EL AGUA (Miguel Arteche, 1926) A media noche desperté. Toda la casa navegaba. Era la lluvia con la lluvia de la postrera madrugada. Toda la casa era silencio, y eran silencio las montañas de aquella noche. No se oía sino caer el agua. Me vi despierto a medianoche buscando a tientas la ventana; pero en la casa y sobre el mundo no había hermanos, madre, nada. Y hacia el espacio oscuro y frío y frío el barco caminaba conmigo. ¿Quién movía todas las velas solitarias? Nadie me dijo que saliera. Nadie me dijo que me entrara, y adentro, adentro de mí mismo me retiré: toda la casa. Me vio en el tiempo que yo fui, y en el seré la vi lejana, y ya no pude reclinar mi juventud sobre la almohada. A medianoche busqué mientras la casa navegaba. Y sobre el mundo no se oyó sino caer el agua. COSECHA, Julio Barnechea Van los pescadores Van a cosechar. ¡Benditas las tierras deshechas del mar! Campos sin cultivo. Campos de agua y sal. ¿Quién sembró los peces? ¿Quién sembró el coral? Campos al cuidado de la inmensidad. Las flores de espuma ¿Quién las plantará? Van los pescadores, y cantando van. ¿Serán sus canciones las que sembrarán? POEMA PEQUEÑA ELEGIA - Oscar Castro Por el valle claro vienen a enterrar al hombre que nunca divisó la mar. Era un campesino de lento mirar mediero tranquilo de la soledad. Cosechó los trigos de ajena heredad y se fue apagando corazón en paz. Era casi tierra, casi claridad, casi transparente rama de verdad. Tuvo una alegría: la de cosechar. Tuvo una tristeza: ya no sabe cuál. Por el valle claro lo despedirán tréboles y alfalfas de verde mirar. Aguas del estero dirán un cantar por el campesino que nunca vio el mar. Cuando lo sepulten, alguien llorará. y en el valle puro todo será igual.