Hospital General Clínico Quirúrgico Docente “Aleida Fernández Chardiet” Provincia La Habana Publicado: Revista de Ciencias Médicas de La Habana ISSN 1012-0076 Título: Anestesia Local en Cirugía oral y Maxilo Facial Autor: Prof.Dr. Orlando L. Rodríguez Calzadilla Especialista de II grado en Cirugía Maxilo Facial Jefe de Servicio Hospital General Clínico Quirúrgico Docente Docente “Aleida Fernández Chardiet” Miembro de la Sociedad Cubana de Cirugía Maxilofacial Miembro Académico de la Academia Internacional de Implantología Y Periodontología Miembro Titular de la Academia Iberoamericana de Medicina Biológica y Odontología E- mail: [email protected] [email protected] Prólogo Las técnicas de anestesia local, se encaminan hacia la mayor simplificación; la efectividad está basada en el conocimiento y la aplicación de la anatomía y fisiología logrando solamente la pérdida de la sensibilidad en la región donde se hace necesaria la intervención. El éxito en su empleo está basado fundamentalmente en una correcta preparación del odontólogo, los deseos del paciente, su estado físico y la ausencia de infecciones en los tejidos dentales y peridentales. La realización de esta monografía tiene como objetivo contribuir con Estomatólogos y pacientes a la lucha contra el dolor que ocasionan los procedimientos operatorios y conservadores. Es de vital importancia detallar los métodos durante la aplicación de las diferentes técnicas de anestesia local, que ayudarán al conocimiento y a la formación de los alumnos que cursan la carrera de estomatología. Las múltiples posibilidades en el empleo de la anestesia local, alivian el sufrimiento humano, logrando vencer dificultades y prejuicios, el progreso de nuestra profesión beneficia a nuestros pacientes y satisface nuestras acciones. Antecedentes históricos La anestesia regional moderna se funda en la inyección de la jeringuilla y agujas hipodérmicas, llevadas a cabo por Wood en Edimburgo en 1853; y el descubrimiento de las propiedades de los alcaloides aislados de la planta de la coca, llevada a cabo por Gaediche en 1855 y luego purificada y denominada cocaína por Albert Nieman en 1860 quién inició la historia de la anestesia local. Aunque otros habían observado sus efectos de adormecimiento sobre las mucosas, no fue hasta 1884 cuando estas propiedades llegaron a ser amplias y rápidamente conocidas, cuando Frend, que estaba utilizando sistemáticamente la droga para tratar la adicción a la morfina, recomendó la cocaína a Koller para la anestesia corneal. El mismo año, Halstead practicó el primer bloque nervioso (mandíbula) y poco después había llevado a cabo el bloqueo de conducción de muchos otros nervios, incluyendo el plexo braquial. Simultáneamente se fue desarrollando y perfeccionando la técnica de la anestesia local. Quinke practicó en 1885 la primera punción lumbar en el hombre, y por su parte Korning puncionó en el mismo año el espacio subaracnoideo en el perro. En 1890 y 1892 Reclus y Schleich describieron la anestesia por infiltración. Bier fue el primero en realizar en 1898 una anestesia raquídea en el hombre. Einhorn introdujo en 1904 la procaína (Novocaína) como anestésico local en medicina. Pocos años después Braun describió la adrenalina como vasoconstrictor adicional de los anestésicos locales. En los últimos 30 a 40 años se ha asistido a un desarrollo continuo de nuevos anestésicos. En 1925 Niescher sintetizó la Nupercaína; en 1928 Von Eisleb la tetracaína (Pantocaína), y en 1946 Lofgren y Lundquist sintetizaron la Lognicaína (Xylocaína). Posteriormente en 1954 Af Ekenstam y Egner obtuvieron la síntesis de la Mepivacaína (Scandicaína). Por último en 1960 y 1964 se introdujeron en la medicina clínica la Prilocaína (Citanest), y la marcaína (Carbostesina) Los anestésicos son diferentes tipos de sustancias que dan lugar en el sistema nervioso central a modificaciones de carácter reversible, que mediante la supresión completa de la conciencia o la pérdida parcial de la sensibilidad sin pérdida de la conciencia, colocan el organismo en un estado en el cual se pueden ejecutar intervenciones quirúrgicas sin sensación de dolor ni reacciones defensivas. Concepto: La anestesia local es la pérdida temporal de la sensibilidad (térmica, dolorosa y táctil), por medios terapéuticos (suministro de fármaco), sin inhibición de la conciencia. El anestésico local es un bloqueador reversible de la conducción de las fibras nerviosas cuando es suministrado en un área determinada. Lo anterior se efectúa por una acción de la membrana axonal que impide su despolarización. El bloqueo completo se produce por aplicación directa del fármaco. Modo de acción Conducción nerviosa Fase de despolarización Forma activa de la molécula del anestésico local Acción del anestésico local sobre la membrana celular Conducción nerviosa El anestésico actúa en los tejidos circundantes y su lugar de acción es en la membrana celular nerviosa. Durante la conducción se producen cambios en la membrana celular. En estado de reposo hay una diferencia de potencial a través de dicha membrana, con el interior negativo debido a una alta concentración de iones de sodio en el exterior con respecto al interior. La membrana celular es relativamente impermeable a dichos iones, que estando fuertemente hidratados son más grandes que la capa lípida de la membrana celular. Los iones potasio tienden a mantenerse dentro de la célula a causa del gradiente eléctrico creado por la bomba de sodio. Fase de despolarización Cuando se estimula un nervio, una fase de despolarización parcial de la membrana va acompañada por la liberación de iones de calcio, que conduce a un incremento transitorio de la permeabilidad de los iones de sodio, los cuales entran en la fibra y la despolarizan. Forma activa de la molécula del anestésico local La acción primaria del anestésico local se produce en la membrana celular, después penetra en los tejidos circundantes y la funda del nervio. Se piensa que la forma activa de la molécula es el catión (HCl) Acción del anestésico local sobre la membrana celular La acción del anestésico se le nombra estabilizador de la membrana. Inicialmente se incrementa el umbral de la excitación eléctrica, se reduce la tasa de crecimiento del potencial de acción y se hace más lenta la conducción del impulso; finalmente, la conducción nerviosa queda completamente bloqueada. Duración de la acción La duración del anestésico local depende de los factores siguientes: 1. Concentración y dosis 2. Empleo de vasoconstrictores 3. Lípido – solubilidad del anestésico 4. Irritación hística 5. Hepatopatías Concentración y dosis Concentración: El organismo tiene un grado de tolerancia para los anestésicos, que lo consideramos de gran amplitud, pero cuando a un paciente le suministramos dosis por encima de su máximo permisible, se puede crear una reacción tóxica por sobredosis, con el empleo de un vasoconstrictor obtenemos una mayor concentración y una absorción más lenta del agente anestésico. Las grandes concentraciones son obtenidas por el bloqueo primario de la conducción nerviosa en todos los tipos de fibras nerviosas, pero las fibras nerviosas de menor calibre son bloqueadas más fácilmente que las que tienen un calibre mayor y las fibras nerviosas no mielinizadas, más que las mielinizadas. Dosis: La dosis máxima a emplear en 24 horas es de 300mg a 500mg. Cuando el agente anestésico contiene vasoconstrictor se administran 7mg / Kg / de peso y cuando no posee vasoconstrictor 4.5mg / Kg / de peso. Es importante para el uso de anestésicos locales seguir las indicaciones del fabricante. Empleo de vasoconstrictores La adición de un vasoconstrictor en un anestésico local aumenta y prolonga su duración en la zona suministrada, proporcionando un medio favorable en tejidos que poseen una amplia vascularización como la región cervico maxilo facial, su empleo reduce la toxicidad como peligro de intoxicaciones sistémicas. Los vasoconstrictores que se utilizan con los anestésicos locales son la epinefrina (adrenalina) y los vasoconstrictores sintéticos como la felipresina (octapresina) y la ornipresina. Su uso influye en la absorción de los anestésicos locales, al permitir disminuir los niveles plasmáticos de éstos. Prolongan la duración de la actividad local por la disminución de la velocidad de absorción y retrasan el comienzo. Para el uso de los vasoconstrictores se debe conocer que una disminución del pH de la solución anestésica, induce al peligro de necrosis por vasoespasmo, crisis hipertensiva, arritmias, infarto de miocardio en enfermos coronarios y retraso en la cicatrización de las heridas. Evitar el uso de anestésicos locales con vasoconstrictor en pacientes con: Historia de hipertensión. Enfermedades coronarias. Tirotoxicosis. Antidepresivos tricíclicos o fenotiacinas. Diabetes Feocromocitoma. Esclerodermia Gestantes Enfermos tratados con IMAO Los vasoconstrictores sintéticos producen vasoconstricción pero no tienen efecto antidiurético y carecen de efecto vasoconstrictor a nivel coronario. Aumentan la intensidad y duración de los anestésicos locales, disminuyen su absorción y el riesgo de sangrado, al tiempo que producen mínimos efectos cardiovasculares. Por último, la inyección intravascular de un anestésico local asociado a la octapresina se acompaña de menos efectos tóxicos que cuando se asocia con la adrenalina. Lípidos y solubilidad Los anestésicos de uso local mayormente usados son de bases débiles, casi todos son aminas terciarias confiriéndole a la molécula la propiedad de una base débil, haciéndola aceptora de protones. La solución ácida adquiere un protón hidrógeno y se convierte en un catión (HCl), siendo soluble en agua y la forma no ionizada, la base, tiende a ser soluble en los lípidos, penetrando en las membranas lípidas y las barreras de los tejidos. Cuando el agente anestésico penetra en el tejido la membrana se expande y los capilares se comprimen, siendo la causa que realiza el bloqueo de la conducción nerviosa y localiza el efecto. Irritación hística Cuando el tejido donde se suministró el anestésico local se encuentra muy edematoso e irritado se produce una compresión de los capilares de la región, retardando la eliminación del anestésico y aumentando su tiempo de duración. Hepatopatías Ocasiona daño a la células hepáticas indicándole al paciente en el preoperatorio mediato valoración por un especialista en medicina interna y anestesilogía. Un minucioso chequeo preoperatorio será necesario realizar en estos pacientes antes de la administración del anestésico. Propiedades de los anestésicos locales (requisitos descritos por Bonica, en su monografía The Management of Pain) Farmacológicas. Físicas. Químicas. Farmacológicas 1. Permitir su empleo en todas las formas de anestesia regional. 2. Efecto selectivo, es decir, manifestarse en primer lugar en el tejido nervioso. 3. Toxicidad reducida. 4. Acción reversible, es decir, transcurrido cierto tiempo, el nervio debe recobrar la totalidad de su punción. 5. No originar ningún dolor local durante su inyección o en un plazo inmediato. 6. El plazo debe transcurrir hasta que se manifieste la plenitud de su efecto (período latente), debe ser lo más breve posible. 7. La duración de la anestesia debe ser lo suficientemente prolongada, de modo que permita practicar durante la misma las oportunas intervenciones quirúrgicas. Propiedades fisicoquímicas 1. Ser lo suficiente solubles en soluciones fisiológicas de cloruro de sodio y agua, facilitando así la preparación de sus correspondientes soluciones. 2. No descomponerse durante la esterilización. 3. Ser susceptibles de mezclas con diversos tipos de vasoconstrictores. 4. Ser estables en forma de solución, sin que su efecto quede influido por pequeñas variaciones de pH o por la acción de la luz o del aire. Teniendo en cuenta su estructura química es importante conocer las características de los ésteres y las amidas : ÉSTERES Hoy en día, prácticamente no se utilizan. Tienen un mayor riesgo de provocar alergias. La toxicidad sistémica tiene una menor importancia. Son menos efectivos en la producción de anestesia intraoral. AMIDAS Son el grupo más utilizado en la actualidad. Tienen un menor riesgo de provocar alergias. La toxicidad sistémica tiene una mayor importancia. Son más efectivos en la producción de anestesia intraoral. Principales anestésicos locales 1. Esteres del ácido benzoico 1.1 Cocaína 1.4 Hexilcaína 1.2 Tetracaína 1.5 Piperocaína 1.3 Butacaíana 1.6 Aminobenzoato de etilo 2. Esteres del ácido m – aminobenzoico 2.1 Metabutoxicaína 2.2Ciclometicaina 3. Esteres del ácido p – aminobenzoico 3.1 Procaína 3.3 Propacína 3.2 Butetamina 3.4 Cloroprocaína 4. Amidas 4.1 Lidocaína 4.4 Bupivacaína 4.2 Mepivacaína 4.5 prilocaína 4.3 Articaína 4.6 Dibucaína 5. Ésteres 5.1 Pramoxina 6. Cetonas 6.1 diclonina 7. Otros 7.1 Fenacaína (derivado de la fenetidina) Principales Anestésicos Duración corta Nombre comercial Anestésico Isocaína Mepivacaína 3% Mepivac 3% Mepivacaína 3% Otocaína Lidocaína 2% Scand 3% Mepivacaína 3% Lidocaína 2% Xilonor Duración media Anestésico Lidocaína 2% + Adrenalina 1: 1000 000 Lidocaína 2% + Adrenalina 1: 1000 000 Mepivacaína + Adrenalina 1: 1000 000 Nombre comercial Anestesian Octocaína Scand 2% forte Larga o muy larga duración Anestésico Nombre comercial 2% Anestecidan Lidocaína Isocaína 2% Mipivacaína 2% + Adrenalina 1:50:000 + L- nordepinefrina 1:20:000 Octocaína Lidocaína 2% + Adrenalina 1:50:000 Ultracaín Articaína 4% + Adrenalina 1:200:000 Ultracaín Articaína 4% + Adrenalina 1:100: 000 Xilonor Lidocaína 2% + N- Adrenalina 1:25:000 XilonibsaL Lidocaína 2% + Adrenalina 1:80:000 Anestésicos de uso frecuente Anestésico Composición Lidocaína HCl 2% Lidocaína 2% + Epinefrina 1:50:000 Lidocaína HCl 2% Lidocaína 2% + Epinefrina 1:100:000 Descripción: En técnica infiltrativa tiene una duración de 60 minutos a 2.5 horas y en técnica troncular de 90 minutos a 3.25 horas. PH =3.3 a 5.5 Septanest Articaína + adrenalina 1:200:000 Descripción: Vida media 25. Disminuye su eficacia en tejidos inflamados por la acidez local minutos. Penetra solo en forma ionizada. Cloridrato de fenilefrina y Lidocaína Lidocaína 0.02g + Fenilefrina 0.0004g Descripción: Anestésico de acción rápida. Xilonibsa2% Lidocaína 36mg+ Bitartrato de epinefrina 22.5mcg Descripción: No usar por vía endovenosa. PH = 3 – 4 Ortocaína Lidocaína 2% + Epinefrina 1:100:000 ó 1:50:000 Descripción: Tiempo de duración de 90 minutos a 3.5 horas. Más potente, actúa más rápidamente y menos alergénico que la procaína. PH = 6,8 Xylonor Lidocaína 36mg + nor-adrenalina 72ug Descripción: Más potente, actúa más rápidamente y menos alergénico que la procaína. PH = 6,8 Carbocaína 2% Mepivacaína 20mg + levonordefrin 0.05g Descripción: Duración de 1 a 5.5 horas. PH = 3.3 a 5.5 (2%) y 4.5 a 6.8 (3%) Carbocaína 3% Scandinibsa Mepivacaína 30mg Mepivacaína 20mg (2%) y 30mg (3%) Descripción: Es 1.5 veces más potente que la lidocaína y 2.5 veces que la procaína. Sin vasoconstrictor. Lidocaína 2% Lidocaína 0.024g cada 5ml Descripción: Se presenta en ámpulas y bulbos ANESTÉSICOS La potencia del anestésico está dada por la presencia de bases libres (Cl y Na). Sí se agrega 1 ml de una solución de bicarbonato de sodio al 8.4% a 10 ml de Lidocaína con epinefrina cambiará el pH de un valor ácido a uno más neutro, con lo que se reduce el dolor causado por la acidez local, por lo que se recomienda no infiltrar los tejidos inflamados. Para la aplicación de técnicas anestésicas el personal deberá estar debidamente preparado y tendrá los conocimientos necesarios para enfrentar las complicaciones durante y después a la administración del anestésico. Adrenalina (broncodilatador, simpaticomimético y vasoconstrictor) Similares comerciales: Epinefrina – Suprarenín Vías de administración: subcutánea(s.c) – intamuscular (i. m) Acciones y usos: Puede afectar la respiración por acción relajante sobre el músculo bronquial haciendo más evidente cuando el músculo está contraído. Incrementa la frecuencia respiratoria, determinando la reducción del contenido de dióxido de carbono en sujetos normales. Hipertensora por estímulo miocárdico directo, acelera el ritmo cardíaco y vasoconstrictora periférico. Interacciones: - El uso simultáneo de adrenalina y betabloqueadores beta adrenérgicos (propanolol – atenolol) puede provocar hipertensión y un aumento del tono vagal provocando bradicardia. El efecto hiperglicémico de la adrenalina puede obligar a un aumento en la dosis de hipoglicemiantes en aquellos pacientes tratados previamente por Diabetes o intolerancia a los hidratos de carbono. Reacciones adversas: - Síntomas de estimulación excesiva de receptores simpáticos alfa y beta provocando ansiedad, temblores, palpitaciones taquicardia y cefalea. Dosis excesivas provocan hipertensión arterial y arritmias. Contraindicaciones: Hipertiroidismo. Enfermedad cardíaca Insuficiencia cerebro vascular. Efectos a tener en cuenta en las soluciones anestésicas 1) Efectos tóxicos 2) Empleo de vasoconstrictores 3) Presencia de antioxidantes y antisépticos Soluciones anestésicas. 1) Efectos tóxicos Sobre los canales de sodio de la membrana nerviosa ocurren las manifestaciones tóxicas, éstas inciden sobre órganos con membranas excitables, especialmente el cerebro y el miocardio. La toxicidad sistémica de los anestésicos locales depende de: 1. La posología. 2. Lugar de inyección (las zonas vascularizadas se asocian a una absorción rápida de la inyección endovenosa accidental) 3. Fármaco utilizado. 4. Velocidad de inyección. 5. Adición de la epinefrina. La adición de epinefrina es más eficaz en la región subcutánea, pero disminuye la concentración máxima de la mayoría de los anestésicos locales entre un 20 y un 50%. 6. Efectos sistémicos. 6.1)Sistema nervioso central. El cerebro es más sensible que el corazón, por lo que los signos y síntomas se relacionan con la toxicidad del sistema nervioso central. La disfunción miocárdica grave sólo se manifiesta con las concentraciones plasmáticas excesivas. La toxicidad sobre el sistema nervioso central comprende una serie de signos y síntomas leves y graves: Fase de excitación: - Excitación central. - Desorientación. - Mareos. - Náuseas. - Vómitos. - Convulsiones. - Alteraciones visuales. - Conducta y habla irracionales. - Fasciculación muscular. - Acorchamiento de la boca y la lengua. Fase de depresión - Arreflexia. - Insuficiencia respiratoria - Inconsciencia. - Coma. - Parada respiratoria. - Muerte. 6.2) Sistema cardiovascular La disfunción miocárdica grave sólo se manifiesta con las concentraciones plasmáticas excesivas. La toxicidad cardiovascular comprende el retraso en la conducción del miocardio, la depresión miocárdica y la vasodilatación periférica. En general, sólo aparece cuando se administran dosis entre dos y cuatro veces mayores que las que producen convulsión. Se puede acompañar de un estado de hipertensión arterial, para continuar en un estado de depresión, donde existe una ligera vasodilatación responsable de la presencia de una profunda hipotensión arterial, cuando sucede se acompaña de la siguiente sintomatología: - Depresión del miocardio. - Ionotropismo negativo. - Disminución de la velocidad de conducción - Hipotensión. - Bradicardia. - Paro cardíaco. - Depresión o paro respiratorio. 6.3) Reacciones de hipersensibilidad. Manifestaciones generales. - Crisis asmáticas - Reacciones anafilácticas - Edema angioneurótico 6.4) Manifestaciones locales. - Dermatitis por contacto 2) Vasoconstrictores Tienen como finalidad. - Aumentar la intensidad analgésica - Aumentar la duración del anestésico - Disminuir la hemorragia durante el acto quirúrgico 3) Antioxidantes y antisépticos Los anestésicos dentales contienen sustancias que previenen la oxidación del vasoconstrictor (metasulfito de sodio) o para conseguir disolución anestésica. Metasulfito de sodio. Pueden causar reacciones de tipo alérgico, en febrero de 1984 la administración de Drogas y Alimentos (EE.UU.) relacionó la muerte de seis personas en la ingestión de alimentos que contenían sulfitos (alergia aguda) esencialmente en personas sensibles; asmáticos. El metilparabeno tiene carácter antiséptico, su estructura química es similar al PABA, fue prohibida en 1984 por la FDA su utilización en los carpules dentales, debido a que la mayoría de los pacientes que presentaban reacciones alérgicas a los anestésicos derivado del grupo amina, no lo eran al anestésico en sí, sino al metilparabeno. Prevención de la toxicidad. a) Administrar siempre la dosis recomendada, inspeccionando cuidadosamente la concentración indicada en la ampolla; b) Aspirar a través de la aguja antes de inyectar el anestésico local; c) Realizar una dosis de prueba con epinefrina, cuando sea necesario; d) Administrar lentamente las soluciones, manteniendo el contacto verbal con el paciente. e) Cuando un paciente comienza a hablar o a actuar de forma irracional suele indicar la existencia de toxicidad a nivel del sistema nervioso central que, en ocasiones, se puede confundir con histeria. Tratamiento de la toxicidad a) Administración de oxígeno, a través de una mascarilla o gafas nasales y utilizar un ambú si es necesario; b) Detener las convulsiones si persisten durante más de 15-20 segundos. Para ello, se administrará por vía endovenosa un antiepiléptico como, por ejemplo, diazepam (5-15 mg) o tiobarbital (100-150 mg) PREREMEDICACIÓN El uso de la premedicación ha sido un paso bien reconocido por los anestesistas y que actualmente se emplea con resultados satisfactorios, ya que lo consideramos como parte integrante de la medidas preoperatorias a tomar para una inducción tranquila y con mejores resultados para el paciente. Es importante antes de aplicar cualquier medicamento realizar un interrogatorio cuidadoso sobre el estado general del paciente, la presencia de reacciones de hipersensibilidad, el plan de tratamiento y el tiempo del acto quirúrgico. Después de precisar todos los datos debemos de tener en cuenta que la premedicación no se realice de forma rutinaria y que la misma se aplique de acuerdo a lo previsto en cada en cada caso. Objetivos de la medicación preanestésica (a) Suprimir la ansiedad. (b) Sedar y tranquilizar al paciente. (c) Disminuir el metabolismo. (d) Suprimir el dolor. (e) Disminuir los reflejos nerviosos. En nuestro servicio la premedicación utilizada con más frecuencia para las intervenciones quirúrgicas la describimos a continuación. Esquema de tratamiento 1) Administrar la noche anterior y una hora antes a la aplicación del anestésico por vía oral: Diazepam 5mg Diazepam 5 mg y Benadrilina 25 mg Meprobamato 400mg Nitrazepam 5 mg Fenobarbital 100 mg Secobarbital 100 mg Pentobarbital 100 mg 2) Administrar 1 hora antes de la aplicación del anestésico por vía parenteral(I.M): Faustán 10mg Fenobarbital 100 mg Es recomendable el conocimiento farmacológico para su empleo y su uso se realizará en salones de operaciones. 3) Administrar media hora antes de la aplicación del anestésico por vía parenteral (I.M) Prometazina 25 mg y Mederol 50 mg ó 100 mg Benadrilina 20 mg y Mederol 50 mg ó 100 mg Es recomendable el conocimiento farmacológico para su empleo y su uso se realizará en salones de operaciones. Antisepsia. a) De las manos Antes del empleo de cualquier técnica anestésica se realiza el lavado de las manos con agua y jabón y cuidadoso cepillado, aplicando posterior al enjuague solución de hibitane al 0,2% o alcohol yodado. b) De las mucosas Se aplica en la mucosa solución antiséptica antes de la punción para la aplicación de la anestesia local. c) De la piel Lavado con agua y jabón antiséptico en el área operatoria y aplicación de solución antiséptica. A continuación se describirán las técnicas anestésicas que se corresponden con la anestesia regional. Anestesia Regional Significa la interrupción mediante un bloqueo fisicoquímico de los impulsos de la sensibilidad dolorosa en cualquier punto de la vía nerviosa en su curso por nervios periféricos. La anestesia regional entraña la supresión de todos los impulsos nerviosos, incluidos los de la sensibilidad dolorosa, las funciones autónomas, la temperatura, la motilidad, la sensibilidad y el tacto. Son también sinónimos de este concepto las denominaciones anestesia periférica, bloqueo nervioso, bloqueo analgésico y bloqueo de conducción. TÉCNICAS DE ANESTESIA REGIONAL Anestesia por infiltración Anestesia troncular Spray Dérmica o subdérmica Para maxilar Jalea Mucosa o submucosa Para mandíbula Pellets Subperióstica Plexo cervical Anestesia superficial o tópica Intraósea Intraseptal 1) Anestesia superficial (tópica): Es el bloque de las fibras sensitivas terminales de la mucosa o de la piel por la aplicación de un anestésico local, en forma de pincelada o chorro. 2) Anestesia por infiltración o infiltrativa: Es la que se obtiene por la infiltración de un anestésico en la zona quirúrgica. Interrupción de la vía sensitiva mediante la inyección de la solución anestésica. Es la propia de los receptores sensitivos terminales (<<Anestesia terminal>> según Braun). Caben dos posibilidades de infiltración: partiendo de la superficie a la profundidad o, a la inversa, de la profundidad a la superficie. Esta última la más eficaz, puesto que en la anestesia romboidea de las capas profundas del tejido del área correspondiente a una gran operación, la superficie se vuelve indolora a consecuencia de la anestesia de conducción, lo que permite prescindir de la infiltración. Esta técnica se denomina en la bibliografía estadounidense bloqueo de campo, y en la Alemana según Hackenbruch, anestesia circular. 3) Anestesia Troncular: Se denomina anestesia troncular, la que se realiza llevando la solución anestésica en contacto con el tronco o rama nerviosa. La anestesia troncular es considerada como anestesia de tipo perineural. Anestesia superficial o tópica Muchos profesionales en su práctica diaria difieren de esta técnica anestésica, ya que opinan que es poca efectiva para el paciente. La punción anestésica siempre es dolorosa si no se toman las medidas que sugerimos a continuación. En nuestro servicio la anestesia terminal se emplea en el área a anestesiar, en forma de spray, jalea, ungüento o pellets, antes de la punción en el área operatoria, logrando una mayor tranquilidad para el paciente y ausencia de dolor en el momento de la punción. Anestesia por infiltración o infiltrativa Dérmica o subdérmica. Mucosa. Submucosa (profunda o supraperiostica) Subperióstica. Supraperióstica. Intraósea Intraseptal Anestesia dérmica Se depositan lentamente cantidades adecuadas de solución anestésica en las capas de la piel, a nivel del tejido celular subcutáneo o en planos más profundos. Anestesia mucosa La mucosa oral y sus capas inmediatas pueden anestesiarse localmente, depositando sustancias anestésicas, su empleo fundamental es en la retirada de quistes, frenillos, exéresis de tumores orales benignos, drenajes de abscesos, exodoncia de dientes temporales y permanentes, sutura de heridas y otros maniobras odontológicas. Hay dos tipos de anestesia submucosa: la que se realiza por debajo de la mucosa oral como su nombre lo indica y la profunda o supraperiostica. Anestesia submucosa Se realiza aplicando cantidades de sustancias anestésicas en las zonas adyacentes de la mucosa oral. La solución anestésica en estas condiciones tarda mucho tiempo en ser reabsorbido. Se debe realizar la punción en el fondo del surco para bloquear las terminaciones nerviosas que llegan al ápice dentario, al hueso, al periostio y a la encía. Anestesia subperiostica Consiste en llevar la solución anestésica por debajo del periostio, dura un tiempo relativamente y asegura perfecta anestesia de la pulpa. Se elige el punto de la punción, que estará dado entre el borde de la encía y la línea de los ápices dentarios, se perfora el periostio perpendicular al hueso; el bisel de la aguja dirigido hacia la estructura ósea, una vez perforado el periostio se realizará una inclinación de la jeringuilla carpule de 45º a 90º, logrando el mayor paralelismo a la tabla externa mandibular. Supraperióstica Consiste en llevar la solución anestésica por encima del periostio, dura un tiempo relativo y asegura perfecta anestesia de la pulpa y de la mucosa vestibular. Se elige el punto de la punción, que estará dado entre el borde de la encía y la línea de los ápices dentarios, se realiza la punción de la mucosas y el bisel de la aguja se coloca por encima del periostio inclinado la jeringuilla carpule 450, logrado la anestesia de la zona alrededor del sitio puncionado. Anestesia Intraósea Está técnica anestésica no es de uso frecuente, su aplicación se basa en perforar la cortical externa del hueso utilizando una aguja gruesa o perforando la cortical externa con una fresa creando una vía que permita el paso de la aguja hacia el interior del tejido, en nuestro servicio no la empleamos por el riesgo a fracturar la aguja. Según Durante Avellanal la anestesia intraósea esta indicada: a) Extracciones dentales donde se dificulta realizar la anestesia regional. b) En todos los casos de hiperestesia dentinaria, para realizar la preparación de cavidades. c) Pulpectomía inmediata. d) Para la inyección con alcohol en el espacio retromolar, en el tratamiento de la neuralgia del nervio dentario inferior. Anestesia intraseptal Se deposita la solución anestésica, entre los dientes, en el tejido óseo esponjoso. La solución entra en contacto con las fibras nerviosas de la zona de penetración en el foramen apical y la membrana periodontal. Recientemente se introdujo un control computarizado del sistema de liberación de la anestesia local que permite y predice la dosificación de la anestesia profunda pulpar de múltiples piezas dentarias del maxilar con una sola inyección, usando una dosis mínima de anestesia y con anestesia no colateral, sobrepasando estructuras faciales. El equipo consiste en un sistema microprocessor/drive unit, foot control, and ligtweight plastic disposable hanpiece. A través de este equipo la anestesia se difunde en el sitio a lo largo del tejido blando, periostio, y poros del hueso maxilar, resultando la anestesia de las fibras nerviosas del diente en el lugar de la punción. Se depositan de 0,6 ml a 0,9 ml con una duración aproximada de 45 a 90 minutos, la efectividad en el tejido blando es mínima. Técnica de Anestesia Regional Para Maxilar Agujero incisivo o nasopalatina. Infraorbitaria o de los nervios dentarios anteriores. Tuberosidad o del nervio maxilar superior. Palatina mayor o del conducto palatino posterior. Para mandíbula Alveolar inferior Mentoniana Anestesia del plexo cervical superficial La aplicación de las diferentes técnicas de anestesia troncular para maxilar y mandíbula se podrán realizar por vía intrabucal o extrabucal. Anestesia troncular para el maxilar Anestesia del nervio del agujero incisivo o nasopalatino. Anatomía: El nervio nasopalatino o del agujero incisivo se introduce por agujero nasopalatino a las fosas nasales, alcanza la arteria nasopalatina y llegan al tabique de las fosas nasales, recorren el tabique en toda su extensión y emiten numerosos ramos que penetran en el conducto palatino anterior. Sobre la línea media del paladar y por detrás de los incisivos centrales, se encuentra el orificio del conducto palatino anterior o nasopalatino, formado a su vez por la unión de dos canales palatinos del hueso maxilar superior de cada lado. En el fondo del conducto aparecen dos orificios, uno anterior y otro posterior, conocidos como orificios de Scarpa, por donde emergen los nervios nasopalatinos izquierdo y derecho. Inervación: los nervios nasopalatinos o palatinos anteriores, inervan la parte anterior del paladar, hasta la altura del canino. El orificio coincide con la papila palatina, que conducto se realiza la punción para la anestesia de estos nervios, considerando una anestesia de complemento o de cierre de circuito; por si solo no tiene ninguna función, a no ser pequeñas intervenciones en la región de la papila o quiste del conducto incisivo, nasopalatino o del conducto palatino anterior. Hay autores que sugieren complementar la anestesia del agujero incisivo con la anestesia de la región vestibular. En nuestra opinión la anestesia de la región vestibular no se debe aplicar en todos los casos, ya que con la utilización de esta técnica, se logra la pérdida de sensibilidad de la mucosa de la parte anterior del paladar permitiendo realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas, la decisión se tomará en dependencia del tipo de operación emplear. Posición del paciente: Se traza una línea imaginaria del ala de la nariz al trago formando un ángulo de 45º a 90º con relación al plano del piso, logrando una visión correcta del área a anestesiar. Posición del cirujano: a la derecha y por delante del paciente. Técnica: Antisepsia del campo operatorio y punción con aguja corta 27Ga X 1" (0,3 X 25 mm) o ultracorta 30Ga X 3/8" (0.3 x 10 mm) alrededor de la papila incisiva. La aguja debe atravesar el tejido fibromucoso acercándose al agujero incisivo para depositar muy lentamente la solución antiséptica. sintomatología: Se utiliza como anestesia de cierre de circuito o complemento, por tanto, el paciente transcurre asintomático porque predominan los síntomas de la anestesia principal, por lo que debemos entonces comprobar la anestesia de la mucosa palatina que corresponda al área del nervio. Anestesia infraorbitaria: Anatomía: El nervio infraorbitario o el nervio dentario anterior es un ramo del nervio maxilar. Nace en el maxilar superior en el, conducto infraorbitario, se introduce en el conducto dentario anterior y superior y se distribuye por las raíces de los incisivos y del canino correspondiente, así como también por la mucosa de la parte anterior del meato inferior. Este ramo se anastomosa por detrás con el plexo dentario. Los nervios dentarios anteriores se separan del nervio maxilar superior, en el conducto infraorbitario que lo aloja, un centímetro por detrás del agujero infraorbitario, descendiendo por delante de la pared anterior del seno maxilar, y se divide en tres ramas que van a inervar las piezas dentaria incisivos y caninos; por su anastomosis con los nervios dentarios medios, puede tomar parte en la inervación de los premolares. Inervación: después de dar estos nervios dentarios anteriores, el nervio maxilar sigue su recorrido por el conducto infraorbitario y al atravesar el orificio se abre en un ancho penacho terminal, inervando el párpado inferior, el ala de la nariz, labio superior, con sus capas dérmicas, muscular, y mucosa, la cara bucal de la encía y piezas dentarias incisivos, canino y en ocasiones premolares. Localización del agujero infraorbitario Para localizar el agujero infraorbitario empleamos la técnica de Finochietto y Durante Avellanal. Se traza una línea horizontal que una ambos rebordes orbitarios inferiores. A ésta área se le corta con una vertical que, partiendo de la pupila, coincida con el eje del segundo premolar. Sobre esta línea se encuentran también los agujeros supraorbitario y mentoniano. El agujero infraorbitario queda a 6 milímetros por debajo del reborde orbitario. El dedo índice de la mano izquierda palpa el borde orbitario e identifica por debajo de él una hendidura, que a la presión puede producir dolor. El conducto que sigue al orificio se dirige de adelante atrás y de adentro afuera. A los 6 milímetros de su desembocadura se inician los conductillos con los nervios destinados a los incisivos y canino. Esta es, pues, la dirección que debe seguir la aguja al pretender llegar hasta estos últimos nervios para anestesiarlos. Posición del paciente: Estando el paciente sentado se tomarán como líneas de referencias aquella que se extiende desde el ala de la nariz al trago, o la línea oclusal superior, ambas se ubicaran paralelamente al plano del piso. Posición del cirujano: a la derecha y por delante del paciente. Vías de acceso: se puede llegar al agujero infraorbitario por dos vías: la intraoral o la extrabucal. Técnica: Vía intraoral: El dedo índice de la mano izquierda reconoce los elementos anatómicos. El pulpejo del dedo debe quedar fijo sobre el orificio infraorbitario. Con el dedo pulgar se levanta el labio, dejando al descubierto la región del ápice del canino. Se punciona el fondo del surco vestibular, con aguja 27 Ga x 1, 3/8" (0.4 x 35 mm) o 27 G x 35 mm, diríjase la aguja paralelamente al eje longitudinal del segundo bicúspide, llevando la jeringuilla desde el canino en dirección a la pupila, sin tocar el hueso, hasta llegar al orificio infraorbitario. Cuando el dedo índice perciba la aguja, estamos en el sitio deseado. Se inyectan unas gotas del anestésico para permitir los movimientos posteriores. En este momento se levanta la jeringuilla carpule, buscando la dirección del conducto, y por tacto se penetra en él solo en una profundidad de milímetros. La solución anestésica se descarga lentamente. Cuando la aguja no penetra en el agujero la solución es inducida aplicando masajes circulares suaves, realizados sobre la piel. Vía extraoral: Se palpa con el dedo índice de la mano izquierda el borde infraorbitario y se marca este reparo anatómico sobre la piel, con lápiz dermográfico. Se traza la línea imaginaria, pupila - eje del segundo premolar. Se marca esta línea sobre la piel; se calculan 6 milímetros por debajo de la línea horizontal AB, y se procede a la punción de la piel formando un ángulo de 45º con relación al eje longitudinal (Línea CD o EF) hasta llegar al tejido óseo donde se localiza el agujero infraorbitario, penetrando la aguja medio centímetro, descargando la solución anestésica lentamente. Si la aguja no penetrara en el agujero se procede con masajes suaves de forma circular sobre la piel como se describe en la vía intraoral. Sintomatología: pérdida de la sensibilidad pulpar de los incisivos, canino y en ocasiones los premolares por anastomosis con el nervio dentario medio, mucosa vestibular de la encía correspondiente a la región incisiva - canino, párpado inferior, labio superior correspondiente al área anestesiada y ala de la nariz. La anestesia se obtiene debido a los filetes terminales del maxilar superior, penacho infraorbitario y nervios dentarios anteriores que se incluyen en esta técnica, la anestesia se completa antes de comenzar la extracción con inyección de solución anestésica en el agujero palatino mayor y / o nasopalatino o palatino anterior para la pérdida de la sensibilidad de la mucosa palatina. Anestesia del nervio maxilar superior o técnica de la tuberosidad: Anatomía: Desde su origen, el nervio maxilar superior se dirige hacia delante, atraviesa el agujero redondo mayor y penetra en el trasfondo de la fosa pterigomaxilar. En esta cavidad sigue el nervio una dirección oblicua hacia delante, hacia abajo y hacia fuera; sale así del trasfondo para penetrar en la fosa pterigomaxilar propiamente dicha, y alcanza la extremidad posterior del canal infraorbitario. Cambia entonces el nervio maxilar de dirección por segunda vez y se introduce en el canal infraorbitario, y después en el conducto infraorbitario para desembocar en la fosa canina por el agujero infraorbitario. Parten del nervio maxilar posterior ramos colaterales denominados dentarios posteriores. Estos ramos en número de dos o tres, se separan del nervio maxilar un poco antes de su entrada en la cavidad orbitaria. Descienden por la tuberosidad del maxilar, se introducen en los conductos dentarios posteriores y forman, anastomosándose por encima de los molares y premolares, un plexo dentario que proporciona los ramos a las raíces de todos los molares y premolares, al hueso maxilar y a la mucosa del seno maxilar. Inervación: mucosa vestibular de la encía en la región de premolares y molares, y dientes premolares y molares. Posición del paciente: línea imaginaria que se extiende del ala de la nariz al trago, formando un ángulo de 45º con relación al plano del piso. Posición del cirujano: por delante y a la derecha del paciente. Técnica: la anestesia del nervio maxilar superior se puede realizar por la vía extraoral (vía supramalar o supracigomática, vía inframalar o infracigomática y vía infracigomática o transigmoidea) o intraoral. En nuestro servicio la vía utilizada es la intraoral, logrando la anestesia deseada de forma más sencilla y sin riesgo de complicaciones por la complejidad de las estructuras anatómicas a atravesar en las vías extraorales. Vía intraoral: para llegar al nervio maxilar superior, se sugieren dos caminos: a) A través de la hendidura pterigomaxilar. b) A través del conducto palatino posterior. A través de la hendidura pterigomaxilar El paciente debe tener su boca entre abierta, para permitir relajar y arrastrar fuertemente la comisura bucal del lado a operarse. Se punciona el fondo del surco vestibular al nivel de la raíz distal del segundo molar con aguja 27 Ga x 1, 3/8" (0.4 x 35 mm) o 27 G x 35 mm, al atravesar la mucosa, se realiza un movimiento ligero hacia arriba de la jeringuilla colocando la aguja en ángulo de 45º con relación al eje longitudinal del molar de referencia, se dirige la aguja hacia arriba, ligeramente atrás y hacia dentro en dirección a la fosa pterigopalatino. A través del conducto palatino posterior El conducto palatino posterior comunica la cavidad bucal, desde la bóveda palatina, con la fosa pterigomaxilar, donde debemos encontrar el nervio maxilar superior. Se reconoce la ubicación del conducto palatino al notar una depresión a nivel del ápice palatino del tercer molar por visión directa o palpación, en ausencia del tercer molar, detrás de la cara distal del segundo molar. Se punciona la mucosa insertando la aguja desde el lado opuesto en dirección a la fosa pterigopalatino, donde se deposita la solución anestésica. La introducción de la aguja en el agujero palatino mayor debe realizarse cuidadosamente para evitar fracturas, no hacer presión a su paso por la estructura anatómica ya que en ocasiones el conducto puede estar obstruido por hueso, o se puede desgarrar el paquete vasculonervioso. Anestesia palatina mayor o del conducto palatino posterior Anatomía: Los nervios palatinos parten del ganglio pterigopalatino uniéndose con los ramos del nervio maxilar, pasan a través del canal pterigopalatino y emergen por los agujeros palatinos mayor y menor inervando la mucosa del paladar y nasal. El agujero palatino se localiza en la depresión formada entre el proceso horizontal del paladar y el proceso alveolar a nivel del tercer molar superior. Inervación: El nervio palatino mayor emerge a través del agujero palatino mayor e inerva la mucosa del paladar blando y duro y la encía del maxilar. Sus ramos terminales se unen con el nervio nasopalatino. A su paso por el canal pterigopalatino emite sus ramos nasales. Los nervios palatinos menores emergen a través de orificios accesorios en el paladar duro e inervan las porciones posteriores del paladar blando y la úvula. Posición del paciente: Se traza una línea imaginaria del ala de la nariz al trago, formando un ángulo de 45º con relación al plano del piso, su cabeza inclinada hacia atrás nos da la posibilidad de ver cómodamente la región. Posición del cirujano: a la derecha y de frente al paciente. Técnica: antisepsia del campo operatorio, se inserta la aguja desde el lado opuesto, se punciona la mucosa y se inducen muy lentamente pequeñas cantidades de la solución anestésica con una aguja corta 27Ga X 1" (0,3 X 25 mm) o 30G x 21 mm o ultracorta 30Ga X 3/8" (0.3 x 10 mm) cerca del agujero palatino mayor. sintomatología: se utiliza como anestesia de cierre de circuito o complemento, por tanto, el paciente transcurre asintomático porque predominan los síntomas de la anestesia principal, por lo que debemos entonces comprobar la anestesia de la mucosa palatina que corresponda al área del nervio. Pérdida de la sensibilidad de la región posterior del maxilar superior, sus partes blandas, dientes y seno maxilar, la bóveda palatina, hasta la línea media y posteriormente hasta el paladar blando. Para mandíbula. Anestesia del nervio alveolar inferior. Anatomía: Es el más voluminoso del nervio mandibular. Se dirige hacia abajo, entre la aponeurosis interpterigoidea y el músculo pterigoideo interno, que están por dentro de él, y el músculo pterigoideo externo y la rama ascendente de la mandíbula, que están por fuera. Acompañado por la arteria alveolar inferior, penetra el nervio en el conducto dentario y juntos caminan por el conducto hasta el agujero mentoniano. En este punto, el nervio alveolar inferior ha emitido varias colaterales: a) un ramo anastomótico para el lingual, no-constante; b) el nervio milohiodeo; este ramo se separa del nervio un poco antes de su entrada en el conducto dentario, se dirige hacia abajo y hacia delante por el canal milohiodeo e inerva al milohiodeo y el vientre anterior del digástrico; c) ramos dentarios para las raíces de los dientes molares y premolares de la mandíbula y la encía. De las ramas terminales, el nervio mentoniano atraviesa el agujero mentoniano y emite una serie de ramos destinados a la mucosa y la piel del labio inferior y del mentón. En el estudio de la anatomía del nervio dentario inferior se debe tener en cuenta las variaciones que este presenta según estudios realizados por Granollers Torrens, Bereni Aytés y Gay Escoda. El nervio alveolar inferior es la rama más voluminosa del tronco posterior del nervio mandibular que, a su vez, es la tercera rama del nervio trigémino. Nace en la fosa infratemporal, 4 ó 5 mm por debajo del agujero oval. Se dirige hacia abajo pasando por delante de la arteria dentaria, entre la aponeurosis interpterigoidea y el músculo pterigoideo interno que son los mediales, y el músculo pterigoideo externo y la rama ascendente del maxilar inferior, que están por fuera. Acompañado por vasos dentarios inferiores, el nervio penetra en el conducto dentario, donde puede presentar diferentes disposiciones. El nervio dentario inferior sigue un recorrido por debajo de los ápices de los molares y premolares hasta llegar al agujero mentoniano, donde se divide en dos ramas terminales, el nervio mentoniano y el nervio incisivo. Variaciones: Nervio dentario inferior doble o bífido. Nortjé y Cols, encontraron que en 0,9% de las radiografías panorámicas (33 individuos de 3.612) presentaban un conducto dentario doble, 20 eran bilaterales y 13 unilaterales. Relaciones del conducto dentario inferior. La descripción clásica de Oliver situaba el nervio dentario inferior en posición apical y lingual al tercero y segundo molar, equidistante de las corticales al nivel de las raíces del primer molar y situándose por vestibular de las raíces de los premolares, hasta salir por el agujero mentoniano - Howe y Poyton y Sicher y Dubrull observaron que el conducto dentario inferior estaba localizado por lingual de las raíces del tercer molar. - Cogwell y Azaz y Cols, Observaron la ubicación del conducto dentario inferior por vestibular. En algunos casos el tercer molar es atravesado o perforado por el nervio dentario inferior. - Stella y Tharanon y Gowgiel, en el sector anterior del nervio dentario inferior, opinan que se halla predominando por vestibular al conducto mandibular cerca de la cortical externa. - Rajchel y Cols, encontraro que la mayor distancia de la cortical vestibular al conducto mandibular está entre la primero y segundo molar. A nivel del segundo molar, el conducto alveolar inferior se empieza a vestibulizar hacia el agujero mentoniano. El agujero mentoniano. - Swoope, wang y Cols, Philips y Cols y Shankland, coinciden en que la posición común es debajo del segundo premolar. - Edwar, Luebke y Cols, Fishel y Cols, Neurer, Grossman, Anderson y Cols, lo sitúan apicalmente entre el primero y segundo premolar. - Yosué y Cols, estudiaron radiográficamente el agujero mentoniano en ortopantomografías el agujero mentoniano y lo clasificaron en cuatro tipos: continuos, difusos, separados del conducto mandibular y no identificados. El más frecuente era el nervio dentario inferior separado del conducto mandibular, seguido por el difuso, el continuo y el no identificado. Las razones de la ausencia del agujero mentoniano podían ser debidas a la superposición de los dientes en dentición mixta, al patrón de trabeculación óseo, o bien, a las finas mandíbulas de los pacientes edéntulos. El agujero mentoniano accesorio. Es aquel foramen que se sitúa alrededor apical o proximal al agujero mentoniano por el cual también transcurren fibras nerviosas del nervio mentoniano. Oliver opina que el agujero mentoniano accesorio se habría formado por la separación de un septum óseo en el agujero anterior o por ser un conducto mandibular de la dentición primaria. - Sutton o Farman, confirman su extensión mediante un examen radiográfico, histológico y la disección anatómica mandibular. - Shankland hallo un 6.62% del agujero mentoniano accesorio en 138 mandíbulas estudiadas. - Grover y Lorton, no encontraron agujeros mentonianos accesorios en 5.000 radiografías panorámicas. Hay otros autores que lo confunden con pequeños canalículos, denominados << accesorios>> Littner, Kaffe, Tanise, Dicapua, Stella y Tharanon. El conducto incisal. Fue mencionado por Oliver en 1927, como aquel conducto por el que circula el nervio incisivo. - Barr y Stephans describen que las fibras nerviosas que inervan a los incisivos - forman un plexo por fuewra de la cara externa de la mandíbula después de salir del agujero mentoniano y posteriormente, entran de nuevo perforando dicha cortical. El canino puede ser inervado bien por este plexo que insicivo, o bien por el plexo que inerva a los premolares procedentes del nervio dentario inferior. - Shankland y Cols, confirmó la existencia del conducto incisal en radiografías convencionales. Inervación: músculo milohioideo, vientre anterior del digástrico, encía de la mucosa vestibular y lingual y piezas dentarias molares y premolares. Posición del paciente: plano oclusal de las piezas dentarias inferiores en posición horizontal o línea imaginaria que se extiende del ala de la nariz al trago paralela al piso. Posición del cirujano: por delante y a la derecha del paciente. Técnica: realizados de formas continua los pasos para la anestesia del nervio bucal y lingual, se realiza un moviendo suave de la jeringuilla para retroceder a la posición que se comenzó para la anestesia del nervio bucal sin extraer la aguja del interior de la mucosa. La jeringuilla colocada en la arcada del lado contrario sé continuo introduciendo, hasta que la aguja permanezca afuera, 1 cm de su diámetro, con respecto al adaptador. Sintomatología: pérdida de la sensibilidad de la encía de la mucosa vestibular y lingual y de los dientes premolares y molares. IMPORTANTE Cuatro anomalías del nervio mandibular que conlleva a fallos en la anestesia. El nervio mandibular para el cirujano oral y maxilofacial es de interés por la presencia del nervio alveolar inferior para la anestesia que da su poder sensitivo al diente y algunos tejidos a su alrededor, la língula protege el plexo nervioso que penetra a la mandíbula y en este lugar la anestesia se deposita alrededor del tejido. El nervio alveolar inferior proporciona anestesia sensorial, principalmente a los molares, la anestesia del lingual (incluye el músculo milohiodeo que tiene dos fibras aferentes y eferentes y esta es una causa del fallo de la anestesia), como adyuvante de la anestesia del área. Una rama del nervio alveolar inferior continua por la parte interna de la mandíbula para inervar los incisivos. Anomalías del nervio mandibular 1) Nervio milohioideo accesorio. 2) Nervio mandibular bífido. 3) Foramen retromolar. 4) Inervación contralateral de los nervios incisivos y dentales anteriores. 1) Nervio milohioideo accesorio. Origina una rama del nervio alveolar inferior antes de entrar al agujero alveolar inferior, llevando información eferente al músculo milohioideo y parte anterior del músculo digástrico, este nervio también lleva información sensorial a algunos dientes, los estudios son realizados por microdisección de los diámetros de las neuronas que componen el nervio (hay neuronas motoras y sensoriales). Producto de la inervación aferente un bloque convencional del alveolar inferior puede estar inefectivo en el logro de la anestesia mandibular. Wilson y colaboradores encontraron una rama del nervio milohioideo a 14,7 mm de la entrada del nervio alveolar inferior en el canal mandibular, esta área puede estar más allá del área de difusión de la anestesia para el nervio alveolar inferior, permitiendo el suministro nervioso accesorio, trasmitiendo las señales de dolor. Estos autores comprobaron la secuencia de este nervio o de la rama en el foramen en la zona lingual anterior de la mandíbula. De 16 a 17 cadáveres tuvieron esta distinción anatómica, indicando la entrada de las fibras nervio dentro de la mandíbula. Medeira y colegas hicieron un estudio y encontraron la rama suplementaria del nervio milohioideo. Los estudios anteriores lo realizaron con un microscopio de disección donde se muestra continuidad del nervio con el diente incisivo y la gingiva o con el propio nervio incisivo. La inervación accesoria por el nervio milohioideo puede existir. Solución: el bloqueo mandibular alto da permeabilidad al nervio accesorio milohioideo a nivel del espacio pterigomandibular, este puede ser un depósito final óptimo, ya que el espacio pterigomandibular es mayor. Jastak y colegas tienen una hipótesis con la técnica Gow - Gates, dicen que el nervio milohioideo puede estar anestesiado en el espacio pterigomandibular ya que el nervio tiene la inserción del nervio accesorio mucho más alta que el plexo cervical. El bloque de Gow - Gates, es más confiable que la técnicas standard a un 100% x 100%, otros investigadores han demostrado del 20% al 30% de efectividad, otros tienen índices inferiores en cuanto al índice de ocurrencia. 2) Nervio mandibular bífido. Es otra variación anatómica que puede ser observada en vista panorámica. Nortje y colaboradores estudiaron 3612 pacientes, 33 de los pacientes tuvieron bifurcación del nervio con canales ipsolaterales duales. Groven and Lorton realizaron un estudio con 5000 reclutas del ejercito americano, solo 4 tenían radiografías panorámicas que se acercaban a esta anormalidad, la incidencia es menor a 1:10. Nortje: planteó que con canal bífido mandibular de los 33 pacientes estudiados no hay un patrón de cambios y puede ser la causa de la inefectividad del anestésico. El problema de la bifurcación ocurre antes de que el nervio entre en el foramen mandibular. El foramen mandibular accesorio se puede ver mediante radiografías. Solución: la inyección anestésica de la rama nervio alveolar inferior normal posee un estímulo de conducción insuficiente cuando el nervio mandibular es bífido. El bloqueo alto de la rama del nervio alveolar inferior tal como la técnica de Gow Gates es efectivo en la anestesia del nervio accesorio sobre este punto de la rama. 3) Foramen retromolar La aparición del foramen retromolar con o sin la presencia de canales del nervio alveolar inferior bífido, con frecuencia predicen la inervación accesoria a los molares mandibulares. Esta inervación se cree que surja de la rama del VI par craneal o de las ramas del nervio alveolar inferior. Carter and Keen reportaron que casi el 40% de las mandíbulas de los seres humanos con foramen retromolar, el nervio alveolar inferior estuvo contiguo con la vía del diente molar del foramen retromolar, señala que ocurre significativamente en la población. Sawyer y Kiely reportan el foramen retromolar en 7.7% en mandíbulas adultas, estos autores no reportan estadísticas considerables. Solución: depositar anestesia en la vía de entrada retromolar mandibular, se recomienda pequeña cantidad de anestesia en el tejido del área retromolar, uso del bloqueo de Gow - Gates o pterigoideo, este bloqueo alto puede afectar el nervio alveolar inferior en el espacio pterigoideo antes que ocurra cualquier ramificación. 4)Inervación contralateral de los nervios incisivos y dentales anteriores. El cuarto fallo es en la parte anterior de la mandíbula en los nervios incisivos y dentales. El nervio incisivo se anastomosa con el nervio incisivo contralateral, creando así una inervación cruzada. En cuanto a lo anterior hay contradicciones sobre la base embriológica, la fusión es por los arcos faríngeos la primera semana. El efecto cruzado de la inervación a sido demostrado en animales y humanos. El método de administración anestésico en estos casos fue standard, el 30% de los pacientes anestesiado no tuvieron adormecimiento completo después de la primera inducción ipsolateral. Rood atribuye esto a la estimulación continua de dos aspectos: - Sobrecruzamiento del nervio incisivo alveolar inferior. - Posibilidad de una estimulación suplementaria de los nervios bucales, faciales ye del plexo cervical, el nervio milohioideo también puede dar estimulación accesoria a esta área, cualquiera que fuera la fuente de inervación, hay problemas obvios para el clínico lograr una adecuada anestesia local en esta región. Cuando la anestesia local completa del diente anterior no se logra después de un bloqueo mandibular ipsolateral, los pasos deben ser tomados como de sensación de bloque debido a cualquier potencial sobrecruzado y / o de fibras accesorias, una opción del bloqueo, es la anestesia del nervio incisivo contralateral, este procedimiento es una técnica sensitiva porque la inyección debe pasar directamente del foramen mental abierto al bloque del nervio, este foramen es localizado en el área del ápice del segundo premolar, si es posible el cirujano debe consultar radiografías como ayuda para la colocación de la aguja, después que la anestesia local esta depositada en esta área se debe presionar con el dedo para que facilite que la solución penetre en el foramen, logrando un bloqueo contralateral e ipsolateral, pudieras ser una posibilidad para el fallo causad por el nervio sobrecruzado. Solución: 1) Bloqueo mental y del nervio incisivo. 2) Inyecciones en el ligamento periodontal. 3) Los nervios del nervio mandibular bilateral crean inconvenientes a los pacientes, porque la anestesia mandibular completa, conlleva a dificultades postoperatorias tales como: El habla Comer Tomar Control salival El depósito de la solución en el periostio es de valor terapéutico bajo porque la tabla cortical vestibular es densa, sin embargo si la inervación surge de las ramas bucales, faciales o del plexo cervical y esas ramas viajan en el tejido suave del área previa para la entrada en el foramen de la mandíbula tal como sugiere Rood, el bloque de infiltración (inyecciones supraperiósticas) pudieran probar un éxito en cuanto a inervación secundaria. La mandíbula del paciente pediátrico parece ser una carga en la completa densidad del hueso, el cual adquiere en el proceso de maduración y se han visto algunos éxitos con las inyecciones de infiltración mandibulares solas en este tipo de pacientes. Anestesia del plexo cervical. Anatomía: en la cirugía de retenciones dentarias complejas, de grandes tumores y quistes mandibulares, en particular la de aquellos que han hecho su expansión hacia la tabla externa y las partes blandas que cubren la mandíbula, cerca del borde inferior y ángulo de la mandíbula, se tiene dificultades con la anestesia troncular del dentario inferior, porque esas regiones (periostio, músculos, piel) están inervadas por ramas del plexo cervical superficial. Los nervios raquídeos cervicales a su salida del agujero de conjunción dan dos ramas: una anterior y otra posterior; la segunda no es de nuestro interés para el estudio. Las ramas anteriores de los cuatro primeros nervios cervicales (C1, C2, C3 y C4) forman el llamado plexo cervical. De este plexo salen quince ramas, que se subdividen en superficiales y profundas. Consideramos las superficiales. Que son las que forman el plexo cervical superficial, y entre éstas la primera, que constituye la rama cervical transversa. A nivel del borde anterior del músculo esternocleidomastoideo, esta rama se divide en dos grupos: unos, ascendentes o suprahioideos, y otros, descendentes. Los primeros son los que se distribuyen por la piel y músculos de la región en dependencia con nuestra operación. Inervación: Piel, músculo y periostio de la región mandibular. Posición del paciente: Línea imaginaria que se extiende del ala de la nariz al trago, paralela al piso o plano oclusal de piezas inferiores horizontal. Posición del cirujano: por delante del paciente y en posición lateral. Técnica: La anestesia se realiza por vía extraoral. Los lugares de mejor acceso para abordar las ramas del plexo cervical están a lo largo del borde inferior de mandíbula, desde el ángulo hacia delante, en dirección a la sínfisis mentoniana. Con una aguja 27 Ga x 1" (0,3 x 25 mm) se perfora la piel, tejido celular subcutáneo, músculo cutáneo del cuello y se llega a la tabla ósea, donde se deposita la solución anestésica. Esta maniobra anestésica puede repetirse cada 2 centímetros aproximadamente, siendo la primera a nivel del ángulo mandibular y puede extenderse hacia la región del mentón. Sintomatología: pérdida de la sensibilidad de la piel de la región mandibular según la extensión del área anestesiada. Anestesia del nervio mentoniano Anatomía: El nervio mentoniano es el ramo terminal del nervio alveolar inferior. Al salir del agujero mentoniano o mental el nervio se divide en varios ramitos que van a terminar en la piel del mentón y del labio inferior; con frecuencia emite uno o dos ramitos finos para la mucosa del labio inferior. El foramen mentoniano se localiza, tomando como referencia los ápices de los premolares, encontrándose por lo general cerca del ápice de una de las raíces, o en la línea horizontal entre ambas raíces de los premolares. Su abertura se dirige hacia arriba y hacia atrás. Inervación: dientes de la región incisiva, canino y premolares, mucosa del labio inferior, piel del mentón y labio inferior. Posición del paciente: Línea imaginaria que se extiende del ala de la nariz al trago, la misma debe formar un ángulo de 45º con relación al piso o plano de oclusión de piezas dentarias inferiores en posición horizontal. Posición del cirujano: por detrás y a la derecha del paciente si es el agujero del cuerpo mandibular derecho y detrás y a la izquierda si es el izquierdo, aunque cuando se realiza la técnica extraoral puede colocarse en posición lateral. Técnica: la aplicación de soluciones anestésicas empleado la técnica de la anestesia mentoniana se puede realizar por vía intraoral o extraoral. Vía intraoral: separe la mejilla por la región bucal de los premolares, e introduzca la aguja 27 Ga x 1" (0,3 x 25 mm) en la membrana mucosa en fondo del surco vestibular, algo distalmente con respecto al segundo diente bicúspide y unos 10 mm hacia fuera del lado del lado bucal de la mandíbula. Se mantiene la jeringuilla a un ángulo de uno 45º de dicho plano bucal de la mandíbula, apuntando hacia los ápices de la raíz del segundo premolar. Introduzca la aguja hasta tocar el hueso, depositando unas diez gotas de solución. Aguárdese unos momentos, explore después con la punta de la aguja sin retirarla del todo, hasta que se sienta que ha penetrado en el foramen, deposite entonces la solución anestésica lentamente. Para anestesiar totalmente los dientes incisivos, deben bloquearse las fibras procedentes del lado opuesto, aplicando una inyección supraperióstica en los ápices de los incisivos del lado opuesto. Vía extraoral: se toma la línea (CD y / o EF) como referencia, que parte del agujero supraorbitario, agujero infraorbitario y agujero mentoniano, como se describió para técnica de anestesia al nervio infraorbitario. Se traza una línea perpendicular a 10 mm aproximadamente en la parte superior del borde inferior de la mandíbula a la descrita anteriormente y donde se cortan se localiza el agujero mentoniano, se introduce la aguja 27 Ga x 1" (0,3 x 25 mm) o 30 G x 21 mm en sentido horizontal y perpendicular al cuerpo mandibular, cuando tocamos el hueso con la aguja se comienza a localizar el agujero mentoniano, de no poder ubicarlo se deposita la solución anestésica y con masajes suaves circulares se realiza su inducción en la zona correspondiente. Sintomatología: pérdida de la sensibilidad de los dientes de la región incisiva, canino y premolares, mucosa del labio inferior, piel del mentón y labio inferior. Anestesia troncular del nervio dentario inferior. Sitio de abordaje: El nervio dentario inferior penetra en el orificio superior del conducto dentario de la mandíbula, que se ubica, inmediatamente por detrás de la língula. Alrededor de este orificio se deposita la solución anestésica. Vías de acceso: Para alcanzar el nervio dentario inferior es menester llegar, con la aguja, a las proximidades del orificio del conducto dentario; para lograr este objetivo debemos valernos de reparos anatómicos que permitan una vía fácil y segura para la introducción de la aguja. Recordemos que el orificio superior del conducto dentario se encuentra ubicado en la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula. Tiene una forma triangular a vértice inferior, y su borde anterior en forma de língula se denomina espina de Spix. Este orificio se halla situado a las siguientes distancias aproximadas de los bordes de la rama ascendente: del borde anterior (prolongación de la línea oblicua externa), 18 mm.; del borde posterior, 6 mm; del borde inferior, 22 mm; del borde de la escotadura sigmoidea, 12 mm; y de la línea oblicua interna, 8mm. La proyección del orificio sobre la cara externa de la rama, o dicho con fines quirúrgicos, sobre la cara del paciente, está dada, según Finochietto, por la intersección de dos líneas imaginarias, perpendiculares entre sí: una vertical trazada desde el punto medio de la escotadura sigmoidea hasta el borde del maxilar, y otra línea que une ambos bordes de la rama, trazada en el punto medio de la línea vertical. Prolongado hacia atrás el plano oclusal de los molares, el orificio en cuestión está situado un centímetro por encima de él. La cara interna de la rama ascendente de la mandíbula se dirige hacia delante y adentro de manera que la prolongación de esta cara cortaría el borde anterior del maxilar a nivel del incisivo lateral. El nervio dentario inferior pasa entre la cara interna del la rama ascendente de la mandíbula y el músculo pterigoideo medial, en el espacio pterigomandibular. El paquete vasculonervioso recorren su trayecto en un tejido celular laxo. Para llegar hasta el desde la cavidad bucal, hay que atravesar la mucosa bucal, el músculo buccinador, el tejido celular laxo, y deslizándose entre el pterigoideo medial y la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula, llegar por encima del orificio del conducto dentario. Anatomía: para la localización del nervio dentario inferior se deben tener encuenta los siguientes reparos anatómicos: Borde anterior del músculo masetero. Borde anterior de la rama ascendente de la mandíbula (línea oblicua externa, línea oblicua interna, triángulo retromolar) Ligamento pterigomaxilar. Es importante en el momento de aplicar la técnica anestésica, ubicar a través de la palpación con el dedo índice de la mano izquierda, las estructuras anatómicas mencionadas anteriormente. El borde anterior de la rama ascendente de la mandíbula es oblicuo de arriba abajo y de atrás adelante, representa un canal cuyos dos bordes se separan a medida que descienden, continuándose con las líneas oblicuas externa e interna. Este canal, de forma triangular, constituye el triángulo retromolar. Con el dedo índice de la mano izquierda se palpan los elementos anatómicos estudiados; el borde anterior del masetero, fácilmente reconocible por ser una franja ancha y depresible, que desaparece haciendo cerrar la boca del paciente y que se pone tensa en la apertura exagerada. Por dentro de este primer raparo, e inmediatamente, el dedo percibe borde óseo que se prolonga de arriba abajo y que se puede seguir hasta las proximidades del primer molar: es la línea oblicua externa, la estructura anatómica llave para las maniobras posteriores. Siguiendo la palpación hacia dentro, el dedo índice se dirige al triángulo retromolar. Por dentro del triángulo se percibe la línea oblicua interna. Al lado de la línea oblicua interna y paralela a ella se observa una bandeleta fibrosa, que puede ponerse tensa posterior a la apertura bucal y desaparece durante el cierre; el ligamento pterigomandibular, o aponeurosis buccinato faríngea, cuya superficie de inserción en la mandíbula se halla ubicada sobre la línea oblicua interna, por detrás y por dentro del tercer molar inferior. La inserción superior se encuentra en el gancho del ala interna de la apófisis pterigoides. En esta aponeurosis se inserta, sobre su borde anterior, el músculo buccinador, y sobre el posterior, el constrictor superior de la faringe. Individualizada la línea oblicua externa, se busca con el dedo índice su punto más profundo, que esta situado un centímetro por encima de la cara oclusal de los molares inferiores. En este punto el dedo se detiene. El pulpejo está apoyado sobre la línea oblicua externa y el borde de la uña sobre la interna. Seldin aconseja la siguiente maniobra: desde el lugar donde se ha detenido el dedo índice de la mano izquierda, rotar el dedo hasta que el borde radial se ponga en contacto con el ángulo bucooclusal de los molares; la cara dorsal del dedo se dirige hacia la línea media. La aguja 27 Ga x 13/8" (0.4 x 35 mm) se lleva a la boca y coincida con el punto medio de la uña del dedo índice y la jeringuilla paralela a la arcada dentaria. A este nivel se realiza la punción. Se perfora mucosa, músculo buccinador, se entra en el tejido celular laxo entre la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula y la cara anteroexterna del pterigoideo interno. Se avanza lentamente depositando pequeñas cantidades de la solución anestésica los dos primeros tercios de la aguja logrando la anestesia del nervio lingual, que esta por delante y adentro del nervio dentario inferior. En esta posición sin abandonar la posición del dedo izquierdo se dirige la jeringuilla hacia el lado opuesto llegando hacia a la altura de los premolares. Esta maniobra tiene por objeto llagar hasta la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula, cuya dirección como hemos visto, es de atrás adelante y de afuera adentro. Se profundiza la aguja teniendo en cuenta que quedará sin introduce una distancia de aproximadamente un centímetro entre la mucosa y el adaptador, en este momento ya estamos en condiciones de comenzar lentamente a depositar la solución anestésica. Inervación: El nervio dentario inferior o nervio alveolar inferior inerva el hueso mandibular, su periostio y la encía, y los dientes en cada hemiarcada, a excepción de una porción de la encía y periostio que cubre la cara externa de la mandíbula entre el tercer y el primer molar inferior, zona inervada por el nervio bucal, rama de la mandíbula, que en algunos casos requiere de una aplicación de anestésicos independiente. Posición del paciente: Su cabeza ligeramente inclinada hacia atrás (línea imaginaria que se extiende del ala nasal al trago, paralela al piso). El maxilar inferior, horizontal; la cavidad bucal, a la altura de nuestro hombro derecho. Posición del cirujano: se coloca a la derecha y delante del paciente. Vía indirecta: Con el dedo índice de la mano izquierda se palpan los elementos anatómicos estudiados; el borde anterior del masetero, fácilmente reconocible por ser una franja ancha y depresible, que desaparece haciendo cerrar la boca del paciente y que se pone tensa en la apertura exagerada. Por dentro de este primer raparo, e inmediatamente, el dedo percibe borde óseo que se prolonga de arriba abajo y que se puede seguir hasta las proximidades del primer molar: es la línea oblicua externa, la estructura anatómica llave para las maniobras posteriores. Siguiendo la palpación hacia dentro, el dedo índice se dirige al triángulo retromolar. Por dentro del triángulo se percibe la línea oblicua interna. Al lado de la línea oblicua interna y paralela a ella se observa una bandeleta fibrosa, que puede ponerse tensa posterior a la apertura bucal y desaparece durante el cierre; el ligamento pterigomandibular, o aponeurosis buccinato faríngea, cuya superficie de inserción en la mandíbula se halla ubicada sobre la línea oblicua interna, por detrás y por dentro del tercer molar inferior. La inserción superior se encuentra en el gancho del ala interna de la apófisis pterigoides. En esta aponeurosis se inserta, sobre su borde anterior, el músculo buccinador, y sobre el posterior, el constrictor superior de la faringe. Individualizada la línea oblicua externa, se busca con el dedo índice su punto más profundo, que esta situado un centímetro por encima de la cara oclusal de los molares inferiores. En este punto el dedo se detiene. El pulpejo está apoyado sobre la línea oblicua externa y el borde de la uña sobre la interna. Seldin aconseja la siguiente maniobra: desde el lugar donde se ha detenido el dedo índice de la mano izquierda, rotar el dedo hasta que el borde radial se ponga en contacto con el ángulo bucooclusal de los molares; la cara dorsal del dedo se dirige hacia la línea media. La aguja 27 Ga x 13/8" (0.4 x 35 mm) se lleva a la boca y coincida con el punto medio de la uña del dedo índice y la jeringuilla paralela a la arcada dentaria. A este nivel se realiza la punción. Se perfora mucosa, músculo buccinador, se entra en el tejido celular laxo entre la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula y la cara anteroexterna del pterigoideo interno. Se avanza lentamente depositando pequeñas cantidades de la solución anestésica los dos primeros tercios de la aguja logrando la anestesia del nervio lingual, que esta por delante y adentro del nervio dentario inferior. En esta posición sin abandonar la posición del dedo izquierdo se dirige la jeringuilla hacia el lado opuesto llegando hacia a la altura de los premolares. Esta maniobra tiene por objeto llagar hasta la cara interna de la rama ascendente de la mandíbula, cuya dirección como hemos visto, es de atrás adelante y de afuera adentro. Se profundiza la aguja teniendo en cuenta que quedará sin introduce una distancia de aproximadamente un centímetro entre la mucosa y el adaptador, en este momento ya estamos en condiciones de comenzar lentamente a depositar la solución anestésica. Vía directa: se parte de la comisura bucal opuesta del nervio a anestesiar, se atraviesa mucosa, músculo buccinador y se entra en el espacio pterigomandibular en dirección al orificio dentario, donde se deposita el líquido anestésico, es necesario tener encuenta la identificación de las estructuras anatómicas y los pasos descritos en la vía de localización indirecta del nervio dentario inferior. Complicaciones. Las complicaciones de la anestesia local la consideramos como accidentes inmediatos y mediatos: Accidentes inmediatos: a) Dolor: se produce cuando la aguja pasa por las estructuras anatómicas del área a anestesiar y toca o punciona un nervio, el dolor puede ser variable en intensidad, localización e irradiación, puede persistir horas o algunos días y desaparece con la aplicación de analgésicos por vía oral. b) Lipotimia o síncope ortostático: el accidente puede ser de tipo neurógeno siendo el miedo la causa desencadenante o puede originarse por el suministro de adrenalina que contiene el carpule de anestesia. Es un accidente frecuente, durante la aplicación del anestésico o unos minutos después el paciente presenta un cuadro clínico clásico: palidez, taquicardia, sudoración fría, nariz afilada, respiración ansiosa y desvanecimiento. De este estado el paciente puede recuperarse rápidamente o entrar en cuadro más serio como, poco común como el Síncope Ortostático. Esta complicación puede producirse durante la administración de cualquier anestésico local, pero es más común cuando se emplean técnicas regionales o troncular. La inyección de un vaso sanguíneo hace más importante la gravedad del cuadro. Debido a que las jeringuillas carpules que usamos en nuestros servicios no tienen la posibilidad de aspiración para detectar si estamos en el interior de un vaso sanguíneo, es que se insiste en la diferentes técnicas anestésicas, depositar la solución muy lentamente. Aparece con relación a cambios posturales. Se origina por fallo de los mecanismos compensatorios de los barorreceptores aórticos y carotídeos, lo que produce una falta de respuesta simpática con hipotensión grave. Los síntomas clínicos característicos son palidez cutánea, sudoración, hipotonía generalizada, mareo, náuseas y pérdida de conciencia. Tratamiento: consiste en colocar al paciente en posición de Trendelenburg, mantener la vía aérea libre y administrar oxígeno. c) Cardiopatía isquémica Puede manifestarse clínicamente de varias formas: angina de pecho (estable e inestable), infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca crónica, arritmias y bloqueos, y muerte súbita. La angina de pecho es un cuadro producido por isquemia cardíaca que se produce cuando las demandas miocárdicas de oxígeno superan el aporte. Es una manifestación clínica de isquemia miocárdica, cuya causa más frecuente es la arteriopatía coronaria, aunque puede ser debida a otras causas. La angina de pecho se manifiesta como dolor opresivo, casi siempre retroesternal pero puede irradiar o localizarse en mandíbula, garganta, brazo izquierdo o derecho, muñeca o espalda. Suele durar de 1 a 10 minutos y puede ocurrir en reposo, aunque por lo general se precipita con el estrés físico y emocional, lo que implica un aumento de catecolaminas que aumentan el tono vascular coronario, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. Tratamiento: consiste en la administración de nitroglicerina, que es un potente dilatador venoso y arterial, por lo que disminuye la presión arterial y puede producir aumento reflejo de la frecuencia cardíaca. En las crisis agudas se administra 1 mg por vía sublingual (Cafinitrina). La nitroglicerina también está disponible en otras presentaciones como spray, parches transdérmicos (Nitroderm tts) y gel (Solinitrina gel); en estos casos la absorción del fármaco es más lenta, pudiendo tardar unos 30 minutos. También se puede administrar un comprimido masticable de 5 mg de dinitrato de isosorbide (Iso-lacer), que es un nitrato de acción prolongada. El infarto agudo de miocardio se produce cuando una isquemia aguda y prolongada conduce a una lesión celular miocárdica irreversible seguida de necrosis. El síntoma clásico es la aparición de dolor precordial o retroesternal opresivo o urente, de instauración progresiva que puede irradiarse a cuello, espalda o brazos. El dolor es persistente, no se alivia con nitratos y, con frecuencia, se asocia con sudoración, náuseas, debilidad y sensación de muerte inminente. Tratamiento: lo más importante es organizar rápidamente el traslado del paciente al hospital. Simultáneamente se administrará al paciente nitroglicerina sublingual, oxigenoterapia (oxígeno a bajo flujo 1,5-2 l/m), cloruro mórfico para conseguir analgesia, sedación y disminución de la precarga por venodilatación. La mejor forma de administrar el cloruro mórfico es en forma de bolus intravenosos de 2 a 5 mg hasta un máximo de 10 mg (ampollas de 10 mg con 1 ml, disolver una ampolla en 9 ml de suero fisiológico, se puede comenzar con un bolo i.v lento de 3 ml). Debe administrarse con precaución en pacientes con broncopatía crónica y deberá tenerse preparada la naloxona para revertir la depresión respiratoria que, ocasionalmente, pueden producir los fármacos opiáceos. La naloxona (Naloxone en ampollas de 0,4 mg) es un opiáceo antagonista puro. La dosis inicial es de 0,4 mg en inyección intravenosa; también se puede administrar por vía subcutánea o intramuscular. d) Crisis hipertensiva La crisis hipertensiva se define como una elevación grave de la presión arterial, que arbitrariamente se suele establecer por una presión diastólica superior a los 120 mmHg. Los síntomas que pueden aparecer son cefalea, sudoración, excitación y, ocasionalmente, coma. Tratamiento: El más empleado es la administración de Nifedipina por vía oral o sublingual. También son útiles el Captopril y la Clonidina. e) Shock anafiláctico Es un síndrome clínico caracterizado por una disminución crítica de la perfusión tisular, que da lugar a un desbalance entre el aporte de oxígeno y las necesidades tisulares del mismo, lo que produce alteraciones metabólicas a nivel celular y, por último, la alteración de la función de órganos vitales. En el shock anafiláctico aparecen una serie de manifestaciones a nivel cardiovascular, respiratorio y cutáneo. A nivel cardiovascular aparece hipotensión, taquicardia, reducción de las resistencias vasculares sistémicas e hipertensión pulmonar. En relación con el sistema respiratorio se caracteriza por la presencia de: broncoespasmo, edema laríngeo y edema pulmonar agudo, mientras que a nivel cutáneo aparece urticaria y edema. Tratamiento: es fundamental mantener libre la vía aérea, así como administrar oxígeno y adrenalina. La Adrenalina se suele presentar en forma de ampollas de 1 ml con 1 mg al 1/1000. Se administrarán 0,4 ml por vía subcutánea; en caso de no aparecer mejoría, se podrá repetir hasta un máximo de tres dosis en intervalos de 20 minutos. En casos graves se empleará la vía endovenosa (la misma dosis al 1/10.000), que se puede repetir cada 10 minutos hasta un máximo tres dosis. También hay que administrar corticoides (250 mg de Metilprednisolona en forma de bolus endovenoso), cuyo efecto máximo suele aparecer a las 6 horas de su administración. Su acción fundamental es la de prevenir la aparición de nuevos episodios. f) Crisis epiléptica La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la epilepsia como una afección crónica de diferentes etiologías, que se caracteriza por la repetición de crisis debidas a una descarga neuronal excesiva asociada, eventualmente, a síntomas clínicos o paraclínicos. Algunos de estos síntomas son: convulsiones, hipersalivación, trismus, hipertonía, relajación de esfínteres y pérdida de conciencia. Tratamiento: consiste en mantener la vía aérea libre y colocar una cuña de goma entre los dientes para evitar mordeduras. Los fármacos aconsejables son el Diazepan (Valium, ampollas de 10 mg), cuya dosis máxima recomendada es de 40 mg por vía intramuscular. Si no cede el cuadro se administrará, preferentemente en un centro hospitalario, Difenilhidantoína (Fenitoína) por vía endovenosa. g) Coma hipoglucémico Se define como hipoglucemia al síndrome clínico que aparece en aquellas situaciones en las que los niveles de glucemia se sitúan por debajo de 50 mg/dl. Es importante tener presente que, en ocasiones, pueden aparecer síntomas hipoglucémicos con glucemias normales, lo que ocurre cuando la disminución de los niveles de glucemia tiene lugar de forma brusca. Existen dos grupos de síntomas cuya aparición es dependiente de la rapidez de instauración de la hipoglucemia: a) Debidos a la descarga de adrenalina, como palpitaciones, ansiedad, diaforesis, palidez, temblor y sensación de hambre; y b) Secundarios al déficit de glucosa en el sistema nervioso central, como cefalea, debilidad, ataxia, alteración del comportamiento (irritabilidad, agresividad) y disminución del nivel de conciencia, desde somnolencia y confusión a coma profundo. Tratamiento: antes de iniciarse el tratamiento de la hipoglucemia, deberá efectuarse su confirmación analítica (Dextrostix, BM-Test). Si la hipoglucemia es leve se administrarán 15-20 gr de glucosa (por ejemplo; un vaso de zumo de frutas o tres o cuatro terrones de azúcar). En casos de hipoglucemias moderadas o graves, en las que el paciente no puede ingerir alimento por presentar alteraciones de conducta, se administra 1 mg de glucagón por vía subcutánea o intramuscular. Cuando hayamos conseguido una vía venosa periférica se administra suero glucosado al 10% a un ritmo de perfusión de 14 gotas / minuto. h) Coma diabético Los síntomas típicos del coma diabético consisten en piel seca, sopor, aliento acetonémico, taquicardia y pupilas mióticas. Ante la sospecha de cetoacidosis diabética, se utilizarán tiras reactivas para determinar glucemia y cuerpos cetónicos en orina. Si los resultados confirman la sospecha clínica (glucemia superior a 250 mg/dl y cetonuria positiva en tres cruces), se realizará de inmediato el traslado del paciente y se aplicará tratamiento. Tratamiento: se efectuará el traslado rápido del enfermo al hospital, donde se administrará la insulina que requiera el paciente. i) Crisis asmática El asma es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por una respuesta excesiva del árbol traqueobronquial a diversos estímulos que ocasionan una obstrucción de la vía aérea, reversible de forma espontánea o mediante tratamiento. Los síntomas o signos que sugieren un ataque grave de asma son la alteración del nivel de conciencia, dificultad para hablar, cianosis, hipotensión, frecuencia respiratoria superior a 30 rpm y taquicardia. Tratamiento: consiste en la administración de oxigenoterapia, colocación del paciente en posición de 45º, así como en la administración de broncodilatadores, como Salbutamol (Ventolin) por vía inhaladora, o Terbutalina (Terbasmin) por vía subcutánea. También se administrarán corticoides (80 mg de Metilprednisolona o 100 mg de Hidrocortisona por vía endovenosa) d) Reacción de hipersensibilidad. La hipersensibilidad o alergia es extraordinariamente rara en el caso de los anestésicos locales amídicos, mientras que, en ocasiones, puede ocurrir con los ésteres. Algunos pacientes afirman tener hipersensibilidad, informadas por odontólogo por una experiencia desagradable durante su tratamiento. Con frecuencia el paciente se desvaneció o sintió mareado, lo que suele ser catalogado erróneamente de hipersensibilidad. Sin embargo, si el enfermo presenta los signos clásicos de la alergia, es decir, la aparición de un habón y eritema en el lugar de la inyección, pririto, broncoespasmo e hipotensión, se aplicará el tratamiento correspondiente y se procederá al estudio inmunológico. La evaluación del paciente por un Especialista en Alergología es importante para continuar con la administración de anestésicos. Tratamiento: Consideramos dos tipos de tratamiento el preventivo o el del accidente. Tratamiento preventivo: Sentar cómodamente al paciente. Comprobar si es posible que la aguja no ha entrado en el vaso. Inyectar lentamente la solución anestésica, teniendo mayor cuidado en el empleo de técnica regionales o tronculares. Será sabio conocer el aparato cardiovascular por el empleo de vasoconstrictores. Conocer los antecedentes del paciente a reacciones de hipersensibilidad. Tratamiento durante el accidente: Aflojar las ropas y retirar las prendas. Aplicar Trendelemburg o forzar la cabeza entre sus piernas. Administrar medicamentos estimulantes. Aspirar sustancias aromáticas. e) Fractura de la aguja. Se considera un accidente raro. El cirujano deberá dominar las medidas preventivas que evitan este accidente. No usar aguja viejas o de diámetro muy fino Medidas preventivas: No usar agujas despuntadas. No realizar movientos bruscos a su paso por las estructuras anatómicas. Conocer las estructuras anatómicas a través de las cuales pasará la aguja. Localice los puntos de referencia con el dedo índice Apertura bucal necesaria. Nunca debe aplicar presión lateral sobre la aguja para cambiarla de dirección. No forzar la aguja a su paso por los tejidos. No introducir la aguja hasta el final de la misma. Usar una correcta iluminación. Tratamiento: Informar al paciente de lo ocurrido. Extraer la aguja por los diferentes técnicas descritas siempre que la operación no comprometa estructuras importantes, si esta se observa clínicamente. (Para realizar el tratamiento se remitirá al segundo nivel de atención) Reactivación de la vacuna Toxoide tetánico. Administración de antiobioticoterapia si fuera necesario. f) Hematoma La punción de un vaso sanguíneo ocasiona una extravasación de sangre de intensidad variable en la región inyectada. Esta complicación no es muy frecuente, porque los vasos se desplazan y no son puncionados. La complicación ocurre cuando se emplean las técnicas tronculares. El hematoma tardará algunos días en desaparecer si no se infecta. Tratamiento: Antiobioticoterapia y / o quimioterapia Aplicación de bolsas tibias en la región de la piel o buches tibios en la mucosa oral. Aspiración con aguja del líquido hemático. Incisión y drenaje en aquellos hematomas que se infectan y se observa colección de pus. g) Parálisis facial Este accidente ocurre en la anestesia profunda de la región parotídea, anestesia del nervio dentario o alveolar inferior y cuando no se realiza técnicas correctas para la anestesia del nervio maxilar superior (técnica de la tuberosidad), y la técnica de la conductiva Tratamiento. Informar al paciente. La parálisis facial es temporal, desaparece una vez que se elimine el efecto anestésico. h) Isquemia de la piel de la cara. En algunos pacientes durante la aplicación de diferentes técnicas anestésicas se observa sobre la piel de la cara zonas hipocoloreadas, debido a isquemia sobre la región. Se origina por la presencia del vasoconstrictor contenido en la solución anestésica en la luz del vaso sanguíneo (vasoconstricción). Tratamiento: Aplicación de bolsa tibias g) Inyección en órganos vecinos. Las fosas nasales, las glándulas salivales y órbitas pueden afectarse durante diferentes técnicas anestésicas que se realicen en las zonas vecinas a las regiones anatómicas mencionadas, estas complicaciones son poco frecuentes. Tratamiento: Se aplicará en correspondencia al signo clínico que se manifieste. Accidentes inmediatos. a) Anestesia o parestesia de la zona anestesiada. Si la anestesia se mantiene durante días, semanas o meses es que se produjo una sección o desgarro del nervio durante el acto quirúrgico. Tratamiento: El tiempo transcurrido será el más eficaz, el nervio puede regenerarse lentamente y recuperar su sensibilidad parcial o total. b) Infección local. Las punciones en la mucosa bucal pueden acompañarse de infecciones debido a la falta de esterilización de la aguja o a la incorrecta antisepsia del área a puncionar, el paciente posteriormente puede referir dolor, abscesos, limitación a la apertura bucal, fiebre y trastornos más serios si la infección se diseminara a otras regiones o espacios aponeuróticos. Tratamiento: Antibiótico terapia y/o quimioterapia. Aplicación de calor. Reactivar toxoide tetánico. Analgésicos. (dolor) Antipiréticos. (hipertermia) Relajantes musculares. (Limitación a la apertura bucal) b) Dolor. Puede mantenerse el dolor o exacerbarse después de la punción, debido al desgarro de un nervio o del periostio durante el paso de la aguja por el tejido, las infiltraciones anestésicas superficiales son dolorosas por compresión de las fibras terminales nerviosas, al introducir la solución anestésica, lo mismo sucede cuando de inyecta un músculo. La lesión de un tronco nervioso origina neuritis persistente. Tratamiento del dolor. Analgesia. Antinflamatorios. Aplicación de calor. Vitaminoterapia. (complejo B). Referencias bibliográficas. 1. Archer WH, B.S, M.A, D.D.S. Cirugía bucal. 2da edición. La Habana: Revolucionaria, 1968. t1. 2. Arregui Martinez de Lejarza LM, Vigil MD, Pérez Pascual MC, Cardona Valdes A, Pérez de Cossio JM. Evaluation of the analgesic effectiveness of ketorolac in intravenous regional anesthesia induced by lidocaine. Rev Esp Anestesiol Reanim 1997;44(9):341-4 3. B.S JL, Leibow CH, D.M.D, PH.D. Four common mandibular nerve anomalies that lead Desantis to local anesthesia failures. JADA 1996;127:1081-87 4. Ballvé Ferrer M, Calvo Mateo MA. Accidentes relacionados con la administración de anestésicos locales en odontología. Complicaciones sistémicas. Barcelona: Gráfica Signo S.A.1997 5. Bartoloni A, Savron F, Rigo V, Pasetto A, Spezie C, Ischia A, Perbellini A. Effectiveness of regional anesthesia for loco-regional carotid surgery. Retrospective review of 147 interventions. Minerva Anestesiol 1991;57(3):75-82 6. Berthold Charles W, Schneider A, Dionea Raymond A. Using triazolam to reduce dental anxiety. JADA 1993;124:58-64 7. Bowles WH. Clinical evaluation of buffered local anesthesic. Gen Dent 1995;43(2):182-84. 8. Bruce Scott D. Empleo de la anestesia local o regional. En: Técnicas de Anestesia Regional. 2ª edición; Madrid: Panamericana S.A,1995. pp11-28. 9. Burke FJT. Dentist and patient evaluation of an electronic dental analgesia system. Quint Int 1997; 28(9): 609-13. 10. Castello G, Cacciapuoti A, Stellino MB. A case of tetanus: the problem of differential diagnosis. Minerva Anestesiol 2000;66(1-2):69-72 11. Catterall W, Mackie K. Local Anesthetics. 9na edición; New York: McGraw-Hill, 1996. 12. Costa P, Papurel Begin G, Coaloa M, Villa C, Ravera E, Hellmann F, Di Giovanni M, Bono D. Loco-regional block in ophthalmic surgery: single drug or drug combination with hyaluronidase? Randomized prospective study. Minerva Anestesiol 1999;65(11):775-83 13. Cohen B, Kramer IR. Fundamentos Científicos de Odontología. La Habana: Revolucionaria,1981 14. Departamento de medicina U.H. Cirugía. La Habana: Revolucionaria,1978. t1. 15. Dionea Raymond A, Zinder james, Hargreaves Kenneth. Analgesic efficacy of flurbiprofen in comparison with acetaminophen, acetaminophen plus codeine, and Placebo after impacted third molar removal. J Oral Maxillofac Surg 1994;52:91924 16. Dionea Raymond A, Phero James C. Management of Pain and Anexiety in Dental Practice. New YorK: Elsevier,1991. 17. Donado M. Cirugía bucal, y patología y técnica. Madrid: Lavel,1990 18. Donado Rodríguez M. Urgencias en odontoestomatología. Madrid: Lavel,1990 19. Fanelli G, Nobili F, Agostoni M, Sansone V, Salaris D, Vergani R. Femoro-sciatic block with an electric nerve stimulator for the loco-regional anesthesia of the knee. Minerva Anestesiol 1991;57(9):514-5 20. Ferrarello S, Caroassai M, Porcheddu A, Novelli GP. Loco-regional and intravenous anesthesia in continuous infusion for endoscopic meniscectomy. Minerva Anestesiol 1990;56(9):943-6 21. Frey R, Hugin W, BengerH, Mayrhofer O. Tratado de anestesiología, reanimación y tratamiento intensivo. 2da ed; Barcelona: Salvat,1976 22. Gonzalez JL, Miralles F. Farmacología en Anestesiología. En: Anestésicos locales. Madrid: Ergon S.A,1995.pp183-196. 23. Imberti R, Ciceri M, Bellinzona G, Pugliese R. The use of hyperventilation in the treatment of plateau waves in two patients with severe traumatic brain injury: contrasting effects on cerebral oxygenation. J Neurosurg Anesthesiol 2000;12(2):124-7 24. Jiménez Murillo L, Montero Pérez FJ. Protocolos de actuación en medicina de urgencias. Díaz de Santos. Madrid,1996 25. Kiss F, Szentágothai j, Munkácsi I. Atlas de antomía humana. 11ma ed; Kiadó: Editorial Academia de Ciencias de Hungría,1962.t3 26. Kruger Gustav O. Cirugía Buco Maxilo Facial. 5ta ed; La Habana: CientíficoTécnica,1982 27. Lastra Rodríguez J, Piedra Vergara L, Horta Fernández H. Anestesia balanceada en la cirugía maxilofacial del niño. Rev Cubana Estomatol 1993;30(2):75-81. 28. Leardi S, Altilia F, Pietroletti R, Risetti A, Schietroma M, Simi M. DRG and gastrointestinal surgery. Ann Ital Chir 1999; 70(1):45-9 29. Lee JA. Anestesia. La Habana: Científico - Técnica.1981. Maki M. Inspired nitrous oxide concentration and sensory changes in nitrous oxide and oxygen sedation. Dentistry in Japan 1997;33(3):122-27. 30. Marchesi P, Luchini L, Arcidiacono G, Bertolini M, Vannucci N, Carnesecchi P, Cappuccio A. Immunologic changes in general anesthesia; comparison of 3 anesthesiologic methods; loco-regional, inhalation, and total intravenous anesthesia. Minerva Anestesiol 1991;57(9):792-4. 31. Martinotti R, Berlanda P, Zanlungo M, Soldini A. Peripheral anesthesia techniques in surgery of the arm. Minerva Chir 1999;54(11):831-3 32. Messeri A, Andreuccetti T, Calamandrei M, Sarti A, Busoni P. Preparation to locoregional block. Minerva Anestesiol 199;57(11):1253-5 33. Mirabile L, Messa A, Chiari P, Locatelli B. Loco-regional anesthesia in childhood. A critical review after another 5000 anesthesias at the center of pediatric surgery of the United Hospitals of Bergamo. Minerva Anestesiol 1991;57(10):1066-7 34. Mulroy MF. Chapter 15. Pharmacology and Toxicity of local Anesthetics. En: The American Society of Anesthesiologists. Philadelphia: Lippincot Raven Publishers; 1996.pp193-203. 35. Nizzia P, Lamedica A, Pescatori A, Cocco M. Low-dose propofol in sedation for cataract surgery in loco-regional anesthesia. Minerva Anestesiol 199;57(9):580 36. Öztas N, Ölmez A, Yel B. Clinical evaluation of transcutaneous nerve stimulation for pain control during tooth preparation. Quint Int 1997; 28(9): 603- 8. 37. Pitkin George P. Anestesia conductiva. 1ra ed; Habana: Cultural.1950. 38. Roig Roca MA. Manual de urgencias médicas, diagnóstico y tratamiento. 1ª edición; Barcelona: Gráficas Signo S.A,1996. 39. Rossi S, Longhi L, Balestreri M, Bruzzone P, Magnoni S, Stocchetti N. Cerebral tissue oxygen monitoring: a useful thing. Minerva Anestesiol 1999; 65(5):327-30 40. Rouviére H. Anatomía descriptiva y topográfica. 2da ed; La Habana: Ciencia y Técnica,1968. t1. 41. Rubota A. Preemptive analgesic given by general anesthesia combined with block analgesic inhibits intraoperative stress responses...Dentistry in Japan 1997;33(3):116-21. 42. Rucci FS, Barbagli R, Pippa P, Boccaccini A. The optimal dose of local anaesthetic in the orthogonal two-needle technique. Extent of sensory block after the injection of 20, 30 and 40 mL of anaesthetic solution. Eur J Anaesthesiol 1997;14(3):281-6 43. Sinelnikov RD. Atlas de anatomía humana. 3ra ed; Moscú: Mir. 1986. t3 44. Sinelnikov RD. Atlas de anatomía humana. 3ra ed; Moscú: Mir. 1986. t3 45. Stevens AJ. Preparación para la anestesia. La Habana: Científico - Técnico,1983 46. Stoelting Robert K , Miller Ronald D . Local Anesthetics. En: Basics of Anesthesia. New York: Churchill Livingstone;1994.pp73-82 47. Técnicas de reparación de las heridas faciales. El Hospital 1994;50(2):30-36. 48. Tedeschi D, Strappaveccia F, Nocentini S, Romeo S, Iacobellis A. The role of transdermal anesthesia with EMLA in urologic surgery. Minerva Urol Nefrol 1997;49(2):87-9 49. Vincent J, Collins. Anestesiología. 2da ed; La Habana: Científico – Técnica.1984. 50. VJ Yap A. Electronic and local anesthesia: a clinical comparison for operative procedures. Quint Int 1997;28(8):549-53 51. Wylle HC, Caurchill D. Anestesiología. La Habana: Revolucionaria.1983.