lOMoARcPSD|5536773 Reseña modernidad e identidad del yo Sociología especial: Sociología del Arte (Universidad Nacional de Colombia) StuDocu no está patrocinado ni avalado por ningún colegio o universidad. Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 Modernidad reciente y construcción de la identidad del yo: consideraciones de la dialéctica entre individuo y sociedad Ana Maria Amaya Forero Sebastián Mejía Ortiz y oigo una voz que dice sin razón, vos siempre cambiando ya no cambias más y yo estoy cada vez más igual, ya no sé que hacer conmigo Cuateto de nos, “Ya no sé que hacer conmigo” (fragmento)1 Contemplación metodológica y esclarecimientos conceptuales En esta reseña buscamos analizar el libro Modernidad e identidad del yo; El yo y la sociedad en la época contemporánea, escrito por Anthony Giddens y publicado en 1991. Como una breve contextualización respecto al autor, podríamos decir de Anthony Giddens que, nació en Emoton, Londres en 1938. Perteneciente a una familia de clase media. Realizó sus primero estudios en la universidad de Kingston upon Hull en 1959, posteriormente desarrolló su maestría en la London School of Economics and Políticas Science y por último su doctorado La canción “Ya no sé que hacer conmigo” hace parte del álbum “Raro” lanzado en el año 2006 por la agrupación uruguaya de rock alternativo, Cuarteto de nos. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=y9LlnLTH87U 1 1 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 en la universidad de Cambridge. Vale la pena resaltar que trabajó en la universidad de Leicester donde conoce a Norbert Elias. Anthony Giddens, es uno de los sociólogos más importantes en el mundo contemporáneo. Reconocido especialmente por la teoría de la estructuración, junto con la mirada holística que da a las sociedades modernas. Durante el análisis del texto, identificaremos los elementos conceptuales fundamentales que lo componen, junto con la interrelación que estos guardan entre sí; las hipótesis planteadas por el autor, los cuestionamientos que se realiza y las tensiones allí presentes dentro de las cuales se desarrollan los conceptos. Lo que nos permitirá esclarecer la intentio auctoris y la intentio operis expresas en la obra. Así mismo buscaremos construir un entramado intertextual con diferentes autores. Además nos cuestionarnos respecto a ¿Si los postulados que Giddens realiza en su libro, tienen vigencia en la actualidad? Para dar respuesta a esta pregunta, intentaremos poner en evidencia diferentes ejemplos de la realidad contemporánea, resaltando los puntos donde haya congruencia, entre las situaciones que experimentamos en la cotidianeidad y las características de la modernidad que Giddens establece, como también resaltando las incongruencias que puedan existir entre estos. Durante la introducción Giddens esclarece conceptualmente, varios términos fundamentales que se presenta a lo largo del texto. El autor comienza su disertación, con un fuerte postulado, donde afirma, que la modernidad altera la naturaleza de la vida social y cotidiana. Esto se ve expreso en tanto, las instituciones de la modernidad, se entretejen con la vida individual, es decir con el yo. Del mismo modo, identifica un rasgo fundamental de la modernidad: la interconexión entre la extencionalidad e intencionalidad, lo que corresponde a las influencias universalizadoras y las disposiciones personales. A partir de esto, plantea el intento operis: “El propósito de este libro es analizar la naturaleza de estas interconexiones y proporcionar un vocabulario de conceptos para reflexionar sobre ellas.”2 GIDDENS, Anthony. “Modernidad e identidad del yo”.Barcelona: Ediciones Península. 1991. pp 9. 2 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) 2 lOMoARcPSD|5536773 Sin embargo, hay que tener en cuenta que el enfoque principal del texto, recae sobre el yo, y sus nuevos mecanismos de identidad, los cuales son modelados por las instituciones de la modernidad. Sin dejar de lado el hecho de que el yo no es una entidad pasiva, por lo cual los individuos pueden intervenir en las influencias sociales, las cuales tienen implicaciones de carácter universal. Aquí el autor comienza a esbozar una de las tensiones transversales al libro, la tensión Individual-Universal. Y en este orden de ideas el autor plantea la intentio auctoris, no dice: “Intento identificar algunos rasgos estructurales del núcleo de la modernidad que interactúan con la reflexividad del yo”3. Otro rasgo característico de la modernidad, que plantea el autor, es el hecho de que esta modernidad, institucionaliza el principio de duda radical. Lo que en consecuencia, hace que todo conocimiento adopte forma de hipótesis, siendo susceptible a, revisión continua y a la posibilidad de que sean abandonadas en cualquier momento. Dos conceptos esenciales, son la confianza y el riesgo. Por un lado, la confianza se entiende como un fenómeno crucial para el desarrollo de la personalidad y está vinculada a la obtención de un sentimiento de seguridad ontológica (concepto de suma importancia que desarrollaremos a profundidad más adelante). Este elemento de la confianza, define al yo en sus relaciones con su realidad cotidiana, es a la vez un medio de interacción con los sistemas abstractos que vacían la vida cotidiana de su contenido tradicional y paralelamente ejercen influencias universalizadoras. Por otro lado, hay que reconocer que la modernidad es una cultura de riesgo. El análisis del riesgo es esencial para valorar, hasta donde es posible que los proyectos difieran de los resultados previstos. Esta valoración del riesgo, suscita a la precisión y a la cuantificación, sin embargo esta es imperfecta por naturaleza. La modernidad cumple con la característica de introducir nuevos parámetros de riesgo, que son consecuencia del carácter universalizante del sistema social de la modernidad. Estos nuevos parámetros de riesgo, contienen un elemento que los ubica dentro de la época de la modernidad, nos referimos a la influencia de acontecimientos distantes sobre suceso próximos o sobre la intimidad del yo. Ibídem pp 10. 3 3 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 Como último elemento de la introducción, queremos resaltar, la importancia que adquiere la noción de estilo de vida para la vida social moderna. “A medida que la tradición pierde su imperio y la vida diaria se reinstaura en función de la interrelación dialéctica entre lo local y lo universal, los individuos se ven forzados a elegir estilos de vida entre una diversidad de opciones”4 . Con esto vemos que la elección de un estilo de vida, es de suma importancia para la constitución de la identidad del yo. Además este concepto está ligado a la ponderación de los riesgos: “La planificación de la vida, organiza de forma refleja y que presupone normalmente una ponderación de los riesgos filtrada por el contacto con el conocimiento de los expertos, se convierte en un rasgo general de la estructuración de la identidad del yo” 5 . Transformaciones de la vida cotidiana, consecuencia del dinamismo de la modernidad El autor comienza el desarrollo de su tesis, preguntandose por los problemas personales, los juicios y las crisis personales, las relaciones personales, “¿qué nos dicen y qué expresan acerca del paisaje social de la modernidad?”6. E inmediatamente nos contesta: “Podríamos aceptar que la llegada de la modernidad produce cambios importantes en el entorno social externo del individuo y afecta al matrimonio y a la familia así como a otras instituciones; [...] Pero, ¿no será más bien lo contrario? En efecto, las circunstancias sociales no están separadas de la vida personal ni constituyen un medio externo en ella. Al luchar con sus problemas íntimos, los individuos ayudan activamente a reconstruir el universo de la actividad social que los rodea.”7 4 5 Ibídem Idem. pp 14. Ibídem pp 23 6 7 Idem 4 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 Este postulado de Giddens hace referencia nuevamente a la tensión individuo-sociedad, casi que respondiendo la pregunta ¿Es la sociedad quien determina al individuo o por el contrario el individuo determina al universo social?. Primero propone que la modernidad tiene las facultades para influir, el entorno en que nuestra vida cotidiana se desarrolla, al punto de generar una afectación sobre las instituciones firmemente consolidadas como el matrimonio y la familia, entre otras. E inmediatamente en seguida lo plantea en el sentido completamente contrario, afirmando que en tanto los seres humanos estamos resolviendo las dificultades de la vida cotidiana, paralelamente construimos lo que él llama universo de la actividad social. Vemos aquí un indicio de lo que desarrolla en su teoría de la Estructuración donde son los actores sociales quienes en el marco de su acción generan prácticas recurrentes que dan origen a las estructuras, que a su vez se vuelven parte de la seguridad ontológica del individuo, al tiempo que lo constriñen. Giddens analiza esta afirmación, en relación con los resultado y el análisis del estudio sociológico Second Chance, realizado por Wallerstein y Blakeslee. En el cual se hacen expresos los procesos relativos al matrimonio y al divorcio. Lo que el autor retoma, con el objetivo de visualizar un fenómeno sociológico de la modernidad, la naturaleza mudable de aquellas familias donde algunos de los miembros no comparten grado alguno de consanguinidad. De la cual nos dice que, se encuentra construida debido a la reestructuración de los lazos matrimoniales tras un divorcio; resaltando el hecho de que esta situación puede generar dificultades psicológicas. Sin embargo no deja de lado, que esta situación brinda al individuo, la oportunidad de nuevas formas de relación satisfactoria. A partir de esto comienza a desarrollar el concepto de angustia, de la cual nos dice que se presenta como el correlato natural de cualquier tipo de peligro, lo que cumple la función de generar respuestas adaptativas u tomar iniciativas nuevas. Ante esto el autor se pregunta “¿Hasta qué punto son nuevas estas angustias, peligros y oportunidades? ¿En qué sentido están influidas de manera clara por las instituciones de la modernidad?”8 Preguntas que abordaremos más adelante. 8 Ibídem pp 25 5 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 Ahora en cuanta a unas consideraciones generales respecto a la modernidad, Giddens nos dice que, la modernidad es un término para referirse a las instituciones y modos de comportamiento impuestos en Europa posteriores al feudalismo. Además resalta como, durante el siglo XX el concepto adquirió un carácter histórico mundial. Este concepto de modernidad, es equivalente al concepto de mundo industrializado, entendiendo la industrialización como las “relaciones sociales que lleva consigo el empleo generalizado de la fuerza física y la maquinaria en los procesos de producción.”9 Esta es uno de los ejes institucionales de la modernidad, junto con el capitalismo, el cual comprende un sistema de producción de mercancías, dentro del cual se encuentran los mercados de productos competitivos y la transformación en mercancía de la fuerza de trabajo. También, es importante resaltar cómo la modernidad genera formas sociales específicas, dentro de las cuales resalta el Estado Nacional, una entidad sociopolítica, que posee formas específicas de territorialidad y capacidades de vigilancia y que a su vez, monopoliza eficazmente el control sobre los medios de coacción. Ahora abordaremos la característica esencial, que identifica a la época moderna. Con esto nos referimos al dinamismo de la modernidad, este se identifica por el aumento en la rapidez de los cambios sociales. “¿Cuál es la explicación del carácter singularmente dinámico de la vida social moderna?”10 Respecto a esta pregunta, podríamos identificar tres elementos, la separación entre el tiempo y el espacio, el desenclave de las instituciones sociales y la reflexividad generalizada. A continuación desarrollaremos cada uno de ellos. En el proceso de la separación entre el tiempo y el espacio, ambos conceptos se encuentran desarticulados de una localización específica. Esta separación, supone el desarrollo de una dimensión de tiempo vacía. La expresión de este proceso en cuanto al tiempo, fue la creación y difusión globalizada del reloj mecánico, y respecto al espacio el correlato simbólico corresponde a la invención y difusión del mapamundi. Este proceso de vaciamiento del tiempo y el espacio se desarrolla de manera dialéctica. Eso quiere decir que en medio de las circunstancias sociales estructuradas por esta separación son posibles muchas formas de tiempo vivido. Esto permite la recombinación de estos elementos, el espacio y el tiempo, que 9 Ibídem pp 26 Ibídem pp 28. 10 6 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 permiten coordinar actividades sociales, sin la referencia a las particularidades de la localización. El segundo elemento, el desenclave de las instituciones sociales, está íntimamente ligado con la separación entre el tiempo y el espacio: “la «extracción» de las relaciones sociales de sus circunstancias locales y su rearticulación en las regiones espaciotemporales indefinidas. Esta «extracción» es exactamente lo que quiero decir con el concepto de desenclave, que explica la tremenda aceleración del distanciamiento en el tiempo y el espacio introducido por la modernidad”11 Existe entonces, dos tipos de mecanismos de desenclave, las señales simbólicas y los sistemas expertos, a los que se puede hacer referencia en conjunto como sistemas abstractos. Por un lado entonces las señales simbólicas son exactamente, los medios de cambio de valor estándar, lo que los hace intercambiables en un sin número de circunstancias. El ejemplo que el autor plantea es el dinero, expresando como este deja en suspenso el tiempo y el espacio, en tanto es un medio de crédito, junto con el hecho de que su valor normalizado, abre la posibilidad de transacciones entre individuos que nunca se encuentran físicamente. Los sistemas expertos también dejan en suspenso el tiempo y el espacio, con la diferencia de que estos lo hacen al emplear modos de conocimiento técnico, los cuales a la vez impregnan todos los aspectos de la vida social en condiciones de modernidad. Estos se ven extendido hasta las relaciones sociales y a la intimidad del yo. Algunos de los sujetos claves que Giddens propone en relación con estos sistemas son el médico, el asistente social, el psicoterapeuta, el científico, el técnico o el ingeniero. Estos sistemas expertos, dependen de un concepto que desarrollamos anteriormente, la confianza. Los mecanismos de desenclave, cuentan con la capacidad de establecer zonas extensas de relativa seguridad, en el ámbito de la actividad social diaria. Sin embargo, estos mecanismos de desenclave, generan nuevos riesgos y peligros, con la característica esencial, de que estos no se limitan al ámbito local, sino que por el contrario pueden ser de carácter mundial y globalizado. 11 Ibídem pp 30. 7 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 En tercer lugar se encuentra la reflexividad generalizada, de la cual el autor nos dice: “La reflexividad de la modernidad se refiere al hecho de que la mayoría de los aspectos de la actividad social y de las relaciones materiales con la naturaleza están sometidos a la revisión continua a la luz de nuevas informaciones o conocimientos. Esta información o conocimiento no es algo accesorio en las instituciones modernas sino constitutivo de ellas”12 Este elemento nos resulta altamente preocupante, debido a que trae consigo, la dificultad respecto a la certeza del conocimiento, llegando incluso a perforar los terrenos más nucleares del conocimiento. Esto supone un problema para la producción de conocimiento sociológico válido. Estos tres elementos del dinamismo de la modernidad, la reorganización del tiempo y el espacio, los mecanismos de desenclave y la reflexividad, suponen propiedades universalizadoras, las que recurre a la tensión presencia-ausencia. Esta característica de la modernidad, la universalización, corresponde al entrelazamiento de acontecimientos y relaciones sociales a distancia con los contextos locales. Además este fenómeno tiene la característica, de que nadie puede desentenderse de las profundas transformaciones que afecta la vida cotidiana. Estos cambios se caracterizan por la automatización de aspectos de la vida cotidiana, automatización que prescinde de las habilidades del individuo. Por lo cual estos cambios están en función de los mecanismos de desenclave. El autor ahora nos habla de la mediación de la experiencia humana, la cual se encuentra mediada por la socialización y por la adquisición del lenguaje. Este elemento del lenguaje está ligado a la memoria, y juntos están conectados a la rememoración.individual y en la institucionalización de la experiencia colectiva. En cuanto a esto, los medios de comunicación han tenido un impacto significante en el desarrollo social. Los medios de comunicación modifican el espacio y el tiempo, sin embargo este cambio no depende del contenido de los mensajes, sino de la forma y modos de reproducción de estos. En este punto 12 Ibídem pp 33. 8 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 Giddens realiza una reconstrucción histórica de los medios de comunicación, haciendo referencia a los papiros, a la imprenta y a los diarios de noticias resaltando su carácter fundamental para la separación del espacio tiempo. hasta llegar a los medios electrónicos especialmente a las imágenes. El autor afirma que las imágenes visuales (dentro de donde se encuentra la televisión, el cine y el video), son redes de experiencia mediada inalcanzables para la palabra impresa. Estos son medios de expresión y a la vez instrumentos de las tendencias al desenclave. Aquí Giddens resalta dos rasgos de la experiencia mediada en las condiciones de modernidad. El primero es el efecto collage, lo que hace referencia, a cuando el suceso se impone completamente a la localización, la forma en que los medios lo presenta, adopta una forma de yuxtaposición de relatos y materiales que comparte tan solo su carácter cronológico y secuencial. El segundo rasgo, corresponde a la intromisión de sucesos distantes en la conciencia cotidiana. Esta familiaridad generada por la experiencia mediada, crea sentimientos de inversión de la realidad. Esto se debe a que en condiciones de modernidad los medios no reflejan realidades, sino que por el contrario ellos las configuran. Ahora retomaremos un concepto mencionado anteriormente, resaltando el hecho relativo a que, en condiciones de modernidad el riesgo se ha convertido en elemento fundamental, ligado al hecho de que la ciencia y la tecnología crean nuevos parámetros de riesgo y peligro, sin dejar de lado que también ofrece posibilidades beneficiosas para la humanidad. Entonces, el autor retoma el concepto de Ulrich Beck, que califica a la modernidad como sociedad de riesgo, vivir en sociedad de riesgo, significa vivir con una actitud de cálculo hacia las posibilidades de acción. Esto nos indica el carácter contrafáctico de la actividad social moderna, entendiendo contrafáctico como, acontecimientos que no han sucedido en el universo actualmente observable, pero que podrían o pueden ocurrir. La atención a las posibilidades contrafácticas es intrínseca a la reflexividad en el terreno de la evaluación de riesgos. Esto se ve reflejado en las instituciones modernas, donde el ejemplo más claro son los seguros. En cuanto a esto el autor se pregunta: 9 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 “¿Por qué la evaluación del riesgo y la tendencia al pensamiento contrafáctico había de ser especialmente significativa en la vida social moderna por comparación con los sistemas premodernos?[...]¿Hay en la modernidad algo específico en lo referente a la confianza y los sistemas abstractos?”13 En cuanto a estas cuestiones, se dan diferencias importantes entre la generalidad de los sistemas premodernos y las instituciones de la modernidad. Respecto a la segunda pregunta, las diferencias residen en el alcance general de los sistemas abstractos y en la naturaleza de las relaciones entre conocimiento técnico y conocimiento no especializado. En cuanto a una comparación entre los sistemas premodernos y modernos, centrados en el conocimiento técnico, podríamos decir, que el conocimiento profesional de las culturas premodernas depende de procedimientos y formas simbólicas que se oponen a una codificación explícita. En tanto a los sistemas modernos, los aspectos esotéricos de la profesionalidad, a diferencia de los sistemas premodernos, no tienen nada que ver con su inefabilidad, por otra parte dependen de la combinación de entrenamiento y especialización prolongada. La especialización es la clave de los sistemas modernos abstractos. Esto nos dice que la combinación entre la especialización y el pensamiento contrafáctico, unido al concepto de riesgo es tan importante en condiciones de modernidad. En cuanto a la relación entre la modernidad y la identidad personal, el autor señala su característica dialéctica, “En mi opinión, las transformaciones en la identidad del yo y la mundialización son dos polos de la dialéctica de lo local y lo universal en las condiciones de la modernidad reciente”14. El autor contrapone una de las principales tensiones del libro entre lo local y lo universal, con la construcción de la identidad del yo y la mundialización que caracteriza la modernidad. Lo que quiere decir que los cambios en los aspectos de la vida personal están ligados al establecimiento de vínculos sociales de un amplio alcance. Posteriormente a todo este análisis Giddens hace una afirmación muy contundente. 13 14 Ibídem Ibídem pp 45. pp 48. 10 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 “el grado de distanciamiento espaciotemporal introducido por la modernidad reciente se halla tan extendido que, por primera vez en la historia de la humanidad, el «yo» y la «sociedad» está interrelacionados en un medio mundial”15 Con esto el autor está señalando que la modernidad, a través de su dinamismo, que implica separación espacio tiempo, mecanismos de desenclave y reflexividad, traspasa la tensión entre el yo y la sociedad, exponiendolos como interrelacionados en un medio mundial. Seguridad Ontológica Uno de los conceptos de mayor potencia en el desarrollo teórico de Giddens ha sido el de seguridad ontológica, concepto del que hace una explicación detallada en la obra objeto del presente documento, Modernidad e Identidad del yo, que es también uno de los elementos alrededor de los que construye su teoría de la Estructuración, ya que entorno a esta se fundamentan y adquieren sentido las prácticas recurrentes que dan forma a las estructuras. La seguridad ontológica en gran medida, define al yo en sus relaciones con la realidad cotidiana, se constituye como un elemento protector, de cara a ciertas situaciones que siendo generadoras de tensión y de duda, imprimirían en el individuo sentimientos de enclaustramiento y parálisis de voluntad, de no ser por la seguridad ontológica. Este concepto puede ser comparado con el concepto de actitud natural de la fenomenología social usado por Shutz y Luckman16 un estado en el que “siempre me encuentro en un mundo que presupongo y considero evidentemente «real». Nací en él y presupongo que existió antes de mi. Es el fundamento incuestionado de todo lo dado en mi experiencia”17 es por tanto, el ámbito donde tiene lugar el desarrollo de la conciencia práctica que dentro de la separación entre niveles de conciencia en, conciencia discursiva y conciencia práctica, que hace Giddens, es esta última “el ancla cognitiva y emotiva de los sentimientos de seguridad ontológica”18 Idem ALFRED, Schutz; LUCKMANN, Thomas. Las estructuras del mundo de la vida. Amorrortu editores. Buenos Aires, 1977. 17 Ibidem pp 25 18 Idem 15 16 11 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 Lo anterior quiere decir, en otras palabras que la pérdida de la seguridad ontológica (el caos) por un tiempo prolongado es equivalente a “la pérdida de sentimiento de la realidad misma de las cosas y de las demás personas”19. Giddens califica este sentimiento de realidad compartida como algo tenaz y frágil a un tiempo pues “Para vivir nuestras vidas damos normalmente por supuestas cuestiones que según han descubierto siglos de indagación filosófica, se derrumban bajo una mirada escéptica”20 Teniendo en cuenta esto, es fácil comprender que la confianza básica obtenida en los primero años de vida y que se ve vinculada con los procesos de formación de identidad del yo, tenga parte importante en la construcción y el mantenimiento de la seguridad ontológica. Nos dice el autor que esta confianza esta relacionada fundamentalmente con la organización interpersonal del tiempo y el espacio, lo que se manifiesta por medio de la ausencia, el espacio potencial, que relaciona al niño y a su cuidador principal, en esta ausencia está implícita la « fé » de que el cuidador ha de regresar y es este espacio potencial que lleva al niño a la captación del principio de realidad, a la vez que a la formación del yo, que parte de la diferenciación con el otro el no yo. Esta relación mutua entre el niño y el cuidador constituye un conjunto de experiencias organizadas en la convención rutinaria que de la mano del sentimiento de seguridad ontológica establece vínculos nucleares entre estos. También debemos tener en cuenta que la comprensión de la realidad no solo hace referencia al simple contexto de la percepción sensorial inmediata, sino a la identidad y el cambio en lo ausente21, el aprendizaje de la realidad tiene su lugar en la experiencia cotidiana por lo que la significación se origina en base a los intercambios entre el actor, los objetos y personas a diario, y es allí donde se da la condición necesaria para adquirir los significados que están presentes en la conciencia práctica. Esto es válido también para la conformación de la GIDDENS, Anthony. “Modernidad e identidad del yo”.Barcelona: Ediciones Península. 1991.pp 52 20 Ibidem pp 53 21 Ibidem pp 60 19 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) 12 lOMoARcPSD|5536773 identidad del yo, que como habíamos dicho antes, se aprende en contraposición con el otro o el «no yo» O desde otra perspectiva, la confianza básica es condicionante en la elaboración de la identidad del yo, así como de la identidad de los otros, en el proceso de conocimiento de la realidad misma. Del otro lado de la cuestión, encontramos la angustia, ésta se entiende en relación con el sistema de seguridad global desarrollado por el individuo, que a diferencia del miedo, no tiene un objeto definido, es un “estado generalizado de las emociones del individuo” mientras el miedo es percibido y causado por una fuente concreta que se fija a un objeto específico. La angustia “ataca el centro del yo una vez establecido un sistema básico de seguridad, lo cual hace tan difícil para el individuo objetivarla”22 nos dice también el autor, en otras palabras que la angustia “es un miedo que ha perdido su objeto debido a tensiones emocionales formadas inconscientemente y que expresan peligros internos más que amenazas externas”. Por tanto esta es capaz de paralizar al individuo frente al devenir de la vida diaria. La seguridad ontológica debe estar en la capacidad de dar respuesta a una serie de cuestiones existenciales capaces de generar angustia en el sujeto. Se entiende por cuestión existencial a una serie de cuestiones ligadas a la naturaleza frágil de la biografía del individuo, “la identidad de una persona no se ha de encontrar en el comportamiento ni en las reacciones de los demás, sino en la capacidad para llevar adelante una crónica particular” 23 deben ser entendidas, como aquellos parámetros de la vida humana, que solo cuando son respondidos permiten salir adelante al actor en el marco de la actividad social. En este sentido el autor identifica cinco cuestiones existenciales, la primera hace referencia a la tensión entre el ser y el no ser, cuestión que cada uno responde en base a las actividades que llevan a cabo día a día, creando puntos de diferencia ontológica que le son útiles para «salir adelante» frente a las situaciones de la vida cotidiana. Ibidem pp. 65 pp. 74 22 23 Ibidem 13 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 La siguiente cuestión existencial abordada por el autor, es la que versa sobre la finitud de la vida humana; el individuo se enfrenta a dos distintas maneras de abordar la muerte, la primera en el aspecto netamente biológico, que al referirse no más que la simple cesación de las funciones biológicas, no representa en sí una lectura problemática, y la segunda es el enfrentarse a la realidad inevitable de la muerte subjetiva, de la cual, al no poder comprenderla por medio de la experiencia, la vemos en base a una incertidumbre absoluta. “Es este sentimiento de finitud lo que nos permite discernir un sentido moral en sucesos que de otro modo serían fugaces, algo que se le negaría a un ser sin horizontes infinitos”24. En tercer lugar está la experiencia de los otros, es decir la forma en que el individuo interpreta las acciones y características de los otros; en este punto se regresa a la aceptación de que los otros participan de la conciencia del yo y por ello la conciencia del yo no tiene primacía sobre la conciencia de los otros, pues “la intersubjetividad no deriva de la subjetividad, sino al contrario”25 es el lenguaje el medio fundamental de acceso a la conciencia del otro y lo posibilita la intersubjetividad. La última cuestión de las enumeradas por Giddens es la referente a la continuidad del yo, en la condición de existencia humana el individuo ha de mantener la persistencia de una personalidad y un cuerpo correspondientes a su yo, lo que en sí mismo presupone elementos de seguridad ontológica y está marcada por un carácter de solidez que le permite al individuo mantenerse en medio de cambios importantes en el medio social, sin estar entrando constantemente en crisis. El nombre, como lo dice Giddens es un elemento primordial para su biografía en lo que coincide con Bourdieu quien en su texto La ilusión biográfica afirma: “El mundo social que tiende a identificar la normalidad con la identidad entendida como la constancia con respecto a sí mismo de (...) un ser inteligible, a la manera de una historia bien construida (...) dispone de toda clase de instituciones de totalización y de unificación del yo. La más evidente es el nombre propio que, en tanto que «designador rígido», según la expresión de Kripke, «designa el mismo objeto en no importa cuál universo posible»”26 Ibidem pp. 69 Ibidem pp. 70 26 BOURDIEU, Pierre. La ilusión biográfica. Acta sociológica, 1997, vol. 1, no 56. 24 25 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) 14 lOMoARcPSD|5536773 Lo que está tras las aficiones de ambos autores es la identificación que hace el sujeto con el nombre como parte de la identidad del yo lo que se refleja la forma en que al componer la vida en forma d e relato se recurre a este para mantener la coherencia lógica del mismo, independientemente de la exactitud entre la sucesión de hechos contada y la sucesión cronológica en que fueron vividos. Esta estructura expresada en el lenguaje sobre sí mismo, también cumple una función de desenclave al ser vigente en distintos segmentos del espacio-tiempo en que transcurre la historia de vida el individuo. Tenemos pues, en pocas palabras que, la seguridad ontológica es el "sentimiento de continuidad y orden en los sucesos, incluidos aquellos que no caen directamente dentro del entorno perceptivo del individuo27" y que es a su vez el fundamento básico en el que el individuo construye su identidad a partir de la seguridad de su existencia en el mundo, de la realidad de su ser y de la existencia de la identidad de los otros; paralelamente encontramos el contexto global de la modernidad como fuerza estructural que influye inevitablemente el proceso de construcción de la seguridad ontológica tanto como la constitución propia de la identidad de los actores. En ese sentido al reconocer las características actuales del devenir modernizador, íntimamente ligado al rápido avance técnico y tecnológico que ha llevado a investigadores como Gil Calvo28 a calificar esta época como la caracterizada por el cambio, hablamos pues de una realidad cotidiana de inmanente transmutación, en la que los individuos se ven sujetos a este en la construcción de su biografía. En las décadas recientes este acelerado devenir se ha llegado a ser no solo la base en la que se constituyen la experiencias de vida en las que cobre sentido el yo, sino también hablamos de una dinámica que se ha interiorizado en los sujetos, el dinamismo de la modernidad se traduce entonces en el dinamismo del sujeto moderno, es entonces natural sentir el expreso temor a lo fijo, a la inactividad. GIDDENS, Anthony. “Modernidad e identidad del yo”.Barcelona: Ediciones Península. 1991.pp295 27 28 GIL CALVO, Enrique. Nacidos para cambiar. C ómo construimos nuestras, 2001. Descargado por yanina marozzi ([email protected]) 15 lOMoARcPSD|5536773 Ya lo expresaba decadas atras Mary Shelley en su obra Frankenstein, (que llegaría a ser calificado como el mito moderno) “Nada hay más doloroso para el alma humana, después de que los sentimientos se han visto acelerados por una rápida sucesión de acontecimientos, que la calma mortal de la inactividad y la certeza, que nos privan tanto del miedo como de la esperanza” 29 y lo expresa ahora, décadas más tarde la agrupación uruguaya Cuarteto de nos, “y oigo una voz que dice sin razón, vos siempre cambiando ya no cambias más y yo estoy cada vez más igual, ya no sé qué hacer conmigo”.30 Ambas expresiones muestran la angustia que experimenta el sujeto al tener la sensación de inmovilidad, sin embargo algo llama mucho la atención, es algo que solo se comprende en el contexto en el que nacen cada una de estas frases, por un lado Mary Shelley escribe esta frase haciendo alusión a la muerte de Justine, siendo la muerte biológica lo que lleva a la subjetividad hasta la inmovilidad; mientras la canción de Cuarteto de nos que sale al público en 2006 refleja el encuentro del individuo en ese estado de inmovilidad, durante el desarrollo de la vida biológica. La subjetividad que refleja esta canción transmite un afán de cambio permanente que lleva al individuo a la vivencia de una constante metamorfosis “Ya fui ético y fui errático, ya fui escéptico y fui fanático, ya fui abúlico, fui metódico, ya fui impúdico y fui caótico (...)Ya me fui a probar suerte a USA, ya jugué a la ruleta rusa, ya creí en los marcianos, ya fui ovo lacto vegetariano, sano, fui quieto y fui gitano (...) Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegé, ya sufrí, ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fuí, ya volví, ya fingí, ya mentí…”31 y es, aunque suene contradictorio, esta condición en la que el individuo forja su identidad. El qué hacer, que proviene de la pregunta de la existencia, la pregunta del ser, contestada por la conciencia práctica es la de ‘cambiar’, pero ¿qué hacer cuando ya no se puede cambiar? Es la manifestación del riesgo de que la muerte subjetiva se anticipe a la muerte biológica lo que en este caso lleva al sujeto al estado de angustia y crisis expresado en el “ya no sé que hacer conmigo” . S HELLEY, Mary. frankenstein. Macmillan, 1994.pp.146 Remítase a la nota numero 1 31 Ibid 29 30 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) 16 lOMoARcPSD|5536773 Vigencia de los postulados propuestos por Giddens, en relación a la realidad actual A manera de conclusión, posteriormente a un detallado análisis de los contenidos expuestos por el autor, referentes a la estructura de la modernidad y a la construcción de la identidad del yo, teniendo en cuenta cómo el individuo constituye a la sociedad, así mismo como esta lo constituye,, buscamos responder ¿Si los postulados que Giddens realiza en su libro, tienen vigencia en la actualidad? Para lo cual haremos referencia a algunas tesis y conceptos, que hemos hecho expresas en la presente reseña, con la intención de contraponerlas con una realidad actual, de manera muy concreta. Para el ejemplo, debemos recordar la afirmación del autor, donde reconoce que la modernidad es una cultura de riesgo. Además de cómo esta, introduce nuevos parámetros de riesgo, donde acontecimientos distantes tienen una gran influencia sobre sucesos próximos, llegando hasta la intimidad del yo. Podríamos entonces hablar aquí de, la situación de riesgo que genera la tensión nuclear que existe entre Estados Unidos y Corea del Norte, la cual amenaza permanentemente el mundo entero. Reconociendo su familiaridad con la tensión que existió a un nivel globalizado en la época de la guerra fría. Esta tensión se ha venido siendo reforzada durante este año, en el cual comenzó el periodo político presidencial de Donald Trump en Estados Unidos. Por ejemplo analisemos esto: “Donald Trump volvió a afirmar en Twitter estar dispuesto a usar la fuerza para frenar la carrera armamentística del régimen totalitario de Kim Jong-Un. "Las soluciones militares están listas para ser desplegadas si Corea del Norte actúa de forma imprudente. Espero que Kim Jong-Un encuentre otra vía", escribió el mandatario.”32 32 Noticias RCN. “En medio de temor de una guerra nuclear, sube la tensión entre EE.UU. y Corea del Norte”. Extraido de: Descargado por yanina marozzi ([email protected]) 17 lOMoARcPSD|5536773 Esto comprende varios elementos, primero es importante resaltar que la amenaza enviada por el mandatario de los Estados Unidos, es enviada vía “Twitter”, una red social encargada de distanciar el tiempo y el espacio, lo que se ve reflejado en el hecho de que los mensajes publicados en esta, son compartidos a nivel globalizado de manera instantánea. En la amenaza que dirige Trump a Corea del Norte, afirma que si Kim Jong-Un no detiene la carrera armamentística, está dispuesto a usar la fuerza militar. Tenemos entonces una amenaza que pone al mundo entero en peligro de una guerra nuclear, que ha sido transmitida por un medio de comunicación a un click de distancia de cada individuo. Entonces vemos como, debido al dinamismo de la modernidad, con sus tres elementos, la separación del tiempo y el espacio, lo cual articula las relaciones sociales en ámbitos extensos de tiempo y espacio; los mecanismos de desenclave, los cuales disocian la interacción de las peculiaridades de lo local y la reflexividad institucional, relativa a la utilización regularizada del conocimiento de las circunstancias de la vida social. Un fenómeno global puede generar una situación de riesgo, generalizada y traspasada en la vida cotidiana de los individuos. Esto, sumado al hecho de que es una situación, difundida por los médios de comunicación, los cuales son instrumentos de las tendencias al desenclave. Donde resalta el segundo rasgo que Giddens plantea sobre la experiencia mediada, el cual corresponde a la intromisión de sucesos distantes en la conciencia cotidiana, generando una familiaridad con el suceso que se profundiza hasta la intimidad del yo. Veamos también este hecho que exacerba, la tensión nuclear y cumple con las mismas características que el anterior. La noticia es bastante reciente corresponde al 10 de sep 2017 y en esta se afirma que “Kim Jong-un calificó de "gran victoria" el último ensayo nuclear, en el que, según Pionyang, se probó con éxito una bomba de hidrógeno que puede ser instalada en un misil balístico intercontinental. Según el mandatario, se trató de una gran victoria”33 Aquí aparece el mandatario de Corea del Norte, reafirmando su fuerza nuclear por medio de http://www.noticiasrcn.com/internacional-oriente/medio-temor-una-guerra-nuclear-sube-tension-entreeeuu-y-corea-del-norte 33 Noticias RT “Fue una gran victoria: Kim Jong-un felicita a sus científicos por la última prueba nuclear” Extraido de: https://actualidad.rt.com/actualidad/249576-kim-jong-felicita-cientificos-prueba-nuclear 18 Descargado por yanina marozzi ([email protected]) lOMoARcPSD|5536773 los medios de comunicación. Situación que genera más angustia y refuerza la situación de riesgo que amenaza el mundo. Posteriormente nos arriesgamos a afirmar que los postulados de Giddens en su libro se ven de manera material en la realidad. Bibliografía ALFRED, Schutz; LUCKMANN, Thomas. Las estructuras del mundo de la vida. Amorrortu editores. Buenos Aires, 1977. BOURDIEU, Pierre. La ilusión biográfica. Acta sociológica, 1997, vol. 1, no 56. GIDDENS, Anthony. “Modernidad e identidad del yo”.Barcelona: Ediciones Península. 1991 GIL CALVO, Enrique. Nacidos para cambiar. C ómo construimos nuestras, 2001. 19 Descargado por yanina marozzi ([email protected])