Chogye Trichen Rimpoché, Separarse de los

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Separarse de los Cuatro Apegos
Chogye Trichen Rimpoché, Ediciones Dharma, 2002.
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Adiestrar la mente.
Flexibilidad y claridad.
La finalidad de las enseñanzas sobre el adiestramiento mental es hacer que la mente se
vuelva flexible y dócil, y así poder suavizar nuestra rigidez habitual. La mente de una persona
que no se ha adiestrado se asemeja a una piel nueva; si la piel no se trata, se acartona, se
vuelve rígida y dura. Pero cundo se la ha trabajado adecuadamente, se puede doblar y usar
tanto como se desee. Por otra parte, no es posible hacer gran cosa con una piel que no ha
sido tratada.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 25.
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Budismo y mente.
Mente flexible y dócil.
Las enseñanzas de los tres vehículos del budismo, a saber, los adiestramientos theravadas
de la renuncia y del refugio, los adiestramientos del mahayana sobre el amor y la compasión,
y los adiestramientos del vajrayana del yoga de la deidad, del mantra y del samadi, se
aplican a la mente con el fin de suavizar pautas rígidas y hacer que la mente se vuelva más
dócil. La intención en los tres vehículos del adiestramiento es ayudarnos a eliminar los tres
venenos mentales del apego, la aversión y la ignorancia.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 26.
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Tres adiestramientos.
Ética/ estudio/ meditación.
Nos informa de que el proceso a seguir consiste, primero, en observar los preceptos de la
conducta ética y, después, en estudiar y aprender hasta que se adquiera cierta comprensión
y convencimiento acerca de la verdad de la enseñanza. Una vez que la comprensión ha
arraigado de esta manera, es necesario aplicar el conocimiento adquirido mediante la
práctica de la meditación, con el fin de desarrollar una experiencia genuina propia.
Examinaremos detalladamente cada uo de estos tres adiestramientos: conducta ética,
estudio y meditación.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 48.
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Práctica incorrecta del dharma.
Actitudes ególatras a los otros.
Si estamos perturbados por los ocho intereses mundanos, nuestra práctica sufrirá en
consecuencia. Hay signos por los cuales podemos saber si nuestra práctica de la disciplina
moral se ha vuelto falsa. Un signo definitivo es que miraremos con desprecio a los
“transgresores”, a quienes juzgamos no estar a nuestra altura; sentiremos celos hacia los
que en su conducta aparecen más puros que nosotros; y, en relación a nuestra propia
persona, nuestra práctica se volverá causa de arrogancia.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 51.
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Diez acciones no virtuosas.
Cuerpo, palabra y mente.
Las diez acciones virtuosas son la base de la conducta moral y ética. Las diez acciones
virtuosas surgen naturalmente cuando nos abstenemos de las diez acciones siguientes: 1)
matar, 2) tomar lo que no nos has sido dado, 3) una conducta sexual incorrecta; si nos
abstenemos de estas tres se producen las tres acciones virtuosas del cuerpo. Abstenerse de
4) mentir, 5) difamar, 6) usar palabras duras y 7) la charlatanería; estas cuatro producen las
cuatro acciones virtuosas de la palabra. Abstenerse de 8) la envidia, 9) la malicia, y 10)
sostener visiones equivocadas; estas tres últimas originan las tres acciones virtuosas de la
mente.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 52.
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Budismo y ética.
Base de la virtud y pureza.
Al igual que con la adopción de los preceptos éticos, si queremos estudiar, contemplar y
meditar, tenemos que hacer todo lo posible para practicar con pureza y evitar las formas
impuras o falsas de la práctica. Es necesario conocer los aspectos puros e impuros de cada
una de ellas; esto es lo que nos permite practicar adecuadamente y evitar la práctica
adulterada. De otro modo, sería muy posible que nuestra práctica de la escucha, la
contemplación y la meditación se mezclaran con los ocho intereses mundanos.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 61.
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Dharma: escuchar y estudiar.
Bases del desarrollo espiritual.
Escuchando y estudiando, aprendiendo darma, es como descubrimos la posibilidad de
convertirnos en un buda. Si bien es cierto que todos tenemos las cualidades de un buda,
como esta semilla de la budeidad permanece dormida en nuestro interior, no solemos
percibir dicha realidad. Estudiando y aprendiendo el darma llegamos a apreciar nuestro
potencial, lo que infunde en nosotros un sentimiento nuevo de esperanza y de posibilidad.
Esto puede llevarnos a revalorizar nuestra vida y a descubrir en ella un valor y un significado
que hubieran permanecido ocultos a nuestros ojos si no nos hubiéramos adentrado en el
aprendizaje y el estudio.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 64.
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Aprendizaje budista.
Incrementa la felicidad.
Con la motivación apropiada, cuanto mayor sea el conocimiento adquirido, mayor será el
miedo y la inseguridad que se podrá eliminar. Cuanto mayor sea la cantidad de temor que
puedas disipar, mayor será tu capacidad de incrementar la felicidad de otros, así como tu
propio bienestar. El aprendizaje no es sólo una tarea que se emprenda para adquirir
conocimiento, sino que es, en sí mismo, un objeto de disfrute, algo que aporta satisfacción
personal y que puede beneficiar a los demás.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 66, 67.
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Meditación budista.
Hacer transparente la mente.
La meditación nos ayuda y nos permite ser más flexibles en nuestras actitudes y
percepciones, y aplicar los antídotos apropiados a las negatividades que surgen en nosotros.
Cuanto más podamos meditar, más transparentes se volverán nuestros problemas y
dificultades. Nuestras inquietudes serán más fáciles de manejar, cuando nuestra mente,
aguda y clara, pueda ver cómo, en un principio surgió la confusión. Esta claridad
incrementada, que surge mediante la realización meditativa, puede evitar que las situaciones
difíciles empeoren, y asegurar que nuestras pautas no se repitan.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 69.
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Meditación y vida cotidiana.
Atención.
La meditación es el remedio más eficaz para todo aquello que nos aflija, y sólo a través de lla
seremos capaces de arrancar de raíz el sufrimiento de una vez por todas. El practicante se
adiestra a funcionar en estado de meditación durante el curso de su vida cotidiana. Ya sea
durante la sesión de meditación o durante el período de post meditación, está
constantemente atento y sabe qué hacer y qué evitar.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 71.
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Antídotos y atención.
Su base es la meditación.
El poder de la atención que hemos adquirido meditando nos permite aplicar el remedio
apropiado a cualquier negatividad que surja. Si tenemos atención, cuando se manifieste el
enfado o la aversión, descubriremos que somos realmente capaces de generar una actitud
de amor afectuoso de compasión. Así, mientras nos vamos haciendo con un repertorio de
líneas directrices y de instrucciones co las que adiestrarnos, la práctica de la meditación nos
proporciona la capacidad de eliminar directamente las actitudes y percepciones negativas.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 72.
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Meditación de vigilancia.
Shesin: ser capacidad de distinguir.
Una importante función de la vigilancia u “observación” es tomar nota de si lo que estamos
haciendo es correcto o incorrecto. Mediante una observación detenida, un practicante es
capaz de discernir entre lo que es beneficioso y lo que es dañino, entre lo que se ajusta a las
diez acciones virtuosas y lo que pertenece a las diez no virtuosas. Todo cuanto nos enseñe
el maestro ha de ser examinado, comprobado y verificado a través de nuestra propia
experiencia. Esto es vigilancia (shesin).
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 73.
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Lam Rim y bases.
Renacimiento humano y muerte.
El hecho de reflexionar sobre la rareza y el valor de este precioso nacimiento humano nos
permitirá apreciar la oportunidad que tenemos y, de esta manera, surgirá en nosotros una
mayor diligencia. Al comprender que la muerte es inevitable, seremos capaces de generar un
gran entusiasmo por la disciplina ética, la contemplación y la meditación genuinas, de
manera que nuestra vida no se desperdicie en ocupaciones y prácticas inútiles. Contemplar
bien la dificultad de obtener un precioso renacimiento humano, junto con la meditación en la
naturaleza de la impermanencia, fomentará en nosotros un gran entusiasmo por la práctica,
infundiendo en ella la cualidad de la sinceridad profunda.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 81.
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Nirvana = no sufrimiento.
Cortar de raíz el samsara.
La palabra “nirvana” implica una condición que está libre del dolor. Para alcanzar el estado
que se encuentra más allá del sufrimiento, para cortar la raíz del nacimiento y de la muerte,
es necesario salir del lugar del dolor, que es la existencia mundana. Para alcanzar el estado
que se encuentra más allá del dolor, el nirvana, un estado no perturbado por ninguna forma
de sufrimiento, es esencial abandonar el apego a cualquiera de los reinos mundanos de
existencia.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 87, 88.
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Vida de sufrimiento.
Tres tipos de sufrimientos.
¿Cuáles son, pues, las faltas de la existencia mundana? En esencia, hay tres tipos generales
de sufrimiento: el sufrimiento del sufrimiento, el sufrimiento del cambio y el sufrimiento de
todos los fenómenos condicionados. Cualquier variedad de sufrimiento que se experimente
puede comprenderse en relación a estas tres categorías; todos los sufrimientos posibles
están incluidos en ellas. Si consideramos cuidadosamente la naturaleza de la existencia
mundana, descubriremos que está completamente arruinada por estos tres tipos de
sufrimiento.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 90.
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Sufrimientos y reinos.
El cambio como sufrimiento.
Mientras que el sufrimiento del sufrimiento incluye todo el dolor de los reinos inferiores, el
sufrimiento del cambio se aplica a los seres que experimentan los reinos superiores de la
existencia samsárica. Drakpa Gyaltsen dice que, si deseamos considerar el significado del
sufrimiento del cambio, podemos empezar por observar, simplemente, la naturaleza
transitoria de todos los seres. Aunque hoy nos hallemos aquí reunidos, llegará un día en que
no quedará ninguno de nosotros. Habremos tomado nuestros propios caminos y será como
si esta reunión jamás hubiera tenido lugar.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 97.
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Sufrimiento del cambio.
Relaciones humanas diferentes.
Considera asimismo a esas personas que conociste que tenían gran prestigio y poder y que
luego se volvieron débiles e impotentes, ignoradas por sus antiguos admiradores. Reflexiona
sobre los casos que conozcas de aquellos que ejercieron gran influencia en un momento,
sólo para volverse después irrelevantes. Igualmente, contempla esas situaciones en las que
los amigos íntimos se convierten en enemigos, ya no se llevan bien. Estas son experiencias
comunes de sufrimiento del cambio con las que todos hemos tenido contacto.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 99.
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Sufrimiento del cambio.
Base de la impermanencia.
A partir de este análisis, podemos ver que no hay ninguna certeza en la condición humana y
que no hay circunstancias que, con seguridad, vayan a ser siempre agradables, por las que
debamos generar la aspiración de poder experimentarlas. Ya que tan pronto como se
consiguen se desvanecen. Nada es permanente y, por lo tanto, nada puede permanecer
igual; ninguna condición puede perdurar. Por ello, todos nosotros tenemos que experimentar
el sufrimiento del cambio.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 100.
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Impermanencia y Lam Rim.
Impacto en las tres etapas.
La enseñanza sobre la impermanencia es una gran ayuda para el practicante. En los
primeros niveles de la práctica, la verdad de la impermanencia te animará a entrar en el
camino. En las etapas intermedias, te impulsará y guiará hacia la práctica correcta.
Pensando en lo que has comprendido a través de la meditación en la impermanencia,
recordarás que debes practicar con gran diligencia. De lo contrario, ¡podrías olvidarte de lo
que supuestamente deberías estar haciendo! Por último, al final, la impermanencia te
ayudará a comprender la verdadera naturaleza de la mente.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 100.
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Sufrimiento de lo condicionado.
Mente ocupada en hacer cosas.
Como seres humanos, sabemos que nunca llega el momento en que nos sintamos
satisfechos porque hemos hecho todo el esfuerzo necesario, que sintamos que hemos
concluido todas nuestras actividades. Y aún así, nos falta sabiduría para cesar, simplemente.
¿Acaso todas estas listas de “quehaceres”, confeccionadas por nuestra mente, acabarán
realmente algún día si les dedicáramos toda nuestra atención? En realidad, no acabarán
hasta wue nosotros decidamos parar. Las cosas nunca parecen concluir porque las
hagamos; ¡sólo parecen concluidas cuando hemos dejado de hacerlas!
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 102.
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Sufrimiento de lo condicionado.
Siempre cosas que hacer.
Puesto que la naturaleza de todos los fenómenos condicionados es que no hay certeza, que
no hay garantías en medio de tales condiciones, ¿por qué molestarse con interminables
búsquedas banales, que no traen ni satisfacción ni realización de ningún tipo? Tanto si
dedicamos nuestro tiempo a adquirir riquezas y posesiones, como si buscamos educación o
lo que fuere, nunca llegaremos a concluir realmente nuestros preparativos, por muchos años
que les dediquemos.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 104.
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Renuncio a lo mundano.
Hacer cosas.
Lo que Drakpa Gyaltsen no ha estado mostrando, con todas estas ilustraciones, es la
importancia de desarrollar la renuncia. Un elemento crucial al que hemos de de renunciar es
a nuestro apego a hacer cosas. Si nosotros no ponemos fin a nuestras actividades, ellas no
cesarán por sí mismas. Cuando nos liberamos del apego, alcanzamos el estado que se
encuentra más allá del dolor. Sin liberarse del apego, este logro no ocurrirá nunca.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 105.
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Aferre a la existencia mundana.
Liberarnos para llegar al nirvana.
Si sabemos cómo abandonar el apego y el aferramiento a la existencia mundana y a sus
interminables actividades, seremos capaces de ir más allá de la naturaleza dolorosa y
afligida del mundo. Si no tenemos apego a las actividades mundanas, a esta vida e incluso a
esta existencia, podremos ir más allá del dolor, pasar al nirvana, donde todos los enemigos
interiores han sido destruidos. Ir más allá del dolor significa estar libres de las emociones
perturbadoras, que son los enemigos interiores que moran ocultos en nuestro ser. Al soltar el
apego, al ansia, el aferramiento y la fijación alcanzamos, finalmente, un estado más allá del
sufrimiento.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 107.
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Sufrimiento y egoísmo.
Mente y los tres venenos.
Todo el sufrimiento de los reinos inferiores, toda la infelicidad y las dificultades que podamos
experimentar como seres humanos y cualquier otra posible aflicción de los tres reinos de la
existencia tienen su origen en estimarse a uno mismo más que a los demás. Aunque
volviéramos a obtener un precioso renacimiento humano en el futuro, nos encontraríamos
con las mismas dificultades causadas por la enfermedad y las desgracias, las mismas
penalidades. Éstas tienen su origen en nuestra propia mente, que ha caído presa de la
ignorancia, el apego y la aversión. Sentimos apego hacia aquellos que contemplamos como
seres queridos, aversión por quienes sentimos desagrado y, generalmente, ignoramos a
esas personas por las que sentimos indiferencia. Tales actitudes crean un sufrimiento no
deseado.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 111.
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Felicidad en los otros.
Prácticas de los bodhisatvas.
En lugar de considerar el bienestar personal como la más alta prioridad, sugieren que se
ponga el bienestar de otros seres vivos por encima de los propios, y hacer de ello nuestra
preocupación primordial. Si todo el sufrimiento se origina a partir de la motivación egoísta y
ésta no ha logrado traernos felicidad sino que nos ha llevado al sufrimiento, ¿qué mal hay en
hacer caso del consejo de los bodisatvas e intentar lo contrario?
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 112.
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Bodhichita relativa.
De aspiración y de acción.
Por eso se empieza generando con una gran fuerza de aspiración y, después, se aprende a
aplicarla con las acciones. Estas dos son las que se conocen como la bodichita de aspiración
o “que desea” y la bodichita de aplicación o “que actúa”, constituyendo, juntas, lo que se
llama la bodichita relativa. La bodichita es de dos tipos: relativa, y última o absoluta.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 116.
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Cultivo de compasión.
Igualarse y cambiarse.
En este sentido, es importante comprender que todos y cada uno de los seres sensibles
desean ser felices, igual que nosotros; y no desean sufrimiento, igual que no lo queremos
nosotros. Reflexionar sobre esto nos permitirá sentir empatía, ponernos en el lugar de los
demás, meditar en las características comunes y en la igualdad entre ellos y nosotros. Es la
práctica de la ecuanimidad, la práctica de igualarse uno mismo con los demás.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 118.
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Tomar el sufrimiento de los demás.
Mérito y sabiduría.
A veces, la gente tiene miedo de practicar este adiestramiento. Piensan que enfermarán o
que padecerán si toman sobre sí el sufrimiento de los demás. De hecho, no es este el caso.
Cuanto mayor sea el sufrimiento que puedas sentir e imaginar que absorbes, mayor será tu
acumulación de mérito y sabiduría. Los que están bien entrenados en el intercambio de sí
mismos por los demás pueden hacer esta visualización y tomar realmente sobre ellos el
sufrimiento de otros seres. Entonces, los otros seres no sufren daño y el practicante
tampoco.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 119.
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Bodhichita de aplicación.
Los seis paramitas.
Esto es lo que se conoce como la bodichita de la aplicación, la bodichita “que hace”. Para
ello, practicamos las seis perfecciones trascendentales (paramitas) que, juntas, constituyen
la conducta de los bodisatvas. Esto significa que nos implicamos en el dar generoso, nos
disciplinamos mediante la conducta ética, practicamos la paciencia, cultivamos la diligencia
entusiástica, nos entrenamos en la concentración y en la meditación, y desarrollamos
sabiduría.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 121.
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Bodhichita última o absoluta.
Reconocer la luz clara.
De hecho, todos los seres comparten la verdadera naturaleza de los fenómenos (darmata),
que es la vacuidad. Todos los seres tienen conciencia-sabiduría (rigpai yeshe), la luz clara y
luminosa de la naturaleza de la realidad. La verdadera naturaleza de todos los seres vivos es
la amplitud de la pureza primordial (kadag ying). Esta esencia está presente en todos los
seres vivos y nunca se separa de ellos, pero los seres vivos no consiguen reconocerla.
Reconocer dicha esencia es el despertar último de la bodichita.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 127.
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Vacuidad y apego.
No existencia inherente.
A través de una visión interna progresiva, procedemos a establecer la ausencia de cualquier
“existencia” inherente o verdadera. Ni siquiera una pequeña semilla existe inherentemente
por sí misma. Las cosas sólo parecen existir de acuerdo con las convenciones, basándose
en diversas causas y condiciones que las hacen manifestarse. Nada está realmente allí por
sí mismo y nada existe por derecho propio, así que no hay nada a lo que aferrarse ni por lo
que obsesionarse.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 130.
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Eternalismo y nihilismo.
Implicación nos … el karma.
Debes contemplarlo de este modo: Si una persona toma la posición eternalista y se aferra a
algún tipo de existencia real y eterna, no puede tener liberación, no puede liberarse de esa
existencia, ¿verdad? Esa persona se está aferrando a “algo”, pero este “algo” ¡no está
realmente ahí! Por otra parte, los nihilistas que niegan una existencia real y se aferran a la
visión de la no existencia de las cosas, no pueden siquiera alcanzar un renacimiento
superior. Al negar que los resultados positivos surgen de la práctica de la virtud, no tienen
ninguna razón para efectuar acciones positivas. Como resultado, su sufrimiento futuro es
inevitable.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 132.
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Creer en condiciones externas.
Ser como producto de ellas.
Como hemos explicado, si decimos que nuestra propia experiencia está causada o creada
por otro, entonces siempre estaremos esperando que las condiciones exteriores a nosotros
se alteran por sí mismas, de manera que nos resulten favorables. Esto, sin duda, ¡va a llevar
mucho tiempo!.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 134.
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Reinos inferiores.
Sólo son mentes.
Las cosas no existen en realidad. Lo que consideramos como liberación y lo que
consideramos como reinos inferiores son sólo nuestros pensamientos. Los experimentamos
como si fueran reales y sufrimos en consecuencia. Cuando los seres de los reinos infernales
ven un suelo de hierro al rojo vivo, no es más que su pensamiento, las alucinaciones de su
mente contaminada. Esto ocurre debido al poder de la ignorancia.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 136.
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Liberación mental.
Entender proyección mental.
A medida que la mente deja de centrarse en un mundo exterior, vamos descubriendo que, en
realidad, el mundo con el que habíamos estado tan implicados había sido proyectado por
esta misma mente. A medida que la mente abandona sus proyecciones y creencias, el
mundo deja de manifestarse del modo en que lo había hecho hasta entonces. Esto se debe a
que es sólo la mente la que está manifestando el mundo que nos rodea.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 137.
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Sólo mente.
Proyecta la experiencia.
La mente es la perpetradora de todo cuanto acontece, la que proyecta todo cuanto se
manifiesta. Agradable o desagradable, tanto si ascendemos a un renacimiento superior como
si descendemos a los reinos inferiores, todo lo que experimentamos es el resultado de
nuestro propio estado mental. Comprendiendo esto, debemos dejar de aferrarnos a cualquier
percepción o concepto que pueda surgir hacia los supuestos fenómenos reales.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 138.
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Meditación básica.
Samatha y vipassana.
Otra importante piedra angular para la visión genuina es la meditación de la “pacificación
mental” (shamatha). Aprendiendo a serenar la mente y a apaciguar el pensamiento agitado,
somos guiados hacia el estadio de la clara visión interna (vipasyana). Es el amanecer de la
visión correcta, la visión interna que nos permite realizar la verdadera naturaleza de la mente.
Sin embargo, este estado de visión interna necesita apoyarse en la habilidad de la mente
para permanecer en tranquilidad.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 139.
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Sabiduría gradual.
Pasos del entendimiento mente-vacío.
En este acercamiento, descubrimos y llegamos a experimentar de forma gradual que todas
las apariencias son mente; después, consideramos todo cuanto aparece en la mente como
ilusorio; tercero, llegamos a comprender que estos fenómenos ilusorios ocurren debido al
origen dependiente (tendrel); y por último, comprendemos que la naturaleza del origen
dependiente es inexpresable. Si hay tantos maestros que han elegido guiar a sus estudiantes
a través de estos cuatro estadios de comprensión es porque ello garantiza una más clara
realización de la visión interior.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 140.
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Escuela “sólo mente” Madhyamata.
La ilusión de experiencia.
…es muy importante comprender que, sea cual fuere el tipo de experiencia y apariencias que
la mente proyecte, no son reales y no son verdaderas. Son como ilusiones mágicas
producidas por un prestidigitador. Confiar en esto nos facilitará las cosas, ya que si
comprendemos que son una proyección de nuestra mente y, por lo tanto, una ilusión,
significa que todo lo que tenemos que hacer para transformar nuestra experiencia es
transformar tan sólo nuestra mente. No debemos quedarnos en la comprensión de que todo
es mente, sino que necesitamos desarrollar la visión interior de la naturaleza ilusoria de la
experiencia.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 141.
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Sueño y la mente.
Experiencia ilusoria.
Podemos soñar que somos un rey muy poderoso, pero ocurre sólo en el sueño, no en la
realidad. Al igual que la naturaleza del sueño, todo lo que sucede en la mente y aparece a la
mente es ilusorio. Cuando en un sueño nos hacemos ricos o pobres, o cualquier otra cosa
que experimentemos, pasamos por estas experiencias sólo porque estamos perturbados por
el sueño. Ninguna de las experiencias del sueño ocurre realmente, es sólo el sueño lo que
las hace aparecer como si realmente estuvieran ocurriendo. Necesitamos meditar bien en
este ejemplo.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 142.
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La ignorancia hace sueños vigilia.
Mente de ilusiones y engaños.
Del mismo modo que, cuando dormimos, percibimos los sueños como si fueran reales,
también en la ignorancia percibimos todo lo que experimentamos como si fuera real, aunque
no es más real que un sueño. Así como la aflicción del sueño hace que los sueños nos
parezcan reales, también la aflicción de la ignorancia –los engaños y los oscurecimientos--,
hace que nuestro estado de vigilia nos parezca real. Igual que la condición de dormir hace
que nuestros sueños nocturnos nos parezcan reales, también nuestras designaciones
convencionales y conceptos parecen validar nuestra experiencia durante el día, en el estado
de vigilia. Y más aún, el gran texto tántrico del Vajrapanjara afirma que nada en el samsara o
en el nirvana existe fuera de la mente misma.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 143.
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Mente como realidad.
Liberarse del condicionamiento.
Si nuestra mente es la creadora de todo lo que experimenta, también es responsable de
todas las ilusiones que crea. Con este conocimiento, la mente puede llegar a ser
independiente, no condicionada y no influenciada por la naturaleza ilusoria, que antes
habíamos percibido como “la realidad”. En verdad, el que ha sido condicionado por todas
estas ilusiones mentales es el mismo que el que las ha estado observando. En realidad, ese
mismo es el observador de una exhibición mágica ilusoria.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 145.
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Realidad de apariencias.
Mente crea la ilusión.
Todos los fenómenos son meramente condicionados, son el resultado del origen
dependiente, de las condiciones interdependientes, igual que la ilusión de un mago. Si todas
las apariencias mentalmente creadas no son distintas de las conjuradas por un ilusionista,
tampoco todas estas apariencias son más reales que la ilusión de un mago, por muy
convencidos que estemos de su validez. Necesitamos saber que las apariencias son
creaciones ilusorias de nuestra mente para poder comprender que lo que percibimos y
experimentamos no es real.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 146.
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Amigos y enemigos.
Mente de ilusión los crea.
Sin embargo, considerar a los demás como amigos o enemigos es, de hecho, otra
percepción distorsionada. En realidad, lo que estamos experimentando es el juego imaginario
de nuestro propio apego y aversión, manifestándose como benefactores y enemigos. Estos
amigos y enemigos aparentes son simplemente más ilusiones, surgiendo como tales
mediante condiciones y circunstancias interdependientes. Todos los objetos de nuestro amor
y todos los objetos de nuestro desdén son reflejos que surgen y están en nuestra propia
mente.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 147.
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Comprender la vacuidad.
Cuatro estadios básicos.
Debemos seguir recordando estos cuatro estadios que hemos expuesto: que todas las
apariencias no son más que mente, que las apariencias no existen de forma inherente sino
que son ilusiones; que el hecho de que las apariencias ilusorias puedan manifestarse se
debe al origen dependiente; y, por último, que no hay palabras que puedan expresar la
naturaleza real de las apariencias, pues son inefables. Así es como la realización de la visión
superior evoluciona gradualmente a partir de la meditación en la “pacificación mental”.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 149.
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Vacuidad inexpresable.
Se es y no se es.
Todas las cosas son ilusorias, surgen mediante causas y condiciones, por lo tanto, las
palabras no pueden expresar jamás la verdadera naturaleza de todos estos fenómenos
mentales, por mucho que nos esforcemos por explicarlos. La naturaleza de las cosas tal
como son es inexpresable. ¡No es que “son” y no es que “no son”! Buda no intentó poner
palabras a lo que es inexpresable.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 150, 151.
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Talidad mental: “tal cual”.
Todas lo tienen: dzogchen y mahamudra.
La verdadera naturaleza de la “talidad” de nuestra propia mente (darmata) no es distinta de la
de los budas. La esencia del estado iluminado que debemos descubrir en nosotros es
exactamente la misma esencia que la de un buda completamente iluminado. Si no hemos
reconocido la naturaleza de la mente, el estado despierto original de nuestra propia
conciencia natural, se debe a que nuestros engaños y oscurecimientos no nos lo han
permitido. Si de verdad reconocemos la naturaleza de la realidad, la conciencia-sabiduría,
tanto si hablamos de lo que la escuela ñigma llama dzogchen, o de lo que la tradición sakya
llama korde yeme, la intención es la misma. Todas estas enseñanzas tratan sobre rl modo de
reconocer y realizar esta conciencia intrínseca, “tal cual”.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 154.
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Mente vacuidad.
Sin principio, sin final.
La mente está vacía por completo. No tiene principio y no tiene fin. Por lo tanto, no es posible
que la mente o el pensamiento tengan un resultado o conclusión, que terminen en algún
lugar. Así pues, ¡todo está realmente vacío! Si entendemos bien esto, la visión pura de la
vacuidad podrá surgir de nuestro interior. Si no entendemos bien esto, hay posibles riesgos y
trampas que podríamos encontrar en nuestra práctica. Por consiguiente, estos puntos deben
ser entendidos del modo correcto.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 156.
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Naturaleza de la mente.
Se oculta por pensamiento y aferre.
Cuando nuestra corriente ordinaria de conceptos está presente, la verdadera naturaleza de la
mente también se halla presente, pero está cubierta por tantos pensamientos y fijaciones que
no somos capaces de reconocerla. En última instancia, este tipo de conceptualización es,
todavía, lo que se conoce como aferramiento, apego o fijación (dsinba). Como dijo Manyusri
a Sachen: “Si surge el aferramiento, no tienes la visión”.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 157.
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Mente de experiencia.
Aspecto de la claridad presente.
Si bien es cierto que incluso la mente ordinaria (sem) está vacía, esa mente no es una
vacuidad sin nada, como el espacio físico. Hay una sensación, cierta experimentación
presente, y esto se denomina “conciencia” (shepa). Mira dentro e tu mente. Puedes descubrir
que hay algo presente, una presencia de la experiencia. Ese conocer de la experiencia
(shepa) es el aspecto de claridad dentro de la mente. Del mismo modo, la mente posee
recuerdo y memoria (drempa) y observación vigilante subyacente (shesin), una conciencia de
lo que está ocurriendo.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 157.
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Mente de luz.
Espacio ante pensamientos.
Esta conciencia que está presente en el espacio entre dos pensamientos es la verdadera
naturaleza de la mente, Sakya Pandita dice que la naturaleza verdadera, la clara luminosidad
de la mente, está presente cuando el último pensamiento ha cesado y el próximo
pensamiento todavía no ha surgido. Sin caer en ninguno de los extremos del eternalismo y el
nihilismo, tratamos de reconocer, simplemente, nuestra naturaleza intrínseca tal cual.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 158.
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Vacuidad y claridad mental.
Sin dualidad: todo es lo mismo.
Para reconocer de modo genuino la naturaleza de la mente, tenemos que descubrir la
presencia natural (rang shin) de nuestra mente, que es la claridad. También tenemos que ver
por nosotros mismos que esta claridad es en esencia vacía. Esta claridad y su vacuidad
esencial son inseparables; son indivisiblemente una. Esto también es lo que se conoce como
la Inseparabilidad del Samsara y del Nirvana y es la indivisibilidad de todas las dualidades
aparentes. Cuando la sabiduría primordial (yeshe) es verdaderamente reconocida, todos los
fenómenos se experimentan como iguales, todo es lo mismo. No hay samsara ni nirvana, no
hay nada que abandonar ni nada que alcanzar.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 159.
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Conciencia y pensamiento.
Vacío entre pensamientos: no dual.
…cuando el último pensamiento ha cesado y el siguiente pensamiento todavía no ha surgido,
hay un hueco. En este vacío, tu mente no es como un espacio en blanco, ya que hay un
presente experimentador o conocedor. Cuando se le reconoce, es luminosidad (osel); se le
conoce también como sabiduría primordial autoconocedora o, simplemente, como conciencia
(rigpa). Esta conciencia es una continuidad no dual. Aunque pueda ser reconocida, esta
sabiduría no puede ser señalada con precisión, es como un eco en el espacio.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 162.
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Naturaleza de la mente Samatha y Vipassana.
Escuela del budismo tibetano.
…ya que es, después de todo, inexpresable. En la tradición sakya, la llamamos la
Inseparabilidad del Samsara y del Nirvana (korde yerme). En la escuela kagyu se conoce
como el Gran Sello (mahamudra). En las enseñanzas ñigma es la sabiduría primordial
autoconocedora o, simplemente, la Gran Perfección (Dzogchen). Es la perfección de la
naturaleza de la mente, tal cual es. Sea cual fuere el nombre que le asignemos, no es
importante. Lo importante es si la reconocemos o no.
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 163.
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Tres tipos de votos budistas.
Hinayana/ Mahayana/ Vajrayana.
Hasta el día de hoy, Rimpoché mantiene la ordenación monástica completa (bhikshu) y es
reconocido por la pureza en que conserva los votos pratimoksha del código monástico
budista (vinaya). Además, Rimpoché mantiene intactos todos los preceptos del bodisatva y
los compromisos tántricos (samaya). Asi pues, se le reconoce como uno de los pocos
maestros que mantiene de forma impecable las tres series de votos de los tres vehículos
budistas: los votos pratimoksha del vehículo de la liberación individual (Hinayana), los votos
del bodisatva del gran vehículo (Mahayana), y los compromisos tántricos del vehículo del
diamante (Vajrayana).
Separarse de los Cuatro Apegos, Chogye Trichen Rimpoché, Ed. Dharma, 2002, p. 186.
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