Juan Luis Vázquez Ramírez MTR00A UPA UP190968 Mar de voces Un día, cualquiera como todo, Jaime, un joven de 15 años, curioso y humilde, que vive por las costas, fue un día de visita a la casa de la abuela, Jaime, con unas formidables ganas de ver a la abuela, ya que para Jaime, su abuela es un gran pilar para él, Jaime llega, y la abuela lo recibe con banquete como es costumbre, Tania, que es la mamá de Jaime le dice a la abuela –Oye, no crees que es mucho para Jaime? La abuela responde No pasa nada Tania, él es joven, eso no es nada para él. En el transcurso del día, Tania tiene que salir a hace unos mandados y deja a Jaime con la abuela, Jaime, gustoso de quedarse con la abuela se pone a charla un poco con ella, Jaime le dice –Abuela me la paso muy bien contigo, siempre me consientes y haces mis días muy radiantes!. La abuela, después de escuchar el comentario de Jaime, su rostro se torna de una forma escrupulosa y le dice a Jaime, - mi niño, me pone muy contenta escuchar eso!, pero quiero que sepas algo, no tengo todo calculado, ni mi vida resuelta, solo tengo una sonrisa y espero una devuelta- Jaime, se queda unos segundos en silencio tratando de asimilar ese mensaje de la abuela, y en eso Jaime pregunta- Abuela, ¿qué quisiste decir con eso? y en breve la abuela responde –Mi niño ya estas creciendo, te diré algo, no intentes comprenderlo ahorita, pero cada día que sientas que tu día este tomando un giro inesperado puedes ir al mar y pensar en estas palabras, “Veremos cómo se deshace la creación, estos huesos que atados desaparecerán, agitaremos nuestros espíritus hasta que seamos uno, entonces las sombras más suaves se irán”, Jaime al escuchar esto, siente que algo no está bien con la abuela y pregunta -Abuela, ¿pasa algo,? siento que te comportas algo diferente y la Abuela en brevedad responde –Todo está bien hijo. En seguida, Tania, la mama de Jaime llega de hacer sus mandados y dice –Jaime ya regresemos a la casa. Jaime se despide de la abuela, recoge sus tiliches y procede a retirarse. Pasan algunas días, Jaime, en su cuarto, sigue queda un muy intrigado por las palabras de la abuela, en uno de esos días, la mamá llega al cuarto de Jaime, mira su rostro de su madre, se ve deplorable, en Tania le menciona –Jaime la abuela su puso muy enferma, tener que ir a verla. Pasa el rato, Jaime y Tania llegan a la casa de la abuela, Jaime observa y queda desecho al ver a la abuela en tales condiciones, La abuela al percatarse de la presencia de Jaime ella le menciona –Jaime, hijo, no pongas esa cara, es parte de vivir, es parte de la vida, mira, haz escuchado oír que el mar de las voces?. En eso Jaime responde –No abuela, no eh escuchado del mar de las voces. Entonces la abuela menciona –Recuerdas de lo que te dije hace unos días, que cuando sientas que tu vida toma un giro inesperado fueras al mar y pensaras en mis palabras que te mencione ese día, al pensar en ellas podrás oír voces en el mar, podrás oír bellas melodías, podrás escuchar el sonido de las olas abrazando tu alma, sentirás que todo estará bien, sentirás esperanza. – Jaime al escuchar las palabras de la abuela comienza a sollozar un poco en eso la abuela voltea a Jaime y le menciona, -Sabes, vamos a visitar el mar ahora mismo. En eso Jaime responde –Abuela pero está muy débil-. En eso la abuela con la poca energía que le queda se pone de pie y le dice a Jaime –Vamos al mar. Jaime al escuchar, accede ir al mar con su abuela, pasa un rato y llegan al mar siendo transportador por Tania, eran las 7 de la noche, Jaime y la abuela se acercan a la orilla del mar y la abuela menciona –Jaime intenta escuchar al mar, intenta escuchar sus voces, intenta escuchar sus bellas melodías. Jaime al escuchar a la abuela, el cierra los ojos e intenta recordar y hace caso a las palabras de la abuela, pasa un rato y Jaime empieza esas bellas voces que la abuela le decía y le menciona a la abuela –Abuela, ya los escucho!. Jaime al lograr escuchar las voces del mar queda maravillado con el canto sonoro que estas brotan de ellas y en eso Jaime logra recordar estas palabras “Veremos cómo se deshace la creación, estos huesos que atados desaparecerán, agitaremos nuestros espíritus hasta que seamos uno, entonces las sombras más suaves se irán”.