Subido por Gustavo Casanova

Entre lo artístico y lo industrial

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA
FACULTAD DE ARTES
Doctorado en Artes
Orientación Teatro
Entre lo aurático y lo industrial.
Un recorrido por los interesticios de la
producción en la comedia musical
americana.
Anteproyecto del Trabajo final del seminario
ABORDAJE FILOSÓFICO DE LA PROBLEMÁTICA ARTÍSTICA
Profesor: Dr. Willy Thayer
Doctorando: Gustavo Casanova
Febrero de 2013
INTRODUCCION
Hace ya tiempo que el teatro abandonó su valor cultual, su aspecto meramente
ritual para aventurarse en otras direcciones. Con una progresiva secularización que ha
abarcado varios siglos, su capacidad exhibitoria ha aumentado notablemente, aunque
nunca al nivel de su hijo directo, el cine, quien logró en plena época de la
reproductibilidad técnica transformar un modo de producción artesanal en uno de masa.
Con ello, el valor exhibitorio alcanzó niveles nunca antes conocidos y esto afianzó la
muerte del valor de uso y del aura, cuya primera estocada, ya había propinado la
fotografía a mediados del siglo XIX.
Ahora bien, como todo hecho teatral, vivo que se desarrolla delante de los ojos de
los espectadores, la comedia musical comparte con las otras formas teatrales, el
carácter aurático de la presencia de los actores, a lo que hay que sumar, por las
características del género, a músicos, bailarines y todos aquellos que hacen de la función
algo único, irrepetible y diferente cada noche. Sin embargo, en su modo de producción y
montaje, la lógica que se sigue es bien diferente, especialmente en Broadway, el sitio por
antonomasia, donde se producen este tipo de espectáculos.
Si focalizamos nuestro trabajo en este segundo aspecto, estaremos ante un gran
número de interrogantes que nos permitirán problematizar el asunto y sintonizar con el
pensamiento de Walter Benjamin:
¿Hasta que punto, la comedia musical es la forma simbólica exponencial del modelo
capitalista?
¿Es su aspecto “comercial”, el motivo por el cual sea a veces denigrada como género
teatral?
¿Qué lógicas o modos de producción le son propias? ¿Qué lugar ocupan lo aurático y lo
serial dentro de ellas?
¿Deviene de esto, una forma estética particular?
Estas son algunas de las preguntas a las que deberemos dar respuesta en el
siguiente trabajo.
1.
¿QUÉ ES LA COMEDIA MUSICAL?
Como forma teatral, los orígenes de la comedia musical hay que buscarlos en la
antigua Grecia, de hecho mucho antes del surgimiento de la tragedia griega, existía un
una forma de canto lírico que se entonaba en honor de Dionisos, llamado ditirambo, que
desembocaría en la tragedia griega. Según los escritos de Aristóteles, se confirma este
dato cuando se refiere al actor
“Tespis de Icaria, quien pudo haber sido tan buen escritor-compositor como actor. No solo fue el primer
solista que salió de un coro de ditirambos y actúo roles específicos, ya sea cantando o diciendo un texto,
sino que inventó dos cosas: el arte de actuar y la forma de ditirambo que nosotros llamamos tragedia” 1
(Kendrich,2010,19)
Tiempo después, cuando el imperio romano se extendió a Grecia, se produjo un
proceso de contaminatio
donde los romanos tomaron muchas de las convenciones
teatrales de este pueblo, pero no por ello, dejaron de agregar las suyas. Se dice que
fueron ellos quienes con la idea de hacer audibles los pasos de danza, colocaron una
delgada pieza de metal debajo de los zapatos, convirtiéndose así en los precursores de
los actuales calzados que se usan en el zapateo americano o tap.
Durante la Edad Media, se ofrecían dramatizaciones musicales, cuya temáticas
versaban sobre los distintos pasajes de la Biblia y que cumplían la función de instruir a los
iletrados en las enseñanzas del cristianismo. En paralelo a esto, continuaba la tradición de
los juglares, acróbatas, histriones etruscos, mimos romanos y bufones en espacios
secularizados como eran las calles y las plazas, que volverá a aparecer en la Commedia
dell`Arte y la ópera buffa, siglos después.
Un hecho relevante para el teatro musical, fue el surgimiento de la ópera hacia el
1600 en la ciudad de Florencia (Italia), cuya principal característica sería el predominio
absoluto del canto.
Con el tiempo y derivando de ella, se popularizará la opereta, hacia mediados del
siglo XIX, una forma teatral que combinó una fábula disparatada con canciones y bailes.
La versión española de este género fue la zarzuela. La opereta atribuye su paternidad a la
creatividad del compositor Jacques Offenbach, del que se destacan Orfeo en los infiernos
y La bella Helena.
Otros géneros, muy populares durante el siglo XIX y de los que la comedia musical
se nutrirá serán el vodevil, espectáculo cómico muy popular que incluye música y danzas,
el music-hall, la versión británica del mismo y el burlesque, que toma elementos no solo
1
La traducción es nuestra.
de los anteriores sino de la Commedia dell`Arte. Una de sus particularidades es que
trabaja la parodia y la provocación al espectador, por ello influirá tanto en el cabaret
durante el siglo XX.
Para Pablo Gorlero, una autoridad en el tema de la comedia musical en Argentina,
“El musical se distancia de la opereta y de la zarzuela porque la música no es determinante, sino un atributo
de la obra. La ópera es música y canto que alcanzan la perfección; la opereta es música (principalmente
vals), canto y artificio y diálogos menores; la zarzuela es música, canto, artificio, diálogos menores y corte
popular; el musical es una obra de teatro, cuya música compone una integridad pero no es conductora de la
acción en su totalidad. De todos modos, el musical heredó de la opereta y la zarzuela su estructura y de la
revista y el music hall su espectularidad”. (Gorlero, 2004, 17-18)
La comedia musical apunta a una integración de los tres lenguajes: canto, danza y
actuación. No es una pieza realista-naturalista porque la canción y la danza elevan el
discurso dramático a un estado distinto del verdadero y los estados de ánimo se
exteriorizan como música. De aquí que los números musicales se conviertan en la
potencia del espectáculo.
En sus primeras etapas (fines del siglo XIX y principios del XX) había un
predominio del elemento romántico, pero esto cambió en los años 70 del siglo XX, cuando
se inicia una tendencia realista que despojará a la vida de oropeles. Surge así, el drama
musical. Un ejemplo del mismo sería: Amor sin barreras mientras que comedia musical es
Hello, Dolly.
Gorlero hace un importante aporte cuando distingue las distintas tipologías dentro
del musical:
a) El musical conceptual que tiene a Harold Prince como mentor en colaboración con el
autor y compositor Stephen Sondheim. Esta forma surgió en los 60 y se materializó en en
la obra Company (1970). donde la distinción radica en que todos los elementos teatrales
se colocaban al servicios de la trama y esto obligaba a un trabajo articulado entre el
productor, el director, el músico, el autor, el coreógrafo y los diseñadores de escenografía
y vestuario.
b) El musical folk-rock, que tiene en Hair (1968) su principal exponente. Se trata de un
espectáculo más de situación que de trama, que a pesar de sus letras ininteligibles, su
exhuberancia juvenil, el uso del efecto del distanciamiento, los elementos de la Commedia
dell`Arte, el rock, los desnudos y la puesta despojada, el estilo perduró en obras como
Godspell (1977), Jesucristo Superstar (1971), Pippin (1972) y Rent (1996)
c) Las antologías musicales surgidas en las tres últimas décadas del siglo XX como un
híbrido que se nutre de elementos de la revista, el music hall y la comedia musical y que
sus números musicales son danzados o cantados a partir de una idea madre. Tal es el
caso de Fosse (1998), Smokey Joe`s café (1995) o Putting it together (1999)
d) La producción teatral de éxitos cinematográficos y la producción cinematográfica de
éxitos de Broadway: Respecto a la primera, ha crecido en los últimos años y ha
demandado un gran uso e importancia de efectos especiales a la hora de montaje del
musical. Ejemplo de ello podrían ser La Bella y la bestia, El rey León o Billy Elliot. Con
ellos, se inicia un período de hollywoodización de Broadway. En cuanto a la segunda, no
es nueva en absoluta, pues cada éxito probado en Broadway tuvo su versión
cinematográfica, sin embargo, sigue siendo una buena manera de popularizar una obra
teatral y seguir facturando por ella. Uno de los últimos éxitos en esta dirección ha sido
Mamma Mía.
Sin embargo, existen siempre variantes y alternativas en todos los aspectos. El
género pronto comenzó a progresar y se alejó del entretenimiento liviano. Comenzó a
indagar en territorios densos, cargados de simbolismo como lo plantean Cabaret, Chicago
o Viet-Rock; en aspectos psicológicos como Into the Woods, Company o Wunder Bar, o
simplemente, las partituras se volvieron cuasi operísticas como El Fantasma de la Opera,
Los miserables o Sweeny Todd.
Jesucristo Superstar inició la era de los musicales íntegramente cantados, en un
formato de ópera rock, donde la música conduce la acción dramática y del que forman
parte Evita (1978) y Starlight Express (1989)
Con este panorama no es difícil distinguir al menos dos tipos de espectadores:
a) los amantes del brillo y el gran espectáculo que se sentirán encantados con Annie
(1977) Cats (1982) y
b) los que priorizan las buenas historias y los libretos, lo cual pueden encontrar en
Sunday in the Park with George, El beso de la mujer araña (1993), Chicago (1975) o
Cabaret (1966)
Algunos detalles más, a tener en cuenta para la identificación de los elementos del
género se refieren a que:
“El libro es la base de la existencia de una obra y lo que ella cuenta...es sintético, porque el texto cantado
acapara más tiempo que el discurso retórico”. (Gorlero,2004,23)
Después del libreto, la música es el componente de mayor importancia de la pieza,
aunque la danza puede funcionar, ya sea como lenguaje en sí misma o en perfecta
concordancia con el libro. También condensa temporalmente la acción y el argumento.
Cuando la danza está al servicio del libro, humaniza la expresión de un modo en que la
música no consigue. Finalmente, como el musical es una obra de teatro, los intérpretes
deben ser actores que posean la ductilidad orgánica para pasar del texto a la palabra
cantada y de ella al baile
2.
LA PRODUCCION y COMERCIALIZACION DE LA COMEDIA
MUSICAL
En general, si hablamos de Broadway, estamos hablando claramente de una
industria, en la cual se invierten millones de dólares en los espectáculos con un claro fin
comercial. No hay que olvidarse que los teatros son de más de mil localidades y apuntan
a temporadas muy largas, a veces de años. En estas condiciones, el tiempo promedio de
montaje de un musical oscila entre las diez y quince semanas. Las primeras diez son para
los ensayos por partes, es decir los diálogos, las canciones de solistas, las canciones
corales y las coreografía. En las siguientes tres se integra todo lo anterior y finalmente en
las dos últimas semanas, se realizan los ensayos generales. Cada parte es supervisada
por un responsable (director musical, director coreográfico, etc) a través de una división
precisa del trabajo. Aunque es el director general quien termina coordinando los diferentes
elementos que configuran la puesta y otorgar la mirada global a todo el espectáculo. Una
vez terminado suele mostrarse a un público a modo de preestreno, generalmente en
teatros de provincia para ajustarlo y aceitarlo antes del gran estreno. Aquí se sacan o
agregan escenas o cuadros según lo que funciona con el público y hasta se modifican
radicalmente muchas cosas. Al llegar al estreno, no puede haber margen de error,
recordemos que la aspiración final de todo musical es su consagración en Broadway.
Como género, el musical tiene fama de un show muy preciso, coordinado y perfeccionista,
algo que el público sabe y paga por ello.
A partir de los años `90, aquellos espectáculos más exitosos y de mayor
permanencia y reconocimiento de Broadway comenzaron a venderse al exterior bajo el
formato de franquicias2, de este modo, se protegían artisticamente los productos. Antes,
los derechos de las obras se otorgaban sin mayores trámites, pero el magro resultado de
algunas versiones -que se hacian con poco o inadecuado presupuesto- le empezaron a
quitar calidad al original y esto resultó una publicidad adversa para la industria del musical
tanto en USA como Inglaterra. Quienes pactan la franquicia deben aceptar las siguientes
condiciones:

2
Primero, reconocer la marca comercial que distingue al franquiciador,
La franquicia es la práctica de utilizar el modelo de negocios de otra persona. una "concesión de
derechos de explotación de un producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o
varias personas en una zona determinada." (http://es.wikipedia.org/wiki/Franquicia)

segundo, que implica una valoración del saber hacer o “know-how” (reconocimiento
a la creatividad del espectáculo y sus hacedores)

y por último, que los franquiciados recibiran una formación pertinente.
A cambio de esta concesión, el franquiciador recibe una regalía, royalty o canon
mediante lo cual cede lo anterior al franquiciado. En el caso de la comedia musical, las
franquicias y derechos de autores, son sumamente altos -según el éxito que el
espectáculo haya tenido, hay que partir de una base de 20 mil dolares- aproximadamente.
Si la franquicia se otorga, debe hacerse el espectáculo, igual que el original. Ese nuevo
montaje, lo realizan los directores originales u otros cercanos a ellos. Generalmente,
montan el espectáculo con un elenco local y luego quedan a cargo directores residentes
que supervisan que el trabajo durante la temporada. Este es el caso de obras como Los
miserables, La bella y la bestia, Chicago, Mamma mia, El fantasma de la ópera o
Cats, conocidos clásicos del género. También existe la posibilidad que las puestas sean
creadas en el país que toma la franquicia, como fue el caso de la puesta argentina de
Rent que no se realizó como un calco de la original. Esto habla de la flexibilidad en las
condiciones artísticas y contractuales de ciertas obras, algo que también de la
negociación de los derechos que realiza el productor local.
La modalidad de la franquicia no es propia de la comedia musical, otros
espectáculos producidos industrialmente, como los del Cirque du Soleil y del grupo
argentino De la Guarda han adoptado la misma modalidad.
3. LA COMEDIA MUSICAL COMO MERCANCIA
Una afirmación tal, solo pueden entenderse si basamos nuestro análisis bajo los
principios de una teoría materialista del arte, tal como Benjamin la planteó tomando como
soporte los modos de producción capitalista que Marx ya había estudiado. Benjamin
considera una correspondencia explícita entre la técnica y la forma artística en las
condiciones materiales de producción:
“La concepción materialista supone que las relaciones de producción, determinan el conjunto de todas las
producciones sociales” (Benjamin,2011,68)
Por un lado, acuerda en que la evolución del arte se da bajo las condiciones de
producción de capitalismo y en segundo lugar, recupera el concepto de mercancía,
entendida esta en sus 2 facetas:
“su valor de uso (su materialidad específica, su utilidad, la necesidad que satisface y asimismo la cantidad
de trabajo humano que en ella se objetiva) y su valor de cambio (que se expresa como valor de intercambio
cuantitativo entre objetos diversos, en los cuales se incluye también la cantidad del trabajo acumulado, y
deviene como dinero)” (Benjamin,2011,69)
De este modo, las mercancias ocultan todos los rasgos de los trabajos privados
que las produjeron y de las relaciones sociales entre las personas mismas y adquieren un
status autónomo. El valor de cambio fetichiza todos los productos del trabajo. Hoy por hoy,
los shoppings son los principales lugares donde verificar la mercancía como fetiche. De
igual modo, el arte termina entrando en esta forma especifica de la producción, un
ejemplo de ello, seria el circuito de teatros de Broadway con sus marquesinas
publicitarias.
Para Benjamin, la reproducción técnica contribuyó a la producción seriada de las
mercancías, donde la estandarización anuló la singularidad del objeto único. En este
punto, vincula las nociones marxistas de valor de uso y de valor de cambio con la pérdida
del aura del objeto artístico. Para él se trata ahora de un valor de culto y de un valor de
exposición. La primera es la que se vislumbraba en el culto mágico y religioso, donde:
“el valor de la obra de arte “auténtica” se basaba en el ritual....el objeto de arte era aurático...el valor de culto
del objeto de arte tradicional estaba ligado al aura. Y por su valor de culto, la autenticidad singular de la obra
fundada en el ritual constituía su valor de uso..... con la llegada de la fotografía, el carácter cultual o mágico
se vuelve profano” (Benjamin,2011,72)
La segunda, al destronar la originalidad, la reproducción en serie desmitifica su carácter
sagrado,
“La imagen...se vuelve copia.... El objeto de arte desplaza su valor de culto a un valor de exposición...
Reaparece el valor de la mirada... el objeto de arte multiplicado exige la visión del público....El valor
expositivo desplaza al valor de culto y con ello adquiere valor de cambio” (Benjamin,2011,72)
Esta diferenciación que Benjamin hace evidente constituye un punto de inflexión en
la historia del arte, ya que por primera vez, la obra de arte abandona su existencia
anclada en lo ritual y entra en la era de la reproductibilidad técnica. En este momento, el
arte abandona su pretensión de autenticidad y la copia desplaza al original. Con ello, el
arte deja de ser autónomo y se revoluciona su función social. Con el capitalismo, la
realidad se convierte en un artificio, un muestrario de mercancias que como una segunda
naturaleza, estimulan el deseo material del consumo con la ayuda de los medios masivos.
“...la apariencia se concreta bajo la forma de mercancía. El último refugio de la apariencia ilusoria es la
naturaleza y la “mercancía”, que es el último espejo ardiente de la apariencia histórica, triunfa cuando la
naturaleza toma por sí misma el carácter de una mercancía.” (Benjamin,2011,98)
Esta reflexión de Walter Benjamín formaba parte de un pensamiento que se había
configurado inicialmente bajo la influencia de Gershom Scholem -un investigador de la
cábala- y de Kant. Con estas fuentes adoptó una forma de expresión teológica y mística 3,
aunque también descubrió ciertos conceptos místicos en la literatura estética de Novalis,
Schlegel y Goethe y especialmente, en los dramas trágicos alemanes de la época
barroca. Su religiosidad era sin embargo, secular y mundana, como bien la llama Susan
Buck-Morss:
una teología “invertida” o “negativa” en la que convergían materialismo y misticismo (Buck-Morss,2011,32)
Posteriormente tanto Benjamin como Adorno4 comenzaron a implicarse con Marx y
con la interpretación hegeliana de Lukács. En el caso de nuestro autor, este viraje hacia
Marx de su metodología kantiana le permitió experimentar con el marxismo como método
de análisis estético, antes que como estrategia para analizar la sociedad. Benjamin
insistía en que la tarea del crítico de arte era ver y articular conceptualmente la verdad
que la obra de arte expresaba apenas sensorialmente. En tanto, que interpretes de la
verdad, las actividades del crítico y del filósofo coincidían. Por su parte, Adorno también
descubrió que la estructura de la mercancía alcanzaba todos los aspectos de la sociedad
burguesa inclusive sus esquemas del pensamiento burgués. La reificación, la estructura
de la mercancía o el fetichismo eran conceptos comunes.
Ambos coincidían en que:
a) el materialismo dialéctico era un método cognitivo basado en una estructura de
experiencia estrictamente kantiana.
b) los escritores y los artistas eran trabajadores productivos, más cercanos al proletariado
que a sus explotadores capitalistas. En este sentido, Benjamin escribió su ensayo El autor
como productor donde da cuenta de este cambio de concepción.
3
Para Susan Buck-Morss, esta temprana filosofía de Benjamin, no marxista y no materialista
compuesta de misticismo judío, kantismo, platonismo y romanticismo alemán, va a ser la clave para el futuro
método materialista y dialéctico de Adorno.
4
Theodor Ludwing Wiesengrund Adorno (1903-1969) fue un filósofo alemán, gran conocedor de la obra de
Kant, Husserl y Hegel Fue considerado uno de los máximos representantes de la Escuela de Francfort y
de la teoría crítica de inspiración freudo-marxista. También reflexionó en los campos de la música, la
psicología y la sociología. En 1929, Inició con Benjamin, un fructífero diálogo intelectual que será la base
para su concepto de “la dialéctica negativa” con el que atacaba a la tradición y la falsedad del
pensamiento burgués. Ante este estado, veía en el camino del materialismo revolucionario, el único
antídoto posible para lo cual planteo una “lógica de la desintegración” de las normas culturales
burguesas.
c) había que rechazar la historia como progreso
d) y por último, consideraban el arte como una forma de conocimiento científico.
Si Adorno tenía como objetivo ultimo, la explosión de la reificación (su ataque técnico
apuntaba al desgarramiento del velo ideológico de la alienación que ocultaba el
conocimiento verdadero de la realidad social), Benjamin prefería cepillar la historia a
contrapelo y luchar contra el espíritu de la época antes que unirse a él y enfocar la historia
hacia atrás antes que hacia adelante. En realidad, ambas ideas servían para acercarse al
concepto de segunda naturaleza y así describir ese mundo alienado y vacío de significado
que el hombre ha creado. Aunque el método de Benjamin apuntaba a construir lo absoluto
a partir de fragmentos empíricos y usando el montaje de esos datos objetivos llegar a
reconstruir imágenes de la verdad. Esta yuxtaposición de elementos no relacionados no
sólo seguía los principios del surrealismo -movimiento del cual era gran admirador- sino
que descubrió que los opuestos solían tocarse y que tenían una lógica interna más allá
de la aparente diferencia. De ello surgió una rápida sucesión de imágenes aparentemente
desconectadas, cuya lógica interna difería radicalmente de la lógica conceptual y lineal de
los medios tradicionales. Por ejemplo en su Libro de los Pasajes:
“Benjamin encontró en el principio del montaje el medio adecuado para su estudio del París del siglo XIX. La
experiencia urbana se componía de shocks, de fragmentos de collage que bombardean los sentidos.”
(Buck-Morss,2011,307)
De igual modo,
“Las imágenes de Benjamin funcionaban como interruptores, deteniendo los efímeros fenómenos y
poniendo en movimiento al pensamiento, o, alternativamente shockeando al pensamiento al punto de
detenerlo y poniendo en movimiento los objetos reificados, al hacerles perder su familiaridad de segunda
naturaleza” (Buck-Morss,2011,262)
Más allá de las miradas personales de ambos filósofos sobre los fenómenos de
aquella sociedad de inicios del siglo pasado, el análisis de Benjamin se complementó con
la teoría de Adorno al dar cuenta de los cambios en la percepción visual y táctil: la
experiencia urbana se veía modificada en la fotografía al mostrar los cuerpos sin aura
mientras que el cine empezaba a exigir una percepción en forma de shock.
En este contexto, podemos decir que nuestro objeto de estudio, los grandes
musicales del circuito comercial son dentro del modelo de sociedad actual, una
mercancía, ya que su valor está regido por las leyes del mercado. Hoy, con la tecnología
del video, se pueden filmar estos espectáculos y verlos en cualquier parte del mundo,
escuchar sus bandas sonoras a través de la radio y ver las versiones cinematográficas en
el cine. Como producto representativo de una industria cultural (entendiendo a Broadway
como la meca del musical mucho más que el West End londinense) se ha transformado
casi exclusivamente en un hecho del mercado. El musical se convierte así en una
mercancía enraizada en la lógica capitalista donde su valor de uso se ha subsumido
completamente en su valor del cambio. Pero además, es un género netamente
norteamericano, no sólo porque se originó y consolidó en los Estados Unidos, alcanzó allí
su mayor desarrollo como industria sino que además supo transmitir simbólicamente, la
ideología y los valores del pueblo norteamericano como pocas artes lo hicieron, salvo el
cine.
4.
DILUCIDANDO LA ESTÉTICA DE LA COMEDIA MUSICAL
Lo cierto es que afín a su lógica de mercancía, el musical también busca embrujar
pero más allá de su apariencia rutilante, coincidimos con Benjamin, en que cada nueva
tecnología genera un modo de producción y que a ese modo de producción le
corresponde un modo de la experiencia. Afortunadamente, no hay formas universales de
la experiencia y por ello, en un género teatral donde conviven aspectos auráticos y no
auráticos, se hace necesario repensar la categoría estética que pueda dar cuenta de él.
Para empezar debemos decir que en términos auráticos, en la comedia musical coexisten
modos diferentes de producción. Hay en ella una ambivalencia y dualidad sana que
permiten que como producto exista y sea exitoso. Es aurática en sus aspectos creativos y
constitutivos y no aurática en su comercialización y circulación. Si comparamos ambos
aspectos podríamos visualizar lo siguiente5:
Aspectos auráticos
Ensayos, trabajo con los actores, cantantes,
músicos, equipo técnico y escenográficos.
Funciones únicas e irrepetibles delante de
los ojos de los espectadores)
Aspectos no auráticos
Franquicias,
merchandasing,
comercialización de la banda sonora, venta
de derechos para realización de films,
versiones
cinematográficas
de
los
musicales.
Valor cultual
La presentación frente a un público en vivo
Valor exhibitorio
La obra como mercancía
Lejania
Como bien decía Benjamin, el aura es “la
manifestación irrepetible de una lejanía”
Cercanía
El aura se atrofia, desaparece en la
reproducción
Singularidad
Repetibilidad
5
Las categorías de análisis que figuran en este esquema aparecen en el libro de Elena Oliveras: Estética.
La cuestión del arte. Buenos Aires. Ariel, 2005, 291
El estreno del musical en Broadway
Reposición simultánea del musical en
diferentes ciudades del mundo
Autenticidad
La versión teatral
Copia
La versión para cine y TV
Tradición
La obra como un hecho vivo e irrepetible
Transitoriedad
La obra ya no puede concebirse
únicamente bajo los modelos tradicionales,
entra en otra lógica influída por el cine, los
mass media, las industrias culturales y la
sociedad de consumo
Fundamentada en el ritual
La obra se realiza en un teatro donde
actores y públicos viven una experiencia
única e irrepetible en el aquí y ahora
Fundamentada en lo ideológico
(El musical como instrumento de
adoctrinamiento y aculturación al difundir
los valores de una cultura, en este caso la
norteamericana.
Fugacidad
Originariamente la obra teatral nunca fue
conservada ya que sucedía en el aquí y
ahora delante de los ojos del espectador
Perduración
La obra sometida a la lógica del mercado,
las industrias culturales y la sociedad de
consumo pudo conservarse y reproducirse
en infinitas copias.
Por otro lado, si a principios del siglo XX, la perdida o ausencia del aura en las
nuevas obras de arte causó una transformación perceptual considerable, hoy por hoy, el
espectador del siglo XXI asimiló esos procedimientos y ya no le sorprende si una obra
posee o no aura, simplemente aprendió a asimilar los modos de produccion de las nuevas
tecnologías.
CONCLUSIONES
Como hemos podido observar, la comedia musical no es un género al que se lo
pueda subestimar, livianamente. Si bien forma parte del show business, es un espectáculo
creado con altísimos estandares de calidad artística. Así como los productores aspiran a
tener buenas recaudaciones, no escatiman en gastos a la hora del montaje de cada uno
de estos shows. Precisamente, el binomio (elevada producción / elevada recaudación)
funciona como condición sine quanon de la industria del espectáculo de la que forma
parte. De ello podemos dilucidar:
 Que estamos ante un género con reglas bien precisas que además tiene
subgéneros particulares que mutan permanentemente en virtud de las
normas de producción y consumo.
 Que en su estética conviven dos modos de producción en apariencia
antagónicos: lo aurático (el trabajo vivo de los actores en cada función y
delante de un público) y lo no aurático (la comercialización que posterior que
se hace del espectáculo, ya sea bajo la forma de franquicia o las versiones
cinematográficas) de un modo bastante complementario.
 Que en el marco de la teoria materialista del arte, adquiere el status de una
mercancía al igual que otros productos provenientes de una industria cultural
(un film, un CD, un programa de TV, entre otros)
 Que ideológicamente, transmite, difunde y exalta signos ideológicos muy
propios de la cultura norteamericana de una manera hegemónica.
Ante este panorama, la comedia musical adopta un modo de producción muy
acorde a los tiempos que le toca transitar.
BIBLIOGRAFIA
 BENJAMIN, Walter: La obra de arte en la época de su reproducción técnica.
Apostilla por Jorge Monteleone. Bs. As. El Cuenco de Plata. 2011
 BUCK-MORSS, Susan: Origen de la dialéctica negativa. Theodor W. Adorno,
Walter Benjamin y el Instituto de Frankfurt. Bs.As. Eterna Cadencia Editora.
2011
 DIETRICH, John E.: Cómo dirigir un musical. En: CEBALLOS, Edgar: Principios
de dirección escénica. México. Escenología. 1992. Págs 457 a 470
 ELIA, Carlos M. M (Recopilador): La economía del espectáculo: una
comparación internacional. Barcelona. Cuadernos Gescénic. 2009
 GORLERO, Pablo: Historia de la Comedia musical en la Argentina. Desde sus
comienzos hasta 1979. Bs.As. Marcelo Héctor Olivieri Editor. 2004
 OLIVERAS, Elena: Estética. La cuestión del arte. Buenos Aires. Ariel. 2005
 WIZISLA, Erdmut: Benjamin y Brecht. Historia de una amistad. Buenos Aires.
Paidos. 2007
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