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EL TEXTO ARGUMENTATIVO EN LA VIDA ACADEMICA UNIVERSITARIA :
APROXIMACIÓN PEDAGÓGICA
■ Lucila Obando Velásquez
1. INTRODUCCION
Los estudios de la argumentación han alcanzado, en el momento actual,
un sitio de privilegio en el ámbito académico, pues se reconoce que esta
compleja tarea discursiva constituye uno de los mayores logros a alcanzar
por quienes, como futuros profesionales, han de disponer de un dominio
de esta competencia que les permita no sólo ganar adhesión, sino asumir
posición crítica frente a los hechos sociales, a los diferentes enfoques y teorías
científicas.
Dado que los encuentros pedagógicos son, por excelencia, procesos
comunicativos en los que tienen lugar diversas formas discursivas, se
considera pertinente propiciar el desarrollo de una pedagogía de la
comunicación escrita que involucre, por una parte, los aportes de la ciencias
del lenguaje y la pedagogía y por la otra, la competencia argumentativa como
expresión del sujeto enunciador que, como productor de discursos, ha de
conocer rigurosamente las operaciones lógico- discursivas y su relación con
el mundo exterior como elementos fundamentales de las representaciones
mentales y del desarrollo del lenguaje, del pensamiento y del conocimiento.
En el presente trabajo se recogen ideas relacionadas con la configuración de
una pedagogía que propicie el conocimiento de los elementos estructurales,
conceptuales y pragmáticos de los textos argumentativos para apoyar en
primer lugar, la producción escrita de los estudiantes universitarios, con el
propósito de superar el nivel especulativo de algunos escritos, la superficialidad
y la carencia de actitud crítica frente a los textos consultados; en segundo
lugar, generar espacios de enriquecimiento comunicativo y conceptual y en
tercer lugar, fundamentación de la polifonía textual a través del reconocimiento
de las distintas voces que confluyen en el texto, en el cual la voz de los
estudiantes ha de percibirse porque ellos disponen de argumentos con los
cuales defienden sus tesis, ganan adhesión y reconocimiento académico.
Si se admite que los procesos pedagógicos son procesos de comunicación
se está reconociendo, en primer lugar, que el trabajo realizado en el ámbito
académico universitario es complejo, por cuanto él involucra dos procesos
que se han enraizado en las sociedades a través de la historia y han puesto
de manifiesto las implicaciones de la comunicación en el “desarrollo de la
capacidad de aprender y de enseñar y en segundo lugar, que un estudio
serio de la pedagogía sin el aporte de las ciencias del lenguaje y de la ciencia
cognitiva entre otras, difícilmente daría cuenta de lo interactivo, conceptual y
constructivo de los procesos que favorecen los autoaprendizajes, el desarrollo
de las operaciones intelectuales, el reconocimiento de los instrumentos del
conocimiento, la resolución de problemas y la valoración de la capacidad
expresiva de los estudiantes en las aulas de clase” ( Obando, 2000: 96-97)
2. HACIA UNA PEDAGOGÍA QUE PRIVILEGIE LA ARGUMENTACIÓN DE
LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS.
Los modelos pedagógicos que privilegian, por un parte, la acumulación de
datos y la repetición de fórmulas y por la otra, un flujo de información que no se
somete al análisis y la crítica han predominado en los desarrollos académicos
de un sector amplio de la vida académica universitaria y se han relacionado
con una concepción de comunicación unidireccional, homogenizadora, en
cuyos procesos, uno de los sujetos asume como receptor pasivo con escasas
opciones de reconocimiento y de interlocución.
Las prácticas pedagógicas, previamente señaladas, han contribuído a
la pérdida de sentido de las tareas académicas y a la obstrucción del
pensamiento crítico de quienes, en su calidad de estudiantes universitarios,
asumen que todo saber que circula en las aulas es válido porque los textos
y materiales lo dicen y porque es la voz del docente la que lo enuncia, con la
autoridad que la sociedad le ha otorgado.
Ante situaciones como las enunciadas, los procesos pedagógicos demandan
un cambio de perspectiva, de función y ante todo de interacción, pues dada
la inconmensurable información que circula en el mundo académico y que
representa el saber decantado de la humanidad es necesario replantear el
papel que cumplen, tanto los sujetos como los diversos discursos que apoyan
el desarrollo cognitivo de los futuros profesionales, por cuanto no puede
perderse de vista que “ un discurso es en pleno derecho, un fenómeno social
y constituye uno de los lugares más importantes de producción sentidos en el
seno de una sociedad” ( Verón, 1973: 276).
En esta dirección se busca, entonces, un trabajo que reconozca las aulas como
escenarios en los que se va más allá de los contenidos registrados en cada
asignatura, para ofrecer opciones que cambien las concepciones acerca de
la comunicación, del saber, de los sujetos que aprenden, de los que enseñan,
de las relaciones
entre ellos, del tipo de conocimientos y competencias
que exige el mundo actual. En este ámbito se reconoce la argumentación
como una competencia fundamental para hacer abstracción de las prácticas
repetitivas de información, de fórmulas y de datos para sustituirlas por un
discurso pleno de sentido y fundamentado en la interacción comunicativa que,
en su complejidad, pone de manifiesto tanto los saberes como las posiciones
asumidas frente a ellos.
2.1.SELECCIÓN DE TEXTOS PARA FUNDAMENTAR EL CONOCIMIENTO
DE LA ESTRUCTURA DE LA ARGUMENTACIÓN.
Los diferentes temas que se abordan en clase han de apoyarse en la selección
textos de autoridades reconocidas, con ello se obvia la especulación y los
juicios apriorísticos y ligeros con respecto a un tema o una situación del
orden cognitivo y socio-cultural e igualmente se proyecta un trabajo posterior
de intertextualidad que ponga en juego la polifonía textual,
es decir, las
diversas voces que desde perspectivas próximas o distantes se pronuncian
con respecto a un tema, una situación, un evento, etc ganan adhesión por los
fundamentos de su decir o generan controversia, en una dinámica discursiva,
en torno a la cual, se construyen saberes, se afianzan planteamientos y se
despiertan inquietudes.
Tanto la determinación de la tesis y sus clases, las proposiciones verosímiles
y las fuentes de verosimilitud a partir de las cuales argumenta el autor, como
la selección de semejanzas, ejemplos y metáforas empleadas constituyen
una de las formas iniciales de familiarización con los textos argumentativos en
los procesos pedagógicos, pues en “ la medida que los estudiantes puedan
apreciar con claridad y precisión los requisitos que caracterizan un argumento
bien conformado, estarán mejor preparados en el momento en que tengan que
escribir sus propios argumentos” ( Díaz, 1996:11)
2.2. HACER EXPLICITA LA ESTRUCTURA DEL TEXTO ARGUMENTATIVO
Si bien es cierto que la argumentación ha sido objeto de estudio y análisis
tanto de los lógicos como de los lingüistas, las exigencias del mundo actual, la
necesidad de formar profesionales críticos, capaces de asumir los significativos
cambios del mundo contemporáneo y de interactuar desde una racionalidad
crítica y una ética discursiva, demanda un trabajo pedagógico diferente en
cuanto a la recepción, comprensión y producción de textos.
Infortunadamente, las instituciones educativas no registran ni en sus prácticas,
ni en sus currículos una enseñanza sistematizada de la argumentación como
manifestación del razonamiento humano y como producción textual que
permita asumir responsablemente lo que se dice, se niega, se afirma, se
discute o se defiende. En el sector educativo se ha hecho evidente un marcado
reduccionismo de la progresión y variedad de aprendizajes de la lengua
escrita, como ya lo había reconocido Dolz (1994), quien admite lo improbable
que es desarrollar competencias en la producción de textos expositivos y
argumentativos a través de la escritura de textos narrativos, solamente.
Para cambiar el estado de cosas y cualificar la producción escrita de nuestros
estudiantes es necesario hacerlos conscientes de la tipología textual, de las
características, funciones, proyecciones, contenidos y sentidos de los textos
que consultan y elaboran en los distintos espacios académicos, pues tanto
en su formación como en su futuro desempeño profesional, ellos asumen los
diferentes textos que son producto del desarrollo conceptual en cada campo
del saber.
2.2.1.RECONOCIMIENTO
DE
LA
ESTRUCTURA
DEL
TEXTO
ARGUMENTATIVO
Dentro del análisis de los textos argumentativos se buscan la tesis o tesis
presentadas por los autores y el tipo de argumentos con que las sustentan.
Para ello es necesario que los estudiantes cuenten con un conocimiento que
les permita dicho análisis, con criterios y fundamentaciones provenientes de las
disciplinas que se ocupan de la comprensión, el análisis y la producción textual
como la lógica, la ciencia del texto y la pragmática, entre otras.
2.2.1.1. LA TESIS
Desde la perspectiva estructural y la modalidad discursiva, propia de la teoría
de la enunciación, una tesis se expresa en enunciados, cuyas oraciones son
declarativas o negativas. No se expresa en interrogaciones porque este tipo de
modalidad discursiva no permite afirmar ni negar nada. Desde la perspectiva
conceptual
una tesis es una proposición expresa o implícita que sintetiza
la macroestrutura del texto; es una opinión o punto de vista que defiende el
autor con respecto a un hecho o situación; es la manifestación de un juicio
personal en el que el sujeto cree o siente que ha expresado la verosimilitud
acerca de un hecho. Se ha admitido que una tesis de un ensayo no pretende
la comprobación o constatación de un hecho universalmente aceptado, sino su
interpretación, lo cual da origen a la admisión de una tipología de las tesis.
En un trabajo pedagógico que busque el dominio de los elementos constitutivos
de la argumentación se recomienda que los estudiantes conozcan el tipo
de tesis: a) Tesis que evalúan, es decir expresan una valoración, una
evaluación acerca de algo, por ejemplo:”Un análisis de la droga no puede
encararse solamente con un criterio reduccionista de lo económico” (Tomado
de “La droga: narcocracia y legalización” Fernando Tocora). b) Tesis que
explican con ellas se explica lo ocurrido, el por qué de los hechos y acciones,
por ejemplo: “ Todo intento por reducir la pobreza en los países en vía de
desarrollo ha de incluir además de la generación de empleo, programas de
acceso a la educación” c) Tesis que predicen resultados, en este tipo de
tesis se pone en juego la capacidad deductiva de los sujetos, su posibilidad
de hacer inferencias, por ejemplo: “ Mientras continúe la demanda de mano
de obra barata en los países desarrollados seguirá fomentándose la ilegalidad
en el ingreso y
la vinculación
laboral de los trabajadores” d) Tesis que
sugieren , por ejemplo: “ La educación de calidad sólo es posible si se destina
el presupuesto necesario y se genera más empleo para las clases menos
favorecidas.”
2.2.1.2. ESTRUCTURA DE LOS ARGUMENTOS
En la misma perspectiva pedagógico – comunicativa, de hacer explícita la
estructura de los textos argumentativos, se encuentran el tipo de argumentos
y su estructuración. Se parte de la idea que un argumento es mucho más que
un enunciado adecuado y bien configurado, pues éste guarda relación de
dependencia lógico - semántica con la tesis y constituye un razonamiento con
el cual se sustenta un planteamiento o una convicción.
En la estructuración de los argumentos se encuentran elementos obligatorios:
Posición punto de vista (P), fundamento (F) y garante (G) y elementos
opcionales: condicionamiento del punto de vista (Cd), concesión (C) y
refutación (R).
Elementos obligatorios:
La posición o punto de vista responde, por lo general, a interrogantes como:
¿ Qué opinión tiene el autor sobre el tema tratado?
¿ Sobre qué aspectos desea persuadir el autor al lector o al auditorio?
¿A qué conclusión llega el autor con respecto al tema tratado?
Una posición o punto de vista (P) es la parte del argumento que expresa
la convicción o posición del sujeto argumentador, con respecto a un hecho o
situación y que propone a un auditorio o a los lectores para que la asuman, la
compartan o disientan, por ejemplo: “Si no se aplica la pena de muerte a los
terroristas se condena a la sociedad mundial a la zozobra, la inseguridad, el
temor y el miedo constantes” - “Deberían prohibir el boxeo profesional por los
graves riesgos a que están expuestos los boxeadores”
El fundamento (F) constituye una parte del argumento que permite la
expresión de los motivos o razones que justifican la posición asumida para que
logre convencer, ganar adhesión y confianza. Los fundamentos se basan en el
“conjunto de conocimientos, creencias, supuestos, opiniones y sentimientos de
un individuo en un momento cualquiera de la interacción verbal.”
( Escandell, 1993: 37), es decir, pertenecen a los elementos relacionales de un
estudio pragmático, por cuanto constituyen la información pragmática que es el
resultado de la interiorización de la realidad, constituye nuestro universo mental
Los fundamentos pueden responder a interrogantes como:
¿ Qué motivos tiene el autor para pensar así?
¿ Qué razones apoyan o favorecen la posición asumida?
¿En qué se apoya para hacer las apreciaciones?
Ejemplos de fundamentos pueden ser los siguientes, en relación con un punto
de vista previamente mencionado:
(F1) La mayoría de los boxeadores profesionales son jóvenes pobres, mal
alimentados, que recurren al boxeo sólo porque ven en él un recurso para salir
de la pobreza, sin importarles si tienen aptitudes, talento y disciplina para ese
deporte.
(F2) Resulta absurdo considerar la muerte de un boxeador, luego de un
combate, como accidente. Más de 400 muertos ha dejado el boxeo, para no
hablar de lesionados físicos y psicológicos.
(F3) El cerebro flota en un líquido que contiene sal y potasio y está conectado
por vasos sanguíneos muy delicados que, al ser golpeados, contra el cráneo,
se desagarran, causando una hemorragia cerebral.
No se puede perder de vista que los fundamentos constituyen un tipo de
conocimiento del mundo por parte del destinatario y que son lo que Vignaux
(1978) considera parte de las referencias externas de la argumentación. En el
siguiente apartado nos referiremos a ellas, por cuanto constituyen parte de las
condiciones de producción del discurso argumentativo.
El garante se considera como el principio basado en leyes, disposiciones,
normas sociales y culturales proporcionadas por la experiencia
y el
conocimiento del mundo y corresponde al topoi que, como proposición, está
fundamentada en la opinión común y los conocimientos que posee el hombre,
a los cuales recurre cuando necesita argumentar, como lo planteó Aristóteles.
Ejemplos de garantes pueden ser:
“La buena salud se logra con el equilibrio entre una dieta balanceada y la
práctica de ejercicio físico”
“ Según el principio universal del derecho ninguna ley es retroactiva”
Condicionamiento del punto de vista (Cd) Algunos argumentos exigen el
condicionamiento del punto de vista, con ello se obvia un posible rechazo de la
conclusión. Ejemplos de este tipo de condicionamiento podrían ser:
“ Si la salud y la educación se vieran positivamente afectadas se justificarían
las actuales reformas fiscales del gobierno”.
“ Las medidas adoptadas por los gobiernos del primer mundo, en relación
con la movilidad de ciudadanos, no benefician sino a los miembros de esas
comunidades internacionales, pues excluyen a los habitantes de otros sectores
del planeta””.
Concesión –refutación La parte del discurso que quien argumenta cita como
un punto de vista que se opone al suyo, ya sea para atenuarlo o restarle
capacidad persuasiva, se conoce con el nombre de concesión ( C ), mientras
que la refutación (R) es una anticipación que objeta los argumentos del
contrario. Ejemplo:
(P) “Es una tentación interpretar la propagación del sida como una maldición
bíblica”
(C) Para muchas personas la propagación del sida es un castigo bíblico similar
al de Sodoma y Gomorra, mandada para condenar y purificar a la civilización
ganada por el hedonismo”
(R) “Quienes así piensan, sin embargo, no son conscientes de lo irracional
de una posición basada en temores y leyendas impropios de una civilización
moderna. La tesis de la maldición se debilita al preguntarnos, por ejemplo, ¿por
qué si el sida es castigo, quedan indemnes otros crímenes mucho más graves
que las prácticas sexuales tales como las violaciones sistemáticas de los
derechos humanos, el narcotráfico y el terrorismo? Nadie será tan cerrado que
repruebe a los homosexuales más que a los violentos de todo tipo, para que a
aquellos y no a éstos corresponda un flagelo divino. La homosexualidad no es
delito. ¿Por qué habrían de ensañarse contra ella Dios o los dioses, dejando
impunes a los verdaderos criminales? ( Tomado de “ La Maldición”, editorial de
Revista Visión, III,23,87)
3. ARGUMENTACIÓN Y REFERENCIAS EXTERNAS
En los textos en general, y en los argumentativos en particular “se pone de
manifiesto la representación de un universo, de un funcionamiento sociocognitivo del cual se sabe que remite a algo exterior” ( Obando, 1997: 1), lo
anterior orienta en dos sentidos el análisis y la producción de los textos: un
análisis del texto en sí y un análisis de las condiciones de producción. En las
últimas, se encuentran inevitablemente, la visión de mundo, las relaciones
con los lugares y las relaciones con los demás, entre otras, como se había
anunciado previamente.
La producción de un texto argumentativo evidencia no sólo las ideas
seleccionadas por el autor, sino las circunstancias exteriores, entre las que
se reconocen el lugar y la interacción entre el sujeto que argumenta y su
auditorio o sus lectores. Este tipo de textos están inscritos y se refieren a una
situación dada, eventualmente inserta en muchos contextos. Las condiciones
de producción del texto argumentativo lo ubican en el ámbito de la pragmática,
por cuanto, no sólo se inscribe en situaciones particulares de producción,
sino que requiere de una intencionalidad de quien argumenta, es decir que va
más allá del campo de la dialéctica y se extiende al campo de las costumbres,
las creencias y aún de las emociones”Toda argumentación supone un
orador que presenta un discurso ( el cual puede ser comunicado por escrito
o verbalmente), un auditorio a quien se dirige la argumentación y un fin, la
adhesión a una tesis o el acrecentamiento de la intensidad de la adhesión ,
que debe crear una disposición a la acción y si tiene lugar, desencadenar una
acción “ ( Perelman, 1968)
Si se tienen en cuenta estas propiedades pragmáticas del texto argumentativo
se favorecen los desarrollos cognitivos y discursivos de los estudiantes, pues
ellos pueden hacer acopio de los saberes pragmáticos como las creencias, los
conocimientos, las opiniones, los sentimientos y los supuestos para sustentar,
afirmar, oponerse, disentir y asumir con responsabilidad su decir, sus puntos de
vista y a la vez respetar las diferencias de opinión.
La producción de textos en las instituciones educativas ha ido perdiendo
sentido con el tiempo, no sólo por lo reiterativo y rutinario de su hacer, sino
por lo restrictivo de sus fines: la evaluación, que por lo general no va más
allá de una nota que tiene como finalidad “ dar el pasaporte” para avanzar
hacia el siguiente semestre o año académico. Una evaluación que no sugiere
formas de abordar y desarrollar las ideas, que no da opciones distintas a las de
entregar el escrito a un único destinatario, con un propósito específico, un día
determinado.
Este tipo de normatividad ha influído en la producción textual de los
estudiantes, quienes sólo buscan dar cumplimiento con lo establecido para
hacer llegar a ese único destinatario su producción escrita, que no siempre ha
contado con el acompañamiento pedagógico.-disciplinar para su realización,
que no recibe orientaciones para lograr el avance tanto conceptual como
discursivo y que no orienta sobre las fallas o errores en la argumentación.
Una propuesta de intercomunicación en el aula basada en los textos escritos
realizados por los estudiantes podría ofrecer, por lo menos, la generación de
un espacio para expresar tesis, puntos de vista y argumentos sopesados,
evaluados y contrastados, resultado de un proceso intelectual llevado a cabo
por quien argumenta y que pone en juego, cuando socializa, el producto de su
razonamiento.
En este proceso pedagógico interactivo, el aula se constituye en un espacio
en el que docentes y estudiantes se convierten en auditorio y dinamizan
los textos, enriquecen los argumentos y construyen conocimiento con la
producción textual como realización enriquecida con los argumentos de
autoridad, empíricos y lógicos, según las demandas de cada una de las
asignaturas
Si se propician encuentros académicos para socializar los escritos, se amplía
el radio de acción de sus proyecciones, hay mayor número de interlocutores
y los autores de los textos argumentativos tendrán opciones reales para
defender sus tesis, sus puntos de vista, para apoyar las ideas de los otros con
argumentos, para ganar experiencia y conformar comunidad de argumentación,
puesto que “la argumentación se dirige a la razón humana, o a la media o
promedio de los hombres que constituyen los que manifiestan una conducta
razonable” (Beuchot,1998:111), puesto que la argumentación no se da en
abstracto, ni en la soledad, sino siempre ante un auditorio concreto, con
intereses bien definidos, con determinadas inclinaciones epistémicas y aún
psicológicas y emocionales.
En la dirección del enunciado anterior se manifiesta Perelman,quien admite
que “Una filosofía retórica constata no solamente la existencia de diversas
concepciones del auditorio universal, sino el hecho de que cada hombre
razonable es no sólo miembro del auditorio universal, sino el hecho deque cada
hombre razonable es no sólo miembro del auditorio universal, sino también de
una pluralidad de auditorios particulares a las tesis a las que s particulares a
las tesis a las que él se adhiere con una intensidad variable” ( Perelman, 1970:
225-226).
Si Perelman (1970) insistió en que la retórica busca la adhesión de los oyentes
y dio relevancia a la noción de auditorio, en la vida universitaria se reconoce
tanto
la validez de estos planteamientos como la necesidad de
crear,
fortalecer y propiciar condiciones para las audiencias estudiantiles, puesto que
los argumentos que circulen no son “Calculemus” de Leibniz, sino que se dan
en relación con un auditorio, que en muchas de nuestras universidades está
por conformarse.
Con la generación de auditorios activos, pensantes y comprometidos,
la
argumentación que hasta ahora se ha concebido como un proceso de
razonamiento en soledad, adquiere proyecciones tanto desde
el pensar
como desde el hacer en la vida universitaria y el de los futuros profesionales
egresados de las, pues la “importancia del texto argumentativo no radica tanto
en lo que dice, sino en lo que hace hacer” ( Lyotard, 1973:6)
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