PODER REDUCTOR El poder reductor se refiere a la capacidad de ciertas biomoléculas de actuar como donadoras de electrones o receptoras de protones en reacciones metabólicas de oxidaciónreducción. Durante el catabolismo, las reacciones de oxidación arrancan electrones y protones de los sustratos, que van a parar a ciertas coenzimas que se cargan o se reducen con ellos. Estas coenzimas reducidas poseen ahora poder reductor, ya que acabarán cediendo sus electrones y protones, proceso imprescindible para generar energía o para las reacciones anabólicas; es decir, los electrones y protones transportados por las coenzimas pueden cederse tanto a la cadena respiratoria, con lo que se generará energía en forma de ATP, o bien a otros sustratos que se reducirá, por anabolismo. Al estudiar el metabolismo, es esencial comprender las reacciones de oxidación y reducción. En ellas podemos observar como una especie se oxida mientras otra se reduce. Las reacciones del catabolismo son fundamentalmente reacciones de oxidación. Sin embargo, los procesos de oxidación y de reducción son conjugados y no se dan por separado. Para que un sustrato se oxide debe haber alguna molécula que se reduzca. Estas moléculas son llamadas moléculas de poder reductor que actúan como conjugado del sustrato para formar un par redox. Suelen ser derivados de vitaminas, y los más usuales son el NADH, el NADPH, el FMNH2 y el FADH2, todos derivados de la vitamina B. Estas moléculas van a tener gran importancia en la respiración celular, ya que sus formas reducidas aportarán los electrones para conseguir ATP, según la hipótesis quimiosmótica de Mitchell, así como otros procesos, como la formación de gliceraldehido-3-fosfato en el ciclo de Calvin