LA DIVERSIDAD 4.1. LA DIVERSIDAD EN EDUCACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y ASPECTOS IMPORTANTES PARA ATENDER LA EDUCACIÓN INCLUSIVA La diversidad en educación Como diversa es la vida así debe ser el aula. Debemos dar a cada uno las herramientas y el apoyo necesario para ser uno mismo en el tiempo que le ha tocado vivir. Durante mucho tiempo, los modelos educativos tradicionales se han fundamentado en la uniformidad de programas, que pretendían un alumnado semejante y con resultados homogéneos. La igualdad marcaba las exigencias en rendimiento y hacía cada día más dispares y desiguales a los alumnos, catalogando y asociando las desigualdades y las necesidades educativas en el ámbito de lo patológico. Frente a estas desigualdades surge la idea de que la diversidad es consustancial a la vida humana, contribuyendo al enriquecimiento de la misma. Una reflexión sobre lo que debería ser Educar: “Educar no es dar una carrera para vivir sino templar el alma para las dificultades de la vida” (Pitágoras). “Nadie es como otro. Ni mejor ni peor, es otro” (Sartre). “La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo” (Newton). Educar en la diversidad supone pensar en una escuela creada para todos, en una escuela que incluya las diferencias y excluya las desigualdades, una escuela que propicie posibilidades sociales no excluyentes, una escuela que busque el dar a cada uno lo más útil y beneficioso para conseguir avanzar en su crecimiento a partir de lo que es y desde donde se encuentra. Educar en la diversidad es creer en el ser humano, en que sea cual sea la condición de cada uno todos tenemos un lugar que ocupar en la sociedad que nos ha tocado vivir, con la misma dignidad y derechos. Educar no consiste en educar para el éxito sino para el éxito de uno mismo, educar para ser lo que uno es y convertirse en lo que uno es capaz de ser. Para hacer una escuela inclusiva, una escuela de atención a la diversidad, debemos creer en el principio que la sustenta: La diferencia, en sí, enriquece la vida humana y genera complementariedad, lo que resulta empobrecedor es que ese “ser diferentes” converja en desigualdad, en falta de equidad y en injusticia social. La diversidad es, por tanto, una de las características de la conducta y condición del ser humano, que se manifiesta tanto en el comportamiento como en el modo de vida de las personas, como en sus modos y maneras de pensar. Esta diversidad se pone de manifiesto en las aulas y en los alumnos que las conforman. Dentro de los grupos que caracterizan este concepto de diversidad señalamos la diversidad cultural (la realidad de hoy en la interculturalidad), alumnos con dificultades de asistencia, con limitaciones físicas, psíquicas o sensoriales. Atención a la diversidad, no es únicamente alumnado con discapacidad, con trastornos de conducta o de personalidad u otro tipo de manifestación, sino atención a todo aquel alumno escolarizado en cada grupo clase del centro educativo, lo que supone que la atención de éstos se debe garantizar desde el mismo proceso de planificación educativa que lleve a cabo el centro Docente, de ahí que se articule en todos los niveles: Centro educativo, grupo de alumnos, y alumno en concreto. Fuente: Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=txNhhrpHzO8 Aspectos que se deben tomar en cuenta para la educación inclusiva Organizar el tiempo y el espacio en el aula de educación infantil. “La organización del tiempo y el espacio en un aula escolar es básica para el buen funcionamiento de la rutina escolar, y para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea lo más óptimo posible” (Jiménez, 2006). El espacio del aula debe estar bien organizado, este debe tomar en cuenta la realidad educativa, social y cultural de cada estudiante. Es necesario que cada estudiante cuente con su propio espacio en donde él pueda tener sus pertenecías y desarrollar sus actividades en forma individual, además es importante que todos los estudiantes se sientan parte del aula ya que esto facilitará el cumplimiento de las actividades grupales planteadas. (Jiménez, 2006) manifiesta que entre los espacios grupales que deben compartirse están “el rincón de la alfombra, de la asamblea, biblioteca, construcciones, juego simbólico, el ordenador, los puzles” (pág. 99). Video 3. Espacio y tiempo en el aula. Hernández, 2012. Tomado de https://youtu.be/UVZ-CpFQHLc Estos espacios llamados “rincones” permiten que el estudiante comparta diferentes actividades con sus compañeros, consiguiendo un acoplamiento adecuado que le permita aprender jugando y logre un desarrollo óptimo de todas sus capacidades, consiguiendo que los estudiantes sean más abiertos, mejoran su comunicación verbal y no verbal, despliegan su imaginación, experimentan nuevos sentimientos y emociones; es decir lo forman en todos los ámbitos de su personalidad. (Jiménez, 2006) manifiesta que “debemos tener en cuenta estas cuestiones fundamentales: • Tiene que existir un tiempo para todos. • El tiempo no es igual para todos, cada niño tiene su propio ritmo que ha de ser respetado. • El tiempo y sus divisiones tienen que permitir todo tipo de contactos, relaciones y experiencias. • Ha de respetar las necesidades de los niños/as combinando tiempos de actividad con períodos de descanso y actividades individuales con relaciones en grupo (pág. 99). El docente debe buscar la forma de incorporar a sus actividades diarias que obliguen al educando a interactuar con todos sus compañeros, además es importante que se establezcan tiempos específicos para realizar cada actividad con el fin de ir incorporando rutinas que vayan formando a cada uno. La organización del tiempo. La organización del tiempo es uno de los aspectos más importantes en el proceso interaprendizaje, los mismos deben ser dosificados en base al logro de los objetivos planteados. Este aspecto debe estar organizado en base al número de docentes que trabajan con ese grupo, a las actividades de formación pedagógica y a las tutorías que el estudiante necesita (Macías, 2010) Otro aspecto que se debe tomar en cuenta es el tiempo que se va a utilizar para atender a los padres de familia, este punto es importante porque al conversar con el padre la familia, tenemos la posibilidad de conocer más a nuestros estudiantes, lo que nos ayuda a identificar necesidades individuales que tienen cada estudiante. Según (Macías, 2010) el tiempo a diario se ha de caracterizar por: • Respetar los intereses e iniciativas infantiles. • Alternar el movimiento y el descanso. • Dar tiempo para la expresión y comunicación, la autonomía, el juego y la socialización. Compaginar los tipos de agrupamientos: gran grupo, pequeño grupo e individual. • Garantizar un período de adaptación a la escuela (pág. 2). Para dosificar los tiempos, es necesario incorporar ritmos y rutinas al proceso de aula; según (Macías, 2010) estos pueden ser: Los ritmos son la sucesión de hechos que marcan la vida infantil. Se pueden distinguir varios ritmos que rigen la actividad del centro, éstos son: • Ritmos personales o ritmos biológicos. • Ritmos ambientales, son los propios del grupo social o cultural al que pertenecemos: fiestas sociales, La Navidad, El Carnaval, etc. • Ritmos escolares o jornada escolar, es decir, la clasificación de días lectivos o no lectivos. Las rutinas son el hábito de hacer algo de forma sistemática y continua a lo largo de la jornada escolar durante todos los días. Hacen posible que los niños/as construyan las primeras nociones temporales así como crean climas seguros, estables (pág. 3). Video 5. Ritmos de aprendizaje. Ortega, 2017. Tomado de https://www.youtube.com/watch?v=cIiCBwqpRvg Según (Macías, 2010) las rutinas básicas que se deben incorporar al aula de clases y pueden variar según la necesidad y las circunstancias que se presenten a diario, estas pueden ser: • Encuentro- contacto. Saludos. • Asamblea: pasamos lista, planificamos, contamos experiencias... • Actividades individuales o grupales, trabajo personal o por rincones. • Aseo y merienda. • Recreo. • Actividades. • Despedida: asamblea de síntesis, recogida y despedida (pág. 3). La necesidad de integrar rutinas es porque impulso de la autonomía de cada estudiante, ya que lo hace según su ritmo de aprendizaje, desarrollando las nociones témporoespaciales. 4.2. CRITERIOS PARA LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD, ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE Y PROCEDIMIENTOS DE EVALUACIÓN PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA Criterios para una adecuada organización espacial y Temporal Según (Macías, 2010) los criterios generales para organización espacial y Temporal son: • Tener en cuenta la edad y características de los niños/as. • Realizar actividades individuales y grupales. • Facilitar la autonomía y la instauración de hábitos adecuados Los criterios básicos que se deben tomar en cuenta para organizar espacialmente el proceso de aula es: • Crear un ambiente estimulante, cálido, rico y confortable. • Ofrecer posibilidades de manipulación, observación y de juego, pues éste es su medio esencial de aprendizaje. • Fomentar la autonomía poniendo los materiales al alcance de todos para poder elegirlos conectando con sus intereses, lo cual, propicia aprendizajes significativos. • Tener en cuenta la diversidad existente en el aula, por ello, dispondremos de zonas útiles para todos y con material diverso y polivalente para atender a todos los ritmos de aprendizaje. Los criterios para la organización temporal son: Partir de la edad y desarrollo cognitivo de los niños/as. Contemplar los ritmos individuales, las necesidades e intereses del grupo, haciendo organizaciones flexibles. Adecuarlo a la distribución espacial Respetar la globalidad del niño/a. Disponer de ritmos y rutinas adecuadas (pág. 4). Criterios que se debe tomar en cuenta para atención a la diversidad Existen unas necesidades educativas comunes, compartidas por todos los alumnos, que hacen referencia a los aprendizajes esenciales para su desarrollo personal y socialización, que están expresadas en el curriculum escolar. Sin embargo, no todos los alumnos y alumnas se enfrentan con el mismo bagaje y de la misma forma a los aprendizajes en él establecidos, todos los niños y niñas tienen capacidades, intereses, ritmos, motivaciones y experiencias diferentes que mediatizan su proceso de aprendizaje, haciendo que sea único e irrepetible en cada caso. El concepto de diversidad nos remite al hecho de que todos los alumnos tienen unas necesidades educativas individuales propias y específicas para poder acceder a las experiencias de aprendizaje necesarias para su socialización, cuya satisfacción requiere una atención pedagógica individualizada. Ahora bien, no toda necesidad individual es especial, algunas necesidades individuales pueden ser atendidas a través de una serie de actuaciones que todo profesor y profesora conoce para dar respuesta a la diversidad; dar más tiempo al alumno para el aprendizaje de determinados contenidos, utilizar otras estrategias o materiales educativos, diseñar actividades complementarias. En algunos casos, sin embargo, determinadas necesidades individuales no pueden ser resueltas por los medios señalados, siendo preciso poner en marcha una serie de ayudas, recursos y medidas pedagógicas especiales o de carácter extraordinario distintas de las que requieren habitualmente la mayoría de los alumnos. En este caso se puede hablar de necesidades educativas especiales, para referirse a aquellos alumnos que presentan dificultades de aprendizaje o desfases en relación con el currículo que les corresponde por edad, y que requieren para ser atendidas: medios de acceso al currículo, adaptaciones en el curriculum mismo, y/o una atención especial a la estructura social y clima emocional en el que tiene lugar el hecho educativo. (Warnock 1979). Medidas de atención a la diversidad Según (Garcia, 2009) Hay veces que es necesario adoptar medidas de atención a las personas con necesidades educativas especiales, como: refuerzo educativo, actividades de ampliación y sobre todo es necesario: • Tener en cuenta las diferencias individuales • Utilizar actividades de cooperación – oposición como medida de integración • Utilización de actividades lúdicas para motivar al alumno • Adaptación de las dificultades a los distintos ritmos de aprendizaje • Atención puntual a las prescripciones de los facultativos sobre los problemas físicos que se nos puedan presentar en algunos de nuestros alumnos teniendo en cuenta las posibilidades y limitaciones. • Desarrollar el trabajo por parejas para facilitar el desarrollo de las sesiones en aquellos alumnos con dificultades ya que algunos tienden a imitar. • En nuestra clase nos encontramos con un niño hipoacúsico para el cual vamos a plantear una serie de medidas: • Explicar de forma precisa y justificada los compases musicales, para realizar su aplicación ante el trabajo de contenidos como el ritmo y la música. • Utilizar las vibraciones tanto de los altavoces de los equipos musicales, como de su propia garganta como medio para adquirir y comprender el ritmo, así como captar sonidos. como durante la ejecución mejorando su atención en la actividad. • Realizar una ayuda informativa durante la realización de la actividad, mediante consignas simples y frecuentes representaciones. • Motivarlo constantemente con refuerzos positivos (pág. 4). Estas medidas deben incorporarse al aula de clases según los casos detectados en la misma, ya que uno de los objetivos primordiales de la educación actual es atender a la diversidad a través de la inclusión de nuestros estudiantes. Actividades de aprendizaje y procedimientos para la inclusión La inclusión de las aulas depende de muchos y muy variados factores, como el contenido del curso, los métodos de enseñanza, la organización de clase. Orientar la escuela al bienestar de todo alumno, y entenderla como un actor de transformación social en el que cada individuo tiene algo que aportar y crece como persona mediante su interacción con los demás Ideas para trabajar de forma inclusiva en el aula: 1. Conoce a tus alumnos: Recuerda que no todos los alumnos se encuentran en la misma situación y no todos trabajarán de la misma forma. El primer paso es conocer bien las las posibilidades y necesidades de cada uno de sus alumnos y alumnas. Es recomendable realizar un profundo trabajo de observación y una evaluación al comienzo de cada curso y de cada unidad, te será de gran ayuda a la hora de graduar los diferentes tipos de actividades a realizar. 2. La diversidad, toda una fortaleza: Transmite (¡y cree!) que las diferencias que existen entre las personas son un valor positivo, que enriquece el grupo. Si tus alumnos y alumnas perciben que vives las necesidades de cada uno de ellos como una carga o un inconveniente y que lo único que aporta es más trabajo, será difícil hacerles creer lo contrario por medio de la teoría. Cátedra integradora: El aprendizaje personalizado modelo y prácticas para la inclusión y la diversidad. 3. Metodologías más activas: Las metodologías que promueven la participación del alumnado con la realización de actividades reales, actividades con contenido significativo que fomentan el pensamiento crítico y colaborativo, permiten que los estudiantes sean los protagonistas de su propio aprendizaje y que cada uno aporte lo mejor que tiene. 4. Para aprender diferente, evalúa diferente: Para poder tener en cuenta las características y necesidades de todo el alumnado, debemos pasar de una evaluación tradicional centrada en la calificación a una evaluación que permita aprender del error. Asociar la evaluación al aprendizaje y no a la sanción o fracaso permite que los estudiantes pierdan el miedo a intentarlo y que cada uno pueda aprender a su propio ritmo. 5. Actividades propuestas por nuestros alumnos: ¿Y si dejamos que sean ellos los que sugieran qué tipo de proyectos les gustaría realizar? Es importante que nuestros estudiantes se sientan protagonistas en el aula, por lo que dejar que fomenten la creatividad, motivación e iniciativa y propongan actividades para trabajar contenido de las asignaturas puede ser una genial idea. 6. ¿Has probado ya las tutorías grupales?: Puede ser muy interesante guardar un tiempo entre horas lectivas para hacer tutorías con todos los estudiantes de la clase y así promover las dinámicas grupales, que nos permitirán conseguir que los alumnos se conozcan mejor, que interactúen de forma positiva, que estén motivados para trabajar en equipo, que tomen decisiones consensuadas… 7. Establece metas factibles y medibles: ¡Pero no por ello deben dejar de ser todo un desafío! 8. Es importante diseñar unos objetivos alcanzables, pero que impliquen cierto reto y esfuerzo. Además, asegúrate de que los alumnos y alumnas los hayan comprendido completamente: si tienen claras las metas para las que trabajan, será más probable que las alcancen. Cátedra integradora: El aprendizaje personalizado modelo y prácticas para la inclusión y la diversidad. 9. Aplica la Teoría de las Inteligencias Múltiples: Algunos estudiantes aprenden mejor leyendo, otros manipulando, otros dibujando… Presenta el contenido de la materia utilizando diferentes medios para que todos los estudiantes tengan oportunidad de entenderlo de la manera que les resulte más sencilla. 10. Cuida la comunicación con tu alumnado: Si buscas que todos tus alumnos y alumnas sienta que forma parte del proyecto común de la clase, es de vital importancia que mantengas una buena comunicación con ellos. Busca espacios para poder conversar y compartir sus impresiones, preocupaciones y opiniones. Son los que mejor te pueden ayudar a medir si los cambios realizados en la dinámica de trabajo están teniendo o no resultados. 11. Fomenta la participación de las familias: Los familiares conocen muy bien a los alumnos y alumnas, pueden ayudarte a descubrir cómo trabajan más eficazmente y pueden ser un recurso muy valioso para un docente que está buscando diseñar un aula inclusiva. Establece con ellos una relación de confianza, manteniéndoles bien informados de todo lo que sucede dentro del aula y pidiendo su compromiso para conseguir algunos de los objetivos del curso. Estrategias inclusivas para docentes Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=8ZBfudJzwYw