1. Veamos: - En base a lo que nos dice Juan 17, 7-10, ¿por qué Jesús dice: “ruego por ellos, no ruego por el mundo?” 2. Compartamos: Tu VALER de joven se manifiesta en: En tus criterios uniformes y armónicos que los mantienes aún cuando te traen dificultades. - En tu temperamento uniforme, controlado, y no a merced de los impulsos y sensaciones. - En una actuación orientada, decidida y consecuente con tus ideas... Sabes el fin y pones los medios. - En tu proceder constante que te define en la vida. Haz lo que debas hacer y no tengas miedo a las consecuencias. Nunca un bien produce un mal. Jamás la verdad podrá perjudicarte. Tu VERDAD de joven se traiciona: - Cuando disculpas tus fallos personales, los mismos o parecidos que atacas en otros. - Cuando te revuelves y te defiendes con argucias si alguno te dice tus deficiencias. - Cuando disimulas o adulas, sólo por ganarte un lucro de vida. - Cuando no defiendes la verdad, que conoces, por cobardía. - Cuando exageras tus conocimientos y te la das de enterado. - Cuando hablas en un tono altisonante, aéreo, vacío, nada humano, ni acomodado a las capacidades del que te escucha. Tu BONDAD de joven se gana - Si llevas una vida recta y noble. - Si no traicionas nunca la amistad y el amor. - Si eres tan fuerte por dentro que nadie puede ofenderte. - Si jamás te amarga la ingratitud. - Si el recelo no vela a tu puerta, siempre abierta a los hombres. - Si te importa más ser que parecer. PARA COMPARTIR EN FAMILIAS: 1.- De todo lo propuesto en la parte anterior, ¿cuáles son las tres cosas que más destacan en tu persona? ¿Y cuáles son las tres en las que más deberías mejorar? 2.- Si tuvieras que decirle a un amig@ lo que es “vivir en modo cristiano”, ¿qué le dirías? Compártelo 3.- ¿Qué es lo que tendríamos que hacer en nuestra familia de confirma para parecernos más a la “la persona nueva” que Jesús quiere que seamos? 4.- ¿Te está trayendo dificultades vivir al estilo de Jesús? Recuerda algunas que hayas encontrado. ¡CUIDADO CON LOS LADRONES! Un antiguo maestro cristiano despidió una vez a un discípulo suyo con estas palabras: “Incedis onustus auro; cave latrones” (Te vas cargado de oro; cuidado con los ladrones). En esta etapa final de nuestra preparación catequética nos encontramos cargados de oro. ¿Quién ha hecho este milagro? Los compañeros, el esfuerzo, el ambiente, las personas... Las personas siempre enriquecen a los que se acercan a ellas. Te han llenado de regalos. ¡Te vas cargado de oro! Jesús estaba detrás de todo: en la comunicación, en el trabajo, en las decisiones y en la eucaristía. Jesús, sobre todo, en el amor. Jesús ha repetido el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Comenzamos con nuestra pobreza, sólo un poco de ilusión. Y de nuestra miseria, él ha sacado inmensos regalos. ¡Nos vamos cargados de oro! Quizás ni eres consciente de la riqueza que hay dentro de ti. Acostumbrado a despilfarrar, por nada te sorprendes y todo te parece normal. ¡Te vas cargado de oro! Y esto no son palabras grandilocuentes ni dichas para halagar tu vanidad. ¡Cuidado con los ladrones! que están al acecho en toda vacación, cuando te olvidas de compartir, cuando bajas la guardia, cuando te detienes. Quieren robarte, apoderarse de tus riquezas. Quieren despojarte para que seas débil y te sometas a sus leyes. Quieren tu adoración para sacarte la entraña. La sociedad manipulada y manipuladora no quiere personas fuertes; no quiere cristianos que confirmen su fe. ¿Cómo te defenderás de sus ataques? ¿Cómo te harás más fuerte, para fortificar a otros? Hay casas construidas sobre arena y casas construidas sobre roca. Los temporales se llevarán las primeras, pero no pueden con las segundas. Las casas construidas sobre roca son las de aquellos que escuchas y acogen la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es roca. La Palabra de Dios se come en comunidad. La Palabra de Dios se escucha en el silencio interior y en el grito impertinente del que sufre, es pobre o débil. La sociedad consumista blasfema contra las rocas, sólo quiere arena. Te vas cargado de oro. ¡Cuidado con los ladrones!