Abraham (Ur, hoy desaparecida, actual Irak, siglos XIX-XVIII a.C. - cerca de Mamré?, actual Israel, siglo XVIII a.C.) Patriarca hebreo. Según la narración bíblica, el padre de Abraham, Teraj, salió con su familia de Ur, en tierra de los caldeos, y llegó a Jarán. De allí, obedeciendo un mandato de Dios, Abraham marchó con su mujer, Sara, y con todo su séquito a Canaán, donde llevó una vida nómada. A raíz de una época de hambre se trasladó a Egipto, pero luego volvió y se estableció en la llanura de Mamré, cerca de Hebrón. Dios realizó con él la Alianza, prometiéndole la tierra de Canaán para él y para sus descendientes, que serían tan numerosos "como el polvo de la tierra". Su esposa Sara no había concebido hasta entonces, pero Abraham tuvo un hijo (Ismael) de Agar, esclava de Sara. Poco después le volvió a visitar Dios en Mamré y le prometió un hijo de la propia Sara. Ella se rió al oírlo, puesto que tenía ya noventa años, pero Dios cumplió su promesa y Abraham fue padre de Isaac. Tenía entonces cien años. Agar fue expulsada de la casa y marchó con su hijo Ismael al desierto, donde se instalaron. Años después, Dios quiso probar la obediencia de Abraham y le mandó que le ofreciera en sacrificio a Isaac. El patriarca aceptó el mandato, pero en el último momento Dios le eximió de tan dura carga. Al morir Sara, Abraham compró un sepulcro en la cueva de Macpela, en Hebrón, y allí la sepultó. En esa misma tumba fue enterrado él cuando murió, a los 175 años de edad. Abraham y su hijo, Isaac, así como el hijo de éste, Jacob, son tenidos por patriarcas. Jacob, que además recibió el nombre de Israel, tuvo doce hijos que llegaron a ser patriarcas de las tribus de Israel. Y, según la Biblia, esta familia creció y se convirtió en una gran nación. Es difícil valorar el trasfondo histórico de la historia de Abraham. Acaso vivió realmente, pero es posible también de una figura legendaria, conmemorada en las crónicas de su pueblo migratorio. Abraham constituye una parte muy importante de la historia bíblica de la salvación y es considerado el padre del judaísmo. Tanto la religión judía como el cristianismolo consideran el depositario de la bendición para todos los pueblos. El judaísmo lo ha considerado siempre como un modelo de hombre justo y ha alabado su vida mediante numerosas tradiciones. En las épocas oscuras de la historia de Israel, los profetas hebraicos siempre intentaron devolver la confianza a su pueblo recordando a Abraham y su alianza con Dios: «Considerad la roca de que habéis sido cortados, la cantera de donde habéis sido extraídos. Mirad a Abraham, vuestro padre». Pero Abraham no sólo es una figura importante en la religión judía, también lo es en las religiones cristiana e islámica: tanto San Juan Bautista como San Pablo se oponen a la creencia de que solamente los descendientes carnales de Abraham están llamados a la salvación en el día del Juicio Final. Según ellos, la promesa que hizo Dios a Abraham no se limita al pueblo judío, sino que contempla una filiación espiritual. En cuanto a la religión islámica, se la denomina «Millat Ibrahim», que significa «religión de Abraham», pues en el Islam se considera a Abraham como un precursor religioso de Mahoma. Isaac Isaac es uno de los patriarcas del pueblo de Israel; hijo de Abraham y Sara. Su nombre significa «hará reír» y se debe a la hilaridad que causó a su madre el anuncio de un viajero al que había hospedado de que daría luz a un hijo, pues «dada su edad, no podía creer estar embarazada» (Gén 17:16-17). Según el relato bíblico, Sara contaba con 90 años y Abraham con 100 años en ese momento. Fue profetizado que el patriarca Abraham tendría un hijo y que su nombre debería ser Isaac. Cuando Abraham llegó a tener de cien años, este hijo nació de su primera esposa Sara. A pesar de que era el segundo hijo de Abraham, fue el primer y único hijo de Sara. En el octavo día de su nacimiento, Isaac fue circuncidado, como era necesario entre todos los varones de la casa de Abraham, con el fin de estar en conformidad con el pacto del Señor. Después de que Isaac habíese sido destetado, Sara vio que Ismael se burlaba de su hijo e instó a su marido a echar fuera a Agar y a su hijo, por lo que Isaac sería el único heredero de Abraham. Abraham vacilo, pero, por orden de Dios, escuchó la petición de su esposa. En algún momento en la juventud de Isaac, su padre Abraham lo llevó al monte Moria y, por orden de Dios, Abraham construyo un altar de sacrificios e iba a sacrificar a su hijo Isaac en él. Después de atar a su hijo en el altar, sacó su cuchillo para matarlo y, en el último momento, un ángel de Dios impidió que Abraham lo hiciera. Al fin, se sacrificó un carnero atrapado en los matorrales. Este evento sirvió como una prueba de la fe de Abraham en Dios, no como un sacrificio humano real. Cuando Isaac tenía 40 años, Abraham envió a Eliezer, su mayordomo, a Mesopotamia para encontrar una esposa para Isaac.Eliezer encontró a Rebeca y se la llevó a Isaac. Después de muchos años de matrimonio con Isaac, Rebeca no había dado a luz un hijo y resulta que es estéril. Isaac oró por ella y ella concibió. Rebeca dio a luz a dos niños gemelos, Esaú y Jacob. Isaac tenía 60 años cuando nacieron sus dos hijos. Isaac favoreció a Esaú y Rebeca favoreció Jacob. Cuando el hambre golpeo aquellas tierras, se marchó a Guerar donde una vez vivió su padre. Esta tierra estaba todavía bajo el control del rey Abimelec como en los días de Abraham. Como su padre, Isaac también engañó a Abimelec acerca de su esposa y también se metió en líos. Había vuelto a todos los pozos que su padre cavó y vio que todos estaban tapados. Así, Isaac los desenterró y comenzó a excavar en busca de más pozos, hubo peleas por los pozos. Al fin se fue a Beerseba, en donde él hizo un pacto con Abimelec, al igual que su padre. Isaac envejeció y quedó ciego. Llamó a su hijo Esaú y lo envió a cazar para que le hiciera un guiso, con el fin de recibir la bendición de Isaac. Mientras que Esaú estaba cazando, Jacob, después de escuchar los consejos de su madre, engañó a su padre haciendose pasar por Esaú y con ello obtuvo la bendición de su padre, de tal manera que Jacob llegó a ser el heredero principal de Isaac y Esaú fue dejado en una posición inferior. Según Génesis 25:29-34, Esaú había vendido previamente su primogenitura a Jacob por "pan y guiso de lentejas". Jacob fue a Mesopotamia a tomar mujer de la casa del hermano de su madre. Después de 20 años trabajando para su tío Labán, Jacob regresó a casa y se reconcilió con su hermano gemelo, Esaú. Ambos enterraron su padre,Isaac, en Hebrón después de su muerte a la edad de 180 años. La tumba de Isaac Según la tradición local, la tumba de Isaac y Rebeca, esta junto con las tumbas de Abraham y Sara y Jacob y Lía, en la Cueva de los Patriarcas. Jacob Muchos han sido los personajes que ilustraron la historia del cristianismo. Uno de ellos fue Jacob, quien fue un líder carismático y respetado en Israel. En el libro de Génesis se da a conocer su vida de una forma bastante precaria pero aún así, relata sus años de existencia. ¿Quieres saber más de la biografía de Jacob? Pues aquí la tienes. El nacimiento de Jacob se produjo en el año 2000 a.C, en la tierra de Canaán. Era descendiente de Abraham e Isaac. Su madre fue Rebeca. Jacob tenía un mellizo que se llamó Esaú, pero su madre tuvo varias complicaciones en el embarazo debido a que ambos peleaban mucho cuando estaban en su vientre. Por tal motivo, consultó a Dios sobre este problema y él le indicó que tenía dos pueblos viviendo en ella. Más tarde, los mellizos producirían la división de los pueblos, hecho del que se pudo percatar su madre durante los meses de gestación. Dios supuestamente le habría dicho que la población que instalaría el más grande serviría al del menor. La madre de los mellizos siempre tuvo preferencia por Jacob, debido a que era más apacible y hogareño que su otro hijo. Los amores de Jacob Jacob fue conocido por tener múltiples amores. Tuvo 12 hijos frutos de sus diversas relaciones, aunque sólo tuvo dos mujeres legales que fueron Lea y Raquel. Ambas eran hermanas. Jacob compró a Raquel a su tío Labán, a quien le ofreció trabajo por un periodo de 14 años. Éste lo traiciona y le entrega a Lea, pero una semana después, le lleva a Raquel a cambio de que le dé 7 años más de trabajo. El castigo de Dios Jacob amó profundamente a Raquel y despreció a Lea, hecho por el que Dios lo castigó al mandarle muchos hijos de la última. Estos fueron: Rubén, Simeón, Levi y Judá. Raquel estaba celosa de su hermana porque ella no podía procrear hijos, por lo que hizo que Jacob se acostara con su criada, Bilha, para tener un retoño a través de ella. Bilha dio luz a Adán y Neftalí. Esto le produjo muchos celos a Lea, quien le solicitó a Jacob que tuviera relaciones con su criada, Zilpa, quien tuvo a Gad y Aser. Después de eso, Lea volvió a ser fértil y tuvo a Isacar, Zabulón y Dina. Al final, Dios se acordó de Raquel y le concedió tener dos hijos más que fueron: José y Benjamín. Enredado en una trampa Jacob no podía dejar a un lado su codicia, por lo que le compró su primogenitura a su hermano mellizo. Todo sucedió un día que Esaú volvió de caza muy hambriento, y le pidió un plato de lentejas, a lo cual accedió con esa condición. Esaú no cayó en la cuenta del error que había cometido. El derecho de ser primogénito le concedía un rango superior en la familia y una doble porción de la herencia paterna. La preferencia de Rebeca por Jacob hizo que un día, cuando su esposo Isaac estaba convaleciente en la cama, aprovechara la oportunidad de que su hijo menor recibiera la bendición de su padre en vez de que fuera Esaú. Por este hecho, el primogénito de los mellizos juró matar a Jacob. Muerte del patriarca Jacob murió a la edad de 147 años. En su lecho de muerte, convocó a sus hijos para bendecirlos. José (s. XVIII a. C.). Patriarca hebreo, hijo de Jacob y de Raquel, nacido en Kharrán. Su juventud la pasó en Mamré, cerca de Hebrón, donde se dedicó a la agricultura y a la ganadería en compañía de su padre y hermanos. Preferido de su padre, sus numerosos hermanos a causa de la envidia lo vendieron a unos mercaderes madianitas, que lo llevaron a Egipto. Allí fue vendido como esclavo a un importante funcionario, de nombre Putifarquien, convencido de las buenas cualidades de José, llegó incluso a confiarle la administración de su casa. Encarcelado a causa de la mujer de su dueño, llegaría a explicar en la prisión los sueños al faraón (se ignora su nombre) indicándole que los mismos anunciaban la llegada de siete años de abundancia y otros siete de escasez y hambre. Nombrado funcionario con el nombre de Safenat-Paneaj, tomó por esposa a la egipcia Nesenet, hija de un importante sacerdote, la cual le dio por hijos a Manasés y Efraím. José, llegada la época de escasez, favoreció a sus hermanos, a quienes reconoció sin ser reconocido cuando éstos fueron a Egipto a buscar trigo. Tras el episodio de Simón y de Benjamín, a quienes retuvo como rehenes, se dio a conocer. Llevado Jacob y su familia a Egipto, el faraón le hizo entrega de los pastos y tierra de Gosén. José murió en Egipto a los 110 años de edad; sin embargo, su sepultura se situó en Siquem. Aunque algunos autores han negado la historicidad de los hechos y vida de José -que se enmarcan dentro de relatos justificativos de la providencia divina- el contexto de lo narrado y la estancia de los israelitas en tierras egipcias responden a la realidad histórica.