El horno de microondas es una caja metálica provista de una lámpara de alta frecuencia, llamada magnetrón, que convierte la energía eléctrica convencional en ondas electromagnéticas, o microondas, semejantes a las que propagan el sonido, las imágenes o la luz. Características El hecho de que el habitáculo que constituye este horno sea metálico se debe a que as microondas son capaces de atravesar el cristal, la porcelana, el plástico, el cartón y el papel, pero no el metal. De este modo, las ondas generadas y emitidas por el magnetrón rebotan en las paredes del horno y alcanzan los alimentos y transmiten sus oscilaciones a las moléculas de los mismos. La energía (en forma de calor) generada por la fricción molecular determina la cocción y otros efectos culinarios. Muchas moléculas (como las de agua) son dipolos eléctricos, ósea son moléculas con una carga positiva parcial en un extremo y una carga negativa parcial en el otro, y por tanto éstas moléculas intentan alinearse con el campo fluctuante generado por las ondas, sin embargo la dirección del campo magnético se invierte 2.500 millones de veces por segundo ya que son ondas de 2.500 Mghz, por lo que cuando se alinean con una onda deben volver a rotar para alinearse con la siguiente. Este procedimiento, realizado por millones de moléculas simultáneamente, unas 2.500 millones de veces, la por resultado como decíamos antes, lo que se conoce como calor, que no es más que la excitación masiva de las moléculas de un compuesto. un aparato llamado tubo magnetrónico convierte la energía eléctrica en microondas de radio de alta frecuencia, estas ondas son “absorbidas” por los alimentos, es decir, las ondas electromagnéticas “agitan” moléculas “dipolares” presentes en los alimentos, como por ejemplo la del agua. la radiación de microondas no es ionizante, por lo que no descompone las moléculas en iones o moléculas con carga eléctrica, por lo que no tiene el mismo peligro de la radiación ionizante, como los rayos X, los rayos ultravioletas.