Subido por Jorge Eduardo Avila Del Valle

elegido de los nueve

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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Grado Noveno
Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Decoración del Capitulo Electoral
Representa una de las Cámaras de Salomón. La tapicería es negra sembrada de llamas, con
nueve columnas en los Valles alternativamente rojas y blancas, y un asiento delante de ellas
que ocupará un hermano. Los demás se colocan en Oriente, advirtiendo que habrá tantos
puestos vacíos debajo de las columnas como aspirantes. En el dosel de Oriente un brazo
armado de un puñal. Sobre el altar de los juramentos la Espada, las Letras Capitulares, el
triángulo, un cuchillo de caza, bandas y mandiles del grado. En el atrio habrá un cuadro
representando una caverna, cuya entrada, llena de precipicios, está visible porque la hiere
la luz de la estrella Aldebarán que brilla en lo alto con los grupos de las Pléyades y las
Hiadas.
Defienden la boca de la caverna una osa, un tigre y un león y la alumbra en su interior un
zarzal ardiendo en Occidente, hacia el norte se verá una fuente saltando entre las rocas, en
la que un perro se refresca.
Las dignidades se titulan como en el Capítulo Rosa-Cruz, a principio; más cambian luego
de nombres.
El Doctísimo Maestro representara a Salomón. Se llama Sapientísimo Maestro., y usara el
cetro de ébano en lugar del mazo. El Primer Gran Vigilante se denomina Primer Inspector,
y el Segundo, Segundo Inspector.
El Gran Maestro de Ceremonias se titula Capitán de Guardias. El Guarda de la Torre,
Guarda del Capítulo.
El aspirante representa a Johaben. Las insignias son: banda de izquierda a derecha, de color
negro, de aguas, con la divisa Vincere Aut Mori de hilo de plata; de ella pende el puñal, que
se fija por una rosita blanca: hay ocho más arriba, del mismo color. El mandil es blanca,
orillado y forrado de negro, con un brazo armado de un puñal, que se pinta o borda con
seda negra en la solapa.
Preliminares de la Apertura
Así que todos ocupan sus prestos, el Doctísimo Maestro da un golpe con el puno de su espada
y dice:
1
Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Doc M : Hermanos míos, mi intención es constituir un Capítulo de Nueve Elegidos en
esta Cámara para tratar asuntos del mayor secrete e importancia, y os doy las gracias por
vuestra asistencia.
¿Excelentísimo y Perfecto Maestro Primer Gran Vigilante, es el deber del más antiguo y
Perfecto Mason Electo?
Pr Gr V : Cerciorarme de que estamos a cubierto.
Doc M : ¡Aseguraos de ello, hermano mío!
Pr Gr V : ¡Excelentísimo y Perfecto Maestro Segundo Gran Vigilante, haced cubrir el
Capitulo!
Seg Gr V : ¡Caballero Guarda de la Torre, colocad los centinelas y dadles la palabra
de orden!
Esto lo ejecuta en forma; vuelve y dice:
G de la T : ¡Excelentísimo y Perfecto Maestro Segundo Gran Vigilante, los Guardias
ocupan sus puestos respectivos!
Seg Gr V : ¡Excelentísimo y Perfecto Maestro Primer Gran Vigilante, podemos
proceder!
Pr Gr V : Doctísimo Maestro, todo está a cubierto: los guardias rodean el palacio y
ninguno puede penetrar nuestros misterios.
Doc M : Excelentísimo y Perfecto Maestro Segundo Gran Vigilante, ¿cuá1 es vuestro
deber antes de abrir un Capítulo Electoral?
Seg Gr V : Ver con el Primer Gran Vigilante si todos los presentes son del Grado.
Doc M : ¡Hacedlo así, hermanos míos!
Se levantan y piden a todos las palabras del Grado. Vueltos a sus sillas, el Segundo Gran
Vigilante da un golpe y dice:
Seg Gr V : Excelentísimo y Perfecto Primer Gran Vigilante, todos son del Grado.
Pr Gr V : ¡Doctísimo Maestro, todos son del Grado!
Doc M : En ese caso, asumo el título de Salomón, a quien voy a representar.
2
Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
¡Venid al trono, hermanos míos, para que os condecore!
Todos los Dignatarios, con sus insignias en el antebrazo izquierdo, se aproximan. El D
M levanta y dice sucesivamente a cada uno, poniéndole la insignia y luego tocándole
la cabeza con el cetro:
Sap M : Excelentísimo y Perfecto Maestro Primer Gran Vigilante, en uso de la autoridad
que mis hermanos me han delegado, os constituyo Primer Inspector del Capitulo Electoral y
seréis mi fiel Stolkin.
Excelentísimo y Perfecto Maestro Segundo Gran Vigilante, os nombro Segundo Inspector.
Poderoso y Perfecto Caballero Gran Maestro de Ceremonias, seréis mi Capitán de Guardias.
Poderoso y Perfecto Caballero Guarda de la Torre, ninguno más digno que vos de ser el
Guarda del Capítulo.
¡Sentaos, hermanos míos!
Todos ocupan sus puestos.
Apertura de la Cámara
Da un golpe con el cetro y dice el
Sap M : Hermano Stolkin. ¿Sois Elegido de los Nueve?
Pr Insp : Conozco una caverna donde la llama que despedía un zarzal ardiendo me ha
alumbrado, y donde n a un perro refrescándose en una fuente.
Sap M : ¿Qué hora es?
Pr Insp : La misma en que me dirigí a la caverna, pues la estrella matutina anunciaba,
como ahora, el despuntar del día.
Sap M : ¿Y por qué principia con él nuestros trabajos?
Pr Insp : Porque, así como el Sol con su luz material venga al Universo de las tinieblas
en que lo envuelve la oscuridad de la noche, nosotros con el fanal de la Ciencia y la Virtud
le vengamos de la Ambición, que con su falaz hipocresía extiende sobre él el negro manto de
la Ignorancia.
3
Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Sap M : Pues cortemos la cabeza de ese monstruo que dio el golpe mortal a nuestro
Respetable Maestro; y para vengarlo de un modo digno de el y de nosotros, hermanos
Primero y Segundo Inspectores, anunciad que voy a abrir los trabajos del Capitulo Electoral
de los Elegidos de los Nueve.
Hecho el anuncio, el Sapientísimo Maestro da nueve golpes iguales con el cetro, que repiten
los Inspectores.
Sap M : ¡En pie al orden, hermanos!
Todos lo ejecutan.
Sap M : A la G , etc., declare abiertos los trabajos los Elegidos de los Nueve.
Da el signo de pregunta; los otros los de respuesta, y hacen la batería con las palabras.
¡VINCERE AUT MORI!
Sap M : ¡Sentaos, hermanos!
Todos lo ejecutar; después se anuncia, les y sanciona la columna grabada de la sesión
anterior, y se proponen y votan los candidatos; se despachan los negocios de familia; se
recibe a los visitadores, y se les consulta acerca de los candidatos.
Iniciación de los Candidatos
Da un golpe con el cetro y dice el
Sap M : ¡Capitán de Guardias, haced fuera del Capitulo las pesquisas más escrupulosas,
pues tengo que comunicar las revelaciones de un desconocido, tan graves como reservadas,
y necesito asegurarme de que nadie pueda oír ni comprender lo que nos ocupa!
El Gran Maestro de Ceremonias sale, hace poner a un candidato guantes rojos, un mandil
con manchas de sangre, y llevar en la mano una espada de la propia apariencia, y sin otras
insignias ni armas, le lleva con los demás aspirantes frente al cuadro del vestíbulo y les dice:
Cap de G : ¡Ved esa caverna que alumbra la estrella Aldebarán, y cuya boca defienden
una osa, un tigre y un león! ¡Observad aquella fuente salvadora y el perro que con su agua se
refresca! ¡Mirad aquel zarzal inflamado! ¡A este antro escondido entre caminos escabrosos,
en un país desierto, junto al mar de Occidente, se han acogido los que mataron a nuestro
respetable Hiram! ¿Queréis ser su vengador?
Johaben: Si.
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Cap de G : Si habéis estudiado; si la Hipocresía no se oculta en vuestro pecho, y si estáis
pronto a cortar la cabeza a la Hidra de la Ambición que devora al inundo, seréis uno de los
Elegidos. ¡De lo contrario, temed nuestra justicia!
¡Meditad!
Deja a los candidatos frente al cuadro, y él se dirige a la puerta del Capítulo, junto a la cual
hace un gran ruido. Al oírle dice el
Cap de G : ¡Hermano Segundo Inspector, alarma a la puerta del Capitulo!
Seg Insp : ¡Hermano Primer Inspector, alarma a la puerta del Capitulo!
Sap M : ¿Quién es bastante audaz para turbar nuestras tareas? ¿En dónde está mi Capitán
de Guardias?
Pr Insp: ¡No ha vuelto de su comisión, Sapientísimo Maestro!
Sap M : ¡Eso es alarmante! ¡Salid, hermano, con dos Maestros, y prended a los que turban
a nuestros trabajos!
abre, manda encadenar a los candidatos, toma la espada ensangrentada que tiene uno de
ellos, entra y dice:
Pr Insp : ¡Sapientísimo Maestro, el Capitulo está vendido!
¡Hombres tintos en sangre nos rodean! ¡Ved la espada que acabo de arrancar al jefe de los
que he hecho prender!
Sap M : ¡Hermanos, preparaos! Deben ser los asesinos de Hiram, cuyo refugio me ha
descubierto el desconocido y que huyen desorientados. ¡Llego la hora de vengarle!
¡Traedle a nuestra presencia, hermano Stolkin!
Todos se levantan; el Primer Inspector hace conducir a los candidatos cargados de cadenas.
Al entrar se apodera de Johaben, llevándole al centre y dice:
Pr Insp : Este es uno de los operarios del Templo que faltaban; recuerdo sus facciones.
Traía esta espada ensangrentada, y todo nos revela en el al asesino de Hiram. Vagaba en
nuestro derredor como la hiena en torno de su presa.
Los miembros dirigen a él sus puñales y dicen:
Todos: ¡Venganza, Sapientísimo Maestro!
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
El Primer Inspector levanta su puñal coma para herirle en la frente, y exclama:
Pr Insp : ¡Que muera, Sapientísimo Maestro!
Levanta el cetro, todos quedan suspenses, y dice:
Sap M : ¡Deteneos! ¿Quién os ha dicho que podéis castigar a. un hombre porque todas
las apariencias se reúnen en su contra?
Pr Insp : Sus manos ensangrentadas, su mandil acusador, esa espada enrojecida, su
presencia en lugares donde no podía venir sin permiso. ¿No son pruebas tan claras como la
luz del día, de sus malas intenciones? ¿Qué más necesitamos para sacrificarle a las manos de
Hiram?
Sap M : Recordad vuestro juramento de Preboste y Juez, y oíd antes de sentenciar.
¡Acusado, nada temáis! Confiad en nuestra justicia, y esperadlo todo de nuestra indulgencia,
si la sinceridad de vuestras palabras atenúa el delito. ¿Qué buscabais aquí?
El Capitán de Guardias responde por el:
Cap de G : La recompensa que se le debe.
Sap M : ¿Estáis en vuestro juicio? Cuando todo depone en su contra, ¿demandáis premio?
¿Quién es ese hombre? ¿Mi fiel Banayas?
Cap de G : El mejor de los Masones, el más celoso de todos los hombres. Viene de la
caverna de Benacar o de Adonhiram. ¡Es la estancia de la muerte! ¡Bajad el cetro, y que caiga
la cabeza del fementido!
Sap M : Esperad, hermano mío. ¿Cuáles son los garantes de lo que decís, hermano
Banayas?
Cap de G : El desconocido que lo llevó entre rocas escarpadas asegura que el, con valor
sobre humano, acometió a las tres fieras, la osa, el tigre y el león que los asesinos habían
domesticado para defender la entrada de la caverna en que se guarecen. Sus manos están
tintas en la sangre de esos monstruos que atravesó con su espada.
Sap M : ¿Pero ¿cuál es el nombre de este héroe que defendéis?
Cap de G : Johaben.
Sap M : ¡Basta, veis, hermanos míos, a quien hubierais muerto en vuestra violencia!
Todos envainan sus espadas.
Sap M : ¿Y qué os pide nuestro hermano Johaben?
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Cap de G : La gracia de ser el vengador de Hiram, y que se le ponga a la cabeza de los
Elegidos para correr a castigar a los asesinos.
Sap M : ¿Y quién ha ensenado a Johaben que la venganza es meritoria, ni que el valor
sea garante de la Justicia? ¿Qué pruebas tenemos de la rectitud de su juicio? ¿Qué méritos
alega para ser nuestro delegado en asunto tan importante?
Cap de G : Sus servicios precedentes y su conducta inmaculada. Sabe que solo la libre
elección de sus hermanos puede facultarle para obrar en su nombre, y se presenta como
simple candidato.
Sap M : ¿Creéis, Johaben, que la Asociación es la única que puede delegar el ejercicio
de su Soberanía, o la facultad de dictar leyes y hacerlas efectivas?
Joh : Si, Sapientísimo Maestro.
Sap M : Quitadle las cadenas y dejadle libre como debe presentarse todo el que no es
criminal. Sentadle en el banco de las tribulaciones, y que se prepare a respondernos, para
juzgar de sus conocimientos, así como hemos apreciado su valor.
Todos se sientan, solo el Capitán de Guardias queda de pie junto al aspirante.
Sap M : Capitán de Guardias. ¿Queréis que completemos los nueve Elegidos con estos
candidatos? ¿Qué grados poseen, o qué estudios les habilitan?
Cap de G : La Acacia les es conocida, así como los dictados del Maestro Secreto, y por
su habilidad en descubrir la Cuadratura del Círculo, Adonhiram los sentó entre los Maestros
Perfectos. Su curiosidad les hizo penetrar las causas de las Miserias del Pueblo, y por su
fidelidad nunca desmentida los elevasteis a Secretarios Íntimos. Sus conocimientos en las
ciencias y los que habían adquirido del corazón humano, su carácter independiente y su
filantropía, les abrieron las puertas del Tribunal de Prebostes y Jueces, y salen ahora del
colegio de los Intendentes de Fábricas.
Sap M : ¡Pues si como Prebostes y Jueces proclaman la Soberanía del Pueblo, y como
Intendentes de Fabricas han levantado las dos columnas de la Propiedad y del Trabajo para
apoyar en ellas el vasto taller de la Asociación humana, tomad asiento y que resuelvan las
cuestiones que vamos a proponerles!
El Cap de G deja a los aspirantes y ocupa su puesto.
Interrogatorio
Sap M : ¿Creéis que el Pueblo, para ejercer la Soberanía o para dictar las leyes que han
de regirle y ejecutarlas, ha de reunirse en masa, votando por esto o aquello, por el castigo o
la absolución de los acusados, como sucedía entre los Hesperios y los griegos?
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Responde el preguntado, y si no lo hace bien, se le demostrara que aquello no es posible en
ninguna nación algo considerable, y que así el pueblo debe nombrar delegados o
representantes,
Sap M : ¿Reunirán todos los poderes esos Representantes del Pueblo?
Respuesta: No, porque entonces serian una junta de tiranos, contra la cual no habría
resistencia posible. El pueblo debe nombrar distintos funcionarios, a los que autorizara para
los diversos atributos de su Soberanía.
Sap M : ¿Cuál es la autoridad encargada de hacer cumplir las leyes?
Respuesta: El Poder Ejecutivo.
Sap M : ¿Corresponde a esa autoridad la administración de la justicia?
Respuesta: No, Sapientísimo Maestro. La administración de justicia es el atributo más
grandioso de la Soberanía, y ha de ejercerse alternativamente por el Pueblo, el Poder
Ejecutivo debe siempre estarle subordinado. Unir ambas facultades en unas mismas personas,
es entregarse inermes en las garras del despotismo. Mientras los reyes y señores no se
arrogaron el derecho de ejercerla, los pueblos tuvieron garantías; al punto que la asumieron
y nombraron a los que corrían con ella, acabo la libertad en todas partes.
Sap M : ¿Cuáles serán, pues, las atribuciones del Poder Ejecutivo?
Respuesta: Mantener el orden, cuidar de que cada uno cumpla su deber; impedir que el fuerte
oprima at débil; adoptar las precauciones compatibles con la Libertad, para conservar la
Salud Publica y la Seguridad del Estado; hacer que las leyes y disposiciones de los tribunales
de justicia tengan su debido cumplimiento en todos cases y circunstancias; dirigir la fuerza
armada marítima y terrestre; nombrar sus Inspectores y primeros jefes y los miembros de la
Policía. Además, podrá imponer su Veto temporal a las leyes que dicten los Congresos de la
Nación. En fin, su presidente debe poseer el derecho de gracia.
Sap M : ¿Qué se entiende en las monarquías por Prerrogativas de la Corona?
Respuesta: El derecho de gracia y el poder de hacer bien siempre que la justicia y la equidad
se hallen en oposición.
Sap M : ¿Por qué el jefe del Poder Ejecutivo debe poseer el derecho de gracia?
Respuesta: Porque como la ley ha de ser inviolable, y se ven casos en que su aplicación fuera
inútil y tal vez dañosa, pues no es posible preverlo todo, conviene que alguno este autorizado
para detener su curso, y nadie se considera más a propósito que aquel que ha merecido la
confianza de la Nación para tan alta dignidad, y que posee el derecho de Veto temporal ya
mencionado.
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Sap M : ¿Por qué le concedéis el derecho del Veto?
Respuesta: Porque el jefe del Estado, que tiene que poner en práctica las resoluciones del
Congreso, se halla con más datos que él para apreciar los inconvenientes materiales de su
aplicación. Además de esto, los Cuerpos deliberativos se ven movidos por la pasión como
los hombres aislados, y en ciertas circunstancias con más fuerza que ellos, porque el talento
de un orador los arrebata, o el interés del momento los fascina, mientras que el jefe pesa con
su Consejo de ministros el pro y el contra a sangre fría, y se instruye de sus resultados,
deteniendo el curso de la ley que cree extemporánea o perjudicial. Así asegura la paz,
forzando a los legisladores a estudiar mejor el asunto. Este Veto, sin embargo, no debe
suspender más que dos veces el efecto de la providencia repetida del Congreso, y si la
mayoría que lo acordó aumentó en lugar de disminuir con las observaciones del Ejecutivo,
se hará ley a pesar de su oposición.
Sap M : ¿Podrán los miembros del Ejecutivo excusar o infringir las formas legales en
algunos casos?
Respuesta: Jamás, ni aun para hacer el bien; aquellas formas son la salvaguardia de la Nación,
los antagonistas del orgullo que tan a menudo se observa en los ministros o ejecutores de sus
dictados. El que las infringe se sobrepone en el acto a las leyes y destruye su prestigio.
Sap M : Decís bien, hermano mío. El Poder Ejecutivo ha de ser el agente y no el director
del pueblo. Toda autoridad que se arrogue la envilece, y si puede corromperle, no le es dado
mejorarle. Nunca veréis que un buen gobernante haga otra cosa, en un país civilizado, que
destruir los abuses del que le precediere, habilitar la acción de las leyes y ponerse a la altura
de la instrucción del país, que su antecesor no alcanzaba. Los monarcas que la Historia pinta
como grandes legisladores que salvaron a su patria de la barbarie, no hicieron más que
obedecer la voluntad de los sabios que inculcaban la reforma en lo más granado de la nación.
Esta los hubiera lanzado del trono si no se apresuraran a satisfacer sus aspiraciones.
Si en caso excepcional el jefe es superior en habilidad a la Nación que rige, se ve
desconocido; y si persiste en llevar a cabo su idea, se le acusa y destruye como tirano. Es
indispensable que aquella idea germine, que sus apóstoles la propaguen, y el error que atacan
bambolee, y una nueva necesidad se despierte; en una palabra, que la opinión se forme.
Recordad lo que pasó con Moisés: proclamo la unidad de Dios y todos los principies de la
civilización de Egipto, y su pueblo le hubiera asesinado si el Eterno no le defendiera.
¿Cuántas veces no volvió a la idolatría? Nosotros a nuestro turno quisimos civilizar a los
pueblos conquistados, y tuvimos que destruirlos para no morir a manos de esos salvajes.
Nuestros padres dispusieron que Israel se gobernase por jueces elegidos por el pueblo, y este
prefirió un rey absoluto, porque no sabía usar de sus derechos de hombre. Instruyámosle, y
para preparar la reforma, eduquémosle hombre por hombre, familia por familia, como lo
ejecuta nuestra Masonería, que, bien dirigida, puede lograr en diez años lo que no conseguirá
en treinta siglos ninguna otra Institución.
Decid, hermano ... ¿Quién debe elegir los miembros del Poder Ejecutivo?
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Respuesta: El que delega el ejercicio de su autoridad, el Pueblo. la elección de dos grados o
indirecta, para que no se apodere del poder supremo contando con el auxilio de aquellas
mismas masas, como lo hará todo ambicioso.
Sap M : Es imposible que en las elecciones indirectas los hombres ricos y de más influjo
no logren el nombramiento de sus paniaguados o de los que necesitan de sus servicios, para
que estos escojan a los que convienen a sus intenciones: son el modo infalible de destruir la
democracia. El temor de que el Pueblo se equivoque en la elección es una previsión exagerada
que ha causado la ruina de la Libertad, por que aquel no puede ver sus hechuras en personas
que desconoce, y estas saben muy bien que deben su puesto a la habilidad o intrigas de sus
protectores. Todos los delegados del Pueblo deben elegirse directamente. Es muy justo, sin
embargo, que el Jefe del Poder Ejecutivo de una Nación lo sea indirectamente, porque en
otro caso reuniría el voto de confianza de toda ella o de la mayoría absoluta de los electores,
y su autoridad no tendría contrapeso, pues los demás, representarían fracciones de la
población, y el a la universalidad, y la parte sucumbiría al todo. Así, el Pueblo debe nombrar
electores especiales que no tengan otra misión que escoger al jefe, y no ceder nunca esa
autoridad a ningún Cuerpo constituido, porque entonces aquel sería el mandatario de éste, y
no el primer magistrado o representante del país, y estaría a la merced del Cuerpo, no con la
independencia que requiere tan alto destino.
¿Qué excelencias deben adornar a los miembros del Poder Ejecutivo, hermano ...?
Respuesta: Que sean puros e incorruptibles, buenos ciudadanos que amen a su patria sobre
todas las cosas. No se necesita escoger los sabios; basta que tengan honor y conciencia y
suficiente capacidad para comprender sus obligaciones.
Concluido el interrogatorio, da un golpe con el cetro y dice:
Sap M : Hermanos míos, acabáis de oír a Johaben.
Conocéis su valor y habéis podido apreciar su inteligencia. ¿Le juzgáis digno de contarle en
vuestro número?
Si todos levantan la mano derecha y la dejan caer con ruido sobre el muslo en señal de
adhesión, dirá el
Sap M : ¡Puesto que este hermano reúne la unanimidad de votos, hermano Banayas,
conducidle al Altar por nueve pasos, tres de Aprendiz, tres de Compañero y tres de Maestro;
y vosotros, hermanos míos, ¡acompañadme a tomarle el juramento!
Se ejecuta como se ha dicho, y se forma la bóveda de acero, dirigiéndose todos al Altar.
Sap M : ¡Repetid conmigo!
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Juramento
Yo ... juro por mi honor, delante del G A D U y de este Capítulo, no comunicar a
ningún Hermano que no haya hecho lo que yo, los secretos de los ELEGIDOS DE LOS
NUEVE que se me van a revelar, y cumplir mis deberes y todas mis obligaciones en los
destines para que me elijan mis hermanos y mis conciudadanos, con tanta exactitud como
marca este triángulo y con tanto honor, independencia y energía como esta espada simboliza;
condenándome al desprecio de los HIJOS DE LA VIUDA, a que se me saquen los ojos con
un hierro enrojecido, y a que el BRAZO DE LA JUSTICIA, armado del cuchillo vengador,
se descargue sobre mi cabeza, si vendo al PUEBLO que me confía sus intereses. ¡Que Dios
me libre de tal desgracia!,
¡Así sea!
Sap M : ¡Sentaos, hermanos míos!
Todos se vuelven a sus puestos. Si hay varios aspirantes, se sientan delante de las columnas,
y sólo Johaben queda entre los Valles.
En seguida da un golpe con el cetro y continua.
Sap M : Hermano mío, y vosotros, Maestros Elegidos, sabéis que después del asesinato
horrible que hace nueve semanas nos privó de nuestro Arquitecto en Jefe, la consternación
reina entre los operarios, ¡a quienes la estrella de la mañana no conduce desde entonces a la
tarea!
He pedido al que anula los trabajos del hombre si no es el su director, que nos iluminara y
me envío un desconocido que por senderos tortuosos y poco frecuentados enseño a Johaben
la caverna de Adonhiram en que se ocultan los traidores. Dios no quiere que el crimen siga
más tiempo impune. Esto exige una pronta deliberación. ¡Responde! ¿Qué pedís para los
asesinos?
TODOS: ¡N.…! (Venganza).
Sap M : ¡Johaben! Vuestro celo en castigar a los delincuentes iguala al de los ocho
Maestros que os reciben de colega; más joven, más ágil y más feliz que ellos, conocéis el
lugar en que se ocultan los asesinos. Os encargo de vengar la muerte de Hiram.: ¡Partid los
Nueve! ¡Hermano Banayas! ¡Entregadle el cuchillo de la Ley, y que arme con él el brazo de
la Justicia! ¡Guiadle a la caverna en que están Abi Balah y sus dos compañeros, y que nos
libre de los traidores!
El Capitán de Guardias le entrega el cuchillo de caza que está en el Altar, y sale con el
aspirante y ocho de las Columnas. Luego da un fuerte golpe con su espada, y vuelve a entrar
solo con el brazo levantado y la espada en actitud de herir, diciendo:
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Cap de G : El crimen está castigado en el más terrible de los asesinatos. ¡La Ambición!
Sap M : ¡Que tan justa venganza aterre a los malos!
¡Colocad su cabeza en la puerta oriental de la ciudad de Jerusalén sobre la Torre Ezer
(socorro), para que todos vean el castigo irremediable que aguarda al culpable!
Si hay música se tocara una marcha victoriosa. Se abre toda la puerta, los ocho compañeros
forman la bóveda de acero con las luces en la otra mano, y en esta disposición Johaben entra
con el puñal enrojecido en la derecha, y el Capitán de Guardias dice señalándole:
Cap de G : ¡Aquí tenéis al vengador!
Sap M : Vamos, hermano mío, a completar vuestra instrucción. ¡Sentaos todos!
El Gran Maestro de Ceremonias toma el cuchillo, le pone en el altar y todos vuelven a sus
puestos.
Sap M : Hermano mío: los Masones primitivos, jefes del Estado, poetas y observadores
religiosos de las antiguas ceremonias orientales, así como hacían representar en los teatros
los hechos heroicos o el cuadro palpitante de las pasiones para mover al corazón a imitar los
unos, y mostrar al Pueblo las consecuencias del extravío de las otras, en el Seno del Santuario
empleaban también el drama para grabar los descubrimientos científicos en la memoria de
los adeptos, y celebraban como sus predecesores la desaparición o muerte aparente del Dios,
cuya tumba se erigió en las Pirámides; el Osiris de los Egipcios, el Memmom de los Etíopes,
el Mitro de los Persas, el Baco de los Griegos, el Atys de los Frigios, el Adon de los
Babilonios, el Hiram hebreo, Ishua Christna de los Indios, el Jesucristo de los primeros
Cristianos, y todas las grandes divinidades, héroes, legisladores o príncipes que la tradición
inmortaliza y que jamás existieron, no son tal vez otra cosa que brillantes alegorías del astro
del día, del SOL, y sus trabajos, muerte y resurrección figuran los meses, los fenómenos del
firmamento y las constelaciones zodiacales.: El tercer Grado que recibisteis es el primer acto
del drama, en que de víctimas pasáis a sacrificador. Entonces, recordareis, os dije que los tres
asesinos de Hiram y los nueve Compañeros que buscaban su cadáver eran los doce meses del
año: Acababais de estudiar los misterios de la Creación, de la Vida y de la Muerte, y aquello
bastaba a satisfacer vuestra curiosidad, sobradamente entretenida con las lecciones de la
primera parte de nuestra alegórica leyenda. Mas hoy recibís el Grado Noveno de la Masonería
Escocesa, el que nuestros padres llamaban Elegido de los Nueve, por ser el numero sagrado
que encierra la perfección de los anteriores como múltiple de tres, y porque el carácter de
ministro de la raza sacerdotal de la India y del Egipto se asumía con aquel título. Para que el
neófito conociera el origen de los principios religiosos que inculcaban en grandes y pequeños,
amos y esclavos, le revelaban así lo que sabían de la ciencia astronómica, entre todas la más
estimada y secreta. Los tres asesinos y los nueve Maestros que los perseguían representan
aquí alegóricamente las doce constelaciones del Zodiaco y su revolución celeste con el Sol.
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
La Balanza, el Escorpión y Sagitario, que presiden los meses del otoño, son Jubelós, Jubelás
y Jubelón o Abi Balah (asesino del Padre); Capricornio, Acuario, Piscis, que rigen los tres
meses del Invierno, no son funestos, más como signos inferiores no pueden vengarle y
quedan ociosos, mientras vos, Johaben, o el hijo de Dios, por otro nombre Aries o el Carnero
Celeste, sois Ilulus, Orfeo, Horus el Salvador bajando al Tártaro y volviendo al tercer día o
al tercer mes, para como el vengador brillar más refulgente en el Sol de Primavera. Partís con
Taurus o el Capitán de Guardias que os guiaba en el desierto a donde huyeron los asesinos.
Su antro junto a la roca en la que estuvo poéticamente atada Andrómeda cuando vino a
salvarla Perseo, era la caverna de Benacar o la morada de la Esterilidad al Oeste de Jerusalén,
cerca de Joppa, hoy Jaffa; y el mar de Occidente que la limita, ese abismo en que los astros
parecen sepultarse, era mirado como la estancia de la muerte, porque a aquella región del
cielo ocupada por los signos inferiores del Zodiaco se retira el Sol después del solsticio de
Estío, en el que se juzga que muere.
Si examinamos el firmamento en la época que supone el drama, veremos aparecer por Oriente
el gran río o la fuente saltadora, y en su centre a Sirio o el Perro Mayor, mientras que el
Occidente enrojecido como si ardiera, parece un zarzal inflamado, al que rodea la Osa Mayor,
el León, el Tigre o Lobo celeste, que marchan de concierto con el Sol en Escorpio, y como
quedan sobre el horizonte después que este ha desaparecido, parecen tomar posesión de la
caverna y guardar la entrada. Mas cuando Aries se presenta por orden el punto en que se
cortan los equinoccios y la eclíptica, Sagitario o Abi Balah es el único que existe en la
caverna. El desconocido que se ofrece para guiar a los vengadores, es la estrella notable que
fulgura al Oriente del horizonte en el instante que Sagitario se hunde en el abismo. Esa
estrella es Aldebarán, la predilecta de los Magos, una de las más luminosas, y la mayor de la
constelación del Toro celeste; la rodean las Hiadras, que forman un grupo a su alrededor, y
las Pléyades más arriba figuran del otro lado un segundo rebano. Ella dirige a los Elegidos o
constelaciones vengadoras en busca de los culpables marchando por caminos tortuosos,
ásperos y poco frecuentados. Ese camino es el Zodiaco, y así le pinto a Ovidio. Toda la
venganza es poética. Es la de Horus contra los enemigos de su padre, la de Júpiter contra
Saturno, la de María aplastando la cabeza de la Serpiente.
Fuera del estudio astronómico era precise pintar simbólicamente las operaciones de la
Naturaleza en sus acciones y reacciones, la lucha entre el principio generador y el destructor,
pues todo aquí encierra su sentido filosófico. La lobreguez misma de esta Cámara, vestida de
negro con llamas rojas, es la imagen del Caos, que se mira con la aurora de los tiempos, y
que no fue para los sabios antiguos más que una hipó tesis o una inducción sacada de la
generación de los seres para simbolizar el fermento de la semilla, las nebulosidades del huevo
fecundado al desarrollarse el embrión, el estado de tinieblas, desorden y confusión de que
sale la vida brillando como esas columnas blancas y rojas. Ella y la Muerte se dan un terrible
combate, y esa lucha entre la luz y las tinieblas, entre Aries y Sagitario, o Johaben y Abi
Balah, la oiréis contar también en la de Osiris y Tifón entre los Egipcios; en Adonis y el
Jabalí entre los Fenicios; en Ormuzd y Arhiman entre los Persas, en Abel y Caín entre los
Hebreos, en Jesús y Satanás entre los Cristianos; si el primero vence, se da la generación; si
el segundo triunfa, toda combinación se disuelve y el germen se corrompe. La Creación, el
Diluvio y la Redención son variantes alegóricas de ese mismo movimiento perpetuo de
generación, destrucción y regeneración.
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Este grado encierra así grandes lecciones. Dejad a los que imaginen ser los Templarios los
padres de la Masonería Escocesa, decir que se prepare para fundar la venganza de J. B.
Molay, y a los criticastros asegurar que es la escuela del asesinato, porque le sirve de símbolo
el "Brazo armado de un cuchillo". Jamás nosotros, hombres del progreso y civilizadores del
mundo, reconoceremos a aquellos ambiciosos caballeros que no sabían leer ni escribir, como
progenitores, ni fomentaremos el odio contra ningún partido. Queremos educar a las masas.;
que reinen la paz y la armonía, que no son duraderas apoyadas en el error, sea cualquiera el
fin que se acredite. Ese cuchillo fue, según la Biblia, el instrumento con que Joab asesino a
Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jether, generales de Salomón; y como el que mata
con el hierro debe morir por el hierro, Salomón entrego las mismas armas a Banayas para
que le castigase, como después lo ejecuto junto al ara de que se había amparado. Desde
entonces se usó el cuchillo en Jerusalén para ajusticiar a los grandes y a aquellos a quienes
se hacía gracia del tormento. De aquí vino en la Edad Media el titulo jactancioso de Señores
de horca y cuchillo. Usaban la primera para el esclavo; el segundo para el libre; y todos los
nobles llevaban la daga. Vosotros tenéis esa arma como símbolo de vuestra dignidad; no para
destruir, sino en serial de vuestras fuerzas, del valor que no teme combatir cara a cara y
cuerpo a cuerpo contra los que quieren despojar al Pueblo de su Soberanía.
Hemos procedido como nuestros antepasados a vuestra1 iniciación. Todos ellos la dividían
en Pequeños y Grandes Misterios. En los Primeros enseñaban la moral y algunas artes
mecánicas, nociones de Náutica y Estrategia y la interpretación histórica de la Mitología o
del Olimpo, lleno de mortales divinizados por sus virtudes. En los segundos, que solo se
comunicaban a los que adquirían instrucción só1ida y profunda, se explicaban las alegorías
y se derrocaba el Politeísmo. Formar ciudadanos virtuosos y útiles a sus semejantes, era el
fin de los pequeños Misterios, y legisladores sabios el de los Grandes.
Los misterios de los Brahmanes de la India, los de Isis en el Egipto, los de los Cabirios fuera
y dentro de la Isla de Samotracia, los del Eleusis, Ceres y Orfeo, los Judaicos y los del
cristianismo primitivo, son todos masónicos, y por consecuencia astronómicos. Cien mil años
antes de nuestra era, muchos filósofos persas y caldeos formaron una asociación y se dieron
el nombre de Magos, de la palabra caucásica Magh, que equivale a "Grandeza, elevación,
supremacía". Fueron los Asirios los maestros de los brahmanes, pero estos solo dedicaron
sus estudios a la teogonía. Para Brahma o la Causa primera hizo a Brahma Creador del
mundo, a Visnú, que fue destinado para que sirviera a éste de guardián, y a Shiva o Ishvara
encargado de destruirle. Constituyen la trinidad india, semejante a la de los hebreos,
compuesta de Jehovah y de sus dos clases de ángeles, que representan el Bien y el Mal. Estos
misterios, exclusivamente religiosos, son muy inferiores a los egipcios y griegos, científicos
en su mayor parte.
Los misterios Cabiros, instituidos 2522 años antes de nuestra era, y cinco siglos después los
de Isis, fueron imitados de los Dioscuros y Sidonios, esencialmente astronómicos. Se
celebraban de noche; y cada uno de sus tres grades se destinaba a divinidad particular. El
primero a Proserpina, emblema de la Tierra, y en él se describía física y políticamente para
ensenar a los iniciados la ciencia del gobierno. El segundo a Plutón, representaba al Infierno
y se explicaba la moral y el modo de combatir las pasiones. El tercero a Mercurio, se refería
al poder divino, y en el culminaba la ciencia astronómica, abriendo al iniciado, si seguía el
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
camino de la virtud, las puertas del Olimpo. Mas los Cabiros de Samotracia, establecidos
1950 años antes de nuestra era, reducían sus enseñanzas a los Pequeños Misterios, a la
estrategia, y allí formaron los grandes Capitanes de la Grecia.
Orfeo, iniciado en Egipto, regularizó en 1830 A. J. C. los misterios de Eleusis en Pieria y en
Atenas, dividiéndolos en dos grados: morales o exotéricos que se revelaban a los ciudadanos,
y científicos o esotéricos en que solo se iniciaban los escogidos. Leed la historia y comparad
nuestra Institución a la de los Magos de la Persia, los Brahmines de la India y los Druidas de
las Galias; comparadla a la de Egipto, y veréis que como ellos aspiramos a la educación
universal por el sendero de la Virtud, la Verdad y la Ciencia. Mas como todas las pasiones
que abrasan el corazón humano, fortalecidos por la Ignorancia, la Hipocresía y la Ambición,
luchan sin cesar contra la Ciencia, la Verdad y la Virtud, de la misma suerte que los elementos
materiales entre sí; para expresar aquellos fenómenos de tan distinta naturaleza, y nuestra
resolución de salvar a la sociedad humana de las miserias que la afligen, juramos vencer o
morir en la demanda, y nuestra divisa es ¡Vincere Aut Mori ¡Ciencia! Ilustra nuestra razón
para guiar a nuestros hermanos. ¡Verdad! ¡Que tu antorcha nos ilumine!
¡Virtud! ¡Anímanos con tu fuego bienhechor!
Da un golpe, se levanta extendiendo su mano derecha y dice:
Sap M : ¿Juráis vencer o morir por la Ciencia, la Verdad y la Virtud?
Responden los aspirantes que si, como es consiguiente.
Sap M : ¡Venid hermanos míos, a recibir vuestra recompensa; y vosotros, Elegidos de
los Nueve, ¡acompañadme!
El Capitán de Guardias los lleva a Oriente, y el Sapientísimo Maestro levanta su cetro sobre
las cabezas de los iniciados, mientras los demás dirigen hacia ellos su mano derecha
extendida.
Sap M : A la G D G A D U , bajo los auspicios de los Soberanos Grandes
Inspectores Generales, 33°, y ultimo Grado del Rito Antiguo y Aceptado Escocés, reunidos
en Supremo Consejo para ... y en virtud de la autoridad que me ha legado el Soberano
Capitulo Rosa Cruz No. …, os creo, nombro y constituyo Elegido de los Nueve y miembro
de este Capítulo Electoral a vos ...
El Sapientísimo Maestro les toca sucesivamente la frente con el cetro y dice:
Sap M : ¡Consagrémosle, hermanos, por la batería del Grado!
Así que todo está hecho, continúe:
Sap M : Este grado, hermanos, tiene signo, toque y palabras características.
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
El Signo de Pregunta o de Saludo es sacar el puñal con la mano derecha y levantar el brazo
como para herir en la frente a otro. Se contesta cerrando la mano derecha, levantando el puno
y apoyándolo en la frente por el dorso. Este signo de respuesta es el de Orden.
El Toque se da presentando la mano derecha cerrada con el pulgar levantado. El otro le abraza
vivamente con los cuatro últimos dedos de su mano derecha y con el pulgar también
levantado, de modo que se vean ocho dedos uno sobre otro, y el pulgar arriba en
representación de los Nueve Elegidos.
La Batería, consta de nueve golpes iguales.
La Edad, veinticuatro años.
La Palabra Sagrada …
¡Hermano Capitán de Guardias, conducid a los Neófitos a Occidente, para que los Inspectores
los examinen!
Hecho el anuncio, se proclama y aplaude.
Sap M : ¡Hermano Capitán de Guardias, sentad a los nuevos Elegidos delante de las
Columnas del Templo que deben sostener!
Se ejecuta, se ofrece la palabra al Gran Orador. Este da su columna grabada: se aplaude,
se ofrece la palabra, después de dar gracias a los Visitadores y se circula la caja de
asistencia.
Clausura del Colegio Electoral
Pr Insp : A cumplir una misión importante, cuyo premio he recibido.
Enseña la banda.
Pr Insp : ¿Vengar a Hiram de su terrible asesino, la Ambición?
Sap M : ¿Quién lo mandó?
Pr Insp : El Capitulo Electoral de Salomón.
Sap M : ¿A qué hora?
Pr Insp : Al despuntar el día.
Sap M : ¿Cuándo partisteis?
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Pr Insp : Antes de que el siguiente amaneciera.
Sap M : ¿Quién os guiaba?
Pr Insp : Aldebarán, la estrella más brillante del Toro celeste.
Sap M : ¿Dónde visteis a los culpables?
Pr Insp : Los apercibí huyendo entre rocas escarpadas.
Sap M : ¿Fuisteis más lejos?
Pr Insp : Penetré en la caverna espesa en que se habían guarecido, y que una osa, un tigre
y un león defendían, y en su fondo divisé a uno de los traidores que se entregaba al reposo,
más del cual me separaba la corriente.
Sap M : ¿Qué hicisteis entonces?
Pr Insp : Me lance a ella, alcance al asesino, y vengue al Universo de la Ambición que
le devoraba.
Sap M : ¿Y qué hicieron la Ignorancia y la Hipocresía?
Pr Insp : Huyeron despavoridas a regiones extranjeras.
Sap M : ¿Qué os queda que hacer?
Pr Insp : Mi poder no los alcanza en ellas: Consumatum Est.
Sap M : ¿Qué hora es, hermano Segundo Inspector?
Seg Insp : La misma en que Johaben salió de la caverna; el trasponer el Sol.
Sap M : ¿Qué edad tenéis, hermano Primer Inspector?
Pr Insp : Veinticuatro años.
Sap M : Pues si tan joven sabéis cumplir vuestro deber, y el Sol se oculta en el horizonte,
habéis ganado bien vuestro descanso.
Para que adquiráis con él nuevas fuerzas, hermanos Primero y Segundo Inspectores, invitad
a nuestros hermanos para que me ayuden a cerrar este Capítulo.
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Elegido de los Nueve o Perfecto Mason Electo
Pr Insp : ¡Hermano Segundo Inspector y Perfectos Masones Elegidos que decoráis el
Valle de Mediodía, nuestro Sapientísimo Maestro pide nuestra ayuda para cerrar el Capítulo!
Seg Insp : ¡Perfectos Masones Electos que decoráis el Valle Septentrional, servíos
ayudar a nuestro Sapientísimo Maestro en la clausura del Capitulo Electoral! ¡Anunciado,
Respetable hermano Primer Inspector!
Da un golpe.
Pr Insp : ¡Anunciado, Sapientísimo Maestro!
Da otro golpe.
El Sapientísimo Maestro da nueve golpes con el cetro, que repiten los Inspectores.
Sap M : ¡En pie y al orden, hermanos!
Todos los ejecutan.
A la G D G A D U , etc., declare cerrados los trabajos del Capítulo de los
Elegidos de los Nueve. ¡A mí hermanos!
Signo y batería seguido de las palabras VINCERE AUT MORI.
Sap M : ¡Id en paz, hermanos, pero antes jurad guardar silencio acerca de lo ocurrido en
esta sesión! ¿Lo juráis?
Todos: ¡Lo juro!
Y se retiran en silencio.
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