Harold E Pleitez Guerra M.A. La teoría que se teoriza axiomáticamente El constructo de teoría afecta los estudios literarios en lo tocante a la crítica, su propia conceptualización y la interpretación del sentido de la conceptualización de la literatura. De naturaleza compleja, ambigua y multifacética, la teoría ofrece un compendio de construcciones eclécticas que constantemente renuevan y cuestionan al hecho literario. La diversidad de escuelas y corrientes que se relacionan con la literatura la obligan a crear paradigmas nuevos o a retomar interpretaciones pasadas que vuelven a problematizar lo que se daba por sentado. El trasfondo de la teoría es ofrecer una interpretación que cuestione el sentido común y genere un análisis apegado a descubrimientos actualizados. Dicho ejercicio epistemológico pone en evidencia que el conocimiento es dinámico, complejo y que desafía a literatos y críticos por igual. Cada campo de estudio aporta una conceptualización teórica válida de considerarse, pues otorga un acercamiento a la realidad que pone en duda el fundamento de prácticas y quehaceres académicos de premisas cualesquiera. El constructo de teoría no se enmarca en el de la teoría literaria per se, sino que constituye una miscelánea de aproximaciones teóricas cuyos aportes se prestan para la lectura de construcciones axiomáticas que renuevan la interpretación del hecho literario. En este sentido es positivo, no obstante, la limitante de la falta de sistematización en sus cuerpos teóricos, dado que ahora es casi imposible abarcar al unísono un cuerpo teórico tan vasto y ecléctico. Las escuelas y corrientes teóricas tienen un desafío de constante actualización; un claro fenómeno propio del posestructuralismo y de interpretación sígnica —en términos semióticos— de la modernidad. Foucault y Derrida son muestra de ello. Por un lado, el aporte foucaultiano propone un entramado de cuestionamientos que filtran los campos del saber supeditándolos a relaciones de poder. En este sentido, dirá Foucault, no existe una verdad absoluta, sino propuestas que enlazan un común denominador: una explicación viable para justificar su accionar. El poder eclesiástico, el económico, el epistemológico, el literario, entre 1 Harold E Pleitez Guerra M.A. otros, claramente estructuran —mediante sus prácticas discursivas— aquello que precisamente pretenden conceptualizar y replicar. Por otro, la visión derridiana establece dualidades, binomios, antítesis, juicios y categorizaciones que se encuadran dentro de la lógica de la suplementariedad. Su concepto de deconstrucción, una estrategia de lectura que cuestiona la racionalidad occidental, resulta importante porque la escritura interpreta lo metafísico del binomio de oposición presenciaausencia. El pensamiento se estructura para alcanzar el valor de una postura conceptual, puesto que lo que se considera único no lo es: en realidad se deviene de un resultado de diferencias anteriores (logocentrismo). Por lo tanto, la teoría es una aproximación para enfrentarse al pensamiento moderno y problematizar cuerpos teóricos eclécticos. Pese a que esta dinámica no es exclusiva de la literatura, sino de todo saber racional, los textos literarios y su teorización adquieren sentidos diversos y con valores epistemológicos que representan un desafío teórico para la academia. 2