Subido por DIEGO MAURICIO TORRES ARIAS

1.sugestion

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Fluidos, Periespíritu y Centros de Fuerza
"El fluido cósmico universal es la materia elemental primitiva y sus modificaciones y transformaciones
constituyen la gran variedad de los cuerpos de la Naturaleza" (La Génesis cap. 14, Item 2)
"Sabemos que el fluido universal, o fluido cósmico etéreo, representa el estado más simple de la
materia; su sutileza es tal que escapa a todo análisis. Y, no obstante, de ese fluido proceden, mediante
condensaciones graduales, todos los cuerpos sólidos y pesados que constituyen la base de la materia
terrestre." (León Denís, En lo Invisible)
Nos dice Roque Jacinto: "El pase es un cambio de las energías universales, sea entre desencarnados, sea
entre encarnados - se elige por un delicado y precioso auxiliar a ser utilizado en el tratamiento de
dolencias a largo plazo; en las crisis bruscas y repentinas de dolor; en el combate a las llamadas
"dolencias fantasmas"; en las perturbaciones espirituales transitorias que sufren las almas encarnadas;
en las enfermedades de la mente; en el reequilibrio de sí mismo, cuando el hombre está bajo el juego de
auto-obsesión; en las conmociones del sistema nervioso; en la terapia de los complejos ..."
Deleuze nos comenta "Siendo la facultad de magnetizar, o de hacer el bien a nuestros semejantes por
influencia de su voluntad, la más bella y más preciosa que Dios da al hombre, se debe encarar el ejercicio
del magnetismo como un acto moral, que exige el mayor reconocimiento y la intención más pura..."
Un pastor presbítero (Dudley Blades), nos da una definición de lo que hoy es, para nosotros, una práctica
habitual del pase, excepto porque en el pase espírita no es necesario tocar a la persona. "La cura
espiritual es la cura del Espíritu por el Espíritu... Normalmente comienzo a curar reposando mis manos
suavemente sobre la cabeza de las personas..." (La Energía Espiritual y su Poder de Cura)
Por todas estas citas, observamos que, en todos los tiempos hubo médiums curadores o sanadores, y es
actualmente, dentro de la Doctrina Espírita, conocidos como pasistas o médiums pasistas.
"Los fluidos no poseen cualidades "sui-generis"; las adquiere en el medio donde se elaboran; se
modifican por los efluvios de ese medio. Por tanto, diciéndose que tal fluido es bueno o malo, nos
referimos al "producto final" y no a su generalidad. El fluido cósmico es puro y sus derivaciones son
producto de las "manipulaciones", en niveles y patrones variados hasta el infinito." (Jacob Melo, en O
Passe)
¿De qué esencia es ese fluido cósmico o plasma divino? Los Espíritus nos dicen que es de esencia
electromagnética, y llena todos los espacios, no existiendo el vació en el universo.
Todas estas citaciones y algunas más, que haremos más adelante, definen perfectamente lo que son los
fluidos.
El pase es una transfusión de fluidos. Es un intercambio de periespíritu para periespíritu, muy semejante
a la transfusión de sangre, como dice Roque Jacinto. ¿Pero en esa transfusión sólo interviene el pasista o
también hay intervención de los Espíritus? La respuesta sería, que los pasistas no trabajan solos; al
contrario, es con la intervención de los Espíritus Esclarecidos y especialistas, en su mayoría, de estos
temas, que el pase se puede realizar. Y podríamos preguntarnos, ¿entonces por qué los Espíritus
necesitan a los médiums pasistas? Porque los fluidos emitidos por los Espíritus son muy sutilizados, en
relación a los fluidos humanizados, y que debido a nuestra constitución orgánica, nosotros necesitamos,
todavía, de fluidos más animalizados - entiéndase, groseros o densos - . Dependemos todavía de ese tipo
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de fluidos y de ahí que se necesite la intervención de los Espíritus, para manipular los fluidos a ser
donados con la intervención o canal de los médiums pasistas. Y además, lo correcto sería decir, que
somos nosotros los que necesitamos a los Espíritus, debido a nuestras necesidades evolutivas y nuestro
estado espiritual precario.
¿Qué es el Periespíritu?
Pregunta 93 del Libro de los Espíritus. "P. ¿El Espíritu propiamente dicho, se halla cubierto - como
algunos pretenden - o está rodeado de una sustancia determinada? R. El Espíritu se encuentra revestido
de una sustancia vaporosa para ti, pero todavía muy grosera para nosotros: lo bastante vaporosa, sin
embargo, para que pueda elevarse en la atmósfera y transportarse a donde quiera."
'Así como el germen de un fruto se halla circundado por el periespermo, así también el Espíritu,
propiamente dicho, está rodeado de una envoltura que, por comparación, podemos denominarla
periespíritu.' (Palabras de Allan Kardec)
" Para definir, de alguna manera, el cuerpo espiritual, es preciso considerar, ante todo, que él no es
reflejo del cuerpo físico, porque, en realidad, es el cuerpo físico que lo refleja, tanto como el cuerpo
espiritual, retrata en sí mismo el cuerpo mental que le preside la formación."
De sus propiedades:
Flexibilidad, expansión, elasticidad, imponderabilidad etc. Podemos sacar la conclusión de que, el
Espíritu se sirve de un cuerpo fluídico perfecto para todo lo que el Espíritu tiene que exteriorizar o
realizar en un cuerpo material y en un entorno material.
El dispone - Periespíritu - del más moderno archivo de microfotografía en los centros de la memoria, que
si pudieran ser comparadas a una construcción, con las actuales técnicas de miniaturización, con que se
elaboran los computadores, esos departamentos ocuparían un área, aproximadamente de 160.000 km3.
Tan sólo para los billones de informaciones de una sola existencia.
Además, como dicen Gustavo Geley y el Dr. Jorge Andrea; las células del cuerpo periespiritual, en niveles
más profundo, son formadas por moléculas que se constituyen de átomos. Los átomos del periespíritu,
son formados por elementos químicos conocidos nuestros, como el hidrogeno y el uranio, que en la
Tierra, representan los límites de la materia atómica conocida, además de otros desconocidos por el
hombre encarnado
Los átomos y moléculas que constituyen las células del periespíritu, poseen energía cinética propia
(parte de la física que estudia el movimiento producido por las fuerzas), que es la fuerza determinante
de su vibración constante.
CENTROS DE FUERZA
En el Periespíritu se encuentran los centros de Fuerza o puntos energéticos, por donde fluyen las
energías del cuerpo físico para el Espíritu y del Espíritu para el cuerpo físico.
Cada centro de Fuerza tiene una relación estrecha con los plexos; es a través de ellos por donde son
transmitidas las energías enfermas o sanas.
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En el libro Entre el Cielo y la Tierra, André Luiz, dice: "Como no desconocen, nuestro cuerpo de materia
rarefacta está íntimamente regido por siete centros de fuerza, que se conjugan en las ramificaciones de
los plexos y que, vibrando en sintonía unos con otros, al influjo del poder directriz de la mente,
establecen, para nuestro uso, un vehículo de células eléctricas, que podemos definir como siendo un
campo electromagnético, en el cual el pensamiento vibra en circuito cerrado."
Son siete los centros de Fuerza, más importantes: Coronario, Frontal, Laringeo, Cardíaco, Esplénico,
Gástrico y Genésico.
Los fluidos son un elemento neutro, que dependiendo de la voluntad y la manipulación de ellos, así
estarán en condiciones de ser donados con cierta pureza o de unos componentes inferiores. Si ellos van
dirigidos al periespíritu, sabiendo ya, que nuestras enfermedades, en un porcentaje bastante elevado,
son de origen espiritual, entenderemos que podrán producir beneficio o perjuicio, esos fluidos donados
en el pase y por el pasista, que podría no estar en una buena sintonía, aplicando los pases de una forma
despreocupada y poco vigilante. ¿Cómo seríamos nosotros capaces de donar sangre teniendo una
enfermedad infecciosa o sangre contaminada por el alcohol y las drogas? ¿No sería eso una falta de
caridad mayúscula para con nuestros semejantes? Por supuesto que diríamos que no somos capaces de
tamaña barbaridad. ¿Y entonces, qué decir si donamos, en vez de sangre, fluidos contaminados por
pensamientos deletéreos, muy materialistas, deprimentes, acompañados de acciones poco dignas, en
contraposición a lo que Jesús y muchos otros Misioneros nos han enseñado? ¿Hay alguna diferencia?
Dijo Jesús: "Los sanos no necesitan de médicos y sí los enfermos", y enfermos podemos serlos todos,
desde que reconozcamos y aceptemos vivir en un mundo de pruebas y expiaciones.
Ahora bien; que todos estemos necesitados del pase, en mayor o menor grado, no implica ni quiere decir
que nos obsesionemos con él, como aquel, que pensando que se pondría bueno rápidamente, se tomo
de una sola vez el jarabe que debería haberse tomado en pequeñas dosis, durante los días que el médico
le había prescrito. Eso es un contrasentido y, a veces, una actitud infantil.
El pase hay que tomarlo con moderación, con fe; con una cierta predisposición positiva, que desbloquee
nuestro organismo y nuestra mente, de forma a recibir la dosis de beneficio que la ley del merecimiento,
nos otorgue.
Se ha comprobado que, tanto los pases como los tratamientos médicos, son compatibles, y que, incluso
los Espíritus, aconsejan en muchas ocasiones, seguir la orientación de los médicos de la Tierra, porque
Ellos inspiran multitud de veces, a esos mismos médicos a prescribir el tratamiento correcto.
Clases de Pases
Vamos a citar tres clases de pases: Magnético, Espiritual y Mixto.
Según Jacob Melo, el pase magnético es aquel cuyo fluido utilizado emana básicamente del propio
pasista (o del médium, magnetizador, curador, etc.) Sería, aisladamente considerado, el animismo de
cura.
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El pase espiritual es el que verifica por la donación fluídica directa de los Espíritus al paciente, sin la
interferencia del médium. En la práctica de los encarnados, con todo, la presencia del médium, en ese
caso, sirve apenas como "canal" de los fluidos espirituales.
El pase mixto, que es el predominante en nuestro medio, cuenta con la participación fluídica tanto de los
Espíritus como de los médiums. Este pase también recibe el nombre de mediúmnico por algunos
espíritas, en virtud de la presencia espiritual manifiesta en el fenómeno por su derramar fluídico, la cual,
a veces, se da de forma muy ostensiva, e indebida, a través de la psicofonia.
También podríamos hablar del pase de limpieza y el de restauración.
El pase de limpieza es aquel donde se retiran los fluidos pesados, nocivos y deletéreos del paciente, para
a continuación dispensar los pases de restauración, donde se renovarán las energías del paciente, así
como el desbloqueo de los Centros de Fuerzas o Centro Vitales, para buscar la mayor eficacia del pase o
fluidos emanados.
¿Quién da y Quién recibe?
"Como Cristo y los Apóstoles, como los santos, los profetas y los magos, todos nosotros podemos
imponer las manos y curar, si tenemos amor a nuestros semejantes y el deseo ardiente de aliviarlos."
Palabras de León Denís.
No se necesita una mediumnidad ostensiva para ser pasista; es esencial "querer" ayudar a nuestros
semejantes. Aunque hay que reconocer lo esencial de la instrucción y la moral del médium pasista: sin
esos requisitos, no será fructífera la labor a realizar.
"Si por un lado, tenemos que reconocer la seriedad del trabajo de los pases, que nos requiere estudio
especializado, tanto de la Doctrina, y esfuerzo laborioso para el gran trabajo, podemos estar tranquilos al
vincularnos a la tarea de los pases, pues 'Los orientadores de la Espiritualidad buscan compañeros no
esclavos. Si un médium pasista se propone ayudar en el Centro Espírita a sus semejantes, se hace
necesaria una valorización de sus hábitos, costumbres y vicios psíquicos, si los hubiera. Ejemplo: Un
pasista se encuentra en su casa comiendo una excelente comida, mas con demasiados condimentos y
picantes, regada con un buen vino y coronada por un buen cigarro. Terminada la comida, el pasista tiene
que ir al Centro a realizar sus tareas. Envuelto en el humo del cigarro y con la barriga llena, saturado de
alimentos, emanando vapores del alcohol ingerido, ¿estaría en condiciones de dar unos pases? Si
eliminamos la comida, ¿seguiría estando en condiciones? Aún nos queda el exceso de vino y el cigarro,
¿cuándo estaría el pasista en condiciones?
"Y dijo Pedro: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo esto te doy. En nombre de Jesús-Cristo, el
Nazareno, levántate y anda."
Hechos de los Apóstoles 3:6
El paciente, a veces, sufre de un proceso obsesivo, lo que le hace sentirse enfermo y débil, porque su
supuesto verdugo, en la mayoría de los casos, es implacable; aún no conoce la palabra perdón, por lo
tanto, también está en calidad de enfermo, lo que le hace paciente del pasista, recibiendo ayuda
indirecta, a la vez que su víctima es ayudada, reforzando ésta, poco a poco, la moral, la voluntad y la
disciplina, aprendiendo a perdonar también, una vez que conoce el proceso que le envuelve a sí mismo.
De ese modo podrá romper las cadenas que le tienen atado a su verdugo-enfermo.
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En muchos Centros no se dan los pases de igual forma e incluso, contradictorios, ¿por qué será esto?
Pues precisamente por la falta de información que hay acerca de este tema. En los países de habla
hispana, mucho más, ya que la mayor información, se da en la literatura de libros en el idioma
portugués. Ya que esos libros están ahí, nos hemos servido de ellos, para recabar suficiente información
que nos ayude a todos a conseguir más y mejor información, para poder de ese modo, facilitar la labor
de los pases y su mejor aplicación.
Las manos tienen una gran importancia en los fenómenos mediúmnicos, y no sólo en las curas.
Vamos a consultar de nuevo a Jacob Melo: "Las manos como verdaderos "polos" emisores de fluidos,
sobresalen de las demás partes del cuerpo humano, incluso que reconozcamos el hecho de ser también
sensiblemente importante otras extremidades físicas, así como ocurre con algunos orificios fisiológicos posición largamente demostrada en los fenómenos de ectoplasmia -, sin hablar específicamente de los
atributos de los ojos. Pero, incluso llevándose en consideración toda esa variedad de puntos emisores de
fluidos, no podemos subestimar ni disminuir la importancia de las manos, revelando, con todo, el
ascendente de la mente que es, definitivamente, la verdadera directriz de todo proceso fluídico."
Son las manos las mejores herramientas de liberación de fluidos.
Una regla muy importante: debemos tener en cuenta el sentido de las manos en relación al pases sobre
el cuerpo del paciente; esto es: de arriba para abajo. De la cabeza a los pies. En caso contrario, se
provocará una congestión fluídica, de consecuencias graves o desagradables.
Nos dice Jacob Melo que, " En cuanto a la cuestión de la congestión fluídica, recordemos que los centros
de fuerza son estructuras especializadas del periespíritu para recibir las energías de que carecemos y
hacerlas fluir para él como un todo, bien como para expeler las propias emanaciones que se estabilizan
en el doble etérico y en el aura. Los fluidos, alcanzando las zonas periespirituales, vía centros de fuerza
(que son teóricamente, externos a los plexos), alcanzan el cuerpo físico a través del funcionamiento de
éstos."
Cuando el pasista retira los fluidos deletéreos, los abandona para que los Espíritus responsables de la
tarea del pase, puedan hace la consiguiente transformación, debido a que no estamos en un grado
evolutivo elevado para podernos encargar de esa tarea.
En nuestro día a día, y sin tener un comportamiento negativo, necesariamente, vamos recogiendo toda
clase de fluidos de los propios encarnados y de los desencarnados que nos rodean, al entrar en sintonía
con ellos, siendo como es, que los Espíritus enfermos, perturbados, materialistas y livianos, son los que
están más cerca de nosotros; por consecuencia, es fácil sintonizar con esos Espíritus, y absorber sus
emanaciones mentales y espirituales, lo que nos provoca un cúmulo de fluidos que podíamos denominar
de groseros o pesados. (Libro, Orientación al Pase Espírita)
Trance y Trauma: Los desórdenes nerviosos funcionales y la mente subconsciente
Franz Anton Mesmer (1734-1815) nació en la ciudad alemana de Iznang. A la edad de 32 años había
completado su formación médica en la Universidad de Viena con una disertación sobre la influencia de los
planetas sobre las enfermedades humanas. En 1773, una paciente de 27 años, Fräulein Oesterlin, que
padecía una edad de dolencias físicas periódicas, acudió a Messmer. En consonancia con su disertación,
Mesmer trató de demostrar la relación de la periodicidad de los síntomas manifestados en Fräulein
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Oesterlin con las fluctuaciones de las mareas y, en el curso de este intento, decidió comprobar si podía
inducir una marea artificial en su paciente.
El 28 de julio de 1774, pidió a su paciente que tomara una solución de hierro que aportaba magneto a su
estómago y piernas. Los resultados de este tratamiento cambiaron el curso de la vida de Mesmer. Cuando
Fräulein Oesterlin sintió al misterioso fluido correr a través de su cuerpo, sus síntomas comenzaron a
desaparecer. Con un tratamiento continuo, se recuperó por completo y la fama de Mesmer empezó a
extenderse. Desafortunadamente, sin embargo, la controversia sobre la efectividad de sus técnicas también
se extendieron; y en 1777, en dudosas circunstancias, Mesmer dejó Viena y marchó a París. Allí estableció
una lucrativa práctica de curaciones magnéticas y completó su Mémoire sur la découverte du magnétisme
animal. Influenciado por las teorías físicas de la atracción gravitatoria y por el trabajo de Franklin y otros
sobre la electricidad, Mesmer desarrolló lo que fue en su época una razonable explicación de la cura
magnética.
Suponiendo la existencia de un fluido magnético físico interconectado con cada elemento del universo,
incluidos los cuerpos humanos, Mesmer afirmó que la enfermedad resultaba del desequilibrio de este
fluido en el cuerpo. La curación exigía la reconducción del fluido a través de la intervención del médico,
el cual, sirviéndose de una especie de conducto por medio del cual el magnetismo animal pudiera ser
canalizado desde el universo al interior del cuerpo del paciente por medio de "pases magnéticos" de las
manos del médico. En el curso del tratamiento, los pacientes experimentaban una "crisis" magnética, algo
semejante a una sacudida eléctrica, a partir de la cual comenzaban a recuperarse. A semejanza de la teoría
eléctrica, Mesmer pensó que el fluido magnético era polarizado, conductor y capaz de ser descargado y
acumulado. Como el buen hombre de negocios que fue siempre, desarrolló el baquet, un dispositivo para
concentrar el fluido magnético semejante a la vasija de Leyden. El baquet le permitía tratar hasta a veinte
pacientes a la vez, conectando a cada paciente el fluido a través de una vara de hierro. La caída de Mesmer
fue tan meteórica como su ascensión. Hacia 1785, después de varios fracasos terapeúticos espectaculares y
la publicación del Rapport des Commissaires chargés par le Roy de l'examen du magnétisme animal
(Bailly, 1784), en donde se llegaba a la conclusión de que no había ninguna evidencia a favor de la
existencia del fluido mesmérico, Mesmer dejó París bajo sospecha y vivió el resto de su vida en relativa
oscuridad, muriendo en 1815 cerca de su lugar de nacimiento.
Si Mesmer el hombre desapareció de la vista del público, sus ideas no lo hicieron. El más importante con
mucho de los discípulos de Mesmer fue Armand-Marie-Jacques de Chastenet, Marquis de Puységur
(1751-1825), un rico aristócrata terrateniente que comenzó, incluso antes de la caída de Mesmer, a
experimentar con la curación magnética. Si de alguien se puede decir justificadamente que fue el fundador
de la psicoterapia moderna, ése es Puységur. Trabajando con Victor Race, un joven campesino de su
hacienda familiar cerca de Soissons, el marqués descubrió la "crisis perfecta", un estado de sueño
sonámbulo en el que los pacientes obedecían los mandatos del magnetizador sin que al despertarse
conservaran memoria alguna de lo que habían hecho. Cuando Victor, quien en condiciones normales
nunca se habría atrevido a confiar sus problemas personales al señor de la casa, admitió en el transcurso
del sueño magnético que estaba disgustado por una pelea que había tenido con su hermana, Puységur le
sugirió que hiciera algo para resolver la querella y, después de despertar, sin recordar las palabras de
Puységur, Victor obró de acuerdo con la sugestión del marqués.
A partir de estas experiencias, Puységur llegó gradualmente a reconocer que los efectos magnéticos
dependen de la fuerza de la creencia personal del magnetizador en la eficacia de la curación magnética,
del deseo de curar y de la relación con el paciente. En 1784, Puységur expresó estas ideas en sus
Mémoires pour servir a l'histoire et a l'établissement du magnétisme animal, una obra que puede ser
considerada el punto de partida de la psicoterapia moderna. No deja de tener interés que en fecha tan
temprana como 1784, desde el nacimiento del procedimiento psicoterapeútico, se reconoció que la
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creencia en la eficacia de la cura, el deseo de curar y la naturaleza de la relación entre el paciente y el
terapeuta eran factores fundamentales del éxito psicoterapeútico.
Con la técnica desarrollada por Puységur (a menudo acompañada de la explicación de Mesmer), el
mesmerismo se extendió rápidamente. Llegó a los Estados Unidos desde Francia con Charles Poyen de
Saint Sauveur y llegó a ser asociado brevemente con la frenología y durante más tiempo con el
espiritualismo, produciendo por último el movimiento del Nuevo Pensamiento que ejerció un fuerte
impacto en William James.
En Europa, el mesmerismo continuó desarrollándose en manos de cierto número de importantes figuras
como el abate José Custodio de Faria, el general François Joseph Noizet, Étienne Félix, Baron d'Hénin de
Cuvillers, y Alexandre Bertrand. Faria, en su De la cause du sommeil lucide (1819), desarrolló la técnica
moderna de inducción al trance ("fijación"), al acentuar la importancia del deseo del sujeto más bien que
la del magnetizador, y reconociendo la existencia de diferencias individuales en la susceptibilidad al
sueño sonámbulo, siendo el primero en establecer el principio de sugestión, que creía que era efectivo no
sólo en el sueño sonámbulo sino también en estado de vigilia. En 1820, Noizet, en Mémoire sur le
somnambulisme, presentada en la Royal Academy de Berlin pero no publicada hasta 1854, y Hénin de
Cuvillers, en su Le magnétisme éclairé, presentaron la más extensa relación de los efectos mesméricos en
términos de sugestión y creencia, mientras el Traité du somnambulisme (1823), de Bertrand, fue el primer
estudio científico sistemático de los fenómenos magnéticos.
El año 1843 supuso un importante avance en el modo en que los efectos mesméricos fueron
conceptualizados. En este año James Braid (¿1795?-1860) publicó Neurypnology; or, the Rationale of
Nervous Sleep, Considered in Relation with Animal Magnetism. Nacido en Fifeshire hacia 1795 y
educado en la Universidad de Edimburgo, Braid marchó a Manchester en los comienzos de su carrera
profesional. Allí, como él mismo describe en Neurypnology, una visita a la demostración teatral del
mesmerista suizo Charles Lafontaine, le convenció de la realidad de los fenómenos físicos inducidos por
el mesmerismo. Después de varios días de experimentos privados, Braid llegó a la conclusión de que estos
efectos físicos estaban producidos por "una peculiar condición del sistema nervioso, inducido por una
atención fija y abstracta..." (p. 94) y no a través de la mediación de ningún agente especial que pasara
desde el cuerpo del operador al del paciente. Para distinguir tajantemente sus puntos de vista de los del
mesmerismo, llamó al estado de sueño nervioso "hipnotismo", y sustituyó los "pases magnéticos" de los
mesmeristas por la fijación en un objeto luminoso, una variante de la antigua técnica de inducción de
Faria.
La conexión efectuada por Braid entre los fenómenos hipnóticos y la fisiología cerebral, así como el
desarrollo de una técnica de inducción directa y desprovista de mística y la introducción de una
terminología que era más aceptable para la institución médica y científica, ayudó a preparar el camino
para el uso eventual de la hipnosis en la investigación psicopatológica. Que este efecto no fue de ninguna
manera inmediato no es sorprendente ante el hecho de que entre 1848 y 1875 la curación magnética estuvo
crecientemente envuelta con el espiritismo por un lado y las demostraciones teatrales por el otro. Cuando
Braid murió en 1860, "el magnetismo y el hipnotismo -como apunta Ellenberger (1970)- habían caido en
tal descrédito que un médico que utilizase esos métodos habría comprometido irremisiblemente su carrera
científica y perdido su prestigio como médico" (p. 85).
Pese a todo, en este clima de opinión, hubo unos pocos que continuaron trabajando terapeúticamente con
la hipnosis. Uno de estos fue Auguste Ambroise Liébeault (1823-1904), médico rural en Pont-SaintVincent, pueblo francés de la región de Nancy. En 1866, Liébeault publicó su Du sommeil et des états
analogues considérés surtout au point de vue de l'action du moral sur le physique. En el Du sommeil,
Liébeault afirmó que la concentración de la atención en la idea de sueño induce el estado hipnótico a
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través del poder de sugestión y que los efectos terapeúticos de la hipnosis son, en efecto, fenómenos
sugestivos. Aunque ninguna de estas ideas eran originales de Liébeault, quien las derivó de Mémoire sur
le somnambulisme et le magnétisme animal (1854) de Noizet, fue a través de Liébeault que llamaron la
atención de Hippolyte Bernheim y llegaron a ser los principios cardinales de la escuela de terapeútica
sugestiva de Nancy a la que volveremos enseguida.
Sin embargo, antes de que las técnicas de inducción hipnótica pudieran llegar a servir como herramienta
para la investigación de los desordenes funcionales nerviosos tuvieron que ser rescatados del dominio de
la seudociencia a la que habían sido confinados. El mérito de tal rescate es generalmente otorgado a
Charles Richet, un joven fisiólogo francés cuyo "Du somnambulisme provoqué"(1875) condujo al
resurgimiento del interés en el uso científico de la hipnosis, especialmente a través de la obra de JeanMartin Charcot (1825-1893).
Charcot nació y recibió su formación médica en Paris. Tras obtener el título de doctor en 1853, trabajó
como médico privado hasta 1862, cuando fue nombrado doctor residente en la Salpêtrière. Allí creó lo que
llegó a ser el centro más influyente del mundo para la investigación neurológica. Encargado de la custodia
de un pabellón de mujeres que sufrían convulsiones, Charcot distinguió entre las convulsiones de origen
epiléptico y las de origen histérico (epilepsia histérica), clarificando la sintomatología anestésica y la
hiperestesia de la epilépsia histérica y diferenciando entre la epilépsia histérica y los casos de histeria no
convulsiva.
El primer resumen importante de las conclusiones que Charcot obtuvo de su obra fue presentado en el
volumen I de sus Leçons sur les maladies du système nerveux faites à la Salpêtrière, publicado en partes
entre 1872 y 1873. Siguiendo a Briquet, cuyo Traité clinique de thérapeutique de l'hysterie (1859) es
considerado como el primer estudio de la histeria sistemático y objetivo, Charcot definió la histeria como
una neurosis del cerebro originada típicamente por traumas psíquicos en individuos hereditariamente
predispuestos. En 1878, bajo la influencia de Richet, Charcot comenzó a emplear la hipnosis en el estudio
de la histeria y descubrió que, bajo hipnosis, podía reproducir no sólo la sintomatología histérica (amnesia,
mutismo, anestesia) sino incluso fenómenos postraumáticos tales como las parálisis ocasionadas en
accidentes de ferrocarril. Esto le llevó a agrupar los fenómenos hipnóticos, histéricos y postraumáticos, a
distinguir estos fenómenos dinámicos de los síntomas orgánicos que provienen de lesiones en el sistema
nervioso y a sugerir la existencia de "ideas fijas" inconscientes en el centro de ciertas neurosis, una noción
que ejerció una considerable influencia en Janet y Freud.
Manteniéndose en su orientación generalmente fisicalista, Charcot también trató de describir los
fenómenos somáticos asociados a la inducción hipnótica. Este proceso, creía, ocurría en tres fases
sucesivas:
a) Catalepsia con anestesia y plasticidad neuromuscular;
b) letargo con hiperexcitabilidad neuromuscular; y sonambulismo.
Además, en base al trabajo de sus alumnos, llegó a afirmar que estas manifestaciones somáticas pueden
ser transferidas de un lado del cuerpo a otro por medio de imanes.
Por desgracia, pese a sus numerosas e importantes contribuciones y su papel esencial, Charcot es a veces
recordado por su errónea descripción de las tres etapas y de la transferencia magnética. Como el
psicofísico belga Joseph Remi Leopold Delboeuf (1886) sugirió, en una crítica dirigida contra la obra de
Charcot, que el efecto de sugestión pasa no solo del hipnotizador al sujeto sino también del sujeto al
hipnotizador. Un paciente particularmente espectacular puede crear en el terapeuta expectativas acerca de
las formas que adquiriran las manifestaciones hipnóticas. Éstas pueden luego ser transmitidas
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involuntariamente como sugestiones a pacientes futuros que actuarán así confirmando las expectativas del
terapeuta. Algo semejante parece haber sido el caso en la Salpêtrière, donde los pacientes, y más
notablemente Blanche Wittmann, los estudiantes, los colaboradores y el propio Charcot fueron víctimas de
la fuerza fatal de la expectación mutua.
En Nancy, un grupo que trabajaba bajo la dirección de Hippolyte Bernheim (1840-1919), comprometido
con el punto de vista de que los efectos hipnóticos eran obtenidos por medio del poder de sugestión, estaba
particularmente bien situado para reconocer el defecto inherente a la obra de Charcot. Bernheim nació en
Mulhouse, Francia y recibió su formación médica en Estrasburgo. Después de obtener la agregaduría,
aceptó una cátedra en la facultad de Medicina en Nancy. En 1882, cuando ya estaba bien situado,
Bernheim oyó hablar de un médico rural llamado Liébeault de quien se rumoreaba que trataba con
efectividad a sus pacientes usando el sonambulismo artificial.
Habiendo quedado convencido, después de visitar a Liébeault, de la efectividad terapeútica de la hipnosis,
Bernheim publicó De la suggestion dans l'état hypnotique et dans l'état de veille (1884) en la que volvió a
introducir el punto de vista descuidado por Liébeault de que los efectos de la hipnosis reflejan el poder de
la sugestión mental. Allí y en la edición ampliada de 1886, Bernheim definió los fenómenos hipnóticos
como manifestaciones de la sugestibilidad ideomotora, una capacidad humana universal de transformar
una idea directamente en un acto. Ciertamente, para Bernheim, la hipnosis era simplemente un estado de
sugestibilidad elevada, prolongada y artificialmente inducida.
Tomados en sí mismos, estos puntos de vista por sí solos habrían conducido a Bernheim a entrar en
contradicción con Charcot, pero Bernheim y sus colegas de Nancy fueron mucho más lejos. Criticando la
pretensión de Charcot de que la hipnosis es una condición nerviosa patológica ligada a la histeria,
Bernheim rechazó la descripción de Charcot de las tres fases del hipnotismo y ridiculizó la idea de que los
síntomas pudieran ser transferidos lateralmente mediante imanes. Continuando la crítica de Delboeuf,
Bernheim afirmó que los fenómenos descubiertos por Charcot eran simplemente producto de la
sugestibilidad de sus pacientes, del ejercicio de un pobre control experimental por medio de sus alumnos,
y, por implicación, la propia sugestibilidad de Charcot también. En efecto, estaban tan convencidos de la
naturaleza sugestiva de la terapia hipnótica que, cuando pasó el tiempo, los miembros de la escuela de
Nancy abandonaron enteramente la inducción hipnótica por la sugestión directa en estado de vigilia, una
técnica que denominaron "psicoterapeútica".
Mientras se recrudecía el debate entre Nancy y la Salpêtrière, Pierre Janet (1859-1947) estaba trabajando
en Le Havre, recopilando observaciones clínicas en las que basar su disertación. Nacido en París, Janet
entró en la École Normale Supérieure en 1879, habiendo ocupado el segundo lugar en los exámenes
extremadamente competitivos por la agregaduría. Poco después obtuvo una plaza como profesor de
filosofía en el Liceo de Le Havre donde permaneció hasta la aceptación de su disertación. Tras recibir la
graduación, se trasladó a París para estudiar medicina y dedicarse a la investigación clínica bajo la
dirección de Charcot en la Salpêtrière.
La disertación de Janet, L'automatisme psychologique, reunía una rica información clínica sobre los
estados mentales anormales relacionados con la histeria y la psicosis. Dividiendo tales estados en
automatismos totales (involucrando la personalidad completa) y parciales (una parte de la personalidad se
dividía de la conciencia y seguía su propia existencia psicológica), Janet empleaba la escritura automática
y la hipnosis para identificar los orígenes traumáticos y explorar la naturaleza del automatismo. Síncope,
catalepsia y sonambulismo artificial con amnesia posthipnótica y memoria para los estados hipnóticos
anteriores fueron analizados como automatismos totales. La múltiple personalidad, que Janet llamaba
"existencias sucesivas", la catalepsia parcial, la pérdida de la atención, los fenómenos de escritura
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automática, la sugestión posthipnótica, el uso de la varita mágica, el trance de los mediums, las
obsesiones, las ideas fijas y las experiencias de posesión eran tratadas como automatismos parciales.
Lo más importante es que Janet reunió todos estos fenómenos en un armazón analítico que enfatizaba las
relaciones ideomotoras entre la conciencia y la acción, que empleó la metáfora dinámica de fuerza y
debilidad psíquica y acentuó el concepto de "campo de conciencia" y sus limitaciones como resultado del
agotamiento de la fuerza psíquica. En el interior de esta estructura, Janet analizó la fijación peculiar del
paciente sobre el terapeuta en términos de la distorsión de la percepción del paciente, y relacionó la
sintomatología histérica al poder autónomo de las "ideas fijas" escindidas de la personalidad consciente y
sumergidas en el subconsciente. A pesar del cuidado qu puso en evitar la discusión directa de las
implicaciones terapeúticas de su obra en una disertación no médica, Janet puso los fundamentos para su
propia metodología terapeútica posterior y la de Freud por medio de su demostración de los orígenes de la
escisión en los traumas psíquicos de la historia pasada del paciente.
En realidad había solo un pequeño salto desde la obra de Charcot, Bernheim y Janet a la de Josef Breuer
(1842-1925) y Sigmund Freud (1856-1939). En 1893, Breuer y Freud publicaron una corta comunicación
preliminar, "Ueber den psychischen Mechanismus hysterische Phänomene" en el Neurologische
Centralblatt. El origen del artículo de Breuer y Freud se encuentra en el trabajo de Breuer con la famosa
paciente Anna O.
A pesar de que los detalles existentes del caso de Anna O., tal como fueron descritos por Breuer, quien
indudablemente se esforzó en ocultar la identidad de su paciente, y varios años después por Jones
(1953/1957), se diferencian considerablemente uno del otro y probablemente con los hechos reales del
caso, es sabido que el alivio de los síntomas de Anna O. ocurrió solo cuando la paciente, bajo hipnosis,
proporcionó a Breuer en orden cronológico inverso un relato de las circunstancias exactas bajo las cuales
cada síntoma había aparecido. Sólo cuando ella siguió el rastro hasta el síntoma final regresando a las
circunstancias traumáticas de su advenimiento, se produjo la curación. La curación de Anna O. por medio
del método "catártico", que implicaba traer el trauma a la conciencia y permitir la descarga a través del
afecto, de palabras y asociaciones guiadas, ha sido visto frecuentemente, y así lo pensaba Freud, como el
punto de partida del psicoanálisis.
En la obra fecunda de Janet y en el artículo crítico de transición de Breuer y Freud, vemos la culminación
de desarrollos que habían comenzado con la elaboración de Puységur de las doctrinas de Mesmer. En poco
más de cien años, un formidable cuerpo de evidencias y teorías neurológicas y psicológicas relacionadas
habían conducido irremisiblemente a la creencia de que los fenómenos mentales -estados de trance
mesmerico, entendimiento mutuo, el deseo de curar del terapeuta, la concentración de la atención, la
sugestión mental, el trauma psíquico, la disociación de la conciencia y la catarsis- podían producir
alteraciones radicales en el estado del cuerpo. Ningún escrito psicológico en la década de 1890 podía
permitirse ignorar este rico material y sus implicaciones para la conceptualización de la naturaleza de las
relaciones entre la mente y el cuerpo. William James, como veremos, no fue una excepción.
LA MIRADA MAGNÉTICA
«En los ojos es donde más se pintan las imágenes de nuestras secretas agitaciones, y en donde mejor se
pueden reconocer: la vista pertenece al alma más que ningún otro órgano; parece como si la tocara y
participase en todos sus movimientos. Expresa por ella las más vivas pasiones y las emociones más
tumultuosas, así como los movimientos más dulces y los más delicados sentimientos; los manifiesta en
toda su fuerza, en toda su pureza, tal como acaban de nacer; los transmite en rápidos gestos que llevan
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el fuego, la acción, la imagen del alma de que proceden; la mirada recibe y refleja al mismo tiempo la luz
del pensamiento y el calor del sentimiento: es el sentido del espíritu y la lengua de la inteligencia.»
«El ojo puede amenazar como cuando apuntáis con un fusil cargado, puede insultar como un silbido o
como un puntapié; y bajo otra impresión con miradas de ternura, puede hacer saltar el corazón de alegría...
¡Qué riada de vida y de pensamientos se descarga por ellos de un alma a otra! La mirada es un poder
mágico natural...
»Los ojos de los hombres hablan tanto como su lengua, y el dialecto ocular tiene la ventaja de no necesitar
diccionario para ser entendido por todo el mundo. Cuando la vista dice una cosa y la boca otra, un hombre
experimentado se fía del lenguaje de la primera.»
Emerson
«Ved cómo se presenta en escena aquel artista cuya mirada fina, inteligente y aplomada, va directamente a
fijarse sobre los ojos de la asamblea. Una relación casi magnética se establece súbitamente entre ambas
partes. El público se encuentra a su gusto con el recién llegado; se clavan fácil y mutuamente, las miradas;
le escucha con benevolencia, y de esa doble relación nace bien pronto la simpatía. En semejantes
condiciones es muy fácil el éxito.
«Esta cualidad de la mirada, se encuentra asimismo en el mundo: hay personas cuya mirada facilita la
conversación, da ánimos y hasta ingenio en bastantes casos.»
ROBERT-HOUDIN
«De todos los medios de que dispone el hombre para influenciar a los demás, la mirada es ciertamente el
más poderoso. No sirve solamente para retener la atención de la persona con quien se conversa y, por
consiguiente, para facilitar la influencia que se puede ejercer sobre ella; es también una potencia propia
que puede, cuando es bien comprendida y bien dirigida, obrar directamente sobre el interlocutor, Atrae,
fascina, subyuga, incluso a aquellos que son más capaces de resistencia y de lucha.» W. W.
ATKINSON.—La Fuerza del Pensamiento'
LA MIRADA MAGNÉTICA
La mirada es un gran manantial de fuerza. — Estudiémosla bajo dos aspectos: 1.° como punto de apoyo de
la voluntad; 2° como medio de acción sobre la persona mirada. —El dominio de la mirada y como debe
ser comprendido. — Ejercicios preparatorios. — Mirar fijamente un circuidlo negro. — Mirada oblicua.
— Clavar la mirada moviendo la cabeza. — Ejercicio delante del espejo. — Ejercicios prácticos de
entrenamiento en la vida corriente. — En el teatro, en un salón. — En la calle.—En el tranvía, en el tren.
— Aplicaciones de la mirada magnética : 1. En la vida corriente. — II. En experimentación magnética,
hipnótica y sugestiva. — Un escollo que hay que evitar. — Desconfiad de los productos de belleza
destinados a avivar el brillo de los ojos, — ¿Son perjudiciales los anteojos y los lentes para el desarrollo
de la mirada magnética? No. Por qué? El estrabismo y cómo es preciso combatirlo — Mirada hipnótica y
mirada magnética; no pueden ser confundidas; la primera es brutal, empequeñece la personalidad del
fascinado y desaconsejamos su uso; la segunda, esencialmente dulce, impregnada de bondad y de
benevolencia, lleva muy lejos nuestra voluntad tranquila y decidida. — Resumen.
La mirada es un gran manantial de fuerza y de acción y éste es uno de los puntos en que debe insistir aquel
que estudie las ciencias psíquicas y se prepare para ello con un razonado entrenamiento.
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Se concede una legítima importancia a la manera de mirar de las personas con quienes se entra en
relaciones y hay mucha razón para evitar a los seres cuya imprecisa mirada siempre tiene el aspecto de
disimular, como si el que así os mira temiese que al brindar noblemente sus ojos a vuestra investigación,
encontraseis en su fondo las huellas de cualquier siniestro pensamiento.
En magnetismo, aun tiene mayor importancia la mirada. Cada cual observa, examina, mira, pero todos los
ojos no tienen la misma potencia irradiante. Y no obstante, las más débiles miradas pueden adquirir
energía. Basta para progresar rápidamente, tener una mirada franca, recta y tome, sin descaro. El descaro
es muy a menudo el arma del débil que oculta su timidez bajo este aspecto agresivo, como un capitán de
teatro aumenta su estatura con altos tacones y grandes plumeros.
No hay que creer, sin embargo, que la mirada sea simplemente muestra de una probabilidad de
magnetismo. Ejerce un poder real. Por la mirada fascina la serpiente al pajarillo y le hace caer de la rama,
¡pobre pelotita de palpitantes plumas, hipnotizada e inmóvil, pronta a ser devorada!... Por la mirada
esclaviza el domador a sus fieras y las reduce a la obediencia.
Tenemos el deber de estudiar la mirada desde dos puntos de vista:
1.° Como punto de apoyo de la voluntad;
2.° Como medio de acción sobre la persona mirada.
La mirada que se fija en un punto determinado nos evita muchas distracciones. Cuando hacemos una
gestión que nos incomoda, tan pronto estamos en presencia de nuestro interlocutor, fijamos nuestra mirada
entre sus dos ojos.
Si, previamente, hemos ejercitado nuestra mirada, sentimos que estamos en posesión de todos nuestros
medios. Nuestra actitud es firme, sin insolencia. No solamente el hecho de mirar tranquilamente previene
en nuestro favor, sino que nos da cierta autoridad sobre la persona con quien tratamos. Disponemos de una
fuerza que no sospecha la persona tímida, de temblorosa y embarazada mirada, que no sabe adonde mirar
y adquiere de ese modo una actitud poco franca que quizá no merece. Por otra parte, la mirada fija, al
desarrollar la atención, detiene las imágenes en nuestro cerebro y favorece la concentración de las ideas.
Si tenéis que discutir un asunto, no perderéis el tiempo examinando los objetos de arte que decoren el
gabinete del hombre a quien habláis; miraréis muy atentamente a vuestro interlocutor, temiendo que un
momento de distracción os haga perder alguna palabra esencial. Eso que hacéis en circunstancias
excepcionales, practicadlo a cada instante. Adquiriréis así una costumbre que centuplicará vuestras
probabilidades de éxito.
Considerada como medio de influencia en torno nuestro, es un firme apoyo la mirada magnética en la vida
corriente y en los negocios. En efecto, vuestra voluntad, si está convenientemente ejercitada, se irradia por
vuestra vista, y si observáis al que os habla, os dais cuenta de que vuestra decisión penetra en su cerebro a
medida que le miráis más fijamente. Este caso, de corriente comprobación, se volverá a encontrar todavía
más en las experiencias de magnetismo, de hipnotismo y de sugestión.
Después de lo que acabamos de decir, no hay que figurarse que la mirada del hombre magnético deba ser
fija y feroz y clavarse en los ojos de su interlocutor con la intención de quererle devorar. Nada de esos
Nuestro cometido no es dominar, brutalizar, esclavizar. Hay para elle razones de orden moral. Pero a
despecho de estas consideraciones, una mirada brutal necesita una tensión que sólo puede ser perjudicial
para la persona que realiza ese esfuerzo anormal. Y al querer imponer violentamente nuestros deseos, hay
riesgo de graves perturbaciones. No hay que confundir mirada hipnótica y mirada magnética; así como la
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primera concentra la alucinación y la neurosis, la segunda es tranquila, agradable. Hay un abismo entre las
dos.
El hombre magnético domina sus músculos, sus gestos, sus impulsiones; posee una calma completa. Esta
calma se extiende a su mirada que es la fuente de donde brota más abundantemente la energía magnética.
La mirada del hombre magnético ha de ser esencialmente dulce, franca, abierta. No hay que mirar a las
personas con aire arrogante o colérico, voltear los ojos como un alucinado, sino dirigir las miradas con una
voluntad tranquila y segura de sí misma. La mirada magnética exige unos párpados bien abiertos, pero no
separados desmesuradamente. Evitad guiñar los ojos. Después de algunos ensayos, esta mirada magnética
se ejerce sin fatiga de ninguna clase, ni aparente, ni real.
Figura 66. — La mirada magnética es una fuerza poderosa en la vida
Debe ser considerada bajo dos aspectos: 1.° como punto de apoyo para nuestra atención;
2.° como medio de acción sobre nuestro interlocutor.
Existen numerosos procedimientos que tienden a dar a la mirada una potencia magnética soberana, pero
fieles a nuestros principios, no aconsejamos más que los procedimientos suaves.
Es preciso, y este es el punto esencial, evitar toda fatiga ocular.
Cuando dirigimos nuestra mirada con fuerza sobre un punto preciso, y la mantenemos sobre él con
tenacidad, bien pronto se nubla nuestra visión, se pone confusa. Entre el objeto que miramos y nuestra
vista se forma como una nube. El objeto se esfuma, sus contornos se nos aparecen con menos nitidez y si
mantenemos nuestra tensión visual, bien pronto el objeto desaparece enteramente de nuestra vista. Ese es
un escollo que es menester evitar. No forcemos, pues, la mirada.
Los pocos ejercicios preparatorios que siguen nos parecen los mejores para llegar a poseer la mirada dulce
y poderosa que es una de las características del hombre magnético.
Ejercicios preparatorios
I.—Tomad una hoja de papel blanco y dibujad, en el centro, un circulillo negro del tamaño de una moneda
de 2 pesetas. Clavadla en la pared de la habitación en que hagáis vuestros ejercicios de entrenamiento, a
una altura que no os obligue a levantar exageradamente la cabeza para mirarla, dado que estaréis sentados,
o sea, que esa altura ha de ser de unos 140 centímetros del suelo. Sentaos cómodamente frente a vuestra
hoja de papel a unos dos metros de distancia, no tan cerca para que la proximidad del objeto contemplado
os ponga bizcos (estrabismo), ni tan lejos que su apartamiento os obligue a guiñar los párpados. Ambas
posiciones son igualmente malas, puesto que el estrabismo hipnotiza y al guiñar los ojos se os cierra esa
apertura total del ojo cuya extrema necesidad comprobaréis por vosotros mismos.
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Una vez colocados así mirad fijamente el circulillo negro del centro de vuestra hoja. Miradle sin pestañear
el mayor tiempo que os sea posible, sin permitir a vuestros ojos, ni a vuestro pensamiento, apartarse de ese
objeto. Además del esfuerzo de concentración mental que necesita, tiene dicho ejercicio la ventaja de
acostumbraros a la fijeza de la mirada. Si os sentís con propensión a cerrar los ojos, levantaos ligeramente
los párpados y continuad vuestro ejercicio durante todo el tiempo que no sintáis una verdadera fatiga.
Algunos discípulos llegarán, desde el primer ensayo, a mirar ese disco negro durante 3 ó 4 minutos, sin
demostrar la más pequeña fatiga. Después de varios días de ensayo, sobrepasarán fácilmente ese período
de tiempo y llegarán a un cuarto de hora e incluso más. A otros, por el contrario, hasta un minuto les
parecerá muy largo. No deberán insistir. Tan pronto se haga sentir la fatiga, deberán parar y cerrar los ojos
un instante, prontos a recomenzar tras un tiempo de descanso. Es indispensable, en todo caso, que el
discípulo acompañe con un esfuerzo de voluntad la educación de la mirada. En caso de distracción y para
ayudar a dominar el pensamiento, se deberá contar mentalmente, o mejor aún en voz alta. Contar, fijando
la atención en el acto que se realiza, atención que permita darse cuenta muy exacta de los progresos
efectuados. Se debe procurar aumentar la duración del esfuerzo. La mayoría de nuestros lectores llegarán,
sin demasiado trabajo, a contar hasta 100. después hasta 200. Sin ningún temor, se puede sobrepasar esta
cifra, a condición sin embargo, de sostener la mirada sin demasiado esfuerzo.
Tal entrenamiento puede parecer enojoso, al principio, pero lo mismo ocurre con otros muchos ejercicios
por los cuales se adquieren poderes mucho menos importantes que la mirada magnética.
II.—No os basta mirar frente a frente. Debéis también acostumbraros a mirar con fijeza de lado, sin fatiga
y sin mover los párpados. Para llegar a eso modificad el primer ejercicio. Habréis de retirar la silla o la
hoja del sitio en que estaba precedentemente y mirar oblicuamente, con la misma fijeza y la misma
constancia que lo habéis hecho de frente.
Dicho ejercicio debe ser ejecutado volviendo la cabeza sucesivamente a ambos lados hasta que podáis
mirar así sin fatiga durante cinco a seis minutos.
III.—Después de haberos asegurado de que podéis mirar con inmovilidad, os debéis de acostumbrar a
mirar el mismo punto, con la misma fijeza, cuando mováis la cabeza. Para llegar a eso, volved el rostro
primero hacia la derecha, después hacia la izquierda. En el curso de tales movimientos, sostened siempre
fija vuestra mirada en el punto negro. Desplegad la mayor atención posible. Duración del ejercicio: cinco
o diez minutos. No lleguéis nunca a la fatiga.
Este entrenamiento es excelente para fortificar los músculos que hacen mover los globos oculares. Da un
gran aplomo a la mirada.
IV.—Adquirida esa seguridad, dirigid vuestra vista, no ya a un papel, sino a un espejo. Colocados ante un
espejo, a la distancia normal de vuestra visión, mirad vuestra propia imagen. Vuestra mirada, como
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el momento que os hará sufrir aquel en que estéis sentados: ya entonces habréis entablado la conversación
y estaréis en buen camino para llegar a una inteligencia. Lo que presenta alguna dificultad, es entrar en
una habitación, presentarse ante alguno, cambiar las primeras frases, pues al hacer esto, estaréis de pie.
Tomad, pues, el hábito de educar vuestra mirada poniéndoos incorporados delante de vuestro espejo.
Ganaréis con ello tranquilidad y un aplomo más seguro, que aunque no demuestre arrogancia os dejará en
posesión plena de todos vuestros medios de acción y de expresión.
Saber ser uno mismo es una cuestión que tiene una gran importancia en el mundo. Se pregunta uno a
veces la causa de ciertos éxitos, sea en el terreno de los negocios o en el del sentimiento y no nos damos
exacta cuenta del papel que han representado la simple autoridad del gesto, la dulzura de una conversación
agradable, la potencia de la mirada del «hombre que se presenta bien».
Pensad en este punto del entrenamiento psíquico. Será una ventaja para vosotros hacer concordar los dos
entrenamientos de la autosugestión y de la mirada. Haced esa educación ante el espejo; cuanto más
cuidada y duradera sea, más claro y decisivo será su resultado. Afianzaos en una postura decidida.
Cuando vuestra mirada haya ganado en potencia, juzgad por vosotros mismos las escenas que corren
peligro de embarazaros en el ejercicio de vuestra profesión. ¿Qué es lo que más teméis? ¿Una visita al jefe
de vuestra fábrica? ¿Una entrevista con vuestro director? Pensad antes en las razones que os impulsan a
dar este paso. Mirad vuestro derecho. Dad valor en vuestro espíritu a la perfecta legitimidad de vuestra
reivindicación. ¿Teméis solicitar la mano de la que quisierais esposar? Imaginad que estáis ante los padres
de vuestra bien amada. Preparad las palabras decisivas que os deben hacer aceptar.
Y así en cualquiera otra circunstancia. ¿Simple ejercicio? Sea. Mas no busquéis la complicación. Educad
vuestro pensamiento. Respirad ampliamente, mirad con aire decidido vuestra propia imagen en el espejo.
Inspirad confianza por vuestra actitud leal y enérgica. Quedaréis sorprendidos al punto de la soltura y
aplomo que adquiriréis de ese modo.
Ejercicios prácticos en la vida corriente
Una vez dueños de vuestra mirada, debéis procurar medir su fuerza por ejercicios practicados no ya en
vuestro cuarto, sino en la vida corriente. El verdadero campo de acción es la sociedad humana. Ahí es
donde cada uno ha de representar su papel. Hay mil maneras de prepararse a esa acción social. He aquí
algunas que podéis variar al infinito:
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I.—En un teatro o salón, mirad a una persona situada a corta distancia delante de vosotros y que os vuelva
la espalda: preferentemente una mujer. Miradla a la nuca, con tranquila pero decidida voluntad.
Concentrad toda vuestra energía mental en el acto que esa persona debe efectuar. Quered que vuelva la
cabeza y dirija su mirada hacia vosotros.
La experiencia tiene buen éxito muy a menudo; se consigue tanto mejor cuando disponéis de una mirada
magnética poderosa y cuando sabéis reconocer, a primera vista, un sujeto magnético en la persona que
queréis influenciar. Hay en ello varias gradaciones. Las personas nerviosas, impresionables, son las más
sensitivas. Pero después de estudiar la materia, os será muy fácil establecer vuestro juicio y reconocer con
seguridad, a simple golpe de vista, la persona accesible a vuestro magnético influjo. Al abordar el estudio
del Magnetismo experimental, os indicaremos todos los signos que permiten reconocer cómodamente al
sujeto particularmente receptivo.
Mirando fijamente a la nuca de una persona sensitiva, la veréis después de un tiempo variable, sentirse
incómoda, remover los hombros
Figura 68. — Desarrollo de la mirada ante un espejó
Antes de ejercer nuestra influencia magnética sobre otro, es útil ejercitarse ante el espejo.
Mirad vuestra propia imagen dirigiendo la mirada entre los dos ojos, al nacimiento de la nariz. Esforzaos
por dar a vuestras facciones, a toda vuestra persona esa calma, ese reposo que son el premio del dominio
sobre nosotros mismos.
Con ademanes de fastidio, llevar luego la mano detrás de su cabeza como si algo la hubiera rozado, y por
fin, volverse hacia vosotros. Podréis de igual modo, concentrar vuestra mirada sobre las primeras
vértebras dorsales, al nacimiento de la espalda o entre los omoplatos, pero la acción es mas decisiva
cuando se dirige a la parte posterior de la cabeza
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Cuando intentéis realizar esta experiencia o cualquiera otra del mismo género, evitad un escollo contra el
cual se han estrellado tantos principiantes: no malgastéis vuestra energía. En primer lugar, no abuséis de
ella haciendo experimentos prematuramente. No podéis triunfar más que cuando sintáis en vosotros una
fuerza tranquila. Ese dominio personal, es menester que se revele en toda vuestra persona. Luego nada de
entrecejos fruncidos, de rostros atormentados, de puños crispados, de movimientos musculares inútiles.
Calma, bienestar, tranquilidad. El éxito de esta experiencia os está prometido por la sola fuerza irradiada
de vuestra mirada. Las crispaciones que hagáis, quitarán a vuestro magnetismo toda su energía.
La cualidad esencial del ser magnético es la calma. Sin el perfecto dominio de vosotros mismos, de
vuestros gestos, de vuestros pensamientos, de vuestros sentimientos, no llegaréis a ningún resultado o, si
obtenéis alguno, se borrará prontamente para no dejaros más que descorazonamiento y cansancio. Si, por
el contrario, llegáis a un perfecto dominio, irradiaréis en torno vuestro toda la fuerza que no hayáis
derrochado en vanos e impacientes esfuerzos.
Al hacer esta primera experiencia, mirad pues con una calma perfecta, pero con profunda concentración.
No frunzáis el entrecejo. No apretéis los puños. Que vuestra mirada rígida, dulce sin ser agresiva, sea
como la prolongación material de una voluntad que se juzga—segura de su fuerza—superior a las
dificultades de este mundo.
II. Cuando esa experiencia haya sido coronada por el éxito en un lugar cerrado y tranquilo, donde nada
distraiga vuestra concentración mental, debéis ejercitaros después en un sitio en que os arriesguéis a estar
menos en posesión de vuestros medios. En la calle, por ejemplo, en donde tan a menudo se aglomera la
gente y os tropieza y molesta; en donde tenéis que poner atención a vuestro camino y a sus obstáculos,
haced un nuevo ensayo sobre la misma materia.
Tened cuidado de elegir, como sujeto receptivo, una muchacha nerviosa, impresionable, emotiva, muy
sensible pues al magnetismo. Marcha delante de vosotros con paso normal, sin ser precipitado. Seguid
detrás de ella a alguna distancia y miradla sin cesar a la nuca. Después de unos cuantos minutos, os
quedaréis asombrados al comprobar, siete veces de cada diez, que aquella persona se vuelve, o por lo
menos da señales de desasosiego, lleva la mano detrás de su cabeza, etc.
Cuando estéis muy entrenados, podréis obtener de la persona que camina delante de vosotros, que vuelva
la cabeza, bien a la derecha, bien a la izquierda, según vuestra voluntad. Pero esa es una experiencia muy
difícil. Se precisan, para conseguirla, dos condiciones esenciales:
1.a Que seáis extremadamente magnéticos y esto exige tiempo y un entrenamiento continuo.
2.a Que la persona sobre quien operáis sea un excelente sujeto magnético.
III. He aquí ahora otro experimento que no presenta dificultades infranqueables para el principiante. Os
encontráis en un tranvía, en el metro, en el tren, en un barco, o en cualquier otro medio de transporte
público. Mirad discretamente—sin que se puedan apercibir de ello—no a la persona que esté sentada
exactamente frente a vosotros, sino a una que se halle situada oblicuamente en relación a vuestra mirada y
procura de vigilia, la autosugestión pura y sencilla os dará buen resultado a condición de que genere en
vosotros una sana y potente emoción y, lejos de causaros cansancio, os reconfortará.
A la vez, y por los mismos motivos, debemos hacer el entrenamiento de la mirada (sea por el punto negro,
sea por el espejo) a una distancia prudencial, que no exceda del normal alcance de la vista. Podría resultar
de ello para el discípulo imprudente una fatiga bastante grande de los centros visuales. No se deberá
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tampoco insistir cuando se haga sentir la fatiga. Serían de temer perturbaciones congestivas de la vista si
se continuase mirando fijamente, ya en el espejo, ya en el redondelito ennegrecido con tinta. Habría
derecho entonces a esperar mareos, nubes que suben y bajan ante los ojos, dolores de cabeza violentos,
jaquecas, insomnios. En todos los grados del desarrollo psíquico, es preciso proceder dulcemente, con
método; es la condición indispensable para el triunfo.
Figura 73. — El semblante del magnetizador
Reina una calma olímpica sobre esta fisonomía. La calma del rostro habla de la tranquilidad de los
pensamientos. La nobleza de la expresión expresa la nobleza del corazón. Ninguna arruga, ningún mal
designio. La inteligencia está abierta para escuchar. Un sonriente optimismo reina en esa clara mirada.
Daremos aún otro consejo que, sobre todo, se refiere a las mujeres: desconfiad de los productos de belleza
destinados a avivar el brillo del ojo. ¿Os promete el prospecto un encanto seductor? Es muy tentador. Es
sabido que algunos preparados son empleados en Oriente como colirio y que, por consiguiente, son casi
inofensivos. ¿Pero tenéis la certeza de que esos preparados son tales como se os anuncian? ¿Son tan puros
como debieran para no causar mal alguno? Lo mejor es dejar en reposo toda esa farmacopea de belleza y
contentaros con agua pura, preferentemente fría, sin ninguna adición. El agua fría, a la cuál os
acostumbraréis gradualmente si no estáis ya habituados a ella, es tonificante; aprieta los tejidos, activa la
circulación y, en lo que concierne al globo del ojo y a las glándulas lacrimales, su acción es tan buena
como eficaz. Con el empleo constante del agua fría evitaréis esas inflamaciones tan penosas que dan
lágrimas sin causa y que en el curso de vuestro entrenamiento, disminuyen vuestra acuidad visual al
mismo tiempo que os privan de una parte de vuestra potencia magnética. Luego si sentís alguna fatiga
ocular durante vuestros ejercicios, tened cuidado de lavaros los ojos varias veces al día, con agua fría. Con
un pequeño recipiente a propósito, esos baños o lavados de los ojos no presentarán ninguna dificultad.
Se nos presenta, a menudo, la cuestión de saber si los anteojos y los lentes son útiles o perjudiciales para
el desarrollo de la mirada magnética. No deben ser dañinos y hasta—tal como dijo Héctor Durville en su
Física Magnética (*)—los efluvios magnéticos, a imitación de los rayos luminosos, pueden ser
concentrados por los lentes y otros cristales, lo que, bajo la dirección de la voluntad, puede servir para su
utilización. A mayor abundamiento, los lentes, al mismo tiempo que os valen para dirigir mejor la energía
de vuestra mirada, os aislan de la acción de los demás. Los comediantes representan al usurero o al
hombre de negocios no muy limpios con gafas de color que le son útiles, sobre todo, para ocultar la
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expresión de sus ojos, que le permiten observar a los demás al abrigo de esa pantalla. Esta pintoresca
descripción está basada en la observación. Los cristales de color son, en verdad, un obstáculo para la vista
de las personas y aun cuando se pueden emplear en pérfidos fines, no por eso deben ser motivo de
sospecha, puesto que son empleados de un modo muy distinto al uso que les dan los traidores de
melodrama.
En todo caso, aquellos de nuestros discípulos que lleven gafas o lentes y que teman por ello poner algún
obstáculo a su desarrollo, no tienen más que seguir nuestros consejos para darse cuenta de la sinrazón de
sus temores.
(*) Héctor Durville.—Física Magnética, 2 volúmenes, París, 1895-95.
Entre las personas nerviosas son muy raras las que padecen estrabismo. Bizquear impide el desarrollo de
la mirada. Es menester que nuestros dos rayos visuales sean paralelos, que se apoyen, por decirlo así, el
uno sobre el otro. Si se juntan dan la impresión desagradable de que la persona se mira la punta de la nariz
(estrabismo convergente) y si se separan parece que cada uno se pasea por donde mejor le parece
(estrabismo divergente). Por lo cual es indudable que la persona así afectada no puede dar a los demás una
impresión de fuerza y de dominio.
Es necesario, de toda necesidad, combatir esas fastidiosas propensiones. Se llegará a ello en la gran
mayoría de los casos con nuestro primer ejercicio. Valiéndose del papel puesto en la pared, ejercitaos en
mirar el punto negro con sólo un ojo, sosteniendo el otro cerrado con la mano. Contemplad ese punto de
mira rectificando la mirada que se dirija anormalmente. Así, si es el globo ocular derecho el que se vuelve
hacia afuera, obligad a este ojo a que mire el disco negro que se colocará a su izquierda. Se puede fijar aún
más el objetivo dando a la cabeza un cuarto de vuelta mientras os esforzáis por sostener bien rígido el rayo
visual. Proceder lo mismo con el otro ojo, inspirándoos en el mismo principio.
Insistimos todavía: la mirada magnética, potente, pero esencialmente dulce, no puede ser confundida con
la mirada fija y brutal de los hipnotizadores, sobre todo de los que practican la fascinación. La fascinación
es un fenómeno muy real, pero del que es preferible, a nuestro juicio, guardarse. Puede ser útil para domar
a las fieras y dominar a ciertos enfermos privados de su razón, pero en la práctica de la vida corriente esos
ojos iracundos corren más bien el riesgo de hacer reir. No se asustan más que los niños pequeños. Por otro
lado, el resultado que procura la fascinación, es un empequeñecimiento de la personalidad, que puede
llegar hasta el sueño hipnótico. No es eso lo que habéis de buscar.
Lo que os es necesario, es adquirir consciencia de vuestra fuerza, de vuestro valor, e imponer ese
sentimiento a los que se aproximen a vosotros. Si les exponéis buenas razones con tranquila confianza, a
menos de estar obstinados en una opinión contraria, les llevaréis a pensar como vosotros sólo con los
recursos de vuestra inteligencia y vuestra rectitud. Quiero creer que os desolaríais si, tomando imperio
sobre vosotros, viniese alguien a asaltar vuestro cerebro para hacer entrar en él a la fuerza ideas y
sentimientos. Y eso es lo que os exponéis a hacer a los demás prodigando el hipnotismo (siempre que se
obtenga un éxito menos frecuente de lo que dicen los hipnotizadores).
La mirada magnética está muy lejos de todo eso; no se obstina en cometer una acción violenta, sino en dar
al que habla plena consciencia de su valor. No se atenta contra la personalidad del que escucha. Nuestro
objeto, de ninguna manera es impulsar a nuestros discípulos a violentar espíritus y conciencias, sino a
desarrollarse a sí mismos para llegar pronto a ayudar y sostener a los demás. No olvidamos desde luego
que la vida actual no puede estar desprovista de preocupaciones materiales, y no hemos omitido nada para
poner a nuestros discípulos en las condiciones más favorables para sacar el más honroso y mayor
provecho de su trabajo, pero aun en esto la dominación de uno no hace la felicidad de otro. Lo que es
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necesario evitar con cuidado, es que vuestra mirada se debilite y se intimide. Si huye, seréis víctimas de
las voluntades exteriores. No transijáis cobardemente ante la arrogancia de un hombre que no tiene quizá
vuestro valor mora!. Seguid siendo vosotros mismos. Mejor aún: no tengáis más que un pensamiento
constante: perfeccionaros, ganar cualidades. Anhelad conquistar vuestro sitio en la sociedad. Tal es
vuestro derecho y además vuestro deber.
A mayor abundamiento, si vuestra mirada es tal como os la aconsejamos; clara sin audacia, recta sin
brutalidad, os da un aspecto de franqueza que predispone en vuestro favor. Una mirada fascinadora puede,
alguna vez, imponer una voluntad; una mirada magnética, sólo inspira confianza.
El punto esencial para vosotros es conquistar toda vuestra libertad. Una vez dueños de vosotros mismos,
no tendréis ya necesidad de ejercitar vuestra mirada en el redondelillo negro o en cualquier otro
procedimiento. Habréis adquirido una ventaja que nada os hará perder. Consideraréis a vuestros ojos como
un inagotable manantial de energía. Y os agradará poner esa energía al servicio de todos los que la
necesiten. ¡Ojalá sea dulce y benévola vuestra magnetización!... Sobre todo benévola.
Resumen
«Llevas escrito en la frente tu discurso; lo he leído antes que empieces a hablar», decía Marco Aurelio. Y
si la frente es reveladora hasta ese punto, qué decir de los ojos?
Los ojos contienen el alma toda, y por ellos, más aún que por la expresión del rostro, se puede, si
realmente se es observador, conocer lo que se encuentra escondido bajo la frente del interlocutor,
diagnosticar sus sentimientos, sus sensaciones; más todavía, el fondo mismo de su pensamiento, esas ideas
innatas que son para el espíritu lo que las herencias físicas son para nuestro temperamento. Los ojos son
los reveladores de toda la vida psíquica; son dos ventanas luminosas cuya forma importa poco desde el
punto de vista del espíritu; su verdadera belleza no está en su forma; está en la bondad, en la gracia, en la
serenidad que por ellos se descubre; o bien, por el contrario, descubren la fealdad de malas pasiones, en
contenidos o involuntarios relámpagos. En una palabra, no es la forma de la arquitectura, es el vergel
revelado por la ventana lo que nos interesa, cuando queremos estudiar a un sujeto. Luego es de absoluta
necesidad que aprendamos a observar la mirada de los demás; pero en lo que nos concierne a nosotros, lo
mejor que podemos hacer es educar cuidadosamente la nuestra.
Como ya hemos dicho, la vista exterioriza nuestra verdadera personalidad; la mirada saca a la luz toda
nuestra vida íntima. La palabra puede mentir; puede ultrajar el íntimo sentimiento del que quisiera
ocultarla por pudor o por duplicidad; la mirada propende a la franqueza: habla cuando los labios se
cierran.
Ya sean los ojos azules, castaños o negros, ya tengan el color del sol o el de la tempestad, todos poseen su
encanto particular, que da, generalmente, todo su carácter a la fisonomía. Hay miradas duras como el
acero que parecen penetrar en el alma, buscar en ella, con una brutalidad quirúrgica, lo que convendría
ocultar; que intentan imponer a otras miradas dulces, acariciadoras, y más débiles una voluntad despótica.
Hay ojos suaves y humildes, que parecen entregados sin defensa a una voluntad absorbente. Hay ojos que
ríen; otros que confiesan, con doloroso pudor, el secreto de tormentos infinitos; otros imploran nuestra
ayuda, se abandonan con conmovedora confianza a los que parecen poder sostener su dolor. También los
hay que huyen, se disimulan, tiemblan, no pueden soportar la mirada, semejantes en ello a la mirada de los
animales dañinos que no pueden aguantar la poderosa mirada del hombre. Tales ojos, por lo general,
desagradan, nos imponen una sensación de desconfianza y de temor. Otros, en cambio, por su belleza, por
su gracia reidora o triste, cautivan, atraen, seducen, realizan, en una palabra, la frase de Salomón : «Has
prendido mi corazón en una mirada de tus ojos.»
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Los más hermosos ojos, no teniendo en cuenta más que su forma, no siempre son los más magnéticos. Hay
muchas lindas ventanas que dan sobre paisajes sin horizonte y sin belleza. Lo que requiere el psiquiatra de
los ojos que le interesen, es la mirada, manantial de tranquila y soberana fuerza. Para tener dicha fuerza, es
preciso que la mirada sea recta, que exprese la honradez, que irradie el altruismo. El punto capital es la
energía, dirigida por la rectitud y por la pureza de las intenciones.
Adquirir esa fuerza magnética de la mirada es uno de los primeros fines del psiquista principiante. Los
productos de belleza no tienen nada que hacer aquí; no hay necesidad de kohol ni de otras cosas; no se
trata tampoco de aquellos procedimientos hipnóticos que dan a la mirada una dureza casi feroz. Lo que
hace falta es obtener un brillo suave; un velado fuego, que luzca sin cegar; una dulce firmeza a igual
distancia de la arrogancia que de la timidez.
La mirada, así entendida, exterioriza el dominio de sí mismo, la calma, la confianza, el optimismo; no ya
un regocijo mojigato y sin motivo, sino un optimismo ponderado, basado en la razón. Hay que huir de esa
mirada fascinadora que subyuga o quiere subyugar. No revela una verdadera energía. La fuerza verdadera
es libre y no quiere someter a los demás.
Adquiriréis si lo queréis con constancia y aplicación esa mirada magnética impregnada de dulzura y de
fuerza. Como ya os hemos dicho, ejercitadla mirando fijamente a un negro circulillo que habréis puesto en
la pared, al alcance de vuestra vista, sin que sea necesario levantarla o bajarla exageradamente. Miradle
primero de frente, luego oblicuamente, una vez a la derecha y otra vez a la izquierda, para engrandecer
tanto como sea posible vuestro campo visual. Cuando vuestra mirada no vacile ya, ejercedla en el teatro,
en un salón, en un tranvía, en la calle. Teniendo cuidado de elegir una persona sensitiva, sirviéndoos para
ello de los indicios exteriores que os hemos enseñado, veréis como vuestra mirada deja sentir su acción
magnética.
Dicha mirada magnética no solamente será para vosotros el instrumento de curiosas experiencias; será
sobre todo una cantera de éxitos en todas las situaciones de la vida. Cuando habléis a alguno para hacerle
compartir vuestra manera de ver un asunto, mirad a vuestro interlocutor en el arranque de la nariz, entre
ambos ojos; comprobaréis primeramente si tal atención os impide dispersar vuestras ideas, si las concentra
y las hace más enérgicas. Además, vuestra mirada fija ahí de ese modo, hace penetrar vuestra convicción
en la persona a quien habláis. Es un excelente medio de sugestión.
Nunca olvidéis este punto esencial : mientras que la mirada hipnótica es dura, brutal, inquisitiva, domina
con arrogancia, y procura, sobre todo, hacerse obedecer, hiriendo los sentimientos y penetrando con
violencia en la intimidad del pensamiento, la mirada magnética está llena de dulzura y sostenida por
cierta majestad. Es conveniente, para que ejerza toda su potencia, que se acompañe con un porte noble,
con gestos mesurados, con viva inteligencia. La mirada magnética no quiere mandar sino convencer para
hacerse útil. Ha de representar, pues, una fuerza en reposo, apacible, siempre segura de sí misma,
siempre confiada en el porvenir.
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Copyright
and
Digital
Rights
2007
Title: Book Title : CURSO COMPLETO DE MAGNETISMO PERSONAL
ISI-CNV
El Instituto ISI-CNV fue creado por dr. MARCO PARET como un nuevo tipo de estructura
para proporcionar la oportunidad de una formación completa en Magnetismo,
Mesmerismus © y otras técnicas de desarrollo personal y profesional. Ofrece al mismo
tiempo cursos, terapia, coaching.
El "Mesmerismus" ® es una disciplina que tiene un doble fin: el primero es el de
desarrollar una de las cualidades más importantes y deseables que existen en el mundo:
el MAGNETISMO PERSONAL. El segundo es permitir un verdadero crecimiento
interior, mediante un camino que lleva a descubrir vida y energía al interior de nosotros
mismos.
Se trata de ejercicios que constituyen un vestigio de una ciencia milenaria y convalidados
por nuestra experiencia.
Para iniciar la formación en Mesmerismus ® no se requieren conocimientos ni
formaciones previas. La formación completa capacita tanto personal
como profesionalmente en el uso y manejo de las técnicas y modelos de Mesmerismus ®.
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Nuestra escuela ha llevado a cabo investigaciones extensas y profundas sobre el tema.
Se trata de técnicas muy simples pero de increible poder. Abundan muchas obras sobre el
magnetismo personal, pero ninguna de estas captura la esencia del fenomeno: cada
una describe una parte.
Breve mirada a la historia del magnetismo y del Mesmerismus®
En la misma historia de la humanidad es evidente que existe una fuerza que se puede
manifestar y a través de la cual el hombre puede desarrollar un poder. El concepto de
encanto que se manifiesta a través de la mirada es con certeza el origen del mito de la
Medusa de los antiguos griegos, el ser mitológico en capacidad de petrificar a quien lo
observaba.
También en esas epocas lejanas, el historiador Plinio, en el 7° libro Naturalis Historiae
relata como en el África, en Escitia y en en Iliria existían familias que seducían los ojos
de quienes las miraban, lo que en aquellos tiempos se pensaba que se debía a una
naturaleza maligna o a cualquier otra causa más oculta.
También los romanos cuentan sobre fenomenos magnéticos: no atribuidos a otra cosa que
al poder del magnetismo, que ejerce un individuo sobre otro, debemos mencionar el caso
de la así llamada leyenda de Cimbro, que, enviado a matar a Mario en la prisión, quedó
paralizado ante la mirada y la voz del romano.
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Dichos fenomenos también se mencionan a lo largo de todo el medievo europeo y son
el origen de los relatos fantásticos de encantamientos y magos.
Olao Magno, Del Rio, Leonardo, Vairo, Tommaso Garzoni da Bagnocavallo, G.B. della
Porta, Pietro Garsi, y muchos más, que vivieron entre los siglos XVI y XVII, hablan
todos de sucesos que pueden estar facimente relacionados con la influencia magnética.
También muchas escuelas secretas y esotéricas existentes en la actualidad engloban en su
interior conceptos de origen magnético.
También en el Yoga, en el Zen estan presentes los conceptos magnéticos. Se trata, en
efecto, de una escuela milenaria que por muchos aspectos sus enseñanzas han sido
mantenidas en secreto y transmitidas oralmente a los iniciados.
Para un acercamiento de occidente a parte de esta y para que sea comprendida facilmente
por la mentalidad moderna es necesario esperar hasta 1800.
En 1800 una parte de la antigua teoría magnética se enfrenta con el espíritu científico
despues de que Franz Anton Mesmer, en el siglo precedente, había divulgado una parte
de esta doctrina, de la que el aprendió sus principios prácticos al frecuentar algunos
religiosos y varios círculos esotéricos.
Por consiguiente existen varios estudios sobre el concepto del magnetismo, la mayor
parte en francés, publicados a comienzos del siglo (recomendamos el de H. Durville del
que nuestra escuela puede suministrar una copia electrónica digitalizada).
Posteriormente, la implantación de la psicología tradicional ha conducido a la
comunidad científica en otras direcciones.
Incluso con frecuencia se considera a los magnetizadores como los precursores que
ocasionaron fenomenos sin recibir una atención seria; para muchos solo la psicología
clínica del siglo XX fue la que planteó una propuesta crítica, interpretativa y seria de los
fenomenos producidos por estos.
Esta idea difusa no tiene bases sobre las que regirse, porque el magnetismo es al
contrario una tradición muy antigua que perdura desde el inicio de los tiempos. Algunos
magnetizadores de todas formas, incluso sin haber tenido éxito en algunas ocasiones, e
incluso en la tradición secreta más profunda, han analizado con espíritu científico lo que
obtenían.
Como testimonio de eso existe un amplio número de textos críticos y de explicación de
los acontecimientos que producían y observaban, aunque esta toma de conciencia se
expresa mediante un lenguaje específico.
El profesor Meheust (investigador del Centro Nacional de la Investigación CientíficaCNRS), un historiador que ha analizado atentamente el fenomeno dice expresamente
“Historicamente la corriente magnetista era no solo un espacio de descubrimiento, era
también un espacio de debate: un lugar donde se reflexionaba, al contacto con estos
hechos, sobre los puntos de vista alternativos respecto a la naturaleza de la objetividad,
los métodos de objetivación de los que podían ser objeto los fenomenos magnéticos, los
juegos de poder al interior de la ciencia, el movimiento de las ideas.
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El mundo del magnetismo disponía de muchas revistas donde los investigadores
confrontaban y exponían sus puntos de vista; y sobretodo es sobre estas revistas que se
han desarrollado las discusiones sobre la naturaleza del sonambulismo y es aquí donde se
han desarrollado las críticas e ideas no expuestas en los libros.
Cuando los historiadores examinan el magnetismo bajo el ángulo retrospectivo del
psicoanálisis, de la psiquiatría o de las neurociencias toda esta riqueza se elimina.
La aceptación del concepto de magnetismo personal en sí, y sin observarlo a través de la
lente de otras disciplinas constituye un profundo enriquecimiento.
En la actualidad solo pocas personas conocen a fondo esta disciplina más simple, entre
otras cosas, en la práctica que muchas otras creadas sucesivamente y que incluso
incorporan unas partes.
Sin embargo las ventajas son tantas: en la vida, en las relaciones, en la terapia, ya que
una mayor eficiencia personal es la clave misma del éxito
El profesor Rolland, cuyo padre había escrito entre otras cosas un pequeño libro al
respecto, de la que se han incluido algunos trozos en este libro, nos ha ayudado a
entender que era en realidad esta materia.
Además de basarnos en el método transmitido por Rolland, compuesto por una serie
de ejercicios incluso más amplios que los indicados en esta libro, hemos consultado
libros tanto antiguos como modernos y buscado por todas partes personas que se
considerasen expertas en la materia, para comparar y tratar de comprender lo que
realmente hay detras de esas palabras.
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Magnetismo Práctico
Manera de adquirir mirada magnética
learn-how-to-hypnotize-free Cómo lograr una sugestión eficaz
Cómo construir una Varita Mágica
Cómo obtener una «Varita Mágica» profesional
Cómo transmitir el magnetismo
Cómo hipnotizar o provocar hipnosis (sueño magnético)
Investigaciones psíquicas
Uso de la mesa parlante «Ouija»
La Mano Espírita en los fenómenos de Telequinesia
Telequinesia a distancia
Los fenómenos de la radiestesia
Cómo desarrollan sus facultades los rabdomantes
Aplicación de los números al conocimiento trascendente
Aplicación de los números a los juegos de azar
Apéndice : Parte III - Logro de la mejora económica
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PARTE V: Magnetismo Práctico, Introducción
Los repetidos fenómenos de telequinesia hypnotic submission, telepatía, hipnotismo, magnetismo,
radiestesia, escritura automática, visualización cristalomántica, adivinación y sus similares, hypnotic
submission demuestran concluyentemente que en el hombre existen fuerzas muy superiores a las que se
manifiestan por medio de las facultades normales. Esas fuerzas dan la posibilidad de que cada persona
pueda disponer de lo que llamaremos UN PODER DECISIVO, que permite conseguir lo que las
disposiciones físicas no proporcionan. Para que usted pueda desarrollar a su máximo grado las
disposiciones que facilitan el ejercicio de ese Poder, en esta Parte de la "ENCICLOPEDIA UTILIDAD"
haremos una exposición breve de las diversas ramas de las Ciencias Ocultas, que permiten la actualización
consciente de dichas fuerzas y su aplicación a diversos propósitos.
hypnotic submission
En gracia a la brevedad y buena comprensión del tema que nos ocupa, comenzaremos explicando que ese
Poder Decisivo a que nos referimos no es más que la extensión de ciertas facultades existentes en todos
los humanos, que pueden ser desarrolladas a un grado más o menos intenso, por el mismo procedimiento
que es posible desarrollar cualquier músculo. Dependiendo de ese Poder del ejercicio de determinada
facultad, cuando se manifiesta por medio del sentido de la vista, aparecen las maravillas del espejo mágico
y la bola de cristal; si es por medio del tacto, surgen las percepciones psicométricas; en los casos en que se
expresa por el automatismo mental, resultan las combinaciones de los valores numéricos o las
premoniciones telepáticas; y si entra en actividad el flúido nervioso o la proyección del pensamiento
obtendremos la radiestesia, la fascinación, la sugestión o el hipnotismo. En todos los casos, como quiera
que cada persona tiene más sensible una de sus facultades, y lo que unos consiguen por medio de la vista,
los otros lo logran, por ejemplo, por medio del oído, es lógico deducir que el ejercicio de ese Poder está
condicionado por las disposiciones naturales que se posean y la adaptación del sistema que mejor
complemente esas disposiciones. Si usted, lector, escoge entre las diversas ramas de las Ciencias Ocultas
la que armonice con las disposiciones de su facultad física más activa, es indudable que, más tarde o más
temprano, y con mayores o menores esfuerzos podrá canalizar las fuerzas que viven en usted y hacer de
ellas un verdadero Poder Decisivo.
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Escogido el sistema amaestrada la voluntad y desarrollada la aptitud, su Poder Decisivo solo tendrá las
limitaciones que le imponga la confianza que usted deposite en él, pues en rigor, todo lo que el hombre
hace está precedido por su creencia en la posibilidad de hacerlo, y ni siquiera intenta aquello que supone
que es superior a sus fuerzas - hace todo lo que cree poder hacer; no hace lo que cree que no puede
realizar -. Y si bien es cierto que no es posible establecer los límites de la capacidad humana, está
perfectamente comprobado que la «creencia» dimana de la «posibilidad», y si creemos poder hacer una
cosa es porque en realidad disponemos de medios para ello, mientras que durante el tiempo que estemos
convencidos de nuestra incapacidad para realizar otra, con razón o sin ella, no podremos llevarla a cabo.
Como quiera que la «confianza» en la posibilidad solo puede ser obtenida por medio del «conocimiento»,
que da la certidumbre, en último término la efectividad de su Poder Decisivo está supeditada a las
siguientes concordancias:
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Forma Positiva:
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1. - El conocimiento de una cosa, que despierta la aptitud para disfrutarla.
2. - La aptitud para disfrutarla, que inspira el deseo de poseerla.
3. - El deseo de poseerla, que mueve la voluntad a conseguirla.
Forma Negativa:
1. - No puede haber voluntad donde no hay deseo.
2. - No hay deseo donde no hay aptitud.
3. - No puede haber aptitud donde no existe el conocimiento.
El conocimiento, por lo tanto, es la base. Sobre él actúa el deseo, se mueve la voluntad y se establecen las
correspondencias físicas y mentales que permiten la obtención de resultados prácticos. En algunos casos
este conocimiento es instintivo, nacido con la persona y se manifiesta a impulso de la emoción del
instante, tal como ocurre cuando algunos animales fascinan a su presa, o las premoniciones que nos dan a
conocer lo que está ocurriendo muy lejos de nosotros. En otros, ese conocimiento es producto de un
cultivo consciente, sistemático y perseverante de determinadas facultades, como les ocurre a los ciegos, y
que distinguen las personas, los colores, etc., por el tacto. Pero ya sea inherente a la naturaleza de la
persona, o se adquiera merced a procedimientos especiales, del conocimiento que tengamos de una cosa
siempre dependerá nuestra facultad para identificarnos con ella, pues para «creer» es preciso «conocer».
Los diferentes sistemas de magnetismo, sugestión, radiestesia, quiromancia, psicometría, etc., que
comprenden esta Parte de la obra, cumplen el objetivo de dar a usted un conocimiento bastante adecuado
de las posiblidades que cada uno ofrece para el ejercicio de determinada facultad, y cualquiera de ellos
pone a su disposición un «cauce» para que fluyan las fuerzas latentes en su ser y formen el Poder Decisivo
que ilumine su camino y le facilite el triunfo de sus aspiraciones.
Magnetismo Práctico
Prácticamente existen dos clases de magnetismo: el magnetismo mineral y el magnetismo animal. El
primero se manifiesta en la fuerza de atracción que ejercen entre sí los metales y los minerales y los
fenómenos que provocan las corrientes eléctricas. El segundo, se exterioriza en la forma en que algunos
animales atraen a su presa y en los fenómenos de hipnotismo provocados a voluntad por el hombre. Parece
ser que ambos tienen su origen en la energía contenida en la substancia primaria que forma los cuerpos, y
la manera como se comporta la energía de acuerdo con las leyes que rigen lo que los científicos modernos
llaman teoría molecular. Por prestarse a fácil comprobación los fenómenos del magnetismo mineral nos
serviremos de él para alcanzar el conocimiento que nos interesa sobre el magnetismo animal
hypnotic-submission Manera de adquirir mirada magnética
Por las mañanas al levantarnos, y por las noches al acostarnos, coloquémonos delante de un espejo;
fijemos nuestros ojos en el entrecejo de la imagen que tenemos al frente y contemos mentalmente diez, al
mismo tiempo que hacemos una aspiración larga. Esta aspiración debe durar hasta la cuenta acordada.
Después, siempre con los ojos fijos en el entrecejo, espiremos contando también diez. Repítase este
ejercicio aumentando la cantidad hasta que contemos cuarenta en una sola aspiración; concentremos el
pensamiento en la idea de adquirir mirada magnética.
La mirada magnética produce una especie de corriente que transmite nuestro pensamiento a las demás
personas. El punto más vulnerable a donde podemos dirigir nuestra mirada cuando queremos influir en
alguna persona es el entrecejo, si está a nuestro frente, o en la nuca, si está de espaldas. Concentrémonos
en idea de lo que queremos; hágase una aspiración prolongada; reténgase la aspiración y demos la orden;
después espirar con tranquilidad. Repitamos la operación una y otra vez, procurando que el interesado no
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se dé cuenta de lo que hacemos, hasta que seamos obedecidos. Es de recomendar no darse por vencidos si
una o dos veces no conseguimos lo que queremos. Si se persiste con confianza, una confianza absoluta de
que tenemos el poder de influir en tal persona, es también absolutamente seguro de que lo lograremos.
Si estamos en un teatro u otro lugar similar, concentraremos nuestra mirada en la nuca de la persona que
está delante de nosotros. Al concentrarla, aspirando y espirando de la manera que lo hemos hecho en los
ejercicios anteriores, daremos la orden mental de que esa persona debe volver la cara hacia nosotros.
Insistamos en la orden, haciéndola cada vez más imperativa, hasta que logremos lo que queremos. Poco
importa que la persona se resista una o diez veces. Insistamos. La insistencia nos dará la victoria.
Esto mismo también lo podemos hacer en los paseos y calles. Escojamos una persona del sexo opuesto en
un principio, pues resulta más fácil la influencia, y fijemos la mirada en su nuca, al mismo tiempo que
damos la orden mental. Cuidemos de hacer esto cuando ninguna otra persona se interponga entre nosotros
y nuestro sujeto, pues de lo contrario se corta la corriente y será difícil obtener resultados satisfactorios.
Cómo lograr una sugestión eficaz
La sugestión más fácil es aquella en que ambas personas comulgan en un común deseo, que es el caso de
los enamorados; pero no es indispensable que haya esa disposición, pues prácticamente se puede
sugestionar a un individuo aun en contra de su voluntad. Lo esencial es lograr que el sujeto concentre su
atención en determinada cosa y que, sea por el medio que fuere, la sostenga fija en ella, ya porque se
despierta en él un intenso deseo de poseerla (afección de gozo) o porque se ha apoderado de su ánimo un
gran temor (afección de tristeza). Concentrada la atención, como quiera que el hombre solo puede pensar
en una cosa a la vez, su subconsciente ordenará las correspondencias físicas en relación a la cosa que
contempla mentalmente y obtendremos un individuo incapaz de ver ni percibir nada que no sea lo que se
le ha sugerido. De este estado al de la hipnosis solo es cuestión de grados.
hypnotism men Auxiliares que facilitan la sugestión
La sugestión puede ser inducida por muy diferentes medios, ya sea por la vista, el oído, el tacto, el olfato o
el gusto. A su vez por medio de la vista se puede sugestionar con colores, intensidades lumínicas o formas,
y tratándose del gusto se puede apelar a lo dulce o lo amargo, lo caliente o lo frío, etc. Los medios más
empleados son la vista, el oído y el olfato, para lo cual los magnetizadores profesionales usan, por regla
general, sortijas o bolas brillantes, emplean determinados sonidos y se sirven de ciertos perfumes. El
perfume pone en actividad fibras nerviosas, que corresponden al carácter de los sonidos percibidos por el
oído o los colores que ven los ojos, pues sabido es que así como el olor a incienso inspira religiosidad, el
de la pólvora despierta impulsos combativos, y de la misma manera que hay colores que actúan como
sedantes de nuestros nervios, también los hay que nos irritan, y unos y otros son armónicos con
determinados sonidos, que también tienen la virtud de adormecernos suavemente o excitarnos a la
violencia. Ya se use uno o todos los medios, la impresión que el sujeto recibe debe corresponder al
carácter de la idea que se desea sugerir. Para que el lector se forme una idea de los mencionados
auxiliares, describiremos algunos a continuación:
El empleo de la sortija fascinadora hypnotism men
Existen muy diversas clases de sortijas para activar la sugestión; pero con ligeras diferencias todas tienen
forma parecida: un anillo, que puede ser de oro o simplemente metal, con una piedra que refleja la luz
intensamente. Se procura colocar la mano de manera que el brillo de la sortija atraiga la mirada del sujeto,
y tan luego se nota que tiene la mirada fija en ella se le da la orden mental según el objetivo que se
persigue. Hay autores que suponen que la luz reflejada por la piedra conlleva los efluvios del
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magnetizador, y como esos efluvios penetran la retina y pasan al subconsciente del paciente, se logran
efectos más rápidos con el auxilio de ella. Otros autores, en cambio, afirman que la sortija no hace nada
más que concentrar la atención del paciente, lo cual es aprovechado por el magnetizador para apoderarse
de su ánimo.
Cómo construir una sortija "fascinadora"
La más conveniente para cada persona es aquella que esté hecha del metal que le corresponde al signo del
Zodíaco bajo cuya influencia ha nacido, y sobre ese metal se engarza la piedra de nacimiento del
interesado. Por ejemplo: una persona nacida el 19 de febrero al 20 de marzo de cualquier año, vino al
mundo bajo la influencia del signo zodiacal de piscis. A este signo le corresponde la piedra preciosa
Crisolita y el metal estaño. Hágase la sortija con el mencionado metal y engárcese en él una Crisolita bien
tallada y de dimensiones regulares. Si ahora deseamos que esta sortija produzca un efecto intenso en todas
las personas se le agregan las 11 piedras restantes de los signos zodiacales, teniendo en cuenta que deben
ser de tamaño reducido, formando un círculo en torno de la Crisolita, la cual debe ser más grande que
todas las demás reunidas. Esta sortija tendrá mayores poderes si es construida durante el mes en que el Sol
anda en Piscis, y el interesado la consagra en el día y hora correspondiente a Júpiter.
Cómo emplear la Bola Hipnótica
Hay bolas hipnóticas de muy variadas formas y tamaños, pudiendo decirse que su empleo tiene el mismo
objetivo que la sortija. Unas constan de diminutos espejitos, unidos entre sí de forma que reflejan la luz
convergentemente. Otras, en cambio, constan de una bola de cristal, hueca, en el centro de la cual hay un
metal muy brillante. Por último, unas terceras, que tienen pintados círculos blancos y negros,
correspondiendo los blancos a los reflectores de la luz. Algunas son completamente redondas mientras que
las hay planas, con una pequeña bolita en el centro, que es la que actúa de reflector del haz luminoso y al
mismo tiempo sirve para atraer la mirada del interesado. En todos los casos, ya se haga uso de unas o de
otras, conviene que el paciente reciba los rayos reflejados por la bola hipnótica con la mayor intensidad
posible, para lo cual es preciso que el magnetizador se coloque en el lugar adecuado. Parece ser que el
éxito de muchos toreros, bailarinas y artistas depende en buen grado del efecto deslumbrador con que las
lentejuelas y las sedas de sus vestidos reflejan la luz del sol o de las candilejas del escenario, y logran
concentrar la atención del público sobre cada movimiento del artista. El mismo principio es aplicado al
sugestionador y el sugestionado.
Cómo construir una Varita Mágica
Las llamadas "Varitas Mágicas" no son otra cosa que varillas de acero convenientemente imantadas.
Consígase una varilla de buen acero, redonda, un poco más gruesa en la base que en el extremo opuesto.
Debe medir unas doce pulgadas por lo menos. Imántese por cualquiera de los procedimientos descritos en
páginas anteriores. Al usarla, tómese con el pulgar y el índice, por la parte gruesa, cuidando que esa parte
cruce todos los dedos, en forma parecida a como sostienen la batuta los directores de música. La parte
delgada debe ser dirigida hacia el sujeto. Antes de usarla para magnetizar personas es conveniente
magnetizar con ella barras metálicas, lo cual dará mayor aptitud para cualquier otro objetivo a que se
quiera dedicarla.
Cómo obtener una «Varita Mágica» profesional
Las mejores Varitas Mágicas que existen están hechas de una amalgama especial de cobalto, que tiene la
propiedad de imantarse y desimantarse con solo colocar la Varita en distinta dirección. Así, si el
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magnetizador coloca la Varita en dirección Norte-Sur, quedará instantáneamente imantada, con lo cual
será posible, por ejemplo, detener la marcha de un reloj que tenga maquinaria de acero, o se levantará en
alto cualquier artículo del mismo metal, siempre que no pese mucho. En cambio, si el magnetizador
coloca la Varita en dirección Este-Oeste, se desimantará instantáneamente y, con ello el reloj comenzará a
caminar o se desprenderán los objetos que sostenga. Similares a éstos, se pueden hacer muchos otros
experimentos con esta Varita, y además sirve para dirigir el flúido[sic] magnético y hacer que el
magnetizado concentre en ella su atención.
Cómo transmitir el magnetismo
Al igual que ocurre con la imantación de un metal, el magnetismo humano es transmisible por tres medios
que son:
1. Por contacto directo entre dos personas
2. Por intermedio de objetos.
3. A distancia, sirviendo de conductores las fuerzas sutiles que circundan la tierra.
Estos tres medios sufren diversas variantes según el procedimiento que se emplea y los centros de emisión
magnética de que se hace uso. Indicaremos a continuación las formas más sencillas.
Magnetización por contacto
Difiere la forma de magnetizar según se trate de una persona o de un objeto. En ambos casos el proceso se
reduce a impregnar de magnetismo el cuerpo que queremos magnetizar, al mismo tiempo que
concentramos nuestro pensamiento en el objetivo que se desea conseguir. La impregnación se realiza más
intensamente cuando sostenemos, por ejemplo, nuestra mano sobre el cuerpo que deseamos magnetizar
hasta que se establece entre ambos la misma temperatura. Establecida esta temperatura, llega un instante
en que prácticamente sentimos la sensación de que la mano y el objeto forman un solo cuerpo, y en
realidad, ambos se comunican. Llegado ese instante, concéntrese la atención en la mano y visualícese que
la energía magnética fluye por ella y penetra el cuerpo sobre el que está colocada. Mientras se hace esto,
deséese con intensidad el objetivo que se quiere conseguir. Cuanto más tiempo se permanezca en esta
posición, mayor será la impregnación que se logra, pero una media hora es suficiente. Puede realizarse la
operación con una mano solamente, pero será mejor que se coloquen ambas, la una sobre la otra,
ejerciendo con ellas una ligera presión. Antes de retirar las manos, procúrese cerrar los dedos sobre las
palmas y alejarlas lentamente. Este método es especialmente aplicable a la magnetización de objetos o con
fines curativos. Mayores resultados puede conseguirse combinando la magnetización por contacto y la
indicada a continuación.
Magnetización sin contacto
Realízase por medio de pases, en forma parecida a como se produce la imantación de un objeto por medio
del imán artificial o la piedra-imán, ya sea con contacto o sin contacto. Antes de iniciar los pases conviene
sostener las dos manos sobre el objeto durante unos minutos, con los dedos extendidos, pero sin esfuerzo,
y los pulgares cercanos, sin tocarse. Después de permanecer así unos minutos, durante los cuales se debe
pensar que se establece comunicación entre las manos y el objeto, se comienza a hacer pases lentamente,
abriendo y doblando un poco los dedos como si tratásemos de acariciar una cabellera. Cuando llegamos al
extremo, cerramos las manos, juntando los dedos sobre la palma y las retiramos a una distancia regular,
para volver a abrirlas sobre el extremo opuesto, repitiendo la misma operación durante el tiempo que fuere
necesario. Mientras se hacen los pases debe visualizarse y alimentar el deseo indicado en el procedimiento
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anterior. Ambos procedimientos, combinados, primero el contacto y después los pases, dan resultados más
intensos que separadamente.
Magnetizar agua
Tómese el agua, lo más limpia posible (mejor aún si está filtrada) y, en un lugar limpio, déjese caer a
chorro, desde una altura de unas diez pulgadas, de forma que le dé el sol, recogiéndola en un vaso de
cristal. Repítase esta operación de 10 a 20 veces. Seguidamente, puesta en la jarra o botella en que se
desea presentar al paciente, sosténgase entre ambas manos, teniendo una de cada lado sin que se toquen, y
visualícese que la energía magnética penetra en el agua y la vitaliza. Separadas las manos, se le dan pases
de arriba a abajo a la vasija., en la forma indicada en «Magnetismo sin contacto» y se contempla con
intensidad, deseando impregnarla de la energía especial que el enfermo necesita para vitalizar su
organismo. Esta agua cambia totalmente de sabor y produce considerables beneficios a toda clase de
enfermedades.
Magnetizar cartas
Se pueden magnetizar cartas por cualquiera de los medios indicados anteriormente, pero muy
especialmente usando los tres combinados, o sea: primero el contacto; después los pases, y justamente con
ambos la fascinación. Elmagnetismo será más eficaz si se escribe la carta con la tinta del color
correspondiente a la fecha de nacimiento de la persona a quien va dirigida.
Magnetizar objetos
Cualquier objeto puede ser magnetizado y convertirse en el mensajero de la idea que deseamos sugerir,
pero muy especialmente las prendas de uso personal, los libros, y en general, todo aquello que de una
manera u otra deba estar en contacto con la persona que se desea influir. Cualquiera que sea el objeto, es
conveniente aplicar los tres procedimientos combinados, contacto, pases y fascinación.
Magnetizar árboles
El magnetismo, debidamente aplicado, estimula el crecimiento de las plantas, impregnándolas del flúido
que se les comunica y haciendo que ellas, a su vez, lo impartan a las personas que se sitúen a su sombra.
Desde que el Marqués de Puysegur magnetizó a un árbol de su jardín para por su medio atender en gran
escala a los numerosos enfermos que acudían en busca de tratamiento, numerosos magnetizadores,
dedicados especialmente almagnetismo con fines curativos, se han servido del mismo procedimiento y no
sólo han conseguido el mismo fin, sino que hasta han logrado comunicar esa propiedad a los frutos de
árbol magnetizado. Los empleados con mejores resultados son el naranjo, el olmo, el tilo, el fresno, y la
encina, debiendo precindirse de la higuera, del nogal y en general, de los árboles cuyo zumo sea
desagradable a nuestros sentidos.
Para provocar los fenómenos avanzados del hipnotismo
Hasta aquí hemos hablado de lo que podemos llamar "Magnetismo Práctico", ya que nos permite obtener
determinados resultados que se salen de lo ordinario. Lo que sigue pertenece al "Magnetismo Fenomenal",
que requiere de la técnica profesional de una persona cultivada y de amplios conocimientos en su arte.
Como es posible que algunos lectores de esta obra quieran penetrar en esta segunda fase del Magnetismo,
a continuación describimos el procedimiento que siguió con éxito y recomienda como mejor el célebre
profesor Lafontaine, uno de los maestros más destacados del pasado siglo.
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«Antes de comenzar la operación es necesario rogar a las personas que se encuentren presentes que se
sienten y guarden silencio porque es esencial que durante la operación el magnetizado y el magnetizador
no estén distraídos y que se observe con atención todas las sensaciones que pudieran producirse sobre la
faz del magnetizado. El magnetizador al comenzar se concentrará en sí mismo, reunirá toda su voluntad
sobre una sola idea: la del sujeto. El paciente y el magnetizador se sentarán frente a frente; las rodillas del
paciente entre las del magnetizador, pero sin tocarlas; el magnetizador se hallará sobre un asiento más
elevado con el fin de poder alcanzar fácilmente y sin cansancio la extremidad de la cabeza del paciente;
después tocará la extremidad de los pulgares del paciente con la extremidad de los suyos sin apretarlos;
este contacto de los pulgares pondra en relación directa el cerebro del magnetizador con el del paciente,
los nervios de éste, formando una prolongación con los del magnetizador, servirán de conducto al flúido y
harán más rápida y completa la invasiión del sistema nervioso del paciente. El magnetizador fijará los ojos
sobre los del paciente, quien por su parte hará todo lo posible para mirarle; continuará así durante quince o
veinte minutos. Es probable que durante este tiempo la niña de los ojos del sujeto se contraiga o dilate
desmesuradamente, y que sus párpados se bajen para no levantarse más a pesar de todos sus esfuerzos.
Después de la oclusión de los ojos el magnetizador continuará teniendo los pulgares hasta el momento en
que el ojo no gire más bajo los párpados y cese la deglución; entonces podrá separar los pulgares, y
alejando lentamente las manos cerradas, las elevariá a cada lado del paciente hasta la altura de la cabeza,
luego colocará las manos por encima del cerebro y las dejará de diez a quince segundos, bajándolas
enseguida lentamente hacia las orejas y a lo largo del brazo hasta los dedos. Hará entonces ocho o diez
pases semejantes, cada uno deberá durar cerca de un minuto. Después de haber impuesto las manos, las
descenderá por delante de la cara, el pecho y todo el busto, parándolas de vez en cuando y presentando la
punta de los dedos a la altura del epigastrio. Continuará así durante media o una hora. Las imposiciones y
los pases serán hechos a algunas pulgadas sin que haya contacto. Cada vez que el magnetizador levante las
manos, las cerrará. Lo hariá lentamente, de lado y no de frente, con el fin de no producir un vaivén en la
circulación, lo que podria provocar una congestión al cerebro. El magnetizador hará también algunos
pases, imponiendo las manos detrás del cerebro, descendiéndolas por detrás de las orejas y las espaldas
para volver sobre los brazos. Desde el comienzo hasta el fin de la operación no se ocupara de otra cosa
que de lo que quiera reproducir a fin de que por la concentración de su voluntad provoque la emisión del
flúido y lo transmita al sujeto. El magnetizador reconocerá el sueño magnético en una impasividad
cadavérica del rostro y la falta de deglución. Después de haber operado así durante cierto tiempo, si el
sujeto parece sumido en el sueño, el magnetizador podrá dirigirle algunas preguntas. Si el sujeto está en
estado de adormecimiento o de sueño natural, se despertará. Será necesario entonces cesar la operación y
despejarle con fuerza, pues podría suceder que, aunque el paciente no hubiese sido dormido, hubiese sido
invadido, sin embargo, por el flúido lo bastante para no poder abrir los ojos. Pero si el sujeto está sumido
en el sueño magnético, del cual ningún ruido, ninguna sensación pudieran hacerle despertar, quedará
mudo. Si el magnetizador no está muy fatigado, continuará magnetizándole para obtener el sonambulismo;
de lo contrario lo despertará. Pero si el sujeto ha pasado por el sueño magnético y ha llegado al
sonambulismo, oirá al operador cuando éste le hable y podrá contestarle. El magnetizador, entonces, podrá
continuar las preguntas durante algunos momentos, pues la primera vez no se debe fatigar a los sujetos
con experiencias; luego le despertará.
Investigaciones psíquicas
Por Psiquis se entiende lo que hay en nosotros de fundamental y forma los principios inteligentes que nos
animan. Una investigación psíquica es, por lo tanto, una tentativa de llegar a ese fundamento y obtener el
saber que encierra sobre determinado tema. Los principios que lo componen se mueven a través del
cerebro subconsciente, y toda investigación debe dirigirse a esa parte. Los procedimientos ideados para
conseguirlo cumplen el objetivo de anular momentáneamente la acción del cerebro conciente y permitier
que se manifieste lo más libremente posible la de la subconsciencia. Entre esos procedimientos está el de
la Mesa Parlante.
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La Mesa Parlante es un dispositivo que permite la manifestación automática de las nociones
subconscientes en virtud de movimientos mecánicos que le imprime el operador. Hay mesas de muy
variadas formas, unas que son movidas por las yemas de los dedos de ambas manos, y otras que sólo
requieren la acción de un dedo. En páginas sucesivas describimos tres de las más empleadas, la Caripe, la
Ouija y la Mano Espírita.
Uso de la mesa parlante «Ouija»
Con este nombre se ha ofrecido un dispositivo para investigaciones psíquicas, que consta de una tabla
cuadrada, en la que están escritas las letras del alfabeto y los números del 0 al 9. Sobre esta tabla se coloca
otra más pequeña, en forma de corazón, cuyo extremo inferior sirve de indicador de las letras o números.
Al servirse de ella, se procede de la siguiente forma:
1. Se sientan en dos sillas, frente a frente, un hombre y una mujer, colocando sobre las rodillas la
tabla grande. Después ponene en el centro de la tabla en forma de corazón, y sobre ésta colocan
las puntas de los dedos. Sin hacer presión en la tableta y procurando retirar la vista de las letras,
permanecerán en esta posición durante unos cinco minutos. Al poco tiempo la tableta
comenzará a moverse lentamente e irá apuntando con la aguja las letras que deben componer
las palabras que contesten la pregunta que se haya hecho.
2. Si la pregunta solamente requiere un Sí o un No, la tableta pequeña dará su respuesta
apuntando a las palabras «Yes» o «No» que están escritas en los dos extremos superiores. Si la
mesa no quiere contestar la pregunta que se le hizo, la tableta apuntará a la palabra que dice
«Good Bye».
3. Para que una sola persona obtenga respuestas de la Ouija será preciso que las preguntas que se
hacen solamente requieran las respuestas «Sí» o «No». En este caso, la persona se sentará,
teniendo la Ouija sobre las rodillas, en forma plana y colocará las puntas de los dedos de la mano
derecha sobre el corazón de la tableta pequeña, dejando reposar sobre la mano derecha los
dedos y palma de la la mano izquierda. Conviene que esté solo y que concentre su pensamiento
en aquello que desea saber. También conviene que haya poca luz y que el consultante esté
sentado en dirección al Este. Los codos deben estar sin apoyo, procurando que los dedos que
reposan sobre la tableta en forma de corazón sea el único sostén de la mano.
4. Tanto que sea una sola persona la que consulta, como si son dos, es preciso que observen
completa seriedad en las preguntas que hacen y que haya completo silencio en la habitación. Los
mejores resultados se obtienen si las dos personas que consultan se vendan los ojos con un
pañuelo de forma que no puedan ver los movimientos de la tableta, y en este caso una tercera
persona debe ir apuntando las letras que marca la aguja. Esas letras irán formando las palabras y
concluirán por componer la sentencia que indique lo que se quiere saber.
5. Algunas veces la Ouija no quiere dar respuestas, y en ese caso será inútil insistir. Si después que
los consultantes estén esperando unos diez minutos, no hubiese movimiento alguno, conviene
dejarlo para otra vez, pues indica o que no se ha hecho la pregunta en debida forma o que la
respuesta no puede ser obtenida en ese instante.
6. Muchas veces ocurre que la Ouija da respuestas en un idioma desconocido para el consultante.
En este caso será preciso traducir la respuesta, la cual será en armonía con lo que se ha
preguntado.
7. Como es natural, para obtener buenos resultados de la Ouija se hace preciso una práctica
considerable, pues la Tabla Parlante no obedece el impulso de cualquier persona que por
primera vez hace preguntas. Es conveniente que antes de aplicar la Ouija a la resolución de
problemas, el interesado practique varias veces la forma de colocar los dedos, pues las
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respuestas que se obtienen son producidas por el flúido nervioso que pasa a través de los dedos
hasta la tableta pequeña. La práctica en este ejercicio desarrollará las disposiciones mentales y
físicas necesarias para obtener el máximo de resultados, algunos de los cuales son
maravillosamente sorprendentes.
Para obtener respuestas de la Mano Espírita
Prácticamente la «Mano Espírita» no es más que una modificación de la «Mesa Parlante», pues si bien
puede ser empleada para obtener respuestas por medios de sonidos (raps), su aplicación más general se
circunscribe a ir señalando las letras, quehan de integrar la respuesta a nuestra pregunta. Consta de una
mano de cauchu [sic], de tamaño normal, con el dedo índice a modo de indicador. Esa mano se coloca
sobre la tabla que tiene grabado el alfabeto, y la tabla se sitúa sobre las rodillas de los consultantes, que
pueden ser dos personas de diferento sexo o solamente una. Si son dos personas, colocadas frente a frente
y cuidando de que la tabla esté completamente plana, comenzarán, cada una por su lado, a dar golpecitos
muy suaves con las yemas de los dedos de la mano derecha, sosteniendo la izquierda sin tocar a la tabla.
Los golpecitos, por muy leves que sean, impulsarán a la «Mano Espírita» de un lugar para otro hasta que
su dedo índice toque una de las letras. Se apunta la letra y se repite la operación de los golpecitos hasta
que la mano vaya señalando las letras suficientes a la respuesta deseada. Lógicamente se deduce que las
respuestas obtenidas son una consecuencia de la actividad del subconsciente de los operadores, el cual
gradúa la intensidad de los golpecitos para que la mano señale las letras necesarias. Si es uno el operador
debe seguir el mismo procedimiento, pero en este caso usará ambas manos, una en sentido opuesta a la
otra.
La Mano Espírita en los fenómenos de telequinesia
Otra de las aplicaciones de la «Mano Espírita» consiste en obtener de ella la deseada respuesta por medio
de sonidos que llamamos raps. En esta prueba pueden tomar parte gran número de personas. Colocada la
«Mano Espírita» sobre una mesa de tres pies, se sientan los operadores alrededor, y ponen sus manos
sobre la mesa, dejándolas caer con naturalidad y sin ejercer presión. Hecha la consulta, se debe guardar la
más completa compostura y seriedad en espera de la respuesta, la cual habrá sido previamente acordada
indicando el número de raps que deben oírse, según sea afirmativa o negativa. Cuanto menos luz haya en
la habitación mejor se falicita la respuesta, no porque, como muchos dicen, la carencia de luz facilite el
fraude, sino porque se facilita la concentración mental y la influencia de la energía magnética, que es la
que, en último término, ocasiona los golpes convenidos.
Parece ser que una vez puesto en actividad el subconsciente, la energía emitida lo mismo opera a la vista
que a distancia. El anterior fenómeno puede repetirse sin necesidad de que los operadores tengan las
manos en contacto con la mesa. Es suficiente que se sitúen alrededor de ella, sin tocarla para nada, estando
en pie o sentados, con las manos extendidas a la altura del pecho y guardando la compostura indicada
anteriormente. Los resultados serán prácticamente los mismos.
Telequinesia a distancia
Los fenómenos de telequinesia sin contacto dieron lugar a que los experimentadores extendiesen la
proyección de su flúido a distancia y le diesen muchas otras aplicaciones que las descritas. Entre ellas está
la aplicación de la energía curativa, llevada a cabo en gran escala por Carl Huter bajo el nombre de
Helioda, sin limitación de personas ni distancia. Según las explicaciones que da este sabio, la energía
primaria se subdivide en muchas modalidades, cada una de las cuales cumple un cometido en la evolución
del Universo. La salud o la enfermedad, el odio o el amor, etc., no son más que estados mentales,
sintonizados con determinada clase de energía, que pueden modificarse al establecer contacto con una
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diferente. Esas energías, por ser de distinta vibración coexisten en todos los lugares al mismo tiempo,
siendo posible sintonizarse con ellas y, por su medio, establecer contacto con seres y cosas que están a
millares de kilómetros de distancia. Obtenida esa sintonización es lógico deducir que nos será tan fácil
transmitir nuestros propios efluvios, como detectar los que los demás seres y objetos irradian, ya se
encuentraen cerca o lejos de nosotros. Si se trata de cosas cercanas, nuestra sintonización con determinada
energía producirá los fenómenos que quedan descritos y otros similares. Si se relaciona con seres o cosas
lejanas, en vez de telequinesia, obtendremos lo que actualmente se denomina radiestesia, cuya práctica
requiere un entrenamiento parecido al que vamos a describir de psicometría.
Cómo obtener el conocimiento psicométrico
Basada en el principio de que cada objeto lleva consigo una imagen de las características del objeto lleva
consigo una imagen de las características del medio de donde procede, la psicometría permite conocer, por
ejemplo, el estado emocional de una persona que se encuentre lejos con sólo tocar una prenda de su uso
habitual. En el entendido de que las emociones de hoy son una consecuencia de la vida que hemos
atravesado ayer, y sirven de escalón a las condiciones que hemos de atravesar mañana; la prenda analizada
no sólo nos dará una idea del estado actual de la persona durante el tiempo que la usó, sino que también
nos informará de su pasado y porvenir inmediatos. Este conocimiento, desarrollado en grado mayor o
menor en cada persona, ya que, sin explicarnos la causa, hay cosas que nos hacen sentir bien o mal sin que
para ello haya una razón, puede desarrollarse concientemente por medio de un estudio metódico de
nuestras sensaciones. Este estudio, naturalmente, requiere de práctica, la misma práctica que permite a
cualquier profesional realizar determinadas labores sin poner atención a lo que hace y que sólo consigue
por medio del ejercicio repetido de la misma cosa.
Aplicación práctica de la Psicometría
Prácticamente los fenómenos psicométricos se manifiestan a través del sentido del tacto. Este sentido está
más o menos desarrollado en cada persona según la frecuencia y propósitos a que es dedicado. Un
individuo acostumbrado a manejar monedas de plata distingue por el tacto las buenas de las falsas,
mientras que un comerciante en tejidos aplica esa misma facultad al conocimiento de las telas. Asimismo,
unas personas la tienen más desarrollada que otras, pues mientras la generalidad de la gente sólo aplica al
tacto para conocer las superficies por su temperatura o aspereza, hay ciegos que por ese medio distinguen
los colores, y el gran Beethoven se auxiliaba del tacto para percibir los sonidos musicales cuando se quedó
sordo. En términos generales puede decirse que esta facultad, al igual que todas las demás, se agudiza
según nuestras necesidades y la frecuencia con que nos servimos de ella. Hay psicometristas que la aplican
al conocimiento del pasado y porvenir de las personas mientras que otros la emplean para diagnosticar las
enfermedades y aplicar la medicina correspondiente.
Forma en que se manifiestan los fenómenos psicométricos
Por regla general, los fenómenos psicométricos se manifiestan en forma de simbolismos. El psicometrista
toma en sus manos, por ejemplo, una sortija usada por la persona en cuestión, la toca suavemente en todas
direcciones, y después se la pone en el entrecejo y concentra su atención en ella. La sensación que se
recibe es la que determina el diagnóstico. Tratándose de la salud, si el psicometrista siente a modo de
punzadas en las articulaciones se enteinde que el paciente está afectado de reumatismo; si siente el ánimo
confuso y punzadas en el cerebro es indicio de que el paciente tiene alteradas sus facultades mentales, y
así sucesivamente todas las enfermedades. Para seleccionar la medicina adecuada a la enfermedad que se
padece será suficiente que el psicometrista toque el frasco que contiene la medicina y vea si la impresión
que le proporciona hace desaparecer la que le causa la prenda del enfermo. Si en vez de estados físicos, se
trata de conocer estados mentales, la sensación de temor por parte del psicometrista indicará disposiciones
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agresivas por parte del analizado; el descontento supone ansia intensa por algo que no se puede conseguir;
la depresión de ánimo, representa amarguras; si la impresión es intensa, supone vigor en lo que se percibe;
si es débil, indica lo reverso, y así sucesivamente con todas las sensaciones y visiones que el objeto
analizado inspira en el cuerpo y la mente del operador. Como para la interpretación fiel de esas
sensaciones y visiones se requiere un estudio detallado de las causas que las motivan, recomendamos al
lector la adquisición de obras especializadas en la materia y damos por concluído el tema de la
psicometría.
Los fenómenos de la radiestesia
Como se explicó anteriormente, la radiestesia no es más que una modalidad de la telequinesia y se aplica a
los mismos propósitos, con la diferencia que así como la una es más adecuada para determinar respuestas
acertadas sobre temas previamente acordados, la otras se emplea con preferencia para adquirir
indicaciones que nos guían al conocimiento de algo que se desconoce. Por ejemplo: por medio de la
telequinesia podemos preguntar: «¿Existe un tesoro escondido en la casa?». Si la respuesta es afirmativa,
podemos servirnos de la radiestesia para averiguar el lugar donde se encuentra. Los zahoríes, que
descubren manantiales de agua, vetas de mineral,metales enterrados,e tc., sirviéndose de la horqueta de
avellano no hacen más que poner en actividad esta facultad para sus maravillosas predicciones, pues
aunque es cierto que la horqueta se mueve en los lugares en que se halla el manantial, la mina o el tesoro,
no es menos verdad que sus movimientos son determinados por el automatismo mental del operador, de la
misma manera que los «raps» de la «Mano Espírita» son consecuencia del flúido magnético (puesto
también en actividad por el automatismo mental) de las personas que están en torno de la mesa.
Cómo desarrollan sus facultades los rabdomantes
Al igual que para adquirir los conocimientos que facilitan la percepción psicométrica se hace preciso
estudiar detenidamente el sentido de las sensaciones recibidas por medio del tacto, para servirse con éxito
de la radiestesia los rabdomantes modernos se ejercitan muy rigurosamente en el manejo de algún
dispositivo por medio del cual se manifiesta su automatismo mental. Generalmente este dispositivo es un
péndulo, que contiene diversas materias o simplemente una aguja imantada. En el supuesto del
descubrimiento del tesoro a que antes nos referimos, el radbomante lleva ese péndulo suspendido de la
mano y camina por los lugares que desea explorar. De acuerdo con la idea previa que tenga de la forma en
que el péndulo deba comportarse para señalar el lugar, al aproximarse al tesoro u objeto que busca, el
dispositivo se moverá en la forma acordada. Parece ser que, prácticamente, los movimientos no son
determinados por la reacción que las ondas del metal escondido puedan causar en el péndulo, sino que
tales ondas ocasionan la reacción en el subconsciente del operador y, merced al automatismo mental de
que hemos hablado anteriormente, el subconciente arregla las correspondencias físicas para que tal
movimiento tenga efecto. Y el movimiento tiene lugar lo mismo que se trate de localizar el tesoro sobre el
propio terreno, que si hace la prueba sobre un mapa del lugar en que se supone que el tesoro está oculto.
Naturalmente que, tanto para obtener estas indicaciones sobre el mapa como sobre el propio terreno, es
preciso que la mente del rabdomante se haya ejercitado con constancia en el logro de objetivos similares y
que el operador haya desarrollado la facultad de expresar su automatismo mental por medio del péndulo u
otro dispositivo que use, disposición que sólo puede adquirirse después de constantes y repetidas pruebas.
Medios que facilitan los fenómenos del Espejo Mágico
La psicometría se expresa por medio del tacto; la cristalomancia se expresa por medio de la vista. El
psicómetra percibe la sensación que produce el hecho existente; el cristalomanta percibe la imagen de ese
hecho en el Espejo Mágico. Ambos se sirven de la misma fuerza, pero cada uno a través de diferente
facultad.
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Existen diferentes clases de Espejos Mágicos. Unos se componen de un cristal pulimentado, de forma
cóncava, pintado de negro por uno de sus lados, y otros constan de una bola de cristal de cuarzo,
propiamente pulimentada y transparente. es indudable que la pureza del cristal facilita la pureza de la
imagen que se manifiesta en él, lo cual hace recomendable adquirir uno de los que se venden para tal
propósito, pero como en rigor esa imagen se forma en nuestro propio cerebro y el cristal lo único que hace
es reflejarla, muchos ocultistas que tienen cultivada esa facultad se sirven con éxito de cualquier objeto
brillante que refleje la luz, tal como una gota de tinta china, una gota de agua sobre un fondo negro, el
cristal de un reloj colocado sobre fondo negro, una copa de fino cristal pintada de negro en su interior y
llena de agua, y algunos, sin recurrir a ningún auxiliar ajeno a sí mismos, entornan sus propios ojos contra
el sol de forma de recoger algunos de sus rayos y ven, en la descomposición de la luz obtenida de esa
forma, las imágenes que para los demás aparecen en los objetos brillantes. Probablemente uno de los
mejores Espejos Mágicos de que cada uno puede servirse es su propia piedra de nacimiento, debidamente
tallada y pintada de negro y expuesta convenientemente a los rayos de una luz tenue.
Lo esencial para poder mirar en el Espejo Mágico es una completa abstracción de cuanto nos rodea.
Quiere decir que cuanto mayor sea nuestra concentración mental en el objetivo que perseguimos, mejores
resultados pueden lograrse. Esto hace necesario el empleo de una luz muy tenue y hacer los experimentos
en lugares aislados, a los que no lleguen ruidos exteriores ni haya nada que pueda distraer nuestra
atención. En el supuesto de que empleemos la luz artificial, en una habitación cerrada, el objeto que sirva
de Espejo Mágico debe estar entre la luz y el observador. En esta posición, se colocarán las manos a modo
de pantalla a fin de evitar que los reflejos lumínicos lleguen directamente a los ojos, y concentrará su
atención en el fondo del Espejo, pero sin hacer ninguna clase de esfuerzos que distraigan cualquiera de sus
facultades. La posición debe ser lo más cómoda posible, y la mirada, fija, pero sin esfuerzo, pestañeando
cada vez que sienta necesidad de ello. Si se hace la prueba a la luz solar, conviene realizarla en un lugar
convenientemente solitario y al atardecer, situándose en la forma que resulte más conveniente para
percibir los reflejos y observando la misma compostura que si se tratase de la luz artificial
Cómo conocer el sentido de las imágenes que se ven en el Espejo Mágico
Las imágenes que se ven en el Espejo Mágico son de dos clases: directas y simbólicas. Las directas son
aquellas que nos indican con claridad la imagen de la cosa preguntada, por ejemplo, la figura de la persona
que puede hacernos felices. Las simbólicas, por el contrario, nos dan a conocer el sentido de lo que ha
sido, es o será, no por medio de un retrato de la cosa en sí, sino por figuras que interpreten su significado,
como por ejemplo, un barco navegando por un mar tranquilo significará viajes e intercambios comerciales
favorables, mientras que si el barco se mueve en un mar proceloso, los viajes o los intercambios serán
perjudiciales, y así sucesivamente. Los colores de que están formadas las imágenes también tienen un
significado importante, correspondiendo los colores brillantes y puros a lo favorable, y los opacos y
mezclados a una combinación de factores opuestos.
Aplicación de los números al conocimiento trascendente
Antes de que el hombre aprendiese a hablar tuvo que saber contar, y antes de que distinguiese las cosas
por un nombre las tuvo que distinguir por un número. Los números son, por lo tanto, el idioma primitivo,
y el medio más íntimamente vinculado al subconsciente. Probablemente también sea el que mejor facilita
el automatismo mental, y el que con más propiedad puede revelarnos los conocimientos trascendentes que
busquemos. A continuación describimos el procedimiento empleado por los sacerdotes del antiguo Egipto
para servirse de los números en tal sentido:
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a. Se obtiene el valor numérico de las letras que forman el nombre de la persona consultante, para
lo cual es preciso seguir el procedimiento indicado en la Parte III. A este valor le llamaremos
Número Patológico.
b. Se obtiene el Número Astral de esa persona, que está representado por los que integran su
fecha de nacimiento: día, mes y año.
c. A los valores obtenidos se agrega el Número Clave, que es el 42.
d. A los tres valores anteriores, se suma el Número Síntesis, que es el 13
e. Reducida la suma de esos valores a un número singular, tendremos el sentido cabalístico de la
persona en el día de su nacimiento, según la siguiente escala.
1. Espíritu creador, limitado e ilimitado. Supone voluntad, singularidad, concentración, iniciativa.
Promete dominio de los obstáculos y felices iniciativas. Anuncia amigos fieles que ayudan y
amigos celosos que obstaculizan.
2. Espíritu par e impar, idealidad y materialidad. Supone dualidad y duplicidad, actividad y
pasividad. Promete atracciones y repulsiones, pérdidas y ganancias. Anuncia inspiraciones
favorables, y oposiciones extrañas para realizarlas.
3. Espíritu unificado y múltiple, conocimiento de lo oculto y de lo manifestado. Supone ideación,
generación y manifestación. Promete abundancia de bienes materiales. Anuncia obstáculos a
vencer, y satisfacciones a medida que se vencen.
4. Espíritu concentrado y realista. Supone afirmación y negación, discusión y solución. Promete
logros materiales y cimentación para más amplias adquisiciones. Anuncia resultados favorables
por los esfuerzos invertidos, y condiciones penosas para lograrlos.
5. Espíritu universalista y vivificador. Supone ley y libertad en el proceder. Promete nuevas
experiencias y adquisición de enseñanzas provechosas. Anuncia amores y amoríos, amigos fieles
y amigos infieles.
6. Espíritu de la concordia, estabilidad y adaptación. Supone conocimiento de que lo que es bueno
y es malo. Promete privilegios y deberes. Anuncia nuevas asociaciones y ardientes deseos que se
satisfacen.
7. Espíritu recto y curvo. Supone la ascendencia de lo espiritual sobre lo material. Promete
intelección acertada y logro de lo deseado. Anuncia injusticias y reparaciones, satisfacciones y
contrariedades.
8. Espíritu de la razón pura, de comparación y moderación. Supone poder y derecho, atracción y
repulsión. Promete retribuciones y restituciones. Anuncia gratitudes e ingratitudes, confianza y
desconfianza.
9. Espíritu de agrado y desagrado. Supone prudencia y caridad, la comunión del pensador con su
pensamiento y la cosa pensada. Promete ciencia y cautela. Anuncia amistades propicias y
amistades infaustas.
La precedente escala da tres clases de indicaciones, que son:
a. - La naturaleza de la persona, y el sentir de que está animada en determinado instante.
b. - Lo que a esa persona se le promete en el momento indicado.
c. - Lo que a partir de ese instante se le anuncia para el futuro próximo.
Veamos la manera de proceder para inferir esos conocimientos, para lo cual vamos a suponer que se desea
estudiar la naturaleza de una persona nacida el primer día del siglo actual, cuyo nombre y apellidos dan un
total de 5:
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Número Patológico (nombre y apellidos) .......... 5
Número Astral (día, mes y año de nacimiento) .... 1
Día .......................................... 1
Mes (enero)................................ 1900
Año .......................................... 1
Número Clave ................................... 42
Número Síntesis ................................ 13
____
Suma ........... 1962
Reducida ahora esa suma a un número singular 1 + 9 + 6 + 2 es igual a 18, que reducida, a su vez, a un
número singular hace 1 + 8 igual a 9. Consultado el número correspondiente de la escala tendremos el
sentido oculto de la naturaleza de ese nativo, o sea que es un espíritu de agrado y desagrado, que tendrá
prudencia y caridad y contará con disposiciones para identificarse con su pensamiento y las cosas en que
piense. Sus experiencias en la vida le darán ciencia y cautela, y contará con amistades que le serán
propicias y otras que le serán infaustas. Si en vez del estudio de las disposiciones de un nativo, deseamos
hacer el de las condiciones que atravesamos en determinado instante, a los valores mencionados se agrega
el de la fecha en cuestión, por ejemplo así:
Fecha a considerar: 4 de enero de 1942
4
1
16
Total 21 = 3
Número Patológico del interesado ................ 5
Número Astral (suma del nacimiento) ............. 3
Número Indicativo (fecha del evento) ............ 3
39
Número Clave ................................... 42
Número Síntesis ................................ 13
__
Total ........... 66
Reducida esa cantidad a su valor singular, 6 + 6 igual a 12, que al ser reducido suma 1 + 2 igual a 3.
Buscado este número en la escala encontramos que proporciona abundancia de bienes materiales, y
anuncia obstáculos a vencer, etc. Lo relacionado con lo que el número Promete tiene efecto en la fecha a
que se refiere ese número. o que Anuncia tendrá efecto a partir de esa fecha. El procedimiento se presta,
pues, para inferir conocimientos muy variados, tanto del pasado, como del presente o porvenir, incluso
para averiguar los números que pueden ser propicios a determinada persona, para lo cual se procede de la
siguiente forma:
Aplicación de los números a los juegos de azar
Un juego de azar es una competencia entre las personas que toman parte en los mismos, y se gana o se
pierde según que las condiciones que impulsan el ánimo de los competidores en el instante en que se
realiza - o va a realizarse - muevan el automatismo mental de esos competidores a comportarse en forma
de que se produzca lo uno o lo otro. Una de las condiciones requeridas para obtener resultados favorables
en determinado juego o fecha será, por lo tanto, la representada por las influencias que prevalecen en
nuestra vida. Averiguadas éstas por el procedimiento descrito anteriormente tendremos un principio de
conocimiento que nos indique las nuestras, para lo cual se procede en la siguiente forma:
1. Si la competencia es entre personas, se averiga la fecha de nacimiento del oponente y su
nombre y apellidos y se hace el cómputo de ambos individuos. Esto dará una idea de las
influencias que prevalecen en la vida de ambos, representadas por un número favorable, que es
el de la suma de las nuestras, y por otro que nos es opuesto, representado por el de las
concordancias del oponente. Jugamos al nuestro y evitamos el del contrario.
2. Si la competencia es entre animales, caballos, por ejemplo, se hace la suma de los animales que
compiten y jugamos al que represente nuestro número.
3. Si la competencia es de números (la lotería), se hace la suma de nuestras concordancias en la
fecha en que se va a jugar y se juega al número que las represente. Supongamos, por ejemplo,
que la fecha de nacimiento y el nombre y apellidos de usted están representados por los valores
a que hicimos referencia anteriormente. Planteado y desarrollado el cómputo en la forma que se
indicó antes, ahora reuniríamos esos factores y haríamos la suma, así:
Número Patológico ............................... 5
40
Número Astral ................................... 3
Número Indicativo(fecha en que se juega) año...1942
"
"
......................mes..... 1
"
"
......................día..... 4
Número Clave ................................... 42
Número Síntesis ................................ 13
__
Total ......... 2010
Esta cantidad es propicia: en primer grado en el númerototal, o sea en el 2010.
Es propicia en segundo grado en el 201.
Es propicia en tercer grado en el 20.
Es propicia en cuarto grado en el 10.
Es propicia en quinto grado en cualquier número que termine en 0.
Hay procedimientos matemáticos sumamente interesantes para averiguar incógnitas relacionadas con este
tema, y el lector que se interese en su estudio puede hallar en "La Consciencia de los Números" muchos de
ellos. El que hemos descrito en estas páginas tiene la ventaja de su sencillez, y está respaldado por la
práctica de las numerosas generaciones que lo tomaron de los sabios del antiguo Egipto y lo han hecho
llegar a nuestros días.
El Poder Decisivo de usted, lector
Como fácilmente se deduce por la exposición de anteriores conocimientos, el Poder Decisivo de cada
persona está íntimamente asociado al desarrollo y ejercicio de determinada facultad. Usted puede emplear
la que más conveniente considere para obtener el suyo, en la seguridad de que el éxito de sus esfuerzos
sólo estará supeditado a las tres concordancias que anotamos al principio de esta parte de la "Enciclopedia
Utilidad" y que repetimos nuevamente:
1. Por el conocimiento que adquiera.
2. Por la vehemencia con que lo desee.
3. Por la voluntad con que lo persiga.
No siendo posible dar en esta obra una exposición acabada de cada una de las ciencias que pueden
desarrollar sus facultades, hemos procurado ofrecer un breve resumen de las posibilidades que cada una
ofrece para que, una vez adquirido este conocimiento previo, usted amplíe el campo que más apropiado
sea a sus tendencias naturales y obtenga en libros y cursos especializados lo que una Enciclopedia no
puede ofrecer. A tal objeto, recomendamos la lectura de las siguientes obras.
41
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"Autosuperación Integral"
"La Consciencia de los Números"
"Magnetismo Curativo"
"Práctica del Hipnotismo"
"Teoría y Procedimiento del sueño magnético"
"El Magnetismo Vital"
"Telepatía y Clarividencia"
"Dogma y Ritual de Alta Magia", de Eliphas Levi
"La Magia Prácticaó
"La Astrología Científica"
"La Doctrina Secreta de la Creación"
"Hipnotismo, Magnetismo y Sugestión"
"Tratamiento de las enfermedades por el hipnotismo"
"Terapéutica parapsíquica"
"Método científico de magnetismo personal"
"La Voluntad Magnética"
Indice
Apéndice Parte III - Logro de la mejora económica - Trabajar con satisfacción - Numerología
Se trabaja con satisfacción cuando las labores que realizamos requieren el ejercicio de nuestro talento
natural. Esto es: el hombre que, por ejemplo, tiene talento natural para la pintura encuentra satisfacción en
pintar, y así sucesivamente con las demás aptitudes y actividades. No quiere decir ello, sin embargo, que
sea absolutamente necesario que esa persona se dedique a la pintura para que obtenga una satisfacción de
lo que hace. La satisfacción no es obra del acto en sí mismo, sino del ejercicio de la facultad que lo hace
posible. Como es sabido, toda labor requiere la asistencia de muy variadas facultades. El individuo que
tiene talento natural para la pintura, pongamos por caso, puede ejercitar ese talento a través de múltiples
labores, tales como el arreglo de un escaparate a base de la armonía de los colores de las prendas, la buena
apareincia de los trabajos de imprenta por medio de la combinación apropiada de tipos y las tintas, por
punto de partida los colores de sus imágenes, etc. Aunque, fundamentalmente, el talento de usted está
vinculado al ejercicio de cierta facultad, puede, por lo tanto, expresarlo a través de una serie casi infinita
de formas. Una vez que hemos dado normas para conocer la Urgencia Interior, indicaremos a continuación
el procedimiento a seguir para determinar el Talento Natural de cualquier persona, a base de las
disposiciones que le confiere la herencia en el nombre y apellidos con que ha sido agraciada:
Compútese el valor del nombre y ambos apellidos, según el número asignado a cada letra del alfabeto
español en la siguiente Escala
1ª escala
2ª escala
{ A
B
C
Ch
D
E
F
G
H
1
2
3
4
5
6
7
8
9
{ I
J
K
L
Ll
M
N
Ñ
O
10
11
12
13
14
15
16
17
18
1
2
3
4
5
6
7
8
9
42
3ª escala
4ª escala
{ P
Q
R
S
T
U
V
X
Y
19
20
21
22
23
24
25
26
27
1
2
3
4
5
6
7
8
9
{ Z
28
1
Fig.56. Escala del Alfabeto español y número que corresponde a cada letra por la posición que ocupa
Ejemplo:
S I M O N
B O L I V A R
P A L A C I O S
4 1 6 9 7
_________
2 9 4 1 7 1 3
_____________
1 1 4 1 3 1 9 4
_______________
27
__
27
__
24
__
9
9
6
El nombre de Simón Bolivar Palacios produce una suma de 9 + 9 + 6 = 24. Reducida esa cantidad al valor
de los integrales que la componen, tenemos 2 + 4 = 6. Este número representa el Talento Natural del
nativo. Ahora se interpreta por el que le corresponda en la siguiente Tabla.
Tabla del Talento Natural:
Talento Natural 1: Es pensador independiente, original en su manera de considerar las cosas, interesado en
todo lo nuevo y siempre dispuesto a la iniciativa. Su satisfacción es crear.
Talento Natural 2: Es espíritu analítico, tiene tacto, comprensión, capacidad para adquirir conocimientos,
gran sentido práctico y adaptación al ambiente. Su satisfacción es armonizar.
Talento Natural 3: Es alma emocional, con facilidad para expresarse y dar forma artística a las creaciones
de su mente. Tiene tacto y originalidad. Su satisfacción es satisfacer.
Talento Natural 4: Es mente analítica, lógica y esforzada.Tiene pericia y previsión. Se limita y excede con
suma facilidad. Su satisfacción es concretar y concretarse.
43
Talento Natural 5: Es naturaleza receptiva, sensitiva, versátil y observadora. Tiene facilidades para
compenetrarse del pensamiento ajeno y expresar el propio. Su satisfacción es proporcionar y gustar nuevas
experiencias.
Talento Natural 6: Es una conciencia en constante estado de vigilia, que ama el ornato, la disciplina, la
responsabilidad y todo lo relacionado con el hogar y la comunidad. Su satisfacción es embellecer.
Talento Natural 7: Es un cerebro introspectivo, amante de los métodos científicos y constante deseo de
alcanzar la perfección. Tiene autoridad e intuición. Se satisface en el ejercicio de la autoridad y de la
lealtad.
Talento Natural 8: Es una inteligencia calculadora, que posee agudo raciocinio y excelente sentido
práctico. Planea en grande. Su satisfacción es organizar.
Talento Natural 9: Es un corazón altruísta, con facilidades de expresión artística, deseo de conocer y
ansias de expresarse. Alcanza el máximo de eficacia en labores que contribuyan al bienestar de los
hombres. Su satisfacción es comulgar en ideas y sentimientos.
Volver a «Aplicación de los números a los juegos de azar»
Indice
Magnetismo animal o Mesmerismo: Doctrina del magnetismo animal, que en la segunda mitad del siglo
XVIII expuso el médico alemán Mesmer. § Mesmer: (Federico Francisco Antonio). Médico alemán
(1733-1815), que en 1773 alcanzó gran nombradía en París con su teoría y experiencia del magnetismo
animal, que intentó establecer como sistema curativo. El fallo de destacados hombres de ciencia le fue
adverso, y debió regresar a su país. La obra Recueil des pièces les plus interessant sur le magnétisme
animal es básica como exposición de su doctrina, que pasó a la historia con el nombre de
mesmerismo.Nació en Izuang. Volver
Radiestesia: Facultad de percibirlas radiaciones electromagnéticas. § Arte de los zahoríes. Volver
Telequinesia: (Del gr. tele, lejos y kinesis, movimiento) Facultad de mover objetos sin tocarlos, que se
atribuyen algunas personas. Volver
La Voluntad Magnética
Primero debemos recordar que:
1- El Conocimiento despierta la Aptitud
2- La Aptitud inspira el Deseo
3- El Deseo crea la Voluntad
La persona que tiene Voluntad para una cosa es porque siente Deseo de lograrla.
44
El Deseo es el acicate de la Voluntad.
Si no hay verdadero Deseo, no hay Voluntad. Donde no hay Voluntad no puede existir Aptitud.
Aplicación de la Voluntad Magnética
Deseo de Propósito
Debemos tener una idea clara de lo que queremos. Los beneficios que vamos a conseguir y el resultado
final de nuestro objetivo.
Cultivar el Deseo de Propósito
Los deseos se desarrollan por medio de la visión consciente de los beneficios que la realización de
nuestros deseos va a proporcionarnos.
Deberá dedicar una hora por día a repasar mentalmente los beneficios que le va a procurar la concreción
de su deseo.
Ejecución del Propósito
La ejecución del deseo es auto sugestiva.
Ahora usted debe dedicarle una hora diaria a imaginarse ejecutando los actos que lo llevarán a concretar
su propósito.
Debe empezar por los más sencillos hasta llegar a los más complejos, mientras se ve a si mismo
disponiendo del poder que le otorgan los beneficios adquiridos.
Cuando ha terminado de recorrer mentalmente las diversas etapas que lo conducen al fin que persigue,
vuelve a comenzar el procedimiento llevándolo a la práctica.
O sea ejercitando su voluntad mediante la emisión del efluvio, hasta obtener un pequeño éxito que le
otorgue confianza en su capacidad. ya que el hombre hace todo lo que cree que puede hacer.
Método para adquirir la Mirada Magnética
Todas las mañanas, al levantarse, póngase frente al espejo y fije su mirada en el entrecejo de su propia
imagen.
Cuente mentalmente hasta diez , mientras hace una inspiración profunda. Luego, expire lentamente
siempre con la mirada en el entrecejo, también contando mentalmente hasta diez.
Repita el ejercicio hasta poder llegar a contar hasta cuarenta en una sola aspiración.
Concentre su pensamiento en la idea de conseguir la mirada magnética.
En solo un par de meses logrará su objetivo.
45
La mirada magnética produce una especie de corriente de transmisión del pensamiento a otras personas. El
punto vulnerable para influenciar a otras personas es dirigir nuestra mirada magnética al entrecejo, si la
persona está de frente o en la nuca si está de espaldas.
Primero debe concentrarse en la idea que desea transmitir, y sin que la otra persona lo note, inspire
profundamente mientras da la orden.
Repita la operación una y otra vez tratando que el interesado no se de cuenta de lo que está usted está
haciendo hasta que obedezca.
No debe darse por vencido si no logra su objetivo en la primera oportunidad. Si persiste con confianza
absoluta de que tiene poder para influenciar a determinada persona, lo logrará.
Le recomiendo practicar en cines o teatros .fijando la mirada en la nuca de la persona que está delante
hasta lograr que esa persona gire la cara hacia usted.
No debe preocuparse si la persona se resiste una o diez veces. Insista. La insistencia lo llevará a la
victoria.
Si decide practicar en una plaza o en la calle, tenga presente que no debe interponerse otra persona entre
usted y el sujeto, ya que si esto sucede, se corta la corriente magnética y es muy difícil obtener resultados
satisfactorios.
Magnetismo por contacto
La magnetización difiere según se trate de un objeto o de una persona. En ambos casos hay que impregnar
de magnetismo al objeto o al cuerpo, mientras concentramos nuestro pensamiento en lograr el objetivo
deseado.
Para impregnar de magnetismo un cuerpo debemos sostener nuestras manos sobre el cuerpo que deseamos
magnetizar hasta que tome la misma temperatura y tengamos la sensación de que la mano y el objeto son
un mismo cuerpo. Esto ocurre porque ambos se están comunicando. Cuando se llega a este punto hay que
concentrar la atención en la mano y visualizar como la energía magnética fluye por ella penetrando en el
cuerpo.
Si bien se puede impregnar con una sola mano, es conveniente usar las dos. Una sobre la otra, ejerciendo
una ligera presión. Antes de retirar las manos, debe cerrar los dedos sobre las palmas y alejarlas con
movimientos muy suaves.
Al mismo tiempo que hacemos esto, nos concentramos en el objetivo a conseguir. Cuanto más tiempo le
dediquemos a esta parte mejor será la impregnación. Media hora es suficiente.
Este es un método ideal para magnetizar objetos o con fines terapéuticos.
Magnetizar sin contacto
Se realiza por medio de pases.
46
Se debe sostener ambas manos sobre el objeto a impregnar, sin tocarlo, con los dedos extendidos y los
pulgares cercanos pero sin tocarse.
Después de varios minutos en esta posición y, cuando visualizamos que hay una comunicación entre las
manos y el objeto, se comienzan a hacer los pases lentamente, abriendo y cerrando un poco los dedos
como si estuviéramos acariciando una cabellera.
Cuando llegamos a un extremo, cerramos las manos, juntamos los dedos sobre las palmas y las retiramos
para volver a abrirlas en el extremo opuesto repitiendo todo el tiempo que fuera necesario.
Para mejores resultados se puede combinar la práctica de magnetismo por contacto y luego los pases sin
contacto.
Magnetizar durante el sueño
El elemento más importante para magnetizar a alguien mientras duerme es la voz.
El operador debe hablar en voz baja y despacio para no despertar al sujeto.
Mientras habla debe dirigir la mirada a la raíz de la nariz del paciente, como lo haría si estuviera despierto.
Las palabras deben ser elegidas cuidadosamente para provocar el sueño hipnótico. Por ejemplo: Duerme
tranquilo. Duerme y descansa. Tu sueño es cada vez más tranquilo y más profundo.
Repitiendo estas palabras una y otra vez hasta que veamos que el paciente está perfectamente dormido.
Agregamos luego: Despertarás cuando yo te lo ordene y ahora prepárate a contestar las siguientes
preguntas.
Mientas decimos estas palabras, pasamos las manos sobre su cuerpo, sin tocarlo hasta llegar a la altura del
ombligo. Se comienza a la altura de la cabeza con las palmas vueltas hacia abajo. Al llegar al ombligo se
vuelven las palmas hacia arriba y se vuelven a hacer los pases muy lentamente.
El paciente no debe sufrir cambios de temperatura ya que puede despertarse conmocionado por el impulso
de una ráfaga de aire.
Para que el paciente vuelva al estado de sueño natural se puede decir: A partir de ahora tu sueño es cada
vez menos profundo. O puedes despertar lentamente, tranquilamente y te encontrarás descansado.
Es conveniente despertar al paciente para verificar que está libre de fluido magnético.
El paciente debe ignorar completamente lo ocurrido.
Magnetizar agua
Con fines terapéuticos Tome agua potable en una jara y déjela caer en forma de chorro dentro de un vaso
de cristal a una distancia de entre 25 y 30 cm, siempre al rayo del sol.
Repita esta operación entre 10 y 20 veces.
47
Coloque el agua en una jarra y tómela con ambas manos sin tocarse y visualice la energía magnética
penetrando en el agua.
Luego separe las manos y realice pases de arriba hacia abajo de la jarra, mientras se concentra en
impregnarla con la energía que el paciente necesita para revitalizar su organismo.
Esta agua posee otro sabor y produce grandes beneficios en muchísimas enfermedades.
Como recargar de magnetismo el cuerpo
Para recargar de magnetismo al cuerpo, tape la nariz izquierda y aspire lentamente por la derecha. Una vez
que llenó de aire los pulmones, haga lo mismo tapando la nariz derecha y aspirando el aire por la
izquierda. Esto debe realizarse reteniendo la respiración e invirtiendo la misma cantidad de tiempo hasta
completar un ciclo de siete veces siete.
Se debe contar mentalmente hasta catorce cuando se inspira y hasta siete cuando se retiene. Hasta catorce
cuando se expira y hasta siete para reposar.
Este ejercicio no debe realizarse después de las comidas.
Los beneficios físicos y morales se notan en forma inmediata ya que además de recargar el cuerpo de
magnetismo, facilita la digestión, aumenta o disminuye la temperatura corporal y excita la actividad
mental y sexual.
Acumular energía magnética en forma consciente
Todas las células nerviosas acumulan energía magnética. Especialmente y en forma casi exclusiva se
concentra en los plexos solar, faringeo, cardíaco y lumbar.
Para recargar energía en forma consciente hay que realizar un ejercicio de respiración acompañado de un
esfuerzo mental mientras se respira.
Este ejercicio debe realizarse al aire libre, mirando al este. Con las piernas juntas , la cabeza levantada y
los brazos caídos al costado del cuerpo.
Una vez que está en el lugar indicado debe respirar lentamente mientras visualiza la acumulación de
energía en los plexos antes mencionados.
Influencia de las emociones en el magnetismo
Las emociones influyen sobre la energía magnética. Las emociones benéficas como la alegría, el amor, la
confianza, etc. favorecen la recarga de energía.
Los sentimientos nocivos como la cólera, la envidia, el rencor, la duda, el pánico, la tristeza, los celos, etc.
Ocasionan pérdidas instantáneas de energía magnética, alteran la salud física y envenenan la sangre.
48
El Mal de Ojo
El Mal de Ojo o Mala Voluntad es una descarga de fluído magnético impregnado de un sentimiento de
odio, que es lanzado consciente o inconscientementey que puede ocasionar un estado mental
correspondiente en la persona que lo recibe.
Este estado mental, como cualquier otro, pone a su vez en conmoción las ideas y fuerzas afines a su
característica y concluye por motivar un hecho. Este hecho es el resultado correspondiente a la descarga
de fluído que la motivó.
Generalmente son las personas rencorosas, que se juzgan a sí mismas inferiores o carentes de algo que la
otra persona posee, las que con más facilidad pueden emitir esa clase de fluído.
Las personas bondadosas que no están animadas por ningún mal sentimiento, dificilmente ocasionen estos
trastornos.
HIPNOTIZADOR
Y
SUGESTIBILIDAD
La hipnosis es la combinación probablemente de la sugestibilidad
natural (facultad ideomotriz) aumentada en aprendizaje, generando
circuitos neurónicos reverberantes en circuito cerrado, gracias a la
focalización de la conciencia buscada por el hipnotizador y favorecida
por la transferencia que suscita su prestigio y su competencia.
El hipnotizador utiliza distintos métodos para reforzar la
sugestibilidad espontánea de su sujeto: utiliza el contexto que refuerza
su prestigio, repite la sugerencia para crear un circuito neurónico
reverberante, tal como la idea propuesta encuentra un principio de
realización. A partir de la toma de conciencia de este escaso principio,
el hipnotizador lo da a conocer y acentúa la imagen inicial con
consecuencia un aumento de la realización, etc... esto es posible por el
hecho, ahora clarificado por la fisiología cerebral (ideografia), según
la cual toda percepción (real o imaginaria) se acompaña de un esbozo
de acción, insignificante, vinculada al significado de esta percepción.
Esto es tanto más eficaz como la multitud de la atención, que estructura la vida mental, llega a retirarse
de
un
proyecto
preciso.
Es decir que el estado de despertar paradójico que hemos individualizado es totalmente apto a favorecer
en una muy amplia medida este tipo de fenómeno si se lo coloca en condiciones particulares.
Resultó evidente que este estado de despertar paradójico es altamente propicio al aumento de la facultad
ideomotrica, que sea durante o incluso después de este estado (dentro de las horas que siguen). Una
misma evidencia se presenta para la relajación médica que conduce a muy interesantes posibilidades de
curación de síntomas (tales como disturbios digestivos, dermatológicos, respiratorios o cardiovasculares).
El hipnotizador utiliza la sugestión para reforzar la sugestibilidad e intenta conducir su sujeto en un
estado de despertar paradójico que conservaría una combinación privilegiada entre los dos protagonistas.
El sueño hipnótico combina un aumento de la sugestibilidad vinculada a la "transferencia" y al prestigio
del hipnotizador en su contexto (hipnosis sencilla con EEG rápido), a un segundo tipo de aumento de la
sugestibilidad que tiene a las características neurofisiológicas particulares del despertar paradójico (EEG
49
con disminución como en el verdadero sueño). La sugestibilidad es máxima hacia la edad de siete años,
mayor en la mujer que en el hombre, favorecida por las toxicomanías, tanto más eficaz cuando se trata de
fenómenos vinculados a la emoción y a las imágenes: se obtienen fácilmente toda clases de ilusiones y de
alucinaciones.
Pero se sabe también reducir quemaduras o producir phlyctenes, evidenciar herpes latente, curar
verrugas, producir hemorragias (estigmas), etc... Se creyó poder mejorar algunas facultades: una
experimentación precisa pone de manifiesto que es verdadero solamente para los sujetos que, hasta allí,
utilizaban mal sus capacidades: se les puede entonces permitir de inhibirse menos. Un uso muy
sistemático de la sugestibilidad en vigilia y sin pasar necesariamente por el estado de despertar paradójico
es realizado por la Programación Neuro Lingüística o PNL. Su eficacia sobre muchos de los síntomas no
puede borrar el inconveniente que representa a mis ojos su carácter acentuado de manipulación del
paciente,
aunque
se
limita
este
inconveniente
por
la
ética
del
terapeuta.
La relación entre el hipnotizador y el hipnotizado puede revestir un carácter intenso que Freud bautizó del
nombre de transferencia. Más tarde este tipo de relación ha sido localizado en todas las formas de terapia,
todas las formas de relación entre el enfermo y su médico. La transferencia se refiere también a la
relación de los enseñados a su profesor o de los adeptos a su jefe religioso. Se desliza hasta en la vida
político social para soldar las masas a su líder favorito...
HIPNOTIZADOR
Y
SUGESTIBILIDAD
La hipnosis es la combinación probablemente de la sugestibilidad
natural (facultad ideomotriz) aumentada en aprendizaje, generando
circuitos neurónicos reverberantes en circuito cerrado, gracias a la
focalización de la conciencia buscada por el hipnotizador y favorecida
por la transferencia que suscita su prestigio y su competencia.
El hipnotizador utiliza distintos métodos para reforzar la
sugestibilidad espontánea de su sujeto: utiliza el contexto que refuerza
su prestigio, repite la sugerencia para crear un circuito neurónico
reverberante, tal como la idea propuesta encuentra un principio de
realización. A partir de la toma de conciencia de este escaso principio,
el hipnotizador lo da a conocer y acentúa la imagen inicial con
consecuencia un aumento de la realización, etc... esto es posible por el
hecho, ahora clarificado por la fisiología cerebral (ideografia), según
la cual toda percepción (real o imaginaria) se acompaña de un esbozo
de acción, insignificante, vinculada al significado de esta percepción.
Esto es tanto más eficaz como la multitud de la atención, que estructura la vida mental, llega a retirarse
de
un
proyecto
preciso.
Es decir que el estado de despertar paradójico que hemos individualizado es totalmente apto a favorecer
en una muy amplia medida este tipo de fenómeno si se lo coloca en condiciones particulares.
Resultó evidente que este estado de despertar paradójico es altamente propicio al aumento de la facultad
ideomotrica, que sea durante o incluso después de este estado (dentro de las horas que siguen). Una
misma evidencia se presenta para la relajación médica que conduce a muy interesantes posibilidades de
curación de síntomas (tales como disturbios digestivos, dermatológicos, respiratorios o cardiovasculares).
El hipnotizador utiliza la sugestión para reforzar la sugestibilidad e intenta conducir su sujeto en un
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estado de despertar paradójico que conservaría una combinación privilegiada entre los dos protagonistas.
El sueño hipnótico combina un aumento de la sugestibilidad vinculada a la "transferencia" y al prestigio
del hipnotizador en su contexto (hipnosis sencilla con EEG rápido), a un segundo tipo de aumento de la
sugestibilidad que tiene a las características neurofisiológicas particulares del despertar paradójico (EEG
con disminución como en el verdadero sueño). La sugestibilidad es máxima hacia la edad de siete años,
mayor en la mujer que en el hombre, favorecida por las toxicomanías, tanto más eficaz cuando se trata de
fenómenos vinculados a la emoción y a las imágenes: se obtienen fácilmente toda clases de ilusiones y de
alucinaciones.
Pero se sabe también reducir quemaduras o producir phlyctenes, evidenciar herpes latente, curar
verrugas, producir hemorragias (estigmas), etc... Se creyó poder mejorar algunas facultades: una
experimentación precisa pone de manifiesto que es verdadero solamente para los sujetos que, hasta allí,
utilizaban mal sus capacidades: se les puede entonces permitir de inhibirse menos. Un uso muy
sistemático de la sugestibilidad en vigilia y sin pasar necesariamente por el estado de despertar paradójico
es realizado por la Programación Neuro Lingüística o PNL. Su eficacia sobre muchos de los síntomas no
puede borrar el inconveniente que representa a mis ojos su carácter acentuado de manipulación del
paciente,
aunque
se
limita
este
inconveniente
por
la
ética
del
terapeuta.
La relación entre el hipnotizador y el hipnotizado puede revestir un carácter intenso que Freud bautizó del
nombre de transferencia. Más tarde este tipo de relación ha sido localizado en todas las formas de terapia,
todas las formas de relación entre el enfermo y su médico. La transferencia se refiere también a la
relación de los enseñados a su profesor o de los adeptos a su jefe religioso. Se desliza hasta en la vida
político social para soldar las masas a su líder favorito...
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