MÉTODO Y GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE PROYECTOS DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO Míchel Sabalza febrero 2007 1 ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 1 1.1 Objetivos de la evaluación .......................................................................... 1 1.2 Diferencia entre seguimiento y evaluación ................................................ 3 1.3 Definición de evaluación .............................................................................. 5 1.4 Alcance de la evaluación.............................................................................. 5 2. MÉTODO ............................................................................................................ 6 2.1 La evaluación en la Gestión del Ciclo del Proyecto .................................. 8 2.1.1 Eficacia ..................................................................................................... 9 2.1.2 Eficiencia ............................................................................................... 12 2.1.3 Pertinencia ............................................................................................. 14 2.1.4 Impacto .................................................................................................. 16 2.1.5 Viabilidad ............................................................................................... 18 2.1.6 Sostenibilidad ........................................................................................ 20 2.1.7 Resumen del método ............................................................................ 22 2.2 Tipos de evaluación ................................................................................... 23 2.2.1 Según quién la realice .......................................................................... 23 2.2.2 Según el momento ................................................................................ 24 2.3 Recogida de información .......................................................................... 24 2.4 Indicadores de base ................................................................................... 26 3. GUÍA ................................................................................................................. 28 3.1 Términos de referencia .............................................................................. 28 3.2 Plan de trabajo ............................................................................................ 29 3.3 Estudio de documentación y preparación de la visita ............................ 30 3.4 Trabajo de campo ....................................................................................... 31 3.5 Análisis de la información y trabajo de campo ....................................... 31 3.6 Redacción del informe................................................................................ 32 3.7 Aplicación de la información .................................................................... 33 Anexo: Recursos en Internet y bibliografía ................................................... 34 2 Este trabajo está dividido en tres partes: 1. Introducción. Donde se sitúa la función de la evaluación y el tratamiento que le daremos a lo largo de todo el documento. 2. Método. Exposición de los aspectos metodológicos que nos ayudarán a realizar una evaluación. 3. Guía. Desde un enfoque práctico se describen brevemente los siete pasos que integran el proceso de evaluación completo. 1. INTRODUCCIÓN En este documento se aborda la actividad de evaluación de proyectos de cooperación al desarrollo desde una perspectiva eminentemente práctica. El objetivo es que quien lo lea pueda saber al menos cómo iniciar un trabajo de evaluación y darle continuidad hasta la redacción del informe final. Además, los contenidos de este trabajo se han preparado pensando en proyectos de tipo medio, aquellos que cuentan con un presupuesto que se sitúa en torno a los 150.000 euros. Proyectos con menor presupuesto (por ejemplo 20.000 euros), también podrían ser evaluados con las técnicas que se explicarán, pero tal vez esas herramientas sean algo desproporcionadas para ese tipo de intervenciones sencillas, como pudiera ser por ejemplo la construcción de 6 viviendas para personas afectadas por un terremoto. En el otro extremo, la evaluación de complejos programas de cooperación necesitaría tratar temas adicionales a los que aquí se presentan, como por ejemplo otros métodos de recogida de información o, para algunos casos, análisis financiero. Por lo tanto en este artículo no se encuentra ninguna referencia a los aspectos teóricos de la evaluación como, por ejemplo, su concepción desde principios del siglo XX y su evolución hasta nuestros días. Para tratar la evaluación desde este punto de vista más teórico se darán algunas referencias bibliográficas y direcciones de Internet donde se puede encontrar abundante material de acceso libre. 1.1 OBJETIVO DE LA EVALUACIÓN Y SU PAPEL EN EL CICLO DEL PROYECTO Una vez definido el enfoque de la evaluación que vamos a tratar, planteamos el objetivo que persigue la actividad de evaluación, que no es otro que aprender para mejorar nuestro trabajo en el futuro. No consideramos otras finalidades, por lo tanto todas las actividades que se organicen y se lleven a cabo en el transcurso de una evaluación deben estar orientadas a aprender, y de ese aprendizaje extraeremos conclusiones que servirán para formular propuestas que servirán para mejorar tanto el desarrollo futuro del proyecto evaluado (si es que va a tener continuidad), como la identificación y planificación de nuevos proyectos. Además, de la suma de un conjunto de evaluaciones se pueden extraer conclusiones y propuestas orientadas a definir la programación de las entidades públicas o privadas especializadas en la cooperación al desarrollo. De modo que la evaluación puede incidir en la mejora de aspectos muy puntuales de un proyecto concreto, y también contribuir a dar contenido a una política general de cooperación, con lo que queda evidenciada la importancia de esta etapa en el ciclo del proyecto. A pesar de ello, si considerásemos un hipotético reparto de esfuerzos entre la planificación, su formulación, el seguimiento y la evaluación de proyectos, veríamos que la mayor parte se concentra en la formulación y el seguimiento. Y esto es así por dos razones muy sencillas. Para el caso de la formulación tenemos que nuestro proyecto va a competir con otros en una convocatoria pública de ayudas, y que las decisiones sobre la financiación se tomarán en base a la información que presentemos. Es natural por lo tanto que se dedique mucho tiempo a presentar bien esa información. En lo que respecta al seguimiento de un proyecto ya aprobado, sabemos que sobre todo se va a 3 inspeccionar con detalle la justificación del gasto. Esto también es lógico porque a fin de cuentas las administraciones que financian proyectos con dinero público se ven a su vez presionadas por el correspondiente órgano de fiscalización interna (la Intervención), y esa presión se traslada a las ONGs. Así que a esta parte también hay que dedicarle una cantidad de tiempo considerable. Sin embargo no es tan frecuente la exigencia de que se apliquen métodos para la planificación (se puede establecer como condición por parte de la administración donante pero esto es muy difícil de comprobar); e igualmente, pocas son las entidades que fomentan la evaluación de los proyectos o una parte de ellos. Esto queda a criterio de las ONGs aunque afortunadamente cada vez se dedica más atención a estas dos fases del proyecto; pero por la situación comentada el hecho es que la mayor parte de los esfuerzos se dedican, en términos generales y salvo excepciones, a la formulación y al seguimiento. Analizado desde otro punto de vista, podríamos destacar la asimetría que existe entre la presencia de especialistas para la valoración de formularios y también para la inspección fiscal en la mayoría de administraciones que tienen programas de cooperación, y la ausencia de instancias especializadas en promover la calidad de los proyectos. Partiendo de estas consideraciones nos centramos en la evaluación de proyectos, cuya práctica ha mejorado considerablemente las políticas, los programas y los proyectos de cooperación en los últimos años. Esta mejora surge del debate en torno a los contenidos de las evaluaciones realizadas y cabe atribuirles, por ejemplo, la importancia que hoy se da las dinámicas participativas, la incorporación del enfoque de género, la necesidad de distinguir con claridad entre lo que es asistencialismo y desarrollo, la conveniencia de combinar la profesionalización de la cooperación con el voluntariado, y un largo etcétera. Aunque tal vez no lo percibamos de manera directa, buena parte de las mejoras en la práctica de la cooperación tienen su origen en la realización de evaluaciones con carácter sistemático, y en este punto hay que reconocer el positivo papel que ha desempeñado la Comisión Europea promoviendo, tanto en el pasado como en la actualidad, la realización de evaluaciones de manera regular a través de sus unidades especializadas. En esta dirección http://ec.europa.eu/europeaid/evaluation/index.htm se encuentra abundante información sobre evaluaciones ya realizadas así como cuestiones de metodología y de enfoque. Pero tal vez el eslabón más débil en las fases del ciclo del proyecto sea el que vincula la evaluación con la programación y con la identificación. El ciclo del proyecto Programación Planificación Evaluación Ejecución Formulación Financiación 4 Es el más débil porque a lo largo del ciclo del proyecto, cada etapa toma elementos de la primera de manera sistemática, es decir adoptando un método. Por ejemplo, la “planificación” define una lógica de intervención que es incorporada de manera literal en la “formulación”; un calendario y unos indicadores que serán útiles para la “ejecución y seguimiento del proyecto”; y unos insumos que vinculados con la lógica de intervención nos servirán para establecer áreas de análisis en la evaluación (esto lo veremos más adelante). Sin embargo en esta etapa, en evaluación, termina esa cadena de relaciones, es decir no hay método para incorporar las recomendaciones finales de la evaluación a la programación o a la planificación de nuevos proyectos. El que esto se haga o no, depende fundamentalmente de la voluntad, de la actitud más o menos receptiva de las personas responsables de programar o de identificar. Tal vez no pueda ser de otro modo porque (seguro que afortunadamente) los procesos de aprendizaje relacionados con los proyectos de cooperación no se pueden someter a una mecánica tan rigurosa como sí lo permiten otras fases del ciclo del proyecto. Precisamente esta “debilidad metodológica” es la que tiene que llevarnos a prestar especial atención a la evaluación dentro del ciclo del proyecto, de lo contrario podríamos tener cierta tendencia a relegarla a segunda fila en la medida que no se revele como un elemento especialmente útil, bien porque no las promovemos o bien porque no hacemos mucho caso de las propuestas que se incluyen en todas las evaluaciones. 1.2 DIFERENCIA ENTRE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN Es frecuente la expresión “seguimiento y evaluación” incluyendo ambos conceptos, lo que tal vez pueda inducir a cierta confusión al identificarlos como sinónimos o al menos como términos muy parecidos. Sin embargo hay una diferencia notable entre ambos. Como ya hemos dicho el objetivo principal (tal vez único) de la evaluación es aprender para establecer conclusiones y de éstas derivar unas propuestas. Pero ese aprendizaje no está sujeto a un proceso unívoco en el sentido de que si analizamos tal o cual situación llegaremos a unas conclusiones determinadas y no a otras. Muy al contrario, esas conclusiones dependerán de las valoraciones que hagan las personas que realicen la evaluación, y no sería raro que distintas personas lleguen a diferentes conclusiones sobre la calidad de un mismo proyecto. Por lo tanto en toda evaluación subyace un componente subjetivo que se deriva del tipo de valoraciones que hagamos. Por otro lado, el seguimiento se puede referir a tres situaciones diferentes: - - - Seguimiento administrativo. El que realizan instituciones donantes y ONGs desde la oficina. Consiste en analizar los informes de avance que se van enviando desde el lugar de ejecución del proyecto y de comprobar que la justificación del gasto se realiza correctamente. Seguimiento sobre el terreno. El que realizan instituciones donantes y ONGs (las que solicitan subvención directamente a esas instituciones) visitando los proyectos que apoyan. En este caso se trata de comprobar in situ los resultados que se han alcanzado, entrevistarse con las personas vinculadas al proyecto y, en algunos casos, auditar las cuentas del proyecto. Seguimiento de ejecución. El que realizan las ONGs locales1 (las que están llevando a cabo directamente el proyecto en el país receptor de la ayuda) de manera regular (semanal o mensual). Se trata de que dichas ONGs verifiquen el 1 En adelante cuando hablemos de ONG nos referimos a la entidad que presenta la solicitud a la entidad financiadora (la organización de Europa) y ONG local es la que realiza el proyecto directamente sobre el terreno. 5 cumplimiento de los indicadores establecidos y adoptar las correcciones oportunas si fuera pertinente. En los tres casos, y muy especialmente en los dos primeros, el objetivo es comprobar que las cosas se están haciendo como se había planificado inicialmente, es decir la función del seguimiento es sobre todo constatar y no tanto valorar. En el gráfico siguiente se ilustra esta diferencia. Diferencia entre seguimiento y evaluación Evaluación VALORAR Seguimiento CONSTATAR En el eje de abscisas se representa el “grado de constatación” de un hecho: gasto realizado, escuela construida, producción mensual..., mientras que en el de ordenadas se representa el “grado de valoración” de esos mismos hechos. El seguimiento administrativo impide realizar cualquier valoración porque nuestra fuente de información son documentos escritos que no podemos contrastar con otras fuentes de información. Y el seguimiento sobre el terreno se suele caracterizar por el escaso periodo de tiempo que se dedica a las visitas, por lo que nuevamente es difícil hacer valoraciones por la falta de tiempo para profundizar en los temas analizados y para contrastar versiones. Caso diferente es el de la evaluación, donde lo característico es la valoración sobre la idoneidad del gasto realizado, de la escuela construida, del tipo de producción elegido... Lógicamente para valorar estos temas primero hay que conocer con detalle qué es lo que se ha hecho, de ahí que en evaluación también tenemos que “constatar”. Pero la diferencia es que en evaluación ese es el punto de partida, mientras que en el seguimiento es el punto de llegada. Por otro lado, en el gráfico se ha dibujado una delgada línea que separa el seguimiento de la evaluación. En la realidad esa línea no es tan delgada y sobre todo es mucho más difusa. Es decir no hay un límite claro que señale qué es seguimiento y qué es evaluación, sin embargo cuánto más nos acercamos a los extremos de la escala de valoración, mejor definida está la diferencia entre ambos conceptos. 6 1.3 DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN Existen numerosas definiciones de evaluación, pero la que tiene más reconocimiento a nivel internacional y en el ámbito de la cooperación es la que propuso hace ya algunos años el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE: “La evaluación es una función que consiste en hacer una apreciación tan sistemática y objetiva como sea posible sobre un proyecto en curso o acabado, un programa o un conjunto de líneas de acción, su concepción, su realización y sus resultados. Se trata de determinar la pertinencia de los objetivos y su grado de realización, la eficiencia en cuanto al desarrollo, la eficacia, el impacto y la viabilidad. Una evaluación debe proporcionar informaciones creíbles y útiles, que permitan integrar las enseñanzas obtenidas en los mecanismos de toma de decisiones, tanto de los países de acogida como de los donantes”. Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (1995), Manual de la ayuda al desarrollo: principios del CAD para una ayuda eficaz. OCDE – Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. Lógicamente, se comprenderá mejor el sentido de esta completa definición tras la lectura de este artículo, pero merece la pena llamar la atención sobre los siguientes aspectos: - - Se trata de una apreciación..., por lo tanto se destaca desde el principio el carácter valorativo del trabajo Que debe ser sistemática, lo que significa que debemos dotarnos de un método concreto que habrá que definir con detalle ante cada evaluación. Y también debe ser objetiva, en realidad dice “tan sistemática y objetiva como sea posible” . Nuevamente se destaca la función valorativa de la evaluación. En la definición se deja un margen a la subjetividad, lo que no significa que podamos opinar a partir de intuiciones, sino que nuestras afirmaciones (con el grado de subjetividad que se desee) se deben apoyar en información y en una manera de interpretarla que sea transparente, y por lo tanto en el informe final habrá que incluir en anexo la metodología de trabajo seguida. Esto hará creíbles las evaluaciones. Y por último deben ser útiles para integrar las enseñanzas obtenidas en los mecanismos de toma de decisiones. Esto, como comentábamos más arriba, posiblemente sea lo más difícil de todo el proceso de evaluación. 1.4 ALCANCE DE LA EVALUACIÓN De manera muy esquemática podemos resumir los elementos básicos que están presentes en todos los proyectos evaluados en el cuadro de la página siguiente leído de abajo arriba. Los tres cuadros de la izquierda representan el esquema del proyecto a evaluar y que más adelante completaremos. Esta sencilla representación propone que en todos los proyectos se planifican una serie de actividades (que requieren financiación, personas trabajando, equipos...) para alcanzar ciertos objetivos. Y estos objetivos tendrán unos 7 efectos positivos, aunque también pueden ser negativos, sobre la población objetivo del proyecto. ..tendrá algún efecto en la comunidad. Tendrá un efecto no previsto fuera o dentro de la comunidad. ..alcanzar algún objetivo que.. Acciones planificadas para... Otras acciones no relacionadas con el proyecto que influirán en él. Este es un ámbito de evaluación que podemos llamar “interno” porque se centra únicamente en las actividades planificadas por el proyecto para una población concreta. No estamos mirando más allá del propio proyecto. Ampliando esta perspectiva tenemos los dos cuadros de la columna derecha que representan el “contexto” en el que se realiza el proyecto. Y en esta visión tan simplificada que propone este esquema se contemplan dos posibles interacciones entre contexto y proyecto. Por una parte, otras actividades que se realizan o hechos que ocurren en el entorno y que afectan al proyecto, por ejemplo impidiendo que se alcancen los objetivos, o en sentido contrario facilitando su consecución de manera más o menos encubierta o explícita. Y por otra parte, los efectos que puede tener el proyecto más allá de su estricto ámbito de intervención, por ejemplo generando contaminación que afecta a otras comunidades o haciendo más atractiva para la inversión foránea una amplia zona alrededor del proyecto. Bien, pues antes de realizar cualquier evaluación es importante situar el proyecto en su contexto y definir qué tipo de evaluación realizaremos, es decir, hasta dónde llegan los ámbitos de interés para la evaluación. Lógicamente si sólo van a ser objeto de atención los aspectos más estrictamente vinculados al proyecto, entonces estaremos ante una evaluación mucho más sencilla que si nos fijamos metas más ambiciosas, considerando tanto la influencia en el proyecto de cuestiones externas a él como las consecuencias del proyecto fuera de él. En este caso deberíamos tener en cuenta que necesitaremos mucho tiempo para realizar la evaluación y seguramente un equipo de trabajo integrado por varias personas y de carácter multidisciplinar. Ambos factores, tiempo y personas, hacen aumentar los costes de la evaluación. En este sentido es importante que dichos costes guarden una relación proporcionada con el presupuesto total del proyecto que se evaluará, por esta razón, y también porque sencillamente la posibilidad o voluntad de gasto tiene un límite, es importante determinar qué tipo de evaluación realizaremos en cuanto a su alcance. 2. MÉTODO La definición de evaluación explicada más arriba decía: “...hacer una apreciación tan sistemática... como sea posible sobre un proyecto...”. La palabra “sistemática” la interpretamos en el sentido de método, es decir, de proponer un esquema de análisis que establezca diferentes elementos de interés para ese análisis y seguir el guión de 8 dicho esquema en el proceso de evaluación. Obviamente no se trata de adoptar una actitud hermética a todo lo que no esté en el guión previo, más bien al contrario las buenas evaluaciones son las que se hacen aplicando de manera flexible y abierta el método definido. Lo que propone el método es un cuerpo central de análisis que tendremos que adaptar a cada situación concreta, tanto variando el peso específico de cada parte de ese método en el conjunto de la evaluación, como incorporando elementos de análisis que no se había contemplado inicialmente. En términos muy generales puede haber dos enfoques en una evaluación que responden a dos objetos de evaluación. Cuando decimos “objeto” nos referimos a la cuestión central que será finalmente, una vez realizado el estudio completo, el objeto de nuestras conclusiones y recomendaciones. Esos dos tipos de objetos los podemos definir o bien referidos a 1) los procesos ocurridos en el interior del grupo que realizó el proyecto, o 2) todo lo que tiene que ver con el logro de los objetivos planificados incluyendo su impacto tanto hacia fuera como hacia dentro. En el primer caso nos interesa sobre todo cómo ha afectado el desarrollo del proyecto a las personas que han participado en él desde el punto de vista de la modificación de sus relaciones, de la organización de los trabajos, de los procesos generados, de lo que han aprendido... Es un tipo de evaluación con unas características tan determinadas que nadie le llama evaluación, sino “sistematización de experiencias”. Es una expresión ya acuñada de manera diferenciada porque efectivamente constituye un dominio de experiencia con rasgos propios. Sin embargo tiene similitudes con la evaluación pues, en definitiva, en ambos casos se trata de procesos de análisis en los que se integra la relación entre distintas variables, y que terminan con una serie de conclusiones. Por lo tanto es pertinente que cualquier persona que se dedique a la evaluación de proyectos conozca la sistematización de experiencias; o al menos que conozca su existencia. Una definición de sistematización es la siguiente: “La sistematización es aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo”. Oscar Jara (1998), “Para sistematizar experiencias”. Ed. Alforja. San José. Sin embargo en este artículo vamos a centrar la atención en el segundo enfoque por lo que, para un conocimiento más a fondo de la sistematización de experiencias recomendamos la lectura del artículo publicado en la siguiente página web http://www.ucm.es/info/IUDC/revista/redc4/carmona.pdf donde se explica cómo se hizo un trabajo de sistematización en un proyecto concreto (por cierto que en ese artículo también se incluye una crítica, aunque superficial, al método que explicaremos). En http://www.alforja.or.cr/sistem/sistemat_verger.pdf se encuentra un artículo de carácter introductorio a la sistematización de experiencias pero con un enfoque más teórico que el presentado en la anterior dirección. Finalmente, una página que se actualiza frecuentemente y donde se pueden encontrar numerosos trabajos y artículos relacionados con la sistematización es http://www.alforja.or.cr/sistem/biblio.html. 9 2.1 LA EVALUACIÓN EN LA GESTIÓN DEL CICLO DEL PROYECTO La Gestión del Ciclo del Proyecto, GCP2, es el método adoptado por la Comisión Europea para la gestión de los proyectos de cooperación que apoya. La más conocida de las etapas que integran ese ciclo es la del Enfoque del Marco Lógico, EML, diseñada para la planificación de proyectos, y que incluye la Matriz de Planificación del Proyecto, MPP, donde se encuentran los elementos centrales de la acción planificada. Antes que nada hay que señalar que para comprender cabalmente el método de evaluación que explicaremos más adelante, es necesario conocer el significado de las distintas partes que se incluyen en la MPP, por lo que si no es este el caso sería conveniente detener la lectura de este trabajo y repasar el EML en alguno de los numerosos manuales que existen. La MPP siempre tiene 4 columnas y 4 filas, además de un apartado para señalar las “condiciones previas”. Esquema de la Matriz de Planificación del Proyecto LÓGICA DE INTERVENCIÓN INDICADORES FUENTES DE VERIFICACIÓN HIPÓTESIS Objetivos Generales Objetivo Específico Resultados Actividades Recursos Costes Condiciones previas Como vemos, hay 6 cuadros sombreados para destacarlos del resto porque la información contenida en cada uno de ellos es la que se utiliza para establecer el método de evaluación basado en la GCP. Se parte de establecer distintas relaciones entre esos 6 elementos para llegar a determinar áreas de análisis en la evaluación que se aplicarán sistemáticamente. Reproducimos el cuadro de la página 6 en donde se habían presentado de manera muy esquemática los elementos que intervienen en un proyecto y que, por lo tanto serán de interés para la evaluación. ...tendrá un efecto en la comunidad. Tendrá un efecto no previsto fuera o dentro de la comunidad. ..alcanzar algún objetivo que Hay una vinculación clara entre Acciones planificadas para... ese cuadro y la MPP, lo que hace ésta última es desarrollar algunos de los conceptos incluidos en el esquema. Otras acciones no relacionadas con el proyecto 2 Más conocido en la literatura internacional por su siglas en inglés: PCM, Project Cycle Management. 10 Las “acciones planificadas” son las Actividades, pero en la MPP se señala que para poder hacerlas necesitaremos unos Insumos en forma de recursos (personas, vehículos, edificios para administración...) que tendrán unos costes monetarios. Y además, esas actividades una vez concluidas nos habrán llevado al logro de unos Resultados (parcelas con sistemas de riego, gente capacitada...). Es decir en la MPP se amplia considerablemente el concepto de “acciones planificadas” aportando más información para poder definir un método de evaluación. En lo que se refiere al “objetivo” del cuadro (“algún objetivo”), en la MPP se habla de dos tipos de objetivos el Específico y los Generales. El Objetivo Específico es el que se deriva de manera inmediata tras la consecución de los resultados, podría ser por ejemplo un aumento en la productividad de los campos cultivados. Y los Objetivos Generales, que se derivan a su vez del Objetivo Específico, podrían ser un aumento en los ingresos de las familias, una mejora de la alimentación, etc. Y, como veremos enseguida, hasta aquí es a donde llega la utilidad, es decir el aprovechamiento, del EML para definir la metodología de evaluación de la GCP. Esta metodología incorpora otras consideraciones además de las citadas: insumos, actividades, resultados y objetivos; pero esas otras consideraciones no parten de lo que está definido en la MPP sino de otras cuestiones que están fuera de dicha Matriz. Y esas cuestiones se refieren a los dos cuadros del esquema básico reproducido anteriormente que no están incluidos en la MPP. Es decir, que ocurre con las “otras acciones no relacionadas con el proyecto” que interfieren en él; y con los efectos del proyecto “fuera de la comunidad”. Ninguno de estos aspectos se contempla en la MPP, sin embargo sí se consideran en la metodología de evaluación de la GCP, y esta es una de sus contribuciones a la disciplina de la evaluación de proyectos de cooperación. Vamos a ver los criterios de evaluación, es decir los temas en los que debemos centrar la atención en nuestro trabajo de investigación, que propone el Comité de Ayuda al Desarrollo y que han sido integrados en la metodología de la GCP. Estos criterios son: 1) Eficacia, 2) Eficiencia, 3)Pertinencia, 4) Impacto, y 5) Viabilidad – Sostenibilidad3. 2.1.1 Eficacia del proyecto Cualquier medio que dispongamos para alcanzar unos objetivos es eficaz si consigue dichos objetivos. Podríamos decir en este caso que no importa tanto el contenido de los medios planificados en el proyecto sino el logro de los fines. Si se consiguen los objetivos planificados entonces podríamos afirmar que el proyecto ha sido eficaz. Idénticas consideraciones cabría hacer sobre los resultados: si se han conseguido entonces se puede afirmar que el proyecto ha sido eficaz. Por lo tanto el criterio de “Eficacia” considera los Resultados de la MPP con el Objetivo Específico (OE) también incluido en ella. Esto es lo que se propone en la metodología, pero parece razonable incluir también los Objetivos Generales, siempre que tengan asociados indicadores objetivamente verificables. 3 A lo largo de la exposición que sigue se plantean algunas reinterpretaciones de los citados criterios, por lo tanto se hacen afirmaciones que pueden diferir de las que se encuentran en la mayoría de los manuales editados para divulgar la evaluación. Sin embargo, cuando esto ocurra se señalará claramente para que quien lo desee pueda contrastar la interpretación que se hace en este documento de algunos criterios, con lo que se afirma en la mayoría de los manuales. 11 Así que la persona que realiza la evaluación del proyecto debería considerar, en primer lugar, el grado de consecución de los objetivos y resultados planteados inicialmente. Para ello acudiríamos a los indicadores de la MPP, y a partir de ahí podríamos comenzar a considerar la eficacia del proyecto. Este es un punto importante porque en no poca literatura sobre evaluación se considera a los indicadores de la MPP como el elemento central en el trabajo de evaluación. Sin embargo lo cierto es que esos indicadores son simplemente el punto de partida de la evaluación. Es decir, lo primero que hay que hacer es verificar el grado de cumplimiento de los indicadores planificados. Pero esto es simplemente constatar un hecho, lo cual como hemos dicho anteriormente pertenece al ámbito del seguimiento más que al de la evaluación. Lo característico de la evaluación es “la valoración” y aquí, en el criterio de la eficacia, hay que valorar dos tipos de cuestiones. 1. ¿Por qué ha habido variaciones importantes en los indicadores? En el caso de que no las haya habido no es tan relevante preguntarse por el motivo por el que los indicadores se alcanzaron. Es decir, desde el punto de vista de la Eficacia, indagaciones en el sentido que apunta la pregunta normalmente sólo devolverán informaciones de interés en el caso de que nos encontremos ante desviaciones significativas. 2. Pero tan importante como esa pregunta, y en todos los casos, es decir independientemente del grado de cumplimiento de objetivos, es valorar hasta qué punto el logro del OE es efectivamente consecuencia de los Resultados. Es decir se trata de saber si la consecución del OE se explica al 100% por la existencia de los resultados planificados, o si han podido ocurrir circunstancias en el entorno y ajenas a los contenidos del proyecto que expliquen en cierta proporción el OE4. Para ayudarnos de forma visual con la explicación sobre la “Eficacia” utilizaremos el gráfico que se reproduce en la página siguiente y que es simplemente un desarrollo, una ampliación, del expuesto en la página anterior y que sigue el esquema propuesto por el EML (leído de abajo arriba): Se han sombreado los cuadros “Resultados”, “Objetivo Específico” y “Objetivos Generales” para destacar que son estas tres partes del proyecto planificado las que interesan en la evaluación sobre la Eficacia del proyecto, y no las otras dos: insumos y actividades. Por lo tanto, como punto de partida, hay que centrar el análisis en el nivel de consecución de resultados y de objetivos. Esto significa que el trabajo de evaluación comienza por una actividad de seguimiento: constatar en qué grado se han cumpli- Objetivos Generales. Objetivo Específico que contribuye al logro de unos... Otras acciones no relacionadas con el proyecto Resultados que nos llevarán a conseguir un... Actividades con las que conseguimos unos... Partimos de unos Insumos (personas, bienes y dinero) que son necesarios para realizar unas... 4 Esta es una interpretación del criterio Eficacia. En la gran mayoría de la literatura existente dicho criterio se refiere únicamente al grado de consecución del OE y de los resultados. 12 dos los indicadores de los dos componentes mencionados. En el caso de que haya desviaciones significativas entre los indicadores planificados y los conseguidos, lógicamente habrá que indagar por los motivos de esa divergencia, lo que nos podría llevar a explicaciones que tienen que ver con las actividades (mal organizadas, por ejemplo) o con los insumos (insuficientes, también por ejemplo), lo cual se relaciona con el criterio de la Eficiencia, como veremos enseguida. Es decir, el análisis por criterios (Eficacia, Eficiencia, Pertinencia...) no implica considerarlos como puntos de análisis estancos, como parcelas sin conexión con los demás criterios, al contrario: cada pregunta, cada línea de análisis que planteamos en la evaluación nos lleva a relacionar todos los componentes de la lógica de intervención, haciendo paulatinamente más complicado el análisis. Lo que propone este método es hacer preguntas de manera sistemática en relación a esos criterios para poder construir al final un juicio sobre el proyecto evaluado, aunque ese juicio, compuesto por una serie de conclusiones y apreciaciones, no se estructure necesariamente en función de los criterios que propone el CAD. Además, en el esquema se ha intercalado un recuadro entre resultados y OE: “Otras acciones no relacionadas con el proyecto”. Porque como decíamos, no sólo se trata de constatar el grado de cumplimiento de los indicadores, también hay que asegurar que los resultados, y sólo ellos, son la causa del OE. Esta es una cuestión verdaderamente complicada de determinar, porque al tratarse de acciones ajenas al proyecto no está identificado previamente su origen, y la variedad de puntos de análisis puede ser bastante grande. En los dos cuadros de la derecha se incluyen los indicadores planificados para un Objetivo Específico que es consecuencia de 3 resultados. Supongamos que una persona va a evaluar este proyecto después de 6 meses de concluido. Como decimos, lo primero que hay que hacer es analizar la Eficacia; y dentro de este criterio comprobar el grado de consecución de los indicadores. Supongamos también que esa persona encuentra que todos los indicadores se han conseguido al 100%. Entonces lo siguiente que tendría que hacer es verificar la relación de causalidad entre resultados y OE. ¿Por dónde empezar a investigar? Lamentablemente para esto no hay método, en este punto se trata de preguntar a entidades sanitarias locales, a enseñantes o, de manera muy principal, a las madres que normalmente son las que se responsabilizan en mayor grado de la salud de sus hijos e hijas. OG1: Reducido el absentismo escolar OG2: Reducida la tasa de mortalidad de menores de 5 años. OE: Reducida en un 10% la incidencia de enfermedades gastrointestinales en la población menor de 10 años después de 12 meses de iniciado el proyecto Se han instalado fuentes públicas R.1: 400 escolares participan en las campañas de sensibilización sobre higiene realizadas en los 6 primeros meses de ejecución del proyecto. R.2: Instaladas 80 letrinas en otros tantos hogares a lo largo de 10 meses. R.3: 160 madres y padres participan en 1 taller de capacitación sobre higiene de er 15 horas de duración en el 1 mes. A título de ejemplo citamos tres casos que explicarían el logro del OE sin que éste tenga ninguna relación de causa – efecto con los resultados planificados. 13 - La incidencia de enfermedades gastrointestinales es cíclica y coincide con los periodos de emigración temporal de las madres en épocas de cosecha. Con fondos de un proyecto Estatal se han instalado fuentes públicas para el abastecimiento de agua. La persona responsable del centro de salud es nueva y está llevando por su cuenta un trabajo orientado a reducir ese tipo de enfermedades. Y podría haber muchas otras situaciones, que explicasen la desconexión entre OE y Resultados a pesar de las apariencias en sentido contrario. En esos tres casos mencionados la situación es positiva ya que ayudan al logro del OE, pero también podría ser al contrario. Si no se ha alcanzado dicho Objetivo puede ser porque los Resultados estaban mal planificados, es decir por causas internas, o también porque a pesar de estar correctamente identificados esos Resultados ocurrió algo externo que lo impidió. Pero en este caso, puede ser que la información sobre esas circunstancias sí esté dentro la Matriz de Planificación en la columna de las Hipótesis, o aunque no estuviera allí sería más evidente identificar el hecho que ha impedido llegar al OE o a no conseguir los resultados. Por ejemplo, porque no se consideró en su momento la compatibilidad entre el horario del taller y las cargas de trabajo de las mujeres, lo que les impidió asistir a las clases y luego poner en práctica las medidas sobre higiene. 2.1.2 Eficiencia del proyecto La Eficiencia es una apreciación sobre la adecuación que existe entre unos resultados y los medios dispuestos para conseguirlos. Un proyecto será más eficiente cuando, comparado con otro, consigue más o mejores resultados utilizando los mismos insumos. Por lo tanto la Eficiencia vincula insumos y resultados, aunque haciendo una interpretación más amplia también se pueden integrar en el análisis de este criterio las actividades. Tiene sentido hacerlo así porque la Eficiencia, en el sentido intuitivo del término, también se refiere a la manera de organizar las actividades, del tiempo que se dedica a ellas, de la manera de asignar responsables para su realización... Por lo tanto en el cuadro adjunto hemos destacado los tres niveles más básicos de la Matriz de Planificación: Insumos (personas, bienes y dinero), Actividades y Resultados. Las preguntas de partida que hay que hacer en relación a la Eficacia son muy sencillas: 1) ¿Podríamos haber utilizado menos recursos para realizar las mismas actividades?, 2) ¿Podríamos haber organizado mejor las actividades para llegar a los mismos resultados? Objetivos Generales. Objetivo Específico que contribuye al logro de unos... Resultados que nos llevarán a conseguir un... Actividades con las que conseguimos unos... Partimos de unos Insumos (personas, bienes y dinero) que son necesarios para realizar unas... Para encontrar respuestas con suficiente contenido como para emitir un juicio de valor sobre este criterio, podemos plantearnos esas preguntas en dos direcciones: hacia el interior del proyecto, por un lado, y hacia el exterior por otro lado. 14 En el primer caso no es necesario establecer comparaciones con otros proyectos, sólo nos fijamos en los componentes del proyecto evaluado. Por ejemplo la compra de un camión con una capacidad de carga de 20 toneladas, cuando la máxima producción prevista incluso en proyecciones a 10 años vista es de 10 toneladas. Cuestión muy diferente es cuando para analizar la Eficiencia de un proyecto tenemos que establecer algún tipo de comparación con otro u otros proyectos. Por ejemplo, en el caso de la construcción de viviendas si nos dicen que el costo unitario ha sido de 3.000 € o de 5.000 €, en principio, no podemos decir nada. Sólo cuando comparemos un número suficientemente grande de proyectos de vivienda en lugares con similares características podremos llegar a determinar si esas cantidades son ajustadas o no. Y aun así lo tendríamos que hacer con mucha cautela porque es imposible que en dos proyectos se den todas las condiciones necesarias para que sean efectivamente comparables. Siempre se presentará alguna circunstancia, algún matiz, que impida hacer esas comparaciones con el suficiente rigor. En el caso que estamos siguiendo como ejemplo para apoyar las explicaciones de los criterios de evaluación, tenemos desarrollados de manera un tanto esquemática los tres componentes de la Matriz del Planificación que relacionamos para analizar el criterio de la Eficiencia. Siguiendo lo apuntado más arriba, hacemos preguntas en primer lugar hacia el interior, es decir hacia lo que está planificado por el proyecto. Una cuestión de este tipo sería: ¿Es mejor la autoconstrucción que la contratación de mano de obra no cualificada? Esto es algo que tiene que ver con una decisión tomada en la planificación del proyecto, por eso decimos que es de carácter interior. En el otro sentido, habría que preguntarse si el precio de los materiales de construcción es adecuado, o si el precio final de cada letrina lo es también. En este caso habría que comparar los costos unitarios con los mismos costos registrados en un proyecto similar. Pero como decíamos, en el caso de que hubiese diferencias notables habría que tener mucha cautela antes de establecer las conclusiones, ya que el precio de los materiales puede variar en función de los gastos de transporte, o el precio del metro cuadrado de excavación puede ser diferente en función de las características del suelo. Por otra parte, la Eficiencia es un criterio que se puede analizar desde el punto de vista económico; es decir de la comparación entre los costes –sobre todo moneta- R.1: 400 escolares participan en las campañas de sensibilización sobre higiene realizadas en los 6 primeros meses de ejecución del proyecto. R.2: Instaladas 80 letrinas en otros tantos hogares a lo largo de 10 meses. R.3: 160 madres y padres participan en 1 taller de capacitación sobre higiene de 15 horas de duración en el 1er mes. A.1.1: Establecer acuerdos de colaboración con las 3 escuelas. A.1.2: Capacitar al profesorado para que lleve a cabo la campaña. A.1.3: Comprar los materiales que se utilizarán en la campaña. A.1.4: Realizar el seguimiento desde el proyecto para garantizar que se hacen las actividades programadas. A.2.1: Comprar los materiales de construcción. A.2.2: Alquilar equipo para la excavación. A.2.3: Capacitar a las familias para la construcción de las letrinas. A.2.4: Organizar los grupos de trabajo para la autoconstrucción. A.2.5: Capacitar a las familias sobre el uso de las letrinas. A.3.1: Organizar las jornadas en las que se realizará el taller. A.3.2: Editar los materiales didácticos que servirán de apoyo. A.3.3: Preparar cuestiones logísticas (medios, local, refrigerios...) INSUMOS 1 Coordinadora 1 Facilitadora Materiales didácticos Materiales const. Alquiler equipos Alquiler locales Funcionamiento TOTAL COSTE (€) 10.000 8.000 500 35.000 3.000 200 1.600 58.300 15 rios, pero también valorizados- con los beneficios –casi nunca expresables en términos monetarios. Es lo que se denomina Análisis Coste Efectividad y Análisis Coste Utilidad. Estos tipos de análisis no están muy extendidos en la evaluación de proyectos de cooperación, y sin duda que si se desarrollasen podrían aportar información útil, desde otro punto de vista diferente al habitual. 2.1.3 Pertinencia del proyecto En la 22ª edición del Diccionario de la Real Academia se define la palabra pertinente, en su segunda acepción, como algo que viene a propósito. Y nos podemos preguntar: a propósito de qué. Y la respuesta, en relación al criterio Pertinencia del método que estamos exponiendo, es a propósito de todo lo que está en el entorno del proyecto. La respuesta es demasiado amplia pero es que el análisis de la Pertinencia de un proyecto puede alcanzar a muy diversos ámbitos, desde lo más pequeño y cercano hasta lo más macro. Antes de seguir explicando el concepto de Pertinencia conviene aclarar que en todos los manuales de evaluación se vincula el análisis de la Pertinencia con Objetivos Generales, Objetivo Específico y Resultados. Pero en el cuadro adjunto sólo se destaca el OE por los motivos que explicaremos más adelante. Objetivos Generales. Objetivo Específico que contribuye al logro de unos... Resultados que nos La Pertinencia, por lo tanto, es una valorallevarán a conseguir un... ción sobre lo adecuado del enfoque adoptado por el proyecto en relación al contexto en el que se realiza. No sería Actividades con las que pertinente, por ejemplo, un proyecto conseguimos unos... orientado al cultivo de alguna variedad agrícola para exportación, cuando existe una política gubernamental explícita que Partimos de unos se orienta hacia la producción para Insumos (personas, consumo interno con el objetivo de paliar bienes y dinero) que son el desabastecimiento de los mercados. necesarios para realizar unas... Esta sería una consideración sobre la Pertinencia de un proyecto desde una perspectiva macro, atendiendo al contexto de una política nacional. Pero también se puede abordar desde un punto de vista micro, atendiendo a la realidad más cercana y cotidiana de las comunidades. Este nivel de análisis es mucho más importante que el macro para la gran mayoría de los proyectos que realizan las ONGs, porque dichos proyectos normalmente no tienen la envergadura suficiente como para influir, ni en sentido positivo ni en sentido negativo, en las políticas nacionales. En la evaluación de ese tipo de proyectos es más relevante considerar la Pertinencia en relación al entorno próximo, ya que lo que interesa es saber en qué medida interacciona el proyecto con las relaciones de grupo, con los cultivos de la comunidad, con el fortalecimiento de organizaciones..., cuestiones todas ellas que están en el ámbito de influencia del proyecto. Todo lo demás, la política regional, los acuerdos de comercio exterior, el presupuesto nacional de gasto... son cuestiones que discurren sin verse afectadas por el proyecto en cuestión. Por este motivo el análisis de la Pertinencia, en el caso de los proyectos de mediana evergadura, hay que ponerlo en relación con el ámbito en el que influye de manera más o menos significativa. 16 En el ejemplo que vamos siguiendo a lo OE: Reducida en un 10% la incidencia largo de este escrito, el Objetivo Específide enfermedades gastrointestinales en la co es el del recuadro. Y la pregunta que población menor de 10 años después de 12 meses de iniciado el proyecto nos debemos hacer es si era este el mejor de los proyectos posibles. Si el proyecto se planificó según el Enfoque del Marco Lógico, entonces se habría determinado este OE en la etapa de “Análisis de Estrategias”. Ante diferentes opciones de trabajo, por ejemplo escolarización, atención sanitaria, nutrición de menores, se optó por la prevención sanitaria y esto se habría hecho atendiendo a las distintas variables que el equipo de planificación consideró oportuno integrar en ese análisis de estrategias. En el trabajo de evaluación, el análisis de la Pertinencia consiste en contrastar si esa es la mejor decisión o por el contrario había otras alternativas mejores o que simplemente plantean alguna duda razonable sobre su elección. Decíamos antes que en los manuales que explican esta metodología de evaluación se relacionan siempre los Objetivos Generales, el Objetivo Específico y los Resultados de la Matriz de Planificación del Proyecto en el análisis de la Pertinencia. De modo que en realidad se deberían haber sombreado estos tres componentes y el ejemplo quedaría como sigue. Pero la propia mecánica de elaboración de la Lógica de Intervención establece que los objetivos generales son condiciones o estados de la realidad que se derivan del OE, y éste a su vez es consecuencia de los resultados. De modo que dicho Objetivo actúa como nexo de unión entre el nivel inferior de Resultados y el superior de Objetivos Generales. Así que si nos preguntamos por la Pertinencia del OE en realidad también lo estamos haciendo por la de los Objetivos Generales, ya que no sería normal afirmar que estos Objetivos no son pertinentes pero sí lo es el OE. Y de la misma manera no parece muy razonable decir que los Resultados no son pertinentes y que sí lo es el OE. En este caso se puede valorar si el conjunto de resultados planificados es el mejor para llegar al citado Objetivo, pero este tipo de análisis pertenece al criterio de la Eficacia como hemos explicado más arriba. OG 1: Reducido el absentismo escolar OG 2: Reducida la tasa de mortalidad de menores de 5 años. OE: Reducida en un 10% la incidencia de enfermedades gastrointestinales en la población menor de 10 años después de 12 meses de iniciado el proyecto R.1: 400 escolares participan en las campañas de sensibilización sobre higiene realizadas en los 6 primeros meses de ejecución del proyecto. R.2: Instaladas 80 letrinas en otros tantos hogares a lo largo de 10 meses. R.3: 160 madres y padres participan en 1 taller de capacitación sobre higiene de 15 horas de duración en el 1er mes. Por estos motivos, y para hacer más claro el análisis de la evaluación (también la explicación del método), parece conveniente centrarse en el Objetivo Específico que, a fin de cuentas, tiene que ver con la estrategia del proyecto es decir con su enfoque, y en realidad, como decíamos al principio, la Pertinencia es el análisis del enfoque adoptado por el proyecto en un contexto determinado. Aunque no hay un método preciso para llegar a determinar la Pertinencia de un proyecto, es muy aconsejable preguntar repetidamente a grupos y personas en situaciones de entrevista o en encuentros informales sobre cuáles consideran que son los principales problemas de su comunidad. Y esto hacerlo por separado a hombres y mujeres. Normalmente las respuestas son diferentes, porque las preocupaciones 17 están en temas distintos también. De este modo se podría llegar a establecer alguna conclusión sobre la Pertinencia del proyecto, en el sentido de si responde a inquietudes de la comunidad o sólo a una parte de ella. 2.1.4 Impacto Normalmente el impacto de un proyecto se suele definir en relación a sus efectos tanto si se han previsto como si no. Pero ese tipo de definiciones pueden dar lugar a alguna confusión metodológica que, al igual que ocurría con el caso de la Pertinencia, hagan un poco más borroso el análisis de la evaluación. En realidad sería mejor fijarse únicamente en los efectos no previstos por el proyecto, ya que los que sí lo estaban se encuentran definidos en la Matriz de Planificación del Proyecto, y por lo tanto se trata sencillamente de constatar su cumplimiento: se han reducido las enfermedades gastrointestinales, ha aumentado la asistencia a la escuela..., es decir esto tiene que ver con la Eficacia tal como la hemos definido en el apartado correspondiente. Además, en los manuales que explican el método de evaluación se dice que para aplicar este criterio hay que centrar la atención en el nivel superior de la Lógica de Intervención: Objetivos Generales y Objetivo Específico, considerando los efectos que se hayan podido derivar de su realización. Sin embargo es evidente que dichos efectos también pueden ser consecuencia de los resultados y de las actividades. Por este motivo hemos sombreado esos cuatro componentes, ya que son a los que debemos prestar atención cuando evaluamos el impacto de un proyecto. Se podría considerar que los insumos también podrían tener algún efecto no previsto en la comunidad o fuera de ella, pero esto, en el caso de los proyectos medianos, suele ser más infrecuente. Objetivos Generales. Objetivo Específico que contribuye al logro de unos... Resultados que nos llevarán a conseguir un... Tendrán unos efectos no previstos fuera o dentro de la comunidad. En cualquier caso, lo que siempre Actividades con las que ocurre es que el hecho de realizar conseguimos unos... un proyecto en una comunidad tiene unas consecuencias no previstas inicialmente; consecuenPartimos de unos cias que pueden ser positivas o Insumos (personas, negativas, y que se pueden prebienes y dinero) que son sentar con un grado de incidencia necesarios para realizar elevado o débil. El trabajo de unas... evaluación del Impacto consiste en desvelar esas consecuencias y extraer conclusiones de ellas. Posiblemente este criterio sea el más difícil de tratar en comparación con los otros cuatro, ya que los efectos, al no estar previstos, puede que permanezcan ocultos y resulte complicado evidenciarlos. Esto es cierto sobre todo si se trata de una evaluación externa, en donde el grado de confianza entre comunidad y evaluador/a casi nunca es óptimo, y además el tiempo suele ser escaso. No obstante, para valorar el impacto del proyecto, además de otras líneas de análisis, hay que considerar sistemáticamente el efecto que ha podido tener la realización de los componentes mencionados en las mujeres y en los hombres. En este sentido, sea por omisión o por 18 acción, los proyectos nunca son neutrales y contribuyen a variar en un sentido o en otro y en una proporción significativa o menor, las relaciones de género que existían antes del inicio del proyecto. De ahí la importancia de investigar en este tema de manera sistemática, junto a otras cuestiones que son más difíciles de establecer a priori. En el ejemplo que estamos siguiendo se podrían presentar los siguientes impactos, considerados como efectos no previstos y tanto en un sentido positivo como negativo. A nivel de Objetivos Generales: OG 1: Reducido el absentismo escolar - Disminuye la emigración. OG 2: Reducida la tasa de mortalidad de menores de 5 años. - Las autoridades públicas estatales asignan más presupuesto a la escuela (al haber más estudiantes) - Las madres disponen de más tiemOE: Reducida en un 10% la incidencia po. A nivel de Objetivo Específico: - Aumenta el trabajo infantil. - Se reduce el gasto en medicamentos. A nivel de Resultados: - Unas pocas familias en cuyos hogares no se instalaron letrinas por falta de presupuesto se sienten discriminadas y se ha generado un conflicto nuevo en el conjunto de la comunidad. - Las mujeres se sienten menos valoradas que antes porque no han podido asistir a todos los talleres debido a sus horarios, y los hombres les han transmitido los conocimientos a ellas, reforzando su papel de cuidadoras de la salud de hijos e hijas. A nivel de Actividades: - Los grupos de trabajo se constituyen como organización estable para hacer otros trabajos comunitarios. - Hombres y mujeres aprenden albañilería a nivel básico, y los hombres encuentran trabajos esporádicos relacionados con este oficio en comunidades próximas. - El tiempo dedicado a realizar las actividades ha interferido en los trabajos productivos y en los de los hogares. de enfermedades gastrointestinales en la población menor de 10 años después de 12 meses de iniciado el proyecto R.1: 400 escolares participan en las campañas de sensibilización sobre higiene realizadas en los 6 primeros meses de ejecución del proyecto. R.2: Instaladas 80 letrinas en otros tantos hogares a lo largo de 10 meses. R.3: 160 madres y padres participan en 1 taller de capacitación sobre higiene de 15 horas de duración en el 1er mes. A.1.1: Establecer acuerdos de colaboración con las 3 escuelas. A.1.2: Capacitar al profesorado para que lleve a cabo la campaña. A.1.3: Comprar los materiales que se utilizarán en la campaña. A.1.4: Realizar el seguimiento desde el proyecto para garantizar que se hacen las actividades programadas. A.2.1: Comprar los materiales de construcción. A.2.2: Alquilar equipo para la excavación. A.2.3: Capacitar a las familias para la construcción de las letrinas. A.2.4: Organizar los grupos de trabajo para la autoconstrucción. A.2.5: Capacitar a las familias sobre el uso de las letrinas. A.3.1: Organizar las jornadas en las que se realizará el taller. A.3.2: Editar los materiales didácticos que servirán de apoyo. A.3.3: Preparar cuestiones logísticas (medios, local, refrigerios...) 19 En fin, la relación de impactos puede ser muy amplia, y sobre todo variada en los temas a los que se refiere. La dificultad de esta parte del análisis en la evaluación consiste en revelar esos temas y calibrar su grado de incidencia en la comunidad. 2.1.5 Viabilidad También en este criterio se presenta alguna confusión acerca del contenido al que se refiere la palabra viabilidad, ya que se usa indistintamente junto con la palabra sostenibilidad. De hecho, en las definiciones que se dan en algunos manuales se habla de viabilidad pero cuando se explica su contenido se está hablando en realidad de sostenibilidad, y viceversa. Para aclarar este punto recurrimos nuevamente al diccionario y encontramos (interpretando las definiciones) que viabilidad5 se refiere a la factibilidad de hacer algo con los medios dispuestos para ello, mientras que sostenibilidad es la capacidad para mantener un resultado sin ayuda externa. Se trata por lo tanto de conceptos muy distintos que de manera inexplicable se suelen asociar en la mayoría de los textos sobre evaluación. En la evaluación, el criterio de Viabilidad consiste en la valoración de la relación, apropiada o no, que existe entre: 1. Los insumos planificados para hacer un conjunto de actividades. ¿Se han considerado adecuadamente las necesidades de personal para hacer todas las actividades planificadas?, ¿Se ha presupuestado el dinero suficiente para hacer frente a todos los gastos que generarán las actividades?, ¿Tenemos los medios (vehículos, ordenadores para administración, oficinas...) necesarios para que las actividades se realicen con normalidad. 2. Las actividades planificadas para alcanzar unos resultados. 3. El conjunto de resultados que deben ser suficientes para alcanzar el Objetivo Específico. 4. Y éste para contribuir al logro de los Objetivos Generales. Objetivos Generales. Objetivo Específico que contribuye al logro de unos... Resultados que nos llevarán a conseguir un... Actividades con las que conseguimos unos... Partimos de unos Insumos (personas, bienes y dinero) que son necesarios para realizar unas... Si se observa alguna deficiencia en esa relación entonces el proyecto no será viable en el sentido de que será imposible o bien iniciar el proyecto, o bien alcanzar los indicadores de resultados y objetivos. En este sentido es importante destacar que hay diferencias importantes entre una evaluación ex ante y otra ex post para considerar el criterio de Viabilidad. En el primero, cuando se hace una evaluación del proyecto planificado antes de ponerlo en 5 Excluyendo el concepto de viabilidad financiera que se refiere a la rentabilidad de una inversión. 20 marcha, el análisis de la Viabilidad es de suma importancia, posiblemente el criterio más relevante de todos los que se consideran. Porque de la evaluación se obtendrá información sobre la posibilidad de OG 1: Reducido el absentismo escolar comenzar a realizar el proyecto tal como OG 2: Reducida la tasa de mortalidad de menores de 5 años. está planificado, es decir si con los insumos previstos tenemos seguridad de que no habrá problemas para hacer las actividades. Y esto es útil para la organiOE: Reducida en un 10% la incidencia zación encargada de ponerlo en marcha de enfermedades gastrointestinales en la en el futuro inmediato. Otra cosa es si las población menor de 10 años después de actividades nos conducirán a los resulta12 meses de iniciado el proyecto dos y éstos a los objetivos, porque al tratarse de una evaluación ex ante eso ocurrirá, o no, mucho tiempo después, y R.1: 400 escolares participan en las cuanto más lejos vamos hacia el futuro campañas de sensibilización sobre más difícil es predecir lo que ocurrirá, y higiene realizadas en los 6 primeros por lo tanto las propuestas de quien meses de ejecución del proyecto. R.2: Instaladas 80 letrinas en otros evalúa el proyecto serán más cuestionatantos hogares a lo largo de 10 meses. bles o más inconsistentes. Sin embargo la R.3: 160 madres y padres participan en vinculación entre insumos y actividades es 1 taller de capacitación sobre higiene de er algo mucho más inmediato, por eso es 15 horas de duración en el 1 mes. recomendable hacer una evaluación ex ante, y además externa para evitar la subjetividad, considerando la viabilidad A.1.1: Establecer acuerdos de (factibilidad) de que con los insumos planicolaboración con las 3 escuelas. A.1.2: Capacitar al profesorado para que ficados se puedan hacer las actividades lleve a cabo la campaña. programadas. Esta manera de interpretar el concepto de Viabilidad sugiere una relación muy directa con el de Eficiencia. En éste último decíamos que un proyecto será tanto más eficiente cuando con menos insumos consiga los mismos resultados. Y en el criterio de Viabilidad estamos diciendo que hay que analizar la posibilidad de hacer unas actividades, que conducirán a unos resultados, con determinados insumos. Hay una relación evidente porque, en parte, se mezclan en ambas definiciones los mismos componentes de la Lógica de Intervención: Resultados, Actividades e Insumos. La diferencia entre ambos conceptos se entiende mejor si los consideramos como dos caras de la misma moneda. En el caso de la Eficiencia valoramos sobre todo la actitud de ahorro, es decir que en la planificación del proyecto no se presupueste por encima de las necesidades; mientras que en el caso de la Viabilidad valoramos lo contrario, que no se queden cortos al identificar todos los medios necesarios para hacer unas actividades. A.1.3: Comprar los materiales que se utilizarán en la campaña. A.1.4: Realizar el seguimiento desde el proyecto para garantizar que se hacen las actividades programadas. A.2.1: Comprar los materiales de construcción. A.2.2: Alquilar equipo para la excavación. A.2.3: Capacitar a las familias para la construcción de las letrinas. A.2.4: Organizar los grupos de trabajo para la autoconstrucción. A.2.5: Capacitar a las familias sobre el uso de las letrinas. A.3.1: Organizar las jornadas en las que se realizará el taller. A.3.2: Editar los materiales didácticos que servirán de apoyo. A.3.3: Preparar cuestiones logísticas (medios, local, refrigerios...) INSUMOS 1 Coordinadora 1 Facilitadora Materiales didácticos Materiales const. Alquiler equipos Alquiler locales Funcionamiento TOTAL COSTE (€) 10.000 8.000 500 35.000 3.000 200 1.600 58.300 21 Se podría entonces interpretar que alguno de los dos criterios sobra porque cada uno de ellos es simplemente una valoración positiva o negativa del otro. Pero no es así, tiene sentido mantener ambos criterios diferenciados porque en el caso de la Viabilidad se considera la secuencia completa de la Lógica de Intervención, mientras que en el de la Eficiencia sólo se consideran Insumos, Actividades y Resultados. Para aclarar aún más la diferencia entre ambos criterios, consideremos, atendiendo a lo explicado, que un proyecto puede ser Viable y no Eficiente, y al revés, puede ser Eficiente pero no Viable. Para el caso del ejemplo que estamos siguiendo, sería oportuno preguntarse por ejemplo, en relación a la Viabilidad, si con tan solo dos personas (1 coordinadora y 1 facilitadora) es suficiente para garantizar la realización de los 12 tipos de actividades previstas en la Matriz de Planificación. Este tipo de preguntas, como ya hemos señalado, resultan especialmente oportunas en las evaluaciones ex ante. Y tendríamos que seguir hacia arriba cuestionando si el conjunto de esas 12 actividades programadas parecen suficientes para alcanzar los 3 resultados identificados que, en caso de conseguirlos, nos llevarán al Objetivo Específico y de éste se derivarán los dos Objetivos Generales definidos en la Matriz de Planificación del Proyecto. 2.1.6 Sostenibilidad Ya hemos comentado la diferencia entre los conceptos de viabilidad y sostenibilidad, por lo que parece oportuno separarlos e incluir la Sostenibilidad como un sexto criterio de análisis en la evaluación de proyectos de cooperación, aunque se debe tener en cuenta que esto no se hace así en ningún manual de evaluación: sólo hay cinco criterios y se termina con el de Viabilidad. En este caso no se puede seguir el mismo esquema de análisis propuesto por el método explicado en las páginas precedentes, relacionando ese esquema de análisis con unos u otros componentes de la Matriz de Planificación del Proyecto. Y esto es así porque el método de planificación basado en el Enfoque del Marco Lógico no tiene en cuenta ningún aspecto relacionado con la sostenibilidad del proyecto planificado. En ese método se tratan cuestiones que tienen que ver con los objetivos, las estrategias, los indicadores..., pero nada relacionado con las previsiones adoptadas para la sostenibilidad del Objetivo Específico. Esta cuestión no la contempla el método mencionado, por lo que hay que tratarla fuera de él; fuera de lo que está escrito en la Matriz de Planificación del Proyecto. Y en este tema cada sector de actividad requiere un tipo de análisis diferente: no es lo mismo, por ejemplo, valorar la sostenibilidad de una explotación ganadera que la de un proyecto que pretende la rehabilitación de un centro urbano declarado patrimonio de la humanidad. En la cooperación al desarrollo se presentan propuestas tan diferentes que es imposible establecer tan siquiera una pauta de mínimos para el análisis de la sostenibilidad. Y además, hay otros casos en los que no tiene sentido preguntarse por la sostenibilidad, a diferencia de lo que ocurre con los otros cinco criterios que sí se pueden considerar de manera sistemática en todos los proyectos, independientemente del sector al que pertenezcan. Por ejemplo ¿Tiene sentido preguntar por la sostenibilidad de un proyecto de alfabetización? Este es un trabajo que simplemente se hace, hay unas personas que aprenden a leer y a escribir, aquí termina el objetivo del proyecto y es muy poco relevante en una evaluación indagar sobre el 22 sostenimiento del objetivo; es decir sobre las posibilidades de que esas personas sigan sabiendo leer y escribir en el futuro sin ayuda externa. No tiene ningún sentido. Básicamente, la sostenibilidad se debe analizar en todos los proyectos que han previsto un Objetivo Específico para cuyo mantenimiento se necesitan unos ingresos monetarios, y en este sentido es muy importante considerar la fuente de esos ingresos. El caso más evidente es el de los proyectos productivos, que consisten en una inversión para crear una empresa que pretende vender un producto o un servicio. Pero también se debe aplicar en el caso de, por ejemplo, una escuela que se quiere abrir y que naturalmente tendrá unos gastos anuales de funcionamiento, o el de un sistema de abastecimiento de agua que necesitará un mantenimiento. Como hemos mencionado la casuística es muy amplia y en cada caso la sostenibilidad se deberá tratar de manera diferente. No obstante, el CAD ha identificado seis áreas de interés que pueden explicar en muchos casos la sostenibilidad de los proyectos. Se les llama Factores de Desarrollo y son los siguientes: - - - - - Políticas de apoyo de entidades públicas o privadas que están en el entorno del proyecto y en las que nos podemos apoyar para mejorar las posibilidades de sostenibilidad de nuestra acción. Esas entidades pueden ser, por ejemplo, delegaciones ministeriales en el departamento, otras ONGs que trabajan en sectores similares al de nuestro proyecto, etc. Aspectos institucionales. Todos los proyectos implican un aumento de las capacidades de gestión de las comunidades y organizaciones que están llevando a cabo el proyecto. En este punto se trata de analizar si se han previsto adecuadamente las necesidades de personal, su cualificación, su capacidad de trabajo... para asumir las nuevas responsabilidades que se derivan de la implementación del proyecto. Sostenibilidad económica, entendida de manera amplia, no sólo como un análisis de la rentabilidad de una inversión, sino como la estimación de los ingresos que serán necesarios para hacer frente a los gastos de operación. Factores tecnológicos. Una definición de tecnología aplicada a los proyectos de cooperación es: “La tecnología significa el conocimiento sistemático aplicado a la elaboración de un producto, a la utilización de un proceso o la realización de un servicio, así como las técnicas administrativas y de mercadotecnia involucradas”6. Es una definición muy amplia que sugiere que la tecnología se refiere a distintos ámbitos, producción, procesos de trabajo, administración... En este punto se trata de analizar la adecuación de las tecnologías transferidas con el proyecto a las capacidades y costumbres y de la población local. Aspectos socioculturales. Una cuestión muy importante que debe tener en cuenta la persona que evalúa, es el carácter artificial que tienen todos los proyectos de cooperación. Artificial en el sentido de que, normalmente, se promueve un proceso de desarrollo en un entorno en el que no hay recursos financieros propios para ponerlo en marcha. Es como una isla que busca la prosperidad en un entorno de pobreza. Y esto puede resultar, aunque parezca paradójico, muy agresivo para los equilibrios culturales, sociales y, en general, de relación comunitaria que se han ido construyendo a lo largo de décadas. En ocasiones, la fractura de esos equilibrios está en el origen del fracaso de proyectos. 6 Knut Samset “Evaluación de proyectos de ayuda al desarrollo”. Ed. IUDC y CEDEAL. Madrid 1997. 23 - Medio ambiente. En realidad los proyectos de tipo medio tienen pocas posibilidades de afectar al medio ambiente, y mucho menos de hacerlo hasta tal punto que impidan su propio desarrollo, es decir su sostenibilidad. Sin embargo siempre es importante considerar este factor porque normalmente las comunidades con las que se coopera están en medios físicos pobres, frágiles y castigados por la sobre explotación de recursos naturales que llevan a cabo grandes empresas. Por este motivo es conveniente considerar en la evaluación cuestiones como el uso del agua que hace la comunidad, el abastecimiento de combustible para cocinar, las prácticas productivas... 2.1.7 Resumen del método En resumen, el método de evaluación explicado desde 2.1.1 hasta 2.1.6 parte de la consideración de unas áreas de análisis: los componentes de la Matriz de Planificación del Proyecto, en relación con 6 temas de análisis que resultan de vincular de diferente manera esas áreas. ÁREAS DE ANÁLISIS EN LA MPP 1. Insumos 2. Actividades 3. Resultados 4. Objetivo Específico 5. Objetivos Generales TEMAS DE ANÁLISIS a) Eficacia b) Eficiencia c) Pertinencia d) Impacto e) Viabilidad f) Sostenibilidad Y esto se vincula de la siguiente manera: a) Eficacia b) Eficiencia c) Pertinencia d) Impacto e) Viabilidad f) Sostenibilidad 3. Resultados 4. Objetivo Específico 5. Objetivos Generales 1. Insumos 2. Actividades 3. Resultados 4. Objetivo Específico 2. Actividades 3. Resultados 4. Objetivo Específico 5. Objetivos Generales 1. Insumos 2. Actividades 3. Resultados 4. Objetivo Específico 5. Objetivos Generales El análisis está fuera de los componentes incluidos en la Matriz de Planificación del Proyecto. Se consideran los 6 factores de desarrollo. En definitiva, hasta aquí se han expuesto los criterios de evaluación asumidos internacionalmente, aunque se ha hecho interpretándolos de manera no plenamente coincidente con lo que se afirma en la mayoría de los manuales sobre el tema. Esto no es tan relevante, lo verdaderamente importante es, por una parte, lograr resumir en los 24 cinco criterios del CAD todo lo que puede ocurrir en relación a un proyecto, desde un nivel muy pequeño a otro muy general, y desde el entorno más próximo hasta su influencia más remota. Esto es lo importante porque permite conocer una realidad compleja a través de un método sencillo articulado en torno a unos pocos elementos del proyecto. Y en segundo lugar, otra cuestión importante es comprender el significado de lo que quiere decir cada uno de los criterios. No es tan relevante si hablamos de 5, 4 ó 6 criterios, lo que debemos saber es qué tipo de análisis se realiza en cada uno de ellos; es decir cuál es el objetivo y el procedimiento relativo a cada criterio. Antes de entrar en la parte práctica de la evaluación, conviene tratar tres temas que también pueden considerarse como aspectos metodológicos. Son: 1) los tipos de evaluación, 2) la recogida de información y 3) la definición de indicadores de base para la evaluación. 2.2 TIPOS DE EVALUACIÓN Entre las diversas clasificaciones que se pueden hacer sobre los tipos de evaluación hay dos que de manera especial conviene conocer porque según estemos en un tipo u otro, las características de la evaluación serán diferentes. Esa clasificación es según quien realice la evaluación y según el momento en el que se haga. 2.2.1 Según quien la realice - Interna. En este caso las personas que han estado llevando a cabo directamente el proyecto son quienes hacen el análisis de lo realizado a través de los criterios explicados más arriba, y de acuerdo al plan de trabajo que esas mismas personas diseñen. Tiene una gran ventaja, y es que los resultados de la evaluación, sus conclusiones y propuestas, serán interiorizados por la comunidad y por lo tanto su aplicación será mucho más fácil. En este tipo de evaluaciones se suelen señalar también inconvenientes, como por ejemplo que llevan mucho tiempo y que las personas no tienen porqué tener un conocimiento detallado del método, por lo que podrían encontrar dificultades para desarrollar el proceso de evaluación con fluidez. Sin embargo, el mayor inconveniente sea posiblemente el de la subjetividad. Al participar como analizadores/as y ser al mismo tiempo objeto del análisis, sería normal que algunas valoraciones o apreciaciones se hiciesen con ciertos sesgos derivados tanto de la tendencia a excluir la autocrítica, como del temor a ofender a parte de la comunidad (una parte que por ejemplo no se esforzó lo suficiente) lo que traería un conflicto. - Externa. La evaluación externa es normalmente encargada por la entidad que financia el proyecto (ONG o administración pública) a una persona con experiencia probada en el campo de la evaluación y en el sector al que pertenece el proyecto. El aspecto más positivo es que el trabajo se hará en un plazo de tiempo acotado y por lo tanto la entidad que lo encarga sabe que tendrá el informe en una fecha; y además ese trabajo se hará de acuerdo a un formato estándar que permite comparar diferentes evaluaciones así como facilitar su aplicación. Por el contrario, el inconveniente es justamente el reverso del argumento positivo descrito para el anterior tipo de evaluación: es difícil que la comunidad 25 asimile las conclusiones y propuestas que formula una persona que ha estado durante unas semanas haciendo una investigación. En las páginas que siguen todos los aspectos que se tratan se hacen pensando en este tipo de evaluaciones externas. - Mixta. En este caso participa una persona ajena a la comunidad y lo hace como experta en la metodología de evaluación, mientras que esa comunidad actúa como agente que realiza la evaluación. La función de la experta no es tanto hacer la investigación sino conducirla, facilitar el proceso de análisis realizado por la comunidad cubriendo todas las etapas de la metodología. Al igual que en el caso de la evaluación interna, hacer una evaluación mixta lleva mucho tiempo y esto puede ser un inconveniente porque el costo de la persona contratada puede ser de tal magnitud que no guarde relación con el monto total del proyecto evaluado. 2.2.2 Según el momento - Ex ante. La evaluación se realiza una vez planificado el proyecto y antes de comenzar su ejecución. Lógicamente en este momento será más importante el análisis de unos criterios que de otros. Por ejemplo el de Impacto apenas puede ser valorado, ya que esos impactos se producirán mucho tiempo después y será difícil hacer consideraciones sobre él. Por el contrario, la Viabilidad es un criterio de análisis central en una evaluación ex ante por los motivos que ya se han explicado con detalle en el apartado 2.1.5. De modo que quien haga la evaluación tendrá que definir, de acuerdo al momento en que nos encontramos, cuáles son los objetivos del trabajo y a partir de él hacer el plan de trabajo. - Intermedia. La evaluación se realiza a mitad de la ejecución del proyecto. Normalmente esto se hace en el caso de proyectos grandes con un número importante de componentes en marcha y relacionados entre sí. Pasado un tiempo tras el inicio del proyecto, cuando ya se está desarrollando plenamente, conviene hacer un alto para observar y valorar a través de la evaluación el rumbo que va tomando el proyecto, los problemas que se presentan, las desviaciones que aparecen..., y en el caso de que sea oportuno tomar las medidas necesarias para reconducir el proyecto. - Final. La evaluación se realiza una vez concluido el proyecto y preferentemente después de transcurrido un tiempo, uno, dos o más años. En esta situación, cuando los resultados ya han tenido la oportunidad de prestar los bienes o servicios para los que fueron diseñados sin ayuda externa, de manera autónoma, es cuando se está en mejores condiciones de hacer la evaluación. Las cosas ya han ocurrido y como es natural es mucho más fácil interpretar lo que ha pasado que predecir lo que ocurrirá. Y además, las conclusiones que se pueden establecer son normalmente más sólidas, aproximan con más seguridad a las explicaciones sobre los factores que están en la base de los éxitos o fracasos del proyecto. Por esto podríamos decir que la evaluación final cumple mejor el papel de aprendizaje que como hemos dicho es lo central en el trabajo de evaluación. 2.3 RECOGIDA DE INFORMACIÓN Las fuentes de información que utilicemos son las que van a dar contenido al informe de evaluación; es muy obvio pero también muy importante tenerlo en cuenta. Ante 26 cada evaluación concreta, hay que determinar previamente cuáles serán nuestras fuentes de información que básicamente se pueden referir a los siguientes tipos: - Documentación. Es la primera fuente de información para la evaluación y consiste en la lectura de todos los documentos generados desde el inicio del proyecto hasta el momento: formulario, estudios técnicos, informes de avance, correspondencia, etc. Además, una vez se esté realizando el trabajo en el terreno, esa documentación se irá completando con la que suministren las personas y grupos con las que nos entrevistamos. - Informantes clave. Son personas que por su posición en la comunidad o en relación a ella cuentan con información cualitativa sobre las condiciones generales en las que se desenvuelven las condiciones de vida comunitaria. Pueden ser líderes, representantes políticos, una autoridad local religiosa... Lo más conveniente es que las primeras actividades consistan en entrevistas individuales con informantes clave, porque son quienes aportarán una visión de conjunto que ayudará a mejorar el plan de trabajo que ya se había realizado antes de visitar el terreno. Además, entre los informantes clave también se encuentran las personas de un nivel más técnico que pueden aportar información cuantitativa sobre aspectos concretos del proyecto. Son, por ejemplo, las personas que ocupan cargos como responsable de la asistencia técnica, responsable de formación, etc. - Entrevistas de grupo. Se trata de reuniones con varias personas que se seleccionan por diversos criterios como su localización geográfica, ser el equipo que gestiona el conjunto del proyecto, ser el equipo que gestiona el centro de salud, ser una asociación, etc. - Entrevistas con grupos focales. Los grupos focales tienen de particular que están constituidos por personas con intereses comunes y diferenciados de los del resto de la comunidad. Por ejemplo, en un lugar donde la actividad económica se basa en el turismo, la pesca y la agricultura, cada una de estas tres actividades tendrá asociada un grupo focal diferente. No tienen porqué ser necesariamente visiones encontradas sobre el papel que desempeña el proyecto evaluado, pero sí serán distintas en la medida que cada grupo hará una valoración del proyecto en relación a lo que más le interesa. Por lo tanto las informaciones que se obtengan de los grupos focales nunca serán representativas del conjunto de la comunidad. En los proyectos de cooperación de tipo medio, no siempre existen grupos focales, por lo que el trabajo de quien evalúa consistirá en tratar de determinar si existen haciéndolo sin forzar demasiado las cosas. Y la mejor prueba para comprobar que tiene sentido un grupo focal identificado es preguntarnos por el tipo de información que nos aportará, diferenciado de la información que podríamos obtener con otros grupos no focales, es decir generalistas. - Observación directa de los resultados conseguidos y en general de cualquier materialización que sea observable. Es conveniente realizar todas las visitas necesarias inmediatamente después de la entrevista con informantes clave porque en las posteriores entrevistas la persona que hace la evaluación tendrá una idea más precisa sobre las cuestiones en las que indagar. Además, se suelen incluir en los manuales otras fuentes de información como las encuestas, los organismos de información estadística, la observación participante, las 27 dinámicas de grupo etc. Pero en la realidad, en los proyectos de tipo medio que son evaluados de forma externa, estas fuentes de información no son tan importantes o simplemente no son accesibles, bien porque su coste no lo justifica, bien porque la información no está estrictamente vinculada a la comunidad donde se hace la evaluación y por tanto los datos no serán de utilidad para el análisis concreto del proyecto evaluado, o bien porque no hay tiempo para utilizar (aplicar) esas fuentes de información. Pero lo más importante, una vez solventado el aspecto técnico de las fuentes de información, es considerar si garantizamos que dicha información revelará los intereses, las visiones y las preocupaciones sentidas por ambos sexos, o son principalmente representativas del sexo dominante, el masculino. Para ello, la persona que evalúa tiene que considerar cómo afectan, o pueden hacerlo, las distintas cuestiones investigadas a las relaciones de género en la comunidad. 2.4 INDICADORES DE BASE Tras leer toda la documentación existente y, también, después de mantener las primeras entrevistas con informantes clave, es conveniente que quien vaya a hacer la evaluación se plantee algunas hipótesis sobre los aspectos centrales que ayudarán a explicar las claves del éxito o fracaso del proyecto. Esto ayudará a guiar el trabajo focalizando la investigación en dichas hipótesis que, naturalmente, puede que vayan perdiendo consistencia en el proceso de recogida de información y se vean sustituidas por otras hipótesis de base, o por el contrario que se vayan confirmando. Esas hipótesis se pueden plantear en forma de indicadores7, en relación a los criterios de evaluación del CAD, por ejemplo: el proyecto ha sido muy eficiente; ha tenido un impacto negativo al aumentar la carga de trabajo de la población; ha dado respuesta al problema más sentido por la comunidad y por lo tanto es pertinente; ha contribuido a consolidar las relaciones de poder y subordinación entre hombres y mujeres, y por lo tanto ha tenido un impacto negativo... Para el proyecto que estamos siguiendo como caso práctico relacionado con la reducción de enfermedades gastrointestinales en la población infantil, esos indicadores se podrían formular de la siguiente manera: 1. “El proyecto ha sido muy eficiente”. Indicador 1: el coste de instalación de cada letrina no supera los 500 euros. Indicador 2: el coste por hora de docencia para madres y padres se ajusta al estándar del país (esto nos obligaría a averiguar cuál es ese estándar). 2. “El proyecto ha tenido un impacto negativo al aumentar la carga de trabajo de la población”. Indicador: la población ha abandonado algunas de sus tareas productivas y los ingresos han caído en cierta proporción. 3. “El proyecto ha dado respuesta al problema más sentido por la comunidad y por lo tanto es pertinente”. Indicador: en distintas entrevistas con grupos de hombres y mujeres al menos el 80% de asistentes señalan como central el problema solucionado. 4. “El proyecto ha contribuido a consolidar las relaciones... ha tenido un impacto negativo”. Indicador: verificar el grado de participación de las mujeres en las 7 Hablamos indistintamente de hipótesis o indicador. La primera es cuando resulta difícil cuantificar objetivamente las afirmaciones; el segundo cuando nuestra hipótesis se podrá contrastar de forma numérica con datos objetivos. 28 actividades de capacitación y el papel (activo o transmisor de conocimientos) que han adoptado los hombres. 5. Se podría incluir otro indicador sin hipótesis previa y relacionado con la sostenibilidad. Por ejemplo, Indicador: todas las letrinas se están utilizando adecuadamente porque las familias aplican los conocimientos adquiridos. En definitiva, es conveniente que quien vaya a realizar la evaluación no acuda al terreno “en blanco”, como una máquina procesadora de información, es mejor partir de algunos presupuestos previos, como los descritos, identificando también las fuentes de información que se utilizarán para verificar su cumplimiento porque esto ayuda al trabajo de investigación. Naturalmente que esta actitud debe ser ajena a cualquier tipo de prejuicio subjetivo que busque por encima de todo confirmar que quien ha formulado la hipótesis tiene la razón, al contrario, tiene que estar sometida en todos los casos a la confrontación de los datos obtenidos para verificar o desechar la hipótesis planteada. Por otro lado, desde un punto de vista más sistemático, siempre se reproducen en los manuales los tipos de indicadores que podemos elaborar y que son los siguientes: A) Indicadores Directos: son los que miden directamente el resultado u objetivo que se está evaluando. Además, los indicadores directos pueden ser: - Cuantitativos: si se pueden cuantificar. Este sería el caso de los indicadores citados como ejemplo para la pertinencia, la eficiencia, el impacto en la producción y la sostenibilidad. - Cualitativos: su comprobación se apoya en opiniones expresadas por personas o grupos de ellas. Sería el caso del impacto en las relaciones de género. En este punto conviene destacar que la diferencia entre lo cuantitativo y lo cualitativo estriba únicamente en que en el primer caso la fuente de información es un conjunto de datos mientras que en el segundo la fuente de información es una opinión. Y conviene destacarlo porque los indicadores cualitativos en todos los casos se terminan por cuantificar, haciendo afirmaciones del tipo: el 80% de la población percibe que... B) Indicadores Indirectos: se utilizan cuando no se pueden establecer indicadores directos y parten del supuesto de que lo que se mide guarda alguna relación más o menos estrecha con el resultado u objetivo que se está evaluando. Y al igual que los directos, ésos pueden ser: - Cuantitativos: si se pueden cuantificar. Si no hubiese ningún registro de incidencia de enfermedades en la comunidad, un indicador indirecto cuantitativo sería el porcentaje de asistencia a clase en relación a la situación que se daba antes de hacer el proyecto. En este caso se supone que hay una relación entre lo que queremos medir realmente (la tasa de morbilidad de cierta enfermedad) y lo que medimos (la asistencia a clase). - Cualitativos: tienen idéntica interpretación que en el caso de los indicadores directos. Si además de no haber ningún registro de enfermedades, tampoco lo hubiese de asistencia a clase, habría que preguntar a, por ejemplo las madres, si perciben que tienen más tiempo libre como consecuencia de la mejora de la salud de sus hijos e hijas. 29 Lógicamente siempre será mejor un indicador directo que uno indirecto, y normalmente será mejor uno cuantitativo que otro cualitativo. Además, la comprobación de estos últimos suele ser más costosa que la de los directos, porque si queremos que dicha comprobación tenga un mínimo de fiabilidad tendremos que recurrir a la selección de una muestra lo suficientemente grande y representativa, con lo cual necesitaremos más tiempo y también algún conocimiento sobre elaboración e interpretación de encuestas. Para finalizar este capítulo 2, de todo lo que aquí se ha tratado se puede encontrar abundante información en la siguiente página del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación: http://www.mae.es/es/MenuPpal/Cooperacion+Internacional/Evaluacion/ En esta dirección están disponibles de forma gratuita los dos libros donde se explica la metodología de evaluación de la Cooperación Española y que incluye los criterios de evaluación explicados, junto con otro libro para incorporar el enfoque de género en la planificación de proyectos. Además, también se encuentran los informes de 21 evaluaciones encargadas por la Dirección General de Planificación y Evaluación de Políticas de Desarrollo dependiente de la SECI. Otra página de interés es http://www.ucm.es/info/IUDC/guia/UnionEuropea.htm Es la página del Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de la Universidad Complutense de Madrid. Tiene mucha información sobre enlaces con entidades dedicadas a la evaluación y con evaluaciones ya realizadas. 3. GUÍA Entramos en el último apartado del documento en donde vamos a explicar las distintas etapas que cubre una evaluación. El objetivo es ofrecer una guía para el trabajo de evaluación de modo que quien no esté familiarizado con esta disciplina pueda iniciarse en su práctica con un mínimo de rigor. Todas las evaluaciones constan de siete pasos que forman una secuencia lógica que va desde el primer planteamiento: por qué queremos hacer una evaluación, hasta el final en donde hay que buscar la manera de aplicar las recomendaciones de la evaluación. Estos siete pasos son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Elaboración de los Términos de Referencia. Plan de trabajo. Estudio de documentación y preparación de la visita. Trabajo de campo. Análisis de la información y vuelta al trabajo de campo. Redacción del informe. Divulgación y aplicación de la información. 3.1 ELABORACIÓN DE LOS TÉRMINOS DE REFERENCIA Los Términos de Referencia (TdR) de cualquier evaluación se incluyen en un documento en donde se establecen los antecedentes, objetivos y otras cuestiones más técnicas relacionadas con dicha evaluación. En el caso de una evaluación externa, los TdR los elabora la entidad que la encarga: el Ministerio de Exteriores, la Comunidad Autónoma, la ONG, etc. Por lo tanto, en principio, esta parte del trabajo es ajena a quien va a realizar la evaluación. Y decimos en principio porque aunque la evaluación la vaya a hacer una persona, por ejemplo de una ONG, de un proyecto que ya conoce y quiere dedicar sus vacaciones a hacer esa evaluación, incluso en este caso habría que redactar los TdR y sería su primera actividad. 30 Los TdR debería tener como mínimo la siguiente información: 1. Antecedentes explicando el motivo por el que la entidad que encarga la evaluación tiene interés en realizarla. Pueden ser razones de tipo geográfico, porque ya se lleva varios años apoyando proyectos en una zona; sectorial, porque se quiere conocer el efecto de los proyectos productivos por ejemplo; de enfoque, porque se quiere introducir una nueva línea transversal en el programa de cooperación, etc. 2. Información resumida sobre los objetivos del proyecto que se evaluará, los resultados y actividades realizadas hasta el momento. También es pertinente hacer alguna alusión a otras cuestiones, como por ejemplo el enfoque participativo del proyecto, su inserción en las políticas del entorno y, en fin, cualquier información que ayude a comprender mejor el contenido y contexto del proyecto. 3. Objetivos de la evaluación explicando en qué áreas de información está especialmente interesada la entidad que encarga la evaluación. Normalmente se incluyen los criterios de evaluación del CAD y en muchas ocasiones se menciona expresamente en qué aspectos se habrá de centrar la evaluación, como por ejemplo análisis de la gestión interna, mejora de la situación de los DDHH en una zona, etc. 4. Metodología básica. En este apartado hay que señalar dos cuestiones: 1) qué entrevistas y visitas como mínimo habrá que realizar, señalando cuánto tiempo se dedicará al trabajo sobre el terreno y cuánto a otras labores; 2) qué perfil mínimo debe requerir el equipo de evaluación, por ejemplo una persona con experiencia mínima de 10 años en desarrollo local en África, o dos personas con las características que mejor se adecuen al sector y tipo de proyecto que se evaluará. 5. Resultados y plazos. Normalmente se presenta en los TdR el esquema mínimo que deberá tener el informe de evaluación, en ocasiones se acota una extensión máxima para dicho informe, y en todos los casos se dice cuál es la fecha límite para entregarlo. 6. Presupuesto máximo para la realización de la evaluación. En http://www.mae.es/es/MenuPpal/Cooperacion+Internacional/Evaluacion/ donde se encuentran 21 evaluaciones publicadas que fueron encargadas en su momento por la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional, se pueden ver los TdR de las distintas evaluaciones que figuran siempre como anexo al informe final de la evaluación. 3.2 PLAN DE TRABAJO En el caso de las evaluaciones externas los TdR se publican en los boletines correspondientes en forma de concurso público para que se presenten a él las personas o consultoras que lo deseen. Estas entidades tienen que elaborar su plan de trabajo y presentarlo como oferta al concurso, siendo los criterios más habituales de baremación de esas ofertas: 1) la calidad técnica del plan de trabajo propuesto, 2) el perfil de las personas que participarán en la evaluación y 3) la mejora económica sobre el presupuesto máximo. Pero insistimos en que el plan de trabajo también hay que hacerlo en el caso de que se vaya a realizar una evaluación por iniciativa propia sin ninguna financiación externa. El procedimiento para elaborarlo consiste en seguir las etapas que se describen hasta el final de este documento, es decir desde el apartado 3.3 hasta el 3.7, y desarrollar sus contenidos según las indicaciones mínimas que se dan en los TdR y siempre 31 tratando de mejorarlas. Además, por cada etapa hay que señalar el tiempo que se dedicará a ella. En resumen el esquema del plan de trabajo de una evaluación puede ser el siguiente: 1. Estudio de toda la documentación existente: documentos de identificación y planificación, formulario, informes de avance y final, correspondencia, etc. En este punto hay que hacer una prospección (con la ONG del proyecto evaluado o con la entidad que encarga el trabajo) de qué cantidad de documentación existe para hacernos una idea del tiempo que habrá que dedicar a esta parte. Además, como mejora en relación a lo solicitado en los TdR, en este apartado se puede incluir por ejemplo la elaboración de un cuestionario que será enviado a la ONG local para tener información actualizada de la situación del proyecto y también para preparar mejor la visita. Igualmente, en el caso de que sea oportuno, también se pueden planificar entrevistas con la ONG que ha financiado el proyecto antes de realizar la visita al terreno. (Se señala el número de días que dedicaremos a esta fase de la evaluación). 2. Planificación de actividades sobre el terreno. Esta es la parte más complicada en la elaboración del plan de trabajo, y sobre todo es la que condicionará en mayor medida la calidad del informe de evaluación. Aquí se trata de determinar: 1) con quién nos entrevistaremos y de qué forma lo haremos. En este punto es conveniente recordar lo explicado más arriba sobre la recogida de información identificando qué informantes clave hay en el proyecto y su entorno, qué grupos, qué grupos focales... Además en este apartado se pueden relacionar las informaciones que obtendremos de cada persona o grupo con los distintos criterios de evaluación en los que se centrará nuestro trabajo (de acuerdo a los TdR). Y 2) qué visitas realizaremos a edificios, campos cultivados o cualquier otra realización tangible del proyecto. Como se ha dicho más arriba, siempre que sea posible es conveniente realizar estas visitas en los primeros días del trabajo de campo ya que nos ofrecen una visión concreta que ayuda a contextualizar el conjunto de acciones que se han llevado a cabo. (Se señala el número de días que dedicaremos a esta fase de la evaluación). 3. Actividades de divulgación del informe que se realizarán una vez esté concluido, como presentación pública, difusión a entidades especializadas, etc. 4. Estructura del informe. En el plan de trabajo se debería incluir un borrador del enfoque que adoptará el proyecto, destacando lo que serán los puntos centrales de análisis y vinculándolos con los criterios de evaluación del CAD. Es conveniente incluso presentar un borrador del índice del informe. (Se señala el número de días que se dedicarán a la redacción del informe). 5. Plazos de entrega del informe, presupuesto total por los trabajos que se realizarán y perfil del equipo llevará a cabo la evaluación. Como se ha dicho este es un esquema básico que se puede ajustar a las necesidades de planificación de la mayoría de las evaluaciones, sin embargo no hay un formato único ya que en cada caso se presentan circunstancias muy diferentes que obligan a diseñar distintos planes. En cualquier caso, la recomendación es tomar como punto de partida los TdR y seguir las distintas fases que hay en la evaluación para ir haciendo propuestas de trabajo en cada una de esas fases. 3.3 ESTUDIO DE DOCUMENTACIÓN Y PREPARACIÓN DE LA VISITA Ya se ha comentado en qué consiste esta actividad en el apartado anterior relativo a la elaboración del plan de trabajo. Por lo tanto aquí sólo queda comentar brevemente que es en estos días que se dedican a la lectura de documentos cuando hay que empezar a plantearse hipótesis o indicadores, que se obtendrán sobre todo de la 32 diferencia entre lo planificado en el formulario del proyecto, y lo realizado que se observa en los informes de seguimiento o final. En este sentido una manera de adelantar el trabajo es elaborar un cuestionario con preguntas que se relacionen con esas hipótesis o con otros temas que dejen claro a la ONG local cuáles van a ser los aspectos centrales que se abordarán a lo largo de la estancia sobre el terreno. Es importante tener en cuenta que sólo se deben hacer preguntas, no afirmaciones, y que en ningún caso esas preguntas puedan sugerir que quien las formula ya tiene una hipótesis. Esto no es ocultar información a la ONG local sino simplemente actuar con la prudencia necesaria, ya que esas hipótesis se formulan con un nivel de información que se basa sólo en documentos y por lo tanto tienen que ser necesariamente débiles. Por ejemplo, si pensamos que ha habido una participación escasa de las mujeres en las actividades de capacitación porque no hay datos claros al respecto en los informes de seguimiento, una pregunta del cuestionario podría ser ¿Cuántas personas, desagregadas por sexo, han participado en las distintas sesiones de capacitación realizadas? Esta pregunta sería mejor que ¿Considera que ha sido suficiente la participación de las mujeres en las actividades de capacitación? Esta pregunta es ambigua, deja margen a la interpretación y sobre todo a no obtener una respuesta que aclare nuestras dudas. Y desde luego que en ningún caso se debería preguntar ¿Por qué han quedado marginadas las mujeres de las actividades de capacitación? Por otra parte, al mismo tiempo que se va leyendo la documentación hay que ir preparando la visita al terreno. En este sentido es muy conveniente remitir a la ONG local el plan de trabajo aprobado para que tenga una idea clara de cuáles son los objetivos del trabajo y de qué actividades concretas hay que organizar, además de ampliarlas con otras propuestas que sugiera esa ONG. Acordar la agenda de trabajo con todo detalle es una cuestión muy importante porque normalmente el periodo de estancia en el país es breve y por lo tanto cualquier imprevisto puede afectar negativamente a la recogida de información que nos servirá para elaborar el informe. 3.4 TRABAJO DE CAMPO Sencillamente se trata de llevar a cabo la agenda de entrevistas y visitas acordada previamente con la organización que ha realizado el proyecto que se evalúa. 3.5 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN Y VUELTA AL TRABAJO DE CAMPO Desde un punto de vista formal el trabajo de campo y el análisis de la información obtenida son dos etapas diferentes. Pero en la realidad esto nunca es así. Según vamos haciendo el trabajo, recogiendo datos, opiniones y visitando instalaciones nos vamos haciendo ideas, en muchos casos subjetivas, que debemos ir contrastando paulatinamente a lo largo de los días (pocos) que vamos a estar en el terreno. Por lo tanto nunca se deben considerar como dos fases que se suceden, esto sería un error porque si, como ocurre habitualmente, al analizar con detalle una información nos surge un nuevo planteamiento no contrastado previamente, entonces no podríamos corroborarlo porque ya habría finalizado la fase de trabajo de campo, estaríamos ya de vuelta en nuestro país. La manera en como proceden todas las personas que realizan evaluaciones es simultaneando ambas fases: analizando la información obtenida y vuelta al trabajo de campo para ampliar nuestra información y para contrastar las hipótesis que vamos planteando. Así, cuando termina nuestra visita tenemos un conjunto de información, una serie de conclusiones y una idea bastante precisa de lo que será el índice del informe de evaluación. 33 3.6 REDACCIÓN DEL INFORME Existen numerosos formatos para los informes de evaluación, aunque raramente alguno de ellos se acoplará de manera íntegra a los casos reales. Un esquema muy básico que incluye los apartados que se encuentran en todos los informes de evaluación es el siguiente: 0. Resumen. En unas pocas páginas resumir las actividades realizadas en el trabajo de evaluación, las conclusiones a las que se ha llegado y las recomendaciones que se proponen. 1. Antecedentes. Origen del proyecto evaluado y resumen de sus componentes y enfoque. Contexto y metodología de trabajo que se ha seguido en la evaluación. 2. Resultados. Descripción de lo constatado siguiendo un orden que puede ser el de los criterios de evaluación del CAD, o el de los puntos en que se ha centrado la investigación. No se trata simplemente de describir asépticamente los indicadores que hemos comprobado en el trabajo de campo, sino que hay que ir incorporando juicios de valor apoyados en todos los datos e información que nos han servido para formular ese juicio. 3. Conclusiones que se derivan de los comentarios hechos en el apartado anterior y que se refieren a los temas que a la persona que ha hecho la evaluación le parecen relevantes. Nuevamente, las conclusiones se pueden exponer agrupándolas en los criterios del CAD o no, adoptando el esquema que nos parezca más adecuado para exponer esas conclusiones. 4. Recomendaciones. Se derivan inmediatamente de las conclusiones y deben incluir alguna orientación sobre como aplicar estas recomendaciones. 5. Anexos. Normalmente son muy variados, pero siempre hay que incluir los siguientes: - - Metodología de trabajo. En el caso de que por un exceso de extensión no se haya podido explicar el método seguido para establecer y cuantificar los indicadores de evaluación en el apartado 1. “Antecedentes”, se debe incluir en anexo y con todo detalle cómo se ha procedido para determinar los indicadores que dan lugar a nuestras conclusiones. Términos de Referencia de la evaluación. Entrevistas y visitas realizadas. Mapas de la zona. Este es el esquema más básico que se puede proponer para un informe prototipo de evaluación. A partir de aquí, según las características del proyecto, el contexto en el que se ha realizado y todas las particularidades que se presentan en torno a él (y que nunca se presentan de manera idéntica en otros proyectos) hay que ir ampliando el índice del informe. En la página http://ec.europa.eu/comm/europeaid/evaluation/index.htm se pueden encontrar distintos modelos de informes. Igualmente, en la página ya mencionada http://www.mae.es/es/MenuPpal/Cooperacion+Internacional/Evaluacion/ están los informes de 21 evaluaciones donde se puede observar el esquema de informe que se ha seguido en cada caso. En cualquier caso, la idea es no constreñirse a ninguno de los modelos de informe que se proponen en distintos manuales. Mas bien el asunto es que quien ha hecho la evaluación quiere transmitir una serie de ideas y propuestas, y para ello debe adoptar el esquema que mejor se adapte a ese fin de acuerdo a su experiencia. 34 3.7 APLICACIÓN DE LA EVALUACIÓN La última etapa en el proceso de evaluación es considerar de qué manera se incorporarán las recomendaciones del informe en el futuro: en nuevos proyectos y en nuevas políticas de cooperación. Esta es la parte más importante de la evaluación porque, como ya es reconocido, el trabajo de evaluación tiene su mayor valor en la función de aprendizaje que desempeña para mejorar futuros proyectos o las políticas de cooperación. No se trata de una cuestión sencilla porque, al menos hasta el momento, no hay metodología que guíe en la dirección de ese objetivo: la aplicabilidad. Esto más bien depende de la voluntad política de las entidades que promueven la cooperación, pero siempre debe estar presente en el equipo de evaluación de qué manera se puede “empujar” para que las recomendaciones de los informes se discutan y sirvan para mejorar los resultados de la cooperación al desarrollo. Un solo informe de evaluación no puede tener un efecto significativo en el diseño de otros proyectos o de nuevas políticas de cooperación, pero la suma de ellos, si es que apuntan en la misma dirección, a medio plazo sí pueden influir en ese diseño. Por lo tanto, no se puede esperar que las aportaciones de las evaluaciones realizadas tengan un impacto importante e inmediato, sino que más bien son un conjunto de evaluaciones las que pueden ir dejando un poso de ideas en las entidades que promueven la cooperación y que terminen por mejorar sus políticas. Por este motivo es importante que el equipo de evaluación proponga también alguna medida concreta para contribuir, aunque sea en una medida muy pequeña y parcial, a mejorar los efectos de la cooperación al desarrollo. 35 ANEXO Recursos en Internet y bibliografía 36 Recursos en Internet y bibliografía Las páginas web citadas en este documento son las siguientes: http://www.ucm.es/info/IUDC/revista/redc4/carmona.pdf Se explica cómo se hizo un trabajo de sistematización en un proyecto concreto, y se opone la “Sistematización” a los criterios de evaluación del CAD. http://www.alforja.or.cr/sistem/sistemat_verger.pdf Un artículo de carácter introductorio a la sistematización de experiencias pero con un enfoque más teórico que el presentado en la anterior dirección. http://www.alforja.or.cr/sistem/biblio.html es una página que se actualiza frecuentemente donde se pueden encontrar numerosos trabajos y artículos relacionados con la sistematización de experiencias y que se pueden descargar gratuitamente. http://www.mae.es/es/MenuPpal/Cooperacion+Internacional/Evaluacion/ Aquí están los libros sobre metodología de evaluación de la cooperación española y además los informes de varias evaluaciones ya realizadas. http://www.ucm.es/info/IUDC/guia/UnionEuropea.htm Tiene numerosos enlaces con entidades especializadas en evaluación y también con informes realizados de evaluación. http://ec.europa.eu/europeaid/evaluation/index.htm Es la página de la Unidad de Evaluación de la Oficina de Cooperación EuropeAid de la Comisión Europea. Tal vez sea la más completa de todas las citadas anteriormente ya que se encuentra abundante información sobre el conjunto de los aspectos que tienen que ver con la evaluación. Los idiomas predominantes son el inglés y el francés. Con respecto a la bibliografía destacamos 4 libros: - “Metodología de Evaluación de la Cooperación Española I”. Ministerio de Asuntos Exteriores – Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica. Madrid 2001. (signatura CDOC: M-2497) En este libro se abordan con detalle tanto aspectos metodológicos de la evaluación como cuestiones teóricas. - “Metodología de Evaluación de la Cooperación Española II”. Ministerio de Asuntos Exteriores – Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica. Madrid 2001. (signatura CDOC: M-3293) Complementa al libro anterior centrándose en cuestiones concretas como recogida de información, elaboración de indicadores, etc. Además dedica algunas secciones a tratar la evaluación de la ayuda humanitaria, al enfoque de género y a la evaluación de proyectos de microfinanzas. - Clara Murguialday y Norma Vázquez. “Un paso más: evaluación del impacto de género”. Cooperacció. Barcelona 2005. 37 Un trabajo muy didáctico en el que se combinan las exposiciones teóricas con numerosos ejemplos sobre la información que es relevante para las evaluaciones. - Knut Samset. “Evaluación de proyectos de ayuda al desarrollo. Manual para gestores y evaluadores”. IUDC – CEDEAL. Madrid 1997. (signatura CDOC M1184) Este es uno de los primeros manuales conocidos en España sobre la metodología de evaluación incluida en la GCP. A pesar de ser relativamente antiguo sigue siendo recomendable por la claridad y concisión de sus explicaciones. 38