Yo no lo redactaría, si no explicaría BREVEMENTE qué se puede encontrar en cada capítulo. Redactándolo de una forma que invite a investigar y buscar qué hay en esos capítulos. Yo me he perdido leyendo y ya no sabía de qué hablaba. CAPITULO I –REGLAS GENERALES PARA CONSTRUIR ARGUMENTOS CORTOS: 1. Identifique las premisas y la conclusión. a. ¿Qué intenta demostrar? ¿Cuál es su conclusión? b. Las premisas son las razones; La conclusión es la afirmación por la que se dan las razones. 2. Desarrolle las ideas en el orden natural. Dos maneras: a. Plantee la conclusión al inicio, seguida de sus razones (premisas) b. Plantee sus premisas al inicio y saque la conclusión al final. 3. Parta de premisas fidedignas. Habrá que indagar. Tendrá conclusiones consistentes. Si no se puede argumentar, convincentemente, a favor de las premisas, entonces se tendrá que buscar otras distintas. Hay que asegurarse de que las premisas respondan a la realidad. 4. Sea concreto y conciso. Se evitarán términos generales, abstractos e imprecisos. 5. Céntrese en lo importante. Se darán razones concretas. Se utilizarán razones serias y sinceras. Se será empático. 6. Sea coherente en el uso de los términos. Los argumentos cortos suelen tener un solo tema o hilo. Es importante expresar esa idea de forma clara y escogiendo con cuidado las palabras. Se marcará cada nuevo paso repitiendo esos mismos términos. A medida que vaya explicando cada paso puede mencionarse estudios relacionados, datos y estadísticas de entidades reconocidas, si se desea. CAPÍTULO II-GENERALIZACIONES. Algunos argumentos ofrecen uno o más ejemplos para apoyar una generalización. 7. Dé varios ejemplos. Un solo ejemplo podría ser una excepción. A tener en cuenta: a. Las generalizaciones sobre conjuntos pequeños de cosas, Un argumento convincente debe tener en cuenta todos los ejemplos o muchos de ellos. b. Las generalizaciones sobre conjuntos mayores de cosas necesitan que se escoja una muestra. El número de ejemplos dependerá, en parte, de lo representativos que sean; también, dependerá, en parte, del tamaño de la muestra sobre la que se hace la generalización. Los conjuntos grandes necesitan de más ejemplos. 8. Elija ejemplos representativos. Anticipe la muestra, indague para comprobar si es o no representativa. 9. Conocer los porcentajes totales es esencial. Porcentaje a favor y porcentaje en contra. Es una cuestión de representatividad. Para evaluar la fiabilidad de cualquier argumento. Dos cuestiones a tener en cuenta: a. ¿Son los ejemplos elegidos para el argumento los únicos que hay? b. ¿Es el porcentaje real tan impresionante como el que el argumento defiende? 10. Las estadísticas necesitan una mirada crítica. Los números deben ser analizados críticamente, igual que otro tipo de prueba. Los números pueden dar datos parciales y eso hay que analizarlo. Otro problema estadístico es evitar la excesiva precisión. Sólo se usarán si el análisis es riguroso y ofrece pruebas contundentes para demostrar nuestra conclusión. 11. Considere el uso de contraejemplos. Son ejemplos que contradicen una generalización. Será nuestro mejor aliado si los utilizamos pronto y bien. Búsquelos intencionada y sistemáticamente. Son la mejor forma de poner a prueba sus generalizaciones. Y entonces, deberá reajustarla. Utilícelos cuando este evaluando tantos los argumentos de otras personas como los suyos propios. Así podemos corregir nuestros excesos al generalizar. CAPÍTULO III- ARGUMENTOS POR ANALOGÍA. Son los que parten de un ejemplo y lo comparan con otro, dado que son parecidos en muchos aspectos, también lo son en uno específico. Cuando un argumento pone énfasis en la similitud entre dos casos, es probable que sea un argumento por analogía. 12. Las analogías requieren similitudes relevantes. CAPITULO IV- FUENTES. Deberemos tener una lista de estándares que las fuentes de peso deberán cumplir. 13. Cite sus fuentes. Siempre que sea necesario apuntalar un argumento es necesario citar una referencia completa. 14. Busque fuentes informadas. Deben estar cualificadas (tener la formación y la información suficientes) para hacer las afirmaciones que hacen. Una buena fuente suele ofrecer, al menos, algunas razones o pruebas para ayudar a defender sus conclusiones. Las fuentes más contrastadas ofrecen argumentos, además de su propio juicio, para apoyar sus conclusiones generales. Busquemos estos argumentos y los examinaremos con espíritu crítico. 15. Busque fuentes imparciales. Casi siempre las personas implicadas en una discusión raramente son las mejores fuentes de información sobre los temas de la disputa. Por eso es necesario buscar fuentes imparciales: personas u organizaciones que tengan intereses parciales en el tema que se debate o discute, y si tengan, en cambio, un interés previo y fundamental en la veracidad de la información que manejan. Buscar siempre la independencia y la imparcialidad, aunque no son fáciles de juzgar. Los buenos argumentos citan sus fuentes: compruébelas. Asegúrese de que las pruebas son citadas correctamente y no se sacan de contexto. Busque más información que pueda ser de ayuda, si la necesita. 16. Verifique sus fuentes. Consulte y compare diversas fuentes para comprobar si otras fuentes, igualmente cualificadas, están de acuerdo. La postura de los expertos será la más segura si están esencialmente de acuerdo. 17. Use Internet con cuidado. Fuentes identificables y contrastadas. La mejor información a menudo se encuentra en bases de datos y otras fuentes académicas a las que los buscadores no pueden acceder. El profesorado deberá ser capaz de orientar en la localización de fuentes fidedignas en Internet. Si no, consulte a su bibliotecaria. CAPÍTULO V- ARGUMENTOS SOBRE CAUSAS. Sobre las causas y sus efectos, sobre qué causa qué. Son de vital importancia. Nos permiten aumentar los efectos positivos, evitar los negativos, y a menudo atribuir el mérito o la culpa a quien corresponda. Razonar sobre causas requiere un gran cuidado y capacidad crítica. 18. Los argumentos casuales empiezan con correlaciones. Es una asociación regular, es decir, la prueba ofrecida para una afirmación sobre causas es habitualmente una correlación. Correlaciones entre las causas y los efectos, pueden ser directas o inversas (cuando la correlación es entre un factor que aumenta y otro disminuye). Su La ausencia de correlación puede implicar ausencia de causalidad. Explorarlas correlaciones es también una estrategia de la investigación científica. Las correlaciones Pueden ser sutiles o complejas, pero pueden encontrarse y permite descubrir las causas que se buscaban. Raro escrito. 19. Las correlaciones pueden tener explicaciones alternativas. Los argumentos que deducen causalidad a partir de una correlación son a menudo convincentes. Sin embargo, cualquier correlación puede ser explicada de múltiples formas: 1. Pueden ser simples coincidencias. 2. La correlación en sí misma no determina la dirección de la causalidad. 3. Puede que otra causa explique mejor la correlación entre dos eventos o factores. 4. Pueden ser causas múltiples o complejas, y éstas pueden trabajar en varias direcciones a la vez. Además, puede que haya causas subyacentes. 20. Asuma la explicación más probable. El reto de un buen argumento basado en una correlación es encontrar la explicación más probable. 1. Establezca las conexiones. Explique detalladamente, de qué forma cada posible explicación podría tener sentido. No sólo para la explicación que se cree correcta, sino para las alternativas. 2. Para decidir qué explicación da más sentido a la correlación en estudio, a veces, se necesita más información. 3. No es obligatorio tener respuestas para todo. 21. Espere encontrar complejidad. La historia causal es compleja. Hay muchos factores que entran en juego. Las causas y los efectos pueden influenciarse mutuamente. ¡A menudo las historias causales más interesantes son bucles! Ej: leer y ser tolerante. CAPITULO VI-ARGUMENTOS DEDUCTIVOS. Un argumento deductivo (si está formulado correctamente) es un argumento de forma tal que, si sus premisas son ciertas, la conclusión también tiene que ser cierta. Se llaman argumentos válidos si están formados correctamente. Estos argumentos difieren de otros en que un gran número de premisas ciertas no garantizan que la conclusión será cierta. En los argumentos no deductivos, la conclusión va más allá de las premisas y por ello argumentamos utilizando ejemplos, fuentes fidedignas, etc.; mientras que la conclusión de un argumento deductivo válido solo hace explícito lo que ya está en las premisas. En cuanto a los cap. I-VI, tratan de la construcción de argumentos cortos. ¿Por qué empezar por éstos? Porque ofrecen razones y pruebas, cortas. Son muy comunes y forman parte de nuestro día a día. Su práctica y evaluación (escrita y oral) nos permitirá crear argumentos cada vez más largos y ampliar las habilidades para la creación de ensayos o presentaciones. Weston explica que los argumentos largos, son cortos más elaborados o enlazados. El cap. VII, trata sobre el proceso de elaboración de un argumento largo y la valoración de objeciones y alternativas. El cap. VIII, recibe todos los elementos para elaborar argumentos largos y nos enseña como integrarlos en un ensayo argumentativo. El cap. IX, está dedicado a las reglas específicas sobre argumentos orales. Presentaciones orales.