Diagnóstico del trastorno de ansiedad El trastorno de ansiedad puede ser de diferente origen, por ende, que todo evento de contingencias, circunstancias del ciclo vital del sujeto incide de algún modo, en las emociones neurológicas y psíquicas del sujeto. Así de esta manera podemos inferir que muchas, personas como ser: mujeres, hombre, adolescentes y niños, presentaron de alguna manera un cuadro de ansiedad débil, esto referido por alguna alteración del aparto sinpatico y parasimpático, en las que interfiere los neurotransmisores del GABA-GLUTAMATO. (Fernández 2012, p. 467) “la ansiedad es un estado emocional displacentero cuyas causas resultan menos claras; a menudo se acompaña de alteraciones fisiológicas y de comportamientos similares a los causados por el miedo.” Los trastornos de ansiedad dificultan de alguna manera todo el trabajo y la dinámica personal del sujeto, debiéndose a qué, el contexto social afectivo, emocional no tolera estos tipos de conducta y características de las personas haciendo dificultoso el entablar una comunicación verbal con su entorno psicosocial. “Los trastornos de ansiedad son, junto con los trastornos del ánimo, los que más contribuyen a la morbi- mortalidad a través del sufrimiento que generan y los que más repercuten en las economías nacionales. Todos enfrentamos ansiedad personal y miedos que son parte de nuestra vida cotidiana, pero si la ansiedad y los miedos son permanentes y abrumadores e interfieren de forma drástica en la vida cotidiana de forma desproporcionada y demasiado prolongada, constituye una ansiedad patológica o anormal. […], Es importante entender la ansiedad como una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Así, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día.” (Fernández 2012, p. 467) Es muy importante, tener un escucha y observación clínica ya que de esto dependerá nuestra entrevista con el sujeto, y tener un cuadro diagnóstico en la que podamos intervenir con medicamento o usar una terapia conductual. Los problemas de la ansiedad pueden estar asociadas a diferentes orígenes: cardiovascular, endocrinológicos, intoxicaciones, alteraciones metabólicas, hematológicas y problemas de respiración como el asma. En los siguientes diagnósticos nos ara comprender como esta estructurado el cuadro de trastorno de la ansiedad: (GPC. Guía de Práctica clínica 2010) Los síntomas físicos más notable, en personas que padecen ansiedad son: aumento de la tensión muscular, mareos, sensación de cabeza vacía, sudoración, hiperreflexia, fluctuación de la presión arterial, palpitaciones, sincopé, taquicardia, parestesia, molestias digestivas, aumento de frecuencia cardiaca y urgencias urinarias, diarrea. En los síntomas psíquicos (cognitivos, conductuales y afectivos) predominantes son: intranquilidad, inquietud, nerviosismo, preocupación excesiva y desproporcionada, miedos irracionales, ideas catastróficas, deseo de huir, temor a perder la razón y el control, sensación de muerte inminente. La entrevista clínica será de vitalidad importancia para poder hacer un diagnóstico. Los instrumentos o escalas se utilizarán para complementar la valorización, son preferibles aquellos cuestionarios breves, fáciles de manejar e interpretar como la Escala de Hamilton para Ansiedad (HARS) y el inventario de Ansiedad de Beck (BAI). Todo paciente con síntoma de ansiedad; y una vez descartados otros padecimientos médicos, incluido otros psiquiátricos, el uso de medicamentos y sustancias psicoactivas que cursan con estos síntomas, deberá clasificarse de acuerdo a criterios específicos de CIE 10. Incluir en la historia clínica del paciente antecedentes personales de: uso de alcohol, tabaco, cafeína, fármacos, sustancias psicoactivas, presencia de enfermedades orgánicas conocidas y acontecimientos vitales estresantes (vinculados a la historia familiar, laboral y social del paciente. Si bien, existe características de como detectar un cuadro diagnóstico, esto no es del todo perfecto ya que hasta ahora no se ha logrado crear pruebas de laboratorio o gabinetes capaces de diagnosticar un trastorno de ansiedad o tipificarlo, su utilidad, este sólo se puede logar con una observación y escucha clínica. En otros estudios del psicoanálisis la ansiedad, angustia, desesperación son originados por el “afecto”, ya que esto esta reprimido por el mandato del SUPERYO, que el YO es el encargado de reprimir esas cargas pulsionales del ELLO, lo cual causa malestares que surgen del mundo interno del sujeto hacia lo externo. Según Freud la angustia emergente como señal de peligro, que aqueja la voluntad del YO, que el sujeto no puede llegar a dominarlo. (Bauab 2003, p. 1) “Lacan, por su parte diría que por las vías de lo simbólico y del significante. Lo real que la angustia traduce se presenta en las encrucijadas más complejas de la clínica. […] sin embargo, no siempre la calidad del afecto que se presenta propicia una pregunta fecunda, no siempre descubre qué clase de objeto retiene el sujeto, no siempre señala en el YO por donde se anuncia la amenaza, no siempre establece el pasaje de un tiempo gozoso a otra recuperación del deseo, subjetivo”. Concerniente a lo citado todo significante esta en lazado a otro significante, lo cual hace que el sujeto tenga un referente del gran Otro lo cual causa problemas con el otro semejante del mundo externo. Diagnóstico diferencial En el caso de los trastornos de ansiedad, puede ser de diferente índole: neurobiológico y psíquico, estas alteraciones pueden ser de índole, de las alteraciones del circuito cerebral, como de las alteraciones pulsionales del aparato psíquico. Quizá los circuitos emocionales más estudiados fueron por los neurobiológicos a través de las resonancias magnéticas y las neurociencias cognitivas. Según (Martínez 2011, pp. 102-103) Trastorno de ansiedad generalizado se caracteriza por la excesiva ansiedad persistente durante los seis meses, donde puede asociarse con tres tipos de síntomas: inquietud, fatigabilidad, tensión muscular y alteraciones del sueño. Trastorno por estrés postraumático se puede inferir que el sujeto a estado expuesto a un acontecimiento altamente traumático en que estuviera amenazado su integridad física. El síntoma puede ir aumentando por la actividad exagerada y sobre saltado de estímulos. Trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por actos de sobre valorización e impulsos recurrente al: pensamiento, imágenes recurrentes y la compulsiva repetición de actos ritualistas. Fobia social que recurre a frecuentes situaciones sociales o actuaciones en público en las que las personas se ven expuestas a personas que no son del ámbito familiar, o situaciones de vergüenza o embarazosas. Fobia especifica, temor persistente o irracionalmente, que desencadena por la presencia de objetos o animales. Como también a ciertos eventos contingenciales. Debido a una enfermedad médica, son características de alguna enfermedad subyacente. Ansiedad por sustancias, toxicas como ser el alcohol, droga, etc. Trastorno de pánico Este trastorno es más recurrente en psiquiatría por lo que su observación y tratamiento son mucho mas clínicos, como también se pueden observar en los hospitales generales sobre todo en, emergencias, donde se puede observar como el paciente padece miocardio. Los trastornos de pánico se inician entre los 18 años de edad y la agorafobia a los 17 años de edad, de las cuales se caracterizan por 3 componentes: Crisis de angustia recurrentes Inesperadas Ansiedad anticipatoria de volver a presentar otra crisis. Estas crisis de ansiedad se caracterizan por episodios súbitos de ansiedad intensa, que pueden durar una hora intensa, alcanzando su máxima expresión en los primeros 10 minutos acompañados por síntomas somáticos, como palpitaciones y sensación de falta de aire. VI. ETIOLOGIA DE LOS TRASTORNOS DE ANSIED En la antigüedad los trastornos de ansiedad solían considerarse relacionados exclusivamente con conflictos intrapsíquicos. Actualmente se acepta que en su origen participan factores biológicos, psicodinámicos, sociales, traumáticos y de aprendizaje. Muchos de los trastornos tienen su origen en anormalidades neuroquímicas influenciadas genéticamente; otras están asociadas a conflictos intrapsíquicos o se pueden explicar mejor por el efecto de estresores o conductas aprendidas; sin embargo, es la combinación de estos factores lo que más cercanamente se encuentra en su etiología. Factores biológicos predisposición genetica Una vulnerabilidad biológica primaria condicionada genéticamente se ha encontrado en la mayoría de los trastornos de ansiedad pero con mayor contundencia en el trastorno por pánico que puede ser que exista una disminución de la eficacia de la alta 2=adrenérgicas de la neuronas neuradenergica de locus y otros arias del cerebrales y de otros neurotransmisores, trastorno obsesivo compulsivo y fobia social. Los parientes de los pacientes con trastorno por pánico tienen entre cuatro a siete veces más probabilidades de presentar el trastorno. La tasa de concordancia del trastorno obsesivo compulsivo es superior en los gemelos homocigotos que los dicigotos. Los parientes de primer grado de pacientes con fobia social tienen más probabilidades de padecer el trastorno (DSM; IV). Existen considerables evidencias farmacológicas, electrofisiológicas y conductuales que apoyan la hipótesis de que las neuronas noradrenérgicas centrales son neurosustratos esenciales para un sistema de alarma implicado en la ansiedad, los modelos experimentales inducidos por drogas no están totalmente claros y no sabemos si reproducen exactamente la experiencia de los sujetos ansiosos. Así, la administración de drogas estimulantes del simpático provoca una sintomatología somática similar a la que experimentan las personas con ansiedad. Factores psicosociales: Los estresores psicosociales juegan un papel muy importante en muchos de los trastornos de ansiedad, como factores precipitantes, agravantes o causales. Los problemas de relaciones interpersonales, académicas y laborales, amenazas de pérdidas, necesidades sociales y económicas apremiantes, cambios en el sistema de vida, etc. se asocian en la producción de los trastornos de adaptación de tipo ansioso y de la ansiedad generalizada. Factores traumáticos: Enfrentar acontecimientos traumáticos fuera del rango de la experiencia humana normal, como accidentes graves, desastres, asaltos, violaciones, torturas, secuestros, etc., suelen provocar serios daños biológicos cerebrales que se asocian a síntomas graves de ansiedad, como es el caso del estrés agudo y del trastorno de estrés postraumático. Factores psicodinámicas: La ansiedad se considera como la respuesta individual a un peligro que amenaza desde dentro en forma de un impulso instintivo prohibido que está a punto de escapar del control del individuo (Kaplan). La ansiedad como señal de alarma provoca que el "yo" adopte medidas defensivas. Si las defensas tienen éxito la ansiedad desaparece y si no sale libremente o se contiene, según el tipo de defensa empleada, puede presentar síntomas conversivos, disociativos, fóbicos, y obsesivo compulsivos (Kaplan). Se ha visto que los pacientes con trastornos de ansiedad, previo a la primera crisis, presentan conflictos por amenaza o pérdida de una relación afectiva y que a la vez se asocia al antecedente de separación. Psicología de la ansiedad: Trastornos de ansiedad y modelos de condicionamiento La terapia de conducta se ha ocupado con frecuencia desde la perspectiva de los modelos de condicionamiento de la etiología de los trastornos fóbicos, y mucho menos, sin embargo, de la de los trastornos de pánico y de ansiedad generalizada. En relación con estos últimos trastornos, que según se ha señalado con frecuencia carecen de estímulos específicos que desencadenen el cuadro clínico, se ha conseguido recientemente identificar muchos estímulos internos y externos que este tipo de pacientes tiende a evitar decía (Vásquez-Barquero). Bases psicológicas de la ansiedad: Trastornos de ansiedad y modelos de condicionamiento La terapia de conducta se ha ocupado con frecuencia desde la perspectiva de los modelos de condicionamiento de la etiología de los trastornos fóbicos, y mucho menos, sin embargo, de la de los trastornos de pánico y de ansiedad. Según el psicoanálisis: Freud consideró a la angustia como una respuesta a peligros externos («realista u objetiva») o internos («neurótica»). Según una primera explicación, tales peligros sobrenadarían al individuo produciendo una descarga en forma de angustia [ Freud 1894), cuando mantenía el llamado modelo económico del psiquismo, consideró que la neurosis de angustia sería causada por una insatisfacción de la libido que, al no encauzarse naturalmente en el acto sexual (por abstinencia o coitus interruptus), derivaría hacia la formación de angustia. Hacía así una descripción etiológica de la angustia, recogiendo, de alguna manera, las concepciones de la llamada «teoría espinal de la neurosis», que suponía la existencia de trastornos funcionales en la médula espinal. La angustia según Melanie Klein Entre los discípulos de Freud es, sin duda, Melanie Klein quien propone teorías más originales respecto de la ansiedad. Para ella, el yo inmaduro del bebé está expuesto a la ansiedad provocada por la polaridad innata de los instintos (de vida y de muerte). Modelo conductual: Los trastornos del comportamiento están provocados por algún tipo de condicionamiento o aprendizaje en forma de respuestas emocionales condicionadas (Wolpe, 1958) y que la terapia de conducta no hace sino desarrollar un programa de intervención (descondicionamiento, contracondicionamiento o reaprendizaje) coherente con el conocimiento de estas causas ( Eysenk y Martin, 1987). Por lo que a los trastornos fóbicos y de ansiedad se refiere, se ha atribuido al modelo de condicionamiento clásico la responsabilidad de adquisición de los mismos. El experimento de Watson y Rayner (1920), para inducir una respuesta emocional condicionada es limitarse a la descripción de las leyes universales del aprendizaje (del tipo de la «ley del efecto» de Thorndike). De ahí que se haya comenzado a atender, ya en la década de los setenta, desde el campo de la psicología (y no sólo desde el de la etiología, corno ocurría hasta entonces) a las fronteras biológicas y a las diferencias interespecíficas en el aprendizaje y se hayan formulado los conceptos de prepotencia (Marks, 1969) referido a las fobias humanas o de preparación (Seligman, 1971) referido al aprendizaje en general.