Actividad 3. Éttiene de La Boétie “El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas” 1, ¿qué se necesita para poder romperlas? Sin lugar a dudas: conocimiento y sabiduría. Para ser un buen monarca, ya se hablaba en el texto anterior2, es necesario que el futuro príncipe tenga una buena educación, que aborrezca la corrupción y la tiranía, ya que en un gobierno tirano, una dictadura, no puede existir lo ‘público’, sólo persiste la decisión del supremo. La Boétie, en su texto Discurso de la servidumbre voluntaria, mucho antes de que Rousseau expusiera sobre la libertad natural en el encumbrado Contrato social, hace un manifiesto sobre la necesidad de tener libertad política, aborrecer la tiranía y el mal gobierno, así como las consecuencias de someterse a ese yugo. Asimismo, exalta las virtudes y bondades de la libertad, ni siquiera Tocqueville 3 describe apasionadamente la antítesis de la democracia, la tiranía, y más aún, su esencia: la servidumbre. Este texto aporta una revisión al porqué de la Tiranía, señalando que el servilismo puede acontecer por comodidad, cobardía o pereza 4, y echar profundas raíces hasta que “las primeras víctimas del despotismo lo sufran con violencia, pero las que nacen después de ellas, sirven sin repugnancia y hacen de buena gana lo que sus pasados sólo hicieron a la fuerza” 5. La Boétie escribe diversas alegorías para exponer la importancia de la libertad, aquella que nos mantiene vivos, que estimula nuestro instinto de supervivencia, así como de decidir lo que a cada uno nos place, aún más en política, analizar cómo han llegado aquellos tiranos que han vulnerado los derechos de los pueblos, y cómo estos han dejado dominarse por aquellos, el autor hace bien al expresar que “Los pueblos deben atribuirse a sí mismos la 1 Rousseau, J.J.. El contrato social, p. 4 Rotterdam, Erasmo de. Adagios del poder y de la guerra y Teoría del Adagio. Madrid: Alianza editorial, 2008. 3 Tocqueville, Alexander de. Democracy in America. Pennsylvania State University. 2002 4 Étienne de la Boetie. Discurso de la servidumbre voluntaria. México, Madrid, 2003. P. 8 5 Ibíd. P. 10 2 culpa si sufren el dominio de un bárbaro opresor”6, hace eco esta sentencia en nuestros gobiernos democráticos, pues en el tiempo bárbaro era fácil creer que el rey tirano debía ser respetado por tener sangre divina, la ignorancia, y por otra parte, hacerse de un ejército para dar los golpes de estado que quisieran, jugar el juego de la conquista, pero en nuestra sociedad “civilizada”, cómo no vernos en un espejo ante tan grande juicio. Hay algo de lo que no estoy seguro, y es de lo que reza Rousseau y La Boétie, la naturaleza de la libertad, por mi parte, afirmo que todos nacemos con el espíritu de la libertad, no niego que todos tenemos la capacidad de ser libres, el texto señala que “la naturaleza a todos nos hizo iguales…todos somos naturalmente libres”, pero no todos tenemos la disposición natural de aceptar la libertad o aún peor, de permitir la libertad a otros seres. Sin embargo, algo de cierto hay en la fábula de los dos perros 7, la educación se va construyendo con el paso de los años, y la libertad es una virtud que se produce a partir del consejo y la costumbre8, la libertad se aprende, a disfrutarse como a proveerse, y esa es la labor del Rey o Gobernante, y así también, la máxima del pueblo: vivir la libertad. 6 Ibíd. P. 7 Ibíd. P. 10 8 Ibíd. P. 8 7