Sección 11 | E n ferm ed ad es n eu ro ló g ica s y n eu rom u scu lares u n a in terv en ción tem p ran a en aq u ello s c o n u n trasto rn o leve (v. m ás adelante). La actitud del fisioterapeuta h a d a la p ersona c on u n a EM durante sus encuentros ¡n id a les es crudal, ya qu e establecerá el m arco para la rela ció n entre el terapeuta y el p a d e n te y cu alq u ier program a fisioterapéutico posterior. El pacien te puede ten er m ied o de que el terapeuta ponga al descubierto m ás d eb ilid ad física e in su fid en d a . El fisioterapeuta debe ser c onsciente de qu e las m ism as h abilidades profesionales qu e pueden ayudar al p a d en te pueden socavar su confianza e n s í m ism o. El éxito del tratam iento n o d ebe d eterm inarse en fu n d ó n de si el p a d en te m ejora o n o , sin o en si consigue el m ejor ni­ vel d e actividad adecuado a su estilo d e vida en cada estadio de la enferm edad (D e Souza, 1 9 9 0 ) y si se h a n conseguido lo s p rop ios o b jetiv o s del p a d en te. Para conseguir e sto, es m e jo r abord ar el tratam iento de los p ad en tes c o n EM con un a filosofía de a sisten d a (A shbu m y D e S ouza, 1 9 8 8 ). un individuo, In gle e t a l. ( 2 0 0 2 ) h an d eterm inad o qu e es de esperar u n deterioro e n u n período de 2 a ñ o s en u n a EM progresiva, en térm inos de escala de Kurztke (Kurtzke, 19 8 3 ), capacidad para cam inar (cam inar durante 10 m in ) y cap ad ­ dad para subir escaleras (prueba d e los nueve agujeros). El tratam iento d ebe englobar n o so lo los cam b io s d ebidos a la progresión de la EM, sin o cam bios de vida, c om o el em pleo, el em barazo y el n a cim ien to de lo s h ijo s, su cuidado y el en v eje d m ien to . Los p rin cip io s d e la fisio terap ia h a n sido descritos p o r A sh bu m y D e Sou za ( 1 9 8 8 ) y desarrollados por D e Souza ( 1 9 9 0 ). S o n los siguientes: • • • • • • • • Técnicas de fisioterapia La fisioterapia para los pacientes c o n EM actúa, sobre todo, a nivel d e la fu n c ió n y la activ id ad, y es im p ro b a b le qu e m o difiqu e las lesion es o cam b ie la progresión de la enfer­ medad. Es p rob able qu e en la m ayoría de las personas con EM la fisioterapia sea u n o de diversos tratam ientos, y, p o r tan to, debe acom eter los aspectos de la in capaddad dentro del co n tex to d e lo s o b je tiv o s d e los otro s tra ta m ien to s y de las necesidades del individuo. Además, es p robable que las p ersonas c o n EM p a rtid p en en diversas actividades de autoayuda qu e ellos valoran, y el tratam iento debe fom entar esta m o tiv ad ón (O 'H ara e t al., 2 0 0 0 ). U n a b o rd a je fisioterapéutico qu e ve al individuo en sus fu n d o n es social, fam iliar, lab oral y cultural in form a al fisio­ terapeuta sob re el im pacto de la incapacidad sob re e l estilo de vida individual. Esto es im portante en el caso de la EM, ya que afecta, sobre tod o, a adultos jóvenes que, en el m om ento del d iagnóstico, se enfrentan a u n a m ed ia d e 3 5 -4 2 años de conv iv en d a c o n esta enferm edad (Poser e t al., 1 9 8 9 ). Se ha propuesto u n cam bio desde los problem as a un a actitud más positiva, qu e considera la in cap ad d ad com o un a form a de segu ir u n a v id a n o rm a l (O liver, 1 9 8 3 ) . U n c o n o cim ien to de la s p riorid a d es d e lo s in d iv id u o s c o n in cap acid ad , el valor que ello s atribuyen a cada actividad y su e lección para co n d u d r sus vidas tien en un a in flu en d a profunda sobre la fisioterapia q u e se les p rop ord on a (W illiam s, 1 9 8 7 ). La fisioterapia d ebe, p o r ta n to , centrarse en el paciente, adoptando este u n a fu n d ó n participativa activa en el trata­ m iento. Esto in d u irá su consulta para tom ar conjuntam ente dedsiones y establecer objetivos, darle la oportunidad de ele­ gir y p rop ord on arle in form ación, de form a q u e el paciente pueda evaluar su progreso y cono cer su nivel d e capaddad. Tam bién se h an iden tificado lo s cuatro ob jetivo s p rinci­ pales de la fisioterapia: 1. M antener y aum entar la a m plitud d e m ovim iento (ADM) 2. 3. 4. Fom entar la estabilidad postural Evitar contracturas M antener y fom en tar la carga del peso. El p rin d p io qu e subyace a to d o lo anterior es el d e cons­ truir y extender las capacidades del paciente. El énfasis du­ ran te la ev alu ación y el tratam ien to d eb en p o n erse en lo q u e el sujeto puede hacer y lo qu e consigue en lugar de en lo qu e n o consigue. Evaluación La ev aluad ó n se expone en el capítulo 3 , pero aqu í se abor­ darán aspectos sobre la im p ortan d a espedfica de la EM. Astenia C o m o se m e n cio n ó antes, la asten ia es u n sín to m a b ien dem ostrad o d e la EM ; se h a p u b licad o qu e ap arece en el 7 8 % d e lo s p acien tes (Freal et al., 1 9 8 4 ) . N o se relacion a c o n el grad o d e in ca p acid ad n i c o n el estad o d e á n im o (Krupp e t al., 1 9 8 8 ). La e v alu ad ó n d e la a stenia d eb e c o m ­ prender: • • • Principios de la fisioterapia • Los p lan es terap éu ticos d eb en ser flex ib les y resp on d er a las necesidades del p a d en te a m edida qu e cam b ian con el tiem p o. A unque hay q u e consid erar a cada p a d e n te com o 100 Fom entar el desarrollo d e estrategias d e m ovim iento Fom entar el aprendizaje y las habilidades m otoras M ejorar la calidad de lo s patrones d e m ovim iento M inim izar las a no m alías del to n o m uscular Subrayar la a plicación fu n d o n al d e la fisioterapia P rop ord on ar apoyo para m an ten er la m o tiv ad ón y la cooperación y reforzar el tratam iento Pon er e n m archa tratam ientos preventivos Educar a la p ersona respecto a u n m ayor cono cim ien to de los síntom as de la EM y c óm o afectan a la vida diaria. • El patrón diario de la astenia Los m o m en tos del día en qu e la energía es alta, razonable y b aja Las actividades o s itu ad on es (p. ej., el d im a cálido) qu e em peoran o alivian la astenia El im pacto fu n d o n a l de la astenia en las actividades de la vida diaria Si la astenia está localizada e n grupos m usculares espedficos (p. ej., dorsiflexores del p ie), en u n a parte ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo • |5 | E sclerosis m ú ltip le del cuerpo (p. ej.( la m an o o la p ierna) o en el sistem a fu n cional (p. ej.( v isión o habla) Si la astenia central está causando u n cansan cio global excesivo. S e p u e d e r e a liz a r u n a e v a lu a c ió n e stá n d a r y fo r m a l de la astenia, si es n ecesario , para in fo rm es, au d itorías o in vestigaciones u tiliz a n d o la Fatigue Severity S c ale (Krupp et al., 1 9 8 9 ). Los resultados de las evaluaciones físicas rea­ liz a d a s en p erso n a s c o n EM p u ed en verse m u y in fluidas p o r su a sten ia . N o es in u su a l q u e lo s p a c ien tes c o n EM obtengan u n peor resultado cuando se som eten a un a batería de p ruebas y otro m e jo r cuan d o las pruebas se d istribuyen a lo la rgo d el tie m p o o se d a n p erío d o s d e d escan so . La a sten ia excesiva, a so cia d a a u n a m a la fo rm a física, tien e u n efecto perjud icial sob re las actividades de la vida diaria (AVD; F is k e ta l., 1 9 9 4 ). El fisioterapeuta debe anim ar la p articipación del pacien te en la evaluación, de m anera qu e la autoevaluación se con ­ vierta en u n instrum ento del proceso. Esta evaluación debe acom eter lo s siguientes aspectos: • • • • La percepción del sujeto de sus capacidades y lim itaciones La capacidad d e afrontar las situaciones El deseo d e cam biar Las prioridades y expectativas p ersonales d e la fisioterapia. La autoevaluación debe registrase form alm ente, fecharse y fo rm ar p arte del registro de ev alu ación en las n o tas del fisioterapeuta y del m édico. Planificación del trata m ie n to Actividades de la vida diaria Es im p o rta n te c o n o c e r e x a cta m en te q u é in fo rm a c ió n es necesaria para evaluar las AVD. Si la in form ación necesaria conciern e a lo q u e la persona con EM puede hacer g lob al­ m ente, en ton ces el requisito para la evaluación es el d e la capacid ad física d el su je to para co m p letar las tareas en el in stru m en to d e AVD. Pero si la in fo rm a ció n n ecesaria es so b re lo q u e la p erso n a h a c e e n la v id a d iaria, precisará u n a e x p lica ció n so b re las fu n cio n es personales, sociales, fam iliares y culturales. D e nuevo, lo s efectos de la astenia pueden tener un a influencia profunda sobre c óm o h acer las eleccio nes. P or e jem p lo , u n a persona pued e p referir ten er ayuda para lavarse y v estirse p o r la m a ñ an a co n el fin de ahorrar energía para el v iaje al trabajo, o preferir que le hagan la com pra para tener suficiente tiem po y energía para recoger a los n iñ os del colegio. D ebe señalarse qu e m uchas de las actividades dom ésticas (p. e j., c a m b ia r y b a ñ a r al n iñ o o ju ga r c o n lo s n iñ o s ) y sociales (p. ej., coger el teléfon o o navegar en in ternet) que realizan lo s adultos jóvenes n o se reflejan en las evaluaciones estandarizadas d isponibles de las AVD. Evaluación cognitiva © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Autoevaluación del paciente La im portancia de la d isfu nción cognitiva y su evaluación en la EM h an atraíd o la a ten ció n de los lectores d e revistas c lín ic a s y d e in v e stig a ció n (R ao, 1 9 9 0 ) . Es m e jo r q u e la ev a lu a ció n co g n itiv a d eta lla d a la rea lice u n p ro fesio n a l san itario c on experiencia en ese cam po (p. ej., u n psicólogo c lín ic o ). El fisio tera p eu ta d eb e asegurarse de q u e acced e a tales ev alu aciones cu an d o están d isp o n ib les, ya q u e las lim ita c io n e s id en tifica d a s le in fo rm a rá n de la p ro v isió n del tra ta m ie n to (v. ca p ítu lo 1 7 ). C u a n d o n o se d isp o n e de un a evaluación y d iagn óstico cognitivos realizados p or expertos, al fisioterapeuta le p ued en ser útiles evaluaciones g e n érica s sim p le s d e la m e m o ria , el esta d o d e á n im o y la s activ id a d e s m o to r a s v isu ales. A m e n u d o , la p erso n a c o n EM o los m iem b ro s d e su fa m ilia refieren prob lem as cognitivos c o m o parte d e las d ificultades qu e afrontan en su vida diaria. La evaluación constituye la base del desarrollo d e u n plan de tratam ien to , la d ecisió n d e lo s ob jetiv o s y la form u la­ ció n de u n proceso q u e ponga el p lan en acción. Todos estos aspectos d eben negociarse c on el paciente, qu e proporciona el contexto d entro del cual debe o perar la fisioterapia desde su propia experiencia de la vida con la enferm edad y estilo de vida preferido. D e Souza ( 1 9 9 7 ) h a a consejado u n esquem a para negociar u n plan de fisioterapia dirigido a los objetivos. Subraya las fun ciones activas del fisioterapeuta y el paciente, y aco n s e ja com p artir resp on sabilid ad es d e las accio n es a tom ar para q u e el plan sea operativo. R ecien tem en te se h a d em ostrad o q u e u n program a de autocuidados guiado adecuado para personas c o n EM que viven en la com u nid ad tien e efectos b en eficiosos (O 'H ara e t al., 2 0 0 2 ) . Facilita qu e las prioridades de la persona con EM sean centrales para plan ificar y ejecutar el program a, y favorece la atrib u ción d e fu n cion es al clien te c o n el fin de ayudar a lo s en ferm os con EM a perseguir estrategias qu e sean b eneficiosas para su salud. Para te n e r u n a p ro b a b ilid a d alta d e éx ito , u n p la n de fisioterapia debe ten er las siguientes características: • Cubrir las n ecesidades del paciente • • • • • Centrarse e n lo s o bjetivos acordados Ser u n p lan d e a cción factib le y negociado Ser d e naturaleza progresiva A rm onizar c on o tros tratam ientos actuales Ser aceptable para el sujeto y lo s cuidadores, cuando sea adecuado Ser flexible y cam b iar co n las circunstancias. • Es m uy im portante un a buena com unicación y habilidades interpersonales a lo largo d e to d o el proceso de terapia. El fisioterapeuta deb e reflejar la naturaleza crónica d e la enferm edad y los efectos duraderos d e la aten ción sanitaria. U n m é to d o d e p r o m o ció n d e la salu d es ú til en lo s q u e presentan lim itacion es y dificultades p o r la EM. Prom over u n m o d elo de asistencia m ed ian te autocu id ad o co lo c a al paciente con EM y a sus cuidadores en el centro de la tom a de decisiones y en el contexto de controlar el cam b io debido a EM, para adquirir experiencia en vivir satisfactoriam ente con ERRNVPHGLFRVRUJ 101 Sección 11 | E n ferm ed ad es n eu ro ló g ica s y n eu rom u scu lares esta enferm edad im previsible y d esesperante (v. D e Sou za e ta l., 2 0 0 5 ). Intervenciones fisioterapéuticas La fisio tera p ia es u n tra ta m ien to a m p lia m en te u tilizad o para lo s p a cien tes c o n EM q u e la d em and an a m e n u d o y tie n e n expectativas so b re su v alor. C o m o d ijo M atthew s (1 9 8 5 ): «Toda o p ción de rehabilitación de los pacientes con esclerosis m últiple incluye la fisioterapia, y todos los m édicos la usan». Pero las pruebas cien tíficas d e los b en eficios es­ p e cífico s d e la fisio tera p ia so n escasas, a pesar d e su uso am p lia m en te reco m en d a d o . E sto n o es sorp rend ente, ya que la m ayoría d e los tratam ientos de fisioterapia para u na am plia variedad de trastornos, incluida la EM, se h an desa­ rrollad o sob re u n a b a se e m pírica en lugar de científica. Sin em bargo, to d o s tien en e l objetivo de reducir la incapacidad y aum entar la capacidad. D os asuntos so n pertinentes para la p lan ificación de la fisioterapia: 1. 2. El m o m en to: ¿cuándo debe adm inistrarse el tratam iento? El contenido: ¿qué tratam iento debe darse? Mom ento de la intervención Los aspectos relevantes son lo s siguientes: • • • C uánd o debe adm inistrase e l tratam iento e n la evolu ción de la enferm edad C uánto tiem p o debe continu arse C o n qu é frecuencia debe administrarse. A lgunos au tores con sid era n d esea b le u n a in tervención precoz, aunque n o siem pre es p osible (Todd, 1 9 8 6 ; A shbum y D e Souza, 1 9 8 8 ). S in em bargo, algunos autores han sugeri­ do recom en d ar el tratam iento en fu n ció n d e la d uración de la enferm edad; a pesar de tod o , lo s p acientes son rem itidos a la fisio terap ia o la b u scan p o r sí m ism os cu an d o la EM provoca un a incapacidad n otable en lugar de en el m o m en to del diagnóstico (D e Souza, 1 9 9 0 ). El N ational Institute fo r H ealth and C lin ical Effectiveness (N IC E) h a pu b licad o u n a guía para el tratam iento de la EM en tod as las fases (N IC E, 2 0 0 3 ) . A unque n o se recom ien da fisioterapia específica en esta fase in icia l, el fisioterapeuta debe con o cer las recom en d aciones y ser capaz d e participar co m o u n o m ás d el eq u ip o d e a sistencia. U n p eq u eñ o es­ tu d io c o m p a ró 1 2 p erso n a s c o n EM leve q u e realizaro n clases d e ejercicio 2 veces a la sem ana c o n u n grupo control de 12 p erson as q u e r e cib iero n c o n s e jo 1 vez al m es. Este estu d io h a lló q u e el grupo d e e je r c ic io log ra b a m e jo ra s en la capacid ad de e jercicio , calid ad d e vida y cansan cio, y q u e estas m e jo ra s d e la calid ad de v id a y d el can san cio se m a n ten ía n 3 m eses d espu és d e aca b a r la in terv en ción (M cC ullagh et a l., 2 0 0 8 ) . E n los qu e tien en u n a d eficiencia m ín im a se reco m ien d a n eje rc ic io s gen erales, c o n tro l del to n o , y c o n tro l d e la p ostu ra y d el c a n sa n c io (F reem an et al., 1 9 9 7 a , 2 0 0 1 ) , m ien tra s q u e en lo s q u e tie n e n d is­ capacidad m od erad a se recom ien d a, b a sá n d ose e n la evi­ d en cia de la in vestigació n, r e h a b ilita c ió n c o m o p acien te 102 in te rn o y e x te m o (D i F ab io e t a l., 1 9 9 7 , 1 9 9 8 ; Freem an e t al., 1 9 9 7 b , 1 9 9 9 ; So lari et a l., 1 9 9 9 ; W iles e t al., 2 0 0 1 ). N o se sa b e si es m ás ad ecu ad o el r ep o so o el ejercicio durante un a recaída y la falta de investigación en esta área puede deberse a la naturaleza aleatoria de las crisis y a las fluctuaciones am plias de lo s síntom as en los p acientes que recaen. A p esar de esto, algunos autores h an recom endado el tratam iento durante la rehabilitación d e u n a recaída y la han considerado eficaz (Alexander y Costello, 1 9 8 7 ), pero n o h an p roporcionado pruebas de su eficacia. O tro argum ento podría ser qu e el m an ten im ien to d e la capacidad durante la recaída pod ría h acer capaz al p acien te d e m ax im izar el b en eficio d e la rem isión. S in em bargo, se recom ien da qu e to d a p erso n a co n d ism in u ció n d e la fu n c ió n o au m en to d e la dependencia p o r u n a recaída de EM sea enviada a u n servicio d e reh a b ilita ció n especializad o p ara v aloración y apoyo (N ICE, 2 0 0 3 ). Varios autores h an estado a favor de la intervención p ro­ longada (Greenspun e t al., 1 987; A shbum y D e Souza, 1988; Sibley, 1 9 8 8 ) , p ero n o se h a estudiado cuál es la frecu en­ cia ó p tim a d e tratam ien to. U n estud io p u b licó b eneficios significativos d e la in tervención p rolongada en u n estudio p ro sp ectiv o d e su je to s co n EM sin recaíd as (D e So u za y W orth in gto n , 1 9 8 7 ). Los q u e ob tu v ieron algú n b en eficio recibieron un a m edia de 8 h de fisioterapia al m es durante 18 m eses consecutivos. Los p acientes q u e recibieron m enos fisio terap ia n o o b tu v iero n u n a m e jo ra sign ificativa d e la fu n ció n . U na rev isión sistem ática d e la terap ia m ed iante ejercicio de la EM concluyó q u e la terapia de ejercicio puede ser b en eficio sa en las personas co n EM qu e n o presentan u n em p eoram ien to (Reitberg et al., 2 0 0 6 ) . En fu n c ió n de la escasa in form ación d isponible, el tem a de la frecuencia y m o m en to de adm inistración del tratam iento sigue abierto. Tipo de intervención D isponem os de m uy pocos datos sobre el tipo de fisioterapia qu e d eb e constituir el con ten ido del program a terapéutico, aunque se h a n expresado m uchas opiniones. Estiramiento Hay u n consenso claro, y algunas pruebas experim entales, de la u tilid ad del estiram ien to m u scu lar (v. cap ítu lo 1 4). El estudio realizad o en un p eq u eñ o nú m ero d e pacien tes ha m ostrado qu e puede reducirse la hipertonía m u scular y aum entarse la am p litu d de m o v im ien to volu n tario d e las extremidades superiores e inferiores m ediante estiram ientos m usculares (O d een , 1 9 8 1 ). Adem ás, el estiram ien to m us­ cular lo consideran v alioso m u chos autores (p. ej., Alexan­ der y C ostello, 1 9 8 7 ; Sibley, 1 9 8 8 ; D e Souza, 1 9 9 0 ; A m dt et al., 1991), y ningún artículo hasta ahora h a d esaconsejado su uso. Cinesiterapia activa Las dnesiterapias activas se h an aconsejado en el tratam iento de la EM p o r varias razones. Se h an a consejado para recapa­ citar la fu n ción (D e Sou za, 1 9 8 4 ), fortalecer lo s m úsculos ERRNVPHGLFRVRUJ Capítulo |5 | E sclerosis m ú ltip le © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. (A lexander y C ostello, 1 9 8 7 ), recapacitar el eq u ilib rio y la coord in a ció n (D e Souza, 1 9 9 0 ; A m dt et al., 1 9 9 1 ), y m an­ ten er la ADM (A shbu m y D e Souza, 1 9 8 8 ). A pesar d el apoyo d e las cinesiterapias activas en la EM, s o lo u n os p o co s estudios h a n investigado su uso. U na ra­ z ó n para ta l acuerd o general pued e ser la p red ilección de lo s fisioterapeutas p o r lo s regím enes d e ejercicio para un a a m p lia variedad d e trastornos. Pero se h a v isto q u e el uso inad ecuad o m a n ten id o d e lo s m ú sculos en la EM n o solo produce debilidad, sin o un a fatigabilidad extrem a (Lenm an e t al., 1 9 8 9 ), c o m o en el m ú sculo norm al. Esto podría im ­ p lica r q u e las cin esiterap ias activas so n b en eficio sas para m an ten er y a um entar la fuerza o la resistencia, pero es n e ­ cesario investigarlo e n los pacientes c o n EM. En u n estudio prospectivo p rolong ad o d e p acien tes con EM se evaluó u n program a de fisioterapia qu e u tilizaba el es­ tiram iento m uscular y la cinesiterapia activa lib re (D e Souza y W orthington, 1 9 8 7 ) , y se v io que, m ientras q u e lo s tras­ torn o s m o tores em peoraban , lo s su jetos c o n u n program a de fisioterapia intensiva se deterioraban significativam ente m en os q u e aq u ello s c o n u n tra ta m ien to m enor. Además, la fu n ció n , el e q u ilib rio y la s actividades d e la vida diaria m e jo ra b a n ta m b ié n sig n ific a tiv a m en te e n el gru p o qu e re cib ió m ás tratam ien to. E ste estud io es u n o de lo s p ocos qu e h a p rop orcion ad o evidencias b asad as en la in vestiga­ c ió n referidas a la eficacia d e los program as de fisioterapia a largo p lazo en la EM . La eficacia de las in tervencion es a c o rto p lazo para m e jo ra r la discapacidad se analizó e n u n estu d io d e r e h a b ilita c ió n d e p a c ien tes a m b u la to rio s, de 6 sem anas de duración (Patti, e t al., 2 0 0 2 ). S obre la base de la evidencia de nueve ensayos c ontrolad os aleatorizados, revi­ sados sistem áticam ente p o r Reitberg et al. (2 0 0 5 ), la terapia m ed iante ejercicio se consid era b eneficiosa para favorecer la actividad y la p articipación. Además, u n m etaanálisis de 1 3 artículos d e in vestigación a portó evidencia acum ulada de q u e e l e n tren am ien to m ed iante e jercicio está asociado a un a m e jo ra de la calidad de vida e n p ersonas c on EM (M otl y G osney, 2 0 0 8 ). M uchos expertos pen saban q u e lo s ejercicios terapéuticos que producen cansancio son perjudiciales y coinciden en que el ejercicio m oderado es apropiado, m ientras que el excesivo p rov oca ca n sa n c io . N o ob sta n te, se h a n realizad o p o co s estudios para d eterm inar las dosis apropiadas de ejercid os activos (v. «E jerd d os aeróbicos», m ás adelante), y lo s um bra­ les d e can san d o pueden d iferir entre personas. Existe alguna evid en d a de qu e las sen sad on es de ca n san d o cred en te no está n reflejad as en las m e d icio n es o b jetiv as concu rrentes so b re ren d im ien to de la m archa, lo q u e im p lica q u e dife­ rentes v ías nerviosas pueden participar en lo s dos aspectos de esta enferm ed ad (M orris e t al., 2 0 0 2 ). Sin em bargo, se ha com probad o que las d ases de ejercid os, c o n m aterial de e je rd c io sim ple, m e jo ra n el cansan cio en las personas con EM leve (M cC ullagh et al., 2 0 0 8 ). Ejercicios con peso Los e je rd d o s c on peso los aconsejaron A lexander y C ostello (1 9 8 7 ) para la EM , a pesar d e la observación tem prana de q u e u n a gran p ro p o rció n d e lo s p a cien tes se d eteriorab a (R ussell y Palfrey, 1 9 6 9 ) . Este tip o d e tratam ien to parece inadecuado para su in d u sión en u n program a de fisioterapia. Ejercicios aeróbicos El ejercicio aeró b ico es un a form a relativam ente nueva de tratam iento d e la EM, co m o lo es para los trastornos neuro ló g ico s (v. u n a rev isión en el cap ítu lo 1 8 ). Las pruebas actuales dispo nib les in dican qu e so n b eneficiosos para los padentes, sobre tod o para aqu d los con una incapaddad leve. Esta form a d e tratam iento pretende aum entar la actividad fí­ sica general y e l esfuerzo cardiovascular, evitar la debilidad m uscular general y redudr los riesgos para la salud derivados de la falta d e entrenam iento y del u so inadecuado. Se h a dem ostrado q u e los program as de e je r d d o a eróbico para la EM d e hasta 6 m eses aum entan significativam ente la form a física, m ejoran el estado de án im o y p otencian la d em an d a c a rd io v ascu lar (P e ta ja n e t a l., 1 9 9 6 ; T an tacci et al., 1 996; Ponichtera-M ulcare et al., 1 9 9 7 ). Tam bién se han publicado b en efid o s para la m archa (Rodgers et al., 1 9 9 9 ). R ecien tem en te se h a n p u b lica d o a u m en to s d el nivel de actividad, u n a red u cción d e la astenia y un a m e jo ra de la percepción d e la salu d con u n program a d e e je r d d o aeró­ b ic o (5 X 3 0 m in p o r sem ana de ejercicio en b ic id e ta ) en p erson as con u n a EM leve a m o d erad a (p u n tu acio n es de Kurtzke 2,5-6,5; m edia 4,6, de 1,2) en u n período de solo 4 se­ m an as (M ostert y Kesselring, 2 0 0 2 ). S e h a p u blicado q u e las reacd o n es adversas a lo s e je rc id o s aerób icos fu eron b ajas en lo s estudios anteriores. P or ejem plo, M ostert y Kesselring (2 0 0 2 ) refirieron exacerbadones de los síntom as en form a de aum ento d e la espastiddad, parestesias y vértigo en el 10% de 6 3 pruebas de ejercid o m áxim o graduadas, y e n so lo el 6 % de 1 8 0 sesiones de entrenam iento . Estos efectos n o se describieron con otros trastornos, y p ueden deberse a una sensibilidad al calor (v. capítulo 1 8). Ayudas para caminar M uch os autores (p. ej., Bum field y Frank, 1 9 8 8 ) h an con ­ siderado b en efid osa la fisioterapia para m an ten er la am bula d ó n , pero n o h a h a b id o acuerd o so b re el u so de ortesis para las extremidades inferiores (Alexander y C ostello, 1987; Arndt e t al., 1 9 9 1 ). E stos autores tam b ién recom en d aron am p liam en te las ayudas para cam inar, pero hay qu e ten er cuidado d e evitar la inestabilidad postural y la deform idad co n su u so p rolongado (Todd, 1 9 8 2 ). Parece, p or tan to, que la o p in ió n es favorable h a d a q u e los p ad en tes usen ayudas si es nece sario , p ero ad v ierten co n tra u n ap oyo excesivo en ellas. Las ayudas para c am in ar se ex p o n en c o n m ayor profundidad m ás adelante. Hidroterapia, termoterapia y crioterapia Existen m u chos inform es a necdóticos de la utilidad o n o de la h idroterapia y del tratam iento c o n c alo r o frío. Bum field (1 9 8 5 ), c o m o m édico y paciente c o n EM, recom en dó evitar la hidroterapia, ya qu e puede em peorar la situ ad ó n y p ro­ vocar astenia. P or el contrario, Alexander y C ostello (1 9 8 7 ) establed eron qu e lo s ejerc id o s en un a p isd n a pod rían ser b en efid o so s. Pero estos in form es carecen de especificidad, ERRNVPHGLFRVRUJ 103 Sección 11 | E n ferm ed ad es n eu ro ló g ica s y n eu rom u scu lares ya q u e n o se refieren a ningún síntom a n i signo en particular qu e se vea afectado p or el tratam iento. C on respecto a l c a lo r y al frío, Forsythe ( 1 9 8 8 ), otro m é­ d ico c o n EM, señ a ló qu e lo s b a ñ o s ca lien tes ayudaban a realizar lo s ejercicios d e estiram ien to m uscular. Bum field ( 1 9 8 5 ) e n c o n tró , sin em ba rg o, q u e lo s b a ñ o s frío s eran beneficiosos, pero tam b ién d escribió u n caso e n el qu e este tratam iento tuvo u n resultado «desastroso». N o se h a descrito qu é constituyó u n b eneficio o u n desastre, pero estos in for­ m es anecdóticos sirven para subrayar la naturaleza individual de las respuestas qu e experim entan algu nos pacien tes con EM frente a la intervención. B lock y Kester (1 9 7 0 ) dieron avisos claros contra el trata­ m ien to c o n ca lo r e n la EM, ya qu e pensaron qu e p roduda ex acerb a d o n e s in tensas d e las d e fid e n d a s d ín ic a s y subdínicas, m ientras qu e D e Souza (1 9 9 0 ) previno contra el uso del h ielo o el agua fría en p ad en tes con un a alterad ón de la circu la d ón , ya que esto pued e p rovocar v asocon stricción y red u d r aún m ás la circulad ón . Electroestimulación La electroestim u lación neu rom uscu lar con frecuencia b aja pued e ser b en eficiosa en algu nos p ad en tes c o n EM (W or­ th ington y D e Souza, 1 9 9 0 ), p ero se subraya la n ecesidad de selecd o n a r con cuidado los p ad en tes para esta form a d e tra­ tam iento, ya q u e n o b en efid a a tod os. A demás, la estim ula­ ció n n eurom uscular se recom iend a c om o u n c om plem en to a otro tip o d e fisioterapia, sob re tod o la d nesiterapia activa y el estiram iento m uscular (v. capítulo 1 2 ). Conclusiones S in pruebas sólid as y s in c on sen so sob re la hidroterapia y el tratam iento con calor o c o n frío, y c on las pocas pruebas existentes sobre la estim u lad ón m uscular, estos tratam ientos pued en n o ser adecuados para aplicarlos de form a general en la EM , p ero p u ed en ser ú tile s en a lgu n os su je to s. En fu n ció n d e los datos disponibles, los d os com p on en tes de la fisio tera p ia p ro b a b le m e n te m ás ú tiles en la EM so n el estira m ien to m u scu lar y lo s e je rc id o s activos. Adem ás, se indica q u e los e jercicios d eben incorporar el entrenam iento para m e jo ra r la am b u la ción y así m e jo ra r la astenia. Estos co m p o n en tes terapéuticos pued en ser ad ecuados para u n p rogram a d e in terv e n ció n fisio tera p éu tica en la m ayoría de las p ersonas con EM, y los describen c o n m ayor detalle D e Souza ( 1 9 8 4 , 1 9 9 0 ) y A shbu m y D e Sou za ( 1 9 8 8 ), y se resum en a con tin u a d ón . Un program a de fisioterapia El p rog ram a p rop u esto p o r A sh b u m y D e So u z a ( 1 9 8 8 ) con sistía en e je rc id o s libres activos y asistidos basad os en 1 2 ejerd cios nu d eares y en u n régim en de estiram iento m us­ cular sen c illo . El énfasis d el prog ram a d e e je rc ic io activo se pu so en la s actividades fu n cionales, y se en señ ó el uso de lo s e je rc id o s para conseguir o b jetiv o s fu n cionales. P or ejem p lo, un a secu end a qu e in corpora rodar sobre las rodi­ llas, sentarse de lado (e je r d d o de estiram iento), arrodillarse 104 en p o sid ó n alta o b a ja y p erm an ecer d e p ie conseguiría la actividad fu n d on al d e levantarse del suelo. O tras habilidades m otoras toscas, c om o el traslado, pueden volver a entrenarse de u n a form a sim ilar. Se ob serv aron efecto s b en eficio so s en lo s p a d e n te s co n EM c o n la fisioterapia orien tad a a la fa d lita d ó n (e n fu n c ió n del d eterioro) y la orientada a las tareas (centrada en la incapacidad), sin d iferendas entre los dos abordajes (Lord e t al., 1 9 9 8 ). El program a d e ejercicio s activos p o d ría aju starse para su b rayar las activ id ades d e e q u ilib r io . E stas in co rp o ra n té c n ic a s d e « m a n ten erse q u ie to » en e l p ro g ram a b á sic o de e je r d c io para fo m en ta r la estab ilizació n postural y es­ tim u lar las reacciones de eq u ilib rio . A los pacien tes se les pedía qu e mantuvieran d ertas p osid on es y posturas durante un os segundos para aum entar gradualm ente el p eríodo. Por ejem p lo , se les p ed ía p erm an ecer en la p o sic ió n d e ro d i­ llas durante 10 s sin que el pacien te usara las extrem idades superiores para apoyarse, mientras que se les pedía m antener u n a p o sid ó n d e p ie u tilizan do un a base de apoyo estrecha y sin ayuda de las extrem idades superiores d urante 3 0 s. Los pad en tes podían vigilar su progreso y se les anim ab a a notar sus p rop ios niveles d e c onsecu d ón. El p rogram a p u ed e aju starse a niveles in d iv id u ales de cap acid ad , p o r e je m p lo , d iv ersifican d o lo s e je rcicio s en varias posturas d e sed estación o de ro d illas si el su jeto es incapaz de estar de pie. El énfasis en lo s diferentes e je rd d o s p ued e ta m b ié n aju starse d e acu erd o c o n las necesid ad es in dividuales. A quellos cuyos p rindpales problem as sean la espastiddad y la rigidez m uscular y articular, necesitan que se p onga énfasis en el estiram iento y el aum ento de la ADM activa y pasiva. A q u ellos co n p ro b lem as d e ataxia e in es­ tabilid ad necesitan m ás énfasis en la coord in ació n fina de lo s m ovim ien tos y en el eq uilibrio y la estabilidad postural. La mayoría de lo s padentes con EM tendrá una c om bin ad ón de diferentes síntom as m otores, y será necesario construir un program a equilibrado. Tratamiento del paciente con EM que tiene sobre todo síntomas hipertónicos La fisioterapia para u n p acien te qu e tenga so b re to d o sín ­ to m as d e espasticidad es gen eralm ente sim ilar a la d e lo s pad en tes con otros p roblem as neu rológicos c o n el m ism o sín tom a (v. capítu lo 1 4). Pero es necesario prestar atención a algunos aspectos específicos en la EM y ten er en m en te la naturaleza progresiva d e la enferm edad. Lo m ás im portan­ te es qu e cualq u ier decisión para reducir el nivel d el to n o m u scular tenga u n ob jetiv o d a ro y u n b e n e fid o fu n d o n a l iden tificable y alcanzable. U n nivel alto de to n o es ú til pa­ ra algu n os p acien tes co n EM , p o r ejem p lo , aq u ello s qu e u tiliz a n la espasticid ad para m an ten erse d e pie, m overse o utilizar u n patrón de m archa de balanceo h ad a delante o en varios sentidos para cam inar con m uletas (D e S ouza, 1 990; Ko Ko, 1 9 9 9 ). Para estas personas, la espastiddad n o debe redudrse a expensas de su m ovilidad. Para otro s p a d en tes co n EM, la espasticid ad escon derá su m ovilidad, enm ascarará el m ovim ien to y añadirá u n es­ fu erzo a las accion es v olun tarias, de m an era qu e en ello s ERRNVPHGLFRVRUJ