El Conflicto de los Siglos…este libro fue escrito por Elena .G. de White .Una mujer elegida por Dios para ser mensajera de los últimos tiempos. El misterio del origen del mal y sufrimiento se llevó a cabo en el cielo. Para muchas mentes el pecado y el porqué de su existencia son causa de gran perplejidad. El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es misterioso, inexplicable; Excusarlo equivale a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa para ello o mostrar la causa de su existencia dejaría de ser pecado. Dios no fue en nada responsable de la aparición del pecado; de que no hubo retención arbitraria de la gracia divina ni error alguno en el gobierno divino que dieran lugar al surgimiento de la rebelión. El pecado se originó en aquel que, después de Cristo, era el más exaltado en honor y gloria entre los habitantes del cielo. El deseo de su propia gloria le hizo desear la supremacía. Lucifer no apreció los honores que Dios le había conferido, abandonando su lugar, que ocupaba en la presencia inmediata del padre, salió a difundir el espíritu de descontento entre los ángeles. Dios en su sabiduría, permitió que Satanás prosiguiese su obra hasta que el espíritu de desafecto madurase en una rebelión. Así fue como Lucifer engaño a la tercera parte de los ángeles, y fue expulsado del cielo, así Dios hizo patente su justicia y mantuvo el honor de su trono. Cuando el hombre pecó al ceder a los engaños del espíritu apostata, Dios dio una evidencia de su amor al consentir en que su Hijo unigénito muriese por la raza caída. El legislador del universo había hecho el mayor sacrificio que el amor pudiera hacer. El poderoso argumento de la cruz demuestra a todo el universo que el gobierno de Dios no era en ninguna manera responsable del camino de pecado que Lucifer había elegido. En la lucha entre Cristo y Satanás, durante el ministerio terrenal, se desenmascaró el carácter del gran engañador. Fue Satanás quien impulso al mundo a rechazar a Cristo, el príncipe del mal empleo todo su poder y astucia para destruir a Jesús. Cuando Cristo padeció en la cruz del calvario, proclamo el carácter inmutable de la Ley, y declara al universo que la paga del pecado es la muerte .El grito del salvador “consumado es”. Fue el toque de muerte para Satanás. Fue entonces cuando quedo zanjado el gran conflicto que había durado tanto tiempo y aseguraba la expiación final del mal. Jesús, vio el futuro en el que tendrán que someterse sus hijos para prevenir que les arrebatasen el plan de salvación, sentado en el monte de los olivos, inclino la vista a Jerusalén, “vio la ciudad y lloro por ella”. En su mente le figuraban las atrocidades, el dolor, el lamento, la agonía y desesperación por la cual él y sus amados hijos tenían que pasar para llevar a cabo el propósito de la salvación. Predijo la medida de aflicción que los gobernantes del mundo impondrían a la Iglesia. Roma se alza sobre todos los demás reinos, el diablo y sus ángeles planean desaparecer la palabra de Dios que es la biblia. El paganismo previó que triunfara el evangelio, se emprendieron planes en contra de los seguidores de Jesús. Los cristianos no tenían más opción que esconderse en lugares en los cuales serían difíciles de encontrar, vagando por desiertos, montañas, cavernas, memorizando textos enteros de la biblia, o escribiéndolas en su cuerpo, estas valientes personas llevaban la verdad consigo por doquiera que iban. Satanás al ver que el dominio de la fuerza no funcionaba como esperaba, cambio su estrategia. Fue así que en el reinado de Constantino inserto su veneno con un decreto que unía el poder político con la religión. Gran controversias había entre las cosas que decían y la santa palabra. Cambiaron la Ley sagrada de Dios, como el cuarto mandamiento que habla del verdadero día de reposo, por fiestas paganas de hombre. Todo aquel que no sugiera esas tradiciones debía de ser ejecutado o peor sirviendo de alimento a los leones para diversión de las gradas. Así subió al trono uno que se hacía llamar vicario de Dios y engañaba diciendo que él era el intercesor entre Dios y los hombres en la tierra, se le dio el nombre de Papa. Este poder llego a establecerse firmemente en el siglo VI. ”El dragón había dado a la bestia su poder y su trono y su grande autoridad”. Entonces comenzó los 1.260 años de opresión papal predicha en Daniel y Apocalipsis. Dios nunca dejo que la luz se apagara, gracias a él la verdad salió a flote de cada situación que le interponía el mundo. Al transcurso de los años aparecían hombres de buen testimonio dispuestos a entregar su vida por el evangelio entre los cuales se encuentran personajes como Juan Wiclef, Juan Hus, Jerónimo, Lutero, Melanchton, Calvino, Ridley y Latimer. De los cuales impacta la manera en que predicaban la palabra de Dios y su determinación al enfrentarse a los grandes poderes del mundo en su tiempo. Puestos en pie delante de magistrados, reyes y sacerdotes no se inmutaron, ángeles y el mismo Padre Celestial los acompañaba dándoles así testimonio a la gente de la realidad en la que Vivian. Nos hace entender lo importante que son las Leyes Divinas en la vida diaria, sin la cual habría caos, destrucción y algo muy sobresaliente, el libertinaje, como sucedió en Francia al negar que haya un Dios soberano de todo y alabar la razón del hombre como fuente de sabiduría, despojándose así de la fuente de vida. Las profecías se cumplían al pie de la letra, ellas muestran detalladamente los sucesos ocurridos en cada palabra escrita en la biblia. Luego de que Guillermo Miller (un agricultor elegido por Dios), decidió escudriñar la biblia por ser atrayente para él, más aun los libros proféticos. Razono que si la biblia es una revelación de Dios, debería ser consecuente consigo misma; y que habiendo sido dada para instrucción del hombre, debía estar adaptada a su entendimiento. De ese entonces comenzó a proclamar el mensaje de que Jesús volvería por segunda vez, que se encuentra en Apocalipsis 14, dando comienzo al movimiento adventista. Mucha gente creyó en este mensaje, la mayoría despojándose de todas sus pertenencias para recibir a Jesús, pero no sucedió lo tan esperado. Miller había malinterpretado una parte de la profecía en la cual no era que Jesús volvería sino que pasaría al lugar santísimo. Las personas se desmoronaron dando lugar a la duda y al temor, decepcionados por tal engaño decidieron no creer más en las santas escrituras, esto se conoció como el Gran Chasco de 1844. Dios tuvo que hacerlo de esta manera para saber quiénes seguirían escudriñando la biblia, para entender cuál fue el error que cometieron, y los que solo se dejaron llevar por lo que proclamaban. Marco una línea divisora de modo que quienes examinaran su propio corazón pudieran saber de qué lado de ella se habría encontrado en caso de haber venido el Señor entonces. Como dice en apocalipsis 22:11 –“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique La justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”. Al igual que sucedió con el profeta Jonás cuando fue mandado a llevar el mensaje de arrepentimiento a la ciudad de Nínive, proclamaba por las calles de la ciudad que en el plazo de 40 días la ciudad seria destruida, pero estos al escuchar las palabras se arrepintieron, el Señor escucho la humillación de aquel lugar y prolongo su tiempo de gracia; no obstante el mensaje de Dios fue dado y Nínive fue probada por la voluntad divina. De igual modo aconteció en los tiempos de Miller. El importante hecho de que Jesús sea nuestro sumo sacerdote, a su vez nuestro juez y abogado nos ayuda a meditar en la ayuda que nos brinda en el juicio investigador que se está llevando a cabo en el santuario celestial. Un mundo envuelto en pecado se va alejando del poder restaurador que Dios con gran amor le quiere brindar. En vano buscan la imagen de Cristo en las iglesias a las que pertenecen. Como muchas de las congregaciones se apartan más y más de la verdad, y se van uniendo más y más al mundo, la diferencia entre ambos grupos será cada vez más amplia hasta que se consumará la separación. Llegará el día cuando quienes aman a Dios por sobre todas las cosas no podrán permanecer unidos a los que son ‘más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia El deseo de llevar una religión fácil, sin exigencias, sin desprenderse de las cosas del mundo, hicieron popular la doctrina de la fe y la fe sola. El desprecio o la falta de la ley de Dios desenvolverán movimientos religiosos con falsas teorías de lo que es realmente agradable a Dios. Sin ley, los Hombres no pueden formarse un justo concepto de la pureza y santidad de Dios ni de su propia culpabilidad e impureza. El pueblo de Dios, guiados por las sagradas escrituras, pretenden llevar una vida semejante a la de Cristo, haciendo discípulos, enseñando, sanado haciéndola voluntad de Dios y llevar mensaje de las buenas nuevas todo el mundo, enseñando que el clímax del plan de Dios, es Restaurar el mundo a su completa armonía con su perfecta voluntad y Justicia.