Subido por Alfonso Maturana León

BIEN-FAMILIAR-INDIVISIÓN-Y-PARTICION-RECHAZADA

Anuncio
1
BIEN FAMILIAR, INDIVISIÓN Y PARTICION RECHAZADA
GASTON SALINAS UGARTE
LICENCIADO EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES U. DE CHILE
PROFESOR MAGISTER ARBITRAJE Y MEDIACIÓN U. CENTRAL
PROFESOR DE DERECHO CIVIL
MAGISTER EN DERECHO U. DE CHILE
DOCTOR EN DERECHO
PROFESOR INVITADO UNIVERSIDAD DE MENDOZA
DIPLOMADO U. DE MODENA, ITALIA
JUEZ ÁRBITRO
RESUMEN
El presente artículo dice relación con la importancia de proteger la familia
cuando existe una declaración judicial de Bien Familiar, evitando la burla de dicha
institución bajo pretexto de poner fin a la comunidad existente con ocasión del divorcio
de los comuneros y solicitar la partición del inmueble residencia principal de la familia.
Al respecto, procedo a comentar la Sentencia de la Corte de Apelaciones de
Santiago Rol N°6754-2017, pronunciada por los Ministros Sra. Mireya López Miranda,
Sra. Patricia Liliana González Quiroz y el Ministro (I) don Juan Manuel Escobar Salas,
redactor del mismo, sentencia que revoca fallo del Juez Suplente del Primer Juzgado
Civil de Santiago, quien concedió lugar a la tramitación de la partición rechazando las
excepciones opuestas a la misma.
PALABRAS CLAVES
Declaración de Bien Familiar, Arbitraje, Partición, Indivisión, Protección de la familia y
su residencia principal.
INTRODUCCION
Resulta novedosa la contraposición de dos instituciones a saber, el derecho o
facultad de los integrantes de una comunidad a no permanecer en indivisión y requerir
la partición de un bien común, y por la otra, la protección de la familia, en especial
cuando existe una declaración judicial previa de bien familiar y una de las partes
solicita la partición de los bienes en comunidad sin proceder a la desafectación del bien
familiar previamente.
Lo anterior motivó, la oposición y excepción a la designación de un juez partidor
que conociera de la liquidación del inmueble declarado bien familiar.
2
En este aspecto estimo que el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago en
cuanto rechaza la tramitación de la partición en la hipótesis referida, constituye un
tremendo aporte al derecho patrio y a la protección de la familia.
CUESTIÓN PREVIA- SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS-.El arbitraje es una forma de solución de controversias o intereses de las partes
en la cual es llamado a su resolución un tercero ajeno a los tribunales ordinarios de
justicia siempre que se trate de materias no prohibidas por el legislador.
Lo anterior en el ámbito del derecho interno y del derecho privado, ya que no
nos referiremos en esta oportunidad a la solución de conflictos entre Estados
soberanos como en el caso de situaciones propias de derecho internacional público o
privado, ni cuando se trata de controversias de comercio internacional; sin perjuicio de
que nuestro ordenamiento jurídico contempla una Ley de arbitraje comercial
internacional. 1
AYLWIN define al Juicio arbitral o arbitraje como aquel a que las partes
concurren de común acuerdo o por mandato del legislador y que se verifica ante
tribunales especiales, distintos de los establecidos permanentemente por el Estado,
elegido por los propios interesados o por la autoridad judicial en subsidio; o por un
tercero en determinadas ocasiones.2
Ordenamientos jurídicos como el español, otorgan al arbitraje el carácter de un
equivalente jurisdiccional, “atendida la doctrina del tribunal Constitucional para enjuiciar
desde la perspectiva adecuada la actividad y la responsabilidad del árbitro, en cuanto
que éste se alza para la controversia concreta que es llamado en un auténtico –
equijuez-; es decir, en un equivalente del Juez del Estado para una específica litis. Es
quizá la razón por la que algunos ordenamientos, fundamentalmente en los
anglosajones, la responsabilidad del árbitro está prácticamente asimilada a la del Juez
del Estado.”3
El arbitraje sin embargo es evidencia de una rica cultura jurídica que dimana
hacia la evolución de nuestro sistema legal, proviene de sus arraigadas fuentes en el
derecho romano, la tramitación de un juicio implicaba dos etapas: una in iure, que tenía
lugar ante el magistrado (generalmente un pretor), quien preparaba el proceso, y otra,
1
2
En adelante LACI
AYLWIN AZÓCAR, Patricio, (2014) El Juicio Arbitral, (6ª edición). Santiago, Legal Publishing-Thomson Reuters,
pág. 11. A su vez el autor cita un concepto de MONGALVY, “el arbitraje es una jurisdicción que la voluntad de las
partes o la ley da a simples particulares para pronunciarse sobre una o más controversias siempre que no sean de
aquellas que por su naturaleza no pueden someterse a compromiso.”
3
MERINO MERCHÁN, José F y CHILLÓN MEDINA, José M., (2006) Tratado de Derecho Arbitral, 3ª edición,
Navarra, Thomson Civitas- Arazandi, pág. 107
3
in iudicio o apud iudicem, que se desarrollaba ante quien resolvía realmente la
controversia. Éste era designado por las partes o por el magistrado en caso contrario.4
Aún más, previa a la influencia francesa en el derecho castellano y en las
partidas se contemplaba uno de los juicios arbitrales más corrientes, cual era el de
partición de bienes, que procedía entre los que tenían derecho cierto a la herencia.
Sin embargo, para resolver la procedencia de designar un Juez Arbitro Partidor
es necesario un estudio más acabado acerca de la materia objeto de la partición, como
del análisis acerca de la indivisión respecto de determinados bienes o derechos que
por su naturaleza no pueden liquidarse conforme a reglas arbitrales comunes, todo sin
perjuicio de la protección de derechos fundamentales, del respeto al género y de la
normativa que ampara a la familia, sus principios y fundamentos, y en este caso cual
norma predomina en caso de contradicción tratándose de la declaración de un bien
como familiar a cuyo respecto se pretende la partición.
FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DE SEGUNDO GRADO
La Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha veintiocho de febrero de dos mil
dieciocho, señaló: “Vistos Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de los
motivos 8°) y siguientes, los que se eliminan. Y se tiene en su lugar y además presente:
1°) Que se ha alzado la parte demandada en contra de la sentencia definitiva de
primera instancia de fecha trece de abril de dos mil diecisiete, la cual rechazó las
excepciones opuestas por su parte y acogió la demanda, designando en consecuencia
Juez Arbitro Arbitrador a doña María José Arancibia Obrador, fundado en que no
procede la designación de partidor habida consideración de la existencia de un bien
inmueble declarado bien familiar, debiendo previamente desafectarlo.”
En cuanto a los argumentos de oposición a la partición, el fallo sintetiza en el
considerando 2°) … “A su juicio ninguno de los comuneros dueños de este inmueble y
al no encontrarse actuando de consuno, pueden solicitar la partición de la comunidad,
si es que previamente no se haya solicitado la desafectación del bien familiar, dado que
dentro del contexto de un juicio particional necesariamente se producirá la enajenación
del bien raíz por parte del juez partidor, lo que puede producirse a través de una
adjudicación privada o en una subasta pública”.
Luego fundamenta, “3°) Que es necesario tener en consideración un concepto de
bienes familiares, sosteniendo que “son aquellos bienes corporales o incorporales, de
propiedad de uno o de ambos cónyuges, que, en ciertas circunstancias, pueden ser
considerados esenciales para la adecuada subsistencia de la familia, restringiéndose
los derechos que sobre ellos corresponden a su titular, sea por una resolución judicial,
4
DOUGNAC RODRIGUEZ, Antonio, (2014), Antecedentes Históricos sobre la regulación del Arbitraje en Chile, en
Estudios de Arbitraje, homenaje a Patricio Aylwin A, Santiago, Legal Publishing-Thomson Reuters, pp 27 ss.
4
sea por un acto unilateral de uno de los cónyuges” (Los Bienes Familiares, Temas de
Derecho de Familia, Juan Andrés Orrego Acuña, Editorial Metropolitana, pg. 323). De
esta definición, fluyen varias características, entre las cuales se destacan que esta
afectación permite o favorece la convivencia del grupo familiar; no opera de pleno
derecho; la afectación es revocable por acuerdo de los cónyuges y de no hacerlo así, la
desafectación procede mediante resolución judicial, cuando se acredite que los bienes
ya no cumplen la finalidad que permitió la afectación; presupone un vínculo
matrimonial, pero subsiste después de su disolución mientras no sea expresamente
desafectado; no altera el derecho de dominio, pero restringe o limita las facultades de
administración y disposición; y son normas de orden público. 4°) Que tanto lo señalado
por la doctrina (Corral, Ramos, Peña, Rodríguez, Orrego) como la línea jurisprudencial
seguida por la Excma. Corte Suprema (Roles 36.310-2017, 6.837-2016, entre otros), el
cimiento de esta institución responde a un compromiso protector de la familia, que tiene
por objeto principal otorgar la protección de la vivienda familiar a quienes pueden ser
privados de su uso, en cuanto proyección del deber de los cónyuges de proveer a las
necesidades de la familia, especialmente al bien que le sirve de habitación, incluso más
allá del matrimonio. 5°) Que si bien la declaración de familiar de un bien, no altera la
titularidad del derecho de propiedad ni tampoco la facultad de goce respectiva, lo que
resulta afectado son las facultades de disponer y de administrar. De esta manera el
artículo 142 del Código Civil prohíbe enajenar o gravar voluntariamente, ni prometer
enajenar o gravar los bienes familiares, sin autorización del cónyuge no dueño o de la
justicia en subsidio, so pena de declarar dichos actos nulos. 6°) Que la designación de
un Juez Arbitro tiene por objeto, al tenor de lo dispuesto en los artículos 1317 y
siguientes del Código Civil y 646 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, la
partición y liquidación de los bienes comunitarios, de tal manera que puede llegar a
enajenar éstos y comprometer la administración de los bienes. 7°) Que la petición del
solicitante Marcelo Alejandro Mege Navarrete en su escrito de designación de Juez
Partidor, es que “se aboque a liquidar la comunidad existente y concretar los bienes y
derechos que cada parte tenga en ella sobre bienes, derechos o sumas dinerarias
específicas, y en especial la propiedad singularizada”, la cual se encuentra afectada
como bien familiar. 8°) Que de esta manera siendo la naturaleza de la declaración de
bien familiar eminentemente cautelar, cuya finalidad es dar protección a la familia a
objeto de que pueda tener una vivienda donde vivir y por otro lado, como consecuencia
de la misma una limitación al derecho de propiedad en cuanto el cónyuge dueño no
puede enajenar ni administrar en bien raíz; y siendo la finalidad del Juez Arbitro
Partidor el de liquidar la comunidad, pudiendo llegar hasta enajenar el inmueble, se
estima por esta Corte que previo a la designación de Juez Partidor, debe procederse a
la desafectación del bien raíz sub lite conforme a los artículos 145 y siguientes del
5
Código Civil, de tal manera que se acogerá la excepción de previo y especial
pronunciamiento, deducido en lo principal de fojas 28. Por estas consideraciones y lo
dispuesto en los artículos 186 del Código de Procedimiento Civil y 141 y siguientes del
Código Civil, se revoca la sentencia apelada de trece de abril de dos mil diecisiete,
escrita a fojas 55 y siguientes y en su lugar se decide que se acoge la excepción de
previo y especial pronunciamiento deducida en lo principal de fojas 28, no dando lugar
a la demanda y a la designación de Juez Arbitro Partidor.”
FUNDAMENTOS DE LAS INSTITUCIONES EN CONTRAPUNTO.Al Estado corresponde la función primordial de administrar justicia, recayendo
dicha función en el Poder Judicial.5 Lo cual significa que la jurisdicción en principio es
un atributo exclusivo del soberano y que el Estado acapara sobre sí.
Entonces, la naturaleza jurídica de la partición en el arbitraje, si bien es sui
generis, no se puede catalogar de simplemente convencional o contractual sino que se
trata de una institución de carácter jurisdiccional porque el conflicto es resuelto por
decisión de un tribunal aunque se denomine arbitral y eso implica que el fondo es
jurisdiccional, lo anterior no obsta a que su inicio se produzca de forma convencional
aun con dos contratos uno de compromiso y otro de compromisario, pero esos
contratos no constituyen arbitraje sino que son formas de inicio del mismo que luego
adquieren vida propia cambiando su naturaleza a pública y jurisdiccional como lo ha
resuelto nuestra jurisprudencia.
AYLWIN, manifiesta que la facultad de resolver un litigio declarando el derecho o
la justicia con decisión obligatoria para los contendientes importa, precisamente, un
poder jurisdiccional que no puede derivarse en ningún caso de la simple voluntad de
las partes, porque ellas no la tienen, sino que sólo del Estado a través de la ley.6
El Estado puede reconocer a los interesados la facultad de disponer de sus
derechos y someterlos a resolución de jueces que les merezcan la debida confianza;
así al contratar las partes pueden establecer que en caso de controversia un tercero
dirima la dificultad, lo que puede efectuarse en virtud de la autonomía de la voluntad,
siempre que no este comprometido un interés público.7 Por ello, las partes pueden
substraer los litigios de los tribunales permanentes y llevarlos ante jueces árbitros
pudiéndoseles otorgar inclusive la facultad de resolver sin sujeción a la ley, eso sí
respetando los dictados de la equidad y siempre que se trate de materias autorizadas
para esto.
El arbitraje como adelantamos en nuestra concepción inicial, es una forma de
resolver controversias entre partes, lo que acontece por un tribunal especial de carácter
5
6
ART. 73 Constitución Política de la República.
AYLWIN AZÓCAR, Patricio, El Juicio Arbitral, ob. cit., pág. 36
6
temporal al cual se le otorga esta facultad por las partes o por la ley, y en el caso de la
partición también puede serlo por el causante.
La Excma. Corte Suprema ha definido a la partición como “un conjunto complejo
de actos encaminados a poner fin al estado de indivisión, mediante la liquidación y
distribución entre los copartícipes del caudal poseído proindiviso en partes o lotes que
guarden proporción con los derechos cuotativos de cada uno de ellos.”8
Sin embargo, la declaración de bien familiar se encuentra regulada por normas y
principios del derecho de familia; esto es, se trata de normas de orden público cuyo fin
es proteger la familia, protección que absorbe dos categorías tanto en la persona como
en los bienes de la misma, el interés superior del niño, es de contenido eminentemente
ético, son normas en las cuales predomina el interés social por sobre el particular, etc.
Disposiciones y principios que no dicen relación con las disposiciones y principios que
guían la partición, la que de suyo constituye en sí un principio de enajenación, por ello
el indivisario tiene derechos incompatibles con la situación jurídica de un bien familiar.
En efecto, es de la naturaleza que el indivisario pueda usar los bienes comunes,
participar de sus frutos, incluso posee facultades de administración, lo que se excluye
en un bien que ha sido declarado judicialmente como bien familiar, mientras no se
produzca su desafectación.
Evidentemente, designar un árbitro partidor debe encaminarse a liquidar y
distribuir los bienes comunes, lo que sin duda afectará al bien familiar, que por lo
general es el único o el más importante; por cuanto, la partición tiene por objeto crear
un nuevo estado jurídico sobre las cosas partibles y poner fin al estado de indivisión, lo
que resulta incompatible con la esencia de un inmueble declarado bien familiar.
IMPROCEDENCIA DE DESIGNAR UN ARBITRO PARTIDOR REPECTO DE UN BIEN
FAMILIAR
Estimo cabe la oposición a la designación de un árbitro partidor cuando hay una
resolución judicial que declara un bien como familiar; por cuanto, la afectación de bien
familiar respecto del inmueble que constituye residencia principal de la familia, como
los muebles que le guarnecen, limita las facultades del o los dueños, quien no podrá
gravar ni enajenar voluntariamente ni prometer gravar o enajenar los bienes familiares,
tampoco celebrar contratos que otorguen derechos personales de uso o goce sobre el
bien familiar sin la autorización del cónyuge no propietario, artículo 142 inciso 1° CC.
Un bien raíz declarado como bien familiar, mantiene su condición mientras no
sea desafectado de su calidad de tal, el artículo 145 del Código Civil, determina la
forma como se desafecta un bien raíz declarado como bien familiar, lo cual puede
7
8
ART. 10 C.O.T.
Revista de Derecho y Jurisprudencia, T. XIII, sec. 1ª , pág. 26.-
7
producirse como consecuencia de una declaración de voluntad de ambos cónyuge o
por la declaración de un juez.
En el caso de comuneros, dueños del inmueble que enfrentan un divorcio, si no
actúan de consuno, estimo resulta improcedente solicitar la partición de la comunidad
cuando previamente no se haya solicitado la desafectación del bien familiar, dado que
dentro del contexto de un juicio de partición necesariamente se producirá la
enajenación del bien raíz por parte del Juez Partidor, lo que puede acontecer a través
de una adjudicación privada o en subasta pública.
Por ello, el fallo de la Corte de Apelaciones fundamenta con énfasis en los
principios y normas que rigen la declaración de bien familiar, poniéndolos por encima
de las normas sobre partición y facultad de no permanecer en indivisión.
La Sentencia de la Corte de Apelaciones, deja en claro en su considerando 5°
que si bien la declaración de bien familiar, no altera la titularidad del derecho de
propiedad ni tampoco la facultad de goce respectiva, lo que resulta afectado son las
facultades de disponer y de administrar. De esta manera el art. 142 del CC prohíbe
enajenar o gravar voluntariamente, ni prometer enajenar o gravar los bienes familiares,
sin autorización del cónyuge no dueño o de la justicia en subsidio, bajo pena de
declarar dichos actos nulos. Por ello la Iltma. Corte de Apelaciones en su considerando
8° de la sentencia de segundo grado, deja en claro que la naturaleza de un bien
familiar es eminentemente cautelar, porque su finalidad es dar protección a la familia
constituyendo una limitación al derecho de propiedad, resolviendo que previo a la
designación de un árbitro partidor debe procederse a la desafectación del bien raíz
conforme al art. 145 del Código Civil.
INDIVISION FORZADA O DE OTRA NATURALEZA
Si bien esta materia en cuanto al análisis de la indivisión, no es analizada por el
fallo de la Corte de Apelaciones, me permito enunciar que frente a la situación de
conflicto entre una declaración de bien familiar versus una partición, nos permite
soslayar, que tratándose de un inmueble declarado bien familiar estaríamos en
presencia de una especie de indivisión forzada mientras no se desafecte el bien por
resolución del tribunal de familia competente.
La partición de una comunidad de bienes encuentra asidero en materias de
arbitraje forzoso, cuyo fundamento en este tipo de arbitraje dice relación con la
naturaleza de ciertos asuntos respecto de los cuales conviene terminarlos prontamente,
evitar todo escándalo, estrépito y enojosa disputa a fin de evitar perjuicios o por su
8
carácter que exige un estudio acabado de aspectos técnicos.9 Aunque en todo caso
conforme a la ley 19.947 publicada en el diario oficial el 17.05.2004, su artículo octavo
número 2, modifico al artículo 227 del C.O.T. en cuanto pueden los interesados
resolver por sí mismos estos negocios, si todos ellos tienen la libre disposición de sus
bienes y concurren al acto, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 645 del C.P.C.
Una segunda excepción al arbitraje dice relación con que los interesados de
común acuerdo, pueden solicitar también al juez que conoce de la separación judicial,
declaración de nulidad del matrimonio o el divorcio que liquide la sociedad conyugal o
el régimen de participación en los gananciales que existió entre los cónyuges, lo que en
la práctica no acontece jamás.
En el caso de la Liquidación de la sociedad conyugal, conforme al art. 1776 CC
se sujeta a las reglas de la partición de bienes hereditarios sin perjuicio de las
especiales del párrafo 5 del título XXII del libro IV.- Cód. Civil. Lo anterior producto de
que siempre que se disuelve la sociedad de bienes entre los cónyuges se forma una
comunidad que debe dividirse, salvo obviamente se encuentren en un régimen
matrimonial de separación total de bienes o participación en los gananciales. Lo que
también acontece entre uno de los cónyuges y los herederos del otro en caso de
fallecimiento.
Cuando nos enfrentamos a la Partición de bienes, art. 227 N°2 C.O.T., por lo
general se trata de una comunidad hereditaria, y consecuentemente se reglamenta en
el Título X del libro III Código Civil, sobre sucesión por causa de muerte, y en el Código
de Procedimiento Civil, en el Tít. IX libro III. Pero en realidad no sólo se refiere a la
partición de bienes hereditarios sino que latu sensu, a cualquiera que sea la comunidad
de que se trate de dividir, pues la ley se remite a ellos en cada caso (Arts. 1776, 2115 y
2313 del Código Civil).
La facultad de pedir la partición, contemplada en el artículo 1317 inciso 1º del
Código Civil,
consagra el principio de que nadie es obligado a permanecer en la
indivisión; que la partición se puede pedir siempre, vale decir, la acción de partición es
imprescriptible. Sin embargo, la partición no puede pedirse en los siguientes casos:
1.- Pacto de indivisión
2.- Casos de indivisión forzada
No cabe someter arbitraje sobre cosas incomerciables, pues es una convención
y ésta sólo puede recaer sobre cosas que estén en el comercio humano. En segundo
término, debe tratarse de asuntos en los cuales se encuentre en juego el interés
privado de los litigantes y no cuando se puedan ver afectados el orden público, las
9
AYLWIN AZÓCAR, Patricio, El Juicio Arbitral, ob. cit., pág. 81. Agrega el autor que el legislador
prescribe en estos juicios el arbitraje forzoso como medio de proporcionar en ellos una justicia
especialmente apta, apropiada, amigable, rápida y económica citando a su vez a Mongalvy.
9
buenas costumbres o los derechos de terceros extraños, en este caso estimamos se
encuentra la declaración de bien familiar, por cuanto la ley no establece de manera
general la prohibición sino que enumera diversos casos, en arts. 229 y 230 C.O.T.
Luego procede el análisis de que se trata de un simple pacto de indivisión común
o de una situación de indivisión forzada, a lo cual se refiere el inciso final del art. 1317
del CC, y es por ello que el legislador prohíbe la división en ciertos casos, atendida la
naturaleza del acto o lo especial de la comunidad, como acontece con los lagos de
dominio privado, la propiedad fiduciaria, los bienes comunes de edificios divididos por
pisos, las tumbas y mausoleos, y en mi opinión caería la situación de los bienes
familiares mientras no se produzca su desafectación.
CONCLUSIONES
Conforme lo expuesto, no cabe duda que es improcedente dar lugar a la
designación de un juez partidor respecto de una comunidad cuyo principal activo lo
constituye un bien familiar declarado tal por resolución judicial, mientras no se efectúe
la desafectación del mismo; en este orden, la sentencia de la Corte de Apelaciones de
Santiago en comento, deja en claro que la base de la declaración de bien familiar
responde a un compromiso protector de la familia, que tiene por objeto principal otorgar
la protección de la vivienda familiar a quienes pueden ser privados de su uso, en
cuanto proyección del deber de los cónyuges de proveer a las necesidades de la
familia, especialmente al bien que le sirve de habitación, incluso más allá del
matrimonio, razón en cuya virtud no cabe la partición de dicho inmueble mientras no se
produzca la desafectación del mismo.
Descargar