Subido por James Arauz Delgado

Sindromes trabajo Final Psicologia 2 1 (1)

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2020
Síndromes Psicológicos
Grupo No.7
Licenciatura en Psicología AA2020n
1-7-2020
Universidad Metropolitana de Ciencias y Tecnología
Facultad de Ciencias de la Salud
Licenciatura en Psicología General
Asignatura: Psicología General II
Titulo:
Síndromes Psicológicos
Nombre del Profesor:
Gisela Guerra
Integrantes:
Arauz, James c.i.p. 5-710-1499
Pérez, Milagros c.i.p 8-918-1909
Bonilla, Oliver c.i.p. 8-720-1948
Ramos, Rafael c.i.p. 8-945-2495
Espinoza, Maryorie c.i.p. 8-978-622
Ríos, Enolith c.i.p. 8-991-1942
Guerrero, Argelis c.i.p.
Rodríguez, Alfredo c.i.p. 8-817-2495
Ibarra, Kenny c.i.p. 8-942-947
Ruiz, Reina c.i.p2-745-1542
Iglesias, Naydú c.i.p. 8-808-1239
Santimateo, Wendy c.i.p. 8-857-412
Montañez, Enrique c.i.p. 8-953-2482
Velásquez Deanette c.i.p.8-779-853
Ortega, Karina c.i.p.8-811-1072
Fecha de entrega: 01 de julio de 2020.
1
Contenido
Introducción ........................................................................................................................................... 3
Síndromes ............................................................................................................................................. 4
Síndrome De Jerusalén....................................................................................................................... 5
Los 3 tipos del síndrome de Jerusalén y síntomas .......................................................... 7
Síndrome de Wild Man O Hombre Salvaje ...................................................................................... 9
Causas ............................................................................................................................................ 11
Síndrome de Koro .............................................................................................................................. 15
Causas ............................................................................................................................................ 17
SÍNDROME DE DHAT ...................................................................................................................... 19
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO ............................................................................................ 20
Síndrome de París ............................................................................................................................. 22
Causas del síndrome de París .................................................................................................. 24
Tratamiento del síndrome de París ......................................................................................... 25
Síndrome de Ekbom .......................................................................................................................... 26
Síntomas y cuadro clínico ......................................................................................................... 28
Síndrome de Estocolmo .................................................................................................................... 30
Génesis del síndrome de Estocolmo. ..................................................................................... 33
Sintomatología.......................................................................................................................... 34
Tratamiento................................................................................................................................ 35
Casos reales del Síndrome de Estocolmo ........................................................................ 37
Síndrome de Lima .............................................................................................................................. 40
Causas del síndrome de Lima .................................................................................................. 41
Síndrome de la covada ..................................................................................................................... 45
Síntomas del síndrome de la covada...................................................................................... 45
Síndrome de Otelo ............................................................................................................................. 49
Síndrome de Munchausen ................................................................................................................ 52
¿Cómo actúa una persona que tiene síndrome de Munchausen por poder? ......... 52
Tratamientos: ................................................................................................................................ 53
Síndrome de Diógenes...................................................................................................................... 54
Tratamientos ................................................................................................................................. 55
Síndrome del Savant ......................................................................................................................... 56
Algunos savants famosos ......................................................................................................... 57
SÍNDROME DE ULISES ................................................................................................................... 62
1
¿CUÁL ES LA PARTE CLÍNICA DEL SÍNDROME DE ULISES? ........................................ 64
Anexos ................................................................................................................................................. 67
Conclusión ........................................................................................................................................... 70
Bibliografía .......................................................................................................................................... 71
2
Introducción
Los Síndromes se diagnostican con frecuencia en la actualidad, y según los expertos,
una de cada tres personas padece o padecerá algún tipo de trastorno mental a lo
largo de su vida.
Algunos de estos desórdenes psicológicos son muy conocidos, como el trastorno
depresivo, la anorexia, el Trastorno Bipolar o la esquizofrenia. Sin embargo, hay otros
trastornos y enfermedades mentales que son raros debido a su baja frecuencia de
aparición o a su extraña sintomatología.
La mente nunca deja de sorprendernos. Quizás aprendamos más de las anécdotas
que de la teoría vista en algún momento. Pero los futuros psicólogos debemos ser
curiosos y no debemos dejar de escapar ciertos temas por muy esporádicos que se
muestren o por lo simple que parezcan. En este trabajo investigativo veremos algunos
padecimientos que parecen sacados de una película o un libro de cuentos.
Como futuros psicólogos debemos saber reconocer las diferencias entre síndromes,
trastornos y enfermedad mental.
En esta ocasión nos ha tocado investigar sobre síndromes psicológicos que a simple
vista parecen muy extraños y hasta un poco difícil de creer, pero son padecimientos
que alertan a los profesionales de salud para indagar más e incluso suelen ser alertas
para diagnosticar un trastorno o enfermedad mental latente en el individuo.
3
Síndromes
Un síndrome se caracteriza por agrupar diversos síntomas que caracterizan a una
determinada enfermedad o bien describe al grupo de fenómenos propios de una
situación específica.
A nivel médico, se entiende por síndrome a un cuadro clínico que merece ser
examinado por tener un cierto significado. Gracias a sus particularidades, que
funcionan como datos semiológicos, posee una cierta identidad, con causas y
etiologías particulares. En medicina, un síndrome (del griego συνδρομή syndromé,
'concurso')1 es un cuadro clínico o un conjunto de síntomas que presenta alguna
enfermedad con cierto significado y que por sus propias características posee cierta
identidad; es decir, un grupo significativo de síntomas y signos (datos semiológicos),
que concurren en tiempo y forma, y con variadas causas o etiología.
Todo síndrome es una entidad clínica que asigna un significado particular o general
a las manifestaciones semiológicas que la componen. El síndrome es plurietiológico
porque tales manifestaciones semiológicas pueden ser producidas por diversas
causas. De este modo, es común diferenciar entre formas primarias y secundarias de
un mismo síndrome. Las formas primarias corresponden a aquellos síndromes no
relacionables con una etiología o enfermedad conocida, mientras que las formas
secundarias son aquellos síndromes con etiología conocida o al menos vinculada
clínicamente con otra enfermedad. Por ejemplo, el síndrome de Raynaud describe un
trastorno vasomotor que afecta fundamentalmente a las manos y que puede aparecer
como forma primaria/idiopática o asociado a numerosas causas como enfermedades
autoinmunes, hematológicas, fármacos, etc.
Si bien por definición, síndrome y enfermedad son entidades clínicas con un marco
conceptual diferente, hay situaciones en la patología que dificultan una correcta
identificación de ciertos procesos en una categoría o en otra.
4
Síndrome De Jerusalén
El extraño síndrome de Jerusalén afecta a algunas personas que visitan la ciudad.
Aparentemente, se sienten poseídos por un espíritu religioso y místico que les hace
presentar comportamientos extraños. En los casos más graves delirios y
alucinaciones.
El síndrome de Jerusalén es un trastorno psicológico que afecta a los turistas que
visitan Jerusalén y a quienes allí habitan. Esta alteración se parece a la psicosis. En
los casos más graves pueden darse delirios y alucinaciones.
Normalmente, la gente que tiene este síndrome se identifica con personajes bíblicos
y actúan imitando lo que de ellos conocen. Algunos de los personajes con los que se
suelen identificar son Moisés, el rey David, Jesús de Nazaret y Juan Bautista. Los
hombres tienden a emular a personajes masculinos mientras que las mujeres a
femeninos.
La religión profesada también influye ya que los cristianos suelen identificarse con
personajes del Nuevo Testamento, mientras que los judíos, para los que este libro no
forma parte de sus creencias, imitan a personajes del Antiguo Testamento.
¿Por qué Jerusalén?
El lugar más turístico de Israel es el Muro de los Lamentos, también conocido como
Muro Occidental. Este se sitúa en la ciudad de Jerusalén. Cada día, miles de visitantes
van hasta el muro a cualquier hora, ya sea para rezar, tomar fotografías o asistir a
alguna ceremonia o manifestación. El ambiente histórico y espiritual que se vive es
tan fuerte que puede ser el desencadenante de este síndrome.
Muchas de las personas que lo visitan se sienten atraídos en busca de experiencias
sobrenaturales, que pueden ser espirituales o religiosas. Se sienten atraídos por la
atmósfera que se crea, sobre todo pasada la media noche. Al imitar a caracteres
bíblicos, las personas que padecen este síndrome van por las calles de la ciudad de
Jerusalén predicando en público. También suelen cambiar sus ropajes por túnicas y
sábanas.
5
El síndrome de Jerusalén
El primero en identificar clínicamente el síndrome de Jerusalén fue el Dr. Yair Bar-El,
un psiquiatra. Después de examinar a más de 400 turistas que habían sido declarados
dementes, en su mayoría judíos y cristianos, el doctor encontró algunas
características comunes, por lo que pudo llegar a identificar los síntomas que
caracterizan este síndrome.
Este síndrome se define como un trastorno disociativo histérico. Los enfermos
adoptan otra personalidad que, posteriormente, no serán capaces de recordar. El
ambiente de espiritualidad de la ciudad antigua de Jerusalén, caracterizado por la
religión, la historia, la ideología y la mitología, se ve enriquecido por los sucesos que
allí se han dado: guerras, cruzadas, masacres, etc., no dejando indiferente a las
personas que lo visitan.
El síndrome de Jerusalén ha sido comparado el síndrome de Florencia o de Stendhal.
Este fue detectado entre los turistas que iban a Florencia y los cuales actuaban de
forma rara e irracional. Estos turistas presentaban vértigo, confusión, temblores,
depresiones e incluso alucinaciones después de tantas obras de arte en un mismo
lugar. Sin embargo, este síndrome se produce por la belleza de las obras de arte y de
las ciudades mientras que el síndrome de Jerusalén se debe a la religión.
Los síntomas que acompañan al síndrome de Jerusalén
Los turistas que tienen este síntoma comienzan a sentir nerviosismo o ansiedad sin
ninguna razón aparente. Tienden a alejarse de las personas con las que viajan y
aislarse. Posteriormente, comienzan a realizar actos de purificación en baños y
duchas, y cambian sus ropas a fin de parecerse a las personas bíblicas. Algunos se
ponen a predicar en la calle o se creen El Mesías. La frase más común que suelen
decir para describir lo que les pasó es “de pronto, algo ocurrió”.
Pasados unos días retornan a la “realidad”, muchos con vergüenza. No logran explicar
lo que les pasó y se arrepienten de sus comportamientos extravagantes. Se piensa
que aquellos que sufren el síndrome llegaron a Jerusalén predispuestos y, una vez
allí, el síndrome latente se despierta.
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Los 3 tipos del síndrome de Jerusalén y síntomas
El Dr. Bar-el clasifica del síndrome en 3 tipos:
Tipo I. Individuos con un diagnóstico de psicosis previo a su viaje a Israel. Se
Trata de un viaje patológico cuyo destino, siguiendo una idea delirante, es ir a
Jerusalén. Este se divide en cuatro subtipos:
1. Pacientes se identifican con personajes bíblicos. Los judíos a menudo con
caracteres del Antiguo Testamento, y los cristianos con personajes del Nuevo
Testamento.
2. Fuerte identificación con una idea delirante de tipo religioso, o político, llegando a
Jerusalén para actuar de acuerdo a ella.
3. Individuos presentan ideas mágicas sobre salud y enfermedad, y las posibilidades
de encontrar la curación en esta ciudad.
4. Problemas familiares que acaban en una crisis psicótica en Jerusalén.
Tipo II. Afecta a pacientes que no presentan un diagnóstico de tipo psicótico, pero si
una fragilidad psíquica en forma de trastorno de personalidad o presencia de ideas
obsesivas. Existen dos subtipos:
1. Problemas implican a un grupo entero de individuos. Es el más común.
2. Problemas aparecen en individuos aislados.
Tipo III. Síndrome de Jerusalén puro. Consiste en aparición de patología psicótica
aguda, en pacientes sin antecedentes psiquiátricos previos, que viajan a Jerusalén
por motivos de turismo. La incidencia de este subtipo es pequeña (entre 1980 y 1993
se detectaron 42 casos). Los pacientes afectados por este síndrome, pasan por siete
fases clínicas:
1) Ansiedad, agitación, nerviosismo
2) Deseo de alejarse del grupo
3) Necesidad de limpieza, pureza. Obsesión con ducharse, asearse…
4) Preparación de una toga (a menudo utilizan sábanas del hotel)
7
5) Proferir cánticos, gritos e himnos religiosos.
6) Ir en procesión a lugares sagrados.
7) Dar sermones “apasionado” en lugares sagrados
En la gran mayoría de los casos la recuperación es espontánea en unos 5-7 días, y
al abandonar Israel, y regresar a su lugar de origen, vuelven a su estado normal, sin
presentar posteriores secuelas.
Tratamiento al síndrome
Tal y como se ha comentado anteriormente, aquellos pacientes que padecen el tipo
III del síndrome de Jerusalén, generalmente, vuelven a la normalidad en el transcurso
de 5-7 días. Dicho de otra forma, se trata de un episodio de corta duración seguido
de una recuperación completa. La recuperación suele ser espontánea y no
necesariamente debido al tratamiento.
La mejora de los síntomas se ve facilitada por el distanciamiento físico del paciente
de Jerusalén y sus lugares sagrados. En general, la intervención con fármacos no
está indicada, aunque en algunos casos, pueden utilizarse tranquilizantes o
melatonina en los casos de psicosis.
Como parte del tratamiento, también suele ser importante facilitar el regreso al grupo
o el fortalecimiento de los vínculos familiares.
Para el resto de los tipos del síndrome, puesto que hay una enfermedad mental previa,
deberá aplicarse un tratamiento u otro, dependiendo de dicha enfermedad mental.
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Síndrome de Wild Man O Hombre Salvaje
El síndrome del hombre salvaje, también conocido como síndrome del cerdo salvaje,
es un síndrome ligado al cultivo que afecta la salud mental de los machos de Nueva
Guinea en los que se vuelven hiperactivos , torpes , cleptómanos y convenientemente
amnésicos ". Se conoce en varios idiomas de Nueva Guinea como guria , Long Long
o lulu.
"El síndrome del cerdo salvaje es un
trastorno socialmente construido con
una clasificación emocional de la tribu
Gururumba.
La
enfermedad
se
caracteriza por un comportamiento
antisocial
involuntario,
seguido
de
amnesia situacional y la reanudación de
la vida normal. Después de saquear las
casas de los vecinos, el miembro de la
tribu (generalmente los hombres recién casados) se aventuran en el bosque durante
varios días, regresando sin los artículos robados. Los ataques de cerdos salvajes
parecen ocurrir cuando un hombre no puede cumplir con sus obligaciones financieras.
Aquellos que han sufrido los episodios luego reciben una consideración especial de
los acreedores. La gente de Gururumba insiste en que la enfermedad se transmite
por los fantasmas de miembros de la tribu recientemente fallecidos”. El síndrome del
cerdo salvaje está limitado por la edad y el sexo. Solo ocurre en hombres y solo
hombres de 25 a 35 años de edad. El síndrome se trata como una enfermedad. El
comportamiento es una acción; sin embargo, no es reconocido como tal por la
sociedad o el individuo que está experimentando la condición.
Antecedentes históricos y culturales.
Algunos teóricos creen que las emociones son producidas por la cultura y no son
biológicas . Su diversidad emocional entre culturas y la forma en que las personas
piensan se basa en su entorno social y en sus experiencias y expectativas pasadas y
futuras. El síndrome del cerdo salvaje es inusual para los estándares occidentales;
Sin embargo, es común y normal en la tribu Gururumba. Este síndrome recibió su
nombre de la presencia de cerdos domesticados que pasan por un estado temporal
en el que el cerdo se volverá salvaje. Con las medidas apropiadas, el cerdo puede
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volver a la vida domesticada de los aldeanos. Esto
es similar a lo que le sucede a la gente Gururumba
que se cree que tiene esta condición. Se vuelven
agresivos, violentos, robando cosas de poca
importancia, pero rara vez lastiman a alguien y
generalmente regresan a su vida y rutina normales.
En la mayoría de los casos, se aventuran en el
bosque durante varios días; Durante su estadía en
el bosque destruyen los objetos robados, luego
regresan a su aldea sin ningún recuerdo del episodio, solo para que otros aldeanos
les recuerden el evento. En casos más severos, algunas personas que padecen el
síndrome del cerdo salvaje deben ser capturadas, restringidas y retenidas sobre el
humo hasta que el individuo vuelva a la normalidad, como se hace con un cerdo que
se ha vuelto salvaje. Gururumba ve esto como una forma de aliviar el estrés; sin
embargo, los westerns llamarían a esto psicosis . Se debe llamar la atención sobre la
actitud de la comunidad hacia el hombre salvaje. "Un sentimiento de expectativa de
emoción es observable en la comunidad; las acciones del hombre salvaje adquieren
el carácter de un público escéptico". Cuando se extiende la noticia de su ocurrencia,
las personas abandonan lo que están haciendo para simplemente mirar al "hombre
salvaje". Los espectadores disfrutan los casos en que el hombre salvaje
repentinamente enciende al grupo y persigue a uno de ellos en una búsqueda errática
y aparentemente cómica. La comunidad responde al hombre salvaje de la misma
manera que lo haría en una actuación cómica aterradora que se presenta como
entretenimiento. En todos los casos del Síndrome del Cerdo Salvaje, está claro que
el patrón se desarrolla en un entorno que contiene una audiencia, como ocasiones
ceremoniales y festivas o reuniones de personas para discutir un asunto de
importancia general. En este entorno de tierras altas hay pastizales y bosques
desocupados en los que el hombre salvaje podría correr salvajemente en reclusión,
pero nunca lo hacen. Otra cosa importante de esta condición es que no se puede
tomar nada sin el permiso del propietario, y si se otorga el permiso, generalmente es
bajo la condición de que el individuo realice algún tipo de reciprocidad. Los artículos
de
importancia
están
estrechamente
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guardados.
Síntomas
Síntomas fisiológicos
Los síntomas fisiológicos del síndrome del cerdo salvaje son aumento de la frecuencia
respiratoria y síntomas circulatorios, como una disminución de la temperatura de la
piel, sudoración, temblor, frecuencia cardíaca rápida, mareos, visión doble y afasia .
Síntomas físicos
Uno de los principales síntomas de esta afección es robar objetos de poco valor y
llevarlos al bosque, para que nunca más se los vuelva a ver. Algunas personas creen
que el individuo quema los objetos, y otros creen que el individuo destruye los objetos
pieza por pieza para que nunca los encuentren. La pérdida de la capacidad de hablar
y / o escuchar son los principales síntomas de este trastorno. Un individuo que sufre
del Síndrome del Cerdo Salvaje parece tener audición selectiva; no escuchan mucho
de lo que sucede a su alrededor a menos que se trate de objetos específicos de
interés. Otro síntoma importante que se encuentra en todos los casos del Síndrome
del Cerdo Salvaje es su tratamiento y actitud hacia los objetos materiales. Una gran
parte de la actividad de los individuos se centra en la adquisición de objetos robados
a otros individuos.
Alteraciones de la actividad motora.
También hay alteraciones de la actividad motora, como hiperactividad , ataques
espontáneos, gritos, objetos dispersos e interrupción de individuos reunidos en
grupos. Alguien que padece este trastorno no siempre parece tener el control de su
cuerpo. El individuo puede caerse, chocar contra cosas sin darse cuenta y tener
dificultad para hacer movimientos con brazos y piernas. Se ha observado que la
pérdida del control del intestino y la vejiga también puede estar presente.
Causas
La tribu Gururumba cree que este síndrome es causado por la picadura del espíritu
de un pariente que falleció recientemente. "Creen que esto libera impulsos reprimidos
por la sociedad y las civilizaciones". [5] "Hay varios informes de Papua Nueva Guinea
que indican que la ingestión de varias partes de plantas u hongos ha producido el
síndrome" Wild-Man "". Entre estos se encuentran informes de comer ciertas hojas,
corteza, ciertas frutas y ciertos hongos
[6].
Ahora hay evidencia creciente de que
algunas formas de Síndrome de Cerdo Salvaje son causadas por la intoxicación por
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nicotina por comer hojas de tabaco verde. Se puede ver evidencia de esto al comparar
los síntomas físicos de esta afección con el Síndrome del Cerdo Salvaje.
Tratos
En la mayoría de los casos, el Síndrome del Cerdo Salvaje seguirá su curso y no se
necesita tratamiento. En casos severos, el individuo regresará a la aldea en estado
salvaje, en el cual el individuo es capturado y se lleva a cabo una ceremonia donde
el individuo es sujetado por un fuego humeante hasta que regrese a su estado normal.
Luego se frota al individuo con grasa de cerdo licuada; un cerdo pequeño es
asesinado en su nombre por una persona de alto estatus en la aldea, luego se le
presenta al individuo una colección de tubérculos y raíces cocidas.
Criticas
Algunos investigadores han indicado que el Síndrome de Wild Pig generalmente
ocurre cuando un hombre no puede cumplir con sus obligaciones financieras, por lo
que algunos críticos ven el síndrome como un chivo expiatorio para el estrés de la
realidad, ya que los acreedores trabajarán con un individuo que ha tenido un ataque
de Síndrome de Wild Pig.
Caso de estudio
Un antropólogo con el nombre de Philip Newman describe ser testigo de la condición
del síndrome del cerdo salvaje y se refiere a la víctima con el nombre de Gambiri.
Gambiri era un hombre de unos treinta años, casado, con un niño pequeño y otro en
camino. Una tarde, el Sr. Newman estaba sentado en la puerta de su casa hablando
con un grupo de niños cuando Gambiri se acercó a ellos con un tazón pequeño en la
mano. Uno de los niños comenzó a pedirle comida. Gambiri indicó que no tenía
comida, pero como de costumbre, el niño no aceptó esta respuesta y le arrebató el
cuenco a Gambiri para verlo por sí mismo. Hubo más demandas de comida y más
negaciones por parte de Gambiri. Cuando los ánimos se encendieron, el niño salió
corriendo con el tazón de Gambiri y Gambiri persiguió al niño. Al cabo de un rato,
Gambiri apareció de nuevo en la puerta del señor Newman. Llevaba un arco y un fajo
de flechas en una mano y un cuchillo largo en la otra. Ordenó a los niños que se
alejaran de la puerta y entró en la casa. Luego comenzó a hurgar en las pertenencias
personales del Sr. Newman, y cuando el Sr. Newman preguntó qué estaba haciendo,
respondió exigiendo en voz alta que el Sr. Newman le devolviera su cuenco que le
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había robado. Cuando el Sr. Newman declaró que no había tomado su plato, Gambiri
gritó: "Maski", que es Gambiri gritó "Maski", que es Gambiri gritó "Maski", que es
Neomelanesio por "no". Gambiri vio una maceta de plástico utilizada como inodoro y
dijo en neomelanesio: "Ahí está mi cuenco. Puedo tomarlo y tirarlo al bosque. No es
tan pesado". Gambiri fue guiado suavemente afuera por el cocinero del Sr. Newman,
quien sugirió que su plato perdido podría estar en otro lugar. Luego comenzó a
pisotear el pequeño jardín de flores del Sr. Newman. Para entonces, una pequeña
multitud se había reunido para mirar y hacer comentarios sobre su comportamiento.
Cuando Gambiri les amenazó, huyeron riéndose o gritando con fingido terror. Agarró
a una niña y le quitó el bolso que llevaba. Luego exigió al Sr. Newman que le diera un
jabón, que le dio a un espectador, y un cuchillo pequeño que le dio al Sr. Newman.
Dijo que los artículos le fueron entregados por un oficial de patrulla australiano por ser
un buen trabajador en el camino del gobierno. En aproximadamente una hora, su
comportamiento se dio a conocer a una amplia audiencia. Otros comenzaron a llamar
a otros pueblos para informarles de lo que estaba sucediendo. Cuando una gran
audiencia se reunió, Gambiri se apresuró de un lugar a otro forzando su camino hacia
las casas y exigiendo algunos artículos pequeños como suyos, y se involucró en una
verbalización agresiva. Esa noche corrió hacia el bosque con su bolsa robada llena
de artículos robados y no lo volvieron a ver hasta la mañana siguiente. Esta vez no
llevaba su bolso. Hablaba en el idioma nativo en lugar del neomelanesio y no exhibió
ninguno de los comportamientos que tuvo durante su ataque de Wild Pig.Otros
comenzaron a llamar a otros pueblos para informarles de lo que estaba sucediendo.
Cuando una gran audiencia se reunió, Gambiri se apresuró de un lugar a otro forzando
su camino hacia las casas y exigiendo algunos artículos pequeños como suyos, y se
involucró en una verbalización agresiva. Esa noche corrió hacia el bosque con su
bolsa robada llena de artículos robados y no lo volvieron a ver hasta la mañana
siguiente. Esta vez no llevaba su bolso. Hablaba en el idioma nativo en lugar del
neomelanesio y no exhibió ninguno de los comportamientos que tuvo durante su
ataque de Wild Pig.Otros comenzaron a llamar a otros pueblos para informarles de lo
que estaba sucediendo. Cuando una gran audiencia se reunió, Gambiri se apresuró
de un lugar a otro forzando su camino hacia las casas y exigiendo algunos artículos
pequeños como suyos, y se involucró en una verbalización agresiva. Esa noche corrió
hacia el bosque con su bolsa robada llena de artículos robados y no lo volvieron a ver
hasta la mañana siguiente. Esta vez no llevaba su bolso. Hablaba en el idioma nativo
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en lugar del neomelanesio y no exhibió ninguno de
los comportamientos que tuvo durante su ataque de
Wild Pig. Esa noche corrió hacia el bosque con su
bolsa robada llena de artículos robados y no lo
volvieron a ver hasta la mañana siguiente. Esta vez
no llevaba su bolso. Hablaba en el idioma nativo en
lugar del neomelanesio y no exhibió ninguno de los comportamientos que tuvo
durante su ataque de Wild Pig.Esa noche corrió hacia el bosque con su bolsa robada
llena de artículos robados y no lo volvieron a ver hasta la mañana siguiente. Esta vez
no llevaba su bolso. Hablaba en el idioma nativo en lugar del neomelanesio y no
exhibió ninguno de los comportamientos que tuvo durante su ataque de Wild Pig.
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Síndrome de Koro
El síndrome de koro es un trastorno psicológico en el que el paciente cree que sus
genitales se están encogiendo o retrayendo hacia el abdomen y que pronto
desaparecerán. Es más frecuente en hombres, quienes están convencidos de que su
pene es cada vez más pequeño e incluso que éste podría invaginarse dentro de sus
cuerpos, causándoles la muerte.
En los casos de mujeres con este síndrome, creen que sus pezones se están
reduciendo o que su vulva está por desaparecer, a pesar de que claramente nada
extraño o anormal está sucediendo con sus genitales.
Los pacientes con este síndrome sienten
mucha ansiedad y con frecuencia tienen
pensamientos
obsesivos
y
conductas
compulsivas: intentan estirar o agrandar su
pene o sus pezones con diferentes elementos
que podrían hacerles daño. El síndrome de
Koro también se conoce como síndrome de
retracción genital y es más frecuente en países
asiáticos. Se han documentado casos de
histeria masiva en torno a este síndrome, que
podría “contagiarse” de una persona a otra en ciertas culturas.
Características
Existen básicamente dos tipos de síndrome de Koro.
El Koro primario, que tendría un origen cultural y que se presenta en individuos que
no sufren otros trastornos mentales, y el Koro secundario, que aparece en personas
que padecen enfermedades tales como esquizofrenia, trastorno dismórfico corporal o
trastornos de ansiedad.
Koro primario
Es frecuente en países como India, China y Japón, pues su causa está fuertemente
vinculada a creencias culturales de esa región del mundo.
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La mayoría de los hombres en los que aparece este trastorno son solteros, con pocos
estudios, escasa educación sexual y profundas creencias en fenómenos
sobrenaturales, como hechizos y conjuros.
En estos casos, el paciente presenta síntomas de mucho miedo y ansiedad. Además
de creer que sus genitales están encogiendo y que pronto podrían desaparecer,
piensa que podría morir debido a esto.
Muchos pacientes indican que el problema con sus genitales comenzó después de
tener contacto sexual con una prostituta, o que podría estar relacionado con la
masturbación o las poluciones nocturnas.
Esto evidencia la estrecha relación de este síndrome con creencias culturales y la
falta de adecuada educación sexual.
Koro secundario
Los casos de síndrome de Koro que se presentan fuera de los países endémicos, es
decir, fuera del sudeste asiático, son casos “incompletos” del síndrome, el cual es
provocado generalmente por otro trastorno mental de base.
En los casos de Koro secundario, el paciente también cree que sus genitales se están
encogiendo y que podrían desaparecer, pero no piensa que podría morir por ello y el
cuadro de ansiedad asociado no es tan grave como en el Koro primario.
Signos y síntomas Ansiedad
Los pacientes con síndrome de Koro sufren ataques de ansiedad debido a que les
atormenta la idea de que sus genitales se están encogiendo, a pesar de que no es
posible comprobar que realmente están sucediendo cambios permanentes en sus
órganos sexuales.
Es decir, el pene u otras regiones genitales podrían contraerse temporalmente por
efecto de las bajas temperaturas, por ejemplo, pero es un efecto totalmente reversible,
que no debería desencadenar síntomas de ansiedad en una persona, a menos que
ésta padezca el síndrome de Koro.
Según las revisiones bibliográficas que hacen referencia a casos estudiados de Koro,
los ataques de ansiedad suelen remitir al cabo de algunas horas, aunque podrían
durar hasta un par de días.
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En otros casos, los síntomas de Koro pueden persistir durante más tiempo y
establecerse de forma crónica, lo que aumenta las probabilidades de que el síndrome
se presente en conjunto con otras enfermedades metales, como por ejemplo el
trastorno dismórfico corporal.
Síntomas físicos
Otros síntomas pueden incluir alteración de la percepción de la forma del pene,
pérdida de tono muscular en el mismo y parestesia en la zona genital (sensaciones
anormales o extrañas, cosquilleos, hormigueos, etc.).
Miedo de morir
El paciente además siente miedo de morir, de que su pene desaparezca totalmente
o de tener disfunciones eréctiles en el futuro.
La sensación de muerte cercana y de retracción genital es típica de los casos de Koro
primario, que aparecen principalmente en el sudeste asiático.
Otras creencias
Otras creencias que el paciente puede presentar en el síndrome de Koro incluyen el
miedo de volverse un eunuco, de transformarse en mujer, de quedar estéril, de que
sus vías urinarias se obstruyan, creen que están poseídos por un espíritu maligno o
que son víctimas de un conjuro.
Utilizar métodos de autotratamiento
Los pacientes que presentan ansiedad extrema pueden recurrir a métodos físicos
para evitar la retracción del pene, anclándolo con diferentes dispositivos que podrían
causar daños.
En el caso de las mujeres, es posible que se estiren los pechos o los pezones tratando
de impedir el encogimiento e incluso algunas se colocan aros de hierro en el pezón,
lo que también podría provocar lesiones.
Causas
Como ya se había mencionado, los conflictos psicosexuales, ciertos factores de la
personalidad y creencias culturales son las principales causas del síndrome de Koro.
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En los pacientes con esta afección que no se encuentran en el sudeste asiático, con
frecuencia se hallan antecedentes tales como promiscuidad sexual, sentimientos de
culpa tras la masturbación, impotencia sexual, etc.
Diagnóstico
Para realizar el diagnóstico, se debe realizar una revisión médica completa, que
incluya aspectos psicosexuales e historia psiquiátrica del paciente.
El médico debe investigar si el paciente está preocupado por su apariencia o imagen
corporal, para descartar el trastorno dismórfico corporal.
También es importante indagar sobre las creencias y valores del paciente, o lo que
piensa respecto de sus genitales o su vida sexual.
Y por supuesto, también hay que descartar cualquier lesión o alteración real que
pudiera estar sucediendo en los genitales. Puede haber lesiones infringidas por el
mismo paciente, en un intento de evitar la retracción de su pene, lo cual ayuda a
orientar el diagnóstico.
En resumen, si el paciente declara que sus genitales están encogiendo, aunque no
se encuentran anormalidades físicas, si presenta un cuadro de gran ansiedad, cree
que puede morir y utiliza mecanismos para evitar la retracción, entonces se trata de
Koro primario.
Si falta alguno de estos síntomas, pero otros están presentes, entonces puede
tratarse de Koro secundario o Koro incompleto, que por lo general es el que aparece
en países occidentales.
Tratamiento
En los casos de Koro asociado a las creencias culturales, el tratamiento se basa en
terapia psicológica y se pueden prevenir brindando información sobre anatomía y
educación sexual adecuada.
En los casos de Koro occidentales, se deben buscar conflictos sexuales y
enfermedades mentales que pueden ser la causa de los síntomas. El tratamiento
psicológico y psiquiátrico a seguir dependerá de cuál sea la situación del paciente.
18
SÍNDROME DE DHAT
El Síndrome de Dhat es un problema psicológico que afecta sobre todo a hombres
jóvenes de origen sudasiático que creen sufrir secreciones de esperma involuntarias.
Se trata de un problema ligado a tradiciones culturales que actualmente no consta de
un tratamiento estándar. La Organización Mundial de la Salud, en su clasificación
internacional de enfermedades, tipifica el Síndrome de Dhat como un trastorno
neurótico y transcultural. No es por tanto un problema urológico o sexual, si no
psicosomático. Se considera una neurosis sexual porque se caracteriza por una
preocupación excesiva por una supuesta pérdida de semen. Es decir, cuando los
pacientes acuden a la consulta de su médico de cabecera dicen experimentar
eyaculaciones involuntarias al orinar o por las noches, mientras duermen.
Esto suele, además, ir acompañado de síntomas somáticos como debilidad,
cansancio, ansiedad, o incluso depresión y, también, pueden aparecer síntomas
sexuales como disfunción eréctil, disminución de la libido o alteraciones de la
eyaculación.
Historia
El término Dhat debe su origen en el sánscrito palabra dhatu (धातु ), que, de acuerdo
con el Sushruta Samhita, significa "elixir que constituye el cuerpo". Médico indio
Narendra peluca acuñó el término síndrome de Dhat en 1960 y lo describió como que
se caracteriza por vagas psicosomáticos síntomas de fatiga, debilidad, ansiedad,
pérdida de apetito, culpabilidad, y disfunción sexual, atribuidas por el paciente a la
pérdida de semen en la emisión nocturna, a través de la orina o la masturbación.
Literatura que describe el semen como componente vital del cuerpo humano se
remonta a 1500 aC. Los trastornos de Dhatus se han elucidado en el Charaka
Samhita, que describe un trastorno llamado Shukrameha (शुक्रमेह) en la que hay un
paso de semen en la orina. En China, varios nombres, tales como (Shen K’uei), Sri
Lanka (Prameha) y otras partes del sudeste de Asia (Jiryan) síntomas y las
condiciones son similares a Dhatus. La Clasificación Internacional de Enfermedades
CIE-10 clasifica síndrome Dhat tanto como un trastorno neurótico (código F48.8) y un
trastorno específico de la cultura causada por "preocupación indebida sobre los
efectos debilitantes del paso del semen".
19
Trastorno Transcultural
Se da el caso que todos estos hombres preocupados por una pérdida de semen en
la orina provienen de zonas rurales del sur de Asia (India, Pakistán, Bhutan,
Bangladesh y Nepal), tienen en torno a 30 años de edad, un nivel básico de estudios
y profesan algún tipo de religión. El motivo de esta neurosis tiene su origen en una
antigua creencia ligada a la medicina tradicional del Ayurveda. Según esta práctica el
semen es el elixir de la vida, y es el más valioso de los 7 Dhatus del cuerpo. De esta
manera, su pérdida provoca una merma de la energía vital. En esta línea, el Síndrome
de Dhat, más conocido como el síndrome del semen perdido, podría estar relacionado
con una educación sexual basada en la idea de que la pérdida de semen puede
conducir a un estado de enfermedad.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Con la inmigración este síndrome es cada vez más frecuente en occidente. Sin
embargo, todavía es poca la información existente. La doctora Violeta Menéndez
analizó los casos y síntomas de 32 hombres que referían este trastorno y recogió los
resultados en un artículo del W J Urology.
Uno de los principales puntos a tener en cuenta es que en la gran mayoría de casos
las pruebas médicas complementarias descartan cualquier tipo de enfermedad sexual
o urológica, confirmando así, que se trata de un problema psicológico. En cuanto al
tratamiento, consiste básicamente en conocer y comprender la naturaleza de los
síntomas y facilitar al paciente información y educación sexual.
20
Basados en la poca información que encontramos de este síndrome ya que es un
grupo muy minúsculo quienes lo han padecido y la población se encuentra en una
zona geográfica específica aportamos el siguiente comentario:
"Este trastorno hace ver que hay una serie de creencias culturales erróneas,
relacionada con la virilidad, que carecen absolutamente de base científica", del
mismo modo, y debido a la sociedad multicultural y heterogénea en la que nos
rodeamos, Anabel Rosselló, del Instituto de Medicina Sexual de Madrid, mantiene
que el médico y los profesionales de la medicina deben evolucionar con los tiempos.
"El médico debe tenerlo en cuenta cada vez que se sienta frente a un paciente. Se
debe realizar una historia clínica exhaustiva, que no se limite a sintomatología, que
englobe aspectos psicológicos, religiosos y educativos".
21
Síndrome de París
Los japoneses siempre han identificado Francia, especialmente París, como símbolo
cultural. En los últimos años ha incrementado el número de viajeros japoneses que
viajan a París. Francia mantiene la tasa más alta de personas que sufren trastornos
psicopatológicos a nivel europeo. No obstante, ofrece asistencia médica a los
japoneses en su propio idioma, con una cooperación entre la Embajada de Japón en
París y el hospital Sainte-Anne, siendo el único país europeo que ofrece esta función.
El síndrome de París es un trastorno psicológico transitorio encontrado en algunos
individuos que visitan de vacaciones París como resultado del choque extremo
derivado de su descubrimiento de que París no es lo que esperaban que fuera. Está
caracterizado por un número de síntomas psiquiátricos tales como una aguda
desilusión, alucinaciones, sentimientos de persecución (la percepción de ser víctima
de
algún
perjuicio,
agresión
u
demás), desrealización, despersonalización, ansiedad
hostilidad
5y
de
los
también
manifestaciones psicosomáticas tales como mareos, taquicardia, aumento de la
sudoración y otros síntomas.
Susceptibilidad:
Se ha observado que los visitantes japoneses son especialmente susceptibles, Fue
notificado por primera vez en Nervure, publicación francesa de psiquiatría, en 2004,
De los 6 millones de visitantes anuales estimados el número de casos reportados no
es significante: de acuerdo con un administrador en la embajada japonesa en Francia,
solo unos 20 turistas japoneses al año son afectados por este .síndrome, La
susceptibilidad de los japoneses puede ser debida a la popularidad de París en la
cultura japonesa y la notablemente idealizada imagen de París en la publicidad
japonesa.
Susceptibilidad
Mario Renoux, el presidente de la Asociación Médica Franco-japonesa, dice en su
artículo de la publicación Libération, "Des Japonais entre mal du pays et mal de Paris"
22
("Los japoneses están atrapados entre la nostalgia y la enfermedad de París") (13 de
diciembre de 2004), que las revistas japonesas son las responsables primarias de la
creación de este síndrome. Renoux indica que los medios de comunicación
japoneses, y en particular las revistas, a menudo representan París como un lugar
donde la mayoría de las personas en la calle parecen modelos y muchas mujeres
visten con ropa de alta costura.
La embajada japonesa tiene una línea 24 horas para ayudar a los turistas japoneses
que lo sufren. De acuerdo con un artículo de BBC, lo sufren unos 12 japoneses al
año, la mayoría mujeres que rondan los 30 y que realizan su primer viaje al extranjero.
Los educados turistas japoneses que llegan a la ciudad son incapaces de separar la
visión idealizada de la ciudad creada a partir de películas como Amelie, de la realidad
multiétnica de la ciudad y del fuerte carácter de los franceses.
Otros psiquiatras han intentado darle la vuelta políticamente correcta a esta afición
relacionándola con el síndrome de Stendhal, pero en el caso es que la embajada
japonesa en Francia, tiene una línea abierta las 24 horas para dar asistencia y evacuar
a los turistas nipones que suelen ser afectados por este síndrome. De media. Unos
12 al año requieren la repatriación de urgencia, aunque se sospecha que la cifra es
mal alta.
Historia
El profesor Hiroaki Ota, un psiquiatra japonés que trabajaba en Francia, está
acreditado como la primera persona que diagnosticó esta condición en 1986.[2] En
cualquier caso, el trabajo posterior de Youcef Mahmoudia, médico del hospital HôtelDieu de París, indica que el síndrome de París es "una manifestación de
psicopatología relacionada con el viaje, más allá de un síndrome del viajero"
Él teorizó que el resultado de la excitación resultante de la visita de París causa
aceleración del corazón, causando mareos y dificultad para respirar, que resulta en
alucinaciones de forma similar al síndrome de Stendhal descrito por la psicóloga
italiana Graziella Magherini en su libro La síndrome di Stendhal.
23
Causas del síndrome de París
La sintomatología presentada por el síndrome de París se asocia al choque cultural
experimentado por los turistas japoneses al frecuentar la ciudad y estas diferencias
culturales pueden verse reflejadas en distintos conceptos culturales en particular:
Una de las principales dificultades con las que se enfrentan los turistas japoneses,
es la barrera lingüística. Son pocos los japoneses que saben hablar francés y mínimos
los franceses que hablan el japonés. La limitación en el idioma puede crear
rápidamente la incapacidad de la comunicación o producir errores en el idioma que
produzcan sentimientos de angustia, aislamiento y extrañeza.
La forma de relacionarse interpersonalmente también representa un fuerte impacto
para la sociedad japonesa. Provienen de una cultura arraigada a la comunidad,
basada en la pertinencia en un grupo. En occidente destaca la individualidad y frente
a esta diferencia cultural, se refugian en el silencio o detrás de una falsa sonrisa,
llegando en muchas ocasiones al aislamiento. Nuestro comportamiento abierto, con
fluctuaciones de humor, intervenciones directas, actitudes interindividuales, pueden
desconcertarles y generar malas interpretaciones.
Como hemos comentado previamente, la decepción ante la realidad cotidiana de la
ciudad y sus expectativas, también produce un factor estresante de ansiedad y
malentendidos, desilusión y, en ocasiones, llegando a la depresión. Los turistas
japoneses mantienen una visión estereotipada de la ciudad, como una ciudad de lujo,
una visión muy alejada de la realidad donde no todos los ciudadanos van vestidos por
los grandes diseñadores de moda, con galantería.
Síntomas del síndrome parís
En aquellos viajeros que deciden emigrar a la ciudad también encuentran
muchas dificultades a la adaptación al mundo laboral, debido al exceso de trabajo,
tiempos de ocio muy cortos y horarios sobrecargados. Lo que conduce a una
desestabilización psicológica.
Delirios: pueden aparecer ideas delirantes, a menudo con una temática de
persecución, delirios megalomaníacos, erotómanos y místicos.
24
Estado mayor de ansiedad: este estado elevado de ansiedad, tiende a estar
acompañado con sentimientos de des realización, despersonalización y en
ocasiones, disociación.
Puede producirse una renuncia, es decir, una oposición extremadamente exagerada
frente a las diferencias culturales y las dificultades de comprensión.
Por otro lado, los diferentes diagnósticos presentados, que han sido derivados del
síndrome de París, son los siguientes:
 Esquizofrenia
 Trastorno esquizofreniforme
 Trastorno esquizoafectivo
 Estado delirante agudo
 Trastorno psicótico inducido por sustancias8
 Depresión mayor
 Estado maníaco
 Trastorno de ansiedad
 Fobia social
 Trastorno debido a una condición médica general
Tratamiento del síndrome de París
El tratamiento hacia el síndrome de París, dependerá de la sintomatología
presentada y el trastorno asociado. Frente a un trastorno esquizofrénico o
psicótico, lo más frecuente es la administración de fármacos antipsicóticos, así como
en los trastornos del estado de ánimo, se utilizan fármacos ansiolíticos y
antidepresivos, entre ellos los antidepresivos tricíclicos, para su tratamiento.
Además del tratamiento farmacológico, se establecen entrevistas terapéuticas con
psiquiatrías y psicólogos vinculados al hospital de Sainte-Anne, ya que en él se les
ofrece ayuda terapéutica en su idioma, permitiéndoles con ello poder expresarse,
tener presente su cultura y estar tranquilos en el proceso terapéutico.
No obstante, la mayoría de pacientes viajeros que sufren este síndrome en la ciudad,
no tienen seguro médico en Francia. Frente a ello, se ha establecido un promedio de
duración de dos semanas de estancia. Antes de finalizar este período de tiempo, la
25
Embajada de Japón, se pone en contacto con los familiares de los pacientes y
organiza su regreso al país.
El tratamiento ofrecido des de los servicios hospitalarios franceses contribuye a
la mejora sintomatológica presentada en el momento presente. No obstante, ante
la presentación y diagnóstico de un trastorno psiquiátrico, el paciente debería seguir
un tratamiento psicoterapéutico y farmacológico en su lugar de residencia, mediante
terapia psicológica como la terapia cognitivo-conductual y los psicofármacos, con
el objetivo de remitir el trastorno.
En resumen, no hay un tratamiento asociado al síndrome de París debido a que este
no es una entidad psicopatológica, sino que la determinada psicopatología que
presente el paciente es proveniente de un determinado trastorno psicopatológico,
motivo por el cual deberá ser tratado en función de dicho trastorno.
26
Síndrome de Ekbom
El síndrome de Ekbom toma su nombre del neurólogo sueco Karl Alex Ekbom, quien
en 1938 lo caracterizó y denominó «delirio presenil parasitario dermatozoico».
Descripciones anteriores habían sido hechas por Thiebierge en 1894 y Perrin en
1896, quienes le dieron el nombre de «acarofobia» y «neurodermatitis parasitofóbica»
respectivamente. Wilser y Miller acuñaron en 1946 el término «delirio de parasitosis»
vigente hasta nuestros días.
El síndrome de Ekbom es un trastorno psicológico que se caracteriza por la creencia
delirante de que la persona tiene insectos debajo de la piel, o bien pequeños parásitos
de otro tipo. Esta alteración se asocia a la presencia de alucinaciones táctiles y de
prurito (picor constante en una parte del cuerpo que provoca un impulso intenso de
rascarse).
Quienes presentan el síndrome de Ekbom pueden mantener con gran convicción la
idea de que tienen parásitos en la piel durante mucho tiempo y a pesar de las
evidencias en contra que se obtengan a través de exámenes médicos o de otras
maneras. Si se dan estas condiciones la alteración se clasificaría como un trastorno
delirante propiamente dicho.
Desde otras perspectivas se concibe el síndrome de Ekbom como una psicosis con
la creencia delirante como único síntoma. Es por esto que en ocasiones se utilizan
fármacos antipsicóticos como la pimozida y la olanzapina para tratar este trastorno,
si bien también existen procedimientos psicológicos para el manejo de los delirios y
de las alucinaciones.
Otros nombres que se utilizan para hacer referencia al síndrome de Ekbom son
“delirio de parasitosis”, “parasitosis delirante”, “delirio dermatozoico”, “delirio
parasitario”, “delirio de infestación” y “parasitosis imaginaria”. El manual diagnóstico
CIE-10, que recoge de forma específica este trastorno, lo denomina “delirio de
parasitosis”.
El síndrome no debe ser confundido con acarofobia, parasitofobia, dermatofobia o
entomofobia, pues los pacientes no presentan miedo al insecto o parásito. Tampoco
debe confundirse, por el nombre, con el síndrome de Wittmack Ekbom, que
corresponde al síndrome de piernas inquietas.
Esta alteración es más habitual en mujeres, en especial a partir de la quinta década
de vida. Algunos expertos atribuyen parcialmente este hecho a la llegada de la
menopausia, que se asocia con la aparición de fenómenos sensoriales anormales a
los cuales la persona podría dar una interpretación delirante, surgiendo así el
síndrome de Ekbom.
27
Síntomas y cuadro clínico
La mayoría de personas que presentan el síndrome de Ekbom refieren sensaciones
que atribuyen a movimientos de insectos que atraviesan la piel o que se desplazan
por la parte interna de esta. Esta percepción anormal es denominada “formicación” y
forma parte de los fenómenos conocidos como parestesias, que incluyen también
pinchazos o entumecimiento.
Si bien las hormigas son uno de los “parásitos” a los que se hace referencia con mayor
frecuencia y dan nombre a distintos términos que se usan para referirse al síndrome
de Ekbom, también es habitual que las personas con este trastorno digan que tienen
gusanos, arañas, lagartijas y otros animales pequeños. En ocasiones afirman que
estos son invisibles.
En determinadas condiciones cualquier persona puede percibir sensaciones de
formicación, en especial si se dan circunstancias que las propicien, como la
menopausia o las alteraciones médicas que afectan a los nervios sensoriales. Sin
embargo, la generación de la creencia delirante es mucho menos habitual y requiere
algún tipo de desencadenante.
Existen dos grandes categorías de delirios de parasitosis en función de la naturaleza
de las alteraciones. Hablamos de síndrome de Ekbom primario cuando los síntomas
surgen en ausencia de problemas identificables, y por tanto pueden ser atribuidos a
errores en el razonamiento del paciente. Este subtipo tiene una naturaleza similar a
la de la psicosis aguda.
En cambio, cuando se detecta una alteración subyacente que desencadena la
creencia delirante el trastorno se clasifica como secundario. A su vez este tipo se
divide en dos: funcional, que se diagnostica en los casos en que el síndrome se debe
a un trastorno psiquiátrico como la esquizofrenia, y orgánico, cuando la causa es una
enfermedad o un fármaco.
Trastornos y alteraciones relacionadas
Con frecuencia la aparición del síndrome de Ekbom se asocia a una hiperactivación
del organismo debida al consumo de determinadas sustancias. En particular, la
parasitosis delirante en muchos casos se debe al síndrome de abstinencia en
personas con dependencia del alcohol o bien al consumo excesivo de cocaína u otros
estimulantes.
Además de los trastornos psicóticos, otras alteraciones de la estructura y el
funcionamiento del cerebro pueden explicar el surgimiento de este trastorno. Las
enfermedades neurodegenerativas (incluyendo la demencia alcohólica) y los
traumatismos craneoencefálicos, por ejemplo, son dos causas comunes del síndrome
de Ekbom.
Es interesante mencionar también la cleptoparasitosis delirante, que es considerada
un subtipo del síndrome de Ekbom. En esta variante la persona no mantiene la
creencia de que hay bichos en su piel, sino que estos infestan su residencia y por
tanto corre el riesgo de ser parasitada. No obstante, es posible y habitual que ambos
trastornos se den a la vez.
28
El síndrome de Morgellons es otra variante del delirio de parasitosis en el cual los
parásitos son sustituidos por fibras de distintos tipos que han tenido contacto con la
piel, como tela o restos de vendas, o bien no son identificadas por el paciente. Se
trata de un trastorno poco común que se ha empezado a estudiar hace poco más de
diez años.
Sintomatología descrita por los pacientes
• “Siento como lagartos, es una sensación reptante”.
• “Siento un picor intenso y tengo unos ‘granitos’ que al ‘exprimirlos’ expulsan
pequeñas larvas móviles que recojo del suelo, en diversos sitios de la casa”.
• “Sufro la parasitación de unos insectos, que unas veces se pueden ver y otras sólo
los siento”.
• “Tengo gusanos en la boca y en la piel y tengo que lavarme constantemente con
colutorios y gel de baño”.
29
Síndrome de Estocolmo
Concepto
El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro,
o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad
con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los
captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
Según la corriente psicoanalítica el síndrome de Estocolmo sería entonces una suerte
de mecanismo de defensa inconsciente del secuestrado, que no puede responder la
agresión de los secuestradores y que se defiende también de la posibilidad de sufrir
un shock emocional. Así, se produce una identificación con el agresor, un vínculo en
el sentido de que el secuestrado empieza a tener sentimientos de identificación, de
simpatía, de agrado por su secuestrador.
El Síndrome de Estocolmo no es una entidad psicopatológica reconocida. Se trata
más bien de un conjunto de síntomas y rasgos de comportamiento que aparecen en
situaciones muy concretas. Por este motivo, si buscamos el síndrome de Estocolmo
en los grandes manuales de referencia mundial, usados para diagnosticar las
enfermedades mentales, como son el DSM-5 de la AMA o el CIE-10 de la OMS,
veremos que no aparece en por ninguna parte. Es más, aunque se trate de una
corriente minoritaria, existen autores que dudan de la existencia de este síndrome.
El hecho de que este tipo de comportamientos aparezca solamente en los secuestros
dificulta notablemente su estudio, debido al bajo número de casos.
Con el paso de los años el genuino síndrome de Estocolmo, que aparece en víctimas
de secuestro, se ha ido extendiendo a otras situaciones, que comparten semejanzas
y en donde existe una parte que ejerce la fuerza y la violencia ante una víctima, que
acaba desarrollando sentimientos de simpatía y afecto hacia el agresor.
Entrarían en este grupo las víctimas de violencia de género, el abuso y maltrato en la
infancia, prisioneros de campos de concentración, agresiones en el entorno de una
secta, ancianos institucionalizados en precarias situaciones, rehenes.
30
De donde proviene el nombre de síndrome de Estocolmo
El síndrome ha sido llamado de este modo desde el robo del banco Kreditbanken en
Norrmalms (Estocolmo), Suecia, que transcurrió desde el 23 al 28 de agosto de 1973.
En este caso, las víctimas - tres mujeres y un hombre - defendieron a sus captores
incluso después de terminado su secuestro, que duró seis días. Mostraron también
una conducta reticente ante los procedimientos legales. Se dice incluso que una de
las mujeres secuestrada se habría comprometido con uno de los captores. El término
fue acuñado por el criminólogo y psicólogo Nils Bejerot, colaborador de la policía
durante el robo, al referirse al síndrome en una emisión de noticias. Fue entonces
adoptado por muchos psicólogos en todo el mundo.
Un poco de historia.
Jan Erik Olsson El conocimiento del Síndrome de Estocolmo es relativamente
reciente, Si tiene más de cincuenta años, no recordará haber oído nunca hablar de
esta entidad en su juventud. Fue descrito por el psiquiatra Nils Bejerot en 1973 tras
un atraco y secuestro en Estocolmo.
Jan Erik Olsson es un ciudadano sueco, nacido en la localidad de Ekeby en el
condado de Skane en Suecia. Durante su adolescencia fue internado en un
correccional de menores en la ciudad de Kalmar, por diversos actos delictivos
cometidos. Allí conoció a un delincuente, Clark Olofsson, conocido atracador de
bancos. Entre ambos surgió una fuerte amistad, basada en la gran admiración de Jan
Erik por el atracador.
A principios de 1973, Jan Erik Olsson intentó liberar a su amigo volando con dinamita
el muro de la prisión. El intento fracasó, pero esto no desanimó al joven sueco. El día
veintitrés de agosto del año 1973, Jan Olsson entró en los almacenes Pressbyran y
se disfrazó. Desde allí se dirigió con una metralleta bajo la chaqueta hacia el banco
Kreditbanken, en el distrito de Norrmalm, en pleno centro de Estocolmo.
Jan Erik Olsson, el secuestrador.
El Atraco de Norrmalm.
La intención de Olsson era efectuar un rápido robo en la sucursal bancaria. Para su
desgracia, la policía fue alertada inmediatamente y se produjo un fuerte tiroteo. Uno
31
de los agentes resultó herido. El atracador tomó cuatro rehenes, tres mujeres y un
hombre, y se atrincheró en el interior del banco. La noticia del atraco corrió como la
pólvora y los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. El intento de robo
tuvo el dudoso honor de ser el primer suceso retransmitido en directo por la televisión
sueca.
El atracador se puso en contacto con la policía y pidió, a cambio de los rehenes, la
liberación de su amigo Clark Olofsson. Además, exigió tres millones de coronas
suecas, diverso armamento y un vehículo para escapar. La policía liberó a Olofsson
para que actuara como mediador.
El secuestro duró seis días, durante los cuales el secuestrador mantuvo contacto con
las más altas instancias del gobierno sueco. El entonces primer ministro sueco, Olof
Palme, recibió dos llamadas de teléfono. En la primera se amenazaba con matar a
los cuatro rehenes, si no se cumplían todas las exigencias. En la otra llamada el
secuestrador puso al habla a una de las retenidas, Kristin Enmark, con el primer
ministro.
Robo y secuestro en Norrmalm, Estocolmo
Kristin Enmark.
Para sorpresa de todo el mundo, en la conversación con el primer ministro, la mujer
criticó con dureza los métodos policiales. Kristin pidió la liberación del secuestrador,
acompañado por los rehenes y el cumplimiento de las demandas.
El día veintiocho de agosto la policía intervino con gases lacrimógenos. Liberó a los
cuatro rehenes y detuvo al mediador Clark Olofsson y al secuestrador Jan Erik
Olsson.
Tras su liberación, Kristin Enmark no colaboró con la policía en ningún momento.
Manifestó su simpatía por el secuestrador y criticó la labor policial. La actitud de esta
mujer, una de las tres retenidas en el banco, fue analizada por el psiquiatra Nils
Bejerot, colaborador de la policía sueca durante los seis días de secuestro. Tras el
estudio del caso, acuñó el término síndrome de Estocolmo para denominar la
conducta de las víctimas, que simpatizan y defienden al agresor.
32
Kristin Enmark pasaría a la historia como la primera mujer que sufrió el síndrome de
Estocolmo.
En declaraciones posteriores a la BBC, Kristin manifestó:
“Olsson me decía ‘A ti no te va a pasar nada’. Para quién no ha vivido una situación
como aquella es difícil comprender lo que esas palabras significaron para mí. Había
alguien a quien le importaba. Quizás era algún tipo de dependencia.”
“No me siento culpable por sentir aquello: lo hice para sobrevivir”.
El atracador, Jan Erik Olsson cumplió diez años de prisión en Suecia. Vivió quince
años en Tailandia, volvió a Suecia y pidió públicamente perdón por sus actos. En la
actualidad está jubilado tras trabajar varios años en un taller mecánico de vehículos.
Génesis del síndrome de Estocolmo.
En todos estos casos el nexo común es el desarrollo de sentimientos positivos hacia
el agresor. Los estudios realizados indican que la aparición de estos lazos afectivos,
están condicionados por fuertes sentimientos de supervivencia. La víctima se siente
amenazada de muerte. Al pasar el tiempo y ver que el agresor no acaba con su vida,
se siente agradecida hacia él.
Los rasgos más comunes del Síndrome de Estocolmo son:
 Desarrollo de una actitud positiva y de gratitud hacia el secuestrador.
 Aparición de una actitud negativa y de rechazo hacia la policía y fuerzas
de orden público (libertadores)
 Una actitud que podríamos calificar de “bondadosa” por parte de los
captores. Han dado un trato correcto a las víctimas y no han ejercido
una violencia gratuita o indiscriminada.
 En todo momento se ha mantenido el contacto y la relación entre víctima
y secuestrador.
 El secuestro dura bastante tiempo, días o semanas. Esto permite que
surjan los sentimientos positivos hacia el agresor.
 La aparición de violencia o maltrato por parte de los agresores es un
factor que predispone a la NO aparición del síndrome de Estocolmo.
33
Causas del Síndrome de Estocolmo
Las víctimas pueden llegar a generar este síndrome como un mecanismo de defensa
y supervivencia.
El síndrome de Estocolmo pueden sufrirlo tanto los secuestrados como los
secuestradores, y no se da en todos los secuestros, ya que para que éste aparezca
tienen que darse algunas condiciones:
 Personas con entorno social reducido.
 La causa de los secuestradores para el secuestro debe tener un fundamento
ideológico que lo sustente, ya sea político, religioso o social.
 El contacto entre la víctima y el secuestrador tiene que ser directo y continuo.
 Es importante que la acción del secuestrador no sea violenta.
 Es relevante que en un primer momento la víctima crea que su vida corre
peligro para que más adelante esta situación cambie y crea que el
secuestrador es la única persona que puede aportarle la seguridad que
necesita.
Síntomas y diagnóstico.
Según los estudios estadísticos realizados por la Oficina Federal de Investigación
americana (FBI) solamente una cuarta parte de las personas víctimas de secuestros
llegan a desarrollar el Síndrome de Estocolmo. Estas personas suelen tener
antecedentes de haber vivido situaciones con alguna clase de abuso físico o
psicológico. Parece un hecho comprobado, que las personas que acaban
desarrollando el Síndrome de Estocolmo, tienen un agudo instinto de supervivencia y
son individuos capaces de hacer cualquier cosa para sobrevivir.
Sintomatología.
Los pacientes con Síndrome de Estocolmo presentan una gran variedad de síntomas.
Destacan, sobre todo, los relacionados con la ansiedad. De hecho, la sintomatología
de este trastorno es muy parecida al Trastorno de Estrés postraumático. Los
pacientes refieren nerviosismo, irritabilidad, falta de concentración. Padecen
insomnio, pesadillas, estado confusional, pérdida de interés por sus aficiones
favoritas, desconfianza y temor. Son muy comunes las imágenes recurrentes
evocadoras de los momentos del secuestro. Éstas son vividas por el sujeto con gran
angustia y sensación de realidad.
34
El síndrome de Estocolmo se reconoce principalmente por la presencia de tres
síntomas
 Sentimientos benevolentes
La persona va adquiriendo sentimientos de comprensión, así como lazos afectivos
con su secuestrador.
En un principio, la víctima siente miedo e inseguridad frente a su secuestrador,
desarrollando un mecanismo de defensa por instinto de supervivencia que la lleva a
acercarse a él progresivamente.
Así con el paso del tiempo y el contacto continuo acabará empatizando y
estableciendo lazos afectivos sin tener una percepción suya como víctima del
secuestro.
 Justifica al secuestrador
La persona empatiza con su secuestrador y llega a apoyar la causa del secuestro.
 Permanencia de los sentimientos
La persona sigue manteniendo los sentimientos positivos hacia su secuestrador,
incluso después de la liberación.
Diagnóstico.
El término Síndrome de Estocolmo se usa para identificar unos comportamientos
específicos que aparecen en ocasiones tras un secuestro, pero no hace referencia a
ningún criterio diagnóstico. Por este motivo, los psiquiatras que tratan a este tipo de
pacientes, prefieren centrase en la sintomatología que presentan, fundamentalmente
cuadros de ansiedad, y se ciñen a criterios diagnósticos del DSM para ver si cumplen
los requisitos específicos del trastorno de estrés agudo o el trastorno de estrés
postraumático. La mayor parte de los pacientes con Síndrome de Estocolmo pueden
ser incluidos en alguno de estos dos trastornos de ansiedad.
Tratamiento.
El tratamiento del Síndrome de Estocolmo es muy parecido al de los trastornos por
estrés (ya sea agudo o postraumático) y en este sentido como la inmensa mayoría de
los trastornos de ansiedad requiere una doble vertiente terapéutica: la farmacología y
la psicoterapia.
35
 Fármacos.
La terapia farmacológica suele incluir el uso, durante periodos cortos de tiempo, de
benzodiacepinas. A veces es necesario añadir antidepresivos inhibidores de la
recaptación de serotonina (ISRS). Cada vez son más utilizados fármacos
anticonvulsivantes, como la gabapentina y la pregabalina por su acción ansiolítica sin
efectos secundarios de dependencia ni tolerancia.
 Psicoterapia.
En cuanto a la psicoterapia es necesario reelaborar la vivencia traumática y analizar
los mecanismos que el sujeto ha puesto en marcha para hacer frente al impacto
emocional vivido. La recuperación no siempre es fácil y en ocasiones pueden para
años hasta que el individuo es capaz de superar la situación.
En general, es conveniente trabajar la autoestima y aumentar la confianza del sujeto.
No debemos olvidar que en la génesis del suceso traumático el secuestrado ha
pasado de una situación cotidiana de placidez a un estado angustioso, donde ha
sentido que su vida no valía nada y dependía del capricho o “la bondad” del
secuestrador. Esta sensación de ver cómo su vida pende de un hilo, genera en el
paciente una profunda inseguridad y una quiebra en toda su escala de valores.
El secuestrado vive ese momento con la convicción de que sólo puede sobrevivir
plegándose a los gustos del agresor, y de esta forma se identifica con sus puntos de
vista, hace suya su manera de pensar y acepta sin objeciones todo lo que se le
impone. En buena lógica, esta actitud conlleva una destrucción de la autoestima y
una desaparición de la confianza.
En cualquier caso, la recuperación vendrá marcada por la intensidad del impacto
emocional. La duración del secuestro suele ir relacionada directamente con el tiempo
de recuperación, pues cuanto mayor haya sido la duración, durante más tiempo la
víctima ha interiorizado la forma de pensar del agresor.
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Casos reales del Síndrome de Estocolmo
El caso de Patty Hearst
El término de Síndrome de Estocolmo fue asociado en un principio con Patty Hearst,
ya que fue uno de los primeros casos.
Era la heredera de un periódico californiano que fue secuestrada por un grupo de
terroristas en 1973. Parece ser que desarrolló apego con sus secuestradores y se
unió a ellos en un robo.
Patty Hearst fue descubierta y recibió una sentencia de prisión, pero su abogado
defensor alegó que a la joven le habían lavado el cerebro y que sufría el «Síndrome
de Estocolmo», un término que apenas se conocía y que se había acuñado para
explicar los sentimientos supuestamente irracionales de algunas víctimas de
secuestro hacia sus secuestradores.
El caso de Natascha Kampush
Natascha Kampusch fue secuestrada cuando tenía 10 años por Wolfgang Priklopil, y
estuvo encerrada en un sótano durante ocho años. Tras estos ocho años huyó de su
secuestrador.
La policía afirmó que comenzó a llorar cuando se enteró de la muerte de Priklopil, que
se suicidó tras la huida de ella.
Kampusch llegó a decir que sentía que su secuestrador se había convertido en su
familia.
En un libro que escribió sobre su tiempo en cautiverio, Kampusch explicó cómo en
algún momento se sintió agradecida a su secuestrador.
El caso de Jaycee Lee Dugard
Jaycee Lee Dugard, estuvo retenida por Phillip Garrido durante 18 años. Fue
secuestrada a los 11 años cuando iba de camino a la escuela.
Garrido y su esposa la encarcelaron en su casa y él la violó repetidamente, lo que la
llevó a dar a luz a dos hijas de su secuestrador.
Tras ser liberada, cuando Dugard fue interrogada por la policía, no quiso revelar su
verdadera identidad y evitó decir nada que pudiera incriminar a su raptor.
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Más adelante, Dugard publicó un libro de memorias donde revelaba los desgarradores
detalles de su terrible experiencia y hablaba sobre cómo logró cambiar su vida.
El caso de Elisabeth Fritzl
El caso de Elisabeth Fritzl es quizás el más desgarrador de todos. Fue confinada en
un sótano donde fue agredida físicamente, abusada sexualmente y violada
repetidamente por su propio padre durante 24 años.
Su madre denunció la desaparición, pero Fritzl le dio a la policía una carta que obligó
a su hija a escribir, diciendo que se había escapado y que no regresaría.
Elisabeth dio a luz a siete hijos y abortó a otro. Algunos de los niños fueron sacados
del sótano para vivir con Fritzl y su esposa cuando eran bebés tras una supuesta nota
de Elisabeth pidiendo que cuidaran de los niños.
Todo terminó cuando la hija mayor de Elisabeth, Kerstin, enfermó gravemente y Fritzl
aceptó llevarla al hospital. Las autoridades sospecharon de su historia sobre el origen
de Kerstin y reabrieron el caso de la desaparición de Elisabeth.
Finalmente, Fritzl confesó todo lo ocurrido y fue condenado a cadena perpetua.
El síndrome de Estocolmo en el cine.
El cine ha tratado en varias ocasiones situaciones muy parecidas al síndrome de
Estocolmo. La historia de Patricia Hearst fue llevada al cine en 1988 por el director
Paul Schrader y protagonizada por Natasha Richardson. La película se tituló “Patty
Hearst” y su argumento está basado en la obra autobiográfica “The Secret Thing”.
Una película clásica es “Portero de Noche” (1974) de Liliana Cavani. En ella un ex
oficial de las SS (Dirk Bogarde) entabla relación con una antigua víctima (Charlotte
Rampling). Ella lo reconoce y entre ellos se establece una perversa relación.
En clave de humor la película “El Dormilón” de Woody Allen muestra a la actriz Diane
Keaton con síndrome de Estocolmo tras ser secuestrada por su robot.
“V de vendetta” (2006) nos muestra al secuestrador que convence a la joven Natalie
Portman para que luche contra el status social y político establecido.
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“Buffalo 66” fue rodada en 1998 por Vincent Gallo. En la película el protagonista,
recién salido de la cárcel, secuestra a una chica al azar y la obliga a fingir que es su
novia. La chica (Christina Ricci) se enamora poco de su secuestrador y al final quiere
vivir junto a él.
En la película dirigida por Clint Eastwood “Un mundo perfecto” (1993) Kevin Costner
da vida a un presidiario que secuestra a un niño y atraviesa con él varios estados
hasta que es abatido. El niño se identifica con el secuestrador y desarrolla el
síndrome de Estocolmo.
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Síndrome de Lima
El síndrome de Lima hace referencia a una reacción psicológica por parte del
secuestrador, que desarrolla simpatía y un vínculo emocional hacia su víctima. Se
trata de una respuesta paradójica por la que la persona secuestradora empatiza con
la víctima y se preocupa tanto por sus necesidades como por su bienestar. Este
síndrome básicamente es el síndrome de Estocolmo al revés, ya que en este último
son las víctimas las que desarrollan un vínculo afectivo y de complicidad con sus
secuestradores. En algunas ocasiones el síndrome de Lima y el de Estocolmo pueden
ocurrir a la vez, cuando el vínculo entre la persona captora y la cautiva es mutuo.
Síndrome de Lima: origen
El síndrome de Lima debe su nombre a un suceso que tuvo lugar en la capital de
Perú, Lima, en el año 1996. El grupo MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru) tomó cientos de personas como rehenes en la embajada japonesa de la
ciudad de Lima. Muchas de las personas cautivas eran de gran valor económico, ya
que provenían de la política, el ámbito militar y diplomático, por lo que se esperaba
que el grupo MRTA pidiera una gran suma de dinero por su rescate. Sin embargo, a
los pocos días los secuestradores liberaron a las personas una a una, únicamente por
los sentimientos de simpatía y a raíz de los vínculos generados hacia ellas.
Existe otra versión acerca del origen de este síndrome: un psiquiatra fue secuestrado
en Lima y, al ser este conocedor del síndrome de Estocolmo, aplicó sus
conocimientos con la persona secuestradora para ganarse su compasión y simpatía
Síntomas del Síndrome de Lima:
Existen pocos datos e investigaciones acerca del síndrome de Lima actualmente.
Pero, pese a no ser considerado un trastorno, sí que se han identificado una serie de
síntomas presentes en las personas secuestradoras que definen el síndrome de Lima:
 Evitan causar daño a la víctima.
 Generan sentimientos de empatía y compasión hacia su víctima.
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 Realizan diferentes gestos de amabilidad hacia la persona que retiene contra
su voluntad.
 Desarrollan preocupación acerca del bienestar físico y emocional de la víctima.
 Le concede algunas libertades a la víctima, incluso llegando a liberarla en
ocasiones.
 La persona que realiza el secuestro busca y fomenta la conversación acerca
de diversos temas como forma de acercamiento.
 En ocasiones el secuestrador puede compartir con la víctima diferentes datos
y experiencias personales, en un proceso de apertura hacia ella.
 Puede llegar a prometerle a la víctima que no le va a hacer daño o que incluso
la protegerá, ya que el secuestrador puede desarrollar la idea de que es una
figura protectora para la víctima.
 En el síndrome de Lima el secuestrador genera una ilusión por la que se
percibe a sí mismo como cuidador y protector de la persona cautiva.
 El secuestrador emplea una gran cantidad de esfuerzo en mejorar las
condiciones de la víctima mientras tiene lugar el secuestro.
 En el síndrome de Lima el secuestrador puede llegar a sentirse realmente
atraído por su víctima.
Causas del síndrome de Lima
En los apartados anteriores hemos visto qué es el síndrome de Lima y cómo se
manifiesta. Pero ¿por qué se da el síndrome de Lima? El síndrome de Lima se
debe a una interacción entre las características internas de la persona
secuestradora y las condiciones ambientales del secuestro. Entre las posibles
causas o explicaciones a esta respuesta psicológica se han identificado las
siguientes:
 En el caso que la persona forme parte de una banda o grupo que comete
el secuestro, esta persona puede no estar de acuerdo con realizar un
secuestro y formar parte de él, y haber cedido a causa de la presión grupal
y la pertenencia al grupo. También puede estar en desacuerdo con la forma
o método con el que se está llevando a cabo.
 Es posible que el secuestrador actúe debido a una situación de necesidad
extrema como una situación económica muy grave.
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 Puede que el agresor tuviera premeditado que no quiere dañar a las
víctimas, estas simplemente son un medio para conseguir algo, son un
instrumento para lograr un fin.
 Es probable que el secuestrador acabe desarrollando sentimientos de
culpabilidad y cuestione sus propios actos. A modo de redención puede
preocuparse por el bienestar de la víctima.
 Puede que la persona que realiza el secuestro crea que no va salir de él
con vida o que crea que no es capaz de mantener retenida a la víctima
durante mucho más tiempo, por lo que decide liberarlas.
 Es posible que el secuestrador no haya realizado anteriormente ningún otro
acto delictivo y tenga una gran capacidad empática.
 Puede que la persona secuestre a su víctima debido a sentimientos previos
de enamoramiento o atracción. Es por ello, que una vez en cautiverio cuida
de su bienestar, ya que el secuestrador alberga sentimientos hacia su
víctima y busca seducirla y agradarle.
Síndrome de Lima: tratamiento
Actualmente no existe una intervención psicológica establecida para el síndrome
de Lima, debido a que no se considera un trastorno por sí mismo, así como hay
un déficit de investigaciones acerca del mismo. Sin embargo, algunas de las
claves necesarias para el tratamiento son:
 Es necesario evaluar de forma exhaustiva e individual los motivos y causas
subyacentes a la acción de secuestro, ya que estas pueden ser muy
variadas y dependiendo de estas el perfil del secuestrador es diferente.
 Las personas con conductas delictivas suelen presentar algún trastorno
mental, como trastornos de personalidad antisocial, o abuso de alcohol y/o
otras sustancias. Será necesario evaluar cada caso individualmente para
abordar de manera específica la problemática de las personas con
síndrome de Lima y diseñar un tratamiento adaptado a las necesidades,
para lograr efectividad.
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 Reflexionar acerca de las consecuencias a largo plazo para la persona
víctima del secuestro, a pesar de que la persona la haya tratado
correctamente, y lograr una comprensión acerca de la vivencia de la
víctima. Se debe fomentar la empatía, ya que la persona puede creer que
no ha obrado de manera dañina, ya que ha actuado con amabilidad a su
víctima. Es importante que se produzca un cambio en el punto de vista
desde el propio a la persona secuestrada; fomentar que entienda que la
otra persona que fue privada de su libertad y sintió miedo y angustia ante
la incertidumbre de la situación de secuestro.
 Es importante que la persona secuestradora genere una reflexión acerca
de sus actos y las consecuencias de los mismos, llegando a aceptar su
responsabilidad sobre ellos.
 Aplicar técnicas de reestructuración cognitiva, técnicas cuyo objetivo es la
modificación de la interpretación y valoración de tipo subjetivo. Mediante
las cuales se fomente que la persona que ha perpetrado el secuestro sea
consciente de la realidad y deje de percibirse a sí mismo únicamente como
cuidador y protector, sino que acepte y asuma que ha participado en un
secuestro. De esta manera, se busca que la persona elabore una imagen
de sí misma que se ajuste a la realidad.
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Síndrome de la covada
Definición del síndrome de la covada
El síndrome de la Covada es también conocido como síndrome de Couvade,
expresión proveniente de la lengua francesa que hace referencia al acto de
incubación o cría. Esta especie de trastorno afecta a algunos hombres durante el
embarazo de su pareja. Asimismo, también puede presentar en personas cercanas a
la mujer gestante o cuidadores.
El síndrome consiste en la aparición en hombres de una serie de síntomas propios
del embarazo. Podría considerarse una especie de embarazo psicológico en una
persona que sabe que va a ser padre, sin embargo, este es perfectamente consciente
de que no está embarazado realmente.
Es habitual que las primeras manifestaciones del síndrome de la covada empiecen a
darse en torno al tercer mes de embarazo, o ya una vez se acerque la fecha de dar a
luz. No obstante, estas suelen remitir de forma natural con el transcurso del embarazo
o, a lo sumo, una vez ha nacido el bebé.
Aunque parezca un síndrome extraño, se da en mayor o menor gravedad en un gran
número de embarazos, pudiéndose dar con una probabilidad de un 10% cuando la
gestación es normal, o incluso en un 25 % de las veces si se trata de un embarazo
de riesgo y apareciendo, como mínimo, uno de los síntomas propios del embarazo
hasta en un 72% de los hombres que van a ser padres.
Otros términos por los que se conoce el síndrome de la covada son embarazo por
imitación, embarazo empático o, incluso, embarazo solidario.
Síntomas del síndrome de la covada
El síndrome de la covada puede llegar a tener tantos síntomas como los que pueda
tener un embarazo en la mujer gestante. Los que se presentan de manera más común
en hombres son los mareos, las náuseas y los vómitos.
Cabe la posibilidad de que el hombre llegue a incrementar su peso de forma notable,
aumente la sensibilidad sensorial o que experimente cambios repentinos en su estado
de humor o temperamento.
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Asimismo, el hombre puede llegar a sentir una serie de antojos, algunas veces en
sintonía con los que experimenta la mujer; dolores abdominales o padecimientos
dentales.
El listado de posibles síntomas puede incluir:
 Antojos
 Náuseas y vómitos
 Afecciones intestinales
 Aversión a ciertos olores y alimentos
 Problemas estomacales
 Gases
 Estreñimiento
 Alteraciones cutáneas
 Variaciones en el peso
 Debilidad muscular
 Fatiga
 Disminución de la presión arterial
 Espasmos en las piernas
 Dolor abdominal
 Inhibición del deseo sexual
 Problemas de sueño
 Ansiedad
 Estado de ánimo depresivo
 Hiperactividad
 Dolor dental
 Problemas de concentración
 Obsesión por la salud
Este largo registro de síntomas es percibido como reales por el hombre, aunque en
realidad no exista una causa física subyacente que los provoque.
Además, ninguno de ellos puede llegar a resultar realmente perjudicial para él, se
recomienda acudir al médico de cabecera en el caso de que estos interfieran con el
día a día, pero no deben ser motivo de preocupación excesiva.
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Causas
Dado que el número de hombres que llegan a recurrir a un especialista médico es
muy reducido, el síndrome de la covada no ha podido ser ampliamente estudiado. Sin
embargo, existen algunos estudios pertenecientes a diferentes corrientes de la
psicología, que teorizan sobre las posibles causas de este.
Alteraciones hormonales
Al igual que en la mujer, el hombre puede sufrir una serie de cambios hormonales en
su cuerpo, los cuales pueden provocar una reacción de los síntomas anteriormente
nombrados. Estos cambios se concretan en un descenso de la testosterona y un
aumento de la prolactina.
1. Tipo de apego con el padre
Según algunos estudios, los hombres que refieren haber desarrollado apegos o haber
vivido relaciones muy distantes o incluso ausentes con su padre, experimentan un
mayor número de síntomas de síndrome de la covada.
2. Celos
Según ciertas teorías de corte psicodinámico el hombre puede, de forma inconsciente,
sentir celos o envidias del futuro recién nacido, creyendo que esté ocupará toda la
atención de la relación. Asimismo, también puede sentir celos inconscientes por la
mujer gestante, a la cual considera una privilegiada por experimentar en primera
persona el desarrollo del embarazo.
3. Estados de ansiedad
El hombre puede experimentar ansiedad debido a las preocupaciones habituales
asociadas al rol de padre, sobre todo si se trata de un padre primerizo, así como a
inquietudes sobre los cambios económicos y de responsabilidad que conlleva la
nueva etapa.
Estas preocupaciones llevadas al exceso pueden desencadenar síntomas del
síndrome de la covada.
4. Necesidad excesiva de implicarse
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Es perfectamente normal que hombre sienta el deseo de estar involucrado en todo el
proceso de embarazo. Sin embargo, una necesidad excesiva, que roce el límite de la
obsesión por controlar el embarazo, desembocará, con casi toda seguridad, en un
síndrome de covada.
5. Embarazo no planificado
Un embarazo no previsto o planificado es susceptible de provocar en el hombre
cualquiera de las manifestaciones de esta alteración, por causas psicológicas.
6. Relación muy cercana con la mujer embarazada
Una conexión o vínculo muy cercano e intenso con la pareja gestante pueden
desencadenar en el hombre una empatía muy intensa. Esta empatía puede estar
generada también por sentimientos de identificación con los cambios que ocurren en
el cuerpo de la mujer o por culpabilidad si el embarazo es catalogado como de riesgo.
7. Estrés
El síndrome de la covada puede ser explicado como un efecto secundario del estrés
generado por los cambios en el estilo de vida, incluyendo dieta, ocio, relaciones
sociales, etc.
Cómo gestionar estos síntomas
Tal y como se menciona anteriormente, en la gran mayoría de los casos los síntomas
remiten con el tiempo antes de que acabe el embarazo. En los casos más serios, el
hombre está perfectamente recuperado tras el parto del bebé.
Aun así, para manejar que lo síntomas no se incrementen o interfieran demasiado en
la vida normal del hombre, es recomendable que este asimile que la mujer no sufre
ninguna afección, ni ninguna enfermedad.
En medida que la comunicación entre ambos sea natural y fluida, y que el padre se
involucre de forma activa tanto en el embarazo como en la etapa posterior, los
síntomas y preocupaciones disminuirán hasta, incluso, desaparecer.
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Síndrome de Otelo
Otelo es el personaje principal de una de las obras más populares de William
Shakespeare “Otelo: el moro de Venecia”. La obra gira entorno a una tragedia
pasional basada en los celos incontrolables y desconfianza del protagonista Otelo.
Debido a un sinfín de sospechas de la supuesta infidelidad de su pareja, el
protagonista termina asesinando a la misma y a la vez acabando con su vida.
La celopatía o síndrome de Otelo, escoge ese nombre basándose en las
características del personaje de la obra, ya que las personas que padecen esta
patología sufren unos delirios basados en pensamientos paranoicos sobre una
supuesta infidelidad y unos celos desproporcionados sin base alguna.
Así podemos decir que las personas que sufren el síndrome muestran un
comportamiento irracional vinculado con unos celos excesivos hacia su pareja, sin
motivo alguno. Los celos que presenta la persona tienen carácter patológico, ya que
la persona imagina situaciones irreales para basar sus celos, muestra conductas
totalmente controladoras hacia la pareja y el ambiente, y empieza a imaginar una
tercera persona dentro de la relación de pareja. Con todo esto el individuo tiene
muchas dificultades para controlar sus impulsos y pensamientos obsesivos.
Las personas con este síndrome tienen frustración debido a la inseguridad que
despiertan en la persona que lo sufre. Para poder apaciguar esta inseguridad, el
individuo adopta conductas de control extremo y dominio sobre su pareja.
De este modo no es infrecuente que en la relación de pareja aparezca la violencia de
género, y a veces termina en homicidio.
Algunos de los síntomas que acompañan al síndrome son:
 Gran desconfianza hacia la pareja, familiares y hacia el ambiente.
 Inconsciencia del problema que presenta.
 Manifiesta algunos pensamientos delirantes, como lloros, depresión, ansiedad,
violencia física o verbal, irritabilidad, etc.
 La lógica no tiene lugar en las interpretaciones de las situaciones.
 La persona da por sentado que es la víctima de una conspiración y se siente
traicionada.
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 La ilusión que se da provoca constante búsqueda (hipervigilancia) y detección
de patrones de comportamiento de su pareja, que le llevan a pensar que un
cambio de hábitos (o variación de algún aspecto de la vida cotidiana) por su
parte es por la supuesta infidelidad.
Por su parte la persona que sufre el síndrome de Otelo empieza a presentar
episodios sistemáticos para descubrir y revelar dichos cambios, como, por
ejemplo:
 Revisar las cuentas bancarias de la pareja por si hay movimientos
sospechosos.
 Seguimientos de las cuentas de redes sociales de la pareja.
 Necesidad de saber lo que hace la pareja cada momento.
 Conocer cada persona con la que se relaciona la pareja.
 Mide el tiempo fuera de casa y retrasos de llegadas.
Causas del Síndrome:
Las causas del síndrome son variables según el tipo de persona, vida familiar, entorno
donde se desenvuelve la persona y tipo de relación que establece con un círculo
familiar y social.
Todas estas variables determinarían su aparición de primer orden, causando la
aparición del síndrome gracias a una mezcla de factores biológicos junto a aspectos
culturales. En este sentido, el peso cultural puede normalizar una forma posesiva y
muy exclusiva de vivir una relación amorosa.
No se han podido demostrar causas genéticas y bioquímicas concretas en la
manifestación del síndrome, pero si se ha podido concluir que su aparición no es
exclusiva por determinado patrón de conductas y hábitos o costumbre. También se
ha relacionado la problemática con dificultades en la manifestación emocional de la
persona, así como una autoestima baja por inseguridad o traumas vividos
relacionados con el abandono o una forma carente de relacionarse.
Tratamiento:
El afectado tiene que acudir al médico, psicólogo y psiquiatra para valorar un
tratamiento integrador desde las diferentes disciplinas, ya que en la mayoría de las
50
ocasiones es necesario realizar un tratamiento psicológico a veces con medicación.
Para el tratamiento del síndrome, es importante señalar que este caso se trata de
pacientes muy desconfiados, debido a que no reconocen la enfermedad y la
necesidad de un apoyo para la adhesión al tratamiento.
Es una enfermedad compleja y necesita terapia personal para poder superar las
dificultades que genera a la persona que la sufre para sí mismo y en su relación con
los demás.
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Síndrome de Munchausen
El síndrome de Munchausen por poder (MSBP, por sus siglas en inglés) es un
problema de salud mental en el que un cuidador se inventa o provoca una enfermedad
o lesión en una persona bajo su cuidado, como un niño, un adulto de edad avanzada
o una persona que tiene una discapacidad. Debido a que las víctimas son personas
vulnerables, el MSBP es una forma de maltrato infantil o de maltrato de ancianos.
El cuidador con MSBP puede:

Mentir sobre los síntomas del niño.

Cambiar los resultados de las pruebas para hacer que el niño parezca estar
enfermo.

Causarle daño físico al niño para producir síntomas.
Con mayor frecuencia, las víctimas son niños pequeños. Es posible que se los someta
a pruebas médicas dolorosas que no necesitan. Pueden incluso enfermarse o
lesionarse gravemente o pueden morir debido a las acciones del cuidador.
Los niños que son víctimas del MSBP pueden tener problemas físicos y emocionales
de por vida y podrían tener síndrome de Munchausen de adultos. Este un trastorno
en el que una persona se causa sus propios síntomas o falsamente dice tener
síntomas.
Causas
Los médicos no están seguros de la causa, pero puede estar relacionado con
problemas durante la niñez del maltratador. Los maltratadores frecuentemente creen
que su vida está fuera de control. Suelen tener baja autoestima y son incapaces de
sobrellevar el estrés o la ansiedad.
La atención que los cuidadores reciben cuando tienen un niño enfermo podría
fomentar su conducta. Los cuidadores pueden recibir atención no solo de médicos y
enfermeras, sino también de otras personas en su comunidad. Por ejemplo, los
vecinos pueden tratar de ayudar a la familia de muchas maneras, como haciendo las
tareas diarias, trayendo comidas u ofreciendo dinero.
¿Cómo actúa una persona que tiene síndrome de Munchausen por poder?

Tiene experiencia o formación médica.

Parece estar dedicada a su hijo.

Busca compasión y atención.
52

Se esfuerza demasiado por acercarse y establecer una amistad con el personal
médico.

Tiene la necesidad de sentirse poderosa y bajo control.

No considera que su conducta sea perjudicial.
Tratamientos:
Los servicios de protección de menores, los agentes del orden público y los médicos
están involucrados en el tratamiento del síndrome de Munchausen por poder. Los
cuidadores que tienen esta afección necesitan asesoría psicológica a largo plazo. Es
posible que se resistan a ser tratados o nieguen que haya un problema. Solo se usan
medicamentos si el cuidador tiene otro problema de salud, como un trastorno de
ansiedad, junto con MSBP.

Incluso después del tratamiento, los cuidadores pueden repetir su
comportamiento. Por lo tanto, los médicos, consejeros y familiares deben
vigilar atentamente la manera en que el cuidador interactúa con sus hijos.
Para las víctimas, el primer paso es proteger al niño trasladándolo a una custodia
segura. Luego, un médico realizará un seguimiento del niño para ver si tiene
síntomas. La mayor parte del tiempo, los síntomas del niño desaparecen una vez que
está alejado del cuidador. Algunos niños necesitan asesoría psicológica u otro tipo de
ayuda.
53
Síndrome de Diógenes
El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que se caracteriza por
el total abandono personal y social, así como por el aislamiento voluntario en el propio
hogar y la acumulación en él de grandes cantidades de basura y desperdicios
domésticos. Afecta, por lo general, a personas de avanzada edad que viven solas.
En 1960 se realizó el primer estudio científico de dicho patrón de conducta,
bautizándolo en 1975 como síndrome de Diógenes.
Esta denominación hace referencia a Diógenes de Sinope, filósofo griego que adoptó
y promulgó hasta el extremo la independencia de las necesidades materiales y los
ideales de privación (lo que se conoce como cinismo clásico); se emplea esta
denominación porque Diógenes solo portaba consigo lo estrictamente necesario y,
por lo tanto, coincide con la conciencia de las personas que sufren este síndrome ya
que creen que todo lo que almacenan o guardan es o será necesario en algún
momento.
Síntomas
Tales comportamientos se suelen encontrar en personas de avanzada edad, pero
también en jóvenes. Por lo general son personas que se sienten solas, o no han
superado la muerte de un cónyuge o familiar muy cercano, o presentan cuadros
depresivos. En algunos casos las penurias económicas pueden alentar este
comportamiento, pero no es un factor clave, pues se conocen casos en personas de
alto nivel socioeconómico y carreras profesionales brillantes que lo padecen.
En definitiva, es la soledad el principal factor que desencadena este trastorno.
Una de las peculiaridades de este síndrome, es que cuando son dos las personas de
edad avanzada que conviven juntas, uno de ellos puede arrastrar al otro a esta
situación.
Este trastorno, que esconde importantes alteraciones psiquiátricas, afecta en España
a 17 pacientes por cada 10.000 ingresos hospitalarios.
Uno de los factores más importantes en el crecimiento del número de casos que
manifiestan este trastorno es el progresivo aumento del número de ancianos que
viven solos.
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Tratamientos
El tratamiento debe empezar por la detección de los casos de riesgo, el ingreso en un
Hospital General o Unidad de Geriatría, y abordaje de los trastornos médicos. Es
indispensable un diagnóstico para saber cuál es la patología de base que genera este
comportamiento.
Se deben adoptar las medidas de protección social pertinentes, evitando una recaída
del paciente a sus condiciones previas de vida. En algunos casos es preciso tratar la
patología psiquiátrica asociada (depresión, delirios crónicos). Si no es posible
asegurar la convivencia o ubicar al paciente en una institución social, es preciso hacer
un seguimiento crónico, visitas domiciliarias, y trabajo coordinado de los servicios
sanitarios (psicólogo, médico, enfermero y terapeuta ocupacional) y sociales
(trabajador social).
El mayor obstáculo para tratar a estos pacientes es que ellos no tienen plena
conciencia de su problema y suelen rechazar la ayuda social. Si no están
incapacitados por motivo de alguna enfermedad psiquiátrica de base o una demencia,
no pueden ser ingresados en una residencia sin su consentimiento, con lo que
terminan volviendo a su tipo de vida anterior. Sin embargo, no deben ahorrarse
esfuerzos para tratar con terapia a estos pacientes de modo que tomen conciencia de
su trastorno y aprendan la importancia de tener no solo una higiene personal
adecuada sino un entorno libre de basura y especímenes que les pueden causar
muchas enfermedades a ellos mismos, a su familia y vecinos.
El comportamiento huraño o aislamiento voluntario son factores de riesgo que le
pueden indicar a la familia la presencia de este desorden en uno de sus miembros.
Como en muchas ocasiones estas personas rechazan la ayuda de su familia y
amigos, se ha llegado a debatir si se trata realmente de una enfermedad o sólo un
estilo de vida.
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Síndrome del Savant
El Síndrome del Savant es un conjunto de síntomas cognitivos anómalos, que el
investigador Darold Treffert define como un estado patológico según el cual algunas
personas con desórdenes mentales y pese a sus discapacidades físicas, mentales o
motrices, poseen una sorprendente habilidad o habilidades mentales específicas.
Esto es, una condición en la cual una persona con una alteración mental (como puede
ser un trastorno del espectro autista), demuestra una capacidad o habilidad profunda
y prodigiosa, muy superior a lo que se consideraría normal.
Las personas con Síndrome del Savant pueden tener bien trastornos del
neurodesarrollo (especialmente trastornos del espectro autista) o bien lesiones
cerebrales. Se considera que una de cada diez personas con autismo muestra este
tipo de habilidades, pese a que el 50% de los Savants tienen autismo.
Este síndrome fue descrito por primera vez en el año de 1789 por Benjamín Rush, al
documentar el caso de un paciente con la capacidad de calcular la edad de las
personas en tan solo segundos. A partir de ese momento el fenómeno Savant ha
fascinado a los científicos dedicados al estudio del cerebro, aunque aún no se haya
podido dar una explicación satisfactoria del síndrome. Lo único que han establecido
los científicos hasta ahora es una asociación entre el síndrome y el daño cerebral que
se presenta en pacientes con demencia frontotemporal progresiva, lo cual hace que
desarrollen habilidades artísticas sorprendentes, pero no habilidades abstractas o
simbólicas. También se sospecha el papel que pueda tener el cromosoma 15 en la
presencia o ausencia de habilidades Savants.
Características y tipos de Savants:
En general, las habilidades más usuales de los Savant se centran en 4 categorías
principales:

Arte (música, pintura y escultura): se caracterizan por ser grandes intérpretes
musicales (especialmente al piano) pintores y escultores. Suelen tener habilidades
innatas para comprender e interpretar la música.

Cálculo de fechas: algunos savant pueden memorizar calendarios enteros y recordar
datos específicos referentes a cada uno de esos días.
56

Cálculo matemático: capacidad para realizar complejos cálculos matemáticos de
forma instantánea y con enorme precisión. Por ejemplo, calcular números primos,
decimales de pi o realizar de divisiones con 100 decimales, todo ello, por supuesto,
mentalmente.

Habilidades mecánicas y espaciales: capacidad para medir distancias casi exactas
sin
instrumental
alguno,
construcción
de
maquetas
altamente
detalladas,
memorización de mapas y direcciones, etc.
Además de estas habilidades existen otras más inusuales y en general más
particulares del individuo, como facilidad para el aprendizaje de múltiples idiomas,
fuertes agudizaciones de los sentidos, perfecta apreciación del paso del tiempo sin
necesidad de relojes, etc.
Algunos savants famosos
Kim Peek
Kim Peek es quizá el más famoso de todos los
savants. ¿Recordáis la película Rain Man?
Pues bien, él es Rain Man. Peek no era autista.
Nació con macrocefalia, un daño permanente
del cerebelo y con agenesia de cuerpo calloso
(ausencia del cuerpo calloso, la conexión
nerviosa entre ambos hemisferios del cerebro).
Se especula que esta circunstancia pudo ser la
causa de su increíble memoria que le valió el
sobrenombre de ‘Kimputer‘, pese a contar con un cociente intelectual de apenas 73.
Peek recordaba el 98% de los cerca de 12.000 libros que había leído. Podía leer
simultáneamente dos páginas en ocho segundos usndo cada ojo para leer una página
distinta (algo imposible si hubiera tenido conectados ambos hemisferios cerebrales)
y apenas tardaba una hora en memorizar un libro completo, reteniendo de un modo
preciso e instantáneo toda su información. Kim Peek consiguió adquirir una enorme
cantidad de conocimiento que abarcaba diversos ámbitos, desde la geografía hasta
la literatura, pasando por música, historia o filosofía. Kim era además un «GPS
humano»: conocía de memoria todos los mapas de EEUU y podía responder
exactamente cómo llegar de una ciudad a otra explicando detalladamente qué calles
tomar. Aunque no tenía conocimientos musicales, era capaz de reconocer el autor de
miles de piezas musicales escuchando pocos segundos de una grabación.
Pese a estas extraordinarias habilidades, Peek era una persona totalmente
dependiente: apenas podía abrocharse la camisa por sí mismo; no tuvo noción de los
datos que almacenaba ni podía realizar una interpretación de un poema o extraer una
conclusión de un libro, a pesar de ser capaz de memorizarlo por completo. Su
57
capacidad de almacenar información era prácticamente ilimitada, aunque no entendía
lo que retenía, simplemente estaba ahí.
A diferencia de otros savants, Kim había mostrado una gran progresión social,
relacionándose con gente desconocida por medio de sus demostraciones. Tenía en
su cabeza un calendario exacto de 10.000 años, con lo cual era fácil para él decirle a
cualquier persona tras oír su fecha de nacimiento en qué día de la semana nació y
cuándo se jubilaría; igualmente era capaz de responder a cualquier cálculo
matemático. Todo aquello despertaba la admiración de cuantos le escuchaban.
En 2009 murió de un fallo cardíaco a la edad de 58 años.
Derek Paravicini
A diferencia de Kim Peek,
Derek Paravicini sí es autista,
además de ciego. Paravicini
nació muy prematuramente, a
las 25 semanas de gestación.
Su ceguera fue causada por
la terapia de oxígeno que
recibió en la unidad de
cuidados
intensivos
neonatales. Esto también
afectó a su cerebro en
desarrollo, lo que produjo su
grave discapacidad de aprendizaje.
Paravicini tiene oído absoluto (habilidad de identificar una nota por su nombre sin la
ayuda de una nota referencial, o ser capaz de producir exactamente una nota
solicitada cantando sin ninguna referencia) y puede reproducir una pieza musical
después de escucharla tan sólo una vez. «Es imposible de contabilizar con exactitud,
pero puede llegar a tener más de 10.000 melodías en su cerebro «, comenta Adam
Ockleford, su profesor de piano. Comenzó a tocar el piano a la edad de dos años
cuando su niñera le dio un viejo teclado. Sus padres le llevaron a la escuela Linden
Lodge para ciegos en Londres. En su visita introductoria a la escuela, en la sala de
música se dirigió directamente a un piano, y empujó al intérprete a un lado para tomar
el relevo. Ese intérprete a quien empujó era Adam Ockelford, quien posteriormente
se convertiría en su profesor. A los siete años, dio su primer concierto en Tooting, un
centro de ocio en el sur de Londres.
Actualmente tiene 35 años y da conciertos por todo el mundo. En los últimos meses
ha formado su propio cuarteto de Jazz con el que ha grabado un álbum y está
realizando una gira.
58
Stephen Wiltshire
Stephen Wiltshire
es
un
artista
diagnosticado con
autismo. Wiltshire
nació en Londres
y es conocido por
su habilidad para
dibujar un paisaje
(especialmente
con
motivos
arquitectónicos o
urbanísticos)
después
de
haberlo visto tan
sólo una vez.
Estudió
Bellas
Artes en City & Guilds Art College. Su obra es popular en todo el mundo, y se
mantiene en un número de importantes colecciones.
Wiltshire no hablaba, y a la edad de tres años fue diagnosticado como autista. El
mismo año, su padre murió en un accidente de motocicleta. A los cinco años fue
enviado a la escuela Queensmill de Londres, donde expresó su interés por el dibujo.
Comenzó a comunicarse a través de su arte. Sus maestros le animaron a dibujar, y
con su ayuda Wiltshire aprendió a hablar a la edad de nueve años. El trabajo de
Stephen ha sido objeto de numerosos documentales de televisión. El famoso
neurólogo Oliver Sacks, ha descrito su caso en el capítulo «Prodigios» comprendido
en su libro Un antropólogo en Marte.
En 2006 el príncipe Carlos de Inglaterra le entregó la condecoración como Miembro
de la Orden del Imperio Británico como reconocimiento a su labor en favor del arte.
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Daniel Tammet
Tammet es un Savant todavía más
particular si cabe. Además de Síndrome
de Ásperger tiene sinestesia y epilepsia,
pero su elevado nivel de funcionalidad le
dota de una enorme capacidad
introspectiva que le han llevado a tener
una vida totalmente adaptada: tiene
trabajo, marido y ha escrito su propia
biografía: Born on a Blue Day (Nacido en
un día azul) que cualquier interesado en
el funcionamiento de la mente debería
leer. Así comienza su primer capítulo:
“Nací el 31 de enero de 1979, un miércoles. Sé que era miércoles porque para mí esa
fecha es azul, y los miércoles siempre son azules, como el número nueve o el sonido
de voces discutiendo. Me gusta la fecha de mi nacimiento porque visualizo la mayoría
de sus números con formas suaves y redondeadas, similares a los cantos rodados de
una playa. Y eso es porque son números primos: 31, 19, 197, 97, 79 y 1979. Todos
ellos son divisibles sólo por sí mismos y por la unidad. Puedo reconocer todos los
números primos hasta 9973 por su cualidad «cantorrodada». Así es como funciona
mi cerebro.”
Fragmento de: Daniel Tammet. “Nacido en un día azul”.
La experiencia de combinar números con colores o sensaciones está bien
documentada en los casos de sinestesia, pero la capacidad mental que ha
demostrado Tammet y el grado de habilidad desarrollado en cuanto a las
asociaciones que realiza es inusual. En su mente, cada número posee una única
forma, color, textura y emoción. De forma intuitiva, Tammet puede «ver» los
resultados de complejas operaciones matemáticas dentro de un paisaje que recrea
su mente inconsciente sin esfuerzo, pudiendo distinguir de un solo vistazo, por
ejemplo, si un número es primo o compuesto. Su particular forma de ver los números
lo ha llevado a describir algunos de ellos como «especialmente feos» (caso del 289),
o al 333 como «atractivo», o al número pi, como «especialmente hermoso». Otros
números como el 6, no parecen poseer una imagen clara. Tammet no solamente se
ha limitado a describir verbalmente sus visiones matemáticas, sino que también ha
sido capaz de realizar composiciones artísticas como una acuarela en la que plasma
Pi.
Entre sus habilidades está la de memorizar el número Pi con 22.514 dígitos en una
semana, con lo que empleó en recitarlo de memoria unas 5 horas. También fue capaz
de aprender islandés, uno de los idiomas más complejos del mundo, en tan sólo una
semana. Habla 11 lenguas: inglés, francés, finlandés, alemán, español, lituano,
rumano, estonio, islandés, galés y esperanto.
Tammet está capacitado para aprender nuevas lenguas de una manera
sorprendentemente rápida. Para demostrarlo, con motivo de la grabación de un
60
documental sobre su vida, Brainman, fue retado a aprender islandés en una semana.
Siete días después, apareció en la televisión islandesa conversando fluidamente en
esa lengua, con su instructor comentando de fondo que «no parece humano, ¡es un
genio!»
61
SÍNDROME DE ULISES
¿DE DÓNDE PROVIENE EL TÉRMINO DEL SÍNDROME DE ULISES?
La historia cuenta que tuvo que separarse de sus
seres queridos y viajar superando todo tipo de
situaciones adversas. Todas sus aventuras conforman
la tan conocida Odisea.
Tras muchos años llenos de luchas y victorias, Ulises
no disfrutaba de ese triunfo plenamente. Esto se debía
a que su mente seguía con la familia que dejó atrás,
su esposa Penélope y su hijo Telémaco. La nostalgia y el aventurarse hacia lo
desconocido, con todos los peligros y misterios que eso esconde, se vuelven claves.
Uno de los retazos de la literatura donde se muestra la añoranza que le invadía dice
así: “ …y Ulises pasábase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar,
consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril,
llorando incansablemente...» (Odisea, Canto V, 150).
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE ULISES?
Tras una breve introducción a la historia de este semidiós griego podemos hacernos
una breve idea de qué hace referencia el síndrome de Ulises. Descrito por el
psiquiatra Joseba Achotegui en 2002 y fundador del Servicio de Atención
Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados (SAPPIR). Este síndrome
se refiere a un cuadro psicológico que describe una serie de estresores que sufren
las personas que migran a otros países, normalmente pasando por situaciones
extremas.
Así pues, el alto nivel de estrés que puede llegar a sufrirse propicia, con mayor
facilidad, la aparición de más síntomas psicopatológicos. Además, este cuadro se
caracteriza también por la posible aparición de depresión atípica, junto a la que
aparecen, síntomas ansiosos, somatomorfos y disociativos.
62
ENTENDER LA MIGRACIÓN
En las últimas décadas, las transformaciones de carácter cultural y social se han visto
fuertemente influidas por las migraciones, creándose nexos entre las diferentes
naciones.
De este modo, no solo se caracteriza este proceso como un fenómeno social
relevante en los últimos tiempos, sino también como un cambio vital para la persona.
Esto conlleva una serie de beneficios, pero también puede dar paso a la existencia
de dificultades en dicho proceso, generando sentimientos de pérdida, incertidumbre
e inseguridad (Ibarrola-Armendariz y Firth, 2007).
¿CUÁNDO SE VUELVE UN PROBLEMA?
Según el Dr. Joseba Achotegui (2009a) hay que dejar claro que la migración no es
una causa de un trastorno psicológico, sino un factor de riesgo si se dan las siguientes
circunstancias:

Si existe vulnerabilidad: la persona no se encuentra en buen estado de salud
o tiene algún tipo de discapacidad.

Ante un nivel de estresores muy alto: cuando, por ejemplo, el entorno es hostil.

Cuando se dan ambas condiciones.
TIPOS DE ESTRESORES DE LOS INMIGRANTES EN SITUACIONES EXTREMAS
Existen una serie de aspectos estresores (entendiendo estos como condiciones
generadoras de estrés) que forman parte de la sintomatología de este síndrome:

Soledad o separación de los seres queridos

Duelo por el fracaso del proyecto migrativo

Lucha por la supervivencia

Miedo
Sumado a lo anterior, existen también factores que potenciarían estas condiciones,
como la multiplicidad de estresores, la cronicidad, la intensidad y relevancia de estos,
la ausencia de control y de una red de apoyo social (Achotegui, 2009b).
63
EL DUELO MIGRATORIO
El duelo migratorio no es el mismo concepto de duelo que quizás conocemos. En este
caso, se refiere a un proceso de reestructuración de la persona ante la separación o
pérdida de algo que es importante para esta (Achotegui, 1999). Habría dos conceptos
influyentes, el tiempo que permanece fuera del país de origen y la distancia.
Algunas de las características que lo definen y diferencian serían las siguientes:

Duelo parcial: el duelo se produce ante una separación. En este caso, no se
debe a la muerte de un ser querido, pues el país de origen y todo lo relacionado
no desaparece. La persona tiene posibilidad de regresar de nuevo a su hogar.

Duelo recurrente y de larga duración: en este caso, el contacto con el país de
origen se mantiene mediante llamadas o periodos de tiempo vacacionales, por
ejemplo. Existe un deseo recurrente de volver a su hogar si se dan situaciones
de fracaso o crisis. Ante estas, el duelo puedo cronificarse y dar paso a los
síntomas característicos del síndrome de Ulises.

Duelo vinculado a aspectos de la infancia muy arraigados: si esta separación
se lleva a cabo en el periodo infantil se darán una serie de etapas vinculadas
y, asimismo, conformará la personalidad del niño de cara a la adultez.

Duelo múltiple: conllevaría la existencia de diferentes tipos de duelos, entre
ellos:

Duelo por la familia y seres queridos

Duelo por la lengua

Duelo por la cultura

Duelo por la tierra

Duelo por el estatus social

Duelo por el contacto con el grupo de pertenencia

Duelo por los riesgos en la integridad de la persona
¿CUÁL ES LA PARTE CLÍNICA DEL SÍNDROME DE ULISES?
Sintomatología depresiva: destacaría la tristeza que se incrementa si la persona
percibe fracaso. También se señala en esta área el llanto, la culpa y las ideas de
muerte en algunos casos.
64
Sintomatología de la ansiedad: entre los síntomas más comunes encontramos la
presencia de preocupaciones continuas, irritabilidad y nerviosismo. Asimismo, se
vería comprometida el área del sueño, favoreciendo una posible aparición de
insomnio.
Sintomatología en cuanto a somatización: destacan dos síntomas en este área, las
cefaleas (en un estudio se observó que el 76’7% de quienes sufrían el síndrome
tenían cefalea) y la fatiga.
¿QUÉ HACER ANTE ESTE TIPO DE SITUACIONES?
El apoyo social y sanitario se vuelven clave en estos casos. De tal modo, las técnicas
psicodinámicas y cognitivas orientadas a reducir los síntomas de estrés conllevarían
una mejora en el estado de salud. Esta concepción, situada entre el área de la salud
mental y la psicopatología, no ha de banalizarse dado que ello conllevaría un claro
empeoramiento (Martín Aranaga, 2011).
La prevención y una detección precoz de la problemática evitaría la cronicidad de
parte de los conflictos psicosociales. De este modo, una intervención de tipo
psicoeducativo y un tratamiento médico interdisciplinar, junto con entrevistas
terapéuticas, facilitará que las actuaciones que se lleven a cabo sean más eficaces.
Creándose, un contexto que propicie el intercambio de una relación adecuada entre
los profesionales de la salud y quienes necesitan ayuda.
Aquellas personas que presentan este cuadro de síntomas descritos, lejos se
encuentran de acercarse a la definición clásica de salud de la OMS (Organización
Mundial de la Salud). Entendiéndose la salud como un «estado de bienestar físico,
mental y social» podemos observar que no se ajusta en lo descrito anteriormente.
Aclarando que, este cuadro no define una serie de síntomas que, en este proceso de
la migración, vayan siempre de la mano del duelo migratorio o de alguna patología.
Pues si se redujera a esto, no se tendrían en cuenta todos aquellos aspectos
positivos, como oportunidades y recursos, que conlleva la migración.
Sin embargo, también es cierto que dicho fenómeno ha cambiado a lo largo de los
años y actualmente hay algunas migraciones que se llevan a cabo en condiciones
realmente difíciles. Y, en estas condiciones extremas, probablemente la respuesta
que se tenga ante tal nivel de estrés supere los propios recursos de la persona, dando
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paso a la aparición de problemas de salud mental. El entender esta serie de
condiciones, no solo evitaría el sobrediagnóstico de otras patologías, sino que
facilitaría la movilización de recursos de prevención en dicha población.
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Anexos
F1
F2
Se muestran imágenes de parejas con síndrome de Otelo. (F1, F2.)
67
F3
F4
F5
Se observa un antes y después de una persona que padecía síndrome Diógenes.
(F3, F4, F5.)
68
F6
F6 y F7 Imagen ilustrativa Síndrome de Couvade.
F7
69
Conclusión
Es impresionante la manera negativa en la cual los padecimientos mentales afectan
a la sociedad y es de suma importancia que las personas que tengan estas patologías
puedan ser atendidas e incluidas en la sociedad ya que hoy por hoy las personas con
algún padecimiento mental son apartadas por discriminación o ignorancia y son
etiquetadas o mal llamadas “locas” y no solo son excluidas de trabajos sino de sus
propias familias.
Debido a la desinformación sobre la salud mental estos individuos quedan expuestos
y vulnerables viviendo muchas veces en la calle o en centros médicos donde hay
violaciones a sus derechos humanos y son víctimas de malos tratos por parte de
personal médico.
No hay un manual o un diagnostico acertado del porque las personas llegan a padecer
ciertos síndromes extraños, lo que sí es comprobado es que muy poco la población
conoce de ellos.
El proceso investigativo nos lleva a concluir que los síndromes muchas veces no se
diagnostican como un padecimiento ya que las alertas o sintomatología de los mismos
incluyen un trastorno o enfermedad en muchos casos paranoia, esquizofrenia o
cualquier otra enfermedad mental categorizada en el DSM-5.
Es de suma importancia la docencia para aportar conocimiento exponencial de ciertas
alertas que podemos observar y que las personas busquen ayuda a tiempo para evitar
repercusiones negativas en nuestra sociedad.
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Bibliografía
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Newman, Philip (febrero de 1964). " " El comportamiento del hombre
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Zuleta E. Otelo o de los celos. Revista Universidad de Antioquia [internet] disponible
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http://aprendenelinea.udea.edu.co/revistas/indexphp/revistaudea/article/viewFile/224
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https://www.medigraphic.com/pdfs/revhospsihab/hph-2016/hph163k.pdf
Achotegui, J. (2009a). El Síndrome de Ulises. Síndrome del inmigrante con estrés
crónico y múltiple. (2a edición). Barcelona: El mundo de la mente. ISBN 978-84-6133111-6.
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