Un amor repentino Érase una vez un campesino que estaba enamorado de una bella princesa que estaba recluida en su catillo triste y sola. Una vez vio a un campesino arando los campos con su buey y se enamoró locamente de él. Al conocerlo bien, decidieron casarse pero su madre no lo permitió, así que la princesa optó por escaparse con el campesino a su humilde pueblo. Allí se casó con el campesino y aprendió lo dura que era su vida y aprovechando que era princesa les libró de su trabajo arando campos para siempre. Fueron muy felices.