Subido por Lizbeth TICLLA CHOQUE

Fraude académico en la Universidad de La Cabaña

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FRAUDE ACADÉMICO EN LA UNIVERSIDAD DE LA CABAÑA
Autor: Alberto Sanjinés
Sofía Malpartida es, de profesión, ingeniera comercial graduada de la
Universidad de La Cabaña, una de las más prestigiosas del país. Fue alumna destacada
en la licenciatura, graduada con mención Summa Cum Laude y la máxima distinción
en su tesis de grado. En el último año de carrera, obtuvo el premio Price Waterhouse a
la excelencia académica y su promedio estuvo en el octavo lugar entre 269 estudiantes
de su promoción. Ejerció cinco ayudantías de cátedra durante su tiempo de
estudiante.
Siete años después de graduarse, se inició en la cátedra universitaria en la
materia de Contabilidad Básica de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad del Desarrollo, una de las más prestigiosas del país. Actualmente ejerce el
cargo de Directora de Marketing Intelligence en este Centro de Estudios, cargo que
depende directamente del Rector y se constituye en la Unidad Estratégica
especializada en gestionar y recoger información estratégica para emitir reportes al
Rector, que sirven de base para la toma de decisiones en los distintos ámbitos de la
administración y posicionan a la Universidad.
Con el fin de perfeccionar sus conocimientos profesionales, hace un año,
financiada por la Universidad del Desarrollo, se matriculó en la Maestría en
Administración de Empresas (MBA) ofrecida por la Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativas de la Universidad de La Cabaña. Este programa académico es
considerado el mejor MBA del país y como tal figura en todos los rankings
universitarios, tanto nacionales como internacionales. Es un curso muy prestigiado
pues cuenta con profesores de muy alto nivel y estudiantes que vienen de varios
países de América Latina.
En este programa, uno de los cursos es “Marketing Estratégico Aplicado”,
impartido por los profesores Luis Hernán Hurtado y Francisco Iturri. El curso se
estructura en once sesiones y en cada una de ellas se trata un caso.
El análisis de los casos lo realizan los alumnos en forma previa a cada sesión y
es permitida la resolución en grupo. La primera hora de cada sesión, los profesores la
dedican a realizar un control de la lectura y análisis previo del caso, y representa parte
importante de la calificación. Los casos son entregados a los estudiantes al principio
de cada trimestre, y en cada control se les permite tener el caso a la vista, junto con
sus apuntes, ya sea que los hayan elaborado individualmente o en grupo. Luego de un
descanso, el caso se debate y se resuelve en el aula.
De todos los casos presentados por los profesores en esta materia, sólo uno de
ellos carecía de los “Apuntes del Profesor” (Teaching Notes) en la biblioteca de
Harvard Business Publishing. Las Teaching Notes son resúmenes elaborados por los
docentes de esta famosa Escuela de Negocios, en los que hacen detalladas
recomendaciones de la forma en la que debe resolverse el caso en la clase, y explican
la o las soluciones recomendadas para la discusión. Los profesores de las principales
Escuelas de Negocios suelen consultar este material como recurso para el desarrollo
de sus clases, pero hay una regla moral no escrita en el mundo académico, de que
Caso basado en documentos legales del Quinto Juzgado Civil de Santiago de Chile
Varias partes del caso transcriben los textos legales.
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Autor: Alberto Sanjinés
estas notas no deben ser revisadas por los estudiantes, e incluso un profesor es mal
visto si no elabora sus propias Teaching Notes.
La Universidad de Harvard difunde o vende los casos y los apuntes del
profesor, pero para acceder a esta biblioteca, los usuarios deben acreditar su
condición de profesores universitarios a través de internet. Harvard verifica al menos
una vez al año que el docente tenga un perfil público en la web de su universidad.
Previo al examen final del curso, el profesor Hurtado le comentó a la
Subdirectora Académica del MBA, la Mgr. Paula Costales, que le habían llamado la
atención los apuntes de un grupo de estudiantes, pues eran muy superiores en calidad
al promedio del curso. El grupo estaba conformado por Carlos Estévez, Patricia
Bernal, Claudio Gamarra, Claudia Betanzos, José La Fuente, Sofía Malpartida y Karla
Hormachea.
El profesor le mostró a la Subdirectora que, en el último control realizado, las
respuestas de todos los integrantes del grupo eran idénticas a las Teaching Notes
publicadas por la Universidad de Harvard.
-
He decidido –le dijo el profesor Hurtado a la Subdirectora- que para salir de dudas
aplicaré como examen un nuevo caso de Harvard publicado este mismo mes con
sus Teaching Notes respectivas, de manera que sea imposible que los estudiantes
obtengan una copia de casos resueltos en años anteriores. Esto confirmaría que el
grupo está utilizando las Teaching Notes y no están resolviendo los casos
utilizando su propio criterio.
Al día siguiente de la prueba, el profesor Hurtado llamó a la Mgr. Costales y le
informó que nuevamente los estudiantes presentaron respuestas idénticas a las
Teaching Notes publicadas por Harvard, y le pidió que los cite a todos para informarles
de esta situación que –ambos coincidían- presentaba visos de irregularidad.
Esa misma tarde se realizó la reunión. Asistieron los dos profesores del curso, la
Subdirectora del programa del MBA y el Director del programa académico, además de
los siete estudiantes.
La reunión comenzó con unas palabras del director del MBA, quien explicó a los
alumnos la preocupación que existía respecto del material de estudio que habrían
estado utilizando, ya que las respuestas en sus exámenes eran extremadamente
parecidas a las Teaching Notes de Harvard, y, además, prácticamente iguales entre los
siete estudiantes presentes.
Luego, el profesor Hurtado comentó que el caso contemplado en el examen final
era un caso completamente nuevo, por lo que las respuestas no podían haber estado
abiertamente disponibles en Internet o en alguna otra fuente de información pública,
advirtiéndoles que varias veces se les había dicho que por ética no se debían consultar
apuntes ajenos.
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Varias partes del caso transcriben los textos legales.
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Autor: Alberto Sanjinés
Durante los siguientes 60 minutos, los estudiantes argumentaron
vehementemente que ellos se preparaban siempre haciendo resúmenes del caso y
resolviendo la Matriz de Decisión que era la base para la discusión en clase de los
casos, y que no consultaban apuntes ajenos.
Argumentaban que cualquier sospecha sobre la ilegalidad del material que
empleaban era totalmente infundada. Explicaron que tenían un grupo de estudio, que
se reunían un día antes de la clase y que resolvían la Matriz de Decisión con largos
debates que duraban hasta altas horas de la noche, en base a los apuntes que cada uno
llevaba a esa reunión.
Ya pasó una hora de explicaciones y negaciones de la sospecha del profesor
Hurtado, y la reunión se ponía cada vez más tensa. De pronto, el estudiante Carlos
Estévez solicitó al director del MBA que se ponga término a la reunión y que se
permita a sus compañeros salir de la sala, pues él era el único responsable en este
caso, y pasó a explicar que él descargaba los casos y las Teaching Notes del sitio web
de la Universidad de Harvard porque tenía acceso permitido en su condición de
profesor universitario. Contó que él presentaba esos apuntes como su aporte personal
al grupo, sin brindarles ninguna explicación sobre su procedencia.
Después de escuchar esta declaración, varias personas del grupo rompieron en
llanto y de a uno fueron saliendo de la sala, muy alterados.
Durante toda la semana siguiente, cinco de los siete estudiantes del grupo
visitaron frecuentemente la dirección del MBA para saber qué consecuencias tendría
esta situación para ellos –Claudia Betanzos y Sofía Malpartida no asistían porque se
decía que estaban atravesando una crisis emocional muy fuerte-.
En una de estas visitas que hicieron en grupo, Carlos Estévez explicó una vez más
cómo ejecutó esta tarea, descargando y transcribiendo el caso y las Teaching Notes.
Pero cuando estaba a medio brindar la explicación, lo interrumpió Patricia Bernal y
ella reconoció que Carlos le entregaba a ella este material en idioma inglés y que era
ella quien lo traducía al español, entregando así el documento como un aporte de
ambos a su grupo en la reunión previa a la clase.
Al final de la segunda semana se reunió el Comité de Postgrado de la Escuela de
Administración y se reconoció que este tema debía tratarse con mucho cuidado pues
era inédito en toda la historia de la Universidad. Se discutieron distintas soluciones
posibles, así como las sanciones que se deberían aplicar.
Cuando al profesor Hurtado se le preguntó si se advirtió expresamente a los
estudiantes que estaba prohibido acceder al contenido de las Teaching Notes,
respondió: “No se les dice. Hay un código de honor donde se comprometen a que no
habrá copia ni fraude académico, y deberán tener un comportamiento ético. No se les
dice expresamente que no puedan leer las Teaching Notes, pero se sobre entiende que
leerlas antes de resolver el caso es deshonesto”.
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Autor: Alberto Sanjinés
El profesor Hurtado comentó que “La mayoría de los alumnos del grupo dice que
no sabían lo que eran las Teaching Notes de Harvard. Me cuesta creer que los otros
cinco miembros del grupo, aparte de Carlos y Patricia, no hayan sabido que existían
estas notas”.
Finalmente, se aprobó que el Comité Docente de la Facultad recomiende la
sanción. El Comité, en base a los antecedentes, resolvió aplicar la reprobación de la
materia a los siete estudiantes y pedir que se instale el Tribunal Disciplinario de la
Universidad.
Se convocó al grupo de estudiantes y se les informó que su calificación en la
materia era de 1 sobre 10 puntos y que se iniciaba un proceso interno con la apertura
de un sumario. De acuerdo a las normas de la Universidad, mientras el Tribunal
Disciplinario no emita sentencia, los estudiantes podían continuar cursando el
programa académico.
Carlos Estévez y Patricia Bernal abandonaron el MBA, y los otros cinco siguieron
cursando las materias hasta que aprobaron todos los créditos académicos necesarios
para graduarse. Poco antes de la fecha de graduación, el Tribunal emitió sentencia en
la que se determinaba la expulsión del programa de los estudiantes Carlos Estévez y
Patricia Bernal, y se daba por bien hecha la sanción de reprobación en la materia para
todos los demás.
Las normas del MBA establecían que para graduarse, un estudiante debía cumplir
un número mínimo de materias aprobadas y que podía tener el registro de una
materia reprobada, siempre y cuando no fuese materia troncal del programa, cual era
el caso de Marketing estratégico aplicado. La variedad de materias optativas que
ofrecía el MBA hacía posible esta situación.
Ya graduada del programa de maestría, Sofía Malpartida envió una carta al
Decano de la Facultad en la que solicitaba que se elimine la nota final de 1 en la
materia de Marketing Estratégico Aplicado. Esta autoridad instruyó que la calificación
sea cambiada por el registro de “Calificación Pendiente”, y se informó a Sofía que este
cambio la obligaba a rendir un nuevo examen de la materia pues no era posible que un
graduado mantenga obligaciones académicas pendientes. Esto se aplicó así en base a
las disposiciones de la Facultad para los estudios de Pregrado, puesto que no existía
nada normado para el caso en los reglamentos de Postgrado.
Sofía Malpartida no se presentó a este examen porque no estaba de acuerdo con
esa disposición, y la “P” de la calificación pendiente fue nuevamente reemplazada por
la calificación de 1, siguiendo los procedimientos legales de la Facultad. Aunque ello
no perjudicaba el proceso ya concluído de graduación, quedaba nuevamente en el
récord académico de Sofía la reprobación de esta materia, causada por una situación
de fraude académico.
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FRAUDE ACADÉMICO EN LA UNIVERSIDAD DE LA CABAÑA
Autor: Alberto Sanjinés
Hoy Sofía ha ido a encontrarse con su buen amigo Ricardo Velasco, quien durante
todo este tiempo fue además su consejero y abogado, para informarle que está
decidida a iniciar un proceso por difamación, daño a la honra y daño psicológico en
contra de la Universidad y el profesor Luis Hernán Hurtado.
Ricardo sabe que Sofía ha atravesado momentos de estrés y episodios de
depresión. Sabe también que ha estado en boca de gran parte del sector empresarial y
académico de la ciudad y que sus hijos han recibido burlas que han sido muy difíciles
de sobrellevar.
Ricardo la recibe con el afecto que le tiene, la escucha y le pregunta: “¿Estás
segura que quieres hacerlo? Creo que de alguna manera has logrado dejar en claro tu
situación ante la Universidad: no se pudo probar que hubieras participado en el
fraude académico de tus compañeros y obtuviste tu título de maestría. Pienso que esta
situación sólo te traerá mayor angustia y dolor, pues se volverán a discutir temas que
hemos logrado que no se conviertan en el centro de la discusión durante el proceso
previo”.
-
¿Cuáles temas? –pregunta Sofía-.
-
Pues –responde Ricardo- temas como que era obligación individual de cada uno
de ustedes preparar los casos antes de la clase, y no lo hiciste pues leías los
apuntes de tus compañeros.
-
¡Pero eso no es ilegal, Ricardo! –exclamó Sofía- Lo que se nos pide es que
preparemos el caso, no se nos dice cómo debemos hacerlo ¡Y está claro que yo
nunca cometí fraude académico! De veras que yo no sabía que los apuntes que me
pasaban mis compañeros eran una traducción de los de Harvard.
-
Sí, eso yo lo sé, y además estoy convencido de tu honestidad. Pero… es que pienso
que hay algo que no termina de estar del todo claro: los profesores esperamos que
nuestros estudiantes resuelvan los casos aplicando su propio criterio, y en esta
situación, las propuestas de solución que ustedes presentaron coincidían con las
de los apuntes de Harvard, que les entregaban dos de tus compañeros. Yo he
estudiado en una Universidad americana, y allí incluso se considera deshonesto
que los profesores utilicen las Teaching Notes de otro colega para sus clases.
Sofía miró fijamente a Ricardo y le dijo:
- Ricardo, soy tu amiga y a ti te considero, más que mi abogado, uno de mis mejores
amigos. ¿La verdad? En este momento no sé qué me quieres decir exactamente,
pero me estás haciendo sentir culpable de un delito que no he cometido. ¡Yo no he
hecho fraude! ¡Tengo mi título! ¡La Universidad dice que no participé en este hecho
y los sancionados son otros! Mira, déjame tranquilizarme un poco. Saldré a dar un
paseo y vuelvo para decirte qué he decidido.
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FRAUDE ACADÉMICO EN LA UNIVERSIDAD DE LA CABAÑA
Autor: Alberto Sanjinés
Sofía tardó más de media hora en volver, tiempo en el que estuvo cavilando sobre
lo que sería correcto en este momento. El dolor y el daño a su reputación habían sido
demasiado grandes en su opinión y esa calificación de 1 en sus registros seguía siendo
un recordatorio de un hecho en el que no se la había podido inculpar. Ella estaba
convencida hasta hace un momento de que había actuado correctamente, pero
Ricardo ahora la hacía dudar. ¡Ricardo! ¡Su mejor amigo! ¿Dudaba de ella? ¿O es que lo
que había hecho no estaba bien? Era verdad que ella, en las discusiones de grupo,
pensaba que, al ser tan buenos los apuntes que llevaban sus dos compañeros, no valía
la pena discutirlos mucho y le bastaba con leer esos documentos para obtener buenas
calificaciones. También recordaba que un día Claudia les preguntó de dónde obtenían
esos apuntes tan detallados, y Carlos y Patricia respondieron con un parco “eso no se
los podemos decir”, y que en esa ocasión ella, Sofía se quedó callada y no indagó más.
En el fondo, sabía que su posición había sido muy cómoda, pero tampoco había
cometido delito: no estaba prohibido acceder a las Teaching Notes, ella no sabía que
sus compañeros copiaban esas notas, y el profesor nunca preguntó de dónde se
obtenía el material de estudio. Si Luis Hernán hubiera preguntado, Sofía le habría
dicho que sus apuntes se basaban en las soluciones de Carlos y Patricia… ¿o tal vez no
lo hubiera hecho?
Caminó mucho y de pronto sintió una gran tranquilidad. Había tomado una
decisión. Se dirigió con paso firme a la oficina de Ricardo, tocó la puerta, y le dijo:
- Ricardo, ya sé lo que voy a hacer…
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Autor: Alberto Sanjinés
ANEXO 1
Secretaría General
REGLAMENTO SOBRE LA RESPONSABILIDAD ACADEMICA Y DISCIPLINARIA DE LOS
MIEMBROS DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
TITULO II
DEL PROCESO DE RESPONSABILIDAD
Art.10: Tratándose de alumnos de la Universidad, las infracciones podrán ser de carácter
disciplinario o académicas.
Las siguientes conductas constituirán infracciones disciplinarias, sin que la enunciación
sea taxativa:
a) Realizar actos que menoscaben de cualquier modo los principios o la imagen de la
Universidad;
b) Expresarse, públicamente y por cualquier medio, de forma deshonesta o en menoscabo
de algún miembro de la comunidad universitaria;
c) Incitar o cometer actos de violencia o intimidación en contra de miembros de la
comunidad universitaria, o contra personas ajenas a ella, desde recintos universitarios o
dentro de ellos;
d) Retirar, sin autorización del lugar dispuesto para su permanencia por la Universidad,
cualquier clase de bien que pertenezca a la misma;
e) Extraviar, menoscabar, o hacer mal uso de cualquier clase de bien que pertenezca a la
Universidad;
f) Negarse a mostrar identificación, cuando sea solicitado por un académico, funcionario o
persona autorizada;
g) Cometer actos contrarios a la moral y a las buenas costumbres en los recintos de la
Universidad o en lugares que la Universidad ocupe o utilice, cuando no exista autorización
otorgada por la autoridad competente;
h) Consumir, ingresar, poseer, distribuir o proporcionar bebidas alcohólicas en los recintos
de la Universidad o en lugares que la Universidad ocupe o utilice, cuando no exista
autorización otorgada por la autoridad competente;
i) Encontrarse en estado de ebriedad al interior de la Universidad o en lugares que la
Universidad ocupe o utilice; j) Ingresar, consumir, poseer, transportar, distribuir o
proporcionar estupefacientes o sustancias psicotrópicas definidas como tales por la
legislación vigente, en recintos universitarios o en lugares que la Universidad ocupe o
utilice; y
k) Cualquier otra conducta que altere la normal convivencia de la comunidad universitaria,
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Autor: Alberto Sanjinés
el normal desarrollo de una actividad académica o de las labores que son propias de la
Universidad.
Constituirán infracciones académicas:
a) Cometer fraudes en exámenes, controles u otras actividades académicas;
b) Adulterar cualquier documento oficial, documento de asistencias, correcciones de
pruebas o trabajos de investigación;
c) Plagiar u ocultar el origen de la información, en investigaciones y trabajos en general; y
d) Cualquier otro acto u omisión que sea calificado fundadamente como infracción
académica por el Secretario General.
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