LOS OCHO LAS OCHO

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HERMOSILLO
E X P R E S O 7B
Miércoles 3 de Noviembre de 2010
LOS OCHO
Remedios
1
Toloache, contra
dolores musculares,
asma, heridas
2
Pitahaya, contra
picadura de víboras
3
Wareke, para cicatrizar llagas o úlceras
4
Choya, contra dolor
de riñones
5
Seviri, contra
el pujo
6
Gobernadora, para
calentura de frío
7
8
Palo fierro, para la
insolación
Salvia, para la tos y
resfriado
CHARLAN SOBRE REMEDIOS YAQUIS
DEFIENDEN
medicina tradicional
Realizan en Tórim
encuentro de
curanderos de la
reigión
Por Francisco González Bolón
TÓRIM, RÍO YAQUI.- Aunque
muchos solamente esperan los
meses de mayo y junio para
distributar las pitahayas, pocos saben que esa planta sirve
también como medicina contra
la picadura de víboras.
O bien, el wareke que puede
ser utilizado en úlceras o llagas
difíciles de cicatrizar y el seviri, cuyas bolitas tatemadas son
usadas para curar los llamados
“pujos”, que provocan estreñimiento en las personas.
La pulpa del tallo de esa planta purifica el agua que uno va a
tomar. A través de los siglos, la
medicina basada en las plantas
ha sido básica para las comunidades indígenas del país.
Durante el fi n de semana, curanderos tradicionales de los
pueblos indios del sur de Sonora se reunieron en Tórim para intercambar experiencias
y concluyeron en que si bien
es bueno acudir al médico, no
siempre la medicina de patente
es benéfica.
Por ser demasiado “fuerte”,
afi rman, muchas veces es más
el daño que provocan al cuerpo
que los beneficios aportados.
Antonio Mexía Muñoz, director de Culturas Populares
en Cajeme, destaca que en el
encuentro participan sobadores, hierberos, curanderos, hueseros y las parteras de yaquis,
mayos y guarijíos de Álamos.
Los sobadores, designados
en lengua yaqui yeewikeme,
constituyen el grupo más numeroso de los médicos tradicionales, sostiene, contra enfermedades como susto y caída
de la mollera, tripa ida y diarrea,
mal puesto, empacho, anginas,
susto, empacho y basca.
Durante sus intervenciones,
la mayoría de las y los curanderos dicen haber traído el don
o bien que lo heredaron de sus
madres o abuelas, a quienes observaron de pequeñas mientras
realizaban su trabajo.
Francisco González / EXPRESO
Encuentro
Las costumbres y la medicina tradicional se enseña de generación en generación en las comunidades Yaquis que destacan por su arraigo y cultura.
LAS OCHO
Curanderas
1
Alejandra Hernández Espinoza, Loma de Guamúchil
2
Ofelia Pérez Sewaticio, de
Loma de Guamúchil
Yanajitebil
Los curanderos o yanajitebil
pueden trabajar como parteras, hierberos, hueseros o
sobadores e, inclusive, llegan
a ejercer todas estas especialidades.
Sus trabajaos van encaminados a desterrrar el mal de
ojo, susto, mal puesto, envidia,
latido, calentura de huesos,
dolor de cabeza, dolor de cuerpo, anginas, dolor de corazón,
basca, parásitos, “potencia
sexual”, frialdad en la matriz,
purgación, desconcertado y
sarna.
A su vez los sobadores o hueseros atienden dolores musculoesqueléticos, desde quebraduras, fracturas, nervios
encimados o desblocamiento,
desconcertados, luxaciones,
lastimados, golpes del cuerpo, susto, caída de la mollera
y empacho.
Y la s pa r tera s h a n sido
entrenadas por sus madres o
abuelas para atender no solamente la recepción de los bebés al mundo sino el acomodo
de la matriz, niños mal acomodados, tripa ida y mal de ojo.
Hasta niñas
La mayoría de los que se dedican
a la medicina tradicional son
mujeres, pero también uno que
otro varón la practica e incluso
niños, como Abril, de Loma de
3
Albertina Cajeme Moroyoqui, de Pótam
4
Jesús Ricardo Martínez, de
Vícam
5
Téofila Mendoza Molina, de
Tórim
6
7
Severa Mátuz Valdez, de
Rahum
8
Eloísa Gotobopicio Cota, de
Loma de Guamúchil
Los ‘sobadores’ en las comunidades indígenas son muy reconocidos por los habitantes.
Guamúchil, que ya ayuda a su
abuela, Alejandra Hernández
Espinoza, a preparar sus pomadas medicinales.
Un gran número de plantas
son usadas para la cura de enfermedades, desde el músaro,
la gobernadora, palo fierro, salvia, ocotillo, kosawi, hierba del
venado, chicura, golondrina,
batamote, guachapor, epazote, toloache, hierba del indio,
coquillo, higuerilla, mezquite,
eucalipto, citabaro, álamo y muchas más.
Los curanderos señalan que
es necesario mantener esta tradición porque la naturaleza ha
sido pródiga con el hombre al
dotarle de plantas o alimentos
que ayudan a remediar sus enfermedades.
Todo es cuestión, sostienen,
de que tengan fe en Dios para
salir adelante en muchos males que algunas veces parecen
incurables.
Feliciana García Espinoza,
de Vícam
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