La Vida de Cristo: El “costo” de liderar movimientos de multiplicación (Subtítulo: El ejemplo de Jesús en cuanto al sufrimiento) Iniciativa Global Juvenil, Abril 2005 Dr. Dann Spader Dios te ama y ha planificado para ti una vida muy dificil. Si escoges seguir a Jesús, experimentarás problemas, vergüenza, persecusiones, dificultades y pruebas. Diariamente tendrás que tomar tu cruz y cargarla. Algunos de ustedes experimentarán profundos dolores y aflicciones, tortura física, gran pérdida de vida y familia, incluso la muerte. Por supuesto, Dios te ama y tiene un plan para ti. ¿Cuántos de nosotros hemos llegado a Cristo con este tipo de declaraciones? No creo que hayamos sido muchos. A muchos de nosotros nos ha tomado años para llegar a ver la verdad de dichas declaraciones. Jesús nunca nos llamó a una vida de seguridad. Ni siquiera a una lucha que sea justa. La promesa de la Biblia es que el pueblo de Dios sufrirá. En Hechos 14:22 Pablo le dijo a sus iglesias jóvenes, “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el Reino.” Jesús dijo, “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:20). Pedro dice, “No os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese” (1 Pedro 4:12). En otras palabras, el sufrimiento no debe ser algo extraño...se lo debe anticipar. Es algo normal. Pablo menciona, “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12). La Palabra de Dios es incluso más enfática cuando dice que el sufrimiento es nuestro llamado, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotro, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21). Es nuestro llamado. “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en Él, sino también que padezáis por Él” (Filipenses 1:29). Pablo escribe que no debemos “inquietarnos por estas tribulaciones...para esto estamos puestos” (1 Tesalonicenses 3:3). Con unos 200 millones de Cristianos alrededor del mundo que sufren persecución por su fe, con otros 200 a 400 millones que enfrentan discriminación por simplemente ser Cristianos (Compass Direct), necesitamos entender claramente la perspectiva de Cristo en cuanto al sufrimiento. Es nuestro llamado. Como dijo John Piper, “El cristianismo nació en un mundo de totalitarianismo...no fue extraño el ser perseguido. Lo que es históricamente extraño es que muchos de nosotros no estamos sufriendo por nuestra fe.” Algunos ejemplos Seguir a Cristo en muchas partes del mundo significa persecusión abierta. Aquí tenemos algunos ejemplos contemporáneos. Irán: Marzo 8 (Christianity Today) – Una corte militar en Irán ha sentenciado al pastor cristiano Hamad Pourmand a cárcel por tres años y ha ordenado su inmediata transferencia a una prisión común en la notoria Prisión Evin. Algunos otros ex 1 musulmanes que se han convertido al cristianismo, como Hamad, han sido ejecutados o asesinados por orden judicial, bajo la excusa de espiar para otros países. Eritrea: Febrero 23 (Compass Direct) – Veintisiete maestros y estudiantes de escuela dominical fueron arrestados en Asmara, capital de Eritrea. La mayoría de ellos eran jóvenes reunidos el Sábado para recibir instrucción cristiana. Las autoridades policiales arrestaron un total de 214 cristianos eritreos tan solo en los últimos dos meses. Algunos sufren encarcelamiento en contenedores de metal o en calabozos subterráneos por rehusarse a renunciar su fe. Nigeria: Febrero 3 (Compass Direct) – Militantes musulmanes pronunciarion una sentencia de muerte a cinco estudiante cristianos expulsados de colegios públicos en Noviembre por conducir una actividad evangelística. Las familias de dos de los estudiantes, Hanatu Haruna Alkali y Abraham Adamu Misal, fueron atacadas en enero 26 cuando los militantes fueron a sus hogares con la intención de matarlos. India: Marzo 10 (Christian Monitor) – Insurgentes en la India estan amenazando en matar a líderes evangélicos el jueves, marzo 10, y “totalmente destruir” la principal organización misionera en el país al menos que esta pague un rescate de $186.000 dólares para evitar el derramamiento de sangre. Los terroristas dijeron que ellos se enfocarán en cualquier propagación del evangelio en Asia que sea apoyada por Estados Unidos, especialmente las cinco instituciones bíblicas de dicha organización, 70 colegios de Bridge of Hope, y a más de 750 congregaciones de “Believers Church” localizadas en la problemática zona nororiental del estado de Assam. China: Enero 5 (Christianity Today) – En diciembre 1, las autoridades Chinas arrestaron a Zhang Rongliang en la calle Zhengzhou, en la privincia central de Henan. El hermano Zhang es un prominente pastor de iglesias de hogar quien desde 1974 ha sido encarcelado por un total de 12 años, y de acuerdo a China Aid, ha sido severamente torturado. Todo esto “aparece en medio de una serie de fuertes medidas contra las iglesias de hogar”. Algunos calculan que estas iglesias de hogar tienen unos 70-100 millones de creyentes con 1 millón de pastores...de los cuales la mayoría están siendo severamente perseguidos for su fe. Preguntas de reflexión: • • • • • ¿Cuáles son las implicaciones del sufrimiento como nuestro llamado? ¿En qué maneras estamos en Global Youth Initiative (Iniciativa Global Juvenil) experimentando el sufrimiento? ¿Cuál es la forma de sufrimiento más dificil...física, emocional, o social? ¿En dónde esta la iglesia experimentando el mayor sufrimiento? ¿Otros? Mi propósito El propósito de esta disertación no es el de documentar todo lo que está sucediendo en el área de la persecución. Mi deseo es el de claramente documentar lo que Jesús nos ha dicho que anticipenos y cómo responder. Mi deseo es que todos nosotros en 2 Iniciativa Global Juvenil (IGJ) podamos ver nuestro llamado con más claridad, y descubrir todo en cuanto a la vida modelada y enseñada por Cristo a medida que globalmente busquemos dar a luz movimienos de multiplicación, para así estar mejor preparados a responder con propiedad. Mi planteamiento será el de ver el ejemplo de la vida de Cristo al encontrarse con el sufrimiento, y luego buscar darle una aplicación a estas verdades en nuestras propias vidas. I Pedro 2:21 nos dice exáctamente esto. “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.” Esto ha sido traducido como “siguiendo el ejemplo de Cristo Jesús”. 3 ENTENDIENDO LA VIDA DE CRISTO Pienso que todos en IGJ entendemos que la misión ministerial de Jesús no fue sólo la de hacer discípulos...sino hacer discípulos que puedan hacer discípulos. Su pasión no fue tanto la de alcanzar al mundo de aquel entonces, sino la de hacer discípulos que puedan penetrar en todo el mundo. Su intención era la de crear un movimiento de multipliación. Su resultado final está en Apocalipsis 7:9 “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas...” La vida ministerial de Jesús fue puesta como una inversión para dar a luz un movimiento de multiplicación, y luego les dijo a Sus discípulos...quiero que “como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 14:12), “anden como Yo anduve” (I Juan 2:6), “sigamos el ejemplo que nos ha dejado” (I Pedro 2:21). Por años yo titubié en citar este últimpo versículo, porque conocía su contexto...el de seguir el ejemplo de Jesús, no solamente en principios ministeriales, pero en la escuela del sufrimiento. La humanidad de Jesús Desde mi perspectiva, para entender enteramente la Vida del Hijo (Sonlife), un debe entender claramente Su humanidad. Esto es cierto especialmente en lo concerniente al tema del “costo” de ser un seguidor de Cristo en su aplicación a movimientos de multiplicación. Este costo es mejor entendido al observar el verdadero sufrimiento de Jesús – en especial dentro del contexto de Su humanidad. Las Escrituras nos dicen claramente que Jesús fue “completamente Dios”. “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9). Pero Jesús no solo fue completamente Dios, Él fue completamente humano. En la eternidad pasada, Jesús escogió “haber sido hecho carne, y habitar entre nosotros” (Juan 1:14). La única manera que Él hubiera podido cumplir esto en su totalidad, siendo ambos enteramente Dios y entermente hombre al mismo tiempo, era “escogiendo ocultar Su deidad para que Su humanidad pueda encontrar su plena expresión” (Ver Nota 1 para mayor explicación). Charles Ryrie describe esta unión hipostática, como “nunca menos que Dios, Él escogio vivir Su vida nunca más que hombre”. Bruce Ware lo dijo de esta manera, “Su deidad fue inexpresada, para que así Su humanidad pueda ser plenamente expresada.” Wayne Grudem nos da su comprensión del tema al decir, “Jesús rehusó depender de Su naturaleza divina para que el aprender a obedecer le sea más fácil para Él”. Mientras cargaba Su “tarjeta Divina”, es mi convicción que Jesús nunca la usó...de otra manera “no hubiera sido en todo semejante a nosotros” (Hebreo 2:17). Con mucho en riesgo teológicamente, San Gregorio claramente enfatizó, “si Cristo no hubiese sido completamente humano, entonces la redención del hombre no hubiera sido plenamente completa” (Ver Hebreos 2-5). Ya que Jesús vivió como el segundo Adan y fue “completamente humano”, el sufrimiento que Jesús experimentó como Salvador sin pecado dentro de un mundo infestado por el pecado fue “progresivo, completo, y pesado”. “Progresivo” en cuanto a que comenzó con Su nacimiento y continuó hasta la cruz...aun hasta la muerte en la cruz (Filipenses 2:8). El sufrimiento de Cristo no fue 4 solamente en la cruz. Yo pienso que empezó inmediatamente desde Su nacimiento, y continuó hasta Su muerte...progresando en intensidad y pasión. Yo pienso que hacemos un gran perjuicio a la vida de Cristo cuando pensamos solamente en el sufrimiento o “pasión” de Cristo durante la última semana de Su vida. Hacer esto significaría perder mucho de lo que la vida de Cristo fue. Si bien culminó en la cruz, la experiencia de Su sufrimiento fue a través de Su vida. (Ver Nota 2). “Completo” en cuanto a que lo que Jesús sufrió fue el total impacto del pecado. Como Él nunca cedió a la tentación del pecado, Sus tentaciones fueron reales, intensas, y completas. Él fue hecho “en todo semejante a nosotros” (Hebreos 2:17) y eso incluye la realidad de las tentaciones que Él afrontó y el impacto de su aguijón. Dado que nosotros rápidamente cedemos ante el pecado y a sus “deleites temporales” (Hebreos 11:25), nosotros, al contrario, no sentimos todo su aguijón. (Ver Nota 3). “Pesado” en cuanto a que en la cruz fue derramado todo el peso de la ira de Dios, de esa manera satisfaciendo la justicia de Dios al darnos “la justicia de Cristo” como el modo y origen de nuestra salvación. Pesado en cuanto a que el total impacto de la ira guardada de Dios fue derramada en Cristo, y así la justicia de Dios fue totalmente satisfecha. (Ver Nota 4). Por lo tanto, cuando vemos la manera que Cristo sufrió y vivió a través del sufrimiento de un mundo infestado de pecado, contínuamente debemos estar conscientes de la completa humanidad de Jesús como para poder apreciar y seguir “el ejemplo que Él nos dió” (I Pedro 2:21). Pregunas de reflexión: ¿Por qué es el entendimiento de la humanidad de Cristo esencial para entender Su sufrimiento? ¿Cómo hubiera diferido el sufrimiento de Jesús si Él hubiera dependido de Su tarjeta Divina? ¿Cómo difiere el sufrimiento de Jesús con el nuestro? ¿En qué manera es similar? ¿Cómo funciona la unión hipostática? Otras: 5 ENTENDIENDO EL SUFRIMIENTO DE JESUS ¿Cómo podría alguién completamente entender el sufrimiento de Jesús? Quién podría imaginar: Qué sufrimiento sentiría un impecable y perfecto bebé al enfrentarse por primera vez con el hedor de un mundo pecaminoso como sucedió en el frío de un húmedo pesebre, en el olor de los animales, en el temor y anticipación de una joven madre. Qué sentiría un impecable pequeño niño la primera vez que María y José en su pecaminosidad o fatiga no pudieron suplir por las verdaderas necesidades de un infante tales como el calor, un abrazo a tiempo, o palabras de alivio...tal como lo hubieran hecho unos padres imperfectos. El dolor incurrió en el corazón impecable de Jesús al escuchar por primera vez a José gritarle encolerizado a María, o la voz de María elevándose en dolor al no poderse suplir por una necesidad en el hogar, o un conflicto entre dos padres pecadores enojados. El sufrimiento incurrió durante un inesperado viaje a media noche hacia Egipto...para huir del asesinato de pequeños niños de edad de dos años y menores. El dolor y lamento que Jesús sintió cuando escuchaba a otros tomar el nombre de Dios en vano, o cuando escuchó blasfemias por primera vez, o la confusión en un jóven corazón cuando el efecto del chisme destructivo fue probado en carne propia. El sufrimiento y lamento genuino que sintió al ver a Sus hermanos...Jacobo, José, Simón, Judas, y sus hermanas (Mateo 13:55-56)...pelear y llorar, y egoistamente exigir sus propios caprichos cuando jugaban entre ellos o con Jesús. El dolor y los insultos que le llegaron por Su estilo santo de vida, junto con todo el desprecio y vergüenza...resultando en lo que se decía de Jesús que “extraño he sido para mis hermanos, y desconocido para los hijos de mi madre. Porque me consumió el celo de tu casa; y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.” (Salmos 69:7-9) Los tristes sentimientos en el corazón y alma de un hombre joven, posiblemente un adolescente, siendo burlado en las puertas y siendo la “canción de los bebedores” (Salmos 69:10-12). Talvez todo esto por causa de los rumores de que era un hijo ilegítimo...que nadie en el pequeño pueblo sabía quién era su padre...y haciendo observaciones crudas sobre él y María. Esta burla aparentemente reocurría a través de su vida como podemos ver cuando el fariseo santurrón alude a la ilegitimacidad de Jesús al decir, “nosotros no somos hijos ilegítimos”. (Juan 8:44) El verdadero dolor al morir Su padrastro, talvez cuando Jesús era muy joven, y ahora tendría que llevar el peso de cuidar por la familia. (Ver Nota 5) El tremendo sufrimiento en el desierto, cuando Satanás por cuarenta días, puso toda una fuerte presión sobre Jesús, tentándolo para que ceda y use Su “tarjeta Divina” 6 para escapar de las tentaciones...“si eres Dios” fue el desafío, aún así Jesús rehusó ceder. (Mateo 4:3,6) Su profunda aflicción al perder a su gran amigo Lázaro (Juan 11:35). O el desánimo de corazón que lo arrasó por las noticias de su primo, Juan el Bautista al haber sido decapitado...haciendo que Jesús “se aparte en bote a un lugar desierto”. (Mateo 14:13) La obvia aflicción sobre sus lerdos discípulos al expresarse en momentos de “¿También vosotros estáis así sin entendimiento?” (Marcos 7:17-18), “¿Por qué están hablando de no tener pan? ¿Aún no entienden? ¿Aún teneis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?” (Marcos 8:17) “¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traedme al muchacho.” (Marcos 9:19) Sumado a esto, el sufrimiento que se intensificaba a medida que Jesús se acercaba a la cruz...el dolor físico, el dolor de llevar nuestro pecado, el abandono por su familia, amigos, y por último su Padre, y la plena “ira de Dios” siendo derramada sobre Él. Sabiendo muy bien lo que le esperaba (Mateo 16:21), Jesús declaró, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (Mateo 26:38). (Para entender lo que Jesús sabía que le esperaba, ver en: Salmo 22...Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mas yo soy un gusano, y no hombre...oprobio, despreciado, escarnecido. Estiran la boca. Me han rodeado muchos toros...como león rapaz y rugiente. Todos mis huesos se descoyuntaron...como un tiesto se secó mi vigor...mi lengua se pegó a mi paladar...perros me han rodeado...me ha cercado cuadrilla de malignos...horadaron mis manos y mis pies. Salmo 69...estoy angustiado...Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio...delante de mí están todos mis adversarios. El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé en quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé. Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre. Estoy afligido y miserable. Isaías 52-53...de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Sufrió nuestros dolores...azotado de Dios, herido por Él y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados...mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. Angustiado Él, y afligido...como cordero fue llevado al matadero. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento...derramó su vida hasta la muerte...habiendo Él llevado el pecado de muchos.) Las escrituras nos dicen que Jesús fue “varón de dolores, experimentado en quebranto”. (Isaías 53:3). “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas” (Hebreos 5:7). Él sufrió hasta la cruz...y muerte de cruz. Nos es dicho que Jesús “padeció siendo tentado” (Hebreo 2:18). Como Él nunca cedió a la tentación, Él experimentó el peso total de la tentación. En cada tentación, Jesús sufrió. Nosotros en cambio, frecuentemente cedemos a la tentación, intercambiando los placeres de corto plazo por los beneficios de la obediencia a largo plazo. Nuestro beneficio del sufrimiento justo es disminuido por nuestra falta de obediencia. Nuestro 7 sufrimiento toma una naturaleza diferente...es el resultado de la desobediencia versus el gozoso y provechoso resultado de la obediencia. A través de este proceso se nos dice, “porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, perfeccionase por afflicciones al autor de nuestra salvación” (Hebreos 2:10). El justo sufrimiento de Jesús produjo total y completa madurez...rindiendo exactamente el fruto que Su Padre se propuso en cada ocasión. Jesús fue hecho perfecto a través del sufrimiento que encontraba. El impacto de Su sufrimiento nunca logró nada que sea menor a la perfecta voluntad de Dios en Su vida. Fue permitido por Dios y ordenado por Dios...rindiendo santidad en su forma perfecta. Jesús, “por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.” (Hebreos 5:8,9). El sufrimiento de Jesús hizo de Él a aquel que impecablemente “cumplió toda justicia” (Mateo 3:15) y así llego a ser el autor y perfeccionador de nuestra fe...la fuente de salvación eterna. (Ver Nota 6). Preguntas de reflexión: Cuando piensas en el sufrimiento de Jesús, ¿qué es lo que te viene a la mente? ¿En qué otros momentos y maneras piensas que sufrió Cristo? ¿Fue Jesús capaz de pecar, o de no pecar? ¿Por qué es esto importante? ¿Cómo aprendió Jesús la obediencia a través del sufrimiento? ¿Cómo puede alguien que es perfecto, ser hecho perfecto a través del sufrimiento? ¿Cuáles son las implicaciones del sufrimiento de Jesús para el entrenamiento que enseñamos? Otras: 8 ENTENDIENDO SUFRIMIENTO EL EJEMPLO DE JESUS EN RESPUESTA AL Cuando pienso en cuanto al costo de crear movimientos de multiplicación, debemos regresar y aprender de la vida del Hijo. Pero nosotros no solamente somos llamados a seguir a Cristo, somos llamados a imitarlo...siguiendo el ejemplo que Él nos dio. Hay un ejemplo en cuanto a la manera que Él aborda el sufrimiento y nosotros somos llamados a seguir ese ejemplo. Permíteme identificar aquel ejemplo desde mi perspectiva limitada. Jesús vio venir el sufrimiento y entendió su origen Jesús fue claro en el mensaje que les dio a sus discípulos. Él sabía que ellos no podrían escapar del sufrimiento. “En el mundo tendréis aflicción,” dijo Jesús (Juan 16:33). “Si a mí me han seguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:20). “Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción” (Job 5:7). Según uno de mis teólogos favoritos, el Dr. Seuss, Jesús entendió que la pregunta no era si nosotros ibamos a enfrentar sufrimiento, sino cuando. En este libro para niños, “Oh The Places You’ll Go”, el Dr. Seuss escribe, ¡Ah, los lugares a los que irás! ¡Estarás camino a las alturas! ¡Estarás viendo grandes visiones! Te unirás a los grandes voladores que remontan a altas acciones. No te quedarás atrás, porque tendrás la velocidad. Pasarás a toda la tropa y la delantera tomarás de verdad. Dondequiera que vueles, serás el mejor de los mejores. Dondequiera que vayas, superarás a todos tus mayores. (Pausa) Excepto cuando eso no suceda. Porque, habrán veces que no se pueda. Lamento decirlo, pero tristemente es la verdad Que los golpes y desaires pueden llegar en realidad. Puedes quedarte todo colgado en una percha espinosa. Y tu tropa volará de largo. Serás abandonado en situación dificultosa. Bajarás de tu situación dificultosa con un desagradable rebentón. Y las probabilidades son, para entonces, que estarás en un bajón. Y cuando estés en un bajón, no será para mucha diversión. Des-bajonearse uno mismo no se logra sin complicación. Ya que Él lo entendió, Jesús supo que el sufrimiento (dolor, pena, aflicciones, persecución) viene de una variedad de razones y en una variedad de formas. Sufrimos porque vivimos en un mundo pecaminoso y el pecado reina en el corazón del hombre. Sufrimos por la propia necedad del hombre, cosechando lo que sembramos. Sufrimos 9 porque Dios en ocasiones escoge disciplinarnos, “porque el Señor al que ama, disciplina” (Hebreos 12:6), desarrollando carácter y perseverancia en nuestras vidas. Y sufrimos porque “el hombre ama la oscuridad en vez de la luz”, así nuestra fe llega a ser ofensiva a aquellos que andan en la oscuridad. Pero al final Jesús sabía que todo sufrimiento tenía que pasar por las manos de un Padre amoroso antes de que pueda entrar en nuestro mundo. Jesús también sabía que el sufrimiento por si solo no es virtuoso, ni tampoco una señal de santidad. No es una manera de tratar de ganar puntos con Dios como en el ascetismo. En ocasiones Jesús evitó el conflicto (Juan 7:21, 10:39; Mateo 15:21, 16:4), pero la mayoría de las veces Él lo enfrentó directamente, encarando el sufrimiento que surgía al presentar la verdad (Mateo 16:21). A John Bunyan, autor de El Progreso del Peregrino, el sufrimiento no le fue nada extraño. Teniendo la opción de evitar la prisión en cualquier momento si él prometía dejar de predicar, él escogió la prisión. Por 12 años él sufrió en una pequeña celda. En cierto momento, al ver a Mary, la mayor de sus hijos y ciega de nacimiento, visitarlo en la prisión...e incapaz de cuidar de ella, John escribió que se sintió como, “arrancársele la piel de sus huesos.” (Cita de ‘The Hidden Smile of God’, John Piper, p.12). Durante su emprisionamiento, Bunyan escribió El Progreso del Peregrino, del cual se ha dicho que es “aparte de la Biblia, el libro más vendido...traducido en más de 200 idiomas.” (Cita en Piper, ibid, p.60). Se ha dicho que Spurgeon lo leyó cada año por la profundidad de su mensaje. George Whitefield dijo del Progreso del Peregrino, “Huele a prisión. Fue escrito cuando el autor fue confinado a la cárcel en Bedford. Y los ministros rara vez escriben o predican tan bien como cuando están bajo la cruz: el Espíritu de Cristo y de Gloria entonces descansa sobre ellos.” (Cita en Horner, El Progreso del Peregrino: Una Apologética Evangélica, p.iii.) Sin embargo, cuando a Bunyan le preguntaron que si pudiésemos escoger huir del sufrimiento en caso de que surgiera la oportunidad, él escribió: “Tú puedes hacer esto de acuerdo a lo que dicte tu corazón. Si está en tu corazón huir, huye: si está en tu corazón permanecer, permanece. Cualquier cosa con tal de no negar la verdad. Aquel que huye tiene la autorización de hacerlo; aquel que permanece, tiene la autorización de hacerlo. Y aun, el mismo hombre puede tanto huir como permanecer, de acuerdo a como sea el llamado y obra de Dios en su corazón. Moisés huyó, Exodo 19:12; Moisés permaneció, Hebreos 11:27. David huyó, I Samuel 19:12; David permaneció, I Samuel 24:8. Jeremías huyó, Jeremías 37:11-12; Jeremías permaneció, 38:17. Cristo mismo se retiró, Lucas 19:10; Cristo permaneció, Juan 18:1-8. Pablo huyó, II Corintios 11:23; Pablo permaneció, Hechos 20:22-23... Hay pocas reglas en este caso. El hombre mismo es el más capaz de juzgar en cuanto a su fortaleza actual, y de saber que peso este o aquel argumento tengan sobre su corazón para permanecer o huir...No huyan por un miedo esclavizador, pero mas bien porque el huir sea una ordenanza de Dios, abriendo una puerta para el escape de algunos, la cual es abierta por providencia de Dios, y el escape favorecido por el designio de Dios. Mateo 10:23...Si, por lo tanto, al haber huido, eres capturado, no te ofendas con Dios por causa del hombre: no con Dios, 10 porque eres su siervo, tu vida y todo lo que eres son de Él; no con el hombre, porque él es tan solo la vara de Dios y es ordenado, en esto, a hacerte el bien. ¿Has escapado? Ríe. ¿Te han tomado? Ríe. Quiero decir, que estes satisfecho sin importar como saldrán las cosas, ya que el resultado está aún en las manos de Dios.” (Seasonable Council, or Advice to Sufferers p. 726) Desafortunadamente para muchos de nosotros que vienen de la influencia de la iglesia Occidental, hemos visto el sufrimiento como algo que deba ser evitado a todo costo. Nuestras energías se enfocan a apartarse del estrés y hacia la comodidad y seguridad. Nunca se nos ocurrió que el escoger la incomodidad, el peligro, o el estrés puedan ser lo correcto...incluso algo bíblico que debamos hacer. Como dice John Piper, “Si no tomamos libremente nuestra cruz y seguimos a Jesús (Marcos 8:34) en el camino del Calvario, esta puede ser lanzada sobre nosotros. Sería mejor escuchar la advertencia ahora y despertar en la realidad bíblica. La existencia en este mundo decadente no será libre de dolor y de problemas. Habrán muchos gemidos por causa de nuestra condición finita y decadente, y muchas aflicciones por causa de nuestro llamado (Romanos 8:23; Salmos 34:19). La frustración es normal, la desilusión es normal, y la enfermedad es normal. El conflicto, la persecución, el peligro, y el estrés – todos ellos son normales. El pensamiento que se mueva aparte de estos se moverá aparte de la realidad y aparte de Cristo. Gólgota no fue un lugar residencial de Jerusalén.” (The Rood of Endurance, John Piper, p.19). Jesús entendió el plan de Su Padre en cuanto al sufrimiento. Él claramente vio la soberanía e inteciones sobre cada forma de sufrimiento. Él entendió el papel del sufrimiento como un fuego refinador digno de gran regocijo (I Pedro 1:6-7), una oportunidad para expresar la verdadera dependencia (I Pedro 2:23), una parte normal de la verdadera vida Cristiana (I Pedro 4:12), un vehículo gozoso para que la eterna gloria venga a nuestro camino (I Pedro 4:13), y una dulce comunión con los creyentes alrededor del mundo (I Pedro 5:9-10). Jesús entendió el sufrimiento, lo vio venir, y preparó a sus discípulos para el mismo. Jesús dijo a sus discípulos que como la gente lo perseguía, así mismo ellos serían perseguidos (Juan 15:30). Asi como Jesús entendió el papel del sufrimiento y lo vio venir, también sus discípulos lo entendieron. La tradición y la historia nos dice que: Santiago fue decapitado Felipe fue crucificado Mateo fue muerto con la espada Santiago el Menor fue apedreado hasta morir Matías fue apedreado y luego decapitado Andrés fue crucificado y dejado en la cruz por tres días Pedro fue crucificado cabeza abajo Nerón en Roma decapitó a Pablo Judas fue crucificado Bartolomeo fue apaleado hasta la muerte Tomás fue lanceado hasta la muerte Simón el Zelote fue crucificado Juan fue exilado a Patmos y murio en prisión 11 Aunque no podamos verificar cada uno de estos hechos con exacto detalle, parece que ninguno de los apóstoles escapó la persecución. Todos murieron como resultado de su atrevido testimonio de su fe. “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:20). “En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33). Se ha dicho tan correctamente, que no hay países cerrados al evangelio, si estamos dispuestos a enfrentar persecusión, sufrimiento y morir por nuestra fe. En IGJ, a medida que globalmente buscamos engendrar movimientos de multiplicación, talvez nuestra imagen de dichos movimientos tendrá que ser forjada por los fuegos purificadores del sufrimiento y la persecución. Estoy convencido que el ser un verdadero Cristiano global, nos va a costar más en los años venideros. Y el llevar a cabo la Gran Comisión nos va a costar algunas de nuestras vidas – tal como siempre ha sido. Hace mil ochocientos años Tertulio dijo, “Nosotros (los Cristianos) nos multiplicamos siempre que somos arrasados...la sangre de los Cristianos es una semilla” (Apologético, 50). Doscientos años más tarde San Jerónimo dijo, “La Iglesia de Cristo ha sido fundada con el derrame de su propia sangre, no la de ningún otro; al soportar el atropello, no causándolo. Las persecusiones han hecho crecer a la iglesia; los mártires la han coronado” (Carta 82). Preguntas de reflexión: Al “ver que viene el sufrimiento”, ¿cómo cambia eso nuestra opinión del mismo? ¿Cómo impactaría nuestras vidas una apropiada teología del sufrimiento? Jesús preparó a Sus discípulos para el sufrimiento, ¿Cómo nos impacta eso en IGJ? ¿Cuándo permanece uno para enfrentar el sufrimiento, y cuándo uno huye? ¿Cómo el sufrimiento cambia nuestra opinión de la vida abundante? ¿Permite Dios el sufrimiento u ordena Dios el sufrimiento? Otras: 12 Jesús abrazó el sufrimiento Mientras continuamos estudiando el ejemplo mostrado por Jesús, no solamente vemos a Jesús entendiendo la realidad del sufrimiento, sino que también lo vemos voluntariamente abrazando aquel sufrimiento...dirigiéndose hacia el mismo en forma voluntaria. En Lucas 9:22 leemos, “Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.” Mateo 16:21 nos dice, “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho...” Jesús no solamente se volteó hacia el sufrimiento, Él lo abrazó. Marcos 8:32 nos dice “Jesús les decía esto claramente”. Jesús sostuvo claramente que era Su propia elección abrazar este sufrimiento...“Yo pongo mi vida...nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo” (Juan 10:17-18). Jesús entendió algo que muchos de nosotros no logramos captar. Dado a ese entendimiento Él estaba dispuesto a abrazar el sufrimiento. En Mateo 5:11-12 Jesús nos ayuda a entender esa verdad. Veamos lo que Él dice, “Bienaventurado sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” Seis grandes hechos sobresalen en esta bienaventuranza. Es la última y la más larga de las bienaventuranzas. Es la única bienaventuranza con una orden y la única con una explicación. Es la única bienaventuranza repetida por Jesús y la única dirigida directamente al lector. Todas estas únicas verdades resaltan su importancia y enfatizan su papel en nuestras vidas. Es una orden con explicación...porque vuestro galardón es grande en los cielos. Es de ser anticipado...porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. 2 Timoteo 3:12 nos dice algo parecido, “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.” Pero Mateo presenta un impactante consejo. ¿Quién en su sano juicio puede “gozarse y alegrarse” en medio del odio, la burla, la tortura, y la muerte? Sabemos que Jesús tiene en su mente a la muerte, ya que eso fue lo que le hicieron a los profetas, se lo harían a Él, y se lo harían a sus discípulos. Mateo 24:9 dice, “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”. O esto es un disparate, o una realidad forjada por una verdad de la que conocemos poco. Obviamente la última es la correcta. Jesús pudo abrazar el sufrimiento; despreciar la vergüenza por el gozo puesto delante de Él (Hebreo 12:2). Jesús claramente sabía que aquellos que abrazaran el sufrimiento verdareramente experimentarían “un más exelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17). ¡Aquí hay un misterio! Gozo en medio de la agonía, alegría en medio de la miseria y el dolor. Esa es la seguridad de que el cielo tiene cien veces más compensación por cada dolor sufrido en el nombre de Jesús. En esto podemos “gozarnos y alegrarnos, 13 porque nuestro galardón es grande en los cielos”. En esta promesa nosotros también podemos movernos hacia el sufrimiento y abrazarlo a nuestra vida – siguiendo el ejemplo de Jesús. Los profetas, mártires, y santos que fueron antes de nosotros entendieron esta promesa. ¿Qué fue lo que causó que Rowland Taylor y Bishop Ridley y John Bradford abrazaran la hogüera en la que fueron quemados? ¿Qué motivo tuvo Obadiah Holmes, después de que noventa latigazos hayan despellejado toda su espalda, para decirle a sus torturadores, “Me han lastimado con rosas”? ¿Por qué Thomas Hardcastle dijo que la persecusión es “una preciosa temporada de gracia”? ¿Qué hizo que los niños de John Rogers, mientras él era quemado en la hogüera, llenos de lágrimas le gritaran palabras de ánimo...para que él se mantenga fuerte y no le volviera la cara a Cristo y lo honrara con su muerte? ¿Qué causó a Jim Elliot escribir, “No es un tonto aquel que da lo que no puede conservar para ganar lo que no puede perder”? Los sufridores de hoy también entienden esta verdad. ¿Qué movió a Brother Yun, frecuentemente llamado el Hombre Celestial, para que a menudo agradezca a Dios por el privilegio de ser torturado por Cristo, al decir que “el Señor quiere que abrazemos el sufrimiento como a un amigo. Necesitamos una profunda realización que el ser perseguidos por la causa de Jesús es un acto de bendición de Dios para nosotros. Yo nunca he odiado a mis perseguidores. Nunca. Los he visto como instrumentos de bendición de Dios y como Sus vasos escogidos para purificarme y hacerme más como Jesús.” (El Hombre Celestial, Paul Hattaway, p.31). Cuando le preguntaron por qué estaba tan gozoso durante su sufrimiento él respondió, “¿Cómo no puedo yo estar contento? ¡Este día fui escogido para sufrir por el nombre de Jesús!” (p.153) ¿Cuál podría ser el impacto de IGJ si con certeza viésemos la realidad que Jesús vió con tanta claridad? ¿Qué pasaría si nos movemos con brazos abiertos para tomar el sufrimiento que nos aguarda? ¿Qué tan rápido veríamos el mundo abrirnos sus brazos si estuviésemos dispuestos a abrazar el sufrimiento como lo hizo Jesús? Piper lo describe tan poderosamente de la siguiente manera, “Una vida devota a aprovechar a Cristo al máximo es costosa. Y el costo es tanto una consecuencia como una manera de aprovechar a Cristo al máximo. Si no abrazamos el camino cargado de gozo y amor doloroso, desperdiciaremos nuestras vidas. Si no aprendemos con Pablo las paradojas de vida que exaltan a Cristo, malgastaremos nuestros días persiguiendo burbujas que rebientan. Él vivió ‘entristecido, mas siempre gozoso; como pobre, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.’ (2 Corintios 6:10). El camino del Calvario es costoso y doloroso, pero no es sin gozo. Cuando abracemos con gozo el costo de seguir a Cristo, Su valor brillará en todo el mundo.” (“Don’t Waste Your Life”, por John Piper, p.63). 14 Preguntas de reflexión: ¿Cómo podríamos describir ‘abrazando el sufrimiento’? ¿Qué es lo opuesto de ‘abrazar el sufrimiento’? ¿Cómo difiere esto del ascetismo (viendo al sufrimiento como bueno en sí mismo)? ¿Cómo sabemos si el sufrimiento es para disciplina o para poda? ¿Cuáles son los muchos resultados, ordenados por Dios, en cuanto al sufrimiento? ¿Cuál es el sufrimiento al que Dios está llamando a la iglesia a abrazar en tu parte del mundo? ¿Cuál es el sufrimiento al que Dios te está llamando a abrazar? Otros: 15 Jesús aprendió del sufrimiento Jesús no solo comprendió el costo de la cruz, Él lo abrazo...dirigiéndose hacia el en forma voluntaria. Pero durante el desarrollo de Su vida, Él aprendió de todo aquello que lo hizo sufrir. En el pasaje dónde aprendemos que Jesús “ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas”, nos es dicho que “por lo que padeció aprendió la obediencia” (Hebreo 5:8). Cuando Cristo fue tentado, Él sufrió (Hebreos 2:18). En Su humanidad, yo creo que cada tentación ayudó a Cristo a crecer más fuerte en Su capacidad de confiar (Salmos 22:8-9, Hebreos 2:13). El sufrimiento llego a ser una herramienta en las manos de Su Padre Celestial para probar, confirmar, y satisfacer aquel ‘pacto de obras’ como el Segundo Adan...adquiriendo por nosotros aquel regalo de la justicia y la vida que nos salva. (Romanos 5:10) (Ver Nota 6) Del mismo modo, nosotros necesitamos aprender del sufrimiento, creciendo así más fuerte en nuestra habilidad de confiar y obedecer. En el desierto de Arizona, los científicos gastan millones para intentar crear el perfecto medio ambiente. En una gran burbuja espacial, ellos crearon una atmósfera aparentemente perfecta – libre de todos los peligros. El único problema fue que ellos nunca pudieron hacer crecer árboles, ya que no hubo los vientos naturales que ayuden a desarrollar fortaleza en ellos. Para estar saludable, los árboles necesitan algo de oposición. En el programa espacial, unas abejas fueron llevadas al espacio exterior, solo para que pronto mueran...porque no hubo resitencia natural en aquel ambiente libre de gravedad. Las abejas necesitan resistencia para mantenerse fuertes y vivas. Sin resistencia ellas mueren pronto. De la misma manera, la resistencia del sufrimiento nos hace fuertes y dispuestos. 1 Pedro 5:10 dice, “Después que hayáis padecido un poco de tiempo, Cristo mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. Romanos 5:3 nos dice que “nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”. El Salmista entendió el valor del sufrimiento. Él escribió en Salmos 119:67, “antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.” El sufrimiento produjo la obediencia, produciendo un humilde quebranto a través del cual pueda fluir la gracia de Dios. El Salmista continua en el versículo 71 diciendo, “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.” Las aflicciones produjeron conocimiento de la palabra de Dios de tal manera y profundidad que solo pueden ser aprendidas en la escuela del sufrimiento. Luego el Salmista escribe en el versículo 75, “Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste.” 16 Notemos la progresión de madurez...de descarrío a obediencia (versículo 67), de obediencia a alabanza (verse 71), de alabanza a reconocimiento de Su control soverano (versículo 75). Es una progresión de crecimiento originada por el sufrimiento. Martin Lutero entendió esto cuando le agradeció al papa por tratar de matarlo – haciéndolo así un buen teólogo por causa de las dificultades. El dijo, “Yo mismo les debo muchas gracias a mis papistas por haberme golpeado, presionado, y atemorizado con el odio del diablo ya que así me han hecho en un teólogo distintivamente bueno, llevándome hacia una meta que nunca habría podido alcanzar.” (El Legado del Gozo Soverano, John Piper, p.104) Juan Calvino escribió sus Institutos para defender a tantos condenados a la hogüera...sus trabajos fueron forjados en el horno de cuerpos quemados. George Mueller, predicando en el funeral de su esposa quién falleció después de 39 años de estar casados, dijo, “Estoy satisfecho con la voluntad de mi Padre Celestial... contínuamente beso la mano que de tal manera me ha aflijido”. John Piper escribe, “Hay más que se puede recibir de Dios en tiempos de sufrimiento que en cualquier otro momento” (The Hidden Smile of God, John Piper, p.71). Igual que Jesús, necesitamos entender el sufrimiento, abrazarlo, y aprender del mismo. (John Piper también ha escrito extensivamente sobre los propósitos de Dios en el sufrimiento. En su libro “Let the Nations Be Glad” él lista seis razones en el capítulo 3. O también uno puede estudiar los cuatro mensajes que él predicó en serie en Agosto-Septiembre, 1992. Estos están disponibles en www.desiringGOD.org). Preguntas de reflexión: ¿En qué maneras Jesús aprendió de Su sufrimiento? ¿Cuál es frecuentemente la primera lección en el sufrimiento...y cuál la última? ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido del sufrimiento? ¿Cuál es el sufrimiento que estás padeciendo ultimamente y que piensas que Dios te quiere enseñar? Otros: 17 Jesús se regocijó en el sufrimiento Aunque no encuentre referencias directas de que Jesús se regocijaba en Sus sufrimientos, sin embargo encontramos algunas referencias indirectas. Hebreos 1:9 nos habla sobre el estilo de vida de Jesús, “por lo cual te ungió Dios...con óleo de alegría más que a tus compañeros”. Jesús fue atractivo, tanto a los pecadores como a los santos, por su profundo sentido de gozo, aún en medio de la oposición. En Salmos 69, un Salmo Mesiánico sobre David y aparentemente sobre Jesús, ambos clamaron diciendo, “Mas a mí, afligido y miserable...Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey, o becerro que tiene cuernos y pezuñas” (versículos 29-31). Este gozo fue evidente en Filipenses 2 cuando somos ordenados a “pensar y actuar, tal como Jesús” (versículo 5). El pasaje continua diciendo “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.” Luego nos dice que debemos “hacer todo sin murmuraciones y contiendas” (Filipenses 2:14). La inferencia es que esa fue la actitud de Jesús que debemos imitar. Sabemos que en el camino hacia la cruz, Jesús nunca exclamó, nunca se desquitó, nunca hizo amenazas, siempre encomendándose a aquel que juzga justamente (1 Pedro 2:23). Estas acciones exhiben un profundo sentido de confianza en el control de Su Padre en todos los eventos de la cruz. Pero, ¿por qué nunca vemos a Jesús regocijándose en Sus sufrimientos, tal como se nos ha dicho que hagamos? Está claro que “hermanos míos, tengamos por sumo gozo cuando nos hallemos en diversas pruebas” (Santiago 1:2). Debemos “gozarnos y alegrarnos” (Mateo 5:12), “gloriarnos en las tribulaciones” (Romanos 5:3), “esten alegres” (1 Pedro 1:6), y “gozaos por cuanto sois partícipes de los padecimientos de Cristo” (1 Pedro 4:13). ¿Podría ser que el sufrimiento de Jesús fue un tipo de sufrimiento diferente o para un propósito diferente? Podría ser que el sufrimiento de Jesús fue para la propiciación de nuestros pecados; mientras que nuestro sufrimiento es para la propagación del evangelio. En esto podemos y debemos regocijarnos. ¿Podría ser que Él sufrió en pago de nuestros pecados, mientras que nosotros sufrimos para purificación de nuestros pecados? Joseph Tson dijo “La cruz de Cristo fue para propiciación; los nuestros para proclamación.” Cristo sufrió para conseguir la salvación; nosotros sufrimos para propagar la salvación. ¿Cómo funciona esta obra? Colosenses 1:24 dice, “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”. Dijo, ¿cumpliendo aquello que hace falta de las aflicciones de Cristo? ¿Cómo algo puede hacer falta de las aflicciones de Cristo? ¿No fue su sufrimiento y muerte por nosotros completamente suficiente? En el contexto, Pablo está hablando sobre el “misterio,que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (versículo 27). Pablo también está hablando de su comisión de 18 dar a conocer este misterio entre los gentiles...presentando a todo hombre completo en Cristo Jesús. Dentro de este contexto, Pablo no está hablando de aumentar nada al valor de las aflicciones de Cristo, sino a su extensión de las mismas. Lo que faltaba era la expresión visible...una presentación de aquel sufrimiento en forma visible para el mundo. La respuesta de Dios a esto es tomando Su cuerpo actual, la iglesia, y presentando las aflicciones de Cristo al mundo – llevándolas desde Jesusalén hasta el fin del mundo. ¿Sería que las aflicciones de Cristo deban presentarse al mundo a través de las aflicciones de Su pueblo – exhibiendo aquel misterio de “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”? ¿Sería que la iglesia es más efectiva en presentar la cruz de Cristo, cuando la gente ve la cruz de Cristo en nosotros? Nuestras aflicciones llegan a ser el retrato de los sufrimientos de Cristo a un mundo que aún no ha visto a Jesús. Nuestras aflicciones vienen a ser el “cumplimiento de lo que falta de las aflicciones de Cristo” (Colosenses 1:24). (Para una presentación extendida de este pasaje, ver el mensaje de Piper sobre el propósito de la misión del sufrimiento, publicado en Agosto 30, 1992. Buscar en www.deriringGOD.org). Por tanto podemos gozarnos en nuestras aflicciones, porque ellas son justamente las cosas que ayudan a revelar a Cristo a un mundo perdido y decadente. El sufrimiento de Cristo fue para propiciación...nuestro sufrimiento es para proclamación. Mientras vivimos el sufrimiento, afrontando el quebrantamiento, eso causa que el Cristo en nosotros brille más libremente a través de nosotros. El resultado...la revelación de Cristo al mundo. Scott y Janet Willis han llegado a ser unos buenos amigos. Como pastor de una pequeña iglesia al sur de Chicago, ellos han aprendido a vivir de mes a mes, confiando en la buena provisión de Dios. Al final de 1994, mientras conducían una furgoneta llena con nueve de sus doce hijos, un puntal de metal se soltó del camión que iba al frente de ellos...deslizandose por debajo de la furgoneta, rompiendo el tanque de gasolina y causando una tremenda explosión. Scott y Janet con dificultad pudieron hacer parar el vehículo, se arrastraron fuera del vehículo en llamas, logrando apenas escapar con vida. En un esfuerzo de rescatar a sus hijos, Scott sufrió fuertes quemaduras en sus manos y torso. Solo uno de los niños fue rescatado, el cual murió al siguiente día. Inmediatamente los equipos de rescate y noticieros llegaron a la escena. A la orilla del camino cerca del vehículo quemado, las cámaras de televisión captaron a Scott y Janet en lágrimas, orando juntos. Algunas de sus primeras palabras fueron, “¿recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” (Job 2:10). “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”. (Job 1:21). Esta historia captó la atención de los medios de comunicación. Algo extra de esta historia, fue el hecho de que el conductor del camión había adquirido ilegalmente su licencia de conducir a través de una administración corrupta que estaba siendo investigada. En el hospital, los medios anticipaban de ellos un desenfreno de ira...pero eso nunca sucedió. En el hospital, Scott y Janet ministraron por las necesidades de las enfermeras y del personal de los medios de comunicación. Nadie podía entender su gracia y determinación, a medida que Cristo brillaba a través de ellos. Scott y Janet eran Cristo para un mundo sumido en pecado, exhibiendo así las riquezas de Su gracia 19 en medio de gran sufrimiento. El sufrimiento sirvió como vehículo para llamar la atención del mundo. El sufrimiento cumplió su propósito...sirvió para el avance del Reino de Dios en una manera que solo la eternidad es capaz de captar. Podría ser que esto refleje lo que se quiso decir en Colosenses, “cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.” (Así está en el mensaje de John Piper de Agosto 30, 1992). Talvez en IGJ, para que nosotros experimentemos rápidos movimienos de multiplicación...requerirá una rápida aceleración de sufrimiento. Talvez la misma cosa que estamos queriendo evadir es exáctamente lo que necesitamos. Podría ser que necesitamos comprender la estratégica naturaleza del sufrimiento tal como lo hizo Jesús, abrazándola voluntariamente, aprendiendo plenamente de ella, y luego completamente regocijándose en ella...para luego ver a Dios moverse en una manera poderosa y nueva a través de vasos quebrantados de gozo? Preguntas de reflexión: ¿Se regocijó Jesús en Sus sufrimientos...cómo y cuándo? ¿Qué cambia cuando comenzamos a regocijarnos? ¿Qué es un regocijo apropiado...qué es uno inapropiado? ¿Por qué es esto tan dificil? Otros: 20 Jesús perduró a través del sufrimiento Se nos ha dicho que por el gozo puesto delante de Él, Jesús sufrió la cruz (Hebreos 12:2). Como el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús no se enfocó en lo superficial de las cosas, sino que se fijó en aquello que estaba más allá de la meta. Nadie entra al sufrimiento con alegría, pero con un claro enfoque hacia el resultado, el sufrimiento puede ser soportado. Jesús fue ambos el autor y el perfeccionador de nuestra fe al mostrarnos como vivir a través del sufrimiento. Jesús no solo comprendió el papel del sufrimiento para alimentar los movimienos de multiplicación, sino que Él lo abrazó. Y al abrazar la buena voluntad de Su Padre, Él aprendió de aquel sufrimiento y experimentó gozo en medio del dolor – animándonos a considerarlo puro gozo y a regocijarnos en nuestras tribulaciones sirviendo así a la causa de “cumplir lo que falta de las aflicciones de Cristo” (Colosenses 1:24). Jesús perseveró hasta el final por el gozo puesto delante de Él. J. Oswald Sanders contó la historia de un misionero nativo que caminó descalzo de pueblo en pueblo predicando el evangelio en la India. Sus penurias fueron muchas. Después de un largo día de muchas millas y muchos desánimos él llegó a cierto pueblo e intentó compartir el evangelio pero fue rechazado y echado del pueblo. Así que fue a las afueras del pueblo desanimado y se acostó debajo de un árbol donde durmió por lo exhausto que estaba. Cuando se despertó la gente revoloteó alrededor de él, y todo el pueblo se encontraba reunido para escucharlo hablar. El líder del pueblo explicó que ellos habían venido a verlo mientras dormía. Cuando ellos vieron sus pies ampollados ellos concluyeron que él debía ser un hombre santo, y que ellos habían sido malos al rechazarlo. Ellos lo sentían y querían escuchar el mensaje por el cual él había sufrido tanto en traérselos. Así el evangelista “cumplió lo que faltaba de las aflicciones de Jesús” con sus pies hermosamente ampollados. (Así está en el mensaje de John Piper de Agosto 30, 1992). Michael Card contó una historia similar de José, un africano, quién andaba caminando en una caliente y polvoriente carretera africana, cuando se encontró con alguién que le conpartió el evangelio de Jesucristo. Inmediatamente él aceptó a Cristo y experimentó Su vida transformadora. El cambio lo llevó a querer inmediatamente compartir aquellas Buenas Nuevas a los miembros de su propia tribu. José comenzó de puerta en puerta, contándoles lo que él aprendió sobre la Cruz, el sufrimiento de Jesús, y de la salvación que Él ofrecía, esperando ver sus rostros iluminarse tal como le sucedió a él. Para su asombro los pueblerinos no solo que no les importó, sino que se pusieron violentos. Los hombres del pueblo lo tomaron y lo sostuvieron en el piso mientras las mujeres lo azotaban con pedazos de alambres de púas. Fue arrastrado fuera del pueblo y abandonado a morir en los arbustos. De alguna manera José logró arrastrarse a un charco de agua, y allí, después de días de recobrar y perder la consciencia, encontró fuerzas para levantarse. El se extrañó sobre la recepción hostil que había recibido de aquella gente que él había conocido toda su vida. Pensó que había dejado fuera, o incorrectamente dicho, parte de la 21 historia de Jesús. Después de ensallar el mensaje que había escuchado la primera vez, decidió regresar y contar su fe una vez más. José cojeó hacia el círculo de chozas y comenzó a proclamar a Jesús. “El murió por ti, para que obtengas el perdón y llegues a conocer al Dios vivo,” él les suplicaba. Una vez más él fue tomado por los hombres del pueblo y lo sostuvieron mientras las mujeres lo castigaban, reabriendo las heridas que recien se habían empezado a sanar. Una vez más lo arrastraron inconsciente fuera del pueblo y dejado por muerto. El haber sobrevivido al primer castigo fue verdaderamente notable. Haber sobrevivido al segundo fue un milagro. De nuevo, días más tarde, José despertó en la maleza, lastimado y herido – y determinado a regresar. Él regresó al pequeño pueblo y esta vez, ellos lo atacaron antes de que tuviera oportunidad de abrir su boca. Mientras lo azotaban por tercera y probablemente última vez, él de nuevo les habló de Jesucristo, el Señor. Antes de desmayarse, la última cosa que vió fue que las mujeres que lo castigaban empezaron a llorar. Esta vez él se despertó en su propia cama. Aquellos que severamente lo habían castigado intentaban ahora salvarle la vida y cuidarlo hasta que se recupere. El pueblo entero se entregó a Cristo. Con Altos Honores La escena es el trono en el cielo. El tiempo, es en algún momento más allá del mañana. Las multitudes están reunidas para la ceremonia de graduación. Los amigos y familiares ansiosamente esperan que comience la ceremonia. El concierto del coro angelical canta “Gloria a Dios en las Alturas”. Un coro masivo de decenas de miles se levanta para cantar “Coronadlo con muchas coronas”. Entrando vienen los dignatarios – Abraham e Isaac liderando el camino con Jacob cojeando detrás de ellos, Moisés, Josué, David, Isaías, Jeremías, Daniel, los apóstoles Santiago y Juan, y Pedro el que fue crucificado cabeza abajo. Siguiéndolos a ellos vienen los mártires de todos los siglos – hombres y mujeres que pagaron el precio máximo for su fe. ¡Miren! Allí está Jan Hus quien fue quemado en la hoguera. Y allá está Jim Elliot quien fue muerto por los Aucas. Cientos y miles de ellos, todos entran marchando de uno en uno. Luego por fin una voz clama, “Todos de pie.” Entrando viene el Señor Jesucristo – vestido de blanco puro, deslumbrando en hermosura. ¡Miren! Él está sonriendo. Este es el día que Él ha estado esperando. Entonces los nombres son llamados: Bill Hodgson. Con Altos Honores Dave Patty. Con Altos Honores Mark Edwards. Con Altos Honores Mark Tittley. Con Altos Honores Rod Taylor. Con Altos Honores Abraham Sahu. Con Altos Honores Ernesto Alfaro. Con Altos Honores Woody Roland. Con Altos Honores Andrew Tay. Con Altos Honores Dave Garda. Con Altos Honores 22 De uno en uno siguen entrando – radiantes santos de Dios, entrando al gozo del Señor. En esta tierra ellos sufrieron en muchas maneras. Ninguno tuvo un pase fácil al cielo. Algunos padecieron enfermedad, otros tuvieron frustrados sus sueños, y otros fueron abandonados y olvidados. Pero el Señor sabía lo que habían hecho por Él. Y Él nunca los olvidó. Ni siquiera por un momento. Ahora ellos están entrando a la recompensa eterna. Ah, yo quiero estar allí en aquel día. Quiero hacerle barra a mis amigos y dar una ovación por mis amados. Y más que cualquier otra cosa, quiero vivir para que cuando ese gran momento llegue, yo pueda oirlo decir: “Dann Spader. Con Altos Honores.” ¿Será eso posible? Sí, Dios tiene la intención de que todos pasemos por la Escuela del Dolor y Sufrimiento. Pero gracias a Dios, la escuela no dura para siempre. Aquellos que permanecen en la escuela y aprenden bien sus lecciones serán algún día grandemente premiados. Al final, ninguno lamentará los sufrimientos de su vida. Los más oscuros momentos serán transformados en luz eterna y brillarán como el sol para siempre. (Como está en el sermón de Ray Pritchard sobre Job). Preguntas de reflexión: ¿Qué le va a tomar a IGJ para ver momentos de multiplicación en los países Musulmanes? ¿Están los Musulmanes más dispuestos a sufrir que nosotros? ¿Por qué o por qué no? ¿Qué es lo que me ha faltado en el “ejemplo” mostrado por Jesús? ¿Qué más falta por estudiar en esta área? ¿Quién realmente entiende el sufrimiento en los movimientos juveniles? Otros: 23 Nota #1 El Concilio de Calcedonia en 451 A.C. resolvió la disputa en cuanto a la humanidad y deidad de Jesucristo y declaró lo que ha permanecido a través de los tiempos, que Jesús poseía “dos naturalezas sin confusión, sin cambio, sin división, y sin separación”. Este vino a ser la declaración ortodoxa que refutaba el Nestorianismo y el Eutiquianismo de aquel día. (Para mayor estudio en este tema revisen mi ensayo sobre “La Humanidad de Jesús” que se puede bajar de los recursos en www.sonlife.com). Nota #2 Las escrituras nos dicen que Jesús sufrió todo el camino hasta la cruz...y muerte en la cruz. Yo creo que hacemos un perjuicio a la plena vida de Cristo, cuando pensamos solo en Su sufrimiento como aquello que sucedió en la cruz. Desafortunadamente, yo pienso que los teólogos y predicadores han enfatizado la muerte de Cristo a expensas de la vida de Cristo. Mientras que la muerte de Cristo es eternamente significante para nuestra reconciliación, esta debe mantenerse en balance con Su vida de obediencia impecable, lo que causó que Cristo llegase a ser nuestra “justicia” ante Dios. Romanos 5:10 nos dice que Su muerte nos reconcilia, pero que es por Su vida que somos salvos. El significado de la vida impecable de Cristo no puede ser sobreemfatizada, porque a través de ella Él “cumplió toda justicia” (Mateo 3:15) por nosotros y fue hecho “nuestra justicia” (1 Corintios 1:30; Romanos 5:19). Si Cristo hubiese necesitado solamente la impecabilidad y no una vida de perfecta obediencia, entonces Él hubiese podido morir por nosotros cuando era un pequeño niño en vez de morir cuando tenía treinta y tres años de edad. Cristo vivió aquella plena vida de obediencia, completando aquel pacto de obras, y adquiriendo para nosotros aquella “vida de justicia eterna”. Nota #3 La pregunta que se hace con más frecuencia es, “Si Jesús fue completamente Dios, ¿fue entonces capaz de pecar?” En ninguna parte de las Escrituras encontramos una respuesta directa a esta pregunta. Sabemos cuatro cosas. Jesús no pecó (1 Juan 3:5). Jesús fue tentado en toda forma como lo somos nosotros (Hebreos 4:15). Dios no puede pecar (1 Pedro 1:16). Dios no puede ser tentado con el mal (Santiago 1:13). En otras palabras, “Jesús fue tentado, Jesús fue completamente hombre, Jesús fue completamente Dios, y Dios no puede ser tantado.” Estas verdades, aunque no son contradictorias, presentan un aparente dilema a nuestro entendimiento...similar a otras doctrinas como la de la Trinidad, etc. La pregunta aún permanece...¿fué Jesús “capaz de no pecar” o “incapaz de pecar” (impecable)? Por razones muy exigentes como para explicar en esta nota, yo creo que es imperativo que siempre nos pongamos al lado de la impecabilidad cuando seamos forzados a escoger. Los peligros son menos riesgosos y las complicaciones menos exigentes de desenredar. Talvez la mejor manera que tengo para resolver este “misterio” es decir que Cristo fue “incapaz de pecar” (inpecable), pero que Él escogió en la eternidad pasada no saber dicha verdad dentro de Su humanidad. De esa manera Sus tentaciones fueron intensas, completas, y reales. “Él escogió ocultar Su deidad, para que Su humanidad pueda encontrar su plena expresión”, es la manera teológicamente correcta de declararlo. Jesús no abandonó Su deidad, o renunció a parte de Su deidad, o siquiera rindió parte de Su deidad temporalmente (cómo podría Dios dejar de ser Dios, aún temporalmente); mas bien, Él escogió ocultar Su deidad para que Su humanidad pueda ser plenamente expresada y experimentada. 24 Es critico comprender que la humanidad de Jesús fue “completamente humana”...igual que Adán antes de la caida...el segundo Adán. Nuestra humanidad es una humanidad depravada, no una plena humanidad. Somos pecaminosos. Jesús fue impecable. Por lo tanto las tentaciones que Jesús enfrentó fueron intensas y completas. Muchos teólogos han resaltado que sólo aquel que plenamente resista una tentación hasta el final, completamente sentiría toda la fuerza de la tentación. Un levantador de pesas que levante todo el peso sobre su cabeza, conoce toda la fuerza de dicho peso; mejor que el contrincante que intenta pero que no lo levanta completamente. Así fue para Jesús. Cada tentación que enfrentó, Él la enfrentó hasta el final...experimentando toda la fuerza de dicha tentación...mucho más que aquellos de nosotros que cedemos ante la tentación. Uno podría argumentar que la realidad y peso de la tentación fue, en cierta manera, aún más real para Jesús ya que Él nunca cedió ante ella. Nota #4 Talvez el mayor de todos los sufrimientos de Cristo fue el dolor de llevar consigo toda la ira de Dios por causa del pecado del hombre. (Talvez esta sea la razón por la que nunca vemos a Jesús “exultándose en Sus tribulaciones” ya que Él conoció el horror de ellas. Nosotros debemos “exultarnos” y “regocijarnos” y “considerarlo puro gozo”, no por cumplir lo que falta de las aflicciones de Cristo, sino por lo que Cristo ha hecho por nosotros. Nuestro “regocijo” esta enraizado en lo que Cristo ha hecho por nosotros y pagado por nosotros...haciendo que nuestras aflicciones tengan valor y significado eternos). Grudem nos dice que Romanos 3:25 ha expuesto a Cristo como una “propiciación”, una palabra que significa “un sacrificio que soporta la ira de Dios hasta el final y al hacerlo cambia la ira de Dios en favor hacia nosotros”. Pablo nos dice “A quien Dios puso...para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia los pecados pasados; con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:25-26). Dios no simplemente ha perdonado el pecado y olvidado el castigo en pasadas generaciones. Él ha perdonado los pecados y guardado su ira justa contra aquellos pecados. Pero en la cruz la furia de toda aquella ira guardada contra el pecado fue desatada contra el propio Hijo de Dios.” (Grudem, Teología Sistemática, p.575). Grudem también escribe, “Sin embargo, al llevar la culpa de millones, un solo momento causaría la mayor de las angustias para el alma. El enfrentar la profunda y furiosa ira de un Dios infinito, aún si es por un instante, causaría el más profundo temor. Pero el sufrimiento de Jesús no terminó en un minuto – o dos – o diez. ¿Cuándo habría terminado? ¿Podría aún haber más carga por el pecado? ¿Y así más ira de Dios? Hora tras hora continuó – el oscuro peso del pecado y la profunda ira de Dios derramada sobre Jesús una y otra vez. Al fin Jesús exclamó, “Dios mio, Dios mio, ¿por qué me has desamparado?” ¿Por qué este sufrimiento debía continuar por tanto tiempo? ¿Oh Dios, mi Dios, lo harás terminar alguna vez? Luego al final Jesús supo que su sufrimiento estaba cerca de completarse. Él sabía que había conscientemente despertado toda la ira del Padre contra nuestros pecados, ya que la ira de Dios había aminorado y el horrible peso del pecado estaba siendo removido. Él sabía que todo lo que quedaba era entregar Su espíritu a Su Padre 25 celestial y morir. Con un grito de victoria Jesús replicó, “¡Consumado es!” (Juan 19:30). Luego con alta voz replicó una vez más, “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!” (Lucas 23:46). Y luego Él voluntariamente dio la vida que nadie se la podía quitar (Juan 10:17-18), y Él murió. Tal como Isaías había predicho, “Él derramó su vida hasta la muerte” y “llevó el pecado de muchos” (Isaías 53:12). Dios el Padre vió “el fruto de la aflicción de Su alma” y quedó “satisfecho” (Isaías 53:11). (Grudem, p.576-577) Nota #5 Particularmente en cuanto a la vida familiar, ayuda el recordar que José no es mencionado en ninguna parte de los Evangelios luego del incidente en el templo cuando Jesús tenía doce años de edad. Es especialmente interesante que José sea omitido de los versículos que listan a la madre de Jesús y otros miembros de Su familia, incluyendo a sus hermanos y hermanas (ver Mateo 13:55-56; Marcos 6:3; cf. Mateo 12:48). Parecería muy extraño, por ejemplo, que “la madre de Jesús” estuvo en la boda de Canaán en Galilea (Juan 2:1) pero no Su padre, si este padre aún estaba con vida (cf.2:12). Esto sugiere que en algún momento después de que Jesús tuvo doce años José había fallecido, y que por una época de Su vida Jesús creció en un “hogar de madre soltera”. Esto significaría que, a medida que se hizo mayor, Él asumió más y más la responsabilidad del liderazgo masculino en esa familia, ganándose la vida como “carpintero” (Marcos 6:3) y sin duda también ayudando con el cuidado des sus hermanos y hermanas menores. Por lo tanto, aunque Jesús nunca estuvo casado, sin duda Él experimentó un amplio rango de situaciones y conflictos familiares similares a aquellos que experimentan las familias de hoy. (Cita de Grudem, p.537) Nota #6 La mayoría de los teólogos argumentan que Dios tenía un pacto de obras con Adán, aunque el término pacto no es usado en la narrativa de Génesis (algunos se refieren a esto como al pacto Adánico). Este pacto era un conjunto de provisiones legalmente valedero que definian la relación entre Dios y el hombre (Adán). Los requisitos de esa relación están definidos en Génesis 1:28-30 y 2:15. Los límites fueron establecidos en Génesis 2:16-17. La bendición de la vida eterna, Génesis 2:15, sería entregada a Adán y Eva si cumplían las condiciones de obedecer a Dios completamente hasta que el tiempo de prueba haya terminado. Pablo parece hacer referencia a esta vida de perfecta obediencia, si esta fuese posible, como aquella que llevaría a la vida eterna. (Romanos 7:10, 10:5; Gálatas 3:12). A causa de la naturaleza pecaminosa del hombre, es obviamente imposible cumplir este pacto de completa obediencia. Sin embargo, Cristo cumplió todos esos requisitos de obediencia, completó toda la prueba, y como el Segundo Adán...adquirió para nosotros los beneficios de aquella eterna justicia...en base a lo que Él logró. Como creyentes del Nuevo Testamento nosotros estamos bajo un Pacto de Gracia, librados del pacto de obras por virtud de la obra terminada de Cristo. Gerald Hawthorne hace resaltar una interesante opinión en cuanto a la humanidad de Jesús al explicar cómo Cristo cumplió tal obediencia perfecta a nuestro favor. (Su libro se titula: La Presencia y el Poder – El significado del Espíritu Santo en la Vida y Ministerio de Jesús, p.35). En Romanos 3:22, 26; Gálatas 2:16, 3:22; Filipenses 3:9 el Griego aparece como “pistis Iesou” y “pistis Iesou Christou”. Más comunmente traducido “fe en Jesús”, el significado literal es “la fe de Jesús” o “la fidelidad de Jesús”. Veamos ahora el significado y comprensión que provee esta traducción, en 26 especial cuando nos referimos a Jesús viviendo en total obediencia al pacto de obras. Romanos 3:22 “la justicia de Dios por medio de la ‘fe de Jesús’ (en contraste a la fe en Jesús), para todos los que creen en Él”. El énfasis es puesto aquí en la humanidad de Jesús quién vivió una vida de fe (completa dependencia de Su Padre)...cumpliendo el pacto completo de obras como aquel segundo Adán...y vino a ser la “justicia” a nuestro favor. Veamos en Romanos 3:26 bajo esta luz “...y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (versus fe en Jesús). Una vez más vemos el énfasis en la perfecta humanidad de Jesús y cómo Él vivió Su vida. Veamos en Gálatas 3:22 bajo esta misma luz. “Mas la escritura lo encerro todo bajo pecado, para que la promesa (¿Pacto de obras?) que es por la ‘fe de Jesús’ (versus la ‘fe en Jesús’), fuese dada a los creyentes”. Qué maravilloso este pensamiento sobre el significado de la vida de Cristo en balance al significado de Su muerte. Necesitamos tener la ‘fe de Jesús’, como también la ‘fe en Jesús’. ¡Recordemos, por Su muerte somos reconciliados, pero es Su vida la que nos salva! Para aquellos de nosotros comprometidos a estudiar y vivir y enseñar la vida del Hijo...esto es crítico para que entendamos no solamente lo que Jesús hizo...sino cómo Jesús hizo lo que hizo...especialmente cuando buscamos “andar como Él anduvo”. 27 Bibliografía: Recursos usados para este artículo Garrison, David – Church Planting Movements, 1999. Gudem, Wayne – Systematic Theology, Zoncervan, 1994. Hattaway, Paul – the Heavenly Man, Monarch Books, 2002. Hawthorne, Gerald – The Presence and the Power, Wipf and Stock Publishers, 2001. Hodges, Andrew – Jesus, An Interview Across Time, Village House Publishers, 1986. Noll, Mark – Turning Points, Baker Academic, 2000. Piper, John – Don’t Waste Your Life, Crossway, 2004. Piper, John – Let the Nations Be Glad, Baker, 1996. Piper, John – A Triology: Legacy of the Sovereign Joy, The Hidden Smile of God, The Roots of Endurance, Crossway, 1999, 2000, 2002. Quinn, Robert – Deep Change, Jossey Bass, 1996. Wilkins, Michael – Following the Master, Zondervan, 1992. Wilkinson, Bruce – Experiencing Spiritual Breakthroughs, Multnomah, 1999. Wilson, Earnest – The Messianic Pslams, Loizeaux, 1978. Winter, Ralph and Hawthorne, Steven – Perspectives on the World Christian Movements, William Carey Library, 1999. Recursos del Internet www.desiringGod.org Mensajes por John Piper www.calvarymemorialchurch.com Mensajes por Ray Pritchard www.bible.org Mensajes por J. Hampton Keathley, III Mensajes por Allen Ross www.backtothebible.org Back to the Bible Ministries www.intouch.org In Touch Ministries www.sonlife.com Sonlife Ministries www.christianitytoday.com Christianity Today www.compassdirect.org Persecuted Christian, página de web 28