CUADRO No.8 LIMITACIONES DE LAS MIPYMES EN CENTROAMÉRICA LIMITACIONES DE LA MIPYMES PAIS COSTA RICA • • • • EL SALVADOR • • • • • GUATEMALA HONDURAS NICARAGUA 48 • • • Informalidad de las MIPYME impide apoyo estatal. Deficiencia en la educación y formación de las personas empresarias y de las personas trabajadoras. Diferencia en las MIPYMES, por lo que su tratamiento debiera ser diferente. Carencia de asociatividad. Insuficiente calidad en las MIPYMES. Problemas de cultura empresarial. No inversión de tiempo en capacitación.Falta de inteligencia de mercado. Falta de inversión en tecnología. Problemáticas de las micro, pequeña y mediana son diferentes entre sí. • La calidad es un problema. Sector MIPYMES no es homogéneo ni está caracterizado. Problemas en la formación y capacitación del empresario y su gente. Prevalece la informalidad, lo que impide apoyo estatal. • • • • • • Bajo nivel de calidad, productividad y competitividad. Falta capacitación dentro de las MIPYMES. MIPYME cumple un rol importante en la economía. Falta de información. Bajo nivel de tecnologías de información. Dificultades legales para formalización de empresas. • • • Falta de tecnología e infraestructura. No existe capacidad de demanda interna. Mala formación y hace falta capacitación al personal de las empresas. Las limitaciones anteriormente señaladas y relacionadas con la baja calidad, productividad y competitividad de las MIPYMES en estos países se atribuyen, de acuerdo con los resultados del estudio, a estos aspectos: a) Bajo nivel de educación, capacitación y formación, particularmente de la persona propietaria y de los trabajadores y trabajadoras Las personas propietarias y las que realizan funciones gerenciales de las MIPYMES habitualmente no han recibido educación formal y carecen de muchos conocimientos que deben ser de uso común para dirigir un negocio. Entre ellos está la contabilidad y los manejos financieros, el establecimiento de precios, el planeamiento estratégico y la visión de largo plazo, temas de mercadeo, diversificación de productos, idiomas y conocimientos técnicos relacionados con su actividad. Los proveedores de servicios de apoyo consideran que son personas reticentes a cubrir ese déficit de conocimiento e información por medio de la capacitación, ya que tienden a estar muy ocupados con labores operativas, tienen incapacidad de delegar y aducen, permanentemente, falta de tiempo para otras actividades. provocada por un proteccionismo excesivo; otros manifiestan déficits “históricos” evidentes en la oferta de servicios de apoyo; y hay quienes sostienen que la institucionalidad pública no se ha comprometido con la MIPYME “como en otros lados”. Los proveedores de servicios añaden que mucho del problema está en la educación (Guatemala, El Salvador y Honduras) tanto del empresario como de las trabajadoras y los trabajadores, en la formación empresarial del dueño o dueña y que las personas empresarias de MIPYME no tienen visión de negocios. b) Tecnología: maquinaria, equipos, infraestructura y tecnologías de información La MIPYME carece de la infraestructura que requiere para ser competitiva. En el caso de El Salvador ese fue uno de los factores que se señalaron como primordiales para explicar por qué las MIPYME no tienen más posibilidades. En ese rubro se incluyó la maquinaria y la tecnología, que permiten aumentar la productividad. En Honduras y Nicaragua también fue considerado este problema, que no se limita solamente a no poseer la tecnología, sino los conocimientos técnicos para sacarle provecho. Es el caso de la agroindustria, a la que no se ha podido incursionar y que permitiría una oferta de mayor valor agregado y con mejores posibilidades de comercialización. Los empresarios enfatizan en que no se puede ser competitivo en los mercados globalizados bajo las condiciones actuales. Es de vital importancia superar estas debilidades si se quiere ser competitivo, ya no en el exterior, si no en el mercado de referencia. Aunque no se ha logrado determinar qué tan difundido es su uso, el acceso a Internet es otro aspecto que se ha identificado como un factor primordial que está impidiendo la difusión de información de todo tipo, hecho destacado con mayor fuerza entre las instituciones de apoyo. Los proveedores de servicios de apoyo, por otro lado, sostienen que muchos de los problemas relacionados tienen su explicación en características culturales del empresariado y de su propio mercado; en tres países (Guatemala, Honduras y El Salvador) se refieren a la pasividad de las personas empresarias c) Informalidad de las empresas Un tema que causa gran preocupación es la informalidad de las empresas, especialmente en el segmento de las microempresas. Esta situación se 49 califica como prevaleciente y de carácter creciente en algunos países, como Guatemala, Honduras y Nicaragua, lo que provoca problemas a las empresas que sí deben cumplir todos los requerimientos, por lo cual se generan prácticas de competencia desleal y desencuentros que no colaboran con la articulación del empresariado. Los proveedores de servicios de apoyo consideran, como en el caso de Costa Rica y Guatemala, que ese es uno de los factores que ha impedido brindar los servicios y el acceso al crédito, sobre todo en el caso de las instituciones gubernamentales. La informalidad muchas veces está asociada al carácter familiar de las pequeñas empresas, lo que hace que se atribuya una asociación directa con la baja capacidad gerencial en ellas. Además es vista como un producto de la desmovilización laboral de otros sectores, como el sector público, y el ejército, en el caso de Nicaragua. 3.1 LA EMPRESARIEDAD EN LAS MUJERES La incursión en el empresariado otorga a la mujer mayor libertad para atender sus labores domésticas y de crianza, y a la vez constituye una oportunidad para crecer y alcanzar mayor movilidad social, lo que no suele darse en el sector privado formal de algunos países de la región. 50 Frente a la necesidad de tener mayor flexibilidad, y afectadas por la brecha salarial y la falta de oportunidades en el sector privado, las mujeres de la región con frecuencia se vuelcan al sector informal y a emprendimientos personales. Debido a que la economía informal elude las estrictas regulaciones laborales, ofrece a las mujeres algo de flexibilidad, aunque por lo general a expensas de sus derechos laborales, de pensión por jubilación y otros beneficios sociales. Por otra parte, su incursión en el empresariado otorga a la mujer mayor libertad para atender sus labores domésticas y de crianza, y a la vez constituye una oportunidad para crecer y alcanzar mayor movilidad social, lo que no suele darse en el sector privado formal de algunos países de la región. 60 Observatorio de MIPYMES (2008). Universidad Estatal a Distancia (UNED). San José, Costa Rica. Sin embargo, sigue habiendo desigualdad de género entre empresarios y empresarias. Los hombres constituyen la mayoría de los propietarios de negocios y sus empresas son, por lo general, de mayor tamaño que las de las mujeres. De hecho, las empresarias se concentran en la pequeña y en la microempresa. Esta diferencia puede explicarse por el vínculo que existe entre desigualdades de género y propiedad de los bienes productivos, como la tierra y el capital, y su impacto negativo sobre la capacidad de la mujer de aprovechar las oportunidades que trae consigo el desarrollo económico. Otra explicación es que la mujer prefiere la flexibilidad que implica dirigir una micro o pequeña empresa. Por ejemplo, en el caso de Costa Rica, en el parque empresarial formal, dos de cada diez empresas son propiedad de mujeres. A mayor tamaño de la empresa, mayor porcentaje es propiedad de hombres.60 Datos de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) indican que en El Salvador un 64% de la micro y pequeñas empresas están en manos de mujeres. 61 GRAFICO No7 ESTRUCTURA PIRAMIDAL DE LAS MYPE DE MUJERES EN COSTA RICA. AÑO 2008 Fuente original: Arroyo, PROMICRO-OIT.”La Microempresa en Centroamérica”. San José, 2000, Estos datos fueron actualizados por el INAMU con base en Encuestas de Hogares 2000-2008. En Panamá, más del 57% de las microempresas están lideradas por mujeres. Este dato fue revelado en el Informe Económico y Social de julio de 2010 del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) 62. En el caso de República Dominicana, alrededor de un 45 % de la micro, pequeñas y medianas empresas son dirigidas por mujeres, según datos del Consejo Nacional de Competitividad (CNC). 63 Según el Ministerio de Fomento e Industria y Comercio de Nicaragua, el 55% de las MIPYMES son administradas por mujeres 64. En Honduras, de acuerdo con un estudio de investigación elaborado en el año 2010, se identifica en el área rural los siguientes datos de MIPYMES por departamento y por género (se relevan estos datos de Honduras porque es lo más diferenciado desde el punto de vista de género y espacial que se ha encontrado en la región) 65: 0.5% GRAN Y MEDIANA EMPRESA 3.6% 14.7% PEQUEÑA EMPRESA MICROEMPRESA MICRONEGOCIOS 81.2% AUTOEMPLEO 61 Revista Suma. El 64% de las pymes en El Salvador son propiedad de mujeres. Marzo 2011. En: http://www.revistasumma.com/economia/10089-el-64-de-las-pymes-en-el-salva- dor-son-propiedad-de-mujeres.html 62 Revista Suma. Mujeres lideran el 57% de las microempresas panameñas. Noviembre, 2010. En: http://www.revistasumma.com/gerencia/6914-mujeres-lideran-el-57-de-las-micro- empresas-panamenas.html En: www.microfinanzas.blospot.com Enero de 2009 63 Díaz, T y Sánchez, G. Las MIPYMES como base de la economía nacional. En: www.elobservadoreconomico.com Julio de 2011. 64 Sánchez, R. Microfinanzas en Honduras. CEPAL, Nº223. Santiago, Chile. 2010 51 CUADRO No.9 DISTRIBUCIÓN POR GÉNERO DEL TOTAL DE MIPYMES EN HONDURAS Departameno Total Hombres Atlánta 15 932 6 714 Colón 21 056 6 301 Comayagua 19 054 8 869 Choluteca 19 432 5 555 Francisco Morazán 84 345 35 683 El Paraíso 20 302 7 968 Olancho 30 317 6 639 Copán 15 755 5 118 Cortés 15 755 5 118 Gracias a Dios 3 648 1 358 Intibucá 8 506 2 329 Islas de la Bahía 1 161 835 La Paz 7 758 2 635 Lempira 9 001 1 982 Ocotepeque 8 274 1 128 Santa Bárbara 16 806 4 964 Valle 10 389 3 910 Yoro 18 404 8 506 Total 375 858 137 985 Fuente: Instituto nacional de Estadísticas. Septiempre 2007 Mujeres 9 218 14 755 10 185 13 8777 48 662 12 334 23 678 10 678 10 678 2 290 6 177 326 5 123 7 019 7 146 11 842 6 479 9 898 237 873 En el caso de Belice, al menos BELTRAIDE no registra datos cuantitativos de la participación de las mujeres en el sector MIPYME, lo único que se registra es información periodística en cuanto a que las mujeres están concentradas en el sector de microempresa 66. A nivel centroamericano, la tendencia de la participación de las mujeres en el sector MIPYME es a una mayor concentración en micronegocios (autoempleo), con un 79.83%, un 14.94 en microempresa y un 5.22 % en pequeña empresa 67. 52 Participación de las mujeres en el sector MIPYME 66 Esta información se puede ver en: http://www.ctv3belizenews.com/featured-news/1284-beltrade-host-workshop-with-owners-of-msme-.html 67 Estos datos son en base a 3.094.075 establecimientos. UNIFEM-MyDEL (2009), Mujeres y economías locales, territorios, saberes y poderes. Recogiendo las rutas del empren- dimiento desde la geografía profunda de la América del Centro. 3.1.1 Características de las empresas de propiedad de las mujeres Son varias las características que distinguen a las empresas de propiedad de mujeres de aquellas cuyo dueño es un hombre. En general, las primeras usan menos mano de obra y capital físico y, en algunos países, registran niveles más bajos de capital humano. Estas diferencias repercuten tanto en la productividad como en la rentabilidad de un negocio. Como se ha indicado, las empresarias de la región se encuentran sobre todo en la pequeña y en la microempresa y muy pocas están en grandes o medianas. Los negocios encabezados por una mujer también suelen concentrarse en un menor número de sectores económicos (comercio, servicios y manufactura) que las empresas de propiedad de hombres. En Guatemala, por ejemplo, más del 70% de las empresarias, que también son empleadoras, pertenece al sector del comercio. Un ejemplo de empresas de mujeres por rama de actividad lo muestra el cuadro 10. CUADRO No.10 Empresas de mujeres por rama de actividad69 PAÍS/DEPARTAMENTO El Salvador Sonsonate Honduras Valle Guatemala Chiquimula TOTAL RAMA DE ACTIVIDAD 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 6 7 8 Cosmetología natural Conservas naturales Dulces Cerámica Artesanías (tule y mimbre) Turismo Alimentación a base de granos (maíz) Miel orgánica Alfarería lenca Alimentación (camarón cocinado) Rosquillas Industria artesanal textil Reciclaje de desechos sólidos 1 2 3 4 5 Dulces típicos/turismo Artesanía en fibra de maguey Bordado mujeres de chortí Artesanía mujeres de chortí Maní salado EMPRENDEDORAS INVOLUCRADAS 29 10 16 22 12 21 10 15 10 15 10 33 08 42 06 30 40 80 08 68 Existen diferentes definiciones de capital humano en la literatura, aunque no hay una de general aceptación, y ello a pesar de que el capital humano es considerado uno de los factores productivos clave. El capital humano hace referencia a la calidad, grado de formación y productividad de las personas involucradas en un proceso productivo. Estos elementos van unidos al sistema de valores de los sujetos y de las aptitudes innatas de las personas, lo cual en conjunto define el rendimiento productivo de los sujetos en su entorno laboral. En: Giménez, G., La dotación de capital humano en América Latina y el Caribe. CEPAL n.o 85, 2005. 69 UNIFEM-MyDEL. (2009). Mujeres y economías locales, territorios, saberes y poderes. Recogiendo las rutas del emprendimiento desde la geografía profunda de la América Centro. 53 Guatemala Huehuetenango Nicaragua León 6 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 6 Hortalizas y plantas ornamentales Producción de hongos Maní garrapiñado Plantas medicinales Procesamientos de carnes y embutidos Miel orgánica Conglomerado cerámica de barro Conglomerado de quesillos Distrito textil Producción y exportación de Jamaica orgánica Producción y comercialización de cerdo indio Ruta etnoturística León Poneloya 31 23 09 112 22 20 402 195 50 93 45 30 Dentro de los obstáculos que las mujeres empresarias de la región enfrentan pueden mencionarse: 70 a) Las normas de regulación que afectan a empresarios y empresarias por igual. Sin embargo, las mujeres suelen sentirse menos preparadas para realizar maniobras complejas en este ámbito del negocio. Las empresarias reportan no contar con información suficiente sobre los procedimientos de registro de empresas y el cumplimiento de otras reglas. b) Las empresarias tienen problemas para acceder a redes y mercados para sus productos. Es importante tener contactos que conozcan los pasos que deben seguirse para empezar un negocio y manejar el personal, particularmente en el caso de empresarias que no disponen de información adecuada y/o se sienten intimidadas por procedimientos complejos. Además, las redes son, por lo general, cruciales para acceder a financiamiento, tecnología y canales comerciales. 54 c) Existen diferencias considerables en el acceso a crédito entre mujeres y hombres empresarios; las primeras parecen tener mayor aversión al riesgo o temor a solicitar un crédito. Asimismo, se muestran menos familiarizadas y cómodas con instrumentos de crédito de mayor envergadura. Las empresarias suelen recurrir a créditos con menos frecuencia, piden montos más pequeños y dependen de fuentes de financiamiento más informales. Por ejemplo, el análisis de los datos de la encuesta por hogares de Guatemala 71 sobre el origen del crédito utilizado por las empresas que recibieron un préstamo revela una considerable brecha entre los géneros. Las empresas de propiedad de un hombre disfrutan de más acceso a fuentes formales/semiformales, en particular los bancos privados, mientras que una mayor proporción de empresas de propiedad de una mujer usa fuentes informales de crédito, como la familia y los amigos. Entre las empresas con cinco o más empleados, la 70 Espino, A. (2005). Un marco de análisis para el fomento de las políticas de desarrollo productivo con enfoque de género. CEPAL. Santiago, Chile. 71 Encuesta de Condiciones de Vida de Guatemala (2006). principal fuente de crédito del 25% de los negocios de mujeres es la familia y los amigos, mientras que esto sucede solo en el 7% de las empresas del mismo tamaño pertenecientes a hombres 72. Los activos de las mujeres son sistemáticamente de menor valor y tamaño que aquellos de los hombres. Sin embargo, normalmente deben ofrecer muchísimas más garantías que los hombres para acceder al crédito. La capacidad de recurrir a los bienes personales, como la casa propia, los bienes de consumo duraderos o un vehículo es clave para permitir a las personas emprendedoras la instalación de un negocio. Los empresarios usan el doble de garantías hipotecarias que las empresarias. Estas suelen recurrir más al uso de fiadores (respaldo fiduciario) y menos a bienes inmuebles como principal forma de garantía, situación que las limita más para obtener financiamiento bancario y otras fuentes formales de crédito. d) OBSTACULOS Los roles de género tradicionales continúan asignándole de manera desproporcionada las responsabilidades familiares y domésticas a la mujer. Ser jefa de hogar, tener hijos menores de cinco años y un negocio en la casa, además de una menor rentabilidad por el tiempo invertido en la empresa, son todos factores relacionados con la necesidad de las mujeres de combinar sus responsabilidades familiares con actividades empresariales. Estos y otros impedimentos siguen afectando en especial a las empresarias del sector formal y dificultan en extremo la liberación completa del potencial de estas mujeres y el logro de su mayor aporte a las economías de sus países. e) Las tecnologías de información y comunicación (TIC) han provocado mayores desventajas a las mujeres y ello implica que si no se realizan intervenciones especiales la mayoría de las mujeres se beneficiarán de la sociedad de la información en muchísima menor medida que los hombres. No se trata de superar la brecha de acceso a la información sino también de adaptar los contenidos de la formación de acuerdo con las condiciones de las mujeres y promover la educación para facilitar el uso de estos recursos. Igualmente, la construcción de las conectividades, infraestructuras tecnológicas básicas, como contar con computadoras, con conexión a Internet, con suficientes líneas telefónicas y servicios en general de bajo costo, y gozar de capacidades básicas que permitan hacer uso de estos recursos con eficiencia. Esto es especialmente importante para conectar a las empresarias con información de mercados, para la compra de materia prima, para hacer encadenamientos productivos y para poner en una mayor vitrina sus productos o servicios. La venta por sistemas electrónicos para las mujeres puede convertirse en una herramienta muy valiosa que le favorece la conciliación de la vida laboral y familiar, al menos mientras la sociedad en su conjunto no logre superar las barreras que les impiden desarrollar sus negocios en igualdad de condiciones que los hombres. Las normas de regulación que afectan a empresarios y empresarias por igual. Las empresarias tienen problemas para acceder a redes y mercados para sus productos. Existen diferencias considerables en el acceso a crédito entre mujeres y hombres empresarios. Los roles de género tradicionales continúan asignándole de manera desproporcionada las responsabilidades familiares y domésticas a la mujer. Las tecnologías de información y comunicación (TIC) han provocado mayores desventajas a las mujeres. 72 Banco Mundial (2010). Mujeres empresarias: barreras y oportunidades en el sector privado formal en América Latina. Washington, D.C., Estados Unidos, p. 50. 55 3.1.2 El entorno de las mujeres rurales En el caso de la ruralidad centroamericana, la desigualdad se profundiza por las consecuencias estructurales del sesgo urbano-céntrico de la distribución de inversiones estratégicas para el desarrollo nacional que ha prevalecido en la región. De esta forma, el desarrollo deficitario de los mercados laborales rurales, la persistencia del desempleo, el subempleo, el autoempleo ligado a la “informalidad” del trabajo rural y el estancamiento de juventudes en economías rurales de baja productividad no pueden explicarse totalmente sin recurrir a las prioridades establecidas por los modelos nacionales de desarrollo y sin reconocer la subvaloración de lo rural, una de cuyas expresiones ha sido el abaratamiento sistémico de la fuerza de trabajo rural, especialmente en aquellos territorios más afectados por la pobreza rural. En este sustrato se enclavan desigualdades aun más profundas, como las desigualdades de género, pues aunque el problema del desempleo lo sufren tanto hombres como mujeres, el crecimiento del desempleo y del subempleo de las mujeres rurales es mayor comparativamente al de los hombres en muchos países. (Anexo 1) En 2010 las mujeres constituyeron aproximadamente 28% de la población económicamente activa (PEA) rural tanto en Centroamérica como en México. La mayoría de ellas trabajan tiempo parcial en actividades de baja productividad como el cuidado de ganado, la recolección de agua o el procesamiento de productos agrícolas. Aunque las mujeres tienen un ingreso menor, cuando se consideran las horas trabajadas se observa que son tan productivas como 56 los hombres y, en algunos casos, como Costa Rica, El Salvador y Honduras, su productividad es mayor. Incrementar el ingreso de estas mujeres significa elevar los recursos de más de 40% de los hogares rurales pobres centroamericanos donde ellas ostentan la jefatura. Esto se traduciría en mejoras en educación y nutrición de los niños y las niñas y en mayor crecimiento económico de los países. Las limitaciones que enfrentan los territorios rurales por la falta de definición y puesta en marcha de estrategias de apoyo a las tareas domésticas y de cuidado, que, como se ha reiterado, recaen sistemáticamente en las mujeres, afectan su inserción en los mercados de trabajo y producción y las convierte en candidatas a la informalidad. Las dificultades en el acceso al agua de uso doméstico, la poca diversificación de las fuentes de energía para preparar alimentos, la falta de infraestructura de servicios, entre otros factores, inciden en el esfuerzo y el tiempo que deben dedicar a estas tareas. Por otro lado, hay que destacar la prevalencia de factores estructurales que limitan a las mujeres a la tenencia de la tierra y las convierten en herederas residuales de este recurso. En el mundo rural las diferencias de género se hacen más evidentes. Existen preferencias masculinas en el momento de heredar: el hombre se mantiene en el rol de jefe de familia, mientras a la mujer le es designada una función doméstica y pasiva frente al acceso y mantenimiento real del territorio, a lo que se añade que las leyes y la normatividad vigente no han sido suficientes para romper estas barreras, manteniendo los sesgos masculinos en las iniciativas de distribución y titulación. Existen además contradicciones entre las leyes agrarias y las de derecho familiar, y aun cuando las mujeres accedan a este recurso, con frecuencia se enfrentan a que en la práctica esos derechos son impugnados por valores tradicionales reflejados también en estrategias institucionales de atención y son pocas las mujeres que verdaderamente ejercen ese derecho. Por otra parte, los esfuerzos regionales para mejorar los niveles educativos de la población, así como el impulso de una respuesta local en el marco de los procesos de descentralización del Estado, han sido favorables al fortalecimiento del tejido social territorial, severamente afectado por la guerra y las migraciones. Una mayor participación de las mujeres en las organizaciones y en la toma de decisiones es evidente. Su compromiso de apoyar con su trabajo organizado a la prestación de servicios de tipo social y su mayor inserción en organizaciones productivas las convierte en protagonistas del desarrollo de los territorios, aunque continúan ocupando una pequeña proporción de los puestos de liderazgo y poder político que son ostentados en su mayoría por los hombres. De acuerdo con un proceso de consulta regional para la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Rural Territorial 2010-2030 (ECADERT) 76, uno de los temas principales que se identificó y se desarrolló como parte de sus líneas estratégicas es la necesidad de fortalecer capacidades y competencias para acceder a mayores y mejores oportunidades de desarrollo económico desde la perspectiva de equidad de género en los territorios rurales. Es decir, mejorar la calidad de vida de los hombres y las mujeres significaría dar una atención especial a la visibilización e inclusión más equitativa de las mujeres en las economías locales, generando oportunidades de empleo digno, inserción en los encadenamientos productivos, salarios equitativos y acceso a bienes y servicios básicos. El acceso a activos se concibe y propone de manera amplia, incluyendo recursos y servicios, tales como mecanismos y servicios de financiamiento flexibles, asesoría y asistencia técnica para iniciativas productivas y de empresariedad con igualdad de género, que respondan a las necesidades de los territorios. Además, se debe incluir el acceso a recursos tecnológicos, información, uso sostenible y distribución de los recursos naturales y productivos, herramientas y prácticas productivas adecuadas al trabajo y necesidades de las mujeres. Asimismo, una mejor y mayor inserción de las mujeres en las economías territoriales requiere de servicios de apoyo a las tareas reproductivas, como guarderías, comedores escolares, servicios de salud reproductiva, que sean adecuados a los contextos culturales específicos 77. Es en el tejido social y productivo de los territorios rurales donde se puede limitar o habilitar el camino hacia nuevas relaciones de poder y de igualdad de género, así como lograr una real inclusión de los territorios de poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes, respetando y garantizando sus derechos de ciudadanía plena y erradicando la discriminación y el racismo. 76 Este proceso de consulta participativo fue realizado en el período 2008-2009 en cada uno de los países de la Región, incluyendo República Dominicana. 77 Informe Regional Taller de consulta para la construcción participativa de aportes para la equidad de género en la Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial ECADERT. RUTA-IICA. 2009. 57 4. LA RESPUESTA PÚBLICA AL DESARROLLO EMPRESARIAL El Salvador, más que un marco regulatorio, ofrece desde su estrategia de competitividad sostenible de la MIPYME un eje de desarrollo de la cultura empresarial y de apoyo a emprendedores y emprendedoras cuyo fin es desarrollar e implementar acciones que consideren todos los eslabones de la cadena del proceso emprendedor que contempla la formación, motivación y competencias para realizar nuevos emprendimientos, la existencia e identificación de oportunidades de negocios, la elaboración de proyectos, la decisión de emprender, el acceso a los recursos y servicios y la gestión para el desarrollo 58 exitoso de las empresas El tema del emprendimiento, entendido como la fase generalmente previa al establecimiento de una empresa así reconocida, como la micro, pequeña o mediana empresa, en el caso de Centroamérica refleja la presencia de algunas acciones aisladas en la política MIPYME centroamericana -la cual no solo es parte de la agenda pública en la subregión, sino que está integrada al marco legal y de la institucionalidad en casi todos los países. Aunque es positiva, su tímida incursión en la política MIPYME no deja de ser preocupante el poco entendimiento que se tiene aún del emprendimiento como un eje estratégico en el proceso de desarrollo de la subregión (Ver Anexo 3). Por ello se observa con frecuencia que -tal como en el caso de la política MIPYME- las acciones orientadas hacia el emprendimiento adquieren un carácter asistencial y sesgado hacia los segmentos más “desvalidos” del empresariado, lo cual muestra la ausencia de una comprensión integral del proceso de desarrollo empresarial. La consecuencia de lo anterior es que los responsables de las políticas públicas enfatizan sus apoyos hacia las empresas ya establecidas. Esta situación de facto es crítica en el caso de las mujeres que, como se indica, carecen de los haberes que la formalidad exige para financiar un negocio, como capital de trabajo, posesiones como tierra u otras propiedades muebles e inmuebles, etc., los cuales constituyen un soporte fundamental para emprender una empresa, situación que cruza casi a todos los estratos sociales afectando a las mujeres en distinto grado. Adicionalmente, problemas propios de las políticas públicas como la débil institucionalidad en casi todos los países, la competencia entre los entes públicos por recursos, la desarticulación de la oferta de servicios, entre otros, dificultan la coordinación y la cooperación interinstitucional, elemento fundamental para el fomento emprendedor. Además, la globalización impone un contexto más complejo en la medida en que las nuevas empresas problemas propios de las políticas públicas como la débil institucionalidad en casi todos los países, la competencia entre los entes públicos por recursos, la desarticulación de la oferta de servicios, entre otros, dificultan la coordinación y la cooperación interinstitucional, elemento fundamental para el fomento emprendedor. locales competirán tanto entre ellas como con las importaciones de productos generalmente de menor precio, en un nuevo modelo que, aunque supone el apoyo estatal para garantizar la supervivencia de los negocios que sufren con mayor fuerza las consecuencias de la apertura comercial, así reconocido en los tratados y acuerdos de asociación para el libre comercio suscritos por los países de la región, sigue siendo todavía una buena intención que choca de frente con las realidades de la apertura comercial. La mayoría de ellos cuentan con un marco normativo -sea genérico de promoción de la competencia o específico de fomento a las pequeñas empresas-, así como con entes públicos responsables y rectores de las políticas MIPYME: desde direcciones en los 59 Ministerios de Economía en Guatemala y Costa Rica, hasta entes públicos como CONAMYPE en El Salvador, CONAMIPYME en Honduras, INPYME en Nicaragua, AMPYME en Panamá y el Consejo Nacional PROMIPYME en República Dominicana. En el caso de Belice, aunque existe Belice Trade and Investment Development Service (BELTRAIDE) no hay un marco normativo claro como en el resto de los países, pero sí hay una Estrategia de Desarrollo 2012-2013 donde se incluye el tema de las pequeñas y medianas empresas. El desarrollo emprendedor no ha sido casi en ningún país parte de las políticas públicas, a excepción de El Salvador, que en su programa “El Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sostenible de las MIPYMES” introduce el tema emprendedor en su agenda pública. De esta forma, el tema se ha sido visto en ese país de manera introductoria como parte de las acciones de fomento empresarial. Adicionalmente, y aunque a nivel macro se realiza un esfuerzo sostenido y consistente de estabilización macroeconómica, disciplina fiscal y monetaria en todos los países, y se promueve una política comercial de integración con otros mercados, no se aprecia un esfuerzo para superar el enfoque PYME o MIPYME de las políticas públicas de fomento empresarial para llevar a los emprendimientos a un nuevo nivel de “desarrollo emprendedor”, en el que la política MIPYME sea parte de una propuesta más vasta que amplíe la noción y la práctica de apoyo del ciclo emprendedor. Lo que sí se han encontrado son iniciativas de fomento del emprendedurismo por parte del sector privado, universidades, agencias internacionales, etc., pero aún sin articularse institucionalmente. Con ello, el enfoque desde el ámbito privado, aunque presente, 60 se encuentra muy poco consolidado aún. Tales acciones no son explícitamente formuladas como estrategias ni debidamente articuladas para el fomento emprendedor y la creación de nuevas empresas. En algunos países (como El Salvador) existen políticas explícitas a favor del emprendimiento, las cuales establecen con claridad la diferencia entre ellas y las acciones a favor de las pequeñas empresas establecidas (PYMES). Otro caso, el de Costa Rica, muestra que se están realizando esfuerzos para entrelazar acciones de diversas instituciones e introducir el tema como parte de los lineamientos de las políticas del Gobierno. Sin embargo, la ausencia de un norte claro respecto del tipo de política pública limita enormemente cualquier esfuerzo que se pueda desarrollar desde el ámbito privado. Es clara la falta de una articulación entre los diferentes actores y políticas que se implementan en la región. Por un lado, la ausencia de una política de desarrollo emprendedor, y por otro, la debilidad de las políticas de cohesión social promueven conductas individualistas que no aportan hacia una propuesta integral que beneficie a toda la población emprendedora, pero sobre todo a las mujeres en situación de vulnerabilidad social y económica, a quienes afecta más la desigualdad social. Desde esta perspectiva, las políticas públicas se han orientado fundamentalmente a la etapa de consolidación de los emprendimientos bajo la forma de programas y acciones de fomento empresarial (que van desde la formación, la asistencia técnica y en algunos casos hasta el financiamiento a empresas existentes y con al menos 2 o 3 años de creadas). Casi toda la batería de servicios de desarrollo empresarial (SDE), sean públicos o privados, se encuentra orientada en esta etapa. Ello genera redundancia en los programas, competencia por recursos y una lógica de desperdicio de los mismos, atada a la costumbre de La región centroamericana existe un efervescente proceso de promoción de la cultura emprendedora, especialmente desde las universidades. muchos sectores públicos de retener los presupuestos no invertidos de sus diferentes oficinas 78. A pesar de lo anterior, también se ha observado que en la región centroamericana existe un efervescente proceso de promoción de la cultura emprendedora, especialmente desde las universidades. Este es un avance significativo en la dirección correcta, en la medida en que la promoción del mismo reduce el sesgo cultural a favor del asalariamiento y en contra del emprendimiento. Las limitantes de este proceso se encuentran en el abuso de los modelos de “planes de negocios”, así como en el sesgo marcadamente tecnológico de sus propuestas, que en muy pocos casos incluyen la perspectiva de género. De esta forma, en la gestación y creación de nuevas de empresas es donde aún se observan vacíos significativos. No se encuentra acompañamiento asociado al proceso de gestación del negocio, mucho menos fuentes de financiamiento, como podrían ser el capital semilla o los fondos revolutivos. En esta fundamental etapa del desarrollo empresarial, la persona emprendedora con frecuencia se encuentra sola. Adicionalmente, los distintos niveles de desarrollo relativo de los países centroamericanos indican la necesidad de promover políticas públicas consistentes con el estado de desarrollo de cada país. Lo anterior, sin embargo, no resta la posibilidad de generar procesos innovadores en nichos específicos que pueden ser la punta de lanza de acciones que detonen el desarrollo de nuevos sectores productivos con potencial de crecimiento, tal el caso del sector turismo en general y en particular el turismo rural comunitario y el turismo sostenible. Sin embargo, la ausencia de articulación en la institucionalidad (sea pública y/o privada) es un obstáculo de carácter general observado en toda la región. A pesar de que la evidencia internacional señala que no existe una estrategia única en el desarrollo emprendedor, la ausencia de articulación se convierte en un escollo importante en la medida en que esta es una necesidad en todos los procesos de desarrollo emprendedor. En ese sentido, la presencia de redes es fundamental para el desarrollo 78 Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprendedurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica. 61 empresarial por la necesidad de articulación de esfuerzos hacia una estrategia consensuada79, y muy especialmente cuando se trata de estimular la empresariedad de las mujeres, lo cual obliga a aplicar una visión generosensitiva. En el otro extremo se encuentran actividades aisladas que se enfocan solamente sobre el microentorno de un grupo escogido, usualmente de emprendedores (no de emprendedoras), y bajo la forma de proyectos a los que facilitan su materialización y supervivencia. Una de las características de estos proyectos es su carácter temporal y la ausencia de una perspectiva de mediano-largo plazo que vaya más allá del momento en que los fondos del proyecto (generalmente provenientes de la cooperación internacional) se terminan. Es decir, los proyectos -sean relevantes o no-, en la mayor parte de los casos, no se transforman en “programas” y, por tanto, no se observa estabilidad en las acciones públicas de fomento. La causa principal de esta conducta es el desinterés de los ejecutores por darle sostenibilidad a los proyectos, por ejemplo a través de reembolsos por los servicios prestados y del establecimiento de mecanismos para crear fondos rotatorios que permitan que nuevas emprendedoras y emprendedores se favorezcan de los servicios. Desde la perspectiva de las políticas públicas como del proceso emprendedor, se puede decir que hay pocas políticas de fomento de la cultura emprendedora y de gestión del emprendimiento. Solo en Costa Rica, Panamá y El Salvador se han dado avances en este tema. En el caso de Costa Rica, la administración Chinchilla Miranda (2010-2014) adoptó la Política Pública de Apoyo a la PYME y el Emprendedurismo 2010- 2014, y dicha política se plantea como uno de los ejes estratégicos de su accionar el apoyo a los emprendedores en el proceso de formación y consolidación de sus proyectos empresariales, reconociendo que la creación de nuevas empresas es un elemento dinamizador de toda economía. El Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), comprometido con estos lineamientos, se propuso brindar un especial énfasis al fomento de la cultura emprendedora y al espíritu emprendedor, así como a la generación y consolidación de nuevos emprendimientos80. En cuanto a Panamá, la Ley n.o 33, en sus artículos 6 y 7, establece el fomento de la creación, desarrollo y fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, además de fomentar la articulación público y privada para la elaboración de políticas sectoriales dirigidas a este sector81. El Salvador, más que un marco regulatorio, ofrece desde su estrategia de competitividad sostenible de la MIPYME un eje de desarrollo de la cultura empresarial y de apoyo a emprendedores y emprendedoras cuyo fin es desarrollar e implementar acciones que consideren todos los eslabones de la cadena del proceso emprendedor que contempla la formación, motivación y competencias para realizar nuevos emprendimientos, la existencia e identificación de oportunidades de negocios, la elaboración de proyectos, la decisión de emprender, el acceso a los recursos y servicios y la gestión para el desarrollo exitoso de las empresas. Vincular a los nuevos negocios con el resto de programas y acciones de apoyo del sistema dirigidos a las empresas en operación con el fin último de incrementar sus posibilidades de éxito82. 79 Kantis, Hugo y con la colaboración de Angelelli, Pablo y Moori Koenig, Virginia (2003). “Desarrollo Emprendedor. América Latina y la Experiencia Internacional, BID Fundes Inter- nacional, Washington”. En Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprendedurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica. 80 Política Nacional de Emprendimiento 2010-2014, Administración Chichilla Miranda. Ministerio de Industria, Economía y Comercio (MEIC). Diciembre, 2010. 62 Ley n.o 33, 25 de julio 2000. Normas para el fomento a la creación y desarrollo de Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Panamá. 81 Política Nacional de Apoyo Integral a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. “El Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sosteni- ble de las MIPYMES. El Salvador, p. 146. Así, desde la perspectiva del proceso de desarrollo empresarial no se observan para la mayoría de los países en estudio “políticas” con orientación al emprendimiento, entendidas como acciones públicas interconectadas, sobre la base de una senda de largo plazo, donde interactúen programas, acciones, normas, etc., aunque sí, políticas para empresas existentes (política PYME o MIPYME). El verdadero cambio en la visión estratégica de los diferentes países de la región debe consistir entonces en tomar en consideración políticas públicas y enunciados estratégicos que visualizan al emprendimiento como un modelo de desarrollo país “basado en la generación de riqueza”, comprendiendo que se trata de una riqueza social que genera empleo 4.1 e ingresos, pero a través de la creación de nuevas empresas, priorizando el apoyo al emprendimiento en las agendas nacionales de los entes rectores de cada uno de los países. Adicionalmente, y tal como se puntualizó en este apartado, los enunciados estratégicos y las políticas públicas deben abarcar todo el proceso emprendedor, desde el marco educativo, pasando por la creación de empresas y el apoyo a las PYMES existentes, y estimular su consolidación o crecimiento hacia otros estadios empresariales, de tal manera que la política PYME se encuadre dentro o como parte de una política emprendedora de amplias miras y colocada como pieza de la estrategia de desarrollo nacional y también de la región. LA CAPACIDAD INSTITUCIONAL PUESTA AL SERVICIO DEL SECTOR MIPYME Por otro lado, el tema institucional se vuelve relevante para promover y fortalecer el sector MIPYME, en cuanto a fomentar la cultura emprendedora, la cual, como se ha indicado, ha sido liderada por universidades y organizaciones privadas, con importantes avances y oportunidades para las personas beneficiarias. Sin embargo, se debe promover más la sensibilización y la formación en edades tempranas, especialmente ampliar programas hacia la juventud de una manera más inclusiva y equitativa desde el punto de vista de género, pero también considerando el ámbito rural. En la etapa de gestación de nuevas empresas, estas acciones son casi nulas. Entre las razones principales que explican el vacío se encuentra lo riesgoso 63 de esta etapa, donde la idea de negocio empieza a transformarse en empresa con toda la incertidumbre que conlleva una experiencia de ese tipo. Esta podría ser también una de las razones por las cuales los Estado en la región no apoyan financieramente con “capital de riesgo”, dado que al tratarse de recursos públicos, no se utilizan en actividades que no tengan un “fin cierto”. Sin embargo, esta es también la razón principal por la cual es necesario el apoyo y acompañamiento para lograr superar con éxito esa fase. Aunque es probable que la persona emprendedora tenga experiencia en el producto o servicio a desarrollar, las limitaciones en la gestión son generalmente el elemento crítico en el proceso. Por ello en esta fase resulta más necesaria la formación empresarial, la asistencia técnica y el acompañamiento. Finalmente, en la etapa “consolidación de empresas” se encuentra la mayor cantidad de acciones de apoyo, debido a que se trata de una fase donde ya se encuentran las empresas formadas y en operación, por lo que muchos de los riesgos se han ido reduciendo. El apoyo institucional se da a través de capacitación, asistencia técnica e incluso financiamiento. Aunque la asistencia que se brida es muy necesaria para las empresas en dicha etapa, se observa un claro sesgo hacia este apoyo en detrimento de los de la etapa anterior, fundamentales para establecer los cimientos de la empresa como actividad individual, pero también como conjunto de actividades que representan a un sector estratégico para la economía de todos los países de la región. Y 64 83 Lebendiker, M. et al (2009). Óp. cit. 84 Ibíd. En esta línea, se insiste en lograr una visión integral del proceso emprendedor por parte de la institucionalidad, es decir, establecer un marco de políticas coherentes y trabajar en coordinación de esfuerzos (públicos, privados y de cooperación internacional) para obtener el mayor impacto posible de los recursos, fortalecer la institucionalidad pública, generar espacios para que las MIPYMES aprovechen las oportunidades comerciales de los mercados, insertar a la población más vulnerable a las cadenas productivas, entre otras acciones de reivindicación social y económica. 4.2 EL PROCESO DE FORMALIZACIÓN OPERACIONES En todos los países existe conciencia acerca de la necesidad de simplificar y agilizar los trámites y procedimientos para el establecimiento y la operación de empresas; no obstante, persiste una gran complejidad en los trámites en los distintos niveles del Estado. Sin embargo, se han impulsado procesos de simplificación para reducir los pasos de los trámites y el tiempo para establecer y operar una empresa. En la parte de registro de empresas es donde se intenta avanzar más, dada la diversidad de requisitos para instalar un nuevo negocio. El problema reside en la gran cantidad de oficinas que deben intervenir en la apertura de una empresa, lo cual se complica adicionalmente si la unidad económica en su proceso manipulará alimentos o involucra la salud de las personas. Así, varios esfuerzos buscan centralizar el proceso en un solo lugar (bajo la forma de ventanilla única o one-stop-shop), o bien al menos una parte de los mismos. En otros casos se parte de la confianza en la declaración del ciudadano o la ciudadana. Existen experiencias en esa dirección, como en el caso de Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y Nicaragua. • Ventanilla Ágil de Guatemala. Se integran todos los trámites para registrar e inscribir empresas en el Registro Mercantil, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. • El Centro de Trámites Empresariales de El Salvador. Concentra en un solo lugar 11 procesos que se realizan en cinco instituciones: Ministerio de Hacienda, Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC), Centro Nacional de Registros, Instituto Salvadoreño de Seguro Social (ISSS) y Ministerio de Trabajo y Previsión Social. • Crea Empresa de Costa Rica. Es un sitio virtual que le permite al usuario efectuar todos sus trámites desde una sola ventanilla facilitando la constitución y puesta en operación de las empresas. • Panamá Emprende de Panamá es un sistema que busca fomentar la creación rápida de empresas, tanto de capital nacional como extranjero, creando así un clima de negocios adecuado mediante la utilización de la tecnología, con base en una mayor confianza ciudadana. El nuevo sistema permite que las personas puedan abrir su empresa en unos pocos minutos, de manera electrónica, sin necesidad de filas, trámites y costos adicionales. • Ventanilla Única de Inversiones de Nicaragua . Esta ventanilla concentra a la Corte Suprema de Justicia (Registro Público Mercantil de Managua), la Dirección General de Ingresos y el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio. 65 persona emprendedora formalice su negocio. Sin embargo, estos no se encuentran lo suficientemente difundidos entre las personas interesadas, por lo que debe incrementarse la divulgación respecto de sus beneficios y mostrándolos como una oportunidad que se ofrece para generar mayor impacto en la población destinataria. También es importante reparar que, aunque estos procesos son complementarios e importantes para mejorar el entorno de negocios y la institucionalidad, muchas veces no son determinantes en la decisión de abrir una empresa. Es la propia dinámica del mercado, el proceso de crecimiento empresarial -asociado al crecimiento de su clientela, ventas, ámbito de acción, etc.- el que determina la necesidad de formalización. Por ello la importancia de establecer procedimientos sencillos y ágiles, basados en la confianza, para seguir mejorando el entorno de negocios. En adición a lo anterior, cuando la empresa ya se encuentra establecida, su monitoreo y/o control -en el buen sentido del término- por parte de la autoridad es muy débil, cuando no inexistente. En esa dirección existe cierta inconsistencia en lo que a la relación del Estado con las empresas procede, porque por un lado el iniciar un negocio supone un considerable grado de complejidad, mientras que, por otro lado, una vez establecida la empresa la probabilidad de ser sujeta de inspección o control es mínima. Más bien el proceso debiera ser a la inversa, es decir, confiar en la persona emprendedora al inicio (y así maximizar el número de empresas nuevas), y luego establecer controles que promuevan mayoritariamente empresas socialmente responsables, amigables con el ambiente y cumplidoras del ordenamiento jurídico existente. En lo relacionado con la legislación tributaria, no se ha encontrado la presencia de tratamientos preferenciales para el fomento de nuevas empresas que faciliten su creación. Otra vez, no pensando en ella como incentivo a la creación de empresas, sino 66 como herramienta complementaria para que la Así, la ausencia de estas acciones tiene que ver con el imperativo de las administraciones tributarias hacia la recaudación, el cual muchas veces se superpone a las políticas orientadas a la creación de empresas (visión de corto plazo frente a la perspectiva de largo plazo). Lo cuestionable de esta perspectiva es que en el afán recaudatorio del Estado en el corto plazo se pierde la posibilidad de creación de nuevas empresas que en el largo plazo contribuirían de manera estable a las arcas públicas. Este debe ser un llamado de atención a los tomadores de decisiones para coordinar mejor sus esfuerzos sobre la base de una visión de largo plazo. 4.3 LA TRANSVERSALIZACIÓN DE GÉNERO Este enfoque no se contempla como un eje transversal de las políticas públicas de fomento al desarrollo productivo, mucho menos en aquellas destinadas al emprendimiento que, como se mencionó, son prácticamente inexistentes. Como tema ha sido visto de diversas formas por los agentes involucrados, lo cual demuestra por un lado su multidimensionalidad y, por el otro, la falta de comprensión del enfoque de género por parte de la mayoría de actores institucionales. Desde la perspectiva pública, existen algunas instituciones dedicadas a este tema (Ver anexo 4). En ellas se han gestado una serie de iniciativas para visibilizar a la mujer empresaria y darle las herramientas para su desarrollo personal y empresarial. Sin embargo, el enfoque que se ha asumido en muchos casos ha sido de una actividad de subsistencia o complementaria en términos de ingresos económicos y que contribuye a cierta independencia económica, pero que no obstaculice el rol social de las mujeres. En esta visión subyace la idea de que el proveedor principal es el hombre jefe de familia, por el que deben velarse sus intereses y necesidades como trabajador, y en cambio los ingresos de las mujeres, al conceptuarlos como el segundo ingreso, y el que se destina a necesidades superfluas de la mujer o de su familia, no merece mayor intervención del Estado para su regulación o estímulo. Esta visión obviamente es errada por cuanto en la gran mayoría de hogares, y sobre todo en los más pobres, los dos ingresos son fundamentales para el sostén de la familia. Por otro lado, la mayor participación de las mujeres emprendedoras se encuentra en actividades de sectores tradicionales como el comercio y los servicios, donde destacan las artesanías, la alimentación, entre otros, y menos en proyectos con valor diferenciador y de rápido crecimiento como el turismo y la producción limpia, por mencionar algunos. Asimismo se registra un muy pequeño número de mujeres emprendedoras organizadas, con mayor nivel educativo y cuya orientación es marcadamente diferente en actividades económicas que generan valor, y que mediante la organización buscan desarrollar sus competencias, a la vez que ayudar a su membresía. Ejemplo de ello son las organizaciones de mujeres empresarias que existen en Centroamérica, con gran fortaleza en Nicaragua y Guatemala, y de creciente interés en Costa Rica. Este es el tipo de esfuerzo que se debe construir a partir de las iniciativas con orientación de subsistencia, que son mayoritarias. 67 En este punto, la capacitación y el desarrollo de metodologías basadas en el diálogo horizontal y las experiencias de vida pueden generar cambios significativos en el proceso de desarrollo empresarial. Particularmente se destaca el trabajo de empoderamiento de las mujeres para desplegar esta capacidad de gestión, diálogo, negociación e influencia en asuntos públicos de su competencia, como las políticas públicas, de cara a conseguir un mejor servicio en el campo empresarial, diferenciado según criterios de género, con prerrogativa para las emprendedoras en condiciones de vulnerabilidad social y económica. LOS MECANISMO REGIONALES Y 4.4 NACIONALES PARA EL ADELANTO DE LAS MUJERES EN LA PROMOCIÓN DE LA EMPRESA Un tema importante que tiene que ver con la respuesta pública al desarrollo empresarial de las mujeres son los mecanismos regionales y nacionales para el adelanto de las mujeres. La institucionalidad encargada de incluir la equidad de género como criterio de política pública tiene, en la mayoría de los países, un carácter nacional/ local; coexiste con otras instituciones, instancias y programas que abordan el tema de la equidad de género al interior de la administración pública y en los poderes del Estado. Ciertamente las diferentes instituciones forman una trama institucional que muchas veces trasciende los Estados nacionales proyectándose hacia espacios regionales, como 68 es el caso del Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica y el Caribe (COMMCA), el cual surge por la necesidad de estrechar lazos de cooperación entre los Mecanismos Nacionales para la Promoción de la Mujer de la Región Centroamericana y el Caribe y con un mandato claro de incluir la participación de las mujeres en el creciente proceso de integración centroamericana. Como parte de su estrategia de fortalecimiento institucional, el COMMCA se integra al Sistema de Integración Centroamericana (SICA) durante la XXVI Reunión Ordinaria de Jefes de Estado. Dos años después -noviembre del 2007-, la Secretaria Técnica es creada y se suma al conjunto de instancias dentro de la SG-SICA. En su Plan Estratégico 2009-2013, se plantea posicionar los intereses de las mujeres en la agenda de la integración centroamericana, priorizando acciones y estrategias, bajo tres ejes: 1) la autonomía económica; 2) la participación política de las mujeres y 3) el fortalecimiento de la institucionalidad de género en el SICA. En cuanto a la autonomía económica, el COMMCA consideró necesario retomar la visión de igualdad y equidad de género reivindicando el enfoque feminista de la economía desde una perspectiva integral e integradora de corto, mediano y largo plazo. Así concluye que los derechos económicos de las mujeres carecen de mecanismos y herramientas adecuadas de carácter político, jurídico y financiero que generen condiciones de igualdad y equidad en el acceso, uso y control de los recursos productivos. Es por ello que COMMCA se propone como fin de su plan estratégico 2009-2013 lograr la incorporación de estrategias clave para crear oportunidades económicas a las mujeres de la región SICA por medio de la promoción de sus derechos económicos en condiciones de igualdad y equidad, de la generación de oportunidades económicas, así como mediante el acceso, uso y control de los recursos productivos. Por lo tanto, dentro del eje estratégico de autonomía económica se incluyen temas como: derechos económicos de las mujeres, economía del cuidado, presupuestos con enfoque de género, crisis económica, activos productivos y crédito, entre otros de crucial importancia para la participación económica de las mujeres como derecho. En cuanto a mecanismos nacionales para el avance de las mujeres, se han creado entidades gubernamentales para tratar las políticas vinculadas a ellas bajo la modalidad institucional de ministerios o institutos, constituidos en los principales promotores de políticas públicas, programas y planes de acción para las mujeres empresarias en la región. A continuación se mencionan brevemente algunas de las principales políticas y programas establecidos por algunos de los países de la región orientados a promover condiciones de equidad de género en el desarrollo de la actividad empresarial de las mujeres. 4.4.1 Costa Rica: Política Nacional de Igualdad y Equidad de Género 2007-2017 En abril de 1998, la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó la creación del Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU (Ley de la República n.o 7801) como entidad autónoma y descentralizada. El Instituto tiene el mandato de implementar políticas públicas orientadas al logro de equidad entre los géneros, buscando que los resultados se expresen en los ámbitos regional y local del país. Como parte de su mandato se establece la Política Nacional de Igualdad y Equidad de Género 20072017, que tiene entre sus objetivos desarrollar una infraestructura social para el 2017 que permita una verdadera conciliación entre el cuidado de la familia y las responsabilidades laborales de las mujeres. En lo que toca al empleo, se considera a la empresa de mujeres como una forma de crear nuevas fuentes de trabajo y de reducir la brecha de género en cuanto a empleo e ingresos. 69 El INAMU ha coordinado con otras instituciones (Ministerio de Industrias y Comercio, Banco Nacional, Instituto Mixto de Ayuda Social , entre otros) programas y acciones en diferentes ámbitos (capacitación, acceso al crédito, apoyo al mercadeo, información de servicios empresariales, etc.) con el fin de dar poder a la mujer empresaria en Costa Rica, enfatizando en la formación humana de mujeres en condiciones de pobreza. En lo que se refiere a acceso al crédito y al sistema financiero estatal, la Política Nacional para la Igualdad y la Equidad de Género reconoce que la oferta de servicios de las instituciones estatales (capacitación, crédito y acceso a mercados), dirigidos a apoyar a mujeres jefas de hogar pobres o microempresarias, ha operado de manera desarticulada y no siempre responde a sus necesidades y demandas, lo que afecta significativamente las posibilidades de éxito de las iniciativas para el mejoramiento de los ingresos y calidad de vida de las mujeres. Para apoyar el desarrollo de PYMES de mujeres promueve en sedes regionales la articulación de la oferta de servicios dirigida a estimular la empresariedad de las mujeres, de tal manera que se logre un respaldo efectivo y un encadenamiento real del ciclo capacitaciónfinanciamiento-comercialización a su favor y en especial de las ubicadas bajo la línea de pobreza en zonas urbanas y rurales. Entre las atribuciones del INAMU destaca la de promover y facilitar la creación y el funcionamiento de un fondo para impulsar actividades productivas y de organización de las mujeres (Art. 4). Para ello el INAMU suscribió un Convenio de Cooperación Interinstitucional con el Banco Nacional, el Banco Popular y con el Instituto de Fomento Cooperativo, INFOCOOP, a fin de permitir el acceso al crédito a las mujeres dueñas de micro y pequeñas empresas rurales y urbanas, incluidas las cooperativas de 70 mujeres. Específicamente, el Banco Popular inició las operaciones en 2004 de su Programa Popular Desarrollo mediante el cual comenzó un proceso de sensibilización de sus ejecutivos de cuenta sobre el tema de equidad de género y colocó alrededor de un 20% de sus operaciones en empresas de mujeres. En este mismo sentido, se estableció la Directriz Presidencial n.o 015 (29 de enero de 1999) orientada al sector bancario con el fin de alcanzar la igualdad y equidad de género en el sector. En esa administración de gobierno (1998-2002) se instaló (2000) también una Comisión Interinstitucional para impulsar la Empresariedad de las Mujeres, integrada por 16 instituciones del sector productivo y liderada por el INAMU. Con base en esta experiencia el INAMU logró -en el marco del Acuerdo de Libre Asociación con Centroamérica- el apoyo financiero de la Unión Europea para 4 años, con una suma considerable que se invertirá en desarrollar 900 empresas de mujeres, impulsándolas hacia un mayor estadio de desarrollo empresarial mediante fondos específicos, transferencia tecnológica, constitución de cadenas que generen valor agregado, capital semilla, insumos, infraestructura, etc. El INAMU viene realizando desde 2007 la Feria Nacional de Mujeres Empresarias, cuyo lema es “Un impulso al esfuerzo emprendedor de las mujeres”, y que ha logrado mostrar al país y en especial a la institucionalidad pública que existe una masa de mujeres empresarias con muy buen producto que requiere el apoyo del Estado para su fortalecimiento. El MEIC, el Banco Nacional y el Banco Popular son socios activos de esta iniciativa. Por otra parte, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica (Dirección General de Pequeña y Mediana empresa-DIGEPYME) estableció en 2005 el Programa Creando Empresarias para atender y orientar la demanda de capacitación de las mujeres con ideas de negocios según sus necesidades y para apoyar la elaboración de sus planes de negocios. No obstante, queda como reto fortalecer este programa con mayor recurso humano e institucionalizarlo en el sentido amplio de la palabra. 4.4.2 El Salvador: Política Nacional de la Mujer En 1996 se creó el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), que tiene como responsabilidad diseñar, dirigir, ejecutar y vigilar el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer (PNM). En el ámbito del desarrollo económico sustentable, dicha política prevé el desarrollo de acciones para que la participación de las mujeres en el mercado laboral se dé en condiciones de equidad. También busca incrementar la preparación de las mujeres en las distintas ramas y grupos ocupacionales de la producción económica. La PNM intenta mejorar la condición y elevar la posición de las mujeres rurales mediante la actualización de la normativa agraria para asegurar la igualdad de derechos, el acceso a información, a los mercados, a la educación formal y no formal con enfoque de género y a propiciar su participación e incidencia en la toma de decisiones para el desarrollo rural. Promueve un acceso más igualitario a los recursos económicos y productivos -entre ellos a mecanismos e instituciones de ahorro y crédito-, así como a sus derechos de propiedad y de acceso a la tierra, a la asistencia técnica, al empleo, a los mercados, al comercio y a la capacitación y actualizar la normativa agraria para promover la seguridad jurídica de las mujeres sobre los recursos naturales y productivos. 4.4.3 Guatemala: Política nacional de promoción y desarrollo de las mujeres guatemaltecas La Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) fue creada en 2000 como dependencia directa del Ejecutivo. SEPREM se encarga de asesorar y apoyar al Presidente de la República en la promoción y adopción de las políticas pública vinculadas al desarrollo integral de las mujeres, propiciando condiciones de equidad entre los géneros. Asimismo, promueve el diálogo entre autoridades gubernamentales con las ciudadanas o con organizaciones de mujeres o entre sus organizaciones, para fortalecer su desarrollo integral en los ámbitos económico, político y social. El Gobierno de la República de Guatemala tiene dentro de sus principales desafíos avanzar de forma sustantiva en la aplicación de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de las mujeres mayas, mestizas, garífunas y xinkas, mediante la aprobación y puesta en práctica de la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres -PNPDIM- y el Plan de Equidad de Oportunidades -PEO- 2008-2023. El Gobierno, a través del SEPREM, tiene el compromiso de implementar la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres 2008-2023 -PNPDIM- y su Plan de Equidad de Oportunidades -PEO-, como mecanismo general para aplicar medidas que permitan a las mujeres alcanzar el desarrollo integral. Estos instrumentos se dividen en doce (12) ejes de política, uno de los cuales es el de Desarrollo Económico y Productivo con Equidad, cuyo objetivo es potenciar la autonomía económica y la capacidad productiva y empresarial de las mujeres garantizando su acceso a recursos, bienes y servicios. Este eje 71 contiene a su vez siete ejes políticos: 1. Garantizar la integración y aplicación del principio de equidad para mujeres y hombres, y para mujeres mayas, garífunas, xinkas y mestizas desde sus fundamentos filosóficos, principios, valores y prácticas económicas. 2. Crear políticas y programas que disminuyan el impacto de las políticas macroeconómicas en la vida de las mujeres mayas, garífunas, xinkas y mestizas. 3. Garantizar condiciones para la participación autónoma de las mujeres mayas, garífunas, xinkas y mestizas en la economía: local, nacional e internacional. 4. Garantizar que las políticas, estrategias, planes, programas y proyectos de desarrollo económico para las mujeres promuevan su cooperación y la articulación con respeto a su cultura. 5. Asegurar el reconocimiento y cuantificación de los aportes del trabajo productivo y reproductivo de las mujeres a la economía nacional. 6. Asegurar la creación, fomento, desarrollo y sostenibilidad de iniciativas económicas y productivas para las mujeres a nivel local, nacional e internacional. 7. Asegurar el desarrollo de investigaciones que informen y orienten sobre el impacto de las políticas macroeconómicas nacionales e internacionales en la vida de las mujeres. 4.4.4 Honduras: Política Nacional de la Mujer. II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010-2022 El Instituto Nacional de la Mujer de Honduras (INAM), como institución del Estado responsable de la rectoría de las Políticas Públicas de Género, presenta 72 la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010- 2022 (II PIEGH), que contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres como titulares de derechos, para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres. La función del INAM es promover, brindar asistencia técnica, monitorear y acompañar a las instituciones responsables de ejecutar las acciones contenidas en el II PIEGH, instando a crear mecanismos de coordinación para establecer relaciones efectivas entre las diferentes instituciones responsables de su ejecución, seguimiento y evaluación de resultados. El II PIEGH 2010-2022 se propone como un instrumento técnico-político que permite incorporar los objetivos y metas para el logro de la igualdad y equidad de género en la Visión de País, Plan de Nación, en la agenda pública y por tanto, en la corriente principal de planificación y presupuestación del Estado en el corto, mediano y largo plazo. La Agenda del II PIEGH se estructuró a partir de seis ejes de derechos, uno de los cuales está relacionado con la promoción, protección y garantía de los derechos económicos, trabajo, empleo, acceso, uso y control de los recursos de las mujeres. Dicho eje contiene 10 políticas, cada una con sus objetivos estratégicos, entre los cuales figuran los siguientes: 1. El Estado garantiza el cumplimiento de los derechos laborales de las mujeres, asegurando su incorporación al trabajo remunerado en igualdad de condiciones y oportunidades, sin discriminación por razones de maternidad y estado civil. 2. El Estado garantiza la erradicación de toda forma de discriminación de género, edad, condición étnica o discapacidad en el ámbito laboral, incluido el 3. 4. 5. 6. 7. 8. trabajo precario de las mujeres, especialmente horarios de trabajo extendidos, remuneraciones inequitativas, salarios diferenciados por regiones, acoso sexual y laboral, ausencia de condiciones de salud, higiene, ambiente y flexibilización laboral en todos los sectores de producción. El Estado promueve e incentiva la generación y desarrollo de iniciativas económicas alternativas, innovadoras y solidarias, mediante el acceso, uso y control de los recursos, los activos productivos, información, capacitación, tecnología, asistencia técnica, tierra, agua y crédito que contribuyan a mejorar equitativamente las condiciones de vida de las mujeres. El Estado reconoce el trabajo reproductivo como actividad económica que genera riqueza y bienestar social y elabora un sistema de valoración del trabajo de cuidado. El Estado promueve políticas para fomentar la corresponsabilidad del trabajo reproductivo no remunerado realizado tanto en el ámbito del hogar como en el comunitario que facilite el acceso de las mujeres al trabajo remunerado. El Estado garantiza el derecho de las mujeres a la seguridad social, especialmente en el caso de las que realizan labores de cuidado, dentro y fuera del hogar, que trabajan en el sector informal, realizan trabajo para el autosustento en el campo, desempleadas, jefas de hogar, adultas mayores, que se encuentran en estado de viudez, con discapacidad y con enfermedades catastróficas y/o degenerativas. El Estado garantiza a las mujeres el acceso, uso y control de los recursos económicos: crédito, tierra, agua, tecnología y capacitación, para la generación de ingresos en condiciones de igualdad y equidad. El Estado promueve políticas económicas con igualdad y equidad de género que permitan a las mujeres integrarse en mejores condiciones a los procesos de globalización, apertura comercial e integración regional. 4.4.5 Nicaragua: Líneas estratégicas y políticas de género En el caso de Nicaragua, y según el Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM), se identifican líneas estratégicas en materia de género y una propuesta de políticas de género para incorporar el tema en todas las instituciones públicas. Dentro de las líneas vinculadas al tema económico de las mujeres, promovidas por el INIM, se identifican las siguientes: 1. Promover y visibilizar el liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. 2. Promover entre las mujeres la apropiación de un modelo de derechos y desarrollo humano, en lo cultural, social, político, económico y de relaciones con el mundo, acorde con los principios y valores de justicia, sostenibilidad, solidaridad, paz y bienestar para todas las personas, sin discriminación por sexo, raza, creencias, identificación política u otros. 3. Promover entre las mujeres una actitud vital solidaria y comprometida en la lucha para erradicar la pobreza y todas sus terribles consecuencias en la sociedad que deseamos transformar. Por otro lado, hay una propuesta sobre las Políticas de Género del Gobierno que mandata a todas las instituciones del Gobierno a la construcción de condiciones positivas y a la remoción de los obstáculos para que la igualdad de hombres y mujeres sea efectiva y real. Igualmente es una obligación promover dicha igualdad en todas las políticas y acciones de los ministerios de Estado, entes autónomos y descentralizados. El contenido de dicha propuesta está relacionado con la importancia de la perspectiva de género en el quehacer institucional y las acciones que se deben emprender para transversar género y aplicar un conjunto de acciones afirmativas en las instituciones del Poder Ejecutivo para promover la igualdad de hombres y mujeres. 73 4.4.6 República Dominicana: El Plan Nacional de Equidad de Género (PLANEG II) La Secretaría de Estado de la Mujer (SEM) es en República Dominicana el organismo responsable de establecer las normas y coordinar la ejecución de políticas, planes y programas para la construcción de la igualdad entre mujeres y hombres a nivel del Estado y en sinergia con la sociedad civil. En el marco de estos mandatos, desarrolló el Plan Nacional de Equidad de Género (PLANEG 2000-2004), con la finalidad de garantizar que las mujeres fueran tomadas en cuenta en todas las políticas ejecutadas por el Estado dominicano. A principios del 2005, la SEM inició un proceso colectivo de revisión y rediseño de ese Plan continuado con lo que sería el PLANEG II, en el marco de una estrategia orientada al fortalecimiento de su liderazgo institucional en favor de la construcción de la igualdad y equidad de género, cuyo fin último es lograr el pleno ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres. Este segundo Plan se rediseñó con una perspectiva de mediano plazo, para ser ejecutado durante el periodo 2006-2016, traspasando varios períodos gubernamentales a fin de que sea asumido como una política de Estado. Su enfoque se orienta al logro de resultados que contribuyan a la solución de los principales problemas que afrontan las mujeres por razones de desigualdades e inequidades de género. El Plan contempla siete grandes temas nacionales prioritarios: 1. Promover una cultura de igualdad y equidad de género. 74 2. Garantizar todos los derechos de las mujeres y el pleno ejercicio de su ciudadanía. 3. Fortalecer el empoderamiento económico e impulsar la superación de la pobreza de las mujeres. 4. Favorecer el control y acceso de las mujeres a bienes y servicios de calidad. 5. Erradicar cualquier forma de violencia contra las mujeres en todo su ciclo de su vida. 6. Promover la plena participación de las mujeres en la sociedad de la información y el conocimiento. Cada uno de estos temas propone cambios en la cultura, en las instituciones, en los marcos jurídicos nacionales e institucionales y en la organización de la oferta de servicios públicos. 4.4.7 Panamá: Instituto Nacional de la Mujer de (INAMU) El INAMU es una nueva entidad autónoma, cuya base legal está respalda en la Ley n.o 71 del 23 de diciembre de 2008, siendo su principal objetivo promover la incorporación plena de las mujeres al desarrollo sostenible del país, a través de una política pública de igualdad de oportunidades que garantice sus derechos. El INAMU está representado ante el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES). De acuerdo con el MIDES, Panamá atraviesa por un proceso de reformas para modernizar sus instituciones públicas. Una de las más importantes reformas de este periodo es la que corresponde a la institucionalidad social como eje y fundamento del desarrollo humano sostenible, con el objetivo de fomentar la organización y la participación social en la lucha contra la pobreza, el hambre, las discriminaciones y el desempleo; promover la inclusión social y la solidaridad, teniendo como norte los distintos grupos poblacionales y áreas geográficas que históricamente han estado marginadas del desarrollo. Desde hace más de una década, los esfuerzos por alcanzar la igualdad y equidad para las mujeres han sido constantes y persistentes. En la actualidad, el país cuenta con una abundante legislación que así lo establece, desde el punto de vista jurídico. Sin embargo, esa igualdad y equidad formal requiere de acciones realmente efectivas que involucren a todas las instituciones públicas y privadas del Estado panameño. Existen desigualdades aún no superadas que no permiten su incorporación efectiva en el desarrollo nacional, tales como pobreza, analfabetismo, desempleo, diferencias salariales, desigual acceso al crédito y a la propiedad de la tierra, desigual acceso a educación, salud y vivienda, y el no reconocimiento del trabajo dentro del hogar, entre otras. 4.4.8 Belice: La Comisión Nacional de Mujeres (NWC) La Comisión Nacional de la Mujer es un ente semiautónomo de consulta y defensoría designado por el Gobierno para que funcione como mecanismo estratégico para lograr la equidad e igualdad de género, y el empoderamiento de las mujeres en Belice. La NWC (sus siglas en inglés) trabaja bajo la cartera del Ministerio de Desarrollo Humano y Transformación Social. Esta comisión tiene el mandato de servir como órgano asesor en temas de género, monitorear y evaluar la implementación de los principios y metas de acuerdo con lo contemplado en la Convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW), la Política Nacional de Género y otras políticas relevantes. De acuerdo con la información del sitio web oficial de la NWC, se registra un documento de consulta sobre la Política Nacional de Género del año 2009, cuyo objetivo fue realizar una revisión y evaluación de la Política Nacional de Género aprobada por el Gobierno de Belice en 2002, la cual orienta los proyectos y programas nacionales en materia de igualdad de género. Las áreas críticas que esa Política identifica son: salud; riqueza y generación de empleo; condiciones que producen violencia; educación y capacitación; poder y toma de decisiones. Este documento encarga a la Comisión Nacional de la Mujer asegurar que los compromisos fijados en la Política se cumplan, abordando los problemas que encaran las mujeres en materia de educación, salud, violencia, toma de decisiones y riqueza y generación de empleo. La Agenda de la Mujer 2003-2008 compromete al Gobierno de Belice a poner en práctica las recomendaciones de la Política Nacional de Género; a contemplar el género en la planificación del desarrollo; a aumentar la sensibilidad de la población con respecto al género, educándola acerca de la necesidad de igualdad y respeto entre hombres y mujeres en todas las facetas de su vida, y a asegurar las asignaciones presupuestarias de programas encaminados a terminar con la violencia de género. También se asumen compromisos concretos en materia de salud y servicios sociales, desarrollo económico, protección jurídica, educación, vivienda y participación política de la mujer. Un tema importante en esta evaluación fue el del 75 bienestar y la generación de empleo para las mujeres, que sugiere armonizar con otras políticas de desarrollo a lo interno de Belice y también con las Metas del Milenio. Además, hay una necesidad de fortalecer el tema de los salarios mínimos, las oportunidades de empleo con equidad de género y mejorar programas de capacitación para beneficiar a las mujeres. Entre las recomendaciones que se hacen para actualizar dicha Política se menciona el tema de la información en los siguientes aspectos: 1. Incorporar información actualizada de la situación de género en Belice utilizando datos desagregados y datos cualitativos mediante entrevistas y grupos focales u otras fuentes relevantes. 2. Realizar un mapeo de servicios que sea útil para obtener un inventario de los mismos e identificar los vacíos existentes. 3. Elaborar un análisis situacional que incluya toda la información recomendada pero también sobre las prioridades a nivel macro e indicadores que ayuden al monitoreo y evaluación del proceso. Según la fuente consultada, a pesar de los avances logrados en Belice, queda mucho más por hacer para instrumentar la Política Nacional de Género. La escasez de recursos humanos y financieros constituye un problema de peso, especialmente cuando los temas de la mujer se discuten actualmente a la luz de lo que se percibe como riesgo o marginalización de los hombres. 76 En Centroamérica y República Dominicana, el tema del financiamiento empresarial es crucial para el desarrollo y fortalecimiento de las MIPYMES. Las personas empresarias deben recurrir a opciones de endeudamiento bancario, condicionando los préstamos a una garantía real. El estereotipo existente en los diferentes países de la región es que solo la persona que tiene recursos puede hacer su propia empresa. El endeudamiento patrimonial de la persona empresaria es uno de los principales obstáculos en la generación y el desarrollo de nuevos emprendimientos, debido principalmente al altísimo riesgo al que se exponen (endeudándose desde el comienzo del proyecto), cuando ni siquiera saben cuál es el potencial mercado al que se enfrentan. En este sentido, muchas veces la ausencia de suficiente capital para desarrollar la empresa puede ocasionar inversiones subóptimas. 77 5.1 LOS SERVICIOS FINANCIEROS Aunque no se ha encontrado evidencia internacional respecto del tamaño inicial óptimo de las empresas, una inversión inicial subóptima puede ser una de las razones importantes por las cuales muchas empresas desaparecen antes de los dos años de creadas. Por ello, una de las mayores dificultades que encuentran las personas emprendedoras a la hora de poner en marcha sus planes o propuestas de negocio es la falta de recursos financieros para capital de trabajo, que no conlleve a un endeudamiento patrimonial en la fase inicial de la gestación de su empresa. Esa es la razón por la cual en todos los países de la subregión centroamericana el grueso de nuevas iniciativas empresariales se autofinancia. 78 En Centroamérica y República Dominicana, el tema del financiamiento empresarial es crucial para el desarrollo y fortalecimiento de las MIPYMES. Las personas empresarias deben recurrir a opciones de endeudamiento bancario, condicionando los préstamos a una garantía real. El estereotipo existente en los diferentes países de la región es que solo la persona que tiene recursos puede hacer su propia empresa. El endeudamiento patrimonial de la persona empresaria es uno de los principales obstáculos en la generación y el desarrollo de nuevos emprendimientos, debido principalmente al altísimo riesgo al que se exponen (endeudándose desde el comienzo del proyecto), cuando ni siquiera saben cuál es el potencial mercado al que se enfrentan. En este sentido, muchas veces la ausencia de suficiente capital para desarrollar la empresa puede ocasionar inversiones subóptimas. Además, la mayoría de las entidades financieras en la subregión prestan a partir de un año comprobado de funcionamiento (en algunos casos dos años) y contra garantías colaterales, por lo que las fuentes tradicionales de financiamiento no son accesibles para las nuevas empresas. Son contados los casos donde la exigencia es inferior al año, pero por el pequeño monto del préstamo es claro el tipo de emprendimiento que se está financiando. En Centroamérica el apoyo financiero -al igual que los otros apoyos- está muy enfocado en la etapa de la consolidación de la empresa o cuando la MIPYME ya tiene un historial y sus productos se están vendiendo en el mercado (en algunos casos, también el antecedente -y aval- familiar ayuda en la construcción del historial). Afortunadamente el sistema financiero empieza a entender la lógica y las verdaderas posibilidades de las MIPYMES luego de su gestación, mas no tiene una idea clara de cómo abordar el tema de los emprendimientos nacientes y que no son sujetos de crédito. Más aun, el grueso del sistema financiero aún pretende entregar financiamiento bajo un modelo tradicional (en el que el analista recibe la información y las garantías), cuando la evidencia internacional muestra la importancia de cambiar paradigmas en el acceso al financiamiento.104 En tal sentido es importante el desarrollo de herramientas que apoyen a las personas emprendedoras sin endeudarlas en niveles inmanejables. Herramientas financieras que favorezcan y apoyen con recursos el surgimiento de personas emprendedoras, como los fondos de capital semilla (apoyan la gestación de la empresa), redes de ángeles inversionistas y fondos de capital de riesgo (ambos son recursos para ayudar a consolidar el emprendimiento). Muchas de estas herramientas no han sido implementadas en la región, posiblemente debido al sesgo que se tiene en la visualización de la banca tradicional como el eje conductor del financiamiento del emprendedor y la emprendedora. Para la banca tradicional es muy difícil lidiar con el riesgo emprendedor ya que lo que busca es cero riesgos y, como se reitera, el emprendimiento potencia el riesgo exponencialmente. En última instancia, son dos extremos de una misma cuerda que jalan para lados opuestos y que muchas veces conllevan a que se rompa en alguna etapa del proceso. Por lo anterior, la asignación de los recursos debe canalizarse a través de intermediarios, preferiblemente no financieros, y que estén debidamente acreditados ante el ente rector. 105 Por otro lado, la situación de los pequeños y medianos negocios, especialmente los vinculados al procesamiento y comercialización de productos agropecuarios, enfrentan la recurrente necesidad de créditos de corto plazo para capital de trabajo, pero además necesitan mantener un ritmo sostenible de inversiones que favorezca producir con calidad para competir en sus mercados meta y a la vez con una eficiencia que les permita sobrevivir a los costos. Además de créditos, estos pequeños negocios cada vez más necesitan servicios de pagos y transferencias que les ayuden a mantener sus operaciones comerciales, servicios de seguros, fianzas y avales y a manejar sus riesgos, servicios de depósito y ahorros que les permita manejar su liquidez. Las microfinanzas establecen un puente entre sectores previamente excluidos y el proceso de creación de riqueza, facilitan el acceso a la inversión y al consumo en segmentos de la población que al participar crean valor social además de valor económico y así contribuyen a desplegar un nuevo contrato social y a la sostenibilidad del proceso de desarrollo. 106 105 Óp. cit. p. 19. 106 Ver anexo 5. 79 5.1.1 El acceso de las mujeres a los servicios financieros El mundo empresarial en la región puede disponer en muchas oportunidades de mecanismos de acceso a información, pero en la mayor parte de los casos la empresariedad no solamente requiere acceso, sino también mecanismos de información sobre la oferta de servicios, lo cual es mucho más importante que disponer de un sistema de conectividad. Otro conflicto refiere a los programas, proyectos e iniciativas, tanto de la cooperación e instituciones, que muestran dos vertientes de enfoque: una centrada en apoyar la institucionalidad desconociendo las demandas del mercado, otra enfatizando el mercado y desconociendo la operatividad de las instituciones y la cooperación en el territorio. Ambos enfoques no son excluyentes, pero requieren que se armonice la estrategia de intervención. Las instituciones que brindan servicios financieros normalmente prefieren promover servicios neutros en cuanto a género; sin embargo, las prácticas económicas y especialmente las estructuras de tenencia de la tierra en la práctica hacen que los servicios no sean neutros. Diseñar servicios financieros que reduzcan las inequidades es un reto que no siempre se asume por las instituciones. Muchos actores que impulsan la empresariedad de las mujeres parten del supuesto de que la promoción de ese sector requiere un conjunto de acciones que empieza con el empoderamiento, lo cual es cierto, pero para lograr promover la empresariedad existente se debe considerar que las mujeres empresarias requieren asistencia a la medida de su problemática y no solo procesos definidos de operatividad (Cuadro n.o 11). Adicionalmente, el dilema de lograr economías de escala a nivel de empresariedad de las mujeres requiere desarrollar mecanismos novedosos, no solamente de asociatividad, sino también promover estrategias de integración a las cadenas productivas que permitan la apropiación de valor. Muchas experiencias logran escala, vía sumatoria de acciones individuales, pero descuidan grandemente el tema de la gobernanza de las mujeres en los procesos de desarrollo económico local. En cuanto al acceso al crédito, muchos programas e iniciativas pretenden que generar crédito a las mujeres resuelve los problemas de empresariedad. Las estrategias de financiamiento han utilizado el escalonamiento, partiendo desde pequeños préstamos hasta consolidar la clientela; sin embargo, se hace poco énfasis en el desarrollo de la cultura de pago y se subraya el escalonamiento financiero. El tema del nivel educativo de las mujeres es importante. Normalmente los técnicos que atienden la empresariedad de las mujeres parten del supuesto de que la escolaridad y el nivel educativo son los factores de éxito, pero en muchos casos esa realidad debe combinarse con el conocimiento o saber local, y la formación de los profesionales en general no 80 reconoce esta particularidad del pensamiento y del saber local. Se cree también que el crédito barato es lo que requieren las mujeres, pero muchas veces ese aspecto limita el hecho de evaluar un mayor nivel de acceso, vía incremento de la eficiencia financiera, que se deriva de la capacidad de pago que puede generar una actividad económica. CUADRO No.11 OBSTÁCULOS PROPIOS DE GÉNERO EN LAS ÁREAS DE ATENCIÓN DE LAS MIPYMES ÁREA FINANCIERA ECONÓMICA NIVEL INDIVIDUAL Falta de acceso a servicios financieros Los hombres controlan ingresos monetarios. Las mujeres emprenden actividades de bajo rendimiento. Negado acceso a y control de recursos productivos (tierra, mano de obra e insumos) desiguales. Las mujeres tienen alta carga de trabajos domésticos. Niveles bajos de alfabetización y educación formal. SOCIALCULTURAL POLÍTICA LEGAL NIVEL DE HOGAR Capacidad limitada para emprender transacciones con hombres. No es prioritaria la educación de las niñas, lo que genera rezago de las mujeres a mediano plazo. Las mujeres carecen de autoconfianza para reclamar derechos económicos, sociales y políticos. División de trabajo por sexo desigual en actividades productivas y reproductivas El sesgo de direccionar recursos del negocio a educación y salud de la familia desfavorece a las mujeres. COMUNIDAD/PAÍS Percepción de que sólo los hombres controlan dinero/ crédito. Falta de acceso a mercados más convenientes de insumos y producción. Estereotipos de roles “apropiados” para las mujeres en la economía. Remuneración económica menor para trabajos iguales. Estancamiento en trabajos mal remunerados. Bancos e instituciones financieras formales no perciben a las mujeres como un mercado financiero potencial. Rol limitado para las mujeres en la toma de decisiones en el hogar. Discriminación por parte de los oficiales de crédito por estereotipos de género. Violencia de género hacia las mujeres Violencia suma problemática y se liga a factores de riesgo de los negocios de las mujeres. Las mujeres carecen de derechos reales sobre activos del hogar que son propiedad común. Restricción de la personalidad jurídica de las mujeres (en registro de tierra u otras propiedades, conclusión de contratos financieros, obtención de documentos de identificación, etc.) Falta de posiciones políticas para establecer leyes apropiadas. Fuente: Taller de servicios de apoyo a las mujeres centroamericanas en el marco de cadenas de valor. RUTA / Fundación Arias. San José, Costa Rica, 2007. 81 Por más que un programa se dirija a mujeres y hombres con las mismas medidas y condiciones, la capacidad de ambos para utilizar y responder a los servicios ofrecidos no es igual. Una intervención, por lo tanto, nunca puede ser neutral al género, como bien se muestra. Programas de microfinanzas sensibles a la perspectiva de género tienen que asegurar que los servicios financieros ofrecidos sean igualmente atractivos tanto para las mujeres como para los hombres. Para lograr este objetivo es necesario tomar en consideración las necesidades y obstáculos que enfrentan las mujeres en el momento de diseñar y proveer los servicios financieros. Debido a las necesidades y obstáculos disímiles, las empresarias pueden preferir términos 5.2 LOS SERVICIOS NO FINANCIEROS 82 y condiciones de crédito diferentes, mecanismos de provisión alternativos, temporadas de otorgamiento del crédito distintas, entre otras. Cada programa debe tomar en cuenta que las necesidades y prioridades de ambos géneros pueden variar con el tiempo, requiriendo un ajuste temprano y adecuado en los servicios ofrecidos por parte del programa o la entidad ejecutora. Pero especialmente en el caso de las mujeres se hace necesario un nivel de afinamiento de la política pública para el estímulo, desarrollo y fortalecimiento de su empresariedad, si se quiere hacer de esta vía una verdadera alternativa de generación de riqueza, empleo y oportunidades en la región para ambos sexos. Los servicios no financieros comprenden capacitación, consultoría y asesoramiento, asistencia en comercialización, información, desarrollo y transferencia de tecnología y promoción de vinculaciones entre empresas. A veces se hace una distinción entre servicios empresariales “operativos” y “estratégicos”. Los servicios operativos son los que se necesitan para las operaciones cotidianas, como información y comunicaciones, administración de cuentas y registros impositivos, cumplimiento de leyes laborales y otras reglamentaciones. En cambio, los servicios estratégicos son utilizados por las empresas para abordar cuestiones a mediano y largo plazo con el fin de mejorar el desempeño de la empresa, su acceso a mercados y su capacidad para competir. 108 108 Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2001). Servicios de desarrollo empresarial para pequeñas empresas: principios rectores para la intervención de los donantes. Washington, D.C., Estados Unidos. El concepto de servicios no financieros es casi siempre relacionado solo con capacitación. La asistencia técnica no aparece como una posibilidad real de apoyo. Quienes presentan estos servicios notan un desinterés por parte de las personas empresarias de MIPYME por recibirlos. En Nicaragua y en Honduras, por ejemplo, se indica que generalmente existe una demanda de capital, pero a la hora de buscar asesoramiento y capacitarse en cómo utilizarlo se muestra apatía. La capacitación muchas veces es vista como un requisito para financiarse.109 Los esfuerzos de las organizaciones no son enfocados a sectores específicos y les falta coordinación, ya que muchas veces existe duplicidad en programas que dos o más instituciones ofrecen, sobre todo en el caso de las entidades públicas. Se observa también la necesidad de que se integre en esta estrategia a los servicios financieros, de manera que se complementen. Por otro lado, se revela que hay una persistente deficiencia en la formación o preparación de los asesores/consultores que llegan a prestar sus servicios a las empresas, lo cual conlleva en repetidas ocasiones a errores que generan altos costos para la empresa. Incluso cuando estos servicios provienen del sector público muchas veces se debe enfrentar procesos lentos y burocráticos que hacen que se cuestione el interés real por dirigir esfuerzos al mejoramiento del sector. Con la salvedad de Guatemala, parece que en la mayoría de los países existe una abundante oferta de estos servicios, pero los que hay disponibles no se ajustan a las necesidades de las empresas. No existe uniformidad en el criterio: mientras algunos empresarios opinan que los apoyos deben concentrarse más en las áreas de producción, asistencia técnica específica en el área de cada uno de los negocios y menos en el área estratégica, otros piensan que hay que enfatizar la formación en áreas de mercadeo, comercialización y planificación. La información básica de inteligencia de mercados, precios, asistencia en la gestión de cobro internacional, requerimientos de registro y normas se consideran necesarios. 110 Faltan programas con un sentido más práctico, ya que muchos de quienes los facilitan parecen no tener esa experiencia y es notorio que la asistencia técnica y el seguimiento se valoran de una forma más positiva que la capacitación. Las agencias de cooperación internacional colaboran en sesgar la asistencia hacia ciertas áreas predeterminadas y eso es algo que podría estar influyendo en la oferta actual. Se percibe que está bastante difundida la idea de que las MIPYMES centroamericanas carecen de una cultura que les permita crear organizaciones de empresas. A esto le llaman frecuentemente asociatividad. Lo explican por el carácter individualista y la desconfianza de las personas empresarias. Este concepto está asociado a algunas de las soluciones con las cuales podrían contar las empresas para ser más competitivas. En Costa Rica y Guatemala se mencionó que, por ejemplo, la asociatividad les permitiría producir en mayor volumen, aumentar su productividad y crear economías de escala. En Honduras y Nicaragua se ligó la idea a la gestión comercial, ya que permitiría combatir la acción de los intermediarios en sectores como el agrícola, que generalmente ponen a competir a pequeños productores y productoras presionando los precios hacia abajo, y permitiría a quienes actualmente ni siquiera han transcendido sus departamentos, provincias o regiones ampliar su cobertura en comercialización. En términos generales, no existe una integración de los servicios financieros y los servicios no financieros, lo que resulta en una dispersión de la oferta de apoyo empresarial. 109 Paniagua, G. (2006). Desarrollo de la MIPYME, políticas de apoyo y CAFTA en América Central. Banco Mundial. 110 Ibíd. 83 5.2.1 El acceso de las mujeres a los servicios no financieros 111 Muchas iniciativas enfrentan la disyuntiva de lograr en forma armónica el fortalecimiento de las organizaciones empresariales de las mujeres, pero al mismo tiempo tienen impreso el objetivo de promover una adecuada y sostenible gestión empresarial. Algunas de las iniciativas dirigidas a las mujeres representan algún costo monetario para ellas; no hay un acompañamiento continuo, las metodologías no se adaptan a sus necesidades (analfabetismo o baja escolaridad que demanda adaptaciones de todo tipo), no hay suficiente cobertura, especialmente en las zonas rurales e incluso poco apoyo a la emprendedora individual. Estos dilemas generan escasa participación de las mujeres en los talleres, cursos y otras actividades de capacitación, motivada por la falta de tiempo, falta de movilidad a causa de las prohibiciones socioculturales y también por la triple carga de trabajo que enfrentan, pero poco énfasis se hace en entender la triple jornada que ellas cumplen para adecuar horarios de capacitación, e incluso en muchos casos las iniciativas cargan aún más de responsabilidades a las mujeres en su accionar cotidiano. La asociatividad en el caso de las mujeres, tradicionalmente invisibilizadas en el mundo de los negocios, representa una oportunidad de fortalecerse empresarialmente y posicionarse mejor en el mercado. Además, facilita el acceso a capacitación, información, desarrollo de capacidades de negociación e incidencia en espacios locales y de toma de decisiones, lo mismo que en políticas para el sector, temas especialmente sensibles para el desarrollo de las dueñas de MIPYMES. 84 El papel de la cooperación internacional, de organizaciones no gubernamentales y de actores locales ha estado orientado a promover iniciativas a través de proyectos y programas para generar cambios en el entorno empresarial y asistencia técnica especialmente dirigidos a empresarias, tanto a nivel individual como grupal. La banca multilateral (Banco Integración Centroamericana-BCIE, Fondo Multilateral de Inversiones-FOMIN, Banco Mundial, etc.) ha generado mecanismos de financiamiento a las MIPYMES de mujeres en la región. Por otra parte, organizaciones de cooperación y desarrollo como GTZ, Banco Interamericano de Desarrollo-BID, Programa de Naciones UnidasPNUD, Organización de Estados Americanos-OEA, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola-FIDA, entre otros, han generado programas de asistencia técnica dirigidos a empresarias en la región. De hecho hay experiencias muy concretas que deben ser un referente para el intercambio de lecciones aprendidas y para contribuir a la sistematización de la información que visibilice el aporte de las mujeres a la economía de los países. 5.2.2 La experiencia de los Centros de Servicios para los Emprendimientos de las Mujeres-CSE La experiencia de los Centros de Servicios para los Emprendimientos de las Mujeres-CSE tiene el propósito de incidir en las políticas nacionales de desarrollo para que contemplen instrumentos que favorezcan el acceso de las mujeres a recursos, financieros y no financieros. Nacieron como un mecanismo para el empoderamiento de las mujeres y 111 Es importante aclarar que el registro de información en este tema particular es muy poco a nivel de fuentes secundarias. Por ello los argumentos que se exponen en este apartado se tomaron del taller de servicios de apoyo a las mujeres centroamericanas, quienes expusieron los dilemas en este tema en específico. Taller realizado por RUTA y Fundación Arias en el 2008. San José, Costa Rica. la gobernanza económica en los territorios. Los CSEM se insertan dentro de las Agencias de Desarrollo Económico Local (ADEL) como herramientas específicas para incrementar el impacto y la calidad de la atención a las demandas de la población femenina. Los CSEM que operan en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua son un interlocutor para quien decida promover acciones de desarrollo económico en los territorios y permiten llevar a nivel local los programas nacionales y regionales de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, dirigidos a mujeres. 5.2.3 La experiencia del Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER) En el caso de El Salvador, hay una experiencia importante alrededor del Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER), que nace como resultado de los esfuerzos conjuntos entre el Gobierno de El Salvador (GOES) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola-FIDA. Las actividades del programa están dirigidas a las áreas rurales de los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad y Chalatenango, atendiendo a pequeños productores agropecuarios y microempresarios sin tierra, mujeres y hombres, a las comunidades rurales pobres y a la población joven del área rural. El objetivo es mejorar en forma sostenible las condiciones sociales y económicas de la población meta, aumentando su acceso a oportunidades de negocios y mercados, también a los mercados laborales, locales y nacionales. El acceso a los recursos y servicios del PREMODER está orientado por la demanda de los grupos organizados de beneficiarios, quienes solicitan asistencia técnica y/o financiera al Programa a través de las Oficinas Técnicas Móviles. Todos los servicios son proporcionados por medio de empresas, organizaciones no gubernamentales o consultores independientes, quienes reciben el marco conceptual y metodológico con el que el Programa trabaja. La Unidad Ejecutora del Programa (UEP) tiene un rol normativo, facilitador y de apoyo a los grupos socioeconómicos en su capacidad de identificar, demandar, proponer y ejecutar proyectos y servicios para la reconstrucción y modernización rural. El PREMODER ofrece servicios de apoyo para atender la demanda generada por las organizaciones a lo largo de 4 etapas del ciclo de proyectos, que inicia desde la identificación hasta la instrumentación de estos: a) promoción y preselección, b) preinversión, c) cofinanciamiento a partir de un fondo de inversión, para establecer y ampliar las condiciones de competitividad de los negocios, y d) implementación. En general, la mayoría de las acciones de formación y asistencia técnica repiten iniciativas y no se armonizan; la duplicidad ha sido un hecho que se reitera con frecuencia en la literatura, talleres, mesas redondas; en ese sentido es importante -entre otras medidas- adaptar los contenidos de la formación como mecanismo para crear economías de escala que masifiquen conocimiento. 85 5.3 EL EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES COMO REQUISITO DEL ÉXITO EMPRESARIAL La identidad de las mujeres se ha construido desde o como reflejo de las necesidades de los demás: procrear, atender, cuidar, educar, proteger; y poco desde las necesidades propias de crecer, proyectarse, visibilizarse, ser reconocidaLas acciones hacia el empoderamiento femenino se dan en el marco de una discusión sobre la igualdad, la inclusión, y su contraparte la exclusión, aceptándose que las mujeres forman parte de una heterogénea masa de sujetos sociales que aspiran a participar y tener una identidad social, definida y reconocida legítimamente en la compleja arena política, y también en la complicada economía en tiempos de globalización. La demanda de poder para las mujeres se inscribe en el ideario feminista de transformación de la sociedad y en la crítica desde la ciencia social que señala que el poder opera en todos los niveles de la sociedad, desde los interpersonales e íntimos hasta los más altos 86 A lo largo de las experiencias de los diferentes países, particularmente de las instituciones oficiales que fomentan los derechos de las mujeres y de organizaciones privadas de desarrollo que promueven la empresariedad de las mujeres, destaca como aprendizaje la necesidad de desarrollar capacidades en las mujeres que se traduzcan en poder personal para enfrentar las dificultades que el contexto emprendedor les presenta. Este es, al fin y al cabo, reflejo de una cultura machista que ha invisibilizado históricamente a las mujeres como sujetos económicos, con derechos a todo aquello que les permita acceder, usar y decidir sobre recursos, activos y demás instrumentos facilitadores del desarrollo de un negocio propio. escalones del Estado. Y, como se sabe, en la operación del poder, los sistemas social, político, económico y cultural han determinado para las mujeres una situación o condición (refiere a aspectos materiales y prácticos requeridos para un adecuado nivel de vida) y una posición (estatus de la mujer respecto al hombre) distintas, cuyas consecuencias para las mujeres han sido mucho más perjudiciales que para los hombres. En el plano de la empresariedad y asumiendo el poder como la capacidad para que las mujeres individualmente y como colectivo consigan éxito en el desarrollo de los negocios, las intervenciones estatales y privadas deben considerar el empoderamiento como estrategia y condición necesaria para lograr este objetivo. El empoderamiento como estímulo de la autoconfianza y autoestima de las mujeres, que les ayude a superar las dificultades impuestas por el género, debe verse como proceso que cuente con la cooperación, la solidaridad y el compromiso de los hombres, la familia, la comunidad, la sociedad y el Estado. Este poder, denominado el “poder para”, se orientaría a producir los cambios que el sistema económico y en particular el sistema de promoción empresarial debe incorporar para que las mujeres tengan acceso, uso y control de todos los recursos que este ofrece, buscando superar todas las trabas que enfrentan para integrarse al sistema. Asimismo, para que usen el “poder desde dentro o el poder interior” de las empresarias a fin de reconocer y corregir permanentemente aquellos factores mediante los cuales se mantienen y reproducen la subordinación de las mujeres en la dinámica socioeconómica. 87 6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 6.1 Sobre las conceptualización de las MIPYMES El término MIPYME alude a un concepto muy amplio que configura una población empresarial demasiado extensa con características no homogéneas; mas aún, en los países centroamericanos y en República Dominicana tiene connotaciones y significados diferentes a la hora de definirla. El tamaño es en sí misma una variable importante; pero lo son también el sector empresarial en el que se desempeñan, si son iniciativas manufactureras, de servicios o comercializadoras, si exportan o no lo hacen, el nivel tecnológico, las competencias técnicas y humanas presentes y requeridas, y sobre todo una segregación por sexo y geográfica para diferenciar las condiciones reales de las empresas en el sector. Lo que está en el centro de la discusión es el nivel de desagregación de la definición. Si se aíslan todas las de88 más variables y se toma solo el tamaño como elemento diferenciador se tiene que las preocupaciones prevalecientes en la micro es la supervivencia, en la pequeña la subsistencia y la mediana es la única que “puede darse el lujo de pensar” en la sostenibilidad y desarrollo. Esto significa que no deben tratarse todas con las mismas políticas, estrategias e instrumentos o con una “receta general”, ya que esto solamente producirá ineficiencia en el uso de esfuerzos y recursos, tanto de los proveedores privados de servicios de desarrollo empresarial como de las instituciones de fomento y desarrollo en los países. Lo anterior obliga al diseño de programas y soluciones más relacionadas con sus necesidades y preocupaciones específicas. Una configuración estratégica de esa naturaleza aumenta las probabilidades de éxito para que las MIPYME mejoren su calidad, productividad y competitividad en un escenario más globalizado y con mayor número y mayor exigencia de los competidores. 6.2 Sobre la informalidad de las EMPRESAS 6.3 Un tema preocupante es la informalidad de empresas prevaleciente en los mercados, lo que se traduce en competencia desleal con las legalmente constituidas y que paradójicamente impide que los servicios de apoyo lleguen hasta ellas. Se considera que los Gobiernos no han hecho lo suficiente para aminorar esta realidad, y en algunos países “el sistema” más bien incentiva que las empresas no se formalicen. Se necesita mejorar el sistema de registro y el cumplimiento de ciertas licencias requeridas para darle seguridad a las personas consumidoras pero también para estimular la formalización de empresas. Sobre los servicios de apoyo a las MIPYMES Este tema es preocupante, sobre todo desde las instituciones públicas. Los servicios financieros son de difícil acceso, con garantías inalcanzables; los créditos son caros, poco monto de financiación y de corto plazo. Esto tiene como consecuencia, en la práctica, que no hay capital para inversión de envergadura en aspectos tales como infraestructura, tecnología y activos físicos. Los mecanismos de financiamiento son los tradicionales, por lo tanto el Estado debe intervenir primero solucionando el tema de las garantías, de plazos y de oportunidad del crédito y luego incentivando nuevos esquemas de financiamiento como el de capital de riesgo. Llama la atención que la conceptualización y aplicación práctica de los servicios de apoyo empresarial se hayan reducido a servicios de capacitación; esto evidencia que en la región el mercado de estos servicios se encuentra con un limitado nivel de desarrollo, que existe una falta de compatibilidad entre oferta y demanda y que lo que se ofrece en mayor volumen es formación y capacitación, que puede ser gratuita, de precio más accesible y frecuentemente subsidiado pero restringi- da en sus alcances. Lo concreto es que se debe mejorar el nivel de las consultorías y asesorías y fortalecer las capacidades del personal que brinda este tipo de servicios para evitar gasto y desperdicio de recursos. Respecto a la capacitación empresarial, se considera que hay una abundancia en temas genéricos de gestión y que esta es deficiente, de poco valor agregado y que no se hace cargo de cuestiones técnicas de sectores específicos. Por otro lado, se debe sensibilizar sobre la importancia de asistir y recibir los conocimientos necesarios para mejorar la gestión empresarial por parte de las personas beneficiarias. Para ello debe adecuarse las metodologías conforme a las necesidades de los grupos, sectores o perfiles, incorporar contenidos que afiancen el desenvolvimiento de las mujeres en el negocio y proponer flexibilidad de horarios e incentivos. 89 Sobre el fortalecimiento de los servicios de apoyo con 6.4 enfoque de género a las MIPYMES En cuanto al fortalecimiento de los servicios de apoyo con visión de género, se recomienda examinarlos en tres dimensiones y bajo los siguientes aspectos específicos en cada dimensión: 6.4.1 Servicios financieros • Aunque el acceso de las empresarias a los servicios financieros se ha incrementado sustancialmente durante los últimos años, su posibilidad de beneficiarse de este acceso está todavía limitada por las desventajas que sufren debido a su género. • Se encuentra que, en promedio, los montos de préstamos a mujeres son más pequeños que aquellos para hombres, aun cuando pertenezcan al mismo programa de crédito, a la misma comunidad y al mismo grupo de prestatarios. • Algunas diferencias en el monto de los préstamos pueden ser el resultado de la mayor pobreza de las mujeres o la más limitada capacidad de sus empresas para absorber el capital. Pero pueden también indicar una más amplia discriminación social hacia las mujeres, la cual limita las oportunidades disponibles para ellas, cuestionando si los programas de desarrollo a través del microcrédito debieran esforzarse más en abordar estos temas. • Y cuando se rastrea su liderazgo vemos muy pocas mujeres. Sus contribuciones- ya sea para establecer la visión de una mesa directiva, diseñar productos y servicios o implementar programas- hacen falta. • Así, a medida que la industria adquiere mayor sofisticación en el desarrollo de productos y servicios enfocados, tiene sentido prestar atención tanto al enfoque en las mujeres como a su empoderamiento personal y colectivo (redes de mujeres empresarias). • Los servicios financieros tienen el potencial de contribuir a mejorar la diversificación de las actividades productivas con enfoque de cadena de valor, generar alianzas estratégicas entre organismos públicos y privados, fortalecer las organizaciones empresariales, con lo cual se promueven los mecanismos de asociatividad, economías de escala y empoderamiento de las mujeres, participación en acciones que vinculan la empresarialidad femenina a los mercados, especialmente en el mercado de cadenas de valor. • La articulación entre MIPYMES a través de puntos de redes debe considerar la actividad, territorio, sector y conglomerado; acompañamiento técnico especializado para elevar la productividad de las actividades económicas; involucramientos en redes y organizaciones locales, sectoriales, nacionales y regionales; el aprovechamiento de las experiencias de las organizaciones para lograr incidencia en la generación de políticas de desarrollo local. 90 6.4.2 Gestión empresarial La mayor parte de las mujeres empresarias y en especial las rurales se encuentran con limitaciones, como un inadecuado manejo técnico para la elaboración, acabado y presentación de sus productos; falta de financiamiento para el desarrollo de sus iniciativas; escaso manejo y conocimiento para la gestión y administración empresarial; poca información y vínculo con canales de comercialización y escaso o nulo equipamiento para el desarrollo de sus procesos productivos, entre otros. A esta situación se suma el poco reconocimiento y valoración de su trabajo y aporte a la seguridad alimentaria, así como la baja autoestima que aún persiste en muchas de ellas. Mientras tanto, las políticas públicas hasta ahora han subvalorado su aporte a la producción nacional y han respondido a esta urgencia con un asistencialismo cuestionable ante alternativas viables y programas de desarrollo sostenibles y con igualdad social y de género. Esta situación demanda respuestas concretas, más aún en los actuales momentos en que la mayoría de organizaciones de mujeres se propone pasar de la supervivencia a la gestión de iniciativas empresariales generadoras de ingresos adecuados y permanentes según sus necesidades. El desarrollo de iniciativas en gestión empresarial debe contribuir a la apropiación de los conocimientos y la mejora de capacidades de las emprendedoras, la armonización de las intervenciones de la cooperación en los territorios a fin de no duplicar acciones y hacer un uso eficiente de los recursos financieros y técnicos, fortalecer las capacidades nacionales de operativización de políticas públicas con enfoque de igualdad de oportunidades, conformar plataformas organizativas que faciliten la representatividad de la empresariedad de las mujeres en redes, instancias de desarrollo económico local, y promover alianzas con las organizaciones de mujeres para encausar el rol de la mujer como actor económico. Esto podría lograse si los entes rectores de la política pública de MIPYME coordinan y articulan sus acciones con los Mecanismos Nacionales para el Adelanto de las Mujeres, unos desde su rectoría en materia de empresariedad y otros en materia de género. Cuando esto se logra, la experiencia de potenciar a las emprendedoras y empresarias deriva en un círculo virtuoso que genera ganancias a los actores institucionales, pero sobre todo a las mujeres. 91 6.4.3 Fortalecimiento organizacional Introducir el concepto de género en las organizaciones e identificar mujeres con potencial de dirección en las mismas permite desarrollar nuevas dirigentes y que se visualice su trabajo en las cadenas de valor, tanto en la producción como en la gestión organizacional y comercial. Dentro de las oportunidades que se visualizan para brindar servicios en fortalecimiento organizacional están: profundizar el conocimiento y aprovechamiento de las potencialidades y oportunidades que existen en el territorio, principalmente por medio de métodos que admitan mapear la empresariedad de las mujeres en los territorios; identificar socios potenciales para coinvertir en iniciativas promovidas por la empresariedad de las mujeres y aquellas que fomenten su participación en las cadenas de valor, y promover la gestión del conocimiento mediante procesos de intercambios sur-sur que faciliten aprovechar las lecciones aprendidas y crear mecanismos de multiplicación del aprendizaje. Promover programas nacionales en cada uno de los países de la región, para la articulación de todos los actores, que abarque todo el proceso emprendedor y en todos aquellos aspectos que son garantes del éxito empresarial. Este programa debe contemplar las acciones programáticas que se requieran en las diferentes etapas del proceso emprendedor, asignando herramientas y roles a diferentes instituciones que aseguren la continuidad del proceso, desde la etapa del fomento a la cultura emprendedora, pasando por la gestación de empresas y continuando con la etapa de consolidación empresarial. Aquí se convierte en un imperativo el desarrollo de programas de incubación de empresas, que para el caso de las mujeres deben ser extramuros a efecto de garantizar su derecho a participar reconociendo sus potencialidades y limitaciones de género. Es importante realizar un análisis sobre herramientas financieras que favorezcan y apoyen con recursos los emprendimientos de mujeres. Estas herramientas pueden ser: • Fondos de capital semilla. Se refiere a los fondos necesarios para implementar una empresa y financiar actividades clave en el proceso de iniciación y puesta en marcha de un determinado proyecto. Generalmente, este capital es solicitado por las personas empresarias para investigación y desarrollo, así como para cubrir los gastos operativos iniciales hasta que el producto o servicio pueda empezar a generar ingresos por ventas y para atraer la atención de otros inversores. El objetivo del capital semilla es proporcionar apoyo financiero temporal siempre y cuando se demuestren que es técnica, comercial y financieramente viable. • Redes de ángeles inversionistas. 115 Son inversionistas que operan individualmente y en redes organizadas para darle nacimiento, impulso o simplemente aumentar las inversiones de emprendedores que lo necesiten y que cumplan con ciertos requisitos de rentabilidad. Su forma de trabajo consiste en aportar capital en empresas en etapa de formación o consolidación justamente durante la fase de organización y, si se da el caso, ofrecer su experiencia en los negocios para apoyar a quienes lideran los proyectos que están financiando; de allí su nombre de “ángeles”. 92 • Fondos de capital de riesgo. 116 La inversión en capital riesgo/inversión representa una alternativa de financiación para aquellas empresas que se encuentran en las fases de crecimiento. La actividad inver- sora la desarrollan compañías de inversión especializadas en esta actividad, ya que se trata de una actividad con cierto riesgo. Esta herramienta permite a la empresa crecer y fortalecerse sin el peso del endeudamiento. Además del aporte financiero, dan apoyo empresarial sobre la marcha de la empresa y a la estructura financiera. En el anexo 5 se presenta un marco de referencia para una estrategia de mejoramiento y articulación de servicios de apoyo con enfoque de género para Centroamérica y República Dominicana y para lo cual se requiere impulsar un proceso de incidencia política con los actores involucrados, especialmente con los oferentes de los servicios del sector público y privado, para implementar mecanismos de trabajo conjunto, tanto a nivel de los países como a nivel regional. A su vez, se demanda realizar análisis de la demanda para incorporar las prioridades de las mujeres que lideran MIPYMES en la región, a fin de impulsar una estrategia consensuada, participativa e inclusiva. Sobre la creación de un sistema nacional 6.5 de incubación de EMPRESAS 117 La instauración de un sistema de esta naturaleza que permita establecer incubadoras empresariales en las diferentes regiones de cada uno de los países, incluyendo los espacios rurales, es una necesidad imperante y debe hacer parte de las políticas de descentralización o desconcentración de los servicios públicos que se ofrecen en el campo empresarial. Para ello es de suma importancia desarrollar el marco legal e institucional que propicie, incentive y regule la creación de un sistema de cobertura nacional, debidamente articulado, financiado y proyectado como parte de una política estatal de desarrollo económico. Es interesante ver la gran cantidad de programas de capacitación y formación de emprendedores que se identifican, pero que no conducen a la creación de nuevas empresas enrutadas en las líneas de desarrollo que el país haya definido. Centroamérica es muy ineficiente en la creación de empresas; se pone mu- cho énfasis en una forma de capacitación y formación de emprendimientos (el plan de negocios) pero no se genera una masa crítica equivalente de nuevas empresas. Es decir, se habla mucho de emprendimiento pero se hace muy poco para crear empresas. Por ello, la incubación puede ser una alternativa viable para la región. Este sistema vendría a propiciar y a brindar el sustento político y técnico al surgimiento de nuevas empresas, negocios, proyectos e iniciativas productivas como eje central de esta política. Al respecto se destaca la experiencia de un proyecto piloto de incubación de empresas extramuros (2010-2011) que desarrolló el Instituto Nacional de las Mujeres 118 de Costa Rica con Parque Tec, el cual deja muy importantes enseñanzas desde la aplicación de la perspectiva de género a esta modalidad de impulso y desarrollo de negocio. Consultado en: ww.estrategiaynegocios.net/2012/04/13/Ángeles-inversionistas/ Ibíd. 117 Ver: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica. 115 116 93 El sistema pondría especial énfasis en el diseño y aplicación de estímulos, incluyendo incentivos fiscales, educativos y de asistencia técnica, de forma que los emprendimientos puedan ser una opción que compita con los niveles de remuneración salarial y condiciones existentes ahí donde prevalezca el trabajo decente. De la misma manera que los modelos de desarrollo país se dieron a la tarea de incentivar la exportación de productos y la inversión extranjera directa, debe ahora abocarse a crear un sistema de incentivos para el emprendimiento. El proceso de incubación de empresas de mujeres tendría que estar en el centro de las políticas de desarrollo de PYMES, pues las incubadoras ofrecen un entorno propicio para superar barreras de información, educación, acceso al crédito, a las tecnologías de la información, entre otros, que, como se ha señalado, son críticos para las mujeres. Sobre los emprendimientos 6.6 de MUJERES Si bien en todos los países existe conciencia acerca de la necesidad de motivar la creación y el desarrollo de nuevas empresas, la visión de la política de fomento de las MIPYMES según esa perspectiva es incipiente. Ciertos elementos ya se encuentran presentes en algunos países pero es necesario propagar y convencer que la política de promoción de las MIPYMES abarque las tres etapas del fomento de la iniciativa emprendedora: el desarrollo de una cultura emprendedora, la gestión de nuevos emprendimientos y el fomento del crecimiento y la consolidación de los mismos. Las políticas que se desarrollen y los instrumentos que se usen para su implementación deben tener un objetivo económico con perspectiva de género: hacer que las PYMES de mujeres crezcan, contando con un entorno de negocios que les sea propicio para que estas sean un motor más dinámico del desarrollo local, nacional y regional. Para el fortalecimiento de los nuevos emprendimientos y consolidación de la base empresarial existente, se debe establecer una articulación de los mecanismos de fomento, diferenciados, que abarquen incentivos fiscales y financiamiento no tradicionales. 118 94 INAMU. Área de Gestión de Políticas Públicas para la Igualdad de Género. Para todo lo anterior es pertinente llevar a cabo acciones que profundicen la mejora regulatoria o la simplificación de trámites y procedimientos como mecanismos para facilitar el establecimiento de nuevas empresas y la consolidación de las existentes, reduciendo, entre otros, los costos de la formalización de empresas informales. También es necesario avanzar en sistemas de coordinación interinstitucional, ya que por su naturaleza estos involucran la participación de diversos sectores, especialmente de las redes, actores fundamentales en estos procesos porque son instrumentos que promueven información y desarrollo empresarial. Sobre la georreferenciación de 6.7 las empresas de MUJERES Los mapas georreferenciados 119 permiten evidenciar conglomerados poblacionales según formas de participación en la economía o en cualquier otro sistema y deben ser empleados en los países para elaborar diagnósticos territoriales efectivos y tipificación de territorios que incluya el análisis de los sistemas de género presentes, como sustento para formular políticas públicas diferenciadas. Lo anterior incluye también las especificidades propias de la diversidad cultural y etaria, de manera que no se impongan fórmulas generalistas a todos los territorios, pues muy posiblemente fórmulas que pueden ser de hecho muy efectivas, como la promoción de PYMES, MIPYMES y pequeños negocios rurales, en algunos contextos y sin condiciones adecuadas, pueden generar más bien mayor sobrecarga de las mujeres. Si bien canalizar el potencial del autoempleo de las mujeres hacia organizaciones empresariales con mayor capacidad es una estrategia importante, 120 por sí misma puede ser insuficiente para estimular un cambio de las relaciones de género. Se requiere, a la par de éstas, impulsar una mayor corresponsabilidad entre los géneros, en términos del ejercicio de derechos y compromisos económicos, sociales y políticos, tanto a nivel privado (familia) como a nivel estatal-público (Estado, empresa privada, comunidad). Sobre el acceso a mercados 6.8 de las MIPYMES de MUJERES El acceso a mercados y la comercialización no solo permite dar a conocer y proyectar a las empresarias en el mercado nacional e internacional, facilitar su acceso a mercados y buscar un mejor precio a sus productos, sino también reforzar su capacidad productiva y organizativa así como apoyar la continuidad de sus relaciones comerciales, entre otros. Esto puede lograrse mediante actividades paralelas, como ruedas de negocios que faciliten crear contactos comerciales El proyecto Mujeres y Desarrollo Económico Local, MyDEL, ejecutado en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, ha desarrollado la ruta llamada del “re-conocimiento” para el trabajo por la equidad de género en los territorios, evidenciando la cantidad 120 Portilla, Melania (2005). “Equidad de género en las micro y pequeñas empresas rurales”, en revista COMUNIICA, edición 4, II etapa, octubre-diciembre, pp. 3-10. 119 95 (encuentros con jefes de compras o proveedores de supermercados, almacenes, exportadores, dueños de pequeños negocios comerciales como tiendas, boutiques, bazares o con demandantes de servicios varios que ofrezcan las empresarias) que les admita generar contratos de negocios en corto tiempo pero también establecer relaciones comerciales permanentes, y en general establecer encadenamientos productivos. Entre esas actividades paralelas pueden organizarse ruedas de negocios, salón de proveedores, ruedas crediticias organizadas con bancos estatales y privados, ONG, fideicomisos u otros programas que ofrecen servicios financieros y no financieros para facilitar opciones de financiamiento a las empresarias. También pueden promoverse encuentros con consultorías empresariales, reuniendo a personas o empresas que ofrecen servicios de consultoría (capacitación, asistencia técnica u otros) que apoyan el fortalecimiento empresarial de las participantes en estos espacios feriales. En este campo el Instituto Nacional de las Mujeres de Costa Rica tiene una valiosa experiencia, 121 lo mismo que la Secretaría Presidencial de la Mujer de Colombia y el Servicio Nacional de la Mujer de Chile. Sobre la ausencia de datos de las 6.9 MIPYMES de MUJERES A pesar de ser las MIPYME tan relevantes, la región carece de sistemas de información que permitan cuantificar su verdadero aporte y desempeño. La informalidad del sector, la amplia gama de actividades que realizan, el rezago de los sistemas estadísticos y la falta de homogeneidad en las definiciones y conceptos son las principales limitaciones. Con información incompleta y fragmentada resulta complejo el diseño de políticas públicas y de estrategias para su fomento. Por ello es fundamental que se realicen esfuerzos conjuntos entre las instancias responsable vinculadas, a fin de lograr el levantamiento de datos actualizados y segregados por sexo, rural-urbano, composición de la empresa, actividad económica, entro otros, de tal manera que se pueda contar con información fiable y detallada, susceptible de comparar. 121 96 Al día de hoy los censos y encuestas nacionales de actividad económica se enfocan en el tema del empleo y la participación de la mujer en la fuerza laboral, pero se carece de encuestas y censos económicos con información sobre PYMES y género que permitan conocer con detalle los sectores económicos en donde las mujeres operan, tasas de crecimiento de PYMES propiedad de mujeres, ubicación, número de empleados, años de operación, monto de sus inversiones, incorporación de instrumentos tecnológicos a su negocio, nivel de escolaridad, uso del tiempo, etc. En este sentido, se recomienda a partir de iniciativas como el proyecto del Sistema Regional de Información MIPYME en Centroamérica de CENPROMYPE, incentivar a las autoridades de Gobierno, instancias nacionales y redes a unir esfuerzos para el levantamiento de datos e información Objetivos y actividades contempladas en la Feria Nacional de Mujeres Empresarias de Costa Rica. sobre la realidad de las mujeres en las MIPYMES con el fin de innovar en el análisis y propuestas de investigaciones, proyectos, políticas y programas a partir de una información confiable. urgencia de que los países de la región realicen un esfuerzo serio para compilar estadísticas en esta área con las características requeridas. Si se quieren impulsar las políticas correctas para apoyar el desarrollo de las mujeres empresarias en la región, es fundamental contar con la información que ofrezca un panorama acertado de su realidad. De ahí la Sobre las grandes política públicas 6.10 para el sector de las MIPYME El panorama regional de las MIPYME enfrenta grandes desafíos para mejorar las condiciones del sector desde una perspectiva de igualdad y equidad de género. Hay claridad de la importancia del tema, sin embargo se detectan vacíos respecto a la construcción de políticas integrales que incluyan la cultura, las redes, los servicios, la educación, las competencias, los recursos, los mercados, la asistencia técnica, los insumos, las características empresariales, el ambiente, entre otras relacionadas con la transferencia cíclica y en espiral de conocimiento. De igual manera, hay conciencia de que el empoderamiento de las mujeres es condición indispensable como contenido de los programas, recogido en política pública que le den calidad, rigurosidad y sostenibilidad a acciones o medidas aplicadas en este campo. En general puede señalarse que los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres han puesto y siguen poniendo su contribución para que los Gobiernos mantengan en su agenda las demandas económicas de las mujeres en general y en particular la de las emprendedoras y empresarias. No obstante, parece una constante presente en la realidad de los países que los derechos económicos de las mujeres no son todavía reconocidos con la amplitud que requieren y menos aún que se tengan todas las condiciones favorables para conseguir su propia autonomía económica. Esta situación se traduce en un reto para los Gobiernos, para los organismos no gubernamentales, para la cooperación internacional, entre otros actores clave, a fin de lograr mayores y más efectivos cambios en nuestra región. Asimismo, se hace necesario continuar el proceso de reforma y revisión de leyes inadecuadas, a fin de que reflejen las nuevas realidades y garanticen la igualdad jurídica y de facto de las mujeres en materia de derechos económicos, de cara a su autonomía económica. Pero los limitados mecanismos de monitoreo y evaluación, así como la disponibilidad y análisis de datos desagregados por sexo, constituyen problemas adicionales de los Estados y de los organismos regionales que los aglutina, que impiden a estas, a las instituciones públicas y en especial a los mecanismos nacionales para el avance de las mujeres constatar los progresos logrados a favor de las mujeres en general, y en particular de las emprendedoras y las empresarias. 97 Por otro lado, se requiere de un aprovechamiento sostenible de los diferentes activos y sus combinaciones, sean estos naturales, físicos, económicos, políticos, humanos, sociales, institucionales, para un adecuado crecimiento económico; reducir los índices de pobreza en los países y promover verdaderas transformaciones dirigidas a incluir a los grupos más vulnerables en las sociedades y su acceso en condiciones de igualdad a las oportunidades de desarrollo. Para que exista un modelo de igualdad de oportunidades para todos los sectores productivos y sus terri- 98 torios, sea urbano o rural, agrícola o no agrícola, grandes o pequeños, deben gestionarse diversos ajustes dirigidos hacia un clima de competencia, un Estado eficiente, un grupo de reglas claras y menor burocracia en el trámite de los buenos negocios, una mayor promoción de los emprendimientos, el incremento del conocimiento técnico-científico, más y mejor infraestructura y la incorporación efectiva de las MIPYMES existentes y las futuras en la economía global. BIBLIOGRAFÍA REFERENCIAS ÁLVAREZ, M. (2009). Manual de la micro, pequeña y mediana empresa. GTZ. San Salvador, El Salvador. ARROYO, PROMICRO-OIT (2000). La microempresa en Centroamérica. San José, Costa Rica. BANCO CENTROAMERICANO INTEGRACIÓN ECONÓMICA-BCIE, Proyecto Cambio (2010). Estudio sobre el efecto de la crisis financiera mundial en las MIPYME AB y el impacto de las medidas anticrisis en Centroamérica. 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En: www. empleo-foil.oit.or.cr/olacd/ TFNR: Trabajo Familiar No Remunerado. 103 2 ANEXO Matriz: Marco institucional en el sector MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana PAÍS COSTA RICA 104 MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL La Ley de Fortalecimiento a la Pequeña y Mediana Empresa n.o 8262 de mayo del 2002 tiene por objeto crear un marco normativo que promueva un sistema estratégico integrado de desarrollo de largo plazo que permita el desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas (aunque también incluye a las microempresas) y posicione a este sector como protagónico, cuyo dinamismo contribuya al proceso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). A través de esta ley se crea el Consejo Asesor Mixto de la Pequeña y Mediana Empresa, como órgano asesor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Entre sus principales funciones está la de analizar el entorno económico, político y social y su impacto en las PYME, contribuir con el MEIC en el desarrollo de las políticas públicas para este sector y evaluar la aplicación de estrategias, programas, proyectos y acciones para fortalecer el desarrollo y la competitividad de las PYME. Por otra parte, la Dirección General de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (DIGEPYME) se crea en el año 2004 y tiene como objetivo formular políticas específicas de fomento, desarrollo y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas en Costa Rica, fortaleciendo así, la competitividad de las PYME por medio del estímulo, la promoción y el apoyo a la modernización. Asimismo, facilita la ejecución de planes, programas, proyectos o acciones integrales orientados al fortalecimiento de áreas estratégicas de desarrollo. Asimismo, en el 2005, con el objetivo de asegurar que las PYME de las zonas rurales reciban los beneficios de las políticas de fomento, se abren los Centros Regionales de Atención PYME (CREAPYME), las cuales son unidades descentralizadas que buscan conocer las condiciones de la PYME regional, para atenderla con un enfoque de desarrollo local y con ello mejorar las condiciones socioeconómicas de Costa Rica. Por otra parte, en este mismo decreto en su artículo 22 se oficializa la Red de Apoyo a PYME. Esta es una agrupación de instituciones y entidades públicas y privadas que tienen como común denominador su interés por responder a las necesidades de las micro, pequeñas y medianas empresas del país, mediante la prestación de servicios. Asimismo, de acuerdo con esta ley, en su capítulo tercero, artículo siete se establece que: “los bancos del Estado y el Banco Popular y de Desarrollo Comunal podrán promover y fomentar programas de crédito diferenciados dirigidos al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas”. En ese sentido se crea el Fondo Especial para el desarrollo de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (FODEMIPYME). También está el Programa Nacional de Apoyo a la Pequeña y Micro Empresa (PRONAMYPE), creado mediante Decreto Ejecutivo n.o 2 1455-MEIC-MTSS del 15 de julio de 1992 y adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el programa se encarga de diseñar, ejecutar y coordinar la administración de un servicio integral de apoyo al desarrollo de la microempresa y otros grupos que forman parte del sector informal de la economía. A nivel de formación, está el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) 9 fue creado el 21 de mayo de 1965 por la ley No.3506 y reformado por la ley n.o 6868 del 6 de mayo de 1983. Es un ente público que tiene como finalidad principal promover y desarrollar la capacitación y formación profesional de los trabajadores, en todos los sectores de la economía, para impulsar el desarrollo económico y contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo del pueblo costarricense. Cuenta con un Programa de Atención para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (conocido como Programa MIPYME) el cuál fue establecido en el año 2000. El objetivo general de este programa es coadyuvar en el mejoramiento de la competitividad y productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante la promoción, coordinación y evaluación de servicios de capacitación y formación profesional dirigidos a dichas empresas, acordes con las necesidades del entorno económico nacional y mundial. PAÍS MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL EL SALVADOR La Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa-CONAMYPE de El Salvador es una institución creada en 1996 mediante Decreto Ejecutivo n.o 48. A partir del mes de julio de 1999, mediante Decreto Ejecutivo n.o 12, esta instancia pasó a formar parte del Ministerio de Economía, siendo su misión “proponer, promover, facilitar y coordinar la ejecución de políticas, estrategias, programas y acciones para el desarrollo integral de las Micro y Pequeñas empresas salvadoreñas”. En septiembre del 2007, se da el lanzamiento del Plan de Gobierno para las MIPYME denominada “El Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sostenible de las MIPYME”, la cual tiene como objetivo general “Apoyar y consolidar el desarrollo de las capacidades competitivas de las MIPYMES salvadoreñas, a fin de facilitar su incursión ventajosa y posicionamiento sostenido en los mercados nacional, regional e internacional, potenciando la rentabilidad de sus negocios y su importante aportación como fuente generadora de empleos de calidad e ingresos para sus propietarios y trabajadores, traducidos en beneficios económicos y sociales para el país”. El Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP) fue creado en junio 2 de 1993, por medio de la Ley de Formación Profesional (Decreto Legislativo n.o 554) y tiene como objeto satisfacer las necesidades de recursos humanos calificados que requiere el desarrollo económico y social del país y propiciar el mejoramiento de las condiciones de vida del trabajador y su grupo familiar. GUATEMALA Según Acuerdo Gubernativo n.o 182-2000, de mayo de 2000, se incorpora el Viceministerio de Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, al Reglamento Orgánico Interno del Ministerio de Economía, indicando que esta instancia será la encargada de facilitar el desarrollo competitivo de la micro, pequeña y mediana empresa productora de bienes y de la prestación de servicios. La misma tiene como misión “desarrollar el sector de manera competitiva facilitando el acceso a servicios de desarrollo empresarial y financieros ágiles y oportunos dentro de un marco de fomento adecuado”. Con el Acuerdo Gubernativo n.o 178-2001, se crea el Consejo Nacional para el Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, que tiene como objetivos esenciales: planificar, dirigir, coordinar, supervisar, controlar y evaluar los recursos financieros actuales y futuros, provenientes de los sectores público y privado y de organismos nacionales e internacionales, destinados al Programa Nacional para el Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, el cual es el encargado de ejecutar los planes y proyectos relacionados con el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa, que apruebe el Consejo Nacional. En noviembre del 2005, se da el lanzamiento de la Política Nacional para el Desarrollo de las Micro, Pequeña y Mediana Empresa, cuyo objetivo general es mejorar la productividad y competitividad de estas unidades productivas. Algunos de los principios que sustentan esta política son precisamente, ser una propuesta de alcance nacional, que incluya a todos los sectores y rubros de actividad y considera todas las áreas urbanas y rurales del país. Asimismo, en el diseño e implementación de la política se mantiene un enfoque sistémico, de equidad social, integralidad, sostenibilidad y de participación ciudadana, donde sus ejes transversales deben enfocarse en la equidad de género; multiculturalidad y de preservación y aprovechamiento del medio ambiente. La implementación de esta política tiene como ente rector del sistema al Viceministerio de Desarrollo de la MIPYME. Según Decreto n.o 17-72 de mayo de 1972, se crea el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP), como una entidad descentralizada, técnica, no lucrativa, con patrimonio propio, fondos privativos y plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones. Tiene como misión, formar y certificar trabajadores y personas por incorporarse al mercado laboral, así como brindar asistencia técnica y tecnológica en todas las actividades económicas, para contribuir a la competitividad y al desarrollo del país. El Gobierno de la República de Guatemala, tiene dentro de sus principales desafíos avanzar de forma sustantiva en el proceso de aplicación de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de las mujeres mayas, mestizas, garífunas y xinkas, por medio de la aprobación, sanción y aplicación de la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres -PNPDIM- y el Plan de Equidad de Oportunidades -PEO- 2008-2023: es el mecanismo general por medio del cual se busca la aplicación de medidas que permitan a las mujeres alcanzar el desarrollo integral, para hacer efectivo el principio de equidad real y efectiva entre mujeres y hombres, que a la vez viabilicen que Guatemala cumpla con los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención para Prevenir, Sancionar y Eliminar la Violencia contra la Mujer, la Plataforma para la Acción Mundial y otras de ámbito nacional e internacional. 105 PAÍS HONDURAS MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL Mediante Decreto Ejecutivo n.o 008-2000 se crea la Comisión Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONAMIPYME) como una instancia interinstitucional de consulta y coordinación de los esfuerzos del sector público y privado en el campo del fomento de la micro, pequeña y mediana empresa. Tiene como objetivo apoyar el desarrollo y fortalecimiento empresarial para aumentar la productividad de estas unidades económicas, propiciando una mayor competitividad de sus productos o servicios, en procesos eficientes de integración sectorial a fin de estabilizar y generar empleos, mejorar el nivel de ingreso y la calidad de vida de la población vinculada a este sector de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, prestando atención al enfoque de género. Asimismo, mediante Decreto Ejecutivo n.o PCM-006-2001, se crea la Dirección General de Fomento a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y del Sector Social de la Economía (DIFOMIPYME-SSE), como una dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio. Esta tiene como objetivo “fomentar la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas, mediante la creación de políticas y estrategias en consulta con los diferentes actores del sector. En abril del 2008, se da el lanzamiento de la estrategia de la Política Nacional de Fomento y Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, en la que se propone generar un marco legal regulatorio que permita armonizar la legislación económica nacional para impulsar un modelo que corresponda al desarrollo de la MIPYME a través de una propuesta de ley presentada al Congreso Nacional. El Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) es una institución autónoma con personalidad jurídica y patrimonios propios, creado bajo Decreto Ley n.o 10 del 28 de diciembre de 1972.Tiene por objetivo “contribuir al aumento de la productividad nacional y al desarrollo económico y social del país, mediante el establecimiento de un sistema racional de formación profesional para todos los sectores de la economía y para todos los niveles de empleo, de acuerdo con los planes nacionales de desarrollo económico y social y las necesidades reales del país. NICARAGUA La Dirección Nacional de PYME (DIPYME) del Ministerio de Fomento Industria y Comercio (MIFIC) es la instancia gubernamental encargada del sector. Esta dirección tiene como propósito impulsar la productividad de las MYPE en una economía de mercado mediante la revisión continua de las políticas de fomento, la coordinación, supervisión y divulgación de los esfuerzos de los actores públicos y privados para su optimización. También está el Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), creado por el Decreto No. 6-94 del 8 de marzo de 1994, la cual tiene como misión buscar “el fortalecimiento de la competitividad de las MIPYMES, el fomento y desarrollo de nuevos emprendimientos, ejecutando políticas, programas y proyectos orientados a ellos desde un compromiso social y ambiental. Por otra parte, está el Programa PROMIPYME, el cual tiene como objetivos específicos, promover, facilitar y contribuir a la creación y mejoramiento del marco regulatorio, de políticas y de estrategias que cree un mejor clima de negocios favorable para el desarrollo integral del sector MIPYME y su adecuada inserción en el comercio nacional e internacional. En septiembre del 2004 se estableció el Plan Nacional de Desarrollo Operativo (SECEP-Gobierno de Nicaragua 2004), el cual contempla que para lograr el desarrollo empresarial competitivo de las micro-pequeños y medianos establecimientos se requiere hacer frente a una gama de restricciones tales como: la informalidad de las empresas, la falta de políticas sectoriales concertadas, fuerte deficiencia en la formación de recursos humanos tanto en aspectos gerenciales como técnicos productivos, un casi nulo uso de la tecnología y sistemas de información, entre otras. En enero del 2008, se aprobó la “Ley de Promoción, Fomento y Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ley MIPYME)”, la cual tiene como objeto fomentar y desarrollar de manera integral la micro, pequeña y mediana empresa, propiciando la creación de un entorno favorable y competitivo para el buen funcionamiento de este sector económico de alta importancia para el país. El órgano rector de esta Ley es el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) por medio de su titular y con el INPYME como instancia ejecutora. 106 PAÍS MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL NICARAGUA El Instituto Nacional Tecnológico (INATEC), se crea bajo decreto n.o 3-91 del 10 de enero en 1991, como ente autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propio, según decreto 40-94 de septiembre de 1994 se reconoce esta labor estableciendo entre sus fines y objetivos definir las políticas nacionales de formación profesional, administrar, organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar las actividades del Subsistema de Formación Profesional, así como impulsar el desarrollo coherente y armonioso de los recursos humanos calificados y desarrollar la formación profesional en relación directa con los requerimientos de los sectores económicos nacionales y los intereses individuales de las personas. PANAMÁ La Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME) es una entidad autónoma del estado, rectora en materia de micro, pequeña y mediana empresa y creada mediante Ley n.o 8, de mayo del 2000. Tiene la finalidad de fomentar el desarrollo de este sector, mediante la ejecución de la política nacional de estimulo y fortalecimiento del sector, para contribuir con la generación de empleos productivos, el crecimiento económico del país y una mejor distribución del ingreso nacional. Está representada ante el Órgano Ejecutivo por conducto del Ministerio de Comercio e Industria. Complementaria a esta ley, se creó la Ley n.o 33, del 25 de julio del 2000, la cual “Dicta normas para el fomento a la creación y desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa” y establece un régimen normativo para fomentar la creación, el desarrollo, y el fortalecimiento del sector, mediante políticas de promoción orientadas a la consolidación, productividad y auto sostenibilidad del sector. Este régimen es coordinado y dirigido por AMPYME. El Instituto Nacional de Formación Profesional (INAFORP) creado mediante Ley n.o 18 de 1983 se reestructura, mediante Decreto Ley n.o 8 del 15 de febrero del 2006 bajo el nombre de Instituto Nacional de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH). Este instituto tiene como objetivo fundamental adoptar, dirigir, implementar y supervisar la ejecución de las políticas, estrategias y programas de formación profesional, capacitación laboral y capacitación en gestión empresarial, tanto para el sector público como para el sector privado, así como administrar y distribuir los recursos públicos asignados para tal fin. REPÚBLICA DOMINICANA Se crea en mayo del 1997 mediante Decreto 238-97, el Programa de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), hoy Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME). Este Consejo tiene como objetivos principales formular políticas que orienten el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, promover el financiamiento a empresas, estimular y fortalecer el espíritu empresarial, promover los sistemas tecnológicos y de gestión, así como proyectos de leyes, decretos y reglamentos que tengan la finalidad de crear un marco institucional acorde con el objetivo de apoyar, desarrollar, facilitar y expandir el financiamiento a la micro, pequeña y mediana empresa. Este Consejo elaboró el Plan Nacional de Competitividad sistémico (PNCS) y está impulsando la creación de una “Ley que Establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), la cual pretende crear un marco, regulatorio y un organismo rector que promueve estrategias integradas para el desarrollo de las MIPYMES. Ésta ya fue aprobada en el Senado y actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados a la espera de ser aprobado”. El Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), es el organismo rector del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo Productivo, en República Dominicana y su función principal es capacitar la mano de obra del sector productivo nacional, asesorar a las empresas y regular la formación profesional a nivel nacional. Es una organización autónoma, investida de personalidad jurídica, de carácter no lucrativo y patrimonio propio, creado por la Ley 116, del 16 de enero de 1980, y regulado por el reglamento 1894, del 11 de agosto del mismo año. 107 PAÍS BELICE MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL Belice Trade and Investment Development Service (BELTRAIDE) es una institución de orden mixto que fue creada por el Ministerio de Desarrollo Económico, con el objetivo de promover las exportaciones de Belice. En el año 2000, Beltraide reorientó sus objetivos y ahora actúa no solamente en el ámbito de la promoción de las exportaciones sino también en la facilitación de crédito a las exportaciones –mediante “networking” con las entidades financieras-, en la inversión en infraestructura para la exportación a través de lo que tenga que ver con la logística de las exportaciones y en actividades de mercado, comercialización y desarrollo empresarial. En el ámbito del mercadeo, la comercialización y el desarrollo empresarial, BELTRAIDE ha desarrollado bases de datos con información de interés para las empresas exportadoras, tales como precios, productos y mercados de exportación, entre otros. También realiza investigación de mercados sobre oportunidades de negocios que difunde entre el sector exportador (mediante publicaciones en físico y en forma digital). Los sectores que se están impulsando para la exportación son: muebles, artesanías y productos agrícolas no tradicionales, acuacultura, industria de manufactura liviana, turismo y TIC (en lo que respecta a actividades de “outsourcing”). BELTRAIDE tiene también un programa de capacitación a MIPYMES con potencial exportador, fomentando la asociatividad entre ellas para lograr volúmenes de exportación más altos. Departamento de Cooperativas en el Ministerio de Agricultura: Las cooperativas reciben mucho estímulo en Belice: cooperativas de ahorro y crédito, cooperativas de taxi, cooperativas de artesanos, cooperativas de servicios turísticos, cooperativas de pesca y cooperativas en el sector agrícola. El Departamento de Cooperativas del Ministerio de Agricultura trabaja en el fomento del cooperativismo en el sector agrícola como herramienta para la creación de empresas, brindando asistencia técnica a grupos de agricultores en la formación de la cooperativa y en el desarrollo del negocio propiamente. El Departamento de Cooperativas conformó una unidad de desarrollo emprendedor que permite asignarle un mentor a las cooperativas para generar Planes de Negocios y Planes de Mercadeo con su respectiva estrategia de comercialización. Cámara de Industria y Comercio de Belice: es considerada la Cámara más grande de Belice, con más de 400 miembros. Tiene como misión representar los intereses de los asociados y promover la importancia de la empresariedad. La Cámara ofrece cursos de capacitación para MIPYME, que no tienen mayor énfasis en el tema emprendedor, y consideran que la principal limitante es el acceso al crédito. Lo principales sectores con los que trabajan son turismo, agricultura, acuacultura, maderas y muebles. El tema de género no está entre sus prioridades. 108 3 ANEXO Matriz: Políticas y programas con perspectiva de género en el sector MIPYME PAÍS COSTA RICA PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES El MEIC, a través de DIGEPYME, cuenta con un programa de apoyo a mujeres emprendedoras (Creando Empresarias), que se ejecuta por medio del área de la mujer de las municipalidades. Este programa surge como alternativa económica a mujeres en riesgo social que buscan su independencia económica y se enmarca más dentro de un esquema de asistencia social que dentro del contexto de un esquema de fomento de la gestación, desarrollo y consolidación de nuevas empresas. El Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) tiene mucho trabajo desarrollado sobre emprendimientos de mujeres. En esa línea el INAMU desarrolló en el 2003 un diagnóstico sobre el perfil de riesgo de la microempresa de mujeres. Ese estudio es la base para trabajar sobre el acceso al crédito como elemento clave para el despegue de estas empresas. Desde el año 2000 el INAMU promueve el emprendimiento de las mujeres urbanas y rurales y especialmente las indígenas. Mediante la ley PYME trabajan en coordinación con el MEIC, PROCOMER, y el sistema financiero, entre otros, aunque reconoce que la ley PYME se orienta a la pequeña empresa y no a la microempresa o al sector informal (donde se encuentra la masa crítica de sus acciones). Este también es un indicador de la orientación de los emprendimientos que buscan apoyarse. Sin embargo, con la organización de la Feria Nacional de Mujeres Empresarias (2007, 2008, 2009 y 2011 en proceso organizativo) y la creación del Registro Nacional de Mujeres Empresarias (2008) por parte de INAMU se logra una mejor atención al sector empresarial de mujeres, buscando apoyarlas de manera más sistemática y también desarrollar una clasificación de las mismas. EL SALVADOR El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) que tiene como objetivo: diseñar, dirigir, ejecutar, asesorar y velar por el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer, promoviendo en tal sentido el desarrollo integral de la mujer salvadoreña con igualdad y equidad y propiciando la efectiva participación de las organizaciones de mujeres, de la comunidad y demás entidades de la sociedad civil, en la prevención y la solución de los problemas que afronta la mujer. Iniciativa de Technoserve, que fomentó el desarrollo de emprendedurismo en los años 2005-2006 en sectores más vulnerables de El Salvador, con el objetivo de crear nuevas empresas, a través de la metodología NEFTI, y fortalecer las economías familiares con la participación de la mujer en las actividades económicas. Las iniciativas de FUNDEMAS, con el programa de Taller Mujer Emprendedora, que da inicio a finales del 2002, que surge de información recopilada en entrevistas a mujeres salvadoreñas y de una investigación sobre mujeres empresarias y ejecutivas del área centroamericana. 109 PAÍS GUATEMALA PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES Secretaria Presidencial de la Mujer-SEPREM, el Ministerio de Economía, el Viceministerio de Micro, Pequeña y Mediana Empresa, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar, y la Universidad San Carlos tiene por objetivo el apoyo a pymes en el sector femenino, y promover herramientas para las mismas. El programa CSEM-Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres- del Viceministerio de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Economía que es el Programa de Apoyo a Empresarialidad Femenina del Ministerio y que localmente está trabajando en desarrollo y promoción de la empresariedad de las mujeres, en los departamentos de Huehuetenango Chiquimula y Sololá a través de los Asociaciones de Desarrollo Económico Local y los Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres. Red de Mujeres Emprendedoras, Woman into the new Entrepreneurial Reinforcement mNetwork, su objetivo es facilitar el acceso a las Mujeres Guatemaltecas a las Tecnologías de Información y Comunicación TIC. HONDURAS Los proyectos de desarrollo empresarial por lo general contemplan como eje transversal la parte de equidad de género, donde se especifica que los beneficiarios deben de ser equivalentes en números. Por otra parte, la Ley de fomento y competitividad de las MIPYMES menciona de manera puntual el tratamiento en relación al tema de género, por lo que si se desarrollaran programas de fomento del emprendedurismo el tema de género debiera estar incluido. El Instituto Nacional de la Mujer, como la institución del Estado responsable de la rectoría de las Políticas Públicas de Género, presenta la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010-2022 (II PIEGH), que contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres como titulares de derechos, para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres. NICARAGUA En el sector público, los servicios de desarrollo y asesoría empresarial del MIFIC-INPYME tienen un enfoque de género, por lo menos en la asistencia a empresas existentes. El Congreso Permanente de Mujeres Empresarias de Nicaragua firmó con la Universidad Americana (UAM) un convenio a través del cual los jóvenes egresados de las carreras de esta universidad pueden hacer sus trabajos monográficos en las empresas de mujeres, lo que les fortalecería en aspectos relacionados a planes de negocios, estrategias de mercados, diseño de planta para la agroindustria, entre otros, mismos que ayudarían en la parte técnica de las empresas en manos de mujeres. En el marco del Convenio entre el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y el PNUD e INATEC, se impartió el Curso “Metodológico de Gestión Empresarial con Enfoque de Género” en el INATEC. En el marco del Instituto de la Mujer (INIM) se promueven líneas estratégicas y la importancia de las políticas de género en el quehacer institucional de Nicaragua, sin embargo no hay una política nacional propiamente establecida. PANAMÁ 110 En diciembre del 2007 se aprobó tripartidamente el Programa Nacional de Trabajo Decente de Panamá 2008-2011, en el cual uno de los temas era la promoción del empleo y el trabajo decente para jóvenes, en especial para las mujeres. PAÍS REPÚBLICA DOMINICANA PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES Régimen regulatorio para el desarrollo y la competitividad de las MIPYMES. Aprobado en el 2008. El objetivo de esta ley es contribuir al fortalecimiento del sector MIPYMES, impulsar nuevos empleos, mejorar la distribución del ingreso, instaurar instrumentos que promuevan un desarrollo integral y participación eficiente en la estructura productiva del país. Esta ley crea el Consejo Nacional PROMIPYMES cuya misión es promover el fortalecimiento y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas como estrategias para incrementar el nivel de empleo y combatir la pobreza poniendo a disposición de estas unidades productivas financiamiento y asistencia técnica especializada, para facilitar su eficiencia y el incremento de su productividad y competitividad, de forma tal que puedan acceder a nuevos mercados, locales e institucionales. BELICE Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and Physical Vulnerabilities. Tiene como líneas estratégicas el desarrollo empresarial; capacidad de intercambio comercial y competitividad; ambiente y manejo de riesgos naturales; desarrollo humano y seguridad nacional y ciudadanía. Con estas líneas de acción se pretende mejorar la estructura económica y social así como las oportunidades para la ciudadanía. Fuentes: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica. MENDOZA, P. (2010). Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and Physical Vulnerabilities. Ministerio de Economía, Industria y Comercio y Protección al Consumidor. Belice. 111 ANEXO 4 LAS MICROFINANZAS DE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE 2011 112 ANEXO 5 PROPUESTA DE ESTRATEGIA: INSUMOS PARA EL MEJORAMIENTO Y ARTICULACIÓN DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS Y NO FINANCIEROS CON ENFOQUE DE GÉNERO PARA LAS MIPYMES EN CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA La propuesta que se describe a continuación está basada en los resultados expuestos por las mujeres centroamericanas y proveedores de servicios de apoyo en la región, en el Taller sobre Servicios de Apoyo dirigidos a Empresas Rurales de Mujeres, en el Marco de Cadenas de Valor realizado por la Unidad de Asistencia Técnica Regional (RUTA), en el año 2009, en San José, Costa Rica. A partir de dichos resultados se sugiere considerar este como insumo para la definición de una estrategia de apoyo a la empresariedad de las mujeres, orientada a armonizar los servicios financieros y no financieros dirigidos a las mujeres en la región según sus necesidades. El alcance de la propuesta es generar un marco orientador con líneas estratégicas prioritarias y posibles acciones concretas; las mismas pueden ser socializadas para trabajarlas a profundidad en un posible proceso de consulta a nivel regional que sea participativo y equitativo en términos del aporte de los actores respectivos o bien para impulsar una articulación institucional desde una entidad regional como CENPROMYPE. 1. LINEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES Nivel estratégico: Servicios financieros Línea estratégica 1.1. Diseñar programas de financiamiento dirigidos a mujeres o enfatizar acciones positivas en las estrategias existentes • Las IMF enfaticen las acciones afirmativas que financien las mujeres que están involucradas en procesos de cadena de valor para potenciar los vínculos y mejorar su posicionamiento dentro de las mismas. Incorporar el concepto de cadena de valor en el diseño e implementación de los programas de • las IMF (capacitación del personal, diseño de productos, educación de clientes, etc.). Realizar estudios y diagnósticos que permitan caracterizar y medir el potencial productivo de la • mujer rural con un enfoque de género y apoyándose en el concepto de cadena de valor. Mapear y diagnosticar los programas de IMF rurales existentes en cada país para documentar e • identificar áreas a ser fortalecidas. • Sistematizar experiencias de buenas prácticas y lecciones aprendidas para mejorar los servicios dirigidos a las empresarias rurales. • Estimular prácticas para incorporar a la mujer en las operaciones de crédito como parte de un proceso de creación de récord bancario. • Impulsar iniciativas como fondos de garantía especializados para lograr acceso a la tenencia de la tierra. • Gestionar con los cooperantes y financiadoras el acceso a fondos especializados (montos, tasas, plazos) que permitan atender el sector tomando en cuenta sus características. Estimular la eficiencia operativa y la sana competencia entre las IMF para lograr una incidencia • en las tasas de interés. 113 Nivel estratégico: Servicios financieros Línea estratégica 1.2. Facilitar el acceso de las mujeres a servicios financieros • Apoyar la generación de políticas públicas y concertadas con los actores vinculados al tema que sirvan para orientar los programas que busquen como objetivo mejorar la incorporación de la mujer rural a servicios MF. • Flexibilizar las políticas de acceso en aspectos de monto, centros de pago, facilidades para el análisis y entrega, cobertura de garantía. • Establecer mecanismos e instrumentos de información y comunicación local y nacional que faciliten a la mujer información sobre las diferentes ofertas y programas de los IMF a los que podría acceder. • Incorporar asistencia técnica con enfoque en el concepto de cadena de valor para mejorar la productividad de las actividades desarrolladas por estas. • Que las políticas de crédito rural incorporen a las mujeres en las operaciones de crédito a fin de incorporarlas al sistema financiero. • Estandarizar y proponer iniciativas a partir de la REDCAMIF para incorporar de manera efectiva los conceptos de cadenas de valor y el enfoque de género en la actividad de las IMF a nivel regional. • Incluir junto a los programas IMF, temas de capacitación y formación dirigidos a mejorar la cultura y la conciencia de género en las mujeres. Línea estratégica 1.3. Promover vínculos entre instituciones, organizaciones y programas • Promover la consolidación de espacios para intercambio de información, concertación entre grupos de mujeres rurales, IMF, organizaciones de desarrollo empresarial y Gobierno, con el fin de inducir la adopción de mejores prácticas. • Vincular el enfoque de género y la cadena de valor apoyándose en la estructura de la REDCAMIF para un mayor impacto regional, motivar en ese proceso el monitoreo de impacto de los procesos de financiamiento. • Generar e impulsar el establecimiento de alianzas y redes de apoyos integrales locales que involucren la parte financiera, asistencia técnica, desarrollo empresarial, organización, y capacitación para apoyar y potenciar de manera articulada la empresarialidad de las mujeres en el marco de las cadenas de valor. Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial Línea estratégica 2.1. Desarrollar e implementar iniciativas en gestión empresarial dirigidas a mujeres • Sistematizar las experiencias exitosas de la región y establecer una estrategia conjunta integral con enfoque de género. • Difusión masiva (televisión, radio, brochures, otros) de los programas de capacitación rural para las mujeres. • Validación e implementación de un instrumento para la evaluación del desempeño de los prestadores de servicios y así medir los efectos reales de las capacitaciones en las comunidades. • Intercambios sur-sur para potenciar alianzas e innovar iniciativas. • Crear fondos para incubación de empresas. 114 Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial Línea estratégica 2.2. Fomentar el acceso de las mujeres a los servicios de gestión empresarial • Diseño de programas de capacitación y elaboración de materiales didácticos que faciliten el acceso de la mujer a nuevos conocimientos sobre gestión empresarial, acordes con sus necesidades. • Proponer políticas de apoyo complementarias que faciliten la asistencia de las mujeres a las capacitaciones. • Concientizar a las prestadoras de servicios y a los grupos organizados para negociar la disponibilidad de tiempo acorde a las jornadas de las mujeres. • Crear un fondo de becas y pasantías. Línea estratégica 2.3. Promocionar la armonización entre instituciones, organizaciones y programas a nivel territorial y nacional • Involucramiento de las instituciones gubernamentales y no gubernamentales para que apoyen los procesos productivos en el marco de las cadenas. Articular los servicios no financieros a los financieros para brindar asistencia integral. • Promover la armonización de acciones en los territorios. • Realizar encuentros, pasantías y otras formas de intercambio • Nivel estratégico: Servicios para fortalecimiento organizacional Línea estratégica 3.1. Desarrollar estrategias y marcos de fortalecimiento organizacional centrados en la realidad de la empresariedad de las mujeres • Buscar alternativas para financiar el pago de servicios escalonado o incluirlo en el financiamiento. • Adecuar la modalidad o tipo de organización, metodologías y herramientas a la realidad de las mujeres en los territorios. • Fomentar la metodología aprender haciendo. • Que las organizaciones de mujeres definan una agenda de trabajo que les permita organizar el apoyo a los programas centrados en las cadenas de valor. • Que los programas de apoyo a las organizaciones y empresas de mujeres orienten sus esfuerzos en desarrollar capacidades. • Definir un sistema de indicadores de buen gobierno de las organizaciones empresariales que orienten su crecimiento y desarrollo. • Formar cuadros jóvenes y dar espacios en las organizaciones y empresas. Línea estratégica 3.2. Fortalecer mecanismos que faciliten a las mujeres la articulación en redes • • das. • Crear sistemas para la medición del impacto de los resultados de las capacitaciones Orientar sobre las diferentes formas de organización, formales e informales, que pueden ser apropiaDesarrollar la cultura empresarial en las mujeres que manejan y dirigen las mujeres. 115 2. EJES DE INTERVENCIÓN Los ejes de intervención de la estrategia son: documentación e intervención; gestión de proyectos e instituciones y fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres. Estos ejes aportan a procesos de incidencia en políticas públicas para promover mayores niveles de armonización, información para toma de decisiones, coordinación desde lo local hacia lo regional, documentación de experiencias, promoción de alianzas y articulaciones a nivel regional y, finalmente desarrollo de un sistema de indicadores de impacto. Documentación e información • Mapeo de las instituciones y la cooperación vinculadas al tema de servicios en los niveles estratégicos. • Sistematización y estudios sobre la participación de la empresariedad de las mujeres en las cadenas de valor y el impacto de los servicios prestados. • Desarrollo de estrategias para validar y monitorear impacto. • Implementación de un sistema de indicadores sobre buen gobierno en la empresariedad de las mujeres y de la gobernanza en la cadena de valor. • Intercambio de experiencias, preferiblemente sur-sur. • Difusión de información sobre la empresariedad de las mujeres, los servicios existentes y otros (preferiblemente por medios masivos). Gestión de proyectos e instituciones •• Adaptabilidad y adecuación de los programas de formación en gestión empresarial. • Incorporación del enfoque de cadenas de valor en la práctica de los servicios prestados. • Promoción de alianzas y articulaciones entre actores y especialmente a nivel de los territorios. • Flexibilización de políticas de financiamiento. • Estimular la difusión y aplicación de buenas prácticas para lograr acceso a activos. • Diseño de incentivos apropiados para las mujeres incluyendo estrategias para posicionarse en la cadena, el mercado, lograr calidad, etc. • Desarrollo de mecanismos de evaluación de desempeño de las instituciones. • Combinación y articulación de estrategias territoriales y de cadenas de valor. Fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres 116 • Promoción de procesos de gestión y apropiación de conocimiento sobre el posicionamiento en cadenas de valor. • Consolidar organizaciones y plataforma organizativa territorial para la gobernanza. • Seguimiento al desempeño vía el acceso a información. • Fortalecimiento de alianzas y redes. • Socialización de información. • Estrategias para buen gobierno. • Desarrollo de estrategias para la incidencia en políticas que desarrollen incentivos para compatibilizar la triple jornada. 117 118 6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 6.1 Sobre las conceptualización de las MIPYMES El término MIPYME alude a un concepto muy amplio que configura una población empresarial demasiado extensa con características no homogéneas; mas aún, en los países centroamericanos y en República Dominicana tiene connotaciones y significados diferentes a la hora de definirla. El tamaño es en sí misma una variable importante; pero lo son también el sector empresarial en el que se desempeñan, si son iniciativas manufactureras, de servicios o comercializadoras, si exportan o no lo hacen, el nivel tecnológico, las competencias técnicas y humanas presentes y requeridas, y sobre todo una segregación por sexo y geográfica para diferenciar las condiciones reales de las empresas en el sector. Lo que está en el centro de la discusión es el nivel de desagregación de la definición. Si se aíslan todas las de88 más variables y se toma solo el tamaño como elemento diferenciador se tiene que las preocupaciones prevalecientes en la micro es la supervivencia, en la pequeña la subsistencia y la mediana es la única que “puede darse el lujo de pensar” en la sostenibilidad y desarrollo. Esto significa que no deben tratarse todas con las mismas políticas, estrategias e instrumentos o con una “receta general”, ya que esto solamente producirá ineficiencia en el uso de esfuerzos y recursos, tanto de los proveedores privados de servicios de desarrollo empresarial como de las instituciones de fomento y desarrollo en los países. Lo anterior obliga al diseño de programas y soluciones más relacionadas con sus necesidades y preocupaciones específicas. Una configuración estratégica de esa naturaleza aumenta las probabilidades de éxito para que las MIPYME mejoren su calidad, productividad y competitividad en un escenario más globalizado y con mayor número y mayor exigencia de los competidores. 6.2 Sobre la informalidad de las EMPRESAS 6.3 Un tema preocupante es la informalidad de empresas prevaleciente en los mercados, lo que se traduce en competencia desleal con las legalmente constituidas y que paradójicamente impide que los servicios de apoyo lleguen hasta ellas. Se considera que los Gobiernos no han hecho lo suficiente para aminorar esta realidad, y en algunos países “el sistema” más bien incentiva que las empresas no se formalicen. Se necesita mejorar el sistema de registro y el cumplimiento de ciertas licencias requeridas para darle seguridad a las personas consumidoras pero también para estimular la formalización de empresas. Sobre los servicios de apoyo a las MIPYMES Este tema es preocupante, sobre todo desde las instituciones públicas. Los servicios financieros son de difícil acceso, con garantías inalcanzables; los créditos son caros, poco monto de financiación y de corto plazo. Esto tiene como consecuencia, en la práctica, que no hay capital para inversión de envergadura en aspectos tales como infraestructura, tecnología y activos físicos. Los mecanismos de financiamiento son los tradicionales, por lo tanto el Estado debe intervenir primero solucionando el tema de las garantías, de plazos y de oportunidad del crédito y luego incentivando nuevos esquemas de financiamiento como el de capital de riesgo. Llama la atención que la conceptualización y aplicación práctica de los servicios de apoyo empresarial se hayan reducido a servicios de capacitación; esto evidencia que en la región el mercado de estos servicios se encuentra con un limitado nivel de desarrollo, que existe una falta de compatibilidad entre oferta y demanda y que lo que se ofrece en mayor volumen es formación y capacitación, que puede ser gratuita, de precio más accesible y frecuentemente subsidiado pero restringi- da en sus alcances. Lo concreto es que se debe mejorar el nivel de las consultorías y asesorías y fortalecer las capacidades del personal que brinda este tipo de servicios para evitar gasto y desperdicio de recursos. Respecto a la capacitación empresarial, se considera que hay una abundancia en temas genéricos de gestión y que esta es deficiente, de poco valor agregado y que no se hace cargo de cuestiones técnicas de sectores específicos. Por otro lado, se debe sensibilizar sobre la importancia de asistir y recibir los conocimientos necesarios para mejorar la gestión empresarial por parte de las personas beneficiarias. Para ello debe adecuarse las metodologías conforme a las necesidades de los grupos, sectores o perfiles, incorporar contenidos que afiancen el desenvolvimiento de las mujeres en el negocio y proponer flexibilidad de horarios e incentivos. 89 Sobre el fortalecimiento de los servicios de apoyo con 6.4 enfoque de género a las MIPYMES En cuanto al fortalecimiento de los servicios de apoyo con visión de género, se recomienda examinarlos en tres dimensiones y bajo los siguientes aspectos específicos en cada dimensión: 6.4.1 Servicios financieros • Aunque el acceso de las empresarias a los servicios financieros se ha incrementado sustancialmente durante los últimos años, su posibilidad de beneficiarse de este acceso está todavía limitada por las desventajas que sufren debido a su género. • Se encuentra que, en promedio, los montos de préstamos a mujeres son más pequeños que aquellos para hombres, aun cuando pertenezcan al mismo programa de crédito, a la misma comunidad y al mismo grupo de prestatarios. • Algunas diferencias en el monto de los préstamos pueden ser el resultado de la mayor pobreza de las mujeres o la más limitada capacidad de sus empresas para absorber el capital. Pero pueden también indicar una más amplia discriminación social hacia las mujeres, la cual limita las oportunidades disponibles para ellas, cuestionando si los programas de desarrollo a través del microcrédito debieran esforzarse más en abordar estos temas. • Y cuando se rastrea su liderazgo vemos muy pocas mujeres. Sus contribuciones- ya sea para establecer la visión de una mesa directiva, diseñar productos y servicios o implementar programas- hacen falta. • Así, a medida que la industria adquiere mayor sofisticación en el desarrollo de productos y servicios enfocados, tiene sentido prestar atención tanto al enfoque en las mujeres como a su empoderamiento personal y colectivo (redes de mujeres empresarias). • Los servicios financieros tienen el potencial de contribuir a mejorar la diversificación de las actividades productivas con enfoque de cadena de valor, generar alianzas estratégicas entre organismos públicos y privados, fortalecer las organizaciones empresariales, con lo cual se promueven los mecanismos de asociatividad, economías de escala y empoderamiento de las mujeres, participación en acciones que vinculan la empresarialidad femenina a los mercados, especialmente en el mercado de cadenas de valor. • La articulación entre MIPYMES a través de puntos de redes debe considerar la actividad, territorio, sector y conglomerado; acompañamiento técnico especializado para elevar la productividad de las actividades económicas; involucramientos en redes y organizaciones locales, sectoriales, nacionales y regionales; el aprovechamiento de las experiencias de las organizaciones para lograr incidencia en la generación de políticas de desarrollo local. 90 6.4.2 Gestión empresarial La mayor parte de las mujeres empresarias y en especial las rurales se encuentran con limitaciones, como un inadecuado manejo técnico para la elaboración, acabado y presentación de sus productos; falta de financiamiento para el desarrollo de sus iniciativas; escaso manejo y conocimiento para la gestión y administración empresarial; poca información y vínculo con canales de comercialización y escaso o nulo equipamiento para el desarrollo de sus procesos productivos, entre otros. A esta situación se suma el poco reconocimiento y valoración de su trabajo y aporte a la seguridad alimentaria, así como la baja autoestima que aún persiste en muchas de ellas. Mientras tanto, las políticas públicas hasta ahora han subvalorado su aporte a la producción nacional y han respondido a esta urgencia con un asistencialismo cuestionable ante alternativas viables y programas de desarrollo sostenibles y con igualdad social y de género. Esta situación demanda respuestas concretas, más aún en los actuales momentos en que la mayoría de organizaciones de mujeres se propone pasar de la supervivencia a la gestión de iniciativas empresariales generadoras de ingresos adecuados y permanentes según sus necesidades. El desarrollo de iniciativas en gestión empresarial debe contribuir a la apropiación de los conocimientos y la mejora de capacidades de las emprendedoras, la armonización de las intervenciones de la cooperación en los territorios a fin de no duplicar acciones y hacer un uso eficiente de los recursos financieros y técnicos, fortalecer las capacidades nacionales de operativización de políticas públicas con enfoque de igualdad de oportunidades, conformar plataformas organizativas que faciliten la representatividad de la empresariedad de las mujeres en redes, instancias de desarrollo económico local, y promover alianzas con las organizaciones de mujeres para encausar el rol de la mujer como actor económico. Esto podría lograse si los entes rectores de la política pública de MIPYME coordinan y articulan sus acciones con los Mecanismos Nacionales para el Adelanto de las Mujeres, unos desde su rectoría en materia de empresariedad y otros en materia de género. Cuando esto se logra, la experiencia de potenciar a las emprendedoras y empresarias deriva en un círculo virtuoso que genera ganancias a los actores institucionales, pero sobre todo a las mujeres. 91 6.4.3 Fortalecimiento organizacional Introducir el concepto de género en las organizaciones e identificar mujeres con potencial de dirección en las mismas permite desarrollar nuevas dirigentes y que se visualice su trabajo en las cadenas de valor, tanto en la producción como en la gestión organizacional y comercial. Dentro de las oportunidades que se visualizan para brindar servicios en fortalecimiento organizacional están: profundizar el conocimiento y aprovechamiento de las potencialidades y oportunidades que existen en el territorio, principalmente por medio de métodos que admitan mapear la empresariedad de las mujeres en los territorios; identificar socios potenciales para coinvertir en iniciativas promovidas por la empresariedad de las mujeres y aquellas que fomenten su participación en las cadenas de valor, y promover la gestión del conocimiento mediante procesos de intercambios sur-sur que faciliten aprovechar las lecciones aprendidas y crear mecanismos de multiplicación del aprendizaje. Promover programas nacionales en cada uno de los países de la región, para la articulación de todos los actores, que abarque todo el proceso emprendedor y en todos aquellos aspectos que son garantes del éxito empresarial. Este programa debe contemplar las acciones programáticas que se requieran en las diferentes etapas del proceso emprendedor, asignando herramientas y roles a diferentes instituciones que aseguren la continuidad del proceso, desde la etapa del fomento a la cultura emprendedora, pasando por la gestación de empresas y continuando con la etapa de consolidación empresarial. Aquí se convierte en un imperativo el desarrollo de programas de incubación de empresas, que para el caso de las mujeres deben ser extramuros a efecto de garantizar su derecho a participar reconociendo sus potencialidades y limitaciones de género. Es importante realizar un análisis sobre herramientas financieras que favorezcan y apoyen con recursos los emprendimientos de mujeres. Estas herramientas pueden ser: • Fondos de capital semilla. Se refiere a los fondos necesarios para implementar una empresa y financiar actividades clave en el proceso de iniciación y puesta en marcha de un determinado proyecto. Generalmente, este capital es solicitado por las personas empresarias para investigación y desarrollo, así como para cubrir los gastos operativos iniciales hasta que el producto o servicio pueda empezar a generar ingresos por ventas y para atraer la atención de otros inversores. El objetivo del capital semilla es proporcionar apoyo financiero temporal siempre y cuando se demuestren que es técnica, comercial y financieramente viable. • Redes de ángeles inversionistas. 115 Son inversionistas que operan individualmente y en redes organizadas para darle nacimiento, impulso o simplemente aumentar las inversiones de emprendedores que lo necesiten y que cumplan con ciertos requisitos de rentabilidad. Su forma de trabajo consiste en aportar capital en empresas en etapa de formación o consolidación justamente durante la fase de organización y, si se da el caso, ofrecer su experiencia en los negocios para apoyar a quienes lideran los proyectos que están financiando; de allí su nombre de “ángeles”. 92 • Fondos de capital de riesgo. 116 La inversión en capital riesgo/inversión representa una alternativa de financiación para aquellas empresas que se encuentran en las fases de crecimiento. La actividad inver- sora la desarrollan compañías de inversión especializadas en esta actividad, ya que se trata de una actividad con cierto riesgo. Esta herramienta permite a la empresa crecer y fortalecerse sin el peso del endeudamiento. Además del aporte financiero, dan apoyo empresarial sobre la marcha de la empresa y a la estructura financiera. En el anexo 5 se presenta un marco de referencia para una estrategia de mejoramiento y articulación de servicios de apoyo con enfoque de género para Centroamérica y República Dominicana y para lo cual se requiere impulsar un proceso de incidencia política con los actores involucrados, especialmente con los oferentes de los servicios del sector público y privado, para implementar mecanismos de trabajo conjunto, tanto a nivel de los países como a nivel regional. A su vez, se demanda realizar análisis de la demanda para incorporar las prioridades de las mujeres que lideran MIPYMES en la región, a fin de impulsar una estrategia consensuada, participativa e inclusiva. Sobre la creación de un sistema nacional 6.5 de incubación de EMPRESAS 117 La instauración de un sistema de esta naturaleza que permita establecer incubadoras empresariales en las diferentes regiones de cada uno de los países, incluyendo los espacios rurales, es una necesidad imperante y debe hacer parte de las políticas de descentralización o desconcentración de los servicios públicos que se ofrecen en el campo empresarial. Para ello es de suma importancia desarrollar el marco legal e institucional que propicie, incentive y regule la creación de un sistema de cobertura nacional, debidamente articulado, financiado y proyectado como parte de una política estatal de desarrollo económico. Es interesante ver la gran cantidad de programas de capacitación y formación de emprendedores que se identifican, pero que no conducen a la creación de nuevas empresas enrutadas en las líneas de desarrollo que el país haya definido. Centroamérica es muy ineficiente en la creación de empresas; se pone mu- cho énfasis en una forma de capacitación y formación de emprendimientos (el plan de negocios) pero no se genera una masa crítica equivalente de nuevas empresas. Es decir, se habla mucho de emprendimiento pero se hace muy poco para crear empresas. Por ello, la incubación puede ser una alternativa viable para la región. Este sistema vendría a propiciar y a brindar el sustento político y técnico al surgimiento de nuevas empresas, negocios, proyectos e iniciativas productivas como eje central de esta política. Al respecto se destaca la experiencia de un proyecto piloto de incubación de empresas extramuros (2010-2011) que desarrolló el Instituto Nacional de las Mujeres 118 de Costa Rica con Parque Tec, el cual deja muy importantes enseñanzas desde la aplicación de la perspectiva de género a esta modalidad de impulso y desarrollo de negocio. Consultado en: ww.estrategiaynegocios.net/2012/04/13/Ángeles-inversionistas/ Ibíd. 117 Ver: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica. 115 116 93 El sistema pondría especial énfasis en el diseño y aplicación de estímulos, incluyendo incentivos fiscales, educativos y de asistencia técnica, de forma que los emprendimientos puedan ser una opción que compita con los niveles de remuneración salarial y condiciones existentes ahí donde prevalezca el trabajo decente. De la misma manera que los modelos de desarrollo país se dieron a la tarea de incentivar la exportación de productos y la inversión extranjera directa, debe ahora abocarse a crear un sistema de incentivos para el emprendimiento. El proceso de incubación de empresas de mujeres tendría que estar en el centro de las políticas de desarrollo de PYMES, pues las incubadoras ofrecen un entorno propicio para superar barreras de información, educación, acceso al crédito, a las tecnologías de la información, entre otros, que, como se ha señalado, son críticos para las mujeres. Sobre los emprendimientos 6.6 de MUJERES Si bien en todos los países existe conciencia acerca de la necesidad de motivar la creación y el desarrollo de nuevas empresas, la visión de la política de fomento de las MIPYMES según esa perspectiva es incipiente. Ciertos elementos ya se encuentran presentes en algunos países pero es necesario propagar y convencer que la política de promoción de las MIPYMES abarque las tres etapas del fomento de la iniciativa emprendedora: el desarrollo de una cultura emprendedora, la gestión de nuevos emprendimientos y el fomento del crecimiento y la consolidación de los mismos. Las políticas que se desarrollen y los instrumentos que se usen para su implementación deben tener un objetivo económico con perspectiva de género: hacer que las PYMES de mujeres crezcan, contando con un entorno de negocios que les sea propicio para que estas sean un motor más dinámico del desarrollo local, nacional y regional. Para el fortalecimiento de los nuevos emprendimientos y consolidación de la base empresarial existente, se debe establecer una articulación de los mecanismos de fomento, diferenciados, que abarquen incentivos fiscales y financiamiento no tradicionales. 118 94 INAMU. Área de Gestión de Políticas Públicas para la Igualdad de Género. Para todo lo anterior es pertinente llevar a cabo acciones que profundicen la mejora regulatoria o la simplificación de trámites y procedimientos como mecanismos para facilitar el establecimiento de nuevas empresas y la consolidación de las existentes, reduciendo, entre otros, los costos de la formalización de empresas informales. También es necesario avanzar en sistemas de coordinación interinstitucional, ya que por su naturaleza estos involucran la participación de diversos sectores, especialmente de las redes, actores fundamentales en estos procesos porque son instrumentos que promueven información y desarrollo empresarial. Sobre la georreferenciación de 6.7 las empresas de MUJERES Los mapas georreferenciados 119 permiten evidenciar conglomerados poblacionales según formas de participación en la economía o en cualquier otro sistema y deben ser empleados en los países para elaborar diagnósticos territoriales efectivos y tipificación de territorios que incluya el análisis de los sistemas de género presentes, como sustento para formular políticas públicas diferenciadas. Lo anterior incluye también las especificidades propias de la diversidad cultural y etaria, de manera que no se impongan fórmulas generalistas a todos los territorios, pues muy posiblemente fórmulas que pueden ser de hecho muy efectivas, como la promoción de PYMES, MIPYMES y pequeños negocios rurales, en algunos contextos y sin condiciones adecuadas, pueden generar más bien mayor sobrecarga de las mujeres. Si bien canalizar el potencial del autoempleo de las mujeres hacia organizaciones empresariales con mayor capacidad es una estrategia importante, 120 por sí misma puede ser insuficiente para estimular un cambio de las relaciones de género. Se requiere, a la par de éstas, impulsar una mayor corresponsabilidad entre los géneros, en términos del ejercicio de derechos y compromisos económicos, sociales y políticos, tanto a nivel privado (familia) como a nivel estatal-público (Estado, empresa privada, comunidad). Sobre el acceso a mercados 6.8 de las MIPYMES de MUJERES El acceso a mercados y la comercialización no solo permite dar a conocer y proyectar a las empresarias en el mercado nacional e internacional, facilitar su acceso a mercados y buscar un mejor precio a sus productos, sino también reforzar su capacidad productiva y organizativa así como apoyar la continuidad de sus relaciones comerciales, entre otros. Esto puede lograrse mediante actividades paralelas, como ruedas de negocios que faciliten crear contactos comerciales El proyecto Mujeres y Desarrollo Económico Local, MyDEL, ejecutado en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, ha desarrollado la ruta llamada del “re-conocimiento” para el trabajo por la equidad de género en los territorios, evidenciando la cantidad 120 Portilla, Melania (2005). “Equidad de género en las micro y pequeñas empresas rurales”, en revista COMUNIICA, edición 4, II etapa, octubre-diciembre, pp. 3-10. 119 95 (encuentros con jefes de compras o proveedores de supermercados, almacenes, exportadores, dueños de pequeños negocios comerciales como tiendas, boutiques, bazares o con demandantes de servicios varios que ofrezcan las empresarias) que les admita generar contratos de negocios en corto tiempo pero también establecer relaciones comerciales permanentes, y en general establecer encadenamientos productivos. Entre esas actividades paralelas pueden organizarse ruedas de negocios, salón de proveedores, ruedas crediticias organizadas con bancos estatales y privados, ONG, fideicomisos u otros programas que ofrecen servicios financieros y no financieros para facilitar opciones de financiamiento a las empresarias. También pueden promoverse encuentros con consultorías empresariales, reuniendo a personas o empresas que ofrecen servicios de consultoría (capacitación, asistencia técnica u otros) que apoyan el fortalecimiento empresarial de las participantes en estos espacios feriales. En este campo el Instituto Nacional de las Mujeres de Costa Rica tiene una valiosa experiencia, 121 lo mismo que la Secretaría Presidencial de la Mujer de Colombia y el Servicio Nacional de la Mujer de Chile. Sobre la ausencia de datos de las 6.9 MIPYMES de MUJERES A pesar de ser las MIPYME tan relevantes, la región carece de sistemas de información que permitan cuantificar su verdadero aporte y desempeño. La informalidad del sector, la amplia gama de actividades que realizan, el rezago de los sistemas estadísticos y la falta de homogeneidad en las definiciones y conceptos son las principales limitaciones. Con información incompleta y fragmentada resulta complejo el diseño de políticas públicas y de estrategias para su fomento. Por ello es fundamental que se realicen esfuerzos conjuntos entre las instancias responsable vinculadas, a fin de lograr el levantamiento de datos actualizados y segregados por sexo, rural-urbano, composición de la empresa, actividad económica, entro otros, de tal manera que se pueda contar con información fiable y detallada, susceptible de comparar. 121 96 Al día de hoy los censos y encuestas nacionales de actividad económica se enfocan en el tema del empleo y la participación de la mujer en la fuerza laboral, pero se carece de encuestas y censos económicos con información sobre PYMES y género que permitan conocer con detalle los sectores económicos en donde las mujeres operan, tasas de crecimiento de PYMES propiedad de mujeres, ubicación, número de empleados, años de operación, monto de sus inversiones, incorporación de instrumentos tecnológicos a su negocio, nivel de escolaridad, uso del tiempo, etc. En este sentido, se recomienda a partir de iniciativas como el proyecto del Sistema Regional de Información MIPYME en Centroamérica de CENPROMYPE, incentivar a las autoridades de Gobierno, instancias nacionales y redes a unir esfuerzos para el levantamiento de datos e información Objetivos y actividades contempladas en la Feria Nacional de Mujeres Empresarias de Costa Rica. sobre la realidad de las mujeres en las MIPYMES con el fin de innovar en el análisis y propuestas de investigaciones, proyectos, políticas y programas a partir de una información confiable. urgencia de que los países de la región realicen un esfuerzo serio para compilar estadísticas en esta área con las características requeridas. Si se quieren impulsar las políticas correctas para apoyar el desarrollo de las mujeres empresarias en la región, es fundamental contar con la información que ofrezca un panorama acertado de su realidad. De ahí la Sobre las grandes política públicas 6.10 para el sector de las MIPYME El panorama regional de las MIPYME enfrenta grandes desafíos para mejorar las condiciones del sector desde una perspectiva de igualdad y equidad de género. Hay claridad de la importancia del tema, sin embargo se detectan vacíos respecto a la construcción de políticas integrales que incluyan la cultura, las redes, los servicios, la educación, las competencias, los recursos, los mercados, la asistencia técnica, los insumos, las características empresariales, el ambiente, entre otras relacionadas con la transferencia cíclica y en espiral de conocimiento. De igual manera, hay conciencia de que el empoderamiento de las mujeres es condición indispensable como contenido de los programas, recogido en política pública que le den calidad, rigurosidad y sostenibilidad a acciones o medidas aplicadas en este campo. En general puede señalarse que los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres han puesto y siguen poniendo su contribución para que los Gobiernos mantengan en su agenda las demandas económicas de las mujeres en general y en particular la de las emprendedoras y empresarias. No obstante, parece una constante presente en la realidad de los países que los derechos económicos de las mujeres no son todavía reconocidos con la amplitud que requieren y menos aún que se tengan todas las condiciones favorables para conseguir su propia autonomía económica. Esta situación se traduce en un reto para los Gobiernos, para los organismos no gubernamentales, para la cooperación internacional, entre otros actores clave, a fin de lograr mayores y más efectivos cambios en nuestra región. Asimismo, se hace necesario continuar el proceso de reforma y revisión de leyes inadecuadas, a fin de que reflejen las nuevas realidades y garanticen la igualdad jurídica y de facto de las mujeres en materia de derechos económicos, de cara a su autonomía económica. Pero los limitados mecanismos de monitoreo y evaluación, así como la disponibilidad y análisis de datos desagregados por sexo, constituyen problemas adicionales de los Estados y de los organismos regionales que los aglutina, que impiden a estas, a las instituciones públicas y en especial a los mecanismos nacionales para el avance de las mujeres constatar los progresos logrados a favor de las mujeres en general, y en particular de las emprendedoras y las empresarias. 97 Por otro lado, se requiere de un aprovechamiento sostenible de los diferentes activos y sus combinaciones, sean estos naturales, físicos, económicos, políticos, humanos, sociales, institucionales, para un adecuado crecimiento económico; reducir los índices de pobreza en los países y promover verdaderas transformaciones dirigidas a incluir a los grupos más vulnerables en las sociedades y su acceso en condiciones de igualdad a las oportunidades de desarrollo. Para que exista un modelo de igualdad de oportunidades para todos los sectores productivos y sus terri- 98 torios, sea urbano o rural, agrícola o no agrícola, grandes o pequeños, deben gestionarse diversos ajustes dirigidos hacia un clima de competencia, un Estado eficiente, un grupo de reglas claras y menor burocracia en el trámite de los buenos negocios, una mayor promoción de los emprendimientos, el incremento del conocimiento técnico-científico, más y mejor infraestructura y la incorporación efectiva de las MIPYMES existentes y las futuras en la economía global. BIBLIOGRAFÍA REFERENCIAS ÁLVAREZ, M. (2009). Manual de la micro, pequeña y mediana empresa. GTZ. San Salvador, El Salvador. ARROYO, PROMICRO-OIT (2000). La microempresa en Centroamérica. San José, Costa Rica. BANCO CENTROAMERICANO INTEGRACIÓN ECONÓMICA-BCIE, Proyecto Cambio (2010). Estudio sobre el efecto de la crisis financiera mundial en las MIPYME AB y el impacto de las medidas anticrisis en Centroamérica. 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En: www. empleo-foil.oit.or.cr/olacd/ TFNR: Trabajo Familiar No Remunerado. 103 2 ANEXO Matriz: Marco institucional en el sector MIPYMES en Centroamérica y República Dominicana PAÍS COSTA RICA 104 MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL La Ley de Fortalecimiento a la Pequeña y Mediana Empresa n.o 8262 de mayo del 2002 tiene por objeto crear un marco normativo que promueva un sistema estratégico integrado de desarrollo de largo plazo que permita el desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas (aunque también incluye a las microempresas) y posicione a este sector como protagónico, cuyo dinamismo contribuya al proceso del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). A través de esta ley se crea el Consejo Asesor Mixto de la Pequeña y Mediana Empresa, como órgano asesor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Entre sus principales funciones está la de analizar el entorno económico, político y social y su impacto en las PYME, contribuir con el MEIC en el desarrollo de las políticas públicas para este sector y evaluar la aplicación de estrategias, programas, proyectos y acciones para fortalecer el desarrollo y la competitividad de las PYME. Por otra parte, la Dirección General de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (DIGEPYME) se crea en el año 2004 y tiene como objetivo formular políticas específicas de fomento, desarrollo y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas en Costa Rica, fortaleciendo así, la competitividad de las PYME por medio del estímulo, la promoción y el apoyo a la modernización. Asimismo, facilita la ejecución de planes, programas, proyectos o acciones integrales orientados al fortalecimiento de áreas estratégicas de desarrollo. Asimismo, en el 2005, con el objetivo de asegurar que las PYME de las zonas rurales reciban los beneficios de las políticas de fomento, se abren los Centros Regionales de Atención PYME (CREAPYME), las cuales son unidades descentralizadas que buscan conocer las condiciones de la PYME regional, para atenderla con un enfoque de desarrollo local y con ello mejorar las condiciones socioeconómicas de Costa Rica. Por otra parte, en este mismo decreto en su artículo 22 se oficializa la Red de Apoyo a PYME. Esta es una agrupación de instituciones y entidades públicas y privadas que tienen como común denominador su interés por responder a las necesidades de las micro, pequeñas y medianas empresas del país, mediante la prestación de servicios. Asimismo, de acuerdo con esta ley, en su capítulo tercero, artículo siete se establece que: “los bancos del Estado y el Banco Popular y de Desarrollo Comunal podrán promover y fomentar programas de crédito diferenciados dirigidos al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas”. En ese sentido se crea el Fondo Especial para el desarrollo de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (FODEMIPYME). También está el Programa Nacional de Apoyo a la Pequeña y Micro Empresa (PRONAMYPE), creado mediante Decreto Ejecutivo n.o 2 1455-MEIC-MTSS del 15 de julio de 1992 y adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el programa se encarga de diseñar, ejecutar y coordinar la administración de un servicio integral de apoyo al desarrollo de la microempresa y otros grupos que forman parte del sector informal de la economía. A nivel de formación, está el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) 9 fue creado el 21 de mayo de 1965 por la ley No.3506 y reformado por la ley n.o 6868 del 6 de mayo de 1983. Es un ente público que tiene como finalidad principal promover y desarrollar la capacitación y formación profesional de los trabajadores, en todos los sectores de la economía, para impulsar el desarrollo económico y contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo del pueblo costarricense. Cuenta con un Programa de Atención para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (conocido como Programa MIPYME) el cuál fue establecido en el año 2000. El objetivo general de este programa es coadyuvar en el mejoramiento de la competitividad y productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante la promoción, coordinación y evaluación de servicios de capacitación y formación profesional dirigidos a dichas empresas, acordes con las necesidades del entorno económico nacional y mundial. PAÍS MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL EL SALVADOR La Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa-CONAMYPE de El Salvador es una institución creada en 1996 mediante Decreto Ejecutivo n.o 48. A partir del mes de julio de 1999, mediante Decreto Ejecutivo n.o 12, esta instancia pasó a formar parte del Ministerio de Economía, siendo su misión “proponer, promover, facilitar y coordinar la ejecución de políticas, estrategias, programas y acciones para el desarrollo integral de las Micro y Pequeñas empresas salvadoreñas”. En septiembre del 2007, se da el lanzamiento del Plan de Gobierno para las MIPYME denominada “El Salvador, generando riqueza desde la base: políticas y estrategias para la competitividad sostenible de las MIPYME”, la cual tiene como objetivo general “Apoyar y consolidar el desarrollo de las capacidades competitivas de las MIPYMES salvadoreñas, a fin de facilitar su incursión ventajosa y posicionamiento sostenido en los mercados nacional, regional e internacional, potenciando la rentabilidad de sus negocios y su importante aportación como fuente generadora de empleos de calidad e ingresos para sus propietarios y trabajadores, traducidos en beneficios económicos y sociales para el país”. El Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP) fue creado en junio 2 de 1993, por medio de la Ley de Formación Profesional (Decreto Legislativo n.o 554) y tiene como objeto satisfacer las necesidades de recursos humanos calificados que requiere el desarrollo económico y social del país y propiciar el mejoramiento de las condiciones de vida del trabajador y su grupo familiar. GUATEMALA Según Acuerdo Gubernativo n.o 182-2000, de mayo de 2000, se incorpora el Viceministerio de Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, al Reglamento Orgánico Interno del Ministerio de Economía, indicando que esta instancia será la encargada de facilitar el desarrollo competitivo de la micro, pequeña y mediana empresa productora de bienes y de la prestación de servicios. La misma tiene como misión “desarrollar el sector de manera competitiva facilitando el acceso a servicios de desarrollo empresarial y financieros ágiles y oportunos dentro de un marco de fomento adecuado”. Con el Acuerdo Gubernativo n.o 178-2001, se crea el Consejo Nacional para el Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, que tiene como objetivos esenciales: planificar, dirigir, coordinar, supervisar, controlar y evaluar los recursos financieros actuales y futuros, provenientes de los sectores público y privado y de organismos nacionales e internacionales, destinados al Programa Nacional para el Desarrollo de la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, el cual es el encargado de ejecutar los planes y proyectos relacionados con el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa, que apruebe el Consejo Nacional. En noviembre del 2005, se da el lanzamiento de la Política Nacional para el Desarrollo de las Micro, Pequeña y Mediana Empresa, cuyo objetivo general es mejorar la productividad y competitividad de estas unidades productivas. Algunos de los principios que sustentan esta política son precisamente, ser una propuesta de alcance nacional, que incluya a todos los sectores y rubros de actividad y considera todas las áreas urbanas y rurales del país. Asimismo, en el diseño e implementación de la política se mantiene un enfoque sistémico, de equidad social, integralidad, sostenibilidad y de participación ciudadana, donde sus ejes transversales deben enfocarse en la equidad de género; multiculturalidad y de preservación y aprovechamiento del medio ambiente. La implementación de esta política tiene como ente rector del sistema al Viceministerio de Desarrollo de la MIPYME. Según Decreto n.o 17-72 de mayo de 1972, se crea el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP), como una entidad descentralizada, técnica, no lucrativa, con patrimonio propio, fondos privativos y plena capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones. Tiene como misión, formar y certificar trabajadores y personas por incorporarse al mercado laboral, así como brindar asistencia técnica y tecnológica en todas las actividades económicas, para contribuir a la competitividad y al desarrollo del país. El Gobierno de la República de Guatemala, tiene dentro de sus principales desafíos avanzar de forma sustantiva en el proceso de aplicación de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de las mujeres mayas, mestizas, garífunas y xinkas, por medio de la aprobación, sanción y aplicación de la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres -PNPDIM- y el Plan de Equidad de Oportunidades -PEO- 2008-2023: es el mecanismo general por medio del cual se busca la aplicación de medidas que permitan a las mujeres alcanzar el desarrollo integral, para hacer efectivo el principio de equidad real y efectiva entre mujeres y hombres, que a la vez viabilicen que Guatemala cumpla con los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención para Prevenir, Sancionar y Eliminar la Violencia contra la Mujer, la Plataforma para la Acción Mundial y otras de ámbito nacional e internacional. 105 PAÍS HONDURAS MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL Mediante Decreto Ejecutivo n.o 008-2000 se crea la Comisión Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONAMIPYME) como una instancia interinstitucional de consulta y coordinación de los esfuerzos del sector público y privado en el campo del fomento de la micro, pequeña y mediana empresa. Tiene como objetivo apoyar el desarrollo y fortalecimiento empresarial para aumentar la productividad de estas unidades económicas, propiciando una mayor competitividad de sus productos o servicios, en procesos eficientes de integración sectorial a fin de estabilizar y generar empleos, mejorar el nivel de ingreso y la calidad de vida de la población vinculada a este sector de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, prestando atención al enfoque de género. Asimismo, mediante Decreto Ejecutivo n.o PCM-006-2001, se crea la Dirección General de Fomento a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y del Sector Social de la Economía (DIFOMIPYME-SSE), como una dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio. Esta tiene como objetivo “fomentar la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas, mediante la creación de políticas y estrategias en consulta con los diferentes actores del sector. En abril del 2008, se da el lanzamiento de la estrategia de la Política Nacional de Fomento y Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, en la que se propone generar un marco legal regulatorio que permita armonizar la legislación económica nacional para impulsar un modelo que corresponda al desarrollo de la MIPYME a través de una propuesta de ley presentada al Congreso Nacional. El Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) es una institución autónoma con personalidad jurídica y patrimonios propios, creado bajo Decreto Ley n.o 10 del 28 de diciembre de 1972.Tiene por objetivo “contribuir al aumento de la productividad nacional y al desarrollo económico y social del país, mediante el establecimiento de un sistema racional de formación profesional para todos los sectores de la economía y para todos los niveles de empleo, de acuerdo con los planes nacionales de desarrollo económico y social y las necesidades reales del país. NICARAGUA La Dirección Nacional de PYME (DIPYME) del Ministerio de Fomento Industria y Comercio (MIFIC) es la instancia gubernamental encargada del sector. Esta dirección tiene como propósito impulsar la productividad de las MYPE en una economía de mercado mediante la revisión continua de las políticas de fomento, la coordinación, supervisión y divulgación de los esfuerzos de los actores públicos y privados para su optimización. También está el Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (INPYME), creado por el Decreto No. 6-94 del 8 de marzo de 1994, la cual tiene como misión buscar “el fortalecimiento de la competitividad de las MIPYMES, el fomento y desarrollo de nuevos emprendimientos, ejecutando políticas, programas y proyectos orientados a ellos desde un compromiso social y ambiental. Por otra parte, está el Programa PROMIPYME, el cual tiene como objetivos específicos, promover, facilitar y contribuir a la creación y mejoramiento del marco regulatorio, de políticas y de estrategias que cree un mejor clima de negocios favorable para el desarrollo integral del sector MIPYME y su adecuada inserción en el comercio nacional e internacional. En septiembre del 2004 se estableció el Plan Nacional de Desarrollo Operativo (SECEP-Gobierno de Nicaragua 2004), el cual contempla que para lograr el desarrollo empresarial competitivo de las micro-pequeños y medianos establecimientos se requiere hacer frente a una gama de restricciones tales como: la informalidad de las empresas, la falta de políticas sectoriales concertadas, fuerte deficiencia en la formación de recursos humanos tanto en aspectos gerenciales como técnicos productivos, un casi nulo uso de la tecnología y sistemas de información, entre otras. En enero del 2008, se aprobó la “Ley de Promoción, Fomento y Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ley MIPYME)”, la cual tiene como objeto fomentar y desarrollar de manera integral la micro, pequeña y mediana empresa, propiciando la creación de un entorno favorable y competitivo para el buen funcionamiento de este sector económico de alta importancia para el país. El órgano rector de esta Ley es el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) por medio de su titular y con el INPYME como instancia ejecutora. 106 PAÍS MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL NICARAGUA El Instituto Nacional Tecnológico (INATEC), se crea bajo decreto n.o 3-91 del 10 de enero en 1991, como ente autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propio, según decreto 40-94 de septiembre de 1994 se reconoce esta labor estableciendo entre sus fines y objetivos definir las políticas nacionales de formación profesional, administrar, organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar las actividades del Subsistema de Formación Profesional, así como impulsar el desarrollo coherente y armonioso de los recursos humanos calificados y desarrollar la formación profesional en relación directa con los requerimientos de los sectores económicos nacionales y los intereses individuales de las personas. PANAMÁ La Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME) es una entidad autónoma del estado, rectora en materia de micro, pequeña y mediana empresa y creada mediante Ley n.o 8, de mayo del 2000. Tiene la finalidad de fomentar el desarrollo de este sector, mediante la ejecución de la política nacional de estimulo y fortalecimiento del sector, para contribuir con la generación de empleos productivos, el crecimiento económico del país y una mejor distribución del ingreso nacional. Está representada ante el Órgano Ejecutivo por conducto del Ministerio de Comercio e Industria. Complementaria a esta ley, se creó la Ley n.o 33, del 25 de julio del 2000, la cual “Dicta normas para el fomento a la creación y desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa” y establece un régimen normativo para fomentar la creación, el desarrollo, y el fortalecimiento del sector, mediante políticas de promoción orientadas a la consolidación, productividad y auto sostenibilidad del sector. Este régimen es coordinado y dirigido por AMPYME. El Instituto Nacional de Formación Profesional (INAFORP) creado mediante Ley n.o 18 de 1983 se reestructura, mediante Decreto Ley n.o 8 del 15 de febrero del 2006 bajo el nombre de Instituto Nacional de Formación y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH). Este instituto tiene como objetivo fundamental adoptar, dirigir, implementar y supervisar la ejecución de las políticas, estrategias y programas de formación profesional, capacitación laboral y capacitación en gestión empresarial, tanto para el sector público como para el sector privado, así como administrar y distribuir los recursos públicos asignados para tal fin. REPÚBLICA DOMINICANA Se crea en mayo del 1997 mediante Decreto 238-97, el Programa de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), hoy Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME). Este Consejo tiene como objetivos principales formular políticas que orienten el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, promover el financiamiento a empresas, estimular y fortalecer el espíritu empresarial, promover los sistemas tecnológicos y de gestión, así como proyectos de leyes, decretos y reglamentos que tengan la finalidad de crear un marco institucional acorde con el objetivo de apoyar, desarrollar, facilitar y expandir el financiamiento a la micro, pequeña y mediana empresa. Este Consejo elaboró el Plan Nacional de Competitividad sistémico (PNCS) y está impulsando la creación de una “Ley que Establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), la cual pretende crear un marco, regulatorio y un organismo rector que promueve estrategias integradas para el desarrollo de las MIPYMES. Ésta ya fue aprobada en el Senado y actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados a la espera de ser aprobado”. El Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), es el organismo rector del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo Productivo, en República Dominicana y su función principal es capacitar la mano de obra del sector productivo nacional, asesorar a las empresas y regular la formación profesional a nivel nacional. Es una organización autónoma, investida de personalidad jurídica, de carácter no lucrativo y patrimonio propio, creado por la Ley 116, del 16 de enero de 1980, y regulado por el reglamento 1894, del 11 de agosto del mismo año. 107 PAÍS BELICE MARCO INSTITUCIONAL ESTATAL Belice Trade and Investment Development Service (BELTRAIDE) es una institución de orden mixto que fue creada por el Ministerio de Desarrollo Económico, con el objetivo de promover las exportaciones de Belice. En el año 2000, Beltraide reorientó sus objetivos y ahora actúa no solamente en el ámbito de la promoción de las exportaciones sino también en la facilitación de crédito a las exportaciones –mediante “networking” con las entidades financieras-, en la inversión en infraestructura para la exportación a través de lo que tenga que ver con la logística de las exportaciones y en actividades de mercado, comercialización y desarrollo empresarial. En el ámbito del mercadeo, la comercialización y el desarrollo empresarial, BELTRAIDE ha desarrollado bases de datos con información de interés para las empresas exportadoras, tales como precios, productos y mercados de exportación, entre otros. También realiza investigación de mercados sobre oportunidades de negocios que difunde entre el sector exportador (mediante publicaciones en físico y en forma digital). Los sectores que se están impulsando para la exportación son: muebles, artesanías y productos agrícolas no tradicionales, acuacultura, industria de manufactura liviana, turismo y TIC (en lo que respecta a actividades de “outsourcing”). BELTRAIDE tiene también un programa de capacitación a MIPYMES con potencial exportador, fomentando la asociatividad entre ellas para lograr volúmenes de exportación más altos. Departamento de Cooperativas en el Ministerio de Agricultura: Las cooperativas reciben mucho estímulo en Belice: cooperativas de ahorro y crédito, cooperativas de taxi, cooperativas de artesanos, cooperativas de servicios turísticos, cooperativas de pesca y cooperativas en el sector agrícola. El Departamento de Cooperativas del Ministerio de Agricultura trabaja en el fomento del cooperativismo en el sector agrícola como herramienta para la creación de empresas, brindando asistencia técnica a grupos de agricultores en la formación de la cooperativa y en el desarrollo del negocio propiamente. El Departamento de Cooperativas conformó una unidad de desarrollo emprendedor que permite asignarle un mentor a las cooperativas para generar Planes de Negocios y Planes de Mercadeo con su respectiva estrategia de comercialización. Cámara de Industria y Comercio de Belice: es considerada la Cámara más grande de Belice, con más de 400 miembros. Tiene como misión representar los intereses de los asociados y promover la importancia de la empresariedad. La Cámara ofrece cursos de capacitación para MIPYME, que no tienen mayor énfasis en el tema emprendedor, y consideran que la principal limitante es el acceso al crédito. Lo principales sectores con los que trabajan son turismo, agricultura, acuacultura, maderas y muebles. El tema de género no está entre sus prioridades. 108 3 ANEXO Matriz: Políticas y programas con perspectiva de género en el sector MIPYME PAÍS COSTA RICA PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES El MEIC, a través de DIGEPYME, cuenta con un programa de apoyo a mujeres emprendedoras (Creando Empresarias), que se ejecuta por medio del área de la mujer de las municipalidades. Este programa surge como alternativa económica a mujeres en riesgo social que buscan su independencia económica y se enmarca más dentro de un esquema de asistencia social que dentro del contexto de un esquema de fomento de la gestación, desarrollo y consolidación de nuevas empresas. El Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) tiene mucho trabajo desarrollado sobre emprendimientos de mujeres. En esa línea el INAMU desarrolló en el 2003 un diagnóstico sobre el perfil de riesgo de la microempresa de mujeres. Ese estudio es la base para trabajar sobre el acceso al crédito como elemento clave para el despegue de estas empresas. Desde el año 2000 el INAMU promueve el emprendimiento de las mujeres urbanas y rurales y especialmente las indígenas. Mediante la ley PYME trabajan en coordinación con el MEIC, PROCOMER, y el sistema financiero, entre otros, aunque reconoce que la ley PYME se orienta a la pequeña empresa y no a la microempresa o al sector informal (donde se encuentra la masa crítica de sus acciones). Este también es un indicador de la orientación de los emprendimientos que buscan apoyarse. Sin embargo, con la organización de la Feria Nacional de Mujeres Empresarias (2007, 2008, 2009 y 2011 en proceso organizativo) y la creación del Registro Nacional de Mujeres Empresarias (2008) por parte de INAMU se logra una mejor atención al sector empresarial de mujeres, buscando apoyarlas de manera más sistemática y también desarrollar una clasificación de las mismas. EL SALVADOR El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) que tiene como objetivo: diseñar, dirigir, ejecutar, asesorar y velar por el cumplimiento de la Política Nacional de la Mujer, promoviendo en tal sentido el desarrollo integral de la mujer salvadoreña con igualdad y equidad y propiciando la efectiva participación de las organizaciones de mujeres, de la comunidad y demás entidades de la sociedad civil, en la prevención y la solución de los problemas que afronta la mujer. Iniciativa de Technoserve, que fomentó el desarrollo de emprendedurismo en los años 2005-2006 en sectores más vulnerables de El Salvador, con el objetivo de crear nuevas empresas, a través de la metodología NEFTI, y fortalecer las economías familiares con la participación de la mujer en las actividades económicas. Las iniciativas de FUNDEMAS, con el programa de Taller Mujer Emprendedora, que da inicio a finales del 2002, que surge de información recopilada en entrevistas a mujeres salvadoreñas y de una investigación sobre mujeres empresarias y ejecutivas del área centroamericana. 109 PAÍS GUATEMALA PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES Secretaria Presidencial de la Mujer-SEPREM, el Ministerio de Economía, el Viceministerio de Micro, Pequeña y Mediana Empresa, el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar, y la Universidad San Carlos tiene por objetivo el apoyo a pymes en el sector femenino, y promover herramientas para las mismas. El programa CSEM-Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres- del Viceministerio de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Economía que es el Programa de Apoyo a Empresarialidad Femenina del Ministerio y que localmente está trabajando en desarrollo y promoción de la empresariedad de las mujeres, en los departamentos de Huehuetenango Chiquimula y Sololá a través de los Asociaciones de Desarrollo Económico Local y los Centros de Servicios Empresariales para las Mujeres. Red de Mujeres Emprendedoras, Woman into the new Entrepreneurial Reinforcement mNetwork, su objetivo es facilitar el acceso a las Mujeres Guatemaltecas a las Tecnologías de Información y Comunicación TIC. HONDURAS Los proyectos de desarrollo empresarial por lo general contemplan como eje transversal la parte de equidad de género, donde se especifica que los beneficiarios deben de ser equivalentes en números. Por otra parte, la Ley de fomento y competitividad de las MIPYMES menciona de manera puntual el tratamiento en relación al tema de género, por lo que si se desarrollaran programas de fomento del emprendedurismo el tema de género debiera estar incluido. El Instituto Nacional de la Mujer, como la institución del Estado responsable de la rectoría de las Políticas Públicas de Género, presenta la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010-2022 (II PIEGH), que contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres como titulares de derechos, para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres. NICARAGUA En el sector público, los servicios de desarrollo y asesoría empresarial del MIFIC-INPYME tienen un enfoque de género, por lo menos en la asistencia a empresas existentes. El Congreso Permanente de Mujeres Empresarias de Nicaragua firmó con la Universidad Americana (UAM) un convenio a través del cual los jóvenes egresados de las carreras de esta universidad pueden hacer sus trabajos monográficos en las empresas de mujeres, lo que les fortalecería en aspectos relacionados a planes de negocios, estrategias de mercados, diseño de planta para la agroindustria, entre otros, mismos que ayudarían en la parte técnica de las empresas en manos de mujeres. En el marco del Convenio entre el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y el PNUD e INATEC, se impartió el Curso “Metodológico de Gestión Empresarial con Enfoque de Género” en el INATEC. En el marco del Instituto de la Mujer (INIM) se promueven líneas estratégicas y la importancia de las políticas de género en el quehacer institucional de Nicaragua, sin embargo no hay una política nacional propiamente establecida. PANAMÁ 110 En diciembre del 2007 se aprobó tripartidamente el Programa Nacional de Trabajo Decente de Panamá 2008-2011, en el cual uno de los temas era la promoción del empleo y el trabajo decente para jóvenes, en especial para las mujeres. PAÍS REPÚBLICA DOMINICANA PRINCIPALES PROGRAMAS Y POLÍTICAS ESTATALES Régimen regulatorio para el desarrollo y la competitividad de las MIPYMES. Aprobado en el 2008. El objetivo de esta ley es contribuir al fortalecimiento del sector MIPYMES, impulsar nuevos empleos, mejorar la distribución del ingreso, instaurar instrumentos que promuevan un desarrollo integral y participación eficiente en la estructura productiva del país. Esta ley crea el Consejo Nacional PROMIPYMES cuya misión es promover el fortalecimiento y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas como estrategias para incrementar el nivel de empleo y combatir la pobreza poniendo a disposición de estas unidades productivas financiamiento y asistencia técnica especializada, para facilitar su eficiencia y el incremento de su productividad y competitividad, de forma tal que puedan acceder a nuevos mercados, locales e institucionales. BELICE Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and Physical Vulnerabilities. Tiene como líneas estratégicas el desarrollo empresarial; capacidad de intercambio comercial y competitividad; ambiente y manejo de riesgos naturales; desarrollo humano y seguridad nacional y ciudadanía. Con estas líneas de acción se pretende mejorar la estructura económica y social así como las oportunidades para la ciudadanía. Fuentes: Lebendiker, M. et al (2009). Diagnóstico sobre la situación actual del emprededurismo en Centroamérica. Parque Tec. San José, Costa Rica. MENDOZA, P. (2010). Belize Medium Term Development Strategy 2010-2013 Building Resilience against Social, Economic and Physical Vulnerabilities. Ministerio de Economía, Industria y Comercio y Protección al Consumidor. Belice. 111 ANEXO 4 LAS MICROFINANZAS DE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE 2011 112 ANEXO 5 PROPUESTA DE ESTRATEGIA: INSUMOS PARA EL MEJORAMIENTO Y ARTICULACIÓN DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS Y NO FINANCIEROS CON ENFOQUE DE GÉNERO PARA LAS MIPYMES EN CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA La propuesta que se describe a continuación está basada en los resultados expuestos por las mujeres centroamericanas y proveedores de servicios de apoyo en la región, en el Taller sobre Servicios de Apoyo dirigidos a Empresas Rurales de Mujeres, en el Marco de Cadenas de Valor realizado por la Unidad de Asistencia Técnica Regional (RUTA), en el año 2009, en San José, Costa Rica. A partir de dichos resultados se sugiere considerar este como insumo para la definición de una estrategia de apoyo a la empresariedad de las mujeres, orientada a armonizar los servicios financieros y no financieros dirigidos a las mujeres en la región según sus necesidades. El alcance de la propuesta es generar un marco orientador con líneas estratégicas prioritarias y posibles acciones concretas; las mismas pueden ser socializadas para trabajarlas a profundidad en un posible proceso de consulta a nivel regional que sea participativo y equitativo en términos del aporte de los actores respectivos o bien para impulsar una articulación institucional desde una entidad regional como CENPROMYPE. 1. LINEAS ESTRATÉGICAS Y ACCIONES Nivel estratégico: Servicios financieros Línea estratégica 1.1. Diseñar programas de financiamiento dirigidos a mujeres o enfatizar acciones positivas en las estrategias existentes • Las IMF enfaticen las acciones afirmativas que financien las mujeres que están involucradas en procesos de cadena de valor para potenciar los vínculos y mejorar su posicionamiento dentro de las mismas. Incorporar el concepto de cadena de valor en el diseño e implementación de los programas de • las IMF (capacitación del personal, diseño de productos, educación de clientes, etc.). Realizar estudios y diagnósticos que permitan caracterizar y medir el potencial productivo de la • mujer rural con un enfoque de género y apoyándose en el concepto de cadena de valor. Mapear y diagnosticar los programas de IMF rurales existentes en cada país para documentar e • identificar áreas a ser fortalecidas. • Sistematizar experiencias de buenas prácticas y lecciones aprendidas para mejorar los servicios dirigidos a las empresarias rurales. • Estimular prácticas para incorporar a la mujer en las operaciones de crédito como parte de un proceso de creación de récord bancario. • Impulsar iniciativas como fondos de garantía especializados para lograr acceso a la tenencia de la tierra. • Gestionar con los cooperantes y financiadoras el acceso a fondos especializados (montos, tasas, plazos) que permitan atender el sector tomando en cuenta sus características. Estimular la eficiencia operativa y la sana competencia entre las IMF para lograr una incidencia • en las tasas de interés. 113 Nivel estratégico: Servicios financieros Línea estratégica 1.2. Facilitar el acceso de las mujeres a servicios financieros • Apoyar la generación de políticas públicas y concertadas con los actores vinculados al tema que sirvan para orientar los programas que busquen como objetivo mejorar la incorporación de la mujer rural a servicios MF. • Flexibilizar las políticas de acceso en aspectos de monto, centros de pago, facilidades para el análisis y entrega, cobertura de garantía. • Establecer mecanismos e instrumentos de información y comunicación local y nacional que faciliten a la mujer información sobre las diferentes ofertas y programas de los IMF a los que podría acceder. • Incorporar asistencia técnica con enfoque en el concepto de cadena de valor para mejorar la productividad de las actividades desarrolladas por estas. • Que las políticas de crédito rural incorporen a las mujeres en las operaciones de crédito a fin de incorporarlas al sistema financiero. • Estandarizar y proponer iniciativas a partir de la REDCAMIF para incorporar de manera efectiva los conceptos de cadenas de valor y el enfoque de género en la actividad de las IMF a nivel regional. • Incluir junto a los programas IMF, temas de capacitación y formación dirigidos a mejorar la cultura y la conciencia de género en las mujeres. Línea estratégica 1.3. Promover vínculos entre instituciones, organizaciones y programas • Promover la consolidación de espacios para intercambio de información, concertación entre grupos de mujeres rurales, IMF, organizaciones de desarrollo empresarial y Gobierno, con el fin de inducir la adopción de mejores prácticas. • Vincular el enfoque de género y la cadena de valor apoyándose en la estructura de la REDCAMIF para un mayor impacto regional, motivar en ese proceso el monitoreo de impacto de los procesos de financiamiento. • Generar e impulsar el establecimiento de alianzas y redes de apoyos integrales locales que involucren la parte financiera, asistencia técnica, desarrollo empresarial, organización, y capacitación para apoyar y potenciar de manera articulada la empresarialidad de las mujeres en el marco de las cadenas de valor. 114 Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial Línea estratégica 2.1. Desarrollar e implementar iniciativas en gestión empresarial dirigidas a mujeres • Sistematizar las experiencias exitosas de la región y establecer una estrategia conjunta integral con enfoque de género. • Difusión masiva (televisión, radio, brochures, otros) de los programas de capacitación rural para las mujeres. • Validación e implementación de un instrumento para la evaluación del desempeño de los prestadores de servicios y así medir los efectos reales de las capacitaciones en las comunidades. • Intercambios sur-sur para potenciar alianzas e innovar iniciativas. Crear fondos para incubación de empresas. • Nivel estratégico: Servicios en gestión empresarial Línea estratégica 2.2. Fomentar el acceso de las mujeres a los servicios de gestión empresarial Diseño de programas de capacitación y elaboración de materiales didácticos que faciliten el acceso de • la mujer a nuevos conocimientos sobre gestión empresarial, acordes con sus necesidades. Proponer políticas de apoyo complementarias que faciliten la asistencia de las mujeres a las capacita• ciones. Concientizar a las prestadoras de servicios y a los grupos organizados para negociar la disponibilidad • de tiempo acorde a las jornadas de las mujeres. Crear un fondo de becas y pasantías. • Línea estratégica 2.3. Promocionar la armonización entre instituciones, organizaciones y programas a nivel territorial y nacional Involucramiento de las instituciones gubernamentales y no gubernamentales para que apoyen los • procesos productivos en el marco de las cadenas. • Articular los servicios no financieros a los financieros para brindar asistencia integral. • Promover la armonización de acciones en los territorios. Realizar encuentros, pasantías y otras formas de intercambio • 115 Nivel estratégico: Servicios para fortalecimiento organizacional Línea estratégica 3.1. Desarrollar estrategias y marcos de fortalecimiento organizacional centrados en la realidad de la empresariedad de las mujeres • Buscar alternativas para financiar el pago de servicios escalonado o incluirlo en el financiamiento. • Adecuar la modalidad o tipo de organización, metodologías y herramientas a la realidad de las mujeres en los territorios. • Fomentar la metodología aprender haciendo. • Que las organizaciones de mujeres definan una agenda de trabajo que les permita organizar el apoyo a los programas centrados en las cadenas de valor. • Que los programas de apoyo a las organizaciones y empresas de mujeres orienten sus esfuerzos en desarrollar capacidades. • Definir un sistema de indicadores de buen gobierno de las organizaciones empresariales que orienten su crecimiento y desarrollo. • Formar cuadros jóvenes y dar espacios en las organizaciones y empresas. Línea estratégica 3.2. Fortalecer mecanismos que faciliten a las mujeres la articulación en redes • • das. • 116 Crear sistemas para la medición del impacto de los resultados de las capacitaciones Orientar sobre las diferentes formas de organización, formales e informales, que pueden ser apropiaDesarrollar la cultura empresarial en las mujeres que manejan y dirigen las mujeres. 2. EJES DE INTERVENCIÓN Los ejes de intervención de la estrategia son: documentación e intervención; gestión de proyectos e instituciones y fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres. Estos ejes aportan a procesos de incidencia en políticas públicas para promover mayores niveles de armonización, información para toma de decisiones, coordinación desde lo local hacia lo regional, documentación de experiencias, promoción de alianzas y articulaciones a nivel regional y, finalmente desarrollo de un sistema de indicadores de impacto. Documentación e información • Mapeo de las instituciones y la cooperación vinculadas al tema de servicios en los niveles estratégicos. • Sistematización y estudios sobre la participación de la empresariedad de las mujeres en las cadenas de valor y el impacto de los servicios prestados. • Desarrollo de estrategias para validar y monitorear impacto. • Implementación de un sistema de indicadores sobre buen gobierno en la empresariedad de las mujeres y de la gobernanza en la cadena de valor. • Intercambio de experiencias, preferiblemente sur-sur. • Difusión de información sobre la empresariedad de las mujeres, los servicios existentes y otros (preferiblemente por medios masivos). Gestión de proyectos e instituciones •• Adaptabilidad y adecuación de los programas de formación en gestión empresarial. • Incorporación del enfoque de cadenas de valor en la práctica de los servicios prestados. Promoción de alianzas y articulaciones entre actores y especialmente a nivel de los territorios. • • Flexibilización de políticas de financiamiento. • Estimular la difusión y aplicación de buenas prácticas para lograr acceso a activos. • Diseño de incentivos apropiados para las mujeres incluyendo estrategias para posicionarse en la cadena, el mercado, lograr calidad, etc. • Desarrollo de mecanismos de evaluación de desempeño de las instituciones. • Combinación y articulación de estrategias territoriales y de cadenas de valor. Fortalecimiento de organizaciones y empresas de mujeres • Promoción de procesos de gestión y apropiación de conocimiento sobre el posicionamiento en cadenas de valor. • Consolidar organizaciones y plataforma organizativa territorial para la gobernanza. • Seguimiento al desempeño vía el acceso a información. • Fortalecimiento de alianzas y redes. • Socialización de información. • Estrategias para buen gobierno. Desarrollo de estrategias para la incidencia en políticas que desarrollen incentivos para compatibilizar • la triple jornada. 117 118