UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL NÚCLEO SUCRE. EXTENSIÓN CARÚPANO ¿qué es un ensayo? La escritura surgió aproximadamente hace 5.500 años y desde entonces los humanos han perfeccionado la comunicación escrita pasando de símbolos grabados en tabillas de arcilla a lo que actualmente conocemos como escritura. Esta evolución sitúa a la escritura como un proceso cognitivo y emocional donde el autor del texto plasma sus ideas con la finalidad de ser leídas en un futuro. Además, el autor escribe con un propósito definido. Uno de estos propósitos es la evaluación académica, la cual es frecuentemente usada en el nivel de educación universitaria y más comúnmente en las modalidades de educación a distancia, donde es a través de la escritura que se puede evaluar el aprendizaje alcanzado por los estudiantes. En este caso en específico, suele utilizarse un tipo de texto conocido como ensayo. Un ensayo no es más que un texto de orden expositivo-argumentativo, donde el autor no solo demuestra un conocimiento sino que además comunica sus ideas con gran belleza estética del lenguaje que utiliza. Estos textos son escritos en prosa (forma natural del lenguaje), suelen ser breves y en ellos el autor expone su interpretación personal acerca de un tema o idea con gran profundidad, madurez y sensibilidad. Una persona al leer un ensayo debe quedar cautivada por las palabras del autor, pues este presenta sus ideas de tal manera que capten la atención del lector y provoque en él agrado al leer; al finalizar la lectura, el autor debe haber logrado transmitir cierto conocimiento a su lector. Para ello se requiere conocer el tema que se trata con cierto nivel de profundidad, pues debe exponer ideas concretas y claras, limitándose al tema que le ocupa sin tratar otros asuntos que desvíen la atención de su idea central. Ing. Sámedi García Z. De igual manera, al ser un texto que se enmarca en un orden discursivo argumentativo, el autor debe fundamentar sus ideas o documentarlas con argumentos concisos; también requiere conocer el mayor número de opiniones que han surgido hasta el momento de su escritura con el objetivo de aceptarlas o rechazarlas planteando el tema desde una perspectiva diferente a otros autores o refiriéndose a aspectos que no hayan sido aún tratados, aportando nuevas ideas o concepciones referentes al tema; todo esto utilizando un lenguaje entendible para todo público sin perder la belleza estética de este. Como ya se ha aclarado, en el proceso de escritura de un ensayo su autor debe recurrir a la argumentación de sus ideas para convencer al lector de lo que propone, razón por la cual debe considerar que al argumentar se presentan tres elementos, la tesis que representa la idea fundamental sobre la cual se reflexiona; el cuerpo argumentativo conformado por los argumentos para afirmar o rechazar la tesis, lo cual exige la exposición de los mismo, y por último la conclusión que no es más que el cierre de la argumentación que se realiza. Para argumentar y exponer sus ideas, el autor debe basarse en los conocimientos y experiencias previas acumuladas en su vida para el momento en que se propone realizar la escritura, pues esto le permitirá aportar su punto de vista en la diserción del tema. Escribir un ensayo es como componer un solo de guitarra; primero deben tenerse conocimientos acerca del instrumento y la teoría musical, seguidamente se debe conocer la melodía del tema para posteriormente empezar a combinar notas que tengan un sonido armónico y cautiven a quien lo escucha. Un buen solo de guitarra al igual que un buen ensayo contiene gran armonía entre sus partes. Sobre la base de las consideraciones anteriores se puede deducir la importancia de los ensayos como instrumentos de evaluación en la modalidad de estudios a distancia y la relevancia que tiene la exposición y argumentación de las ideas de su autor para lograr sustentar su percepción acerca del tema que trata, siempre “adornando” sus palabras para cautivar a su lector. Ing. Sámedi García Z. Ensayo: Influencia del uso de la tecnología en la sociedad actual. Desde un común televisor hasta los teléfonos celulares y los computadores, la tecnología se ha apoderado de nuestras vidas sin siquiera percatarnos de ello. Hace unos 100 años seguramente nadie imaginó lo dependientes que seriamos de estos aparatos que poco a poco se han convertido en vitales para nosotros. Sin embargo, ya para la década de los años 40 se podía evidenciar lo que se esperaba del desarrollo de la tecnología, así lo expresó George Orwell en su obra 1984, donde expuso que a principios del siglo XX el ideal de casi todas las personas cultas era la visión de una sociedad futura increíblemente rica, ordenada, eficaz y con tiempo para todo; un reluciente mundo antiséptico de cristal, acero y cemento, un mundo de nívea blancura. Pero indudablemente este mundo perfecto no era más que una utopía. En pleno siglo XXI ese mundo no existe y aunque la tecnología invadió nuestras vidas, más allá de hacerla más sencilla, la secuestraron por completo. Reflexionando al respecto me parece bastante curioso que muchos desconocen que la mayoría de la tecnología que usamos diariamente no fue concebida para el uso de los simples mortales que transitamos por la vida; estos vampiros que succionan preciosas horas de nuestro tiempo fueron creadas para satisfacer necesidades en el campo militar pero gracias a lo efectivas que resultaron en este ámbito, se lanzaron al mercado, más para probar suerte entre la población civil que para cubrir sus necesidades. Es así como con grades campañas publicitarias, las compañías se encargaron de hacernos querer y necesitar cosas que ni queríamos ni necesitábamos pero sin las cuales (gracias a sus efectivas tácticas publicitarias), actualmente resulta bastante complicado vivir. Me parece impresionante el hecho de que un grupo de personas se reúna para socializar entre ellas pero cada uno se encuentra sumergido en el mundo virtual que pone ante ellos sus teléfonos celulares, los cuales, dicho sea de paso, si no son smartphones son un poco menos que obsoletos. Y ni hablar de esa gran maravilla moderna llamada internet, que nos permite acceso (prácticamente Ing. Sámedi García Z. ilimitado) a un sinfín de información pero también a redes sociales que más allá de servir de puente y acortar distancias se usan como fuentes de información y evidencias para personas que parecen haber sido entrenadas por las mejores agencias de inteligencia del globo. Y así poco a poco pasamos de ser la especie dominante en el planeta a ser los dominados por la tecnología que nosotros mismos creamos. A mi parecer, aunque la tecnología ciertamente facilita muchos aspectos de la vida diaria, la dependencia que hemos desarrollo hacia ella nos mantiene en la peligrosa encrucijada entre ineptitud y estupidez. Ing. Sámedi García Z.