Abraham, entre la desesperación y la fe 1. Dentro de la tienda de beduino Abram liberta a Lot y Melquisedec bendice a Abram. Genesis 14- El capitulo siguiente es especial. Génesis 15: Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande….4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. 5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. 6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. 7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino…11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. 12 Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él. Tres temas destacan en este texto: 1.- La desesperación y el temor de Abraham.- 2.- Las dudas y la fe de Abraham. 3.- Construir un altar, genera un golpe cósmico en el ámbito invisible; cruza una barrera espiritual y activa las alarmas del infierno. 1 La historia de Génesis 15 se parece en ocasiones a la nuestra, o por lo menos coincide en algunos puntos. Abram se encuentra dentro de su tienda de campaña, y el panorama visual es poco prometedor. El patriarca observa a su alrededor y solo ve una cosa: lona de pelo de cabra. Por delante, hacia los lados y detrás: lona. Los pensamientos lo abruman. Se le está yendo la vida y el hijo anhelado que Dios le prometió tarda en llegar; su actual saldo es solo una promesa diferida. Creo saber lo que está sintiendo: más desesperación que fe. Y entonces sucede. Siempre ocurre en este punto. Cuando solo se vislumbra lona por los cuatro costados, estamos a punto de ingresar en la escuela de la fe. La biblia narra en el versículo cinco del mencionado capítulo de Génesis, que el Señor “lo llevo fuera”. En primera instancia Abram tenía que salir de la carpa, o no contemplaría la visión. Algo así nos ha ocurrido alguna noche. Tenemos una lista de fracasos que reprocharle al Señor y una serie de derechos que reclamarle; quería hablarle de mi casa con humedad, mi servicio estancado, mi economía enferma, sigo sin tener empleo etc… . Lona, lona, y lona de pelo de cabra; no se 2 puede pretender ver otra cosa dentro de una carpa de desesperación. Si no me crees, observa por un momento al padre de la fe y te causará gracia ver cuánto nos parecemos a él. Bueno, creo que cuando Jehová me prometió un hijo, tal vez lo dijo simbólicamente y yo me lo tome al pie de la letra. No debí haberme ilusionado con esa historia de que voy a ser el padre de muchos, si ni siquiera pude tener un solo hijo… Además, a esta edad es demasiado ambicioso pensar que voy a ser padre… Bueno, tal vez hice algo incorrecto y Dios cambio de parecer. Es muy probable que se haya arrepentido. Es la popular lona de la desesperanza; todos hemos estado allí en alguna ocasión… hasta que Él decide llevarnos fuera. Alguien dijo: “La desesperanza es un veneno que poco a poco apaga ilusiones, motivaciones y energías. Es la costra de la decepción permanente y esa espina que nos hace respirar a través de la amargura, hasta sumirnos en una trampa psicológica muy peligrosa. Porque a la larga, estos estados nos vuelven muy vulnerables a la depresión y otros trastornos con un alto coste emocional. “La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada. y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo”. -Maurice Maeterlinck 3 Desesperanza es falta de esperanza en algo futuro. No esperas ya, que algo suceda. Desesperación es más general: angustia, falta de ilusión, falta de ganas de vivir. No sabes qué hacer, no ves salida a una situación. Y no es una palabra anticuada, de hecho, es mucho más usada que desesperanza. DESESPERANZA en la BIBLIA Job 17:15 ¿dónde está, pues, mi esperanza?, y mi esperanza ¿quién la verá? Isaías 49:14 Pero Sion dijo: El SEÑOR me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. La Biblia dice: “La esperanza que se tarda es tormento del corazón ” (Proverbios 13:12). Abram obedece y sale de la carpa. Entonces le dijo Dios: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”. Creo que Abram lloro cuando contemplo esta visión y escucho esta voz… Jamás he tenido un llamamiento especial, ni una visión especial. En los primeros años de converso, sentí lo que es ser SALVO y es cierto que me preparé lo mejor que pude para servir al Señor. Pero nunca tuve un momento especial como Abraham, viendo la grandeza de los cielos y las abundantes bendiciones sobre mi vida. Como Abram, me era imposible contar las estrellas, pero allí estaban, fuera de la carpa. Toda mi vida llevo 4 contando estrellas, pero con los pies en suelo, muy pegado a la tierra. 2. Constrúyeme un altar Genesis 15: 7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. 8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? 9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Ahora está fuera de la carpa. Debería bastarle lo que Dios acababa de mostrarle, pero nuestro Abraham quiere algo que pueda palpar. No necesitaba otra promesa más. Quería saber en qué conocería el modo de heredar esta promesa. Abram quiere garantías. Está determinado a que Dios le diga un poco más. Ahora bien, ¿qué crees que hace Dios cuando se encuentra con un hombre que tiene esperanza, que busca salvación? ¿Cómo reacciona el Creador ante alguien con determinación? Para Dios no es nada nuevo, pues ha tratado con ellos a través de la historia. Una mujer que sufre de flujo de sangre y que se abre paso por entre la multitud tan solo para tocar su manto. El flujo de sangre según la Torah provocaba en la persona que lo 5 padecía un estado de impureza ritual. Ese estado había impedido durante doce años que aquella mujer pudiera ser tocada, abrazada o acariciada porque el que lo hubiera hecho habría contraído inmediatamente su misma impureza.De manera que aquellos doce años no sólo habían significado enfermedad, dolor y empobrecimiento sino también una lacerante soledad que nadie, absolutamente nadie, había remediado y que la religión si acaso había convertido en más opresiva. 47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. Un ciego que ignora a los que pretenden callarlo y sigue gritando a voz en cuello que el hijo de David tenga misericordia de él. Marcos 10 46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: !!Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. Alguien más que se sube a un árbol para poder verlo. Lucas 19:5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 6 Lucas 19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Cuatro amigos que le hacen un boquete al techo para bajar a un camarada lisiado ante el Maestro. 3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados…. 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. Yo creo que se trata de hombres que buscan salvación. Gente valiente: Solo los valientes la arrebatan- dice la Escritura-. Pero Abraham buscaba algo mas: Bendiciones. “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Genesis 12: 2-3). Estos cuatro amigos cargan a un paralitico y pretenden llevarlo ante el Mesías; pero el lugar donde en esos momentos predica Jesús esta colmado. Para conseguirlo rompen el techo. 7 Ahora Abram también está dispuesto a romper un techo, de ser necesario. Quiero detalles; necesito garantías, dice. -Así que tú eres de los que no se conforman con poco – dice Dios. -No interpretes que no te creo –responde tembloroso el padre de la fe-. Es que no quiero más promesas ni palabras proféticas… quiero que hagas un pacto conmigo. -Bien. Entonces, constrúyeme un altar. La biblia narra que Dios le dijo: “Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino” (Génesis 15.9). El profeta quiere algo más que promesas, y sabe que un altar proporciona dos cosas: comunión y revelación. Los pasivos anotan las promesas en la contratapa de la biblia y se sientan a esperar que ocurran; los que buscan bendiciones, construyen altares. El altar simboliza tu tiempo secreto de oración, tu búsqueda personal del rostro de Dios. Dios no hace “revelación por ondas 8 hercianas”; si quieres que Él haga un pacto contigo, tendrás que ir al altar. 3. Las alarmas del infierno El versículo 11 del capítulo 15 de Génesis tiene dos secretos. La biblia dice que Abram hizo el altar conforme Dios le había dicho, pero “descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba”. Era lógico que ocurriera; los cuerpos de los animales muertos atraen a los buitres. Las aves negras siempre rondan sobre los cadáveres. Cuando un creyente recibe una promesa y sencillamente se sienta a esperar el cumplimiento, sus oraciones suelen ser superficiales y no afectan la atmosfera espiritual. Pero cuando el pasivo está determinado a construir un altar, genera un golpe cósmico en el ámbito invisible; cruza una barrera espiritual y activa las alarmas del infierno. Al diablo le aterra que construyas un altar y determines subirte a tu propio monte. Al ángel desterrado le fascina que consumas libros de recetas espirituales, tales como Sea prospero en veinte días o cómo estar ungido con mi método de iglecrecimiento, pero le causa pavor que 9 intentes hablar con el Rey. Cuando las alarmas de la profundidad comienzan a sonar, Satanás enviara sus buitres. Ellos tienen una misión: arruinar tu altar e impedir que obtengas la revelación y la comunión. Cuando superamos unos problemas, tendremos otro buitre especial esperándonos: el cansancio. Quieres orar, y tus hijos comienzan a pelear en su habitación, el maldito teléfono que no para de sonar, un whassap que nadie esperaba, visitas inesperadas, un esposo que llega enfadado a casa luego de un mal día, un comentario hiriente de la suegra, ese dolor de espalda que creías que había desaparecido, un calambre que regresa… y el cansancio, ese “bendito” cansancio. ¿Lo reconoces? Son las aves negras, los emisarios de las profundidades. Eso atrae a los buitres al igual que le sucedió a Abram. El diablo tratará de impedir que te transformes en una amenaza para él, en un “terrorista” espiritual. El segundo secreto que encontré en el pequeño pasaje del versículo 11 es que la Biblia menciona que Abram ahuyentaba las aves de rapiña; es decir que él hacía el trabajo. No se sentó diciendo: Bueno, si Jehová no espanta estas aves debe ser que no tengo necesidad de 10 orar. El profeta era el único responsable de preservar el altar hasta que llegara la revelación. “En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram…” (Génesis 15.18). El patriarca ya no tendría que mirar solo estrellas, ahora tenía un contrato sellado con su Dios, un compromiso irrevocable. Jehová le reveló hasta cómo iba a morir y todo lo que ocurriría con su descendencia. Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él. 13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. 14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. 15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí. 17 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. 18 En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos. Quien construye un altar no juega a las adivinanzas; Dios le entrega los planos de su vida. 11