PROMUEVE ACCIÓN DE AMPARO Señor Juez Federal: Cristina Pérez, DNI 25234546, empleada, de estado civil divorciada, con domicilio real sito en calle Honduras 327 de esta ciudad de San Francisco, por derecho propio, con el patrocinio letrado de la Dra. Daiana Veliz, matrícula federal Tº 545 Fº 123, constituyendo domicilio en CUIT N° 27-353598752, a V.S. me presento y digo: OBJETO Que, conforme el art. 43 de la Constitución Nacional y en mi carácter de afiliada Nº 2370, vengo a iniciar la presente acción de amparo contra la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC), domiciliada en Iturraspe 1870 de la ciudad de San Francisco, Córdoba, a fin de que se ordene a la accionada con carácter urgente proceder a la cobertura, según establece la normativa vigente, de los gastos que requiera mi tratamiento médico, el cual tendrá una duración estimada de entre seis y ocho meses, contra la ARTRITIS REUMATOIDE AUTOINMUNE el cual consiste en diversas dosis de aumento progresivo hasta llegar a la dosis máxima de 25 mg de la droga METROTREXATO. Además, solicito con carácter de medida cautelar urgente, bajo la fianza que V.S determine, ordene a la demandada la inmediata provisión de 1 caja del medicamento metrotrexato 10 mg (nombre comercial Artrait TRB Pharma) por 5 comprimidos. Dicha caja solicitada, constituye, solamente, la dosis inicial del tratamiento precedentemente mencionado, y que fue diagnosticado conforme a criterio médico, en resguardo de mi derecho a la salud y a la plena calidad de vida, conforme a los argumentos de hecho y derecho que paso a exponer: COMPETENCIA Que, la presente acción resulta de competencia de la justicia federal en virtud de lo dispuesto por el art. 38 de la ley 23.661, el cual dispone que “la ANSSAL y los agentes del seguro estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción federal, pudiendo optar por la correspondiente justicia ordinaria cuando fueren actoras. El sometimiento de los agentes del seguro a la justicia ordinaria estará limitado a su actuación como sujeto de derecho en los términos dispuestos en la Ley de Obras Sociales.” Que, además, es competente territorialmente para entender este Juzgado Federal de Primera Instancia de la Ciudad de San Francisco, conforme lo estipulado por el art. 4 de la ley 16.986 debido a que este fue el lugar en que el acto lesivo se exteriorizó. En efecto, la demandada, mediante carta certificada remitida desde su sede situada en Iturraspe 1870 de esta ciudad, negó la cobertura al tratamiento médico que me fue indicado. HECHOS Que, conforme a los certificados médicos y resumen de historia clínica que se adjuntan a la presente, emitidos por el Dr. Alfredo Rui (medico reumatólogo Mat. 11456) quien cuenta con un consultorio médico en Clínica San Justo de la Ciudad de San Francisco, Córdoba y la Dra. Mirtha Salas (medica especialista en reumatología Mat. 10987) del Hospital Privado de la Ciudad de Córdoba, y a los análisis de sangre y métodos de diagnóstico por imágenes que se acompañan a la presente, fui diagnosticada con ARTRITIS REUMATOIDE AUTOINMUNE GRAVE, un trastorno inflamatorio crónico que puede dañar distintos sistemas corporales además de las articulaciones, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. Según establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune, es decir que el propio sistema de defensas del organismo no funciona correctamente y ataca a las células sanas. Es una patología crónica e inflamatoria que afecta las articulaciones, el tejido conectivo, los músculos, los tendones y el tejido fibroso. Los mencionados certificados médicos e historia clínica obran en poder de la Obra social desde septiembre del corriente año. La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una hinchazón dolorosa que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones. La inflamación asociada a la artritis reumatoide es lo que también puede dañar otras partes del cuerpo. La artritis reumatoide tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas, especialmente las que unen los dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con los pies. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. En la mayoría de los casos, los síntomas se producen en las mismas articulaciones en ambos lados de tu cuerpo. Alrededor del 40 % de las personas que padecen artritis reumatoide también experimentan signos y síntomas que no involucran a las articulaciones. La artritis reumatoide puede afectar muchas estructuras no articulares, incluido lo siguiente: piel, ojos, pulmones, corazón, riñones, glándulas salivales, tejido nervioso, médula ósea, vasos sanguíneos. Con el paso del tiempo, la artritis reumatoide puede provocar que las articulaciones se deformen y salgan de lugar. (www.mayoclinic.org) Desde la manifestación de los primeros síntomas y hasta el diagnóstico del trastorno he realizado consultas con diversos especialistas en la materia, quienes conforme a la historia clínica que se adjunta, en un primer momento me recetaron ibuprofeno (Advil) como tratamiento con medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para aliviar el constante dolor y reducir la inflamación. Al constatar los médicos el suministro de estos no ha detenido el trastorno, en un siguiente paso me recetaron corticosteroides, los cuales tampoco han surtido efecto. Los tratamientos mencionados ut supra no fueron eficaces en frenar el avance del trastorno sobre mis articulaciones, conforme a las radiografías adjuntadas como prueba documental la artritis ya ha avanzado sobre mi tobillo y pie derecho produciendo ciertas deformaciones los huesos cuñas I y II. Los pies y los tobillos deben cargar todo el peso del cuerpo, por lo que el dolor y la pérdida de la función de los mismo pueden ser muy incapacitantes, la articulación presenta tanto dolor que en muchas ocasiones me impide caminar. Una articulación (o coyuntura) es un lugar del cuerpo donde coinciden dos huesos. Estos huesos están cubiertos de un material liso, deslizante y flexible llamado cartílago. Los ligamentos son tejido conectivo fibroso que adhiere hueso con hueso y brinda estabilidad a las articulaciones. Los tendones son similares a los ligamentos, excepto que conecta músculo con hueso, actuando como una polea para mover la articulación. La bursa es una bolsita llena de fluido que sirve para amortiguar entre músculos y huesos o tendones. El tejido que rodea la articulación se conoce como sinovio. Éste produce un líquido llamado fluido sinovial, que protege y lubrica la superficie de la articulación. Cuando ocurren trastornos como la artritis reumatoide, el sinovio se puede inflamar y dilatar, dañando cartílago y hueso. En la osteoartritis, el cartílago que cubre las terminaciones óseas se desgasta, erosiona y pica, y la articulación ya no puede moverse con facilidad y sin dolor. El cartílago eventualmente se desintegra, resultando en el contacto directo de hueso contra hueso, haciendo una fricción que produce dolor severo, particularmente en las articulaciones que cargan peso, como rodillas y caderas. (http://espanol.arthritis.org) Por lo tanto, debido a la gravedad de la situación, la Dra. Mirtha Salas me recetó un tratamiento más intenso a través del suministro de varias dosis de metrotrexato, una droga que se encuentra dentro de la categoría de los llamados “medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad” con el objeto de retrasar el avance de la artritis reumatoide y evitar, no solo el avance de la deformación en mi pie derecho que en caso de no actuar a tiempo puede llegar al extremo de necesitar cirugía de reemplazo de las articulaciones del mismo, sino también que el trastorno se extienda a otras articulaciones y tejidos que pueden llegar a sufrir daños permanentes. El tratamiento comienza con una dosis inicial de 1 comprimido de 10 mg semanal, y progresivamente va aumentando hasta llegar en un plazo de entre seis u ocho meses a la dosis de 1 comprimido de 25 mg semanales. Pese a contar con todos los estudios médicos y habiendo demostrado que los tratamientos anteriores realizados no han dado resultado, ya que, como he relatado, el trastorno ha seguido avanzando hasta el punto de producir deformaciones en mi pie derecho, la entidad mutual a la que estoy afiliada me niega la cobertura integral de los gastos para el tratamiento de mi afección. Que he intimado a la demandada a la entrega del medicamento indicado mediante carta documento Nº CD 143576504 AR de fecha 24 de septiembre de 2019, recibida por OSECAC 26 de septiembre de 2019 y rechazada en sus contenidos mediante Carta certificada recibida 1 de octubre de 2019. Que el medicamento solicitado se encuentra en el listado establecido en el P.M.O. (Resolución 247/96 y P.M.O.E Resolución 201/2002, modificada por resolución 310/2004) como de cobertura en un 70% a cargo de las obras sociales por tratarse de medicamentos para enfermedades crónicas y/o de baja incidencia y alto costo. La gravedad de la enfermedad que padezco, que es de carácter autoinmune, de origen aún no establecido, que afecta no solo las articulaciones sino también otras partes del cuerpo y cuyo tratamiento en su integralidad tiene altos costos que no puedo afrontar de manera particular, hace que la solicitud de cobertura indicada tenga carácter urgente con la finalidad de tratar que mi vida sea una vida digna. PRESUPUESTOS DEL AMPARO Conforme de lo establecido por el art. 43 de la Constitución Nacional, “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridad pública o de particulares, que en forma actual e inminente lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley…” En efecto, esta omisión antijurídica por parte de la obra social en la cobertura del tratamiento médico genera un daño real, actual y grave a mi integridad física y salud, al tratarse de un trastorno de carácter progresivo que de no ser tratado avanza rápidamente sobre distintas articulaciones y vulnerando derechos de raigambre constitucional. De hecho, según datos de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología de América Latina y el Caribe “El 50% de las personas con artritis reumatoide, pueden llegar a presentar discapacidad funcional y el 20% discapacidad total sino son tratados a tiempo, siendo una causa más frecuente de limitación que la enfermedad cardiaca, el cáncer o la diabetes mellitus. Hasta la mitad de los pacientes con AR (artritis reumatoide), pueden estar fuera del campo laboral, siendo esta enfermedad una de las que causa mayor incapacidad en el mundo, en plena edad productiva” La omisión antijurídica se manifiesta en forma palmaria ante la ausencia de provisión de los medicamentos, en tanto esta conducta por sí sola implica el incumplimiento de una obligación legal expresa y concreta. Conforme a lo expuesto, la conducta omisiva de la accionada OSECAC, en su obligación legal de cumplir con la cobertura en tiempo y forma de los medicamentos recetados, amenaza con arbitrariedad manifiesta, en forma actual, inminente y grave, mi derecho a la salud y a la vida misma, consagrados en el art. 25 inc. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el cual reza lo siguiente: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure su salud y el bienestar general y en especial … la asistencia médica”; art 12 inc. 1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que consagra … “el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental” y los arts. 14, 42 y 5 inc. 1 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto San José de Costa Rica); entre otros, todos con jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 CN). Como V.S puede advertir, dada la urgencia de la cuestión, la tramitación de un proceso común (ordinario) implicaría la espera durante un período de tiempo que mi delicada salud no puede soportar, ya que implicaría un avance del trastorno que comprometería mi además de distintas funciones de mi organismo, mi bienestar físico y emocional, por lo que queda comprobado que no existe en este caso “un medio judicial más idóneo”. “El amparo es además de ser una acción, un derecho constitucional que llama a los Tribunales a intervenir proactivamente, en este caso, a una protección efectiva al derecho a la salud, calidad de vida y dignidad de las personas afiliadas a obras sociales o de medicinas prepagas en donde se encuentra en juego el orden público.” (Brest, Irina D.; Acción de amparo contra obras sociales o medicinas prepagas; Primera parte; Ed. Microjuris.com Argentina, 3 diciembre 2018). La viabilidad de la acción de amparo ha sido reconocida por la jurisprudencia en numerosas ocasiones. La C.S.J.N en autos “Asociación de Esclerosis Múltiple de Salta c/ Ministerio de Salud — Estado Nacional s/ acción de amparo-medida cautelar”, remitiendo a los fundamentos del Dictamen del Sr. Procurador General dejó claro lo siguiente: “resulta oportuno mencionar que el amparo es el procedimiento judicial más simple y breve para tutelar real y verdaderamente los derechos consagrados por la Ley Fundamental. En este sentido, la Corte ha dicho reiteradamente que tiene por objeto una efectiva protección de derechos (Fallos: 321:2823) y ha explicitado la imprescindible necesidad de ejercer esa vía excepcional para la salvaguarda del derecho fundamental de la vida y de la salud (Fallos: 325:292 y sus citas). En efecto, en el último de esos precedentes la Corte ha declarado que “...el derecho a la vida es el primer derecho natural de la persona humana preexistente a toda legislación positiva que resulta garantizado por la Constitución Nacional (Fallos: 302:1284; 310:112 y 323:1339)”. Asimismo, ha entendido que la vida de los individuos y su protección —en especial el derecho a la salud— constituyen un bien fundamental en sí mismo, que, a su vez, resulta imprescindible para el ejercicio de la autonomía personal. El derecho a la vida, más que un derecho no enumerado en los términos del art. 33 de la Ley Fundamental, es un derecho implícito, ya que el ejercicio de los derechos reconocidos expresamente requiere necesariamente de él y, a su vez, el derecho a la salud —especialmente cuando se trata de enfermedades graves— está íntimamente relacionado con el primero y con el principio de autonomía personal, toda vez que un individuo gravemente enfermo no está en condiciones de optar libremente por su propio plan de vida. A mayor abundamiento, sostuvo también que el derecho a la salud, desde el punto de vista normativo, está reconocido en los tratados internacionales con rango constitucional (art. 75, inc. 22) entre ellos, el art. 12, inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; inc. 1, arts. 4º y 5º de la Convención sobre Derechos Humanos —Pacto de San José de Costa Rica— e inc. 1º, del art. 6º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, extensivo no sólo a la salud individual sino también a la salud colectiva (conf. Fallos: 323:1339). No cabe duda, pues, que en el sub lite, procede la vía del amparo.” En sentido concordante, la C.S.J.N ha sostenido que: “el derecho a la vida es el primer derecho de la persona humana que resulta reconocido y garantizado por la Constitución Nacional (Fallos: 302:1284; 310:112). También ha dicho que el hombre es eje y centro de todo el sistema jurídico y en tanto fin en sí mismo —más allá de su naturaleza trascendente— su persona es inviolable y constituye valor fundamental con respecto al cual los restantes valores tienen siempre carácter instrumental (Fallos: 316:479, votos concurrentes). Que a partir de lo dispuesto en los tratados internacionales que tienen jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, de la Ley Suprema), ha reafirmado en recientes pronunciamientos el derecho a la preservación de la salud —comprendido dentro del derecho a la vida— y ha destacado la obligación impostergable que tiene la autoridad pública de garantizar ese derecho con acciones positivas, sin perjuicio de las obligaciones que deban asumir en su cumplimiento las jurisdicciones locales, las obras sociales o las entidades de la llamada medicina prepaga…” (Autos: Campodónico de Beviacqua, Ana Carina c/ Ministerio de Salud y Acción Social Secretaría de Programas de Salud y Banco de Drogas Neoplásicas. 24/10/2000 Fallos: 323:3229.) Por todo lo relatado hasta aquí, considero ha quedado demostrada la procedencia de la vía del amparo en el presente caso. PROCEDENCIA DE LA MEDIDA CAUTELAR. La medida cautelar solicitado, es decir la provisión de 1 caja de metratrexato 10 mg x 5 comprimidos, medicamento que constituye la primera dosis del tratamiento contra la artritis reumatoide y a cuyo costo no puedo hacer frente sin la correspondiente cobertura, obedece a la necesidad de iniciar dicho tratamiento sin demora con el fin de evitar un deterioro irreversible en mi salud. En efecto, estimo su procedencia ya que no existe identidad de pretensiones entre lo requerido en carácter de medida cautelar y la pretensión principal de la presente acción de amparo, ya que en carácter de urgente a través de la cautelar mencionada solo se solicita la primera dosis de un tratamiento que durará varios meses. Además, considero se encuentran cumplimentados los requisitos de procedencia de toda medida cautelar, con relación a la verosimilitud en el derecho, debido a que mediante la prueba acompañada he acreditado mi carácter de afiliada a la obra social demandada. En cuanto al peligro en la demora, conforme a las constancias medicas acompañadas, un retraso en el inicio del tratamiento puede llegar a ocasionar daños graves a mis articulaciones, así como deformaciones mayores en mi pie derecho lo que puede poner en peligro incluso mi capacidad para caminar y desplazarme. Al respecto la C.S.J.N ha dicho que “una moderna concepción del proceso exige poner el acento en el valor ´eficacia´ de la función jurisdiccional y en el carácter instrumental de las normas procesales, en el sentido de que su finalidad radica en hacer efectivos los derechos sustanciales cuya protección se requiere, y en ese marco de actuación las medidas de la naturaleza de la solicitada se presentan como una de las vías aptas, durante el trámite del juicio, para asegurar el adecuado servicio de justicia y evitar el riesgo de una sentencia favorable pero ineficaz por tardía” (considerando 12°, voto de los ministros Lorenzetti, Highton de Nolasco, Fayt, Maqueda y Zaffaroni). “El […] anticipo de jurisdicción que incumbe a los tribunales en el examen de ese tipo de medidas cautelares, lleva ínsita una evaluación de la amenaza inminente de los daños definitivos y del peligro de permanencia en la situación actual —aspectos ambos que resultan patentes en la causa— a fin de habilitar una resolución que, al conciliar los intereses de aquéllos, según el grado de verosimilitud, y el derecho constitucional de defensa del demandado, logre la medida necesaria y oportuna de la jurisdicción que el caso requiere, aseveración que no importa, cabe aclarar, una decisión final sobre el reclamo de los demandantes formulado en el proceso principal” (considerando 14°, voto de los ministros Lorenzetti, Highton de Nolasco, Fayt, Maqueda y Zaffaroni). “No debería dilatarse más el tiempo todavía útil para satisfacer las expectativas de los recurrentes en punto al tratamiento de la petición cautelar, por lo que corresponde admitir la procedencia de los recursos extraordinarios interpuestos, pues media relación directa e inmediata entre lo resuelto y las garantías constitucionales que se dicen vulneradas (art. 15 dela ley 48)” (considerando 15°, voto de los ministros Lorenzetti, Highton de Nolasco, Fayt, Maqueda y Zaffaroni). (Autos: “Pardo, Héctor Paulino y otro c/ Di Césare, Luis Alberto y otro s/ art. 250 del C.P.C”.) Por todo lo expuesto, solicito a V.S que como medida cautelar urgente y bajo la fianza personal de la Dra. Daiana Veliz ordene a la demandada OSECAC, que en el plazo de 48 horas de recibida la orden, proceda a la cobertura de 1 caja de metrotrexato 10 mg por 5 comprimidos. PRUEBA OFRECIDA A) Documental: 1) Certificado médico expedido por el Dr. Alfredo Rui en Clínica San Justo, San Francisco. 2) Certificado médico expedido por la Dra. Mirtha Salas del Hospital Privado de la Ciudad de Córdoba. 3) Certificado expedido por el Dr. Pablo Minetti del Hospital Privado de la Ciudad de Córdoba. 4) Fotocopia autenticada de la receta médica expedida por la Dra Mirtha Salas donde se indica el tratamiento médico mediante metrotrexato. 5) Fotocopia autenticada de la historia clínica de quien suscribe la presente. 6) Fotocopia autenticada de la Carta Documento Nº CD 143576504 AR y aviso de recepción de la misma. 7) Fotocopia autenticada de la carta certificada OCA remitida por la demandada. 8) Fotocopia de credencial de afiliada a OSECAC a nombre de Cristina Pérez y con cobertura vigente. 9) Diagnóstico por imágenes de la afectación a las articulaciones. 10) Radiografía de pie derecho perteneciente a quien suscribe. B) Testimonial: 1) Se ofrece la declaración testimonial del Dr. Alfredo Rui, médico tratante de la paciente, con domicilio en Av. Buenos Aires Nº 1234 de la Ciudad de San Francisco, el que depondrá a tenor del pliego de preguntas que se adjuntará en la audiencia que a tal fin se designe y cuyo testimonio versará sobre la pertinencia y necesidad del tratamiento médico solicitado. 2) Dra. Mirtha Salas, domiciliada en Bv. San Juan 756 de la Ciudad de Córdoba, y Dr. Pablo Minetti domiciliado en Naciones Unidas 458 de la ciudad de Córdoba, solicitando a V.S ordene sean interrogados en sus domicilios de origen en razón de las distancia y a tenor del pliego de preguntas abierto que se adjunta a continuación: a) por las generales de la ley.- b) para que diga el testigo si la documentación que se le atribuye y que fue adjuntada como prueba, y que le será exhibida en la audiencia que a tal fin se designe, corresponde a certificados médicos emitidos por el testigo respecto a tratamientos o indicaciones realizados a la actora, Sra. Cristina Pérez.- c) Para que diga el testigo si, de acuerdo a sus conocimientos médicos y al resultado de los estudios realizados, el medicamento recetado es útil para tratar la afección de la actora Sra. Cristina Pérez. C) Pericial Solicito se designe perito médico, especialista en reumatología a los fines de que examine la documental médica acompañada, los antecedentes del caso, el estado de las articulaciones afectadas y dictamine sobre la pertinencia del tratamiento médico recetado. DERECHO Que fundo mi derecho en los arts. 43 y 75 inc. 22 de la Constitución Nacional, leyes nacionales Nº 23.660 y 23.661, Constitución de la Provincia de Córdoba, Resolución 247/96 P.M.O y P.M.O.E Resolución 201/2002, modificada por resolución 310/2004 y demás legislación aplicable. RESERVA DE CASO FEDERAL En virtud de requerir, la presente demanda, la interpretación de normas de carácter constitucional, hago en legal tiempo y forma expresa reserva de accionar por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, conforme artículo 14 de la Ley Nº 48, en el supuesto de no hacerse lugar a mi petición, ya que se verían conculcados el derecho a la vida, a la salud y a la integridad corporal, los cuales son esenciales de la persona humana. Así también, en caso de ser rechazada la presente demanda, la sentencia prescindiría de la aplicación de normas legales y constitucionales expresas, circunstancia que también suscita cuestión federal y de la que hago reserva expresa de someter a conocimiento del máximo tribunal. PETITUM Por todo lo expuesto a V.S pido: a) Me tenga por presentado, domiciliado y por parte. b) Haga lugar a la medida cautelar solicitada. c) Tenga por ofrecida la prueba descripta. d) Oportunamente, haga lugar a la presente acción de amparo interpuesta, con costas. PROVEER DE CONFORMIDAD. SERÁ JUSTICIA. Daiana Isabel Veliz ABOGADA