Economía Social Antes de empezar ¿Por qué estudiar Economía? Decía el un Profesor que a los estudiantes se les enseña en las escuelas lo que es la calcopirita, un mineral que muy probablemente no verán en su vida; sin embargo, no se les explica nada acerca de los conceptos económicos básicos, que deberán aplicar a su vida cotidiana. Todo ciudadano debería tener unos conocimientos básicos de Economía, porque es un conocimiento práctico que nos ayuda a resolver problemas cotidianos, a entender el mundo y a participar en él para mejorarlo. El conocimiento económico da respuesta a cuestiones tales como: ¿Por qué sufrimos crisis económicas? ¿Cómo funcionan los mercados? ¿Qué es la Economía de Mercado? ¿Cómo funciona el sistema económico? ¿hay alternativas? ¿Cómo proteger el medio ambiente? ¿Cómo se distribuye la renta y la riqueza? ¿se puede cambiar esta distribución? ¿Deben pagar más impuestos los que más tienen? ¿Por qué las grandes multinacionales utilizan muchas marcas? ¿Qué es el PIB? ¿y la inflación? ¿Por qué en algunos países las personas mueren de hambre y en otros se siguen dietas de adelgazamiento? ¿Por qué existe el desempleo? ¿Qué papel juega la tecnología en el sistema económico? Y nos ayuda a tomar decisiones en nuestra vida diaria: Como estudiante, ¿me interesa estudiar una formación profesional o seguir la carrera universitaria? ¿es conveniente ahorrar una parte de la paga o gastarla por completo? ¿podría compaginar estudios y trabajo? O como trabajadores, ¿es mejor alquilar o comprar una casa? ¿ahorrar o gastar? ¿cuánto me va a costar pedir un préstamo? ¿utilizo el coche o el transporte público? ¿qué impuestos tengo que pagar? La Economía, como todas las ciencias, ha construido una serie de conceptos y modelos teóricos que deben conocerse para resolver cuestiones como las expuestas anteriormente y para formarse una opinión fundamentada sobre los grandes problemas económicos y sociales del mundo actual y sus posibles soluciones. 1 1. Economía y vida cotidiana En nuestra vida diaria, desde que nos levantamos hasta que volvemos a la cama, estamos realizando actividades económicas. Cualquier día de nuestra vida necesitamos un gran número de bienes y de servicios que otros han preparado para nuestro consumo: una casa, agua, calefacción, comida, ropa, transporte, libros y cuadernos, el instituto con sus profesores, el ordenador, el móvil, y un largo etcétera. Las actividades económicas se llevan a cabo para satisfacer las necesidades humanas mediante el consumo de bienes y servicios. Pero para que el consumo sea posible es necesario producir esos bienes y transportarlos hasta las tiendas donde podemos comprarlos. Y, yendo un poco más atrás, para fabricar bienes se requiere una serie de recursos: materias primas, energía, trabajo humano, herramientas y maquinaria, edificios, etc. Es decir, en última instancia, para satisfacer las necesidades humanas se necesitan recursos. En resumen, las actividades económicas son el consumo, la producción y la distribución de bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas. Todas ellas tienen en común el uso de recursos escasos, limitados, por lo que llevan el calificativo de "económicas". Ver: Videos: “Conceptos básicos sobre Microeconomía” http://www.youtube.com/watch?v=3nZ18l5sNs4 01-El concepto de economía. http://www.youtube.com/watch?v=VhvP03kjOJs y 2. La escasez de recursos y la necesidad de elegir El problema económico básico es la insuficiencia de recursos para satisfacer todas las necesidades y deseos humanos Las necesidades humanas tienen la característica de ser ilimitadas, esto es, una vez cubiertas las más básicas, 2 surgen otras de orden superior, luego otras, y así casi hasta el infinito. El fin de toda sociedad es la satisfacción de las necesidades de sus propios ciudadanos. Pero para conseguirlo hay que disponer de una serie de recursos que puedan convertirse en bienes y servicios aptos para el consumo de la población: alimentos, vestidos, casas, carreteras, hospitales, escuelas, etc. Los recursos productivos, por tanto, son todo aquello necesario para producir bienes y servicios: materias primas, trabajo, maquinaria, energía, construcciones, capital financiero, etc. El problema es que los recursos son limitados, frente al carácter ilimitado de las necesidades y los deseos que hay que satisfacer. Existe, por tanto, en la vida económica una escasez relativa, como consecuencia de esta contradicción. La escasez es un término relativo, debido a que se miden los recursos en comparación a las necesidades que se pretenden satisfacer, y, en este sentido, esos recursos son siempre insuficientes, limitados, o escasos para cubrir todas las necesidades y todos los deseos. Sin embargo, la escala de la escasez es diferente para las distintas personas o sociedades. Por ejemplo, para un pobre o para un rico: mientras que el primero la sufre de forma dramática, el segundo la vive como una frustración por tener que privarse de algún deseo. En cualquier caso, y dado que las necesidades tienen un carácter cultural, la escasez existe para todos, aunque a veces lo olvidemos y vivamos como si los límites no existieran. 3 La actividad económica surge precisamente para superar el problema de la escasez de recursos. La imposibilidad de obtener todo lo que deseamos nos obliga a elegir qué vamos a producir con esos recursos limitados, qué necesidades se van a satisfacer y cuáles no. Los distintos protagonistas de la actividad económica, o agentes económicos, deben tomar decisiones diariamente. Las familias y los individuos tenemos que elegir en qué gastar nuestros ingresos, siempre limitados: comida, casa, ropa, videojuegos, música, etc. O decidir cómo utilizar nuestro tiempo: dedico la tarde a estudiar o a hacer deporte, o quizás voy al cine con los amigos... porque el tiempo, es decir la vida misma, es otro recurso escaso. Las empresas, por su parte, deben tomar decisiones sobre cómo invertir su presupuesto financiero, por 4 supuesto limitado: qué bienes producir, cuántos trabajadores contratar, cuantos equipos adquirir, etc. Y a nivel colectivo los gobiernos toman decisiones sobre la forma de gastar los ingresos públicos, los impuestos: viviendas, carreteras, escuelas y universidades, centros de salud, etc En definitiva, cada uno de nosotros, en nuestro papel de consumidores o de empresarios, tomamos todos los días numerosas decisiones económicas individuales. Estas decisiones, unidas a las que toma el gobierno en representación del conjunto de la sociedad, dan un resultado económico final (a nivel nacional, regional o supranacional). La Economía estudia la forma en que los individuos y las sociedades realizan sus elecciones económicas. Por ello se le suele calificar como la ciencia de la decisión. Ver: Videos: “La satisfacción de las necesidades básicas” http://www.youtube.com/watch?v=HNzsDUBUr0U 3. Los distintos tipos de necesidades La necesidad es la sensación de carencia de algo, junto con el deseo de satisfacerla Para que exista una necesidad, por tanto, no basta con sentir una carencia, sino que tiene que darse también el deseo de satisfacer esa carencia. Por ejemplo, un monje budista puede sentir hambre (carencia de alimento) pero, debido a su ayuno voluntario, no tiene deseo de comer; en este caso no se puede decir que el monje "necesite" comer. Las necesidades económicas son aquellas cuya satisfacción exige el empleo de recursos escasos La mayoría de las necesidades humanas tienen carácter económico, puesto que para satisfacerlas se requieren recursos que son escasos. Sin embargo, no todas tienen este carácter. Por ejemplo, pasear, o tomar el sol pueden ser necesidades que no implican el uso de recursos escasos, más allá del tiempo dedicado a satisfacerlas. Se suelen distinguir dos tipos de necesidades humanas, aunque muchas veces los límites entre una y otra categoría no están claros. 1. Necesidades básicas o primarias: son aquellas que es imprescindible satisfacer para sobrevivir, y son comunes a todo ser humano, como alimentarse, vestirse y tener una vivienda. 2. Necesidades secundarias: son aquellas que no son imprescindibles para la supervivencia pero que su 5 satisfacción mejora el bienestar de las personas, son esencialmente culturales, es decir, dependen del momento histórico, la zona geográfica, la clase social, el sistema económico, etc. En las sociedades económicamente desarrolladas la idea de bienestar ha ido evolucionando y se ha ampliado el concepto de necesidades básicas. Por ejemplo, hoy día la educación y la salud se consideran imprescindibles, y se entienden como necesidades primarias también aquellas que hay que satisfacer para vivir dignamente como ciudadanos. El bienestar humano no se concibe como la mera supervivencia, sino como el desarrollo integral de la persona (económico, social y cultural). Sin embargo, en la mayoría de los países del mundo, los menos desarrollados, ni siquiera están cubiertas las que se han llamado "necesidades básicas" en la clasificación. Las cifras de muertes diarias por falta de alimento o de agua potable son escalofriantes. En cualquier caso, a medida que una sociedad se desarrolla, también lo hacen sus necesidades, que evolucionan hacia formas más sofisticadas, como el ocio, la comunicación o el arte. 4. Los bienes y servicios que satisfacen necesidades El fin de la actividad económica es la satisfacción de las necesidades humanas, y para cumplir este fin se precisan bienes y servicios. Los bienes y servicios son, entonces, cualquier cosa adecuada para satisfacer las necesidades humanas. La distinción entre ambos se debe a su materialidad: los bienes son tangibles (como un coche), mientras que los servicios son intangibles (como una visita médica). En Economía se llama utilidad a la capacidad de los bienes y servicios para satisfacer necesidades. Cuando pagamos un precio a cambio de un bien, estamos valorando su utilidad en esa cantidad de dinero. En cambio, si consideramos que un bien no nos resulta útil, no estaremos dispuestos a pagar nada por él. Los bienes y servicios se pueden clasificar atendiendo a diversos criterios. La siguiente tabla presenta las distintas clasificaciones que suelen hacerse. Criterio Según la cantidad disponible Tipo de bien Ejemplo Libres El aire Económicos El agua potable 6 Por su naturaleza Según su función Por su relación Según su propiedad De consumo: o Perecederos o Duraderos De capital: o Físico o Financiero o o El pan Una lavadora o o Una computadora El dinero Intermedios El acero Finales Un cuchillo Complementarios Leche y cacao Sustitutivos Café o té Independientes Azúcar y coche Públicos Un parque Privados Un coche Observa que un mismo bien puede pertenecer a las dos categorías de un mismo criterio en función de su utilización. Pensemos, por ejemplo, en un coche. Puede ser un bien de consumo o de capital, si lo utiliza una persona particular en el primer caso, y si lo usa una empresa como medio de transporte en el segundo. O puede considerarse un bien privado o público según quién sea su propietario. 5. La Economía como ciencia Se dice que la economía es la más vieja de las artes y la más joven de las ciencias. Desde los albores de la humanidad las personas se han enfrentado al problema fundamental de la escasez de recursos en comparación a sus necesidades y, por tanto, han tenido que tomar decisiones económicas, dando prioridad a unos bienes sobre otros. Sin embargo, como ciencia, la economía no nació hasta el S.XVIII de la mano de Adam Smith, primer autor que estudió la actividad económica aplicando el método científico. La Economía es una ciencia social porque se ocupa del estudio de los seres humanos, su naturaleza, sus actividades, sus instituciones y su comportamiento. En contraposición, las ciencias naturales se ocupan del estudio del mundo físico. Esta diferencia en su objeto de estudio tiene importantes consecuencias en la metodología de ambos tipos de ciencia: 7 Las ciencias sociales tienen serias dificultades para la experimentación, dada la imposibilidad, en muchas ocasiones, de reproducir un fenómeno social concreto. El ser humano y sus relaciones sociales es complejo, variable y difícil de estudiar, y en ocasiones impredecible en su comportamiento. Las ciencias naturales, sin embargo, pueden llevar a cabo experimentos controlando las condiciones del fenómeno estudiado en un laboratorio. Esta es la razón por la que a las primeras se les denomina también ciencias "no experimentales" y a las segundas "experimentales". Los seres humanos, y los economistas también, están influidos por sus circunstancias personales, sociales y culturales, por lo que a veces es difícil ser objetivo y liberarse de los prejuicios. En el caso de la Economía existe una dificultad adicional, que surge como consecuencia de la propia naturaleza de su objeto de estudio a escala social: la distribución de los recursos escasos en la sociedad, terreno abonado para el conflicto de intereses sociales, que se traduce en un fuerte componente ideológico de la ciencia económica. De hecho, inicialmente se le llamó Economía Política, pasando más tarde a denominarse Economía o Teoría Económica, eliminando el importante componente político. La aplicación del método científico a las ciencias sociales, en particular a la Economía, no garantiza un resultado objetivo y único, sino diferentes teorías que son el producto de las ideas preconcebidas y las posiciones políticas de los distintos investigadores. No es de extrañar, por tanto, que ante un mismo problema económico, se alcen diversas voces reclamando medidas diferentes, y a veces contrarias, para su resolución. La Economía se relaciona con el resto de ciencias sociales, como la filosofía, la historia, la política, la psicología, la sociología o el derecho. Pero, a diferencia de éstas, utiliza como herramienta las matemáticas El pensamiento económico Adam Smith, filósofo escocés, es considerado el padre de la Economía por ser el primero que estudió la actividad económica y el funcionamiento de los mercados de manera rigurosa, aplicando el método científico. Los resultados de sus estudios se publicaron en 1776 con el título de La Riqueza de las Naciones. Se le considera también el padre del liberalismo económico debido a su análisis y defensa del comercio libre y la no intervención del Estado en la economía. Desde entonces la ciencia económica se ha desarrollado por distintas sendas, adoptando diferentes enfoques. El pensamiento económico tras A. Smith ha sido fecundo, destacando otros dos economistas que como él crearon escuela. Karl Marx, filósofo alemán que analizó el capitalismo desde la perspectiva de la justicia social, 8 centrándose en el mecanismo explotador de los trabajadores por parte de los capitalistas y en las contradicciones internas del propio sistema económico, que le llevarían a su colapso. Su obra cumbre, El Capital, se publicó en 1867 y, junto con Engels, fundó el llamado "socialismo científico" del que derivaron los movimientos socialista y comunista. John M. Keynes, economista inglés que sentó las bases de la macroeconomía, o estudio de la economía a nivel nacional. Analizó los efectos de la intervención estatal, a través de la política económica, sobre el crecimiento económico de un país y, por tanto, sobre el nivel de empleo y de inflación. Su obra más importante, La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero, se publicó en 1936, y tuvo una gran influencia en la social-democracia tras la segunda guerra mundial. Microeconomía y Macroeconomía La ciencia económica se divide en dos grandes áreas que facilitan su estudio: 1. Microeconomía: se ocupa del estudio de los agentes económicos individuales y su interacción a través de los mercados, así como la configuración estructural de éstos. 2. Macroeconomía: estudia la organización económica a nivel agregado o nacional, prestando especial atención a la intervención del Estado a través de la política económica. . 6. Principios económicos Los principios sobre los que se fundamenta la Economía parten de la hipótesis del comportamiento racional de los agentes económicos. A esta forma de conducta supuesta por la teoría económica se le conoce también como el homo economicus o "pensar como un economista". El principio de racionalidad se aplica a la resolución de las cuestiones económicas mediante la regla de la decisión racional de los agentes, que persiguen obtener el máximo bienestar individual: los consumidores intentan conseguir la máxima utilidad y las empresas el máximo beneficio. Conjugando estos supuestos básicos con el principio de escasez de los recursos, surge otro concepto fundamental de la Economía: la eficiencia, que se refiere a la obtención del máximo bienestar con el mínimo consumo de recursos. La idea detrás de la eficiencia es la ausencia de despilfarro, el aprovechamiento óptimo de los recursos escasos. La racionalidad de los agentes se define de forma operativa mediante el análisis coste-beneficio, es decir, agrupando los factores que influyen en sus decisiones en dos bloques, que representan los costes y los beneficios de realizar una acción: cualquier individuo racional realizará una acción si los beneficios esperados, presentes y futuros, que se derivan de la misma son mayores que sus costes esperados, presentes y futuros; en caso contrario, no realizará dicha acción. La interacción entre decisiones individuales 9 Normalmente cuando analizamos decisiones sólo tenemos en cuenta los costes y los beneficios de dicha acción de manera individual. Sin embargo, con frecuencia ocurre que los intereses que guían nuestras decisiones entran en conflicto, o dependen, de los intereses que guían las decisiones de otros individuos. Es decir, en el mundo real, numerosas decisiones dependen de la interacción de los individuos, por lo que habrá que incorporarlas al análisis. Un ejemplo que ilustra situaciones de este tipo es la producción de ciertos productos(Tabaco, productos químicos, minería ) que contaminan el medio ambiente. Cada empresario individual toma su decisión de cuánto y como producir buscando maximizar su beneficio, sin considerar las decisiones de los demás ciudadanos. Pero las decisiones de todos los productores o empresas tomadas individualmente, sin tener en cuenta la interacción entre ellos, lleva al resultado final de la contaminación del suelo, agua, aire, etc Estos ejemplos ponen de manifiesto la dificultad de identificar los costes y los beneficios cuando el resultado de la decisión individual depende de las decisiones de otros, y las limitaciones de la regla de comportamiento racional: es útil pero difícil de aplicar en los casos de interacción entre agentes económicos. El resultado de ello es, a menudo, un perjuicio colectivo, a nivel social. . 1. Los agentes económicos Las actividades económicas son todas aquellas que tienen como finalidad la satisfacción de las necesidades humanas de carácter económico, es decir, aquellas que se satisfacen mediante recursos que son escasos. Como vimos en el tema anterior, las necesidades se satisfacen mediante el consumo de bienes y servicios, que previamente hay que fabricar y hacer llegar a los consumidores. Las actividades económicas, por tanto, comprenden todas aquellas relacionadas con la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios. Los protagonistas de las actividades económicas somos todos los ciudadanos, y en cuanto a los participantes de la vida económica, se nos denomina agentes económicos. La Economía estudia el comportamiento de los agentes económicos suponiendo que siguen el principio económico de racionalidad. Esto quiere decir que tienen un objetivo claro y toman decisiones que los acerquen a ese objetivo, con la limitación de los recursos que tienen disponibles. 10 Según el papel que juegan en la actividad económica dentro de nuestro sistema, los agentes se agrupan en tres categorías: economías domésticas o familias, empresas y sector público. Esta clasificación se realiza suponiendo una economía cerrada, es decir, sin relaciones con el exterior. Economías domésticas o familias Están formadas por personas solas o agrupaciones familiares y constituyen la unidad básica de consumo. Persiguen obtener la máxima satisfacción posible mediante el consumo de bienes y servicios, teniendo en cuenta su presupuesto limitado y sus preferencias o gustos. También son las propietarias de la mayor parte de los recursos o factores productivos que las empresas necesitan para llevar a cabo la fabricación de bienes y servicios. Empresas La empresa es la unidad básica de producción, debido a que su papel principal es la fabricación de bienes y servicios con el objetivo de conseguir el máximo beneficio posible, dadas sus limitaciones presupuestarias y tecnológicas. Para desarrollar esta actividad deben disponer de recursos o factores productivos que contratan y compran a las economías domésticas. Tradicionalmente se han considerado tres factores productivos: Tierra, comprende los recursos naturales y las materias primas Trabajo humano, tanto físico como intelectual Capital, físico (maquinaria, instalaciones, etc.) y financiero (dinero, créditos, etc.) 11 Actualmente se suele añadir un cuarto factor, la capacidad organizativa para coordinar eficientemente los tres anteriores. Ver Video:”Factores de Producción” http://www.youtube.com/watch?v=EadQuaHZHtI Al conjunto de recursos productivos se les llama también inputs (entradas) y a los bienes y servicios obtenidos outputs (salidas). Desde esta perspectiva se contempla a la empresa como un sistema que transforma los inputs en outputs a través de una tecnología determinada, tal como muestra el esquema. La tecnología es la aplicación del conocimiento científico que da lugar a una combinación concreta de los diferentes factores productivos o inputs para obtener una determinada producción. En cada momento histórico se dispone de un conjunto de alternativas tecnológicas para fabricar un bien concreto. Por ejemplo, para confeccionar un vestido se dispone de un abanico de alternativas: desde hacerlo de manera completamente artesanal, con una técnica manual y pocas herramientas (aguja, dedal y tijeras), hasta realizarlo de forma prácticamente mecanizada, con máquinas cortadoras y de cosido y muy poca mano de obra. En el primer caso se trata de una técnica intensiva en factor trabajo, mientras en el segundo es intensiva en capital. Entre ambos extremos existen opciones intermedias: confección manual con ayuda de una máquina de coser, o cortado a máquina y cosido manual, etc. Sector público Comprende todas las administraciones públicas: el estado, las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos. Desempeña un importante papel en la vida económica, que 12 abarca varias funciones: o Regular la actividad económica, estableciendo el marco legal en el que actúan los agentes. o Dotar a la sociedad de las infraestructuras necesarias para que la actividad económica se realice en buenas condiciones: carreteras y calles, puertos y aeropuertos, canalizaciones de agua y gas, alumbrado, etc. o Proporcionar bienes y servicios de carácter público (por ejemplo, la justicia) o considerados prioritarios (como la sanidad o la educación). o Redistribuir la renta para paliar las grandes desigualdades existentes. Para ello se sirve de la política fiscal: parte de los impuestos recaudados a los que más tienen, los dedica a proteger a los más necesitados (subsidios de desempleo, salario mínimo, etc.) o Es propietario de una parte de los factores productivos: recursos naturales y materias primas y capital. Su objetivo es lograr el máximo bienestar económico de la sociedad utilizando los ingresos limitados de que dispone. Incluye todos los niveles de la administración pública (municipal, provincial y nacional) y los organismos y empresas de propiedad pública. En la siguiente tabla se resumen las funciones de cada agente económico, sus objetivos y sus limitaciones: Agente económico Economías domésticas Empresas Sector público Funciones Objetivos Limitaciones Consumo Máxima satisfacción Renta y preferencias Producción Regulación Suministro de bienes públicos y básicos Redistribución Máximo beneficio Máximo bienestar económico colectivo Presupuesto financiero y tecnología Ingresos públicos 13 . 2. Las relaciones entre los agentes En la vida diaria de cualquier país existen millones de consumidores que toman sus decisiones de compra, y numerosas empresas que desarrollan su actividad tomando decisiones sobre la producción y distribución de bienes y servicios; todo ello enmarcado en la actuación del sector público que, con sus propias decisiones, condiciona la conducta de los consumidores y las empresas. Para poder desarrollar su función, los agentes económicos se necesitan mutuamente, por lo que deberán establecer relaciones entre ellos. Las relaciones entre economías domésticas y empresas Consideremos en primer lugar el caso más simple, el de una economía cerrada en la que no existe sector público y, por tanto, sólo participan los dos agentes privados: las familias y las empresas. Hemos visto que para producir bienes y servicios, las empresas necesitan disponer de factores productivos o inputs, que son propiedad de las economías domésticas. Surge entonces la primera relación entre los dos agentes, que implica un doble flujo como resultado del intercambio entre ambos: Las familias venden o contratan sus recursos productivos a las empresas y reciben a cambio una remuneración o renta, en forma de alquileres, salarios, intereses y beneficios. Este intercambio se realiza mediante el mercado de factores productivos, que recoge un flujo físico o real (entrega de tierra, trabajo y capital) y un flujo monetario (remuneración de los factores). Lo que se llama "mercado de factores" en realidad son varios mercados diferentes, en los que se intercambia cada factor concreto. Por ejemplo, el mercado laboral para el factor trabajo, el inmobiliario para terrenos e inmuebles, el mercado financiero para el dinero, el de bienes para la maquinaria, etc. Las empresas, a través de estos mercados, se ponen en contacto con las economías domésticas y pactan un pago o renta por la compra del factor. 14 La renta que produce cada uno de los factores recibe un nombre distinto: los alquileres son la renta de los terrenos y bienes inmuebles, el salario la remuneración del trabajo, los intereses la renta del dinero, y los beneficios la renta de las inversiones. Una vez que los factores productivos están en manos de las empresas, éstas los transforman en bienes y servicios que las economías domésticas compran con el dinero obtenido por la venta de sus recursos. Aparece así la segunda relación entre los dos agentes, que nuevamente implica un intercambio y, consecuentemente, un doble flujo: Las empresas llevan su producción al mercado de bienes y servicios, estableciendo un flujo real, y las familias acuden a comprarlos a cambio de un precio, que da lugar a un flujo monetario. El siguiente esquema, denominado Flujo Circular de la Renta (o de la actividad económica), representa estos intercambios realizados entre las familias y las empresas. La línea continua roja representa los flujos reales, mientras que la discontinua azul se refiere a los flujos monetarios. Observa que todo intercambio, como su propio nombre indica, supone una prestación y una contraprestación, un dar y un tomar... en los mercados se realizan intercambios de bienes, servicios o factores productivos a cambio de una cantidad de dinero, por lo que siempre habrá un doble flujo. La mayoría de las veces uno de esos flujos será real y el otro monetario, aunque en ocasiones los dos flujos pueden ser monetarios: es el caso del mercado financiero, en el que se intercambia dinero por dinero. El sector público en el Flujo Circular de la Renta El mismo Flujo Circular de la Renta o de la actividad económica se amplía si se añade el tercer agente económico de una economía cerrada, el sector público. La actividad de éste es más compleja, ya que mantiene relaciones con los dos agentes anteriores, familias y empresas, e 15 interviene en los mercados de factores y de bienes y servicios. El sector público y las economías domésticas Entre ambos agentes se establece un doble flujo monetario: las familias deben realizar pagos al sector público (impuestos, tasas, etc.), y éste a su vez efectúa transferencias a las primeras (pensiones,, subsidios de desempleo, obras publicas.) Se denomina transferencia al pago que realiza un agente económico a otro sin contraprestación, sin recibir nada a cambio. Generalmente es el sector público el que realiza este tipo de operaciones, por ejemplo cuando concede una beca de estudios. El sector público y las empresas También en este caso existe un doble flujo monetario: las empresas pagan impuestos al sector público y éste a cambio concede subvenciones a las empresas que considera más necesitadas. En definitiva, el sector público obtiene la mayor parte de sus ingresos de las familias y de las empresas mediante los impuestos y otras cargas fiscales. Una parte de estos ingresos públicos revierte en algunas economías domésticas y empresas a través de las transferencias y las subvenciones. En este intercambio se plasma la función redistributiva de la renta por parte del sector público, como se señaló en el apartado anterior: si los que más tienen pagan más impuestos, y los más necesitados reciben mayores transferencias y subvenciones, se habrá cumplido en mayor o menor medida con esta importante función estatal. La participación del sector público en los mercados Además de sus relaciones con los otros dos agentes, el sector público participa en los mercados, comprando y vendiendo tanto factores productivos como bienes y servicios. En el mercado de factores interviene como comprador (de recursos naturales, trabajo y capital) y como vendedor, ya que una parte de esos factores son de propiedad pública. Y lo mismo ocurre en el mercado de bienes y servicios, en el que vende la producción que obtienen las empresas públicas y compra lo necesario para desarrollar su actividad. De esta forma en ambos mercados se establece un doble flujo físico y otro monetario. 16 El siguiente esquema muestra el Flujo Circular de la Renta con la incorporación del sector público y sus relaciones con las familias y las empresas, así como su intervención en los mercados. Los sectores económicos Las actividades económicas de producción y distribución de bienes y servicios son muy diversas y las realizan las empresas o el sector público. Dada la gran variedad de las mismas tradicionalmente se han agrupado en tres categorías o sectores económicos: 1. Sector primario, que comprende aquellas actividades relacionadas directamente con los recursos naturales sin que éstos se transformen, dedicadas solamente al desarrollo de los mismos. Incluye la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, etc. 2. Sector secundario o industrial, que abarca todas las actividades que transforman físicamente las materias primas o bienes en otros más aptos para el consumo. Estas actividades fabriles son muy diversas: energía, textil, metal, maquinaria, química, electrónica, automóvil, y un largo etcétera. La clasificación tradicional incluye la construcción, pero debido a la gran importancia de esta industria y a sus particularidades, con frecuencia se la considera de manera independiente. 3. Sector terciario o de servicios, que engloba al resto de actividades no incluidas en las categorías anteriores, caracterizadas por proporcionar la prestación de servicios, y no bienes tangibles: comercio, enseñanza, sanidad, transporte, comunicaciones, turismo, banca, etc. 17 Estos tres sectores económicos están interrelacionados y se necesitan mutuamente. En el caso de la agricultura, se necesitan una serie de herramientas y máquinas, abonos y semillas que previamente se han producido en la industria; una vez obtenidos los bienes agrícolas vuelven a conectarse a los otros sectores: o bien se dirigen a la industria para su transformación (por ejemplo, las frutas para hacer mermeladas), o bien se comercializan en fresco a través de los servicios de almacenaje, transporte y venta al por menor. También el sector industrial requiere para su actividad del sector primario, que le abastece de materias primas, y del terciario, para llevar sus productos desde las fábricas hasta el consumidor (comunicaciones, transporte, comercio, publicidad, etc.). O pensemos en la prestación de un servicio, como puede ser el trabajo de un médico: para ejercer su actividad necesita disponer de material e instrumentos y un local, muebles, etc., obtenidos todos ellos en la industria. Además el médico tendrá que utilizar una serie de servicios adicionales, como la comunicación, el transporte o la formación. Por otra parte, la existencia de un sector de servicios suficientemente fuerte es imprescindible para el buen desarrollo de los otros sectores, debido a que incluye las infraestructuras básicas. Por ejemplo, un país que no cuente con una sólida infraestructura de servicios como el transporte, las comunicaciones, la banca o los servicios profesionales, difícilmente podrá desarrollar de forma eficiente su industria o el sector primario. 18 En principio se podría pensar que los tres sectores deberían estar equilibrados. Sin embargo, suele ocurrir que a medida que un país se desarrolla económicamente, pierde protagonismo el sector primario a favor de las actividades industriales y, sobre todo, de servicios. Es lo que se denomina tercerización de la economía. Ver video: Los sectores económicos https://www.youtube.com/watch?v=C3Acua9T9zY 4. Los sistemas económicos Ver Videos: Los sistemas económicos parte 1 a la 5 http://www.youtube.com/watch?v=TJA7NosGpJk http://www.youtube.com/watch?v=MqNc22EEtNE http://www.youtube.com/watch?v=9NhW-E7Jofg http://www.youtube.com/watch?v=XXnltuiwvaA http://www.youtube.com/watch?v=p0WxVHL3RwA Actividad : Formar 5 grupos y cada grupo deberá exponer a sus compañeros un video y un resumen, o mapa conceptual del mismo. En cualquier lugar y momento histórico, desde las comunidades primitivas hasta nuestros días, los 19 seres humanos han tenido que dotarse de una serie de normas que regulen la vida en sociedad. Actualmente es el poder político, en manos del Estado, el que establece el conjunto de leyes e instituciones que regulan la actuación de los agentes económicos y sus relaciones, condicionando sus decisiones y determinando el sistema económico. La escasez de recursos y su posibilidad de usos alternativos, obliga a la sociedad a tomar decisiones sobre el destino de tales recursos, que pueden sintetizarse en tres cuestiones fundamentales: Qué bienes y servicios producir y en qué cantidad Cómo producir esos bienes, con qué tecnología Para quién producirlos Las decisiones tomadas para dar respuesta a estas cuestiones tienen un claro componente político, y configuran el sistema económico de una sociedad. No es indiferente, por ejemplo, dedicar los recursos a fabricar armas o alimentos, a bienes privados o a servicios públicos. En cuanto al cómo producir, aunque es una decisión en gran parte de naturaleza técnica, también lo es política: se produce respetando el medio ambiente o no, se explota a la fuerza de trabajo o no, etc. Por último, la decisión sobre quién va a disfrutar de los bienes y servicios producidos vuelve a ser política: puede repartirse igualitariamente entre toda la sociedad, o sólo entre los que han trabajado, o entre quienes puedan pagar el precio correspondiente, o en función de las necesidades de cada uno. En definitiva, lo que caracteriza básicamente a un sistema económico, es el mecanismo por el cuál se toman las decisiones económicas anteriores, si bien cada uno de estos mecanismos exige determinadas condiciones de propiedad de los factores productivos, y da lugar a unas relaciones entre los agentes económicos concretos. El capitalismo o economía de mercado 20 Este sistema económico se caracteriza porque el mecanismo de toma de decisiones es el mercado, en el que se encuentran los consumidores y los productores y se establecen los precios de todos los intercambios: factores productivos, bienes y servicios. Estos precios juegan un papel fundamental como brújula que orienta las decisiones tanto de los consumidores como de las empresas, y determinan los bienes que se producen, la tecnología que se utiliza y el reparto de la producción. El Estado no interviene directamente en la vida económica, limitándose a establecer las leyes e instituciones que permiten el libre funcionamiento de los mercados, entre ellas la existencia de la propiedad privada de los factores de producción, sin la cuál no podría existir este sistema económico. Un ejemplo aclarará el funcionamiento del mercado como mecanismo de asignación de recursos o toma de decisiones. Pensemos en el mercado inmobiliario y su comportamiento en las dos últimas décadas, y observemos cómo se ha decidido qué y cuánto producir, cómo y para quién. Qué producir: numerosas familias querían comprar un piso o un adosado, alentadas por la facilidad del crédito y las ventajas fiscales, y acudían a solicitarlos a las agencias inmobiliarias. Éstas trasladaban las solicitudes a los constructores o a los particulares que deseaban vender un piso. Esta información sobre los deseos de compra actuaba como señal para las empresas constructoras, que aprovechaban la posibilidad de aumentar sus beneficios construyendo nuevas urbanizaciones, que podían vender a precios cada vez mayores, dado el creciente número de peticiones de compra. La decisión acerca del tipo de vivienda y la cantidad construída cada año es el resultado de la interacción de las solicitudes de los consumidores y la respuesta de las empresas a través del mercado. En el momento en que los consumidores reducen sus peticiones de vivienda, como ha ocurrido tras la crisis financiera, la respuesta de las constructoras es reducir su producción, acomodándola a los deseos de compra. 21 Cómo producir: en el sistema de mercado esta cuestión la resuelven las empresas guiadas por su objetivo de obtención de máximo beneficio, por lo que tienen en cuenta los precios de los bienes y los factores. Así las empresas constructoras han elegido mayoritariamente utilizar mano de obra de personas inmigrantes, dispuestas a vender su fuerza de trabajo en peores condiciones, ya que sus posibilidades de elección son menores que las de los nacionales. Para quién producir: los precios resultantes de la interacción en el mercado de compradores y vendedores determinan para quién es el producto. Todo aquel que pueda pagar una vivienda la tendrá, pero no así los que no disponen de dinero suficiente para su compra. En España hemos visto lo desorbitado de los precios de este bien básico, que ha impedido que una parte importante de la población haya podido comprar un piso. A. Smith, partidario del sistema de mercado libre, al que consideraba el "orden natural" de organización económica, utilizó la metáfora de la mano invisible para describir la asignación de recursos por el mercado, tal como se expresa en la siguiente cita extraída de La riqueza de las naciones (1776): “Cada individuo está siempre esforzándose para encontrar la inversión más beneficiosa para cualquier capital que tenga ...] Al orientar esa actividad de modo que produzca un valor máximo, él busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros, una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en su propósitos ...] Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo.” La metáfora de la "mano invisible" quiere decir que en el sistema de mercado no hay nadie concreto, ningún plan central, que decida lo que se va a producir y en qué cantidad. Los consumidores, mediante sus intenciones de compra, indican a las empresas lo que deben fabricar y llevar al mercado. Junto con A. Smith, los defensores del liberalismo económico resaltan como ventaja fundamental de este sistema la formación de los precios, que proporcionan la información necesaria a los individuos para que tomen sus decisiones y actúan como incentivo para lograr la eficiencia, y no despilfarrar los recursos. Si, además, el número de empresas es suficientemente grande y existe competencia entre ellas, los precios serán los más bajos posibles, beneficiando los intereses de los consumidores. El resultado es el mayor bienestar social posible, a partir del egoísmo individual, de la búsqueda del interés propio. Todo ello acompañado de la máxima libertad individual: tanto los consumidores como las empresas eligen libremente qué consumir o qué producir, en función de 22 sus preferencias y de sus presupuestos. Los detractores del mercado libre, por su parte, señalan una serie de inconvenientes del sistema: El reparto desigual de la riqueza, de la propiedad de los factores productivos, conduce a una desigual distribución de la renta, que agranda las diferencias entre ricos y pobres. El mercado sólo es eficiente si existen muchas empresas que compiten entre sí. La realidad, sin embargo, muestra que las empresas se comportan estratégicamente para adquirir poder de mercado y evitar la competencia, guiadas por el objetivo de conseguir el máximo beneficio. La consecuencia es el dominio de los mercados por unas pocas empresas que llevan a situaciones ineficientes desde el punto de vista social y a un menor bienestar colectivo. La persecución del objetivo de máximo beneficio de las empresas hace que elijan las tecnologías más baratas, a pesar de que puedan llevar al agotamiento de los recursos naturales o a emitir un exceso de contaminación ambiental. En este caso, el problema es que al tomar sus decisiones las empresas sólo tienen en cuenta sus costes económicos individuales, y no los costes sociales. La libertad de los consumidores es puesta en entredicho debido a dos factores: la capacidad de persuasión de la publicidad, que crea necesidades artificiales; y la falta de libertad de los más pobres, que no tienen dinero para acudir al mercado. La planificación central En el extremo opuesto se encuentra el sistema económico de planificación central, en el que las decisiones fundamentales las toma la autoridad económica central, esto es, el Estado, que establece los precios de los factores productivos y de los bienes y servicios, dirige el funcionamiento de la economía y controla el poder económico. A través de la planificación económica se fijan los objetivos a alcanzar y se reparten las tareas entre las fábricas y centros de producción, de propiedad estatal o colectiva. Los bienes y servicios obtenidos se distribuyen entre todos los miembros de la sociedad. Bajo este sistema, por tanto, los agentes económicos básicos del mercado, los consumidores y las empresas, carecen de iniciativa y se limitan a cumplir con los planes estatales. Desde un punto de vista político-ideológico este sistema se corresponde con la corriente marxista, 23 y sus defensores destacan como principal ventaja una distribución de la renta más igualitaria que en el sistema capitalista, asegurando trabajo, vivienda, educación y sanidad gratuitos para toda la sociedad. Los detractores del sistema, por su parte, señalan sus inconvenientes: El control estatal de los precios y los salarios elimina los incentivos del mercado, desmotivando a las empresas a reducir costes y a los trabajadores a aumentar su productividad. El resultado es la ineficiencia del sistema o despilfarro de recursos. La necesidad de coordinar y controlar toda la actividad económica de manera centralizada, exige un gran aparato administrativo, la Agencia Económica Central, y lleva a una burocratización creciente, con múltiples errores en la recogida de información y la consecuente planificación. La ausencia de libertad individual en la toma de decisiones económicas. Sistema económicos mixtos Los dos sistemas económicos descritos son opuestos. Mientras en el sistema capitalista el protagonismo fundamental lo tienen los consumidores y las empresas a través del sistema de precios que fijan los mercados, en el sistema de planificación central es el Estado el protagonista absoluto de la organización económica. Pero ambos sistema se han descrito teóricamente, en sentido puro. En la realidad, nunca han existido tales extremos. En los economías capitalistas, en menor o mayor medida, existen sectores donde el Estado cumple una función importante como regulador y corrector del mecanismo del mercado, y asume algunas actividades económicas a través de las empresas públicas. De igual forma, en las economías de planificación central suelen dejarse parcelas gobernadas por el mercado. Lo que tenemos en la realidad son sistemas económicos mixtos que se acercan más o menos a los extremos expuestos. Por ejemplo, el modelo económico de Estados Unidos se acerca más al sistema de mercado puro que los sistemas europeos, en los que tradicionalmente el Estado ha tenido un mayor 24 protagonismo económico. Un caso destacado de sistema económico mixto es el llamado Estado del Bienestar, dentro de las economías basadas en el mercado. Este modelo se ha desarrollado principalmente en los países del norte de Europa después de la segunda guerra mundial, inspirado por las ideas de Keynes. Se caracteriza por una fuerte intervención estatal en la vida económica, que persigue la protección social de todos los ciudadanos y una distribución de la renta más justa que la producida por el capitalismo puro. Políticamente se corresponde con la corriente de pensamiento socialdemócrata. Resumen de los sistemas económicos Una de las características relevantes que se desprende del estudio de los sistemas económicos es el papel que adopta en el mismo el Estado. Desde el capitalismo puro, en el que su intervención es prácticamente nula, hasta la planificación central, en la que es el protagonista absoluto, pasando por los distintos sistemas mixtos, más o menos próximos a los extremos. A pesar de las diferencias existentes entre los distintos países, a lo largo de la historia del capitalismo se han sucedido épocas de mayor liberalismo y otras de gran intervencionismo estatal, en función de las condiciones económicas y de la ideología dominante. Hasta la Gran Depresión de 1929, el Estado tuvo una intervención limitada al establecimiento de los derechos de propiedad y la provisión de bienes públicos básicos como las infraestructuras de comunicación y transporte o el ejército. Después de la segunda guerra mundial, sin embargo, triunfaron las ideas keynesianas y los gobiernos de las economías occidentales tomaron un papel más activo en la vida económica: se nacionalizaron sectores básicos como la energía y el transporte aéreo y se construyó un sistema de protección social de los ciudadanos más débiles. En la década de los años 70 del siglo XX, cuando la economía en estos países sufrió una fuerte crisis, se volvió a los planteamientos liberales y al laissez-fare, siguiendo las teorías del Premio Nobel de Economía M. Friedman, de la escuela de pensamiento monetarista: en mayor o menor medida los distintos gobiernos iniciaron el proceso contrario, privatizando las empresas públicas y desregulando los mercados. Hoy día, tras el derrumbe de las economías comunistas y con el capitalismo mundial en crisis, estamos asistiendo a un retroceso de la protección social en la mayoría de los países desarrollados económicamente. El "rescate" de la banca privada por parte del Estado, ha abierto el debate sobre el funcionamiento del sistema de mercado y el papel del sector público, pero da la impresión de que la crisis es también ideológica. Quizás sea el momento de una renovación del pensamiento económico. En la siguiente tabla se resumen los tres sistemas económicos estudiados y los mecanismos que utilizan para tomar las decisiones sobre qué, cómo y para quién producir. 25 Sistema Qué Capitalismo Mercado: consumidores y empresas Planificación central Estado del Bienestar Estado Mercado y Estado Cómo Para quién Mercado: empresas Mercado: para quien pueda pagar el precio Estado Empresas y Estado Estado: para todos los miembros de la sociedad Mercado y Estado: para quien pueda pagar el precio, pero todos los ciudadanos tienen cubiertas las necesidades básicas LOS CONSUMIDORES Y LA DEMANDA 1. La conducta de los consumidores Las necesidades humanas son culturales y siempre crecientes, como vimos en el primer tema, y una parte importante de ellas son de tipo económico, es decir, para satisfacerlas se requieren bienes escasos. La teoría económica supone que el objetivo que persiguen las unidades de consumo, familias o consumidores, es aumentar todo lo posible su bienestar mediante el consumo de bienes y servicios: cuanto mayor es su consumo, mayor es el grado de satisfacción y de bienestar de los ciudadanos en cualquier sociedad. Ahora bien, el límite al consumo viene dado por el dinero disponible para comprar en el mercado, por la renta de los consumidores. Teniendo en cuenta esta restricción, el consumidor racional utilizará su presupuesto de forma que, dados unos precios de los distintos bienes y servicios, y dadas sus preferencias o gustos, consiga el mayor número de bienes y, por tanto, el mayor grado de utilidad o satisfacción. La función de demanda 26 Ver video: La ley de la oferta y la demanda; http://www.youtube.com/watch?v=QU3ohDPOqfs ¿Qué es y cómo funciona el mercado? http://www.youtube.com/watch?v=HOYzc2s8FUY El mercado y los mercados. http://www.youtube.com/watch?v=C6blsksWXuk Se denomina demanda a la cantidad de un bien o servicio que un consumidor está dispuesto a comprar en un período de tiempo. Observa que lo que se trata de medir es la "disposición a comprar" de los consumidores, y no sus compras reales. Y ¿de qué depende la demanda de un bien, la cantidad que queremos comprar de ese bien?, o dicho de otra forma, ¿cuál es la función de demanda? La observación de la realidad ha llevado a los economistas a concretar una serie de factores que inciden en la demanda de un bien o servicio: o El precio del bien o La renta de los consumidores o Los precios de bienes sustitutivos y complementarios o Las preferencias o gustos de los consumidores o El tamaño del mercado (población con poder adquisitivo) o Las condiciones climatológicas La lista de variables es larga y compleja, por lo que conviene simplificar. La teoría económica considera cuatro factores esenciales que influyen en la demanda de cualquier bien: su precio (P), la renta (R), el precio de bienes relacionados (P') y las preferencias del consumidor (G). El resto de variables, salvo situaciones especiales, no se consideran, de forma que la función de demanda viene dada por la expresión: QD = f (P, R, P', G) La cantidad demandada de un bien (QD) "depende de" P, R, P' y G Trabajar simultáneamente con las cuatro variables que definen la función de demanda es complicado, y para simplificar la situación la teoría económica analiza de forma sucesiva la relación 27 entre la cantidad demandada y cada uno de los factores que la determinan, considerando que el resto permanece invariable según la condición ceteris paribus. A continuación se estudia separadamente la relación de la demanda con cada una de esas variables que la determinan. 1. La cantidad demandada de un bien y su precio 2. La cantidad demandada y la renta de los consumidores 3. La cantidad demandada y los precios de bienes relacionados 4. Cantidad demandada y preferencias de los consumidores La cantidad demandada de un bien y su precio El mecanismo del mercado utiliza los precios de los bienes como señales para la toma de decisiones de compra por los consumidores. El precio, por tanto, es una variable fundamental para el estudio de la demanda, y conviene "aislarla" del resto de variables de la función de demanda. De esta forma, se puede analizar la relación de la cantidad demandada de un bien con su precio, ceteris paribus, es decir, manteniendo constantes las otras tres variables: la renta de los consumidores, el precio de los bienes relacionados y las preferencias. ¿Qué relación mantiene la demanda de un bien con su precio? Se obtiene de esta forma la Ley de la Demanda Decreciente, que asegura una relación inversa entre la cantidad demandada de un bien y su precio: A menor precio mayor demanda y a mayor precio menor demanda 28 Supongamos un consumidor que nos revela sus intenciones de ir al cine mensualmente en función del precio de la entrada. La gráfica y la tabla siguientes muestran su elección para varios precios : La curva de demanda resultante de las elecciones del consumidor es convexa y decreciente: si el precio de la entrada es 10 $, sólo iría al cine una vez al mes; si el precio baja a 6 $ iría tres veces; y si fuera de 2 $ acudiría 7 veces cada mes. Mediante el ejemplo se ha expresado la curva de demanda para un consumidor individual. Si se tratara de representar a todos los consumidores de un mercado, por ejemplo, de MENDOZA, la curva de demanda sería el resultado de sumar horizontalmente las cantidades demandadas por los distintos consumidores para cada precio. Esta curva de demanda del mercado tiene la misma forma que la individual, pero en el eje de abscisas aparecen las sumas de las cantidades demandadas por el conjunto de consumidores 29 La cantidad demandada y la renta de los consumidores La renta de la que dispone una familia o un individuo es otra de las variables con fuerte impacto en la demanda. De hecho, si no existe una renta mínima, si la persona no dispone de dinero, no puede comprar nada y, por tanto, no tiene demanda. A medida que aumenta la renta, también lo hacen las posibilidades de compra, y en consecuencia, aumenta la demanda. De esta forma, la relación entre estas dos variables, cantidad demandada de un bien y renta del consumidor, es positiva: más renta más demanda y viceversa. La variable analizada en el apartado anterior, el precio del bien, realmente se mide en relación a la renta, de manera inconsciente: una persona con unos ingresos muy bajos tiende a considerar caros casi todos los bienes del mercado, mientras que otra persona con altos ingresos tenderá a pensar que son baratos. Ello es así porque la referencia del consumidor a la hora de valorar cualquier bien, su barra de medir, es su presupuesto. La curva de demanda y la renta ¿Qué ocurre con la curva de demanda-precio de un bien si varía la renta de los consumidores, permaneciendo constantes los otros factores? Es decir, se supone que el precio del bien y de los relacionados, así como los gustos del consumidor no varían, permanecen fijos; la única variable que dejamos que cambie es la renta del consumidor, que puede aumentar o disminuir. Si se trata de un bien normal, un incremento en la renta de los consumidores hará que estén dispuestos a comprar más cantidad para cada precio, produciéndose un desplazamiento de la curva de demanda hacia la derecha. Por el contrario, una disminución de la renta lleva a consumir menos cantidad para cada precio, y la curva se desplaza a la izquierda. Los bienes inferiores Si se trata de los llamados bienes inferiores, la relación con las variaciones de renta son al contrario que cuando los bienes son normales. Un aumento en la renta de los consumidores hace disminuir el consumo de este tipo de bienes, por ser de calidad inferior. Las disminuciones de renta, por el contrario, producen un incremento en la demanda. Un ejemplo de este tipo de bienes es el de las gaseosas alternativas frente a las de marcas 30 reconocidas como Coca Cola o Pepsi , o cualquier bien o servicio de calidad menor respecto a la media. La cantidad demandada y los precios de bienes relacionados La cantidad demandada de un bien también depende de cuáles sean los precios de otros bienes con los que tiene relación. Así, no es indiferente el precio de la gasolina en el consumo de coches; o el precio de los vuelos en avión en el uso del Taxi . A continuación se analiza el efecto de los precios de los bienes relacionados (sustitutivos y complementarios) en la cantidad demandada de un bien o servicio. 1. Bienes sustitutivos Los bienes sustitutivos son los que satisfacen la misma necesidad. Muchos de los bienes o servicios que consumimos tienen sustitutivos más o menos cercanos, aunque la forma de satisfacer la necesidad no sea idéntica: podemos viajar en coche o en tren, comer una fruta u otra, comprar un armario de madera maciza o de madera contrachapada, carne de vaca o de pollo o de cerdo. etc. ¿Qué ocurre si aumenta el precio de un bien que es sustitutivo del que estamos considerando? Por ejemplo, un incremento en el precio de los cigarrillos, ¿cómo afectará a la demanda de tabaco de armar ? Se puede esperar que una parte de los consumidores abandonen el consumo de cigarrillos y pase a consumir cigarros armados por lo que aumentará la demanda de éste, desplazándose toda la curva hacia la derecha. Cuando el precio de un bien sustitutivo disminuye, sucede justo lo contrario: una parte de los consumidores abandonarán la compra del bien considerado y pasarán a consumir el bien cuyo precio ha bajado. Ello dará lugar a una disminución de la demanda del bien, desplazando la curva hacia la izquierda. 2. Bienes complementarios 31 Los bienes complementarios se consumen conjuntamente, como el coche y la gasolina, o la pintura y el pincel. Si tomamos como ejemplo la demanda de coches, ¿qué sucede si aumenta el precio de la gasolina? el efecto en este caso será un menor consumo no sólo de gasolina, sino también de coches, por lo que la demanda se desplazará hacia la izquierda, indicando una menor cantidad demandada para cada precio. Lo contrario ocurrirá ante una bajada del precio de la gasolina, que hará que la demanda de coches se desplace hacia la derecha, recogiendo el aumento en la cantidad demandada para cada precio. La cantidad demandada y preferencias de los consumidores El cuarto factor que determina la cantidad demandada de un bien o servicio es las preferencias o gustos de los consumidores. Cuando cambian las preferencias se produce un desplazamiento de la curva de demanda: si un bien se pone de moda, los consumidores estarán dispuestos a comprar más cantidad por el mismo precio, provocando un aumento de demanda o desplazamiento a la derecha de la curva; el desplazamiento será hacia la izquierda si disminuye la demanda al dejar de gustar el bien o servicio. Las modas cambian a menudo, unas veces como consecuencia de la publicidad, otras por avances tecnológicos. Existen múltiples ejemplos de este fenómeno: los pantalones pitillo o acampanados, 32 los zapatos en punta o achatados, los mp4 o los móviles con internet que desplazan a los modelos anteriores, o la fidelidad a las marcas comerciales. En las últimas décadas el marketing se ha desarrollado enormemente, y las grandes empresas estudian la conducta de los consumidores en sus bases psicológicas, guiando sus preferencias y creando necesidades nuevas. . La función de oferta La oferta es la cantidad de un bien o servicio que una empresa está dispuesta a vender durante un período de tiempo. Igual que en el caso de la demanda, la oferta no mide las ventas reales de la empresa, sino su "disposición a vender". La cantidad de producto que a la empresa le gustaría vender, depende de una serie de factores: El precio del bien El coste de los factores productivos o inputs La productividad Las expectativas La teoría económica considera como factores esenciales que inciden en la oferta de un bien, los tres siguientes: el precio del bien (P), los costes de producción (C), y las expectativas empresariales (E). La función de oferta, por tanto, se puede expresar: QO = f (P, C, E) La cantidad ofrecida de un bien (QO) "depende de" P, C, E Los costes de producción, a su vez, dependen de: El coste de los factores productivos (materiales, energía, mano de obra, capital, etc.): cuantos mayores sean los precios de los factores mayores serán los costes totales de producción, y viceversa. 33 La productividad, que depende de la tecnología utilizada, de la formación de los trabajadores y del sistema organizativo de la empresa. En cualquier caso una mayor productividad significa menores costes de producción, y una baja productividad costes mayores. Para simplificar la situación analizamos de forma separada la relación entre la cantidad ofrecida y cada uno de los factores determinantes, suponiendo que el resto permanecen fijos (ceteris paribus), tal como hicimos para el estudio de la demanda. La cantidad ofrecida de un bien y su precio El precio de un bien en el mercado es la variable fundamental para la toma de decisiones, tanto de los consumidores como de las empresas. Éstas deciden la cantidad que están dispuestas a vender guiándose, en primer lugar, por el precio que rige en el mercado, siempre suponiendo que no tienen poder suficiente como para establecer ellas mismas el precio de venta. Como en el caso de la demanda, comenzamos el estudio de la oferta con la relación que mantiene con el precio del bien. La pregunta que debemos formular es, ¿le interesa a una empresa vender más o menos cuando el precio es alto?. Intuitivamente la respuesta es que las empresas, al contrario que los consumidores, están interesadas en vender más cuanto más elevado sea el precio. La observación de la realidad cotidiana apoya esta afirmación: en cualquier compraventa en la que se establece un regateo, como en un mercadillo, o en la compra de una finca, invariablemente el vendedor tira al alza del precio, y el comprador a la baja. La razón de este comportamiento es sencilla: la empresa está dispuesta a vender su producto a un precio mínimo que cubra el coste de producción, y a partir de ese mínimo, cuanto mayor sea el precio, mayor será su beneficio. Esta relación entre cantidad y ofrecida y precio de un bien se llama Ley de la Oferta. A mayor precio mayor oferta y a menor precio menor cantidad ofrecida Supongamos una empresa que produce camisetas de algodón. En la tabla siguiente figura su disposición a vender distintas cantidades diarias en función de los precios del mercado, y junto a ella la gráfica de la función de oferta, que para simplificar suponemos que es lineal: 34 El gráfico muestra que la empresa no está interesada en vender ninguna camiseta si el precio es menor que 2 $. Si el precio sube hasta 5 $ está dispuesta a vender 6 camisetas diarias, a 10$vendería 16 camisetas, y a un precio de 15 $ ofrecería en el mercado 26 camisetas al día. La función de oferta es lineal y creciente, indicando que hay una relación directa entre la cantidad ofrecida y el precio del bien. Observa que cuando cambia el precio también lo hace la cantidad ofrecida, y nos deslizamos a lo largo de la curva para alcanzar la nueva combinación precio-cantidad. Ésta es la oferta que realiza una empresa individual. Pero supongamos ahora que en el mercado de camisetas operan 10 empresas idénticas. La función de oferta del mercado se obtiene sumando horizontalmente las cantidades ofrecidas por el conjunto de empresas para cada precio. La cantidad ofrecida y los costes de producción Si aislamos la cantidad ofrecida de un bien y los costes de su producción, ceteris paribus, ¿qué relación encontramos? ¿qué sucede si varían los costes? El resultado es que la curva de oferta se 35 desplaza y cambia su posición en las coordenadas. Un incremento de los costes de producción llevará a las empresas a ofrecer una menor cantidad de producto para cada precio, debido a que la subida del coste tiene un efecto similar a un descenso del precio de venta y un menor beneficio por unidad vendida. ¿Y si se reducen los costes de producción? Las empresas están dispuestas a vender más camisetas por los mismos precios, debido a que ahora les resulta más barato producir cada camiseta. Los costes de producción y la tecnología La tecnología es la aplicación de los conocimientos científicos existentes en cada momento histórico a los procesos productivos. La empresa capitalista, que busca el máximo beneficio, elegirá siempre aquella opción tecnológica, entre las disponibles, que sea más eficiente, que consiga una determinada cantidad de producción con el menor coste total. Los avances tecnológicos, impulsados la mayoría de las veces por las propias empresas, suelen tener los mismos objetivos que éstas: la reducción de los costes totales, de los factores productivos y de la producción. Numerosos ejemplos reales avalan la orientación tecnológica: nuevos materiales sintéticos más baratos que los naturales, procesos productivos robotizados que incrementan la productividad de forma espectacular, técnicas organizativas que favorecen el rendimiento de los recursos humanos, etc. En cualquier caso, el efecto que tiene el avance tecnológico sobre la curva de oferta es idéntico al de una reducción del coste de los factores: la curva de oferta se desplaza hacia la derecha, ofreciendo las empresas más cantidad de producto para cada precio. La oferta y las expectativas empresariales Las expectativas de los empresarios, esto es, las suposiciones que realizan sobre el futuro respecto a sus ventas, también influyen en la cantidad de bienes que están dispuestos a producir y vender en el mercado. Si un empresario cree que el bien que ofrece va a tener mucha demanda, producirá más. Lo 36 mismo ocurrirá si la situación económica general es buena y las estimaciones de ventas son altas. Si, por el contrario, las expectativas económicas no son buenas, como sucede actualmente como consecuencia de la crisis económica, y existe mucha incertidumbre respecto al futuro, los empresarios reducirán su producción y su oferta. Cualquiera de estas situaciones afectará a la curva de oferta, que aumentará y se desplazará hacia la derecha con buenas expectativas, mientras que si éstas son malas la oferta se reducirá y se desplazará hacia la izquierda. LA EMPRESA Y LA FUNCION DE PRODUCCION Ver Videos: Costos, precios e ingresos https://www.youtube.com/watch?v=q6y5imJiWdA Proceso industrial del atún: https://www.youtube.com/watch?v=zIda0hDnF4g LA FUNCION DE PRODUCCION . La conducta de la empresa La empresa es el agente económico encargado de la producción y distribución de los bienes y servicios, bien para el consumo de las economías domésticas, o bien para que otras empresas los utilicen en su proceso productivo. Para poder llevar a cabo la función de producción, la empresa necesita una serie de factores, que debe adquirir, a través de los mercados de factores, a las economías domésticas. Recuerda el flujo circular de la actividad económica, que sintetiza las relaciones entre ambos agentes: familias y empresas. La empresa es un sistema de transformación de factores productivos o inputs, en bienes y servicios o outputs, a través de una tecnología. Es decir, la empresa coordina y combina los inputs según una determinada tecnología para conseguir los outputs: 37 En cada momento histórico existe una diversidad de tecnologías disponibles, y la empresa, guiada por su objetivo de alcanzar el máximo beneficio, elegirá aquella que le permita producir con menores costes, de la forma más eficiente. Esta búsqueda de la reducción de costes explica la creciente utilización en la industria de tecnologías intensivas en capital en aquellos países donde la mano de obra es más cara. Pero no todas las empresas realizan una transformación física de factores en productos, las hay también que se ocupan del sector primario (agricultura, ganadería, pesca, etc.) o del terciario (transporte, comercio, hostelería, etc.). Las empresas de los tres sectores económicos, como vimos, se complementan y se necesitan para conseguir un desarrollo económico equilibrado. . Los factores productivos y la creación de valor El objetivo de las empresas es obtener el máximo beneficio, para lo cuál deben crear utilidad para el consumidor, que se traduce en valor para la empresa. La utilidad que recibe el consumidor y por la que pagará un precio, puede ser de distintos tipos: de forma, cuando adquiere un producto elaborado industrialmente; de lugar, cuando lo compra en un comercio cercano a su residencia; y de tiempo, cuando lo tiene disponible en el momento en que lo necesita. Es decir, cuando los consumidores pagamos un precio, no sólo valoramos el bien en sí, sino también la comodidad de comprarlo cerca de casa, sin tener que trasladarnos a la fábrica o al campo, o poder hacerlo en el momento que más nos conviene. La respuesta de las empresas a estos deseos de los consumidores es ofrecer esas distintas utilidades mediante la producción y la distribución de bienes y servicios, aportando valor a lo largo de todo el proceso desde la obtención de la materia prima hasta que el bien llega al consumidor, que se denomina valor agregado. En ella suelen participar varias empresas, cada una de las cuales va incrementando el valor del producto. 38 La infografía del valor agregado de los alimentos ilustra el proceso, que en el caso de un producto simple como la leche consta de los siguientes eslabones o fases: Cadena de valor Valor creado ($/litro) 1. Extracción de la leche por el ganadero 4,0 2. Transporte a la industria 0,6 3. Tratamiento y envasado 2,0 4. Transporte al distribuidor 1,0 5. Comercialización en el punto de venta 0,9 TOTAL 8,5 El valor total creado por cada litro de leche es de $ 8,50, la suma de los valores generados por las distintas empresas que participan en la cadena. El consumidor pagará este precio (valor) si le compensa la utilidad que recibe a cambio. Los factores productivos La siguiente cuestión es ¿quién crea el valor en la empresa? Si analizamos la actividad empresarial, partimos de los factores productivos, que son tres en la clasificación clásica: tierra o recursos naturales, trabajo y capital. Los tres son necesarios para desarrollar la actividad productiva, pero la creación de valor surge de la acción conjunta del trabajo y el capital: son los seres humanos, con su fuerza de trabajo, y las máquinas las que crean el valor en la empresa, debido a que las materias primas y otros materiales se incorporan al producto, pero no generan valor por sí mismos. En la corriente de pensamiento marxista, sin embargo, se considera al trabajo como el único factor creador de valor, argumentando que la maquinaria, el capital, es también el resultado del trabajo humano y, por tanto, no se puede considerar generador de valor como tal, sino trabajo acumulado. 39 La especialización y la interdependencia económica Hemos visto que los distintos eslabones de la cadena de valor de un producto suelen ejecutarlos empresas diferentes, cada una de ellas especializada en una fase concreta: extracción de la materia prima, transporte, transformación, comercio, etc. La especialización en la producción llegó a la sociedad en el momento en el que el ser humano descubrió la agricultura, que le permitió producir una cantidad de alimento muy superior a la necesaria para su subsistencia. Esta producción excedentaria tuvo dos importantes consecuencias: 1. Una parte de la población no necesita trabajar la tierra y puede dedicarse a nuevas ocupaciones: alfarería, carpintería, herrería, etc. Es decir, las personas se especializan en actividades productivas diversas. 2. El intercambio, el comercio, se hace imprescindible para que cada especialista en una actividad productiva pueda cambiar sus productos por otros que necesita: el agricultor intercambia cereales por vasijas de barro, por vestidos o por herramientas; el herrero obtiene alimento a cambio de las herramientas que produce, etc. La especialización también permitió la división del trabajo, o dedicación de cada persona a una tarea concreta dentro del proceso productivo de un bien. Por ejemplo, en la herrería unas personas funden el metal, otras le dan la forma, y otras personas hacen el acabado final. Esta división del trabajo tuvo un impacto enorme en el incremento de la producción total que podía obtener cada trabajador, debido al ahorro de tiempo por no tener que cambiar de tarea y a la mayor habilidad que se consigue al dedicarse a una sola actividad. Adam Smith puso de manifiesto este fenómeno en su famoso ejemplo de la fábrica de alfileres , y considera que es la base del desarrollo económico al conseguirse una mayor eficiencia o productividad. La especialización y la división del trabajo se han incrementado a lo largo de la historia y efectivamente han conseguido el aumento de la eficiencia económica, aunque en ocasiones, cuando se ha llevado al extremo, ha provocado también problemas de tipo psicológico en los trabajadores, obligados a realizar operaciones rutinarias durante toda la jornada laboral. Esta problemática, que se pone de manifiesto especialmente en las cadenas de montaje industriales 40 Otra consecuencia de la especialización es la interdependencia económica: si una persona elaborara todos los bienes y servicios que necesita, sería económicamente independiente; pero al especializarse, depende de los demás. Lo mismo ocurre en el interior de las empresas, ya que el producto final depende de la actuación de todo el conjunto de trabajadores, cada uno de los cuales realiza una tarea u operación concreta. Y, por supuesto, esta interdependencia también se da entre las diferentes empresas de la cadena de valor de un bien, o entre los distintos sectores económicos. Surge de esta forma la necesidad de coordinación entre personas y empresas para que el sistema económico funcione correctamente. La eficiencia y la productividad La teoría económica expresa la actividad de la empresa como una función matemática, relacionando la cantidad de producción (q) con el consumo de factores productivos (T, trab, Cap): q = f (Tierra, trabajo y capital) La forma matemática concreta que adopte la función de producción depende de la tecnología que utiliza la empresa, pero siempre se cumplirá que "a mayor consumo de factores, mayor será la cantidad de producto obtenida". La empresa como agente económico que persigue el logro del máximo beneficio posible, tiene que desarrollar su actividad según el principio de eficiencia: conseguir un determinado nivel de producción con el mínimo consumo de factores productivos, o alternativamente, dada una cantidad de recursos productivos explotarlos de manera que logre la máxima cantidad de producto. El principio de eficiencia se resume en algo tan intuitivo como "no despilfarrar recursos", sino aprovecharlos de forma óptima, siempre con la restricción tecnológica de cada momento histórico. En el caso de la empresa, la eficiencia se mide a través de la productividad, que puede adoptar dos formas: La productividad o eficiencia técnica relaciona el output con los inputs en términos físicos (unidades de producto o factor): una empresa es técnicamente productiva o eficiente si consigue la máxima producción a partir de un número determinado de factores, dado un estado de la tecnología. Alternativamente puede decirse que la empresa es eficiente si es capaz de producir una determinada cantidad de producto, con el mínimo consumo de factores. La productividad o eficiencia económica es una relación entre cantidad de producción y de factores, pero ahora medidos en términos monetarios, en pesos: una empresa es económicamente 41 productiva, dada una tecnología, si alcanza el máximo valor monetario de la producción con unos costes determinados. Dicho de otra manera, la empresa es económicamente eficiente si consigue llegar a un determinado valor de la producción con los mínimos costos posibles. ¿De qué depende la productividad? La productividad económica depende de una serie de variables relacionadas con el trabajo y el capital, factores productivos responsables de la creación del valor en la empresa. Respecto al factor trabajo, las principales variables que inciden en la mejora de la productividad son: la formación y educación, la experiencia, las buenas condiciones laborales y la motivación. En cuanto al capital, es la tecnología la variable fundamental para el incremento de la productividad. A estos dos factores hay que añadir el que se ha llamado cuarto factor de producción: la organización empresarial, actualmente considerada una variable clave en los procesos de aumento de la productividad. Efectivamente, el uso de una tecnología muy avanzada y unos recursos humanos con elevada formación Puede fracasar si no disponen de una organización eficaz que logre una alta productividad. Actualmente la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) es fundamental para incrementar la productividad empresarial. Internet ha revolucionado nuestras vidas y la forma de operar de las empresas, permitiendo la comunicación y el intercambio de información en tiempo real en cualquier punto del globo. 42 43