Comunicar supone aceptar que hay otro sujeto, al otro lado de la relación, que tiene las mismas condiciones humanas y capacidades que usted tiene. Hay una hija o hijo, pequeño o grande, igual y distinto a mamá, a papá u otra persona responsable. Comunicar para entenderse y comprenderse resulta de un acto de confianza, de afecto y de corresponsabilidad con la familia, para escuchar con cariño y hablar con franqueza. La comunicación como práctica cotidiana no es dar órdenes o instrucciones a cada uno de lo que tiene que hacer, sino abrir espacios y oportunidades para dialogar y mejorar la convivencia, teniendo como clima el afecto. Escúchame… DECIRTE tengo algo que Comunicación en familia para la prevención de riesgos psicosociales