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Ciudadano maya 100 Uso y actitudes de la

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To appear as Baird, Brandon O. In press. “Ciudadano maya 100%”: Uso y actitudes de la lengua
entre los bilingües k’iche’-español. Hispania. This version may differ slightly from the published
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“Ciudadano maya 100%”:
Uso y actitudes de la lengua entre los bilingües k’iche’-español
Brandon O. Baird
Middlebury College
Resumen
Este artículo presenta una investigación del estado actual del bilingüismo k’ichee’-español y las
actitudes hacia ello en dos municipios guatemaltecos: uno ubicado cerca de un centro urbano de
habla hispana y otro más alejado. El análisis presentado aquí es el resultado de una encuesta y
entrevistas con 162 bilingües de estos municipios y demuestra patrones distintos hacia el uso de
cada lengua en cada municipio. Además, los resultados de las actitudes en ambos municipios
revelan actitudes muy positivas hacia el k’ichee’ y la cultura maya que representa, aunque estas
actitudes van acompañadas con un lamento general de la pérdida percibida de estos. Sin
embargo, hay diferencias significativas en las actitudes hacia el español y la cultura
hispanohablante en Guatemala: mientras que los bilingües del municipio más alejado tienen
actitudes más negativas hacia estos, los bilingües del municipio urbano tienden a tener actitudes
positivas hacia el español, pero principalmente por razones económicas. Así, a pesar de las
diferencias entre estos municipios en cuanto al uso y las actitudes hacia el español, los bilingües
de este estudio indican que la lengua k’ichee’ sigue siendo un aspecto muy importante de su
identidad como mayas contemporáneos de Guatemala.
1. Introducción
A pesar de siglos de opresión e intentos de exterminación hacia las lenguas mayas,
todavía se hablan a lo largo de Guatemala, entre otras regiones centroamericanas. En la
actualidad, existen aproximadamente 30 lenguas mayas aún habladas, aunque el número exacto
es disputable (Aissen, England y Zavala Maldonado 2017; Campbell y Kaufman 1985). El
k’iche’ (también deletreado k’ichee’ o quiché), que se habla principalmente en el altiplano y el
piedemonte del oeste y suroeste de Guatemala, tiene aproximadamente un millón de hablantes,
más que cualquier otra lengua maya (England 2003; Richards 2003). No obstante, el español
sigue como la única lengua oficial de Guatemala y algunos han declarado que, hoy en día, el
bilingüismo k’iche’-español se encuentra en una diglosia inestable (Lewis 2001).
El presente estudio busca brindar datos tanto cuantitativos como cualitativos sobre los
bilingües k’iche’-español y sus respectivas actitudes lingüísticas en dos municipios distintos de
habla k’iche’: uno ubicado cerca de la ciudad de Quetzaltenango, Cantel, y otro más alejado de
cualquier área urbana, Nahualá. En general, los estudios de las actitudes lingüísticas tienen como
objetivo analizar el posicionamiento jerárquico de ciertas lenguas o variedades lingüísticas en
1
detrimento de otras en términos de juicios sociales, morales, políticos, etc. Las opiniones que
existen sobre una lengua, ya sean de valor, belleza o utilidad, son un reflejo de las creencias que
una comunidad comparte acerca de las jerarquías y estratificación de varios grupos (Chappell
2017). Es decir, las reacciones que tenemos hacia una lengua son una extensión de las actitudes
que poseemos hacia el grupo que la habla (Toribio 2009). Por ejemplo, varios estudios han
mostrado que los anglohablantes en los Estados Unidos suelen asociar el uso del español con
personas de niveles más bajos de educación e inteligencia (De la Zerda y Hopper 1979; Giles,
Williams, Mackie y Rosselli 1995). Desafortunadamente, la literatura también indica que los
miembros que hablan la lengua estigmatizada pueden adoptar estas mismas creencias sobre su
propia lengua y cultura (Bernat y Balch 1979; Dailey, Giles y Jansma 2005), lo cual también ha
ocurrido entre varios grupos mayas (Barrett 2016; French 2010; García Tesoro 2011). Además,
es común ver diferencias de actitudes y patrones del uso del español y de una lengua indígena
entre bilingües de áreas urbanas y de áreas más rurales. Los de áreas más urbanas tienden a usar
la lengua mayoritaria más y a tener actitudes más negativas hacia la lengua minoritaria que los de
áreas más rurales (Chappell 2017; Montrul 2013). Por tanto, este estudio investiga el uso y las
actitudes hacia ambos idiomas de los bilingües k’iche’-español en dos municipios distintos.
El resto de este artículo se organiza de la siguiente manera: a continuación, la primera
sección ofrece un repaso breve del contexto histórico del contacto entre el k’iche’ y el español,
haciendo hincapié en las políticas lingüísticas de Guatemala y el estado actual del bilingüismo.
En la segunda sección se explica la metodología empleada en este estudio y los resultados se
muestran en la siguiente sección. Finalmente, la sección cuatro ofrece una discusión de los datos
y una conclusión.
1.1 El bilingüismo k’iche’-español
Kaufman (comunicación personal) plantea la hipótesis de que el proto-maya se hablaba
en el área de Uspantán alrededor de 2200 a.C.1 Según Campbell (1977), los k’iche’s se
expandieron hacia el altiplano muy tarde, alrededor de 1200 d.C. Allí, fundaron el gran reino
k’iche’ de Q'umarkaj, ubicado cerca de lo que hoy es Santa Cruz del Quiché. En 1523, el
conquistador español Pedro de Alvarado llegó a Centroamérica y el 20 de febrero de 1524
derrotó al caudillo k’iche’ Tecún Umán y a sus ejércitos en la batalla del valle de Xelajú Noj
(actual Quetzaltenango). Después de varias derrotas más a manos de los españoles, los k’iche’s
se rindieron y Q'umarkaj fue quemado (Bancroft 1883; Carmack 1981).
El periodo después de la conquista consistió en la opresión de los pueblos indígenas, con
las ventajas de la educación ofrecidas en forma exclusiva a los hijos de la nobleza española y
solo en español y latín. Según Heath (1972), la política general de la Corona de España tenía
como objetivo eliminar la necesidad de las lenguas indígenas en la administración de sus
colonias. Pero, a la vez, los españoles se resistieron a cualquier esfuerzo para enseñarles el
español a los mayas, creyendo que sería más fácil controlarlos y que serían más humildes si solo
hablasen su lengua indígena (Hawkins 1984; Heath 1972).
Después de la independencia de España en 1821, las políticas lingüísticas guatemaltecas
adquirieron características de exterminación: El Decreto del Congreso Constituyente de octubre
de 1824 mandó “la extinción” de las lenguas indígenas debido al hecho de que eran tan
2
“diversas, incompletas e imperfectas” y “para iluminar al pueblo o perfeccionar la civilización”
(Skinner-Klee 1954:20). Este doble criterio trajo como consecuencia, por un lado, castigar a los
mayas por conservar sus lenguas y sus normas culturales pero, por el otro, negarles el acceso a
los medios de asimilación. Así comenzó un rápido declive en el uso de las lenguas mayas en la
administración civil y en la iglesia. Además, la alfabetización y escritura maya casi
desaparecieron (Lewis 2001). Varias reformas llevaron a la pérdida de tierras comunales por
miles de mayas en el altiplano y los obligaron a emigrar a los centros urbanos de habla hispana,
el caso de Quetzaltenango, lugar donde el español se convirtió en el idioma dominante y a veces
el único hablado por mayas educados (Romero 2015).
La creación del Instituto Indigenista Nacional por el gobierno guatemalteco en 1940 trajo
como consecuencia la aparente aceptación de las lenguas y culturas mayas por parte del
gobierno. Sin embargo, la creación del instituto en sí estuvo acompañada por el intento del
gobierno para castellanizar a los mayas e integrarlos a la sociedad nacional (Lewis 2001). A esto
le siguió la Guerra Civil de Guatemala, que se extendió desde 1960 hasta 1996. Durante la
Guerra Civil, muchas comunidades mayas en el altiplano fueron afectadas por la violencia
política y el genocidio y muchos k’iche’s fueron desplazados a lo largo de Guatemala y México
(Bastos y Camus 2003; Carmack 1988; Romero 2015).
Fue también durante la Guerra Civil cuando empezó lo que ha llegado a conocerse como
el “movimiento maya”, un esfuerzo significativo de reafirmación cultural, en el cual las lenguas
mayas han formado un aspecto central (Barrett 2016; England 1996, 2003; Fischer y Brown
1996; French 2010). Según England (2003), los actores principales en este movimiento han sido
los hablantes nativos de lenguas mayas y esta corriente ha sido un factor vital en los derechos
lingüísticos y en la revitalización de las lenguas mayas: Por ejemplo, en 1986 se constituyó la
Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, cuyo propósito principal es la protección y el
avance de las lenguas indígenas (England 2003).
Como parte de los Acuerdos de Paz de 1996 al final de la Guerra Civil, 21 lenguas mayas
fueron reconocidas oficialmente por el gobierno guatemalteco, aunque no llegaron al estatus
oficial, como el español (López Ixcoy 1997). Más recientemente, la Ley de Idiomas Nacionales
de 2003 ha declarado que los idiomas indígenas de Guatemala son esenciales para la identidad
nacional y se debe promover su uso en esferas públicas a través de traducción de leyes,
educación, servicios públicos, etc. Sin embargo, la ley decreta que el español sigue siendo el
único idioma oficial del país y sigue habiendo una falta de presencia de las lenguas mayas en las
esferas públicas (Rosales, Julajuj, Figueroa y Domínguez 2016).
Debido a las políticas lingüísticas mencionadas aquí, entre otras, el bilingüismo mayaespañol no llegó a ser común en Guatemala hasta el siglo XIX, mucho más tarde que el
bilingüismo de lenguas indígenas y del español en otros países latinoamericanos. No obstante, el
bilingüismo k’iche’-español ha aumentado drásticamente en los últimos 30 años (England 2003;
Romero 2015). Mientras que la atrición y pérdida de lenguas mayas a favor del español se han
ralentizado a causa del movimiento maya, no se han detenido completamente (Richards 2003).
No obstante, las lenguas mayas siguen siendo habladas por la mayoría de la gente en
comunidades mayas, con la excepción de la ciudad de Quetzaltenango y los municipios cercanos
(England 2003; Richards 2003; Romero 2015).
3
En un estudio de varias comunidades de habla k’iche’ publicado en 2001 pero basado en
datos de los años ochenta, Lewis investigó el uso de ambos idiomas a través de observaciones
externas de interacciones breves entre k’iche’-hablantes y encontró que los jóvenes y los
hombres usan el k’iche’ menos que las mujeres adultas: se debe notar que en su estudio no se
averiguaron las edades exactas de los hablantes, solo basaron estos datos en la apariencia de los
mismos. También, concluyó que el k’iche’ se encontraba en una diglosia inestable con el
español, e incluso llegó a afirmar que cualquier apropiación de lengua o cultura española sin
perder el k’iche’ es, por el momento, una excepción. Aunque no incluyó muchos datos sobre las
actitudes, Lewis menciona que había varios mayas con actitudes negativas hacia el k’iche’.
Posteriormente, Romero (2015) llevó a cabo un estudio etnográfico en otras comunidades
de habla k’iche’, incluyendo Nahualá, e indicó que mientras el uso del español sí ha aumentado,
el k’iche’ sigue considerándose parte importante de la identidad de estas personas. Romero
también mencionó que el uso del español es más prevalente entre los hombres, los jóvenes, y los
de áreas más urbanas mientras que las mujeres, personas de edad más avanzada y los de áreas
más rurales siguen siendo más dominantes en el k’iche’.
2. El estudio actual
El trabajo de Lewis (2001) pone de relieve el movimiento hacia el español entre
comunidades de habla k’iche’. Asimismo, incluye datos cuantitativos que fueron obtenidos
durante los años ochenta, es decir durante el comienzo de la revitalización del movimiento maya.
Incluso, al final de su estudio Lewis afirma que esta revitalización recién había empezado en
algunas de esas comunidades estudiadas y que sería importante investigar sus estatus en el
futuro. También, hay que notar que casi todos los datos de esta investigación provienen de
observaciones externas, o sea, que aparte de algunos comentarios breves, hubo muy poca
interacción con las personas de esas comunidades.
Basándose en datos cualitativos, Romero (2015) estudió otras comunidades, incluyendo
Nahualá, y dijo que mientras que el uso del español ha aumentado entre los hombres, los jóvenes
y los que viven más cerca de Quetzaltenango (aunque su investigación no incluyó municipios
cercanos), el k’iche’ no se ha perdido y forma una parte importante de la identidad de estos
hablantes.
Con las diferencias y resultados de los estudios previos en mente, este trabajo emplea
tanto datos cuantitativos como cualitativos para investigar el bilingüismo k’iche’-español según
las variables de edad, sexo y distancia de Quetzaltenango. Cantel, el municipio urbano
investigado en este estudio, se ubica en el departamento de Quetzaltenango, aproximadamente a
12 kilómetros al sureste de la ciudad y muchas personas de Cantel viajan a la ciudad cada día.
Nahualá, el municipio más alejado del centro urbano en este estudio, está en el departamento de
Sololá y se ubica aproximadamente a 45 kilómetros al este de Quetzaltenango. Se debe notar
que, aunque Nahualá está más lejos de Quetzaltenango que Cantel, esto no significa que las
personas de Nahualá no tengan contacto con la ciudad, pero sí, es menos contacto que las de
Cantel (Baird 2017). La ubicación de estos dos municipios, con su proximidad a Quetzaltenango,
se puede ver en el Gráfico 1.
4
Gráfico 1. Mapa de Guatemala que indica la ubicación de Cantel, Nahualá y Quetzaltenango.
A diferencia de Lewis (2001) y Romero (2015), que usaron métodos antropológicos, el
presente estudio busca analizar el bilingüismo k’iche’-español según métodos más lingüísticos.
El análisis cualitativo se basa en metodologías previas de actitudes lingüísticas (Giles y Billings
2004; Preston 1993). Es decir, se trata de hacer preguntas directas a los participantes sobre sus
actitudes hacia el estado actual del bilingüismo k’iche’-español. En cuanto al análisis
cuantitativo, este estudio interpreta el estado del bilingüismo según la dominancia lingüística de
los bilingües. Según Grosjean y Li (2013), es muy difícil, si no imposible, encontrar un bilingüe
que sea perfectamente equilibrado entre sus dos lenguas. De hecho, hay varios factores
importantes que ayudan a formar la dominancia lingüística de un bilingüe: la edad de
adquisición, la habilidad de leer, escribir, etc., en cada lengua, el uso diario de cada lengua e
incluso las actitudes hacia cada lengua y la cultura que representa, entre otros (Gertken,
Amengual y Birdsong 2014; Grosjean y Li 2013; Montrul 2013). Puesto que muchos de estos
factores son los mismos que ocasionan la atrición y la pérdida de lenguas (Montrul 2013), la
dominancia lingüística de estos bilingües puede proporcionar una perspectiva nueva sobre esta
situación bilingüe.
2.1 Metodología
Para poder investigar las diferencias entre bilingües según la edad, el sexo y el municipio,
se emplearon un cuestionario y entrevistas con 162 bilingües k’iche’-español de los municipios
de Nahualá y Cantel: edades 18 a 85 (P: 32, DE: 13). La tabla 1 a continuación muestra el
desglose de los participantes según las categorías de municipio y sexo.
5
Tabla 1. Desglose de los participantes del cuestionario.
Nahualá
Cantel
Total
Hombres
40
30
70
Mujeres
42
50
92
Total
82
80
162
El cuestionario que se empleó en este estudio fue el Bilingual Language Profile (el perfil
lingüístico del bilingüismo, o sea, el BLP) de Birdsong, Gertken y Amengual (2012). Este
cuestionario tiene como propósito interpretar la dominancia, o equilibrio, que cada bilingüe tiene
entre sus dos lenguas. Es una evaluación de auto-reporte que establece la dominancia según
cuatro unidades: historial lingüístico, uso de lenguas, competencia lingüística y actitudes hacia
cada lengua y la cultura que representa. El BLP calcula los resultados de cada unidad del
cuestionario para interpretar la dominancia lingüística en un continuo que oscila entre un
resultado de 218 en una lengua, uno de cero y uno de 218 en la otra lengua. Según el BLP, un
resultado más alto en una lengua indica que el bilingüe es más dominante en esa lengua y un
resultado más bajo, o cerca de cero, indica que el bilingüe es más equilibrado entre sus dos
lenguas. En otras palabras, si un bilingüe recibe un resultado de 150-k’iche’, esto significaría que
este bilingüe es mucho más dominante en k’iche’ que en español. Si otro recibe un resultado de
12-español, esto significaría que este bilingüe es más dominante en español y que también es
más equilibrado entre sus dos lenguas que el que recibió el resultado de 150-k’iche’.
Se utilizó el BLP entre esta población debido a su facilidad de uso e interpretación.
Además, algunos estudios previos en estos municipios han revelado correlaciones entre la
dominancia lingüística interpretada por el BLP y aspectos sintácticos y prosódicos de ambos
idiomas de estos bilingües (Baird 2015, 2017, 2018). Debido a los niveles más bajos de
alfabetización en k’iche’ que en español (Lewis 2001), la versión española del BLP fue usada
con todos los participantes.
Para poder evitar cualquier influencia en los resultados del investigador principal, un
hablante de L2 del k’iche’ y del español, los cuestionarios fueron dados a los participantes por
asistentes de investigación que eran hablantes nativos del español y del k’iche’ de los mismos
municipios que los participantes. También, en caso de que un participante no entendiese algo del
cuestionario, los asistentes se lo explicaban o se lo traducían al k’iche’.
Junto con el cuestionario, los asistentes de investigación llevaron a cabo una entrevista
breve con los participantes, pidiéndoles que hablaran o escribieran, según la preferencia del
participante y en la lengua de preferencia del participante, sobre sus actitudes o impresiones del
estado actual del bilingüismo k’iche’-español en Guatemala. En la sección a continuación se
presentan los resultados del cuestionario y de las entrevistas.
3. Resultados
3.1 Resultados del cuestionario
6
Los resultados del cuestionario fueron analizados estadísticamente según una serie de
modelos lineales de efectos mixtos: uno para los datos en total del BLP y otros cuatro para los
datos de cada unidad: historial lingüístico, uso de lenguas, competencia y actitudes. En cada
modelo, la categoría de “participante” fue incluida como factor aleatorio. Las variables
independientes incluyeron “municipio” (nivel de referencia = Nahualá), “sexo” (nivel de
referencia = mujer) y “edad del participante” como variable continua. Aquí se presentan la
estimación de cada modelo (β), el error estándar, el valor de t y el valor de p. Este último fue
calculado según el método de Markov Chain Monte Carlo. Aunque las interacciones entre estas
tres variables independientes también fueron analizadas, estos análisis nunca rindieron resultados
significativos y, por lo tanto, no se incluirán en este reporte.
Los resultados de los datos en total del BLP presentados en la Tabla 2 indican que los
bilingües de Nahualá son significativamente más dominantes en k’iche’ que los bilingües de
Cantel. También, el efecto significativo de edad en la Tabla 2 indica que los bilingües de más
edad tienden a ser más dominantes en k’iche’ que en español: nótese el declive entre los
participantes según menos edad en el Gráfico 3. Por el contrario, no hubo efecto significativo de
sexo, o sea, no hay diferencia de dominancia de lenguas entre las mujeres y los hombres en este
estudio.
Tabla 2. Resultados del modelo lineal del total de los datos del BLP. Los resultados
significativos están en negrita.
β
EE
(Intercepto)
7.945
13.673
Municipio = [Nahualá]
79.378
Sexo = [mujer]
Edad
Respuesta
Predictor
Datos en total
7
t
pMCMC
19.329
4.106
<0.001
-1.373
16.562
-0.611
0.542
-10.115
0.417
-3.292
0.001
Gráfico 2. Diagrama de caja del total de los datos del BLP según el municipio.
Gráfico 3. Gráfico de dispersión del total de los datos del BLP según edad.
8
Los datos de cada unidad del BLP se presentan en la Tabla 3. En el gráfico 4 se presentan
los diagramas de caja, según la variable de municipio. Estos resultados demuestran que no hay
diferencias significativas para ninguna variable en cuanto a historial lingüístico o competencia.
En otras palabras, todos los bilingües en este estudio, sin importar su municipio, sexo o edad,
reportan niveles similares en cuanto a estos dos aspectos del bilingüismo: Empezaron a hablar
sus dos lenguas aproximadamente a la misma edad y no se sienten más competentes en una
lengua que en la otra.
Tabla 3. Resultados del modelo lineal según la unidad del BLP: historial lingüístico, uso de
lengua, competencia y actitudes. Los resultados significativos están en negrita.
β
EE
(Intercepto)
-1.213
3.028
Municipio = [Nahualá]
14.235
Sexo = [mujer]
1.238
Edad
Respuesta
Predictor
Historial lingüístico
t
pMCMC
4.281
0.332
0.565
3.668
0.337
0.736
-0.167
0.092
0.453
0.502
β
EE
t
pMCMC
<0.001
Respuesta
Predictor
Uso de lengua
(Intercepto)
7.991
6.792
Municipio = [Nahualá]
39.847
9.602
4.15
Sexo = [mujer]
-5.908
8.227
-0.718
0.474
-0.628
0.207
-4.033
<0.001
β
EE
t
pMCMC
Edad
Respuesta
Predictor
Competencia
(Intercepto)
12.213
3.183
Municipio = [Nahualá]
5.343
4.499
1.188
0.237
Sexo = [mujer]
-5.469
3.856
-1.419
0.158
Edad
-0.278
2.939
-1.179
0.279
β
EE
t
pMCMC
Respuesta
Predictor
Actitudes
(Intercepto)
-11.045
5.434
Municipio = [Nahualá]
19.953
7.682
2.597
0.010
Sexo = [mujer]
0.024
6.852
0.004
0.997
Edad
-0.299
0.166
-1.206
0.173
9
Gráfico 4. Diagramas de caja de cada unidad del BLP según el municipio.
Sin embargo, hay diferencias significativas de municipio y de edad en cuanto al uso de
lengua y de municipio en cuanto a las actitudes hacia cada lengua. Específicamente, los bilingües
de Nahualá son dominantes en k’iche’ en cuanto al uso de lengua y los de Cantel son dominantes
en español, como se ve Gráfico 4. Es decir, los bilingües de Nahualá indican usar el k’iche’
mucho más en su vida diaria mientras que en Cantel, donde el uso del español en la vida diaria es
mucho más frecuente, la situación es totalmente opuesta. Además, los datos de edad indican que
los bilingües más jóvenes suelen usar el español más que los bilingües mayores (véase el Gráfico
5).
10
Gráfico 5. Gráfico de dispersión de la unidad de uso de lenguas del BLP según edad.
En cuanto a las actitudes, mientras que los datos indican que los bilingües de Nahualá son
más dominantes en k’iche’ que en español, los bilingües de Cantel son equilibrados entre sus
actitudes hacia sus dos lenguas: Véase el diagrama de caja de actitudes en el Gráfico 4, donde la
caja de Nahualá está al lado de dominante en k’iche’ mientras que la de Cantel está en medio del
eje, rodeando el cero. Estos resultados significan que los bilingües de los dos municipios
reportan actitudes muy positivas hacia el idioma y la cultura k’iche’s. Donde difieren estos
bilingües es en cuanto a sus actitudes hacia la lengua y cultura españolas; los de Cantel reportan
actitudes positivas mientras que los de Nahualá tienen actitidues negativas.
En fin, los resultados del cuestionario corroboran algunas de las afirmaciones de Lewis
(2001) y Romero (2015) entre estos bilingües, los más jóvenes y los de un área cerca de
Quetzaltenango, Cantel, reportan usar más español en su vida diaria. Además, los de un área más
alejada, Nahualá, expresaron actitudes más negativas hacia el español que las del área más
cercana. No obstante, los resultados de este cuestionario no indicaron una diferencia de sexo,
como habían mencionado Lewis (2001) y Romero (2015).
3.2 Resultados de las entrevistas
Ahora se presentan algunos de los hallazgos de las entrevistas que se llevaron a cabo con
los participantes de Nahualá y Cantel. En cada entrevista breve, se les pedía a los participantes
que hablasen o escribiesen sobre sus propias perspectivas en cuanto al uso del español o del
k’iche’ en su propia comunidad o en Guatemala en general. Puesto que sería difícil y excesivo
reportar la totalidad de las entrevistas, solo se hace hincapié en los patrones más prominentes.
Los extractos que se dan a continuación se presentan en el idioma que usó cada participante
durante su entrevista.
11
Al igual que los resultados del cuestionario, hubo menos actitudes positivas hacia la
lengua y cultura españolas. Estas actitudes positivas hacia el español, más bien, hacia el
bilingüismo k’iche’-español, se basan principalmente en razones utilitarias y económicas:
(1) Una persona que habla dos idiomas vale por dos. (Mujer, 34 años, Cantel)
(2) Es necesario aprender los dos idiomas porque es muy útil para los hijos y padres para
que sean útiles en sus vidas. (Mujer, 18 años, Nahualá)
(3) El poder conocer ambos idiomas es importante para no olvidar las raíces como para
un desarrollo, tanto de ambiente de trabajo (como salud pública que se pide conocer el
español) para un mejor desempeño. (Hombre, 18 años, Nahualá)
(4) Es importante que a los niños se les deba enseñar otros idiomas en este caso español
ya que si alguien desea superarse en otro lugar puede que en dicho lugar sean
hispanohablantes, pero también debe permanecer el k’iche’ como lengua nativa.
(Hombre, 21 años, Nahualá)
(5) Es muy bueno y necesario hablar el español para poder buscar un buen trabajo o para
comunicarnos con médicos, jueces, etc. (Mujer, 60 años, Cantel)
(6) El español es bueno aprenderlo porque cuando buscamos un trabajo debemos saberlo
bien. (Hombre, 18 años, Cantel)
Estos comentarios demuestran el hecho de que el español es una herramienta para el
avance social en Guatemala, al igual que el inglés en los Estados Unidos (Montrul 2013).
También, el español tiene otro papel para estos participantes. Al hablar de la importancia del
k’iche’ en sus vidas y para su identidad, las mujeres en el (7) y el (8) también indican que el
español funciona como herramienta vital para protegerse contra la discriminación de los ladinos
(personas no mayas de Guatemala):
(7) El uso del español es importante para todas las personas de nuestra comunidad, pero
se debe tomar en cuenta la importancia de no perder u olvidar nuestro idioma k’iche’.
Anteriormente, había un porcentaje mínimo de personas quienes hablaban español y eso
hacía que nuestra gente fuera humillada o discriminada, pero desde que el uso del español
fue incrementando, nuestra gente fue casi olvidando nuestro idioma. Con esto no quiero
decir que el uso del español fuera malo, sino que es preciso saber equilibrar las cosas, que
el español sea usado solo cuando fuera necesario, para que las personas no olviden
nuestro idioma k’iche’, para que no se pierda la originalidad del pueblo y no decir su
identidad como maya hablantes. (Mujer, 23 años, Cantel)
(8) Rajawaxik ka’ut le kaxlan tzij chi’l le k’iche’ chikiwach le ak’alab’. Par nabe’
rajawaxik kaketa’ maj le qas qach’ab’al ma xa je ri’ kaqaya unimal uq’ij le kich’ab’al ri e
qati’t qamam, par chuq sib’alaj rajawaxik le kaxlantzij ma are wa’ kutob’ej wi rib’ ri
mayab’ winaq chikiwach le kaxlan taq winaq, ma we jun na reta’m taj sib’alaj
12
kab’ananex chech rumal la’kinchomaj chi rajawaxik le keb’ ch’ab’al kak’ut chikiwach le
ak’alab’ on e nimaq winaq.
Es necesario que se enseñe tanto el idioma español como el idioma k’iche’ a los niños.
Pero primero es necesario aprender nuestro idioma para darle importancia al idioma de
nuestros antepasados, pero es muy necesario el idioma español para los indígenas para
poder defenderse de las personas ladinas, si no lo aprendemos tendríamos mucho dolor o
dificultades, lo que pienso es que es necesario que les enseñen a los niños o las personas
mayores los dos idiomas. (Mujer, 33 años, Nahualá).
Todos estos comentarios resaltan la importancia del español en las esferas públicas e
indican que, a pesar de la Ley de Idiomas Nacionales de 2003, en muchos casos sigue habiendo
falta de lenguas mayas en estos contextos públicos (Rosales, Julajuj, Figueroa y Domínguez
2016), como se ve en (9):
(9) En la actualidad a los mayas por lo menos se les ha dado un poquito de espacio, no en
su totalidad. Debería de ser mucho más amplia la cobertura en donde los mayas deberían
de tener acceso, especialmente en su idioma: como justicia, como educación, como las
instituciones del estado, como decir el congreso, los ministerios, en donde aún se han
cerrado los espacios. (Hombre, 38 años, Cantel).
Aunque los participantes señalan la importancia del español, varios consideran que es
difícil mantener un equilibrio entre las dos lenguas y perciben una pérdida general del k’iche’, tal
como ha ocurrido con otras lenguas indígenas a lo largo de Latinoamérica:
(10) Por poco perdemos nuestro idioma. (Hombre, 45 años, Cantel).
(11) Le qach’ab’al, kawaj kimb’ij wa’ ri’, xa rumal cher kinwil in, kinta in, tajin kasach
uwach.
Nuestro idioma, quiero decir esto, porque yo veo, yo escucho, que se está perdiendo.
(Hombre, 72 años, Nahualá)
(12) In k’ax kuna’ wanima, katajin kasach uwach le qatzij. Kuriqa jun q’ij nk’u ne la’ che
ri na kachokonsab’ex ta chi le qach’ab’al.
Me siento triste, se está perdiendo nuestro idioma. Llegará un día, pues, donde ya no
usarán nuestro idioma. (Hombre, 69 años, Nahualá)
(13) La realidad actual que hoy en día vivimos es que estamos perdiendo la identidad de
nuestra cultura porque muchos padres nos enseñan el castellano como idioma materno y
como segundo idioma el k’iche’. Considero fundamental que los padres, maestros y
pastor o sacerdote colaboren en formar cuidadanos con el idioma k’iche’. (Mujer, 20
años, Cantel)
13
(14) Sobre todo los jóvenes que son los que se están olvidando de esto, solo por querer
hablar otro idioma cuando fácilmente se puede ser bilingüe. (Hombre, 28 años, Nahualá)
(15) Le alk’wa’laxelab’ le kek’iy chi kamik si kakikoj chi le kaxlan tzij.
La generación de hoy usa mucho el español. (Hombre, 61 años, Nahualá)
Estos últimos comentarios corroboran los resultados del cuestionario, varios perciben que
esta pérdida está acaeciendo principalmente entre los jóvenes. Es decir, a pesar de sus esfuerzos,
estos k’iche’s reconocen que la situación lingüística sigue cambiando en algunos aspectos. Sin
embargo, el k’iche’ sigue siendo una marca de identidad importante. De hecho, junto con la
importancia de la lengua, varios participantes creen que su vestidura es otro símbolo esencial de
su identidad puesto que es algo que se puede mostrar a los demás. A saber, debido a la mezcla de
raza entre los mayas y los ladinos, entre otros, los participantes opinan que no existen diferencias
en cuanto a los fenotipos entre los mayas y los ladinos y que un maya, si quisiera, podría pasar
por un ladino al hablar español y usar la ropa típica de los ladinos (von den Berghe 1968). Según
los participantes en (16-21), esto es exactamente lo que está pasando entre los jóvenes:
(16) Ri kek’ix la’ kech’aw pa qach’ab’al, chuq kek’ix la’ kakikoj le qajastaq.
Se avergüenzan de hablar en nuestro idioma, y también se avergüenzan de usar nuestro
traje. (Hombre, 26 años, Cantel)
(17) Kkichomaj taj jas ri rajawaxik pa ri qab’antajik, nim ub’antajik ri qatz’yaq.
[Los jóvenes] no entienden nuestra identidad, nuestros trajes son valiosos. (Mujer, 36
años, Cantel)
(18) Donde vayamos, debemos de representar nuestra cultura no importando con quienes
estemos, debemos de vestirnos tal como nuestros abuelos lo hacían sin avergonzarnos de
nuestro traje, sin avergonzarnos de nuestro idioma. (Mujer, 42 años, Cantel)
(19) In kink’oxomaj chi kek’ix la’ chech kakikoj chi le qajastaq, ma k’or k’o na’, le, la’ le
a’mu’sab’ e señorayib’ keyoq’on che le qajastaq y xa je la’ jun kak’ixik. Par are k’u le
chwech in, xaq si na kink’ix ta wi, jacha chech taq le qatzij.
Yo pienso que [los jóvenes] se avergüenzan de usar otra vez nuestros trajes, porque a
veces los ladinos y las ladinas se burlan de nuestro traje típico y por eso uno se
avergüenza. Pero para mí, nunca me avergüenzo, como de nuestro idioma. (Hombre, 58
años, Cantel)
(20) Nuestro idioma es una gran cosa, es una herencia que nos han dejado nuestros
antepasados, así como nuestra vestidura; pues se está terminando, solo unos cuantos ya
usan nuestro traje aquí en Nahualá, entonces es una lástima porque ya se ve la diferencia
14
hace unos cincuenta, sesenta años, unos ochenta años, eran muchos los que lo usaban,
casi toda la gente usaba su traje típico de Nahualá (Hombre, 65 años, Nahualá)
(21) Maj tjun in wilom taj cher k’a k’ajol ala ta ne’, k’a maja ta ne’ o junajak’al ta ne’,
kukoj le qatz’yaqib’al. Creo que tajin kqasach kan uwach wa’ ri ri’.
Yo no he visto a nadie, joven o niño, que esté usando nuestro traje. Creo que se está
perdiendo esto. (Hombre, 24 años, Nahualá)
A pesar de estos lamentos en cuanto al estado actual del k’iche’, los participantes
entrevistados en este estudio no expresaron actitudes personales que fueran negativas hacia su
lengua y cultura maya. De hecho, al igual que los resultados del cuestionario, la gran mayoría
expresó actitudes muy positivas:
(22) Practicar el k’iche’ es demostrar que estamos orgullosos de nuestra cultura. (Mujer,
23 años, Nahualá)
(23) Pienso que es muy importante el idioma k’iche’ por encima del español en mi
pueblo, pues es una herencia que debemos apreciar, pues son riquezas nuestras que deben
resaltar. (Hombre, 20 años, Cantel)
(24) Le qach’ab’al sib’alaj nim ub’antajik.
Nuestro idioma es muy significativo. (Mujer, 56 años, Nahualá)
(25) Loq’ qil le qch’ab’al o nim qil wi, le nojel kanoq le kik’utum kanoq le qati’t qamam
le ojer kanoq.
Valoremos nuestro idioma o apreciémoslo, todo lo que nos han dejado enseñado nuestros
abuelos hace años. (Hombre, 34 años, Cantel)
(26) Como pueblo maya k’iche’ descendientes de nuestros abuelos mayas es un honor
para mí pertenecer a una cultura milenaria de donde son los creadores del número cero en
matemática, el calendario lunar que es el chol q’ij, ese es en astronomía, las fases lunares,
la cosmovisión, las costumbres, leyendas, etc. son los que nos hacen sentir
orgullosamente mayas en cualquier ámbito en que estemos siempre hablamos nuestro
idioma maya k’iche’, nuestra indumentaria y nuestras costumbres y lo demostramos ante
el mundo la riqueza cultural al que pertenecemos. El uso de nuestro segundo idioma es el
español y es producto de una invasión de los españoles hacia nuestras tierras lo que
crearon la aculturación y eso vino a perjudicar bastante nuestra cultura y necesitamos
retomar nuestra cultura perdida. (Hombre, 42 años, Nahualá)
En resumen, los datos de las entrevistas presentados aquí corroboran los resultados de los
cuestionarios. Específicamente, estos bilingües tienden a tener actitudes muy positivas hacia la
lengua y cultura k’iche’s mientras que solo algunos tienen actitudes positivas hacia el español, y
principalmente por razones económicas y para que la gente monolingüe en español no se
15
aproveche de ellos. Asimismo, se debe notar que la percepción que se encuentra en estas
entrevistas de que son los jóvenes los que usan más el español es confirmada por el análisis
cuantitativo presentado anteriormente.
4. Discusión y conclusiones
En situaciones de contacto entre idiomas es normal ver la pérdida de una lengua
marginalizada a favor de una nacional. Tal vez con la excepción del guaraní en Paraguay, este
tipo de acontecimiento ha sido lo normal en toda Latinoamérica: las lenguas indígenas fueron
subestimadas y oprimidas, primero por la Corona de España y después por los gobiernos
latinoamericanos. Por tanto, no es sorprendente que haya tantos casos donde una lengua indígena
se está perdiendo a favor del español a lo largo de estos países (Montrul 2013).
La situación en Guatemala entre los bilingües del k’iche’ (o de cualquier idioma maya) y
del español no ha sido diferente. Tras siglos de opresión, el número de hablantes nativos de
idiomas mayas ha bajado drásticamente (Richards 2003) y, como dijo el participante de la
entrevista en el (10), por poco se pierde el k’iche’. Sin embargo, gracias a nuevas reformas y al
enfoque en las lenguas mayas por parte de grupos como La Academia de Lenguas Mayas de
Guatemala, El Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín y Oxlajuuj Keej Maya’ Ajtz’iib’, entre
otros, ha empezado una revitalización de estos idiomas y culturas. Obviamente, esto no significa
que no haya discriminación hacia maya hablantes hoy en día en Guatemala, porque sí sigue
existiendo (Barrett, 2016; French 2010; García Tesoro 2011). Situaciones así han dado lugar a
mucha variación en cuanto a los patrones del uso del k’iche’ y del español y a las respectivas
actitudes hacia estos idiomas.
Lewis (2001), basándose en datos cuantitativos de observaciones externas de los años
ochenta, afirmó que el español estaba reemplazando al k’iche’. Por el contrario, Romero (2015),
quien usó métodos cualitativos, expresó que el k’iche’ seguía siendo parte importante de la
identidad maya pero que se usaba menos entre los jóvenes varones que vivían cerca de
Quetzaltenango. Por consiguiente, un propósito de este estudio era comparar la dominancia
lingüística de bilingües usando datos cuantitativos y cualitativos según edad, sexo y distancia de
Quetzaltenango.
Los resultados del cuestionario de dominancia presentados en este artículo confirman
algunos de los hallazgos de estos estudios previos: el nivel del uso del español en la vida diaria
es significativamente más alto en el municipio cerca de Quetzaltenango que en el municipio más
alejado. Asimismo, los resultados demuestran que los jóvenes usan el español más que los
bilingües de más edad, algo corroborado en las entrevistas. No obstante, a diferencia de las
investigaciones de Lewis (2001) y de Romero (2015), no hubo diferencias entre mujeres y
hombres, ya sea el historial lingüístico, el uso de lenguas, la competencia o las actitudes. Por
supuesto, este hallazgo podría ser un aspecto del cuestionario, que es de auto-reporte, pero otros
estudios han mostrado la validez de los auto-reportes en cuanto a la dominancia lingüística
(Flege, MacKay y Piske 2002; Gertken, Amengual y Birdsong 2014; Langdon, Wiig y Nielsen
2005; entre otros).
Según England (2003), los mayas consideran la habilidad de hablar una lengua maya
como el símbolo más importante de la identidad maya puesto que consideran que las lenguas son
16
“inequívocamente auténticas” (735). Los datos presentados aquí confirman esta afirmación y
también la de Romero (2015) entre los bilingües de Nahualá y Cantel. Mientras que había mucha
variación en cuanto a las actitudes hacia la lengua y cultura españolas, no había variación en las
actitudes hacia el k’iche’ entre estos bilingües de un municipio más rural y uno más urbano tanto
en los datos cuantitativos como en los cualitativos. No obstante, Lewis (2001) indicó algunas
actitudes negativas hacia el k’iche’, aunque no fue parte de su estudio principal. Como se
mencionó anteriormente, el estudio de Lewis se basó en datos obtenidos en los años ochenta, al
principio del movimiento maya e incluso Lewis mismo indicó que tal revitalización del k’iche’
podría alterar la situación.
Aunque los resultados de la entrevista muestran que todavía existe un miedo de perder el
k’iche’ y los datos del cuestionario indican que los jóvenes usan el español más que los adultos,
es menester notar que todavía no se ha perdido. Si bien se ha mostrado en estudios previos que
los que hablan la lengua marginada pueden adoptar las mismas actitudes negativas hacia sus
propias lengua y cultura que los que hablan la lengua mayoritaria (Bernat y Balch 1979; Dailey,
Giles y Jansma 2005), el resultado más sobresaliente de este estudio es el hecho de que no
hubiera actitudes negativas hacia el idioma k’iche’ o su cultura. De hecho, la mayoría de los 162
participantes expresó un orgullo de ser k’iche’ y varios hablaron de la necesidad de continuar
revitalizándolo. Sin duda, esto se debe a todos los esfuerzos de los mayas mismos dentro del
movimiento maya.2 Se puede decir que la situación que estudió Lewis (2001) en los ochenta ha
ido cambiando y sigue habiendo esfuerzos para mantener la lengua y la cultura mayas. Hoy en
día hay más esfuerzos para cambiar la diglosia al usar sus lenguas en contextos donde antes solo
se usaba el español. Por ejemplo, ha aumentado el uso de las lenguas mayas entre grupos
musicales (Barrett 2016; Botto 2008), en otros medios de comunicación,3 e incluso un equipo
masculino de fútbol nahualense ya usa su traje típico como uniforme para promover su cultura
(Sáenz 2015).
En conclusión, este estudio ha presentado una mirada general del estado actual del
bilingüismo k’iche’-español en los municipios de Nahualá y Cantel. Por supuesto, tiene sus
limitaciones. No es un estudio exhaustivo de toda la situación de hoy en día de los mayas, ni
siquiera de todos los k’iche’s. No obstante, ha indicado que pese a la opresión y los cambios que
han tenido lugar en esta parte de Guatemala, el idioma continúa siendo un aspecto sumamente
importante para los k’iche’s contemporáneos. Puede ser que otros guatemaltecos, incluso mayas,
tengan percepciones negativas hacia las lenguas y culturas mayas (Barrett, 2016; French 2010;
García Tesoro 2011), pero los participantes en este estudio son conscientes de su herencia maya,
todo lo que ha sobrevivido y todo lo que aún está por sobrevivir, como señaló el participante en
el (27), al escribir lo siguiente:
(27) En Guatemala los mayas, mames, tzutujiles, qechíes, kaqchiqeles y otros somos los
pueblos originales y nuestras raíces incluyen nuestros idiomas maternos. Desde que los
españoles invadieron nuestras tierras impusieron el español y como ellos predominaron y
sometieron a nuestros antepasados, desde entonces comenzó la castellanización,
convirtiéndose como el idioma oficial. Lamentablemente nosotros como mayas
empezamos a subestimar nuestras lenguas, así como nosotros lo vamos despareciendo sin
pensar que: “El pueblo que olvida sus raíces y sus idiomas es un pueblo que ya no sabe
17
de dónde vino y hacia dónde va.” … Lo que queda es colaborar para que los idiomas
mayas no desaparezcan.
Atte: Ciudadano maya 100%. (Hombre, 58 años, Cantel)
NOTAS
1. Kaufman (1976) originalmente había dicho que el proto-maya se hablaba en las montañas
Cuchumatanes de Guatemala, cerca de Soloma, Huehuetenango. Sin embargo, cambió de
opinión en los años ochenta y ahora afirma que el proto-maya se encontraba en Uspantán porque
cree que la agricultura de 2000 AC apenas había comenzado y la población no era grande. Así
que la gente no tenía que competir por el ambiente más favorable y todos podían vivir allí. Según
Kaufman (comunicación personal), las distribuciones lingüísticas nos muestran que allí empezó
el proto-maya.
2. Aunque la educación intercultural y bilingüe ha sido parte de este movimiento, se han
suscitado opiniones disparejas en cuanto a su eficacia (Enge y Chesterfield 1996; Morren 1988;
Patrinos y Vélez 2009).
3. Por ejemplo, la película Ixcanul (2015, Jayro Bustamante) usa el kaqchikel principalmente.
Con esta obra se logró el primer ingreso de la mejor película extranjera de Guatemala a los
premios Óscar.
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