Centro de Espiritualidad Paulina de México Pautas del retiro para el

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Centro de
Espiritualidad
Paulina de México
Pautas del retiro para el mes de febrero de 2014
VENERABLE MADRE ESCOLÁSTICA RIVATA
UNA VOCACIÓN DE AMOR Y DE SILENCIO
(1897 – 1987)
“Señor, ¡Tú solo y basta!”
Madre Escolástica
“La mayor aportación de las Pías Discípulas a la Familia
Paulina son las horas de adoración” (UPS III, 189)
Beato Santiago Alberione
0. INTRODUCCIÓN
Nace el 12 de julio de 1897. Señor, ¡Tú solo y basta!, es la frase que ha sido el hilo conductor de la
vida de la Madre Escolástica Rivata, primera Pía Discípula del Divino Maestro. Ella ha conocido la
alegría duradera de quien se pone al servicio de Dios gratuitamente. Incluso en la mayor dificultad, la
Madre Escolástica optó por no estar triste, no quejarse, no sentirse víctima dejando que el dinamismo
de la alegría cristiana se desbordara en su corazón y se reflejara en su rostro. El secreto de esta alegría
duradera, fruto maduro del Espíritu, tiene su raíz en el amor que se entrega por la vida lograda por esta
mujer consagrada a Dios, no se vació de sentido porque bebió en la fuente de la luz que nace de la
Eucaristía y se revistió de sencillez y belleza. Por lo que la Madre Escolástica es modelo de una fe
verdadera. Muere el 24 de marzo de 1987.
I.
LA PALABRA DE DIOS
La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser
salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de
hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo,
necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos1.
En el NT nos encontramos con la persona de Jesús que asoció su ministerio de salvación con
imágenes y gestos que trasgredían el concepto de masculinidad de su época. Con ello apelaba a algunas
de las actitudes típicamente femeninas que él consideraba de gran valor y las aplicaba a la comprensión
del misterio del Reino que vino a anunciar e inaugurar.
Por ejemplo, hallamos dos textos en los que Jesús usa expresiones relacionadas con la maternidad
para referirse a su misión: Jesús da a luz a la Iglesia (Jn 16,20-22; 19,33-34), la gallina y los polluelos
(Mt 23,37-39; Lc 13,34-35). También en el evangelio de Juan 13,1-17 Jesús realiza una actividad lavar
los pies que es una acción propia de las mujeres, relativizándola y convirtiéndola en posibilidad
también para los varones. En estos pasajes Jesús revalora el papel de la mujer y sus características
como medio evangelizador. Las acciones y gestos que realiza comunican vida y solicitud por todos los
hombres, muestran el amor con que Dios ama a sus hijos.
Las características del amor que Jesús vino a enseñar son: el servicio como lo vemos en el pasaje del
lavatorio de los pies (Jn 13,1-17), esta acción tipifica toda la obra de Cristo e invita al lector para que a
1
EG 264.
3er. año de preparación al Centenario fundacional
“Que todo nazca en Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida,
hacia un nuevo Proyecto de Evangelización”
2
su vez relacione las palabras y acciones de Jesús con su propio vivir. Que recuerde la función del
bautismo que purifica a todo el hombre y lo hace hijo de Dios; lo habilita para el servicio a sus
hermanos con humildad y desprendimiento, siempre abierto a la voluntad de Dios, hasta el extremo de
dar su vida por los hermanos a ejemplo de Jesús, que entrega su vida para que todos tengamos vida en
abundancia (cf. Jn 10,10)2.
Todos estamos llamados a encarnar en nuestra vocación las actitudes enseñadas por Cristo Jesús con
fe y perseverancia. Hacer vida las palabras del apóstol Pablo dirigidas a los corintios y a nosotros:
“Con mucha constancia en tribulaciones, necesidades, angustias; en azotes, cárceles, sediciones; en fatigas,
desvelos, ayunos; en pureza, ciencia, paciencia, bondad; en el Espíritu Santo, en caridad sincera, en la palabra
de verdad, en el poder de Dios; mediante las armas de la justicia: las de la derecha y las de la izquierda; en
gloria e ignominia, en calumnia y en buena fama; tenidos por impostores, siendo veraces; como
desconocidos, aunque bien conocidos; como quienes están a la muerte, pero vivos; como castigados, aunque
no condenados a muerte; como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos;
como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos” (2Cor 6, 4-10).
La Palabra de Dios interpela la respuesta que cada uno da en el seguimiento de Cristo, nuestro
Maestro y Señor. ¿Cómo nos dejamos conformar por Cristo? ¿Es Él el modelo en nuestro cotidiano
vivir, en el amor, en el servicio, en la aceptación de su voluntad y en el silencio?
II. MAGISTERIO3
“Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en El” (1 Jn 4,16). Y
Dios infundió su caridad en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado (cf. Rm 5,5).
Por consiguiente, el don principal y más necesario es la caridad con la que amamos a Dios sobre todas
las cosas y al prójimo por Él. Pero a fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y
fructifique, debe cada uno de los fieles oír de buena gana la Palabra de Dios y cumplir con las obras de
su voluntad; con la ayuda de su gracia, participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la
Eucaristía y en otras funciones sagradas; aplicarse de una manera constante a la oración, a la
abnegación de sí mismo, a un fraterno y solícito servicio a los demás y al ejercicio de todas las
virtudes. Porque la caridad, como vínculo de la perfección y plenitud de la ley (cf. Col 3,14), gobierna
todos los medios de santificación, los informa y los conduce a su fin. De ahí que el amor hacia Dios y
hacia el prójimo sea la característica definitiva del verdadero discípulo de Cristo.
Así como Jesús, el hijo de Dios, manifestó su caridad ofreciendo su vida por nosotros, nadie tiene
un mayor amor que el que ofrece la vida por Él y por sus hermanos (cf. 1Jn 3,16; Jn 15,13). Pues bien:
ya desde los primeros tiempos algunos cristianos se vieron llamados, y siempre se encontrarán otros
llamados a dar este máximo testimonio de amor delante de todos, principalmente delante de los
perseguidores. Consecuentemente el martirio, con el que el discípulo llega a hacerse semejante al
Maestro, quien aceptó libremente la muerte por la salvación del mundo, asemejándose a Él en el
derramamiento de su sangre, es considerado por la Iglesia como un supremo don y la prueba mayor de
la caridad. Y si ese don se da a pocos, conviene que todos vivan preparados para confesar a Cristo
delante de los hombres y a seguirle por el camino de la cruz en medio de las persecuciones que nunca
faltan a la Iglesia.
La santidad de la Iglesia se fomenta también de manera especial en los múltiples consejos que el
Señor propone en el Evangelio para que los observen sus discípulos, entre los que descuella el precioso
don de la gracia divina, que el Padre da a algunos (cf. Mt 19,11; 1Cor, 7,7) de entregarse más
fácilmente sólo a Dios en la virginidad o en el celibato, sin dividir con otra u otro su corazón (cf. 1Cor
2
3
Cf. AA.VV., Cometario Bíblico de “san Jerónimo”, Vol IV, 492.
LG, 42.
2
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7,32-34) Esta perfecta continencia por el reino de los cielos siempre ha sido considerada por la Iglesia
en grandísima estima, como señal y estímulo de la caridad y como un manantial extraordinario de
espiritual fecundidad en el mundo.
La Iglesia considera también la amonestación del apóstol, quien, animando a los fieles a la
práctica de la caridad, les exhorta a que sientan en sí lo que se debe sentir en Cristo Jesús, que se
anonadó a sí mismo tomando la forma de esclavo…, hecho obediente hasta la muerte (Flp 2,7-8) y por
nosotros se hizo pobre, siendo rico (2Cor 8,9). Como siempre habrá discípulos y discípulas dispuestos
a dar este testimonio y a imitar la caridad y humildad de Cristo, nuestra madrea Iglesia se alegra de
encontrar en su seno a muchos, hombres y mujeres, que sigan más de cerca el anonadamiento del
Salvador. Quienes aceptan la castidad y la pobreza con la libertad de los hijos de Dios y renuncian a su
propia voluntad, pues se someten al hombre por Dios en materia de perfección, más allá de lo que están
obligados por el precepto, para asemejarse más con Cristo.
III. PALABRA DEL FUNDADOR
El 21 de noviembre de 1923, el beato Alberione destina a dos alumnas: Úrsula Rivata y Matilde
Gerlotto, a la casa Divino Maestro, para una obra determinada. El 10 de febrero de 1924, día de santa
Escolástica, comienza oficialmente la nueva familia religiosa de las Pías Discípulas4.
El Boletín Unione Cooperatori Buona Stampa (UCBS) describe la “vestición de las Pías
Discípulas” –fueron ocho–, que tuvo lugar el 25 de marzo del mismo año, fiesta de la Anunciación5.
Úrsula Rivata recibió el nombre de sor Escolástica de la divina Providencia y se le confió la
responsabilidad interna del grupo6. El beato Alberione la había preparado aconsejándole que leyera el
libro: Las mujeres del Evangelio. Más que para el nombre de Escolástica, este libro debía servir para
orientar a la nueva familia en su misión específica, en sintonía con la configuración general de la Casa,
que consistía en vivir la actualidad de los tiempos apostólicos: Las Hijas de San Pablo atienden al
Evangelio del divino Maestro: enseñar, escribir, propaganda, trabajo, tipográfico. Las Pías Discípulas
atienden al divino Maestro y a sus ministros7.
“Las Pías Discípulas del Divino Maestro son un don precioso de Dios en las casas de la Pía
Sociedad de San Pablo. Su aportación no consiste especialmente en la asistencia y el servicio
doméstico, sino en la adoración por las vocaciones, por su formación, por el apostolado de la Pía
Sociedad de San Pablo, por el ministerio sacerdotal, por la ayuda en caso de enfermedad y los
sufragios8 después de la muerte.”
Cf. R. CESARATO, Dagli inizi al 1944, en R. CESARATO – G.M.J. OBERTO, L’albero visto dalle radici, Le Pie
Discepole del Divin Maestro tra carisma e storia, Apunti, Fascículo 2, p. 43. Citado en Donec formetur Christus in vobis
160 in.
5
“El señor Teólogo Alberione presidió la ceremonia a las 6:30 horas e impuso a todas el nuevo nombre, celebró por ellas la
santa misa y pronunció ‘palabras paternas que deben meditar’. Una pequeña función recogida, sencilla de sentido, de amor,
de gozo y de regocijo por aquellas hijas que apresuraban el día y la hora con deseo vivísimo. Se preparó un pequeño ritual
para esta función. Los nombres de estas ocho Pías Discípulas que tomaron el hábito son: sor Escolástica de la Divina
Providencia, sor Antonia del Divino Maestro, sor María de san José, sor Teresa de la Dolorosa, sor Anunziata de María, sor
Paulina de la Agonía de Jesús, sor Giacomina del Ángel de la Guarda y sor Margarita de las Almas del Purgatorio” (UCBS,
año VII, n. 4, 15 de abril de 1924, p. 24).
6
Cf. M. RICCI, Madre Maria Scolastica Rivata, fedele Discepola del Divin Maestro, edición no comercial, Roma, 10 de
febrero de 1996. Ursula Rivata nació en Guarene el 12 de julio de 1897. Es probable que viera y conociera al padre
Alberione cuando éste predicó en Guarene, por ejemplo el 9 de octubre de 1910 (sobre san Vicente Ferrer y la importancia
de la Palabra de Dios). El 29 de julio de 1922 ingresó entre las Hijas de San Pablo de Alba.
7
Cf. S., ALBERIONE, Donec formetur Christus in vobis, 160 in.
8
Sufragio. Del latín suffragium (del verbo suffragari, “ayudar”). Es la oración o cualquier obra de caridad ofrecida en favor
de las almas de los difuntos. Entre los sufragios destaca la celebración eucarística. Las oraciones de sufragio ponen en
relación a la Iglesia peregrinante y purgante (cf. LG 50).
4
3
4
Algunas reflexiones: En la construcción de las nuevas casas debe tenerse en cuenta que haya
locales separados y una conveniente libertad de movimiento para el apostolado, la clausura, la salud y
la observancia religiosa. Cuenten con abundante servicio religioso y con tiempo suficiente para el
descanso y la oración; se las respete.
El Superior y la Superiora, y no otros, acuerdan las cosas que deben tratarse conjuntamente
(gastos, horarios, etc.). Dependen de su Superiora en cuanto a la vida religiosa (gobierno y
administración), y del Superior paulino en cuanto servicio del apostolado. Debe haber una conveniente
separación y un sabio entendimiento. Favorézcanse sus vocaciones para que puedan crecer en personas
y obras. Son las mejores cooperadoras de la Pía Sociedad de San Pablo”9.
IV. ACTUALIZACIÓN
¿Quién es la verdadera vocacionista?10
Quizá para algunos el titulo de esta reflexión signifique una pregunta más de rutina, otros quizá
pensaran, otra vez con lo mismo, sin embargo, te invito a retomarla con otra mirada, es decir, desde tu
realidad, desde tu ser y hacer de cada día, aunado a la vida y testimonio de una gran mujer como lo fue
Madre Escolástica, bajo la perspectiva del pensamiento de nuestro fundador:
Nos dice nuestro fundador, el beato Santiago Alberione: Todos son vocacionistas, pero, ¿quién
es más vocacionista? QUIEN VIVE MEJOR SU VOCACIÓN. “Porque quien vive bien su vocación,
no sólo reza sino da EJEMPLO y el ejemplo en la formación es más eficaz: la fidelidad, la vida
religiosa, la observancia, es decir, de la obediencia, pobreza, castidad y en el vivir como quiere el
Señor, la religiosa, el religioso puede dar el ejemplo. Pero hay otro más, es decir, quien vive la vida
religiosa expande en torno a si un perfume delicioso, edificante que realza, después de la oración vital
de la religiosa fiel, del religioso observante. Hay la oración vocal, pero es más eficaz la ORACIÓN
VITAL y por tanto en aquella observancia de la obediencia de la mañana a la tarde, en aquel empeño
de obedecer en todo, de hacer con más perfección que se puede las cosas que son confiadas, como la
persona va día a día perfeccionándose con sus propósitos, con su fe, con su humildad. He aquí, esta es
la vocacionista principal, y cuando se es verdaderos religiosos, cuando se es verdaderas religiosas.
Estas personas no sólo colaboran en la búsqueda de las vocaciones, porque la vocacionista debe tener
una luz para descubrir, una luz para hablar convenientemente en la invitación que se da y en el
persuadir que cosa se busca, si, pero la vocacionista de oración, como oración de vida, no las busca
solo, sino que las acompaña en toda la formación. Las hermanas y/o hermanos edificantes son el
ejemplo de aquellas que están en formación; aspirantes, novicias o profesas temporáneas; por lo tanto
lo realizan con su oración y con su ejemplo para todos los años de formación y después todavía tienen
influencia sobre todo la vida religiosa de aquellas almas que están consagradas a Dios para que vivan
según la Profesión, según las constituciones.
Por lo tanto, quien vive mejor su vocación, es realmente el auténtico vocacionista. Y que mejor
ejemplo para iluminar esta afirmación que la vida de una gran mujer, Madre María Escolástica
Rivata, primera Pía Discípula del Divino Maestro. Mujer que anuncia con su vida, con su entrega, con
su alegría el verdadero tesoro de la vocación que para ella es caminar en la voluntad de Dios y siempre
tener en los labios un gracias por lo que el Señor nos concede. Madre Escolástica especialmente en el
silencio comunicó alegría. Desde la primera opción que la hizo exclamar: ¡Señor, Tú solo, y basta!,
hasta la consumación de su oferta, experimento la alegría de quien se pone al servicio de Dios
gratuitamente. Una alegría que sin duda pasa también por el camino de la Pasión, pero que ya vive en
9
S., ALBERIONE, Ut perfectus sit homo Dei (UPS), San Pablo, Roma 1998, II, 71.
Cf. APD 1964, 117.
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la luz de la Resurrección y que comunica la paz del resucitado. Su vida no fue vacía, ya que siempre
estuvo hecha de la fuente de luz que viene de la Palaba de Dios y de la Eucaristía.
Para la reflexión:
1) ¿Para qué querría Jesús asumir en su ministerio algunas actitudes típicamente femeninas? ¿Estás
de acuerdo con ellas? ¿Han forjado tu nueva identidad como Discípulo, Discípula?
2) ¿Qué nuevos gestos de amor descubres en la vida pública del Divino Maestro? y ¿en san Pablo?
3) ¿Cómo expresas tu afecto a ti mismo, a los demás y a Dios? ¿Te permites sentirlo en tu día a día?
4) ¿Cómo estoy viviendo mi vocación específica?
5) ¿Qué tanto en el silencio comunico la alegría del llamado?
6) ¿Qué tanto perciben los demás la autenticidad de mi vocación?
V. ORACIÓN por la Beatificación de Madre María Escolástica Rivata
Oh Jesús, nuestro único Maestro Camino, Verdad y Vida,
te alabamos y te damos gracias por tu Discípula
Madre María Escolástica Rivata.
Sostenida por el Espíritu Santo
y con la fuerza de la Eucaristía,
en las alegrías y en los dolores de la vida cotidiana,
ha dicho Sí a la voluntad del Padre.
Siguiendo las huellas de María, Madre tuya y nuestra,
se entregó con alegría en el servicio a Dios y al prójimo.
Que su ejemplo nos ayude a elegir el camino del Evangelio
en toda circunstancia de la vida
y, por su intercesión, concédenos la gracia que te pedimos…
Amén.
Gloria al Padre...
VI. BIBLIOGRAFÍA
 SAGRADA BIBLIA
 AA.VV., Cometario Bíblico de “san Jerónimo”, Vol IV, Madrid 1972.
 Evangelii Gaudium, “Exhortación Apostólica” del Papa Francisco, Ciudad del Vaticano 2013.
 Lumen Gentium, Concilio Vaticano II, Constitución dogmática sobre la Iglesia.
 ALBERIONE, SANTIAGO, Ut perfectus sit homo Dei, San Pablo, Roma 1998.
 ALBERIONE, SANTIAGO, Donec formetur Christus in vobis, San Pablo, Roma 2001.
 ALBERIONE, SANTIAGO, Apuntes a las Pías Discípulas del Divino Maestro, Roma 1964.
 CESARATO, R. –OBERTO, G.M.J., L’albero visto dalle radici, Le Pie Discepole del Divin
Maestro tra carisma e storia, Apunti, Fascículo 2.
 RICCI, M., Madre Maria Scolastica Rivata, fedele Discepola del Divin Maestro, edición no
comercial, Roma, 10 de febrero de 1996.
VII. EFEMÉRIDES DEL MES DE ENERO
2 de febrero XVII Jornada mundial de la Vida Consagrada
5 de febrero Aniversario de la muerte del a Venerable Tecla Merlo, HSP (1964)
10 de febrero 90ª Aniversario de Fundación de las Pías Discípulas del Divino Maestro
Inicia Año vocacional de las PDDM
11 de febrero 22ª Jornada mundial del enfermo
20 de febrero En Castañito, nace Teresa Merlo (Maestra Tecla)
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