Abdel barakat 8-c Caída del muro de Berlín 1989 El muro no cayó, fue derribado. El muro de Berlín fue la división física que existía entre el Este y el Oeste de Berlín desde 1961 hasta 1989. Con el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 Berlín fue ocupada por los soviéticos; dicho territorio fue declarado como República del Este de Alemania en 1949. Poco después la ciudad de Berlín en sí misma fue dividida entre el Este y el Oeste. El Oeste fue denominado República Federal Alemana y ocupada por las fuerzas de Gran Bretaña, Francia y EE.UU. y el Este fue denominada República Democrática Alemana y ocupada por las fuerzas de la Unión Soviética. La división política de Berlín se tornó psíquica cuando en 1961, los residentes en Berlín se encontraron con una división de alambres de púas entre el Este comunista y el Oeste no comunista. Dicha división fue reforzada por el Este alemán mediante soldados y milicias, y rápidamente fue reemplazada por un muro de material de 103 millas de largo y 4 metros de alto, construido de la noche a la mañana. A lo largo del mismo fueron construidas trampas y zanjas; y solo existían 2 entradas/salidas; la más famosa fue la de Checkpoint Charlie. El muro resultó ser una barrera muy efectiva durante 25 años. En 1989, bajo la presión del mundo, el gobierno aceptó la apertura de fronteras y el derrumbamiento del Muro. Después de varias décadas muchas personas volvieron a ver a su familia, y pudieron por fin, salir de un país que les cerraba la libertad de tránsito. El Muro cayó, sin embargo todo había cambiado. Causas de la caída Cuando el 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín, el símbolo más dramático de la guerra fría, también lo hizo el mito del socialismo real, la utopía que alentó las ilusiones de medio mundo desde el triunfo de la Revolución Rusa de 1917. La histórica caída del muro no fue un hecho espontáneo sino la consecuencia de un proceso iniciado cuatro años antes en el mismo seno del imperio soviético y que, tras repercutir profundamente en el andamiaje de los países sometidos a su influencia hegemónica, terminó por provocar su propia extinción en 1991. La autodestrucción de la Unión Soviética como Estado trajo consigo la desaparición del comunismo como bloque ideológico antagónico del capitalismo merced a la acción de las fuerzas renovadoras, encabezadas por Mijail Gorvachov. Las reformas emprendidas fueron de tal profundidad que afectaron los cimientos de la sociedad soviética y de los países de su área de influencia, incluida la Alemania oriental con su muro, que vieron ante sí la línea del horizonte democrático. La "perestroika" (reforma) emprendida por Gorbachov tenía inicialmente un propósito inmediato: sacar a la Unión Soviética de su estado de letargo social, económico, tecnológico y cultural que amenazaba con paralizarla, pero acabó por ser la espoleta que transformó el mundo. El mismo Gorvachov ha recordado que “la sociedad no podía tolerar por más tiempo la falta de libertad y en la que nadie podía hablar, elegir partido o tener su credo. A los ojos de la gente, el sistema totalitario había tocado fondo, moral y políticamente. La gente esperaba la reforma y en Rusia iba a haber un alumbramiento”. Mapa de las dos partes en que fue dividida la ciudad de Berlín