ITALIA-ESPAÑA G U O Á Y R D A R C C O O M A O EX-LIBRIS M. A. BUCHANAN PRESENTED TO THE LIBRARY BY PROFESSOR MILTON A. BUCHANAN OF THE DEPARTMENT OF ITALIAN AND SPANISH 1906-1946 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA POR EL DOCTOR DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN TOMO II I MADRID LIBRERÍA GENERAL DE VICTORL^NO SUÁREZ CALLE DE PRECIADOS, 48 1922 Digitized by the Internet Archive in 2009 with funding from University of Toronto http://www.archive.org/details/obrascompletas12men OBRAS COMPLETAS DEL EXCMO. SEÑOR DON MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA U5 ^ ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA POK EL DOCTOK ÜÜN MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO EDICIÓN ORDENADA Y ANOTADA DON ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN TOMO III MADRID LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ CALLE DE PRECIADOS, 48 1922 Í)U>1 <^'^X ES PROPIEDAD Madrid.— Imprenta de Ramona Velasco, Libertad, 31.—Teléfono 32-62. IX COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA I. (*) La Amistad pagada. — Publicóse en las comedias de aquel mismo Primera parte de Lope (Valencia, 1604), reimpresas hasta nueve veces año, y en los de 1605, 1607, 1609, 1619, 1624, en Valladolid, Madrid, Zaragoza, nada mejoran la el texto, Amberes y bien incorrecto, de Milán, ediciones que en la primitiva: antes suelen engalanarle con nuevas erratas* Es digno de notarse que Lope, en la primera lista año de 1604 en cual nadie ha de El Peregrino en Sevilla, sit patria, impreso aquel mismo no mencione esta comedia; a pesar de lo dudado de su autenticidad, que Lope mismo tácita- mente confirmó, reconociendo como suyas, aunque adulteradas y raal impresas, las comedias que van en las ocho partes primeras de su teatro, y poniendo el número nueve a la primera que él imprimió por su cuenta. Hay un extracto francés de La Amistad pagada en el libro de Du Perron de Castera, Extraits de plusieurs piéces du thédtre espagnol; avec des réflexions et la traduction des endroits les plus remarquables. Encontró Lope (París, 1738, el t. III, argumento de págs. 1-52.) esta comedia en no despreciable poema histórico del leonés Pedro de en tellanos, que lleva por título el curioso la Vezilla y Cas- Primera y segunda parte del León de España (Salamanca, por Juan Fernández, 1586) (i). Esta obra, que Menéndez y Pelayo empieza así el tomo VII de las Obras de Lope: (*) «Comienza en este tomo el riquísimo caudal de las comedias de Lope de Vega, referentes a asuntos de la historia patria. El presente volumen contiene catorce piezas, que hemos colocado por orden cronológico de sus argumentos, y que alcanzan hasta el reinado de Don Sancho el Aíayor*. (A. B.). (i) Poema en octavas y en 29 cantos, dividido en dos partes, separadas por un segundo frontis, pero con foliatura seguida. Catorce hojas preliminares, dos de las cuales contienen las falsas inscripciones de Valdecésar; 369 folios, con más cinco de tabla y uno de enmiendas. Es libro bastante raro. Cervantes le puso en la biblioteca de Don Quijote. ESTUDIOS SOORE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 4 en su tiempo recibió cierta sanción procuradores en Cortes de los privilegio para oficial, siendo recomendada por ciudad de León, que obtuvieron la que se imprimiera, es una recopilación de tradicio- en su mayor parte fabulosas, relativas a aquella nobilísima ca- nes, pital y a sus antigüedades gentílicas una gran parte de crifas, la y cristianas. el autor en estos términos: es en de que nos informa la encartación de Curueño, cinco leguas de la ciudad de León, se hallan lisos mármoles Sirven de apoyo a narración del poema, cierta^ inscripciones apó- «En Valdecésar, que en entalladas, sino la están estas letras, no en y dureza de tres peñas, aquí se muestra. Parescióme ser justo ponerlas en este lugar, no hazer agravio a su antigüedad, como por me el dieron para la historia como así por origen y motivo que el de Curieno, fuera de la tradición que della hay: >Arvas Romanus dedit incendium •»Polma despoiisata » vwo Canioseco Castello Curieni rehellis Hisp. Ra~ Curie. Curieniis siiperhus Hisp. victor fuit Centuria Tribuno Fortunato Imp. Maxi. et Diocle. Caes. Por de contado que nadie admite hoy epígrafes. El P. Risco ni en en los tres la historia reino. > autenticidad de estos no se dignó siquiera hacer mérito de tomos que dedicó que luego Tampoco la — Legio — Traia — escribió, figuran en la a León en la ellos, España Sagrada^ ni por separado, de aquella ciudad y colección de Hübner, ni en la magna curiosa monografía del P. Fita, descubridor afortunado de las ele- gantes inscripciones métricas del ara de Diana, y de otros genuinos la romana Legio Séptima Cernina; aunque este últiemprende de propósito la refutación de otras especies contenidas en el poema de Pedro de la Vezilla, y que de monumentos de mo erudito fabulosas él pasaron a Fr. Atanasio de Lobera y otros cronistas leoneses (l). Como El León de España es libro que con dificultad se puede adquirir, me parece conveniente dar un breve extracto de su contenido, en aquella parte en que tiene relación con la comedia de Lope. (i) Epigrafía de la ciudad de León, por el Revdo. P. Fidel Fita, de la Compaíiia de Jesús, catedrático de Exégesis bíblica y Lenguas orientales en et colegio de San Marcos de León León^ 1866; imp. y lit. de Manuel G. Re- dondo. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Trata belión el canto I «de y mudanza de que lo los Romanos famosa ciudad de Sublancia Flor y los que bien de la destruyeron». Pero el La Amistad pagada, no la hicieron contra con los Españoles, junto la la la re- destruyción de la espantosa visión que vieron héroe del poema, que aparece hasta se habla «de la fundación de la Real ciudad de dos romanos, que destruyeron 5 el canto León por lo es II, tam en que los solda- antigua ciudad de Sublancia Flor, con algunas cosas particulares que en esta fundación sucedieron: y de la suerte que un bravo español llamado Curieno se levantó en las montañas de León y comenzó a alterallas, y en qué tiempo». El autor le presenta en estos términos: Llamábase fortísimo Curieno, el De feroz condición, hombre insolente, En cuyo bravo y furibundo seno, No halló lugar el miedo eternamente: Ora corriese O tiempo, malo o bueno, el mucha o poca se viese con Su osado corazón y brazo No Un gente, fuerte parescía temer fortuna o muerte. centurión se pone en marcha contra Curieno: Siete leguas o más se había emboscado extrañamente montuosa. Por tierra Mas ni señal ni nuevas ha encontrado Del homicida que turballes osa. Cuando junto un peñasco levantado Halló en una contienda peligrosa Dos montañeses entre aquellos cerros Jugando lanzas de azerados hierros. Mas, casi al mismo tiempo, Cayó en el Bate los pies, sin Llegándose si al la que encumbrada dellos allí sierra. quedó tendido, ha rematado su ventura. Viole estar en Y uno punto detenellos, El que venció, por Por ver el suelo con funesta guerra; el negro humor teñido del cubierta aquella tierra dura. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Pregúntale quién es y quién le ha herido, Y en cuanto le es posible, allí procura La sangre restañar, y él con agudo Dolor, responde lo mejor que pudo: «Detrás de aquellos riscos levantados Vive una gente poco frequentada, Que es (al común dezir de los pasados). * De antiguos españoles derivada, Que en las largas revueltas de hados los Nunca del todo ha sido destrozada, Y en pequeños lugares divididos Viven de sus ganados mantenidos.» Prosigue refiriendo el de SU hermana Polma con Mozo herido que, en el gentil las fiestas del casamiento Canioseco, dispuesto, de alto pensamiento. Señalado en esfuerzo y valentía, sobrevino el «Canto tra los pérfido Curieno III, que trata de y robó la a la desposada. suerte que el Centurión que fué con- Montañeses Españoles se perdió con sus cien caballos, y dura batalla que entre Canioseco y Curieno hubo, y el fin della, la y la concordia destos dos españoles, con otras cosas que sucedieron hasta la libertad de Polma.» Cuarenta montañeses, puestos por Curieno en emboscada, derrotan al victoria, centurión, que logra escaparse herido. sorprende a Curieno a desafiarle por el la robo de su novia. Un valeroso joven bien dispuesto, Que armado de un manchado tigre estaba. Alto de cuerpo y de un hermoso gesto. Que Con el el Y lanza Se En medio de polvo y el sudor se lo afeaba, escudo al cuello y brazo puesto, que su diestra blandeaba. puso delante, y le detiene El ímpetu furioso con que viene. le su aparición de Canioseco, que viene <:OMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PAT I\ 7 Cual sendos ríos que al pasar furiosos, Se encuentran en un paso juntamente Y raudos se revuelven presurossos Con los hinchados senos frente a frente, Que resuenan y braman espumosos, Herviendo y reforzando la corriente, Cada qual procurando en la revuelta Llevar otro con al la rienda suelta; Tales se envuelven en contienda cruda Moviendo sus espadas, y encontrados, •Gimen, alientan, y la frente suda los golpes reforzados; Al recebir Ambos porfían, nadie el paso muda, Aunque son grandemente atormentados; Que igualmente su fuerza los detiene, Y valor de las armas se mantiene. el Con No el terrible más se dio El grueso tigre y Y con esto la golpear primero lugar el le ñol Curieno: entrega a De «Canto IV. la las paces Canioseco y Curieno, que robada Polma. que ordenó Fortunato contra lo y cómo a deshacerse sangre aparescerse El canto termina haciendo :-^enerosamente que templado acero, se juntaron las legiones de la el famoso espa- provincia de Ga- Dioclelicia a celebrar la fiesta y nascimiento de sus Emperadores ciano y Maximiano, con los exercicios que antes deste día hizieron ios Romanos: y de Sigue la las cosas que en ellos succedieron.» Eneida. Es uno de los episodio de En el la de la el lucha entre Zuyquemio y canto V V mejores trozos del poema, especialmente descripción de los juegos, imitada del «se acaban las el lusitano comenzadas lib. Veriso. fiestas se da principio (con particular contento de todos los y regocijos, y Romanos) a la solemnidad y culto con que celebraron y honraron sus embajadores Diocleciano y Maximiano, y de lo que sucedió antes que se acabase». En el canto VI, el centurión cristiano San Marcelo se levanta a .<:ontradecir la superstición de los paganos, -a la ciudad de León, y es preso y conducido ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 8 En pasan dos valientes montañeses Curieno y Caniosec^'» el \'II, los el río, y dan en los romanos, que estaban durmiendo. Los quales con espumoso El Y la sombra caminando, río atravesaron, con gran brío y ánimo llegando Donde sus corazones dessearon, t Sin que sentidos fuessen, hasta cuando Con denuedo bravísimo cerraron Por do estaba más gente amontonada En sueño dulce y vino sepultada. Cual dos fieros leones que arremeten Por manada de ovejas descuidadas En el humilde aprisco, do se meten Para ser de los vientos amparadas, Que pisando por ellas se entremeten, Y aquí muertas y allí despedazadas, Las dexan y revuelven por el suelo. Con balidos rompiendo el aire y cielo; Tales entraron ambos, cuidadosos De hazer en competencia obras iguales: Revolviendo los brazos poderosos, Con rabia muestran bríos infernales, Que a todas partes andan rigurosos, Abriendo en los Romanos manantiales De De sangre que, vertida, los convierte la fingida en verdadera muerte. Otros, heridos, se alzan y caminan, Sin advertir que en roxo humor se esmaltan; Otros, al levantarse se reclinan, Y el alma a un tiempo y las palabras faltan; Otros, al ruido y vozes se amotinan, Y bravos con las fieras armas saltan, Y haziendo vienen un confuso estruendo A do el estrago atroz se va siguiendo. Canioseco mata al valiente rido del combate. La manos después de la bella romano Latardo, pero sale Polma, que andaba huyendo de quema e incendio del castillo mal helos ro- de Curieno por- 9 LA HISTORIA PATRIA COMEDIAS DE ASUNTOS DE el capitán Arvas, sobreviene Hateas muy oportunamente para curar las de su marido. Acude Sus a sangre que derrama; hebras de oro, y lacrimosa llagas, Alza las sintiendo temerosa él, y la ama: mostró del que la estima y congojosa alma Con ojos tiernos y que se inflama Lanzó la voz del pecho, suspirando, junto, y todo Y hiela intimando: Así su sentimiento va El sol día «¡Negra fortuna, turbulento nuestras bodas vino. El que Curieno a la desdicha mía Pues se abrió puerta en tranquilidad cerró el camino: Y a la que se ardía buen destino, Después que me libré, por te veo, bien mi el día de hoy, según i^ noche vi el castillo Y No Y sé si muerto o vivo te poseo!» la ciega, Esto diciendo, su pasión los sentidos turba el alma estrecha, y riega sangre con Canioseco, que De Los peñascos, que della van teñidos: la llega. El qual, confuso, para sí los gemidos. pecho su en Deteniendo su pena, dolor su con doblar Por no Y así le respondió con voz serena: .No siento yo Que Y el la nombre de lleva a merescer sangre que derramo. victoria al dolor priva, el verde ramo. mis pies derriba; que amo, El verte, lumbre de la vida que la propia por milagro viva. Que los trabajos a Más Me rompe Que el corazón, las tu peligro es sólo el manos me que me ata; mata.» únicamente al martirio del El canto VIII se refiere Córdoba y al de sus hijos en San yiarcelo, y el canto IX mas Lida. Prosiguen durante dos cantos K Lmanos en centurión al de sus las h.sto- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 10 de mártires (Santos Facundo y Primitivo, Santos Emeterio y etc.), y sólo en el canto XII se reanuda la ficción épica. rías Celedonio, «De le que hizo Curieno en llegando lo al había quemado, y de la gente que contra Deogiano, contra él castillo envió que Arvas el presidente qual se señala un solo español valentísima- la mente.» Es notable la descripción de este bárbaro español, llamado Hermio: Así este Montañés Con Y la muestra hizo lanza corta y dardo arrojadizo. Y con pierna nerviosa descubierta, el pie cubierto de velloso cuero, Estaba la cerviz tostada y yerta, La barba negra y Armado el el semblante De un ante duro más que fino Y dello en la cabeza la celada. Con fiero, cuerpo de una cuera abierta acero, cabellera larga y mal peynada Descríbense luego un bravísimo reencuentro que Curieno y los suyos tuvieron con los romanos, y un tierno coloquio que entre Polma y Canioseco pasó cuando éste, ya restablecido de sus heri- das, partía a socorrer a Curieno. En ses, canto XIII, Canioseco, Curieno, Hermio el caen en una celada que cumben al hecho en número y ellos Véanse al y sus montañe- les tenían dispuesta los romanos, y su- ardid de sus enemigos, después de haber espantosa carnicería. las valientes octavas en que se refiere nioseco. Y así cansado se metió en Cual suele el fiero jabalí Cuando de los monteros, el río, llagado. con más brío. Es, y bravos sabuessos, acosado. Y así cercado, sin hazer desvío. Le oprimen y fatigan, y Anda y revuelve aquí y el cuytado allí acudiendo, Los corvados colmillos rebatiendo: la muerte de Ca- II COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Tal, Canioseco, en tan furioso estrecho, se aprieta el enemigo bando, un punto el temor le ocupe el pecho, que Sin partes muerte executando. todas A Hasta que en tierra con feroz despecho Viendo Quedó, en Rotas el las armas y En un descomunal Rolando y el agua y sangre el pie estampando. pies a cabeza todo herido, Desde el morrión partido combate, se matan recíprocamente el romano montañés Curieno: Deió En al fuerte Curieno el fosso allí tendido de muertos ya tupido. assí su valentía y buena suerte su soberbia y bríos se acabaron: Y Y Y por memoria de este varón fuerte, El valle do sus huessos se olvidaron Cubiertos de mortal eterno sueño, Se llama hoy día el valle de Curueño. No carece de poético atrevimiento el llanto conyugal que hace como una cadáver de Canioseco, levantándose luego después de lo cual, arrebrava leona para matar al romano Veriso; anunciar fatídicamente batada de furor profético, desata la voz para invasión de los bárbaros, la ruina la caída del Imperio romano, la Polma sobre de la el Monarquía visigoda, la de España, y especialmente conquista mahometana, la de la la restauración ciudad de León. Los romanos, de un canto, cansados de tan prolija arenga, que ocupa más tan a ma la profetisa. segunprimera parte de El León de España: de la razón al ilustrar otra da, que empieza en el canto XX, daremos Hasta aquí la comedia de Lope: Las famosas asturianas. Dígase de buena fe si un poema escrito con de dicdón que resaltan en los la desdén con que hasta ahora ha sido tratado por los nuestra literatura, que probablemente no le habrían cede con tantas obras análogas. pureza y fragmentos transcritos, el brío merece el historiadores de leído, como su- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 12 Lope de Vega, que lo leía todo, tomó de Rl León de España nombre de Curieno, el hecho fabuloso de su rebelión, campamento romano por los montañeses después de puso de su cosecha la amor de lidad de los el español y dos cónsules por que Curieno hace a la y bizarra la romano, el del las fiestas, parte realmente dramática, es decir, competencia de generosidad entre el sacrificio el asalto el la riva- hermosa cautiva Claudia, la amistad entregaíido a su propio que hace Furio entregando a su amada y perdiendo la razón de resultas de tan espantoso trance, el peligro inminente en que Claudia queda de ser inmolada, y la oportuna intervención de Cuhijo, el que rieno, la liberta cuando ya tenía cuchillo el en la garganta. Todos estos ingeniosos recursos cobran más valor cuando se considera que esta pieza, a juzgar por su estructura métrica y por todos los indicios, debe de ser de las más antiguas de Lope. El estilo es muy que descuidado: la primera jornada está mejor escrita y versificada las otras dos. Comedia de Bamba. IL citada en la primera lista de mo año (1604) en la — Con Parte primera de Lope. francés por Perron du Castera (l), ricio Rapp el título Capellán de la Virgen, Ha y traducida y por Francisco Lorinser (2) A esta comedia debía de El Rey Bamba está El Peregrino. Fué impresa aquel mis- al sido extractada en alemán por Mau- (3). preceder, en orden cronológico, San Ildefonso, de Recesvinto, y se enlaza con las cuya acción pasa en primeras escenas de por su carácter religioso, hemos preferido ponerla entre el la de El reinado ésta; pero, las come- dias de santos. Vamba es el único de los reyes godos anteriores a Don Rodrigo que tiene una leyenda, aunque no más que embrionaria, y que sale del severo cuadro oficial y eclesiástico en que han llegado a nosotros las fisonomías (i) de aquellos monarcas. Esta leyenda fué tardía, Extraits de plusieurs pieces du thédtre espagtiol; avec des réflexions ef la traduction des endroits les plus lúmenes. (2) muy Tomo II, Spafíisches remar qiiables. Paris, Pissot, 1738. Tres vo- páginas 88-131. Theater, vol. III (primero Leipzig, Bibliog. Instituí (1869 , de las comedias de Lope). páginas 15-93, Konig Bamba. Bamba U7id das Lager von Santa Fe) von Lope de Vega. Aus dcm Spanischen überscfzt. Regensburg, Manz, 1877. (3) Zwei historisch Schauspiele (Konig 3 COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 1 y nada popular en su formación, aunque algo influyese en ella el prestigio tradicional que en acompañar mano nombre el los siglos de Reconquista debió de la que intentó detener con del valeroso soldado fuerte la decadencia militar del pueblo visigodo, gérmenes de insurrección en la la Galia Narbonense de su espléndida victoria de Nimes y de las monarquía toledana pudo la los y desbarató primera invasión de los árabes, abrasando sus bajeles. Si últimas de que ahogó al demás hazañas gloriarse, la recuerdo suyas, y que tanto contrastaban con los desastres posteriores, se añaden las singulares circunstancias que en aceptar y corona, que fué preciso vencer con amenazas de muerte; la finalmente, el solio por su elección intervinieron, su resistencia a modo no menos la traición peregrino con que descendió del de Ervigio, se verá que en estaba dado el fondo de la leyenda, Esta historia, o a lo menos ella, fué escrita en los parte la mismos la historia como generalmente más importante y días del Rey por el misma sucede. gloriosa de metropolitano de Toledo, San Julián, en un libro que es único de su género en y que literatura hispano-visigótica, toda Rehellio7iis nando Pauli adversiis la árida muy Wambam (el (i), pocos similares en Tal es la Historia en que su autor, abando- forma del cronicón, seguida uniformemente por sus predecesores, procura vaciar cos tiene la literatura latino -eclesiástica del siglo vii. la de Salustio entre literatura cristiana), la narración histórica en moldes clási- los antiguos, el y darle la de Severo Sulpicio en animación y el color de la vida, ex- playándose en descripciones y arengas, multiplicando agrupándolos con arte, la los detalles y haciendo alarde a veces de una elocuencia panegírica y apasionada: todo ello con cierto arte de composición y relativa pureza de latinidad, que son admirables para su tiempo. Los cronistas asturianos conocieron y aprovecharon esta historia. Alfonso el Magno^ o quienquiera que sea el autor del Cronicón •que generalmente corre manca, num le cita con nombre de Sebastián, Obispo de Sala- expresamente, hablando de Vamba: <Beatiiin Julia- Metropolitaniini legito, qiii historiam hujiis temporis liquidissime (i) Debe consultarse en el tomo II de los Padres Toledanos, publicados por el cardenal Lorenzana (Madrid, 1785), páginas 327-384, donde se ponen a dos columnas el texto genuino y el adulterado por el Tudense. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 14 contextiit*. Don Lucas de Túy la intercaló en su Chronicon Mundi^ pero alterándola a su modo, con supresiones e interpolaciones que en gran parte desnaturalizan Vamba ejemplo, no dice que ni el hay motivo alguno para texto genuino (I), San Julián, por fuera de la sangre real de los godos, afirmarlo: las palabras de regali sanguine ortus son adición del Tudense. Pero de las fábulas posteriores no hay rastro en estas interpolaciones del doce primeros capítulos del |)0 lib. III Tudense, De tampoco en ni Rebiis Hispanice, del arzobis- muy D. Rodrigo, que sigue a su antecesor San Julián donde su relato alcanza, los fielmente completa para los años posterioy tomadas del Pacense y del Cronicón de Alfonso Magno. Los únicos pormenores de carácter maravilloso que todos iiasta le d res con noticias ellos consignan, humo estaban ya en el libro del metropolitano, aquel modo de columna > que se levantó sobre la cabeza del Rey en el momento en que era ungido, y la abeja que vo'ó hacia arriba y fué tenida como feliz pronóstico de su destino (2). El «vapor de a gran documento apócrifo que D. Lucas trae y D. Rodrigo omite, falsa división cilio, Vamba de obispados atribuida a U en un supuesto con- pertenece a otro género de ficciones interesadas, y fué fragua- do en el siglo xii, quizá valiéndose de fragmentos geográficos anti - guos, por el Obispo de Oviedo, D. Pelayo, gran corruptor de los primitivos monumentos de nuestra Los redactores de la historia (3). Crónica general que alardeaban de (4), seguir con predilección «las historias aprobadas que los sabios anti- guos escribieron», copiaron a D. Rodrigo y a D. Lucas, sin omitir (i) El Clifonicoft Muiidi puede verse en trata de (2) (3) Andrés Scotto Tomo III de Véase sobre los el tomo IV de la Hispania Illus- (Francfort, 1608), páginas 1-117. Padres Toleda?ios ( 1793), páginas 47-59. ello la disertación del P. Flórez en el tomo IV de la Es- paña Sagrada. (4) Puesto que tantas veces hemos de tener ocasión de citar como la Crónica que es del Teatro histórico de Lope, advertiremos, de una vez para todas, que Lope sólo la conoció en el texto impreso por Florián de Ocampo, que no es más que una refundición muy tardía de la verdadera Estoria d' Espanna mandada escribir por Don Alfonso el Sabio. De ia de Ocampo hay, como todo el mundo sabe, dos ediciones: la de Zamor.i, 1541, y la de Valladolid, 1604, idénticas en su contenido, pero todavía más incorrecta la segunda que la primera. Tendré a la vista una y otra. peneral, principal fuente COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA la famosa ithación de Vamba, pero sin dar que en el menor el 1 5- indicio de- de este siglo xiii existieran tradiciones poéticas acerca Rey. El primer autor en quien las tomó Lope, las es el arcipreste he visto, y de quien seguramente de Santibáñez, Diego Rodríguez de Almela, natural de Murcia, fecundo compilador histórico del tiempo de la Reina Católica, capellán y cronista suyo. Almela, pues, en popular libro que ordenó con el título de Valerio de modo de Escolásticas y de España^ recopilando al gran número de hechos y anécdotas de la historia dichos memorables, nacional, trae en el y las Historias Valerio Máximo entre ellos lib. III, tít. muchas IV, que trata de aquellos que nacidos de baxo lugar fueron fechos claros un capítulo entero, que el y nobles ^ Rey Vamba. Su contexto es el IV, sobre el es el siguiente: «Como muy el no se acordaron los Godos su embaxada, en que amador de Dios que Rey Don Recesundo de España sin Don Theodofredo, que era niño de un esforzado adultos fallesciese, sino a le Rey, y enviaron a quién farían congregación y unidad de la les diesse como pedían y rogaban, buen Rey, y cathólico, y les Papa a Sancto Padre, los fieles, que rogasse a pertenesciente para los esto le enviaban en escripto los y para entrellos que regir: al fijos año, nombres de algunos más idóneos para reynar, y que parescían entresí aquel enviasse decir que fuesse Rey, que a ese rescibirían. Y el Sancto Padre, quando vio su embaxada tan homildossa y de tanta devoción en le encomendar en sus oraciones tan gran fecho, pessóle por no se sentir suficiente; pero que por su merced y honra de le plascía paña contra el tierra, y oraciones a Dios Sancta Fe quisiesse mostrar quál vivía Y al en Papa fué revelado de parte las partes más baxas de Es- Mar, que avía nombre Bamba, que aquél sería Rey de España: y mandó luego y que a este el Papa a los Embaxadores que tornassen hombre tomassen por su Rey, cá a Dios y que era labrador, y quando lo hallasen que hallarían labrando con un buey blanco y otro bermejo, e con esto plascía lo la que fuesse Rey en España. de Dios que un hombre que para su fizo sus vigilias que lo fuesse, se tornaron a España. Y luego que fueron venidos, se ayuntaron todos los Perlados y Grandes del Reyno, y visto lo quel Papa en- 5 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 1 viaba a decir, acordaron de buscar aquel hombre. Los mensajeros fueron repartidos por muchas partes, e uno de ellos yendo cerca de un luírar que es en Portugal, que ha nombre Ircana Vieja (l), la Bamba, oyeron decir de un cassar una voz de una mujer que decía: los bueyes dexad nombre, y como le y venid a comer. ellos, viessen andar labrando con los bueyes, que eran tales Papa dixera, fueron para el Y como oyeron aqueste él, y por ser máá* ciertos, pregun- nombre, y él les dixo que Bamba; y luego creyeron que aquél era el que andaban a buscar. E descendieron dos caballeros, y hiciéronle gran reverencia, tal como entonces era cómo táronle que avía debida a los Reyes, y contáronle Bamba vio y oyó phantasma, y lo lo porque eran venidos. E quando que decían, pensó, o que aquello era sueño, o díxoles: Amigos, si vos soys humanales, y no phantas- mas, bien devedes entender que las grandes caballerías y fazañas que la muy noble gente de los Godos siempre fizieron, no fueron con tales Reyes como yo. Entonces hincó la vara que tenía en la mano con que guiaba los bueyes, en tierra que labraba, y dixo: Quando esta toviere hojas vara y fmeto, entonces seré yo Rey de los que esto ovo dicho, fué él y dos, en los otros que con la él estaban vieron esto, fueron y dixeron que era milagro de Dios. tierra, (i) lusitana y dio muchas gracias a Dios, E Bamba E luego E quando el Valerio, de que fundamento alguno muy espanta- hincó ios hinojos y fueron con e Ircana repite Ircana dice sin Godos. vara verde con hojas y fructo. él a Toledo, y Lope de Vega; pero la ciudad Vamba, se se ha supuesto natural a llamaba Idaítia la Vieja (en portugués Idania Velha). No sabemos cuándo nació esta especie, pero el texto de Alraela prueba que ya era vulgar a fines del siglo XV. Los anticuarios del siglo xvi, especialmente el famoso Andrés latinidad vale mucho más que su crítica ni su buena fe), la aceptaron con regocijo. Ambrosio de Morales (lib. XII, cap. XLI) consigna ciertas tradiciones de Idaña, seguramente modernas: «Fué este Rey natural, en Portugal, de una parte de aquella provincia que llamaban antiguamente Resende (cuya donde dura un lugar llamado agora Idania la Vieja, con algún rasde nombre de toda la región. También una fuente labrada allí de cantería retiene el mismo nombre, y de la misma manera lo conserva una higuera allí, según Andrea Resendio, como testigo de vista, lo escribe en su larga carta a Bartolomé de Quevedo. Y puédese con mucha razón gloriar Portugal de haber nacido y salido allá un E.ey tan excelente en religión, en el gobierno y en las armas, que son las tres cosas más principales en los reyes, y con que Igeditania, tro • de veras fundan y acrecientan su grandeza y estados.» COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA •allí lo alzaron ungió, según por Rey, y la el Arzobispo Don costumbre de entonces» Quiricio lo consagró el y (l). Valerio de las Historias de la Sagrada Escritura^ (i) España. Recopilado por I; y de arcipreste Diego Rodríguez de Almela los hechos de Nueva edi- varias notas y algunas memorias relativas a la vida y escritos del autor. Por D. Juan Antonio Moreno, criado de la Excma. Sra. Mar- ción, ilustrada co?i San Juan. Madrid, por D. Blas Román, 1793, páginas 101-104. Esta edición es la última, y se titula octava. Las anteriores son: de Murcia, i^Zi, por el maestre Lope de la Roca, alemán; Medina, del Campo, 1511, J>or el maestre Nicolás de Piemonte; Sevilla, 1527; Sevilla, 1542, por Dominico quesa de de Robertis; Madrid, 1568; Medina del Campo, 1584, y Salamanca, 1587. En estas cuatro últimas ediciones se atribuyó el libro con error, o más bien de mala fe, al señor de Batres, Hernán Pérez de Guzmán, sin duda por ser autor más conocido y famoso que Almela. En dedicatoria al protonotario D. Juan Manrique, arcediano de Valexpone el autor con mucha claridad el plan, y las fuentes de su obra: <Como yo esto viese de edad de catorce años en servicio del muy Reverendo mi señor Don Alfonso de Cartagena, de gloriossa memoria, Obispo de Burgos, y su merced me mandasse aprender Gramática, algún tanto introducto en ella, como en su cámara oviesse muchos libros de diversas sciencias íheologales, y de Philosophía, Leyes, y Cánones, y assimismo muchas Historias y Crónicas, assí de la Sacra Escriptura como de Emperadores, Reyes y la puesta, Príncipes, señaladamente de España; por no estar ocioso según flaqueza de mi ingenio, y poquedad de mi saber, dime a leer en. las Historias de la Sacra Escriptura, principalmente en la Biblia, y en el libro de las Historias Escolásticas, y en las Crónicas de los Reyes de España desde su población hasta el tiempo pressente Como el dicho mi señor el Obispo conosciesse <5ue me avía dado algún tanto a aquel trabajo, su voluntad fué (aviendo dello placer) de me facer merced, y aunque no merecedor, me la fizo, y ñciera más más viviera. En su vida conoscí ser su desseo, que como Valerio Máximo, de los fechos Romanos y de otros, fizo una copilación en nueve libros, poniendo por títulos todos los fechos, adaptante a cada título lo que era siguiente a la materia, sacado del Tito Livio, y de otros Poetas y Coronistas, que assí su merced entendía facer otra copilación de los fechos de la Sacra Escriptura, y de los Re3'-es de España, de que cossa alguna Valerio no habló: lo qual él ñziera en latín, escripto en palabras scientíñcas y de grande eloquencia si viviera. Yo, porque mi sciencia es poca, propusse mi desseo de /íscrebir en nuestra lengua Castellana y según mi ingenio, lo mejor que pude, de los dichos libros, y algún tanto de otros tractados ordenados por el dicho mi señor el Obispo, adaptando cada cossa a su título, principalmente .los fechos de la Sacra Escriptura, y después ios de España, fize esta Copila.ción assimismo en nueve libros, y cada libro dividido por títulos, y cada tí» tulo por capítulos 3Í De las especies del Valerio relativas a Varaba, habla, para rechazarlas, .Ambrosio de Morales en el lugar ya citado de su Crónica: Menéndez t Pel.\yo.— £i/aá;oj sobre el Teatro de Lope de Vega. 2 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA l8 Como embajada se ve, esta leyenda ha sido al compaginada a retazos. I. a?' tomada del preámbulo del apócrifo Fuero- Papa es idea <E1 Arcipreste de Murcia en su Valerio acertó en darle su tierra propia a Variiba (*), aunque señaló algo corrompido el nombre de Idania. Mas cn^ su elección, y en lo que luego siguió, cuentan este autor y otros tantas fábulas, haciéndole labrador que estaba arando, y añadiendo otras cosas sin nin- gún tino ni concierto, que aun no será menester contradecirlas, según ellas son vanas y desvariadas, y según la verdad de todo está clara y manifiesta. Escríbela el Arzobispo San Juliano que lo vio todo, y del será todo lo que yo aquí relatare.» mismo Diego Rodríguez de Almela, en el Compendio estorial de todas España, que presentó a la Reina Católica, y del cual poseo ejemplar manuscrito, en tres volúmenes, de letra del siglo xvi, refiere (capítulo CIII) la elección de Vamba en términos sustancialmente análogos a los El las coránicas de aunque más amplificados. V, cap. IV del Valerio, se prosigue la relación del reinado de Vamba de este modo: «Dicho es como el rey Bamba, por revelación de Dios, fué elegido Rey de España, y assimismo de las grandes virtudes que en él avía, y magníficosfechos que fizo. Como después, por los peccados de los Godos de España, na siendo dignos de tener tan noble y virtuoso Rey, fuéle dada ponzoña a beber en vino faciendo colación, por mandado de Don Hernigo {sic), que reyná después del injustamente. E como quier que el Rey Bamba fué acorrido con medicinas, no ovo el entendimiento tan sano como antes lo avía; pero como del Valerio, En el lib. IV, tít. fuesse devoto y cathólico Príncipe, luego se confessó y rescibió el sancto Sacramento de la Eucharistía, por manos del Arzobispo Don Quiricio de To- E y pompas del mundo, amando pobreza, Orden de Sant Benito, y rescibió el hábito, y fizo professión en un monesterio que estaba en una villa que se llamaba Pampliega. E reynó este Cathólico fiel Regidor en sus Reynos nueve años, y vivió en el Monesterio Monge professo siete años, y allí murió, y fué sepultado. Este Rej»^ Bamba al principio fué pobre, que fué hallado arando con dos bueyes, y elegido por Rey de España, íué cathólico y virtuoso, tanto y más que otro de los Godos: en su fin escogió la vida pobre de Religión, acatando aquel dicho que decia la Iglesia: Del principio conoscí tu ley, la qual fundaste ledo. menospreciando mandó que lo las riquezas metiessen en la para siempre.^ En el lib. VII, tít. IX, cap. III, se da noticia del origen de Ervigio: <Un emperador de Constantinopla desterró de Grecia un rico hombre llamado Ardañaste {sic, por Ardabasio), por males que ficiera en su tierra. Vino en España en tiempo del Rey Recesundo, el qual le rescibió bien y fizo mucha merced; cassólo con una su sobrina, ovo en ella ufi fijo llamado Don Hernigo, (*) el qual, como fuesse criado en cassa del Rey, salió hombre orgulloso el nombre de este Rey, puesto que así aparece en sus monedas,. como nuestra lengua rechaza la V d(?ble, ha prevalecido la forma Vamba. Así debía escribirse Vvamba rex; pero 9 COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA de Sobrarbe; recuerda cando las borricas trasunto de el lib. I de su padre; de Aarón y de la No hubo Vamba cuando elección de la de Saúl, en la ni cuando andaba bus- y, finalmente, la vara florecida es de San José. de Juan de Timoneda (1573), se halla uno mismo recopilador, y que es casi una Rosa gentil, que puede muy bien ser del mera araba con sus bueyes los Reyes, podía haber romances viejos sobre este argumento. la Pero en la de 1 versificación del texto del Valerio: En el tiempo de los Godos,— que en Castilla Rey no Cada cual quiere ser Rey aunque le cueste la vida. Sabiéndolo el Padre Santo,— que en santidad florecía, había, — — rogando en su rogativa — quién sería Rey de Castilla. Por su profunda humildad — reveládoselo había, Que el Rey que ellos esperaban, — su nombre Bamba sería, Y lo habían de hallar arando — cerca de la Andalucía, Pusiérase en oración, Que le revelase Dios — Con un buey blanco y cereño, y un prieto en su compañía. Todo esto el Padre Santo — a los godos les decía. Los godos, siendo iníormados, — cada cual se departía: Allá le van a buscar, Un De día, ir —a a buscar a Bamba, Vieron venir una dueña Con una «Venid canasta ya. al —volviendo sin alegría, — por una cañada arriba, —y estas palabras decía: hombro, Bamba, a comer; — desuncid, que es mediodía.» Los godos, cuando Las do hallarse presumía. estando los godos— cansados en demasía rodillas por —luego a Bamba se venían; — desta manera decían: lo oyeron, el suelo, manos Tu Alteza — con amor y «Dénos las Bamba, atónito, espantado, — temblando, i cortesía.» así respondía: Rey; después que fué muerto el Rey Recesundo, fué Rey de España el noble y virtuoso Bamba, y este Don Hernigo, que como fuesse inclinado a toda cobdicia y maldad, fizo dar yerbas al e soUl, e presumió de ser alzado por susso es, Rey Bamba, de que perdió el entendimiento, y entró en Religión, y ovo el Reyno después de Bamba este Don Hernigo, contra todo derecho y voluntad e opinión de los Españoles. Lo uno por la gran trayción que fiziera en darle yerbas al Rey su Señor; lo otro porque el Reyno pertenescía más de derecho a Don Theodofredo.» En las palabras que van subra)'adas, encontró Lope fundamento para hacer remontar el ambicioso pensamiento de Ervigio hasta los tiempos mismos del rey Recesvinto y de la elección de Vamba. > > ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 20 <No me matedes, señores, — no me quitedes la vida.> «De quitártela, rey Bamba, — no es por tal nuestra venid.i, > Sino hacerte sabidor— que el Padre Santo, que hoy día romana, > Rige » Supo, y nos dijo que > Y, la Iglesia por tanto, tú — por revelación divina — nuestro Rey nombre tenía, Bamba lo eres, — no dudes, ten alegría. —una vara que — estas palabras dezía: Ya después de hincada en «Cuando esta vara florezca —yo seré Rey de Castilla. Aun no lo hubo bien dicho, — vara ya florecía. Consejo residía; Llevan marido y mujer — do cual convenía. A coronan por Rey, — a Bamba, dudoso de oirlo, traía, tierra, ,. la el ella él Este Por Rey él España— hechos de gran nombradía; coyunda— puesta en reales de Castilla (i). hizo en está la La Comedia de Bamba, compuesta por Lope, No can una crónica entera. ricos sólo comprende todos fabulosos que se habían contado de y es de los Vamba, las que abar- hechos histó- sino que empie- za antes de su advenimiento al trono, en pleno reinado de Recesvinto, a quien Lope llama Recisundú, siguiendo Valerio. Una milagro de y lo y al relación puesta en boca de Atanagildo, nos informa del la casulla de San Ildefonso. Si esto es ajeno a sólo está puesto para no sucede a la Crónica general complacer mismo con el la la acción devoción de los espectadores, monólogo de Ervigio que viene inme- diatamente después, y que manifiesta su ambición y sus temores. Haciendo aparecer desde el primer momento al ambicioso intrigante (i) neda Rosa de Romances o Romances sacados de las Rosas de Juan de Timo- Escogidos, ordenados y a?iotados poi' D. Ftr?iando José Wolf. Leipsi- Brockaus, 1846, pág. 3. Reproducido con el núm. 578 en el Romande Duran. El de Lorenzo de Sepúlveda, que tiene allí el núm. 580, es, como casi todos los suyos, mero extracto de la Crónica getieral. Otro romance (el 579) que Duran dice haber tomado de un códice del que, F. A. cero siglo XVII, y comienza: Por la puerta del Cambrón debe de estar inspirado en la comedia de Lope, como lo indica el nombre de doña Sancha dado a la esposa de Vamba, y que no hallamos en el Valerio, ni tiene aspecto visigótico. Píntase en este romance con grandes anacronismos (hasta hacer llevar a Vamba, «a manera de tusón, una cruz colorada*) la coronación de Vamba y su mujer en Toledo. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 21 que ha de destronar a Vamba, Lope encuentra, con su poderoso instinto dramático, el único lazo que podía sujetar escenas tan inconexas como las que la historia le ofrecía. Vamba pondera Las escenas villanescas en que dad y en que sus convecinos le su rústica obligan a tomar por fuerza felici- la vara de alcalde, son altamente anacrónicas (cosa en que nadie reparaba entonces), pero corresponden a aquel género de poesía realista en que Lope sobresalía tanto. Mayor gozo me concierta Cuando he acabado de arar, El oler desde Lo que la guisáis puerta de cenar, Si es cabra salpresa o muerta, Con grande abundancia de Y ajos algunos toscos tasajos De lacios y muertos bueyes, Que la comida de reyes. Llena de tantos trabajos En más remontado da, las delicias de la tono canta, al principio de la jornada segun- soledad, parafraseando el Beatus Ule de Horacio: ¡Cuan bienaventurado Es No anduvo da, haciendo el que vive en su sabroso oficio acertado Lope en añadir nuevos prodigios a que antes de una visión en que se le llegar los nobles visigodos, ofrece la vención intempestiva desvirtúa corona y el él la la Vamba leyen- tenga rechaza. Esta pre- efecto de la escena de la elección, que, por otra parte, está calcada con rara habilidad sobre las pala- bras del Valerio y del romance de Timoneda, cuyos primeros versos se repiten a la letra: En el tiempo de los godos, Que no había Rey en Castilla, Cada cual quiere ser Rey Aunque le cueste la vida ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 22 El asombro de la mujer y de los criados de Vamba, graciosas las simplicidades que dicen con motivo de su elevación súbita, acaban de dar carácter apacible y popular a este cuadro. Esta comedia debió de ser escrita para representarse en Toledo, Lope mucho partido de las circunstancias locales y por eso de pormenores topográficos, halagando los dores con liana, de saca las familiares imágenes de las Vistillas, el Cambrón y la la mente de Vega, de Visagra; de y los especta- los huertos de Ga- la fuente de San Martín, del castillo de San Cervantes, del Alcázar, de la plaza de Zocodover, de la iglesia de Santa Leocadia. No pero Lope de Vega le Mayor, de las reliquias se había inventado derramaba por aún de San Eugenio y la frase del color local; dra- instinto sobre las tablas máticas que manchaba más aprisa. Todo ciertos y nera más lo concerniente a la rebelión de Paulo Vamba, positivos de la historia de infantil El público todo y ruda, llega a versificar menor sombra de sin la lo toleraba, y la Todo demás hechos artificio de dramático. al más humilde la siguiente, y románticos; pero no e ignorante, y cumplía un anunciándose primero en cautivo Mujarabo hace a Ervigio, ángel a Vamba, la sión de los alarbes. ciendo morir a Lope famosa ithacion o división de de educación patriótica y popular. Puede decirse que en esta comedia está preparado ya moro ma- y se pue- teatro así entendido era una cátedra de historia el nacional abierta mento de la esto hace sonreír sin duda, riñe con todos los preceptos clásicos de negar que a los los poetas se atrevían a todo. en cuerpo y alma obispados atribuida a Vamba. y está tratado el las palabras del próxima destrucción del reino godo por Lope se aparta de la tradición Vamba envenenado argu- profecía que el la y luego en alto fin y la la inva- leyenda, ha- por Ervigio, y no retirado en el monasterio de Pampliega, donde sobrevivió siete años a su caída. También parece invención la de hacer que las figuras la de el exclusiva y caprichosa de nuestro poeta moro, por orden de Ervigio, pinte en un lienzo los futuros conquistadores de España y le deposite en cueva encantada de Toledo. En uno de suma, los la Comedia de Bamba, que tiene todas las trazas de ser primeros ensayos de Lope, es tan disparatada en su es- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA i:ructura •burla •en como de ella y curiosa en sus interesante con gracia en Clemencín se detalles. notas del Quijote las 23 «La acción pasa (i): España y en Roma: habla un estampero, a quien el Rey compra una estampa de San Ildefonso, y habla también un niño recién nacido que tratan de bautizar, y á\CQ papa, caca-*. Por el contrario, el -conocidísimo historiador general César Cantú, tan popular entre nosotros, analiza con detenimiento resaltar lo ingenioso zón de de Vamba y que antes de los pronósticos con Shakespeare el (2). y exactitud saludo de De comparando elección turban e inquietan la el cora- brujas a Macbeth, en la tragedia las los historiadores generales de nuestro Tea- Klein ha tratado extensamente de este drama, poniendo en tro, sólo caricatura (lo cual no era difícil) lo desarticulado Ja fábula, lo superficial del desarrollo, la torpeza «laravilloso. Antítesis radical «colocándose en el punto de de este juicio es vista épico, único esta fase del Teatro de Lope, declara -drama drama, haciendo este poético de las escenas idílicas, y (ein vortreffliches Stück). el y monstruoso de en el empleo de lo de Grillparzer, que que debe aplicarse a El Rey Bamba un excelente El elogio puede parecer extremado, y conviene reservarle para otras obras de Lope de Vega, entre tangías como hay admirables dentro de No esta sección. recuerdo que \'amba volviese a ser héroe de ninguna com- posición teatral hasta que en 1847 •drama de los más olvidados de compuso Zorrilla El Rey loco (*), su repertorio, pero notable por su -espléndida versificación, principalmente en las escenas escritas en -endecasílabos, a las cuales daba tanto realce la poderosa declama- ción de Carlos Latorre, que transportó fasis -este y la pompa de la tragedia clásica. al género romántico Nada de tradicional el én- hay en drama; nada que arguya lectura del de Lope. La elección de Vamba se supone en Idania la VTeja; pero no seguramente por in- (i) Tomo (2) Historia universal (traducción de D. N. Fernández Cuesta), III de la primera edición, pág. 405. t. IX (do- cumentos literarios), páginas 665-66. Es de presumir que Cantú, poco conocedor de la literatura española, tomara este análisis de otra parte, quizá del libro •de Enk, que no tengo a la vista. A. Restori cita tres comedias anónimas, y dos más, debidas la una a (•) -iin tal Pedrazas, y la otra a Lanini Sagredo y a D. Isidoro Burgos, sobre el (A. B.). Rey Vamba. 2 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. ; le sino de Morales o de Mariana, que en Valerio, fluencia del parte copian. Todo demás pertenece lo est^-, romanticismo conven-- al Vamba; cional de la escuela francesa: la fingida locura de enig- el mático destino de Rodesinda, sus amores con Ervigio, encubierto bajo la nombre de (hermano; el escena en que final, No hay color pergamino partido de Recesvinto; el supuesto loco arroja su corona el histórico ni sombra de al pueblo. verisimilitud moral: lo único t que hay son excelentes El último Godo. III. lista versos. — Esta de El Peregrino., pero sí comedia, no citada en en segunda, la lo posterior a 1604, hállase impresa dos veces en una en la España., y Octava parte (1Ó17), con colección de Lope,, de El postrer Godo de el título Como Lope no pudo intervenir en una y otra salieron incorrectísimas, sas, cual indica que es la otra en la Parte 25, de Zaragoza, 1647. intervino en la primera edición ni si primera la bien con erratas la segunda, muy diver- por haber sido hechas, a no dudarlo, con presencia de diversos originales. la otra. Pero Damos Esta pieza, siempre casi todas la una las variantes sirve para corregir el texto mucho más importante por cución, es una especie de trilogía que en senta los amores de Don Rodrigo y ganza del conde D. Julián y la el la asunto que por Cava; en la del Guadalete; en la tercera, los comienzos de el triunfo de mucho y bueno que lector a los excelentes trabajos (1) segunda, la argumento la ven- restauración de lo mucho que puede se ha dicho ya, acerca las tradiciones poéticas relativas a la España, nos limitaremos a recordar se ha tratado este eje- de Covadonga. Siendo imposible reducir a breves páginas los orígenes la primera jornada repre- rota llamada hasta nuestros tiempos la España por Don Pelayo, mediante decirse, ni siquiera lo de de entrambas. lo más de pérdida de esencial, remitiendo al- modernos en que más de propósito (l), Dozy, Recherches sur Vhistoire e insistiendo únicamente en lo et la littérature de V Espagne pendani" Mayen age. Leyden, 1881. (Tercera y definitiva edición: la primera es de1849.) La primera monografía del tomo I versa sobre la conquista de España; le por los árabes. E. Lafuente Alcántara, Ajhar-Machmuá (Colección de Tradiciones): cró- nica anónima del siglo XI, dada a luz per primera vez, traducida y anotada (Es el primer tomo, y hasta la fecha único, de la Colección de obras arábigas.' COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA menos sabido o en que más puede conducir a lo la 2$ de ilustración comedia de Lope. esta Al revés de no ésta efecto, es que hechos de que lo que sucede en todas las leyendas épicas nuestras, de origen cristiano, sino musulmán, y era natural, en los vencedores gustasen de consignar aunque no conquista, la Ya los vencidos. en el siglo el recuerdo de los conservasen más vivo y fresco le por Egipto historias ix corrían maravillosas relativas a estos sucesos: se decía que Táric, antes emprender su navegación, había de sus primeros dole prosélitos, en sueños al de profeta rodeado armados de arcos y espadas, mostrán- como término de española la tierra visto su glorioso destino; añadíase que Muza, que era un gran astrólogo, había leído en las estrellas la suerte de España; que un anciano misterioso le había anunciado que y que en el Norte de la península había encontrado un ídolo en cuyo pecho estaban grabadas unas letras él sería el conquistador; que anunciaban a fatídicas, solación que, andando los hijos de Ismael de origen español. Contienen las el tiempo y por allí fantásticos Al más de- ellos. oriental, otro y maravillosos: la his- y fábulas, alterada contrario, las tradiciones recogi- das entre los musulmanes de España son carácter uno de origen por innumerables la distancia. la narraciones escritas en Oriente una mucho mayor de elementos toria aparece obscurecida y históricas, sobre la conquista, se dividen, naturalmente, en dos grupos, por discordia tiempo, habían de caer sobre el Las tradiciones, ya fabulosas, ya dosis la mucho más sobrias y de histórico. El primer autor que consigna en términos expresos la violación de historia y geografía que publica la Real Academia de la Historia.) Madrid, 1867. Milá y Fontanals, De la poesía heroico-popular castellana. Barcelona, 1874^ páginas 107-129. Fernández-Guerra (D. Aureliano), Caída y ruina del imperio pañol. Primer drama que Tailhan (R. P. J S. los represento' J.), eti U Anonyme de Cordone. Chronique rimée des der- niers rois de Tolede et de la conquéte de r Espagne annotée {*) par les árabes, editée et París, 1885. Saavedra (D. Eduardo), Estudio sobre ha visigótico es- nuestro teatro. Madrid, 1883. Madrid, 1892 la itivasio'n de los árabes eii Espa» (*). Añádase: Juan Menéndez Pidal: Leyendas del último rey godo; Madrid, 1906. (A. B.). ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 26 de Cava, la venganza de D. Julián y la cantada de Toledo, es siglo IX, el que ha sido traducido de la historia cueva en- la Aben-Abdelháquem, autor egipcio inglés por Harris Jones (l), al del y al castellano por Lafuente Alcántara (2). Sus palabras son estas: «Dominaba en estrecho que separa el que cae sobre a Tánger, el estrecho y se llama Al-Hadrá y obedecía mas paña, para su educación, lián, dijo: » el Rey (la Verde), cercana de España, que residía éste a Rodrigo, señor Había mandado Julián su en Toledo África de España un el de Ceuta y de otra ciudad de España cristiano llamado Julián, señor hija a la violó, Rodrigo, señor de Es- y sabido esto por Ju- «El mejor castigo que puedo darle es hacer que los árabes vayan contra y mandó decir él», a Tárik que él le conduciría a España, Tárik estaba entonces en Tremecén, y Muza en Kairván, y aquél contestó a Julián que no se fiaba de él si no le daba rehenes; entonces Julián le mandó sus dos hijas únicas que tenía. aseguró Tárik y saüó en dirección a Ceuta, sobre busca de Julián, quien se alegró conduciría a España. Había en do hoy Chebel Tárik luego que fué por a este punto, la donde el y los paso del tarde, vino Julián el esto se estrecho, en y le dijo que le estrecho un monte llamasu venida (Gibraltar), situado entre Ceuta y España; y le condujo con unos barcos y se ocultó durante el día; volvió luego por los soldados que habían quedado, y Julián mucho de Con transportando todos asi los fué mercaderes que estaban con para animar a sus compañeros y a la él quedaron en Algeciras gente de la ciudad >Nos contó Abdo-r-Rahmen, con referencia a Abd-Allah-ben- Abdo-1-Háquem y a Hixém-ben-Ishac, que había en España una casa cerrada con muchos cerrojos, y que cada Rey le aumentaba uno, hasta que fué Rey aquel en cuyo tiempo entraron los árabes. Quisieron que hiciese también un cerrojo, pero en rehusó y dijo que no haría él La mandó ella. letrero » lo que decía: que aquí como sus predecesores, cosa hasta ver lo que había abrir, y encontró las figuras de los árabes con un «Cuando se abra esta puerta, entrará en este país se representa (i) IhnAhá-el-Hakem, (2) En mientes. tal > o/ Spain. Gottinga. 185S. Ajhar-Machmuá, pág. 208 y si- fíistory of íhe conguest los apéndices a su edición del COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 2/ ^Cuentan algunos que Rodrigo vino en busca de Tárik, que esel monte, y cuando estuvo cerca, salió Tárik a su encuentro. Venía Rodrigo aquel día sobre el trono Real, conducido por dos taba en muías, con su corona, sus guantes y demás ropas y adornos que ha- bían usado sus antepasados. Tárik y sus soldados fueron a su en- cuentro a pie, porque no tenían caballería, y pelearon desde que salió el sol hasta iba a ser suyos, y que se puso, de suerte que creyeron que aquello total destrucción; los musulmanes quedaron jNIagreb batalla más sangrienta que de matar cristianos en En mas Dios mató una victoriosos. aquella. Rodrigo y a a Jamás hubo en el Los muslimes no cesaron tres días.» otras compilaciones orientales, y especialmente en el del seudo Aben-Cotaiba, traducido al ingles por D. Pascual y que Dozy supone compuesto en el den una porción de pormenores estupendos, de yangos los (l), texto de Ga- siglo xi, se añalos cuales ahora prescindimos, porque no llegaron a penetrar en nuestra historia ni en nuestra poesía épica. Tal es el relato que vio Muza en Occidente, entre ellas de las cosas maravillosas una figura de cobre que dis- paraba flechas contra sus soldados; una fortaleza, también de cobre, defendida por genios, y unos cofres en que Salomón había encerra- do diablos. El cuento aljamiado vestigio de estas de la ciudad de Alatón parece un ficciones. «Las tradiciones verdaderamente españolas (dice Dozy) no contienen nada que se parezca a estas extravagancias. Dotados de un buen sentido admirable y digno de toda alabanza, los árabes de España, a excepción de sus teólogos, no hubieran creído fácilmente en autómatas, en castillos encantados, en genios condenados por sobrenatural poder, a gemir encerrados en cajas de metal. Por el contrario, las tradiciones españolas son tan sencillas, tan plausibles, tan poco adornadas de incidentes novelescos o maravillosos, que merecen, si no confianza absoluta, por lo menos examen serio.» El único libro, sin embargo, en que estas tradiciones aparecen q\ Ajbar-Machmuá^ los apéndices a su traducción inglesa de Al-Makkari, The limpias de toda mezcla de superstición egipcia es (i) En uno de history ofthe Gayangos mohammedan London, 1840. dynasties in Spain Tomo I. Appendix D. Translated by Pascual de ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE 28 compilación anónima del siglo xi, VEGA l)E que en nuestros días ha sido pu- La- blicada y traducida íntegramente al castellano por D. Emilio (como vulgarmente fuente Alcántara. El, anónimo de París denomina por de París hallarse en la Biblioteca Nacional el manuscrito conocido hasta ahora de esta obra) no menciona encantada de Toledo, pero acepta y su hija. Su narración «Murió en esto entre ellos rado Obba y el es único la casa tradición del conde D. Julián de esta suerte: rey de España, Gaitixa, dejando algunos hijos, Sisberto, que el tuvieron a bien elegir el país, la se le pueblo no quiso aceptar; y y mando confiar el un a alte- infiel, llamado Rodrigo, hombre resuelto y animoso que no era de estirpe real, sino caudillo y caballero. de España mandar sus Toledo, a a fin de hijos, que estuviesen a varones y hembras, las al palacio real de órdenes del Alonarca, a quien sólo educaban hasta que, llegados a servían. Allí se proveyéndoles para de todo ello Rodrigo fué declarado Rey, prendóse de Escribiéronle al exclamó: «Por » grandes señores los sazón fortaleza principal de España y capital del reino, la los casaba, Acostumbraban padre lo ocurrido, la religión del y la infiel de ellos Fey Cuando nubil, el lo necesario. la hija el edad Julián, y la forzó. guardó su rencor y Mesías, que he de trastornar su reino y he de abrir una fosa bajo sus pies». Mandó en seguida su sumisión a Muza, conferenció con él, le entregó las ciudades puestas bajo su mando, en virtud de un pacto que concertó con ventajosas y seguras condiciones para sí y sus compañeros, y habiéndole hecho una descripción de España, le estimuló a que procurase su conquista ^Encontráronse Rodrigo y Tárik en un lugar llamado Lago, y pelearon encarnizadamente; mas da, al mando de aunque el Sisberto y Obba, hijos centro resistió algún tanto, al las alas el derecha e izquier- de Gaitixa, dieron a huir; y cabo Rodrigo fué también derrotado, y los muslimes hicieron una gran matanza en los enemigos. Rodrigo desapareció, tecido, pues los blanco, con su manto tejido que se supiese lo que le había acon- musulmanes encontraron solamente su caballo silla de oro, guarnecida de rubíes y esmeraldas, y un de oro y bordado de perlas y rubíes. El caballo había caído en un lodazal, el sin y el cristiano que había caído con él, al pie se había dejado un botín en el lodo. Sólo Dios sabe lo sacar que le SQ COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA. pasó, pues no se tuvo noticia de encontró vivo ni se le él, iji muerto.' En todos los historiadores árabes de que hasta ahora han casi dado traducción, extracto o noticia, los orientalistas, se habla términos análogos de D. Julián y de su hija. Adhari, de Marruecos, historiador del siglo Sirva de ejemplo xiii, en Aben- que ha sido puesto en castellano por nuestro docto compañero de Universidad y de Academia, D. Francisco Fernández y González (l): «Y la sucedió que un mano sobre la hija Rey de de Ilián los godos, llamado Ruderiq, extendió que tenía en su la noticia, la Ilián, Y y le aves de que no » semejantes»; con lo que aludía Táriq a que pasase el mar, y hay discordancia en ti a su traición. sobre los combates que dio Táriq a nervio de la los reyes Y corona en cuando el domingo, a dos noches por andar de salió el sol hasta lunes sobre modo la la seguida invitó a la tarde, las narraciones la el trono real ti- donde estaba Táriq, el Guad-al-Lecca en día de ellos, que fué, a saber, luna de Ramadán), desde que se sumergió en pelea hasta jamás cabeza y demás insignias llegó al lugar cora de Xidhona (siendo aquel que En viste reuniendo tropas escogidas, él encuentro, y combatieron sobre salióle éste al las gente de su reino, guiándolas desde la le gente de Al-Andalus; y se la dice que Ruderiq se adelantó contra que respondió Ilián con «Ciertamente irán a rado por dos mulos, y con ella días escribió Ruderiq a Ilián para proporcionase halcones, aves y otras cosas, la hizo vio- cuando hubo recibido tales palabras: que visten la guardó y ocultó en su pecho, esperando con y meditando calamidades el y un mensaje a su padre, lencia en su persona; por lo cual envió ella -dándole cuenta secretamente de todo; e palacio, la noche, prolongándose y amaneció seis días el de este hasta el segundo domingo, en que se completaron ocho días; y mató Dios a Ludheriq y a quien con él estaba, y fué abierta a los muslimes Al-Andalus, y no se supo el paradero de Ludheriq, ni fué hallado su cadáver; aunque se hallaron sus botines con labores de (i) Historias de Al-Andahis, por Aben Adhari, de Marruecos, iraducidas directamente al castellano por nada, 1862. Tomo I, el Dr. D. Francisco Fernández y González, Graúnico publicado. El texto árabe de esta Crónica había sido impreso en Leyden, por Dozy, 1848-1851. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 'Q y unos dicen que se ahogó, y otros que fué muerto: mas sóloDios sabe lo cierto de él.» No olvida Aben-Adhari la conseja de la cueva encantada de plata, Toledo: que se «Y abrió (Ruderiq) nombre escribía el particular para oro plata, y novedad que no ai Y trono arca, en el se había colocado cuentan que ediücó en y como placía a las gentes; y asimismo casa la corona de los la guardaba otra casa semejante a aquella, resplandeciente sí ra abrir la antigua en se Rey que moría y corona de cuantos subieron la donde casa la del el arca Reyes y cuando , de pretendie- encontró las abrió figuras de árabes, blandiendo y con turbantes en la cabeza, y en el fondo del arca es«Cuando se abriere esta arca y se sacaren las figuras, entra- sus arcos crito: » Al-Andalus con pueblo un rá cuando turbantes en la cabeza fué Táriq a Tolaitola, halló en ella la ;> Y mesa de Suleimán con de árabes y bereberes a caballo.» figuras Parece inútil acumular nuevos testimonios, que serían sustan- cialmente idénticos. Baste por todos siglo XVII, to del rollo rompió famoso compilador del el Al-Makkari, que amplifica más que de pergamino hallado por Rodrigo en los cerrojos Aben-Adhari en de la el arca cuando y conviene con casa encantada de Toledo, lo relativo a la cuen- los restantes el deshonra de D. Julián y a la pará- bola de los halcones. No es fácil, ciertamente, ni a nuestro propósito importa, apurar el valor histórico de todas estas especies, que no es mayor por hallarse en tantos libros diversos, dada la árabes tenían de copiarse ciegamente unos a otros. está ya en la Todo lo esencial Crónica de Aben-Abdelháquem, cuya remota fecha es conocida e indisputable. La violación de aun suponiéndola cierta, sería la hija de Julián, que, pequeña explicación para tan gran suceso histórico, habiéndolas tan a los la mano como árabes en favor de los hijos de Witiza y el la intervención de apoyo de todos descontentos españoles, está tenida hoy por una fábula en de los mejores críticos, fundándose, no sólo en nicas cristianas hasta el siglo xii, sino similitudes menor ni costumbre que los que la en los el silencio el más la opinión de las cró- anacronismos e inveri- misma narración envuelve. Por riador arábigo hay, y por cierto los crítico otra parte, histo- y famoso de todos COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ellos, el Aben-Jaldún que con extraña concisión atribuye (siglo xiv), Don desafuero, no a Rodrigo, sino a su antecesor Witiza: «Des- pués de Egica vino a reinar Witiza, catorce años, y le pasó con la hija de Julián, gobernador de Ceuta» tencia histórica de Julián y de la anónimo de Toledo, o como quiera nombre de Urbano: nohilis viri (l). pasó lo que De exis- la no afirman todos los cronistas lo árabes, sino también el Pacense (o sea el mate le parte que tuvo en la invasión hay que dudar, puesto que no sólo el 31 anónimo de Córdoba, o llamársele), Urbani dando a africajia? regionis Julián el sub dog- Pero sobre su nacionalidad y raza se catholicce jidei exorti. disputa mucho, puesto que mientras unos siguen teniéndole por visigodo, otros, como Dozy, compañero Saavedra, en el siglo be: «Este se incline a tenerle por persa o armenio. xiv había dudas sobre este particular, puesto que Ayala, en ciller suponen exarca bizantino y subdito del y no falta quien, como nuestro docto le Imperio, por consiguiente; Crónica de D. Pedro (año la conde D. no era de Illán linaje el Ya can- cap. XVIII), escri- II, godo, sino de linaje de los Césares, que quiere decir de los romanos». Más importancia quizá que ninguna de las crónicas árabes cita- das hasta ahora tendría, la de Ahmed-Ar-Razi, si la el poseyésemos íntegra y en su más antiguo manes españoles. Pero de su texto árabe en otros historiadores más modernos, y siglo XIV, hecha por el maestre original, historiador entre los musulsólo se hallan referencias la traducción castellana del Mahomad y el clérigo Gil Pérez, y vulgarmente llamada Crónica del moro Rasis^ cuya autenticidad en todo lo sustancial ha sido puesta fuera de litigio por Gayangos (2) Saavedra, tiene en todos los códices hasta ahora conocidos una guna, precisamente en el sitio en que debía contener la y la- aventura de (i) Esta versión debía de correr entre los árabes antes de Aben-Jaldún, puesto que San Pedro Pascual, obispo de Jaén, que escribía antes de 1300, cautivo en Granada, su Libro cotitra la seta de Mahomath, atribuye al rey Witiza la ofensa hecha a la hija del conde Doyllaire o Don Illane. Y no puede dudarse que sus noticias sobre la conquista son de procedencia arábiga, puesto que narra la estratagema de los infieles, fingiéndose antropófagos para aterrar que se halla en Abdelháquem y otros. Memoria sobre la autenticidad de la crónica denominada del moro Rael tomo VIII de las Memorias de la Real Academia de la Historia, 850), a los cristianos, especie (2) sis (en 1 ESTUDIOS SOIIRE EL TEATRO DE LOPK DK VEGA 32 la hija Kn cambio de D. Julián. de la batalla, en la este texto, al llegar a la descripción ofrece nuevos pormenores, que luego se incorporaron corriente poética: las lamentaciones de Don Rodrigo derrotado y ciertas dudas acerca de su paradero después del vencimiento. «Et nunca tanto pudieron catar que catasen parte del rey D. Rodrigo e diz que fué señor después de dicen que moriera en mar, el et y castillos, et otros otros dijeron que moriera fuiendo y que lo comieran bestias después a cabo de gran tiempo a las montañas, bemos, et Viseo en que están escritas letras don Rodrigo, rey de Godos, que ne» villas fieras, y fallaron que decían se perdió ansí: en m.ls desto una sepoltura en aquí yace el rey ia batalla de Saguy- (l). La descripción batalla, está del carro en que Don Rodrigo se presentó también pomposamente amplificada por el «Et ¿qué vos contaremos del Rey de cómo venía para de no sa- las vestiduras que trahía, y qué eran las moro en la Rasis: batalla, y noblezas que trahía, y la Otros códices dicen de la Sigonera. ingenioso estudio sobre La Penitencia del rey D. Rodrigo (Revista critica de Historia y Literatura españolas, enero de 1S97), opina D. Ramón (i) En un Menéndez Pidal que de la negligencia o discordancia de los copistas de la la fábula de la penitencia de Don Rodrigo, monstruosamente amplificada luego por Pedro del Corral. En algunos manuscritos que guando del Rasis, al transcribir este pasaje: í?yías qiie7ita Amar, fijo de en el alcance y va en pos de los cristianos, que quando se tornaba, que viera yacer Crónica del moro Rasis nació asmava que era suya por la nobleza que en ella vio, ca fué rico e abondado toda su vyda, e fue señor de villas e castillos*, en vez de calzadura se escribió huesa, dando lugar al equívoco de que la palabra se tomase por sinónimo de sepulcro. Lo de abondado eji villas y castillos, que en la Crónica del moro se dice de Amar, fué entendido por algunos del propio Don Rodrigo, dando esto margen a la opinión que le supone reinando en alguna parte después de su derrota. Y, finalmente (y es la equivocación más curiosa), en algunos manuscritos de la una calzadura que por lo que él bien ovo de aquella calzadura Crónica, en vez de <fué fallado 7in sepulcro en Viseo*, se escribió: ifué fallado un sepulcro en que visco* vivió), lo cual bastó para engendrar en la novelesca fantasía de Pedro del Corral el cuento absurdo del enterramiento de Don Rodrigo en vida. Creemos muy atinada y plausible esta interpretación (*). 1 Interpretación insostenible después de los excelentes trabajos de D. Juan Menéndez Pidal {*) (Leyendas del ultimo rey godo, Madrid, rgoó, páginas 146 y siguientes el cual demuestra que «hasta 1434. no hay copia ninguna de la Crónica del moro Rasis, donde se pueda leer, ni por equivocación del amanuense, ni escrito de propósito, que el rey Rodrigo vivió en un sepul, cro.. (A. B.). COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ínon creo que ha una arfolla heme que él iba vestido de que en esse tiempo decían púrpura que estonces traían Reyes por costumbre, 'los pudiese contar, ca las 33 según asinamiento de los que et la vieron, marcos de oro, y las piedras y los adobos en esto pudiese decir que tales eran, ca él venía en un lo que non ha home que bien valía mil carro de oro que tiraban dos muías; éstas eran mejores que nunca las cho, que non havía en ome más fermosas y las vio, et el carro era tan él fuste ni fierro, mas non era noblemente fe- otra cosa sinon oro y plata y piedras preciosas, et era tan sotilmente labrado, que maravilla era, y encima del carro había un paño de oro tendido, y este et paño non ha home en mundo que dentro so este paño estaba una que otra tal el el menor home que había en podía home silla semejase; et aquella le decir que desde la silla hueste le pudiese poner precio, ome tan rica que nunca la podía bien ver; et ¿que vos que Hispan, vino a España, fasta en aquel tiempo que el el primero poblador que rey D, Rodrigo vino a home aquella batalla, nunca fallamos de rey ninguno nin de otro que con tanta gente como éste saliese tan bien guisado nin contra Tarife?> Todas nombran otro continúa la de la xii. permanecieron ignoradas de nuestros El Albeldense y Alfonso a D. Julián, cuanto menos Don Rodrigo (2), si III el a su hija, misma incertidumbre que en acerca del paradero de la especie salió (l). estas tradiciones cronistas hasta el siglo siquiera vio era tan noble y tan alta, que bien Magno ni y en uno y los relatos arábigos el segundo consigna sepultura hallada en Viseo con la inscripción: Hic requiescit Rodericus, rex Gotho7'um, lo cual parece indicio de una tradición local bastante antigua (3). Donde por primera los libros, (i) la leyenda arábiga, tomada, no de Saavedra, Estudio, etc., oral, es en el monje páginas 145-154. De Rege quoque eodem Roderico nulli causa interitus ejus cognita tnansque in prcesentem diem. De Ruderico rege nulli cognita manet causa interitus rjus; rudis nam(3) (2) tiel vez apunta según creemos, sino de alguna versión que nostris tcmporibus, ctim Viseo civitas et suburbana ejus a nobis populata essent, ift quadam Basilica ?nonumentum est inventum ubi desuper epitaphium sculptum sic dicit: Hic requiescit, etc. MsNÉNDEZ T Pklato.—£ítod/05 sobre el (España Sagrada, XIII, 478). Teatro de Lope de Vega. 3 ESTUDIOS SOllUE LL TEA.TRJ DE LOPE DE VEGA 34 de Silos, que escribía en tiempo de Alfonso VI: «Propterea furur violata' fil'ur ad hoc facinus peragendum JuUannm incitabat qiiam Rodericus Rex^ non pro uxore^ sedeo quo sibi pidchra pro concubina' videbatur eidem callide surripneraH Al Silense copió (i). casi literalmente D. Lucas de Túy, que tam- poco creo que consultase fuentes árabes: « Quod Rodericus Rex fi- liam ipsius non per ztxorem^ sed quod sibi pulchra videbatur utebatur pro concubina-» (2). El que tuvo directo acceso a aquellas fuentes, y una puntualidad que hoy es bispo D. Rodrigo comprobar, fué fácil Ximénez de Rada, nuestro gran tiempos medios. Su narración de la insigne arzo- historiador de los pérdida de España Rebus Hispanice^ cap. XVIII y siguientes) es cida al castellano, pasó a la con las siguió el (lib. III De misma que, tradu- Crónica general en todas sus distintas la redacciones. Copiaremos sólo los pormenores poéticos, ateniéndonos al peor texto de todos, es decir, al de Ocampo, por ser único que el conoció Lope: «E torna aquí agora de Toledo havíe un havíe ya de muchos drigo abrir, fizol mas quando el la estoria a contar, e dize que en la cibdad que estava siempre cerrado tiempo palacio: reyes: e teníe muchas cerraduras. E el rey Ro- porque cuydaba que yazíe y algún haver en él; palacio fué abierto, non fallaron en él ninguna cosa sinon una arca otrosí cerrada, e el rey mandóla abrir, e non falla- sinon un paño pintado que estavan en ron en ella ¡atinas que dezíen assí: Guando él escriptas letras aquestas cerraduras serán que- bradas, e el palacio e el arca serán abiertos, e los que y yazen fueren a ver, gentes de tal manera como en entrarán en España: e la conquerirán: e serán ende señores. rey quando aquello e fizo cerrar el lo paño están pintados, E el mucho porque el palazio fiziera abrir,, como estava de primero, e en homes de caras e de parescer, de ma- vio, pésol el arca, e el palacio, assí aquel paño estavan pintados nera e de vestidos, assí como agora andan los Alarbes, e teníen las cabezas cubiertas con tocas, e estavan cavalleros en cavallos, e los vestidos eran de muchas (i) Tomo XVII (2) En el de la tomo IV de colores, e teníen en las España Sagrada (segunda la Hispatiia Ihttstrata^ manos espadas, e edición), pág. 270. fol. 7o¿ . COMEDIAS DE ASUNTOS DE pendones alzados. señas, e E HISTORIA PATRIA LA. homes los ricos 35 e el rey fueron espan- tados por aquellas pinturas que assí havíen visto. Costumbre era en aquel tiempo de » en los altos ornes zellas de el cámara del rey una la E fermosa además. E palacio del rey. fija del conde don el de criarse las donzellas fijas havíe estonces entre las don- conde don que era Illán, muy ome muy gran fidalgo, ome muy pres- Illán era e venía de gran linage de parte de los Godos, e era ciado en el home palacio del rey, e Conde de era Esparteros los bien provado en armas: e demás pariente e privado del rey (l), et era Vetisa: et era rico e bien heredado en el castiello de en la tierra don Illán, de E avino assí de que decimos, a rey Rodrigo: por marismas. las fuerza, e et él estando yogó con ella: más non tierra allá en el e gela forzó: más pero por qualquier que el tornó del luego aquella deshonra de o de la ello nada, demostrando a después que hovo dicho todo las el la mujer, Galia Gótica. Et la mandado luego la fija fija que hable que fué a donde mujer, ca mezquina lo que non daba Mas gentes semejanza de alegría. mandado el sopo fuera: e ella descobrió: e fizo infinta que non paraba mientes, e por rey a su fué destas cosas, desto se destroymiento en España e de Illán el e ante desto fuera ya tratado casara: e algunos dizen ella, conde don et de África con mandadería del mandado, tomó de casar con levantó Consuegra que hovo de yr este conde rey en que fuera, tomó al a su mujer, e fuesse sin despedirse, e desí en medio del invierno pasó la mar, e fuesse para Cepta: e dexó y fabró con los rey, e pidióle la havíe sabor de dógela dar: et madre. En la mujer, e el haber, e moros: e desí tornóse para España: e fuese para fija, la ver: el ca le dixo que la madre era enferma, e e que con ella havríe prazer, et el rey Conde tomó estonces aquel tiempo teníe el ei que man- la fija e llevóla e dióla a la conde don Illán por tierra a Isia verde, a la que agora dizen en arábigo Algezira Talhadra (2), e de allí fazien a los Bárbaros de África gran daño e gran mal: de guisa que havíen del gran miedo >E Tarif e el Conde Illán arribaron en España, e comenzaron a (i) Comes Spatharionim, esto es, de los esputar ios, o guardias de espadas, es lo que dice el arzobispo D. Rodrigo. (2) Gelzirat alhadra en el texto del Arzobispo armado--. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ^5 destroyr la provincia de Bética: e ayuntó todos contra de ellos, los godos que con e fallólos en el cibdad de Asidona, la la rey Rodrigo quando el muy eran, e fuese él lo que dizen Guadalete, que río E que agora dizen Xerez drigo andava estonces con su corona de oro en la sopo, atrevidamente es cerca rey Ro- el cabeza, e vestido de paños de peso en un lecho de marfil que llevavan dos mulos, ca así era entonces costumbre de andar los reyes de^os Godos, e comenzaron lidiar facienda, e duró la de un Domingo ocho días que nunca más >]Más los christianos lidiando e seyendo ya los nobleza real dellos non sabe home qué fuese fecho Rodrigo en este tiempo desde comedio: pero la ficieron sinon fasta otro tos, e los otros fuydos, duras e (l), e los zapatos la E corona e de Portogal fué crito: «Aquí yaze el de que después a tiempo en se fizo, sinon en fallado rey Rodrigo, el conde don el en el siglo xiii, conforme con lo prueba en que consejero de Aneéis, de él. el el poema de Aneéis de conde D. Julián y Muza en El Marsilio, Poema de Fernán No si degenerada, liviano antecedió a fué la forma épica y la la la epopeya la en está convertido Isoré, no creemos que fueran menos no queda González, que alude a ellas va- General o si y puede clerezia. es posterior a ella. que tomaron estos forma novelesca, cuando por presuncioso lo Cartago^ compuesto gamente, es ya un tardío producto del niester de disputarse que Ajbar-Machmud. el recogidas en ningún cantar de gesta castellano: a lo vestigio > Julián, tra- del caballo, Estas tradiciones, que llegaron a penetrar hasta en como es- de latino (Orelia o Aurelia) que de árabe, todo está bastante francesa, un treme- no supieron postrimero rey de los Godos nombre tiene traza allí cibdad de Viaeo la ducida asimismo del Toledano. Salvo el demás las vesti- un monumento en que estava Sigue una vehemente declamación contra más don de oro e de piedras preciosas dal cerca del río Guadalete, sin el cuerpo más que muer- del rey e el su caballo, al qual dezien Orella, fueron fallados en tierra assí relatos, sino otra los hombre llamado Pedro años de 1 más 443 «un del Corral hizo una que llamó Crónica Sarracina^ que más propiamente se puede llamar trufa o mentira (i) Insignia es paladina», según expresión de Fernán Pérez de la expresión que usa D. Rodrigo. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Guzmán, en prólogo de el las Generaciones efecto, la llamada Crónica del rey España (l), la caballerías, vez que la siguiendo costumbre de la destruyción de la y no de los más antigua novela de argumento nacional que posee nuestra rral, semblanzas. Es, en D. Rodrigo^ con un verdadero libro de agradables e ingeniosos, a y 37 menos histórica Pedro del Co- literatura. de libros de este los autores jaez, atribuyó su relación a los fabulosos historiadores Eleastras, Alanzan y Carestes; pero no hay duda que tuvo a la vista la Crónica general y y sobre todo la del moro Rasis, a quien sigue a veces literalmente. Todo lo demás de este enorme libro es de pura invención del autor, que le compaginó con los lugares comunes del género caballeresco,llenándole de torneos, justas, desafíos y combates singulares, festi- nes suntuosos, pompas y cabalgatas; convirtiendo a un paladín andante que ampara a la duquesa de conde de Barcelona con otra leyenda lo hace el Don Rodrigo en Lorena (como en la Emperatriz de Alemania), celebra Cortes en Toledo, se casa con Eliaca, hija del Rey de y ve concurrida su corte por los más bizarros aveny Polonia. Abundan en la novela los nombres menos visigóticos que pueden imaginarse: Sacarus, Acrasus, Arditus, Arcanus, Tibres, LemÁfrica, tureros de Inglaterra, Fraíicia brot, Agresses, Reliarte, tomados algunos de Lucena, Medea, Tarsides, Polus, Abistalus> ellos de la Crónica Troyana, que fué evidente prototipo de este libro español en la parte novelesca. Las fábulas ya conocidas logran exuberante desarrollo en Corral. Sabe de predecesores, y la fantasía de Pedro del mucho más que sus menudamente como si la hubiera la casa encantada de Toledo la describe tan visto, convirtiéndola en una especie de alcázar mudejar. Sabe que fundó Hércules Fuerte cuando vino en España^ y que dejó en la ella el «muchos encantamientos, porque después de conoscido el su saber e poder». La casa, de su muerte fuese gran maestría, estaba hecha en esta guisa: «Cuatro leones de metal debaxo del cimiento desta: e son tan grandes, cavallo de una parte, y que estando un hombre de suso de un gran otro de otra, no se podían ver; tan grandes (i) La edición que tengo es de Sevilla, 1527. Anteriores a ésta hay las de 1511 y 1522, también sevillanas; y posteriores, la de Valladolid, 1527; To- ledo, 1549; Alcalá de Henares, 1587, y Sevilla, del mismo año. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 38 son los leones; e sobre ellos está alta, que no ha hombre en la es toda y casa, mundo que una el redonda e tan pierna pueda echar de suso: e ya esto han provado muchos, mas nunca pudieron Cierto es que en toda hombre, e todas la que demuestran ztentes mármoles tan claros e jaspes, e ser cristal. Son de tantas colores, cuydamos que dos piedras ende ay de un^ otros no tilmente son juntas unas con otras, que dallas, mayor que una mano de casa no ay piedra más son de las no creeríades sino que si no los lu- que nos- color: e assí so- muchos colores casa es toda una piedra entera, e la manera unas sobre otras, que veyén- dolas podedes saber todas las cosas de batallas pasadas y de gran- son puestas las piedras por tal des hechos, y esto no es de pintura, mas las colores de las pinturas e la gran arte de juntar las unas piedras con otras lo muestran pa- recer anssí». Estupendas son pió los con sus *E que las cosas candados y cató lo allí vio que había en Don Rodrigo cuando romla casa, entrando por ella altos homb?-es: un palacio hecho en cuadra tanto de fallaron como de la otra, en el la una parte muy guarnido, y en aquel hombre muy grande además e todo qual havía un lecho lecho echada una estatua de un brazo tendido y en la mano un escripto. E que con él eran vieron este lecho, y en él este hombre echado, fueron mucho espantados de lo que quería ser: e armado, y tenía quando el Rey el e los dixieron ciertamente aquel lecho era de las maravillas de Hércoles y de sus encantamientos: e como vieron el escripto que tenía en la mano mostráronlo al Rey, y el Rey fué a él et tomogelo, et abriólo y leolo, y dezía assí: «Tú tan osado que este escripto leerás, para > mientes quien eres: et quánto de mal por ti verná, que assí como » por mí fué España poblada » » despoblada y perdida: et quiero te dezir que yo fui Hércoles el fuerte aquél que toda la mayor parte del mundo conquisté, et a » toda España, et maté a Gerión » et * yo et conquistada, assí será siempre de grande, que era señor della: solo sojuzgué a todas estas tierras muchas gentes et fuertes cavalleros; et » quistase fueras la muerte: cata lo » el no llevarás sino los bienes que ti de España: nunca fallé et conquisté quien me con- que harás, que deste mundo al leydo este escripto, el ficieres»: et COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA mucho de PRey se turbó E zado este fecho mucho de que lo vio, et ya no quisiera aver comen- el que en e las colores cio era tan blanco más negra que ralda, él muy Y en de fuera ni todo todo E la nieve. el el otra parte era la palacio era muy De lo •éste no palacio muy como » les hizo esta casa, luego que el él una puerta anda va la era de Rey ovo leydo dezía, abrió la puerta, lo muy de y desque la sotilmente hecha e asaz ellas: y tres mil e seys años». entendió lo que en las tal » no puede E quando el hebreas y des- una caxa hecha y ésta era muy sotil y hecha de de muchas piedras preciosas y de griegas entretalladas que dezían: muerte ellas plata, manera que era una gran abierta esta arqueta, letras maravillas de Hércoles>; gran precio, y estava cerrada con un candado de » su «Guando Hérco- ovo abierta hallaron extraña obra dorada e toda llena fecho en después que un poste: y como un hombre estas letras ovieron leydo, vieron en aquel poste en que estava una arqueta de » Y fuera. Adán en las letras que dezían: «Esta casa es una de que luziente quel era hecho, no fallaron en él sino pequeña, scripta de letras griegas: y dezía en E san- que se podía ver tal gruesso e todo redondo: e tan alto comunal: y estaba en la suso avía finiestras atantas que que dentro estava tan claro como el esme- la fina más claro e <iavan gran claridad, por manera que todo era vieron como más bermeja que madero ninguno de dentro palacio no avía obra de fuste del pala- que era en derecho era otra la e la otra parte era verde la pez: clara: e La una parte estavan eran quatro. como y en derecho della cristal ni que a todos los cavalleros que ende eran les pesó escripto dezía, y esto visto fueron ver otro paque era tan maravilloso que hombre no vos lo podría contar: lacio gre lo 39 «El ser aljófar, y éste era y estavan en ella Rey en cuyo tiempo cosa, letras fuere que no vea maravillas antes de Rey entendió esto, dixo: «Dentro en que yo ando y lo que Hércoles mucho » defendió». El Rey y tomó el candado y quebrólo con sus manos, ca otro ninguno non lo osó quebrar: e assí como fué el candado > esta arqueta yaze esso por quebrado y el arqueta abierta, no hallaron dentro sino una tela ^blanca e plegada entre dos tablas de arambre: e assí como las tomó desplególas luego, e hallaron en ellas alárabes en figuras con sus tocas, y en sus manos pendones, e con sus espadas a los cuellos, e sus . ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 40 ballestas tras sí en de los arzones este hombres que andarán y ciaren estas figuras, > rán a España e ser.ln della señores » Y desta guisa salieron fuera de que no dixessen ninguna cosa de cerrar las puertas de y encima de las figuraspaño fuere estendido e pares- las sillas, «Cuando avían letras que decían: la lo armados conquiri- ansí » casa, la que allí y defendió a todos él avían hallado: et manera que primero estavan: mandó non eran et bien acabadas de cerrar, quando vieron un águila caer de suso del ayre que parescía que descendía del ardiendo y alas, de arder, y de de suso de et púsolo con el tizón el resina, así vivas llamas tanto quemó que en toda E fecha ceniza. casa e la ayre quel águila casa se encendió de la cielo, e traya y tan tal altas comenzó de ceniza: e tantas eran la el este fué el nombre de en la la y esparzióse los untassen gentes con san- destruyción de España». primer autor en el Cava (de origen arábigo: Caba^ mala le hallamos en la Crónica de D. Pe- que conviene también con Pedro del Co- drOy del canciller Ayala, rral la si que davan tan ceniza muy muchas Don Rodrigo de ¡a mujer o ramera), puesto que ya decían como primero signo de es el fabuloso cronista el la su señorío era, et sobre quien cayó, los tornava tales No fuera hecha a poca de hora llegaron unas avecillas negras, e an- por España toda quanta quien se lee si las comenzó que esto era gran maravilla, e grande viento de su vuelo, que se levantó toda Y alas manera como con alear con sus fazía no quedó señal de piedra, y toda fué ella duvieron por de suso de gre un tizón de fuego parentela que asigna a la desflorada doncella, «a la qual Caba, e era que era hermana fija del Conde del Arzobispo Doña e de su mujer Don Opas [Orpas en Faldrina. Corral) e fija del rey Vitiza» (l). Tal identidad en autores de tan diversos estu- y dios carácter como el gran canciller y el liviano historiador de la destruyción de España^ sólo puede explicarse por Ja presencia de texto común, que probablemente fué que falta Pero de la en si los el del moro un Rasis en la parte- ejemplares que hoy conocemos. es cierto Cava, no lo es que Pedro del Corral no inventó menos que él fué el quien amplificó mal nombreel cuento de- sús amores con todo género de atavíos novelescos: coloquios, razo— (i) Año II, cap. XVIII. Sigo el texto de Llaguno. 1 COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 4 namientos, mensajes, cartas y papeles, que fueron después brava mina para los autores de romances y aun para los historiadores graves. No omitir primera escena del enamoramiento: «E un día la el a los palacios del mirador que avía fecho, e anduvo por sobre en huertas e vio a la Cava, las las conde D. del fija huertas bailando con algunas donzellas: más fermosa donzella de su fechos, y ojos en rey el ella, le avía como e pensando que no la lo que en plazer la les no sabían la Cava era como assí la vio, sus echó los e otras donzellas jugaban, alzó las faldas E como veya ninguno guardosa e cercada de grandes podían ver sino de que estava más amorosa en todos casa, e la buena voluntad, ella ellas como rey se fué la sala solo Julián, y parte del rey, ca bien se cuydavan que dormía, e la podemos es posible extractar tan larga narración, pero no tapias, e allí cámara del rey, no venía assí como si do huerta era la ellas muy andavan no se guardavan, mas las fazían fuessen en sus cámaras. E creció porfía entrellas desque una vez gran pieza ovieron jugado, de quién tenía más gentil cuerpo, e oviéronse a desnudar e quedar en pellotes apretados pechos y lo que tenían de más de las tetillas: e fina escarlata, e parecíansele los como el rey la miraba, cada vegada le parescía mejor e decía que no avía en todo ninguna dueña que ygualar se pudiese a ni gracia: el enemigo no esperaba otra cosa sino era encendido en su amor: andávale todavía el la mundo esto, e vio al donzella su fermosura ni su que el rey oreja que una vegada cumpliesse su voluntad con ella». Viene a continuación una escena de galantería pasó íntegra a levantó los romances: «E así assentóse a una ventana. y comenzó de meter E las rodillas en la la Cava Cava fué luego a el extraña, que ovieron comido, suelo, y el rey se Y antes que se levantase de tavla,, a la rey na e a las doncellas su juego. vio que jugaban, llamó a sus manos. como muy e dixole la E como las que sacasse aradores de las ventana do el rey estava e hincó y él como estava ya manos blandas y blancas, catávale las manos; enamorado y en ardor, como le fallaba las y tales que él nunca viera a mujer, encendíase cada hora más en su amor». La Cava no opone gran lada y escarnecida se aflige resistencia al Rey, pero después de vio- y avergüenza mucho, y comienza a per- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 42 <!er su hermosura, con gran pasmo de todos, especialmente de su doncella Alquifa, a quien finalmente confía su secreto, y por consejo de la cual escribe a su padre una carta (jue luego ha sido para- fraseada y amplificada de mil modos. El urde su traición de concierto con el Conde jura vengarse, y obispo D. Opas, hermano de su mujer doña Francina, y señor de Consuegra. La parte que pudié- ramos llamar moro Rasis, si historial y Rey después de las la conquista prosigue bastante ceñida bien con grandes amplificaciones. La parte ginal de la Crónica de del de D. Rodrigo es de la batalla, armas todas abolladas de la los do>: sus lamentaciones confusas vivacidad que luego cobraron en lo que más al ori- se refiere a la suerte cual sale «bien tinto de sangre grandes golpes que había recebi- y pedantescas, que no el tienen la romance; su romántico encuen- con un ermitaño, y la áspera penitencia que hizo de sus pecados, conforme a la regla que aquel santo varón le dejó escrita al tro morir tres días después de recibirle en su ermita; y las repetidas tentaciones del diablo, recía, tomando en una de D. Julián Es ([), y en otra el que en varias estas apariciones el de la Cava; cómo resistió a figuras se le apa- semblante del conde y cómo, finalmente, rescata germen más remoto de la tradición, que luego veremos desEl puñal del Godo. El falso conde D. Julián saca su propia espada y se la entrega al Rey para que por su mano tome venganza de su traición. «E el falso Conde, como llegó a él, fizo su reverencia, y el Rey como lo vido fué muy espantado, ca lo conoció bien: empero estuvo quedo. Y el falso Conde se llegó a él: e provóle de le besar la mano, y el Rey no se la quiso dar, ni se levantó de su oratorio, y el falso Conde, las rodillas fincadas en el suelo ante el Rey, díxole: «Señor, como yo sea aquel que te haya » errado de aquella manera que hombre traydor a su señor erró e > como nuestro Señor Dios es poderoso ovo piedad de la mi ánima e no » quiso que yo me perdiesse, ni que España fuesse destruyda: ni tú, Señor, » ab.ixado de la tu grand honra y estado ni del tu gran señorío que en Es(i) el arrollarse hasta llegar a háme mostrado por como estavas aquí en esta herde tus pecados. Porque te digo que fagas > justicia de mí, e tomes de mí venganza a tu voluntad como de aquel que te » lo merece, cá ya te conozco que eres mi Señor > E sacó entonces el conde don Julián su espada e davala al K&y, e díxole: «Señor, toma esta mi » espada, e con tu mano misma faz de mí justicia, e toma de mí la tu ven» ganza qual quisieres: ca yo la sufriré con mucha paciencia, pues que te » erré.» Y el Rey fué muy turbado de la su vista, e assimismo de las sus palabras Y el falso conde don Julián le dixo: «Señor, ¿no tornas sobre la sancta » paña tienes, revelación » mita faziendo tan gran penitencia COMEDIAS DE ASUNTOS DE todas SUS culpas con un lucillo que le el LA. HISTORIA PATRIA 43 horrible martirio de ser enterrado vivo en o sepultura en compañía de ima culebra de dos cabezas, va comiendo por cer día sucumbe, las mismas, anunciando Divídese la el corazón y por la natura. Cuando al ter- campanas del lugar inmediato suenan por la sí salvación de su alma (l). llamada Crónica de D. Rodrigo en dos partes, pero, de Jesu-Christo, que del todo se va a perder? levántate, y defiéndela: que gran poder te traygo, y servirás a Dios e cobrarás la honra que tenías ! perdida: levántate e anda acá, e ha duelo de la mezquina de España que se > va a perder, e adolécete de tantas gentes como peresen por mengua de no » tener señor que las defienda. > Y el conde don Julián le dezía todas estas palabras por lo engañar: el diablo que avía tomado la su forma era, que no el Conde. Mas el Rey no se pudo detener que le non dixesse: «Conde, id vos 5' defended la tierra con essa gente que tenedes, assi como la fuistes a perder » por la vuestra tan grandíssima trayción que a Dios et a mí fezistes. E assí » como traxistes los moros enemigos de Dios e de su sancta fe, e los metistes s por España, assí los lanzad fuera della y la defended: que yo no vos mataré » ni vos ayudaré a ello, y dexadme a mí: ca yo no soy para el mundo, que aquí » quiero facer penitencia de mis pecados: e no me movades más con estas » razones. > Y el falso del conde don Julián se levantó y se fué a la gran compaña que avía traydo: e tráxolos todos antel Re)'. Y el Rey, como vido aquella gran compaña de cavalleros, vido entrellos algunos que él bien pensava que eran muertos en la batalla. E dixéronle todos a muy altas vozes: «Señor, ¿a » quién nos mandas que tomemos por Rey nuestro señor e por señor que » nos ampare y nos defienda, pues que tú no quieres defender la tierra ni » yrte con nosotros? Cata, señor, que no es servicio de Dios que dexes » perecer tanta christiandad como de cada día se pierde por tú estar aquí tan » solo y apartado como estás » Y el Rej' quando oyó estas palabras fué movido a piedad, e viniéronle las lágrimas a los ojos, que las no podía tener: y estava de tal manera tornado, que el seso se le avía fallecido, et callava, et no respondía cosa ninguna que le dixessen. E todas estas compañas que lo veyan quexávanse muy mucho, e davan muy grandes vozes e fazían muy grandes ruydos e clamores Y el Rey en todo esto no íazía sino llorar, e nunca les fabló cosa ninguna.» (Cap. CCL de la segunda parte.) (n La génesis de esta fábula ha sido expuesta con mucha agudeza por el Sr. Menéndez Pidal en el artículo ya citado. Nació de una mala inteligencia o mala copia del texto del moro Rassis, y fué desarrollada por Pedro del Corral con todos los lugares comunes de la leyenda del enterrado en vida, que ya aparece en el Edda escandinavo, donde Gunar es arrojado por orden <ie Atila a una fosa llena de serpientes, una de las cuales le muerde el cora7Ón. Pero la fuente inmediata de Pedro del Corral parece haber sido un libro de ejemplos piadosos, de los que tanto abundan en las literaturas de la Edad » fe » muy 3- Media. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 44 en primera y los últimos capítulos de rigor, sólo la segunda la nen relación con aquel Monarca. El personaje capital de es el Infante Don Luz; infancia; los el segunda muy prolijamente narrados, tabulosa historia la amores de su padre Favila con la Princesa Doña secreto nacimiento del futuro restaurador de España, ex- puesto a la como nuevo corriente del Tajo o nuevo Amadís; el aunque nada popular y nada Lozano en su de Toledo, de la cual lo la demás de Rómulo inocencia esta sabrosa, nuevo original historia, a la cual dio realce en las postrimerías del siglo del Dr. Moisés, nuevo de Dios, en que defiende juicio de doña Luz su encubierto esposo, y todo pluma tie- Pelayo, y en esta Crónica es donde se encuentran por primera vez, y de su la XVII la ingeniosa y pintoresca historia anovelada tomaron este de los Reyes nuevos argumento, Zorrilla para yenda de La Princesa doña Luz, que es de la le- mejores suyas, las y Hartzenbusch para aquella transformación castellana del asunto trá- La madre gico de Mérope, que llamó nocido y celebrado de No seis lo romances existen de Pelayo, drama menos co- que merece. viejos acerca del Rey Don Rodrigo: que admitió Wolf en su Primavera están tomados, o de la los Cró- nica general o de la de D. Rodrigo, principalmente de esta última, y, por consiguiente, no pueden ser anteriores a del siglo XV. Por el estilo pertenecen todos la segunda mitad al siglo XVI, pero unos parecen juglarescos, y otros de poeta algo letrado. Muy rara vez añaden circunstancias poéticas al texto en prosa que van si- guiendo, pero debe hacerse una excepción en favor del que co- mienza Las huestes de D. Rodrigo desmayaban vez de las fastidiosas declamaciones que Corral pone en boca de Don la y huían; donde, en Crónica de Pedro del Rodrigo, se leen aquellos animados y valientes versos: Ayer era Rey de España, — hoy no lo soy de una Ayer villas y castillos, — hoy ninguno poseía; Ayer tenía criados, — hoy ninguno me servía. Hoy no tengo una almena — que pueda decir que La concentración lírica de este pasaje, criptiva de aquel otro fragmento del así villa, es mía como la mismo romance: rapidez des- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Iba tan tinto de sangre, La espada lleva hecha -que una brasa sierra, parecía; — de los golpes que tenía; El almete, de abollado,— en la cabeza se hundía muestran el informe que de Pedro del Corral el libro y de algún me comen», que debe to de les ofrecía; pero, fuera como otro, el famoso «ya su principal celebridad a poco sobre vantes, la poesía adelantó mero eco de , partido que podían haber sacado los poetas del material estos felices rasgos ya 45 la crónica, o de Cer- la cita más bien bien los autores de romances tuvieron ella, si de me comen, fué un el talen- de condensar sus rasgos expresivos, y por con- simplificarla, siguiente de mejorarla. En el Romancero de Duran, donde, como da más orden que lo popular, lo juglaresco, lo erudito los es sabido, no se guar- de géneros y asuntos, apareciendo mezclados el y lo artístico, llegan a veinticinco romances de Don Rodrigo, incluyendo los de fines del siglo xvi, algunos de los cuales tienen autor conocido; por ejemplo, briel Lobo Laso de la den de una u otra de Vega. Estos romances las las pintadas aves, uno que figura en la de Ga- cuando no proce- (l), dos crónicas mencionadas, son puras am- plificaciones líricas, a veces Cuando los de notable mérito, como y todavía más el que empieza este brillante principio de Rosa española de Tiraoneda: — Los vientos eran contrarios, la luna estaba crecida. Los peces daban gemidos— por el tiempo que hacía, Cuando el Rey Don Rodrigo —^junto a la Cava dormía. Dentro de una rica tienda - de oro bien guarnecida. Trescientas cuerdas de plata— la su tienda sostenían; Dentro habia cien doncellas — vestidas a maravilla; Las cincuenta están tañendo— con muy extraña armonía; muy dulce melodía; Las cincuenta están cantando — con Allí hablaba una doncella— que Fortuna se decía (2). (i) No con todos ellos, pero sí con los más conocidos, formó Abel Hugo (hermano de Víctor) su Romancero e histoi-ia del rey de España D. Rodrigo, postrero rey de los godos, en lenguaje antiguo (2) A pesar de su origen erudito, la París, Boucher, 1821. penitencia del Rey Don Rodrigo es uno de los pocos temas históricos que hoy mismo persisten en la tradición oral. Dos romances se han recogido en Asturias sobre este argumento, y pueden leerse uno y otro en el libro de D. Juan Menéndez Pidal, Poesía po- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 46 En el siglo xvi esta tradición alcanzó su forma clásica, penetran- do en todos los géneros de literatura. Graves historiadores, Ambrosio de Morales, la daba la la aceptaron, principalmente por los atavíos novelescos que tiene en Crónica de D. Rodrigo. El P. Mariana, que escribía como peso que autoridad del arzobispo D. Rodrigo, pero absteniéndose cuerdamente de engalanarla con la el como artista y cuidaba más histórica, manifestó ciertas del gran estilo dudas sobre el que de la la historia puntualidad palaciaencantado de To- ledo y otros pormenores («algunos tienen todo esto por fábula, por invención y patraña: nos ni la aprobamos por verdadera ni la desechamos como falsa»); pero no tuvo reparo en valerse, para su elegantísima narración de los amores de la Cava, del libro apócrifo de fular. Colección de viejos romances que se cantan por los asturianos en !a danza prima, esfoyazas y filando?tes (Madrid, 1885). Ni en uno ni en otro se nombra al Rey Don Rodrigo, pero la leyenda es la misma, como puede juzgarse por los siguientes versos de la segunda variante, que es más completa, y que, como se verá, tiene versos comunes con el núm. 606 de la colección de Duran, lo cual es indicio de origen común y relativa antigüedad. El romance asturiano conserva detalles de la Crónica de D, Rodrigo que faltan enen el impreso, como el tañerse las campanas por sí solas: Allá arriba en alta sierra, Donde cae la — alta sierra montesina, — y el agua menuda y fría. nieve a copos, Habitaba un ermitaño— que vida santa facía c Confiéseme el ermitaño, -por Dios y Santa María, Y déme de penitencia— conforme la merecía.» — tConíesar, confesaréte, absolverte no podía.» Estando n'estas razones,— se 03^6 una voz que decía: Santa María, «Confiésalo el ermitaño,— por Dios Y dale de penitencia— conforme lo merecía > Metiéralo en una tumba— donde una serpiente había Que daba espanto de verla; siete cabezas tenía: Por todas las siete come, por todas las siete oía. El ermitaño era bueno, — y a verlo va cada día. «¿Cómo te va, penitente, -con tu buena compañía? <¡Cómo quieres que me vaya,— pues que ansí lo merecía! De la cinta para abajo, ya comido me tenía; 5'' — — s> — — luego me comenzaría: El que quiera ver mi muerte, — traiga una luz encendida.» De la cinta para arriba, — Cuando llega con la luz, }'a el penitente moría. Las campanas de la gloria, ellas de sou se tangían Por Taima del penitente, que pra los cielos camina. — — - COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Pedro del Corral, dándonos, como versa, el texto deshonra la de (l). carta en que la él, 47 aunque en locución la triste muy di- heroína notició a su padre Fray Luis de León hizo resonar en la lira de Hora- cio las imprecaciones contra el injusto forzador, siguiéndole a mu- cha distancia Francisco de Medrano, autor de una segunda Profecía del Tajo. Y, finalmente, privilegio de ser el este asunto, tan traído de llevado, tuvo el único de nuestra historia nacional que pasó La única primitivo Teatro español. citarse antes y las de Juan de pieza de este género que la Cueva, es la ai puede Historia de la gloriosa Santa Orosia, compuesta por el bachiller Bartolomé' Palau, natural de Burbáguena^ la cual es una historia cible para representarse (2). de santos, en el intervienen ella como Julián, la que entonces se lo sentida y apa- el Rey Don Rodrigo, moro Muza. Es ensayo harto can- personajes episódicos Cava y doroso y de valor poético para muy en rigor, una comedia es, seguramente para ser representada en Jaca; pero escrita conde D. Esta Historia el muy estilaba, exiguo, pero de bastante acción y versificada con soltura en algu- nos trozos. Continuaba leyéndose como su lenguaje guando la afición bir bajo la sátira la empezaba a aparecer arcaico, a los libros de caballerías, de Cervantes, no aquella leyenda con otra de No antigua Crónica de D. Rodrigo; pero faltó y además iba raen- próximos ya a sucum- quien tratase de sustituir más pretensiones históricas y más aco- de la Cava (*), que se convirtió en un de Luna hilvanó otra carta, cuyo texto daré después; otra distinta de todas las anteriores trae Saavedra Fajardo en su Corofia gótica, y finalmente, hay una en verso del coronel D. José Cadalso, en el estilo de las Heroidas de Ovidio. Reimpreso y ampliamente ilustrado por D. Aureliano Fernández (2) Guerra en su erudito libro Caída y tuina del imperio visigótico español. La obra parece compuesta en el primer tercio del siglo xvi, al cual pertenecen las demás que conocemos del bachiller Palau. El Sr. Fernández Guerra fija el texto con ayuda de un antiguo manuscrito v de una edición muy tardía, de Barcelona, por Sebastián de Cormellas, 1637, cuyo único ejemplar conocido para hoy en la biblioteca de la Academia Española. (1) tema para aquí el epistolario retórico. Miguel (•) Cartas escribe la Cava, La Cava es el principio de un romance antiguo. las escribía ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ^8 época. Esta nueva ficción tuvo un carácter modada al gusto de de mala fe y de impudencia que no había tenido la morisco de Granada, llamado Miguel de Luna, intérprete lengua arábiga de (lo cual acrecienta su culpa, a Un primera. la oficial de vez que es indicio la postración en que habían caído los estudios orientales en Es- la paña), hombre avezado género de fraudes, y de quien se sos- a este pecha, por vehementes indicios, que tuvo parte en los libros plúmbeos del Sacro Monte, la pérdida de España , «compuesta por alcayde Abuicacim Tarif Abentarique, natural de medina en Arabia Pétrea» la invención de en la que llamó Historia verdadera del rey biblioteca de El Escorial una D. Rodrigo y de la fingió haber descubierto la el sabio ciudad de Al- y publicó esta supuesta traducmargen algunos vocablos arábigos (l), ción, haciendo alarde de sacar al para mayor testimonio de su fidelidad. Este libro, disparatado e insulso, que como novela cuanto más de está a cien leguas las deliciosas losa, teniéndole la muchos por verdadera historia, y suplantando en- musulmán tampoco, ni aprendido en algún poema De Luna italiano. la había acontecido con arábiga en castellayia, dice el Rey; la cual, hasta sino carta alegórica poco limpia en que Florinda da a entender a su padre la Fué lástima nombre de Florinda, no oído el entonces en España, y nada gótico que autor Miguel de Luna como fuente para su prefiriese a De Luna procede el una celebridad escanda- poética relación de Pedro del Corral. que Lope de Vega comedia. Crónica Sarracina^ la Guerras de Granada^ que quizá se propuso remedar, logró, sin embargo, teramente a de la y desgracia traducida de lengua así: «Entre muchas nuevas que hay dignas de memoria en este palacio, sólo ésta es contaré por más notable que teniendo yo esta ( I ) sortija jamás acontecida a Rey: y que va dentro de esta caxa, con esta La verdadera hystoria del rey Don ni Rodrigo, en la qual se trata la causa principal de la pérdida de España y la conquista que della hizo Aliramolin Almanzor. Rey que fué del África y de las Arabias. Compuesta por el sabio Alcayde Abuicacim Tarif Abentariq, de nacio'n árabe, y natural de la Arabia Pétrea. Nueva?nente traduzida de la lengua arábiga por Miguel de Luna, vezino de Granada, e intérprete dei rey Don Phelippe nuestro señor. Impresa por Rene Rabut: año de 1592, que todavía es muy 4.° Hay por lo menos nueve ediciones de vulgar en España. este libro, COMEDIAS DE ASUNTOS DE HISTORIA PATRIA LA. 4j engastada esmeralda, sobre una mesa suelta y descuydada (joya de míos tan estimada como es razón), cayó sobre mí y de los estoque real, medio la ella el y desgraciadamente la hizo dos pedazos, partiendo por verde piedra, sin ser yo parte de remedialla. Hame causado tanta confusión este desastre, qual jamás podría mi lengua significar en si el discurso de ser pudiere, diallo. mi vida. Padre mío muy porque en España yo no querido, remedia mi mal siento quien sepa Mi madre queda no muy buena, y yo en su guarda: de Toledo, a •setecientos Lope y cinquenta tres de diziembre de reme- mismo, y Dios sea la era de César de años.» versificó del siguiente La lo sortija Que me modo de diste, esta carta: los lazos, padre mío, Cuya piedra verde envío, Como veis, hecha pedazos. Se me ha logrado muy mal; Pues siendo tan casta y Por mis pecados, sobre bella, ella Cayó el estoque Real. Es mi pena tan extraña, Que, si no venís acá, No entiendo yo quién podrá Remediarme en toda España. Padre, con esta sortija Sin honra quedas y quedo. Dios te guarde. De Toledo: Tu desventurada hija. Lo que no encuentro en Miguel de Luna, -dónde lo ni puedo tomase Lope, puesto que, dado su respeto a no creo que lo D. Julián sobre la atinar de tradición inventase del todo, son las raras especies que cuenta la infancia de la Cava y los fatídicos anuncios de su destino: Porque en discurso de un año Mudó el pecho de cien amas. De dondequiera que iba, Cuando ya en sus Mbnéndkz y Pkl.kyo.— Estudios sobre el pies andaba, Teatro de Lope de Vega. ^ , ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. JO O por ojo, o por caídas, Volvía con mil desgracias. Cuando el ama la enseñó, Fué la primera palabra España, y tras de ella dijo: Nací para mal de España». .Seis años tuve enferma, la Melancólica y turbada; Porque decía que vía Muertes, moros fantasmas. )' Jamás en sus blancas manos Tomó género de armas Que no se hiriese con ellas, Cosa que en extremo espanta. En mi mesa Rotos y Y los cuchillos, punta andaban, sin cerrados hasta el medio Corredores y ventanas Porque un astrólogo Que de una torre dijo muy alta Se había de echar Florinda En La la la ciudad de Malaca tradición que enlaza el nombre de la Cava con una puerta de ciudad de Málaga, era ya conocida en tiempo de Ambrosio de Morales: «He visto la puerta en el muro, que llaman de dicen quedó aquel nombre, habiendo salido por carse». Pero el discreto Pedro la Mantuano (i), ella y en sus Advertencias a (que era arábiga y de azulejos de colores) se llamó (2). Cava, para embar- Historia del P. Mariana^ tiene por más verisímil que delante una cava o foso la así la puerta porque tenía Miguel de Luna, que, por excepción, Creo que el primer crítico que negó el cuento de la Cava fué Pedro (i) Mantuano en sus Adveriencias a la Historia del P. Mariana (Milán, i6ir),. pág. 98: < Probaré como no hubo Cava, y quién fué la causa de la destruíción de Hespaha (la traición de los hijos de Vitiza)». Del capitulo del P. Mariana dice que ^parece sacado de algún libro de Caballerías*. «Ouanto a lo segundo de que en Málaga hay una puerta que se llama (2) la Cava, por haver salido por que hay tres puertas juntas ros, delante de las allí una de a embarcarse la Cava; la otra, verdad desto es que eran de un atarazanal de quales estava una cava o fosso. Y los Mo- assí las llaraavan las 1 COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTOKIA PATRIA cuenta la muerte de quien rral, la Cava más poéticamente que Pedro del Co- hace sucumbir en Ceuta por haberse clavado una es- pina de pescado en tas, la aprovechó la la mano derecha que tradición local fin dad Lope de Vega adoptó capítulo XVIII puertas de la se le gangrenó de resul- malagueña para hacer que a sus días arrojándose pusiese (l). 5 la la Cava de una torre de aquella ciu- misma versión, contenida en ei del falso Abentarique: Cava. Y por otro nombre las llaman 03' la Puerta escura, por estar tapiadas; haviéndosele caydo el techo y las bóvedas al tarazanal cuyas Y por esso se incorporaron en el Alcazaba: dexando sólo un postigo abierto, por donde baxan de la fortaleza de la Alcazaba a la mar: del qual a la agua deve de haver distancia aun no de cinquenta passos. Y que estas puertas no fuessen en tiempo de la Cava, échase de ver del edificio dellas, por ser edificio de Moros, siendo la fábrica de ladrillo y el frontispicio de la puerta mayor, que 03' llaman puei-ta escura o de la Cava, ser hecho de arquitos de ladrillo, y para más hermosearla tiene lo alto del arco principal, todo lo que coge la anchura del, de azulejos blancos y negros, de colores tan vivas que con haber tanto tiempo que se hicieron y estar en frente de la mar, el salitre no las ha gastado, sino que parece que agora se han acabado de hazer. Y que sea edificio de Moros, dícelo Mármol en el lib. 2 de la Aírica, año de mil y dozientos y setenta y nueve. eran. ^También dizen que está enterrada la Cava en la ciudad de Tiguident en La razón desto es que esta ciudad es la antigua Cesárea: 3' entre los edificios de los templos antiguos, donde se hazían sacrificios a los ídolos, ha3'' uno en el qual está un cimborrio muy alto, que los Moros llaman Cobor Rumia, que quiere dezir sepulcro o enterramiento christiano; y los Christianos mal Arábigos le llaman Cava Rumia, y dizen fabulosamente que está allí enterrada la Cava hija del Conde Don Julián Esto es de Mármol, lib. V del África. Reyno de Tremezen, cap. XLIII.» (Pedro Mantuano, Adverteticias a la Historia del P. Mariana, páginas 98-104.) (i) Sobre el paradero de los traidores que fueron causa de la pérdida de España, había consignado el arcipreste Diego Rodríguez de Almela las siguientes tradiciones en su Valerio de las Historias (lib. VIII, tít. IV, cap. III}: «Grandes tormentos padesció el Obispo Don Orpas, falso christiano, que por sus falsas predicaciones engañó a muchos christianos que se tornaron moros, y les entregaron muchas villas y castillos quando tomaron a España: estos tormentos padesció en fuertes cárceles, puesto en ellas por el Rey Don No menos fué atormentada la Condesa, mujer del que fué causadora en la tra3'ción que su marido fizo al Rey Don Rodrigo, que los Moros le dieron el galardón que merescía por los aver lecho cobrar a España, ca la ficieron apedrear a los christianos que tenían captivos en Ceuta su ciudad, y despeñaron de una torre a un su fijo.» En el lib. IX, tit. VI, cap. VI, añade que el mismo Conde <en un castillo Pelayo, y en ellas murió. Conde Don Julián, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 52 esta imaginación (engañada del «Con sí demonio) determin(3 entre de morir desesperada, y un día se subió a una torre, cerrando la puerta della por dentro, porque no fuese estorbada de aquel hecho que quería hacer, y dixo a una dama suya que le llamase a su padre y madre, que les quería dezir un poco: y siendo venidos, desde lo de aquella torre alto ¿iéndoles al fin del hizo les un razonamiento muy lastimero, di- que mujer tan desdichada como desventurada, no merecía vivir en el mundo con ella era y tan tanta deshonra, mayormente haviendo sido causa de tanto mal y destruición: y luego las dixo: «Padres, en memoria de mi desdicha, de aquí en adelante » no se llame esta ciudad Villaviciosa, sino Malaca: » ella la más mala mujer que hubo en palabras, sin más presentes, por mundo». ni a oír a sus padres, muchos ruegos que el la hoy Y se acaba en acabadas estas nadie de los que estavan hizieron y amonestaciones que el suelo: y llevada medio muery luego murió. Su madre cayó amortecida suelo de su estrado; y el conde Don Julián no se echase abaxo, se dexó caer en ta, vivió como tres días, en aquel instante en el fué tan grande el pesar que recibió de su querida de pura imaginación, entendiendo que aquel caso vino a enloquecer, Dios manera, un día se metió él y a perder mismo con hija Fiorinda, le que era castigo de y estando de esta manos un puñal por los el juicio: sus Fué causa este desastre y desesperación y cayó muerto memoria entre los Moros y Christianotable escándalo de mucho y pechos, y desde allí adelante se llamó aquella ciudad Málaga corruptamente por los Christianos, y de los árabes fué llamada Malaca. > Lope de Vega difiere sólo en lo que toca a la muerte del Conde, nos: puesto que le hace asistir todavía a la batalla de Covadonga, y des- la derrota, ahorcarse como Judas. Nada nuevo nos descubrió Abentarique sobre pués de Don el Rodrigo, y, por consiguiente, en esta parte tuvo paradero de Lope el buen de Aragón miserablemente murió. Y assí mesmo murieron malas muertes los dos traydores caudillos (los hijos de Vitiza, o como dice Almela, Betisa),qu.e se dieron a huir de la hueste del Pvey Don Rodrigo. Grande fué la trayción de este Conde Don Julián; ser traydor a su Señor: ca puesto que el Rey oviesse fecho con la Caba su fija, fornicación, ni por tanto debiera ser tan traydor, que fué ocassión porque fué perdida España y la cobraron ios Moros >. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA acuerdo de los tejer la escena de la fuga del !\Ionarca con referencias a romances más conocidos, y que Ayer era 53 público repetiría de coro: el Rey de España, Hoy, por mi desdicha extraña. No tengo un palmo de Del cielo ha sido tierra. el castigo; Sin remedio y sin ami<^o, De De polvo y sangre cuajado, Se sale el las batallas La cabeza Y La sustitución de primer encuentro de el cansado Rev Don Rodrigo. sin almete, arnés todo rompido. un ermitaño por un pastor o un villano, en el Don Rodrigo con alma después de la viviente, ha de referirse también a Miguel de Luna, que reñere batalla, andando por las sierras Tarif y los suyos, <-. cómo encontraron con un pas- qual esta va vestido con los vestidos del rey D. Rodrigo tor, el y siendo reconocido por el conde D. Julián, se deshizo el engaño en que estaban puestos, y examinado el pastor (como buen rústico que era, de pocas palabras y menos razones), les diso que no sabía más de que estando apacentando su ganado en aquella un hombre recer, cavallero en un cavallo con aquel vestido que mandó que airado, le aviéndose él y el él traía desnudado se los vistió, y le pastor le dio de lo que cayado de tomó una la mano, le ladera arriba, encima, el sierra, llegó a él y cansado, fatigado, qual, se desnudase sus zamarros, vistiesse aquel vestido suyo: to, muy y le preguntó al si al y pa- con el los tomó, y gesto pastor que 3e tenía algún bastinie!i- presente tenía, y tomándole mandó que y subió por mandó al le guiasse al camino; ella hasta que le y el guiado, perdió de vis- y que no sabía más otra cosa». Lope abandona a Don Rodrigo al fin de la segunda jornada, pero enlaza de un modo muy épico la ¡ornada del Guadalete con la de ta, Covadonga, para como vió el Lope la cual reserva el castigo de los grandes traidores, conde D. Julián y el arzobispo D. Opas (Orpaz). Aquí a su texto favorito, la Crónica general^ vol- cuyos autores, según ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA, 54 amalgaman SU costumbre, traducen y 1). Lucas de Túy, los cuales, a su vez, .leonés, llamado por unos arzobispo al habían tomado del cronicón de Alfonso IH Sebastián de Salamanca, toda Rodrigo y a I). Magno, y por otros de parte pintoresca y dramática de la la el escena, especialmente las palabras que atribuyen a Opas y a Don Pelayo. Tal es origen remoto de el Lope, en que Pelayo increpa la bella escena de la comedia de apóstata metropolitano, y rechaza al sus palabras mansas e falagueras: Pon Vé maldades; silencio, traidor, a tus a predicar como alfaquí a tus moros (i). Figuran episódicamente en este tercer acto otras tradiciones que se enlazan con la restauración de la ción de las reliquias de Toledo por materia después al monarquía visigoda: el arzobispo la trasla- Urbano (que dio segundo acto de La Virgen del Sagrario, de Cal- y la persecución amorosa de la hermana de Don Pelayo por un moro gobernador de Gijón, a quien Lope llama caprichosamente derón), Abraydo; la general, Numancio, y za. El personaje es histórico, muerte constan en el en los Tudense y D. Rodrigo, Munu- el puesto que su nombre su derrota y cronicones de Sebastián y de Albelda; pero cuento fabuloso de sus amores no aparece sino las y páginas de D. Lucas de Túy y muy tardíamente del arzobispo D. Rodrigo (2), (i) Los dos versos 37 y 38, columna segunda, pág. 107, que están muy estropeados en las ediciones de esta comedia, creo que deben leerse de este modo: ¡Un sacrilego pecho que en despojos Dará a las aves de Aquerón sus ojos! (2) « ípso Muza prccjectiiram agente Pelagius filius siiprafali diicis Fafila Spaiarius Regís Roderici dominatione Ismáelilarum oppressiis, cum propria sórore est i?igressus. dille, Muza rorem ipsius vi illiiis pulchram, accejisns UbiPelagium Corditbam inisit, et eo absenté so- vero videiis sororem dolóse qiiasí legat.'07iis causa sibi sociavit. Sed Pelagius ut erat vir pOitqua?n rediit, nullatetms cojisensií in i/licito fortis et catholicui, mairimoHio.^ (Crónica del Tu- dense,) 'Erat enim in regioiie Gegionis,ja?n Sarracenis subdita, qiii et in ntoníanis aliqua loca occuparunt^ prcefectus quidam Munuza nomiiie. Christianus qui- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA nació de algún recuerdo confuso de y probablemente toria que el 55 la trágica his- Pacense nos cuenta del otro Munuza, gobernador de Septimania, y de su amada Lampegia, la de Eudón, duque de hija Aquitania. A la supuesta hermana guas no tiene nombre, y de Don Pelayo, que en las crónicas anti- a la cual los modernos poetas trágicos han llamado comúnmente Hormesinda (nombre que llevó realmente hija de Don excepción, Dosinda (apoyado en alegado por En Lope con todo do en escena el lo la el demás paso de Pioña para burlar valle la frágil autoridad de un privilegio invencionero cronista de Cantabria, Fr. Francisco el Sota), la bautizó Sohnira. la Pelayo, casada con Alfonso el Caíóüco), y JowellunoSf por caprichoso y poco eufónico nombre d<? siguió libremente a la General, ponien Don Pelayo por la profunda corriente - dt.. persecución de sus enemigos y refugiarse en ei de Cangas: «E Don Pelayo entonces acogióse a un e pasóse de la que dezien Brete, e era en una aldea cavallo: e metióse a nado por un otra parte, e alzóse en río un monte, e dcm sed Arábibiis faderahis, qui captus pulchritudine que dizen Pionia, los Moros que ve- sororis Pelagü, cum c amicitias simulavit, et fingens caiisam legationis, Pelagium misit Cordubaí:-. gucR olim Patricia, tune erat Arabibus sedes Regni. dam liberto, sibi Eq misso, procurante quo sororem Pelagii copulavit, sed postquam Pelagius rediit.faci ñus noluit tolerare, et resumpta sorore, licet dissimidatis, in Astnriis se recepit non minus magnanitniís quam sollicitus, liberatio7iem patria adhitc sperans. Munuza autem pro ablatione cofijugis reputans se contemptiim, Ta7-ic Principi nuntiavit, jam manifesté Pelagium rebellare. Qui niissis tnilitibus prmcepi/ Mumizce, tit Pelagiíim caperet, et Cordubam destinaret. Cumque milites ad Asturias pervenissent, voluerut Pelagium dolo composito retiñere, sed cofisilio per qiiemdam amicum in vico qui Urete dicitur (en otros textos Brete y Frefe), Pelagio reveíalo quia non poterat armis resistere, ad opposita?n ripam Pioniíz fluminiSy equo insidens, pernatavit, et quia fluvius inufidabat, Sarraceni per- qum Canicce sequi cessaverunf, et ad valletn zobispo D. Rodrigo, De rebus Hispania, Don José Caveda, en su apreciable dicitur, solus venit lib. IV, cap. Examen » (Así el ar- I.) critico de la restauracio'n de monarquía visigoda en el siglo VIII (Memorias de la Academia de la Historia, tomo IX), fija con acierto el origen de esta leyenda; pero se equivoca, ;i mi juicio, identificando ambos Munuzas. Tampoco hay motivo para creer que vdiese tema a cantares de gesta ni a romances. No pasó nunca de las historiaá la -eruditas. — ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA eñ n:en empos vieron ir del por alcanzarlo, quando lo vieron llegar grande, no osaron acometer para como Esta comedia de Lope contiene, épica, pero en futuro, o él e le se ve, mucha materia apuntada más bien que desarrollada. Grillparzer dice, con razón, que no parece un drama hecho, sino ma al río, lo pasar.» más bien una el plan de un dra- de apuntes para escribirle. serie Todo es atropellado e informe. Sólo merecen consideración algunas es cenas que tienen agradable sabor de poesfa plo, el canto y zambra de los moros en Vamos la lírica pd'pular: por ejem- noche de San Juan: a la playa, Noche de San Juan, Que Y alegra la tierra retumba En la el mar. playa hagamos Fiestas de mil modos, Coronados todos De verbena A y ramos su arena vamos, Noche de San Que y el cantarcillo con el estribillo alegra Juan, la tierra y retumba el mar; ñnal que celebra la coronación del Rey «Para bien amanezca el sob: Bendígale España Y guárdele Dios El sol de Pelayo, Gran restaurador, De Asturia y Galicia, Castilla y León: El que mata moros Con sólo su voz. Más que ellos cristianos Con tanto escuadrón; El que de Toledo, A San Salvador Trajo las reliquias De nuestro Señor, Don Pelayc> COMEDIAS DE ASUNTOS ÜK LA HISTORIA PATRIA Coronado 57 llega Con gran devoción, Donde ya le espera La ifrlesia mayor. Bendígale España Y guárdele Dios: Darále el Obispo La su bendición; Niños y mujeres, Hijas más de dos, Mozas en cabellos Van de De otras en pos, órganos y flautas Bailarán al son; Irán las casadas Y A dueñas de honor, besar la mano Al Rey su señor; Casaráse luego Con dama de Don. ¡Dichosa quien goza Tan lindo infanzón! (i). VI de la Jenísalein conquistada (1609) volvió Lope a inde Don Rodrigo y la Cava en el modo y forma que veremos cuando llegue su turno, en nuestra colección, a ese poema. Al Rey Vitiza Sobre el paradero final le llama siempre Costa (el Acosta del moro Rasis (O En el libro tercalar el episodio . del último Rey godo, sólo indica lo siguiente: Dicen que el Rey con un pastor al fuego Pasó la noche, y sin hacerse salva. Cenó su pan, y que le dio sosiego Cama de campo de tomillo y malva; Y que de sangre, puiv».» y llanto ciego, Al primero crepúsculo del alba Tomó una senda, y a morir sujeto. Corrido de su fin murió en secreto. ¡Horrible caso, prodigiosa guerra. Que a quien sobraba tanto mundo vivo. Muerto no hallase siete pies de tierra En que dejar el cuerpo fugitivo! ;C)uanto el juycio de los hombres yerra, Y quanto puede el hado executivcj! {Quién hay que ignore a donde tué su Oriente? Mas ;quién sabrá su fin 3' su Occidente? ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 58 Para terminar esta noticia, apuntaremos brevemente pales manifestaciones literarias que después de leyendas relativas a la pérdida de España y a las princi- Lope han tenido los las comienzos de su restauración. No contaré entre ellas las absurdas y nada poéticas patrañas de los falsos cronicones forjados en tardíos productos el siglo xvii, de una erudición bastarda y de una imaginación tibia y apocada. No perturbemos, pues, en el sueño en que, a Dios graeias, yacen, ni al Liútprando de Román de Ramírez de Prado, menos que «confesor de anda de letra la Higuera, comentado y amplificado por Cronicón de D. Servando^ que se ni al los Reyes Don Rodrigo y Don Pelayo», y al gallego con nombre de D. Pedro xii. En este chistoso a ser una especie de nobiliario, forjado, da, la ciudad de Orense, muy y acrecentado y prohijado por habla como nada de mano, traducido Seguino, obispo del siglo Boanes de titula de testigo vista de el las al documento, que viene parecer, por dos hidalgos picados de gran vanidad linaju- la falsario Pellicer, su autor cosas que había en la torre en- cantada de Toledo, donde penetró en compañía de su penitente Don. Rodrigo, a quien cuelga no sólo bién con su madre Y luego el epitafio amores con Cava, sino tam- la (l). tiene la extraña ocurrencia de parafrasear en dos octavas latinas de Viseo: Hic jacet in sarcophago Rex ille Penultimus gothorum in Híspanla Execrabilem comitem Julianum Abhorreant omnes Ceset Florindse Cava (i) i Don Rodrico nomen viator est, á insuave, Cava cave. querie tnoito a o conde E Don Juliao, e a la condiesa Fati- e a tinha a unha Filha sua chamada Cava Flon'ftdj, que era de estreimada fermosura. E o Rey a persuaden a seti amor. E non contento o que tinha com a may se deytou co ela, e fez ne la un filho que se criou em Evora de apud Godoy AlLusitania, chamado Alterico.-» {Historia de D. Servando dina, que era moito fermosa. mandar. E o proprio dojí Rodrico facía pecado co ela cofi , cántara, Historia de los falsos cronicones, pág. 287.) De este seudo cronicón hicieron bastante uso los historiadores de Galicia y Asturias. Véase entre los primeros al P. Gándara, y entre los segundos al laborioso y crédulo genealogista Trelles y Villademoros, que todavía en 1736, y COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Abierto cauce a nuevas ficciones, revueltas con el todas ellas confluyeron en las historias locales, de servir como de Toledo, por tipo para el caso la (1654- 1663), si gala de fantasía no el español, juntamente con su que entre más de un que en gran parte merced a muy comunicó a en particular a historia, conde de Mora talento narrativo siglo las delicias del David perseguido y los poetas del último Zorrilla. El citar por lo romántica, la tradición renacimiento español, y doctor Lozano, que dio su libro por pero que de todo se cuidaba menos de eso, reunió lo más rracina, en el pueblo y no por fuentes más puras y an- ellos, extravagante y maravilloso que pudo encontrar en en y en sus Soledades de la de mal tono los eruditos es vulgarísimos que son, sirvieron de cadena a tiguas, se antiguas, popularísimo doctor Lozano, cuyos Reyes nuevos de Toledo (1667) han hecho por vida. Estos libros, mucho en aventajase le las cuales podría las el $9 Abulcacim Tarife, en el conde de Mora, en Julián del la Crónica Sa- apócrifo arcipreste Julián Pérez, Castillo, autor de una disparatada y en Historia de los Reyes godos que vinieron de Scitia (1582), documentes de primavera a igual o parecido crédito, las historias y con todo de doña Luz y de la ello dio Infanta Galiana, otros nueva y a la empezado topografía de la famosa cueva de Toledo; que cueva había a ser desde los tiempos de Miguel de Luna, aunque los cronistas anteriores no hablasen de esta disposición subterránea, limitándose a llamarla casa, torre o palacio. El emplazamiento de esta cueva se debe a la mucha erudición y Mora y de perspicacia del conde de Lozano, que, aunque dicen que estaba cerrada, hablan de si la esta cueva de San Ginés, dentro de la casi y en misma el lo principio de ella en la Iglesia Parroquial más iglesia, la berse así dispuesto por alto de qual muchas y la ciudad. Tiene Mayores delirios puerta por Va la la cueva por de- candidez de apoyarse menos que en el de Abencontienen todavía EL Fc7iix católico D. Pelayo el testimonio del «confesor de tarique. la hoy permanece cerrada por ha- justas causas. echa del primer tomo de su Asturias ilustrada, tiene el como hubiesen visto por dentro: cYaze en ella Don Pelayo», no Restaurador, obra de D. José Micheli y Márquez (1648), y la Gigia antiguamoder?ta, de D. Gregorio Menéndez Valdés, que afortunadamente no llegó a imprimirse. > KSTUDIOS SODRK EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 6o tierra tan dilatada baxo de hay hasta cabo de el tres leguas. S.'c principio, y ciudad, sino que sale de la y ella el espacio que por término de colimas, y adornada toda de labradas esta cueva y hay varios pare- con toda brevedad sentaremos por fixo que Túbal la dio Hércules el famoso la reedificó y canto de Real Palacio, ella que no sólo coge Sobre quien labró menudas piedras Mas larga, fábrica es magnifica, notable y primorosa, compuesta de mnckos arcos, pilares ceres y manga o cabo de esta cueva, tan gran Mágico hi/'o y amplió, sirviéndose de bien los Autores varían si labrar Flércules A Mágica leyendo allí la Arte el sitio, una como un palacio encantado, en que puso ciertos lienzos y figuras con algunos caracteres, alcanzando por su ciencia, que había de verse España destruida por aquella gente bárbara y extraña. > Los pormenores de Don Rodrigo entrada de la en habían ido enriqueciendo cada día más, hasta parar en cueva se la la novelesca pluma del buen Lozano. Véase una muestra, para no detener.nos más en libro tan corriente: «Llegaron a una quadra artiñcio, table y en medio y formidable muy della estaba hermosa, labrada de primoroso una estatua de bronce, de espan- estatura, puestos los pies sobre un pilar de hasta y con una maza de armas que tenía en las manos, estaba hiriendo en la tierra con fieros golpes, moviendo con tres codos de esto el ayre, alto, y causando el espantoso ruido que aturdió y amedrenta a los que entraron primero. En esta degeneración diversos. era Según más que la nombre En Ruy Jannes en Y Pero Días de las Games, Victorial (1431-1435), Hércules edificó en los Ríos, la Cueva de Hércules na clásico se hizo ya en la la Edad Media. covas de Ércoles avran grande el muy leyenda se mezclan elementos un templo romano. De todos modos, cripta de Muy la Amador de el Sr. aplicación de este dice de liz aplazada Poema de Alfonso XI, que el es del siglo xr.v cronista de D. Pedro Xiño, cuenta e.". aunque con muestras de incredulidad, 'I'oledo una gran casa, fu q5;e de dos naves, con puer- 1 COMEDIAS DE ASUNTOS DE L,\ HISTORIA PATKIA 6 de ñerro y cerrojos. Cada sucesor añadía uno. Pero Don Rodrigo tas y en vez de los tesoros que esperaba, encontró tres con una cabeza de moro, una langosta y una serpiení.e (l). la abrió, Lo de suponer que en cueva se enseñaban artes mágicas, es la leyenda sobrepuesta, nacida de como tuvo Toledo vasijas la celebridad que desde el sip^lo xir escuela de nigromancia, celebridad que a su vez gran movimiento intelectual promovido en era consecuencia del Raimundo por aquella ciudad en tiempo del arzobispo D. su célebre escuela de traductores de libros orientales, entre los que había al- gunos de astrología y otras ciencias misteriosas o poco sabidas en Occidente. La imaginación popular, que siempre había considerado como cavernas las cueva de teatro de evocaciones goéticas (recuérdese la la Sibila, el antro de Trofonio, etc.), ñanza en un subterráneo («nefando gimnasio», que dice contribuyendo a tín del Río), que monte que el P. el ello circunstancias topográficas, sirve de asiento a la ciudad ense- localizó esta de Toledo Mar- puesto casi todo está hueco. Estas cuevas naturales, o algún edificio ruinoso por donde se penetrara en ellas, que encontramos ya en el contribuirían al desarrollo de la ficción, bellísimo apólogo de D. Illán y el deán de Santiago, que trae D. Juan Manuel en El Conde Lucanor: «Tenía el deán muy gran voluntad de saber vínose ende a pués que el arte de la nigromancia, Toledo para aprender con D. mandó fueron descendiendo por en cabo de D. Illán, y des- a su criada aderezar unas perdices, llamó al deán, e entraron amos por una escalera de piedra cían tan bajos Y Illán. que pasaba ella muy el río la escalera, fallaron mara mucho apuesta que bien labrada, y grand pieza en guisa que pare- Tajo sobre una posada ahí avía, muy ellos. E desque fueron muy buena do estaban los libros en una cá- y el estudio en que avían de leer». Cuenta Lozano que mino el arzobispo Silíceo, deseoso de poner tér- a las hablillas del vulgo, mandó registrar la cueva, v que los (i) Este pasaje es uno de los muchos que faltan en la mutilada edición de Llagimo, pero se halla en los dos códices que conocemos de esta obra, y puede leerse también en la traducción francesa de Circourt y Puymaigre {Le Victorial...... pág. 41). traduit de Vesbagitol d'apris le manuscrit. París, V. Palmé, 1867, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 62 exploradores toparon unas estatuas de bronce, una de las cuales, «que sobre su pedestal estaba severa y gravo, se cayó con grande de terror. Con esta última visita, a la cual si- estrépito, llenándolos guió la clausura de la cueva, hubieron de cobrar tiguos rumores, que en mente de la lazaron con la leyenda arábiga, monta La la más crédito los an- los historiadores locales se como hemos cual, en- visto, se re- al siglo IX, fabulosa historia de Don Rodrigo pasó del teatro nacional al teatro latino de colegio en la tragedia Rodericus Fatalis^ del agustino Fr. Manuel Rodríguez (Lovaina, IÓ31). Este drama, tan curioso como poco demuestra en su autor notable talento de leído, estilo, aunque nada ofrece de nuevo respecto del plan, que tiene una enteramente opuesta gularidad clásica al desorden de Lope. El Rodericus Fatalis se divide en cinco actos. Rodrigo vence a \'itiza mora de Florinda y cantado; para la y el la viola. conde D, venganza. En apoderan de España. la muerte a y En el el los traidores. de cuarto, los el primero, segundo, se ena- la afrenta de su hija, pre- moros vencen a Rodrigo y se mismos árabes castigan con el quinto, los La el comedia de tercero, hace abrir el palacio en- Julián, sabedor En En saca los ojos. le la En re- de esta pieza es blanda, mi- latinidad mosa, suavemente amanerada, con cierta morbidez erótica que no deja de sorprender en la (i) Véase este trozo de pluma de un !a religioso (l). escena en que Don Rodrigo Cava: RODERICUS. meum Formosa Cava, dulce cordolium Et dulce vulnus, luce Animse quam gemina magis et medullis spiritus flagrans amat. Miserere amantis. Sola tu Regem potes Beare, corde sola quae regnas meo. Caba! Oh voluptas unical Oh domina! Oh dea! Succurre tándem. Tange formosa manu Ouod penitus animse Aoilnus inflixti mees. Morior, et rides queque Crudeüs? Amorcm Hoc flexiii quasris? Hic presens adest, auro caoiíi insidias struit, requiebra a la 63 HISTORIA PATRIA COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA Al Siglo cantts, de e poema xvn pertenece también un Andi da Silva Mascarenhas: P-^^f "r"! de Hespa.^ka. A clestruuao me.na (Lisboa, 1671). que es Restaura,áo su.nnana da hoc Florinda, amanti; frontis sm campo meam plagis. Venator animam cautus intricat pharetra, Sunt arcus ista cilia, sunt et faces stellis micant Hsec quíE serenis purius meum. Formosa ocelli lumina, et sidus purpuréis rosis Haec nix decora, quaeque gens, miscentur dulce puro Et lacte Idaliis magis Sunt ver Amoris, grataque puer rosetis: languidus somno Tempe caput, Hic delicatum moUis decUnat et mel, et favus. Haec labra primK purpura;, est Jocis, archivum nectare, stillans Et lingua Charitum et leporis regia nec sentís facem Nescisn' amorem, Virgo, tu Caba, es Amor Ipsa Quae tota flamma est? Ubique e't omnil'est, Numen immensum et potens Quidquid hic gyrus poli Solo, axe, terris. favet ambit, quidquid omniparens Gemmatum Natura, Amori cedit invicto nimis, atque íEther vagum, Coelum ardet. ardent sidera face, accensu^ párvula ingens Et ignis iners solum, Flammae nec expers unda, non fontes, ferie. Volucres, natantes. arbores, sylvis slrepit, suaviter Aeidon Amans murmurium comis Minuitque opacis dulce suspiriis dissipans Ciens amicam, aut Angustiati corculi aegrimoniam. viduos thoros Sic orba turtur conjugis Armenius leo, Queeritur Gemitu lacessit. Ardensque fremitu terret adtonitum nemus. accensus rogo, Te coluber amat, et dispari notis, exardet pectus Muríena paribus sylvas adest deserens luci Agilisque sinuans terga, nec pavet fretum, Immensa Spirisque amores littori inscribit suos. blanditias rudes Scopuli é propinqua caute faves admittens, Pellacis ipsa sibili Amanti mitis: adcurris quoque, sumrilis caput. Placidumque ab undis exeris Dilecta d.spu- ESTUDIOS SOBKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA <34 uno de ta más los fastidiosos de su género. El autor recurre más que frecuencia a lo maravilloso, pero no hace mente las Metamorfosis de Ovidio. Uno de Rodrigo se transforma en árbol, otro en al fin la todos recobran su forma primitiva. derrota, hace ca de Viseo, en muy donde estar llena de versos agudos, autor en prólogo el las si una doncella en ave; Don Rodrigo, después de muy floja, tiene además la cer- de San gracia según dice j^ara niaj^or variedad, de el (l). Nada hallamos que godo de España, fiera, se fundó después la ermita Miguel. La versificación, que es pobre- compañeros de Don los y muere en una cueva austera penitencia, el sitio plagiar con citar en el siglo se exceptúa alguna xviii sobre el postrer Rey monstruosa comedia, como dos de D. Manuel Fermín de Laviano, Triunfos de valor y honor en la corte de Rodrigo y El Sol de España en su oriente^ y toledano Moisés, sacadas de los Reyes nuevos, de Lozano; Nil nempe Amori arduum y el Rodrigo (2), est: in fluctu rogos, Interque rápidos suscitat nimbos Hic prope est liquor Inlerque violas rivulus strepit íugat. Extingue flammas, murraurat etiam tuos Haec lympha amores fi?. //•. EmmatiueUs Kodrigiiez Ord. Erem. S. AugiisUni, S. Th. Daccal. Epigrammaiotí liber prímus. Tragedia dúo. Herodes sceviens. Rodcj-icus fatalis. apud Corneliicm JFoous, in Foro Lactat-io sub sigíto Slellm Anno JÓ4S> Cada una de las tragedias tiene paginación separada.) Antuerp'uB, Au7e(B. No he querido traer a colacción el famoso fragmento en octavas de mayor de un supuesto poema portugués sobre la pérdida de España, porque nadie cree ya en la autenticidad de tal fragmento, ni mucho menos en la disparatada antigüedad que le asignó Manuel de Faria y Sousa, suponiéndole nada menos que coetáneo de la conquista. El Rodrigo. Romance épico. Por D. Pedro Mofttengon. En Madrid: en (2) casa de Sancha. Ano de 1793; 4-° La palabra romance, en el sentido de novela larga, es aquí un italianismo más bien que un galicismo. El mismo Montengón, aprovechando en parte el texto de su novela, compuso luego un infeliz poem# en verso suelto, que lleva por título: La perdida de España reparada por el rei Pelayo. Poema épico de D. Pedro Montengón. (1) arte COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 6; novela histórica del ex jesuíta Montengún, de quien dijo con acierto D. Alberto Lista que sólo muy llano para ser novelista que es la le faltó escribir estimable. menos incorrecta de pocos que en la todos modos, la literatura No bargo, entre los procedentes de la caste - Rodrigo^ el del siglo xviii, la única y uno de novela española podían hallarse, desde po ya remoto de Ginés Pérez de Hita. ha de contarse, el tiem- sin em- escuela de Walter Scott, por su absoluta de colorido arqueológico, sino que ialta ce De el sus producciones, es también muestra del género histórico en los con más pureza al género sentimental y seudo épico tivaban en Francia que luego dio el en' autor de Los Incas y más bien perteneprosa que entonces culel de Numa Mad. Cottin y transitoria celebridad a Pompilio, al y vizconde d'Arlincourt, Esta penuria poética del siglo pasado se compensa con creces en el actual, que el gracias a la revolución romántica; pero impulso vino de fuera. glo que versan sobre las desventuras de ñoles, sino ingleses. Fué Walter Scott (l8il), a el la hay que confesar Los dos primeros poemas de este Don si- Rodrigo, no son espa- primero The Vision of Don Roderik de cual sirven de arrogante divisa aquellas palabras de Claudiano: Quid dignum memorare Vox humana Este poema de tuis, Hispania.terris valetl circunstancias merece ser recordado, más que por su valor intrínseco (que es secundario respecto de otras narraciones poéticas de su autor), por ser un homenaje del gran novelista escocés al heroísmo de nuestros padres en tiempo de la guerra de Napoli, presso Gio. Battlsta Setfembre, 1820: 4." Empieza con estos desaforados versos, que pueden dar idea de los restantes: Lh lamentable pérdida de España destriicción del reino de los godos Quiero entregar a la armonía del verso. Meonio-ibero, si el señor del Pindó Da salida a mi intento, y si en mi pecho Y Fortalece el acento, enardecido Del estro y son sublime de su plectro. Mené.v.oez t ^7.\,\\íj.—Estu:V.os sobre e! Teatro de Lopa de Vega. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA <5Ó Independencia. Apoyóse W'alter Scott en la encantado de Toledo para hacer pasar a las futuras vicisitudes como de la tradición del palacio la de los ojos Don Rodrigo nacionalidad española, insistiendo más, era natural, en los triunfos de los ejércitos aliados sistencia popular contra la invasión francesa. sultado, para la exposición de Luna (l). de A éste también, cadamente llama la y leyenda, a Rasis, se atuvo más Xo y en la re- parece haber con- libro que el de Migueí- Pedro del Corral, a quien equivo- Washington Irving en sus Legends of thc con quest of Spain (1S26). No puede poema en decirse lo mismo del Roderick the last of the GothSy verso suelto y en 25 cantos, del laureado poeta Roberto Southey, una de las víctimas de lord Byron (2). Era Southey per- como sona doctísima en nuestra literatura e historia, lo acreditan España (1797), sus refundiciones del Aniadis de Caula (1803), y del Palmerin de Inglaterra (1807), su Crónica del Cid (1808), su Historia de la guerra de varias obras suyas, entre ellas sus Cartas de la Península (1823). Se preparó, pues, concienzudamente para su modo que tarea del apuntadas cas como lo indican las casi todas las fuentes, fabulosas. que debía de ser notas de su poema, donde están aun des históri'cas y geográficas. uno de hoy en los vulgares, así históri- Poseedor de una colección de libros españoles,, muy rica a juzgar por las charlos todos para dar color a su obra, se funde menos las Aunque la y la llenarla de mil curiosida- mayorreputación de Southey sus obras en prosa, fué primeros de muestras, procuró aprove- también excelente poeta, escuela lakista; su Do)i Rodrigo, escrito Del poema de Walter Scott hay una traducción en verso castellano, fiel, porque el traductor alteró todo lo que podía disonar a oídos católicos y españoles en lo que el poeta inglés dice de la Inquisición y de la conquista de América. Visión de D. Rodrigo. Roinufice ingles de Sir Walter Seco th (sic), traducido libretnente eíi verso español por A. Tracia (anagrama de D. Agustín Aicart). Barceloíia, en la imprenta de la Viuda e Hijos de Bnisi. Año de 182Q: 8.° Roderick, the last of the Goths. By Robert Southey, Esq. Poet Lauréate (2) Lo?idon, jSIj, printed Jor and Memher of the Royal Spajiish Academie Longman, Hurst, Rees, Onjie, and Brown, iSis; dos volúmenes. La Ommiada, del Conde de Noroña (1816), poema castellano sobre las aventuras de Abderramán I, fundador del emirato de Córdoba, parece, hastapor el metro, una imitación del Roderick, (i) apreciable aunque poco COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA con fuerza de imaginación y mucho vigor de 6j estilo, es, sin disputa, mejor de cuantos poemas se han compuesto sobre este argumen- el to. Aparte de españolas, lo mucho que hay en esta narración grandes bellezas a él solo, invenciones poéticas dignas de la de la que mayor le fuentes pertenecen alabanza. En desatinada y grosera penitencia que Pedro del Corral Don a de cerrar monje Romano que y los ojos al vivir Rodrigo, el y vez los héroe de Southe}'-, después romances atribuyen mita, tomó de su curiosa erudición le había acogido en su er- en soledad un año entero, macerando su cuerpo y putoma sobre sí la grande y desinteresada empre- rificando su espíritu, de contribuir a sa restauración de la la monarquía provecho ajeno, busca y encuentra en Pelayo que había de dar cima a la al visigótica en héroe providencial empresa, hace a su lado prodigios de valor en la batalla de Covadonga, reconociéndole tardíamente los En esta obra, de cristiana y generosa poesía, Don no alcanza solamente a y a su hija, y desaparece después del triunfo, cristianos por sus armas y caballo. Rodrigo, sino que mueren en una Don Rodrigo y iglesia recibiendo su perdón al la regeneración moral mismo conde D. Julián de Cangas, perdonando a (l). Algunos fragmentos del poema de Southey tradujo en verso D. Anla Historia de España de Dunham. Véase como muestra el trozo de la elección de Pelayo: (i) tonio Alcalá Galiano en sus notas a Trajo el pavés Rodrigo, de Que ocho de alta estatura tal peso, y fuerza enorme Vinieron a tenerle: oficio honroso. Puestos de pie y en torno del escudo, Se bajan a las plantas del caudillo; Éste sube, y aquéllos, en los hombros, Lentamente levantan el gran peso. Alzase erguido en el pavés, Pelayo, Tres veces blande el reluciente acero, Y Urbano grita a la apiñada turba: «He ahí, españoles, vuestro Rey.» Entonces Rompe el concurso en mil alegres vivas. el Rey. Tres veces suena Gritando: *^Por i) Por el aire el clamor, y otras tres veces Las murallas de Cangas le repiten. Ya tronando a lo lejos se dilata, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ^8 Seguramente, el ejemplo de estos poemas ingleses tímulo a tres ingenios españoles, de es- sirvió emigrados todos tres en Inglaterra después de 1823. El primero de ellos hasta escribió en inglés su como yenda, casi todas sus obras en prosa y verso. Me santanderino D. Telesforo de Trueba y Cosío, que en un libro célebre en su tiempo, francés, al alemán y y que alcanzó al ruso, amén de The Romance of hisiory of Spain mayor muy honra de ser traducido la la le- refiero al al nativa lengua del autor, (1830), popularizó en Inglaterra la parte de nuestras leyendas, ilustrándolas con fragmentos de romances traducidos por Lockhart, el yerno de Walter Scott. Las dos primeras leyendas de Trueba versan sobre Don Rodrigo y Don Pelayo, v llevan los títulos de The Gothic King y TJie Cabeni of Covadons'a. Para escribir la primera no tuvo a la vista más que el mancero. y una historia cualquiera de España, probablemente la Rodel P. Mariana; pero introdujo un final de su propia invención, hacien- do morir a pués de Don Rodrigo la batalla del una lamentación sobre en casi todas las a manos del irritado conde D. Julián des- y poniendo en boca de Florinda cadáver de su amante (l). En ésta, como Guadalete, el leyendas de Trueba, la narración es buena, el diá- logo débil. La España Tres años después de En las vecinas novelesca de Trueba, apareció peñas retumbando Y en los altos collados y hondos valles. Despavorido al son, entre las breñas Huye el asno silvestre y busca abrigo; Medroso el lobo y agachado, corre guarida más segura; En busca de Despertado al estruendo el oso torpe, Gruñe en la cueva con ruido ronco; Y al ascender la voz a más altura, El águila abandona sus poUuelos Y vuela altiva de su excelso nido. (Historia de España, redactada y anotada con arreglo a la que escribió en Madrid, 1844. Tomo II, pág. 286.) Dunham The Romance of History. Spai7i. By Don T. de Trucha. (Lleva por epígrafe estas palabras de lord Byron: Ti-uth isstra?ige. slranger than f.ction.) In three vohimes. London, 1830, tres tomos, 8.° Traducida al francés con el título de L' Espagne Ro7nantique, por M. C. A. Defauconpret, y al castellano por D. Andrés T. Mangláez (Barcelona, 1840.) inglés el doctor (i) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA la 69 Florinda de D. Ángel de Saavedra, escrita mucho antes, en en la isla de Malta, cuando el Rivas oscilaba todavía entre románticas. Predomina poderoso numen la del futuro disciplina clásica y 826, novedades las com- clasicismo en este breve poema, el 1 duque de puesto en lozanísimas octavas, con reminiscencias del Tasso en algún episodio de carácter idílico; pero tiene más de leyenda de amores que de canto épico, y se distingue, entre todas compuestas sobre este tema, por entre él obras las novedad de presentar locamente a Florinda de su regio seductor, hasta el punto de atra- enamorada vesarse en la el final combate, encubierta con la guerrera armadura, y su padre. No sabemos que hasta 1 840 f.iese publicado (en Londres y en París simultáneamente, por el librero D. Vicente Salva) el delicioso poema humorístico Don Opas, compuesto, también en octavas por D. José Joaquín de Mora, que cierra con les, sus Leyendas españolas. Don Opas poeta da libre una bufonada saladísima, aun- tratarse siones políticas, morales y literarias, al de Byron, que chiste. el Algunos rea- volumen de de asunto histórico tan famoso; y rienda a su estro satírico en una porción de digre- que algo irreverente por el es él el mismo finales ]\Iora modo de del las Don Juan imitó auos después con no poco de octavas son tan que merecen que- felices, dar como proverbios. Puesto que rios Don Rodrigo había vuelto a ser héroe de poemas se- y jocosos, tiempo era ya de que volviese a ocupar las tablas del Apareció primero en una adocenada tragedia clásica de don teatro. Antonio de Zarate {Rodrigo), no impresa hasta Gil en 1825 no había permitido su representación P. Carrillo, el 1 8 38, porque famoso censor dando por razón que no parecía de buen ejemplo presentar en escena «reyes tan enamorados de las muchachas De 1839 >. drama romántico data El Conde D. 'Julián, interminable en siete cuadros j' en verso, del vate aragonés D. Miguel Agustín Príncipe, de la que le escribió con la singular idea de vindicar Cava, a D. Opas, a los hijos de ^\'"itiza, y a todos los personajes a quienes tradicionalmente se atribuye paña, cargando, por el la padre al demás pérdida de Es- contrario, toda la culpa a los judíos; en 1) cual parece que siguió las huellas del falsario D. P'austino de Bor- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 7o bón, autor de unas Cartas sobre la España árahe^ publicadas cu Tero la tesis de Príncipe es más radical, y tanto, que en boca del mismo D. Julián, haciéndole exclamar cía: <í Miente ¡a tradición^ miente Poco aplauso tuvieron cían mucho; pero el "Q'S. I llega a ponerla como en profe- la historia-^. estas tentativas, y en verdad no mere- desventurado Monarca godo triunfó en su ter- cera encarnación dramática, es á saber, en dos cuadros trágicos de Zorrilla, El Puñal Godo (1842) y La Calentura (1847), popula- del rísimos los dos, singularmente el primero, hasta el punto de no ha- ber apenas español que no guarde en versos, por haber sido la memoria sus principales continuaniente repetidos en los teatros de aficionados, a lo cual se prestaban las breves dimensiones de la pieza y el no haber en ella papel de mujer. Sobre los orígenes de El ñal del Godo se ha formado una especie de leyenda Pu- literaria, cre- yéndose por muchos que este drama en miniatura fué improvisado en pocas horas a consecuencia de una apuesta. El mismo Zorrila, en las con entretenidas, pero el título muy poco seguras memorias que escribivó de Recuerdos del tiempo viejo (l), cuenta a su de El Puñal, afirmando que más preparación que haber abierto ia historia lo escribió í 1 riana, leyendo allí las en dos manera días, y azar la Historia del P. pocas líneas que dedica al paradero del sin Maúlti- mo Rey godo. Algo de verdad puede habar en esto, y sería temerade mal gusto negar el crédito en estas cosas a quien parece y que debía saberlas mejor que nadie; pero tengo motivos para sos- rio pechar que cedió a era y la Zorrilla, aquí como en otras partes de sus Recuerdos, manía romántica de suponerse más ignorante de desacreditar sus propias obras como sación desenfrenada. Poco importa, en rigor, que El se escribiese en dos días o en quince, pero que su autor había leído algo más que lo que abortos de una improvi- la lo Puñal del Godo que resulta claro es Historia del P. ^Mariana La fuente inmediata y directa, pero no confesada jamás por Zorilla, sin duda por flaqueza de memoria, fué el antes de escribirle. Roderick de Southej', que quizá no habría leído en su texto original, pues que (i) él no sabía Barcelona, iSSo, t. I, inglés, a lo menos en pág. 90 y siguientes. aquella fecha, pero — COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ?! -de cuyo argumento hubo de tener cabal noticia por medio de cual- quier amigo suyo literato de ¡os que conocían y aun escribían aquella lengua, por ejemplo, o \'illalta, muy ción es notoria, aunque prim.era escena coa Romano. que Zorrilla dice que a su vez le y muy libre tal le Rey La imita- a la cabana del nombre por mero bautizó con este cosa. El (*). y empieza desde la monje poética, llegada del fugitivo la pricho, pero no hay mismo Espronceda el monje Romano había tomado del obscurísimo está ca- en Southey, poema portugués de .Andrés da Silva INIascarenhas; Hum monga veo alli por derradeiro A conhecer quem era, ouvindo os brados Que o disfargado Esle nionge No está en Southey la Rey aos Romano ares dava: se chamara. parte fatalista del drama, la superstición del fatídico puñal unido a la suerte de Don resolución de trágica del conde D. de redimir sus culpas volviendo disfrazado de la Julián; batalla; su aparición y pero está !a Rodrigo, ni y sin la muerto Don Rodrigo nombre al campo sus proezas en Covadonga; y, finalmente, muerte de Florinda en brazos de Don Rodrigo y perdonándole. esto puede amenguar la gloria de nuestro Zorrilla, que duda más genio poético que Roberto Southey, aunque Nada de tenía sin menos fuese mente manera que gen. reflexivo y estudioso que él. Al concentrar enérgicapoema inglés, los transíormó de tai los principales rasgos del Y los hizo suyos, a nadie debió alcanzando a borrar más que a sí mismo la la huella de su ori- noble y robusta locu- ción poética con que los hizo resonar en los oídos y en pueblo castellano, volviendo a España y reincorporando en de lo nuestra tradición el alma del que de España procedía, un fragmento desgajado ella. La catástrofe de representación en la la monarquía visigoda no había logrado digna novela hasta que en 1843 el grande historiador (C Narciso}, en su Zorrilla (I; Valladolid, 1917; hace notar que éste utilizó el David perse^tido, del doctor Lozano, 'donde consta el nombre de Romano, inventado por Fr. Bernardo Britto. (*) El Sr. Alonso Cortés í>ág- 375). <A. B.) ~Z ESTUDIOS SOBRE IL TEATRO DE LOPE DE VEGA ¡)eninsular de nuestro líricos Alejandro Ilerculano, compuso su siglo, de poema en prosa, lleno de raptos Jíurico el Presbítero, especie y de efusiones sentimentales contra el celibato eclesiástico; pero que, prescindiendo de esta parte de retórica romántica ya trasnochada, como solamente contiene altísimas bellezas épicas, podía producirlas quien tenía tan hondo sentido de la historia y tanto había penetrado en Sirva de ejemplo la alma de el el y la y hoy Janda; o en otro episodio de las monjas que cruentamente sacrifican su hermosura para salvarse de Una que Hercu- antes se llamaba del Guadalete, suele decirse de Medina-Sidonia o del lago de género, Edad Media. la valiente descripción de la batalla lano llama del Chryssus, poesía de la brutalidad de los musulmanes la más cosa hay que tildar en este libro (aparte de otras pero que no son de este lugar): que comunica a sus páginas el carácter exótico y algo pedantesco empeño de conservar en el (l). graves, su forma geográficos, nombres visigóticos y árabes, así de personas como y también de armas, de vestidos, de oficios militares y civiles, etc., con primitiva los lo cual, a trueque de un falso barniz se dificulta hartas veces la inteligencia de cosas arqueológico, muy conocidas,, llamando, verbigracia, esculcas a los centinelas, siringe a la túnica, amiculo lato al manto, epihippia a de gardingos^ es necesario en tiiipliados la historia, y la silla del caballo, buccellarios. Este como lo la brillante hizo en todos sus trabajos sobre la para no exigir de la el Eiirico, el re- probó Agustín Ihierry con excelentes razones, y además con de imaginación como y llenando género de exactitud Edad aplicación que de ella ]\Iedia; pero en una obra hubiera convenido un justo medio atención del lector esfuerzos que pueden ser contrarios a la unidad de la emoción estética. Además de las en que interviene muchas Don obras, relativas a la pérdida de España,, Pelayo como personaje episódico (contándose la misma novela de Herculano), hay desde antiguo una serie especial de producciones consagradas a este héroe y a su vic- entre ellas toria de Covadonga. Todas mances sobre (i) Es el ellas este argumento: el son de índole erudita; no hay ro- que trae Luis Alfonso de Carvallo episodio, enteramente histórico, de las monjas de Nuestra Se- ñora del Valle, jun^o a Ecija; pero Herculano le transporta al reino de León,- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATKIV en su Cisne de Apolo (1602) seguramente composición del (l), es mismo Carvallo, afectando lenguaje antiguo, cierto. Pero hubo, en cambio, poemas en octavas posiciones de escuela, indignas de peor de todas sea la más la doctor Alonso López Pinciano como autor tiene y merece moderna filosofía del arte con poca habilidad por reales, frías antigua, es a saber, pesar del gran preceptista El Pelayo del nombre que fué mucho más los más feliz insulsos y en su profundo comentario sobre en la teoría fastidiosos que en la práctica. jado del la falta de interés en él se Poé- la es de indigesta hace alarde, no basta narrativa y lo flojo la la la estética^ Su poema que pueden encontrarse, y erudición histórica y geográfica de que en a compensar este y aun como iniciador de de Aristóteles. Pero, como tantos otros maestros de tica com- grandeza del argumento. Quizá la (2), a 73 y desmade- estilo. Mucho mns vale, sin ser obra maestra ni mucho menos, La Res- tauración de España, de Cristóbal de aviesa (3), poeta algo seco y frío, pero de buen gusto y algún ingenio, y en cuyas obras se tras- luce el fruto que había sacado de la amistad con que le honró Tor- cuato Tasso. Nuestro incomparable bibliógrafo Gallardo, que hizo un minucioso reconoce análisis de este poeaia, extractando sus trozos los defectos de la principales,, obra, que son los habituales en esta cla- se de libros, pero elogia el mérito poético de algunos trozos, realmente se dejan leer con gusto, a sus soldados, río el vaticinio Deva, y, sobre todo, lidón y la pintura de la la tales que hace al que como la arenga de Pelayo moro Alcamán el genio del entrevista de Pelayo con el solitario Ce- cueva, donde le recibe y alberga. De este último pasaje dice con razón (Gallardo que tiene un sabor patriarcal y romántico muy sabroso, y así debió de parecérselo a Southey, Omitido en el Romancero de Duran, aunque compilo casi todos los que llegaron a su noticia. Del mismo jaez que el de Car/allo será pi-obablemente el Romance de la elección del rey Do?i Pe /ají?, impreso en Alcalá, 1607, con otros dos de su autor, Diego Suárez, soldado asturiano y vecino de la plaza de Oran (citados por el autor anónimo de la Biblioteca Asturiana, ;el canónigo Posada?). Gallardo, (i) históricos tomo (2) (3) I, pág, 410. Impreso en Madrid, 1605, por Luis Sánchez. Madrid, 1607, por Juan de la Cuesta. LSJUnU/S SÜBKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 74 puesto que, además de citarle en imitó en el texto, como todos los notas de su D. Roderick, lo las mejorándole mucho. Por lo demás, este poema, de Cristóbal de Mesa, esta plagado de reminiscen- (cuando no son verdaderos plagios) de Virgilio y del Tasso, y coincide con el del Pinciano en la desatinada idea de hacer que cias Pelayo emprenda un viaje a Palestina sólo para dar pretexto a impertinentes enumeraciones geográficas. Ha hecho escasos que en el anterior los poemas con razón a mi lo cual atribuye, zado el siglo xvii fueron más de asunto nacional, históricos juicio, al triunfo forma dramática nacional, en la t notar Ticknor que durante que había alcan- cual nuestra tradición his- la tórica vino a incorporarse. Entre las raras tentativas épicas de esa merece especial aprecio, por su extensión y por su forma ds crónica rimada, que abraza una gran parte de los anales de Cascenturia, tilla y Portugal, no menos que por las leyendas que incluye, y tir en estas advertencias, la sobre Hespaña llano por la poetisa portuguesa da valor romántico de algunas el las de cuales ya tendremos que insislibertada^ compuesta en caste- doña Bernarda Ferreira de Lacer- grande amiga y panegirista de Lope. El primer canto y parte (l), del segundo de este poema se refieren a Don Pelayo, sin omitir el cuento de su hermana y de Munuza. La musa épico-erudita, abundante aunque infeliz, del siglo xviii, abortó un nuevo Pelayo en 12 cantos y en octavas reales: su fe- cha, 1754; su autor, el conde de Saldueña D. Alonso de Solís Folch de Cardona. El robusta y estilo es enfático^ culto sonora, y en muchas y pomposo; la versificación hay partes de la composición de talento poético, echado a perder por ve que tuvo presente a Cristóbal de el rastros mal gusto déla época. Se ]\Iesa, así como Southey decla- uno y otro. Creo que Saldueña fuese el primehermana de Pelayo Honnesinda^ nombre general- ra haberse valido de ro que llamó a la mente adoptado por (i) los trágicos posteriores. Parte primera, Lisboa, en la ofjicina de Pedro Crasbeeck, 16 18.— Par- te seí;unda, postuma, sacada a luz Lisboa, 071 alcanzar, en la intención no por su hija doña la o/Jicina de Jtia7i de la Costa, 1673. llegó a escribir de su autora, hasta más que hasta el la IMaría Clara Este poema de Meneses; histórico debía conquista de Granada; pero reinado de Alfonso el Sabio. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATEIA A 75 nuestro siglo pertenecen los bellos fragmentos del Pelayo de Espronceda, primicias de un gran poeta que no había roto aún los andadores del colegio, pero que en estos primeros vuelos mostraba ya pujanza de sus la Espronceda íaé el Alberto poema, y aun contribuye a este de Espronceda las Don alas. como radas las hay él tales, torso de gallardísima ejemplo, las que forman el Pelayo^ el con algunas octavas que por pueden solas sí aunque mutilada plan de (l). Entre ser admi- escultura; así, por cuadro dantesco del hambre. Después de tan memorable ensayo, parece el para quien siempre Lista, predilecto entre sus discípulos, trazó casi irreverencia citar poema épico de D. Domingo Ruiz de la Vega, en 2/ can- de 700 a 800 endecasílabos sueltos cada uno (1S40), enorme tos composición que prestó ancho campo a tiempo, aunque el na ni fe literaria, autor no la el intento, de su por su bue- y hubo más mismo que ejecución, que resulta pesadísima, por lo la ni por sus conocimientos nada vulgares en letras humanas. Pero había algo de candoroso en en crítica burlesca mereciese ciertamente, la el autor con toda atención y prolijidad (según él mismo advierte) estudio de «todos los objetos y relaciones tocantes a las gentes se aplicó al que habían de intervenir en nealogías, su carácter, tradiciones jes, armas y modo de hacer el clima y fábulas; su religión, ritos la que alcanzó nocimiento de las a entender y propuesto Un el y ge- cultura, su histo- supersticiones; sus tra- y costumbres; cronología; en una pala- que conduciría naciones contendientes, en de pormenores:). tica se había y guerra; sus usos, estilos geografía de sus países; sus eras bra, todo lo sible acción, sus respectivos orígenes temperamento y estado de ria, y la la al más cabal co- mayor variedad po- programa semejante de enciclopedia poé- conde de Noroña en su Omvúada, y había Véase sobre este punto la curiosa, aunque no terminada, edición de Obras poéticas de Espronceda, impresa en Madrid en 1884. A todos los poemas acerca de Pelayo citados en el texto, debe añadirse uno latino del jesuíta catalán Onofre Prat de Saba: Pelaju77i sive Sceptncm Híspaniense divinitns servatum canebat Onuphrius Prat de Saba Sac. Hisp. Ferrarim ex typographia Francisci Poma- (O las telli^ 1789. En el prólogo ofrece otro poema sobre Hispania ab itifami tributo liberata. la batalla de Clavijo, Ramirus sive ESTUDIOS SOBRE KL TEATRO DE LOPE DE VEGA ^6 fracasado en rl, aunque era más poeta que La tragedia neoclásica del sij^lo 5r. el Ruiz de Vega, la pasado, que lejos de esquivar los temas nacionales los trataba con predilección, se ejerciten repetidas veces sobre argumento de fabuloso el hermana de Pelayo. Rompió el los amores de Munuza y fuego D, Nicolás Fernández de la Mo- con su Hormesinda (1770), que logró tibio éxito en la representación y no le ha tenido mayor en la lectura^ Era Moratín, el ratín más padre, ingenio muy español, como quizá hubiera salido de las que dramático; pero, en suma, ingenio lírico prueban sus romances y sus lo airoso de su empresa tratando el quintillas, y asunto dentro formas de nuestra antigua comedia heroica; pero no acertó a encajarle en el molde de la tragedia francesa sino merced a una in- y sólo pudo mostrar su talento de triga pueril e inverisímil, en algunos accesorios nada dramáticos, por ejemplo, en que hay batalla del Guadalete, Mejor concertada en el felices imitaciones estilo el relato de la de la Eneida. plan y más estudiada en los caracteres, pero mucho más desmayada en el estilo, es la tragedia que Jovellanos llamó Pelayo, y que con el título de Miuiuza corrió en ediciones sueltas, pasatiempo de las mocedades del gran polígrafo, y que sólo a su nombre debe hoy honra de ñgurar en la colección de sus es- la critos, porque de tan claros varones no debe perderse ni aun guño más insignificante. Así la tragedia del padre de Moratín, la de Jovellanos, fueron fácilmente eclipsadas por tana (1805), que si no las ventaja en calor el poético, en amplificación elocuente de ideas siempre gratas a un auditorio español; en la efusión las como Ptlayo de Quin- vence mucho en condiciones propiamente dramáticas, las lleva incalculable la el el ras- lírica, que la Fué inmortales odas patrióticas de su autor. una pieza política más entre convierte en una oda al mismo tiempo de circunstancias, una especie de discurso tribu- de Carlos IV y de María Luisa se veían reducidos a escuchar en el teatro, ya que no podían oírle ni en la nicio, que los subditos plaza pública ni en una asamblea deliberante. efecto en 1805, y aun hoy mismo nos parece seguro a despertar energías dormidas en de ser oespués goza. Obra los artística el vencedores de Bailen y que La lección elocuente, pecho de los tales victorias gana, los hizo s;i y vino de que habíd.i defensores de Zara asegurada tiene la - in- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA mortalidad con esto sólo, aunque y de época, aunque sello ni carácter propio, pertenezca más la falte absolutantíente color local los personajes no tengan individualidad aunque misma grandilocuencia de la la dicción a la oratoria política que al teatro (l). Las Doncellas de Simancas. IV. yj —No se encuentra más que en ediciones sueltas del siglo pasado, aunque menos incorrectas que suelen serlo las de su clase. Las largas relaciones en que este texto abunda, pueden hacer sospechar que intervino en gún refundidor, pero de las la buenas de Lope, comedia si él la mano de al- es indisputablemente auténtica y bien algo pierde en comparación con otra suya sobre un argumento casi idéntico. Así Las Doncellas de Simancas como Las Famosas Asturianas, y están basadas en que se suponía rias a los la célebre fábula del tributo de las cien doncellas pagado por alguno de los primitivos Re\'es de Astu- musulmanes. Este ignominioso cuento, del cual nada su- pieron los autores de los cronicones de primera vez en el siglo xm en del arzobispo D. Rodrigo (3), la Reconqui-ta, apareció por obras de D. Lucas de Tú)' (2) y bien respecto del primero ha de las si Hay en italiano una Onnislnda, tragedia conalcune scene liriche (Bocompuesta por el ex jesníta español P. Manuel Lasala. Su argumento es el mismo que el de las tragedias castellanas antes citadas. [El Profesor Restori cita, a este propósito, la mojiganga de Moreto: Del Rey Don Rodrigo y la Caba; El restaurador de España, de Hoz y Mota; El restaurador de Asturias, de Diamante; El Alba y el Sol, de Luis Vélez de Guevara; la comedia burlesca de Monteser, A. de Solís y D. de Silva, Restauración de España, y Don Rodrigo Re dei Visigoti, de De Gubernatis (1860)]. (A. B.) <íEt quia Mauregatus erat affabilis et benignus, regnum quod invasit (2) (i) lonia, 1783), — quinqué ajinis vendicavit. Militas nobiles puellas et etiam ignobiles ex condimatrimonio dedit, cum eis habens pacem.i> Y poco antes, tra- tione Saracenis tando del Rey Aurelio, había dicho: Prmlia cum Chaldceis nunquam gessit, sed pacem cu7n eis firmavit, et quasdam Christianas nobiles mulieres Saracenis permisit in conjugio copulari.^ (Hisp. de Don Ramiro lllust., IV, 74.) Verdad es que al tratar ciegas el error vulgar, sin duda por seguir a apócrifo privilegio del voto de Santiago: <i.Qui cum. regnare cccpisset viiserunt ad euvi Saraceni quod daret biles quas sibi tium essent I vuelve a incurrir matrimonio illis, en el illis annuatim quinqjiaginta puellas no- d¿ plebe quCR ad solaRex Mauregatus. Rex autem Ra7nirus cum cap7ilare7it, et qitinqjiagitita sicut olim fccerat hac audisset iratus est valde propter stuprum et sacrilegium puellarum » Don Rodrigo (De rebus Hispanice, lib. IV, cap. VII) nada achaca al (3) Rey Aurelio, pero de Mauregato dice: <íCt favorem Arabum retiiierct, contra ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 78 advertirse que refiere les hecho en termines menos crudos, el quiza admitan una interpretación hist(3r¡ca racional cuerda con lo que antes dijo, es a saber: que si los cua- se con- Rey Aurelio había el tolerado o fomentado los matrimonios mixtos de cristianas con mu- sulmanes. La penetrante intuición crítica de Alejandro Ilerculano le indujo a ver en este mito tradicional un símbolo de las primeras tendencias de fusión entre las dos sociedades de del siglo Según VIII. era hijo comenzar Dei legem multa Arabum Cronicón de Sebastián, el Península a fines níismo Mauregato probablemente mora; y por aquí hubo de leyenda, cuando la casta guerrera recobró la suprema- de una la el la sierva, comniisit. concedebat. Paellas enim nobiles, ingenuas, et plebeias stupris Unde Deo et hominibus odiosus, expletis in regno qicinqiit annis vitam fniivit, etpravus in Pravia habuit sepultura.^ Se ve que el Arzobispo, aunque admite la entrega de las doncellas a los musulmanes, no fija su número ni da a entender que el tributo se pagase con regularidad. La Crónica General, según su costumbre, funde los últimos toques a la fórmula, del tributo. De ambas narraciones, v da Aurelio dice simplemente: que este Rey don Aurelio nunca huvo batalla con los momas luego en comienzo de su reynado puso con ellos sus pazes muy fuertes e firmes, e dióles en casamiento m.ujeres fijasdalgo, que eran christianas.» De Mauregato: «E este Mauregato, por cuyta de aver paz e amor con los moros, fizo muchas cosas que non devie contra Dios e contra la sancta ley, ca tomó fijasdalgo, e aun de las otras, e diólas a los moros por miigeres, e esto non lo fizo él una vez, mas cada año avie de dar élmugercs christianas a los ?norosparafazer con ellas szis voluntades como por renta e «Cuenta la estoria ros, nin guerras, por tributo.^ al tratar de D. Ramiro sigue al Tudense y al privilegio de y no al Toledano: <íCíie}ita la estoria que los moros, luego que sopieron que el rey don Ramiro rcy?iava, etiviáronle a dezir si quería havcr paz e amor con ellos, que les diesse cada año cien donzellas christianas con que casassen e hoviessen su compaña, assi como el rey Mauregato fiziera en su tiempo: Y, finalmente, los votos, e que las cinquenta fuessen fijasdalgo En e las otras ci7iquenta de cibdadajios » pasado, el célebre falsario Medina Conde, canónigo de Málaga, inventó un cierto Cronicón de Atiserico Gunsalvo, presbítero, al cual atribuyó el siglo era S99, y en el cual inserta el tratado entre Mauregato y el Rey moro de Córdoba para el pago del tributo de las cien doncellas, redactado como los modernos documentos diplomáticos de esta clase. (Vid. Razón del juicio secontra varios falsificadores de escrituras guido en la ciudad de Granada públicas, mo7mmentos sagrados y profanos, caracteres, tradiciones, reliquias y la libros de supuesta antigüedad. Madrid, crítica de los falsos cronicoíies, 324.) 1781, y Godoy Alcántara, Historia COMEDIAS nE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATKIA en tiempo de Alfonso cía el Casto, 79 triunfó la idea de reacción vio- y lenta contra la conquista sarracena (l). Teófilo Braga, que ha hecho un ingenioso estudio de esta fábula en el libro que algo pomposamente llamó Ep opeas da ragavtosarahe (Porto, 1871, páginas 173-207), comienza por advertir mente que muy recta- de una leyenda de origen eclesiástico y no pode otras análogas. Entre las condiciones se trata pular, forjada a imitación de paz impuestas por Cosroes se dice que de Persia II vestidos de seda, y mil caballos rail al Emperador. Heraclio, anual de mil talentos de plata, mil le exigió el tributo doncellas. Esta tradición orien- que fué trasplantada a España, y no de una vez, historiadores árabes hablan de una tregua otorgada tal del siglo VI es la puesto que los por Abderrahmán I en 759 a los cristianos de España, con obliga- ción de pagarle diez mil onzas de oro, diez mil libras de plata, diez mil caballos y otros tantos mulos, mil lorigas, mil. espadas de cinco. En zas por año durante un período temente apócrifo e inverisímil, puesto Don riquezas en tiempo de Fruela Asturias, ni aun en toda la parte de que mal podía haber en I y mil el lan- este tratado, evidentales reducidísimo reino de España no sujeta al yugo sa- rraceno, no se dice nada de las doncellas: éstas se añadieron poste- riormente, aunque en fin menor número que en vino a reducirse a ellas solas el tivos reyes (circa cuento persa, y diploma del voto de Santiago, definitiva dio el falsario autor del famando de paso, no el al supuesto tributo, cuya fórmula in- sólo a Mauregato, sino a casi todos los primi- de Asturias: «.Fuerunt igitur in antiquis tempori'nis destructionem Hispanice a Sarracenis factam. Rege Rodé rico dominante), quídam nostri antecessores pigri, negligentes, desides et inertes christianorum Principes, extat imitanda. rum Hi (quod quorum utique relatione non vita nulli fideliuvi est dignuvi), ne Sarraceno- infestationibus inquietar entur, constituerunt eis nefandos reddi- tus de se annuatini persolvendos, centuní videlicet puellas excellentis si- ma pidchritudinis , quinquaginta de nobilioribus Hispanice, quinqua- ginta vero de plebe (2)». De (i) Historia di Portugal, (2) España Sagrada, t. este III, modo 185. XIX, pág. 330. la fábula del tributo sirvió ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 8o para apovar la fábula de Clavijo, y una y otra para cimentar neroso privilegio de que iglesia la ge- el de Santiago vino disfrutando, y controversias, hasta nuestro propio siglo. se creyera que el afrentoso tributo generalmente Pero aunque aunque no sin litigios había sido anulado en los campos de Albelda por pada de Ramiro sobrenaturalmente asistido por I, vencedora es- la la protección del Apóstol, no faltaron tradiciones locales y genealógicas que atribu- yesen a actos de heroísmo particular afrenta. haber Redimido aquella el estas tradiciones están fundadas Algunas de palabras y en etimologías falsas, como todo en juegos de que procede de lo la seudo ciencia llamada heráldica, y han sido evidentemente inventadas por los autores pueblos con la mira de y por libros d.e enaltecer ciertos apellidos q ciertos lugares. linajes los historiadores Braga enumera hasta ocho de estas formas secundarias de y todavía se le pasó por la leyenda, alto una, que encontraremos en Las Fa- mosas Asturianas de Lope. Las que la vega de Carrion, de de de la la trae son las de Simancas, casa de Quirós en Asturias, la la Ao. de peyto hordello o de la casa de los Figueroas en Galicia, a la cual se refiere la tan traída proceder del y llevada canción del Figueiral,Jígueiredo, que siglo xiv, aunque esté modernizada en puede el lenguaje; la de Figiieiredo das Donas^ en Viseo, que es una trasplantación de la leyenda gallega a Portugal, enriquecida por Fr. Bernardo de Brito con la nueva patraña del fabuloso personaje Goesto Ansures; las de Alfandega da Fe, Castro Vicente, Chacim y Monasterio de Balsemao: todas cuatro portuguesas. A los hidalgos o simples burgueses de todas estas casas y poblaciones se les atribuye, casi con las mismas circunstancias, la honra y prez de haber libertado a las doncellas. Ya Ambrosio de estas historias, las Morales (lib. XIIÍ, cap. XIII) recogió tres de que pueden dar idea de las restantes y cotejarse con dos que más peculiarmente nos interesan: «Yo tengo por mudo una cierto que sucedió en tiempo deste rey Don Ber- notable hazaña que cuentan en Galicia de unos caballeros naturales de aquel Rey no. Cerca de la a un lugar pequeño Peyto Burdelo, que vale o tributo de burdel^ y dan Mondoñedo llaman tanto como decir Pecho ciudad de esta causa del nombre: Llevando los Moros COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA malvado de -parte del tributo 01 y pasando por aquel las cien doncellas, lugar unos caballeros gallegos, movidos con zelo de verdaderos christianos y con lástima de tan gran deshonra, quitaron, venciéndolos. Y por haber sido la de había muchas higueras, como de hecho salieron a ellos y se las campo don- pelea en un las hay en aquella a los caballeros comenzaron a llamar Figueroas, y tierra, ellos después, con tan honrado sobrenombre, tomaron hojas de aquel árbol por armas. Esto cuentan y no ros -allí, es y así, pequeño testimonio el aunque nombre el el ser del lugar y el de los caballe- muy de Figueroa está solar lugar así llamado, cerca de pudo muy bien allí, Y sus armas. en habiendo venido de unos en otros por memoria, lejos de de Ponte Vedra; mas la villa que fuesen aquellos caballeros naturales de por cerca de Ponte Vedra, y diesen después »Otro hecho milagroso se cuenta en el la villa nombre al lugar de Carrión, que pa- rece algo a éste. Iban otra vez los Moros con este malvado tributo por aquella vega, y juntándose algunos toros, con mando de quien esto puede mandar, dieron con tanta braveza en el esquadrón de los Moros, que quedaron desbarataron y hicieron huir con terrible pavor. Así los -que los christianos las llevaron. por el insigne milagro memoria una que y los toros por Alabando después doncellas desiertas las Iglesia, y dándole las gracias por su guarda, hasta edificaron por llamada agora Nuestra Señora de es harto gran testimonio de todo esto. Señor a Nuestro él, También la los Victoria, de la casa de Quirós, en Asturias de Oviedo, tienen por armas cinco cabezas de doncellas, por memorias de otras tantas que los de su linaje libraron de los [Moros, llevándolas por parte deste tributo». «Ellos lo cuentan Con así», añade esta difusión el días, contrasta el silencio tal tributo y tales buen Morales. de tradiciones orales, aunque seguramente tar- de nuestra verdadera poesía popular sobre combates. Sólo la musa erudita y eclesiástica de Berceo se ejercitó en el siglo xiii el apócrifo privilegio de los votos de San Millán que transporta a Fernán González El Un jWenéndbz y lo que el sobre este argumento, versificando de Santiago atribuyó a D. Ramiro: Rey Abderramáo, sennor de los paganos, mortal enemigo de todos los christianos, Pblw o.— Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. c ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 8> Avíe pavor echado por cuestas e por planos, Non avien nul conseio por exir de sus manos. Mandó a los christianos el que mal sieglo prenda, Que li diesen cada anno lx duennas en renda, Las medias del lignaie Mal las medias chus sorrenda que prende sieglo aya preste tal . (?): ofrenda. Yacie toda Espanna en esta servidumne. De cadanno por costumne, esti tributo Fazie aniversarios de mui grand suziedumne; e Mas por quitarse ende non avíe firmedumne. Mucha denna d 'alfaya de lignaie derecho Andavan afontadas sufriendo mucho despecho: Era muy mal exiemplo, mucho peor el fecho, Dar christianos a Moros suas duennas por tal pecho. (Vida de San Afilian, estancias 369-374.) No existen romances viejos que tengan que ver las cien doncellas, y con feudo el dé- a duras penas los hay modernos. Duran pone dos en su Romancero (números 617 y 618). El segundo es de Lorenzo de Sepúlveda, y, de servil la como Crónica general; el tístico de fines del siglo x^^, suyos, transcripción^ casi todos los primero es un mediano producto ar- que ya tendremos ocasión de volver a puesto que tiene relación más directa con citar, Famosas Asturiatias. Pero antes de índole erudita, que tenemos por en fiofura la comedia de Las daremos a conocer inédito, y que también otro, a lo menos no- las colecciones. El asunto de Las Doncellas de Simancas está tomado por Lope, directa o indirectamente, de una historia manuscrita título Antigüedades y sucesos memorables sucedidos en esta y muy la que antigua villa de Simancas, por D. parroquia de la misma An tonio villa, beneficiado los siglos x^ai presbítero D. y xviii, Manuel de preste. Historia de muy noble Año de J580. sí copias con algunas adiciones que se atribuyen , Bachiller. El traslado que hemos tenido vista pertenece a la colección Salazar (H-3), incorporada Biblioteca de la Real por Cabezudo, cura de El original de este libro no ha parecido hasta ahora, pero de lleva Academia de las siete doncellas la Historia. El cap. de Simancas, y a la letra a hoy en VII se dice al la., la titula así: — COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA «Cap. Historia de las vil. siete doncellas S^ de Simancas. «Queriendo Abderramán, Rey de Córdoba, exigir tributo que de cíen Doncellas había ofrecido a los el abominable Moros Mauregato, metad nobles y metad Embaxador del pueblo, y haviendo enviado a ese fin su Rey de León Don Ramiro I.°, viendo éste lo apre- al tado y exausto de su Reyno, valerosa defensa, queriendo tomarse tiempo para una i mandó que por aquel año se repartiesen Doncellas entre los pueblos de sus dominios. ción (l), tocó a de Simancas la villa En las cien esta triste situa- entregar siete Doncellas, el si acaso no eran de las aldeas o pueblos inmediatos. Los Governadores o superiores de la Villa en edad de casarse, a las y tomaron nobles el como nombre de las que estuviesen y poniendo guardas Puertas para que no escapase alguna de ellas, hecharon suertes; llegada la hora de assí pleveyas, desventura, andava toda tal la gente como fuera de sí, y tan alterada como si fuera día de Juicio, temiendo cada uno que tocase la suerte a su Hermana, Hija o Parienta. Acudían a la Iglesia a hacer votos llozos, y promesas para que los librase de sEstava la mayor parte leyeron los nombres de los gritos al cielo, las tal a Dios, con muchas lágrimas y so- trabajo e infortunio. del pueblo presente al sorteo, que tocó tan infeliz y quando suerte, levantaron viendo una lástima que no podían remediar. Los Ministros de Justicia llevaron a las pobres Doncellas a quienes tocó la suerte al Castillo, donde las depositaron, siendo vanos todos los esfuerzos que hicieron sus parientes para defenderlas, siguiendo sus huellas con con alaridos que traspasaban la priessa i fuerza que los corazones. las llevaban, Las Doncellas, iban a cuerpo, esparcidos los cavellos al aire, todas desgreñadas, los rostros amarillos ojos sangrientos de tanto llorar, mucho las dando grandes suspiros, dolor las tenía anudada la garganta para dar voces, ocupaba los sentidos. Las Madres iban detrás de ellas, y los porque y el el pavor atronando ayre con voces y lamentos, mostrando tan gran dolor y sentimiento, como si los enemigos entraran y saquearan la villa. Estu- el vieron aquella noche encerradas las siete Doncellas en una torre del (i.) Esta expresión zudo fué retocado, es moderna y otras tales, decir, estropeado, logrado ver copia más antigua. en la prueban que el texto de Cabe- centuria pasada; pero no hemos ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 8^ revolviendo cada una en su memoria los trabajos que tenían Castillo, los de remedio, y destituidas de todo consuelo ánimos generosos suelen en la tribulación más ingeniosos y despavilados, subcedió que, siendo una de a la vista, sin y alivio; estar ellas pero esperafiza como de más valiente espíritu, y de compañeras, levantándose entre que la la que como todas, las tal reconocían sus rogó encarecidamente oyesen; y reprimiendo su dolor, enjugando sus lágrimas y lanzando un suspiro de yor gravedad íntimo de su corazón, lo las dijo con la ma- estas palabras: f.Ya sabéis, queridas Hermanas, que nuestra desventura nos ha que no volveremos amada a ver nuestra > traído a tiempo » ¡Desventurados Padres, que con tanto regalo criasteis buenas hí- > jas para > huvierais zebo de ios tierra. Perros Moros; mejor fuera que de Niñas nos > ahogado en vuestras manos, y no fuéramos a ser despojo de su lascivia, vendidas y vituperadas de los Bárbaros! ¡O > Dios misericordioso, no permitáis que estas desdichadas doncellas » sean entregadas a los Hijos de perdición, que nos fuerzen a cumtorpes deseos » plir sus y renegar de tu santa ley! ¡No permitáis, » Señor, que se pierdan nuestras Almas; volved por nosotras, y ya que no es lícito quitarnos las vidas con nuestras propias manos, 5> mueve. Señor, » decer en breve > grande infamia! Tiempo nos queda, Hermanas mías, para llorar > este daño, > bueno, que era » yra de quien sea tu voluntad; que mejor es pa- la muerte, que no esperar tan largo dolor y tan la es corto para buscar algün remedio: y ahora muerte; pero ésta ni los Moros nos la » conviene tornearla quitemos por nuestras manos; y que » para que > con alguna mancha en nuestra > decer » ridas tal assí el seamos de ellos tierra, » inhábiles de este modo quieran llevarnos a sus acuerdo, i la voz, animándola las ir rostros, horrorosas para toda lavor, » que manos y y sangre desfiguremos nuestros »Aquí, faltándola que me darán, ni parece es desechadas, que más vale quedar desventura: cortémonos las y assí lo uno havía regalo que apetecen, afeando nuestros rostros, » les la y a las extrañas a pe- y con hequedaremos cavellos, y assí creo no será posible que tierras.» cayó desmayada; pero volviendo en su demás, que todas aprobaron tomaron unos cuchillos que llevaban consigo, i el precepto, empezaron a cor- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA tarse el pelo, herir los rostros, cas, y cortarse manos por de suerte que quedaron mancas, y para animaban y consolaban. A los gritos y una, que era la más pequeña, despertó diendo a toda prisa al y ello sollozos, el y muñe- las unas a otras se especialmente de carcelero, el qual, acu- Aposento donde estaban encerradas, a todas con tantas heridas das, las 85 las halló sangre, que las unas estaban desmaya- penetradas del dolor y sentimiento, no sabían qué las otras, adonde acudir, con que, dejándolas en su lastimoso hacer, ni esta- do, fué sin detenerse a contar el subceso a los Juezes. El día si- guiente, aun antes de amanecer, ya estaba divulgado por la Villa, acudiendo toda la Gente al Castillo a saber lo que había subcedido: pero llegando a noticia de los Moros que debían recoger llas, y viéndolas tan desfiguradas por estar ni llevar, que gobernaban i mancas, no las Donce- las quisieron recibir y de ningún provecho, y digeron a los que eligiesen otras con toda brevedad. inútiles Villa la Esta proposición pareció muy daron que se diese cuenta al acor- dura a los Magistrados, y assí Rey, para que mandara que debía lo y en efecto, despacharon deputados a León, a donde se Rey Don Ramiro, al qual y a su corte informaron larga- ejecutarse: hallava el mente del lastimoso lanze subcedido en Simancas. •»i\l oírle, dice Luis Vives que levantándose entre todos Obispo, dio un suspiro y dijo Hombres al Rey y demás circunstantes: «¿Qué > hacemos >> se ofrecen a la » nos dan exemplo para que volvamos por su honra y por tan justa causa?» estas palabras todos respondieron que más querían mo- » rir los muerte por librarse las tiernas Doncellas de tan infame esclavitud, y A como cavalleros que acordaron que todos la tan sosegados, quando un guerra, subcedió sufrir tan grande afrenta como cobardes, y Pueblos se pusiesen en armas, y publicada memorable Batalla de Clavijo, publicada bien los la a lo largo por todos los Autores antiguos Hespañoles; debiendo notarse, para nuestro assumpto, que muchos cavalleros llevaban por insignia en esta guerra unas vanderas pequeñas en las lanzas, ellas pintadas siete manos, en señal de las doncellas que se y en manca- ron voluntariamente en Simancas. También llevaban en un cendal atado a la moneda que entonces se Rey Don Bermudo el i.° el pa- lanza quinientos sueldos de la usaba, porque habiendo ofrecido el ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ^0 rar a los Moros 500 sueldos por cada una de las cien Doncellas, que su antecesor Mauregato les ofreció, y negando uno y otro tributo el Rey Don Ramiro, decían los cavalleros que allí se le llevaban a los De i Moros, y que vinieran a tomarle de esto nació el honor i renombre que punta de sus lanzas. la se da a los Hidalgos, de «Os hazemos solar conocido (digo), diciéndose en los privilegios: » hijosdalgo de solar conocido como dijera: os si hacemos y devengar quinientos sueldos»; que gozéis hijos dalgo para nobleza que ganaron aquellos nobles que vengaron cien Doncellas, ellas; y los común 1 tributo de y las 500 sueldos que se daban por cada una de siendo de esta opinión libro 4.°, era el la libertad el doctor Montalvo y Peñalosa, en el 360. Las siete Doncellas qne se hicieron mancas, es tradición de Padres a hijos, que conservaron su virginidad, y se metieron Monjas en adonde hoy Aniago, y en el el Monasterio de Sta. Olalla, que era que están sepultadas con fama de mu- cha virtud, haviendo hecho mudar Gureba en el el antiguo bispo D. Rodrigo, Nebrija, Vasseo, Sepúlveda quedado de Simancas que hoy el nombre de Eureba o de Septimancas con que nombran tiene. Con y el a esta villa el otros, y del Arzo- que ha motivo dicho tomó estrella docampo de sangre o encarque haze memoria Luis Vives en su libro de La Mujer esta villa por armas un castillo en campo azul con una rada encima, y por orla siete manos en nado, de lo cnristi-ana (l), diciendo: «Por librarse de Paganos Las siete Doncellas francas, Se cortaron sendas manos, Y las tienen los christianos Por sus armas en Simancas.» »En otro empieza assí: romance viejo se hace memoria de este subceso, y ^ cEn Córdoba Abderramán, Lleno de gran ufanía (i) No necesito advertir (2).> que en ninguno de los tres libros ne femiua christiauíB se halla semejante copla. No tenemos más noticia de este romance. (2) De bistHuHo- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ?7 »Otro romance hai impreso, que empieza con los versos si- guientes: Rey que en León <E1 primer Don Ramiro se llamó, Al principio tuvo Y al fin guerra paz, le sobró; Que Almanzor, Rey Cordovés, En batalla le venció, Y le puso en tanto estrecho, Que grandes Y en parias le dio; las parias cien doncellas Dar cada año se obligó; Las cincuenta hijasdalgo, Las otras cincuenta no. El tributo, que era grave, • Mucho tiempo no Que la villa duró; de Bureva La su paga defendió Por no pagar el tributo, El qual después no pagó. Que siete Donzellas nobles, Que para dar escogió. En la torre de una Puerta De esta villa acaesció Que una noche allí encerradas En llorar se las pasó; Y al tiempo que amanecía La una así las habló: < Desventuradas doncellas, » ;Quién en » Que el mundo pensó para echar a los Perros » Estáis vosotras y yo? » ;0h! ¡La » Que jamás » ¿Qué corazón hubo humano » Que •» ¡IMás le valiera morir, mayor crueldad se vio ni oyót tal hizo y permitió? » Que > Cortémonos, pues, • La primera seré yo aceptar lo que aceptó! las manos; >, etc., etc. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 88 > el muy Sigue después este Romance, que es subceso y diciendo que por Simancas, dejando Tal es el el la nombró anterior de Bureva fundamento tradicional de Lope con una épico ha reforzado mática, en él se intriga largo, contando toda- la villa Septimancas a > esta comedia, cuyo interés de amor interesante y dra- cual brillan los simpáticos caracteres de Iñigo López, de Ñuño de Valdés y de su hermana doña Leonor, la prometida $ amor y la gratitud que profesa a su generoso enemigo el moro Abdalá, enamorado también de Leonor por su retrato; y aunque esta competencia no sea nueva de Rodrigo. Luchan en en el Teatro de Lope, el alma de éste muy ni ingenioso tan nobles los afectos, tan caballeresco ficación, modo que feliz esta parte, episódica con el áspero y el el > medio de prepararla, son y el estilo tan dulce la versi- un y romántica, contrasta de trágico vigor del desenlace, sin desvir- tuar su fuerza. Comedia de las más brillantes y magnificas de Schack; pero, en mi juicio, es inferior a las Lope la llamó dos que en nuestra co- y que pertenecen al mismo ciclo legendario (*). Los Prados de León. Citada en la segunda lista de El Pe- lección la siguen, V. — regrino, y, por consiguiente, anterior a i6l8. Publicada en la De- cimasexta parte de las comedias de Lope (1621), con dedicatoria duque de Huesear. Reimpresa por Hartzenbusch ea el al' tomo IV de Cotnedias escogidas de Lope (Biblioteca de Autores Españoles). Es una de las seis piezas estimado más, y de las cuales dice, prólogo dialogístico de seo^ suyas que Lope de la Parte por boca de El Teatro^ en 16.*: € Mirad El Laberinto y Los Prados, el Vega parece haber el a guien alabáis, El Per- Adonis y Felisarda, están de suerte escritas, que parece que se detuvo en ellas». Respecto de Los Prados, a la frescura poética con al prestigio irresistible de que tal la predilección es justa si se atiende obra está concebida, y ejecutada, la versificación. Como y concepción dramá- Sobre el argumento de Las famosas asim-ianas, cita Restori una co(*) media de Francisco X. de Villanueva: Cumplir la jura y qjdtar elfeudo de cien doncellas; otra de Luis de Guzmán: El blasón de don Ramiro; la de Herrera y Ribera: Batalla de Clavijo y Voto de Santiago; la de Cabillo: Rayo de Andalucía y Genizaro de España, \ la de Mira de Amescua: Desgracias del Rey Don- Aljonso el Casto. — (A. B.) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA no tica sortes es de primer orden entre las de Lope, y juegan en ella reque manejó con más habilidad en otras producciones, sobre todo en Los Tellos de Meneses; pero hay en toda de fera de idilio, campos, una tan poética representación de los quista, pieza una atmós- la una misteriosa vaguedad romántica, un saludable aroma guerrera, medio rústica una tan feliz de pastoril y conjunción, en suma, de las inverisimilitudes y el desorden de Admirablemente juzga Schack la la el la (i) ésta la égloga y de ánimo y medio vida montañeses de los peya, que arrastra y encadena suavemente dar 89. le Reconla epo- hace olvi- acción. y otras análogas crea- ciones de nuestro gran poeta, en los términos siguientes: «Del par- de Lope hubieron de ser ticular agrado del primer renacimiento de la las pinturas de los tiempos monarquía hispano-cristiana. Com- plácese en retratarnos aquellos antiguos castellanos rústicamente sencillos, que ejercían en sus subditos brasen sus campos, ya desenvainasen Todos patriarcal autoridad, la espada contra ya la- los infieles^ estos cuadros que, por ejemplo, se observan en Los Pra- dos de León, en Los Tellos de Meneses., en Los Benavides y en muchas comedias suyas, son tan lozanos y enérgicos, que, a no estar completamente estragado el lector, por las descoloridas otras imágenes que en nuestro tiempo se han vendido por poesía, no puede menos de tributarles encanto mágico de verdadera gracia, el confunde en con ellas la y por mucho que sincera admiración; se repitan, siempre parece nueva la impresión que nos causan. La pura poesía pastoral, se la más grave solemnidad de guno como Lope ha representado todo el la heroica. Nin- robusto germen de la na- La materia y la forma se armonizan en estos cuamanera más íntima; nótase una facilidad tal en su colori- ción española dros de la do, tanta naturalidad e impersonalidad observarse en las mucho, pero sus palabras son graves; a Ios hechos, si y como únicamente se llevan a cima las fuesen pequeneces de ninguna los dichos suceden anciano, temeraria obstinación del joven. (ij Tomo II punto- Y ¡qué diferencias en los monta Al lado de la al hazañas más extraordinarias como- caracteres! la suele- obras poéticas populares. Sus caballeros no hablan grandeza de alma y de del texto alemán, 268; III de la ¡ la Qué experiencia del rasgos individua- traducción castellana, 13-16,. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ^O Jes distinguen a los personajes subalternos, clérigos y monjes, labra- La exposición desordedores y pastores, caudillos y guerreros! nada y abrupta de la fábula se armoniza a maravilla con el conjunto. Y ¡cuan delicada y cuan inseparable del carácter español es la mez- cla de orgullo hinchado y de amorosa resignación, de arrebatos producidos por la justicia de veneración por de que los personajes se deberes que los la lealtad les cuales todo se subordina; de nobleza constancia en las amistades mo, si examinamos y de barbarie, de más tenacesl invariable Por los odios últi- acción en su totalidad, ¡cuan rápido es su la y animación hay en sus detalles!» curso, cuánta vida La parte y de creen asistidos, impone, y a los histórica bres de los Reyes de Los Prados de León se reduce a Don Bermudo y Don Alfonso el Casto. nomTodo lo los demás, o es pura invención del poeta, o procede de alguna leyenda genealógica que no he podido encontrar hasta ahora en los libros de linajes que que he recorrido, pero con esté histórica. más versado que yo en De poner que así el la cual acaso llegue a dar alguno este género de literatura seudo todos modos, basta con un juego de palabras para su- Ñuño de Prado, tronco de este linaje, se había llamado por haber sido encontrado recién nacido en un prado. Quizá no pasaba de aquí el genealogista; pero una fábula novelesca, y Lope que sea el Rey Don Bermudo ya había en esto el germen de se apresuró a desarrollarle, el Diácono quien encuentre haciendo al rioso infante: • Yo y mi hermano, el que llamaron El católico guerrero, }' Muza La retaguardia siguiendo Una víspera de Pascua íbamos de Ardain De Flores, Oímos y entre unos fresnos quejas, Alfonso; Pasaron todos con miedo, Y yo con piedad; que siempre Fué virtud de que me precio. A las quejas me acerqué Puesto que siempre eran menos. Cruzaba un arrovo manso miste- 1 COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Un prado de 9 flores lleno, Cuya margen unos juncos Ceñían de trecho en trecho. En más espeso de unos lo Las quejas escucho y siento. Lirios y juncos desvío lanza con el cuento, ]")e la Y veo desnudo un niño Que Que estaba arrojado en ellos, como vio la lanza, Asió con la mano el hierro, ansí Y con su fuerza tan débil Me la apartaba risueño, Como si dijera: «Mira Que me está guardando el cielo > El niño encontrado de esta peregrina manera se cría en casa de unos labradores, como Ciro de Contra valor no hay desdicha el otros análogos personajes de Lope; feliz en su aldea, enamorado de la y el primer acto nos pastora Nise, le y presenta y cantando uno y otro en bellísimos trozos de poesía lírica aquella eterna paráfrasis del Beatus ille^ que, con repetirse tanto en las obras de Lope, pa- rece siempre nueva por aspiraciones de la sinceridad con que expresa una de las la más simpáticas de su alma, platónicamente enamorada soledad y de vida de los campos, por la condenase siempre a más que en medio del desorden y tráfago mun- vivir danos: Bajar, Ñuño querido, Contigo destos montes a estas huertas En el Abril florido, A ver las Ver al rosas a la aurora abiertas. Junio la fruta Colgar de aquestas ramas sazonada. En el invierno enjuta La verde pera y carmesí granada, A tu dichoso No lado. es envidioso bien, sino envidiado. Caen En el los fuego su destino le chopos el altos invierno, y de su adorno ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA C)2 Los secos fresnos Y faltos, estamos dellos a lumbre en torno la Con nuestros padres viejos, Ya escuchando consejas, ya consejos. Pues, ¿qué mayor ventura Pueden tener los cortesanos. allá Que de oro y plata pura Hinchen, no el alma, las sedientas manos? ¿Cómo, Ñuño, pasaste Esta noche sin mí? Cual pasar suele, Hasta que en rojo engaste La cara asoma para que vuele, el sol El pájaro escondido. Que estaba solo en el desierto nido. Mas como del barbecho Parda calandria alegre se levanta, Y con vuelo derecho Se sostiene en el aire, Mil requiebros Ansí viendo tu Pues ¿ves Que al la y canta silba al día, mostré sol alegría. obscura sombra partirse del sol hace a estos prados Este monte que asombra La plata a estos arroyos delicados? La misma Hasta que Deliciosas escenas de cilios, música y baile, el alma cubre el alba de tu amor y sol descubre celos, chistes completan el hechizo de este cuadro de vida campesina, donde aparece engastada con una reliquia o reminiscencia de la el acierto musa popular: Reverencia os hago, Linda vizcaína. de rústicos, cantarla de siempre COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Que no hay en 93 Vitoria Doncella más linda. Más preciada haceros Mi querida amiga, Que vencer los moros Que a Navarra lidian. — Id con Dios, el Conde: Mirad que soy niña, Y he miedo a los hombres Que andan en me Si A fe que me Yo no la villa. ve mi madre, riña. trato en almas, Sino en almohadillas. — Dadme vuestra mano, Vamonos, mi A la vida, mar, que tengo Cuatro naves mías. — ¡Ay, Dios, que me fuerzan! que me ¡Ay, Dios, obligan! — Tómala en los brazos Y De este ambiente, a la mar camina. saturado de olor de trébol y verbena, nos tras- la Don Bermudo ha renunciado recomendándole Ñuño de donde hierven corte de León, lada el poeta a muy la corona en las intrigas. Don Alfonso El Rey- el Casto, encarecidamente que recoja y favorezca a Prado, cuyo misterioso hallazgo convierte en cortesano al fin de Deja ese la le refiere. primera jornada: traje villano, Y toma el de caballero; Ceñirte la espada quiero, Ñuño, de mi propia mano. Para armarte caballero Conforme al fuero de España, Has de hacer alguna hazaña, Ñuño de Prado, primero Y el pastor se ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 94 Va, en armado moro Muza, que efecto, a la guerra contra el tributo de las cien doncellas; trae al caballero, y logra Pero conjúranse contra él la Rey seis mayor privanza con envidiosos reclanía el cabezas en trofeo, es el casto Monarca, pérfidos cortesanos, y, para y hacerle caer de su gracia, forjan cartas falsas (recurso infeliz, muy de usado por Lope y otros, en aquella edad infantil las pero com- Al mismo tiempo se enamora de él la Infanta Doña Blanca, y él desdeña su amor porque permarfece fiel y constante a la pastora Nise. Todo conspira entonces para su ruina, que binaciones escénicas). él parece presagiar en una melancólica glosa de aquella canción atribuida a Felipe 11. ¡Oh contento! ¿A dónde Que no te tiene estás, ninguno? El Rey se persuade de que Ñuño hace traición con le sulmanes, e instigado además por su celosa hermana, la corte al el final del fin los mu- le destierra de del acto segundo, que contrasta graciosamente con primero: Quitadle Y el ponedle sombrero y capa gabán suyo. el ¡Vuelve, villano, perjuro, al azadón y Pon a tus al arado! bueyes Yo, que te ceñí Te la desciño, suerte, el la yugo espada, y renuncio La nobleza que Pero el te di, Ñuño se resigna con la mudanza de gozoso al campo y al amor de Nise: sano corazón de y vuelve casi Volvámonos Que en Me a la aldea; dolor tan importuno, consuelo en ver que a Nise Su labrador restituyo. ¿Quién duda que ella se Viendo que otra vez me huelgue cubro su^ COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA me Del gabán con que Campos amenos y 95. iguala? augustos, Recibid vuestro villano. Altas hayas, robles duros, Apercibidme esos brazos. Prados, desnudaos el luto Entonces precisamente comienza a aclararse gen de Nise, que era tan ignorado como el en su destino una transformación contraria a parándose de este Doña Leonor, rada. una modo hija del el la Rey Nise. El tercera jor- envía a buscar a su prima con grande aparato de carrozas, bien anacrónico en muy la que ha tenido ha criado encubierta en Castilla, la cual se nombre de ori- verifica de su amante, pre- ingeniosa combinación de del Rey, le revela al morir tía conde de una aldea con la enigma del el de Ñuño, y se el siglo viii, pero propio de los cuentos populares. Desde que Inés (antes Nise) entra en la corte, complicase la intriga, declarándose competidores en su amor los sumado antes la mismos dos cortesanos que habían tramado y conpérdida de Ñuño. Su rencorosa emulación hace que momento mismo en que Ñuño, impul- su delito se descubra en el sado por los celos, se entra por las puertas de palacio buscando a su Nise: Vengo en busca de una oveja Que en su nevada pelleja Tiene mi roja señal En pos de él viene labrador Mendo, que el declara al Rey, en un lindo romance, que mano El Rey Fruela, tu padre, Andando una tarde a caza Flor, Vio a mi pequeña aldea, una gallarda aldeana Que en el prado de los chopos, Junto a un arroyo guardaba Blancas ánades, que hacían Sus aguas copos de plata. había criado, Ñuño de Prado suyo: En le es y her- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA éQd Apeóse Y del caballo, antes que la luna blanca Saliese a ilustrar la noche, Con ruegos y con palabras Rindió su inocente pecho, Tanto, que De al salir el alba, vergüenza de Ramira Mostró más roja Volvióse Y el Ramira Rey la cara. a la corte a su cabana, Dejándola aqueste anillo No hay que censurar con mucho rigor las violentdiS peripecias wiagJtórisis de esta comedia, los lances inverisímiles en y que abunda. de un cuento entre popular y genealógico, escrito para recrear apaciblemente el ánimo de espectadores preparados a aceptar Se trata de buena fe todo lo insólito y maravilloso. De esta disposición in- genuamente poética de su auditorio se aprovechó Lope para gastar en esta comedia muy pequeño artificio teatral, y prodigar, en cambio, las galas bres de la que ya en de su dicción en aldea y las los albores de la brillante antítesis la corte, que sirve entre las de toado a su costumlienzo, y de nuestra escena había dado asunto a Juan del Enzina para dos de sus más sabrosas églogas. No es fácil entre- sacar trozos selectos de esta obra de Lope, porque toda ella está muy lindamente escrita, en estilo natural y afectuoso, sencillo y puro. VL Las Famosas Astíiriajias.— Citada, con el título de Las de E/ PeregrÍ7ío, y, por consiguiente, anterior a l6l8. Impresa en la Parte decimoctava de Lope (1623). Asturianas en la segunda lista Reimpresa por D. Juan Eugenio Hartzenbusch en Comedias escogidas de Lope el tomo III de {Biblioteca de Autores Españoles, de Rivadeneyra). Lope la diendo en dedicó al corregidor de Madrid D. Juan de Castro, alu- la dedicatoria a la comedia que pensaba efectivamente escribió después, sobre el escribir, y que fabuloso origen de su fa- Juan de Castro, primera y segunda parte). El texto más antiguo que hemos visto de la tradición en que esta preciosa comedia está fundada, se halla en la voluminosa commilia {D. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 97 pilación historial que, con el rótulo de Libro de las bienandanzas f Jortimas^ escribió en lazar, < 1 471 estando preso en el la caballero vizcaíno Lope García de Sa- su torre de Sant Martín de Muñato- nes> (l). «Lope García de Ms. Acad. de •» Salazar, libro la Hist. Sala 12, Título del Reynainiento del que en ella rey nó de las Bienandanzas y fortunas. 6.% núm. 17, est. 10, gr. fol. Rey don Ramiro de León • 342. X' (sic) y primero deste nombre. »E1 rey don Ramiro, primero deste León, hermano deste rey don Alfonso nombre y ochavo rey de el casto; un conde del palagio y venciólo y sole monge, y sosegado su reyno como levantóse contra él prendióle, y sacóle los ojos le dar treguas a los moros y otorgárongelas con enviase luego las giend donzellas quel y pú- convenía, envió demantal condigión que les Rey Mauregato el malo y los otros después del les avían pagado en cada año segund dicho es, sino que le robarían las tierras; y juntando con acuerdo de todos, no podiendo y ál fazer, su reyno sobre ello acordaron de y las enviar, repartiéronlas por suertes segund la costumbre de los pasa- (i) «Compuse este libro, e escribíle de mi mano, e comencéle en el mes de julio del año del Señor de 1471 años, c porque en él se fallarán muchas buenas andanzas e acontecimientos de Estados que los príncipes e gentes venidas de las cuatro generaciones, que son gentiles e judíos e cristianos e moros, alcanzaron, e con ellos visquieron en honra e en su plaser; otro sí, obo muchos dellos que con fortuna decayeron e fenecieron sus vidas miserablemente en mucho dolor, e trabajo, e angustia; otro sí, porque yo le fice e escrebí, acompañándome la dicha fortuna, su nombre derecho debe ser Libro de las buenas afidanzas e fortunas, que fizo Lope García de Salazar en XXV libros, con sus capítulos, e sus tablas, e cada uno sobre sí de letra colorada.» De estos 25 libros, los 19 primeros se refieren a la historia general, y los seis últimos, que son los más conocidos, los que más veces se copiaron y los únicos que han sido impresos, tratan de los linajes, bandos y guerras del Norte de España en el siglo xv, particularmente de las actuales provincias de Vizcaya y Santander. Existe una reproducción paleográfica de esta parte de la obra (Madrid, 1894), hecha con arreglo al códice original, que para en la biblioteca de la Real Academia de la Historia. La parte general ha sido menos estudiada, aunque contiene pormenores legendarios muy curiosos. De ella es el trozo que transcribo, y sobre el cual me llamó la atención el joven y experto filólogo D. Ramón ¡Menéndez Pidal. autor del bello libro, recientemente publicado, sobre tes de la Leyetida de los Infan- Lara. Menéndez y Peí-ayo.— Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. , ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 98 dos, sobre las cuales mostró dios su grande y maravilloso miraglo- ^Titulo del miraglo quel nuestro señor quiso mostrar por una donzella de aquellas que levavan cativas mente el apóstol Santiago a ^ y de cómo apareció primera- d España. los cristianos >Recogidas estas -c- donzellas con mucho dolor y maravilla como caso lo atal de Labradores, para fijas seyendo ofrec^ía, L- las fijas dalgo y las otras -L- en toda servidumbre, las maltratar así como rey por mangebas y para los cavalleros y para serbir sus casas con ellas, y acabado todo diéronlas a dos escuderos con otros para el serbientes que las levasen a los moros, das ginco leguas della, espiró a y el espíritu así salidos con del señor, que nunca donde deve, en una donzella de aquellas fermosa y más entendida púsose cual su madre Como levase. los pensando que con se tanto que los ellos y con ella la y anda- ellas dalgo que era fijas la más la y desnudóse de todos sus paños y pariera, y dióles a un su serviente que gelos dellas, escuderos vieron aquello, maravilláronse por fallege mucho maginación se avía enloquecido, y trabaxáronla fazer vestir, deziéndole que lo fazía m^l y avergongava, y que por loca la apedrearían los moros, y que las otras donzellas padecerían por la su locura. Como quier questas y otras cosas muchas de amenazas como de le dixieron, así ruego, ni con amonestagiones de dios, le dixieron deziendo le que se acomendase a dios que la podía librar de aquel peligro en que yva, y que dexase todas aquellas locuras y temas y desvergongamientos, jamás della pedieron aver palabra ninguna de bien ni de mal, ni fablava con persona que do le dixieron mejor e ron qué lo que entrava en fazía. ella pidió sus maravillándose mucho Respondióles que quando venía en tierra ella de la tierra más apuestamente que pudo. así vestida, lo que preguntava a todas fallase, sino personas que topava que adonde era las tierras las Y cuan- escuderos la vie- preguntáronle que por que no avía omes, e que por encobrir sus carnes los se desnudara las aver verguenga sino de los homes, e agora que que entravan en moros. paños, vestióse lo más- Como dello, los primeramente mugeres no deven ella se vestiera por- que avía omes, e que por eso era vestida porque no la burlasen ni disfamasen dellos, della ni dellos, ni por ello fiziesen enojo aquellas cativas desventu- radas de cristianas sus compañeras, ni a ellos que así las levavan a V COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRI vender a Los escuderos los ynfieles sin ley. como en ornes avía en tierra de cristianos 99 dixieron que tantos le la tierra de los moros y tan buenos. Respondióles que dezían lo que les plazía, que a la si tierra de los cristianos oviese ornes, que no levarían a ellas así por donde avían de esclavas a tierra de moros, a ser corrompidas sugiadas sus verginidades de las gentes ynfieles, enemigos de Virgen Santa María su madre, e porque e a la gelas fazían levar en- santa moros eran ornes los así. de cómo aquellos escuderos se tornaron al rey con todas » Título las donzellas e contaron a todos el fecho de la donsella^ e los del reyno »Oydo las el comienzo de este capítulo.) este fecho por el mucho avía dicho e Rey e cavalleros, segund platicado con todos de dar e de morir sobre ello. los moros los la tierra, la donzella lo un acuerdo, juraron de E acordaron de los yr que no pagar aquel tributo o de morir sobre mero en cómo todos acordaron de no las dar. (No hay espacio ninguno en blanco, pero falta que i cual a ellas farían renegar e desnegar el su salvador Jesucristo fe, la no la buscar antes por que creyan ello, e vernían a buscar, acordaron de entrarles ellos prie salió este rey don Ramiro con las más gentes que pudo, e entróles por Navarra, que era toda de moros, sino montañas della, e las tierras. comengaron a matar E como los moros e quemar esto sopieron, apellidaron toda la tie- rra e fueron sobre ellos, e falláronlos en un logar da, e ovieron fuerte batalla en tianos. Pero como los las e robarles todas que llaman Alvel- que raorieron muchos moros e moros eran muchos e los cristianos cris- pocos, fuyeron los cristianos e dexando muchos muertos, e tornando algunas vezes sobre sí, recogiéronse a un garro que llaman Clavijo >, etcétera, etc. Un neral romance puramente En consulta estaba un día El noble rey don Cuando Una artístico, inserto en 1604 (núm. 617, de Duran), recuerda áe^ sin gallarda doncella Romancero ge- mismo hecho: — con sus grandes y Consejo Ramiro— varias pedir licencia el el cosas discurriendo, — se entró por la sala adentro — de amable y hermoso gesto, — a quien el rubio cabello Vestida toda de blanco, Bordaba de oro los hombros— a causa de venir suelto. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA loo — Ponen los ojos en ella, y poniéndolos en ellos, comenzó a hablar— y ellos a darle silencio. Ella — Perdóname, dice, Rey, — Aunque te le si Consejo atropello, tu si dan malo,— antes soy digna de premio. No sé si de rey cristiano— te dé nombre, porque entiendo Que con fingida apariencia— debes ser moro encubierto; Que quien da a los que lo son— las doncellas ciento a ciento. no es moro, Si ya Si por darle a ellas — las soborna para serlo. muerte oculta — vas desangrando tu reino, — de una vez pegarle fuego; O no, en tributo y parias — dieras hombres a lo menos, Que era dalles enemigos — de quien vivieran con miedo. Por harto mejor tuviera si Pero si les das doncellas,— allá, en dejando de serlo, Nacerán de cada una — cinco o seis contrarios nuestros. Mas bien acordado está— que tus hombres se estén quedos Porque puedan engendrar— hijas que paguen en feudo; Que sólo para engendrallas— deben de tener sujeto De hombres, que en acobardan Si te Que han de Y sin Que venírtela a dar duda vencerán, ellas demás, lo las guerras, — si — — lo — yo por mujeres los tengo. las Determinó de morir —y el mal que ponen en son mujeres hombres, Alborotáronse algunos, mismas doncellas creo por el has hecho, las efecto. — y hombres mujeres aquestos. Rey, corrido y suspenso. — o libertar a su reino. — y prestándoles su esfuerzo Juntó su gente de guerra, El glorioso Santiago, — dio la batalla y vencieron. Quedó medroso Almanzor, — y Dio libertad a Castilla, Pero yo creo que poema de Pedro de le sigue la la —y a sí fuente inmediata de con bastante fidelidad en el primero deste nombre, hizo por las Lope que el el poema que cien doncellas que se pagaban a los pedillas, en esto tuvo: después de con el que el consejo que lo cual los la porque fábula. leonés, valeroso rey tributo con del llanto que ellas hizieron, sabiendo Córdoba enviaba a ya citado fué el disposición de la canto 24 del este título: «Del gran sentimiento León, de premio. Vezilla Castellanos (Salamanca, 1586), mienza este episodio en y Rey con aqueste hecho el mesmo honroso que Don Co- lleva Ramiro, halló el reino de moros cada año, rey Abderramán de el rey Don Ramiro embaxadores bárbaros propo- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA nen su embaxada, y describen que dello sucedió». Las octavas siguientes lo alboroto y turbación de las doncellas: el Qual banda espessa de palomas cuando Oyen del arcabuz Que de una parte el son horrendo, a otra revolando Atónitas, el ayre van rompiendo, Casi unas con otras encontrando, Con desatino Tales el vuelo prosiguiendo, ruydo salen esparzidas. al Las confusas donzellas afligidas. Sin respetos mirar ni compostura, A que nativo suelo las inclina, el Quál arroja chapín, y se apressura, el Quál revuelve la Quál tiende el manto Quál sin vuelta Quál se él, la cae ropa, y saya fina, a media cobertura, al cielo, se amezquina, y los cabellos. el velo, Sin aver hecho el mal, lo pagan ellos. Como en su cruda pena y movimiento Una mesraa occasión las fatigava. más conduxo su tormento Al palacio do el rey Ramiro estava. Casi a las y mísero convento Allí el lloroso El gritar y Y la La Una de el llorar acrescentava, discorde y áspera armonía. tierra, el ayre y cielo estremecía. las doncellas exclama: «¡Oh, ínclito León! ¿Esto consientes? ¿Esto se ha de passar, donzellas tristes? ¿Dó nuestros padres? ¿Fáltannos parientes? ¿Para este effecto, oh madres, nos paristes? ¿Dónde huyó el valor? ¿Dó los valientes Ánimos que esperanzas prometistes De ilustre Que honor? ¿Mirays sólo el provecho, de honra y amistad gran trecho? »Dó nos dejays llevar, gente perdida? está ¿A dar los lOI cuerpos a la banda perra? ¿No se ha de reparar esta cayda? 102 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. ¿Ouándo podeys seguir más ;En quál parte del mundo justa guerra? es ofTendida Tanta mujer? Cobarde y finca tierra, Dexa, dexa el león, y una velluda Cordera en su lugar por armas muda. »¿No os acordays que, yendo ya ofrescidas Vuestras doncellas a No quisieron suffrir En quanto Y aunque los africanos, yr vestidas el llevaron los christianos? las fueron con ira reprehendidas ^ Sus carnes combatían vientos vanos; Pero quando a los moros descubrieron, Vistiéndose, estas lástimas dixeron: >No os offenda (cobardes) que desnudas Entre mujeres hasta aquí vengamos. Que pues a tales soys, las manos crudas Llevadas por vosotros caminamos; , Mas pues vienen varones con agudas Armas, es gran razón que nos cubramos, Y en cualquier parte ante ellos nos convenza La honestidad, respeto y La fresca flor ;No arrebata De la vergüenza. os avergüenza de lo que aquí digo »i;No de juventud briosa? las armas amigo el fama y honra belicosa? ;No se mueven los padres al castigo? clara ¿No se altera la gente generosa. Pues en prudentes la virtud se esfuerza. Haciendo voluntad de » lo que es fuerza? ¡Favorece a León, mente divina, Que Que abrazas con concordia eterna el mundo; a su total destruyción Para assolarse y dar hasta Pues a la fiera Entrega camina el profundo, gente sarracina la christiana, y iracundo Trato torpe, cruel, desvergonzado, Tanta alma y tanto cuerpo baptizado! ¿Qué renombre esperays que no sea nombre De efeminados y de poca estima, Indigno de estamparse en algún hombre Que en hazer fuertes hechos se sublima? COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA del orbe ^Qué parte habrá IO3 que no asombre El espantoso caso que E incita por la honra a quedar mancas lastima, Como las siete damas de Simancas? »Es, por ventura, de los saguntinos La muerte que se dieron despreciada? Y la de los valientes nuraantinos, ¿No queda, y su memoria eternizada? ¿Fáltaos alguno destos dos caminos Después de ensangrentada vuestra espada? no soys para vestir azero, Y si Nosotras franquearemos ese fuero». Dichas estas razones, calla, y cresce El Y llanto, que la rabia con Rompe el palacio y ansias va atronando, que padesce. va sulcando: el vestido, el rostro Tras esto, en abundancia mucha ofresce De los ojos humor el triste bando, Y de allí parte, que quietud no Pidiendo a Dios piedad, y al alcanza, Rey venganza. pero llama a Consejo, y se pronuncian varios discursos; Vide señor Osorio, <quien más enérgicamente se expresa es Luis Ñuño Alque hace un papel semejante ai del condestable El Rey aialobos, vares en Os Lusiadas: En esto levantóse Luys Osorio, Varón de gran esfuerzo y eloquencia, Señor de Villalobos, diestro en guerra, Y en Campos potestad de aquella tierra. Y con humilde aspecto y voz serena, Y con grave semblante así propone, Con razón clara de esperanza llena. Con que el temor y dilación pospone: «Supremo ayuntamiento, do se ordena Que la espada la offensa no perdone, Claro es que no hay mirar inconvenientes Ouando se offrescen causas muy urgentes. »Y que en esto los haya, no me espanto. Mas para persuadirnos, eso siento. Que a tan gran deshonor no hay mirar tanto, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA j<-.^ No hay para qué temer el rompimiento, Que nos puede librar de offensa y llanto, No menos vergonzoso que violento; Que el remediar los fueros desmandados Es de prudentes pechos y esforzados. >Que no permite el caso aborrescible Especularlo todo por concierto: Remítase al Señor incomprensible. Que es el que puede dar seguro cierto. De nuestra parte hagamos lo posible, Saliendo con valor al campo t abierto; Que sólo ha de temerse la fortuna, Quando el intento a la razón repuna. > ¿Damos aquí en tributo, Escogidos caballos de ¿Damos Que talentos por ventura. alta raza? de oro y plata pura, conquista y embaraza? ¿Danse aquí ropas de soberbia hechura? al pecho vil ¿Sácanse arneses finos a la plaza? ¿O enviamos de común consentimiento Cien vírgenes cada año al perro hambriento? >No es este tiempo sólo Sino de rescatar la de sentirse, , servidumbre; Que más vale morir que no suffrirse Una tan grande y dura pesadumbre: Y al De ínclyto consejo remitirse nuestro Augusto Rey, que nos da lumbre, Para que siga el passo valeroso El que es del bien y honra codic¡oso.> Luis Osorio es nombrado general, y el Rey Ramiro niega eí? tributo. Los tres cantos siguientes se refieren a la batalla adonde supone el de Clavijo,. autor que concurrieron los linajes de León, entre ellos el suyo: Quevedos, El nombre de Ñuño La Vecilla Osorio en más y más de que tuvo presente la y Castellanos. me comedia de Lope el poema de La persuade Vezilla. Pero> COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA 3ÍIST0RIA PATKIA ¡cuánta diferencia entre los fríos discursos predecesor, y neficiar a ésta la riquísima vena poética que 105 y declamaciones de su él encontró y supo be- en este argumentol Pocas piezas de su Teatro aventajarían si no la perjudicase algo, dándola aspecto de parodia, el uso de aquella jerigonza convencional que los dramáticos del siglo xvti llamaban lenguage antiguo, y que había puesto en moda el poeta de Guadalajara Hurtado de Velarde. Semejante fabla, que no se fahló nunca, deslustra esta comedia de Lope, admirable creación de Los Jueces de como deslustra también la La Castilla. cordancia de este arcaísmo parecen maj/ores por falsedad la y la dis- circunstancia de mal propósito, y hace liso corriente. en castellano Las comedias hablar a sus personajes y ^Ts. fabla son un absurdo: si realmente llegara a remedarse o falsifi- que muchas veces se olvida el autor de su carse con toda exactitud aviedla (esfuerzo avezado), había de la la lengua de cualquier período de que hoy no sería imposible para obra resultaría incomprensible para ir al teatro armado de gramática y un Edad filólogo el público, glosario. la Y muy que no siendo la como podía esperarse de un poeta del siXVII, que sentía la Edad Media mejor que nosotros porque todaparticipaba de su espíritu, pero que la conocía mucho menos> imitación tan imperfecta glo vía tal imitación provocaría la sonrisa del arqueólogo, compensada con innumerables Lope en estas bellezas; porque el si no estuviese gran triunfo de dos obras fué mantener en una esfera poética lo que en manos de otro ingenio menos delicado hubiera descendido hasta el ridículo de entremés. esta pieza el Hay que contar, por tanto, entre los méritos no pequeño de doble, por ser doble la la dificultad tentación de la risa: vencida, que aquí era primero, por la afecta- ción del lenguaje anticuado con dejos de bable; segundo, por ser una. virago., o hembra de armas tomar, la protagonista, aparte del tinte levemente cómico que siempre tiene esta absurda patraña del tributo de las cien doncellas, que en nuestros tiempos, y por natural degeneración, ha venido a parar en Todos no se la zarzuela bufa. que vencer Lope, y en verdad que necesitaban fuerzas menores que las suyas para vencerlos, como en estos obstáculos tuvo esta ocasión aconteció para su gloria. ¡Con qué gracia está poetizado el carácter de la brava doncella ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA I06 <loña Sancha, desde amor monólogo venatorio en que expresa su el bello a los fieros deportes de en que del Ñuño su naciente pasión por candidez y de malicia en guasl Se conoce que se divierte No el montería y a la pos, hasta la deliciosa escena los las costumbres anti- ladino poeta, hijo al fin de las edades cultas, con su argumento, pero que mismo tiempo al le San Antón. Su blanda ironía de los del no está reñida con su <:onciencia épica. ¡Cuan graves y nobles todas D. García, ya cuando siente peso de los años y antiguos bríos para el las ya cuando se despide de su (l), en una de el cautiverio, las escenas más ama. menos se burla, por ejemplo, del camisón labrado del Obispo^ ni cantores que chiflan viás de una hora sobre un libra, ni santo verraco de cam- confiesa Osorio! ¡Qué mezcla tan simpática de representación de la de la libertad modo más ingenuo palabras del viejo la hija, flaqueza de sus que va a patéticas salir que Lope ha imaginado! (2) ¿Donde estará en esta comedia y en otras tales esa ampulosidad, falsa brillantez o phoebus, que algunos críticos france- de ses consideran característico distinguirla bastante mayor parte de la artificioso, y en de la escuela de Lope, quizá por no la de Calderón? su Teatro, me A mí el estilo parece más bien abandonado que obras en que quiso esmerarse, fresco y natural las en sumo grado. Cosas hay en esta comedia que es imposible decir mejor en castellano: DON GARCÍA ¿Qué posaron en el lecho De Ñuño? Pasó {i) De el tiempo en que cobierto mallas fasta los pies, O con el dorado arnés Por sorao del brazo abierto, • Con sólo asir el arzón, Si alguna memoria tienes, Me posara en los borrenes De la silla del trotón • {2) Es la de Lope, en segunda del acto tercero, que principia: Non sé cómo comience Para pediros, el mi padre amado , etc. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 10/ Atan linda ropa, Que non hay lavada copa Que así Iluzga fasta el techo. Las coberturas de red, Ya las sabes cuáles son, Que el miesmo Rey de León Las toviera por merced. De almaizares de moricas Posaron el rodapié; Las almofadas, non sé Que puedan ser atan ricas. Labradas todas están De pinos de oro y seda: Non es más linda la rueda Que face el pavón galán. Hay dos frazadas de lana Con seis listas de colores, Que en ellas cuidando flores Puede salir la mañana. Las sábanas bien serán Buenas, en casa filadas, Ende más, tan perfumadas Con mil yerbas de San Juan. Con la misma hechicera sencillez hace el novio Laín presentación de su regalo de boda: Da licencia a que te den Los homes de mi solar Un Por presente, de estimar la voluntad también; Que yo le he compuesto ufano En cestas de mimbres hoy. Si tan favorido soy Que pongas en él tu mano. Nueces y avellanas nuevas En sus cárceres, tan brandas, Que si partirse las mandas. Aunque a tus perlas te atrevas, de Lara la ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA lo8 Se puedes confiar las Sin pavor de que las dañen; Y que acompañen éstas quise Las pinas del mi pinar, Toda Y de cascara enjuta. la que luego tal guisa, Que las arrimes al fuego. Te darán su blanca fruta; Viene más un lindo escriño De pechiabiertas granadas, De jazmines coronadas ^ Para más fermoso aliño; Que non si Semejan (no Los granos y A te fago agravios. te amoñnes) los jazmines tus dientes y a tus labios; Viene un cabrito manchado De guisa pieza a pieza, tal Que sola Naturaleza Le pudiera haber pintado; Y para que no Nadie de En un Un vil me tache amador. cincho de color Santiago de azabache. Mas todo es poco, a la fe, Para tu gran señorío, Y más, si pierde por mío; Que nunca yo Quítese a estos versos cómica más facilidad leve costra de arcaísmo, que aquí la es pedantería, sino broma, te agradé. y dígase si puede pedirse a la no locución y donosura. Lope, según su costumbre, no se olvida de intercalar alguna reminiscencia de poesía popular, a veces de origen desconocido. Noto el romancillo: — una noche oscura. — faltóme ventura. Parióme mi madre Cubrióme de luto, Cuando yo nací, Ni perro se oía, — hora fué menguada; — ni gallo cantaba; Ni gallo cantaba, — ni perro se Sino mi ventura, oía. — que me maldecía. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Esta composición tiene todo Vega la muy era capaz de hacerla el él K.O corte popular; pero Lope de mismo, y parece que indica que había hecho: — ¿Quién tan mala trova? — Un orne de la Mo?ttaña, fizo Que Y De es asaz endechador, palaciano además. todos modos, parece haber servido de tema inicial a aquel famoso romance de Que vedo (otro grande orne de la Montana): Parióme adrede mi madre, Ojalá no me Don Antonio de Zamora la pariera (i). hizo una imitación de esta suya titulada Quitar de España con honra el comedia en feudo de don- cien cellas. VIL halla en Las mocedades de Bernardo el tomo titulado del Carpió. —Esta pieza se Doce comedias de Lope de Vega Carpió (y otros autores), Parte veinte y nueve (Huesca, por Pedro Blusón, año de 1634), y en la Parte sexta de comedias escogidas de los me- jores ingenios de España (Zaragoza, por los herederos de Pedro Lanaja, 1653). no hemos Hay también una visto, edición suelta del siglo pasado que pero que poseyeron Lord Holland y "Mr. Chorley. Es de suponer que su texto las ediciones antiguas, esté todavía más estragado que el que es incorrectísimo, como sucede en de casi f todas las llamadas /íZ/'/é-i- extravagatites o de itera de Madrid. Como esta comedia y la que sigue, aunque muy desiguales en mérito, contienen íntegra la historia poética de Bernardo del Carpió, Nada de esta comedia Grillparzer, nada Klein. Schack la men(i, 184-85) expone detenidamente el argumento, elogia como se debe la vida patriótica y el arranque dramático de este poema, la unidad de su acción, el nervio del estilo, el vigor de los caracteres, y encuentra que el uso de la fabla antigua, aun siendo un medio raro, contribuye aquí a la fuerza de la emoción dramática. Véase también el discurso de recepción en la Academia Española del segundo marqués de Pidal (3 de Marzo de 1895), páginas 26-29. (i) dijo ciona rápidamente. Schaeffer ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEG.\ lio agruparemos aquí los datos concernientes a esta leyenda, antes de hablar en particular de cada una de las dos obras que inspiro á Lope (l). Ejemplo singular de transformación que los grandes sucesos la experimentan en históricos tema celebérrimo de la batalla de nos ofrece el de Roncesvalles, asunto capital de la fantasía la los pueblos, poesía épica francesa de los tiempos medios, cado luego en no fáciles diversos. franco. históricas, harto breves Tenemos ante Ha todo, y son algo más extensas y de fuente arábiga; tenemos después recopilado crítica, el y discutido las las circuns- de origen primeras con su habitual rigi- docto catedrático de árabe de nuestra Universidad de Madrid, D. Francisco Codera, en su importante discurso sobre primer siglo de siones, la historia de Aragón y Navarra que difieren en parte de mente en y de conciliar, sobre este suceso, proceden de dos orígenes tanciadas, las dez Las narraciones la nuestra. hondamente modifi- el las y es el más pormenores da sobre es- Aben-Al-Atsir, en su gran compilación llamada Crónica perfectisima Ajbar Machmña, con el Sus conclu- de Dozy, se fundan principal- texto del historiador que tos acontecimientos, (2). (3). De su relato, cotejado con de Aben-Adhari escribir el Sr. Codera) (4), y con (o Adzari^ las A?ialectas, como el del prefiere de Almakkari (5), Tí-es dicen algunos, pero es error, porque cuentan como tercera la Bernardo del Carpió en Francia, que no es de nuestro Lope, sino de un D. Lope de Liaño (a quien en algunos catálogos se llama D. Lope de Llano), del cual dice Montalbán en su Para todos: cEs tan abundante, ingenioso y fértil para autos y comedias, que en todo tiene muy grande estimación, y toda muy digna de sus aciertos». Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia, en la recep(2) ción pública de D. Francisco Codera y Zaidín, el día 20 de abril de 1879. Madrid, imprenta de Rojas, 1879. Ibii-el-Athiri: Chron!C07i quod perfectissinium ifiscribitur: edidit Caro(3) lus Joha7i?ies lornherg. Publico Sumtu. Lugduni Batavorum, 1867-75, t. VL Histoire de V Afrique et de V Espagne, intitulée P¿. Bayano'l Mogrib, (4) publiée par R. P. A. Dozy iLeyde, 1848-51), t. II. par Ibn Adhari de Maroc Al-Makkari: Analectes sur l'histoire et la littérature des árabes tTEs(5) pagne...... publiées par MM. R. Dozy, G. Dugat, L. Krehl et W. Wright (Leyde, 1855-61). Texto árabe solamente: ya se ha hecho mérito de la traducción inglesa, no completa, de D. Pascual de Gayangos, única accesible al no arabista. (i) titulada \ COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA que en resulta año el de nuestra vulgar cronología, "J"]"] 1 1 I goberna- el dor de Zaragoza Suleimán-ben-Jakthán-ben-Al-Arabí, deseoso de sacudir obediencia que debía a Abderrahtnán la Afranch (Carlomagno) a ir puertos con numeroso ejército, la oferta con sus de y el los camino Sulei- reteniéndole prisionero, se muslimes; pero en los ejércitos, Rey de cerró sus puertas. Carlomagna le concibió sospechas del gobernador, él, al Emperador, pasó el y uniéndosele en mán, avanzó hasta Zaragoza, que alejó del territorio indujo contra los muslimes de Al-Andalus, prometiéndole su ayuda. Aceptó bre I, retirada cayeron so- la Matruch y Ayxón, hijos de Suleimán, y poniendo en libertad a su padre, se volvieron a Zaragoza, donde continuaron por cuenta propia en su rebelión contra Abderrahmán^ la cual al con ellos sostuvo emir cordobés a Al Hosain-ben-Jahya-el-Ansarí, obligando en persona a ir ciudad, que sitiar la al fin se le entregó por pactos, sometiéndose por entonces los rebeldes (780- Con 781). Abderrahmán cos, una incursión en destruyendo varias vándose en rehenes mente un con el el el país de vascones y de los fran- los fortalezas, entre ellas la hijo al esta empresa, hizo de Calahorra, y caudillo cristiano, a quien no está conforme en Dozy arbitrariamente y el debiendo preferirse que ponen 163 de identifica la fecha de los historiadores árabes, ni mismo Aben-Al-Atsir, que cuenta dos distintos (el 157 lle- de Aben-Belascot, que era probable- conde Galindo de Cerdaña. Hay que advertir que estos sucesos en que había reunido para las fuerzas la hégira), la veces, aun y en dos años expedición de Carlomagno, segunda de estas fechas, por convenir con la la los cronistas francos. Nada más que esto dicen los árabes sobre la decantada expedi- ción de Carlomagno, a la cual seguramente dieron poca importancia. Pero Dozy, influido deseoso de concordar aíin las por el prestigio de la tradición épica suplir con conjeturas tan ingeniosas como atrevidas este vacío, gando a dar por cierto el el los descontentos contra Kelbí-el Arabí, gobernador de Barcelona; el Fihrí- Abderrahmán-ben-Habib, partidario de Eslavo o lle- que Carlomagno vino a España traído por una verdadera coalición formada por todos Abderrahmán; y relaciones árabes con las cristianas, quiere los Siklabi por lo azul de sus ojos y Abasidas, apodado lo rubio el de su pelo; y, 112 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. finalmente, Abul Asguad, hijo de Yusuf, que para burlar la vigilan- cia de sus carceleros se fingió ciego. Estos tres caudillos se presen- taron a Carlomagno cuando enPaderborn celebraba de Mayo, y ofrecieron su alianza contra le dieta o la campo emir de Córdoba. Carlo- el magno, que acababa entonces de domar, aunque no definitivamente, a los sajones, aceptó la propuesta, comprometiéndose Ebro parciales de la ribera del tiendo Arabí y sus a reconocerle por señor, Siklabí que haría una invasión en el el el y promeTadmir reino de (Murcia) con tropas berberiscas reclutadas en África. Esta combición fracasó, por haberse adelantado de la el Siklabí a levantar el revuelta cuando Carlomagno no había pasado aún desaviniéndose luego con el pendón el Pirineo, Arabí, y siendo, por último, vencido y muerto. Por su parte, Al-Arabí no pudo cumplir la promesa que había hecho a Carlomagno, a causa de que los moros de Zaragoza, acaudillados por birle los en la el defensor Hosain-ben-Vahía, se negaron a reci- ciudad. Al-Arabí, después de agotar inútilmente todos medios de persuasión con sus correligionarios, entregó su propia persona al Rey franco, y éste tuvo de Zaragoza y emprender el sitio que abandonar la retirada, al poco tiempo llamado a las orillas del Rhin por una nueva y terrible insurrección de los sajones. Al desfilar su retaguardia sobre la ella, por Roncesvalles, los vascos se precipitaron exterminaron por completo, y se apoderaron de un riquísimo botín. Esta narración, tan bien concertada, tan satisfactoria a primera vista, resulta ci Sr. hoy novelesca en muchas de Codera, ninguno de hoy dice una palabra de semejante y Siklabí sus partes. los historiadores Según afirma árabes conocidos hasta conjura, ni de la presencia del del falso ciego en Paderborn: todos refieren contestes Carlomagno fué llamado única y exclusivamente por el que emir de Za- y que aquella ciudad le cerró sus puertas. Tampoco hacen mención de los vascos^ y en esto concuerdan de una manera admi- ragoza, rable con el testimonio de la poesía épica francesa, que sólo por in- cidencia los nombra, y atribuye con el llamado rey la victoria a los moros de Zaragoza jMarsilio. Pero enfrente de esta versión, que por su doble origen puede creerse la más autorizada, se levanta la del historiador franco COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Eginhardo (i), menores de la perfidia la batalla, de los vascones, cuenta entre los el fracaso y dando curiosos por- muertos a Eggihardo^ pre- conde palatino Anselmo, y al prefecto de Marca de Bretaña, Rolando^ y añade que aquel descalabro no pósito de la que, en su Vida de Carlomagno, atribuye Emperador a del II5 la Real mesa; al < Venit in eodcm loco ac tempore ad regis prasentiam de Hispania sa(i) racenus quídam nomine Ibinalarabi cum aliis Sarracenis sociis siiis, dedens se ac civitates qtiibus eum Rex Sarracenorum prafecerat. Tune ex persuasione pradicti Sarraceni spem capiendarutu quahaud frustra concipiens, congrégalo exercitu, profecius est, superatoque in regione Wascorum Pyrinai jugo, primo Pompelonem Navarrorum oppidum adgressus in deditionem accepit. lude Hiberum aninem vado trajiciens, Casaratigustam pracipua7n illarum partium civitatem >A. 778. rundam in Hispania civitatum accessit, acceptisque quos Ibinalarabi ei Abuthaur, quosqus alii quidain Sarra- ani obtulerunt obsidibus^ Pompelonem revertitur. Cujus muros, ne rebellare posset, ad solum usque destruxit, ac regredi statuens, Pyrincei saltum ingres- sus est. In cujus summitate Wascones, adorti, totum exercitum insidiis cojilocatis extre»ium agmen magno clamore perturbant. Et licet Franci Wasconibus tam armis quam animis prmstare , vid&rentxir, tamen et ifíiquitate locorum et ge- nere imparis pugntz inferiores effecti sunt. In hoc certamine plerique aulicorum, quos rex copiis prafecerat , intercepti sunf, direpta propter noticiam locorum statim in diversa dilapsus est. impedimenta , et hostis Cujus vulneris acceptio ?nagnam pariem rerum feliciter itt Hispania gestarum in corde regis obnubilavit». (Einhardi Annales, en Pertz Monumenta Germanice histórica, I, 159). <Cum enim assiduo ac pene continuo cum saxonibus bello certaretur, dispositis per congrua conjiftiorum, locaprcesidiis, Hispaniam quam 7naximo poterat belli adparatu adgreditur, saltuque Pyri?iei supéralo, ómnibus qum adierat oppidisaique castellis in deditionem acceptis, salvo et incolumi exercitu revertitur; prmter quod in ipso Pyrinei jugo Wasconicam perfídiam parumper in redeundo contigit experire. Nam cum agmine longo, ut locit et angustiarum situspermittebat, porrectus iret exercitus, Wascones in summi tnontis vértice positis insidiis (est enim locus ex opacitaie silvamm, quarum ibi máxima est copia, inponendis opportunus), extremam impedimentorum partem, et eos, qui novissimi agminis ificidentes, subsidio pracedentes tuebantur, desuper incursanies, in subjectam vallem dejiciunt, consertoque cum eis prcelio, usque ad sidiis unum omnes interficiunt, ac direptis impedimentis, noctis betieficio, insiabat, protecíi, summa cum celeritate in diversa disperguntur. hoc jacto Wascones et levitas armorum, et loci in qtice. jam Adjuvabat in quo res gerebattir situs; e con- armorum gravitas et loci iniquitas per om?iia Wasconibus reddidit impares. In quo prcelio Eggihardus regia mensa prapositus, Anselmus comes patata, et Hruodlandus Britannici limitis prafectus, cum aliis comploribus interficiimiur. Ñeque hoc factum ad prcesetis vindicari poterat, quia hostis re perpétrala ita dispersus est, ut ne fama quidem remaneret, ubi?tam gentium tra Francos et quaripotuisset.t (Einharti Vita Caroli Magni. Edidit Philippus Jaffé: Editio Mbnéndez t Pelato.— Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega, g ESTUDIOS SOURE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 114 pudo ser vengado, y que había anublado para siempre Carlomagno. Idéntica es en mal atribuidos gilberto) y fondo al narración de los Anales, An- versificados por el poeta sajón. Entre tantos opuestos un problema si Unos y el juicio, y hoy por hoy continúa siendo fueron árabes o vascones los vencedores de Roncesotros olvidaron por completo penetró en España traída en alas de franceses, la corazón de (puesto que parecen ser de mismo Eginhardo relatos hay que suspender valles. el el que en ella la tal historia, la cual sólo poesía épica de los vencidos encontró su primer tema "de inspiración y el manantial de sus más admirables y genuinas bellezas. El recuerdo de Roncesvalles, idealizado como un martirio militar terrible y glorioso, tuvo más eficacia poética que todos los triunfos y esplendores del imperio carolingio; y una nueva poesía, germánica por sus orígenes, francesa por lengua, universal por su espíritu; lazo de unión en- la de la Edad Media; poesía universal del mundo más profundamente épica que había aparecido tre todos los pueblos heroico bárbaro, la después de Homero, fué engendrada entonces por la saludable vir- tud de aquel gran dolor, y creció en breve tiempo, y se hizo adulta, y dilató sus ramas por toda Europa con getación, a cuya prolífica y exuberante ve - sombra empezaron a germinar otras epopeyas na- in scholarum usutn repetita ex Bibliotheca Rcitim Germanicarum. Berolini, apud Weidmannos, 1867.) El anónimo poeta sajón (en Pertz, I, 234-235) no hace más que versificar el texto de los Afiales atribuidos a Eginhardo, y, por consiguiente, no debe contarse como un texto diverso. No así el astrónomo lemosín, biógrafo de Ludovico Pío, cuyo texto indica ya la celebridad popular que había alcanzado la derrota: Statuit, Pyrcnai tno?itis supérala difficultate, ad Hispanianí dCarolus pergere, laborantique Ecclesia sub Sarracenoriim acerbissimo jugo Christo fautore, suffragari. Qui mons cum altitudine ccclum cojitingat, asperitate cau, tium horreat, opacitate silvarum tenebrescat, angustia via vel potius semita noft modo tanto exercitui, sed paucis admodum pene interdudat, commeatum Christo tamen favente, prospero emens^is esi transitiis, si dici Dum fas est,/oedavit iti?tere Sed hanc infidtis inceríusque fortima felicitatem ac vertibilis sii- Hispania peracta essent et prospero itinere redditum esset, infortunio obviante, extremi quidam in eodem monte regii cmsi sunt agmiiiis. Quorum, quia vulgata sunt, fiomina dicere supersedi.> cessus. enitn qum agi potuerant in (Vita Hhidovici, en Pertz Scriptores, II, 608.) Por un epitaño (descubierto hace poco) de Egiardo, uno de los que mu- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA II 5 y la justa estimación de esta inmensa y enmarañada selva de poemas y de sus múltiples transformaciones, enlaces y degeneraciones, es uno de los grandes triunfos de la erucionaleSi El descubrimiento dición moderna: ha ejercitado de escuelas enteras de ciales para su estudio; y ejercita el ingenio filología; tiene revistas y la sagacidad y publicaciones espe- ha producido libros bastantes para llenar una biblioteca. Sería irreverencia y pedantería desflorar aquí tal materia, mucho más cuando nuestro argumento no lo exige, puesto que ni nació en Francia fábula de Bernardo, ni fué conocida la Basta, pues, remitir al lector deseoso de instruirse en a las obras magistrales que sobre ella existen, ria, lar a la la modelo de su fecha, sólida y severa no ha envejecido en perfección cuanto es dado a vestigación con el título mo León allí. tan rica mate- y muy en particu- admirable Historia poética de Carlomagno, de Gastón Pa- -ris (1865), de nunca y de crítica; y la ciencia literaria, que, a pesar lo sustancial, flaqueza porque se acerca a humana en a la voluminosa y útil de Las Epopeyas francesas ha publicado Gautier, profundo conocedor de la materia rieron en Roncesvalles, se ha podido fijar con exactitud tareas de in- compilación que el laboriosísi- y lleno del el día de me- la batalla, que fué el 15 de agosto del año 778. (Romanza, II, 146-148). No hay para qué traer a colación el tan apócrifo como famoso Carito de Altabiscar, compuesto en francés por M. Garay de Monglave, puesto en prosa vascuence por Luis Duhalde d'Espelette, y publicado en 1834 en el Journal de r Institiit Hisioriqíie^ de que el mismo Garay era secretario. El éxito verdaderamente increíble y escandaloso que esta mediana falsificación ossiánica (la cual fué en su principio una inocente broma de algunos alumnos de la Escuela Politécnica de París) ha tenido, no ya sólo entre los vascófilos españoles y franceses, que han solido brillar m.ás por el entusiasmo que por el sentido crítico, sino en conocedores tan avisados de la poesía popular como Fauriel, y en historiadores literarios de tanto crédito como Amador de los Ríos, muestra una vez más los peligros a que arrastra el inmoderado afán de querer encontrar reliquias de la tradición poética en todos los pueblos y en todas las razas. Recuérdese cuánta gente docta creyó en los cantos ilirios de La Guzla de Mérimée, en que todo era inventado, desde la cruz a la fecha, (Véase, sobre el Altabiskarco Cantud, un artículo definitivo del docto vascófilo inglés Mr. "Wentworth Webster, en el tomo III del Boleím de la Real Academia de la Historia.) Lo más notable es que el autor del canto, que era de Bayona, no sabía vascuence, como tampoco sabía Mérimée la lengua de los morlacos, a pesar de lo cual un alemán llamado Gerhart dijo que bajo la prosa francesa había descubierto el metro primitivo. ¡Misterios del color local! ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Il6 más jor espíritu, pero enfático, verboso hoy Centro no ya sólo del llamado peya francesa, es la lo que ciclo del rey^ sino de toda la epo- admirable Chanson de Rollans^ perteneciente al es muy histórico, y ya hemos dicho que coincide modo con los relatos árabes. No hay más alusión a Su fondo siglo XI. de y apasionado que se tolera en libros de ciencia (i). muy extraño los vascos versos, al realmente se refiere a (si enumerar que ellos) la contenida en estos los auxiliares del ejército infiel: i Ki puis véist li chevaler d'Arabe Cil d'Ociant e d'Argoille e de Básele. El emir de Zaragoza, a quien se llama aquí Marsilio (¿Omaris filius?)y tiene la misma importancia que en geografía es algo fantástica e indica que España, todavía se pueden concordar el la la historia; y aunque la autor no había estado en mayor nom- parte de los bres topográficos con los que realmente llevan comarcas o lugares de nuestra Península. Las principales alteraciones históricas se deben seguramente al patriotismo del poeta, que supone a Carlomagno conquistador en siete años de la mayor parte de España, y explica su derrota por la traición de Ganelón, enemistado con Roldan y seducido por los parientes de Marsilio: y, finalmente, imagina un vic- vence y mata al que Carlos no sólo apodera de Zaragoza, y Rey Marsilio, sino también a su aliado Baligant^ torioso desquite, en se emir de Babilonia. El Hrolandus, prefecto de la Marca de Bretaña, ligeramente indicado en uno de los textos de Eginhardo, cobra las proporciones de Aquiles de esta epopeya. El, con los Doce Pares, acaudilla la retaguardia del ejército de Carlomagno, 20.000 hombres; grienta rota, ritus mártir de y serán para siempre capaces de sentir mana, aunque (i) él es el las bellezas la compuesto de cristiandad en aquella san- inmortales, mientras haya espí- de la poesía ingenua, viril se presente revestida de formas anticuadas y y hu- toscas, G. París: Histoire poétique de Charlemagfie. París, Lib. A. Franck, segunda sección del lib. II. 1865. Vid. especialmente la L. Gautier: Les Épopées frangaises. la littérature natioitale, y XXIV. III, Étude sur les origines et l'histoire de XIX, XX, XXI, XXII, XXIII capítulos XVIII, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA SUS solemnes palabras a Turpín y desesperado de su cuerno de marQl, animado a ser dirige a su La Chanson de Rollans^ cuyo el la tierna toque tardío y el despedida que conio espada Durenda^ cuando por tres ve- fiel ces intenta en vano estrellarla contra Oxford, Oliveros, a II 7 la roca. texto, aun en más antiguo conocido, presenta manuscrito de el huellas de refundición, fjé a su vez refundido innumerables veces en francés, en alemán, en latín, y hasta en las sagas islandesas. Los nombres de Zaragoza, Pamplona y Roncesvalles, continuaron resonando en boca de los juglares hasta las postrimerías del género, que todavía en el siglo xiv produjo y La las compilaciones franco-itálicas de meros poemas sobre este argumento, conocidos con italianos nombre genérico de La Spagna (l). El compilador de Espagne^ que se llamaba Nicolás de Padua, además de la crónica de Turpín, de la le mente sirvieron, el (i) cita entre sus fuentes, Arzobispo toma mu- y de Gautier de Aragón, según dice, para completar ¿Qué pensar de el U Entrée en cual efectivamente cho, las dos crónicas de Juan de Navarra que L Entrée en Espagne Plise de Pampehme, las cuales sirven de transición a los pri- lo que narró breve- (2). estos desconocidos cronistas? Lo más verisímil el desarrollo de la leyenda en Italia, el bello estudio de Rotta di Roncisvalle nella letteratura eavalleresca italiaua Véase, sobre Pío Rajna, La Fava e Garagnani, 1871). Estas Españas son unas en verso y y mas antiguas, segán prueba Rajna '^ según es conforme al natural proceso épico, las primeras que las segundas. (Bologna, tipi otras en prosa, (2) Se dam Turpin fist brief sa lecion, Et je di long, bleismer ne me doit hon: Ce qu'il trouva bien le vos canteron. Bien dirai plus á chi'n poise e chi non; Car dous bons clerges, ^an-gras et Gauteron, de Navaire et Gauter d'Arragon, ^n Ces dos prodromes ceschuns Si come Caries o la fiore Entra en Espaigne conquerré La comensa saist pont á pon frangon le roion. que la finison. Do jusque ou point de l'oeuvre Ganelon; D'iluec avant ne firent mención. je tros (Apud L. Gautier, Épopées frangaises, III, pág. 410). -ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Il8 es que se de personajes imaginarios, como tantos otros cuya trata autoridad suele invocarse en los libros caballerescos, y que esa cita no tiene más valor que el que pueden tener las cas referencias al arzobispo Turpín, que tanto mas italianos del siglo xvi. continuas y burles- abundan en Espagne contiene pormenores que no se hallan los e en en Turpín ni poe- U Entré Pero como es cierto que ni en ningún otro texto conocido, tampoco puede rechazarse en absoluto la hipótesis de que milmente no fueron hayan tales autores cronistas, sino poetas y que existido, de gesta. Y si verisí- dejásemos volar libremente la imaginación (que hay siempre que tener a raya en estos hispana caría aragonés y navarro podrían estudios), quizá esos juglares de ser indicio (así existencia de una poesía fronteriza, acaso franco- la como hay poemas franco-itálicos), por la cual se expli- con más claridad que hasta ahora francesa, su influjo en la nuestra y la la transmisión de la epopeya existencia de un elemento pi- renaico, realmente histórico, en algunas variantes de la leyenda de Bernardo. Pero sin engolfarnos en temerarias disquisiciones, podemos afirmar sas lar, es que las lo nuevas de Roncesvalles y de único que las empre- de Carlomagno llegaron a nosotros por dos caminos, uno popu- aunque derivados entrambos de otro erudito, francesa, cuyas narraciones eran diados del siglo XII. muy La Chanson de dades, fué seguramente entonada la poesía épica conocidas en España a me- Rollans, 6 alguna de sus varie- mucho antes por juglares france- y por devotos romeros, al pasar por Roncesvalles, camino de Compostela, cuya peregrinación era el lazo principal entre la Esses paña de la Reconquista y los pueblos del centro de Europa, que así empezaron a comunicarnos sus ¡deas y sus artes. Acrecentóse el y aun llegó a verdadero afrancesamiento en la corte de Alfonso VI y de sus yernos borgoñones, transformó el monacato, influjo, cambió el rito, la Iglesia cambió la letra de los códices, inundó de extranjeros española, y alcanzó su apogeo en tiempo del primer arzo- bispo compostelano, D. Diego Gelmírez, francés de corazón todavía más que gallego, e idólatra su pueblo, para vil de las el de aquella cultura, que quiso adaptar a cual soñaba con la Españas, simbolizada en la heguemonía eclesiástica mitra que ceñía, y ci- y cuyos ho- I COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ñores y prerrogativas amplió a toda costa más como gran señor y en medios, sin reparar que como custodio de feudal II9 la tumba del Apóstol. Precisamente en Santiago, y entre según de Crónica de Turpin la la los familiares opinión más autorizada, una parte forjó, que (l), mundo y uno de es uno de de Gelmírez, se muy considerable los libros apócrifos más que más han influido en la litera- tura universal. Los dos sabios críticos que de un modo más cabal famosos del y satisfactorio los han tratado de este libro (2) convienen, aunque en otras cosas estén discordes, en distinguir en él dos partes de diverso contenido puede, pin, y ninguna de carácter, remotamente, ser atribuida ni muerto hacia el al año 800, sino a dos las cuales, muy por supuesto, Arzobispo de Reims, Turfalsarios muy posteriores. Los cinco primeros capítulos poco o nada tienen que ver con que hablan del tradiciones épicas: es cierto sitio de Pamplona, cu- yos muros se derrumban ante Carlomagno, como son de como las Iglesia el el el los de Jericó al Emperador, más bien que carácter de pío y devoto patrono de la de Santiago, cuyo camino abre y desembaraza de paganos, movido a mar de mo trompetas de Josué; pero guerrero, aparece con las tal empresa por la visión de la Vía láctea, tendida desde y por sucesivas apariciones del mismucho en las iglesias que Carlos fundó Frisia hasta Galicia, Apóstol. El autor insiste y dotó, en los infieles que hizo bautizar, en los ídolos que derribó, dando sobre el de Cádiz noticias que concuerdan, como ha advertido Dozy, con las de los escritores árabes. Fundándose en los conocimientos geográficos, bastante extensos, aunque no que el autor demuestra de la estos capítulos podían ser de pero Dozy no sólo a las muy precisos, Península, creyó Gastón Paris que un monje compostelano del los juzga posteriores siglo xi; en más de ochenta años a guas ediciones de la Crónica de Turpin^ por Sichardo (1566, Ge r?nanicaru?n rerum vetustiores chrofiographi, y de Ciampi, (Florencia, 1822), ha sustituido recientemente la de M. Castets, profesor de Montpellier, que pasa por mucho más correcta que todas las precedentes. No he llegado a verla. De Pseudo Turpino (tesis latina de Gastón Paris). París, Franck, 1865. (2) Dozy, Le Faux Turpin. (En el tomo II, tercera edición de las Recherches, (i) anti Francfort), en páginas 372-431 y xcviii-cviii. \^ ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 120 fecha, fundándose en varias circunstancias históricas, tal en ellas frecuente mención de los almorávides con la moabitas, sino que tiene por imposible que vista del desprecio que manifiesta a todas que dice de vituperios y entre nombre de autor fuese español, en cosas del país, las y los los españoles, hasta contar, entre otras fábu- no menos absurdas, que las el el casi todos los gallegos habían renegado, y que tuvo que bautizarlos el arzobispo Turpín, a excepción de los contumaces, que fueron decapitados o reducidos a esclavitud. Si con esta denigración se por la elegantem* resulta , que saber: la el entusiasmo ciego del autor scilicety et más y más confirmado bene indutam, et facie parecer de Dozy, es a el primeros capítulos del Tiirpin fueron compuestos por los un monje o de compara gente francesa, <íoptimam y que formaba clérigo francés residente en Compostela, rudeza española mismo petulante el juicio que los tres canó- nigos biógrafos de Gelmírez, por ejemplo. Desde No de aspecto. de faltan reminiscencias de los libros históricos ella de Compostela, para Iglesia las Españas, que en un concilio; pero vado de lo le es el y de Ganelón; el cronista; el la Reaparecen, pues, en la la de la la el gusto Pseudo la traición del y muerte de Roldan y su apoteosis, celebrada por coros al Paraíso su alma; el sangriento desquite castigo de Ganelón , y, Chanson de Rollans^ o de una dola, además, con que en suma, muy el sol permanece casi toda la sustancia parecida a ella; exornán- ciertas tradiciones locales, relativas a las sepul- turas de los héroes en varias ciudades del Mediodía de Francia, con la la a las mujeres>, según roca hendida por su espada derrota, con tres días de matanza, en inmóvil; el el sorpresa de los 20.000 hombres de cuerno de Roldan; de ángeles que conducen de elemento épico, deri- aunque transformado según retaguardia, «por haberse entregado al vino Durenda; obligado panegírico debieron su crédito entre los letrados, le Marsilio el cual el osado falsario reclama supone otorgada por Carlomagno literatura latino-eclesiástica. la la que predomina las gestas francesas, Turpin^ y Rey en adelante, la Crónica de Turpin cambia gigante Ferragut; no falta tampoco el primacía de de VI en hasta una controversia teológica en forma entre Rol- y la Biblia, dan y de la la capítulo el mención del sitio y llamado hasta hoy Valcarlos (límite de COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA España con la Navarra francesa), tor había recorrido los parajes hace sospechar que lo cual que fueron teatro de ¿Quién fué este segundo e impudente el nombre de Turpín y poner hace el la 121 la el au- derrota. que llegó a tomar narración en su boca, lo cual nunca falsario primero? Gastón Paris atribuyó estos capítulos a un monje de Viena del Delfinado; pero Dozy manifiesta opinión muy contra- Que este nuevo Turpín era también francés, no tiene duda, como tampoco que le interesaban mucho las pretensiones de Comria. postela, su libro donde probablemente escribía, y donde se ha conservado formando parte del célebre Códice Calixtino; pues por una superchería todavía más grave que la nombre una colección de milagros de del gran Pontífice Calixto II del Turpín, se pusieron a y otras piezas más o menos aunque todas sean hoy de inestimable valor Santiago, una historia de su traslación; apócrifas o sospechosas, para la crítica de las leyendas cinco libros (de los cuales el (l). Esta compilación, dividida en último era como el manual o guía del peregrino en Santiago), fué donada por Aimerico Picaud del Poitou a la iglesia de Santiago por los años de II40 (fecha ser muy tervino que no puede posterior a la de su primitiva redacción, en que acaso inel mismo Aimerico); y copiada luego en todo o en parte la que mayormente extendió por Europa el por los peregrinos, es conocimiento del Pseudo Turpín, a pañoles autorizó el la principal tema de vez que entre los clérigos esla epopeya Pero fuera del círculo en que imperaban carolingia, las ideas galicanas y cluniacenses, no podían ser recibidas de buen grado, sino con ve- La autenticidad del Códice Calixtino, a lo menos en algunos de los de que consta, ha encontrado en nuestros días un ingenioso defensor en el P. Fidel Fita (Recuerdos dr, tm viaje a Santiago de Galicia. Madrid, 1880, páginas 42-60), dándonos de paso extensas y peregrinas noticias de la parte inédita del Códice, que se propone publicar íntegro en uno de los futuros tomos de la España Sagrada, cuando esta publicación, hoy dolorosamente suspendida por falta de fondos, llegue a continuarse. En el siglo xv se hizo del Turpín una versión gallega, que se conserva manuscrita en nuestra Biblioteca Nacional (T-255). [La versión gallega del siglo XIV, correspondiente al Códice Calistino compostelano del XII, ha sido publicada críticamente por E. López-Aydillo: Os Miragrcs de Santiago; (i) libros Valladolid, 1918. Véanse, sobre esta edición, los artículos del P. Atanasio López en Diario de Galicia (Santiago). el — (A. B.)] ) ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 122 hemente protesta del sentimiento nacional, las fabulosas conquistas de Carlomagno en España, como tampoco los homenajes que los cronistas francos (Eginhardo, el poeta sajón, el astrónomo lemosín; los Anales de Metz, de Fulda, de Tilli; los Bertinianos, Loiselianos, Laureshamenses, Reginón y otros) referían haber hecho Alfonso el II Casto a Carlomagno por medio de sus embajadores Froia y Basi- lisco, portadores de riquísimos presentes: embajada honorífica que Eginhardo interpreta como formal sumisión. {i.Adeo namqiie Hadefonsouvi non ret, beret. aJiter se regem GallecicE atque Asturicce cum ad eum vel litteras vel apud illum quam propriuní suum sibi societate devinxit, ut iSy legatos müte- appellari ju~ » Nuestros exiguos cronicones de quista, los nada dijeron de estas embajadas, para negarlas. primera vez el De la primeros siglos de lo la Recon- cual no es razón suficiente expedición de Carlomagno a España habló por monje de Silos a fines del siglo xi o principios del xii, para protestar con indignación patriótica contra guna gente extraña hubiese ayudado a los de su reconquista. Muéstrase enterado de la idea de que nin- españoles en las la empresa narraciones de los his- toriadores francos, especialmente de Eginhardo, pero niega en re- dondo que Carlomagno conquistase ciudad alguna de este lado de y después de referir el llamamiento del moro HibinGobernador de Zaragoza, atribuye la retirada de Carlo- los Pirineos; iiaralabiy magno a haberse dejado seducir por el oro de los infieles, añadiendo con profundo desdén y gran injusticia, que Carlos prefería a las fatigas de la guerra el deleitarse en las termas de Aquisgram, y que la belicosa España no es para domada fácilmente por milites togados (I). En cuanto a Roncesvalles, copia el segundo relato de España Sagrada, tomo XVI. «.Caroli Magni adventus in Hispaniam. (i) Ceterum a tanta ruina pmter Deum Patrern, qui a peccatis hominuvi in virga misericordim visitat, tierno exterariim gentiurn Hispaniam sublevasse cognosci- Sed ñeque Carolus quem infra Pyreneos tnontes quasdam civitates a maniTune Carolus rex persuabus Paga?iorum eripuisse Franci falso asserunt. sione prmdicti Mauri spem capiattdarum civitatum in Hispania mente coticipietis, congrégate Francoriwt exercitu per Pyrtnea deserta juga iter arripiens ad usque Pampilotietisiiim oppidum incolumis pervenit: quem ubi Pampilonenses vident, magno cum gaudio suscipiunt. Erant enim undique Alaurorum rabie tur. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Eginhardo, y, por consiguiente, trae landus Britannicus A el 1 23 nonibre de Roldan (Rotho- Prcefectiis) mediados del siglo xii, los relatos poéticos franceses estaban tan vulgarizados, que el cantor del sitio de Almería, cronista del como Emperador Alfonso VII, los recordaba para sacar de ellos comparaciones en honor de su héroe cosa notoria a todos, favorito, Alvar Fáñez: Tempori Roldani si tertius Alvarus esset Post Oliverum, fateor sine crimine verum, Sub juga Francorum fuerat gens Agarenorum, Nec socii chari jacuissent morte perempti. Sagazmente nota Gastón Paris que dita del la forma popular y no eru- nombre de Roldan^ y la asociación de su nombre y del de mencionado en Turpín, prueban que el anónimo Oliveros, apenas poeta latino conocía alguna canción de gesta análoga a Rollans, no era el si Rollans mismo, cuya divulgación en España hace remon- tar hasta el siglo xi (*). Pero al pasar leyenda de Roncesvalles de la ses a los castellanos, comenzó a españolizarse en términos tales, más que imitación o continuación, Un personaje enteramente cuya fisonomía pueden sorprenderse rasgos de otros personajes históricos, apareció primero lomagno y asociado a sus Casto y como triunfos, después como sobrino de Carcomo sobrino del Rey único vencedor de Roncesvalles. Luego apuntaremos que con más verisimilitud conjetura lo que fué protesta viva del sentimiento nacional contra todo invasor extraño. fabuloso, pero en los juglares france- coangustati. Inde la crítica quum Casaraugustam civitatem auro comiptus, absque icllo sobre los diversos accessisset, inore sudare pro eripienda a Francorum, Barbarorum dominatione Sancta Ecclesia, ad propria revertitur. Quippe bellatrix Hispania duro, non togato milite concutitur. Anhelabat eienim Carolus iti termis illis citius lavari, quas gravi ad hoc opus delicióse consiruxerat. » El P. Fernando de Mendoza ha descubierto en el Archivo provincial (*) de Pamplona cierto fragmento de un cantar de gesta sobre el tema de Roncesvalles y que comprende cien versos. El texto parece ser del siglo XIII. sido publicado y comentado por D. Ramón Mz. Pidal en la Revista de Fi- Ha lología Española, abril-junio de 1917. — (A. B.) ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 124 estados de formación que pueden distinguirse en esta leyenda. tes conviene presentar los principales ya enteramente formada en más antiguos textos, datos de ella, tal como el siglo xni, tal que no son, por desgracia, tares de gesta, sino los extractos eruditos, el Tudense, el que de Toledano (i) y la como An- estaba leemos en los los primitivos can- ellos hicieron los cronistas la Crónica general. La ca- (i) Lucíe Tudensis Chronicon Mundi, lib. IV. (En el tomo IV de la Hispania Illustrata de Scotto, 75-79.) Roderici Ximenii de Rada, Toletanae Ecclesiae Prícsulisi? De rebus Hispanice, lib. IV, capítulos IX, X, XI, XV, XVI. (En el tomo lU de los Padres To- ledanos.) Como el texto de D. Lucas es mucho más breve y menos accesible que de D. Rodrigo, me parece conveniente transcribirle: iErat Regi sóror nomine Xemcna; quam Satictius comes jim adamavit et ex eafilium genuit, nomine Bernaldum: Rex autem Adefonsus, ut factum comperit, nimium iratus Comitem Sa?ictiuín in Castro de Luna sub Juramento el perpetuo i?ícarceravif, et sororem suam in ordine monástico irusit. Fecit tameii Bernaldum delicate ntiíriri, quia eo quod non habebat filium,illum tena rime diligebat. Hic Bernaldus postquam ad adohscentiam venit, tatito viguit robore, ut nullus mil s tune temporis posset ei viribus adcequari. Erat quidem statura magnus, vultu decorus, suavis eloquio, ittgenio clarus, armis strenuus, et consilioprovidus. Per item tempus Magtius Caroliis Rex Francia et Imp rator Romanus venerando senio decoratus, funesta truncatione, Ismaeliticum populum trucidavit, et Burgundiam, Pictaviam et Galliam usqm ad montes Pyreneos expulsis Sarracenis restituit cultui christiano. Unde transjectis etiam Roscidít montibus subdidit imperio suo Gotthos et Hispanos, qui erant in Catalonia et i?i motitibus Fasconia, et in Navarra. Ttmc Carolus scripsit Regi Adefonso ut sibi esset subditus et vassallus. Bernaldus autem hcec audiens ira vallis commotus festinavit atm lus vero obseda Tutelam, nis sui palatii Comitis Najaram et suis contra quam Carolum auxilium ferré Sarracenis. Caro- brevi cepisset, nisi proditione cujusdatn Caíalo- Najaram petiiset. Qui postquam cepit Franciam rediré disponeret. Mar sil Rex Tutela dimissa. montem Jardinum, et in barbar orum, qui prceerat CcRsaraugusfe civitati, cvocatis inmimerabilibus millibus Sarracenorum, et pradicto Bernaldo atque quibusdam Navarris secum associatis, et cum Francis inito bello, Rodlandus Britannicus prefcctus, Ansel mus cis, comes, Egiardus menscB Caroli prcepositus cum aliis multis nobilibus Fran- exigentibus peccatis nostrorum, occisi sunt. Transierat jam quidem Carolus in primo suorum agmine Alpes Roscidce vallis dimissa in posteriore parte exerci- manu robustormn ob custodiam, qui Bernaldo (postposito Dei timare) super cum Sarracenis acerrime incursante i?iterfecti sunt. Sed iterum christianis- citus eos simus Carolus exercitu repáralo hoc factum triumphali victoria viriliter vindicavit ex Sarracenorum nobilibus innumerabilem extinguens multitudinem. Limina etiam beati Jacobi cum per devia Álava veniens christianissimus Carolus gratia visitaret orandi; saniori ejus consilio Rex Adefonsus Iriatn civitatem COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 125 prichosa invención de los juglares se había incorporado ya en historia, y la historia hundió en el olvido los anteriores la monumen- tos poéticos. Convienen en muchas cosas sustanciales D. Lucas de Túy y el arzobispo D. Rodrigo; pero en otras profundamente difieren, lo cual prueba que tenían diversas fuentes o que deslruxií et sancti Jacobi Ápostoli Ecclesia?n las quam interpretaban con di- ipse cotistn/xeraí reverendi patris Leonis tertii Romani pontificis asseyísu Metropolitano siiblimavit honore, atque uf sectmdum sancti patris Isidori viverent tam Jacobitatii qiiam omtiis Hispanice clerus statuit, ut Iioc esset Hispa?ii<B sublevatio cujus neglectus extite- causa dejectionis. Carolus autein revertens in Hispaniam secum ciim hono re magno Bernaldum detulit, et vitce termino feliciter consummato ad Aquisgra- rat ei num in dotnino obdormivit: ubi condigjio quiescit lionore. Bernaldus vero inter Romanos et Ger7nanos atque Gallos glorióse se gessit, et sub imperatoribus scilicet Lodoico et Lothario contra hostes Tmperii Romanifortiter dimicavit.. 'Habebat (Adefonsus tertius) secum famosissimujn militem Bernaldum, qui tanquam leo fortissimus se gerebat. Peracta hac victoria in ripa in istis praliis fluminis Dorii, cum magna gloria Rex Adefonsus reversus est Legionem. Prce- dictus autem Bernaldus in territorio Salmanticensi castrum Carpium populavit. Et quia Rex Adefonsus, patrem ejus tenebat comitem Sanctium captwn in castello quod dicidur Luna quem olim Rex Castus ceperat Adefonstis^ Bernaldus Regi rebellare ccBpit. Quos videntes Sarraceni civitatem Legionensem atque Astoricensetn et circumjacentia ferro et flamma devastare nitebantur. Rex autem Adefonsus promittens Bernaldo se patrem ejus a vincúlis solvere, pacetn cum eo fecit: et adunatis fortissimum militum copiis obviatn exire illis praparavit ¿>arraceni vero prce multitudine artnatorum nihil tnetuentes se in ditas turmas major eoru7n pars Polvorariajn Rex a Juxta fluviutn Urbicum ubi Barbaroruin duodecim millia corruerunt. Alia quidempars Sarracenorum Bernaldo eos insequente Valdemoram venit fugiendo. Sed Rex Adefonsus properans ad bellufn, omnes ibidem Sarraceni christianorum gladiis diviserunt, et venit . Gloriosissimus vero latere Silvce progressus, irruit sitper eos in prcedicto loco Polvorarice sunt interfecti Post hcec magjius exercitus Is7naelitarum Quod rex audiens eandem cumpaucis Zemoram obsedit. Sed cwn exercitu eos usque ad inter ingressus est civitatem. christianorum properante Bernaldo divina clementia delevit necionem; et Alchamati, qui eorum propheta videbatur, ibi mortuus est ^^Eo tempore Carolus tertius Imperator Romanorum cutn exercitu yjiagno tam Christianos quayn Sarracenos aa Hispaniatn properabat. Sed Bernaldo cum exercitu Christianorum et cum Muza rege Ccesaraugustano illi ad clausuras Pyrenceorum montibus obviam hostiliter procedente dum exercitus Caroli inordinate se gereret^ mox infugam ver sus est, et multi ta?n ex Romanis quam ex Gallis in illo excidio, Christianorum et Sarracenorum gladiis periedebellaturus runt. Carolus postea cu7n Rege Adefonso a7nicitia7n fecit, cujus consilio i/istituta beati Isidori et Sa7ictorum Patru77i Rex Adefo7isus tionis etia7n gratia ecclesias Sancti Jacobi Carolus i/i regtio suo firmavit, Ora- a glorioso Papa visitavit: et ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 126 verso espíritu. En uno y líneas, nacido, según el otro, Bernardo es ya leonés por ambas Tudense, de ilícitos amores, según Tole- el dano, de secreto matrimonio {furtivo connubio) del conde D. San- cho con uno y en un la hermana otro, este que castillo, del Rey Casto, Doña Ximena el Tudense dice ser el de Luna, Doña Ximena en un monasterio. En uno y tenía hijos, (Semena). En ayuntamiento es castigado con prisión del Conde y encierro de otro, el Rey, que no educa con gran esmero a Bernardo, que en su adoles- cencia sobresalía entre todos por su aventajada estatura, gallardo aspecto, elocuencia, ingenio y destreza en las armas. Cuando Carlo- magno, envanecido con sus triunfos en Cataluña, en Vasconia y en Navarra, escribe al Rey Alfonso para que se haga subdito o vasallo suyo, Bernardo, lleno de presta auxilio a los sarracenos. Obsér- ira, vase aquí una variante notable: en la narración de D. Rodrigo, Al- fonso el Casto aparece en connivencia con secretamente llama a España, ofreciéndole puesto que carecía de de tal Los magnates de Alfonso, hijos. al Rey a revocar su no, con arrojarle del reino, (añade Emperador, a quien sucesión de su reino, al enterarse embajada, estallan en indignación, y llevando Bernardo voz de todos, obligan si el la el cronista) vidumbre de los promesa, amenazándole, y romperle toda Rej?^, nueva embajada a Carlos, volviéndose atrás de no a la vuelta, sino a porque ser- la aterrado con las amenazas, envía sediento de venganza, traspasa los Pirineos, cesvalles, fidelidad, «querían más morir libres que vivir en Francos». El la la ida; y lo prometido. Carlos, es derrotado en Ron- no en su retaguardia, sino en Joatine obtinuit ut ut raque Ecclesia Metropolitano privilegio frueretur, et pa- Franciam rever sus est secutn deferens suos qiii in pr adicto pralio fueRege Adefonso hoc et alia multa dona illi largissimc conferente. Quibus peractis Bernaldus cum infinita multitudine spoliorum in patriam se recepit. Animadvertendum est diligenter tres fuisse Carolos imperatores RomaPost hcec Agareni nrbem Legionensem oppugnare venerunt cum duobus nos ducibus Imundar et AJcatenetel. Bernaldo cum eis armis fortiter feriente bar- cifice in rant capti, barorum, multa millia pericrunt qui ferro vincti siib et cateri Jugerunt relictis duobus ducibus suis, custodia sunt traditi. est Bernaldus fortissimus íniles. Post mortem autem Xemena quce Regina de Galliis dicitur, ccepit callide cogitare qualiter posset virum suum Regem Adefotisum a reguo expeliere et filium suum Garsea7ium pro eo substituere.-i> T>Eo tempore mortuus Bernaldi, regina COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA SU vanguardia; no por fonso el Casto con un Vizcaya, Navarra, la los moros de Zaragoza, sino por Rey Al- el de cristianos de Asturias, Álava, ejército Rioja 127 y Aragón. Bernardo estuvo siempre al lado de Alfonso, aunque corrió falsa voz de que venía por los puertos de Aspe con un ejército de sarracenos. El toque de de Roldan se atribuye aquí a Carlomagno, para congregar persos y emprender su retirada. Carlos jado por pesar de el en blanco la la a los dis- muere en Aquisgram aque- y manda que en su derrota, parte correspondiente a la bocina la epitafio quede guerra de España, de donde volvía sin gloria y sin venganza. Para arzobispo D. Rodrigo, por consiguiente, Roscesvalles el fué una victoria nacional, una victoria de todos los pueblos cristia- nos de España, acaudillados por el Rey de León. Este pañolismo suyo, este sentido de la unidad nacional, que es de su historia, le franceses hace protestar contra y contra los fabulis inhcFrentes), que el y que les las ardiente esel alma fábulas de los juglares daban crédito [nonnulli histrionum negar, con el mismo vigor que Emperador hubiera conquistado ciudades Silense, el ni castillos en Es- paña, ni ganado batallas contra los árabes, añadiendo que tampoco era verdad que hubiese abierto se ve una clara alusión contra el camino de Santiago; en el falso Turpln, principal propagador de esta patraña. Dedica un capítulo entero a enumerar ros conquistadores de las ciudades de peso de la lo cual los verdade- Esp aña, para rendir con el evidencia a los que estaban preocupados por fabulosas Mal pudo abrir Carlomagno narraciones. el camino de Santiago cuando no pasó de Roncesvalles, de donde tuvo que cido, o por los sarracenos, o por retirarse ven- los cristianos (lo cual no quiere decir que el Arzobispo tuviese dudas sobre la versión que antes había aceptado, sino que, en su afán de convencer a los panegiristas el de Carlomagno, se ponía en todos hecho de la derrota y de disputase entonces, los casos posibles, la retirada era puesto que indudable, aunque se como se disputa ahora, sobre quiénes fueron modo veía las cosas el Tudense, o por ser su los vencedores). De muy patriotismo distinto menos ciese la leyenda en ardiente que el de D. Rodrigo, o porque cono- una forma más antigua y menos españolizada. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 128 Rey El triunfo se atribuye al ran algunos navarros (los nardo, que, el al cuyos auxiliares figu- Marsilio, entre vascones de Eginhardo), y también Ber- parecer, pelea por su cuenta y temor de Dios^ ayuda a los sarracenos en era natural que el Obispo de Túy rechazase postelanas acerca de Carlomagno; abierto el camino, de Santiago, y a le riesgo, y, pospuesto la y aunque no las tradiciones com- atribuye haber le hace venir como peregrino a erigir en metropolitana aquella la vida claustral conforme a la Crónica de Turpin se relata. la regla de San Tampoco matanza. el sepulcro visitar el iglesia, estableciendo Isidoro: todo según en En cuanto a las sucesivas andanzas de Bernardo, concuerdan muy poco ambos prelados. El Bernardo medio carolingio del Tudense se reconcilia con res, se con el Emperador, obtiene de grandes hono- él hace glorioso entre los romanos, galos y germanos, y pelea contra los enemigos del Imperio. Vuelto a irresistible esfuerzo España cuando ya reinaba Alfonso III el Magno, le en sus asiste victorias contra los moros, puebla el castillo del Carpió, cerca Salamanca, y desde padre, que el Rey le allí solicita, en son de guerra, promete, aunque no declara promesa fué cumplida. Por entonces Carlos sión en España, Zaragoza, le y Bernardo, con ayuda el la libertad el sencilla es aquí la narración del Toledano, empresas de Bernardo fuera de España; pero tra los moros en tiempo de Alfonso y de rebeldía contra Alfonso el los árabes, devasta las otorga falta la libertad en No el si la Calvo hace una inva- Rey de del renegado Muza, dice de esta nueva victoria contra los francos, ni la de su historiador derrota en las gargantas del Pirineo. Mucho más con de III, de sí la Magno, en la que nada tampoco de las de sus hazañas con- fundación del Carpió, cual Bernardo, aliado fronteras del reino hasta que de su padre, ciego y decrépito. Lo de el la Rey le ceguera Tudense. parecía cosa muy fácil concordar estas dos versiones, que seguramente corresponden a momentos distintos de todo era posible con el la leyenda; pero sistema adoptado por los compiladores his- tóricos de los tiempos medios. Cuando Alfonso el Sabio hizo escri- bir en lengua castellana nuestra primera historia general, dos libros le sirvieron principalmente de base y entraron íntegros en ella: el COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Lucas de Túy y •de D. entre el del arzobispo D. Rodrigo. Las diferencias textos se arreglaron de cualquier ambos I2Q modo o de ninguno, y para completarlos se acudió a los cantares de gesta, disolviendo en prosa su holgada metrificación, pero no de tal suerte que deslas huellas apareciesen épico en que de su origen. La invasión de este elemento Crónica General empieza con la se presenta allí desechado antes la rica leyenda de Bernardo, la de pormenores dramáticos, severidad de D. Lucas los cuales había y de D. Rodrigo. Si los vestigios del primitivo cantar, o Estoria de Bernardo^ están en alguna parte, allí Ya donde deben es la última y impresa por y cido como nuestros días, no conoció la Crónica General sino casi todos hasta en buscarse. hemos tenido ocasión de advertir que Lope de Vega, más imperfecta y abreviada de Ocampo en como I547« Pero sus refundiciones, la este texto es muy cono- fácilmente puede ser consultado en cualquiera biblioteca, prescindo de esta vez, él y creo hacer obra grata a los estudiosos valiéndome, para los extractos que siguen, del texto primitivo de Crónica, tal como aparece en un que pertenece a rialense, tenido Comienza el la misma la como familia la códice del siglo xiv que poseo, y que el célebre manuscrito escu- prototipo de la versión matriz. historia en el capítulo \'I del reinado de Alfonso Casto: <.De como el rey don Alonso priss o al conde Sandias por quel mara el hermana Andados xxi años del regnado doña Ximena su hermana casósse a to- . 3> de Saldaña. Et tobieron amos un del rey don Alonso furto del fijo con el el Casto , conde Sandías a quien dixeron Bernaldo. El rey quando lo sopo pesól de corazón, e enbió por todos los sos ricos omes, e fiso cortes en León, e fabló con ellos e dixoles que todos sodes gos, pues » Sandías porque no viene o porque tarda tanto. » ternía por bien » sen e quel dixessen de » mucho > QsÍ7i?) aquí, maravillóme que fuessen dos cavalleros a la mi parte que assí: mucho > él e del «Amiconde E pues assí es, me le saludas- viniesse a mis cortes, ca avemos y mester, ca non faremos ninguna cosa con éU. Entonces avíe en la corte dos altos omes, e dizien al lo uno Oriesgodos (Arias Godos) Menéndez y Pelaxo.— Estudios sobre e al otro el conde Thioblat. Et estos Teatro de Lope de Vega. g ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 130 dixeron al Rey que yrían allá por bien. El rey gra- lo ól toviesse si desciolo e tóvolo por bien e dixoles quel dixiessen que non truxiesse non poca compaña. Et consigo si ronse su vía. Et bien. ellos cavalgaron entonces e fue- Et quando llegaron a Saldanna, recibiólos saludaron luego ellos al el conde muy^ conde de partes del rey, e dixé- ronle aquello porque eran idos dél, e dixoles el conde de estonces: non poca compaña? « ¿Esto qué queréis que dezis que non lieve > Si el > muchos » por bien, fagamos su mandado >. Estonces cavalgaron todos en Rey ondrarse quiere de mí, non serye mas onrado que non pocos? más pues que cavalleros uno, e fuéronse a palacio, el mas non Don mucho de llevasse tiene ninguno a rrecebirlos ca corazón, e non lo tovo por buena señal. Et Alonso, pues que sopo que mando armar » tre en el conde era ya entrado en el palacio, echat todas assí: las «Luego que manos en él el commo non rey el dos, entró el les e prendetlo e recabatle vio quel fisiéronlo mandó. Et estando ya guissados e apercebi- conde e yendo él respondie ninguno nin le quando rey conde Sandías en- de guisa que vos non salga de mano». Ellos estonces assí el la villa,, a algunos de sus cavalleros e a los monteros que es- tudiessen guissados, e dixoles > sallió si lo él assí rey lo avíe defendido. El conde Sandías quando aquello vio, pessol > si por le el palacio saludando a todos, Don Alonso desie nada. El rey dubdavan todos, dio boses e dixo: «Varones, ¿qué- Quando estades dubdando, o por qué lo non prendedes?> ellos vieron que de todo en todo plasie al rey travaron dél e prisiéronle luego, e tan de rezio le apretaron las manos con una cuerda, que luegol fisieron quebrantar la sangre. El conde con la grant coyta daba boses, e » esto me mandades Et dixol > disie: todo el rey: el «¡Ay, rey señor! ¿En qué vos erré yo porque faser? «Asas Ca bien cuedo que nunca vos merecistes porque cá bien sabemos commo vos avino con doña Ximena:s>. Et fecho de vos dixol el conde: «Señor, ya pues > merced que mandedes dicho, mandol el que assí es, criar a Bernaldo». ruego e pido vos por Et después que esto ovo rey echar en fierros e meterle en Luna. Desí tomó a su hermana doña Ximena muy viciosamente et el castillo de et metióla en orden. Et después desto embió por Bernaldo a Asturias, criól él lo merescí». fesistes e et dól criavan, et amávalo mucho porque él non avíe fijo COMEDIAS DE ASUNTOS DE ninguno. Et pues que cuerpo de cara et HISTORIA PATRIA LA. muy niño fué ya grant, salió el de buen engeño, et I3I fermoso de demostrava bien et que lo querie desir, et dava buenos conseios en todas cosas, et con esto era cavallero muy más que otro que esfforgado en armas, alangava bien a tablados et teníe armas fuesse, et mucho apuestamente. Et algunos disen en sos cantares et en sos fablas que fué este Bernalda de doña Thiber, hermana de Carlos rey de Francia, e que fijo niendo e que ella en romería a Santiago que la llevó cibió el rey empós él. para Saldaña e que ovo este Don Alonso por fijo los V^III. moros De el en fijo vi- conde Sandías e quel res- ella, pues que otro non avíe que regnasse Mas agora dexaremos emos desto de «Cap. conbidó la aquí de fablar desto, e desir vos » la batalla que ovo el Rey Dotí Alonso con Carlos y rey de Francia^ en los puertos de Ronccsvalles^ e fue' vencido Carlos. »Andados xxvii años que fué en Casto, quando andava el regnado del rey del de ochocientos e quarenta e la era año de viejo e emperador de Carlos, franceses, los e io maguer que Quando sopieron el los fijos él los e sil avíe asas que al mucho fa'ser emperador, si en aquella tierra con al E non sabíe Bernaldo de commo non osava ninguno desir; e el como rey irado con el lo que revoregno que ser malan- quien más fuerte contra- le aun en todo fué, ca prendiera el padre, ca quier que pessó desto óvolo a faser, et embió de cabo sus mandaderos dor que revocaría al mucho empera- quéi prometiera. Carlos quando lo oyó fué rey porquel mintiera Et aun dise don Luchas de et se desdezie, et Túy iría omes los ricos tirarien del libres, rey en esta cosa su sobrino Bernaldo gelo rey e no que más queríen morir esto fuerte. ayudar contra e conseiaron al rey dantes en servidumbre de los franceses. al rey, alemanos, e rey de los quisiesse venir a mandaderos tornaron e catarien otro señor, ca al los mandaderos del rey Don Alonso quel fecho, pesóles casse lo que embiara desir desió Alonso, pues que vio regno. El emperador otrosí avíe guerra con el moros, prometió a a ayudar. avíe Don eí embió su mandadero en poridat a días, romanos e de los commo non moros quel daríe moros los de muchos el siete años, Encarnación en ochocientos e nueve la el del imperio de Carlos en doze, el rey que era Don Alonso amenasól muy muy quél embió sus cartas en quel ESTUDIOS SOBKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 132 embiava desir que se metiesse so Bernaldo, quando lo sopo, fué su señorío e fuesse su vasallo. el mucho yrado además, que ende ovo tomó una grant partida de la e con pessar el cavallería del rey, e un moro que avíe nombre Marsil, que era rey de Zara- fuesse para goza, con quien avíe el rey Carlos guerra, para ayudarlo contra él. El rey Carlos dexó estonces de guerrear los moros et enderezó su hueste contra essas partes de españoles que fincavan. Et dise don Lucas de Túi que en veniendo que cercó a Tudela et oviérala presa sino fuesse por la trayción que fisoy un conde que-andava en su paña que avíe nombre Galalón, que era de conseio con Él estonces levantósse dallí et vínosse al que era muy poblado, e prísole e monte que disen dexó com- moros. los ¡ardino, sos guardas en la tierra et vínose contra Spaña. Et quando llegó a las montañas despaña, do raoravan unos pocos de christianos que escaparan del espada de los moros, con el grant miedo et con el grand espanto que ovieron del emperador, pidieron merced a Dios llorando, que dél, cá non dos por la destruyción de los moros: tan grand señor et tan poderoso ron en Asturias, et en Álava, los defendiesse Lo uno porque eran pocos cuedavan vevir más. lo al como et e lasra- porque vinie sobrellos aquel. Mas quando en Viscaya, et lo sopie- en Navarra, et en Ruconia, esta es Gascona, et Aragón, dixeron todos a un coragón que más queríen morir que non et allegáronse todos rador Carlos. Et de los los en servidumbre de franceses, e salieron contra el empe- emperador dexó una partida de su yente fuese viniendo por allí los un al pie de Roncesvalles, que guardassen valle que oy en días es llamado su hueste, por que era llana salida montes Pirineos. Et subieron allí las azes todas fastal del puerto. Et en las primeras ases viníe Roldan, que era ade- lantado de Bretaña, et la estar Don Alonso de Carlos, e guió por de todos somo rey montes Pireneos, que son la zaga, et él el val el al mesa de el Carlos, e otros conde Anselmo, muchos e ricos et Gilant, adelantado de omes poderosos (l). El e don (i) El texto impreso de la General añade aquí otros nombres: « Reynalte de Montalván, e el conde don Terrian Dardeña, e el conde don Jarluyn, e el Gastón Argelero, e el Arzobispo Torpín, e don Oger de las Marchas, e Salamano de Bretaña, e otros muchos altos omes que aquí non pode- mos dezir sus nombres». Ttirpín o Todo esto parece interpolación, de otras fuentes de origen francés. tomada del falso COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Don Alonso de rey a ellos allí otrossí. hueste muy con e vinieron él todo esto Marsil, rey de Zaragoza, guió su grant de moros et de navarros y a cuantos que eran y estonces, Carlos, et allegáronse el temor de Dios ceses. El rey Bernaldo en uno con et todos. Et Bernaldo tollió allí Don Alonso de e fué la fazienda muy muy chos de cada parte, más empero la la batalla, de don Roldan mesa la E ayuda de Dios. allí ferida al et vio venir tanxó una bosina que et él tiníe, et la la zaga. él los otros: además, e murieron y muel rey Don Alonso Túy que murieron en muchos de suyos los los altos el val omes de que vos dexi- montaña ayuso, la algunos de los suyos que fuxeran al son de bosina, e aun los la zaga por miedo de Bernaldo e de Marsil, porque oyeran desir que viníen por en fuyendo andavan errados, acogiéronse del que guardaban los fran- conde Anselmo e Gilant, adelantado el del emperador, e otros quando aquella ora unos con los Francia. Et en todo esto viníe aun Carlos por mos, si cabo venció dixo don Lucas de et emperador su parte, con aquellos que con la fuerte e de el en uno con los moros en (l), e fué ferir eran, entró en la fasienda: e bolviéronse con 33 parte con los pueblos que deximos llegó la otra En 1 Empero siempre estovo en el puerto d'Aspa, e dexóla por dise el arzobispo la don Rodrigo (2) ir ferir que Bernaldo delantera dó los franceses fueron vencidos assí como deximos, e cogiéronse cas de Túy que en la zaga otrossí a la su hueste. Mas dise D, firieron él e Marsil. Carlos Lu- que vio su hueste desbaratada, los unos muertos e los otros foydos e toda su yente desacordada, et que podíe llegar a ellos sin los españoles le grand danno, con teníen muy el puerto que non grand pessar e que- branto de su yente que perdiera, tornóse para Germania para guisarse otra ves a venir a España. desto «Cap, X. (i) Mas agora dexamos aquí de fablar > De commo Bernaldo El texto impreso de la sopo comino a-a presso su padre. General altera completamente esta expresión, tomada del Tudense, y queriendo hacer piadoso a Bernaldo, le atribuye un momento de timidez: «E Bernaldo tiró estqnces de sí el miedo e el temor e fué ferir en los franceses de so uno con los moros del rey Marsil». Todas estas referencias a D. Lucas y a Rodrigo, que muestran el (2) método seguido por los compiladores de la General para concertar sus narraciones, faltan en el texto de Ocarapo. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 134 » Cuenta en Estoria de Bernaldo que en aquel xxviii año del la regnado del rey D. Alonso Don corte desse rey e el dos altos ornes que eran en el Casio, Alonso, avíe la uno nombre Blasco Melendes el otro Suero Blasques, que seyendo parientes de Bernaldo e pe- sándoles mucho de la conde Sandías, que ovieron su prisión del conseio araos en uno de comrao faríen saber a Bernaldo que su pa- dre era preso, ca non ge lo osavan desir en otra guisa, e fué en esta manera. Metieron en su conseio a dos dueñas una María Melendes e fijas que avíe dalgo, nombre el les assí: <Daeñas, non vos es mester que vos descubrades de otra Urraca Sanchas e dixerón- el lo > que vos queremos ? darvos hemos un grand aver que paredes > muy > quisiere posar con vusco al tablero, desude í otro orne del > sopiere verná luego a iugar con vusco, e vos dexat vos le perder, > et él > e vos desirle edes > diere, desitle > su padre que yase preso en las cadenas et en las torres de Luna». A las desir: vos de resio a quien quisiere iugar, e con la mundo si si tablero. al que non jugaredes con non con Bernaldo, e Bernaldo quando que vos dé ende alguna cosa. Et por saña que, pues que a vos non Bernaldo quando sopo era preso, pesól si lo da, muy vía, vos lo non que lo dé a commo assí nuevas del padre de corazón e bolviósele toda el posada fasiendo mayor duelo el las lo la sangre aver que lo non quisso tomar e fuesse para su del cuerpo, e dexó de duelo e Et cridat alguno por aventura se dueñas plogo mucho de aquesto, e fisieron bien commo e nos las tablas cobdicia del aver, querer se ha levantar e yrse so ellos les avían dicho. mucho sabedes bien jugar del mundo, e vistiósse luego paños fuesse para la corte. Et el rey quandol assí vio pesól e dixole: «;Qué es esso Bernaldo? ¿Por aventura cobdicias E > mi muerte.^ > » e pido vos por > preso en dixol Bernaldo: cSeñor, non es merced que las torres me dedes mío padre que fabló; entiendo que > puede ome guardar de traydores contra Bernaldo e dixole: cPartit de desir > dre, ni saldrá esto, ca de me tenedes calló después dixo: «Agora veo et palabras antiguas son verdaderas, que nunca se > > y mas ruego vos de Luna^^. El rey quando aquello oyó, una grand pieza del día que no las assí, ni me de mestureros». Desi tornosse vos e nunca jamás seades osado yo vos prometo que nunca veredes las torres a vuestro pa- mientra yo biva». Bernaldo dixo: «Rey COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA mSTORIA PATRIA I35 » sodes e señor: faredes y lo que vos toviéredes por bien, e ruego * a » dexaré yo por esso de serviros quanto más pudiere». El rey en Dios que vos meta en corazón de sacarle ende. Ca, señor, non todo esso pagávasse de Bernaldo, amábalo el > Citando expresamente a D. Lucas de l'úy, pero crédito, menciona Bernaldo al Rey Crónica en la Marsil, y el capítulo XII la su expedición a Francia en •Carlomagno: «Et dise don Lucas de naldo et quel fallamos en la fiso mucha onrra. Don Alonso el Túy que Mas commo Estoria que en España tiempo del rey sin darle entero ayuda prestada por fiso compañía de llevó consigo a Ber- quier que esto fuese, muchas buenas en batallas Magno, e que murió assí como contaremos adelante en su lugar. Algunos disen en sos cantares en sus fablas destos, que conquirieron cibdades e muchos castillos, e que desambargó e abrió mas en verdat gue, Nada más que esto (sic) e que ovo Carlos en España y muchas batallas camino desde Alemana el non podríe ser lo et muchas con moros fasta Santya- > esto refiere la primitiva y auténtica Crónica Ge- acerca de los hechos de Bernardo en tiempos de Alfonso e! Jieral Nada tampoco en los dos reinados siguientes de Don Ramiy Don Ordoño I; pero reanuda el hilo de la narración al llegar Casto. ro I a Alfonso Magno. III e¿ De commo «Cap. VIII. Bernaldo mató a Biceso, e pidió al rey el J>adre quel yasie preso. > que Andados fué dava el el del en la siete era de ochocientos et año de la Encarnación en ochocientos imperio de Lotario en paz ya, llegáronle nuevas de avíe nombre Buesso que ge la Don Alonso el Magno, ochenta et un año, quando^- años del regnado del rey le V'II, el rey commo un cuarenta et tres^et Don Alfonso credendo aver alto ome de Francia que era entrado en la tierra con grand hueste et andava destruyendo quanto más podíe. El rey fué eston- ces contra él con grant poder et ovo con que es en et tierra de Castilla, e él su batalla en Carrión, murieron y muchos de cada parte. E algunos disen en sus cantares que este Bueso era primo cormano de Bernaldo. Et lidiando assí unos con otros oviéronse de Bueso a Bernaldo, e fuéronse ferir uno a otro tan de Janzas fizieron quebrar por medio. Desi metieron fallar rezio mano aquel que las a las espa- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 136 das e dávanse grandes golpes con pero ellas, al cabo venció Ber- naldo e mató y a don Bueso. Los restantes quando vyeron su cab- muerto, desampararon diello campo el e fuxeron. batalla fué vencida, vino Bernaldo besar mano la Después que al la rey e pidiol merced quel mandase dar su padre que yazíe preso. El rey otorgo! que ge lo daríe. Mas agora sabet aquí los que esta estoria oydes que en todas estas batallas que rey ovo con el los moros, avemos dicho, que en todas pidió Bernaldo so padre Mas después que pre! otorgava el rey de ge le dar. e asossegado en el reyno, non ge aquello vio, non quiso servir «Cap. XI. De commo los servicios commo se siem- veye en paz queríe dar. Bernaldo quando lo rey de aquel día adelante e estido al bien cerca de un año que non cavalgó con mol retrayó assí al rey, et grant pessar que avíe el Bernaldo pidió su padre al Rey quel físiera et et » de com- lo desafió, Andados ocho años del regnado del rey Don Alonso el Magno Don Alonso por fiesta de Cinquesmas dos cortes en León,, ricas e mucho onrradas. Et mientra que duraron lidiavan de cada día toros e alanzaban a tablados. El rey, seyendo muy alegre, fué » ñso el rey un día ver y quel pudiessen la corte, los que alanzaban los cavalleros Dos alcanzar. que avíen nombre el que deximos ya suso en nunca sallie allí, el altos ornes tablado, mas pocos avíe que avíe y estonces en uno Orios Godos e el otro Thyoba't, quando vieron que Bernaldo la estoria, ovieron su conseio de yr lo desir a la Reyna que por ruego della fuesse Bernaldo a alanzar. La reyna, quando lo oyó, enbió por él e dixol: «D. Bernaldo, ruego vos amor que vayades » por » prometo que luego que » vuestro padre, e bien creo que el nuestro tonces e fué alanzar et al el blado fué quebrantado, fuesse me el rey; el rey, acá o qué nos » don ninguno que » pedir. E ruego le dará». yo vos Bernaldo cavalgó el rey a yantar. Orios la a Bernaldo que gelo cumpliesse. » a lanzar al tablado, cá rey venga a yantar que luegol pida tablado e quebrantól luego. Pues que conde Thiobalt fueron luego a ver que cavalguedes agora quando pedís?;:^ reyna dezir que la vio, dixol: dedes el ta- et el e fué «Reyna, ¿qué demandades Ella dixo: «Señor, me el que prometiera La reyna cavalgó estonces fuese, e este es el vos que lo Godos es- yo nunca vos pedí aún primero que vos agora quiero conde Sandías que yaze preso».- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA El rey quando aquello oyó ovo grant pesar, e dixol que ca non quería quebrantar que la iura rey Casto el con grant pesar que ovo desto, tornósse para su quando aquello oyó, fuesse para e! rey, e pidiól E los oíos quel diese su padre. non lo ríe faríe, echar que e si yazíe. me » quantos servicios vos yo ca bien sabedes vos de » en Venavente quando vos mataron » tes con el moro Ores, me le daríedes. » vos que » de » Alchaman que me debedes vos dar mío padre, e dexistes el vuestro e me que fuistes mío cavallo que ovis- vos pidiesse un don e desa ves lidiar con por vuestro amor. Et pues que la batalla me padre. » non queredes » linatge e a el la batalla el yasíe sobre Zamora, bien sabedes lo que » que manda- dezir, quel vos yo acorrí con » otrossí merced llorando de muy sannudamente que Et yo pedivos mío padre, e vos otorgastes quando Otrossí le dar. bien fis, faríe, La reyna, Et dixol Bernaldo: «Señor, por » commo non lo fiziera. 37 palacio. Bernaldo, nunca jamás gelo osasse do su padre allí dixol el rey 1 me dariedes mío moro yo y fiz fué vencida, prometistes Agora pues que veo que !o vos por [ende a vos e a todo vuestro fazer, riepto todos los de vuestra parte son. Ca, señor, commo membrar vos vos yo acorrí cereal río de Orvego » deviades otrosí de » cuando estávades cercado de moros e vos teníen en cueyta de » muerto. Quando aquello le oyó e dixol: «D. Bernaldo, pues que » gades de todo el digo vos que vos yo mandaré echar dallí del regno, yo » fallare otrossí » vos yo que me sal- días. E do vuestro padre yaze, quel tengades y compaña». Bernaldo, quando aquello oyó, ovo ende grant pessar, daredes esto al allí me e dixo: «Rey, pues que » mando adelante vos fallare en toda mi tierra, que » » assí es, reyno e non vos do de plazo más de ix » si dezir el Rey, fué yrado contra él fazer lo he. Msa digo vos que conde Sandías la sivos le vía. Muño de canos de Bernaldo, besaron él yo Quando dallí la fío adelant vos yo en Dios que quisiere tomar». Et pues que nombre Blasco Melendes León, que eran parientes mano me aquello vieron tres ricos ornes corte del Rey, que avíen e Suero Blasques e don ronse con si en yermo o en poblado, que bien ovo dicho fuesse su que andavan en vos dades ix días de plazo que vos salga muy cer- del rey, e espidiéronsele e fué- con grant cavallería para Saldanna. Et estando Ber- naldo en Saldanna corrie tierra de León, e guerreava muy de rezío ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 138 quanto más podíe él dos años e De commo ellas, Bernaldo lidió con el poder del rey Don pobló el Castillo del Carpió. >Andados Don «1 rey Alonso. Et duraron estas guerras » «Cap. XII. Alonso Don rey al diez años del regnado del rey Alfonso el Magno cortes en Salamanca. Et estando en fizo sus muchos omes de fuéronse Don Alonso tierra de Benavente e de Toro e de Zamora e de otros lugares para Bernaldo, pues que non vieron rey en Rey la tierra, e dixéronle que nunca se tornaríen del fata que el su padre. Bernaldo, le diesse esas tierras, e sallió commo salliose dallí e fué la ribera vado que dicen de faríen. Et quando se vio apoderado de yen- contra Salamanca por ver que fazíe tes, fuesse ellos el la en desusado ayuso del (?) río. Bimbre, ovieron Rey, e travessó el a Alva de Tormes. Dessi Et pues que passaron allá su acuerdo de eran por ventura ccc cavalleros de el commo linaje, et díxoles Bernaldo: «Los ce de vos finquen aquí en celada e los c vayan co» migo > recabdaría quanto quisiesse » Et pues que Bernaldo ovo partida a Salamanca, e quissiese Dios si su celada fuesse para Salamanca, et lleros del Don Alfonso que rey el que pudiesse entrar dentro yendo por el camino e cava- viníen de caza vieron las armas del e conosciéronlas, tovieron gran miedo e quisieron se acoger a villa, más non dio Bernaldo vagar, e lidió con ellos e les sesenta cavalleros. El Rey quando cavallería a grant priessa e el fuye. Los del Rey empos ron en que poder del Rey contra venir ellos, él sí salliese allá. toda su Bernaldo quando vio derranchadamiente, yendo, sallieron mató bien mandó armar lo sopo, la los de fizo enfinta la que celada e die- e bolvieron con ellos una grand batalla e murieron muchos de cada parte, Orios Godos et al desampararon campo el más al y cabo venció Bernaldo e príso y a conde Thilaba. Los otros que pudieron escapar Mas que Bernaldo e fuxeron a Salamanca. venció, pero ovo grant pesar, porque non pudo llegar al rey. E di- sen que iuró que nunca se partirle de guerrearle e de fazerle quanto mal pudiesse con su fasta quel diesse so padre. cavallería Después desto fuesse yendo Tormes ayuso contra Alva, e otero que es a tres leguas de Salamanca, remetió en el somo quando llegó a el cavallo un e subió del e cató a todas partes e vio toda aquella tierra atan COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ferraosa e tan complida de todas las cosas que se pagó mucho muy fuerte e ron a della. Et que menester eran castiello E mandó dallí 39 a orne, muy en aquel lugar, bueno, e púsol nombre Carpió, e Bernaldo del Carpió. él y un fizo 1 adelante llama dar pregón que todos Ids que quisiessen venir con vivandas e con otras cosas que menester eran que non diessen portadgo ninguno nin pechassen nada. al lugar, Pues que esto ovo fecho puso su amistad con de aquel sen, e toda guerreava castiello los moros quel ayudas- Rey Don Alfonso al e corrie que veses y avíe que llegava fasta León e Astorcon pesar desto mandó pregonar por toda su tierra que la tierra, assí ga. El Re}?^ se ayuntassen todos los peones, en rey vio tiello. el que eran para armas, assí cavalleros como cibdad de León. Et pues que fueron allegados et la poder muy grande, el fué sobre Bernaldo e cercól en el cas- Bernaldo otrossí ovo su acuerdo con los ricos ornes e con toda su cavallería, e díxoles: «Amigos, grant tiempo ha que sabedes vos » el mío mal et el » Godos » biarlos ía al > et et al me que Rey en en si vos díxoles: et vos embío, ruego vos que digades > et que al me embíe luego mandado duno Los condes fuéronse estonces luego les dixera et les rogara. » soltar et enviaros para, et > bien, al o rey que dé mío padre dálcommo y quiere muy agradéscogelo. fiziesse ciento tantos e me Rey, e dixéronle todo fizo lo que bien Bernaldo en vos Mas commo et enbiáronlo desir a por un su cavallero en poridat. Bernaldo, quando sopo mandó armar fazer». fizo este meiores, yo nunca daré su padre». Los condes ovieron desto grant pesar, del rey, gradescerá lo El rey, cuando lo oyó, díxoles con grant saña: «Condes, digos vos que si me «Cuendes, pues que vos yo suelto » Bernaldo por bien en- lo toviéssedes Bernaldo fabló estonces con Orios Godos e ello. conde Thiobala, e el et presente, cá bien creo que dará por ellos mío padre». Ellos toviéronlo por bien, et otorgáronse con mío quebranto. Et yo tengo aquí presos a Orios conde Thiobala, la Bernaldo voluntad toda su caballería e díxoles: «Amigos, ya esto > non » ros de vos para guardar el castiello, e los otros vayan conmigo». lo puedo soffrir, et Et sallieronse del pues que esto castiello. ron correr Salamanca, «Amigos, ¿sabedes assí es, finquen xv caballe- a furto, que lo non sopiesse et, commo en yendo para allá, el rey e fue- díxoles Bernaldo: faremos? pues que oviéremos corrida ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 140 » Salamanca, vernemos aquí e correremos > quanto y ha. Mas por rey » el me si el Rey quiera mal, non alce ninguno me Real e ganaremos el como quier que mano contra él por alguno lo fiziesse. Mas viniere contra nos, la > ninguna guisa, ca mucho » quantos de los otros pudiéredes alcanzar, todos los meted a espa- > da que non finque ninguno a vida». Pues que pessarie ende si ellos Salamanca, tornáronse, et viniéndose, llegaron commo Bernaldo corrida toda mandó armar le avie la tierra. Bernaldo e ganó él fué el campo mucho onrrado en el castiello tornar vos tan ayna, ca ganáramos tan grandes si él, tassemos, non podriemos dellos más et aver. •» cada día en que ganemos, e bien fué > rey trayen » davalo dellos». «Cap. XIII. cabo venció al el real e muy mal en que siempre fuéramos raás ricos que asas ganastes agora, muy mas vos nos diérades un poco más vagar riquesas, > Rey campo, Et pues que al e abondados». Bernaldo tomosse estonces a pesse, al que cavalgassen e robaron cuanto fallaron en e con grant ganancia > «Non vos nuevas dixéronle sus cavalleros: «Fezistes » > ovieron corrida El rey, quando lo oyó^ a grant presa todos sos cavalleros et luego, et fueron contra Bernaldo e lidiaron con tornósse las ssonrysar e díxoles: luego los escarmen- si Mas commo el ellos vos atufan (sic) rey dixo, ca los del grandes algos cada que vinien sobrél De commo Bernaldo dio al et él guar- Rey Don Alonso el castilla del Carpioy e de la muerte del conde. Andados IX años del regnado del rey Don Alonso el Magno Quando los del rey vieron el mal et el quebranto que les vinie siempre de Bernaldo, dixeron al rey nuestro señor: «En fuerte ora > conde Sandías, ca toda nuestra » vimos nos » pierde por ende, tanto es » mos por bien quel » si lo non la prisión del lo mal que Bernaldo y sacássedes de fazedes, bien El rey, quando el la prisión e faze. tierra se Et ternie- que gela diessedes ca sabemos que nunca avremos pas con oyó, pésol de corazón e díxoles: «Fazer lo he me conseiades e vos pías. Et pues que assí es, » pues que veo que » vayan a Bernaldo algunos cavalleros con mandado que > las llaves del castiello e el él>. lo me dé yo quel daríe su padre». Orios Godos conde Thiobalt dixeron al rey que yríen guiesse, et el rey tóvolo por bien. ellos allá si a él Et luego que llegaron al et plu- Carpió, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Bernaldo a ellos e recibiólos mucho bien et sallió «Don Bernaldo, I4I ellos dixéronle: rey nos enbió a vos sobre razón que el si vos le > quisiéredes dar las llaves del castiello, que él vos dará vuestro pa- » dre>. Bernaldo, que quando lo con lo quería fazer; desí fuesse me «INIás gano yo en oy quento que ayamos paz». guerras que en las pobre meior vive en > ca el cavallero e dixo El quandol vio ellos paral rey. recibiól bien, e dixol: «Bernaldo, desde Et dixol Bernaldo: mucho de corazón oj'ó plogol ellas las que en otra pazes, Et guissa. devriedes poner culpa en fazer yo contra vos esto que > vos non > fago, > dar». Et dixol el rey: > en esta razón, ca fazedes en » redes que ayamos vos e yo pas de nuestro poder, datrae las llaves porque » del Carpió, muy queredes lo «Non vos tengo por mal quanto vos apoderatme El rey me tenedes mío padre preso e non derecho e ello mandó lealtad, si vos que- fué ende, e diol luego las llaves del estonces a Orios Godos quando llegaron conde Thiobalt, et al XII cavalleros de su mesnada que fuessen por et ellos fuéronse luego, et mas facedes quando aquello oyó, del». Bernaldo, mano por alegre, e besol la castiello. et a me el conde Sandías, a León, fallaron por nue- vas que tres días avía ya que era muerto. Ellos ovieron estonces su acuerdo y faser. et embiaron lo desir al rey en poi'idat qué rey quando lo mandava les Algunos disen en sus rasones e en sus cantares que (l) sen ellos porquel enblandesciesse la carne e quel vistiessen de bue- nos pannos, e quel pusiessen en su cavallo vestido de una capa de escarlata e un escudero enpos el enbiassen dezir quando fuessen acerca de le yen a rrecebir, e ellos fizieronlo assí. Et sallió el acompañado de Et pues que cir: ter la cibdad e sallir le quando fueron acerca de rey e Bernaldo a recebirlos: caballos de cada parte, assí el como conde el viníe bien rey mandara, comenzó Bernaldo de dar vozes e a de«Por Dios, ¿dó viene aquí el conde Sandías?» Et el rey demosse allegaron a él, trógelo. Bernaldo fué estonces para él e besol la ge piel quel toviesse que non cayesse e que Salamanca, el sopo, mandóles que fiziessen bannos e quel bannas- la falló iría e le cató muy grandes (i) la faz, vio bozes e a fazer La General impresa, el mano, mas quando que era muerto, e comenzó mayor duelo del mundo, cuj'o texto es abreviadísimo, om.ite esto cantares y ¡as rasones, y da lo de los baílos como cosa corriente. a me- disiendo: de ¡os ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 142 me c¡Ay, conde Sandías, en qué mala ora >omme » assí fué des muerto et E commo yo desterrado el castiello es lo só agoral > que faga». non es tiempo de mucho > luego de toda la tierra, mas digo vos que me salgades fablar; que non estedes y más». Et dizen que pero que estava yrado contra commo diremos adelante. E quando quandol vieron entrar rrescibiéronle chamiente viniera allí rey e besol al con el rey Don la moró Alfonso. E fijo Bernaldo quando el lo commo el Los de e él fuesse dere- fecho de commol el grande e fijo de doña Timbor mucho con de doña Timbor, a quien dixo él En él. el la rey dixo que non, ca lo non era. oyó pésol mucho de corazón, e desafiol luego rey e sallióse del palacio e fuesse para su posada. El rey ma- Carlos enbiol estonces grant aver e cavallos e armas. Otro día Bernaldo de París e fué andar por ñana sallióse fazer jnucho mal por todos una e de la otra los puertos grand era los lugares el la vía e do andava. E comenzó a andando de la parte corriendo e robando quanto fallava, llegó a de Aspa e pobló y sabíen qué se talla de cor- la disen en los cantares quel dixo queríe rescebir por hermano, e ante muy bien, e quel dixo Carlos que le prazíe corte estava estonces un assí llegó a la cibdat e contol todo que era sobrino del rey Carlos su hermana sil mano otrossí quel dio cavalleros e aver e él, París do era el rey Carlos, fuesse luego paral palacio. te, mundo «Don Bernaldo, el rey: enbiól para Francia. Pero fallamos que en España deximos e Et pues vos so- perdudo, non sé conseio del disen (l) que dixo estonces > engendrastes, ca nunca miedo et el canal que disen de laca. espanto que del avíen faser antél, et él con moros e siempre la las yentes, andando en esto ovo los venció, e además. Et con estos averes ganó él E tan que non tres veces ba- ganó dello grandes riquezas después dende el Aynsa fasta Berbegal e Barvastro eSobrarve e Monte Blanco: todas estas fronteras manteníe él bien e esforzadamente. Después desto casó con una due- ña que avíe nombre doña Galiana, fija del conde Alardos deLatre (2), El texto de Ocampo está aquí más explícito en cuanto a la proce(1) > dencia poética de este trozo: *E algunos dizen en sus cantares de gesta En el manuscrito escurialense citado por Milá (Poesía heroica, págir (2) na 156) dice: «Después de esto casó Bernaldo con una dueña que avíe nomdona bre doña Calinda, fija del conde Ardrés de Londress'. En Ocampo: < Calinda, Jija del conde Alardos de Lare>. ^ COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA e OVO en un ella fijo a quien dixeron I43 Galín Galindes que fué después mucho esforzado cavallero. Algunos disen que en tiem- po deste rey de Roncasvalles e non con Carlos fué la batalla Grant^ mas con Carlos el Calvo los libros antiguos es fallado e cuentan lo Tal es, nos avemos contado ya de suso en los en su prístina forma, como de tal la los franceses e los españoles desimos que fué en tiempo de Carlos assí, commo assí ^ porque la y nada conformes rrido sobre las aventuras del héroe. Grande^ la estoria» (l). entre La General sí, No un sólo- habían co- prefiere uno, que que por excelencia llama Estoria de Bernaldo (acaso era ya es el una transcripción en prosa); pero se hace cargo de los el leyenda de Bernardo del Carpió, tradición poética pasó a los historiadores. cantar de gesta., sino varios eL Mas porque en ca tres fueron de las variantes demás, aunque sea para rechazarlas como menos autorizadas. Había cantares, por ventura taba entroncado con León, y en que se Carlomagno, dido al del la familia le la cual, amor los más antiguos, en que Bernardo es- carolingia a la vez que con la de daba por madre a doña Tíber, hermana de viniendo en romería a Santiago, se había ren- conde de Saldaña. En otras gestas, o en eslas- mismas, se atribuían a Bernardo grandes empresas en Francia; y no faltaban juglares que diesen por principal campo de sus triunfos el población del canal de Jaca y la Pirineo aragonés, atribuyéndole la reconquista de Ribagorza. Precisamente en esta familia de cantares rechazados por (i) Manuscrito de mi biblioteca. Fol. i.°; en letra roja dice: la Ge- lAqui se co- mienza la escoria de los godos e son estos los titulas de toda su estoria*. Acaba en el capítulo XVI (que lleva el núm. 12) del reinado de Don Bermudo III, y abarca, por consiguiente, la mitad del texto de la Crónica General; 201 folios- de pergamino, numerar, escritos a dos columnas, letra de fines del side rojo y morado. Según resulta del admirable estudio sobre nuestras crónicas generales que trae D. Ramón Menéndez Pidal en su libro sobre La leyenda de los siete infantes de Lara, este códice ofrece un texto análogo a los escurialenses S-j-2 y X-j-4, pero no es del todo idéntico a ellos, pues acorta con Irecuencia los giros y frases del original. Por esta tendencia a la brevedad en la narración, se afilia precisamente con los escurialenses X-j-i y X-j-y. Va dividido en dos partes: Estoria de los Godos (folios 1-92J y Estoria de los fechos de los Reyes de España que fueron después de la destruyción de los reyes godos sin glo XIV, títulos e iniciales i (folios 92-201). • ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 144 neral estaban los únicos elementos históricos de refieran al bien al leyenda, ya se la Bernardo nieto de Carlomagno y rey de Italia, ya más hijo de Ramón, conde de Ribagorza y de Pallars, Bernardo casado con doña Teuda o Toda, hija del conde Galindo de Jaca, y fundador del monasterio de Ovarra, en la Noguera-Pallaresa; personaje que ha yacido olvidado en las doctas páginas de Zurita, Puja- y Traggia, hasta que Milá y Fontanals des, Pellicer honores de la le concedió los inmortalidad poética, haciéndole héroe de un cantar de gesta, que llamó La co, o acaso lo único Pros Bernat^ y que Ca7isó del es lo más épi- verdaderamente épico, que hay en nuestra teratura contemporánea. Los últimos versos resumen las li- empresas del héroe: No raenyspreu noves del les vell juglar. Ja s'acaba la gesta del pros Bernat, Que tingué bras de ferré, ab cor Ueal. Vence moltes batalles deis fers alarbs; Gran honor y gran térra sabe guanyar. Regnav'en Tlssaverna, Y en les Y en les lo riu saltant, dues Xogueres ensá y aspres singleres del enllá, alt Montblanch. Ais murs vells posa torres, viles poblá. En Ovarra fundava Ses cel-lles Que ara preguen per La cansó identificación propuesta en la el Tarma del pros finat. de alabastre ab Teudia yau. Allí'n vas La monestir sant, acuUien monges cantants ja es fenida del pros Bemart entre este Bernardo siglo xvii por Pellicer, y y las el (i). del Carpió, fué ya palabras explícitas de General no dejan duda de que los juglares habían hecho de ellos un mismo personaje. Quizá el Bernardo ribagorzano habría dado materia a alguna rapsodia épica, fronteriza o franco-hispana, que fuese como el germen de toda la evolución posterior. Pero con este solo dato, aun reconociendo toda su fuerza, no se explica íntegra- mente (i) el proceso de las leyenda, puesto que los cantares que cele- del Pros Bemart, fill de Ramón, feto, per En Manel Milá mes de Juny de l'any de la Nativitat del Senyor iSój (tomo VI La Cansó y Fontanals de la lo Obras completas de su autor, páginas 429-438). COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA "braron I45 primer Conde de Ribagorza no es verisímil que dijesen al nada de Roncesvalles, ni mucho menos de Bernardo del Carpió, que es la parte Todo mática de esta fábula. la historia doméstica de verdaderamente humana y dra- esto debió de inventarse por grados, De los dos Bernardos Rey de Italia y el hijo de Ramón, o quizá sólo del úlque por más cercano y más épico nos interesaba más, se tomó pero no a merced de una fantasía arbitraria. históricos, el timo, el nombre, que no es español, sino franco; y se tomó además el re- cuerdo de sus hazañas libertadoras y de su parentesco más o menos remoto con la familia carolingia. mos por más Por eso en antiguos, Bernardo aparece los cantares como que tene- hijo ilegítimo de una hermana de Carlomagno. Fácil fué transportarle de los montes de Aragón a los de Navarra y hacerle tomar parte en la jornada de Roncesvalles; al principio, acaso, como auxiliar, y después como vencedor de los paladines francos; aunque sin determinar concreta- mente ningún lance personal suyo, puesto que -es tro en la lucha con Roldan la invención de poetas eruditos del siglo xvi, de la Edad Media. ¿Cuándo empezó Bernardo cual no hay ras- a convertirse en No creemos que antes de la unión de Navarra y Caspersona de Don Sancho el Mayor. Entonces sería cuando héroe leonés? tilla la en la obscura leyenda de Ribagorza, encerrada hasta entonces en los valles del Pirineo, penetrase excelencia, triótico de y fuese recogida en la tierra llana, en región épica por la y transformada por el sentimiento paque convirtieron en protesta lo los juglares castellanos, que hasta entonces había sido remedo. Conservábase memoria, sin duda, de los homenajes de Alfonso el Casto a Carlogmano, aunque nada hubiesen querido decir de ellos nuestros cronistas: se tenía tal sumisión por vergonzosa, agrandábase ner que había hecho expreso pacto con Rey hasta supoEmperador de los fran- falta la el del cos ofreciendo entregarle su reino, o designarle para sucesor en Como lles, la desquite de tal él. flaqueza se consideró la victoria de Roncesva- en que se hizo intervenir al mismo Rey Alfonso, arrastrado por voluntad unánime de sus ricos hombres. Pero no suelen ser los reyes los favoritos de <;iones francesas bién el vengador de Mbnéndbz t la poesía épica, y así como el héroe de de Roncesvalles no es Carlos, sino Roldan, la las can- así tam- honra española no es Alfonso, sino Bernardo, Pelayo.— fííud/oj sobre el Teatro de Lope de Vega. 10 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 1^5 personaje castizo y definitivo, leonés ya por ambas líneas, que hunde- en empezó a sonar en No 1 Ramón y olvido al^hijo de el antes de la hijo al de doña Tíber. ¿Cuándo- nombre los cantares el segunda mitad del siglo xi, puesto que todavía en no estaba esta villa regida por condes 03 1 conceder mayor espacio para doña Ximena; mucho más si conde de Saldañar del Todavía hay que (l). transformación de doña Tíber en la se tiene en cuenta que todo al nacimiento ilegítimo de Bernardo parece calcado sobre de la ilegitimidad de Roldan, que no suena sino en o más bien franco-itálicos, ses, muy tardíos, si lo relativo la historia poemas france- bien fundados pro- bablemente en otros que se habrán perdido. De todos modos, este tema no pertenece parte, bien sabido epopeya carolingia, y es, por otra último que se canta de un héroe son sus a la primitiva que lo mocedades. Atendiendo a todas estas circunstancias puede, aproxi- madamente, gunda fijarse la mitad del siglo se asigna al Poema redacción de xii, que es del Cid^ la la y que fué, llevó según todos Aun los indicios, la nombre de D. BiiesDy un merino de Saldaña en tiempo del Emperador Alfon- edad de oro de nuestra poesía heroica. que Estoria de Bernaldo en la se- misma época que generalmente el so VII, parece nuevo indicio en favor de esta cronología, carece de dificultad para identificarle con nardo la el si bien no primo cormano de Ber- circunstancia de llamársele en nuestros cantares alto orne de Francia. Digamos, pues, con docta sagacidad se debe de historia literaria (2), ]\Iilá la y Fontanals, a cuyo talento analítico más plausible solución que «este ciclo se formó, y de este problema con el apoyo del y pudiéramos puede añadirse Bernardo de Ribagorza, por inñuencia, por remedo, decir por emulación de los cantares franceses». que suplantó a estos cantares, mente poética y latinas y y antihistórica, penetró castellanas, y Y que, con ser una ficción entera- con facilidad en las historias reinó sin contradicción en ellas hasta fines del En el fuero de San Salvador de Cantamuda, publicado por el docto (i) montañés D. Ángel de los Ríos y Ríos en su Noticia histórica de las Behetrías (Madrid, 1876, pág. 161), confirman Comité Assiir Didaci et Comité Gómez Didaci in Saldania. Esta escritura es del año 1056. Este conde el fundador del monasterio de San Zoil de Carrión. (2) Dt la poesía heroico-popular, pág. 166. Gómez Díaz fué COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA prueba que Bernardo, aunque no siglo xvi: lo cual nos en el tiempo y en los lugares 1 me- existió, a lo que se supone, debió haber 4/ existido, engendrado por una necesidad moral y patriótica, sin lo cual y hubiera vuelto muy pronto al limbo de la obscuridad, como sucede fué con todos los personajes imaginarios y que nada vivo ni actual re- presentan. Imposible es hoy determinar cuál sería ria de Bernaldo, ya de que como tal se cantaba o leía los resabios afrancesados Tudense y el el contenido de en el siglo xiii, sí, Esto- purgada que tuvo en su origen. Hemos Toledano no concuerdan entre el la visto ya porque tuvieran textos diversos, ya principalmente por la mezcla de espe- y eruditas, y por el afán de conciliarias con la tradición popular. Además, uno y otro, sin duda por la severidad histócies históricas que cuadraba a su intento, prescinden de rica la leyenda; lez, la otro tanto hace el autor del y a quien la opinión más corriente Crónica General. Bernardo, en ma, no es más que Emos (i) el el y Poema de- Fernán Gonzá- proemio histórico de este poe- vencedor de Roncesvalles esta rrazón parte dramática de autorizada supone anterior a (l) y aliado del Rey por fuerga de alongar. Quero en el Ovo Que rey Alfonso mandado de enbyar, él al la rrey Carlos este cuento tornar: veníe para Espanna para ge la ganar. Carlos ovo (luego) conseio sobre este mandado, Commo menester fuera non fué bien conseiado; el su pueblo famado Que veniesen a Espanna con todo su fonsado. Diéronle por conseio Sopo Bernaldo del Carpió que franceses pasavan, a Fuente Rrabya todos ay arryavan Por conquerir a Espanna, según que ellos cuydaban Que gela conquerirían, mas non lo bien asmavan. Que Ovo grandes poderes Bernaldo de ayuntar Ovol' todas sus gentes Non dexó el rey Casto a dar. a este puerto el rey Carlos que sepades; Mató ay de franceses reyes e potestades. Como dice la escriptura syete fueron que sepades (*) (*) Este verso parece interpolado. La escritura a que se alude es de Milá. el Turj:?!», en opinión ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 148 cuya alianza hace Marsilio, sobre mismo que Pero el Tudense. ni el Tudense, dan más que el esqueleto de parte novelesca, gracias autor cristianas salvedades, lo Toledano, ni el tenemos un Roncesvalles el monje de Arlanza nos parte histórica de la castellano. al ni el acuerdo que feliz La transcripción debió en algunos pasajes se los vacíos ser bastante fiel, lo creades, las sus becindades. Guando fueron al puerto los franceses llegados, Rrendieron a Dios gracias que los a\'}'a guiados; Folgáronse et dormieron, que eran muy cansados; Si essas oras se tornaran, fueran bien aventurados, O vieron non su acuerdo de venir pasar a Aspanna les fincasse torre nin cabanna Los poderes de Francia que eran bien garnidos Por los puertos de Aspa fueron luego torcidos; Fueran de buen acuerdo si non fueran ay venidos, Que nunca más tornaron a do fueron nascidos. Dexemos los franceses en Espanna tornados Por conqueryr la tierra todos bien guisados. Tornemos nos en Vernaldo de los lechos granados Que avye de espannones grandes poderes iuntados. Movió Bernald del Carpió con toda su mesnada, Si sobre muros fuese era buena provada. Movyeron para un agua muy uerte e muy irada, Ebro la dixeron, siempre assl es hoy llamada. Fueron para (¡'aragoza a los pueblos paganos, Veso Bernald del Carpió al rrey Marsyl las manos Que diese delantera a los pueblos castellanos Contra los doce Pares essos pechos lozanos. Otórgogella luego e díósela de buen grado, Nunca oyó Marsyl otro nin tal mandado; Movió Bernald del Carpió con su pueblo dubdado, De gentes castellanas era bien aguardado. Tovo la delantera Bemaldo esa ves, Con gentes espannones, gentes de muy gran Vencieron esas oras a Fué esa No de de la la las puesto que descubren todavía rastros de versificación, y Muchos mató ay, esto bien Que nunca más tornaron a O leyenda. los redactores General tuvieron de suplir con los textos poéticos crónicas latinas. la Mucho mejor conocemos los franceses a los franceses muy de más negra que la pres; rafes; primer ves. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA en muchos persiste 49 diálogo. Pertenecen, pues, al género de esce- el nas épicas, derivadas inmediatamente de los cantares, Conde de Saldaña, 1 la prisión del revelación que las dueñas hacen a Bernardo la del secreto de su nacimiento, las sucesivas peticiones que dirige al Rey sobre mano, helada por Durante toda una y de su padre, y la libertad llega a tocar su Edad Media, la de refundiciones serie la (l) que, tradicional, modificaron, ya amplificándole, ora con cuya composición puede sublime escena final en que Crónica General experimentó conservando su fondo histórico no obstante, el relato, ya abreviándole, noticias genealógicas, ora de una nueva poéticos, procedentes la muerte. la serie con detalles de cantares degenerados, y que sirvieron de tránsito entre los primitivos cantares de gesta y los romances, los cuales rara vez, si acaso alguna, pueden considerarse como vestigios de las canciones primitivas, sino daria, representada hoy, yenda de las mento de cubierto por el atribuirse al siglo xiv, la más bien de no solamente por la mocedades de Rodrigo, sino por segunda gesta de y sabiamente los infantes esta fase épica secun- Crónica rimada ó Leel considerable frag- de Lara, felizmente des- restaurado, en estos días en que escribimos, joven y ya eminente erudito D. Ramón Menéndez Pidal. ^Podemos suponer que hubo también sobre Bernardo del Carpió uno o más mesteres de juglaría posteriores a la General o. inde- pendientes de su texto, pero que a su vez influyeron en algunas de las refundiciones la de la crónica, que nunca dejó de repetir poesía popular mientras ésta conservó vida? El hecho casi indudable, (1) tico por Todas el Sr. y tengo esperanza de que nuevas ellas han sido estudiadas y Menéndez clasificadas el eco de me parece investigaciones con admirable tino Pidal en el libro, digno de toda alabanza, crí- que acaba de publicar sobre la Leyenda de los siete infantes de Lara. Las principales son por este orden: Crónica abreviada de D. Juan Manuel (1320-24); otra Crónica General, acabada en 1344, y una abreviación perdida que podemos considerar como matriz de otras cuatro que han llegado a nosotros, una de las cuales es el texto de Ocampo; otra la llamada Crónica de Once Reyes (mejor se diría de veinte), etc. Proceden también de las refundiciones de la General, y no del texto primitivo, que había caído en completo olvido, todos los compendios y compilaciones históricas del siglo xv, por ejemplo, el de Diego Rodríguez de Almella, y los 19 libros primeros De las bünatidanzas y fortunas de Lope García de Salazar. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 150 han de venir a confirmarlo. Sin él no se explicaría el origen del único romance viejo que hay entre los de Bernardo, del ünico que conserva todo de aliento el la dos versiones de este magnífico romance Duran, que es cribirla aquí, conforme a casi la única que tomándola de la Y tradición épica. como una de en falta la colección de maneja en España, quiero trans- se Piiviavera de Wolf, que da su texto la segunda parte de Silva de 1550: la Las cartas y mensajeros— del Rey a BemaldoVan Que vaya luego a las Cortes —para con él negociar. No quiso ir allá Bernaldo — que mal recelado se ha. Las cartas echó en Desque el fuego,— los suyos manda juntar. tuvo juntados — comenzóles de hablar: los «Cuatrocientos soys los míos, Nunca En Y el fuisteis repartidos , Doscientos Si mala Con — los que coméis el mi pan, — agora os repartirán. Carpió queden ciento— para ciento por los caminos— que el castillo la dijere, — peor se esto luego se parte la el Rey que los doscientos —y comienza a caminar; lleva, Para que tengan segura Con * que los ciento le Treinta deja a escalera A puerta Las que tierras palacio real: — por el subir y el bajar; — con él «Dios vos mantenga, buen Rey, ¿a al el Rey se va. se vino a topar; mano, — mas no gela quiso dar. Allí le pidió la Decí Rey está. mandó quedar, el — que a nadie dejen pasar; veinte— a hablar con los entrada de una sala la ciento — la puerta de la ciudad. la la — los quedan — se va Cincuenta deja a Con solamente hablar. entiendo tornar». Por sus jornadas contadas —llega donde De guardar; a nadie dejéis pasar; conmigo — para con iréis me me habéis llamado que vos — y a los que con vos están. — o qué me queréis mandar? me distes, —¿por qué me las queréis quitar?> — aun no quiere mirar, A cabo de una gran pieza — cabeza fuera El Rey, como está enojado, le alzar. la — traidor, hijo de mi padre, en tenencia, — tomástelo en heredad.» <Bernaldo, mal seas venido, Díte yo el Carpió «Mentides, buen Rey, mentides; Que nunca vo fui — que no decides verdad, traidor,— ni lo hubo en mi linaje. Acordáseos debiera — de aquella del Romeral, Cuando gentes extranjeras — a vos querían matar. Mataron vos el caballo, las — a pie vos vide yo andar; COMEDIAS DE ASUÍÍTOS DE .^ernaldo como Con una lanza y traidor, — LA. HISTORIA PATRIA 1$^ suyo vos fuera a dar, el adarga— ante vos fué a pelear. ambos hijos de mi padre, Allí maté a dos hermanos, Que obispos ni arzobispos — no me quieren perdonar. — El Carpió entonces <Nunca yo tal te me distes mandé, —ni — sin vos lo yo demandar.» tuve en voluntad; lo — que atrevido se me ha.» Todos le estaban mirando, — nadie se le osa llegar; Revolviendo el manto al brazo — la espada fuera a sacar. «¡Aquí, aquí, los mis doscientos, — los que coméis el mi pan! ^ue hoy es venido el día — que honra habéis de ganar.» Prendeldo, mis caballeros, El Rey, como aquesto vido, —procuróle de amansar: — no las puedes olvidar. que hombre te dice en burla — a veras quieres tomar. <Malas mañas has, sobrino, Lo Si lo tienes Y en tenencia,— yo fuere menester, si Bernaldo, que esto — yo le oyera, «El castillo está per te lo dó en heredad, te lo iré a asegurar.» — esta respuesta le da: mí,— nadie me — lo puede dar; . Quien quitármele quisiere, procurarle he de guardar.» El Rey, que le vio tan bravo, dijo por le contentar: con tal que tengamos paz» «Bernaldo, tente en buen hora — — (i). Como se ve, este romance está ya muy distante de hs gestas apro•^vechadas para la Crónica General. No se dice una palabra del padre de Bernardo: ülial, sino la rebeldía de éste no se funda en razones de ternura en impulsos de soberbia y de interés propio; la majestad y en cambio triunfa el espíritu de asumiendo Bernardo la misma representación de regia anda abatida por los suelos, anarquía feudal, Jos ricoshombres turbulentos que tiene el Rodrigo de anada y de los romances que procedieron de Cabalga Diego Láinez). Al mismo tiempo exagera hasta la fanfarronada; y extraviado ella Crónica ri- (verbigracia, el la bizarría el la del héroe se juglar por la bárbara hipérbole, que es característica de las épocas de decadencia, cree enaltecer a su héroe atribuyéndole verdaderas atrocidades, muerte de dos hermanos suyos. Mucho había decaído como la sentido el El romance 654 de Duran, tomado del Cancionero dt Romances ác^ cartas y mensajeros), conviene en sustancia con éste; pero hay (i) Amberes Con ( •en él un cambio de asonante: empieza con el de c? y continúa con el de a. -Quizá los primeros versos sean una introducción añadida después, e imitada íde otro romance de Fernán González. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 152 moral en No hermano, el siglo xiv. D. Bueso de antiguos cantares, admitir A el con todo, esto se reducen los verdaderos de la eVi General no quería parentesco, Bernardo; pues aunque tres y, sino primo de Bernardo era Wolf en son transcripción casi ellos romances viejos acerca Primavera admite otros la de seis,, del texto de la Crónica; literal otro es una somera indicación del nacimiento y padres de Bernardo,, que comienza Por las ri- sin color poético alguno; y, finalmente, el beras de Arlansa, del cual sin fundamento dice Duran Lope le muy tuvo presente en la y otros que segunda de sus comedias sobre Bernardo, está tomado de ser del la Rosa española, de Timoneda, y puede mismo Timoneda o de otro poeta no muy anterior, como lo indica su versificación en asonantes perfectos. Hasta 46 romances de Bernardo trae Duran, todos, menos uno, eruditos y artísticos; y aun debió de haber más, puesto que asunto fué de los más decantados en áticas, sino de invierno, entretenidas siglo xvi el son de al las íijeritas barberos: al fin en cuentos de mujercillas», según dice catalán Pujades. Poco hay que decir de este «en noches no- el de los cronista estos novísimos romances, puesto que su calidad no está en relación con su número. Algunos de ellos tienen autor hizo más que Ocampo, conocido: y después de los él Lucas Rodríguez trató caballerías, inventando para de Lorenzo de Sepúlveda, que no extractar en verso la Crónica General publicada por lo cual antes el contrario, así poemas italianos ejecutaron otros poetas. Por el asunto a guisa de libro de Bernardo nuevas aventuras a ejemplo y de los que en España se componían imiuno de estos romances Bernardo liberta tándolos. Por ejemplo: en a su amada Estela de los moros, que tenían cercado el castillo del Carpió; en otro lugar, por vengar unas doncellas desvalidas, mata en duelo al caballero Lepolemo. Así Lucas Rodríguez los Amadises, poeta que cos, que él, así como el falsea la tradición épica, Gabriel Lobo y Laso de sufre el contagio de los lleva a otro romancerista hinchado y pedantesco tomando por prototipo la Vega, mucho mejor amanerados romances moris- anónimo a hacer amistades entre- Bernardo y Muza el de Granada. Pero aun en medio de tan visibler degeneración no deja de palpitar en algunas de estas composiciones» COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA expresándose bien el espíritu patriótico, el 53 nativo sentimiento de duda por hostilidad contra los franceses, avivado sin 1 las guerras del siglo xvr. Bajo tal aspecto son en que se incluyeron los que comienzan: el muy significativos algunos romances de los Romancero general de 1604, especialmente Retirado en su palacio Está con sus ricos homes Con Deja tres mil Con y más leoneses ciudad Bernardo la los Sale de mejores de Asturias León Bernardo Los dos últimos, especialmente, son buenos, aunque no sean viejos ni populares, y honran a y de los ron, todos del tiempo miento nacional tiempos, y la los inspiraba quizá con más anónimos poetas que los compusie- escuela de nuestro Lope. El senti- con no menos intensidad que en otros conciencia, aunque empezase reflexiva a tomar ya una forma retadora y pendenciera. jQué gratamente han sonado siempre en oídos españoles quien recordase en tiempo de la estos versos, guerra de la que no Independencia faltó (l): Los labradores arrojan De las manos Las hoces, los arados, los azadones; Los pastores los cayados; Los jóvenes se alborozan; Fíngense fuertes los Todos flacos; a Bernardo acuden Libertad apellidando Hasta la poesía erudita invocó entonces el nombre del fabuloso hé(1) roe de Roncesvalles. En una de sus odas hacía Quintana, Allá sobre los altos Pirineos, Del hijo de Ximena Animarse los miembros giganteos También en 1808 se reimprimió el Bernardo de Valbuena, que Quintana recomendó en el Semanario Patriótico como obra muy acomodada a las circunstancias. — ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 154 «Libres, gritaban, nacimos, Y a nuestro rey Payamos Por el lo soberano que debemos divino mandato. No permita Dios, ni ordene Que a los decretos de extraños Obliguemos nuestros hijos, Gloria de nuestros pasados: No están tan flacos los pechos, Ni tan sin vigor los brazos. Ni tan Que sin sangre consientan las venas, tal agravio. ¿El francés ha, por ventura, Esta tierra conquistado? ¿Victoria sin sangre quiere? No mientras tengamos manos. Déles el rey sus haberes. Mas no les dé sus vasallos; Que en someter voluntades No tienen los reyes mando (i) de Bernardo disfruta, juntamente con el » (i). Rey Don Rodrigo, el privilegia ser cantado todavía por nuestro pueblo. Así lo prueban dos curiosísimos romances recogidos de la tradición oral en Asturicis, por D. Juan Menéndez Pidal (Poesía Popular.....^ 18S5, páginas 98-101), Estos romances, que no se parecen a ninguno de los que hay en las colecciones impresas, conservan un lejano recuerdo de la antiquísima tradición relativa a doña Tíber, la romera de Santiago: Preso va el Conde, preso —preso y muy bien amarrado Por encintar una niña n'el camino de Santiago. Por castigo le pusieron que habrá de morir ahorcado. Cercáronle en una torre llénenlo bien custodiado; De día le ponen cien hombres —y de noche ciento cuatro. — — — En uno de estos romances, D, Bernaldo no es más que primo del Conde; pero en el otro se declara el verdadero parentesco: íbase por un camino Todo Por — el valiente don Bernaldo; vestido de luto— negro también el caballo: los cascos echa sangre y sangre por el bocado. <Voy libertar a mi padre — que dicen que van a ahorcarlo » COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA EOSTORIA PATRIA Los historiadores del mos, dieron por histórica siglo xvi, sin 155 excepción alguna que sepa- existencia de Bernardo; pero la ya Am- brosio de Morales (l), con su buen sentido habitual, manifestó el poco caso que hacía de taban: «Y así como la mayor que Bernaldo del Carpió fue roso caballero, y graves autores y demás, los muy como así parte de las cosas que de así nacido señalado en el con- él se y en que no se debe poner duda, es cosa cierta, las y criado, y salió un vale- armas, por contarlo dos tan arzobispo D. Rodrigo y el Obispo de Túy, también se puede creer que hartas de del en particular se cuentan, son fabulosas y sin las cosas que fundamento de verdad». Puede sospecharse que Morales no declaró más abiertamente su sentir, por no oponerse a una tradición tan arraigada, tan lisonjera para orgullo nacional, el y que además había sido como localizada en algunos pueblos, preciándose, por ejemplo, los vecinos de Aguilar de Campóo de tener la sepultura de Bernardo, en una cueva, cerca del monasterio de Santa María la Real, El primero que resueltamente atacó y redujo extramuros de dicha la a Bernardo a la categoría de mito fué el agudo y escéptico Pedro Mantuano, que en algunas de sus Advertencias a del P. Mariana sobrepujó en En uno y otro, mucho Bernardo derriba con villa (2), leyenda en todas sus partes la Historia la crítica habitual de su tiem- el pie la horca levantada para su padre: Ciñó Bernaldo la espada — y montóse en un caballo; Por las plazas donde pasa las piedras quedan temblando. Sus ojos echaban fuego— y espuma echaban sus labios; Por donde quiera que pasa todos se quedan mirando. Llegóse al medio la plaza — y apeóse del caballo; Diera un puntapié a la horca— y en el suelo la ha tirado. , — — XLIX y LV. ( 1 Libro XIII, capítulos (2) Ríos, Noticia histórica de las Behetrías, pág. 36. Este que es quizá el único entre los modernos que defiende, hasta mismo autor, cierto punto, de un Bernardo leonés, dice haber visto en Becerril del Carpió la margen derecha del Pisuerga) *las petrificados restos de un castillo* que, según ciertas tradiciones, fué residenla existencia (pueblo del Condado de SaldaSa, en cia del héroe. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 156 po (l). fuerza; No pero las razones que alegaba Mantua no eran de la había tales (como el silencio de misma la los cronistas coetá- diplomas y privilegios, el nombre francés de Bernaranacronismos y contradicciones de que toda la ficción está neos y de do, los todas los plagada) que desterraron para siempre a Bernardo del realidad; aunque todavía a principios del campo de siglo xviii el sabio y la res- petable P. Berganza, en su celo de salvar todo lo que podía de nues- más controvertidas tras defender ésta, si tradiciones, hizo algún tímido conato para bien confesando que estaba bastante confusa. Proscrito Bernardo de la historia, todavía nos falta seguir sus pasos en la y en épica erudita en España durante el siglo el teatro. xvi los balleresco, especialmente el Grandemente propagados poemas italianos de asunto ca- Orlando enamorado, de Mateo Boyardo, Orlando furioso^ del Ariosto, y convertidos en lectura y solaz de muchas gentes, ya en su texto original, ya en las traducciones en y el verso o en prosa que de ellos hicieron Garrido de Villena, de Alcocer, el muchos otros varios, lanzáronse de caballerías para el la gente culta vulgo de los lectores ociosos y Algunos de estos poemas eran de pura invención, como gélicas^ y a continuarlos o a imitarlos en lar- gos poemas en octavas reales, que eran para libros Hernanda capitán Jerónimo de Urrea, Vázquez de Contreras lo que los distraídos. las dos An- de Barahona de Soto y de Lope; pero en otros quisieron sus autores fundir la taban, entre burlas materia épica de Francia y tal veras, los poetas toscanos como y la ferrareses, nuestras propias leyendas acerca de Roncesvalles. Cinco cuenta entre las con poemas se escribieron sucesivamente con esta patriótica tendencia. ellos, el último, se presen- Uno de obras más notables del género a que pertenece, y quizá sólo al Ariosto cede la palma. Los tres primeros pasan por muy infelices, y la poca estimación que se hizo de ellos explica su gran rareza bibliográfica. Fué autor de uno de y dedicó (i) ellos Nicolás al de Espinosa, poeta valenciano, que compuso conde de Oliva D. Pedro de Centellas una Segunda do, de Mariana En Milán, 161 1, hubo Bernardo del Carpió; lo segun- Advertencias a la Historia de Jiian de pág. 108. «Probaré, lo primero, que no dónde tuvieron origen del Carpió.» tantas patrañas que se inventaron de Bernardo COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ^arte de Orlando, con el verdadero sucesso de la famosa Roncesvalles^fin y muerte de los doze Pares de Francia nosa quiso remedar rana con el la fábula.» El un caballero andante, a quien «Espi- la la Bernardo de este poema es ya se aplican las aventuras que son de rigor en semejante casta de poemas: batalla singular con Ferraguto; encantamiento de 57 batalla de (i). Ariosto (dice Clemencín), e hizo lo que al buey de 1 maga el moro Alcina; encuentro en un bos- que con una doncella desvalida; visión de una casa encantada, en cuyas pinturas ingiere en París con el autor la los paladines franceses; la bella. De servó llamamiento de Alfonso el genealogía de los Centellas; justas la desencantamiento de Angélica tradición poética recibida hasta entonces, sólo con- de Roncesvalles, en la Carlomagno y la batalla cual introduce una variante que luego se hizo el Casto a famosa y que no hemos visto en ningún otro libro anterior. Como en poemas franceses muy tardíos (v. gr., el de Juan de Lanson en el siglo xiii) se atribuía la invulnerabilidad a Roldan, Espinosa hace que Bernardo le ahogue entre sus brazos (2). Cervantes, en varios lugares del Quijote, alude a este genero de muerte atribuido a Roldan, añadiendo burlescamente que por ser encantado «no podía ser ferido sino por la planta del pie izquierdo de un alfiler En el remisión escrutinio de la librería de al con la Don Quijote se condenan sin fuego un Bernardo del Carpió y un Roncesvalles. Los dos poemas a que aquí se alude son: El verdadero sucesso de mosa (1) batalla de Roncesvalles, con la Me punta gordo». valgo de la muerte de los doze la fa- Pares de edición de Anvers, en casa de Martin Nució, a la en- /55<5, que se dice ya nuevamente corregida. La que se de Zaragoza, por Pedro Bernuy, 1555. Hay otras impresiones de Anvers, 1577, y Alcalá de Henares, por Juan Iñiguez de Leque- seña de las dos cigüeñas, cita como primera es xica, 1579. (2) Bernaldo aprieta cuerpo valeroso allí ha podido, Faltándole 1 'espíritu congojoso Con De la furia el mayor que los mortales golpes Desmaya el que ha sufrido. brazo que fué sanguinoso, Sobrado del del Carpió fué vencido; L alma del grande Orlando sube al cielo, Que tan temido fué por todo el suelo. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 158 Francia^ de Francisco Garrido de Villena, caballero de Valencia (l)^ conocido también por una mala traducción del Orlando enamorado^ de Boyardo; y la Historia de las hazañas y hechos del invencible ca- Bernardo ballero del Carpió^ compuesto en octavas por Agustín Alonso^ vecino de Salamanca leer estos dos rarísimos (2). No habiendo tenido ocasión de poemas, nada puedo decir acerca de su contenido. A la serie de que por su poema poemas sobre Bernardo título la España defendida, heroyco, del Dr, Christoval Suárez de Figueroa (3), prosista docto e ingenioso, satírico los pertene.ce también (aun- no resulta bastante claro) si bien almidonado y y maldiciente. Como al artificio más que debe poeta valió al sutil con exceso, amén de menos, y aun sus méritos numen, resultando frío y seco en Impreso en aquella ciudad por loan de Mey Flandro, 1555. Re(i) impreso en Toledo, 1583. En Taiedo, en casa de Pero López de Haro, a costa de Juan Boyer, (2) libros. Año de ISSSDedicado a «D. Juan Andrés Hurtado de Mendoza, quinto Marqués de Cañete, Montero mayor del Rey nuestro señor, y Guarda mayor de la ciu> Año 161 2. En Madrid, por Juan de la Cuesta, 8.** (Hay dad de Cuenca otra edición en 4.", cuya fecha no tengo presente.) Lleva aprobaciones de Fr. Alonso Remón y de Lope de Vega, que dice del libro de Suárez: ^Es lección agradable, en estilo grandemente favorecido de la naturaleza y del » arte. Muestra erudición copiosa y deseo de la honra de nuestra nación Prólogo. «Tiénese por digno y culto poema el cuerpo de una acción, con miembros de elegantes episodios, galanas elocuciones y propias similitudes; loándose, sobre todo, en él la cuerda contextura, la pureza del lenguaje, y asimismo los límites ajustados, pues para ser bien recebido los ha de tener, ni largos ni cortos en demasía. Destos tenemos algunos ejemplares griegos, latinos y toscanos: entre quien al Tasso, Príncipe de la Poesía Heroyca. A éste, pues, insigne en los requisitos apuntados, imité en esta obra, y con tanto rigor en parte de la traza y en dos o tres lugares de la batalla entre Orlando y Bernardo, que casi se puede llamar versión de la de Tancredo y Argante, supuesto me valí hasta de sus mismas comparaciones (téngase desde luego cuenta con esto, no imagine el censor se pretende encubrir o passar de falso este que él llamará hurto), y ojalá tuviera yo talento para trasladarlo todo en nuestra lengua, con la misma elegancia y énfasis que suena en la suya, que entendiera lisonjearla con semejante usurpación. He procurado, quanto en mí ha sido posible, saliesse en las cláusulas el sentido cabal, los períodos socorridos, conceptuosos, y en particular acompañados de dulzura, gravedad y algunas sentencias, no permitiendo muchas lo heroyco, por constar, como se sabe, de narraciones.» mercader de (3) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA -medio de su rígida corrección. que iba a del gran poeta y sino I A diferencia de los poetas anteriores no tomó por modelo seguirle, Ariosto, al Tasso, de cuya Gierusalemnie puede considerarse su al como una continua y servil imitación, confesada por el prólogo, no sólo respecto de la lo que toca a algunos episodios particulares, traza general, sino él poema mismo en también por que están traducidos combate personal de Orlando y Bernardo de Tancredo y Argante (i). casi a la letra. Así, el trasunto del y con esto llegamos sobre este argumento, al a la más célebre de Bernardo le de Jamaica, y ciñó más adelante poesía (dice Quintana), semejante al vivía, es un país inmenso y las espinas se hallan escasez, los mes y las es obras compuestas o la victoria de Roncesvalles^ del doctor B. de Valbuena, que cuando la isla 59 publicó en 1674 era abad de la mitra de Puerto Rico. <Su Nuevo Mundo, donde dilatado, tan feraz confundidas con como las flores, los el inculto, autor donde tesoros con la páramos y pantanos con los montes y selvas más subliNo puede darse expresión más exacta, ni ocurre frondosas. > añadir o rectificar cosa importante en el juicio, para nosotros defi- que aquel gran poeta y elegante humanista formó de Valbuena, ya en el prólogo y notas de su Colección de poesías selectas nitivo, castellanas^ ya en el magnífico discurso preliminar de la Musa Épica. Quintana no regateó nunca su admiración a aquella poesía del obispo de Puerto Rico, tan nueva en castellano cuando cribía, tan y fácil, osada y opulenta de color, tan profusa de ornamentos, tan tan blanda y regalada robusta a las veces, al oído cuando el y que aun en las es- autor quiere, tan y acompañada siempre de un no de original y de exótico, que con su singularidad él amena le sé qué presta realce, frecuentes imitaciones que hace de los antiguos se (i) Hay una rara y apreciable imitación latina del Ariosto hecha por el médico Francisco Núñez de Oria, natural de Casarrubios del Monte, en que incidentalmente aparece Bernardo y se cuentan sus hazañas en Francia (lib. IX); pero la mayor parte del poema está ocupada por las aventuras de Roldan, Reinaldos y otros paladines franceses, libremente imaginadas por el médico español. Sospecho que Valbuena tuvo presente este libro, cuya título es Doctoris Francisci Nunnii ab Oria de Casarruviis Montanis Lirce Heroycce libri quatuordecim. Ad Philippiim II Catholicum, Hispatiiarum et Indiarum regem potentissimuni. Salmanticee, apud haredes Mathi« Gastii, 1581. 4.° ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA l60 Su clasicismo discierne. una especie peculiar y propia suya, es de mu- que casi pudiéramos decir clasicismo romántico: semejante en cho de al los poetas de la decadencia latina, sobre todo en perancia descriptiva, unida a cierto refinamiento que car nuevos aspectos en el paisaje, le intem- la hace bus- y apurar menudamente los deta- de dicción que muchas veces es primoroso y nuevo. Otro carácter de su estilo consiste en la mezcla frecuente de lles, los con un artificio pormenores vado de la realistas, triviales, que también de las grotescos, con lo más ele- cuanto por buscar un nuevo princi- ellos adolece), Su manera pio de interés en el contraste. en y aun locución poética, no tanto por cansancio o desaliño (aun- habitual predilecta, y no églogas (donde a veces llega a asimilarse, con docta industria, algunas de las virtudes poéticas de Teócrito), sino en que ahora tratamos, formada con tan varios elementos como viciosa lozanía de Ovidio, el número sonante y Lucano, de Estacio y de Claudiano, y con cuyo filtro mágico poema de muy diversa y muy fuerte de color, muy es otra aventurera e impetuosa, el diríase la la enfática altivez la de risueña fantasía del Ariosto, que se adormece la Naturaleza en un perpetuo sueño de amor. Valbuena es un segundo Ariosto, inferior ciertamente al primero, no sólo por haber llegado más tarde, cuando no podía participar de aquella suprema embriaguez de vivió el poeta de Ferrara, en medio de los esplendores del Renaci- miento: no sólo por carecer del alto sentido poético blanda ironía con que la ideal caballeresco en el aun en mente más lo inferior el contar ma la y humano y de autor del Orlando corona de flores momento mismo de el inmolarle, sino porque externo, en las condiciones técnicas, resulta notoria- en gusto y arte, ya por falta de donaire en cómica, ya por resabios frecuentes de hinchazón culteranas, en que luz ya por monstruosa desproporción en poca novedad y consistencia de la parte y ampulosidad los episodios; sin las figuras que en el poe- intervienen: paladines, encantadores, gigantes o princesas en- cantadas, derivados todos, o de su maestro italiano, o del fondo común de los libros de caballerías. Pero con todos estos graves y como creyó Quintana, que sustanciales defectos, todavía creemos, las facultades descriptivas del a las del Ariosto, Abad de la Jamaica eran y por de contado superiores a las casi iguales de cualquier COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRI.V No poeta nuestro. el se ha de negar que le perjudicó en gran manera exceso de esta cualidad, no templada en ninguna aunque otra; ciertos episodios, iCl él convenientemente por como el tiernísimo de los amores de Dulcía, muestran que no le faltaban condiciones de senalguna encontraba vez, que como por instinto, aquella y suave languidez de expresión que penetra el alma en algunos pasos timiento, de Eurípides y de Virgilio. Pero como la poesía naturalista y pintoresca no era la que más abundaba en España en el siglo xvii, algo ha de concederse a quien tanto ensanchó sus límites y tanto despilfarró los tesoros con ímpetu y lengua, convirtiendo la la pluma en pincel desordenada, sólo comparable a furia cos coloristas de de la la moderna escuela romántica, que «saber los nombres de todas las cosas». Así, en capital suya, se leen, como ponderó de los retóri- de se jactaban Bernardo^ obra el Quintana, «descripciones ad- mirables de países, de fenómenos naturales, de edificios y de rique- antigüedades de pueblos, de familias y de blasones, sistemas zas, teológicos la y modo gran filosóficos». narración Esta superabundancia enciclopédica en daña, corta con interminables digresiones le apartar de los ojos y hace por otra parte, el principal asunto épico, que, doctor Valbuena trata sin respeto alguno a el de el hilo dición nacional, tenida en su tiempo por histórica, la tra- y con toda la de caprichosas invenciones de que había dado muestra la escuela ferraresa. El libro, por consiguiente, es un medio entre el libertad poema lo épico y segundo que de los últimos cantos lo primero, de suerte que sólo los primeros y puede decirse en rigor que pertenezcan a de Bernardo, toria mucho más de novela caballeresca; pero participa la tal como había la his- sido decantada por los juglares. El que quiera apreciar con entre el tono de la útil y práctico ejercicio la diferencia genuina poesía épica y el de la que por tanto tiempo ha usurpado su nombre, Roncesvalles en otra parte, es el Rollans, y lea la descripción lea después la un magnífico trozo de de la batalla de de Valbuena, que, por versificación y de de semejante prueba tampoco saldrían triunfantes el retórica. Pero Ariosto ni el Tasso, ni es culpa de ninguno de ellos haber nacido en época en que, como esser non decía un antiguo comentador del primero, <ípiü vero épico si possa-». Pero sin ser Mbnéndez y Pklato.— £jíad<05 verdadero poeta épico, se puede ser sobre el Teatro de Lope de Vega. n 1^2 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. erran poeta, y sin duda fué Valbuena, a lo despecho de los necios pedantes de otros tiempos, de cuya rabia gramatical tuvieron que defenderle La vindicarle Lista y Quintana. y pasado desdeñó literatura erudita del siglo al héroe del Car- y no recordamos tragedia ni poema dedicados entonces a su memoria; pero el pueblo no le había olvidado, y seguía leyendo sus pió, hazañas en libros de cordel^ último refugio de rada. Aunque menos popular que el libro la epopeya degene- de Ca-clomagno y sus doce pares (versión española del Fierabrás)^ que todavía entretiene los ocios de nuestros campesinos, lo fué mucho, y todavía en las plazas ferias, la y se reimprime y vende Historia fiel y verdadera del valiente Bernardo del Carpió^ compilada o modernizada por un librero del siglo pasado, ]Manuel José Martín. Pero aun es más curioso hecho de haber aparecido en 1/45, portuguesa, un nuevo y en lengua bre Bernardo (l), escrito somno ñas compridas el el noites do invernó, presbítero Alejandro Caetano Chaves, De su contenido puede que hace de él y formal libro de caballerías so- servir de divertimento e diversao do para como Gomes, dice su autor, que fué fiaviense, o sea natural de formarse clara idea por el extracto D. Pascual de Gayangos en su eruditísimo discurso preliminar a los Libros de caballerías. «Empieza ación del mundo, el obra con la cre- diluvio universal, la confusión de las lenguas los reyes fabulosos de España, hasta llegar a en cuyo tiempo su la hija la infanta de Saldaña, tuvieron a Bernardo, y Don Ramiro de León, doña Jimena y D. Sancho, conde el cual, armado luego caballero por Orimandro, sultán de Persia, acomete mil peligrosas aventuras, paladín Roldan, y vence al sale a poco para defender (i) vuelve^ por último, a España, de al Papa, sitiado en Roma por donde los lon- Verdadcira terceira parte da historia de Carlos-Magno em que se es- E de como venceo creven as gloriosas acgoes e victorias de Bernardo del Carpió. etn batalla os Doce Pares de Franca, com algumas particularidades dos Prin- Hispanha, seus povoadores e Reis primeiros, escrita por Alexandre Caetano Gomes Flaviense, Presbytero do habito de San Pedro, etc. Lisboa, 1745, 8.° Llámase tercera parte porque se cuenta como primera la traducción cipes de portuguesa del Fierabrás castellano o Historia de Carlotnagno, de Nicolás del Piamonte, y por segunda una continuación muy curiosa del médico Jerónimo Moreira de Carvalho, traductor de la primera. COMEDIAS DE ASUNTOS DE HISTORIA PATRIA I-A gobardos. Segunda vez combate con Roldan y de Carlomagno el ejército le I63 vence, destruyendo paso del Pirineo. Después de esto hace al moros de Zaragoza, Lamego y Mérida, así de Toledo y Badajoz; vence y mata a D. Buesso, tributarios a los reyes como a los alcaides duque de Guiana, que había penetrado en España; conquista, auxiliado por Iñigo Arista, el reino cuyo Rey de Aragón; se desnaturaliza de León, se niega a reconocerle por sobrino, y después de haber conquistado a Cataluña toda y haber dado leyes a los catalanes, fundando las santas casas sus reinos y y señoríos, de Poblet y Monserrate, renuncia a todos se mete monje en Aguilar de Campóo.» Es cosa digna de notarse que en se amplifican monstruosamente se conserven algunos de las admite muy como la como la la leyenda, muerte de vez que se consignan al- de Aguilar de Campóo, y se identificación propuesta por Pedro Mantuano y otros eru- la con olvidados, conquistas en Aragón, a gunas tradiciones ditos más los y en que hazañas de Bernardo, más antiguos de los incidentes aunque fueron después de D. Bueso y esta relación tan tardía, las fabulosas locales, Bernardo, conde de el Sólo nos falta la la Marca hispánica. considerar a Bernardo del Carpió dramático. El mérito de haberle llevado a vez, corresponde al sevillano Juan de la como personaje las tablas por primera Cueva, que fué también el primero que convirtió en figuras escénicas a los infantes de Lara y a D. Sancho el de Zamora, y el primero que hizo resonar en la escena la cadencia siempre grata de los romances viejos. Su Comedia de la libertad de en las España por Bernardo del Carpió fué representada atarazanas de Sevilla el año 1S79 por Pedro de Saldaría, fa- moso autor y excelente representante (i). «Esta fábula (dice Moratín) empieza ah interitu Meleagri. En las primeras escenas se pintan los amores del Conde de Saldaña y la infanta doña Jimena, y en las últimas la gran victoria de Roncesvalles, debida al prodigioso valor de su hijo Bernardo del Ca.-pio; así es que su duración viene a ser (i) Así consta en y tragedias el rarísimo libro titulado Primera parte de las comedias de Jiiati de la Cueva, dedicadas a de León, 1588). Este tomo, ria literaria, tomos de la que es de Momo (Sevilla^ en casa de Joan capital importancia para nuestra histo- debía reimprimirse cuanto antes. [Se ha reimpreso ya, en dos Sociedad de Bibliófilos españoles.] (A. B.) ESTUDIOS SOERlí EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 164 unos veinte años; El neos la escena es en León, en Saldaña y en número de personajes dos ejércitos combatientes. Alfonso caviloso, inconsecuente que y los Piri- llega a veintitrés/ sin contar los el Casto es nulo; Bernardo, feroz, pusilámine, un baladren temerario La gran Rey su tío, y amenaza a todo el universo que obtiene Bernardo, en que él solo combate y vence a doce Pares, haciendo en el ejército una espantosa carnicería, no insulta al victoria los menos admirable que las hazañas de Amadís^ de Morgante o de D.Cirongilio,ni menos distante de la verosimilitud dramática. El dios es de la guerra, maravillado de tanto valor, baja del Olimpo, corre a Bernardo, y dice le Yo al acabar esta descabellada composición: só el dios INlarte, que tan alto hecho Quiero remunerar, tu esfuerzo y maña; Y esta corona de laurel te endono, Y por segundo Marte te corono Concibió, pues, Juan de la » Cueva su asunto de un modo épico, lo cual para Moratín era grave pecado, y no lo es para nosotros, que admitimos históricas de esta Lopey forma de drama, enaltecida por Shakespeare. Pero en la las comedias ejecución no sólo pro- cedió atropelladamente, según su costumbre, sino que se mostró inferior a sí mismo, sacando tradicionales. Su muy poco partido de instinto poético era grande, pero Más su talento de ejecución a su instinto. a la lírico los elementos no correspondía que dramático, cedía tentación de enjaretar versos pomposos, aunque fuesen inopor- tunos. Pero no puede negarse a este ingenio incompleto el título de predecesor la el más inmediato de Lope, no sólo por haber descubierto cantera histórica, sino por haber defendido y practicado en todas como en los accesoversificación, como en las ocasiones la libertad romántica, así en el plan rios, tanto en el lujo y variedad de la continuas mutaciones de lugar y tiempo, y sobre todo en cla sistemática de viene a resultar el la. lo épico con lo lírico y lo dramático, de donde poema compuesto que llamamos comedia españo- Su mérito como justicia iniciador es tan grande, con que hasta ahora se laudables, mez- la le que nos admira la poca ha regateado, no viendo en sus aunque imperfectos, ensayos, otra cosa que abortos infor- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA mes. Es más que las obras, las dad orgánica, No embargo, que en todo su teatro cierto, sin no hay poema que de uni- falta viva. mayor defecto capital de la es otro el intención vale la cuales pecan principalmente por sin la cual I65 parte del teatro de Miguel de Cervantes (exceptúo, por supuesto, los deliciosos entreme- y ses grandiosa Numancia). Sobre sus comedias pesa una conde- la nación tradicional, y en .^parte injusta, levantarse, entre los iextraños tica lo la cual ya comienza a los propios, más docta y mejor informada. Pero conviene que no traspase rito contra más bien que entre muy que el justo límite, relativo, porque mase desde la portada como el nombre son, que le distintos, dichoso. y La abru- y Entretenida^ ¿Qué ha de suceder con contemplación alguna, y en obsequio de sin las soportan ni aun las su autor, deben calificarse de solemnes desatinos, los celos no si del primer ingenio de la nación aunque en géneros Pedro de Urdemalas y El Rufián otras esta reacción que principalmente valen puestas en cotejo con primer novelista del mundo. Este peso no mejores, crí- de obras de mé- se trata, al fin, procedió, y que nos parecerían mejores las una la gloria como La de casa de comedia de magia, de en- selvas de Ardetiia, especie de cantamientos y transformaciones, en que introdujo a Bernardo del y Reynaldos, Carpió, mezclado con los paladines franceses Roldan con el mágico Malgesi, que dirige toda de Merlín, a vueltas de Curiosidad, varias figuras alegóricas, como el no cumplen nada: no del desconcierto de esta pieza, en que propiamente no de que tampoco era un mal En pro- hay acción, En la dicción Cueva, con todo su desaliño, lleva gran ventaja poética, Juan a Cervantes, so. la es posible dar idea sino una serie de visiones estrafalarias e inconexas. mente Temor, la Mala Fama y la como Venus y Cupido? La primera jornada algo: las restantes la el espíritu Buena Fama, y de Desesperación, la otras mitológicas, mete la tramoya, y con versificador, como vulgar- sí un versificador muy desigual y algo premiomisma comedia pueden leerse con gusto dos breves pa- se cree, pero esta uno amoroso y otro satírico en boca de una dueña. Era, pues, Lope de Vega el tercer poeta que sacaba a sajes, al hijo del pero entre la escena conde de Saldaña. Hízolo en dos comedias consecutivas, las cuales no cabe paridad alguna de mérito. La segunda, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA l66 O sea El casamiento en un bosquejo de de Saldaña en rival del resultas, los el y al Hay muchos ejemplo Mocedades, es las personaje del conde amores de el teatro, la Infanta, mover pasando primero de Hartzenbusch en nuestros El texto de las enemigo y causante de todas sus desgracias. Este personaje, que realmente era necesario para trama, hizo fortuna en billo, de más informes y rudos que pueden encontrarse Pero nunca faltaba a Lope el talento de la combi nación dramática. Mostrólo aquí creando suyo mortal de la los en su repertorio. D. Rubio, como contiene altísimas bellezas, la muerte^ inmediatamente veremos. La primera, o sea al los hilos de la drama de Cu- días. Mocedades debe de estar ineptamente refundido. versos que no tienen sabor a Lope, y otros sí, por éstos: Noche agradable y serena, Tus blandas estrellas cubre; Que ' descubre sin ellas se Más bien el sol de Jimena ; o estos otros tan briosos y tan mofttaüeses, como que recuerdan un dicho de Fr. Antonio de Guevara: «primero hubo señores en mi solar, que reyes en Castilla >: Este es tu sobrino, Alfonso, Hijo de tu hermana misma. Heredero por derecho De León La Dios Si y de Castilla. Infanta, Re3^ es mi esposa. los agravios olvida dudas de mi nobleza, Yo soy, Que en No hay Rey, don Sancho Díaz; Castilla ni en León sangre, Alfonso, La antigüedad de mi más casa No está de ayer conocida; Que sabes tú que primero, Como España lo publica. Hubo Condes de Saldaña Que no Reyes de Castilla; Que no hay otra diferencia Sino ser yo tu vasallo limpia. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Es invención de Lope, repetida por dramaturgos muy que no deja cer que el bien parada Rey engañe al el se le prevenía que le sacase los ojos y en [Cuánto más poética es alcaide de Luna, en la cual le encerrase para siempre en escena de la los antiguos cantares de gesta seguidos por la la desconocido auq en siglos de la romances (aunque los esté Conde También prisión del Generall es refinamiento de barbarie, introducido por los poetas las prácticas modernos y en consonancia con penales de los visigodos, continuadas en los primeros Reconquista), lo de ceguera impuesta la como castigo. El arzobispo D. Rodrigo, único autor antiguo que habla de guera del padre de Bernardo, ürbus y Casto, el ha- conde de Saldaña (como David a Urías), entregándole una carta cerrada para el castillo. posteriores, Rey del la justificación l6j et decrepitus^: esto atribuye a su edad avanzada, <íHcet la suponiendo que el orbus haya de enten- derse por orbus hmiinis^ y no por desvalido o desamparado. bién esta desdichada invención pasó checo y Hartzenbusch la ce- Tam- al teatro posterior: Cubillo, bien la repiten, si el último, buscando Pa- un término medio, hace suspender la Al D. Rubio de Lope todavía parecía poco, puesto que pregunta al Rey con la mayor le ejecución del hórrido suplicio. sencillez: A este muchacho, señor, ¿Quieres que arroje en El sacar los ojos al Conde cena de bárbara energía y se el río? cumple coram populo^ en una es- sin aparato de frases, con «1 acto primero: ALCAIDE Aquí está el hierro caliente: Prestaréis, Conde, paciencia; Que he de cumplir la sentencia Del Rey, absolutamente. Mostrad fuerte corazón. (Sácanle los ojos.) SANCHO ¡Virgen, ayuda te pido! la cual termina ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA l68 El Conde está amortecido: Llevadle En en la la así a la prisión. jornada segunda, escenas de las mucho aldea recuerdan de las la la crianza de Bernarda infancia de Ciro en Contra valor no hay desdicha: é Hace robles fortísimos pedazos, ^ Tira la barra más que todos, quita La colmena que el oso lleva en brazos. Si lucha, su contrario precipita Con A Don los brazos, alzándole del suelo: Hércules, en fin, en todo imita, Rubio, de quien Bernardo pasaba por día, le increpa, le hijo, riñe con él un llama bastardo y advenedizo, y entonces se revela en toda su nativa arrogancia el carácter del héroe: Por ser delante de gente Las afrentas que me dais. Mi honor, Conde, no consiente Que sin la respuesta os vais, Porque ninguno me Y así digo que me afrente. ha dado Honra ver que no habéis sido El padre que me ha engendrado; Que sé que soy bien nacido De otro padre más honrado. De gran sangre muestra doy; Y pues ni padre ni madre No puedo conocer hoy, Yo he de ser mi propio . padre: Hijo de mis obras soy. Y Que Si así, pues, de eso inferís soy hijo de Bernardo; de mi padre decís Que es villano y que es bastardo, Una y mil veces mentís. l6g COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Así Bernardo responde: ¡Llegad, asidme, villanos, Si hay alguno de vosotros Que para mí tenga manos! Conde ¡Mientes, Y fanfarrón! mentirás cuantas veces Hablares en mi deshonra; Y aunque No Y te la la muerte mereces, doy por mi honra porque mujer pareces Mientras Bernardo prorrumpe en estos desgarros y breviene el Rey, que, encantado de su bizarría, le fierezas, so- reconoce por so- brino suyo, aunque sin declararle cuáles son sus padres; y su corte le arma caballero. Llega Ben-Jusef, le lleva a gobernador del Car- con una embajada del Rey Almanzor de Toledo. Bernardo de- pió, sacata al Embajador en presencia de su le harta de denuestos. No tío, echa a rodar su postergado a su primo D. Ramiro, heredero presunto de derriba la mesa en que comían, desmiente y afrenta do, se abre paso entre la llega reventando caballos talidad del mismo alcaide silla y paran aquí sus insolencias: creyéndose muchedumbre al castillo del moro atónita la corona, a todo el mun- y acobardada, Carpió a implorar la y hospi- a quien había injuriado. Obsérvese qué desarrollo había ido cobrando aquel fanfarronería que vimos apuntar en los espíritu de hipérbole y más antiguos romances (tra- sunto de una forma épica ya degenerada), y que viene por degradación insensible a parar en estas guapezas y tropelías sin sentido, pues no tienen la disculpa de la piedad filial, como en las gestas como en las primitivas, ni siquiera de la pujante anarquía feudal, secundarias. Pero aunque Lope cediese en esta parte al gusto de su tiempo, como en tantas otras cedía, no dejaba de comprender de otro modo más ideal y patriótico el carácter de su héroe, como lo prueba este monólogo que pone en su boca: Cansado de romper vengo Lanzas, porque este ejercicio 170 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Le he tomado yo por Quien me desarme vicio: no tengo. Ordoñuelo no ha venido: Quiero esperarle sentado; He corrido y madrugado, Estoy cansado y dormido. Si aquel borracho viniera Para desarmarme Cansado Rompí al fin. la Estoy ¡Qué bien hoy lanza postrera! Pero son golpes en vano, Burlas de la guerra son. ¡Quién se viera en Con uno! la ¡Cierra ocasión y Santiago! ¡Oh fuertes brazos baldíos! {Cuándo os habéis de emplear, Vertiendo sangre, en Brazos a mares y me ¡Cuándo saccur ríos? viera en León, Pecho noble y valeroso, Entrar presto victorioso. De Guadalete Y pendón; el ^ llegar a conocer Para colmo de mis dichas. Después de tantas desdichas, me El padre que ¡Estrella Y estrella me Acaba ya de Tu dio el ser! de mi ventura la ha de dar, llegar, tardo paso apresura! ¡Si para entrar en la casa Donde mis bienes residen Vuestras estrellas lo impiden, Atropéllalas y pasa! Lope, que se decía de la familia de Bernardo y a quien por esa vanidad genealógica dieron tanta zumba sus contemporáneos, especialmente Góngora en un soneto celebérrimo, no olvida los 19 castillos de su escudo que el Rey le fortaleza del Carpió (cuyo falaz rado una celada) y de otras 1 concede cuando se apodera de y vengativo 8 después de la alcaide le había prepaella, libertando innume- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Su rabies cautivos. emprender arrojo le lleva a la del castillo de Luna, que pasaba por encantado, I /I temerosa aventura y en aquellos sub- y cargado de hierros. Las escenas del reconocimiento son de admirable efecto dramático y las realza mucho la intercalación de trozos de romances, que eran, terráneos encuentra a su padre, viejo, ciego^ sin duda, muy familiares a los espectadores, e iban a herirles en lo más hondo de su conciencia poética: Cuando entré en este castillo, Apenas entré con barba, Y ahora, por mi desdicha. La tengo crecida y cana. ¡Qué descuidado es mi hijo! no te llama ¿Cómo La sangre que tienes mía A socorrer donde falta? a voces Los que Me me vienen a ver. cuentan de tus hazañas; Si para tu padre no, Díme, ¿para quién En €n lo humano se ser, triunfa del sobrepone a tienta a su hijo, si guardas? esta anagnórisis, el poeta épico más íntimo de su lo las y lo se regocija (i). que Lope llevaba escondido gran poeta de decadencia, convencional cuando de lo el fornido que está, y y padre ciego le pregunta ha barbado, y acaba por exclamar dolorosamente: ¡Ay, tristes ojos, ahora Qué gran falta Reliquias o imitaciones de sino lírica, de recoger adornan, me habéis hecho! la poesía popular, no ya sólo épica, como de costumbre, este drama. No dejemos al paso esta graciosa letra para cantar: Que si buena es la verbena, Más linda es la hierbabuena. La verbena verde (i) Este romance está, general de 1Ó04, y puede aunque con muchas variantes, en muy bien ser obra del mismo Lope. el Romaitcero ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 172 Que viste las selvas, Los claros arroyos Y las fuentes Irescas; Albas de San Juan Las zagalas bellas De toda esta villa Salen a cogella. Guirnaldas componen Para la Oro es el cabello Y cabeza; esmeraldas Hacen De la ella. ramilletes hierbabuena, Dando a los sentidos Olor y belleza. Que Más Había en si linda era la verbena. linda era la hierbabuena. este borrón, farfullado tan aprisa, todos los elementos de una obra dramática; pero desabrido. tiva, el Un muy poeta conjunto resultaba inarmónico y y discreto, aunque de poca inven- el hábil granadino D, Alvaro Cubillo de Aragón (autor de Las Muñecas de Marcela)^ rosa miniatura de El Conde de Saldaña (l), una refundición hizo, muy con la primo- el título de atinada de esta pieza, en ginal, supo atenuar grandemente sus imperfecciones. La pieza de Cubillo, la cual, si no conservó todos los rasgos enérgicos del cuya fecha no podemos fijar exactamente, pero que de se- guro es anterior a 1660, en que se imprimió su segunda parte, lada Hechos de Bernardo^ es la que se conservó en el teatro; ser tan rara la de Lope, a Cubillo se (i) En tragedia de la y por creación del carác- se inspira tendencia de los dramaturgos de la en Lope; segunda mi- Gil Blas de Le Sage, el poeta Fabricio Núñez compone una El Conde de Saldaña, que es estrepitosamente silbada. Sin duda el este título fué sugerido al novelista francés por el recuerdo de la comedia de Cubillo, en cuyas obras estaba versado, puesto cipe del la conde D. Rubio. Generalmente Cubillo pero, siguiendo titu- han atribuido méritos y nove- vades que son de su predecesor, por ejemplo, ter del ori- Baúl la que tomó de El invisible Prin- respuesta que pone en boca de D. Matías de Silva rehusando levantarse temprano para un duelo. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA tad del siglo xvii, procura regularizar las infracciones a la mejor bles en su tiempo, las escenas; como suprime parto de la del la menos las la 73 visibles de tiempo. Pro- modo más dramático y menos cede, por consiguiente, de un co; concierta plan y hacer el unidad de acción y aun a 1 épi- que ya eran inadmisi- Infanta; da más dulzura a la expresión de los afectos amorosos, en que tanto sobresalía este simpático y delicado poeta; prepara las situaciones con artificio más novelesco, y aunque a veces enerva el vigor buen gusto. neral se distingue por el dió cosas muy la expresión, en ge- de su propio fondo aña- dignas de ser celebradas, algunas de las cuales pasa- ron del teatro a tirse Aun de la memoria del pueblo, y hoy mismo suelen repe- por muchos que ignoran su origen: BERNARDO ¡Arrogante, moro, estás! ABEN-YUSSEF Toda la arrogancia es mía. BERNARDO Yo te buscaré algún día. ABEN-YUSSEF En el Carpió me hallarás: Alcaide del Carpió soy. BERNARDO Yo dudo que en él me esperes. ABEN-YUSSEF ¡Ay de al ti, si Carpió fueres! BERNARDO ¡Ay de Todo este bizarro ti, si al diálogo acredita el talento de Cubillo y Carpió voy! entre Bernardo y el alcaide moro, su pericia ce los efectos escénicos, no menos que su^ardoroso patriotisro, que no se paraba en los cris- 174 ESTUDIOS SOBRE KL TEaIKO DE LOPE DE VEO A tianos, sino que extendía a los árabes de Españr, sentimiiínto se bien natural en un poeta granadino. ABEN-YUSSEF También los moros de España Somos, Bernardo, españoles. BERNARDO Africanos que en sois, Vuestro imperio ella dilatasteis. ABEN-YUSSHF Y vosotros, ¿no bajasteis De la Scitia a poseeila? Aliento, espíritu y manos Nos influye un cielo a todos: ¿Qué tuvieron más los godos Que tienen los africanos? BERNARDO Ganarla al romano arnés, Nuestras valientes espadas. ABEN-YUSSEF Y nosotros a lanzadas Os quitamos después la Puede decirse que en y quinto el original. de Cubillo sobre en ella la No el No esta refundición salió sucedió lo mismo en recuerdo que para este ciclo el le había protegido antes. Teatro español del siglo xviii cuente ningún comedia de Cubillo seguía representándose, y era épico lo que con más fortuna que justicia fué la de la Matos Fragoso para la leyenda de los infantes de Lara. El romanti- cismo vino a renovar una y logos, habría segunda comedia argumento de Bernardo, quizá porque abandonó buena sombra de Lope, que tanto Bernardo; pero mejorado en tercio la otra; que reconocer y aquí, como en la prioridad a otros casos aná- nuestro conterráneo el escritor ano-lo-hispano Trueba y Cosío, que en su ameno libro The Romance of History-Spqin (1830) insertó, con el título de The Pass COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA of Roncesvalles, mente del poética de Bernardo, la historia Romancero general (cuyos trozos más I75 tomada exclusivaselectos va interca- lando en su narrativa, traducidos en verso por su amigo Lockhart, el yerno de Walter Scott), tan clásico si como D. Juan no se la Talismán del gran novelista escocés tuyó canto de Blondel (capítulo el sobre El Coñete de Saldaña Dos hubiese arrebatado un poeta Nicasio Gallego, que en su versión del (I), publicada en XXVI) derno este personaje, ya el 826, susti- (2). veces, por lo menos, ha reaparecido habrán leído 1 con una leyenda original solo, en nuestro teatro ya acompañado de su hijo. mo- Pocos Bernardo^ drama épico en cinco actos, a cuyo frente se encuentra, no sin cierta sorpresa, el nombre del preclaro jurisy famoso orador parlamentario D. Joaquín Francisco Pacheco, obra comenzada en 1836, pero no terminada ni impresa consulto hasta 1848, y no representada jamás, porque su autor nunca pensó en reducirla a las condiciones de dido hacerlo sin atajar la la representación, ni hubiera po- tercera parte de los versos de cual hubiera sido grave daño, pues el de esta pieza, consiste nutrida. No en es la obra de mayor la versificación, mérito, mayor parte de no el lo único, generalmente robusta y sí de un hombre un poeta dramático, pero de talento y de un versificador que sabía su como que consta, si oficio. Pacheco, que de su tiempo, y aun de más acá, cuando escribe en prosa parece que traduce del francés, se la los escritores muestra mucho más castizo en sus versos, y quizá los mejores que hizo se hallan en este drama. El cual, por lo demás, es obra ambigua y de transición entre la tragedia clásica nando la y la romántica, predomi- tono abstracto y pomposo de la primera y la tendencia a declamación patriótica, que la da cierta semejanza con el Pelayo el de Quintana. Tuvo a bió indirectamente la comedia de Cubillo, y por ella reciinfluencia de Lope; pero no puede decirse que la vista la imitara ni al uno ni al otro, salvo en la escena del reconocimiento. El Talismán Ricardo en Palestina. Novela histórica del tiempo di por Sir Walter Scott y traducida al castellano. Barcelona, 1826, imp. de Piferrer. (La traducción fué hecha en colaboración con D. Eugenio de Tapia.) Reproducida en las Poesías de Gallego, edición de la Academia Es(2) (i) o las Cruzadas, escrita en inglés pañola, páginas 181-187. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 176 Conservó el nombre de Doña Sol que de Bernardo. Al conde D. Rubio le Cubillo había dado a llamó Ordoño, y par de bastardía a Bernardo; pero no le supuso novia la le hizo incre- rival del padre, sino A uno y otro juntó, para reconocerse, en el castillo de Saldaña, ampliñcando con intemperante facundia la expresión de del hijo. estos afectos, que por más sobria conmueve más en ser los poetas como rompedor del inhonesto pacto y anunció que guardaba para una segunda antiguos. Presentó a Bernardo de las parte, cien doncellas, que no llegó a de escribir, el triunfo las gargantas de Ronces- valles (l). Muy distinto drama Alfonso junio de 1841. rumbo siguió D. estrenado en el Casto, No Juan Eugenio Hartzenbusch en su aparece allí el teatro Bernardo, pero sí de la el 25 de (*), cuyos Cruz, sus padres amores y desdichas se tratan de un modo enteramente nuevo, y que se quiebra de puro sutil e ingenioso. Asombrados debieron de quedar los espectadores Rey Alfonso no al enterarse de que la decantada castidad del procedía más que de pasión incestuosa por su hermana, pasión silenciosa y vencida al al cabo, pero no menos ilícita y en los actos de venganza a que arrastra Monarca. Desde Rene y Manfredo andaba de moda este género y monstruosa en su raíz de incesto platónico en la escuela romántica; pero, aun así, sorprende y duele que hombre tan sesudo y bien inclinado como Hartzenbusch al contagio de una poesía inmoral y falsa, y cediese por esta vez más todavía en un asunto en que la leyenda, recibida ya como his- toria, le brindaba con hermosas realidades y con motivos humanos. Quizá exceso de reflexión y de agudeza crítica perjudicaba a este el varón insigne, como a otros Gustaba de abrir para no tropezar en sí el ímpetu de la producción desenfrenada, nuevos senderos, y se exponía a caer por las huellas ajenas. Nadie tuve mayores atrevimientos de poeta, disimulados con más templanza de forma. ¡Y qué forma la del diálogo de Alfonso el Casto! Exquisita, aun dentro de las obras de un autor que puede pasar por modelo de locución en cualquiera (i) Literatura, Historia y Política, por D. Joaquín Francisco Pacheco. Madrid, 1864, tomo II. Restori menciona, sobre este tema, (*) Casto de Mira de Amescua. (A. B.) las Desgracias del rey Alfonso el COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA -de ellas, y de cuyo estilo doroso puede decirse la lo I// refinadamente sencillo y sabiamente can- que de las labores que hacía con rueca la heroína de este drama: ¡Qué poco, serrana Te ennegrecieron bella, los soles! ¡Qué poco se ha ejercitado En campesinas labores La mano con que avergüenzas El blanco vellón que coges! El Casamiento en VIII. Parte primera de Ja ¡a muerte. (i\ — Publicada en 1604 en Comedias de Lope, que es de todas las las la suyas que más veces fué reimpresa. Esta comedia ha sido traducida en prosa francesa por Eugenio Baret (2), decano que fué de la Facul- tad de Letras de Clermont. Hay en este drama dos elementos diversos, tomado el uno de Crónica General y de los romances de Bernardo del Carpió; de los romances españoles del ciclo carolingio, la el otro, que eran tanto o más populares que los otros, y que habían llegado a nacionalizarse hasta el punto de que en la mayor hoy su fuente francesa parte de los casos es imposible señalar Los romances fueron como en la poesía histórica, un producto muy tardío, y por lo mismo muy sabroso. El proceso de su formación debió de ser el mismo qué para directa. Supongo que pertenecerá también a este drama histórico, iradicioual, en tres actos y en aquí, Bernardo de Saldade D. Ventura Ruiz Aguilera y D. Francisco Zea, representado en el teatro del Príncipe en 1848 pero no puedo afirmarlo por no tenerle a la vista. El primero de estos poetas, Ruiz Aguilera, que fué un excelente lírico, a quien todavía no se ha hecho bastante justicia, tiene en sus Ecos Nacio7iales una balada de Roncesvalles, con fecha de 1847. Apesar del estribillo Mala la hubisteis, franceses, se notan en ella más reminiscencias del falso Altabiscar que de los romances de Bernardo, aunque se le nombra y se le atribuye el triunfo. Don Manuel Fernández y González dedicó a Bernardo del Carpió una de sus innumerables novelas seudo históricas, impresa por segunda vez en 859. Oeuvres dramatiques de Lope de Vega. Traduction de M. E. Baret, (2) Doyen de la Faculté des Lettres de Clermont, associé étranger de l'Académie d" Histoire de Madrid. Avec une Etudc sur Lope de Vega, des notices sur chaqué (i) ña, ciclo el verso, 1 piece et des 273-333. Jiotes. Paris. Librairie Académiqíie Didier et Le Mar ia ge dans CM, 1S74. Tomo la mort, Mbnéndbz t Ví-Lk^o.— Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. 12 I, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 178 epopeya indígena: cantares de gesta la cantares en la si la escritos acaso prosa de las al principio, imitados de los en un dialecto fronterizo franco-hispano;, y más españolizados franceses, luego; refundición de algunos Crónicas (tenemos un ejemplo en General^ que conserva gran número de el asonantes); de elloS' Maynete de segunda se quiere, tercera forma épica, representada por los largos o, roman- ces juglarescos del siglo XV, algunos de los cuales pueden considerarse como pequeñas epopeyas; rapsodias de carácter libremente, los rasgos en que se concentran, enérgica más poéticos de la y tradición (l). Creemos que en lo sustancial coincide este sistema con el parecer que más profundamente han estudiado la generación de esta (i) de apareciendo, por último, las bellas semi-lírico, los críticos clase de romances: Gastón París, Puymaigre, Milá y Fontanals. Este último (De la poesía heroico -popula^-, 'hiit--iib) resume con severa precisión los re- sultados adquiridos: «No puede caberla menor duda en que los primeros originales de nuesromances carolingios fueron franceses, aunque llegaron tal vez ya alte rados a manos de nuestros juglares, quienes, por su parte, los manejaban con suma libertad, a la manera, pongamos por ejemplo, con que los autores de libretos de ópera disponen de los asuntos de los poemas o novelas que les sirven de argumento. El auditorio no conocía los originales, y no había la historia escrita que en los romances históricos constreñía la libertad de los poetas. Pero esta transmisión, ¿vino de los tiempos antiguos, en que se cantaban ya en España los hechos de Maynete y de Roldan, llegando con sucesivas alteraciones a siglos más recientes, o fué más bien efecto de una invasión posterior de los fragmentos épicos que todavía a principios del siglo xv se tros - cantaban en Francia? Estos fragmentos épicos, ¿llegaron ya en forma de poesía juglaresca alterada, y aun de cantos populares de poquísima extensión,, aunque formados de restos de las canciones de gesta? Creemos que se habla perdido, o poco menos, la tradición de nuestra antigua poesía carolingia, y que fué una nueva irrupción de las narraciones francesas la que produjo los romances; y que a excepción, acaso, de algunos cantos cortos y populares, transmitidos ya en esta forma, como sucedió, sin duda, en varios de los caballerescos y novelescos sueltos, fueron obra de juglares españoles que conocían los originales, ya por el trato con juglares franceses (*), ya por la lectura de gestas o libros caballerescos. Nuestro pueblo, a su vez, redujo a breves y animadas rapsodias algunas de las narraciones juglarescas imperfectamente recordadas.» (*) «Los que en Castilla hacían profesión del canto {pasaban a la nación vecina en busca de materiales para sus composiciones, o bien venían a ejercer su profesión en España juglares transpirenaicos? ¿Eran del Norte o del Mediodía? ¿Mediaban juglares catalanes entre los extranje- ros y los castellanos? Todas estas hipótesis son verosímiles, pero nos faltan datos para elegir una. de ellas.> {Nota de Milá.) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Daremos la de noticia de de este los personajes comedia de Lope, y de romances que los 1 79 ciclo que figuran en utilizó para cada uno ellos. Durandarte y Belerma figuran en primer término, Lope ha atribuido a Belerma el sueño fatídico que en uno de los romances tiene doña Alda, más bellos esposa de D. Roldan: la — que me ha dado gran pesar; monte— en un desierto lugar: Bajo los montes muy altos, — un azor vide volar, Tras del viene una aguililla — que lo afincaba muy mal. Un sueño soñé, doncella, Que me veía en un El azor, con grande El aguililla, Con las cuita, con grande — metióse so mi brial; — de lo iba a sacar; — con el pico lo deshace; ira, uñas lo despluma, allí — bien oiréis lo que dirá. Allí habló su camarera; Aquese sueño, señora, — bien os lo entiendo soltar: El azor es vuestro esposo,— que viene de allende el mar; El águila sedes vos, Y — con la cual ha de casar, aquel monte es la iglesia— donde os han de velar. Cotéjese la escena correspondiente de de la segunda jornada), la comedia (al principio se verá a cuánta distancia de esta trágica y y maravillosa poesía quedó el poeta culto que intentó remedarla. Verdad es que el romance del sueño de doña Alda es una de las cosas más delicadas y perfectas que en la poesía popular de cualquier país y tiempo pueden encontrarse (l). Durandarte (que no es en roe, sino nombre de como una de res lles, la los poemas franceses nombre de héespada de Roldan) figura en nuestros canta- las principales víctimas que cayeron en Roncesva- siendo escena capital y tiernísima aquella en que, moribundo encarga a su primo Montesinos que le saque el corazón y se le lleve Belerma. Lope aprovecha esta escena en su tercera jornada, pero en vez de seguir el texto de los dos viejos romances, ¡Oh Belerma oh Belerma! y Muerto yace Durandarte^ estropea (i) Un sueño muy Lara, otro en el tradición épica, la Odisea. la situación con un ri- semejante hay en la segunda gesta de los Infantes de romance del conde Grimaltos, y remontándonos más en la puede recordarse el sueño de Penélope en el libro XIX de ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 8o 1 Hemos de dículo testamento en quintillas. malo lo mismo que lo decir de nuestro poeta lo bueno. Montesinos interviene en esta comedia como asociado a su pri- mo Durandarte, pero no con sus propias y personales aventuras, tan decantadas en los romances. Sin embargo, la contienda entre en que toman parte, ade- los paladines franceses (jornada primera), más de dos citados, Reinaldos, Oliveros y Dudón, es clara remi- los y ^lonteslaos por amores de niscencia del desafío de Oliveros Aliarda; tema de un largo En En Lope romance las salas el palacio juglaresco: de París, sagrado sustituye a Montesinos con Durandarte, pero conserva el nombre de Aliarda, hija del Rey Aliarde de África (gran Soldán de Persia en uno de los romances de Reinaldos). El la Rey Marsilio es personaje española. con el No podía faltar, común a la tradición francesa pues, en la comedia, carácter de aliado de Alfonso el Casto nardo, que tenía en nuestras crónicas más los mente ignorado en buscando el la carolingios, patéticos, el buen -dejo epopeya donde aparece y de amigo de Ber- y romances. Es personaje de nuestros romances en algunos de y a francesa. D. e interviene Beltrán^ entera- Los romances le presentan cadáver de su hijo entre los muertos de Roncesvalles. Lope empieza por darle el carácter de Néstor en esta epopeya: él es el único que quiere disuadir a Carlomagno de la España, y que se opone a las temeridades de Roldan, sin respeto sus canas y su prudencia: expedición á el cual trata Vuélvete a Francia, Beltrán, Que En la patética escena de su hijo, ces. la Lope largo que la busca y reconocimiento del cadáver roman- este asunto (números 185 y i8ó de Wolf), Por y En campos de Alventosa. El segundo es el viejo el de y viejo tiene la feliz inspiración de no alterar los Dos hay sobre matanza va más estás ya cansado los primero, pero tienen muchos versos comunes, que I8l LA HISTORIA PATRIA COMEDIAS DE ASUNTOS DE prefiere un misnio texto. I.ope i„dican ser variantes de memor.a por citar de completo, pero acaso como más de respecto del Canaonero algunas diferencias de donde le segundo el le --^ da con <^ Conv.ene entresacar tomaron Wolf y Duran. el "^^ texto de Lope: Beltrane * (i); a don grande polvareda-perdimos irá a bt'.scalle, quién suerles-si habrá Siete veces echan padre; su de cupieron-al buen viejo Con Todas la siete le maldad grande. suerte,-las cuatro por Las tres le caben por quedarse podía no Mas aunque no le cupieran.-él que habéis la vida infame. !^Volved a Francia, franceses.-los a morir o vengalle.. Que yo, pqx sólo mi hijo.-voy la matanza adelante; Por la matanza va el viejo,-por tanto los rodeare; Los brazos lleva cansados-de vido a don Beltrane, no Vido a todos los franceses.-y vuelve solo a buscalle,. Vuelve riendas al caballo.-y por los larales; De noche por los caminos,-de día a unos arenales. Y a la entrada de unos prados.-saliendo un adarve en velaba Vido estar un moro perro-que bien la^^be^2). algarabía.-como aquel que Habíale en pasar, alarbe? «Caballero de armas blancas,-¿vístele pesalle; poco es tienes preso, moro,— a oro Si le Y si muerto.-dámele para tú le tienes enterralle. alma.-muy pocos dineros vale.. el cuerpo sin el señas tiene o que talle.» .Ese caballero, amigo,-¿qué el caballo es alazane; .Armas blancas son las suyas,-y dos señales. juntas derecho-tiene Porque En el carrillo Que cuando niño pequeño-se las hizo un gavilane » está en aquellos vaUes. .Ese caballero. amigo,-muerto Dentro del agua los pies.-y el cuerpo en de Siete lanzadas tenía;-pásanle Apenas Y Y (i) le escucha el los arenales. parte a parte.. viejo-cuando como rayo sale morir o vengalle. metiéndose en los moros.-quiere murió al fin Beltrane. peleando-el buen viejo don El romance, en las colecciones, empieza: don Beltrán campos de Áiventosa-mataron a a principios Lope era ya corriente y popular pero la variante con que los cita libros. del sielo xvii, Y se halla en otros .„,:,r,; En ¿) los fronterizo. otro del viejo romance Este verso es casi idéntico a Yo me era mora. Moray ma. - 1 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 82 En la muerte de Roldan, siguió Lope la invención de los épicos ahogado entre del siglo XVI, haciéndole morir los brazos de Bernar- do; pero conservó también el rasgo épico de la espada Durindana, hincada en peña: la BERNARDO ^ ¿Qué es de espada, francés? la é ROLDAN Entendí hacella pedazos, Y quedóse Hasta Entre en los en esa piedra, tremolando. la cruz, elementos poéticos acumulados por Lope de Vega esta obra, se encuentra (y por cierto que no sabemos los como Gastón ni viejo (aunque a tan buenos Paris se lo haya parecido), en dolor viendo herido magno. Pero como y a Carlomagno tación que que Roldan su- fugitivo en Roscesvalles a Cario esta catástrofe era incompatible de Roldan a manos de Bernardo, Lope transpone buye lo que el con la la situación, romance dice de Roldan, y la pone en su boca: Por muchas partes herido,— sale Huyendo de los el viejo Carlomagno, — que le han desbaratado. cruz, — por el suelo arrodillado. de España, Al pie estaba de una Diciendo palabras tiernas - envueltas en duro llanto. «¡Oh, Carlos triste! decía;— ¿qué es de tu esfuerzo pasado? ¿Qué es de tus Doce famosos — que dieron al mundo espanto? ¿Adonde está don Roldan? — ¿Dónde el paladín Reinaldos, Danés Urgel, Brandimarte, Sonsoneto, Alfonso insano (?), — Montesinos, Oliveros — y Durandarte ¡Ay, — Gaiferos y el gallardo. conde Naymo? don Beltrán valeroso, — viejo noble, honrado y sabio, El almirante Guarinos, Por no tomar tu consejo, ¡Vendido me que que hoy conocemos) aquel grandioso romance, no popular, ciertamente, cumbe de con notabilísimas variantes, atribuir a refundición del dramaturgo, o a si tuvo un texto distinto de jueces i el — en Roncesvalles acabo! ha Galalón,— Dios por ello le dé el pago!» Diciendo aquestas razones,— ca5'ó en tierra desmayado. muerte y atri- lamen- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Son romances de Bernardo que Lope varios los en esta comedia, algunos muy modernos y 1 utilizó 83 o glosó de poetas conocidos. Tomó, por ejemplo, del Romancero y Ti'agedias de Gabriel Lobo Laso de la Vega (1587) el nombre del valiente moro Bravonel, adalid del Rey Marsilio, y que pués de Bernardo (l); a lo tiene el segundo lugar en menos no encuentro des- la victoria citado a este moro en autor más antiguo. La escena en que Bernardo reclama -recuerda Magno) ral, Rey (que al aquí es Alfonso el sus servicios, es una paráfrasis directa de la Crónica Gene- y no de éstos de su padre y Casto y no Alfonso el la libertad los romances que se compusieron sobre pues en ella, nada se dice del vencimiento y muerte de D. Bueso, batalla de Valdemora, junto al Duero, que el de ni la Bernardo de Lope •enumera entre sus hazañas. Hay poco cas, en esta comedia un episodio (intercalado, arte) que no tiene raíces en la a. verdad, con la poesía popular ni en las cróni- pero que se enlaza con otro género de tradiciones, las piadosas de imágenes y santuarios. Me refiero a la leyenda de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Para explicar este nombre, supone Lope que se refugiaron Dudón, Brandimarte y otros paladines fran- allí ceses de los vencidos en Roncesvalles. Llegan en su persecución los moros, y cuando el bravo y piadoso Dudón esfuerzos para abrir con su daga un hueco en allí una imagen de la peña, y esconder Virgen, que llevaba consigo. La peña se abre milagrosamente en cuatro partes; baja de la se ve perdido, hace la Dudón deposita allí su tesoro, y montaña para morir heroicamente hecho pedazos por Bravonel. Esta leyenda es más poética que ninguna de las que corren acerca del origen de aquel famoso santuario, situado en una de estribaciones de al la sierra de Gata, al Oriente de Ciudad Rodrigo Sur de Salamanca. Lo que más generalmente se verisímil, es que la imagen las cree, y lo y más se llamó así por haber sido descubierta en 1434 por un francés llamado Simón Rolan (por sobrenombre Vela). La interesante historia de esta invención (en el sen— Simón (i) Vid. números 645, 651 y 652 de Duran. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 184 y genuino de tido etimológico IX de un manuscrito de tulo la palabra) puede leerse en Cró)iica de los templos de milagros que escrita por el licenciado D. el capí- nuestra Biblioteca Nacional, titulada Jayme hay en el del Portillo mundo, de y la Virgen^ Sosa, chantre de la Catedral de Guatemala. La parte relativa a este asunto ha sido ínte- gramente publicada por nuestro del Castillo (l), toria patria, al académico ¡lustre que tanta ilustración debe a sus docías labores, morias de un caballero español del siglo cinio de Nuestra el muy las al me- patro- los sucesos prós- sabrosamente Simón Vela, pero da por supuesto que mucho antes, y con este motivo apunta la que refiere his- la haberse salvado de innumerables peligros El chantre de Guatemala cuenta aunque no xvii, Señora en esa advocación todos peros de su vida y Cánovas el Sr. dar a luz recientemente, para provecho de idénticas, a la peña tenía la historia la (2). de nombre "ese varias tradiciones análogas^ que adoptó Lope: «La causa y razón por qué se llamó Peña de Francia estando en corona de Castilla, y por qué tuvo este título, he procurado es- cudriñar, y lo que he hallado es esto »Esta Peña de Francia, dicen muchos que escritores se llamó monte y peña de Francia por haber estado en ella aquel famoso francés Emperador Carlos Magno; el cual el año de 600 (sic)^ con valerosísimo ánimo, echó del reino de Francia los moros que se querían y queriendo destruirlos y acabarlos, vino en su seguimiento hasta entrar en España, que por aquella parte las rayas de los poblar allí; reinos son vecinas (!); y entrando por aquellos lugares de las haldas de esta Peña de Francia, subió con su ejército sobre monte, pensando que moros que nos, la muchedumbre de gente que se habían encastillado, y halló allí lo alto que no eran sino que como lugar fortísimo y seguro, huyendo de del estaba eran^ los cristia- moros, se (i) Bien lejano estaba yo de pensar, al escribir aquí su nombre glorioso,^ que antes de terminarse la impresión de este libro, una mano criminal había de arrebatar este grande hombre al alecto de sus amigos y a las esperanzasde la Patria. PublíMemorias de D. Félix Nieto de Silva, Marqués de Tenebrón (2) calas la Sociedad de Bibliójilos españoles. Madrid, na 215 y siguientes. M. Ginesta, 18S8. Pági- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA habían socorrido sobre aquella famosísima montaña, 1 sitio y 85 lugar proveído de agua y de otros mantenimientos. » Dicen descansó que escriben de más los allí con todos en aquel monte, favor como les le hizo atrás, que este gran y que por haber estado los franceses, con su real presencia. También dicen que y que les esta sa- Emperador, y que alta montaña decían la trajo este delante de ella por todos los caminos al ejército, sitiada llamaron de Francia, en memoria de tan gran crosanta imagen, de quien tratamos, misa Emperador y sobre la ayudó con grandísimo favor a echar del reino de Francia a los moros, trayéndola por escudo en las batallas que hacía, y que al despedirse de los cristianos, que estaban retira- dos sobre aquella montaña, se la dejó para resguardo de sus vidas, consuelo y compañía de sus almas y perpetua defensa de » Otras historias más auténticas cuentan el la morisma. origen de esta santa imagen y Peña de Francia, y aprobando que se llama Peña de Francia por este ilustre Emperador, contradicen que él trajo esta santa imagen; y el archivo de su santa casa, y un libro que anda impreso de esta imagen de la mayor (l), todos dicen que, estando los moros apoderados parte de España, no teniendo otro remedio los cristia- nos y vecinos de aquella montaña, viendo que sus pueblos estaban enseñoreados de lugar fortísimo, los moros, se subieron a aquella montaña y que muchas cuevas para su tenía como vivienda, los cuales para defenderse hicieron baluartes de piedra seca sobre la corona del cerro por (i) Existen tres, por las partes lo más flacas de él, que de ellas hay menos, que enumera Muñoz y Romero en su Diccionario bibliográfico-histórico: — Historia y milagros de Nuestra Señora de la Peña de Fraficia, con las indulgencias concedidas a los cofrades y a las personas que visitan dicha ima- gen. Salamanca, por Matías Gast, 1567, 4.° — Compendio historial, en que — Salamanca, se noticia la 1670, 4.° admirable invertción de la Í7na- gen de Nuestra Señora de la Peña de Francia, hallada por Simón Vela, por Fr. Juan Gil de Godoy. Salamanca, 1685, 8." —Historia de la admirable invención y milagros de la de Nuestra Señora de la Peña de Thaumaturga imagen Fra?ícia, patraña tutelar y defensora de Oran, hallada por el dichoso Simón Vela, de nación francés, y venerada en la mus elevada cumbre de su más elevado risco, llatnado Peña de Francia, añadida por el M. R. P^ Presentado Fr. Domingo Caballero, del Orden de Predicadores. Sa- iamanca, imp.de la viuda de Gregorio Ortiz, 17 2S, 4." ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA lB6 memoria hasta ahora; y que entre ellos también fué un obispo llamado Hilario, pastor que los apacentaba, y que con ellos estuvo mucho tiempo sobre aquella sierra, y que este santo esta imagen como reliquia de tanta estimación, y la pastor llevó tuvieron hasta que de todo punto, habiendo ganado los lugares cercanos los moros, entendiendo que los cristianos allí pueblos y y demás gente que habían huido y retirádose sobre aquella montaña, tuviesen despojos y riquezas, determinaron subir a la alta montaña y combatilla y como ganalla, lo hicieron; cieron con fuerza de armas res y y como y mataron niños de los que estaban y allí moros eran muchos, ven- infinidad de hombres, muje- poblados, y algunos huyeron por y quebradas que hace poniente por unas gargantas la parte del sierra, los la persiguiendo los moros, dieron tras de ellos hasta llegar abajo a un collado, a donde ahora está fundada una aldea que se llama Monsagro. »Allí les hicieron rostro los cristianos mente; pero como los moros eran muchos, y pelearon valentísima- los nuestros pocos y sin armas, murieron casi todos. El santo Obispo, que había peleado tan poco remedio que tenía, monte adentro, hasta que, pasados algu- valerosamente en defensa de se escondió y huyó por el la fe, visto el nos días, volvió a aquel lugar y consagró todo cia de que los cristianos llamó antiguamente allí aldea la acabaron el monte en reveren- las vidas; a cuya causa se y pueblo que allí se fundó, Monte Sala villa de Monsagro y de presente se llama grado^ sEste glorioso Obispo, con los demás cristianos, temían renciaban esta cristalina era el en aquella alta general consuelo de sus almas, sustentándolos en aquella soledad; nos que blos, (sic) 'wcíz.g'tn allí como estaban la reve- mucho tiempo cual el Obispo o algunos de aquellos cristia- llevaron cuando iban de huida de sus pue- la hicieron con otras imágenes de santos, que después se hallaron en las cuevas donde estaba la hizo, y montaña, que escondrijos de aquel monte alto. Del lugar y esta santa imagen antes de no hay memoria, ni la la cautividad, ni de quién ha podido haber, más de la presun- ción fundada en lo que sabemos de otras imágenes, que los cristia- nos las escondieron, por no dejarlas en poder de los moros. >E1 obispo Hilario, cuando bajó de la montaña alta con los de-- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA más viendo cristianos, el 1 8/ grandísimo peligro en que estaban y que moros subían a despoblarlos y echarlos de allí donde estaban, la Peña de Francia, escondió y reservó esta santa imagen, tesoro consagrado por la mano de Dios para bien los antes de descender de universal de España; metióla en una cueva, tapando la puerta con acomodándola y escondiéndola piedras, que, pasada tro Señor, por favor singular, envió a su como se descubriese, a Simón «Este es Madre en su lugar.» (Es se verá a la tierra para que revelación hecha la nombre de el la Peña de Francia, y la causa por qué tuvo de aquel cristianísimo Emperador francés, que por llamó Peña de Francia, y nombre de el mejor que pudo, hasta Vela.) éste título tomó lo cautividad, vueltas las cosas a su principio, Dios nues- la tan famoso que nace de este el río Peña de PVancia; llámanle en España la a la ilustrísima Virgen, coronada de diamantes él se monte el río de y rubíes Francia, y á^obre la corona de aquella peña, en aquel riquísimo templo, tam- bién la intitulan Peña de Francia, y a boca llaman de Francia, por cuya causa Nuestra Señora de llena los naturales de España la la vemos que Dios quiso que descubriese y hallase esta Señora de Francia Simón Rolan, que también era natural de Francia. Hasta aquí el piadoso cronista, y ha de añadirse que no fueron éstas las únicas relaciones de Francia y rales (lib. XIII, cap. la ma pila la tradición estableció entre la XVI) nos cuenta que en ermita de San Juan, una que los personajes del ciclo carolingio. sita en el Peña Ambrosio de Mo- su tiempo existía en término de Santibáñez de la Sierra, bautismal con antigua inscripción, donde, según antiquísi- creencia de los habitantes del país, había sido bautizado Monte- conde francés Grimaldo ó Grimaltos, y que en unos rotos mármoles se leían restos de una inscripción que afirmaba ha- sinos, hijo del ber poblado el Emperador Carlomagno díase que el lugar llamado aquellos lugares (l). hoy Fuenteguinaldo, Aña- se había llamado primitivamente Fuente de Grimaldo^ en memoria del paladín francés. Todo (i) ello Véanse prueba cuánto crédito habían logrado en las Castilla las observaciones que hace Milá yYon\.'axiz\s (De la poesía lieroico-popular, 348-350) sobre estas tradiciones, a las cuales pretendieron dar valor histórico Morales y Pellicer. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA l88 narraciones de los juglares sobre asuntos del ciclo francés, cuando hasta se las localizaba en comarcas sumamente lejanas de Ron- cesvalles. Se ha atribuido falsamente a Lope de Vega (en los catálogos Medel y Huerta) una comedia de La Peña de Francia^ que de sin disputa pertenece a Tirso de Molina, y puede verse en la cuarta parte de las suyas, recogidas por su sobrino D. Francisco Lucas de Av¡la(l635). Esta comedia se refiere que ver con la al hallazgo de Simón Vela, y nada tiene tradición dramatizada por Lope. El error de habérsele atribuido a nuestro poeta, procede, sin duda, de este episodio de casamiento en Fácil es la El muerte. comprender que una obra en la cual se acumulan tantos elementos diversos y tan enorme material poético, no puede tener unidad propiamente dramática, sino épica tan sólo, y aun muy ésta flojamente observada, siendo algunas escenas de todo punto episódicas e inconexas. Es una pieza desordenada, pero llena de fervor patriótico, y en la cual se siente una continua vibración poética grande y generosa. «Este drama (dice tusiasta francés Baret) es un panegírico en- el crítico de España. Asistiendo a esta descripción poética de su país, escuchando esta enumeración de sus principales familias y de la se- de sus reyes, destinados a regir dos mundos, esta profecía de rie las futuras grandezas de España, el público debía de salir del teatro verdaderamente transportado de admiración y de orgullo. Nunca, seguramente, hubo arte más nacional, ni drama más patriótico. El casamiento en la muerte^ por su carácter épico-lírico, recuerda mu- chas veces Los Persas, de Esquilo, y se puede afirmar de esta obra que Esquilo mismo decía de sus tragedias, «que está lo llena del furor de Marte». Reconoce el mismo crítico, y con él otros de su nación (l), que sentimiento patriótico, con ser tan ardiente en Lope, no el a ser injusto con saba (i) rís, el el valor de los franceses, sin mismo axioma caballeresco que Ercilla: Lafond (Ernest), Étude sur 1857, pág. 161. le arrastra duda porque profe- la vie et les cenvres de Lope de Vega. Pa- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Que no De es el vencedor 1 89 más estimado aquello en que el vencido es reputado. Al contrario, en las escenas de la de la suerte de los vencidos con Peña de Francia parece dolerse magnánima compasión que raya en ternura, y tiene buen cuidado de no hacer intervenir en aquella tragedia atroz más que a los infieles, tiano martirio la muerte de El mismo zos de este Dudón y y de presentar como un sus compañeros. traductor francés antes citado, drama con persas entonan; compara algunos tro- del mensajero a la Reina Atossa en el relato Los Persas, de Esquilo, y con cris- lúgubres que los mismos los cantos y encuentra semejanza también entre las últimas Dudón, y la despedida de Talbot y campo de batalla de Castillón, en el Enrique VI, de palabras que Roldan dirige a su hijo sobre el Shakespeare. Pero hay que considerar en este drama otro aspecto, además del propiamente heroico, que es mostrar en Bernardo, no también francés, que predomina. Lope ha querido sólo el ideal del defensor prototipo del el el amor filial. la Patria, sino «Esta pieza (dice otro crítico Lafond), que en su estructura es nicas de Shakespeare por sus de muy semejante a nombres tomados de las cró- la historia, por sus combates, por sus peripecias, tiene una ventaja grande sobre y es la idea moral y digna que por toda bello drama una unidad de interés y de a este que da y grandeza que constantemente nos mantiene en las regiones más eletodas las del autor inglés, ella circula, vadas de la inteligencia.» Sin asentir yo a los términos literales de este elogio, porque tísimos conceptos morales abundan en el kespeare, no puedo menos de llamar mente sobre que este la la al- teatro histórico de Sha- muy singular- atención escena, no sólo bella y patética, sino sublime, con drama termina, y que por el atrevimiento y la originalidad con que está concebida, y por la franqueza y el nervio con que está ejecutada, bastaría por sí sola para la gloria de un poeta. Quizá nin- gún otro de edades cultas ha llegado a inventar nada tan primitivo y tan épico. A Lope le pareció incompleta la leyenda, tal como estaba en la Crónica General y en los romances derivados de ella, y jgo ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA d¡6 un final de su propia invención, haciendo que Bernardo se legitime a sí mismo, juntando con la mano de su madre la de su la padre, helada por la muerte. Véase este grandioso cuadro, del cual que son tributo pagado sólo suprimo algunos versos, del público, o a la facilidad, a veces deplorable, del Ya, fuerte Bernardo, tienes al Conde, tu padre, aquí. BERNARDO ¿Es cierto? ALCAIDE Digo que sí. BERNARDO Padre y señor, qué, ¿ya vienes? Padre, en la piedad divina Tuve esta esperanza cierta. Tira, Bernardo, esa puerta Y el paño de esa Verás lo cortina; que has deseado. BERNARDO ¡Padre y señor, padre mío, Lágrimas de alegre envío A vuestros pies, padre amado! ¡Canas honradas, bastantes A honrar Que no un a mí, hijo tan bueno. de faltas lleno: Perdonad no veros ¡Padre, no me Buena presencia antes! harto de veros; tenéis: Tarde a vuestro hijo veis, Y tarde vengo yo a veros! Pero hoy, padre, me engendráis, Yo, señor mío y mi bien, al mal gusto grande ingenio: COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Os conozco, y vos también Os pido rae conozcáis. Dadme esa mano a besar. ¡Bendecidme, mano mía! ¡Ay, cielos, cómo está fria! Padre, ¿no queréis hablar? Padre, ¿habéisos desmayado? ¡Oh, mi agua traed! alcaide, La verdad, señor, sabed: Muerto es vuestro padre amado, Que ha tres días • que expiró. BERNARDO ¿Muerto? ALCAIDE Sin duda. BERNARDO ¡Ay de mí! ¿Que esto vine Y a ver aquí, que esto vengo ¡Que vivo no ¡Oh, pobre ¡Que me de a ver yo? te alcancé! ti, Bernardo! he de quedar bastardo! ¡Que bastardo me ¡Ah. padre! ¿Así ¿No merecí veros quedé! me dejáis? vivo?.... ¿Quieres este alma, buen Conde, Para volver a Que Que si vivir? debe de decir; otorga quien no responde. Ahora bien, amado padre. Esperad un poco aquí: está, Hernán Díaz, Doña Jimena, mi madre? ¿A dó di, IQI 192 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA HERNÁN DIAZ ¿No ves ese monasterio Que está enfrente de esa casa? Pues En allí su vida pasa eterno cautiverio. BERNARDO Aguardadme un poco aquí. ¡Vive Dios, pobre Bernardo, Que no has de quedar ¿Es ésta bastardo! la iglesia? HERNÁN DÍAZ Sí. (Habla Bernardo y responde una monja.) BERNARDO ¡Deo gracias! MONJA ¿Quién está ahí? BERNARDO Bernardo soy. DOÑA JIMENA ¡Hijo mío! Hijo, yo me iré con vos. MONJA Ni lo quiero ni permito. BERNARDO Señoras monjas, pasito, •Que haré un estrago, ¡por Dios! Salid, Madre, madre, pese a mí. ¿sois monja? '•COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA ig- DOÑA. (IMENA Yo no, BERNARDO ¿Profesastes? DOÑA JIMENA No he ^ue está vivo podido; mi marido. BERNARDO Vivo que ya murió; no, Pero, pues no profesastes, Llega, y veréis vuestro esposo. DONA JIMENA ¡Conde y señor! BERNARDO Darme Ya No el bien que está muerto; Ya es forzoso me quitaste. no lloréis, os desmayéis, no os mováis. Pues hoy Como la me legitimáis mano le deis. DOÑA JIMENA ¿Posible es, esposo mío, Oue muerto os viniese a ver? BERNARDO Mostradme, noble mujer, Infanta, varonil brío. No lloréis, que ¡vive Dios, Madre, que os pierda el respeto! DOÑA JIMENA Pues ¿qué queréis, en Menéndez t Pelkyo.— Estudios sobre efeto? el Teatro de Lope de Vega. 13 jg4 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA BERNARDO Quiero que os caséis Dadme (Toma la los dos: esa mano. mano de su padre, y junta las dos manos DOÑA JIMENA Sí doy. ^ BERNARDO ¿Casáisos con él? DOÑA JIMENA Yo SÍ; Mas ¿qué ha de importarte a ti? BERNARDO Así legítimo soy. Padre, apretad bien Supuesto que muerto Decid no ha sido en vano. Y si no Con la boca bien lo pronunciáis cabeza la Como que la Sí dice; el que no Que soy el sí, así, este sí otorgáis. (Toma Y mano: que bien podéis. sí, Sí, dijo; Bajad la estéis, sí, cabeza con la mano y hácela bajar. claramente; dijere aquí legítimo así. Mil veces digo que miente. No hay más ley; y yo me fundo En que los dos se han casado, Y que me han Cuanto legitimado al cielo y cuanto al mundo. "Vamos; daré sepultura A aquel que mi padre fué, Y a vos, A vuestra honrada clausura madre, os volveré COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Si esta escena estuviera en Shakespeare, todo el 1 mundo la 95 sabría de memoria y no hubiera habido palabras con que ensalzarla. Como está en Lope, ni los españoles mismos se acuerdan de ella. Y es cosa digna de repararse, que este olvido o desconocimiento del valor poético de esta invención, empieza fundidor que a esta comedia la ya en el inteligente re- tocó en suerte, y que fué el mismo D. Alvaro Cubillo de Aragón, de cuyo Conde de Saldaña hemos hecho tuló el correspondiente elogio. Pero en Hechos de Bernardo del Carpió (l), la segunda parte, que ti- Cubillo, poeta algo tímido, aunque discreto y de buen gusto, no se atrevió a repetir la gran situación imaginada por Lope, y enervó también, a fuerza de elegancia, la viril poesía del argumento, suprimiendo casi todas las remi- y los fragmentos de romances, con lo cual resultó una obra mucho más arreglada que la de Lope, pero sumamente niscencias épicas inferior a ella en savia tradicional, en pasión y en movimiento, — IX. Los Tellos de Meneses {primera y segunda parte). La que hoy llamamos parte primera, fué impresa en 1635 en la Veinte y una parte verdadera de Lope (1635), publicación postuma hecha por su doña Feliciana Félix del Carpió. Los versos con que acaba la comedia, prueban que Lope, cuando la escribió, no pensaba en sehija gunda parte: Porque aquí De Los Godos de La segunda la historia acaba Tellos de Meneses, la antigua España. parte, titulada Valor ^ fortuna y lealtad de los Tellos de Meneses^ no se encuentra más que en ediciones sueltas, acompa- ñada generalmente de la primera, cuyo adiciona con estos final se dos versos: Hasta Que la segunda parte, refiere sus hazañas. Hartzenbusch estaba persuadido de que es de Lope, a mentos de (i) lo menos en esta sospecha suya: luego diré lo Impresa en J>aña (1660). esta la Parte segunda parte no su totalidad; pero no apuntó los funda- que me parece sobre treze de comedias de los mejores ingenios de Es- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA igó esto. De todos modos, es comedia buena y antigua. El Sr. Hartzen- buách creyó poder sos de la su fecha en 1625, fundándose en estos ver- fijar primera jornada: Vuestras banderas ponga en Margen Que Que del remoto columnas baña las el el mar de España, tebano llamó Pues ya tenéis la fin de torre en Las fuertes naves de la la tierra, que se vfán Gran Bretaña, Cuando el mar discurrían Amenazando guerra Pero yo no creo que en estos versos se aluda a de los ingleses contra Cádiz en dicho año Hércules de La Coruña, desde pudieron verse las la cual, la venida hostil Torre de (l), sino a la no una sola vez, sino muchas, naves inglesas amenazando guerra a nuestras costas. La primera parte de Los Tellos de Men&ses fué refundida en cinco actos por D. Manuel Bretón de los Herreros, representándose con gran aplauso en esta refundición septiembre de 1826 (2). Príncipe, el 6 de Desde entonces ha permanecido pero estamos seguros de que tase ponerla el teatro del el mismo éxito lograría nuevamente en escena con alguna nero a que pertenece, porque dentro de él es hoy si olvidada; se inten- inteligencia del gé- una de las piezas más excelentes de Lope. La acción se coloca pero es poco o nada lo en el reinado de que hay en ella Don Ordoño I de León, de histórico. El fondo del cuento es una leyenda genealógica, que de seguro estará consignada en algún los más de linajes antiguos, como libro (aunque el la hemos buscado inútilmente en llamado del conde D. Pedro), pero que Lope, según toda probabilidad, tomó de un poema de su amiga escritora portuguesa (i) Hay sobre Herrera y Rivera, la doña Bernarda Ferreira de Lacerda, que ya una comedia de D. Rodrigo de marqués de Auñón, La fe no ha menester armas, y, esta frustrada intentona hijo del venida del inglés a Cádiz. No figura en ninguna de las dos colecciones de las Obras de Bretón, (2) pero fué impresa suelta en Madrid, 1863, imprenta de M. Galiano. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA hemos tenido ocasión de y libertada^ mera es Castilla y figura en la es la es de i6l8 segunda de Ei Peregrino. lista En canto IV, el pues, de este poema, se lee el episodio de Tello de Meneses doña Elvira. romances de transcribir las que se refieren a que II, que y la este asigna caprichosamente Rey Ordoño Ordoño I, y que por la señora sino de Ordo- contrajo segundas nupcias con del primer matrimonio (no fecha de 921. Refiere, pues, la y que pronto hubo gallega Aragonta, flojas esta leyenda, se hallan. Adviértase Ferreira no pone la acción en tiempo de ño la ilustrísima disensiones entre los hijos madrastra (octava 45 y siguientes), la la Soledades de Bassaco); pero no po- las ser bastante raro el libro en y de doña Ximena, y Lope Las octavas de doña Bernarda son bastante demos menos de (l). seguramente posterior a esta fecha, puesto Infanta, a quien la poetisa portuguesa llama así sus lindos España Portugal, cuya pri- que Lope pudo alcanzar impresa, La comedia de Lope que no con otro motivo. Titúlase citar una crónica métrica de parte, única 1Q7 y prosigue de esta suerte: Pero entre los demás doña Ximena, Al regalo de madre acostumbrada, Tiene con falta della mayor pena, Llamándose mil vezes desdichada. Mas del yerro que tanto la condena No queda con Pues la aquello disculpada, doncella honrada, ni en trabajos Se dexa entrar de pensamientos baxos. Unos de que En la Infanta se burlaba otro tiempo, dándoles de mano, Admite aora y quiere ser esclava Del lisonjero amor, ciego Así que De la tirano. que de antes se espantava cierto cavallero cortesano Tener para mirarla atrevimiento, Aora ensuzia en él su pensamiento. Olvidada de (i) sí, y aun de la alta Hespana Libertada. Parte primera, comptiesta por doña Bernarda Ferreira de la Cerda. Dirigida al Rey Catholico de las Hespanas tercero deste tiombre, nuestro señor Crasbeeck, 4.°, folio 65 y siguientes. En Don Philipe Lisboa, en la Officina de Pedro ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. Sangre suya Real, en que parece Más culpable y mayor cualquiera Quiere entregarse Avisado el a quien no amante desto, la íalta, merece; salta Sobre un cavallo quando se escurece El Y día, que la luz de Phebo dora, alegre a buscar viene a su señora. Ximena (en cuyo pecho amor disputa Con el honor), mirando al caro amante, «^ En perder por él todo resoluta, No se le pone más honra delante. Los intentos furiosos executa Como loca mujer, y en un instante Va la que era señora, qual captiva, Por amor hecha pobre y fugitiva. Las joyas más preciosas que tenía Lleva consigo, y vanse apressurados Porque antes que viniesse De la corte estuviessen el claro día desviados. Huyendo van por donde amor Buscando los guía. los lugares apartados; Ella puesta en las ancas del cavallo, Con los brazos asida a su vassallo. Entre bosques amenos siempre umbrosos. Para que los encubra su hermosura. Caminan igualmente recelosos Que la vida les cueste esta locura. Los livianos intentos amorosos De En Y quien del apetito sólo cura, arrepentimiento siempre paran, los destos amantes lo declaran. Mas, aunque temerosa va la Infanta, Conténtase con ver a su querido, El qual consigo mismo ya se espanta De cómo pudo Y las leyes ser tan atrevido. de amor Del temor de la al fin quebranta, muerte más vencido Que deste amor y excesos, obligado De quien perdió por él su ser y estado. De la pobre señora se despide Fingiendo Y ir a buscar mantenimiento, con muestras de grande amor le pide COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA •Que espere su venida sin tormento. Ella, engañada, (Con los ojos la distancia en Que hay de uno Y él y el mide pensamiento) a otro, mientras él va andando, queda con suspiros aguardando. Así, entre solitarias selvas dexa El pérfido a su dama desdichada, Y para no volver della se Que ya como alexa," principio no es amada. al Sigue (porque con miedo se aconseja) Su determinación desesperada, Usando aquel extremo de vileza Indigno de los pechos do hay nobleza. Del yerro se arrepiente, pero tarde, Y haviendo sido osado quando huviera De temer más, se muestra aquí cobarde Al tiempo que atrevido ser debiera. Toda mujer, por De condición la Con que esto, es bien se guarde falsa, lisonjera, este ingrato género las trata. Hasta que sus cimientos desbarata. No sabe poco aquella que resiste A sus dorados daños y trayciones. Cuyo remedio vemos que En huyr de Porque consiste las locas ocasiones. éstas siempre tienen el fin triste, T assí lo son también los corazones De las que de Y estos La bella hija Entre los hombres se males no temen confian, ni desvían. de Ordoño, congoxosa. temor y la esperanza aguarda Al traydor en la densa selva umbrosa. el Que de poder ser vista la resguarda. No descansa la triste, ni reposa Todo aquel día, viendo quánto tarda, Y pensando que viene al movimiento De qualquier árbol, halla sólo viento. Ya De la noche mostrando su carranca (sic) negríssimas sombras ofuscada, Desterrava del cielo la luz blanca, Dando Thetis a Phebo su posada, Quando doña Ximena (que no estanca IQQ „ 200 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA^ De agua destilada los ojos el Con el fuego de amor) desta manera Se quexa del después que desespera: «¡Ay, lisonjero amor, afecto loco Del alma que es ociosa y deshonesta! ¡A,y, fuego comenzado de tan poco, Que entre llamas la tienes siempre puestatJ ¡Ya de tus gustos el amargo toco; Ya, por mi mal, desengañada, en esta "^ Partida de mi falso amante veo Que engañan tus promessas al desseot »Bien tengo merecida aquesta pena. Pues seguí como ciega tus Y he dexado por ti locuras, de ser Ximena, Para venir a tantas desventuras. culpa y poco seso ]Mi Mas tú, me condena; pues que matarme así procuras, Sea con brevedad, porque esta afrenta (Aunque eterna ha de ser) menos se >¡0h, cómo me alegrara si la vida Me sienta quitaran los brutos animales; Pero no podrá ser, pues fui nascida Para acabar a fuerza de mis males! ¡Ay, cielos! ¿Es posible que me olvida Quien tanto amé? Mas somos desiguales En sangre, y en amor assí lo fuimos, El qual quiere ygualdad que no tuvimos. >Ingrato cavallero, Él afición si fingías que siempre me mostraste, ¿Por qué hasta aquí contigo Y tan tarde ¿Cómo mi No me traías mi amor desengañaste? corazón, pues le tenías, estorbó la trayción con que pagaste Estos excesos míos amorosos Que a hazerme >Si el vil temor de han sido poderosos? te dar mi padre muerte (Hallándonos su gente en A tal No el camino), trayción havía de moverte, hizieras el primero desatino. Mas permitiólo assí mi dura suerte; Porque puse el amor en hombre indino De mi persona, ya no vale nada. HISTORIA PATRIA COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA desdichada. Ni soy más que una pobre lias hecho, »Y con todos los males que me he sido, Viendo quién por ti soy, y la que pecho triste No puedo aún quitar del me ha traído. Este amor que a tus manos luego, al contrario, fué deshecho, buelto, por mis daños, en olvido; En Y ti Que como no era bueno y verdadero, Passó por mi firmeza »Dexásteme, muy ligero. cruel, sin acordarte Que en un desierto sola por ti quedo, En el qual, aunque canse por hallarte. No sé ni veo adonde hallarte puedo. Vencióte ingratitud por una parte, miedo, otra la condición del flaco De Al qual Mas el los pechos nobles dan de mano. tuyo mostróse ser villano. »Vete, traydor. cobarde, y plega al cielo Que algún día exprimentes mis dolores, En que no puede haver ningún consuelo. mayores. Ni amante los sufrió jamás Con mi fuego Y De se yguala, acaban los tristíssimos al fin, tu yelo, amores de amor doña Ximena, En infamia, dolor, tormento y pena.» Y la loca La tristíssima Infanta assí dezía, en las selvas sus Mientras sobre las quexas resonaván, yerras reluzía El agua que sus ojos derramavan. Acabóse la noche y vino el día, que ella los cerrasse, y no cansav.m Sin mirar el camino, por si vían Aquél por quien llorando no dormían. Como la bella Ariadna, que en la playa, De Del ingrato Theseo llora el olvido. Sin remedio tener por donde vaya Buscar el fiero amante endurecido. su trayción pensando se desmaya, Llamándole cruel y fementido. En grita, llora y siente su querido ausente. de La perfidia triste y tenebroso tinieblas que Más Así Ximena 201^ 20 2 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Le fué todo aquel día, y Que De el siguiente, passó sin sustento y sin reposo, lágrimas biviendo solamente. flaqueza y temor le hazen dudoso La Qualquier camino que seguir intente; ^las al fin toma el mismo por do fuera El que llama, aunque verle ya no espera. Va caminando, Y pues, pálida y lassa, apenas con trabaio los pies mueve, t. En sus danos pensando y suerte escassa. Que entre tantos la puso tan en breve. Los desiertos caminos por do passa, Con lágrimas ablanda A 5' no se atreve llevar la jornada por delante Sin parar, como enferma, cada Habiendo andado mucho, instante. fatigada Del cansancio, passión y desconsuelo, Pues siendo Infanta tierna y delicada, sol, de noche el yelo; Sufrió de día el Fué a dar en De un pobre un casal que era morada labrador llamado Telo^ Cuya mujer, mirando su hermosura Y traje, recogerla allí procura. La que necesidad desto tenía. Con humildes palabras agradece Aquella caridosa No {sic) cortesía. queriendo perder Y tanto Que a la lo que le offrece. regalan aquel día. Ximena acertado le parece muerte, en pequeño Quedarse, hasta la Casal, sirviendo en casa de su dueño. Determinada en esto Y muriendo después Como el como esclava, la labradora, leal criada la lloraba. El buen Telo, pensando En señora. la Sirvióles desde entonces el mismo Meneses), De que la ella la mejora casal (que se llamaba recibe por esposa. aun se tienej)or dichosa. Nació del primer yerro esta baxe2a Tan desigual al ser de aquella Infanta, Mas quien no tuvo en honra fortaleza, PATKIA COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA Que en lo demás Plonor allí le falte, Excelencias que más Y lo primero, en no me espanta. perdió, y aquí nobleza, el mundo canta; no fué Diana: al fin, Después a un labrador su sangre allana. oro finíssimo mezclado Assí, el Ouedó con baxo plomo, que la suerte No suele dar a todos ygual grado (Que es condición mas propria de Unos suben Y Poniendo Como baxo del al alto en baxo a vezes al alto la muerte]: estado, le convierte, ricas perlas entre arena, se ha visto en Telo con Ximena. El padre desta Infanta desdichada Tuvo tanto dolor y sentimiento De la afrentosa huyda no pensada, Oue nunca pudo más bivir contento. Y aunque de muy muchos fué buscada, Haziéndose por su descubrimiento Muy grandes diligencias, vanas fueron, Pues sin ella más tristes se bolvieron. Rey si por ventura Al yerro de Ximena ayudaría Imaginando el Sufrir la condición áspera y dura De su madrastra, que él favorecía. De bivir más con ella no se cura, antes repudiándola, la embía su tierra, Galicia, con gran yra. Suspirando de nuevo por su Elvira. Mas A Templada por el tiempo la tristeza, Le fué dando lugar con que buscava En las selvas del bosque y aspereza La quietud que en la corte le faltava. De las casas que obró naturaleza Dentro de los peñascos, se pagava Más que de su palacio suntuoso. En el qual no tenía aquel reposo. entretiene. A caza muchas veces se Donde acaso la noche le ha tomado Juntó de aquel casal adonde tiene La causa de sus penas y cuydado. El dueño del, que a recebirle viene. 203 204 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VKGA Desde entonces se juzga por honrado, Viendo su casa humilde ser posada Del por quien era Hespaña governada. Dale con voluntad sincera y buena el campo no suele haber doblezes) (Que en Una rústica Conforme y bien guisada cena, pobreza de Meneses. a la Al padre conoció luego Ximena, Que irse a sus pies intenta Mas tanto muchas vezes Q), que a querer salir comienza, Impídenla el temor y la vergüenza. Tenía ya de Telo, su marido, Dos * hijuelos mellizos y tan bellos, Que aunque en pobre y rústico vestido, La sangre de la madre se ve en ellos. La qual, después de haberse resolvido En padre echar con irse ante su Hizo un sutil ellos, enigma con que diese A entender algo desto antes que fuese. Del costoso vestido con que vino A aquel casal y monte despoblado, Corta unas medias ropas de oro fino, Texido entre riquísimo brocado. Y luego (haziendo un traje peregrino Que en La parte alguna nunca fuera usado) otra mitad de baxo sayal corta, Insignias claras de su suerte corta. Con (Que Y hilos brevemente las apunta vestirlas los niños luego puedan), después que la gerga al oro junta. Dos extraños vaqueros hechos quedan, En que con la riqueza se ve junta La pobreza, y assí muy bien remedan La gran desygualdad que puso el cielo Entre la Infanta Unas tortas Hace con Que perfeción, de que sabía su padre gustaba, a quien Por postre con Y y su marido Telo. de huevos después desto muy presto los niños las embía. dentro de una dellas iba puesto Cierto anillo de precio, en que se vía (i) Malas rimas, por defecto de la pronunciación portuguesa. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Un hermoso En rubí, que el le había dado su próspero tiempo ya passado. Vestidos de librea tan extraña, Mira Y los bellos niños el abuelo, una admiración grande Viendo tal le Que, siendo preguntado, no Antes su Como El Queda la Infanta no sabía el Rey con oírle sospechoso podría su hija ser aquella. después que miró Pregunta más por Ya engaña, le sangre donde procedía. De que Y - historia cuenta sin recelo. quien de alta acompaña novedad en cas de Telo, lo tiene por rubí precioso, el las señales della. cierto, Se informa muchas ya dudoso; vezes, hasta vella Ante sus pies turbada y vergonzosa, Como a fuerza del sol purpúrea rosa. Cubierta de las lágrimas que vierte, Dize assí la señora desdichada: <Si la condición dura Me no Si de mi suerte guardava esta vida desseada; me han dado mis desdichas muerte Para por essas manos me ser dada, me tengo. Por bien afortunada ya Pues a besar tus pies indigna vengo. »Del yerro, mi señor, perdón te pido, Pero no de la pena que merezco, Porque después de haberle cometido, Con razón a mí misma me aborrezco. Y quando vea yo que me has creído La ansia que arrepentida aquí padezco. Por ventura que acabe muy contenta La vida que he passado con afrenta. »Pues que no puedes padre ya llamarte, Y esta honra he perdido El como infame. nombre de mi Rey deve obligarte. Que el mundo no me impide te lo llame. No digo yo que dexes de vengarte, Ni te pido la vida, pero dame Algunas muestras, antes de De que te has lastimado la muerte, con mi suerte. 20| > 206 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA >Dame estos pies, señor, liberalmente, No me quites el último consuelo, Aunque con ellos pises esta frente Y Y que algún día fué rostro, si tu ser real Cerca de no me tu cielo. consiente pues soy mujer de Telo, sí, Mira que antes de serlo fui tu hija, Y a nadie es Y »La mía lué cruel y rigurosa, este mismo rigor que usó conmigo. dado que su suerte elija. ^ Humillando mi sangre generosa, Ha servido a De un pobre de los yerros labrador castigo. me veo Los rústicos trabajos con esposa; él sigo. Hecha sierva y humilde labradora La que siendo hija tuya fué señora. »Y''a que mi proceder fué tan villano Que escureció tu sangre esclarecida. Mátame, señor mío, por tu mano. Pues también causa has sido de mi vida. Con recebir de ti la muerte gano Publicarse que un rey fué mi homicida. Guando no mereció mi baxo estado Creer el mundo que tú me has engendrado. Quisiera proseguir, pero no pudo. Que la fuerza del llanto lo impedía, Y Ordoño Lo que (que de espanto quedó mudo). hiziesse en tal El amor paternal era Que entonces Y llevando a caso no sabía. el Ximena escudo defendía, a la cólera ventaja, Al castigo de aquella ofensa Quedó la ataja. arrepentida perdonada, \' el odio que tenía por eterno, Con la nueva piedad se buelve en nada. Que todo puede A Telo al fin amor paterno. pareció cosa soñada Verse del mismo Rey de Hespaña yerno. Por mercedes del qual, desde Pudo subir a muy Corriendo aquel de quien los Años y arado el sublime estado. días, largos siglos se formaron. meses. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PAT^ilA Los descendientes suyos muchas veses Con ilustres familias se mezclaron Y deste sobrenombre de Meneses A su solar conforme, se llamaron, Usando el (sic) patronímico de Telo, Pues su tronco y origen En le hizo el cielo. este cuento algo infantil fundó Lope de Vega parte de Los Tellos de Meneses^ pero haciendo en que 207 él primera la modificaciones ennoblecen, y dándole un sentido histórico y poético de que le carecía la leyenda genealógica. Guardóse de pintar a la Infanta como mujer fácil y liviana que se rinde a la deshonesta solicitud de un criado de su casa y se ve luego afrentosamente abandonada por él, sino que dio a su fuga tando al un motivo elevado y generoso, transportiempo de Don Ordoño lo que la historia cuenta del casa- miento de doña Teresa, hermana de Alfonso moro. Por huir de tal enlace, la V de León, con un rey doña Elvira de Lope abandona la compañía de su criado Ñuño de Aybar, que la deja monte, pero que no se atreve a atentar contra su honor, casa paterna en sola y en el se contenta con robarla sus joyas, a excepción de una sirve luego para el reconocimiento, escondida vos que presentan Pero la al Rey en aventura de nuestro Lope en el la Infanta, el viejo y Tello el siglos de porciones de la la la la Reconquista, Es el y bellos Ferreira, es aquí la prestigio poético de este que brotaron de la fanta- fuerza de adivinación histórica vida de una familia montañesa en los pri- epopeya, Lope, y que ofrece más el creación de los dos caracteres de Telia mozo, y en con que reconstruye meros la de hue- la tortilla única cosa que pudo encontrar el interés maravilloso drama, uno de los de Lope, consiste en que casa de los Tellos. poema de doña Bernarda que menos importa; todo sía en sortija, más el idilio idilio realista levantado hasta perfecto contraste con lagosa poesía pastoral, a que él nes de otro género, forzando mismo las la falsa y empa- rindió tributo en produccio- y violentando su castiza naturaleza. Siempre he observado que aquellos dramas de su teatro rico o legendario, en que Lope pro- en que siempre triunfaba histó- se limita a pedir prestados a la his- toria o a la tradición épica algún nombre ó algún hecho, y luego ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 208 saca todo lo demás de fuerza poética y en viva muy su propio fondo, son y exposición, fácil técnica, a aquellos otros en que se y superiores en hasta en regularidad somete demasiado a la pauta de una crónica y no quiere perder ninguno de sus datos. Lope, aun in- ventando mucho, persiste siendo poeta épico; pero en estos casos es de además gran autor dramático, porque, disponiendo libremente la materia, la adapta mejor al molde escénico, simplifica re- lativamente servir al ñn acción, encadena mejor los incidentes, haciéndolos la principal, prepara todo, ahonda más en el con más arte las situaciones, y, trazado de los caracteres, y matiza logo de riquísimos detalles que no pueden tener cabida en el sobre el diá- rápido y tumultuoso movimiento de escenas desligadas de que se componen aquellas comedias en que siguió puramente No es de ésas Los Tellos de Meneses; al de leyendas, de tipos más puros tizan un texto épico, sino que fueron concebidas dramático. y Y del otro género este genero de comedias, las sobrio la que no drama- que ni la his- indican, sino de un modo descripción de las costumbres domésticas patriarcales, contrapuesta a la agitación de la y montañés, tal como tura de un interior rústico pectadores se los como embrión como Lope le entendía tal misma canción heroico-popular y elemental: histórico. uno de 3'a practicaba, suelen contener en 'pleno desarrollo lo toria ni la y método el contrario, es vida guerrera; el poeta y la y pin- sus es- imaginaban que habría sido en una antigüedad lejana poética, pero cuyos vestigios no se habían borrado aún en ciertas los recogió con piadoso celo, dándoles vida perenne en su arte, no con la fidelidad comarcas de la Península. Allí los encontró Lope, y o frialdad arqueológica que hoy echan de menos algunos, pero que era incompatible con el carácter popular de su Teatro, sino con una poética mezcla de imaginación retrospectiva, de dulce apego a lo tradicional, campos y de las y de observación costumbres de directa de la vida de los los rústicos. Este intenso colorido histórico de la obra, ha llamado siempre la atención de buenos jueces, aun en tiempos en que no se estudiaba mucho cía Viel-Castel en primeros de siglos 1 ni se y melancólico el Teatro de Lope conocía íntegramente. «Esta pieza (de- 840) presenta un cuadro vivo y animado de los la monarquía Ya los reyes de León comenza- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 209 ban a extender sus dominios; la nobleza que en tiempo de Pelayo se había refugiado con ellos en las montañas de Asturias, descendía poco a poco para establecerse en moros; la montaña comenzaba ban algunas nobles reconquistadas a los las llanuras a despoblarse, pero todavía que no querían abandonar familias el queda- suelo en que sus antepasados habían llevado por tanto tiempo una vida agreste e independiente. Cuando la Infanta llega a Esas grandes caserías Que Y pregunta a dellas parecen peñas, dellas huertas parecen un labrador cuáles son sus dueños, y él la contesta: Todas son casas que albergan Hombres ricos mpntañeses, Que se quedaron en ellas Desde el tiempo de los godos; Tienen aquí sus haciendas Y son reyes destos montes. Esa que miráis más cerca, Es de Ramiro de Aibar, Mi amo; esotra más vieja Es de Servando Fernández; Estotra es de Mendo Vega; Aquélla es de Ortún Ordóñez, Y está de aquí legua y media La de TeUo de Meneses, Hombre a quien todos respetan. »Tello de Meneses, designado iguales, es en realidad el Pero de Cuyos más los rico así como el primero entre sus de todos. que han quedado, solares adornan Paveses de antiguas casas, Familias de gente goda. La de Tello de Meneses, Serrana, es la más famosa, Más rica, y por muchas causas Más respetada de todas. Menéndez y Pelato.—Estudios sobre el Teatro de Lope de Vc!;a, 14. 2(0 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE Cincuenta pares de bueyes Aran De la tierra, abundosa rubio trigo, que apenas Hay que trojes Trepan le recojan. estas altas peñas Fértiles, cabras golosas En cantidad, que parece Que otro monte inculto forman. Bajan a este claro De A río. aquellas nevadas rocas beber tantas ovejas, Que unas a otras se estorban No hay dehesas, vegas, prados Adonde las vacas coman. Con de Tello ser Diez leguas a En De llegando la las mieses redonda la vendimia, negras uvas rebosan Los lagares, que las cepas Por pardos sarmientos brotan. más hombres Treinta y Y el la pisan, mosto que sus pies moja. Para cuando vino sea Les jura vengar su honra. Aquí en cárceles de erizos Le dan castañas sabrosas Los montes, las anchas vegas Verdes peras, guindas Con las pálidas rojas, camuesas, Nueces, avellanas, moras, Serbas, nísperos y almendras, Que flores de nácar bordan En esos bosques sombríos, Con amorosas congojas, Braman rail sueltos venados desdeñosas. Por las ciervas Los conejos, advertidos, Por los vivares se alojan, Y escogen campo las liebres Adonde ligeras corran. Cuando el Su verde madroño sangriento fruta colora. \ EGA COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA de sus Salir altas 211 cuevas Los osos peludos osan. No menos los jabalíes, Que el verano se remontan, Vienen a buscar hambrientos Las sazonadas bellotas Y aunque estéis aquí dos años. Sin ser falta de memoria, No sabrá si le servís, Porque hay doscientas personas. j>En medio de que nadie esta rústica opulencia, Tello de Ja sencillez ha conservado más los siglos pasados. Viste el mismo traje y toma parte él mismo en Extremadamente dadivoso cuando se trata de ayudar que sus labradores, vigila sus trabajos, las fae- nas. al Rey, de socorrer a un amigo o de aliviar la miseria de un desgraciado, observa en su casa traste la más estricta da ocasión a escenas muy y minuciosa economía. Este cony de excelente fuerza có- sabrosas mica. Vienen unos aldeanos a pedirle a labrar una iglesia en cólera y maltratando a vega, que contribuya con su limosna encuentran poseído de violenta y uno de sus pastores que había dejado perder la le un pie de lechón. «Vamonos, señor Aybar», dice un labrador al otro. ¿Éste es Meneses, « Aquel noble y liberal? No he visto miseria igual, » Quieren irse, obliga a explicar el en efecto, pero Tello motivo de su — ¿Tres visita, y visto, los llama, les da 3.000 ducados. les mil? — Mirando en Y ha los un pie en otras cosas ansí Puedo daros lo que os di, Y otros muchos os daré. »Otra vez recibe una carta del Rey, que 20.000 ducados para de la guerra pide un donativo de (l). Le manda inme- De esta escena y de otras de esta comedia, hay evidentes reminiscenen Gaj-cia del Castañar. (i) cias los gastos le ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 2 12 diatamente 40.OOO, pero no quiere que su que ha de hijo, ser el mensajero, se atavíe con nuevas galas, sino que lleve un vestidillo usado. »E1 carácter rudo y original de Tello todavía más por más lán, de las cortes, Con contraste con el de su acentuado viejo, está hijo, joven apuesto y gay en la pompa inclinado a buscar la gloria en los combates que sus mayores que el el de Viel-Castel concuerda el juicio lleva la fecha cordarse, por ser que comenzó a obscura y laboriosamente en a vegetar el solar de (l). » de 185 5j y uno de es, de Milá y Fontanals, muy digno de re- primeros estudios de crítico español en los iniciarse la reacción admiradores de Calderón y el aunque breve, el justo contra el exclusivismo de los desagravio de la gloria de Lope. Nuestro venerado profesor, cuyo poderoso talento analítico en tantas cosas se adelantó a su tiempo, exigua parte de las comedias de Lope; pero con esto para darle resueltamente la damos hoy, <A no a lo engañarnos inclinarse palma sobre su la menos para reconocer en — decía — de nuevo no conocía entonces más que una al , el rival, le bastó, si como muchos no se méritos ¡guales. ellos favor de los críticos está dispuesto a padre del teatro español, y sin ánimo de es- tablecer una comparación siempre y para nosotros imposible, bien puede asegurarse que, por méritos ya comunes, ya distintos, cabe colocar a deramente los ática dos a igual altura. La facilidad, alcanza Calderón, de gracia verda- y si carece de la aquel fuego interior al sublimidad que a veces que alumbra el conjunto menores partes de algunas de sus composiciones, y por el cual puede llamar justamente gran poeta lírico, es aquél, en cam- las se le bio, la de Lope de Vega, no son prendas que se hallan volver de cada esquina; y difícil más é^ico, pintor más universal, más comparable al trágico de que Inglaterra se gloria. Los dramas del Fénix de los ingenios ofre- cen una disposición menos perfecta, menos trabazón y muchos artificio, que otros de nuestro Teatro; mas, por otra parte, parece que conservan más (i) la sencillez del primitivo argumento, Louis de Viel-Castel, Essai sur pentier, 1882), I, 11 o- 117. le que están me- Théátre espagnol {Faris, G. Char- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 213- nos plagados de lugares comunes escénicos y de situaciones convencionales.» Y llegando en particular a Los poder es un rasgo tomado de imaginación y historia real, la la traslada Hay en Los bitos labradores casi independien- y descendientes de ios antiguos señores del país, real la argumento. Meneses, advierte que de estas familias de labradores, «la representación tes del Tellos de y que desde luego subyuga a los remotos tiempos en Tellos alcurnia hidalga, semejante la que pasa de Meneses un contraste entre eí los há- que tanto agrada al en García del Castañar^ pero más desenvuelto, aunque en menos trágico asunto. Entre las bellezas que en esta composición pudieran notarse, sobresale el carácter de Elvira (pocas veces desmentido),, una especie de prestigio que consigo salla a todos, sin exceptuar rístico del autor se lleva su presencia celosa Laura. la explaya principalmente en Obsérvase en algunas escenas el viejo Mas el de romances de la los siglos IX u xi lo en el valor de la el que emplean nues- el tafetán, la 200 reales, moneda en xvi, el y tiempos los joven pone coche, su padre, que acaba de mandar una dádiva como suya a cuánto ha costado llegará a la que podía pasar por anticuado en de antaño. Así, cuando Tello suma pintura de Tello época de Lope: dábase entonces como propio se insistía particularmente la la y que ava- talento caracte- intento de pintar las cos- tumbres antiguas de una manera semejante a tros el Rey de León, pregunta al madera, la clavazón, y al ver exclama fuera de sí: «Acabarme que quie- res ya» (l). Discretamente quedan indicados en estos pueden añadirse los juicios, a los cuales de Klein, Schaeffer y Ernesto Lafond principales bellezas de este simpático poema, tanto en y la (2), las apacible graciosa pintura de una sociedad rústica, pero no bárbara, aná- loga de algún modo a los clanes descritos maestro escocés, cuanto en (i) el en las novelas del gran vigor característico con que están el Diario de Barcelona, 19 de junio de 1855, Obras completas del Dr. Milá y Fontanals, tomo IV (Bar- Artículo publicado en reproducido en las celona, 1892), páginas 394-398. (2) Da Klein, X, 140-155.— Schaeñer, II, 138-141.— Lafond (Ernest), 202-217. preíerencia a la segunda parte, lo cual es inadmisible. Schaeffer, por el contrario, la rebaja demasiado, y no la cree de Lope. la ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 214 trazadas y contrapuestas de Tello las figuras el viejo y Tello el mozo, bastantes ellas solas para probar que su autor, cuando quería escri- con igual cuidado y meditar un poco sus planes, rayaba tan bir alto como el Añádase a que más en esta parte esencialísima del arte dramático. esto la claridad de la fábula, en variedad de lances y situaciones, que, gendrar confusión y sirven pecto en Tello casi feliz la vez; espléndido en medio y sus riquezas; sencillo linaje él pero receloso siempre de fiel, y asechanzas de la corte. «No conocemos nada más noble que este carácter de Tello (es- francés Lafond). El basta para explicarnos el carác- el crítico ter español, sobrio las y que es en su retiro hasta que llegan a tempestades del mundo; subdito los peligros, vaivenes en riqueza siempre para mostrar un nuevo as- económico y dadivoso a el viejo: labrador por sus costumbres; cribe la original carácter del verdadero protagonista, el de su parsimonia; gran señor por su las medio de con ser tantos, no llegan a en- grandes; y en las cosas pequeñas, generoso y aun pródigo esa dignidad nativa que se encuentra por donde- los harapos y la raída capa del mendigo.» Es digna de admiración, finalmente, y atrae y embelesa el ánimo, la riqueza de poesía lírica y descriptiva que derramó Lope en quiera, aun bajo las principales brillantez escenas de esta comedia, superándose a y armonía, lo cual obras de su portentosa vejez, sí mismo en generalmente se observa en todas como si el sol de su fantasía, las próximo a ponerse, lanzara entonces sus destellos más suaves. Algunos de estos trozos ticas; pueden considerarse como intercalaciones poco dramá- pero es tal su hechizo, que nadie se atrevería a cercenarlos. Así, por ejemplo, las estancias puestas en boca de Tello el viejo: ¡Cuan bienaventurado Puede llamarse el hombre. y que son, sin duda, la mejor entre las innumerables hizo Lope del Beatus Ule de Horacio. paráfrasis que Ignoro qué motivos pudo tener Hartzenbusch para dudar de autenticidad de la la segunda parte de esta comedia, intitulada Valor, fortuna y lealtad de los Tellos de Metieses. Únicamente dice que en- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA cuentra en Hay gran diferencia. Conñeso que yo no el estilo 21$ la percibo. algunos casos de culteranismo rabioso que pueden achacarse a un refundidor, puesto que Lope no publicó esta comedia; pero en el mismo caso están otras suyas de las que se imprimieron sueltas: por ejemplo, Las Doncellas de Simancas, de cuya legitimidad nadie duda, y donde, sin embargo, hay cosas que Lope, ni aun en sus mayores accesos de mal dias, floja y desaliñada. Pero nada de eso parte de Los Ja primera, Tellos^ pero en que no y menos en sus comeaunque muchas veces tersa, imprime carácter en está, ciertamente, tan cual veo trozos que no la segunda bien escrita pueden como de la ejemplo, este diálogo de tan sabroso realismo y la mano de Lope; por sana gusto, dijo nunca, cuya locución suele ser llana y ser sino filosofía práctica: TELLO EL VIETO ¡Ah, Tello! ¡Pluguiera a Dios Que en aqueste verde muro, Sin reyes, a lo seguro. Descansáramos los dos! Conozco tu gran fortuna; Pero díme: ¿a quién levanta. Puesto que ponga En de la frente la la planta luna (Que aquellas manchas que ves, Pienso que pisadas fueron De dichosos, que pusieron Sobre su rostro Que no le los pies) (i\ haya derribado Antes de acabar la empresa? Que si del. coche me pesa, No es por lo que haya costado. Mas porque de mala gana Paso desde labrador A imitar con La grandeza el señor cortesana. Que mirando sus cuidados, Esta imagen, elevada y atrevida, pero conceptuosa, puede ser parénque considero como refundidor de esta comedia, si se admite la hipótesis de una refundición. (i) tesis intercalado por el 2l6 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA ¿No sabes, Tello, que pierdes En ciudades campos Y verdes, por vasallos ganados? Si a la Tan mañana, entre gente como lucida ingrata. Se lava en fuente de ¿Qué más Si Oye plata, que esa fuente? plata escuchando aduladores lisonjas suaves, ^ ¿Qué más dulces que esas aves Que se están diciendo amores? Si le dan manjares varios Los cocineros curiosos, ¿Cuándo fueron provechosos, Sino a Un Y la salud contrarios? capón, cuando le mates, una manida perdiz Come el señor, con telliz De azúcar y disparates; a comer te falte limón, Mas cuando Aunque te sientes, ¿Qué ha menester un capón Sino buena gana y dientes? Blasone el Que nunca señor bizarro; salió, Cometa por en rigor, labrador, Ni se dio veneno en barro (i). TELLO EL MOZO Padre, de consejos tales Yo no os tengo qué decir; Ese modo de vivir No es de hombres, es de animales. Hasta ahora, desde Adán, Que (i) el mundo estaba en mantillas. el oro mezclaban el veneno Los tiranos de Grecia y de Sicilia: Siempre el barro corrió inocente y bueno, En dice el Dr. Bartolomé Leonardo de Argensola en una de sus epístolas. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Y daban les 21/ las orillas Agua, y las bellotas pan, Estudiaron policía Los hombres; las soledades Trocaron por las ciudades, Hubo rey y monarquía. Las leyes fueron también Instituto celestial Para castigar Y el para premiar mal bien. el Mal cumplieran con sus nombres, Ni fuera entre Que Y humanos les faltara a los Y De hombres. creed que no es compás almas nobles, de hombres buenos, menos Estarse siempre a ser Y Esta es la ley, hubiera entre abejas rey no llegar a ser más manera de Lope, que con la de ningún otro poeta de su tiempo puede confundirse, porque nadie le iguala en esponta- neidad y frescura. ¿Quién no dirá que este trozo es hermano gemelo de la hijo, gallarda controversia económico-política entre el padre que hay en primera comedia.-' la TELLO EL VIEJO Y ;es justo que en esas galas Gastes con tanta locura El dinero que no ¿En qué está De Al la o al que cuida el uno vista seda otro una jerga basta ¿Beber en O al su cuidado y labranza? En que Y ganas.^ diferencia nobleza heredada, oficial De la cristal es poco, de algún arroyo Comer en el agua plata o en barro, Supuesto que más se gasta, Pues nunca de su valor y el 2l8 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Faltó De quebrada? la plata La perdición jAy, Tello! las repúblicas causa El querer hacer los hombres De sus estados mudanza. En teniendo el mercader Alguna hacienda, no para Hasta verse caballero, Y más desigual se iguala. ¿Qué hijo de un oficial Lo mismo que el padre trata al De aquí nace aquella mezcla De cosas altas y bajas, Que los matrimonios ligan. Con que sangres y honras andan Revueltas; de aquí los pleitos, Las quejas y las Hidalgo naciste, espadas. hijo, Pero entre aquestas montañas. De un labrador que ha vivido Del fruto de cuatro vacas. Seis ovejas y dos viñas. Dejad Y al señor las galas a los soldados las plumas; paño y la abarca; Que yo soy mejor que vos Volved Y tal Por al vez los pies el Las nieves de Y me calzan riguroso enero las montañas, en junio las canas cubre Algún sombrero de paja TELLO EL MOZO Conozco que han sido exceso De un labrador estas galas; Pero no de un Que hijo \-uestro, sois rey destas montañas. Si fuérades labrador De aquellos que cavan y aran. No pudiera Satisfacer a vuestra queja mi ignorancia; COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Pero cuando del si cielo En copos la nieve No cubre más destos montes Que con las guedejas blancas baja, Vuestro ganado menor; Y de ovejas y cabras los prados pueblos, si Parecen Y yerba y agua Si tenéis Tantos Y cofres, tantas arcas, tiran cien De les falta; de plata y oro hombres sueldo vuestra familia y casa. ¿Por qué os engañó En edad la decir que lo que acaba Las ciudades es hacer X Los hombres tales mudanzas? El que su casa no aumenta, Y la No como estaba, hombre digno de honor. deja es Antes de perpetua infamia. ^Para qué camina un hombre Tanto mar sobre una tabla; Para qué estudia y pelea. Sino para que su fama Aumente a su casa el nombre? Que si el mundo se quedara En el oficio de Adán, Naturaleza, afrentada. Se corriera de mirar Por muros y torres altas, palacios, por ciudades, Por Montones de No trigo y paja. hubiera ciencias, no hubiera Quien el mundo gobernara. Ni pinturas, ni esculturas. Sedas, piedras, oro y plata. Yo, en efecto, padre mío. No me inclino a cosas bajas: Si os cansan mis pensamientos, A mí Que los vuestros si me agravian. vos estáis contento 219 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 220 Del campo y de su ganancia, aspiro a cortes de reyes Yo Y Se dirá que el a ennoblecer vuestra casa autor de la segunda parte quiso imitar de pro- pósito este bellísimo trozo de poesía filosófica; pero en ese caso le hubiera recargado en vez de simplificarle, y, por el contrario, se mucho más rica y elegante la locución poética en el observa que es primer diálogo que en armoniosa segundo, menos familiar el la versificación, Por otra parte, aunque pia, la y alabanza de la en la la el estilo, primera comedia tenga su unidad pro- composición, es decir, aldea, sólo menosprecio de el queda plenamente desarrollado segunda, que, por lo dramática y apasionada, contrasta mente con el tono apacible y bucólico que domina en Todavía hay escenas villanescas y descripciones de como menos ideas sean casi las mismas. las rigor no exija continuación, parece, sin embargo, que el y en pensamiento moral de la corte aunque las del bautizo del nieto personajes a la la feliz- primera. fiestas rústica?, de Telio; pero cuando traslada a sus corte de Alfonso el Magno ^ el autor atiende principal- mente, como en Los Prados de León (cuyo argumento tiene mucha analogía con de esta comedia), a notar el los cambios de traje y condición en aquellos labradores trocados en cortesanos; a mostrar la ingratitud, la el soberbia y la perfidia candor; a poner de manifiesto la en lucha con la inconstancia de las cosas nas en las rápidas mudanzas que ensalzan o abaten a los Tellos; y, finalmente, el triunfo contra las sinceridad de la inocencia y de la maquinaciones del palaciego D. Arias y rrías del muchacho para desenlazar escena en que se zas es el mismo, le y arma biza- a nuestra paz a nuestro antiguo sosiego, Que algún poderoso envidia La que en el campo tenemos Lope con la de ambas pie- en estas palabras del viejo Tello: desnudaos de presto; Volvamos Y volun- las e inesperado caballero. El sentido moral se declara Hijo, feliz de la lealtad Garci-Tello: graciosa creación que sirve a comedia de un modo la familia la torcida tad del ^Monarca, que poco a poco se va desarmando con y huma- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA La segunda parte, por consiguiente, más recargada de aunque está regular y armonioso, lances también menos vigor en perfección en de político sina a la cortesana, el áulica, y nos la histórico, los revelan algo sobre patronato rural a la el ideal nobleza campe- dorada servidumbre la y en realzar con bellísimas imágenes ridad patriarcal y de Hay llama Klein, son, la complace en oponer se el estilo. poema para mí, inseparables: juntas forman un gran anales de una familia montañesa, que primera, caracteres, pero en el fondo son los los mismos. Las dos partes de esta dilogia, como su autor, la 1 y ofrece un conjunto menos como menos así no es indigna de 22 cuadro de el Y antigua vida de familia. la auto- como no en vano grandes poetas se llamaron vates, porque tuvieron siempre entre los sus dones el de la adivinación y el mismo que Lope presagio, esto poéticamente amaba y se complacía en poner en una remota edad de oro, es mismo que ahora lo preconiza, como principio de refor- ma, una escuela de pensadores ya numerosa y armada con todos medios de la investigación los moderna. ¿Qué viene a ser Tello de Me- neses en sus montañas sino una de aquellas autoridades sociales de que nos habla Le Play? X. Los Jueces de (*). Castilla. de Vega una comedia que A regrino. nombre de — Con este título había escrito está citada en la segunda IMoreto, e inserta en la lista Lope de El Pe- Primera parte de sus comedias (1654 Y '^^77)^ se halla otra con el mismo título, publicada también en la Verdadera tercera parte del mismo autor (1676 y 1703), luego en ediciones sueltas, y por último en tro de Moreto, coleccionado con de Autores Españoles por 2.°' y mucho esmero para del Tea- la Biblioteca difunto académico D. Luis Fernández- impresas en Madrid, en la «Imprenta de Juan Sanz en la y custodiadas en la Biblioteca de Parma. El texto de una de i.^ Parte) parece mejor que el de la Parte XXL Pay-te), calle de la Pciz», ellas (el de En tomo Restori menciona dos ediciones sueltas de Los Tellos de Metieses (*) (i.*^ el el la Revista de Filología española (abril-junio 1921), D. José F. Montesinos publica una Contribución al estudio del Teatro de Lope de Vega, de la cual la resulta que la versión más antigua de la leyenda de los Tellos de Meneses, consta en un nobiliario de últimos del siglo XV, que se conserva en la Bi- blioteca escurialense y que se atribuye a Diego Hernández de Mendoza. La leyenda aparece reproducida en otros nobiliarios posteriores también manuscritos. — (A. B.) ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 2 22 Guerra. Creo firmemente, y procuraré demostrar después, que estos Jueces de Castilla de Moreto no son más que una refundición de los de Lope, y que pueden sustituir muy aproximadamente a su comedia perdida. Pero antes debo indicar algo sobre los orígenes del argumento. Hay que distinguir en él dos partes: una histórica y otra tradila muerte cional, tenida hoy generalmente por fabulosa. Es histórica de Condes de los doño II. Bermudo los No Castilla por mandado del Rey de León El Cronicón del obispo de Astorga Sampiro II, y primer autor que Don Or- (l), hijo de refiere este hecho, llama rebeldes a y parece considerar como acto de justicia el del Rey. se declara en qué consistió la rebelión; pero es evidente que el condes, ooder de aquellos grandes vasallos tendía ya a ensancharse a costa Corona y a recabar una especie de independencia, que al cabo consiguieron, pasando de meros gobernadores nombrados por el de la y de ningún modo hereditarios (como tampoco lo habían sido bajo la monarquía visigoda) (2) a condes propietarios y soberanos, como lo fué, por términos más o menos legales, Fernán González, ivey, de quien data la verdadera emancipación del condado. Los nombres de según Sampiro, go, los condes sacrificados por Ñuño Fernández, Almundar y Fernando Ansúrez: y el Don Ordoño fueron, el Blanco^ su hijo lugar de la tragedia, el Die- palacio de Tejares, a orillas del río Carrión. Ni en Sampiro en otro ningún documento anterior ni al siglo xiii consta que los castellanos se levantaran en armas después de la muerte de sus condes, Et quidem rex (i) ni menos que rompiesen la obediencia a los Ordofíius, ut erat providus et perfectus, direxit nuntios Burgos pro Comitibus, qui tune eamdem terram regere videbantur, et erant et rebelles. Hi sunt Nuíitiius Fredenandi, Abolmondar Albus et ejus fiUus Dida cus, et Fredenandus Ansurii Jilius, et venerunt ad palaciuyn Regis in fivulo qin dicitur Carrion, et ut ait Agiographa: « Cor regum et cursus aquarum in manii Domini* nullo sciente, exceptis consiliariis propriis, cepit eos, et vinctos catena- ad Sedem Regiam Legionensem secum adduxit, et ergastulo ibi eos necari jiissit. (España Sagrada, XIV, 463-64.) tos it carceris trudi, In quibusdam civitatibus Comités a Rege fueraní constituti (Pauli Diavitis PP. Emeritensium, ij; España Sagrada, XIII, 375.; Uno de estos condes, "Witerico, llegó a ser Rey de los godos (Ibíd., 376). El que pre(2) coni, sidía . De en Mérida llevaba el título de Duque. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Reyes de León y eligiesen jueces para su gobierno. pecies, evidentemente Túy y muy 22$ Todas estas es- sospechosas, proceden de D. Lucas de del arzobispo D. Rodrigo (l). Cotejando una con otra estas narraciones, se ve que difieren en algunas cosas. ticias Don Rodrigo no sólo a llanos, atribuye de que eran víctimas en el la guerra, levantamiento de los caste- sí, las tiranías e injus- Tribunal de León. El Tudense dice que Laín Calvo no quiso aceptar dano afirma que el muerte de sus condes, sino a la la judicatura, al paso que pero que atendió principalmente a el Tole- las cosas de y poco o nada a las judiciales, por ser de condición brava más de lo que conviene a un juzgador. El personaje pa- e iracunda, rece histórico, y ya en la crónica latina del Cid (siglo cionaba entre sus ascendientes, pero sin No sólo por la fuerza del el inciso tet erant ei xii) se le de rebellesi>, el men- juez. argumento negativo, sino por El Tudense empieza por copiar (i) miendo calificarle las difi- texto de Sampiro, pero supri- que tampoco está en la copia interpo- mismo Cronicón que inserta el Silense en el suyo, y nado de Don Fruela 11 (era 961) añade lo que sigue: lada del al llegar al rei- <Rege Froylano vívente nobiles de Castella contra ipsum tyra?midem sumpseeum Regem habere nolentes. Elegerunt, auiem, sibi dúos iudices nobiles runt, milites, id est Nunnum Rasoiram de Catalonia sem, qui noluit suscipere iudicatum; Nunnus (?) et Lainijim Calmim Burgen- vero Rasoira lít erat vir sapiens petivit ab ómnibus Comitibus Castellce, ut darent sibi filio s suos nutriendos. Habebat ipsefilium nomine Gundisalvutn, quem cum aliis nobilitcm filiis educaSapienter se gessit Nunnus Rasoira in iudicatu suo, et totam Castellam usqiie flumen de P i sarga itcdicavit duin vixit. Tune e?ii?n angustatum est Regnum Legiofiense et in prcedicto flutnine metam fecit. Hunc siviplicem militem Castevit. llani nobiles super se iudicem erexerunt ne si de nobilioribus suis iudicem facevellet in eis dominar i. Post mortem autem Nunnii Rasoirce tiobiks ab eo nutriti filium eius Gundisalvum Nunnii, sibi iudicem fecerunt, et etia/n Comitem vocaverunt, dantes ei pro uxore Xemeíiam nobilissimam filiam Nunnii rentpro Rege Fernandi, ex qua filium habuit nomine Fernandum. Prcedictus autem Gundisalvus Nunnii fuit sententia iustus et armis strenuus, et multa bella intulii regno Legionensium et Saracenis > (Lucae Tudensis, Chronicon Mundi, en Hispania Illustrata, IV, 82-83.) El arzobispo D. Rodrigo (lib. IV, cap. XXU) no sólo omite la calificación de rebelles, sino que declcira inocentes a los condes y execra la conducta del Rey: *Et posuit maculam in gloria sua, et crúorc i/i/iocuo balteum gloria la offuscavit.-d En el libro siguiente (tomo V, capítulos más ampliado que en nobiles Bardulia quce el I y II) trae el cuento de los jueces, Tudense y con más sabor castellano: *Eisdem diebus nunc Castella dicitur, attendentes nobiles suos Nunnium ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 224 cuitadas cronológicas que todo jueces de Castilla, el P. historiadores, Yepes, tradición de los la aunque defendida doctamente por Berganza con- ha sido abandonada por tra Perreras, envuelve, y en que ya re- el relato pararon Ambrosio de Morales y que a lo sumo admiten la mayor parte de nuestros de la existencia no como supremos magistrados de un pueblo tales jueces, como libre, sino tros componedores. El Cronicón de Cárdena los llamó alcaldes cibdadanos nuestra poesía popular, en la Crónica las a la forma épica degenerada. y pertenece En la y rimada de mocedades de Rodrigo, cuyo texto actual no es anterior glo XIV, arbi- alcaldes', al si- introduc- ción en prosa (no sin rastros de versificación) que lleva este poema, se cuenta de este modo la elección: «E porque los Castellanos yvan Fernandi, Almondar Álbum et filium eius Didactwi vocaios ad colloquiíim ex factione a rege Ordonio interfectos, tyratinum etiain Froilam et multa alia qu<z^ eis euntibus ad bant, rideutes étiam et pro indicio et iudlcium, a Regíbus et magnatibus Legione iniuriose fie- quod contemptus et termitii gentis succ ex otnnibus partibus arctabantur, contumelias reportabant, sibi et posferis providerunt, dúos milites non de potentioribus sed de prudentioribus elege7-unt, dices statuerunt, ut dissensiones patries et querelantiii7n causee pirentur. Unus fuit Nunnius Nunnii dictus Rasura, alter dicebatur Flavinus Calvtis; iste tamen, aut nil, jilius quos et ín- eorum indicio soNtmnii Bellidez: aut parum de iudiciis co- gitabat, scdarmis et militiie insistebat: erat enim facile iracundus nec causarum varia pacifice sustincbat, quod non compeiit iudicanti. Ex huius ge?iereprocesse» (Sigue la genealogía de Laín j-unt multi et alii magni nobiles de Castella en la cual figura Diego Láinez, padre del Cid.) i.Nunnius autcm cognomento Rasura, fuit vir patiens et tnodestus, sollers et prudens, indusirius, circumspectus, et sic ab ómnibus amabatur, ut vix esset cui Ccilvo, eius indicia displicerent, aut eius scntentias causaretur, quas tamen rarissime proferebat, guia in compositioue amicabili fere omnia terminabat; et sic carus ab ómnibus habebatur ut locus aliquis detractioni, vel invidice non pateret. Hic , Gundisalvum Nunnii, qui cum esset adolescens, boJta Índole cocetaneis pr<B7ninebat, et futurorian iudiciis 077inibus co77iplacebat. Niuinius vero ]iabuit filium no7nine pater ejusfere ab 07imibus Castella 77iilitibus do7nicellos filios quos curialitate, affabilitate et bonis 77toribus sic instruxit, tium de profectu filiorum profiterentiir Nu/mii centes sic era7it Gu7idisalvo sociarent, 7iec visset factus runt, et duxit el 7nilitia7n militice, uxorem ad eum quasi domÍTium Cumque ere- 7tiodicum separari. strenuus exercebat, et pacis dulcedi7iem in patria quod patre suo etiam pri7tcipatum fué se tali nutricio obligatos; et ipsi adoles- dilectione co7tiuncti, ut posse7it ab eius conso7-tio vel 77iiles, reti7iebat, ita petiit 7iutrie7idos, ut paires adolesce7i- 7nortuo, patri fuitfavore conniventibus iis 07n7iiu7n substitutus, et qui secu7n nutriti fuerant, addide- nobilissÍ7na7n Se7nena7n 7i077iine > Este Gonzalo Núñez abuelo de Fernán González. (Patrian Toleta7i07-u7n opera, III, 98.) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA. Rey de León con a cortes al en ñjas 225 y mujieres, por esta rason fisieroa el uno a la corte, que el dos alcaldes, e cuando fuesse Castilla otro mamparasse la tierra. ¿Quáles fueron estos alcaldes? El uno fué Ñuño Rasura, e el otro Layn Calvo. ¿E por qué dixieron Ñuño Rassura este nombre? Porque cogió de Castilla señas e migas de pan » En el cuerpo del poema, se vuelve a hablar de Laín Calvo y de su familia: E vedes V. 190. por qual rrasón: porque era León cabesa de los rreynados. Algósele Castilla, e duró bien dies e siete años; Algarónsele los otros linaies donde venían los fijosdalgo. ¿Dónde son ¿Dónde fué E Con Con El estos linajes? Del otro alcalde este cuatro fijos que llegaron a buen stado, seysientos cavalleros a Castilla manpararon. Rey de León Oytme, dice a los cuatro hijos de Laín Calvo: caballeros, muy buenos Conde de Gormaz increpa el i vino a Sant Pedro de Cárdena a poblar este Layn Calvo Del más onrado alcalde que en y Layn Calvo. Layn Calvo? Natural de Monte de Oca. Dexat mis lavanderas, a fijo fijosdalgo Castilla fué nado , Diego L^inez en son de vituperio: del alcalde cibdadano (i). La Crónica Generai, aunque compuesta desde un punto de vista de unidad monárquica, dio cabida a estas tradiciones castellanas y antileonesas de sentido algo democrático, según las interpretaron D. Rodrigo y D. Lucas (non de potentioribus sed de prudentiorihus hunc simplicem militem Castellani nobiles ne si (i) de nobilioribus (*) judicem facérente pro Rege vellet eis do- el tomo II de su Romancero general, pág. 651 y de Francisco Michel, que ya sería tiempo de re- Edición de Duran, en siguientes, hacer sitis siiper se jiidicem erexerunt, conforme a la (*}. Véase hoy la edición B. P. Bourland, en la Revue Hispanique (1911; tomo XXIV, págs. 310-357).— (A. B.) Menéndkz y Pkl/ly o. —Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. !5 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 226 minar i) Todavía encontraron mejor acogida en (l). las tradiciones^' monásticas de Cárdena y Arlanza, venerables santuarios donde la tradición épica y fundieron en una. El mester de la eclesiástica se derezía de Fernán González, compuesto en lebres casas religiosas, gírico de Castilla y destinado principalmente a hacer el panecomo cimiento de la nacionalidad: leyenda la (i) En jueces (con la mi entendimiento, Castylla la Vyeia, al Meior es que da a segunda de estas cé- Vieja, la Aun la lo ál, porque fué los últimos toques; el cimiento supone la , independencia caste- Crónica gefieral impresa sólo se menciona por incidencia a los- nombre de texto genuino de Don la genealogía del Cid; pero en el narración es más extensa y viene en su pro- alcaldes) al tratar Alfonso la pio lugar, es decir, en el año primero del «En aquel año de Rey Don Fruela U: omnes de Bardulia, se algaron contra él los altos la que agora disen Castiella vieia, et desde entonce assi lué llamada, ca nol cuerien por su señor nin por su rey. Et porque vieran que el rey Don Ordoño, su her- mano, prisiera otrossi los condes et los cabdiellos et los commo deximos ya, matara tan fieramen- que recibíen ellos mucnos males e muchas desonrras quando yvan a juysio a a corte de León. Et porque se veyen otrossi apremiados de los vezinos que en derredor dellos eran que les fasien muchos males et muchas sobervias, et ovieron su conseio et Asieron dos iuezes, non de los más poderosos, assí commo diso el arzobispo don Rodrigo en su coronica, mas de los que eran más sesudos e de mayor e de menor entendimiento, que iudgassen la tierra et apasiguasen las contiendas e los desacuerdos et que quedassen las querellas por iuysio dellos. Et temiéronse que si de los más altos omnes tomasen, que los querrien aseñorear commo rey. Pero, con todo esto, dize don Lucas de Túy que eran muy fijosdalgo e de cilto linage. El uno avie nombre Ñuño Rasuera, fijo de Ñuño Vellides. Et dise esse ddn Lucas de Túy que fuera natural de Cataloña. Et ad otro disien Llayn Calvo et que era natural de Burgos, según dise aquel Lucas de Túy, et que non querie ser iues, mas pues que lo fué non usava de iuysios, mas de armas e de cavallería, ca'se assañava luego et non era parte para oir las rasones de los que vinien a su iuysio, lo que non conviníe para el que e, llamándolos a fabla, assí et iudgava >E1 otro jues, que avíe sabio et entendido et de nombre Rasuera, fué omne soffrido et manso et lieve pocas veses determinaba él los pleytos por punnava por conbenir los omnes en amistad e amor, et por esta mucho amado de todos. Este Ñuño Rasuera tomava los fiios de los cavalleros e de los omnes buenos de Castilla, e demostrávales todas buenas iuysio, ante rason era costumbres > COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA llana en tiempos remotísimos, después de Alfonso cuando . <s.fj'ncó toda la tierra sin señora y ^ el Casto (l), los castellanos, no condes que diendo avenirse para alzar rey, eligieron, 227 los no pugober- nasen, sino alcaldes que les administrasen justicia: V. 164. Todos los castellanos en una se acordaron: Dos omnes de grran guisa por alcaldes los algaron, Los pueblos castellanos por ellos se guiaron E non posieron rrey, gran tiempo duraron. Decir vos he los alcaldes los nombres que ovyeron, Dende adelante diremos de los que dellos venieron, Muchas buenas batallas con los moros ovieron, Con su fiero esfuergo grran tierra conquirieron. Don Nunno ovó nombre, omne de grran valor, Vyno de su linaie el buen enperador, El otrro don Layn no buen guerreador, Vyno de su linaie el buen ^¡d Campeador V. Entonces era Castylla un pequenno rryncón, 172. Era Montesdoca de Castylla moión, Moros tenían Y de la a Carago en aquesta sagón otra parte Fitero moión (2) " Estonces era Castylla toda una alcaldya, Maguer que era pobre, esa ora poco valía. Nunca de buenos omnes fuera Castilla vagía. De quales ellos fueron paresce hoy en día. Varones castellanos, este fué su cuydado De llegar su señor al más alto estado (3), De una alcaldya pobre, fyciéronla condado, Formáronla después cabega de rreynado ^De dónde nació puede (1) ser el sentido Lo mismo dicen la idea de esta magistratura popular? ¿Cuá! de toda esta el historia? El nombre de ñieceSy Cronicón de Cárdena, citado por Sandoval y Berde San Fernando, publica- ganza, y las Genealogías reales, escritas en tiempo das por el P. Flórez en sus Reynas Católicas, tomo L de Gallardo y Janer, ni estará en el códice escurialense, del cual la una y la otra son malas copias; pero estaba en otro códice que vio Argote de Molina, y del cual pone algunos versos en (2) Este verso no está en las ediciones su Discurso sobre la poesía castellana. (3) También en este verso prefiero la lección de Argote. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA o2t; usado por erudita, Tudense y el Toledano, es sin duda una interpretación el en que sus autores tuvieron presente jueces o sophetim del pueblo de que asumían, juntamente con cuidado de lítica y el que con esto de la institución la potestad judicial, paz y de la de los que a veces fueron dos, y guerra. la autoridad po- No negaremos tampoco de se mezclasen confusas reminiscencias los tribunos del duumvirato romano. Pero los alcaldes cibdadanos plebe y la la Israel, del Rodrigo son evidentemente alcaldes indígencis, jueces de albe- y drío; este mito (suponiendo que representa lo de es la protesta costumbre contra la que lo sea del ley escrita, la ción del derecho tradicional, primitivo acaso y la todoj reivindica- vetustísimo, que re- toña entre los descendientes de los antiguos iberos y celtíberos, merced fraccionamiento y anarquía de al vanta contra Reconquista, la restauración del Fuero Juzgo la visigóticas, intentada por la y de y se le- las instituciones Monarquía leonesa. El mismo movi- miento que acaba por engendrar o renovar y que las behetrías^ se difunde triunfante por nuestra legislación municipal de ios tiempos medios, es de histórica, que aclara el los jueces rabólico en la «Et muy de Castilla. la fábula profundamente Exprésase esto de un modo pa- introducción del Fuero de albedrio o de las Fazañas: que vivían en los castellanos grave de de los orígenes a León, ir las porque era montañas de muy luengo Castilla, facíales , e quando ailá llegaban, asorviaban los Leoneses, e por esta razón ordenaron dos ornes buenos entre sí, Mwiyo los quales fueron éstos Rasiiella e Layri Calvo, e éstos que aviniesen los pleytos, porque non oviesen de ir a León, de León. que E ellos quando non podían poner Jueces el Conde Fernán González vieron fuera del poder del Re}?- al Rey de León, que non mandado la iglesia las comarcas librasen por les que pues non deben obede- cumplía aquel Fuero. Et enviaron de Burgos, significativo, (i) Memorias lo es et el Condado, e ordenaron que alcaldes en albedrio^ (i). Nadie cree hoy en esta quema de y no Rey e los Castellanos se por todos los libros de este Fuero que había en todo quemáronlos en del de León, se tovieron por bien andan- tes e fuéronse para Burgos, et fallaron cer sin menos la libros; pero el relato es muy persistencia de las tradiciones lo- de la Ácadetnia de la Historia, III, 269, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA cales relativas a Laín Calvo y Ñuño Rasura, de quienes Castilla que habían en mar, en el «La pliesto su tribunal lugar de Fuente Zapata, que después se llamó Bijueces. sala del tribunal (dice Berganza) era un soportal enlosado, y en estando en pie, caballeros, mano beza, y en en brazo de la levato.. las estatuas enteras con ropas Debajo de En .. la puerta de y sentadas de la dos estos ca- la vara de juez estribando cada uno su ró- las estatuas tiene Burgos del señor Carlos Quinto, la ciudad de que llaman de Santa María, y hizo fabricar la suntuosa puerta puso que fuesen colocadas en las se decretaban la con tocaduras en talares, izquierda de cada uno la silla. En tiempo tulo llamaban áe juicio de Bijuezes están memorables el y las quando los Jueces, menos monta causas eran de consideración. Las de iglesia en se decía de ^Medina de Po- tierra un poyo de piedra para que se sentassen él 229 y ella las estatuas rótulos, dis- como las que están en Bijuezes, y con ellas las de los héroes castellanos don Diego Porcelos, el Conde Fernán González y el Cid Campeador» (l). No hay romances y y creo que Lope (*). La sobre los jueces de Castilla, Moreto fueron los únicos poetas que los llevaron a la escena obra original del primero se ha perdido: tenemos que suplirla con la del segundo, que parece una mera refundición, como dos los dramas históricos de su autor, bles y Rey valiente y Testimonio vengado el Como v. g., Illescas. mérito sobresaliente de este poeta, que tuvo otra en el y el desdén, vengan no- los y El Nadie desconoce el instinto fección, rarísimo entre nuestros dramaturgos, desdén con son to- respectivamente, de justiciero, trasuntos, y de El Infanzón de se lo la de la per- alcanzó en El obra tan original cuanto puede serlo cualquier mundo, aunque viniese preparada por varios ensayos ajenes propios; que muchos fueron necesarios para que durez fruto tan exquisito. En la llegase a la ma- comedia, propiamente dicha, de cos- tumbres y aun de carácter, !Moreto reina sin más rival que Alarcón: (i) Antigüedades de España propugnadas en las noticias de sus Reyes y Condes de Castilla la Vieja Por el P. Maestro Fr. Francisco de Berganza. Madrid, 1719, tomo I, páginas 187-192. El mismo Berganza volvió a tratar la cuestión de los jueces en su libro Perreras ccavencido. (Madrid, 1729, páginas 361-368.) (*) Restori menciona, siguiendo a Schaeffer, turias y Jueces de Castilla, de Hoz y Lanini. — el Deseado Principe de As- (A. B.) ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 230 estos dos ingenios son, respectivamente, nuestro Plauto Terencio: uno por el tención moral y por cido en la corte un raudal de la la fuerza cómica, el otro por la profunda in- urbanidad ática. Trampa que tenía en adelante^ El Pare- que Moreto no es sólo otras obras tales, prueban y chistes, sino y nuestro grado alto talento de in- el vención y combinación propio de esta clase de fábulas. Pero en todo lo demás de su Teatro hay que reconocer que apenas inventó nada, y que en sus mayores aciertos no fué más gue un cionador de invenciones ajenas. Sus contemporáneos fectamente, y el feliz perfec- lo sabían per- epigrama de Cáncer resulta sentencia inapelable, a pesar de todos los ingeniosos esfuerzos del último editor de Moreto. Con mucho más talento y mejor estilo que Matos Fragoso, Diamante, La Hoz y casi todos los autores del último período de nuestra antigua escena, Moreto encontró como ellos, una brava mina en las comedias como de viejas, las y apenas hay pieza de su Teatro, así de las sueltas que escribió en colaboración, cuya paternidad no pueda La reclamar alguien. Adúltera penitente es El Prodigio de Etiopía, de Lope; El Bruto de Babilonia procede de Las Maravillas d^ Babilonia, de Guillen de Castro; Caer para levantar es refundición empeorada de El Esclavo del demonio, de Mira de iNIescua; vendrá quien de casa nos echará, tiene mucho de cuándo acá nos vino? ; La la Defuera de Lope, jDe Confusión de un jardín es idéntica en su argumento a una novela de Castillo Solórzano; El Eneas de Dios no es rasgo muy diferente de de Lope, El Caballero del Sacra- la mento (como quiere D. Luis Fernández-Guerra), sino aunque escrita es imitación de con diversas palabras; Hasta la El mejor Par de el fin la misma cosa, nadie es dichoso de Guillen de Castro, Los Hermanos encontrados; los doce tiene dos, de Lope; A^o puede ser su fuente en Las Pobrezas de Reinal, es la deliciosa comedia del mismo Lope, El mayor imposible; El Principe perseguido, se funda en El Gran Duque de Moscovia; El Principe prodigioso, en El Capitán prodigioso y Principe de Transilvania, de Luis Vélez de Guevara; y, finalmente (para no hacer interminable esta ladrón, no es ya imitación lista). La ni refundición, sino plagio ocasión hace al de La Villana de Vallecas, del maestro Tirso. Cuando nos encontramos, pues, a nombre de INIoreto con unos Jueces de Castilla escritos casi entera- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA mente en la manera de Lope, es no sólo muy de que Moreto no hizo más que refundir la conclusión .sabemos que Lope había compuesto con Y sino lícita, aun pienso que la refundió muy mismo el 23 verisímil la pieza que título. poco. Salvo algunos donaires que Moreto era inimitable, y con los cuales nunca dey jaba de salpicar sus producciones, esta comedia no tiene ninguna gracejos, en de las cualidades características suyas. No puedo menos de ducir los términos en que discretamente Guerra (D. Luis): «Rácenla ducir en ella el lenguaje antiguo de Castilla; el el Sr. el Fernández- intento de repro- cuidado en ajustarse verdad histórica de su argumento, y retratar con escrupulosidad -a la y costumbres de los usos gracioso (l), época. Despláceme que la dejando a veces de intervenir en boca del poeta, dirigiéndose -al juzga la muy recomendable repro- al auditorio viajero las vetustas ruinas traza, de un como y episódicos, y el hable por la acción, el cicerone que enseña castillo feudal. Inverisímil monstruosamente descompaginada sonajes inútiles la figura del la acción, abundan la los per- lenguaje es más conyencional que verdadero. Sin embargo, ¡cómo disimula estos defectos aquel tan brillante colorido ternura!-» y aquel diálogo lleno de sentimiento, «Moreto deliró como todos en el otra parte, aludiendo a los anacronismos -en este ¿illa^ drama y al de sales y de histórico (dice en desorden frecuentes género de fábulas); pero, ¿qué no hizo en Los Jueces de Cas- de poética verdad revestida ternura los personajes, magníficas la época, rebosando en pasión las situaciones, agradable y el estilo, .aunque (por presumir de antiguo) sea convencional y bastardo?» Pues bien: un drama de brillante colorido histórico (aunque lejano de la escrupulosidad arqueológica que el muy docto académico le concede con demasiada benevolencia, y de que nadie se cuidaba entonces), un drama anacrónico en píritu tradicional, las costumbres, pero lleno de es- no puede ser de Moreto, que no tiene una sola obra original de este género, y que debe a Lope (no a Tirso, como vulgarmente se cree) todas, absolutamente todas las bellezas histó'ricas del Ricohombre de Alcalá. Un drama irregular, monstruoso, ^descompaginado, no puede ser original de Moreto, que en (i) guaje. Añadida acaso por Moreto, y de aquí la diferencia de el estilo escaso y len- ESTU.DIOS 232 número de SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA sus obras propias se distingue por la regularidad de sus^ y que en sus refuny ordenar más lógica- planes, tocando a veces con la sencillez clásica, diciones lleva siempre la mira de simplificar mente la acción. Un drama inverisímil en la traza, lleno de perso- y de ternura, a la vez que de magníficas situaciones épicas, tiene que ser de Lope, y najes episódicos e inútiles, pero rico de pasión no de Moreto, que inventaba argumentos más que los personajes necesarios, confundía la comedia con más conceptuoso que empleaba no no tenía nadando poeta épico, no la novela, nica del teatro, dejaba volar poco cierta tendencia prosaica, verisímiles, muy conocía a fondo la mecá- imaginación, no disimulaba la y aunque no careciese de sentimiento, era más discreto y galante que apasio- afectuoso, nado. Téngase en cuenta, además, que Izfabla en que esta comedia muy de moda está escrita había estado en tiempo de Lope, como lo Lara y probablemente prueban la las otras dos piezas, hoy perdidas, de Alfonso Hurtado de Velarde, Tragedia de los siete infantes de a quien sus contemporáneos llamaron ^tínico en el lenguaje antiguo-»; Las Famosas asturianas^ de Lope; Si el caballo vos han muerto,. atribuida a Luis Vélez de Guevara; Nuestra Señora de Atocha^ de Rojas, y otras del primer tercio del siglo xvii. Pero luego pasó tan extravante arcaísmo, que ya había sido objeto de parodias, cuerdo ningún ejemplo de él en Calderón estos Jueces^ cuya propiedad es tan También nan los hace sospechosos re- en Moreto, fuera de litigiosa. la versificación, las redondillas, y, en cambio, se hace como no ni y no en que predomi- poco uso del romance, sea para relaciones, que es el sistema de Lope, pero no era- de Moreto y sus contemporáneos. Hay unas estancias de artemayor, inusitadas en uno y otro poeta, pero que parecen compues- el adrede y por afectación de antigüedad, sobre cientas^ de Juan de Mena: tas Oíd, castellanos, la injuria el tipo más grave Que fizo en los homes sangrientos efetos, Que pasma en su cuita la ñera y el ave, E cuentan los padres a Que A al cielo que abren fijos enternece con los montes e nietos; triste gemido, los senos secretos de las Tres- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Las máximas políticas que hay en la 233. obra, tienen aquel género de concisión sentenciosa con que Lope mismo solía expresarlas: Non han de tener los reyes Tan poderosos vasallos, Que, con mover su persona, Del aire de su grandeza Me tiemblan en Las fojas la cabeza de mi corona Aquella ternura femenina, característica del genio de Lope, resalta en el papel de prudente y resignada doña Geloíra, que dice la con inimitable suavidad a su marido: Yo non te ofendo, señor, Non sé qué decirte más: Ábreme el pecho e verás En él mi verdad mejor. ^ Aun en la parte cómica, donde suponemos mayor la interven- ción de Aloreto, hay chistes que son de Lope y que están en otras comedias suyas: ¿De amor fablades, e aun no Semejáis tener treinta años? En Las Famosas asturianas dice D. García, hablando de su fu- turo yerno: Que me ha jurado (fija) en su conciencia, Que non ha conocido fembra alguna, Y pasa de treinta años, que no es poco, Según está la edad, pues ya los homes De veinte y cinco o veinte y seis se alaban De que tienen amores con las fembras; Que Y ¿quién, que tenga habituado de la dillas mundo. es lástima de ver cuál está el el paladar al dulce y fresco sabor poesía villanesca de Lope, dejará de reconocerle en las redon- y quintillas de esta Por ti pieza?: con gusto he trocado (Bien que yo el daño perdono) 234 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA El cetro, púrpura e trono, En jerga, choza e arado. Mejor que su cetro Tomo el el timón, cargo Rompiendo el Rey, pecho. el rudo barbecho Al tardo paso del buej'. Con gusto e paciencia sigo Su grave huella, admirando Que va en la tierra tirando Reglas en que escriba el trigo. Más que non dorado colmo De me Real pabellón, agrada Choza de pajas tramada E secas greñas del olmo. E en esta homilde cabana, Si non, por regio decoro, Cercado de de telas oro, estoy de telas de araña. Lo Bríndame por las mañanas Vecina rama, aun no enjuta, Por los resquicios la fruta, Que E cuelga de las ventanas. al primer rayo que Miro, de la cama, Semejar el arrebol gira, al sol Del rostro de Geloíra. Demás, que esto imitar es A mi querida Condesa; Ella es montañesa, pues ,iQué fago en ser montañés De E tan bella montañesa? Con el sol siempre amanece, como en nada la iguale, Al verla atal, se escurece; Que a las frores les parece Que él se pone y ella sale. Non lía a Elvira el aseo; Que ella las faciendas traza; Y estoy loco cuando veo Cómo se enfalda el manteo E los brcizos se arregaza. * COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Como A 235 acá no hay instrumentos, sopros, para guisar, Faz chasquear secos sarmientos, ¿Hay dicha como mirar Que como de sus alientos? Tiene puesta a La mesa, e llama (i). mediodía a sazón El blanco mantel, que envía Olor De al rico jabón la rústica lejía. Si falta agua, va a la fuente, E a la corriente provoca, Pues vuelve tan Que la diligente, cántara vertiente Trae con la espuma en la boca. Si vieras el vidriado Limpiar a sus azucenas, Dijeras que, de estregado. Parece que le ha pegado El oro de sus arenas. La cama un ámbar derrama frores, que va a buscar. De Que los sentidos inflama; Lo que se duerme en la cama. Se deja de descansar. Si estilo, versificación, plan ciendo a voces que prueba más la desordenado y novelesco están di- obra, en su conjunto, es de Lope, todavía lo especial sentido de la historia el en medio de sus candorosos anacronismos de que en detalle. contrará en las obras de Moreto cosa semejante a cena del concejo abierto (i) En La (2), Dorotea, habla en que Lope de el la ella ¿Dónde se en- grandiosa es- pueblo interviene *.los campea, como actor, bozos de los mancebos, que crecen con los alientos de sus dainas*. (2) Lope define muy democráticamente el carácter de esta institución, que tal como él la representa sólo pudo existir en los pueblos de tradicional, behetría, y no en los de linaje, sino en los llamados de 7nar a 7nar: Concejo abierto se llama El en que señor se escoge; Que el puebro aquí también fabla. ESTUDIOS SOnRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 236 al modo que en las tragedias pal: la militar concejo el fúnebre romanas de Shakespeare? Todo impre- ánimo en siona profundamente el pompa con que es transportado al atrio del cuerpo del asesinado conde Diego Almendárez, para que en presencia de sus yertos despojos deliberen la elección poder munici- esta apoteosis del dé nuevo señor; las varias los castellanos sobre y turbulentas pasiones que agitan a la asamblea burgalesa; el duelo a muerte entre la pérfida astucia de Ruy Peláez y la romana entereza de ^kiño Rasura; aquel trágico movimiento de clavar éste su puñal en la punta del escaño, retando a quien ose sentarse en lugar preferente a aquella junta de la vara, y las hombres libres; y, por último, el compañero y palabras que dirige a su los demás en acto de entregarle al pueblo en el acto de recibirla: Tened, que antes que Conviene quitar E la tome armas. Tomad, Laín Calvo, mi espada, comprid mi juramento; Que en vos Y las crecerá el aliento, en mí es insignia sobrada; Pues es la me que dais vos De acero más principal Que espada, lanza e puñal, Pues tengo E el brazo de Dios. quiera el su alto poder, De que hoy escomienzo a usar, Que se me llegue a quebrar Cuando la vaya a torcer. Ahora afinojaos, y en ella Acatad de Dios la hechura LAÍN CALVO E 3'o Que el también, pues se indicia soldado no es soldado Más que para Defensa de ser, ¡Poesía verdaderamente civil libres! armado. la justicia. y magnánima, digna de pechos COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA XI. —En El Conde Fernán González. comedia se da la título el de González. Texto de la Parte La ig."" los últimos versos las de esta por Fernán libertad de Castilla de 237 comedias de Lope (Madrid, Comprende todos los puntos capitales de la leyenda de Fertal como en la Crónica General se expone. En el famoso Conde de Castilla hay que distinguir dos personalidades, la histórica y la épica. La primera nos es conocida, aunque 1623). nán González, de un modo muy imperfecto, por un corto número de privilegios y y por algunas referencias en los cronicones, especialmente en el de Sampiro, donde sus hechos aparecen mezclados coa escrituras, general del reino de León. la historia Don Lucas de Túy y arzo- el bispo D. Rodrigo amplían algo estas secas noticias, pero ni uno rii otro parecen haber hecho aprecio de la tradición poética, la cual, sin embargo, ya en su tiempo, y no tardó mucho en penetrar existía en la historia, de Castilla, realzando que en los sagaz que heroico, y de de un tanto equívoca, del libertador más resulta hábil para aprovecharse poderosísimo de la España el cristiana; y además foral, juntando en él los . pusiera en parangón con le rencia; pero más generoso misma admiración y puesto que al terri- uno se el la él, se- tradición le supuso excepto y aun el y de su y no Cid, le diese la prefe- entusiasmo popular, los hizo inseparables hasta le de esta del logro méritos de su hijo nieto. Eclipsó a todos los héroes castellanos, quien las discordias tiempo había de ser núcleo mi-independencia, origen de tan grandes cosas, faltó de moros. Emancipó de hecho antes que de dere- los cho su pequeño condado, que con gran legislador más afortunado de León y de Navarra, que para ampliar su los cristianos torio a costa la figura, documentos auténticos los juntó en una por sus genealogía.s, suponía descendiente de Ñuño Rasura, y al otro de Laín Calvo. Según el natural proceso épico, las hazañas de Fernán González fueron primitivamente celebradas en uno o en varios cantares de gesta, que no han llegado a nosotros Crónica General, porque entre rica se interpuso, ter de clerezía, prefirieron la épica primitiva y la en la forma histó- en este caso, una forma poética erudita, un mes- que naturalmente como ni siquiera prosificados texto los compiladores de más autorizado que las la General canciones populares. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 238 La existencia de embargo, no es mera conjetura, sino un éstas, sin hecho probado, no sólo por tradicionales cer en la que Poema el los muchos elementos genuinamente conserva, sino porque los forma épica degenerada o secundaria del sentada aquí por Crónica rimada^ de la vemos rena- siglo xiv, repre- más tardíamente na- la cual cieron dos hermosos romances. Tuvo, pues, Fernán González nardo ni lírica), dita, por Cid el (si un fragmento se exceptúa de ser cantado juntamente por por razones: los juglares y por no alcanzado por Ber- el privilegio, la los clérigos. latino de índole- musa popular y por eru- Había para esto particulares monasterio de Arlanza y otros menos famosos el la le vene- raban como fundador, o como gran bienhechor suyo; y además existía San un famoso documento apócrifo, Milldn, que de Santiago en Berceo ,el <¡~el quitado de Castilla como el Voto ya como apéndice a su Vida de San Millány duc Fernán Gonsalves^ Conde el feo tributo Rey Abderrahmán con fermosas e lucientes saber: Santiago Privilegio de los votos de el significaba en Castilla tanto reino de León. le versificó contando cómo al y valía , y San de -^^ había venciendo sobrenatural ayuda de «dos personas la más blancas que las nieves recientes», es a jMillán: 438. Vinien en dos caballos Armas muy vahado las sesenta doncellas, pus blancos que quales non vio nunqua omne cristal, mortal, El uno tenie croza, mitra pontifical, El otro una cruz, 439. Avien caras omne no vio tal. angélicas, celestial figura, Descendien por el aer a una grant pressura, moros con turva catadura. Espadas sobre mano, un signo de pavura Catando a De este los modo, como dice Berceo, «ganó San Millán es decir, las espléndidas donaciones que que transcribe con ingenuo regocijo el los opulentos monasterios Muy de ha de ser el privilegio enumera, y poeta clerical adscripto a la Rioja. poco posterior a Berceo, como lo indican, el los votos»,, Poema el estilo y la versificación' de Fertidn González. Calcado en su- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA mayor 239 parte sobre tradiciones de indudable origen popular, que como habían sido ya, no sólo cantadas, sino escritas, que hace las referencias lo persuaden al dictado^ a la escriptura^ al escripto^ con- serva muchos rasgos propios de los cantares de gesta, ya en de narración, ya en el ímpetu bélico (l), ya en el ardiente entu- la siasmo por la pequeña patria castellana o burgalesa (2), el ya en brío la re- petición de los epítetos sacramentales nados, cuerpo de y épicos: el de los fechos grabuenas mañas. Pero al mismo tiempo, las continuas reminiscencias del estilo de Berceo (i) Tan grande era Oye Non el omne la y del Poema que avyan en priessa de Alexandre (3);. lidiar, a lexos las feridas sonar, oyrían otra voz Spadas reteñir e los non astas quebrar, yelmos cortar. si Copla 316.) Castylla la preciada, (2) Non serya en el mundo tal provincia fallada. (Copla 58.) Pero de toda Espagna, Castylla es o meior, el comiengo mayor. Porque fué de os otros Aun Castylla la Vyeia Meior es que al mi entendimiento, lo al (Copla 159.) (3) Estas imitaciones comienzan desde los primeros versos del poema.. En el nombre que fiso toda cosa, Virgen preciosa. del Padre El que quiso nascer de la Del Espíritu Santo, que igual dellos posa, Del Conde de Castilla quiero fer una prosa El tesoro hallado en Alexander y Poro, y enteros del Poema las tiendas de Almanzor se compara con los de autor repite, acomodándolos a su propósito, versosde Alexaftdre: el Non cuentan de Alexandre las noches nin los Cuentan sus buenos fechos e sus cavalleryas. Cuentan del Rey David, que mató a Golías, De Judas Macabeo, fijo de Matatías. días, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 240 la erudición profesión y de que estado; autor hace alarde, declarando con ello su el uso frecuente de largos discursos, llenos de el reflexiones morales; el conocimiento que muestra la epopeya francesa de los mayor finalmente, cierta (l), y, héroes de lentitud en la narración, muestran, aun sin contar con la prueba decisiva del tro, el ma me- verdadero carácter, no popular, sino erudito, de este poe- Pero de todos los mesteres de (2). próximo a que vino los clerez'ia es, sin duda, el más cantos de los juglares, en los que se inspiró y a los a sustituir en cierto modo; lo cual, si lamentar, puesto que debió de contribuir por una parte es de mucho a que las gestas primitivas de Fernán González se perdiesen, quizá fué la razón de que la leyenda del primer Conde soberano de Castilla llegara a nos- otros con cierta integridad relativa y maj^or desarrollo poético que otras, aunque en molde distinto del original. lativa a Fernán González también le tiene más de 170 muy (i) (2) que la parte re- extraordinario interés de este poema: grande versos, en de su héroe como el Ni sólo en la introducción histórico-poética, de el autor, considerando, sin duda, el punto central de la historia de la la vida Reconquista, Carlos, Valdovino, Roldan e don Ogero, Terry é Guadalbuey, e Vernaldo, e Olivero, Torpyn e don Rinaldos, et el gascón Angelero, Estol e Salomón, e el otro compannero ¡Lástima que el otras varias lagunas! el Poema además de texto del códice escurialense que contiene de Fernán González sea tan incorrecto, Fué ya 3' esté incompleto al final, conocido, pero no publicado, por Sánchez. En de la obra de Buterweck dieron de él copiosos extractos. Pero no se imprimió entero hasta 1861, en que le insertaron los Sres. Zarco del Valle y Sancho Rayón en el tomo I del Ensayo de ima biblioteca española de libros raros y curiosos, siguiendo la copia de D. Bartolomé José Gallardo. En 1864 volvió a publicarle D.Florencio Janer (Poetas anteriores al siglo XV, en la Biblioteca de Rivadene5'^ra), sin hacer mérito de la edición anterior, que no es mucho más imperfecta que la suya. Además le dio el título caprichoso y sobremanera inadecuado de Lehendas del conde JFerna?i González, como si la palabra leyenda, introducida en la amena literatura por la escuela romántica, pudiese tener tal sentido en un poema del siglo xiii. Sabemos que el profesor norteamericano Marden prepara una edición paleográfica y crítica de este venerable documento (*). 1829, los traductores españoles *3 Publicada en Baltimore, el año 1904.— (A. B.) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA -empieza tomando las cosas ab ovo, es decir, desde la 24 pérdida de España: Contar vos he primero conmo la perdieron Nuestros antecesores, en quál coyta visquieron. y consigna, entre otras tradiciones •conde D. Julián (sin mentar a El poema la más o menos Cava), se escribió, sin género persona identificada con los y la como el de Cárdena a que fuese castellano viejo: lo la del de duda, en Arlanza, y por recuerdos y aun con los intereses de aquel monasterio, tan estrechamente unido a González, antiguas, de Bernardo del Carpió. la del prueban el Cid, ia gloria No dialecto de Fernán es posible dudar que emplea y las continuas e hiperbólicas ponderaciones de su país natal; demos sospechar que no y aun pode la montaña era de la tierra llana, sino de Burgos (actual provincia de Santander), puesto que primacía entre todas Sobre todas De la concede las regiones: las tierras meior es la montanna, vacas e de oveias non hay tierra tamanna, Tantos hay de puercos, que es fyera fazanna. (Copla 148.) No hay para qué exponer el argumento de este poema, puesto •que íntegro pasó a la prosa de la Crónica General, que sirve, por tanto, para completarle en la parte final, que falta en el único y muy imperfecto códice que de tan importante composición ha llegado a nuestros tiempos. No sabemos si el poeta aprovechó todas las narra- ciones populares acerca de su héroe, y es evidente que añadió al- gunas de índole de la la Biblia, y eclesiástica y monacal, sugeridas unas por leyenda del monje Pelayo y batalla la lectura otras por la tradición de Arlanza: sirvan de ejemplo los prodigios que antecedieron a de Hacinas. Lo que de seguro pertenece épico, son las victorias de Fernán González sobre la primitivo fondo al Rey de Navarra trato con el Rey el y el conde de Tolosa, que mueren a sus manos; el de León sobre la venta del caballo y el azor, precio de la independencia de Castilla; el llamamiento del Conde a las Cortes; las dos Me.néndez y Pelayo.— £sí«í/íOí sobre el Teatro de Lope de Vega. 10 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 242 prisiones de que su heroica mujer noso Arcipreste, y Toda del Conde. muy el le liberta; la juramento de sobre estatua la materia tradicional, que luego recibió esta rica pocos aumentos, es aventura del libidi^ los castellanos que cantó la poeta anónimo, el que se la y la que, tomándola Es leyenda larga, pero transcribió casi a la letra en la Crónica General, de allí, presentó Lope de sabrosa, y vamos no en adulterado de el no ofrece Vega en el teatro. a presentarla aquí en su texto puro Ocampo, edición de la como en tantas diferencias el Bernardo; y aun edición de Zamora es más- Poema, y conserva más rastros de versificación que prototipo escurialense. son afines con la y genuino, y bien en esta parte lo relativo a Milá sostenía que, en algunos puntos, fiel a la letra del si A éste, sin embargo, o a los códices que debemos atenernos, como texto más antiguo y él, autorizado. Por esto y por ser inédita, adopto la lección del códice- de mi biblioteca, ya mencionado en estas advertencias. Prescindiré de todo lo relativo a infancia la y primesas empresas la comedia de Fernán González, por ser episodios que no entran en de Lope, y empezaré por miro el capítulo «Andados cinco anos delregnado zor, V del reinado de Don Ra- II: que era el rrahemen, quando oyó dezir Don Ramiro commo el , Alman- so el rey Abde- conde Ferrán Gonzales avíe ende grandpessar e tóvosse por maltrecho. Et em- priso Carago, ovo muchos porteros con bió luego del rey más poderoso moro de aquén mar, fuessen luego con él cartas por tierra de moros, commo cavalleros et peones. Et cuenta la estoria tan grant poder ayuntó de Reyes darmas, que ovo y mas de VI e de cavalleros et de otros legiones, et una legión es VI que omes mili e seyscientos e sesenta e seys. El conde Ferrant Gonzales, quando oyó desir de comrno Almangor avíe movido con tan grant huest et quel avíe menagado quél non fincaríe tierra nin logar quel non fuesse buscar, embió luego sos vasallos, ca era vinieron muy much de grado, que conseiasen qual sos cartas por Castilla et él ovo con sería lo meior, me a él las cartas, ellos su acuerdo, et rogóles de yr a Entonces fabló Gonzalo Días, un caballero «Señor, non que viniessen menester. Ellos, luego que vieron los moros, o atenderlos. muy sesudo, e dixo assí: semeia que tiempo tenemos ni sasón para lidiar con COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA IIISTOUIA PATRIA moros, mas alguna carrera podiéssemos > los > viasse esta lid, tenerlo ia » lar si por do se des- tallar yo por bien. Et non nos devemos rece- de pechar nin de otra cosa qualquier por do püdiéssemos aman- moros et ganar dellos tregoas. Ca en muchas otras cosas » sar los » se esplende el dinero, et en tal fecho •i escusar, ca en la lid pone omne commo este non quel non tiene pro oro, nin prata, nin cosa que aya. •> ros son muchos muy e muy menguados darmas, et et » todos descabegados. » tengo yo que esto serie » non perder » me lo Mas en si muy prometer o por dar, meior que nos podremos y faser por fablé sin gaissa, ruego vos que yo aquí perdonedes, e diga cada uno se Demás los mocompaña por peccados nos vencen, seremos fincar esta lid por lo assí el señor. Si Conde non devemos et el alma: bien guisados, e nos somos poca » »E1 lo cuerpo a las vezes el » fué 243 meior que entendiero. lo pagó del conseio quel dava Gonzalo Días, sañudo por ende, pero que non mostró lo vamient, mas contraldixo de todo, e dixo assí » nil et recudió vi- (Sigue un largo razonamiento, del cual prescindo porque no hay vestigio de él en comedia de Lope.) la De commo frey «Cap. VIII. Pelayo fabló con el conde Ferraut Gonsales y V dixo quel vencerle la batalla. » Guando el conde ovo acabada su rrasón e ovo esfforgada su gente, moviósse de Et Muñón con toda su hueste et fuesse para Lara, cavalgó en un cavallo, e fué correr monte. Et dessi puerco dentro en una gran compaña et fué empos él, falló et el un puerco acogióse a una cueva do solíe maner, pero non se aseguró en la cueva e fuxó por una hermita que avíe y, et metiósse tras Et aquella hermita estava toda cercada de una yedra, en somo (l) non parescie della nada, et vivien y assí el altar. que monges muy tres lazeradament, et disien a aquel logar sant Pedro. El conde non yr de bestia por la montaña yglesia et llegó al altar allí et ovo de yr de do yasíe logar tan ondrado, recelósse del, et dixo » me assí: el si yo en esto erré, ca pie, et puda entró por la puerco. Et quando vio aqueí non quiso matar «Señor Dios, a quien temen todas perdona fascas el puerco, et las cosas del mundo, tú yo non sabía nada desta sanc- (i) Las palabras en somo faltan en mi códice, pero ral impresa, porque son necesarias para el sentido. las tomo de la Gene- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 244 ca sabiéndolo non fisiera y enoio, ante viniera y en romería e > tidat, .» Mas perdóname offrendas. y diera » ayuda contra > non la amparas, yo por perdida la acabada su oración, vino a nombre Pelayo, no et » te, uno daquellos él pan de ordio que comas, ca non tengo de > diere aver». El conde fincó E si tú conde ovo que se apartara de su mesnada e que en- 3 flayre. el monges, que avíe tres por Dios e por tu mesura, que seas nuestro rogava, e esfuergo et Castilla, ca tengo». Cuando la en pos daquel puerco. Dixol estonces allí dame preguntol quién era o qué demandava. El conde se lo encubrió, e dixol trara Señor, et tú, yent pagana que vienen destruyr non se trigo, e pagó en caro aquella noche e rescibió allí otro día dixo frey Pelayo al monge: «Ruego el Ifíiésped, e (l), el de dar te he que pu- lo al mas lo quel fiso ospedado daquel Conde: «Señor, por cierto se- fasienda assí que venzas todo el poder de » pas que guiará Dios » Almangor, e avrás grant » matarás y tantos que non avrá cuenta, et cobrarás una grant partida » de la tierra, et la tu con batalla los moros e vencerlos Et > sonada la tu cavallería, » quanto te pero digo te cierto que assí será, e de tercer día serás en muy espantada > tan esfforgado que » meior que pudieres, e depárteles » et ellos » ventura con esto que as oydo, ca fallamos los tuyos > por » mataron moros, » Mas ruego ante muy fuerte desmayado non el que verán, et non avrá y sea. Alas conórtalos tú luego lo signo lo meior que tú sopieres, miedo, et desde oy más ve a buena muy tristes fasiendo llantos et duelo, ca tienen que eres presso o que te > cido el > por un signo el será grant cueyta, ca verás toda tu yente > perderán luego munao que serás dos veces preso. Et yo he agora dicho, ten por muy el 5 ti Et vencerás nueva sangre de reyes et de grandes omes. tu bienandanza será tan grant, que por todo » la as. te e et que fincan sin señor et sin conseio ninguno. pido te yo esto en don, que, pues que ovieres ven- campo, que te acuerdes desta compaña lasdrada, et deste lugar tan pobre, et del ospedado tan flaco que y tovieras. Ca nos monges señeros estamos aquí et fasemos pobre vida, et si Dios no nos embía la su merced, comer nos an aquí bestias fieras». _El conde recudid commo ome enseñado, e dixol assí: «Don frey Pelayo, » tres » (i) Non se le puso a escitso, dice la Gcjieral mpresa. COMEDIAS DE ASUNTOS DE » non vos temades de perder :> Dios esta lid > quinto de lo me dexa el LA. HISTORIA PATRIA servicio que en mí 245 Ca fesistes. vencer, prometo a este lugar todo mío el que yo ganare. Demás, quando yo moriere, aquí que sea st me por mí meio- :> mandaré » rado ésta, en que s- puedan guarescer más monges, e mayor convento que éste, e > darles he en enterrar, por tal este sancto lugar ondrado, e faré y otra yglesia mayor que et que bivan <Cap. IX. que ovieren menester.» e lo De commo Conde esforgava sos compavnas por el miedo que ovieron del cavallo que se sumió so la lidió con Almangor y >En aquel ora Lara. E los suyos, dol vieron, alegría. venció. él et commo ^^- se espidió el que por de conde del raonge e vínosse para avíen fecho ya el lloro et el llanto que muy grand duelo, quan- ficieran tórneseles en gozo et er> El conde contó estonces a sos vasallos comol contesciera con aquel día I' tierra^ e frayle que sus yentes, moros avíe de parte de los de comol diera buena posada. Otro fallara, e mañana mandó mover que eran tan pocas que bien uno mili por cada quier que fuessen pocos, eran muy dellos, mas commo buenos cavalleros, e avíen grant corazón de ayudar a su señor. Los christianos e los veyanse yr unos a otroSj e tan grant era que oteros e valles todos el muy moros gentío de los moros, veníen cubiertos, et vinien tannendo trom- pas et añafiles, e fasiendo grant alegría, cuedando que ligeramente venceríen e prendríen todos aquellos christianos. Et vinien dando tan grandes boses, e fasiendo tan grant rroydo, que semeiaba todo el mundo vinía allí. que El conde Perrant Gonsales e los suyos es- tavan quedo en un lugar, e cobdiciaban ya verse ayuntados con los moros. Et acaesció aquel ora ca un cavallero de los suyos, un cavallo muy el signo que omne el monge arresiado et ligero e fermoso, e firiol de dixera muy las al valient, conde; cavalgó espuelas por sallir adelante, e abrios la tierra e sumios el cavallero con el cavallo. Es- tonces fueron todos espantados, e dixeron: «Por nuestros pecados » nos contesció esto, e bien semeia que Dios nos ha desemparados^ !> e fisiéramos meior seso » vemos que Dios quiere ayudar » nos yr contra T> des assí, él?» E si nos oviéssemos tornado, ca por a los moros, pues, díxoles estonces el el oio lo ¿como podremos conde: «Amigos, non faga- nin querades ganar mal precio para siempre, nin desmaye- ESTUDIOS SODRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 246 >•> des sin feridas, nin demostredes en vos tal commo cobardía ésta. >> Ca departir quiero yo lo » fasemos somir ante nos, que es tan dura, e tan fuerte, ¿quá- > les > la tierra que demuestra este signo: pues que nos E vos cosas nos podrán soffrir? todos sodes omnes de alta san- gre, et veo agora vuestros corazones esflaquecer contra yentes que » non son j> miedo, ca yo este día cobdiciaba de veerme con Almangor en » campo, e veré jiues que si el commo ñas ferir en los non sombra. Et vos non devedes aver por esto ningund los castellanos commo Conde ovo acabada su rasson orne sesudo, mandó ferir muy los ñjos y muy grant daño que y eran. E tan e de ayudar a su señor, pendón e su los que tenie y consigo man- y muy Conde, e todos alfares del que non avíen cuedado de Almangor con muy pocos Dios aquel día el los cavalleros. so poder quál era, de vencer CCC muerte, e tan la poder de el guisa que fuxó Et moros, de mostró allí cavalleros a tan commo grant gentío de moros e a tan grant señor e tan poderoso commo Almangor, ca Almangor era en lugar de Rey entre orne que es en lugar de Rey vencidos e fuxeron del campo, fué Pues que el muchas archas llenas demás para siempre. Desi las tiendas él fuera. de los moros fueron ir.ató muchos de- campo e fallaron en las de oro e de plata, e muchos vasos e armas e otras noblesas muchas, assí fué el nesterio de Sant Pedro, e dio los el que fincaron, robaron e los otros tiendas e so mo- conde Ferrant Gonzales en pos ellos en alcance con algunos de los suyos, e en los Ilamávanle ellos en su arávigo alhagib, que quiere tanto desir commo ¡los, muy grant sabor avíen los castellanos de lidiar buenos fueron y todos, que vencieron ros, e fué Castiella. moros, e fué y a los moros. Otrossí fué bueno Ruy Blasques e Oroita Ferrandes, ios otros el yva llamando e de resio en bueno Gustio Gonzales con todos cebiellos, e fasie compa- e esforgadas sus luego desbolver moros much esforgadamente, Los castellanos fueron el sabedes goiardar señor». Et que enrequescieron todos Conde con todos los suyos y muchas daquellas noblesas que moros, e fiso grant algo al monge cuyo al los mo- fallar.n huéspe»! Pues que esto ovo fecho, fuesse para Burgos, e folgaron y companna ya quantos días, e rescer los que eran feridos «Cap. XII. De cojnmo mandó él catar maestros para gua- » el conde Ferrant Gon gales embió desir al COMtüIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Rey Navarra de 247 qiiel entendasse los tuertos qiiel avie fechos^ sino quel desafiava. Don Ramiro del regnado del rey ^Andados VIII años el conde Ferrant Gongales sus cartas por toda dos con él cavalleros e peones fasta X •Castiella, sino que querie si emendar rey al Don Sancho de Na- quel enbiavan a desafiar. Et castigol luego para Navarra, e dixol: «Señor, commo assí mandadero só entró del. Rey al commo » vos desir que ha grant querella de vos porque feziates en » por » Et aun .» faserles dis que entrastes en danno. Et enbía vos descir que j» relias vos, e si me fago » fiar, el e le fesistes » en ello mucho commo Rey fuese derecho, que vos Guando «Amigo, yd assí: el me - cavallero ovo aca- desir al Conde que me enbía desir, mas que commo ossa enbiar me desa- maravillado del deviera: me non podrá »ende». Tornósse lo quel Rey mucho mas él le le yré yo buscar, e que cavallero con esta respuesta al Conde, e contol lo de agora logano porque ésta ven- enbiaba desir, que se nol encubrió ende ninguna muy los otros él que ayna deffender en torre nin en cerca que yo nol saque el Ferrant Gongales oyó grant pesar, et es desidle •cosa, e dixol quel avíe mandó Castilla fuertement menagado. que el Rey llegar los ricos que eran con él, eque fueron todos ayuntados, díxoles le Guando el conde enbiaba desir, ovo ende omes e los cavalleros e todos por saber sus corazones, e desassí: «Amigos, muchas sober- » vias e muchos males nos an fecho los navarros, non 3> y grant e quel tengo por loco en ello e (non) fué tan bien conseiado » ció ves a los moros, todo commo meioraré ninguna (cosa) de quanto » nol se así non, enbía vos desafiar». bada su rasón, dixol $> mejorar la tierra queredes emendar estas que- sil gradescerá, e que faredes en ello vuestra bondat e vuestra » lo » sura, e » año, e otro grant mal, que, mientra que él fizo co- » que ha de al mal, pusistes vuestra amistad con los moros. fisistes rrer Estremadura, et enbía mucho mal tiempo ha en correrla dos veses e tres mayor que dixiesse besol la mano, e » Castilla grant a El cavallero fuesse conde Ferrant Gongales, del to- daños que avíe fechos los demostrasse quantas querellas avíe et quel enbió que fuessen Et después que ovo su días. poder ayuntado, enbió quatro cavalleros varra, a desirle Castilla les fasiendo nin les buscando porqué, e nunca aun teniemos tiempo para de- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 248 2> mandárgelo: agora enbiéles desir que nos meiorassen los males e- daños que nos avíen fechos, e semeiamos que doblar nos lo- » los » quieren, e sobresso enbió nos mena^ar » a vos. » venguemos » res. Donde Et ruego vos, rey muramos todos commo a vasallos buenos e leales, que los co- mal » » langas » len en estar, ca mostremos covar- les mucha yente ser, nos ye grant los omnes iguales. Et por C. ninguna, ca en dubdar nos por » día mí e a antes que soffrir 'tantos pesa- metamos nos e que non los dubdemos nin » Don Sancho que tomemos algún conseio, porque nos es menester dellos o el no son todos la lid buenas se vence la íasienda quando Dios quiere, e más va- C. cavalleros buenos todos de un coragón, que non fasen do hay buenos y malos, que non podríe CCC. e a las í> de » veses anse a vencer los buenos por los malos, et esto es cosa que son muchos más que nos^ » se los otros, acaesce muchas que vezes. Pues muy ellos ál ser, de pies e mucho esforga- » cavalleros et peones, e son » dos, e de muchas de asconas e de dardos » por ende » » ymos a mas si mente, dexar nos an el campo » vos que » quel acalonaré los tuertos que nos ha fechos, en manera que » porná » guna de » nos guardar señor». Estonces dixeron ellos que faríen todo él si la si mi muerte, yo señaladamient. Et daremos grant cometemos ante que los firamos. Rey puedo al esto assí commo commo llegar, non viesse, et allí veré mandasse, e quel ayudaríen les muy ellos e los yo por alguna guissa cuerpo. Et el mucho nos ellos cometen, si viesen que nos ligeros Demás digo vos veredes y cueta nin- avría sabedes meioría,. esfforgada- los castella- lo que buenos fasen a vasallos sennor.» «Cap. XIII. Don Sancho y De commo el conde Ferrant Goncales lidió con el rey P mató. »E1 conde Ferrant Gongales los navarros, et entróles en su mandó mover toda tierra bien Don Sancho de Navarra, quando oyó Gongales le entrava por un lugar que disien el la tierra, su yente contra quanto una jornada. El rey desir que el conde Ferrant ayuntó toda su yente e fuesse para Era Degollada. El conde, commo avíe grand sabor de vengarse de los navarros, non quiso atender plasos luengos, mas luego paró las ases, et el los castellanos ferir en Rey otrossí las suyas. Et fueron luego- los navarros, e fué la fasienda muy ferida, e COMEDIAS DE ASUNTOS DE murieron muchos del un cabo corag lidiar e atan a las espadas e de m lo las astas El tanta era e del otro. muy que avíen, de HISTORIA PATRIA LA. priessa del lexos oíen los g^olpes muy grant sabor de andaval buscando, et Rey otrossí a con fallar se Rey, e el e conosciéronse en las ar- él, mas. Desi fueron se uno a otro e diéronse tales golpes, que de chiellas muerto en langas passaron las de aquella tierra ferida. Otrossí mucho mala langada ca teníe los castellanos "tovieron non e non avíe y qui muy verguenga perder la coragón e accorriesse. Guando muy grand cueta, e avíen perdidos, e que los e firiendo en muy ellos fasta mal ferido. conde Ferrant Gongales, el él, ca tovieron que era commo omm.e de grant era campo, ca muerto avíe Don comengaron luego de Sancho. Los castellanos fuxeron los navarros e dexaron llevar estonces al rey Don Sancho el que fcrido, e el mandó al Et alimpiáronle mucho esfforgado, díxoles que non era mal resio, e las que llegaron pensassen de lidiar e de vencer de la sangre e del polvo, e soviéronle en somo de un cavallo e comengaron de faser grant llanto por muerto. Mas tierra, miedo, e ovieron por fuerga a rromper matando logar do su señor yasíe, e falláronle de conde en el Rey el grant yerro por non poder más. Desi físoles et el ases de los navarros, la cara 1 vieron a su señor, fueron en que todos sus buenos fechos que eran caydos en cayó cu- las cayó luego otra parte, e al de conde langas que quebravan. El las Ferrant Gongales avíe el la 249 él al lidiar rey muy campo. El conde mucho ondra- a Navarra damente.» «Cap. XIV. De conde de Tholosa y cojnmo lidió /' mató.-s> el conde Ferrant Gongales con el (Le omito, porque este personaje no interviene en la comedia de Lope, donde sólo se hace una leve alu- sión a su muerte.) «Cap. XVL De commo Almancor vino monge e de lo que dixeron sant Pelayo el con grant poder a Castilla^ e sant Millán al conde Fe- rrant Goncales. ^Andados X años del regnado del rey gor, teniéndose por muy quebrantado porque conde Ferrant Gongales, pasósse mandó predigar por toda moros despanna contra Don Ramiro alien la tierra mar así que viniessen los christianos. 1 avíe a tierra , Alman- vengudo el de Affrica. Et a él acorrer et a los Los moros quando lo oyeron, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 250 viniéronse todos para commo él perdón a almohades, turcos, alárabes, e ayuntó todo e fuesse para Castilla astragar toda quando matarle. El conde cavalleros poder del Andaluzía, la tierra e ayuntó lo sopo, muchos (l) el prender conde e el otrossí todos los castella- nos e fuesse para Piedra Fita, e los moros entravan ya en Fasinas. El conde dexó solos a sant commo otra ves pésol vencerle a mucho de coragón, «Sufro yo assí: et entró mucha e las en lasería e la yglesia, dexo mucho enemistad con moros e christianos, ca » miedo de moros olvidaron a quando yo » sos vasallos, et » tan » malament contra amor nin su » vieron que e fuy assí me yo vi ti los quando la muert estavan nunca quis su compaña taron grandes poderes de allend mar, e de aquend » sobre mí, e (señor) con » moro Almangor la tu los merced e con la tu ñor, tú lo dexiste por el tu propheta Isayas, » a los tos siervos, e yo » servicio, e pido te por Ca toda a todos los otros merced que aya me la que nunca tu al » gor e a todo su poder». Estando monge fallesceries ayuda e que el faser a ti deffien- al moro Alman- conde Ferrant Gongales siendo esta oración, vínol un suenno et adurmiósse el vinieron ayuda vencí desamparé por des sesso et esffuergo porque yo pueda vencer allí mar de Affrica es sobre mí venida, e que tierra » la nief, e otrossí todo su poder, e maté muchos dellos. Et se- :» aparesciol E non querían obedescer, ayun- quando commo quando solo entre todos desamparado, e aparté dellos, fuy de todos mal quisto. et a en grant vicio, e só » » das a Castilla, los oios, e Reyes despanna con que con miedo de moros sopieron que oyó, e fincó los ynoios » loa lo que eres su señor, e tornáronse e fasien lo peor, ti el co^s quel avíen de manera llorando de » los que dixera el era muerto. Et su oración desta fastal altar, e fiso dixo Almangor commo dixéronle e contescer, estonces su compaña, e fué con dos cavalleros allí Pedro por ver a su amigo frey Pelayo, allí fa- antel altar, e sant Pelayo, vestido de pannos tan blancos llamol por su nombre, e dixol: «¿Duermes, P'errant s> Gongales? Levántate e vete para tu companna, ca Dios te ha otor- » gado todo quantol demandaste. Et sepas por cierto que vencerás » a i\.Imangor e (i) a todo su poder, pero perderás El texto de cruzada que fazeu n.'o Ocampo lo pone más christianos.» claro: « y mucha de como al perdón de tu la COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA » companna, e aun » vasallo e le fazes » Sanctiago, e a > mos todos en mas nuestro te dise mí e nos crus en su pendón, e quando » han e dexarán » me mandaron que campo te dixesse, e «Llévate e ve tu vía, con me la ir». lo que En todo assy: en quanto tardas, e non (Conti- » otros dos capítulos, la descripción y que la de antecedieron, de todo lo cual cual comienza el me pas ninguna él nada tomó Lope. Saltamos, por consiguiente, nado de Don Sancho, con he te estando pensando en et fases con fagas (*) éste los prodigios vieren, vencerse Amigo, dich des oy más quiero que gran mal Almangor, nin núa extensamente, en la batalla, sí. oyó una grant bos quel dixo aquella visión e rogando a Dios, ^ des tregua a moros nos los a pesar de conde Ferrant Gongales, esto despertó el e parescere- con armas blancas. Et traerá cada uno de » el te enbiará el apóstol muchos ángeles en ayuda, a otros I que porque tú eres su señor, servicio de cora(;on, que la batalla 25 capítulo al del rei- III segunda jornada de la comedia.) «Cap. III. De comr.io el conde Ferrant Gongales fué a las Cortes del rey Dojt Sancho a León, e de cominol priso después Don García^ Rey de Navarra. ^Andados el rey tres años del Don Sancho su faser sos Cortes, et él omnes del mando el al si non Don Sancho él, et ellas, por él ca ya todos los altos mano él a otri, Conde, se deteníe. El mandado, pésol much de coragón, ca trecho de besar envió , conde Ferrant Gongales que quería que viniesse luego a Regno eran y cuando oyó regnado del rey mas pero ovo de yr se teníe por mal allá, et él, yendo su carrera, figo su oración a Dios en esta guisa, e dixó: «Señor, ruego » te ^ e rñdo te por merced que me quieras porque yo pueda sacar cerca de León, salliol a recebir el mucho onrradamiente, fueron con él fasta et tú ayudar en tal Et pues que Castilla desta premia». Rey con todos ovieron todos con su posada. guiese con so venida, pesó Mas commo mucho él sos ricos muy manera él llegó omnes grant plaser, e quier que a todos plo- a la Reyna, cal queríe grant mal. Et en aquellas Cortes fué mucha yente asonada, mas pues que Conde llegó, Conde fabló (*) no duraron las y por conceio, et Cortes si non muy poco tiempo. Et el el en poridat, tantas buenas razones, que La edición académica: «y en». — (A. B.) ESTUDIOS SOBRK EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 252 eran convenibles a todos, de guisa porque todos fueren pagados. El y estonces un agor mudado bueno e un cavallo que oviera y ganado de Almangor. Et quando el rey Don Sancho vio el cavallo, pagósse mucho del, e dixo al Conde que ge le vendiesse, e Conde llevaba dixol el sí Conde que ge lo non venderíe, mas quel tomasse Rey que ge se del pagava. Et dixol el mas quel comprarle marcos de amos ces que si el guisa» a esse tiempo corríe. Aviniéronse eston- quandol diessen a dos, et pusieron día señalado el aver, et aquel día non, ge lo pagasse doblado cada día. Et desi ron sos cartas partidas por tura en don él non tomaría en otra cavallo et el agor, et quel daríe por ellos mili moneda que la le que c, en que escrivieron toda a, b. Rey el bien comprado cabo de tres años, ca perdió más non podríe pagar él el cavallo, por y mas muy salliol condado de el aver: tanto avíe el la pos- que se acertaron fasien sobre este fecho e las testimonias Asas avíe fizie- y. caro a Castilla, et de ya crescido. Las Cortes fueron desffechas, e espidiéronse todos del Rey, e fuéronse todos cada uno para sos hogares. Mas ante que se fuesse, fabló con avíe de dar por muger Rey de Navarra, Conde, cuando en et otorgósse el Ca lo mas Reyna la et > muy Rey de > bien mala sabedes vos padre, que era » que » vengado, Esta fué yo la fuesse et al fasiel et (i) commo cosa del él avíe. falsa Doña entrél él. El casamiento, La Reyna en esta guisa: Teressa, fiso escrevir «A vos, Don Reyna de León. luego García, Salut: nos perdimos al rey Don Sancho mío mundo que yo más amava, e digovos Rey commo muy buen el para todo aquello con enganno, por desamor muy que enbió Amistat dice amor e todo muy bueno lo vos sodes, ca ya agora serie vos tenedes agora tiempo de vengarle la carta García de Na- y engannado, cal contesció, según dise carnero que va a buscar la lana e viene tras- castellanos oyeron aquel ron que era Don fué Navarra, de mí » si del rey casamiento serie e grant enemistat (l) que con una carta de casamiento quel plej^'to fija oyó, tovolo por bien, et plógol con ello, commo proverbio, quilado. Reyna sobre la a su sobrina, conde Ferrant Gongales que por esta razón avríe todo bien varra, e dixol et el él el la Reyna al Rey de si él quisiéredes». Navarra. Commo los mandado, plógoles ende mucho, et tovie- ayuntamiento, et que serie carrera de aver el códice; pero es evidente error del copista. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA todos pas et bien entressí; mas teníe Conde enbió luego pleyto. El el diablo buelto dotra guissa mandado su 253 Rey de Navarra, al enbiasse desir dó terníe por bien que se viessen ambos. Et Conde otorgósse en enbiol desir que en Ciruenna, et el quando sieron día sennalado dellos más de V Conde de cavalleroSj los más Mas el el llevó estonces consigo Rey vio assí venir al tóvosse por engannado, e dixo: «Sancta María, valme: » grant enemiga » el la monge dancia, derse. ésta, et agora só caydo en mismo (l) non pudo tomar lanza nin escudo, nin Et fué et Et el omne muy lo de me que devíe faser; allegóse a la tan dixo su mal an- la se atrevió a defen- V ca- cerraron bien et escudero del Conde, quando aquello leal creyéndome metiós en una hermita que avíe, con aquellos que traye, cuedando se y amparar, valleros puerta. commo frey Pelayo». Reptándose él guarnido, mundo con palabra só traydo, e deviese agora somir el por Y altos et más nobles de Castilla, assí commo lo Rey de Navarra de so uno con los navarros Conde Ferrant Gongales » uno pornien todo et que pusieron, et en lugar de V llevaron XXXV'^. íallescieron el pleyto Commo Rey el esto et pu- llevasse cada que fablaríen caballeros, et desi aquello que toviessen por bien. El avíen puesto. que non fuesse, et ti quel vio, fiso la commo yglesia et echóles las espa- das por una finiestra que y avíe. Desi él et los otros escuderos, quando vieron que non podíen acorrer a sos señores en otra guisa, cavalgaron en los cavallos et fuxeron y vinieron se para Don rey García fué luego a todol día; el la yglesia et conbatióla mas pero non acabó y nada de Conde bien guardada noch, preguntó Conde al la salva fe V llos el cavalleros, e malo e tan en que Rey se queríe dar a prisión sobre le dio, e (i) echaron en Es omenage Conde tomó estonces la iura metiósse en poder del con aque- oyeron todos los partióse luego el altar de García tovo en poder lo decir, vio ca teníe que era ya si yglesia otrossí, ca assí está que él queríe, Rey puerta. el El resio porque pesó mucho a Dios por aquel fecho tan sin rasón, el altar, et que la a que assí non prenderíe muerte. El de lo Commo Castilla. muy de al oy en que y somo esta van fasta día partida. Pues Conde, manJol echar en los fierros, echándose él en una gran bos el que fierros fondo de el rey la Don Et pues metiéronlo en prisión, en Castrovieio, mismo la culpa. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 254 commol teníe grant sanna, diéronle mala prisión et muy Et como eran ornes sin mesura, fueron muy desmesurados et fuerte, él, ca no quisieron dexar ninguno de los companneros quel tovier- sen companna. El Conde dixo estonces al rey Don contra García: «Rey, porque tener ninguno destos que conmigo son presos, e > non as 3 non los fagas ningún mal, ca non an culpa ninguna>. El Rey ellos soltólos estonces et enbiólos para Castilla. Quando los castellanos sopieron que el Conde era preso, fueron tan descoáicertados e maltrechos, que por poco non perdieron ende ovieron. Et yor non podríe con los sessos ñsiei'on tan grant duelo seer, et llora van et disíen: por toda pessar que el Castilla, «¡Ay Dios, que ma- commo somos Ca por nuestros peccados non quieres tú > ornes de > que salgamos nunca de premia nin de coyta; mas quieres que sea- > mos nos > diste agora este quebranto. » sanna contra > todos los despaña nos desaman > mos fuerte ventura! ti, Et bien veemos que somos en gran porque tú nos das » tu merced nos quieras > et de cueta con > de siempre bevir en IIII. el oyr. si et le el sennor, que tú por Ca nos cuedábamos ya sallir la de premia agora avernos miedo et la infante donn Sancha fue' veer al conde sacó de la prisión en que eslava. del regnado del rey conde Ferrant Gongales, yasiendo en que era ti, ella.» ^Andados quatro años dado de todos a Demás non sabe- sin guisa, e nos non conde Ferrant Gongales, De commo Ferrant Gongales esta cuj-ta tan grant. mucho a quién desir nuestra cuyta, «Cap. ende nos e toda nuestra natura siempre siervos. Et por los navarros, don Sancho era la prisión, muy porque era sonado por toda meior cavallero darmas que otro ninguno que avíen todos grant sabor de verle et de conoscerle. En , el bien aguarla tierra fuesse, et medio este vino a coragón a un conde de Lombardía, de yr en Romería a Sanctiago, et tomó una grant partida de Et pues que (ira <-t él fué en Castilla, cavalleros et metiósse al camino. preguntó por o en qué lugar. Et dixéronle los de conde en qué el la tierra sobre qué rasón, et que avíe ya un año. Et Castrovieio, et quando y llegaron, preguntó si commo él fué estonces por podríen veer de, ca en verdat avíe el sobra de conocerle, por provar alguna cosa tenelle pro, porque tal orne commo tierra era preso sil al con- podíe en aquél non era de COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 25$. tener assí en prisión, e prometió a los porteros que les daríe grant algo que ge le dexassen veer con dos cavalleros quando teros, la puerta del muy lo mucho oyeron, plególes ende castillo. Los condes, pues, que Lombardía much de del e saliósse llorando cómmo podríe dallí sallir, rogando luego muy grant. Después que quisieron, espidióse lo conde de el El conde Fe- los oios. rrant Gongales fiso entonces en su prisión cosas et abriéronle se vieron, rescibiéronse bien uno a otro et ovíeron su fabla entressí que ovieron fablado todo non más. Los por- cuedando en muchas nuestro sennor quel sa- al casse ende ayna. El conde, llorando pues que fué fuera del castillo, non quiso poner en olvido para doña Sancha, aquella de quien oviera de la infante conde e por quien era preso. Et quando el que más non podríe > fecho de Ferrant Gongales, e fuesse el seer, la vio ser marido et apuesta fermosa una consella dixol en su poridat, que «avíe grant querella della, porque teníe que era dueña sin ventura e de » mal fado, más de quantos avíe en su » grant mal avíen recebido por ella, linage, pues que ca les vino por que tan los (dixol ti el con- » de) este mal tan grant, que non ha par, e tú seméiasme dueña sin > piedat, e sin » o mal. Et sepas que » muerte, que se avrá por culpa a perder toda » fases » e » ganos, et fuelle este fecho a los christianos grant esfuergo, et tú buen conoscer, e tienes grant poder para si non tú en esto grant amor a mucho quebranto. Et agora andan mucho acabada en » eres por ende > por ende quando » echarán, et y te terníe si lo sopiere toda tú pudiesses casar ellos Castilla, e dígote que les fasie mucho mal muy alegres e yente, et esta culpa a lo- con este conde, todo el ti la mundo por buenaventurada, seríes por siempre iamás onrrada de España. Ca en verdat nunca duenna > de cavalgada » oviste a algún cavallero algún sasón, » éste. » éste es. commo tú faríes en esto, e Pues que el conde todo e fuesse en Romería a Sanctiago. luego con este mandado a una esto La fisiera tan buena amor mucho más deves amsr a si tú as en Ca non ha emperador nin cavallero en todo 2. muy tu pres, e serás denostad.^ el la » los conde de quisieres guarescer al moros, ca éste los faser bien el ti seso e mundo commo ovo dicho, espidióse infante dueña de su cámara Gongales, et pues que ge lo ovo contado assí della doña Sancha enbió al commol conde Ferrant ella mandara, ESTUDIOS SODKE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 2C6 mucho ayna con tornósse que la laseria además que avíe della et por ende, porque mandado, ca ovo muy grant duelo de el conde, e dixol commol dexava sufríe el muy ella sola le prender muerte, ca si podríe ella quisiesse conortedes, e que nol querades desampar, ca E grant pecado faredes.» me » pesa de quanto mal » ná quel veré yo bien andante, quiero » vencerme ha agora » aventurar de yr commo él suíTre. Mas ver e faser la vio, mucho con es la cosa del í> güeña de cuantas cosas son. Ca por el » cosas del ome, olvida a mundo, ca de e me los conde el yazíe. e dixol qué venida grant amor, ca esta dueñas pavor e ver- tuelle a las » commo do ella, ella), esto fas faser el mundo, que más Quiero ha. él él, he entender todo mío coracón». le plogol era aquella. «Señor (dixol » una cosa contra faser esto dixo, fuesse para el castillo El conde, quando mucho me en Dios que aun sasón ver- fifío amor que me su grant el doña Sancha: tengo por mal anclante e Bien vos digo, amiga, que e quel él muere desta él si dixol la infante « Assí e faserle escapar. «Et señora, él » le mundo que deviedes a Dios, que vayades a ruego vos por la fe lasrado grant pesar, et se querellava a Dios quería sacar deste » » guisa, muy amigos, assí la muger los padres e a los parientes e a todas las que ome se paga, eso tiene por meior. lo mío amor avedes grant cue- í> Conde, vos sodes lasrado por » dado de quien nunca ovistes bien, más ruego vos que non vos » quexedes agora, ca yo vos sacaré de aquí, » bien e mucho en pas. » luego, quiero que me Mas si el et si fagades pleyto et omenage en tomedes por muger e casades conmigo, e » me 5> otra » saldredes daquí nunca e morredes dueña ninguna. Et digo vos que » sin conseio. Dios quiere, muy vos queredes que vos saquen ende si esto me non non commo ome la mano, que dexedes por fasedes, que non de mal recabdo e Et non querades perder por vuestra culpa tal dueña » commo yo s> vos digo.» El conde, quando lo oyó, tóvose por guarido, e dixo só, e si buen seso avedes, devedes pensar en entressí: «Assí ploguiesse a e tornó contra » que » muger si ella, Dios que fuesse ya e dixol: «Señora, vos esto complides que e que case con vusco, e » vos digo, falléscame Dios me si commo yo digo verdat desides, a esto que vos desides»; Dios e a vos, que vos tome yo por vos cuedo fallescer desto que commo ome falso e sin verdat. Et esto COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA p que desides, ruego vos cho, -esto que punnedes de complirlo e non quera- lo Ca yo non vos mentiré de cuanto vos he » des meter en olvido. » 257 di- vos esto queredes complir e faser». Pues que ellos ovieron si affirmado en yo agui- dixol ella: <Señor, pues todo lo tengo sí, » sado ya, vayámonos luego ante que mío padre lo entienda, ca ya » noch es>. Assí commo esto dixo, salieron luego e fueron su vía. Et quando fueron allongados del castiello, dexaron un grant monte que y avíe cés e metiéronse por Et porque conde non podíe andar, por el pesados, ovol assí toda la fasta otro día metiéronse en un monte •que los non De commo «Cap. V. - a la parte siniestra. los fierros, que eran muy mañana. Después que fué día claro mucho espeso que viesse ninguno, et esperaron Sancha mataron fran a cuestas una gran piega, e anduvieron ella a llevar noche camino el el y vieron y cerca, por fasta la. tal noche.» conde Ferrant Gongales e la infante donna al archipreste. en aquel monte, oviéronse de »Ellos, estando ansí ascondidos ver una ora en grant peligro et en grant cueta. Ca un archipreste malo andudo por aquel monte, e cayeron et ávol fué a caga et podencos en de coragón, del el rastro yendo en pos ellos, ovo e díxoles: conde e de los de fallar, la infante. quando e Et los archipreste, el los vio plogol mucho «Donnos traydores, non vos podedes ya yr mano don que vos non > nin podredes escapar de » dé mala muerte a amos a dos; e ¿dó cuedávades vos foyr?> Et dixol el conde: «Ruego » que » que y » ovier, era te dé en que siempre ome malo la va cosa muy poco de yo > rolo > perder una cibdat de las meiores me complir mi si vos queredes voluntad con la dueña». oyó desir cosa tan sin rasón e tan sin guisa, diessen una grant langada, e dixol quel demanda- que queríe grand soldada por commo era dueña entendida, dixo al La commo faser el Castilla ayas por tu heredat». El archipreste, sin guisa e sin rasón, e trábalo. archipreste le García, e sin mesura, dixol: «Conde, que sea esto poridat, dexat Quando el conde pésol más que sil del rey amigo, que nos tengas poridat, et prometo te que lo fisieres si commo te, la infante, en arte: «Amigo, todo lo que vos queredes quié- de grado, ca por esto non queremos nos morir nin condado. Ca mucho valdrá más que partamos » nos todos tres. el Mas ha menester que nos apartemos amos Mbnéndkz t PKI.AYO.— Estadios sobre el Teatro de Lope de Vega. pecado a un 17 lu- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 2; 8 conde non nos pueda > gar do » e vos » conde*. Guando el desnuydad vos de el los ver, ca avríe por ende grant pesar^ paños e de mientra guardarlos ha porque cuedó que todo su pleyto era bien parado; mas tórnasele en ca cuedando ál, commo ome malo et el archipreste, e mucho una grant tirada contra sí, mano la infante dexamos aqueste al amos ya quanto, doña Sancha, «Don commo et me traydor, bien assí, amos allí camino fablar del plaser era esfforgada, travo del a la barva e dio! e dixol: e matáronle metiéronse et el agur et el quedó confondido llegar e complir su voluntad, tra- agora vengar de vos». Ella teniéndol cuchillo en la otri, e desonrrado. Desi apartaron se vo della e quísola abragar. Mas » confonder a él cuedando luego muy buena dueña el archipreste aquesto oyó, tóvose por guarido, llegó el a dos, e cuedo- conde con un tomaron la muía pensavan de andar. Mas agora conde Ferrant Gongales, que yba por su camino, e diremos del acuerdo de los castellanos.» «Cap. VI. Del acuerdo que ovieron los castellanos para yr a bus- car al Cotide, de et commo se fallaron con él en el camino. sLos castellanos, estando todos llegados dicho susso en assí commo avernos ya- para aver acuerdo entressí sobre la estoria, del Conde, fablaron estonces mucho e de la prisión commol podíen sacar et librar ende. Mas pero non se podíen aver nin acordar en ninguna guisa, commo omnes que estavan sin cabdiello, ca los unos queríen una cosa e los otros otra. era omne de gran díxoles: > seso e «Amigos, yo vos ymágen de Guando esto vio Munno Layn, commo buen cavallero darmas lo diré, pues que e assí mucho es: esforgado, fagamos una piedra a semeianga del Conde, e desi fagamos iura so- ;* mano bien commo si ella fuesse el Conde, e pongámosla en somo de un carro e llevémosla ante nos. Et fagámosle pleito e omenage por amor del Conde, » que » brella » si de aguardarla e besémosle ella a > non fuxere que nunca fuyamos nin nunca tornemos a Conde. Et el que y tornare sin él que salga por la seña de Castiella en mano daquella ymapongamos traydor. Et gen, ca yo vos digo que si el Conde era fuerte señor, fuerte será éste, que nos assí liberaremos, e desi vayamos buscar al Conde do » Castilla » la » quier sin el que del sepamos mandado. 5 con ñusco, e si non, E sil falláremos lo y muramos todos con él, et adugamos fasemos muy mal COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA » ya en tardar tanto, ca mucho menoscabamos, e a » día onrra en esta tardanza, e a nos » e mal 259 damos cada él pres, ca semeia que él lidia nos non sabemos dello ren, e Dios nos perdone por ende en si » alguna cosa y pecamos. Et que veades agora qué precio damos a un cavallero; pero que nos somos bien CCC cavalleros et non nos » atrevemos a faser » buen precio si » ninguna cosa, e en Munno Layn ovo sí lo muy acuerdo. Et fisieron luego es bien quanto la ymagen mucho además, avíe dicho et él que era buen e pusiéronla en el carro, assí ya dicho, e desi metiéronse camino para yr contra al Navarra, e fueron a llegar aquel día cabo de Arlangón. passaron Montesdoca, una Bilforado. Movieron dallí fiera ora mala cobardía». Pues que don ha, por dicho esta rasón, plógoles a todos e otorgaron que era commo omne en poca de pierde assí A otro día montaña, e fueron albergar cabo de quanto de guisa que, quando alvor, al amáneselo, ovieron andado una legua. El Conde, otrossí, viniendo con su dueña lasdrados, quando vieron sí, los castellanos venir contra cuedaron que eran moros que corríen miedo et fueron la tierra, et en grant cueyta que non sabíen qué se non veyen montaña aderredor do commo que viníen con su senna, dueña: et dixo a la que aquí vienen todos son míos » traien es la llegassen a él, enbióles un escudero que la Infante los castellanos esto oyeron, fueron la fasta non podíen que llegaron cerca del et besáronle todos las « Señora doña Sancha, en buen punto » nos, ca por vos » fiso mano commo viníe Commo creer, et coet le conos- e recibieron a manos doña et dixéronle assí: fustes nascida para castella- avemos cobrado nuestro señor. Et nunca muger tamanno bien a otres omnes commo vos avedes fecho Estonces tomaron su señor et fuéronse con mandaron por un senna que alegres et gradesciéronlo a cieron. Desi descendieron et besáronle la Sancha por señora ca és- mano». Mas ante que les dixiesse Dios: tamaño era el goso que avíen, que lo mentaron a correr todos eran los castellanos consigo por muger. muy ca Conde «Non temades, vasallos, et aquella mía, et besar vos an agora sano et alegre et que traye fisiesse, se pudiessen asconder. El fué parando mientes et conosció luego » tos ovieron grant ferrero et sacáronle de para Burgos. Et tomó luego bendiciones él a nos». para Bilforado et de- los fierros; desi fuéronse el Conde con la infante » ^ ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 26o doña Sancha et fueron andavan por ricas las bodas. muchas fasiendo la villa bien los grandes sennor» muy Et los castellanos al un los tablados, al otro corríen los toros, et los ioglares cabo alangaban commo alegrías, et avíen todos, tan menores, los muy grant plaser con su (l). «Cap. VIL De commo el rey don García de Navarra vino a Cas- conde Ferrant Gongales lidiar con tiella et filé el él et de commol prÍ5S0.t> «Cap. VIII. De commo conde Ferrant Gongales sacó de la pri- ei sión al rey don García. «Cap. IX. De commo Rey de León contra tilla e lidió los el rey muy abreviados en situaciones dramáticas, General impresa, no ofrece y por eso Lope prescindió de ellos.) el rey don Sancho de León enbió d-esir al Conde quelfuesse a Cortes ^Andados VII años el la De commo «Cap. XI. que don García de Navarra corrió a Cas- después con el Conde e fué vencido.-» (El contenido de es- tos tres capítulos, como conde Ferrant Gongales fue ayudar al moros. De commo «Cap. X. el o quel dexasse el condado. del regnado del rey conde Ferrant Gongales ovo vencido agora dixiemos, llegol mandado del a sus Cortes o quel dexasse el al don Sancho Pues rey don García, Rey de León que assí fuesse condado. El Conde, quando ovo leydas las cartas, enbió por los ricos omnes et por todos los cavalleros on- rrados de Castilla, et » et desque fueron venidos, díxoles assí: «Amigos natural et ruego vos que me commo buenos vasallos deven faser a señor. El León me ha enbiado desir por sos cartas quel dé el con- parientes, yo só vuestro señor 3> conseiedes assí » Rey de 3> dado, et yo quiero gelo dar, ca non serie derecho de tener gele a (i) Esta importante referencia a los juglares falta en el texto impreso de En elJ>oema fuente déla General, se habla sólo de los tañedores la Crónica. de viola: Alangaban en los tablados todos los caballeros, E a tablas e castanes jugan los escuderos, De otra parte mataban los toros los monteros, ' Avya ay muchas de cítulas et muchos v3'oleros. (Est. 682.) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA » fuerga, me ca aver » pues de mí ^ me con si yo ende quando » mos con » fesimos, todos serien » et ál fisiese. la tierra al fuesse sonado por algar- como s6 España que nos después fase un yerro señero, en antes contarán que non los cien enbidia. Nunca » omnes comunal. Et por ende disen » et del al<jára- buenos que aya fechos, nasció omne en el el un mal fecho et esto nasce todo de mundo que fuesse a todos a las veses de grant mal bien bien grant mal, et pues nos avemos suffrido grant lazerio et estamos, loado a Dios, en estado qual nunca cuedamos, et » lo assí si perdiéssemos todo, nuestro laserio serie de balde. Nos por leal- tad nos presciamos et aquesta es nuestra heredat de siempre, et » por ende quiero yo yr a » quando yo » oydo avedes ya » sabedes meior que éste, ruego vos que » errado fuere, vos en grant culpa yazeredes allá fuere jero.) Cortes las por bien si lo tenedes. non seredes reptados. Amigos que vos he mostrado. Et lo largo razonamiento, » omne de tales fechos Rey de León, todos quantos buenos fechos perdudos por y, ca si fase omne cien buenos » :> quantos viniessen des- non suelen » » et a Demás, yo non tierra, et los castellanos » éstos faser, et mí ien de retraer a 26 enumerando las me si vos otro conseio lo digades, ca » fincan sos la carne, la lealtad que parientes con muy omne fase mal heredamiento del. en yerro. Ca bien sé que ante de pocos días seredes en que avredes mester seso Rey me et esfuergo. non sea preso o mal trecho, » qué conseio avredes para sacar » non deve quisiere, lidiar el » ayudar. que tal cueta, Et vos todos sabedes que commo me et allí veré me pueden me el acorredes o ende. Et digo vos que reptar, et vos bien sabedes omne que derecho non tiene, ca si yr que non Dios nol quiere Et más val seer muerto o preso, que non faser mal fecho » que después ayan a » quiero faser » ruego vos que dellos, et vos guardedes de caer quiere grant mal, et cierto só que non podríe escapar que » » et Asas vos he » et lealtad, ca non muere, mostrado carreras porque seades buenos » ya (Continúa este » » 5> si condiciones del buen conse- «Et amigos, sobre todo ha menester que guardedes maguer muere Et et vasallos, si los parientes que retraher. Esto es vos lo tenedes por bien, et quiero me aguardedes aquí mío non quiso consigo llevar fijo». más de me lo que yo yr luego et Espidiósse estonces siete cavalleros, et assí ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 202 commo llegó León nol a omne ninguno salió a recebir et tóvolo él por mala señal. Otro día fuesse paral palagio et fué besar al s> Rey; mas mucho él non ge quiso dar. Et dixol: ^Tirad vos Demás, algastes reptado por ende: sin esto, » que dacá salgades » males » mandar mi corte, dadme buenos ovo acabada su rasón, respusol nado e de buen » vengo de logar para tengo » mal desonrrado de me ca me me me Rey lo assí: fis nin por lealtad et por mis años otra vez la con non la tierra las muy Cor- faría sin que el pleyto, aver, assí commo me los non pagássedes al Et dad me vos fiadores que si dis la carta, e yo dar vos he que vos emienden quantas querellas avedes vos de mí se- mandol luego prender De commo «Cap. XII. »Ouando el los castellanos gran pesar, rra, et non por esto non viniera a algase gunt vuestra corte mandare». Et lante. el aquella rasón, et dixo algo con la tierra, los leoneses, et si que Conde commo omne bien razo- que fuessen cada día doblados. » fiadores muy muchos et tenedes mío aver forgado bien ha tres años, et vos sa- me cumplades mío él, et condado, et devedes fiadores a ello». Pues el faser tal fecho, ca bedes de quál guisa fué > plasso, » el menudos pesares por cavallero complido, mas íuy daquí Pero por una rasón » guisa, » vos con mas nol tovo pro seso; Señor, de lo que desides que » » me fesistes me los meiorastes. Mas yo fío en Dios que ante me daredes ende buen derecho, Pero si todos los que me avedes fechos me quisiéredes emendar assí commo tuertos, et » tes. Conde: allá, nunca 5» <. mano sodes logano: bien ha ya tres años que non quisistes venir » a mías Cortes. » ssr la la et fisieron La condesa, otrossí, et el Rey fué muy sannudo contra echar en fierros.» conde salió de sopieron que el la prisión, conde era preso, ovieron tamaño duelo commo commo lo sil toviesen de- oyó, cayó amortecida en yogó por muerta una gran piega de día, assí tie- que todos cue- daron que era muerta. Mas pues que fué entrada en acuerdo, dixéronle: «Señora, non fasedes recabdo en vos quexar tanto, ca por vos > quexar mucho non viene pro > que catemos alguna carrera por quel podamos sacar por fuerga o > por arte o por qual guisa quier>. Desi ovieron su acuerdo ron mucho en ello al por qual guisa conde le ni a nos. Mas ha menester et fabla- podríen sacar, et dixieron cada uno aquello quel semeiaba guisado, mas non podíen fallar carrera por COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA mas porque -do lo pudiessen faser, bullendo, luego falla muy vcosa es le coragón del el 263 omne siempre carrera para aquello que ha sabor et de ligera ca faser, el grant amor todas está la fuerte las cosas vence. Et los castellanos tan gran sabor avíen de sacar a su señor, que su coragón les dixo qual serie lo meior. Desi ayuntáronse qui- nientos cavalleros bien guisados de cavallos et de armas, et juraron que fuessen todos con irodos sobre sanctos Evangelios provar et la condesa por podríen sacar. Et desque ovieron fecho fuéronse de noch, sil non quisieron yr por camino ninguno, mas por el montes por los que non fuessen descobiertos. Et quando llegaron a Mansiella tal Camino dexaron del algáronse contra la diestra et un monte mucho espesso llaron et Somoga la possaron todos allí aquel monte. La condesa doña Sancha dexólos estonces en aquel monte, más, con •fiso et fuesse ella para su esportilla, assí saber al commo León con dos lleros bien Rey commo yva en romería el conde. El Rey el et salió a rrecebirla fuera quanto una legua, Rey para et dentro en allí dentro non cavalleros romera, e su bordón en mano, et va quel dexasse veer buenamente, la et fa- a Sanctiago, et que rroga- dixol quel plasíe de de la villa muy con muchos cava- desque entraron en la villa fuesse su posada et la condesa fué veer al conde, et quandol vio fuel abragar llorando mucho de los oios. El conde conortóla estonces et dixol que non quexasse, ca a sofrir era todo lo que Dios queríe dar a los omnes, et que omnes contescie. mucho commo conde de faser et El cosa por Reyes et por grandes La condesa enbió luego a señor los fierros, fijos. tal Rey bueno dixo: «Si me los fierros et lecho. Desi yoguieron toda la la los quel rogava al Dios valla tengo que dis verdat»; pannos. Et puerta et dixol al el que les fisiessen noche amvos en uno, condesa de grant mañana quando a para Rey desiendol quel cavallo travado nonca podríe mandol luego sacar de de todos desir al mesurado, que mandasse sacar et muy buen et levantes la los matines, et vistió al conde conde, en semeianza de dueña, fuesse portero quel abriese, et dixol «Dueña, fablemos ante del Rey si lo toviéredes el portero: por bien». Et ella non ganas y ninguna cosa en que yo tarde non pueda complir después mi iornada». El portero, cue- dixo: «Portero, par Dios > aquí et dando que era dueña, abriol la puerta, et el conde fuesse luego para ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 264 un portal dol estavan atendiendo dos cavalleros suyos, en un cavallo quel teníe y, mucho encubiertamiente de et sallieron la villa, et comentaron de andar quanto más pudieron, llegaron a la Somoga fuéronse paral logar commo omne que sallíe de tal logar.» cCap. XIII. De commo iiso el Rey con > quando et do estaban los cavalleros muy grant plaser^ atendiendol, et él quando los vio ovo con ellos que era ydo et cavalgS* la condesa, después que sopo el conde. Quando rey don Sancho sopo que el el conde era ydo commo qual arte le sacara la condesa, pésol assí et rregno, pero non quiso seer enoiado contra la condesa, et pre- el guntol commo osara ensayar dixol la condesa: «Señor, tal cosa, et que estaba en grant cueta > atrevíme de sacarle ende, porque » porque era cosa que » demás, atreviéndome en » bien, et vos, señor, faredes contra s s6 de > mí cosa desaguisada, ca muy grant debdo he con vuestros » en > sodes de buen conoscer et » meior, et catar que non fagades que vos ayan los la > traer, Rey et de me muy vi convinie asas la lo si commo buen mí alto varón, et vos. Et assí fijos et commo omnes que contada muy buen el rey don Sancho et mando et será míos vasallos que vayan con ñusco que vos lleven » conde a que non pasedes noche commo el Rey les dueña de tan mandó, vos re- dueña^ a todos do es fasta Los leoneses «Con- el fisieron assí mucho onrradament comma la vio, plogol mucho El conde, quando le avíe Dios fecho merced, et fuesse con toda su condado.» XIV. De commo aver al rey sin él». et lleváronla alta guisa. tovo que ella et compaña para «Cap. la assí: muy buena fecho et a guisa de vuestra bondat por siempre, » por fija ca yo por faser derecho non devo perder >. Pues que la con- >desa vos fezistes su muy entendido, devedes escoger lo > con fis señor, ca vos non querades faser contra mi desondra grant parte avriedes muy et pudiese aguisar. Et vuestra mesura, tengo que lo desa ovo acabada su rasón, respondiol a por oviesse perdida si Don Sancho el conde Feí'rant Gon gales enhió pedir su de cominol dio el Rey et el condado en preño ello. >En pos León quel esto enbió el diesse su aver, conde Ferrant Gongales desir si al Rey de non que non podía estar quel non pren- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA dasse por et el Et ello. Rey el nol enbió respuesta conde ayuntó todo su poder, et entrol 26^ donde él por regno, et corriol el fuesse pagado, mucho ganado et muchos omnes, Quando el rey sopo, mandó a su mayordomo tomar muy grant aver,. la tierra, et llevol Don Sancho lo lo que fuesse pagar et dixol el conde que tornasse todo et quel diesse que tomara de su regno ca teníe que nol deviera prendar por tal mayordomo fué al conde por pagarle el aver, mas quanto el mundo non lo podríen pagar: tanto era sin guisa; et el mayordomo óvose a tornar. El Rey, quando lo sopo, tóvosse por cosa. El avíe en muy enbargado por aquel fecho, ca non en seio ello. Et rrepintiérase de grant dería, ca temiesse de perder tava tan mal parado el el fallava si regno por quien con- le diesse pudiera de aquella mercay. Et quando vio que es- pleyto et nunca podríe pagar el aver, grant era, fablósse con sos vasallos et acordaron quel diesse el tan con- dado en pretio del aver. El conde Ferrant Gongalez tóvosse por guarido de este pleyto, porque veye que sallíe de grant premia, et que non avríe de besar mano a omne del mundo; sallieron los castellanos de premia et et desta guisa de servidumbre del Rey de León.» Hasta aquí principal, pero el texto de la Estoria d' Espanna^ fuente directa no única, de de tradiciones poéticas la y comedia de Lope. Hay otro grupo relativas al Conde de Castilla, que llegaron a nuestro autor por medio de los romances. Pocos son los que pue- den calificarse admitió Wolf en los de Fernán González: sólo cuatro Primavera^ y aun puede decirse que dos de la en rigor, uno mismo, aunque esté arbitrariamente dividido ellos son, en de viejos entre las colecciones. Este romance, por cierto de los más bellos que en toda nuestra poesía heroica pueden encontrarse, es el mienza: Castellanos y leoneses tienen grandes divismteSy añadirse, como el la existencia Rey envía por vos. Con él se comprueba otra los romances, forma representada aquí, otros ciclos épicos, por lo que vulgarmente se llama Cró^ nica rimada^ Jas debe de una forma narrativa intermedia entre los primeros cantares de gesta y como en cual parte integrante suya, el que principia: Buen conde Fernán González^ vez más al que co- y también El mocedades del Cid, a Rodrigo^ por referirse principalmente a cuyo relato antecede un largo proemio ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 266 mixto de verso y prosa, según que rudo compilador copia o el extracta los originales poéticos de que se vale. Nadie duda que esta compilación pertenece al siglo hoy de xiv (muy probablemente a y que no fué ni pudo ser utilizada en la Crónica General^ aunque muchas veces coincida con lo que ésta tomó de fuentes más antiguas. Así, en lo tocante a Fernán González (donde, su segunda mitad) Crónica no aprovecharon como queda dicho, los redactores de la más que un solo texto, y éste no popular, nes juglarescas transmitidas por genealogía del héroe y en nombre de el claustral del monje Pelayo y de la su mujer, a quien llaman Y omiten, Constanza y no doña Sancha. yenda sino erudito) las invencio- El Rodrigo, varían en cuanto a por supuesto, toda la le- reedificación de Arlanza; la pero guardan perfecta conformidad en los temas capitales de contiendas de Fernán González con los Reyes de Navarra quebrantamiento de preste, por la cárcel juramento y estatua, venta del azor y el caballo al gallarín (precio doblado cada día después que venciese el plazo). de más peculiar este fragmento de El y de León, Condesa, aventura del Arci- la Lo que tiene Rodrigo, es la entrevista del fué brillantemente paraíraseada en los vado de Carrión, que luego romances, cuya ingeniosa elegancia contrasta aquí felizmente con la rudeza del texto primitivo: E E non querya obedescer enviol dezir Don al conde el rey de León, Alfonso había por nombre, Quel viniese a Cavalgó el vistas, —e fué el conde— como onbre E a los treynta días contados — a moro nin — hijo a cristiano. de don Suero de Caso. — E enbió conde al muy conde emplassarlo pagado. tan losano, — fué el conde al plaso. — e comengie a preguntarlo: tEyo maravillado me fago, conde, — como sodes osados De non me venir a mis cortes — nin me besar la mano; Et el plaso fué en Saldaña, Ca siempre Ca León es fué Castilla— de regno, Essas oras dixo Vos el él León tributario; — e Castilla solo condado». conde: — 'Mucho andades en vano; — e yo sobre buen cavallo. estades sobre buena muía gruessa, — me lago mucho maravillado — e pedirle vos tributazgo». Essas oras dixo el rey: — cEn las cortes será juzgado Porque yo vos En sufrí aver, señor Castilla, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 26/ obedecerme devedes, — si non fincades vos en salvo>, «Lleguemos y privado>. el conde: Si — Essas oras dixo En León son las cortes; — llegó el conde logano. Sobre este tema bordó la imaginación de los poetas cultos del siglo XVI aquellas lindas variaciones, versos de la en que uno solo de los informes Crónica ruñada se desdobla en una serie de antítesis, pintorescas aunque anacrónicas: Vos venís en gruesa muía, — yo en ligero caballo; Vos traéis sayo de seda, yo traigo un arnés tranzado; Vos traéis alfange de oro, — yo traigo lanza en mi mano; Vos traéis cetro de rey, — yo un venablo acerado; Vos con guantes olorosos, j'o con los de acero claro; Vos con la gorra de fiesta, — yo con un casco afinado; Vos traéis ciento de muía, — yo trescientos de caballo. — — Lo que parece una novedad en vemos romance este bien no nos atre- (si a afirmar resueltamente que lo sea, porque acaso estaba en alguno de esos cantares del siglo xiv, de que la Rimada en su pri- mera parte no nos ofrece más que fragmentos groseramente dos), es el espíritu victorioso de los profundamente democrático del conde rebelde se presenta con el en que el carácter de protector humildes y desvalidos, y especialmente de Villas y castillos tengo, final, zurci- los labradores: — todos a mi mandar son; me dejó mi padre, — de ellos me ganara yo: Los que me dejó mi padre, — poblélos de ricos hombres; Los que 3-0 me hube ganado, — poblélos de labradores; De ellos Quien no tenía más que un buey, — dábale Al que casaba su hija, otro, que eran dos; — dóile yo muy rico don; Al que faltaban dineros, - también se los presto Cada día que amanece, por mí hacen oración; yo: — — que non merece, non; El les puso muchos pechos, — e quitáraselos yo. No la hacían por el Rey, la Este Fernán González filántropo no debe de ser anterior glo XVI, y quizá el al si- primer esbozo de su figura haya de buscarse en aquella voluminosa Chronica de Fernán González que en 1514 dedi- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 268 V el abad de Arlanza, Fr. Gonzalo de Arredondo y Alva- có a Carlos rado, natural del valle de Ruesga, procurando imitar, según dice el Berganza,la Cyropedia de Xenophonte. P. que no llegó a darse a la estampa, pero copias manuscritas González, a la vez el que se propuso (l), el espejo de todas las y como y del sabio legislador, virtudes teologales, cardinales cuya ley cuarta ordena que los caballeros traten esta historia novelesca, Arredondo presentar en Fernán prototipo del príncipe perfecto, caballerescas, llegando a dar el texto de le atribuye, En que corrió profusamente en los señores, los aunque no muy esta crónica, poéticas, el entusiasmo por su héroe lo las coplas bueno de Arredondo, que que le faltaba que intercaló en su crónica, guos^ y como soñó Amador de las criados, suplía de imaginación, no con el se hartó infelices metros, pri- y el Cid; después en ciertas quinti- sin calificarlas los Ríos, jamás de rimos anti- que creyó encontrar en fragmentos de un poema del siglo xiv, análogo no, y conde para de arte mayor de su Arlantina^ que contiene un paralelo entre Fernán González llas al que ofrece algunas invenciones nuevas, de encarecer sus hechos en todo género de mero en infanzones a hijos a sus colonos, vasallos y que todo el que se vea aquejado de pobreza acuda que le remedie, como padre común de todos. Además de y una especia de código que al ellas de Alfonso Once- reimprimió con cierto barniz de ortografía arcaica, que ha deslumhrado a algunos, y ha hecho a otros acusar de falsificación a (i) La más esmerada, según el Sr. Menéndez Pida), que ha cotejado la mayor parte de ellas, es la escurialense, I-iij-2, Hay otras en la Biblioteca Nacional, en la de la Academia Española, etc. Yo tengo una especie de refun- dición ampliada considerablemente por el principio (manuscrito incompleto, 88 folios a dos columnas, letra del siglo xvi). Este manuscrito concuerda con el de la Biblioteca Nacional, T. 31, y el de la Biblioteca Real, 2-M-s. confundirse esta crónica de Arredondo con otra obra suya No debe lleva el hechos de los Ruy que de Crónica Arlantina de los famosos y grandes bienaventurados sánelos cavalleros conde Fernand González y Cid rimbombante título y universales coránicas entretexiendo vicios y virtudes, viejo y nuevo humanas y divinas^ poetas y philósophos, corotiistas y decretos y hechos famosos y notables desde el principio del tnundo. Es el detestable poema de la Arlantina, acompañado de un comentario en prosa, del cual apenas podemos juzgar porque fué suprimido casi del todo en la malísima copia del siglo pasado (digna del poema) que se halla en la Biblioteca de la Academia de la Historia, D-42, única que conocemos. Dies, testamento, leyes COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Arredondo, siendo así que éste no da tales versos por ajenos, y <jue llama repetidas veces rimos antiguos es el viejo nán 2C9 Poema lo de Fer- Go7izález (i). Sobre la base de las crónicas de Arlanza, y especialmente de la de Arredondo, pero tratando de armonizar sus datos y los de la General con lo que resulta de las escrituras, de los cronicones y de otros documentos fehacientes, y rechazando todo tamente era anacrónico e inverisímil, primer tomo de su grande obra de tejió las el P. lo que manifies- Berganza, en el Antigüedades de España (1719), una nueva trando en y extensa biografía del héroe castellano, moscomo en todo el discurso de su libro, una mezcla ella, singular de candor les hasta sus historia. más y de pericia crítica, que hace apreciables y úti- yerros y sus frecuentes confusiones entre la fábula y la Las tradiciones castellanas nunca encontraron defensor hábil, a la vez que sincero y convencido; y si el de edificio la antigua historia no hubiese estado ya en su tiempo tan ruinoso, sus esfuerzos habrían bastado para sostenerle, por algún tiempo su caída, en medio del y comenzaba a reinar en aquel «scéptico, que Pero apartando los ojos del a lo espíritu, campo de menos detuvieron no ya siglo. la historia positiva, progresos y controversias no hacen a nuestro intento, Fernán González, derivada del Poema del viendo en todas las a ser extractada como la refundiciones de la crítico, sino siglo xiii, la cuyos leyenda de continuó vi- Crónica General^ y aun llegó crónica aparte, siendo uno de estos extractos que Berganza llama Historia antigua de Arlanza por conservarse «n aquel monasterio, y que Esta historia, sirvió a Arredondo de principal fuente. que fué impresa dos veces en Burgos por Juan de Véase en — de Baltimore Modern Language Notes JohnsHopde 1897— un artículo definitivo sobre esta cuestión, de C. Carrol! Marden. Justificando Arredondo el empleo que hace de los metros del Poema, hace curiosa indicación de un Mester de clerecía no •descubierto hasta ahora: «E no sólo esta manera de escrevir se usava en aquellos tiempos en las corónicas, mas aun en las vidas e historias de santos, como paresce en la de Sant Millán e <de Santo Toribio* y de otros E yo digo e afirmo que estos metros tienen en sy toda verdad y no devemos considerar la manera del grosero hablar, synon atender sy lo que dizen es cierto •o verdad, ca no es verdad toda eloquencia, ni mentira toda la habla grosera». (1) Mns Uníversity, la revista xii, abril ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 270 1 5 36 y 1546 (l), procede, según las doctas investigaciones Menéndez Pidal, de la Crónica de 1344, y no de la primitiva Junta en del Sr. En cambio, del Rey lez, que fué mucho más popular, y de aunque Sabio. otra pequeña Estoria de Fernán Gonzácual existen numerosas la haya alguna rarísimas ediciones (2) del siglo xvi (y quizá del xv), presenta aunque no se sacó mucha más semejanza con el texto de Ocampo, de él y está mucho más abreviada. El libro de cor- que hoy corre en manos de nuestro vulgo, no tfene tan nobles del, fuentes, ni se remonta más allá del siglo pasado (3), pero el mero hecho de su existencia es digno de consignarse. No menos que estos relatos en prosa atestiguan la difusión vitalidad de la leyenda de eruditos y artísticos Fernán González que sobre Lobo; y otros que, muy luego, y las crónicas, sus émulos Juan de la sin ser populares y ciertamente el siglo xvi^ como los del Cueva y Gabriel en su origen, se popularizaron merecían, lo y numerosos romances compusieron en ella se unos sacados pedestremente del texto de inevitable Sepúlveda los como aquel tan brioso y enérgico de juramento llevan hecho todos juntos a una voz. como Además de El teatro recogió, boración épica. anterior), antigua ( I ) De (4), siempre, la la libertad de Castilla que quizá por las reliquias ela- por Fernán González^ en lengua esta razón La hystoria breve del muy de toda esta comedia de Lope, hubo otra (acaso deba atribuirse excelente cavallero el al poeta de Conde Fernán Gongalez, sacada del libro viejo que está en el monesterio de Sant Pedro de Arlanga al fin, como todas las crónicas parciales de Fernán Gonzáde los siete infantes de Lara. La primera edición citada por los bibliógrafos es de Sevilla, por Ja(2). cobo Crombérger, 1509. Otra de Toledo, acabada a once días del mes de enero de 151 1, ha sido reproducida folitográficamente por el Sr. Sancho Rayón. Sus reimpresiones alcanzan hasta la de Madrid, por Antonio Sanz, 1733. La edición más antigua que se cita de este libro popular, que vino a (3) sustituir al anterior con grandísima desventaja, es de Córdoba, 1750, con el título de Historias verdaderas del Conde Fernán González, su esposa doña (1537, 1546). Lleva lez, la historia Lara, sacadas de los más insignes historiadores por Juan Rodríguez de la Torre. La que lleva el nombre de Manuel José Martín, parece ser esta misma. Hállase en el tomo apócrifo titulado Seis comedias de Lope de Vega (4) En Lisboa, imCarpió, y de otros autores, cuios nombres dellas son éstos Sancha y los siete infantes de españoles, presso por Pedro Crasbeeck. Anno 1603. De este tomo dijo Lope en la primera edición de El Peregrino: ^Agora COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 27 Guadalajara, Hurtado de Velarde, cuya especialidad eran los asuntos en esta ridicula fabla. históricos tratados De un Conde de Castillay pero no sabemos cuál, había escrito también una comedia Pedro Liñán de Riaza, según nos informa Lope en una de sus cartas duque de al Sessa, La de nuestro poeta sigue paso a paso la Crónica General^ pero,, desgraciadamente, suprimiendo muchos pormenores poéticos, por la imposibilidad absoluta de encerrar tanta materia en el corto es- más pacio de tres jornadas. Faltan los en la entrevista con el bellos y patriarcales rasgos monje Pelayo (<Darte he pan de ordio que comas, ca non tengo de trigo»). El arcipreste cazador está trocado en un estudiante, cambio que debe atribuirse a cuidadosos de la reverencia debida fidelidad a las tradiciones épicas. al Por los censores, más estado sacerdotal, que de la lo tocante a romances, se de Buen conde Fe?-ndn González y el de yuramento llevan hecho^ pero uno y otro con grandes variantes, que aprovechan e intercalan el no corresponden a ninguno de los textos conocidos, y deben de ser modificaciones arbitrarias del poeta dramático, aunque no todas lo parecen: Buen conde Fernán González, Para que vais a las Cortes — — el Rey envía por vos que celebran en León. — desde el Miño hasta Arlanzon, — de Segovia a Badajoz, No ha quedado de —de villa o ciudad, señor Que no venga a su mandado — humildemente, y vos no. Buen Conde, vais a — daros han buen galardón; Rey a Paredes, — a Dueñas, a Villalón, Daros ha A Torre, a Palenzuela, — y a Palencia la mayor; Si no vais, Conde, a las Cortes, — daros ha Rey por traidor, De Y Asturias y de Galicia, desde el Duero hasta el Tajo, castillo, si ellas, el la el — como los villanos son. —Mensajero eres, amigo, — no mereces culpa, no; han Y quedaréis por retado, Y es justa ley que te valgan — las leyes de embajador salido algunas comedias que, impressas en Castilla, dicen que en Lisboa; asi quiero advertir a los que leen mis escritos con afición aquéllas son mis comedias, aunque toigan mi nombre*. La última comedia del tomo, sin embargo, es imprimió efectivamente en Lisboa y no en las aprobaciones y el género de las erratas. libro se snyai (El Perseguido), y Castilla, y que no crean que como lo el prueban ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 2^2 El romance no menciona a Villalón ni a Dueñas, y en cambio habla de Carrión, de Torquemada, de Tordesillas y Torrelobatón, que faltan en Lope. Por supuesto, conforme a la Nunca ha Ni en las el final ortodoxia monárquica sido inobediente del romance está refundido del siglo xvii: — el Conde al Rey mi señor; — ni en el campo le dejó guerras le ha faltado, El otro romance, que es artístico sin duda, pero bastante sencillo y no infiel al espíritu de los tiempos heroicos ni al ción popular, conserva los mismos méritos en Lope, aunque su cero general letra difiere mucho de la la tono de can- refundición de que leemos en de 1604. Sólo hay conformidad en la el los seis Roman- primeros versos: Juramento llevan hecho, De — todos juntos no volver a Castilla— sin el Conde su a una voz, señor. La su imagen llevar quieren — subida en un carretón, Dando obediencia a una piedra— para más señal de amor. Convocar quieren la gente,— y mover a compasión Los niños entre los pechos, Los hidalgos en la plaza, Los viejos en En la tienda —las hembras en los gobiernos, al oficial, — en — los mozos en su afición. el campo al labrador. como en de amor y celos, Sirven de episodios en esta obra, clase, algunas escenas rústicas pastoriles, una boda de villanos, Bien vengáis triunfando. lediadore; Bien vengáis el Conde. Nunca entró Pelayo, Nunca entró en Leone, En la santa igreja De San Salvadore, Con Con casi todas las ofertas de su y requiebros y dos bailes con tono y gusto de letra popular: Conde la labor. —los monjes en religión, laureles tantos. tantos pendones, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Con 273 tantos moricos Puestos en prisiones. Por aquí daréis la vuelta El caballero; Por aquí Si Fuera de algunos versos de <iatos la claréis la vuelta, me muero no y felices del respeto con que sigue leyenda, hay poco que aplaudir en esta composición dramática, que es de las más informes y desaliñadas de Lope. El argumento no era propio del teatro: en toda González no hay más situación dramática que la crónica de Fernán Conde la libertad del por su mujer, pero como esta situación se pone dos veces en nica con circunstancias casi iguales, mera escena anula de antemano demás de los Conde la historia del sirve para el caso, y resulta y Lope la repite la también, cró- la pri- Todo lo es admirable poesía épica, pero no el efecto de segunda. la muy amenguada y empobrecida en el drama. Don Francisco de Rojas, en su comedia sura (1Ó45), se atuvo siones a una, y al La tnás hidalga kenno- episodio de la Condesa, redujo las dos pri- dio bastante interés y regularidad a la acción; pero aunque mostró talento como siempre, afeó su obra con demasiados anacronismos y gongorismos, no compensados con ningún rasgo digno de García del Castañar^ ni siquiera de El Caín de Cata- luña. En el monstruoso teatro del siglo pasado, encontramos un co- medión de D. Manuel Fermín de Laviano: La toma de Sepúlvedapor conde Fernán González'. El nombre del autor indica ya lo que el puede ser. Otras habrá, sin duda, que no recordamos ahora, o cuya existencia no sabemos. En nuestra moderna literatura tampoco faltan obras inspiradas por este grupo de tradiciones castellanas. Abrió la marcha Trueba y Cosío, con su leyenda inglesa cual, The Count of Castíle (1830), para la según su costumbre, apenas consultó más fuentes que la His- toria del P. Mariana nos, que leyó sin y los duda en romances, especialmente la los más moder- colección de Depping. Dulcificando un MsNKNDEz T Pelato.— ^j.'arf.'oí sobre el Teatro de Lope de Vega. 18 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 2/4 tanío la aventura del Arcipreste, eligió, para principio de su narración, los que comienzan: Preso está Fernán González El buen conde Fernán González, En Refiere después cruel prisión estaba la segunda prisión del Conde, de bertó, en habito de romera, su mujer, lescas circunstancias al la cual le li- y añade en este relato nove- romance de Sepúlveda: re}' Don Sancho Ordóñez, Que en León tiene el reinado El El final de que comienza leyenda de Trueba, recuerda algo de otro romance la así: En los reinos de León Don Sancho el Gordo reinaba Diez años después, otro español de los emigrados en Londres^ D. José Joaquín de ]Mora, ingenioso versificador y maestro en rración joco-seria más que en la heroica, trató seriamente la na- asunto- el de El primer Conde de Castilla en un poemita en octavas reales inserto en sus Leyendas españolas (1840). Sirvióle declara, un romance erudito de los de norma, según Ctiarenta cantos de Alonso él de Fuentes (1550); pero aunque copiase de él algunas expresiones, esenteramente de invención suya y de gusto archirromántico el final, en que Fernán González salva llamas que envuelven que para No libertarla» a luz por los O Rey de Navarra, Don García, de las en que el Conde estaba preso, y incendia su esposa doña Sancha. he llegado a ver los vela histórica al la fortaleza muy celebrados capítulos que de su no- Conde Soberano de Castella Ferrao Gongalves diá años de 1837 a 1842 en critor portugués Oliveira ]Marreca, Herculano, que en el O Panorama^ de Lisboa, uno de los predilectos el es- amigos de prólogo de sus Lendas e Narrativas llama a esta novela «concepción vasta, aunque todavía incompleta», y añade estas^ palabras, que por ser de tal maestro, deben tenerse por el más cum— COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA piído elogio: «Carácter grave guos , austero, digno de los tiempos anti- y hombre, sobre todo, de ciencia y conciencia, tal vez, ros, la vida pública que no cabe en el al Sr. respetable por su carácter es, popularizar oí la historia social política ». y y por si que pensaba refundir, El bastardo Mudan-a. XII. Co- Torre do Tombo, y la a tenor de modernas las tuvo tiempo para realizar este propósito media, firmado por Lope de de su saber, que ocupaba entonces el vestigaciones históricas, la parte impresa de su novela, pero no sé estudio Marreca, ilustre economista, anciano puesto de director del Archivo Nacional de de sus labios el privada de los siglos semibárba- y cuadro de nocí en mis mocedades Marreca al que Du-]\Ionteil hizo a Francia, esto aquella parte de el Sr. campo de la novela histórica, podría hacer como él a Portugal el servicio ha traído estas dotes suyas eminentes donde ninguno, 2/5 in- y terminarla; (i). — El original autógrafo de esta co- Vega en 27 de ció al célebre orador D. Salustiano abril de 1612, pertene- de Olózaga, bajo cuyos auspicios fué reproducida exactísimamente por la Sociedad fotolitozincográ-fica en 1864. Muerto Olózaga, su hermano D. José regaló marqués de San Gregorio, y éste pañola, en cuya biblioteca se conserva con nuscrito tal al a la Real la el maAcademia Es- veneración debida a Excusamos advertir que nuestra publicación joya. se conforma escrupulosamente a dicho manuscrito, poniéndose por nota riantes, o más bien meras hecha en 1 64 1 en la erratas, que contiene la las va- edición postuma^ Veinticuatro parte perfecta de las comedias dei Fénix de España^ impresa en Zaragoza. Hacemos notar también los pasajes del original que están suprimidos o atajados para la repre(i) Pueden añadirse, meramente como recuerdo bibliográfico, El Conde Fernán González, novela histórica por D. N. B. Silva (Madrid, 1842; dos tomos), y Fernán González, drama en aiatro actos y en verso, original de don Juan de la Rosa Go7izálezy D. Pedro Calvo Asensio (1847). [Restori recuerda una mediana comedia, citada por La Barrera (pág. 549) y escrita, según éste, hacia 1665. Menciona, asimismo, una anónima, no citada por Menéndez y Pelayo ni por nadie, que lleva este título: Comedia Njieva / Favores que Hizo Dios j Al Señor Conde Fernán Gofizáíez I terror de los Aga- renos, a quienes vendo' en quarenta huessos descansan en San Pedro y seis ( Batallas, sin perder de Arlanga ninguna, cuyos- Dedícala vn Capellán svyo a Nvestra ¡ Señora del Rosario, cuya hermosa Imagen se venera en ¡ Montepia^ en el Pueblo de Bezana. (A. B.}] I / / ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 276 sentación, y una tercera jornada. al principio de el título mano interpolación de Ha de Mudarra sido traducida le bátard muy fácil, Acaba de aparecer un tado de Milá llana^ con el al que la crítica y Fontanals acerca De la cual puede decirse que ni el menos reproducir ninguno de podemos menos de llamar la que de tal memorable tra- Poesía heroico -popular caste- empezó el período cientíñco leyenda de Pidal. No los siete preten- los textos que con admirable rigor aunque sea muy de paso, no atención del lector más preocupado o distraído sobre la trascendencia una leyenda más riquísimo contenido de su obra, restaura. Pero de método publica y extracto. disputa, el españála sobre nuestra Ramón Menéndez alguno, agotar mero es, sin fecha del para estos estudios. Este libro versa sobre la infantes de Lara: su autor es D. en que se funda, reducirse a un y puede Edad Media desde 1874, demos, en modo la francés por E. Baret, con las tradiciones libro magistral (2), poderoso esfuerzo que ha intentado la de (l). Tratándose de esta comedia y de epopeya de al fin Los actores que representaron esta pieza constan ella. nuestra tarea es ajena que hay y generalidad de las conclusiones obra se deducen, y que no se limitan al desarrollo de sola, como del título pudiera inferirse, sino que alcan- zan a toda nuestra poesía épica y a sus relaciones más íntimas con la historia y con el teatro. Sin haber en nuestra primitiva poesía heroica verdaderos y extensos ciclos, como los hay en la epopeya francesa, pueden notarse Oeuvres dramatiques de Lope de Vega (1874), tomo I, páginas 400-474. Baret tributa grandes elogios a la obra que traduce: «La escena en que el viejo Ñuño conjura a los infantes que vuelvan a Salas, después de haberles explicado los presagios que anuncian la traición, es (i) más dramáticas que se hayan presentado en el teatro. »La segunda jornada de esta pieza es casi tan patética como El Rey Lear >La tercera jornada esta a la altura de las dos primeras »Nada más dramático que la escena en que Mudarra se presenta a su padre ciego. Por la sencillez y la naturalidad, esta escena es digna de ser comparada con el reconocimiento de Orestes y Electra en Sófocles: es el más bello elogio que puede hacerse de ella.» Compara también a doña Lambra con lady ]\Iacbeth. R. Menéndez Pidal, La leyenda de los infantes de Lara, Madrid, im(2) de las prenta de los hijos de Ducazcal, 1896, 4.** COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA un número de temas predilectos o cierto capitales, ción continúa a través de los siglos, modificándose vicisitudes del gusto literario y de las 27/ cuya elabora- compás de al las transformaciones históricas de nuestro pueblo. Estos temas épicos, prescindiendo del de la pér- dida de España, que no es nacional de origen, aunque llegó a espa- mucho andando ñolizarse el tiempo, se reducen a cuatro: Bernardo del Carpió, los infantes de Lara, sucesores, y, finalmente, el Cid, que ticos ción le representación de y los héroes poé- precedieron, y de quien puede decirse que resume toda de nuestra poesía la savia Fernán González y sus inmediatos que eclipsa a todos histórica, ella. y que es la más y también Esta razón, alta la encarna- no menos valedera de haberse conservado acerca de sus hazañas documentos históricos mos y sobre los asunto a la más extensos y más antiguos que los que tenedemás personajes que en nuestra Edad Media dieron poéticos canción popular, han hecho que como cos, así españoles la atención de los críti- extranjeros, se haya inclinado con prefe- y principalmente al venerable poema Campeador se confunde con los orígenes de rencia a esta grandiosa figura, en que la gloria del nuestra lengua poesía. y Pero nadie duda hoy que ese poema, aunque ahora, no fué que perteneció tampoco único, ni el a una el solitario hasta primero de su género, sino serie bastante rica de cantares de gesta, que en su primitiva forma no conocemos ya, pero que indirectamente nos son revelados por otros textos históricos y poéticos en que persistió la materia épica, aunque la forma cambiase. La Crónica General, recogiendo en extracto contribuyó las gestas primitivas, mucho a que se perdiesen, pero no las extinguió del todo: lo que hicieron fué tomar nueva forma, surgiendo en el siglo xiv una épica secundaria, que influyó la cual, a su vez que arrojan inesperada en otro tiempo por cuando son, por cirse en las refundiciones de la Crónica, y de además, nos quedan, aunque escasos, notables fragmentos, la luz sobre el origen el contrario, la que pertenezcan a Heredaron de los romances, tenidos forma más antigua de nuestra poesía popular, la más reciente, y apenas puede de- Edad Media más que por su inspiración metro de diez y seis sílabas, propio de la segunda edad de nuestra epopeya (como vemos en la Crónica rimada primitiva. el ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 2/8 y en abundancia de octosílabos que contiene la de una de lar del Cid, sacada Crónica particu- la refundiciones de las la General), y fueron, según los casos, o ramas desgajadas del tronco épico, o ve- getación dos de lírica la todavía que le fué más que en la el estos fragmentos, recogi- prosa de las Crónicas, nuestra tradición poética, que logró que En envolviendo. tradición oral por los compiladores del siglo xvi, se salvó, lo más de sustancial íortuna de ser impresa antes la vulgo y los semidoctos tuviesen tiempo de estragarla. Tales observaciones reciben hoy plenísima comprobación en tema Me- particular de los infantes de Lara, donde, gracias al Sr. néndez Pidal, pueden seguirse, una por una, todas las fases el de la evolución épica. No hay texto de la leyenda de los siete infantes anterior al muy detallado relato de la Crónica General; pero éste (basta leerle) es mera transcripción de un texto cemos el más el quedando todavía épico, y muchos asonantes. Es versificación la cantar primitivo, que fué seguramente trágico, el más inspirado de huellas de única forma en que cono- todos: el más grandioso, «Aquí vos diremos Je los Siete Inffantes de Salas, de cuerno fueron traydos et muertos en el tiempo del rey Don Ramiro de Garci Ferrández, cuende de et Castiella». He aquí los puntos capitales de esta sombría epopeya de ganza, compuesta seguramente en grandes gestas: Un el siglo xii, alto orne del alfoz como ven- todas nuestras de Lara, llamado Roy Blas- quez, señor de Vilviestre, casó con una dueña de natural de la Bureva, prÍ7na la muy gran guisa, cormana del conde Garci Ferrández, lla- mada doña Lambra {Llambldi-flamula en los textos más antiguos). el poema con la descripción de las bodas, que se cele- Empezaba braron espléndidamente en Burgos, durante cinco semanas, con los acostumbrados regocijos de bofordar, quebrantar tablados, correr toros, juegos las bodas la de tablas y de ajedrez, y cantos de juglares. Asiste a hermana de Roy Blasquez, doña Sancha, mujer de Gon- y sus siete hijos, llamados los infantes de Salas, a quieen un mismo día había armado caballeros el conde de Castilla. zalo Gustios, nes Sobre un lance de quebrantar el tablado, trábase disputa entre Al- var Sánchez, primo de doña Lambra, y los hijos de doña Sancha. El COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA menor de Gonzalo González, ofendido por una expresión jac- ellos, tanciosa de Alvaro («Si las dueñas de más que todos entienden que valo en ninguna dueña allí». Roy mente así fuera y muy la con Gustios se el le lo fuera ponen por medio y consiguen le afea horrible- puño su escudero. En- el pelea entre los opuestos bandos: el la ella que afrenta de su mujer, hiere lá azor que traía en mulacro de reconciliación, y tiende oyó, co- fuerte e diziendo no hallando a mano otra arma, éste, el rostro créspase que quijadas, y desondrada en sus bodas cuemo Blasquez, deseoso de vengar a Gonzalo, gran puñada de su caballo. Doña Lambra, «quando los pies a meter grandes voces, llorando menzó fablan, fazen derecho, ca mi los otros»), dale tan rostro, quebrantándole dientes el muerto a 2/9 Conde y Gonzalo Hácese un si- separarlos. contienda queda al parecer apacigua- da, yendo doña Sancha, sus hijos y su ayo a acompañar a doña Lambra en su heredad de Barbadillo, para darla placer cazando con dueña no sus azores por la ribera de Arlanza. Pero la vengativa ol- vida el cuidado de su deshonra, y hace que un criado suyo afrente a Gonzalo de la manera más injuriosa, arrojándole al pecho un cohom- bro hinchado de sangre; corriendo a refugiarse luego bajo de doña Sancha, signo de protección que no respetan que allí señora. tras mismo Nada le la manto los jinfantes, paños de su y desesperación de doña Lambra y a las mues- matan, ensangrentando iguala a el las tocas los de dolor que hace después de este feroz desacato. cFizo poner un escaño en medio de so para muerto: et lloró dueñas tres días, et el fué, et rompió todos sos pannos, A persuasión suya, urde que non avíe marido.» más negra Finge perdonarles de paños cuemo tan grand llanto sobrél con todas sus que por maravilla llamándose bibda su marido la corral, guisado et cubierto ella et fizo intriga contra su agravio, los halaga tos engañosos, logra la confianza cuñado y sus sobrinos. con palabras y ofrecimien- de Gonzalo Gustios, y le envía a Córdoba con una carta suya, en lengua arábiga, para Almanzor, encargándole que descabece con su hueste a la al mensajero, frontera de Castilla, y que donde se acerque luego él le esperará para entregarle a los siete infantes, hijos de Gonzalo, «ca estos son fes omnes et del mundo que más contrallos vos son acá en los christianos que más mal vos vuscan, et pues que éstos oviésedes muertos» ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 28o avredes la de tierra tiene en ellos grand esfuergo más generoso que zor, el cuende Garci Ferrández», Alman- el su pérfido poner a Gustios en prisión no una vuestra voluntat, ca mucho- los christianos a amigo muy cristiano, se contenta con dura, dándole para su servicio un 7nora fíjadalgo, de la cual tuvo que hijo, con fué el tiempo vengador Mudarra González. La segunda efecto que la parte de una entrada en y llos, al salir tierra la venganza tiene más cumplido y sangriento Roy Blasquez primera. invita a sus sojjrinos a de moros. Parten del alfoz de Lara y con 200 caba- los infantes atravesar el pinar de Canicosa,. ven temerosos presagios. («Olieron aves que les fizieron los agüeros>), los cuales interpreta su ayo, el anciano que era muy llas aves, que buen agorero: «Et con le hacer muy ma- Ñuño Salido, grand pesar que ovo de aque- el parescieron tan malas et tan contrallas, tornósse a los Infantes et díxoles: «Fijos, ruégovos que vos tornedes a Salas, a madre doña Sancha, ca non vos que con estos es mester » vuestra > agüeros vayades más adelante; et folgarédes » combredes » os han estos agüeros», Díxole estonces Gongalvo Gongález, el nor de los et y algund hermanos: «Don Munno Salido, non digades » bien sabedes vos que lo que nos aquí levamos non » non daquel que » tender, pues que > mas vos, faze la hueste, et los él Roy » digo verdad, que non » yo » mos él queremos toda Blasquez». Díxoles estonces me vía deben en- se los otros; Munno con nuestro sennor Salido: «Fijos, bien vo» plaze por que esta carrera queredes ir, ca agüeros veo que nos muestran que con mengua tornare- a nuestros logares. Et si vos queredes crebantar estos agüerosy » enviad dezir a vuestra madre que cubra de paños ^ póngalos en medio del corral Los infantes desprecian de Febros, donde (i) ca es nuestro, si— que sodas ya omne grand de edat, tornat vos pora Salas » tales agüeros por me- tal cosa, va por mayor de nos et de todos quisiéredes, ca nos yr » si poco, tt beuredes y alguna cosa, et por ventura camiar se los et llórevos los avisos esperaba su tío siete escaños., é y por muerto s-s> (l). de su ayo, y llegan a Roy la vega Blasquez, que, realizando Este trozo es uno de los que más patentes huellas de versificación asonantada ofrecen, como ya notó Milá, y ción a que alude. es, además, curiosísima la supersti- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Almenar SU diabólico plan, los lleva a campo, quedando ven cercados él (i) en celada con todos los los infantes manda correr suyos. De improviso y les dumbre de moros, y sucumben Salido, so » al apóstol Santiago, bajo fin al pujanza del número. la primero que se hace matar, por no tener el muerte de la los el desconsuela que con tanto amor había criado, <]Muntio amo, comengóles estonces a non temades, ca esforzad, et se con sus 200 caballeros, matan gran muche- resisten heroicamente de ver el por más de lO.OOO moros; comprenden que su tío los ha vendido, se encomiendan a Dios y El ayo es 28 los esforzar, diciéndoles: «Fijos^ agüeros que vos yo dixe que vos > eran contralles, non > davan a entender que vengriemos > tros enemigos; et dígovos > primera; et daqui adelante acomiendo vos a Dios». Et luego que esto ovo dicho, dio de las espuelas al cavallo, et fué ferir en los mo- ros tan de rezio, Muertos los lo fazien, antes que mató eran buenos además, ca nos que ganariemos algo de nues- et que yo quiero yr luego et derribó ferir una gran piega dallos 200 caballeros que acompañaban muerto también uno de éstos, en esta az » a los infantes, Fernán González, suben sus herma- cima de un otero, y piden treguas a los moros Viara y Galve, mientras envían un mensaje a su tío para que venga a soco- nos a la rrerlos. Los moros conceden drigo responde al pero la tregua, el implacable D. Ro- mensajero: «Amigo, yt a buena ventura; ¿cuerno cuedades que olvidada avía yo gos, quando matastes gier donna Llambra, quando a la desondra que Alvar Sánchez; et la le sacastes el me que feziestes en Bur- feziestes a mi mu- omne de so el manto gele matastes delant, e le ensangrentastes los pannos et las tocas la sangre del; et la muerte del cavallero que matastes otrossí et de en Fe- bros? Buenos caballeros sodas: penssat de anparar vos et defender vos, et en mí non tengades na». Viara llevan a sus tiendas Roy fiuza, ca non avredes de mí ayuda ningu- y Galve se apiadan por un y los momento de confortan con pan y los infantes, los vino; pero el feroz Blasquez se opone con todo género de amenazas a que los de- jen con vida. Trábase de nuevo atambores, y vienen fantes, cansados (i) tan espessos ya de lidiar ai sudeste de Soria. la pelea, los como moros eneren sus gotas de lluvia»; y lois in- y de matar, cercados por todas partes^ ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA a82 quebrantadas o perdidas todas fieles, las y son descabezados uno edad, «assí cuemo nascieran>. El menor de mismo de su todos, Gonzalo Gonzá- mata todavía más de 20 moros antes de sucumbir. Roy Blasquez lez, se vuelve a su lugar de Bilvestre, Córdoba las y los mandó que manda las bien limpias de ovieron fecho, la la de Ñuño Salido, su sangre de que estaban untadas; fizo que fuesen «lavar bien con vino, fasta g]t pues que lo tender una sábana blanca en medio del palacio, pusiessen en ella las cabegas, todas en az et orden, cuerno los inffantes nascieran, et assí moros llevan como trofeo a cabezas de los siete intantes y Almanzor ayo. et armas, caen en poder de los in- a uno, por el orden la de ]\lunno Salido en cabo dellas>. Y aquí llegamos a la escena más bárbaramente sublime de esta negra epopeya. Almanzor saca de las cabezas por alfoz si de Lara son naturales tios, et las la prisión a Gustios y le muestra puede reconocerlas, «ca dizen míos adalides que de «Et pues que » connosció, tan grand ovo ende el las vio pesar, Gongalvo Gus- que luego ora all cayó por muerto en tierra; et mengó de ñera mientre sobrellas, que maravilla era. Desi llorar tan desque ovo entrado en acuerdo, co- dixo a Almangor: «Estas cabezas conosco yo » de míos s> Munno fijos, los Salido, so de inffantes amo que muy bien, ca son las Salas, las siete; et esta otra es la los crió». de Pues que esto ovo dicho, co- mengo de fazer so duelo et so llanto tan grand sobrellos, que non ha omne que lo viese que se pudiese sofrir de non llorar; et desi tomava las cabegas una a una et retraye, e contava de los inffantes todos los buenos fechos que fizieron. Et con avíe, tomó una espada, que siete alguaciles, allí ante tonces allí a dell, et la grand cueyta que mató con ella Almanzor. Los moros todos travaron es- vio estar nol dieron vagar de y en el palacio, et más danno y fazer; et rogó ell Almangor quel mandasse matar; Almangor, con duelo que ovo mandó que ninguno non fuesse osado del fazer ningún pesar.» Pero en este momento de suprema angustia, surge un rayo de dell, consuelo y esperanza: «Gongalvo Gustios, estando en aquel crebanto, faziendo so duelo veno a ell la muy grand, et llorando mora que dixiemos quel mucho de sirvie, et dixol: sos oios, «Esforgad, * sennor don Gongalvo, et dexad de llorar et de aver pesar en vos, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA muy buenos cavalleros, 283 j> ca yo otrossí ove doze » ventura que todos doze » pero non dexé por ende de conortarme et de esforgarme luego muy en secreto, de vos, » yo faga ende». Et et muy » quel críen der bien » hedes a me los me que fuere de desque » nal, et el hedes, et quando yo le fijo, amas et enviar me le por medio, et diol a et partióla «Esta media sortija tenet vos de mí en sen- ninno fuere criado, mandar » » Y Et luego quel esto ovo dicho, tomó una Castiella, a Salas». ella la meetat, et dixol: » que sepa enten- edat, hedes cuemo es mío de oro que teníe en su mano, sortija mas batalla, digades bien, et pues et mal, dezir le mataron en un día de «Si fuere varón, dar le hedes dos él dixo: por et assí fué «Don Gongalvo, yo finco prennada cuemo tenedes por bien que le dice: ha mester que » » fijos hedes que et me guarde la enviáredes, dárgela le et que la non pierda, et viere este sortija, connoscer le he luego por ella». Gonzalo Gustios, puesto en libertad por Almanzor, que se apiada de su inmensa desdicha, vuelve cos nace en Córdoba días, el a su casa de Salas. bastardo, a quien Al cabo de po- ponen por nombre Mudarra González. El noveno y último capítulo de los que la Cró- nica General consagra a este lúgubre asunto, cuenta sus aventuras. A los arma Almanzor diez años le da para su servicio de madre. Sabedor de lla Roy y linaje le reconoce por la señal confía el cuidado de su venganza. Desafía le Blasquez delante del conde Garci Fernández; pero burla del reto asalta <c y arma también y en el y de los fieros y amenazas de matando además «Empos priso a su sobrino. esto, a hiende con le a 30 caballeros tiempo después de la la ella Mudarra a el traidor se Mudarra le muy la muerte de Garci Ferrández, et fizóla que- lo quiso fazer, su pariente del cuende». o más bien imposible, es averiguar hoy lo que haya de cierto en el fondo de esta lúgubre historia. que en media espada hasta donna Llambra, mugier daquel Roy Blasquez, Difícil, la que iban en su compañía. mar, ca en tiempo del cuende Garci Ferrández non porque era de camino de Barbadillo, y diciendo a grandes voces: Morras, alevoso, falso e traidor», cintura, le por parte su historia, se encamina con ellos a Casti- en busca de su padre, que sortija caballero, 200 escuderos, que eran de su figuran (Gonzalo Gustios, Algunos nombres de los Ruy Velázquez, doña Lambra), ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 284 suenan también en escrituras y otros documentos del homonimia nada prueba por esta sí siglo x; pera sola para identificar a los per- sonajes que los llevaron, exceptuando el primero, que parece ser realmente como todas La leyenda, por Gustios señor de Salas. el tan profundamente histórico, tan sobrio de que cas, otra parte, leyendas castellanas, tiene un carácter tan las de ver en es imposible dejar ella realista, invenciones fantásti- el trasunto fiel de una tragedia doméstica que impresionó vivamente los ánimos en ün y que hubo de glo bárbaro, raciones. muy La geografía pequeño: pasar a muy es pocas alte- exacta y se contrae a un territorio los hechos, a pesar de inverisímiles, exceptuando muy poesía con la si- de su bárbara fiereza, nada tienen enormes matanzas de moros, las pérbole obligada en este género de canciones, comenzando por hila de Rollans. La parte de pura invención se distingue en seguida: es personaje del vengador ]\Iudarra, imaginado para satisfacer la el Su novelesco justicia poética. to, y pertenecen fondo al origen, el común de tienen equivalentes en la recuerda a este propósito epopeya francesa. El Sr. poema de primitivo el medio de su reconocimien- poesía de los tiempos medios^ la Menéndez Galien, que Pidal se ha perdido, pero cuya sustancia se encuentra en una compilación del Magno siglo XV, titulada V^iaggio di Cario tará que tanto este episodio tra este Viaggio como in Ispagna. poema el inmediatamente procede, son leyenda de Mudarra, que en franco-itálico del cuat muy el siglo xiii Alguien obje- posteriores a nues- vemos ya, no sólo des- y estimada como algunos casos de influjo arrollada del todo, sino reducida de verso a prosa puedan fuente histórica. Pero aunque de la epopeya citarse castellana en la francesa, siendo el Angeis de Cartago^ es más verisímil siempre más notable la influencia el de contraria, por tratarse de una poesía más antigua y más universalmente difundida. Hemos de suponer, pues, que nocido, antecedió, fondo no tiene la si no a al ¿Fué General tema épico ya el el el primitivo Galien^ analogía, a lo pudo muy menos a la invención bien ser añadida por algún existente. cantar de los infantes que conocemos por único hoy desco- gesta de los infantes, con la cual en el más remota del bastardo Mudarra, que juglar la poema antiguo sobre este la Crónica argumento? ¿No habría COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTOKIA PATRIA ninguna forma de transición entre Menéndez investigaciones del Sr. tamente que después de sí. Hubo, por lo romances? Gracias a los podemos Sabio y antes del año 1344. e/ Hubo, según toda probabilidad, un tercer fecha. Uno y otro influyeron a su vez en modificaron profundamente los datos de Existe, como ya hemos particular del de las contestar resuelta- menos, un segundo cantar, compuesto Crónica de Alfonso la y él Pidal, 285 la cantar, posterior a esta las historias eruditas, y leyenda. tenido ocasión de advertir, una crónica conde Fernán González, a la cual va unida la historia de Lara (Burgos, I537). Esta crónica, que se los siete infantes dice tomada de un libro viejo del monasterio de Arlanza, no ha salido directamente de la General, sino que tiene con ella las mismas relaciones que la crónica particular del Cid, sacada por Fr. Juan de Velorado del archivo de Cárdena e impresa en 1 512, también en Burgos. Estos dos grandes fragmentos son parte de una refundición total de la Crónica de Don blemente por mandato de Alfonso el Sabio, Don Alfonso empresas jurídicas y aun de algunas de hecha en 1344, proba- XI, gran continuador de las literarias las de su bisabuelo. Esta segunda crónica se enriqueció con nuevos materiales poéticos, que no eran todavía mos los a ellos. Esta es la romances, pero que estaban ya que llamamos segunda muy fase épica o próxi- nueva ge- neración de cantares de gesta, todavía más extensos que los antiguos, de los cuales eran visible amplificación. Por lo que toca a los infantes de Lara, conocemos tamente que el segundo cantar mucho más comple- primero, puesto que no sólo nos quedan de el ciones en prosa en las él redac- dos crónicas (segunda General y particular sino también largos fragmen- de Fernán González) ya mencionadas, en una refundición de tos versificados contenida en mento análogo ocupan las el manuscrito de la la tercera Crónica general, Biblioteca Nacional, F-85; docu- a la famosa Crónica rimada, en que tanto espacio mocedades de Rodrigo. Las principales diferencias entre este segundo cantar y el primero, se encuentran especialmente en la segunda parte de la leyenda, en las aventuras de Mudarra, tan sobriamente indicadas en la gesta antigua, y que aquí cobran gran desarrollo y se enriquecen con accidentes novelescos, hasta el punto de constituir, no un mero ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOfE DE VEGA 286 desenlace o epílogo, sino una segunda parte, donde se observan to- dos los ingeniosos mantener vivo por decirlo artificios en que se cantan de tránsito la epopeya a de los oyentes. Es, Es el período las del Cid, las de Mu- la novela. mocedades de Roldan, las épica decadente para la excitar la curiosidad y el interés así, el de que se vale darra. Éste empieza por ignorar su nacimiento; pero marse ñjo de ninguno por ajedrez, le mata con género son su mujer en enigma de su arma al mano, y a destino. Adiciones del mis- vida que pasan la triste lla- Rey de Segura, con quien jugaba tablero por no tener otra el sólo entonces descubre el mo el oyendo ciego Gonzalo Gustios el y sueño profético en que doña Sancha ve un Salas, el azor gigantesco, los interesantes pormenores de la llegada de Mu- darra a Castilla, los prodigios de soldarse las dos mitades del anillo que sirve para el reconocimiento, mente la la vista, la persecución de Ruy Velázquez los horribles detalles del suplicio cañas todo y y recobrar por toda de conforme con en que no faltaban en del Rey Bermejo en el Castilla, y, finalmente, que muere jugado a éste, bofordado, bebiendo doña Sancha ello Gustios instantánea- forma de adopción de Mudarra por su madrastra, la depravado y bárbaro gusto del como vida real espectáculos la los llanos las sangre de sus heridas, el de siglo xiv, muerte la de Tablada. El|,nuevo juglar, como antiguo, conocía la epopeya francesa y la el explota en sus formas de- generadas, tomando probablemente del Gallen el lugar común de partida de ajedrez (repetido luego en algunos romances), y de la las últimas refundiciones de la canción de Roncesvalles la fuga del trai- dor Canelón y su castigo, que aquí se repiten aplicados a Rui Ve- lázquez. Pero no todas desapacible carácter que a veces despreciable nuidad, la la fuente, adiciones del nuevo poeta son de tan vulgar las como entra, tienen el artificio esta última. se detalles domésticos un sabor como de pequeña con que lleva su cuento. plena objetividad épica; pero cuando no Los como empeña en inventar odisea, Le y no falta la y en es inge- todavía está cerca de cosas extraordinarias y se limita a refundir, consigue bellezas dignas de los mejores tiempos de la poesía heroica, si verbosa y amanerada. bien deslucidas un tanto por Un la amplificación ejemplo de esto puede hallarse en el mag- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA de Gonzalo Gustios sobre nífico trozo del llanto hijos, que es el descubierto No más extenso restaurado y cabezas de sus e importante de los fragmentos Menéndez el Sr. que ha Pidal. puede afirmar con tanta resolución se las 287 la existencia de un tercer cantar; pero induce a creer en él una cierta Estoria de los Godos (contenida en el que presenta asonantes de 1344, y difiere de manuscrito T. de distintos ella muy hubo, fué 82 de la Biblioteca Nacional) que dominan en la crónica en algunas circunstancias de poca monta, acercándose más a los romances. si la 1 los De todos modos, esta refundición, ligera. Por otra parte, basta con la primera gesta para explicar la gene- ración de los romances viejos relativos a los infantes, incluso de los dos que se resistieron al análisis de Milá por no haber conocido más Ocampo. El primero de texto de la Crónica que el de estos romanque por su grandiosa y trágica belleza, y por no estar incluido en la colección de Duran (l), ponemos íntegro, es un rápido y eloces, cuente resumen del llanto de Gonzalo Gustios sobre sus hijos en la gesta segunda, descubierta por el Sr. las cabezas de Menéndez Pidal: — Pártese el moro Alicante, víspera de Sant Cebrián; Ocho cabezas llevaba, — todas de hombres de alta sangre. Sábelo el — a recibírselo rey Almanzor; sale: Aunque perdió muchos moros, — piensa en esto bien ganar. Manda hacer un tablado — para mejor las mirar; Mandó traer un cristiano — que estaba en captividad: Como Díjole: Que ante sí lo trujeron, «Gonzalo Gustos, — empezóle de hablar. — mira quién conocerás, lidiaron mis poderes —en el campo de Almenar». Sacaron ocho cabezas;— todas son de gran Respondió Gonzalo Gustos: Y limpiándoles la sangre, — azaz Dijo llorando agriamente: los Infantes — «¡Conózcolas por mi mal! de Lara— son, mis Así razona con ellos,— como «Dios os salve, (i) nas de Lo las el >. se fuera turbar; L'una es de mi carillo;— las otras De linaje. — «Presto os diré la verdad si me duelen más; hijos naturales». vivos hablasen: mi compadre,— el mi amigo leal; está en la de Wolf, tomado déla Silva de 1550. Aceptamos algucorrecciones de Milá y Menéndez Pidal. ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 288 — que yo ^-Adonde son los mis hijos, os quise encomendar? como buen hombre,— como hombre de fiar». Tomara otra cabeza— del hijo mayor de edad: <Sálveos Dios, Diego González,— hombre de muy gran bondad, Muerto sois Del conde Fernán González A — alférez el principal: vos amaba yo mucho,— que me habiades de heredar>. Alimpiándola con lágrimas— volviérala a su lugar, Y toma la del segundo, «Dios os perdone, el — Martín Gómez que llamaban: hijo, — hijo que mucho precialjji; mi — el mejor de toda España, — muy buen hablador en plaza>. Jugador era de tablas Mesurado ^ Y caballero, dejándola llorando, — la del tercero tomaba: — todo el mundo os estimaba; mucho — sólo para la su caza; «Hijo don Suero González, Un Rey os tuviera en — muy buen bracero aventaja. — estas bodas ordenara!» Y tomando la del cuarto, — lasamente la miraba: Gran caballero esforzado, ¡Ruy Velázquez, vuestro tío, «¡Oh, hijo Fernán González Del buen Conde — (nombre del Matador del puerco espín, — amigo de gran campaña! Nunca con gente de poco — os vieran en Tomo la de Ruy González; «¡Hijo mío, hijo mejor de España, de Castilla,— aquel que vos baptizara). alianza». — de corazón la abrazaba: mío!— ¿Quién como vos se hallara? — nunca por oro ni plata;' Animoso, gran guerrero, — muy gran feridor de espada, Que a quien dábades de lleno, — tullido o muerto quedaba». Nunca le Tomando oyeron mentir, la del menor,— el dolor se le doblara: — los ojos de doña Sancha! ¿Qué nuevas irán a — que a vos más que a todos ama? Tan apuesto de persona, — decidor bueno entre damas, lanza. Repartidor de su haber, — aventajado en «¡Hijo Gonzalo González, ella, la mi muerte— que ver tan triste jornada». Al duelo que el viejo hace, toda Córdoba lloraba. Mejor fuera la — El rey Almanzor, cuidoso,— consigo se lo llevaba. Y mandó a una morica— lo sirviese muy de gana. toma en prisiones, — y con hambre le curaba. Hermana era del Rey, doncella moza y lozana; Ésta le Con ésta Gonzalo Gustos — vino a perder la su saña, — Que de ella le nació un hijo Con razón notaba Milá timos tiempos, por muy — que a los hermanos vengara la dificultad de. que un poeta de impregnado que estuviese del los últi- espíritu de COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA poesía popular, hubiese podido llegar a ila y como tanto esto, tenido presente en su integridad extracto nos presenta El feliz que claro altura de inspiración; imperfección de algunos versos y la (d-aa), le hacían creer de asonante tal 289 que el el cambio el autor del romance había cantar primitivo, que sólo en Crónica General. la descubrimiento del Sr. Menéndez Pidal, viene a poner en romance fuente inmediata del la cual no excluye, ni mucho menos, la segundo cantar, fué el lo posibilidad de que el llanto de las cabezas estuviese ya, con más o menos poema primitivo. «Difícilmente se haflará otro romance que menos se desvíe del tronco de la gesta de donde procede; apenas hizo más que brotar, sin haber continuado su desarrollo, ni Gonzalo Gustios sobre extensión, en el entrado en un período de elaboración más popular e independiente, quizá a causa de la escasez de elementos narrativos, pues su parte más esencial e -interesante se reduce a No . es de tan directa procedencia un reiterado lamento el 2>. pequeño y famoso romance A cazar va don Rodrigo^ que Víctor Hugo imitó en una de sus tales. le Pero, aunque tratado con cierta libertad de fantasía lírica que asimila a los con Orien- el romances caballerescos, no puede negarse su enlace segundo poema, o con alguna de las refundiciones que de él modo con la Crónica-, donde no se entre Ruy Velázquez y Mudarra. Este tan enérgico, tan celebrado como es- pudieron hacerse, y de ningún encuentra rastro del diálogo romancillo, pues, tan rápido, pontánea inspiración de la musa popular sobre un tema épico, no constituye ya una excepción a las leyes de nuestra poesía heroica, sino que antes bien rior, nos muestra dos momentos distintos en las enteramente narrativo confirma, al y puesto en parangón con la el ante- evolución del género, principio, episódico, fragmentario y con tendencias lírico-dramáticas después. Todos los romances viejos relativos a los infantes de Lara (ex- cepto uno solo, del cual hablaremos después) coinciden, advirtió j\Iilá, da-íza), nuevo en tener las mismas series de asonantes indicio, exterior ciertamente, pero muy como ya {a acentua- poderoso, de haber sido desgajados de un relato poético más extenso, donde pre- dominaban 'delicado y esas terminaciones. sutil análisis Mbnéndbz X, que No el Sr. es posible Menéndez compendiar aquí el Pidal hace de las di- Psi-AYO. -Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. 19 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 290 versas alteraciones que experimentaron estos romances, que nos A limitamos a indicar por sus principios: Ya Dios, qué hiien caballero!. se salen de comer. Los hubo después eruditos rito poético y sabor muy y Calatrava la vieja, ¡Ay, Castilla, artísticos, tradicional, como Convidárame a algunos de notable mé- los del caballero Cesá- reo (¿Pero Alexia?), intercalados por Sepúlveda entre los suyos, anónimo Saliendo de Canicosa Lope de Vega (i), La herencia de teatro, llanto los sía muertos infantes. siete Cueva el que el et lauro de iniciador con su Tra- de Lara, representada la primera vez en doña Elvira, por Alonso Rodríguez, siendo éste, históricos del poeta hispalense, apenas como en los de- merece alabarse patriótico intento de volver a las fuentes de la poe- nacional. Parece haberse inspirado en la crónica particular de y de seguro tuvo presentes lo& romances; pero es los infantes, muy poco tragedia, a pesar del título tos los infantes, con el partido que saca de tales elementos. que lo cual falta lleva, escrúpulos en cuanto a la empieza después de muer- una parte esencialísima de yenda, siendo de advertir que Juan de la peor gusto posible la el D. Francisco Zapata (l579)- Pero en Fernán González y de Su la siete infantes más ensayos otra cosa y el uno falsamente atribuido a romances fué recogida, como siempre, por Sevilla, en la huerta de asistente así de D. Gonzalo: cabezas— de siete y cupo a Juan de gedia de los No en que se estropea con hermosa escena del Besando (*). la Cueva no gador de su familia en estilo, suprime por el nacimiento de Aluda- y presentándole mancebo brioso y venNo hay sombra de caracteres, y el la cuarta. que es bastante pedestre en general, cuando con impertinentes imitaciones (*) le- unidad de tiempo, ya que, por otra parte,, conculca escandalosamente, anunciando rra en la tercera jornada, la la se encrespa clásicas, de vez en habiendo, por ejem- Restori recuerda el romance de D. Pedro de Mendoza, que empieza: — (^- B.) el Rey Almanzor», citado por Gallardo {Ensayo, I, 1055). Por el Conde de Saceda en el tomo de Poesías varias (casi todas apócrifas) de Lope de Vega, que publicó, y que fué reproducido con escasa crítica^ entre las Odras sueltas de Lope (edición de Sancha), III, 46 1. Está asimismo en el Romancero general de 1604. cMiraba (i) COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA pío, una escena de conjuros tomada de 201 Pharmaceutria de Vir- \di gilio. Algo más y más vale, famosos hechos de Mudarra-y ra y de (*), tractos. Esta escrita Menéndez cual el Sr. la anónima de Los curiosa es, una comedia en 1 583 (l), ignorada hasta aho- Pidal nos comunica amplios ex- comedia, compuesta ya en tres jornadas, tiene bastante regularidad en la acción, que y hace oportuno empleo de se reduce a la consignadas en el Vale^ las tradiciones (cuyo autor, a su vez, rio de las historias venganza de Mudarra, las había tomado de !a Crónica General áQ 1344, o de alguna de sus refundiciones), ponien- do en escena la partida de ajedrez con el Rey de Segura. El romance artístico que hay sobre este asunto, parece haber salido dé dia, y no como generalmente al revés, rado poeta dramático sucede. En cambio, seguramente, para utilizó, la la el comeigno- escena de la muerte de Ruy Velázquez, una refundición, hoy perdida, del ro- mance A cazar va D. Rodrigo. Todas estas circunstancias dan exhumación de bastante interés a la parte, está escrita con apacible esta comedia, que, por otra sencillez, aunque pobremente ver- sificada. Y con esto llegamos tumbre, contiene la a la comedia de Lope, que, según su cos- leyenda toda, en su integridad épica, la Crónica (texto de Ocampo) en general, se atiene a la la tal y como presenta; lo cual quiere decir que, versión de la primitiva gesta, pero sin des- perdiciar ninguno de los nuevos elementos poéticos que le suminis- traban los romances y el Valerio. ensayo de conciliación entre «La Crónica (dice el Sr. pieza, las principales Menéndez parte, por Cueva; pero el autor por consiguiente, es un versiones del tema épico. Pidal) había sido ya utilizada, en de Los famosos hechos de Mudarra tuvo presente: algún romance se vislumbra también a través no la de los versos de la guísimo pasaje de (i) Su primera tragedia, y otro se ve diluido en un lar- la comedia de 15S3; pero la belleza de estos frag- Hállase en una colección manuscrita de doce piezas dramáticas (to- das sagradas, a excepción de ésta) que, con el título de Autos sacramentales, se conserva en la Biblioteca Xacionai (Xx-857), procedente de la de Osuna. (*) No que la cita La Barrera en en 1864.— (A. B.) tan ignorada, puesto de Lope (Obras, I, 1S9), escrita la Nueva Biografía ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 292 mentos tradicionales aparece tan agobiada bajo pesada forma dra- la mática de que se hallan revestidos, que apenas se trasluce uno que otro verso de sabor decididamente popular en las redondillas de ambas comedias. En cambio, para tomó de al las par que rial, y de de los diálogos Crónicas todos los rasgos poéticos en la ellas Lope suya, conservados, rapidez y fuerza narrativa de la antigua prosa historomances adoptó el metro, imitó su corte y sus giros la los en muchas escenas, y aun insertó algunos íntegros, o copió de otros bastante número de versos; siendo así el primero que, contándonos en el teatro la historia así éste épicos, sobre » entera de Gonzalo Gustios, logró hacer que, como doña Lambra, Ruy Velázquez y los demás personajes al mismo tiempo que vivían como seres reales, apareciesen la escena con todo el vigor de Comprende El Bastardo^ en su primer acto, los sucesos conte- nidos en los tres primeros capítulos de no sufrió otras modificaciones que la Crónica. El relato de ésta más las precisas para adaptar la y costumbres que regían en el teatro necesario que aquella puñada de ejemplo, era por ficción del siglo del siglo xvii; x a tradición secular heredada. la las leyes Gonzalo a Alvar Sánchez, que ya escandalizó a tas antiguos, se convirtiese en además, para atenuar algo la mismos los cronis- un mentís y en una cuchillada. Lope, rudeza de la acción, introdujo una doña Constanza, prima de doña Lambra, destinada a suministrar unas escenas amorosas con Gonzalvico (invención fecunda, que Pa- checo y Fernández y González imitaron), y a ser madre de que debe enamorar después a jMudarra. Fuera de dades, necesitaríamos transcribir toda la comedia hacer notar los pasajes de la la hubiésemos de la Crónica como enamorado Ruy interpretan con maestría, acaece en todas las escenas que pasan entre Velázquez y su mujer, que mujer estas particularisi misma que copian fielmente General editada por Ocampo, o la le incita el desesperadamente a la ven- ganza. »E1 segundo acto empieza con la prisión de D. Gonzalo, es de- y por condescender Lope no quiere detenerse a razonar bruscos cambios de cir, el final del capítulo III de la Crónica^ en todo con ésta, sentimientos y afectos Sigue después la narración de los cuatro siguientes capítulos, de los que ni un solo detalle se pierde, ni aun COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA los agüeros que interpreta D. Ñuño, boca del gracioso, que si 293 bien son desacreditados por los halla Reprendidos por la Iglesia, Contrarios a nuestra fe Y .>La muerte de a toda intención discreta. los infantes Almanzor, que no pasan en la y demás sucesos de los relación que de ellos hace Galve a Arlaja. de inspiración el Arguye ya fuente distinta convidar Almanzor a Gonzalo Bustos a su mesa y Lope mez- enseñarle, al fin de la comida, las cabezas de los infantes. como Cueva, cla, Convidárame a que el palabras de las el Ñuño, la cabeza del ayo, recuerda Y de mis ¿estas cuentas diréis Con que la las del que la que estáis tercera jornada, buen consejo es Lope se apartó juega con éste mar bastardo, ni le mata, ni le hiere, ni que se contenta ajedrez, al con cierto. ya por completo de episodio del el y de consiguiente, amenaza ¿Quién soy, Arlaja, o quién con él lla- eres. el honor escenas se nos presenta a Gonzalo Bustos ciego las siete piedras escena siguiente nos presenta ya Nada de por madre, sino flaquezas de mujeres? afrentado por doña Lambra, que hijos al oírse del cielo el rigor Puso del hombre En las siguientes Rey de Alman- hijo a su la decirle: Ya que su padre. romance noble obligación cumplistes; les distes zor, de sus del hijos distes? Crónica General. Comienza alterando malamente y el con ellos muerto, de Segura, pues supone que Mudarra, que se cree »En romance El apostrofe moro: Pero »En Crónica con la pero atendiendo más a éste córner^ padre dirige a Pártese de batalla la escena, son conocidos después por la le recuerda diariamente que hace la la muerte tirar a sus ventanas llegada de ^Mudarra a la casa La de esto ofrece dificultades en cuanto a su origen ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 294 pero ¿por dónde supo Lope que D. Gonzalo había sanado de su ce- guera al recibir a su hijo? Este detalle, junto con casa de doña Lambra, no son de tomado el primero de la fácil Crónica de 1 el del incendio de la explicación. 344, y el Pudo haber sido segundo de una de comedias anteriores, o ambos de algún romance que existiese las sobre el asunto, o de alguna relación en prosa. »La escena de la muerte de Ruy Velázquez, nos cer en parte la perdida refundición del donde drigo, romance A sirve para casoj' va D. Ro- Lope, como antes se había inspirado se inspira cono- el autor de Los famosos hechos: En un monte junto a Burgos, — al pie de una verde haya, está Ruy Velázquez, — cansado de andar a caza Echado Sobrinos, los mis sobrinos,— los siete infantes de Lara , (*j etc., etc. « Nada tenemos que añadir tes de la comedia de Lepe, Velázquez, y no con terior a este definitivo estudio sobre las fuen- la el castigo y de mano desconocida cual termina con la muerte de de doña Lambra, siendo adición poseste episodio, hoja del cuaderno autógrafo. Hasta la letra, nota el Sr. JNIenéndez Pidal, contrasta, ios trazos angulosos la y Ruy tendidos de la que se lee en la última como muy exactamente por lo redonda y alta, con de Lope. Quizá se añadió para representación, en obsequio a la integridad de la leyenda. Ha sido opinión de posterior a la (*) Gran Depping }' otros, que la comedia de Lope era tragedia de los siete infantes de Lara^ compuesta Restori ha encontrado los siguientes versos del romance en un nuscrito classense: «En un monte, junto a Burgos,— al pie de una verde haya, Echado esta Ruj's Velásquez, cansado de andar a caga. El cauailo atado a un roble,— y del colgado el adarga; — Las yeruas tiene por lecho, — la mano por almohada; — Triste estaua y pensativo por la crueldad que usara De matar a sus sobrinos los sj^ete yníantes de Lara, — — a su hermana doña Sancha, Por querellos defender, — la mató de una estocada; Muchas vezes, sospirando, su uoz al cielo llegara, Retándole de traydor;— al punto se trasportara.» Y, no contento con esto, — (A. B.) ma- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA en lenguaje antiguo por A'elarde. poeta de Guadalajara Alfonso Hurtado de el A primera vista de esta segunda 2gS inducía a creerlo así pieza, inserta en la la fecha de la edición F¿or de las comedias de España de diferentes autores: quinta parte (tenida vulgarmente por quinta parte de las comedias de Lope), en 1615, y por consiguiente, veintiséis años antes que El Bastardo Mudarra. Pero conocido ya el autó- grafo de esta comedia con su fecha de 1612, desaparece la dificultad cronológica, y en cambio todas las circunstancias intrínsecas la prioridad de Lope, que procede con más sencillez y mucho más los datos de la leyenda, al paso que Hurtado de Velarde, como haciendo estudio de no encontrarse con él y de no repetir las mismas situaciones, concede más campo a la libre invención, si bien, aun en lo que parece más original, no deja de adver- favorecen a respeta tirse el reflejo Ruy al de la obra anterior. Así, la magnífica escena en que Velázquez, a punto de entrar en desafío con Mudarra, cree ver y Mudarra con- lado de éste las sombras de sus siete hermanos, jura a estos espectros para que dejen cumplir a le vanza: esta escena de maravilloso efecto fantástico, prueba el él solo su ven- y que por sí sola ingenio nada vulgar del poeta que fué capaz de concebirla y ejecutarla con tanto brío, tiene su germen en las cavilaciones que Lope presta a Ruy Velázquez pocos momentos antes de encontrarse -en la caza con Mudarra: Paréceme que los veo Al punto que solo estoy Ñuño se presenta Todo roto y desarmado; Allí Allí, La Fernando, sangrienta cara; De mi Allí allí, Gonzalo Parece que Y que Ordoño, airado, rigor se lamenta. me el me menor acomete llama traidor; Finalmente, todos siete Me están poniendo temor. ¡Dejadme, imaginaciones! Alma, ¿para qué En me pones tan tristes fantasías.^ ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 295 El triunfo y las Hurtado de Velarde, consistió en ex- valentía de la de teriorizar a los ojos intimidades de imaginación la sale más que ligeramente conciencia, ni está la que en Lope no lo de in- dicado. Estas y otras notables bellezas que en olvidado poeta se encuentran (el la tragicomedia de este de doña Lambra, llanto mento de venganza de Ruy Velázquez), están afeadas por la ridicula jerga llamada /¿z^" /a, que ricia propia de su tiempo. tragedia contiene A menos elementos Lartty que en 1612 en castellano y latín el la uso de impe- de los y romances. Es veri- Histojia Septevi hifanthim de la año mismo de (el el tradicionales que la de Lope, los versos que tuviese conocimiento de símil autor manejaba c©n jura- pesar de este falso barniz arcaico, su menos literalmente transcribe el el la comedia de Lope) publicó como holandés Oto Venio, ilustración de cuarenta grabados sobre aquella historia, conforme a los dibujos de Tempesta: curiosa ilustración histórica de gusto mitológico-alegórico propio de el cies singulares que y los la romances, está de las siete monte Pidal); la de los siete infantes hijos piedras que cada día mandaba Es incierto el origen pero tanto autor holandés el la (i), doña Lambra muerte de sus Menéndez como Lope y Hurtado de Ve- tomaron de un romance que tiene según parece empezaba Convidarame a las colecciones, (i) de un parto tirar de este episodio (que quizá se re- presentar diverso asonante que los otros de y que no habían aunque anduviesen ya tercer Cantar^ cuya existencia sospecha el Sr. al larde, le las historias eruditas, de Gonzalo Gustios, para recordarle a la puerta siete hijos. famosa leyenda, en esta época. Entre otras espe- esta narración latina presenta, penetrado todavía en en la En el y sólo se le la extraña anomalía de- [la). córner^ Este romance, que no conoce a través de romance que empieza A Calatrava está las en ninguna refundiciones la vieja, dice doña Lambra, insultando a doña Sancha: Que siete hijos paristes Como puerca encenagada comedia de Lope de Vega Los Po}-celes de Mjircia, exponde esta conseja, que, aplicada a los infantes de Lara, vive todavía en la memoria de nuestro vulgo. Al tratar de dremos la el desarrollo COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA de las comedias,- y en un cancionero del siglo xvi, manuscrito Universidad de Barcelona, dado a conocer por Copiamos esta variante, miartística, para 297 ^lilá de que seguramente es ya una refundición que se compare con que hay en la la y Fontanals. se- comedia la de Lope: Sacóme de la prisión — el rey Almanzor un día; Convidándome en su mesa,— fizóme gran cortesía. Los manjares adobados. — mucho fueron a su guisa, Y después de haber yantado, <Sábete, Gonzalo Gustios, — díjome sobre comida: — que entre tu gente y la mía, En campos de Arabíana, — murió gran caballería. Hánme traído un presente, — enseñártelo quería; —por ver las conocías». — descubriendo una cortina; Estas son siete cabezas, Presentólas a mis ojos Conocí mis siete hijos Traspasóme de De dolor, si — y el ayo que los regía. — pero viendo que tenían ver mi pecho los moros, —^juré a Arlaja en mi partida Que me vengaría rabiando, — o llorando cegaría. Lo primero no cumplí, — por ser corta la mi dicha. Muerto esto3^ de llorar ciego; Non, pues, Rodrigo el traidor — cumplí palabra mía. — se contenta ni se olvida la De darme a manojos penas: — faced, mi buen Dios, justicia; Que porque mis hijos cuente — y los plaña cada día, Sus homes a mis ventanas — las siete piedras me tiran. Lo que el texto de Barcelona, de Velarde, atribuyen a y también D. Rodrigo, Lope lo y probablemente estaría así en conoció (acaso por tradición oral): bra, Cada día consta el de 1635 (i) atribuye a doña Lara- versión del romance que el siglo XVII, ^ el de los infantes decir del auto de Mudarra^ pues sólo era probablemente un Miidarra a Sánchez Aijona, El Teatro ai Sevilla en drid, 18S7), páginas 265 5' de Lara du- pero cada vez más empobrecido en su ma- Nada podemos hecho de su representación en Sevilla en (i): él — siete piedras que me tiran. Prosiguió siendo asunto dramático teria épica. que siguió Hurtado que amanece,— doña Alhambra, mi enemiga, Haze que mi mal me acuerden rante todo la el 291. lo los siglos 1 8 de divino, mayo una vio- XVI y XfV/ (Ma- ESTUDIOS SODRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA CgS Jenta adaptación de la leyenda a las fiestas del Corpus^ puesto para ellas fué Va que compuesto. antes de 1632 ocupaban las tablas con aplauso las dos co- medias de El Rayo de Andalucía y Ge^iizaro de España^ de D. Alvaro Cubillo, puesto que en dicho ano las citaba con encarecimiento el doctor ]\IontaIbán en su Paj-a todos: dias, como lo fueron en esta corte darra». Pero no vieron la luz las Musas. Casi todo es en hace excelentes com.e- « y en toda España dos de las ellas pura novela y parto de imaginación la de Cubillo, que inventa para Mudarra amores y aventuras, contemporáneo de de el tributo la batalla Ruy Velázquez hay cantado de tes, A de Clavijo, y cien doncellas. Sólo en las le trae a Castilla a la escena de la reminiscencias de un romance viejo, las Aunque limpio de la hace cobrar muerte de el tan de- de Lope, y otras no, y que de todos modos suponen una refundición perdida, de ambos le cazar va D. Rodrigo, por cierto con notables varian- que unas veces concuerdan con lieron Mu- hasta 1654, en su libro de Sí,Enano de poetas, la y antes de ellos el autor de la cual se va- la comedia anónima. de Cubillo valga poco, todavía, por lo correcto dicción poética, aventaja en gran manera a la y famosa comedia de D. Juan de Matos Fragoso, El Traidor contra su sangre (anterior a 1650), ha reinado en que con poca justicia la desterró ellas hasta el siglo presente. de las tablas goso, ingenio de plena decadencia, de poca o ninguna inventiva, de estilo y El portugués Matos Fra- y sobre toda ponderación campanudo y pedantesco, tuvo, no obstante, la habilidad de mero de coméelas acomodar viejas, al gusto de su público gran nú- dándoles cierta regularidad externa, y y enérgicos que en ellas sustituyendo los sentimientos naturales abundan, con ría la sutil casuística del que tanto privaban entre honor y los poetas la empalagosa galante- cortesanos contemporáneos de Calderón, y que tan falsa idea dan de nuestro Teatro a los que sólo en ellos le han estudiado. En el asunto de los infantes, IMatos prescindió por completo de la comedias ya existentes no se Lope, sino de a su la y aun entre las de El Bastardo Mudarra de tradición popular, valió tragedia de Hurtado de Velarde, la cual refundió modo, borrando, no sólo todos baras procedentes de la los rasgos de costumbres bár- leyenda primitiva, sino hasta las invencio- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA nes más de su predecesor, por ejemplo, felices la 299 escena de los ocho fantasmas, Pero como todo que destruir lo el mal gusto de Matos Fragoso no era capaz de leyenda contiene de interesante y trágico, su obra la y no menos llegó a ser popular, hasta 1 82 1 por lo sólo se mantuvo en (l), sino los teatros de la corte que todavía hoy suele represen- y cómicos ambulantes en lugarejos y villorrios incluso en la misma comarca donde pasa la acción de la tarse por aficionados de Castilla, gesta primitiva. Tema to, tan divulgado no podía librarse de ya en 1650 se representaba en el Felipe IV, una comedia burlesca de Los el la parodia, y, en efec- Retiro, ante la majestad siete infantes de de Lara^ en que donoso entremesista Cáncer y D. Juan Vélez de Guevara ponían en disparates la obra de su amigo y frecuente colaborador Matos Fragoso, y también algunas escenas de Lope y Hurtado de Velarde. Xada que recordar hallamos en el siglo xviii; pero a principios del presente se intentó dar forma de tragedia clásica de tor de poesías orientales que por las argumento al El Conde de Noroña, más apreciable los infantes. suyas propias, como traduccompuso una tragedia de Mtidar?'a González, que no llegó a imprimirse, ni acaso a representarse; y un obscuro poeta barcelonés, D. Francisco Altes y Gurena, escribió otras dos, con los títulos de Gonzalo Bustos y Mtcdarrüy cuya representación, por los años de 1S20 a ta, 1 823, cons- pero no que diesen crédito alguno a su autor. El romanticismo renovó esta leyenda antes y con más brillantez que ninguna siglo otra. Xganó (i) En periódico Con El Moro Expósito ó Córdoba y Burgos en D. Ángel de Saavedra en 1834 (2) la dicho año, D. Alberto Lista, que ejercía El el primera y me- la crítica teatral en el Censor, escribió un artículo abogando por la proscripción del engendro de Matos (tomo VI, 228). En él se encuentra esta curiosa noticia: «Si es cierto lo que se nos ha referido de Máyquez, ya hace mucho tiempo que el Roscio español había proscrito esta comedia. En una representa- de los siete infantes empezaron a estornudar y a mesa, mientras su padre les dirigía las más tiernas y dolorosas expresiones. Máyquez había preparado este efecto cómico, sembrando por la ción, las cabezas cortadas huir de la mesa una buena dosis de flor de la Habana de superior calidad.» año de la primera edición. El poema había sido comenzado en Malta en 1829, y terminado en Tours en 1S33. (2) Este es el ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 300 raorable victoria de la ópica antes de invadir nueva escuela, que triunfó en poesía lírica la y campo de el Por el teatro. la la calidad del asunto, que es una tragedia doméstica; por lo complicado e inge- urdimbre, y por la manera noblemente familiar que predomina en el relato, puede considerarse El Aloro Expósito como nioso de la una magnífica novela en verso, superior en y sobre todo en interés dramático quiera de las que en la amplitud del cuadro, y franqueza de ejecución, a cual- forma compuso Walter Scott,^les como esta The Lord of the isles, Marmion o Rokeby, y comparable, por lo menos, con sus mejores narraciones en prosa. Por lo tradicional y heroico de leyenda, por la entre dos civilizaciones, mente calcados sobre lato que contraste que el poeta quiere presentar el y aun por de los la ciertos procedimientos evidente- epopeya (como poner en clásica re- y no en acción una parte considerable de la fábula, al modo lo vemos en la Odisea y en la Eneida)^ pueden muy bien los amigos de clasificaciones retóricas contarle entre los puede arrebatarle palma, la ios poemas épicos, compuestos en castellano en nuestro y no sé cuál otro de ni siglo quién de nuestros poetas m^odernos ha mostrado tan sostenida inspiración en una obra tan larga, te- niendo por añadidura que luchar con un metro infelizmente elegido, el romance endecasílabo, que tiene todos los inconvenientes del verso suelto y ninguna de sus ventajas, y que por petición de un mismo asonante en cada uno de fatalmente a que verbosidad, la es la principal tacha duque de al Rivas, siquiera esta palpita una vida poética prosaísmo, a misma llaneza de muy densa, haga más muy modernizado, y estilo, fácil se algunos de los rasgos más característicos, porque de los las fuentes primitivas, romances hizo Lope de Vega, tante; si muy poco prefiriendo bien en la la no leyó la re- a esta obra insigne del guida. El argumento está remontó a monótona facilidad desaliñada, la que puede ponerse la los cantos, arrastra la bajo la cual lectura se- echan de menos el Duque no se Crónica General^ y aun y ninguno de la comedia de de Matos Fragoso, que le sirvió bas- uso, grandiosa escena de los espectros tuvo el feliz pensamiento de seguir a Hurtado de Velarde, cuya rarísima pieza había puesto en sus manos su amigo inglés Mr. Frere durante su residencia en Malta. Hoy, que vemos la Edad ]\Iedia con otros ojos- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTÜUIA PATRIA 30I que en 1830, podemos señalar en El Moro Expósito notables anacronismos y falta de colorido arqueológico. La parte arábiga es enteramente convencional; pero en parte castellana, la verdad histórica del siglo x, hay, en cambio, si hay poca mucha verdad española de todos tiempos, mucho realismo, sano y popular, de buena casta, digno, en suma, del más nacional de nuestros poetas de este siglo. Después de este monumento poético, sólo en nota cuerdo pueden citarse otras versiones modernas de ninguna de los infantes (l), tuando el libro las cuales ha sido la muy y por re- leyenda de leída, excep- de caballerías de Fernández y González (1853), cu- yas exóticas invenciones, aborto de una fantasía calenturienta, han tenido rara fortuna de encarnar en la menos pudiera creerse, en llas comarcas de el alfoz la Castilla épica, voz de los juglares cantando ganza de Mudarra fantasía del vulgo, donde Bureva, en aque- la donde resonó por primera vez la perfidia de Ruy Velázquez y la la ven- (2). Los Benavides. XIII. la de Lara, en — Citada en la primera lista de El Pere- grino (IÓ04). El original autógrafo de esta comedia se guardaba años hace en paradero. no muy archivo de el Hemos Casa de Sessa, pero ignoramos su actual la tenido que atenernos, por consiguiente, satisfactorio, de al texto, Segunda parte de Lope, publicada por la primera vez en 1609. Esta pieza hubo de ser en su tiempo una de a las más celebradas publicación de .£/ /I/<7r£> Expósito precedió en i83o la leyenda Cosío The Infants of Lara en su Romance of liistory of Spain. El trabajo del escritor montañés se recomienda por la fidelidad con que procura ajustarse a los romances y a las historias, usando muy parcamente de la invención. Posteriores al duque de Rivas son Los Infantes de Lara (1835), (i) de Trueba la jr drama de D. Joaquín Francisco Pacheco, no representado nunca, y que vale todavía menos que su Bernardo; Les sept Infants de Lara, de Feliciano MallefiUe, tremebundo esperpento romántico, representado en el teatro de la Porte Saint-Martin de París en 1836, y del cual existe una traducción portuguesa; El Bautismo de Mudarra, original artículo en prosa de D. José Somoza, en que con novedad Mudarra convertido en un filán(1842), serie de romances de crónica de Ambrosio de Morales; Los Hijos e ingenio se presenta a tropo melancólico; Los siete Condes de Lara García Gutiérrez,, ajustados a la de Lara, pobrísima leyenda del P. Arólas, etc., etc. Véase sobre este punto el curiosísimo capítulo VI del Menéndez Pidal, titulado Los lugares y las tradiciones. (2) libro del señor ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 302 y populares de su autor. En la novela, o caresca, que lleva por título Vida y más bien autobiografía (cuya primera edición es de Amberes, 1646, por Cnobbart), se refiere la pi- hechos de Estebanillo González viuda de Juan la siguiente travesura del protagonista, cuando era picaro o pinche de cocina del cardenal Doria, arzobispo de Pa- lermo (cap. II). «Quiso mi favorable la comedia de los que estrella los criados Benavides^ para hacerla a los años de y conde Fernán González, me dieron Estudíele, haciéndole al día media con ligera ria; en que della esto las unas, y estregarme la frente al dar de diese cada cuarto del alba con las manera no que había visto hacer a Cintor y compañía de Amarilis. Creyólo tan de allí me de pasas y un par de naranjas, para hacer colación libra con mi es- saldría aunque era más de media columna, por ser y la eminen- papel del niño rey de León. el que se hizo autor cascaras de las otras; porque de otra tudio, si5= muchacho, o quizá por saber que era chozno del a mí, por ser cia, de casa estudiaron flaco de memo- Arias, cuando estaban. veras, me que hizo an- adelante, mientras duraron los ensayos, todos los días, estudiando todas las noches, mascando pasas, y todas las 3^ mañanas atragantando cascos de naranjas y haciendo fregaciones de frente. el de mayores las un suntuoso teatro en día de la representación: hízose Llegó salas del palacio; pusieron a una selva de ramos, adonde yo había de cuando llegasen señor, a los moros a cautivarme. muchos príncipes y damas de la una. parte del vestuario fingir estar Convidó el durmiendo Cardenal, mi aquella corte; pusiéronse mis representantes de aldea muchas galas de fiesta de Corpus, adornán- dose de muchas plumas, y, en efecto, Pusiéronme un vestido de paño tones de plata ponerme y con muy costosos alas para común vocablo ños menores, comedia a fino, que volase y me el palacio era un florido abril. con muchos pasamanos y bocabos; que fué lo fuese. mismo que Yo, aprovechándome del del juego del ajedrez, por no volverme a ver en pa- le dije las tres de a mi sayo: «Jaque de aquí». la Empezóse nuestra tarde, teniendo por auditorio todo lo pur- púreo y brillante de aquella ciudad. Andaba tan alerta el autor sintítulo, por haber él alquilado mi vestido y héchose cargo del, que no me perdía de vista. Llegó el paso en que yo salía a caza, y fati- COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA gado del sueño, me 305 había de recostar en aquella arboleda, y después de haber representado algunos versos y apartádose de mí me acompañando, me habían salido adonde no florido dosel, con purga, pues aun no había entrado en la una carrera que hacía la que pudo decir por mí que me dormí pado y se los entré a reposar en aquel aco- enramada, me él, cuando siguiendo dejé descolgar del tablado, y por debajo de él llegué a la puerta de la sala, y diciendo a los que la tenían ocupada: «Hagan plaza, que voy a mudar de vestido», me dejaron todos pasar^ y menudeando escalones y allanando llegué a la lengua del agua, formáronme que otra vez esta ocasión al y desde ella a la sombra de di la vuelta a esta corte, calles, mar. In- que salieron en tablado media docena de moros bautizados, hartos de lonjas de tocino y de frascos de vino; y llegando a hacer su presa, la por pensar que yo estaba alta voz: «¡Ah, niño, allí, rey de los cristianosl» dijo el A la arboleda a uno de ellos en había yo de lo cual responder, pensando que eran criados míos: «¿Es hora de caminar?» Y como ya iba caminando más de lo que requería el paso, no por el temor del cautiverio, sino por miedo del despojo del vestido, mal podía hacer mi papel ni acudir a responder a los moros estando una milla de hice muy allí, coRcertándome con mal, pues salí con lo que intenté. Viendo que no respondía, soplaba por detrás a grande se me habían olvidado los pies; bían quedado en zante. Viendo la los aunque no los cristianos, y priesa, el pensando que a buen seguro que no se posada, pues con ellos hice peñas moros mada, y la me ha- y Juan Dan- tanta tardanza, pensando que el sueño que había de ser fingido lo había hecho verdadero, entraron en ni hallaron lo apuntador la enra- rey ni roque. Quedaron todos suspensos, paró comedia, empezaron unos a darme voces y otros a enviarme a buscar, quedando el guardián de mi persona y vestido medio deses- perado y ofreciendo misas a San Antonio de Padua y a del purgatorio. Contáronle mi fuga que había hecho muy al Cardenal, el las ánimas cual respondió bien en haberme huido de enemigos de la fe,, y no haberles dado lugar a que me hiciesen prisionero; que sin duda me había vuelto a León, pues era mi corte, y que desde allí mandaría restituir el vestido; él, y que así y que en el ínterin él pagaría el valor de no tratasen de seguirme, porque no quería dar disguste i-blLiai^S 304 a una persona real, SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA y más en sen mi papel, y que acabasen días la de sus años. Mando que comedia; gusto de todos los oyentes, y alegre buen el lo cual se hizo le leye- con mucho autor della por tener tan fiador.» El ingenioso Lesage, que tan gentilmente entró a saco por toda nuestra literatura novelesca, de cual presentó en el Gil Blas la admirable mosaico, aprovechó esta aventura, giriéndola en el libro X, capítulo X como de su obra un tantas otras, in- (HistoriS,- de Esci- pión). Trasladó la escena de Palermo a Sevilla, suprimió la sandez de las pasas para ayudar a la memoria, y copió demás, según puede ju¿:garse por conforme a el casi literalmente texto, versión, clásica entre nosotros, del P. Isla la todo lo que ponemos en nota, (i). (i) «En el palacio de Su lima, acabé de perfeccionarme en mis mañas, pegando un chasco de que todavía hay y habrá por largo tiempo en Sevilla gran memoria. Los pajes y otros familiares pensaron en representar una comedia para celebrar los días del amo. Escogieron la de Los Benavides; y como era menester un muchacho de mi edad que hiciese el papel del rey niño de León, echaron mano de mí. El mayordomo que se preciaba de saber representar, tomó de su cuenta el ensayarme, y, con efecto, me dio algunas lecciones, asegurando a todos que no sería yo el que me portase peor. Como la función la costeaba el Arzobispo, no se perdonó gasto alguno para que fuese lucida. Armóse en un salón un soberbio teatro, adornado con el mejor gusto, en uno de cuyos lados se dispuso un lecho de céspedes, donde debía 5'o fingirme dormido cuando viniesen los moros a asaltarme para llevarme prisionero. Luego que todos los actores estuvieron ensayados, el Arzobispo señaló día para la función, convidando a todas las damas y principales caba- lleros de la ciudad. >Llegada la hora de la comedia, cada actor se vistió del traje que rrespondía. Por lo que toca al mío, el sastre me le le co- presentó acompañado del mayordomo, que habiendo tenido el trabajo de ensayarme, quiso tener también la paciencia de verme vestir. Trájome el sastre un ropaje talar de rico terciopelo azul, todo guarnecido de galones 3^ botones de oro, y con mangas largas adornadas con ñecos del mismo metal. El propio mayordomo me puso en la cabeza por su mano una corona de cartón dorado, sembrada de muchas perlas finas, con algunos diamantes falsos. Pusiéronme una faja de seda de color de rosa, recamada toda de flores de plata, y cuyos remates eran dos graciosas borlas de hilo de oro. raba que me comedia al A cada cosa de éstas que me ponían, se me figu- estaban dando alas para volar y escaparme. Comenzó, en fin, la anochecer; yo abrí la escena con una relación, la cual concluía diciendo que, no pudiendo resistir a las dulzuras del sueño, iba a entregarme a él. Con efecto, pedes que me me metí entre bastidores, y me recosté en el lecho de cés- estaba preparado; pero, en vez de dormir, me puse sólo a COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Los Benavides pertenece al número de las 305 leyendas genealógi- que dramatizó Lope de Vega. Nada hay en ella de histórico más Rey de León, Alfonso V, y el de su tutor, el conde Melendo González. Todo lo demás parece de pura invención, a no ser que Lope se haya valido de algún nobiliario que desconozco. La leyenda está calcada en gran parte sobre la de las mocedades del Cid. El insulto de Payo de Vivar a Mendo de Benavides es, trocados los nombres, el del conde Gormaz a Diego Láinez; >cas ^ue el nombre pruebas que las de confiarle el del niño el ofendido anciano hace con su nieto Sancho antes cuidado de su venganza, responden también a el padre de Rodrigo va haciendo sucesivamente con sus lo restante pués, muy de la reales. me Una hijos. que En comedia hay situaciones que Lope reprodujo des- mejoradas, en Los Prados de León: miento de Sancho, pensar de qué la modo hijo podría escalerilla oculta, pareció a propósito para del salir a la calle por la el secreto del naci- Rey Don Bermudo; la sus campesinos y escaparme con mis vestiduréis cual se bajaba desde el teatro ejecución de mi designio. al salón, Levánteme de la y viendo que nadie me observaba, me escurrí por •dicha esccderilla al salón, a cuya puerta pude llegar diciendo: <.A im lado, a un lado, que voy a mudar de trajea. Todos se pusieron en fila para dejarme pasar, de manera que en menos de dos minutos salí libremente del palacio, » a favor de la oscuridad, y me fui a casa de mi amigo el Valentón Refiere luego Escipión cómo por casualidad supo el final del lance: «Apenas me escapé, cuando los moros, que según el orden de la comedia que se representaba, debían apoderarse de mí, aparecieron en la escena con el designio de venir a sorprenderme en la cama de césped en que me creían dormido; pero cuando quisieron echarse sobre el rey de León, se quedaron sumamente atónitos de no encontrar ni rey ni roque. Paró la comedia, agitáronse todos los actores; unos me llaman, otros me buscan; éste grita y aquél me da a todos los diablos. El Arzobispo, que oyó la bulla y confusión que había detrás del teatro, preguntó la causa. A la voz del prelado, un paje que hacía de gracioso en la comedia, salió y dijo: «No tema ya Su lima, que los » moros hagan prisionero al rey de León, porque acaba de ponerse en salvo » con sus vestiduras reales». «¡Bendito sea Dios!— exclamó el Arzobispo—; ha » hecho muy bien en huir de los enemigos de nuestra religión, librándose de > las cadenas que le preparaban. Sin duda se habrá vuelto a León, capital de > su reino, y deseo que haya llegado con toda felicidad. Por lo demás, mando i seriamente que ninguno vaya en su seguimiento; sentiría mucho que S. M. > tuviese que padecer la menor desazón por parte mía>. Luego que dijo esto, dio orden de que se leyese en alta voz mi papel y se acabase lá co- cama con mucho tiento, media.» Mbnéndbz t Pklato.—Estudios sobre , el Teatro de Lope de Vega. 20 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 306 amores con doña Sol; su entrada violenta en los palacios en busca del ofensor de su Hay, pues, en de Leóm familia. esta pieza muchos lugares comunes que hemos- ya y volveremos a ver en otras de su género; pero mirada aisladamente, tiene interés novelesco y notables bellezas, así en las visto escenas rústicas como en las heroicas. Como todas las comedias de primera manera de Lope, adolece de excesiva complicación de la lances, que por su multiplicidad se dañan; pero son invecciones de la revelación que de sus amores y del fruto grande efecto dramático hace doña Clara a su padre cuando que ha tenido de ellos flaquecido por peso de gre que el le el vengue; la la vejez, éste, en- echa de menos alguien de su san- lucha que entre el deber y el amor surge en pecho de Sancho, apasionado de doña Elena, hermana del Mendo de Benavides, a quien tiene que dar en que el viejo Mendo, fuerza mayor, a la al la muerte: y la terrible escena ver que no llega su nieto, impedido por hora aplazada para el combate singular con su. enemigo Payo, venga bárbaramente su honor, dándole de puñaladas por su propia mano. XIV. — El Vaquero de Morana. Anterior a 1604, como citada lista de El Peregrino. Fué impresa en la Octava partt primera en la de las comedias de Lope en 1617. Dos curiosos fragmentos de poesía larizada, suministraron a las Lope el lírica, semipopular o popu- primera idea y una de título, la mejores escenas de esta comedia. Citaremos, ante todo, gunda. serranilla del marqués de Santillana la se- (i). En toda la su montanna De Trasmoz a Veratón, Non vi tan gentil serrana. Partiendo de Conejares, Allá susso en Cerca de la la montanna, Travessaña, Camino de Trasovares, Encontré moga logana Poco más acá de Annon, Riberas de una fontana. (i) Giras del fuarqués de Santillana (edición de Amador de los Ríos¡r 1852), páginas 466-67, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 307 Traía saya apretada, Muy A bien pressa en guisa la cintura, d'Extremadura Cinta e collera labrada. Dixe: «Dios te salve hermana: Aunque vengas d 'Aragón, Desta serás castellana». Respondióme: «Cavallero, penséis que me tenedes, Ca primero provaredes Este mi dardo pedrero; Ca después d'esta semana Fago bodas con Antón, Non Vaquerizo de Morana. Los dos últimos versos de esta serranilla fueron glosados por autor anónimo de fines del siglo xv o principios del siglo xvi en unas coplas casi totalmente dialogadas, que se hallan impresas en un rarísimo pliego suelto de letra gótica. Dicen así: COPLAS DE ANTÓN, VAQUERIZO DE MORANA Eti toda la trasmo7itana Nunca vi cosa mejor, Que era su esposa de El Vaquero Anto'n, Morana, Por las sierras de Morana, Do supe que era pasión, de Vi una gentil serrana Que me robó Desque el corazón vi su perfición. Puse en dubda ser humana: Era su esposa de Anto'n, El Vaquero de Morana. Yo la vi encima de un cerro Con su lanza y su cayado, Y en la otra mano un perro Careando su ganado. Dije: «Dios te salve, hermano», Pensando que era varón; 308 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Y era su esposa de Antón, El Vaguero de Morana. Vente conmigo, mi bien; Yo por amiga; te terne Darte he yo a comer Cada día una gallina; Darte he una gentil Con un cama rico pabellón, Porqtic no seas de Antón, El Vaquero de Morana. LA SERRANA Caballero, id vuestra vía Si queréis ser bien librado; Catad que no es cortesía Entender en excusado; lo Que aunque yo Y muy linda en sea serrana, perfición, Esto y más meresce Abitón, El Vaquero de Morana. Bien pensáis, vos, caballero, Que aunque yo sea mujer. Que al discreto y lisonjero, No le sabré responder; Y aun presumiré de ufana Y tener más presunción: Miraré la honra de Antón, El Vaquero de Morana. No tengáis, señora, vos. Pensamiento inhumano. Que, según os hizo Dios, No os merece aquel villano. Mas si como Mirásedes sois galana la razón, Olvidaríades a Antón, El Vaquero de Morana. En esta montaña escura. Do la gente bruta está, , COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA La mujer nunca procura Sino aquel que Dios le da, Pues es nuestra condición Atan robusta y villana: Tal 7ne guardo para Antón^ El Vaquero de Morana, Este que Mucho así os paresce, deseo ver, le Por sólo poder saber Quién es el que tal Mas yo creo que Es sola la que os engaña, Y os hizo querer El Vaquero Verdad meresce; afición a Antón, de Morana. es que aficionada Estoy, que es cosa de espanto, Porque Antón meresce Que yo soy la tanto, bien librada. Si yo soy tan fea o galana, O negra como el tizón. Tal me guardo para Antón, El Vaquero de Morana. Señora, mal haga Dios A tan mal casamentero. Que tal Fué a casar con un vaquero. dama como a vos Ella dijo: «Así lo quiero; Por ende, mejor librada Eíi ser esposa de Antón, El Vaquero de Idos, pues, Morana. y acabad tan mal suena, Demanda que Pues sabéis que No está en la más de bondad ser buena. 3O9 , ;10 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA Pues que me ofende y me daña Vuestra porfía y pasión, Dejad el st para Antón El Vaquero Morana. de Espántom e de una cosa Más grave que nunca vi, Por ser tan linda y hermosa, Consentir que estéis aquí, Porque en tierra tan extraña Estéis aquí sin razón, Pongo la culpa El Vaquero yo a Antón, d: Morana. Tras aquellos dos collados Andan más de mil pastores, Todos muertos, requebrados, Perdidos por mis amores. En balde sufren dolores. Toda su esperanza es vana, Por el bien que quiero a Atitón, El Vaqtiero de A forana. Estos que andáis por aquí. Lastimados de mi guerra, Más lejos estáis de mí Que está el cielo de la tierra. Yo me estoy en alta sierra, Y vosotros por Esto es lo la llana: que cíonplc a Antón, El Vaquero de Morana. Espérenles malos años En mal punto, porque os vi Pues que con burlas y engaños Os burláis así de mí. Y iqué diablo de serrana! Vos sois llena Mal pesar ' de traición: haya Antón, El Vaquero de Morana. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Vete dende, mal No me villano, andes enojando; echo Si 3II honda en mi mano, la Responderte he yo priado. No pienses que ando perdida Por andar en En esto sirvo El Vaquero la montaña; yo a Antó?i, Morana. de Señora, quedaos con Dios, Pues que no puedo venceros. Que ya me aparto de vos, Mas no de mucho quereros. Pues que veo vuestra gana. Vuestro fin y conclusión, Bienaventurado Antón, El Vaquero Volved No de Aloratia. acá, el caballero, vos vayades así; Antes que paséis No el cerro. os acordaréis de mí. Diera un suspiro de gana Dentro de su corazón: Esto no vapor Antón, El Vaquero de Aíoratta. Esta noche, caballero. Cenaréis en mi posada; Daros he yo de cenar Pan y vino, carne asada. Daros he un colchón de lana. Con un rico pabellón. Que era de mi esposo Antóji, El Vaquero (i) de Coplas de Antón, vaquerizo de ^ico^. Y otras canciones y cuatro fojas. un Morana (i). Morafta. Y otras de <Tan buen gana- villancico: 4.", letra gótica, (Reproducido con el núra. con una estampa: 569 en el Ensayo de Gallardo.) ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 312 Este diálogo es jornada de la germen de el la deliciosa escena de comedia de Lope, en que el la tercer» Rey D. Bermudo, perdido> en una cacería, encuentra disfrazada de serrana a Vaquero, que Dios Pues por estas Tu te guarde, sierras altas ganado llevas fértil Al helado Guadarrama, ¿Has visto ciertos monteros Con capotes de dos haldas De verde paño de Londres, Con jacerinas y abarcas, Que en esta tierra pusieron Ayer tarde dos zamarras, Cuando el sol daba sus rayos A los jardines del alba? Que voy perdido tras ellos Entre aquestas peñas altas, Sin caballo y sin sustento, Desde No aj'er por la mañana. soy vaquero, señor; Mujer soy, que Dios os valga, Que en ausencia de mi esposo Guardo sus toros y vacas. Antón es mi amado dueño. El vaquero de Morana; Éste es su cayado y honda, Éste es su perro y su capa. No he visto los cazadores Por ser la maleza tanta, Sino a vos, que habéis venido Bien cerca de mi cabana. Que es de un hidalgo la Donde su familia y casa Vienen Y a tener es gente Venid Si es a muy la siega, cortesana. comer con que el hacienda,. ellos, mal pasar os cansa; la Infanta: COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA Que siendo hidalga También es la gente, la mesa 313 hidalga. No he visto cosa más bella En toda la tramontana, Que era la esposa de Antón, El vaquero de Morana. Creo que a esto se reduce el elemento tradicional que hay en esta comedia. ria La fábula es de pura invención de Lope, que tomó de la histoel nombre del Rey D. Bermudo (sin determinar cuál de los tres que así se llamaron), los hermana amores con un y atribuyó a su principio, como conde de Saldaña. El padres de Bernardo. Lo restante puede considerarse embrión de Los Tellos de Meneses. El Conde huye a librarse como de la cierto se ve, recuerda la historia de como el Castilla para venganza del Rey. La Infanta, andariega y quebradiza, León que salen en las comedias de Lope, todas las infantas de huye también y uno y del monasterio donde su hermano la había encerrado, un rico nombre de Antón, sirve otro se refugian en la sierra de Avila, en casa de labrador, a quien el Conde, oculto con el de vaquero, y la Infanta de segadora, con de su persona, despiertan belleza, el ingenio, la natural distinción en cuantos la ven afectos de amor y nombre de Marina. La celos, que dan lugar a encan- tadoras escenas villanescas, manejadas con aquella gracia picante sabrosa que nunca falta a muy enlace es también Tellos: el Rey llega ingeniosamente el Lope en este semejante cazando al valle al jr género de cuadros. El des- de la primera pirte de Los de IMoraña; la Infanta reconocimiento, y logra su perdón y el prepara del Conde. Esta comedia, aunque plagada de lugares comunes, que todavía hemos de encontrar en alguna idílica que nada debe a coronados de espigas; el los la otra, tiene de Teócrito: admirables trozos de poesía el canto de los segadores augurios de rústica abundancia que hace vaquero Antón a su amo: 314 ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DK VEGA Ésta Ésta que SÍ que sí es siega es siega de vida, de flor. Hoy, segadores de España, Vení a ver a la Trigo blanco y Que de Ésta Ésta sí Morana sin árgana, verlo es bendición. que sí que es siega de es siega de Labradores de vida. flor. Castilla, Vení a ver a maravilla, Trigo blanco y sin neguilla, Oue de Ésta Ésta Y sí verlo es bendición. sí que que es siega de vida, es siega de ñor.' algún año sea tan bueno, En tierras propias y extrañas, Oue seguemos con guadañas, Como en los prados Rompan el del aire los heno. filos. Las cañas de los barbechos, Y toque el trigo los techos En las trojes y en los silos. No sólo en siega, en vendimia Os dé Oue Oue el cielo tal tesoro, hagáis los vasos de oro agora tenéis de alquimia. Ya que el Agosto repose, Pisen para vuestras cubas Vuestras gentes tantas uvas. Que todo en mosto Y de rebose. manera se huelguen Con las uvas nuestras casas. Que aunque muchas hagáis pasas, Muchas por Sirva una De los techos cuelguen. tinaja anciana. que ahora se pisa, don Félix misa. cantar A\ lo COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTOKTA PATRIA Y al 315 desposarse doña Ana. Por los pezones y cabos Cubran, en color pajizos, Los melones invernizos De vuestra casa los clavos. Sirvan colmos a montones De En De membrillos o granadas, vuestros techos colgadas, dorados artesones. Sin rectitud y gobierno De reales pesadumbres, Vuestras ahumadas techumbres Coronen frutas de invierno. Sirvan a vuestras familias " Costales de verdes nueces, Para acabar, tras los peces. Los viernes y las vigilias. Higos también os reserve Esta campaña vecina. Que afeitados con harina, Enjugue el pecho y conserve. Matice estas huertas luego La berenjena morada, La verde col arrugada. Como pergamino al fuego. Echad, por mayor deleite De la postre, vez alguna, En adobo la aceituna, Y los quesos en aceite. Que yo, siguiéndoos a vos, Dará mi rústico modo Gracias al dueño de todo. Que dueño de todo XV. parte de El Testimonio vengado. las es Dios. — Impresa en 1604 en la Primerj comedias de Lope. El texto es incorrectísimo, y en alparece mutilado, como ya notó D. Juan Eugenio gunas partes Hartzenbusch al reimprimir esta comedia en el tomo III de la co- lección selecta que formó para la Biblioteca de Autores Españoles. De el la popularidad de esta comedia nos dio testimonio en IÓ14 encubierto autor del Quijote, de Avellaneda (capítulo XXVII), ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 3l6 pintando su representación en una venta: «Comenzaron a ensayar la grave comedia de El Testimonio vengado^ del insigne Lope de Vega Carpió, en la cual un un testimonio hijo levanta a la Reina, su madre, en ausencia del Rey, de que comete adulterio con cierto demonio y agraviado de que le negase un cacordobés en cierta ocasión de su gusto, guardando en negarle criado, instigado del ballo el orden expreso que pues, la comedia Rey, su esposo, el a este paso, había dado. Llejjando, le cuando D. Quijote vio a la mujer del autor, a quien él tenía por su hija, tan afligida por hacer el perso- y por naje de la Reina, a quien se levantaba el testimonio, otra parte advirtió que no había quien defendiese su causa, se levantó con una repentina » dad, traición » inocentísima que contra Dios y toda ley y alevosía, y castísima señora Reina; » testimonio le levanta, es traidor, 2> le desafío » más de y las se hace a la y aquel caballero que fementido y alevoso, y por me ciendo esto, metió mano con hallo, que son sola espada». increíble furia, y comenzó riéndose con todos los demás de la tal Y di- a llamar al testimonio, que era un buen representante, el tal armas reto luego aquí a singular batalla, sin otras con que ahora que levantaba una grandísima mal- cólera, diciendo: «Esto es el cual, necia cólera de D. Quijote, se puso en medio con su espada desnuda, diciéndole que aceptaba batalla para la corte, delante de plazo de Su Majestad, con solos veinte días » Tomó Lope ral, que en traducir al Dice el éste, argumento de como en comedia de ellos hovo, los bueno e grande, e el E tierra este rey muy mucho en paz sí, liendo el E el Rey Castilla, batallas e sin otro fermoso e muy preciávalo mal que muy corredor, e rezio e manso, mucho además, como en su vida quando en Rey de Xájera, encomendó el des- que con don Sancho havíe un cavallo e cumplido de todas buenas maneras, quales todo él Crónica Gene- no hizo más que mayor, de Navarra e de moros quebrantados por muchas mantuvo su ninguno. haver en la capítulos, de Ocampo, único que manejaba nuestro poeta: «El rey don Sancho fiziesse a esta muchos otros arzobispo D. Rodrigo. así el texto pués que hovo gava en Ja él buen cavallo deve ca tanto se esfor- cavalgava. E un día, sa- cavallo a la reyna que gelo COMEDIAS DC ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA fiziesse y ros guardar muy muy grande, e bien, e aquella sazón era Reyes e Condes e assí los 3I7 guerra de los la los altos ornes e mo- todos paravan los los otros cavalleros que se preciavan de armas, todos cavallos dentro en las cámaras donde teníen sus lechos donde dor- mían con sus mujeres, porque luego que oyan dar el apellido, toviessen prestos sus cavallos e sus armase e que cavalgassen luego sin otra tardanga ninguna. E don García, vido que su padre era ydo, rogó madre, que le revna, quando mucho a reyna doña Elvira, su la mucho por diesse aquel cavallo, e rogól servíe en casa de la mas un reyna, quando vido que tido el cavallo a su en ello con él, si el muy fijo el infante cavallo diesse gran pesar e tanto ñ¿o al al le E la E vallero perdiera el cavallo, fué muy dio. cavallo al don García, quando lo que fijo, ella, que e faríe su yra, e se perdería la que non gelo el fuesse para García, su Rey, e caeríe en el cavallero, prometiera. don cavallero reyna havíe prome- la don García, infante aquello vio, non se atrevió a dar que ende. vido que tan de coragón gelo demandava, moviósse a fazer su voluntad, e prometió de gelo dar; dixol que mayor, después que el fijo E la reyna, quando e dexósse de lo fijo, sopo que por aquel ca- sañudo contra la madre, e hovo su consejo malo e falso con su hermano don Ferrando, e el consejo fué éste: que mesclassen a su madre la reyna de palabra por mala amistad que havíe con aquel cavallero que vara de non dar el cavallo. E lo deshonrara e destor- aquella razón quandol oyó, dixo que non queríe su madre, más empero, como cosa, sen; se pagando de él ser en mesclár a don Ferrando, non quier que él non dixesse ninguna que non destorvaría y nada, e non descobriría lo que le dixese don García, con mala saña e cruel e maldita, disfamó mal- mente e sin embargo a la reyna su madre antel Rey su padre, e dixo que provaría con su hermano don Ferrando mucho mal todo aquello quel dezíe. E el Rey hóvose de mover a todo lo que el a fijo dizíe e a creello: e, con el gran pesar que ende hovo, prendió della, e la reyna, e mandóla guardar en el castiello de Najara. E desi fizo sus cortes sobre aquel fecho, e fallaron por derecho que se devíe salvar la reyna en esta guisa, que lidiasse un cavallero con dos, e si los venciesse aquel cavallero, que escapase muriesse. Mas non habiendo ninguno en la la reyna, e sinon, que corte del Rey que contra ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA. 3l8 amos Rey los fijos del quisiesse dezir quel lo lidiaría por la reyna: estonces se levantó don Ramiro, home muy fermoso e mucho fijo todos los altos homes que estavan, que salvar a la home de E la reyna. la si monge con derecho se puede » mundo que más me home, porque pluguiesse». Rey Rey al muy mucho que perdonasse tra la reyna su madre: e ella que non E la el heredado de su padre. dixeran todo E el como fecho el monge fuera, e el mundo: e del fué la rey don Sancho, haviendo gran el a los fijos aquel yerro que fizieran con- mayor, que havíe de heredar por quanto era suyo: E fijos, assí fué, el el reyno de qual lo havíe quel rey don Sancho, quando porque non entrasse entre ellos discor- dia, e porque los moros non hoviessen razón de poder más que dio a don García, el fijo mayor, el de Cantabria; e a don Ferrando pertenencia. E desi, E esto por reynado de Navarra con el tal el el ellos, Ducado reynado de Castiella con toda por consejo de que hoviera de barragana, apartado. el reyna perdonólos en esta guisa, que su lo heredase, partió los reynos a sus Rsy: «Si el alegre porque la reyna escapara de muerte,, rogól don García, que era como falsedad e con enemiga. más alegre hombre el de Dios. libre e sierva prazer, e seyendo E aparte e dixol todo Rey quandol oyó, fué Castilla, E dixo todo esto dezíe este sancto se le confessaran madre con aquello contra su fijo del monasterio de Najara, e dixo al reyna salvar desto, non ha cosa en la los fijos del sacó estonces Rey ante queríe lidiar con dos por e aquellos que dixeron mal della?» donar a > reyna él al reyna es acusada con falsedad, ¿queredes vos per- » ella barragana, que era corte estando en su contienda, vino un sancto orden, que era Rey: «Señor, Rey de del esforgado en armas, e dixo la reyna, dio a don Ramiro, su> el. reynado de Aragón, porque era logar que non hoviesse contienda con sus herma- nos: e esto fizo la reyna porque se quisiera meter a lidiar con dos por la salvar, ca el rey don Sancho gelo diera en arras a fué la reyna tornada a su honra primera, e aun a don Ramiro hovo fijadalgo el castiello que dizen Ayuera Este cuento, aunque nada honroso para los (i) Cf. el muy D. Rodrigo, De rebus Hispanice^ lib. V, cap. > (l). hijos legítimos Mayor^ fué dócilmente aceptado por XXVI. los as^ A este rey don Sancho su padre de una dueña que era natural de un Don Sancho E ella. mayor de primeros COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA cronistas aragoneses de la Peña y el y navarros, tales como el 319 anónimo de San Juan Príncipe de Viana, cuya narración, curiosa por las formas dialectales en que abunda, y también porque añade algunos detalles, entre ellos la produzco en nota complicidad del tercer hijo D. Gonzalo, re- (i). «E como en aquel tiempo, por temor de los moros, cada uno tuviere la cambra o palacio donde su muger estaba, porque mis prestament lo pudiesse haber e del se servir quando menester fuese e le contriñese necesidat, el dicho emperador encomendó a su muger un caballo, que le pensase muit bien, en el castillo de Nájera, donde facía su morada; el qual de bondat e de beldat, e de otras virtudes, a todos los otros caballos sobrepujaba, al qual amaba mucho el emperador, e se fiaba en él como en adyutorio de vida; del qual caballo se enamoró mucho su fijo D. García, e un día pidió a la reina su madre que le pluguiese dar aqueil caballo, lo qual francament le otorgó; mas un cabaülero, que servía a la dicha reina, viendo que el otorgamento del dicho caballo, si venía a efecto, sería muy desapacible al dicho emperador por las razones susodichas, aconsejó a la dicha reina que por cosa del mundo non diese el dicho caballo a ninguno, si quería esquivar la ira de (i) su caballo en su marido. E ansí, la dicha reina, conosciendo sano e provechoso, revocó fijo D. García; de la qual el consejo del cabaillero ser consejó a sus hermanos D. Fernando e D. Gonzalo que acureina su madre, deciendo al emperador que eilla usaba deshones- vido de grant sasen a lo el otorgamiento que había fecho del caballo a su dicho D. García fué mucho desesperado, e mo- el ira, tamente con aqueil cabaillero, ansí como parescía por la grant familiaridat que entre eillos era. De lo qual los dichos hermanos non quisieron ser principales acusadores, mas consentieron en que ayudarían a dar algún favor a él sobre la disfamación dicha: e el dicho emperador, su padre, era entonce en la ciudat de Pamplona > Puesto por obra lo acordado en el susodicho concilio, e venido a Navarra, fuéle por su fijo D. García dada la dicha información contra la reina su madre; e luego, dicho emperador mandó su muger ser presa, inclinado más a creencia que a otra certificación, e ser bien guardada en el castillo de Nájera; e después sobresto fizo llegar cortes generales, e finalmente, fué definido que hobiese de escusar por batailla, si no que fuese juzgada a ser puesta en íuego e quemada. Mas D. Remiro, fijo bastardo del rey, al qual hobo de una noble muger de Castro de Aybar, el qual era noble e muit valiente en armas, viendo la inocencia de su madrastra e la maldat de sus hermanos, ofresció entrar en campo con todo hombre por la dicha razón, por sostener e eilla se defender a la dicha reina; e desto fizo las seguridades que en semejantes casos son acostumbradas facer. Allegado el día de la batailla, un monge, muy dicho emperador, e díxole: cSeñor, si la reina es acusada > a tuerto, e la queredes delibrar, perdonat ad agueillos que la han acusado». Al qual respondió el emperador, e dijo: cMucho me place, con que justicia > sea observada >; e luego los dichos disfamadores confesaron, e dijeron at santo varón, vino al . ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 320 Ni que la primitiva Crónica General^ ni la el Príncipe de Viana, dicen Reina adoptase por hijo a D. Ramiro, la famosa forma de la ni mucho menos traen adopción, que por primera vez se halla en la Crónica de 1344, y que parece tomada del segundo cantar de gesta de los infantes de Lara, donde Mudarra es legitimado de igual manera por su madrastra doña Sancha. La Reina de Navarra se presentó al Rey y desheredó tiempo», rras «vestida con su piel, segunt era costumbre en aquel de Aragón y D. García de sus arras y de las tieque eran suyas, «e estonce llamó a don a su hijo Castilla, Ramiro, e díxole: <\"os sodes mui enterado, e segunt rasón, más » deviérades buscar daño que non pro, e por vuestra bondat » librastes » todo siempre en de muerte, e por esto vos tomo por hijo e vos heredo por el reyno de Aragón a vos e a todos » vos venieren, e otrosí de las mis arras, e eso > Navarra manga de me me si myo la piel fueses». E entuenge lo tomó e sacólo por la otra, segunt mismo que de los vos faría de e lo metió por una que era costumbre en santo varón que falsament e iniqua habían acusado a su madre, e que le de- mandaban perdón; e luego el dicho dor, de lo qual fué muy monge manifestó pagado, e delibró a la esto al dicho empera- dicha su muger, que era juz- emperador que perdonase a sus fijos el error que hae cilla respondió que le placía, con tal condición que su fijo D. García no regnase en Castilla; al qual, por sucesión, según que dicho es, le pervenía: e ansí fué fecho, porque el dicho D. García hobo por herencia el regno de Navarra del Vadoluengo, e de Nájera, fasta montes e dio a D. Fernando toda Castilla, Doca e Ruesta, con todas sus villas et a D. Gonzalo toda Sobrarbe, e de Gironcedo fasta Maríirero e Loarre et gada; e rogóle el dicho bían cometido contra eilla, , San Emetheri, con todas sus dicho D. Remiro su fijastro, villas e pertinencias; e afijó en Aragón, el qual era de e fizo heredero al la del casamiento, e obligado en arras; et esto fizo confirmar reina por razón al emperador su marido.» Crónica de los Reyes de Navarra, escrita por D. Carlos, Priiicipe de Viana, y corregida en vista de varios códices, e ilustrada con notas por D. José Yan- Pamplona, guas y Aíiraitda 184.3, impreiita de D. Teodoro Ochoa, pági- nas 56-60. La crónica de San Juan de la Peña sigue principalmente a D. Rodrigo: ex regina tixore sua tres filias, quorum major fuit vocaius Garsias, secundus Ferdinandus, et iertius Gondisalvus Et procreavit que7idam alium filium ex quüdam nobili muliere Dayvar, qtii fuit nomi' *^Et procreavit (rex Sanctius) . 7iatus Remyriis. Et quia in tilo tempore propter metiim arabum omnes milites ienebant sitos equos in cameris seu palatiis in qitibvs eorum morabantur uxores » COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA aquel tiempo de tomar los que se remonta fijos A adoptivos». a la antigüedad clásica, 321 este símbolo jurídico, no menos que a la germá- nica, y que estuvo en uso durante toda la Edad Media dentro y fuera de España, se refiere el antiguo refrán: Metedlo por la manga y salirseos ha por el cabezón. No sabemos cuándo que, gracias a la dónde ni se inventó esta fábula del caballo, autoridad del arzobispo D. Rodrigo, continuó pa- sando por verdadera historia hasta como dulos cronistas el siglo xvi, y esto no sólo en cré- Beuter, sino en las mismas severísimas páginas del gran analista Jerónimo de Zurita, quien añade (tomándolo de otro autor aragonés que no expresa) el juntamente con la algunos reparos a todo crítico que Zurita, nombre del caballero acusado Reina, D. Pedro de Sesé. El primero que puso cuento, fué un el mucho menos historiador Esteban de Garibay, a quien siguió con más reso- Ambrosio de Morales, alegando, entre otras razones, los numerosos privilegios en que aparece confirmando doña Sancha durante el tiempo en que se supone su fabulosa acusación. Al P. Ma- lución riana le pareció también «que tenía color de invención»; pero, según su costumbre, prefirió dejarse ir al hilo de y aun leyenda, la se entretuvo en aderezarla retóricamente con un discurso que pone en boca del Rey Don Sancho. Lo primero que ocurre pensar, es que esta tradición es de origen formulada que sería en algún cantar de gesta antes de y penetrar en los textos históricos, según el proceso habitual de las poético, ficciones de su clase. Pero poema, la verdad es que neral aluden a tal las posteriores refundiciones de jos, ni ni se ni encuentra rastro de la en parte alguna. Pudo ser por la la falsa él la Ge- tampoco en Crónica^ ni en los romances vie- muy bien una conseja oral, que reprodujo uno de los tópicos más frecuentes de degenerada: D. Rodrigo ni la poesía caballeresca acusación de una Reina, salvada de intervención de un santo monje o por el la hoguera denuedo de un pa- de la Dentro de España tenemos una leyenda análoga, la defensa Emperatriz de Alemania por el conde de Barcelona; asunto de la comedia de Lope, El Catalán valeroso. ladín. Suponen algunos que D. García, hijo Mknéndkz V el cuento se inventó para explicar por qué mayor de Don Sancho, no sucedió \'v.\.sxo.— Estudios sobre el Teatro de Lope de Vega. a su padre en oj 322 ESTUDIOS SOBRK EL TEATRO DE LOPE DE VEGA los estados de el y por qué Castilla, al hijo natural, reino de Aragón. Pero, en rigor, ninguna de taba explicación, aun dada lativo al que conde de rra antes la Castilla, y mayor de primero de estos estados tenía el En sus hijos legítimos. lo re- Mayor. El era Rey de Nava- el entonces más importancia política que el necesi- obscuridad que envuelve todo Don Sancho testamento de D. Ramiro, cupo ambas cosas segundo: por eso el cuanto a la heredó le ilegitimidad de don Ramiro, que con demasiado calor y no bien entendido celo provinniegan algunos historiadores aragoneses cial muy hijo antiguo y autorizado en trapone en la Don Sancho, qucsdam nobilissima madre de Ramiro. Y et llama hija del conde de aquí advertiré de paso que latinidad clásica, ni en de la y principalmente sino criada, excluye la la voz ancilla, Edad Media, quiso nunca adulterino o bastardo, y siendo conforme parte en la al Fuente, sierva o cautiva; condición que no además el hijo natural, pero la Edad Media, tomó D. Pedro de Sesé y doña Caya, que no están en las darle herencia. neral, sino del libro del P. Mariana, del cual posición es no primogénito, pudo su pa- derecho consuetudinario de Para su hermosa comedia, Lope se valió no solamente de Desde decir la de nohilisima. Fué, pues, D. Ramiro la Castilla, pidcherrima de valle Aydar, que doncella, como en este pasaje interpreta D. Vicente de dre, le ordo numerorum regum Pampilonensiuvt., pues con- uxor legitima de la a la ancilla ni no sólo tiene apoyo de concubina [quem ex concubina hahuerat)^ sino que tampoco lo contradice el fué (l), que expresamente Silense, el muy feliz, y toda en acción, primeras escenas se llama la los la Ge- nombres de la crónica. La ex- como Lope acostumbraba. atención sobre el caballo que tanta parte ha de tener en la trama, describiéndose briosamente su estampa y cualidades: Pero De Y el decir que sea breve cabeza, y de crin bello, crespo y corto de cuello, Ancho en pecho, de (i) En pies leve, especial D. Vicente de la Fuente, en sus importantes Estudios críticos sobre la historia páginas 35-67- y el Derecho de Aragón. Primera serie. Madrid, 1884, COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA 323 De piernas alto y derecho, De rodillas desviado, De vientre corto, y corvado De los lados junto al pecho. Largas cerdas encrespadas, Niñas negras descubiertas, Narices anchas y abiertas. Las orejas aplicadas Aquel caballo famoso Que me dio el Rey Todo mi regalo es, cordobés. Porque es en extremo hermoso. La despedida de Don Sancho y su mujer es una escena muy agradable y bien escrita, en que afectos simpáticos se expresan con noble llaneza. Tiene este argumento un inconveniente para las tablas. La con- ducta de D. García y de sus hermanos es odiosa sobre toda ponderación. Acusar a su madre de adulterio porque de pasearse en un caballo, es la más infamia les niega el capricho y más estúpida atroz que puede concebirse. Lope no intenta atenuarla ni explicarla, ni había para qué, puesto que su Teatro es épico y acepta como patrias tales de ninguna combinación desde el las leyendas son, sin embellecerlas ni desfigurarlas por artificiosa. primer momento; concibe Don sin medio García se presenta odioso vacilación ninguna el ho- rrendo designio de infamar y perder a su madre, y aunque sus hermanos hacen el papel de engañados, aparecen crédulos en demasía, y acaban por deshonrarse como cómplices de aquella nefanda ini- quidad. Pero no olvidemos que se trata aquí, no de una fábula inventada o modificada libremente por tradicional, que todos inverisimilitud rado en la los no podía el poeta, sino de saltarles a los ojos, por estar ya incorpo- única historia nacional que ellos sabían. de leyendas, la falsedad lada por la fuerza y el moral es cosa prestigio de muy hay que pensar en En este género secundaria: viene anu- la tradición, tido innumerables generaciones. Por eso, llevan al teatro, no un cuento espectadores conocían, y cuya monstruosa cuando cuando las leyes de la han repe- tales asuntos se la lógica drama- ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO ÜE LOPE DE VEGA 324 tica. La forma mejor y bien lo prueba En el como en su Teatro, y crudamente bien el más próxima será siempre la f(;rma y poesía popular, se contraponen áspera la mal, el la lealtad y la perfidia. todas las sombras del lado de D. García, toda Ramiro, mancebo de brazo de el a la épica, ejemplo de Lope. el del lado de don hierro y sano corazón, criado rústi- camente, pero con altos pensamientos, no hay desdicha, como la luz El autor pone como Bernardo de las el Ciro de Contra valor Mocedades, como tantos otros personajes análogos de Lope. Así le presenta su ayo Belisardo: Y le A las Y a los calores del ardiente Julio. he criado entre estos altos montes escarchas del helado Enero No ha vestido camisa delicada De la flamenca holanda, ni la cuera Del ámbar adobado de No ha la India, ceñido la espada de Toledo Ni ha calzado el zapato cortesano; Anjeo viste y pieles Cayado de animales, y en los pies abarcas; trae, Cazar es su ejercicio, y hacer leña Tosco en No la lengua, aunque de buen ingenio. parece tosco de lengua, sin embargo, cuando saluda a la Reina en términos tan poéticos y galanes y se enamora de ella sin conocerla (l), o cuando parafrasea la linda anacreóntica del Amor (i) Os pido sólo un desdén alma que os doy. No me juzguéis por grosero. Por el Aunque grosero nací; A un hecho heroico y bizarro, Pone en un pecho de barro Un alma real e ilustre. No digo que lo es la Para saber qué hay en mí, Aunque Basta saber que os quiero. Y Como el que en vasos Pone diversos En los de oro Y Y licores, los mejores, en los de barro los Así el cielo en su valor Porque más De la gentiles viles. almas infunde las tal mía, alma que os amó ese valor conoció, Algo de real tenía. Bien sé yo que estas abarcas, Vezadas a andar tras bueyes. Siguen mal lo que es de reyes, De príncipes y monarcas conforma. gloria a la forma materia redunde. Pero el vez por dar lustre Cuando a este castillo vine, Ramiro, más tosco estabas. COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA y la Abeja (l), o cuando describe los encantos de 325 naturaleza rús- la en una de aquellas enumeraciones tan del gusto de Lope, que, y con repetirse tanto en sus comedias, siempre parecen nuevas y halagan siempre el oído (2) tica Con violenta e inútil infracción de la unidad de tiempo, hace Lope transcurrir un año entre la acusación de la Reina y el juicio de Dios, en que D. Ramiro sale a combatir por ella. Semejante plazo ni estaba al en la leyenda, ni era necesario tampoco para dar ocasión conocimiento entre la Reina y su hijastro, Y RAMIRO una abeja, Le Era piedra que labrabas, Porque en tus manos me afine Una vez dicen que Amor Quiso coger un panal, que podía haber sido al Quejóse a su madre Y ella entonces «También Y das tal Por los jardines que se imprimió sin su Sino (2) Y el nombre en la fruta silvestre la conservada La verde bella, le replica: tú eres cosa chica, QÓSoioi. El mismo de Chipre niño Cupido que yo he cultivado, Luego que el verde granado Sus rosas de nácar muestre; La almendra tierna, la pera Roja y verde, la manzana Cubierta de gualda y grana, Y la cermeña primei-a; El níspero que madura, Y igual, dolor con ella». (i) Es la oda 30 del seudo Anacreonte, Eqco? nox' év Lope de Vega la imitó también en el gracioso romance: Andaba mismo dio notable dolor. la serba, el Romancero general. De las uvas el racimo, Pendiente de los sarmientos; Verde cohombro y melón, Con las pálidas lechugas. Las toronjas con verrugas, Y como cera el limón; El pajarillo cogido Con la liga en el barbecho; La calandria en el estrecho, Y ciruela acerba. el ruiseñor en el nido; El cabritillo criado La nuez presa en cárcel dura; La miel sabrosa, la pina, La fresa, que se deshace, La guinda negra, que nace Debajo del cesto En el linde de la viña; De morales avarientos En que os daré un alma a vos. Que, por parecerse a Dios, Vale más que todo el mundo. El fruto negro y opimo, Y a leche, cuanto rinda y peche. El monte, el prado, el ganado; Y entre estas cosas, me fundo al fin, ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 326 preparado más ingeniosamente desde drama pertenece vide que este resiente de la parte, es tal compensa el de primer acto. Pero no se primera manera de Lope, y se la hechizo de los que i)oesía lo la combinación tosquísima de De fábula. la se echa de menos en fijo que no paraban mientes en esto cuando escuchaban D. Ramiro: cuando veían abrirse en la liza; ranza, el la el sacrificio; Reina atada al arrogante reto de la el los caballeros temor y el poeta, sin escrú- ceremonia de la adopción, Reina palabras que no desdicen de la espe- la poste junto a la leña pre- y finalmente, cuando pulo ni melindre, presentaba a sus ojos poniendo en boca de el la espectadores los palenque y entrar cuando fluctuaban sus pechos entre contemplando a parada para ol- procedimientos teatrales; y por otra afectuosa elocuencia de estas escenas, que fácilmente infancia la a el ve- la nerable poesía de aquel símbolo jurídico: Si acaso España repara En que yo no le parí, Hoy ha de nacer de mí Como si yo le engendrara. Hijo te tengo de hacer De Y la manera que puedo, traidor al Quito que desheredo, sangre y la Entra debajo Si en las el ser. el brial entrañas no puedes, Porque legítimo heredes Lo que pierdes Tal es esta comedia, refundió, o vengan más bien la muy naturcd mejorando mucho los nobles (l), Morete la de Cómo se irregular, pero grandiosa. imitó libremente con el titulo la traza; evitando todas candorosas incongruencias del autor primitivo; introduciendo, siempre, la luz en medio del desorden. Volvió a versificar entera- mente la pieza; tienen menos garbo y (i) pero sus versos son menos poéticos que los de Lope, frescura, y la Publicada por primera vez en la vena épica llega a la ellos muy parte 29 de Varios (1668), y luego parte tercera de Moreto (1677 y 1703). Está reimpresa en de Autores Españoles. en las como la Biblioteca COMEDIAS DE ASUNTOS DE LA HISTORIA PATRIA nitrada y muy tenue. Por ejemplo, la escena de solemne en Lope, queda reducida a estas secas Tú solo, ¡oh Eres mi joven del hijo; a ti te la 327 adopción, tan líneas: cielo! tocan Mis herencias, mis estados, Mi sucesión y corona. Más perfecto sale siempre El que la Que que el elección adopta, la naturaleza. Tantas veces defectuosa La comedia de Moreto se representaba novó se mantuvo en mucho, hasta el guramente no conoció El desenlace el El cuadro la la pieza la final, el D. Sancho. Se- comedia de Lope, pero aprovechó algo de la trama, y reservando del palenque, es de magnífico efecto, merecen elogio el raudal de la versificación, y una continua que encubre o hace pasar Zorrilla: la falta me- históricos, o declaración del encubierto origen de D. Ramiro. vez viciosa, del estilo, de aunque no en que Zorrilla re- caballo del rey de Moreto, dando más interés novelesco a para repertorio, (i), argumento en uno de sus mejores dramas el jor diríamos leyendas dramáticas, la el año 1842 sin ceño brillantez y en toda la lozanía, los defectos radicales del de toda intención profunda y rara y gala de ejecución, artística, lo Teatro borroso e indeciso de las figuras, nacidos, más que del y los rasgos frecuentes de amaneramiento, abandono de la improvisación, del concepto poco elevado que aquel gran poeta narrativo tenía del drama. Con exageración notoria llegó a decir de tenido por poeta dramático. aun lo hubiera sido Lo mayor tomando sus Recuerdos del tiempo viejOy calumniarse a sí mismo, dice, sí fué, sin mismo que nunca embargo, y su arte muy más por donde extremó el lo se había notable, serio. y En pueril alarde de hablando de esta comedia del Rey Don Precisamente el mismo ano se representó con aplauso en el teatro (i) de Cádiz otro drama sobre el mismo asunto, con el título de Don Garda el Calumniador. Su autor, a la sazón muy joven, era D. Sebastián Herrero y Espinosa, actualmente (*) dignísimo obispo de Córdoba. (*) En 1897 (A. B.) ESTUDIOS SOBRE EL TEATRO DE LOPE DE VEGA 328 Sancho, que de lo que en pasearse por la compuso en veintidós ella pasa; el y que la días; escenario del teatro de de su propiedad, que al que ya no se acordaba hizo sólo para tener el gusto de ver Cruz un hermoso caballo la cabo no llegó a salir por dificultades im previstas (l). (i) el Téngase presente que en estas noticias no nos proponemos apurar catálogo de todas las obras literarias que tienen argumentos análogos a las de Lope, porque sería proceder hasta lo infinito, y no hay memoriíi ni diligencia que baste para tenerlas presentes todas. Así, por ejemplo, al hablar de las relativas a D. Rodrigo y D. Pelayo, hemos omitido dos disparatadas comedias del actor José Concha (siglo xvni), La pérdida de España y La restauración de España (A España dieron blasón las Asturias y León, y triunfos de D. Pelayo), y también la leyenda del P. Arólas acerca de La Princesa doña Luz, tomada, como la de Zorrilla, de Los Reyes 7iuevos de Toledo, etcétera. Omisión más importante fué la de la curiosa y antigua novela francesa Dom Pelage ou l'enfrée des Maures en Espagne, por el Sr. De Juvenel (1644), de la que tomó bastantes cosas Corneille para su comedia heroica de Don Sancho de Aragón. Otro con más tiempo y más de propósito podrá ampliar estas indicaciones, que dentro de mi plan son secundarias, aunque útiles siempre, por lo cual no dejaré de apuntar las que recuerde. FIN DEL TOMO III CORRECCIONES Página. Línea. Dice. Debe decir. '58 »7 1555 1585 159 II 1674 1624 índice Páginas. ]X. — Comedias Correcciones de asuntos de la historia patria i 329 LIBRERÍA GENERAL DE VICTORIANO SUÁREZ PRECIADOS, 48, 48. -MADRID HOMENAJE A MENÉNDEZ Y PELAYO ESTUDIOS DE ERUDICIÓN ESPAÑOLA MADRID: 1899 Ofrecemos los con al público una importante colección de estudios Menéndez y Pelayo sus amigos y discípumotivo del año vigésimo de su Profesorado en la Uni- que dedican al Sr. versidad Central. La alta significación que en la ciencia española tiene el nom- bre de aquél á quien se dedican los trabajos que publicamos, es garantía no pequeña de además por la la calidad de éstos; juzgúeselos breve noticia que podemos dar del conjunto de la obra. Comienza con un Prólogo en el que D. Juan Valera hace un estudio acerca de su antiguo amigo el Sr. Menéndez y Peun artículo de D. José María de Pereda, layo, y termina con pintando algunas costumbres populares de la Montaña, intere- Entre ambos escritos de nuestros santes para el folk-lore. mejores prosistas, hay otros sesenta debidos á la pluma de casi todos cuantos cultivan la erudición española, así entre nosotros como en Francia, Inglaterra, Suecia, Italia, Holanda, etc. Portugal, Alemania, Austria, El contenido de los princi- pales trabajos es el siguiente, agrupándolos aquí según cierto orden de materias: Son importantes para HüBNEF, sobre los más el estudio de nuestra poesía los de antiguos poetas líricos de la Península, estudiados en las inscripciones; Schipf, dando cuenta de su hallazgo de la primera versión de la Divina Comedia, hecha por D. Enrique de Villena y anotada por el Marqués de San- tillana; Serrano, que publica dos canciones inéditas de Cer- vantes; Croce, dos ilustraciones al Viaje al Parnaso (acerca de Cervantes escriben también Apráiz, sobre la biografía autógrafos, y Eguílaz, con notas etimológicas); blica poesías inéditas de Juan de la y los Wulf, que pu- Cueva; T. del Campillo, una noticia del cancionero aragonés de Pedro Marcuello; Mióla describe un Cancionero manuscrito Brancacciano; Resto ri publica las poesías españolas de EsTELRiCH pasa Cambronero Doña Ginebra BentivogHo; revista á los traductores españoles ilustra de Schiller; un epigrama de Villamediana, y qués de Jerez describe detenidamente los libros más Mar- el preciosos de su rica biblioteca. De la poesía épica escriben: E. Hinojosa, sobre Poema del Cid; Raj na, sobre jurídico del cesvalles y el Cantar de Roldan; R. el elemento de Ron- la topografía Menéndez Pidal, estudian- do el Romancero de Fernán González y publicando crónicas y romances desconocidos. En cuanto al teatro, Tragedia de la la Carolina Michaelis publica é ilustra Reina Isabel, obra inédita del Condestable D. Pedro de Portugal; Cotarf.lo haca un detenido estudio sobre los traductores castellanos de Moliere; Farinelli trata del Don Juan y la literatura donjuanesca del porvenir; FranguESA estudia La venganza en el sepulcro, ó sea el Tenorio de D. Alonso de Córdoba; Lomba, todos de la leyenda del los dramas que tratan Rey D. Pedro. Rouanet da á conocer un auto inédito de Valdivielso. Para la historia los Picaros y de nuestra novela escriben: Ganapanes; Fitzmaurice-Kelly, sobre nófilo inglés Digges, traductor acerca de la De Haan, de Céspedes y el INIeneses; sobre hispa- Apráiz, Tía Fingida; Hazañas, dando noticia de una no- vela manuscrita del analista Ortiz de Zúñiga. Enriquecen nuestro epistolario: Morel-Fatio, con una ga serie de cartas eruditas cruzadas entre déjar y Balucio; rio Boehmer, con cuarenta de Carlos V, Alfonso de Valdés. el lar- Marqués de Mon- inéditas del Secreta- Para el idioma son interesantes estudio del el Conde de la Vinaza, sobre dos libros inéditos del Maestro Gonzalo Correas; de Fernández Llera sobre el origen de la voz anticuada Paulado; el de Eguílaz, que dilucida algunas etimologías de el palabras del Quijote, y de Mérimée acerca de un libro des- el conocido de Antonio de Luna, y el del P. Mir, que de D. José M. Sáenz del filológicos de importantes trabajos da noticia Prado. Referente á trabajos de de nuestra la historia filosofía, Ribera y de Asín acerca de pueden verse los los precedentes arábi- gos de las doctrinas de Raimundo Lulio; Pons, sobre dos importantes obras de Aben Hazam; Chabas, acerca de Arnaldo de Vilanova y sus yerros teológicos; Paz y Melia, sobre versión y glosas de la Biblia, debidas á Rabí Arragel, etc. la Investigaciones biográficas aportan el P. Blanco, sobre Fray Luis de León; Cañal, sobre el P. Martín de Roa; Pérez Pas- tor, datos desconocidos para la biografía de Rubio, documentos Lope de Vega; inéditos para la vida del Maestre J. Fer- nández de Heredia; Rodríguez Villa traza una completa bio- Aragón D. Francisco de Mendoza; sobre el matrimonio del primer Marqués escribe Catalina J. del Cénete; Bofarull comunica nuevos datos acerca de Algrafía del Almirante de V fonso en Ñapóles; Canella, notas bio-bibliográficas acerca del canónigo D. Carlos González de Posada; estudia las relaciones de Fr. Luis de el P. Cuervo Granada con la Inqui- sición. Para nuestra historia escriben R. Hinojosa, acerca de jurisdicción apostólica en España y Covarrubias; Rubio, sobre la mias el siglo güedades de en Iliberis, la Proceso de D. Antonio la influencia de la cultura catalana Edad Media; Roca estudia las Acadepasado; Bsrlanga reseña las anti- en Grecia durante científicas el y Juan García las antigüedades de San- tander. En fin, de diversas materias citaremos los trabajos drell, que estudia á Palestrina y Vitoria; de Gómez de Pe- Imaz, so- el Príncipe de la Paz, la Santa Caridad de Sevilla y los cuadros de Murillo; de Zarco del Valle y el Conde de las Navas, con nuevos datos para el estudio del célebre grabador bre Pedro Ferrete; de Luanco, sobre un so el Sabio; de Carmena, trazando libro apócrifo de Alfon- bibliografía completa la del periodismo taurino. Creemos bastante esta incompleta enumeración para dar una idea de la importancia de la obra que anunciamos, ma dos tomos en 4.° la cual for- de goo páginas cada uno, impresos en excelente papel y adornados con retratos, fototipias y otras reproducciones diversas por medio del fotograbado. — Precio: 30 pesetas en Madrid, y 32 en provincias. ADVERTENCIA al Por varias dificultades se ha ido dilatando, más de lo que principio pensábamos, la impresión de estos dos volúmenes. Como era nuestro propósito dar á luz esta obra dentro del más breve plazo posible, para que coincidiera con el aniversario que en ella se conmemora, se abstuvo la Comisión encargada de coleccionar los artículos, de solicitar la colaboración de los eruditos hispano-americanos, amigos del Sr. Menéndez y Pela3'o, por el natural recelo de que no pudiesen llegar oportunamente los trabajos. Deploramos esta laguna, pero ya no es tiempo de llenarla. Y al mismo tiempo nos complacemos en hacer constar que, á pesar de ser tan numerosos, variados é importantes los estudios que en esta Miscelánea se contienen, todavía hubiera podido acrecentarse con las investigaciones de otros escritores españoles y extranjeros á quienes por olvido dejó de invitarse, y con las de algunos cuyos trabajos llegaron á nuestras manos cuando ya estaba terminada enteramente la edición. Est tip. de líi V. é H. de Tello, C. de San Francisco, 4 OBRAS COMPLETAS DE DON MAKCliLINU MENÉNDHZ Y PELAYü EDICIÓN DEFINITIVA, KE\ ISADA POR ALTOR Kl. TOMOS PUBLICADOS Tomo > -Historia de los Heterodoxos españoles. I. II. Tomo I. Madrid, 191 — Historia Je la Poesía hispano-americana. Tomo — Historia de la Poesía hispaiio-aniericatia. Tomo » III. » WI .—Historia de la Poesía castellana en la I. II. 1. Madrid, 191 1. Madrid, 191 3. Edad Media. Tomo I. Ma- II. Ma- III. Ma- drid, «911-1913. > \ .—Historia de la Poesía castellana en la Edu Media. Tomo ' drid, 19 14. » — Historia de la Poesía castellana en la Edad Media. Tomo VI. drid, 1916. » » » » » » V\\.— Historia de VllL— Historia — Ensayos de IX. los Heterodoxos Tomo III. Madrid, 1917. Madrid, 1918. crítica filosófica. '^iñáriá, 1918. — Estudios sobre XI. —Estudios X. el sobf-e el XII. espartóles, '^'^mo II. de los Heterodoxos españoles. Tomo I. Madrid, Lope de Vega. Tomo II. Madrid, Lope de Ve^a. Tomo III. Madrid, Teatro de Lope de Vega. Teatro de — Estudios sobre el Teatro de EN PRENSA Estudios sobre el Tomo Tomo IV. Teatro de Lope de Vega. Historia de los Heterodoxos españoles. Tratado de los ?omances IV. viejos. • 'J,^f(- 19 19. 1921. 1922. . '.M