CUADROS CONFUSIONALES INTEGRANTES DOCENTE CÁTEDRA FECHA CYNTIA CANCINO TAPIA CARLA ROJAS HUANCHICAY INES MONRROY ENFERMERÍA GERONTOGERIATRICA 17-10.14 INTRODUCCIÓN El siguiente trabajo habla sobre el cuadro confusional agudo, pudiendo ser la primera manifestación de deterioro cognitivo, es por ello la importancia de conocer más acerca de este síndrome, su etiología, tratamientos, pronóstico etc. Además, el desarrollo de síndrome confusional agudo se asocia a importantes consecuencias del punto de vista económico tanto para la familia, como para el estado en el ámbito de salud pública, ya que necesitan mayores cuidados y se encuentran con mayor riesgos de caídas, accidentes que incurren en otras complicaciones aumentando la estancia hospitalaria, por lo que hay mayores recursos destinados a estos pacientes. Este síndrome altera el funcionamiento familiar, ya que requiere de la asistencia y cuidados permanentes. Todo lo anterior es un motivo importante para interiorizarse en obtener las herramientas necesarias para la prevención de este cuadro. DEFINICIÓN El síndrome confusional agudo, llamado también delirio, corresponde a un trastorno cognitivo-conductual de curso agudo, fluctuante y reversible, de etiología multifactorial, en el contexto de patología médica o quirúrgica subyacente. El desarrollo de un síndrome confusional agudo no rara vez es el primer signo de compromiso de la función cerebral, además puede ser la forma clínica de presentación de una enfermedad física grave o aparecer como complicación seria de una enfermedad o de su tratamiento. La falta de diagnóstico y tratamiento oportuno pudiera resultar en daño cerebral permanente o muerte. El delirio tiene también consecuencias importantes en los aspectos económico y social. Los enfermos con confusión requieren mayor atención del personal de salud, mayor y más cuidadoso manejo de enfermería, y generalmente tienen una estadía intrahospitalaria más prolongada. El enfermo agitado es de difícil manejo y está en riesgo de caídas y fracturas. Por otro lado, aquellos pacientes que al momento del alta no han recuperado su estado mental previo, requieren mayor cuidado en su domicilio o incluso institucionalización, todo lo cual implica un mayor costo. EPIDEMIOLOGÍA La prevalencia del delirio en los adultos mayores hospitalizados se ha estimado en 10 a 60%. Cerca del 30% de los pacientes ancianos con patología médica presentan delirium en algún momento de su hospitalización. Existe una relación clara entre delirio y demencia: Se ha reportado un 40% de delirio entre pacientes con demencia conocida a su ingreso al hospital, mientras que del total de enfermos con delirio sólo el 25% tiene demencia. En base a estos datos se postula que el delirio puede ser el primer indicador de una demencia no reconocida. Por otra parte, la demencia es uno de los factores de riesgo constitucionales para el desarrollo de delirio. FISIOPATOLOGÍA No se conoce con certeza el mecanismo por el cual se desencadena un síndrome confusional agudo en respuesta a ciertas noxas. No se ha podido demostrar daño cerebral estructural. El delirio se considera una manifestación neuropsiquiátrica inespecífica de un desorden generalizado del metabolismo cerebral con énfasis en un desbalance de neurotransmisores (acetilcolina, GABA y dopamina) Existe evidencia a favor de la importancia del sistema colinérgico en el desarrollo de delirio: drogas anticolinérgicas causan delirio en voluntarios sanos y el efecto se revierte con anticolinesterásicos como fisostigmina . CAUSAS Factores de riesgo constitucionales -Deterioro sensorial (visual o auditivo) y edad avanzada (a mayor edad mayor riesgo de delirio). -Demencia, Enfermedad de Parkinson, AVE: Estas condiciones están presentes en casi la mitad de los enfermos con delirio. Factores de riesgo precipitantes -Reacciones adversas a drogas: Presente en un 30% de los casos de delirio -Infecciones urinarias, -Trastornos hidroelectrolíticos -Estados cutáneas. metabólicos. baja de ambientales: y y de -Deprivación -Factores respiratorias alcohol Cambios de sala, perfusión. y falta de sedantes. sueño y otros -Trauma o cirugía reciente Otras causas: Neurológicas: Traumatismo cerebral, AVE, epilepsia. Hematoma subdural. Absceso. Tumor. Hidrocéfalo normotensivo. HSA. Enf. sistémicas: metabólicas: infecciones (ITU, BNM, bacteremia, meningitis, otros). hipoxia/ hipercarbia, uremia, hipo/hipertermia, hipo/hiperglicemia, ICC, IAM, TEP, alt. acido- base, sindr post caida. Déficit de vitaminas B. Alt CUADRO CLÍNICO En la etapa inicial es frecuente observar intranquilidad, hipersensibilidad visual y auditiva e inversión del ciclo sueño-vigilia, todos elementos que deberían alertar al equipo tratante. En pacientes con demencia de base, el signo cardinal es el quiebre en la evolución, con un rápido deterioro cognitivo. En el anciano la manifestación más frecuente de delirio es la hipo actividad. La agitación está presente en menos de un tercio de los pacientes con delirio El enfermo cambia de estado constantemente. Es habitual que el estado empeore a la caída de la tarde y a primeras horas de la noche. Este empeoramiento se llama cuadro crepuscular, por el momento en que aparece. El delirium afecta a la mayoría de las funciones del cerebro: la atención, la cognición, la percepción, las emociones, el lenguaje, la movilidad física o el ritmo del sueño. El nivel de conciencia fluctúa, entre la normalidad, la obnubilación, el estupor e incluso el coma superficial. Uno de sus rasgos más importantes es el trastorno de la atención. La capacidad de mantener o fijar la atención a las cosas que le rodean se reduce. El enfermo se distrae con facilidad, no se centra. Esto también fluctúa a lo largo del día, lo que puede influir en la prestación de cuidados sanitarios y en la relación con los cuidadores. La situación cognitiva también se afecta en todos sus aspectos, lo que explica su ocasional confusión con una demencia. El pensamiento del enfermo se desorganiza y se hace incoherente y onírico, siendo incapaz de planear y organizar correctamente las acciones y de apreciar la situación. Se deteriora también la memoria a corto plazo, y suele existir (afortunadamente) amnesia del episodio una vez superado el mismo. No son raras las falsas interpretaciones de lo que ven y oyen. Tampoco lo son las ideas paranoides ni las alucinaciones, generalmente visuales, que suelen ser vívidas y atemorizantes. Las alucinaciones se dan en casi la mitad de los ancianos confusos, y son una de las cosas que más preocupan a sus familiares. Otro problema frecuente es la alteración del ritmo sueño-vigilia, con adormecimiento diurno y fragmentación y reducción del sueño nocturno. Por la noche el enfermo se encuentra más descentrado, nervioso y agitado, lo que le impide dormir. Por último, suelen aparecer trastornos emocionales, desde la apatía, el desinterés u otros rasgos depresivos, al enfado, la cólera o la agresividad. También pueden existir síntomas físicos como incontinencia de esfínteres, temblor, problemas para caminar, taquicardia o sudación. PREVENCIÓN En todo enfermo geriátrico se debe evitar el uso de drogas anticolinérgicas, sedantes y narcóticos; mantener una buena hidratación y oxigenación; optimizar las medidas ambientales, con énfasis en elementos de orientación (reloj, calendario); incorporar a los familiares en los cuidados del enfermo. Todas estas medidas tienen mayor relevancia en aquellos enfermos geriátricos con factores de riesgo para delirio. TRATAMIENTO ESPECÍFICO Lo fundamental es el tratamiento de la enfermedad de base. Sin embargo, en muchos casos el delirio tiene una evolución más prolongada que la de la enfermedad desencadenante. TRATAMIENTO DE SOPORTE La mayoría de las veces las medidas no farmacológicas son suficientes: adecuada nutrición y aporte de vitaminas, cuidados de enfermería, evitar la deprivación sensorial mediante el uso de lentes y audífonos, evitar al máximo la contención física dado que aumenta Al respecto, es preferible la vigilancia por una cuidadora la agitación. o un familiar cercano que tranquilice y reoriente al paciente. Sólo en los casos de agitación importante se deben considerar las medidas farmacológicas. PRONÓSTICO El delirio se asocia a un aumento de mortalidad entre 2 y 20 veces. Un estudio mostró que sólo el 4% de los enfermos con delirio recuperaron su estado cognitivo basal al momento del alta y a los 6 meses, sólo un 18%. A más largo plazo, se estima que sólo un tercio de los pacientes recuperan su independencia en la comunidad a 2 años de un episodio de delirio. Esto podría reflejar la progresión de una demencia no reconocida. Todo lo anterior enfatiza que si bien el delirio es una condición reversible, a menudo es el comienzo de problemas muy serios para el anciano y su entorno (familia y equipo de salud). SINDROME CONFUSIONAL CRÓNICO La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación. La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la demencia en los cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico, social y económico. Proceso Atención de Enfermería Problematización: Problema de confusión aguda con alteración del sueño, vigilia, conductas, alucinaciones y trastornos emocionales por trastornos cognitivo conductual, lo que puede desencadenar en una Demencia o Delirium crónico Diagnóstico: Confusión aguda R/C trastorno cognitivo conductual M/P alteración del sueño, vigilia, conductas, alucinaciones y trastornos emocionales Objetivo: Adulto mayor será capaz de disminuir la confusión aguda, paulatinamente, evidenciando sueño tranquilo, conductas apropiadas, estado emocional equilibrado y ausencia de alucinaciones, dentro de seis meses (dependiendo de la causa). Intervenciones Gestionar control médico, para tratar patología de base que estaría provocando el cuadro confusional y para que derive a especialista (psiquiatra o neurólogo). Realización de dinámicas para recordar la fecha; para lo cual son de gran utilidad los relojes, calendarios, periódicos y hacer referencia a festividades próximas. Realización de visita domiciliaria, para evaluar posible progreso del delirio. Proporcionar información sobre su estancia, motivo del ingreso y ubicación.(en caso de estar hospitalizado) Evitar traslados frecuentes de habitación o cambios de residencia. Realización de contenciones ( emocional o física) Educar a la familia : -Sobre información adecuada y acorde a capacidad cognitiva del AM. -Recordar vivencias familiares, para estimulación de memoria a largo plazo. -Una adecuada alimentación rica en vitaminas e hidratación. -Prevención de caídas y accidentes en el hogar. Evaluación: Mediante la entrevista, observación de ausencia síntomas y verbalización de familiares respecto a la evolución del cuadro. CONCLUSIÓN El síndrome confusional agudo generalmente es secundario a una alteración funcional de base, por lo que implica curar la infección o la deshidratación, retirar el fármaco causante, mejorar la situación del corazón y el pulmón etc… para mejorar el estado agudo de dicho cuadro. En esta conclusión hemos obtenido los conocimientos suficientes para aplicarlos en nuestra futura profesión, centrándonos siempre en fomentar y sugerir que se trate primero la patología de base del paciente y por consecuencia se resolverán los síntomas del cuadro. Es importante transmitir estos conocimientos a la familia, para generar un plan de trabajo en equipo con el apoyo de la comunidad. Es importante destacar la prevención con simples medidas como la adecuada nutrición e hidratación, además de un aporte de vitaminas suficientes. Las alteraciones conductuales propias del delirio pueden ser mal manejadas, provocando un mal pronóstico de dicha enfermedad, es por ello la importancia de nuestro rol en enfermería, para educar, promocionar y prevenir, entregando las herramientas para revertir dicho cuadro. BIBLIOGRAFÍA NANDA International, DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS: Definiciones y Clasificación, 2009-2011, edit Elsevier. LINKBIOGRAFÍA: http://www.igerontologico.com/salud/neuropsiquiatria-salud/cuadro-confusionalagudo-o-delirium-6414.htm. http://escuela.med.puc.cl/publ/manualgeriatria/PDF/Delirio.pdf.