Subido por BEATRIZ CASADO PALOMINOS

LITERATURA BACHILLERATO LA VIDA ENCARCELADA

Anuncio
LITERATURA MUNDIAL; GRUPO TEMATICO: LA VIDA APRISIONADA
- F. Kafka: La metamorfosis
- Albert Camus: El extranjero
- Ibsen: Casa de Muñecas
OBRA I – LA METAMORFOSIS, F. KAFKA (1912)
1. Argumento
Gregor Samsa, un joven viajante de comercio que vive con sus padres y su hermana Grete, se despierta una
mañana y descubre que se ha convertido en un insecto monstruoso que a duras penas puede levantarse de la
cama. Su familia se extraña por su tardanza en salir de la habitación y el apoderado de la empresa se acerca
a su casa para averiguar por qué no ha ido al trabajo. Gregor no pierde la calma en ningún momento; se
pregunta qué ha podido ocurrirle y trata de buscar una respuesta lógica. Incluso achaca esos cambios que
padece a la dureza de su profesión. Sin embargo, la reacción casi histérica de la familia y del apoderado al
verlo salir de la habitación le indica que ocurre algo anormal y extraño. El padre le obliga con el bastón a
entrar en su habitación para encerrarlo.
Gregor se va acostumbrando a su estado animal y sobrevive gracias a Grete, que le lleva la comida y es el
único miembro de la familia que lo visita. Desde su habitación oye las conversaciones de los suyos sobre la
situación económica de la familia tras la transformación de Gregor y la iniciativa de Grete de retirar los
muebles de la habitación para permitirle moverse con más facilidad. Las dos mujeres se ponen manos a la
obra, pero Gregor no quiere desprenderse de un cuadro y se cuelga de él en la pared. La madre lo ve y se
desmaya. Cuando el padre llega a casa y pregunta por lo ocurrido, Grete le dice que Gregor ha intentado
escaparse. Entonces el padre coge unas manzanas y empieza a lanzárselas para que vuelva a la habitación.
Una de ellas le hiere gravemente.
A partir de este incidente, Grete deja de visitarle y su habitación se va pareciendo a un basurero. Gregor es
testigo de cambios en su familia. Por un lado, la situación económica ha obligado a todo el mundo a
trabajar; y por otro, han alquilado una habitación a tres caballeros. Una noche los inquilinos le piden a
Grete que toque el violín y Gregor sale de su habitación para oírla. Los hombres ven al horrible insecto y
deciden marcharse de la casa. En ese instante tan crítico Grete toma la voz cantante y dice abiertamente que
hay que quitárselo de encima. Esa misma noche Gregor muere y, al día siguiente, la familia se marcha
aliviada al campo.
2. Personajes
Gregor. Antes de su transformación en insecto, es el encargado de sostener económicamente a
su familia. Odia su trabajo, pero la situación familiar parece atarlo de momento a la empresa en que
trabaja, pues sus padres tienen contraída una deuda con su propio jefe. Al transformarse en insecto, su
dependencia servil a su vida laboral y familiar le impide asumir su nueva situación. Poco a poco, se verá
acosado por sentimientos de inquietud, humillación y culpabilidad. La violencia del padre y el abandono de
la madre y la hermana conducen al derrumbe moral de Gregor y a su muerte.
El padre. Es un hombre egoísta e inhumano. Culpa a Gregor del sufrimiento de la madre y de la huida del
apoderado. Su comportamiento es grotesco: da patadas contra el suelo, exhala sonidos sibilantes, como un
demente, ataca violentamente a su hijo... Antes de la transformación de Gregor, se había convertido en un
hombre soñoliento y perezoso; ahora, obligado a trabajar, se incorpora al engranaje del sistema opresor,
volviéndose cada vez más autoritario y huraño.
Grete. A través de la amarga experiencia que está viviendo, Grete ha pasado de la ternura y el afecto hacia
su hermano a la compasión y repugnancia reprimida, para llegar finalmente al resentimiento y el rechazo.
Ella es la principal responsable del abandono de Gregor, al haber asumido en principio su cuidado y
alimentación, para luego desentender de él. Su
conversión en una “joven bella y lozana” simboliza, junto con la llegada de la primavera, la nueva vida que
se inaugura para la familia tras la muerte de Gregor.
La madre. Trata de desempeñar un difícil papel de intermediaria entre las rivalidades de padre e hijo, pero
siempre desde el tácito sometimiento al padre. Ama a su hijo, pero debido a su debilidad
física y a su dependencia del marido, no es activa en su protección ni en su afecto al hijo.
1
Sólo en un momento climático de la obra le suplicará al padre que perdone la vida a Gregor.
El apoderado. Su presencia en el domicilio de Gregor momentos después de conocer el retraso de éste lo
convierte en un símbolo de la explotación laboral y del poder opresor. Al mismo tiempo, es un simple
subordinado del jefe superior. Su comportamiento es ridículo:
manifiesta su verdadero carácter,
pusilánime, en la repentina huida de la casa de Gregor.
Los inquilinos. Representan también el poder opresor. La familia Samsa muestra una actitud sumisa y
servil ante ellos, de la que sólo se desprenden tras la muerte de Gregor. Los huéspedes resultan
caricaturizados en sus actitudes miméticas y despersonalizadas, en su insensibilidad ante la música y en su
claudicación y retirada ante la dudosa y débil autoridad paterna.
AMPLIACIÓN
Gregor Samsa, el protagonista del relato, es un ser acorralado, incapaz de defenderse o de hallar una
salida. La única liberación para él es la muerte. Vive con sus padres y con su hermana Grete y lleva cinco
años trabajando en la misma empresa, desde que el negocio de su padre quebró. En ese momento, Gregor
tuvo que empezar a trabajar como dependiente para pagar la deuda que su padre tenía con su jefe y
rápidamente se convirtió en viajante de comercio; su trabajo es el único sustento de la familia. Ante su
transformación, duda, no lo cree, pero al final lo acepta. En este proceso, Gregor muestra su preocupación
por su familia, porque sabe que todos dependen de él. Busca la aceptación de sus padres y hermana, pero
sólo obtiene el rechazo por ser lo que es. Al intentar comunicarse con los seres humanos, provoca asco,
rechazo e incomprensión, efectos que le llevarán a la muerte.
El señor Samsa tuvo su negocio hasta cinco años antes, cuando quebró, tras lo cual no volvió a trabajar,
por lo que es Gregor quien mantiene a la familia. Cuando ocurre la metamorfosis de su hijo vuelve a
trabajar de ordenanza en un banco, lo que al principio toma como una humillación. Muestra un carácter
autoritario, y es quien castiga a su hijo por su transformación, al arrojarle la manzana. Lo rechaza hasta el
punto de que no quiere que salga de su habitación. Cuando su hijo muere, se siente aliviado hasta tal punto
que al día siguiente reanuda su vida normal en familia. Los personajes femeninos están vistos con amor y
crueldad a la vez, por los problemas que Kafka tuvo en vida con las mujeres. La mujer es capaz de dar la
vida y la muerte, de ser aliada o enemiga.
La madre tiene una salud irregular y se cansa con facilidad o le falta la respiración. Es buena, dulce, como
lo era la madre de Franz, Julie; pero es incapaz de cambiar las cosas, de ayudar a su hijo, de frenar el
autoritarismo de su marido. Y se desmaya cuando ve al insecto en que Gregor se ha convertido. No es
capaz de enfrentar los problemas, de solucionarlos; lo único que hace es huir de las situaciones
demostrando una actitud hipocondríaca y evasiva. Es, por tanto, una pieza más del sistema que oprime a
Gregor, está bajo la opresión del marido, forma parte de lo establecido y no puede/sabe/quiere ayudar a
Gregor-Franz. Se deja dominar por el temor y la cobardía, se niega a sí misma viviendo bajo el imperio de
un hombre que la subyuga, acepta el sistema patriarcal. Su esposo, el señor Samsa, siempre está
menospreciándola, como cuando dice: “Vosotras, las mujeres, nunca queréis hacer caso”. Además,
antes de la transformación tenía una criada y solo se ocupaba de las tareas de costura. Después, con el
cambio, al perder el dinero que aportaba Gregor, como tenían pocos ingresos en la familia, ella se ve
obligada a hacerse cargo de todas las cosas de la casa y de la atención a los tres huéspedes. Cuando Gregor
muere, siente alivio como si se hubiera despertado de una pesadilla y permite que la asistenta lo tire a la
basura. En la vida real, Franz se decepcionó de su madre Julie y por eso la retrata de esta manera en su
trasunto narrativo en La metamorfosis.
La hermana, Grete Samsa, tiene al principio una excelente relación con Gregor, antes de que se
transformara en un insecto, como la tenía en la vida real Franz con Ottilie, llamada por todos Ottla, la
benjamina de la familia. Pero finalmente Grete se alía con el padre contra él, forma parte del sistema
opresor. En la vida real, Ottla trabajaba en la tienda de la familia todo el día y por la noche estudiaba
idiomas, era soñadora y quería independizarse, como Franz, de la tiranía paterna. Pero en una ocasión,
Hermann Kafka recriminaba a Franz porque no se ocupaba por las tardes, después de su trabajo en la
aseguradora, de una fábrica de amianto que había comprado para aumentar los negocios familiares; le decía
que era un inútil y que nunca llegaría a nada y expresaba, con su brutalidad habitual, cuánto le había
decepcionado su hijo. Y Ottla se puso de su parte. Franz quedó muy dolido con este cambio de postura,
2
llegó a pensar incluso en el suicidio, pues su familia no comprendía su pasión literaria y le exigía una
dedicación al mundo del dinero que él no podía dar.
Este cambio de Ottla ha sido trasladado por el escritor a la novela, en la que Grete es una joven de 17 años
que toca el violín y tiene sensibilidad; antes de la transformación hablaba con su hermano y lo adoraba;
pero después de la transformación de Gregor, va cambiando, tiene que ponerse a trabajar de dependienta y
deja de ser dulce e inocente, cada vez siente más repeluzno cuando ve a su hermano- insecto y al final
desea que muera. Sólo entonces, tras la muerte de Gregor, se vuelve a fijar en él, en lo delgado que está, y
cae en la cuenta de lo poco que comía en los últimos tiempos.
Las criadas son personajes menores. Ana, la primera criada, al descubrir la transformación de Gregor, pide
a sus señores el despido porque no puede soportar esa situación debido a la repulsión que le causaba y
prometió ser discreta. La segunda criada, una mujer de unos 60 años, pide no salir de la cocina, pero acaba
siendo despedida. La tercera criada es totalmente diferente a las anteriores; no solo porque acepta la
presencia de Gregor, sino que además se muestra dispuesta a cuidarle, aunque lo desprecia y no le tiene
afecto, llega incluso a ser descarnada o agresiva con él. Y no hay que olvidar que, finalmente, cuando
muere, se deshace de él arrojándolo a la basura.
Los huéspedes son también personajes menores. Eran tres señores muy formales, de barba, a los que
molestaban los trastos inútiles y la suciedad; eran muy exigentes. Al conocer la existencia de Gregor se ven
notablemente molestos y se despiden. Son expulsados de la casa por el señor Samsa. Representan la moral
burguesa tradicional. Uno de ellos lleva la voz cantante y los otros solo repiten lo que dice el primero, son
como Hernández y Fernández (Dupont et Dupont, en el original belga), los famosos detectives de las
historias de Tintín.
3. Estructura, técnica narrativa y estilo
La novela presenta una estructura sencilla, lineal. Se divide en tres partes, cuyos finales presentan
ciertos paralelismos: al final de la primera parte, Gregor se hiere cuando su padre lo obliga a regresar a su
cuarto; en la segunda, sufre nuevas lesiones, al ser atacado por el padre, que le lanza manzanas; finalmente,
en la tercera, las palabras de Grete causarán en Gregor la herida definitiva, que acelerará su muerte.
La primera parte, centrada en la mañana en que Gregor descubre que es un insecto. Dura hasta que el padre
consigue meterlo de nuevo en su habitación y lo hiere a bastonazos. La segunda, centrada en la vida diaria
de Gregor, termina cuando el padre vuelve a herirlo con unas manzanas, esta vez de gravedad. La tercera es
el desenlace, final y muerte de Gregor, precipitado por las palabras de Grete, que lo hieren profundamente.
Más o menos, la secuencia de acciones es la siguiente:
Primera parte: descripción del insecto y la habitación, reacción de Samsa, preocupación por llegar al
trabajo, presentación de la familia (padres y hermana), Samsa intenta levantarse pero no puede, viene el
apoderado, reacción de la familia, reproches del apoderado, réplica de Gregor que espera ayuda, sale de
la habitación, reacciones negativas de los presentes, el padre lo hace retirarse de nuevo a la habitación.
Segunda parte: nuevo despertar, Gregor se va acostumbrando a la nueva situación, su hermana Grete
le trae comida, cada vez come más como un animal que como una persona, Gregor tiene problemas de
comunicación, se va la criada, la situación económica de la familia es mala, la hermana traslada los
muebles de la habitación para que pueda moverse mejor, él quiere rebelarse y guardar un cuadro y huir,
asusta a la madre y el padre lo hiere gravemente con una manzana.
Tercera parte: progresivo abandono e indiferencia de la familia, vienen tres huéspedes, quieren
escuchar a Grete tocar el violín, sale Gregor, lo ven los huéspedes, se van de la casa, la hermana se
pone de parte del padre, Gregor se siente mal, no quiere comer, está débil y muere, reacciones de la
familia y la asistenta, liberación final, solución del “problema” Gregor. La estructura del relato es,
como decimos, lineal, desde la transformación de Gregor en insecto hasta su muerte. Desde el punto de
vista de la intriga o la tensión, podríamos decir que su perfil es piramidal: planteamiento inicial (Gregor
se convierte en insecto) – clímax (tensión máxima) – desenlace (tensión resuelta, explosión
plurisignificativa de la obra, interpretaciones múltiples).
3
Su comienzo es abrupto. Nos introduce de inmediato en el nudo principal del relato: la transformación de
Gregor en un horrible insecto. Deliberadamente se omite el relato de los hechos previos a esa
transformación, puesto que, a diferencia de lo que sucedería en una novela realista, el pasado no explica los
hechos del presente. Nada avisa o prepara al protagonista para la irrupción de lo absurdo en su vulgar
existencia.
El narrador es omnisciente. Es capaz de penetrar en la conciencia del protagonista: reproduce sus
pensamientos mediante breves monólogos interiores o el uso del estilo indirecto libre. Su campo de
visión, sin embargo, es más reducido que el del narrador omnisciente tradicional: no penetra en la
conciencia del resto de los personajes, limitándose
a narrar lo que se ve y se oye.
El estilo es sobrio, equilibrado, impasible, capaz de transmitirnos, sin ningún aspaviento, los sucesos
más insólitos. Los hechos o situaciones inverosímiles se producen con absoluta normalidad en un contexto
cotidiano y realista.
La tendencia a lo grotesco, la deformación o la hipérbole manifiesta cierto gusto expresionista, que
conecta la obra de Kafka con las experiencias vanguardistas de la literatura alemana de su tiempo. Está
presente en la figura repelente de Gregor, especialmente en su lento agonizar con la manzana putrefacta
clavada sobre el caparazón.
Situaciones, objetos y personajes adquieren un fuerte valor simbólico. Así, por ejemplo, el uniforme de
ordenanza del padre, del que no se desprende ni siquiera en casa, es un símbolo de su carácter autoritario. Y
los trazos de baba que dibuja Gregor en sus paseos erráticos por las paredes de la habitación son los trazos
de una escritura existencial que se desvela en absoluta contradicción con la vida laboral y familiar.
El humor también está presente en la novela. Cómica es, por ejemplo, la huida del apoderado perseguido
por Gregor. Otras veces, el humor resulta macabro y grotesco, como cuando la criada anuncia la muerte de
Gregor: “¡Vengan a ver, la ha palmado; ahí está, espichado del todo!”
4. Espacio
La metamorfosis de Franz Kafka es una obra en la que el espacio es clave para el desarrollo de la trama. El
lugar donde suceden la mayoría de los hechos es uno: la casa de la familia Samsa. Esta se divide en varios
cuartos o habitaciones de los cuales hay que destacar el dormitorio del protagonista, el hijo mayor, Gregor,
que es donde pasará el resto de su vida tras la repentina y desafortunada transformación; igualmente, la
cocina, y el salón tienen su relevancia, pues son lugares de confluencia para los distintos miembros de la
familia. En general, la casa de los Samsa es propia de una familia burguesa, pues Gregor, que posee un
puesto importante (representante) en una empresa dedica gran parte de sus ganancias para poder vivir sin el
menor inconveniente.
Los espacios que aparecen a lo largo de la historia son descritos de manera realista y
detalladamente, a través de diferentes elementos fundamentales, ya sea los muebles (sofá, estantería,
armario…) o por medio de los recorridos de ese “monstruoso bicho” en el que se convierte Gregor (por
ejemplo cuando corretea de un lado a otro nos va haciendo el camino en nuestra imaginación como si
nosotros mismos estuviéramos viendo a una cucaracha o escarabajo por la pared). Es necesario apuntar
también que predominan los espacios interiores, ya que toda la historia tiene lugar dentro de la casa, y la
única vez que se habla de espacios exteriores son meramente nombrados al recordar que antes de la
metamorfosis de Gregor, la familia Samsa acostumbraba a dar paseos por el parque. Sólo al final del relato
aparece el espacio exterior, lleno de luz, como corresponde al “futuro prometedor” que espera a la familia
Samsa.
La conexión entre los distintos lugares que aparecen en el relato se hace a través de los personajes,
especialmente por medio de la hija pequeña, Grete Samsa, la hermana de Gregor. Los recorridos que
realiza Grete para dar de comer a su hermano y limpiar su cuarto son la principal vía de conexión entre las
distintas habitaciones. Sólo con la llegada de los tres hombres como inquilinos de una habitación- que los
Samsa habían alquilado para obtener alguna ayuda económica para cubrir los gastos de la casa- y,
finalmente, cuando Gregor decide salir de su cuarto, aparecen descritos los pasillos que recorre Grete.
Por último hay que decir que el espacio en esta obra, no es un mero marco que carece de
protagonismo en la historia, sino que tiene gran relevancia con respecto al estado de ánimo del personaje
principal (Gregor), ya que, cuando su habitación permanece cerrada, sólo es capaz de pensar en aspectos
4
negativos y sus sentimientos se empiezan a volver en contra de su familia con ánimo de aislarse todavía
más, pero durante el tiempo en que deciden abrirle las puertas para que pueda escuchar todo lo que hablan,
sus pensamientos e ideas de cerrarse en su “mundo” desaparecen. Debido a esto se podría considerar el
dormitorio donde vive Gregor como un espacio simbólico, cerrado y asfixiante, y que por ello representa el
aislamiento del mundo humano, al cual ya no puede volver, pero por otro lado, las puertas abiertas pueden
simbolizar la unión o intención de acercamiento del resto de la familia hacia su hijo. Al final, cuando el
insecto muere, la casa de los Samsa pasa a simbolizar la desgracia de la familia, por lo que deciden
mudarse a otro piso más asequible y que les haga olvidar todo lo sucedido.
5. Tiempo
El relato no tiene marcas temporales externas, aunque, por la localización en un medio burgués y por el
trabajo del protagonista, podemos deducir que se desarrolla a finales del siglo XIX o principios del XX.
Por otro lado, el tiempo interno de la obra es lineal, sin digresiones, que proporciona un fácil entendimiento
en el transcurso de los acontecimientos. El relato dura aproximadamente cuatro meses, como podemos
comprobar por ciertas alusiones que encontramos respecto a la estación del año o a las condiciones
metereológicas a las que se hace referencia. En el comienzo de la obra el narrador nos hace saber que
estamos a finales de noviembre, pues a través de nuestra lectura podemos apreciar que el cielo está
encapotado por las lluvias de finales de otoño que anuncian el invierno. Asimismo, su final, que coincide
con la muerte del protagonista, tiene lugar en un día primaveral de finales de marzo.
Resultan relevantes ciertos momentos del día: la mañana, poco después del mediodía y la tarde. Los dos
primeros momentos hacen referencia al tiempo fijado para darle la comida a Gregor, que coinciden,
precisamente, con aquellos momentos en que sus padres duermen. Lo que el protagonista pretende
conseguir con esto es aliviar a sus padres del dolor que les causa ver su estado. Igualmente, la tarde es
también relevante a partir del día en que el padre le lanza manzanas, porque se decidirá abrirle la puerta del
comedor todos los días para que Gregor pueda ver a su familia alrededor de la mesa sin que ellos le vean,
pues éste necesitaba sentir su presencia.
Por otro lado, no podemos hablar de flashbacks propiamente dichos, pero sí que encontramos los recuerdos
de Gregor de otros tiempos mejores.
6. La obra literaria de Kafka
La obra de Franz Kafka expresa con inquietante precisión las zozobras existenciales del hombre
contemporáneo: la deshumanización, la pérdida de identidad, la angustia por una existencia cuyo sentido se
le escapa, la confusión ante oscuros poderes que lo zarandean a su antojo, la soledad, el vació , la
incomunicación...
Bajo la forma de parábola o alegoría, Kafka nos presenta en sus relatos situaciones absurdas, grotescas, a
veces oniŕ icas, que admiten múltiples interpretaciones. Su lenguaje preciso y claro, así como el tono
impasible con el narrador relata los hechos, contrastan con el carácter extraordinario de lo narrado y con el
ambiente opresivo, claustrofóbico o fantasmal, por el que deambulan sus personajes.
Entre las narraciones que publicó en vida, destacan La metamorfosis y algunos relatos breves.
7. Autobiografía y fábula
La metamorfosis refleja diversas circunstancias vitales de su autor. La idea de escribir este relato se le
ocurre a Kafka en un momento en que su relación con Felice pasaba por su primera crisis. Kafka se halla
sumido en un estado de tristeza y profunda melancolía. El negocio del padre, que sufría arterioesclerosis,
marchaba mal: Kafka, el único de la casa económicamente independiente del padre, temería un
empeoramiento de la salud del padre, que lo obligaría a asumir la responsabilidad de sostener
económicamente a la familia, situación en la que se halla
el protagonista de La metamorfosis al comenzar la historia. La novela plasma las difíciles relaciones de
Kafka con su padre: en la Carta al padre, Kafka presenta a su progenitor como “encarnación del orden por
antonomasia”, “instancia superior”, “juez supremo”, ante el cual él se siente una figura insignificante,
atormentada por el miedo al fracaso y el
sentimiento de culpa. También, los altibajos en su relación con su hermana
Ottla. Ottla, como Grete, ejercía de mediadora entre su hermano y sus padres. Franz la apoya en sus deseos
de estudiar agronomía e incluso le ofrece apoyo financiero, igual que Gregor desea pagar las clases de
música de Grete. El distanciamiento final entre Gregor y Grete tiene su paralelo autobiográfico en un
5
alejamiento entre los dos hermanos, debido a que Ottla se puso de parte del padre, cuando éste le pidió a
Franz que se ocupara de una fábrica de la familia en sus tardes libres.De todos modos, la obra trasciende
todas estas referencias autobiográficas, para convertirse en una fábula moral acerca de la degradación del
hombre contemporáneo, la soledad, la incomunicación, la culpa y la expiación.
8. Temas
La pérdida de la identidad. Uno de los temas que más preocupan a Kafka es la alienación del individuo
en la sociedad. El ser humano necesita de los demás para su supervivencia y la de la especie; sin embargo,
para formar parte de la colectividad, debe someterse a las leyes que la rigen y renunciar a su individualidad.
El individuo queda así en manos de una instancia superior, anónima y poderosa, ante la que se siente
impotente. Para Kafka, el hombre pierde su condición humana, se deshumaniza, al perder su
individualidad.
La deshumanización. La novela de Kafka presenta el enfrentamiento entre un ser humano convertido en
animal, y unos seres humanos que, a pesar de su apariencia, terminan comportándose como animales
salvajes. El proceso de deshumanización es paulatino en unos y otros. Conforme avanza la acción, Gregor
experimenta, tras la pérdida de su apariencia humana, la del lenguaje; también, la de su libertad, al verse
obligado a recluirse en su cuarto; poco a poco, le irán arrebatando los recuerdos de su existencia humana
(los muebles, el retrato) y dejarán que su cuarto se convierta en una auténtica pocilga. En la familia, los
sentimientos iniciales de resignación y piedad serán poco a poco sustituidos por una actitud, primero de
indiferencia y, después, de frontal oposición. El sentimiento de culpa de Gregor contrasta con la aceptación
feliz y gozosa de las nuevas perspectivas que se abren a la familia una vez desaparecido aquél.
Angustia existencial. Para Kafka, la existencia humana es absurda, como absurda es la transformación de
Gregor en insecto. No existe explicación para el egoísmo, el mal, la brutalidad, la soledad, la
incomunicación, la muerte.
Los conflictos familiares. La novela relata los fracasados intentos de acercamiento de Gregor al seno
familiar: la frustración que le produce su incapacidad para comunicarse; la imposibilidad del padre de
relacionarse con su hijo más que con la fuerza bruta; el deseo insatisfecho de Gregor de establecer una
relación más privada e íntima con su hermana.
El rechazo a un trabajo inhumano. El trabajo es para Gregor una tarea dura, desagradable, una
humillante sumisión a un poder arbitrario, del que le resulta imposible liberarse porque la familia depende
económicamente de él. Su alienación es tal que, al comenzar la novela, está más preocupado por faltar al
trabajo que por la monstruosa transformación que ha experimentado.
El sentimiento de culpa y la necesidad de expiación. En varias narraciones de Kafka, el protagonista se
siente culpable por un pecado que no ha cometido, que desconoce: este pecado original, simbolizado en La
metamorfosis por las manzanas con las que el padre ataca a Gregor, y lo expulsa del paraíso del afecto
familiar, sólo puede ser expiado con la muerte. Gregor asume la culpa de su transformación y acepta la
condena a muerte expresada al final del relato por Grete: “Tiene que desaparecer, es el único remedio”.
AMPLIACIÓN
Existencialismo, angustia existencial, el absurdo, lo “kafkiano”
Las obras de Kafka muestran la problemática esencial de la época: la soledad, la alineación y la
desorientación del individuo en la complejidad del mundo moderno, su inseguridad, desesperación e
impotencia ante poderes imprecisos y desconocidos que lo degradan y destruyen psíquica y físicamente. En
estas narraciones, el ser humano es incapaz de comprender lo que acontece a su alrededor, se siente
perdido, confundido y desconcertado. Es un ser sin trascendencia metafísica, cuyas aspiraciones y
pretensiones se circunscriben exclusivamente a la inmanencia terrenal. No es un héroe, sino un ser anodino,
intrascendente, insignificante, común y corriente. Lo “kafkiano” es, precisamente, lo relacionado con el
absurdo, la angustia, la opresión de lo individual y su sometimiento a la maquinaria ciega e infernal de una
sociedad burocrática, despersonalizada, inhumana.
Conflicto generacional, conflicto padre-hijo, las relaciones de familia
6
La metamorfosis se sustenta en un conflicto padre-hijo. Esta narración muestra, a raíz de la inesperada
metamorfosis del hijo en un insecto, la deformación y la destrucción del individuo que provocan las
estructuras autoritarias y jerárquicas de la familia. La narración se inicia con la transformación, en un
insecto de enormes proporciones, del viajante de comercio Gregor Samsa, un ser solitario, introvertido y
sumiso, que mantiene a su familia con su trabajo; cuando trabajaba, era apreciado por todos, pero, ahora
que no puede trabajar, es despreciado.
Poseído por un profundo sentido de la responsabilidad, Gregor teme la reacción que su espantoso aspecto
provocará en su familia. Se siente culpable por no poder seguir siendo útil a los seres que sustentaba. Su
propia familia, sin embargo, se avergüenza y huye de él, y hasta lo tiraniza y lo rechaza. El padre, de
carácter severo y despótico, lo humilla y lo trata con suma crueldad. Todos sus intentos por escapar de la
reclusión a la que es sometido fracasan ante el rechazo hostil de los seres que lo rodean. Prisionero en su
habitación e imposibilitado para continuar desempeñando la única función de ganar dinero que tenía
encomendada, opta finalmente, con el consentimiento de sus padres y hermana, por morir de inanición.
Con ello se libera de una existencia servil e infeliz.
Realidad e imaginación: el inconsciente y el sueño
Narrada desde la perspectiva del protagonista, el narrador no reproduce la realidad, sino que la construye.
Recrea una metamorfosis imaginada, vivida de manera figurada por el protagonista en un estado de
somnolencia tras un agitado sueño. Decepcionado de una profesión que contra su voluntad lo obliga a
viajar de continuo, incapaz de dejarla en la vida real por consideración hacia su familia y por sometimiento
a la autoridad del padre, el protagonista concreta su profundo desagrado en su ficticia transformación en un
insecto, un parásito con el que el mismo Kafka fue comparado en repetidas ocasiones por su propio padre.
La figura repugnante en la que se convierte Gregor es exponente grotesco no sólo de la manifestación,
largo tiempo deseada pero reprimida, de una disconformidad y de un descontento, sino también de una
existencia desdichada y esclavizada. El inconsciente, sin poder controlar los deseos reprimidos, se rebela
contra una situación alienante y se expresa a través de la imaginación de una circunstancia figurada, de un
estado supuesto que libera al sujeto de sus obligaciones profesionales. Pero esa liberación conlleva
inevitablemente el miedo a la dura sanción que su familia le impone: el aislamiento y la exclusión; en
especial, empero, la condena del padre. La narración expone así la relación dialéctica que se da entre la
destrucción del individuo y la consecución de la anhelada utopía liberadora, entre la degradación del ser
humano y la esperanza emancipadora.
El capitalismo: la importancia del dinero, el materialismo burgués
La familia aprecia a Gregor mientras él cumple las expectativas. Pero cuando se ve incapacitado para
seguir ganando dinero, se convierte en un problema, en una vergüenza, y las relaciones familiares empiezan
a tensarse, hasta hacer imposible la convivencia. La metamorfosis es un alegato contra una sociedad que
solo valora a las personas por su capacidad monetaria, por su habilidad para tener o ganar dinero: “Tanto
tienes, tanto vales”.
El sionismo, el problema judío en un mundo antisemita
Este tema no está tan claro en la obra de Kafka, se discute mucho. Hay críticos que consideran la obra
desde el punto de vista de los esfuerzos de una familia judía para salir adelante y ser aceptada, de ahí que se
exija una fidelidad absoluta a los miembros de la misma, que se ejerza una autoridad indiscutible y se
eduque a los hijos en la obediencia ciega y en el sentido de responsabilidad hacia los otros, en la sumisión
al jefe o cabeza de familia. También estaría aludido el problema de la aculturación, de la pérdida de la
identidad (judía) en un mundo dominante que es más bien antisemita. El primer paso para la alienación
cultural consiste en asumir una lengua extraña (en el caso de Kafka y de Samsa, el alemán) como propio.
Sin embargo, otros críticos consideran que La metamorfosis plantea problemas universales del hombre
moderno: la soledad, la alienación, la angustia, el miedo al fracaso..., de manera que la procedencia judía
del escritor es una simple circunstancia vital de menor relevancia. La obra no habla de una ciudad concreta
(aunque se entiende que está ambientada en la Praga natal del escritor) ni de un tiempo específico (pero se
trata de una época contemporánea de la fecha de edición, 1915) ni, por consiguiente, se plantea el problema
de una raza concreta (a pesar de que el autor y el protagonista sean judíos). En La metamorfosis hay una
apuesta evidente por la universalización, por la deslocalización espacio-temporal, para permitir que los
lectores de cualquier lugar o tiempo puedan identificarse con el drama de Gregor Samsa.
7
9. Análisis
Aunque es difícil de interpretar, una explicación puede encontrarse en la inspección final de las obras de
Kafka. Como con la mayoría de sus relatos, La metamorfosis puede ser dilucidado en varias
maneras diferentes. Inusual desde el comienzo, La metamorfosis comienza con un máximo de despertar
Gregorio Samsa convertido en un escarabajo. Mientras la historia progresa, Gregor parece aceptar este
hecho con bastante facilidad, ya que nunca se detiene a preguntarse cómo una transformación tan realista
podría ocurrir. Esta falta de cuestionamiento parece muy peculiar. Se podría esperar que una persona que se
transforma en un escarabajo durante la noche para preguntar sobre la posibilidad de que esto ocurra. La
aparente falta de Gregorio de
preocupación por su estado plantea una consulta sobre si cualquier cambio físico que realmente ocurrió.
Aunque la historia se presenta la mutación como un hecho, uno podría argumentar que sirve como metáfora
para ilustrar el estado de la familia Samsa. Antes de la transformación de Gregor, llevó una vida
relativamente aburrido, que, casualmente, no difieren mucho de la vida de un insecto. Él se preocupó casi
exclusivamente con su trabajo, haciendo todo lo posible para mantener a su familia. Gregor no tiene amigos
reales o pasatiempos, y fuera de su hermana, mantiene una relación distante con su familia. Él era otra cosa
que un ser humano normal. La verdadera metamorfosis se produce cuando se da cuenta de su situación
actual, y su papel en su casa. Gregor no se convierta en un escarabajo, sino que simplemente reconoce que
ha sido uno durante bastante tiempo. Esta epifanía repentina podría sin duda le envíe en un choque que
provoca la enfermedad mental, que finalmente conduce a su muerte.
La primera parte de la metáfora se manifiesta en la metamorfosis. De todas las cosas podrían cambiar en
Gregor, que se transforma en un insecto. Uno no puede dejar de establecer paralelismos entre la vida de
Gregorio y de la vida de un insecto. La mayoría de los insectos, especialmente las hormigas y las abejas,
tienen algún tipo de trabajadores que proporcionan para el resto del grupo. Gregor provee para su familia
en la mayor parte de la misma manera que un insecto se destinarían a su nido o colmena. Sacrifica casi
todos los aspectos de la diversión, y no el deseo de hacer otra cosa que trabajo. Finalmente, su ingreso es
menos de un acto de generosidad, y más de una expectativa. La existencia de su familia se basa únicamente
en los hombros, al igual que una abeja reina se basa en las abejas obreras.
Cuando Gregorio se toma a sí mismo para mantener el hogar, su familia se vuelve cada vez
menosproductivos, sino que a menudo ofrecen excusas débiles por qué lo hacen tan poco. Los cambios en
la familia Samsa pasar desapercibido por Gregor porque él se preocupa mucho con su trabajo, y se detiene
esperando la ayuda financiera de ellos. Uno puede imaginar que esta responsabilidad recién podría llegar a
ser un poco irritante, y, finalmente, Gregor no puede manejar por más tiempo. Finalmente se da cuenta de
que sirve como un insecto que lleva a cabo el trabajo de su familia para que puedan seguir viviendo
tranquilamente. Así se produce la metamorfosis. Tras este descubrimiento, el papel de Gregor se invierte
por completo. Una vez que el único sostén, Gregor se vuelve incapaz de hacer el trabajo para su familia,
probablemente debido a que crece harto de su dependencia de él. Este aspecto de la metamorfosis que
parece suceder inconscientemente, como Gregor todavía quiere trabajar. En algún lugar en el fondo, sin
embargo, sabe que la familia estará mejor si no lo hace.
En segundo lugar, la historia también parece ser una metáfora que describe la comunicación en la familia
Samsa. Como cheques de pago de Gregor vuelto cada vez más se espera, su familia empieza a verlo como
menos de una persona, a excepción de su hermana. Cuando Gregor no se despierta a tiempo para el trabajo,
su madre primero le informa que va a llegar tarde. Ella no se preocupa que algo anda mal hasta que un poco
más tarde, e incluso entonces sólo parece estar preocupado porque va a perder el tren. Gregorio y su familia
no se comunican muy bien, sus frecuentes viajes de negocios la causa probable. Incluso señala a sí mismo
acerca de la "vida tranquila que su familia ha estado al frente", en alusión al hecho de que poco de
conversación se produce entre ellos. Pasar tanto tiempo ausente en el trabajo aleja a Gregor de su familia, y
además le objetiva como un cheque en lugar de un miembro de la familia.
A diferencia de su capacidad de trabajo, la falta de comunicación sigue siendo el mismo, tanto antes como
después de la transformación de Gregor. La transformación de Gregor en un escarabajo simplemente
enfatiza y llama la atención a la dificultad de Gregor en la comunicación con su familia. Inmediatamente
después de la metamorfosis, Gregor se da cuenta de la dificultad de conversar con su familia, y habla en
frases cortas y entrecortadas. A medida que se descubre cada vez más, que finalmente ve lo poco que su
8
familia entienda y se da por vencido por completo. Gregor probablemente podría seguir hablando si quería,
pero sus palabras sería inútil para los oídos sordos de sus padres. Gran parte de la misma manera, los
padres de Gregor hace poco tratar de conversar con él. A medida que la metamorfosis se produce, se le ve
el real y perder todo interés en hablar con él.
La falta de interacción entre Gregor y sus padres se vuelve altamente aparente mediante el uso de la
metáfora escarabajo. Cuando ambas partes se dan cuenta de que Gregor sólo desempeña el papel de un
trabajador, la comunicación cesa por completo. Al igual que en la vida antes de su transformación, Gregor
y sus padres demuestran un alto grado de dificultad para entender unos a otros. Ellos simplemente no
pueden relacionarse, al igual que un escarabajo no puede comunicarse con los seres humanos. Sin embargo,
un ser humano hace mostrar una comprensión de la transformada Gregor, incluso si sólo una pequeña
cantidad. Grete, la hermana de Gregorio, aún no se comunica directamente con él, pero parece saber sus
pensamientos. Ella demuestra su clarividencia cuando ella le trae la comida, y más tarde, cuando ella
limpia su habitación. Las acciones de relación de Gregor con su hermana tiene un significado mucho más
que la relación que tiene con sus padres. Música, en particular, llevó a los hermanos juntos y siempre algo
de qué hablar y una forma de relacionarse entre sí, sino que también puede haber llevado a la desaparición
de Gregorio, en el extremo.
A pesar de Grete parece estar del lado de Gregor en un primer momento, pronto se cansa de cuidar de él. Se
limpia y se alimenta de él más por obligación que por buen corazón, y empieza a verlo más como una plaga
con cada día que pasa. El colmo se produce cuando Gregor se escapa de su habitación a escuchar a su tocar
el violín. La intrusión de Gregor envía a la casa en el caos y la música de Grete interrumpe. Esta vez,
finalmente pierde la paciencia y le dice a sus padres que Gregor pone demasiado de una carga para la
familia. Afirma que esta criatura no puede ser el verdadero Gregor, que es cosa del pasado. Poco después
de perder el último eslabón a su familia, Gregor toma su último aliento.
La familia de Gregor finalmente lo ve como una plaga que se entromete en la vida que podrían, y deberían,
han estado viviendo. Después de mantener Gregor encerrado en su habitación, rápidamente muestran
mejoras a su alrededor. Los tres de ellos adquieren puestos de trabajo, y ayudar en la casa. Además,
comenzaron a comunicarse más como una familia, y la situación parece casi normal. A pesar de hacer todo
lo posible para ayudar a su familia, al parecer fue Gregor sólo les impide avanzar.
La idea de Grete que el verdadero Gregor se había ido hace mucho tiempo, proporciona la base perfecta
para la base de la metáfora completa. Uno podría aventurarse a decir que el verdadero Gregorio murió tan
pronto como se tomó trabajando para proporcionar a la familia. El cambió de un hijo normal y su hermano
en un trabajador que existía solamente para traer un cheque de pago. El trabajo de Gregor finalmente tomó
la forma de una cáscara exterior dura, que lo aislaron de su familia, y cambió la forma en que lo percibe.
Metamorfosis física de Gregorio pasó toda la noche, pero el verdadero cambio se produjo mucho más lento.
Gregorio hizo sufrir una transformación drástica, pero el cambio físico se llevó a cabo sólo en su
imaginación. Cuando Gregorio se despierta y descubre quién es en realidad, ni siquiera puede reconocerse
a sí mismo. La verdadera metamorfosis había sido años de preparación, pero cuando la familia Samsa se
reconoce, que Coud no creer lo que veían.
OBRA II – EL EXTRANJERO, ALBERT CAMUS (1942)
1. Resumen
En El extranjero se nos presenta la vida de Meursault que siente y actúa de manera diferente a los demás.
Lo hacen particular su falta de emociones, su conciencia pasiva, cansada y aburrida, todo le da lo mismo y
posee una sensibilidad que llega a la crudeza. Rehúsa mentir respecto al mundo de sus sentimientos.
Meursault, el personaje principal de esta obra, es un hombre sencillo cuya vida y felicidad se basan
esencialmente en la rutina. Pero la primera frase del libro ya altera esa tranquilidad: Hoy, mamá ha muerto.
Aunque ni siquiera este suceso parece alterarle demasiado, la muerte de su madre simplemente le parece
algo molesto porque altera esa rutina que tanto le gusta y busca volver a ella cuanto antes. Esto hace que
Meursault parezca un hombre sin sentimientos, insensible, al que la muerte de su madre no parece importar
demasiado.
Poco después algo más alterará la rutinaria vida de Meursault. Éste comete un
asesinato y mientras espera en la cárcel al juicio y su resolución, reflexiona sobre sus actos. En el momento
en el que comete este asesinato, Meursault ya se da cuenta de que este acto le traerá muchos problemas.
Pero aunque sea consciente de su acto, no se siente moralmente culpable ni le importa haber matado a un
9
hombre. Una vez más, lo que más le importa es que se ha alterado su vida cotidiana. Incluso estando en la
cárcel, no se siente demasiado mal porque ha encontrado una nueva rutina."
Trama que avanza junto a uno, y que sorprende por su evolución. Sorpresa que además comparte con el
protagonista, narrador de la historia que nos ofrece como una puerta abierta su mundo interior y exterior.
El protagonista no parece ser consciente de sus actos.
2. Resumen por capítulos
Capitulo I
Los hechos ocurren en Argel. El protagonista, Meursault recibe un telegrama en el que se le informa que su
madre ha fallecido. Debe partir hacia Marengo, donde se encuentra el asilo de ancianos, lugar en el que se
hallaba su madre. Pide permiso a su patrón y emprende el viaje.Una vez en el asilo, él esta centrado en sus
preocupaciones, se niega a ver el cuerpo de su madre y realiza reflexiones que demuestran su indiferencia
ante un hecho de tanta importancia. En lugar de llorar a su madre, de expresarle su dolor, conversa con el
conserje, sobre Paris. Fuma, se mantiene distante con los amigos de su madre que vienen a participar del
velorio, le molesta el llanto de una de las mujeres. Se duerme. El entierro le resulta pesado, tortuoso por
el calor de la jornada. Una vez concluido regresa a Argel con alegría pensando solamente en dormir. Nada
hubo en él que expresara aflicción, pesar. Había muerto su madre, sin embargo, todo fue un trámite.
Capitulo II
Al despertar y darse cuenta que es sábado, siente el gozo de saber que tiene aun dos días de "vacaciones"
(en realidad es el permiso que pidió a su jefe por la muerte de su madre) y decide ir a bañarse al mar. Se
encuentra con Maria Cardona, antigua mecanógrafa de su oficina, por la que había sentido deseos en el
pasado. La invita al cine y luego pasa la noche con ella. Habían transcurrido pocas horas del entierro de su
madre. Sin embargo, no pareció importante. En cambio, a Maria le impresionó, aunque no hizo ningún
comentario. Él, entendía que no era su culpa; ya se había disculpado con su patrón. Con ella no se
disculparía.Llega el domingo, describe la gente que pasa por la calle, reflexiona acerca de lo que harán y
donde irán y también expresa el aburrimiento que le provoca ese día. Pensó que ya era un domingo menos,
que su madre estaba ahora enterrada, que volvería a su trabajo. Nada había cambiado. El vacío que vive es
extremo. No hay ninguna expresión de sensibilidad en sus reflexiones. Todo en él acontece como en forma
autómata, fría muy fría.
Capitulo III
Vuelve a su trabajo. Su patrón lo saluda por el luto y le pregunta por la edad de su madre. No la recuerda.
Da una edad aproximada. Demuestra aquí un gran desamor por ella. Algo extraño, sus afectos no significan
mucho, pero si el hacho de que la toalla que utiliza para secar sus manos, esté húmeda por la tarde. Sale a
almorzar con un amigo, duerme un poco y luego regresa a la oficina. Al regresar a su casa, se encuentra
con Salamano, un vecino viejo que tiene un perro sarnoso e enfermo de la piel. Describe la relación entre
ambos. A continuación se encuentra con Raymond Sintes, un segundo vecino que lo invita a comer algo en
su habitación. Raymond le cuenta una historia que ha vivido con una amante. Lo escucha pero casi sin
interesarse por el relato. Por eso, cuando Raymond le pide consejo, le responde con oraciones breves y ante
la propuesta de escribir la carta, responde afirmativamente de la misma forma que hubiera rechazado.
Le era indiferente hacerlo o no. No le molestaba. Una vez terminada, vuelve a su departamento y escucha
gemir al perro del viejo Salamano. A Meursault le daba lo mismo ser su camarada que no serlo. Total
imparcialidad.
Capitulo IV
Trabajó mucho toda la semana. Fue dos veces al cine con Emmanuel, el sábado va nuevamente a la playa y
pasan la noche juntos. El domingo almuerzan juntos. Sienten una discusión en la habitación de Raymond.
Allí le cuenta a Maria la historia del amante del vecino. Termina interviniendo la policía. Él, debe salir de
testigo, afirma que le "da lo mismo" aunque no sabia que debía decir. Cuando regresan se encuentran con
Salamano que había extraviado su viejo perro. Su consuelo hacia el vecino es muy técnico, solo hace
10
mención a la actitud de la perrera. No es capaz de captar la soledad y el dolor de Salamano.
Capitulo V
Un día en el que recibió varias propuestas: Raymond lo invita a pasar el domingo en una cabaña en la paya
de un amigo, cerca de Argel. El patrón le propone enviarlo a una oficina que instalará en Paris. Meursault
expresa que le da igual. Ante la pregunta de su jefe si no le interesa un cambio de vida, responde que nunca
se cambia de vida, que todas valían lo mismo. He aquí la absoluta indiferencia. Su jefe observa que jamás
responde directamente que no tiene ambiciones. Por la tarde Maria le pregunta si quería casarse con ella.
Nuevamente la respuesta es: "me da igual". No hay en él "sí" o "no". Pareciera que nada tiene sentido, nada
le importa lo suficiente como para jugarse en una decisión personal única y responsable. Maria lo ama y se
lo dice; él ciertamente no la quiere y lo dice. Para él, el matrimonio no es cosa seria. Pero si ella desea
casarse él lo haría cuando ella lo disponga.Cena en el bar de Celeste, una extraña mujercita se sentó a su
mesa, pidió la cena y extrajo una revista radiofónica en la que marco las emisiones. Esto le llamo
la atención a Meursault. Por ello al salir ella, él como no tenia nada que hacer, salió también y la siguió.
Termino por perderla entonces, volvió a su casa, encuentra a Salamano desolado por la perdida de su perro.
Habla con él, lo escucha, se aburre pero como no tiene nada que hacer, ni sentía sueño, se queda con su
vecino. No es el afecto ni la preocupación del otro lo que lo hacen quedar con Salamano. Sólo
para poder dejar pasar las horas.
Capitulo VI
Llego el domingo. Raymond, Maria y él marchan hacia la cabaña de la playa de Masson. Al salir, enfrente
había un grupo de árabes, entre ellos estaba el hermano de la joven a la que Raymond golpeo. Sin embargo,
no les dieron importancia. Siguieron su camino. Se bañan, almuerzan y luego los tres hombres salen a
caminar. Se cruzan con dos árabes, que vienen tras Raymond a vengar la paliza que le dio a su amante.
Raymond es herido. Lo llevan a un medico. Nuevamente vuelve a salir con Meursault y se encuentra otra
vez con los árabes Raymond saca un arma pero no la dispara. Meursault se la pide. Regresan, pero él no
quiere encontrarse con las mujeres y decide seguir caminando. El sol le molestaba, el calor lo sofocaba.
Encuentra al árabe que hirió a Raymond, le muestra su cuchillo y él dispara. Meursault comprende que
destruyó el equilibrio del día. Por primera vez un domingo fue diferente para él. Había sido feliz. Disparo
cuatro veces más sobre el cuerpo y reconoce que así llama a la puerta de la desgracia, ya que esto lo
condenara seguramente.
Segunda Parte
Capitulo I
Es llevado a un juez de instrucción e interrogado. No había escogido abogado, ja que otra vez daba
muestras de total indiferencia, por lo tanto le envían un letrado de oficio. El abogado decide ayudarlo, pero
Meursault, absolutamente sincero le afirma que perdió la costumbre de interrogarse, de reflexionar. Su
abogado le pregunta si sintió dolor el día del entierro de su madre. Los instructores saben de las muestras
de insensibilidad de ese día y harán hincapié en ello el día del juicio. El abogado no logró convencerlo de
decir que ese día había reprimido sus sentimientos naturales. Al poco tiempo, compadece nuevamente ante
el juez. El juez buscaba el arrepentimiento de él, pero ni siquiera ante el crucifijo, se conmovió. Afirma no
creer y más que culpable o arrepentido se confiesa aburrido. El juez resultaba ser una persona muy exaltada
y preocupada por la pasividad de MeursaultLas visitas del juez continuaron, pero él no le prestaba atención,
estaba cansado de contar siempre lo mismo.
Capitulo II
Maria lo visita por primera y única vez ya que se lo prohibían por no ser su mujer. Allí comienza a sentir
que está prisionero.Aquí describe las sensaciones que siente en la prisión: la falta de una mujer, la
prohibición de fumar, la falta de libertad. Reflexiona sobre el paso del tiempo estando encerrado. Por
primera vez, algo parece importarle. Es el castigo, pero, confiesa no sentirse desgraciado. El único
problema era matar el tiempo y para ello comenzó a recordar. Así terminó por no aburrirse. Confiesa que
con las horas de sueño, los recuerdos, la lectura de una historia seca y la alternancia de la luz y la sombra
discurrió el tiempo. Habían pasado cinco meses.
Capitulo III
11
Comienza su juicio. El abogado le informa que no es el más importante porque hay otro caso: homicidio
(este caso ha atraído a muchos periodistas, Meursault hace referencia a el ambiente de desparpajo y
normalidad que hay entre los periodistas.) Este último concentró la atención de los periodistas, por ello hay
mucha gente. Al entrar al juzgado le da la sensación de estar en un club. Todos se conocen, se saludan; él
se siente un intruso, pero está tranquilo. Hasta que escucha los nombres de los testigos: el director y el
conserje del asilo, Raymond, Massou, Salamano, Maria. Comienza a ser interrogado por el fiscal que hace
hincapié en el tema de la madre, porque la llevó al asilo. Luego toma testimonio al director y al conserje del
asilo. Ambos hablaron de su negación a ver el cuerpo, que no lloró, que se fue inmediatamente después del
entierro sin recogerse ante su tumba, ni siquiera sabía la edad de su madre. El fiscal ante estas respuestas
experimentó una sensación de triunfo. Meursault se da cuenta de que las cosas no van resultando a su favor
porque no solo se lo juzga por su crimen sino también por no haber sido un buen hijo. Maria, Massou,
Raymond, testimoniaron destacando sus cualidades, pero el fiscal se mantuvo en la misma línea: para
desacreditarlo ante el jurado.
Capitulo IV
Continúa el Juicio. El protagonista siente que se habla más de él que de su crimen. Se realizan los alegatos
del fiscal y el abogado defensor. El fiscal insiste en que jamás lamentó haber asesinado al árabe. Meursault
piensa que él jamás lamentó nada verdaderamente. Cuando el presidente del tribunal le pregunta si desea
decir algo, expresa que no tuvo intención de matar al árabe, que todo fue por causa del sol. Todos rieron en
la sala. El alegato del abogado defensor fue menos efusivo. El tribunal se retira de la sala. Delibera.
Regresa y se da la sentencia: culpable de asesinato. Sería decapitado en una plaza pública y en nombre del
pueblo francés.
Capitulo V
Por tercera vez se niega a recibir al capellán, no tiene deseos de hablar. Tan solo piensa en las posibilidades
que se le presentan para volver a la libertad, pero se centra sobre todo en dos cosas: el alba y su petición de
indulto. Paso sus noches esperando esa alba en la que lo ejecutarían. Cuando el amanecer pasaba y seguía
vivo, reflexionaba sobre el indulto. Deseaba obtenerlo pero también se imaginaba que la petición era
rechazada y todo volvía a comenzar. Finalmente el capellán entra en su celda e intenta explicarle porque
necesita el consuelo de Dios. Él, sigue firme en su incredulidad y sostiene que todos estamos condenados
a muerte, por lo que ese consuelo no tiene sentido, llega a molestarse mucho y a tomar al sacerdote por el
cuello. Intervienen los guardias. El capellán lloró por él. Meursault recuperó la calma cuando éste se fue.
Agotado, se durmió. En el límite de la noche, las sirenas sonaron. Anunciaban su ejecución. Por primera
vez, pensó en su mamá y se abrió "a la tierra indiferencia del mundo". Deseaba la presencia de muchos
espectadores que lo acogieran con gritos de odio.
3. El protagonista
Meursault, un juego de palabras ligado a la relación que tenía con el clima de su Argelia natal, (constituido
por las palabras mar y sal/meur et sault.) Es el héroe absurdo prototípico, más que un solitario, un náufrago
desolado a la merced de las olas de un absurdo mayor que el propio: la sociedad. Carece de la hipocresía
básica necesaria para sobrevivir en la sociedad burguesa, pero no apela con esto a anhelo alguno de virtud,
su sinceridad y honestidad, extrema hasta la ingenuidad, es producto de la relación absurda entre dos entes
absurdos: el hombre y el mundo, y nace de la respuesta natural del sujeto humano ante tal estado de cosas,
la indiferencia. Meursault no es un intelectual amargado, por el contrario es un joven lleno de vitalidad, con
el hedonismo egocéntrico propio de los veinte y tantos años, abraza la vida en cuanto se le ofrece con la
espontaneidad, tan natural que parece que tenga una pasividad exultante ante todo. Así acepta el amor de
Maria, la amistad de Raymond, el regalo ardiente del sol en medio de la frescura del mediterráneo. Esta
manera de ser cargada de sensualismo marca todos sus actos, incluyendo los más "trascendentales", en un
mundo en el que nunca se molesta en subrayar dada lo obvio de sunaturaleza, como son el homicidio y la
propia muerte.{ Meursault prefigura el Sísifo sonriente que años más tarde concebirá Camus en su
optimista apologética del absurdo Le myth de Sysiphe.} – Frase extraída de la biografía de las primeras
páginas del libro.
"Mersault pues es considerado desde mi más humilde opinión como un personaje extraño, intrigante,
misterioso, absurdo ya que no mantiene una relación con la sociedad dentro de lo que se considera lo
normal, su frialdad despierta curiosidad por saber más, por intentar escudriñar página a página el por
qué, quien es y que es lo que hace que tenga está animadversión por la vida. Un ser extraño que crea una
12
curiosidad insaciable que hace que se lea la novela de un tirón."
4. Preguntas de análisis
1. ¿Cuál es el objetivo del texto?
El objetivo de Albert Camus en esta obra es mostrar, a través de la vida de un hombre en concreto, los
valores mundanos de la sociedad de su época. Su impasible protagonista, por culpa de su falta de
sentimientos, expresión, capacidad de reacción, es condenado a muerte por un absurdo crimen cometido sin
ninguna justificación, no hace nada por explicar la inocencia de la que se siente tan sumamente convencido.
2. ¿Cuál es la tesis que plantea el texto?
La tesis central: "Nada, nada tiene importancia, y yo sabía bien por qué". La indiferencia es la actitud
esencial de Meursault a lo largo de todo el relato, así cuando Raimundo le pregunta repetidas veces si
quiere ser su camarada Meursault le contesta "que me era indiferente". Esta misma respuesta la que le da
cuando le pregunta si quería testificar en favor suyo. También responde así cuando María le pregunta si le
amaba y quería casarse con ella, Meursault le responde que: "me era indiferente". Tampoco muestra ningún
interés por la mejora profesional y así cuando su jefe le pregunta qué le parecería mejorar laboralmente
trasladándose a la sucursal de París Meursault responde que está bien: "pero que en el fondo me era
indiferente".
En esta novela Albert Camus nos presenta a Meursault, el protagonista, que refleja la filosofía de lo
absurdo, la sensación de desencanto frente a la vida. Como el aburrimiento, la cotidianidad lo van haciendo
insensible, indiferente y hasta casi despiadado. Da la sensación que al personaje le da igual ser de una
forma u otra.
Sin embargo, también en la novela se afirman las cualidades positivas del libre albedrío: ninguna fuerza
extraña debe dominarnos. Fuimos creados libres y capaces de poder actuar por nosotros mismos; podemos
y debemos superar la cotidianidad, el absurdo y el sin sentido de las cosas y la vida.
De esta manera se refleja una tesis existencialista de que la vida carece de sentido.
3. ¿Cómo se prueba o refuta la tesis?
En la obra de Camus El Extranjero, en la lectura del relato se da un efecto narrativo en primera persona que
aparece escrito en tercera. Se señala que el “yo” equivale a un “él”, lo que permite mantener el sentimiento
de extrañeza que envuelve totalmente la narración. Meursault es un extraño para la sociedad, para sí mismo
y para el lector. El título de la narración no puede ser más representativo. Camus compone un relato en
primera persona para engañarnos paradójicamente con la subjetividad de su persona. Encontrándonos de
esta manera con un relato objetivo escrito en primera persona.
4. ¿Qué no he entendido?
¿Por qué en los últimos minutos de su vida, una vez escucha las sirenas que anuncian su ejecución piensa
en su madre y se abre "a la tierra indiferencia del mundo" y desea la presencia de muchos espectadores que
lo acogieran con gritos de odio, sabiendo que en todo momento sostuvo una posición de indiferencia ante el
mundo?
5. ¿El argumento a favor de la tesis convence?
En su primera gran novela, titulada El extranjero, Camus pone de relieve la naturaleza volitiva e
indiferentista de su ateísmo. No en vano el primer título que Camus tenía pensado para esta obra era:
"L´indifferent". Al final de la obra Camus afirma explícitamente que el indiferentismo de Meursault frente
a la amistad, el amor y el trabajo queda completado por la indiferencia ante Dios. De ello da muestra
indirectamente la primera parte de la obra; y, de hecho, declara explícitamente que el domingo es un día
tedioso para él: "Pensé que era domingo y me fastidió: no me gusta el domingo". La segunda parte de la
obra, en cambio, es una muestra explícita de esa indiferencia.
Los personajes principales de las obras de Camus suelen caracterizarse por una serena indiferencia ante la
vida entendida está como un absurdo cuya carencia de significado hay que sobre llevar inmersos en una
cotidianeidad que nos arrastra sin sentido alguno. A veces ese absurdo se vuelve contra el individuo y lo
aplasta, pero no porque el sujeto tenga una experiencia metafísica de angustia existencial, sino porque un
absurdo aún mayor le sobreviene. Meursault comete un homicidio involuntario debido al cúmulo de unas
13
circunstancias absurdas. En su condena a muerte pesa más el comportamiento que tuvo durante el velorio,
funeral y el día posterior a la muerte de su madre, un comportamiento de indiferencia existencial, que las
circunstancias que concurrieron en la comisión del homicidio, circunstancias que, de haberse tenido
debidamente en cuenta no le habrían acarreado la condena a muerte.
6. ¿Puedo formular objeciones que el autor no haya tenido en cuenta?
Porque el autor en vez de empeñarse en crear la imagen de un antihéroe en Meursault, Cuando un autor
argumenta a favor de una tesis, parte del argumento consiste en tener en cuenta las posibles objeciones y
refutarlas una a una. Es sorprendente notar que en muchos casos quedan objeciones que el autor no ha
tenido en cuenta. Cuando encuentre una objeción nueva, trate de argumentar a favor de ella y después de
refutarla.
7. ¿Puedo formular una tesis contraria y sustentarla?
Camus, crea con Meursault, la imagen de un antihéroe, donde en su esencia se aprecia una cargada
negación, ya que para Meursault el mundo y su propia existencia no poseen ningún tipo de significado,
valor o verdad. Dicha obra se encuentra asociada al Existencialismo, debido a la importancia en ella de
temas como el absurdo y futilidad de la existencia, la indiferencia del universo y la necesidad del
compromiso en una causa justa.
Pero partiendo de esto se puede considerar que más que una posición existencialista de la obra, se puede
ver claramente un mecanismo de defensa del protagonista y hasta del autor ante todo lo que puede estar
pasando en su contexto. Por otro lado vemos como Meursault, no le encuentra sentido a si existencia ni
valor, ni verdad, posición contraria a la obligación moral que tienen los sujetos desde el existencialismo,
donde se debe actuar sobre la sociedad para transformarla mediante valores puramente humanos.
8. ¿El autor aborda cuestiones importantes que después no desarrolla?
Es notable en la obra de Camus, la reducción de los personajes a las sensaciones, su negativa reflexión y a
la interpretación de conductas propias y ajenas hace que de ellos se presenten con una inocencia pueril.
9. ¿Qué puedo concluir del texto?
Se puede concluir que el autor estaba interesado en otros campos a parte del literario, sus principales
intereses eran la ética, la humanidad, el amor, la justicia y la política, reflejado en cada fragmento de “El
Extranjero”.
La obra El Extranjero del escritor Albert Camus, está asociada al existencialismo, vemos como se hace una
representación a dicha concepción existencialista de la vida como algo absurdo, en la que el ser humano
debe realizar constantemente elecciones a veces sin sobrepesar las consecuencias de las decisiones tomadas
y en la que se debe establecer una propia escala de valores morales. Es por esto que el concepto de culpa
desaparece en el protagonista de la obra, y es reemplazada por la indiferencia ética.
"Si hay algo que odie más que el que no me tomen en serio es que me tomen demasiado en serio.""Es
aburrido ver a alguien entrar en una casa por la puerta. Es mucho más interesante cuando alguien entra por
la ventana."
La obra El Extranjero del escritor, Albert Camus está asociada al Existencialismo, debido a la importancia
en ella de temas como el absurdo y futilidad de la existencia, la indiferencia del universo y la necesidad del
compromiso en una causa justa. El extranjero, revela la influencia del existencialismo en su pensamiento.
5. Filosofía de Albert Camus: el concepto de hombre absurdo
En ocasiones se le ha reprochado a Camus no ser un auténtico filósofo, un filósofo profesional, por
desarrollar buena parte de sus ideas a través de la literatura. No obstante, es evidente que su obra está
sustentada en un sistema filosófico bastante sólido que, por otra parte, expuso en sus ensayos.
Su ensayo más conocido es El mito de Sísifo, publicado en 1942, el mismo año en que sale a la luz El
extranjero. En dicho ensayo, Camus parte del tronco existencialista, pero pronto se aparta de él.
El ensayo comienza con las siguientes palabras:
No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale
la pena de que se la viva es responder al pregunta fundamental de la filosofía. (El mito de Sísifo, 1967: 13)
14
Según Camus, la vida humana no tiene sentido. Pero, ¿es el suicidio la única solución consecuente ante la
presencia aplastante de esta idea? A primera vista puede parecerlo, pero el escritor y filósofo francés llega a
otra conclusión. Y, para ello, desarrolla su pensamiento sobre el absurdo.
Camus defiende que la idea del absurdo, del sinsentido de la vida, puede asaltarnos en cualquier momento:
Suele suceder que las decoraciones se derrumben. Levantarse, tomar el tranvía, cuatro horas de oficina o de
fábrica, la comida, el tranvía, cuatro horas de trabajo, la comida, el sueño y lunes, martes, miércoles,
jueves, viernes y sábado con el mismo ritmo es una ruta que se sigue fácil la mayor parte del tiempo. Sólo
que un día se alza el «por qué» y todo comienza con esa lasitud teñida de asombro. «Comienza»: esto es
importante. La lasitud está al final de los actos de una vida maquinal, pero inicia al mismo tiempo el
movimiento de la conciencia. La despierta y provoca la continuación. La continuación es la vuelta
inconsciente a la cadena o el despertar definitivo. (El mito de Sísifo, 1967: 20)
Muchas veces a lo largo de nuestra vida podemos sentir el absurdo, pero una vez tomamos conciencia de él,
es imposible escapar a esa constatación. Llegados a ese punto, cualquier intento de hallar el sentido de la
existencia es inútil.
Este sinsentido de la vida humana encuentra su explicación en la negación de la existencia de Dios y la
trascendencia. El hombre desea lo que el mundo no le ofrece: eternidad y sentido. De la confrontación de
estas dos realidades tan desproporcionadas (los deseos del ser humano y lo que éste vive) surge el absurdo.
Así, dirá Camus:
En la especie y en el plano de la inteligencia puedo decir, por lo tanto, que lo Absurdo no está en el
hombre (si semejante metáfora pudiera tener sentido), ni en el mundo, sino en su presencia común. (El
mito de Sísifo, 1967: 32)
El ser humano, ante esta revelación, puede optar por asumirla con dignidad y lucidez o aceptarla con
angustia y amargura. En el segundo grupo se encuentran, según Camus, la mayor parte de los
existencialistas y racionalistas. Y es que en el panorama de la filosofía existencialista domina la actitud
evasiva:
Mediante un razonamiento singular, partiendo de lo absurdo sobre los escombros de la razón, en el
universo cerrado y limitado a lo humano, [las filosofías existenciales] divinizan lo que los aplasta y
encuentran una razón para esperar en lo que les desguarnece. (El mito de Sísifo, 1967: 33)
Los existencialistas divinizan el absurdo de la existencia y entienden la oscuridad y la ignorancia que éste
trae consigo en luz y explicación de todo. Este procedimiento por el cual un pensamiento intenta superarse
a sí mismo constituye una negación y da lugar a una paradoja ineludible para Camus. Es aquí, pues, donde
Camus se separa del tronco existen- cialista, cuya actitud denomina, por estar basada en la negación,
«suicidio filosófico».
El pensamiento de Camus tampoco es afín a los que sostienen que todo es razón y se obstinan en dar una
explicación del mundo:
No sé si este mundo tiene un sentido que lo supera, pero sé que no conozco ese sentido y que por el
momento me es imposible conocerlo. [...] Y sé también que no puedo conciliar estas dos certidumbres: mi
apetencia de absoluto y de unidad y la irreductibilidad de este mundo a un principio racional y razonable.
(El mito de Sísifo, 1967: 46)
Aceptar el absurdo con dignidad consiste en mostrar una actitud rebelde, que Camus define como «una
confrontación permanente del hombre con su propia obscuridad» o «la seguridad de un destino aplastante,
menos la resignación que debería acompañarlo» (El mito de Sísifo, 1967: 48). Y es que un destino, una
experiencia, no se vive plenamente si no se la acepta por completo. Así pues, el suicidio no es una salida
aceptable, ya que el suicidio «resuelve el absurdo» y «para mantenerse, lo absurdo no puede resolverse» (El
mito de Sísifo, 1967: 49). Para el filósofo argelino, la rebeldía restituye el valor a la vida y la llena de
grandeza.
En la práctica, la rebeldía consiste en «morir irreconciliado y no de buena gana» (El mito de Sísifo, 1967:
49), «el hombre absurdo no puede sino agotarlo todo y agotarse» (El mito de Sísifo, 1967: 48). Y esto
último no es ni más ni menos que intentar vivir lo más posible, que para Camus equivale a vivir el máximo
número de años posible. El ser humano debe acomodarse a la realidad dada sin dejar de hacer uso de su
libertad y, dado que siempre se tiene el mismo número de experiencias en un determinado número de años,
ser consciente de todas ellas, sean cuales sean. El ser humano que vive acorde con estas ideas es el hombre
absurdo:
¿Qué es, en efecto, el hombre absurdo? El que, sin negarlo, no hace nada por lo eterno. No es que le sea
extraña la nostalgia, sino que prefiere a ella su coraje y su razonamiento. El primero le enseña a vivir sin
apelación y a contentarse con lo que tiene; el segundo, le enseña sus límites. (El mito de Sísifo, 1967: 57)
Así las cosas, la moral es un problema que queda fuera de las preocupaciones del hombre absurdo. Ya que
la vida carece de sentido, la moral (así como el inmoralismo) no es más que un conjunto de justificaciones
15
que el hombre absurdo no necesita. El hombre absurdo sólo podría admitir una moral divina, dictada, pero,
como ya hemos visto, niega la existencia de Dios. Esto no significa que todo valga para el hombre absurdo;
éste debe considerar las consecuencias de sus actos con serenidad, pues aunque para él no haya culpables,
hay responsables:
La certidumbre de un dios que diera su sentido a la vida supera mucho en atractivo al poder impune de
hacer el mal. La elección no sería difícil. Pero no hay elección y entonces comienza la amargura. Lo
absurdo no libera, no liga. No autoriza todos los actos. Todo está permitido, no significa que nada esté
prohibido. Lo absurdo da solamente su equivalencia a las consecuencias de esos actos. No recomienda el
crimen, eso sería pueril, pero restituye al remordimiento su inutilidad. Del mismo modo, si todas las
experiencias son indiferentes, la del deber es tan legítima como cualquier otra. Se puede ser virtuoso por
capricho. (El mito de Sísifo, 1967: 58)
Aunque esta última idea pueda parecer destructiva, en lo expuesto sobre hombre rebelde en El mito de
Sísifo se encuentra la semilla de la esperanza. El hombre rebelde debe llegar a ser un Sísifo alegre,
consciente de lo absurdo de su tarea pero feliz de vivir cada instante de su vida. Por otra parte, en el
desarrollo posterior de su obra, Camus defenderá explícitamente la creación y la medida frente al exceso y
la destrucción. Y, ante la precariedad de la existencia, propondrá el compromiso con los demás,
especialmente con los seres marginados u oprimidos. Así, en su narrativa, puede observarse un gran cambio
entre Meursault, protagonista de El extranjero, cuya indiferencia moral se desarrollará másadelante, y
Tarrou, uno de los personajes de su novela La peste, que encarna una suerte de «santidad sin Dios» (de
Torre, 1968: 232) a la que llega mediante la solidaridad con el sufrimiento.
6. Contexto histórico-literario
La obra de Camus se desarrolla en los años 40 y 50, es decir, en los años marcados por las terribles
consecuencias de la II Guerra Mundial. A raíz de este conflicto bélico se desarrolla la filosofía
existencialista, con las ideas de Heidegger, Sarte o del propio Camus. Las inquietudes existenciales ya
habían aparecido a principios de siglo en las obras de escritores eminentes como Pirandello, Rilke, Kafka,
Thomas Mann, o Unamuno en España. Pero es en los años siguientes a la guerra mundial cuando cobran
especial relevancia las obras (tanto filosóficas como literarias) preocupadas por la meditación angustiada
sobre la condición humana. En este marco es donde se desarrolla el existencialismo por antonomasia, el
existencialismo ateo, cuyos máximos representantes son Jean-Paul Sastre y Albert Camus. Ambos
escritores parten de la afirmación nietzcheana de la m
́ uerte de Dios ;́ y a partir de ahí, el hombre aparece
como una criatura absurda, el mundo es un caos y la vida como realidad carente de sentido.
La formulación más radical del existencialismo ateo corre a cargo de Sartre; su novela La náusea expresa
la angustia del hombre ante un mundo inexplicable. Algunas formulaciones de Sartre sintetizan bien la
angustia y el absurdo que atenazan al hombre: “el hombre es una pasión inútil”; “el hombre está condenado
a ser libre”; “el infierno son los otros...”. Las ideas de Camus – y en concreto el planteamiento que hace en
su ensayo El mito de Sísifo o en su novela El extrajero – se mueven en una línea parecida. Pero ambos
escritores superan su dramático pesimismo existencial por una vía del compromiso político o humanitario:
en lucha abierta contra las injusticias.
Paralela a línea existencialista se mueve otra corriente que podemos calificar de existencialismo cristiano,
siguiendo el magisterio de Kierkegaard, Dostoievski o Unamuno. A ella pertenecen escritores tan
destacados como Graham Green, G.Bernanos, Mauriac o Claudel. La vida como un camino dramático, la
mezcla de grandezas y miserias, el misterio del Mal serán los grandes temas de estos escritores cristianos
contemporáneos a Camus.
En sintonía con el pensamiento existencial se mueve también el llamado teatro del absurdo, de Ionesco o
Samuel Beckett.
7. Aspectos formales
La novela está escrita en primera persona: hay un protagonista-narrador que da cuenta de los diferentes
episodios que jalonan su vida, desde el entierro inicial de su madre hasta su prisión y condena final. Es el
propio protagonista, Mersault, quien expone los hechos y reflexiona sobre ellos. Narración escueta,
descripciones concisas, especulación o reflexión y diálogos breves e incisivos son las modalidades que
aparecen en la novela.
Pero este enfoque subjetivo, propio de una novela confesional, queda contrarrestado por el tono que le da el
narrador. El gran acierto de Camus consiste en que hace “hablar” a su protagonista eliminando cualquier
tipo de emoción; Mersault nos cuenta su vida como si las cosas que dice no fueran con él: siempre se
comporta como un observador distante y preciso, frío y meticuloso.
16
La novela está escrita con un estilo desnudo de artificios, con la máxima sencillez aparente, que consigue
así impactar al lector. El protagonista se distancia de sí mismo y nos desvela con toda crudeza su extraña
forma de ser y de actuar: la encarnación de la angustia, la aparente insensibilidad, el absurdo de las
situaciones que vive, la abulia y la soledad en las que se desenvuelve, su conducta de autómata...
8. Matar y morir en El Extranjero
Toda literatura goza, o padece a veces, de ideas; la operación ficticia contiene un material que puede ser
trasladado a la veraz vida del lector. En ocasiones, por demás, el verbo imaginario re- quiere, más en uno
que en otro autor, una apoyatura filosófica para explicarlo, para entenderlo; incluso para la estética
inteligencia del mismo. Por supuesto, su literaria cualidad no se ve menos- cabada, la teorética del autor no
lo explica todo, como se verá; pero ciertas notas sobre la filosofía, o cuando menos, la ideología
trascendental, como la falta de sentido y valores, que subyace a la escritura, a la autoría de un relato, son
importantes y explicativas. Albert Camus, con ese amplio afán de las letras, sean de puro arte o de sagaz
pensamiento, escribió en El extranjero una literatu- ra que se deja elucidar, muchas veces, en la filosofía de
a pie de su protagonista; de la intensa in- dividualidad, para morir y para matar, que es Meursault.
En esta historia, con hondo calado existencial, asistimos, así, a una doble faz de la muerte; a la acuciante
pasión que se inicia con la noticia del deceso de la madre del protagonista hasta culmi- nar, pasando por el
crimen, en la condena y su propio ajusticiamiento. Meursault, un oficinista de la Argelia colonial, nos va
relatando, confesivo, ásperamente sincero, su vida en un lenguaje que sufre una indiferente crudeza. Por
ejemplo, son notables las descripciones del calor, del paisa- je, durante el camino que lleva a su madre al
cementerio; como abstrayéndose de un hecho, nor- malmente, crucial y pático. En efecto, en el velorio de
la madre, el narrador no llora; se exhibe y piensa insensiblemente, lo cual dejará un tendal de indicios para
el juicio posterior a su crimen. Sus respuestas, continuando con el aspecto lingüístico-conceptual, son
inerciales; está a punto de casarse, por ejemplo, pero le dice a su prometida que el hecho de quererla o no
carece de importancia.
Camus dijo que el principal problema filosófico era el suicidio; desde este punto de vista, por lo tanto, la
vida o la muerte de Meursault, la vida o la muerte de los que rodean a Meursault, co- bran capital
importancia para la intelección argumental. Entre la vida y la muerte, o su sentido o significado, se debate
el narrador, ante sí mismo y ante la humanidad; y ya está a punto de matar y de morir...
El protagonista, así, vuelve a la vida normal; se entromete, más por la mecánica de las cosas que por otra
cosa, en los sórdidos asuntos de un hombre que, repentinamente, le tiene confianza; el hombre, Raymond,
carga un problema con unos árabes; Meursault, pues, mata a balazos a un árabe. Ha elegido, entonces,
matar, ya que vive una vida que le inspira absurdidad, falta de tras- cendencia religiosa o mandatos sociales
plausibles; como, por ejemplo, la ley, eclesiástica, civil o filosófica, de no matar. En el asesinato del árabe,
que desembocará en la ironía del juicio, el pro- tagonista, rodeado por la circunstancia de una naturaleza
opresora-¿el calor de la playa argelina?-, permanece junto al árabe y dispara, como si cediera el gatillo; sin
embargo, eligiendo, palabra afín al existencialismo, una voluntad propia que trasciende el inocente vaivén
de la naturaleza, si- gue disparando sobre un cuerpo inerte. Aunque el narrador nunca lo explica, si bien en
parte achaca al calor su acción criminal, ha optado la muerte del otro; los códigos, celestes o terrenales,no
han podido influirlo, y sólo el mundo indiferente y absurdo es lo que tiene que aceptar; sin reglas que
otorguen una finalidad razonable, todo está permitido. Como la vida en ge- neral no tiene significado, el
asesino, acaso, concluye que matar es algo tan inexplicable co- mo Dios. ¿Pero será Meursault igualmente,
como ante la muerte del otro, indiferente ante su propia muerte?
Las reacciones del protagonista frente a la mortal angustia, como víctima y como victima- rio, como agente
y como paciente, como asesino y como asesinado-Camus estaba en contra de la pena de muerte-, es lo que
se propone este ensayo. El asesinato del árabe, si bien ínti- mo, pues el propio sujeto del relato lo ha
cumplido, no es tan individual, tan concreto aca- so, como el propio cara a cara letal del oficinista.
Meursault, apático, posee una cierta ética asesina, pero no sabremos hasta el final si su práctica moral es
también suicida, o, para en- tenderlo con más rigor, si acepta su condena a muerte, como ser humano que
carece de la piedad postmortal de las religiones y las construcciones especulativas humanas. Y así asistimos, al fin, a la aplastante ironía camusina del juicio; Meursault se declara culpable; narra,
abrumadoramente impersonal, los acontecimientos del proceso: el hincapié que se hace acerca de que
Meursault no ha llorado por su madre-debido a los testigos del velatorio-es más importante, imputando
Camus a la palabrera persuasión judicial, que el hecho de ha- ber éste matado a un hombre. Las
instituciones legales, cargadas de hipocresía tanto de ver- bo como de concepto, inquieren al marginado, al
extranjero de esta tierra, y a su conse- cuente falta de valores ortodoxos; y así el hombre arrojado al mundo
indolente tiene todavía más causas turbadoras; es aquí donde se nota que la sociedad de los valores juzga al
indivi- duo que no cree en nada, exceptuando el propio absurdo, la insondable voluntad del uni- verso y de
17
los seres; penosa conciencia, pues, que debe vivir con plenitud el asesino; una conciencia que permite
rechazar el suicidio, según los ensayos del importante autor franco- argelino; pero que, ateniéndonos a la
novela, no logra rechazar el asesinato...Meursault es condenado a pena capital; tanto como ha matado,
ahora ha de morir.
En la cárcel, va a visitarlo frecuentemente un capellán. Meursault declara que no cree en Dios. Está tan
entregado a la insensibilidad de las cosas, que le dice al religioso que no tiene tiempo de ocuparse de Dios.
Hay explosiones emocionales de ambas partes. El capellán re- presenta palmariamente el orden
transmundano que quiere engañar, según la novela y el autor, la falta de finalidad, de teleología, en los
hombres, tanto para la vida como para la muerte; una vez que el capellán lo deja en la soledad, el asesino se
enfrenta a sus pensamien- tos. Dice que ha sido feliz. Que siempre ha sido feliz. Acepta entonces el mundo
impert- érrito, la humanidad inhumana (carente también de significado); así, pues, el exacerbado individuo
se prepara para recibir la muerte, la condena que todos cargamos sobre los hom- bros.
Es menester decir, por último, que Camus objetaba que, sin embargo, no todo estaba per- mitido; y que un
deber-por ejemplo, el de no matar- podía ser, como las otras, una capri- chosa, como vehemente,
permisividad. Su Meursault, sin embargo, ha aceptado su vida y, sobre todo, su muerte; pero eligió matar a
un hombre. Él se complace en la conciencia del absurdo; de la falta de sentido de una vida que al final
declara feliz, y de su propia extin- ción; aunque en ello deja deslizar, acaso, que los métodos del juicio
hipócrita fueron falaces,pero no su culpa. Así, la filosofía de Meursault, no pudiendo desentrañar si según
Camus o según la escritura de Camus, ha sabido morir, sí, pero no ha sabido, en fin, permitirse dejar de
matar.
9. Albert Camus y El Extranjero
lbert Camus llevó una vida llena de turbulencias desde una temprana edad: la pobreza que enfrentó en su
infancia, una enfermedad tan desgastante como la tuberculosis (la cual fue consumiendo poco a
poco su salud), y los numerosos acontecimientos sociales que sucedieron en el mundo durante su vida, tales
como la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Independencia de Argelia. Todas estas experiencias
moldearon su forma par- ticular de ver el mundo, sus opiniones y su filosofía personal. En un principio,
Camus expuso ideas cercanas a la corriente existencialista (fue un lector de Kierkegaard), pues afirmaba el
papel decisivo de la existencia y la libertad del sujeto y de la elección o responsabilidad individual. Sin
embargo, más adelante Camus se declaró al margen de las corrientes filosóficas y negó cualquier convicción que pudiera tener en Dios, en la historia o en la razón. Con esta afirmación rechazó el cristianismo, el
marxismo, el nihilismo y el existencialismo, y luchó contra toda ideología que separara al hombre de lo
humano. Es por ello que fue declarado anarquista por algunos, ya que apoyó numerosos movimientos de
revuelta alrededor del mundo; colaboró con publicaciones anarquistas y cues- tionó cualquier doctrina que
llevara a un “final de la historia”.
Sin embargo, sus pensamientos contribuyeron principalmente a la cons- trucción de una nueva e importante
corriente: el movimiento de lo absurdo. Aun- que este tiene sus orígenes en pensadores anteriores a Camus,
es él quien lo consolida, y esta corriente puede apreciarse en casi todas sus obras, incluyendo El extranjero.
Con el absurdo, Camus propone un enfrentamiento entre dos idea- les que ponen en evidencia lo
irrazonable que es la vida humana: por un lado, el deseo del hombre de encontrar un significado a su
existencia; y por otro, la indife- rencia del universo. Piensa que hay situaciones específicas que permiten al
hom- bre darse cuenta de lo absurdo de su existencia y que tal toma de conciencia deja al hombre tres
opciones. En primer lugar, está el suicidio, el cual es considerado como una confesión o declaración de que
la vida no vale la pena; es la manera más fácil de terminar con lo absurdo al eliminarse el sujeto y su lugar
en el uni- verso. La segunda opción es la de “un salto de fe” en la cual el sujeto reconoce lo absurdo de su
existencia, pero prefiere ignorar este descubrimiento, lo cual sería un suicido filosófico. La última opción
es la de aceptar el absurdísimo de la vida y la indiferencia del universo. Se argumenta que sólo así los
hombres pueden volverse libres y tienen la oportunidad de darle un significado a sus vidas. “Sólo mediante
esta aceptación los humanos pueden utilizar su libertad para tomar decisiones y para desarrollar un
propósito” (Cruickshank, 1960: 44). Esta última opción es la única vía admisible a los ojos de Camus.
Para este autor, los humanos están constantemente tratando de eludir la verdad del absurdo y de llenar el
vacío que ello les produciría con algún otro sistema de creencias (religión). En un mundo en el que el
hombre no espera encontrar un significado mayor, o tener una vida más allá de la muerte, se puede obtener
una libertad absoluta. Esta corriente discute que, al igual que la religión, la esperanza es otra manera de
eludir el absurdo. No obstante, al vivir sin esperanza, los hombres aprenden a apreciar cada momento del
presente y a vivirlo al máximo. Un último concepto importante en esta ideología es el lamoralidad. No hay
una moralidad suprema y objetiva con definiciones exactas del mal y del bien; en cambio, lo que sí hay es
una integridad personal, en la cual el hombre es honesto consigo mismo y consistente con sus acciones.
18
Para el absurdista sólo existe una visión subjetiva de las cosas y no un enfoque inque- brantable de lo que
es moral y de lo que no lo es.
En lo que concierne a lo sociopolítico, Camus tuvo siempre una visión hu- manística de la sociedad. Fue un
ferviente defensor de los derechos humanos en todo el mundo, y en especial denunciaba las injusticias
perpetradas contra la población árabe en Argelia cuando todavía era una colonia francesa. Fue un declarado
pacifista, y se manifestó en contra de la pena de muerte alrededor del mundo. Así mismo, fue también un
opositor a los regímenes totalitarios en todas sus formas, desde el nazismo alemán hasta el comunismo
soviético.
La obra
La primera parte de la novela presenta a Meursault, un francés que vive en Argelia, y su vida cotidiana.
Meursault es un hombre relativamente normal, con un trabajo y un apartamento, pero bajo esta apariencia
común y corriente se encuentra una singularidad que lo separa del resto del mundo: su actitud de completa
indiferencia hacia todo lo que lo rodea. Cualquier cosa que va más allá de la experiencia sensorial es
extraña y ajena a Meursault. No expresa ningún sentimiento, ya sea de tristeza, alegría, culpa, piedad o
miedo. Sólo se enfoca en el placer físico y únicamente hace observaciones objetivas. Eventos como el
funeral de su madre, el encuentro amoroso con una mujer (Marie), o la amistad con un vecino no causan en
él reacciones. Cuando su amigo Raymond los invita a él y a Marie a un paseo a la casa de otro amigo, llega
el momento climático de la obra. Agobiado por la luz y el calor, Meursault asesina a un árabe en la playa,
sin razón aparente. La segunda parte de la obra gira en torno a su encarcelamiento, juicio y sentencia.
Aunque la obra es usualmente clasificada como existencialista, se trata en verdad de un exponente del
absurdo de Camus. En la primera parte se explora lo absurdo de la existencia del personaje principal,
Meursault. Aunque todavía él no ha tomado consciencia de ello, el absurdo está presente en todas sus
accio- nes. Meursault no demuestra ninguna clase de sentimientos ni empatía; es poco receptivo y distante,
aun cuando se trata de “seres queridos”. Por ejemplo, en el funeral de su madre, no muestra signos de
tristeza ni emoción, sino que simple- mente observa a los otros asistentes. Sale a relucir lo que López
Quintás llama la “actitud fusional inmersiva, que lo lleva a atenerse casi en exclusiva u obsesi- vamente a
la vertiente sensorial del entorno (...)” (2011: 294). Quiere decir que la única forma en la que existe
verdaderamente y se relaciona con el resto del mundo es a partir de sus experiencias físicas, tales como
nadar en el mar, o su relación sexual con Marie. Meursault tampoco siente que erró al ayudar a Sintès a
vengarse de su novia. Sabe que este último la golpeará y, sin embargo, ayuda a su amigo a escribir la carta
que llevará a este acto. Una vez más se demuestrala falta de compasión que tiene el personaje, pues
simplemente no ve una razón por la cual no debe ayudar a Sintès. Aquí se evidencia un aspecto importante
de la filosofía de Camus: el tema de la moralidad en el absurdo. El hombre absurdo no se guía por reglas
definidas del bien y del mal que clasificarían la acción de ayudar a Sintès en su venganza, como mala. El
hombre absurdo (Meursault) solamente tiene una idea subjetiva de la moralidad, que no encuentra nada
malo en ayudar a escribir una carta.
Otro ejemplo de su insensibilidad reside en la relación que mantiene con Marie. Para Meursault esta unión
no pasa de un plano sexual, pues solo la usa para satisfacer sus deseos. Marie, en cambio, sí desarrolla
fuertes sentimientos que van más allá de la relación física. Cuando ésta le pregunta a Meursault si la ama,
éste responde que no lo sabe; se demuestra en este acto la falta de sentido que tiene para Meursault el amor,
pues lo único verdadero para Meursault son las experiencias físicas. “Su tendencia a nivelarlo todo,
anulando la jerarquía de valores” (López Quintás, 2011: 301) es una de las muchas características que
demuestra esta escena, y que concuerda con el pensamiento de lo absurdo.
Un aspecto importante es la otredad y la condición extranjera de Meurs- ault. Como bien explica López
Quintás “el propósito de Camus no fue de dejar constancia testimonial de un tipo de humano característico
de una época, sino mostrar cómo vive y se comporta un hombre que de modo tácito o expreso desa- rrolla
su existencia en una relación de inmediatez casi fusional con su entorno y limita de este modo al extremo
su capacidad creadora de ámbitos humanos” (2011: 312). Es decir, que cuando se trata de elementos físicos
(el sol, la luz, el mar, el cuerpo femenino, los ruidos y los olores), Meursault se siente cómodo y totalmente
integrado. Por el contrario, se siente extranjero o extraño cuando trata de relacionarse con situaciones que
sobrepasan este mundo sensorial (ma- trimonio, amistad, leyes de la virtud, o arrepentimiento).
El acto climático en la novela es el asesinato del árabe en la playa. “La es- pada ardiente me roía las cejas y
me penetraba en los ojos doloridos. Entonces todo vaciló. El mar cargó un soplo espeso y ardiente. Me
pareció que el cielo se abría en toda su extensión para dejar que lloviera fuego. Todo mi ser se distendió y
crispé la mano sobre el revólver.” (Camus, 1979: 72). Cuando Meursault comete este crimen lo hace
debido a los efectos físicos que le estaban causando el intenso calor y el sol en ese momento aciago. “Una y
otra vez advierte Meursault que su naturaleza es tal que las sensaciones y estados físicos alteran a menudo
19
sus sen- timientos y no le permiten hacerse cargo de la situación” (López Quintás, 2011: 307). Es tal el
grado de alejamiento de su metasensibilidad, que no logra controlar sus impulsos físicos para evitar un acto
que muchos considerarían impensable.
Para Meursault, este suceso no tiene nada de diferente de los otros que ocu- rren en su vida; no tiene
significado especial y es un simple acontecimiento que le pasa. Se aprecia la insignificancia que tiene para
Meursault la vida humana, y no solamente la suya sino la de todas las otras personas. Nunca se cuestiona ni
piensa en la humanidad del árabe al que mató (es irrelevante para él), sino que lo plantea como un simple
hecho que es consecuencia de sus acciones y la causa de su arresto. Sin embargo, este evento tiene enorme
importancia para lo que siguede la novela, pues marca el punto en el que Meursault comienza a reflexionar
sobre su existencia y sobre su vida. Cuando es aprisionado y su juicio y condena son inminentes, Meursault
experimenta una introspección sobre su vida y es en ese momento cuando toma consciencia de lo absurda
que es. Si antes vivía de una manera desligada, considerando toda acción y persona como banales, ahora lo
reconoce abiertamente. Con este asesinato, Camus demuestra una de las “si- tuaciones” que dejan que el
hombre se dé cuenta de su propio absurdo y que, con- secuentemente, le otorgan la libertad. La muerte del
árabe y el encarcelamiento de Meursault son una especie de despertar que permite al personaje percatarse
de la insensatez de la vida.
Ante tal revelación, Camus propone tres elecciones, como se plantearon an- teriormente. En el caso de la
novela, Meursault escoge la tercera opción (acepta- ción), pues el personaje no elige el suicidio (primera
opción) ni ignora su absurdo (segunda opción). Al enfrentarse al capellán violentamente vive un momento
de catarsis en el que expresa frustración ante su absurdo y la angustia que le provoca la falta de sentido de
su vida. No obstante, termina por asumirlo y acep- tarlo: con ello consigue la libertad. Meursault se da
cuenta de la indiferencia del universo hacia su vida y es por esto que afronta y está en paz con su sentencia
de muerte. “Como si esta tremenda cólera me hubiese purgado del mal, vaciado de esperanza, delante de
esta noche cargada de presagios y de estrellas, me abría por primera vez a la tierna indiferencia del mundo.
Al encontrarlo tan semejante a mí, tan fraternal, en fin, comprendía que había sido feliz y que todavía lo
era.” (Camus, 1979:142).
En la segunda parte, se examinan también la “justicia del hombre” y su ar- bitrariedad. Durante el juicio,
Meursault es pasivo e inexpresivo, cualidades que el abogado acusador usa en su contra para hacer creer
que Meursault carece de sentimientos (aunque de alguna manera no los tiene). En algún punto del juicio, el
abogado llega incluso a retratarlo como un monstruo desalmado, para así lograr su condena. Meursault no
ve su acto como “desalmado”, sino que lo ve como un acontecimiento más en su vida. También se reitera el
hecho de los disparos per- petrados hacia el árabe. Para Meursault, el hecho de dispararle una, dos, tres o
más veces es equivalente, ya que no hay diferencia, pues el primer disparo mató al hombre, y los que
siguieron no cambiaron este hecho ni tuvieron otras consecuen- cias. No obstante, el narrador destaca la
importancia que le da la sociedad a los disparos posteriores: para la sociedad el hecho de haber disparado
más de una vez convierte a Meursault en un brutal asesino que no disparó en defensa propia, sino que lo
hizo en un acto cruel y asesino. Esta línea de pensamiento se denuncia en la novela, pues mientras que el
hombre absurdo (Meursault) es objetivo y considera solamente la muerte del árabe, la sociedad da otros
significados a estas acciones.
Impacto y alcance de la novela
Sin importar las opiniones de algunos críticos, Albert Camus fue y es considerado, no sólo por sus
contemporáneos sino también por especialistasposteriores, como uno de los escritores más significativos de
su generación. En numerosas encuestas, hechas justo después de la Segunda Guerra Mundial, y aun hoy en
día, Camus resulta uno de los escritores mas leídos en Francia. Su impacto también es internacional al ser,
junto con Jules Verne, Victor Hugo y Alexandre Dumas, uno de los escritores franceses más leídos y
reconocidos en el mundo. El Extranjero se publicó durante la mencionada guerra, escenario perfecto para
los temas que explora la obra. El impacto que tuvo la novela en un público que había vivido en carne
propia el terrorismo y lo absurdo de la guerra, fue enorme. El público francés vio en Meursault un reflejo
de su propia experiencia absurda y sin sentido. No solamente en Francia se percibía esta emoción; también
en el resto de Europa y en el mundo existía un fuerte sentimiento de desengaño y confusión que se veía
plasmado en la obra de Camus. La filosofía del absurdo propuesta por esta obra (y muchas otras obras de
Camus) fue acogida por gran parte de la sociedad de la época, en especial por los jóvenes. Junto con el
existencialismo, esta filosofía presenta la percepción de desvalorización de la vida humana que había en
aquel momento por causa de la guerra. Estas dos corrientes influenciaron considerablemente toda una
generación e, incluso, hoy en día, siguen vigentes en muchos países entre numerosas personas.
Conclusiones
20
El legado de Albert Camus en sus obras y su pensamiento es una herencia invaluable, tanto para la
literatura francesa y universal, como para la huma- nidad en su totalidad. La intensidad humanitaria con la
que se expresaba, su preocupación por el prójimo y su lucha contra el totalitarismo son algunas de las
cualidades tan simples y a la vez tan inusuales que hicieron de este hombre un autor sobresaliente. Sintió la
necesidad, no sólo de escribir, sino de denunciar y reprochar el sufrimiento, el dolor y las conmociones
políticas y morales de su época. El extranjero es uno de los muchos escritos que expresan el sentimiento
general de desconsuelo de la humanidad durante y después de la Segunda Gue- rra Mundial. Con sencillez
y claridad, Camus expone toda una nueva corriente filosófica, el absurdo, que lleva a una insólita manera
de ver la vida. La corta historia de Meursault conmueve al lector y le lleva a cuestionarse sus más profundas creencias sobre su individualidad y su propósito.
Conclusiones II
En la primera parte, bueno al menos así lo propongo yo, se describe a Meursault como un personaje
apático, indiferente de la vida, como desconectado del mundo, este obrar de Meursault es lo que Camus
establece como la "sensibilidad absurda" (El mito de Sisifo), es la "vida inauténtica" al decir
de Heidegger (Sein und Zeit) en donde las personas viven para ocultar su verdadero ser, que es, ni mas ni
menos que el hombre "es-un-ser-para-la-muerte".Explicándolo de otro modo, estamos destinados a morir,
pero esta realidad, el camino hacia la muerte o sea la nada, nos genera una angustia gigantesca que tratamos
de todos modos de evadirnos de ella. Es por ello que Meursault tiene este comportamiento indiferente, no
esta enterado, en esta primera parte, de su verdadero ser, tiene una vida inauténtica, es un verdadero
extranjero de su propio ser. Meursault, no se pregunta por que vivir, solo vive y con esta actitud frente a la
vida se evade de su propio ser.Esta preso de la vida inauténtica.La segunda parte seria una especie de salto
hacia él "ser autentico", es la liberación, es el reencuentro con su ser, este punto es central en la obra,
Meursault se topa con la primera certeza en su vida, que va ha morir ejecutado, después de un juicio, por
haber dado muerte a un hombre, cuando toma al sacerdote por el cuello, si mal no recuerdo, se produce una
rebelión en el, descubre su ser, su verdadero y autentico ser, sabe que es un hombre destinado a la muerte y
la aceptación de ella lo hace libre, y es por primera ves en su vida un hombre libre y dueño de su vida, es
tan libre que ni siquiera el temor a morir ejecutado lo amedrenta, es mas bien su salvación, su verdadera
liberación de aquella vida indiferente hacia las cosas y evasiva de si mismo, a partir de ahora Meursault se
hace dueño de su vida, recobra su humanidad, aunque ya no le quede mas tiempo en este mundo. Albert
Camus toma al nihilismo, como razón del ser (bueno todos los pensadores existencialistas lo han hecho) y
lo plasma en la esta novela de manera brillante. Como tal se entiende la decisión del protagonista de
rechazar la visita del capellán, ya que tomando el nihilismo como actitud hacía la vida por parte del autor
no puede aceptar la existencia de una "ley superior" que determine nuestra vida.
OBRA III – CASA DE MUÑECAS, IBSEN (1879)
1. Argumento
Los hechos ocurren en el interior de la casa de una familia típica de la época compuesta por el marido
Helmer –abogado de profesión-, Nora -esposa de Helmer y gran protagonista y heroína de la obra-, tres
hijos pequeños del matrimonio, y dos empleadas. Los personajes ajenos al núcleo familiar pero que inciden
en los acontecimientos son el médico Rank quien se siente sentimentalmente ligado a Nora; Cristina, amiga
de Nora desde la infancia y que juega un papel importante en la salvación de la protagonista y Krogstad
quien trabaja en el mismo Banco en el que labora Helmer y a quien Nora le tiene una deuda. La cuestión
central de la obra encuentra su razón de ser en un acontecimiento que acaeció hace ya ocho años: El padre
de Nora yacía agonizante y su marido cae enfermo de gravedad. La solución para la recuperación de
Helmer está en viajar a climas más benévolos, concretamente a Italia. Nora solicita a Krogstad un préstamo
a escondidas de su marido para poder salvar la vida de éste y falsificando la firma de su padre moribundo.
Con el tiempo Nora ha podido ir pagando la deuda.
Una serie de casualidades pondrán al descubierto aquella acción de Nora y traerán a la luz un mundo vital
en el que la protagonista ha vivido sin sentirse a gusto y que la pondrán en la encrucijada más importante
de su vida: seguir en lo mismo o romper con todo para reafirmarse a sí misma. El marido es elevado a la
posición de presidente de un Banco en el que precisamente labora Krogstad. La necesidad de readecuar el
número de empleados del Banco trae consigo la posibilidad de que Krogstad quede desempleado. Éste ante
21
semejante posibilidad recurre a Nora para que interceda por él ante su marido utilizando para ello la
extorsión: Hará del conocimiento del marido todo lo relacionado con la deuda que ella adquirió con él ocho
años ha. Los esfuerzos de Nora a favor de Krogstad no fructifican y éste pierde su puesto de trabajo.
Krogstad cumple las amenazas y envía al marido de Nora una carta en la que expone lo actuado por Nora a
sus espaldas en ocasión del préstamo solicitado. La misiva finalmente es leída por el marido dando lugar a
una reacción violenta de parte de éste contra su mujer. Pero en mitad de los insultos, improperios y
humillaciones de que Nora está siendo objeto llega otra carta en la Krogstad declara a Nora libre de toda
deuda. Inmediatamente Helmer sufre una transformación. Concluye que no hay razón para humillar a su
mujer, que el orden de su vida ha sido restablecido y que todo vuelve a ser normal. Para Nora, no obstante,
la cosa no es así de fácil. La reacción inicial de su marido ha obrado, primero, como desencadenante y,
luego, como transformador. Ella se ha dado cuenta que no ha vivido sino que ha sido un juguete más en una
casa de muñecas. No hay nada qué restablecer y sí mucho por conquistar. Terminará marchándose de casa
abandonando a su marido y a sus hijos.
AMPLIACIÓN
Torvald Helmer y Nora están casados desde hace ocho años y tienen tres hijos. Tienen una posición
acomodada y habitan una vivienda de gran tamaño.
Es navidad Nora se alegra de no tener que ahorrar más, ya que Torvald será promovido a Director del
Banco en Año Nuevo.
Sin embargo, Torvald le insiste en que se mantenga cauta, ya que su primer sueldo en la nueva posición lo
recibirá recién en un trimestre y en caso de que le suceda algo, no quiere que ella se quede con deudas.
Torvald trata a Nora como a una muñeca con la que puede jugar. No la toma en serio, igual que su padre
antes. Durante las vacaciones navideñas llega Christine Linde , una amiga de Nora, de visita.
Nora y Christine no se han visto desde hace diez años y tienen mucho que contarse. Christine también se
casó hace ocho años con un hombre pudiente. Ella necesitaba el dinero para poder mantener a su madre y a
sus hermanos menores.
Cuando su esposo murio, tres años atrás, no le heredó nada. Desde ese entonces ha tenido que trabajar para
poder mantener a sus familiares. Mientras tanto, su madre murió y sus hermanos menores son adultos.
Nora le dice que ahora debe estar muy aliviada, pero Christine le responde que lo único que siente es un
vacio. Ahora necesita un trabajo nuevo, ya que también necesita dinero. Nora le promete preguntar a su
marido si éste le podrá conseguir un trabajo en el Banco.
Entonces Nora le cuenta a Christine sobre sus últimos diez años. Su marido, Torvald, cambió de trabajo a
un puesto mejor pagado luego de la boda.
Durante el primer año trabajó tanto, que los médicos temían por su vida y le recomendaron un viaje de
descanso en el sur.
Por esta razón, después del nacimiento de su primer hijo, la familia se mudó a Italia. Hasta hoy Torvald
piensa, que el padre de Nora pagó por el viaje.
Nora le confiesa a Christine, que en realidad solicitó un préstamo al abogado Krogstad y en vez de pedirle a
su padre que haga de garante, falsificó su firma. Krogstad se dio cuenta del engaño recién estas navidades.
Nora no aparenta sentirse culpable, ya que todo lo hizo solamente por el bien de su marido y su padre, pero
el abogado le aclara que las leyes no toman en cuenta las razones del contraventor.
Krogstad intenta extorsionar a Nora y le pide que logre que su marido no lo despida (él trabaja también en
el Banco). Torvald no le hace caso a su esposa, ya que también Krogstad ha falsificado una firma. Si tan
solo no hubiera negado el acto y hubiera sido condenado por el acto....
En vez de Krogstad, Torvald emplea a Christine. Ya que Nora no cumplió su parte del trato, Krogstad le
escribe una carta reveladora a Torvald. Krogstad había cortejado a Christine hacía muchos años, pero ella
lo había rechazado porque su sueldo no hubiera alcanzado para mantener a su madre y sus pequeños
hermanos.
Ahora Christine le declara su amor y con esto hace a Krogstad tan feliz, que decide hacerle a Nora y
Christine un favor y pedirle a Torvald la carta sin abrir. Christine no está de acuerdo, ya que en su opinión
Nora y Torvald no pueden seguir escondiéndose cosas el uno del otro.
Después de Navidad, Torvald lee la carta e insulta de mentirosa e hipócrita a Nora, quién había sido
durante ocho años toda su alegría y su orgullo. La acusa de haberle arruinado toda su felicidad, de ser una
criminal sin moral, religión o sentido de culpa. Sin embargo, logra que Nora no se suicide y decide ocultar
todo lo ocurrido
22
2. Estructura de la obra
Son evidentes los tres momentos clásicos en que suele dividirse el desarrollo de todo asunto literario: El
planteamiento, el nudo y el desenlace.
Hasta la escena cuarta del primer acto llega el planteamiento y en él se expone a los personajes con una
clara alusión a sus vidas y al mundo en el que está inmerso cada cual. El nudo comienza a partir de ese
momento hasta el instante previo a la lectura de la carta por parte de Helmer puesto que con
dicha lectura se precipita el desenlace que es breve pero intenso y dramático sobre todo por las reacciones
tan contrapuestas que tendrán Nora y su marido.
El tiempo en el que el primer acto ocurre es el del día de Nochebuena. Momento en el cual se supone que al
frío del invierno nórdico se le opone el calor humano, la condescendencia y el amor que insufla la
celebración del nacimiento del Mesías. Sentimientos que Nora experimenta profundamente en ese día y que
se evidencia por las compras que ha hecho, incluído el árbol navideño, con vistas a la celebración hogareña.
Por su parte Helmer parece estar preocupado por el aspecto financiero, particularmente por no incurrir en
préstamos y deudas que, en su opinión, acarrean descrédito.
-Nada de deudas; ni un préstamo nunca. Se introduce una especie de esclavitud, algo feo, en cualquier
casa que se apoya en las deudas y los préstamos. Hasta el momento tú y yo hemos resistido y seguiremos
haciéndolo durante el poco tiempo de lucha que nos queda.
Esta preocupación por el "honor" de la familia y por evitar el qué dirán será el resorte que más adelante lo
impulsará a maltratar a su mujer y a tildarla de criminal.
Asi mismo llama la atención el tratamiento de que Nora es objeto por parte de su marido: Sus palabras de
cariño están siempre relacionadas con el mundo de las mascotas y de los animales: Le llama "mi alondra",
"mi ardillita", "mi pequeño chorlito" y se muestra preocupado por su conducta en cuanto parecida con esos
especimenes y lo que a él le cuesta mantener tales procederes.
-¿Es que mi pequeño chorlito ha encontrado de nuevo la manera de gastar tanto dinero?
-¿Cómo se llama ese pajarito que despilfarra continuamente?
- Ya, ya. Un estornino, ya lo sé.
- Este estornino es muy simpático, pero le hace falta tanto dinero… Es increíble lo costoso que es para
un hombre el poseer un estornino.
Él es un hombre muy consciente del medio en el que vive, de las exigencias de la sociedad a la que
pertenece, de su función de proveedor que no le debe nada a nadie. Que no tiene que agradecer a ninguno
lo que es y lo que ha logrado; ni siquiera a su propia mujer.
Nora por su parte no evidencia hartazgo o cansancio por el lugar que le han asignado, por el papel que le
toca desempeñar al lado de su marido. Eso sí se siente satisfecha de haber podido guardar celosamente el
secreto de su proceder hace ocho años. Asi mismo está llena de orgullo por haber salvado la vida de su
marido cuando éste ni siquiera llegó a enterarse de que se encontraba en peligro de muerte.
En el diálogo con su amiga de la infancia Cristina lo confiesa claramente:
- Nora, dime una cosa: ¿no habrás hecho ninguna tontería?
- ¿Es que es una tontería salvar la vida del marido?
- Lo que es una tontería es que a sus espaldas…
- Pero, ¡si precisamente no tenía que saberlo! Dios mío, ¿es que no comprendes? No debía saber la
gravedad de su estado. Los médicos vinieron a mí para decirme que su vida corría peligro, que sólo una
estancia en el Mediodía podía salvarlo. ¿Crees que no intenté alguna astucia? Le decía lo mucho que me
gustaría viajar por el extranjero como las demás mujeres; lloraba, le suplicaba y le decía que debía pensar
en la posición en la que me encontraba y ceder a mis deseos; en fin, le di a entender que muy bien podría
pedir un préstamo. Pero entonces, Cristina, casi le da un ataque. Me dijo que era una loca y que su deber
era no obedecer a mis fantasías y a mis caprichos. Yo pensé "Vale, vale, le salvaremos cueste lo que
cueste." Entonces encontré una vía rápida.
Nora es una mujer capaz de sacrificio que sabía que su proceder no sería jamás avalado por su marido.
Corrió el riesgo procediendo de la única manera que le quedaba y que creyó fervientemente era lo correcto
en aquel momento.
-¿Y desde entonces no se lo has confesado a tu marido?
-¡No, Dios mío! ¿En qué estás pensando? ¡A él, tan recto en estos temas! Además…con el amor propio de
hombre que tiene Torvald, ¡lo que le habría costado aceptarlo! ¡Qué humillación saber que me debe algo!
Toda la justificación que tenía para proceder como lo hizo -y de lo que no se arrepintió nunca- lo resume en
estas palabras:
-Lo hice por amor.
Sólo su amiga de la infancia Cristina, a quien no había visto desde hacía diez años, comprende el proceder
de Nora aunque no lo apruebe del todo. Quizás porque en el fondo las dos mujeres comparten una
23
practicidad proverbial. Ambas, en su momento y a su modo, han sido capaces de tomar decisiones cruciales
en las que se han jugado vida y destino.
Mujer sola, sin trabajo, sin nadie por quién preocuparse y sin nadie que se preocupe por ella, Cristina entra
en una franca y personal negociación con el corrupto Krogstad que contribuirá a la salvación de Nora.
Como antiguo amor de Krogstad a quien dejó por un pretendiente mejor, económicamente hablando,
Cristina revive en él los sentimientos pasados. Se ofrece a salvarle de la ruina material que se le avecina
debido al despido de que ha sido objeto. Aparte de ser apoyo y ayuda en la crianza de los hijos del
abogado. Si ambos son náufragos solitarios lo mejor que pueden hacer es unir ambas tragedias para
configurar un mejor futuro en conjunto;
- Y si estos dos náufragos se tendieran la mano? ¿Qué le parece Krogstad?
- Pero, ¿qué está diciendo?
(…)
-Puede que aún no sea tarde.
-¡Cristina! ¿Lo ha meditado usted bien? Sí, se le nota en la cara. Entonces, sería usted capaz de…
- Me hace falta alguien a quien servir de madre, y sus hijos necesitan una madre. Nosotros también nos
vemos empujados el uno hacia el otro. Tengo fe en lo que duerme en el fondo de usted, Krogstad… Con
usted no le tendré miedo a nada.
Esta coincidencia feliz entre el abogado sin escrúpulos, interesado en manipular a Nora y causarle daño si
es necesario, y la buena amiga de la infancia, rendirá sus frutos más tarde. En el momento ya nada se puede
hacer; la carta-denuncia está en el buzón; pronto estará en manos del marido de Nora y revelará
las acciones cometidas por la protagonista.
El nudo de la obra va concluyendo en el momento en que Nora se dá cuenta de que no hay vuelta atrás.
Sólo ha podido retrasar el instante crucial en el que el marido leerá la carta y se enterará de todo. La idea de
que los acontecimientos terminarán muy mal le ronda en la cabeza desde hace rato. Ya sola en su
habitación –después del baile que ha ofrecido el cónsul Stenborg- y luego que el marido se ha encerrado en
el estudio llevando la correspondencia en la mano se muestra convencida de cuál ha de ser su proceder:
- No lo volveré a ver. Nunca, nunca, nunca. Y los niños: No volver a verlos nunca, tampoco a ellos. ¡Oh!
Esa agua helada, negra. ¡Oh! Esa cosa…, esa cosa sin fondo… ¡Si todo hubiera pasado ya!
Pero, no, no ha pasado aún. Esta por pasar y acto seguido. La puerta se abre y entra Helmer sumamente
encolerizado con la carta aún en la mano.
No puede aceptar, menos perdonar, que su mujer haya actuado como lo hizo. Para él ella ha roto todas
las normas morales; se ha mostrado como una persona ligera y sin principios. Pero lo que más parece
preocuparle es su propia imagen ante los demás, el descrédito y la vergüenza, la caída del altar de hombre
intachable y observador de las costumbres del entorno. No está dispuesto a oír explicaciones. No va a ceder
ante ninguna justificación porque para él no las hay; no puede haberlas. La razón más válida le parece de
hecho una estupidez.
Ante el contenido de la misiva, Nora responde:
- Es verdad. Te he querido más que a nada en el mundo.
Y él contesta:
- ¡Basta ya de estupideces!
Ella plantea la única solución en la que ha pensado: Largarse. Él no la acepta. Sería una mayor afrenta, un
cavar aún más hondo el pozo del descrédito. Quiere retenerla sólo para guardar las apariencias. No podrá ni
siquiera hacerse cargo de la educación de los niños porque es indigna. No habrá más vida marital.
-Te quedarás aquí, y me rendirás cuentas de todos tus actos. (…) A partir de ahora, no podemos hablar de
felicidad. Tan sólo de salvar restos, ruinas, apariencias…
En el fondo Helmer cree hacerle un favor a ella sobre todo después de haberla llamado desdichada,
embustera, hipócrita, criminal, carente de religión, inmoral, sin sentido del deber. Pero sobre todo se está
haciendo un favor a sí mismo: ante los demás todo seguirá como si nada hubiera ocurrido y su reputación
de hombre intachable se habrá preservado.
En medio de la escena llena de violencia y desprecio hacia Nora la criada trae una segunda carta del mismo
Krogstad en la que éste no sólo envía el recibo en señal de dar por liquidada la deuda de Nora sino que se
disculpa y declara su arrepentimiento (el amor de Cristina por él lo ha transformado repentina y
genuinamente).
Helmer se deshace ahora en disculpas hacia su mujer porque se sabe salvado. Es como si nada hubiera
sucedido hace ocho años… hace unos instantes… todo puede seguir igual.
-(…) Olvida las duras palabras que te he dicho en ese primer momento de pánico, cuando pensaba que
todo iba a desmoronarse sobre mí. Te he perdonado, Nora, te juro que te he perdonado.
24
Nora dá las gracias por el perdón concedido pero una profunda transformación se ha operado en su interior.
Helmer casi puede palpar esa metamorfosis en el gesto de su mujer. De pronto ha dejado de ser su alondra,
su ardilla, su chorlito… la frialdad con la que lo enfrenta y lo escucha lo desconcierta, lo perturba.
-…Pero nuestra casa no ha sido más que un salón de recreo. He sido contigo muñeca-mujer, como había
sido niña-muñeca con papá. Y nuestros hijos, a su vez, han sido mis propias muñecas. Yo encontraba
gracioso que jugases conmigo, y ellos encontraban gracioso que yo jugara con ellos. Eso es lo que ha sido
nuestra unión, Torvald.
Tres días han bastado para que Nora se convenza de que tiene una tarea más importante que la de ser madre
o esposa, ama de casa o adorno en la vivienda de un hombre: La de ocuparse de sí misma, la de configurar
su ser y su existencia. Tarea para la cual ha de bastarse a sí misma por razones elementales.
Cuando él le recuerda que su deber es ser madre y esposa, ella responde con gigantesca firmeza:
-Ya no pienso así. Creo que ante todo soy un ser humano al mismo título que tú…, o al menos que debo
intentar llegar a serlo. Sé que la mayoría de los hombres te darán la razón, Torvald, y que estas ideas
están recogidas en los libros. Pero ya no puedo conformarme con lo que dicen los hombres y con lo que
está escrito en los libros. Tengo que formar mis propias ideas sobre todo esto y procurar darme cuenta de
todo.
Los hombres y los libros ya no sirven más; tampoco la religión. Y el entorno social se debate en una falsa
dialéctica pues mientras promueve la rectitud ante los otros condena las acciones heroicas motivadas por la
compasión y el amor.
- (…) Me doy cuenta también de que las leyes no son lo que yo creía; pero lo que no me entra en la cabeza
es que esas leyes puedan ser justas. ¡Una mujer no tendría derecho a ahorrarle un quebradero de cabeza a
su anciano padre moribundo o a salvarle la vida a su marido! Eso no puede ser.
-Hablas como una niña; no comprendes nada de la sociedad de la que formas parte.
- No, no comprendo nada. Pero quiero llegar a entender y asegurarme de quién tiene la razón, si la
sociedad o yo.
Nora se marcha. El milagro que había esperado hasta el último instante no ha sucedido. Abrigó alguna
esperanza de que su marido enfrentara al malsano Krogstad y sacara el pecho por ella. No lo hizo. Ahora
no hay nada más que seguir esperando al lado suyo. Tampoco hay razón para demorar hasta mañana su
partida. Ha de emprender cuanto antes el tramo más importante de su vida. El de la autoafirmación.
3. Análisis de personajes
Para dar cuenta del pasado, Ibsen recurre de diferentes maneras al procedimiento del narrador interno,
“aquellos personajes que cuentan a otros personajes, como al espectador, lo que ha sucedido antes de que
demarre la acción”. Es magistral su distribución estratégica de esa información, que se va revelando
progresivamente al servicio de la dramaticidad. Los datos del pasado tienen el valor de una epifanía:
revelan todo un mundo, son mucho más que meros datos informativos. Ibsen equilibra la tensión entre la
curiosidad por el pasado y el suspenso, la inminencia de un nuevo acontecimiento ligado al conocimiento
de lo sucedido años atrás. El pasado nunca regresa sin modificar profundamente la situación presente.
Nora Helmer, es una joven que ha sido educada para llevar una venda en los ojos y servir de juguete
primero a su padre y luego a su marido. Es un personaje muy rico y con mucha carga dramática. Es muy
compleja. Su singularidad consiste en portar el bien (virtud positiva) y ser consecuente de él. Nora se
empeña en conservar el orden establecido durante toda la obra. Por eso sufre una lucha entre lo bueno y el
bien, y la norma establecida, que la hacen contradecirse y dejar de ser la muñeca que era. Nora en el primer
acto representa a la esposa sublevada y complaciente hacia su esposo según lo demandaba la sociedad de
finales del siglo XIX con los valores victorianos, Nora en este acto se muestra como un animalito el cual
Helmer puede manipular como quisiera debido a que en la clase social de la Burguesía a finales del siglo
XIX el hombre era el que tomaba las decisiones de todo lo que le rodeaba y la mujer era la que se
encargaba de los hijos, de las tareas del hogar y además de atender al esposo. Más adelante en el primer
acto se ve de que Nora toma sus propias decisiones y no las consulta a su esposo como se suponía que las
esposas de lasociedad victoriana debían de hacer. Por ser Nora un personaje femenino, causó gran revuelo
en la época en la que se escribió. En ese tiempo, salirse de los cánones sociales y lo que el marido dictara
era considerado una afrenta. Se dice que por esta razón la obra tuvo tanta fama. Nora acepta por un tiempo
este papel pasivo, creyendo que el amor de su marido es incondicional. Sólo al darse cuenta de tal mentira,
ella es capaz de madurar de golpe y de cambiar su vida por la de una mujer adulta.
Helmer, representa a la moralidad establecida, con una flexibilidad mínima, e importándole mucho el qué
dirán según su extraño concepto de honor. Al principio de la obra le ascienden al director del banco. Se ha
ganado lo que tiene con sus propias manos, trabajando duro. Él se ve como el alimentador de la familia,
25
pasa la mayor parte de la obra y probablemente de su vida en el despacho de su casa, ni siquiera se ocupa
de los niños. Le preocupa mucho la moral, así como la opinión de los demás sobre él y su familia
El doctor Rank, es un personaje de gran valor dramático, que aunque su único valor en el conflicto central
viene dado como ser la tabla de salvación de Nora a la que ella no se quiere agarrar, su dramática existencia
de personaje frustrado. Es el amigo de la familia, apoya a Torvald y está enamorado de Nora. Se le declara
a Nora diciendo que Torvald no es el único que daría su vida por ella. En la obra se le ve un poco como un
hombre triste, sabiendo que va a morir. Pasa mucho tiempo en casa de los Helmer, no parece que tenga a
nadie más. Se menciona el hecho de que está a punto de morir, sin embargo no se anuncia su muerte.
Cristina, la amiga íntima de la infancia de Nora estuvo ligada con Krostag, y por ello está en el centro de
los intereses de ambos. Es el personaje más maduro, en el cual el ser sacrificado por los demás es la razón
de vivir, por ello se enfrenta a todo sabiendo lo que quiere y luchando por ello. Cuando pierde a su marido
y madre, vuelve a aparecer en la vida de Nora. Con éxito pregunta por trabajo. En un principio parece que
quiere ayudar a Nora, muestra comprensión. Es un personaje complejo del que no se sabe muy bien lo que
pretende. Pudo evitar que Helmer se enterase de lo del préstamo, pero cree necesario que su amiga se
enfrente a la realidad.
Krostag, es el antagonista de la obra, aun habiendo cometido un pecado no mucho más grave que el de
Nora, por ello lucha desesperado y se aferra a lo que puede para no volver a caer. Krogstad es el hombre
del que Nora se presta dinero para salvar a su marido. Estaba involucrado en un escándalo hace unos años,
y su imagen profesional no es muy buena. Cuando ve amenazado su puesto en el banco, empieza a
chantajear a Nora. Parece un hombre un tanto amargado, admite su fracaso: `Cuando la perdí, fue como si
desapareciera bajo mis pies la tierra firme. Míreme ahora, soy un náufrago agarrado a una tabla.' Krogstad
vuelve a encontrarse con su viejo amor; Sra Linde le abre el corazón y él deja de perseguir la venganza. Es
el caso más claro de víctima y verdugo, pues es el que mejor comprende el sufrimiento de Nora, por
haberlo vivido antes. El amor de una mujer será lo único que logre curarlo.
4. Reflexiones filosóficas
Para Ibsen parece no haber tragedia más grande que la de no haber tomado la existencia en manos propias o
haberla "desperdiciado" como si contáramos con más de una. Sus personajes han de enfrentar esa dura
realidad más tarde o más temprano. A Nora le llegó el momento relativamente temprano en la vida. Al
artista Rubek, protagonista de su última obra (1899) Cuando despertemos los muertos, le llega tarde
cuando ya no es mucho lo que puede hacerse. Rubek cree haber vivido pero no ha hecho más que sacrificar
su "vivir" en aras de lo inauténtico, pasando el tiempo como un verdadero "muerto", sensible al arte, pero
insensible a la vida misma; su vida. Sólo al despertar los "muertos" nos percatamos de nuestro estado y de
que es necesaria una decisión radical para volver a la "vida".
Pero ese "despertar" nunca está exento de conflictividad, de lucha, sobre todo porque la existencia de cada
quien trascurre entre planos que reclaman determinadas conductas. En el caso de Nora los planos de madre
y esposa, cuyo ámbito histórico-cultural le impone demandas, y el plano de su realización como persona se
oponen diametralmente. No ha rehuido la confrontación. Hacía ocho años había tomado la decisión de
hacer lo que consideró correcto. Entre dos males eligió el menor: el de falsificar la firma de su padre y
endeudarse a espaldas de su marido a cambio de evitar ver morir a éste.
Había sabido vivir interiormente contenta consigo misma y sin remordimientos durante todo el tiempo. Los
sacrificios financieros que la amortización de la secreta deuda implicó los sobrellevó inteligentemente. Pero
aquella encrucijada sólo había sido vivida por ella; nadie más se vio involucrado ni afectado; ni siquiera el
corrupto Krogstad supo jamás el significado de la acción de Nora. Y por obvias razones.
Nora había violado las normas y las exigencias de su sociedad, de su papel de mujer sumisa y obediente.
Pero todo había quedado en el ámbito de su conciencia. La lucha había sido interior, muy propia;
profundamente secreta.
Ahora tenía que tomar decisiones aún más radicales: Quedarse en casa para "vivir" de apariencias y recibir
la "aprobación" de sus iguales o largarse para dejar de ser tratada como "muñeca". Largarse para reafirmar
lo que nunca había sido: un ser humano dueño de sus actos, juez supremo de sus decisiones y, por tanto,
artesano de su propia existencia.
En este punto y a este respecto Henrik Ibsen como psicólogo se muestra genial. Mucho antes de que
ganemos la libertad ante los demás es necesario que la ganemos en nuestro interior porque el mayor
obstáculo para la autorrealización somos nosotros mismos: Nuestros miedos. Nuestras fobias al rechazo
ajeno y a la crítica despiadada de los demás.
26
Es aquí donde el realismo ibseniano resulta contundente. La vida simplemente es así. Es un proyecto que
debe y tiene que resolverse en nuestro interior. No es fácil ni cómodo tomar las decisiones que construyen
nuestra vida, que constituyen esa historia personal que somos cada uno de nosotros. Ese es el nervio, la
sustancia de ese noraísmo ibseniano. Nada de romanticismos baratos ni de heroísmos absurdos que
conduzcan a la destrucción de nuestra vida que, aunque sea poca cosa, es lo único con lo que contamos.
El rompimiento de Nora con su marido, con sus hijos, con la administración de la casa, constituye una
liberación de instituciones que a veces sofocan la autorrealización en vez de posibilitarla. No se trata de un
ataque al matrimonio, a la maternidad, a la vida doméstica. Es una denuncia contra dichas esferas cuando
se tornan fines en sí mismos; fines únicos que han llegado a exigir el sacrificio de la vida del individuo.
Todo juicio moral respecto a Nora debe efectuarse en el marco de la discusión de si la moral es un medio o
un fin. Lo encontrados de dichos juicios puede explicarse en función de si se vemos la moral como fin o si
la consideramos un medio.
Las condenas a su conducta estarían más cerca de las concepciones que Kant tenía de los deberes. Casi cien
años antes de Ibsen el filósofo alemán había escrito su Fundamentación de la metafísica de las
costumbres (1785) en la que sostenía que la moral es un fin en sí misma y que ha de cumplirse a raja tabla
simplemente por que sí. Es la hipótesis del cumplimiento del deber por el deber mismo. Kant rechazó
frontalmente tener en cuenta las circunstancias de cada sujeto y las consecuencias de las acciones humanas,
lo que constituye un verdadero suicidio ético. Porque la acción humana es muy compleja; no queda en el
plano exageradamente racionalista en el que la colocó Kant.
Cuando se actúa la totalidad de lo que somos se halla siempre presente. Toda la historia personal está allí.
Pesa enormemente en cualquier decisión. El imperativo categórico kantiano no es el norte y el horizonte de
nuestras decisiones. También están los sentimientos, las pasiones, las inclinaciones, los sueños y
expectativas, los lazos de la amistad, los nexos familiares, etc.; es decir, todo aquello con lo que Kant no
quería tener que ver.
El error de Kant fue trasladar su visión del mundo físico al mundo humano. Si los cuerpos físicos están
inevitablemente atados al cumplimiento de las leyes de la naturaleza él supone que lo mismo ha de suceder
con los humanos y el universo moral.
Ibsen en este respecto es más humano, más liberal (en el sentido clásico): En vez de sacrificar a Nora en el
altar del deber la libera para que decida. En vez de hacerla girar en torno a un supuesto imperativo
categórico eleva la vida de la protagonista al grado de principio sin restricción ni condición.
En ese sentido Ibsen empata más con las ideas de John Stuart Mill, coetáneo suyo en Inglaterra, para quien
la moral es un medio, un instrumento para la realización personal. En su célebre obra On liberty (1859), el
filósofo inglés defiende la idea de que el ser humano ha de ser respetado en sus decisiones, en el tipo de
vida que ha elegido para sí, no importa cuán extraña esa vida nos pueda parecer, cuán alejada de nuestros
parámetros pueda estar. Pero el problema de las sociedades modernas, asegura Mill, es que las opiniones
mayoritarias se hacen prevalecer recurriendo a la fuerza ejercida por la autoridad pública o sea el gobierno.
El principio establecido por Mill en la obra citada arriba dice: …el único fin por el cual es justificable que
la humanidad, individual o colectivamente, se entremeta en la libertad de acción de uno cualquiera de sus
miembros, es la propia protección. Que la única finalidad por la cual el poder puede, con pleno derecho,
ser ejercido sobre un miembro de una comunidad civilizada contra su voluntad, es evitar que perjudique a
los demás. Su propio bien, físico o moral, no es justificación suficiente. Nadie puede ser obligado
justificadamente a realizar o no realizar determinados actos, porque eso fuera mejor para él, porque le
haría feliz, porque, en opinión de los demás, hacerlo sería más acertado o más justo.[2]
Aún falta mucho en el entorno social para que esto se convierta en realidad. Algunos se ven obligados a
actuar de una manera en la que no quieren por estar en total desacuerdo con tales procederes. Simplemente
porque la tiranía de la mayoría disfrazada de "democracia" los coacciona. De esa cuenta la "democracia" no
es sino una colección de restricciones al ejercicio de la libertad individual.
Si en su momento histórico Ibsen denunció el cepo en que puede convertirse el matrimonio para una mujer;
el cerrojo en que puede derivar la maternidad y las cadenas del qué dirán, hoy tenemos que hablar de otras
cuestiones igualmente repudiables.
Denunciemos, por ejemplo, la imposibilidad de terminar la vida cuando esta ya no es tal y decidir el
momento de la propia muerte. ¿Por qué ha de agregarse al sufrimiento físico la tortura que implica
un proceso para solicitarle al estado la práctica de la "muerte dulce"? Al fin y al cabo es mi vida ¿no?
Denunciemos la prohibición a raja tabla del aborto que no sólo no consigue frenarlo sino que conduce a su
práctica en condiciones de alto riesgo para la mujer.
Denunciemos
la
prohibición
del
cultivo,
procesamiento,
elaboración, comercialización y consumo de marihuana, hachís, heroína, cocaína, etc., que en ninguna parte
ha logrado disminuirse pero si ha hecho proliferar el crimen, ha alimentado la corrupción y el
27
enriquecimiento de políticos y jueces. Todo a costas de los impuestos del contribuyente. No es difícil
entenderlo si recordamos lo sucedido con el consumo dealcohol.
Denunciemos la persecución en contra de las personas que ejercen el comercio sexual, tanto hombres como
mujeres, considerándolas carentes de "dignidad" y "escoria social". Como que si dos personas adultas, con
pleno consentimiento, no pudieran decidir con quien y de qué manera dar expresión a su sexualidad.
(Recordemos cómo la libertad sexual fue defendida abiertamente por Bertrand Russell en su obra de
1929, Modales y morales).
Denunciemos el denominado "contrabando" que es un "delito" inventado por políticos ansiosos
de recursos para el "estado" y por productores locales ineptos e incapaces de proveer
al consumidor de bienes de calidad y baratos. Según aquellos y según éstos se hace merecedor de castigo
quien, como todo agente humano, busque bienes al más bajo precio posible dondequiera pueda
encontrarlos.
Denunciemos la imposibilidad de decidir a quien queremos permitir el ingreso a nuestro negocio y a quien
se lo vedamos. El que se haya llegado a catalogar como delito el ejercicio de nuestra libertad para
establecer relaciones contractuales con quien querramos. Es decir, la grave aberración de confundir la
esfera de lo público con lo privado.
En fin la lista podría alargarse. En todo caso la historia es la misma: El ser humano tratado como objeto,
limitado en el ejercicio de su libertad, insisto, aún cuando sus acciones no traigan efectos perniciosos sobre
terceros.
Esta dimensión de la libertad tan cara para Ibsen es necesario enfatizarla. Ciertamente no se trata de la
dimensión económica que tanto hemos llegado a apreciar. Se trata de una dimensión mucho más
importante: Es la dimensión antropológica de la libertad y por tanto hablamos de una dimensión primaria,
fundamental.
Necesitamos ser libres no por ser comerciantes, productores, consumidores o vendedores sino porque
somos hombres, seres urgidos de construir su vida, su destino, su proyecto existencial. Lo que no puede
lograrse si no tenemos una esfera en la que podamos, sin coacción ni amenazas, tomar las decisiones que
consideramos valiosas para nosotros mismos.
La defensa del liberalismo económico es relativamente fácil y lograr consenso al respecto también lo es. Es
más difícil la defensa de la libertad desde el punto de vista antropológico por la facilidad con que somos
dados a imponer sobre los otros nuestras perspectivas sobre lo que "debe" ser la vida, o sobre lo que
constituye la "dignidad" de la persona, etc., etc. Abundan en nuestras legislaciones ejemplos de que todas
esas "excelsitudes" sobre la "dignidad de la persona" no han hecho otra cosa que criminalizar conductas
aunque no haya víctimas. Muchos de nuestros actos se han convertido así en acciones criminales gracias a
la sensiblería del conservadurismo muchas veces disfrazado de liberalismo.
El noraísmo ibseniano nos recuerda que así como entre millones de millones de copos de nieve no hay dos
idénticos los seres humanos somos seres únicos con una vida singular, inigualable, que construir; que nada,
absolutamente nada, puede justificar que se nos impida intentar construirla a nuestra manera.
5. Ensayo expositivo-argumentativo
Es de mi preferencia escribir acerca de la obra maestra de Henrik Ibsen “Casa de muñecas” por sus temas
tan impactantes y cautivadores especialmente para una lectora con sentimientos fuertes hacia el feminismo
y tan solo por ser un lector del sexo femenino. Esta obra es fácil de entender debido a la naturaleza de su
dialogo teatral y por los siguientes temas: el machismo, el matrimonio, la importancia de la mujer y su
papel en la familia, el desprecio, la salud, la amistad y la traición. También decidí escribir sobre esta obra
teatral tan importante para la historia de la literatura mundial por el hecho de que pertenece a mi
movimiento literario favorito, el naturalismo. Entiendo que muchas mujeres se pueden relacionar y
entretener con esta obra al ser redactada del punto de vista de un hombre y ser disfrutada por su rico
vocabulario y bello estilo por Ibsen. De la manera en que el publico logran identificarse con ciertas obras es
por el detalle importante de su forma de expresión escrita y forma de lenguaje y estructura del dialogo. Se
sobrentiende que este estilo no es parecido a ningún otro movimiento porque el estilo de este autor noruego
es uno naturalista. Las características del naturalismo están muy presentes cuando se expone la crudeza y
posibles factores biológicos que pueden causar las ocurrencias del contenido de los diálogos, los personajes
y su trama. Los diálogos ofrecen una explicación ideologica al describir la relación de Nora con Helmer, su
esposo y como es que Nora tiene “las manos atadas” cuando ella insiste hacer lo prohibido para una mujer
de su tiempo: tener voluntad propia.
28
“Casa de muñecas” es una obra de teatro muy simbólica y trata de cómo esta mujer llamada Nora es
manipulada y despreciada hasta cierto punto por su esposo Helmer. Cuando menciono el concepto de
manipulación me refiero en el sentido de que no la deja tener libertades y ser la mujer que ella desea ser.
Luego ocurre que sale a la luz parcialmente que Nora obtuvo un dinero de su padre difunto para mantener a
su familia en pie mientras Helmer estuvo enfermo y por ello no pudo proveer ningún tipo de recurso
(dinero). Torvaldo es el abogado que descubre esto y amenaza a Nora diciéndole que falsifico una firma, lo
cual es ilegal. Nora teme que Helmer se entere por medio de una carta mandada por Torvaldo, pero ella
logra deshacerse de la misma. Después de todo lo ocurrido, Helmer no cambia sus actitudes hacia Nora así
que esta decide marcharse de la casa y asimismo dejar su familia, cosa muy atrevida en aquellos tiempos.
Lo que me llamo la atención muchísimo acerca de esta obra escrita por Ibsen fue el tema del machismo
respaldado varias veces con escenas en contra de Nora personificadas por su esposo. Lo impactante de este
tema no es tan solo su crudeza sino su supervivencia tras el pasar del tiempo. El tema del machismo es
importante porque muchas mujeres se pueden relacionar con el mismo y pueden opinar que este problema
social aun existe en nuestra sociedad. Es por eso que “Casa de muñecas” sobrevive los tiempos y es válido
aun así por el mero hecho de que algunos conflictos no acaban.
El tema machista se va desarrollando a medida que Nora aparece en escena dialogando con su esposo,
porque cuando se trata de un monologo de Nora, puedes ver su gran deseo de tener la libertad de expresión
y ser independiente por medio de sus acciones. Por ejemplo, si Nora deseaba salir y trabajar o salir con
amistades, Helmer nunca lo hubiese permitido bajo ninguna circunstancia porque las mujeres en esos
tiempos no tenían el derecho a una opinión propia y tenían que hacer lo que dijeran sus esposos. Las
escenas además de ser obvias son muy significativas porque Nora es victimizada en todo momento y no
encuentra las palabras para poder enfrentarse a su esposo que tanto quiere pero la decepciona en todo
momento. El personaje que me llamo mucho la atención en esta obra fue el de Dr. Rank y Nora. Estos dos
personajes se relacionan entre sí por su gran amor de amistad y su estrategia de apoyo. El amor entre estos
dos personajes le dio muchas fuerzas a Nora para batallar sus problemas con Helmer. La importancia del
personaje de Dr. Rank es significante porque el siempre se mantiene fiel a la familia tras haber ayudado a
Helmer en sus momentos de enfermedad y después le fue un fiel amigo a Nora. Aun cuando estaba
moribundo, Dr. Rank fue el fuerte de Nora por medio de sus consejos y medios de confortar a esta mujer
que trataban como una muñeca de trapo. Cuando Dr. Rank se enferma gravemente, Nora no encuentra
razón para seguir soportando el carácter tan hostil de su esposo ya que no le espera buenos momentos ni
conversaciones de las cuales ella podría participar. Ella tampoco encontraba el consuelo en sus hijos, ya
que eran demasiado pequeños para poder entender lo que pasaba con su matrimonio y ellos tenían ya
aprendido desde un principio que las mujeres eran vistas como esposas, madres y amas de casa. Aunque le
tomo mucho y le costó mucho dolor, Nora finalmente se dio cuenta de que ella valía mas que una ama de
casa y una esposa y una madre: ella también quería ser una mujer de provecho, una buena anfitriona y una
buena amiga. Al ver que ella tenía la capacidad de ser lo que se propusiera, no lo pensó dos veces en
marcharse.
El mensaje del autor es que toda persona tiene el derecho a ser quien quiere ser, romper con las
barreras que cualquier persona ha establecido, pasar la raya que otros han trazado con la intención de
controlar el comportamiento de otro y manifestarse de tal manera. Nora es la representante primordial de
este tema porque ella tras sufrir la falta de libertad, decide lidiar con este problema con gran valentía,
finalmente pensando en ella y no en el que dirán de los demás. Y es por eso que el titulo es simbólico. Es
simbólico porque el concepto de una casa de muñeca no se encuentra a simple vista, sino que él está
escondido en las palabras. El simbolismo de este título se trata de que ella es una muñeca con su casa y
familia y es el esposo la niña que juega con ella siempre. Parece tener control total sobre ella y hasta en su
contra, se podría decir. Hay obras modernas con títulos muy similiares y relacionados al de “Casa de
muñecas”. La intención del autor es que el lector pueda visualizar el sentir de Nora y la comparación que
hace con objetos inanimados. Henrik Ibsen disfraza la cruda verdad por medio de su dialogo dramático y
efectivo con un vocabulario elegante y extranjero. Mi interpretación del mensaje dado por el autor es que
aunque la sociedad tenga un cierto patrón social que aparentemente todos siguen como fila india, el mismo
no necesariamente es el correcto y se arriesga a ser degradante de alguna forma a un sector social. También
puede resultar en un hecho traumatizante para hombre tanto como para mujeres, en el caso de esta obra, el
contenido se refleja en la población femenina. El conflicto que presenta esta obra claramente cae en el sexo
femenino y se trata de la subestimación de parte del hombre lo cual podría tener como resultado el final de
esta obra. Estoy muy segura que el autor decidió este final con la intención de enseñarles una nueva lección
a los hombres por medio de la estrategia de causa y efecto.
29
Cada obra, no importa de que Era de la historia, tiene un valor en su contenido. Este valor le podemos
llamar valor literario y el mismo se trata de mencionar que mensajes valiosos le podemos encontrar a cada
obra para poder reflexionar con el mismo y practicar un sentimiento de empatía o simplemente aprender de
ello. En el caso de esta obra, su valor literario es muy grande ya que nos sirve para poder conocer el
trasfondo histórico de esta época y muy especialmente las propiedades del naturalismo. Es importante
también que conectemos la historia con el aspecto social y el mismo con el aspecto literario, ya que la
literatura es tan solo el reflejo del comportamiento del ser humano y una descripción de todo lo que lo
rodea. A pesar que este drama fue escrito hace mucho tiempo, los conflictos presentados aun existen en el
mundo de hoy día: el machismo. Presento este tema no tan solo porque es el principal y es el que hace que
la obra de mueva y sea tan impactante el su público, pero también porque es el que más conecta esta obra
con los tiempos modernos. Si uno lo piensa bien y lo debate, el machismo aun existe en muchas familias y
parejas. Se han hecho campañas sociales y hasta leyes en contra de este discrimen, pero las estadísticas no
disminuyen tanto para hacer un cambio tan drástico. Puedo estar segura que esta obra puede ser entendida
por muchas personajes tan solo porque lo que se redacta en sus párrafos es lo mismo que leemos en
periódicos o en conversaciones machistas, especialmente la cultura puertorriqueña que promueve tanto este
comportamiento injusto e ignorante. La forma en la cual Nora quiso resolver su problema fue para aquel
entonces algo que simplemente no podía ser, cuando aquí en Puerto Rico irse de la casa y huir de sus
problemas es lo mas pacifico. Nuestro siglo es uno sumamente violento, todo ahora se resuelve con la
violencia. Esa tendría que ser la única diferencia entre nuestra sociedad y la que establece Ibsen en la época
fructífera del naturalismo.
30
Descargar