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Menendez Y Pelayo Marcelino - Estudios Sobre El Teatro De Lope De Vega (1922) T 3

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ITALIA-ESPAÑA
G
U
O
Á
Y
R
D
A
R
C
C
O
O
M
A
O
EX-LIBRIS
M. A. BUCHANAN
PRESENTED TO
THE LIBRARY
BY
PROFESSOR MILTON
A.
BUCHANAN
OF THE
DEPARTMENT OF ITALIAN AND SPANISH
1906-1946
ESTUDIOS
SOBRE EL TEATRO DE
LOPE DE VEGA
POR EL DOCTOR
DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO
EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA
DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN
TOMO
II
I
MADRID
LIBRERÍA GENERAL DE VICTORL^NO SUÁREZ
CALLE DE PRECIADOS, 48
1922
Digitized by the Internet Archive
in
2009
with funding from
University of Toronto
http://www.archive.org/details/obrascompletas12men
OBRAS COMPLETAS
DEL EXCMO. SEÑOR
DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO
ESTUDIOS
SOBRE EL TEATRO DE
LOPE DE VEGA
U5
^
ESTUDIOS
SOBRE EL TEATRO DE
LOPE DE VEGA
POK EL DOCTOK
ÜÜN MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO
EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA
DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN
TOMO
III
MADRID
LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ
CALLE DE PRECIADOS, 48
1922
Í)U>1
<^'^X
ES PROPIEDAD
Madrid.— Imprenta de Ramona Velasco, Libertad, 31.—Teléfono
32-62.
IX
COMEDIAS DE ASUNTOS
DE LA HISTORIA PATRIA
I.
(*)
La Amistad pagada. — Publicóse en
las comedias de
aquel
mismo
Primera parte de
Lope (Valencia, 1604), reimpresas hasta nueve veces
año,
y en
los
de 1605, 1607, 1609, 1619, 1624, en
Valladolid, Madrid, Zaragoza,
nada mejoran
la
el texto,
Amberes y
bien incorrecto, de
Milán, ediciones que en
la primitiva:
antes suelen
engalanarle con nuevas erratas* Es digno de notarse que Lope, en
la
primera
lista
año de 1604 en
cual nadie ha
de El Peregrino en
Sevilla,
sit
patria, impreso aquel
mismo
no mencione esta comedia; a pesar de lo
dudado de su autenticidad, que Lope mismo
tácita-
mente confirmó, reconociendo como suyas, aunque adulteradas y
raal impresas, las comedias que van en las ocho partes primeras de
su teatro, y poniendo el número nueve a la primera que él imprimió por su cuenta. Hay un extracto francés de La Amistad pagada
en
el libro
de
Du
Perron de Castera, Extraits de plusieurs piéces du
thédtre espagnol; avec des réflexions et la traduction des endroits les
plus remarquables.
Encontró Lope
(París, 1738,
el
t.
III,
argumento de
págs. 1-52.)
esta
comedia en
no despreciable poema histórico del leonés Pedro de
en
tellanos,
que
lleva
por
título
el
curioso
la Vezilla
y
Cas-
Primera y segunda parte del León de
España (Salamanca, por Juan Fernández, 1586)
(i).
Esta obra, que
Menéndez y Pelayo empieza así el tomo VII de las Obras de Lope:
(*)
«Comienza en este tomo el riquísimo caudal de las comedias de Lope de
Vega, referentes a asuntos de la historia patria. El presente volumen contiene catorce piezas, que hemos colocado por orden cronológico de sus argumentos, y que alcanzan hasta el reinado de Don Sancho el Aíayor*. (A. B.).
(i)
Poema en octavas y en 29 cantos, dividido en dos partes, separadas por un segundo frontis, pero con foliatura seguida. Catorce hojas preliminares, dos de las cuales contienen las falsas inscripciones de Valdecésar;
369 folios, con más cinco de tabla y uno de enmiendas. Es libro bastante
raro. Cervantes le puso en la biblioteca de Don Quijote.
ESTUDIOS SOORE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
4
en su tiempo recibió cierta sanción
procuradores en Cortes de
los
privilegio para
oficial,
siendo recomendada por
ciudad de León, que obtuvieron
la
que se imprimiera, es una recopilación de tradicio-
en su mayor parte fabulosas, relativas a aquella nobilísima ca-
nes,
pital
y
a sus antigüedades gentílicas
una gran parte de
crifas,
la
y
cristianas.
el
autor en estos términos:
es
en
de que nos informa
la
encartación de Curueño, cinco
leguas de la ciudad de León, se hallan
lisos
mármoles
Sirven de apoyo a
narración del poema, cierta^ inscripciones apó-
«En Valdecésar, que
en
entalladas, sino
la
están estas letras, no en
y
dureza de tres peñas,
aquí se muestra. Parescióme ser justo ponerlas en este lugar,
no hazer agravio a su antigüedad, como por
me
el
dieron para
la historia
como
así
por
origen y motivo que
el
de Curieno, fuera de
la tradición
que
della hay:
>Arvas Romanus dedit incendium
•»Polma despoiisata
»
vwo
Canioseco
Castello Curieni rehellis Hisp.
Ra~ Curie.
Curieniis siiperhus Hisp. victor fuit Centuria
Tribuno Fortunato Imp. Maxi.
et Diocle. Caes.
Por de contado que nadie admite hoy
epígrafes. El P. Risco
ni
en
en
los tres
la historia
reino.
>
autenticidad de estos
no se dignó siquiera hacer mérito de
tomos que dedicó
que luego
Tampoco
la
— Legio — Traia —
escribió,
figuran en
la
a
León en
la
ellos,
España Sagrada^
ni
por separado, de aquella ciudad y
colección de Hübner, ni en la
magna
curiosa monografía del P. Fita, descubridor afortunado de las ele-
gantes inscripciones métricas del ara de Diana,
y de
otros genuinos
la romana Legio Séptima Cernina; aunque este últiemprende de propósito la refutación de otras especies
contenidas en el poema de Pedro de la Vezilla, y que de
monumentos de
mo
erudito
fabulosas
él
pasaron a Fr. Atanasio de Lobera
y
otros cronistas leoneses (l).
Como El León de España es libro que con dificultad se puede
adquirir, me parece conveniente dar un breve extracto de su contenido, en aquella parte en
que tiene relación con
la
comedia de Lope.
(i)
Epigrafía de la ciudad de León, por el Revdo. P. Fidel Fita, de la
Compaíiia de Jesús, catedrático de Exégesis bíblica y Lenguas orientales en et
colegio de San Marcos de León
León^ 1866; imp. y lit. de Manuel G. Re-
dondo.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Trata
belión
el
canto
I
«de
y mudanza de
que
lo
los
Romanos
famosa ciudad de Sublancia Flor y
los
que
bien de
la
destruyeron». Pero
el
La Amistad pagada, no
la
hicieron contra
con
los Españoles, junto
la
la
la
re-
destruyción de
la
espantosa visión que vieron
héroe del poema, que
aparece hasta
se habla «de la fundación de la Real ciudad de
dos romanos, que destruyeron
5
el
canto
León por
lo es
II,
tam
en que
los solda-
antigua ciudad de Sublancia Flor,
con algunas cosas particulares que en esta fundación sucedieron: y
de la suerte que un bravo español llamado Curieno se levantó en
las
montañas de León y comenzó a
alterallas,
y en qué tiempo». El
autor le presenta en estos términos:
Llamábase
fortísimo Curieno,
el
De feroz condición, hombre insolente,
En cuyo bravo y furibundo seno,
No halló lugar el miedo eternamente:
Ora corriese
O
tiempo, malo o bueno,
el
mucha o poca
se viese con
Su osado corazón y brazo
No
Un
gente,
fuerte
parescía temer fortuna o muerte.
centurión se pone en marcha contra Curieno:
Siete leguas o
más
se había
emboscado
extrañamente montuosa.
Por
tierra
Mas
ni señal ni
nuevas ha encontrado
Del homicida que turballes
osa.
Cuando junto un peñasco levantado
Halló en una contienda peligrosa
Dos montañeses entre aquellos
cerros
Jugando lanzas de azerados hierros.
Mas, casi
al
mismo tiempo,
Cayó en
el
Bate los
pies, sin
Llegándose
si
al
la
que
encumbrada
dellos
allí
sierra.
quedó tendido,
ha rematado su ventura.
Viole estar en
Y
uno
punto detenellos,
El que venció, por
Por ver
el
suelo con funesta guerra;
el
negro humor teñido
del cubierta aquella tierra dura.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Pregúntale quién es y quién le ha herido,
Y en cuanto le es posible, allí procura
La sangre
restañar,
y
él
con agudo
Dolor, responde lo mejor que pudo:
«Detrás de aquellos riscos levantados
Vive una gente poco frequentada,
Que es (al común dezir de los pasados).
*
De antiguos españoles derivada,
Que en
las largas revueltas
de
hados
los
Nunca del todo ha sido destrozada,
Y en pequeños lugares divididos
Viven de sus ganados mantenidos.»
Prosigue refiriendo
el
de SU hermana Polma con
Mozo
herido que, en
el gentil
las fiestas
del casamiento
Canioseco,
dispuesto, de alto pensamiento.
Señalado en esfuerzo y valentía,
sobrevino
el
«Canto
tra los
pérfido Curieno
III,
que
trata
de
y robó
la
a la desposada.
suerte que
el
Centurión que fué con-
Montañeses Españoles se perdió con sus cien caballos, y
dura batalla que entre Canioseco y Curieno hubo, y
el fin della,
la
y
la concordia destos dos españoles, con otras cosas que sucedieron
hasta
la libertad
de Polma.»
Cuarenta montañeses, puestos por Curieno en emboscada, derrotan
al
victoria,
centurión, que logra escaparse herido.
sorprende a Curieno
a desafiarle por
el
la
robo de su novia.
Un
valeroso joven bien dispuesto,
Que armado de un manchado
tigre estaba.
Alto de cuerpo y de un hermoso gesto.
Que
Con
el
el
Y lanza
Se
En medio de
polvo y el sudor se lo afeaba,
escudo al cuello y brazo puesto,
que su
diestra blandeaba.
puso delante, y le detiene
El ímpetu furioso con que viene.
le
su
aparición de Canioseco, que viene
<:OMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PAT I\
7
Cual sendos ríos que al pasar furiosos,
Se encuentran en un paso juntamente
Y raudos se revuelven presurossos
Con los hinchados senos frente a frente,
Que resuenan y braman espumosos,
Herviendo y reforzando la corriente,
Cada qual procurando en la revuelta
Llevar
otro con
al
la
rienda suelta;
Tales se envuelven en contienda cruda
Moviendo sus espadas, y encontrados,
•Gimen, alientan, y
la frente
suda
los golpes reforzados;
Al recebir
Ambos porfían, nadie el paso muda,
Aunque son grandemente atormentados;
Que igualmente su fuerza los detiene,
Y
valor de las armas se mantiene.
el
Con
No
el terrible
más
se dio
El grueso tigre y
Y
con esto
la
golpear primero
lugar
el
le
ñol Curieno:
entrega a
De
«Canto IV.
la
las
paces Canioseco y Curieno, que
robada Polma.
que ordenó Fortunato contra
lo
y cómo
a deshacerse
sangre aparescerse
El canto termina haciendo
:-^enerosamente
que
templado acero,
se juntaron las legiones
de
la
el
famoso espa-
provincia de Ga-
Dioclelicia a celebrar la fiesta y nascimiento de sus Emperadores
ciano y Maximiano, con los exercicios que antes deste día hizieron
ios
Romanos: y de
Sigue
la
las
cosas que en ellos succedieron.»
Eneida. Es uno de los
episodio de
En
el
la
de
la
el
lucha entre Zuyquemio y
canto
V
V
mejores trozos del poema, especialmente
descripción de los juegos, imitada del
«se acaban las
el lusitano
comenzadas
lib.
Veriso.
fiestas
se da principio (con particular contento de todos los
y regocijos, y
Romanos) a la
solemnidad y culto con que celebraron y honraron sus embajadores Diocleciano y Maximiano, y de lo que sucedió antes que se
acabase».
En
el
canto VI,
el
centurión cristiano San Marcelo se levanta a
.<:ontradecir la superstición de los paganos,
-a la ciudad
de León,
y
es preso
y conducido
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
8
En
pasan
dos valientes montañeses Curieno y Caniosec^'»
el \'II, los
el río,
y dan en
los
romanos, que estaban durmiendo.
Los quales con
espumoso
El
Y
la
sombra caminando,
río atravesaron,
con gran brío y ánimo llegando
Donde
sus corazones dessearon,
t
Sin que sentidos fuessen, hasta cuando
Con denuedo bravísimo cerraron
Por do estaba más gente amontonada
En sueño
dulce y vino sepultada.
Cual dos fieros leones que arremeten
Por manada de ovejas descuidadas
En
el
humilde aprisco, do se meten
Para ser de los vientos amparadas,
Que pisando por
ellas se
entremeten,
Y aquí
muertas y allí despedazadas,
Las dexan y revuelven por el suelo.
Con
balidos
rompiendo
el aire
y
cielo;
Tales entraron ambos, cuidadosos
De
hazer en competencia obras iguales:
Revolviendo los brazos poderosos,
Con rabia muestran bríos infernales,
Que a todas partes andan rigurosos,
Abriendo en los Romanos manantiales
De
De
sangre que, vertida, los convierte
la fingida
en verdadera muerte.
Otros, heridos, se alzan y caminan,
Sin advertir que en roxo
humor
se esmaltan;
Otros, al levantarse se reclinan,
Y
el
alma
a
un tiempo y
las palabras faltan;
Otros, al ruido y vozes se amotinan,
Y bravos con las fieras armas saltan,
Y haziendo vienen un confuso estruendo
A do el estrago atroz se va siguiendo.
Canioseco mata
al valiente
rido del combate.
La
manos después de
la
bella
romano Latardo, pero
sale
Polma, que andaba huyendo de
quema
e incendio del castillo
mal helos ro-
de Curieno por-
9
LA HISTORIA PATRIA
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
el
capitán Arvas, sobreviene
Hateas
muy
oportunamente para curar
las
de su marido.
Acude
Sus
a
sangre que derrama;
hebras de oro, y lacrimosa
llagas,
Alza las
sintiendo temerosa
él,
y
la
ama:
mostró del que la estima y
congojosa
alma
Con ojos tiernos y
que se inflama
Lanzó la voz del pecho,
suspirando,
junto,
y
todo
Y hiela
intimando:
Así su sentimiento va
El
sol
día
«¡Negra fortuna, turbulento
nuestras bodas vino.
El que Curieno a
la desdicha mía
Pues se abrió puerta en
tranquilidad cerró el camino:
Y
a la
que se ardía
buen destino,
Después que me libré, por
te veo,
bien
mi
el día de hoy, según
i^ noche
vi el castillo
Y
No
Y
sé
si
muerto o vivo
te poseo!»
la ciega,
Esto diciendo, su pasión
los sentidos
turba
el alma estrecha, y
riega
sangre
con
Canioseco, que
De
Los peñascos, que
della
van teñidos:
la llega.
El qual, confuso, para sí
los gemidos.
pecho
su
en
Deteniendo
su pena,
dolor
su
con
doblar
Por no
Y
así le
respondió con voz serena:
.No siento yo
Que
Y
el
la
nombre de
lleva a
merescer
sangre que derramo.
victoria al dolor priva,
el
verde ramo.
mis pies derriba;
que amo,
El verte, lumbre de la vida
que la propia por milagro viva.
Que
los trabajos a
Más
Me rompe
Que
el
corazón, las
tu peligro es sólo el
manos me
que
me
ata;
mata.»
únicamente al martirio del
El canto VIII se refiere
Córdoba y
al de sus hijos en
San yiarcelo, y el canto IX
mas
Lida. Prosiguen durante dos cantos
K Lmanos en
centurión
al
de sus
las h.sto-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
10
de mártires (Santos Facundo y Primitivo, Santos Emeterio y
etc.), y sólo en el canto XII se reanuda la ficción épica.
rías
Celedonio,
«De
le
que hizo Curieno en llegando
lo
al
había quemado, y de la gente que contra
Deogiano, contra
él
castillo
envió
que Arvas
el
presidente
qual se señala un solo español valentísima-
la
mente.»
Es notable
la
descripción de este bárbaro español, llamado
Hermio:
Así este Montañés
Con
Y
la
muestra hizo
lanza corta y dardo arrojadizo.
Y
con pierna nerviosa descubierta,
el
pie cubierto de velloso cuero,
Estaba
la cerviz
tostada y yerta,
La barba negra y
Armado
el
el
semblante
De un ante duro más que fino
Y dello en la cabeza la celada.
Con
fiero,
cuerpo de una cuera abierta
acero,
cabellera larga y mal peynada
Descríbense luego un bravísimo reencuentro que Curieno y los
suyos tuvieron con
los
romanos, y un tierno coloquio que entre
Polma y Canioseco pasó cuando
éste,
ya restablecido de sus heri-
das, partía a socorrer a Curieno.
En
ses,
canto XIII, Canioseco, Curieno, Hermio
el
caen en una celada que
cumben
al
hecho en
número y
ellos
Véanse
al
y
sus
montañe-
les tenían dispuesta los romanos,
y
su-
ardid de sus enemigos, después de haber
espantosa carnicería.
las valientes
octavas en que se refiere
nioseco.
Y
así
cansado se metió en
Cual suele
el fiero jabalí
Cuando de
los monteros,
el río,
llagado.
con más
brío.
Es, y bravos sabuessos, acosado.
Y
así
cercado, sin hazer desvío.
Le oprimen y fatigan, y
Anda y revuelve aquí y
el
cuytado
allí
acudiendo,
Los corvados colmillos rebatiendo:
la
muerte de Ca-
II
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Tal, Canioseco, en tan furioso estrecho,
se aprieta el enemigo bando,
un punto el temor le ocupe el pecho,
que
Sin
partes muerte executando.
todas
A
Hasta que en tierra con feroz despecho
Viendo
Quedó, en
Rotas
el
las
armas y
En un descomunal
Rolando y
el
agua y sangre
el
pie estampando.
pies a cabeza todo herido,
Desde
el
morrión partido
combate, se matan recíprocamente
el
romano
montañés Curieno:
Deió
En
al
fuerte Curieno
el fosso
allí
tendido
de muertos ya tupido.
assí su valentía y buena suerte
su soberbia y bríos se acabaron:
Y
Y
Y
por memoria de este varón fuerte,
El valle do sus huessos se olvidaron
Cubiertos de mortal eterno sueño,
Se llama hoy día el valle de Curueño.
No
carece de poético atrevimiento
el llanto
conyugal que hace
como una
cadáver de Canioseco, levantándose luego
después de lo cual, arrebrava leona para matar al romano Veriso;
anunciar fatídicamente
batada de furor profético, desata la voz para
invasión de los bárbaros, la ruina
la caída del Imperio romano, la
Polma sobre
de
la
el
Monarquía visigoda,
la
de España, y especialmente
conquista mahometana,
la
de
la
la
restauración
ciudad de León. Los romanos,
de un canto,
cansados de tan prolija arenga, que ocupa más
tan a
ma
la profetisa.
segunprimera parte de El León de España: de la
razón al ilustrar otra
da, que empieza en el canto XX, daremos
Hasta aquí
la
comedia de Lope: Las famosas asturianas.
Dígase de buena fe si un poema escrito con
de dicdón que
resaltan en los
la
desdén con que hasta ahora ha sido tratado por los
nuestra literatura, que probablemente no le habrían
cede con tantas obras análogas.
pureza y
fragmentos transcritos,
el brío
merece
el
historiadores de
leído,
como
su-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
12
Lope de Vega, que
lo leía todo,
tomó de Rl León de España
nombre de Curieno, el hecho fabuloso de su rebelión,
campamento romano por los montañeses después de
puso de su cosecha
la
amor de
lidad de
los
el
español y
dos cónsules por
que Curieno hace a
la
y
bizarra
la
romano,
el
del
las fiestas,
parte realmente dramática, es decir,
competencia de generosidad entre
el sacrificio
el asalto
el
la riva-
hermosa cautiva Claudia,
la
amistad entregaíido a su propio
que hace Furio entregando a su amada y perdiendo la razón
de resultas de tan espantoso trance, el peligro inminente en que
Claudia queda de ser inmolada, y la oportuna intervención de Cuhijo, el
que
rieno,
la liberta
cuando ya tenía
cuchillo
el
en
la
garganta.
Todos estos ingeniosos recursos cobran más valor cuando se considera que esta pieza, a juzgar por su estructura métrica y por todos
los indicios, debe de ser de las más antiguas de Lope. El estilo es
muy
que
descuidado:
la
primera jornada está mejor escrita y versificada
las otras dos.
Comedia de Bamba.
IL
citada en la primera lista de
mo
año (1604) en
la
— Con
Parte primera de Lope.
francés por Perron du Castera (l),
ricio
Rapp
el título
Capellán de la Virgen,
Ha
y traducida
y por Francisco Lorinser
(2)
A esta comedia debía
de El Rey Bamba está
El Peregrino. Fué impresa aquel mis-
al
sido extractada en
alemán por Mau-
(3).
preceder, en orden cronológico,
San
Ildefonso,
de Recesvinto, y se enlaza con
las
cuya acción pasa en
primeras escenas de
por su carácter religioso, hemos preferido ponerla entre
el
la
de El
reinado
ésta; pero,
las
come-
dias de santos.
Vamba
es el único de los reyes
godos anteriores a Don Rodrigo
que tiene una leyenda, aunque no más que embrionaria, y que sale
del severo cuadro oficial y eclesiástico en que han llegado a nosotros
las fisonomías
(i)
de aquellos monarcas. Esta leyenda fué
tardía,
Extraits de plusieurs pieces du thédtre espagtiol; avec des réflexions ef
la traduction des endroits les plus
lúmenes.
(2)
muy
Tomo
II,
Spafíisches
remar qiiables.
Paris, Pissot, 1738.
Tres vo-
páginas 88-131.
Theater, vol. III (primero
Leipzig, Bibliog. Instituí (1869
,
de
las
comedias de Lope).
páginas 15-93, Konig Bamba.
Bamba U7id das Lager von Santa
Fe) von Lope de Vega. Aus dcm Spanischen überscfzt. Regensburg, Manz, 1877.
(3)
Zwei
historisch Schauspiele (Konig
3
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
1
y nada popular en
su formación, aunque algo influyese en ella el
prestigio tradicional
que en
acompañar
mano
nombre
el
los siglos
de
Reconquista debió de
la
que intentó detener con
del valeroso soldado
fuerte la decadencia militar del pueblo visigodo,
gérmenes de
insurrección en
la
la
Galia Narbonense
de su espléndida victoria de Nimes y de
las
monarquía toledana pudo
la
los
y desbarató
primera invasión de los árabes, abrasando sus bajeles. Si
últimas de que
ahogó
al
demás hazañas
gloriarse,
la
recuerdo
suyas,
y que tanto
contrastaban con los desastres posteriores, se añaden las singulares
circunstancias que en
aceptar
y
corona, que fué preciso vencer con amenazas de muerte;
la
finalmente, el
solio
por
su elección intervinieron, su resistencia a
modo no menos
la traición
peregrino con que descendió del
de Ervigio, se verá que en
estaba dado el fondo de la leyenda,
Esta historia, o a lo menos
ella, fué escrita
en
los
parte
la
mismos
la historia
como generalmente
más importante y
días del
Rey por
el
misma
sucede.
gloriosa
de
metropolitano de
Toledo, San Julián, en un libro que es único de su género en
y que
literatura hispano-visigótica,
toda
Rehellio7iis
nando
Pauli adversiis
la árida
muy
Wambam
(el
(i),
pocos similares en
Tal es
la
Historia
en que su autor, abando-
forma del cronicón, seguida uniformemente por sus
predecesores, procura vaciar
cos
tiene
la literatura latino -eclesiástica del siglo vii.
la
de Salustio entre
literatura cristiana),
la
narración histórica en moldes clási-
los antiguos, el
y darle
la
de Severo Sulpicio en
animación y
el
color de la vida, ex-
playándose en descripciones y arengas, multiplicando
agrupándolos con
arte,
la
los detalles
y
haciendo alarde a veces de una elocuencia
panegírica y apasionada: todo ello con cierto arte de composición
y
relativa pureza
de latinidad, que son admirables para su tiempo.
Los cronistas asturianos conocieron y aprovecharon esta historia. Alfonso el Magno^ o quienquiera que sea el autor del Cronicón
•que generalmente corre
manca,
num
le cita
con nombre de Sebastián, Obispo de Sala-
expresamente, hablando de Vamba: <Beatiiin Julia-
Metropolitaniini legito, qiii historiam hujiis temporis liquidissime
(i)
Debe consultarse en el tomo II de los Padres Toledanos, publicados
por el cardenal Lorenzana (Madrid, 1785), páginas 327-384, donde se ponen a
dos columnas el texto genuino y el adulterado por el Tudense.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
14
contextiit*.
Don Lucas de Túy
la intercaló
en su Chronicon Mundi^
pero alterándola a su modo, con supresiones e interpolaciones que
en gran parte desnaturalizan
Vamba
ejemplo, no dice que
ni
el
hay motivo alguno para
texto genuino (I),
San
Julián,
por
fuera de la sangre real de los godos,
afirmarlo: las palabras de regali sanguine
ortus son adición del Tudense. Pero de las fábulas posteriores no
hay
rastro en estas interpolaciones del
doce primeros capítulos del
|)0
lib. III
Tudense,
De
tampoco en
ni
Rebiis Hispanice, del arzobis-
muy
D. Rodrigo, que sigue a su antecesor San Julián
donde su
relato alcanza,
los
fielmente
completa para
los años posterioy
tomadas del Pacense y del Cronicón de Alfonso
Magno. Los únicos pormenores de carácter maravilloso que todos
iiasta
le
d
res con noticias
ellos consignan,
humo
estaban ya en
el
libro del
metropolitano, aquel
modo de columna > que se levantó sobre la cabeza del Rey en el momento en que era ungido, y la abeja que vo'ó
hacia arriba y fué tenida como feliz pronóstico de su destino (2). El
«vapor de
a
gran documento apócrifo que D. Lucas trae y D. Rodrigo omite,
falsa división
cilio,
Vamba
de obispados atribuida a
U
en un supuesto con-
pertenece a otro género de ficciones interesadas, y fué fragua-
do en
el siglo xii,
quizá valiéndose de fragmentos geográficos anti
-
guos, por el Obispo de Oviedo, D. Pelayo, gran corruptor de los
primitivos
monumentos de nuestra
Los redactores de
la
historia (3).
Crónica general
que alardeaban de
(4),
seguir con predilección «las historias aprobadas
que
los sabios anti-
guos escribieron», copiaron a D. Rodrigo y a D. Lucas, sin omitir
(i)
El Clifonicoft Muiidi puede verse en
trata de
(2)
(3)
Andrés Scotto
Tomo
III de
Véase sobre
los
el
tomo IV de
la
Hispania
Illus-
(Francfort, 1608), páginas 1-117.
Padres Toleda?ios
(
1793), páginas 47-59.
ello la disertación del P. Flórez
en
el
tomo IV de
la
Es-
paña Sagrada.
(4)
Puesto que tantas veces hemos de tener ocasión de citar
como
la
Crónica
que es del Teatro histórico de Lope, advertiremos, de una vez para todas, que Lope sólo la conoció en el texto impreso
por Florián de Ocampo, que no es más que una refundición muy tardía de la
verdadera Estoria d' Espanna mandada escribir por Don Alfonso el Sabio. De
ia de Ocampo hay, como todo el mundo sabe, dos ediciones: la de Zamor.i,
1541, y la de Valladolid, 1604, idénticas en su contenido, pero todavía más
incorrecta la segunda que la primera. Tendré a la vista una y otra.
peneral,
principal fuente
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
la
famosa ithación de Vamba, pero sin dar
que en
el
menor
el
1 5-
indicio de-
de este
siglo xiii existieran tradiciones poéticas acerca
Rey.
El primer autor en quien
las
tomó Lope,
las
es el arcipreste
he
visto,
y de quien seguramente
de Santibáñez, Diego Rodríguez de
Almela, natural de Murcia, fecundo compilador histórico del tiempo
de
la
Reina Católica, capellán y cronista suyo. Almela, pues, en
popular libro que ordenó con
el título
de Valerio de
modo de
Escolásticas y de España^ recopilando al
gran número de hechos y
anécdotas de
la historia
dichos memorables,
nacional, trae en el
y
las Historias
Valerio
Máximo
entre ellos
lib. III, tít.
muchas
IV, que trata
de aquellos que nacidos de baxo lugar fueron fechos claros
un capítulo entero, que
el
y
nobles ^
Rey Vamba. Su contexto
es el IV, sobre el
es el siguiente:
«Como
muy
el
no se acordaron
los
Godos
su embaxada, en que
amador de
Dios que
Rey Don Recesundo de España sin
Don Theodofredo, que era niño de un
esforzado
adultos fallesciese, sino a
le
Rey, y enviaron
a quién farían
congregación y unidad de
la
les diesse
como
pedían y rogaban,
buen Rey, y
cathólico,
y
les
Papa
a Sancto Padre,
los fieles,
que rogasse a
pertenesciente para los
esto le enviaban en escripto los
y para
entrellos que
regir:
al
fijos
año,
nombres de algunos
más idóneos para reynar, y que
parescían entresí
aquel enviasse decir que fuesse Rey, que a ese rescibirían.
Y
el
Sancto Padre, quando vio su embaxada tan homildossa y de tanta
devoción en
le
encomendar en
sus oraciones tan gran fecho, pessóle
por no se sentir suficiente; pero
que por su merced y honra de
le plascía
paña contra
el
tierra,
y oraciones
a Dios
Sancta Fe quisiesse mostrar quál
vivía
Y al
en
Papa
fué revelado de parte
las partes
más baxas de Es-
Mar, que avía nombre Bamba, que aquél sería Rey
de España: y mandó luego
y que
a este
el
Papa
a los
Embaxadores que tornassen
hombre tomassen por
su Rey, cá a Dios
y que era labrador, y quando lo hallasen que
hallarían labrando con un buey blanco y otro bermejo, e con esto
plascía
lo
la
que fuesse Rey en España.
de Dios que un hombre que
para su
fizo sus vigilias
que
lo fuesse,
se tornaron a
España.
Y
luego que fueron venidos, se ayuntaron
todos los Perlados y Grandes del Reyno, y visto lo quel Papa en-
5
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1
viaba a decir, acordaron de buscar aquel hombre. Los mensajeros
fueron repartidos por muchas partes, e uno de ellos yendo cerca de
un
luírar
que es en Portugal, que ha nombre Ircana
Vieja (l),
la
Bamba,
oyeron decir de un cassar una voz de una mujer que decía:
los bueyes
dexad
nombre, y
como
le
y
venid a comer.
ellos,
viessen andar labrando con los bueyes, que eran tales
Papa dixera, fueron para
el
Y
como oyeron aqueste
él,
y por
ser máá* ciertos, pregun-
nombre, y él les dixo que Bamba; y luego
creyeron que aquél era el que andaban a buscar. E descendieron
dos caballeros, y hiciéronle gran reverencia, tal como entonces era
cómo
táronle que
avía
debida a los Reyes, y contáronle
Bamba
vio
y oyó
phantasma, y
lo
lo
porque eran venidos.
E quando
que decían, pensó, o que aquello era sueño, o
díxoles:
Amigos,
si
vos soys humanales, y no phantas-
mas, bien devedes entender que las grandes caballerías y fazañas que
la
muy
noble gente de los Godos siempre fizieron, no fueron con tales
Reyes como yo. Entonces hincó
la
vara que tenía en
la
mano con
que guiaba los bueyes, en tierra que labraba, y dixo: Quando esta
toviere hojas
vara
y fmeto, entonces seré yo Rey de los
que esto ovo dicho, fué
él
y
dos,
en
los otros
que con
la
él
estaban vieron esto, fueron
y dixeron que era milagro de Dios.
tierra,
(i)
lusitana
y
dio
muchas
gracias a Dios,
E Bamba
E luego
E
quando
el Valerio,
de que
fundamento alguno
muy
espanta-
hincó ios hinojos
y fueron con
e Ircana repite
Ircana dice
sin
Godos.
vara verde con hojas y fructo.
él
a Toledo,
y
Lope de Vega; pero la ciudad
Vamba, se
se ha supuesto natural a
llamaba Idaítia la Vieja (en portugués Idania Velha). No sabemos cuándo
nació esta especie, pero el texto de Alraela prueba que ya era vulgar a fines
del siglo XV. Los anticuarios del siglo xvi, especialmente el famoso Andrés
latinidad vale mucho más que su crítica ni su buena fe), la
aceptaron con regocijo. Ambrosio de Morales (lib. XII, cap. XLI) consigna
ciertas tradiciones de Idaña, seguramente modernas: «Fué este Rey natural,
en Portugal, de una parte de aquella provincia que llamaban antiguamente
Resende (cuya
donde dura un lugar llamado agora Idania la Vieja, con algún rasde nombre de toda la región. También una fuente labrada allí de cantería
retiene el mismo nombre, y de la misma manera lo conserva una higuera
allí, según Andrea Resendio, como testigo de vista, lo escribe en su larga
carta a Bartolomé de Quevedo. Y puédese con mucha razón gloriar Portugal
de haber nacido y salido allá un E.ey tan excelente en religión, en el gobierno
y en las armas, que son las tres cosas más principales en los reyes, y con que
Igeditania,
tro
•
de veras fundan y acrecientan su grandeza y estados.»
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
•allí
lo alzaron
ungió, según
por Rey, y
la
el
Arzobispo
Don
costumbre de entonces»
Quiricio lo consagró
el
y
(l).
Valerio de las Historias de la Sagrada Escritura^
(i)
España. Recopilado por
I;
y de
arcipreste Diego Rodríguez de Almela
los hechos de
Nueva
edi-
varias notas y algunas memorias relativas a la vida y escritos del autor. Por D. Juan Antonio Moreno, criado de la Excma. Sra. Mar-
ción, ilustrada co?i
San Juan. Madrid, por D. Blas Román, 1793, páginas 101-104.
Esta edición es la última, y se titula octava. Las anteriores son: de Murcia, i^Zi, por el maestre Lope de la Roca, alemán; Medina, del Campo, 1511,
J>or el maestre Nicolás de Piemonte; Sevilla, 1527; Sevilla, 1542, por Dominico
quesa de
de Robertis; Madrid, 1568; Medina del Campo, 1584, y Salamanca, 1587. En
estas cuatro últimas ediciones se atribuyó el libro con error, o más bien de
mala
fe, al
señor de Batres, Hernán Pérez de Guzmán, sin duda por ser autor
más conocido y famoso que Almela.
En
dedicatoria al protonotario D. Juan Manrique, arcediano de Valexpone el autor con mucha claridad el plan, y las fuentes de su obra:
<Como yo esto viese de edad de catorce años en servicio del muy Reverendo mi señor Don Alfonso de Cartagena, de gloriossa memoria, Obispo de
Burgos, y su merced me mandasse aprender Gramática, algún tanto introducto en ella, como en su cámara oviesse muchos libros de diversas sciencias
íheologales, y de Philosophía, Leyes, y Cánones, y assimismo muchas Historias y Crónicas, assí de la Sacra Escriptura como de Emperadores, Reyes y
la
puesta,
Príncipes, señaladamente de España; por no estar ocioso
según flaqueza
de mi ingenio, y poquedad de mi saber, dime a leer en. las Historias de la
Sacra Escriptura, principalmente en la Biblia, y en el libro de las Historias
Escolásticas, y en las Crónicas de los Reyes de España desde su población
hasta el tiempo pressente
Como el dicho mi señor el Obispo conosciesse
<5ue me avía dado algún tanto a aquel trabajo, su voluntad fué (aviendo dello
placer) de me facer merced, y aunque no merecedor, me la fizo, y ñciera más
más viviera. En su vida conoscí ser su desseo, que como Valerio Máximo,
de los fechos Romanos y de otros, fizo una copilación en nueve libros, poniendo por títulos todos los fechos, adaptante a cada título lo que era siguiente a la materia, sacado del Tito Livio, y de otros Poetas y Coronistas,
que assí su merced entendía facer otra copilación de los fechos de la Sacra
Escriptura, y de los Re3'-es de España, de que cossa alguna Valerio no habló:
lo qual él ñziera en latín, escripto en palabras scientíñcas y de grande eloquencia si viviera. Yo, porque mi sciencia es poca, propusse mi desseo de
/íscrebir en nuestra lengua Castellana
y según mi ingenio, lo mejor que
pude, de los dichos libros, y algún tanto de otros tractados ordenados por el
dicho mi señor el Obispo, adaptando cada cossa a su título, principalmente
.los fechos de la Sacra Escriptura, y después ios de España, fize esta Copila.ción assimismo en nueve libros, y cada libro dividido por títulos, y cada tí»
tulo por capítulos
3Í
De las
especies del Valerio relativas a Varaba, habla, para rechazarlas,
.Ambrosio de Morales en
el lugar
ya citado de su Crónica:
Menéndez t Pel.\yo.— £i/aá;oj sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
2
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
l8
Como
embajada
se ve, esta leyenda ha sido
al
compaginada
a retazos.
I. a?'
tomada del preámbulo del apócrifo Fuero-
Papa es idea
<E1 Arcipreste de Murcia en su Valerio acertó en darle su tierra propia
a Variiba
(*),
aunque señaló algo corrompido
el
nombre de
Idania.
Mas
cn^
su elección, y en lo que luego siguió, cuentan este autor y otros tantas fábulas, haciéndole labrador que estaba arando, y añadiendo otras cosas sin nin-
gún tino ni concierto, que aun no será menester contradecirlas, según ellas
son vanas y desvariadas, y según la verdad de todo está clara y manifiesta.
Escríbela el Arzobispo San Juliano que lo vio todo, y del será todo lo que yo
aquí relatare.»
mismo Diego Rodríguez de Almela, en
el Compendio estorial de todas
España, que presentó a la Reina Católica, y del cual poseo
ejemplar manuscrito, en tres volúmenes, de letra del siglo xvi, refiere (capítulo CIII) la elección de Vamba en términos sustancialmente análogos a los
El
las coránicas de
aunque más amplificados.
V, cap. IV del Valerio, se prosigue la relación del reinado de Vamba de este modo:
«Dicho es como el rey Bamba, por revelación de Dios, fué elegido Rey
de España, y assimismo de las grandes virtudes que en él avía, y magníficosfechos que fizo. Como después, por los peccados de los Godos de España, na
siendo dignos de tener tan noble y virtuoso Rey, fuéle dada ponzoña a beber
en vino faciendo colación, por mandado de Don Hernigo {sic), que reyná
después del injustamente. E como quier que el Rey Bamba fué acorrido con
medicinas, no ovo el entendimiento tan sano como antes lo avía; pero como
del Valerio,
En
el lib. IV, tít.
fuesse devoto y cathólico Príncipe, luego se confessó y rescibió el sancto
Sacramento de la Eucharistía, por manos del Arzobispo Don Quiricio de To-
E
y pompas del mundo, amando pobreza,
Orden de Sant Benito, y rescibió el hábito, y
fizo professión en un monesterio que estaba en una villa que se llamaba
Pampliega. E reynó este Cathólico fiel Regidor en sus Reynos nueve años, y
vivió en el Monesterio Monge professo siete años, y allí murió, y fué sepultado. Este Rej»^ Bamba al principio fué pobre, que fué hallado arando con dos
bueyes, y elegido por Rey de España, íué cathólico y virtuoso, tanto y más
que otro de los Godos: en su fin escogió la vida pobre de Religión, acatando
aquel dicho que decia la Iglesia: Del principio conoscí tu ley, la qual fundaste
ledo.
menospreciando
mandó que
lo
las riquezas
metiessen en
la
para siempre.^
En
el lib. VII,
tít.
IX, cap.
III,
se da noticia del origen de Ervigio:
<Un emperador de Constantinopla desterró de Grecia un rico hombre
llamado Ardañaste {sic, por Ardabasio), por males que ficiera en su tierra.
Vino en España en tiempo del Rey Recesundo, el qual le rescibió bien y fizo
mucha merced; cassólo con una su sobrina, ovo en ella ufi fijo llamado Don
Hernigo,
(*)
el qual,
como fuesse criado en cassa del Rey, salió hombre orgulloso
el nombre de este Rey, puesto que así aparece en sus monedas,.
como nuestra lengua rechaza la V d(?ble, ha prevalecido la forma Vamba.
Así debía escribirse
Vvamba
rex; pero
9
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
de Sobrarbe;
recuerda
cando
las borricas
trasunto de
el lib. I
de su padre;
de Aarón y de
la
No hubo
Vamba cuando
elección de
la
de Saúl, en
la
ni
cuando andaba bus-
y, finalmente, la vara florecida es
de San José.
de Juan de Timoneda (1573), se halla uno
mismo recopilador, y que es casi una
Rosa
gentil,
que puede
muy
bien ser del
mera
araba con sus bueyes
los Reyes,
podía haber romances viejos sobre este argumento.
la
Pero en
la
de
1
versificación del texto del Valerio:
En el tiempo de los Godos,— que en Castilla Rey no
Cada cual quiere ser Rey aunque le cueste la vida.
Sabiéndolo el Padre Santo,— que en santidad florecía,
había,
—
— rogando en su rogativa
— quién sería Rey de Castilla.
Por su profunda humildad — reveládoselo había,
Que el Rey que ellos esperaban, — su nombre Bamba sería,
Y lo habían de hallar arando — cerca de la Andalucía,
Pusiérase en oración,
Que
le
revelase Dios
—
Con un buey blanco y cereño, y un prieto en su compañía.
Todo esto el Padre Santo — a los godos les decía.
Los godos, siendo iníormados, — cada cual se departía:
Allá le van a buscar,
Un
De
día,
ir
—a
a buscar a
Bamba,
Vieron venir una dueña
Con una
«Venid
canasta
ya.
al
—volviendo sin alegría,
— por una cañada arriba,
—y estas palabras decía:
hombro,
Bamba, a comer; — desuncid, que es mediodía.»
Los godos, cuando
Las
do hallarse presumía.
estando los godos— cansados en demasía
rodillas
por
—luego a Bamba se venían;
— desta manera decían:
lo oyeron,
el suelo,
manos Tu Alteza — con amor y
«Dénos
las
Bamba,
atónito, espantado,
— temblando,
i
cortesía.»
así
respondía:
Rey; después que fué muerto el Rey Recesundo, fué
Rey de España el noble y virtuoso Bamba, y este Don Hernigo, que
como fuesse inclinado a toda cobdicia y maldad, fizo dar yerbas al
e soUl, e presumió de ser
alzado por
susso
es,
Rey Bamba, de que perdió el entendimiento, y entró en Religión, y ovo el
Reyno después de Bamba este Don Hernigo, contra todo derecho y voluntad
e opinión de los Españoles. Lo uno por la gran trayción que fiziera en darle
yerbas al Rey su Señor; lo otro porque el Reyno pertenescía más de derecho
a
Don Theodofredo.»
En las palabras que van
subra)'adas, encontró Lope fundamento para hacer
remontar el ambicioso pensamiento de Ervigio hasta los tiempos mismos del
rey Recesvinto y de la elección de Vamba.
>
>
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
20
<No me matedes, señores, — no me quitedes la vida.>
«De quitártela, rey Bamba, — no es por tal nuestra venid.i,
> Sino hacerte sabidor— que el Padre Santo, que hoy día
romana,
>
Rige
»
Supo, y nos dijo que
>
Y,
la Iglesia
por tanto, tú
— por revelación divina
— nuestro Rey nombre tenía,
Bamba
lo eres,
— no
dudes, ten alegría.
—una vara que
— estas palabras dezía:
Ya después de hincada en
«Cuando esta vara florezca —yo seré Rey de Castilla.
Aun no lo hubo bien dicho, — vara ya florecía.
Consejo residía;
Llevan marido y mujer — do
cual convenía.
A coronan por Rey, — a
Bamba, dudoso de
oirlo,
traía,
tierra,
,.
la
el
ella
él
Este
Por
Rey
él
España— hechos de gran nombradía;
coyunda— puesta en reales de Castilla (i).
hizo en
está la
La Comedia de Bamba, compuesta por Lope,
No
can una crónica entera.
ricos
sólo
comprende todos
fabulosos que se habían contado de
y
es
de
los
Vamba,
las
que abar-
hechos histó-
sino
que empie-
za antes de su advenimiento al trono, en pleno reinado de Recesvinto,
a quien
Lope llama Recisundú, siguiendo
Valerio.
Una
milagro de
y
lo
y
al
relación puesta en boca de Atanagildo, nos informa del
la casulla
de San Ildefonso. Si esto es ajeno a
sólo está puesto para
no sucede
a la Crónica general
complacer
mismo con
el
la
la
acción
devoción de los espectadores,
monólogo de Ervigio que viene inme-
diatamente después, y que manifiesta su ambición y sus temores.
Haciendo aparecer desde el primer momento al ambicioso intrigante
(i)
neda
Rosa de Romances o Romances sacados de
las
Rosas de Juan de Timo-
Escogidos, ordenados y a?iotados poi' D. Ftr?iando José Wolf. Leipsi-
Brockaus, 1846, pág. 3. Reproducido con el núm. 578 en el Romande Duran. El de Lorenzo de Sepúlveda, que tiene allí el núm. 580, es,
como casi todos los suyos, mero extracto de la Crónica getieral.
Otro romance (el 579) que Duran dice haber tomado de un códice del
que, F. A.
cero
siglo XVII,
y comienza:
Por
la
puerta del
Cambrón
debe de estar inspirado en la comedia de Lope, como lo indica el nombre de
doña Sancha dado a la esposa de Vamba, y que no hallamos en el Valerio, ni
tiene aspecto visigótico. Píntase en este romance con grandes anacronismos
(hasta hacer llevar a Vamba, «a manera de tusón, una cruz colorada*) la coronación de Vamba y su mujer en Toledo.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
21
que ha de destronar a Vamba, Lope encuentra, con su poderoso
instinto dramático, el único lazo que podía sujetar escenas tan inconexas como
las
que
la historia le ofrecía.
Vamba pondera
Las escenas villanescas en que
dad y en que sus convecinos
le
su rústica
obligan a tomar por fuerza
felici-
la
vara
de alcalde, son altamente anacrónicas (cosa en que nadie reparaba
entonces), pero corresponden a aquel género de poesía realista en
que Lope sobresalía
tanto.
Mayor gozo me concierta
Cuando he acabado de arar,
El oler desde
Lo que
la
guisáis
puerta
de cenar,
Si es cabra salpresa o muerta,
Con grande abundancia de
Y
ajos
algunos toscos tasajos
De lacios y muertos bueyes,
Que la comida de reyes.
Llena de tantos trabajos
En más remontado
da, las delicias
de
la
tono canta,
al
principio de la jornada segun-
soledad, parafraseando
el
Beatus Ule de Horacio:
¡Cuan bienaventurado
Es
No anduvo
da, haciendo
el
que vive en su sabroso
oficio
acertado Lope en añadir nuevos prodigios a
que antes de
una visión en que se
le
llegar los nobles visigodos,
ofrece
la
vención intempestiva desvirtúa
corona y
el
él la
la
Vamba
leyen-
tenga
rechaza. Esta pre-
efecto de la escena de la elección,
que, por otra parte, está calcada con rara habilidad sobre las pala-
bras del Valerio
y
del
romance de Timoneda, cuyos primeros versos
se repiten a la letra:
En el tiempo de los godos,
Que no había Rey en Castilla,
Cada cual quiere ser Rey
Aunque
le
cueste
la
vida
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
22
El asombro de
la
mujer y de
los criados
de Vamba,
graciosas
las
simplicidades que dicen con motivo de su elevación súbita, acaban
de dar carácter apacible y popular a este cuadro.
Esta comedia debió de ser escrita para representarse en Toledo,
Lope
mucho
partido de las circunstancias locales
y por
eso
de
pormenores topográficos, halagando
los
dores con
liana,
de
saca
las familiares
imágenes de
las Vistillas, el
Cambrón y
la
la
mente de
Vega, de
Visagra; de
y
los especta-
los
huertos de Ga-
la
fuente de
San
Martín, del castillo de San Cervantes, del Alcázar, de la plaza de
Zocodover, de
la iglesia
de Santa Leocadia.
No
pero Lope de Vega
le
Mayor, de
las reliquias
se había inventado
derramaba por
aún
de San Eugenio y
la frase del color local;
dra-
instinto sobre las tablas
máticas que manchaba más aprisa.
Todo
ciertos
y
nera más
lo
concerniente a
la
rebelión de Paulo
Vamba,
positivos de la historia de
infantil
El público todo
y ruda,
llega a versificar
menor sombra de
sin la
lo toleraba,
y
la
Todo
demás hechos
artificio
de
dramático.
al
más humilde
la siguiente,
y románticos; pero no
e ignorante,
y cumplía un
anunciándose primero en
cautivo Mujarabo hace a Ervigio,
ángel a Vamba,
la
sión de los alarbes.
ciendo morir a
Lope
famosa ithacion o división de
de educación patriótica y popular.
Puede decirse que en esta comedia está preparado ya
moro
ma-
y
se pue-
teatro así entendido era una cátedra de historia
el
nacional abierta
mento de
la
esto hace sonreír sin duda,
riñe con todos los preceptos clásicos
de negar que
a los
los poetas se atrevían a todo.
en cuerpo y alma
obispados atribuida a Vamba.
y
está tratado
el
las palabras del
próxima destrucción del reino godo por
Lope
se aparta de la tradición
Vamba envenenado
argu-
profecía que el
la
y luego en
alto fin
y
la
la
inva-
leyenda, ha-
por Ervigio, y no retirado en
el
monasterio de Pampliega, donde sobrevivió siete años a su caída.
También parece invención
la
de hacer que
las figuras
la
de
el
exclusiva
y caprichosa de nuestro poeta
moro, por orden de Ervigio, pinte en un lienzo
los futuros
conquistadores de España y
le
deposite en
cueva encantada de Toledo.
En
uno de
suma,
los
la
Comedia de Bamba, que tiene todas
las trazas
de ser
primeros ensayos de Lope, es tan disparatada en su es-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
i:ructura
•burla
•en
como
de
ella
y curiosa en sus
interesante
con gracia en
Clemencín se
detalles.
notas del Quijote
las
23
«La acción pasa
(i):
España y en Roma: habla un estampero, a quien
el
Rey compra
una estampa de San Ildefonso, y habla también un niño recién nacido que tratan de bautizar, y á\CQ papa, caca-*. Por el contrario, el
-conocidísimo historiador general César Cantú, tan popular entre
nosotros, analiza con detenimiento
resaltar lo ingenioso
zón de
de
Vamba
y
que antes de
los pronósticos
con
Shakespeare
el
(2).
y exactitud
saludo de
De
comparando
elección turban e inquietan
la
el
cora-
brujas a Macbeth, en la tragedia
las
los historiadores generales
de nuestro Tea-
Klein ha tratado extensamente de este drama, poniendo en
tro, sólo
caricatura (lo cual no era
difícil)
lo desarticulado
Ja fábula, lo superficial del desarrollo, la torpeza
«laravilloso. Antítesis radical
«colocándose en
el
punto de
de este juicio es
vista épico, único
esta fase del Teatro de Lope, declara
-drama
drama, haciendo
este
poético de las escenas idílicas, y
(ein vortreffliches Stück).
el
y monstruoso de
en
el
empleo de
lo
de Grillparzer, que
que debe aplicarse a
El Rey Bamba un excelente
El elogio puede parecer extremado,
y conviene reservarle para otras obras de Lope de Vega, entre tangías
como hay admirables dentro de
No
esta sección.
recuerdo que \'amba volviese a ser héroe de ninguna com-
posición teatral hasta que en 1847
•drama de
los
más olvidados de
compuso
Zorrilla
El Rey
loco (*),
su repertorio, pero notable por su
-espléndida versificación, principalmente en las escenas escritas en
-endecasílabos, a las cuales daba tanto realce la poderosa declama-
ción de Carlos Latorre, que transportó
fasis
-este
y
la
pompa de
la
tragedia clásica.
al
género romántico
Nada de
tradicional
el
én-
hay en
drama; nada que arguya lectura del de Lope. La elección de
Vamba
se
supone en Idania
la
VTeja; pero no seguramente por in-
(i)
Tomo
(2)
Historia universal (traducción de D. N. Fernández Cuesta),
III
de
la
primera edición, pág. 405.
t.
IX
(do-
cumentos literarios), páginas 665-66. Es de presumir que Cantú, poco conocedor de la literatura española, tomara este análisis de otra parte, quizá del libro
•de Enk, que no tengo a la vista.
A. Restori cita tres comedias anónimas, y dos más, debidas la una a
(•)
-iin tal
Pedrazas, y la otra a Lanini Sagredo y a D. Isidoro Burgos, sobre el
(A. B.).
Rey Vamba.
2
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
;
le
sino de Morales o de Mariana, que en
Valerio,
fluencia del
parte
copian.
Todo
demás pertenece
lo
est^-,
romanticismo conven--
al
Vamba;
cional de la escuela francesa: la fingida locura de
enig-
el
mático destino de Rodesinda, sus amores con Ervigio, encubierto
bajo
la
nombre de (hermano;
el
escena
en que
final,
No hay color
pergamino partido de Recesvinto;
el
supuesto loco arroja su corona
el
histórico ni
sombra de
al
pueblo.
verisimilitud moral: lo único
t
que hay son excelentes
El último Godo.
III.
lista
versos.
— Esta
de El Peregrino., pero
sí
comedia, no citada en
en
segunda,
la
lo
posterior a 1604, hállase impresa dos veces en
una en
la
España.,
y
Octava parte (1Ó17), con
colección de Lope,,
de El postrer Godo de
el título
Como Lope no
pudo intervenir en
una y otra salieron incorrectísimas,
sas,
cual indica que es
la
otra en la Parte 25, de Zaragoza, 1647.
intervino en la primera edición ni
si
primera
la
bien con erratas
la
segunda,
muy
diver-
por haber sido hechas, a no dudarlo, con presencia de diversos
originales.
la otra.
Pero
Damos
Esta pieza,
siempre
casi
todas
la
una
las variantes
sirve para corregir el texto
mucho más importante por
cución, es una especie de trilogía que en
senta los amores de
Don Rodrigo y
ganza del conde D. Julián y
la
el
la
asunto que por
Cava; en
la
del Guadalete; en la tercera, los comienzos de
el triunfo
de
mucho y bueno que
lector a los excelentes trabajos
(1)
segunda,
la
argumento
la
ven-
restauración de
lo
mucho que puede
se ha dicho ya, acerca
las tradiciones poéticas relativas a la
España, nos limitaremos a recordar
se ha tratado este
eje-
de Covadonga.
Siendo imposible reducir a breves páginas
los orígenes
la
primera jornada repre-
rota llamada hasta nuestros tiempos
la
España por Don Pelayo, mediante
decirse, ni siquiera lo
de
de entrambas.
lo
más
de
pérdida de
esencial, remitiendo
al-
modernos en que más de propósito
(l),
Dozy, Recherches sur Vhistoire
e insistiendo únicamente en lo
et la littérature de
V Espagne pendani"
Mayen age. Leyden, 1881. (Tercera y definitiva edición: la primera es de1849.) La primera monografía del tomo I versa sobre la conquista de España;
le
por
los árabes.
E. Lafuente Alcántara,
Ajhar-Machmuá
(Colección de Tradiciones): cró-
nica anónima del siglo XI, dada a luz per primera vez, traducida y anotada
(Es
el
primer tomo, y hasta
la
fecha único, de
la
Colección de obras arábigas.'
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
menos sabido o en
que más puede conducir a
lo
la
2$
de
ilustración
comedia de Lope.
esta
Al revés de
no
ésta
efecto,
es
que
hechos de
que
lo
que sucede en todas
las
leyendas épicas nuestras,
de origen cristiano, sino musulmán, y era natural, en
los
vencedores gustasen de consignar
aunque no
conquista,
la
Ya
los vencidos.
en
el siglo
el
recuerdo de los
conservasen más vivo y fresco
le
por Egipto historias
ix corrían
maravillosas relativas a estos sucesos: se decía que Táric, antes
emprender su navegación, había
de sus primeros
dole
prosélitos,
en sueños
al
de
profeta rodeado
armados de arcos y espadas, mostrán-
como término de
española
la tierra
visto
su glorioso destino; añadíase
que Muza, que era un gran astrólogo, había leído en
las estrellas la
suerte de España; que un anciano misterioso le había anunciado
que
y que en el Norte de la península había
encontrado un ídolo en cuyo pecho estaban grabadas unas letras
él sería el
conquistador;
que anunciaban a
fatídicas,
solación que,
andando
los hijos
de Ismael
de origen español. Contienen
las
el
tiempo y por
allí
fantásticos
Al
más
de-
ellos.
oriental, otro
y
maravillosos: la his-
y
fábulas,
alterada
contrario, las tradiciones recogi-
das entre los musulmanes de España son
carácter
uno de origen
por innumerables
la distancia.
la
narraciones escritas en Oriente una
mucho mayor de elementos
toria aparece obscurecida
y
históricas, sobre la conquista,
se dividen, naturalmente, en dos grupos,
por
discordia
tiempo, habían de caer sobre
el
Las tradiciones, ya fabulosas, ya
dosis
la
mucho más
sobrias
y de
histórico.
El primer autor que consigna en términos expresos la violación
de historia y geografía que publica la Real Academia de la Historia.) Madrid, 1867.
Milá y Fontanals,
De
la poesía heroico-popular castellana. Barcelona, 1874^
páginas 107-129.
Fernández-Guerra (D. Aureliano), Caída y ruina del imperio
pañol. Primer
drama que
Tailhan (R. P. J
S.
los represento'
J.),
eti
U Anonyme de Cordone. Chronique rimée des der-
niers rois de Tolede et de la conquéte de r Espagne
annotée
{*)
par
les
árabes, editée et
París, 1885.
Saavedra (D. Eduardo), Estudio sobre
ha
visigótico es-
nuestro teatro. Madrid, 1883.
Madrid, 1892
la itivasio'n de los árabes
eii
Espa»
(*).
Añádase: Juan Menéndez Pidal: Leyendas del último rey godo; Madrid,
1906. (A. B.).
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
26
de
Cava,
la
venganza de D. Julián y
la
cantada de Toledo, es
siglo IX,
el
que ha sido traducido
de
la historia
cueva en-
la
Aben-Abdelháquem, autor
egipcio
inglés por Harris Jones (l),
al
del
y
al
castellano por Lafuente Alcántara (2). Sus palabras son estas:
«Dominaba en
estrecho que separa
el
que cae sobre
a Tánger,
el
estrecho y se llama Al-Hadrá
y obedecía
mas
paña, para su educación,
lián, dijo:
»
el
Rey
(la
Verde), cercana
de España, que residía
éste a Rodrigo, señor
Había mandado Julián su
en Toledo
África de España un
el
de Ceuta y de otra ciudad de España
cristiano llamado Julián, señor
hija a
la violó,
Rodrigo, señor de Es-
y sabido
esto por Ju-
«El mejor castigo que puedo darle es hacer que los árabes
vayan contra
y mandó decir
él»,
a Tárik
que
él
le
conduciría a
España, Tárik estaba entonces en Tremecén, y Muza en Kairván, y
aquél contestó a Julián que no se fiaba de él si no le daba rehenes;
entonces Julián
le
mandó
sus dos hijas únicas que tenía.
aseguró Tárik y saüó en dirección a Ceuta, sobre
busca de Julián, quien se alegró
conduciría a España. Había en
do hoy Chebel Tárik
luego que fué por
a este punto,
la
donde
el
y
los
paso del
tarde, vino Julián
el
esto se
estrecho, en
y le dijo que le
estrecho un monte llamasu venida
(Gibraltar), situado entre
Ceuta y España; y
le condujo
con unos barcos y
se ocultó durante el día; volvió luego por los
soldados que habían quedado, y
Julián
mucho de
Con
transportando todos
asi los fué
mercaderes que estaban con
para animar a sus compañeros y a
la
él
quedaron en Algeciras
gente de
la
ciudad
>Nos contó Abdo-r-Rahmen, con referencia a Abd-Allah-ben-
Abdo-1-Háquem y a Hixém-ben-Ishac, que había en España una
casa cerrada con muchos cerrojos, y que cada Rey le aumentaba
uno, hasta que fué
Rey
aquel en cuyo tiempo entraron los árabes.
Quisieron que hiciese también un cerrojo,
pero
en
rehusó y dijo que no haría
él
La mandó
ella.
letrero
» lo
que
decía:
que aquí
como
sus predecesores,
cosa hasta ver lo que había
abrir, y encontró las figuras de los árabes con un
«Cuando se abra esta puerta, entrará en este país
se representa
(i)
IhnAhá-el-Hakem,
(2)
En
mientes.
tal
>
o/ Spain. Gottinga. 185S.
Ajhar-Machmuá, pág. 208 y si-
fíistory of íhe conguest
los apéndices a su edición del
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
2/
^Cuentan algunos que Rodrigo vino en busca de Tárik, que esel monte, y cuando estuvo cerca, salió Tárik a su encuentro.
Venía Rodrigo aquel día sobre el trono Real, conducido por dos
taba en
muías, con su corona, sus guantes
y demás ropas y adornos que ha-
bían usado sus antepasados. Tárik y sus soldados fueron a su en-
cuentro a pie, porque no tenían caballería, y pelearon desde que
salió el sol hasta
iba a ser
suyos,
y
que se puso, de suerte que creyeron que aquello
total destrucción;
los
musulmanes quedaron
jNIagreb batalla
más sangrienta que
de matar cristianos en
En
mas Dios mató
una
victoriosos.
aquella.
Rodrigo y a
a
Jamás hubo en
el
Los muslimes no cesaron
tres días.»
otras compilaciones orientales,
y especialmente en
el
del seudo Aben-Cotaiba, traducido al ingles por D. Pascual
y que Dozy supone compuesto en el
den una porción de pormenores estupendos, de
yangos
los
(l),
texto
de Ga-
siglo xi, se añalos cuales
ahora
prescindimos, porque no llegaron a penetrar en nuestra historia ni
en nuestra poesía épica. Tal es
el relato
que vio Muza en Occidente, entre
ellas
de
las cosas
maravillosas
una figura de cobre que
dis-
paraba flechas contra sus soldados; una fortaleza, también de cobre,
defendida por genios, y unos cofres en que Salomón había encerra-
do
diablos. El cuento aljamiado
vestigio
de estas
de
la
ciudad de Alatón parece un
ficciones.
«Las tradiciones verdaderamente españolas (dice Dozy) no contienen nada que se parezca a estas extravagancias. Dotados de un
buen sentido admirable y digno de toda alabanza, los árabes de España, a excepción de sus teólogos, no hubieran creído fácilmente en
autómatas, en castillos encantados, en genios condenados por sobrenatural poder, a gemir encerrados en cajas de metal. Por el contrario, las
tradiciones españolas son tan sencillas, tan plausibles, tan
poco adornadas de incidentes novelescos o maravillosos, que merecen,
si
no confianza absoluta, por
lo
menos examen
serio.»
El único libro, sin embargo, en que estas tradiciones aparecen
q\
Ajbar-Machmuá^
los apéndices a su traducción inglesa
de Al-Makkari, The
limpias de toda mezcla de superstición egipcia es
(i)
En uno de
history ofthe
Gayangos
mohammedan
London,
1840.
dynasties in Spain
Tomo
I.
Appendix D.
Translated by Pascual de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE
28
compilación anónima del siglo
xi,
VEGA
l)E
que en nuestros días ha sido pu-
La-
blicada y traducida íntegramente al castellano por D. Emilio
(como vulgarmente
fuente Alcántara. El, anónimo de París
denomina por
de París
hallarse en la Biblioteca Nacional
el
manuscrito conocido hasta ahora de esta obra) no menciona
encantada de Toledo, pero acepta
y
su hija.
Su narración
«Murió en esto
entre ellos
rado
Obba y
el
es
único
la
casa
tradición del conde D. Julián
de esta suerte:
rey de España, Gaitixa, dejando algunos hijos,
Sisberto,
que
el
tuvieron a bien elegir
el país,
la
se le
pueblo no quiso aceptar; y
y
mando
confiar el
un
a
alte-
infiel,
llamado Rodrigo, hombre resuelto y animoso que no era de estirpe
real, sino caudillo
y
caballero.
de España mandar sus
Toledo, a
a fin de
hijos,
que estuviesen a
varones y hembras,
las
al
palacio real de
órdenes del Alonarca, a quien sólo
educaban hasta que, llegados a
servían. Allí se
proveyéndoles para
de todo
ello
Rodrigo fué declarado Rey, prendóse de
Escribiéronle
al
exclamó: «Por
»
grandes señores
los
sazón fortaleza principal de España y capital del reino,
la
los casaba,
Acostumbraban
padre
lo ocurrido,
la religión del
y
la
infiel
de
ellos
Fey
Cuando
nubil, el
lo necesario.
la hija
el
edad
Julián,
y
la forzó.
guardó su rencor y
Mesías, que he de trastornar su reino
y
he de abrir una fosa bajo sus pies». Mandó en seguida su sumisión
a Muza, conferenció
con
él, le
entregó
las
ciudades puestas bajo su
mando, en virtud de un pacto que concertó con ventajosas y seguras condiciones para sí y sus compañeros, y habiéndole hecho una
descripción de España,
le
estimuló a que procurase su conquista
^Encontráronse Rodrigo y Tárik
en un lugar llamado
Lago, y pelearon encarnizadamente; mas
da, al
mando de
aunque
el
Sisberto
y Obba,
hijos
centro resistió algún tanto,
al
las alas
el
derecha e izquier-
de Gaitixa, dieron a
huir;
y
cabo Rodrigo fué también
derrotado, y los muslimes hicieron una gran matanza en los enemigos.
Rodrigo desapareció,
tecido,
pues
los
blanco, con su
manto
tejido
que se supiese
lo
que
le
había acon-
musulmanes encontraron solamente su caballo
silla
de oro, guarnecida de rubíes y esmeraldas, y un
de oro y bordado de perlas y rubíes. El caballo había
caído en un lodazal,
el
sin
y
el cristiano
que había caído con
él,
al
pie se había dejado un botín en el lodo. Sólo Dios sabe lo
sacar
que
le
SQ
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA.
pasó,
pues no se tuvo noticia de
encontró vivo
ni se le
él,
iji
muerto.'
En
todos los historiadores árabes de que hasta ahora han
casi
dado traducción, extracto o
noticia, los orientalistas, se habla
términos análogos de D. Julián y de su
hija.
Adhari, de Marruecos, historiador del siglo
Sirva de ejemplo
xiii,
en
Aben-
que ha sido puesto
en castellano por nuestro docto compañero de Universidad y de
Academia, D. Francisco Fernández y González (l):
«Y
la
sucedió que un
mano sobre
la hija
Rey de
de
Ilián
los
godos, llamado Ruderiq, extendió
que tenía en su
la noticia, la
Ilián,
Y
y
le
aves de
que no
» semejantes»;
con
lo
que aludía
Táriq a que pasase
el
mar, y hay discordancia en
ti
a su traición.
sobre los combates que dio Táriq a
nervio de la
los reyes
Y
corona en
cuando
el
domingo, a dos noches por andar de
salió el sol hasta
lunes sobre
modo
la
la
seguida invitó a
la tarde,
las
narraciones
la
el
trono real
ti-
donde estaba Táriq,
el
Guad-al-Lecca en
día de ellos,
que
fué,
a saber,
luna de Ramadán), desde
que se sumergió en
pelea hasta
jamás
cabeza y demás insignias
llegó al lugar
cora de Xidhona (siendo aquel
que
En
viste
reuniendo tropas escogidas,
él
encuentro, y combatieron sobre
salióle éste al
las
gente de su reino, guiándolas desde
la
le
gente de Al-Andalus; y se
la
dice que Ruderiq se adelantó contra
que
respondió Ilián con
«Ciertamente irán a
rado por dos mulos, y con
ella días
escribió Ruderiq a Ilián para
proporcionase halcones, aves y otras cosas,
la
hizo vio-
cuando hubo recibido
tales palabras:
que visten
la
guardó y ocultó en su pecho, esperando con
y meditando calamidades
el
y
un mensaje a su padre,
lencia en su persona; por lo cual envió ella
-dándole cuenta secretamente de todo; e
palacio,
la
noche,
prolongándose
y amaneció
seis días
el
de este
hasta el segundo domingo, en que se completaron ocho días;
y mató Dios
a Ludheriq
y
a quien
con
él
estaba,
y
fué abierta a los
muslimes Al-Andalus, y no se supo el paradero de Ludheriq, ni fué
hallado su cadáver; aunque se hallaron sus botines con labores de
(i)
Historias de Al-Andahis, por Aben Adhari, de Marruecos, iraducidas
directamente al castellano por
nada, 1862.
Tomo
I,
el Dr. D. Francisco Fernández y González, Graúnico publicado. El texto árabe de esta Crónica había
sido impreso en Leyden, por Dozy, 1848-1851.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
'Q
y unos dicen que se ahogó, y otros que fué muerto: mas sóloDios sabe lo cierto de él.»
No olvida Aben-Adhari la conseja de la cueva encantada de
plata,
Toledo:
que se
«Y
abrió (Ruderiq)
nombre
escribía el
particular para
oro
plata,
y
novedad que no
ai
Y
trono
arca, en
el
se había colocado
cuentan que ediücó en
y como
placía a las gentes;
y asimismo
casa la corona de los
la
guardaba
otra casa semejante a aquella, resplandeciente
sí
ra abrir la antigua
en
se
Rey que moría y
corona de cuantos subieron
la
donde
casa
la
del
el
arca
Reyes y
cuando
,
de
pretendie-
encontró
las abrió
figuras de árabes, blandiendo
y con turbantes en la cabeza, y en el fondo del arca es«Cuando se abriere esta arca y se sacaren las figuras, entra-
sus arcos
crito:
»
Al-Andalus con pueblo un
rá
cuando
turbantes en la cabeza
fué Táriq a Tolaitola, halló en ella la
;>
Y
mesa de Suleimán con
de árabes y bereberes a caballo.»
figuras
Parece
inútil
acumular nuevos testimonios, que serían sustan-
cialmente idénticos. Baste por todos
siglo XVII,
to del rollo
rompió
famoso compilador del
el
Al-Makkari, que amplifica más que
de pergamino hallado por Rodrigo en
los cerrojos
Aben-Adhari en
de
la
el
arca cuando
y conviene con
casa encantada de Toledo,
lo relativo a la
cuen-
los restantes el
deshonra de D. Julián y a
la
pará-
bola de los halcones.
No
es fácil, ciertamente, ni a nuestro propósito importa, apurar
el valor histórico
de todas estas especies, que no es mayor
por hallarse en tantos libros diversos,
dada
la
árabes tenían de copiarse ciegamente unos a otros.
está
ya en
la
Todo
lo esencial
Crónica de Aben-Abdelháquem, cuya remota fecha es
conocida e indisputable. La violación de
aun suponiéndola
cierta, sería
la
hija
de Julián, que,
pequeña explicación para tan gran
suceso histórico, habiéndolas tan a
los
la
mano como
árabes en favor de los hijos de Witiza
y
el
la
intervención de
apoyo de todos
descontentos españoles, está tenida hoy por una fábula en
de
los
mejores
críticos,
fundándose, no sólo en
nicas cristianas hasta el siglo xii, sino
similitudes
menor
ni
costumbre que los
que
la
en
los
el silencio
el
más
la
opinión
de
las cró-
anacronismos e inveri-
misma narración envuelve. Por
riador arábigo hay, y por cierto
los
crítico
otra parte, histo-
y famoso de todos
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
ellos,
el
Aben-Jaldún
que con extraña concisión atribuye
(siglo xiv),
Don
desafuero, no a
Rodrigo, sino a su antecesor Witiza: «Des-
pués de Egica vino a reinar Witiza, catorce años, y
le
pasó con
la hija
de Julián, gobernador de Ceuta»
tencia histórica de Julián
y de
la
anónimo de Toledo, o como quiera
nombre de Urbano:
nohilis viri
(l).
pasó lo que
De
exis-
la
no
afirman todos los cronistas
lo
árabes, sino también el Pacense (o sea el
mate
le
parte que tuvo en la invasión
hay que dudar, puesto que no sólo
el
31
anónimo de Córdoba, o
llamársele),
Urbani
dando a
africajia? regionis
Julián el
sub dog-
Pero sobre su nacionalidad y raza se
catholicce jidei exorti.
disputa mucho, puesto que mientras unos siguen teniéndole por visigodo, otros,
como Dozy,
compañero Saavedra,
en
el siglo
be: «Este
se incline a tenerle por persa o armenio.
xiv había dudas sobre este particular, puesto que
Ayala, en
ciller
suponen exarca bizantino y subdito del
y no falta quien, como nuestro docto
le
Imperio, por consiguiente;
Crónica de D. Pedro (año
la
conde D.
no era de
Illán
linaje
el
Ya
can-
cap. XVIII), escri-
II,
godo, sino de linaje de los
Césares, que quiere decir de los romanos».
Más importancia
quizá que ninguna de las crónicas árabes cita-
das hasta ahora tendría,
la
de Ahmed-Ar-Razi,
si la
el
poseyésemos íntegra y en su
más antiguo
manes españoles. Pero de su texto árabe
en otros historiadores más modernos, y
siglo XIV,
hecha por
el
maestre
original,
historiador entre los musulsólo se hallan referencias
la
traducción castellana del
Mahomad y
el
clérigo Gil Pérez,
y
vulgarmente llamada Crónica del moro Rasis^ cuya autenticidad en
todo
lo sustancial
ha sido puesta fuera de
litigio
por Gayangos
(2)
Saavedra, tiene en todos los códices hasta ahora conocidos una
guna, precisamente en
el sitio
en que debía contener
la
y
la-
aventura de
(i)
Esta versión debía de correr entre los árabes antes de Aben-Jaldún,
puesto que San Pedro Pascual, obispo de Jaén, que escribía antes de 1300,
cautivo en Granada, su Libro cotitra la seta de Mahomath, atribuye al rey
Witiza la ofensa hecha a la hija del conde Doyllaire o Don Illane. Y no puede
dudarse que sus noticias sobre la conquista son de procedencia arábiga, puesto
que narra la estratagema de los infieles, fingiéndose antropófagos para aterrar
que se halla en Abdelháquem y otros.
Memoria sobre la autenticidad de la crónica denominada del moro Rael tomo VIII de las Memorias de la Real Academia de la Historia, 850),
a los cristianos, especie
(2)
sis (en
1
ESTUDIOS SOIIRE EL TEATRO DE LOPK DK VEGA
32
la hija
Kn cambio
de D. Julián.
de
la batalla,
en
la
este texto, al llegar a la descripción
ofrece nuevos pormenores, que luego se incorporaron
corriente poética: las lamentaciones de
Don Rodrigo
derrotado
y ciertas dudas acerca de su paradero después del vencimiento.
«Et nunca tanto pudieron catar que catasen parte del rey D. Rodrigo
e diz
que fué señor después de
dicen que moriera en
mar,
el
et
y castillos, et otros
otros dijeron que moriera fuiendo
y que lo comieran bestias
después a cabo de gran tiempo
a las montañas,
bemos,
et
Viseo en que están escritas
letras
don Rodrigo, rey de Godos, que
ne»
villas
fieras,
y
fallaron
que decían
se perdió
ansí:
en
m.ls desto
una sepoltura en
aquí yace el rey
ia batalla
de Saguy-
(l).
La descripción
batalla, está
del carro en que
Don Rodrigo
se presentó
también pomposamente amplificada por
el
«Et ¿qué vos contaremos del Rey de cómo venía para
de
no sa-
las vestiduras
que
trahía,
y qué eran
las
moro
en
la
Rasis:
batalla,
y
noblezas que trahía,
y
la
Otros códices dicen de la Sigonera.
ingenioso estudio sobre La Penitencia del rey D. Rodrigo (Revista
critica de Historia y Literatura españolas, enero de 1S97), opina D. Ramón
(i)
En un
Menéndez
Pidal
que de
la
negligencia o discordancia de los copistas de la
la fábula de la penitencia de Don Rodrigo, monstruosamente amplificada luego por Pedro del Corral. En algunos manuscritos
que guando
del Rasis, al transcribir este pasaje: í?yías qiie7ita Amar, fijo de
en el alcance y va en pos de los cristianos, que quando se tornaba, que viera yacer
Crónica del moro Rasis nació
asmava que era suya por la nobleza que en ella vio, ca
fué rico e abondado toda su vyda, e fue
señor de villas e castillos*, en vez de calzadura se escribió huesa, dando lugar
al equívoco de que la palabra se tomase por sinónimo de sepulcro. Lo de
abondado eji villas y castillos, que en la Crónica del moro se dice de Amar,
fué entendido por algunos del propio Don Rodrigo, dando esto margen a la
opinión que le supone reinando en alguna parte después de su derrota. Y,
finalmente (y es la equivocación más curiosa), en algunos manuscritos de la
una calzadura que
por
lo
que
él
bien
ovo de aquella calzadura
Crónica, en vez de <fué fallado
7in
sepulcro en Viseo*, se escribió: ifué fallado
un sepulcro en que visco* vivió), lo cual bastó para engendrar en la novelesca
fantasía de Pedro del Corral el cuento absurdo del enterramiento de Don Rodrigo en vida. Creemos muy atinada y plausible esta interpretación (*).
1
Interpretación insostenible después de los excelentes trabajos de D. Juan Menéndez Pidal
{*)
(Leyendas del ultimo rey godo, Madrid, rgoó, páginas 146 y siguientes el cual demuestra
que «hasta 1434. no hay copia ninguna de la Crónica del moro Rasis, donde se pueda leer, ni
por equivocación del amanuense, ni escrito de propósito, que el rey Rodrigo vivió en un sepul,
cro.. (A. B.).
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
ínon creo que ha
una
arfolla
heme que
él iba
vestido de
que en esse tiempo decían púrpura que estonces traían
Reyes por costumbre,
'los
pudiese contar, ca
las
33
según asinamiento de los que
et
la vieron,
marcos de oro, y las piedras y los adobos en esto
pudiese decir que tales eran, ca él venía en un
lo
que
non ha home
que bien
valía mil
carro de oro que tiraban dos muías; éstas eran
mejores que nunca
las
cho, que
non havía en
ome
más fermosas y
las
vio, et el carro era tan
él fuste ni fierro,
mas non era
noblemente
fe-
otra cosa sinon
oro y plata y piedras preciosas, et era tan sotilmente labrado, que
maravilla era, y encima del carro había un paño de oro tendido, y
este
et
paño non ha home en
mundo que
dentro so este paño estaba una
que
otra tal
el
el
menor home que había en
podía
home
silla
semejase; et aquella
le
decir que desde
la
silla
hueste
le
pudiese poner precio,
ome
tan rica que nunca
la
podía bien ver; et ¿que vos
que Hispan,
vino a España, fasta en aquel tiempo que
el
el
primero poblador que
rey D, Rodrigo vino a
home
aquella batalla, nunca fallamos de rey ninguno nin de otro
que
con tanta gente como éste
saliese tan bien guisado nin
contra Tarife?>
Todas
nombran
otro continúa
la
de
la
xii.
permanecieron ignoradas de nuestros
El Albeldense y Alfonso
a D. Julián, cuanto
menos
Don Rodrigo
(2), si
III el
a su hija,
misma incertidumbre que en
acerca del paradero de
la especie
salió
(l).
estas tradiciones
cronistas hasta el siglo
siquiera
vio
era tan noble y tan alta, que
bien
Magno
ni
y en uno y
los relatos arábigos
el
segundo consigna
sepultura hallada en Viseo con la inscripción: Hic
requiescit Rodericus, rex Gotho7'um, lo cual parece indicio
de una
tradición local bastante antigua (3).
Donde por primera
los libros,
(i)
la
leyenda arábiga, tomada, no de
Saavedra, Estudio,
etc.,
oral, es
en
el
monje
páginas 145-154.
De Rege quoque eodem Roderico
nulli causa interitus ejus cognita tnansque in prcesentem diem.
De Ruderico rege nulli cognita manet causa interitus rjus; rudis nam(3)
(2)
tiel
vez apunta
según creemos, sino de alguna versión
que nostris tcmporibus, ctim Viseo civitas et suburbana ejus a nobis populata
essent, ift quadam Basilica ?nonumentum est inventum ubi desuper epitaphium
sculptum
sic dicit:
Hic
requiescit, etc.
MsNÉNDEZ T Pklato.—£ítod/05 sobre
el
(España Sagrada,
XIII, 478).
Teatro de Lope de Vega.
3
ESTUDIOS SOllUE LL TEA.TRJ DE LOPE DE VEGA
34
de
Silos,
que escribía en tiempo de Alfonso VI: «Propterea furur
violata' fil'ur
ad hoc facinus peragendum JuUannm
incitabat qiiam
Rodericus Rex^ non pro uxore^ sedeo quo sibi pidchra pro concubina'
videbatur eidem callide surripneraH
Al Silense copió
(i).
casi literalmente
D. Lucas de Túy, que tam-
poco creo que consultase fuentes árabes:
«
Quod Rodericus Rex fi-
liam ipsius non per ztxorem^ sed quod sibi pulchra videbatur utebatur
pro concubina-»
(2).
El que tuvo directo acceso a aquellas fuentes, y
una puntualidad que hoy es
bispo D. Rodrigo
comprobar, fué
fácil
Ximénez de Rada, nuestro gran
tiempos medios. Su narración de
la
insigne arzo-
historiador de los
pérdida de España
Rebus Hispanice^ cap. XVIII y siguientes) es
cida al castellano, pasó a
la
con
las siguió
el
(lib. III
De
misma que, tradu-
Crónica general en todas sus distintas
la
redacciones. Copiaremos sólo los pormenores poéticos, ateniéndonos
al
peor texto de todos, es decir,
al
de Ocampo, por ser
único que
el
conoció Lope:
«E torna aquí agora
de Toledo havíe un
havíe ya de
muchos
drigo
abrir,
fizol
mas quando
el
la estoria a
contar, e dize
que en
la
cibdad
que estava siempre cerrado tiempo
palacio:
reyes: e teníe
muchas cerraduras.
E
el
rey Ro-
porque cuydaba que yazíe y algún haver en él;
palacio fué abierto, non fallaron en él ninguna cosa
sinon una arca otrosí cerrada, e
el
rey mandóla abrir, e non falla-
sinon un paño pintado que estavan en
ron en
ella
¡atinas
que dezíen
assí:
Guando
él escriptas letras
aquestas cerraduras serán que-
bradas, e el palacio e el arca serán abiertos, e los que
y yazen
fueren a ver, gentes de
tal
manera como en
entrarán en España: e
la
conquerirán: e serán ende señores.
rey quando aquello
e fizo cerrar
el
lo
paño están pintados,
E
el
mucho porque el palazio fiziera abrir,,
como estava de primero, e en
homes de caras e de parescer, de ma-
vio, pésol
el arca,
e el palacio, assí
aquel paño estavan pintados
nera e de vestidos, assí
como agora andan
los
Alarbes, e teníen las
cabezas cubiertas con tocas, e estavan cavalleros en cavallos, e los
vestidos eran de
muchas
(i)
Tomo XVII
(2)
En
el
de
la
tomo IV de
colores, e teníen en las
España Sagrada (segunda
la
Hispatiia Ihttstrata^
manos espadas, e
edición), pág. 270.
fol. 7o¿
.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
pendones alzados.
señas, e
E
HISTORIA PATRIA
LA.
homes
los ricos
35
e el rey fueron espan-
tados por aquellas pinturas que assí havíen visto.
Costumbre era en aquel tiempo de
»
en
los altos ornes
zellas
de
el
cámara del rey una
la
E
fermosa además.
E
palacio del rey.
fija
del
conde don
el
de
criarse las donzellas fijas
havíe estonces entre las don-
conde don
que era
Illán,
muy
ome muy gran fidalgo,
ome muy pres-
Illán era
e venía de gran linage de parte de los Godos, e era
ciado en
el
home
palacio del rey, e
Conde de
era
Esparteros
los
bien provado en armas: e demás
pariente e privado del rey
(l), et era
Vetisa: et era rico e bien heredado en el castiello de
en
la tierra
don
Illán,
de
E avino assí
de que decimos, a
rey Rodrigo:
por
marismas.
las
fuerza, e
et él
estando
yogó con
ella:
más non
tierra
allá
en
el
e gela forzó:
más pero por qualquier que
el
tornó del
luego aquella deshonra de
o de
la
ello nada,
demostrando a
después que hovo dicho todo
las
el
la
mujer,
Galia Gótica. Et
la
mandado luego
la fija
fija
que hable
que fué
a
donde
mujer, ca
mezquina
lo
que non daba
Mas
gentes semejanza de alegría.
mandado
el
sopo
fuera: e
ella
descobrió: e fizo infinta que non paraba mientes, e
por
rey a su
fué destas cosas, desto se
destroymiento en España e de
Illán
el
e ante desto fuera ya tratado
casara: e algunos dizen
ella,
conde don
et
de África con mandadería del
mandado, tomó
de casar con
levantó
Consuegra
que hovo de yr este conde
rey en que fuera, tomó
al
a su mujer, e fuesse sin despedirse, e desí en medio del invierno
pasó
la
mar, e fuesse para Cepta: e dexó y
fabró con los
rey, e pidióle la
havíe sabor de
dógela dar: et
madre.
En
la
mujer, e
el
haber, e
moros: e desí tornóse para España: e fuese para
fija,
la ver:
el
ca
le
dixo que
la
madre
era enferma, e
e que con ella havríe prazer, et el rey
Conde tomó estonces
aquel tiempo teníe
el
ei
que
man-
la fija e llevóla e dióla a la
conde don
Illán
por tierra a
Isia
verde, a la que agora dizen en arábigo Algezira Talhadra (2), e de
allí
fazien a los
Bárbaros de África gran daño e gran mal: de guisa
que havíen del gran miedo
>E Tarif
e el
Conde
Illán arribaron
en España, e comenzaron a
(i)
Comes Spatharionim, esto es, de los esputar ios, o guardias
de espadas, es lo que dice el arzobispo D. Rodrigo.
(2)
Gelzirat alhadra en el texto del Arzobispo
armado--.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
^5
destroyr
la
provincia de Bética: e
ayuntó todos
contra
de
ellos,
los
godos que con
e fallólos en
el
cibdad de Asidona,
la
la
rey Rodrigo quando
el
muy
eran, e fuese
él
lo
que dizen Guadalete, que
río
E
que agora dizen Xerez
drigo andava estonces con su corona de oro en
la
sopo,
atrevidamente
es cerca
rey Ro-
el
cabeza, e vestido
de paños de peso en un lecho de marfil que llevavan dos mulos, ca
así era
entonces costumbre de andar los reyes de^os Godos, e
comenzaron
lidiar
facienda, e duró
la
de un Domingo
ocho días que nunca
más
>]Más los christianos lidiando e seyendo ya los
nobleza real
dellos
non sabe home qué fuese fecho
Rodrigo en este tiempo desde comedio: pero
la
ficieron sinon
fasta otro
tos, e los otros fuydos,
duras e
(l),
e los zapatos
la
E
corona e
de Portogal fué
crito:
«Aquí yaze
el
de
que después a tiempo en
se fizo, sinon
en
fallado
rey Rodrigo,
el
conde don
el
en
el siglo xiii,
conforme con
lo
prueba
en que
consejero de Aneéis,
de
él.
el
el
poema de Aneéis de
conde D. Julián
y Muza en
El
Marsilio,
Poema de Fernán
No
si
degenerada,
liviano
antecedió a
fué la forma épica
y
la
la
la
epopeya
la
en
está convertido
Isoré,
no creemos que fueran
menos no queda
González, que alude a ellas va-
General o
si
y puede
clerezia.
es posterior a ella.
que tomaron estos
forma novelesca, cuando por
presuncioso
lo
Cartago^ compuesto
gamente, es ya un tardío producto del niester de
disputarse
que
Ajbar-Machmud.
el
recogidas en ningún cantar de gesta castellano: a lo
vestigio
>
Julián, tra-
del caballo,
Estas tradiciones, que llegaron a penetrar hasta en
como
es-
de latino (Orelia o Aurelia) que de árabe, todo
está bastante
francesa,
un treme-
no supieron
postrimero rey de los Godos
nombre
tiene traza
allí
cibdad de Viaeo
la
ducida asimismo del Toledano. Salvo el
demás
las vesti-
un monumento en que estava
Sigue una vehemente declamación contra
más
don
de oro e de piedras preciosas
dal cerca del río Guadalete, sin el cuerpo
más que
muer-
del rey
e el su caballo, al qual dezien Orella, fueron fallados en
tierra
assí
relatos, sino otra
los
hombre llamado Pedro
años de
1
más
443 «un
del Corral hizo
una
que llamó Crónica Sarracina^ que más propiamente se puede llamar
trufa o mentira
(i)
Insignia es
paladina», según expresión de Fernán Pérez de
la
expresión que usa D. Rodrigo.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Guzmán, en
prólogo de
el
las
Generaciones
efecto, la llamada Crónica del rey
España
(l),
la
caballerías,
vez que
la
siguiendo
costumbre de
la
destruyción de
la
y no de
los
más antigua novela
de argumento nacional que posee nuestra
rral,
semblanzas. Es, en
D. Rodrigo^ con
un verdadero libro de
agradables e ingeniosos, a
y
37
menos
histórica
Pedro del Co-
literatura.
de libros de este
los autores
jaez,
atribuyó su relación a los fabulosos historiadores Eleastras, Alanzan
y
Carestes; pero
no hay duda que tuvo a
la vista la
Crónica general
y
y sobre todo la del moro Rasis, a quien sigue a veces literalmente.
Todo lo demás de este enorme libro es de pura invención del autor,
que le compaginó con los lugares comunes del género caballeresco,llenándole de torneos, justas, desafíos
y combates
singulares, festi-
nes suntuosos, pompas y cabalgatas; convirtiendo a
un paladín andante que ampara
a la duquesa de
conde de Barcelona con
otra leyenda lo hace el
Don Rodrigo en
Lorena (como en
la
Emperatriz de
Alemania), celebra Cortes en Toledo, se casa con Eliaca, hija del
Rey de
y ve concurrida su corte por los más bizarros aveny Polonia.
Abundan en la novela los nombres menos visigóticos que pueden imaginarse: Sacarus, Acrasus, Arditus, Arcanus, Tibres, LemÁfrica,
tureros de Inglaterra, Fraíicia
brot, Agresses, Reliarte,
tomados algunos de
Lucena, Medea, Tarsides, Polus, Abistalus>
ellos
de
la
Crónica Troyana, que fué evidente
prototipo de este libro español en
la
parte novelesca. Las fábulas ya
conocidas logran exuberante desarrollo en
Corral.
Sabe de
predecesores,
y
la fantasía
de Pedro del
mucho más que sus
menudamente como si la hubiera
la
casa encantada de Toledo
la
describe tan
visto, convirtiéndola
en una especie de alcázar mudejar. Sabe que
fundó Hércules
Fuerte cuando vino en España^ y que dejó en
la
ella
el
«muchos encantamientos, porque después de
conoscido
el
su saber e poder».
La
casa, de
su
muerte fuese
gran maestría, estaba
hecha en esta guisa: «Cuatro leones de metal debaxo del cimiento
desta: e son tan grandes,
cavallo de una parte,
y
que estando un hombre de suso de un gran
otro de otra, no se podían ver; tan grandes
(i)
La edición que tengo es de Sevilla, 1527. Anteriores a ésta hay las
de 1511 y 1522, también sevillanas; y posteriores, la de Valladolid, 1527; To-
ledo, 1549; Alcalá de Henares, 1587, y Sevilla, del
mismo
año.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
38
son los leones; e sobre ellos está
alta,
que no ha hombre en
la
es toda
y
casa,
mundo que una
el
redonda e tan
pierna pueda echar
de suso: e ya esto han provado muchos, mas nunca pudieron
Cierto es que en toda
hombre, e todas
la
que demuestran
ztentes
mármoles tan claros e
jaspes, e
ser cristal.
Son de
tantas colores,
cuydamos que dos piedras ende ay de un^
otros no
tilmente son juntas unas con otras, que
dallas,
mayor que una mano de
casa no ay piedra
más son de
las
no creeríades sino que
si
no
los
lu-
que nos-
color: e assí so-
muchos colores
casa es toda una piedra entera, e
la
manera unas sobre
otras,
que veyén-
dolas podedes saber todas las cosas de batallas pasadas
y de gran-
son puestas
las
piedras por
tal
des hechos, y esto no es de pintura, mas
las
colores de las pinturas
e la gran arte de juntar las unas piedras con otras lo muestran pa-
recer anssí».
Estupendas son
pió los
con sus
*E
que
las cosas
candados y cató
lo
allí
vio
que había en
Don Rodrigo cuando romla casa,
entrando por
ella
altos homb?-es:
un palacio hecho en cuadra tanto de
fallaron
como de
la otra,
en
el
la
una parte
muy guarnido, y en aquel
hombre muy grande además e todo
qual havía un lecho
lecho echada una estatua de
un brazo tendido y en la mano un escripto. E
que con él eran vieron este lecho, y en él este
hombre echado, fueron mucho espantados de lo que quería ser: e
armado, y tenía
quando
el
Rey
el
e los
dixieron ciertamente aquel lecho era de las maravillas de Hércoles
y de sus encantamientos: e como vieron el escripto que tenía en la
mano mostráronlo al Rey, y el Rey fué a él et tomogelo, et abriólo
y leolo, y dezía assí: «Tú tan osado que este escripto leerás, para
> mientes quien eres: et quánto de mal por ti verná, que assí como
»
por mí fué España poblada
»
»
despoblada y perdida: et quiero te dezir que yo fui Hércoles el
fuerte aquél que toda la mayor parte del mundo conquisté, et a
»
toda España, et maté a Gerión
» et
*
yo
et
conquistada, assí será siempre de
grande, que era señor della:
solo sojuzgué a todas estas tierras
muchas gentes
et fuertes cavalleros; et
» quistase fueras la muerte: cata lo
»
el
no llevarás sino
los bienes
que
ti
de España:
nunca
fallé
et conquisté
quien
me
con-
que harás, que deste mundo
al
leydo este escripto,
el
ficieres»: et
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
mucho de
PRey se turbó
E
zado este fecho
mucho de
que
lo
vio, et
ya no quisiera aver comen-
el
que en
e las colores
cio era tan blanco
más negra que
ralda,
él
muy
Y en
de fuera
ni
todo
todo
E
la nieve.
el
el
otra parte era
la
palacio era
muy
De
lo
•éste
no
palacio
muy
como
» les hizo esta casa,
luego que
el
él
una puerta
anda va
la
era de
Rey ovo leydo
dezía, abrió la puerta,
lo
muy
de
y desque
la
sotilmente hecha e asaz
ellas:
y
tres mil e seys años».
entendió lo que en
las
tal
»
no puede
E quando
el
hebreas
y
des-
una caxa hecha
y ésta era muy sotil y hecha de
de muchas piedras preciosas y de
griegas entretalladas que dezían:
muerte
ellas
plata,
manera que era una gran
abierta esta arqueta,
letras
maravillas de Hércoles>;
gran precio, y estava cerrada con un candado de
» su
«Guando Hérco-
ovo abierta hallaron
extraña obra dorada e toda llena
fecho en
después que
un poste: y
como un hombre
estas letras ovieron leydo, vieron en aquel poste
en que estava una arqueta de
»
Y
fuera.
Adán en
las letras
que dezían: «Esta casa es una de
que
luziente quel
era hecho, no fallaron en él sino
pequeña, scripta de letras griegas: y dezía en
E
san-
que se podía ver
tal
gruesso e todo redondo: e tan alto
comunal: y estaba en
la
suso avía finiestras atantas que
que dentro estava tan claro como
el
esme-
la fina
más
claro e
<iavan gran claridad, por manera que todo era
vieron
como
más bermeja que
madero ninguno de dentro
palacio no avía
obra de fuste
del pala-
que era en derecho era
otra
la
e la otra parte era verde
la pez:
clara: e
La una parte
estavan eran quatro.
como
y en derecho della
cristal
ni
que
a todos los cavalleros que ende eran les pesó
escripto dezía, y esto visto fueron ver otro paque era tan maravilloso que hombre no vos lo podría contar:
lacio
gre
lo
39
«El
ser
aljófar,
y
éste era
y estavan en ella
Rey en cuyo tiempo
cosa,
letras
fuere
que no vea maravillas antes de
Rey entendió
esto, dixo:
«Dentro en
que yo ando y lo que Hércoles mucho
» defendió». El Rey y tomó el candado y quebrólo con sus manos,
ca otro ninguno non lo osó quebrar: e assí como fué el candado
>
esta arqueta yaze esso por
quebrado y
el
arqueta abierta, no hallaron dentro sino una tela
^blanca e plegada entre dos tablas de arambre: e assí
como
las
tomó
desplególas luego, e hallaron en ellas alárabes en figuras con sus tocas,
y en
sus
manos pendones,
e
con sus espadas a
los cuellos, e sus
.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
40
ballestas tras
sí
en
de
los arzones
este
hombres que andarán
y
ciaren estas figuras,
>
rán a España e ser.ln della señores
»
Y
desta guisa salieron fuera de
que no dixessen ninguna cosa de
cerrar las puertas de
y encima de las figuraspaño fuere estendido e pares-
las sillas,
«Cuando
avían letras que decían:
la
lo
armados conquiri-
ansí
»
casa,
la
que
allí
y
defendió a todos
él
avían hallado: et
manera que primero estavan:
mandó
non eran
et
bien acabadas de cerrar, quando vieron un águila caer de suso del
ayre que parescía que descendía del
ardiendo
y
alas,
de arder, y
de
de suso de
et púsolo
con
el tizón
el
resina, así vivas llamas
tanto
quemó que en toda
E
fecha ceniza.
casa e
la
ayre quel águila
casa se encendió de
la
cielo, e traya
y tan
tal
altas
comenzó de
ceniza: e tantas eran
la
el
este fué el
nombre de
en
la
la
y
esparzióse
los untassen
gentes
con san-
destruyción de España».
primer autor en
el
Cava (de origen arábigo: Caba^ mala
le
hallamos en
la
Crónica de D. Pe-
que conviene también con Pedro del Co-
drOy del canciller Ayala,
rral
la
si
que davan tan
ceniza
muy muchas
Don Rodrigo
de
¡a
mujer o ramera), puesto que ya
decían
como
primero signo de
es el fabuloso cronista
el
la
su señorío era, et
sobre quien cayó, los tornava tales
No
fuera hecha
a poca de hora llegaron unas avecillas negras, e an-
por España toda quanta
quien se lee
si
las
comenzó
que esto era gran maravilla, e
grande viento de su vuelo, que se levantó toda
Y
alas
manera como
con
alear
con sus
fazía
no quedó señal de piedra, y toda fué
ella
duvieron por de suso de
gre
un tizón de fuego
parentela que asigna a la desflorada doncella, «a la qual
Caba, e era
que era hermana
fija
del
Conde
del Arzobispo
Doña
e de su mujer
Don Opas [Orpas en
Faldrina.
Corral) e
fija
del rey Vitiza» (l). Tal identidad en autores de tan diversos estu-
y
dios
carácter
como
el
gran canciller y
el liviano
historiador de la
destruyción de España^ sólo puede explicarse por Ja presencia de
texto común, que probablemente fué
que
falta
Pero
de
la
en
si
los
el
del
moro
un
Rasis en la parte-
ejemplares que hoy conocemos.
es cierto
Cava, no lo es
que Pedro del Corral no inventó
menos que
él fué
el
quien amplificó
mal nombreel
cuento
de-
sús amores con todo género de atavíos novelescos: coloquios, razo—
(i)
Año
II,
cap. XVIII. Sigo el texto de Llaguno.
1
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
4
namientos, mensajes, cartas y papeles, que fueron después brava
mina para los autores de romances y aun para los historiadores graves.
No
omitir
primera escena del enamoramiento: «E un día
la
el
a los palacios del mirador que avía fecho, e anduvo por
sobre
en
huertas e vio a la Cava,
las
las
conde D.
del
fija
huertas bailando con algunas donzellas:
más fermosa donzella de su
fechos,
y
ojos en
rey
el
ella,
le avía
como
e
pensando que no
la
lo
que en plazer
la
les
no sabían
la
Cava era
como
assí
la
vio,
sus
echó
los
e otras donzellas jugaban, alzó las faldas
E como
veya ninguno
guardosa e cercada de grandes
podían ver sino de
que estava
más amorosa en todos
casa, e la
buena voluntad,
ella
ellas
como
rey se fué
la sala solo
Julián,
y
parte del rey, ca bien se cuydavan que dormía, e
la
podemos
es posible extractar tan larga narración, pero no
tapias, e allí
cámara del rey, no
venía assí
como
si
do
huerta era
la
ellas
muy
andavan no
se guardavan,
mas
las
fazían
fuessen en sus cámaras.
E
creció porfía entrellas desque una vez gran pieza ovieron jugado, de
quién tenía más gentil cuerpo, e oviéronse a desnudar e quedar en
pellotes apretados
pechos y
lo
que tenían de
más de
las tetillas:
e
fina escarlata, e parecíansele los
como
el
rey
la
miraba, cada vegada
le parescía
mejor e decía que no avía en todo
ninguna
dueña que ygualar se pudiese a
ni
gracia: el
enemigo no esperaba otra cosa sino
era encendido en su amor: andávale todavía
el
la
mundo
esto, e vio
al
donzella
su fermosura ni su
que
el
rey
oreja que una vegada
cumpliesse su voluntad con ella».
Viene a continuación una escena de galantería
pasó íntegra a
levantó
los
romances: «E
así
assentóse a una ventana.
y
comenzó de meter
E
las rodillas
en
la
la
Cava
Cava fué luego a
el
extraña, que
ovieron comido,
suelo,
y
el
rey se
Y antes que se levantase de tavla,,
a la rey na e a las doncellas su juego.
vio que jugaban, llamó a
sus manos.
como
muy
e dixole
la
E como
las
que sacasse aradores de las
ventana do
el
rey estava e hincó
y él como estava ya
manos blandas y blancas,
catávale las manos;
enamorado y en ardor, como le fallaba las
y tales que él nunca viera a mujer, encendíase cada hora más en su
amor».
La Cava no opone gran
lada y escarnecida se aflige
resistencia al Rey, pero después de vio-
y avergüenza mucho, y comienza
a per-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
42
<!er su
hermosura, con gran pasmo de todos, especialmente de su
doncella Alquifa, a quien finalmente confía su secreto, y por consejo de la cual escribe a su padre una carta (jue luego ha sido para-
fraseada
y
amplificada de mil modos. El
urde su traición de concierto con
el
Conde
jura vengarse,
y
obispo D. Opas, hermano de su
mujer doña Francina, y señor de Consuegra. La parte que pudié-
ramos llamar
moro
Rasis,
si
historial
y
Rey después de
las
la
conquista prosigue bastante ceñida
bien con grandes amplificaciones. La parte
ginal de la Crónica de
del
de
D. Rodrigo es
de
la batalla,
armas todas abolladas de
la
los
do>: sus lamentaciones confusas
vivacidad que luego cobraron en
lo
que
más
al
ori-
se refiere a la suerte
cual sale «bien tinto de sangre
grandes golpes que había recebi-
y pedantescas, que no
el
tienen
la
romance; su romántico encuen-
con un ermitaño, y la áspera penitencia que hizo de sus pecados, conforme a la regla que aquel santo varón le dejó escrita al
tro
morir tres días después de recibirle en su ermita; y
las repetidas tentaciones del diablo,
recía,
tomando en una de
D. Julián
Es
([),
y en otra
el
que en varias
estas apariciones el
de
la
Cava;
cómo
resistió a
figuras se le apa-
semblante del conde
y cómo,
finalmente, rescata
germen más remoto de la tradición, que luego veremos desEl puñal del Godo. El falso conde D. Julián saca su
propia espada y se la entrega al Rey para que por su mano tome venganza
de su traición. «E el falso Conde, como llegó a él, fizo su reverencia, y el Rey
como lo vido fué muy espantado, ca lo conoció bien: empero estuvo quedo.
Y el falso Conde se llegó a él: e provóle de le besar la mano, y el Rey no se
la quiso dar, ni se levantó de su oratorio, y el falso Conde, las rodillas fincadas en el suelo ante el Rey, díxole: «Señor, como yo sea aquel que te haya
» errado de aquella manera que hombre traydor a su señor erró
e
> como nuestro Señor Dios es poderoso ovo piedad de la mi ánima e no
» quiso que yo me perdiesse, ni que España fuesse destruyda: ni tú, Señor,
» ab.ixado de la tu grand honra y estado ni del tu gran señorío que en Es(i)
el
arrollarse hasta llegar a
háme mostrado por
como estavas aquí en esta herde tus pecados. Porque te digo que fagas
> justicia de mí, e tomes de mí venganza a tu voluntad como de aquel que te
» lo merece, cá ya te conozco que eres mi Señor
> E sacó entonces el
conde don Julián su espada e davala al K&y, e díxole: «Señor, toma esta mi
» espada, e con tu mano misma faz de mí justicia, e toma de mí la tu ven» ganza qual quisieres: ca yo la sufriré con mucha paciencia, pues que te
» erré.» Y el Rey fué muy turbado de la su vista, e assimismo de las sus palabras
Y el falso conde don Julián le dixo: «Señor, ¿no tornas sobre la sancta
»
paña
tienes,
revelación
» mita faziendo tan gran penitencia
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
todas SUS culpas con
un
lucillo
que
le
el
LA.
HISTORIA PATRIA
43
horrible martirio de ser enterrado vivo
en
o sepultura en compañía de ima culebra de dos cabezas,
va comiendo por
cer día sucumbe,
las
mismas, anunciando
Divídese
la
el
corazón y por
la natura.
Cuando
al
ter-
campanas del lugar inmediato suenan por
la
sí
salvación de su alma (l).
llamada Crónica de D. Rodrigo en dos partes, pero,
de Jesu-Christo, que del todo se va a perder? levántate, y defiéndela: que
gran poder te traygo, y servirás a Dios e cobrarás la honra que tenías
! perdida: levántate e anda acá, e ha duelo de la mezquina de España que se
> va a perder, e adolécete de tantas gentes como peresen por mengua de no
» tener señor que las defienda. > Y el conde don Julián le dezía todas estas
palabras por lo engañar: el diablo que avía tomado la su forma era, que no el
Conde. Mas el Rey no se pudo detener que le non dixesse: «Conde, id vos 5'
defended la tierra con essa gente que tenedes, assi como la fuistes a perder
» por la vuestra tan grandíssima trayción que a Dios et a mí fezistes. E assí
» como traxistes los moros enemigos de Dios e de su sancta fe, e los metistes
s por España, assí los lanzad fuera della y la defended: que yo no vos mataré
» ni vos ayudaré a ello, y dexadme a mí: ca yo no soy para el mundo, que aquí
» quiero facer penitencia de mis pecados: e no me movades más con estas
» razones. > Y el falso del conde don Julián se levantó y se fué a la gran compaña que avía traydo: e tráxolos todos antel Re)'. Y el Rey, como vido aquella
gran compaña de cavalleros, vido entrellos algunos que él bien pensava que
eran muertos en la batalla. E dixéronle todos a muy altas vozes: «Señor, ¿a
» quién nos mandas que tomemos por Rey nuestro señor e por señor que
» nos ampare y nos defienda, pues que tú no quieres defender la tierra ni
» yrte con nosotros?
Cata, señor, que no es servicio de Dios que dexes
» perecer tanta christiandad como de cada día se pierde por tú estar aquí tan
» solo y apartado como estás
» Y el Rej' quando oyó estas palabras fué movido a piedad, e viniéronle las lágrimas a los ojos, que las no podía tener: y
estava de tal manera tornado, que el seso se le avía fallecido, et callava, et
no respondía cosa ninguna que le dixessen. E todas estas compañas que lo
veyan quexávanse muy mucho, e davan muy grandes vozes e fazían muy
grandes ruydos e clamores
Y el Rey en todo esto no íazía sino llorar, e
nunca les fabló cosa ninguna.» (Cap. CCL de la segunda parte.)
(n La génesis de esta fábula ha sido expuesta con mucha agudeza por
el Sr. Menéndez Pidal en el artículo ya citado. Nació de una mala inteligencia
o mala copia del texto del moro Rassis, y fué desarrollada por Pedro del
Corral con todos los lugares comunes de la leyenda del enterrado en vida,
que ya aparece en el Edda escandinavo, donde Gunar es arrojado por orden
<ie Atila a una fosa llena de serpientes, una de las cuales le muerde el cora7Ón. Pero la fuente inmediata de Pedro del Corral parece haber sido un libro
de ejemplos piadosos, de los que tanto abundan en las literaturas de la Edad
»
fe
»
muy
3-
Media.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
44
en
primera y los últimos capítulos de
rigor, sólo la
segunda
la
nen relación con aquel Monarca. El personaje capital de
es el Infante
Don
Luz;
infancia; los
el
segunda
muy
prolijamente narrados,
tabulosa historia
la
amores de su padre Favila con
la
Princesa
Doña
secreto nacimiento del futuro restaurador de España, ex-
puesto a
la
como nuevo
corriente del Tajo
o nuevo Amadís;
el
aunque nada popular y nada
Lozano en su
de Toledo, de la cual
lo
la
demás de
Rómulo
inocencia
esta sabrosa,
nuevo
original historia, a la cual dio
realce en las postrimerías del siglo
del Dr.
Moisés, nuevo
de Dios, en que defiende
juicio
de doña Luz su encubierto esposo, y todo
pluma
tie-
Pelayo, y en esta Crónica es donde se encuentran
por primera vez, y
de su
la
XVII
la
ingeniosa y pintoresca
historia anovelada
tomaron
este
de
los
Reyes nuevos
argumento, Zorrilla para
yenda de La Princesa doña Luz, que
es
de
la
le-
mejores suyas,
las
y
Hartzenbusch para aquella transformación castellana del asunto trá-
La madre
gico de Mérope, que llamó
nocido y celebrado de
No
seis
lo
romances
existen
de Pelayo, drama menos co-
que merece.
viejos acerca del
Rey Don Rodrigo:
que admitió Wolf en su Primavera están tomados, o de
la
los
Cró-
nica general o de la de D. Rodrigo, principalmente de esta última,
y,
por consiguiente, no pueden ser anteriores a
del siglo
XV.
Por
el
estilo
pertenecen todos
la
segunda mitad
al siglo
XVI, pero
unos parecen juglarescos, y otros de poeta algo letrado.
Muy
rara
vez añaden circunstancias poéticas al texto en prosa que van si-
guiendo, pero debe hacerse una excepción en favor del que co-
mienza Las huestes de D. Rodrigo desmayaban
vez de
las fastidiosas
declamaciones que
Corral pone en boca de
Don
la
y
huían; donde, en
Crónica de Pedro del
Rodrigo, se leen aquellos animados
y
valientes versos:
Ayer era Rey de España, — hoy no lo soy de una
Ayer villas y castillos, — hoy ninguno poseía;
Ayer tenía criados, — hoy ninguno me servía.
Hoy no tengo una almena — que pueda decir que
La concentración
lírica
de este pasaje,
criptiva de aquel otro fragmento del
así
villa,
es mía
como
la
mismo romance:
rapidez des-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Iba tan tinto de sangre,
La espada
lleva
hecha
-que una brasa
sierra,
parecía;
— de los golpes que tenía;
El almete, de abollado,— en la cabeza se hundía
muestran
el
informe que
de Pedro del Corral
el libro
y de algún
me comen», que debe
to
de
les ofrecía; pero, fuera
como
otro,
el
famoso «ya
su principal celebridad a
poco sobre
vantes, la poesía adelantó
mero eco de
,
partido que podían haber sacado los poetas del material
estos felices rasgos
ya
45
la
crónica, o
de Cer-
la cita
más bien
bien los autores de romances tuvieron
ella, si
de
me comen,
fué
un
el talen-
de condensar sus rasgos expresivos, y por con-
simplificarla,
siguiente de mejorarla.
En
el
Romancero de Duran, donde, como
da más orden que
lo popular, lo juglaresco, lo erudito
los
es sabido,
no se guar-
de géneros y asuntos, apareciendo mezclados
el
y
lo artístico, llegan a veinticinco
romances de Don Rodrigo, incluyendo
los
de
fines del siglo xvi,
algunos de los cuales tienen autor conocido; por ejemplo,
briel
Lobo Laso de
la
den de una u otra de
Vega. Estos romances
las
las pintadas aves,
uno que
figura en la
de Ga-
cuando no proce-
(l),
dos crónicas mencionadas, son puras am-
plificaciones líricas, a veces
Cuando
los
de notable mérito, como
y todavía
más
el
que empieza
este brillante principio
de
Rosa española de Tiraoneda:
—
Los vientos eran contrarios, la luna estaba crecida.
Los peces daban gemidos— por el tiempo que hacía,
Cuando el Rey Don Rodrigo —^junto a la Cava dormía.
Dentro de una
rica tienda -
de oro bien guarnecida.
Trescientas cuerdas de plata— la su tienda sostenían;
Dentro habia cien doncellas
— vestidas a maravilla;
Las cincuenta están tañendo— con
muy extraña armonía;
muy dulce melodía;
Las cincuenta están cantando — con
Allí hablaba
una doncella— que Fortuna se decía
(2).
(i)
No con todos ellos, pero sí con los más conocidos, formó Abel Hugo
(hermano de Víctor) su Romancero e histoi-ia del rey de España D. Rodrigo,
postrero rey de los godos, en lenguaje antiguo
(2)
A
pesar de su origen erudito,
la
París,
Boucher, 1821.
penitencia del
Rey Don Rodrigo
es
uno de los pocos temas históricos que hoy mismo persisten en la tradición
oral. Dos romances se han recogido en Asturias sobre este argumento, y
pueden leerse uno y otro en el libro de D. Juan Menéndez Pidal, Poesía po-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
46
En
el siglo
xvi esta tradición alcanzó su forma clásica, penetran-
do en todos los géneros de literatura. Graves historiadores,
Ambrosio de Morales,
la
daba
la
la
aceptaron, principalmente por
los atavíos novelescos
que tiene en
Crónica de D. Rodrigo. El P. Mariana, que escribía
como
peso que
autoridad del arzobispo D. Rodrigo, pero absteniéndose
cuerdamente de engalanarla con
la
el
como
artista
y cuidaba más
histórica, manifestó ciertas
del gran
estilo
dudas sobre
el
que de
la
la
historia
puntualidad
palaciaencantado de To-
ledo y otros pormenores («algunos tienen todo esto por fábula, por
invención y patraña: nos ni la aprobamos por verdadera ni la desechamos como falsa»); pero no tuvo reparo en valerse, para su elegantísima narración de los amores de
la
Cava, del libro apócrifo de
fular. Colección de viejos romances que se cantan por los asturianos en !a
danza prima, esfoyazas y filando?tes (Madrid, 1885). Ni en uno ni en otro se
nombra al Rey Don Rodrigo, pero la leyenda es la misma, como puede juzgarse por los siguientes versos de la segunda variante, que es más completa,
y que, como se verá, tiene versos comunes con el núm. 606 de la colección
de Duran, lo cual es indicio de origen común y relativa antigüedad. El romance asturiano conserva detalles de la Crónica de D, Rodrigo que faltan enen el impreso, como el tañerse las campanas por sí solas:
Allá arriba en alta sierra,
Donde
cae
la
— alta sierra montesina,
— y el agua menuda y fría.
nieve a copos,
Habitaba un ermitaño— que vida santa facía
c Confiéseme el ermitaño, -por Dios y Santa María,
Y déme de penitencia— conforme la merecía.»
—
tConíesar, confesaréte, absolverte no podía.»
Estando n'estas razones,— se 03^6 una voz que decía:
Santa María,
«Confiésalo el ermitaño,— por Dios
Y dale de penitencia— conforme lo merecía >
Metiéralo en una tumba— donde una serpiente había
Que daba espanto de verla; siete cabezas tenía:
Por todas las siete come, por todas las siete oía.
El ermitaño era bueno, — y a verlo va cada día.
«¿Cómo te va, penitente, -con tu buena compañía?
<¡Cómo quieres que me vaya,— pues que ansí lo merecía!
De la cinta para abajo, ya comido me tenía;
5''
—
—
s>
—
— luego me comenzaría:
El que quiera ver mi muerte, — traiga una luz encendida.»
De
la cinta
para arriba,
—
Cuando llega con la luz, }'a el penitente moría.
Las campanas de la gloria, ellas de sou se tangían
Por Taima del penitente, que pra los cielos camina.
—
—
-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Pedro del Corral, dándonos, como
versa, el texto
deshonra
la
de
(l).
carta en que
la
él,
47
aunque en locución
la triste
muy
di-
heroína notició a su padre
Fray Luis de León hizo resonar en
la lira
de Hora-
cio las imprecaciones contra el injusto forzador, siguiéndole a
mu-
cha distancia Francisco de Medrano, autor de una segunda Profecía
del Tajo.
Y, finalmente,
privilegio
de ser
el
este asunto, tan traído
de
llevado, tuvo el
único de nuestra historia nacional que pasó
La única
primitivo Teatro español.
citarse antes
y
las
de Juan de
pieza de este género que
la
Cueva, es
la
ai
puede
Historia de la
gloriosa Santa Orosia, compuesta por el bachiller Bartolomé' Palau,
natural de Burbáguena^ la cual es una historia
cible para representarse (2).
de santos,
en
el
intervienen
ella
como
Julián, la
que entonces se
lo
sentida
y
apa-
el Rey Don Rodrigo,
moro Muza. Es ensayo harto can-
personajes episódicos
Cava y
doroso y de valor poético
para
muy
en rigor, una comedia
es,
seguramente para ser representada en Jaca; pero
escrita
conde D.
Esta Historia
el
muy
estilaba,
exiguo, pero de bastante acción
y
versificada
con soltura en algu-
nos trozos.
Continuaba leyéndose
como
su lenguaje
guando
la afición
bir bajo la sátira
la
empezaba
a aparecer arcaico,
a los libros de caballerías,
de Cervantes, no
aquella leyenda con otra de
No
antigua Crónica de D. Rodrigo; pero
faltó
y además
iba raen-
próximos ya a sucum-
quien tratase de sustituir
más pretensiones
históricas
y más aco-
de la Cava (*), que se convirtió en un
de Luna hilvanó otra carta, cuyo texto daré después;
otra distinta de todas las anteriores trae Saavedra Fajardo en su Corofia gótica, y finalmente, hay una en verso del coronel D. José Cadalso, en el estilo de
las Heroidas de Ovidio.
Reimpreso y ampliamente ilustrado por D. Aureliano Fernández
(2)
Guerra en su erudito libro Caída y tuina del imperio visigótico español. La
obra parece compuesta en el primer tercio del siglo xvi, al cual pertenecen
las demás que conocemos del bachiller Palau. El Sr. Fernández Guerra fija
el texto con ayuda de un antiguo manuscrito v de una edición muy tardía, de
Barcelona, por Sebastián de Cormellas, 1637, cuyo único ejemplar conocido
para hoy en la biblioteca de la Academia Española.
(1)
tema
para aquí
el epistolario
retórico. Miguel
(•)
Cartas escribe la Cava,
La Cava
es
el
principio de
un romance antiguo.
las escribía
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
^8
época. Esta nueva ficción tuvo un carácter
modada
al
gusto de
de mala
fe
y de impudencia que no había tenido
la
morisco de Granada, llamado Miguel de Luna, intérprete
lengua arábiga
de
(lo cual
acrecienta su culpa, a
Un
primera.
la
oficial
de
vez que es indicio
la
postración en que habían caído los estudios orientales en Es-
la
paña),
hombre avezado
género de fraudes, y de quien se sos-
a este
pecha, por vehementes indicios, que tuvo parte en
los libros
plúmbeos del Sacro Monte,
la
pérdida de España
,
«compuesta por
alcayde Abuicacim Tarif Abentarique, natural de
medina en
Arabia Pétrea»
la
invención de
en
la
que llamó Historia verdadera del rey
biblioteca de El Escorial una
D. Rodrigo y de
la
fingió haber descubierto
la
el
sabio
ciudad de Al-
y publicó esta supuesta traducmargen algunos vocablos arábigos
(l),
ción, haciendo alarde de sacar
al
para mayor testimonio de su fidelidad. Este libro, disparatado e insulso,
que como novela
cuanto más de
está a cien leguas
las deliciosas
losa,
teniéndole
la
muchos por verdadera
historia,
y suplantando en-
musulmán tampoco,
ni
aprendido en algún poema
De Luna
italiano.
la
había acontecido con
arábiga en castellayia, dice
el
Rey;
la cual,
hasta
sino
carta alegórica
poco limpia en que Florinda da a entender a su padre
la
Fué lástima
nombre de Florinda, no oído
el
entonces en España, y nada gótico
que
autor
Miguel de Luna como fuente para su
prefiriese a
De Luna procede
el
una celebridad escanda-
poética relación de Pedro del Corral.
que Lope de Vega
comedia.
Crónica Sarracina^
la
Guerras de Granada^ que quizá
se propuso remedar, logró, sin embargo,
teramente a
de
la
y
desgracia
traducida de lengua
así:
«Entre muchas nuevas que hay dignas de memoria en este palacio, sólo ésta
es
contaré por más notable
que teniendo yo esta
( I )
sortija
jamás acontecida a Rey: y
que va dentro de esta caxa, con esta
La verdadera hystoria del rey Don
ni
Rodrigo, en la qual se trata la causa
principal de la pérdida de España y la conquista que della hizo Aliramolin Almanzor. Rey que fué del África y de las Arabias. Compuesta por el sabio Alcayde
Abuicacim Tarif Abentariq, de nacio'n árabe, y natural de la Arabia Pétrea.
Nueva?nente traduzida de la lengua arábiga por Miguel de Luna, vezino de
Granada, e intérprete dei rey Don Phelippe nuestro señor. Impresa por Rene
Rabut: año de 1592,
que todavía
es
muy
4.°
Hay por
lo
menos nueve ediciones de
vulgar en España.
este libro,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
HISTORIA PATRIA
LA.
4j
engastada esmeralda, sobre una mesa suelta y descuydada (joya de
míos tan estimada como es razón), cayó sobre
mí y de
los
estoque
real,
medio
la
ella el
y desgraciadamente la hizo dos pedazos, partiendo por
verde piedra, sin ser yo parte de remedialla. Hame causado
tanta confusión este desastre, qual jamás podría mi lengua significar
en
si
el
discurso de
ser pudiere,
diallo.
mi
vida.
Padre mío
muy
porque en España yo no
querido, remedia mi mal
siento quien sepa
Mi madre queda no muy buena, y yo
en su guarda: de Toledo, a
•setecientos
Lope
y cinquenta
tres
de diziembre de
reme-
mismo, y Dios sea
la
era de César de
años.»
versificó del siguiente
La
lo
sortija
Que me
modo
de
diste,
esta carta:
los lazos,
padre mío,
Cuya piedra verde
envío,
Como veis, hecha pedazos.
Se me ha logrado muy mal;
Pues siendo tan casta y
Por mis pecados, sobre
bella,
ella
Cayó el estoque Real.
Es mi pena tan extraña,
Que, si no venís acá,
No
entiendo yo quién podrá
Remediarme en toda España.
Padre, con esta sortija
Sin honra quedas y quedo.
Dios te guarde. De Toledo:
Tu desventurada
hija.
Lo que no encuentro en Miguel de Luna,
-dónde
lo
ni
puedo
tomase Lope, puesto que, dado su respeto a
no creo que
lo
D. Julián sobre
la
atinar
de
tradición
inventase del todo, son las raras especies que cuenta
la
infancia
de
la
Cava y
los fatídicos
anuncios de su
destino:
Porque en discurso de un año
Mudó el pecho de cien amas.
De dondequiera que iba,
Cuando ya en sus
Mbnéndkz y Pkl.kyo.— Estudios sobre
el
pies andaba,
Teatro de Lope de Vega.
^
,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
JO
O por
ojo,
o por caídas,
Volvía con mil desgracias.
Cuando el ama la enseñó,
Fué la primera palabra
España, y tras de
ella dijo:
Nací para mal de España».
.Seis
años
tuve enferma,
la
Melancólica y turbada;
Porque decía que
vía
Muertes, moros
fantasmas.
)'
Jamás en sus blancas manos
Tomó género de armas
Que no
se hiriese con ellas,
Cosa que en extremo espanta.
En mi mesa
Rotos y
Y
los cuchillos,
punta andaban,
sin
cerrados hasta el medio
Corredores y ventanas
Porque un astrólogo
Que de una
torre
dijo
muy
alta
Se había de echar Florinda
En
La
la
la
ciudad de Malaca
tradición que enlaza
el
nombre de
la
Cava con una puerta de
ciudad de Málaga, era ya conocida en tiempo de Ambrosio de
Morales:
«He
visto la puerta
en
el
muro, que llaman de
dicen quedó aquel nombre, habiendo salido por
carse». Pero el discreto Pedro
la
Mantuano
(i),
ella
y
en sus Advertencias a
(que era arábiga y de azulejos de colores) se llamó
(2).
Cava,
para embar-
Historia del P. Mariana^ tiene por más verisímil que
delante una cava o foso
la
así
la
puerta
porque tenía
Miguel de Luna, que, por excepción,
Creo que el primer crítico que negó el cuento de la Cava fué Pedro
(i)
Mantuano en sus Adveriencias a la Historia del P. Mariana (Milán, i6ir),.
pág. 98: < Probaré como no hubo Cava, y quién fué la causa de la destruíción de Hespaha (la traición de los hijos de Vitiza)». Del capitulo del P. Mariana dice que ^parece sacado de algún libro de Caballerías*.
«Ouanto a lo segundo de que en Málaga hay una puerta que se llama
(2)
la
Cava, por haver salido por
que hay
tres puertas juntas
ros, delante
de
las
allí
una de
a embarcarse la Cava; la
otra,
verdad desto es
que eran de un atarazanal de
quales estava una cava o fosso.
Y
los
Mo-
assí las llaraavan las
1
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTOKIA PATRIA
cuenta
la
muerte de
quien
rral,
la
Cava más poéticamente que Pedro del Co-
hace sucumbir en Ceuta por haberse clavado una es-
pina de pescado en
tas,
la
aprovechó
la
la
mano derecha que
tradición local
fin
dad
Lope de Vega adoptó
capítulo
XVIII
puertas de
la
se le
gangrenó de resul-
malagueña para hacer que
a sus días arrojándose
pusiese
(l).
5
la
la
Cava
de una torre de aquella ciu-
misma
versión, contenida en ei
del falso Abentarique:
Cava.
Y
por otro nombre
las
llaman
03' la
Puerta escura, por
estar tapiadas; haviéndosele caydo el techo y las bóvedas
al
tarazanal cuyas
Y
por esso se incorporaron en el Alcazaba: dexando sólo un postigo
abierto, por donde baxan de la fortaleza de la Alcazaba a la mar: del qual a
la agua deve de haver distancia aun no de cinquenta passos. Y que estas
puertas no fuessen en tiempo de la Cava, échase de ver del edificio dellas,
por ser edificio de Moros, siendo la fábrica de ladrillo y el frontispicio de la
puerta mayor, que 03' llaman puei-ta escura o de la Cava, ser hecho de arquitos de ladrillo, y para más hermosearla tiene lo alto del arco principal, todo
lo que coge la anchura del, de azulejos blancos y negros, de colores tan vivas
que con haber tanto tiempo que se hicieron y estar en frente de la mar, el
salitre no las ha gastado, sino que parece que agora se han acabado de hazer.
Y que sea edificio de Moros, dícelo Mármol en el lib. 2 de la Aírica, año de
mil y dozientos y setenta y nueve.
eran.
^También dizen que está enterrada la Cava en la ciudad de Tiguident en
La razón desto es que esta ciudad es la antigua Cesárea: 3' entre los
edificios de los templos antiguos, donde se hazían sacrificios a los ídolos, ha3''
uno en el qual está un cimborrio muy alto, que los Moros llaman Cobor Rumia, que quiere dezir sepulcro o enterramiento christiano; y los Christianos
mal Arábigos le llaman Cava Rumia, y dizen fabulosamente que está allí enterrada la Cava hija del Conde Don Julián
Esto es de Mármol, lib. V del
África.
Reyno de Tremezen, cap. XLIII.» (Pedro Mantuano, Adverteticias a la Historia
del P. Mariana, páginas 98-104.)
(i)
Sobre el paradero de los traidores que fueron causa de la pérdida de
España, había consignado el arcipreste Diego Rodríguez de Almela las siguientes tradiciones en su Valerio de las Historias (lib. VIII, tít. IV, cap. III}:
«Grandes tormentos padesció el Obispo Don Orpas, falso christiano, que
por sus falsas predicaciones engañó a muchos christianos que se tornaron
moros, y les entregaron muchas villas y castillos quando tomaron a España:
estos tormentos padesció en fuertes cárceles, puesto en ellas por el Rey Don
No menos fué atormentada la Condesa, mujer del
que fué causadora en la tra3'ción que su marido fizo al Rey
Don Rodrigo, que los Moros le dieron el galardón que merescía por los aver
lecho cobrar a España, ca la ficieron apedrear a los christianos que tenían
captivos en Ceuta su ciudad, y despeñaron de una torre a un su fijo.»
En el lib. IX, tit. VI, cap. VI, añade que el mismo Conde <en un castillo
Pelayo, y en ellas murió.
Conde Don
Julián,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
52
esta imaginación (engañada del
«Con
sí
demonio) determin(3 entre
de morir desesperada, y un día se subió a una
torre,
cerrando
la
puerta della por dentro, porque no fuese estorbada de aquel hecho
que quería hacer, y dixo a una dama suya que le llamase a su padre
y madre, que les quería dezir un poco: y siendo venidos, desde lo
de aquella torre
alto
¿iéndoles
al fin
del
hizo
les
un razonamiento
muy
lastimero, di-
que mujer tan desdichada como
desventurada, no merecía
vivir
en
el
mundo con
ella era
y tan
tanta deshonra,
mayormente haviendo sido causa de tanto mal y destruición: y luego
las dixo: «Padres, en memoria de mi desdicha, de aquí en adelante
»
no
se llame esta ciudad Villaviciosa, sino Malaca:
» ella la
más mala mujer que hubo en
palabras, sin
más
presentes, por
mundo».
ni a
oír a sus padres,
muchos ruegos que
el
la
hoy
Y
se acaba
en
acabadas estas
nadie de los que estavan
hizieron
y amonestaciones que
el suelo: y llevada medio muery luego murió. Su madre cayó amortecida
suelo de su estrado; y el conde Don Julián
no se echase abaxo, se dexó caer en
ta, vivió
como
tres días,
en aquel instante en
el
fué tan grande el pesar
que recibió de su querida
de pura imaginación, entendiendo que aquel caso
vino a enloquecer,
Dios
manera, un día se metió
él
y a perder
mismo con
hija Fiorinda,
le
que
era castigo de
y estando de esta
manos un puñal por los
el juicio:
sus
Fué causa este desastre y desesperación
y cayó muerto
memoria entre los Moros y Christianotable
escándalo
de mucho
y
pechos,
y desde allí adelante se llamó aquella ciudad Málaga corruptamente por los Christianos, y de los árabes fué llamada Malaca. >
Lope de Vega difiere sólo en lo que toca a la muerte del Conde,
nos:
puesto que
le
hace
asistir
todavía a
la batalla
de Covadonga, y des-
la derrota, ahorcarse como Judas.
Nada nuevo nos descubrió Abentarique sobre
pués de
Don
el
Rodrigo, y, por consiguiente, en esta parte tuvo
paradero de
Lope
el
buen
de Aragón miserablemente murió. Y assí mesmo murieron malas muertes los
dos traydores caudillos (los hijos de Vitiza, o como dice Almela, Betisa),qu.e
se dieron a huir de la hueste del Pvey Don Rodrigo. Grande fué la trayción de
este Conde Don Julián; ser traydor a su Señor: ca puesto que el Rey oviesse
fecho con la Caba su fija, fornicación, ni por tanto debiera ser tan traydor,
que fué ocassión porque fué perdida España y la cobraron ios Moros >.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
acuerdo de
los
tejer la
escena de
la
fuga del !\Ionarca con referencias a
romances más conocidos, y que
Ayer
era
53
público repetiría de coro:
el
Rey de España,
Hoy, por mi desdicha extraña.
No
tengo un palmo de
Del cielo ha sido
tierra.
el castigo;
Sin remedio y sin ami<^o,
De
De
polvo y sangre cuajado,
Se
sale el
las batallas
La cabeza
Y
La
sustitución de
primer encuentro de
el
cansado
Rev Don Rodrigo.
sin almete,
arnés todo rompido.
un ermitaño por un pastor o un
villano,
en
el
Don Rodrigo con alma
después de
la
viviente,
ha de referirse también a Miguel de Luna, que reñere
batalla,
andando por
las sierras
Tarif y los suyos,
<-.
cómo
encontraron con un pas-
qual esta va vestido con los vestidos del rey D. Rodrigo
tor, el
y siendo reconocido por el conde D. Julián, se deshizo el engaño en
que estaban puestos, y examinado el pastor (como buen rústico que
era, de pocas palabras y menos razones), les diso que no sabía más
de que estando apacentando su ganado en aquella
un hombre
recer,
cavallero en
un cavallo
con aquel vestido que
mandó que
airado, le
aviéndose
él
y
el
él traía
desnudado se
los vistió,
y
le
pastor le dio de lo que
cayado de
tomó una
la
mano,
le
ladera arriba,
encima,
el
sierra, llegó a él
y cansado,
fatigado,
qual,
se desnudase sus zamarros,
vistiesse aquel vestido suyo:
to,
muy
y
le
preguntó
al
si
al
y
pa-
con
el
los
tomó, y
gesto
pastor que 3e
tenía algún bastinie!i-
presente tenía, y tomándole
mandó que
y subió por
mandó
al
le
guiasse al camino;
ella
hasta que
le
y
el
guiado,
perdió de vis-
y que no sabía más otra cosa».
Lope abandona a Don Rodrigo al fin de la segunda jornada, pero
enlaza de un modo muy épico la ¡ornada del Guadalete con la de
ta,
Covadonga, para
como
vió
el
Lope
la
cual reserva el castigo de los grandes traidores,
conde D. Julián y
el
arzobispo D.
Opas (Orpaz). Aquí
a su texto favorito, la Crónica general^
vol-
cuyos autores, según
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA,
54
amalgaman
SU costumbre, traducen y
1).
Lucas de Túy,
los cuales, a su vez,
.leonés, llamado por unos
arzobispo
al
habían tomado del cronicón
de Alfonso IH
Sebastián de Salamanca, toda
Rodrigo y a
I).
Magno, y por otros de
parte pintoresca y dramática de la
la
el
escena, especialmente las palabras que atribuyen a
Opas y
a
Don
Pelayo.
Tal es
origen remoto de
el
Lope, en que Pelayo increpa
la
bella escena
de
la
comedia de
apóstata metropolitano, y rechaza
al
sus palabras mansas e falagueras:
Pon
Vé
maldades;
silencio, traidor, a tus
a predicar
como
alfaquí a tus
moros
(i).
Figuran episódicamente en este tercer acto otras tradiciones que
se enlazan
con
la
restauración de
la
ción de las reliquias de Toledo por
materia después
al
monarquía visigoda:
el
arzobispo
la
trasla-
Urbano (que dio
segundo acto de La Virgen del Sagrario, de Cal-
y la persecución amorosa de la hermana de Don Pelayo por
un moro gobernador de Gijón, a quien Lope llama caprichosamente
derón),
Abraydo;
la
general,
Numancio, y
za. El personaje es histórico,
muerte constan en
el
en
los
Tudense y D. Rodrigo, Munu-
el
puesto que su nombre
su derrota
y
cronicones de Sebastián y de Albelda; pero
cuento fabuloso de sus amores no aparece sino
las
y
páginas de D. Lucas de
Túy y
muy
tardíamente
del arzobispo D. Rodrigo (2),
(i)
Los dos versos 37 y 38, columna segunda, pág. 107, que están muy
estropeados en las ediciones de esta comedia, creo que deben leerse de este
modo:
¡Un sacrilego pecho que en despojos
Dará a las aves de Aquerón sus ojos!
(2)
«
ípso
Muza prccjectiiram
agente Pelagius filius siiprafali diicis Fafila
Spaiarius Regís Roderici dominatione Ismáelilarum oppressiis, cum propria
sórore est i?igressus.
dille,
Muza
rorem ipsius vi
illiiis pulchram, accejisns UbiPelagium Corditbam inisit, et eo absenté so-
vero videiis sororem
dolóse qiiasí legat.'07iis causa
sibi sociavit.
Sed Pelagius ut erat vir
pOitqua?n rediit, nullatetms cojisensií in
i/licito
fortis et catholicui,
mairimoHio.^ (Crónica del Tu-
dense,)
'Erat enim
in regioiie Gegionis,ja?n Sarracenis subdita, qiii et in ntoníanis
aliqua loca occuparunt^ prcefectus quidam
Munuza
nomiiie. Christianus qui-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
nació de algún recuerdo confuso de
y probablemente
toria
que
el
55
la trágica his-
Pacense nos cuenta del otro Munuza, gobernador de
Septimania, y de su
amada Lampegia,
la
de Eudón, duque de
hija
Aquitania.
A la supuesta hermana
guas no tiene nombre, y
de
Don
Pelayo, que en las crónicas anti-
a la cual los
modernos poetas
trágicos han
llamado comúnmente Hormesinda (nombre que llevó realmente
hija
de
Don
excepción, Dosinda (apoyado en
alegado por
En
Lope con
todo
do en escena
el
lo
la
el
demás
paso de
Pioña para burlar
valle
la frágil
autoridad de un privilegio
invencionero cronista de Cantabria, Fr. Francisco
el
Sota), la bautizó
Sohnira.
la
Pelayo, casada con Alfonso el Caíóüco), y JowellunoSf por
caprichoso y poco eufónico nombre
d<?
siguió libremente a la General, ponien
Don
Pelayo por
la
profunda corriente
-
dt..
persecución de sus enemigos y refugiarse en
ei
de Cangas:
«E Don Pelayo entonces
acogióse a un
e pasóse de
la
que dezien Brete, e
era en una aldea
cavallo: e metióse a
nado por un
otra parte, e alzóse en
río
un monte, e
dcm sed Arábibiis faderahis, qui captus pulchritudine
que dizen Pionia,
los
Moros que ve-
sororis Pelagü,
cum
c
amicitias simulavit, et fingens caiisam legationis, Pelagium misit Cordubaí:-.
gucR olim Patricia, tune erat Arabibus sedes Regni.
dam
liberto, sibi
Eq
misso, procurante quo
sororem Pelagii copulavit, sed postquam Pelagius rediit.faci
ñus noluit tolerare, et resumpta sorore, licet dissimidatis, in Astnriis se recepit
non minus magnanitniís quam sollicitus, liberatio7iem patria adhitc sperans.
Munuza autem pro ablatione cofijugis reputans se contemptiim, Ta7-ic Principi
nuntiavit, jam manifesté Pelagium rebellare. Qui niissis tnilitibus prmcepi/
Mumizce, tit Pelagiíim caperet, et Cordubam destinaret. Cumque milites ad
Asturias pervenissent, voluerut Pelagium dolo composito retiñere, sed cofisilio
per qiiemdam amicum in vico qui Urete dicitur (en otros textos Brete y Frefe),
Pelagio reveíalo quia non poterat armis resistere, ad opposita?n ripam Pioniíz
fluminiSy equo insidens, pernatavit, et quia fluvius inufidabat, Sarraceni per-
qum Canicce
sequi cessaverunf, et
ad
valletn
zobispo D. Rodrigo,
De
rebus Hispania,
Don José
Caveda, en su apreciable
dicitur, solus venit
lib.
IV, cap.
Examen
» (Así el ar-
I.)
critico de la restauracio'n de
monarquía visigoda en el siglo VIII (Memorias de la Academia de la Historia, tomo IX), fija con acierto el origen de esta leyenda; pero se equivoca, ;i
mi juicio, identificando ambos Munuzas. Tampoco hay motivo para creer que
vdiese tema a cantares de gesta ni a romances. No pasó nunca de las historiaá
la
-eruditas.
—
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
eñ
n:en
empos
vieron
ir
del por alcanzarlo,
quando
lo
vieron llegar
grande, no osaron acometer para
como
Esta comedia de Lope contiene,
épica, pero
en
futuro, o
él
e le
se ve,
mucha materia
apuntada más bien que desarrollada. Grillparzer dice,
con razón, que no parece un drama hecho, sino
ma
al río,
lo pasar.»
más bien una
el
plan de un dra-
de apuntes para escribirle.
serie
Todo
es
atropellado e informe. Sólo merecen consideración algunas es
cenas que tienen agradable sabor de poesfa
plo, el canto
y zambra de
los
moros en
Vamos
la
lírica pd'pular:
por ejem-
noche de San Juan:
a la playa,
Noche de San Juan,
Que
Y
alegra la tierra
retumba
En
la
el
mar.
playa hagamos
Fiestas de mil modos,
Coronados todos
De verbena
A
y ramos
su arena vamos,
Noche de San
Que
y
el cantarcillo
con
el estribillo
alegra
Juan,
la tierra
y retumba
el
mar;
ñnal que celebra
la
coronación del Rey
«Para bien amanezca
el
sob:
Bendígale España
Y
guárdele Dios
El sol de Pelayo,
Gran restaurador,
De
Asturia y Galicia,
Castilla
y León:
El que mata moros
Con
sólo su voz.
Más que ellos cristianos
Con tanto escuadrón;
El que de Toledo,
A
San Salvador
Trajo las reliquias
De
nuestro Señor,
Don Pelayc>
COMEDIAS DE ASUNTOS ÜK LA HISTORIA PATRIA
Coronado
57
llega
Con gran devoción,
Donde ya le espera
La ifrlesia mayor.
Bendígale España
Y
guárdele Dios:
Darále
el
Obispo
La su bendición;
Niños y mujeres,
Hijas más de dos,
Mozas en cabellos
Van de
De
otras en pos,
órganos y flautas
Bailarán
al
son;
Irán las casadas
Y
A
dueñas de honor,
besar
la
mano
Al Rey su señor;
Casaráse luego
Con dama de Don.
¡Dichosa quien goza
Tan
lindo infanzón!
(i).
VI de la Jenísalein conquistada (1609) volvió Lope a inde Don Rodrigo y la Cava en el modo y forma que veremos cuando llegue su turno, en nuestra colección, a ese poema. Al Rey Vitiza
Sobre el paradero final
le llama siempre Costa (el Acosta del moro Rasis
(O
En
el libro
tercalar el episodio
.
del último
Rey godo,
sólo indica lo siguiente:
Dicen que el Rey con un pastor al fuego
Pasó la noche, y sin hacerse salva.
Cenó su pan, y que le dio sosiego
Cama de campo de tomillo y malva;
Y
que de sangre, puiv».» y llanto ciego,
Al primero crepúsculo del alba
Tomó una senda, y a morir sujeto.
Corrido de su fin murió en secreto.
¡Horrible caso, prodigiosa guerra.
Que
a quien sobraba tanto
mundo
vivo.
Muerto no hallase siete pies de tierra
En que dejar el cuerpo fugitivo!
;C)uanto el juycio de los hombres yerra,
Y quanto puede el hado executivcj!
{Quién hay que ignore a donde tué su Oriente?
Mas ;quién sabrá
su
fin
3'
su Occidente?
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
58
Para terminar esta noticia, apuntaremos brevemente
pales manifestaciones literarias que después de
leyendas relativas a
la
pérdida de España y a
las princi-
Lope han tenido
los
las
comienzos de su
restauración.
No
contaré entre
ellas las
absurdas y nada poéticas patrañas de
los falsos cronicones forjados en
tardíos productos
el siglo xvii,
de
una erudición bastarda y de una imaginación tibia y apocada. No
perturbemos, pues, en el sueño en que, a Dios graeias, yacen, ni al
Liútprando de
Román de
Ramírez de Prado,
menos que «confesor de
anda de
letra
la
Higuera, comentado y amplificado por
Cronicón de D. Servando^ que se
ni al
los
Reyes Don Rodrigo y Don Pelayo», y
al gallego con nombre de D. Pedro
xii.
En
este chistoso
a ser una especie de nobiliario, forjado,
da,
la
ciudad de Orense,
muy
y acrecentado y prohijado por
habla
como
nada
de mano, traducido
Seguino, obispo del siglo
Boanes de
titula
de
testigo
vista
de
el
las
al
documento, que viene
parecer, por dos hidalgos
picados de
gran
vanidad linaju-
la
falsario Pellicer, su
autor
cosas que había en la torre en-
cantada de Toledo, donde penetró en compañía de su penitente
Don. Rodrigo,
a quien cuelga no sólo
bién con su madre
Y luego
el epitafio
amores con
Cava, sino tam-
la
(l).
tiene la extraña ocurrencia de parafrasear en dos octavas latinas
de Viseo:
Hic jacet in sarcophago Rex ille
Penultimus gothorum in Híspanla
Execrabilem comitem Julianum
Abhorreant omnes
Ceset Florindse
Cava
(i)
i
Don Rodrico
nomen
viator est, á
insuave,
Cava cave.
querie tnoito a o conde
E
Don
Juliao, e a la condiesa Fati-
e a tinha a
unha Filha sua chamada Cava Flon'ftdj, que era de
estreimada fermosura. E o Rey a persuaden a seti amor. E non contento o que
tinha com a may se deytou co ela, e fez ne la un filho que se criou em Evora de
apud Godoy AlLusitania, chamado Alterico.-» {Historia de D. Servando
dina, que era moito fermosa.
mandar.
E o proprio
dojí
Rodrico facía pecado co ela
cofi
,
cántara, Historia de los falsos cronicones, pág. 287.)
De este seudo cronicón hicieron bastante uso los historiadores de Galicia
y Asturias. Véase entre los primeros al P. Gándara, y entre los segundos al
laborioso y crédulo genealogista Trelles y Villademoros, que todavía en 1736,
y
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Abierto
cauce a nuevas ficciones, revueltas con
el
todas ellas confluyeron en las historias locales, de
servir
como
de Toledo, por
tipo para el caso la
(1654- 1663),
si
gala de fantasía
no
el
español, juntamente con su
que entre
más de un
que en gran parte merced a
muy
comunicó a
en particular a
historia,
conde de Mora
talento narrativo
siglo las delicias del
David perseguido y
los poetas del último
Zorrilla. El
citar
por
lo
romántica,
la tradición
renacimiento español, y
doctor Lozano, que dio su libro por
pero que de todo se cuidaba menos de eso, reunió lo más
rracina, en
el
pueblo
y no por fuentes más puras y an-
ellos,
extravagante y maravilloso que pudo encontrar en
en
y en
sus Soledades de la
de mal tono
los eruditos es
vulgarísimos que son, sirvieron de cadena a
tiguas, se
antiguas,
popularísimo doctor Lozano, cuyos Reyes nuevos de
Toledo (1667) han hecho por
vida. Estos libros,
mucho en
aventajase
le
las
cuales podría
las
el
$9
Abulcacim
Tarife,
en
el
conde de Mora, en Julián del
la
Crónica Sa-
apócrifo arcipreste Julián Pérez,
Castillo,
autor de una disparatada
y en
Historia de los Reyes godos que vinieron de Scitia (1582),
documentes de
primavera a
igual o parecido crédito,
las historias
y con todo
de doña Luz y de
la
ello dio
Infanta Galiana,
otros
nueva
y
a la
empezado
topografía de la famosa cueva de Toledo; que cueva había
a ser desde los tiempos de Miguel de Luna, aunque los cronistas
anteriores no hablasen de esta disposición subterránea, limitándose
a llamarla casa, torre o palacio. El emplazamiento de esta cueva se
debe a
la
mucha erudición y
Mora y de
perspicacia del conde de
Lozano, que, aunque dicen que estaba cerrada, hablan de
si la
esta cueva
de San Ginés,
dentro de
la
casi
y
en
misma
el
lo
principio de ella en la Iglesia Parroquial
más
iglesia, la
berse así dispuesto por
alto
de
qual
muchas y
la
ciudad. Tiene
Mayores
delirios
puerta por
Va
la
la
cueva por de-
candidez de apoyarse
menos que en el de Abencontienen todavía EL Fc7iix católico D. Pelayo el
testimonio del «confesor de
tarique.
la
hoy permanece cerrada por ha-
justas causas.
echa del primer tomo de su Asturias ilustrada, tiene
el
como
hubiesen visto por dentro:
cYaze
en
ella
Don
Pelayo», no
Restaurador, obra de D. José Micheli y Márquez (1648), y la Gigia antiguamoder?ta, de D. Gregorio Menéndez Valdés, que afortunadamente no llegó a
imprimirse.
>
KSTUDIOS SODRK EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
6o
tierra tan dilatada
baxo de
hay hasta
cabo de
el
tres leguas.
S.'c
principio,
y
ciudad, sino que sale de
la
y
ella
el
espacio
que
por término de
colimas,
y
adornada toda de labradas
esta cueva
y
hay varios pare-
con toda brevedad sentaremos por fixo que Túbal la dio
Hércules el famoso la reedificó
y
canto de Real Palacio,
ella
que no sólo coge
Sobre quien labró
menudas piedras
Mas
larga,
fábrica es magnifica, notable y primorosa, compuesta
de mnckos arcos, pilares
ceres
y
manga o cabo de
esta cueva,
tan gran Mágico
hi/'o
y
amplió, sirviéndose de
bien los Autores varían
si
labrar Flércules
A
Mágica
leyendo allí la Arte
el sitio,
una
como
un palacio encantado, en que
puso ciertos lienzos y figuras con algunos caracteres, alcanzando por
su ciencia, que había de verse España destruida por aquella gente
bárbara y extraña. >
Los pormenores de
Don Rodrigo
entrada de
la
en
habían ido enriqueciendo cada día más, hasta parar en
cueva se
la
la
novelesca
pluma del buen Lozano. Véase una muestra, para no detener.nos
más en
libro tan corriente:
«Llegaron a una quadra
artiñcio,
table
y en medio
y formidable
muy
della estaba
hermosa, labrada de primoroso
una estatua de bronce, de espan-
estatura, puestos los pies sobre
un
pilar
de hasta
y con una maza de armas que tenía en las manos, estaba hiriendo en la tierra con fieros golpes, moviendo con
tres
codos de
esto el ayre,
alto,
y causando
el
espantoso ruido que aturdió y amedrenta
a los que entraron primero.
En
esta degeneración
diversos.
era
Según
más que
la
nombre
En
Ruy
Jannes en
Y Pero Días de
las
Games,
Victorial (1431-1435),
Hércules edificó en
los Ríos, la
Cueva de Hércules na
clásico se hizo ya en la
la
Edad Media.
covas de Ércoles avran
grande
el
muy
leyenda se mezclan elementos
un templo romano. De todos modos,
cripta de
Muy
la
Amador de
el Sr.
aplicación de este
dice
de
liz
aplazada
Poema de Alfonso XI, que
el
es del siglo xr.v
cronista de D. Pedro Xiño, cuenta
e.".
aunque con muestras de incredulidad,
'I'oledo
una gran
casa,
fu
q5;e
de dos naves, con puer-
1
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
L,\
HISTORIA PATKIA
6
de ñerro y cerrojos. Cada sucesor añadía uno. Pero Don Rodrigo
tas
y en vez de los tesoros que esperaba, encontró tres
con una cabeza de moro, una langosta y una serpiení.e (l).
la abrió,
Lo de suponer que en
cueva se enseñaban artes mágicas, es
la
leyenda sobrepuesta, nacida de
como
tuvo Toledo
vasijas
la
celebridad que desde
el sip^lo xir
escuela de nigromancia, celebridad que a su vez
gran movimiento intelectual promovido en
era consecuencia del
Raimundo por
aquella ciudad en tiempo del arzobispo D.
su célebre
escuela de traductores de libros orientales, entre los que había al-
gunos de astrología y otras ciencias misteriosas o poco sabidas en
Occidente. La imaginación popular, que siempre había considerado
como
cavernas
las
cueva de
teatro de evocaciones goéticas (recuérdese la
la Sibila, el
antro de Trofonio,
etc.),
ñanza en un subterráneo («nefando gimnasio», que dice
contribuyendo a
tín del Río),
que
monte que
el
P.
el
ello circunstancias topográficas,
sirve de asiento a la ciudad
ense-
localizó esta
de Toledo
Mar-
puesto
casi
todo
está hueco. Estas cuevas naturales, o algún edificio ruinoso por
donde
se penetrara
en
ellas,
que encontramos ya en
el
contribuirían al desarrollo de la ficción,
bellísimo apólogo de D. Illán
y
el
deán
de Santiago, que trae D. Juan Manuel en El Conde Lucanor: «Tenía
el
deán
muy
gran voluntad de saber
vínose ende a
pués que
el
arte de la nigromancia,
Toledo para aprender con D.
mandó
fueron descendiendo por
en cabo de
D.
Illán,
y
des-
a su criada aderezar unas perdices, llamó al deán,
e entraron amos por una escalera de piedra
cían tan bajos
Y
Illán.
que pasaba
ella
muy
el río
la escalera, fallaron
mara mucho apuesta que
bien labrada,
y
grand pieza en guisa que pare-
Tajo sobre
una posada
ahí avía,
muy
ellos.
E
desque fueron
muy buena
do estaban
los libros
en una cá-
y
el
estudio
en que avían de leer».
Cuenta Lozano que
mino
el
arzobispo Silíceo, deseoso de poner tér-
a las hablillas del vulgo,
mandó
registrar la cueva, v
que
los
(i)
Este pasaje es uno de los muchos que faltan en la mutilada edición
de Llagimo, pero se halla en los dos códices que conocemos de esta obra, y
puede leerse también en la traducción francesa de Circourt y Puymaigre {Le
Victorial......
pág. 41).
traduit de Vesbagitol d'apris
le
manuscrit. París, V. Palmé, 1867,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
62
exploradores toparon unas estatuas de bronce, una de
las cuales,
«que sobre su pedestal estaba severa y gravo, se cayó con grande
de terror. Con esta última visita, a la cual si-
estrépito, llenándolos
guió
la
clausura de
la
cueva, hubieron de cobrar
tiguos rumores, que en
mente de
la
lazaron con la leyenda arábiga,
monta
La
la
más
crédito los an-
los historiadores locales se
como hemos
cual,
en-
visto, se re-
al siglo IX,
fabulosa historia de
Don Rodrigo
pasó del teatro nacional
al
teatro latino de colegio en la tragedia Rodericus Fatalis^ del agustino
Fr.
Manuel Rodríguez (Lovaina, IÓ31). Este drama, tan curioso
como poco
demuestra en su autor notable talento de
leído,
estilo,
aunque nada ofrece de nuevo respecto del plan, que tiene una
enteramente opuesta
gularidad clásica
al
desorden de
Lope. El Rodericus Fatalis se divide en cinco actos.
Rodrigo vence a
\'itiza
mora de Florinda y
cantado;
para
la
y
el
la viola.
conde D,
venganza.
En
apoderan de España.
la
muerte a
y
En
el
el
los traidores.
de
cuarto, los
el
primero,
segundo, se ena-
la
afrenta de su hija, pre-
moros vencen
a
Rodrigo y se
mismos árabes castigan con
el quinto, los
La
el
comedia de
tercero, hace abrir el palacio en-
Julián, sabedor
En
En
saca los ojos.
le
la
En
re-
de esta pieza es blanda, mi-
latinidad
mosa, suavemente amanerada, con cierta morbidez erótica que no
deja de sorprender en la
(i)
Véase este trozo de
pluma de un
!a
religioso (l).
escena en que
Don Rodrigo
Cava:
RODERICUS.
meum
Formosa Cava, dulce cordolium
Et dulce vulnus, luce
Animse
quam gemina magis
et medullis spiritus flagrans amat.
Miserere amantis. Sola tu
Regem
potes
Beare, corde sola quae regnas meo.
Caba! Oh voluptas unical Oh domina! Oh dea!
Succurre tándem. Tange formosa manu
Ouod penitus animse Aoilnus inflixti mees.
Morior, et rides queque
Crudeüs?
Amorcm
Hoc
flexiii
quasris?
Hic presens adest,
auro caoiíi insidias
struit,
requiebra
a la
63
HISTORIA PATRIA
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA
Al
Siglo
cantts, de
e
poema
xvn pertenece también un
Andi
da Silva Mascarenhas:
P-^^f
"r"!
de Hespa.^ka.
A clestruuao
me.na (Lisboa, 1671). que es
Restaura,áo su.nnana da
hoc
Florinda, amanti; frontis
sm
campo meam
plagis.
Venator animam cautus intricat
pharetra,
Sunt arcus ista cilia, sunt
et faces
stellis micant
Hsec quíE serenis purius
meum.
Formosa ocelli lumina, et sidus
purpuréis rosis
Haec nix decora, quaeque
gens,
miscentur
dulce
puro
Et lacte
Idaliis magis
Sunt ver Amoris, grataque
puer
rosetis: languidus somno
Tempe
caput,
Hic delicatum moUis decUnat
et mel, et favus.
Haec labra primK purpura;,
est Jocis,
archivum
nectare,
stillans
Et lingua
Charitum
et leporis regia
nec sentís facem
Nescisn' amorem, Virgo,
tu Caba, es Amor
Ipsa
Quae tota flamma est?
Ubique
e't
omnil'est,
Numen immensum et potens
Quidquid hic gyrus poli
Solo, axe, terris.
favet
ambit, quidquid omniparens
Gemmatum
Natura,
Amori
cedit invicto nimis,
atque íEther vagum,
Coelum ardet. ardent sidera
face,
accensu^
párvula
ingens
Et ignis
iners solum,
Flammae nec expers unda, non
fontes, ferie.
Volucres, natantes. arbores,
sylvis slrepit,
suaviter
Aeidon
Amans
murmurium comis
Minuitque opacis dulce
suspiriis
dissipans
Ciens amicam, aut
Angustiati corculi aegrimoniam.
viduos thoros
Sic orba turtur conjugis
Armenius leo,
Queeritur
Gemitu lacessit.
Ardensque fremitu
terret adtonitum
nemus.
accensus rogo,
Te coluber amat, et dispari
notis,
exardet
pectus
Muríena paribus
sylvas adest
deserens
luci
Agilisque
sinuans terga, nec pavet fretum,
Immensa
Spirisque amores
littori inscribit
suos.
blanditias rudes
Scopuli é propinqua caute
faves
admittens,
Pellacis ipsa sibili
Amanti mitis: adcurris quoque,
sumrilis caput.
Placidumque ab undis exeris
Dilecta
d.spu-
ESTUDIOS SOBKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
<34
uno de
ta
más
los
fastidiosos de su género. El autor recurre
más que
frecuencia a lo maravilloso, pero no hace
mente
las
Metamorfosis de Ovidio.
Uno de
Rodrigo se transforma en árbol, otro en
al fin
la
todos recobran su forma primitiva.
derrota, hace
ca de Viseo, en
muy
donde
estar llena
de versos agudos,
autor en
prólogo
el
las
si
una doncella en ave;
Don
Rodrigo, después de
muy
floja,
tiene
además
la
cer-
de San
gracia
según dice
j^ara niaj^or variedad,
de
el
(l).
Nada hallamos que
godo de España,
fiera,
se fundó después la ermita
Miguel. La versificación, que es
pobre-
compañeros de Don
los
y muere en una cueva
austera penitencia,
el sitio
plagiar
con
citar
en
el siglo
se exceptúa alguna
xviii sobre el postrer
Rey
monstruosa comedia, como
dos de D. Manuel Fermín de Laviano, Triunfos de valor y honor
en la corte de Rodrigo y El Sol de España en su oriente^ y toledano
Moisés, sacadas de los Reyes nuevos, de Lozano;
Nil
nempe Amori arduum
y
el
Rodrigo
(2),
est: in fluctu rogos,
Interque rápidos suscitat nimbos
Hic prope
est liquor
Inlerque violas rivulus strepit íugat.
Extingue flammas, murraurat etiam tuos
Haec lympha amores
fi?. //•. EmmatiueUs Kodrigiiez Ord. Erem. S. AugiisUni, S. Th. Daccal.
Epigrammaiotí liber prímus. Tragedia dúo. Herodes sceviens. Rodcj-icus fatalis.
apud Corneliicm JFoous, in Foro Lactat-io sub sigíto Slellm
Anno JÓ4S> Cada una de las tragedias tiene paginación separada.)
Antuerp'uB,
Au7e(B.
No he querido traer a colacción el famoso fragmento en octavas de
mayor de un supuesto poema portugués sobre la pérdida de España,
porque nadie cree ya en la autenticidad de tal fragmento, ni mucho menos en
la disparatada antigüedad que le asignó Manuel de Faria y Sousa, suponiéndole nada menos que coetáneo de la conquista.
El Rodrigo. Romance épico. Por D. Pedro Mofttengon. En Madrid: en
(2)
casa de Sancha. Ano de 1793; 4-° La palabra romance, en el sentido de novela
larga, es aquí un italianismo más bien que un galicismo.
El mismo Montengón, aprovechando en parte el texto de su novela, compuso luego un infeliz poem# en verso suelto, que lleva por título: La perdida
de España reparada por el rei Pelayo. Poema épico de D. Pedro Montengón.
(1)
arte
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
6;
novela histórica del ex jesuíta Montengún, de quien dijo con acierto
D. Alberto Lista que sólo
muy
llano para ser novelista
que
es la
le faltó escribir
estimable.
menos incorrecta de
pocos que en
la
todos modos,
la literatura
No
bargo, entre los procedentes de
la
caste
-
Rodrigo^
el
del siglo xviii,
la
única
y uno de
novela española podían hallarse, desde
po ya remoto de Ginés Pérez de Hita.
ha de contarse,
el
tiem-
sin
em-
escuela de Walter Scott, por su
absoluta de colorido arqueológico, sino que
ialta
ce
De
el
sus producciones, es también
muestra del género histórico en
los
con más pureza
al
género sentimental y seudo épico
tivaban en Francia
que luego dio
el
en'
autor de Los Incas y
más bien perteneprosa que entonces culel
de
Numa
Mad. Cottin y
transitoria celebridad a
Pompilio,
al
y
vizconde
d'Arlincourt,
Esta penuria poética del siglo pasado se compensa con creces en
el actual,
que
el
gracias a la revolución romántica; pero
impulso vino de
fuera.
glo que versan sobre las desventuras de
ñoles, sino ingleses.
Fué
Walter Scott (l8il), a
el
la
hay que confesar
Los dos primeros poemas de este
Don
si-
Rodrigo, no son espa-
primero The Vision of
Don Roderik de
cual sirven de arrogante divisa aquellas
palabras de Claudiano:
Quid dignum memorare
Vox humana
Este
poema de
tuis,
Hispania.terris
valetl
circunstancias merece ser recordado,
más que
por su valor intrínseco (que es secundario respecto de otras narraciones poéticas de su autor), por ser un homenaje del gran novelista
escocés
al
heroísmo de nuestros padres en tiempo de
la
guerra de
Napoli, presso Gio. Battlsta Setfembre, 1820: 4." Empieza con estos desaforados versos, que pueden dar idea de los restantes:
Lh lamentable pérdida de España
destriicción del reino de los godos
Quiero entregar a la armonía del verso.
Meonio-ibero, si el señor del Pindó
Da salida a mi intento, y si en mi pecho
Y
Fortalece el acento, enardecido
Del estro y son sublime de su plectro.
Mené.v.oez t ^7.\,\\íj.—Estu:V.os sobre
e!
Teatro de Lopa de Vega.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
<5Ó
Independencia. Apoyóse W'alter Scott en
la
encantado de Toledo para hacer pasar a
las futuras vicisitudes
como
de
la
tradición del palacio
la
de
los ojos
Don Rodrigo
nacionalidad española, insistiendo más,
era natural, en los triunfos de los ejércitos aliados
sistencia popular contra la invasión francesa.
sultado, para la exposición
de Luna
(l).
de
A éste también,
cadamente llama
la
y
leyenda,
a
Rasis, se atuvo
más
Xo
y en
la re-
parece haber con-
libro
que
el
de Migueí-
Pedro del Corral, a quien equivo-
Washington Irving en
sus
Legends
of thc con quest of Spain (1S26).
No puede
poema en
decirse lo
mismo
del Roderick the last of the GothSy
verso suelto y en 25 cantos, del laureado poeta Roberto
Southey, una de
las víctimas
de lord Byron
(2).
Era Southey per-
como
sona doctísima en nuestra literatura e historia,
lo acreditan
España (1797), sus refundiciones del Aniadis de Caula (1803), y del Palmerin de Inglaterra (1807), su Crónica del Cid (1808), su Historia de la guerra de
varias obras suyas, entre ellas sus Cartas de
la
Península (1823). Se preparó, pues, concienzudamente para su
modo que
tarea del
apuntadas
cas
como
lo
indican
las
casi todas las fuentes,
fabulosas.
que debía de ser
notas de su poema, donde están
aun
des históri'cas y geográficas.
uno de
hoy en
los
vulgares, así históri-
Poseedor de una colección de libros españoles,,
muy rica a juzgar
por
las
charlos todos para dar color a su obra,
se funde
menos
las
Aunque
la
y
la
llenarla
de mil curiosida-
mayorreputación de Southey
sus obras en prosa, fué
primeros de
muestras, procuró aprove-
también excelente poeta,
escuela lakista; su Do)i Rodrigo, escrito
Del poema de Walter Scott hay una traducción en verso castellano,
fiel, porque el traductor alteró todo lo que podía disonar a oídos católicos y españoles en lo que el poeta inglés dice de la Inquisición y de la conquista de América. Visión de D. Rodrigo. Roinufice ingles de
Sir Walter Seco th (sic), traducido libretnente eíi verso español por A. Tracia
(anagrama de D. Agustín Aicart). Barceloíia, en la imprenta de la Viuda e
Hijos de Bnisi. Año de 182Q: 8.°
Roderick, the last of the Goths. By Robert Southey, Esq. Poet Lauréate
(2)
Lo?idon, jSIj, printed Jor
and Memher of the Royal Spajiish Academie
Longman, Hurst, Rees, Onjie, and Brown, iSis; dos volúmenes.
La Ommiada, del Conde de Noroña (1816), poema castellano sobre las
aventuras de Abderramán I, fundador del emirato de Córdoba, parece, hastapor el metro, una imitación del Roderick,
(i)
apreciable aunque poco
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
con fuerza de imaginación y mucho vigor de
6j
estilo, es, sin
disputa,
mejor de cuantos poemas se han compuesto sobre este argumen-
el
to.
Aparte de
españolas,
lo
mucho que
hay en
esta narración grandes bellezas
a él solo, invenciones poéticas dignas
de
la
de
la
que
mayor
le
fuentes
pertenecen
alabanza.
En
desatinada y grosera penitencia que Pedro del Corral
Don
a
de cerrar
monje Romano que
y
los ojos al
vivir
Rodrigo,
el
y
vez
los
héroe de Southe}'-, después
romances atribuyen
mita,
tomó de
su curiosa erudición
le
había acogido en su er-
en soledad un año entero, macerando su cuerpo y putoma sobre sí la grande y desinteresada empre-
rificando su espíritu,
de contribuir a
sa
restauración de
la
la
monarquía
provecho ajeno, busca y encuentra en Pelayo
que había de dar cima a
la
al
visigótica
en
héroe providencial
empresa, hace a su lado prodigios de
valor en la batalla de Covadonga,
reconociéndole tardíamente los
En
esta obra,
de cristiana y generosa poesía,
Don
no alcanza solamente a
y
a su hija,
y desaparece después del triunfo,
cristianos por sus armas y caballo.
Rodrigo, sino
que mueren en una
Don Rodrigo y
iglesia
recibiendo su perdón
al
la
regeneración moral
mismo conde D.
Julián
de Cangas, perdonando a
(l).
Algunos fragmentos del poema de Southey tradujo en verso D. Anla Historia de España de Dunham. Véase
como muestra el trozo de la elección de Pelayo:
(i)
tonio Alcalá Galiano en sus notas a
Trajo
el
pavés Rodrigo, de
Que ocho de
alta estatura
tal
peso,
y fuerza enorme
Vinieron a tenerle:
oficio honroso.
Puestos de pie y en torno del escudo,
Se bajan
a las plantas del caudillo;
Éste sube, y aquéllos, en los hombros,
Lentamente levantan el gran peso.
Alzase erguido en el pavés, Pelayo,
Tres veces blande
el
reluciente acero,
Y
Urbano grita a la apiñada turba:
«He ahí, españoles, vuestro Rey.» Entonces
Rompe
el
concurso en mil alegres vivas.
el Rey.
Tres veces suena
Gritando: *^Por
i)
Por el aire el clamor, y otras tres veces
Las murallas de Cangas le repiten.
Ya tronando a lo lejos se dilata,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
^8
Seguramente,
el
ejemplo de estos poemas ingleses
tímulo a tres ingenios españoles,
de es-
sirvió
emigrados todos tres en Inglaterra
después de 1823. El primero de ellos hasta escribió en inglés su
como
yenda,
casi todas sus
obras en prosa y verso.
Me
santanderino D. Telesforo de Trueba y Cosío, que en un libro
célebre en su tiempo,
francés, al
alemán y
y que alcanzó
al
ruso,
amén de
The Romance of hisiory of Spain
mayor
muy
honra de ser traducido
la
la
le-
refiero al
al
nativa lengua del autor,
(1830), popularizó en Inglaterra la
parte de nuestras leyendas, ilustrándolas con fragmentos de
romances traducidos por Lockhart,
el
yerno de Walter Scott. Las
dos primeras leyendas de Trueba versan sobre Don Rodrigo y Don
Pelayo, v llevan los títulos de The Gothic King y TJie Cabeni of Covadons'a. Para escribir la primera no tuvo a la vista
más que
el
mancero. y una historia cualquiera de España, probablemente
la
Rodel
P. Mariana; pero introdujo un final de su propia invención, hacien-
do morir a
pués de
Don Rodrigo
la batalla del
una lamentación sobre
en
casi todas las
a
manos
del irritado
conde D. Julián des-
y poniendo en boca de Florinda
cadáver de su amante (l). En ésta, como
Guadalete,
el
leyendas de Trueba,
la
narración es buena, el diá-
logo débil.
La España
Tres años después de
En
las vecinas
novelesca de Trueba, apareció
peñas retumbando
Y
en los altos collados y hondos valles.
Despavorido al son, entre las breñas
Huye el asno silvestre y busca abrigo;
Medroso
el
lobo y agachado, corre
guarida más segura;
En busca de
Despertado al estruendo el oso torpe,
Gruñe en la cueva con ruido ronco;
Y al ascender la voz a más altura,
El águila abandona sus poUuelos
Y
vuela altiva de su excelso nido.
(Historia de España, redactada y anotada con arreglo a la que escribió en
Madrid, 1844. Tomo II, pág. 286.)
Dunham
The Romance of History. Spai7i. By Don T. de Trucha. (Lleva por
epígrafe estas palabras de lord Byron: Ti-uth isstra?ige. slranger than f.ction.)
In three vohimes. London, 1830, tres tomos, 8.°
Traducida al francés con el título de L' Espagne Ro7nantique, por M. C. A.
Defauconpret, y al castellano por D. Andrés T. Mangláez (Barcelona, 1840.)
inglés el doctor
(i)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
la
69
Florinda de D. Ángel de Saavedra, escrita mucho antes, en
en
la isla
de Malta, cuando
el
Rivas oscilaba todavía entre
románticas. Predomina
poderoso numen
la
del futuro
disciplina clásica
y
826,
novedades
las
com-
clasicismo en este breve poema,
el
1
duque de
puesto en lozanísimas octavas, con reminiscencias del Tasso en
algún episodio de carácter
idílico;
pero tiene más de leyenda de
amores que de canto épico, y se distingue, entre todas
compuestas sobre este tema, por
entre
él
obras
las
novedad de presentar locamente
a Florinda de su regio seductor, hasta el punto de atra-
enamorada
vesarse en
la
el final
combate, encubierta con
la
guerrera armadura,
y su padre.
No sabemos que
hasta
1
840
f.iese
publicado (en Londres y en
París simultáneamente, por el librero D. Vicente Salva) el delicioso
poema humorístico Don Opas, compuesto, también en octavas
por D. José Joaquín de Mora, que cierra con
les,
sus Leyendas españolas.
Don Opas
poeta da libre
una bufonada saladísima, aun-
tratarse
siones políticas, morales y literarias, al
de Byron, que
chiste.
el
Algunos
rea-
volumen de
de asunto histórico tan famoso; y
rienda a su estro satírico en una porción de digre-
que algo irreverente por
el
es
él el
mismo
finales
]\Iora
modo de
del
las
Don Juan
imitó auos después con no poco
de octavas son tan
que merecen que-
felices,
dar como proverbios.
Puesto que
rios
Don Rodrigo
había vuelto a ser héroe de poemas se-
y jocosos, tiempo era ya de que volviese a ocupar las tablas del
Apareció primero en una adocenada tragedia clásica de don
teatro.
Antonio
de Zarate {Rodrigo), no impresa hasta
Gil
en 1825 no había permitido su representación
P.
Carrillo,
el
1
8 38,
porque
famoso censor
dando por razón que no parecía de buen ejemplo
presentar en escena «reyes tan enamorados de las muchachas
De 1839
>.
drama romántico
data El Conde D. 'Julián, interminable
en siete cuadros j' en verso, del vate aragonés D. Miguel Agustín
Príncipe,
de
la
que
le
escribió con
la
singular idea de vindicar
Cava, a D. Opas, a los hijos de
^\'"itiza,
y
a todos los
personajes a quienes tradicionalmente se atribuye
paña, cargando, por
el
la
padre
al
demás
pérdida de Es-
contrario, toda la culpa a los judíos; en 1)
cual parece que siguió las huellas del falsario D. P'austino de
Bor-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
7o
bón, autor de unas Cartas sobre la España árahe^ publicadas cu
Tero
la tesis
de Príncipe es más
radical,
y
tanto,
que
en boca del mismo D. Julián, haciéndole exclamar
cía:
<í
Miente ¡a tradición^ miente
Poco aplauso tuvieron
cían mucho; pero
el
"Q'S.
I
llega a ponerla
como en
profe-
la historia-^.
estas tentativas,
y en verdad no mere-
desventurado Monarca godo triunfó en su
ter-
cera encarnación dramática, es á saber, en dos cuadros trágicos de
Zorrilla,
El Puñal
Godo (1842) y La Calentura (1847), popula-
del
rísimos los dos, singularmente el primero, hasta el punto de no ha-
ber apenas español que no guarde en
versos, por haber sido
la
memoria
sus principales
continuaniente repetidos en los teatros de
aficionados, a lo cual se prestaban las breves dimensiones de la pieza
y
el
no haber en
ella
papel de mujer. Sobre los orígenes de El
ñal del Godo se ha formado una especie de leyenda
Pu-
literaria, cre-
yéndose por muchos que este drama en miniatura fué improvisado
en pocas horas a consecuencia de una apuesta. El mismo Zorrila,
en
las
con
entretenidas, pero
el título
muy poco
seguras memorias que escribivó
de Recuerdos del tiempo
viejo (l), cuenta a su
de El Puñal, afirmando que
más preparación que haber abierto
ia historia
lo escribió
í 1
riana,
leyendo
allí las
en dos
manera
días,
y
azar la Historia del P.
pocas líneas que dedica
al
paradero del
sin
Maúlti-
mo Rey
godo. Algo de verdad puede habar en esto, y sería temerade
mal gusto negar el crédito en estas cosas a quien parece
y
que debía saberlas mejor que nadie; pero tengo motivos para sos-
rio
pechar que
cedió a
era
y
la
Zorrilla, aquí
como en
otras partes de sus Recuerdos,
manía romántica de suponerse más ignorante de
desacreditar sus propias obras
como
sación desenfrenada. Poco importa, en rigor, que El
se escribiese
en dos días o en quince, pero
que su autor había
leído algo
más que
lo
que
abortos de una improvi-
la
lo
Puñal del Godo
que resulta claro
es
Historia del P. ^Mariana
La fuente inmediata y directa, pero no confesada jamás por Zorilla, sin duda por flaqueza de memoria, fué el
antes de escribirle.
Roderick de Southej', que quizá no habría leído en su texto original,
pues que
(i)
él
no sabía
Barcelona, iSSo,
t. I,
inglés, a lo
menos en
pág. 90 y siguientes.
aquella fecha, pero
—
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
?!
-de cuyo argumento hubo de tener cabal noticia por medio de cual-
quier amigo suyo literato de ¡os que conocían y aun escribían aquella
lengua,
por ejemplo, o
\'illalta,
muy
ción es notoria, aunque
prim.era escena coa
Romano.
que
Zorrilla dice
que a su vez
le
y muy
libre
tal
le
Rey
La
imita-
a la cabana del
nombre por mero
bautizó con este
cosa. El
(*).
y empieza desde la
monje
poética,
llegada del fugitivo
la
pricho, pero no hay
mismo Espronceda
el
monje Romano
había tomado del obscurísimo
está
ca-
en Southey,
poema portugués de
.Andrés da Silva INIascarenhas;
Hum monga veo alli por derradeiro
A conhecer quem era, ouvindo os brados
Que
o disfargado
Esle nionge
No
está en
Southey
la
Rey aos
Romano
ares dava:
se chamara.
parte fatalista del drama, la superstición
del fatídico puñal unido a la suerte de
Don
resolución de
trágica del
conde D.
de redimir
sus culpas volviendo disfrazado
de
la
Julián;
batalla; su aparición
y
pero está
!a
Rodrigo, ni
y
sin
la
muerto
Don Rodrigo
nombre
al
campo
sus proezas en Covadonga; y, finalmente,
muerte de Florinda en brazos de
Don Rodrigo y
perdonándole.
esto puede amenguar la gloria de nuestro Zorrilla, que
duda más genio poético que Roberto Southey, aunque
Nada de
tenía sin
menos
fuese
mente
manera que
gen.
reflexivo
y estudioso que él. Al concentrar enérgicapoema inglés, los transíormó de tai
los principales rasgos del
Y
los hizo suyos,
a nadie debió
alcanzando a borrar
más que
a
sí
mismo
la
la
huella de su ori-
noble y robusta locu-
ción poética con que los hizo resonar en los oídos y en
pueblo castellano, volviendo a España
y reincorporando en
de
lo
nuestra tradición
el
alma del
que de España procedía,
un fragmento desgajado
ella.
La
catástrofe
de
representación en
la
la
monarquía visigoda no había logrado digna
novela hasta que en 1843
el
grande historiador
(C Narciso}, en su Zorrilla (I; Valladolid, 1917;
hace notar que éste utilizó el David perse^tido, del doctor Lozano,
'donde consta el nombre de Romano, inventado por Fr. Bernardo Britto.
(*)
El Sr. Alonso Cortés
í>ág- 375).
<A.
B.)
~Z
ESTUDIOS SOBRE IL TEATRO DE LOPE DE VEGA
¡)eninsular
de nuestro
líricos
Alejandro Ilerculano, compuso su
siglo,
de poema en prosa, lleno de raptos
Jíurico el Presbítero, especie
y de efusiones sentimentales contra
el
celibato eclesiástico;
pero que, prescindiendo de esta parte de retórica romántica ya
trasnochada,
como solamente
contiene altísimas bellezas épicas,
podía producirlas quien tenía tan hondo sentido de
la historia
y tanto había penetrado en
Sirva de ejemplo
la
alma de
el
el
y
la
y hoy
Janda; o en otro
episodio de las monjas que cruentamente sacrifican su
hermosura para salvarse de
Una
que Hercu-
antes se llamaba del Guadalete,
suele decirse de Medina-Sidonia o del lago de
género,
Edad Media.
la
valiente descripción de la batalla
lano llama del Chryssus,
poesía de
la
brutalidad de los musulmanes
la
más
cosa hay que tildar en este libro (aparte de otras
pero que no son de este lugar):
que comunica a sus páginas
el
carácter exótico y algo pedantesco
empeño de conservar en
el
(l).
graves,
su forma
geográficos,
nombres visigóticos y árabes, así de personas como
y también de armas, de vestidos, de oficios militares y
civiles, etc.,
con
primitiva los
lo cual, a
trueque de un
falso barniz
se dificulta hartas veces la inteligencia de cosas
arqueológico,
muy
conocidas,,
llamando, verbigracia, esculcas a los centinelas, siringe a la túnica,
amiculo
lato
al
manto, epihippia a
de gardingos^
es necesario en
tiiipliados
la
historia,
y
la silla del caballo,
buccellarios. Este
como
lo
la brillante
hizo en todos sus trabajos sobre
la
para no exigir de
la
el Eiirico,
el re-
probó Agustín Ihierry con
excelentes razones, y además con
de imaginación como
y llenando
género de exactitud
Edad
aplicación que de ella
]\Iedia;
pero en una obra
hubiera convenido un justo medio
atención del lector esfuerzos que pueden ser
contrarios a la unidad de la emoción estética.
Además de
las
en que interviene
muchas
Don
obras, relativas a la pérdida de España,,
Pelayo
como
personaje episódico (contándose
la
misma novela de Herculano), hay desde antiguo una
serie especial
de producciones consagradas a este héroe y a su vic-
entre ellas
toria
de Covadonga. Todas
mances sobre
(i)
Es
el
ellas
este argumento: el
son de índole erudita; no hay ro-
que trae Luis Alfonso de Carvallo
episodio, enteramente histórico, de las monjas de Nuestra Se-
ñora del Valle, jun^o a Ecija; pero Herculano
le
transporta
al
reino de León,-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATKIV
en su Cisne de Apolo (1602)
seguramente composición del
(l), es
mismo
Carvallo, afectando lenguaje antiguo,
cierto.
Pero hubo, en cambio, poemas en octavas
posiciones de escuela, indignas de
peor de todas sea
la
más
la
doctor Alonso López Pinciano
como
autor tiene y merece
moderna
filosofía del arte
con poca habilidad por
reales, frías
antigua, es a saber,
pesar del gran
preceptista
El Pelayo del
nombre que
fué
mucho más
los
más
feliz
insulsos
y
en su profundo comentario sobre
en
la teoría
fastidiosos
que en
la práctica.
jado del
la falta
de interés en
él se
Poé-
la
es
de
indigesta
hace alarde, no basta
narrativa y lo flojo
la
la
la
estética^
Su poema
que pueden encontrarse, y
erudición histórica y geográfica de que en
a compensar
este
y aun como iniciador de
de Aristóteles. Pero, como tantos otros maestros de
tica
com-
grandeza del argumento. Quizá
la
(2), a
73
y desmade-
estilo.
Mucho mns
vale, sin ser
obra maestra ni mucho menos,
La Res-
tauración de España, de Cristóbal de aviesa (3), poeta algo seco
y
frío,
pero de buen gusto y algún ingenio, y en cuyas obras se tras-
luce
el fruto
que había sacado de
la
amistad con que
le
honró Tor-
cuato Tasso. Nuestro incomparable bibliógrafo Gallardo, que hizo un
minucioso
reconoce
análisis
de este poeaia, extractando sus trozos
los defectos
de
la
principales,,
obra, que son los habituales en esta cla-
se de libros, pero elogia el mérito poético de algunos trozos,
realmente se dejan leer con gusto,
a sus soldados,
río
el vaticinio
Deva, y, sobre todo,
lidón
y
la
pintura de
la
la
tales
que hace
al
que
como la arenga de Pelayo
moro Alcamán el genio del
entrevista de Pelayo con el solitario Ce-
cueva, donde
le
recibe y alberga.
De
este
último pasaje dice con razón (Gallardo que tiene un sabor patriarcal
y romántico muy
sabroso, y así debió de parecérselo a Southey,
Omitido en el Romancero de Duran, aunque compilo casi todos los
que llegaron a su noticia.
Del mismo jaez que el de Car/allo será pi-obablemente el Romance de la
elección del rey Do?i Pe /ají?, impreso en Alcalá, 1607, con otros dos de su autor,
Diego Suárez, soldado asturiano y vecino de la plaza de Oran (citados por el
autor anónimo de la Biblioteca Asturiana, ;el canónigo Posada?). Gallardo,
(i)
históricos
tomo
(2)
(3)
I,
pág, 410.
Impreso en Madrid, 1605, por Luis Sánchez.
Madrid, 1607, por Juan de la Cuesta.
LSJUnU/S SÜBKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
74
puesto que, además de citarle en
imitó en
el texto,
como todos
los
notas de su D. Roderick, lo
las
mejorándole mucho. Por
lo
demás, este poema,
de Cristóbal de Mesa, esta plagado de reminiscen-
(cuando no son verdaderos plagios) de Virgilio y del Tasso, y
coincide con el del Pinciano en la desatinada idea de hacer que
cias
Pelayo emprenda un viaje a Palestina sólo para dar pretexto a impertinentes enumeraciones geográficas.
Ha hecho
escasos que en
el
anterior los
poemas
con razón a mi
lo cual atribuye,
zado
el
siglo xvii
fueron
más
de asunto nacional,
históricos
juicio, al triunfo
forma dramática nacional, en
la
t
notar Ticknor que durante
que había alcan-
cual nuestra tradición his-
la
tórica vino a incorporarse. Entre las raras tentativas épicas de esa
merece especial aprecio, por su extensión y por su forma
ds crónica rimada, que abraza una gran parte de los anales de Cascenturia,
tilla
y
Portugal, no
menos que por
las
leyendas que incluye,
y
tir
en estas advertencias,
la
sobre
Hespaña
llano por la poetisa portuguesa
da
valor romántico de algunas
el
las
de
cuales ya tendremos que insislibertada^
compuesta en caste-
doña Bernarda Ferreira de Lacer-
grande amiga y panegirista de Lope. El primer canto y parte
(l),
del segundo de este
poema
se refieren a
Don
Pelayo, sin omitir el
cuento de su hermana y de Munuza.
La musa
épico-erudita, abundante
aunque
infeliz,
del siglo xviii,
abortó un nuevo Pelayo en 12 cantos y en octavas reales: su
fe-
cha, 1754; su autor, el conde de Saldueña D. Alonso de Solís Folch
de Cardona. El
robusta
y
estilo es enfático^ culto
sonora,
y en muchas
y pomposo;
la versificación
hay
partes de la composición
de talento poético, echado a perder por
ve que tuvo presente a Cristóbal de
el
rastros
mal gusto déla época. Se
]\Iesa, así
como Southey
decla-
uno y otro. Creo que Saldueña fuese el primehermana de Pelayo Honnesinda^ nombre general-
ra haberse valido de
ro que llamó a
la
mente adoptado por
(i)
los trágicos posteriores.
Parte primera, Lisboa, en la ofjicina de Pedro Crasbeeck, 16 18.— Par-
te seí;unda, postuma, sacada a luz
Lisboa,
071
alcanzar, en la intención
no
por su
hija
doña
la o/Jicina de Jtia7i de la Costa, 1673.
llegó a escribir
de su autora, hasta
más que hasta
el
la
IMaría Clara
Este
poema
de Meneses;
histórico debía
conquista de Granada; pero
reinado de Alfonso
el Sabio.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATEIA
A
75
nuestro siglo pertenecen los bellos fragmentos del Pelayo de
Espronceda, primicias de un gran poeta que no había roto aún los
andadores del colegio, pero que en estos primeros vuelos mostraba
ya
pujanza de sus
la
Espronceda
íaé
el
Alberto
poema, y aun contribuye a
este
de Espronceda
las
Don
alas.
como
radas
las
hay
él
tales,
torso de gallardísima
ejemplo, las que forman
el
Pelayo^
el
con algunas octavas
que por
pueden
solas
sí
aunque mutilada
plan de
(l).
Entre
ser
admi-
escultura;
así,
por
cuadro dantesco del hambre.
Después de tan memorable ensayo, parece
el
para quien siempre
Lista,
predilecto entre sus discípulos, trazó
casi irreverencia citar
poema épico de D. Domingo Ruiz de
la
Vega, en 2/ can-
de 700 a 800 endecasílabos sueltos cada uno (1S40), enorme
tos
composición que prestó ancho campo a
tiempo, aunque
el
na
ni
fe
literaria,
autor no
la
el intento,
de su
por su bue-
y hubo más
mismo que
ejecución, que resulta pesadísima, por lo
la
ni
por sus conocimientos nada vulgares en letras
humanas. Pero había algo de candoroso en
en
crítica burlesca
mereciese ciertamente,
la
el
autor
con toda atención y prolijidad (según él mismo advierte)
estudio de «todos los objetos y relaciones tocantes a las gentes
se aplicó
al
que habían de intervenir en
nealogías, su carácter,
tradiciones
jes,
armas y modo de hacer
el
clima
y
fábulas; su religión, ritos
la
que alcanzó
nocimiento de
las
a entender
y
propuesto
Un
el
y
ge-
cultura, su histo-
supersticiones; sus tra-
y costumbres;
cronología; en una pala-
que conduciría
naciones contendientes, en
de pormenores:).
tica se había
y
guerra; sus usos, estilos
geografía de sus países; sus eras
bra, todo lo
sible
acción, sus respectivos orígenes
temperamento y estado de
ria,
y
la
la
al
más cabal co-
mayor variedad po-
programa semejante de enciclopedia poé-
conde de Noroña en su Omvúada, y había
Véase sobre este punto la curiosa, aunque no terminada, edición de
Obras poéticas de Espronceda, impresa en Madrid en 1884.
A todos los poemas acerca de Pelayo citados en el texto, debe añadirse
uno latino del jesuíta catalán Onofre Prat de Saba:
Pelaju77i sive Sceptncm Híspaniense divinitns servatum
canebat Onuphrius Prat de Saba Sac. Hisp. Ferrarim ex typographia Francisci Poma-
(O
las
telli^
1789.
En
el
prólogo ofrece otro
poema sobre
Hispania ab itifami tributo liberata.
la batalla
de
Clavijo,
Ramirus
sive
ESTUDIOS SOBRE KL TEATRO DE LOPE DE VEGA
^6
fracasado en
rl,
aunque era más poeta que
La tragedia neoclásica del
sij^lo
5r.
el
Ruiz de
Vega,
la
pasado, que lejos de esquivar los
temas nacionales los trataba con predilección, se ejerciten repetidas
veces sobre
argumento de
fabuloso
el
hermana de Pelayo. Rompió
el
los
amores de Munuza y
fuego D, Nicolás Fernández de
la
Mo-
con su Hormesinda (1770), que logró tibio éxito en la representación y no le ha tenido mayor en la lectura^ Era Moratín, el
ratín
más
padre, ingenio
muy
español,
como
quizá hubiera salido
de
las
que dramático; pero, en suma, ingenio
lírico
prueban sus romances y sus
lo
airoso de su empresa tratando
el
quintillas,
y
asunto dentro
formas de nuestra antigua comedia heroica; pero no acertó a
encajarle en
el
molde de
la
tragedia francesa sino merced a una in-
y sólo pudo mostrar su talento de
triga pueril e inverisímil,
en algunos accesorios nada dramáticos, por ejemplo,
en que hay
batalla del Guadalete,
Mejor concertada en
el
felices imitaciones
estilo
el relato
de
la
de
la
Eneida.
plan y más estudiada en los caracteres, pero
mucho más desmayada en
el
estilo, es
la
tragedia que Jovellanos
llamó Pelayo, y que con el título de Miuiuza corrió en ediciones
sueltas, pasatiempo de las mocedades del gran polígrafo, y que sólo
a su
nombre debe hoy
honra de ñgurar en
la
colección de sus es-
la
critos, porque de tan claros varones no debe perderse ni aun
guño más
insignificante. Así la tragedia del
padre de Moratín,
la de Jovellanos, fueron fácilmente eclipsadas por
tana (1805), que
si
no
las
ventaja en
calor
el
poético,
en
amplificación elocuente de ideas siempre gratas a un auditorio
español; en la efusión
las
como
Ptlayo de Quin-
vence mucho en condiciones propiamente
dramáticas, las lleva incalculable
la
el
el ras-
lírica,
que
la
Fué
inmortales odas patrióticas de su autor.
una pieza
política
más entre
convierte en una oda
al
mismo tiempo
de circunstancias, una especie de discurso tribu-
de Carlos IV y de María Luisa se veían reducidos a escuchar en el teatro, ya que no podían oírle ni en la
nicio,
que
los subditos
plaza pública ni en una asamblea deliberante.
efecto en 1805,
y aun hoy mismo nos parece
seguro a despertar energías dormidas en
de ser oespués
goza.
Obra
los
artística
el
vencedores de Bailen y
que
La lección
elocuente,
pecho de
los
tales victorias gana,
los
hizo
s;i
y vino de
que habíd.i
defensores de Zara
asegurada tiene
la
-
in-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
mortalidad con esto sólo, aunque
y
de época, aunque
sello
ni carácter propio,
pertenezca más
la falte
absolutantíente color local
los personajes
no tengan individualidad
aunque
misma grandilocuencia de
la
la
dicción
a la oratoria política que al teatro (l).
Las Doncellas de Simancas.
IV.
yj
—No se encuentra más que en
ediciones sueltas del siglo pasado, aunque
menos
incorrectas que
suelen serlo las de su clase. Las largas relaciones en que este texto
abunda, pueden hacer sospechar que intervino en
gún refundidor, pero
de
las
la
buenas de Lope,
comedia
si
él la
mano de
al-
es indisputablemente auténtica
y
bien algo pierde en comparación con otra
suya sobre un argumento casi idéntico.
Así Las Doncellas de Simancas como Las Famosas Asturianas,
y
están basadas en
que
se suponía
rias a los
la
célebre fábula del tributo de las cien doncellas
pagado por alguno de
los primitivos Re\'es
de Astu-
musulmanes. Este ignominioso cuento, del cual nada su-
pieron los autores de los cronicones de
primera vez en
el
siglo
xm
en
del arzobispo D. Rodrigo (3),
la
Reconqui-ta, apareció por
obras de D. Lucas de Tú)' (2) y
bien respecto del primero ha de
las
si
Hay en
italiano una Onnislnda, tragedia conalcune scene liriche (Bocompuesta por el ex jesníta español P. Manuel Lasala. Su argumento es el mismo que el de las tragedias castellanas antes citadas.
[El Profesor Restori cita, a este propósito, la mojiganga de Moreto: Del
Rey Don Rodrigo y la Caba; El restaurador de España, de Hoz y Mota; El restaurador de Asturias, de Diamante; El Alba y el Sol, de Luis Vélez de Guevara; la comedia burlesca de Monteser, A. de Solís y D. de Silva, Restauración
de España, y Don Rodrigo Re dei Visigoti, de De Gubernatis (1860)].
(A. B.)
<íEt quia Mauregatus erat affabilis et benignus, regnum quod invasit
(2)
(i)
lonia, 1783),
—
quinqué ajinis vendicavit. Militas nobiles puellas et etiam ignobiles ex condimatrimonio dedit, cum eis habens pacem.i> Y poco antes, tra-
tione Saracenis
tando del Rey Aurelio, había dicho: Prmlia cum Chaldceis nunquam
gessit,
sed pacem cu7n eis firmavit, et quasdam Christianas nobiles mulieres Saracenis
permisit in conjugio copulari.^ (Hisp.
de Don Ramiro
lllust.,
IV, 74.)
Verdad
es
que
al tratar
ciegas el
error vulgar, sin duda por seguir a
apócrifo privilegio del voto de Santiago: <i.Qui cum. regnare cccpisset
viiserunt
ad euvi Saraceni quod daret
biles
quas
sibi
tium essent
I
vuelve
a incurrir
matrimonio
illis,
en
el
illis
annuatim quinqjiaginta puellas no-
d¿ plebe quCR ad solaRex Mauregatus. Rex autem Ra7nirus cum
cap7ilare7it, et qitinqjiagitita
sicut olim fccerat
hac audisset iratus est valde propter stuprum et sacrilegium puellarum
»
Don Rodrigo (De rebus Hispanice, lib. IV, cap. VII) nada achaca al
(3)
Rey Aurelio, pero de Mauregato dice: <íCt favorem Arabum retiiierct, contra
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
78
advertirse que refiere
les
hecho en termines menos crudos,
el
quiza admitan una interpretación hist(3r¡ca racional
cuerda con
lo
que antes
dijo, es a saber:
que
si
los
cua-
se con-
Rey Aurelio había
el
tolerado o fomentado los matrimonios mixtos de cristianas con
mu-
sulmanes. La penetrante intuición crítica de Alejandro Ilerculano
le
indujo a ver en este mito tradicional un símbolo de las primeras
tendencias de fusión entre las dos sociedades de
del siglo
Según
VIII.
era hijo
comenzar
Dei legem multa
Arabum
Cronicón de Sebastián,
el
Península a fines
níismo Mauregato
probablemente mora; y por aquí hubo de
leyenda, cuando la casta guerrera recobró la suprema-
de una
la
el
la
sierva,
comniisit.
concedebat.
Paellas enim nobiles, ingenuas, et plebeias stupris
Unde Deo
et
hominibus odiosus,
expletis in regno qicinqiit
annis vitam fniivit, etpravus in Pravia habuit sepultura.^
Se ve que el Arzobispo, aunque admite la entrega de las doncellas a los
musulmanes, no fija su número ni da a entender que el tributo se pagase con
regularidad.
La Crónica
General, según su costumbre, funde
los últimos toques a la fórmula, del tributo.
De
ambas narraciones, v da
Aurelio dice simplemente:
que este Rey don Aurelio nunca huvo batalla con los momas luego en comienzo de su reynado puso con ellos sus
pazes muy fuertes e firmes, e dióles en casamiento m.ujeres fijasdalgo, que
eran christianas.» De Mauregato: «E este Mauregato, por cuyta de aver paz e
amor con los moros, fizo muchas cosas que non devie contra Dios e contra la
sancta ley, ca tomó fijasdalgo, e aun de las otras, e diólas a los moros por
miigeres, e esto non lo fizo él una vez, mas cada año avie de dar élmugercs
christianas a los ?norosparafazer con ellas szis voluntades como por renta e
«Cuenta
la estoria
ros, nin guerras,
por tributo.^
al tratar de D. Ramiro sigue al Tudense y al privilegio de
y no al Toledano: <íCíie}ita la estoria que los moros, luego que sopieron que el rey don Ramiro rcy?iava, etiviáronle a dezir si quería havcr paz e
amor con ellos, que les diesse cada año cien donzellas christianas con que casassen e hoviessen su compaña, assi como el rey Mauregato fiziera en su tiempo:
Y, finalmente,
los votos,
e
que las cinquenta fuessen fijasdalgo
En
e las
otras ci7iquenta de cibdadajios
»
pasado, el célebre falsario Medina Conde, canónigo de Málaga,
inventó un cierto Cronicón de Atiserico Gunsalvo, presbítero, al cual atribuyó
el siglo
era S99, y en el cual inserta el tratado entre Mauregato y el Rey moro de
Córdoba para el pago del tributo de las cien doncellas, redactado como los
modernos documentos diplomáticos de esta clase. (Vid. Razón del juicio secontra varios falsificadores de escrituras
guido en la ciudad de Granada
públicas, mo7mmentos sagrados y profanos, caracteres, tradiciones, reliquias y
la
libros de supuesta antigüedad. Madrid,
crítica de los falsos cronicoíies, 324.)
1781,
y Godoy Alcántara, Historia
COMEDIAS nE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATKIA
en tiempo de Alfonso
cía
el Casto,
79
triunfó la idea de reacción vio-
y
lenta contra la conquista sarracena (l).
Teófilo Braga, que ha hecho un ingenioso estudio de esta fábula
en
el libro
que algo pomposamente llamó Ep opeas da ragavtosarahe
(Porto, 1871, páginas 173-207), comienza por advertir
mente que
muy
recta-
de una leyenda de origen eclesiástico y no pode otras análogas. Entre las condiciones
se trata
pular, forjada a imitación
de paz impuestas por Cosroes
se dice
que
de Persia
II
vestidos de seda,
y mil
caballos
rail
al
Emperador. Heraclio,
anual de mil talentos de plata, mil
le exigió el tributo
doncellas. Esta tradición orien-
que fué trasplantada a España, y no de una vez,
historiadores árabes hablan de una tregua otorgada
tal del siglo VI es la
puesto que
los
por Abderrahmán
I
en 759 a
los cristianos
de España, con obliga-
ción de pagarle diez mil onzas de oro, diez mil libras de plata, diez
mil caballos
y
otros tantos mulos, mil lorigas, mil. espadas
de cinco. En
zas por año durante un período
temente apócrifo e
inverisímil, puesto
Don
riquezas en tiempo de
Fruela
Asturias, ni aun en toda la parte de
que mal podía haber
en
I
y mil
el
lan-
este tratado, evidentales
reducidísimo reino de
España no
sujeta al
yugo
sa-
rraceno, no se dice nada de las doncellas: éstas se añadieron poste-
riormente, aunque en
fin
menor número que en
vino a reducirse a ellas solas
el
tivos reyes
(circa
cuento persa, y
diploma del voto de Santiago,
definitiva dio el falsario autor del
famando de paso, no
el
al
supuesto tributo, cuya fórmula
in-
sólo a Mauregato, sino a casi todos los primi-
de Asturias: «.Fuerunt igitur in antiquis tempori'nis
destructionem Hispanice a Sarracenis factam. Rege
Rodé rico
dominante), quídam nostri antecessores pigri, negligentes, desides et
inertes christianorum Principes,
extat imitanda.
rum
Hi (quod
quorum utique
relatione
non
vita nulli fideliuvi
est dignuvi),
ne Sarraceno-
infestationibus inquietar entur, constituerunt eis nefandos reddi-
tus de se annuatini persolvendos, centuní videlicet puellas excellentis si-
ma pidchritudinis
,
quinquaginta de nobilioribus Hispanice, quinqua-
ginta vero de plebe (2)».
De
(i)
Historia di Portugal,
(2)
España Sagrada,
t.
este
III,
modo
185.
XIX, pág.
330.
la
fábula del tributo sirvió
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
8o
para apovar
la
fábula de Clavijo, y una y otra para cimentar
neroso privilegio de que
iglesia
la
ge-
el
de Santiago vino disfrutando,
y controversias, hasta nuestro propio siglo.
se creyera que el afrentoso tributo
generalmente
Pero aunque
aunque no
sin litigios
había sido anulado en los campos de Albelda por
pada de Ramiro
sobrenaturalmente asistido por
I,
vencedora es-
la
la
protección del
Apóstol, no faltaron tradiciones locales y genealógicas que atribu-
yesen a actos de heroísmo particular
afrenta.
haber Redimido aquella
el
estas tradiciones están fundadas
Algunas de
palabras y en etimologías
falsas,
como todo
en juegos de
que procede de
lo
la
seudo ciencia llamada heráldica, y han sido evidentemente inventadas por
los autores
pueblos con
la
mira
de
y por
libros
d.e
enaltecer ciertos apellidos q ciertos lugares.
linajes
los historiadores
Braga enumera hasta ocho de estas formas secundarias de
y
todavía se
le
pasó por
la
leyenda,
alto una, que encontraremos en
Las Fa-
mosas Asturianas de Lope. Las que
la vega de Carrion,
de
de
de
la
la
trae son las
de Simancas,
casa de Quirós en Asturias, la
la
Ao.
de
peyto
hordello o de la casa de los Figueroas en Galicia, a la cual se refiere
la
tan traída
proceder del
y
llevada canción del Figueiral,Jígueiredo, que
siglo xiv,
aunque
esté
modernizada en
puede
el lenguaje; la
de Figiieiredo das Donas^ en Viseo, que es una trasplantación de
la
leyenda gallega a Portugal, enriquecida por Fr. Bernardo de Brito
con
la
nueva patraña del fabuloso personaje Goesto Ansures;
las
de
Alfandega da Fe, Castro Vicente, Chacim y Monasterio de Balsemao: todas cuatro portuguesas.
A los
hidalgos o simples burgueses
de todas estas casas y poblaciones se les atribuye, casi con las mismas circunstancias, la honra y prez de haber libertado a las doncellas.
Ya Ambrosio de
estas historias,
las
Morales
(lib.
XIIÍ, cap. XIII) recogió tres de
que pueden dar idea de
las
restantes
y cotejarse con
dos que más peculiarmente nos interesan:
«Yo tengo por
mudo una
cierto
que sucedió en tiempo deste rey Don Ber-
notable hazaña que cuentan en Galicia de unos caballeros
naturales de aquel
Rey no. Cerca de
la
a un lugar pequeño Peyto Burdelo, que vale
o tributo de burdel^
y dan
Mondoñedo llaman
tanto como decir Pecho
ciudad de
esta causa del
nombre: Llevando
los
Moros
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
malvado de
-parte del tributo
01
y pasando por aquel
las cien doncellas,
lugar unos caballeros gallegos, movidos con zelo de verdaderos christianos
y con lástima de tan gran deshonra,
quitaron, venciéndolos.
Y por
haber sido
la
de había muchas higueras, como de hecho
salieron a ellos
y se las
campo don-
pelea en un
las
hay en aquella
a los caballeros comenzaron a llamar Figueroas,
y
tierra,
ellos después,
con
tan honrado sobrenombre, tomaron hojas de aquel árbol por armas.
Esto cuentan
y no
ros
-allí,
es
y
así,
pequeño testimonio
el
aunque
nombre
el
el
ser
del lugar
y
el
de
los caballe-
muy
de Figueroa está
solar
lugar así llamado, cerca de
pudo muy bien
allí,
Y
sus armas.
en
habiendo venido de unos en otros por memoria,
lejos
de
de Ponte Vedra; mas
la villa
que fuesen aquellos caballeros naturales de por
cerca de Ponte Vedra, y diesen después
»Otro hecho milagroso se cuenta en
el
la villa
nombre
al
lugar
de Carrión, que pa-
rece algo a éste. Iban otra vez los Moros con este malvado tributo
por aquella vega, y juntándose algunos toros, con mando de quien
esto puede mandar, dieron con tanta braveza en el esquadrón de los
Moros, que
quedaron
desbarataron y hicieron huir con terrible pavor. Así
los
-que los christianos las llevaron.
por
el
insigne milagro
memoria una
que
y los toros por
Alabando después
doncellas desiertas
las
Iglesia,
y dándole
las gracias
por
su guarda, hasta
edificaron por
llamada agora Nuestra Señora de
es harto gran testimonio
de todo
esto.
Señor
a Nuestro
él,
También
la
los
Victoria,
de
la
casa
de Quirós, en Asturias de Oviedo, tienen por armas cinco cabezas
de doncellas, por memorias de otras tantas que
los
de su
linaje
libraron de los [Moros, llevándolas por parte deste tributo». «Ellos
lo
cuentan
Con
así»,
añade
esta difusión
el
días, contrasta el silencio
tal tributo
y
tales
buen Morales.
de tradiciones
orales,
aunque seguramente
tar-
de nuestra verdadera poesía popular sobre
combates. Sólo
la
musa erudita y
eclesiástica
de
Berceo se ejercitó en
el siglo xiii
el apócrifo privilegio
de los votos de San Millán que transporta a
Fernán González
El
Un
jWenéndbz y
lo
que
el
sobre este argumento, versificando
de Santiago atribuyó a D. Ramiro:
Rey Abderramáo, sennor de
los paganos,
mortal enemigo de todos los christianos,
Pblw o.— Estudios sobre el Teatro de Lope de
Vega.
c
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
8>
Avíe pavor echado por cuestas e por planos,
Non avien nul conseio por exir de sus manos.
Mandó a los christianos el que mal sieglo prenda,
Que li diesen cada anno lx duennas en renda,
Las medias del lignaie
Mal
las
medias chus sorrenda
que prende
sieglo aya preste
tal
.
(?):
ofrenda.
Yacie toda Espanna en esta servidumne.
De
cadanno por costumne,
esti tributo
Fazie aniversarios de
mui grand suziedumne;
e
Mas por
quitarse ende non avíe firmedumne.
Mucha denna d 'alfaya de lignaie derecho
Andavan afontadas sufriendo mucho despecho:
Era muy mal exiemplo, mucho peor el fecho,
Dar christianos a Moros suas duennas por tal pecho.
(Vida de San Afilian, estancias 369-374.)
No
existen romances viejos que tengan que ver
las cien doncellas,
y
con
feudo
el
dé-
a duras penas los hay modernos. Duran pone
dos en su Romancero (números 617 y 618). El segundo es de Lorenzo de Sepúlveda, y,
de
servil
la
como
Crónica general;
el
tístico de fines del siglo x^^,
suyos, transcripción^
casi todos los
primero es un mediano producto ar-
que ya tendremos ocasión de volver a
puesto que tiene relación más directa con
citar,
Famosas
Asturiatias. Pero antes
de índole erudita, que tenemos por
en
fiofura
la
comedia de Las
daremos a conocer
inédito,
y que
también
otro,
a lo
menos
no-
las colecciones.
El asunto de Las Doncellas de Simancas está tomado por Lope,
directa o indirectamente, de una historia manuscrita
título
Antigüedades y sucesos memorables sucedidos en esta
y muy
la
que
antigua villa de Simancas, por D.
parroquia de
la
misma
An tonio
villa, beneficiado
los siglos x^ai
presbítero D.
y
xviii,
Manuel
de preste.
Historia de
muy noble
Año de J580.
sí
copias
con algunas adiciones que se atribuyen
,
Bachiller. El traslado
que hemos tenido
vista pertenece a la colección Salazar (H-3), incorporada
Biblioteca de la Real
por
Cabezudo, cura de
El original de este libro no ha parecido hasta ahora, pero
de
lleva
Academia de
las siete doncellas
la
Historia. El cap.
de Simancas, y a
la letra
a
hoy en
VII se
dice
al
la.,
la
titula
así:
—
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
«Cap.
Historia de las
vil.
siete doncellas
S^
de Simancas.
«Queriendo Abderramán, Rey de Córdoba, exigir
tributo que de cíen Doncellas había ofrecido a los
el
abominable
Moros Mauregato,
metad nobles y metad
Embaxador
del pueblo, y haviendo enviado a ese fin su
Rey de León Don Ramiro I.°, viendo éste lo apre-
al
tado y exausto de su Reyno,
valerosa defensa,
queriendo tomarse tiempo para una
i
mandó que por
aquel año se repartiesen
Doncellas entre los pueblos de sus dominios.
ción (l), tocó a
de Simancas
la villa
En
las
cien
esta triste situa-
entregar siete Doncellas,
el
si
acaso no eran de las aldeas o pueblos inmediatos. Los Governadores
o superiores de
la
Villa
en edad de casarse,
a las
y
tomaron
nobles
el
como
nombre de
las
que estuviesen
y poniendo guardas
Puertas para que no escapase alguna de ellas, hecharon suertes;
llegada
la
hora de
assí
pleveyas,
desventura, andava toda
tal
la
gente
como
fuera
de sí, y tan alterada como si fuera día de Juicio, temiendo cada uno
que tocase la suerte a su Hermana, Hija o Parienta. Acudían a la
Iglesia a hacer votos
llozos,
y promesas
para que los librase de
sEstava
la
mayor parte
leyeron los nombres de
los gritos al cielo,
las
tal
a Dios, con
muchas lágrimas y
so-
trabajo e infortunio.
del pueblo presente al sorteo,
que tocó tan
infeliz
y quando
suerte, levantaron
viendo una lástima que no podían remediar. Los
Ministros de Justicia llevaron a las pobres Doncellas a quienes tocó
la suerte al Castillo,
donde
las depositaron,
siendo vanos todos los
esfuerzos que hicieron sus parientes para defenderlas, siguiendo sus
huellas
con
con alaridos que traspasaban
la priessa
i
fuerza
que
los corazones.
las llevaban,
Las Doncellas,
iban a cuerpo, esparcidos
los cavellos al aire, todas desgreñadas, los rostros amarillos
ojos sangrientos de tanto llorar,
mucho
las
dando grandes
suspiros,
dolor las tenía anudada la garganta para dar voces,
ocupaba
los sentidos.
Las Madres iban detrás de
ellas,
y
los
porque
y
el
el
pavor
atronando
ayre con voces y lamentos, mostrando tan gran dolor y sentimiento, como si los enemigos entraran y saquearan la villa. Estu-
el
vieron aquella noche encerradas las siete Doncellas en una torre del
(i.)
Esta expresión
zudo fué retocado, es
moderna y
otras tales,
decir, estropeado,
logrado ver copia más antigua.
en
la
prueban que
el
texto de Cabe-
centuria pasada; pero no
hemos
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
8^
revolviendo cada una en su memoria los trabajos que tenían
Castillo,
los
de remedio, y destituidas de todo consuelo
ánimos generosos suelen en la tribulación
más ingeniosos y
despavilados, subcedió que, siendo una de
a
la vista, sin
y
alivio;
estar
ellas
pero
esperafiza
como
de más valiente
espíritu,
y de
compañeras, levantándose entre
que
la
la
que como
todas, las
tal
reconocían sus
rogó encarecidamente
oyesen; y reprimiendo su dolor, enjugando sus lágrimas y
lanzando un suspiro de
yor gravedad
íntimo de su corazón,
lo
las dijo
con
la
ma-
estas palabras:
f.Ya sabéis, queridas
Hermanas, que nuestra desventura nos ha
que no volveremos
amada
a ver nuestra
>
traído a tiempo
»
¡Desventurados Padres, que con tanto regalo criasteis buenas hí-
>
jas para
>
huvierais
zebo de
ios
tierra.
Perros Moros; mejor fuera que de Niñas nos
>
ahogado en vuestras manos, y no fuéramos a ser despojo de su lascivia, vendidas y vituperadas de los Bárbaros! ¡O
>
Dios misericordioso, no permitáis que estas desdichadas doncellas
»
sean entregadas a los Hijos de perdición, que nos fuerzen a cumtorpes deseos
» plir sus
y renegar de
tu santa ley! ¡No permitáis,
»
Señor, que se pierdan nuestras Almas; volved por nosotras, y ya
que no es lícito quitarnos las vidas con nuestras propias manos,
5>
mueve. Señor,
»
decer en breve
>
grande infamia! Tiempo nos queda, Hermanas mías, para llorar
>
este daño,
>
bueno, que era
»
yra de quien sea tu voluntad; que mejor es pa-
la
muerte, que no esperar tan largo dolor y tan
la
es corto para buscar algün remedio:
y ahora
muerte; pero ésta ni los Moros nos
la
» conviene tornearla
quitemos
por nuestras manos; y
que
»
para que
>
con alguna mancha en nuestra
>
decer
»
ridas
tal
assí
el
seamos de
ellos
tierra,
»
inhábiles
de este modo quieran llevarnos a sus
acuerdo,
i
la voz,
animándola
las
ir
rostros,
horrorosas para toda lavor,
»
que
manos y
y sangre desfiguremos nuestros
»Aquí, faltándola
que
me
darán, ni
parece es
desechadas, que más vale quedar
desventura: cortémonos las
y
assí lo
uno havía
regalo que apetecen, afeando nuestros rostros,
»
les
la
y
a las extrañas a pe-
y con hequedaremos
cavellos,
y
assí
creo no será posible que
tierras.»
cayó desmayada; pero volviendo en su
demás, que todas aprobaron
tomaron unos cuchillos que llevaban consigo,
i
el
precepto,
empezaron a cor-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
tarse el pelo, herir los rostros,
cas,
y cortarse
manos por
de suerte que quedaron mancas, y para
animaban y consolaban. A los gritos y
una, que era la más pequeña, despertó
diendo a toda prisa
al
y
ello
sollozos,
el
y
muñe-
las
unas a otras se
especialmente de
carcelero, el qual, acu-
Aposento donde estaban encerradas,
a todas con tantas heridas
das,
las
85
las halló
sangre, que las unas estaban desmaya-
penetradas del dolor y sentimiento, no sabían qué
las otras,
adonde acudir, con que, dejándolas en su lastimoso
hacer, ni
esta-
do, fué sin detenerse a contar el subceso a los Juezes. El día si-
guiente, aun antes de amanecer, ya estaba divulgado por la Villa,
acudiendo toda
la
Gente
al Castillo
a saber lo
que había subcedido:
pero llegando a noticia de los Moros que debían recoger
llas,
y viéndolas
tan desfiguradas
por estar
ni llevar,
que gobernaban
i
mancas, no
las
Donce-
las quisieron recibir
y de ningún provecho, y digeron a los
que eligiesen otras con toda brevedad.
inútiles
Villa
la
Esta proposición pareció
muy
daron que se diese cuenta
al
acor-
dura a los Magistrados, y
assí
Rey, para que mandara
que debía
lo
y en efecto, despacharon deputados a León, a donde se
Rey Don Ramiro, al qual y a su corte informaron larga-
ejecutarse:
hallava el
mente
del lastimoso lanze subcedido en Simancas.
•»i\l
oírle,
dice Luis Vives que levantándose entre todos
Obispo, dio un suspiro y dijo
Hombres
al
Rey y demás
circunstantes:
«¿Qué
>
hacemos
>>
se ofrecen a la
»
nos dan exemplo para que volvamos por su honra y por tan justa
causa?»
estas palabras todos respondieron que más querían mo-
»
rir
los
muerte por
librarse
las tiernas
Doncellas
de tan infame esclavitud, y
A
como
cavalleros
que
acordaron que todos
la
tan sosegados,
quando
un
guerra, subcedió
sufrir tan
grande afrenta como cobardes, y
Pueblos se pusiesen en armas, y publicada
memorable Batalla de Clavijo, publicada bien
los
la
a lo largo por todos los Autores antiguos Hespañoles; debiendo notarse, para nuestro
assumpto, que muchos cavalleros llevaban por
insignia en esta guerra unas vanderas pequeñas en las lanzas,
ellas pintadas siete
manos, en señal de
las doncellas
que
se
y en
manca-
ron voluntariamente en Simancas. También llevaban en un cendal
atado a
la
moneda que entonces se
Rey Don Bermudo el i.° el pa-
lanza quinientos sueldos de la
usaba, porque habiendo ofrecido
el
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
^0
rar a los Moros 500 sueldos por cada una de
las
cien Doncellas,
que su antecesor Mauregato les ofreció, y negando uno y otro tributo el Rey Don Ramiro, decían los cavalleros que allí se le llevaban
a los
De
i
Moros, y que vinieran a tomarle de
esto nació el
honor
i
renombre que
punta de sus lanzas.
la
se da a los Hidalgos, de
«Os hazemos
solar conocido (digo), diciéndose en los privilegios:
»
hijosdalgo de solar conocido
como
dijera: os
si
hacemos
y devengar
quinientos sueldos»;
que gozéis
hijos dalgo para
nobleza que ganaron aquellos nobles que vengaron
cien Doncellas,
ellas;
y
los
común
1
tributo
de
y
las
500 sueldos que se daban por cada una de
siendo de esta opinión
libro 4.°, era
el
la libertad
el
doctor Montalvo y Peñalosa, en
el
360. Las siete Doncellas qne se hicieron mancas, es
tradición de Padres a hijos, que conservaron su virginidad,
y se metieron Monjas en
adonde hoy Aniago, y en
el
el
Monasterio de Sta. Olalla, que era
que están sepultadas con fama de mu-
cha virtud, haviendo hecho mudar
Gureba en
el
el
antiguo
bispo D. Rodrigo, Nebrija, Vasseo, Sepúlveda
quedado
de Simancas que hoy
el
nombre de Eureba o
de Septimancas con que nombran
tiene.
Con
y
el
a esta villa el
otros,
y
del
Arzo-
que ha
motivo dicho tomó
estrella docampo de sangre o encarque haze memoria Luis Vives en su libro de La Mujer
esta villa por
armas un
castillo
en campo azul con una
rada encima, y por orla siete manos en
nado, de lo
cnristi-ana (l), diciendo:
«Por librarse de Paganos
Las
siete
Doncellas francas,
Se cortaron sendas manos,
Y
las tienen los christianos
Por sus armas en Simancas.»
»En
otro
empieza
assí:
romance
viejo se
hace memoria de este subceso,
y
^
cEn Córdoba Abderramán,
Lleno de gran ufanía
(i)
No
necesito advertir
(2).>
que en ninguno de
los tres libros
ne femiua christiauíB se halla semejante copla.
No tenemos más noticia de este romance.
(2)
De bistHuHo-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
?7
»Otro romance hai impreso, que empieza con los versos
si-
guientes:
Rey que en León
<E1 primer
Don Ramiro
se llamó,
Al principio tuvo
Y
al fin
guerra
paz,
le sobró;
Que Almanzor, Rey Cordovés,
En batalla le venció,
Y
le
puso en tanto estrecho,
Que grandes
Y
en
parias le dio;
las parias cien doncellas
Dar cada año
se obligó;
Las cincuenta hijasdalgo,
Las otras cincuenta no.
El tributo, que era grave,
•
Mucho tiempo no
Que
la villa
duró;
de Bureva
La su paga defendió
Por no pagar
el tributo,
El qual después no pagó.
Que siete Donzellas nobles,
Que para dar escogió.
En la torre de una Puerta
De esta villa acaesció
Que una noche allí encerradas
En llorar se las pasó;
Y
al
tiempo que amanecía
La una
así las habló:
<
Desventuradas doncellas,
»
;Quién en
»
Que
el
mundo pensó
para echar a los Perros
»
Estáis vosotras y yo?
»
;0h! ¡La
»
Que jamás
»
¿Qué corazón hubo humano
»
Que
•»
¡IMás le valiera morir,
mayor crueldad
se vio ni oyót
tal hizo
y permitió?
»
Que
>
Cortémonos, pues,
•
La primera seré yo
aceptar lo que aceptó!
las
manos;
>, etc.,
etc.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
88
>
el
muy
Sigue después este Romance, que es
subceso y diciendo que por
Simancas, dejando
Tal es
el
el
la
nombró
anterior de Bureva
fundamento tradicional de
Lope con una
épico ha reforzado
mática, en
él se
intriga
largo,
contando toda-
la villa
Septimancas a
>
esta comedia,
cuyo
interés
de amor interesante y dra-
cual brillan los simpáticos caracteres de Iñigo López,
de Ñuño de Valdés y de su hermana doña Leonor,
la
prometida
$
amor y la gratitud que
profesa a su generoso enemigo el moro Abdalá, enamorado también
de Leonor por su retrato; y aunque esta competencia no sea nueva
de Rodrigo. Luchan en
en
el
Teatro de Lope,
el
alma de éste
muy
ni
ingenioso
tan nobles los afectos, tan caballeresco
ficación,
modo
que
feliz
esta parte, episódica
con
el
áspero
y
el
el
>
medio de prepararla, son
y
el estilo
tan dulce
la versi-
un
y romántica, contrasta de
trágico vigor del desenlace, sin desvir-
tuar su fuerza.
Comedia de
las
más
brillantes
y
magnificas de
Schack; pero, en mi juicio, es inferior a
las
Lope
la
llamó
dos que en nuestra co-
y que pertenecen al mismo ciclo legendario (*).
Los Prados de León. Citada en la segunda lista de El Pe-
lección la siguen,
V.
—
regrino, y, por consiguiente, anterior a i6l8. Publicada en la
De-
cimasexta parte de las comedias de Lope (1621), con dedicatoria
duque de Huesear. Reimpresa por Hartzenbusch ea
el
al'
tomo IV de
Cotnedias escogidas de Lope (Biblioteca de Autores Españoles).
Es una de
las seis piezas
estimado más, y de
las cuales dice,
prólogo dialogístico de
seo^
suyas que Lope de
la
Parte
por boca de El Teatro^ en
16.*: € Mirad
El Laberinto y Los Prados,
el
Vega parece haber
el
a guien alabáis, El Per-
Adonis y Felisarda, están de
suerte escritas, que parece que se detuvo en ellas».
Respecto de Los Prados,
a la frescura poética con
al prestigio irresistible
de
que
tal
la
predilección es justa
si
se atiende
obra está concebida, y ejecutada,
la versificación.
Como
y
concepción dramá-
Sobre el argumento de Las famosas asim-ianas, cita Restori una co(*)
media de Francisco X. de Villanueva: Cumplir la jura y qjdtar elfeudo de cien
doncellas; otra de Luis de Guzmán: El blasón de don Ramiro; la de Herrera y
Ribera: Batalla de Clavijo y Voto de Santiago; la de Cabillo: Rayo de Andalucía y Genizaro de España, \ la de Mira de Amescua: Desgracias del Rey Don-
Aljonso
el Casto.
— (A. B.)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
no
tica
sortes
es de primer orden entre las de Lope, y juegan en ella reque manejó con más habilidad en otras producciones, sobre
todo en Los Tellos de Meneses; pero hay en toda
de
fera
de
idilio,
campos, una tan poética representación de
los
quista,
pieza una atmós-
la
una misteriosa vaguedad romántica, un saludable aroma
guerrera, medio rústica
una tan
feliz
de
pastoril
y
conjunción, en suma, de
las inverisimilitudes
y
el
desorden de
Admirablemente juzga Schack
la
la
el
la
(i) ésta
la
égloga y de
ánimo y
medio
vida
montañeses de
los
peya, que arrastra y encadena suavemente
dar
89.
le
Reconla
epo-
hace olvi-
acción.
y otras análogas crea-
ciones de nuestro gran poeta, en los términos siguientes: «Del par-
de Lope hubieron de ser
ticular agrado
del primer renacimiento de la
las pinturas
de los tiempos
monarquía hispano-cristiana. Com-
plácese en retratarnos aquellos antiguos castellanos rústicamente
sencillos,
que ejercían en sus subditos
brasen sus campos, ya desenvainasen
Todos
patriarcal autoridad,
la
espada contra
ya la-
los infieles^
estos cuadros que, por ejemplo, se observan en
Los Pra-
dos de León, en Los Tellos de Meneses., en Los Benavides y en
muchas comedias suyas, son tan lozanos y enérgicos, que, a
no estar completamente estragado el lector, por las descoloridas
otras
imágenes que en nuestro tiempo se han vendido por poesía, no
puede menos de
tributarles
encanto mágico de
verdadera gracia,
el
confunde en
con
ellas
la
y por mucho que
sincera admiración;
se repitan, siempre parece nueva la impresión
que nos causan. La
pura poesía pastoral, se
la
más grave solemnidad de
guno como Lope ha representado todo
el
la
heroica. Nin-
robusto germen de
la
na-
La materia y la forma se armonizan en estos cuamanera más íntima; nótase una facilidad tal en su colori-
ción española
dros de
la
do, tanta naturalidad e impersonalidad
observarse en
las
mucho, pero sus palabras son graves; a
Ios hechos,
si
y
como únicamente
se llevan a
cima
las
fuesen pequeneces de ninguna
los
dichos suceden
anciano,
temeraria obstinación del joven.
(ij
Tomo
II
punto-
Y ¡qué diferencias en los
monta
Al lado de
la
al
hazañas más extraordinarias como-
caracteres!
la
suele-
obras poéticas populares. Sus caballeros no hablan
grandeza de alma y de
del texto alemán, 268;
III
de
la
¡
la
Qué
experiencia del
rasgos individua-
traducción castellana, 13-16,.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
^O
Jes distinguen a los personajes subalternos, clérigos
y monjes,
labra-
La exposición desordedores y pastores, caudillos y guerreros!
nada y abrupta de la fábula se armoniza a maravilla con el conjunto.
Y ¡cuan
delicada y cuan inseparable del carácter español es la mez-
cla de orgullo
hinchado y de amorosa resignación, de arrebatos
producidos por
la justicia
de veneración por
de que
los personajes se
deberes que
los
la lealtad les
cuales todo se subordina; de nobleza
constancia en las amistades
mo,
si
examinamos
y de barbarie, de
más tenacesl
invariable
Por
los odios
últi-
acción en su totalidad, ¡cuan rápido es su
la
y animación hay en sus detalles!»
curso, cuánta vida
La parte
y de
creen asistidos,
impone, y a los
histórica
bres de los Reyes
de Los Prados de León se reduce a
Don Bermudo y Don
Alfonso
el Casto.
nomTodo lo
los
demás, o es pura invención del poeta, o procede de alguna leyenda
genealógica que no he podido encontrar hasta ahora en los libros de
linajes
que
que he recorrido, pero con
esté
histórica.
más versado que yo en
De
poner que
así
el
la
cual acaso llegue a dar alguno
este género
de
literatura
seudo
todos modos, basta con un juego de palabras para su-
Ñuño de
Prado, tronco de este linaje, se había llamado
por haber sido encontrado recién nacido en un prado. Quizá no
pasaba de aquí
el
genealogista; pero
una fábula novelesca, y Lope
que sea el Rey Don Bermudo
ya había en esto
el
germen de
se apresuró a desarrollarle,
el
Diácono quien encuentre
haciendo
al
rioso infante:
•
Yo y mi hermano,
el
que llamaron
El católico guerrero,
}' Muza
La retaguardia siguiendo
Una víspera de Pascua
íbamos de Ardain
De
Flores,
Oímos
y entre unos fresnos
quejas, Alfonso;
Pasaron todos con miedo,
Y yo
con piedad; que siempre
Fué virtud de que me precio.
A
las
quejas
me
acerqué
Puesto que siempre eran menos.
Cruzaba un arrovo manso
miste-
1
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Un prado de
9
flores lleno,
Cuya margen unos juncos
Ceñían de trecho en trecho.
En
más espeso de unos
lo
Las quejas escucho y siento.
Lirios y juncos desvío
lanza con el cuento,
]")e la
Y
veo desnudo un niño
Que
Que
estaba arrojado en
ellos,
como vio la lanza,
Asió con la mano el hierro,
ansí
Y con su
fuerza tan débil
Me la apartaba risueño,
Como si dijera: «Mira
Que me está guardando
el cielo
>
El niño encontrado de esta peregrina manera se cría en casa de
unos labradores, como
Ciro de Contra valor no hay desdicha
el
otros análogos personajes de Lope;
feliz
en su aldea, enamorado de
la
y
el
primer acto nos
pastora Nise,
le
y
presenta
y cantando uno y
otro en bellísimos trozos de poesía lírica aquella eterna paráfrasis
del Beatus
ille^
que, con repetirse tanto en las obras de Lope, pa-
rece siempre nueva por
aspiraciones
de
la
sinceridad con que expresa una de las
la
más simpáticas de su alma, platónicamente enamorada
soledad y de
vida de los campos, por
la
condenase siempre a
más que
en medio del desorden y tráfago mun-
vivir
danos:
Bajar,
Ñuño
querido,
Contigo destos montes a estas huertas
En
el
Abril florido,
A ver las
Ver
al
rosas a la aurora abiertas.
Junio
la
fruta
Colgar de aquestas ramas sazonada.
En
el
invierno enjuta
La verde pera y carmesí granada,
A tu dichoso
No
lado.
es envidioso bien, sino envidiado.
Caen
En
el
los
fuego
su destino le
chopos
el
altos
invierno, y de su adorno
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
C)2
Los secos fresnos
Y
faltos,
estamos dellos a
lumbre en torno
la
Con nuestros padres viejos,
Ya escuchando consejas, ya consejos.
Pues, ¿qué mayor ventura
Pueden
tener los cortesanos.
allá
Que de
oro y plata pura
Hinchen, no el alma, las sedientas manos?
¿Cómo, Ñuño, pasaste
Esta noche sin mí?
Cual pasar suele,
Hasta que en rojo engaste
La
cara
asoma
para que vuele,
el sol
El pájaro escondido.
Que
estaba solo en el desierto nido.
Mas como
del barbecho
Parda calandria alegre se levanta,
Y
con vuelo derecho
Se sostiene en el aire,
Mil requiebros
Ansí viendo tu
Pues ¿ves
Que
al
la
y canta
silba
al día,
mostré
sol
alegría.
obscura sombra
partirse del sol hace a estos prados
Este monte que asombra
La
plata a estos arroyos delicados?
La misma
Hasta que
Deliciosas escenas de
cilios,
música y
baile,
el
alma cubre
el alba
de tu
amor y
sol
descubre
celos, chistes
completan
el
hechizo de este cuadro de
vida campesina, donde aparece engastada con
una
reliquia
o reminiscencia de
la
el acierto
musa popular:
Reverencia os hago,
Linda vizcaína.
de rústicos, cantarla
de siempre
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Que no hay en
93
Vitoria
Doncella más linda.
Más preciada haceros
Mi querida amiga,
Que vencer los moros
Que a Navarra lidian.
— Id con Dios,
el
Conde:
Mirad que soy niña,
Y
he miedo a los hombres
Que andan en
me
Si
A fe que me
Yo no
la villa.
ve mi madre,
riña.
trato en almas,
Sino en almohadillas.
— Dadme vuestra mano,
Vamonos, mi
A
la
vida,
mar, que tengo
Cuatro naves mías.
— ¡Ay, Dios, que me fuerzan!
que me
¡Ay, Dios,
obligan!
— Tómala en los brazos
Y
De este ambiente,
a la
mar camina.
saturado de olor de trébol y verbena, nos tras-
la
Don Bermudo
ha renunciado
recomendándole
Ñuño de
donde hierven
corte de León,
lada el poeta a
muy
la
corona en
las intrigas.
Don
Alfonso
El Rey-
el Casto,
encarecidamente que recoja y favorezca a
Prado, cuyo misterioso hallazgo
convierte en cortesano
al fin
de
Deja ese
la
le refiere.
primera jornada:
traje villano,
Y toma
el
de caballero;
Ceñirte
la
espada quiero,
Ñuño, de mi propia mano.
Para armarte caballero
Conforme
al
fuero de España,
Has de hacer alguna
hazaña,
Ñuño de Prado, primero
Y el
pastor se
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
94
Va, en
armado
moro Muza, que
efecto, a la guerra contra el
tributo de las cien doncellas; trae al
caballero,
y logra
Pero conjúranse contra
él
la
Rey
seis
mayor privanza con
envidiosos
reclanía el
cabezas en trofeo, es
el
casto Monarca,
pérfidos cortesanos, y, para
y
hacerle caer de su gracia, forjan cartas falsas (recurso
infeliz,
muy
de
usado por Lope y otros, en aquella edad
infantil
las
pero
com-
Al mismo tiempo se enamora de él la Infanta
Doña Blanca, y él desdeña su amor porque permarfece fiel y constante a la pastora Nise. Todo conspira entonces para su ruina, que
binaciones escénicas).
él
parece presagiar en una melancólica glosa de aquella canción
atribuida a Felipe
11.
¡Oh contento! ¿A dónde
Que no
te tiene
estás,
ninguno?
El Rey se persuade de que Ñuño
hace traición con
le
sulmanes, e instigado además por su celosa hermana,
la
corte al
el final del
fin
los
mu-
le destierra
de
del acto segundo, que contrasta graciosamente con
primero:
Quitadle
Y
el
ponedle
sombrero y capa
gabán suyo.
el
¡Vuelve, villano, perjuro,
al
azadón y
Pon
a tus
al
arado!
bueyes
Yo, que te ceñí
Te
la desciño,
suerte,
el
la
yugo
espada,
y renuncio
La nobleza que
Pero
el
te di,
Ñuño se resigna con la mudanza de
gozoso al campo y al amor de Nise:
sano corazón de
y vuelve
casi
Volvámonos
Que en
Me
a la aldea;
dolor tan importuno,
consuelo en ver que a Nise
Su labrador
restituyo.
¿Quién duda que
ella se
Viendo que otra vez
me
huelgue
cubro
su^
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
me
Del gabán con que
Campos amenos y
95.
iguala?
augustos,
Recibid vuestro villano.
Altas hayas, robles duros,
Apercibidme esos brazos.
Prados, desnudaos
el luto
Entonces precisamente comienza a aclararse
gen de Nise, que era tan ignorado como
el
en su destino una transformación contraria a
parándose de este
Doña Leonor,
rada.
una
modo
hija del
el
la
Rey
Nise. El
tercera jor-
envía a buscar a su prima
con grande aparato de carrozas, bien anacrónico en
muy
la
que ha tenido
ha criado encubierta en
Castilla, la cual se
nombre de
ori-
verifica
de su amante, pre-
ingeniosa combinación de
del Rey, le revela al morir
tía
conde de
una aldea con
la
enigma del
el
de Ñuño, y se
el siglo viii,
pero
propio de los cuentos populares. Desde que Inés (antes Nise)
entra en la corte, complicase la intriga, declarándose competidores
en su amor
los
sumado antes
la
mismos dos cortesanos que habían tramado y conpérdida de Ñuño. Su rencorosa emulación hace que
momento mismo en que Ñuño, impul-
su delito se descubra en el
sado por los celos, se entra por
las
puertas de palacio buscando a
su Nise:
Vengo en busca de una oveja
Que en
su nevada pelleja
Tiene mi roja señal
En
pos de
él
viene
labrador Mendo, que
el
declara al Rey, en un lindo romance, que
mano
El Rey Fruela, tu padre,
Andando una tarde a caza
Flor,
Vio
a
mi pequeña
aldea,
una gallarda aldeana
Que en
el
prado de
los chopos,
Junto a un arroyo guardaba
Blancas ánades, que hacían
Sus aguas copos de
plata.
había criado,
Ñuño de Prado
suyo:
En
le
es
y
her-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
éQd
Apeóse
Y
del caballo,
antes que
la
luna blanca
Saliese a ilustrar
la
noche,
Con ruegos y con palabras
Rindió su inocente pecho,
Tanto, que
De
al salir el alba,
vergüenza de Ramira
Mostró más roja
Volvióse
Y
el
Ramira
Rey
la cara.
a la corte
a su cabana,
Dejándola aqueste anillo
No hay que
censurar con
mucho
rigor las violentdiS peripecias
wiagJtórisis de esta comedia, los lances inverisímiles en
y
que abunda.
de un cuento entre popular y genealógico, escrito para recrear apaciblemente el ánimo de espectadores preparados a aceptar
Se
trata
de buena
fe
todo
lo insólito
y maravilloso. De
esta disposición in-
genuamente poética de su auditorio se aprovechó Lope para gastar
en esta comedia muy pequeño artificio teatral, y prodigar, en cambio, las galas
bres de
la
que ya en
de su dicción en
aldea
y
las
los albores
de
la brillante antítesis
la corte,
que
sirve
entre
las
de toado a su
costumlienzo,
y
de nuestra escena había dado asunto a Juan
del Enzina para dos de sus más sabrosas églogas.
No
es fácil entre-
sacar trozos selectos de esta obra de Lope, porque toda ella está
muy lindamente escrita, en estilo natural y afectuoso, sencillo y puro.
VL Las Famosas Astíiriajias.— Citada, con el título de Las
de E/ PeregrÍ7ío, y, por consiguiente,
anterior a l6l8. Impresa en la Parte decimoctava de Lope (1623).
Asturianas en
la
segunda
lista
Reimpresa por D. Juan Eugenio Hartzenbusch en
Comedias escogidas de Lope
el
tomo
III
de
{Biblioteca de Autores Españoles, de
Rivadeneyra).
Lope
la
diendo en
dedicó
al
corregidor de Madrid D. Juan de Castro, alu-
la dedicatoria a
la
comedia que pensaba
efectivamente escribió después, sobre
el
escribir,
y que
fabuloso origen de su fa-
Juan de Castro, primera y segunda parte).
El texto más antiguo que hemos visto de la tradición en que
esta preciosa comedia está fundada, se halla en la voluminosa commilia {D.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
97
pilación historial que, con el rótulo de Libro de las bienandanzas f
Jortimas^ escribió en
lazar,
<
1
471
estando preso en
el
la
caballero vizcaíno
Lope García de Sa-
su torre de Sant Martín de Muñato-
nes> (l).
«Lope García de
Ms. Acad. de
•»
Salazar, libro
la Hist.
Sala 12,
Título del Reynainiento del
que en
ella rey nó
de
las
Bienandanzas y fortunas.
6.% núm. 17,
est. 10, gr.
fol.
Rey don Ramiro de León
•
342.
X'
(sic)
y primero deste nombre.
»E1 rey don Ramiro, primero deste
León, hermano deste rey don Alfonso
nombre y ochavo rey de
el casto;
un conde del palagio y venciólo y
sole monge, y sosegado su reyno como
levantóse contra él
prendióle, y sacóle los ojos
le
dar treguas a los moros y otorgárongelas con
enviase luego las giend donzellas quel
y pú-
convenía, envió demantal
condigión que les
Rey Mauregato
el
malo y
los
otros después del les avían pagado en cada año segund dicho es,
sino que le robarían las tierras;
y juntando
con acuerdo de todos, no podiendo
y
ál fazer,
su reyno sobre ello
acordaron de
y
las enviar,
repartiéronlas por suertes segund la costumbre de los pasa-
(i)
«Compuse este libro, e escribíle de mi mano, e comencéle en el mes
de julio del año del Señor de 1471 años, c porque en él se fallarán muchas
buenas andanzas e acontecimientos de Estados que los príncipes e gentes venidas de las cuatro generaciones, que son gentiles e judíos e cristianos e moros, alcanzaron, e con ellos visquieron en honra e en su plaser; otro sí, obo
muchos dellos que con fortuna decayeron e fenecieron sus vidas miserablemente en mucho dolor, e trabajo, e angustia; otro sí, porque yo le fice e escrebí, acompañándome la dicha fortuna, su nombre derecho debe ser Libro
de las buenas afidanzas e fortunas, que fizo Lope García de Salazar en XXV libros, con sus capítulos, e sus tablas, e cada uno sobre sí de letra colorada.»
De estos 25 libros, los 19 primeros se refieren a la historia general, y los
seis últimos, que son los más conocidos, los que más veces se copiaron y los
únicos que han sido impresos, tratan de los linajes, bandos y guerras del
Norte de España en el siglo xv, particularmente de las actuales provincias de
Vizcaya y Santander. Existe una reproducción paleográfica de esta parte de
la obra (Madrid, 1894), hecha con arreglo al códice original, que para en la
biblioteca de la Real Academia de la Historia.
La parte general ha sido menos estudiada, aunque contiene pormenores
legendarios muy curiosos. De ella es el trozo que transcribo, y sobre el cual
me llamó la atención el joven y experto filólogo D. Ramón ¡Menéndez Pidal.
autor del bello libro, recientemente publicado, sobre
tes de
la
Leyetida de los Infan-
Lara.
Menéndez y Peí-ayo.— Estudios sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
98
dos, sobre las cuales mostró dios su grande
y maravilloso miraglo-
^Titulo del miraglo quel nuestro señor quiso mostrar por una
donzella de aquellas que levavan cativas
mente el apóstol Santiago a
^
y de cómo apareció primera-
d España.
los cristianos
>Recogidas estas -c- donzellas con mucho dolor y maravilla
como
caso lo
atal
de Labradores, para
fijas
seyendo
ofrec^ía,
L-
las
fijas
dalgo y
las otras -L-
en toda servidumbre,
las maltratar
así
como
rey por mangebas y para los cavalleros y para serbir sus
casas con ellas, y acabado todo diéronlas a dos escuderos con otros
para
el
serbientes que las levasen a los moros,
das ginco leguas della, espiró
a
y
el espíritu
así salidos
con
del señor,
que nunca
donde deve, en una donzella de aquellas
fermosa y más entendida
púsose cual su madre
Como
levase.
los
pensando que con
se tanto
que
los
ellos
y
con
ella
la
y anda-
ellas
dalgo que era
fijas
la
más
la
y desnudóse de todos sus paños y
pariera, y dióles a un su serviente que gelos
dellas,
escuderos vieron aquello, maravilláronse
por
fallege
mucho
maginación se avía enloquecido, y trabaxáronla fazer vestir,
deziéndole que
lo fazía
m^l
y
avergongava, y que por loca la apedrearían los moros, y que
las otras donzellas padecerían por la su locura. Como quier
questas
y
otras cosas
muchas
de amenazas como de
le dixieron, así
ruego, ni con amonestagiones de dios, le dixieron deziendo le que se
acomendase a dios que
la
podía librar de aquel peligro en que yva,
y que dexase todas aquellas locuras y temas y desvergongamientos, jamás della pedieron aver palabra ninguna de bien ni de mal,
ni fablava
con persona que
do
le dixieron
mejor e
ron
qué
lo
que entrava en
fazía.
ella pidió sus
maravillándose
mucho
Respondióles que
quando venía en
tierra
ella
de
la tierra
más apuestamente que pudo.
así vestida,
lo
que preguntava a todas
fallase, sino
personas que topava que adonde era
las tierras
las
Y cuan-
escuderos la vie-
preguntáronle que por
que no avía omes, e que
por encobrir sus carnes
los
se desnudara
las
aver verguenga sino de los homes, e agora que
que entravan en
moros.
paños, vestióse lo más-
Como
dello,
los
primeramente
mugeres no deven
ella se vestiera
por-
que avía omes,
e
que por eso era vestida
porque no
la
burlasen ni disfamasen
dellos,
della ni dellos, ni por ello fiziesen enojo aquellas cativas desventu-
radas de cristianas sus compañeras, ni a ellos que
así las
levavan a
V
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRI
vender a
Los escuderos
los ynfieles sin ley.
como en
ornes avía en tierra de cristianos
99
dixieron que tantos
le
la tierra
de
los
moros y
tan buenos. Respondióles que dezían lo que les plazía, que
a la
si
tierra de los cristianos oviese ornes, que no levarían a ellas así por
donde avían de
esclavas a tierra de moros, a
ser corrompidas
sugiadas sus verginidades de las gentes ynfieles, enemigos de
Virgen Santa María su madre, e porque
e a la
gelas fazían levar
en-
santa
moros eran ornes
los
así.
de cómo aquellos escuderos se tornaron al rey con todas
» Título
las donzellas e contaron a todos el fecho de la donsella^ e
los del reyno
»Oydo
las
el
comienzo de este capítulo.)
este fecho por el
mucho
avía dicho e
Rey
e cavalleros, segund
platicado con todos de
dar e de morir sobre
ello.
los
moros
los
la tierra,
la
donzella lo
un acuerdo, juraron de
E acordaron de los yr
que no pagar aquel tributo o de morir sobre
mero en
cómo todos
acordaron de no las dar. (No hay espacio ninguno en
blanco, pero falta
que
i
cual a ellas farían renegar e desnegar el su salvador Jesucristo
fe, la
no
la
buscar antes
por que creyan
ello, e
vernían a buscar, acordaron de entrarles ellos prie salió este rey don Ramiro con
las
más gentes
que pudo, e entróles por Navarra, que era toda de moros, sino
montañas
della, e
las tierras.
comengaron a matar
E como
los
moros
e
quemar
esto sopieron, apellidaron toda la tie-
rra e fueron sobre ellos, e falláronlos en un logar
da, e ovieron fuerte batalla en
tianos.
Pero como
los
las
e robarles todas
que llaman Alvel-
que raorieron muchos moros e
moros eran muchos e
los cristianos
cris-
pocos,
fuyeron los cristianos e dexando muchos muertos, e tornando algunas vezes sobre
sí,
recogiéronse a un garro que llaman Clavijo
>,
etcétera, etc.
Un
neral
romance puramente
En
consulta estaba un día
El noble rey don
Cuando
Una
artístico, inserto
en
1604 (núm. 617, de Duran), recuerda
áe^
sin
gallarda doncella
Romancero ge-
mismo hecho:
— con sus grandes y Consejo
Ramiro— varias
pedir licencia
el
el
cosas discurriendo,
— se entró por la sala adentro
— de amable y hermoso gesto,
— a quien el rubio cabello
Vestida toda de blanco,
Bordaba de oro
los
hombros— a
causa de venir suelto.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
loo
—
Ponen los ojos en ella, y poniéndolos en ellos,
comenzó a hablar— y ellos a darle silencio.
Ella
— Perdóname, dice, Rey, —
Aunque
te le
si
Consejo atropello,
tu
si
dan malo,— antes soy digna de premio.
No sé si de rey cristiano— te dé nombre, porque entiendo
Que con fingida apariencia— debes ser moro encubierto;
Que quien da a los que lo son— las doncellas ciento a ciento.
no es moro,
Si ya
Si por darle
a ellas
— las soborna para serlo.
muerte oculta — vas desangrando tu
reino,
— de una vez pegarle fuego;
O no, en tributo y parias — dieras hombres a lo menos,
Que era dalles enemigos — de quien vivieran con miedo.
Por harto mejor tuviera
si
Pero
si
les
das doncellas,— allá, en dejando de serlo,
Nacerán de cada una — cinco o seis contrarios nuestros.
Mas bien acordado está— que tus hombres se estén quedos
Porque puedan engendrar— hijas que paguen en feudo;
Que sólo para engendrallas— deben de tener sujeto
De hombres, que en
acobardan
Si te
Que han de
Y
sin
Que
venírtela a dar
duda vencerán,
ellas
demás,
lo
las guerras,
—
si
—
—
lo
— yo por mujeres los tengo.
las
Determinó de morir
—y
el
mal que
ponen en
son mujeres hombres,
Alborotáronse algunos,
mismas doncellas creo
por
el
has hecho,
las
efecto.
— y hombres mujeres aquestos.
Rey, corrido y suspenso.
— o libertar a su reino.
— y prestándoles su esfuerzo
Juntó su gente de guerra,
El glorioso Santiago,
— dio la batalla y vencieron.
Quedó medroso Almanzor, — y
Dio libertad a
Castilla,
Pero yo creo que
poema de Pedro de
le sigue
la
la
—y a
sí
fuente inmediata de
con bastante fidelidad en
el
primero deste nombre, hizo por
las
Lope
que
el
el
poema
que
cien doncellas que se pagaban a los
pedillas,
en esto tuvo: después de
con
el
que
el
consejo que
lo cual los
la
porque
fábula.
leonés,
valeroso rey
tributo con
del llanto que ellas hizieron, sabiendo
Córdoba enviaba a
ya citado
fué el
disposición de
la
canto 24 del
este título: «Del gran sentimiento
León, de
premio.
Vezilla Castellanos (Salamanca, 1586),
mienza este episodio en
y
Rey con aqueste hecho
el
mesmo honroso
que
Don
Co-
lleva
Ramiro,
halló el reino
de
moros cada año,
rey Abderramán de
el
rey
Don Ramiro
embaxadores bárbaros propo-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
nen su embaxada, y
describen
que dello sucedió». Las octavas siguientes
lo
alboroto y turbación de las doncellas:
el
Qual banda espessa de palomas cuando
Oyen del arcabuz
Que de una parte
el
son horrendo,
a otra revolando
Atónitas, el ayre van rompiendo,
Casi unas con otras encontrando,
Con desatino
Tales
el
vuelo prosiguiendo,
ruydo salen esparzidas.
al
Las confusas donzellas
afligidas.
Sin respetos mirar ni compostura,
A
que
nativo suelo las inclina,
el
Quál arroja
chapín, y se apressura,
el
Quál revuelve
la
Quál tiende
el
manto
Quál sin
vuelta
Quál se
él,
la
cae
ropa, y saya fina,
a
media cobertura,
al cielo,
se amezquina,
y los cabellos.
el velo,
Sin aver hecho el mal, lo pagan ellos.
Como
en su cruda pena y movimiento
Una mesraa
occasión las fatigava.
más conduxo su tormento
Al palacio do el rey Ramiro estava.
Casi a las
y mísero convento
Allí el lloroso
El gritar y
Y
la
La
Una de
el llorar
acrescentava,
discorde y áspera armonía.
tierra, el
ayre y cielo estremecía.
las doncellas
exclama:
«¡Oh, ínclito León! ¿Esto consientes?
¿Esto se ha de passar, donzellas tristes?
¿Dó nuestros padres? ¿Fáltannos parientes?
¿Para este effecto, oh madres, nos paristes?
¿Dónde huyó
el valor?
¿Dó
los valientes
Ánimos que esperanzas prometistes
De
ilustre
Que
honor? ¿Mirays sólo
el
provecho,
de honra y amistad gran trecho?
»Dó nos dejays llevar, gente perdida?
está
¿A dar
los
lOI
cuerpos a
la
banda perra?
¿No se ha de reparar esta cayda?
102
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
¿Ouándo podeys seguir más
;En quál parte del
mundo
justa guerra?
es ofTendida
Tanta mujer? Cobarde y finca tierra,
Dexa, dexa
el león, y una velluda
Cordera en su lugar por armas muda.
»¿No os acordays que, yendo ya ofrescidas
Vuestras doncellas a
No
quisieron suffrir
En quanto
Y aunque
los africanos,
yr vestidas
el
llevaron los christianos?
las
fueron con ira reprehendidas
^
Sus carnes combatían vientos vanos;
Pero quando a los moros descubrieron,
Vistiéndose, estas lástimas dixeron:
>No os offenda (cobardes) que desnudas
Entre mujeres hasta aquí vengamos.
Que
pues a
tales soys,
las
manos crudas
Llevadas por vosotros caminamos;
,
Mas pues vienen varones con agudas
Armas, es gran razón que nos cubramos,
Y
en cualquier parte ante ellos nos convenza
La honestidad, respeto y
La
fresca flor
;No arrebata
De
la
vergüenza.
os avergüenza de lo que aquí digo
»i;No
de juventud briosa?
las
armas
amigo
el
fama y honra belicosa?
;No se mueven los padres al castigo?
clara
¿No se altera
la
gente generosa.
Pues en prudentes
la
virtud se esfuerza.
Haciendo voluntad de
»
lo
que es
fuerza?
¡Favorece a León, mente divina,
Que
Que
abrazas con concordia eterna el mundo;
a su total destruyción
Para assolarse y dar hasta
Pues a
la fiera
Entrega
camina
el
profundo,
gente sarracina
la christiana,
y iracundo
Trato torpe, cruel, desvergonzado,
Tanta alma y tanto cuerpo baptizado!
¿Qué renombre esperays que no sea nombre
De
efeminados y de poca estima,
Indigno de estamparse en algún hombre
Que en
hazer fuertes hechos se sublima?
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
del orbe
^Qué parte habrá
IO3
que no asombre
El espantoso caso que
E incita por la honra a quedar mancas
lastima,
Como
las siete
damas de Simancas?
»Es, por ventura, de los saguntinos
La muerte que se dieron despreciada?
Y la de los valientes nuraantinos,
¿No queda, y su memoria eternizada?
¿Fáltaos alguno destos dos caminos
Después de ensangrentada vuestra espada?
no soys para vestir azero,
Y si
Nosotras franquearemos ese fuero».
Dichas estas razones, calla, y cresce
El
Y
llanto,
que
la rabia
con
Rompe
el palacio
y ansias
va atronando,
que padesce.
va sulcando:
el vestido, el rostro
Tras esto, en abundancia mucha ofresce
De los ojos humor el triste bando,
Y
de
allí
parte,
que quietud no
Pidiendo a Dios piedad, y al
alcanza,
Rey venganza.
pero
llama a Consejo, y se pronuncian varios discursos;
Vide
señor
Osorio,
<quien más enérgicamente se expresa es Luis
Ñuño Alque hace un papel semejante ai del condestable
El
Rey
aialobos,
vares en Os Lusiadas:
En
esto levantóse
Luys Osorio,
Varón de gran esfuerzo y eloquencia,
Señor de Villalobos, diestro en guerra,
Y
en Campos potestad de aquella tierra.
Y con humilde aspecto y voz serena,
Y
con grave semblante
así
propone,
Con razón clara de esperanza llena.
Con que el temor y dilación pospone:
«Supremo ayuntamiento, do se ordena
Que
la
espada
la
offensa
no perdone,
Claro es que no hay mirar inconvenientes
Ouando se offrescen causas muy urgentes.
»Y que en esto los haya, no me espanto.
Mas para persuadirnos, eso siento.
Que
a tan gran
deshonor no hay mirar tanto,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
j<-.^
No hay para qué temer el rompimiento,
Que nos puede librar de offensa y llanto,
No menos vergonzoso que violento;
Que el remediar los fueros desmandados
Es de prudentes pechos y esforzados.
>Que no permite
el
caso aborrescible
Especularlo todo por concierto:
Remítase
al
Señor incomprensible.
Que es el que puede dar seguro cierto.
De nuestra parte hagamos lo posible,
Saliendo con valor
al
campo
t
abierto;
Que sólo ha de temerse la fortuna,
Quando el intento a la razón repuna.
>
¿Damos aquí en
tributo,
Escogidos caballos de
¿Damos
Que
talentos
por ventura.
alta raza?
de oro y plata pura,
conquista y embaraza?
¿Danse aquí ropas de soberbia hechura?
al
pecho
vil
¿Sácanse arneses finos a
la plaza?
¿O enviamos de común consentimiento
Cien vírgenes cada año al perro hambriento?
>No
es este tiempo sólo
Sino de rescatar
la
de
sentirse,
,
servidumbre;
Que más vale morir que no suffrirse
Una tan grande y dura pesadumbre:
Y
al
De
ínclyto consejo remitirse
nuestro Augusto Rey, que nos da lumbre,
Para que siga
el
passo valeroso
El que es del bien y honra codic¡oso.>
Luis Osorio es
nombrado
general,
y
el
Rey Ramiro
niega
eí?
tributo.
Los
tres cantos siguientes se refieren a la batalla
adonde supone
el
de
Clavijo,.
autor que concurrieron los linajes de León, entre
ellos el suyo:
Quevedos,
El nombre de
Ñuño
La
Vecilla
Osorio en
más y más de que tuvo presente
la
y
Castellanos.
me
comedia de Lope
el
poema de La
persuade
Vezilla. Pero>
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA 3ÍIST0RIA PATKIA
¡cuánta diferencia entre los fríos discursos
predecesor, y
neficiar
a ésta
la
riquísima vena poética que
105
y declamaciones de su
él
encontró y supo be-
en este argumentol Pocas piezas de su Teatro aventajarían
si
no
la
perjudicase algo, dándola aspecto de parodia, el uso
de aquella jerigonza convencional que
los
dramáticos del siglo xvti
llamaban lenguage antiguo, y que había puesto en moda el poeta de
Guadalajara Hurtado de Velarde. Semejante fabla, que no se fahló
nunca, deslustra esta comedia de Lope,
admirable creación de Los Jueces de
como
deslustra también la
La
Castilla.
cordancia de este arcaísmo parecen maj/ores por
falsedad
la
y
la dis-
circunstancia de
mal propósito, y hace
liso
corriente.
en
castellano
Las comedias
hablar a sus personajes
y
^Ts. fabla son un absurdo: si realmente llegara a remedarse o falsifi-
que muchas veces
se olvida el autor de su
carse con toda exactitud
aviedla (esfuerzo
avezado),
había de
la
la
lengua de cualquier período de
que hoy no
sería imposible para
obra resultaría incomprensible para
ir al
teatro
armado de gramática y
un
Edad
filólogo
el público,
glosario.
la
Y
muy
que no
siendo la
como podía esperarse de un poeta del siXVII, que sentía la Edad Media mejor que nosotros porque todaparticipaba de su espíritu, pero que la conocía mucho menos>
imitación tan imperfecta
glo
vía
tal
imitación provocaría
la
sonrisa del arqueólogo,
compensada con innumerables
Lope en
estas
bellezas;
porque
el
si
no estuviese
gran triunfo de
dos obras fué mantener en una esfera poética
lo
que
en manos de otro ingenio menos delicado hubiera descendido hasta
el ridículo
de
entremés.
esta pieza el
Hay que
contar, por tanto, entre los méritos
no pequeño de
doble, por ser doble
la
la dificultad
tentación de la
risa:
vencida, que aquí era
primero, por
la afecta-
ción del lenguaje anticuado con dejos de bable; segundo, por ser una.
virago.,
o hembra de armas tomar,
la
protagonista, aparte del tinte
levemente cómico que siempre tiene esta absurda patraña del tributo de las cien doncellas,
que en nuestros tiempos, y por natural
degeneración, ha venido a parar en
Todos
no se
la
zarzuela bufa.
que vencer Lope, y en verdad que
necesitaban fuerzas menores que las suyas para vencerlos,
como en
estos obstáculos tuvo
esta ocasión aconteció para su gloria.
¡Con qué gracia está poetizado
el
carácter de
la
brava doncella
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
I06
<loña Sancha, desde
amor
monólogo venatorio en que expresa su
el bello
a los fieros deportes
de
en que del
Ñuño
su naciente pasión por
candidez y de malicia en
guasl Se conoce que
se divierte
No
el
montería y a
la
pos, hasta la deliciosa escena
los
las
costumbres anti-
ladino poeta, hijo al fin de las edades cultas,
con su argumento, pero que
mismo tiempo
al
le
San Antón. Su blanda
ironía
de
los
del
no está reñida con su
<:onciencia épica. ¡Cuan graves
y nobles todas
D. García, ya cuando siente
peso de los años y
antiguos bríos
para
el
las
ya cuando se despide de su
(l),
en una de
el cautiverio,
las
escenas
más
ama.
menos
se burla, por ejemplo, del camisón labrado del Obispo^ ni
cantores que chiflan viás de una hora sobre un libra, ni
santo verraco de
cam-
confiesa
Osorio! ¡Qué mezcla tan simpática de
representación de
la
de
la libertad
modo más ingenuo
palabras del viejo
la
hija,
flaqueza de sus
que va a
patéticas
salir
que Lope ha
imaginado! (2) ¿Donde estará en esta comedia y en otras tales esa
ampulosidad,
falsa brillantez
o phoebus, que algunos críticos france-
de
ses consideran característico
distinguirla bastante
mayor parte de
la
artificioso,
y en
de
la
escuela de Lope, quizá por no
la
de Calderón?
su Teatro,
me
A
mí
el estilo
parece más bien abandonado que
obras en que quiso esmerarse, fresco y natural
las
en sumo grado. Cosas hay en
esta
comedia que
es imposible decir
mejor en castellano:
DON GARCÍA
¿Qué posaron en
el
lecho
De Ñuño?
Pasó
{i)
De
el
tiempo en que cobierto
mallas fasta los pies,
O
con el dorado arnés
Por sorao del brazo abierto,
•
Con
sólo asir el arzón,
Si alguna
memoria
tienes,
Me posara en los borrenes
De la silla del trotón
•
{2)
Es
la
de Lope, en
segunda del acto tercero, que principia:
Non
sé
cómo comience
Para pediros,
el
mi padre amado
,
etc.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
10/
Atan linda ropa,
Que non hay lavada copa
Que así Iluzga fasta el techo.
Las coberturas de red,
Ya las sabes cuáles son,
Que el miesmo Rey de León
Las toviera por merced.
De
almaizares de moricas
Posaron
el rodapié;
Las almofadas, non sé
Que puedan
ser atan ricas.
Labradas todas están
De
pinos de oro y seda:
Non es más linda la rueda
Que face el pavón galán.
Hay dos frazadas de lana
Con seis listas de colores,
Que en ellas cuidando flores
Puede
salir la
mañana.
Las sábanas bien serán
Buenas, en casa
filadas,
Ende más, tan perfumadas
Con mil yerbas de San Juan.
Con
la
misma hechicera
sencillez hace el novio Laín
presentación de su regalo de boda:
Da
licencia a
que
te
den
Los homes de mi solar
Un
Por
presente, de estimar
la
voluntad también;
Que yo le he compuesto ufano
En cestas de mimbres hoy.
Si tan favorido soy
Que pongas en
él tu
mano.
Nueces y avellanas nuevas
En sus cárceres, tan brandas,
Que si partirse las mandas.
Aunque a tus perlas te atrevas,
de Lara
la
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
lo8
Se
puedes confiar
las
Sin pavor de que las dañen;
Y
que acompañen
éstas quise
Las pinas del mi pinar,
Toda
Y
de
cascara enjuta.
la
que luego
tal guisa,
Que las arrimes al fuego.
Te darán su blanca fruta;
Viene más un lindo escriño
De pechiabiertas granadas,
De jazmines coronadas
^
Para más fermoso aliño;
Que
non
si
Semejan (no
Los granos y
A
te fago agravios.
te
amoñnes)
los jazmines
tus dientes y a tus labios;
Viene un cabrito manchado
De
guisa pieza a pieza,
tal
Que sola Naturaleza
Le pudiera haber pintado;
Y
para que no
Nadie de
En un
Un
vil
me
tache
amador.
cincho de color
Santiago de azabache.
Mas todo
es poco, a la
fe,
Para tu gran señorío,
Y
más,
si
pierde por mío;
Que nunca yo
Quítese a estos versos
cómica más
facilidad
leve costra de arcaísmo, que aquí
la
es pedantería, sino broma,
te agradé.
y dígase
si
puede pedirse a
la
no
locución
y donosura.
Lope, según su costumbre, no se olvida de intercalar alguna reminiscencia de poesía popular, a veces de origen desconocido. Noto
el romancillo:
— una noche oscura.
— faltóme ventura.
Parióme mi madre
Cubrióme de
luto,
Cuando yo
nací,
Ni perro se
oía,
— hora
fué menguada;
— ni gallo cantaba;
Ni gallo cantaba, — ni perro se
Sino mi ventura,
oía.
— que me maldecía.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Esta composición tiene todo
Vega
la
muy
era
capaz de hacerla
el
él
K.O
corte popular; pero
Lope de
mismo, y parece que indica que
había hecho:
— ¿Quién tan mala trova?
— Un orne de la Mo?ttaña,
fizo
Que
Y
De
es asaz endechador,
palaciano además.
todos modos, parece haber servido de tema inicial a aquel
famoso romance de Que vedo (otro grande
orne de la
Montana):
Parióme adrede mi madre,
Ojalá no
me
Don Antonio de Zamora
la
pariera
(i).
hizo una imitación de esta
suya titulada Quitar de España con honra
el
comedia en
feudo de
don-
cien
cellas.
VIL
halla
en
Las mocedades de Bernardo
el
tomo
titulado
del Carpió.
—Esta
pieza se
Doce comedias de Lope de Vega Carpió
(y otros autores), Parte veinte y nueve (Huesca, por Pedro Blusón,
año de 1634), y en
la
Parte sexta de comedias escogidas de
los
me-
jores ingenios de España (Zaragoza, por los herederos de Pedro
Lanaja, 1653).
no hemos
Hay también una
visto,
edición suelta del siglo pasado que
pero que poseyeron Lord Holland y "Mr. Chorley.
Es de suponer que su texto
las ediciones antiguas,
esté todavía
más estragado que
el
que es incorrectísimo, como sucede en
de
casi
f
todas las llamadas /íZ/'/é-i- extravagatites o de itera de Madrid.
Como
esta
comedia y
la
que
sigue,
aunque
muy
desiguales en
mérito, contienen íntegra la historia poética de Bernardo del Carpió,
Nada
de esta comedia Grillparzer, nada Klein. Schack la men(i, 184-85) expone detenidamente el argumento, elogia como se debe la vida patriótica y el arranque dramático de este
poema, la unidad de su acción, el nervio del estilo, el vigor de los caracteres,
y encuentra que el uso de la fabla antigua, aun siendo un medio raro, contribuye aquí a la fuerza de la emoción dramática. Véase también el discurso
de recepción en la Academia Española del segundo marqués de Pidal (3 de
Marzo de 1895), páginas 26-29.
(i)
dijo
ciona rápidamente. Schaeffer
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEG.\
lio
agruparemos aquí
los datos concernientes a
esta leyenda, antes de
hablar en particular de cada una de las dos obras que inspiro á
Lope
(l).
Ejemplo singular de
transformación que los grandes sucesos
la
experimentan en
históricos
tema celebérrimo de
la batalla
de
nos ofrece
el
de Roncesvalles, asunto capital de
la
fantasía
la
los pueblos,
poesía épica francesa de los tiempos medios,
cado luego en
no
fáciles
diversos.
franco.
históricas, harto breves
Tenemos ante
Ha
todo,
y son
algo
más extensas y
de fuente arábiga; tenemos después
recopilado
crítica, el
y discutido
las
las
circuns-
de origen
primeras con su habitual
rigi-
docto catedrático de árabe de nuestra Universidad de
Madrid, D. Francisco Codera, en su importante discurso sobre
primer siglo de
siones,
la historia
de Aragón y Navarra
que difieren en parte de
mente en
y
de conciliar, sobre este suceso, proceden de dos orígenes
tanciadas, las
dez
Las narraciones
la nuestra.
hondamente modifi-
el
las
y
es
el
más pormenores da sobre
es-
Aben-Al-Atsir, en su gran compilación
llamada Crónica perfectisima
Ajbar Machmña, con
el
Sus conclu-
de Dozy, se fundan principal-
texto del historiador que
tos acontecimientos,
(2).
(3).
De
su relato, cotejado con
de Aben-Adhari
escribir el Sr. Codera) (4),
y con
(o Adzari^
las A?ialectas,
como
el
del
prefiere
de Almakkari
(5),
Tí-es dicen algunos, pero es error, porque cuentan como tercera la
Bernardo del Carpió en Francia, que no es de nuestro Lope, sino de
un D. Lope de Liaño (a quien en algunos catálogos se llama D. Lope de
Llano), del cual dice Montalbán en su Para todos: cEs tan abundante, ingenioso y fértil para autos y comedias, que en todo tiene muy grande estimación, y toda muy digna de sus aciertos».
Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia, en la recep(2)
ción pública de D. Francisco Codera y Zaidín, el día 20 de abril de 1879. Madrid, imprenta de Rojas, 1879.
Ibii-el-Athiri: Chron!C07i quod perfectissinium ifiscribitur: edidit Caro(3)
lus Joha7i?ies lornherg. Publico Sumtu. Lugduni Batavorum, 1867-75, t. VL
Histoire de V Afrique et de V Espagne, intitulée P¿. Bayano'l Mogrib,
(4)
publiée par R. P. A. Dozy iLeyde, 1848-51), t. II.
par Ibn Adhari de Maroc
Al-Makkari: Analectes sur l'histoire et la littérature des árabes tTEs(5)
pagne...... publiées par MM. R. Dozy, G. Dugat, L. Krehl et W. Wright
(Leyde, 1855-61). Texto árabe solamente: ya se ha hecho mérito de la traducción inglesa, no completa, de D. Pascual de Gayangos, única accesible al
no arabista.
(i)
titulada
\
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
que en
resulta
año
el
de nuestra vulgar cronología,
"J"]"]
1
1
I
goberna-
el
dor de Zaragoza Suleimán-ben-Jakthán-ben-Al-Arabí, deseoso de
sacudir
obediencia que debía a Abderrahtnán
la
Afranch (Carlomagno)
a
ir
puertos con numeroso ejército,
la oferta
con sus
de
y
el
los
camino Sulei-
reteniéndole prisionero, se
muslimes; pero en
los
ejércitos,
Rey de
cerró sus puertas. Carlomagna
le
concibió sospechas del gobernador,
él,
al
Emperador, pasó
el
y uniéndosele en
mán, avanzó hasta Zaragoza, que
alejó del territorio
indujo
contra los muslimes de Al-Andalus,
prometiéndole su ayuda. Aceptó
bre
I,
retirada cayeron so-
la
Matruch y Ayxón,
hijos
de Suleimán, y
poniendo en libertad a su padre, se volvieron a Zaragoza, donde
continuaron por cuenta propia en su rebelión contra Abderrahmán^
la cual
al
con
ellos sostuvo
emir cordobés a
Al Hosain-ben-Jahya-el-Ansarí, obligando
en persona a
ir
ciudad, que
sitiar la
al fin se le
entregó por pactos, sometiéndose por entonces los rebeldes (780-
Con
781).
Abderrahmán
cos,
una incursión en
destruyendo varias
vándose en rehenes
mente un
con
el
el
el país
de
vascones y de los fran-
los
fortalezas, entre ellas la
hijo
al
esta empresa, hizo
de Calahorra, y
caudillo cristiano, a quien
no está conforme en
Dozy arbitrariamente
y
el
debiendo preferirse
que ponen
163 de
identifica
la
fecha de
los historiadores árabes, ni
mismo Aben-Al-Atsir, que cuenta dos
distintos (el 157
lle-
de Aben-Belascot, que era probable-
conde Galindo de Cerdaña. Hay que advertir que
estos sucesos
en
que había reunido para
las fuerzas
la hégira), la
veces,
aun
y en dos años
expedición de Carlomagno,
segunda de estas fechas, por convenir con
la
la
los cronistas francos.
Nada más que
esto dicen los árabes sobre la decantada expedi-
ción de Carlomagno, a la cual seguramente dieron poca importancia.
Pero Dozy, influido
deseoso de concordar
aíin
las
por
el prestigio
de
la
tradición épica
suplir
con conjeturas tan ingeniosas como atrevidas este vacío,
gando
a dar por cierto
el
el
los
descontentos contra
Kelbí-el Arabí, gobernador de Barcelona; el Fihrí-
Abderrahmán-ben-Habib, partidario de
Eslavo o
lle-
que Carlomagno vino a España traído por
una verdadera coalición formada por todos
Abderrahmán;
y
relaciones árabes con las cristianas, quiere
los
Siklabi por lo azul de sus ojos
y
Abasidas, apodado
lo rubio
el
de su pelo; y,
112
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
finalmente,
Abul Asguad,
hijo
de Yusuf, que para burlar
la vigilan-
cia de sus carceleros se fingió ciego. Estos tres caudillos se presen-
taron a Carlomagno cuando enPaderborn celebraba
de Mayo, y
ofrecieron su alianza contra
le
dieta o
la
campo
emir de Córdoba. Carlo-
el
magno, que acababa entonces de domar, aunque no definitivamente,
a los sajones, aceptó
la
propuesta, comprometiéndose
Ebro
parciales de la ribera del
tiendo
Arabí y sus
a reconocerle por señor,
Siklabí que haría una invasión en
el
el
el
y promeTadmir
reino de
(Murcia) con tropas berberiscas reclutadas en África. Esta combición fracasó, por haberse adelantado
de
la
el
Siklabí a levantar el
revuelta cuando Carlomagno no había pasado aún
desaviniéndose luego con
el
pendón
el Pirineo,
Arabí, y siendo, por último, vencido y
muerto. Por su parte, Al-Arabí no pudo cumplir
la
promesa que
había hecho a Carlomagno, a causa de que los moros de Zaragoza,
acaudillados por
birle
los
en
la
el
defensor Hosain-ben-Vahía, se negaron a reci-
ciudad. Al-Arabí, después de agotar inútilmente todos
medios de persuasión con sus correligionarios, entregó su propia
persona
al
Rey
franco,
y
éste tuvo
de Zaragoza y emprender
el sitio
que abandonar
la retirada,
al
poco tiempo
llamado a
las orillas
del Rhin por una nueva y terrible insurrección de los sajones. Al
desfilar su retaguardia
sobre
la
ella,
por Roncesvalles,
los
vascos se precipitaron
exterminaron por completo, y se apoderaron de un
riquísimo botín.
Esta narración, tan bien concertada, tan satisfactoria a primera
vista, resulta
ci Sr.
hoy novelesca en muchas de
Codera, ninguno de
hoy dice una palabra de semejante
y
Siklabí
sus partes.
los historiadores
Según afirma
árabes conocidos hasta
conjura, ni de la presencia del
del falso ciego en Paderborn: todos refieren contestes
Carlomagno
fué llamado única
y exclusivamente por
el
que
emir de Za-
y que aquella ciudad le cerró sus puertas. Tampoco hacen
mención de los vascos^ y en esto concuerdan de una manera admi-
ragoza,
rable con
el
testimonio de
la
poesía épica francesa, que sólo por in-
cidencia los nombra, y atribuye
con
el
llamado rey
la victoria a los
moros de Zaragoza
jMarsilio.
Pero enfrente de esta versión, que por su doble origen puede
creerse
la
más
autorizada,
se
levanta
la
del historiador
franco
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Eginhardo
(i),
menores de
la
perfidia
la batalla,
de
los vascones,
cuenta entre
los
el
fracaso
y dando curiosos por-
muertos a Eggihardo^ pre-
conde palatino Anselmo, y al prefecto de
Marca de Bretaña, Rolando^ y añade que aquel descalabro no
pósito de
la
que, en su Vida de Carlomagno, atribuye
Emperador a
del
II5
la
Real mesa;
al
< Venit in eodcm loco ac tempore ad regis prasentiam de Hispania sa(i)
racenus quídam nomine Ibinalarabi cum aliis Sarracenis sociis siiis, dedens se
ac civitates qtiibus eum Rex Sarracenorum prafecerat.
Tune ex persuasione pradicti Sarraceni spem capiendarutu quahaud frustra concipiens, congrégalo exercitu,
profecius est, superatoque in regione Wascorum Pyrinai jugo, primo Pompelonem Navarrorum oppidum adgressus in deditionem accepit. lude Hiberum
aninem vado trajiciens, Casaratigustam pracipua7n illarum partium civitatem
>A. 778.
rundam
in Hispania civitatum
accessit, acceptisque
quos Ibinalarabi
ei
Abuthaur, quosqus
alii quidain
Sarra-
ani
obtulerunt obsidibus^ Pompelonem revertitur. Cujus muros, ne rebellare
posset, ad solum usque destruxit, ac regredi statuens, Pyrincei saltum ingres-
sus
est.
In cujus summitate Wascones,
adorti, totum exercitum
insidiis cojilocatis extre»ium agmen
magno clamore perturbant. Et licet Franci Wasconibus
tam armis quam animis prmstare
,
vid&rentxir,
tamen
et ifíiquitate
locorum et ge-
nere imparis pugntz inferiores effecti sunt. In hoc certamine plerique aulicorum,
quos rex copiis prafecerat
,
intercepti sunf, direpta
propter noticiam locorum statim in diversa dilapsus
est.
impedimenta
,
et hostis
Cujus vulneris acceptio
?nagnam pariem rerum feliciter itt Hispania gestarum in corde regis obnubilavit». (Einhardi Annales, en Pertz Monumenta Germanice histórica, I, 159).
<Cum enim assiduo ac pene continuo cum saxonibus bello certaretur, dispositis per congrua conjiftiorum, locaprcesidiis, Hispaniam quam 7naximo poterat
belli adparatu adgreditur, saltuque Pyri?iei supéralo, ómnibus qum adierat oppidisaique castellis in deditionem acceptis, salvo
et
incolumi exercitu revertitur;
prmter quod in ipso Pyrinei jugo Wasconicam perfídiam parumper in redeundo
contigit experire. Nam cum agmine longo, ut locit et angustiarum situspermittebat, porrectus iret exercitus, Wascones in summi tnontis vértice positis insidiis (est enim locus ex opacitaie silvamm, quarum ibi máxima est copia, inponendis opportunus), extremam impedimentorum partem, et eos, qui
novissimi agminis ificidentes, subsidio pracedentes tuebantur, desuper incursanies, in subjectam vallem dejiciunt, consertoque cum eis prcelio, usque ad
sidiis
unum omnes
interficiunt, ac direptis impedimentis, noctis betieficio,
insiabat, protecíi,
summa cum
celeritate in diversa disperguntur.
hoc jacto Wascones et levitas armorum, et
loci in
qtice.
jam
Adjuvabat in
quo res gerebattir situs;
e con-
armorum gravitas et loci iniquitas per om?iia Wasconibus reddidit impares. In quo prcelio Eggihardus regia mensa prapositus, Anselmus comes
patata, et Hruodlandus Britannici limitis prafectus, cum aliis comploribus
interficiimiur. Ñeque hoc factum ad prcesetis vindicari poterat, quia hostis re
perpétrala ita dispersus est, ut ne fama quidem remaneret, ubi?tam gentium
tra Francos et
quaripotuisset.t (Einharti Vita Caroli Magni. Edidit Philippus Jaffé: Editio
Mbnéndez t Pelato.— Estudios sobre
el
Teatro de Lope de Vega,
g
ESTUDIOS SOURE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
114
pudo
ser vengado,
y que había anublado para siempre
Carlomagno. Idéntica es en
mal atribuidos
gilberto)
y
fondo
al
narración de los Anales,
An-
versificados por el poeta sajón. Entre tantos opuestos
un problema
si
Unos y
el juicio,
y hoy por hoy continúa siendo
fueron árabes o vascones los vencedores de Roncesotros olvidaron por completo
penetró en España traída en alas de
franceses,
la
corazón de
(puesto que parecen ser de
mismo Eginhardo
relatos hay que suspender
valles.
el
el
que en
ella
la
tal historia, la
cual sólo
poesía épica de los vencidos
encontró su primer tema "de inspiración y
el
manantial de sus más admirables y genuinas bellezas. El recuerdo de
Roncesvalles, idealizado
como un
martirio militar terrible y glorioso,
tuvo más eficacia poética que todos
los triunfos
y esplendores del
imperio carolingio; y una nueva poesía, germánica por sus orígenes,
francesa por
lengua, universal por su espíritu; lazo de unión en-
la
de la Edad Media; poesía universal del mundo
más profundamente épica que había aparecido
tre todos los pueblos
heroico bárbaro,
la
después de Homero, fué engendrada entonces por
la
saludable vir-
tud de aquel gran dolor, y creció en breve tiempo, y se hizo adulta,
y
dilató sus
ramas por toda Europa con
getación, a cuya
prolífica
y exuberante ve -
sombra empezaron a germinar otras epopeyas na-
in scholarum usutn repetita ex Bibliotheca Rcitim Germanicarum. Berolini,
apud Weidmannos, 1867.)
El anónimo poeta sajón (en Pertz, I, 234-235) no hace más que versificar
el texto de los Afiales atribuidos a Eginhardo, y, por consiguiente, no debe
contarse como un texto diverso.
No así el astrónomo lemosín, biógrafo de Ludovico Pío, cuyo texto indica
ya la celebridad popular que había alcanzado la derrota:
Statuit, Pyrcnai tno?itis supérala difficultate, ad Hispanianí
dCarolus
pergere, laborantique Ecclesia sub Sarracenoriim acerbissimo jugo Christo
fautore, suffragari. Qui mons cum altitudine ccclum cojitingat, asperitate cau,
tium horreat, opacitate silvarum tenebrescat, angustia via vel potius semita
noft modo tanto exercitui, sed paucis admodum pene interdudat,
commeatum
Christo tamen favente, prospero emens^is esi
transitiis, si dici
Dum
fas est,/oedavit
iti?tere
Sed hanc
infidtis inceríusque fortima
felicitatem
ac vertibilis
sii-
Hispania peracta essent et prospero
itinere redditum esset, infortunio obviante, extremi quidam in eodem monte
regii cmsi sunt agmiiiis. Quorum, quia vulgata sunt, fiomina dicere supersedi.>
cessus.
enitn
qum agi potuerant
in
(Vita Hhidovici, en Pertz Scriptores, II, 608.)
Por un epitaño (descubierto hace poco) de Egiardo, uno de los que mu-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
II 5
y la justa estimación de esta inmensa y
enmarañada selva de poemas y de sus múltiples transformaciones,
enlaces y degeneraciones, es uno de los grandes triunfos de la erucionaleSi El descubrimiento
dición moderna: ha ejercitado
de escuelas enteras de
ciales para su estudio;
y
ejercita el ingenio
filología; tiene revistas
y
la
sagacidad
y publicaciones espe-
ha producido libros bastantes para llenar una
biblioteca. Sería irreverencia
y pedantería
desflorar aquí tal materia,
mucho más cuando
nuestro argumento no lo exige, puesto que ni
nació en Francia
fábula de Bernardo, ni fué conocida
la
Basta, pues, remitir al lector deseoso de instruirse en
a las obras magistrales que sobre ella existen,
ria,
lar a la
la
modelo de
su fecha,
sólida
y severa
no ha envejecido en
perfección cuanto es dado a
vestigación
con
el título
mo León
allí.
tan rica mate-
y muy en particu-
admirable Historia poética de Carlomagno, de Gastón Pa-
-ris (1865),
de
nunca
y de
crítica;
y
la
ciencia literaria, que, a pesar
lo sustancial,
flaqueza
porque se acerca a
humana en
a la voluminosa
y
útil
de Las Epopeyas francesas ha publicado
Gautier, profundo conocedor de la materia
rieron en Roncesvalles, se ha podido
fijar
con exactitud
tareas
de
in-
compilación que
el laboriosísi-
y
lleno del
el día
de
me-
la batalla,
que fué el 15 de agosto del año 778. (Romanza, II, 146-148).
No hay para qué traer a colación el tan apócrifo como famoso Carito de
Altabiscar, compuesto en francés por M. Garay de Monglave, puesto en prosa vascuence por Luis Duhalde d'Espelette, y publicado en 1834 en el Journal
de r Institiit Hisioriqíie^ de que el mismo Garay era secretario. El éxito verdaderamente increíble y escandaloso que esta mediana falsificación ossiánica
(la cual fué en su principio una inocente broma de algunos alumnos de la
Escuela Politécnica de París) ha tenido, no ya sólo entre los vascófilos españoles y franceses, que han solido brillar m.ás por el entusiasmo que por el
sentido crítico, sino en conocedores tan avisados de la poesía popular como
Fauriel, y en historiadores literarios de tanto crédito como Amador de los
Ríos, muestra una vez más los peligros a que arrastra el inmoderado afán de
querer encontrar reliquias de la tradición poética en todos los pueblos y en
todas las razas. Recuérdese cuánta gente docta creyó en los cantos ilirios de
La Guzla de Mérimée, en que todo era inventado, desde la cruz a la fecha,
(Véase, sobre el Altabiskarco Cantud, un artículo definitivo del docto vascófilo inglés Mr. "Wentworth Webster, en el tomo III del Boleím de la Real Academia de la Historia.) Lo más notable es que el autor del canto, que era de
Bayona, no sabía vascuence, como tampoco sabía Mérimée la lengua de los
morlacos, a pesar de lo cual un alemán llamado Gerhart dijo que bajo la prosa
francesa había descubierto el metro primitivo. ¡Misterios del color local!
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Il6
más
jor espíritu, pero
enfático, verboso
hoy
Centro no ya sólo del llamado
peya
francesa, es la
lo
que
ciclo del rey^ sino
de toda
la
epo-
admirable Chanson de Rollans^ perteneciente
al
es muy histórico, y ya hemos dicho que coincide
modo con los relatos árabes. No hay más alusión a
Su fondo
siglo XI.
de
y apasionado que
se tolera en libros de ciencia (i).
muy
extraño
los vascos
versos, al
realmente se refiere a
(si
enumerar
que
ellos)
la
contenida en estos
los auxiliares del ejército infiel:
i
Ki puis véist
li
chevaler d'Arabe
Cil d'Ociant e d'Argoille e
de Básele.
El emir de Zaragoza, a quien se llama aquí Marsilio (¿Omaris
filius?)y
tiene la
misma importancia que en
geografía es algo fantástica e indica que
España, todavía se pueden concordar
el
la
la historia;
y aunque
la
autor no había estado en
mayor
nom-
parte de los
bres topográficos con los que realmente llevan comarcas o lugares
de nuestra Península. Las principales alteraciones históricas se deben seguramente al patriotismo del poeta, que supone a Carlomagno
conquistador en siete años de
la
mayor
parte de España,
y explica
su derrota por la traición de Ganelón, enemistado con Roldan y seducido por los parientes de Marsilio: y, finalmente, imagina un vic-
vence y mata
al
que Carlos no sólo
apodera de Zaragoza, y
Rey Marsilio, sino también a su aliado Baligant^
torioso desquite, en
se
emir de Babilonia. El Hrolandus, prefecto de la
Marca de Bretaña,
ligeramente indicado en uno de los textos de Eginhardo, cobra
las
proporciones de Aquiles de esta epopeya. El, con los Doce Pares,
acaudilla la retaguardia del ejército de Carlomagno,
20.000 hombres;
grienta rota,
ritus
mártir de
y serán para siempre
capaces de sentir
mana, aunque
(i)
él es el
las bellezas
la
compuesto de
cristiandad en aquella san-
inmortales, mientras haya espí-
de
la
poesía ingenua,
viril
se presente revestida de formas anticuadas
y
y hu-
toscas,
G. París: Histoire poétique de Charlemagfie. París, Lib. A. Franck,
segunda sección del lib. II.
1865. Vid. especialmente la
L. Gautier: Les Épopées frangaises.
la littérature natioitale,
y XXIV.
III,
Étude sur les origines et l'histoire de
XIX, XX, XXI, XXII, XXIII
capítulos XVIII,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
SUS solemnes palabras a Turpín
y
desesperado de su cuerno de marQl,
animado
a ser
dirige a su
La Chanson de Rollans^ cuyo
el
la tierna
toque tardío y
el
despedida que conio
espada Durenda^ cuando por tres ve-
fiel
ces intenta en vano estrellarla contra
Oxford,
Oliveros,
a
II 7
la
roca.
texto,
aun en
más antiguo conocido, presenta
manuscrito de
el
huellas de refundición,
fjé a su vez refundido innumerables veces en francés, en alemán,
en latín, y hasta en las sagas islandesas. Los nombres de Zaragoza,
Pamplona y Roncesvalles, continuaron resonando en boca de los juglares hasta las postrimerías del género, que todavía en el siglo xiv
produjo
y La
las
compilaciones franco-itálicas de
meros poemas
sobre este argumento, conocidos con
italianos
nombre genérico de La Spagna
(l).
El compilador de
Espagne^ que se llamaba Nicolás de Padua,
además de
la
crónica de Turpín, de
la
le
mente
sirvieron,
el
(i)
cita entre sus fuentes,
Arzobispo
toma mu-
y de Gautier de Aragón,
según dice, para completar
¿Qué pensar de
el
U Entrée en
cual efectivamente
cho, las dos crónicas de Juan de Navarra
que
L Entrée en Espagne
Plise de Pampehme, las cuales sirven de transición a los pri-
lo
que narró breve-
(2).
estos desconocidos cronistas?
Lo más
verisímil
el desarrollo de la leyenda en Italia, el bello estudio de
Rotta di Roncisvalle nella letteratura eavalleresca italiaua
Véase, sobre
Pío Rajna,
La
Fava e Garagnani, 1871). Estas Españas son unas en verso y
y mas antiguas, segán prueba Rajna '^ según es conforme al
natural proceso épico, las primeras que las segundas.
(Bologna, tipi
otras en prosa,
(2)
Se dam Turpin fist brief sa lecion,
Et je di long, bleismer ne me doit hon:
Ce
qu'il trouva bien le vos canteron.
Bien dirai plus á chi'n poise e chi non;
Car dous bons clerges, ^an-gras et Gauteron,
de Navaire et Gauter d'Arragon,
^n
Ces dos prodromes ceschuns
Si
come
Caries o
la fiore
Entra en Espaigne conquerré
La comensa
saist
pont á pon
frangon
le roion.
que la finison.
Do jusque ou point de l'oeuvre Ganelon;
D'iluec avant ne firent mención.
je tros
(Apud
L. Gautier, Épopées frangaises,
III,
pág. 410).
-ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Il8
es
que se
de personajes imaginarios, como tantos otros cuya
trata
autoridad suele invocarse en los libros caballerescos, y que esa cita
no tiene más valor que
el
que pueden tener
las
cas referencias al arzobispo Turpín, que tanto
mas
italianos
del
siglo xvi.
continuas y burles-
abundan en
Espagne contiene pormenores que no se hallan
los
e en
en Turpín
ni
poe-
U Entré
Pero como es cierto que
ni
en
ningún otro texto conocido, tampoco puede rechazarse en absoluto la hipótesis
de que
milmente no fueron
hayan
tales autores
cronistas, sino poetas
y que
existido,
de gesta.
Y
si
verisí-
dejásemos
volar libremente la imaginación (que hay siempre que tener a raya
en estos
hispana
caría
aragonés y navarro podrían
estudios), quizá esos juglares
de
ser indicio
(así
existencia de una poesía fronteriza, acaso franco-
la
como hay poemas
franco-itálicos), por la cual se expli-
con más claridad que hasta ahora
francesa, su influjo en la nuestra
y
la
la
transmisión de
la
epopeya
existencia de un elemento pi-
renaico, realmente histórico, en algunas variantes de la leyenda de
Bernardo.
Pero sin engolfarnos en temerarias disquisiciones,
podemos afirmar
sas
lar,
es
que
las
lo
nuevas de Roncesvalles y de
único que
las
empre-
de Carlomagno llegaron a nosotros por dos caminos, uno popu-
aunque derivados entrambos de
otro erudito,
francesa, cuyas narraciones eran
diados del siglo
XII.
muy
La Chanson de
dades, fué seguramente entonada
la
poesía épica
conocidas en España a
me-
Rollans, 6 alguna de sus varie-
mucho
antes por juglares france-
y por devotos romeros, al pasar por Roncesvalles, camino de
Compostela, cuya peregrinación era el lazo principal entre la Esses
paña de
la
Reconquista y
los
pueblos del centro de Europa, que así
empezaron
a comunicarnos sus ¡deas y sus artes. Acrecentóse el
y aun llegó a verdadero afrancesamiento en la corte de Alfonso VI y de sus yernos borgoñones, transformó el monacato,
influjo,
cambió
el rito,
la Iglesia
cambió
la letra
de
los códices,
inundó de extranjeros
española, y alcanzó su apogeo en tiempo del primer arzo-
bispo compostelano, D. Diego Gelmírez, francés de corazón todavía
más que
gallego, e idólatra
su pueblo, para
vil
de
las
el
de aquella cultura, que quiso adaptar a
cual soñaba con la
Españas, simbolizada en
la
heguemonía
eclesiástica
mitra que ceñía,
y
ci-
y cuyos ho-
I
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
ñores y prerrogativas amplió a toda costa
más como gran señor
y
en medios,
sin reparar
que como custodio de
feudal
II9
la
tumba
del
Apóstol.
Precisamente en Santiago, y entre
según
de
Crónica de Turpin
la
la
los familiares
opinión más autorizada, una parte
forjó,
que
(l),
mundo y uno de
es
uno de
de Gelmírez, se
muy
considerable
los libros apócrifos
más
que más han
influido en la litera-
tura universal. Los dos sabios críticos que de
un modo más cabal
famosos del
y
satisfactorio
los
han tratado de este
libro (2) convienen,
aunque en
otras cosas estén discordes, en distinguir en él dos partes de
diverso contenido
puede,
pin,
y
ninguna de
carácter,
remotamente, ser atribuida
ni
muerto hacia
el
al
año 800, sino a dos
las cuales,
muy
por supuesto,
Arzobispo de Reims, Turfalsarios
muy
posteriores.
Los cinco primeros capítulos poco o nada tienen que ver con
que hablan del
tradiciones épicas: es cierto
sitio
de Pamplona, cu-
yos muros se derrumban ante Carlomagno, como
son de
como
las
Iglesia
el
el
el
los
de Jericó
al
Emperador, más bien que
carácter de pío
y devoto patrono de
la
de Santiago, cuyo camino abre y desembaraza de paganos,
movido a
mar de
mo
trompetas de Josué; pero
guerrero, aparece con
las
tal
empresa por
la
visión de la
Vía
láctea, tendida
desde
y por sucesivas apariciones del mismucho en las iglesias que Carlos fundó
Frisia hasta Galicia,
Apóstol. El autor insiste
y dotó, en los infieles que hizo bautizar, en los ídolos que derribó,
dando sobre el de Cádiz noticias que concuerdan, como ha advertido Dozy, con las de los escritores árabes. Fundándose en los conocimientos geográficos, bastante extensos, aunque no
que
el
autor demuestra de
la
estos capítulos podían ser de
pero Dozy no sólo
a las
muy
precisos,
Península, creyó Gastón Paris que
un monje compostelano del
los juzga posteriores
siglo xi;
en más de ochenta años a
guas ediciones de la Crónica de Turpin^ por Sichardo (1566,
Ge r?nanicaru?n rerum vetustiores chrofiographi, y de Ciampi,
(Florencia, 1822), ha sustituido recientemente la de M. Castets, profesor de
Montpellier, que pasa por mucho más correcta que todas las precedentes. No
he llegado a verla.
De Pseudo Turpino (tesis latina de Gastón Paris). París, Franck, 1865.
(2)
Dozy, Le Faux Turpin. (En el tomo II, tercera edición de las Recherches,
(i)
anti
Francfort), en
páginas 372-431 y xcviii-cviii.
\^
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
120
fecha, fundándose en varias circunstancias históricas,
tal
en
ellas
frecuente mención de los almorávides con
la
moabitas, sino que tiene por imposible que
vista del desprecio
que manifiesta a todas
que dice de
vituperios
y entre
nombre de
autor fuese español, en
cosas del país,
las
y
los
los españoles, hasta contar, entre otras fábu-
no menos absurdas, que
las
el
el
casi
todos los gallegos habían renegado,
y que tuvo que bautizarlos el arzobispo Turpín, a excepción de
los contumaces, que fueron decapitados o reducidos a esclavitud.
Si con esta denigración se
por
la
elegantem*
resulta
,
que
saber:
la
el
entusiasmo ciego del autor
scilicety et
más y más confirmado
bene indutam, et facie
parecer de Dozy, es a
el
primeros capítulos del Tiirpin fueron compuestos por
los
un monje o
de
compara
gente francesa, <íoptimam
y que formaba
clérigo francés residente en Compostela,
rudeza española
mismo petulante
el
juicio
que
los tres
canó-
nigos biógrafos de Gelmírez, por ejemplo.
Desde
No
de aspecto.
de
faltan
reminiscencias de los libros históricos
ella
de Compostela, para
Iglesia
las
Españas, que
en un concilio; pero
vado de
lo
le
es el
y de Ganelón;
el cronista; el
la
Reaparecen, pues, en
la
la
de
la
la
el
gusto
Pseudo
la traición
del
y
muerte de Roldan y su apoteosis, celebrada por coros
al
Paraíso su alma; el sangriento desquite
castigo de Ganelón
,
y,
Chanson de Rollans^ o de una
dola, además,
con
que
en suma,
muy
el
sol
permanece
casi toda la sustancia
parecida a
ella;
exornán-
ciertas tradiciones locales, relativas a las sepul-
turas de los héroes en varias ciudades del Mediodía de Francia,
con
la
la
a las mujeres>, según
roca hendida por su espada
derrota, con tres días de matanza, en
inmóvil;
el
el
sorpresa de los 20.000 hombres de
cuerno de Roldan;
de ángeles que conducen
de
elemento épico, deri-
aunque transformado según
retaguardia, «por haberse entregado al vino
Durenda;
obligado panegírico
debieron su crédito entre los letrados,
le
Marsilio
el
cual el osado falsario reclama
supone otorgada por Carlomagno
literatura latino-eclesiástica.
la
la
que predomina
las gestas francesas,
Turpin^ y
Rey
en
adelante, la Crónica de Turpin cambia
gigante Ferragut; no falta tampoco
el
primacía de
de
VI en
hasta una controversia teológica en forma entre Rol-
y
la Biblia,
dan y
de la
la
capítulo
el
mención del
sitio
y
llamado hasta hoy Valcarlos (límite de
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
España con
la
Navarra francesa),
tor había recorrido los parajes
hace sospechar que
lo cual
que fueron teatro de
¿Quién fué este segundo e impudente
el
nombre de Turpín y poner
hace
el
la
121
la
el
au-
derrota.
que
llegó a
tomar
narración en su boca,
lo cual
nunca
falsario
primero? Gastón Paris atribuyó estos capítulos a un monje
de Viena del Delfinado; pero Dozy manifiesta opinión
muy
contra-
Que este nuevo Turpín era también francés, no tiene duda,
como tampoco que le interesaban mucho las pretensiones de Comria.
postela,
su libro
donde probablemente
escribía, y donde se ha conservado
formando parte del célebre Códice Calixtino; pues por una
superchería todavía más grave que
la
nombre
una colección de milagros de
del gran Pontífice Calixto
II
del
Turpín, se pusieron a
y otras piezas más o menos
aunque todas sean hoy de inestimable valor
Santiago, una historia de su traslación;
apócrifas o sospechosas,
para
la
crítica
de
las
leyendas
cinco libros (de los cuales
el
(l).
Esta compilación, dividida en
último era
como
el
manual o guía del
peregrino en Santiago), fué donada por Aimerico Picaud del Poitou
a la iglesia de Santiago por los años de II40 (fecha
ser
muy
tervino
que no puede
posterior a la de su primitiva redacción, en que acaso inel
mismo Aimerico); y copiada luego en todo o en parte
la que mayormente extendió por Europa el
por los peregrinos, es
conocimiento del Pseudo Turpín, a
pañoles autorizó
el
la
principal tema de
vez que entre los clérigos esla
epopeya
Pero fuera del círculo en que imperaban
carolingia,
las ideas galicanas
y
cluniacenses, no podían ser recibidas de buen grado, sino con ve-
La autenticidad del Códice Calixtino, a lo menos en algunos de los
de que consta, ha encontrado en nuestros días un ingenioso defensor
en el P. Fidel Fita (Recuerdos dr, tm viaje a Santiago de Galicia. Madrid, 1880,
páginas 42-60), dándonos de paso extensas y peregrinas noticias de la parte
inédita del Códice, que se propone publicar íntegro en uno de los futuros
tomos de la España Sagrada, cuando esta publicación, hoy dolorosamente
suspendida por falta de fondos, llegue a continuarse.
En el siglo xv se hizo del Turpín una versión gallega, que se conserva
manuscrita en nuestra Biblioteca Nacional (T-255). [La versión gallega del
siglo XIV, correspondiente al Códice Calistino compostelano del XII, ha
sido publicada críticamente por E. López-Aydillo: Os Miragrcs de Santiago;
(i)
libros
Valladolid,
1918. Véanse, sobre esta edición, los artículos del P. Atanasio
López en
Diario de Galicia (Santiago).
el
— (A. B.)]
)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
122
hemente protesta
del sentimiento nacional, las fabulosas conquistas
de Carlomagno en España, como tampoco
los
homenajes que
los
cronistas francos (Eginhardo, el poeta sajón, el astrónomo lemosín;
los
Anales de Metz, de Fulda, de
Tilli; los
Bertinianos, Loiselianos,
Laureshamenses, Reginón y otros) referían haber hecho Alfonso
el
II
Casto a Carlomagno por medio de sus embajadores Froia y Basi-
lisco,
portadores de riquísimos presentes: embajada honorífica que
Eginhardo interpreta como formal sumisión.
{i.Adeo namqiie Hadefonsouvi
non
ret,
beret.
aJiter se
regem
GallecicE atque Asturicce
cum ad eum vel litteras vel
apud illum quam propriuní suum
sibi societate devinxit, ut iSy
legatos
müte-
appellari
ju~
»
Nuestros exiguos cronicones de
quista,
los
nada dijeron de estas embajadas,
para negarlas.
primera vez
el
De
la
primeros siglos de
lo
la
Recon-
cual no es razón suficiente
expedición de Carlomagno a España habló por
monje de
Silos a fines del siglo xi o principios del xii,
para protestar con indignación patriótica contra
guna gente extraña hubiese ayudado a
los
de su reconquista. Muéstrase enterado de
la
idea de que nin-
españoles en
las
la
empresa
narraciones de los his-
toriadores francos, especialmente de Eginhardo, pero niega en re-
dondo que Carlomagno conquistase ciudad alguna de
este lado
de
y después de referir el llamamiento del moro HibinGobernador de Zaragoza, atribuye la retirada de Carlo-
los Pirineos;
iiaralabiy
magno
a haberse dejado seducir por el oro de los infieles, añadiendo
con profundo desdén y gran injusticia, que Carlos prefería a las fatigas de la guerra el deleitarse en las termas de Aquisgram, y que
la belicosa España no es para domada fácilmente por milites togados
(I).
En cuanto
a Roncesvalles,
copia
el
segundo relato de
España Sagrada, tomo XVI. «.Caroli Magni adventus in Hispaniam.
(i)
Ceterum a tanta ruina pmter Deum Patrern, qui a peccatis hominuvi in virga
misericordim visitat,
tierno
exterariim gentiurn
Hispaniam sublevasse
cognosci-
Sed ñeque Carolus quem infra Pyreneos tnontes quasdam civitates a maniTune Carolus rex persuabus Paga?iorum eripuisse Franci falso asserunt.
sione prmdicti Mauri spem capiattdarum civitatum in Hispania mente coticipietis, congrégate Francoriwt exercitu per Pyrtnea deserta juga iter arripiens
ad usque Pampilotietisiiim oppidum incolumis pervenit: quem ubi Pampilonenses vident, magno cum gaudio suscipiunt. Erant enim undique Alaurorum rabie
tur.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Eginhardo, y, por consiguiente, trae
landus Britannicus
A
el
1
23
nonibre de Roldan (Rotho-
Prcefectiis)
mediados del
siglo xii, los relatos poéticos franceses estaban
tan vulgarizados, que
el
cantor del
sitio
de Almería, cronista del
como
Emperador Alfonso
VII, los recordaba
para sacar de ellos
comparaciones en honor de su héroe
cosa notoria a todos,
favorito,
Alvar Fáñez:
Tempori Roldani
si
tertius
Alvarus esset
Post Oliverum, fateor sine crimine verum,
Sub juga Francorum fuerat gens Agarenorum,
Nec socii chari jacuissent morte perempti.
Sagazmente nota Gastón Paris que
dita del
la
forma popular y no eru-
nombre de Roldan^ y la asociación de su nombre y del de
mencionado en Turpín, prueban que el anónimo
Oliveros, apenas
poeta latino conocía alguna canción de gesta análoga a Rollans,
no era
el
si
Rollans mismo, cuya divulgación en España hace remon-
tar hasta el siglo xi (*).
Pero
al
pasar
leyenda de Roncesvalles de
la
ses a los castellanos,
comenzó
a españolizarse en términos tales,
más que imitación o continuación,
Un
personaje enteramente
cuya fisonomía pueden sorprenderse rasgos de
otros personajes históricos, apareció primero
lomagno y asociado a sus
Casto y
como
triunfos,
después
como sobrino de Carcomo sobrino del Rey
único vencedor de Roncesvalles. Luego apuntaremos
que con más verisimilitud conjetura
lo
que
fué protesta viva del sentimiento
nacional contra todo invasor extraño.
fabuloso, pero en
los juglares france-
coangustati. Inde
la crítica
quum Casaraugustam civitatem
auro comiptus, absque
icllo
sobre los diversos
accessisset, inore
sudare pro eripienda a
Francorum,
Barbarorum dominatione
Sancta Ecclesia, ad propria revertitur. Quippe bellatrix Hispania duro, non
togato milite concutitur. Anhelabat eienim Carolus iti termis illis citius lavari,
quas gravi ad hoc opus delicióse consiruxerat. »
El P. Fernando de Mendoza ha descubierto en el Archivo provincial
(*)
de Pamplona cierto fragmento de un cantar de gesta sobre el tema de Roncesvalles y que comprende cien versos. El texto parece ser del siglo XIII.
sido publicado y comentado por D. Ramón Mz. Pidal en la Revista de Fi-
Ha
lología Española, abril-junio
de 1917.
— (A. B.)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
124
estados de formación que pueden distinguirse en esta leyenda.
tes conviene presentar
los principales
ya enteramente formada en
más antiguos
textos,
datos de
ella, tal
como
el siglo xni, tal
que no son, por desgracia,
tares de gesta, sino los extractos
eruditos, el Tudense, el
que de
Toledano
(i)
y
la
como
An-
estaba
leemos en los
los primitivos can-
ellos hicieron los cronistas
la
Crónica general. La ca-
(i)
Lucíe Tudensis Chronicon Mundi, lib. IV. (En el tomo IV de la Hispania Illustrata de Scotto, 75-79.)
Roderici Ximenii de Rada, Toletanae Ecclesiae Prícsulisi? De rebus Hispanice, lib. IV, capítulos IX, X, XI, XV, XVI. (En el tomo lU de los Padres To-
ledanos.)
Como el texto de D. Lucas es mucho más breve y menos accesible que
de D. Rodrigo, me parece conveniente transcribirle:
iErat Regi sóror nomine Xemcna; quam Satictius comes jim adamavit et
ex eafilium genuit, nomine Bernaldum: Rex autem Adefonsus, ut factum comperit, nimium iratus Comitem Sa?ictiuín in Castro de Luna sub Juramento
el
perpetuo i?ícarceravif, et sororem
suam
in ordine monástico irusit. Fecit tameii
Bernaldum delicate ntiíriri, quia eo quod non habebat filium,illum tena rime
diligebat. Hic Bernaldus postquam ad adohscentiam venit, tatito viguit robore,
ut nullus mil s tune temporis posset ei viribus adcequari. Erat quidem statura
magnus, vultu decorus, suavis eloquio, ittgenio clarus, armis strenuus, et consilioprovidus. Per item tempus Magtius Caroliis Rex Francia et Imp rator Romanus venerando senio decoratus, funesta truncatione, Ismaeliticum populum
trucidavit, et Burgundiam, Pictaviam et Galliam usqm ad montes Pyreneos
expulsis Sarracenis restituit cultui christiano.
Unde
transjectis etiam Roscidít
montibus subdidit imperio suo Gotthos et Hispanos, qui erant in Catalonia et i?i motitibus Fasconia, et in Navarra. Ttmc Carolus scripsit Regi
Adefonso ut sibi esset subditus et vassallus. Bernaldus autem hcec audiens ira
vallis
commotus festinavit atm
lus vero obseda Tutelam,
nis sui palatii Comitis
Najaram
et
suis contra
quam
Carolum auxilium ferré Sarracenis. Caro-
brevi cepisset, nisi proditione cujusdatn Caíalo-
Najaram petiiset. Qui postquam cepit
Franciam rediré disponeret. Mar sil Rex
Tutela dimissa.
montem Jardinum,
et in
barbar orum, qui prceerat CcRsaraugusfe civitati, cvocatis inmimerabilibus millibus Sarracenorum, et pradicto Bernaldo atque quibusdam Navarris secum
associatis, et cum Francis inito bello, Rodlandus Britannicus prefcctus, Ansel
mus
cis,
comes, Egiardus menscB Caroli prcepositus
cum
aliis
multis nobilibus Fran-
exigentibus peccatis nostrorum, occisi sunt. Transierat jam quidem Carolus
in primo
suorum agmine Alpes Roscidce
vallis dimissa in posteriore parte exerci-
manu robustormn ob custodiam, qui Bernaldo (postposito Dei timare) super
cum Sarracenis acerrime incursante i?iterfecti sunt. Sed iterum christianis-
citus
eos
simus Carolus exercitu repáralo hoc factum triumphali victoria viriliter vindicavit ex Sarracenorum nobilibus innumerabilem extinguens multitudinem. Limina etiam beati Jacobi cum per devia Álava veniens christianissimus Carolus
gratia visitaret orandi; saniori ejus consilio
Rex Adefonsus
Iriatn civitatem
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
125
prichosa invención de los juglares se había incorporado ya en
historia,
y
la historia
hundió en
el
olvido los anteriores
la
monumen-
tos poéticos.
Convienen en muchas cosas sustanciales D. Lucas de Túy y el
arzobispo D. Rodrigo; pero en otras profundamente difieren, lo cual
prueba que tenían diversas fuentes o que
deslruxií et sancti Jacobi Ápostoli Ecclesia?n
las
quam
interpretaban con di-
ipse cotistn/xeraí reverendi
patris Leonis tertii Romani pontificis asseyísu Metropolitano siiblimavit honore,
atque uf sectmdum sancti patris Isidori viverent tam Jacobitatii qiiam omtiis
Hispanice clerus statuit, ut
Iioc esset Hispa?ii<B
sublevatio cujus neglectus extite-
causa dejectionis. Carolus autein revertens in Hispaniam secum ciim hono re magno Bernaldum detulit, et vitce termino feliciter consummato ad Aquisgra-
rat
ei
num in dotnino obdormivit: ubi condigjio quiescit lionore. Bernaldus vero inter
Romanos et Ger7nanos atque Gallos glorióse se gessit, et sub imperatoribus
scilicet Lodoico et Lothario contra hostes Tmperii Romanifortiter dimicavit..
'Habebat (Adefonsus tertius) secum famosissimujn militem Bernaldum, qui
tanquam leo fortissimus se gerebat. Peracta hac victoria in ripa
in istis praliis
fluminis Dorii,
cum magna gloria Rex Adefonsus reversus
est
Legionem. Prce-
dictus autem Bernaldus in territorio Salmanticensi castrum
Carpium populavit.
Et quia Rex Adefonsus, patrem ejus tenebat comitem Sanctium captwn in castello quod dicidur Luna quem olim Rex Castus ceperat Adefonstis^ Bernaldus
Regi rebellare ccBpit. Quos videntes Sarraceni civitatem Legionensem atque Astoricensetn et circumjacentia ferro et flamma devastare nitebantur. Rex autem
Adefonsus promittens Bernaldo se patrem ejus a vincúlis solvere, pacetn cum eo
fecit: et adunatis fortissimum militum copiis obviatn exire
illis
praparavit
¿>arraceni vero prce multitudine artnatorum nihil tnetuentes se in ditas turmas
major eoru7n pars Polvorariajn
Rex a
Juxta
fluviutn Urbicum ubi Barbaroruin duodecim millia corruerunt. Alia quidempars
Sarracenorum Bernaldo eos insequente Valdemoram venit fugiendo. Sed Rex
Adefonsus properans ad bellufn, omnes ibidem Sarraceni christianorum gladiis
diviserunt, et
venit . Gloriosissimus vero
latere Silvce progressus, irruit sitper eos in prcedicto loco Polvorarice
sunt interfecti
Post
hcec
magjius exercitus Is7naelitarum
Quod rex audiens eandem cumpaucis
Zemoram obsedit.
Sed cwn exercitu
eos usque ad inter
ingressus est civitatem.
christianorum properante Bernaldo divina clementia delevit
necionem; et Alchamati, qui eorum propheta videbatur, ibi mortuus est
^^Eo tempore
Carolus tertius Imperator Romanorum cutn exercitu
yjiagno
tam Christianos quayn Sarracenos aa Hispaniatn properabat. Sed
Bernaldo cum exercitu Christianorum et cum Muza rege Ccesaraugustano illi
ad clausuras Pyrenceorum montibus obviam hostiliter procedente dum exercitus
Caroli inordinate se gereret^ mox infugam ver sus est, et multi ta?n ex Romanis
quam ex Gallis in illo excidio, Christianorum et Sarracenorum gladiis periedebellaturus
runt. Carolus postea cu7n Rege Adefonso a7nicitia7n fecit, cujus consilio i/istituta
beati Isidori et Sa7ictorum Patru77i
Rex
Adefo7isus
tionis etia7n gratia ecclesias Sancti Jacobi
Carolus
i/i
regtio suo firmavit,
Ora-
a glorioso
Papa
visitavit: et
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
126
verso espíritu.
En uno y
líneas, nacido,
según
el
otro,
Bernardo es ya leonés por ambas
Tudense, de
ilícitos
amores, según
Tole-
el
dano, de secreto matrimonio {furtivo connubio) del conde D. San-
cho con
uno y
en un
la
hermana
otro, este
que
castillo,
del
Rey
Casto,
Doña Ximena
el
Tudense dice
ser el de Luna,
Doña Ximena en un monasterio. En uno y
tenía hijos,
(Semena).
En
ayuntamiento es castigado con prisión del Conde
y encierro de
otro, el
Rey, que no
educa con gran esmero a Bernardo, que en su adoles-
cencia sobresalía entre todos por su aventajada estatura, gallardo
aspecto, elocuencia, ingenio
y destreza en
las
armas.
Cuando
Carlo-
magno, envanecido con sus triunfos en Cataluña, en Vasconia y en
Navarra, escribe al Rey Alfonso para que se haga subdito o vasallo
suyo, Bernardo, lleno de
presta auxilio a los sarracenos. Obsér-
ira,
vase aquí una variante notable: en la narración de D. Rodrigo, Al-
fonso el Casto aparece en connivencia con
secretamente llama a España, ofreciéndole
puesto que carecía de
de
tal
Los magnates de Alfonso,
hijos.
al
Rey
a revocar su
no, con arrojarle del reino,
(añade
Emperador, a quien
sucesión de su reino,
al
enterarse
embajada, estallan en indignación, y llevando Bernardo
voz de todos, obligan
si
el
la
el cronista)
vidumbre de
los
promesa, amenazándole,
y romperle toda
Rej?^,
nueva embajada a Carlos, volviéndose atrás de
no a
la vuelta,
sino a
porque
ser-
la
aterrado con las amenazas, envía
sediento de venganza, traspasa los Pirineos,
cesvalles,
fidelidad,
«querían más morir libres que vivir en
Francos». El
la
la ida;
y
lo
prometido. Carlos,
es derrotado en
Ron-
no en su retaguardia, sino en
Joatine obtinuit ut ut raque Ecclesia Metropolitano privilegio frueretur, et pa-
Franciam rever sus est secutn deferens suos qiii in pr adicto pralio fueRege Adefonso hoc et alia multa dona illi largissimc conferente.
Quibus peractis Bernaldus cum infinita multitudine spoliorum in patriam se
recepit. Animadvertendum est diligenter tres fuisse Carolos imperatores RomaPost hcec Agareni nrbem Legionensem oppugnare venerunt cum duobus
nos
ducibus Imundar et AJcatenetel. Bernaldo cum eis armis fortiter feriente bar-
cifice in
rant
capti,
barorum, multa millia pericrunt
qui ferro vincti
siib
et cateri Jugerunt relictis
duobus ducibus
suis,
custodia sunt traditi.
est Bernaldus fortissimus íniles. Post mortem autem
Xemena quce Regina de Galliis dicitur, ccepit callide cogitare
qualiter posset virum suum Regem Adefotisum a reguo expeliere et filium suum
Garsea7ium pro eo substituere.-i>
T>Eo tempore
mortuus
Bernaldi, regina
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
SU vanguardia;
no por
fonso el Casto con un
Vizcaya, Navarra,
la
los
moros de Zaragoza, sino por
Rey Al-
el
de cristianos de Asturias, Álava,
ejército
Rioja
127
y Aragón. Bernardo estuvo siempre
al
lado de Alfonso, aunque corrió falsa voz de que venía por los puertos
de Aspe con un ejército de sarracenos. El toque de
de Roldan se atribuye aquí a Carlomagno, para congregar
persos y emprender su retirada. Carlos
jado por
pesar de
el
en blanco
la
la
a los dis-
muere en Aquisgram aque-
y manda que en su
derrota,
parte correspondiente a
la
bocina
la
epitafio
quede
guerra de España, de donde
volvía sin gloria y sin venganza.
Para
arzobispo D. Rodrigo, por consiguiente, Roscesvalles
el
fué una victoria nacional, una victoria de todos los pueblos cristia-
nos de España, acaudillados por
el
Rey de León. Este
pañolismo suyo, este sentido de
la
unidad nacional, que es
de su
historia, le
franceses
hace protestar contra
y contra
los
fabulis inhcFrentes),
que
el
y
que
les
las
ardiente esel
alma
fábulas de los juglares
daban crédito [nonnulli histrionum
negar, con
el
mismo
vigor que
Emperador hubiera conquistado ciudades
Silense,
el
ni castillos
en Es-
paña, ni ganado batallas contra los árabes, añadiendo que tampoco
era verdad que hubiese abierto
se ve
una clara alusión contra
el
camino de Santiago; en
el falso
Turpln, principal propagador
de esta patraña. Dedica un capítulo entero a enumerar
ros conquistadores de las ciudades de
peso de
la
lo cual
los
verdade-
Esp aña, para rendir con
el
evidencia a los que estaban preocupados por fabulosas
Mal pudo abrir Carlomagno
narraciones.
el
camino de Santiago
cuando no pasó de Roncesvalles, de donde tuvo que
cido, o por los sarracenos, o
por
retirarse ven-
los cristianos (lo cual
no quiere
decir que el Arzobispo tuviese dudas sobre la versión que antes
había aceptado, sino que, en su afán de convencer a los panegiristas
el
de Carlomagno, se ponía en todos
hecho de
la
derrota y de
disputase entonces,
los casos posibles,
la retirada era
puesto que
indudable, aunque se
como
se disputa ahora, sobre quiénes fueron
modo
veía las cosas el Tudense, o por ser su
los vencedores).
De muy
patriotismo
distinto
menos
ciese la leyenda en
ardiente que el de D. Rodrigo, o porque cono-
una forma más antigua y menos españolizada.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
128
Rey
El triunfo se atribuye
al
ran algunos navarros
(los
nardo, que,
el
al
cuyos auxiliares figu-
Marsilio, entre
vascones de Eginhardo), y también Ber-
parecer, pelea por su cuenta
y
temor de Dios^ ayuda a los sarracenos en
era natural que
el
Obispo de Túy rechazase
postelanas acerca de Carlomagno;
abierto
el
camino,
de Santiago, y a
le
riesgo, y, pospuesto
la
y aunque no
las tradiciones
com-
atribuye
haber
le
hace venir como peregrino a
erigir
en metropolitana aquella
la
vida claustral conforme a
la
Crónica de Turpin se relata.
la
regla
de San
Tampoco
matanza.
el
sepulcro
visitar el
iglesia,
estableciendo
Isidoro: todo
según en
En cuanto a las sucesivas andanzas de Bernardo, concuerdan
muy poco ambos prelados. El Bernardo medio carolingio del Tudense se reconcilia con
res, se
con
el
Emperador, obtiene de
grandes hono-
él
hace glorioso entre los romanos, galos y germanos, y pelea
contra los enemigos del Imperio. Vuelto a
irresistible esfuerzo
España cuando ya reinaba Alfonso
III
el
Magno,
le
en sus
asiste
victorias contra los moros, puebla el castillo del Carpió, cerca
Salamanca, y desde
padre, que el
Rey
le
allí solicita,
en son de guerra,
promete, aunque no declara
promesa fué cumplida. Por entonces Carlos
sión en España,
Zaragoza,
le
y Bernardo, con ayuda
el
la libertad
el
sencilla es aquí la narración del Toledano,
empresas de Bernardo fuera de España; pero
tra los
moros en tiempo de Alfonso
y de
rebeldía contra Alfonso el
los árabes, devasta las
otorga
falta
la libertad
en
No
el
si la
Calvo hace una inva-
Rey de
del renegado Muza,
dice de esta nueva victoria contra los francos, ni
la
de su
historiador
derrota en las gargantas del Pirineo.
Mucho más
con
de
III,
de
sí
la
Magno, en
la
que nada
tampoco de
las
de sus hazañas con-
fundación del Carpió,
cual Bernardo, aliado
fronteras del reino hasta
que
de su padre, ciego y decrépito. Lo de
el
la
Rey
le
ceguera
Tudense.
parecía cosa
muy
fácil
concordar estas dos versiones, que
seguramente corresponden a momentos distintos de
todo era posible con
el
la
leyenda; pero
sistema adoptado por los compiladores his-
tóricos de los tiempos medios.
Cuando Alfonso
el
Sabio hizo escri-
bir en lengua castellana nuestra primera historia general, dos libros
le sirvieron
principalmente de base y entraron íntegros en
ella: el
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Lucas de Túy y
•de D.
entre
el del
arzobispo D. Rodrigo. Las diferencias
textos se arreglaron de cualquier
ambos
I2Q
modo
o de ninguno,
y para completarlos se acudió a los cantares de gesta, disolviendo
en prosa su holgada metrificación, pero no de tal suerte que deslas huellas
apareciesen
épico en
que
de su origen. La invasión de este elemento
Crónica General empieza con
la
se presenta
allí
desechado antes
la
rica
leyenda de Bernardo,
la
de pormenores dramáticos,
severidad de D. Lucas
los cuales había
y de D. Rodrigo.
Si los
vestigios del primitivo cantar, o Estoria de Bernardo^ están en alguna
parte,
allí
Ya
donde deben
es
la
última y
impresa por
y
cido
como
nuestros días, no conoció la Crónica General sino
casi todos hasta
en
buscarse.
hemos tenido ocasión de advertir que Lope de Vega,
más imperfecta y abreviada de
Ocampo en
como
I547« Pero
sus refundiciones, la
este texto es
muy
cono-
fácilmente puede ser consultado en cualquiera biblioteca,
prescindo de
esta vez,
él
y
creo hacer obra grata a los estudiosos
valiéndome, para los extractos que siguen, del texto primitivo de
Crónica, tal
como aparece en un
que pertenece a
rialense, tenido
Comienza
el
la
misma
la
como
familia
la
códice del siglo xiv que poseo, y
que el célebre manuscrito escu-
prototipo de la versión matriz.
historia
en
el
capítulo \'I del reinado de Alfonso
Casto:
<.De
como
el rey
don Alonso priss o al conde Sandias por quel
mara el hermana
Andados xxi años del regnado
doña Ximena su hermana casósse a
to-
.
3>
de Saldaña. Et tobieron amos un
del rey
don Alonso
furto del
fijo
con
el
el
Casto
,
conde Sandías
a quien dixeron Bernaldo. El
rey quando lo sopo pesól de corazón, e enbió por todos los sos ricos
omes, e
fiso
cortes en León, e fabló con ellos e dixoles
que todos sodes
gos, pues
»
Sandías porque no viene o porque tarda tanto.
»
ternía por bien
»
sen e quel dixessen de
»
mucho
> QsÍ7i?)
aquí, maravillóme
que fuessen dos cavalleros a
la
mi parte que
assí:
mucho
>
él
e
del
«Amiconde
E pues assí es,
me le saludas-
viniesse a mis cortes, ca
avemos y mester, ca non faremos ninguna cosa con
éU. Entonces avíe en la corte dos altos omes, e dizien al
lo
uno Oriesgodos (Arias Godos)
Menéndez
y
Pelaxo.— Estudios sobre
e al otro
el
conde Thioblat. Et estos
Teatro de Lope de Vega.
g
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
130
dixeron
al
Rey que
yrían allá
por bien. El rey gra-
lo ól toviesse
si
desciolo e tóvolo por bien e dixoles quel dixiessen que non truxiesse
non poca compaña. Et
consigo
si
ronse su
vía.
Et
bien.
ellos
cavalgaron entonces e fue-
Et quando llegaron a Saldanna, recibiólos
saludaron luego
ellos
al
el
conde muy^
conde de partes del rey, e dixé-
ronle aquello porque eran idos dél, e dixoles
el
conde de estonces:
non poca compaña?
«
¿Esto qué queréis que dezis que non lieve
>
Si el
>
muchos
»
por bien, fagamos su mandado >. Estonces cavalgaron todos en
Rey ondrarse
quiere de mí, non serye mas onrado
que non pocos? más pues que
cavalleros
uno, e fuéronse a palacio,
el
mas non
Don
mucho de
llevasse
tiene
ninguno a rrecebirlos ca
corazón, e non lo tovo por buena señal. Et
Alonso, pues que sopo que
mando armar
» tre
en
el
conde era ya entrado en
el palacio,
echat todas
assí:
las
«Luego que
manos en
él
el
commo
non
rey
el
dos, entró el
les
e prendetlo e recabatle
vio quel
fisiéronlo
mandó. Et estando ya guissados e apercebi-
conde e yendo
él
respondie ninguno nin
le
quando
rey
conde Sandías en-
de guisa que vos non salga de mano». Ellos estonces
assí
el
la villa,,
a algunos de sus cavalleros e a los monteros que es-
tudiessen guissados, e dixoles
>
sallió
si
lo él assí
rey lo avíe defendido. El conde Sandías quando aquello vio,
pessol
>
si
por
le
el
palacio saludando a todos,
Don Alonso
desie nada. El rey
dubdavan todos, dio boses e dixo: «Varones, ¿qué-
Quando
estades dubdando, o por qué lo non prendedes?>
ellos
vieron que de todo en todo plasie al rey travaron dél e prisiéronle
luego, e tan de rezio le apretaron las
manos con una cuerda, que
luegol fisieron quebrantar la sangre. El conde con la grant coyta
daba boses, e
»
esto
me mandades
Et dixol
>
disie:
todo
el rey:
el
«¡Ay, rey señor! ¿En qué vos erré yo porque
faser?
«Asas
Ca bien cuedo que nunca vos
merecistes porque cá bien sabemos
commo
vos avino con doña Ximena:s>. Et
fecho de vos
dixol el conde: «Señor, ya pues
>
merced que mandedes
dicho,
mandol
el
que
assí es,
criar a Bernaldo».
ruego e pido vos por
Et después que esto ovo
rey echar en fierros e meterle en
Luna. Desí tomó a su hermana doña Ximena
muy viciosamente
et
el castillo
de
et metióla en orden.
Et después desto embió por Bernaldo a Asturias,
criól él
lo merescí».
fesistes e
et dól criavan, et
amávalo mucho porque
él
non avíe
fijo
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
ninguno. Et pues que
cuerpo
de cara
et
HISTORIA PATRIA
LA.
muy
niño fué ya grant, salió
el
de buen engeño,
et
I3I
fermoso de
demostrava bien
et
que
lo
querie desir, et dava buenos conseios en todas cosas, et con esto era
cavallero
muy
más que otro que
esfforgado en armas,
alangava bien a tablados et teníe armas
fuesse, et
mucho apuestamente. Et
algunos disen en sos cantares et en sos fablas que fué este Bernalda
de doña Thiber, hermana de Carlos rey de Francia, e que
fijo
niendo
e
que
ella
en romería a Santiago que
la llevó
cibió el rey
empós
él.
para Saldaña e que ovo este
Don Alonso
por
fijo
los
V^III.
moros
De
el
en
fijo
vi-
conde Sandías
e quel res-
ella,
pues que otro non avíe que regnasse
Mas agora dexaremos
emos desto de
«Cap.
conbidó
la
aquí de
fablar desto, e desir
vos
»
la batalla
que ovo
el
Rey Dotí Alonso con Carlos y
rey de Francia^ en los puertos de Ronccsvalles^ e fue' vencido Carlos.
»Andados xxvii años
que fué en
Casto,
quando andava
el
regnado del rey
del
de ochocientos e quarenta e
la era
año de
viejo e
emperador de
Carlos,
franceses,
los
e
io
maguer que
Quando
sopieron
el
los
fijos
él
los
e
sil
avíe asas que
al
mucho
fa'ser
emperador,
si
en aquella tierra con
al
E
non sabíe Bernaldo de commo
non osava ninguno
desir; e
el
como
rey
irado con
el
lo
que revoregno
que ser malan-
quien más fuerte contra-
le
aun en todo
fué, ca
prendiera
el
padre, ca
quier que pessó desto
óvolo a faser, et embió de cabo sus mandaderos
dor que revocaría
al
mucho
empera-
quéi prometiera. Carlos quando lo oyó fué
rey porquel mintiera
Et aun dise don Luchas de
et se desdezie, et
Túy
iría
omes
los ricos
tirarien del
libres,
rey en esta cosa su sobrino Bernaldo
gelo
rey e
no que
más queríen morir
esto
fuerte.
ayudar contra
e conseiaron al rey
dantes en servidumbre de los franceses.
al rey,
alemanos, e rey de los
quisiesse venir a
mandaderos tornaron
e catarien otro señor, ca
al
los
mandaderos del rey Don Alonso quel
fecho, pesóles
casse lo que embiara desir
desió
Alonso, pues que vio
regno. El emperador otrosí avíe guerra con
el
moros, prometió a
a ayudar.
avíe
Don
eí
embió su mandadero en poridat a
días,
romanos e de
los
commo non
moros quel daríe
moros
los
de muchos
el
siete años,
Encarnación en ochocientos e nueve
la
el del imperio de Carlos en doze, el rey
que era
Don Alonso
amenasól
muy
muy
quél embió sus cartas en quel
ESTUDIOS SOBKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
132
embiava desir que se metiesse so
Bernaldo, quando lo sopo, fué
su señorío e fuesse su vasallo.
el
mucho yrado además,
que ende ovo tomó una grant partida de
la
e
con
pessar
el
cavallería del rey, e
un moro que avíe nombre Marsil, que era rey de Zara-
fuesse para
goza, con quien avíe
el
rey Carlos guerra, para ayudarlo contra
él.
El rey Carlos dexó estonces de guerrear los moros et enderezó su
hueste contra essas partes de españoles que fincavan. Et dise don
Lucas de Túi que en veniendo que cercó a Tudela
et oviérala presa
sino fuesse por la trayción que fisoy un conde que-andava en su
paña que avíe nombre Galalón, que era de conseio con
Él estonces levantósse
dallí et vínosse al
que era muy poblado,
e prísole e
monte que disen
dexó
com-
moros.
los
¡ardino,
sos guardas en la tierra et
vínose contra Spaña. Et quando llegó a las montañas despaña, do
raoravan unos pocos de christianos que escaparan del espada de los
moros, con
el
grant miedo et con
el
grand espanto que ovieron del
emperador, pidieron merced a Dios llorando, que
dél, cá
non
dos por
la
destruyción de los moros:
tan grand señor et tan poderoso
ron en Asturias, et en Álava,
los defendiesse
Lo uno porque eran pocos
cuedavan vevir más.
lo al
como
et
e lasra-
porque vinie sobrellos
aquel.
Mas quando
en Viscaya,
et
lo sopie-
en Navarra,
et
en
Ruconia, esta es Gascona, et Aragón, dixeron todos a un coragón
que más queríen morir que non
et allegáronse
todos
rador Carlos. Et
de
los
los
en servidumbre de franceses,
e salieron contra el
empe-
emperador dexó una partida de su yente
fuese viniendo por
allí
los
un
al pie
de Roncesvalles, que guardassen
valle
que oy en
días es llamado
su hueste, por que era llana salida
montes Pirineos. Et subieron
allí
las azes
todas
fastal
del puerto. Et en las primeras ases viníe Roldan, que era ade-
lantado de Bretaña, et
la
estar
Don Alonso
de Carlos, e guió por
de todos
somo
rey
montes Pireneos, que son
la zaga, et él
el val
el
al
mesa de
el
Carlos, e otros
conde Anselmo,
muchos
e ricos
et Gilant,
adelantado de
omes poderosos
(l).
El
e don
(i)
El texto impreso de la General añade aquí otros nombres: «
Reynalte de Montalván, e el conde don Terrian Dardeña, e el conde don
Jarluyn, e el Gastón Argelero, e el Arzobispo Torpín, e don Oger de las Marchas, e Salamano de Bretaña, e otros muchos altos omes que aquí non pode-
mos
dezir sus nombres».
Ttirpín o
Todo
esto parece interpolación,
de otras fuentes de origen francés.
tomada del
falso
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Don Alonso de
rey
a
ellos allí otrossí.
hueste
muy
con
e vinieron
él
todo esto Marsil, rey de Zaragoza, guió su
grant de moros et de navarros y a cuantos que eran
y estonces,
Carlos, et allegáronse
el
temor de Dios
ceses. El rey
Bernaldo en uno con
et
todos. Et Bernaldo tollió
allí
Don Alonso de
e fué la fazienda
muy
muy
chos de cada parte, más empero
la
la batalla,
de
don Roldan
mesa
la
E
ayuda de Dios.
allí
ferida
al
et
vio venir
tanxó una bosina que
et
él tiníe, et
la
la zaga.
él
los otros:
además, e murieron y muel rey Don Alonso
Túy que murieron en
muchos de
suyos
los
los altos
el val
omes de
que vos dexi-
montaña ayuso,
la
algunos de los suyos que fuxeran
al
son de
bosina, e aun los
la
zaga por miedo de Bernaldo e de Marsil, porque
oyeran desir que viníen por
en
fuyendo
andavan errados, acogiéronse del
que guardaban
los fran-
conde Anselmo e Gilant, adelantado
el
del emperador, e otros
quando
aquella ora
unos con
los
Francia. Et en todo esto viníe aun Carlos por
mos,
si
cabo venció
dixo don Lucas de
et
emperador
su parte, con aquellos que con
la
fuerte e
de
el
en uno con los moros en
(l), e fué ferir
eran, entró en la fasienda: e bolviéronse
con
33
parte con los pueblos que deximos llegó
la otra
En
1
Empero
siempre estovo en
el
puerto d'Aspa, e dexóla por
dise el arzobispo
la
don Rodrigo
(2)
ir ferir
que Bernaldo
delantera dó los franceses fueron vencidos assí
como deximos, e cogiéronse
cas de Túy que en la zaga
otrossí a la su hueste.
Mas
dise D,
firieron él e Marsil. Carlos
Lu-
que vio su
hueste desbaratada, los unos muertos e los otros foydos e toda su
yente desacordada, et que
podíe llegar a
ellos sin
los
españoles
le
grand danno, con
teníen
muy
el
puerto que non
grand pessar e que-
branto de su yente que perdiera, tornóse para Germania para guisarse otra ves a venir a España.
desto
«Cap, X.
(i)
Mas agora dexamos aquí de
fablar
>
De commo Bernaldo
El texto impreso de
la
sopo comino a-a presso su padre.
General altera completamente esta expresión,
tomada
del Tudense, y queriendo hacer piadoso a Bernaldo, le atribuye un
momento de timidez: «E Bernaldo tiró estqnces de sí el miedo e el temor e
fué ferir en los franceses de so uno con los moros del rey Marsil».
Todas estas referencias a D. Lucas y a Rodrigo, que muestran el
(2)
método seguido por los compiladores de la General para concertar sus narraciones, faltan en el texto
de Ocarapo.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
134
»
Cuenta en
Estoria de Bernaldo que en aquel xxviii año del
la
regnado del rey D. Alonso
Don
corte desse rey
e
el
dos altos ornes que eran en
el Casio,
Alonso, avíe
la
uno nombre Blasco Melendes
el
otro Suero Blasques, que seyendo parientes de Bernaldo e pe-
sándoles
mucho de
la
conde Sandías, que ovieron su
prisión del
conseio araos en uno de comrao faríen saber a Bernaldo que su pa-
dre era preso, ca non ge
lo
osavan desir en otra guisa, e fué en esta
manera. Metieron en su conseio a dos dueñas
una María Melendes e
fijas
que avíe
dalgo,
nombre
el
les assí:
<Daeñas, non vos es mester que vos descubrades de
otra Urraca Sanchas e dixerón-
el
lo
>
que vos queremos
?
darvos hemos un grand aver que paredes
>
muy
>
quisiere posar con vusco al tablero, desude
í
otro orne del
>
sopiere verná luego a iugar con vusco, e vos dexat vos le perder,
>
et él
>
e vos desirle edes
>
diere, desitle
>
su padre que yase preso en las cadenas et en las torres de Luna».
A
las
desir: vos
de resio a quien quisiere iugar, e
con
la
mundo
si
si
tablero.
al
que non jugaredes con
non con Bernaldo,
e
Bernaldo quando
que vos dé ende alguna cosa. Et
por saña que, pues que a vos non
Bernaldo quando sopo
era preso, pesól
si
lo da,
muy
vía,
vos
lo
non
que
lo
dé a
commo
assí
nuevas del padre
de corazón e bolviósele toda
el
posada fasiendo
mayor duelo
el
las
lo
la
sangre
aver que lo non quisso tomar e fuesse para su
del cuerpo, e dexó
de duelo e
Et cridat
alguno por aventura se
dueñas plogo mucho de aquesto, e fisieron bien
commo
e nos
las tablas
cobdicia del aver, querer se ha levantar e yrse so
ellos les avían dicho.
mucho
sabedes bien jugar
del
mundo, e
vistiósse luego
paños
fuesse para la corte. Et el rey quandol assí vio pesól
e dixole: «;Qué es esso Bernaldo? ¿Por aventura cobdicias
E
>
mi muerte.^ >
»
e pido vos por
>
preso en
dixol Bernaldo: cSeñor, non es
merced que
las torres
me
dedes mío padre que
fabló;
entiendo que
>
puede ome guardar de traydores
contra Bernaldo e dixole: cPartit
de desir
>
dre, ni saldrá
esto, ca
de
me
tenedes
calló
después dixo: «Agora veo et
palabras antiguas son verdaderas, que nunca se
>
>
y
mas ruego vos
de Luna^^. El rey quando aquello oyó,
una grand pieza del día que no
las
assí,
ni
me
de mestureros». Desi tornosse
vos e nunca jamás seades osado
yo vos prometo que nunca veredes
las torres
a vuestro pa-
mientra yo biva». Bernaldo dixo: «Rey
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA mSTORIA PATRIA
I35
»
sodes e señor: faredes y lo que vos toviéredes por bien, e ruego
*
a
»
dexaré yo por esso de serviros quanto más pudiere». El rey en
Dios que vos meta en corazón de sacarle ende. Ca, señor, non
todo esso pagávasse de Bernaldo,
amábalo
el
>
Citando expresamente a D. Lucas de l'úy, pero
crédito,
menciona
Bernaldo
al
Rey
Crónica en
la
Marsil,
y
el
capítulo XII la
su expedición a Francia en
•Carlomagno: «Et dise don Lucas de
naldo et quel
fallamos en
la
fiso
mucha
onrra.
Don Alonso
el
Túy que
Mas commo
Estoria que en España
tiempo del rey
sin darle entero
ayuda prestada por
fiso
compañía de
llevó consigo a Ber-
quier que esto fuese,
muchas
buenas en
batallas
Magno, e que murió
assí
como
contaremos adelante en su lugar. Algunos disen en sos cantares
en sus fablas destos, que conquirieron
cibdades e muchos
castillos,
e que desambargó e abrió
mas en verdat
gue,
Nada más que
esto
(sic)
e que ovo
Carlos en España
y muchas
batallas
camino desde Alemana
el
non podríe
ser
lo
et
muchas
con moros
fasta
Santya-
>
esto refiere la primitiva
y
auténtica Crónica Ge-
acerca de los hechos de Bernardo en tiempos de Alfonso e!
Jieral
Nada tampoco en los dos reinados siguientes de Don Ramiy Don Ordoño I; pero reanuda el hilo de la narración al llegar
Casto.
ro
I
a Alfonso
Magno.
III e¿
De commo
«Cap. VIII.
Bernaldo mató a Biceso,
e
pidió al rey el
J>adre quel yasie preso.
>
que
Andados
fué
dava
el
el del
en
la
siete
era de ochocientos et
año de
la
Encarnación en ochocientos
imperio de Lotario en
paz ya, llegáronle nuevas de
avíe
nombre Buesso
que ge
la
Don Alonso el Magno,
ochenta et un año, quando^-
años del regnado del rey
le
V'II, el
rey
commo un
cuarenta et tres^et
Don Alfonso credendo aver
alto ome de Francia que
era entrado en la tierra con grand hueste et
andava destruyendo quanto más podíe. El rey fué eston-
ces contra él con grant poder et ovo con
que es en
et
tierra
de
Castilla, e
él
su batalla en Carrión,
murieron y muchos de cada parte.
E
algunos disen en sus cantares que este Bueso era primo cormano de
Bernaldo. Et lidiando assí unos con otros oviéronse de
Bueso
a Bernaldo, e fuéronse ferir
uno a otro tan de
Janzas fizieron quebrar por medio. Desi metieron
fallar
rezio
mano
aquel
que
las
a las espa-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
136
das e dávanse grandes golpes con
pero
ellas,
al
cabo venció Ber-
naldo e mató y a don Bueso. Los restantes quando vyeron su cab-
muerto, desampararon
diello
campo
el
e fuxeron.
batalla fué vencida, vino Bernaldo besar
mano
la
Después que
al
la
rey e pidiol
merced quel mandase dar su padre que yazíe preso. El rey otorgo!
que ge
lo daríe.
Mas agora
sabet aquí los que esta estoria oydes que
en todas estas batallas que
rey ovo con
el
los
moros,
avemos dicho, que en todas pidió Bernaldo so padre
Mas después que
pre! otorgava el rey de ge le dar.
e asossegado en el reyno,
non ge
aquello vio, non quiso servir
«Cap. XI.
De commo
los servicios
commo
se
siem-
veye en paz
queríe dar. Bernaldo quando
lo
rey de aquel día adelante e estido
al
bien cerca de un año que non cavalgó con
mol retrayó
assí
al rey, et
grant pessar que avíe
el
Bernaldo pidió su padre al Rey
quel físiera et
et
»
de com-
lo desafió,
Andados ocho años del regnado del rey Don Alonso
el Magno
Don Alonso por fiesta de Cinquesmas dos cortes en León,,
ricas e mucho onrradas. Et mientra que duraron lidiavan de cada
día toros e alanzaban a tablados. El rey, seyendo muy alegre, fué
»
ñso
el
rey
un día ver
y quel pudiessen
la corte,
los
que alanzaban
los cavalleros
Dos
alcanzar.
que avíen nombre
el
que deximos ya suso en
nunca
sallie allí,
el
altos ornes
tablado,
mas pocos
avíe
que avíe y estonces en
uno Orios Godos e
el
otro Thyoba't,
quando vieron que Bernaldo
la estoria,
ovieron su conseio de yr
lo desir a la
Reyna que
por ruego della fuesse Bernaldo a alanzar. La reyna, quando lo oyó,
enbió por
él
e dixol: «D. Bernaldo, ruego vos
amor
que vayades
»
por
»
prometo que luego que
»
vuestro padre, e bien creo que
el
nuestro
tonces e fué alanzar
et
al
el
blado fué quebrantado, fuesse
me
el rey; el rey,
acá o qué nos
»
don ninguno que
» pedir.
E ruego
le dará».
yo vos
Bernaldo cavalgó
el rey a yantar. Orios
la
a Bernaldo que gelo cumpliesse.
»
a lanzar al tablado, cá
rey venga a yantar que luegol pida
tablado e quebrantól luego. Pues que
conde Thiobalt fueron luego a
ver
que cavalguedes agora
quando
pedís?;:^
reyna dezir que
la vio, dixol:
dedes
el
ta-
et el
e fué
«Reyna, ¿qué demandades
Ella dixo: «Señor,
me
el
que prometiera
La reyna cavalgó estonces
fuese, e este es el
vos que
lo
Godos
es-
yo nunca vos pedí aún
primero que vos agora quiero
conde Sandías que yaze
preso».-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
El rey quando aquello oyó ovo grant pesar, e dixol que
ca non quería quebrantar
que
la iura
rey Casto
el
con grant pesar que ovo desto, tornósse para su
quando aquello oyó,
fuesse para e! rey, e pidiól
E
los oíos quel diese su padre.
non
lo
ríe
faríe,
echar
que
e
si
yazíe.
me
»
quantos servicios vos yo
ca bien sabedes vos de
»
en Venavente quando vos mataron
» tes
con
el
moro Ores,
me
le daríedes.
»
vos que
»
de
»
Alchaman que
me
debedes vos dar mío padre,
e dexistes
el
vuestro e
me que
fuistes
mío cavallo
que
ovis-
vos pidiesse un don e
desa ves lidiar con
por vuestro amor. Et pues que
la batalla
me
padre.
»
non queredes
» linatge e a
el
la batalla
el
yasíe sobre Zamora, bien sabedes lo que
»
que
manda-
dezir, quel
vos yo acorrí con
»
otrossí
merced llorando de
muy sannudamente que
Et yo pedivos mío padre, e vos otorgastes
quando
Otrossí
le dar.
bien
fis,
faríe,
La reyna,
Et dixol Bernaldo: «Señor, por
»
commo
non
lo
fiziera.
37
palacio. Bernaldo,
nunca jamás gelo osasse
do su padre
allí
dixol el rey
1
me dariedes mío
moro
yo y
fiz
fué vencida, prometistes
Agora pues que veo que
!o
vos por [ende a vos e a todo vuestro
fazer, riepto
todos los de vuestra parte son. Ca, señor,
commo
membrar
vos
vos yo acorrí cereal río de Orvego
»
deviades otrosí de
»
cuando estávades cercado de moros e vos teníen en cueyta de
»
muerto. Quando aquello
le
oyó
e dixol: «D. Bernaldo, pues que
»
gades de todo
el
digo vos que
vos yo mandaré echar
dallí
del regno,
yo
» fallare otrossí
»
vos yo que
me
sal-
días.
E
do vuestro padre yaze, quel tengades y
compaña». Bernaldo, quando aquello oyó, ovo ende grant pessar,
daredes
esto
al
allí
me
e dixo: «Rey, pues que
»
mando
adelante vos fallare en toda mi tierra, que
»
»
assí es,
reyno e non vos do de plazo más de ix
»
si
dezir el Rey, fué yrado contra él
fazer lo he.
Msa digo vos que
conde Sandías
la
sivos le
vía.
Muño de
canos de Bernaldo, besaron
él
yo
Quando
dallí
la
fío
adelant vos yo
en Dios que
quisiere tomar». Et pues
que
nombre Blasco Melendes
León, que eran parientes
mano
me
aquello vieron tres ricos ornes
corte del Rey, que avíen
e Suero Blasques e don
ronse con
si
en yermo o en poblado, que bien
ovo dicho fuesse su
que andavan en
vos dades ix días de plazo que vos salga
muy
cer-
del rey, e espidiéronsele e fué-
con grant cavallería para Saldanna. Et estando Ber-
naldo en Saldanna corrie
tierra
de León, e guerreava
muy de
rezío
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
138
quanto
más podíe
él
dos años
e
De commo
ellas,
Bernaldo
lidió con el
poder del rey Don
pobló el Castillo del Carpió.
>Andados
Don
«1 rey
Alonso. Et duraron estas guerras
»
«Cap. XII.
Alonso
Don
rey
al
diez años del regnado del rey
Alfonso
el
Magno
cortes en Salamanca. Et estando en
fizo sus
muchos omes de
fuéronse
Don Alonso
tierra
de Benavente e de Toro e de
Zamora e de otros lugares para Bernaldo, pues que non vieron
rey en
Rey
la tierra,
e dixéronle que nunca se tornaríen del fata que el
su padre. Bernaldo,
le diesse
esas tierras, e sallió
commo
salliose dallí e fué la ribera
vado que dicen de
faríen.
Et
quando
se vio apoderado de yen-
contra Salamanca por ver que fazíe
tes, fuesse
ellos
el
la
en desusado
ayuso del
(?)
río.
Bimbre, ovieron
Rey, e travessó
el
a Alva de Tormes. Dessi
Et pues que passaron
allá
su acuerdo de
eran por ventura ccc cavalleros de
el
commo
linaje, et díxoles
Bernaldo: «Los ce de vos finquen aquí en celada e los c vayan co»
migo
>
recabdaría quanto quisiesse » Et pues que Bernaldo ovo partida
a Salamanca, e
quissiese Dios
si
su celada fuesse para Salamanca, et
lleros del
Don Alfonso que
rey
el
que pudiesse entrar dentro
yendo por
el
camino e cava-
viníen de caza vieron las armas del
e conosciéronlas, tovieron gran miedo e quisieron se acoger a
villa,
más non
dio Bernaldo vagar, e lidió con ellos e
les
sesenta cavalleros. El
Rey quando
cavallería a grant priessa e
el
fuye.
Los del Rey empos
ron en
que
poder del Rey contra
venir
ellos,
él
sí
salliese allá.
toda su
Bernaldo quando vio
derranchadamiente,
yendo, sallieron
mató bien
mandó armar
lo sopo,
la
los
de
fizo enfinta
la
que
celada e die-
e bolvieron con ellos una grand batalla e murieron
muchos de cada
parte,
Orios Godos et
al
desampararon
campo
el
más
al
y
cabo venció Bernaldo e príso y a
conde Thilaba. Los otros que pudieron escapar
Mas que Bernaldo
e fuxeron a Salamanca.
venció, pero ovo grant pesar, porque
non pudo
llegar al rey.
E
di-
sen que iuró que nunca se partirle de guerrearle e de fazerle quanto
mal pudiesse
con su
fasta quel diesse so padre.
cavallería
Después desto fuesse yendo
Tormes ayuso contra Alva,
e
otero que es a tres leguas de Salamanca, remetió
en
el
somo
quando
llegó a
el cavallo
un
e subió
del e cató a todas partes e vio toda aquella tierra atan
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
ferraosa e tan complida de todas las cosas
que
se
pagó mucho
muy
fuerte e
ron a
della.
Et
que menester eran
castiello
E mandó
dallí
39
a orne,
muy
en aquel lugar,
bueno, e púsol nombre Carpió, e
Bernaldo del Carpió.
él
y un
fizo
1
adelante llama
dar pregón que todos Ids
que quisiessen venir con vivandas e con otras cosas que menester
eran
que non diessen portadgo ninguno nin pechassen nada.
al lugar,
Pues que esto ovo fecho puso su amistad con
de aquel
sen, e
toda
guerreava
castiello
los
moros quel ayudas-
Rey Don Alfonso
al
e corrie
que veses y avíe que llegava fasta León e Astorcon pesar desto mandó pregonar por toda su tierra que
la tierra, assí
ga. El Re}?^
se ayuntassen todos los
peones, en
rey vio
tiello.
el
que eran para armas,
assí cavalleros
como
cibdad de León. Et pues que fueron allegados et
la
poder
muy grande,
el
fué sobre Bernaldo e cercól en el cas-
Bernaldo otrossí ovo su acuerdo con
los ricos ornes e
con toda
su cavallería, e díxoles: «Amigos, grant tiempo ha que sabedes vos
» el
mío mal
et el
»
Godos
»
biarlos ía al
>
et
et al
me
que
Rey en
en
si
vos
díxoles:
et
vos embío, ruego vos que digades
>
et
que
al
me embíe luego mandado duno
Los condes fuéronse estonces luego
les
dixera et
les rogara.
»
soltar et enviaros para, et
>
bien,
al
o
rey que
dé mío padre
dálcommo y quiere
muy
agradéscogelo.
fiziesse ciento tantos e
me
Rey, e dixéronle todo
fizo
lo
que
bien Bernaldo en vos
Mas commo
et enbiáronlo desir a
por un su cavallero en poridat. Bernaldo, quando sopo
mandó armar
fazer».
fizo
este
meiores, yo nunca daré su padre».
Los condes ovieron desto grant pesar,
del rey,
gradescerá
lo
El rey, cuando lo oyó, díxoles con
grant saña: «Condes, digos vos que
si
me
«Cuendes, pues que vos yo suelto
»
Bernaldo
por bien en-
lo toviéssedes
Bernaldo fabló estonces con Orios Godos e
ello.
conde Thiobala, e
el
et
presente, cá bien creo que
dará por ellos mío padre». Ellos toviéronlo por bien,
et otorgáronse
con
mío quebranto. Et yo tengo aquí presos a Orios
conde Thiobala,
la
Bernaldo
voluntad
toda su caballería e díxoles: «Amigos, ya esto
>
non
»
ros de vos para guardar el castiello, e los otros vayan conmigo».
lo
puedo
soffrir, et
Et sallieronse del
pues que esto
castiello.
ron correr Salamanca,
«Amigos, ¿sabedes
assí es,
finquen xv caballe-
a furto, que lo non sopiesse
et,
commo
en yendo para
allá,
el
rey e fue-
díxoles Bernaldo:
faremos? pues que oviéremos corrida
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
140
»
Salamanca, vernemos aquí e correremos
>
quanto y ha. Mas por
rey
» el
me
si el
Rey
quiera mal, non alce ninguno
me
Real e ganaremos
el
como quier que
mano contra él por
alguno lo fiziesse. Mas
viniere contra nos,
la
>
ninguna guisa, ca mucho
»
quantos de los otros pudiéredes alcanzar, todos los meted a espa-
>
da que non finque ninguno a vida». Pues que
pessarie
ende
si
ellos
Salamanca, tornáronse,
et viniéndose, llegaron
commo Bernaldo
corrida toda
mandó armar
le avie
la tierra.
Bernaldo e ganó
él fué
el
campo
mucho onrrado
en
el castiello
tornar vos tan ayna, ca
ganáramos tan grandes
si
él,
tassemos, non podriemos
dellos
más
et
aver.
•»
cada día en que ganemos, e bien fué
>
rey trayen
»
davalo dellos».
«Cap. XIII.
cabo venció
al
el real
e
muy mal
en
que siempre fuéramos raás ricos
que asas ganastes agora,
muy
mas
vos nos diérades un poco más vagar
riquesas,
>
Rey
campo, Et pues que
al
e abondados». Bernaldo tomosse estonces a
pesse,
al
que cavalgassen
e robaron cuanto fallaron en
e con grant ganancia
>
«Non vos
nuevas
dixéronle sus cavalleros: «Fezistes
»
>
ovieron corrida
El rey, quando lo oyó^
a grant presa todos sos cavalleros et
luego, et fueron contra Bernaldo e lidiaron con
tornósse
las
ssonrysar e díxoles:
luego los escarmen-
si
Mas
commo
el
ellos vos atufan (sic)
rey dixo, ca los del
grandes algos cada que vinien sobrél
De commo Bernaldo
dio al
et él guar-
Rey Don Alonso
el castilla
del Carpioy e de la muerte del conde.
Andados IX años del regnado del rey Don Alonso el Magno
Quando los del rey vieron el mal et el quebranto que les vinie
siempre de Bernaldo, dixeron al rey nuestro señor: «En fuerte ora
>
conde Sandías, ca toda nuestra
»
vimos nos
»
pierde por ende, tanto es
»
mos por bien quel
» si
lo
non
la prisión del
lo
mal que Bernaldo y
sacássedes de
fazedes, bien
El rey, quando
el
la
prisión e
faze.
tierra se
Et ternie-
que gela diessedes ca
sabemos que nunca avremos pas con
oyó, pésol de corazón e díxoles: «Fazer lo he
me
conseiades e vos pías. Et pues que assí es,
»
pues que veo que
»
vayan a Bernaldo algunos cavalleros con mandado que
>
las llaves del castiello e
el
él>.
lo
me dé
yo quel daríe su padre». Orios Godos
conde Thiobalt dixeron
al
rey que yríen
guiesse, et el rey tóvolo por bien.
ellos allá si a él
Et luego que llegaron
al
et
plu-
Carpió,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Bernaldo a ellos e recibiólos mucho bien et
sallió
«Don
Bernaldo,
I4I
ellos dixéronle:
rey nos enbió a vos sobre razón que
el
si
vos
le
>
quisiéredes dar las llaves del castiello, que él vos dará vuestro pa-
»
dre>. Bernaldo,
que
quando
lo
con
lo quería fazer; desí fuesse
me
«INIás
gano yo en
oy quento que ayamos paz».
guerras que en
las
pobre meior vive en
> ca el cavallero
e dixo
El quandol vio
ellos paral rey.
recibiól bien, e dixol: «Bernaldo, desde
Et dixol Bernaldo:
mucho de corazón
oj'ó plogol
ellas
las
que en otra
pazes,
Et
guissa.
devriedes poner culpa en fazer yo contra vos esto que
>
vos non
>
fago,
>
dar». Et dixol el rey:
>
en esta razón, ca fazedes en
»
redes que ayamos vos e yo pas de nuestro poder, datrae las llaves
porque
» del Carpió,
muy
queredes
lo
«Non vos tengo por mal quanto vos
apoderatme
El rey
me
tenedes mío padre preso e non
derecho e
ello
mandó
lealtad,
si
vos que-
fué
ende, e diol luego las llaves del
estonces a Orios
Godos
quando llegaron
conde Thiobalt,
et al
XII cavalleros de su mesnada que fuessen por
et ellos fuéronse luego, et
mas
facedes
quando aquello oyó,
del». Bernaldo,
mano por
alegre, e besol la
castiello.
et a
me
el
conde Sandías,
a León, fallaron por nue-
vas que tres días avía ya que era muerto. Ellos ovieron estonces su
acuerdo
y
faser.
et
embiaron
lo desir al
rey en poi'idat qué
rey quando
lo
mandava
les
Algunos disen en sus rasones e en sus cantares
que
(l)
sen ellos porquel enblandesciesse
la
carne e quel vistiessen de bue-
nos pannos, e quel pusiessen en su cavallo vestido de una capa
de escarlata e un escudero enpos
el
enbiassen dezir quando fuessen acerca de
le
yen
a rrecebir, e ellos fizieronlo assí. Et
sallió el
acompañado de
Et pues que
cir:
ter
la
cibdad e
sallir le
quando fueron acerca de
rey e Bernaldo a recebirlos:
caballos de cada parte, assí
el
como
conde
el
viníe bien
rey mandara,
comenzó Bernaldo de dar vozes e a de«Por Dios, ¿dó viene aquí el conde Sandías?» Et el rey demosse allegaron a
él,
trógelo. Bernaldo fué estonces para él e besol la
ge
piel
quel toviesse que non cayesse e
que
Salamanca,
el
sopo, mandóles que fiziessen bannos e quel bannas-
la falló iría
e le cató
muy grandes
(i)
la faz,
vio
bozes e a fazer
La General impresa,
el
mano, mas quando
que era muerto, e comenzó
mayor duelo
del
mundo,
cuj'o texto es abreviadísimo, om.ite esto
cantares y ¡as rasones, y da lo de los baílos
como
cosa corriente.
a
me-
disiendo:
de
¡os
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
142
me
c¡Ay, conde Sandías, en qué mala ora
>omme
»
assí fué
des muerto et
E
commo yo
desterrado
el castiello es
lo só agoral
>
que faga».
non es tiempo de mucho
>
luego de toda
la tierra,
mas digo vos que me salgades
fablar;
que non estedes y más». Et dizen
que pero que estava yrado contra
commo
diremos adelante.
E
quando
quandol vieron entrar rrescibiéronle
chamiente
viniera
allí
rey e besol
al
con
el
rey
Don
la
moró
Alfonso.
E
fijo
Bernaldo quando
el
lo
commo
el
Los de
e él fuesse dere-
fecho de
commol
el grande
e
fijo
de doña Timbor
mucho con
de doña Timbor, a quien dixo
él
En
él.
el
la
rey
dixo que non, ca lo non era.
oyó pésol mucho de corazón, e
desafiol luego
rey e sallióse del palacio e fuesse para su posada. El rey
ma-
Carlos enbiol estonces grant aver e cavallos e armas. Otro día
Bernaldo de París e fué andar por
ñana
sallióse
fazer
jnucho mal por todos
una e de
la otra
los puertos
grand era
los lugares
el
la vía e
do andava.
E
comenzó a
andando de
la
parte corriendo e robando quanto fallava, llegó a
de Aspa e pobló y
sabíen qué se
talla
de
cor-
la
disen en los cantares quel dixo
queríe rescebir por hermano, e
ante
muy bien,
e quel dixo Carlos que le prazíe
corte estava estonces un
assí
llegó a la cibdat
e contol todo
que era sobrino del rey Carlos
su hermana
sil
mano
otrossí
quel dio cavalleros e aver e
él,
París do era el rey Carlos, fuesse luego paral palacio.
te,
mundo
«Don Bernaldo,
el rey:
enbiól para Francia. Pero fallamos que en España
deximos e
Et pues vos so-
perdudo, non sé conseio del
disen (l) que dixo estonces
>
engendrastes, ca nunca
miedo
et el
canal que disen de laca.
espanto que del avíen
faser antél, et él
con moros e siempre
la
las yentes,
andando en esto ovo
los venció, e
además. Et con estos averes ganó
él
E
tan
que non
tres veces ba-
ganó dello grandes riquezas
después dende
el
Aynsa
fasta
Berbegal e Barvastro eSobrarve e Monte Blanco: todas estas fronteras
manteníe
él
bien e esforzadamente. Después desto casó con una due-
ña que avíe nombre doña Galiana, fija del conde Alardos deLatre
(2),
El texto de Ocampo está aquí más explícito en cuanto a la proce(1)
>
dencia poética de este trozo: *E algunos dizen en sus cantares de gesta
En el manuscrito escurialense citado por Milá (Poesía heroica, págir
(2)
na 156) dice: «Después de esto casó Bernaldo con una dueña que avíe nomdona
bre doña Calinda, fija del conde Ardrés de Londress'. En Ocampo: <
Calinda, Jija del conde Alardos de Lare>.
^
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
e OVO en
un
ella
fijo
a quien dixeron
I43
Galín Galindes que fué
después mucho esforzado cavallero. Algunos disen que en tiem-
po deste rey
de Roncasvalles e non con Carlos
fué la batalla
Grant^ mas con Carlos el Calvo
los libros antiguos es fallado e
cuentan
lo
Tal
es,
nos avemos contado ya de suso en
los
en su prístina forma,
como de
tal
la
los franceses e los españoles
desimos que fué en tiempo de Carlos
assí,
commo
assí
^
porque
la
y nada conformes
rrido sobre las aventuras del héroe.
Grande^
la estoria» (l).
entre
La General
sí,
No un
sólo-
habían co-
prefiere uno,
que
que por excelencia llama Estoria de Bernaldo (acaso era ya
es el
una transcripción en prosa); pero se hace cargo de
los
el
leyenda de Bernardo del Carpió,
tradición poética pasó a los historiadores.
cantar de gesta., sino varios
eL
Mas porque en
ca tres fueron
de
las variantes
demás, aunque sea para rechazarlas como menos autorizadas.
Había cantares, por ventura
taba entroncado con
León, y en que se
Carlomagno,
dido
al
del
la familia
le
la cual,
amor
los
más
antiguos, en
que Bernardo
es-
carolingia a la vez que con la de
daba por madre a doña Tíber, hermana de
viniendo en romería a Santiago, se había ren-
conde de Saldaña. En otras
gestas,
o en
eslas-
mismas, se atribuían a Bernardo grandes empresas en Francia; y no
faltaban juglares
que diesen por principal campo de sus triunfos
el
población del canal de Jaca y
la
Pirineo aragonés, atribuyéndole
la
reconquista de Ribagorza.
Precisamente en esta familia de cantares rechazados por
(i)
Manuscrito de mi biblioteca. Fol.
i.°;
en
letra roja dice:
la
Ge-
lAqui se co-
mienza la escoria de los godos e son estos los titulas de toda su estoria*. Acaba
en
el
capítulo
XVI
(que lleva
el
núm.
12) del
reinado de
Don Bermudo
III,
y
abarca, por consiguiente, la mitad del texto de la Crónica General; 201 folios-
de pergamino,
numerar, escritos a dos columnas, letra de fines del side rojo y morado.
Según resulta del admirable estudio sobre nuestras crónicas generales
que trae D. Ramón Menéndez Pidal en su libro sobre La leyenda de los siete
infantes de Lara, este códice ofrece un texto análogo a los escurialenses
S-j-2 y X-j-4, pero no es del todo idéntico a ellos, pues acorta con Irecuencia
los giros y frases del original. Por esta tendencia a la brevedad en la narración, se afilia precisamente con los escurialenses X-j-i y X-j-y. Va dividido
en dos partes: Estoria de los Godos (folios 1-92J y Estoria de los fechos de los
Reyes de España que fueron después de la destruyción de los reyes godos
sin
glo XIV, títulos e iniciales
i
(folios 92-201).
•
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
144
neral estaban los únicos elementos históricos de
refieran al
bien
al
leyenda, ya se
la
Bernardo nieto de Carlomagno y rey de Italia, ya más
hijo de Ramón, conde de Ribagorza y de Pallars,
Bernardo
casado con doña Teuda o Toda, hija del conde Galindo de Jaca, y
fundador del monasterio de Ovarra, en la Noguera-Pallaresa; personaje que ha yacido olvidado en las doctas páginas de Zurita, Puja-
y Traggia, hasta que Milá y Fontanals
des, Pellicer
honores de
la
le
concedió los
inmortalidad poética, haciéndole héroe de un cantar
de gesta, que llamó
La
co, o acaso lo único
Pros Bernat^ y que
Ca7isó del
es lo
más
épi-
verdaderamente épico, que hay en nuestra
teratura contemporánea. Los últimos versos
resumen
las
li-
empresas
del héroe:
No raenyspreu
noves del
les
vell juglar.
Ja s'acaba la gesta del pros Bernat,
Que
tingué bras de ferré, ab cor Ueal.
Vence moltes batalles deis fers alarbs;
Gran honor y gran térra sabe guanyar.
Regnav'en Tlssaverna,
Y en les
Y en les
lo riu saltant,
dues Xogueres ensá y
aspres singleres del
enllá,
alt
Montblanch.
Ais murs vells posa torres, viles poblá.
En Ovarra fundava
Ses
cel-lles
Que
ara preguen per
La cansó
identificación
propuesta en
la
el
Tarma
del pros finat.
de alabastre ab Teudia yau.
Allí'n vas
La
monestir sant,
acuUien monges cantants
ja es fenida del
pros Bemart
entre este Bernardo
siglo xvii
por Pellicer, y
y
las
el
(i).
del Carpió, fué ya
palabras explícitas de
General no dejan duda de que los juglares habían hecho de ellos
un mismo personaje. Quizá
el
Bernardo ribagorzano habría dado
materia a alguna rapsodia épica, fronteriza o franco-hispana, que
fuese
como
el
germen de toda
la
evolución posterior. Pero con este
solo dato, aun reconociendo toda su fuerza, no se explica íntegra-
mente
(i)
el
proceso de
las
leyenda, puesto que los cantares que cele-
del Pros Bemart, fill de Ramón, feto, per En Manel Milá
mes de Juny de l'any de la Nativitat del Senyor iSój (tomo VI
La Cansó
y Fontanals
de
la
lo
Obras completas de su autor, páginas 429-438).
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
"braron
I45
primer Conde de Ribagorza no es verisímil que dijesen
al
nada de Roncesvalles, ni
mucho menos de
Bernardo del Carpió, que
es la parte
Todo
mática de esta fábula.
la historia
doméstica de
verdaderamente humana y dra-
esto debió de inventarse por grados,
De los dos Bernardos
Rey de Italia y el hijo de Ramón, o quizá sólo del úlque por más cercano y más épico nos interesaba más, se tomó
pero no a merced de una fantasía arbitraria.
históricos, el
timo,
el
nombre, que no es español, sino franco; y se tomó además
el re-
cuerdo de sus hazañas libertadoras y de su parentesco más o menos
remoto con
la familia carolingia.
mos por más
Por eso en
antiguos, Bernardo aparece
los cantares
como
que tene-
hijo ilegítimo
de una
hermana de Carlomagno. Fácil fué transportarle de los montes de
Aragón a los de Navarra y hacerle tomar parte en la jornada de
Roncesvalles; al principio, acaso, como auxiliar, y después como
vencedor de
los
paladines francos; aunque sin determinar concreta-
mente ningún lance personal suyo, puesto que
-es
tro en la
lucha con Roldan
la
invención de poetas eruditos del siglo xvi, de
la
Edad Media. ¿Cuándo empezó Bernardo
cual
no hay
ras-
a convertirse
en
No creemos que antes de la unión de Navarra y Caspersona de Don Sancho el Mayor. Entonces sería cuando
héroe leonés?
tilla
la
en
la
obscura leyenda de Ribagorza, encerrada hasta entonces en los
valles del Pirineo, penetrase
excelencia,
triótico
de
y
fuese recogida
en
la tierra llana,
en
región épica por
la
y transformada por el sentimiento paque convirtieron en protesta lo
los juglares castellanos,
que hasta entonces había sido remedo. Conservábase memoria,
sin
duda, de los homenajes de Alfonso el Casto a Carlogmano, aunque
nada hubiesen querido decir de
ellos nuestros cronistas: se tenía tal
sumisión por vergonzosa, agrandábase
ner que había hecho expreso pacto con
Rey hasta supoEmperador de los fran-
falta
la
el
del
cos ofreciendo entregarle su reino, o designarle para sucesor en
Como
lles,
la
desquite de
tal
él.
flaqueza se consideró la victoria de Roncesva-
en que se hizo intervenir
al
mismo Rey
Alfonso, arrastrado por
voluntad unánime de sus ricos hombres. Pero no suelen ser los
reyes los favoritos de
<;iones francesas
bién
el
vengador de
Mbnéndbz
t
la
poesía épica,
y
así
como
el
héroe de
de Roncesvalles no es Carlos, sino Roldan,
la
las
can-
así
tam-
honra española no es Alfonso, sino Bernardo,
Pelayo.— fííud/oj
sobre el Teatro de Lope de Vega.
10
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
1^5
personaje castizo y definitivo, leonés ya por ambas líneas, que hunde-
en
empezó a sonar en
No
1
Ramón y
olvido al^hijo de
el
antes de
la
hijo
al
de doña Tíber. ¿Cuándo-
nombre
los cantares el
segunda mitad del
siglo xi,
puesto que todavía en
no estaba esta villa regida por condes
03 1
conceder mayor espacio para
doña Ximena; mucho más
si
conde de Saldañar
del
Todavía hay que
(l).
transformación de doña Tíber en
la
se tiene
en cuenta que todo
al
nacimiento ilegítimo de Bernardo parece calcado sobre
de
la
ilegitimidad de Roldan, que no suena sino en
o más bien franco-itálicos,
ses,
muy
tardíos,
si
lo relativo
la historia
poemas france-
bien fundados pro-
bablemente en otros que se habrán perdido. De todos modos, este
tema no pertenece
parte, bien sabido
epopeya carolingia, y es, por otra
último que se canta de un héroe son sus
a la primitiva
que
lo
mocedades. Atendiendo a todas estas circunstancias puede, aproxi-
madamente,
gunda
fijarse la
mitad del siglo
se asigna al
Poema
redacción de
xii,
que es
del Cid^
la
la
y que
fué,
llevó
según todos
Aun
los indicios, la
nombre de D. BiiesDy
un merino de Saldaña en tiempo del Emperador Alfon-
edad de oro de nuestra poesía heroica.
que
Estoria de Bernaldo en la se-
misma época que generalmente
el
so VII, parece nuevo indicio en favor de esta cronología,
carece de dificultad para identificarle con
nardo
la
el
si
bien no
primo cormano de Ber-
circunstancia de llamársele en nuestros cantares alto orne
de Francia.
Digamos, pues, con
docta sagacidad se debe
de historia
literaria (2),
]\Iilá
la
y
Fontanals, a cuyo talento analítico
más
plausible solución
que «este
ciclo se formó,
y
de este problema
con
el
apoyo del
y pudiéramos
puede añadirse
Bernardo de Ribagorza, por inñuencia, por remedo,
decir por emulación de los cantares franceses».
que
suplantó a estos cantares,
mente poética y
latinas
y
y
antihistórica, penetró
castellanas,
y
Y
que, con ser una ficción entera-
con facilidad en
las historias
reinó sin contradicción en ellas hasta fines del
En el fuero de San Salvador de Cantamuda, publicado por el docto
(i)
montañés D. Ángel de los Ríos y Ríos en su Noticia histórica de las Behetrías
(Madrid, 1876, pág. 161), confirman Comité Assiir Didaci et Comité Gómez Didaci in Saldania. Esta escritura es del año 1056. Este conde
el
fundador del monasterio de San Zoil de Carrión.
(2)
Dt
la poesía heroico-popular, pág. 166.
Gómez Díaz fué
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
prueba que Bernardo, aunque no
siglo xvi: lo cual
nos en
el
tiempo y en
los lugares
1
me-
existió, a lo
que se supone, debió haber
4/
existido,
engendrado por una necesidad moral y patriótica, sin lo cual
y
hubiera vuelto muy pronto al limbo de la obscuridad, como sucede
fué
con todos
los personajes imaginarios
y que nada vivo
ni actual
re-
presentan.
Imposible es hoy determinar cuál sería
ria de Bernaldo,
ya de
que
como
tal
se cantaba o leía
los resabios afrancesados
Tudense y
el
el
contenido de
en
el siglo xiii,
sí,
Esto-
purgada
que tuvo en su origen. Hemos
Toledano no concuerdan entre
el
la
visto
ya porque
tuvieran textos diversos, ya principalmente por la mezcla de espe-
y eruditas, y por el afán de conciliarias con la tradición popular. Además, uno y otro, sin duda por la severidad histócies históricas
que cuadraba a su intento, prescinden de
rica
la
leyenda;
lez,
la
otro tanto hace el autor del
y
a quien
la
opinión más corriente
Crónica General. Bernardo, en
ma, no es más que
Emos
(i)
el
el
y
Poema
de-
Fernán Gonzá-
proemio histórico de este poe-
vencedor de Roncesvalles
esta rrazón
parte dramática de
autorizada supone anterior a
(l)
y
aliado del
Rey
por fuerga de alongar.
Quero en
el
Ovo
Que
rey Alfonso mandado de enbyar,
él al
la
rrey Carlos este cuento tornar:
veníe para Espanna para ge
la
ganar.
Carlos ovo (luego) conseio sobre este mandado,
Commo
menester fuera non fué bien conseiado;
el su pueblo famado
Que veniesen a Espanna con todo su fonsado.
Diéronle por conseio
Sopo Bernaldo del Carpió que franceses pasavan,
a Fuente Rrabya todos ay arryavan
Por conquerir a Espanna, según que ellos cuydaban
Que gela conquerirían, mas non lo bien asmavan.
Que
Ovo grandes poderes Bernaldo de ayuntar
Ovol' todas sus gentes
Non dexó
el
rey Casto a dar.
a este puerto el rey Carlos
que sepades;
Mató ay de franceses reyes e potestades.
Como dice la escriptura syete fueron que sepades (*)
(*)
Este verso parece interpolado. La escritura a que se alude es
de Milá.
el Turj:?!»,
en opinión
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
148
cuya alianza hace
Marsilio, sobre
mismo que
Pero
el
Tudense.
ni el
Tudense,
dan más que
el
esqueleto de
parte novelesca, gracias
autor cristianas salvedades, lo
Toledano,
ni el
tenemos un Roncesvalles
el
monje de Arlanza nos
parte histórica de
la
castellano.
al
ni el
acuerdo que
feliz
La transcripción debió
en algunos pasajes
se
los vacíos
ser bastante
fiel,
lo creades,
las sus
becindades.
Guando fueron al puerto los franceses llegados,
Rrendieron a Dios gracias que los a\'}'a guiados;
Folgáronse et dormieron, que eran muy cansados;
Si essas oras se tornaran, fueran bien aventurados,
O vieron
non
su acuerdo de venir pasar a Aspanna
les fincasse torre nin
cabanna
Los poderes de Francia que eran bien garnidos
Por los puertos de Aspa fueron luego torcidos;
Fueran de buen acuerdo si non fueran ay venidos,
Que nunca más tornaron a do fueron nascidos.
Dexemos los franceses en Espanna tornados
Por conqueryr la tierra todos bien guisados.
Tornemos nos en Vernaldo de los lechos granados
Que avye de espannones grandes poderes iuntados.
Movió Bernald del Carpió con toda su mesnada,
Si sobre muros fuese era buena provada.
Movyeron para un agua muy uerte e muy irada,
Ebro la dixeron, siempre assl es hoy llamada.
Fueron para (¡'aragoza a los pueblos paganos,
Veso Bernald del Carpió al rrey Marsyl las manos
Que
diese delantera a los pueblos castellanos
Contra los doce Pares essos pechos lozanos.
Otórgogella luego e díósela de buen grado,
Nunca oyó Marsyl otro nin tal mandado;
Movió Bernald del Carpió con su pueblo dubdado,
De gentes castellanas era bien aguardado.
Tovo la delantera Bemaldo esa ves,
Con gentes espannones, gentes de muy gran
Vencieron esas oras a
Fué esa
No
de
de
la
la
las
puesto que
descubren todavía rastros de versificación, y
Muchos mató ay, esto bien
Que nunca más tornaron a
O
leyenda.
los redactores
General tuvieron de suplir con los textos poéticos
crónicas latinas.
la
Mucho mejor conocemos
los franceses
a los franceses
muy de
más negra que
la
pres;
rafes;
primer ves.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
en muchos persiste
49
diálogo. Pertenecen, pues, al género de esce-
el
nas épicas, derivadas inmediatamente de los cantares,
Conde de Saldaña,
1
la
prisión del
revelación que las dueñas hacen a Bernardo
la
del secreto de su nacimiento, las sucesivas peticiones que dirige al
Rey
sobre
mano, helada por
Durante toda
una
y
de su padre, y
la libertad
llega a tocar su
Edad Media,
la
de refundiciones
serie
la
(l) que,
tradicional, modificaron,
ya amplificándole, ora con
cuya composición puede
sublime escena
final
en que
Crónica General experimentó
conservando su fondo histórico
no obstante,
el relato,
ya abreviándole,
noticias genealógicas, ora
de una nueva
poéticos, procedentes
la
muerte.
la
serie
con
detalles
de cantares degenerados,
y que sirvieron de
tránsito entre los primitivos cantares de gesta y los romances, los
cuales rara vez, si acaso alguna, pueden considerarse como vestigios
de
las
canciones primitivas, sino
daria, representada hoy,
yenda de
las
mento de
cubierto
por
el
atribuirse al siglo xiv,
la
más bien de
no solamente por
la
mocedades de Rodrigo, sino por
segunda gesta de
y sabiamente
los infantes
esta fase épica secun-
Crónica rimada ó Leel
considerable frag-
de Lara, felizmente des-
restaurado, en estos días en que escribimos,
joven y ya eminente erudito D.
Ramón Menéndez
Pidal.
^Podemos suponer que hubo también sobre Bernardo del Carpió uno o
más mesteres de juglaría
posteriores a
la
General
o.
inde-
pendientes de su texto, pero que a su vez influyeron en algunas de
las refundiciones
la
de
la
crónica,
que nunca dejó de repetir
poesía popular mientras ésta conservó vida? El hecho
casi indudable,
(1)
tico
por
Todas
el Sr.
y tengo esperanza de que nuevas
ellas
han sido estudiadas y
Menéndez
clasificadas
el
eco de
me
parece
investigaciones
con admirable tino
Pidal en el libro, digno de toda alabanza,
crí-
que acaba
de publicar sobre la Leyenda de los siete infantes de Lara.
Las principales son por este orden: Crónica abreviada de D. Juan Manuel
(1320-24); otra Crónica General, acabada en 1344, y una abreviación perdida
que podemos considerar como matriz de otras cuatro que han llegado a nosotros, una de las cuales es el texto de Ocampo; otra la llamada Crónica de
Once Reyes (mejor se diría de veinte), etc. Proceden también de las refundiciones de la General, y no del texto primitivo, que había caído en completo
olvido, todos los compendios y compilaciones históricas del siglo xv, por
ejemplo, el de Diego Rodríguez de Almella, y los 19 libros primeros De las
bünatidanzas y fortunas de Lope García de Salazar.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
150
han de venir a confirmarlo. Sin
él
no se explicaría
el
origen del
único romance viejo que hay entre los de Bernardo, del ünico que
conserva todo
de
aliento
el
la
dos versiones de este magnífico romance
Duran, que es
cribirla aquí,
conforme a
casi la única
que
tomándola de
la
Y
tradición épica.
como una de
en
falta
la
colección de
maneja en España, quiero trans-
se
Piiviavera de Wolf, que da su texto
la
segunda parte de
Silva de 1550:
la
Las cartas y mensajeros— del Rey a BemaldoVan
Que vaya luego a las Cortes —para con él negociar.
No quiso ir allá Bernaldo — que mal recelado se ha.
Las cartas echó en
Desque
el
fuego,— los suyos manda juntar.
tuvo juntados — comenzóles de hablar:
los
«Cuatrocientos soys los míos,
Nunca
En
Y
el
fuisteis repartidos ,
Doscientos
Si
mala
Con
— los que coméis el mi pan,
— agora os repartirán.
Carpió queden ciento— para
ciento por los
caminos— que
el castillo
la dijere,
—
peor se
esto luego se parte
la
el
Rey
que
los doscientos
—y comienza a caminar;
lleva,
Para que tengan segura
Con
*
que
los ciento
le
Treinta deja a
escalera
A
puerta
Las
que
tierras
palacio real:
— por el subir y el bajar;
— con
él
«Dios vos mantenga, buen Rey,
¿a
al
el
Rey
se va.
se vino a topar;
mano, — mas no gela quiso dar.
Allí le pidió la
Decí
Rey está.
mandó quedar,
el
— que a nadie dejen pasar;
veinte— a hablar con
los
entrada de una sala
la
ciento
— la puerta de la ciudad.
la
la
— los
quedan — se va
Cincuenta deja a
Con solamente
hablar.
entiendo tornar».
Por sus jornadas contadas —llega donde
De
guardar;
a nadie dejéis pasar;
conmigo — para con
iréis
me
me
habéis llamado
que vos
— y a los que con vos están.
— o qué me queréis mandar?
me distes, —¿por qué me las
queréis quitar?>
— aun no quiere mirar,
A cabo de una gran pieza — cabeza fuera
El Rey,
como
está enojado,
le
alzar.
la
— traidor, hijo de mi padre,
en tenencia, — tomástelo en heredad.»
<Bernaldo, mal seas venido,
Díte yo
el
Carpió
«Mentides, buen Rey, mentides;
Que nunca vo
fui
— que no decides verdad,
traidor,— ni lo hubo en mi linaje.
Acordáseos debiera
— de aquella
del Romeral,
Cuando gentes extranjeras — a vos querían matar.
Mataron vos
el caballo,
las
— a pie vos vide yo andar;
COMEDIAS DE ASUÍÍTOS DE
.^ernaldo
como
Con una
lanza y
traidor,
—
LA.
HISTORIA PATRIA
1$^
suyo vos fuera a dar,
el
adarga— ante vos fué a pelear.
ambos hijos de mi padre,
Allí maté a dos hermanos,
Que obispos ni arzobispos — no me quieren perdonar.
—
El Carpió entonces
<Nunca yo
tal te
me
distes
mandé,
—ni
— sin vos lo yo demandar.»
tuve en voluntad;
lo
— que atrevido se me ha.»
Todos le estaban mirando, — nadie se le osa llegar;
Revolviendo el manto al brazo — la espada fuera a sacar.
«¡Aquí, aquí, los mis doscientos, — los que coméis el mi pan!
^ue hoy es venido el día — que honra habéis de ganar.»
Prendeldo, mis caballeros,
El Rey,
como aquesto
vido,
—procuróle de amansar:
— no las puedes olvidar.
que hombre te dice en burla — a veras quieres tomar.
<Malas mañas has, sobrino,
Lo
Si lo tienes
Y
en tenencia,— yo
fuere menester,
si
Bernaldo, que esto
—
yo
le oyera,
«El castillo está per
te lo
dó en heredad,
te lo iré a asegurar.»
— esta respuesta le da:
mí,— nadie me
—
lo
puede
dar;
.
Quien quitármele quisiere, procurarle he de guardar.»
El Rey, que le vio tan bravo, dijo por le contentar:
con tal que tengamos paz»
«Bernaldo, tente en buen hora
—
—
(i).
Como se ve, este romance está ya muy distante de hs gestas apro•^vechadas para la Crónica General. No se dice una palabra del padre
de Bernardo:
ülial, sino
la
rebeldía de éste no se funda en razones de ternura
en impulsos de soberbia y de interés propio;
la
majestad
y en cambio triunfa el espíritu de
asumiendo Bernardo la misma representación de
regia anda abatida por los suelos,
anarquía feudal,
Jos ricoshombres turbulentos
que tiene
el
Rodrigo de
anada y de los romances que procedieron de
Cabalga Diego Láinez). Al mismo tiempo
exagera hasta la fanfarronada;
y
extraviado
ella
Crónica
ri-
(verbigracia, el
la bizarría
el
la
del héroe se
juglar por la bárbara
hipérbole, que es característica de las épocas de decadencia, cree
enaltecer a su héroe atribuyéndole verdaderas atrocidades,
muerte de dos hermanos suyos. Mucho había decaído
como
la
sentido
el
El romance 654 de Duran, tomado del Cancionero dt Romances ác^
cartas y mensajeros), conviene en sustancia con éste; pero hay
(i)
Amberes Con
(
•en él
un cambio de asonante: empieza con
el
de
c?
y continúa con
el
de
a.
-Quizá los primeros versos sean una introducción añadida después, e imitada
íde otro
romance de Fernán González.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
152
moral en
No hermano,
el siglo xiv.
D. Bueso de antiguos cantares,
admitir
A
el
con todo,
esto se reducen los verdaderos
de
la
eVi
General no quería
parentesco,
Bernardo; pues aunque
tres
y,
sino primo de Bernardo era
Wolf en
son transcripción casi
ellos
romances
viejos acerca
Primavera admite otros
la
de
seis,,
del texto de la Crónica;
literal
otro es una somera indicación del nacimiento
y padres de Bernardo,,
que comienza Por las ri-
sin color poético alguno; y, finalmente, el
beras de Arlansa, del cual sin fundamento dice Duran
Lope
le
muy
tuvo
presente en
la
y
otros
que
segunda de sus comedias sobre
Bernardo, está tomado de
ser del
la Rosa española, de Timoneda,
y puede
mismo Timoneda o de otro poeta no muy anterior, como lo
indica su versificación en asonantes perfectos.
Hasta 46 romances de Bernardo trae Duran, todos, menos uno,
eruditos
y
artísticos;
y aun debió de haber más, puesto que
asunto fué de los más decantados en
áticas, sino
de invierno, entretenidas
siglo xvi
el
son de
al
las íijeritas
barberos: al fin en cuentos de mujercillas», según dice
catalán Pujades.
Poco hay que decir de
este
«en noches no-
el
de los
cronista
estos novísimos romances,
puesto que su calidad no está en relación con su número. Algunos
de
ellos tienen autor
hizo
más que
Ocampo,
conocido:
y después de
los
él
Lucas Rodríguez trató
caballerías, inventando para
de
Lorenzo de Sepúlveda, que no
extractar en verso la Crónica General publicada por
lo cual antes
el contrario,
así
poemas
italianos
ejecutaron otros poetas. Por
el
asunto a guisa de libro de
Bernardo nuevas aventuras a ejemplo
y de los que en España se componían imiuno de estos romances Bernardo liberta
tándolos. Por ejemplo: en
a su amada Estela de los moros, que tenían cercado
el castillo
del
Carpió; en otro lugar, por vengar unas doncellas desvalidas, mata
en duelo
al
caballero Lepolemo. Así
Lucas Rodríguez
los
Amadises,
poeta que
cos,
que
él,
así
como
el
falsea la tradición épica,
Gabriel
Lobo y Laso de
sufre el contagio de los
lleva a otro romancerista
hinchado y pedantesco
tomando por prototipo
la
Vega, mucho mejor
amanerados romances moris-
anónimo
a hacer amistades entre-
Bernardo y Muza el de Granada. Pero aun en medio de tan visibler
degeneración no deja de palpitar en algunas de estas composiciones»
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
expresándose bien
el espíritu patriótico,
el
53
nativo sentimiento de
duda por
hostilidad contra los franceses, avivado sin
1
las
guerras del
siglo xvr.
Bajo
tal
aspecto son
en
que
se incluyeron
los
que comienzan:
el
muy
significativos algunos
romances de
los
Romancero general de 1604, especialmente
Retirado en su palacio
Está con sus ricos homes
Con
Deja
tres mil
Con
y más leoneses
ciudad Bernardo
la
los
Sale de
mejores de Asturias
León Bernardo
Los dos últimos, especialmente, son buenos, aunque no sean viejos ni populares,
y honran a
y de
los
ron, todos del tiempo
miento nacional
tiempos,
y
la
los inspiraba
quizá con
más
anónimos poetas que
los
compusie-
escuela de nuestro Lope. El senti-
con no menos intensidad que en otros
conciencia, aunque empezase
reflexiva
a tomar ya una forma retadora y pendenciera. jQué gratamente
han sonado siempre en oídos españoles
quien recordase en tiempo de
la
estos versos,
guerra de
la
que no
Independencia
faltó
(l):
Los labradores arrojan
De
las
manos
Las hoces,
los arados,
los azadones;
Los pastores los cayados;
Los jóvenes se alborozan;
Fíngense fuertes los
Todos
flacos;
a Bernardo acuden
Libertad apellidando
Hasta la poesía erudita invocó entonces el nombre del fabuloso hé(1)
roe de Roncesvalles. En una de sus odas hacía Quintana,
Allá sobre los altos Pirineos,
Del hijo de Ximena
Animarse
los
miembros giganteos
También en 1808 se reimprimió el Bernardo de Valbuena, que Quintana
recomendó en el Semanario Patriótico como obra muy acomodada a las circunstancias.
—
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
154
«Libres, gritaban, nacimos,
Y
a nuestro rey
Payamos
Por
el
lo
soberano
que debemos
divino mandato.
No permita Dios, ni ordene
Que a los decretos de extraños
Obliguemos nuestros
hijos,
Gloria de nuestros pasados:
No
están tan flacos los pechos,
Ni tan sin vigor los brazos.
Ni tan
Que
sin
sangre
consientan
las venas,
tal
agravio.
¿El francés ha, por ventura,
Esta tierra conquistado?
¿Victoria sin sangre quiere?
No
mientras tengamos manos.
Déles
el
rey sus haberes.
Mas no les dé sus vasallos;
Que en someter voluntades
No tienen los reyes mando
(i)
de
Bernardo
disfruta,
juntamente con
el
» (i).
Rey Don Rodrigo,
el privilegia
ser cantado todavía por nuestro pueblo. Así lo
prueban dos curiosísimos
romances recogidos de la tradición oral en Asturicis, por D. Juan Menéndez
Pidal (Poesía Popular.....^ 18S5, páginas 98-101), Estos romances, que no se
parecen a ninguno de los que hay en las colecciones impresas, conservan un
lejano recuerdo de la antiquísima tradición relativa a doña Tíber, la romera
de Santiago:
Preso va el Conde, preso —preso y muy bien amarrado
Por encintar una niña n'el camino de Santiago.
Por castigo le pusieron que habrá de morir ahorcado.
Cercáronle en una torre llénenlo bien custodiado;
De día le ponen cien hombres —y de noche ciento cuatro.
—
—
—
En uno de estos romances, D, Bernaldo no es más que primo del Conde;
pero en el otro se declara el verdadero parentesco:
íbase por un camino
Todo
Por
—
el valiente
don Bernaldo;
vestido de luto— negro también el caballo:
los cascos
echa sangre
y sangre por
el
bocado.
<Voy libertar a mi padre — que dicen que van a ahorcarlo
»
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA EOSTORIA PATRIA
Los historiadores del
mos, dieron por histórica
siglo xvi, sin
155
excepción alguna que sepa-
existencia de Bernardo; pero
la
ya
Am-
brosio de Morales (l), con su buen sentido habitual, manifestó el
poco caso que hacía de
taban:
«Y
así
como
la
mayor
que Bernaldo del Carpió fue
roso caballero, y
graves autores
y
demás,
los
muy
como
así
parte de las cosas que de
así
nacido
señalado en
el
con-
él se
y en que no se debe poner duda,
es cosa cierta,
las
y
criado,
y
salió
un vale-
armas, por contarlo dos tan
arzobispo D. Rodrigo
y
el
Obispo de Túy,
también se puede creer que hartas de
del en particular se cuentan, son fabulosas
y
sin
las cosas
que
fundamento de
verdad».
Puede sospecharse que Morales no declaró más abiertamente su
sentir,
por no oponerse a una tradición tan arraigada, tan lisonjera
para
orgullo nacional,
el
y que además había
sido
como
localizada
en
algunos pueblos, preciándose, por ejemplo, los vecinos de Aguilar de
Campóo de
tener
la
sepultura de Bernardo, en una cueva, cerca del
monasterio de Santa María
la Real,
El primero que resueltamente atacó
y redujo
extramuros de dicha
la
a Bernardo a la categoría de mito fué el
agudo y escéptico
Pedro Mantuano, que en algunas de sus Advertencias a
del P. Mariana sobrepujó en
En uno y
otro,
mucho
Bernardo derriba con
villa (2),
leyenda en todas sus partes
la
Historia
la crítica habitual de su tiem-
el
pie
la
horca levantada para su
padre:
Ciñó Bernaldo la espada — y montóse en un caballo;
Por las plazas donde pasa las piedras quedan temblando.
Sus ojos echaban fuego— y espuma echaban sus labios;
Por donde quiera que pasa todos se quedan mirando.
Llegóse al medio la plaza — y apeóse del caballo;
Diera un puntapié a la horca— y en el suelo la ha tirado.
,
—
—
XLIX
y LV.
( 1
Libro XIII, capítulos
(2)
Ríos, Noticia histórica de las Behetrías, pág. 36. Este
que
es quizá el único entre los
modernos que defiende, hasta
mismo
autor,
cierto punto,
de un Bernardo leonés, dice haber visto en Becerril del Carpió
la margen derecha del Pisuerga) *las
petrificados restos de un castillo* que, según ciertas tradiciones, fué residenla existencia
(pueblo del Condado de SaldaSa, en
cia del héroe.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
156
po
(l).
fuerza;
No
pero
las
razones que alegaba Mantua no eran de
la
había tales (como
el silencio
de
misma
la
los cronistas coetá-
diplomas y privilegios, el nombre francés de Bernaranacronismos y contradicciones de que toda la ficción está
neos y de
do, los
todas
los
plagada) que desterraron para siempre a Bernardo del
realidad;
aunque todavía a principios del
campo de
siglo xviii el sabio
y
la
res-
petable P. Berganza, en su celo de salvar todo lo que podía de nues-
más controvertidas
tras
defender
ésta, si
tradiciones, hizo algún tímido conato para
bien confesando que estaba bastante confusa.
Proscrito Bernardo de la historia, todavía nos falta seguir sus
pasos en
la
y en
épica erudita
en España durante
el siglo
el
teatro.
xvi los
balleresco, especialmente el
Grandemente propagados
poemas
italianos
de asunto ca-
Orlando enamorado, de Mateo Boyardo,
Orlando furioso^ del Ariosto, y convertidos en lectura y solaz
de muchas gentes, ya en su texto original, ya en las traducciones en
y
el
verso o en prosa que de ellos hicieron Garrido de Villena,
de Alcocer,
el
muchos
otros varios, lanzáronse
de caballerías para
el
la
gente culta
vulgo de los lectores ociosos
y
Algunos de estos poemas eran de pura invención, como
gélicas^
y
a continuarlos o a imitarlos en lar-
gos poemas en octavas reales, que eran para
libros
Hernanda
capitán Jerónimo de Urrea, Vázquez de Contreras
lo
que
los
distraídos.
las
dos An-
de Barahona de Soto y de Lope; pero en otros quisieron
sus autores fundir
la
taban, entre burlas
materia épica de Francia
y
tal
veras, los poetas toscanos
como
y
la
ferrareses,
nuestras propias leyendas acerca de Roncesvalles. Cinco
cuenta entre
las
con
poemas se
escribieron sucesivamente con esta patriótica tendencia.
ellos, el último, se
presen-
Uno de
obras más notables del género a
que pertenece, y quizá sólo al Ariosto cede la palma.
Los tres primeros pasan por muy infelices, y la poca estimación
que se hizo de ellos explica su gran rareza bibliográfica. Fué autor
de uno de
y
dedicó
(i)
ellos Nicolás
al
de Espinosa, poeta valenciano, que compuso
conde de Oliva D. Pedro de Centellas una Segunda
do, de
Mariana
En Milán, 161 1,
hubo Bernardo del Carpió; lo segun-
Advertencias a la Historia de Jiian de
pág. 108. «Probaré, lo primero, que no
dónde tuvieron origen
del Carpió.»
tantas patrañas
que
se inventaron
de Bernardo
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
^arte de Orlando, con
el
verdadero sucesso de
la
famosa
Roncesvalles^fin y muerte de los doze Pares de Francia
nosa quiso remedar
rana con
el
la
fábula.» El
un caballero andante, a quien
«Espi-
la
la
Bernardo de este poema es ya
se aplican las aventuras
que son de
rigor en semejante casta de poemas: batalla singular con
Ferraguto; encantamiento de
57
batalla de
(i).
Ariosto (dice Clemencín), e hizo lo que
al
buey de
1
maga
el
moro
Alcina; encuentro en un bos-
que con una doncella desvalida; visión de una casa encantada, en
cuyas pinturas ingiere
en París con
el
autor
la
los paladines franceses;
la bella.
De
servó
llamamiento de Alfonso
el
genealogía de los Centellas; justas
la
desencantamiento de Angélica
tradición poética recibida hasta entonces, sólo con-
de Roncesvalles, en
la
Carlomagno y la batalla
cual introduce una variante que luego se hizo
el Casto a
famosa y que no hemos visto en ningún otro libro anterior. Como
en poemas franceses muy tardíos (v. gr., el de Juan de Lanson
en
el siglo xiii) se
atribuía la invulnerabilidad a Roldan, Espinosa
hace que Bernardo
le
ahogue entre sus brazos
(2).
Cervantes, en
varios lugares del Quijote, alude a este genero de muerte atribuido
a Roldan, añadiendo burlescamente que por ser encantado «no podía ser ferido sino por la planta del pie izquierdo
de un
alfiler
En
el
remisión
escrutinio de la librería de
al
con
la
Don
Quijote se condenan sin
fuego un Bernardo del Carpió y un Roncesvalles. Los
dos poemas a que aquí se alude son: El verdadero sucesso de
mosa
(1)
batalla de Roncesvalles, con la
Me
punta
gordo».
valgo de
la
muerte de
los doze
la fa-
Pares de
edición de Anvers, en casa de Martin Nució, a la en-
/55<5, que se dice ya nuevamente corregida. La que se
de Zaragoza, por Pedro Bernuy, 1555. Hay otras impresiones de Anvers, 1577, y Alcalá de Henares, por Juan Iñiguez de Leque-
seña de las dos cigüeñas,
cita
como primera
es
xica, 1579.
(2)
Bernaldo aprieta
cuerpo valeroso
allí ha podido,
Faltándole 1 'espíritu congojoso
Con
De
la furia
el
mayor que
los mortales golpes
Desmaya
el
que ha
sufrido.
brazo que fué sanguinoso,
Sobrado del del Carpió fué vencido;
L alma del grande Orlando sube al cielo,
Que tan temido fué por todo el suelo.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
158
Francia^ de Francisco Garrido de Villena, caballero de Valencia (l)^
conocido también por una mala traducción del Orlando enamorado^
de Boyardo; y
la
Historia de las hazañas y hechos del invencible ca-
Bernardo
ballero
del
Carpió^ compuesto en octavas por Agustín
Alonso^ vecino de Salamanca
leer estos dos rarísimos
(2).
No
habiendo tenido ocasión de
poemas, nada puedo decir acerca de su
contenido.
A la serie de
que por su
poema
poemas sobre Bernardo
título
la
España defendida,
heroyco, del Dr, Christoval Suárez de Figueroa (3), prosista
docto e ingenioso,
satírico
los
pertene.ce también (aun-
no resulta bastante claro)
si
bien almidonado y
y maldiciente. Como
al artificio más que
debe
poeta valió
al
sutil
con exceso, amén de
menos, y aun sus méritos
numen, resultando
frío
y seco en
Impreso en aquella ciudad por loan de Mey Flandro, 1555. Re(i)
impreso en Toledo, 1583.
En Taiedo, en casa de Pero López de Haro, a costa de Juan Boyer,
(2)
libros. Año de ISSSDedicado a «D. Juan Andrés Hurtado de Mendoza, quinto Marqués
de Cañete, Montero mayor del Rey nuestro señor, y Guarda mayor de la ciu> Año
161 2. En Madrid, por Juan de la Cuesta, 8.** (Hay
dad de Cuenca
otra edición en 4.", cuya fecha no tengo presente.) Lleva aprobaciones de
Fr. Alonso Remón y de Lope de Vega, que dice del libro de Suárez: ^Es
lección agradable, en estilo grandemente favorecido de la naturaleza y del
»
arte. Muestra erudición copiosa y deseo de la honra de nuestra nación
Prólogo. «Tiénese por digno y culto poema el cuerpo de una acción, con
miembros de elegantes episodios, galanas elocuciones y propias similitudes;
loándose, sobre todo, en él la cuerda contextura, la pureza del lenguaje, y
asimismo los límites ajustados, pues para ser bien recebido los ha de tener,
ni largos ni cortos en demasía. Destos tenemos algunos ejemplares griegos,
latinos y toscanos: entre quien al Tasso, Príncipe de la Poesía Heroyca. A
éste, pues, insigne en los requisitos apuntados, imité en esta obra, y con
tanto rigor en parte de la traza y en dos o tres lugares de la batalla entre
Orlando y Bernardo, que casi se puede llamar versión de la de Tancredo y
Argante, supuesto me valí hasta de sus mismas comparaciones (téngase
desde luego cuenta con esto, no imagine el censor se pretende encubrir o
passar de falso este que él llamará hurto), y ojalá tuviera yo talento para
trasladarlo todo en nuestra lengua, con la misma elegancia y énfasis que
suena en la suya, que entendiera lisonjearla con semejante usurpación. He
procurado, quanto en mí ha sido posible, saliesse en las cláusulas el sentido
cabal, los períodos socorridos, conceptuosos, y en particular acompañados
de dulzura, gravedad y algunas sentencias, no permitiendo muchas lo heroyco, por constar, como se sabe, de narraciones.»
mercader de
(3)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
-medio de su rígida corrección.
que iba a
del gran poeta
y
sino
I
A diferencia de los poetas anteriores
no tomó por modelo
seguirle,
Ariosto,
al
Tasso, de cuya Gierusalemnie puede considerarse su
al
como una continua y
servil imitación,
confesada por
el
prólogo, no sólo respecto de
la
lo
que toca a algunos episodios
particulares,
traza general, sino
él
poema
mismo en
también por
que están traducidos
combate personal de Orlando y Bernardo
de Tancredo y Argante (i).
casi a la letra. Así, el
trasunto del
y con esto llegamos
sobre este argumento,
al
a la
más célebre de
Bernardo
le
de Jamaica, y ciñó más adelante
poesía (dice Quintana), semejante al
vivía, es
un
país
inmenso y
las espinas se hallan
escasez, los
mes y
las
es
obras compuestas
o la victoria de Roncesvalles^ del
doctor B. de Valbuena, que cuando
la isla
59
publicó en 1674 era abad de
la
mitra de Puerto Rico. <Su
Nuevo Mundo, donde
dilatado, tan feraz
confundidas con
como
las flores, los
el
inculto,
autor
donde
tesoros con la
páramos y pantanos con los montes y selvas más subliNo puede darse expresión más exacta, ni ocurre
frondosas. >
añadir o rectificar cosa importante en
el juicio,
para nosotros defi-
que aquel gran poeta y elegante humanista formó de Valbuena, ya en el prólogo y notas de su Colección de poesías selectas
nitivo,
castellanas^
ya en
el
magnífico discurso preliminar de
la
Musa
Épica. Quintana no regateó nunca su admiración a aquella poesía
del obispo de Puerto Rico, tan nueva en castellano cuando
cribía, tan
y
fácil,
osada
y
opulenta de color, tan profusa de ornamentos, tan
tan blanda y regalada
robusta a
las veces,
al
oído cuando
el
y que aun en
las
es-
autor quiere, tan
y acompañada siempre de un no
de original y de exótico, que con su singularidad
él
amena
le
sé
qué
presta realce,
frecuentes imitaciones que hace de los antiguos se
(i)
Hay una rara y apreciable imitación latina del Ariosto hecha por el
médico Francisco Núñez de Oria, natural de Casarrubios del Monte, en que
incidentalmente aparece Bernardo y se cuentan sus hazañas en Francia
(lib. IX); pero la mayor parte del poema está ocupada por las aventuras de
Roldan, Reinaldos y otros paladines franceses, libremente imaginadas por el
médico español. Sospecho que Valbuena tuvo presente este libro, cuya título
es Doctoris Francisci Nunnii ab Oria de Casarruviis Montanis Lirce Heroycce
libri quatuordecim. Ad Philippiim II Catholicum, Hispatiiarum et Indiarum
regem potentissimuni. Salmanticee, apud haredes Mathi« Gastii, 1581. 4.°
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
l60
Su clasicismo
discierne.
una especie peculiar y propia suya,
es de
mu-
que casi pudiéramos decir clasicismo romántico: semejante en
cho
de
al
los poetas
de
la
decadencia
latina,
sobre todo en
perancia descriptiva, unida a cierto refinamiento que
car nuevos aspectos en
el paisaje,
le
intem-
la
hace bus-
y apurar menudamente
los
deta-
de dicción que muchas veces es primoroso y
nuevo. Otro carácter de su estilo consiste en la mezcla frecuente de
lles,
los
con un
artificio
pormenores
vado de
la
realistas, triviales,
que también de
las
grotescos, con lo
más
ele-
cuanto por buscar un nuevo princi-
ellos adolece),
Su manera
pio de interés en el contraste.
en
y aun
locución poética, no tanto por cansancio o desaliño (aun-
habitual
predilecta,
y
no
églogas (donde a veces llega a asimilarse, con docta industria,
algunas de las virtudes poéticas de Teócrito), sino en
que ahora tratamos,
formada con tan varios elementos como
viciosa lozanía de Ovidio, el
número sonante y
Lucano, de Estacio y de Claudiano, y
con cuyo
filtro
mágico
poema de
muy diversa y muy fuerte de color, muy
es otra
aventurera e impetuosa,
el
diríase
la
la
enfática altivez
la
de
risueña fantasía del Ariosto,
que se adormece
la
Naturaleza en un
perpetuo sueño de amor. Valbuena es un segundo Ariosto, inferior
ciertamente
al
primero, no sólo por haber llegado más tarde, cuando
no podía participar de aquella suprema embriaguez de
vivió el poeta
de Ferrara, en medio de
los
esplendores del Renaci-
miento: no sólo por carecer del alto sentido poético
blanda ironía con que
la
ideal caballeresco en el
aun en
mente
más
lo
inferior
el
contar
ma
la
y humano y de
autor del Orlando corona de flores
momento mismo de
el
inmolarle, sino porque
externo, en las condiciones técnicas, resulta notoria-
en gusto y
arte,
ya por
falta
de donaire en
cómica, ya por resabios frecuentes de hinchazón
culteranas,
en que
luz
ya por monstruosa desproporción en
poca novedad y consistencia de
la
parte
y ampulosidad
los episodios; sin
las figuras
que en
el
poe-
intervienen: paladines, encantadores, gigantes o princesas en-
cantadas, derivados todos, o de su maestro italiano, o del fondo
común de
los libros
de
caballerías.
Pero con todos estos graves y
como creyó Quintana, que
sustanciales defectos, todavía creemos,
las facultades descriptivas del
a
las del
Ariosto,
Abad de
la
Jamaica eran
y por de contado superiores a
las
casi iguales
de cualquier
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRI.V
No
poeta nuestro.
el
se ha
de negar que
le
perjudicó en gran manera
exceso de esta cualidad, no templada en
ninguna
aunque
otra;
ciertos episodios,
iCl
él
convenientemente por
como
el
tiernísimo de los
amores de Dulcía, muestran que no
le faltaban condiciones de senalguna
encontraba
vez,
que
como por instinto, aquella
y
suave languidez de expresión que penetra el alma en algunos pasos
timiento,
de Eurípides y de Virgilio. Pero como la poesía naturalista y pintoresca no era la que más abundaba en España en el siglo xvii, algo
ha de concederse a quien tanto ensanchó sus límites y tanto despilfarró los tesoros
con ímpetu y
lengua, convirtiendo
la
la
pluma en pincel
desordenada, sólo comparable a
furia
cos coloristas de
de
la
la
moderna escuela romántica, que
«saber los nombres de todas las cosas». Así, en
capital suya, se leen,
como ponderó
de
los retóri-
de
se jactaban
Bernardo^ obra
el
Quintana, «descripciones ad-
mirables de países, de fenómenos naturales, de edificios y de rique-
antigüedades de pueblos, de familias y de blasones, sistemas
zas,
teológicos
la
y
modo
gran
filosóficos».
narración
Esta superabundancia enciclopédica en
daña, corta con interminables digresiones
le
apartar de los ojos
y hace
por otra parte,
el
principal asunto épico, que,
doctor Valbuena trata sin respeto alguno a
el
de
el hilo
dición nacional, tenida en su tiempo por histórica,
la tra-
y con toda
la
de caprichosas invenciones de que había dado muestra
la
escuela ferraresa. El libro, por consiguiente, es un medio entre
el
libertad
poema
lo
épico
y
segundo que de
los últimos cantos
lo primero,
de suerte que sólo
los
primeros y
puede decirse en rigor que pertenezcan a
de Bernardo,
toria
mucho más de
novela caballeresca; pero participa
la
tal
como había
la his-
sido decantada por los juglares.
El que quiera apreciar con
entre
el
tono de
la
útil y práctico ejercicio la diferencia
genuina poesía épica y el de la que por tanto
tiempo ha usurpado su nombre,
Roncesvalles en
otra parte, es
el
Rollans,
y
lea la descripción
lea después la
un magnífico trozo de
de
la batalla
de
de Valbuena, que, por
versificación
y de
de semejante prueba tampoco saldrían triunfantes
el
retórica.
Pero
Ariosto ni
el
Tasso, ni es culpa de ninguno de ellos haber nacido en época en
que,
como
esser
non
decía un antiguo comentador del primero, <ípiü vero épico
si possa-».
Pero
sin ser
Mbnéndez y Pklato.— £jíad<05
verdadero poeta épico, se puede ser
sobre el Teatro de Lope de Vega.
n
1^2
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
erran poeta,
y
sin
duda
fué Valbuena, a
lo
despecho de
los
necios
pedantes de otros tiempos, de cuya rabia gramatical tuvieron que
defenderle
La
vindicarle Lista y Quintana.
y
pasado desdeñó
literatura erudita del siglo
al
héroe del Car-
y no recordamos tragedia ni poema dedicados entonces a su
memoria; pero el pueblo no le había olvidado, y seguía leyendo sus
pió,
hazañas en libros de cordel^ último refugio de
rada.
Aunque menos popular que
el libro
la
epopeya degene-
de Ca-clomagno y sus doce
pares (versión española del Fierabrás)^ que todavía entretiene los
ocios de nuestros campesinos, lo fué mucho,
y
todavía en las plazas
ferias, la
y
se
reimprime y vende
Historia fiel y verdadera del valiente
Bernardo del Carpió^ compilada o modernizada por un librero del
siglo pasado, ]Manuel José Martín.
Pero aun es más curioso
hecho de haber aparecido en 1/45,
portuguesa, un nuevo
y en lengua
bre Bernardo
(l), escrito
somno ñas compridas
el
el
noites do invernó,
presbítero Alejandro Caetano
Chaves,
De
su contenido puede
que hace de
él
y formal
libro
de caballerías so-
servir de divertimento e diversao do
para
como
Gomes,
dice su autor, que fué
fiaviense, o sea natural
de
formarse clara idea por el extracto
D. Pascual de Gayangos en su eruditísimo discurso
preliminar a los Libros de caballerías. «Empieza
ación del mundo,
el
obra con
la
cre-
diluvio universal, la confusión de las lenguas
los reyes fabulosos de España, hasta llegar a
en cuyo tiempo su
la
hija la infanta
de Saldaña, tuvieron a Bernardo,
y
Don Ramiro de León,
doña Jimena y D. Sancho, conde
el cual, armado luego caballero
por Orimandro, sultán de Persia, acomete mil peligrosas aventuras,
paladín Roldan,
y
vence
al
sale a
poco para defender
(i)
vuelve^ por último, a España, de
al
Papa, sitiado en
Roma
por
donde
los lon-
Verdadcira terceira parte da historia de Carlos-Magno em que
se es-
E
de como venceo
creven as gloriosas acgoes e victorias de Bernardo del Carpió.
etn batalla os Doce Pares de Franca, com algumas particularidades dos Prin-
Hispanha, seus povoadores e Reis primeiros, escrita por Alexandre
Caetano Gomes Flaviense, Presbytero do habito de San Pedro, etc. Lisboa,
1745, 8.° Llámase tercera parte porque se cuenta como primera la traducción
cipes de
portuguesa del Fierabrás castellano o Historia de Carlotnagno, de Nicolás
del Piamonte, y por segunda una continuación muy curiosa del médico Jerónimo Moreira de Carvalho, traductor de la primera.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
HISTORIA PATRIA
I-A
gobardos. Segunda vez combate con Roldan y
de Carlomagno
el ejército
le
I63
vence, destruyendo
paso del Pirineo. Después de esto hace
al
moros de Zaragoza, Lamego y Mérida, así
de Toledo y Badajoz; vence y mata a D. Buesso,
tributarios a los reyes
como
a los alcaides
duque de Guiana, que había penetrado en España; conquista, auxiliado por Iñigo Arista, el reino
cuyo Rey
de Aragón; se desnaturaliza de León,
se niega a reconocerle por sobrino,
y después de haber
conquistado a Cataluña toda y haber dado leyes a los catalanes,
fundando
las santas casas
sus reinos
y
y
señoríos,
de Poblet y Monserrate, renuncia a todos
se
mete monje en Aguilar de Campóo.»
Es cosa digna de notarse que en
se amplifican
monstruosamente
se conserven algunos
de
las
admite
muy
como
la
como
la
la
leyenda,
muerte de
vez que se consignan
al-
de Aguilar de Campóo, y se
identificación propuesta por Pedro Mantuano y otros eru-
la
con
olvidados,
conquistas en Aragón, a
gunas tradiciones
ditos
más
los
y en que
hazañas de Bernardo,
más antiguos de
los incidentes
aunque fueron después de
D. Bueso y
esta relación tan tardía,
las fabulosas
locales,
Bernardo, conde de
el
Sólo nos
falta
la
la
Marca
hispánica.
considerar a Bernardo del Carpió
dramático. El mérito de haberle llevado a
vez, corresponde al sevillano Juan
de
la
como personaje
las tablas
por primera
Cueva, que fué también
el
primero que convirtió en figuras escénicas a los infantes de Lara y
a D. Sancho el de Zamora, y el primero que hizo resonar en la escena
la
cadencia siempre grata de los romances viejos. Su Comedia
de la libertad de
en
las
España por Bernardo
del Carpió fué representada
atarazanas de Sevilla el año 1S79 por Pedro de Saldaría, fa-
moso autor y
excelente representante (i). «Esta fábula (dice Moratín)
empieza ah interitu Meleagri.
En
las
primeras escenas se pintan los
amores del Conde de Saldaña y la infanta doña Jimena, y en las
últimas la gran victoria de Roncesvalles, debida al prodigioso valor
de su hijo Bernardo del Ca.-pio; así es que su duración viene a ser
(i)
Así consta en
y tragedias
el
rarísimo libro titulado Primera parte de las comedias
de Jiiati de la Cueva, dedicadas a
de León, 1588). Este tomo,
ria literaria,
tomos de
la
que es de
Momo
(Sevilla^ en casa de
Joan
capital importancia para nuestra histo-
debía reimprimirse cuanto antes. [Se ha reimpreso ya, en dos
Sociedad de Bibliófilos españoles.] (A. B.)
ESTUDIOS SOERlí EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
164
unos veinte años;
El
neos
la
escena es en León, en Saldaña y en
número de personajes
dos ejércitos combatientes. Alfonso
caviloso, inconsecuente
que
y
los Piri-
llega a veintitrés/ sin contar los
el Casto es
nulo; Bernardo,
feroz, pusilámine,
un baladren temerario
La gran
Rey su tío, y amenaza a todo el universo
que obtiene Bernardo, en que él solo combate y vence a
doce Pares, haciendo en el ejército una espantosa carnicería, no
insulta al
victoria
los
menos admirable que las hazañas de Amadís^ de Morgante o de
D.Cirongilio,ni menos distante de la verosimilitud dramática. El dios
es
de
la
guerra, maravillado de tanto valor, baja del Olimpo, corre a
Bernardo, y
dice
le
Yo
al
acabar esta descabellada composición:
só el dios INlarte,
que tan
alto
hecho
Quiero remunerar, tu esfuerzo y maña;
Y esta corona de laurel te endono,
Y
por segundo Marte te corono
Concibió, pues, Juan de
la
»
Cueva su asunto de un modo
épico,
lo cual para Moratín era grave pecado, y no lo es para nosotros,
que admitimos
históricas de
esta
Lopey
forma de drama, enaltecida por
Shakespeare. Pero en
la
las
comedias
ejecución no sólo pro-
cedió atropelladamente, según su costumbre, sino que se mostró
inferior a sí
mismo, sacando
tradicionales.
Su
muy
poco partido de
instinto poético era grande, pero
Más
su talento de ejecución a su instinto.
a
la
lírico
los
elementos
no correspondía
que dramático, cedía
tentación de enjaretar versos pomposos, aunque fuesen inopor-
tunos. Pero no puede negarse a este ingenio incompleto el título de
predecesor
la
el
más inmediato de Lope, no
sólo por haber descubierto
cantera histórica, sino por haber defendido
y practicado en todas
como en los accesoversificación, como en las
ocasiones la libertad romántica, así en el plan
rios,
tanto en
el
lujo
y variedad de
la
continuas mutaciones de lugar y tiempo, y sobre todo en
cla sistemática
de
viene a resultar el
la.
lo épico con lo lírico y lo dramático, de donde
poema compuesto que llamamos comedia españo-
Su mérito como
justicia
iniciador es tan grande,
con que hasta ahora se
laudables,
mez-
la
le
que nos admira
la
poca
ha regateado, no viendo en sus
aunque imperfectos, ensayos, otra cosa que abortos
infor-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
mes. Es
más que
las obras, las
dad orgánica,
No
embargo, que en todo su teatro
cierto, sin
no hay poema que
de uni-
falta
viva.
mayor
defecto capital de la
es otro el
intención vale
la
cuales pecan principalmente por
sin la cual
I65
parte del teatro de
Miguel de Cervantes (exceptúo, por supuesto, los deliciosos entreme-
y
ses
grandiosa Numancia). Sobre sus comedias pesa una conde-
la
nación tradicional,
y en
.^parte injusta,
levantarse, entre los iextraños
tica
lo
la
cual ya comienza a
los propios,
más docta y mejor informada. Pero conviene que
no traspase
rito
contra
más bien que entre
muy
que
el
justo límite,
relativo,
porque
mase desde
la
portada
como
el
nombre
son,
que
le
distintos,
dichoso.
y
La
abru-
y
Entretenida^
¿Qué ha de suceder con
contemplación alguna, y en obsequio de
sin
las
soportan ni aun las
su autor, deben calificarse de solemnes desatinos,
los celos
no
si
del primer ingenio de la nación
aunque en géneros
Pedro de Urdemalas y El Rufián
otras
esta reacción
que principalmente valen puestas en cotejo con
primer novelista del mundo. Este peso no
mejores,
crí-
de obras de mé-
se trata, al fin,
procedió, y que nos parecerían mejores
las
una
la gloria
como La
de
casa de
comedia de magia, de en-
selvas de Ardetiia, especie de
cantamientos y transformaciones, en que introdujo a Bernardo del
y Reynaldos,
Carpió, mezclado con los paladines franceses Roldan
con
el
mágico Malgesi, que dirige toda
de Merlín, a vueltas de
Curiosidad,
varias figuras alegóricas,
como
el
no cumplen nada: no
del desconcierto de esta pieza, en que propiamente no
de
que tampoco era un mal
En
pro-
hay acción,
En
la
dicción
Cueva, con todo su desaliño, lleva gran ventaja
poética, Juan
a Cervantes,
so.
la
es posible dar idea
sino una serie de visiones estrafalarias e inconexas.
mente
Temor,
la Mala Fama y la
como Venus y Cupido? La primera jornada
algo: las restantes
la
el espíritu
Buena Fama, y de
Desesperación,
la
otras mitológicas,
mete
la
tramoya, y con
versificador,
como
vulgar-
sí un versificador muy desigual y algo premiomisma comedia pueden leerse con gusto dos breves pa-
se cree, pero
esta
uno amoroso y otro satírico en boca de una dueña.
Era, pues, Lope de Vega el tercer poeta que sacaba a
sajes,
al hijo del
pero entre
la
escena
conde de Saldaña. Hízolo en dos comedias consecutivas,
las
cuales no cabe paridad alguna de mérito.
La segunda,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
l66
O sea El casamiento en
un bosquejo de
de Saldaña en
rival del
resultas,
los
el
y
al
Hay muchos
ejemplo
Mocedades, es
las
personaje del conde
amores de
el teatro,
la Infanta,
mover
pasando primero
de Hartzenbusch en nuestros
El texto de
las
enemigo
y causante de todas sus desgracias. Este
personaje, que realmente era necesario para
trama, hizo fortuna en
billo,
de
más informes y rudos que pueden encontrarse
Pero nunca faltaba a Lope el talento de la combi
nación dramática. Mostrólo aquí creando
suyo mortal de
la
los
en su repertorio.
D. Rubio,
como
contiene altísimas bellezas,
la muerte^
inmediatamente veremos. La primera, o sea
al
los hilos
de
la
drama de Cu-
días.
Mocedades debe de estar ineptamente refundido.
versos que no tienen sabor a Lope, y otros
sí,
por
éstos:
Noche agradable y serena,
Tus blandas estrellas cubre;
Que
'
descubre
sin ellas se
Más bien
el sol
de Jimena
;
o estos otros tan briosos y tan mofttaüeses, como que recuerdan un
dicho de Fr. Antonio de Guevara: «primero hubo señores en mi
solar,
que reyes en
Castilla >:
Este es tu sobrino, Alfonso,
Hijo de tu hermana misma.
Heredero por derecho
De León
La
Dios
Si
y de
Castilla.
Infanta, Re3^ es
mi esposa.
los agravios olvida
dudas de mi nobleza,
Yo soy,
Que en
No hay
Rey, don Sancho Díaz;
Castilla ni
en León
sangre, Alfonso,
La antigüedad de mi
más
casa
No está de ayer conocida;
Que sabes tú que primero,
Como España lo publica.
Hubo Condes de Saldaña
Que no Reyes de Castilla;
Que no hay otra diferencia
Sino ser yo tu vasallo
limpia.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Es invención de Lope, repetida por dramaturgos
muy
que no deja
cer que
el
bien parada
Rey engañe
al
el
se le prevenía que le sacase los ojos
y
en
[Cuánto más poética es
alcaide de Luna, en la cual
le
encerrase para siempre en
escena de
la
los antiguos cantares de gesta seguidos
por
la
la
desconocido auq en
siglos
de
la
romances (aunque
los
esté
Conde
También
prisión del
Generall
es refinamiento de barbarie, introducido por los poetas
las prácticas
modernos y
en consonancia con
penales de los visigodos, continuadas en los primeros
Reconquista), lo de
ceguera impuesta
la
como
castigo.
El arzobispo D. Rodrigo, único autor antiguo que habla de
guera del padre de Bernardo,
ürbus
y
Casto, el ha-
conde de Saldaña (como David a Urías),
entregándole una carta cerrada para
el castillo.
posteriores,
Rey
del
la justificación
l6j
et decrepitus^: esto
atribuye a su edad avanzada, <íHcet
la
suponiendo que
el
orbus haya de enten-
derse por orbus hmiinis^ y no por desvalido o desamparado.
bién esta desdichada invención pasó
checo y Hartzenbusch
la ce-
Tam-
al teatro posterior: Cubillo,
bien
la repiten, si
el
último, buscando
Pa-
un
término medio, hace suspender
la
Al D. Rubio de Lope todavía
parecía poco, puesto que pregunta
al
Rey con
la
mayor
le
ejecución del hórrido suplicio.
sencillez:
A
este muchacho, señor,
¿Quieres que arroje en
El sacar los ojos
al
Conde
cena de bárbara energía y
se
el río?
cumple coram populo^ en una es-
sin aparato
de
frases,
con
«1 acto primero:
ALCAIDE
Aquí
está el hierro caliente:
Prestaréis, Conde, paciencia;
Que he de
cumplir
la
sentencia
Del Rey, absolutamente.
Mostrad fuerte corazón.
(Sácanle los ojos.)
SANCHO
¡Virgen, ayuda te pido!
la
cual termina
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
l68
El Conde está amortecido:
Llevadle
En
en
la
la
así a la prisión.
jornada segunda,
escenas de
las
mucho
aldea recuerdan
de
las
la
la
crianza de
Bernarda
infancia de Ciro en Contra
valor no hay desdicha:
é
Hace robles fortísimos pedazos,
^
Tira la barra más que todos, quita
La colmena que el oso lleva en brazos.
Si lucha, su contrario precipita
Con
A
Don
los brazos, alzándole del suelo:
Hércules, en
fin,
en todo
imita,
Rubio, de quien Bernardo pasaba por
día, le increpa, le
hijo, riñe
con
él
un
llama bastardo y advenedizo, y entonces se revela
en toda su nativa arrogancia
el
carácter del héroe:
Por ser delante de gente
Las afrentas que
me
dais.
Mi honor, Conde, no consiente
Que
sin la respuesta os vais,
Porque ninguno me
Y
así
digo que
me
afrente.
ha dado
Honra ver que no habéis sido
El padre que
me
ha engendrado;
Que sé que soy bien nacido
De otro padre más honrado.
De gran sangre muestra doy;
Y
pues
ni
padre
ni
madre
No puedo conocer hoy,
Yo he de ser mi propio
.
padre:
Hijo de mis obras soy.
Y
Que
Si
así,
pues, de eso inferís
soy hijo de Bernardo;
de mi padre decís
Que es villano y que es bastardo,
Una y mil veces mentís.
l6g
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Así Bernardo responde:
¡Llegad, asidme, villanos,
Si
hay alguno de vosotros
Que
para mí tenga manos!
Conde
¡Mientes,
Y
fanfarrón!
mentirás cuantas veces
Hablares en mi deshonra;
Y
aunque
No
Y
te la
la
muerte mereces,
doy por mi honra
porque mujer pareces
Mientras Bernardo prorrumpe en estos desgarros y
breviene
el
Rey, que, encantado de su
bizarría, le
fierezas, so-
reconoce por so-
brino suyo, aunque sin declararle cuáles son sus padres;
y
su corte
le
arma
caballero. Llega Ben-Jusef,
le lleva
a
gobernador del Car-
con una embajada del Rey Almanzor de Toledo. Bernardo de-
pió,
sacata al
Embajador en presencia de su
le harta
de denuestos.
No
tío,
echa a rodar su
postergado a su primo D. Ramiro, heredero presunto de
derriba
la
mesa en que comían, desmiente y afrenta
do, se abre paso entre la
llega
reventando caballos
talidad del
mismo
alcaide
silla
y
paran aquí sus insolencias: creyéndose
muchedumbre
al castillo del
moro
atónita
la
corona,
a todo el
mun-
y acobardada,
Carpió a implorar
la
y
hospi-
a quien había injuriado. Obsérvese
qué desarrollo había ido cobrando aquel
fanfarronería que vimos apuntar en los
espíritu
de hipérbole y
más antiguos romances
(tra-
sunto de una forma épica ya degenerada), y que viene por degradación insensible a parar en estas guapezas y tropelías sin sentido,
pues no tienen
la
disculpa de
la
piedad
filial,
como en las gestas
como en las
primitivas, ni siquiera de la pujante anarquía feudal,
secundarias.
Pero aunque Lope cediese en esta parte
al
gusto de su tiempo,
como en tantas otras cedía, no dejaba de comprender de otro modo
más ideal y patriótico el carácter de su héroe, como lo prueba este
monólogo que pone en su boca:
Cansado de romper vengo
Lanzas, porque este ejercicio
170
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Le he tomado yo por
Quien
me desarme
vicio:
no tengo.
Ordoñuelo no ha venido:
Quiero esperarle sentado;
He
corrido y madrugado,
Estoy cansado y dormido.
Si aquel borracho viniera
Para desarmarme
Cansado
Rompí
al fin.
la
Estoy
¡Qué bien hoy
lanza postrera!
Pero son golpes en vano,
Burlas de la guerra son.
¡Quién se viera en
Con uno!
la
¡Cierra
ocasión
y Santiago!
¡Oh fuertes brazos baldíos!
{Cuándo os habéis de emplear,
Vertiendo sangre, en
Brazos a mares y
me
¡Cuándo
saccur
ríos?
viera en León,
Pecho noble y valeroso,
Entrar presto victorioso.
De
Guadalete
Y
pendón;
el
^
llegar a conocer
Para colmo de mis dichas.
Después de
tantas desdichas,
me
El padre que
¡Estrella
Y
estrella
me
Acaba ya de
Tu
dio
el ser!
de mi ventura
la
ha de dar,
llegar,
tardo paso apresura!
¡Si
para entrar en
la casa
Donde mis bienes residen
Vuestras estrellas lo impiden,
Atropéllalas y pasa!
Lope, que se decía de
la familia
de Bernardo y a quien por esa
vanidad genealógica dieron tanta zumba sus contemporáneos, especialmente Góngora en un soneto celebérrimo, no olvida los 19 castillos
de su escudo que
el
Rey
le
fortaleza del Carpió (cuyo falaz
rado una celada) y de otras
1
concede cuando se apodera de
y vengativo
8 después de
la
alcaide le había prepaella,
libertando innume-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Su
rabies cautivos.
emprender
arrojo le lleva a
la
del castillo de Luna, que pasaba por encantado,
I
/I
temerosa aventura
y en aquellos sub-
y cargado de hierros.
Las escenas del reconocimiento son de admirable efecto dramático
y las realza mucho la intercalación de trozos de romances, que eran,
terráneos encuentra a su padre, viejo, ciego^
sin duda,
muy
familiares a los espectadores, e iban a herirles
en
lo
más hondo de su conciencia poética:
Cuando entré en este castillo,
Apenas entré con barba,
Y ahora, por mi desdicha.
La tengo crecida y
cana.
¡Qué descuidado es mi
hijo!
no te llama
¿Cómo
La sangre que tienes mía
A socorrer donde falta?
a voces
Los que
Me
me
vienen a ver.
cuentan de tus hazañas;
Si para tu
padre no,
Díme, ¿para quién
En
€n
lo
humano
se
ser, triunfa del
sobrepone a
tienta a su hijo,
si
guardas?
esta anagnórisis, el poeta épico
más íntimo de su
lo
las
y
lo
se regocija
(i).
que Lope llevaba escondido
gran poeta de decadencia,
convencional cuando
de
lo
el
fornido que está,
y
y
padre ciego
le
pregunta
ha barbado, y acaba por exclamar dolorosamente:
¡Ay, tristes ojos, ahora
Qué
gran
falta
Reliquias o imitaciones de
sino
lírica,
de recoger
adornan,
me
habéis hecho!
la
poesía popular, no ya sólo épica,
como de costumbre,
este drama.
No dejemos
al paso esta graciosa letra para cantar:
Que
si
buena es
la
verbena,
Más linda es la hierbabuena.
La verbena verde
(i)
Este romance
está,
general de 1Ó04, y puede
aunque con muchas variantes, en
muy
bien ser obra del
mismo Lope.
el
Romaitcero
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
172
Que
viste las selvas,
Los
claros arroyos
Y
las fuentes Irescas;
Albas de San Juan
Las zagalas bellas
De
toda esta
villa
Salen a cogella.
Guirnaldas
componen
Para
la
Oro
es el cabello
Y
cabeza;
esmeraldas
Hacen
De
la
ella.
ramilletes
hierbabuena,
Dando
a los sentidos
Olor y belleza.
Que
Más
Había en
si
linda era la verbena.
linda era la hierbabuena.
este borrón, farfullado tan aprisa, todos los elementos
de una obra dramática; pero
desabrido.
tiva, el
Un
muy
poeta
conjunto resultaba inarmónico y
y discreto, aunque de poca inven-
el
hábil
granadino D, Alvaro Cubillo de Aragón (autor de
Las Muñecas de Marcela)^
rosa miniatura de
El Conde de Saldaña
(l),
una refundición
hizo,
muy
con
la
primo-
el título
de
atinada de esta
pieza,
en
ginal,
supo atenuar grandemente sus imperfecciones. La pieza de
Cubillo,
la cual, si
no conservó todos los rasgos enérgicos del
cuya fecha no podemos
fijar
exactamente, pero que de se-
guro es anterior a 1660, en que se imprimió su segunda parte,
lada Hechos de Bernardo^ es la que se conservó en el teatro;
ser tan rara la de Lope, a Cubillo se
(i)
En
tragedia de
la
y por
creación del carác-
se inspira
tendencia de los dramaturgos de
la
en Lope;
segunda mi-
Gil Blas de Le Sage, el poeta Fabricio Núñez compone una
El Conde de Saldaña, que es estrepitosamente silbada. Sin duda
el
este título fué sugerido
al
novelista francés por el recuerdo de la comedia de
Cubillo, en cuyas obras estaba versado, puesto
cipe del
la
conde D. Rubio. Generalmente Cubillo
pero, siguiendo
titu-
han atribuido méritos y nove-
vades que son de su predecesor, por ejemplo,
ter del
ori-
Baúl
la
que tomó de El
invisible Prin-
respuesta que pone en boca de D. Matías de Silva rehusando
levantarse temprano para un duelo.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
tad del siglo xvii, procura regularizar
las infracciones a
la
mejor
bles en su tiempo,
las escenas;
como
suprime
parto de
la del
la
menos
las
la
73
visibles
de tiempo. Pro-
modo más dramático y menos
cede, por consiguiente, de un
co; concierta
plan y hacer
el
unidad de acción y aun a
1
épi-
que ya eran inadmisi-
Infanta; da
más dulzura
a la expresión de los afectos amorosos, en que tanto sobresalía este
simpático y delicado poeta; prepara las situaciones con artificio más
novelesco,
y aunque
a veces enerva el vigor
buen gusto.
neral se distingue por el
dió cosas
muy
la
expresión, en ge-
de su propio fondo aña-
dignas de ser celebradas, algunas de las cuales pasa-
ron del teatro a
tirse
Aun
de
la
memoria
del pueblo,
y hoy mismo suelen repe-
por muchos que ignoran su origen:
BERNARDO
¡Arrogante, moro, estás!
ABEN-YUSSEF
Toda
la
arrogancia es mía.
BERNARDO
Yo
te buscaré algún día.
ABEN-YUSSEF
En
el
Carpió
me
hallarás:
Alcaide del Carpió soy.
BERNARDO
Yo dudo que en
él
me
esperes.
ABEN-YUSSEF
¡Ay de
al
ti, si
Carpió fueres!
BERNARDO
¡Ay de
Todo
este
bizarro
ti,
si al
diálogo
acredita el talento de Cubillo
y
Carpió voy!
entre Bernardo
y
el
alcaide moro,
su pericia ce los efectos escénicos,
no menos que su^ardoroso patriotisro, que no se paraba en
los cris-
174
ESTUDIOS SOBRE KL TEaIKO DE LOPE DE VEO A
tianos, sino
que
extendía a los árabes de Españr, sentimiiínto
se
bien natural en un poeta granadino.
ABEN-YUSSEF
También
los
moros de España
Somos, Bernardo, españoles.
BERNARDO
Africanos
que en
sois,
Vuestro imperio
ella
dilatasteis.
ABEN-YUSSHF
Y
vosotros, ¿no bajasteis
De
la Scitia a poseeila?
Aliento, espíritu y
manos
Nos influye un cielo a todos:
¿Qué tuvieron más los godos
Que
tienen los africanos?
BERNARDO
Ganarla
al
romano
arnés,
Nuestras valientes espadas.
ABEN-YUSSEF
Y
nosotros a lanzadas
Os
quitamos después
la
Puede decirse que en
y
quinto
el original.
de Cubillo sobre
en
ella la
No
el
No
esta refundición salió
sucedió
lo
mismo en
recuerdo que
para este ciclo
el
le
había protegido antes.
Teatro español del siglo xviii cuente ningún
comedia de Cubillo seguía representándose, y era
épico lo que con más fortuna que justicia fué la de
la
Matos Fragoso para
la
leyenda de los infantes de Lara. El romanti-
cismo vino a renovar una y
logos, habría
segunda comedia
argumento de Bernardo, quizá porque abandonó
buena sombra de Lope, que tanto
Bernardo; pero
mejorado en tercio
la
otra;
que reconocer
y
aquí,
como en
la prioridad a
otros casos aná-
nuestro conterráneo
el
escritor ano-lo-hispano Trueba y Cosío, que en su ameno libro The
Romance of History-Spqin (1830) insertó, con el título de The Pass
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
of Roncesvalles,
mente
del
poética de Bernardo,
la historia
Romancero general (cuyos trozos más
I75
tomada exclusivaselectos va interca-
lando en su narrativa, traducidos en verso por su amigo Lockhart,
el
yerno de Walter Scott),
tan clásico
si
como D. Juan
no se
la
Talismán del gran novelista escocés
tuyó
canto de Blondel (capítulo
el
sobre El Coñete de Saldaña
Dos
hubiese arrebatado un poeta
Nicasio Gallego, que en su versión del
(I),
publicada en
XXVI)
derno este personaje, ya
el
826, susti-
(2).
veces, por lo menos, ha reaparecido
habrán leído
1
con una leyenda original
solo,
en nuestro teatro
ya acompañado de su
hijo.
mo-
Pocos
Bernardo^ drama épico en cinco actos, a cuyo frente
se encuentra, no sin cierta sorpresa, el
nombre del preclaro jurisy famoso orador parlamentario D. Joaquín Francisco Pacheco, obra comenzada en 1836, pero no terminada ni impresa
consulto
hasta 1848,
y no representada jamás, porque su autor nunca pensó
en reducirla a
las
condiciones de
dido hacerlo sin atajar
la
la
representación, ni hubiera po-
tercera parte de los versos de
cual hubiera sido grave daño, pues el
de
esta pieza, consiste
nutrida.
No
en
es la obra de
mayor
la versificación,
mérito,
mayor parte de
no
el
lo
único,
generalmente robusta y
sí de un hombre
un poeta dramático, pero
de talento y de un versificador que sabía su
como
que consta,
si
oficio.
Pacheco, que
de su tiempo, y aun de más
acá, cuando escribe en prosa parece que traduce del francés, se
la
los escritores
muestra mucho más castizo en sus versos, y quizá los mejores que
hizo se hallan en este drama. El cual, por lo demás, es obra ambigua
y de
transición entre la tragedia clásica
nando
la
y
la
romántica, predomi-
tono abstracto y pomposo de la primera y la tendencia a
declamación patriótica, que la da cierta semejanza con el Pelayo
el
de Quintana. Tuvo a
bió indirectamente la
comedia de Cubillo, y por ella reciinfluencia de Lope; pero no puede decirse que
la vista la
imitara ni al uno ni al otro, salvo en la escena del reconocimiento.
El Talismán
Ricardo en Palestina. Novela histórica del tiempo di
por Sir Walter Scott y traducida al castellano.
Barcelona, 1826, imp. de Piferrer. (La traducción fué hecha en colaboración
con D. Eugenio de Tapia.)
Reproducida en las Poesías de Gallego, edición de la Academia Es(2)
(i)
o
las Cruzadas, escrita en inglés
pañola, páginas 181-187.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
176
Conservó
el
nombre de Doña Sol que
de Bernardo. Al conde D. Rubio
le
Cubillo había dado a
llamó Ordoño, y
par de bastardía a Bernardo; pero no
le
supuso
novia
la
le hizo incre-
rival del padre, sino
A
uno y otro juntó, para reconocerse, en el castillo de
Saldaña, ampliñcando con intemperante facundia la expresión de
del hijo.
estos afectos,
que por
más sobria conmueve más en
ser
los
poetas
como rompedor del inhonesto pacto
y anunció que guardaba para una segunda
antiguos. Presentó a Bernardo
de
las
parte,
cien doncellas,
que no llegó a
de
escribir, el triunfo
las
gargantas de Ronces-
valles (l).
Muy
distinto
drama Alfonso
junio de 1841.
rumbo
siguió D.
estrenado en
el Casto,
No
Juan Eugenio Hartzenbusch en su
aparece
allí
el teatro
Bernardo, pero
sí
de
la
el
25 de
(*),
cuyos
Cruz,
sus padres
amores y desdichas se tratan de un modo enteramente nuevo, y que
se quiebra de puro sutil e ingenioso. Asombrados debieron de quedar los espectadores
Rey Alfonso no
al
enterarse de que la decantada castidad del
procedía más que de pasión incestuosa por su
hermana, pasión silenciosa y vencida
al
al
cabo, pero no
menos
ilícita
y en los actos de venganza a que arrastra
Monarca. Desde Rene y Manfredo andaba de moda este género
y monstruosa en su
raíz
de incesto platónico en
la
escuela romántica; pero, aun
así,
sorprende
y duele que hombre tan sesudo y bien inclinado como Hartzenbusch
al contagio de una poesía inmoral y falsa, y
cediese por esta vez
más todavía en un asunto en que
la
leyenda, recibida ya
como
his-
toria, le
brindaba con hermosas realidades y con motivos humanos.
Quizá
exceso de reflexión y de agudeza crítica perjudicaba a este
el
varón insigne, como a otros
Gustaba de abrir para
no tropezar en
sí
el
ímpetu de
la
producción desenfrenada,
nuevos senderos, y se exponía a caer por
las huellas ajenas.
Nadie tuve mayores atrevimientos
de poeta, disimulados con más templanza de forma. ¡Y qué forma
la
del diálogo de Alfonso el Casto! Exquisita,
aun dentro de
las
obras
de un autor que puede pasar por modelo de locución en cualquiera
(i)
Literatura, Historia y Política, por D. Joaquín Francisco Pacheco.
Madrid, 1864, tomo II.
Restori menciona, sobre este tema,
(*)
Casto de Mira de Amescua. (A.
B.)
las
Desgracias del rey Alfonso el
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
-de ellas,
y de cuyo
estilo
doroso puede decirse
la
lo
I//
refinadamente sencillo y sabiamente can-
que de
las labores
que hacía con
rueca
la
heroína de este drama:
¡Qué poco, serrana
Te ennegrecieron
bella,
los soles!
¡Qué poco se ha ejercitado
En campesinas labores
La mano con que avergüenzas
El blanco vellón que coges!
El Casamiento en
VIII.
Parte primera de
Ja
¡a muerte.
(i\
— Publicada
en 1604 en
Comedias de Lope, que es de todas
las
las
la
suyas
que más veces fué reimpresa. Esta comedia ha sido traducida en
prosa francesa por Eugenio Baret
(2),
decano que fué de
la
Facul-
tad de Letras de Clermont.
Hay en
este
drama dos elementos
diversos,
tomado
el
uno de
Crónica General y de los romances de Bernardo del Carpió;
de
los
romances españoles del
ciclo carolingio,
la
el otro,
que eran tanto o más
populares que los otros, y que habían llegado a nacionalizarse hasta
el
punto de que en
la
mayor
hoy su fuente francesa
parte de los casos es imposible señalar
Los romances fueron
como en
la poesía histórica, un producto muy tardío, y por lo mismo muy
sabroso. El proceso de su formación debió de ser el mismo qué para
directa.
Supongo que pertenecerá también a este
drama histórico, iradicioual, en tres actos y en
aquí,
Bernardo de Saldade D. Ventura Ruiz
Aguilera y D. Francisco Zea, representado en el teatro del Príncipe en 1848
pero no puedo afirmarlo por no tenerle a la vista. El primero de estos poetas, Ruiz Aguilera, que fué un excelente lírico, a quien todavía no se ha hecho
bastante justicia, tiene en sus Ecos Nacio7iales una balada de Roncesvalles,
con fecha de 1847. Apesar del estribillo Mala la hubisteis, franceses, se notan
en ella más reminiscencias del falso Altabiscar que de los romances de Bernardo, aunque se le nombra y se le atribuye el triunfo.
Don Manuel Fernández y González dedicó a Bernardo del Carpió una de
sus innumerables novelas seudo históricas, impresa por segunda vez en 859.
Oeuvres dramatiques de Lope de Vega. Traduction de M. E. Baret,
(2)
Doyen de la Faculté des Lettres de Clermont, associé étranger de l'Académie
d" Histoire de Madrid. Avec une Etudc sur Lope de Vega, des notices sur chaqué
(i)
ña,
ciclo el
verso,
1
piece et des
273-333.
Jiotes.
Paris. Librairie Académiqíie Didier et
Le Mar ia ge dans
CM,
1S74.
Tomo
la mort,
Mbnéndbz t Ví-Lk^o.— Estudios
sobre el Teatro de Lope de Vega.
12
I,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
178
epopeya indígena: cantares de gesta
la
cantares
en
la
si
la
escritos acaso
prosa de
las
al principio,
imitados de los
en un dialecto fronterizo franco-hispano;,
y
más españolizados
franceses,
luego; refundición de algunos
Crónicas (tenemos un ejemplo en
General^ que conserva gran
número de
el
asonantes);
de
elloS'
Maynete de
segunda
se quiere, tercera forma épica, representada por los largos
o,
roman-
ces juglarescos del siglo XV, algunos de los cuales pueden considerarse
como pequeñas epopeyas;
rapsodias de carácter
libremente, los rasgos
en que se concentran, enérgica
más poéticos de
la
y
tradición (l).
Creemos que en lo sustancial coincide este sistema con el parecer
que más profundamente han estudiado la generación de esta
(i)
de
apareciendo, por último, las bellas
semi-lírico,
los críticos
clase de romances: Gastón París, Puymaigre, Milá y Fontanals. Este último
(De la poesía heroico -popula^-,
'hiit--iib)
resume con severa precisión
los re-
sultados adquiridos:
«No puede caberla menor duda en que los primeros originales de nuesromances carolingios fueron franceses, aunque llegaron tal vez ya alte
rados a manos de nuestros juglares, quienes, por su parte, los manejaban con
suma libertad, a la manera, pongamos por ejemplo, con que los autores de
libretos de ópera disponen de los asuntos de los poemas o novelas que les
sirven de argumento. El auditorio no conocía los originales, y no había la
historia escrita que en los romances históricos constreñía la libertad de los
poetas. Pero esta transmisión, ¿vino de los tiempos antiguos, en que se cantaban ya en España los hechos de Maynete y de Roldan, llegando con sucesivas
alteraciones a siglos más recientes, o fué más bien efecto de una invasión
posterior de los fragmentos épicos que todavía a principios del siglo xv se
tros
-
cantaban en Francia? Estos fragmentos épicos, ¿llegaron ya en forma de poesía juglaresca alterada, y aun de cantos populares de poquísima extensión,,
aunque formados de restos de las canciones de gesta? Creemos que se habla
perdido, o poco menos, la tradición de nuestra antigua poesía carolingia, y
que fué una nueva irrupción de las narraciones francesas la que produjo los
romances; y que a excepción, acaso, de algunos cantos cortos y populares,
transmitidos ya en esta forma, como sucedió, sin duda, en varios de los caballerescos y novelescos sueltos, fueron obra de juglares españoles que conocían los originales, ya por el trato con juglares franceses
(*), ya por la lectura
de gestas o libros caballerescos. Nuestro pueblo, a su vez, redujo a breves y
animadas rapsodias algunas de las narraciones juglarescas imperfectamente
recordadas.»
(*)
«Los que en Castilla hacían profesión del canto {pasaban a
la
nación vecina en busca de
materiales para sus composiciones, o bien venían a ejercer su profesión en España juglares
transpirenaicos? ¿Eran del Norte o del Mediodía? ¿Mediaban juglares catalanes entre los extranje-
ros y los castellanos? Todas estas hipótesis son verosímiles, pero nos faltan datos para elegir una.
de
ellas.>
{Nota de Milá.)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Daremos
la
de
noticia
de
de este
los personajes
comedia de Lope, y de
romances que
los
1
79
ciclo
que figuran en
utilizó
para cada uno
ellos.
Durandarte y Belerma figuran en primer término, Lope ha
atribuido a Belerma el sueño fatídico que en uno de los
romances tiene doña Alda,
más
bellos
esposa de D. Roldan:
la
— que me ha dado gran pesar;
monte— en un desierto lugar:
Bajo los montes muy altos, — un azor vide volar,
Tras del viene una aguililla — que lo afincaba muy mal.
Un
sueño soñé, doncella,
Que me
veía en un
El azor, con grande
El
aguililla,
Con
las
cuita,
con grande
— metióse so mi brial;
— de lo iba a sacar;
— con el pico lo deshace;
ira,
uñas lo despluma,
allí
—
bien oiréis lo que dirá.
Allí habló su camarera;
Aquese sueño, señora, — bien os lo entiendo soltar:
El azor es vuestro esposo,— que viene de allende el mar;
El águila sedes vos,
Y
— con
la
cual ha de casar,
aquel monte es la iglesia— donde os han de velar.
Cotéjese
la
escena correspondiente de
de la segunda jornada),
la
comedia
(al
principio
se verá a cuánta distancia
de esta trágica
y
y maravillosa poesía quedó el poeta culto que intentó remedarla.
Verdad es que el romance del sueño de doña Alda es una de las
cosas más delicadas y perfectas que en la poesía popular de cualquier país
y tiempo pueden encontrarse
(l).
Durandarte (que no es en
roe, sino
nombre de
como una de
res
lles,
la
los poemas franceses nombre de héespada de Roldan) figura en nuestros canta-
las principales
víctimas que cayeron en Roncesva-
siendo escena capital y tiernísima aquella en que, moribundo
encarga a su primo Montesinos que
le
saque
el
corazón y se
le lleve
Belerma. Lope aprovecha esta escena en su tercera jornada, pero en
vez de seguir el texto de los dos viejos romances, ¡Oh Belerma oh
Belerma! y Muerto yace Durandarte^ estropea
(i)
Un sueño muy
Lara, otro en el
tradición épica,
la Odisea.
la situación
con un
ri-
semejante hay en la segunda gesta de los Infantes de
romance del conde Grimaltos, y remontándonos más en la
puede recordarse el sueño de Penélope en el libro XIX de
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
8o
1
Hemos de
dículo testamento en quintillas.
malo
lo
mismo que
lo
decir de nuestro poeta lo
bueno.
Montesinos interviene en esta comedia
como
asociado a su pri-
mo Durandarte, pero no con sus propias y personales aventuras,
tan decantadas en los romances. Sin embargo, la contienda entre
en que toman parte, ade-
los paladines franceses (jornada primera),
más de
dos citados, Reinaldos, Oliveros y Dudón, es clara remi-
los
y ^lonteslaos por amores de
niscencia del desafío de Oliveros
Aliarda; tema de un largo
En
En
Lope
romance
las salas
el palacio
juglaresco:
de
París,
sagrado
sustituye a Montesinos con Durandarte, pero conserva el
nombre de
Aliarda, hija del
Rey Aliarde de África (gran Soldán
de
Persia en uno de los romances de Reinaldos).
El
la
Rey
Marsilio es personaje
española.
con
el
No
podía
faltar,
común
a la tradición francesa
pues, en la comedia,
carácter de aliado de Alfonso el Casto
nardo, que tenía en nuestras crónicas
más
los
mente ignorado en
buscando
el
la
carolingios,
patéticos, el buen -dejo
epopeya
donde aparece
y de amigo de Ber-
y romances.
Es personaje de nuestros romances
en algunos de
y a
francesa.
D.
e
interviene
Beltrán^ entera-
Los romances
le
presentan
cadáver de su hijo entre los muertos de Roncesvalles.
Lope empieza por
darle el carácter de Néstor en esta epopeya: él
es el único que quiere disuadir a
Carlomagno de
la
España, y que se opone a las temeridades de Roldan,
sin respeto sus canas y su prudencia:
expedición á
el
cual trata
Vuélvete a Francia, Beltrán,
Que
En
la
patética escena
de su hijo,
ces.
la
Lope
largo que
la
busca y reconocimiento del cadáver
roman-
este asunto
(números 185 y i8ó de Wolf), Por
y En
campos de Alventosa. El segundo es
el viejo
el
de
y viejo
tiene la feliz inspiración de no alterar los
Dos hay sobre
matanza va
más
estás ya cansado
los
primero, pero tienen muchos versos comunes, que
I8l
LA HISTORIA PATRIA
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
prefiere
un misnio texto. I.ope
i„dican ser variantes de
memor.a
por citar de
completo, pero acaso
como más
de
respecto del Canaonero
algunas diferencias
de donde
le
segundo
el
le
--^
da con
<^
Conv.ene entresacar
tomaron Wolf y Duran.
el
"^^
texto
de Lope:
Beltrane
*
(i);
a don
grande polvareda-perdimos
irá a bt'.scalle,
quién
suerles-si habrá
Siete veces echan
padre;
su
de
cupieron-al buen viejo
Con
Todas
la
siete le
maldad grande.
suerte,-las cuatro por
Las tres le caben por
quedarse
podía
no
Mas aunque no le cupieran.-él
que habéis la vida infame.
!^Volved a Francia, franceses.-los
a morir o vengalle..
Que yo, pqx sólo mi hijo.-voy
la matanza adelante;
Por la matanza va el viejo,-por
tanto los rodeare;
Los brazos lleva cansados-de
vido a don Beltrane,
no
Vido a todos los franceses.-y
vuelve solo a buscalle,.
Vuelve riendas al caballo.-y
por los larales;
De noche por los caminos,-de día
a unos arenales.
Y a la entrada de unos prados.-saliendo un adarve
en
velaba
Vido estar un moro perro-que
bien la^^be^2).
algarabía.-como aquel que
Habíale en
pasar, alarbe?
«Caballero de armas blancas,-¿vístele
pesalle;
poco
es
tienes preso, moro,— a oro
Si le
Y
si
muerto.-dámele para
tú le tienes
enterralle.
alma.-muy pocos dineros vale..
el cuerpo sin el
señas tiene o que talle.»
.Ese caballero, amigo,-¿qué
el caballo es alazane;
.Armas blancas son las suyas,-y
dos señales.
juntas
derecho-tiene
Porque
En el carrillo
Que cuando niño pequeño-se
las hizo
un gavilane
»
está en aquellos vaUes.
.Ese caballero. amigo,-muerto
Dentro del agua
los
pies.-y
el
cuerpo en
de
Siete lanzadas tenía;-pásanle
Apenas
Y
Y
(i)
le
escucha
el
los arenales.
parte a parte..
viejo-cuando como rayo
sale
morir o vengalle.
metiéndose en los moros.-quiere
murió
al fin
Beltrane.
peleando-el buen viejo don
El romance, en
las colecciones,
empieza:
don Beltrán
campos de Áiventosa-mataron a
a principios
Lope era ya corriente y popular
pero la variante con que los cita
libros.
del sielo xvii, Y se halla en otros
.„,:,r,;
En
¿)
los
fronterizo.
otro del viejo romance
Este verso es casi idéntico a
Yo me era mora. Moray ma.
-
1
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
82
En
la
muerte de Roldan, siguió Lope
la
invención de los épicos
ahogado entre
del siglo XVI, haciéndole morir
los
brazos de Bernar-
do; pero conservó también el rasgo épico de la espada Durindana,
hincada en
peña:
la
BERNARDO
^
¿Qué es de
espada, francés?
la
é
ROLDAN
Entendí hacella pedazos,
Y quedóse
Hasta
Entre
en
los
en esa piedra,
tremolando.
la cruz,
elementos poéticos acumulados por Lope de Vega
esta obra, se encuentra (y por cierto
que no sabemos
los
como Gastón
ni viejo
(aunque a tan buenos
Paris se lo haya parecido), en
dolor viendo herido
magno. Pero como
y
a
Carlomagno
tación que
que Roldan su-
fugitivo en Roscesvalles a Cario
esta catástrofe era incompatible
de Roldan a manos de Bernardo, Lope transpone
buye
lo
que
el
con
la
la situación,
romance dice de Roldan, y
la
pone en su boca:
Por muchas partes herido,— sale
Huyendo de
los
el viejo
Carlomagno,
— que le han desbaratado.
cruz, — por el suelo arrodillado.
de España,
Al pie estaba de una
Diciendo palabras tiernas - envueltas en duro
llanto.
«¡Oh, Carlos triste! decía;— ¿qué es de tu esfuerzo pasado?
¿Qué es de tus Doce famosos
— que dieron al mundo espanto?
¿Adonde está don Roldan? — ¿Dónde el paladín Reinaldos,
Danés Urgel, Brandimarte, Sonsoneto, Alfonso insano (?),
—
Montesinos, Oliveros
— y Durandarte
¡Ay,
— Gaiferos y
el gallardo.
conde Naymo?
don Beltrán valeroso, — viejo noble, honrado y sabio,
El almirante Guarinos,
Por no tomar tu consejo,
¡Vendido
me
que
que hoy conocemos) aquel grandioso
romance, no popular, ciertamente,
cumbe de
con notabilísimas variantes,
atribuir a refundición del dramaturgo, o a
si
tuvo un texto distinto de
jueces
i
el
— en Roncesvalles acabo!
ha Galalón,— Dios por
ello le
dé
el
pago!»
Diciendo aquestas razones,— ca5'ó en tierra desmayado.
muerte
y
atri-
lamen-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Son
romances de Bernardo que Lope
varios los
en esta comedia, algunos
muy modernos y
1
utilizó
83
o glosó
de poetas conocidos.
Tomó, por ejemplo, del Romancero y Ti'agedias de Gabriel Lobo
Laso de la Vega (1587) el nombre del valiente moro Bravonel, adalid del
Rey Marsilio, y que
pués de Bernardo
(l); a lo
tiene el
segundo lugar en
menos no encuentro
des-
la victoria
citado a este
moro
en autor más antiguo.
La escena en que Bernardo reclama
-recuerda
Magno)
ral,
Rey (que
al
aquí es Alfonso el
sus servicios, es una paráfrasis directa de la Crónica Gene-
y no de
éstos
de su padre y
Casto y no Alfonso el
la libertad
los
romances que se compusieron sobre
pues en
ella,
nada se dice del vencimiento y muerte de D. Bueso,
batalla
de Valdemora, junto
al
Duero, que
el
de
ni
la
Bernardo de Lope
•enumera entre sus hazañas.
Hay
poco
cas,
en esta comedia un episodio (intercalado,
arte)
que no tiene raíces en
la
a.
verdad, con
la
poesía popular ni en las cróni-
pero que se enlaza con otro género de tradiciones,
las
piadosas
de imágenes y santuarios. Me refiero a la leyenda de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Para explicar este nombre, supone Lope
que
se refugiaron
Dudón, Brandimarte y otros paladines fran-
allí
ceses de los vencidos en Roncesvalles. Llegan en su persecución
los
moros, y cuando
el
bravo y piadoso
Dudón
esfuerzos para abrir con su daga un hueco en
allí
una imagen de
la
peña,
y esconder
Virgen, que llevaba consigo. La peña se abre
milagrosamente en cuatro partes;
baja de la
se ve perdido, hace
la
Dudón
deposita
allí
su tesoro,
y
montaña para morir heroicamente hecho pedazos por
Bravonel.
Esta leyenda es más poética que ninguna de
las
que corren
acerca del origen de aquel famoso santuario, situado en una de
estribaciones de
al
la sierra
de Gata,
al
Oriente de Ciudad Rodrigo
Sur de Salamanca. Lo que más generalmente se
verisímil, es
que
la
imagen
las
cree,
y
lo
y
más
se llamó así por haber sido descubierta
en 1434 por un francés llamado Simón Rolan (por sobrenombre
Vela). La interesante historia de esta invención (en el sen—
Simón
(i)
Vid. números 645, 651 y 652 de Duran.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
184
y genuino de
tido etimológico
IX de un manuscrito de
tulo
la
palabra) puede leerse en
Cró)iica de los templos de milagros que
escrita por el licenciado D.
el
capí-
nuestra Biblioteca Nacional, titulada
Jayme
hay en
el
del Portillo
mundo, de
y
la Virgen^
Sosa, chantre de la
Catedral de Guatemala. La parte relativa a este asunto ha sido ínte-
gramente publicada por nuestro
del Castillo (l),
toria patria,
al
académico
¡lustre
que tanta
ilustración
debe a sus docías labores,
morias de un caballero español del siglo
cinio de Nuestra
el
muy
las
al
me-
patro-
los sucesos prós-
sabrosamente
Simón Vela, pero da por supuesto que
mucho antes, y con este motivo apunta
la
que refiere
his-
la
haberse salvado de innumerables peligros
El chantre de Guatemala cuenta
aunque no
xvii,
Señora en esa advocación todos
peros de su vida y
Cánovas
el Sr.
dar a luz recientemente, para provecho de
idénticas, a la
peña tenía
la
historia
la
(2).
de
nombre
"ese
varias tradiciones análogas^
que adoptó Lope:
«La causa y razón por qué se llamó Peña de Francia estando en
corona de Castilla, y por qué tuvo este título, he procurado es-
cudriñar,
y
lo
que he hallado
es esto
»Esta Peña de Francia, dicen
muchos
que
escritores
se llamó
monte y peña de Francia por haber estado en ella aquel famoso francés Emperador Carlos Magno; el cual el año de 600 (sic)^ con valerosísimo ánimo, echó del reino de Francia los
moros que
se querían
y queriendo destruirlos y acabarlos, vino en su seguimiento hasta entrar en España, que por aquella parte las rayas de los
poblar
allí;
reinos son vecinas
(!);
y entrando por
aquellos lugares de las haldas
de esta Peña de Francia, subió con su ejército sobre
monte, pensando que
moros que
nos,
la
muchedumbre de gente que
se habían encastillado,
y
halló
allí
lo alto
que no eran sino
que como lugar fortísimo y seguro, huyendo de
del
estaba eran^
los
cristia-
moros, se
(i)
Bien lejano estaba yo de pensar, al escribir aquí su nombre glorioso,^
que antes de terminarse la impresión de este libro, una mano criminal había
de arrebatar este grande hombre al alecto de sus amigos y a las esperanzasde la Patria.
PublíMemorias de D. Félix Nieto de Silva, Marqués de Tenebrón
(2)
calas la Sociedad de Bibliójilos españoles. Madrid,
na 215 y
siguientes.
M.
Ginesta, 18S8. Pági-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
habían socorrido sobre aquella famosísima montaña,
1
sitio
y
85
lugar
proveído de agua y de otros mantenimientos.
»
Dicen
descansó
que escriben de más
los
allí
con todos
en aquel monte,
favor
como les
le
hizo
atrás,
que
este gran
y que por haber estado
los franceses,
con su
real presencia.
También dicen que
y que
les
esta sa-
Emperador, y que
alta montaña decían
la trajo este
delante de ella por todos los caminos
al ejército,
sitiada
llamaron de Francia, en memoria de tan gran
crosanta imagen, de quien tratamos,
misa
Emperador
y sobre la
ayudó con grandísimo favor a echar del
reino de Francia a los moros, trayéndola por escudo en las batallas
que
hacía,
y que
al
despedirse de los cristianos, que estaban retira-
dos sobre aquella montaña, se
la
dejó para resguardo de sus vidas,
consuelo y compañía de sus almas y perpetua defensa de
»
Otras historias más auténticas cuentan
el
la
morisma.
origen de esta santa
imagen y Peña de Francia, y aprobando que se llama Peña de Francia por este ilustre Emperador, contradicen que él trajo esta santa
imagen; y
el
archivo de su santa casa, y un libro que anda impreso
de esta imagen
de
la
mayor
(l),
todos dicen que, estando los moros apoderados
parte de España, no teniendo otro remedio los cristia-
nos y vecinos de aquella montaña, viendo que sus pueblos estaban
enseñoreados de
lugar fortísimo,
los
moros, se subieron a aquella montaña
y que
muchas cuevas para su
tenía
como
vivienda, los
cuales para defenderse hicieron baluartes de piedra seca sobre la
corona del cerro por
(i)
Existen
tres,
por
las partes
lo
más
flacas
de
él,
que de
ellas
hay
menos, que enumera Muñoz y Romero en su
Diccionario bibliográfico-histórico:
— Historia y milagros de Nuestra Señora de
la
Peña de
Fraficia, con las
indulgencias concedidas a los cofrades y a las personas que visitan dicha ima-
gen. Salamanca, por Matías Gast, 1567, 4.°
— Compendio historial, en que
— Salamanca,
se noticia la
1670, 4.°
admirable invertción de la
Í7na-
gen de Nuestra Señora de la Peña de Francia, hallada por Simón Vela, por
Fr. Juan Gil de Godoy. Salamanca, 1685, 8."
—Historia de la admirable invención y milagros de la
de Nuestra Señora de la
Peña de
Thaumaturga imagen
Fra?ícia, patraña tutelar y defensora de
Oran,
hallada por el dichoso Simón Vela, de nación francés, y venerada en la mus elevada cumbre de su más elevado risco, llatnado Peña de Francia, añadida por el
M. R. P^ Presentado Fr. Domingo Caballero, del Orden de Predicadores. Sa-
iamanca, imp.de la viuda de Gregorio Ortiz, 17 2S,
4."
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
lB6
memoria hasta ahora; y que entre ellos también fué un obispo llamado Hilario, pastor que los apacentaba, y que con ellos estuvo
mucho tiempo sobre aquella sierra, y que este santo
esta imagen como reliquia de tanta estimación, y la
pastor llevó
tuvieron
hasta que de todo punto, habiendo ganado los lugares
cercanos los moros, entendiendo que los cristianos
allí
pueblos
y
y demás gente
que habían huido y retirádose sobre aquella montaña, tuviesen despojos y riquezas, determinaron subir a la alta montaña y combatilla
y
como
ganalla,
lo hicieron;
cieron con fuerza de armas
res
y
y como
y mataron
niños de los que estaban
y
allí
moros eran muchos, ven-
infinidad de hombres, muje-
poblados,
y algunos huyeron por
y quebradas que hace
poniente por unas gargantas
la parte del
sierra,
los
la
persiguiendo los moros, dieron tras de ellos hasta llegar
abajo a un collado, a donde ahora está fundada una aldea que se
llama Monsagro.
»Allí les hicieron rostro los cristianos
mente; pero
como
los
moros eran muchos,
y pelearon
valentísima-
los nuestros
pocos y sin
armas, murieron casi todos. El santo Obispo, que había peleado tan
poco remedio que
tenía,
monte adentro, hasta que, pasados
algu-
valerosamente en defensa de
se escondió y huyó por
el
la fe, visto el
nos días, volvió a aquel lugar y consagró todo
cia
de
que
los cristianos
llamó antiguamente
allí
aldea
la
acabaron
el
monte en reveren-
las vidas; a
cuya causa se
y pueblo que allí se fundó, Monte Sala villa de Monsagro
y de presente se llama
grado^
sEste glorioso Obispo, con los demás cristianos, temían
renciaban esta cristalina
era
el
en aquella
alta
general consuelo de sus almas, sustentándolos
en aquella soledad;
nos que
blos,
(sic) 'wcíz.g'tn
allí
como
estaban
la
reve-
mucho tiempo
cual el Obispo o algunos de aquellos cristia-
llevaron cuando iban de huida de sus pue-
la
hicieron con otras imágenes de santos, que después se
hallaron en las cuevas
donde estaba
la hizo,
y
montaña, que
escondrijos de aquel monte alto. Del lugar
y
esta santa
imagen antes de
no hay memoria,
ni la
la
cautividad, ni de quién
ha podido haber, más de
la
presun-
ción fundada en lo que sabemos de otras imágenes, que los cristia-
nos
las
escondieron, por no dejarlas en poder de los moros.
>E1 obispo Hilario, cuando bajó de
la
montaña
alta
con
los de--
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
más
viendo
cristianos,
el
1
8/
grandísimo peligro en que estaban y que
moros subían a despoblarlos y echarlos de allí donde estaban,
la Peña de Francia, escondió y reservó esta
santa imagen, tesoro consagrado por la mano de Dios para bien
los
antes de descender de
universal de España; metióla en una cueva, tapando la puerta con
acomodándola y escondiéndola
piedras,
que, pasada
tro Señor, por favor singular, envió a su
como
se descubriese,
a
Simón
«Este es
Madre
en su lugar.» (Es
se verá
a la tierra para que
revelación hecha
la
nombre de
el
la
Peña de Francia, y
la
causa por qué tuvo
de aquel cristianísimo Emperador francés, que por
llamó Peña de Francia, y
nombre de
el
mejor que pudo, hasta
Vela.)
éste título
tomó
lo
cautividad, vueltas las cosas a su principio, Dios nues-
la
tan famoso que nace de este
el río
Peña de PVancia; llámanle en España
la
a la ilustrísima Virgen, coronada de diamantes
él se
monte
el río
de
y rubíes
Francia,
y
á^obre la
corona de aquella peña, en aquel riquísimo templo, tam-
bién
la intitulan
Peña de Francia, y a boca
llaman de Francia, por cuya causa
Nuestra Señora de
llena los naturales
de España
la
la
vemos que Dios quiso que descubriese y hallase esta Señora de
Francia Simón Rolan, que también era natural de Francia.
Hasta aquí
el
piadoso cronista, y ha de añadirse que no fueron
éstas las únicas relaciones
de Francia y
rales (lib. XIII, cap.
la
ma
pila
la
tradición estableció entre la
XVI) nos cuenta que en
ermita de San Juan,
una
que
los personajes del ciclo carolingio.
sita
en
el
Peña
Ambrosio de Mo-
su tiempo existía en
término de Santibáñez de
la Sierra,
bautismal con antigua inscripción, donde, según antiquísi-
creencia de los habitantes del país, había sido bautizado Monte-
conde francés Grimaldo ó Grimaltos, y que en unos
rotos mármoles se leían restos de una inscripción que afirmaba ha-
sinos, hijo del
ber poblado
el
Emperador Carlomagno
díase que el lugar llamado
aquellos lugares (l).
hoy Fuenteguinaldo,
Aña-
se había llamado
primitivamente Fuente de Grimaldo^ en memoria del paladín francés.
Todo
(i)
ello
Véanse
prueba cuánto crédito habían logrado en
las
Castilla las
observaciones que hace Milá yYon\.'axiz\s (De la poesía
lieroico-popular, 348-350) sobre estas tradiciones, a las cuales pretendieron
dar valor histórico Morales y Pellicer.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
l88
narraciones de los juglares sobre asuntos del ciclo francés, cuando
hasta se las localizaba en comarcas
sumamente
lejanas de
Ron-
cesvalles.
Se ha atribuido falsamente
a
Lope de Vega (en
los catálogos
Medel y Huerta) una comedia de La Peña de Francia^ que
de
sin disputa
pertenece a Tirso de Molina, y puede verse en la cuarta parte de las
suyas, recogidas por su sobrino D. Francisco Lucas de Av¡la(l635).
Esta comedia se refiere
que ver con
la
al
hallazgo de
Simón Vela, y nada
tiene
tradición dramatizada por Lope. El error de habérsele
atribuido a nuestro poeta, procede, sin duda, de este episodio de
casamiento en
Fácil es
la
El
muerte.
comprender que una obra en
la cual se
acumulan tantos
elementos diversos y tan enorme material poético, no puede tener
unidad propiamente dramática, sino épica tan
sólo,
y aun
muy
ésta
flojamente observada, siendo algunas escenas de todo punto episódicas e inconexas. Es una pieza desordenada, pero llena de fervor
patriótico,
y en
la
cual se siente una continua vibración poética
grande y generosa.
«Este drama (dice
tusiasta
francés Baret) es un panegírico en-
el crítico
de España. Asistiendo a esta descripción poética de su país,
escuchando esta enumeración de sus principales familias y de
la se-
de sus reyes, destinados a regir dos mundos, esta profecía de
rie
las futuras
grandezas de España,
el
público debía de
salir del teatro
verdaderamente transportado de admiración y de orgullo. Nunca,
seguramente, hubo arte más nacional, ni drama más patriótico. El
casamiento en la muerte^ por su carácter épico-lírico, recuerda
mu-
chas veces Los Persas, de Esquilo, y se puede afirmar de esta obra
que Esquilo mismo decía de sus tragedias, «que está
lo
llena del
furor de Marte».
Reconoce
el
mismo
crítico,
y con
él
otros de su nación (l), que
sentimiento patriótico, con ser tan ardiente en Lope, no
el
a ser injusto con
saba
(i)
rís,
el
el
valor de los franceses, sin
mismo axioma
caballeresco que Ercilla:
Lafond (Ernest), Étude sur
1857, pág. 161.
le arrastra
duda porque profe-
la vie et les cenvres de
Lope de Vega. Pa-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Que no
De
es el vencedor
1
89
más estimado
aquello en que el vencido es reputado.
Al
contrario, en las escenas de la
de
la
suerte de los vencidos con
Peña de Francia parece dolerse
magnánima compasión que raya
en ternura, y tiene buen cuidado de no hacer intervenir en aquella
tragedia atroz
más que
a los infieles,
tiano martirio la muerte de
El mismo
zos de este
Dudón y
y de presentar como un
sus compañeros.
traductor francés antes citado,
drama con
persas entonan;
compara algunos
tro-
del mensajero a la Reina Atossa en
el relato
Los Persas, de Esquilo, y con
cris-
lúgubres que los mismos
los cantos
y encuentra semejanza también entre las últimas
Dudón, y la despedida de Talbot y
campo de batalla de Castillón, en el Enrique VI, de
palabras que Roldan dirige a
su hijo sobre
el
Shakespeare.
Pero hay que considerar en este drama otro aspecto, además del
propiamente heroico, que es
mostrar en Bernardo, no
también
francés,
que predomina. Lope ha querido
sólo el ideal del defensor
prototipo del
el
el
amor
filial.
la Patria,
sino
«Esta pieza (dice otro crítico
Lafond), que en su estructura es
nicas de Shakespeare por sus
de
muy
semejante a
nombres tomados de
las
cró-
la historia,
por
sus combates, por sus peripecias, tiene una ventaja grande sobre
y es la idea moral y digna que por toda
bello drama una unidad de interés y de
a
este
que
da
y
grandeza que constantemente nos mantiene en las regiones más eletodas las del autor inglés,
ella circula,
vadas de
la inteligencia.»
Sin asentir yo a los términos literales de este elogio, porque
tísimos conceptos morales
abundan en
el
kespeare, no puedo menos de llamar
mente sobre
que
este
la
la
al-
teatro histórico
de Sha-
muy
singular-
atención
escena, no sólo bella y patética, sino sublime, con
drama termina, y que por
el
atrevimiento y
la
originalidad
con que está concebida, y por la franqueza y el nervio con que está
ejecutada, bastaría por sí sola para la gloria de un poeta. Quizá nin-
gún otro de edades cultas ha llegado a inventar nada tan primitivo
y tan épico. A Lope le pareció incompleta la leyenda, tal como estaba en
la
Crónica General y en los romances derivados de
ella,
y
jgo
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
d¡6 un final de su propia invención, haciendo que Bernardo se
legitime a sí mismo, juntando con la mano de su madre la de su
la
padre, helada por
la
muerte. Véase este grandioso cuadro, del cual
que son tributo pagado
sólo suprimo algunos versos,
del público, o a la facilidad, a veces deplorable, del
Ya, fuerte Bernardo, tienes
al
Conde, tu padre, aquí.
BERNARDO
¿Es cierto?
ALCAIDE
Digo que
sí.
BERNARDO
Padre y señor, qué, ¿ya vienes?
Padre, en la piedad divina
Tuve
esta esperanza cierta.
Tira, Bernardo, esa puerta
Y
el
paño de esa
Verás
lo
cortina;
que has deseado.
BERNARDO
¡Padre y señor, padre mío,
Lágrimas de alegre envío
A vuestros
pies,
padre amado!
¡Canas honradas, bastantes
A honrar
Que no
un
a mí,
hijo tan bueno.
de
faltas lleno:
Perdonad no veros
¡Padre,
no
me
Buena presencia
antes!
harto de veros;
tenéis:
Tarde a vuestro hijo veis,
Y tarde vengo yo a veros!
Pero hoy, padre,
me
engendráis,
Yo, señor mío y mi bien,
al
mal gusto
grande ingenio:
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Os conozco, y vos también
Os pido rae conozcáis.
Dadme esa mano a besar.
¡Bendecidme, mano mía!
¡Ay, cielos, cómo está fria!
Padre, ¿no queréis hablar?
Padre, ¿habéisos desmayado?
¡Oh,
mi
agua traed!
alcaide,
La verdad,
señor, sabed:
Muerto es vuestro padre amado,
Que ha
tres días
•
que expiró.
BERNARDO
¿Muerto?
ALCAIDE
Sin duda.
BERNARDO
¡Ay de mí!
¿Que esto vine
Y
a ver aquí,
que esto vengo
¡Que vivo no
¡Oh, pobre
¡Que
me
de
a ver yo?
te alcancé!
ti,
Bernardo!
he de quedar bastardo!
¡Que bastardo
me
¡Ah. padre! ¿Así
¿No merecí veros
quedé!
me
dejáis?
vivo?....
¿Quieres este alma, buen Conde,
Para volver a
Que
Que
si
vivir?
debe de
decir;
otorga quien no responde.
Ahora
bien,
amado padre.
Esperad un poco aquí:
está, Hernán Díaz,
Doña Jimena, mi madre?
¿A dó
di,
IQI
192
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
HERNÁN
DIAZ
¿No ves ese monasterio
Que
está enfrente de esa casa?
Pues
En
allí
su vida pasa
eterno cautiverio.
BERNARDO
Aguardadme un poco
aquí.
¡Vive Dios, pobre Bernardo,
Que no has de quedar
¿Es ésta
bastardo!
la iglesia?
HERNÁN
DÍAZ
Sí.
(Habla Bernardo y responde una monja.)
BERNARDO
¡Deo
gracias!
MONJA
¿Quién está
ahí?
BERNARDO
Bernardo
soy.
DOÑA JIMENA
¡Hijo mío!
Hijo,
yo
me
iré
con vos.
MONJA
Ni
lo
quiero ni permito.
BERNARDO
Señoras monjas, pasito,
•Que haré un estrago, ¡por Dios!
Salid,
Madre,
madre, pese a mí.
¿sois
monja?
'•COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
ig-
DOÑA. (IMENA
Yo
no,
BERNARDO
¿Profesastes?
DOÑA JIMENA
No he
^ue
está vivo
podido;
mi marido.
BERNARDO
Vivo
que ya murió;
no,
Pero, pues no profesastes,
Llega, y veréis vuestro esposo.
DONA JIMENA
¡Conde y señor!
BERNARDO
Darme
Ya
No
el
bien que
está muerto;
Ya
es forzoso
me
quitaste.
no
lloréis,
os desmayéis, no os mováis.
Pues hoy
Como
la
me
legitimáis
mano
le deis.
DOÑA JIMENA
¿Posible es, esposo mío,
Oue muerto
os viniese a ver?
BERNARDO
Mostradme, noble mujer,
Infanta, varonil brío.
No
lloréis,
que
¡vive Dios,
Madre, que os pierda
el respeto!
DOÑA JIMENA
Pues ¿qué queréis, en
Menéndez t Pelkyo.— Estudios sobre
efeto?
el Teatro
de Lope de Vega.
13
jg4
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
BERNARDO
Quiero que os caséis
Dadme
(Toma
la
los dos:
esa mano.
mano de su
padre, y junta las dos
manos
DOÑA JIMENA
Sí doy.
^
BERNARDO
¿Casáisos con
él?
DOÑA JIMENA
Yo
SÍ;
Mas ¿qué ha de importarte
a
ti?
BERNARDO
Así legítimo soy.
Padre, apretad bien
Supuesto que muerto
Decid
no ha sido en vano.
Y
si
no
Con
la
boca bien
lo
pronunciáis
cabeza
la
Como que
la
Sí
dice;
el
que no
Que soy
el sí,
así,
este sí otorgáis.
(Toma
Y
mano:
que bien podéis.
sí,
Sí, dijo;
Bajad
la
estéis,
sí,
cabeza con la
mano y
hácela bajar.
claramente;
dijere aquí
legítimo
así.
Mil veces digo que miente.
No hay más ley; y yo me fundo
En que los dos se han casado,
Y
que
me han
Cuanto
legitimado
al cielo
y cuanto
al
mundo.
"Vamos; daré sepultura
A
aquel que mi padre fué,
Y
a vos,
A
vuestra honrada clausura
madre, os volveré
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Si esta escena estuviera en Shakespeare, todo el
1
mundo
la
95
sabría
de memoria y no hubiera habido palabras con que ensalzarla. Como
está en Lope, ni los españoles mismos se acuerdan de ella.
Y es
cosa digna de repararse, que este olvido o desconocimiento
del valor poético de esta invención, empieza
fundidor que a esta comedia
la
ya en
el inteligente re-
tocó en suerte, y que fué
el
mismo
D. Alvaro Cubillo de Aragón, de cuyo Conde de Saldaña hemos
hecho
tuló
el
correspondiente elogio. Pero en
Hechos de Bernardo del Carpió
(l),
la
segunda parte, que
ti-
Cubillo, poeta algo tímido,
aunque discreto y de buen gusto, no se atrevió a repetir la gran situación imaginada por Lope, y enervó también, a fuerza de elegancia, la viril
poesía del argumento, suprimiendo casi todas las remi-
y los fragmentos de romances, con lo cual resultó
una obra mucho más arreglada que la de Lope, pero sumamente
niscencias épicas
inferior a ella
en savia tradicional, en pasión y en movimiento,
—
IX. Los Tellos de Meneses {primera y segunda parte).
La que
hoy llamamos parte primera, fué impresa en 1635 en la Veinte y una
parte verdadera de Lope (1635), publicación postuma hecha por su
doña Feliciana Félix del Carpió. Los versos con que acaba la
comedia, prueban que Lope, cuando la escribió, no pensaba en sehija
gunda
parte:
Porque aquí
De Los
Godos de
La segunda
la historia
acaba
Tellos de Meneses,
la
antigua España.
parte, titulada Valor
^
fortuna y lealtad de
los Tellos
de Meneses^ no se encuentra más que en ediciones sueltas, acompa-
ñada generalmente de
la
primera, cuyo
adiciona con estos
final se
dos versos:
Hasta
Que
la
segunda parte,
refiere sus hazañas.
Hartzenbusch estaba persuadido de que
es
de Lope, a
mentos de
(i)
lo
menos en
esta sospecha suya: luego diré lo
Impresa en
J>aña (1660).
esta
la
Parte
segunda parte no
su totalidad; pero no apuntó los funda-
que
me
parece sobre
treze de comedias de los mejores ingenios de
Es-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
igó
esto.
De
todos modos, es comedia buena y antigua. El Sr. Hartzen-
buách creyó poder
sos de
la
su fecha en 1625, fundándose en estos ver-
fijar
primera jornada:
Vuestras banderas ponga en
Margen
Que
Que
del
remoto
columnas baña
las
el
el
mar de España,
tebano llamó
Pues ya tenéis
la
fin
de
torre en
Las fuertes naves de
la
la tierra,
que se vfán
Gran Bretaña,
Cuando el mar discurrían
Amenazando guerra
Pero yo no creo que en estos versos se aluda a
de
los ingleses
contra Cádiz en dicho año
Hércules de La Coruña, desde
pudieron verse
las
la cual,
la
venida hostil
Torre de
(l), sino a la
no una sola
vez, sino
muchas,
naves inglesas amenazando guerra a nuestras
costas.
La primera parte de Los
Tellos de
Men&ses fué refundida en
cinco actos por D. Manuel Bretón de los Herreros, representándose
con gran aplauso en
esta refundición
septiembre de 1826
(2).
Príncipe, el 6 de
Desde entonces ha permanecido
pero estamos seguros de que
tase ponerla
el teatro del
el
mismo
éxito lograría
nuevamente en escena con alguna
nero a que pertenece, porque dentro de
él es
hoy
si
olvidada;
se inten-
inteligencia del gé-
una de
las piezas
más
excelentes de Lope.
La acción
se coloca
pero es poco o nada
lo
en
el
reinado de
que hay en
ella
Don Ordoño
I
de León,
de histórico. El fondo del
cuento es una leyenda genealógica, que de seguro estará consignada
en algún
los
más
de
linajes
antiguos,
como
libro
(aunque
el
la
hemos buscado inútilmente en
llamado del conde D. Pedro), pero que
Lope, según toda probabilidad, tomó de un poema de su amiga
escritora portuguesa
(i)
Hay sobre
Herrera y Rivera,
la
doña Bernarda Ferreira de Lacerda, que ya
una comedia de D. Rodrigo de
marqués de Auñón, La fe no ha menester armas, y,
esta frustrada intentona
hijo del
venida del inglés a Cádiz.
No figura en ninguna de las dos colecciones de las Obras de Bretón,
(2)
pero fué impresa suelta en Madrid, 1863, imprenta de M. Galiano.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
hemos tenido ocasión de
y
libertada^
mera
es
Castilla
y
figura en la
es
la
es
de i6l8
segunda
de Ei Peregrino.
lista
En
canto IV,
el
pues, de este poema, se lee el episodio de Tello de Meneses
doña
Elvira.
romances de
transcribir las
que se refieren a
que
II,
que
y
la
este
asigna caprichosamente
Rey Ordoño
Ordoño
I,
y
que
por
la
señora
sino de
Ordo-
contrajo segundas nupcias con
del primer matrimonio
(no
fecha de 921. Refiere, pues,
la
y que pronto hubo
gallega Aragonta,
flojas
esta leyenda,
se hallan. Adviértase
Ferreira no pone la acción en tiempo de
ño
la ilustrísima
disensiones entre los hijos
madrastra (octava 45 y siguientes),
la
la
Soledades de Bassaco); pero no po-
las
ser bastante raro el libro en
y de
doña Ximena, y Lope
Las octavas de doña Bernarda son bastante
demos menos de
(l).
seguramente posterior a esta fecha, puesto
Infanta, a quien la poetisa portuguesa llama
así sus lindos
España
Portugal, cuya pri-
que Lope pudo alcanzar impresa,
La comedia de Lope
que no
con otro motivo. Titúlase
citar
una crónica métrica de
parte, única
1Q7
y
prosigue de esta suerte:
Pero entre
los
demás doña Ximena,
Al regalo de madre acostumbrada,
Tiene con
falta della
mayor pena,
Llamándose mil vezes desdichada.
Mas del yerro que tanto la condena
No queda con
Pues
la
aquello disculpada,
doncella honrada, ni en trabajos
Se dexa entrar de pensamientos baxos.
Unos de que
En
la
Infanta se burlaba
otro tiempo, dándoles de mano,
Admite aora y quiere
ser esclava
Del lisonjero amor, ciego
Así que
De
la
tirano.
que de antes se espantava
cierto cavallero cortesano
Tener para mirarla atrevimiento,
Aora ensuzia en él su pensamiento.
Olvidada de
(i)
sí,
y aun de
la alta
Hespana Libertada. Parte primera, comptiesta por doña Bernarda
Ferreira de la Cerda. Dirigida al Rey Catholico de las Hespanas
tercero deste tiombre, nuestro señor
Crasbeeck,
4.°, folio
65 y siguientes.
En
Don
Philipe
Lisboa, en la Officina de Pedro
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
Sangre suya Real, en que parece
Más culpable y mayor cualquiera
Quiere entregarse
Avisado
el
a
quien no
amante desto,
la
íalta,
merece;
salta
Sobre un cavallo quando se escurece
El
Y
día,
que
la luz
de Phebo dora,
alegre a buscar viene a su señora.
Ximena (en cuyo pecho amor disputa
Con el honor), mirando al caro amante,
«^
En perder por él todo resoluta,
No se le pone más honra delante.
Los intentos furiosos executa
Como loca mujer, y en un instante
Va la que era señora, qual captiva,
Por amor hecha pobre y fugitiva.
Las joyas más preciosas que tenía
Lleva consigo, y vanse apressurados
Porque antes que viniesse
De
la corte estuviessen
el claro día
desviados.
Huyendo van por donde amor
Buscando
los guía.
los lugares apartados;
Ella puesta en las ancas del cavallo,
Con
los brazos asida a su vassallo.
Entre bosques amenos siempre umbrosos.
Para que los encubra su hermosura.
Caminan igualmente recelosos
Que
la
vida les cueste esta locura.
Los livianos intentos amorosos
De
En
Y
quien del apetito sólo cura,
arrepentimiento siempre paran,
los destos
amantes
lo declaran.
Mas, aunque temerosa va
la Infanta,
Conténtase con ver a su querido,
El qual consigo mismo ya se espanta
De cómo pudo
Y
las leyes
ser tan atrevido.
de amor
Del temor de
la
al fin
quebranta,
muerte más vencido
Que deste amor y excesos, obligado
De quien perdió por él su ser y estado.
De la pobre señora se despide
Fingiendo
Y
ir
a buscar mantenimiento,
con muestras de grande amor
le
pide
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
•Que espere su venida sin tormento.
Ella,
engañada,
(Con
los ojos
la distancia
en
Que hay de uno
Y
él
y
el
mide
pensamiento)
a otro, mientras él va andando,
queda con suspiros aguardando.
Así, entre solitarias selvas
dexa
El pérfido a su dama desdichada,
Y para
no volver della se
Que ya como
alexa,"
principio no es amada.
al
Sigue (porque con miedo se aconseja)
Su determinación desesperada,
Usando aquel extremo de vileza
Indigno de los pechos do hay nobleza.
Del yerro se arrepiente, pero tarde,
Y
haviendo sido osado quando huviera
De temer
más, se muestra aquí cobarde
Al tiempo que atrevido ser debiera.
Toda mujer, por
De
condición
la
Con que
esto, es
bien se guarde
falsa, lisonjera,
este ingrato género las trata.
Hasta que sus cimientos desbarata.
No
sabe poco aquella que resiste
A sus dorados daños y trayciones.
Cuyo remedio vemos que
En huyr de
Porque
consiste
las locas ocasiones.
éstas
siempre tienen
el fin triste,
T assí lo son también los corazones
De
las
que de
Y estos
La
bella hija
Entre
los
hombres se
males no temen
confian,
ni desvían.
de Ordoño, congoxosa.
temor y la esperanza aguarda
Al traydor en la densa selva umbrosa.
el
Que de poder ser vista la resguarda.
No descansa la triste, ni reposa
Todo aquel
día,
viendo quánto tarda,
Y pensando que viene al movimiento
De qualquier árbol, halla sólo viento.
Ya
De
la
noche mostrando su carranca
(sic)
negríssimas sombras ofuscada,
Desterrava del cielo
la luz blanca,
Dando Thetis a Phebo su posada,
Quando doña Ximena (que no estanca
IQQ
„
200
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA^
De
agua destilada
los ojos el
Con el fuego de amor) desta manera
Se quexa del después que desespera:
«¡Ay, lisonjero amor, afecto loco
Del alma que es ociosa y deshonesta!
¡A,y, fuego comenzado de tan poco,
Que
entre llamas
la
tienes siempre puestatJ
¡Ya de tus gustos el amargo toco;
Ya, por mi mal, desengañada, en esta
"^
Partida de mi falso amante veo
Que engañan
tus promessas al desseot
»Bien tengo merecida aquesta pena.
Pues seguí como ciega tus
Y he dexado
por
ti
locuras,
de ser Ximena,
Para venir a tantas desventuras.
culpa y poco seso
]Mi
Mas
tú,
me
condena;
pues que matarme
así
procuras,
Sea con brevedad, porque esta afrenta
(Aunque eterna ha de ser) menos se
>¡0h, cómo me alegrara si la vida
Me
sienta
quitaran los brutos animales;
Pero no podrá
ser,
pues
fui
nascida
Para acabar a fuerza de mis males!
¡Ay, cielos! ¿Es posible
que me olvida
Quien tanto amé? Mas somos desiguales
En
sangre, y en
amor
assí lo fuimos,
El qual quiere ygualdad que no tuvimos.
>Ingrato cavallero,
Él afición
si
fingías
que siempre me mostraste,
¿Por qué hasta aquí contigo
Y
tan tarde
¿Cómo mi
No
me
traías
mi amor desengañaste?
corazón, pues le tenías,
estorbó
la
trayción con que pagaste
Estos excesos míos amorosos
Que
a
hazerme
>Si el
vil
temor de
han sido poderosos?
te dar
mi padre muerte
(Hallándonos su gente en
A
tal
No
el
camino),
trayción havía de moverte,
hizieras el
primero desatino.
Mas permitiólo assí mi dura suerte;
Porque puse el amor en hombre indino
De mi persona, ya no vale nada.
HISTORIA PATRIA
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA
desdichada.
Ni soy más que una pobre
lias hecho,
»Y con todos los males que me
he sido,
Viendo quién por ti soy, y la que
pecho
triste
No puedo aún quitar del
me ha traído.
Este amor que a tus manos
luego, al contrario, fué deshecho,
buelto, por mis daños, en olvido;
En
Y
ti
Que como no
era bueno y verdadero,
Passó por mi firmeza
»Dexásteme,
muy
ligero.
cruel, sin acordarte
Que en un desierto sola por ti quedo,
En el qual, aunque canse por hallarte.
No sé ni veo adonde hallarte puedo.
Vencióte ingratitud por una parte,
miedo,
otra la condición del flaco
De
Al qual
Mas
el
los
pechos nobles dan de mano.
tuyo mostróse ser villano.
»Vete, traydor. cobarde, y plega
al
cielo
Que algún día exprimentes mis dolores,
En que no puede haver ningún consuelo.
mayores.
Ni amante los sufrió jamás
Con mi fuego
Y
De
se yguala,
acaban los tristíssimos
al fin,
tu yelo,
amores
de amor doña Ximena,
En infamia, dolor, tormento y pena.»
Y
la
loca
La
tristíssima Infanta assí dezía,
en
las selvas sus
Mientras sobre
las
quexas resonaván,
yerras reluzía
El agua que sus ojos derramavan.
Acabóse la noche y vino el día,
que ella los cerrasse, y no cansav.m
Sin
mirar el camino, por si vían
Aquél por quien llorando no dormían.
Como la bella Ariadna, que en la playa,
De
Del ingrato Theseo llora el olvido.
Sin remedio tener por donde vaya
Buscar
el fiero
amante endurecido.
su trayción pensando se desmaya,
Llamándole cruel y fementido.
En
grita, llora y siente
su querido ausente.
de
La perfidia
triste y tenebroso
tinieblas
que
Más
Así
Ximena
201^
20 2
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Le
fué todo aquel día, y
Que
De
el
siguiente,
passó sin sustento y sin reposo,
lágrimas biviendo solamente.
flaqueza y temor le hazen dudoso
La
Qualquier camino que seguir intente;
^las al fin
toma
el
mismo por do
fuera
El que llama, aunque verle ya no espera.
Va caminando,
Y
pues, pálida y lassa,
apenas con trabaio los pies mueve,
t.
En sus danos pensando y suerte escassa.
Que entre tantos la puso tan en breve.
Los desiertos caminos por do passa,
Con lágrimas ablanda
A
5'
no se atreve
llevar la jornada por delante
Sin parar,
como enferma, cada
Habiendo andado mucho,
instante.
fatigada
Del cansancio, passión y desconsuelo,
Pues siendo Infanta tierna y delicada,
sol, de noche el yelo;
Sufrió de día el
Fué
a dar en
De un pobre
un
casal
que era morada
labrador llamado Telo^
Cuya mujer, mirando su hermosura
Y traje,
recogerla
allí
procura.
La que necesidad desto tenía.
Con humildes palabras agradece
Aquella caridosa
No
{sic) cortesía.
queriendo perder
Y tanto
Que
a
la
lo
que
le offrece.
regalan aquel día.
Ximena acertado
le
parece
muerte, en
pequeño
Quedarse, hasta
la
Casal, sirviendo
en casa de su dueño.
Determinada en esto
Y
muriendo después
Como
el
como
esclava,
la labradora,
leal criada la lloraba.
El buen Telo, pensando
En
señora.
la
Sirvióles desde entonces
el
mismo
Meneses),
De que
la
ella
la
mejora
casal (que se llamaba
recibe por esposa.
aun se tienej)or dichosa.
Nació del primer yerro esta baxe2a
Tan desigual al ser de aquella Infanta,
Mas quien no tuvo en honra fortaleza,
PATKIA
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA
Que
en lo demás
Plonor
allí
le falte,
Excelencias que más
Y
lo primero,
en
no
me
espanta.
perdió, y aquí nobleza,
el
mundo
canta;
no fué Diana:
al fin,
Después a un labrador su sangre
allana.
oro finíssimo mezclado
Assí, el
Ouedó con baxo plomo, que
la
suerte
No suele dar a todos ygual grado
(Que es condición mas propria de
Unos suben
Y
Poniendo
Como
baxo
del
al alto
en baxo a vezes
al alto
la
muerte]:
estado,
le convierte,
ricas perlas entre arena,
se ha visto en Telo con Ximena.
El padre desta Infanta desdichada
Tuvo tanto dolor y sentimiento
De la afrentosa huyda no pensada,
Oue nunca pudo más bivir contento.
Y aunque de muy muchos fué buscada,
Haziéndose por su descubrimiento
Muy grandes diligencias, vanas fueron,
Pues
sin ella
más
tristes se bolvieron.
Rey si por ventura
Al yerro de Ximena ayudaría
Imaginando
el
Sufrir la condición áspera y dura
De su madrastra, que él favorecía.
De bivir más con ella no se cura,
antes repudiándola, la embía
su tierra, Galicia, con gran yra.
Suspirando de nuevo por su Elvira.
Mas
A
Templada por el tiempo la tristeza,
Le fué dando lugar con que buscava
En
las selvas del
bosque y aspereza
La quietud que en la corte le faltava.
De las casas que obró naturaleza
Dentro de los peñascos, se pagava
Más que de su palacio suntuoso.
En
el
qual no tenía aquel reposo.
entretiene.
A caza muchas veces se
Donde
acaso la noche le ha tomado
Juntó de aquel casal adonde tiene
La causa de sus penas y cuydado.
El dueño
del,
que
a recebirle viene.
203
204
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VKGA
Desde entonces se juzga por honrado,
Viendo su casa humilde ser posada
Del por quien era Hespaña governada.
Dale con voluntad sincera y buena
el campo no suele haber doblezes)
(Que en
Una
rústica
Conforme
y bien guisada cena,
pobreza de Meneses.
a la
Al padre conoció luego Ximena,
Que
irse a sus pies intenta
Mas
tanto
muchas vezes
Q),
que a querer salir comienza,
Impídenla el temor y la vergüenza.
Tenía ya de Telo, su marido,
Dos
*
hijuelos mellizos y tan bellos,
Que aunque en pobre y
rústico vestido,
La sangre de la madre se ve en ellos.
La qual, después de haberse resolvido
En
padre echar con
irse ante su
Hizo un
sutil
ellos,
enigma con que diese
A entender algo desto antes que fuese.
Del costoso vestido con que vino
A
aquel casal y monte despoblado,
Corta unas medias ropas de oro
fino,
Texido entre riquísimo brocado.
Y luego (haziendo un traje peregrino
Que en
La
parte alguna nunca fuera usado)
otra mitad de
baxo sayal
corta,
Insignias claras de su suerte corta.
Con
(Que
Y
hilos
brevemente
las
apunta
vestirlas los niños luego puedan),
después que
la
gerga
al
oro junta.
Dos extraños vaqueros hechos quedan,
En que con la riqueza se ve junta
La pobreza, y assí muy bien remedan
La gran desygualdad que puso el cielo
Entre
la Infanta
Unas
tortas
Hace con
Que
perfeción, de
que sabía
su padre gustaba, a quien
Por postre con
Y
y su marido Telo.
de huevos después desto
muy
presto
los niños las embía.
dentro de una dellas iba puesto
Cierto anillo de precio, en que se vía
(i)
Malas rimas, por defecto de
la
pronunciación portuguesa.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Un hermoso
En
rubí,
que
el le
había dado
su próspero tiempo ya passado.
Vestidos de librea tan extraña,
Mira
Y
los bellos niños el abuelo,
una admiración grande
Viendo
tal
le
Que, siendo preguntado, no
Antes su
Como
El
Queda
la
Infanta
no sabía
el
Rey con
oírle
sospechoso
podría su hija ser aquella.
después que miró
Pregunta más por
Ya
engaña,
le
sangre donde procedía.
De que
Y
-
historia cuenta sin recelo.
quien de
alta
acompaña
novedad en cas de Telo,
lo tiene
por
rubí precioso,
el
las señales della.
cierto,
Se informa muchas
ya dudoso;
vezes, hasta vella
Ante sus pies turbada y vergonzosa,
Como a fuerza del sol purpúrea rosa.
Cubierta de las lágrimas que vierte,
Dize
assí la
señora desdichada:
<Si la condición dura
Me
no
Si
de mi suerte
guardava esta vida desseada;
me
han dado mis desdichas muerte
Para por essas manos
me ser dada,
me tengo.
Por bien afortunada ya
Pues a besar tus pies indigna vengo.
»Del yerro, mi señor, perdón te pido,
Pero no de
la
pena que merezco,
Porque después de haberle cometido,
Con razón a mí misma me aborrezco.
Y quando vea yo que me has creído
La
ansia
que arrepentida aquí padezco.
Por ventura que acabe
muy
contenta
La vida que he passado con afrenta.
»Pues que no puedes padre ya llamarte,
Y esta honra he perdido
El
como infame.
nombre de mi Rey deve obligarte.
Que el mundo no me impide te lo llame.
No digo yo que dexes de vengarte,
Ni te pido la vida, pero dame
Algunas muestras, antes de
De que
te has lastimado
la
muerte,
con mi suerte.
20|
>
206
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
>Dame estos pies, señor, liberalmente,
No me quites el último consuelo,
Aunque con ellos pises esta frente
Y
Y
que algún día fué
rostro,
si
tu ser real
Cerca de
no
me
tu cielo.
consiente
pues soy mujer de Telo,
sí,
Mira que antes de serlo
fui tu hija,
Y
a nadie es
Y
»La mía lué cruel y rigurosa,
este mismo rigor que usó conmigo.
dado que su suerte
elija.
^
Humillando mi sangre generosa,
Ha servido a
De un pobre
de
los yerros
labrador
castigo.
me veo
Los rústicos trabajos con
esposa;
él sigo.
Hecha sierva y humilde labradora
La que siendo hija tuya fué señora.
»Y''a que mi proceder fué tan villano
Que
escureció tu sangre esclarecida.
Mátame, señor mío, por tu mano.
Pues también causa has sido de mi vida.
Con
recebir de
ti la
muerte gano
Publicarse que un rey fué mi homicida.
Guando no mereció mi baxo estado
Creer
el
mundo que
tú
me
has engendrado.
Quisiera proseguir, pero no pudo.
Que
la
fuerza del llanto lo impedía,
Y Ordoño
Lo que
(que de espanto quedó mudo).
hiziesse
en
tal
El amor paternal era
Que entonces
Y llevando
a
caso no sabía.
el
Ximena
escudo
defendía,
a la cólera ventaja,
Al castigo de aquella ofensa
Quedó
la
ataja.
arrepentida perdonada,
\' el
odio que tenía por eterno,
Con
la
nueva piedad se buelve en nada.
Que todo puede
A Telo
al fin
amor paterno.
pareció cosa soñada
Verse del mismo Rey de Hespaña yerno.
Por mercedes del qual, desde
Pudo
subir a
muy
Corriendo aquel de quien los
Años y
arado
el
sublime estado.
días,
largos siglos se formaron.
meses.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PAT^ilA
Los descendientes suyos muchas veses
Con ilustres familias se mezclaron
Y
deste sobrenombre de Meneses
A
su solar conforme, se llamaron,
Usando
el
(sic)
patronímico de Telo,
Pues su tronco y origen
En
le hizo el cielo.
este cuento algo infantil fundó
Lope de Vega
parte de Los Tellos de Meneses^ pero haciendo en
que
207
él
primera
la
modificaciones
ennoblecen, y dándole un sentido histórico y poético de que
le
carecía la leyenda genealógica. Guardóse de pintar a la Infanta
como mujer
fácil y liviana que se rinde a la deshonesta solicitud de
un criado de su casa y se ve luego afrentosamente abandonada por
él,
sino que dio a su fuga
tando
al
un motivo elevado y generoso, transportiempo de Don Ordoño lo que la historia cuenta del casa-
miento de doña Teresa, hermana de Alfonso
moro. Por huir de
tal
enlace, la
V de León,
con un rey
doña Elvira de Lope abandona
la
compañía de su criado Ñuño de Aybar, que la deja
monte, pero que no se atreve a atentar contra su honor,
casa paterna en
sola
y
en
el
se contenta
con robarla sus joyas, a excepción de una
sirve luego para el reconocimiento, escondida
vos que presentan
Pero
la
al
Rey en
aventura de
nuestro Lope en
el
la Infanta,
el viejo
y Tello
el
siglos
de
porciones de
la
la
la
la
Reconquista, Es
el
y
bellos
Ferreira, es aquí la
prestigio poético de este
que brotaron de
la
fanta-
fuerza de adivinación
histórica
vida de una familia montañesa en los pri-
epopeya,
Lope, y que ofrece
más
el
creación de los dos caracteres de Telia
mozo, y en
con que reconstruye
meros
la
de hue-
la tortilla
única cosa que pudo encontrar
el interés
maravilloso drama, uno de los
de Lope, consiste en
que
casa de los Tellos.
poema de doña Bernarda
que menos importa; todo
sía
en
sortija,
más
el idilio
idilio realista
levantado hasta
perfecto contraste con
lagosa poesía pastoral, a que él
nes de otro género, forzando
mismo
las
la
falsa
y empa-
rindió tributo en produccio-
y violentando
su castiza naturaleza.
Siempre he observado que aquellos dramas de su teatro
rico o legendario, en que
Lope
pro-
en que siempre triunfaba
histó-
se limita a pedir prestados a la his-
toria o a la tradición épica algún
nombre ó algún hecho, y luego
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
208
saca todo lo
demás de
fuerza poética
y en
viva
muy
su propio fondo, son
y
exposición,
fácil
técnica, a aquellos otros en
que
se
y
superiores en
hasta en regularidad
somete demasiado a
la
pauta de
una crónica y no quiere perder ninguno de sus datos. Lope, aun
in-
ventando mucho, persiste siendo poeta épico; pero en estos casos
es
de
además gran autor dramático, porque, disponiendo libremente
la materia, la adapta mejor al molde escénico, simplifica re-
lativamente
servir al
ñn
acción, encadena mejor los incidentes, haciéndolos
la
principal, prepara
todo, ahonda más en
el
con más arte
las situaciones, y,
trazado de los caracteres,
y matiza
logo de riquísimos detalles que no pueden tener cabida en
el
sobre
el diá-
rápido
y tumultuoso movimiento de escenas desligadas de que se componen aquellas comedias en que siguió puramente
No
es
de ésas Los Tellos de Meneses;
al
de leyendas, de
tipos
más puros
tizan
un texto épico, sino que fueron concebidas
dramático.
y
Y
del otro género
este
genero de comedias,
las
sobrio
la
que no drama-
que
ni la his-
indican, sino de
un modo
descripción de las costumbres domésticas
patriarcales, contrapuesta a la agitación
de
la
y montañés,
tal
como
tura de
un
interior rústico
pectadores se
los
como embrión
como Lope le entendía
tal
misma canción heroico-popular
y elemental:
histórico.
uno de
3'a
practicaba, suelen contener en 'pleno desarrollo lo
toria ni la
y
método
el
contrario, es
vida guerrera;
el
poeta
y
la
y
pin-
sus es-
imaginaban que habría sido en una antigüedad lejana
poética, pero
cuyos vestigios no se habían borrado aún en ciertas
los
recogió con
piadoso celo, dándoles vida perenne en su arte, no con
la fidelidad
comarcas de
la
Península. Allí los encontró Lope,
y
o frialdad arqueológica que hoy echan de menos algunos, pero que
era incompatible con el carácter popular de su Teatro, sino con una
poética mezcla de imaginación retrospectiva, de dulce
apego a
lo tradicional,
campos y de
las
y de observación
costumbres de
directa de la vida de los
los rústicos.
Este intenso colorido histórico de
la
obra, ha llamado siempre la
atención de buenos jueces, aun en tiempos en que
no se estudiaba
mucho
cía Viel-Castel
en
primeros
de
siglos
1
ni se
y melancólico
el
Teatro de Lope
conocía íntegramente. «Esta pieza (de-
840) presenta un cuadro vivo y animado de los
la
monarquía
Ya
los
reyes de
León comenza-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
209
ban a extender sus dominios; la nobleza que en tiempo de Pelayo
se había refugiado con ellos en las montañas de Asturias, descendía
poco a poco para establecerse en
moros;
la
montaña comenzaba
ban algunas nobles
reconquistadas a los
las llanuras
a despoblarse, pero todavía
que no querían abandonar
familias
el
queda-
suelo en
que sus antepasados habían llevado por tanto tiempo una vida
agreste e independiente. Cuando la Infanta llega a
Esas grandes caserías
Que
Y
pregunta
a
dellas parecen peñas,
dellas huertas parecen
un labrador cuáles son sus dueños, y
él la contesta:
Todas son casas que albergan
Hombres ricos mpntañeses,
Que se quedaron en ellas
Desde el tiempo de los godos;
Tienen aquí sus haciendas
Y
son reyes destos montes.
Esa que miráis más
cerca,
Es de Ramiro de Aibar,
Mi amo; esotra más vieja
Es de Servando Fernández;
Estotra es de
Mendo Vega;
Aquélla es de Ortún Ordóñez,
Y
está
de aquí legua y media
La de TeUo de Meneses,
Hombre
a
quien todos respetan.
»Tello de Meneses, designado
iguales, es en realidad el
Pero de
Cuyos
más
los
rico
así
como
el
primero entre sus
de todos.
que han quedado,
solares adornan
Paveses de antiguas casas,
Familias de gente goda.
La de Tello de Meneses,
Serrana, es la más famosa,
Más rica, y por muchas causas
Más respetada de todas.
Menéndez
y
Pelato.—Estudios
sobre el Teatro de Lope de Vc!;a,
14.
2(0
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE
Cincuenta pares de bueyes
Aran
De
la tierra,
abundosa
rubio trigo, que apenas
Hay
que
trojes
Trepan
le recojan.
estas altas peñas
Fértiles, cabras golosas
En cantidad, que parece
Que otro monte inculto forman.
Bajan a este claro
De
A
río.
aquellas nevadas rocas
beber tantas ovejas,
Que unas a otras se estorban
No hay dehesas, vegas, prados
Adonde las vacas coman.
Con
de Tello
ser
Diez leguas a
En
De
llegando
la
las
mieses
redonda
la
vendimia,
negras uvas rebosan
Los
lagares,
que
las
cepas
Por pardos sarmientos brotan.
más hombres
Treinta y
Y
el
la pisan,
mosto que sus pies moja.
Para cuando vino sea
Les jura vengar su honra.
Aquí en cárceles de erizos
Le dan
castañas sabrosas
Los montes,
las
anchas vegas
Verdes peras, guindas
Con
las pálidas
rojas,
camuesas,
Nueces, avellanas, moras,
Serbas, nísperos y almendras,
Que flores de nácar bordan
En esos bosques sombríos,
Con amorosas congojas,
Braman rail sueltos venados
desdeñosas.
Por
las ciervas
Los
conejos, advertidos,
Por
los vivares se alojan,
Y
escogen campo
las liebres
Adonde
ligeras corran.
Cuando
el
Su verde
madroño sangriento
fruta colora.
\
EGA
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
de sus
Salir
altas
211
cuevas
Los osos peludos osan.
No menos los jabalíes,
Que el verano se remontan,
Vienen a buscar hambrientos
Las sazonadas bellotas
Y
aunque
estéis aquí
dos años.
Sin ser falta de memoria,
No
sabrá
si le
servís,
Porque hay doscientas personas.
j>En
medio de
que nadie
esta rústica opulencia, Tello
de
Ja sencillez
ha conservado más
los siglos pasados. Viste el
mismo
traje
y toma parte él mismo en
Extremadamente dadivoso cuando se trata de ayudar
que
sus labradores, vigila sus trabajos,
las fae-
nas.
al
Rey,
de socorrer a un amigo o de aliviar la miseria de un desgraciado,
observa en su casa
traste
la
más
estricta
da ocasión a escenas
muy
y minuciosa economía. Este cony de excelente fuerza có-
sabrosas
mica. Vienen unos aldeanos a pedirle
a labrar una iglesia en
cólera
y maltratando
a
vega,
que contribuya con su limosna
encuentran poseído de violenta
y
uno de sus pastores que había dejado perder
la
le
un pie de lechón. «Vamonos, señor Aybar», dice un labrador
al otro.
¿Éste es Meneses,
«
Aquel noble y liberal?
No he visto miseria igual,
»
Quieren
irse,
obliga a explicar
el
en efecto, pero Tello
motivo de su
— ¿Tres
visita,
y
visto, los llama, les
da 3.000 ducados.
les
mil?
— Mirando en
Y
ha
los
un pie
en otras cosas ansí
Puedo daros lo que os di,
Y otros muchos os daré.
»Otra vez recibe una carta del Rey, que
20.000 ducados para
de
la
guerra
pide un donativo de
(l).
Le manda inme-
De esta escena y de otras de esta comedia, hay evidentes reminiscenen Gaj-cia del Castañar.
(i)
cias
los gastos
le
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2 12
diatamente 40.OOO, pero no quiere que su
que ha de
hijo,
ser el
mensajero, se atavíe con nuevas galas, sino que lleve un vestidillo
usado.
»E1 carácter rudo y original de Tello
todavía más por
más
lán,
de
las cortes,
Con
contraste con
el
de su
acentuado
viejo, está
hijo,
joven apuesto y gay en la pompa
inclinado a buscar la gloria en los combates
que
sus mayores
que
el
el
de Viel-Castel concuerda
el juicio
lleva la fecha
cordarse, por ser
que comenzó a
obscura y laboriosamente en
a vegetar
el
solar
de
(l).
»
de 185 5j y
uno de
es,
de Milá y Fontanals,
muy
digno de re-
primeros estudios de crítico español en
los
iniciarse la reacción
admiradores de Calderón y
el
aunque breve,
el justo
contra
el
exclusivismo de los
desagravio de
la gloria
de Lope.
Nuestro venerado profesor, cuyo poderoso talento analítico en tantas cosas se adelantó a su tiempo,
exigua parte de
las
comedias de Lope; pero con esto
para darle resueltamente
la
damos hoy,
<A no
a lo
engañarnos
inclinarse
palma sobre su
la
menos para reconocer en
— decía —
de nuevo
no conocía entonces más que una
al
,
el
rival,
le bastó, si
como muchos
no
se
méritos ¡guales.
ellos
favor de los críticos está dispuesto a
padre del teatro español, y sin ánimo de es-
tablecer una comparación siempre
y para nosotros imposible,
bien puede asegurarse que, por méritos ya comunes, ya distintos,
cabe colocar a
deramente
los
ática
dos a igual altura. La facilidad,
alcanza Calderón, de
gracia verda-
y
si
carece de
la
aquel fuego interior
al
sublimidad que a veces
que alumbra
el
conjunto
menores partes de algunas de sus composiciones, y por el cual
puede llamar justamente gran poeta lírico, es aquél, en cam-
las
se le
bio,
la
de Lope de Vega, no son prendas que se hallan
volver de cada esquina;
y
difícil
más
é^ico, pintor
más
universal,
más comparable
al trágico de
que Inglaterra se gloria. Los dramas del Fénix de los ingenios ofre-
cen una disposición menos perfecta, menos trabazón y
muchos
artificio,
que
otros de nuestro Teatro; mas, por otra parte, parece
que
conservan más
(i)
la sencillez
del primitivo argumento,
Louis de Viel-Castel, Essai sur
pentier, 1882),
I,
11 o- 117.
le
que están me-
Théátre espagnol {Faris, G. Char-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
213-
nos plagados de lugares comunes escénicos y de situaciones convencionales.»
Y
llegando en particular a Los
poder
es
un rasgo tomado de
imaginación y
historia real,
la
la traslada
Hay en Los
bitos labradores
casi
independien-
y descendientes de ios antiguos señores del país,
real
la
argumento.
Meneses, advierte que
de estas familias de labradores,
«la representación
tes del
Tellos de
y
que desde luego subyuga
a los remotos tiempos en
Tellos
alcurnia hidalga, semejante
la
que pasa
de Meneses un contraste entre
eí
los há-
que tanto agrada
al
en García del Castañar^ pero más desenvuelto, aunque en menos
trágico asunto. Entre las bellezas que en esta composición pudieran
notarse, sobresale el carácter de Elvira (pocas veces desmentido),,
una especie de prestigio que consigo
salla a todos, sin
exceptuar
rístico del autor se
lleva su presencia
celosa Laura.
la
explaya principalmente en
Obsérvase en algunas escenas
el viejo
Mas
el
de
romances de
la
los siglos IX u xi lo
en
el
valor de la
el
que emplean nues-
el tafetán, la
200
reales,
moneda en
xvi,
el
y
tiempos
los
joven pone coche, su padre, que
acaba de mandar una dádiva como suya
a cuánto ha costado
llegará a
la
que podía pasar por anticuado en
de antaño. Así, cuando Tello
suma
pintura de Tello
época de Lope: dábase entonces como propio
se insistía particularmente
la
la
y que ava-
talento caracte-
intento de pintar las cos-
tumbres antiguas de una manera semejante a
tros
el
Rey de León, pregunta
al
madera,
la
clavazón, y al ver
exclama fuera de
sí:
«Acabarme
que
quie-
res ya» (l).
Discretamente quedan indicados en estos
pueden añadirse
los
juicios, a los cuales
de Klein, Schaeffer y Ernesto Lafond
principales bellezas de este simpático poema, tanto en
y
la
(2), las
apacible
graciosa pintura de una sociedad rústica, pero no bárbara, aná-
loga de algún
modo
a los clanes descritos
maestro escocés, cuanto en
(i)
el
en
las
novelas del gran
vigor característico con que están
el Diario de Barcelona, 19 de junio de 1855,
Obras completas del Dr. Milá y Fontanals, tomo IV (Bar-
Artículo publicado en
reproducido en
las
celona, 1892), páginas 394-398.
(2)
Da
Klein, X, 140-155.— Schaeñer,
II,
138-141.— Lafond (Ernest), 202-217.
preíerencia a la segunda parte, lo cual es inadmisible. Schaeffer, por
el contrario, la rebaja demasiado, y no la cree de Lope.
la
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
214
trazadas
y contrapuestas
de Tello
las figuras
el
viejo
y Tello
el
mozo,
bastantes ellas solas para probar que su autor, cuando quería escri-
con igual cuidado y meditar un poco sus planes, rayaba tan
bir
alto
como
el
Añádase a
que más en
esta parte esencialísima del arte dramático.
esto la claridad de la fábula, en
variedad de lances
y
situaciones, que,
gendrar confusión y sirven
pecto en
Tello
casi
feliz
la vez;
espléndido en medio
y
sus riquezas; sencillo
linaje
él
pero receloso siempre de
fiel,
y asechanzas de
la corte.
«No conocemos nada más noble que
este carácter
de Tello
(es-
francés Lafond). El basta para explicarnos el carác-
el crítico
ter español, sobrio
las
y
que es
en su retiro hasta que llegan a
tempestades del mundo; subdito
los peligros, vaivenes
en
riqueza
siempre para mostrar un nuevo as-
económico y dadivoso a
el viejo:
labrador por sus costumbres;
cribe
la
original carácter del verdadero protagonista,
el
de su parsimonia; gran señor por su
las
medio de
con ser tantos, no llegan a en-
grandes;
y
en
las
cosas pequeñas, generoso y aun pródigo
esa dignidad nativa que se encuentra por donde-
los harapos y la raída capa del mendigo.»
Es digna de admiración, finalmente, y atrae y embelesa el ánimo, la riqueza de poesía lírica y descriptiva que derramó Lope en
quiera,
aun bajo
las principales
brillantez
escenas de esta comedia, superándose a
y armonía,
lo cual
obras de su portentosa vejez,
sí
mismo en
generalmente se observa en todas
como
si el
sol
de su
fantasía,
las
próximo
a ponerse, lanzara entonces sus destellos más suaves. Algunos de
estos trozos
ticas;
pueden considerarse como intercalaciones poco dramá-
pero es
tal
su hechizo,
que nadie se atrevería a cercenarlos.
Así, por ejemplo, las estancias puestas en boca de Tello el viejo:
¡Cuan bienaventurado
Puede llamarse
el
hombre.
y que son, sin duda, la mejor entre las innumerables
hizo Lope del Beatus Ule de Horacio.
paráfrasis
que
Ignoro qué motivos pudo tener Hartzenbusch para dudar de
autenticidad de
la
la
segunda parte de esta comedia, intitulada Valor,
fortuna y lealtad de los Tellos de Metieses. Únicamente dice que en-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
cuentra en
Hay
gran diferencia. Conñeso que yo no
el estilo
21$
la
percibo.
algunos casos de culteranismo rabioso que pueden achacarse a
un refundidor, puesto que Lope no publicó esta comedia; pero en
el
mismo
caso están otras suyas de las que se imprimieron sueltas:
por ejemplo, Las Doncellas de Simancas, de cuya legitimidad nadie
duda, y donde, sin embargo, hay cosas que Lope, ni aun en sus
mayores accesos de mal
dias,
floja
y
desaliñada. Pero nada de eso
parte de
Los
Ja primera,
Tellos^
pero en
que no
y menos en sus comeaunque muchas veces
tersa,
imprime carácter en
está, ciertamente, tan
cual veo trozos que no
la
segunda
bien escrita
pueden
como
de
la
ejemplo, este diálogo de tan sabroso realismo
y
la
mano de Lope; por
sana
gusto, dijo nunca,
cuya locución suele ser llana y
ser sino
filosofía práctica:
TELLO EL VIETO
¡Ah, Tello! ¡Pluguiera a Dios
Que en
aqueste verde muro,
Sin reyes, a lo seguro.
Descansáramos
los dos!
Conozco tu gran fortuna;
Pero díme:
¿a
quién levanta.
Puesto que ponga
En
de
la frente
la
la
planta
luna
(Que aquellas manchas que
ves,
Pienso que pisadas fueron
De
dichosos,
que pusieron
Sobre su rostro
Que no
le
los pies) (i\
haya derribado
Antes de acabar
la
empresa?
Que si del. coche me pesa,
No es por lo que haya costado.
Mas porque de mala gana
Paso desde labrador
A imitar
con
La grandeza
el
señor
cortesana.
Que mirando
sus cuidados,
Esta imagen, elevada y atrevida, pero conceptuosa, puede ser parénque considero como refundidor de esta comedia, si
se admite la hipótesis de una refundición.
(i)
tesis intercalado por el
2l6
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
¿No sabes, Tello, que pierdes
En ciudades campos
Y
verdes,
por vasallos ganados?
Si a la
Tan
mañana, entre gente
como
lucida
ingrata.
Se lava en fuente de
¿Qué más
Si
Oye
plata,
que esa fuente?
plata
escuchando aduladores
lisonjas suaves,
^
¿Qué más dulces que esas aves
Que
se están diciendo amores?
Si le
dan manjares varios
Los cocineros curiosos,
¿Cuándo fueron provechosos,
Sino a
Un
Y
la
salud contrarios?
capón, cuando le mates,
una manida perdiz
Come el señor, con telliz
De azúcar y disparates;
a
comer
te falte
limón,
Mas cuando
Aunque
te sientes,
¿Qué ha menester un capón
Sino buena gana y dientes?
Blasone
el
Que nunca
señor bizarro;
salió,
Cometa por
en
rigor,
labrador,
Ni se dio veneno en barro
(i).
TELLO EL MOZO
Padre, de consejos tales
Yo no os tengo qué decir;
Ese modo de vivir
No es de hombres, es de animales.
Hasta ahora, desde Adán,
Que
(i)
el
mundo
estaba en mantillas.
el oro mezclaban el veneno
Los tiranos de Grecia y de Sicilia:
Siempre el barro corrió inocente y bueno,
En
dice el Dr. Bartolomé Leonardo de Argensola en una de sus epístolas.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Y
daban
les
21/
las orillas
Agua, y las bellotas pan,
Estudiaron policía
Los hombres;
las
soledades
Trocaron por
las
ciudades,
Hubo
rey y monarquía.
Las leyes fueron también
Instituto celestial
Para castigar
Y
el
para premiar
mal
bien.
el
Mal cumplieran con sus nombres,
Ni fuera entre
Que
Y
humanos
les faltara a los
Y
De
hombres.
creed que no es compás
almas nobles, de hombres buenos,
menos
Estarse siempre a ser
Y
Esta es
la
ley,
hubiera entre abejas rey
no
llegar a ser
más
manera de Lope, que con
la
de ningún otro poeta de
su tiempo puede confundirse, porque nadie
le iguala
en esponta-
neidad y frescura. ¿Quién no dirá que este trozo es hermano gemelo
de
la
hijo,
gallarda controversia económico-política entre el padre
que hay en
primera comedia.-'
la
TELLO EL VIEJO
Y
;es justo
que en esas
galas
Gastes con tanta locura
El dinero que no
¿En qué está
De
Al
la
o
al
que cuida
el
uno
vista seda
otro una jerga basta
¿Beber en
O
al
su cuidado y labranza?
En que
Y
ganas.^
diferencia
nobleza heredada,
oficial
De
la
cristal es poco,
de algún arroyo
Comer en
el
agua
plata o en barro,
Supuesto que más se
gasta,
Pues nunca de su valor
y
el
2l8
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Faltó
De
quebrada?
la plata
La perdición
jAy, Tello!
las repúblicas
causa
El querer hacer los hombres
De
sus estados mudanza.
En
teniendo
el
mercader
Alguna hacienda, no para
Hasta verse caballero,
Y
más desigual se iguala.
¿Qué hijo de un oficial
Lo mismo que el padre trata
al
De aquí nace aquella mezcla
De cosas altas y bajas,
Que los matrimonios ligan.
Con que sangres y honras andan
Revueltas; de aquí los pleitos,
Las quejas y
las
Hidalgo naciste,
espadas.
hijo,
Pero entre aquestas montañas.
De un labrador que ha vivido
Del fruto de cuatro vacas.
Seis ovejas y dos viñas.
Dejad
Y
al
señor
las galas
a los soldados las plumas;
paño y la abarca;
Que yo soy mejor que vos
Volved
Y tal
Por
al
vez los pies
el
Las nieves de
Y
me
calzan
riguroso enero
las
montañas,
en junio las canas cubre
Algún sombrero de paja
TELLO EL MOZO
Conozco que han sido exceso
De un
labrador estas galas;
Pero no de un
Que
hijo \-uestro,
sois rey destas
montañas.
Si fuérades labrador
De
aquellos que cavan y aran.
No pudiera
Satisfacer
a vuestra queja
mi ignorancia;
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Pero
cuando del
si
cielo
En copos la nieve
No cubre más destos montes
Que con las guedejas blancas
baja,
Vuestro ganado menor;
Y
de ovejas y cabras
los prados pueblos,
si
Parecen
Y
yerba y agua
Si tenéis
Tantos
Y
cofres, tantas arcas,
tiran cien
De
les falta;
de plata y oro
hombres sueldo
vuestra familia y casa.
¿Por qué os engañó
En
edad
la
decir que lo que acaba
Las ciudades es hacer
X
Los hombres
tales
mudanzas?
El que su casa no aumenta,
Y
la
No
como estaba,
hombre digno de honor.
deja
es
Antes de perpetua infamia.
^Para qué camina un
hombre
Tanto mar sobre una
tabla;
Para qué estudia y pelea.
Sino para que su fama
Aumente a su casa el nombre?
Que si el mundo se quedara
En el oficio de Adán,
Naturaleza, afrentada.
Se corriera de mirar
Por muros y torres altas,
palacios, por ciudades,
Por
Montones de
No
trigo y paja.
hubiera ciencias, no hubiera
Quien
el
mundo
gobernara.
Ni pinturas, ni esculturas.
Sedas, piedras, oro y plata.
Yo, en efecto, padre mío.
No me
inclino a cosas bajas:
Si os cansan mis pensamientos,
A
mí
Que
los vuestros
si
me
agravian.
vos estáis contento
219
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
220
Del campo y de su ganancia,
aspiro a cortes de reyes
Yo
Y
Se dirá que
el
a
ennoblecer vuestra casa
autor de
la
segunda parte quiso imitar de pro-
pósito este bellísimo trozo de poesía filosófica; pero en ese caso le
hubiera recargado en vez de simplificarle, y, por el contrario, se
mucho más rica y elegante la locución poética en el
observa que es
primer diálogo que en
armoniosa
segundo, menos familiar
el
la versificación,
Por otra parte, aunque
pia,
la
y alabanza de
la
en
la
la
el estilo,
primera comedia tenga su unidad pro-
composición, es decir,
aldea, sólo
menosprecio de
el
queda plenamente desarrollado
segunda, que, por lo dramática y apasionada, contrasta
mente con
el
tono apacible y bucólico que domina en
Todavía hay escenas villanescas y descripciones de
como
menos
ideas sean casi las mismas.
las
rigor no exija continuación, parece, sin embargo, que el
y en
pensamiento moral de
la corte
aunque
las del bautizo del nieto
personajes a
la
la
feliz-
primera.
fiestas rústica?,
de Telio; pero cuando traslada a sus
corte de Alfonso el
Magno
^
el
autor atiende principal-
mente, como en Los Prados de León (cuyo argumento tiene mucha
analogía con
de esta comedia), a notar
el
los
cambios de
traje
y
condición en aquellos labradores trocados en cortesanos; a mostrar
la ingratitud, la
el
soberbia
y
la perfidia
candor; a poner de manifiesto
la
en lucha con
la
inconstancia de las cosas
nas en las rápidas mudanzas que ensalzan o abaten a
los Tellos; y, finalmente, el triunfo
contra
las
sinceridad
de
la
inocencia y de
la
maquinaciones del palaciego D. Arias y
rrías del
muchacho
para desenlazar
escena en que se
zas es el mismo,
le
y
arma
biza-
a nuestra
paz
a nuestro antiguo sosiego,
Que
algún poderoso envidia
La que en
el
campo tenemos
Lope
con
la
de ambas pie-
en estas palabras del viejo Tello:
desnudaos de presto;
Volvamos
Y
volun-
las
e inesperado
caballero. El sentido moral
se declara
Hijo,
feliz
de
la lealtad
Garci-Tello: graciosa creación que sirve a
comedia de un modo
la
familia
la torcida
tad del ^Monarca, que poco a poco se va desarmando con
y
huma-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
La segunda
parte, por consiguiente,
más recargada de
aunque
está
regular
y armonioso,
lances
también menos vigor en
perfección en
de
político
sina a la cortesana, el
áulica,
y nos
la
histórico, los
revelan algo sobre
patronato rural a
la
el ideal
nobleza campe-
dorada servidumbre
la
y en realzar con bellísimas imágenes
ridad patriarcal y de
Hay
llama Klein, son,
la
complace en oponer
se
el estilo.
poema
para mí, inseparables: juntas forman un gran
anales de una familia montañesa,
que
primera,
caracteres, pero en el fondo son los
los
mismos. Las dos partes de esta dilogia, como
su autor,
la
1
y ofrece un conjunto menos
como menos
así
no es indigna de
22
cuadro de
el
Y
antigua vida de familia.
la
auto-
como no en vano
grandes poetas se llamaron vates, porque tuvieron siempre entre
los
sus dones el de la adivinación
y
el
mismo que Lope
presagio, esto
poéticamente amaba y se complacía en poner en una remota edad
de oro, es
mismo que ahora
lo
preconiza,
como
principio de refor-
ma, una escuela de pensadores ya numerosa y armada con todos
medios de
la investigación
los
moderna. ¿Qué viene a ser Tello de Me-
neses en sus montañas sino una de aquellas autoridades sociales de
que nos habla Le Play?
X.
Los Jueces de
(*).
Castilla.
de Vega una comedia que
A
regrino.
nombre de
— Con este
título
había escrito
está citada en la segunda
IMoreto, e inserta en la
lista
Lope
de El Pe-
Primera parte de sus
comedias (1654 Y '^^77)^ se halla otra con el mismo título, publicada
también en la Verdadera tercera parte del mismo autor (1676 y
1703), luego en ediciones sueltas, y por último en
tro de Moreto, coleccionado con
de Autores Españoles por
2.°'
y
mucho esmero para
del Tea-
la Biblioteca
difunto académico D. Luis Fernández-
impresas en Madrid, en la «Imprenta de Juan Sanz en la
y custodiadas en la Biblioteca de Parma. El texto de una de
i.^ Parte) parece mejor que el de la Parte XXL
Pay-te),
calle
de
la Pciz»,
ellas
(el
de
En
tomo
Restori menciona dos ediciones sueltas de Los Tellos de Metieses
(*)
(i.*^
el
el
la
Revista de Filología española (abril-junio 1921), D. José F. Montesinos publica una Contribución al estudio del Teatro de Lope de Vega, de la cual
la
resulta que la versión más antigua de la leyenda de los Tellos de Meneses,
consta en un nobiliario de últimos del siglo XV, que se conserva en la Bi-
blioteca escurialense y que se atribuye a Diego Hernández de Mendoza. La
leyenda aparece reproducida en otros nobiliarios posteriores también manuscritos.
— (A.
B.)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2 22
Guerra. Creo firmemente, y procuraré demostrar después, que estos
Jueces de Castilla de Moreto no son más que una refundición de los
de Lope, y que pueden sustituir muy aproximadamente a su comedia perdida. Pero antes debo indicar algo sobre los orígenes del argumento.
Hay que
distinguir en él dos partes:
una histórica y otra tradila muerte
cional, tenida hoy generalmente por fabulosa. Es histórica
de
Condes de
los
doño
II.
Bermudo
los
No
Castilla
por mandado del Rey de León
El Cronicón del obispo de Astorga Sampiro
II,
y primer autor que
Don Or-
(l), hijo
de
refiere este hecho, llama rebeldes a
y parece considerar como acto de justicia el del Rey.
se declara en qué consistió la rebelión; pero es evidente que el
condes,
ooder de aquellos grandes vasallos tendía ya a ensancharse a costa
Corona y a recabar una especie de independencia, que al cabo
consiguieron, pasando de meros gobernadores nombrados por el
de
la
y de ningún modo hereditarios (como tampoco lo habían sido
bajo la monarquía visigoda) (2) a condes propietarios y soberanos,
como lo fué, por términos más o menos legales, Fernán González,
ivey,
de quien data
la
verdadera emancipación del condado.
Los nombres de
según Sampiro,
go,
los
condes sacrificados por
Ñuño Fernández, Almundar
y Fernando Ansúrez: y
el
Don Ordoño
fueron,
el Blanco^ su hijo
lugar de la tragedia,
el
Die-
palacio
de
Tejares, a orillas del río Carrión.
Ni en Sampiro
en otro ningún documento anterior
ni
al siglo xiii
consta que los castellanos se levantaran en armas después de la
muerte de sus condes,
Et quidem rex
(i)
ni
menos que rompiesen
la
obediencia a los
Ordofíius, ut erat providus et perfectus, direxit nuntios
Burgos pro Comitibus, qui tune eamdem terram regere videbantur, et erant et
rebelles. Hi sunt Nuíitiius Fredenandi, Abolmondar Albus et ejus fiUus Dida
cus, et Fredenandus Ansurii Jilius, et venerunt ad palaciuyn Regis in fivulo qin
dicitur Carrion, et ut ait Agiographa: « Cor regum et cursus aquarum in manii
Domini* nullo
sciente, exceptis consiliariis propriis, cepit eos, et vinctos catena-
ad Sedem Regiam Legionensem secum adduxit, et ergastulo
ibi eos necari jiissit. (España Sagrada, XIV, 463-64.)
tos
it
carceris trudi,
In quibusdam civitatibus Comités a Rege fueraní constituti (Pauli Diavitis PP. Emeritensium, ij; España Sagrada, XIII, 375.; Uno de
estos condes, "Witerico, llegó a ser Rey de los godos (Ibíd., 376). El que pre(2)
coni,
sidía
.
De
en Mérida llevaba
el título
de Duque.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Reyes de León y
eligiesen jueces para su gobierno.
pecies, evidentemente
Túy y
muy
22$
Todas
estas es-
sospechosas, proceden de D. Lucas de
del arzobispo D. Rodrigo (l).
Cotejando una con otra estas narraciones, se ve que difieren en
algunas cosas.
ticias
Don Rodrigo
no sólo a
llanos,
atribuye
de que eran víctimas en
el
la
guerra,
levantamiento de los caste-
sí,
las tiranías e injus-
Tribunal de León. El Tudense dice
que Laín Calvo no quiso aceptar
dano afirma que
el
muerte de sus condes, sino a
la
la judicatura, al
paso que
pero que atendió principalmente a
el
Tole-
las cosas
de
y poco o nada a las judiciales, por ser de condición brava
más de lo que conviene a un juzgador. El personaje pa-
e iracunda,
rece histórico, y ya en
la
crónica latina del Cid (siglo
cionaba entre sus ascendientes, pero sin
No
sólo por la fuerza del
el inciso tet
erant ei
xii) se le
de
rebellesi>,
el
men-
juez.
argumento negativo, sino por
El Tudense empieza por copiar
(i)
miendo
calificarle
las difi-
texto de Sampiro, pero supri-
que tampoco
está en la copia interpo-
mismo Cronicón que inserta el Silense en el suyo, y
nado de Don Fruela 11 (era 961) añade lo que sigue:
lada del
al llegar al rei-
<Rege Froylano vívente nobiles de Castella contra ipsum tyra?midem sumpseeum Regem habere nolentes. Elegerunt, auiem, sibi dúos iudices nobiles
runt,
milites, id est
Nunnum Rasoiram
de Catalonia
sem, qui noluit suscipere iudicatum;
Nunnus
(?)
et
Lainijim Calmim Burgen-
vero Rasoira
lít
erat vir sapiens
petivit ab ómnibus Comitibus Castellce, ut darent sibi filio s suos nutriendos.
Habebat ipsefilium nomine Gundisalvutn, quem cum aliis nobilitcm filiis educaSapienter se gessit Nunnus Rasoira in iudicatu suo, et totam Castellam
usqiie flumen de P i sarga itcdicavit duin vixit. Tune e?ii?n angustatum est Regnum
Legiofiense et in prcedicto flutnine metam fecit. Hunc siviplicem militem Castevit.
llani nobiles super se iudicem erexerunt ne si de nobilioribus suis iudicem facevellet in eis dominar i. Post mortem autem Nunnii Rasoirce tiobiks
ab eo nutriti filium eius Gundisalvum Nunnii, sibi iudicem fecerunt, et etia/n
Comitem vocaverunt, dantes ei pro uxore Xemeíiam nobilissimam filiam Nunnii
rentpro Rege
Fernandi, ex qua filium habuit nomine Fernandum. Prcedictus autem Gundisalvus Nunnii fuit sententia iustus et armis strenuus, et multa bella intulii
regno Legionensium et Saracenis
> (Lucae Tudensis, Chronicon Mundi, en
Hispania Illustrata, IV, 82-83.)
El arzobispo D. Rodrigo (lib. IV, cap. XXU) no sólo omite la calificación
de rebelles, sino que declcira inocentes a los condes y execra la conducta del
Rey: *Et posuit maculam in gloria sua, et crúorc i/i/iocuo balteum gloria
la
offuscavit.-d
En
el libro
siguiente (tomo V, capítulos
más ampliado que en
nobiles
Bardulia
quce
el
I y II) trae el cuento de los jueces,
Tudense y con más sabor castellano: *Eisdem diebus
nunc Castella
dicitur, attendentes nobiles suos
Nunnium
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
224
cuitadas cronológicas que todo
jueces de Castilla,
el P.
historiadores,
Yepes,
tradición de los
la
aunque defendida doctamente por Berganza con-
ha sido abandonada por
tra Perreras,
envuelve, y en que ya re-
el relato
pararon Ambrosio de Morales y
que a
lo
sumo admiten
la
mayor
parte de nuestros
de
la existencia
no como supremos magistrados de un pueblo
tales jueces,
como
libre, sino
tros componedores. El Cronicón de Cárdena los llamó
alcaldes cibdadanos nuestra poesía popular, en la Crónica
las
a la forma épica degenerada.
y pertenece
En
la
y
rimada de
mocedades de Rodrigo, cuyo texto actual no es anterior
glo XIV,
arbi-
alcaldes',
al
si-
introduc-
ción en prosa (no sin rastros de versificación) que lleva este poema,
se cuenta de este
modo
la elección:
«E porque
los Castellanos
yvan
Fernandi, Almondar Álbum et filium eius Didactwi vocaios ad colloquiíim ex
factione a rege Ordonio interfectos, tyratinum etiain Froilam et multa alia
qu<z^ eis euntibus
ad
bant, rideutes étiam
et pro indicio
et
iudlcium, a Regíbus et magnatibus Legione iniuriose fie-
quod
contemptus
et
termitii gentis succ ex otnnibus partibus arctabantur,
contumelias reportabant, sibi et posferis providerunt,
dúos milites non de potentioribus sed de prudentioribus
elege7-unt,
dices statuerunt, ut dissensiones patries et querelantiii7n causee
pirentur.
Unus fuit Nunnius Nunnii
dictus
Rasura,
alter dicebatur Flavinus Calvtis; iste tamen, aut
nil,
jilius
quos et ín-
eorum indicio soNtmnii Bellidez:
aut parum de iudiciis co-
gitabat, scdarmis et militiie insistebat: erat enim facile iracundus nec causarum
varia pacifice sustincbat, quod non compeiit iudicanti. Ex huius ge?iereprocesse» (Sigue la genealogía de Laín
j-unt multi et alii magni nobiles de Castella
en la cual figura Diego Láinez, padre del Cid.)
i.Nunnius autcm cognomento Rasura, fuit vir patiens et tnodestus, sollers et
prudens, indusirius, circumspectus, et sic ab ómnibus amabatur, ut vix esset cui
Ccilvo,
eius indicia displicerent, aut eius scntentias causaretur, quas
tamen rarissime
proferebat, guia in compositioue amicabili fere omnia terminabat; et sic carus
ab ómnibus habebatur ut locus aliquis detractioni, vel invidice non pateret. Hic
,
Gundisalvum Nunnii, qui cum esset adolescens, boJta Índole
cocetaneis pr<B7ninebat, et futurorian iudiciis 077inibus co77iplacebat. Niuinius vero
]iabuit filium no7nine
pater ejusfere ab 07imibus Castella
77iilitibus do7nicellos filios
quos curialitate, affabilitate et bonis
77toribus sic instruxit,
tium de profectu filiorum profiterentiir
Nu/mii
centes sic era7it Gu7idisalvo
sociarent,
7iec
visset factus
runt, et duxit
el
7nilitia7n
militice,
uxorem
ad
eum quasi domÍTium
Cumque ere-
7tiodicum separari.
strenuus exercebat, et pacis dulcedi7iem in patria
quod patre suo
etiam pri7tcipatum
fué
se tali nutricio obligatos; et ipsi adoles-
dilectione co7tiuncti, ut
posse7it ab eius conso7-tio vel
77iiles,
reti7iebat, ita
petiit 7iutrie7idos,
ut paires adolesce7i-
7nortuo,
patri fuitfavore
conniventibus
iis
07n7iiu7n substitutus, et
qui secu7n nutriti fuerant, addide-
nobilissÍ7na7n Se7nena7n 7i077iine
>
Este Gonzalo Núñez
abuelo de Fernán González. (Patrian Toleta7i07-u7n opera,
III, 98.)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA.
Rey de León con
a cortes al
en
ñjas
225
y mujieres, por esta rason fisieroa
el uno a la corte, que el
dos alcaldes, e cuando fuesse
Castilla
otro mamparasse la tierra. ¿Quáles fueron estos alcaldes? El uno fué
Ñuño
Rasura, e
el
otro
Layn Calvo. ¿E por qué dixieron Ñuño
Rassura este nombre? Porque cogió de Castilla señas e migas de
pan
»
En
el
cuerpo del poema, se vuelve a hablar de Laín Calvo y de
su familia:
E vedes
V. 190.
por qual rrasón: porque era León cabesa de los rreynados.
Algósele Castilla, e duró bien dies e siete años;
Algarónsele los otros linaies donde venían los fijosdalgo.
¿Dónde son
¿Dónde fué
E
Con
Con
El
estos linajes? Del otro alcalde
este
cuatro
fijos
que llegaron
a
buen
stado,
seysientos cavalleros a Castilla manpararon.
Rey de León
Oytme,
dice a los cuatro hijos de Laín Calvo:
caballeros,
muy buenos
Conde de Gormaz increpa
el
i
vino a Sant Pedro de Cárdena a poblar este Layn Calvo
Del más onrado alcalde que en
y
Layn Calvo.
Layn Calvo? Natural de Monte de Oca.
Dexat mis lavanderas,
a
fijo
fijosdalgo
Castilla fué
nado
,
Diego L^inez en son de vituperio:
del alcalde cibdadano
(i).
La Crónica Generai, aunque compuesta desde un punto de
vista
de unidad monárquica, dio cabida a estas tradiciones castellanas y
antileonesas de sentido algo democrático, según las interpretaron
D. Rodrigo y D. Lucas (non de potentioribus sed de prudentiorihus
hunc simplicem militem Castellani nobiles
ne
si
(i)
de nobilioribus
(*)
judicem
facérente
pro Rege
vellet eis
do-
el tomo II de su Romancero general, pág. 651 y
de Francisco Michel, que ya sería tiempo de re-
Edición de Duran, en
siguientes,
hacer
sitis
siiper se jiidicem erexerunt,
conforme a
la
(*}.
Véase hoy
la edición B.
P. Bourland, en la
Revue Hispanique
(1911;
tomo XXIV,
págs. 310-357).— (A. B.)
Menéndkz y
Pkl/ly o. —Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega.
!5
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
226
minar i)
Todavía encontraron mejor acogida en
(l).
las tradiciones^'
monásticas de Cárdena y Arlanza, venerables santuarios donde la
tradición épica
y
fundieron en una. El mester de
la eclesiástica se
derezía de Fernán González, compuesto en
lebres casas religiosas,
gírico de Castilla
y destinado principalmente a hacer el panecomo cimiento de la nacionalidad:
leyenda
la
(i)
En
jueces (con
la
mi entendimiento,
Castylla la Vyeia, al
Meior es que
da a
segunda de estas cé-
Vieja,
la
Aun
la
lo ál,
porque fué
los últimos toques;
el
cimiento
supone
la
,
independencia caste-
Crónica gefieral impresa sólo se menciona por incidencia a los-
nombre de
texto genuino de
Don
la
genealogía del Cid; pero en el
narración es
más extensa y viene en su pro-
alcaldes) al tratar
Alfonso
la
pio lugar, es decir, en el año primero del
«En aquel año
de
Rey Don Fruela U:
omnes de Bardulia,
se algaron contra él los altos
la
que
agora disen Castiella vieia, et desde entonce assi lué llamada, ca nol cuerien
por su señor nin por su rey. Et porque vieran que el rey Don Ordoño, su her-
mano, prisiera otrossi
los
condes
et los cabdiellos et los
commo deximos ya,
matara tan fieramen-
que recibíen ellos mucnos
males e muchas desonrras quando yvan a juysio a a corte de León. Et porque se veyen otrossi apremiados de los vezinos que en derredor dellos eran
que les fasien muchos males et muchas sobervias, et ovieron su conseio et
Asieron dos iuezes, non de los más poderosos, assí commo diso el arzobispo
don Rodrigo en su coronica, mas de los que eran más sesudos e de mayor e
de menor entendimiento, que iudgassen la tierra et apasiguasen las contiendas e los desacuerdos et que quedassen las querellas por iuysio dellos. Et
temiéronse que si de los más altos omnes tomasen, que los querrien aseñorear commo rey. Pero, con todo esto, dize don Lucas de Túy que eran muy
fijosdalgo e de cilto linage. El uno avie nombre Ñuño Rasuera, fijo de Ñuño
Vellides. Et dise esse ddn Lucas de Túy que fuera natural de Cataloña. Et ad
otro disien Llayn Calvo et que era natural de Burgos, según dise aquel Lucas
de Túy, et que non querie ser iues, mas pues que lo fué non usava de iuysios,
mas de armas e de cavallería, ca'se assañava luego et non era parte para oir
las rasones de los que vinien a su iuysio, lo que non conviníe para el que
e,
llamándolos a
fabla, assí
et
iudgava
>E1 otro jues, que avíe
sabio et entendido et
de
nombre Rasuera,
fué
omne
soffrido et
manso
et
lieve pocas veses determinaba él los pleytos por
punnava por conbenir los omnes en amistad e amor, et por esta
mucho amado de todos. Este Ñuño Rasuera tomava los fiios de los
cavalleros e de los omnes buenos de Castilla, e demostrávales todas buenas
iuysio, ante
rason era
costumbres
>
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
llana
en tiempos remotísimos, después de Alfonso
cuando
.
<s.fj'ncó
toda la tierra sin señora
y
^
el
Casto (l),
los castellanos,
no condes que
diendo avenirse para alzar rey, eligieron,
227
los
no pugober-
nasen, sino alcaldes que les administrasen justicia:
V.
164.
Todos los castellanos en una se acordaron:
Dos omnes de grran guisa por alcaldes los algaron,
Los pueblos castellanos por ellos se guiaron
E non posieron rrey, gran tiempo duraron.
Decir vos he los alcaldes los nombres que ovyeron,
Dende
adelante diremos de los que dellos venieron,
Muchas buenas
batallas
con los moros ovieron,
Con su fiero esfuergo grran tierra conquirieron.
Don Nunno ovó nombre, omne de grran valor,
Vyno de su linaie el buen enperador,
El otrro don Layn no buen guerreador,
Vyno de su linaie el buen ^¡d Campeador
V.
Entonces era Castylla un pequenno rryncón,
172.
Era Montesdoca de Castylla moión,
Moros tenían
Y
de
la
a Carago en aquesta sagón
otra parte Fitero
moión
(2)
"
Estonces era Castylla toda una alcaldya,
Maguer que era pobre, esa ora poco valía.
Nunca de buenos omnes fuera Castilla vagía.
De
quales ellos fueron paresce hoy en día.
Varones
castellanos, este fué su
cuydado
De llegar su señor al más alto estado (3),
De una alcaldya pobre, fyciéronla condado,
Formáronla después cabega de rreynado
^De dónde nació
puede
(1)
ser el sentido
Lo mismo
dicen
la
idea de esta magistratura popular? ¿Cuá!
de toda esta
el
historia? El
nombre de
ñieceSy
Cronicón de Cárdena, citado por Sandoval y Berde San Fernando, publica-
ganza, y las Genealogías reales, escritas en tiempo
das por
el P.
Flórez en sus Reynas Católicas, tomo
L
de Gallardo y Janer, ni estará en
el códice escurialense, del cual la una y la otra son malas copias; pero estaba
en otro códice que vio Argote de Molina, y del cual pone algunos versos en
(2)
Este verso no está en
las ediciones
su Discurso sobre la poesía castellana.
(3)
También en
este verso prefiero la lección
de Argote.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
o2t;
usado por
erudita,
Tudense y
el
Toledano, es sin duda una interpretación
el
en que sus autores tuvieron presente
jueces o sophetim del pueblo de
que asumían, juntamente con
cuidado de
lítica y el
que con esto
de
la
institución
la
potestad judicial,
paz y de
la
de
los
que a veces fueron dos, y
guerra.
la
autoridad po-
No negaremos tampoco
de
se mezclasen confusas reminiscencias
los tribunos
del duumvirato romano. Pero los alcaldes cibdadanos
plebe y
la
la
Israel,
del Rodrigo son evidentemente alcaldes indígencis, jueces de albe-
y
drío;
este mito (suponiendo
que representa
lo
de
es la protesta
costumbre contra
la
que
lo sea del
ley escrita,
la
ción del derecho tradicional, primitivo acaso
y
la
todoj
reivindica-
vetustísimo, que re-
toña entre los descendientes de los antiguos iberos y celtíberos,
merced
fraccionamiento y anarquía de
al
vanta contra
Reconquista,
la
restauración del Fuero Juzgo
la
visigóticas, intentada
por
la
y de
y
se le-
las instituciones
Monarquía leonesa. El mismo movi-
miento que acaba por engendrar o renovar
y que
las behetrías^
se
difunde triunfante por nuestra legislación municipal de ios tiempos
medios, es
de
histórica,
que aclara
el
los jueces
rabólico en la
«Et
muy
de
Castilla.
la
fábula profundamente
Exprésase esto de un
modo
pa-
introducción del Fuero de albedrio o de las Fazañas:
que vivían en
los castellanos
grave de
de
los orígenes
a León,
ir
las
porque era
montañas de
muy luengo
Castilla, facíales
,
e
quando
ailá
llegaban, asorviaban los Leoneses, e por esta razón ordenaron dos
ornes buenos entre
sí,
Mwiyo
los quales fueron éstos
Rasiiella e
Layri Calvo, e éstos que aviniesen los pleytos, porque non oviesen de
ir
a León,
de León.
que
E
ellos
quando
non podían poner Jueces
el
Conde Fernán González
vieron fuera del poder del
Re}?-
al
Rey de León, que non
mandado
la
iglesia
las comarcas librasen
por
les
que pues non deben obede-
cumplía aquel Fuero. Et enviaron
de Burgos,
significativo,
(i)
Memorias
lo es
et
el
Condado, e
ordenaron que alcaldes en
albedrio^ (i).
Nadie cree hoy en esta quema de
y no
Rey
e los Castellanos se
por todos los libros de este Fuero que había en todo
quemáronlos en
del
de León, se tovieron por bien andan-
tes e fuéronse para Burgos, et fallaron
cer
sin
menos
la
libros;
pero
el relato
es
muy
persistencia de las tradiciones lo-
de la Ácadetnia de la Historia,
III,
269,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
cales relativas a Laín Calvo
y Ñuño Rasura, de quienes
Castilla
que habían
en
mar, en
el
«La
pliesto su tribunal
lugar de Fuente Zapata, que después se llamó Bijueces.
sala del tribunal (dice
Berganza) era un soportal enlosado, y en
estando en
pie,
caballeros,
mano
beza,
y en
en
brazo de
la
levato..
las estatuas enteras
con ropas
Debajo de
En
..
la
puerta de
y sentadas de
la
dos
estos
ca-
la
vara de juez estribando
cada uno su ró-
las estatuas tiene
Burgos
del señor Carlos Quinto, la ciudad de
que llaman de Santa María, y
hizo fabricar la suntuosa puerta
puso que fuesen colocadas en
las
se decretaban
la
con tocaduras en
talares,
izquierda de cada uno
la silla.
En tiempo
tulo
llamaban áe juicio
de Bijuezes están
memorables
el
y
las
quando
los Jueces,
menos monta
causas eran de consideración. Las de
iglesia
en
se decía
de ^Medina de Po-
tierra
un poyo de piedra para que se sentassen
él
229
y
ella las estatuas
rótulos,
dis-
como
las
que están en Bijuezes, y con ellas las de los héroes castellanos don
Diego Porcelos, el Conde Fernán González y el Cid Campeador» (l).
No hay romances
y
y creo que Lope
(*). La
sobre los jueces de Castilla,
Moreto fueron los únicos poetas que los llevaron a la escena
obra original del primero se ha perdido: tenemos que suplirla con
la
del segundo, que parece una
mera refundición, como
dos los dramas históricos de su autor,
bles
y Rey
valiente
y
Testimonio vengado
el
Como
v. g.,
Illescas.
mérito sobresaliente de este poeta, que tuvo
otra en el
y
el desdén,
vengan
no-
los
y
El
Nadie desconoce
el instinto
fección, rarísimo entre nuestros dramaturgos,
desdén con
son to-
respectivamente, de
justiciero, trasuntos,
y de El Infanzón de
se
lo
la
de
la
per-
alcanzó en El
obra tan original cuanto puede serlo cualquier
mundo, aunque viniese preparada por varios ensayos ajenes
propios; que
muchos fueron necesarios para que
durez fruto tan exquisito.
En
la
llegase a la
ma-
comedia, propiamente dicha, de cos-
tumbres y aun de carácter, !Moreto reina
sin
más
rival
que Alarcón:
(i)
Antigüedades de España propugnadas en las noticias de sus Reyes y
Condes de Castilla la Vieja
Por el P. Maestro Fr. Francisco de Berganza.
Madrid, 1719, tomo I, páginas 187-192. El mismo Berganza volvió a tratar la
cuestión de los jueces en su libro Perreras ccavencido. (Madrid, 1729, páginas 361-368.)
(*)
Restori menciona, siguiendo a Schaeffer,
turias y Jueces de Castilla, de
Hoz y
Lanini.
—
el
Deseado Principe de As-
(A. B.)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
230
estos dos ingenios son, respectivamente, nuestro Plauto
Terencio:
uno por
el
tención moral y por
cido en la corte
un raudal de
la
la
fuerza cómica, el otro por la profunda in-
urbanidad
ática.
Trampa
que tenía en
adelante^
El Pare-
que Moreto no es sólo
otras obras tales, prueban
y
chistes, sino
y nuestro
grado
alto
talento de in-
el
vención y combinación propio de esta clase de fábulas. Pero en
todo
lo
demás de su Teatro hay que reconocer que apenas inventó
nada, y que en sus mayores aciertos no fué
más gue un
cionador de invenciones ajenas. Sus contemporáneos
fectamente,
y
el
feliz
perfec-
lo sabían per-
epigrama de Cáncer resulta sentencia inapelable,
a
pesar de todos los ingeniosos esfuerzos del último editor de Moreto.
Con mucho más talento y mejor estilo que Matos Fragoso, Diamante, La Hoz y casi todos los autores del último período de nuestra
antigua escena, Moreto encontró como ellos, una brava mina en las
comedias
como de
viejas,
las
y apenas hay
pieza de su Teatro, así de las sueltas
que escribió en colaboración, cuya paternidad no pueda
La
reclamar alguien.
Adúltera penitente es El Prodigio de Etiopía,
de Lope; El Bruto de Babilonia procede de Las Maravillas d^ Babilonia, de Guillen de Castro; Caer para levantar es refundición empeorada de El Esclavo del demonio, de Mira de
iNIescua;
vendrá quien de casa nos echará, tiene mucho de
cuándo acá nos vino?
;
La
la
Defuera
de Lope, jDe
Confusión de un jardín es idéntica en
su argumento a una novela de Castillo Solórzano; El Eneas de Dios
no
es rasgo
muy
diferente de
de Lope, El Caballero del Sacra-
la
mento (como quiere D. Luis Fernández-Guerra), sino
aunque
escrita
es imitación de
con diversas palabras; Hasta
la
El mejor Par de
el fin
la
misma
cosa,
nadie es dichoso
de Guillen de Castro, Los Hermanos encontrados;
los doce tiene
dos, de Lope; A^o puede ser
su fuente en Las Pobrezas de Reinal,
es la deliciosa
comedia del mismo
Lope, El mayor imposible; El Principe perseguido, se funda en El
Gran Duque de Moscovia; El Principe prodigioso, en El Capitán prodigioso
y
Principe de Transilvania, de Luis Vélez de Guevara; y,
finalmente (para no hacer interminable esta
ladrón, no es
ya imitación
lista).
La
ni refundición, sino plagio
ocasión hace al
de
La
Villana
de Vallecas, del maestro Tirso. Cuando nos encontramos, pues, a
nombre de
INIoreto
con unos Jueces de
Castilla escritos casi entera-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
mente en
la
manera de Lope,
es
no sólo
muy
de que Moreto no hizo más que refundir
la conclusión
.sabemos que Lope había compuesto con
Y
sino
lícita,
aun pienso que
la
refundió
muy
mismo
el
23
verisímil
la pieza
que
título.
poco. Salvo algunos donaires
que Moreto era inimitable, y con los cuales nunca dey
jaba de salpicar sus producciones, esta comedia no tiene ninguna
gracejos, en
de
las
cualidades características suyas.
No puedo menos de
ducir los términos en que discretamente
Guerra (D. Luis): «Rácenla
ducir en ella
el
lenguaje antiguo de Castilla;
el
el Sr.
el
Fernández-
intento de repro-
cuidado en ajustarse
verdad histórica de su argumento, y retratar con escrupulosidad
-a la
y costumbres de
los usos
gracioso
(l),
época. Despláceme que
la
dejando a veces de intervenir en
boca del poeta, dirigiéndose
-al
juzga
la
muy recomendable
repro-
al
auditorio
viajero las vetustas ruinas
traza,
de un
como
y
episódicos,
y
el
hable por
la acción,
el cicerone
que enseña
castillo feudal. Inverisímil
monstruosamente descompaginada
sonajes inútiles
la figura del
la acción,
abundan
la
los per-
lenguaje es más conyencional que
verdadero. Sin embargo, ¡cómo disimula estos defectos aquel tan
brillante colorido
ternura!-»
y aquel diálogo
lleno de sentimiento,
«Moreto deliró como todos en
el
otra parte, aludiendo a los anacronismos
-en este
¿illa^
drama
y
al
de
sales
y de
histórico (dice en
desorden frecuentes
género de fábulas); pero, ¿qué no hizo en Los Jueces de Cas-
de poética verdad revestida
ternura los personajes, magníficas
la
época, rebosando en pasión
las situaciones,
agradable
y
el estilo,
.aunque (por presumir de antiguo) sea convencional y bastardo?»
Pues bien: un drama de brillante colorido histórico (aunque
lejano de la escrupulosidad arqueológica que
el
muy
docto académico le
concede con demasiada benevolencia, y de que nadie se cuidaba entonces), un
drama anacrónico en
píritu tradicional,
las
costumbres, pero lleno de es-
no puede ser de Moreto, que no tiene una sola
obra original de este género, y que debe a Lope (no a Tirso, como
vulgarmente se cree) todas, absolutamente todas las bellezas histó'ricas del
Ricohombre de Alcalá.
Un drama
irregular,
monstruoso,
^descompaginado, no puede ser original de Moreto, que en
(i)
guaje.
Añadida acaso por Moreto, y de aquí
la
diferencia
de
el
estilo
escaso
y len-
ESTU.DIOS
232
número de
SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
sus obras propias se distingue por la regularidad de sus^
y que en sus refuny ordenar más lógica-
planes, tocando a veces con la sencillez clásica,
diciones lleva siempre la mira de simplificar
mente
la
acción.
Un drama
inverisímil en la traza, lleno de perso-
y de ternura, a
la
vez que de magníficas situaciones épicas, tiene que ser de Lope,
y
najes episódicos e inútiles, pero rico de pasión
no de Moreto, que inventaba argumentos
más que
los personajes necesarios,
confundía
la
comedia con
más conceptuoso que
empleaba no
no tenía nadando poeta épico, no
la novela,
nica del teatro, dejaba volar poco
cierta tendencia prosaica,
verisímiles,
muy
conocía
a
fondo
la
mecá-
imaginación, no disimulaba
la
y aunque no careciese de sentimiento, era
más discreto y galante que apasio-
afectuoso,
nado. Téngase en cuenta, además, que Izfabla en que esta comedia
muy de moda
está escrita había estado
en tiempo de Lope, como
lo
Lara y probablemente
prueban
la
las otras
dos piezas, hoy perdidas, de Alfonso Hurtado de Velarde,
Tragedia de
los siete infantes de
a quien sus contemporáneos llamaron ^tínico en el lenguaje antiguo-»;
Las Famosas
asturianas^ de Lope; Si el caballo vos han muerto,.
atribuida a Luis Vélez de Guevara; Nuestra Señora de Atocha^ de
Rojas,
y
otras del
primer tercio del
siglo xvii.
Pero luego pasó tan
extravante arcaísmo, que ya había sido objeto de parodias,
cuerdo ningún ejemplo de
él
en Calderón
estos Jueces^ cuya propiedad es tan
También
nan
los
hace sospechosos
re-
en Moreto, fuera de
litigiosa.
la versificación,
las redondillas, y, en cambio, se hace
como no
ni
y no
en que predomi-
poco uso del romance,
sea para relaciones, que es el sistema de Lope, pero no era-
de Moreto y sus contemporáneos. Hay unas estancias de artemayor, inusitadas en uno y otro poeta, pero que parecen compues-
el
adrede y por afectación de antigüedad, sobre
cientas^ de Juan de Mena:
tas
Oíd, castellanos, la injuria
el tipo
más grave
Que fizo en los homes sangrientos efetos,
Que pasma en su cuita la ñera y el ave,
E
cuentan los padres a
Que
A
al cielo
que abren
fijos
enternece con
los
montes
e nietos;
triste
gemido,
los senos secretos
de
las
Tres-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Las máximas políticas que hay en
la
233.
obra, tienen aquel
género de concisión sentenciosa con que Lope
mismo
solía expresarlas:
Non han de tener los reyes
Tan poderosos vasallos,
Que, con mover su persona,
Del aire de su grandeza
Me
tiemblan en
Las
fojas
la
cabeza
de mi corona
Aquella ternura femenina, característica del genio de Lope, resalta
en
el
papel de
prudente y resignada doña Geloíra, que dice
la
con inimitable suavidad a su marido:
Yo non te ofendo, señor,
Non sé qué decirte más:
Ábreme el pecho e verás
En él mi verdad mejor.
^
Aun
en
la
parte cómica,
donde suponemos mayor
la
interven-
ción de Aloreto, hay chistes que son de Lope y que están en otras
comedias suyas:
¿De amor fablades, e aun no
Semejáis tener treinta años?
En Las Famosas
asturianas dice D. García, hablando de su fu-
turo yerno:
Que me ha jurado (fija) en su conciencia,
Que non ha conocido fembra alguna,
Y pasa
de treinta años, que no es poco,
Según está
la
edad, pues ya los
homes
De veinte y cinco o veinte y seis se alaban
De que tienen amores con las fembras;
Que
Y ¿quién, que tenga habituado
de
la
dillas
mundo.
es lástima de ver cuál está el
el
paladar
al
dulce
y
fresco sabor
poesía villanesca de Lope, dejará de reconocerle en las redon-
y
quintillas
de esta
Por
ti
pieza?:
con gusto he trocado
(Bien que yo
el
daño perdono)
234
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
El cetro, púrpura e trono,
En jerga,
choza e arado.
Mejor que su cetro
Tomo
el
el
timón, cargo
Rompiendo
el
Rey,
pecho.
el
rudo barbecho
Al tardo paso del
buej'.
Con gusto e paciencia sigo
Su grave huella, admirando
Que va en
la tierra
tirando
Reglas en que escriba
el trigo.
Más que non dorado colmo
De
me
Real pabellón,
agrada
Choza de pajas tramada
E
secas greñas del olmo.
E en
esta homilde cabana,
Si non, por regio decoro,
Cercado de
de
telas
oro,
estoy de telas de araña.
Lo
Bríndame por
las
mañanas
Vecina rama, aun no enjuta,
Por
los resquicios la fruta,
Que
E
cuelga de las ventanas.
al
primer rayo que
Miro, de
la
cama,
Semejar
el
arrebol
gira,
al sol
Del rostro de Geloíra.
Demás, que
esto imitar es
A
mi querida Condesa;
Ella es montañesa, pues
,iQué fago en ser montañés
De
E
tan bella montañesa?
Con el sol siempre amanece,
como en nada la iguale,
Al verla
atal,
se escurece;
Que a las frores les parece
Que él se pone y ella sale.
Non lía a Elvira el aseo;
Que ella las faciendas traza;
Y
estoy loco cuando veo
Cómo se enfalda el manteo
E los brcizos se arregaza.
*
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Como
A
235
acá no hay instrumentos,
sopros, para guisar,
Faz chasquear secos sarmientos,
¿Hay dicha como mirar
Que como de
sus alientos?
Tiene puesta
a
La mesa, e llama
(i).
mediodía
a sazón
El blanco mantel, que envía
Olor
De
al rico
jabón
la rústica lejía.
Si falta agua, va a la fuente,
E
a la corriente provoca,
Pues vuelve tan
Que
la
diligente,
cántara vertiente
Trae con
la
espuma en
la
boca.
Si vieras el vidriado
Limpiar
a sus azucenas,
Dijeras que, de estregado.
Parece que
le
ha pegado
El oro de sus arenas.
La cama un ámbar derrama
frores, que va a buscar.
De
Que
los sentidos inflama;
Lo que
se
duerme en
la
cama.
Se deja de descansar.
Si estilo, versificación, plan
ciendo a voces que
prueba más
la
desordenado y novelesco están di-
obra, en su conjunto, es de Lope, todavía lo
especial sentido de la historia
el
en medio de sus candorosos anacronismos de
que en
detalle.
contrará en las obras de Moreto cosa semejante a
cena del concejo abierto
(i)
En La
(2),
Dorotea, habla
en que
Lope de
el
la
ella
¿Dónde
se en-
grandiosa es-
pueblo interviene
*.los
campea,
como
actor,
bozos de los mancebos, que crecen
con los alientos de sus dainas*.
(2)
Lope define muy democráticamente el carácter de esta institución,
que tal como él la representa sólo pudo existir en los pueblos de
tradicional,
behetría, y
no en
los
de
linaje, sino
en los llamados de 7nar a 7nar:
Concejo abierto se llama
El en que señor se escoge;
Que
el
puebro aquí también
fabla.
ESTUDIOS SOnRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
236
al
modo que en
las tragedias
pal: la militar
concejo
el
fúnebre
romanas de Shakespeare? Todo impre-
ánimo en
siona profundamente el
pompa con que
es transportado al atrio del
cuerpo del asesinado conde Diego Almendárez, para que
en presencia de sus yertos despojos deliberen
la elección
poder munici-
esta apoteosis del
dé nuevo señor;
las varias
los castellanos
sobre
y turbulentas pasiones que
agitan a la asamblea burgalesa; el duelo a muerte entre la pérfida
astucia de
Ruy
Peláez y
la
romana entereza de ^kiño Rasura; aquel
trágico movimiento de clavar éste su puñal en la punta del escaño,
retando a quien ose sentarse en lugar preferente a
aquella junta de
la vara,
y
las
hombres
libres; y,
por último,
el
compañero y
palabras que dirige a su
los
demás en
acto de entregarle
al
pueblo en
el
acto de recibirla:
Tened, que antes que
Conviene quitar
E
la
tome
armas.
Tomad, Laín Calvo, mi espada,
comprid mi juramento;
Que en vos
Y
las
crecerá
el aliento,
en mí es insignia sobrada;
Pues es
la
me
que
dais vos
De acero más principal
Que espada, lanza e puñal,
Pues tengo
E
el
brazo de Dios.
quiera el su alto poder,
De que hoy escomienzo a usar,
Que se me llegue a quebrar
Cuando la vaya a torcer.
Ahora afinojaos, y en ella
Acatad de Dios
la
hechura
LAÍN CALVO
E 3'o
Que el
también, pues se indicia
soldado no es soldado
Más que para
Defensa de
ser,
¡Poesía verdaderamente civil
libres!
armado.
la justicia.
y magnánima, digna de pechos
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
XI.
—En
El Conde Fernán González.
comedia se
da
la
título
el
de
González. Texto de la Parte
La
ig.""
los últimos versos
las
de esta
por Fernán
libertad de Castilla
de
237
comedias de Lope (Madrid,
Comprende todos los puntos capitales de la leyenda de Fertal como en la Crónica General se expone.
En el famoso Conde de Castilla hay que distinguir dos personalidades, la histórica y la épica. La primera nos es conocida, aunque
1623).
nán González,
de un modo
muy
imperfecto, por un corto
número de
privilegios
y
y por algunas referencias en los cronicones, especialmente en el de Sampiro, donde sus hechos aparecen mezclados coa
escrituras,
general del reino de León.
la historia
Don Lucas de Túy y
arzo-
el
bispo D. Rodrigo amplían algo estas secas noticias, pero ni uno
rii
otro parecen haber hecho aprecio de la tradición poética, la cual,
sin
embargo,
ya en su tiempo, y no tardó mucho en penetrar
existía
en
la historia,
de
Castilla,
realzando
que en
los
sagaz que heroico,
y
de
de
un tanto equívoca, del libertador
más
resulta
hábil para aprovecharse
poderosísimo de
la
España
el
cristiana;
y además
foral,
juntando en
él los
.
pusiera en parangón con
le
rencia; pero
más generoso
misma admiración y
puesto que
al
terri-
uno se
el
la
él,
se-
tradición le supuso
excepto
y aun
el
y de su
y no
Cid,
le diese la prefe-
entusiasmo popular,
los hizo inseparables hasta
le
de esta
del logro
méritos de su hijo
nieto. Eclipsó a todos los héroes castellanos,
quien
las discordias
tiempo había de ser núcleo
mi-independencia, origen de tan grandes cosas,
faltó
de
moros. Emancipó de hecho antes que de dere-
los
cho su pequeño condado, que con
gran legislador
más afortunado
de León y de Navarra, que para ampliar su
los cristianos
torio a costa
la figura,
documentos auténticos
los
juntó en una
por sus genealogía.s,
suponía descendiente de
Ñuño
Rasura,
y
al
otro de Laín Calvo.
Según
el
natural proceso épico, las hazañas de
Fernán González
fueron primitivamente celebradas en uno o en varios cantares de
gesta,
que no han llegado a nosotros
Crónica General, porque entre
rica se interpuso,
ter de clerezía,
prefirieron
la
épica primitiva
y
la
en
la
forma histó-
en este caso, una forma poética erudita, un mes-
que naturalmente
como
ni siquiera prosificados
texto
los
compiladores de
más autorizado que
las
la
General
canciones populares.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
238
La
existencia
de
embargo, no es mera conjetura, sino un
éstas, sin
hecho probado, no sólo por
tradicionales
cer en
la
que
Poema
el
los
muchos elementos genuinamente
conserva, sino porque los
forma épica degenerada o secundaria del
sentada aquí por
Crónica rimada^ de
la
vemos rena-
siglo xiv, repre-
más tardíamente na-
la cual
cieron dos hermosos romances.
Tuvo, pues, Fernán González
nardo
ni
lírica),
dita,
por
Cid
el
(si
un fragmento
se exceptúa
de ser cantado juntamente por
por
razones:
los juglares
y por
no alcanzado por Ber-
el privilegio,
la
los clérigos.
latino
de índole-
musa popular y por
eru-
Había para esto particulares
monasterio de Arlanza y otros menos famosos
el
la
le
vene-
raban como fundador, o como gran bienhechor suyo; y además
existía
San
un famoso documento apócrifo,
Milldn, que
de Santiago en
Berceo
,el
<¡~el
quitado de Castilla
como
el
Voto
ya como apéndice a su Vida de San Millány
duc Fernán Gonsalves^ Conde
el feo
tributo
Rey Abderrahmán con
fermosas e lucientes
saber: Santiago
Privilegio de los votos de
el
significaba en Castilla tanto
reino de León.
le versificó
contando cómo
al
y
valía
,
y San
de
-^^
había
venciendo
sobrenatural ayuda de «dos personas
la
más blancas que
las
nieves recientes», es
a
jMillán:
438. Vinien en dos caballos
Armas
muy vahado
las sesenta doncellas,
pus blancos que
quales non vio nunqua
omne
cristal,
mortal,
El uno tenie croza, mitra pontifical,
El otro una cruz,
439.
Avien caras
omne no
vio
tal.
angélicas, celestial figura,
Descendien por
el aer a
una grant pressura,
moros con turva catadura.
Espadas sobre mano, un signo de pavura
Catando a
De
este
los
modo, como dice Berceo, «ganó San Millán
es decir, las espléndidas donaciones
que
que transcribe con ingenuo regocijo
el
los opulentos monasterios
Muy
de
ha de ser
el
privilegio
enumera, y
poeta clerical adscripto a
la Rioja.
poco posterior a Berceo, como
lo indican,
el
los votos»,,
Poema
el
estilo
y
la versificación'
de Fertidn González. Calcado en
su-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
mayor
239
parte sobre tradiciones de indudable origen popular, que
como
habían sido ya, no sólo cantadas, sino escritas,
que hace
las referencias
lo
persuaden
al dictado^ a la escriptura^ al escripto^
con-
serva
muchos rasgos propios de los cantares de gesta, ya en
de
narración, ya en el ímpetu bélico (l), ya en el ardiente entu-
la
siasmo por
la
pequeña
patria castellana o burgalesa (2),
el
ya en
brío
la re-
petición de los epítetos sacramentales
nados, cuerpo de
y épicos: el de los fechos grabuenas mañas. Pero al mismo tiempo, las continuas
reminiscencias del estilo de Berceo
(i)
Tan grande era
Oye
Non
el
omne
la
y
del
Poema
que avyan en
priessa
de Alexandre
(3);.
lidiar,
a lexos las feridas sonar,
oyrían otra voz
Spadas reteñir e
los
non astas quebrar,
yelmos cortar.
si
Copla
316.)
Castylla la preciada,
(2)
Non
serya en
el
mundo
tal
provincia fallada.
(Copla 58.)
Pero de toda Espagna, Castylla es o meior,
el comiengo mayor.
Porque fué de os otros
Aun
Castylla la Vyeia
Meior es que
al
mi entendimiento,
lo al
(Copla 159.)
(3)
Estas imitaciones comienzan desde los primeros versos del poema..
En
el
nombre
que fiso toda cosa,
Virgen preciosa.
del Padre
El que quiso nascer de
la
Del Espíritu Santo, que igual dellos posa,
Del Conde de Castilla quiero fer una prosa
El tesoro hallado en
Alexander y Poro, y
enteros del Poema
las tiendas
de Almanzor se compara con
los
de
autor repite, acomodándolos a su propósito, versosde Alexaftdre:
el
Non cuentan de Alexandre las noches nin los
Cuentan sus buenos fechos e sus cavalleryas.
Cuentan del Rey David, que mató a Golías,
De Judas Macabeo, fijo de Matatías.
días,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
240
la erudición
profesión
y
de que
estado;
autor hace alarde, declarando con ello su
el
uso frecuente de largos discursos, llenos de
el
reflexiones morales; el conocimiento que muestra
la
epopeya francesa
de
los
mayor
finalmente, cierta
(l), y,
héroes de
lentitud en la
narración, muestran, aun sin contar con la prueba decisiva del
tro, el
ma
me-
verdadero carácter, no popular, sino erudito, de este poe-
Pero de todos los mesteres de
(2).
próximo a
que vino
los
clerez'ia es, sin
duda,
el
más
cantos de los juglares, en los que se inspiró y a los
a sustituir
en cierto modo;
lo cual, si
lamentar, puesto que debió de contribuir
por una parte es de
mucho
a
que
las
gestas
primitivas de Fernán González se perdiesen, quizá fué la razón de
que
la
leyenda del primer Conde soberano de
Castilla llegara a nos-
otros con cierta integridad relativa y maj^or desarrollo poético que
otras,
aunque en molde
distinto del original.
lativa a
Fernán González
también
le tiene
más de 170
muy
(i)
(2)
que
la
parte re-
extraordinario interés de este poema:
grande
versos, en
de su héroe como
el
Ni sólo en
la
introducción histórico-poética, de
el autor,
considerando, sin duda,
el punto central de la historia de
la
la
vida
Reconquista,
Carlos, Valdovino, Roldan e don Ogero,
Terry é Guadalbuey, e Vernaldo, e Olivero,
Torpyn e don Rinaldos, et el gascón Angelero,
Estol e Salomón, e el otro compannero
¡Lástima que
el
otras varias lagunas!
el Poema
además de
texto del códice escurialense que contiene
de Fernán González sea tan incorrecto,
Fué ya
3'
esté incompleto al final,
conocido, pero no publicado, por Sánchez.
En
de la obra de Buterweck dieron de él copiosos extractos. Pero no se imprimió entero hasta 1861, en que le insertaron
los Sres. Zarco del Valle y Sancho Rayón en el tomo I del Ensayo de ima biblioteca española de libros raros y curiosos, siguiendo la copia de D. Bartolomé José Gallardo. En 1864 volvió a publicarle D.Florencio Janer (Poetas
anteriores al siglo XV, en la Biblioteca de Rivadene5'^ra), sin hacer mérito de
la edición anterior, que no es mucho más imperfecta que la suya. Además le
dio el título caprichoso y sobremanera inadecuado de Lehendas del conde
JFerna?i González, como si la palabra leyenda, introducida en la amena literatura por la escuela romántica, pudiese tener tal sentido en un poema del siglo xiii. Sabemos que el profesor norteamericano Marden prepara una edición paleográfica y crítica de este venerable documento (*).
1829, los traductores españoles
*3
Publicada en Baltimore,
el
año 1904.— (A. B.)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
-empieza tomando
las
cosas ab ovo, es decir, desde
la
24
pérdida de
España:
Contar vos he primero conmo
la
perdieron
Nuestros antecesores, en quál coyta visquieron.
y consigna, entre
otras tradiciones
•conde D. Julián (sin mentar a
El
poema
la
más o menos
Cava),
se escribió, sin género
persona identificada con
los
y
la
como
el
de Cárdena a
que fuese castellano
viejo: lo
la
del
de duda, en Arlanza, y por
recuerdos y aun con los intereses de
aquel monasterio, tan estrechamente unido a
González,
antiguas,
de Bernardo del Carpió.
la del
prueban
el
Cid,
ia gloria
No
dialecto
de Fernán
es posible
dudar
que emplea y
las
continuas e hiperbólicas ponderaciones de su país natal;
demos sospechar que no
y aun pode la montaña
era de la tierra llana, sino
de Burgos (actual provincia de Santander), puesto que
primacía entre todas
Sobre todas
De
la
concede
las regiones:
las tierras
meior es
la
montanna,
vacas e de oveias non hay tierra tamanna,
Tantos hay de puercos, que es fyera fazanna.
(Copla 148.)
No hay
para qué exponer
el
argumento de
este
poema, puesto
•que íntegro pasó a la prosa de la Crónica General, que sirve, por
tanto, para completarle en la parte final,
que
falta
en
el
único
y muy
imperfecto códice que de tan importante composición ha llegado a
nuestros tiempos.
No sabemos
si el
poeta aprovechó todas
las narra-
ciones populares acerca de su héroe, y es evidente que añadió al-
gunas de índole
de
la
la Biblia,
y
eclesiástica
y monacal, sugeridas unas por
leyenda del monje Pelayo y
batalla
la
lectura
otras por la tradición de Arlanza: sirvan de ejemplo
los
prodigios que antecedieron a
de Hacinas. Lo que de seguro pertenece
épico, son las victorias de
Fernán González sobre
la
primitivo fondo
al
Rey de Navarra
trato con el Rey
el
y el conde de Tolosa, que mueren a sus manos; el
de León sobre la venta del caballo y el azor, precio de la independencia de Castilla; el llamamiento del Conde a las Cortes; las dos
Me.néndez y Pelayo.— £sí«í/íOí sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
10
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
242
prisiones de que su heroica mujer
noso Arcipreste, y
Toda
del Conde.
muy
el
le liberta; la
juramento de
sobre
estatua
la
materia tradicional, que luego recibió
esta rica
pocos aumentos, es
aventura del libidi^
los castellanos
que cantó
la
poeta anónimo,
el
que se
la
y la que, tomándola
Es leyenda larga, pero
transcribió casi a la letra en la Crónica General,
de
allí,
presentó Lope de
sabrosa,
y vamos
no en
adulterado de
el
no ofrece
Vega en
el teatro.
a presentarla aquí en su texto puro
Ocampo,
edición de
la
como en
tantas diferencias
el
Bernardo; y aun
edición de
Zamora
es más-
Poema, y conserva más rastros de versificación que
prototipo escurialense.
son afines con
la
y genuino, y
bien en esta parte
lo relativo a
Milá sostenía que, en algunos puntos,
fiel a la letra del
si
A
éste, sin
embargo, o a
los códices
que
debemos atenernos, como texto más antiguo y
él,
autorizado. Por esto
y por
ser inédita, adopto la lección del códice-
de mi biblioteca, ya mencionado en estas advertencias.
Prescindiré de todo lo relativo a
infancia
la
y primesas empresas
la comedia
de Fernán González, por ser episodios que no entran en
de Lope, y empezaré por
miro
el
capítulo
«Andados cinco anos delregnado
zor,
V
del reinado de
Don Ra-
II:
que era
el
rrahemen, quando oyó dezir
Don Ramiro
commo
el
,
Alman-
so el rey
Abde-
conde Ferrán Gonzales avíe
ende grandpessar e tóvosse por maltrecho. Et em-
priso Carago, ovo
muchos porteros con
bió luego
del rey
más poderoso moro de aquén mar,
fuessen luego con
él
cartas por tierra de moros,
commo
cavalleros et peones. Et cuenta la estoria
tan grant poder ayuntó de Reyes
darmas, que ovo y mas de
VI
e de cavalleros et de otros
legiones, et
una legión es VI
que
omes
mili e
seyscientos e sesenta e seys. El conde Ferrant Gonzales, quando
oyó
desir
de comrno Almangor avíe movido con tan grant huest et
quel avíe menagado quél non fincaríe tierra nin logar quel non
fuesse buscar,
embió luego
sos vasallos, ca era
vinieron
muy
much
de grado,
que conseiasen qual
sos cartas por Castilla
et él
ovo con
sería lo meior,
me
a él
las cartas,
ellos su acuerdo, et rogóles
de yr a
Entonces fabló Gonzalo Días, un caballero
«Señor, non
que viniessen
menester. Ellos, luego que vieron
los
moros, o atenderlos.
muy
sesudo, e dixo assí:
semeia que tiempo tenemos ni sasón para
lidiar
con
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA IIISTOUIA PATRIA
moros, mas
alguna carrera podiéssemos
>
los
>
viasse esta lid, tenerlo ia
» lar
si
por do se des-
tallar
yo por bien. Et non nos devemos rece-
de pechar nin de otra cosa qualquier por do püdiéssemos aman-
moros
et
ganar dellos tregoas. Ca en muchas otras cosas
»
sar los
»
se esplende el dinero, et en tal fecho
•i
escusar, ca en
la lid
pone omne
commo
este
non
quel non tiene pro oro, nin prata, nin cosa que aya.
•>
ros son
muchos
muy
e
muy menguados
darmas, et
et
»
todos descabegados.
»
tengo yo que esto serie
»
non perder
»
me lo
Mas en
si
muy
prometer o por dar,
meior que nos podremos y faser por
fablé sin gaissa, ruego vos que
yo aquí
perdonedes, e diga cada uno
se
Demás los mocompaña
por peccados nos vencen, seremos
fincar esta lid por
lo
assí el señor. Si
Conde non
devemos
et el alma:
bien guisados, e nos somos poca
»
»E1
lo
cuerpo
a las vezes el
»
fué
243
meior que entendiero.
lo
pagó del conseio quel dava Gonzalo Días,
sañudo por ende, pero que
non mostró
lo
vamient, mas contraldixo de todo, e dixo assí
»
nil
et
recudió vi-
(Sigue un largo
razonamiento, del cual prescindo porque no hay vestigio de
él
en
comedia de Lope.)
la
De commo frey
«Cap. VIII.
Pelayo fabló con el conde Ferraut
Gonsales y V dixo quel vencerle la batalla.
»
Guando
el
conde ovo acabada su rrasón e ovo esfforgada su
gente, moviósse de
Et
Muñón con
toda su hueste et fuesse para Lara,
cavalgó en un cavallo, e fué correr monte. Et
dessi
puerco dentro en una gran compaña
et fué
empos
él,
falló
et el
un
puerco
acogióse a una cueva do solíe maner, pero non se aseguró en la
cueva e fuxó por una hermita que avíe
y, et metiósse tras
Et aquella hermita estava toda cercada de una yedra,
en somo
(l)
non
parescie della nada, et vivien
y
assí
el altar.
que
monges muy
tres
lazeradament, et disien a aquel logar sant Pedro. El conde non
yr de bestia por
la
montaña
yglesia et llegó al altar
allí
et
ovo de yr de
do yasíe
logar tan ondrado, recelósse del, et
dixo
»
me
assí:
el
si
yo en esto
erré, ca
pie, et
puda
entró por la
puerco. Et quando vio aqueí
non quiso matar
«Señor Dios, a quien temen todas
perdona
fascas
el
puerco, et
las cosas del
mundo, tú
yo non sabía nada desta sanc-
(i)
Las palabras en somo faltan en mi códice, pero
ral impresa, porque son necesarias para el sentido.
las
tomo de
la
Gene-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
244
ca sabiéndolo non fisiera y enoio, ante viniera y en romería e
> tidat,
.»
Mas perdóname
offrendas.
y
diera
»
ayuda contra
>
non
la
amparas, yo por perdida
la
acabada su oración, vino a
nombre Pelayo,
no
et
» te,
uno daquellos
él
pan de ordio que comas, ca non tengo de
>
diere aver». El conde
fincó
E
si
tú
conde ovo
que se apartara de su mesnada e que en-
3
flayre.
el
monges, que avíe
tres
por Dios e por tu mesura, que seas nuestro
rogava, e
esfuergo et
Castilla, ca
tengo». Cuando
la
en pos daquel puerco. Dixol estonces
allí
dame
preguntol quién era o qué demandava. El conde
se lo encubrió, e dixol
trara
Señor, et
tú,
yent pagana que vienen destruyr
non
se
trigo, e
pagó en caro
aquella noche e rescibió
allí
otro día dixo frey Pelayo
al
monge: «Ruego
el
Ifíiésped, e
(l),
el
de
dar te he
que pu-
lo al
mas
lo quel
fiso
ospedado daquel
Conde: «Señor, por cierto se-
fasienda assí que venzas todo el poder
de
»
pas que guiará Dios
»
Almangor, e avrás grant
»
matarás y tantos que non avrá cuenta, et cobrarás una grant partida
»
de
la tierra, et
la tu
con
batalla
los
moros e vencerlos
Et
>
sonada
la tu cavallería,
»
quanto
te
pero digo
te
cierto
que
assí será, e
de tercer día serás en
muy espantada
>
tan esfforgado que
»
meior que pudieres, e depárteles
»
et ellos
»
ventura con esto que as oydo, ca fallamos los tuyos
>
por
»
mataron moros,
»
Mas ruego
ante
muy
fuerte
desmayado non
el
que verán,
et
non avrá y
sea. Alas conórtalos tú
luego lo
signo lo meior que tú sopieres,
miedo, et desde oy más ve a buena
muy
tristes
fasiendo llantos et duelo, ca tienen que eres presso o que te
> cido el
>
por un signo
el
será
grant cueyta, ca verás toda tu yente
>
perderán luego
munao
que serás dos veces preso. Et
yo he agora dicho, ten por
muy
el
5
ti
Et
vencerás nueva sangre de reyes et de grandes omes.
tu bienandanza será tan grant, que por todo
»
la
as.
te e
et
que fincan
sin señor et
sin conseio ninguno.
pido te yo esto en don, que, pues que ovieres ven-
campo, que
te
acuerdes desta compaña lasdrada, et deste
lugar tan pobre, et del ospedado tan flaco que y tovieras.
Ca nos
monges señeros estamos aquí et fasemos pobre vida, et si Dios
no nos embía la su merced, comer nos an aquí bestias fieras». _El
conde recudid commo ome enseñado, e dixol assí: «Don frey Pelayo,
» tres
»
(i)
Non se
le
puso a
escitso,
dice
la
Gcjieral mpresa.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
»
non vos temades de perder
:>
Dios esta
lid
>
quinto de
lo
me dexa
el
LA.
HISTORIA PATRIA
servicio
que en mí
245
Ca
fesistes.
vencer, prometo a este lugar todo
mío
el
que yo ganare. Demás, quando yo moriere, aquí
que sea
st
me
por mí meio-
:>
mandaré
»
rado
ésta,
en que
s-
puedan guarescer más monges, e mayor convento que
éste, e
>
darles he en
enterrar, por tal
este sancto lugar
ondrado, e faré y otra yglesia mayor que
et
que bivan
<Cap. IX.
que ovieren menester.»
e lo
De commo
Conde esforgava sos compavnas por
el
miedo que ovieron del cavallo que se sumió so la
lidió con
Almangor y
>En aquel ora
Lara.
E
los suyos,
dol vieron,
alegría.
venció.
él
et
commo
^^-
se espidió el
que por
de
conde del raonge e vínosse para
avíen fecho ya
el lloro et el llanto
que
muy
grand duelo, quan-
ficieran tórneseles
en gozo
et er>
El conde contó estonces a sos vasallos comol contesciera
con aquel
día
I'
tierra^ e
frayle
que
sus yentes,
moros
avíe de parte de los
de comol diera buena posada. Otro
fallara, e
mañana mandó mover
que eran tan pocas que bien
uno
mili por cada
quier que fuessen pocos, eran
muy
dellos,
mas commo
buenos cavalleros, e avíen
grant corazón de ayudar a su señor. Los christianos e los
veyanse yr unos a otroSj e tan grant era
que oteros e
valles todos
el
muy
moros
gentío de los moros,
veníen cubiertos, et vinien tannendo trom-
pas et añafiles, e fasiendo grant alegría, cuedando que ligeramente
venceríen e prendríen todos aquellos christianos. Et vinien dando
tan grandes boses, e fasiendo tan grant rroydo, que semeiaba
todo
el
mundo
vinía
allí.
que
El conde Perrant Gonsales e los suyos es-
tavan quedo en un lugar, e cobdiciaban ya verse ayuntados con los
moros. Et acaesció aquel ora
ca un cavallero de los suyos,
un cavallo
muy
el
signo que
omne
el
monge
arresiado et
ligero e fermoso, e firiol
de
dixera
muy
las
al
valient,
conde;
cavalgó
espuelas por sallir
adelante, e abrios la tierra e sumios el cavallero con el cavallo. Es-
tonces fueron todos espantados, e dixeron: «Por nuestros pecados
»
nos contesció esto, e bien semeia que Dios nos ha desemparados^
!>
e fisiéramos meior seso
»
vemos que Dios quiere ayudar
»
nos yr contra
T>
des
assí,
él?»
E
si
nos oviéssemos tornado, ca por
a los moros, pues,
díxoles estonces
el
el
oio lo
¿como podremos
conde: «Amigos, non faga-
nin querades ganar mal precio para siempre, nin desmaye-
ESTUDIOS SODRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
246
>•>
des sin feridas, nin demostredes en vos
tal
commo
cobardía
ésta.
>>
Ca departir quiero yo
lo
»
fasemos somir
ante nos, que es tan dura, e tan fuerte, ¿quá-
> les
>
la tierra
que demuestra este signo: pues que nos
E vos
cosas nos podrán soffrir?
todos sodes
omnes de
alta san-
gre, et veo agora vuestros corazones esflaquecer contra yentes
que
»
non son
j>
miedo, ca yo este día cobdiciaba de veerme con Almangor en
»
campo, e veré
jiues
que
si
el
commo
ñas
ferir
en
los
non sombra. Et vos non devedes aver por esto ningund
los castellanos
commo
Conde ovo acabada su rasson
orne sesudo,
mandó
ferir
muy
los ñjos
y muy grant daño
que y eran.
E tan
e de ayudar a su señor,
pendón e
su
los
que tenie y consigo man-
y muy
Conde, e todos
alfares del
que non avíen cuedado de
Almangor con muy pocos
Dios aquel día
el
los
cavalleros.
so poder quál era, de vencer
CCC
muerte, e tan
la
poder de
el
guisa que fuxó
Et
moros, de
mostró
allí
cavalleros a tan
commo
grant gentío de moros e a tan grant señor e tan poderoso
commo
Almangor, ca Almangor era
en lugar de Rey entre
orne que es en lugar de
Rey
vencidos e fuxeron del campo, fué
Pues que
el
muchas archas
llenas
demás para siempre. Desi
las tiendas
él fuera.
de
los
moros fueron
ir.ató
muchos de-
campo
e fallaron en las
de oro e de
plata, e
muchos vasos e
armas e otras noblesas muchas,
assí
fué el
nesterio de Sant Pedro, e dio
los
el
que fincaron, robaron
e los otros
tiendas
e so
mo-
conde Ferrant Gonzales en
pos ellos en alcance con algunos de los suyos, e
en
los
Ilamávanle ellos en su arávigo alhagib, que quiere tanto desir
commo
¡los,
muy
grant sabor avíen los castellanos de lidiar
buenos fueron y todos, que vencieron
ros, e
fué
Castiella.
moros, e fué y
a los moros. Otrossí fué
bueno Ruy Blasques e Oroita Ferrandes,
ios otros
el
yva llamando
e
de resio en
bueno Gustio Gonzales con todos
cebiellos, e fasie
compa-
e esforgadas sus
luego desbolver
moros much esforgadamente,
Los castellanos fueron
el
sabedes goiardar señor». Et
que enrequescieron todos
Conde con todos
los
suyos
y muchas daquellas noblesas que
moros, e
fiso
grant algo
al
monge cuyo
al
los
mo-
fallar.n
huéspe»!
Pues que esto ovo fecho, fuesse para Burgos, e folgaron y
companna ya quantos
días, e
rescer los que eran feridos
«Cap. XII.
De
cojnmo
mandó
él
catar maestros para gua-
»
el
conde Ferrant Gon gales embió desir al
COMtüIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Rey
Navarra
de
247
qiiel entendasse los tuertos qiiel avie fechos^ sino
quel
desafiava.
Don Ramiro
del regnado del rey
^Andados VIII años
el
conde Ferrant Gongales sus cartas por toda
dos con
él
cavalleros e peones fasta
X
•Castiella, sino
que
querie
si
emendar
rey
al
Don Sancho de Na-
quel enbiavan a desafiar. Et castigol
luego para Navarra, e
dixol: «Señor,
commo
assí
mandadero só
entró
del.
Rey
al
commo
»
vos desir que ha grant querella de vos porque feziates
en
»
por
»
Et aun
.»
faserles
dis
que entrastes en
danno. Et enbía vos descir que
j»
relias
vos, e
si
me
fago
» fiar,
el
e le fesistes
» en ello
mucho
commo
Rey
fuese derecho, que vos
Guando
«Amigo, yd
assí:
el
me
-
cavallero ovo aca-
desir al
Conde que
me enbía desir, mas que
commo ossa enbiar me desa-
maravillado del
deviera:
me non podrá
»ende». Tornósse
lo
quel
Rey
mucho
mas
él
le
le
yré yo buscar,
e
que
cavallero con esta respuesta al Conde, e contol
lo
de
agora logano porque ésta ven-
enbiaba desir, que se nol encubrió ende ninguna
muy
los otros
él
que ayna
deffender en torre nin en cerca que yo nol saque
el
Ferrant Gongales oyó
grant pesar, et
es
desidle
•cosa, e dixol quel avíe
mandó
Castilla
fuertement menagado.
que
el
Rey
llegar los ricos
que eran con
él,
eque fueron todos ayuntados, díxoles
le
Guando
el
conde
enbiaba desir, ovo ende
omes e
los cavalleros e
todos
por saber sus corazones, e desassí:
«Amigos, muchas sober-
» vias e muchos males nos an fecho los navarros, non
3>
y grant
e quel tengo por loco en ello e (non) fué tan bien conseiado
» ció ves a los moros,
todo
commo
meioraré ninguna (cosa) de quanto
» nol
se
así
non, enbía vos desafiar».
bada su rasón, dixol
$>
mejorar
la tierra
queredes emendar estas que-
sil
gradescerá, e que faredes en ello vuestra bondat e vuestra
» lo
» sura, e
»
año, e
otro grant mal, que, mientra que él fizo co-
»
que ha de
al
mal, pusistes vuestra amistad con los moros.
fisistes
rrer Estremadura,
et enbía
mucho mal
tiempo ha en correrla dos veses e tres
mayor
que
dixiesse
besol la mano, e
»
Castilla grant
a
El cavallero fuesse
conde Ferrant Gongales,
del
to-
daños que avíe fechos
los
demostrasse quantas querellas avíe
et quel
enbió
que fuessen
Et después que ovo su
días.
poder ayuntado, enbió quatro cavalleros
varra, a desirle
Castilla
les
fasiendo
nin les buscando porqué, e nunca aun teniemos tiempo para de-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
248
2>
mandárgelo: agora enbiéles desir que nos meiorassen los males
e-
daños que nos avíen fechos, e semeiamos que doblar nos
lo-
» los
»
quieren, e sobresso enbió nos mena^ar
»
a vos.
»
venguemos
» res.
Donde
Et ruego
vos,
rey
muramos todos
commo
a vasallos buenos e leales, que los co-
mal
»
» langas
» len
en
estar, ca
mostremos covar-
les
mucha yente ser, nos ye grant
los omnes iguales. Et por C.
ninguna, ca en dubdar nos por
» día
mí e
a
antes que soffrir 'tantos pesa-
metamos nos e que non los dubdemos nin
»
Don Sancho
que tomemos algún conseio, porque nos
es menester
dellos o
el
no son todos
la lid
buenas se vence
la
íasienda
quando Dios
quiere, e
más va-
C. cavalleros buenos todos de un coragón, que non fasen
do hay buenos y malos, que non podríe
CCC.
e a las
í>
de
»
veses anse a vencer los buenos por los malos, et esto es cosa
que
son muchos más que
nos^
» se
los otros,
acaesce
muchas
que
vezes. Pues
muy
ellos
ál ser,
de pies e mucho esforga-
»
cavalleros et peones, e son
»
dos, e de muchas de asconas e de dardos
»
por ende
»
»
ymos a
mas si
mente, dexar nos an el campo
»
vos que
»
quel acalonaré los tuertos que nos ha fechos, en manera que
»
porná
»
guna de
»
nos guardar señor». Estonces dixeron ellos que faríen todo
él
si
la
si
mi muerte,
yo
señaladamient. Et
daremos grant
cometemos
ante que los firamos.
Rey puedo
al
esto
assí
commo
commo
llegar,
non
viesse,
et allí veré
mandasse, e quel ayudaríen
les
muy
ellos e los
yo por alguna guissa
cuerpo. Et
el
mucho
nos ellos cometen,
si
viesen que nos
ligeros
Demás
digo
vos veredes
y
cueta nin-
avría
sabedes
meioría,.
esfforgada-
los castella-
lo
que
buenos fasen a
vasallos
sennor.»
«Cap. XIII.
Don Sancho y
De commo
el
conde Ferrant Goncales lidió con el rey
P mató.
»E1 conde Ferrant Gongales
los navarros, et entróles
en su
mandó mover toda
tierra bien
Don Sancho de Navarra, quando oyó
Gongales
le
entrava por
un lugar que
disien el
la tierra,
su yente contra
quanto una jornada. El rey
desir
que
el
conde Ferrant
ayuntó toda su yente e fuesse para
Era Degollada. El conde,
commo
avíe
grand
sabor de vengarse de los navarros, non quiso atender plasos luengos,
mas luego paró
las ases, et el
los castellanos ferir
en
Rey
otrossí las suyas.
Et fueron luego-
los navarros, e fué la fasienda
muy
ferida,
e
COMEDIAS DE ASUNTOS DE
murieron muchos del un cabo
corag
lidiar e atan a
las
espadas e de
m
lo
las astas
El tanta era
e del otro.
muy
que
avíen,
de
HISTORIA PATRIA
LA.
priessa del
lexos oíen los g^olpes
muy
grant sabor de
andaval buscando, et
Rey
otrossí a
con
fallar se
Rey, e
el
e conosciéronse en las ar-
él,
mas. Desi fueron se uno a otro e diéronse tales golpes, que
de
chiellas
muerto en
langas passaron
las
de aquella
tierra
ferida. Otrossí
mucho mala langada
ca teníe
los castellanos
"tovieron
non
e
non avíe y qui
muy
verguenga perder
la
coragón e
accorriesse.
Guando
muy grand
cueta, e
avíen perdidos, e que
los
e firiendo
en
muy
ellos fasta
mal
ferido.
conde Ferrant Gongales,
el
él,
ca tovieron que era
commo
omm.e de grant
era
campo, ca muerto avíe
Don
comengaron luego de
Sancho. Los castellanos
fuxeron los navarros e dexaron
llevar estonces al rey
Don Sancho
el
que
fcrido, e
el
mandó
al
Et alimpiáronle
mucho esfforgado, díxoles que non era mal
resio, e
las
que llegaron
pensassen de lidiar e de vencer
de
la
sangre e del polvo, e soviéronle en somo de un cavallo
e comengaron de faser grant llanto por
muerto. Mas
tierra,
miedo, e ovieron por fuerga a rromper
matando
logar do su señor yasíe, e falláronle
de
conde en
el
Rey
el
grant yerro por non poder más. Desi físoles
et el
ases de los navarros,
la cara
1
vieron a su señor, fueron en
que todos sus buenos fechos que
eran caydos en
cayó
cu-
las
cayó luego
otra parte, e
al
de
conde
langas que quebravan. El
las
Ferrant Gongales avíe
el
la
249
él al
lidiar
rey
muy
campo. El conde
mucho ondra-
a Navarra
damente.»
«Cap. XIV.
De
conde de Tholosa y
cojnmo lidió
/'
mató.-s>
el
conde Ferrant Gongales con el
(Le omito, porque este personaje no
interviene en la comedia de Lope,
donde
sólo se hace
una leve
alu-
sión a su muerte.)
«Cap.
XVL
De commo Almancor vino
monge
e de lo que dixeron sant Pelayo el
con grant poder a Castilla^
e
sant Millán al conde Fe-
rrant Goncales.
^Andados
X
años del regnado del rey
gor, teniéndose por
muy
quebrantado porque
conde Ferrant Gongales, pasósse
mandó
predigar por toda
moros despanna contra
Don Ramiro
alien
la tierra
mar
así
que viniessen
los christianos.
1
avíe
a tierra
,
Alman-
vengudo
el
de Affrica. Et
a él acorrer et a los
Los moros quando
lo
oyeron,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
250
viniéronse todos para
commo
él
perdón
a
almohades, turcos, alárabes, e ayuntó todo
e fuesse para Castilla astragar toda
quando
matarle. El conde
cavalleros
poder del Andaluzía,
la tierra e
ayuntó
lo sopo,
muchos
(l)
el
prender
conde e
el
otrossí todos los castella-
nos e fuesse para Piedra Fita, e los moros entravan ya en Fasinas.
El conde dexó
solos a sant
commo
otra ves
pésol
vencerle a
mucho de coragón,
«Sufro yo
assí:
et entró
mucha
e las
en
lasería e
la yglesia,
dexo mucho
enemistad con moros e christianos, ca
»
miedo de
moros olvidaron a
quando yo
» sos vasallos, et
» tan
»
malament contra
amor
nin su
» vieron
que
e fuy
assí
me
yo
vi
ti
los
quando
la
muert estavan
nunca quis su compaña
taron grandes poderes de allend mar, e de aquend
»
sobre mí, e (señor) con
»
moro Almangor
la tu
los
merced
e con la tu
ñor, tú lo dexiste por el tu propheta Isayas,
»
a los tos siervos, e
yo
» servicio, e pido te por
Ca toda
a todos los otros
merced que aya
me
la
que nunca
tu
al
»
gor e a todo su poder». Estando
monge
fallesceries
ayuda e que
el
faser a
ti
deffien-
al
moro Alman-
conde Ferrant Gongales
siendo esta oración, vínol un suenno et adurmiósse
el
vinieron
ayuda vencí
desamparé por
des sesso et esffuergo porque yo pueda vencer
allí
mar
de Affrica es sobre mí venida, e que
tierra
»
la nief, e
otrossí
todo su poder, e maté muchos dellos. Et se-
:»
aparesciol
E
non querían obedescer, ayun-
quando
commo
quando
solo entre todos desamparado, e
aparté dellos, fuy de todos mal quisto.
et a
en grant
vicio, e só
»
» das a Castilla,
los oios, e
Reyes despanna con
que con miedo de
moros sopieron que
oyó,
e fincó los ynoios
»
loa
lo
que eres su señor, e tornáronse
e fasien lo peor,
ti
el
co^s quel avíen de
manera llorando de
»
los
que dixera
el
era muerto. Et
su oración desta
fastal altar, e fiso
dixo
Almangor
commo
dixéronle
e
contescer,
estonces su compaña, e fué con dos cavalleros
allí
Pedro por ver a su amigo frey Pelayo,
allí
fa-
antel altar, e
sant Pelayo, vestido de pannos tan blancos
llamol por su nombre, e dixol: «¿Duermes, P'errant
s>
Gongales? Levántate e vete para tu companna, ca Dios te ha otor-
»
gado todo quantol demandaste. Et sepas por cierto que vencerás
» a i\.Imangor e
(i)
a todo su poder, pero perderás
El texto de
cruzada que fazeu
n.'o
Ocampo
lo
pone más
christianos.»
claro: «
y mucha de
como
al
perdón de
tu
la
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
»
companna, e aun
» vasallo e le fazes
»
Sanctiago, e a
>
mos todos en
mas nuestro
te dise
mí e
nos crus en su pendón, e quando
»
han e dexarán
»
me mandaron que
campo
te dixesse, e
«Llévate e ve tu
vía,
con
me
la
ir».
lo
que
En todo
assy:
en quanto tardas, e non
(Conti-
»
otros dos capítulos, la descripción
y
que
la
de
antecedieron, de todo lo cual
cual comienza
el
me
pas ninguna
él
nada tomó Lope. Saltamos, por consiguiente,
nado de Don Sancho, con
he
te
estando pensando en
et
fases
con
fagas
(*) éste
los prodigios
vieren, vencerse
Amigo, dich
des oy más quiero
que gran mal
Almangor, nin
núa extensamente, en
la batalla,
sí.
oyó una grant bos quel dixo
aquella visión e rogando a Dios,
^ des tregua a
moros nos
los
a pesar de
conde Ferrant Gongales,
esto despertó el
e parescere-
con armas blancas. Et traerá cada uno de
»
el
te enbiará el apóstol
muchos ángeles en ayuda,
a otros
I
que porque tú eres su
señor,
servicio de cora(;on, que
la batalla
25
capítulo
al
del rei-
III
segunda jornada de
la
comedia.)
«Cap.
III.
De
comr.io el conde Ferrant Gongales fué a las Cortes
del rey Dojt Sancho a León, e de cominol priso después
Don
García^
Rey de Navarra.
^Andados
el
rey
tres años del
Don Sancho
su
faser sos Cortes, et él
omnes
del
mando
el
al
si
non
Don Sancho
él,
et
ellas,
por
él
ca ya todos los altos
mano
él a otri,
Conde,
se deteníe. El
mandado, pésol much de coragón, ca
trecho de besar
envió
,
conde Ferrant Gongales que quería
que viniesse luego a
Regno eran y
cuando oyó
regnado del rey
mas pero ovo de yr
se teníe
por mal
allá, et él,
yendo
su carrera, figo su oración a Dios en esta guisa, e dixó: «Señor, ruego
» te
^
e rñdo te por
merced que me quieras
porque yo pueda sacar
cerca de León,
salliol
a recebir el
mucho onrradamiente,
fueron con
él fasta
et
tú ayudar en tal
Et pues que
Castilla desta premia».
Rey con todos
ovieron todos con
su posada.
guiese con so venida, pesó
Mas commo
mucho
él
sos ricos
muy
manera
él
llegó
omnes
grant plaser, e
quier que a todos plo-
a la Reyna, cal queríe grant mal.
Et en aquellas Cortes fué mucha yente asonada, mas pues que
Conde
llegó,
Conde
fabló
(*)
no duraron
las
y por conceio,
et
Cortes
si
non
muy
poco tiempo. Et
el
el
en poridat, tantas buenas razones, que
La edición académica: «y en».
— (A. B.)
ESTUDIOS SOBRK EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
252
eran convenibles a todos, de guisa porque todos fueren pagados. El
y estonces un agor mudado bueno e un cavallo que
oviera y ganado de Almangor. Et quando el rey Don Sancho vio el
cavallo, pagósse mucho del, e dixo al Conde que ge le vendiesse, e
Conde
llevaba
dixol el
sí
Conde que ge
lo
non venderíe, mas quel tomasse
Rey que ge
se del pagava. Et dixol el
mas quel comprarle
marcos de
amos
ces
que
si
el
guisa»
a esse tiempo corríe. Aviniéronse eston-
quandol diessen
a dos, et pusieron día señalado
el
aver, et
aquel día non, ge lo pagasse doblado cada día. Et desi
ron sos cartas partidas por
tura
en don
él
non tomaría en otra
cavallo et el agor, et quel daríe por ellos mili
moneda que
la
le
que
c, en que escrivieron toda
a, b.
Rey
el
bien comprado
cabo de tres años, ca perdió
más non podríe pagar
él
el cavallo,
por y
mas
muy
salliol
condado de
el
aver: tanto avíe
el
la
pos-
que se acertaron
fasien sobre este fecho e las testimonias
Asas avíe
fizie-
y.
caro a
Castilla, et
de
ya crescido. Las Cortes
fueron desffechas, e espidiéronse todos del Rey, e fuéronse todos
cada uno para sos hogares. Mas ante que
se fuesse, fabló
con
avíe de dar por
muger
Rey de Navarra,
Conde, cuando
en
et otorgósse
el
Ca
lo
mas
Reyna
la
et
>
muy
Rey de
> bien
mala
sabedes vos
padre, que era
»
que
»
vengado,
Esta fué
yo
la
fuesse
et
al
fasiel
et
(i)
commo
cosa del
él avíe.
falsa
Doña
entrél
él.
El
casamiento,
La Reyna
en esta guisa:
Teressa,
fiso escrevir
«A
vos,
Don
Reyna de León.
luego
García,
Salut:
nos perdimos al rey Don Sancho mío
mundo que yo más amava, e digovos
Rey commo
muy buen
el
para
todo aquello con enganno, por desamor
muy
que enbió
Amistat dice
amor
e todo
muy bueno
lo
vos sodes, ca ya agora serie
vos tenedes agora tiempo de vengarle
la carta
García de Na-
y engannado, cal contesció, según dise
carnero que va a buscar la lana e viene tras-
castellanos oyeron aquel
ron que era
Don
fué
Navarra, de mí
»
si
del rey
casamiento
serie
e grant enemistat (l) que con
una carta
de casamiento quel
plej^'to
fija
oyó, tovolo por bien, et plógol con
ello,
commo
proverbio,
quilado.
Reyna sobre
la
a su sobrina,
conde Ferrant Gongales
que por esta razón avríe todo bien
varra, e dixol
et el
él
el
la
Reyna
al
Rey de
si
él
quisiéredes».
Navarra.
Commo los
mandado, plógoles ende mucho,
et tovie-
ayuntamiento, et que serie carrera de aver
el códice;
pero es evidente error del copista.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
todos pas et bien entressí; mas teníe
Conde enbió luego
pleyto. El
el
diablo buelto dotra guissa
mandado
su
253
Rey de Navarra,
al
enbiasse desir dó terníe por bien que se viessen ambos. Et
Conde otorgósse en
enbiol desir que en Ciruenna, et el
quando
sieron día sennalado
dellos
más de
V
Conde
de
cavalleroSj
los
más
Mas
el
el
llevó estonces consigo
Rey
vio assí venir al
tóvosse por engannado, e dixo: «Sancta María, valme:
»
grant enemiga
» el
la
monge
dancia,
derse.
ésta, et
agora só caydo en
mismo
(l)
non pudo tomar lanza nin escudo, nin
Et fué
et
Et
el
omne muy
lo
de
me
que
devíe faser; allegóse a
la
tan
dixo
su mal an-
la
se atrevió a defen-
V ca-
cerraron bien
et
escudero del Conde, quando aquello
leal
creyéndome
metiós en una hermita que avíe, con aquellos
que traye, cuedando se y amparar,
valleros
puerta.
commo
frey Pelayo». Reptándose él
guarnido,
mundo con
palabra só traydo, e deviese agora somir el
por
Y
altos et más nobles de Castilla, assí commo lo
Rey de Navarra de so uno con los navarros
Conde Ferrant Gongales
»
uno
pornien todo
et
que pusieron, et en lugar de V llevaron XXXV'^.
íallescieron el pleyto
Commo
Rey
el
esto et pu-
llevasse cada
que fablaríen
caballeros, et desi
aquello que toviessen por bien. El
avíen puesto.
que non
fuesse, et
ti
quel
vio, fiso
la
commo
yglesia et echóles las espa-
das por una finiestra que y avíe. Desi él et los otros escuderos,
quando vieron que non podíen acorrer a sos señores en otra guisa,
cavalgaron en los cavallos et fuxeron y vinieron se para
Don
rey
García fué luego a
todol día;
el
la
yglesia et conbatióla
mas pero non acabó y nada de
Conde bien guardada
noch, preguntó
Conde
al
la salva fe
V
llos
el
cavalleros, e
malo e tan
en
que
Rey
se queríe dar a prisión sobre
le dio, e
(i)
echaron en
Es
omenage
Conde tomó estonces la iura
metiósse en poder del con aque-
oyeron todos
los
partióse luego el altar de
García tovo en poder
lo
decir,
vio
ca teníe
que era ya
si
yglesia otrossí, ca assí está
que
él queríe,
Rey
puerta.
el
El
resio
porque pesó mucho a Dios por aquel fecho tan
sin rasón,
el altar, et
que
la
a que assí non prenderíe muerte. El
de
lo
Commo
Castilla.
muy de
al
oy en
que y
somo
esta van
fasta
día partida. Pues
Conde, manJol echar en
los fierros,
echándose
él
en
una gran bos
el
que
fierros
fondo de
el
rey
la
Don
Et pues
metiéronlo en prisión, en Castrovieio,
mismo
la
culpa.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
254
commol teníe grant sanna, diéronle mala prisión et muy
Et como eran ornes sin mesura, fueron muy desmesurados
et
fuerte,
él,
ca no quisieron dexar ninguno de los companneros quel tovier-
sen companna. El Conde dixo estonces
al
rey
Don
contra
García: «Rey,
porque tener ninguno destos que conmigo son presos, e
>
non
as
3
non
los fagas
ningún mal, ca
non an culpa ninguna>. El Rey
ellos
soltólos estonces et enbiólos para Castilla.
Quando
los castellanos
sopieron que el Conde era preso, fueron tan descoáicertados e maltrechos,
que por poco non perdieron
ende ovieron. Et
yor non podríe
con
los sessos
ñsiei'on tan grant duelo
seer, et llora van et disíen:
por toda
pessar que
el
Castilla,
«¡Ay Dios,
que ma-
commo somos
Ca por nuestros peccados non quieres tú
>
ornes de
>
que salgamos nunca de premia nin de coyta; mas quieres que sea-
>
mos nos
>
diste agora este quebranto.
»
sanna contra
>
todos los despaña nos desaman
>
mos
fuerte ventura!
ti,
Et bien veemos que somos en gran
porque tú nos das
»
tu
merced nos quieras
>
et
de cueta con
>
de siempre bevir en
IIII.
el
oyr.
si
et le
el
sennor, que tú por
Ca nos cuedábamos ya
sallir
la
de premia
agora avernos miedo
et
la infante
donn Sancha
fue' veer al conde
sacó de la prisión en que eslava.
del regnado del rey
conde Ferrant Gongales, yasiendo en
que era
ti,
ella.»
^Andados quatro años
dado de todos
a
Demás
non sabe-
sin guisa, e nos
non
conde Ferrant Gongales,
De commo
Ferrant Gongales
esta cuj-ta tan grant.
mucho
a quién desir nuestra cuyta,
«Cap.
ende nos
e toda nuestra natura siempre siervos. Et por
los navarros,
don Sancho
era
la prisión,
muy
porque era sonado por toda
meior cavallero darmas que otro ninguno que
avíen todos grant sabor de verle et de conoscerle.
En
,
el
bien aguarla tierra
fuesse, et
medio
este
vino a coragón a un conde de Lombardía, de yr en Romería a Sanctiago, et
tomó una grant partida de
Et pues que
(ira
<-t
él fué
en
Castilla,
cavalleros et metiósse al camino.
preguntó por
o en qué lugar. Et dixéronle los de
conde en qué
el
la tierra
sobre qué rasón, et que avíe ya un año. Et
Castrovieio, et
quando y
llegaron, preguntó
si
commo
él fué
estonces por
podríen veer
de, ca en verdat avíe el sobra de conocerle, por provar
alguna cosa tenelle pro,
porque
tal
orne
commo
tierra
era preso
sil
al
con-
podíe en
aquél non era de
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
25$.
tener assí en prisión, e prometió a los porteros que les daríe grant
algo que ge le dexassen veer con dos cavalleros
quando
teros,
la
puerta del
muy
lo
mucho
oyeron, plególes ende
castillo.
Los condes, pues, que
Lombardía
much de
del e saliósse llorando
cómmo
podríe
dallí sallir,
rogando
luego
muy grant. Después
que quisieron, espidióse
lo
conde de
el
El conde Fe-
los oios.
rrant Gongales fiso entonces en su prisión
cosas
et abriéronle
se vieron, rescibiéronse
bien uno a otro et ovíeron su fabla entressí
que ovieron fablado todo
non más. Los por-
cuedando en muchas
nuestro sennor quel sa-
al
casse ende ayna. El conde, llorando pues que fué fuera del castillo,
non quiso poner en olvido
para
doña Sancha, aquella de quien oviera de
la infante
conde e por quien era preso. Et quando
el
que más non podríe
>
fecho de Ferrant Gongales, e fuesse
el
seer,
la vio
ser
marido
et
apuesta
fermosa
una consella dixol en su poridat, que «avíe
grant querella della, porque teníe que era dueña sin ventura e de
»
mal fado, más de quantos avíe en su
»
grant mal avíen recebido por
ella,
linage,
pues que
ca les vino por
que tan
los
(dixol
ti
el
con-
»
de) este mal tan grant, que non ha par, e tú seméiasme dueña sin
>
piedat, e sin
»
o mal. Et sepas que
»
muerte, que se avrá por culpa a perder toda
»
fases
»
e
»
ganos, et fuelle este fecho a los christianos grant esfuergo, et tú
buen conoscer, e tienes grant poder para
si
non
tú
en esto grant amor a
mucho quebranto. Et agora andan
mucho acabada en
»
eres por ende
>
por ende quando
»
echarán, et
y
te terníe
si
lo sopiere
toda
tú pudiesses casar
ellos
Castilla, e
dígote que
les fasie
mucho mal
muy
alegres e
yente, et esta culpa a
lo-
con este conde, todo
el
ti
la
mundo
por buenaventurada, seríes por siempre iamás onrrada
de España. Ca en verdat nunca duenna
>
de
cavalgada
»
oviste a algún cavallero algún sasón,
»
éste.
»
éste es.
commo
tú faríes en esto, e
Pues que
el
conde todo
e fuesse en Romería a Sanctiago.
luego con este
mandado
a una
esto
La
fisiera
tan buena
amor
mucho más deves amsr a
si
tú as en
Ca non ha emperador nin cavallero en todo
2.
muy
tu pres, e serás denostad.^
el
la
»
los
conde de
quisieres guarescer al
moros, ca éste
los
faser bien
el
ti
seso e
mundo commo
ovo dicho, espidióse
infante
dueña de su cámara
Gongales, et pues que ge lo ovo contado assí
della
doña Sancha enbió
al
commol
conde Ferrant
ella
mandara,
ESTUDIOS SODKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
2C6
mucho ayna con
tornósse
que
la laseria
además
que avíe della
et
por ende, porque
mandado, ca ovo muy grant duelo de
el
conde, e dixol commol dexava
sufríe el
muy
ella sola le
prender muerte, ca
si
podríe
ella quisiesse
conortedes, e que nol querades desampar, ca
E
grant pecado faredes.»
me
»
pesa de quanto mal
»
ná quel veré yo bien andante, quiero
»
vencerme ha agora
»
aventurar de yr
commo
él suíTre.
Mas
ver e faser
la vio,
mucho con
es la cosa del
í>
güeña de cuantas cosas son. Ca por
el
» cosas del
ome, olvida a
mundo, ca de
e
me
los
conde
el
yazíe.
e dixol qué venida
grant amor, ca esta
dueñas pavor e ver-
tuelle a las
»
commo
do
ella,
ella), esto fas faser el
mundo, que más
Quiero
ha.
él
él,
he entender todo mío coracón».
le
plogol
era aquella. «Señor (dixol
»
una cosa contra
faser
esto dixo, fuesse para el castillo
El conde, quando
mucho me
en Dios que aun sasón ver-
fifío
amor que me
su grant
el
doña Sancha:
tengo por mal anclante e
Bien vos digo, amiga, que
e quel
él
muere desta
él
si
dixol la infante
«
Assí
e faserle
escapar. «Et señora,
él
»
le
mundo
que deviedes a Dios, que vayades a
ruego vos por
la fe
lasrado
grant pesar, et se querellava a Dios
quería sacar deste
»
» guisa,
muy
amigos,
assí
la
muger
los padres e a los parientes e a todas las
que ome se paga, eso tiene por meior.
lo
mío amor
avedes grant cue-
í>
Conde, vos sodes lasrado por
»
dado de quien nunca ovistes bien, más ruego vos que non vos
»
quexedes agora, ca yo vos sacaré de aquí,
» bien e
mucho en
pas.
» luego,
quiero que
me
Mas
si
el
et
si
fagades pleyto et
omenage en
tomedes por muger e casades conmigo, e
»
me
5>
otra
»
saldredes daquí nunca e morredes
dueña ninguna. Et digo vos que
» sin conseio.
Dios quiere,
muy
vos queredes que vos saquen ende
si
esto
me non
non
commo ome
la
mano, que
dexedes por
fasedes,
que non
de mal recabdo e
Et non querades perder por vuestra culpa
tal
dueña
»
commo yo
s>
vos digo.» El conde, quando lo oyó, tóvose por guarido, e dixo
só, e
si
buen seso avedes, devedes pensar en
entressí: «Assí ploguiesse a
e tornó contra
»
que
»
muger
si
ella,
Dios que fuesse ya
e dixol: «Señora,
vos esto complides que
e
que case con vusco, e
» vos digo, falléscame
Dios
me
si
commo
yo digo verdat
desides,
a
esto
que
vos desides»;
Dios e a vos,
que vos tome yo por
vos cuedo fallescer desto que
commo ome
falso e sin verdat.
Et esto
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
p que
desides, ruego vos
cho,
-esto
que punnedes de complirlo e non
quera-
lo
Ca yo non vos mentiré de cuanto vos he
» des meter en olvido.
»
257
di-
vos esto queredes complir e faser». Pues que ellos ovieron
si
affirmado en
yo agui-
dixol ella: <Señor, pues todo lo tengo
sí,
»
sado ya, vayámonos luego ante que mío padre lo entienda, ca ya
»
noch
es>. Assí
commo
esto dixo, salieron luego e fueron su vía.
Et quando fueron allongados del castiello, dexaron
un grant monte que y avíe
cés e metiéronse por
Et porque
conde non podíe andar, por
el
pesados, ovol
assí toda la
fasta otro día
metiéronse en un monte
•que los
non
De commo
«Cap. V.
-
a la parte siniestra.
los fierros,
que eran
muy
mañana. Después que fué día claro
mucho espeso que
viesse ninguno, et esperaron
Sancha mataron
fran
a cuestas una gran piega, e anduvieron
ella a llevar
noche
camino
el
el
y
vieron y cerca, por
fasta
la.
tal
noche.»
conde Ferrant Gongales e la infante donna
al archipreste.
en aquel monte, oviéronse de
»Ellos, estando ansí ascondidos
ver una ora en grant peligro et en grant cueta. Ca un archipreste
malo
andudo por aquel monte, e cayeron
et ávol fué a caga et
podencos en
de coragón,
del
el rastro
yendo en pos
ellos,
ovo
e díxoles:
conde e de
los
de
fallar,
la infante.
quando
e
Et
los
archipreste,
el
los vio plogol
mucho
«Donnos traydores, non vos podedes ya yr
mano
don
que vos non
>
nin podredes escapar de
»
dé mala muerte a amos a dos; e ¿dó cuedávades vos foyr?> Et dixol
el
conde: «Ruego
»
que
»
que y
»
ovier,
era
te
dé en
que siempre
ome malo
la
va cosa
muy
poco de
yo
>
rolo
>
perder
una cibdat de
las
meiores
me complir mi
si
vos queredes
voluntad con
la
dueña».
oyó desir cosa tan sin rasón e tan sin guisa,
diessen una grant langada, e dixol quel
demanda-
que queríe grand soldada por
commo
era dueña entendida, dixo al
La
commo
faser
el
Castilla
ayas por tu heredat». El archipreste,
sin guisa e sin rasón, e
trábalo.
archipreste
le
García,
e sin mesura, dixol: «Conde,
que sea esto poridat, dexat
Quando el conde
pésol más que sil
del rey
amigo, que nos tengas poridat, et prometo te
que
lo fisieres
si
commo
te,
la
infante,
en
arte:
«Amigo, todo
lo
que vos queredes quié-
de grado, ca por esto non queremos nos morir nin
condado. Ca mucho valdrá más que partamos
» nos todos tres.
el
Mas ha menester que nos apartemos amos
Mbnéndkz t PKI.AYO.— Estadios
sobre el Teatro de Lope de Vega.
pecado
a
un
17
lu-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2; 8
conde non nos pueda
>
gar do
»
e vos
»
conde*. Guando
el
desnuydad vos de
el
los
ver, ca avríe
por ende grant pesar^
paños e de mientra guardarlos ha
porque cuedó que todo su pleyto era bien parado; mas
tórnasele en
ca cuedando
ál,
commo ome malo
et el archipreste,
e
mucho
una grant tirada contra
sí,
mano
la
infante
dexamos aqueste
al
amos ya quanto,
doña Sancha,
«Don
commo
et
me
traydor, bien
assí,
amos
allí
camino
fablar del
plaser
era
esfforgada, travo del a la barva e dio!
e dixol:
e matáronle
metiéronse
et el agur et
el
quedó confondido
llegar e complir su voluntad, tra-
agora vengar de vos». Ella teniéndol
cuchillo en la
otri,
e desonrrado. Desi apartaron se
vo della e quísola abragar. Mas
»
confonder a
él
cuedando luego
muy buena dueña
el
archipreste aquesto oyó, tóvose por guarido,
llegó el
a dos, e
cuedo-
conde con un
tomaron
la
muía
pensavan de andar. Mas agora
conde Ferrant Gongales, que yba por
su camino, e diremos del acuerdo de los castellanos.»
«Cap. VI. Del acuerdo que ovieron los castellanos para yr a bus-
car al Cotide,
de
et
commo
se fallaron con él en el camino.
sLos castellanos, estando todos llegados
dicho susso en
assí
commo
avernos ya-
para aver acuerdo entressí sobre
la estoria,
del Conde, fablaron estonces
mucho
e de
la prisión
commol podíen
sacar et
librar ende. Mas pero non se podíen aver nin acordar en ninguna
guisa,
commo omnes que
estavan sin cabdiello, ca los unos queríen
una cosa e los otros otra.
era
omne de gran
díxoles:
>
seso e
«Amigos, yo vos
ymágen de
Guando
esto vio
Munno Layn, commo
buen cavallero darmas
lo
diré,
pues que
e
assí
mucho
es:
esforgado,
fagamos una
piedra a semeianga del Conde, e desi fagamos iura so-
;*
mano bien commo si ella
fuesse el Conde, e pongámosla en somo de un carro e llevémosla
ante nos. Et fagámosle pleito e omenage por amor del Conde,
»
que
» brella
»
si
de aguardarla e besémosle
ella
a
>
non fuxere que nunca fuyamos nin nunca tornemos a
Conde. Et el que y tornare sin él que salga por
la seña de Castiella en mano daquella ymapongamos
traydor. Et
gen, ca yo vos digo que si el Conde era fuerte señor, fuerte será
éste, que nos assí liberaremos, e desi vayamos buscar al Conde do
» Castilla
»
la
» quier
sin el
que del sepamos mandado.
5 con ñusco, e
si
non,
E
sil
falláremos lo
y muramos todos con
él,
et
adugamos
fasemos
muy mal
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
»
ya en tardar tanto, ca mucho menoscabamos, e a
»
día onrra en esta tardanza, e a nos
» e
mal
259
damos cada
él
pres, ca semeia
que
él lidia
nos non sabemos dello ren, e Dios nos perdone por ende
en
si
»
alguna cosa y pecamos. Et que veades agora qué precio damos a
un cavallero; pero que nos somos bien CCC cavalleros et non nos
»
atrevemos a
faser
»
buen precio
si
»
ninguna cosa, e
en
Munno Layn ovo
sí
lo
muy
acuerdo. Et fisieron luego
es
bien quanto
la
ymagen
mucho además,
avíe dicho et
él
que era buen
e pusiéronla en el carro, assí
ya dicho, e desi metiéronse
camino para yr contra
al
Navarra, e fueron a llegar aquel día cabo de Arlangón.
passaron Montesdoca, una
Bilforado.
Movieron
dallí
fiera
ora
mala cobardía». Pues que don
ha, por
dicho esta rasón, plógoles a todos
e otorgaron que era
commo
omne en poca de
pierde
assí
A
otro día
montaña, e fueron albergar cabo de
quanto
de guisa que, quando
alvor,
al
amáneselo, ovieron andado una legua. El Conde, otrossí, viniendo
con su dueña lasdrados, quando vieron
sí,
los castellanos venir contra
cuedaron que eran moros que corríen
miedo
et fueron
la tierra, et
en grant cueyta que non sabíen qué se
non veyen montaña aderredor do
commo
que viníen con su senna,
dueña:
et
dixo a
la
que aquí vienen todos son míos
» traien es la
llegassen a
él,
enbióles un escudero
que
la Infante
los castellanos esto oyeron, fueron
la
fasta
non podíen
que llegaron cerca del
et besáronle todos las
«
Señora doña Sancha, en buen punto
»
nos, ca por vos
» fiso
mano
commo
viníe
Commo
creer, et coet le
conos-
e recibieron a
manos
doña
et dixéronle assí:
fustes nascida para castella-
avemos cobrado nuestro señor. Et nunca muger
tamanno bien
a otres
omnes commo vos avedes fecho
Estonces tomaron su señor et fuéronse con
mandaron por un
senna que
alegres et gradesciéronlo a
cieron. Desi descendieron et besáronle la
Sancha por señora
ca és-
mano». Mas ante que
les dixiesse
Dios: tamaño era el goso que avíen, que lo
mentaron a correr todos
eran los castellanos
consigo por muger.
muy
ca
Conde
«Non temades,
vasallos, et aquella
mía, et besar vos an agora
sano et alegre et que traye
fisiesse,
se pudiessen asconder. El
fué parando mientes et conosció luego
» tos
ovieron grant
ferrero et sacáronle
de
para Burgos. Et tomó luego bendiciones
él
a nos».
para Bilforado et de-
los fierros; desi fuéronse
el
Conde con
la
infante
»
^
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
26o
doña Sancha
et fueron
andavan por
ricas las bodas.
muchas
fasiendo
la villa
bien los grandes
sennor»
muy
Et
los castellanos al
un
los tablados, al otro corríen los toros, et los ioglares
cabo alangaban
commo
alegrías, et avíen todos, tan
menores,
los
muy
grant plaser con su
(l).
«Cap.
VIL De commo
el rey
don García de Navarra vino a Cas-
conde Ferrant Gongales lidiar con
tiella et filé el
él et
de commol
prÍ5S0.t>
«Cap. VIII.
De commo
conde Ferrant Gongales sacó de la pri-
ei
sión al rey don García.
«Cap. IX.
De commo
Rey de León contra
tilla e lidió
los
el rey
muy
abreviados en
situaciones dramáticas,
General impresa, no ofrece
y por eso Lope prescindió de ellos.)
el rey don Sancho de León enbió d-esir al
Conde quelfuesse a Cortes
^Andados VII años
el
la
De commo
«Cap. XI.
que
don García de Navarra corrió a Cas-
después con el Conde e fué vencido.-» (El contenido de es-
tos tres capítulos,
como
conde Ferrant Gongales fue ayudar al
moros.
De commo
«Cap. X.
el
o quel dexasse el condado.
del regnado del rey
conde Ferrant Gongales ovo vencido
agora dixiemos, llegol mandado del
a sus Cortes o quel dexasse
el
al
don Sancho
Pues
rey don García,
Rey de León que
assí
fuesse
condado. El Conde, quando ovo leydas
las cartas,
enbió por los ricos omnes et por todos los cavalleros on-
rrados de
Castilla, et
» et
desque fueron venidos, díxoles
assí:
«Amigos
natural et ruego vos que me
commo buenos vasallos deven faser a señor. El
León me ha enbiado desir por sos cartas quel dé el con-
parientes,
yo só vuestro señor
3>
conseiedes assí
»
Rey de
3>
dado, et yo quiero gelo dar, ca non serie derecho de tener gele a
(i)
Esta importante referencia a los juglares falta en el texto impreso de
En elJ>oema fuente déla General, se habla sólo de los tañedores
la Crónica.
de
viola:
Alangaban en
los tablados todos los caballeros,
E a tablas e castanes jugan los escuderos,
De otra parte mataban los toros los monteros,
'
Avya ay muchas de
cítulas et
muchos
v3'oleros.
(Est. 682.)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
» fuerga,
me
ca aver
»
pues de mí
^
me
con
si
yo ende
quando
»
mos con
»
fesimos, todos serien
» et
ál fisiese.
la tierra al
fuesse sonado por
algar-
como
s6
España que nos
después fase un yerro señero, en antes contarán
que non
los cien
enbidia.
Nunca
»
omnes comunal. Et por ende disen
» et del
al<jára-
buenos que aya fechos,
nasció
omne en
el
el
un mal fecho
et esto
nasce todo de
mundo que
fuesse a todos
a las veses de grant mal bien
bien grant mal, et pues nos avemos suffrido grant lazerio et
estamos, loado a Dios, en estado qual nunca cuedamos, et
» lo
assí
si
perdiéssemos todo, nuestro laserio serie de balde. Nos por
leal-
tad nos presciamos et aquesta es nuestra heredat de siempre, et
»
por ende quiero yo yr a
»
quando yo
»
oydo avedes ya
»
sabedes meior que éste, ruego vos que
»
errado fuere, vos en grant culpa yazeredes
allá fuere
jero.)
Cortes
las
por bien
si
lo tenedes.
non seredes reptados. Amigos
que vos he mostrado. Et
lo
largo razonamiento,
»
omne de
tales fechos
Rey de León, todos quantos buenos fechos
perdudos por y, ca si fase omne cien buenos
»
:>
quantos viniessen des-
non suelen
»
»
et a
Demás, yo non
tierra, et los castellanos
» éstos faser, et
mí
ien de retraer a
26
enumerando
las
me
si
vos otro conseio
lo digades, ca
» fincan sos
la
carne, la lealtad que
parientes con
muy
omne
fase
mal heredamiento
del.
en yerro. Ca bien sé que ante de pocos días seredes en
que avredes mester seso
Rey me
et esfuergo.
non sea preso o mal trecho,
»
qué conseio avredes para sacar
»
non
deve
quisiere,
lidiar el
» ayudar.
que
tal
cueta,
Et vos todos sabedes que
commo me
et allí veré
me pueden
me
el
acorredes o
ende. Et digo vos que
reptar, et vos bien sabedes
omne que derecho non
tiene, ca
si
yr
que non
Dios nol quiere
Et más val seer muerto o preso, que non faser mal fecho
»
que después ayan a
»
quiero faser
»
ruego vos que
dellos, et
vos guardedes de caer
quiere grant mal, et cierto só que non podríe escapar que
»
»
et
Asas vos he
»
et
lealtad, ca
non muere,
mostrado carreras porque seades buenos
»
ya
(Continúa este
»
»
5>
si
condiciones del buen conse-
«Et amigos, sobre todo ha menester que guardedes
maguer muere
Et
et vasallos,
si
los parientes
que retraher. Esto es
vos lo tenedes por bien, et quiero
me
aguardedes aquí mío
non quiso consigo
llevar
fijo».
más de
me
lo
que yo
yr luego et
Espidiósse estonces
siete cavalleros, et assí
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
202
commo llegó
León nol
a
omne ninguno
salió a recebir
et tóvolo él
por mala señal. Otro día fuesse paral palagio et fué besar
al
s>
Rey; mas
mucho
él
non ge
quiso dar. Et dixol: ^Tirad vos
Demás,
algastes
reptado por ende: sin esto,
»
que dacá salgades
»
males
»
mandar mi
corte,
dadme buenos
ovo acabada su rasón, respusol
nado e de buen
»
vengo de logar para
tengo
»
mal desonrrado de
me
ca
me
me
me
Rey
lo
assí:
fis
nin
por lealtad et por mis años
otra vez
la
con
non
la tierra
las
muy
Cor-
faría sin
que
el pleyto,
aver, assí
commo
me los non pagássedes al
Et dad me vos fiadores que
si
dis la carta, e
yo dar vos he
que vos emienden quantas querellas avedes vos de mí se-
mandol luego prender
De commo
«Cap. XII.
»Ouando
el
los castellanos
gran pesar,
rra, et
non
por esto non viniera a
algase
gunt vuestra corte mandare». Et
lante.
el
aquella rasón, et dixo
algo con la tierra,
los leoneses, et
si
que
Conde commo omne bien razo-
que fuessen cada día doblados.
» fiadores
muy
muchos
et
tenedes mío aver forgado bien ha tres años, et vos sa-
me cumplades mío
él, et
condado, et devedes
fiadores a ello». Pues
el
faser tal fecho, ca
bedes de quál guisa fué
> plasso,
»
el
menudos pesares
por cavallero complido, mas íuy daquí
Pero por una rasón
» guisa,
»
vos con
mas nol tovo pro
seso;
Señor, de lo que desides que
»
»
me
fesistes
me los meiorastes. Mas yo fío en Dios que ante
me daredes ende buen derecho, Pero si todos los
que me avedes fechos me quisiéredes emendar assí commo
tuertos, et
» tes.
Conde:
allá,
nunca
5»
<.
mano
sodes logano: bien ha ya tres años que non quisistes venir
» a mías Cortes.
» ssr
la
la
et fisieron
La condesa,
otrossí,
et
el
Rey
fué
muy sannudo
contra
echar en fierros.»
conde salió de
sopieron que
el
la prisión,
conde era preso, ovieron
tamaño duelo commo
commo
lo
sil
toviesen de-
oyó, cayó amortecida en
yogó por muerta una gran piega de
día, assí
tie-
que todos cue-
daron que era muerta. Mas pues que fué entrada en acuerdo, dixéronle: «Señora,
non fasedes recabdo en vos quexar
tanto, ca
por vos
>
quexar mucho non viene pro
>
que catemos alguna carrera por quel podamos sacar por fuerga o
>
por arte o por qual guisa quier>. Desi ovieron su acuerdo
ron mucho en
ello
al
por qual guisa
conde
le
ni a nos.
Mas ha menester
et fabla-
podríen sacar, et dixieron cada
uno aquello quel semeiaba guisado, mas non podíen
fallar
carrera por
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
mas porque
-do lo pudiessen faser,
bullendo, luego
falla
muy
vcosa es le
coragón del
el
263
omne siempre
carrera para aquello que ha sabor et
de
ligera
ca
faser,
el
grant
amor todas
está
la
fuerte
las
cosas
vence. Et los castellanos tan gran sabor avíen de sacar a su señor,
que su coragón
les
dixo qual serie lo meior. Desi ayuntáronse qui-
nientos cavalleros bien guisados de cavallos et de armas, et juraron
que fuessen todos con
irodos sobre sanctos Evangelios
provar
et
la
condesa por
podríen sacar. Et desque ovieron fecho fuéronse de noch,
sil
non quisieron yr por
camino ninguno, mas por
el
montes por
los
que non fuessen descobiertos. Et quando llegaron a Mansiella
tal
Camino dexaron
del
algáronse contra
la diestra et
un monte mucho espesso
llaron
et
Somoga
la
possaron todos
allí
aquel monte. La condesa doña Sancha dexólos estonces
en aquel monte,
más, con
•fiso
et fuesse ella para
su esportilla, assí
saber
al
commo
León con dos
lleros bien
Rey commo yva en romería
el conde. El Rey
el
et salió a rrecebirla fuera
quanto una legua,
Rey para
et
dentro en
allí
dentro
non
cavalleros
romera, e su bordón en mano, et
va quel dexasse veer
buenamente,
la
et fa-
a Sanctiago, et
que rroga-
dixol quel plasíe de
de
la villa
muy
con muchos cava-
desque entraron en
la villa fuesse
su posada et la condesa fué veer al conde, et quandol
vio fuel abragar llorando
mucho de
los oios. El
conde conortóla
estonces et dixol que non quexasse, ca a sofrir era todo lo que Dios
queríe dar a los omnes, et que
omnes
contescie.
mucho commo
conde de
faser
et
El
cosa por Reyes et por grandes
La condesa enbió luego
a señor
los fierros,
fijos.
tal
Rey
bueno
dixo: «Si
me
los fierros et
lecho. Desi yoguieron toda la
la
los
quel rogava
al
Dios valla tengo que dis verdat»;
pannos. Et
puerta et dixol
al
el
que
les fisiessen
noche amvos en uno,
condesa de grant mañana quando a
para
Rey
desiendol quel cavallo travado nonca podríe
mandol luego sacar de
de todos
desir al
mesurado, que mandasse sacar
et
muy buen
et levantes la
los matines, et vistió al
conde
conde, en semeianza de dueña, fuesse
portero quel abriese, et dixol
«Dueña, fablemos ante del Rey
si
lo toviéredes
el portero:
por bien». Et
ella
non ganas y ninguna cosa en que yo tarde
non pueda complir después mi iornada». El portero, cue-
dixo: «Portero, par Dios
> aquí et
dando que era dueña,
abriol la puerta, et el
conde fuesse luego para
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
264
un portal dol estavan atendiendo dos cavalleros suyos,
en un cavallo quel teníe y,
mucho encubiertamiente de
et sallieron
la villa, et
comentaron de andar quanto más pudieron,
llegaron a
la
Somoga fuéronse
paral logar
commo omne que sallíe de tal logar.»
cCap. XIII. De commo iiso el Rey con
>
quando
et
do estaban
los cavalleros
muy
grant plaser^
atendiendol, et él quando los vio ovo con ellos
que era ydo
et cavalgS*
la condesa,
después que sopo
el conde.
Quando
rey don Sancho sopo que
el
el
conde era ydo
commo
qual arte le sacara la condesa, pésol assí
et
rregno, pero non quiso seer enoiado contra la condesa, et pre-
el
guntol
commo
osara ensayar
dixol la condesa: «Señor,
tal cosa, et
que estaba en grant cueta
>
atrevíme de sacarle ende, porque
»
porque era cosa que
»
demás, atreviéndome en
»
bien, et vos, señor, faredes contra
s
s6 de
>
mí cosa desaguisada, ca muy grant debdo he con vuestros
»
en
>
sodes de buen conoscer et
»
meior, et catar que non fagades que vos ayan los
la
> traer,
Rey
et
de
me
muy
vi
convinie asas
la
lo
si
commo buen
mí
alto varón, et
vos.
Et
assí
fijos et
commo
omnes que
contada
muy buen
el
rey don Sancho
et
mando
et será
míos vasallos que vayan con ñusco que vos lleven
»
conde a que non pasedes noche
commo
el
Rey
les
dueña de tan
mandó,
vos
re-
dueña^
a todos
do es
fasta
Los leoneses
«Con-
el
fisieron assí
mucho onrradament comma
la vio, plogol mucho
El conde, quando
le avíe
Dios fecho merced,
et fuesse
con toda
su condado.»
XIV. De commo
aver al rey
sin él».
et lleváronla
alta guisa.
tovo que
ella et
compaña para
«Cap.
la
assí:
muy buena
fecho et a guisa de
vuestra bondat por siempre,
»
por
fija
ca yo por faser derecho non devo perder >. Pues que la con-
>desa vos fezistes
su
muy
entendido, devedes escoger lo
>
con
fis
señor, ca
vos non querades faser contra
mi desondra grant parte avriedes
muy
et
pudiese aguisar. Et
vuestra mesura, tengo que lo
desa ovo acabada su rasón, respondiol
a
por
oviesse perdida
si
Don Sancho
el
conde Feí'rant
Gon gales enhió pedir su
de cominol dio el Rey
et
el
condado en preño
ello.
>En pos
León quel
esto enbió el
diesse su aver,
conde Ferrant Gongales desir
si
al
Rey de
non que non podía estar quel non pren-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
dasse por
et el
Et
ello.
Rey
el
nol enbió respuesta
conde ayuntó todo su poder,
et entrol
26^
donde
él
por
regno, et corriol
el
fuesse pagado,
mucho ganado et muchos omnes, Quando el rey
sopo, mandó a su mayordomo tomar muy grant aver,.
la tierra, et llevol
Don Sancho
lo
lo
que fuesse pagar
et dixol
el
conde
que tornasse todo
et quel diesse
que tomara de su regno ca teníe que nol deviera prendar por
tal
mayordomo fué al conde por pagarle el aver, mas quanto
el mundo non lo podríen pagar: tanto era sin guisa; et el
mayordomo óvose a tornar. El Rey, quando lo sopo, tóvosse por
cosa. El
avíe en
muy
enbargado por aquel fecho, ca non
en
seio
ello.
Et rrepintiérase de grant
dería, ca temiesse
de perder
tava tan mal parado
el
el
fallava
si
regno por
quien
con-
le diesse
pudiera de aquella mercay.
Et quando vio que es-
pleyto et nunca podríe pagar
el aver,
grant era, fablósse con sos vasallos et acordaron quel diesse
el
tan
con-
dado en pretio del aver. El conde Ferrant Gongalez tóvosse por guarido de este pleyto, porque veye que sallíe de grant premia, et
que non avríe de besar mano a omne del mundo;
sallieron los castellanos
de premia
et
et
desta guisa
de servidumbre del Rey de
León.»
Hasta aquí
principal, pero
el
texto de la Estoria d' Espanna^ fuente directa
no única, de
de tradiciones poéticas
la
y
comedia de Lope. Hay otro grupo
relativas al
Conde de
Castilla,
que llegaron
a nuestro autor por medio de los romances. Pocos son los que pue-
den
calificarse
admitió
Wolf en
los
de Fernán González: sólo cuatro
Primavera^ y aun puede decirse que dos de
la
en rigor, uno mismo, aunque esté arbitrariamente dividido
ellos son,
en
de viejos entre
las colecciones.
Este romance, por cierto de los más bellos que
en toda nuestra poesía heroica pueden encontrarse,
es el
mienza: Castellanos y leoneses tienen grandes divismteSy
añadirse,
como
el
la existencia
Rey envía por
vos.
Con
él
se
comprueba
otra
los
romances, forma representada aquí,
otros ciclos épicos, por lo que vulgarmente se llama Cró^
nica rimada^
Jas
debe
de una forma narrativa intermedia entre los
primeros cantares de gesta y
como en
cual
parte integrante suya, el que principia: Buen conde
Fernán González^
vez más
al
que co-
y también El
mocedades
del Cid, a
Rodrigo^ por referirse principalmente a
cuyo
relato antecede
un largo proemio
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
266
mixto de verso y prosa, según que
rudo compilador copia o
el
extracta los originales poéticos de que se vale. Nadie duda
que
esta compilación pertenece al siglo
hoy de
xiv (muy probablemente a
y que no fué ni pudo ser utilizada en la Crónica
General^ aunque muchas veces coincida con lo que ésta tomó de
fuentes más antiguas. Así, en lo tocante a Fernán González (donde,
su segunda mitad)
Crónica no aprovecharon
como queda dicho, los redactores de la
más que un solo texto, y éste no popular,
nes juglarescas transmitidas por
genealogía del héroe y en
nombre de
el
claustral del
monje Pelayo y de
la
su mujer, a quien llaman
Y omiten,
Constanza y no doña Sancha.
yenda
sino erudito) las invencio-
El Rodrigo, varían en cuanto a
por supuesto, toda
la
le-
reedificación de Arlanza;
la
pero guardan perfecta conformidad en los temas capitales de contiendas de Fernán González con los Reyes de Navarra
quebrantamiento de
preste,
por
la cárcel
juramento y estatua, venta del azor y
el
caballo al gallarín
(precio doblado cada día después que venciese el plazo).
de más peculiar este fragmento de El
y de León,
Condesa, aventura del Arci-
la
Lo que tiene
Rodrigo, es la entrevista del
fué brillantemente paraíraseada en los
vado de Carrión, que luego
romances, cuya ingeniosa elegancia contrasta aquí felizmente con la
rudeza del texto primitivo:
E
E
non querya obedescer
enviol dezir
Don
al
conde
el
rey de León,
Alfonso había por nombre,
Quel viniese a
Cavalgó
el
vistas,
—e fué
el
conde— como onbre
E a los treynta
días contados
— a moro nin
— hijo
a cristiano.
de don Suero de Caso.
— E enbió
conde
al
muy
conde emplassarlo
pagado.
tan losano,
— fué
el
conde
al plaso.
— e comengie a preguntarlo:
tEyo maravillado me fago, conde, — como sodes osados
De non me venir a mis cortes — nin me besar la mano;
Et el plaso fué en Saldaña,
Ca siempre
Ca León es
fué Castilla— de
regno,
Essas oras dixo
Vos
el
él
León
tributario;
— e Castilla solo condado».
conde:
— 'Mucho andades en vano;
— e yo sobre buen cavallo.
estades sobre buena muía gruessa,
— me lago mucho maravillado
— e pedirle vos tributazgo».
Essas oras dixo el rey: — cEn las cortes será juzgado
Porque yo vos
En
sufrí
aver, señor Castilla,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
26/
obedecerme devedes, — si non fincades vos en salvo>,
«Lleguemos y privado>.
el conde:
Si
—
Essas oras dixo
En León son
las cortes;
— llegó el conde logano.
Sobre este tema bordó
la
imaginación de los poetas cultos del
siglo XVI aquellas lindas variaciones,
versos de
la
en que uno solo de
los
informes
Crónica ruñada se desdobla en una serie de antítesis,
pintorescas aunque anacrónicas:
Vos venís en gruesa muía, — yo en ligero caballo;
Vos traéis sayo de seda, yo traigo un arnés tranzado;
Vos traéis alfange de oro, — yo traigo lanza en mi mano;
Vos traéis cetro de rey, — yo un venablo acerado;
Vos con guantes olorosos, j'o con los de acero claro;
Vos con la gorra de fiesta, — yo con un casco afinado;
Vos traéis ciento de muía, — yo trescientos de caballo.
—
—
Lo que parece una novedad en
vemos
romance
este
bien no nos atre-
(si
a afirmar resueltamente que lo sea, porque acaso estaba en
alguno de esos cantares del siglo xiv, de que
la
Rimada en
su pri-
mera parte no nos ofrece más que fragmentos groseramente
dos), es el espíritu
victorioso
de
los
profundamente democrático del
conde rebelde
se presenta
con
el
en que
el
carácter de protector
humildes y desvalidos, y especialmente de
Villas y castillos tengo,
final,
zurci-
los labradores:
— todos a mi mandar son;
me dejó mi padre, — de ellos me ganara yo:
Los que me dejó mi padre, — poblélos de ricos hombres;
Los que 3-0 me hube ganado, — poblélos de labradores;
De
ellos
Quien no tenía más que un buey, — dábale
Al que casaba su
hija,
otro,
que eran
dos;
— dóile yo muy rico don;
Al que faltaban dineros, - también se los presto
Cada día que amanece, por mí hacen oración;
yo:
—
— que non merece, non;
El les puso muchos pechos, — e quitáraselos yo.
No
la
hacían por el Rey,
la
Este Fernán González filántropo no debe de ser anterior
glo XVI,
y quizá
el
al si-
primer esbozo de su figura haya de buscarse en
aquella voluminosa Chronica de
Fernán González que en 1514 dedi-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
268
V el abad de Arlanza, Fr. Gonzalo de Arredondo y Alva-
có a Carlos
rado, natural del valle de Ruesga, procurando imitar, según dice el
Berganza,la Cyropedia de Xenophonte.
P.
que no
llegó a darse a la estampa, pero
copias manuscritas
González,
a la vez
el
que
se propuso
(l),
el
espejo de todas
las
y
como
y
del sabio legislador,
virtudes teologales, cardinales
cuya ley cuarta ordena que
los caballeros traten
esta historia novelesca,
Arredondo presentar en Fernán
prototipo del príncipe perfecto,
caballerescas, llegando a dar el texto de
le atribuye,
En
que corrió profusamente en
los señores, los
aunque no
muy
esta crónica,
poéticas, el
entusiasmo por su héroe
lo
las coplas
bueno de Arredondo, que
que
le faltaba
que intercaló en su crónica,
guos^
y
como soñó Amador de
las
criados,
suplía
de imaginación, no
con
el
se hartó
infelices metros, pri-
y
el
Cid; después en ciertas quinti-
sin calificarlas
los Ríos,
jamás de rimos anti-
que creyó encontrar en
fragmentos de un poema del siglo xiv, análogo
no,
y
conde para
de arte mayor de su Arlantina^ que contiene un
paralelo entre Fernán González
llas
al
que ofrece algunas invenciones nuevas,
de encarecer sus hechos en todo género de
mero en
infanzones
a hijos a sus colonos, vasallos
y que todo el que se vea aquejado de pobreza acuda
que le remedie, como padre común de todos.
Además de
y
una especia de código que
al
ellas
de Alfonso Once-
reimprimió con cierto barniz de ortografía arcaica, que ha
deslumhrado a algunos, y ha hecho a otros acusar de
falsificación a
(i)
La más esmerada, según el Sr. Menéndez Pida), que ha cotejado la
mayor parte de ellas, es la escurialense, I-iij-2, Hay otras en la Biblioteca Nacional, en la de la Academia Española, etc. Yo tengo una especie de refun-
dición ampliada considerablemente por el principio (manuscrito incompleto,
88 folios a dos columnas, letra del siglo xvi). Este manuscrito concuerda con
el
de
la
Biblioteca Nacional, T. 31, y el de la Biblioteca Real, 2-M-s.
confundirse esta crónica de Arredondo con otra obra suya
No debe
lleva el
hechos de los
Ruy
que
de Crónica Arlantina de los famosos y grandes
bienaventurados sánelos cavalleros conde Fernand González y Cid
rimbombante
título
y universales coránicas entretexiendo vicios y virtudes, viejo y nuevo
humanas y divinas^ poetas y philósophos, corotiistas y decretos
y hechos famosos y notables desde el principio del tnundo. Es el detestable poema de la Arlantina, acompañado de un comentario en prosa, del cual apenas
podemos juzgar porque fué suprimido casi del todo en la malísima copia del
siglo pasado (digna del poema) que se halla en la Biblioteca de la Academia
de la Historia, D-42, única que conocemos.
Dies,
testamento, leyes
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Arredondo, siendo
así
que éste no da
tales versos
por ajenos, y
<jue llama repetidas veces rimos antiguos es el viejo
nán
2C9
Poema
lo
de Fer-
Go7izález (i).
Sobre la base de las crónicas de Arlanza, y especialmente de la
de Arredondo, pero tratando de armonizar sus datos y los de la
General con lo que resulta de las escrituras, de los cronicones y de
otros documentos fehacientes,
y rechazando todo
tamente era anacrónico e inverisímil,
primer tomo de su grande obra de
tejió
las
el P.
lo
que manifies-
Berganza, en
el
Antigüedades de España
(1719), una nueva
trando en
y extensa biografía del héroe castellano, moscomo en todo el discurso de su libro, una mezcla
ella,
singular de candor
les hasta sus
historia.
más
y de
pericia crítica,
que hace apreciables y
úti-
yerros y sus frecuentes confusiones entre la fábula
y
la
Las tradiciones castellanas nunca encontraron defensor
hábil, a la vez
que sincero y convencido; y
si
el
de
edificio
la
antigua historia no hubiese estado ya en su tiempo tan ruinoso, sus
esfuerzos habrían bastado para sostenerle,
por algún tiempo su caída, en medio del
y
comenzaba a reinar en aquel
«scéptico, que
Pero apartando
los ojos del
a lo
espíritu,
campo de
menos detuvieron
no ya
siglo.
la historia positiva,
progresos y controversias no hacen a nuestro intento,
Fernán González, derivada del Poema del
viendo en todas
las
a ser extractada
como
la
refundiciones de
la
crítico, sino
siglo xiii,
la
cuyos
leyenda de
continuó vi-
Crónica General^
y aun
llegó
crónica aparte, siendo uno de estos extractos
que Berganza llama Historia antigua de Arlanza por conservarse
«n aquel monasterio, y que
Esta
historia,
sirvió a
Arredondo de
principal fuente.
que fué impresa dos veces en Burgos por Juan de
Véase en
—
de Baltimore Modern Language Notes JohnsHopde 1897— un artículo definitivo sobre esta cuestión, de C. Carrol! Marden. Justificando Arredondo el empleo que hace de
los metros del Poema, hace curiosa indicación de un Mester de clerecía no
•descubierto hasta ahora: «E no sólo esta manera de escrevir se usava en
aquellos tiempos en las corónicas, mas aun en las vidas e historias de santos,
como paresce en la de Sant Millán e <de Santo Toribio* y de otros E yo digo
e afirmo que estos metros tienen en sy toda verdad
y no devemos considerar la manera del grosero hablar, synon atender sy lo que dizen es cierto
•o verdad, ca no es verdad toda eloquencia, ni mentira toda la habla grosera».
(1)
Mns
Uníversity,
la revista
xii,
abril
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
270
1 5 36 y 1546 (l), procede, según las doctas investigaciones
Menéndez Pidal, de la Crónica de 1344, y no de la primitiva
Junta en
del Sr.
En cambio,
del
Rey
lez,
que fué mucho más popular, y de
aunque
Sabio.
otra
pequeña Estoria de Fernán Gonzácual existen numerosas
la
haya alguna
rarísimas ediciones (2) del siglo xvi (y quizá
del xv), presenta
aunque no
se sacó
mucha más semejanza con el texto de Ocampo,
de él y está mucho más abreviada. El libro de cor-
que hoy corre en manos de nuestro vulgo, no tfene tan nobles
del,
fuentes, ni se
remonta más
allá del siglo
pasado
(3),
pero
el
mero
hecho de su existencia es digno de consignarse.
No menos que
estos relatos en prosa atestiguan la difusión
vitalidad de la leyenda de
eruditos
y
artísticos
Fernán González
que sobre
Lobo; y otros que,
muy
luego,
y
las crónicas,
sus émulos Juan de la
sin ser populares
y ciertamente
el
siglo xvi^
como
los del
Cueva y Gabriel
en su origen, se popularizaron
merecían,
lo
y
numerosos romances
compusieron en
ella se
unos sacados pedestremente del texto de
inevitable Sepúlveda
los
como
aquel tan brioso
y
enérgico de juramento llevan hecho todos juntos a una voz.
como
Además de
El teatro recogió,
boración épica.
anterior),
antigua
(
I
)
De
(4),
siempre,
la
la libertad de Castilla
que quizá por
las reliquias
ela-
por Fernán González^ en lengua
esta razón
La hystoria breve del muy
de toda esta
comedia de Lope, hubo otra (acaso
deba atribuirse
excelente cavallero el
al
poeta de
Conde Fernán Gongalez,
sacada del libro viejo que está en el monesterio de Sant Pedro de Arlanga
al fin, como todas las crónicas parciales de Fernán Gonzáde los siete infantes de Lara.
La primera edición citada por los bibliógrafos es de Sevilla, por Ja(2).
cobo Crombérger, 1509. Otra de Toledo, acabada a once días del mes de
enero de 151 1, ha sido reproducida folitográficamente por el Sr. Sancho Rayón. Sus reimpresiones alcanzan hasta la de Madrid, por Antonio Sanz, 1733.
La edición más antigua que se cita de este libro popular, que vino a
(3)
sustituir al anterior con grandísima desventaja, es de Córdoba, 1750, con el
título de Historias verdaderas del Conde Fernán González, su esposa doña
(1537, 1546). Lleva
lez, la historia
Lara, sacadas de los más insignes historiadores
por Juan Rodríguez de la Torre. La que lleva el nombre de Manuel
José Martín, parece ser esta misma.
Hállase en el tomo apócrifo titulado Seis comedias de Lope de Vega
(4)
En Lisboa, imCarpió, y de otros autores, cuios nombres dellas son éstos
Sancha y
los siete infantes de
españoles,
presso por Pedro Crasbeeck. Anno 1603.
De este tomo dijo Lope en la primera edición de El Peregrino: ^Agora
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
27
Guadalajara, Hurtado de Velarde, cuya especialidad eran los asuntos
en esta ridicula fabla.
históricos tratados
De un Conde
de Castillay
pero no sabemos cuál, había escrito también una comedia Pedro
Liñán de Riaza, según nos informa Lope en una de sus cartas
duque de
al
Sessa,
La de nuestro poeta sigue paso
a paso la Crónica General^ pero,,
desgraciadamente, suprimiendo muchos pormenores poéticos, por
la
imposibilidad absoluta de encerrar tanta materia en el corto es-
más
pacio de tres jornadas. Faltan los
en
la entrevista
con
el
bellos
y
patriarcales rasgos
monje Pelayo (<Darte he pan de ordio que
comas, ca non tengo de trigo»). El arcipreste cazador está trocado
en un estudiante, cambio que debe atribuirse a
cuidadosos de
la
reverencia debida
fidelidad a las tradiciones épicas.
al
Por
los censores,
más
estado sacerdotal, que de la
lo
tocante a romances, se
de Buen conde Fe?-ndn González y el de
yuramento llevan hecho^ pero uno y otro con grandes variantes, que
aprovechan e intercalan
el
no corresponden a ninguno de
los textos conocidos,
y deben de
ser
modificaciones arbitrarias del poeta dramático, aunque no todas lo
parecen:
Buen conde Fernán González,
Para que vais a
las
Cortes
—
— el Rey envía por vos
que celebran en León.
— desde el Miño hasta Arlanzon,
— de Segovia a Badajoz,
No ha quedado de
—de villa o ciudad, señor
Que no venga a su mandado — humildemente, y vos no.
Buen Conde,
vais a
— daros han buen galardón;
Rey a Paredes, — a Dueñas, a Villalón,
Daros ha
A Torre, a Palenzuela, — y a Palencia la mayor;
Si no vais, Conde, a las Cortes, — daros ha
Rey por traidor,
De
Y
Asturias y de Galicia,
desde
el
Duero hasta
el Tajo,
castillo,
si
ellas,
el
la
el
— como los villanos son.
—Mensajero eres, amigo, — no mereces culpa, no;
han
Y
quedaréis por retado,
Y
es justa ley
que
te valgan
— las leyes de embajador
salido algunas comedias que, impressas en Castilla, dicen que en Lisboa;
asi quiero advertir a los que leen mis escritos con afición
aquéllas son mis comedias, aunque toigan mi nombre*.
La última comedia
del tomo, sin embargo, es
imprimió efectivamente en Lisboa y no en
las aprobaciones y el género de las erratas.
libro se
snyai
(El Perseguido), y
Castilla,
y
que no crean que
como
lo
el
prueban
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2^2
El romance no menciona a Villalón ni a Dueñas, y en cambio
habla de Carrión, de Torquemada, de Tordesillas y Torrelobatón,
que
faltan
en Lope. Por supuesto,
conforme a
la
Nunca ha
Ni en
las
el final
ortodoxia monárquica
sido inobediente
del
romance
está refundido
del siglo xvii:
— el Conde al Rey mi señor;
— ni en el campo le dejó
guerras le ha faltado,
El otro romance, que es artístico sin duda, pero bastante sencillo
y no
infiel al espíritu
de
los
tiempos heroicos
ni al
ción popular, conserva los mismos méritos en
Lope, aunque su
cero general
letra difiere
mucho de
la
la
tono de
can-
refundición de
que leemos en
de 1604. Sólo hay conformidad en
la
el
los seis
Roman-
primeros
versos:
Juramento llevan hecho,
De
— todos juntos
no volver a Castilla— sin
el
Conde su
a
una voz,
señor.
La su imagen llevar quieren — subida en un carretón,
Dando obediencia a una piedra— para más señal de amor.
Convocar quieren la gente,— y mover a compasión
Los niños entre
los pechos,
Los hidalgos en
la plaza,
Los viejos en
En
la
tienda
—las hembras en
los gobiernos,
al oficial,
— en
— los mozos en su afición.
el
campo
al
labrador.
como en
de amor y celos,
Sirven de episodios en esta obra,
clase, algunas escenas rústicas
pastoriles,
una boda de
villanos,
Bien vengáis triunfando.
lediadore;
Bien vengáis
el
Conde.
Nunca entró Pelayo,
Nunca entró en Leone,
En la santa igreja
De San Salvadore,
Con
Con
casi todas las
ofertas
de su
y requiebros
y dos bailes con tono y gusto de
letra popular:
Conde
la labor.
—los monjes en religión,
laureles tantos.
tantos pendones,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Con
273
tantos moricos
Puestos en prisiones.
Por aquí daréis
la vuelta
El caballero;
Por aquí
Si
Fuera de algunos versos
de
<iatos
la
claréis la vuelta,
me muero
no
y
felices
del respeto con
que sigue
leyenda, hay poco que aplaudir en esta composición
dramática, que es de las
más informes y desaliñadas de Lope. El
argumento no era propio del
teatro:
en toda
González no hay más situación dramática que
la
crónica de Fernán
Conde
la libertad del
por su mujer, pero como esta situación se pone dos veces en
nica con circunstancias casi iguales,
mera escena anula de antemano
demás de
los
Conde
la historia del
sirve para el caso,
y
resulta
y Lope
la repite
la
también,
cró-
la pri-
Todo
lo
es admirable poesía épica, pero
no
el efecto
de
segunda.
la
muy amenguada y
empobrecida en
el
drama.
Don
Francisco de Rojas, en su comedia
sura (1Ó45), se atuvo
siones a una,
y
al
La
tnás hidalga
kenno-
episodio de la Condesa, redujo las dos pri-
dio bastante interés
y
regularidad a
la
acción; pero
aunque mostró talento como siempre, afeó su obra con demasiados
anacronismos y gongorismos, no compensados con ningún rasgo
digno de García del Castañar^
ni
siquiera de
El Caín de Cata-
luña.
En
el
monstruoso teatro del
siglo
pasado, encontramos un co-
medión de D. Manuel Fermín de Laviano: La toma de Sepúlvedapor
conde Fernán González'. El nombre del autor indica ya lo que
el
puede
ser.
Otras habrá, sin duda, que no recordamos ahora, o cuya
existencia no sabemos.
En
nuestra
moderna
literatura
tampoco
faltan obras inspiradas
por este grupo de tradiciones castellanas. Abrió
la
marcha Trueba y
Cosío, con su leyenda inglesa
cual,
The Count of Castíle (1830), para la
según su costumbre, apenas consultó más fuentes que la His-
toria del P. Mariana
nos,
que leyó
sin
y
los
duda en
romances, especialmente
la
los
más moder-
colección de Depping. Dulcificando un
MsNKNDEz T Pelato.— ^j.'arf.'oí sobre
el
Teatro de Lope de Vega.
18
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2/4
tanío la aventura del Arcipreste, eligió, para principio de su narración, los
que comienzan:
Preso está Fernán González
El buen conde Fernán González,
En
Refiere después
cruel prisión estaba
la
segunda prisión del Conde, de
bertó, en habito de romera, su mujer,
lescas circunstancias al
la
cual le
li-
y añade en este relato nove-
romance de Sepúlveda:
re}' Don Sancho Ordóñez,
Que en León tiene el reinado
El
El
final
de
que comienza
leyenda de Trueba, recuerda algo de otro romance
la
así:
En los reinos de León
Don Sancho el Gordo reinaba
Diez años después, otro español de
los
emigrados en Londres^
D. José Joaquín de ]Mora, ingenioso versificador y maestro en
rración joco-seria
más que en
la heroica, trató
seriamente
la
na-
asunto-
el
de El primer Conde de Castilla en un poemita en octavas reales inserto en sus Leyendas españolas (1840). Sirvióle
declara,
un romance erudito de
los
de norma, según
Ctiarenta cantos de Alonso
él
de
Fuentes (1550); pero aunque copiase de él algunas expresiones, esenteramente de invención suya y de gusto archirromántico el final,
en que Fernán González salva
llamas que envuelven
que para
No
libertarla»
a luz por
los
O
Rey de Navarra, Don García, de las
en que el Conde estaba preso, y
incendia su esposa doña Sancha.
he llegado a ver los
vela histórica
al
la fortaleza
muy
celebrados capítulos que de su no-
Conde Soberano de Castella Ferrao Gongalves diá
años de 1837 a 1842 en
critor portugués Oliveira ]Marreca,
Herculano, que en
el
O
Panorama^ de Lisboa,
uno de
los predilectos
el
es-
amigos de
prólogo de sus Lendas e Narrativas llama a esta
novela «concepción vasta, aunque todavía incompleta», y añade estas^
palabras,
que por ser de
tal
maestro, deben tenerse por
el
más cum—
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
piído elogio: «Carácter grave
guos
,
austero, digno de los tiempos anti-
y
hombre, sobre todo, de ciencia y conciencia,
tal vez,
ros,
la
vida pública
que no cabe en
el
al Sr.
respetable por su carácter
es,
popularizar
oí
la historia
social
política ».
y
y por
si
que pensaba refundir,
El bastardo Mudan-a.
XII.
Co-
Torre do Tombo, y
la
a tenor
de
modernas
las
tuvo tiempo para realizar este propósito
media, firmado por Lope de
de
su saber, que ocupaba entonces el
vestigaciones históricas, la parte impresa de su novela,
pero no sé
estudio
Marreca, ilustre economista, anciano
puesto de director del Archivo Nacional de
de sus labios
el
privada de los siglos semibárba-
y
cuadro de
nocí en mis mocedades
Marreca
al
que Du-]\Ionteil hizo a Francia, esto
aquella parte de
el Sr.
campo de la novela histórica,
podría hacer como él a Portugal el servicio
ha traído estas dotes suyas eminentes
donde ninguno,
2/5
in-
y terminarla;
(i).
— El original autógrafo de esta co-
Vega en 27 de
ció al célebre orador D. Salustiano
abril
de 1612, pertene-
de Olózaga, bajo cuyos auspicios
fué reproducida exactísimamente por la Sociedad fotolitozincográ-fica
en 1864. Muerto Olózaga, su hermano D. José regaló
marqués de San Gregorio, y éste
pañola, en cuya biblioteca se conserva con
nuscrito
tal
al
a la Real
la
el maAcademia Es-
veneración debida a
Excusamos advertir que nuestra publicación
joya.
se
conforma
escrupulosamente a dicho manuscrito, poniéndose por nota
riantes, o
más bien meras
hecha en
1
64 1 en
la
erratas,
que contiene
la
las
va-
edición postuma^
Veinticuatro parte perfecta de las comedias dei
Fénix de España^ impresa en Zaragoza. Hacemos notar también
los
pasajes del original que están suprimidos o atajados para la repre(i)
Pueden añadirse, meramente como recuerdo bibliográfico, El Conde
Fernán González, novela histórica por D. N. B. Silva (Madrid, 1842; dos tomos), y Fernán González, drama en aiatro actos y en verso, original de don
Juan de la Rosa Go7izálezy D. Pedro Calvo Asensio (1847).
[Restori recuerda una mediana comedia, citada por La Barrera (pág. 549)
y escrita, según éste, hacia 1665. Menciona, asimismo, una anónima, no citada
por Menéndez y Pelayo ni por nadie, que lleva este título: Comedia Njieva /
Favores que Hizo Dios j Al Señor Conde Fernán Gofizáíez I terror de los Aga-
renos, a quienes vendo' en quarenta
huessos
descansan en San Pedro
y
seis ( Batallas, sin perder
de Arlanga
ninguna, cuyos-
Dedícala vn Capellán svyo a
Nvestra ¡ Señora del Rosario, cuya hermosa Imagen se venera en ¡ Montepia^
en el Pueblo de Bezana. (A. B.}]
I
/
/
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
276
sentación,
y una
tercera jornada.
al principio de
el título
mano
interpolación de
Ha
de Mudarra
sido traducida
le
bátard
muy
fácil,
Acaba de aparecer un
tado de Milá
llana^
con
el
al
que
la crítica
y Fontanals acerca De
la
cual puede decirse que
ni
el
menos reproducir ninguno de
podemos menos de llamar
la
que de
tal
memorable
tra-
Poesía heroico -popular caste-
empezó
el
período cientíñco
leyenda de
Pidal.
No
los siete
preten-
los textos
que con admirable rigor
aunque sea
muy
de paso, no
atención del lector más preocupado o
distraído sobre la trascendencia
una leyenda
más
riquísimo contenido de su obra,
restaura. Pero
de método publica y
extracto.
disputa, el
españála sobre nuestra
Ramón Menéndez
alguno, agotar
mero
es, sin
fecha del
para estos estudios. Este libro versa sobre la
infantes de Lara: su autor es D.
en que se funda,
reducirse a un
y puede
Edad Media desde 1874,
demos, en modo
la
francés por E. Baret, con
las tradiciones
libro magistral (2),
poderoso esfuerzo que ha intentado
la
de
(l).
Tratándose de esta comedia y de
epopeya de
al fin
Los actores que representaron esta pieza constan
ella.
nuestra tarea es
ajena que hay
y generalidad de
las
conclusiones
obra se deducen, y que no se limitan al desarrollo de
sola, como del título pudiera inferirse, sino que alcan-
zan a toda nuestra poesía épica y a sus relaciones más íntimas con
la historia
y con
el teatro.
Sin haber en nuestra primitiva poesía heroica verdaderos y extensos ciclos,
como
los
hay en
la
epopeya francesa, pueden notarse
Oeuvres dramatiques de Lope de Vega (1874), tomo I, páginas 400-474.
Baret tributa grandes elogios a la obra que traduce:
«La escena en que el viejo Ñuño conjura a los infantes que vuelvan a Salas, después de haberles explicado los presagios que anuncian la traición, es
(i)
más dramáticas que se hayan presentado en el teatro.
»La segunda jornada de esta pieza es casi tan patética como El Rey
Lear
>La tercera jornada esta a la altura de las dos primeras
»Nada más dramático que la escena en que Mudarra se presenta a su padre ciego. Por la sencillez y la naturalidad, esta escena es digna de ser comparada con el reconocimiento de Orestes y Electra en Sófocles: es el más
bello elogio que puede hacerse de ella.»
Compara también a doña Lambra con lady ]\Iacbeth.
R. Menéndez Pidal, La leyenda de los infantes de Lara, Madrid, im(2)
de
las
prenta de
los hijos de Ducazcal, 1896,
4.**
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
un
número de temas predilectos o
cierto
capitales,
ción continúa a través de los siglos, modificándose
vicisitudes del gusto literario
y de
las
27/
cuya elabora-
compás de
al
las
transformaciones históricas
de nuestro pueblo. Estos temas épicos, prescindiendo del de
la
pér-
dida de España, que no es nacional de origen, aunque llegó a espa-
mucho andando
ñolizarse
el
tiempo, se reducen a cuatro: Bernardo
del Carpió, los infantes de Lara,
sucesores, y, finalmente, el Cid,
que
ticos
ción
le
representación de
y
los héroes poé-
precedieron, y de quien puede decirse que resume toda
de nuestra poesía
la savia
Fernán González y sus inmediatos
que eclipsa a todos
histórica,
ella.
y que
es la
más
y también
Esta razón,
alta
la
encarna-
no menos
valedera de haberse conservado acerca de sus hazañas documentos
históricos
mos
y
sobre los
asunto a
la
más extensos y más antiguos que los que tenedemás personajes que en nuestra Edad Media dieron
poéticos
canción popular, han hecho que
como
cos, así españoles
la
atención de los
críti-
extranjeros, se haya inclinado con prefe-
y principalmente al venerable poema
Campeador se confunde con los orígenes de
rencia a esta grandiosa figura,
en que
la
gloria del
nuestra lengua
poesía.
y
Pero nadie duda hoy que ese poema, aunque
ahora, no fué
que perteneció
tampoco
único, ni
el
a
una
el
solitario hasta
primero de su género, sino
serie bastante rica
de cantares de gesta, que
en su primitiva forma no conocemos ya, pero que indirectamente
nos son revelados por otros textos históricos y poéticos en que persistió la materia épica, aunque la forma cambiase. La Crónica General,
recogiendo en extracto
contribuyó
las gestas primitivas,
mucho
a que se perdiesen, pero no las extinguió del todo: lo que hicieron
fué tomar nueva forma, surgiendo en el siglo xiv una épica secundaria,
que influyó
la cual,
a su vez
que arrojan inesperada
en otro tiempo por
cuando son, por
cirse
en
las refundiciones
de
la
Crónica,
y de
además, nos quedan, aunque escasos, notables fragmentos,
la
luz sobre el origen
el contrario, la
que pertenezcan a
Heredaron
de
los
romances, tenidos
forma más antigua de nuestra poesía popular,
la
más
reciente,
y apenas puede de-
Edad Media más que por
su inspiración
metro de diez y seis sílabas, propio de la segunda edad de nuestra epopeya (como vemos en la Crónica rimada
primitiva.
el
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
2/8
y en
abundancia de octosílabos que contiene
la
de una de
lar del Cid, sacada
Crónica particu-
la
refundiciones de
las
la
General),
y
fueron, según los casos, o ramas desgajadas del tronco épico, o ve-
getación
dos de
lírica
la
todavía
que
le fué
más que en
la
el
estos fragmentos, recogi-
prosa de las Crónicas,
nuestra tradición poética, que logró
que
En
envolviendo.
tradición oral por los compiladores del siglo xvi, se salvó,
lo
más
de
sustancial
íortuna de ser impresa antes
la
vulgo y los semidoctos tuviesen tiempo de estragarla.
Tales observaciones reciben hoy plenísima comprobación en
tema
Me-
particular de los infantes de Lara, donde, gracias al Sr.
néndez Pidal, pueden seguirse, una por una, todas
las fases
el
de
la
evolución épica.
No hay
texto de la leyenda de los siete infantes anterior al
muy
detallado relato de la Crónica General; pero éste (basta leerle) es
mera transcripción de un texto
cemos
el
más
el
quedando todavía
épico,
y muchos asonantes. Es
versificación
la
cantar primitivo, que fué seguramente
trágico, el
más inspirado de
huellas
de
única forma en que cono-
todos:
el
más grandioso,
«Aquí vos diremos Je
los
Siete Inffantes de Salas, de cuerno fueron traydos et muertos en el
tiempo del rey
Don Ramiro
de Garci Ferrández, cuende de
et
Castiella».
He aquí
los
puntos capitales de esta sombría epopeya de
ganza, compuesta seguramente en
grandes gestas:
Un
el siglo xii,
alto orne del alfoz
como
ven-
todas nuestras
de Lara, llamado Roy Blas-
quez, señor de Vilviestre, casó con una dueña de
natural de la Bureva, prÍ7na
la
muy gran guisa,
cormana del conde Garci Ferrández,
lla-
mada doña Lambra {Llambldi-flamula en los textos más antiguos).
el poema con la descripción de las bodas, que se cele-
Empezaba
braron espléndidamente en Burgos, durante cinco semanas, con
los
acostumbrados regocijos de bofordar, quebrantar tablados, correr
toros, juegos
las
bodas
la
de tablas y de ajedrez, y cantos de juglares. Asiste a
hermana de Roy Blasquez, doña Sancha, mujer de Gon-
y sus siete hijos, llamados los infantes de Salas, a quieen un mismo día había armado caballeros el conde de Castilla.
zalo Gustios,
nes
Sobre un lance de quebrantar
el
tablado, trábase disputa entre Al-
var Sánchez, primo de doña Lambra,
y
los hijos
de doña Sancha. El
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
menor de
Gonzalo González, ofendido por una expresión jac-
ellos,
tanciosa de Alvaro («Si las dueñas de
más que todos
entienden que valo
en
ninguna dueña
allí».
Roy
mente
así fuera
y
muy
la
con
Gustios se
el
le
lo
fuera
ponen por medio y consiguen
le afea horrible-
puño su escudero. En-
el
pelea entre los opuestos bandos: el
la
ella
que
afrenta de su mujer, hiere
lá
azor que traía en
mulacro de reconciliación, y
tiende
oyó, co-
fuerte e diziendo
no hallando a mano otra arma,
éste,
el rostro
créspase
que
quijadas,
y
desondrada en sus bodas cuemo
Blasquez, deseoso de vengar
a Gonzalo,
gran puñada
de su caballo. Doña Lambra, «quando
los pies
a meter grandes voces, llorando
menzó
fablan, fazen derecho, ca
mi
los otros»), dale tan
rostro, quebrantándole dientes
el
muerto a
2/9
Conde y Gonzalo
Hácese un si-
separarlos.
contienda queda
al
parecer apacigua-
da, yendo doña Sancha, sus hijos y su ayo a acompañar a doña
Lambra en
su heredad de Barbadillo, para darla placer cazando con
dueña no
sus azores por la ribera de Arlanza. Pero la vengativa
ol-
vida el cuidado de su deshonra, y hace que un criado suyo afrente a
Gonzalo de la manera más injuriosa, arrojándole al pecho un cohom-
bro hinchado de sangre; corriendo a refugiarse luego bajo
de doña Sancha, signo de protección que no respetan
que
allí
señora.
tras
mismo
Nada
le
la
manto
los jinfantes,
paños de su
y
desesperación de doña Lambra y a las mues-
matan, ensangrentando
iguala a
el
las tocas
los
de dolor que hace después de este feroz desacato. cFizo poner
un escaño en medio de so
para muerto: et lloró
dueñas
tres días,
et
el
fué, et
rompió todos sos pannos,
A persuasión suya, urde
que non avíe marido.»
más negra
Finge perdonarles
de paños cuemo
tan grand llanto sobrél con todas sus
que por maravilla
llamándose bibda
su marido la
corral, guisado et cubierto
ella et fizo
intriga contra su
agravio, los halaga
tos engañosos, logra la confianza
cuñado y sus sobrinos.
con palabras y ofrecimien-
de Gonzalo Gustios, y
le
envía a
Córdoba con una carta suya, en lengua arábiga, para Almanzor,
encargándole que descabece
con su hueste a
la
al
mensajero,
frontera de Castilla,
y que
donde
se acerque luego
él le
esperará para
entregarle a los siete infantes, hijos de Gonzalo, «ca estos son fes
omnes
et
del
mundo que más
contrallos vos son acá en los christianos
que más mal vos vuscan,
et
pues que éstos oviésedes muertos»
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
28o
avredes
la
de
tierra
tiene en ellos
grand esfuergo
más generoso que
zor,
el
cuende Garci Ferrández», Alman-
el
su pérfido
poner a Gustios en prisión no
una
vuestra voluntat, ca mucho-
los christianos a
amigo
muy
cristiano, se contenta
con
dura, dándole para su servicio
un
7nora fíjadalgo, de la cual tuvo
que
hijo,
con
fué
el
tiempo
vengador Mudarra González.
La segunda
efecto
que
la
parte de
una entrada en
y
llos,
al salir
tierra
la
venganza tiene más cumplido y sangriento
Roy Blasquez
primera.
invita a sus sojjrinos a
de moros. Parten
del alfoz de Lara
y
con 200 caba-
los infantes
atravesar
el
pinar de Canicosa,.
ven temerosos presagios. («Olieron aves que
les fizieron
los agüeros>), los cuales interpreta su ayo, el
anciano
que era
muy
llas aves,
que
buen agorero: «Et con
le
hacer
muy ma-
Ñuño
Salido,
grand pesar que ovo de aque-
el
parescieron tan malas et tan contrallas, tornósse a
los Infantes et díxoles: «Fijos,
ruégovos que vos tornedes a Salas, a
madre doña Sancha, ca non vos
que con estos
es mester
»
vuestra
>
agüeros vayades más adelante; et folgarédes
»
combredes
»
os han estos agüeros», Díxole estonces Gongalvo Gongález, el
nor de
los
et
y algund
hermanos: «Don
Munno
Salido,
non digades
»
bien sabedes vos que lo que nos aquí levamos non
»
non daquel que
»
tender, pues que
>
mas
vos,
faze la hueste, et los
él
Roy
»
digo verdad, que non
»
yo
»
mos
él
queremos toda
Blasquez». Díxoles estonces
me
vía
deben en-
se
los otros;
Munno
con nuestro sennor
Salido: «Fijos, bien vo»
plaze por que esta carrera queredes
ir,
ca
agüeros veo que nos muestran que con mengua tornare-
a nuestros logares.
Et
si
vos queredes crebantar estos agüerosy
»
enviad dezir a vuestra madre que cubra de paños
^
póngalos en medio del corral
Los infantes desprecian
de Febros, donde
(i)
ca
es nuestro, si—
que sodas ya omne grand de edat, tornat vos pora Salas
»
tales
agüeros por
me-
tal cosa,
va por mayor de nos et de todos
quisiéredes, ca nos yr
» si
poco, tt
beuredes y alguna cosa, et por ventura camiar se
los
et llórevos
los avisos
esperaba su
tío
siete escaños., é
y por muerto s-s>
(l).
de su ayo, y llegan a
Roy
la
vega
Blasquez, que, realizando
Este trozo es uno de los que más patentes huellas de versificación
asonantada ofrecen, como ya notó Milá, y
ción a que alude.
es,
además, curiosísima
la supersti-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Almenar
SU diabólico plan, los lleva a
campo, quedando
ven cercados
él
(i)
en celada con todos los
los infantes
manda correr
suyos. De improviso
y
les
dumbre de moros, y sucumben
Salido, so
»
al
apóstol Santiago,
bajo
fin
al
pujanza del número.
la
primero que se hace matar, por no tener
el
muerte de
la
los
el
desconsuela
que con tanto amor había criado, <]Muntio
amo, comengóles estonces a
non temades, ca
esforzad, et
se
con sus 200 caballeros, matan gran muche-
resisten heroicamente
de ver
el
por más de lO.OOO moros; comprenden que
su tío los ha vendido, se encomiendan a Dios y
El ayo es
28
los
esforzar, diciéndoles: «Fijos^
agüeros que vos yo dixe que vos
>
eran contralles, non
>
davan a entender que vengriemos
>
tros enemigos; et dígovos
>
primera; et daqui adelante acomiendo vos a Dios». Et luego
que
esto ovo dicho, dio de las espuelas al cavallo, et fué ferir en los
mo-
ros tan de rezio,
Muertos
los
lo fazien, antes
que mató
eran buenos además, ca nos
que ganariemos algo de nues-
et
que yo quiero yr luego
et derribó
ferir
una gran piega dallos
200 caballeros que acompañaban
muerto también uno de
éstos,
en esta az
»
a los infantes,
Fernán González, suben sus herma-
cima de un otero, y piden treguas a los moros Viara y
Galve, mientras envían un mensaje a su tío para que venga a soco-
nos a
la
rrerlos.
Los moros conceden
drigo responde
al
pero
la tregua,
el
implacable D. Ro-
mensajero: «Amigo, yt a buena ventura; ¿cuerno
cuedades que olvidada avía yo
gos,
quando matastes
gier
donna Llambra, quando
a
la
desondra que
Alvar Sánchez;
et la
le sacastes el
me
que
feziestes
en Bur-
feziestes a
mi mu-
omne de
so el
manto
gele matastes delant, e le ensangrentastes los pannos et las tocas
la
sangre del; et
la
muerte del cavallero que matastes
otrossí
et
de
en Fe-
bros? Buenos caballeros sodas: penssat de anparar vos et defender
vos, et
en mí non tengades
na». Viara
llevan a sus tiendas
Roy
fiuza, ca
non avredes de mí ayuda ningu-
y Galve se apiadan por un
y
los
momento de
confortan con pan
y
los infantes, los
vino; pero el feroz
Blasquez se opone con todo género de amenazas a que los de-
jen con vida. Trábase de nuevo
atambores,
y vienen
fantes, cansados
(i)
tan espessos
ya de
lidiar
ai sudeste de Soria.
la
pelea, los
como
moros eneren sus
gotas de lluvia»;
y
lois
in-
y de matar, cercados por todas partes^
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
a82
quebrantadas o perdidas todas
fieles,
las
y son descabezados uno
edad, «assí
cuemo
nascieran>. El
menor de
mismo de su
todos, Gonzalo
Gonzá-
mata todavía más de 20 moros antes de sucumbir. Roy Blasquez
lez,
se vuelve a su lugar de Bilvestre,
Córdoba
las
y
los
mandó que
manda
las
bien limpias de
ovieron fecho,
la
la
de Ñuño Salido, su
sangre de que estaban untadas;
fizo
que fuesen
«lavar bien con vino, fasta
g]t
pues que lo
tender una sábana blanca en medio del palacio,
pusiessen en ella las cabegas, todas en az et orden,
cuerno los inffantes nascieran, et
assí
moros llevan como trofeo a
cabezas de los siete intantes y
Almanzor
ayo.
et
armas, caen en poder de los in-
a uno, por el orden
la
de ]\lunno Salido en cabo
dellas>.
Y aquí llegamos a la
escena más bárbaramente sublime de esta
negra epopeya. Almanzor saca de
las
cabezas por
alfoz
si
de Lara son naturales
tios, et las
la
prisión a Gustios
y
le
muestra
puede reconocerlas, «ca dizen míos adalides que de
«Et pues que
»
connosció, tan grand ovo ende
el
las vio
pesar,
Gongalvo Gus-
que luego
ora
all
cayó por muerto en
tierra; et
mengó de
ñera mientre sobrellas, que maravilla era. Desi
llorar tan
desque ovo entrado en acuerdo, co-
dixo a Almangor: «Estas cabezas conosco yo
»
de míos
s>
Munno
fijos, los
Salido, so
de
inffantes
amo que
muy
bien, ca son las
Salas, las siete; et esta otra es la
los crió».
de
Pues que esto ovo dicho, co-
mengo de fazer so duelo et so llanto tan grand sobrellos, que non
ha omne que lo viese que se pudiese sofrir de non llorar; et desi
tomava
las
cabegas una a una et retraye, e contava de los inffantes
todos los buenos fechos que fizieron. Et con
avíe,
tomó una espada, que
siete alguaciles, allí ante
tonces
allí
a
dell, et
la
grand cueyta que
mató con
ella
Almanzor. Los moros todos travaron
es-
vio estar
nol dieron vagar de
y en
el palacio, et
más danno y
fazer; et
rogó
ell
Almangor quel mandasse matar; Almangor, con duelo que ovo
mandó que ninguno non fuesse osado del fazer ningún pesar.»
Pero en este momento de suprema angustia, surge un rayo de
dell,
consuelo y esperanza: «Gongalvo Gustios, estando en aquel crebanto, faziendo so duelo
veno a
ell
la
muy grand,
et llorando
mora que dixiemos quel
mucho de
sirvie, et dixol:
sos oios,
«Esforgad,
* sennor don Gongalvo, et dexad de llorar et de aver pesar en vos,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
muy
buenos cavalleros,
283
j>
ca yo otrossí ove doze
»
ventura que todos doze
»
pero non dexé por ende de conortarme et de esforgarme
luego
muy
en secreto,
de vos,
»
yo faga ende». Et
et
muy
» quel críen
der bien
»
hedes a
me
los
me
que fuere de
desque
» nal, et
el
hedes, et
quando yo
le
fijo,
amas
et enviar
me
le
por medio, et diol a
et partióla
«Esta media sortija tenet vos de mí en sen-
ninno fuere criado,
mandar
»
»
Y
Et luego quel esto ovo dicho, tomó una
Castiella, a Salas».
ella la meetat, et dixol:
»
que sepa enten-
edat,
hedes cuemo es mío
de oro que teníe en su mano,
sortija
mas
batalla,
digades
bien, et pues
et mal, dezir le
mataron en un día de
«Si fuere varón, dar le hedes dos
él dixo:
por
et assí fué
«Don Gongalvo, yo finco prennada
cuemo tenedes por bien que
le dice:
ha mester que
»
»
fijos
hedes que
et
me
guarde
la
enviáredes, dárgela
le
et
que
la
non pierda,
et
viere este sortija, connoscer le he luego por ella».
Gonzalo Gustios, puesto en libertad por Almanzor, que se apiada
de su inmensa desdicha, vuelve
cos
nace en Córdoba
días,
el
a su casa de Salas.
bastardo, a quien
Al cabo de po-
ponen por nombre
Mudarra González. El noveno y último capítulo de
los
que
la
Cró-
nica General consagra a este lúgubre asunto, cuenta sus aventuras.
A los
arma Almanzor
diez años le
da para su
servicio
de madre. Sabedor de
lla
Roy
y
linaje
le
reconoce por
la señal
confía el cuidado de su venganza. Desafía
le
Blasquez delante del conde Garci Fernández; pero
burla del reto
asalta
<c
y arma también y
en
el
y de
los fieros
y amenazas de
matando además
«Empos
priso a
su sobrino.
esto, a
hiende con
le
a 30 caballeros
tiempo después de
la
la
ella
Mudarra a
el
traidor se
Mudarra
le
muy
la
muerte de Garci Ferrández,
et fizóla
que-
lo quiso fazer,
su pariente del cuende».
o más bien imposible, es averiguar hoy lo que haya de
cierto en el fondo de esta lúgubre historia.
que en
media
espada hasta
donna Llambra, mugier daquel Roy Blasquez,
Difícil,
la
que iban en su compañía.
mar, ca en tiempo del cuende Garci Ferrández non
porque era
de
camino de Barbadillo, y diciendo a grandes voces:
Morras, alevoso, falso e traidor»,
cintura,
le
por parte
su historia, se encamina con ellos a Casti-
en busca de su padre, que
sortija
caballero,
200 escuderos, que eran de su
figuran (Gonzalo Gustios,
Algunos nombres de los
Ruy Velázquez, doña Lambra),
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
284
suenan también en escrituras y otros documentos del
homonimia nada prueba por
esta
sí
siglo x;
pera
sola para identificar a los per-
sonajes que los llevaron, exceptuando el primero, que parece ser
realmente
como
todas
La leyenda, por
Gustios señor de Salas.
el
tan profundamente histórico, tan sobrio de
que
cas,
otra parte,
leyendas castellanas, tiene un carácter tan
las
de ver en
es imposible dejar
ella
realista,
invenciones fantásti-
el
trasunto
fiel
de una
tragedia doméstica que impresionó vivamente los ánimos en ün
y que hubo de
glo bárbaro,
raciones.
muy
La geografía
pequeño:
pasar a
muy
es
pocas
alte-
exacta y se contrae a un territorio
los hechos, a pesar
de inverisímiles, exceptuando
muy
poesía con
la
si-
de su bárbara
fiereza,
nada tienen
enormes matanzas de moros,
las
pérbole obligada en este género de canciones, comenzando por
hila
de Rollans. La parte de pura invención se distingue en seguida: es
personaje del vengador ]\Iudarra, imaginado para satisfacer la
el
Su novelesco
justicia poética.
to,
y
pertenecen
fondo
al
origen, el
común de
tienen equivalentes en
la
recuerda a este propósito
epopeya
francesa. El Sr.
poema de
primitivo
el
medio de su reconocimien-
poesía de los tiempos medios^
la
Menéndez
Galien,
que
Pidal
se
ha
perdido, pero cuya sustancia se encuentra en una compilación del
Magno
siglo XV, titulada V^iaggio di Cario
tará
que tanto
este episodio
tra
este Viaggio
como
in Ispagna.
poema
el
inmediatamente procede, son
leyenda de Mudarra, que en
franco-itálico del cuat
muy
el siglo xiii
Alguien obje-
posteriores a nues-
vemos
ya, no sólo des-
y estimada como
algunos casos de influjo
arrollada del todo, sino reducida de verso a prosa
puedan
fuente histórica. Pero aunque
de
la
epopeya
citarse
castellana en la francesa, siendo el
Angeis de Cartago^ es más verisímil siempre
más notable
la influencia
el
de
contraria,
por tratarse de una poesía más antigua y más universalmente difundida.
Hemos de
suponer, pues, que
nocido, antecedió,
fondo no tiene
la
si
no a
al
¿Fué
General
tema épico ya
el
el
el
primitivo Galien^
analogía, a lo
pudo
muy
menos
a la invención
bien ser añadida por algún
existente.
cantar de los infantes que conocemos por
único
hoy desco-
gesta de los infantes, con la cual en el
más remota
del bastardo Mudarra, que
juglar
la
poema antiguo sobre
este
la
Crónica
argumento? ¿No habría
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTOKIA PATRIA
ninguna forma de transición entre
Menéndez
investigaciones del Sr.
tamente que
después de
sí.
Hubo, por
lo
romances? Gracias a
los
podemos
Sabio y antes del año 1344.
e/
Hubo, según toda probabilidad, un tercer
fecha.
Uno y
otro influyeron a su vez en
modificaron profundamente los datos de
Existe,
como ya hemos
particular del
de
las
contestar resuelta-
menos, un segundo cantar, compuesto
Crónica de Alfonso
la
y
él
Pidal,
285
la
cantar, posterior a esta
las
historias eruditas,
y
leyenda.
tenido ocasión de advertir, una crónica
conde Fernán González,
a la cual va unida la historia
de Lara (Burgos, I537). Esta crónica, que se
los siete infantes
dice tomada de un libro viejo del monasterio de Arlanza, no ha salido
directamente de
la
General, sino que tiene con ella las mismas
relaciones que la crónica particular del Cid, sacada por Fr. Juan de
Velorado del archivo de Cárdena e impresa en
1
512, también en
Burgos. Estos dos grandes fragmentos son parte de una refundición
total
de
la
Crónica de
Don
blemente por mandato de
Alfonso
el Sabio,
Don Alfonso
empresas jurídicas y aun de algunas de
hecha en 1344, proba-
XI, gran continuador de
las literarias
las
de su bisabuelo.
Esta segunda crónica se enriqueció con nuevos materiales poéticos,
que no eran todavía
mos
los
a ellos. Esta es la
romances, pero que estaban ya
que llamamos segunda
muy
fase épica o
próxi-
nueva ge-
neración de cantares de gesta, todavía más extensos que los antiguos, de los cuales eran visible amplificación. Por lo que toca a los
infantes
de Lara, conocemos
tamente que
el
segundo cantar mucho más comple-
primero, puesto que no sólo nos quedan de
el
ciones en prosa en
las
él
redac-
dos crónicas (segunda General y particular
sino también largos fragmen-
de Fernán González) ya mencionadas,
en una refundición de
tos versificados
contenida en
mento análogo
ocupan
las
el
manuscrito de
la
la tercera
Crónica general,
Biblioteca Nacional, F-85; docu-
a la famosa Crónica rimada, en
que tanto espacio
mocedades de Rodrigo.
Las principales diferencias entre este segundo cantar y el primero, se encuentran especialmente en la segunda parte de la leyenda, en las aventuras de Mudarra, tan sobriamente indicadas en la
gesta antigua, y que aquí cobran gran desarrollo y se enriquecen
con accidentes novelescos, hasta el punto de constituir, no un mero
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOfE DE VEGA
286
desenlace o epílogo, sino una segunda parte, donde se observan to-
dos los ingeniosos
mantener vivo
por decirlo
artificios
en que se cantan
de
tránsito
la
epopeya a
de
los oyentes. Es,
Es
el
período
las del Cid, las
de Mu-
la novela.
mocedades de Roldan,
las
épica decadente para
la
excitar la curiosidad
y
el interés
así, el
de que se vale
darra. Éste empieza por ignorar su nacimiento; pero
marse ñjo de ninguno por
ajedrez, le
mata con
género son
su mujer en
enigma de su
arma
al
mano, y
a
destino. Adiciones del mis-
vida que pasan
la triste
lla-
Rey de Segura, con quien jugaba
tablero por no tener otra
el
sólo entonces descubre el
mo
el
oyendo
ciego Gonzalo Gustios
el
y
sueño profético en que doña Sancha ve un
Salas, el
azor gigantesco, los interesantes pormenores de la llegada de
Mu-
darra a Castilla, los prodigios de soldarse las dos mitades del anillo
que
sirve para el reconocimiento,
mente
la
la vista, la
persecución de
Ruy Velázquez
los horribles detalles del suplicio
cañas
todo
y
y recobrar
por toda
de
conforme con
en que no faltaban en
del Rey Bermejo en
el
Castilla, y, finalmente,
que muere jugado a
éste,
bofordado, bebiendo doña Sancha
ello
Gustios instantánea-
forma de adopción de Mudarra por su madrastra,
la
depravado y bárbaro gusto del
como
vida real espectáculos
la
los llanos
las
sangre de sus heridas,
el
de
siglo xiv,
muerte
la
de Tablada. El|,nuevo juglar, como
antiguo, conocía la epopeya francesa
y
la
el
explota en sus formas de-
generadas, tomando probablemente del Gallen
el
lugar
común de
partida de ajedrez (repetido luego en algunos romances),
y de
la
las
últimas refundiciones de la canción de Roncesvalles la fuga del trai-
dor Canelón y su castigo, que aquí se repiten aplicados a Rui
Ve-
lázquez.
Pero no todas
desapacible carácter
que a veces
despreciable
nuidad,
la
la fuente,
adiciones del nuevo poeta son de tan vulgar
las
como
entra, tienen
el
artificio
esta última.
se
detalles domésticos
un sabor como de pequeña
con que
lleva su cuento.
plena objetividad épica; pero
cuando no
Los
como
empeña en inventar
odisea,
Le
y no
falta la
y
en
es
inge-
todavía está cerca de
cosas extraordinarias
y
se limita a refundir, consigue bellezas dignas de los mejores tiempos
de
la
poesía heroica,
si
verbosa y amanerada.
bien deslucidas un tanto por
Un
la
amplificación
ejemplo de esto puede hallarse en
el
mag-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
de Gonzalo Gustios sobre
nífico trozo del llanto
hijos,
que
es el
descubierto
No
más extenso
restaurado
y
cabezas de sus
e importante de los fragmentos
Menéndez
el Sr.
que ha
Pidal.
puede afirmar con tanta resolución
se
las
287
la existencia
de un
tercer cantar; pero induce a creer en él una cierta Estoria de los
Godos (contenida en
el
que presenta asonantes
de 1344, y
difiere
de
manuscrito T.
de
distintos
ella
muy
hubo, fué
82 de
la
Biblioteca Nacional)
que dominan en
la
crónica
en algunas circunstancias de poca monta,
acercándose más a los romances.
si la
1
los
De
todos modos, esta refundición,
ligera.
Por otra parte, basta con
la
primera gesta para explicar
la
gene-
ración de los romances viejos relativos a los infantes, incluso de los
dos que se resistieron
al análisis
de Milá por no haber conocido más
Ocampo. El primero de
texto de la Crónica que el de
estos romanque por su grandiosa y trágica belleza, y por no estar incluido
en la colección de Duran (l), ponemos íntegro, es un rápido y eloces,
cuente resumen del llanto de Gonzalo Gustios sobre
sus hijos en
la
gesta segunda, descubierta por el Sr.
las
cabezas de
Menéndez
Pidal:
—
Pártese el moro Alicante, víspera de Sant Cebrián;
Ocho cabezas llevaba, — todas de hombres de alta sangre.
Sábelo
el
— a recibírselo
rey Almanzor;
sale:
Aunque perdió muchos moros, — piensa en esto bien ganar.
Manda hacer un tablado — para mejor las mirar;
Mandó traer un cristiano — que estaba en captividad:
Como
Díjole:
Que
ante
sí lo
trujeron,
«Gonzalo Gustos,
— empezóle de hablar.
— mira quién conocerás,
lidiaron mis poderes
—en
el
campo de Almenar».
Sacaron ocho cabezas;— todas son de gran
Respondió Gonzalo Gustos:
Y limpiándoles
la sangre,
— azaz
Dijo llorando agriamente:
los Infantes
— «¡Conózcolas por mi mal!
de Lara— son, mis
Así razona con ellos,— como
«Dios os salve,
(i)
nas de
Lo
las
el
>.
se fuera turbar;
L'una es de mi carillo;— las otras
De
linaje.
— «Presto os diré la verdad
si
me
duelen más;
hijos naturales».
vivos hablasen:
mi compadre,— el mi amigo
leal;
está en la de Wolf, tomado déla Silva de 1550. Aceptamos algucorrecciones de Milá y Menéndez Pidal.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
288
— que yo
^-Adonde son los mis hijos,
os quise encomendar?
como buen hombre,— como hombre de fiar».
Tomara otra cabeza— del hijo mayor de edad:
<Sálveos Dios, Diego González,— hombre de muy gran bondad,
Muerto
sois
Del conde Fernán González
A
— alférez el principal:
vos amaba yo mucho,— que
me
habiades de heredar>.
Alimpiándola con lágrimas— volviérala a su lugar,
Y toma
la
del segundo,
«Dios os perdone,
el
— Martín Gómez que llamaban:
hijo, — hijo que mucho precialjji;
mi
— el mejor de toda España,
— muy buen hablador en plaza>.
Jugador era de tablas
Mesurado
^
Y
caballero,
dejándola llorando, —
la
del tercero tomaba:
— todo el mundo os estimaba;
mucho — sólo para la su caza;
«Hijo don Suero González,
Un Rey
os tuviera en
— muy buen bracero aventaja.
— estas bodas ordenara!»
Y tomando la del cuarto, — lasamente la miraba:
Gran
caballero esforzado,
¡Ruy Velázquez, vuestro
tío,
«¡Oh, hijo Fernán González
Del buen Conde
— (nombre del
Matador del puerco espín,
— amigo de gran campaña!
Nunca con gente de poco — os vieran en
Tomo
la
de Ruy González;
«¡Hijo mío, hijo
mejor de España,
de Castilla,— aquel que vos baptizara).
alianza».
— de corazón la abrazaba:
mío!— ¿Quién como vos
se hallara?
— nunca por oro ni plata;'
Animoso, gran guerrero, — muy gran feridor de espada,
Que a quien dábades de lleno, — tullido o muerto quedaba».
Nunca
le
Tomando
oyeron mentir,
la
del
menor,— el dolor
se le doblara:
— los ojos de doña Sancha!
¿Qué nuevas irán a
— que a vos más que a todos ama?
Tan apuesto de persona, — decidor bueno entre damas,
lanza.
Repartidor de su haber, — aventajado en
«¡Hijo Gonzalo González,
ella,
la
mi muerte— que ver tan triste jornada».
Al duelo que el viejo hace, toda Córdoba lloraba.
Mejor fuera
la
—
El rey Almanzor, cuidoso,— consigo se lo llevaba.
Y mandó
a una morica— lo sirviese muy de gana.
toma en prisiones, — y con hambre le curaba.
Hermana era del Rey, doncella moza y lozana;
Ésta
le
Con
ésta Gonzalo Gustos — vino a perder la su saña,
—
Que de
ella le
nació un hijo
Con razón notaba Milá
timos tiempos, por
muy
— que a los hermanos vengara
la dificultad de.
que un poeta de
impregnado que estuviese del
los últi-
espíritu
de
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
poesía popular, hubiese podido llegar a
ila
y
como
tanto esto,
tenido presente en su integridad
extracto nos presenta
El
feliz
que
claro
altura
de inspiración;
imperfección de algunos versos y
la
(d-aa), le hacían creer
de asonante
tal
289
que
el
el
cambio
el
autor del romance había
cantar primitivo, que sólo en
Crónica General.
la
descubrimiento del Sr. Menéndez Pidal, viene a poner en
romance
fuente inmediata del
la
cual no excluye, ni
mucho menos,
la
segundo cantar,
fué el
lo
posibilidad de que el llanto de
las cabezas estuviese ya, con más o menos
poema primitivo. «Difícilmente se haflará otro romance que menos se desvíe del tronco de la gesta de donde procede;
apenas hizo más que brotar, sin haber continuado su desarrollo, ni
Gonzalo Gustios sobre
extensión, en
el
entrado en un período de elaboración más popular e independiente,
quizá a causa de la escasez de elementos narrativos, pues su parte
más
esencial e -interesante se reduce a
No
.
es
de tan directa procedencia
un reiterado lamento
el
2>.
pequeño y famoso romance
A cazar va don Rodrigo^ que Víctor Hugo imitó en una de sus
tales.
le
Pero, aunque tratado con cierta libertad de fantasía lírica que
asimila a los
con
Orien-
el
romances caballerescos, no puede negarse su enlace
segundo poema, o con alguna de
las refundiciones
que de
él
modo con la Crónica-, donde no se
entre Ruy Velázquez y Mudarra. Este
tan enérgico, tan celebrado como es-
pudieron hacerse, y de ningún
encuentra rastro del diálogo
romancillo, pues, tan rápido,
pontánea inspiración de
la
musa popular sobre un tema
épico,
no
constituye ya una excepción a las leyes de nuestra poesía heroica,
sino
que antes bien
rior,
nos muestra dos momentos distintos en
las
enteramente narrativo
confirma,
al
y puesto en parangón con
la
el
ante-
evolución del género,
principio, episódico, fragmentario
y con
tendencias lírico-dramáticas después.
Todos
los
romances viejos
relativos a los infantes
de Lara (ex-
cepto uno solo, del cual hablaremos después) coinciden,
advirtió
j\Iilá,
da-íza),
nuevo
en tener
las
mismas
series
de asonantes
indicio, exterior ciertamente, pero
muy
como ya
{a acentua-
poderoso, de
haber sido desgajados de un relato poético más extenso, donde pre-
dominaban
'delicado
y
esas terminaciones.
sutil análisis
Mbnéndbz
X,
que
No
el Sr.
es posible
Menéndez
compendiar aquí
el
Pidal hace de las di-
Psi-AYO. -Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega.
19
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
290
versas alteraciones que experimentaron estos romances, que nos
A
limitamos a indicar por sus principios:
Ya
Dios, qué hiien caballero!.
se salen de
comer. Los hubo después eruditos
rito
poético y sabor
muy
y
Calatrava la vieja, ¡Ay,
Castilla,
artísticos,
tradicional,
como
Convidárame a
algunos de notable mé-
los del caballero
Cesá-
reo (¿Pero Alexia?), intercalados por Sepúlveda entre los suyos,
anónimo Saliendo de Canicosa
Lope de Vega
(i),
La herencia de
teatro,
llanto
los
sía
muertos infantes.
siete
Cueva
el
que
el
et
lauro de iniciador con su Tra-
de Lara, representada
la
primera vez en
doña Elvira, por Alonso Rodríguez, siendo
éste,
históricos del poeta hispalense, apenas
como en
los de-
merece alabarse
patriótico intento de volver a las fuentes
de
la
poe-
nacional. Parece haberse inspirado en la crónica particular
de
y de seguro tuvo presentes
lo&
romances; pero es
los infantes,
muy
poco
tragedia, a pesar del título
tos los infantes,
con
el
partido que saca de tales elementos.
que
lo cual falta
lleva,
escrúpulos en cuanto a
la
empieza después de muer-
una parte esencialísima de
yenda, siendo de advertir que Juan de
la
peor gusto posible la
el
D. Francisco Zapata (l579)- Pero en
Fernán González y de
Su
la
siete infantes
más ensayos
otra cosa
y el
uno falsamente atribuido a
romances fué recogida, como siempre, por
Sevilla, en la huerta de
asistente
así
de D. Gonzalo:
cabezas— de
siete
y cupo a Juan de
gedia de los
No
en que se estropea con
hermosa escena del
Besando
(*).
la
Cueva no
gador de su familia en
estilo,
suprime por
el
nacimiento de Aluda-
y presentándole mancebo brioso y venNo hay sombra de caracteres, y el
la cuarta.
que es bastante pedestre en general,
cuando con impertinentes imitaciones
(*)
le-
unidad de tiempo, ya que, por otra parte,,
conculca escandalosamente, anunciando
rra en la tercera jornada,
la
la
se encrespa
clásicas,
de vez en
habiendo, por ejem-
Restori recuerda el romance de D. Pedro de Mendoza, que empieza:
—
(^- B.)
el Rey Almanzor», citado por Gallardo {Ensayo, I, 1055).
Por el Conde de Saceda en el tomo de Poesías varias (casi todas apócrifas) de Lope de Vega, que publicó, y que fué reproducido con escasa crítica^
entre las Odras sueltas de Lope (edición de Sancha), III, 46 1.
Está asimismo en el Romancero general de 1604.
cMiraba
(i)
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
pío,
una escena de conjuros tomada de
201
Pharmaceutria de Vir-
\di
gilio.
Algo más
y más
vale,
famosos hechos de Mudarra-y
ra
y de
(*),
tractos. Esta
escrita
Menéndez
cual el Sr.
la
anónima de Los
curiosa es, una comedia
en
1
583
(l),
ignorada hasta aho-
Pidal nos comunica amplios ex-
comedia, compuesta ya en tres jornadas, tiene bastante
regularidad en
la acción,
que
y hace oportuno empleo de
se reduce a la
consignadas en el Vale^
las tradiciones
(cuyo autor, a su vez,
rio de las historias
venganza de Mudarra,
las
había tomado de
!a
Crónica General áQ 1344, o de alguna de sus refundiciones), ponien-
do en escena
la
partida de ajedrez con
el
Rey de Segura.
El romance
artístico que hay sobre este asunto, parece haber salido dé
dia,
y no
como generalmente
al revés,
rado poeta dramático
sucede.
En cambio,
seguramente, para
utilizó,
la
la
el
comeigno-
escena de
la
muerte de Ruy Velázquez, una refundición, hoy perdida, del ro-
mance
A
cazar va D. Rodrigo. Todas estas circunstancias dan
exhumación de
bastante interés a
la
parte, está escrita
con apacible
esta comedia, que, por otra
sencillez,
aunque pobremente ver-
sificada.
Y
con esto llegamos
tumbre, contiene
la
a la
comedia de Lope, que, según su cos-
leyenda toda, en su integridad épica,
la
Crónica (texto de
Ocampo)
en general, se atiene a
la
la
tal
y como
presenta; lo cual quiere decir que,
versión de la primitiva gesta, pero sin des-
perdiciar ninguno de los nuevos elementos poéticos que le suminis-
traban los romances y
el
Valerio.
ensayo de conciliación entre
«La Crónica (dice
el Sr.
pieza,
las principales
Menéndez
parte, por Cueva; pero el autor
por consiguiente, es un
versiones del tema épico.
Pidal) había sido
ya
utilizada,
en
de Los famosos hechos de Mudarra
tuvo presente: algún romance se vislumbra también a través
no
la
de
los versos
de
la
guísimo pasaje de
(i)
Su
primera tragedia, y otro se ve diluido en un lar-
la
comedia de 15S3; pero
la belleza
de estos frag-
Hállase en una colección manuscrita de doce piezas dramáticas (to-
das sagradas, a excepción de ésta) que, con el título de Autos sacramentales,
se conserva en la Biblioteca Xacionai (Xx-857), procedente de la de Osuna.
(*)
No
que la cita La Barrera en
en 1864.— (A. B.)
tan ignorada, puesto
de Lope (Obras,
I,
1S9), escrita
la
Nueva Biografía
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
292
mentos tradicionales aparece tan agobiada bajo
pesada forma dra-
la
mática de que se hallan revestidos, que apenas se trasluce uno que
otro verso de sabor decididamente popular en las redondillas de
ambas comedias. En cambio, para
tomó de
al
las
par que
rial,
y de
de
los diálogos
Crónicas todos los rasgos poéticos en
la
ellas
Lope
suya,
conservados,
rapidez y fuerza narrativa de la antigua prosa historomances adoptó el metro, imitó su corte y sus giros
la
los
en muchas escenas, y aun insertó algunos íntegros, o copió de otros
bastante número de versos; siendo así el primero que, contándonos
en
el teatro la historia
así éste
épicos,
sobre
»
entera de Gonzalo Gustios, logró hacer que,
como doña Lambra, Ruy Velázquez y los demás personajes
al mismo tiempo que vivían como seres reales, apareciesen
la
escena con todo
el
vigor de
Comprende El Bastardo^ en
su primer acto, los sucesos conte-
nidos en los tres primeros capítulos de
no
sufrió otras modificaciones
que
la
Crónica. El relato de ésta
más
las
precisas para adaptar
la
y costumbres que regían en el teatro
necesario que aquella puñada de
ejemplo,
era
por
ficción del siglo
del siglo xvii;
x a
tradición secular heredada.
la
las
leyes
Gonzalo a Alvar Sánchez, que ya escandalizó a
tas antiguos, se convirtiese en
además, para atenuar algo
la
mismos
los
cronis-
un mentís y en una cuchillada. Lope,
rudeza de la acción, introdujo una
doña Constanza, prima de doña Lambra, destinada
a suministrar
unas escenas amorosas con Gonzalvico (invención fecunda, que Pa-
checo y Fernández y González imitaron), y a ser madre de
que debe enamorar después a jMudarra. Fuera de
dades, necesitaríamos transcribir toda la comedia
hacer notar los pasajes de
la
la
hubiésemos de
la
Crónica
como
enamorado Ruy
interpretan con maestría,
acaece en todas las escenas que pasan entre
Velázquez y su mujer, que
mujer
estas particularisi
misma que copian fielmente
General editada por Ocampo, o
la
le incita
el
desesperadamente a
la
ven-
ganza.
»E1 segundo acto empieza con
la
prisión de
D. Gonzalo,
es de-
y por condescender Lope
no quiere detenerse a razonar bruscos cambios de
cir, el final del capítulo III de la Crónica^
en todo con
ésta,
sentimientos
y
afectos
Sigue después
la
narración de los cuatro
siguientes capítulos, de los que ni un solo detalle se pierde, ni aun
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
los agüeros
que interpreta D. Ñuño,
boca del gracioso, que
si
293
bien son desacreditados por
los halla
Reprendidos por
la Iglesia,
Contrarios a nuestra fe
Y
.>La
muerte de
a toda intención discreta.
los infantes
Almanzor, que no pasan en
la
y
demás sucesos de
los
relación que de ellos hace Galve a Arlaja.
de inspiración
el
Arguye ya
fuente distinta
convidar Almanzor a Gonzalo Bustos a su mesa y
Lope mez-
enseñarle, al fin de la comida, las cabezas de los infantes.
como Cueva,
cla,
Convidárame a
que
el
palabras de
las
el
Ñuño,
la
cabeza del ayo, recuerda
Y
de mis
¿estas cuentas
diréis
Con que
la
las del
que
la
que
estáis
tercera jornada,
buen consejo es
Lope
se apartó
juega con éste
mar
bastardo, ni le mata, ni le hiere, ni
que
se contenta
ajedrez,
al
con
cierto.
ya por completo de
episodio del
el
y de
consiguiente,
amenaza
¿Quién soy, Arlaja, o quién
con
él lla-
eres.
el
honor
escenas se nos presenta a Gonzalo Bustos ciego
las siete piedras
escena siguiente nos presenta ya
Nada de
por
madre, sino
flaquezas de mujeres?
afrentado por doña Lambra, que
hijos
al oírse
del cielo el rigor
Puso del hombre
En
las siguientes
Rey
de Alman-
hijo
a su
la
decirle:
Ya que
su padre.
romance
noble obligación cumplistes;
les distes
zor,
de sus
del
hijos distes?
Crónica General. Comienza alterando malamente
y
el
con ellos muerto,
de Segura, pues supone que Mudarra, que se cree
»En
romance
El apostrofe
moro:
Pero
»En
Crónica con
la
pero atendiendo más a éste
córner^
padre dirige a
Pártese
de
batalla
la
escena, son conocidos después por la
le
recuerda diariamente
que hace
la
la
muerte
tirar a sus ventanas
llegada de ^Mudarra a
la
casa
La
de
esto ofrece dificultades en cuanto a su origen
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
294
pero ¿por dónde supo Lope que D. Gonzalo había sanado de su ce-
guera
al recibir
a su hijo? Este detalle, junto con
casa de doña Lambra, no son de
tomado
el
primero de
la
fácil
Crónica de
1
el
del incendio de la
explicación.
344,
y
el
Pudo haber
sido
segundo de una de
comedias anteriores, o ambos de algún romance que existiese
las
sobre
el
asunto, o de alguna relación en prosa.
»La escena de
la
muerte de Ruy Velázquez, nos
cer en parte la perdida refundición del
donde
drigo,
romance
A
sirve para
casoj'
va D. Ro-
Lope, como antes se había inspirado
se inspira
cono-
el
autor
de Los famosos hechos:
En un monte junto a Burgos, — al pie de una verde haya,
está Ruy Velázquez, — cansado de andar a caza
Echado
Sobrinos, los mis sobrinos,— los siete infantes de Lara
,
(*j etc., etc.
«
Nada tenemos que añadir
tes
de
la
comedia de Lepe,
Velázquez, y no con
terior
a este definitivo estudio sobre las fuen-
la
el castigo
y de mano desconocida
cual termina con la muerte de
de doña Lambra, siendo adición poseste episodio,
hoja del cuaderno autógrafo. Hasta la letra,
nota
el
Sr. JNIenéndez Pidal, contrasta,
ios trazos angulosos
la
y
Ruy
tendidos de
la
que se
lee
en
la
última
como muy exactamente
por
lo
redonda y
alta,
con
de Lope. Quizá se añadió para
representación, en obsequio a la integridad de la leyenda.
Ha
sido opinión de
posterior a la
(*)
Gran
Depping
}'
otros,
que
la
comedia de Lope era
tragedia de los siete infantes de Lara^ compuesta
Restori ha encontrado los siguientes versos del romance en un
nuscrito classense:
«En un monte, junto a Burgos,— al pie de una verde haya,
Echado esta Ruj's Velásquez, cansado de andar a caga.
El cauailo atado a un roble,— y del colgado el adarga;
—
Las yeruas tiene por lecho,
—
la
mano por almohada;
—
Triste estaua y pensativo por la crueldad que usara
De matar a sus sobrinos los sj^ete yníantes de Lara,
—
— a su hermana doña Sancha,
Por querellos defender, — la mató de una estocada;
Muchas vezes, sospirando, su uoz al cielo llegara,
Retándole de traydor;— al punto se trasportara.»
Y, no contento con esto,
—
(A. B.)
ma-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
en lenguaje antiguo por
A'elarde.
poeta de Guadalajara Alfonso Hurtado de
el
A primera vista
de esta segunda
2gS
inducía a creerlo así
pieza, inserta
en
la
la
fecha de
la
edición
F¿or de las comedias de España de
diferentes autores: quinta parte (tenida vulgarmente por quinta parte
de
las
comedias de Lope), en 1615, y por consiguiente,
veintiséis
años antes que El Bastardo Mudarra. Pero conocido ya
el
autó-
grafo de esta comedia con su fecha de 1612, desaparece la dificultad cronológica, y en cambio todas las circunstancias intrínsecas
la prioridad de Lope, que procede con más sencillez y
mucho más los datos de la leyenda, al paso que Hurtado de
Velarde, como haciendo estudio de no encontrarse con él y de no
repetir las mismas situaciones, concede más campo a la libre invención, si bien, aun en lo que parece más original, no deja de adver-
favorecen a
respeta
tirse el reflejo
Ruy
al
de
la
obra anterior. Así,
la
magnífica escena en que
Velázquez, a punto de entrar en desafío con Mudarra, cree ver
y Mudarra con-
lado de éste las sombras de sus siete hermanos,
jura a estos espectros para que
dejen cumplir a
le
vanza: esta escena de maravilloso efecto fantástico,
prueba
el
él solo
su ven-
y que por
sí
sola
ingenio nada vulgar del poeta que fué capaz de concebirla
y ejecutarla con tanto brío, tiene su germen en las cavilaciones que
Lope presta a Ruy Velázquez pocos momentos antes de encontrarse
-en la
caza con Mudarra:
Paréceme que
los
veo
Al punto que solo estoy
Ñuño se presenta
Todo roto y desarmado;
Allí
Allí,
La
Fernando, sangrienta
cara;
De mi
Allí
allí,
Gonzalo
Parece que
Y
que
Ordoño, airado,
rigor se lamenta.
me
el
me
menor
acomete
llama traidor;
Finalmente, todos siete
Me
están poniendo temor.
¡Dejadme, imaginaciones!
Alma, ¿para qué
En
me
pones
tan tristes fantasías.^
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
295
El triunfo y
las
Hurtado de Velarde, consistió en ex-
valentía de
la
de
teriorizar a los ojos
intimidades de
imaginación
la
sale
más que ligeramente
conciencia, ni está
la
que en Lope no
lo
de
in-
dicado.
Estas y otras notables bellezas que en
olvidado poeta se encuentran
(el
la
tragicomedia de este
de doña Lambra,
llanto
mento de venganza de Ruy Velázquez), están afeadas por
la ridicula
jerga llamada /¿z^" /a, que
ricia propia de su tiempo.
tragedia contiene
A
menos elementos
Lartty
que en 1612
en castellano y
latín
el
la
uso de
impe-
de
los
y
romances. Es veri-
Histojia Septevi hifanthim de
la
año mismo de
(el
el
tradicionales que la de Lope,
los versos
que tuviese conocimiento de
símil
autor manejaba c©n
jura-
pesar de este falso barniz arcaico, su
menos literalmente
transcribe
el
el
la
comedia de Lope) publicó
como
holandés Oto Venio,
ilustración
de
cuarenta grabados sobre aquella historia, conforme a los dibujos de
Tempesta: curiosa ilustración histórica de
gusto mitológico-alegórico propio de
el
cies singulares
que
y
los
la
romances, está
de
las siete
monte
Pidal);
la
de
los siete infantes hijos
piedras que cada día
mandaba
Es
incierto el origen
pero tanto
autor holandés
el
la
(i),
doña Lambra
muerte de sus
Menéndez
como Lope y Hurtado de Ve-
tomaron de un romance que tiene
según parece empezaba Convidarame a
las colecciones,
(i)
de un parto
tirar
de este episodio (que quizá se re-
presentar diverso asonante que los otros
de
y que no habían
aunque anduviesen ya
tercer Cantar^ cuya existencia sospecha el Sr.
al
larde, le
las historias eruditas,
de Gonzalo Gustios, para recordarle
a la puerta
siete hijos.
famosa leyenda, en
esta
época. Entre otras espe-
esta narración latina presenta,
penetrado todavía en
en
la
En
el
y
sólo se le
la
extraña anomalía de-
[la).
córner^
Este romance, que
no
conoce a través de
romance que empieza
A
Calatrava
está
las
en ninguna
refundiciones
la vieja, dice
doña Lambra,
insultando a doña Sancha:
Que
siete hijos paristes
Como
puerca encenagada
comedia de Lope de Vega Los Po}-celes de Mjircia, exponde esta conseja, que, aplicada a los infantes de Lara,
vive todavía en la memoria de nuestro vulgo.
Al tratar de
dremos
la
el desarrollo
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
de
las
comedias,-
y en un cancionero
del siglo xvi, manuscrito
Universidad de Barcelona, dado a conocer por
Copiamos
esta variante,
miartística, para
297
^lilá
de
que seguramente es ya una refundición
que se compare con
que hay en
la
la
y Fontanals.
se-
comedia
la
de Lope:
Sacóme de la prisión — el rey Almanzor un día;
Convidándome en su mesa,— fizóme gran cortesía.
Los manjares adobados. — mucho fueron a su guisa,
Y
después de haber yantado,
<Sábete, Gonzalo Gustios,
— díjome sobre comida:
— que entre
tu gente
y
la
mía,
En campos de Arabíana, — murió gran caballería.
Hánme traído un presente, — enseñártelo quería;
—por ver las conocías».
— descubriendo una cortina;
Estas son siete cabezas,
Presentólas a mis ojos
Conocí mis siete hijos
Traspasóme de
De
dolor,
si
— y el ayo que los
regía.
— pero viendo que tenían
ver mi pecho los moros,
—^juré a
Arlaja en
mi partida
Que me vengaría rabiando, — o llorando cegaría.
Lo primero no cumplí, — por ser corta la mi dicha.
Muerto
esto3^
de
llorar ciego;
Non, pues, Rodrigo
el traidor
— cumplí palabra mía.
— se contenta ni se olvida
la
De darme a manojos penas: — faced, mi buen Dios, justicia;
Que porque mis hijos cuente — y los plaña cada día,
Sus homes a mis ventanas — las siete piedras me tiran.
Lo que
el
texto de Barcelona,
de Velarde, atribuyen a
y también
D. Rodrigo, Lope lo
y probablemente estaría así en
conoció (acaso por tradición oral):
bra,
Cada
día
consta
el
de 1635
(i)
atribuye a doña Lara-
versión del
romance que
el siglo XVII,
^
el
de
los infantes
decir del auto de Mudarra^ pues sólo
era probablemente
un Miidarra a
Sánchez Aijona, El Teatro ai Sevilla en
drid, 18S7), páginas 265
5'
de Lara du-
pero cada vez más empobrecido en su ma-
Nada podemos
hecho de su representación en Sevilla en
(i):
él
— siete piedras que me tiran.
Prosiguió siendo asunto dramático
teria épica.
que siguió Hurtado
que amanece,— doña Alhambra, mi enemiga,
Haze que mi mal me acuerden
rante todo
la
el
291.
lo
los siglos
1
8 de
divino,
mayo
una vio-
XVI y XfV/ (Ma-
ESTUDIOS SODRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
CgS
Jenta adaptación de la leyenda a las fiestas del Corpus^ puesto
para
ellas fué
Va
que
compuesto.
antes de 1632 ocupaban las tablas con aplauso las dos co-
medias de El Rayo de Andalucía y Ge^iizaro de España^ de D. Alvaro Cubillo, puesto que en dicho ano las citaba con encarecimiento
el
doctor ]\IontaIbán en su Paj-a todos:
dias,
como
lo
fueron en esta corte
darra». Pero no vieron
la luz
las Musas. Casi todo es
en
hace excelentes com.e-
«
y en toda España
dos de
las
ellas
pura novela y parto de
imaginación
la
de Cubillo, que inventa para Mudarra amores y aventuras,
contemporáneo de
de
el tributo
la batalla
Ruy Velázquez hay
cantado de
tes,
A
de Clavijo, y
cien doncellas. Sólo en
las
le trae a Castilla a
la
escena de
la
reminiscencias de un romance viejo,
las
Aunque
limpio de
la
hace
cobrar
muerte de
el
tan de-
de Lope, y otras no, y que
de todos modos suponen una refundición perdida, de
ambos
le
cazar va D. Rodrigo, por cierto con notables varian-
que unas veces concuerdan con
lieron
Mu-
hasta 1654, en su libro de Sí,Enano de
poetas,
la
y
antes de ellos
el
autor de
la
cual se va-
la
comedia anónima.
de Cubillo valga poco, todavía, por
lo correcto
dicción poética, aventaja en gran manera a
la
y
famosa
comedia de D. Juan de Matos Fragoso, El Traidor contra su sangre
(anterior a 1650),
ha reinado en
que con poca
justicia la desterró
ellas hasta el siglo presente.
de
las tablas
goso, ingenio de plena decadencia, de poca o ninguna inventiva,
de
estilo
y
El portugués Matos Fra-
y
sobre toda ponderación campanudo y pedantesco, tuvo, no
obstante, la habilidad de
mero de coméelas
acomodar
viejas,
al
gusto de su público gran nú-
dándoles cierta regularidad externa, y
y enérgicos que en ellas
sustituyendo los sentimientos naturales
abundan, con
ría
la sutil casuística del
que tanto privaban entre
honor y
los poetas
la
empalagosa galante-
cortesanos contemporáneos
de Calderón, y que tan falsa idea dan de nuestro Teatro a los que
sólo en ellos le han estudiado. En el asunto de los infantes, IMatos
prescindió por completo de
la
comedias ya existentes no se
Lope, sino de
a su
la
y aun entre las
de El Bastardo Mudarra de
tradición popular,
valió
tragedia de Hurtado de Velarde, la cual refundió
modo, borrando, no sólo todos
baras procedentes de
la
los rasgos
de costumbres bár-
leyenda primitiva, sino hasta
las
invencio-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
nes más
de su predecesor, por ejemplo,
felices
la
299
escena de los ocho
fantasmas,
Pero como todo
que
destruir lo
el
mal gusto de Matos Fragoso no era capaz de
leyenda contiene de interesante y trágico, su obra
la
y no
menos
llegó a ser popular,
hasta
1
82 1 por
lo
sólo se
mantuvo en
(l), sino
los teatros
de
la
corte
que todavía hoy suele represen-
y cómicos ambulantes en lugarejos y villorrios
incluso en la misma comarca donde pasa la acción de la
tarse por aficionados
de
Castilla,
gesta primitiva.
Tema
to,
tan divulgado no podía librarse de
ya en 1650 se representaba en
el
Felipe IV, una comedia burlesca de Los
el
la
parodia, y, en efec-
Retiro, ante la majestad
siete infantes
de
de Lara^ en que
donoso entremesista Cáncer y D. Juan Vélez de Guevara ponían
en disparates
la
obra de su amigo y frecuente colaborador Matos
Fragoso, y también algunas escenas de Lope y Hurtado de Velarde.
Xada que recordar hallamos en
el
siglo xviii;
pero a principios
del presente se intentó dar forma de tragedia clásica
de
tor de poesías orientales
que por
las
argumento
al
El Conde de Noroña, más apreciable
los infantes.
suyas propias,
como traduccompuso una
tragedia de Mtidar?'a González, que no llegó a imprimirse, ni acaso
a representarse; y un obscuro poeta barcelonés, D. Francisco Altes
y Gurena, escribió otras dos, con
los títulos
de Gonzalo Bustos y
Mtcdarrüy cuya representación, por los años de 1S20 a
ta,
1
823, cons-
pero no que diesen crédito alguno a su autor.
El romanticismo renovó esta leyenda antes y con más brillantez
que ninguna
siglo
otra.
Xganó
(i)
En
periódico
Con El Moro Expósito ó Córdoba y Burgos en
D. Ángel de Saavedra en 1834
(2) la
dicho año, D. Alberto Lista, que ejercía
El
el
primera y me-
la crítica teatral
en
el
Censor, escribió un artículo abogando por la proscripción del
engendro de Matos (tomo VI, 228). En él se encuentra esta curiosa noticia:
«Si es cierto lo que se nos ha referido de Máyquez, ya hace mucho tiempo que el Roscio español había proscrito esta comedia. En una representa-
de los siete infantes empezaron a estornudar y a
mesa, mientras su padre les dirigía las más tiernas y dolorosas expresiones. Máyquez había preparado este efecto cómico, sembrando por la
ción, las cabezas cortadas
huir de
la
mesa una buena
dosis de flor de la
Habana de superior calidad.»
año de la primera edición. El poema había sido comenzado
en Malta en 1829, y terminado en Tours en 1S33.
(2)
Este es
el
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
300
raorable victoria de
la
ópica antes de invadir
nueva escuela, que triunfó en
poesía lírica
la
y
campo de
el
Por
el teatro.
la
la
calidad del
asunto, que es una tragedia doméstica; por lo complicado e inge-
urdimbre, y por la manera noblemente familiar que
predomina en el relato, puede considerarse El Aloro Expósito como
nioso de
la
una magnífica novela en verso, superior en
y
sobre todo en interés dramático
quiera de
las
que en
la
amplitud del cuadro,
y franqueza de
ejecución, a cual-
forma compuso Walter Scott,^les como
esta
The Lord of the isles, Marmion o Rokeby, y comparable, por lo menos, con sus mejores narraciones en prosa. Por lo tradicional y heroico de
leyenda, por
la
entre dos civilizaciones,
mente calcados sobre
lato
que
contraste que el poeta quiere presentar
el
y aun por
de
los
la
ciertos procedimientos evidente-
epopeya
(como poner en
clásica
re-
y no en acción una parte considerable de la fábula, al modo
lo vemos en la Odisea y en la Eneida)^ pueden muy bien los
amigos de clasificaciones retóricas contarle entre
los
puede arrebatarle
palma,
la
ios
poemas
épicos,
compuestos en castellano en nuestro
y no sé cuál otro de
ni
siglo
quién de nuestros poetas m^odernos
ha mostrado tan sostenida inspiración en una obra tan
larga, te-
niendo por añadidura que luchar con un metro infelizmente elegido,
el
romance endecasílabo, que
tiene todos los inconvenientes del
verso suelto y ninguna de sus ventajas, y que por
petición de
un mismo asonante en cada uno de
fatalmente a
que
verbosidad,
la
es la principal tacha
duque de
al
Rivas, siquiera esta
palpita una vida poética
prosaísmo, a
misma
llaneza
de
muy densa, haga más
muy modernizado, y
estilo,
fácil
se
algunos de los rasgos más característicos, porque
de
los
las fuentes primitivas,
romances hizo
Lope de Vega,
tante;
si
muy poco
prefiriendo
bien en
la
la
no leyó
la
re-
a esta obra insigne del
guida. El argumento está
remontó a
monótona
facilidad desaliñada,
la
que puede ponerse
la
los cantos, arrastra
la
bajo la cual
lectura se-
echan de menos
el
Duque no
se
Crónica General^ y aun
y ninguno de
la
comedia de
de Matos Fragoso, que
le
sirvió bas-
uso,
grandiosa escena de los espectros tuvo
el feliz
pensamiento de seguir a Hurtado de Velarde, cuya rarísima pieza
había puesto en sus manos su amigo inglés Mr. Frere durante su
residencia en Malta.
Hoy, que vemos
la
Edad
]\Iedia
con otros
ojos-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTÜUIA PATRIA
30I
que en 1830, podemos señalar en El Moro Expósito notables anacronismos y falta de colorido arqueológico. La parte arábiga es enteramente convencional; pero en
parte castellana,
la
verdad histórica del siglo x, hay, en cambio,
si
hay poca
mucha verdad española
de todos tiempos, mucho realismo, sano y popular, de buena casta,
digno, en suma, del más nacional de nuestros poetas de este siglo.
Después de
este
monumento
poético, sólo en nota
cuerdo pueden citarse otras versiones modernas de
ninguna de
los infantes (l),
tuando
el libro
las
cuales ha sido
la
muy
y por
re-
leyenda de
leída,
excep-
de caballerías de Fernández y González (1853), cu-
yas exóticas invenciones, aborto de una fantasía calenturienta, han
tenido
rara fortuna de encarnar en
la
menos pudiera creerse, en
llas
comarcas de
el alfoz
la Castilla épica,
voz de los juglares cantando
ganza de Mudarra
fantasía del vulgo,
donde
Bureva, en aque-
la
donde resonó por primera vez
la perfidia
de Ruy Velázquez y
la
la
ven-
(2).
Los Benavides.
XIII.
la
de Lara, en
— Citada
en
la
primera
lista
de El Pere-
grino (IÓ04). El original autógrafo de esta comedia se guardaba años
hace en
paradero.
no
muy
archivo de
el
Hemos
Casa de Sessa, pero ignoramos su actual
la
tenido que atenernos, por consiguiente,
satisfactorio,
de
al
texto,
Segunda parte de Lope, publicada por
la
primera vez en 1609.
Esta pieza hubo de ser en su tiempo una de
a
las
más celebradas
publicación de .£/
/I/<7r£> Expósito precedió en i83o la leyenda
Cosío The Infants of Lara en su Romance of liistory of Spain.
El trabajo del escritor montañés se recomienda por la fidelidad con que procura ajustarse a los romances y a las historias, usando muy parcamente de la
invención. Posteriores al duque de Rivas son Los Infantes de Lara (1835),
(i)
de Trueba
la
jr
drama de D. Joaquín Francisco Pacheco, no representado nunca, y que vale
todavía menos que su Bernardo; Les sept Infants de Lara, de Feliciano MallefiUe, tremebundo esperpento romántico, representado en el teatro de la Porte
Saint-Martin de París en 1836, y del cual existe una traducción portuguesa;
El Bautismo de Mudarra, original artículo en prosa de D. José Somoza, en
que con novedad
Mudarra convertido en un filán(1842), serie de romances de
crónica de Ambrosio de Morales; Los Hijos
e ingenio se presenta a
tropo melancólico; Los
siete
Condes de
Lara
García Gutiérrez,, ajustados a la
de Lara, pobrísima leyenda del P. Arólas,
etc., etc.
Véase sobre este punto el curiosísimo capítulo VI del
Menéndez Pidal, titulado Los lugares y las tradiciones.
(2)
libro del señor
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
302
y
populares de su autor.
En
la
novela, o
caresca, que lleva por título Vida
y
más bien autobiografía
(cuya primera edición es de Amberes, 1646, por
Cnobbart), se refiere
la
pi-
hechos de Estebanillo González
viuda de Juan
la
siguiente travesura del protagonista,
cuando
era picaro o pinche de cocina del cardenal Doria, arzobispo de Pa-
lermo (cap.
II).
«Quiso mi favorable
la
comedia de
los
que
estrella
los criados
Benavides^ para hacerla a los años de
y
conde Fernán González, me dieron
Estudíele, haciéndole al
día
media
con
ligera
ria;
en
que
della
esto
las unas,
y estregarme
la frente al
dar de
diese cada
cuarto del alba con las
manera no
que
había visto hacer a Cintor
y
compañía de Amarilis. Creyólo tan de
allí
me
de pasas y un par de naranjas, para hacer colación
libra
con mi es-
saldría
aunque era más de media columna, por ser
y
la
eminen-
papel del niño rey de León.
el
que se hizo autor
cascaras de las otras; porque de otra
tudio,
si5=
muchacho, o quizá por saber que era chozno del
a mí, por ser
cia,
de casa estudiaron
flaco
de
memo-
Arias, cuando estaban.
veras,
me
que
hizo an-
adelante, mientras duraron los ensayos, todos los días,
estudiando todas
las
noches, mascando pasas,
y
todas las
3^
mañanas
atragantando cascos de naranjas y haciendo fregaciones de frente.
el
de
mayores
las
un suntuoso teatro en
día de la representación: hízose
Llegó
salas del palacio;
pusieron a
una selva de ramos, adonde yo había de
cuando llegasen
señor, a
los
moros
a cautivarme.
muchos príncipes y damas de
la
una.
parte del vestuario
fingir estar
Convidó
el
durmiendo
Cardenal, mi
aquella corte; pusiéronse mis
representantes de aldea muchas galas de fiesta de Corpus, adornán-
dose de muchas plumas, y, en efecto,
Pusiéronme un vestido de paño
tones de plata
ponerme
y con muy costosos
alas para
común vocablo
ños menores,
comedia a
fino,
que volase y
me
el
palacio era
un
florido abril.
con muchos pasamanos y bocabos; que fué lo
fuese.
mismo que
Yo, aprovechándome del
del juego del ajedrez, por no volverme a ver en pa-
le dije
las tres
de
a mi sayo: «Jaque de aquí».
la
Empezóse nuestra
tarde, teniendo por auditorio todo lo pur-
púreo y brillante de aquella ciudad. Andaba tan alerta el autor sintítulo, por haber él alquilado mi vestido y héchose cargo del, que
no me
perdía de vista. Llegó
el
paso en que yo
salía a caza,
y
fati-
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
gado del sueño,
me
305
había de recostar en aquella arboleda, y después
de haber representado algunos versos y apartádose de mí
me
acompañando, me
habían salido
adonde no
florido dosel,
con
purga, pues aun no había entrado en
la
una carrera que hacía
la
que
pudo decir por mí que me dormí
pado y
se
los
entré a reposar en aquel aco-
enramada,
me
él,
cuando siguiendo
dejé descolgar del tablado,
y por debajo de él llegué a la puerta de la sala, y diciendo a los que
la tenían ocupada: «Hagan plaza, que voy a mudar de vestido», me
dejaron todos pasar^ y menudeando escalones y allanando
llegué a la lengua del agua,
formáronme
que
otra vez
esta ocasión al
y desde
ella a la
sombra de
di la vuelta a esta corte,
calles,
mar. In-
que salieron en
tablado media docena de moros bautizados, hartos
de lonjas de tocino y de frascos de vino; y llegando a
hacer su presa,
la
por pensar que yo estaba
alta voz: «¡Ah, niño,
allí,
rey de los cristianosl»
dijo el
A
la
arboleda a
uno de
ellos
en
había yo de
lo cual
responder, pensando que eran criados míos: «¿Es hora de caminar?»
Y como ya iba caminando más de lo que requería el paso, no por
el
temor del
cautiverio, sino por
miedo
del despojo del vestido,
mal
podía hacer mi papel ni acudir a responder a los moros estando
una milla de
hice
muy
allí,
coRcertándome con
mal, pues
salí
con lo que intenté. Viendo
que no respondía, soplaba por detrás a grande
se
me
habían olvidado los pies;
bían quedado en
zante.
Viendo
la
los
aunque no
los cristianos,
y
priesa,
el
pensando que
a buen seguro que no se
posada, pues con ellos hice peñas
moros
mada, y
la
me
ha-
y Juan Dan-
tanta tardanza, pensando que el sueño que
había de ser fingido lo había hecho verdadero, entraron en
ni hallaron
lo
apuntador
la
enra-
rey ni roque. Quedaron todos suspensos, paró
comedia, empezaron unos a darme voces y otros a enviarme a
buscar,
quedando
el
guardián de mi persona y vestido medio deses-
perado y ofreciendo misas a San Antonio de Padua y a
del purgatorio. Contáronle mi fuga
que había hecho
muy
al
Cardenal,
el
las
ánimas
cual respondió
bien en haberme huido de enemigos de
la fe,,
y no haberles dado lugar a que me hiciesen prisionero; que sin duda
me había vuelto a León, pues era mi corte, y que desde allí mandaría restituir el vestido;
él,
y que
así
y que en
el ínterin
él
pagaría el valor
de
no tratasen de seguirme, porque no quería dar disguste
i-blLiai^S
304
a una persona real,
SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
y más en
sen mi papel, y que acabasen
días
la
de sus años. Mando que
comedia;
gusto de todos los oyentes, y alegre
buen
el
lo cual se hizo
le leye-
con mucho
autor della por tener tan
fiador.»
El ingenioso Lesage, que tan gentilmente entró a saco por toda
nuestra literatura novelesca, de
cual presentó en el Gil Blas
la
admirable mosaico, aprovechó esta aventura,
giriéndola en
el libro
X, capítulo
X
como
de su obra
un
tantas otras, in-
(HistoriS,- de
Esci-
pión). Trasladó la escena de Palermo a Sevilla, suprimió la sandez de
las pasas
para ayudar a
la
memoria, y copió
demás, según puede ju¿:garse por
conforme a
el
casi literalmente
texto,
versión, clásica entre nosotros, del P. Isla
la
todo lo
que ponemos en nota,
(i).
(i)
«En el palacio de Su lima, acabé de perfeccionarme en mis mañas,
pegando un chasco de que todavía hay y habrá por largo tiempo en Sevilla
gran memoria. Los pajes y otros familiares pensaron en representar una
comedia para celebrar los días del amo. Escogieron la de Los Benavides; y
como era menester un muchacho de mi edad que hiciese el papel del rey
niño de León, echaron mano de mí. El mayordomo que se preciaba de saber
representar, tomó de su cuenta el ensayarme, y, con efecto, me dio algunas
lecciones, asegurando a todos que no sería yo el que me portase peor. Como
la función la costeaba el Arzobispo, no se perdonó gasto alguno para que
fuese lucida. Armóse en un salón un soberbio teatro, adornado con el mejor
gusto, en uno de cuyos lados se dispuso un lecho de céspedes, donde debía
5'o fingirme dormido cuando viniesen los moros a asaltarme para llevarme
prisionero. Luego que todos los actores estuvieron ensayados, el Arzobispo
señaló día para la función, convidando a todas las damas y principales caba-
lleros
de
la
ciudad.
>Llegada
la
hora de
la
comedia, cada actor se vistió del traje que
rrespondía. Por lo que toca
al
mío,
el sastre
me
le
le
co-
presentó acompañado del
mayordomo, que habiendo tenido el trabajo de ensayarme, quiso tener también la paciencia de verme vestir. Trájome el sastre un ropaje talar de rico
terciopelo azul, todo guarnecido de galones 3^ botones de oro, y con mangas
largas adornadas con ñecos del mismo metal. El propio mayordomo me puso
en la cabeza por su mano una corona de cartón dorado, sembrada de muchas
perlas finas, con algunos diamantes falsos. Pusiéronme una faja de seda de
color de rosa, recamada toda de flores de plata, y cuyos remates eran dos graciosas borlas de hilo de oro.
raba que
me
comedia
al
A
cada cosa de éstas que
me
ponían, se
me figu-
estaban dando alas para volar y escaparme. Comenzó, en fin, la
anochecer; yo abrí la escena con una relación, la cual concluía
diciendo que, no pudiendo resistir a las dulzuras del sueño, iba a entregarme
a
él.
Con
efecto,
pedes que
me
me
metí entre bastidores, y
me
recosté en el lecho de cés-
estaba preparado; pero, en vez de dormir,
me puse
sólo a
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Los Benavides pertenece
al
número de
las
305
leyendas genealógi-
que dramatizó Lope de Vega. Nada hay en
ella de histórico más
Rey de León, Alfonso V, y el de su tutor,
el conde Melendo González. Todo lo demás parece de pura invención, a no ser que Lope se haya valido de algún nobiliario que desconozco. La leyenda está calcada en gran parte sobre la de las mocedades del Cid. El insulto de Payo de Vivar a Mendo de Benavides es, trocados los nombres, el del conde Gormaz a Diego Láinez;
>cas
^ue
el
nombre
pruebas que
las
de confiarle
el
del niño
el
ofendido anciano hace con su nieto Sancho antes
cuidado de su venganza, responden también a
el
padre de Rodrigo va haciendo sucesivamente con sus
lo restante
pués,
muy
de
la
reales.
me
Una
hijos.
que
En
comedia hay situaciones que Lope reprodujo des-
mejoradas, en Los Prados de León:
miento de Sancho,
pensar de qué
la
modo
hijo
podría
escalerilla oculta,
pareció a propósito para
del
salir a la calle
por
la
el
secreto del naci-
Rey Don Bermudo;
la
sus campesinos
y escaparme con mis vestiduréis
cual se bajaba desde el teatro
ejecución de mi designio.
al
salón,
Levánteme de
la
y viendo que nadie me observaba, me escurrí por
•dicha esccderilla al salón, a cuya puerta pude llegar diciendo: <.A im lado, a
un lado, que voy a mudar de trajea. Todos se pusieron en fila para dejarme
pasar, de manera que en menos de dos minutos salí libremente del palacio,
»
a favor de la oscuridad, y me fui a casa de mi amigo el Valentón
Refiere luego Escipión cómo por casualidad supo el final del lance:
«Apenas me escapé, cuando los moros, que según el orden de la comedia
que se representaba, debían apoderarse de mí, aparecieron en la escena con
el designio de venir a sorprenderme en la cama de césped en que me creían
dormido; pero cuando quisieron echarse sobre el rey de León, se quedaron
sumamente atónitos de no encontrar ni rey ni roque. Paró la comedia, agitáronse todos los actores; unos me llaman, otros me buscan; éste grita y aquél
me da a todos los diablos. El Arzobispo, que oyó la bulla y confusión que
había detrás del teatro, preguntó la causa. A la voz del prelado, un paje que
hacía de gracioso en la comedia, salió y dijo: «No tema ya Su lima, que los
» moros hagan prisionero al rey de León, porque acaba de ponerse en salvo
» con sus vestiduras reales». «¡Bendito sea Dios!— exclamó el Arzobispo—; ha
» hecho muy bien en huir de los enemigos de nuestra religión, librándose de
> las cadenas que le preparaban. Sin duda se habrá vuelto a León, capital de
> su reino, y deseo que haya llegado con toda felicidad. Por lo demás, mando
i seriamente que ninguno vaya en su seguimiento; sentiría mucho
que S. M.
> tuviese que padecer la menor desazón por parte mía>. Luego que dijo
esto, dio orden de que se leyese en alta voz mi papel y se acabase lá co-
cama con mucho
tiento,
media.»
Mbnéndbz t Pklato.—Estudios sobre
,
el
Teatro de Lope de Vega.
20
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
306
amores con doña
Sol; su entrada violenta en los palacios
en busca del ofensor de su
Hay, pues, en
de
Leóm
familia.
esta pieza
muchos lugares comunes que hemos-
ya y volveremos a ver en otras de su género; pero mirada
aisladamente, tiene interés novelesco y notables bellezas, así en las
visto
escenas rústicas
como en
las heroicas.
Como
todas
las
comedias de
primera manera de Lope, adolece de excesiva complicación de
la
lances,
que por su multiplicidad se dañan; pero son invecciones de
la revelación que de sus amores y del fruto
grande efecto dramático
hace doña Clara a su padre cuando
que ha tenido de
ellos
flaquecido por
peso de
gre que
el
le
el
vengue;
la
la vejez,
éste, en-
echa de menos alguien de su san-
lucha que entre
el
deber y
el
amor surge en
pecho de Sancho, apasionado de doña Elena, hermana del Mendo
de Benavides, a quien tiene que dar
en que
el viejo
Mendo,
fuerza mayor, a la
al
la
muerte:
y
la terrible
escena
ver que no llega su nieto, impedido por
hora aplazada para
el
combate singular con
su.
enemigo Payo, venga bárbaramente su honor, dándole de puñaladas
por su propia mano.
XIV.
—
El Vaquero de Morana. Anterior a 1604, como citada
lista de El Peregrino. Fué impresa en la Octava partt
primera
en
la
de
las
comedias de Lope en 1617.
Dos
curiosos fragmentos de poesía
larizada, suministraron a
las
Lope
el
lírica,
semipopular o popu-
primera idea y una de
título, la
mejores escenas de esta comedia. Citaremos, ante todo,
gunda. serranilla del marqués de Santillana
la
se-
(i).
En toda la su montanna
De Trasmoz a Veratón,
Non
vi tan gentil serrana.
Partiendo de Conejares,
Allá susso en
Cerca de
la
la
montanna,
Travessaña,
Camino de Trasovares,
Encontré moga logana
Poco más acá de Annon,
Riberas de una fontana.
(i)
Giras del fuarqués de Santillana (edición de Amador de los Ríos¡r
1852), páginas 466-67,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
307
Traía saya apretada,
Muy
A
bien pressa en
guisa
la cintura,
d'Extremadura
Cinta e collera labrada.
Dixe: «Dios te salve hermana:
Aunque vengas d 'Aragón,
Desta serás castellana».
Respondióme: «Cavallero,
penséis que me tenedes,
Ca primero provaredes
Este mi dardo pedrero;
Ca después d'esta semana
Fago bodas con Antón,
Non
Vaquerizo de Morana.
Los dos últimos versos de
esta serranilla fueron glosados por
autor anónimo de fines del siglo xv o principios del siglo xvi en
unas coplas casi totalmente dialogadas, que se hallan impresas en un
rarísimo pliego suelto de letra gótica. Dicen
así:
COPLAS DE ANTÓN, VAQUERIZO DE MORANA
Eti toda la trasmo7itana
Nunca
vi cosa mejor,
Que era su esposa de
El Vaquero
Anto'n,
Morana,
Por las sierras de Morana,
Do supe que era pasión,
de
Vi una gentil serrana
Que me robó
Desque
el
corazón
vi su perfición.
Puse en dubda ser humana:
Era su esposa de Anto'n,
El Vaquero de Morana.
Yo la vi encima de un cerro
Con su lanza y su cayado,
Y en la otra mano un perro
Careando su ganado.
Dije: «Dios te salve, hermano»,
Pensando que era varón;
308
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Y era
su esposa de Antón,
El Vaguero de Morana.
Vente conmigo, mi bien;
Yo
por amiga;
te terne
Darte he yo a comer
Cada día una
gallina;
Darte he una
gentil
Con un
cama
rico pabellón,
Porqtic no seas de Antón,
El Vaquero
de
Morana.
LA SERRANA
Caballero, id vuestra vía
Si queréis ser bien librado;
Catad que no es cortesía
Entender en
excusado;
lo
Que aunque yo
Y muy linda en
sea serrana,
perfición,
Esto y más meresce Abitón,
El Vaquero de Morana.
Bien pensáis, vos, caballero,
Que aunque yo sea mujer.
Que al discreto y lisonjero,
No le sabré responder;
Y aun presumiré de ufana
Y tener más presunción:
Miraré la honra de Antón,
El Vaquero de Morana.
No
tengáis, señora, vos.
Pensamiento inhumano.
Que, según os hizo Dios,
No
os merece aquel villano.
Mas
si
como
Mirásedes
sois galana
la
razón,
Olvidaríades a Antón,
El Vaquero
de
Morana.
En esta montaña escura.
Do la gente bruta está,
,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
La mujer nunca procura
Sino aquel que Dios
le da,
Pues es nuestra condición
Atan robusta y villana:
Tal 7ne guardo para Antón^
El
Vaquero de Morana,
Este que
Mucho
así
os paresce,
deseo ver,
le
Por sólo poder saber
Quién es
el
que
tal
Mas yo creo que
Es
sola la
que os engaña,
Y os hizo querer
El Vaquero
Verdad
meresce;
afición
a Antón,
de Morana.
es
que aficionada
Estoy, que es cosa de espanto,
Porque Antón meresce
Que yo soy
la
tanto,
bien librada.
Si
yo soy tan fea o galana,
O
negra como
el tizón.
Tal me guardo para Antón,
El Vaquero
de
Morana.
Señora, mal haga Dios
A
tan mal casamentero.
Que
tal
Fué
a casar con un vaquero.
dama como a vos
Ella dijo: «Así lo quiero;
Por ende, mejor librada
Eíi ser esposa de Antón,
El Vaquero
de
Idos, pues,
Morana.
y acabad
tan mal suena,
Demanda que
Pues sabéis que
No
está en
la
más de
bondad
ser buena.
3O9
,
;10
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
Pues que
me ofende
y
me
daña
Vuestra porfía y pasión,
Dejad el st para Antón
El Vaquero
Morana.
de
Espántom e de una cosa
Más grave que nunca vi,
Por ser tan linda y hermosa,
Consentir que estéis aquí,
Porque en
tierra tan extraña
Estéis aquí sin razón,
Pongo
la culpa
El Vaquero
yo a Antón,
d: Morana.
Tras aquellos dos collados
Andan más de
mil pastores,
Todos muertos, requebrados,
Perdidos por mis amores.
En
balde sufren dolores.
Toda su esperanza es vana,
Por el bien que quiero a Atitón,
El Vaqtiero de A forana.
Estos que andáis por aquí.
Lastimados de mi guerra,
Más
lejos estáis
de mí
Que está el cielo de la tierra.
Yo me estoy en alta sierra,
Y
vosotros por
Esto
es lo
la llana:
que cíonplc a Antón,
El Vaquero
de
Morana.
Espérenles malos años
En mal
punto, porque os vi
Pues que con burlas y engaños
Os burláis así de mí.
Y
iqué diablo de serrana!
Vos
sois llena
Mal pesar
'
de
traición:
haya Antón,
El Vaquero
de
Morana.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Vete dende, mal
No me
villano,
andes enojando;
echo
Si
3II
honda en mi mano,
la
Responderte he yo priado.
No
pienses que ando perdida
Por andar en
En
esto sirvo
El Vaquero
la
montaña;
yo a
Antó?i,
Morana.
de
Señora, quedaos con Dios,
Pues que no puedo venceros.
Que ya me
aparto de vos,
Mas no de mucho quereros.
Pues que veo vuestra gana.
Vuestro
fin y conclusión,
Bienaventurado Antón,
El Vaquero
Volved
No
de Aloratia.
acá, el caballero,
vos vayades
así;
Antes que paséis
No
el cerro.
os acordaréis de mí.
Diera un suspiro de gana
Dentro de su corazón:
Esto no vapor Antón,
El Vaquero
de Aíoratta.
Esta noche, caballero.
Cenaréis en mi posada;
Daros he yo de cenar
Pan y vino, carne asada.
Daros he un colchón de lana.
Con un rico pabellón.
Que era de mi esposo Antóji,
El Vaquero
(i)
de
Coplas de Antón, vaquerizo de
^ico^.
Y otras canciones y
cuatro
fojas.
un
Morana
(i).
Morafta. Y otras
de <Tan buen gana-
villancico: 4.", letra gótica,
(Reproducido con
el núra.
con una estampa:
569 en el Ensayo de Gallardo.)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
312
Este diálogo es
jornada de
la
germen de
el
la
deliciosa escena de
comedia de Lope, en que
el
la
tercer»
Rey D. Bermudo,
perdido>
en una cacería, encuentra disfrazada de serrana a
Vaquero, que Dios
Pues por estas
Tu
te guarde,
sierras altas
ganado llevas
fértil
Al helado Guadarrama,
¿Has visto ciertos monteros
Con capotes de dos haldas
De
verde paño de Londres,
Con
jacerinas y abarcas,
Que en
esta tierra pusieron
Ayer tarde dos zamarras,
Cuando el sol daba sus rayos
A
los jardines del alba?
Que voy perdido
tras ellos
Entre aquestas peñas
altas,
Sin caballo y sin sustento,
Desde
No
aj'er
por
la
mañana.
soy vaquero, señor;
Mujer soy, que Dios os valga,
Que en
ausencia de mi esposo
Guardo sus toros y vacas.
Antón es mi amado dueño.
El vaquero de Morana;
Éste es su cayado y honda,
Éste es su perro y su capa.
No he
visto los cazadores
Por ser
la
maleza
tanta,
Sino a vos, que habéis venido
Bien cerca de mi cabana.
Que es de un hidalgo la
Donde su familia y casa
Vienen
Y
a
tener
es gente
Venid
Si es
a
muy
la siega,
cortesana.
comer con
que
el
hacienda,.
ellos,
mal pasar os cansa;
la
Infanta:
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
Que
siendo hidalga
También
es la
gente,
la
mesa
313
hidalga.
No he visto cosa más bella
En toda la tramontana,
Que era la esposa de Antón,
El vaquero de Morana.
Creo que a esto se reduce
el
elemento tradicional que hay en
esta comedia.
ria
La fábula es de pura invención de Lope, que tomó de la histoel nombre del Rey D. Bermudo (sin determinar cuál de los tres
que
así se
llamaron),
los
hermana amores con un
y atribuyó
a su
principio,
como
conde de Saldaña. El
padres de Bernardo. Lo restante puede considerarse
embrión de Los Tellos de Meneses. El Conde huye a
librarse
como
de
la
cierto
se ve, recuerda la historia
de
como
el
Castilla para
venganza del Rey. La Infanta, andariega y quebradiza,
León que salen en las comedias de Lope,
todas las infantas de
huye también
y uno y
del monasterio
donde su hermano
la
había encerrado,
un
rico
nombre de Antón,
sirve
otro se refugian en la sierra de Avila, en casa de
labrador, a quien el Conde, oculto con el
de vaquero, y
la
Infanta de segadora, con
de su persona, despiertan
belleza, el ingenio, la natural distinción
en cuantos
la
ven afectos de amor y
nombre de Marina. La
celos,
que dan lugar a encan-
tadoras escenas villanescas, manejadas con aquella gracia picante
sabrosa que nunca falta a
muy
enlace es también
Tellos: el
Rey
llega
ingeniosamente
el
Lope en
este
semejante
cazando
al valle
al
jr
género de cuadros. El des-
de
la
primera pirte de Los
de IMoraña;
la Infanta
reconocimiento, y logra su perdón y
el
prepara
del Conde.
Esta comedia, aunque plagada de lugares comunes, que todavía
hemos de encontrar en alguna
idílica
que nada debe a
coronados de espigas;
el
los
la
otra, tiene
de Teócrito:
admirables trozos de poesía
el
canto de los segadores
augurios de rústica abundancia que hace
vaquero Antón a su amo:
314
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DK VEGA
Ésta
Ésta
que
SÍ
que
sí
es siega
es siega
de vida,
de
flor.
Hoy, segadores de España,
Vení
a ver a la
Trigo blanco y
Que de
Ésta
Ésta
sí
Morana
sin árgana,
verlo es bendición.
que
sí
que
es siega
de
es siega de
Labradores de
vida.
flor.
Castilla,
Vení a ver a maravilla,
Trigo blanco y sin neguilla,
Oue de
Ésta
Ésta
Y
sí
verlo es bendición.
sí
que
que
es siega de vida,
es siega
de ñor.'
algún año sea tan bueno,
En tierras propias y extrañas,
Oue seguemos con guadañas,
Como
en los prados
Rompan
el
del aire los
heno.
filos.
Las cañas de los barbechos,
Y
toque
el trigo los
techos
En las trojes y en los silos.
No sólo en siega, en vendimia
Os dé
Oue
Oue
el cielo tal tesoro,
hagáis los vasos de oro
agora tenéis de alquimia.
Ya que
el
Agosto repose,
Pisen para vuestras cubas
Vuestras gentes tantas uvas.
Que todo en mosto
Y de
rebose.
manera se huelguen
Con las uvas nuestras casas.
Que aunque muchas hagáis pasas,
Muchas por
Sirva una
De
los techos cuelguen.
tinaja anciana.
que ahora se pisa,
don Félix misa.
cantar
A\
lo
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTOKTA PATRIA
Y
al
315
desposarse doña Ana.
Por los pezones y cabos
Cubran, en color pajizos,
Los melones invernizos
De
vuestra casa los clavos.
Sirvan colmos a montones
De
En
De
membrillos o granadas,
vuestros techos colgadas,
dorados artesones.
Sin rectitud y gobierno
De
reales pesadumbres,
Vuestras ahumadas techumbres
Coronen
frutas
de invierno.
Sirvan a vuestras familias
"
Costales de verdes nueces,
Para acabar, tras los peces.
Los viernes y las vigilias.
Higos también os reserve
Esta campaña vecina.
Que
afeitados con harina,
Enjugue
el
pecho y conserve.
Matice estas huertas luego
La berenjena morada,
La verde col arrugada.
Como pergamino
al
fuego.
Echad, por mayor deleite
De la postre, vez alguna,
En adobo la aceituna,
Y
los
quesos en aceite.
Que
yo, siguiéndoos a vos,
Dará mi rústico modo
Gracias
al
dueño de todo.
Que dueño de todo
XV.
parte de
El Testimonio vengado.
las
es Dios.
— Impresa en
1604 en
la
Primerj
comedias de Lope. El texto es incorrectísimo, y en alparece mutilado, como ya notó D. Juan Eugenio
gunas partes
Hartzenbusch
al
reimprimir esta comedia en
el
tomo
III
de
la
co-
lección selecta que formó para la Biblioteca de Autores Españoles.
De
el
la
popularidad de esta comedia nos dio testimonio en IÓ14
encubierto autor del Quijote, de Avellaneda (capítulo
XXVII),
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
3l6
pintando su representación en una venta: «Comenzaron a ensayar
la
grave comedia de El Testimonio vengado^ del insigne Lope de
Vega Carpió, en
la
cual
un
un testimonio
hijo levanta
a la Reina,
su madre, en ausencia del Rey, de que comete adulterio con cierto
demonio y agraviado de que le negase un cacordobés en cierta ocasión de su gusto, guardando en negarle
criado, instigado del
ballo
el
orden expreso que
pues,
la
comedia
Rey, su esposo,
el
a este paso,
había dado. Llejjando,
le
cuando D. Quijote vio a
la
mujer del
autor, a quien él tenía por su hija, tan afligida por hacer el perso-
y por
naje de la Reina, a quien se levantaba el testimonio,
otra
parte advirtió que no había quien defendiese su causa, se levantó
con una repentina
» dad, traición
» inocentísima
que contra Dios y toda ley
y
alevosía,
y
castísima señora Reina;
»
testimonio le levanta, es traidor,
2>
le desafío
»
más de
y
las
se hace a la
y aquel caballero que
fementido y alevoso, y por
me
ciendo esto, metió
mano con
hallo,
que
son sola espada».
increíble furia,
y comenzó
riéndose con todos los demás de
la
tal
Y
di-
a llamar al
testimonio, que era un buen representante,
el
tal
armas
reto luego aquí a singular batalla, sin otras
con que ahora
que levantaba
una grandísima mal-
cólera, diciendo: «Esto es
el cual,
necia cólera de D. Quijote, se
puso en medio con su espada desnuda, diciéndole que aceptaba
batalla para la corte, delante
de plazo
de Su Majestad, con solos veinte días
»
Tomó Lope
ral,
que en
traducir
al
Dice
el
éste,
argumento de
como en
comedia de
ellos hovo,
los
bueno e grande,
e
el
E
tierra
este rey
muy
mucho en paz
sí,
liendo el
E
el
Rey
Castilla,
batallas
e sin otro
fermoso e
muy
preciávalo
mal que
muy
corredor, e rezio e manso,
mucho además,
como en su vida quando en
Rey de Xájera, encomendó el
des-
que con
don Sancho havíe un cavallo
e cumplido de todas buenas maneras, quales todo
él
Crónica Gene-
no hizo más que
mayor, de Navarra e de
moros quebrantados por muchas
mantuvo su
ninguno.
haver en
la
capítulos,
de Ocampo, único que manejaba nuestro poeta:
«El rey don Sancho
fiziesse a
esta
muchos
otros
arzobispo D. Rodrigo.
así el texto
pués que hovo
gava en
Ja
él
buen
cavallo deve
ca tanto se esfor-
cavalgava.
E
un
día, sa-
cavallo a la reyna que gelo
COMEDIAS DC ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
fiziesse
y
ros
guardar
muy
muy
grande, e
bien, e aquella sazón era
Reyes e Condes e
assí los
3I7
guerra de los
la
los altos ornes e
mo-
todos
paravan los
los otros cavalleros que se preciavan de armas, todos
cavallos dentro en las cámaras donde teníen sus lechos donde dor-
mían con sus mujeres, porque luego que oyan dar el apellido, toviessen prestos sus cavallos e sus armase e que cavalgassen luego
sin otra tardanga ninguna.
E
don García,
vido que su padre era ydo, rogó
madre, que
le
revna, quando
mucho
a
reyna doña Elvira, su
la
mucho por
diesse aquel cavallo, e rogól
servíe en casa de la
mas un
reyna, quando vido que
tido el cavallo a su
en
ello
con
él,
si el
muy
fijo
el
infante
cavallo diesse
gran pesar
e tanto ñ¿o
al
al
le
E
la
E
vallero perdiera el cavallo, fué
muy
dio.
cavallo al
don García, quando
lo
que
fijo,
ella,
que
e
faríe
su yra, e se perdería
la
que non gelo
el
fuesse para
García, su
Rey, e caeríe en
el cavallero,
prometiera.
don
cavallero
reyna havíe prome-
la
don García,
infante
aquello vio, non se atrevió a dar
que
ende.
vido que tan de coragón gelo demandava, moviósse
a fazer su voluntad, e prometió de gelo dar;
dixol que
mayor, después que
el fijo
E
la
reyna, quando
e dexósse de lo
fijo,
sopo que por aquel ca-
sañudo contra
la
madre, e hovo
su consejo malo e falso con su hermano don Ferrando, e el consejo
fué éste: que mesclassen a su madre la reyna de palabra por mala
amistad que havíe con aquel cavallero que
vara de non dar
el
cavallo.
E
lo
deshonrara e destor-
aquella razón quandol oyó, dixo que non queríe
su
madre, más empero, como
cosa,
sen;
se
pagando de
él ser
en mesclár a
don Ferrando, non
quier que
él
non dixesse ninguna
que non destorvaría y nada, e non descobriría lo que le dixese don García, con mala saña e cruel e maldita, disfamó mal-
mente e
sin
embargo a
la
reyna su madre antel Rey su padre, e dixo
que provaría con su hermano don Ferrando
mucho mal
todo aquello quel dezíe. E el Rey hóvose de mover a todo lo que el
a
fijo dizíe e a creello: e, con el gran pesar que ende hovo, prendió
della, e
la
reyna, e mandóla guardar en el castiello de Najara.
E
desi fizo
sus cortes sobre aquel fecho, e fallaron por derecho que se devíe
salvar la reyna en esta guisa, que lidiasse un cavallero con dos, e si
los venciesse aquel cavallero,
que escapase
muriesse. Mas non habiendo ninguno en
la
la
reyna, e sinon, que
corte del
Rey que contra
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA.
3l8
amos
Rey
los fijos del
quisiesse dezir quel lo lidiaría por la reyna:
estonces se levantó don Ramiro,
home muy
fermoso e
mucho
fijo
todos los altos homes que estavan, que
salvar a
la
home de
E la
reyna.
la
si
monge
con derecho se puede
»
mundo que más me
home, porque
pluguiesse».
Rey
Rey
al
muy
mucho que perdonasse
tra la
reyna su madre: e
ella
que non
E
la
el
heredado de su padre.
dixeran todo
E
el
como
fecho
el
monge
fuera, e el
mundo: e
del
fué la
rey don Sancho, haviendo gran
el
a los
fijos
aquel yerro que fizieran con-
mayor, que havíe de heredar
por quanto era suyo:
E
fijos,
assí fué,
el
el
reyno de
qual lo havíe
quel rey don Sancho, quando
porque non entrasse entre
ellos discor-
dia, e porque los moros non hoviessen razón de poder más que
dio a
don
García, el
fijo
mayor,
el
de Cantabria; e a don Ferrando
pertenencia.
E
desi,
E esto
por
reynado de Navarra con
el
tal
el
el
ellos,
Ducado
reynado de Castiella con toda
por consejo de
que hoviera de barragana,
apartado.
el
reyna perdonólos en esta guisa, que su
lo heredase,
partió los reynos a sus
Rsy: «Si
el
alegre porque la reyna escapara de muerte,,
rogól
don García, que era
como
falsedad e con enemiga.
más alegre hombre
el
de Dios.
libre e sierva
prazer, e seyendo
E
aparte e dixol todo
Rey quandol oyó, fué
Castilla,
E dixo
todo esto dezíe este sancto
se le confessaran
madre con
aquello contra su
fijo
del monasterio de Najara, e dixo al
reyna salvar desto, non ha cosa en
la
los fijos del
sacó estonces
Rey ante
queríe lidiar con dos por
e aquellos que dixeron mal della?»
donar a
>
reyna
él
al
reyna es acusada con falsedad, ¿queredes vos per-
»
ella
barragana, que era
corte estando en su contienda, vino un sancto
orden, que era
Rey: «Señor,
Rey de
del
esforgado en armas, e dixo
la
reyna, dio a don Ramiro,
su>
el.
reynado de Aragón, porque era logar
que non hoviesse contienda con sus herma-
nos: e esto fizo la reyna porque se quisiera meter a lidiar con dos
por
la salvar,
ca
el
rey don Sancho gelo diera en arras a
fué la reyna tornada a su honra primera, e aun a
don Ramiro hovo
fijadalgo
el
castiello
que dizen Ayuera
Este cuento, aunque nada honroso para los
(i)
Cf.
el
muy
D. Rodrigo, De rebus Hispanice^
lib.
V, cap.
>
(l).
hijos legítimos
Mayor^ fué dócilmente aceptado por
XXVI.
los
as^
A este
rey don Sancho su padre de una dueña
que era natural de un
Don Sancho
E
ella.
mayor
de
primeros
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
cronistas aragoneses
de
la
Peña y
el
y
navarros, tales
como
el
319
anónimo de San Juan
Príncipe de Viana, cuya narración, curiosa por las
formas dialectales en que abunda, y también porque añade algunos
detalles, entre ellos la
produzco en nota
complicidad del tercer hijo D. Gonzalo, re-
(i).
«E como en aquel tiempo, por temor de los moros, cada uno tuviere
la cambra o palacio donde su muger estaba, porque mis prestament lo pudiesse haber e del se servir quando menester fuese e le contriñese
necesidat, el dicho emperador encomendó a su muger un caballo, que le
pensase muit bien, en el castillo de Nájera, donde facía su morada; el qual de
bondat e de beldat, e de otras virtudes, a todos los otros caballos sobrepujaba,
al qual amaba mucho el emperador, e se fiaba en él como en adyutorio de
vida; del qual caballo se enamoró mucho su fijo D. García, e un día pidió a la
reina su madre que le pluguiese dar aqueil caballo, lo qual francament le
otorgó; mas un cabaülero, que servía a la dicha reina, viendo que el otorgamento del dicho caballo, si venía a efecto, sería muy desapacible al dicho
emperador por las razones susodichas, aconsejó a la dicha reina que por cosa
del mundo non diese el dicho caballo a ninguno, si quería esquivar la ira de
(i)
su caballo en
su marido.
E
ansí, la
dicha reina, conosciendo
sano e provechoso, revocó
fijo
D. García; de
la
qual
el
consejo del cabaillero ser
consejó a sus hermanos D. Fernando e D. Gonzalo que acureina su madre, deciendo al emperador que eilla usaba deshones-
vido de grant
sasen a
lo
el
otorgamiento que había fecho del caballo a su
dicho D. García fué mucho desesperado, e mo-
el
ira,
tamente con aqueil cabaillero, ansí como parescía por la grant familiaridat
que entre eillos era. De lo qual los dichos hermanos non quisieron ser principales acusadores, mas consentieron en que ayudarían a dar algún favor a él
sobre la disfamación dicha: e el dicho emperador, su padre, era entonce en
la ciudat de Pamplona
> Puesto por obra lo acordado en el susodicho concilio, e venido a Navarra,
fuéle por su fijo D. García dada la dicha información contra la reina su madre; e luego, dicho emperador mandó su muger ser presa, inclinado más a
creencia que a otra certificación, e ser bien guardada en el castillo de Nájera;
e después sobresto fizo llegar cortes generales, e finalmente, fué definido que
hobiese de escusar por batailla, si no que fuese juzgada a ser puesta
en íuego e quemada. Mas D. Remiro, fijo bastardo del rey, al qual hobo de
una noble muger de Castro de Aybar, el qual era noble e muit valiente en
armas, viendo la inocencia de su madrastra e la maldat de sus hermanos,
ofresció entrar en campo con todo hombre por la dicha razón, por sostener e
eilla se
defender a la dicha reina; e desto fizo las seguridades que en semejantes casos son acostumbradas facer. Allegado el día de la batailla, un monge, muy
dicho emperador, e díxole: cSeñor, si la reina es acusada
> a tuerto, e la queredes delibrar, perdonat ad agueillos que la han acusado».
Al qual respondió el emperador, e dijo: cMucho me place, con que justicia
> sea observada >; e luego los dichos disfamadores confesaron, e dijeron
at
santo varón, vino
al
.
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
320
Ni
que
la
primitiva Crónica General^ ni
la
el
Príncipe de Viana, dicen
Reina adoptase por hijo a D. Ramiro,
la
famosa forma de
la
ni
mucho menos
traen
adopción, que por primera vez se halla en
la
Crónica de 1344, y que parece tomada del segundo cantar de gesta
de los infantes de Lara, donde Mudarra es legitimado de igual manera por su madrastra doña Sancha. La Reina de Navarra se presentó
al
Rey
y desheredó
tiempo»,
rras
«vestida con su piel, segunt era costumbre en aquel
de Aragón y
D. García de sus arras y de las tieque eran suyas, «e estonce llamó a don
a su hijo
Castilla,
Ramiro, e díxole: <\"os sodes mui enterado, e segunt rasón, más
»
deviérades buscar daño que non pro, e por vuestra bondat
»
librastes
»
todo siempre en
de muerte, e por esto vos tomo por hijo e vos heredo por
el
reyno de Aragón a vos e a todos
»
vos venieren, e otrosí de las mis arras, e eso
>
Navarra
manga de
me
me
si
myo
la piel
fueses».
E
entuenge
lo
tomó
e sacólo por la otra, segunt
mismo
que de
los
vos faría de
e lo metió por
una
que era costumbre en
santo varón que falsament e iniqua habían acusado a su madre, e que le de-
mandaban perdón;
e luego el dicho
dor, de lo qual fué
muy
monge manifestó
pagado, e delibró a
la
esto al dicho empera-
dicha su muger, que era juz-
emperador que perdonase a sus fijos el error que hae cilla respondió que le placía, con tal condición
que su fijo D. García no regnase en Castilla; al qual, por sucesión, según que
dicho es, le pervenía: e ansí fué fecho, porque el dicho D. García hobo por
herencia el regno de Navarra del Vadoluengo, e de Nájera, fasta montes
e dio a D. Fernando toda Castilla,
Doca e Ruesta, con todas sus villas
et a D. Gonzalo toda Sobrarbe, e de Gironcedo fasta Maríirero e Loarre et
gada; e rogóle el dicho
bían cometido contra
eilla,
,
San Emetheri, con todas sus
dicho D. Remiro su
fijastro,
villas
e pertinencias; e
afijó
en Aragón, el qual era de
e fizo heredero al
la
del casamiento, e obligado en arras; et esto fizo confirmar
reina por razón
al
emperador su
marido.»
Crónica de los Reyes de Navarra, escrita por D. Carlos, Priiicipe de Viana,
y corregida en vista de varios códices, e ilustrada con notas por D. José Yan-
Pamplona,
guas y Aíiraitda
184.3,
impreiita de D.
Teodoro Ochoa, pági-
nas 56-60.
La crónica de San Juan de
la Peña sigue principalmente a D. Rodrigo:
ex regina tixore sua tres filias, quorum major
fuit vocaius Garsias, secundus Ferdinandus, et iertius Gondisalvus Et procreavit que7idam alium filium ex quüdam nobili muliere Dayvar, qtii fuit nomi'
*^Et procreavit (rex Sanctius)
.
7iatus Remyriis.
Et
quia in
tilo
tempore propter metiim arabum omnes milites
ienebant sitos equos in cameris seu palatiis in qitibvs eorum morabantur
uxores
»
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
aquel tiempo de tomar los
que se remonta
fijos
A
adoptivos».
a la antigüedad clásica,
321
este símbolo jurídico,
no menos que a
la
germá-
nica, y que estuvo en uso durante toda la Edad Media dentro y
fuera de España, se refiere el antiguo refrán: Metedlo por la manga
y
salirseos
ha por
el cabezón.
No sabemos cuándo
que, gracias a
la
dónde
ni
se inventó esta fábula del caballo,
autoridad del arzobispo D. Rodrigo, continuó pa-
sando por verdadera historia hasta
como
dulos cronistas
el siglo xvi,
y esto no sólo en cré-
Beuter, sino en las mismas severísimas páginas
del gran analista Jerónimo de Zurita, quien añade (tomándolo de
otro autor aragonés que no expresa) el
juntamente con
la
algunos reparos a todo
crítico
que
Zurita,
nombre
del caballero acusado
Reina, D. Pedro de Sesé. El primero que puso
cuento, fué un
el
mucho menos
historiador
Esteban de Garibay, a quien siguió con más reso-
Ambrosio de Morales, alegando, entre otras razones, los numerosos privilegios en que aparece confirmando doña Sancha durante el tiempo en que se supone su fabulosa acusación. Al P. Ma-
lución
riana le pareció también «que tenía color de invención»; pero, según
su costumbre, prefirió dejarse
ir
al
hilo
de
y aun
leyenda,
la
se
entretuvo en aderezarla retóricamente con un discurso que pone en
boca del Rey
Don Sancho.
Lo primero que ocurre
pensar, es que esta tradición es de origen
formulada
que
sería
en algún cantar de gesta antes de
y
penetrar en los textos históricos, según el proceso habitual de las
poético,
ficciones
de su
clase.
Pero
poema,
la
verdad es que
neral aluden a
tal
las posteriores
refundiciones de
jos, ni
ni se
ni
encuentra rastro de
la
en parte alguna. Pudo ser
por
la
la falsa
él
la
Ge-
tampoco en
Crónica^ ni en los romances vie-
muy
bien una conseja oral, que
reprodujo uno de los tópicos más frecuentes de
degenerada:
D. Rodrigo ni
la
poesía caballeresca
acusación de una Reina, salvada de
intervención de un santo monje o por
el
la
hoguera
denuedo de un pa-
de
la
Dentro de España tenemos una leyenda análoga, la defensa
Emperatriz de Alemania por el conde de Barcelona; asunto
de
la
comedia de Lope, El Catalán valeroso.
ladín.
Suponen algunos que
D. García,
hijo
Mknéndkz V
el
cuento se inventó para explicar por qué
mayor de Don Sancho, no sucedió
\'v.\.sxo.— Estudios sobre el Teatro de
Lope de Vega.
a su
padre en
oj
322
ESTUDIOS SOBRK EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
los estados
de
el
y por qué
Castilla,
al hijo natural,
reino de Aragón. Pero, en rigor, ninguna de
taba explicación, aun dada
lativo al
que conde de
rra antes
la
Castilla,
y
mayor de
primero de estos estados tenía
el
En
sus hijos legítimos.
lo re-
Mayor. El era Rey de Nava-
el
entonces más importancia política que
el
necesi-
obscuridad que envuelve todo
Don Sancho
testamento de
D. Ramiro, cupo
ambas cosas
segundo: por eso
el
cuanto a
la
heredó
le
ilegitimidad de
don
Ramiro, que con demasiado calor y no bien entendido celo provinniegan algunos historiadores aragoneses
cial
muy
hijo
antiguo y autorizado en
trapone
en
la
Don Sancho,
qucsdam nobilissima
madre de Ramiro.
Y
et
llama
hija del
conde de
aquí advertiré de paso que
latinidad clásica, ni en
de
la
y principalmente
sino criada,
excluye
la
la
voz ancilla,
Edad Media, quiso nunca
adulterino o bastardo, y siendo
conforme
parte en
la
al
Fuente,
sierva o cautiva; condición
que no
además
el
hijo natural, pero
la
Edad Media,
tomó
D. Pedro de Sesé y doña Caya, que no están en
las
darle
herencia.
neral, sino del libro del P. Mariana, del cual
posición es
no
primogénito, pudo su pa-
derecho consuetudinario de
Para su hermosa comedia, Lope se valió no solamente de
Desde
decir
la
de nohilisima. Fué, pues, D. Ramiro
la
Castilla,
pidcherrima de valle Aydar, que
doncella, como en este pasaje interpreta D. Vicente de
dre,
le
ordo numerorum regum Pampilonensiuvt., pues con-
uxor legitima de
la
a la ancilla
ni
no sólo tiene apoyo
de concubina [quem ex concubina hahuerat)^ sino que tampoco
lo contradice el
fué
(l),
que expresamente
Silense,
el
muy
feliz,
y toda en
acción,
primeras escenas se llama
la
los
la
Ge-
nombres de
la crónica.
La ex-
como Lope acostumbraba.
atención sobre
el
caballo
que
tanta parte ha de tener en la trama, describiéndose briosamente su
estampa y cualidades:
Pero
De
Y
el decir
que sea breve
cabeza, y de crin bello,
crespo y corto de cuello,
Ancho en pecho, de
(i)
En
pies leve,
especial D. Vicente de la Fuente, en sus importantes Estudios
críticos sobre la historia
páginas 35-67-
y el Derecho de Aragón. Primera
serie.
Madrid, 1884,
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
323
De piernas alto y derecho,
De rodillas desviado,
De vientre corto, y corvado
De los lados junto al pecho.
Largas cerdas encrespadas,
Niñas negras descubiertas,
Narices anchas y abiertas.
Las orejas aplicadas
Aquel caballo famoso
Que me dio el Rey
Todo mi regalo es,
cordobés.
Porque es en extremo hermoso.
La despedida de Don Sancho y su mujer es una escena muy
agradable y bien escrita, en que afectos simpáticos se expresan con
noble llaneza.
Tiene este argumento un inconveniente para
las tablas.
La con-
ducta de D. García y de sus hermanos es odiosa sobre toda ponderación.
Acusar a su madre de adulterio porque
de pasearse en un caballo, es
la
más
infamia
les
niega el capricho
y más estúpida
atroz
que puede concebirse. Lope no intenta atenuarla
ni explicarla, ni
había para qué, puesto que su Teatro es épico y acepta
como
patrias tales
de ninguna combinación
desde
el
las
leyendas
son, sin embellecerlas ni desfigurarlas por
artificiosa.
primer momento; concibe
Don
sin
medio
García se presenta odioso
vacilación ninguna el ho-
rrendo designio de infamar y perder a su madre, y aunque sus hermanos hacen el papel de engañados, aparecen crédulos en demasía,
y acaban por deshonrarse como cómplices de
aquella nefanda ini-
quidad. Pero no olvidemos que se trata aquí, no de una fábula
inventada o modificada libremente por
tradicional,
que todos
inverisimilitud
rado en
la
los
no podía
el
poeta, sino de
saltarles a los ojos,
por estar ya incorpo-
única historia nacional que ellos sabían.
de leyendas,
la falsedad
lada por la fuerza
y
el
moral es cosa
prestigio
de
muy
hay que pensar en
En
este
género
secundaria: viene anu-
la tradición,
tido innumerables generaciones. Por eso,
llevan al teatro, no
un cuento
espectadores conocían, y cuya monstruosa
cuando
cuando
las leyes
de
la
han repe-
tales asuntos se
la
lógica
drama-
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO ÜE LOPE DE VEGA
324
tica.
La forma mejor
y bien lo prueba
En
el
como en
su Teatro,
y crudamente
bien
el
más próxima
será siempre la f(;rma
y
poesía popular, se contraponen áspera
la
mal,
el
la lealtad
y
la perfidia.
todas las sombras del lado de D. García, toda
Ramiro,
mancebo de brazo de
el
a la épica,
ejemplo de Lope.
el
del lado de
don
hierro y sano corazón, criado rústi-
camente, pero con altos pensamientos,
no hay desdicha, como
la luz
El autor pone
como
Bernardo de
las
el
Ciro de Contra valor
Mocedades,
como
tantos
otros personajes análogos de Lope. Así le presenta su ayo Belisardo:
Y
le
A
las
Y
a los calores del ardiente Julio.
he criado entre estos altos montes
escarchas del helado Enero
No ha vestido camisa delicada
De la flamenca holanda, ni la cuera
Del ámbar adobado de
No ha
la India,
ceñido
la
espada de Toledo
Ni ha calzado
el
zapato cortesano;
Anjeo
viste y pieles
Cayado
de animales,
y en los pies abarcas;
trae,
Cazar es su ejercicio, y hacer leña
Tosco en
No
la
lengua,
aunque de buen ingenio.
parece tosco de lengua, sin embargo, cuando saluda a
la
Reina en términos tan poéticos y galanes y se enamora de ella sin
conocerla (l), o cuando parafrasea la linda anacreóntica del Amor
(i)
Os pido
sólo un desdén
alma que os doy.
No me juzguéis por grosero.
Por
el
Aunque grosero
nací;
A
un hecho heroico y bizarro,
Pone en un pecho de barro
Un alma real e ilustre.
No digo que lo es la
Para saber qué hay en mí,
Aunque
Basta saber que os quiero.
Y
Como
el
que en vasos
Pone diversos
En los de oro
Y
Y
licores,
los mejores,
en los de barro los
Así
el cielo
en su valor
Porque más
De
la
gentiles
viles.
almas infunde
las
tal
mía,
alma que os amó
ese valor conoció,
Algo de real tenía.
Bien sé yo que estas abarcas,
Vezadas a andar tras bueyes.
Siguen mal lo que es de reyes,
De príncipes y monarcas
conforma.
gloria a la
forma
materia redunde.
Pero
el
vez por dar lustre
Cuando
a este castillo vine,
Ramiro, más tosco estabas.
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
y
la
Abeja
(l),
o cuando describe los encantos de
325
naturaleza rús-
la
en una de aquellas enumeraciones tan del gusto de Lope, que,
y
con repetirse tanto en sus comedias, siempre parecen nuevas
y halagan siempre el oído (2)
tica
Con violenta e inútil infracción de la unidad de tiempo, hace
Lope transcurrir un año entre la acusación de la Reina y el juicio
de Dios, en que D. Ramiro sale a combatir por ella. Semejante plazo
ni estaba
al
en
la
leyenda, ni era necesario tampoco para dar ocasión
conocimiento entre
la
Reina y su
hijastro,
Y
RAMIRO
una abeja,
Le
Era piedra que labrabas,
Porque en tus manos me afine
Una vez dicen que Amor
Quiso coger un panal,
que podía haber sido
al
Quejóse a su madre
Y
ella
entonces
«También
Y
das
tal
Por
los jardines
que
se imprimió sin su
Sino
(2)
Y
el
nombre en
la fruta silvestre
la
conservada
La verde
bella,
le replica:
tú eres cosa chica,
QÓSoioi. El
mismo
de Chipre
niño Cupido
que yo he cultivado,
Luego que el verde granado
Sus rosas de nácar muestre;
La almendra tierna, la pera
Roja y verde, la manzana
Cubierta de gualda y grana,
Y la cermeña primei-a;
El níspero que madura,
Y
igual,
dolor con ella».
(i)
Es la oda 30 del seudo Anacreonte, Eqco? nox' év
Lope de Vega la imitó también en el gracioso romance:
Andaba
mismo
dio notable dolor.
la serba,
el
Romancero general.
De
las uvas el racimo,
Pendiente de los sarmientos;
Verde cohombro y melón,
Con las pálidas lechugas.
Las toronjas con verrugas,
Y como
cera
el
limón;
El pajarillo cogido
Con la liga en el barbecho;
La calandria en el estrecho,
Y
ciruela acerba.
el
ruiseñor en el nido;
El cabritillo criado
La nuez presa en cárcel dura;
La miel sabrosa, la pina,
La fresa, que se deshace,
La guinda negra, que nace
Debajo del cesto
En el linde de la viña;
De morales avarientos
En que os daré un alma a vos.
Que, por parecerse a Dios,
Vale más que todo el mundo.
El fruto negro y opimo,
Y
a leche,
cuanto rinda y peche.
El monte, el prado, el ganado;
Y entre estas cosas, me fundo
al fin,
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
326
preparado más ingeniosamente desde
drama pertenece
vide que este
resiente de
la
parte, es tal
compensa
el
de
primer acto. Pero no se
primera manera de Lope, y se
la
hechizo de
los
que
i)oesía lo
la
combinación tosquísima de
De
fábula.
la
se
echa de menos en
fijo
que
no paraban mientes en esto cuando escuchaban
D. Ramiro: cuando veían abrirse
en
la liza;
ranza,
el
la
el sacrificio;
Reina atada
al
arrogante reto de
la
el
los caballeros
temor y
el
poeta, sin escrú-
ceremonia de
la
adopción,
Reina palabras que no desdicen de
la
espe-
la
poste junto a la leña pre-
y finalmente, cuando
pulo ni melindre, presentaba a sus ojos
poniendo en boca de
el
la
espectadores
los
palenque y entrar
cuando fluctuaban sus pechos entre
contemplando a
parada para
ol-
procedimientos teatrales; y por otra
afectuosa elocuencia de estas escenas, que fácilmente
infancia
la
a
el
ve-
la
nerable poesía de aquel símbolo jurídico:
Si acaso
España repara
En que yo no le parí,
Hoy ha de nacer de mí
Como si yo le engendrara.
Hijo te tengo de hacer
De
Y
la
manera que puedo,
traidor
al
Quito
que desheredo,
sangre y
la
Entra debajo
Si
en
las
el ser.
el brial
entrañas no puedes,
Porque legítimo heredes
Lo que pierdes
Tal es esta comedia,
refundió, o
vengan
más bien
la
muy
naturcd
mejorando mucho
los nobles (l),
Morete
la
de Cómo
se
irregular, pero grandiosa.
imitó libremente con
el titulo
la traza;
evitando todas
candorosas incongruencias del autor primitivo; introduciendo,
siempre,
la luz
en medio del desorden. Volvió a versificar entera-
mente
la pieza;
tienen
menos garbo y
(i)
pero sus versos son menos poéticos que los de Lope,
frescura,
y
la
Publicada por primera vez en
la
vena épica llega a
la
ellos
muy
parte 29 de Varios (1668), y luego
parte tercera de Moreto (1677 y 1703). Está reimpresa en
de Autores Españoles.
en
las
como
la
Biblioteca
COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA
nitrada y
muy
tenue. Por ejemplo,
la
escena de
solemne en Lope, queda reducida a estas secas
Tú
solo, ¡oh
Eres mi
joven del
hijo; a ti te
la
327
adopción, tan
líneas:
cielo!
tocan
Mis herencias, mis estados,
Mi sucesión y corona.
Más perfecto sale siempre
El que
la
Que
que
el
elección adopta,
la
naturaleza.
Tantas veces defectuosa
La comedia de Moreto
se representaba
novó
se
mantuvo en
mucho, hasta
el
guramente no conoció
El
desenlace
el
El cuadro
la
la
pieza
la
final, el
D. Sancho. Se-
comedia de Lope, pero aprovechó algo de
la
trama, y reservando
del palenque, es de magnífico efecto,
merecen elogio
el
raudal de la versificación,
y una continua
que encubre o hace pasar
Zorrilla: la falta
me-
históricos, o
declaración del encubierto origen de D. Ramiro.
vez viciosa, del estilo,
de
aunque no
en que Zorrilla re-
caballo del rey
de Moreto, dando más interés novelesco a
para
repertorio,
(i),
argumento en uno de sus mejores dramas
el
jor diríamos leyendas dramáticas,
la
el
año 1842
sin
ceño
brillantez
y en toda
la lozanía,
los defectos radicales del
de toda intención profunda y
rara
y gala de ejecución,
artística, lo
Teatro
borroso
e indeciso de las figuras,
nacidos,
más que
del
y los rasgos frecuentes de amaneramiento,
abandono de la improvisación, del concepto
poco elevado que aquel gran poeta narrativo tenía del drama. Con
exageración notoria llegó a decir de
tenido por poeta dramático.
aun
lo
hubiera sido
Lo
mayor tomando
sus Recuerdos del tiempo viejOy
calumniarse a
sí
mismo,
dice,
sí
fué, sin
mismo que nunca
embargo, y
su arte
muy
más por
donde extremó
el
lo
se había
notable,
serio.
y
En
pueril alarde de
hablando de esta comedia del Rey
Don
Precisamente el mismo ano se representó con aplauso en el teatro
(i)
de Cádiz otro drama sobre el mismo asunto, con el título de Don Garda el
Calumniador. Su autor, a la sazón muy joven, era D. Sebastián Herrero y Espinosa, actualmente (*) dignísimo obispo de Córdoba.
(*)
En
1897 (A. B.)
ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
328
Sancho, que
de
lo
que en
pasearse por
la
compuso en veintidós
ella pasa;
el
y que
la
días;
escenario del teatro de
de su propiedad, que
al
que ya no
se
acordaba
hizo sólo para tener el gusto de ver
Cruz un hermoso caballo
la
cabo no llegó a
salir
por dificultades im
previstas (l).
(i)
el
Téngase presente que en estas noticias no nos proponemos apurar
catálogo de todas las obras literarias que tienen argumentos análogos a las
de Lope, porque sería proceder hasta lo infinito, y no hay memoriíi ni diligencia que baste para tenerlas presentes todas. Así, por ejemplo, al hablar
de las relativas a D. Rodrigo y D. Pelayo, hemos omitido dos disparatadas
comedias del actor José Concha (siglo xvni), La pérdida de España y La restauración de España (A España dieron blasón las Asturias y León, y triunfos
de D. Pelayo), y también la leyenda del P. Arólas acerca de La Princesa
doña Luz, tomada, como la de Zorrilla, de Los Reyes 7iuevos de Toledo, etcétera. Omisión más importante fué la de la curiosa y antigua novela francesa
Dom Pelage ou l'enfrée des Maures en Espagne, por el Sr. De Juvenel (1644),
de la que tomó bastantes cosas Corneille para su comedia heroica de Don
Sancho de Aragón. Otro con más tiempo y más de propósito podrá ampliar
estas indicaciones, que dentro de mi plan son secundarias, aunque útiles
siempre, por lo cual no dejaré de apuntar las que recuerde.
FIN DEL
TOMO
III
CORRECCIONES
Página.
Línea.
Dice.
Debe
decir.
'58
»7
1555
1585
159
II
1674
1624
índice
Páginas.
]X.
— Comedias
Correcciones
de asuntos de
la
historia patria
i
329
LIBRERÍA GENERAL
DE VICTORIANO SUÁREZ
PRECIADOS,
48,
48.
-MADRID
HOMENAJE
A
MENÉNDEZ Y PELAYO
ESTUDIOS DE ERUDICIÓN ESPAÑOLA
MADRID: 1899
Ofrecemos
los con
al
público una importante colección de estudios
Menéndez y Pelayo sus amigos y discípumotivo del año vigésimo de su Profesorado en la Uni-
que dedican
al Sr.
versidad Central.
La alta significación
que en
la ciencia
española tiene
el
nom-
bre de aquél á quien se dedican los trabajos que publicamos,
es garantía
no pequeña de
además por
la
la calidad
de éstos; juzgúeselos
breve noticia que podemos dar del conjunto de
la obra.
Comienza con un Prólogo en
el
que D. Juan Valera hace
un estudio acerca de su antiguo amigo el Sr. Menéndez y Peun artículo de D. José María de Pereda,
layo, y termina con
pintando algunas costumbres populares de
la
Montaña, intere-
Entre ambos escritos de nuestros
santes para el folk-lore.
mejores prosistas, hay otros sesenta debidos á
la
pluma de
casi todos cuantos cultivan la erudición española, así entre
nosotros
como en Francia,
Inglaterra, Suecia,
Italia,
Holanda,
etc.
Portugal, Alemania, Austria,
El contenido de
los princi-
pales trabajos es el siguiente, agrupándolos aquí según cierto
orden de materias:
Son importantes para
HüBNEF, sobre
los
más
el
estudio de nuestra poesía los de
antiguos poetas líricos de
la
Península,
estudiados en las inscripciones; Schipf, dando cuenta de su
hallazgo de la primera versión de la
Divina Comedia, hecha
por D. Enrique de Villena y anotada por
el
Marqués de San-
tillana;
Serrano, que publica dos canciones inéditas de Cer-
vantes;
Croce, dos ilustraciones
al
Viaje al Parnaso (acerca
de Cervantes escriben también Apráiz, sobre
la biografía
autógrafos, y Eguílaz, con notas etimológicas);
blica poesías inéditas de
Juan de
la
y los
Wulf, que pu-
Cueva; T. del Campillo,
una noticia del cancionero aragonés de Pedro Marcuello; Mióla describe un Cancionero manuscrito Brancacciano; Resto ri
publica las poesías españolas de
EsTELRiCH pasa
Cambronero
Doña Ginebra BentivogHo;
revista á los traductores españoles
ilustra
de Schiller;
un epigrama de Villamediana, y
qués de Jerez describe detenidamente
los libros
más
Mar-
el
preciosos
de su rica biblioteca.
De
la
poesía épica escriben: E. Hinojosa, sobre
Poema del Cid; Raj na, sobre
jurídico del
cesvalles y el Cantar de Roldan; R.
el
elemento
de Ron-
la topografía
Menéndez Pidal,
estudian-
do el Romancero de Fernán González y publicando crónicas y
romances desconocidos.
En
cuanto
al teatro,
Tragedia de
la
la
Carolina Michaelis publica
é ilustra
Reina Isabel, obra inédita del Condestable
D. Pedro de Portugal; Cotarf.lo haca un detenido estudio
sobre los traductores castellanos de Moliere; Farinelli trata
del Don Juan y la literatura donjuanesca del porvenir; FranguESA estudia La venganza en el sepulcro, ó sea el Tenorio de
D. Alonso de Córdoba; Lomba, todos
de
la
leyenda del
los
dramas que tratan
Rey D. Pedro. Rouanet da
á conocer un auto
inédito de Valdivielso.
Para
la historia
los Picaros
y
de nuestra novela escriben:
Ganapanes; Fitzmaurice-Kelly, sobre
nófilo inglés Digges, traductor
acerca de
la
De Haan,
de Céspedes y
el
INIeneses;
sobre
hispa-
Apráiz,
Tía Fingida; Hazañas, dando noticia de una no-
vela manuscrita del analista Ortiz de Zúñiga.
Enriquecen nuestro epistolario: Morel-Fatio, con una
ga serie de cartas eruditas cruzadas entre
déjar y Balucio;
rio
Boehmer, con cuarenta
de Carlos V, Alfonso de Valdés.
el
lar-
Marqués de Mon-
inéditas del Secreta-
Para
el
idioma son interesantes
estudio del
el
Conde de la
Vinaza, sobre dos libros inéditos del Maestro Gonzalo Correas;
de Fernández Llera sobre el origen de la voz anticuada
Paulado; el de Eguílaz, que dilucida algunas etimologías de
el
palabras del Quijote, y
de Mérimée acerca de un libro des-
el
conocido de Antonio de Luna, y
el
del P. Mir, que
de D. José M. Sáenz del
filológicos
de importantes trabajos
da noticia
Prado.
Referente á
trabajos de
de nuestra
la historia
filosofía,
Ribera y de Asín acerca de
pueden verse
los
los precedentes arábi-
gos de las doctrinas de Raimundo Lulio; Pons, sobre dos importantes obras de Aben Hazam; Chabas, acerca de Arnaldo
de Vilanova y sus yerros teológicos; Paz y Melia, sobre
versión y glosas de la Biblia, debidas á Rabí Arragel, etc.
la
Investigaciones biográficas aportan el P. Blanco, sobre Fray
Luis de León; Cañal, sobre
el
P. Martín de Roa; Pérez Pas-
tor, datos desconocidos para la biografía de
Rubio, documentos
Lope de Vega;
inéditos para la vida del Maestre
J.
Fer-
nández de Heredia; Rodríguez Villa traza una completa bio-
Aragón D. Francisco de Mendoza;
sobre
el matrimonio del primer Marqués
escribe
Catalina
J.
del Cénete; Bofarull comunica nuevos datos acerca de Algrafía del Almirante de
V
fonso
en Ñapóles; Canella, notas bio-bibliográficas acerca
del canónigo
D. Carlos González de Posada;
estudia las relaciones de Fr. Luis de
el
P. Cuervo
Granada con
la
Inqui-
sición.
Para nuestra historia escriben R. Hinojosa, acerca de
jurisdicción apostólica en
España y
Covarrubias; Rubio, sobre
la
mias
el siglo
güedades de
en
Iliberis,
la
Proceso de D. Antonio
la influencia
de
la
cultura catalana
Edad Media; Roca estudia las Acadepasado; Bsrlanga reseña las anti-
en Grecia durante
científicas
el
y Juan García
las
antigüedades de San-
tander.
En
fin,
de diversas materias citaremos
los trabajos
drell, que estudia á Palestrina y Vitoria; de
Gómez
de Pe-
Imaz, so-
el Príncipe de la Paz, la Santa Caridad de Sevilla y los
cuadros de Murillo; de Zarco del Valle y el Conde de las
Navas, con nuevos datos para el estudio del célebre grabador
bre
Pedro Ferrete; de Luanco, sobre un
so el Sabio; de
Carmena, trazando
libro apócrifo
de Alfon-
bibliografía
completa
la
del periodismo taurino.
Creemos bastante
esta incompleta enumeración para dar una
idea de la importancia de la obra que anunciamos,
ma
dos tomos en
4.°
la
cual for-
de goo páginas cada uno, impresos en
excelente papel y adornados con retratos, fototipias y otras
reproducciones diversas por medio del fotograbado.
— Precio:
30 pesetas en Madrid, y 32 en provincias.
ADVERTENCIA
al
Por varias dificultades se ha ido dilatando, más de lo que
principio pensábamos, la impresión de estos dos volúmenes.
Como
era nuestro propósito dar á luz esta obra dentro del más
breve plazo posible, para que coincidiera con el aniversario
que en ella se conmemora, se abstuvo la Comisión encargada
de coleccionar los artículos, de solicitar la colaboración de
los eruditos hispano-americanos, amigos del Sr. Menéndez y
Pela3'o, por el natural recelo de que no pudiesen llegar oportunamente los trabajos. Deploramos esta laguna, pero ya no
es tiempo de llenarla. Y al mismo tiempo nos complacemos en
hacer constar que, á pesar de ser tan numerosos, variados é
importantes los estudios que en esta Miscelánea se contienen,
todavía hubiera podido acrecentarse con las investigaciones de
otros escritores españoles y extranjeros á quienes por olvido
dejó de invitarse, y con las de algunos cuyos trabajos llegaron
á nuestras manos cuando ya estaba terminada enteramente la
edición.
Est tip. de
líi
V. é H. de Tello, C. de San Francisco, 4
OBRAS COMPLETAS
DE
DON MAKCliLINU MENÉNDHZ Y PELAYü
EDICIÓN DEFINITIVA, KE\ ISADA POR
ALTOR
Kl.
TOMOS PUBLICADOS
Tomo
>
-Historia de los Heterodoxos españoles.
I.
II.
Tomo
I.
Madrid, 191
— Historia Je la Poesía hispano-americana. Tomo
— Historia de la Poesía hispaiio-aniericatia. Tomo
»
III.
»
WI .—Historia de
la Poesía castellana en la
I.
II.
1.
Madrid, 191
1.
Madrid, 191 3.
Edad Media. Tomo
I.
Ma-
II.
Ma-
III.
Ma-
drid, «911-1913.
>
\ .—Historia
de la Poesía castellana en la
Edu Media. Tomo
'
drid, 19 14.
»
— Historia de la Poesía castellana en la Edad Media. Tomo
VI.
drid, 1916.
»
»
»
»
»
»
V\\.— Historia de
VllL— Historia
— Ensayos de
IX.
los
Heterodoxos
Tomo
III.
Madrid, 1917.
Madrid, 1918.
crítica filosófica. '^iñáriá, 1918.
— Estudios sobre
XI. —Estudios
X.
el
sobf-e el
XII.
espartóles, '^'^mo II.
de los Heterodoxos españoles.
Tomo I. Madrid,
Lope de Vega. Tomo II. Madrid,
Lope de Ve^a. Tomo III. Madrid,
Teatro de Lope de Vega.
Teatro de
— Estudios sobre el Teatro de
EN PRENSA
Estudios sobre
el
Tomo
Tomo IV.
Teatro de Lope de Vega.
Historia de los Heterodoxos españoles.
Tratado de los ?omances
IV.
viejos.
•
'J,^f(-
19 19.
1921.
1922.
.
'.M
Descargar