TRANSFORMACION AMBIENTAL

TRANSFORMACION
AMBIENTAL
A CAUSA DEL CORONAVIRUS
Y para todos fue una catástrofe sanitaria con una
magnitud inimaginable, aun no sabemos que nos
depare el destino con esta pandemia, pero lo que
sí sabemos es que logro detener todas las
actividades industriales, sociales, comerciales en
todos los continentes.
Ahora, que nos trajo de bueno como consecuencia
el confinamiento y el aislamiento.
En muchos lugares la naturaleza mejoro por falta
de presencia humana, podemos ver en muchas
redes sociales como suben fotos de animales
paseando por las ciudades, especies que se dejan
ver en lugares donde solo estaba la presencia de
los humanos; unas noticias esperanzadoras no
creen, una lección más que nos da el planeta para
que recapacitemos y valoremos lo que tenemos.
Durante el aislamiento pudimos ver que la
reducción de dióxido de nitrógeno fue mucha ya
que estos gases son producidos por vehículos,
plantas industriales y plantas de energía. Entonces
que tal tener, mejor calidad del aire. ¿lo han
pensado? por sus hijos, nietos, y la descendencia
familiar.
¡O seguimos en ese afán de tener carro por
mejorar un status social, o seguir usando bolsas de
plástico, o mejor aun botando basura en las calles
porque para eso se les paga a los recolectores de
basura!
Se han dado cuenta que la humanidad es un
estorbo para el planeta, se dio cuenta usted de que
si no ponemos de nuestra parte no podremos
seguir viviendo de esta manera. Tendríamos que
regresar a nuestros orígenes y regenerar todo lo
que hemos saqueado del medio ambiente.
El virus trae mensajes contundentes:
“Cuando los humanos no están, otros animales
hacen fiesta en medio de la cuarentena por el
coronavirus”
“el mundo animal es libre en medio de la
pandemia”
Entonces es ahora que nos damos cuenta de la
importancia de reducir la contaminación en el
planeta y de que un virus nos hace replantear un
montón de ideas que creíamos imposibles.
Que tan conscientes somos de las necesidades de
nuestro planeta y como queremos vivir de ahora
en adelante.
EL BENEFICIARIO INESPERADO DEL
CORONAVIRUS: EL PLANETA