Subido por Maripaz Alcantara

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

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CONCEPTOS BÁSICOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS
PSICOLÓGICOS
QUE SON LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
Hoy vamos a empezar a trabajar sobre los primeros auxilios psicológicos. Posiblemente los que
usted conozca son los otros primeros auxilios, los médicos, los que se aplican en la carretera. Y
si yo le pregunto, ¿qué son? Usted me dirá algo asi como bien, son un conjunto de
procedimientos o unas técnicas que se aplican a las personas que han sufrido daño en un
accidente, en espera de que llegue la ambulancia. Correcto, así es. Pero entre esos primeros
auxilios, los no psicológicos y los psicológicos, hay una importantísima diferencia que me
gustaría que le quede clara desde el principio. Los primeros auxilios psicológicos son una
técnica de intervención que no espera que llegue una ambulancia en sentido figurado, es
decir, son una técnica de intervención por sí mismos. Se utilizan con personas que acaban de
sufrir el impacto de una noticia, o bien un accidente, o bien han sido víctimas de un atentado o
han vivido una catástrofe, es decir, personas que están en shock que se sienten vulnerables y
que están tratando de entender lo que les ha ocurrido y las consecuencias de lo que ha
pasado. Básicamente, los primeros auxilios picológicos tienen como objetivo proteger a estas
personas de sufrir más daño, un daño físico o un daño psicológico que podría ocurrir en la
gestión de ese momento difícil, donde las personas están con dificultades para manejarse, para
entender y está también en tratar de calmar a estas personas. Y esto segundo es muy
importante porque cuanto más nerviosas, más activadas estén las personas, más aumenta la
posibilidad de que sufran secuelas tras lo que les acaba de ocurrir. Así que generar un ambiente
calmado, tranquilo en el que ofrecer información y contener a las personas, a sus familiares
tenerles en un lugar seguro será una forma de evitar que la situación que están viviendo genere
más secuelas de las necesarias, lo que nosotros llamamos el daño secundario, que se produce
después del impacto y después del daño primario que sería el original, el que no es evitable. Eso
sí, igual que en los primeros auxilios médicos en los de la carretera, se nos inculca cuando nos
sacamos el carnet de conducir que debemos de estar entrenados y sino estamos entrenados
mejor pedimos ayuda pero tocamos poco al accidentado, en los primeros auxilios psicológicos
debemos ser consciente de que hay que estar entrenados para la aplicación de esta técnica, de
este procedimiento. No hace falta ser psicólogo, ni psiquiatra, ni médico, ni trabajador de la
salud pero sí se tiene que haber aprendido qué son, qué no son y cómo aplicar los primeros
auxilios psicológicos. Y esto es lo que usted y yo vamos a hacer a partir de ahora, durante esta
semana y cuatro semanas más. ¿Cuándo hay que aplicar los primeros auxilios
psicológicos? Bien, los primeros auxilios psicológicos están indicados desde
inmediatamente después del impacto de lo que ha ocurrido, you sea una crisis cotidiana o una
emergencia masiva y hasta aproximadamente unas 72 horas después. No quiere eso decir, que
transcurridas 72 horas las personas afectadas que han vivido una situación muy dura,
traumática incluso, no necesiten ayuda ni intervención ni asesoramiento. Solo quiero decir que
los primeros auxilios psicológicos son la técnica adecuada en las primeras 72 horas tras el
impacto. Luego, si hace falta, utilizaremos otros procedimiento que quedan fuera de este
curso. ¿Cuáles son los objetivos de los primeros auxilios psicológicos? Bien, el primero, el
básico es reducir el nivel de estrés producido tras el impacto de la noticia o del evento
traumático. Pero también es muy importante, conectar a la persona o las personas afectadas
con su red de apoyo. Los individuos, las personas vivimos en comunidad y poder contar con
esas personas, tanto familiares como vecinos, como líderes comunitarios y líderes religiosos si
la persona es creyente, nos ayuda a sentirnos arropados, nos ayuda a sentirnos mejor y nos
ayuda mucho ver la solidaridad de las otras personas cuando nosotros estamos mal. Por lo
tanto, conectar a los afectados con su red de apoyo es una forma de mitigar las consecuencias
de lo que está ocurriendo. Un tercer objetivo importantísimo, es potenciar las estrategias de
afrontamiento de las personas afectadas. Todos, usted, yo, todos tenemos
determinadas estrategias para hacer frente a cosas difíciles. La mayoría de nosotros hemos
tenido you otras vivencias traumáticas, hemos tenido pérdidas, hemos sufrido situaciones muy
complicadas. Y tenemos una serie de recursos, de capacidades que nos han funcionado o nos
han ayudado y sabemos más o menos qué cosas nos hacen bien y qué cosas nos dificultan
poder manejarnos con lo que nos ha ocurrido. Es muy importante que los afectados puedan ser
conscientes de que tienen una experiencia, que tienen recursos y por lo tanto estimularles a
pensar cómo han hecho frente a otro tipo de situaciones similares, les ayudará a darse cuenta
de que posiblemente, aunque sea difícil también podrán manejarse con lo que acaba de
ocurrir. El cuarto objetivo es también prioritario de cara a la prevención de las secuelas después
de un hecho traumático. Lo que vamos a intentar a través de los primeros auxilios psicológicos
es fomentar la autonomía de las personas afectadas, que estas puedan volver a tomar
decisiones aunque sean pequeñas, que puedan tratar de recobrar el control sobre su vida que
acaba de perderse por el impacto de lo que haya ocurrido. Por tanto, los primeros auxilios
psicológicos no deben de ser nunca una forma de sobreprotección, con eso no ayudamos a los
afectados. ¿Cómo deben ser pues, los primeros auxilios psicológicos? Primero y por encima de
todo, deben aportar calma y modelar respuestas saludables. Los primeros auxilios psicológicos
deben aportar ayuda que no sea intrusiva, deben facilitar si una persona quiere hablar pero sin
presionarla. No debemos someter a las personas afectadas a interrogatorios, sino simplemente
acercarnos a ellas y preguntarles si necesitan algo. Muchas veces, las personas saben incluso
mejor que nosotros cuál es la primera necesidad que tienen en un momento determinado y
nosotros no debemos censurar esas necesidades. ¿Y qué no deben ser los primeros auxilios
psicológicos? Bien, no son una terapia, no son una forma de diagnóstico, ni siquiera son una
técnica de desactivación los conocidos defusing y debriefing. Los primeros auxilios psicológicos
no deben de ser jamás una forma de abordar muy en profundidad y con muchas verbalizaciones
lo que ha ocurrido, eso que es muy útil y muy necesario quedará siempre para etapas
posteriores a las primeras 72 horas después de un impacto. Para acabar, quisiera recalcar algo
que considero muy importante. Las personas a las que vamos a proveer primeros auxilios
psicológicos están en una situación de alta vulnerabilidad, acaban de vivir una pérdida, un
accidente, quizá varias pérdidas, están sufriendo. Están de alguna manera tratando de ajustar
lo que acaba de ocurrir a lo que ellos tenían previsto, lo que ellos pensaban que iba a ser su
vida. Y normalmente esta es una situación de altísima dificultad y muchas veces de mucho
sufrimiento. En ese contexto, debemos ser especialmente honestos y confiables. Es decir, no
debemos hacer promesas que luego no podemos cumplir. A veces, llevados por la compasión,
a veces llevados por la empatía nos gustaría poder solventar para estas personas cosas que
no están en nuestras manos. Si lo prometemos en un momento de vulnerabilidad y luego no
mantenemos la palabra, les haremos más daño que si honestamente les decimos mire, trataré
de averiguar si puedo ayudarle en esto y sino puedo, se lo diré. También es muy importante
tratar de preservar la dignidad y confidencialidad de todo lo que ocurre. Cuando hay
emergencias, sobretodo si son masivas suelen acudir los medios de comunicación, que quieren
hacer su labor de información, hacen una buena labor y muchas veces nos ayudan a los
profesionales a divulgar pautas, a tratar de entender lo que necesitan los afectados, pero por el
otro lado a veces quieren saber detalles, informaciones que vulneran el derecho de
confidencialidad de las personas afectadas. Y nosotros como proveedores de primeros auxilios
psicológicos debemos ser muy escrupulosos con esto. Y por último una obviedad, cuando
aplicamos primeros auxilios psicológicos a una comunidad o incluso solo a una
familia, podemos encontrarnos con un amplio espectro de culturas, religiones, maneras de ver
el mundo, maneras de pensar, de decidir. La persona que está aplicando primeros auxilios
psicológicos debe ser extraordinariamente sensible frente a esa diversidad, debe acomodar su
vestimenta, su lenguaje, su forma de proceder, incluso su enfoque a esa diversidad de las
personas a las que damos primeros auxilios psicológicos.
TRASTORNO POR ESTRÉS AGUDO Y TRASTORNO POR ESTRÉS
POSTRAUMÁTICO
En este vídeo vamos a explicar el trastorno por estrés agudo y el trastorno por estrés
postraumático. El trastorno por estrés agudo es una reacción normal a una situación de estrés
excepcional cuando nuestras capacidades de afrontamiento se ven superadas por la magnitud
del hecho que acabamos de vivir. Es transitorio, suele aparecer durante las seis primeras
semanas de que hemos vivido ese hecho traumático y es relativamente grave. En los dos
manuales de clasificación diagnostica de trastornos por excelencia CIE-10 y el DSM cinco ahora
you en su versión más actual, lo categorizan en el DSM quizás un poco más patologizándolo un
poquito más, en cambio en el CIE normalizándolo. Es una reacción normal ante un hecho de
estas características que como hemos dicho es transitorio con lo cual remite a lo largo de, pues
las horas o los días siguientes al hecho. Las diferencias básicas serían que mientras en el DSM
solo incluye síntomas físicos prolonga un poquito más su duración y de hecho lo define como el
precursor del estrés postraumático, en el CIE da más énfasis a ese carácter transitorio, a esa
corta duración y da énfasis, pone más énfasis en bueno, en el carácter normalizador de este
tipo de reacciones. ¿Cuáles serían entonces los conceptos claves en el trastorno de estrés
postraumático? Pues, el trastorno de estrés postraumático sí que estamos hablando de
trastorno más grave, es un trastorno planificado que se alarga en el tiempo, Sí, también es
debido a un, a como respuesta a un hecho traumático, a una vivencia de un estrés mayor de lo
normal pero este trastorno no remite, no tiene cura sin ayuda profesional. Hay algunos sitios
que pueden encontrar, que pueden leer que el trastorno por estrés postraumático es un
trastorno por estrés agudo malgestionado, ¿no?, apuntando un poco a esa definición que daba
el DSM. La clave aquí sería que la duración de los síntomas, nos empezaríamos a preocupar si
estos síntomas durasen más de un mes. ¿Qué criterios diagnósticos se dan para el trastorno
por estrés postraumático? Bueno pues, que haya habido una exposición real a un hecho
traumático, un hecho traumático es que nuestra integridad física, nuestra vida esté en peligro o
la vida de un ser querido, o la integridad física de un ser querido o que veamos cómo la vida, la
integridad física de alguien está en peligro y que finalmente veamos un asesinato, o que
presenciemos a un acto delictivo en otra persona, una violación o una muerte, ¿no? Por
ejemplo, en montaña presenciar la muerte de un compañero sería un hecho traumático. ¿Qué
características tiene el trastorno por estrés postraumático? Pues se define porque
reexperimentamos el hecho de forma intrusiva y de hecho como tenemos
las reexperimentaciones intentamos evitar todo aquello que nos pueda recordar, nos pueda
hacer pensar en el suceso. Estamos como más nerviosos, ¿no?, tenemos una hiperactivación
a raíz del hecho traumático. Hemos comentado que la duración es superior a un mes debemos
pedir ayuda y lo más importante para considerarse un trastorno, esto sirve para cualquier
trastorno categorizado en el DSM, es que tiene que haber una vida, una afectación de la vida
cotidiana. ¿Qué significa una afectación de la vida cotidiana? Que nos dificulte una plena o una
vida satisfactoria en nuestros diferentes ámbitos de desarrollo, véase profesional, familiar,
social, ¿no?, que nos dificulte nuestras relaciones en casa, que nos dificulte estar con nuestros
amigos, que nos dificulte la ejecución normal de nuestro trabajo, el desempeño laboral, eso
sería la afectación de la vida cotidiana. Veamos más detalladamente los síntomas y
empezaremos por los del trastorno de estrés agudo. Hay cinco ejes. Hemos dicho que hay una
hiperalerta, ¿no?, la hiperalerta, ¿en qué se concreta? Pues sobre todo en dificultades para con
el sueño, tanto insomnio, que no podamos dormir como que nos despertemos durante la
noche, como que luego nos despertemos y you no nos podamos volver a dormir, estaremos
más irritables, más nerviosos, saltaremos a la mínima, ¿no?, cualquier portazo nos hará
reaccionar de forma exagerada más de lo normal. El siguiente eje es la re-experimentación, el
hecho de tener flashbacks, ¿no?, volver a experimentar todo lo que pasó en el hecho traumático
y es una re-experimentación intrusiva, nosotros no nos ponemos a pensar en ello sino que son
pensamientos que nos vienen a la cabeza y pesadillas, soñamos constantemente con el hecho
traumático con lo cual esto hace que en la medida de lo posible intentemos evitar todos los
lugares, las personas que nos recuerden al hecho traumático, entramos en una especie de
anestesia emocional, ¿no?, estamos como embotados y tenemos la sensación de que no
vamos a ser capaces de continuar con nuestra vida. El cuarto eje son los síntomas
disociativos. ¿Qué significan síntomas disociativos? Tenemos una sensación de irrealidad, de
que no somos nosotros mismos, de que estamos como en stand by, que vemos nuestra vida
desde fuera, que como una sensación de estar sin estar, de que las cosas no están pasando,
de que no puede ser, de que es un sueño. Incluso podemos llegar a no recordar o a olvidar, a
se incapaces de recordar momentos concretos del hecho traumático que se nos borran,
tenemos un agujero ahí en la mente. Y el último eje es el deterioro de la capacidad
funcional. Nos encontramos mal, sufrimos, nos cuesta más realizar cualquier tipo de
actividad normal de las que hacíamos antes, dejamos de hacer muchas cosas de las que
hacíamos antes del suceso y eso hace que dejemos de llevar una vida normal, normal
entendiéndose de la que llevábamos antes de que nos pase el hecho traumático. En cambio en
la sintomatología del trastorno por estrés postraumático nos vamos a fijar sobre todo en tres
ejes. Uno que denota el nivel de hiperactivación que tenemos, estamos en estado de
hiperalerta. Tenemos dificultades para conciliar el sueño pero también nos cuesta
mucho concentrarnos, no somos capaces de estar en una actividad durante mucho tiempo y
menos una actividad que nos consuma a nivel mental, y estamos más irritables de lo normal,
incluso podemos tener estallidos de cólera ante cosas o ante situaciones que antes no nos
provocaban estos enfados. También tenemos re-experimentación, ¿no?, la misma
definición que hemos dado antes también sirve para el trastorno de estrés postraumático,
¿no?, los flashbacks, los pensamientos intrusivos de imágenes, de recuerdos que vienen a
nuestra mente, revivimos el hecho traumático, incluso pueden ser flashbacks pues no se, en
cualquiera de los sentidos incluso olfactivos, en la gente que ha sufrido incendios, incendios
fuertes, tienes, les dura ¿no?, el olor a quemado, están haciendo una actividad en su vida diaria,
al cabo de unas semanas que ha pasado el incidente y les vuelve el olor a quemado, ¿no? Pues
esto en el TEPT seguirían teniendo estas sensaciones a lo largo del tiempo. Igual que pasaba
en el TEA, toda esta malestar, toda esta activación, toda esta re-experimentación hace que
evitemos todo aquello que nos recuerda al hecho traumático, tanto personas como lugares
como noticias que nos puedan recordar a, si bien es cierto en que hay momentos en que
buscamos sobre todo al principio, tendemos a buscar información sobre el hecho, una
exposición a veces masiva y nociva a las noticias de lo ocurrido, luego cualquier cosa que nos
recuerde al hecho nos remueve y de alguna forma intentamos evitarlo. El trastorno por estrés
agudo es bastante común, you que la mayor parte de la población ha sufrido un hecho
traumático en su vida, un hecho traumático que puede ser la muerte de un familiar, a lo largo
de nuestra vida se nos fallecen nuestras personas queridas y esos son experiencias
traumáticas, que nos diagnostiquen una enfermedad grave o que se le diagnostique una
enfermedad grave a un familiar cercano, ¿no?, no tienen porque ser hechos traumáticos de gran
envergadura, ¿no?, todos tenemos en nuestra vida diaria hechos traumáticos. Por lo tanto si
que la mayor parte de gente las ha vivido. Sin embargo, la prevalencia del estrés agudo, claro
con el paso del tiempo va disminuyendo, hemos dicho que es un trastorno transitorio y que va
disminuyendo. ¿Esto qué implica? Implica que las tasas y los estudios de epidemiología varíen
un poco, sobre todo en función de la cultura o del entorno donde se hagan estos estudios. Los
datos más fiables son los relacionados a que pese a que se da en todas las edades, sí que hay
un poco de diferencia en a nivel de sexos, ¿no? Se observa mayor trastorno por estrés
postraumático, por estrés agudo en aquellas mujeres que han padecido o padecen algún tipo
de abuso físico o sexual, ¿no? En cambio en hombres hay mayor prevalencia en aquellos que
son, que se dedican a, al combate o que han padecido algún tipo de agresión física. ¿Dónde
podemos encontrar trastornos por estrés agudo de forma generalizada, no? Pues en situaciones
de trauma extremos, en desastres naturales grandes, pues por ejemplo en el tsunami que vivió
hace unos años, que se vivió hace unos años, en huracanes que han habido en los Estados
Unidos, en este tipo de situaciones, las primeras reacciones, lo que vemos de forma
generalizada es reacciones de trastorno por estrés agudo. En cambio el trastorno por estrés
postraumático hay una grande diferencia en función de dónde estamos viendo esta
epidemiología, si es un territorio que tiene un conflicto abierto o no, y si es cierto que la mayor
parte de gente no llega a desarrollar trastorno de estrés postraumático afortunadamente, un
65% de los adultos se recuperan sin secuelas del hecho traumático. No quita que hayan tenido
trastorno por estrés agudo, quizás han tenido una reacción de estrés agudo, que ha ido
disminuyendo paulatinamente, han tenido, se les han aplicado unos buenos primeros auxilios
psicológicos, se les han dado unas buenas pautas y la persona ha podido salir sin más
complicaciones de esta situación traumática. Sin embargo, si queda un 35% que queda
desarrollando TEPT. Estaríamos iii que no se ha gestionado bien el trastorno por estrés
agudo. Sea como sea, de donde venga el trastorno por estrés postraumático si es
porque habían factores de riesgo, si es porque no se había gestionado bien el momento inicial,
porque no ha habido un buen seguimiento, no ha habido una buena prevención, sí que es cierto
que también en este trastorno se observa más prevalencia en mujeres que en hombres. Mujeres
estamos cercanos a un 10% y en hombres ahondaría en 4%.
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