BIOGRAFÍA DE SIGMUND FREUD Y CONCEPTOS DEL PSICOANALISIS Considerado uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, Sigmund Freud fue un neurólogo, ampliamente reconocido como el padre de la psicología moderna y el principal desarrollador del proceso de psicoanálisis. Sigismund Schlomo Freud, más conocido como Sigmund Freud, nombre que adoptó en 1877 al abreviar su nombre original, nació en Freiberg, Moravia (Imperio Austríaco), actual Příbor, (República Checa) y murió el 23 de septiembre de 1939, Hampstead, en Reino Unido. Sigmund Freud nació en Freiberg, Moravia en 1856, siendo el mayor de ocho hermanos. El padre de Freud, Jakob, era un comerciante de lana judío jasídico que había estado casado antes de conocer a Amalie Nathansohn, madre de Freud. Su familia se mudó Leipzig y un año más tarde a Viena, por motivos económicos, cuando Freud tenía cuatro años. Estudió en una escuela preparatoria en Leopoldstadt donde se destacó en griego, latín, historia, matemáticas y ciencias. Su superioridad académica le permitió ingresar a la Universidad de Viena a la edad de diecisiete años. Al finalizar, continuó su carrera médica y su doctorado en neurología. Freud se casó con Martha Bernays en 1886, y la pareja tuvo seis hijos. La más joven de los niños de Freud, Anna Freud, se convirtió en una influyente psicóloga y ardiente defensora de las teorías de su padre. Vida profesional Después de trabajar con Joseph Breur en el Hospital General de Viena, Freud viajó a París para estudiar la hipnosis bajo las órdenes de Jean-Martin Charcot. Cuando regresó a Viena el año siguiente, Freud abrió su primera consulta médica y comenzó a especializarse en trastornos cerebrales y nerviosos. Freud pronto determinó que la hipnosis era un método ineficaz para lograr los resultados que deseaba y comenzó a implementar una terapia de conversación con sus pacientes. Este método se reconoció como una «cura parlante» y el objetivo era alentar al paciente a acceder a la mente inconsciente y soltar la energía reprimida y las emociones en ella. Freud llamó a esta función represión y consideró que esta acción obstaculizaba el desarrollo de la funcionalidad emocional y física, a la que se refería como psicosomático. El elemento de utilizar la terapia de conversación finalmente se convirtió en la base del psicoanálisis. Algunas de las teorías más importantes de Freud incluyen: El desarrollo de las mentes inconscientes y conscientes. Freud argumentó que la mente consiste en la mente consciente, que contiene los pensamientos y creencias de los que somos conscientes. La mente inconsciente, por el contrario, es un depósito de recuerdos reprimidos y deseos no expresados, y los problemas con la mente inconsciente pueden conducir a problemas con el comportamiento y la regulación emocional. El modelo estructural de la personalidad. Basándose en su teoría de la mente inconsciente, Freud desarrolló los conceptos de identidad, ego y superego. El ego es la personalidad cotidiana que presentamos al mundo, pero representa solo una fracción del verdadero ser de una persona. El superyó, por el contrario, sirve como una especie de conciencia e internaliza las normas morales, sociales y culturales. La identificación es una estructura primitiva y busca el placer que está presente en el nacimiento. Forma la base de la personalidad de una persona , y los deseos de identificación inconscientes pueden explicar comportamientos aparentemente inexplicables. El concepto de mecanismos de defensa. Los mecanismos de defensa de Freud que aún forman parte de la psicología contemporánea- son herramientas de la mente inconsciente que están diseñadas para alterar la realidad a fin de evitar el dolor y el sufrimiento. La represión, por ejemplo, es la tendencia a olvidar eventos preocupantes, mientras que la proyección es la tendencia a proyectar los propios rasgos en otra persona. Los mecanismos de defensa de Freud fueron desarrollados y codificados por su hija Anna Freud. Interpretación de sueños. Freud creía que los sueños podían interpretarse para obtener información importante sobre la psicología y la personalidad de una persona, y creía que los sueños a menudo servían como dispositivos para cumplir deseos. Freud ha desempeñado un papel fundamental en la cultura popular. Las imágenes de un paciente acostado en un sofá, por ejemplo, son alusiones a Freud. Su observación, «A veces, un cigarro es solo un cigarro» todavía se usa a veces para indicar que no todas las acciones tienen un profundo significado psicológico. Además, los deslizamientos freudianos ocurren cuando una persona dice lo que su mente inconsciente está pensando o desea. Por ejemplo, una mujer podría decir: «Quiero que muera mi ex novio» cuando quiso decir: «Quiero recuperar a mi ex novio». Vida posterior y legado de Freud. Freud desarrolló cáncer en 1923 y falleció dieciséis años después. Sus ideas todavía se debaten hoy, y sus técnicas e interpretaciones son ampliamente aceptadas como la base del psicoanálisis moderno. Sigmund Freud es considerado una de las personas más influyentes en la historia de la psicología. TEORIA DEL PSICOANALISIS El Psicoanalista Sigmund Freud creía que el comportamiento y la personalidad derivan de la interacción constante y única de fuerzas psicológicas conflictivas que operan en tres diferentes niveles de conciencia: el preconsciente, el consciente y el inconsciente. La teoría psicoanalítica de la mente consciente e inconsciente a menudo se explica utilizando una metáfora del iceberg: El conocimiento consciente es la punta del iceberg, mientras que el inconsciente está representado por el hielo oculto debajo de la superficie del agua. La visión psicoanalítica sostiene que hay fuerzas internas, inconscientes o fuera de nuestra conciencia que dirigen de alguna forma nuestro comportamiento. El inconsciente incluye pensamientos, emociones, recuerdos, deseos y motivaciones que se encuentran fuera de nuestro conocimiento, sin embargo, continúan ejerciendo una influencia en nuestro comportamiento. Freud se basó en gran medida de sus observaciones y estudios de casos de sus pacientes cuando formuló su teoría del desarrollo de la personalidad. Los Tres niveles de la mente según Freud Antes de que podamos entender la teoría de la personalidad de Freud, debemos primero entender su punto de vista de cómo está organizada la mente. Según Freud, la mente se puede dividir en tres niveles diferentes: La mente consciente Incluye todo aquello de lo que somos conscientes. Este es el aspecto de nuestro proceso mental que nos permite pensar y hablar de forma racional. A parte de esto, incluye nuestra memoria, que no siempre es parte de la conciencia, pero se puede recuperar fácilmente en cualquier momento y se pone en nuestro conocimiento. Freud llamó a esto el preconsciente. La mente preconsciente Es la parte de la mente que representa la memoria ordinaria. Si bien no somos conscientes de esta información en cualquier momento dado, podemos recuperarla y tirar de ella en la conciencia cuando sea necesario. La mente inconsciente Es donde guardamos nuestros sentimientos, pensamientos, impulsos y los recuerdos que se encuentran fuera de nuestro conocimiento consciente. La mayor parte de los contenidos del inconsciente, según Freud, son inaceptables o desagradables, como los sentimientos de dolor, ansiedad o conflicto. Para él, el inconsciente puede influir en nuestra conducta y experiencia, a pesar de que no somos conscientes de estas influencias subyacentes. De este modo, Freud comparó estos tres niveles de la mente con un iceberg: La punta del iceberg que se puede ver por encima del agua representa la mente consciente. La parte del iceberg que se sumerge debajo del agua, pero es aún visible es el preconsciente. El grueso del iceberg está oculto debajo de la línea de flotación y representa el inconsciente. ¿En qué consisten el Ello, el Yo y el Superyó? Cada persona posee también una cierta cantidad de energía psicológica que forma las tres estructuras básicas de la personalidad: el ello, el yo y el superyó. Estas tres estructuras tienen funciones diferentes y actúan en distintos niveles de la mente. Según Sigmund Freud, cada componente añade su propia contribución única a la personalidad y los tres elementos trabajan juntos para formar comportamientos humanos complejos. De acuerdo con esta la teoría, ciertos aspectos de nuestra personalidad son más primitivos y que nos pueden presionar para actuar sobre nuestros impulsos más básicos. Otras partes de la personalidad pueden lograr contrarrestar estos impulsos y se esfuerzan por hacer que se ajusten a las exigencias de la realidad. Vamos a ver cada una de estas partes clave de la personalidad, cómo funcionan de forma individual y cómo interactúan. El Ello El Ello es el único componente de la personalidad que está presente desde el nacimiento. Este aspecto de la personalidad es completamente inconsciente e incluye los comportamientos instintivos y primitivos. Según Freud, el Ello es la fuente de toda la energía psíquica, por lo que es el componente principal de la personalidad. El ello es impulsado por el principio del placer, que se esfuerza por lograr la satisfacción inmediata de todos los deseos, deseos y necesidades. Si estas necesidades no se satisfacen inmediatamente, el resultado es un estado de ansiedad o tensión. Por ejemplo, un aumento de la sed o el hambre debe producir un intento inmediato de comer o beber. El Ello es muy importante desde los momentos más tempranos de la vida, ya que asegura que se satisfagan las necesidades de un bebé. Si el bebé tiene hambre o se siente incómodo, él o ella van a llorar hasta que las demandas del Ello sean satisfechas. Sin embargo, el inmediato el cumplimiento de estas necesidades no siempre es realista ni posible. Si estuvimos gobernados enteramente por el principio del placer, conforme nos hacemos mayores podríamos cogeríamos sin más las cosas que queremos sin importarnos las otras personas, para satisfacer nuestros propios deseos. Este tipo de comportamiento sería tanto perjudicial como socialmente inaceptable. Según Freud, el Ello intenta resolver la tensión creada por el principio del placer a través del proceso primario, que consiste en la formación de una imagen mental del objeto deseado como una manera de satisfacer la necesidad. El Yo El Yo es el componente de la personalidad que se encarga de tratar con la realidad. El Yo se desarrolla a partir del Ello y asegura que los impulsos del Ello puedan expresarse de una manera aceptable en el mundo real. Las funciones del Yo son utilizadas en el consciente, el preconsciente y el inconsciente de la mente. El Yo funciona basándose en el principio de la realidad, que se esfuerza por satisfacer los deseos del Ello de forma realista y socialmente adecuada. El principio de realidad sopesa los costos y beneficios de una acción antes de decidirse a actuar sobre los impulsos o abandonar. En muchos casos, los impulsos del Ello pueden ser satisfechos a través de un proceso de retraso de la gratificación. El Yo finalmente permitirá el comportamiento que busca el Ello, pero sólo en el lugar y momento adecuado. El Yo también descarga la tensión creada por los impulsos no satisfechos a través de un proceso secundario, en el que el Yo trata de encontrar un objeto en el mundo real que coincida con la imagen mental creada por el proceso primario del Ello. El Superyó El último componente de la personalidad descrito por Freud es el Superyó. El Superyó es el aspecto de la personalidad que contiene todos nuestros estándares morales interiorizados e ideales que adquirimos de ambos padres y de la sociedad; nuestro sentido del bien y el mal. El Superyó nos proporciona directrices para hacer juicios. El Superyó comienza a surgir en torno a los cinco años. Existen dos partes fundamentales del Superyó: El ideal del Yo, que incluye las reglas y normas para el buen comportamiento. Incluyen aquellos que son aprobados por las figuras de autoridad de los padres y otros. Aquí se encontrarían los sentimientos de orgullo, valor y logro. La conciencia, que incluye información acerca de las cosas que son consideradas por los padres y la sociedad. Se trata de comportamientos que a menudo están prohibidos y dan lugar a malas consecuencias, castigos o sentimientos de culpa y remordimientos. El Superyó actúa para perfeccionar y civilizar nuestro comportamiento. Trabaja para suprimir todos los impulsos inaceptables del Ello y se esfuerza por hacer que los actos de Yo se encuadren en las normas sociales, más que en principios realistas. El Superyó está presente en el consciente, preconsciente e inconsciente. Según Freud, la clave de una personalidad sana es un equilibrio entre el Ello, el Yo y el Superyó. Principios básicos de la Terapia Psicoanalítica Para saber en qué consiste este tipo de psicoterapia, es relevante recordar algunos de los principios y fundamentos del psicoanálisis aplicado. Cierto es que cada psicoanalista abordará las necesidades de sus pacientes de forma única y personalizada, pero la mayoría de estos terapeutas siguen estos principios elementales: Los conflictos psicológicos son la consecuencia de problemas en el inconsciente Los síntomas se externalizan a causa de afecciones latentes El origen de estos conflictos inconscientes suelen hallarse en los problemas no resueltos durante la infancia, o bien en traumas que se han reprimido La terapia convierte en conscientes estos pensamientos reprimidos, y es en ese momento cuando el paciente puede tratar y superar sus miedos y afecciones.