Subido por isabel55libra

HISTORIETA SOBRE EL COVID-19

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ANEXO N° 01
LECTURA PARA ELABORAR LA HISTORIETA
“El enemigo implacable”
Jacqueline Espinola Calderón
Docente del C.N. “San Juan”
Hace algún tiempo apareció en un pueblo muy lejano,
llamado Wuhan, un ser malvado y temible llamado
Coronavirus, cuentan que su nombre verdadero era
COVID-19. Era poderoso, tenía una enorme y brillante
corona en la cabeza. Atacaba y llevaba a quienes
encontraba a su paso, avanzaba rápidamente
generando caos y desesperación, no le temía a nada ni
a nadie, ni siquiera los poderosos podían escapar de él.
Cierto día, después de expandir su maldad por diferentes países de Europa,
arribó en el aeropuerto Jorge Chávez del Perú, había escuchado que algunos
peruanos eran egoístas, desobedientes y nos les gustaba la limpieza.
Nadie lo esperaba, ni sabían de su maldad, o si alguna vez escucharon, no le
prestaron atención; por lo tanto, Coronavirus venía dispuesto a terminar con
todos, especialmente con los más débiles: enfermos y ancianos. Sería un
enemigo implacable. No podía perder tiempo. Así, todas las mañanas
despertaba feliz y con una sonrisa sarcástica se repetía:
- ¡Me llevaré a todos los peruanitos! Se creen vivazos, criollazos… los alcanzaré
a todos, caminaré pegado a ellos ja, ja, ja.
Y desde entonces, empezó atacarlos, pues muchos continuaban su vida con total
normalidad sin darse cuenta del daño que ya estaba causando.
Pasaron unos días, y escucharon de su llegada, entonces Martín, presidente del
Perú, preocupado salió a decir:
- ¡Nadie sale de su casa! ¡El enemigo llegó! ¡Hay que ocultarse! ¡Él no debe
encontrarnos en la calle! ¡Queda prohibido abrazar y besar a sus seres queridos!
¡Todos a su casa! ¡Nadie sale!
Pero la gente no sabía vivir junto a sus seres queridos, se aburrían, detestaban
compartir tiempo con su familia, odiaban la lectura, la música, la paz del hogar…
y volvieron a las calles.
Así, Coronavirus comenzó apoderarse primero de uno, luego dos, cuatro,
ocho…cien, mil, cien mil… la gente aterrada corría, gritaba, lloraba. Coronavirus
no respetaba ricos, ni pobres, niños ni ancianos, hombres y mujeres, los quería
a todos.
- ¡Me llevaré a todos! Ja, ja, ja … fue muy fácil, muy fácil- reía y festejaba
Coronavirus y atrapaba más personas.
Recién, muchos peruanos, empezaron a ocultarse en sus casas, tristes,
desesperados, asustados, deseosos de abrazarse fuertemente, de estar junto a
su familia, de leer un cuento y reír juntos; pero ya ni eso podían hacer porque
tenían que permanecer en la misma casa, a más de un metro de distancia entre
ellos. Lloraban, suplicaban y aun así volvían a la calle. Si hubieran sido
obedientes…
Una noche, después de tanto llorar porque se sentían solos, se quedaron
profundamente dormidos, sin esperanzas, sin ilusiones…esa noche era de
profunda calma, ni siquiera el susurro del viento, ni la sirena de la ambulancia se
escuchaba.
- ¡Vete Coronavirus! ¡Devuélvenos a nuestros seres queridos que te llevaste!
¡Fuera de nuestras vidas! - murmuraban entre sueños.
Un ángel, con ojos de piedad, los miraba sentado sobre una estrella, era Fabri,
uno de los ángeles más queridos del Señor, venía trayéndoles una buena noticia:
- Ustedes pueden derrotar a Coronavirus, ¿no se han dado cuenta? Coronavirus
no tiene pies, ustedes son sus pies. Si ustedes no caminan, él no puede
trasladarse a ningún lugar. ¡Quédense en sus casas! ¡Lávense las manos con
agua y jabón con mucha frecuencia! Disfruten ese tiempo con su familia. Su
mejor trinchera es su casa. Sean obedientes, empáticos, solidarios. Todavía
están a tiempo. No todo está perdido. - Dijo Fabri.
- Ahora, despierten y manténganse unidos, aunque aún no se puedan abrazar.
– Y el ángel desapareció.
Todavía había una esperanza y el mensaje fue claro: Nos quedaremos en casarepetían una y otra vez y aplaudía y reían.
Desde ese día, nadie salió de casa, descubrieron que el amor entre ellos crecía
más y más con el paso del tiempo. Juntos, unidos. Era la única forma de acabar
con Coronavirus.
Los noticieros reportaban menos víctimas del enemigo.
Pasaron muchos días, muchas noches, la gente ya no extrañaba el bullicio de la
calle, eran inmensamente felices junto a su familia.
Un día escucharon por las noticias que el monstruo gigante al que todos tenían
miedo había empequeñecido y deambulaba solo, llorando por las
calles.
Cierta noche un viento fuerte, muy fuerte soplo y levantó todo lo
que encontró a su paso, Coronavirus se esfumó en el aire dando
gritos de dolor y amenazando con volver algún día.
- ¡Derrotamos a Coronavirus! ¡Derrotamos a Coronavirus! gritaban eufóricos.
Todos se abrazaron y acariciaron nuevamente, pero ahora más felices, más
unidos, más humanos.
Se les indica los pasos que tiene que seguir para la elaboración de la historieta:
 Definimos el tema o asunto de nuestra historieta.
 Puedes crear tu propia historieta o guiarte por textos ya escritos; por ejemplo,
cuentos, tradiciones, leyendas, obras de teatro, etc.
 Creamos a los personajes de acuerdo con sus características, cualidades y
defectos.
 Elaboramos diálogos para cada uno de los personajes.
 Dibujamos las escenas que se muestren en nuestra historieta, utilizando los
cuadros o viñetas.
 Colocamos los textos con lo que dicen o piensan los personajes.
 Finalmente, hacemos una revisión panorámica de nuestras historietas.
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