Biografía de Daniel Alcides Carrión Daniel Alcides Carrión García, nació en Cerro de Pasco el 15 de Mayo de 1857. Hijo del médico y abogado ecuatoriano Baltazar Carrión y de Dolores García Navarro. Perdió a su padre a la edad de ocho años. Hizo sus estudios en la escuela fiscal de Tarma y en el colegio nacional Nuestra Señora de Guadalupe de Lima. En 1877 ingresó a la facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en 1880 a la de Medicina en la misma universidad, siendo decano Manuel Odriozola, cursando los estudios respectivos hasta el cuarto año. Entre sus maestros se hallaban los doctores Leonardo Villar, José María Romero y el famoso José Casimiro Ulloa, que había presenciado notables experimentos en París; sin olvidar a su maestro de anatomía Celso Bambarén, sucesor de Cayetano Heredia en la cátedra, y uno de los propagadores del positivismo entre sus alumnos. Carrión fue un estudiante esforzado: en la facultad de Ciencias, creada en 1866 con Antonio Raimondi como su primer decano, se empapó del evolucionismo darwiniano, de las teorías de Malthus, de los descubrimientos de Faraday, de Sadi Carnot, de Berzelius, así como de los brillantes triunfos de Sevet, Harvey, Bichot, Legallois y otros estudiosos de la segunda mitad del siglo XIX. Daniel Alcides Carrión GarcíaAl estallar la guerra entre el Perú y Chile, prestó servicios sanitarios en la batalla de Miraflores del 15 de enero de 1881, entre los grupos que desde sus puestos de socorro atendieron a los heridos en el enfrentamiento. Poco después realizó su externado en la clínica Maison de Santé, en el hospital de Santa Ana y en el Lazareto de Guía; fue interno en los hospitales Dos de Mayo y San Bartolomé. Por este tiempo se interesó en el conocimiento de la sintomatología y las características clínicas de la verruga, decidiendo experimentar en sí mismo la enfermedad, inoculándose el germen del mal en el hospital Dos de Mayo, bajo la vigilancia del doctor Evaristo M. Chávez, el 27 de agosto de 1885. Desde ese momento hasta cuarenta días después en que murió, fue siguiendo paso a paso los síntomas y la evolución del mal, informando minuciosamente a sus compañeros de estudios: Casimiro Medina, Enrique Mestanza, Julián Arce, Mariano Alcedán, Ricardo Miranda y Manuel Montero. Gracias a su sacrificio se probó que la llamada fiebre de La Oroya y la verruga tenían un mismo origen y que la enfermedad era inoculable. Antes de morir, el doctor Ricardo Flores le practicó un hemograma, comprobando la anemia provocada por la inoculación del germen. Falleció el 5 de octubre de 1885 en la Maison de Santé. Entre 1883 y 1885 escribió sus “Apuntes sobre la verruga peruana”, registrando la epidemiología, el diagnóstico de la verruga y nueve historias clínicas de la enfermedad, publicadas después de su muerte. No todos reconocieron inicialmente el sacrificio de Carrión y no faltó quien le restara méritos diciendo que su acción no podía encuadrarse dentro de la medicina positivista, sino dentro de la medicina metafísica o la medicina folklórica. Aunque la inoculación fue modesta e imperfecta, constituyó el primer experimento médico realizado en el Perú. El heroico sacrificio de Carrión marcó huella en la historia médica del Perú y alentó el desarrollo de otros estudios e investigaciones entre los médicos peruanos en diversos campos. En 1886, un año después de su muerte, la verruga peruana fue denominada enfermedad de Carrión, a iniciativa de su condiscípulo Mariano Alcedán, y es así como figura en la patología medica mundial. Al celebrarse el centenario de su sacrificio (1985), Octavio Mongrut Muñoz publicó una biografía de Carrión y el diario con las anotaciones desde la inoculación del virus hasta el fallecimiento. Carrión, Unanue y Heredia son tres lumbreras de la medicina peruana en el siglo pasado: el primero por sentar el primer hito en la investigación médica peruana; el segundo por fundar el Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando; y el tercero por la creación de la facultad de Medicina de Lima en 1856. Por ley 25342 del 7 de octubre de 1991 el Congreso de la República declaró Héroe Nacional a Daniel A. Carrión. Igualmente, en su homenaje, un hospital del Callao y una provincia del departamento de Pasco llevan su nombre.