Subido por Karen Lucio

Empacho

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Universidad Nacional
Autónoma de México
Facultad de Medicina
Hospital de Jesús
Antropología Médica e Interculturalidad
Dr. Julián Alcalá
“EMPACHO”
Alumna: Karen Ibeth Lucio Hernández
Grupo: 3750
Fecha de Entrega: 29 de Octubre 2019
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ÍNDICE
I.
Introducción……………..…………………3
II. Definición de Empacho….………………..4
a. Etiología………………………………….4
b. Epidemiología……………………………5
c. Etiopatogenia…………………………….5
d. Signos y Síntomas………………………6
e. Tratamiento………………………………7
III. Comparación con la Realidad Médica
Actual……………………………………….9
IV. Comentario Final………………………….10
V. Referencias Bibliográficas……………….11
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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como propósito retomar uno de los padecimientos más
populares, conocido tanto por profesionales de la salud, como por la población en
general, especialmente nuestras madres y abuelas o personas que están al cuidado
de los niños debido a que se les brinda una alimentación abundante y/o excesiva
además que se les dan alimentos no aptos para su organismo. También es una
identidad común en personas adultas mayores, por lo que tiene gran relación con la
calidad y cantidad de los alimentos ingeridos y la fragilidad del intestino de quien los
consume.
El empacho es una enfermedad muy frecuente en México y Latinoamérica, se ha
identificado desde los primeros textos médicos del siglo XVI y tal ha sido su
trascendencia que sigue siendo un tema de interés actual. La posición de la
medicina académica ha sido contradictoria, pues los médicos del siglo XIX la
aceptaban e investigaban mientras que los médicos de los siglos XX y XXI, la
menosprecian e incluso siguen estigmatizándola.
Este padecimiento sido estudiado por distintos curanderos, hierberos, sacerdotes,
homeópatas, hasta clínicos mexicanos de la talla de Miguel F. Jiménez, Eduardo
Liceaga, Fernando Altamirano, José Peón y Contreras, entre otros.
La palabra empacho, proviene del latín ìmpèdìcáre, y luego del francés antiguo,
empechier, que se traduce como estorbar o embarazar, ahitar, causar indigestión
(Diccionario Enciclopédico U.T.E.H.A., 1951). La palabra empacho es poco usada
en España (Moliner, María,1979:1080), la utilización por mestizos y criollos de toda
América Latina es generalizada y cotidiana, no obstante, existen palabras
amerindias que son propias y similares, por ejemplo, Fray Alonso de Molina en su
vocabulario de lengua castellana y mexicana, reporta moxouitiqui para el que está
ahitado, y temamatiliztli o tepinauiliztli a la enfermedad del empacho (1970).
Se le ha denominado también o se consideran sinónimos: indigestión, ahíto, tiflitis,
enteritis, dispepsia y embarazo gástrico
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Empacho
Heriberto García Rivas define al empacho en su Enciclopedia de plantas
medicinales mexicanas como una inflamación de la mucosa gástrica, hinchazón e
irritación de sus pliegues, que se acompaña frecuentemente de aumento de la
producción de jugo gástrico y de formación de moco gástrico.
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, el empacho es definido
como una "indigestión de la comida" y a su vez, el término indigestión es
considerado como un "trastorno que por esta causa padece el organismo", cuando
existe un alimento o alguna sustancia "que no se digiere o se digiere con dificultad"
(Diccionario de la Lengua Española. 1992).
Son múltiples las causas que pueden provocar un cuadro de indigestión o empacho.
Según Zolla et al., (1988:76) se pueden reconocer cuatro agrupaciones de causas:
1.
Calidad de la ingesta
a) Ingestión de sustancias no alimenticias: tierra, chicle, papel, basura.
b) Ingestión de frutos no maduros
c) Ingestión de alimentos de difícil digestión: cáscaras de frutas, cuero de cerdo,
tortillas crudas, y en el caso de los lactantes, frijol.
d) Alimentos en descomposición: arroz agrio.
e) Alimentos fríos (el caso más comúnmente reportado es el enfriamiento de la
madre al lavar o bañarse, fenómeno que repercute en la calidad de la leche materna
al lactar).
f) Ingestión de alimentos calientes: fruta caliente.
g) El ingerir la saliva durante el periodo de la dentición.
2.
Ingesta excesiva
Comer en exceso cualquier tipo de alimentos.
3.
Oportunidad de la ingesta.
c) Comer a deshoras, generalmente después de los horarios habituales; esta
ingesta ansiosa provoca que se coma también excesivamente.
d) Comer inmediatamente antes de dormir.
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4.
Condiciones o comportamientos ante la ingesta.
c) Comer inmediatamente después de haber "hecho un coraje", padecido un "susto"
o haber "hecho bilis".
d) Comer rápido con precipitación, desordenadamente.
Normalmente, la ingesta de los alimentos debe ser armónica y equilibrada en
relación a las características intrínsecas frías y calientes de los elementos que se
consumen. Es por ello, que frutas consideradas "frías" como las naranjas y las
sandías no deben ser consumidas por las mujeres embarazadas cuya naturaleza
en ese momento es "caliente". En este sentido, la ingestión de alimentos "fríos" o
"calientes" en la madre que amamanta puede provocar que la leche "se corte" y
dañe al lactante, del mismo modo que si asolea en exceso o sufre un "enfriamiento"
cuando lava o se toma un baño. Consecuencia de lo anterior es el llamado
"enlechamiento", variedad de empacho que se genera cuando el niño ingiere la
leche materna en las condiciones antes anotadas, o bien, la mamá ofrece su leche
de manera muy frecuente, en exceso, a "deshoras", o después de sufrir un evento
sorpresivo (susto) o un fuerte coraje. En todos los casos, la leche se encuentra en
grumos, "cortada" o "cruda" (Zolla, 1994).
En Venezuela, la gente cree que esta enfermedad puede ser "puesta" por alguna
hechicería. (Pollak-Eltz, 2002). En México, sólo se tiene un reporte aislado
precedente de la sierra de Sinaloa donde se le atribuye la causalidad a "una bruja o
al Diablo" (Werner D, 2000).
Epidemiología
Se trata de una enfermedad que afecta a todas las personas, sin importar su edad,
etnia, género o grupo social. Se ha constituido como una entidad patológica
dependiente de la cultura propia de la población latinoamericana.
Es mucho más frecuente en la edad infantil, sobre todo en el periodo de 1 a 5 años.
La morbilidad es mayor durante los meses de abundancia de frutas, y en el
hemisferio norte, coincide con la época de lluvias correspondiente al verano y la
mortalidad es realmente baja relacionada con este padecimiento.
Patogenia
En la península ibérica, desde el siglo XVIII el Diccionario de Autoridades relata que
el ahitarse es sufrir "embarazo en el estómago con el exceso grande de la comida,
o de viandas no fáciles de digerir" y más adelante señala que "la vianda se pega al
estómago, y está allí fija".
Del mismo modo, en América Latina, de acuerdo con el saber popular, la sustancia
o alimento que causa el empacho queda detenido en el tracto gastrointestinal (se
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dice que se ha "pegado" a las paredes) y esto podríamos interpretarlo como un
cuadro oclusivo parcial (suboclusión), y en casos extremos, oclusivo completo.
Estos cuadros de oclusión parcial o total, así como las complicaciones secundarias,
explican los signos y síntomas que sufre el paciente. En Cuba, el descubrimiento de
una tumoración abdominal (una "pelota" o "pelotica") constituye el signo clínico por
excelencia.
Signos y Síntomas
La enfermedad se caracteriza por tener un curso agudo de presentación posterior a
la ingestión de alimentos de muy diversa naturaleza. Más frecuentemente
secundario a la ingestión de una muy excesiva cantidad de alimentos o en mal
estado.
Clínicamente es de suma importancia la distinción popular que se hace entre
empacho "seco" y empacho "húmedo". En el primero, los datos coinciden con un
cuadro de estreñimiento o constipación, mientras que en el empacho húmedo, la
diarrea es el signo fundamental. Es por ello que se invalida la catalogación simplista
del empacho como una gastroenteritis caracterizada por la disminución de la
consistencia y aumento en la frecuencia de las evacuaciones digestivas.
Existe otra diferenciación clínica entre empachos recientes y antiguos, donde los
primeros se manifiestan en forma aguda y abierta mientras que los segundos se
encontrarían ocultos, enmascarados y aparecerían como un hallazgo cuando se
efectúa alguna eventual manipulación terapéutica.
Otros síntomas incluyen: malestar general, convulsiones, astenia, insomnio, sed,
pérdida de peso, constipación, tenesmo,
meteorismo, palidez de piel y tegumentos,
eructos y cefalea. Las evacuaciones diarreicas
suelen ser repetidas (hasta 40 deposiciones en
un día), abundantes, amarillentas, en
ocasiones con moco y sangre, a veces con
restos de alimentos sin digerir. El dolor
abdominal es tipo cólico, afectando toda la
región, pero con mayor frecuencia en
cuadrantes derechos. La fiebre puede ser en
crisis, continua o intermitente. Mediante la
palpación se logra tocar una tumoración en
abdomen, que suele acompañarse de un
sonido mate u oscuro durante la percusión digital y aumento del tránsito intestinal
por meteorismo.
Durante la exploración física, los niños se encuentran inquietos, llorones, con
alteración del apetito (anorexia e hiporexia) y de la vigilia. Las náuseas y los vómitos
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son frecuentes. En casos extremos se unen datos neurológicos (convulsiones,
cefalea e incluso coma)
Tratamiento
La finalidad esencial del tratamiento del empacho es que el enfermo expulse la
sustancia o alimento que se encuentra obstruyendo parcial o completamente la luz
del tubo digestivo. Por ello, la terapia consiste en estimular el tránsito intestinal para
que se evacue si se encuentra en intestino, o bien, se arroje por la boca —si es
empacho gástrico— mediante los eméticos.
1. En cuanto a la dieta, se recomienda el ayuno, es decir, suspensión de toda
alimentación, y luego del tratamiento tradicional, abundantes líquidos, dieta blanda
y el empleo de «agüita» de arroz, de avena, o bien de maicena.
2. El mejor ejemplo del uso de purgantes sería la combinación del zumo de papa
(Solanum tuberosum L.) rayada con jugo de limón (Citrus limon L.) y aceite. También
pueden emplearse aceite de cocina, aceite de oliva, manteca de puerco,
Tequezquite, aceite de ricino, sal, carbonato, cenizas, aceite rosado y polvos de
bismuto.
3. La aplicación de lodo, o un huevo frito con sebo, o cebollín verde (Allium
fistolosum) con manteca blanca, entre otros remedios caseros, serán utilizados
como un emplasto en la superficie abdominal.
4. Preparadas en infusión, las plantas medicinales (alrededor de 75 especies), las
que más se emplean son paico (Chenopodium ambrosioides L.), culén (Psoralea
glandulosa L.), menta (Mentha piperita L.) y linaza (Linum usitatissimum). Otros son
bailahuen (Haplopappus spp.), manzanilla (Matricaria chamomilla L.) y toronjil
(Marrubium vulgare L.).
5. Con relación a las maniobras, estas se refieren a la sobada y «quebrada» del
empacho. Las manos del curador se recubren de manteca de puerco, aceite de
comer, sebo de variados animales (gallina, pollo, carnero, cabrito, toro, entre otros),
“pan puerco” (pomada grasosa que se hace en México, y que puede contener entre
otros elementos la raíz de jalapa). En Honduras se usa también la brillantina. En
Cuba, los orines humanos y el cocimiento de hojas de chamico; y en Venezuela, la
mantequilla, aceite de almendras, manteca de cacao mezclados con infusiones de
flor de rosa y hojas de col. En algunos casos, se suele dejar un emplasto, siendo
los más famosos en la época colonial, la hoja del tabaco, y que ahora ha sido
sustituido por la hoja de col o el papel de estrasa.
La manipulación terapéutica más específica y efectiva del empacho corresponde a
la tronada o quebradura del empacho, que también se conoce como “tirar del cuero”.
Es usada en México, Cuba, Venezuela y Chile. Consiste en que a la persona
afectada se le acuesta, se masajea (con la técnica particular de cada curador), y
luego se le pone en decúbito prono, se le soba la espalda, y se le jala la piel ubicada
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en la región paralumbar, escuchándose un tronido o chasquido, es decir, un sonido
seco e intenso, que es específico de la curación del empacho.
Esta técnica provoca aumento del peristaltismo gastrintestinal por estimulación de
las raíces nerviosas correspondientes al plexo solar, y obliga al paciente a evacuar
en forma inmediata. Otra explicación, desde el modelo de la acupuntura tradicional
china, es que la zona donde se le “tira del cuero” corresponde a canales y
meridianos que controlan órganos internos con función digestiva, aumentado su
actividad.
Finalmente, es importante el acompañamiento con oraciones, ensalmos y conjuros.
Así, después de la manipulación física se le santigua al enfermo, «rezando tres
Credos, un Avemaría y un Salve, haciéndole cruces con una ramita de ruda e
invocando la virgen de Montserrat».
Por ejemplo en Cuba, en los primeros años posteriores a la Revolución, en las zonas
rurales de Camagüey se continuaban los rezos, oraciones, masajes con la señal de
la cruz en la superficie abdominal y el uso asociado de purgantes. Una campesina
relata:
“Lo malo que tiene el empacho es la pelota que se forma, que hasta que uno no la
hace bajar se está empachado. El remedio que conozco es que otra persona se
embarra una mano en aceite y se la va pasando al empachado por la barriga para
localizar la pelota. Cuando la tiene localizada, la otra persona dice la oración:
Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Y hace una cruz en la pelota. Esto lo hace y lo dice tres veces. Después, con las
dos manos empuja la pelota hacia abajo, para hacerla bajar para el intestino y dice
la oración:
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Igual que Pilatos a Jesús empujó
este empacho maldito lo empujo yo.
Entonces se le da al enfermo una taza de agua con sal y una cucharada de aceite
de comer.”
Respecto al tratamiento farmacológico pueden ser de utilidad: Subsalicilato de
Bismuto, Hidróxido de Magnesio, Carbonato de Calcio, Ácido acetilsalicílico,
Bicarbonato de Sodio y Clorhidrato de Tetraciclina.
Comparación con la Realidad Médica Actual
Es cierto que en la actualidad se ha menospreciado a la medicina tradicional y que
el médico considera a los curanderos, hierberos y homeópatas como charlatanes;
también es cierto que los hay, sin embargo ellos practican un tipo de medicina no
muy diferente a la que se receta hoy en día, también estudiaron y su conocimiento
está basado en empirismo. De hecho, considero que han sentado las bases de la
farmacología actual basada en plantas, hierbas, flores, etc. Afortunadamente la
tecnología nos ha permitido estandarizar las dosis, no obstante no estoy segura si
ha sido un error o acierto debido a que no todas las personas requieren las mismas
dosis y hay que individualizar a cada paciente.
En realidad no encuentro grandes diferencias entre la medicina antigua y la actual
a excepción de la tecnología. En la medicina antigua se llevaba al enfermo con el
curandero para que le diera “algo”, hoy en día el enfermo va al consultorio médico
para ser atendido y salir con medicamentos igual que hace cientos de años. En este
contexto, la relación entre el curador y el enfermo es que, antes el curandero ponía
atención en todos los signos y síntomas que el enfermo le refería y con la simple
vista sabía el padecimiento y cómo tratarlo, ahora el médico está tras una
computadora escribiendo lo que el paciente “siente” sin explorarlo, ni siquiera
mirarlo, tratando que los signos y síntomas coincidan con una enfermedad que se
haya revisado durante la educación universitaria por eso muchas veces equivocan
el diagnóstico o el paciente buscando una incapacidad puede googlear los síntomas
de alguna enfermedad y decirlos al médico, total, el paciente no es explorado.
También el efecto Placebo ha jugado un papel importante tanto en la medicina
antigua como en la actual, más específicamente en la medicina tradicional en donde
había más contacto de las manos del “sanado” con el enfermo.
A pesar de los avances médicos como las vacunas o los anticuerpos monoclonales
y la terapia dirigida específica son más los efectos adversos de este tipo de avances
que los beneficios, no dudo del gran avance que ha representado para la humanidad
aumentando su esperanza de vida. Asimismo creo que las plantas y las hierbas no
tengan efectos en el organismo pero pienso que son menos dañinos por ser algo
natural.
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Finalmente a pesar de que este tipo de padecimientos son muy frecuentes en
México y probablemente a todos nos han “curado” de estas enfermedades, desde
los estudiantes de medicina hasta los subespecialistas, el gremio médico toma a
juego estos padecimientos que son reales y que por eso perduran hasta hoy en día;
sin embargo no son tratados en el primer nivel de atención y por eso los pacientes
prefieren primero intentar curarse y recuperarse en casa, antes de acudir con un
médico.
Comentario Final
La medicina tradicional es aún muy usada, mi abuela materna es originaria de un
pueblo de la Sierra de Hidalgo, llamado Yatipán y aunque sólo estudió la primaria
conoce un sinfín de remedios naturales con los cuales nos ha curado desde que
éramos bebés, le pregunté cómo sabe tanto y me dijo que lo aprendió de su madre,
que nunca le enseñó, pero ella miraba cómo preparaba y curaba a la gente del
pueblo donde vivían. Ella relata que su abuelo murió por una mordida de víbora en
el monte porque no quiso tomar un remedio casero que le prepararon.
Recuerdo como nos curaba de empacho a veces ella o a veces mi bisabuela, nos
sobaban con “pan puerco” -aún debe de tener los frascos de esto en su casa-, y nos
cubría con papel de estraza, mientras rezaba, después nos envolvía en un cobertor
y nos dejaba dormidos.
También recuerdo como todos mis primos y yo usamos en la mano derecha un “ojo
de venado” atado a un lazo rojo para evitar el mal de ojo. Desde siempre he creído
en las energías y hasta hoy, llevo puesto en la mano izquierda un hilo rojo con ojos
turcos para protección porque creo en la mala energía y en las envidias de la gente.
En casa de mi abuela existe un altar de imágenes y figuras religiosas, además de
veladoras y otras cosas en el cual hay una botella de vidrio con “espíritus” los cuales
nos daba a beber cuando alguien tenía “espanto”.
En mi familia, los remedios caseros son aún muy usados, yo padezco de rinitis
alérgica y en los meses de frío mi abuela me prepara agua hirviendo con sal en un
pocillo más otras hierbas para descongestionar mi nariz lo que me ha resultado
bastante efectivo, ni el Sterimar®, ni la Loratadina me causan mejor sensación que
el preparado de mi abuela. Cuando nos duele la cabeza nos unta con las yemas de
sus dedos un aceite de 31 hierbas en las sienes y en la nuca y al momento empieza
a disminuir la cefalea. Y cuando ella percibe que traemos mala energía de la calle
nos limpia con un huevo, posteriormente lo vacía en un vaso de vidrio con agua de
la llave y “lee” lo que nos está provocando malestar, después esa agua con el huevo
se tira en el WC para que se lleve la mala energía.
Podría seguir relatando los remedios que recuerdo y aún sigue preparando mi
abuela, sin embargo puedo concluir que con base en mi experiencia y la de mi
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familia, algunos de los remedios que ella elabora me han resultado mejor y más
efectivos que muchos fármacos; no menosprecio los avances de la medicina, pero
creo que nunca habrá mejor remedio que el de una abuela, que te prepara con todo
su amor, paciencia y cuidado.
Personalmente, hacer uso complementario de la medicina tradicional con la
medicina actual nos ha resultado de utilidad para preservar nuestra salud, que es el
objetivo de ambos tipos de medicina.
Referencias Bibliográficas:




El empacho: una enfermedad popular latinoamericana.Cuad Hist Salud
Pública [online]. 2007, n.102. ISSN 0045-9178. Consultado el 09/10/2019.
¡Friegas y friegas, y el empacho pegado! El empacho en México durante el
siglo XIX. Rev Med Inst Mex Seguro Soc [online]. 2009; 47 (3): 243-250.
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Textos cubanos sobre el empacho.Cuad Hist Salud Pública [online]. 2007,
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El empacho: revisión de una enfermedad popular infantil chilena. Rev Chil
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